Edgar Morin
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Transcript of Edgar Morin
“Sobre Edgar Morin.” El método científico empleado por el hombre ha mantenido una postura
reduccionista que asocia al concepto de complejidad con lo confuso y lo no
práctico: “La complejidad es una palabra problema y no una palabra solución”1.
Morin aborda la complejidad como una manera de incluir todos los
reduccionismos como aproximación a lo real porque no puede ser apreciada
desde un solo punto de vista o ser simplificada en esquemas. Lo que busca el
pensamiento complejo es un acercamiento multidimensional en el
conocimiento.
La simplificación del conocimiento nos pone una trampa al no tomar en cuenta
la imposibilidad de conocerlo todo con el riesgo de caer en confusión o
especulaciones sin fundamento debido a la incapacidad de procesar la
información a nuestro alcance en su totalidad, la cual también puede estar
conformada en un código fuera de nuestro alcance.“ La totalidad es la no-
verdad” , cita el autor de “El Método” a Theodor Adorno para explicar uno de
los principales conceptos desarrollados en sus investigaciones, siempre
encaminadas hacia un trabajo interdisciplinario.
La auto-organización es una cualidad epistemológica presente en el análisis de
diversas disciplinas que influyen en el método complejo del autor como la
Teoría de la Información, Cibernética, Biología, Antropología y Física, entre
otras, con el fin de lograr una verdadera “ciencia del hombre”.
El uso desmesurado de la razón nos ha llevado a extremos irracionales en las
acciones tomadas por las sociedades al generar desigualdad en pos de un
pseudo-progreso donde solo se benefician unos cuantos intereses. Para Morin
1 Morín, Edgar. “Introducción al pensamiento complejo”. Ed. Gedisa. España.2001.
el error no se encuentra en la incoherencia o la equivocada percepción sino en
el modo de organizar el conocimiento.
1. “La causa profunda del error no está en el error de hecho (falsa percepción), no en el error lógico
(incoherencia), sino en el modo de organización de nuestro saber en sistemas de ideas (teorías,
ideologías);
2. Hay una nueva ignorancia ligada al desarrollo mismo de la ciencia;
3. Hay una nueva ceguera ligara al uso degradado de la razón;
4. Las amenazas más graves que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e
incontrolado del conocimiento (armas termonucleares, manipulaciones de todo orden,
desarreglos ecológicos;etc.).”2
Para comenzar a hablar de el método complejo hay que comenzar por saber
qué es el conocimiento. El hombre conoce porque procesa la información que
recibe del exterior y la clasifica al compararla mediante la diferenciación de los
datos útiles o inútiles para sus fines. No somos conscientes de estos
paradigmas detrás del funcionamiento del espíritu.
Basándose en estos principios Morin hace una crítica de las ideologías al
mantener sólo un punto de vista donde se rechacen ideas diferentes porque no
concuerdan con su sistema. Es importante recordar las consecuencias de
tomar en serio el significado de lo “absolutamente verdadero”.
Incluso ese constreñimiento ideológico va en contra de la naturaleza del
espíritu y nuestra realidad. Edgar Morin nos llama a “una toma de conciencia
radical” ante la disyuntiva del pensamiento Occidental que se ha ido
remarcando desde la división cartesiana del ego cogitans y la res extensa .
Hasta nuestros días continuamos aislando el conocimiento científico del
2 Íbid. Capítulo 1: “El pensamiento ciego” p.p 17.
conocimiento reflexivo generando una “inteligencia ciega” que aboga a favor de
una “hiperespecialización” del conocimiento.
Al considerar solo una parte de todo el archipiélago del sistema complejo nos
impedimos continuar un estudio mas amplio del cosmos y del hombre. La
propuesta de la complejidad es afín a la verdadera naturaleza del
funcionamiento de la vida, de ahí la explicación del porqué los procesos
espirituales toman la forma de una paradoja al tratar de reducirlos a un
esquema lógico.
Gregory Bateson es otro autor relacionado con el pensamiento abierto hacia lo
complejo, uno de los conceptos más desarrollados en las teorías de ambos
autores se relaciona con la segunda ley de la termodinámica y la tendencia de
la energía a encontrar un equilibrio, el cual termina por diseminarse en razón
de procesar la información de patrones de comportamiento.
La Entropía y la Neguentropía son las conductas entre las que oscila la energía
al transformarse de un estado caótico a la organización. Podríamos decir que
ambos conceptos son una especie de pauta presente en los procesos
espirituales, en el sentido del funcionamiento de las máquinas en sistemas
tanto naturales como artificiales donde la energía es el cómplice que permite
aquella gran cadena del ser.
