Ecumenismo(Recopilado por: Mario Condo)

20/07 Introducción.Un poco de historia: Cuando el cristianismo tuvo su origen, quizá nadie pensó que con el correr de los tiempos, esa unidad que debía mantenerla y hacerla “el cuerpo de Cristo” quedaría dividida de tal forma que no sólo fue que cada grupo que salía de ese “cuerpo” se iba por su camino, sino que tristemente y la historia nos muestra del gran odio y antagonismo que surgió entre ellas.Incluso ya la iglesia primitiva en sus orígenes experimentó si no una división real, pero sí hubo “hermanos falsos” como Pablo los llama, y denuncia la división de la comunidad. (Gal. 1:9; 2:4; 1Cor. 1:10-13)A lo largo de los V, VI ya se ven divisiones dentro de las iglesias orientales, las causa fueron la influencia que tuvo en ellas la enseñanza llamada “monofisismo” que dice Jesucristo en su encarnación sólo tenía una naturaleza y no dos, de esta manera la naturaleza humana de Cristo fue tomada sin importancia.El Concilio de Calcedonia (451), fue realizado para pacificar la controversia que había nacido, pero de este Concilio no nació la unidad, sino una división.La primera división “oficial” dentro de la iglesia cristiana sucedió en el 1045 d. C., entre el oriente (Bizancio) y occidente (Roma), la causa: el tema del filioque.La iglesia de occidente fue la que sufrió más las divisiones y cismas en su interior. En el Siglo XVI la Reforma Protestante y anglicana por un lado y la católica por otro.La Reforma a tenido no sólo consecuencias buenos, sino también consecuencias no muy buenas para la iglesia, pues a lo largo de los siglos XVII y XVIII nuevas iglesias, nuevos grupos religiosos ha surgido del seno del protestantismo, esto sobre todo, a través de la obra misionera extendida en el mundo. Si bien con buena disposición e intención, pero con esa extensión vino, en la mayoría de los casos, la división y separación de grupos cristianos entre sí.La iglesia queda dividida en distintas familias cristianas como son:

- Iglesias antiguas orientales.- Iglesias ortodoxas.- Iglesia vetero-católica.- Iglesias anglicanas.- Iglesias luteranas.- Iglesias reformadas.- Iglesias bautistas.- Iglesias congregacionalistas.- Iglesias metodistas.- Iglesias adventistas.- Comunidades pentecostales.- Comunidades cuáqueras.

Estos sin contar a grupos o sectas que se consideran cristianas, pero que no se consideran parte de las iglesias tradicionales, por ejemplo Testigos de Jehová, mormones, La nueva era, etc, o algunos grupos carismáticas extremistas.Pero no sólo tenemos iglesias “cristianas” en el mundo, sino que en el mundo hay muchas otras religiones que no tienen que ver nada con el cristianismo. Así tenemos a:Judaísmo. Es la religión del pueblo de Israel. Es el conjunto de la civilización y tradición religiosa cultural y jurídica del pueblo judío. Las cuales se expresan en la tradición nacional y social de sus miembros tal como han sido transmitidas desde los comienzos bíblicos hasta nuestros días. Se define como un modo concreto de vida a partir de una visión específica y particular de Dios: la creación del

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hombre y sus relaciones que nace de la experiencia religiosa de Abraham y cuyo pacto definitivo fue sellado por Dios en el Sinaí por medio de Moisés.En la base de su concepción religiosa se encuentran tres elementos fundamentales: Elección Divina, Alianza (Berit), la Ley (Torá).Su vida religiosa y litúrgica expresa los fundamentos religiosos, donde sus fiestas principales son: Pascua, Pentecostés, Tabernáculos. Cuyos objetivos es celebrar las grandes intervenciones de Dios en su historia. En sus lugares de culto se pueden mencionar el Arca Sagrada en la pared que da al Este, donde se guardan los rollos de la Torá, y la Sinagoga.Gran importancia tiene el Rabino, quien es el que escoge al Rabí jefe espiritual en la Ley.Islamismo Islam significa “sumisión” a la voluntad de Dios o sometimiento de ésta. Manifestada por Mahoma (enviado de Dios) en el Siglo VII de nuestra era, es la tercera religión monoteísta. Sus seguidores se llaman “musulmanes” (creyentes), los cuales forman comunidad llama umma o comunidad Madre.La base de la fe islámica está en el Corán, un libro enviado de Alá (Dios), que ocupa un lugar importante en cada hogar musulmán.El Islam se basa en 5 pilares fundamentales: el Testimonio proclamado ante dos testigos, de su creencia en la unicidad de Dios, los ángeles, los profetas, los libros sagrados, el día del juicio final y el destino; la oración ritual cinco veces al día; el ayuno el mes de Ramadán, la limosna ritual y la peregrinación a la Meca por lo menos una vez en la vida.Budismo Nace en la India hace 2.500 años con Sidhartha Gautama (Buda iluminado) en el Siglo VI A.C. En el Budismo hay distintas tendencias como son el Zen Budista japonés; Budismo anonidista del Japón, el Tibetano de los Lamas y el Thervada de Birmania y del Vietnam. Existe una influencia de las ideas del Hinduismo en esta religión.

Los principales fundamentos del Budismo se encuentran en la predicación de su fundador, cuyas enseñanzas orales se conservan por escrito a partir de sus seguidores.

