Economic Anthropology

11
, ÍV V o I C> > i STUART PIDDOCKE EL SISTEMA DE POTLATCH DE LOS KWAKIUTL DEL SUR: UNA NUEVA PERSPECTIVA * ' Este artículo es, en primer lugar, un intento de reconstruir el sistema de potlatch de los kwakiutl del Sur hacia la última década del siglo xvm, es decir, en los comienzos del contacto directo con la civilización occiden- tal; y, en segundo lugar, una hipótesis argumentada de que en tiempos abo- rígenes el potlatch tenía una función real pro-supervivencia o subsistencia, que servía para_contrarrestar los efectos JéTTvaHación de_Ja productivi- dad de los recursos al prornpjffir_jmercambios de alimentos entre aquellos grupos que disfrutaban de un excedente temporal y los que sufrían un dé- ficit temporal. 2 En esta reconstrucción me he visto obligado por los datos a separarme de la versión ortodoxa del potlatch kwakiutl y a desarrollar otra versión basada en datos desdeñados en la literatura. Sin embargo, no existe ninguna necesidad de rechazar la vejsjjla_Qrtg¿oxa del potlatch como una descripción aproximadamente acertada del potlatch k.yakiutj tardío. ya que la forma tardía puede deducirse del modelo propuesto de potlatch \ * Fuente: Southwestern Journal of Anthropology, n.° 21. 1. Esta investigación referente a las relaciones ecológicas en el potlatch kwakiutl se inició en 1959-60 como parte de un seminario sobre las culturas de la Costa Noroes- te realizado en la universidad de British Columbia por los doctores Wayne Suttles y A. P. Vayda, que deben ser considerados como los que inspiraron este artículo y para quienes se escribió su primera versión. Una segunda versión fue leída a fines del otoño de 1960 en la London School of Economics en un seminario sobre teoría antropológica dirigido por el profesor Raymond Firth, cuyas críticas han beneficiado profundamente tanto este artículo en particular como mi pensamiento en general. Se hace referencia a esta segunda versión inédita en un artículo del Dr. Vayda de 1961; y la preparación y publicación de esta versión final es por lo tanto la conclusión na- tural del hasta ahora demorado cumplimiento de una obligación académica. 2. Compárese con Suttíes (1960- 296-305), en donde muestra en qué forma el potlatch de los salish de la Costa, la rivalidad de status, las actividades de subsis- tencia, las variaciones en la producción en los recursos de los salish costeros, así como su sistema de intercambios entre parientes afines, estaban todos relacionado* como partes de un único sistema socioeconómico. (?w i ••••;?.* ¡ir/%» e»?s *

description

Antropologia Econômica

Transcript of Economic Anthropology

Page 1: Economic Anthropology

, Í VV oI

C> > i

STUART PIDDOCKE

EL SISTEMA DE POTLATCH DE LOS KWAKIUTL DEL SUR:UNA NUEVA PERSPECTIVA * '

Este artículo es, en primer lugar, un intento de reconstruir el sistemade potlatch de los kwakiutl del Sur hacia la última década del siglo xvm,es decir, en los comienzos del contacto directo con la civilización occiden-tal; y, en segundo lugar, una hipótesis argumentada de que en tiempos abo-rígenes el potlatch tenía una función real pro-supervivencia o subsistencia,que servía para_contrarrestar los efectos JéTTvaHación de_Ja productivi-dad de los recursos al prornpjffir_jmercambios de alimentos entre aquellosgrupos que disfrutaban de un excedente temporal y los que sufrían un dé-ficit temporal.2 En esta reconstrucción me he visto obligado por los datosa separarme de la versión ortodoxa del potlatch kwakiutl y a desarrollarotra versión basada en datos desdeñados en la literatura. Sin embargo, noexiste ninguna necesidad de rechazar la vejsjjla_Qrtg¿oxa del potlatch comouna descripción aproximadamente acertada del potlatch k.yakiutj tardío.ya que la forma tardía puede deducirse del modelo propuesto de potlatch

\* Fuente: Southwestern Journal of Anthropology, n.° 21.

1. Esta investigación referente a las relaciones ecológicas en el potlatch kwakiutlse inició en 1959-60 como parte de un seminario sobre las culturas de la Costa Noroes-te realizado en la universidad de British Columbia por los doctores Wayne Suttles yA. P. Vayda, que deben ser considerados como los que inspiraron este artículo ypara quienes se escribió su primera versión. Una segunda versión fue leída a finesdel otoño de 1960 en la London School of Economics en un seminario sobre teoríaantropológica dirigido por el profesor Raymond Firth, cuyas críticas han beneficiadoprofundamente tanto este artículo en particular como mi pensamiento en general. Sehace referencia a esta segunda versión inédita en un artículo del Dr. Vayda de 1961;y la preparación y publicación de esta versión final es por lo tanto la conclusión na-tural del hasta ahora demorado cumplimiento de una obligación académica.

2. Compárese con Suttíes (1960- 296-305), en donde muestra en qué forma elpotlatch de los salish de la Costa, la rivalidad de status, las actividades de subsis-tencia, las variaciones en la producción en los recursos de los salish costeros, asícomo su sistema de intercambios entre parientes afines, estaban todos relacionado*como partes de un único sistema socioeconómico.

(?w i • ••••;?.* ¡ir/%» e»?s *

Page 2: Economic Anthropology

aborigen cuando se introducen ciertos procesos históricos efectivos, es de-cir, los acontecimientos del período de contacto, como condiciones que per-turban el estado de equilibrio original especificado en el modelo. Por lotanto, aunque no pretende ser una reconstrucción de la historia kwakiult,este artículo provee una explicación a alguna de las reacciones que efecti-vamente acontecieron durante el período histórico.

En particular, deseo argumentar las siguientes proposiciones:(a) Los kwakiutl han sido descritos comúnmente como poseedores de

«una fantástica ecgnomía de excedente» que se distingue por una gran abun-dancia de alimentos y otros recursos naturales maximizados por métodoseficientes de explotación y almacenamiento de los varios productos; estaenorme abundancia, conservada durante el verano, alimentaba a la pobla-ción durante el invierno, en que la abundancia de tiempo libre permitía ala población desarrollar sus extraordinarios potlatches y sus ceremonias deinvierno (Codere 1^50: 4-5, 14, 63-64, 68, 126; Ford 1941: 8). Lo quepretendo demostrar es que la abundancia de alimentos que se suele atri-buir a los kwakiutl, aun siendo quizá correcta si se los considera en su to-talidad, no es cierta en el caso de los distintos grupos locales individual-mente. Para éstos, la escasez de alimentos era una amenaza continua quedependía de la productividad variable de mar y tierra; y sin la distri-bución de alimentos de los grupos ricos a los más pobres, estos últimos amenudo se hubieran muerto de hambre.

(b) En tiempos aborígenes, el potlatch estaba reservado a los jefes ocabezas de grupos de parentesco locales o numaym, que constituían las tri-bus o grupos de oblados de invierno, y de esta forma, los potlatches entrelos distintos jefes eran de hecho intercambios de alimentos y riquezas en-tre tribus y numayms. Mediante este sistema de intercambio se minimi-zaban los efectos de la variación en la productividad y se mantenía un ni-vel de subsistencia adecuado para toda la población.

(c) Dentro de este sistema, los alimentos podían intercambiarse porobjetos de valor como mantas, esclavos y canoas, y éstos a su vez por unincremento de prestigio.

(d) El deseo de prestigio y la rivalidad de status entre los jefes mo-tivaban directamente el potlatch, e indirectamente la continuidad del siste-ma de intercambios entre la población; y la continuidad de estas prácticasaseguraba la supervivencia de la población.

