¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA SOLIDARIA? ¿HABLAMOS DE … · ¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA...

15
Fundación Madres de Plaza de Mayo Número 1 ◘ Enero 2010 Nota teórica ¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA SOLIDARIA? ¿HABLAMOS DE LO MISMO? Reflexionemos ¿QUE SE COMPRA Y VENDE EN EL MERCADO DE TRABAJO? Políticas Sociales EL PROGRAMA DE TRABAJO AUTOGESTIONADO Expresiones populares MURALES DE LA GRAFICA PATRICIOS Experiencia Argentina FRIGOCARNE Experiencia Latinoamericana EL CEIBO, UNA EXPERIENCIA DE BOLIVIA Servicios CONSEJOS, NOTICIAS. FERIA VIRTUAL DE EMPRENDIMIENTOS DE LA ECONOMIA SOCIAL • BASE DE PROGRAMAS DE LA ECONOMIA SOCIAL •

Transcript of ¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA SOLIDARIA? ¿HABLAMOS DE … · ¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA...

Fundación Madres de Plaza de Mayo

Número 1 ◘ Enero 2010

Nota teórica¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA SOLIDARIA? ¿HABLAMOS DE LO MISMO?

Reflexionemos¿QUE SE COMPRA Y VENDE EN EL MERCADO DE TRABAJO?

Políticas SocialesEL PROGRAMA DE TRABAJO AUTOGESTIONADO

Expresiones popularesMURALES DE LA GRAfICA PATRICIOS

Experiencia ArgentinafRIGOCARNE

Experiencia LatinoamericanaEL CEIBO, UNA EXPERIENCIA DE BOLIVIA

ServiciosCONSEJOS, NOTICIAS.

FERIA VIRTUAL DE EMPRENDIMIENTOS DE LA ECONOMIA SOCIAL •BASE DE PROGRAMAS DE LA ECONOMIA SOCIAL •

pág. 2Número 1 Enero 2010

Cuando pusimos en marcha el CEMoP, seis meses atrás, nos propusimos elaborar un boletín sobre la economía social que sirviera a los movimientos populares en el desarrollo de sus experiencias cotidianas y en sus prácticas transformadoras.

Nos preguntábamos entonces, y aún hoy lo seguimos hacien-do, acerca del carácter del boletín, de los mejores temas a in-cluir, de los servicios que podríamos prestar, para que pudiera ser una herramienta efectiva y dinámica a ser utilizada por las organizaciones sociales para la consolidación de sus experien-cias y prácticas que, no tenemos ninguna duda, contribuyen fuertemente al empoderamiento de los sectores populares.

Partimos de conocer una variedad de experiencias de una gran riqueza, que se desarrollan a lo largo y a lo ancho del país y de nuestro continente. Compañeras y compañeros que llevan adelante distintos emprendimientos productivos, actuando en un gran espectro de sectores económicos y bajo distintas modalidades jurídicas, rescatan y ponen en acción, conscien-te o inconscientemente, los principios que rigen la economía social: solidaridad, participación democrática, respeto mutuo, reciprocidad, justicia distributiva y responsabilidad, y aportan a la sociedad aquello que la empresa capitalista, regida sólo por su afán de rentabilidad, deja de lado: respeto y cuidado ambiental, determinación justa del precio de los bienes y ser-vicios producidos y sobre todo la consideración de la dignidad del ser humano.

Pero también, esas compañeras y compañeros, deben enfrentar cotidianamente un sinnúmero de dificultades. Así, la supera-ción de la informalidad laboral, la falta de financiamiento ade-cuado, las imprecisiones o ausencias en materia jurídica, las dificultades de comercialización y de acceso a la información de los mercados, la imposibilidad de contar con asesoramiento técnico y de capacitación, son la moneda corriente que deben enfrentar. Por eso, entendemos que el Estado debe ser un actor fundamental en la promoción y desarrollo de estas nuevas formas económicas y sociales, ya que no constituyen solamente expresiones de la lucha de los sectores populares por salir de la marginalidad y constituir nuevos lazos socia-les, sino que, en un marco de políticas adecuadas pueden generar un gran espacio de producción y acumulación ale-jados de la lógica capitalista.

Es en línea con estas ideas que hoy presentamos el primer número del Boletín Digital de la Economía Popular, que será de publicación bimensual y que tiene como finalidad abrir un espacio donde, a través del conocimiento de los problemas económicos, y de las experiencias de Argentina

y Latinoamérica, podamos reflexionar sobre las prácticas inherentes a estas nuevas realidades, dar cuenta de su en-vergadura, límites y alcances y de su importancia en la economía para la sociedad toda, destacando su vinculación con el desarrollo económico local.

En este número incorporamos en primer lugar, algunas re-flexiones relativas al significado y alcance de la economía so-cial. Luego, un análisis del mercado de trabajo, destacando los aportes que puede realizar la economía social y los límites que se le presentan.