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El Canon budista consta de treinta libros (que en extensión es cuatro veces más que la Biblia Cristiana) su agrupación es en tres secciones: Código disciplinar (Vinaya Pitaka) y el código de doctrina Aplicada (Abhidhamma Pitaka). En ellos Buda es un hombre no encarnado o inspirado por Dios, sino esforzado y que es iluminado sin ayuda sobrenatural. Aquí el hombre debe rechazar lo malo y practicar lo bueno. Actualmente se está cuestionando la religiosidad del Budismo. No obstante, no hay consenso.Hinduismo Su origen se remonta al segundo milenio A.C., proveniente de los pueblos Indo-arios que entraron en la India.No tienen fundador ni profeta. No tiene una estructura eclesial o institucional particular. Después de sus diversas evoluciones históricas, doctrinales y culturales, se puede afirmar que más que una religión monolítica es un conjunto o pluralidad de religiones locales y supralocales que han llevado a estructurar una misión de vida, donde hay una gran visión de vida, donde hay una gran variedad de expresiones religiosas y sociales con la existencia de distintas tendencias que se caracterizan por la fe en Dios, el proceso cíclico de la creación, la reencarnación de las almas en vista de una liberación definitiva, y la existencia de una cierta división de castas.Sus libros se dividen en los libros de los vedas, considerados como revelación (Sruti) y los comentarios posteriores (Smrti). Se acentúan en todo momento el camino de unidad con Dios (Brahman) donde se le puede experimentar pero no describir. Es un Dios de manifestaciones donde desciende de forma visible para la salvación, exigida por la ley del Karma o de la retribución, que es un proceso de purificación a partir del cumplimiento del Dharma.Confucionismo. Confucio nació en el año 551 A.C. Desde la adolescencia se dedicó intensamente al estudio. Confucio nunca quiso fundar una religión, admitió ser un hombre como cualquiera. Cree en el cielo como algo misterioso, impersonal que actúa sobre el mundo. Cree en los dioses y espíritus de la tierra. Pero lo religioso no fue para él una obsesión. El deseaba servir al hombre proponiendo la igualdad de todos, buscando la felicidad universal.Su doctrina se puede resumir en la frase: "Lo que no quieras para ti no se lo hagas a los demás".Sus cinco principios:1.- relación de justicia entre príncipes y súbditos.2.- relación de mutuo amor entre padres e hijos.3.- conjunto de deberes entre el hombre y la mujer.4.- observancia de las normas de comportamiento, basadas en la edad (ancianos-jóvenes).5.- relación de lealtad entre los amigos.Con todo esto como trasfondo, sabemos que ya no se puede hablar de un mundo cristiano, sino de un mundo con manifestaciones religiosas diversas.27/07 Definición del ecumenismoEn principio la historia del ecumenismo comenzó a partir de una tentativa de juntar, pegar los pedazos y astilazos en el que se fragmentó el mundo protestante desde la propia Reforma. Lo que era, por así decirlo una cuestión interna del protestantismo fue abarcando un terreno más amplio es decir no sólo el de unir cristianismo, el protestantismo sino se fue más allá, el de unir a todas las religiones o las religiones más grandes del mundo.Pero antes vamos a ver de donde sale esta palabra y qué es lo que quiere decir.La palabra Ecumenismo deriva etimológicamente del adjetivo griego "Oíkoumene" que designa a "el orbe habitado o todo el mundo habitado". Esta palabra pertenece a una familia de palabras en la que se encuentran: Oikos (casa), Oikeotes, Oikeoo, y Oikonomeo (construcción, edificación), Oikónomos (administrados, mayordomo).

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En el uso que los griegos y romanos daban a esta palabra está implicada no solamente una determinada expansión geográfica, sino la unidad de la civilización o sociedad. En Hechos 17:6 la palabra oikonoume se usa en este sentido. Trastornar el oikoumene era lo mismo que perturbar la estabilidad de la sociedad romana y hacer esto era amenazar la unión de una comunidad.En el NT esta palabra no se usa para describir la unidad de la iglesia ni la comunión de los cristianos, sino para designar el espacio en el que el evangelio va ha penetrar (cf. Mt. 24:12-14), es usada también para designar al nuevo orden venidero (cf. Hb. 2:5).03/08 Su Desarrollo históricoDentro de los precedentes del ecumenismo como, pueden ser citados la fase de contratos entre Roma y Bizancio, en busca de la unidad, poco antes de la conquista otomana de Constantinopla en 1453. En los siglos siguientes hubo algunos intentos. Entre los siglos XVII y XVIII surgieron las primeras tentativas de unificación después de la división protestante.El movimiento ecuménico quedó restricto al mundo protestante, sobre todo al anglo-sajón, donde se difundió expresándose en numerosas iniciativas. Hubo varias hipótesis de organización para llegar a una unificación de todas las iglesias: a). reunificación por “grupos” de iglesias, de sectas, o b), la reunificación por regiones: “iglesias unidas”, reunión “corporativa” de las diversas iglesias, en las cuales bastaría reconocer la unidad sustancial, aun no habiendo unidad orgánica. Esta segunda hipótesis fue la preferida y encontró expresión en el movimiento ecuménico actual.Se considera simbólicamente que el Movimiento Ecuménico contemporáneo se inició en la Conferencia Mundial de las Misiones que se llevó acabo en Edimburgo, en 1910, sobre el tema “La evangelización del mundo en esta generación”.Ahora bien, la reunión de Edimburgo no puede considerarse “ecuménica” en el sentido que se le da a este término en el día de hoy, dado que no hubo ningún delegado católico romano ni ortodoxo. De las 1.400 personas que participaron, sólo l7 procedían del “Tercer Mundo”.Edimburgo había sido cuidadosamente preparada en comisiones temáticas. A pesar de los debates bastante "progresistas" que tuvieron lugar en algunas de ellas, Edimburgo reflejó en general un enfoque conservador y tradicional sobre la misión, vinculando la proclamación del evangelio a los paganos con la difusión de la civilización occidental.Edimburgo dio a luz la International Review of Missions, cuya primera edición fue publicada en 1912, y a un comité de seguimiento que preparó la creación del Consejo Misionero Internacional en 1921.El espíritu en la segunda conferencia sobre misión mundial, realizada en Jerusalén en 1928, fue completamente diferente. La primera guerra mundial, provocada por países "cristianos", había desafiado profundamente el ideal de la civilización occidental como encarnación del evangelio. La revolución comunista de 1918 había convertido en poco realista el sueño de evangelizar el mundo entero en el lapso de una generación. En la conferencia de Jerusalén la misión fue fuertemente debatida. Sobre dos importantes cuestiones allí levantadas no fue alcanzado un real consenso: la relación entre el mensaje cristiano y las otras religiones, y la interpretación teológica del compromiso cristiano en asuntos sociales y políticos.La tercera conferencia sobre misión (a la segunda se la llamó “reunión ampliada del Consejo Misionero Internacional”) tuvo lugar en Tambaram, cerca de Madrás (India), en 1938. En un contexto mundial en el que la paz estaba cada vez más amenazada por regímenes de tipo fascista (Alemania, Italia, Portugal, España, Japón) los debates se centraron en la importancia y la centralidad de la iglesia (particularmente la iglesia local) en la misión. Los representantes de las llamadas “iglesias más jóvenes” fueron (ya) mayoría en la reunión de Tambaram. Allí se afirmó la verdad esencial del mensaje cristiano frente a las otras religiones, aunque se aconsejó a los misioneros que estuviesen atentos a su mensaje y que practicaran una actitud de diálogo.

