Economia Tradicional y Teologia de La Liberacion-rama Coomaraswamy

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1 ECONOMÍA TRADICIONAL Y TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN Rama Coomaraswamy 1 PARTE I Aquellos que están adheridos a la posición tradicional están obligados a hablar acerca del problema de la indigencia prevaleciente a lo largo de tan gran parte del mundo. ¿Cuáles son sus causas? ¿Hay algún principio socio-económico tradicional? ¿Cómo se relacionan los valores tradicionales con el socialismo y la teología de la liberación? Y ¿Pueden los valores tradicionales ofrecer al hombre moderno alguna solución realista a estos dilemas? Desde el punto de vista tradicional, la pobreza, no así la indigencia, no es un mal. Prueba de ello es que, mientras nuestro Señor curó a los lisiados, dio el habla a los mudos e hizo ver a los ciegos, nunca hizo rico a un hombre pobre. De hecho, si tomamos en serio sus palabras de que los pobres son bienaventurados y heredarán el reino de los cielos, entonces la pobreza es un estado al que todos deberíamos aspirar. ¿Quiénes son entonces los pobres? De acuerdo con las autoridades espirituales de todas las grandes tradiciones, son los puros de corazón, aquellos libres de apego respecto a las cosas de este mundo. En el plano económico, este principio se refleja en aquellos que, disponiendo del alimento, vestimenta y cobijo adecuado no buscan la riqueza sino que están satisfechos de vivir en la estación de la vida en la que se encuentran. Como Eric Gill dijo una vez: “los pobres no son aquellos a los que se les ha robado, sino aquellos que no han robado a otros… la pobreza no es privación; estrictamente hablando, es precisamente lo contrario”. 1 Publicado en “In Quest of The Sacred”. Editado por Seyyed Hossein Nasr y Katherine O,Brien. Foundation for Traditional Studies, 1994. Traducción al castellano: Roberto Mallon Fedriani, 2010.

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Economía Tradicional

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    ECONOMA TRADICIONAL

    Y TEOLOGA DE LA LIBERACIN

    Rama Coomaraswamy 1

    PARTE I Aquellos que estn adheridos a la posicin tradicional estn obligados a hablar acerca

    del problema de la indigencia prevaleciente a lo largo de tan gran parte del mundo.

    Cules son sus causas? Hay algn principio socio-econmico tradicional? Cmo se

    relacionan los valores tradicionales con el socialismo y la teologa de la liberacin? Y

    Pueden los valores tradicionales ofrecer al hombre moderno alguna solucin realista

    a estos dilemas? Desde el punto de vista tradicional, la pobreza, no as la indigencia, no es un mal.

    Prueba de ello es que, mientras nuestro Seor cur a los lisiados, dio el habla a los

    mudos e hizo ver a los ciegos, nunca hizo rico a un hombre pobre. De hecho, si

    tomamos en serio sus palabras de que los pobres son bienaventurados y heredarn el

    reino de los cielos, entonces la pobreza es un estado al que todos deberamos aspirar.

    Quines son entonces los pobres? De acuerdo con las autoridades espirituales de todas

    las grandes tradiciones, son los puros de corazn, aquellos libres de apego respecto a las

    cosas de este mundo. En el plano econmico, este principio se refleja en aquellos que,

    disponiendo del alimento, vestimenta y cobijo adecuado no buscan la riqueza sino que

    estn satisfechos de vivir en la estacin de la vida en la que se encuentran. Como Eric

    Gill dijo una vez: los pobres no son aquellos a los que se les ha robado, sino aquellos que no han robado a otros la pobreza no es privacin; estrictamente hablando, es precisamente lo contrario.

    1 Publicado en In Quest of The Sacred. Editado por Seyyed Hossein Nasr y Katherine O,Brien. Foundation for Traditional Studies, 1994. Traduccin al castellano: Roberto Mallon Fedriani, 2010.

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    Debe distinguirse la pobreza de la indigencia involuntaria, que casi siempre refleja el

    pecado de la injusticia. Dios ha dado al hombre el derecho a vivir y a su sustento, a

    condicin de este dispuesto a trabajar. Cuando una determinada sociedad falla en hacer

    esto posible, esa sociedad debe ser condenada como no-cristiana y anormal. De acuerdo

    con las enseanzas de los Padres de la Iglesia, un hombre hambriento tiene el derecho

    de tomar alimento de cualquier fuente con el fin de sostener su vida, del mismo modo

    que un hombre que se ahoga tiene el derecho de subir a cualquier barco, incluso si no es

    su propietario. Tales actos no son considerados latrocinio o robo la expropiacin de la propiedad privada de otro, sea astutamente o por la fuerza, sea por el Estado por el

    individuo, es condenada por todas las tradiciones. Cristo perdon al buen ladrn, pero

    de ningn modo condon su pecado. La injusticia no se puede rectificar con injusticia,

    ni el pecado con el pecado.

    DE DONDE PROCEDE LA INDIGENCIA PREVALECIENTE? Claramente, es el resultado de la aplicacin de principios socio-econmicos modernos a

    la sociedad. Estos, en conjunto, estn basados en la suposicin de que el hombre

    evolutivo es meramente una forma animal superior cuyos impulsos se dirigen ante todo

    hacia la satisfaccin de sus necesidades materiales y psicolgicas; un animal econmico

    que trabajar solo con el fin de la ganancia; y en que la obtencin de la riqueza es una

    virtud auto-evidente. Dados estos supuestos, se argumenta que si al deseo por ello se le

    da rienda suelta, la competicin entre productores asegurar que todos los hombres

    reciban lo suficiente, y que la buena calidad prevalecer. Estos conceptos, a menudo

    llamados la motivacin del beneficio y la economa laissez faire, sostienen fundamentalmente que el hombre puede vivir slo de pan.

    No he usado la palabra capitalismo por sus connotaciones emocionales. Entendido de

    una manera simple, el capitalismo es la inversin de capital con la intencin de sacar

    algn beneficio, un procedimiento que cualquier artesano el zapatero o el restaurador puede emprender sin explotar a su vecino, crear tensin econmica, o violar las leyes de Dios. Muy distinto es el sistema capitalista industrial ligado a las finanzas

    internacionales y a la banca moderna. A travs del control del crdito y de la,

    eufemsticamente llamada, ingeniera social, organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisin Trilateral controlan cada vez ms la vida

    econmica de continentes, naciones, y de hecho, de todos y cada uno de los individuos.

    Es totalmente injusto acusar a la religin de apoyar dichos poderes y principados, ya

    que su autntica existencia es un fruto del decaimiento de la influencia de la tradicin

    sobre la humanidad. Con el fin de entender por qu es esto as, consideremos la

    naturaleza de la economa tradicional. ECONOMIA TRADICIONAL

    La economa tradicional o normal est basada en dos principios econmicos

    fundamentales:

    1) La Perfeccin pertenece solo a Dios. Toda la creacin, al tener su fuente en El,

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    es buena, pero en la medida en que esta misma creacin es otra que Dios,

    adolece de perfeccin. El Jardn del Edn no careca de serpiente, y conforme a

    lo que las Escrituras nos dicen, no hay perfeccin a este lado del Sol.

    2) El Hombre, es por naturaleza creado a imagen de Dios. Dotado de un

    Intelecto puede, con la ayuda de la Gracia, conocer y amar a su Creador. La

    verdadera raison detre de cualquier civilizacin tradicional es hacer posible esta bsqueda la mayor aspiracin del Hombre. Al mismo tiempo, el Hombre est dotado de una voluntad libre y, como dicen las Escrituras, tiene una cierta

    inclinacin hacia el mal. El poder de negar la verdad y rechazar lo bello esta en

    l. Cada generacin, y de hecho cada individuo debe tomar estas opciones.

    Ningn progreso o evolucin puede cambiar la naturaleza esencial del hombre;

    de aqu se sigue que el hombre qua hombre no es perfectible, y que los sueos

    utpicos de una sociedad perfecta basada en un naturalismo organizado y en los principios llamados humanistas, son ilusorios e imposibles. Una sociedad humana justa debe tener en cuenta estos hechos y proporcionar el bienestar tanto espiritual como econmico de sus miembros. Debe, como dice S. Tomas,

    ordenar la vida de la gente de modo que les ayude a encajar en la felicidad eterna.

    Las sociedades tradicionales, siguiendo el mandato divino segn el cual debemos

    primero buscar el Reino de los Cielos, intentan aplicar principios metafsicos a las

    circunstancias contingentes. Ahora bien, toda la creacin manifiesta una relacin

    jerrquica en relacin a su Fuente. El Cielo es una sociedad jerrquica en la que cada

    categora de ngel tiene su lugar y su funcin todos juntos al unsono por la gloria de Dios que reina como Rey. El reflejo terrenal de esto se ve en la Iglesia, en el Estado, o

    en lo que un da se llam el Reino, en la familia (mi casa es mi castillo), y en cada alma individual.

    La familia es el fundamento sobre el que se construye toda sociedad, y de hecho, la

    misma palabra economa significa gobernar un hogar. El matrimonio no es un asunto civil o secular, sino un estado sagrado iniciado con ritos sagrados, y ello no es sino

    natural, ya que es dentro de esta estructura donde la gran mayora de la humanidad debe

    vivir y santificarse a s mismo. Ahora bien, la familia es una estructura jerrquica. A su

    cabeza y portando la responsabilidad sobre sus miembros, est el padre. En l reside la

    autoridad una autoridad limitada- ya que l gobierna en nombre de Dios no en el suyo propio. A l se le debe obediencia, siempre y cuando no dirija a aquellos bajo l al

    pecado. El nio, su ms preciado producto y persona igualmente valiosa que el padre a los ojos de Dios, no es de ningn modo igual que el padre como individuo. Cada miembro tiene sus tareas apropiadas, y la familia como unidad funciona mejor cuando

    todos hacen aquello que deben hacer segn lo mejor de sus cualidades. (Como dijo S.

    Pablo: pues a la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y todos los miembros no tienen la misma funcin, as nosotros, siendo muchos, somos un solo

    cuerpo en Cristo, pero cada miembro est al servicio de los otros miembros, as todos

    tenemos dones diferentes segn la gracia que nos fue dada Rom. 12:4-8) La Tradicin sostiene que la mujer encuentran su mayor dignidad dentro del hogar como

    esposa y madre siendo su ejemplo la misma Virgen Bendita. De hecho se dice que una madre que cra a sus hijos en la fe entrar en el Reino de los Cielos antes que

    cualquier filsofo, socilogo o telogo.