La voz de los protagonistas tendrá un rol central. Presentare-mos emprendimientos exitosos que puedan ser tomados como referencias organizativas y de gestión para nuevas concrecio-nes. En este número se relatan las actividades que desarrolla Frigocarne, cooperativa de trabajadores sin patrón, que ges-tiona exitosamente un frigorífico recuperado, y una experien-cia cooperativa de productores de cacao en Bolivia, conocida como Central El Ceibo.

Consideramos de mucha importancia poder aportar a la solu-ción de los problemas prácticos que enfrentan las organizacio-nes sociales que llevan adelante los emprendimientos, por eso, incorporamos una sección de servicios conteniendo dos bases de datos, las que se irán actualizando con la incorporación de más información :

Feria Virtual1. , un mapa de Emprendimientos y Produccio-nes que tiene por objetivo construir una red de comercio virtual, que viabilice la oferta y demanda de los bienes y servicios producidos por emprendimientos de la econo-mía social. Programas del Estado para apoyar a la Economía Po-2. pular, que dará a conocer los programas que hoy existen en la órbita pública para brindar asistencia técnica, capaci-tación y financiamiento de emprendimientos productivos.

Sabemos que lo que nos proponemos es ambicioso y que solo en forma interactiva entre el CEMoP y nuestros lectores po-dremos avanzar en los objetivos que nos estamos proponiendo. Por eso, te invitamos a recorrerlo y acompañarnos con inquie-tudes y propuestas.

Felisa MiceliDirectora del CEMoP

EDITORIAL

pág. 3Número 1 Enero 2010

NOTA TEORICA

El término Economía Social es uti-lizado como sinónimo de tercer sector, de economía popular o solidaria. Sin embargo, existen diferencias entre estos conceptos e incluso entre lo que cada corriente ideológica piensa cuando se re-fiere a ella. Este debate también se pre-senta a la hora de definir quiénes, y qué proyectos se encuadran dentro de cada categoría. Con el objetivo de realizar un aporte a esta discusión, presentaremos tres visiones sobre la economía social para luego ubicar nuestra posición.

Una primera acepción es aquella que

piensa a la economía social como un ter-cer sector, una esfera que no correspon-de a lo privado ni a lo público, donde se encuentran las organizaciones de la so-ciedad civil. Esta definición plantea para los neoliberales la posibilidad de des-mantelar las políticas públicas, y traspa-sarlas al mercado y a las organizaciones de la sociedad civil. Esta transformación parte de la concepción de que cualquier intervención del Estado será ineficiente. El problema aquí radica en colocar de-rechos de los ciudadanos en una visión asistencialista, en un lugar de ayuda. Se plantea así una economía para los pobres, para aliviar la pobreza de un subgrupo.

Una segunda definición, es la ligada a la tradición Europea. Esta determina a las organizaciones de la economía social a través de su forma jurídica, es decir, sólo

incluye a las cooperativas y mutuales. Esta interpretación es insuficiente para describir la realidad de las experiencias de Argentina y de América Latina en ge-neral, por la diversidad de experiencias existentes como la producción comunita-ria, el trabajo autogestivo, etc.

Una última concepción de Eco-nomía Social, que comparten varios au-tores latinoamericanos, se define por su crítica a la economía capitalista, y por su lógica de producción que responde a la reproducción ampliada de la vida de todos. Necesariamente se centra en el trabajo, el medio ambiente, la redistri-bución, la democracia y es contraria a la centralidad unívoca de la acumulación capitalista. Nace desde la Economía Po-pular, que es el subsistema de la econo-mía capitalista donde se encuentra toda la producción que permite la reproduc-ción de la vida de los trabajadores.

Entre los autores de esta corriente, podemos mencionar a Coraggio, de Ar-gentina, para quién la Economía Social es una práctica de construcción cons-ciente de otra economía y otra sociedad, una transición desde el sistema capitalis-ta actual hacia la Economía del Trabajo. Otro autor, es Razetto, de Chile, quien plantea una Economía de la Solidaridad definiéndola así por encontrarse atrave-sada por ésta. El autor no se refiere a una ayuda externa, o impuesta, que llega des-

de afuera del grupo como una forma de asistencia. Se refiere a una economía que construye, produce, distribuye y consu-me en solidaridad.

Nuestra definición se encuadra bajo

esta última concepción, donde existe una gran variedad de formas de organización entre las que se encuentran: el trabajo autogestivo, los emprendimientos fa-miliares, cooperativas, asociaciones de producción y de consumo, de coalición del poder de compra, de construcción de mercados como las redes de trueque, ferias, etc. No sólo nos referimos a em-presas de producción de bienes sino tam-bién de espacios de formación como las escuelas autogestivas, los bachilleratos populares, o culturales como las radios comunitarias y demás medios alternati-vos, y las entidades de recreación y ocio como los clubes, espacios teatrales, etc.

Estas experiencias conviven, interac-túan e imponen condiciones a la econo-mía capitalista y al Estado. Constituyen un cúmulo de experiencias que hoy se de-sarrollan y que se encuentran en constante reconstrucción, transformación y contra-dicción, con actores que van aprendiendo en la construcción, que van disputando espacios, y poder a la economía capitalis-ta. Experiencias donde los actores socia-les colectivos se van constituyendo en el mismo proceso, van interactuando y van construyendo poder popular.