La historia de los kwakiutl puede dividirse en cuatro períodos: el abo-rigen o período de pre-contacto, que se extiende desde un pasado indefi-nido hasta 1792; el período de primer contacto, de 1792 a 1849; el pe-ríodo de potlatch, de 1849 a principios de 1920; y el período de post-potlatch, de 1920 a nuestros días. Lo que aquí he diferenciado como losperíodos aborigen y de primer contacto, corresponde al período pre-pot-latch que distingue Codere (1961: 434); las dos últimas divisiones son lasde Codere. En 1792 la civilización europea, en las personas del capitán Van-couver y su expedición, entró en contacto con los kwakiutl en el lugar co-

102

nocido como «Cheslakee's Village» (Vancouver 1801: 26S-73).3 Desde en-tonces la influencia europea fue aumentando lenta pero firmemente hasta1849, en que la Hudson's Bay Company estableció su puesto de intercam-bio en Fort Rupert (Dawson 1887: 66) y poco después se instalaron enlas cercanías las cuatro tribus kwakiutl más tarde conocidas como las tri-bus de Fort Rupert. Esto marca la aparición, dentro de la zona kwakiutl,de una fuente directa de riqueza no-tradicional, en comparación con el in-tercambio indirecto a través de los nootka o el comercio relativamente irre-gular con barcos mercantes. Y con esta nueva fuente de riqueza aparecie-ron cambios en la sociedad kwakiutl, principalmente una intensificación enla rivalidad de status y un incremento en la frecuencia y volumen de lospotlatches, hasta tal punto que el potlatch se convirtió en la instituciónkwakiutl predominante. Este período de potlatch termina hacia 1920, cuan-do el principio de una depresión económica kwakiutl coincide con el pri-mer éxito notable de la campaña del gobierno para acabar con el potlatchde los indios.

SUBSISTENCIA

Las principales actividades de subsistencia eran la pesca marítima y flu-vial, la recolección de bayas y la caza de animales terrestres y marinos. Sise observa la lista de peces, animales y plantas que comían, uno recibe,a primera vista, una impresión de abundancia: salmón, huevas de salmón,arenque, huevas de arenque, eperlano (notable por su aceite), bacalao, per-ca, rodaballo, lubina, raya, limaco de mar, percebes y caracoles marinos;focas, marsopas, y ocasionalmente ballenas varadas; cabras monteses; bayasde saúco, grosellas silvestres, bayas de arándano, frambuesas, bayas de vi-burno, de cornejo, de casis, y manzanas silvestres; raíces de trébol, dequinquefolio, polígala de mar, raíces de helécho, de polipodio, de eritro-nio, de altramuz, zanahorias silvestres, y bulbos de lirio; espadañas y al-gunas algas. Una parte de esto se consumía en verano y el resto se conser-vaba para utilizarlo durante el invierno (Boas 1921: 173-514).

Esta sensación de abundancia, sin embargo, no puede sostenerse trasuna investigación más profunda. Por ejemplo, las distintas raíces y bayas nocrecían en todas partes. Sólo podían cogerse buenas manzanas silvestres endos lugares; en el resto estaban «podridas». Las bayas de viburno se co-gían sólo a finales del verano en la cabecera del estuario Knight Inlet (Boas1921: 213, 216). Y de modo general las raíces y las bayas podían reco-lectarse únicamente cuando era la época.

El abastecimiento de pescado sufría restricciones similares. Las distintasvariedades de salmón aparecían sólo en ciertas épocas del año y no desova-

3. Identificado por Dawson (1887: 72) como el pueblo nimkish de Whulk, si-tuado en la desembocadura del río Nimkish.

103

Page 3: Economic Anthropology

ban en todos los arroyos. Los arenques tampoco desovaban en todas partes.Los eperlanos aparecían en primavera (Boas 1921: 198), y, según Curtís(1915: 22-23), únicamente en tres cursos fluviales, a saber: los del ríoKingcome, en la cabecera del Knight Inlet, y en la cabecera del Rivers In-let; además, «este pez no puede pescarse por su aceite sobre las aguas demarea». Curtís (1915: 24-25) nos informa asimismo que sólo los gruposenumerados estaban especializados en la pesca de bacalao (aunque otrospudieran también pescar el bacalao ocasionalmente): cuatro tribus de Quat-sino, dos tribus (una de las cuales se ha extinguido) en el Cabo Scott, losnewettes de la Isla Hope, los goasila del Smith Inlet, los naqoaqtoq delSeymour Inlet, y los owikeno del Rivers Inlet; los principales bancos debacalao se encontraban cerca de la Isla Hope, de la Isla Galiano, el grupoGordon y ciertas islas de los estuarios mayores. Los rodaballos debíanpescarse en aguas tranquilas, cuando subía la marea (Boas 1921: 413). Loscaracoles marinos se recolectaban sólo cuando desovaban (Boas 1921: 509).Los lobos de mar no se atrapaban en grandes cantidades, y en general unapartida bastaba únicamente para una familia (Boas 1921: 397, 400, 405,408). De esta aparente abundancia de productos, sólo algunos eran de usocorriente; el resto eran adiciones, muy bien recibidas y muy necesarias paralos kwakiutl, pero a pesar de ello seguían siendo únicamente suplementosa la dieta básica. Estos productos básicos eran el salmón, el arenque, eleperlano, las bayas y en menor medida las cabras, las focas y las mar-sopas.

' Los kwakiutl peleaban entre ellos por los derechos sobre territorios decaza, estaciones de pesca en los ríos, uso de los cañales de pesca y de lastrampas, y los territorios de recolección de bayas^la violación de territorioera una causa frecuente de conflicto (Boas 1921: 1345-1348; Curtís 1915:22). Se emprendían guerras para «quitarle la tierra a la gente» (Boas 1935:60, 66-67).

El hambre no era desconocida para los kwakiutl. Los relatos sobre lainanición son más numerosos entre las tribus que vivían en las islas de losestrechos de Queen Charlotte y Johnstone, pero todas ellas padecían ham-bre. Las razones que se dan de esta inanición incluyen los largos períodosde mal tiempo, que impedían la caza y la pesca, y la ausencia de migra-ciones en los peces. Los relatos subrayan la especial dependencia de la gen-te respecto al salmón (Boas 1935: 24). La gente comía raíces de polipodiocuando tenía hambre y no había otro tipo de alimento, o bien cuando seveían obligados a acempar con mal tiempo durante un largo período. Laraíz de altramuz provocaba mareo y sueño; sin embargo, se consumía enprimavera «cuando las tribus están hambrientas», antes de que el eperlanollegara al Knight Inlet (Boas 1921: 196, 198). Como es de esperar en ta-les circunstancias, aprovechaban al máximo los alimentos existentes; así,por ejemplo, hay recetas para colas de salmón y para espina de salmónasada (Boas 1921: 329).

Esta evidencia sólo puede llevarnos, pienso yo, a concluir que la abun-

104

dancia de recursos de los kwakiutl ha sido algo sobreestimada y su signi-ficado mal interpretado. Era suficientemente grande como para mantenera una población mayor de lo corriente en sociedades de cazadores-recolec-tores; pero esta población vivía lo bastante en el límite de la subsistenciacomo para que variaciones en la productividad pudieran amenazar la sub-sistencia de algunos grupos.

Hasta aquí la evidencia del archivo etnográfico. Describe la localizaciónde los recursos de subsistencia kwakiutl e indica —pero no documenta—variaciones en la productividad. Sin embargo, encontraremos evidencias adi-cionales respecto a las variaciones en las estadísticas pesqueras sobre la pro-ducción de salmón y de arenque.

El arenque

Las estadísticas sobre los arenques muestran una gran variación, yaque aparentemente algunas zonas de desove no son utilizadas con continui-dad. Las épocas de desove varían de un lugar a otro. Los cambios en laabundancia de población se deben, según Outram (1956: 7; 1957: 7; cf.también 1958), principalmente a variaciones en las condiciones del entor-no, que a su vez causan variaciones en el «vigor relativo de las clases deedad contribuyentes», más que a un desove inadecuado o a un exceso oescasez de pesca.