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    La sociedad est hecha de familias. Desde este punto de vista, y siguiendo las

    distinciones hechas por S. Tomas, los hombres, como miembros de una familia, son

    iguales como personas, pero no como individuos. Como persona, cada ser humano esta ordenado directamente a Dios, y como tal, la sociedad existe para l, esto es, debe

    servir a sus intereses espirituales y eternos, y al mismo tiempo proporcionarle los

    medios necesarios de subsistencia. Como consecuencia de su persona, tiene ciertas

    prerrogativas; el derecho a la vida, a la integridad corporal, a obtener los medios

    necesarios para la existencia; el derecho a tender hacia su meta ultima en el camino

    hacia el que Dios le llama; y el derecho de poseer y usar la propiedad. Sin embargo,

    como individuos, las personas deben servir a la sociedad o al bien comn, y una

    sociedad que sea normal o tradicional tiene el derecho de ejercer la coercin sobre l

    cuando reniega a su obligacin sin una causa. Pero si todos los hombres son iguales

    como personas, en cambio no lo son en cuanto individuos, ya que los individuos tienen

    habilidades diferentes, herencias diferentes, y por lo tanto vocaciones diferentes. No

    todos los hombres estn hechos para ser sacerdotes, y por grande que sea la santidad de

    un barrendero, su vocacin es menor que la de un carpintero. De este modo, los

    hombres como personas tienen el derecho a vivir de manera confortable dentro de su

    estacin en la vida, tienen el derecho a considerar sus hogares como sus castillos, pero como individuos no tienen el derecho a exigir que todo el mundo tenga derecho a vivir

    como un rey en un palacio. Semejante estructura de clases no se debe ver como una

    estratificacin horizontal solamente una sociedad que basa el valor del hombre en el dinero o en la habilidad de ejercer poder se desarrolla en esa lnea. Se trata ms bien de

    una estructuracin vertical, en la que cada entidad tiene acceso a lo que esta

    espiritualmente por encima y a los medios apropiados a travs de los cuales realizar su

    destino eterno.

    Dadas estas premisas, queda claro que la bsqueda de la riqueza como un fin en si

    mismo fue desaconsejada tanto por la Iglesia como por el Estado. El propsito de la

    actividad del hombre nunca fue el beneficio econmico; por ello S. Toms dijo, la necesidad de ganancia considerada en s misma no tiene lmite y tiende al infinito. S. Antonio, Obispo de Florencia en el siglo XVI, y uno de los grandes economistas de la

    Iglesia, expres bien este principio. El objeto de la ganancia -dijo- es que por medio de ella el hombre pueda proveerse a s mismo y a otros de acuerdo con su estado. El

    objeto de proveerse a s mismo y a otros es que pueda ser capaz de vivir virtuosamente.

    El objeto de la vida virtuosa es alcanzar la Gloria eterna. Todos los miembros de una sociedad tal son productivos y como tales tienen derecho a un salario justo por sus esfuerzos. Consideremos al cirujano. Ejercer su profesin por el beneficio es deleznable.

    Ejercerla por el amor a Dios es lo ideal. Pero el cirujano no es un ngel. Tiene una

    familia que mantener y debe vivir de acuerdo a su estacin en la vida. De ah se sigue

    que tiene derecho a un salario justo y adems de la caridad debe pedir por sus servicios un justo precio. Lo mismo es cierto para el carpintero y para el sacerdote. Solamente en sociedades de este tipo es en donde el fraude al trabajador esto es, la negativa a pagarle un salario justo- es considerado equivalente a un asesinato intencional; un pecado, como dira el viejo catecismo, para clamar al Cielo por la venganza en la tierra.

    De manera similar, la propiedad es poseda, o ms bien se es confiada por un sistema de

    lealtades. El siervo deba lealtad al seor y el seor al rey. Pero al rey tambin le era

    confiado su puesto, ya que l estaba all como representante de Cristo en el orden

    temporal. Cada cosa dentro de esta jerarqua poda serle despojada la confianza por la

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    autoridad espiritual o por la Iglesia, pero aqu tambin la Iglesia tena que responder

    ante Cristo por sus acciones. Es seguro que el sistema careca de perfeccin las autoridades espirituales y temporales las dos espadas como se denominaban a menudo caan en conflicto. Siendo la naturaleza humana lo que es, ello era inevitable.

    En la medida en que el bien de las almas era la principal preocupacin de ambos, estos

    problemas eran solubles, pero cuando cualquiera de los dos actuaba en base a su propia

    autoridad esto es, en su propio inters se convertan en dspotas en competicin. El principio aplica a todos los niveles. Si al hombre se le ha dado el dominio sobre la

    tierra, no es como dspota, sino como vice-regente de Dios. Por lo que refiere a la

    riqueza y muchos reyes fueron elevados a los altares de la Iglesia como santos , eso que excede lo que uno necesita para la propia estacin de la vida, tambin era algo que

    se tena confiado. Uno tena que obtenerlo honorablemente y tena que responder ante

    Dios de su uso apropiado. Esto nos puede parecer una obviedad, pero no era as para

    aquellos que crean en un Juicio Final y en la posibilidad de una estancia eterna en los

    Infiernos.

    A nivel individual, cada miembro de una sociedad tradicional es un artista, esto es, un

    hacedor de cosas por el arte. Esto era/es tan cierto para el carpintero como para el

    cirujano o el sacerdote. Bajo esas circunstancias cada hombre sigue una vocacin habitualmente hereditaria- y hace lo que ms le gusta hacer y para lo que mejor est

    dotado. Por as decir, imita a Dios en su actividad creativa; como dice S. Tomas, El arte imita la naturaleza en su forma de operar. Con esto, por supuesto, no quiso decir que el arte copia ninguna parte visible del entorno, sino que el artista trabaja, como

    deca Platn, de acuerdo a la naturaleza la madre naturaleza-. All donde prevalece esta actitud, no existe eso que se llama arte culto, todas las cosas que se hacen para ser usadas se hacen bien, y nada se hace por el mero placer esttico. En un

    sistema tal, cada artesano es intelectualmente responsable de lo que hace, y el gozo con

    el que toma su trabajo ayuda a perfeccionar el resultado. El principio medieval ora et

    labora solo se puede aplicar plenamente cuando el cuerpo y el alma de un individuo

    participa en el trabajo algo imposible en una factora -. Esto es lo que explica por qu incluso los productos ms sencillos de tales sociedades son lo suficientemente bellos

    como para agraciar nuestros museos, y porqu es intrnsecamente normal el concepto

    moderno segn el cual el placer y la as llamada cultura solo puede conseguirse en el tiempo ocioso del hombre. Los artesanos se reunan dentro de gremios que prevenan la

    competencia injusta entre sus miembros, proporcionaban fondos para los enfermos y los

    ancianos, y garantizaban la calidad del trabajo producido. De este modo, por ejemplo,

    ningn artesano poda trabajar despus del anochecer, ningn artesano poda hacerse dueo del mercado o comprar materias primas con descuento como consecuencia del tamao de su pedido, o contratar ms aprendices mientras otro artesano cualificado

    careca de suficiente trabajo. El precio con el que se cargaba los productos estaba

    tambin limitado por el principio de la justicia y la escasez nunca justificaba un

    incremento. La mayora de los artesanos se colocaban a si mismo bajo la direccin de

    un director espiritual y tomaban como modelo algn santo ejemplar.2

    El siervo o campesino tambin estaba protegido. Mientras que por una parte deba

    lealtad a su seor, por otra no poda ser forzado a tomar las armas o ser expulsado de su

    tierra por ninguna causa. Tampoco pagaba impuestos por lo que produca en sus tierras

    2 Para una exposicin ms completa sobre la naturaleza del arte y del artista, cf. Introduction to The Art of Living de Ananda Coomaraswamy. Publicado en Fons Vitae.

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    para su propio uso solamente lo que llevaba al mercado estaba sujeto a impuestos, y ello hasta niveles muy limitados que venan regulados por la costumbre. Las

    obligaciones que deba a la finca medieval, dejando a un lado el hecho de que

    indirectamente le beneficiaban a l mismo, estaban lejos de ser tan onerosas como las

    actuales cargas fiscales. La llamada liberacin de los siervos de la que hablan nuestros libros de Historia, supuso de hecho la expulsin de su tierra y la libertad para ir a la ciudad a buscar trabajo. La historia es siempre re-escrita por los vencedores.

    Cmo negociaban los mercaderes en una sociedad tal? El comercio era visto como un

    medio necesario pero peligroso de ganarse la vida. Desde el punto de vista de S. Tomas,

    estaba justificado si por medio de ello el comerciante buscaba mantener su casa o

    beneficiar a su pas. Los mercaderes tambin se congregaban en gremios cuyo propsito

    era la regulacin de prcticas y la prevencin de abusos. Teniendo esto presente, las

    actividades de los intermediarios y de los monopolizadores aquellos que compraban bienes localmente, en especial alimentos, y los acumulaban hasta poderlos

    vender con mayor beneficio estaban estrictamente prohibidas. Estas actividades entraan astucia ms que trabajo. Era una cuestin de principios el que, siempre que

    fuera posible, el campesino o el artesano tenan que vender sus productos directamente.

    El reino proporcionaba lugares de almacenaje del grano a precio de coste a fin de

    prevenir la hambruna. Pero aun as era el campesino el que almacenaba y venda su

    grano. All donde las mercancas se transportaban a comunidades distantes, el mercader

    tena derecho de aadir a su valor su mano de obra, y de nuevo se invocaba el principio

    de un justo precio. Tambin estaba controlado por ambos lados compra y venta- por las regulaciones de los gremios locales.