¿ECONOMIA SOCIAL? ¿ECONOMIA SOLIDARIA? ¿HABLAMOS DE LO MISMO?

pág. 4Número 1 Enero 2010

REfLEXIONEMOS

¿QUE SE COMPRA Y VENDE EN EL MERCADO DE TRABAJO?

El problema del desempleo está en la agenda de todos los países del mundo. Los de-bates giran en torno a problemas de demanda y de oferta, pero no queda claro que es lo que se intercambia en ese mercado. En este artículo indagamos sobre qué se inter-cambia en él, las transformaciones que han ocurrido y el rol de la economía social.

¿Qué es el mercado de trabajo?

En los mercados se intercambian, compran y venden cosas, objetos, bienes. Siguiendo ese razonamiento, cuando se habla del mercado de trabajo nos estaríamos refiriendo al trabajo como una cosa más a comprar y vender. El problema es que esta cosa no está disociada de quién la produce, que es el traba-jador. Es por esto, que no puede ser manipulada o dejarse ocio-sa sin afectar a la persona que la posee, ya sea en su integridad física y/o psíquica. Así, si pensamos en un exceso de oferta en cualquier mercado, es decir cuando se produce de más, suele ocurrir que el mercado decida almacenarla, venderla a menor precio o dejar de producirla. En el caso del trabajo, estamos hablando de desempleo masivo, precarización laboral, po-breza e indigencia, es por esto que no podemos dejar que el trabajo quede a merced del mercado.

HACIENDO HISTORIA ¿Que pasó con el trabajo en los últimos 30 años?

A partir de los años `60 aparecen nuevas tecnologías que transforman la manera de producir de las empresas. Esto ocasio-na, por un lado, que se requieran menos trabajadores para rea-lizar la misma producción y, por otro, que las empresas puedan particionar la producción para especializarse solo en una parte.

Esta especialización tiene como objetivo reducir los costos, la empresa subcontratará a tercerizará una tarea otra siempre que esto le implique un gasto menor que hacerlo ella misma. Por lo general, la subcontración se hace con empresas más pequeñas que mantienen su competitividad a través de reducir sus cos-tos laborales, es decir peores condiciones para los trabajado-res. Asi podemos entender el surgimiento de reclamos como

el que realizaron los empleados de limpieza y seguridad del subterráneo durante el 2005, quienes pertenecen a una empresa subcontratada por Metrovías para prestar esos servicios, para que los incorporaran al convenio de la UTA1, dado que esto les implicaba mejor sueldo y trabajar seis horas diarias como el resto de los trabajadores de los subterráneos.

Este proceso de tercerización se da a escala mundial, así la empresa puede importar parte de la producción que antes realiza-ba. Incluso, la misma empresa podrá relocalizar parte de su pro-ducción en cualquier lugar del mundo, situación que pone a los países a competir por la inversión a través de medidas como: la reducción de costos laborales, rebajas en los impuestos, etc.

1- Unión Tranviarios Automotor.

pág. 5Número 1 Enero 2010

Esta estrategia de las empresas incrementa la informalidad (empleos sin coberturas sociales, sin protección laboral, ni sin-dical) y la precarización laboral (contratos sin estabilidad, de corta duración, y relaciones de autogestión obligadas, como es la exigencia del monotributo). Aparecen así fenómenos como la maquila2 en México, donde los trabajadores se encuentran en condiciones de máxima precariedad e informalidad cumpliendo funciones para empresas de primera línea de Estados Unidos.

Esta situación, además, desarticula la organización obrera. Los sindicatos se ven debilitados, por un lado, porque una parte de los obreros ya no pertenece a los sindicatos de las empresas donde realiza sus tareas debido a la subcontratación, y por el otro, por los altos índices de informalidad es decir trabajo en negro. A esta situación, se le suma el hecho de que los obreros de una misma empresa se encuentran diseminados por el mundo.

La introducción de estos cambios en el mundo del trabajo requirió de la desarticulación de las organizaciones obreras y de cualquier ley de protección de los trabajadores. En Ar-gentina, este proceso de deterioro se llevó a cabo a partir del golpe militar del `76.

2- Maquila, es una empresa que importa materiales sin pagar aranceles, siendo su producto uno que no se va a comercializar en el país, donde entre sus carac-terísticas principales están las malas condiciones de los trabajadores.3- PBI, Producto Bruto Interno.4- Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

¿Qué pasó en Argentina ? El mercado laboral argentino entró, a mediados de los ̀ 70,

en un proceso de transformación permanente a partir de la aplicación de medidas neoliberales establecidas por la dic-tadura militar. En este período, se abandonó el sistema de incentivos y protección a la industria nacional, y comenzó la promoción de productos importados de todo tipo. El objetivo era abandonar una supuesta industria ineficiente y moderni-zarla a través de la necesidad, de los productores argentinos, de competir con las importaciones. El resultado fue la quiebra masiva de empresas nacionales, el aumento del desempleo y la ampliación del sector informal.