Los kwakiutl consumían arenques y huevas de arenque, que conseguíanen las zonas de desove. Por otra parte, además de la variación anual en elnúmero absoluto de huevas de arenque depositadas, medido en millares dehuevas suponiendo una intensidad estándard de deposición), la intensidaddel desove variaba en cada área, y podemos suponer que esto afectara enalguna forma la pesca de los kwakiutl.

El salmón

Del mismo modo aparecen variaciones anuales considerables en lasestadísticas de partidas enlatadas de salmón rojo y de otras variedades, rea-lizadas en el Rivers Inlet de 1882 a 1954 (Cobb 1921: 172-174; Godftey1958a: 333; cf. también Hoar 1951, para un estudio general de las va-riaciones en la abundancia del salmón rosado en las costas de la ColumbiaBritánica). Estas variaciones en las partidas de salmón están relacionadascon variaciones en el tamaño efectivo de la población de salmón, y éstasa su vez se deben a varias causas. Las principales son la variabilidad delos niveles de agua y de las temperaturas en los ríos de desove, las va«naciones de la permeabilidad de los lechos fluviales, las inundaciones oca-sionales importantes, la variabilidad de las temperaturas y de la salinidaden el océano, la variabilidad de las pérdidas de agua fresca y la acción delas mareas, corrientes, vientos, así como la turbulencia de las aguas pro-fundas del estuario y del litoral, que constituyen el habitat de los alevinesde salmón durante semanas y a veces meses antes de que alcancen el mar

105

Page 4: Economic Anthropology

abierto (Godfrey 1958b; Neave 1953, 1958; Rostlund 1952: 16; Wickett1958). Probablemente todas estas causas influyeron en el pasado como lohacen hoy en día, y por lo tanto indican la existencia de variaciones antesde que se empezaran a realizar estadísticas de la población piscícola.

Rostlund (1952: 16-17) ha sugerido que la pesca india, antes del ad-venimiento de la pesca comercial, ayudaba a mantener la población de sal-món óptima al evitar que los ríos salmoneras estuvieran sobrepoblados.Puede que fuera cierto, y es una posibilidad que hay que tener en cuentaal evaluar la productividad de los recursos de subsistencia de los kwakiutl.Sin embargo, el efecto de la pesca india no eliminaría las variaciones debi-das a las causas enumeradas más arriba.

Además de la variación del número efectivo de los peces y de la cazadisponibles para el consumo, debemos considerar los efectos del clima a]obstaculizar o impedir expediciones de caza y pesca. Ya nos hemos refe-rido a ello como una de las causas de inanición entre los kwakiutl.

La evidencia, creo yo, es suficiente. Para los varios grupos locales kwa-kiutl, la escasez de alimentos era una amenaza constante, que dependía dela producción variable de la tierra y del mar. A menudo ocurría que ungrupo local se hubiese muerto de hambre de no haber adquirido alimentosde otros grupos. El resto de este artículo tratará de mostrar en qué formael sistema de intercambio kwakiutl aseguraba un movimiento continuo dealimentos de aquellos grupos que disfrutaban una abundancia temporal aaquellos otros qut sufrían una carencia temporal, contribuyendo de estemodo a la supervivencia de toda la población implicada en el sistema deintercambio. "

UNIDADES SOCIALES

La unidad básica de la sociedad kwakiutl era el numaym, que puede•describirse brevemente como un grupo nominal asociado mitológicamentecon un lugar tradicional de origen; poseía propiedades de pesca y caza, asícomo una o más casas en el poblado de invierno; y estaba encabezado porun jefe o cabeza que descendía, en teoría, de la línea primogénita de unantepasado fundador.4 Los miembros del numaym eran personas relaciona-das de cerca o de lejos con el jefe, en general por vía patrilineal, pero tam-bién a veces a través de sus madres o mujeres. Las visitas entre miembrosde distintos numayms eran muy frecuentes. En el período de pre-contacto,

4. Aparentemente la sucesión podía recaer sobre una mujer a condición de queresidiera en el numaym de su padre. Quizá la mejor forma de describir la sucesiónes como siendo de primogenitura con una tendencia patrilineal y una prescripción deresidencia. Parece ser que el matrimonio era generalmente virilocal, por lo menospara personas de alto rango, con lo cual la prescripción de residencia tendería a des-cartar a las hijas, aun cuando existieran, por supuesto, excepciones uxorilocales. Véa-se también más abajo el apartado concerniente al rango.

106

el numaym parece haber sido la unidad de potlatch, la unidad de explota-ción de los recursos y la unidad de control social.5

La siguiente unidad de la sociedad kwakiutl era la tribu, compuesta denumayms que compartían una localidad común para su poblado de invier-no. En verano, los numayms se dispersaban y partían hacia sus distintos lu-gares de pesca. De est^a forma, numayms con diferentes poblados de in-vierno se encontraban en los territorios de verano. Esta migración esta-cional es un rasgo importante de la vida kwakiutl, ya que implicaba en-cuentros ínter-tribales así como la posiiblidad de compartir de alguna for-ma el acceso a los recursos (Curtís 1915: 21-23, 108; Dawson 1887: 64,72).

JEFATURA

La posición del jefe o cabeza de numaym aparece descrita entre loskwakiutl como «el oficio de dar potlatches entre las tribus» (Boas 1925:91, 99, 105), expresión que subraya la posición del jefe como represen-tante del numaym y su tarea especial de dar potlatches. En tiempos an-tiguos, celebrar potlatches era una prerrogativa del jefe. Dawson (1887: 7)ofrece un pasaje interesante a este respecto:

El señor George Blekinsop, que ha vivido durante muchos añosentre los kwakiutl, me informa de que anteriormente la costumbre(del potlatch) estaba limitada casi por completo a los jefes recono-cidos, pero que en los últimos años se ha extendido a la población engeneral, y se ha tornado mucho más común de lo que era. El Rev.A. J. Hall aporta su testimonio en el mismo sentido. En la época delos jefes era un medio de adquirir y mantener el prestigio y el po-der. Todavía se le considera así, pero se ha extendido a todas las cla-ses de la comunidad y se ha convertido en el modo reconocido delograr rango y respeto social.

Para la época en que Boas hace sus estudios sobre los kwakiutl de FortRupert y recopila y edita los textos de George Hunt, el potlatch ya no essólo una prerrogativa del jefe, y quizá haya cambiado también su papel so-cial. Este cambio parece ser debido a la llegada de los comerciantes euro-peos, que aportaban riquezas distintas a las que ofrecía tradicionalmente lacultura kwakiutl, y a la disminución de la población, que provocó que al-gunos grupos tuvieran más «asientos» (véase más abajo) que miembros (cf.Codere 1961; Drucker 1955: 121-122; Wike 1952: 98-99).

5. El problema de la naturaleza del numaym kwakiutl sigue siendo espinoso.Este breve esquema basado en Boas (1889: 832; 1897: 332-338; 120: 112íf; 1921:795ff; 1925: 57-58, 91, 101; 1935: 173), en Curtís (1915: 28, 132), y en Ford (1941;15) debería considerarse también en relación a la descripción de 1* jerarquía kwa-kiutl (véase más abajo).

107

Page 5: Economic Anthropology

El jefe custodiaba y administraba los recursos del numaym. Por tanto,era su deber realizar los rituales que concernían la explotación de los re-cursos en la estación apropiada. Por ello recibía cierta parte (a veces lla-mada «tributo» en lus textos) de los peces, focas, cabras, etc., capturadospor los hombres, mientras su mujer recibía una porción de las bayas y raí-ces recolectadas por las mujeres. Con este excedente podía celebrar pot-latches (aunque no siempre sin acudir a una ayuda suplementaria), y po-día pagar la talla de los totems, la construcción de las canoas y de una nue-va casa (Boas 1921: 1333-1340; 1925: 311ss, 331; Curtís 1915: 28).6

RANGO

Se distinguen tres niveles de status entre los kwakiutl, que se designanen la literatura con los términos de «nobles», «plebeyos» y «esclavos». Sinembargo, las distinciones entre ellos no son del mismo tipo. Los esclavos,escribe Boas (1897: 338), no solían pertenecer al numaym, eran más biencautivos de guerra o personas obtenidas por compra; podían cambiar depropietario como cualquier otro objeto de propiedad y eran entregados, porejemplo, como regalo de matrimonio (Boas 1921: 856, 865-866, 881), ofre-cidos a los invitados de un potlatch (Boas 1921: 1027), o utilizados comoparte del pago del precio de una plancha de cobre (Boas 1921: 1024). Se-gún un antiguo relato, en efecto, una esclava fue muerta y comida duranteuna danza caníbal (Boas 1921: 1017). El matrimonio entre personas libresy esclavos era posible, pero se consideraba como una desgracia que se trans-mitía a los hijos y nietos del matrimonio e incluso a generaciones poste-riores. Ni siquiera la acumulación (en los tiempos del post-contacto) de ri-queza y títulos podía erradicarla (Boas 1921: 1094ss, 1104ss).