    Por encima de todo, estaba prohibida la usura 3

    3, y de hecho, ningn hombre culpable de

    3 Nota del Traductor: Santo Toms redefine la doctrina de la usura. Sobre la base de conceptos derivados del Derecho Romano establece una distincin entre bienes consumibles y no consumibles, y entre un prstamo y un arrendamiento. Una casa o una granja pueden rentarse porque su uso produce un usufructo o rendimiento. Bajo los trminos del contrato, el arrendador puede no solo recibir a cambio el bien rentado sino tambin el importe de la renta. No es as en el caso de un prstamo de bienes consumibles, como vino o grano, que no rinden un usufructo o rendimiento como la casa o la granja. As, si el prestador de tales bienes pide de regreso ms de lo que prest, estara pidiendo ms de lo que existe, esto es, un rendimiento ms all del proporcionado por su uso. Al hacerlo, viola la justicia. Respecto al dinero, su propsito principal, como dijo Aristteles, es servir como medio de intercambio siendo gastado o consumido. Es un bien consumible, y se prohbe al prestador de dinero pedir de regreso un exceso sobre el importe prestado, como en el caso del vino o el grano. Segn Rolan Goffin (en Vers la Tradition, Mundialismo y Subversin): [] La moneda, por ejemplo, concebida con vistas a facilitar el cambio, no debe engendrarse ella misma. Esto quiere decir, con claridad, que la usura y el inters estn prohibidos. Esta concepcin se reencontrar de manera constante hasta la Edad Media. Para Toms de Aquino, el dinero es el bien consumible; debido a este hecho, no podemos ponerle el inters ya que el dinero, en un prstamo, es devuelto . Practicar la usura sera pues pedir dos precios, uno por la propiedad y el otro por el uso; si el prestamista busca el inters desea en realidad sacar provecho del beneficio que realiza el prestatario gracias al dinero prestado; es por eso que, para los escolsticos y griegos, no podemos aprovecharnos del dinero de otro sin tener una causa. En efecto, es espiritualmente ilcito exigir un inters del dinero prestado, porque es vender algo que no existe: que venditur id quo no es; no podemos contar el uso de la cosa, separado de la cosa misma, poseer uno es poseer el otro. Si alguien quiere vender vino y el derecho a usar de este vino, vende dos veces la misma cosa, o vende algo que no exista, lo mismo ocurre cuando se trata de un prstamo, nos dice a Esteban Gilson. Cuando se le presta algo a alguien es para que se sirva de eso. Si es vino, todo lo que estamos en derecho a esperar es que nos lo devuelva, pero no que nos pague una indemnizacin por haberlo bebido (...). El dinero precisamente es una de estas cosas cuyo uso arrastra a la destruccin. El vino esta para ser bebido, el dinero para ser gastado . Pues, crear un valor

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    este pecado poda recibir cristiana sepultura. La indemnizacin era requerida incluso a

    los hijos. Como dijo el Papa Inocencio en 1139, denunciamos esa detestable y desgraciada rapacidad condenada igualmente por la ley divina y humana, por el Viejo y

    el Nuevo Testamento; esa insaciable rapacidad de los usureros, a quienes nosotros desde

    aqu los excluimos de todo consuelo eclesial los usureros deben ser considerados infames y si no se arrepienten, sern privados de cristiana sepultura. El Concilio de Letrn de 1179 reiter la prohibicin y aadi que ningn clrigo aceptar sus limosnas. La usura es, a propsito, prohibida por todas las religiones ortodoxas conocidas por el hombre. Aristteles la consideraba contraria a la naturaleza de las

    cosas. Cicern y Sneca la equipara al homicidio. Incluso los primeros protestantes

    como Lutero la condenaron. Fue Calvino con su tica Protestante del trabajo el primero

    que le dio su bendicin bajo el nombre de inters y poco despus esta sutil distincin fue aprobada por los Papas del Renacimiento.

    Qu es la usura como para que alguna vez haya sido objeto de semejante condena

    universal? La usura es la idea de que el dinero es fecundo y por tanto capaz de

    reproducirse a s mismo, ms bien que un medio de intercambio inventado por el arte del hombre con el fin de facilitar el intercambio de bienes (S. Tomas). Si el dinero es fecundo, aquel que lo presta tiene el derecho a su devolucin con un beneficio. Los

    economistas tradicionales mantenan que prestar dinero a alguien que se encontraba en

    desesperada necesidad es un acto de caridad, un acto en el que la obligacin de

    devolverlo depende de la mejora de la situacin del deudor. Forzar contractualmente la

    devolucin, tomar posesin de la casa o de la propiedad, de la necesidad de un vecino,

    era injusto. Por otro lado, el incumplimiento de la devolucin cuando se era capaz de

    ello, era considerado igualmente injusto.

    Prestar dinero a alguien que quera establecer un negocio era legtimo, ya que esto era

    considerado como una forma de asociacin en la que el prestamista comparta el riesgo y la responsabilidad y de este modo tena el derecho a participar en cualquier

    beneficio adquirido. Otras condiciones limitadas tambin se permitan. Pero prestar

    dinero sin ningn riesgo, dinero que deba devolverse con intereses independientemente

    de lo que ocurriese, era considerado usura. Por ejemplo, cuando un banco presta dinero

    sobre lo que no existe es hacer uso de un poder y de un derecho que solo Dios posee, es decir, crear algo a partir de nada - atributo divino por excelencia, ya que El slo hizo toda cosa a partir de nada - tal como nos lo ensea en Macabeos: Dios cre toda cosa a partir de nada . Recordemos que por los decretos de los papas Alejandro III y Urbano III, en los Concilios generales de Letran (1179) y de Lyon (1274), son condenados los que hacen profesin de prestar a inters. La misma condena se reencuentra reafirmada en el decreto de Gratien, la principal coleccin del derecho cannico de la Edad Media. Estas condenas devolvan a los usureros justiciables a los tribunales eclesisticos despus de los tribunales seculares; de aqu, el vigor de la desestimacin ante la nocividad espiritual y social de su nefasta prctica. En 1516, de nuevo, el Concilio de Letrn reafirmar la frmula clebre y medieval: Pecunia no parit pecuniam (el dinero no debe engendrar el dinero). Para Cajetan, precisando, profundizando en las tesis escolsticas, el inters es condenable porque hace pagar el precio del tiempo, el cual pertenece slo a Dios. Efectivamente abordamos aqu una nocin fundamental teolgica y metafsica que, por su problemtica, interesa directamente a la economa. (...) El obsequio de cada hombre queda justamente situado en su orientacin hacia un ltimo fin sobrenatural, y, precisamente, como realidad actual y relativa, con este fin, el tiempo es positivamente, y desde ahora, la manera en la que la criatura ya participa en la eternidad de Dios. Este tiempo, no es pues la propiedad del hombre sino del Creador nicamente, El secreto ntimo de los usureros, es desviar el concepto de tiempo y hacerlo el instrumento de su culpable maniobra especulativa. En esto reside el resorte oculto de las potencias financieras desde hace siglos; del que la Edad Media, por claridad teolgica, lucidez espiritual e inteligencia poltica, supo protegerse.[].

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    a un trabajador para comprarse una casa, no implica ningn riesgo, ya que el Banco es

    propietario de la casa de forma colateral. En el transcurso de treinta aos un individuo puede acabar pagando al banco de tres a cinco veces el valor de la casa. Si el prestatario

    cae en malos tiempos, el banco ejecuta la propiedad. En el mejor de los casos, un sistema semejante se lleva parte del salario justo del trabajador. Combinado con la

    excesiva propiedad y con los impuestos de transmisiones hereditarias requeridos por el

    Estado para pagar los intereses/usura sobre las deudas, la persona promedio es privada

    progresivamente de su propiedad y de su seguridad. Mientras que la economa

    tradicional fomenta la mayor distribucin posible de la propiedad, la usura lleva con el

    paso del tiempo justo a lo contrario. De este modo, ningn hombre que vive de la usura

    puede considerarse a s mismo pobre y la Iglesia una vez incluy entre las peticiones despus de la Misa el rezo de que Dios protegiera a los fieles de los usureros.

    Las sociedades tradicionales estn casi siempre organizadas alrededor de un rey/califa

    que se relaciona con su reino igual que Dios lo hace con la Creacin, como padre sobre

    su familia, y como lo hace el Corazn-Intelecto con el microcosmos individual o alma. Tanto si es designado por Dios como elegido por el hombre, el gobernador esta

    investido de una autoridad espiritual con santos oleos y con las funciones de mantener

    el orden y la armona en el reino. De este modo, resulta que la justicia es la mayor cualidad de un gobernante y su aplicacin su obligacin principal. Al derivar su

    autoridad de Dios, del cual es su representante en el plano temporal (y por lo tanto

    gobernante por Derecho Divino), sabe que todo pecado sea social o individual- es un alejamiento del orden. Por lo tanto ejerce su funcin para aplicar aquellas leyes que

    reflejan en el plano social ese orden establecido por Cristo el Logos el Dador de la Ley Universal. Como dice S. Tomas, el orden del universo, a b a r c a n d o del mismo modo las cosas naturales y voluntarias, manifiesta la Justicia de Dios. Quizs esto explica de alguna manera el odio del mundo moderno por la realeza y

    sus revolucionaros sueos de establecimiento de un novus ordo saeculorum

    A lo largo del tiempo, la Iglesia adquiri una gran cantidad de propiedades en forma de

    donaciones. Esto sin embargo no implicaba injusticia, ya que aunque los abusos existan

    de modo incuestionable, dichas tierras se sostenan confiadas al pueblo. Las

    comunidades monsticas, adems de su funcin principal de levadura espiritual,

    proporcionaban educacin gratis, fuese en agricultura, artesana o letras. Considrense

    las grandes universidades que fundaron Oxford, Cambridge, Salamanca, Paris. Considrense los hospitales que mantenan, muchos de los cuales an existen hoy en

    da. Lo suyo era el cuidado de los pobres, los ancianos y los enfermos, y la historia da

    testimonio de que hicieron esta labor mejor y a menor coste que cualquier sociedad

    moderna. Ellas, como el resto del mundo, tenan sus tierras confiadas.

    Tales son los principios que subyacen al sistema socio-econmico prevaleciente en el

    mundo occidental desde la cada de Roma hasta el final de la Edad Media. Aunque no

    crearan una sociedad perfecta siendo la naturaleza del hombre lo que es fomentaron la conservacin de los valores espirituales, la integridad de la familia y la justa

    distribucin de los bienes. Las restricciones sobre los intermediarios y sobre la banca moderna con su usura y doble contabilidad, la insistencia en la moneda de oro y plata como medio de intercambio con valor fijo, la prohibicin de la adulteracin de la moneda, y el fomento de los gremios tanto por la Iglesia como por el reinado, tendieron a crear lo que ha sido llamado sociedad distributiva, una sociedad en la que haba la mayor distribucin de la propiedad. Por qu fracas un sistema as?

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    Normalmente se dice que muri porque no funcionaba. Mostrar que ese no es el caso.