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La Conferencia del Consejo Misionero Internacional que se celebró en Whitby (Canadá), en 1947, fue una reunión pequeña en la que se reflexionó sobre los cambios fundamentales que tenían lugar en el mundo (caracterizado como “revolucionario”) luego del impacto de la Segunda Guerra Mundial. Era necesario reconstruir no sólo los países sino también las relaciones entre los pueblos que habían estado en conflicto. La reunión de Whitby se hizo famosa por el lema “colaboración en obediencia”. El concepto de “asociación de colaboración” (partnership) ya se había empleado anteriormente, pero en Whitby se puso particularmente de relieve. Los delegados dejaron de lado el uso de términos de lenguaje tales como “países cristianos” y “países no cristianos”, abriendo nuevos senderos a la teología de la misión. También insistieron en la necesidad de buenas relaciones con el recién fundado Consejo Mundial de Iglesias, que había celebrado su primera Asamblea en 1948.La siguiente reunión ampliada del Consejo Misionero Internacional tuvo lugar en Willingen(Alemania), en 1952. En un contexto en el que los acontecimientos registrados en China ponían en peligro la actividad misionera tradicional, los delegados redescubrieron que la misión depende ante todo de la propia acción de Dios. La misión es el objetivo y la acción del Dios Trino y Uno. La reunión de Willingen se considera muy acertadamente una de las conferencias que tuvieron una influencia duradera sobre la teología ecuménica de la misión. Por cierto, la noción de missio Dei, que se adoptó tras la reunión de Willingen, demostró ser muy fértil. La centralidad de la iglesia en la misión a la que se dio tanta importancia desde la reunión en Tambaram fue remplazada por una perspectiva más amplia, que permitió interpretar los acontecimientos del mundo como factores determinantes de la misión.En 1958, el Consejo Misionero Internacional se reunió en Achimota, cerca de Accra (Ghana) y examinó la propuesta de unirse al Consejo Mundial de Iglesias, con el que el Consejo Misionero Internacional tenía estrechas relaciones y compartía varios programas. Esa propuesta fue aceptada por una gran mayoría, aunque algunos consejos misioneros que eran más conservadores desde un punto de vista teológico rechazaron la idea de una integración de misión e iglesia. Querían preservar la libertad misionera y evitar llegar a ser dependientes de las autoridades eclesiásticas y de sus programas.En 1961, la “integración” que ya era una realidad en la práctica entre el Consejo Misionero Internacional y el CMI fue ratificada en las asambleas de uno y otro que se celebraron en Nueva Delhi. Los consejos de misión afiliados al Consejo Misionero Internacional pasaron a estar afiliados a la Comisión de Misión Mundial y Evangelización (CMME) del CMI. La División de Misión Mundial y Evangelización (DMME) y su Comité asumieron la el trabajo programático y la responsabilidad del Consejo Misionero Internacional, que dejó de existir. Las oficinas de Nueva York del Consejo Misionero Internacional y de la CMME se unieron en 1965, y la CMME dejó de tener un secretario ejecutivo en esa oficina desde 1971. La oficina del Consejo Misionero Internacional en Londres fue cerrada en 1967 y el personal se trasladó a Ginebra. Desde entonces las conferencias mundiales sobre misión pueden considerarse realmente como “ecuménicas” por la amplia participación de diferentes denominaciones, incluidas las iglesias ortodoxas y, poco después del Vaticano II, los observadores católicos romanos.La primera reunión de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización tuvo lugar en la ciudad de México, en 1963, para examinar el tema de “la misión en seis continentes”. Se amplió la perspectiva misionera para abarcar todos los continentes y no sólo los del “Sur”. Ese encuentro tuvo lugar en el contexto del primer decenio de desarrollo y hubo intensos debates sobre la cuestión del testimonio en un mundo entendido como el lugar donde Dios actúa, invitando a las iglesias a unirse en la missio Dei. Era el momento en el que se valoraba de forma positiva la secularización y las formulaciones arreligiosas de la fe y la acción cristianas, principalmente en Occidente.

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En 1971 se cambió el nombre de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización, que pasó a ser la “Conferencia Mundial sobre Misión y Evangelización” y el Comité Divisional pasó a ser la “Comisión de Misión Mundial y Evangelización”. En otros procesos de reestructuración del CMI los nombres volvieron a cambiar, mas no es el caso de dar cuenta aquí de todos esos detalles.La Conferencia Mundial sobre Misión que se celebró en Bangkok, a finales de 1972 y comienzos de 1973, pasó a ser muy conocida por su enfoque holístico del tema “La Salvación en el Día de Hoy”, abarcando sus aspectos espirituales y sociopolíticos, sin dar prioridad a uno sobre el otro. La reunión de Bangkok reconoció la necesidad de teologías contextuales y la identidad cultural como un elemento que influye en el discurso de quienes responden y siguen a Cristo. Los delegados debatieron la situación de explotación y de injusticia que también existe en la relación entre las iglesias. Con miras a que las iglesias locales de África, Asia, América Latina y el Pacífico pudieran establecer sus propias prioridades en el testimonio, se propuso una “moratoria” provisional para el envío de dinero y de misioneros del Norte. Se consideró que la transformación de la Sociedad de Misión de París en una comunidad de iglesias en la misión (llamada CEVAA) era una propuesta alternativa.La siguiente CMME tuvo lugar en Melbourne (Australia), en 1980. Al reflexionar sobre el tema “Venga tu Reino” la Conferencia insistió en el papel singular de los pobres y de las iglesias de los pobres en la misión de Dios. Influidos por las teologías latinoamericanas de la liberación, los delegados pusieron de relieve los aspectos más radicales del mensaje del Reino y el serio cuestionamiento que planteaban a la misiología tradicional y los programas de misión. Hay también otros aspectos de la reunión de Melbourne que merecen mencionarse. La sección que examinó el testimonio de la iglesia llevó a cabo una labor admirable sobre evangelización y sobre la iglesia como comunidad de sanación. La Conferencia también reflexionó sobre cómo la elección de Cristo de ser vulnerable y seguir el camino de la cruz pone en tela de juicio el uso del poder en la vida política, en las iglesias y en la práctica de la misión. Muchas de las aportaciones de Melbourne se encuentran en el documento Misión y Evangelización – Una Afirmación Ecuménica, aprobado en l982, que aún hoy es un texto fundamental sobre la misión para el CMI. Es un documento de gran importancia porque recoge las percepciones de teologías de misión protestante, evangélica, ortodoxa y católica romana. Después de las tensiones que tuvieron lugar durante los años l970 cuando se creó un nuevo movimiento protestante internacional de misión (el Comité de Lausana para la Evangelización Mundial, en 1974), el documento de l982 puede ser entendido como un intento de la CMME de situar la teología de la misión en un equilibrio entre un compromiso claro con el anuncio del Evangelio y la necesidad de mantener el impulso profético de las conferencias de Bangkok y de Melbourne. Durante este período, la participación activa de los católicos romanos se vio realzada cuando el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos nombró un consultor para el CMI, que pasó a integrar el equipo encargado de Misión y Evangelización.