Desde la creación del universo tenemos presente la existencia de los seres
máquina para sostener un orden, los soles, o mejor dicho “arque-máquinas”
son las más grandes fábricas de energía gracias a las cuales ha surgido la vida
organizada en sistemas que varían en niveles de complejidad a partir de su
tendencia a la Neguentropía hasta la formación de los criterios del proceso
espiritual.
Bateson nos enumera una serie de principios en su libro “Espíritu y Naturaleza”
donde nos describe los criterios de aquel proceso espiritual:
1. “Un espíritu es un agregado de partes o componentes interactuantes.
2. La interacción de las partes del espíritu es desencadenada por la diferencia, y la diferencia es un
fenómeno no sustancial, no localizado en el espacio o el tiempo; la diferencia se relaciona con la
Neguentropía y la Entropía, no con la energía.
3. El proceso espiritual requiere energía colateral.
4. El proceso espiritual requiere cadenas circulares (o mas complejas aún) de determinación.
5. En todo proceso espiritual, los efectos de la diferencia deben considerarse como trasformas (o
sea como versiones codificadas) de sucesos que las precedieron. Las reglas que rigen tal
trasformación deben ser comparativamente estables (o sea, más estables que el contenido),
pero en sí mismas están sujetas a transformación.
6. La descripción y clasificación de estos procesos de trasformación revela una jerarquía de tipos
lógicos inmanentes en el fenómeno.”3
De alguna forma esto nos puede remitir a ciertos pasajes de Platón donde el
filósofo habla sobre sus impresiones del universo, influenciado por la ciencia
pitagórica y la mística que rodea a los números. Los astros en el universo eran
sostenidos al ritmo de notas musicales en cada esfera, la raíz griega de la
palabra planeta significa “errante”, en referencia del movimiento de los cuerpos
celestes en el cosmos, donde cada planeta giraba en su orbita siguiendo la
nota musical correspondiente en su paso por el universo.
La música es un ejemplo excelente para describir aquella tensión producida
entre el ritmo y el orden presente en el tiempo, como la Neguentropía en el
funcionamiento de los procesos espirituales que se reinventan en una
“tautología auto-curable” como sentido de todos los complejos procesos de
3 Bateson, Gregory. “Espíritu y Naturaleza”. Amorrotu editores. Argentina, 2006.Capítulo 4: “Criterios del proceso espiritual” P.p 103
organización natural gracias a los cuales tenemos conciencia de nosotros
mismos y nuestro mundo.
La ciencia y el trabajo para el hombre han significado la transformación de
nuestro entorno de una manera cada vez más dramática, por otra parte del
lado meramente reflexivo del ser humano hemos llegado a expresar mejor lo
indecible acerca de esos paradigmas que conforman nuestro espíritu; el
pensamiento mítico y la creación artística han sido los puentes hacia lo
inaccesible para nuestro pensamiento por medio de la imaginación a la hora de
elaborar historias.
La desintegración o pérdida de aquella información con el paso del tiempo es
conocida como Entropía, en ese estado la energía no mantiene dirección
alguna ni orden para dar paso a nueva información codificada, en pocas
palabras significa caos. Por otra parte la entropía abarca también la definición
de la catástrofe, que es el lado creativo del caos porque es necesaria la
destrucción para organizar un nuevo orden.
Bateson como antropólogo nos habla principalmente de la biología y la
evolución, siguiendo a Lamarck en su postulado sobre la complejidad
necesaria para sostener un principio espiritual basándose principalmente en la
constitución fisiológica de un organismo.
En cambio Edgar Morin como filósofo ha desarrollado el concepto de bucle, de
toda la serie de eventos posibles en la realidad sólo algunos se efectúan
debido a una selección aleatoria, dichos eventos son susceptibles de
representarse mediante la información procesada por un individuo al
registrarla, durante ese proceso se puede perder datos que no avalen la
existencia del evento.
Dentro de esta organización producida en la teoría de los sistemas abiertos no
podemos llegar a una definición de lo que es considerado como información, ya
hemos hablado acerca de los paradigmas, es comprensible hasta cierto punto
pero no cuantificable.
Desde el desarrollo del conocimiento científico en el siglo XVII, el universo era
considerado como una máquina inmutable y perfecta, regida bajo la causa de
un principio elemental. En la epistemología del la ciencia es tardía la noción del
sistema abierto en los descubrimientos científicos y estudios culturales. En el
siglo XIX fue apenas cuando este concepto comenzó a intuirse por medio de
las investigaciones de Lamarck y el psicoanálisis de Freud, posteriormente, los
descubrimientos científicos que hablaban sobre genética contribuyeron a
enriquecer los postulados sobre teoría de la información y la organización de
sistemas.