    Muri el proceso fue lento y progresivo- porque los hombres perdieron progresivamente su fe en los principios que subyacen en l. Sigamos el curso de la

    historia. QUE LE HA PASADO AL MUNDO OCCIDENTAL?

    La crisis de la Cristiandad sigui de manera cercana a los hechos acaecidos al final del

    siglo XIII. La bifurcacin del hombre a nivel filosfico introducida por Ockham se manifest de manera creciente a nivel social. A medida que la autoridad espiritual se hizo ms dbil, el espritu secular se esparci dentro y fuera de la Iglesia, y nuevas

    fuerzas pasaron a tomar el primer plano. Los detalles variaban de nacin a nacin, pero

    el patrn era el mismo. Una nueva clase de hombres comenzaron a controlar la

    estructura de poder, hombres que perseguan el poder y la riqueza por s mismas. La

    gente continuaba declarndose a s misma cristiana, pero la religin fue desplazada ms

    y ms del foro pblico se convirti en un asunto privado y tuvo cada vez menos que ver con el mundo real, el mundo en que vivan los hombres.

    Como resultado de ello, la vieja aristocracia feudal fue eliminada o cay en el

    conformismo. Uno de los primeros pasos fue el cercado de las tierras pblicas esos campos usados de manera comn por todos los miembros de la comunidad del pueblo.

    A esto le sigui rpidamente la secularizacin de las tierras monsticas, tierras que

    realmente pertenecan a la gente y que tenan depositadas en confianza a las rdenes

    religiosas. El siguiente paso fue la expulsin de los siervos de sus tierras ancestrales constituyendo de hecho la as llamada liberacin de los siervos la destruccin de sus derechos hereditarios y la expropiacin de sus propiedades. La destruccin de los

    gremios y la expropiacin de sus santuarios sus iglesias y sus fondos de seguros hicieron lo mismo. Mis afirmaciones les resultarn precisas a aquellos que estn

    familiarizados con la Historia de la Reforma en Inglaterra de William Corbet. Antes de

    la Reforma, no haba leyes de pobres en Inglaterra. Despus de la Reforma, la pobreza se hizo tan prevalerte, que durante el reinado de la Reina Isabel, si un hombre

    era declarado culpable dos veces de este crimen, era ahorcado y se ahorcaban miles!

    Los que controlaban la riqueza de la nacin pronto reemplazaron las casas gobernantes

    por sistemas democrticos dependientes de ellos, o bien persuadieron a los monarcas supervivientes para que trabajaran con ellos. Los Reyes, en otro tiempo amortiguadores

    entre los pobres y los ricos, se convirtieron en los peones de una nueva aristocracia adinerada. A medida que el xito econmico se converta en la meta del hombre, estas nuevas fuerzas buscaron maneras para aumentar an ms sus mal obtenidas ganancias.

    Esto significo dos cosas:

    (1) el control o subversin de los gobiernos, y por medio de ello, la creacin de la

    banca internacional moderna

    (2) la creacin de un proletariado y el desarrollo de las modernas tcnicas

    industriales

    Consideremos cada una de ellas.

  • 10

    Por supuesto que los bancos haban siempre existido como agencias cooperativas que

    funcionaban dentro de un marco tradicional. Eran leales al Rey; se encargaban de las

    divisas de oro y plata, y funcionan para facilitar el comercio. Cobraban una pequea

    suma por sus servicios como parte del principio de salario justo. La banca moderna sin

    embargo data del siglo XV. Mediante un sistema de doble contabilidad prestan dinero

    que no poseen con un inters usurero. Me explico. Cuando uno consigue un prstamo de

    un banco, ste coloca una cierta suma en su cuenta. Cuando uno compra herramientas y

    paga por ellas con este dinero, el banco simplemente transfiere el mismo dinero a una

    tercera cuenta. El proceso entero -y ste puede extenderse indefinidamente- no le cuesta

    al banco ms que el gasto de mantenimiento de los libros de contabilidad.

    La mayora de los bancos estn obligados por ley a cubrir este sistema de prstamos

    solamente al nivel del 10%, lo que significa que el 90% del dinero circulante solo

    consiste en cifras sobre papel por las cuales el banco cobra intereses. El nivel de reserva

    lo controlan los Bancos de las Reservas Federales, los que mediante la disminucin o

    elevacin de esta cifra controlan de manera efectiva la cantidad y el valor del dinero en

    circulacin. Los bancos no solo controlan los crditos exigiendo avales, sino a medida

    que pasa el tiempo controlan cantidades crecientes de propiedad. Los bancos pequeos

    son controlados por los bancos grandes, y estos por las denominadas instituciones de

    Reserva Federal. Estas ltimas no son bancos gubernamentales, sino instituciones privadas ligadas directamente a las finanzas internacionales. Se estima que a estas

    alturas de la historia, la deuda anual mundial a las finanzas internacionales por intereses

    y planes de jubilacin supera los 5,86 trillones de dlares, una cifra que supera el valor

    estimado anual de todos los bienes fsicos producidos por las naciones del sector

    avanzado. No es ms que una cuestin de tiempo el que llegue el da en que el dinero

    que se deba a estos poderes sea mayor que lo que vale el mundo!

    Los individuos annimos que controlan las finanzas internacionales ostentan un

    tremendo poder. No se ven a s mismos como hombres malvados sino ms bien

    utilizando este poder para crear un mundo mejor siendo definido mejor en los trminos de su propia visin personal. Mediante el control de los crditos deciden que

    parte del mundo debera producir y hacia donde debera fluir la riqueza. A travs del

    control de la educacin y de las comunicaciones moldean el pensamiento y las actitudes

    de los proletarios y de las clases medias. Proporcionando subvenciones y cargos

    profesionales, controlan la enseanza de economa en las universidades. No deben

    lealtad a ninguna nacin y de hecho estn detrs de la actual presin hacia el

    mundialismo. Llevan a cabo tratos financieros tanto con gobiernos democrticos como comunistas, y cuando se encuentran con un Estado que no coopera, no dudan en derrocarlo. Viven sin ningn cdigo moral. No responden ante ningn hombre, ni

    ciertamente mientras estn en este mundo, ante Dios. Aquellos que duden sobre este

    anlisis, haran bien en leer el libro Tragedy and Hope de Carrol Quigley.

    Sin embargo, las manipulaciones financieras no incrementan el producto nacional bruto.

    Las grandes cantidades de dinero son intiles hasta que se ponen a trabajar. Y as es

    como el sistema capitalista industrial requera dos cosas ms. A fin de maximizar los

    beneficios se requiere una fuente de mano de obra constante y barata, y maquinaria que

    pueda fabricar las cosas de forma ms barata, aunque no sea buena. Considrese la

    mano de obra: los esclavos podan trabajar en granjas, pero no eran prcticos en la

    situacin de una factora. Pero si el beneficiario no poda usar un ltigo, en cambio si

  • 11

    poda comprar o usurpar la propiedad del trabajador. El cierre de las tierras comunes, la

    liberacin de los siervos y la destruccin del sistema de gremios ya haba indicado el

    camino. Si el trabajador no tiene propiedad, esta forzado a trabajar para el propietario

    bajo pena de miseria. Y as, por la compra, por el robo, por la ley, por la fuerza, se cre

    una moderna mano de obra carente de propiedad.

    Con el fin de hacer eficiente esta mano de obra, lo que por supuesto quiere decir

    rentable, tenan que proveerse de mquinas y colocarlas en las factoras. Las mquinas no son sencillamente herramientas mejores o ms complicadas. No son

    instrumentos diseados por los trabajadores para que les ayuden a hacer cosas. Son

    justamente lo contrario, ya que son instrumentos diseados para permitir a sus

    propietarios hacer cosas en grandes cantidades a fin de hacer grandes cantidades de

    dinero, independientemente del efecto que tengan sobre los trabajadores. Aquellos que

    hayan trabajado en lneas de ensamble sea en factoras o en oficinas saben bien que la habilidad para repetir rpidamente los mismos movimientos hace del trabajador algo

    poco ms que una mquina. Se requiere agilidad, pero no destreza en el sentido de un oficio. El trabajador nunca es un artesano; no tiene ningn control sobre lo que hace, ni

    incluso sobre lo bien que se hace. No disfruta en su trabajo, sino que tiene que buscar

    placer en su tiempo libre. Trabajando por dinero en vez de por lo bueno del trabajo, es reducido a la condicin subhumana de irresponsabilidad intelectual. La factora

    agrava ms esta situacin. No importa cun limpio y confortable sea, el trabajador esta

    forzado a vivir en un ambiente ms propio de termitas que de hombres, un mundo de

    maquinaria y por lo tanto de metal, ruido, fuerzas ocultas y traicioneras; un mundo de

    incomprensibles idas y venidas una existencia similar a la de un insecto llevada a cabo en medio de la fealdad y la trivialidad sobretodo, un mundo impermeable a las realidades espirituales. Puede que el sistema alimente al trabajador, y puede incluso

    que sea rentable, pero tambin deshumaniza; como dijo Ruskin, la produccin sin arte es brutalidad.

    Quines son los proletarios? Durante la Revolucin Francesa, qued claro que all no

    haba solamente un tercer estado, sino un cuarto compuesto de aquellos que carecan de destrezas y de posesiones. En la antigua Roma, esta cuarta clase era

    nombrada despus del grupo ms miserable; hombres que carecan de toda habilidad y

    cuyo nico valor era su capacidad para producir nios, su prole. Hoy en da los

    proletarios son principalmente los trabajadores de factoras y la multitud de

    administrativos y pequeos ejecutivos del gobierno y del mundo de los negocios. Son

    hombres que carecen de destrezas y de ninguna opcin vocacional. Son forzados por la

    naturaleza de las cosas a ganarse el sustento mediante el desempeo de actos sin sentido

    en una atmsfera de fealdad y de ruido. Son, en el verdadero sentido de la palabra,

    esclavos del salario que o bien aceptan su serte o bien pasan hambre.

    La naturaleza progresiva de estas fuerzas econmicas est clara. Si se le permite continuar aparte de los ciclos dentro de ciclos que modifican el proceso acabar reducindonos finalmente a todos en proletarios sin propiedad, totalmente dependientes

    de los poderes y principados de este mundo. Todo esto ha venido a ocurrir no por una conspiracin, sino ms bien porque la codicia, bajo la apariencia de beneficio, se ha hecho respetable. Como dice Emmet Hughes, la sociedad liberal naci de un cambio decisivo una revolucin de la concepcin del hombre y de su lugar en la sociedadla estructura completa del Liberalismo encierra una concepcin autnoma y autosuficiente

    de la relacin del hombre con Dios, de su universo, de su sociedad.