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La Conferencia Mundial sobre Misión que tuvo lugar en 1989 en San Antonio, Texas, EEUU puede considerarse la última del período en el que el mundo estuvo dominado por el conflicto entre dos sistemas ideológicos y económicos (1918 – 1989). Esta Conferencia continuó la línea de Melbourne utilizando otra de las súplicas de la oración del Señor: “Sea hecha tu voluntad”, a la que se añadió la “misión a la manera de Cristo”, expresión que se encuentra en la Afirmación de 1982. La reunión de San Antonio llegó a ser muy conocida en virtud de la declaración del consenso al que se había llegado en las relaciones entre el cristianismo y las otras religiones. Esta cuestión siempre ha sido una cuestión controvertida en todas las conferencias sobre misión organizadas por el CMI. El consenso puede resumirse en tres afirmaciones: No podemos indicar otro camino de salvación sino Jesucristo; al mismo tiempo no es posible poner límites al poder redentor de Dios; existe una tensión que reconocemos y no podemos resolver entre estas dos afirmaciones. Como en todas las reuniones de la CMME, en San Antonio, también se abordó la cuestión de la participación de los cristianos en las luchas por la vida y contra la opresión, así como también la importancia cada vez mayor de nuestras relaciones con la creación.Entre 1992 y 1998, de la preocupación por la misión se encargó la Unidad II del CMI – Iglesias en Misión: Salud, Educación, Testimonio, junto con el programa de la ex Comisión Médica Cristiana y la sección de Educación. Con su aspiración de capacitar el pueblo de Dios para que participe en la misión de Dios, esta Unidad asumió la dirección de grandes programas sobre Testimonio Común, Educación Cristiana en contextos plurirreligiosos, y la Relación entre el Evangelio y las Culturas. Al mismo tiempo que mantuvo su visión sobre la integridad de la misión, dirigió un estudio sobre los problemas que el SIDA planteaba a las iglesias.La última Conferencia Mundial sobre Misión y Evangelización del CMI del siglo pasado se celebró en Salvador de Bahía (Brasil), en 1996, y centró sus trabajos en la relación entre el Evangelio y las culturas. Después de los cambios políticos de 1989, teniendo en cuenta la influencia creciente de las identidades culturales y étnicas sobre conflictos marcados por la violencia, era necesaria una nueva reflexión misiológica sobre la cultura.La conferencia de Salvador reafirmó la posición alcanzada en Bangkok sobre la inculturación e insistió en la riqueza de la variedad cultural como don de Dios, y en el imperativo del Evangelio de vincular la afirmación de la propia identidad cultural con una apertura a otras identidades. La reunión de Salvador reconoció el valor fundamental de todas las culturas por igual, así como su ambigüedad. En su relación con las culturas, el Evangelio puede ser iluminado, y también oscurecido. Puede que las iglesias en misión confirmen algunos de los elementos de su cultura, pero también que impugnen otros. Teniendo en cuenta sobre todo la situación de Europa Oriental, la Conferencia de Salvador reafirmó la oposición del CMI en relación con el proselitismo, así como también la necesidad de cooperar en la misión y de dar un testimonio comúnTras su Octava Asamblea celebrada en Harare (Zimbabwe), el CMI modificó su organización interna y se restableció la Comisión de Misión Mundial y Evangelización. Se ha reunido tres veces: en abril de 2000, en agosto de 2001 y en la primavera austral de 2003. Su tarea principal es la preparación de la próxima Conferencia Mundial sobre Misión, para lo cual se instituyó un Comité de Planificación de la Conferencia. En 2000, la CMME aprobó un documento de estudio titulado “La Misión y la Evangelización y la Unidad en nuestro tiempo”. Resume la posición a la que ha llegado la teología de la misión del CMI, al comenzar la preparación de la próxima Conferencia Mundial sobre Misión.http://www.wcc-coe.org/wcc/what/mission/hist-s.html10/08 Desarrollo del CMI,

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Para muchos historiadores del ecumenismo, la historia y el desarrollo del ecumenismo tiene sus fases de formación. Entre estas fases resaltan tres fases, desde la organización evangélica de Londres hasta la conferencia de Edimburgo:Primera Fase:El primer intento de cooperación internacional entre protestantes tuvo lugar en 1,846, cuando se organizó la organización de la Alianza Evangélica en Londres con el fin de hacer frente a la intolerancia religioso de parte de los católicos. Éste intolerancia religiosa en países como Estonia, Letonia, Lituania, Persia, Portugal, habían dado como resultado el encarcelamiento y muerte de muchos Protestantes. Se sentía una gran necesidad de alguna clase de cooperación y acción unida que pusiera fin a estas amenazas. Segunda Fase:A principios del siglo XIX, Guillermo Carey, un misionero Bautista en la India, recomendó la realización de un congreso mundial de misioneros para intercambiar ideas sobre la obra. Este sueño no se concretó durante su vida, pero en 1,900 se realizó una conferencia misionera en Nueva York que recomendó una conferencia mundial lo más pronto posible.En 1,905 nació una nueva clase de "Ecumenismo" en Norte América, la cual dio como resultado la organización del Concilio Federal de Iglesias. Posterior se conoció como Concilio Nacional de Iglesias. Se caracterizó por darle énfasis al servicio.Tercera Fase:La conferencia de Unión y Misionera, celebrada en Edimburgo en 1,910 fue dirigida por Jóhn R, Mott, se reunieron más de mil líderes, teólogos y eclesiásticos. El propósito principal era lograr un empuje unido para la evangelización del mundo no católico romano.Se hizo un acuerdo de caballeros donde se asignaba a una sola denominación la responsabilidad en una región determinada. Así se evitaría la duplicación del trabajo misionero De esta conferencia misionera de Edimburgo salieron cuatro movimientos:Concilio Misionero Internacional.El concilio misionero internacional nació en el 1,921 bajo el nombre de Conferencia Misionera Mundial, y perpetua la fase misionera celebrada en Edimburgo en 1,947. Tuvo las reuniones en Jerusalén 1928; En Tambaran,1938; y en Whitby, en 1,947.Vida y Obra.Este movimiento nació en 1,925 con la celebración de una conferencia sobre la Vida y Obra en Estocolmo, seiscientos delegados de veintisiete naciones participaron, su creador principal fue Natán Süderblom. Su finalidad era estimular el pensamiento y la acción de la aplicación de la fe, los principios cristianos y los problemas sociales e internacionales.Los asistentes fijaron su atención sobre asuntos de educación, el hogar, la educación sexual, la delincuencia, las relaciones internacionales, la paz, la industria, y la propiedad, la política, etc. La misión de la iglesia se consideró en el contexto de ayudar a superar los males de la sociedad. Fe y Orden.El tercer movimiento fue el de "Fe y Orden". Carlos H. Brent, Obispo de la Iglesia Protestante Episcopal de los Estados Unidos de América, recibió en Edimburgo una visión para la unión de las iglesias. Así nace el deseo de tener un franco debate sobre las diferencias teológicas entre ellas, y mostrar con claridad las zonas de creencia común y lograr en mutuo entendimiento de los conceptos divergentes. En reuniones realizadas en Lausana, Suiza (1927) y Edimburgo (1937), representantes de la iglesia occidentales y de la ortodoxia oriental se reunieron para redactar declaraciones de fe común.Cuarta Fase Definitiva de Formación.