La distinción entre «nobles» y «plebeyos» difiere de la existente entrepersonas libres y esclavos. Codere (1957: 474-475) la resume en estas pa-labras:

«Plebeyo», en términos kwakiutl, se refiere a aquél que en elmomento presente carece de posición en el potlatch, o de posición'de jefe, o de posición «de pie» —siendo estos términos intercambia-bles, pero «nobles»— o bien se aplica a quien tiene un rango bajo,que sin embargo es un «puesto de pie» o posición. El hombre al

6. Debe indicarse que el término «jefe» empleado en los escritos denota a vecessimplemente «cabeza de numaym» y otras veces «cabeza de numaym y otros noblesde alto rango», pero no siempre queda claro a qué significado se refielrc. El queexiste una distinción entre el «cabeza de numaym» y los otros «jefes» parece quedarindicado en el contenido de varios textos relevantes. De todos modos no afecta prác-ticamente mi argumento el hecho de que otros nobles además de los cabezas cele-brarán ocasionalmente potlatches inter-numaym o incluso ínter-tribales, ya que que-da claro que los daban en beneficio de sus numayms. Tampoco esos nobles consti-tuirían una parte muy considerable de la «nobleza» en su conjunto.

108

que uno se refiere en un determinado momento puede que haya de-jado su posición justo el momento anterior, o puede que al momen-to siguiente acceda a una posición. No se puede considerar a los«plebeyos» de la sociedad kwakiutl como una clase, pues no tienenninguna función continua ni específica; no tienen identidad, conti-nuidad u homogeneidad como grupo, y ninguna cultura o sub-cul-tura distintiva. Los individuos pueden tornarse plebeyos voluntaria-mente al retirarse de sus posiciones en el potlatch, y solían hacerlo;los individuos pasan de «plebeyos» a una posición «noble» respon-diendo a la voluntad de otros; los individuos consideraban como «ple-beya» la posición inferior de un rango social noble; hermanos y her-manas, hijos de los mismos padres, recibían posiciones que variabanmucho en rango social, y los más jóvenes podían recibir una posicióntan baja, que fuera «plebeya».

Estas posiciones de potlatch o «asientos», como los llamaba Boas (1897:338), estaban ordenadas serialmente, y el jefe del numaym ocupaba la po-sición de más alto rango. Boas describe estos asientos como asociados cadauno de ellos con una tradición de origen («que generalmente se refiere ala adquisición de un manitú»), ciertos blasones y ciertos privilegios que eldetentador del asiento podría disfrutar; el rango se reconocía en el orden enque se sentaban los detentadores de un lugar en los potlatches; de esta for-ma, la posición y sus privilegios vinieron a ser denominados como un«asiento». Curris (1915: 137-138) describe las propiedades del asiento in-cluyendo en ellas «los nombres, los blasones, los privilegios ceremonialesespeciales, y los derechos territoriales de pesca y recolección».

La sucesión al rango iba unida a la sucesión al nombre y blasón, asícomo al conjunto de privilegios asociados que, por supuesto, también in-cluían su orden de rango. Según Curtís (1915: 139), esta sucesión:

...se transmitía normalmente a través de la línea masculina directa,de padre a hijo primogénito; pero un hombre que no tuviese hijospodía transferir su rango a un hermano menor, adoptándolo comohijo suyo. Con mayor frecuencia, si tiene una hija su asiento va alhijo primogénito de ésta o a ella misma en depósito por su hijo pe-queño o por nacer. Los títulos menos importantes así como los pri-vilegios ceremoniales se entregan con regularidad a los yernos comoparte de la dote, en depósito por sus hijos; de hecho, la adquisiciónde títulos y privilegios para las futuras criaturas es la consideraciónmás importante al planear un matrimonio. Pero el título y rango prin-cipales no salen nunca de la línea de sucesión directa, a menos queno haya ningún heredero varón directo. Si un hombre muere y suhijo es demasiado pequeño para las responsabilidades de un hombre,el asiento puede dejarse en depósito a una hermana mayor del chico,o a un tío.

IflQ

Page 6: Economic Anthropology

Aunque en su primer estudio Boas (1897: 338-340) no menciona estadistinción entre títulos y posiciones que podían transmitirse fuera del nu-maym y aquellas que no, lo hace en un artículo más tardío (1920: 121) alrevisar la organización social kwakiutl. Los kwakiutl mismos aseveran re-petidamente esta distinción en los textos recogidos por Boas (1921: 786-787, 824, 931; 1925: 91, 101, 105), a saber, que sólo los títulos adqui-ridos del suegro pueden transmitirse al yerno, y que ciertos títulos yposiciones, incluyendo la de cabeza del numaym, no pueden transmitir-se fuera del numaym, con lo cual los heredan las hijas cuando no hayhijos disponibles. La distinción era más estricta en los principios que en lapráctica, ya que, como es de suponer, también existían algunas excepcio-nes a la regla.

Así, el numaym no era únicamente una unidad de parentesco sino tam-bién una serie de posiciones ordenadas por rangos, sus detentadores, y laspersonas relacionadas con ellos. Como ha dicho Codere (1957: 479):

Un numaym es un grupo de linaje que consiste en una serie deposiciones sociales ordenadas por rangos, más los niños y adultos queno poseen una posición de rango pero que podrían recibir una entanto que parientes de alguien que tiene una transferible, o que pue-den haber detentado una posición y haberse retirado de ella.

Los numayms estaban también ordenados por rangos dentro de la tri-bu; de esta forma el jefe del numaym de mayor rango era considerado jefede la tribu o poblado. Esto parece haber sido también cierto en tiemposaborígenes. Sin embargo, no existe evidencia de que los poblados o grupostribales estuvieran ordenados por rangos antes del contacto con los euro-peos; la ordenación de los poblados se desarrolla a fines del siglo diecinue-ve (cf. Codere 1961: 445).

Hasta el momento hemos examinado la subsistencia, las unidades so-ciales básicas, la jefatura, el rango, y hemos demostrado la primera de lascuatro proposiciones del artículo, a la vez que hemos sentado las bases parala demostración de las tres siguientes. Si en tiempos aborígenes sólo los je- *fes daban potlatches (siendo éstos los cabezas de los numaym y posible-mente uno o dos hombres importantes en cada numaym), y los numaymapoyaban a los jefes al dar potlatches, y éstos daban potlatches a favor desus numaym, entonces los potlatches sólo podían producirse entre numaymsdistintos y de hecho eran intercambios de regalos entre estos numaym. Laevidencia que apoya la primera parte de la proposición citada se ha dadoen la sección de «jefatura», y la segunda parte también está implícitamentesustentada en ese apartado. Se ha descrito el numaym y se ha resaltado sufunción como explotador de los recursos. La ordenación en rangos de loskwakiutl y su relación con el numaym también han sido descritos, y hemossugerido algo de su importancia dentro de la estructura social. Lo quequeda por describir es el sistema de intercambio, las conversaciones exis-

110

tentes entre alimentos, riqueza y prestigio, y el factor que motiva la «riva-lidad de status». Todo ello se aprecia con claridad en la institución del pot-latch, que estudiaremos seguidamente.