  • 12

    Tawney dice lo mismo en su Religin and the Rise of Capitalism: La diferencia entre la concepcin de la sociedad como una comunidad de clases desiguales con

    funciones variadas organizadas hacia un fin comn, y una que la considera como un

    mecanismo que se autorregula a travs del juego de motivaciones econmicas.; entre la idea de que el hombre no debe aprovecharse de la necesidad del vecino, y la doctrina

    de que el amor propio del hombre es la Providencia de Dios; entre la actitud que apela a los criterios religiosos para contener los apetitos econmicos, y aquella que considera

    la conveniencia como el ultimo criterio hay un abismo que ninguna teora de la permanencia y ubicuidad de los intereses econmicos puede salvar Ms adelante seala que la teora de los apetitos econmicos es tan inmisericorde, tan propensa al auto-enaltecimiento del imperio de los intereses econmicos, que una doctrina que los

    confine en su propia esfera como siervos y no como seores de la civilizacin, podra

    razonablemente considerarse entre las obviedades elocuentes que son elemento

    permanente en cualquier sociedad. La economa tradicional podra existir solamente en una sociedad en la que los hombres no hayan aprendido a persuadirse ellos mismos de que de que la codicia es empresa, y la avaricia economa. Y es as como tenemos un sistema que, como dijo Cicern, es ms contrario a la naturaleza que la muerte, que la pobreza, que el dolor, que cualquier otro mal que pueda ocurrir a nuestros cuerpos o a

    nuestras circunstancias exteriores.

    ES ESTE UN ANALISIS MARXISTA? Aparte de ciertos paralelismos, todo esto est bien lejos del anlisis marxista. Por el

    contrario, se encuentra en las Encclicas Papales promulgadas entre 1890 y 1950 que

    delinearon los enormes males y la dominacin econmica desptica que conduca a crueles, inexorables y trgicamente duros sufrimientos para el trabajador. Los Papas de esta era tambin sealaron que la codicia de los hombres y el acusado internacionalismo financiero o imperialismo internacional, con su usura devoradora

    haba colocado un yugo de esclavitud sobre la mayor parte de la humanidad.

    Po XI lo resumi bien al afirmar que la Iglesia, habiendo estudiado el sistema econmico actual lo haba encontrado trabajando bajo el mayor de los males. Estos elementos dejan claro que la acusacin contra la Iglesia Tradicional de dar soporte al

    sistema econmico presente, es injusta e hipcrita.

    *

  • 13

    PARTE II

    QUE ES EL SOCIALISMO? Y volvemos al problema inmediato: un proletariado siempre creciente y una situacin

    econmica que deja indigente a gran parte de la humanidad. Con una ignorancia

    completa de los principios econmicos tradicionales, las instituciones religiosas y

    seculares aseguran al hombre moderno que sus nicas opciones son el sistema

    actual o el socialismo. Consideremos esta ltima opcin.

    Aparentemente hay muchos socialismos: el socialismo de Shaw, el socialismo Fabiano,

    y el nacional socialismo que defendi Mussolini, el socialismo modificado que puede

    significar cualquier cosa que desee el modificador, y el socialismo integral o Marxista que presume de no tener enemigos a la izquierda. Ahora bien, el socialismo como tal debe distinguirse del deseo sentimental de una distribucin ms justa de los

    bienes del mundo - expresin esta con la que tan frecuentemente se le etiqueta. El

    socialismo no es ni la agrupacin de individuos para compartir algunos medios de

    produccin, ni la implicacin del Estado en trabajos de carcter pblico, ya que estas

    actividades han estado con nosotros desde que comenz lo Historia. Qu tienen

    entonces en comn los distintos socialismos? La respuesta es que, aparte de crecerse

    con el grito por la justicia, todos aceptan en distintos grados el anlisis marxista del

    hombre y de la economa. Su manifestacin clsica es el comunismo o variacin

    integral, forma que existi hasta tiempos recientes en la antigua Unin Sovitica; es esta forma la que la que est siendo vendida a los sudamericanos como la solucin a sus problemas, y es precisamente esta variedad la que propagaran los telogos de la

    liberacin como el padre Gustavo Gutirrez, Leonardo Boff y Juan Luis Segundo, bajo

    la apariencia de Catolicismo puesto al da.

    Qu es entonces el socialismo integral o Marxista? Es una doctrina que brota de las ideas que cristaliz y propag la Revolucin Francesa una creencia en el progreso y en la autonoma del hombre evolutivo emparejada con la idea de su perfectibilidad en el

    plano natural. Sostiene ante nosotros la promesa de una sociedad perfecta en la que,

    gracias a la ciencia y a la industria, el trabajo ser minimizado y los hombres dispondrn

    de ocio para crear su propia cultura. Atendiendo al deseo humano por el Paraso Perdido, promete liberarnos del efecto maligno de la motivacin por el beneficio y la

    usura. La causa de estos males no es el pecado original sino la propiedad privada. De este modo, una vez desaparecida la propiedad privada, el pecado tambin desaparecer.

    De dnde obtiene el socialismo su autoridad? Por supuesto, del pueblo. Su libertad est

    limitada solamente por el contrato social, y el gobierno refleja la voluntad de la mayora. ntimamente ligada a estas ideas hay una creencia en el progreso y en la

    evolucin. La humanidad avanza inevitablemente hacia la perfeccin socialista por

    medio de una dialctica Hegeliana llamada determinismo histrico. Ser progresista y socialista son casi sinnimos dentro de la dialctica marxista. El proceso implica, segn el anlisis marxista, una lucha de clases en la que el proletariado es arrojado contra aquellos que explotan su trabajo por el beneficio. La funcin de aquellos que

  • 14

    comprenden la naturaleza de esta pseudo realidad -casi siempre los burgueses ms pobres es la de concienciar a las masas, al proletariado creciente, y llevarlos al punto de la rebelin as como a la toma de conciencia de que ellos tienen el poder y la

    habilidad de forzar un cambio y dar lugar a una sociedad perfecta.

    Se debe destacar que el socialismo y el comunismo son una misma doctrina, no siendo

    la primera sino un estadio en el camino hacia la segunda. Los excesos y crueldades

    inevitables del socialismo no pueden desestimarse como desviaciones, y de hecho los marxistas sinceros admiten que son necesarios si se quiere conseguir el resultado final -

    el fin justifica los medios. La Unin Sovitica no se consideraba a s misma una

    sociedad plenamente comunista se denominaba a si misma Unin de Repblicas Socialistas Soviticas y la perfeccin hacia la que luchaba era el comunismo.

    Si tuviramos que comer de la manzana socialista, quod absit, entonces cuando el

    estado socialista perfecto se cree, cada hombre producir de acuerdo con sus habilidades

    y recibir de acuerdo con sus necesidades. Todos los hombres sern libres, iguales,

    hermanos, y la sociedad resultante no tendr clases. No habiendo necesidad de Estado, ser abolido. La dialctica ya no funcionar ms, ya que de la perfeccin no

    puede nacer su opuesto. Mientras tanto, aparte de la inevitabilidad del proceso, la

    funcin del Estado, o de aquellos que se infiltran en el gobierno en las naciones aun

    democrticas, es conducir y coaccionar a los hombres hacia el molde necesario crear un nuevo tipo de hombre, el hombre socialista y crear un nuevo tipo de cultura bajo el lema de nuevo humanismo. Estos principios deben hacerse efectivos a nivel mundial, y toda la humanidad debe ser fundida en una sola persona globalizacin. Cualquier cosa se justifica teniendo en mente el fin ltimo. Y cuando esto se consiga, la

    paz y la plenitud reinarn en todo el mundo.

    Hay otras ideas defendidas por esta visin del mundo a las que a menudo se le resta

    importancia en partes ms atrasadas (menos progresistas) del mundo por temor de apagar a conversos potenciales. Una de las ms importantes de ellas es que el hombre socialista ya no estar orientado hacia la familia. De hecho, el amor, como todo lo

    dems, ser libre. Los nios sern criados en guarderas del Estado (en donde pueden

    ser educados de manera ms efectiva y lavados el cerebro) de modo que las mujeres puedan ser productivas fuera del hogar. Ser la comunidad y en ltima instancia el Estado los que reemplacen a la unidad familiar, y los nios se educarn para que sean

    leales y obedientes a esta entidad ms que a sus padres. Y tal cosa es solo concebible si

    la fuente de toda autoridad reside en el Estado como representante del mito del

    pueblo. Todo esto, por supuesto es llamado cientfico, por lo que los dioses de nuestra era deben ser debidamente respetados.4 Dnde encaja Dios en este cuadro? Los

    socialistas marxistas son por supuesto evolucionistas y ateos. Desde su punto de vista, la

    Religin es enemiga del progreso, del socialismo, y por tanto enemiga del pueblo. Despus de todo, cmo puede el hombre evolucionista creer en Dios? Como dijo

    Lenin: La Religin y el comunismo son incompatibles en la teora y en la prctica. All donde ellos controlan, se fomenta el atesmo con rigor. Siendo como son diestros

    maquiavlicos, y sosteniendo que el fin justifica los medios, estn perfectamente

    d ispuestos a infiltrase o a utilizar la religin para sus propios fines. As es como la

    Iglesia Ortodoxa Rusa y la teologa de la liberacin se convirtieron en gran medida en

    herramientas en sus manos.

    4 En una encuesta reciente realizada por la revista Time, sobre 20 textos utilizados en cursos prematrimoniales eran estas las ideas que precisamente se fomentaban.

  • 15

    LA TEOLOGIA DE LA LIBERACIN

    La teologa de la liberacin no es un fenmeno suramericano. Prolifera por todas las

    rdenes religiosas, especialmente entre los Jesuitas, los Maryknoll y los Padres Blancos.