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La unión de los comités sobre Vida y Obra, y movimiento de Fe y Orden, formaron una organización que hoy se conoce como Concilio Mundial de Iglesias, (C.M.I.). La organización ecuménica más importante de todas es el Concilio Mundial de iglesias, (C.M.I). Formalmente se constituyo en asamblea de Amsterdam Holanda en 1,948. El tercer movimiento que se le unió fue la Conferencia Misionera Mundial en el año 1,961.Su intento es facilitar el estudio y la acción común. Afirma que la unidad no exige uniformidad y que hay lugar para todas las iglesias que se denominan "Cristianas".17/08 Conferencias importantes:Amsterdam, Holanda 1,948 Evanston, E.U.A. 1,954 Nueva Delhi, India 1,961 Upsala, Suecia 1,968 Nairobi, Kenia 1,975 Vancouver, Canadá 1,983 Camberra, Australia 1,991 El Consejo Mundial de Iglesias (C.M.I.)El Consejo Mundial de Iglesias (C.M.I.) conocido como el Consejo Ecuménico de Ginebra, donde tiene su sede, es una comunidad mundial integrada por más de 300 iglesias de más de 100 países, prácticamente toda cristiandad separada del catolicismo romano. Lo integran, Presbiterianos de Estados Unidos, Pentecostés de Brasil, ortodoxos de la antigua Unión Soviética, Anglicanos de Australia, Metodista de Kenia, Bautista de Birmania, la Iglesia Unida de Nueva Guinea, etc."El consejo tiene como objetivo servir a la Iglesia, ayudar a servir a Dios, y estar al servicio de las personas necesitadas. Se define en su base doctrinal como una asociación fraternal de iglesias que creen en nuestro Señor Jesucristo como Dios y Salvador según las Escrituras y se esfuerza por responder conjuntamente a su vocación común para la gloria de sólo Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo." (12)Es la expresión internacional más visible del movimiento ecuménico, que procura promover la unidad de las iglesias y el bienestar de la humanidad. El Concilio Mundial de Iglesias desempeña varias actividades que se puede resumir en cinco tareas cinco tareas principales: 1. Instar a las iglesias a trabajar por objeto de la unidad visible en una sola Fe, y en una unidad eucarística.2. Facilitar el testimonio común de las iglesias en todos y cada uno de los lugares.3. Apoyar las actividades de testimonio y evangelización común.4. Expresar su preocupación por el servicio de las necesidades humanas, y la promoción de la justicia y paz.5. Favorecer la renovación de las iglesias en la unidad, el culto, la misión y el servicio.En el año 1,961 por primera vez una delegación oficial del Vaticano participa de un encuentro del Concilio Mundial de Iglesias en Nueva Delhi, toman parte cinco observadores nombrados por el Vaticano. En 1965 se decidió establecer un grupo de trabajo mixto del Vaticano y el Consejo Mundial de Iglesias.http://www.monografias.com/trabajos11/pubtess/pubtess2.shtmlProtestantismo y ecumenismo. En América Latino el ecumenismo es característico del protestantismo. Sus primeras tentativas datan de 1916 con el llamado Congreso de Panamá, luego con el Congreso Evangélico Hispanoamericano realizado en LA Habana en 1929. En ese congreso se ve la necesidad de crear uniones, concilios y federaciones nacionales, como resultado de ese ideal resultó tres conferencias latinoamericanas que fueron realizadas, el primero en Buenos Aires en 1049; la segunda en Lima en 1961, y la tercera también en Buenos Aires en 1969.

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Conferencia Evangélica Latinoamericana CELA: llevado a acabo en Buenos Aires en 1969, bajo el Lema “Deudores al mundo”.fue muy importante porque proveyó un inventario de lo que estaba ocurriendo dentro del cristianismo evangélico.Fue una conferencia en la que se vio la preocupación por el aspecto social. Se puso énfasis en: una misiología encarnacional, una iclesiología diaconal, unan cristología autóctona, una antropología liberadora y una pneumatología renovada.Unidad Evangélica Latinoamericana UNELAM: Rio de Janeiro 1965. un organismo permanente de consulta y encuentro entre iglesias evangélicas de Latinoamérica.Consejo Latinoamericano de Iglesias CLAI: Oaxtepec, México 1982. Con la formación de esta la UNELAM fue disuelta.Confraternidad Evangélica Latinoamericana CONELA: fue formado por los representantes de las iglesias protestantes tradicionales fue una unidad alternativa al CLAI, pues muchos evangélico conservadores hubo la sospecha de que CLAI tenía inclinaciones ideológicas y compromisos con el CMI. La nueva organización declaró: “CONELA no tiene ni tendrá relaciones con el consejo Mundial de Iglesias….no con el Concilio Latinoamericano de Iglesias (CLAI)”, “pretendemos sostener relaciones con todas las iglesias Cristianas Evangélicas, fieles a la autoridad bíblica, sin distinción denominacional, y cuyos principios estén en armonía con los postulados que emanan de la Reforma Protestante del siglo XVI”.Tanto CLAI como CONELA no han podido lograr un autentico movimiento de unidad y cooperación cristiana entre los evangélico protestantes, tampoco han efectos significativos sobre la vida de las iglesias y la misión.Asociaciones de Seminarios: a pesar de las diferencias ideológicas y teológicas, los diferentes evangélicos han desarrollado buenas relaciones fraternales y han sabido colaborar juntos en ciertas áreas de trabajo.. tal el caso de las asociaciones de seminarios.Asociación de Seminarios Teológicos Evangélicos ASTE: fundad en 1961.Asociación de Seminarios e Instituciones Teológicas del Cono Sur ASIT, fundad en 1963.Asociación Latinoamericano de Educación Teológica ALET.Educación Teológica por Extensión ETE que en los años 1960 ha constituido sus propias asociaciones, Ej. Asociación Evangélica para el Entrenamiento por Extensión AETTE; la Asociación Latinoamericana de Instituciones y Seminarios Teológicos por Extensión ALISTE, y la Asociación Latinoamericana de Institutos por Extensión y Seminarios Teológicos ALIET.Las asociaciones de seminarios han tenido mayor éxito, pues reunieron a muchas instituciones evangélicas latinoamericanas e interesantes proyectos de acreditación, intercambio de profesores y estudiantes, promoción de recursos académicos, y sobre todo consultas sobre diversos temas especialmente con aquellos que tienen que ver con la educación teológica.24/08 Biblia y Ecumenismo.Los pasajes importantes del Nuevo Testamento que hablan sobre la unidad de la iglesia tienen como punto de partida y finalidad la unidad de Dios. En Efesios 4, la declaración de "un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo" (vs. 5) culmina en una celebración doxo1ógica de "un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos" (vs. 6; cf., Filipenses 2:10-11). El propósito del ministerio en todas sus manifestaciones (vs. 11-12) es el de traer a la iglesia a la unidad de fe y al conocimiento del Hijo de Dios (vs. 13). Es por lo tanto, un ministerio que debe prestar atención a asuntos de la verdad (vs. 14-15a), para el crecimiento en la unidad en Cristo (vs. 15b-16).