EL POTLATCH

Lo que puede llamarse la visión ortodoxa 7 del potlatch kwakiutl sebasa primordialmente en el sumario y el análisis de Helen Codere en Fight-ing with Properíy (1950: 63-80), que a su vez seguía la interpretación dadapor Boas en su primer estudio de la organización social kwakiutl y las «so-ciedades secretas» (1897: 341-358). Como la propia Codere ha admitido(1950: 89), su reconstrucción no se refiere al potlatch aborigen sino al delúltimo período de contacto. Entre el potlatch aborigen y el reconstruidopor Codere existen importantes diferencias.

La primera diferencia consiste en que Codere sitúa el potlatch «en elcontexto, de una fantástica economía de excedente» (1950: 63). No existeninguna razón válida para dudar de la aparición entre los kwakiutl, en elúltimo cuarto del siglo diecinueve, de un gran excedente más allá de lasnecesidades de subsistencia. Pero en tiempos aborígenes este excedente noexistía. Ya he demostrado al comienzo de este estudio que los «fantásticosexcedentes» de los kwakiutl han sido sobreestimados, y que se aproximabanmucho más a los márgenes de subsistencia de lo que se ha pensado gene-ralmente. La aparición de enormes riquezas y de «excedentes por encimade cualquier necesidad concebible» en la época del post-contacto se debióprobablemente a (a) el drástico declinar de la población a causa del saram-pión, las enfermedades venéreas, etc., asegurando que la productividad demar y tierra, variable o no, fuera más que suficiente para las necesidadesde los supervivientes; y (b) a un incremento en la riqueza procedente de

' la venta de pieles de nutria a los comerciantes de pieles, y más tarde aotras fuentes de riqueza no tradicionales, posibles gracias a la situación de iContacto. En tiempos aborígenes no existía ninguna fuente de riqueza si-milar, y puede suponerse que la población rozaba entonces los límites dela subsistencia. De ahí la amenaza de hambre y la función pro-subsistenciareal de los intercambios del potlatch.

En segundo lugar, Codere enfatúa no sólo el hecho de dar regalos enel potlatch con el consiguiente aumento de prestigio por parte del donan-te, sino la obligación por parte del receptor de ofrecer un potlatch a cam-bio, so pena de perder prestigio. Dice en particular lo siguiente (1950:68-69).

La propiedad recibida por un hombre en un potlatch no era un

7. Es por ejemplo la que ha seguido Herskovits (1952: 165, 225, 306) en suya clásico trabajo de antropología económica, y Bohannan en su reciente libro de texto(1963: 253-259)

m

Page 7: Economic Anthropology

regalo gratuito. No tenía posibilidad de rechazarlo, aun cuando elaceptado le obligaba a dar a cambio, en el curso de otro potlatch,no sólo la misma cantidad sino el doble, si esta vuelta se efectuaba,como era costumbre, al cabo de cerca de un año. Esto daba al pot-latch sus características de préstamo e inversión forzados, ya que unhombre era alternativamente deudor y acreedor en cantidades queaumentaban geométricamente.

Este párrafo une la naturaleza obligatoria del potlatch-respuesta a la ins-titución de pedir-prestado-y-prestar-con-intereses. Siguiendo a Boas (1897:341), Codere considera el pedir-prestado-y-prestar-con-intereses como unaparte integral y esencial del potlatch, y el consiguiente incremento conti-nuo del tamaño de los regalos del potlatch forma por tanto parte integralde la totalidad del sistema.

Esta interpretación, sin embargo, ha sido fuertemente negada por Cur-tis (1915: 143-144), cuya versión ha sido curiosamente descuidada en elestudio del potlatch kwakiutl: *

Se ha dicho del potlatch que «su principio básico era el de unainversión de la propiedad, productora de intereses». Esto es impo-sible. Un kwakiutl se pondría en ridículo si pidiera un interés al re-cibir un regalo en retorno a otro de cantidad parecida que él hu-biera hecho. Con frecuencia, en un potlatch un invitado llama laatención sobre el hecho de que no está recibiendo tanto como él dioen su último potlatch al actual anfitrión; y se niega a aceptar menosde la cantidad adecuada. Esta acción incluso es comparada a «cor-tarse el propio cuello» y acarrea una pérdida de prestigio, ya que laexhibición de codicia no corresponde a un jefe; al contrario, éste debemostrar su desinterés. Pero pedir intereses sobre un regalo de pot-latch es algo que no se ha oído nunca. Además, un hombre no pue-de nunca recibir a través de un potlatch tanto como desembolsa, porla sencilla razón de que muchos a los que da morirán antes de tenerun potlatch, y otros son demasiado pobres para devolver lo que seles ha dado. Así, sólo un jefe muy rico puede hacer una distribuciónen la que participen todas las tribus y cada persona reciba algo; peronadie, excepto mi'y pocos de estos miembros de las otras tribus, po-drán ofrecer un potlatch intertribal, y en consecuencia el hombre que

8. Es muy curioso c! que a pesar de que Codere en su libro Fighting with Pro-pfrty (1950) se apoya fuertemente en la relación de Curtís de la guerra kwakiutl, nohace referencia alguna a la descripción del potlatch hecha por Curtís, a pesar de quese encuentra en el mismo volumen que las historias de guerra.

Según dice en su libro, Curtís recogió su información de forma intermitente entre1910 y 1914 asistido po' George Hunt; su investigación se vio también facilitada porlos anteriores trabajos de Boas, en especial Social Organizaron and Secret Societies(1897). El libro de Curtís contiene material sobre los kwakiutl que no puede encon-trarse en ninguna otra fuente publicada.

112

les hace regalos no puede posiblemente recibir nada a cambio. Encuanto a los que mueren, teóricamente el heredero asume sus obli-gaciones, pero no puede forzársele, y si las deudas exceden los cré-ditos, es probable que las repudie.

El potlatch y el préstamo de propiedad con intereses son dos pro-cesos completamente distintos. La propiedad distribuida en un pot-'latch se da gratuitamente, no comporta ningún interés, no puede exi-girse su cobro, y no tiene por qué ser devuelta si el que la recibe nodesea por alguna razón devolver el regalo. Cuando el receptor dé unpotlatch, devolverá una cantidad igual o ligeramente superior, o qui-zá ligeramente inferior, con la promesa de dar más la próxima vez.

El sentimiento básico del potlatch es de orgullo y no de codicia.En ocasiones, algunos hombres han intentado acumular riquezas gra-cias al potlatch y al préstamo con intereses, pero este peculiar siste-ma económico siempre los ha asimilado, simplemente porque unhombre no puede cobrarse todos sus créditos y conservar la propie-dad así adquirida. Antes de que sus deudores paguen, tiene que reunira la gente e inaugurar un potlatch, asegurando de esta forma una re-distribución inmediata.

Esta es una imagen muy distinta del sistema de potlatch. La prácticade pedir prestado y-prestar-con-intereses se distingue claramente y se subor-dina al potlatch en sí. La apariencia de que forma parte del potlatch sedebe sin duda al hecho de que las deudas se pagaban y se pedían única-mente en conexión con el potlatch, a menudo (Curtís 1915: 144) sólo enel día del potlatch.

El tono general de la versión del potlatch dada por Curtís es diferente,«de orgullo y no de codicia». Esta imagen es mucho más coherente con losdatos proporcionados por Codere (1956: 334ss) a propósito de la «vertien-te amistosa» del potlatch kwakiutl y por el mismo Boas (1925: 249) entextos publicados en fecha más tardía, que indican que un jefe no podíaser demasiado orgulloso o arrogante. La incapacidad, por parte de los acree-dores, de forzar sus demandas a no ser que tuvieran la intención de hacerun potlatch —en cuyo caso las demandas se verían reforzadas por el apoyode la opinión pública— está de acuerdo con la falta de instituciones desarro-lladas de control social entre los kwakiutl. Además, esta institución de pedir-prestado-y-prestar-con-intereses no era en modo alguno una institución uni-versal de la Costa Noroeste, y aparentemente quedaba limitada a los kwa-kiutl del Sur (Barne: 1938: 349ss; Olson 1940: 173).