    Se ensea en las universidades americanas y europeas bajo auspicios catlicos y es

    fomentada en los laicos bajo una variedad de disfraces tales como RENEW. No se

    limita a la Iglesia Catlica y es fomentada en la mayora de las denominaciones

    Protestantes, pero sobre todo por el Consejo Mundial de Iglesias. Tiene sus paralelos en

    las otras grandes religiones como el Hinduismo y el Islam. Se trata siempre de un

    intento de fusin de la ideologa Marxista con los valores religiosos ms superficiales, y

    siempre se proclama a s misma como la religin del futuro. En el presente ensayo dibujaremos la mayor parte de nuestras ilustraciones desde la escena suramericana.

    La teologa de la liberacin proclama abiertamente de s misma el ser socialismo

    Marxista. El Padre Boff nos dice sus propsitos: sustituir el sistema capitalista y moverse hacia una nueva sociedad, una sociedad de tipo socialista, y Gutirrez habla de la marcha histrica concreta en la direccin del socialismo. Ahora bien, qu significa una sociedad de tipo socialista? Significa individuos trabajando juntos para crear una sociedad ms justa? Difcilmente, ya que tal cosa ha sido el propsito de los

    hombres de buena voluntad desde tiempo inmemorial. Significa una sociedad en la que

    el gobierno pone lmites a la codicia de los ciudadanos ms avariciosos y controla

    algunos medios de produccin? Una vez ms, la respuesta debe ser no, ya que como se

    acaba de sealar, ese ha sido siempre el caso. La teologa de la liberacin significa

    mucho ms, significa la creacin de una sociedad Marxista. Tal y como nos dice el

    Primer encuentro por una Iglesia solidaria: los cristianos deben estar comprometidos personal y colectivamente en la construccin de una nueva sociedad. Esta nueva

    sociedad debe ser una sociedad sin clases en la que haya una propiedad colectiva de los

    medios de produccin. La posesin de la propiedad privada conduce inevitablemente a la opresin y de ah a la guerra de clases. La nica manera de eliminar la opresin y de

    resolver la lucha de clases es eliminar la propiedad privada. Como dice el Padre Ignacio

    Elacurria, la tarea de la Iglesia es erradicar el pecado, cuya causa es la propiedad privada.

    Y as vemos que lo que se pretende no es simplemente la puesta al da de un viejo inventario colocndole una etiqueta nueva a los bienes obsoletos sino la creacin de una nueva sociedad, o como la llama el Padre Segundo, una nueva humanidad. Seamos claros, la meta de Gutirrez es la creacin de un nuevo hombre con una nueva conciencia universaluna nueva manera de que los hombres y las mujeres sean ms humanos un ser humano que se hace cada vez ms libre de todo servilismo y se convierte en el agente de su propia suerte en la historia.

    Y cmo se consigue esto? La solucin descansa en la dialctica de la lucha de clases. Como dice el padre Gutirrez, La construccin de una sociedad diferente y de un nuevo ser humano ser autentica solo si es llevada a cabo por los propios oprimidos. Uno de los primeros pasos en este proceso es la concienciacin de las clases trabajadoras. Esto significa hacer que tomen conciencia de su poder y animarlos a

    levantarse en contra de sus opresores los ricos. El siguiente paso es que los cristianos tomen parte en la lucha de clases... La lucha de clases dice Gutirrez- es un hecho, y en estos asuntos la neutralidad es imposibleDebemos evitar estancarnos en anlisis doctrinales esto es, en un intento de tratar el problema fuera del marco de la lucha de clases. De hecho, la nica manera en la que uno puede ser un Cristiano comprometido

  • 16

    es involucrndose en la lucha de clases, ya que es en este proceso, y solo en este

    proceso, como podemos encontrar y amar a Dios el dios de la Historia que se revela a si mismo solo en la Historia. El pecado ya no es la separacin de Dios, sino la

    separacin de nuestros hermanos oprimidos. La Liberacin comienza con la batalla

    contra el orden establecido. La nueva Parusia no viene de arriba; procede del mismo

    proceso de liberacin salvfica cuyo trabajo es el de la Historia. Solo hay una manera de encontrar a Cristo en los pobres y de recibir el poder de convertirse en hijo de Dios y

    hermano del hombre, y es alistndose sincera y eficazmente en la lucha por la liberacinLa Gracia es la solidaridad del pueblo, el pecado consiste en el fracaso de la cooperacin con esa solidaridadLa solidaridad de clases vivida dentro de este conflicto es el nico medio de realizacin del imperativo Cristiano. Si esto resulta en violencia, ello es inevitable, ya que los ricos nunca rendirn su poder de buena gana. De

    hecho, el Padre Jos Miranda nos asegura que Jess fue un duro revolucionario y de forma explcita aprob y defendi el uso de la violencia. Y as encontramos telogos de la liberacin comprometidos con el anlisis marxista del proceso histrico, y de

    hecho, Gutirrez, mantiene abiertamente que el Marxismo es el denominador comn de

    todas las teologas de la liberacin. (Padre Andre-Vincent)

    Al ser un proceso histrico, la salvacin-liberacin es para todos aquellos que se enlistan sincera y eficazmente en la lucha De hecho, Gutirrez nos dice que Dios nos juzgar por nuestra capacidad de crear condiciones fraternales de vida con lo que por supuesto quiere decir socialismo revolucionario. Solo amando a la humanidad tal y como existe en la situacin histrica concreta puede el hombre conocer y amar a Dios. Pero los cristianos, a diferencia de los Marxistas, estn fallando en esto. Y as,

    siguiendo la lgica de su postura, los Marxistas estn ciertamente incluidos en el

    proceso de salvacin. Lo que resulta es un proceso que convierte los Marxistas en

    cristianos y los cristianos en Marxistas.

    Desde la perspectiva de Gutirrez, la liberacin no se limita a la esfera socio-

    econmica. Como el afirma, las aspiraciones del hombre moderno incluyen no solo la liberacin de las presiones externas busca de igual manera una liberacin interior, en una dimensin intima e individual. Quizs ahora veamos el lado profundo de la teologa de la liberacin. Continua: El (hombre) busca la liberacin no solo en el plano social, sino tambin en el plano psicolgico. Busca un interior, entendido sin embargo

    no como una evasin ideolgica de la confrontacin social o como la internalizacin de

    una situacin de dependencia. Ms bien debe ser en relacin con el mundo real de la

    psyche humana; como se entiende desde Freud. Si lo entiendo correctamente, el

    hombre liberado no sufrir ms de envidia del pene ni del complejo de Edipo!

    An estoy por encontrar un telogo de la liberacin que no crea en el progreso o en la

    evolucin. Como dice Gutirrez, distintos acontecimientos polticos han modificado profundamente la Historia. El rpido desarrollo de la ciencia y el consiguiente dominio

    de la naturaleza, el uso de nuevos instrumentos para la comprensin de la realidad

    socialhan acelerado la maduracin de la conciencia polticala historia demuestra que los logros del hombre son acumulativos y permiten el logro de aun mayores en las

    generaciones veniderashay un solo proceso de desarrollo humano definitiva e irresistiblemente asumido por Cristo. Como resultado del progreso, el hombre tambin est cambiando. El alcance de nuestro desafi radical al orden social predominante se nos escapara si no furamos conscientes del cambio que ha tenido lugar en la auto-

    comprensin del ser humano del cambio que se ha dado en el acercamiento a la verdad. Y ms: Dios se revela a Si-Mismo solamente en la Historia, y la salvacin es

  • 17

    un proceso histrico. Hay solamente una historia aadida a la evolucin de las especies,

    y en ese proceso, la gnesis de la humanidad es el eje central, una gnesis realizada a

    travs de la energa del conflicto en la lucha por la liberacin, clase contra clase. Esta

    verdad es el objeto principal de la fe.

    La culminacin de este proceso ser la aceptacin de la verdad socialista por el hombre la ruptura con un orden social de opresin y la construccin de una sociedad sin clases. Y as, Gutirrez afirma una utopa en el camino de convertirse en una realidad histrica. Y esta sociedad utpica, nos asegura, ser una era industrial y de mquinas cientficas. Cuando esto se consiga, la humanidad ser liberada. Esta es la

    praxis de la liberacin, la manifestacin de salvacin, la historia en su realidad concreta.

    Hasta aqu sobre liberacin, pero qu hay de teologa? De acuerdo con Gutirrez esta ciencia viene del pueblo, o de forma ms precisa, de la sociedad. Sostiene que la

    teologa de Santo Tomas de Aquino reflejaba la sociedad feudal medieval. Mientras que

    la teologa liberal las musas de los modernistas de la primera mitad del siglo XX refleja las ideas de la Revolucin Francesa. (En relacin a esto ltimo est obviamente

    en lo correcto). Y ahora nos promete su propia marca: un anlisis diferente de la realidad y una nueva forma de hacer teologa basado en la praxis esto es, la practica o la accin primero praxis, despus reflexin la accin pastoral de la Iglesia nos dice- no fluye como una conclusin de las premisas ms bien se refleja sobre ellasel nico futuro que tiene la teologa es el de convertirse en la teologa del futuro nuestro acercamiento es reflejar crticamente la praxis de la liberacin y no cojear tras la realidad. Afirmacin extraordinaria! La praxis de la liberacin crea la realidad y estamos obligados a derivar nuestra teologa de ella. Pero entonces, esto cabe

    esperarlo si la Iglesia brota del pueblo.

    Cmo brota la Iglesia del pueblo? La respuesta es que la historia es el locus de la revelacin. Cristo se revela a s mismo en la historia; todas las escrituras son histricas. Cristo se hizo, no hombre, sino pobre. La praxis de la liberacin es la accin transformadora adoptando la manifestacin de la accin creativa y redentora en el

    mundo y toda la humanidad. La teologa de la liberacin es solamente el discernimiento de este proceso histrico. Tiene a Dios por objeto? S, porque Dios se revela a si mismo solamente en la historia y la salvacin es un proceso histrico. No solo brota del pueblo la teologa y la Iglesia, sino tambin la virtud. Nuestra nueva visin, atenta a factores estructurales, ayudar a los Cristianos a evitar la falacia de

    proponer un cambio personal apartados de las condiciones concretas, prerrequisito

    necesario para cualquier transformacin social cambiar la estructura social y cultural es una manera de cambiar el corazn humano.