A partir de los ‘90, se profundizaron las medidas neoli-

berales, y como parte de èstas la apertura comercial. Como consecuencia, se perdió una parte importante del aporte que hacía el sector industrial al PBI3, y aparece una creciente participación del sector de servicios. Este nuevo esquema se caracterizó por su menor capacidad de generar puestos de trabajo, dado que los creados por el sector de servicios, no pudieron compensar a aquellos perdidos por el cierre de fá-bricas nacionales.

La estrategia de especialización productiva, descrita en el apartado anterior, en nuestro país, se basó en un gran componente de importaciones. Esto significó que muchos bienes que se compraban a productores argentinos pasó a importarse; esto trasladó al resto del mundo la capacidad de generar empleo.

Entre 1984 y 1993, la industria argentina expulsó el 27%

de los asalariados, según datos de CEPAL4. Esta reducción

de la capacidad para generar empleo también se plasmó en una reducción del mercado interno, es decir, la capacidad de compra de los trabajadores argentinos.

La modernización enfatizó la necesidad de reducir el Es-tado, así se suceden masivas privatizaciones durante los `90 a empresas de electricidad, ferrocarriles, comunicaciones, etc. Las privatizaciones se acompañaron de despidos y retiros vo-luntarios, que en el caso de estos últimos tenían como incen-tivo indemnizaciones que tiempo después dejaban al obrero ante el desempleo y con pocas posibilidades de reinsertarse.

Durante esta década la estrategia del gobierno para pro-

moción del empleo se basó en la flexibilización laboral.

LA FLEXIBILIZACION EN LEYESComenzó con la sanción de La Ley Nacional de Empleo en 1991, en ella se promocionó la modalidad de contrato por tiempo determinado, como los contratos de prueba por períodos de un año o las pasantías. Se sumaron a ésta, las leyes de flexibilidad interna que otorgaron al empleador la capacidad de modificar la jornada laboral, la organización del trabajo y la forma de pagar los sueldos. Así también, se registró en esta década un cambio en la composición de las negociaciones laborales, la gran mayoría de los acuerdos y convenios fueron a nivel empresa, es decir entre la empresa y sus trabajadores y ya no a nivel de la rama industrial a la que pertenecían, situación que debilitó la posición de los obreros. Todas estas medidas profundizaron la ya desmejo-rada situación de los trabajadores.

pág. 6Número 1 Enero 2010

5- Refiriéndonos por Plan de Convertibilidad al aplicado por Domingo Cavallo que como medida central tenía la equiparación de un peso = un dólar.6- Según datos IPC del INDEC con base año 2008.

La consecuencia principal de estas políticas fue la pér-dida de la relación entre crecimiento económico del país y el bienestar de los trabajadores. Es decir, el crecimiento económico registrado en la década del `90 no se tradujo en un crecimiento de la demanda de empleo sino que en expulsión del mercado laboral y el consecuente deterioro de las condi-ciones de vida de los trabajadores.

¿Qué pasa hoy con el trabajo en la Argentina?

A partir del año 1998 comenzó a verse el agotamiento del Plan de Convertibilidad5. Luego de siete semestres de estancamiento el país ingresó en una profunda crisis económica, social y políti-ca que estalló en el año 2001. La salida de la convertibilidad fue acompañada por una fuerte devaluación del peso, y por la paupe-rización de la población con niveles de pobreza que alcanzan al 57,5% de la población y de indigencia al 27,5%.

Posterior a la crisis, entre el primer semestre de 2002 y el se-

gundo de 2006 se registró un período de crecimiento económico del 41%, según datos CEPAL. Este nuevo régimen de acumula-ción proveyó un tipo de cambio alto, competitivo, que favoreció la recuperación del aparato productivo y consecuentemente la capacidad de generar empleo. Reapareció, así, la relación entre crecimiento económico y empleo, y fue en ese período donde las pequeñas y medianas empresas cumplieron un rol protagónico en la generación de nuevos puestos de trabajo.

La tasa de empleo entre 2003 – 2008 muestra un aumento acumulado de 14,84%, donde presentan mayor crecimiento el empleo a mujeres y jóvenes, que integran las franjas más vul-nerables en términos de desocupación.

Desde el gobierno se retomaron las políticas de salario mí-nimo, que constituyen el piso de las remuneraciones, las cuales después de haber permanecido en $200 hasta 2003, treparon a $1240 en 2008 que en términos reales seria $833,676. Como así también, se retoman las negociaciones colectivas, se regis-traron 380 acuerdos y convenios colectivos en el Ministerio de trabajo en el 2003 creciendo hasta 1231 en 2008.

Si bien es indiscutible la recuperación del empleo y la dismi-nución de la pobreza e indigencia, en relación a lo alcanzado du-rante la crisis del 2001, es innegable la necesidad de profundizar la reversión de esos procesos. Además de la necesaria regulación del Estado en resguardo del bienestar de los trabajadores, es impres-cindible la búsqueda de formas de producción con una lógica que no tenga como único eje la maximización de las ganancias.