Irónicamente, en su propio análisis del potlatch aborigen Codere (1950:90-94; 1961: 446) apoya a Curtís en su afirmación de que los potlatchesno aumentaban en tamaño: dice que durante los ciento veinte años ante-riores a 1849 los potlatches reseñados en los textos comprenden distribu-ciones relativamente pequeñas y no muestran ninguna tendencia a aumentarde tamaño.

113

Page 8: Economic Anthropology

Por último, la versión de Curtis es más coherente con el informe deDawson ya citado en el apartado de «jefatura», donde se refiere a la ideade que antiguamente sólo los jefes daban potlatches. En tiempos aborígenessólo los jefes podían reunir la riqueza necesaria para dar un potlatch. Parala mayoría de los componentes del numaym, la importancia de tener unaposición de rango se veía reflejada en el hecho de recibir regalos en unadistribución de potlatch, no en tener que validar estas posiciones dando unpotlatch; Curtis constata que una mayoría, si no todas las personas querecibían regalos en el potlatch, sobre todo en los Ínter-tribales, eran inca-paces de dar otro a cambio.

Por ello seguiremos más bien el punto de vista de Curtis en lugar delde Codere o Boas.

En tercer lugar, tenemos asimismo dudas sobre la existencia en tiem-pos aborígenes del potlatch de sacrificio, institución que aparece frecuente-mente mencionada en todas las versiones de las autoridades en la materia(Boas, Codere y Curtis) con respecto a los potlatches de post-contacto. ElpotLtch de sacrificio y la fiesta de la grasa no aparecen mencionados en lamitología kwakiutl, ni aparece indicada de otra forma su presencia en tiem-pos aborígenes. En lo que concierne a la destrucción de propiedad en asam-bleas públicas o fiestas, Boas (1935: 68), al resumir la cultura kwakiutl se-gún se refleja en la mitología, dice únicamente:

En los mitos la destrucción de propiedad aparece solamente enconexión con la ceremonia caníbal, en la que el caníbal devora a suspropios esclavos o a los que le son ofrecidos. La destrucción de ca-noas durante el potlatch aparece en un relato donde la persona querompe las canoas de los demás las vuelve a reconstruir gracias a suspoderes mágicos. Un hombre esconde una plancha de cobre debajode una montaña durante una fiesta.

¡Ni rastro aquí de potlatch de sacrificio o de fiesta de la grasa!La destrucción de propiedad en tiempos aborígenes aparece sin embar-

go claramente indicada en conexión con los muertos o los moribundos. Porejemplo: se queman alimentos y de esta forma se envían al espíritu parapersuadirle de que perdone la vida al niño moribundo; una mujer que vi-site el país de los fantasmas debe quemar cucharas para que los espíritusde los muertos puedan recibir los presentes; y cuando ha muerto un hora-bre, se quema salmón seco, aceite, anzuelos, vestidos y su canoa, para pro-veerle con provisiones para el viaje (Boas 1921: 705-711). Lo que tene-mos entonces en tiempos históricos es una difusión de la idea de destruc-ción de la propiedad, desde un contexto funeral al contexto del potlatch ya la actividad de rivalidad de status, con la idea de honrar a los muertosquizá como eslabón semántico entre los dos contextos, y la nueva riquezaconsecuencia del contacto proveyendo los medios. Esto entraría dentro delos cambios religiosos que Wike (1952) sugiere ocurrieron en la Costa Nor-

114

oeste durante el siglo diecinueve, en particular un traslado de interés y depreocupación de las prácticas relacionadas con los muertos a una manipu-lación mucho más secular de la riqueza y del prestigio.

Teniendo en cuenta estos puntos, ¿cómo describiremos el potlatch abo-rigen?

El potlatch kwakiutl de esa época temprana puede ser descrito comoel acto de dar una fiesta y unos regalos por parte de un numaym, repre-sentado por su jefe o cabeza, a otros numaym con sus respectivos jefes, amenudo de otros poblados. En estas distribuciones, cuanto más generosoera el anfitrión, más prestigio recibía; y si su generosidad no era equipa-rada por los invitados cuando éstos daban sus potlatches, el anfitrión y sunumaym acrecentaban su prestigio a expensas de los invitados. Así existíaun elemento competitivo necesariamente presente en el potlatch.

Los potlatches se celebraban en distintas ocasiones: durante y a conti-nuación de los funerales, por el sucesor del difunto, cuando éste accedíaformalmente a su nueva posición/ cuando un hombre deseaba presentar asu sucesor/cuando se cambiaba un nombre o una persona cambiaba de sta-tus en la comunidad, como cuando un niño llegaba a la pubertad o unaniña tenía la primera menstruación; cuando se celebraba un matrimonio, yen diversos momentos durante el ciclo matrimonial; durante las ceremo-nias de invierno, en que se celebraban danzas^' cuando alguien se iniciabaen las «sociedades secretas» o hermandades de danza; en las inauguracio-nes de casas nuevas; cuando se compraba o se vendía una plancha de co-bre; cada vez que un hombre, tras haber acumulado grandes cantidades depropiedad, deseaba hacer algo que le honrase a él y a su numaym; cuandoun hombre deseaba humillar a sus rivales y elevar su rango a expensas deotros; y, algunas veces, cuando personas enfrentadas decidían hacer las pa-ces (Boas 1921: 691; 1925: 135-357; Curtis 1915: 142; Ford 1941: 17,19-23, 31, 36ss, 49, 169, 184-185, 218ss).9 Esto indica que el potlatch noera tanto un acontecimiento social especial (aun cuando este tipo de pot-Jatches puros ocurriera) como un aspecto o acompañamiento de numerososactos sociales.

A estos potlatches concurría mucha gente, y estos espectadores actua-ban como testigos en los cambios de status que se anunciaban en talesocasiones, y en cualquier otra transacción que ocurriera. Así, estos aconte-cimientos memorables tenían la función de marcar y validar los cambios de ,stntuts social; de hecho, Bafnett (1938) vio en esta tarea la función espe-cial y el principio básico del potlatch. Antaño, un miembro del numaymque no era suficientemente rico como para dar un potlatch (y este era elcaso de la mayoría), daba su riqueza al jefe de su numaym para que éstecelebrara el potlatch en su lugar (Drucker 1955: 125, 129).

En el potlatch, los demás miembros del numaym ayudaban al jefe, da-

9. La mayor parte de las ocasiones nombradas resultarían más importantes enlas vidas de los nobles y sus parientes cercanos que en la de los plebeyos. El darpotlatches era una responsabilidad de los aristócratas.

Page 9: Economic Anthropology

ban comida, mantas y otras propiedades según sus medios. No esperabanque se les devolviese lo que habían dado, pero recibían el agradecimientopor sus servicios de forma intangible pero no menos importante (Boas1921: 1340-1344; Drucker 19.55: 124-125, 129). Estas contribuciones seañadían a las riquezas recibidas por el jefe como «tributo»; y en caso deno tener todavía cuanto deseaba, podía obtenerlo pidiendo prestado a susamigos y parientes de otros numaym, o bien reclamando la devolución delo que se le debía.

Las mantas, como ya hemos indicado, no eran los únicos regalos dis-tribuidos en los potlatches. Se festejaba opíparamente a los invitados, valo-rándose formalmente los alimentos en cien mantas (Boas 1925: 205); deigual forma, los alimentos que no llegaran a comerse se los llevarían losinvitados consigo (Boas 1935: 38) o se los traerían más tarde sus anfitrio-nes, a menudo con las bandejas de la fiesta incluidas (Boas 1921: 768, 775).Tamuién se podían dar canoas además o en lugar de mantas. «El potlatchque tenía lugar algunos años después de la boda con ocasión del pago ma-trimonial por parte de la familia de la novia, implicaba invariablemente ladistribución de artículos domésticos como provisiones, cajas de madera, es-teras, mantas...» (Ford 1941: 19). En otro tipo de potlatch, conocidocomo «fiesta de la grasa», se repartían cajas de aceite de eperlano.