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La oración de Jesús por sus discípulos en Juan 17, la noche antes de su muerte en la cruz, conecta claramente la unidad con la verdad y la misión. "Santifícalos en la verdad: tu Palabra es verdad" (vs. 17) lleva a "así como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo" (vs. 18). Luego Jesús ora "para que todos sean uno. Como tú, Padre, que estás en mí y yo en ti" (vs. 21a). La unidad de los discípulos depende de la unidad con Dios, como Jesús le dice al Padre, "que ellos también sean uno en nosotros." Y la meta de la unidad radica en la misión "para que el mundo sepa que tú me has enviado" (vs. 21b). Según se entiende en la oración de Cristo, la unidad le ha sido dada a la iglesia, no por causa de sí misma, sino para que la iglesia se entregue en su misión al mundo por causa del Evangelio. La iglesia se da cuenta de su unidad mediante acciones, y no simplemente a través de discusiones teológicas.Otras citas en Juan muestran que los discípulos, siendo uno en Cristo y uno entre ellos, son sarmientos de la vid (Cristo) que deben producir "mucho fruto" (15:5). "Habrá un solo rebaño" (10:16) cuando Jesús traiga las "otras ovejas," pues hay "un solo pastor" que murió "para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos" (11:50-52).Pablo se refiere a la iglesia como "un solo cuerpo en Cristo" (Romanos 12:5) o "el cuerpo de Cristo" (1 Corintios 12:27) para acentuar la variedad de dones que poseen los miembros de la iglesia para el bien de todos. Colosenses 1:18 y Efesios 1:22-23 recalcan el señorío de Jesús sobre la iglesia, que es su cuerpo. Por lo tanto la iglesia recibe su unidad de "un Señor" (Efesios 4:5) bajo el cual vive. Al comparar los escritos del Nuevo Testamento surge una tremenda variedad de estructuras y de expresiones de unidad. No se presenta un solo patrón de ministerio o estructura. El Nuevo Testamento también nos recuerda que en los períodos más tempranos de la iglesia ya habían disputas y divisiones (e.g., Hechos 6:1; 15:1-29; Gálatas 2:1-16; 1 Corintios 1:10-17; 3:1-4). De hecho, en varias ocasiones las enseñanzas que causaban división, así como los falsos maestros, fueron condenados (e.g., Romanos 16:17; Filipenses 3:2-20; 1 Juan 2:18-20; 4:1-4; 2 Juan; Judas).A quienes perturbaban la unidad de la iglesia se les consideraba culpables de actuar erróneamente (Gálatas 2:11-20), ya que "no proceden con rectitud, según la verdad del Evangelio" (vs. 14; cf., 2:5) y necesitan volver a la verdad del Evangelio y a la fe en Cristo que son la base esencial para la comunión cristiana. El Evangelio presenta verdades que demandan una acción y una proclamación verdadera y fiel que corresponda con el Evangelio. Por lo tanto, es sólo en el Evangelio donde se puede alcanzar una unidad genuina.Las Escrituras utilizan otro lenguaje significativo para describir a la iglesia. Pablo habla de "comunidad" (o "compañerismo," "compartir," "confraternidad") con los Filipenses en la proclamación del Evangelio (Filipenses 1:5, 7; 4:14, 15). La comunidad en el Evangelio, creada por el Evangelio, movió a los Filipenses a apoyar a Pablo económicamente mientras predicaba el Evangelio. El "Compartir" ("confraternidad") en la sangre y el cuerpo de Cristo produjo la unidad en un solo cuerpo (1 Corintios 10:16-17), mientras que el desdeño del Cuerpo del Señor en la iglesia fue causa de divisiones (1 Corintios 11:17-33). La bendición final de Pablo en 2 Corintios 13:13 deja claro que la comunión con el Espíritu Santo está basada en la gracia en Cristo Jesús y en el amor de Dios.Los cristianos creen que Jesucristo no sólo anunció sino que también trajo el reino de Dios (Marcos 1:13-14). Sin embargo oran, "venga tu (del Padre) reino" en la oración del Señor (Mateo 6:10; Lucas 11:2). El Nuevo Testamento vacila constantemente entre el don dado con la vida, muerte y resurrección de Jesús y la realidad de que la iglesia espera el regreso de Jesús en cualquier momento para alcanzar la justicia, la unidad del pueblo de Dios, y el logro de una comunidad perfecta con Dios. Esta esperanza obliga a la iglesia a esforzarse para manifestar esta unidad y comunión en el aquí y el ahora.