¿Qué aportes puede hacer la Economía Social al mercado de trabajo?

En esta búsqueda de otras formas de producción el apor-te que puede hacer la economía social ya se observa en la práctica, pues son numerosas las experiencias existentes. Podemos mencionar las fábricas recuperadas por cooperativas de trabajo, las radios comunitarias, las escuelas de gestión social, los proyectos comunitarios, los emprendimientos autogestivos, las asociaciones civiles y los proyectos culturales que son algunas de las experiencias del amplio universo de la economía social.

Es así como estas experiencias participan en la creación de puestos de trabajo. Por un lado, porque la mayoría son peque-ñas y medianas empresas que tienen una mayor capacidad de generarlos. Por otro, debido a su centralidad en el trabajo, en momentos de ajuste éste no recae sobre la cantidad de trabaja-dores, y en momentos de crecimiento el excedente es destinado a la creación de nuevos puestos de trabajo y no a la acumula-ción de ganancias.

Son experiencias que nacen en el barrio, la ciudad, el pue-

blo produciendo desarrollo local, y en las que existe desarrollo democrático por la necesaria participación de los trabajadores. Esto combina el interés local con el desarrollo participativo de la producción. En consecuencia, son capaces de volver a generar las cadenas virtuosas de empleo e incluso potenciarlas, es decir que la empresa no solo genera trabajo para los obreros que parti-cipan en ella sino también para el lugar donde se desarrolla.

Por otro lado, este tipo de producción democrática y cen-

trada en el trabajo, devuelve el protagonismo al trabajador, recuperando la capacidad creativa del trabajo. La mayoría de estas experiencias llevan adelante constantes procesos de ca-lificación y formación del trabajador. Esta práctica se da de diversas maneras: desde la organización de las tareas en forma

¿Y EL TRABAJO EN NEGRO?A efectos de reducir el empleo informal, el Ministerio de Trabajo en conjunto con AFIP y ANSES, simplificaron el registro de trabajadores y ampliaron la supervisión del cumplimiento de las normativas de protección al empleo en blanco. En la misma línea, se sancionó una ley especial para las actividades más vulnerables como el servicio do-méstico y el empleo rural. En este último además se regula-rizó la jornada laboral a 8 horas y a 48 semanales, que antes se regía por los usos y costumbres de la zona. Se reforma la ley de trabajo eventual, por la cuál dicho trabajador estará regido por las convenciones colectivas, protegido por el sindicato y beneficiado por la obra social de la actividad de la empresa en que preste servicios.

¿ DE CUANTOS PUESTOS DE TRABAJO HABLAMOS?No existen estadísticas que nos permitan conocer con exac-titud la envergadura de éstos, pero podemos tomar como referencia los datos del INAES , organismo que registra a las cooperativas y mutuales, formas jurídicas típicas de las experiencias asociativas, donde en su último informe del año 2008 habla de la creación de 265.054 puestos de trabajo por parte de las entidades empadronadas. Según el mismo informe se encuentran registradas 12760 cooperati-vas de las cuales 6938 son de trabajo.

pág. 7Número 1 Enero 2010

rotativa hasta el debate en asambleas, donde la búsqueda de soluciones requiere la participación y formación de todos los obreros. Así también, en los encuentros o en la conformación de redes, se dan espacios de formación en conjunto donde se trasladan experiencias profesionales y políticas, que en ocasio-nes derivan en la conformación de federaciones, claúster, etc.7 que les permiten mejorar su posición en el mercado.

Es importante sumarle a estas características el echo de que muchas de estas experiencias se desarrollan en los sectores de mayor vulnerabilidad, como es el caso de las mujeres de bajos recursos, quienes encabezan varias de estas.

PARA SEGUIR CRECIENDO: LAS NORMATIVAS

A pesar del aporte concreto que realizan, encuentran li-mitaciones relacionadas con la falta de normativas que las encuadren. La falta de acceso al crédito para inversión, o los problemas de administración son cuestiones que reducen los márgenes del excedente a distribuir, y las ponen en condiciones de desventaja a la hora de competir con otras empresas. Esta situación aumenta los peligros de la precarización e informali-dad laboral. Es ante estos límites donde sería central la acción del Estado a través del reconocimiento de las particularidades del trabajo autogestivo, y la creación y aplicación de nuevas políticas sociales, que se desarrollen en forma de cogestión y no de líneas directas, dando apoyo y promoción a las mismas para potenciar sus capacidades. Los reclamos de ANTA , que exige reconocimiento estatal del trabajador autogestionado, con un marco tributario que no sea el de monotributista sino uno acorde, con acceso al financiamiento y la necesidad de la conformación de una obra social y un sistema previsional pro-pios, se encuentran en esta línea.

Es fundamental tener presente que el principal aporte que los casos de economía social realizan al mercado de trabajo, descansa en el desarrollo de otra forma de producir, es decir otra forma de trabajar, sustentada sobre una lógica que prioriza al hombre en su integridad y no a la acumulación como único eje orientador, no queriendo significar esto producciones sin fines de lucro, sino un cambio de eje central.