Los potlatches los celebraba un numaym para otros numaym, o unatribu para otras tribus. A la luz de los datos presentados sobre la sub-sistencia, la utilidad de las distribuciones intertribales de comida y rique-za es evidente. Pero la utilidad de dichas distribuciones entre numaym dela misma tribu no resulta tan evidente a primera vista. Sin embargo, era elnumaym y no la tribu la unidad de propiedad de la tierra y de explota-ción de los recursos, y en verano los distintos numaym de la tribu sedispersaban a lugares diferentes. Podía ocurrir fácilmente, por tanto, quealgunos numaym de la tribu tuvieran mejor año que otros; y en estas cir-cunstancias las distribuciones de comida y riqueza entre numaym, aun per-tenecientes a la misma tribu, resultarían ventajosas.

El potlatch nc tenía una sola función esencial sino varias. Redistribuíalos alimentos y la riqueza. Validaba los cambios de status social. Convertíala riqueza dada por el anfitrión en prestigio para éste y rango para su nu-maym, y motivaba de esta forma la continuidad de! ciclo de intercambios.El potlatch era, de hecho, el vínculo de todo el sistema.

COMPRAR Y VENDER

Pero por desgracia, las mantas, las canoas y las cajas de aceite no sepueden comer. Un numaym hambriento hubiera encontrado extraño el nopoder convertir en alimentos la riqueza recibida en los potlatches. Ya hemostrado como, a través de los potlatches, la riqueza podía convertirse enprestigio. Pero la pregunta es: ¿podía intercambiarse riqueza por comida,

116

de forma que un numaym hambriento pudiera vender mantas a cambiode los alimentos necesarios para subsistir, y un numaym rico pudiera ven-der comida a cambio de mantas, necesarias en un potlatch?

La respuesta es afirmativa. Al prepararse a dar un potlatch, el anfi-trión, si no tenía suficientes alimentos que ofrecer a sus invitados, podíacomprarlos con mantas (Boas 1897: 342). Ya he indicado que la comidaofrecida en un potlatch tenía un valor reconocido de cien mantas. En unresumen de operaciones de compra y venta, Boas (1935: 67) escribe:

Cuando un hombre pesca muchos arenques en su playa, los vendea cambio de esclavos y se convierte en un hombre rico. La gente vaa otras tribus en canoas a comprar comida. Un jefe va a la tribu ve-cina y le compra muchas cerezas. La gente hambrienta paga los ali-mentos con pieles de alce, esclavos, canoas, e incluso con sus hijas.

CONCLUSIONES

Al principio de este estudio he avanzado cuatro proposiciones que arti-culan (a) la variación de productividad de las fuentes de alimentos, (b) losintercambios del potlatch, (c) la respectiva convertibilidad de comida, ri-queza y prestigio, y (d) la rivalidad de status entre los kwakiutl. El resto deltrabajo lo he dedicado a presentar evidencias en apoyo de estas proposi-ciones. Sólo me queda proponer la imagen de la sociedad kwakiutl aborigenque resulta de todo ello.

Consideremos primero un sistema simple compuesto de sólo dos nu-mayms A y B. Esta simplificación no es del todo artificial, puesto que latotalidad del sistema de intercambio en el potlatch kwakiutl puede consi-derarse como compuesto de pares de este tipo superpuestos. Supongamosademás que este par comienza igualmente equilibrado en cuanto a recur-sos, reservas de alimentación, riqueza y prestigio. Los dos, sin embargo, ro-zan los límites de sus recursos, de tal forma que una mala cosecha paracualquiera de los dos implicaría hambre, y en el caso de que continua-ran las malas cosechas, incluso una inanición eventual, una disminucióncierta y su posible extinción. Dado que la cantidad inicial de riqueza queposee cada uno es idéntica, al término de un ciclo de potlatch cada numaymsigue teniendo una cantidad de riqueza equivalente a la que poseía en unprincipio, y el prestigio de ambos numaym es también equivalente.

Dejemos que A sufra un serio percance en su abastecimiento de comida.Para alimentarse, los miembros de A venden mantas a B, a cambio de co-mida. Este incremento de riqueza permite a B tener potlatches más amenudo o bien aumentar el tamaño de sus regalos en los potlatches. Y asíes como actúa B, dando riqueza a A en mayores cantidades e incrementan-do a cambio su prestigio. De esta forma, mediante el potlatch A vuelvea ser rico a cambio de garantizar más prestigio a B. Con esta riqueza A

117

Page 10: Economic Anthropology

puede devolver un potlatch y recuperar su prestigio distribuyendo regalosequivalentes, o bien utilizar la riqueza para adquirir más alimentos. Si Autiliza algo de su riqueza para adquirir más comida, no podrá devolverun potlatch de generosidad equivalente al de B, y el incremento de presti-gio de B quedará establecido con más firmeza. Si algún tiempo despuésB sufre una insuficiencia en su abastecimiento de comida, puede compraralimentos de A, y este ciclo se repetiría con los papeles intercambiados.

Dos consecuencias se desprenden del modelo citado: (a) si un numaymsufre continuamente de un mal abstecimiento de comida, no podrá respon-der en los potlatrhes con regalos de igual valor a los recibidos y su pres-tigio irá declinando. Y dado que el sistema de potlatch está ligado a otrosaspectos de la sociedad, como por ejemplo el matrimonio y la guerra,10

una constante pérdida de prestigio tendría como consecuencia probableel forzar al numaym fuera del sistemta, bajo forma de una unidad inde-pendiente, que desaparecería o bien pasaría a depender permanentementede su socio afortunado, (b) Habría, con el tiempo, un incremento establedel tamaño absoluto de los regalos del potlatch, independientemente decuál de los socios sufriera deficiencias alimentarias. De hecho, cuanto másfrecuentes son tales deficiencias, mayor tiende a ser el ritmo del incre-mento. Esto no supone necesariamente un aumento del número de los ob-jetos de riquez? efectivos; los tarjas, que los kwakiutl de hecho utilizaban ,(Boas 1897:352), cumplirían adecuadamente este cometido.

La institución de pedir prestado y prestar puede considerarse comootra forma de adquirir mantas gracias a las cuales, en épocas de escasez,poder mantener el nivel del potlatch y de esta forma mantener el pres-tigio.

Un sistema como éste sería más eficiente cuantas más unidades for-masen parte de él. Con varios numaym vendiendo comida, el incrementode riqueza recibido por cada uno de ellos sería mucho menor que si úni-camente hubiera un numaym vendedor, y por lo tanto la tentación deaumentar los recelos del potlatch se vería correspondientemente reducida.En consecuencia, con varios numaym dentro del sistema, el ritmo de cre-cimiento del volumen de los regalos del potlatch disminuiría. La posibilidadde que varios numaym sufran malas cosechas simultáneamente sería tambiénmucho menor que en e] caso de sólo dos numaym.

Si las deficiencias de alimentos son por un periodo corto, intermiten-

10. Codere (1950) ha mostrado como en los tiempos históricos la guerra se ha-cía menos frecuente al tiempo que la celebración de potlatches aumentaba. Pode-mos añadir que el estudio comparativo de las historias de guerra y de las relacionesmatrimoniales sugieren la tendencia de que los grupos contra los que guerreaba unnumaym no eran en general los mismos con los que contraía relaciones matrimonia-les; la guerra y el matrimonio eran medios alternativos para conseguir un nuevobl_¿ón. El hecho de establecer nuevos lazos matrimoniales hubiera también tenidocomo efecto el incrementar el número de parientes, tanto afines como cognaticios, alos que uno, los hijos de uno y otros parientes pudieran visitar.

118

te, y no continuado, el rango relativo de los numaym concernidos perma-necería a la larga constante, independientemente de que un numaym suframás deficiencias que el resto. Sin embargo, si las deficiencias se prolongande forma continua durante un período largo, el numaym concernido severá a la larga fuera del sistema.