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Las Escrituras presentan una visión realista de la inclinación humana tanto a la separación como a la unidad que es posible mediante la unión en Cristo. La Biblia nos habla de la voluntad de Dios, y nos advierte de las constantes amenazas para lograr un compañerismo cristiano basado en la aceptación mutua. Tanto entonces, como ahora, es necesario orar, "Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 15:5-6) y recordarnos de que "por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios" (Romanos 15:7).En conclusión decimos que el NT no habla de una unidad de confesiones o diferentes creencias, habla de la unidad en la fe en Jesucristo, en esta unidad sólo la palabra es la autoridad final, pero en el ecumenismo actual, la autoridad final de la Palabra de Dios es rechazada, sino explícitamente, implícitamente.31/08 Ecumenismo: Ventajas y desventajasEn lo general quizá sea buena la unidad religiosa en busca del bien de la humanidad. Intentar mostrar que la religión lejos de ser el causante del divisionismo, sea tenida como integradora y buscadora de paz y unidad mundial. Es bueno que haga escuchar su voz en contra de las injusticias sociales, económicas y políticas. Pero la unidad religiosa que busca el ecumenismo es un ideal difícil de alcanzar, pues la realidad nos muestra que cada día hay más grupos religiosos, sean cristianos o no, que se separan de otros. Es decir, los grupos religiosos se fragmentan cada día.Pero la desventaja más grande es que en ese afán de logran una unidad religiosa, van olvidando la razón misma del verdadero cristianismo: a Jesucristo como único y suficiente salvador. Pues esta doctrina es una “arrogancia” teológica del cristianismo que necesita ser dejado de ladoEn una consulta teológica sobre la salvación en Suiza patrocinada por el CMI, compuesta por 25 teólogos, llegó a la siguiente conclusión:

- A través de la historia, personas han encontrado a Dios en el contexto de varias religiones y culturas diferentes.

- Todas las tradiciones religiosas son ambiguas (inclusive el cristianismo), esto es, una combinación de qué es bueno y qué es malo.

- Es necesario progresar más allá de una teología que confina la salvación a un compromiso personal explícito con Jesucristo. (es decir cristo nada tiene que ver con tu salvación).

Si estas conclusiones son verdaderas, estamos frente a elegir un camino muy equivocado, si se eligiese pertenecer a ese Consejo, que desde ya proclama el relativismo religioso, que vienen a afirmar que todas las religiones tienen la misma validez.Sobre ese relativismo y el peligro de la verdad cristiana, veamos parte del siguiente artículo católico: “Este relativismo (nadie tiene la verdad absoluta todo puede cambiar) se puede presentar de diversas maneras. En efecto, a veces se acentúan los aspectos culturales (relativismo cultural) y se afirma que cada religión es la expresión apropiada de su propia cultura. Este relativismo (que no es infrecuente en el terreno de las ciencias de las religiones) se basa en la asunción de que la religión es un subproducto de la cultura. Existe también un relativismo epistemológico, que afirma que no podemos conocer ninguna verdad absoluta, sino solamente lo que es verdadero para nosotros. Por esta razón, no podemos afirmar de modo universal que el cristianismo es verdadero. Este tipo de relativismo suele acabar en sincretismo, es decir, en el esfuerzo por combinar las diversas religiones para reducirlas a un supuesto denominador común. Finalmente, encontramos lo que se denomina relativismo teológico, el cual sostiene que todas las religiones son simplemente senderos distintos hacia la misma meta. Por eso el sendero que uno elige es tan sólo asunto de preferencia personal.

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En nuestros días esta posición relativista ha sido asumida y difundida por la que ha venido a llamarse «teología pluralista de las religiones», la cual (ha afirmado Ratzinger) «ocupa hoy el lugar que en el decenio precedente correspondía a la teología de la liberación». Con ello se pone de relieve que es un tema que está de moda, especialmente en los ámbitos anglosajones, y que ha suscitado importantes debates. La posición denominada «pluralista» sostiene que las religiones son sólo intentos parciales de captar lo Absoluto, intentos condenados de antemano a no poder comprenderlo tal cual es. Por ello se sostiene que todas las formas históricas de religiosidad tienen un mismo valor, una misma dignidad y significado. Las diferentes religiones serían expresiones diferentes de un conocimiento y experiencia de Dios que es común a muchas tradiciones. El expositor más célebre de esta posición es el filósofo de la religión presbiteriano John Hick. Valiéndose de la distinción kantiana entre fenómeno (son cosas visibles que se pueden ver, analizarlo, tocarlo) y noúmeno (es aquello que no se puede con los sentidos captar, aquello que es inalcanzable para el hombre en cuanto al pensamiento y sentimientos. Dios es noúmeno porque no lo puedo sentir no lo puedo tocar no lo puedo ver), Hick sostiene que la realidad divina tal como es en sí (aspecto numérico) es inaccesible al hombre; lo que las religiones aprenden son diferentes aspectos del noúmeno divino único que no puede ser conocido en sí mismo. Cada religión capta y configura la realidad divina según la cultura en la que está replacea, lo que da lugar tanto a concepciones personales como impersonales de lo divino. Según la «hipótesis pluralista» «las grandes fes mundiales suponen percepciones diferentes y concepciones distintas de lo Real (y, por ello, distintas formas de responder a lo Real) según las diversas maneras de ser humano». De acuerdo con estos principios, Hick sostiene que todas las religiones son igualmente revelatorias (y, por ello, igualmente verdaderas). No hay ninguna religión que pueda sostener tener la revelación definitiva de Dios, pues todas contienen aspectos parciales de la revelación. Según Hick, en distintas partes del mundo surgen distintas experiencias revelatorias, que son vividas como trascendentes. El contenido de estas experiencias se conceptualiza y se expresa según la propia cultura. Pero ninguna experiencia es completa ni última; nadie tiene un acceso privilegiado a la realidad divina. Es más, si alguna pretendiera ser la revelación definitiva de la realidad divina habría que rechazarla como totalitaria e imperialista. Desde el punto de vista cristiano estas afirmaciones sólo son sostenibles si negamos el carácter definitivo de la revelación en Cristo, es decir, si cuestionamos la divinidad de Jesucristo. Pues bien, esto es lo que hace Hick. Para este autor la doctrina de la encarnación es sencillamente un mito junto a otros, una metáfora que no debe ser tomada literalmente. La confesión de la divinidad de Jesús es una figura mítica para expresar que en él podemos encontrar a Dios y que es capaz de transformar la existencia humana. Según Hick, hay que abandonar el cristocentrismo y «pasar el Rubicón» (dejar todo atrás y seguir adelnate), abandonando toda pretensión de exclusividad que (según afirma) conduce a la intolerancia y el fundamentalismo. Es preciso realizar una «revolución copernicana» y dejar de considerar a Cristo como la única fuente de salvación”.2. LA INSOSLAYABLE CUESTIÓN DE LA VERDAD Frente a estas posiciones, sigue siendo necesario plantearse con seriedad la cuestión de la verdad de las religiones, con frecuencia relegada a segundo término, como advierte el documento que glosamos. Y esta reflexión interesa no sólo a nivel teórico sino, sobre todo, a nivel práctico, ya que sólo puede haber salvación auténtica donde hay verdad. Por esto «la omisión del discurso sobre la verdad lleva consigo la equiparación superficial de todas las religiones, vaciándolas en el fondo de su potencial salvífico» (n. 13). Desde diversos frentes se ha puesto de relieve que la posición denominada «pluralista» engendra graves aporías. La más evidente es que exige ignorar o no tener en cuenta las afirmaciones que las mismas religiones realizan. Sólo se puede decir que todas las religiones son verdaderas en el caso de que vaciemos de contenido el referente último de la religión y de que desdogmaticemos toda religión, de forma que no pueda haber diferencias de contenido entre ellas. Como se explica en el documento, «se quiere conseguir la unidad quitando valor a las diferencias, que son consideradas como una amenaza».