Lorena Putero

7- Por ejemplo el clauster Red de Cooperativas Graficas, www.redgraficacoop.com.ar

Fuera de CasaEn materia de experiencias concretas El País Vasco cuenta con la más exitosa. La Mondragón Corporación Cooperativa es la cooperativa más grande del mundo, y cuenta con 103.000 empleados de los cuales 83.000 son socios, este grupo cuenta con un fondo solidario y un banco propio. También en Canadá el sector cooperativo tiene un desarrollo importante. En America Latina la Economía social o popular dependiendo de la adopción que haya hecho cada país tiene cada día mas fuerza. Venezuela cuenta con Bancos Comunales y diversos puntos del país, Ecuador acaba de crear el Instituto de Econo-mía Popular y Solidaria que tiene como objetivo fomentar el crecimiento del sector.

pág. 8Número 1 Enero 2010

PROGRAMA TRABAJO AUTOGESTIONADOEn esta sección, dedicada a las políticas públicas, hoy presentamos el Programa de Trabajo Autogestio-

nado. Este nació en el año 2004 con la finalidad de asistir a las empresas recuperadas por sus trabajadores, y es llevado adelante por la Secretaría de Empleo que depende del Ministerio de Trabajo. El objetivo del mismo es contribuir a mejorar la forma de producir, y la capacidad para competir con otras empresas de las recuperadas.

Para lograrlo el Programa cuenta con cuatro líneas de asistencia:La línea I es de ayuda individual, cada trabajador recibe un subsidio de 300 pesos por tres meses con la • posibilidad de extenderlo 6 meses más. En general, ésta es utilizada por las empresas en sus comienzos, y les permite realizar los trámites y arreglos necesarios para retomar la producción. Ante la crisis eco-nómica mundial, el programa creó una línea especial para enfrentar la caída de la demanda.La línea II es para inversión productiva. Consiste en asistencia técnica y económica para las unidades • productivas, la misma va desde los 30.000 hasta los 150.000 pesos dependiendo de la cantidad de so-cios y de las necesidades de la empresa.La línea III consiste en un subsidio que puede estar entre los 40.000 y los 300.000 pesos, pero requiere • de co-financiación por parte de la empresa. Es decir, parte de la financiación para la inversión será aportada por este Programa y parte deberá ser aporte de la recuperada. Es importante resaltar que es requisito, para acceder este subsidio, tomar la línea IV.La línea IV consiste en capacitación. La misma no consiste en programas pre-armados, sino que • a partir de una autoevaluación que realizan las empresas, guiadas por formularios otorgados por el ministerio, descubren sus necesidades y potencialidades. Recién a partir de allí se construyen los programas de capacitación, que pueden ser llevados a cabo por una organización que ya esté trabajando en la empresa.

Otro de los componentes de este programa es la asistencia para mejorar las condiciones de higiene y seguridad de los trabajadores. Después de una autoevaluación respecto a esta temática, un técnico en segu-ridad e higiene del Ministerio de Trabajo se acerca a la unidad productiva y realiza un relevamiento de lo necesario para normalizar la situación.

Un Programa que empieza a hablar de cogestión

Es interesante conocer como se llevan adelante las acciones del programa. En ninguno de casos se realiza la entrega de dinero en efectivo a las cooperativas. El circuito comienza una vez determinada la inversión necesaria, a través de la autoevaluación. La recuperada presenta un presupuesto al programa y a partir de éste el ministerio amplía la búsqueda. Los resultados obtenidos son entregados a la cooperativa, que es quien decide cual de las maquinas comprar. Una vez que la empresa recibe el producto, el programa realiza el pago directamente al proveedor de la máquina.

Este programa presenta innovaciones que permiten aprovechar las capacidades y conocimientos pre-existentes en la empresa. La co-gestión en el armado del programa de capacitación y en la inversión, como así también, en el proceso de compra permite que quienes más conocen a la empresa, los trabajadores, puedan participar en el programa optimizando así los recursos.

Sin embargo, el programa no enfrenta el problema central que es la falta de expropiaciones definitivas o normas especiales para el trabajo autogestionado. Estos límites, incluso, dejan fuera del programa a algu-nas experiencias, ya que uno de los requisito para acceder a las líneas de financiamiento es justamente un instrumento que acredite la disposición legal por parte de la cooperativa de la sede productiva.

POLITICAS SOCIALES

CLICKEA PARA SABER A CON QUIEN Y COMO CONTACTARTE PARA ACCEDER A ESTE PROGRAMA

pág. 9Número 1 Enero 2010

EXPRESIONES POPULARES

Murales de la fábrica recuperada Gráfica Patricios, Av. Regimiento de los Patricios 1941 Barracas.

pág. 10Número 1 Enero 2010

EXPERIENCIAS ARGENTINAS

LA INDUSTRIA AUTOGESTIONADA DE LA CARNEEntrevistamos a Ruiz Huidobro, el Vasco, tesorero de la Cooperativa Frigocarne Máximo Paz. Después de tres quiebras fraudu-lentas, en las que los echaban y los recontrataban, los obreros de este frigorífico decidieron luchar para poner a producirlo para los que trabajan, y en el año 2004, comienza la lucha por la autogestión.