    Otro tema favorito de los telogos de la liberacin es que a travs de la Historia, la religin ha apoyado la estructura de poder del inters personal. La acusacin es falsa; de manera repetida, en los nicos momentos en los que la Iglesia ha apoyado la

    estructura de poder ha sido cuando estaba convencida, bien de que esa estructura era en

    s misma Catlica y actuaba en el mejor inters de la sociedad, bien cuando aplicaba la

    doctrina del mal menor. Apoyaron los primeros Papas que fueron encarcelados y

    martirizados la estructura de poder existente en Roma? Apoyaron los Papas de una era

    posterior el imperio Bizantino? Apoy la Iglesia que produjo un Santo Tomas Moro y

    un San Juan Fisher la estructura de poder durante la Reforma? Apoyaron los Papas Pio

    IX, Len XIII y San Po X los poderes financieros internacionales? Todo esto no se

    puede negar pero se pueden citar tambin esos ejemplos individuales de hombres que

    cayeron de su elevada vocacin como seguidores de Cristo sean los Papas del

  • 18

    Renacimiento o los obispos suramericanos que fallaron en la propagacin de las

    encclicas de Len XIII. Pero lo que ms ofensivo hace este tema particular de la

    liberacin a estos telogos, es su deseo de ver a la Iglesia apoyando los regmenes

    comunistas como los de Cuba y Nicaragua (mientras fue gobernada por los sandinistas),

    e introducir de hecho regmenes similares a lo largo del resto de Sudamrica. Uno se

    pregunta cuan agradecida estara una futura generacin de catlicos que se encontrara a

    s misma no solo bajo un rgimen socialista, sino sentados en los inevitables gulags que

    crearan.

    *

  • 19

    PARTE III CRTICA DEL SOCIALISMO Y DE LA TEOLOGA DE LA LIBERACIN

    La escritura nos ensea que la verdad nos har libres. Pero la verdad exige nuestro

    asentimiento lo cual limita nuestra libertad para escoger su contrario. Es as como S.

    Pablo nos alerta contra aquellos que prometen la libertad el hombre, mientras ellos mismos son siervos de la corrupcin y S. Tomas nos ensea que el fin que pretende el diablo es la revuelta de la criatura racional contra DiosEsta revuelta contra Dios se concibe como un fin, en la medida en que se desea bajo el pretexto de la libertad. Cuando al hombre tradicional se le ofrece libertad, recuerda bien el aviso Homrico: Cuidado con los Troyanos portando regalos. Y es as como examinaremos algunos de los preceptos bsicos sostenidos en comn tanto por el socialismo como por la teologa

    de la liberacin, recordando tambin que mientras los nombres cambian, las ideas falsas

    persisten.

    La creacin de un hombre nuevo:

    Tanto la teologa de la liberacin como el socialismo suean con crear un hombre nuevo, un nuevo humanismo y un nuevo orden social. Ahora bien la promesa de perfeccionamiento del hombre qua hombre, y del perfeccionamiento de la sociedad sin

    Dios no es otra cosa que una reformulacin de la oferta de la serpiente si comis de la manzana, seris como dioses. Solo los individuos que ven al hombre como el producto de fuerzas evolutivas pueden concebir semejante absurdo5 . Cmo es posible

    que alguien cree un hombre distinto a aquel que Dios cre, un hombre hecho a su imagen y semejanza, aun cuando libre de pecar y caer? El hombre, como el pecado,

    pede cambiar de modo, pero nuca de naturaleza. Es posible que pueda ser hecho nuevo por el lavado del Bautismo, pero incluso as, porta consigo los efectos de su cada. Ni los comunistas, ni la sociedad, ni la evolucin, pueden crear un tipo de hombre nuevo y diferente, porque quin, a fuerza de cavilar puede aadir un palmo a

    su estatura?

    El determinismo histrico es otro absurdo:

    Basndose en los falsos principios del progreso y la evolucin junto con la dialctica

    Hegeliana, se nos asegura que el futuro inevitablemente pertenece al socialismo. Todo

    se reduce a la dimensin histrica, e implcitamente se niega que el hombre tenga una

    voluntad libre. Al mismo tiempo se predica que el hombre tiene la libertad y la

    obligacin de llevar a efecto la Parusa socialista. Pero si la promesa utpica es

    inevitable, cmo es que entonces se debe usar la coercin? Porqu millones de

    personas deben ser masacrados o esclavizados en gulags, nios lavados el cerebro en

    las escuelas, y gastados millones de dlares en propaganda? Cmo es que el

    proletariado el segmento de la sociedad ms avanzado y de visin a ms largo plazo- ha de ser concienciado llevado al punto de la rebelin?

    5 N. del T.: ver el captulo dedicado a la falacia del evolucionismo en la obra de Titus Burckhardt, Ciencia Moderna y Sabidura Tradicional.

  • 20

    La lucha de clases y la rebelin es otro principio que viola tanto la doctrina cristiana

    como el sentido comn. Toda sociedad normal reconoce diferencias en las habilidades

    humanas, y existen en beneficio de todos los miembros. Cristo no vino para los

    econmicamente pobres, sino para todos los hombres, fuesen publicanos o pecadores.

    El hecho de que el segmento social proletario no haya nunca liderado o llegado a una

    revolucin, es una cuestin de hechos histricos. Al igual que aquellos que gritaron por

    la Crucifixin de Cristo, siempre ha habido herramientas en manos de los agitadores

    profesionales normalmente los burgueses escasamente educados y ms pobres. Y no es de sorprender que sus vctimas hayan sido los inocentes, y sus benefactores los

    Barrabases. La lucha de clases se ha eliminado en cierto grado en pases socialistas

    como Cuba o China. Los desgraciados trabajadores de estas tierras saben que si

    protestan sern fusilados. En todas estas naciones, el proletariado aun trabaja en

    factoras deshumanizadoras por mnimos salarios. Desposedos de toda propiedad, son

    adems privados del derecho a cambiar de trabajo, se les niega el derecho a formar

    sindicatos independientes, y se les prohbe la huelga. En ninguna de las alrededor de

    cuarenta sociedades socialistas que existieron hasta una poca reciente, se mejora la

    suerte de los trabajadores por encima de lo que exista antes de que se estableciera la dictadura del proletariado.

    La eliminacin de la propiedad privada:

    Basndose en la teora Masnica de Rousseau segn la cual la propiedad es un robo, y

    por tanto pecaminosa, los que sostienen este punto de vista olvidan que el hombre tiene

    un derecho natural a las posesiones. Como dijo Po XI, el derecho a poseer propiedad privada ha sido dado al hombre por naturaleza, por el Creador Mismo. Ni una sola lnea de las Escrituras y ni una sola afirmacin de los Padres de la Iglesia ensea que la

    propiedad privada sea intrnsecamente mala. Los primeros cristianos no eran

    comunistas. Compartan sus excedentes sin ejercer ninguna coercin y se amaban unos

    a otros independientemente de su status social. Es una cuestin de sentido comn el que

    el hombre tenga derecho a los justos frutos de su trabajo y que, si trabaja mas duro que

    su vecino, tenga derecho a recompensas mayores. Toda nacin comunista ha tenido que

    venir a dar reconocimientos y a aceptar este principio. Pero mucho ms terrible es el hecho de que un individuo privado de toda propiedad se

    convierta en un esclavo. Hace lo que le dicen que haga o se muere de hambre. Como

    dijo Po XII, la legislacin positiva, regulando la propiedad privada puede cambiar o ms o menos restringir su uso, pero si la legislacin ha de jugar su papel, debe prevenir

    que el trabajador sea condenado a la dependencia econmica y a la esclavitud, lo cual es

    irreconciliable con sus derechos como persona. En Rusia, hasta la reciente cada del orden comunista, aquellos que no hacan lo que el Partido deseaba, perdan sus trabajos,

    sus hogares, y de hecho todo ingreso. Si no eran capaces de demostrar que eran

    miembros productivos de la sociedad por un periodo de tres meses, eran declarados

    parsitos y arrestados. Una vez ocurrido esto, era en los gulags en donde aparte de ser esclavos, eran reeducados.

    Autoridad y poder en el pueblo:

    Las Escrituras nos dicen que toda autoridad proviene de Dios. Es as como aquellos que

  • 21

    detentan el poder estn obligados a hacer cumplir las leyes de Dios. El pueblo puede por

    supuesto elegir sus lderes, pero bajo el supuesto de que aquellos que sean elegidos sean

    justos y capaces, y de esta forma puedan aplicar las leyes de Dios de forma apropiada.

    Pero creer que la autoridad procede del pueblo es absurdo porque nihil agit in seipsum6.

    Los socialistas proclaman que la fuente de su autoridad es el pueblo o por lo menos el hombre que trabaja. Pero una vez en el poder se convierten inevitablemente en

    dictadores de la ms despreciable calaa. Esto es as porque el Estado/Lder que

    controla lo que la gente piensa, lee, ve, oye y accede -sin mencionar el control sobre el

    proceso electoral- es imposible que nunca represente verdaderamente a las masas. No

    creyendo en Dios o en cualquier orden moral trascendente, controlando lo que el pueblo

    piensa y despus proclamando que representa a esta misma gente, no tienen otra opcin

    que actuar como la nica fuente de autoridad. Esto tambin explica por qu han de

    destruir la familia y la religin nunca son aceptables fuentes alternativas de autoridad. La dictadura del proletariado no fue ms que un chiste malo, tal y como han demostrado los acontecimientos de los ltimos aos.

    El utopismo coercitivo es el resultado inevitable:

    La naturaleza humana no es tan maleable como quisieran estos ingenieros sociales. Y as, cuando toman el control, los comunistas se hacen coercitivos, a menudo

    concluyendo que se debe sacrificar una generacin a fin de crear un sistema ideal para

    la siguiente. Como dijo Lenin, no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos. De acuerdo con los principios socialistas, el hombre debe ser reeducado para que acepte su status proletario y carente de propiedad. Aquellos que se resistan a tales

    demandas progresistas y cientficas son colocados en campos de concentracin y sometidos a todas las tcnicas pavlovianas conocidas. Y as es como toda dictadura

    socialista la llamada dictadura del pueblo conduce al establecimiento de prisiones gulag e instituciones militares masivas. Aquellos que duden de esto deben explicar por

    qu se estima que Mao Tse Tung liquidara entre 30 y 60 millones de personas;

    porqu el Khmer Rouge bajo Pol Pot diezmara alrededor de un cuarto de la poblacin

    de Camboya o asesinara a todos los 23.661 profesores menos a 2.024, y permitiera

    sobrevivir a slo 600 de los 182.000 monjes budistas; porqu alrededor de 3.000

    Vietnamitas arriesgan la vida cada mes por abandonar su tierra en botes aun 10 aos

    despus de que se estableciera el socialismo en Vietnam. Puede que los telogos de la

    Liberacin y los socialistas desestimen estas preguntas por tratarse de lgica burguesa, pero de seguro que de las millones de vctimas que huyeron de estos parasos del trabajador no son todas perros capitalistas. Que le pregunten a Solzhenitsin.