Aun así, incluso una racha de mala suerte durante un largo período, conun abastecimiento deficiente y un declinar del prestigio, podría compensar-se si el socio afortunado a su vez sufriera una deficiencia de larga dura-ción, mientras que el abastecimiento de alimentos del pobre mejora, con-siderando evidentemente que la racha de mala suerte del numaym máspobre no haya sido lo bastante prolongada como para forzarle fuera delsistema. En tales circunstancias, el rango relativo de los numaym duran-te un largo período, oscilaría en torno a un nivel constante.

Este modelo presupone, por lo tanto, un equilibrio general de la pro-ductividad de los recursos entre los numaym pertenecientes al sistema.Ningún numaym, o por lo menos muy pocos, sufren deficiencias de re-cursos durante un largo período y de forma continuada, que les fuercefuera del sistema: las variaciones de los recursos tienden a durar pocoy a ser intermitentes. Todos los grupos rozan los límites de sus recursosde forma que las épocas de baja productividad amenazan su existencia;pero la relación población/recursos es sustancialmente equivalente en cadacaso. De hecho, sospechamos que una igualdad aproximada en la relaciónpoblación/recursos es necesaria entre los numaym para que este sistemafuncione.

Este sistema, que se adapta con éxito a la productividad variable yque, gracias a los intercambios de alimentos y riqueza, permite que vivaen el territorio de los kwakiutl del Sur una población mucho mayor delo que hubiera sido posible en otras circunstancias, es sin embargo vul-nerable a lo siguiente:

(a) Un cambio en el modelo de explotación de los recursos, de formaque algunos numaym aumenten consistentemente su producción de alimen-tos en relación con los restantes: Este cambio transformaría su relaciónpoblación/recursos, les permitiría vender más comida a cambio de más ri-queza, y de esta forma, mediante un aumento del número de potlatches,adquirir más prestigio del que pueden llegar a alcanzar los numayms máspobres. Esta discrepancia de recursos puede deberse a que algunos numaymvean reducida su producción de alimentos, a que algunos aumenten su pro-ducción, o bien a que decrezca la población en algunos numaym y no enotros, de forma que los primeros hagan menos presión sobre sus recursos.Las variaciones en la producción de alimentos podrían deberse o bien acambios en el medio-ambiente natural fuera del control y de la voluntadhumana, o bien a cambios en las técnicas de explotación de los recursos.

(b) La introducción en el sistema de una nueva fuente de riqueza nc-tradicional: El efecto general de este factor sería el de promover potlatchesmás frecuentes y aumentar el tamaño de los regalos del potlatch, asi como

119

Page 11: Economic Anthropology

permitir que personas que no sean el jefe tradicional puedan dar potlat-ches. Esto a su vez provocaría el incremento de la competitividad y de larivalidad en la celebración de potlatches. Los intercambios se realizaríancada vez menos entre numaym y cada vez más entre individuos en buscade prestigio. El equilibrio existente entre comida, riqueza y prestigio sería,creo yo, cada vez más precario, aun cuando, suponiendo que los efectos es-tuvieran distribuidos igualitariamente en todo el sistema, éste sobreviviríafiero con un nivel mayor de actividad. En caso de adoptarse, la destruc-ción de riqueza serviría para sacar del sistema una parte de esta nuevariqueza y de esta forma inhibir el incremento de la velocidad de circulación.Finalmente, si el influjo durara poco tiempo, el sistema sobreviviría pro-bablemente sin grandes cambios.

Pero si el influjo de riqueza se distribuyera desigualmente entre losnumaym, beneficiando a unos más que a otros, no sólo se acentuaría la ri-validad del potlatch, sino que algunos grupos adquirirían con rapidez unascendiente sobre otros, y el sistema se desequilibraría. Los grupos que hu-bieran perdido el prestigio se verían eventualmente forzados fuera del sis-tema. Y, como consecuencia de la disminución en el número de las uni-dades sociales de porlatch, el sistema en sí perdería cada vez más esta-bilidad. Inestabilidad que se vería aumentada por el incremento de la ri-validad en el potlatch, así como por una concurrente individualizaciónacentuada del potlatch. El resultado final sería la destrucción del sistemamás allá de toda posibilidad de recuperación.

(c) Una disminución general de la población con la consecuencia deque la población ya no está rozando los límites de los recursos, y la ame-naza del hambre como resultado de las malas cosechas desaparece: supo-niendo que la cantidad de riqueza de la totalidad del sistema permanezcaconstante, este cambio liberaría mucha de la riqueza utilizada normalmen-te para la adquisición de alimentos, que así podría usarse en el potlatch, yla riqueza per capita de los kwakiutl aumentaría. La frecuencia y el tama-ño Je los potlatches aumentaría, y con este incremento de riqueza aumen-taría a su vez la posibilidad de que implicaran a más gente. Los efectos dela disminución de la población serían por lo tanto similares a los del in-flujo de nuevas riquezas.

Durante el período de post-contacto aparecen estos dos últimos cam-bios a la vez y de forma acentuada, es decir: un influjo de nuevas rique-zas, provinientes primero del comercio de pieles y más tarde de otras fuen-tes no tradicionales, y un drástico declinar de la población, que se prolon-gan durante unos cien años. El resultado fue como era de esperar, si lasproposiciones de este estudio son correctas: un aumento del tamaño y de lafrecuencia de los potlatches, una difusión de la celebración de potlatchesa la mayoría de las personas que integran las comunidades kwakiutl, unnumento de los potlatches de rivalidad paralelamente a una individualiza-ción del potlatch, y la aparición de la «fantástica economía de excedente»reseñada en el material etnográfico posterior.

120

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barnett, H. G., 1938, «The Nature of the Potlatch», American Anthro-pologist, 40: 349-358.

Boas, Franz, 1889, First General Repon on the Indians of Britisb Colum-bio, Report of the British Association for the Advancement of Scien-ce, pp. 801-893.

— 1897, The Social Organization and the Secret Societies of the Kwa-kiutl Indians, United States National Museum, Report for 1895 pp311-338.

— 1920, «The Social Organization of the Kwakiutl», American Anthro-pologist, 22: 111-126.

— 1921, Ethnology of the Kwakiutl, Thirty-fifth Annual Report, Bureauof American Ethnology.

— 1925, Contributions ¿o the Ethnology of the Kwakiutl, ColumbiaUniversity Contributions to Anthropology, 3.

— 1935, Kwakiutl Culture as Reflected in Mythology, American FolkloreSociety, Memoir 28.

Bohannan, Paul, 1963, Social Anthropology, Nueva York: Holt, Rinehartand Winston.

Cobb, John N., 1921, «Pacific Salmón Fisheries», 3." ed., Appendix I.U.S. Bureau of Fisheries: Reports of U.S. Commission of Fisheriesfor the Fiscal Year 1921.

Codere, Helen S., 1950, Fighting with Property: a Study of KwakiutlPotlatching and Warfare, 1792-1930.Monographs of the American Ethnological Society, XVIII, Nueva York.

— 1956, «The Amicable side of Kwakiutl Life the Potlatch and the Play-Potlatch», American Anthropologist, 58, 334-351.

— 1957, «Kwakiutl Society: Rank Without Class», American Anthropo-logist, 59: 473-486.

— 1961, «Kwakiutl», in Perspectiva in American Indian Culture Change,E. H. Spicer (ed.) pp. 431-516 Chicago, University of Chicago Press.

Curtís, E., 1915, «The Kwakiutl», in The North American Indian, vol. 10.Norwood, Mass.: Plimpton Press.

Dawson, G. M., 1887, «Notes and Observations on the Kwakiool (sic)People of the Northern Part of Vancouver Island and Adjacent CoastsMade During the Summer of 1885, etc.»Proceedings and Transactions, Royal Society of Canadá First SeriesVol. 5, n.° 2: 63-98.

Drucker, Philip, 1955, Indians of the Northwest Coast Nueva York-McGraw Hill.