Hace click para ver la entrevista

pág. 11Número 1 Enero 2010

EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS

Los socios y las cooperativas...

La unidad fundamental de organización de la producción de cacao es el lote de cada socio, que funciona como una pe-queña empresa familiar. Entre las responsabilidades del socio-productor se encuentra el trabajar sin el uso de químicos. Di-cho uso se encuentra prohibido dentro del cultivo orgánico y la implementación de estos productos por solamente uno de los socios del Ceibo puede perjudicar a todos.

La afiliación de los socios a las cooperativas se obtiene me-diante el pago de un aporte social, de un monto único (que es el mismo para todos). La afiliación a la cooperativa da derecho a voto. Son organizadas internamente en una Asamblea compues-

El Ceibo, una central de cooperativas

de producción de Cacao.1 Esta experiencia se encuentra en el Alto de Bolivia, tiene como finalidad la indus-

trialización y comercialización de la pro-ducción de cacao de las cooperativas que la

componen. Es una experiencia exitosa que no pierde los principio con los que nació.

La experiencia de la Central el Ceibo nace en 1977 a partir de la agrupación de 12 cooperativas de la zona. La finalidad para ese enton-

ces era la comercialización, pero el Ceibo se expandió y se modernizó. En 1982 logró su primera venta bajo normas de comercio justo, y en 1987 su

primera exportación de cacao orgánico.

Hoy el Ceibo provee el 70% de cacao de toda la producción boliviana, y son recono-cidos en el mercado sus productos de excelente calidad.

En esta central, se encuentran actualmente aglutinadas 40 cooperativas que corresponden a aproximadamente 900 familias. Estas cooperativas producen alrededor de 720 toneladas

de cacao orgánico al año. Del total acopiado el 70% se exporta a Europa y Estados Uni-dos, el 30% restante se comercializa en el mercado local con productos terminados.

ta de todos los socios, que elige a un concejo interno de adminis-tración y un concejo de vigilancia. En general, los socios de una cooperativa son los habitantes de una misma comunidad, y el tamaño promedio de las mismas es de alrededor de 20 socios.

Cada cooperativa afiliada al Ceibo constituye una pequeña entidad de decisión y de organización económica. La misma, se responsabiliza del acopio del cacao de sus socios y es una estructura de proximidad para la resolución de problemas eco-nómicos y sociales de la zona.

Las cooperativas compran el cacao de cada socio, al con-tado y, a un precio garantizado. Existe una meta de produc-ción de cada cooperativa con El Ceibo y un contrato individual de cada socio con su cooperativa.

1- www.elceibo.org/ceibo/es/index.html

pág. 12Número 1 Enero 2010

La Central...

La Central tiene como responsabilidad la industrialización y comercialización del cacao producido por los socios. Ade-más se ocupa del desarrollo tecnológico industrial (planta) y agroforestal (lotes, viveros), la capacitación de los socios/-as y las orientaciones estratégicas.

La Asamblea General de socios une a las cooperativas para la toma de decisiones se conforma con tres representantes que son elegidos por cada cooperativa. Dicha Asamblea elige: el Consejo de Administración y el Consejo de Vigilancia de la Central. Los miembros de ambos consejos son socios o socias del Ceibo; y han recibido el aval de su cooperativa para ser candidatos. En esta instancia, al igual que en cada cooperativa, existe la rotación de cargos. Además de la asamblea, los cursos y la asistencia técnica, son oportunidades de discusión entre socios de diferentes cooperativas como así también con técni-cos, supervisores, y gerentes.

Otra de las funciones del Ceibo es la financiación. Una vez cosechado, el cacao se paga al contado en las cooperativas, o sea no hay ningún plazo para obtener su pago. Así, al nivel de los productores, el ritmo de obtención de los ingresos es dictado por la agricultura, pero no por la comercialización.

La estrategia comercial de la Central se caracteriza por la búsqueda de mercados tanto nacionales como internacionales y la oferta de productos de alta calidad pudiendo ser vendidos a altos precios. El Ceibo tiene una larga trayectoria dentro de los mercados orgánicos y del comercio justo, la ventaja de esta estrategia es la garantía de un precio estable y de rela-ciones de largo plazo con los compradores (principio del co-mercio justo) evitando así depender de un mercado mundial del cacao inestable.

¿Qué hay además de producción de cacao?

El Ceibo busca cumplir cuatro criterios esenciales: medio ambiental, económico, social y condiciones de vida de los tra-bajadores. Pretende desarrollar ecosistemas y culturas comple-mentarias (poli-cultura), con ventajas tanto ecológicas (soste-

nibilidad de las culturas) como comerciales (diversificación de los riesgos de comercialización).