    La sociedad sin clases:

    Una sociedad en la que la se ignoran o se destruyen la diversidad de cualificaciones y de

    aptitudes hereditarias, en la que todos son reducidos al nivel de proletarios sin

    propiedad, es una monstruosidad y un absurdo. Incluso si gracias al progreso y a la

    industria los bienes son sobreabundantes y el trabajo se reduce al mnimo, algn trabajo

    tendra que realizarse. Quin limpiar las letrinas y quien extraer el carbn? Quin

    decidir por cuanto tiempo y en qu tarea debamos trabajar cada uno? Por qu es en las

    sociedades socialistas que proclaman ir hacia el Estado utpico, en donde se refuerza la

    6 Nada acta sobre a si mismo.

  • 22

    ms vil estructura de clases la de los miembros del partido? Y por qu esta lite la de los percusores de una nueva sociedad tiene escuelas, casas, hospitales y tiendas diferentes, no accesibles al proletariado? Los telogos de la Liberacin nos vendrn a

    aclarar que en esta sociedad de clases perfecta una sociedad en la que los hombres ya no tendrn que luchar para ser perfectos como nuestro Padre que est en el Cielo es

    perfecto - no habr sitio ni, de hecho, necesidad de sacerdotes. A pesar de que incluso

    los utpicos ms extremistas no suean con la eliminacin de la vejez, la enfermedad, el

    sufrimiento y la muerte, a la humanidad no se le permitirn ya los Sacramentos ni las

    consolaciones de la religin. Claramente, el sueo Teilhardiano de llevar a la

    humanidad al punto omega, nos conducir a la noosfera. CONCLUSIN

    Los sistemas socioeconmicos reflejan invariablemente las premisas filosficas sobre las

    que se basan. La economa tradicional era esttica, teocntrica y sagrada por naturaleza,

    as como basada en la metafsica trascendente. El comunismo, no teniendo enemigos a la izquierda, es el punto final y la inversin completa. Lo contempla todo a la luz del determinismo histrico; en palabras de Marx, se proclama que el hombre es el nico ser

    supremo para el hombre; es secularmente paciente, y se funda en la verdadera negacin

    de la metafsica. Es de hecho una contra-religin que ofrece a sus vctimas una falsa fe, una falsa esperanza, y una falsa caridad. Es un Evangelio del Diablo. Desafortunadamente, cuanto ms se separa el hombre moderno de sus creencias

    tradicionales, cuanto ms acepta los falsos opios del progreso y de la evolucin, cuanto ms se ve a s mismo como un animal econmico y psicolgico separado de la

    inteligencia superior y de la voluntad libre, tanto ms atractiva le resulta la manzana

    marxista.

    El comunismo no es la anttesis dialctica del capitalismo, sino ms bien su

    consecuencia lgica y su objetivo ltimo. Al compartir puntos de vista similares en

    relacin a la naturaleza del hombre y de la realidad, es capaz de potenciar con

    rigor las metodologas desarrolladas por su pariente. Se nos promete que la Humanidad, hoy en da cada vez ms esclava de la economa, en el maana ser

    totalmente servida por el estado econmico futuro. La razn por la que el mundo

    Occidental, llamado mundo democrtico, aun proporciona a la humanidad una mdica seguridad y libertad no es tanto porque haya progresado lejos hacia la izquierda, sino

    porque no se ha divorciado totalmente de las races tradicionales.

    Los lderes religiosos, seducidos por el espritu de los tiempos y abogando por un aggiornamento entre los valores religiosos y la ideacin socialista son verdaderamente

    lobos disfrazados de ovejas. No importa cun bienintencionadas sean, sus acciones solo

    pueden conducir al crecimiento del sufrimiento de los indigentes y de los miembros

    desarraigados de la sociedad, as como a la alineacin del hombre. Los esclavos de la

    utopa futura no sentirn ms que odio y desprecio hacia los responsables de su

    seduccin. La idea de que la Iglesia apoyara un pice de este proceso, linda con la blasfemia. Y as, la Iglesia tradicional, hablando a travs de la boca de Po XI calific al

    socialismo y al comunismo de intrnsecamente maligno y de absolutamente contrario la ley natural en s misma, debido a como Po IX dijo- una vez adoptado, destruir completamente los derechos, las propiedades y las posesiones de los hombres enfermos;

  • 23

    e incluso a la sociedad en s misma. El Papa Len XIII, que ciertamente no era un enemigo del hombre trabajador, lo llam plaga mortal, que insina hasta la misma medula las sociedad humanas con el fin de llevarlas a su ruina. Po XI tan cerca como en 1937 lo llam pseudo ideal de justicia, igualdad y fraternidad, y aadi que nadie que salvara la civilizacin cristiana colaborara con l en ninguna empresa en absoluto.

    Si la humanidad debe tener un grado mdico de seguridad y justicia en este mundo, debe

    volver una vez ms a los principios racionales sobre los que se basaban las sociedades

    tradicionales. Esto no significa que debamos volver a las estructuras socio- econmicas

    Medievales, sino que debemos estudiar y aplicar de nuevo los principios metafsicos con

    formas nuevas y eficaces. Se pueden introducir reformas monetarias que limiten la

    usura y alejen el acuamiento de la moneda de los bancos. Las estructuras fiscales se

    pueden modificar con el fin de que fomenten lo ms posible la distribucin de la

    propiedad, y que alimenten no el conflicto de clases sino la cooperacin entre

    propietarios y empleados. Los medios de produccin pueden ser devueltos a los

    trabajadores. De ningn modo es difcil evitar el uso de la tierra para el cultivo

    exclusivo lo cual beneficia solamente a un nmero pequeo de individuos, ni adaptar la

    tecnologa agraria moderna a las pequeas granjas de modo que cada nacin produzca

    ms que suficiente para su pueblo. Ms all de esto, el hombre debe ser reeducado no con tcnicas Pavlovianas- sino por medio de la razn, con el fin de que desee hacer solo

    aquellas cosas que sean necesarias y merecedoras de ser creadas. Sobre todo, el hombre

    debe aprender una vez ms lo que es, y porqu fue creado. Finalmente, los cristianos

    que rezan por que el Reino de Dios venga sobre la tierra, deberan reconocer que tal

    cosa nunca ocurrir hasta que Dios reine en nuestros corazones, en nuestras familias, y

    por extensin, en la sociedad.

    *

  • 24

    UN COMENATRIO SOBRE LAS RAICES DE LA TEOLOGIA DE LA

    LIBERACIN

    Desafortunadamente, los telogos de la liberacin, y los socialistas en general, pueden

    encontrar mucho que apoye sus actitudes en las posiciones adoptadas por la Iglesia post-

    Conciliar. El Vaticano II no solo dio su sello de aprobacin a los falsos conceptos de la

    evolucin y el progreso, sino que tambin promovi la idea de que la salvacin era un

    proceso histrico y comunitario. Es as como defendi el desarrollo de un nuevo humanismo y la unidad de todos los hombres bajo el ttulo de la unidad del Pueblo de Dios. Ms all de esto defendi una sana socializacin hacia la que el hombre inevitablemente progresaba, y neg, a pesar de las peticiones de unos 400 padres,

    condenar el comunismo. Juan XXIII dej absolutamente clara la posicin post-conciliar

    al afirmar que la Iglesia no es una presa contra el socialismo, y ms adelante subray en su primera Encclica que en la medida en que todos los hombres son iguales por razn de su dignidad natural, no hay comunidades que sean superiores por naturaleza y

    ninguna que sea inferior por naturaleza. Todas las comunidades polticas tienen la

    misma dignidad natural desde el momento en que son cuerpos cuyos miembros son

    estos mismos seres humanos. Sin duda la izquierda estaba encantada.

    Pablo VI sostuvo puntos de vista similares. Fue casi efusivo en su alabanza tanto de

    China como de Cuba. Como dijo en la audiencia especial en Abril de 1976, el mundo marchar irresistiblemente hacia el nuevo orden y el nuevo hombre que todos

    anhelamos. Cuba har su parte, alegre, en esta gran empresa conjunta Juan Pablo II ha criticado ocasionalmente los excesos del comunismo como tal. Uno de sus primeros

    actos despus de su eleccin fue el renombramiento del Cardenal Caseroli el originador del dtente [distensin] y de su Secretario de Estado. En su encclica Laborem Exercens, habla con aprobacin de la socializacin satisfactoria, y en su discurso en Puebla, afirm pblicamente que no tena ninguna objecin a la

    expropiacin de la propiedad privada, siempre que se llevara a cabo correctamente. Uno debe preguntar, cundo fue llevada a cabo incorrectamente. Ciertamente no fue en

    Polonia en donde la Iglesia perdi todas sus escuelas, colegios y hospitales los regalos de los fieles ya que el Cardenal Wyszynski afirm en aquellos momentos que en un pas comunista la Iglesia deba renunciar a sus derechos sobre la propiedad privada. Para que no quedara ninguna duda, le dijo sin rodeos al Arzobispo Romero antes de su

    muerte que la Iglesia su Iglesia no era anticomunista.

    Se ha escrito mucho sobre las recientes condenas de la teologa de la liberacin por

    parte del Vaticano. Debe quedar claro que el socialismo como tal nunca ha sido

    condenado, sino solo ciertos aspectos de su doctrina vil y anticristiana. Especficamente

    han sido:

    (1) el intento de reemplazar a Cristo por la elevacin de las clases sociales, o de

    colocar a los pobres en el centro de la Cristiandad

    (2) la des-divinizacin de Cristo haciendo de l no el Hijo nico de Dios, sino un

    modelo ejemplar de revolucionario poltico

    (3) la apelacin a la lucha de clases y a la violencia, lo cual es visto como una

    dificultad para la unificacin de todos los Cristianos. (4) objecin a la horizontalizacin de las escrituras interpretndolas solamente

    al nivel socio econmico

    (5) ataques sobre la estructura jerrquica de la Iglesia.

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    Mientras que uno puede alabar semejantes crticas, est claro que es un clsico caso de

    ataque a los sntomas y no a la enfermedad.

    * *

    *