Es característico de los seres-máquina la auto-organización como forma de
sustentarse en el entorno, donde se transforman así mismos junto con el medio
donde se encuentran. A diferencia de las máquinas-artefacto cuya limitante se
encuentra en esa falta de auto-regulación, aunque la tendencia hacia la
entropía sea común a ambos sistemas.
Otro factor que influye en la organización de los seres-máquina es el factor
aleatorio y la incertidumbre, a diferencia de las computadoras, la inteligencia
humana puede trabajar a partir de información incompleta para la resolución de
problemas relacionados con la creatividad, como en el Arte.
Edgar Morin habla de llevar más allá el concepto de complejidad hacia una
híper-complejidad del pensamiento. El factor que impide abarcar una visión
completamente objetiva de la realidad es el sujeto mismo, como productor de
“ruido” en el medio ambiente donde el objeto también le produce “ruido” al
sujeto. Ambas partes son necesarias unas a otras para conformar este criterio.
Aquel espacio reservado para la relevación del genio o epifanía en el campo de
las disciplinas creativas, el factor del azar y la imaginación, merece
reconocerse en el desarrollo científico de la humanidad.
En este sentido se han desarrollado teorías relacionadas con el origen del
universo y su tendencia a la entropía; la muerte es el acto que da paso a la
renovación de la vida y a su continuidad, incluso después de esa explosión que
dio origen a los astros, soles, planetas y estrellas, el universo sigue
extendiéndose. Los seres vivos se consumen así mismos con el paso del
tiempo al envejecer las células hasta su caducidad. “Vivir de muerte, morir de
vida” tal como dijo Heráclito.
Dentro de esa complejidad se origina nuestra razón, aquella forma en la cual le
otorgamos una estructura a nuestro pensamiento para interactuar con la
realidad en un incesante diálogo entre nuestro espíritu y el universo. Edgar
Morin hace un comparación entre dos términos, racionalidad y racionalización,
como dos extremos en los cuales terminamos utilizando nuestra razón, en el
segundo se reduce a una esquematización de los conceptos formulados en la
razón hasta un punto excesivamente analítico donde todo se quiere reducir a
un solo punto de vista obsesivo y casi neurótico. El autor nos señala con esto
que hay un límite ambiguo entre la paranoia, la racionalización y la
racionalidad.
Caemos en una especie de delirio de la razón al adolecer de una autocrítica en
la racionalidad, para llegar a una mejor aproximación al pensamiento complejo
debemos de empezar a definir los conceptos desde su núcleo, tenemos que
pensar en “macro-conceptos” y no delimitarlos en su frontera con otros como lo
plantea la disyunción cartesiana con el riesgo de caer en ambigüedad.
Morin propone tres principios de estos macro-conceptos podemos distinguir
esto principalmente en los seres vivos. La dialógica: donde dos direcciones
antagónicas se unen para conformar un sistema coherente, Recursividad
organizacional; equiparable a la naturaleza del remolino, el cual se produce así
mismo y produce energía en una auto-organización. Finalmente el principio
hologramático, donde la imagen contiene en su componente más elemental la
mayor parte de la información del todo que la conforma.
La aplicación del pensamiento complejo a las ciencias biológicas y sociales nos
permite mantener un mayor rango de acción a la hora de formular soluciones
creativas a los problemas, este método nos invita a considerar todas las
posibilidades a nuestro favor o en contra en la elaboración de una estrategia
porque nuestra existencia no es trivial ni predecible.
Así como hablamos del comportamiento antagónico y de trayectorias errantes
en el universo por medio de las cuales se desencadena la vida; nuestras
acciones al desenvolverse en el plano de la realidad se separan de nuestra
juridicción por ese elemento aleatorio que interactúa con otro tipo de
información. Nos conducimos como máquinas no triviales, debido al
desconocimiento del “imput” y output”, hablando en términos de cibernética,
para describir el proceso de organización informática.
A díferencia de las grandes máquinas artificiales y sociales, cuya reacción se
constituye en un programa de comportamientos predecibles para no requerir de
vigilancia o una súbita toma de desiciones. El factor aleatorio siempre se
presenta al escoger cualquier elección que afecta el trayecto de nuestra
existencia como individuos y seres sociales en continuo estado de alteración
para renovarse.
La misma concepción dialéctica de la historia nos habla de ciclos estables
seguidos por una crisis que marca el curso de las sociedades y su
organización, de cierta manera el se humano puede considerarse como una
máquina trivial y no-trivial.
Morin propone una estrategia para abordar la complejidad para proponer
soluciones a la crisis que ha sido consecuencia de aquella hiper-
especialización del pensamiento Occidental. Debemos de pensar la
complejidad como una tela, compuesta por una serie de hilos entretejidos en
una secuencia ordenada para constituirla; la vida está hecha del entretejido de
los sueños, ya nos lo había dicho un poeta.