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Por esto, como señala Gavin d=Costa, la postura de Hick, a pesar de su liberalismo aparente, representa de hecho una visión rígida y contradictoria. En realidad, la postura de Hick no es propia de ninguna religión sino de la Ilustración occidental: «¿Todo igualmente verdadero? Semejante estrategia de indiferentismo y despreocupación no hace justicia a ninguna religión, y un único puchero religioso no es la solución». La postura pluralista es así menos pluralista de lo que aparenta pues pretende imponer unas tesis que son extrañas a la mayoría de religiones. Pero ¿en nombre de qué se puede imponer el dogma de que todas las religiones son iguales? En definitiva, el pluralismo no toma en serio la pretensión de verdad propia de las religiones. La posición pluralista también engendra aporías al exigir la reducción de toda verdad a mito. El único fin que se reconoce a la verdad es existencial y pragmático: despertar determinadas disposiciones en las personas. Así, para Hick, el fin de toda religión es romper el círculo del egocentrismo para ingresar «en una comunidad perfecta de amor mutuo». Semejante reduccionismo en términos pragmáticos de la verdad resulta no sólo problemático sino sencillamente inaceptable. Por otra parte, la teología pluralista de las religiones exige algo más que la renuncia a un aspecto de la propia fe puesto que afecta al núcleo de la misma: la afirmación de que Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios. Si nos dejamos guiar por el «pesimismo cristológico» de las posiciones pluralistas, ¿podemos seguir llamándonos cristianos? ¿no habremos renunciado a un elemento fundamental de nuestra fe? Este es el parecer de la mayoría de teólogos católicos. Negar la encarnación o considerarla un mito o una metáfora es dejar de profesar la fe en Jesucristo. Por esto, la piedra de toque de esta postura relativista será siempre la cristología. Hay finalmente otro prejuicio. Se presupone que sólo desde una posición relativista es posible un acercamiento respetuoso con las demás religiones y que, lo contrario, engendra enfrentamientos. Quizás sea éste el reclamo mayor del que se sirven los pluralistas para difundir sus opiniones. Sin embargo, veremos que es precisamente el respeto a la alteridad y la búsqueda sincera de la verdad lo que posibilita el diálogo, y nunca la renuncia a la cuestión de la verdad”.En mucho este artículo tiene razón, pues aceptar ese relativismo religioso, como dijimos, deja fuera del corazón de la fe cristiana precisamente al “autor y consumador de la fe” a Jesucristo, sin él, el “cristianismo” no tiene ningún sentido y aun más, no tiene vida, y la Verdad, la cual proclama Jesucristo no es tomada en cuenta y es negada.

07/09 Nuestra postura ante el ecumenismo.Por lo anterior podemos decir que:No estamos de acuerdo con un ecumenismo que propugna semejante unidad:

- Porque mina la verdad absoluta al aceptar que toda religión es un camino, una opción más hacia Dios.

- Porque significa sacrificar la unidad doctrinal bíblica en favor de la unidad religiosa que al fin y al cabo, ésta solo es un esfuerzo humano para imponer la “paz” religiosa.

- Significa dejar de lado la tarea evangelizadora que cristo encargó, pues cada religión es de alguna manera un camino a Dios, ¿para qué evangelizar, pues de todos modos todos serán salvos?

- Implica negar la naturaleza pecaminosa del hombre.- Implica que Cristo solo es un buen maestro y profeta y no el único salvador.- Implica aceptar que la Biblia no es palabra de Dios, sino otro libro sagrado igual que los

otros.- Implica dejar la fe a favor de la unidad religiosa.- Implica que el cristianismo es una religión más.- ¿El cristianismo es compatible con otras religiones?

Conclusión: Leer la Confesión de Ausburgo Cap. VII.El Jardín de DiosO jardim de Deus

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Pe. Zezinho - scjFui a ver aquel jardín famoso y quedé allá unas dos horas.Flores de todos los tipos, cultivada al aire libre o en invernaderos.Flores do todos los colores y de todos los nombres.Flores de todos los perfumes.Difícil comparar. Flores, a su modo son tan bonitas y vistosas.Depende cual flor está cerca de cual flor.Es osadía comparar las flores por la belleza.Más osadía aun, afirmar cual de ellas es más flor que otra.Admiré al jardinero que planeara todo aquello.Veo la salvación y la gracia como un inmenso jardín de Dios.A las religiones como espacios de cultivo.Las flores como Iglesias o comunidades.Si todos los espacios de cultivo fuesen iguales y sólo tuviéremos un tipo de flor,Si un jardinero tonto, de esos que se creen lo “super-electos”,Consiguiese acabar con todas las otras floresY finalmente plantase en su huerta solamente una flor, Y si aun, si aun consiguiese convencer a otros jardinerosA plantar solamente su flor,Yo diría que él tomo de asalto la obra de Dios…..Es lo mismo lo que algunos predicadores de iglesias andan haciendo.No creen que otras iglesias sean iglesias,No consiguen ver la gracia de Dios en los otros;Hablan como si sus iglesias fuesen flores fragantesY las otras, como flores que no tienen perfume.Dios, el jardinero eterno, hizo millares de flores diferentes.Ellos, jardineros tontos y descuidados,Quieren que el mundo sólo tenga una flor: la de ellos.Una sola iglesia: la de ellos.En el jardín de Dios sólo hay lugar para jardinerosQue respeten todos los tipos de flores.Los otros se equivocaron de profesión.Religiosos incapaces de ver belleza en los otros, no son religiosos de verdad.Si fuesen, hubieran percibido la obra multicolor de Dios.En el jardín de Dios caben muchos tipos de flores.En el de los fanáticos, solamente una: la de ellos!

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