Es así que en la transformación del cacao en grano en semi-productos (manteca de cacao, cocoa en polvo) y pro-ductos acabados derivados del cacao genera empleo para los socios del Ceibo (y en ocasiones a la comunidad en su conjunto) y un importante valor agregado que permite a su vez retirar mayores excedentes. Por otro lado, y dada la dimensión adquirida, El Ceibo, regula el mercado: cuando sube o baja sus precios, los intermediarios suben o bajan de igual manera, generando un efecto positivo sobre el resto de los productores.

Es por todo lo descrito que se presenta a El Ceibo como una experiencia de la economía social exitosa. Esta Central se expandió y se transformó sin dejar de lado los criterios que ca-racterizaron su constitución, y aun mantiene la democracia en la toma de decisiones y la calidad de sus productos. El Ceibo, pone de manifiesto la posibilidad de otra forma de producir y comerciar, y es una muestra de como una experiencia que nace para satisfacer una necesidad puntual, puede crecer siguiendo otras lógicas, y tener efectos positivos, no sólo para los que participan sino también en la comunidad toda.

pág. 13Número 1 Enero 2010

SERVICIOS

Esta sección del boletín tiene como objetivo brindar consejos que aporten al funcionamiento prácti-co de los emprendimientos de la economía social.

CONSEJOS Y NOTICIAS

Esta primera parte CONSEJOS Y NOTICIAS, surge para el intercambio de experiencias, consejos y publicación de novedades.

EL MONOTRIBUTO SOCIAL

El Plan Manos a la Obra del Ministerio de Desarrollo Social tiene entre sus herramientas el Mono-tributo Social cuyo objetivo es permitir que las personas físicas y asociados a cooperativas que estén realizando una actividad productiva puedan facturar y tributar, aunque su situación socio-económica se lo impida. Así también quedan habilitados para convertirse en proveedores del Estado, sea este Municipal, Provincial o Nacional.

Otro beneficio es que permite el acceso a una obra social desde el primer pago y con las mismas pres-

taciones que cualquier otro monotributista. El grupo familiar del inscripto podrá acceder a la cobertura médica mediante un pago adicional de $19,50.

Para inscribirse solo es necesario presentar el DNI y una fotocopia de primera y segunda hoja para las personas físicas. En el caso de las cooperativas de trabajo, además del DNI de los socios, se les solicitará el formulario de inscripción a la Afip, fotocopia del acta constitutiva, nómina de asociados y de asignación de cargos, fotocopia de matrícula y resolución del INAES.

Dicho trámite se realiza en el Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía Social, que se encuentra el Ministerio de Desarrollo Social. Las consultas pueden realizarse al 4316-4942/44/46/49 o al mail [email protected]

ENCUENTROS

En los próximos días, entre el 22 y el 29 de enero, se realizará el 1° FORO DE ECONOMIA SO-• CIAL y la 1° FERIA MUNDIAL DE ECONOMIA SOLIDARIA , en la ciudad de Santa María, Bra-sil. Estos encuentros se dan en el marco del Foro Social Alternativo y tiene como propósito el debate sobre los problemas que enfrentan las experiencias de toda latinoamerica, asi como tambien generar canales de comercialización. Los organizadores piden inscripción previa para asegurar un espacio en la feria y el alojamiento que es gratuito. Para mas información: [email protected]

pág. 14Número 1 Enero 2010

PROGRAMAS SOCIALES DE APOYO A LA ECONOMIA POPULAR

Desde el CEMoP creemos que es importante conocer los programas que hoy existen en la órbita públi-ca para asistencia técnica, capacitación y financiamiento de diversos emprendimientos. Por eso queremos compartir con ustedes esta base, que se encuentra en construcción pero que en el transcurso de los boletines iremos completando:

CLICK DE ACCESO

La sección de servicios busca ser de construcción colectiva, por eso los in-vitamos a compartir entre todos consejos, experiencias y todo aquello que les parezca importante transmitir, enviándolo a [email protected] y así poder publicarlo en los próximos boletines.

MAPA DE EMPRENDIMIENTOS Y PRODUCCIONES

Sabemos el problema que constituye hoy para el crecimiento de la economía popular el desarrollo de redes de comercialización de los productos, es por eso que decidimos aportar a esa construcción con esta feria virtual. En esta base se podrá buscar por zona y rubro el tipo de producción, y se accederá a todos los datos de contacto como teléfono, mail y pagina web para contactarse con los productores, y también las ferias donde podrá encontrar los productos. Los invitamos a conocerla y sumarse:

CLICK DE ACCESO

PresidentaHebe de Bonafini

Director EjecutivoSergio Schoklender

Fundación Madres de Plaza de Mayo

DirectoraFelisa Miceli

IntegrantesAgustín CrivelliAndrés AsiainLorena Putero

Ramón Torres (Mendoza)Javier Perez

ContenidosLorena Putero - [email protected]

Mariela Santarelli Graciela Barbieri

Ilustración de tapaIlustracion Erin Yoshi y Shaum Burner

del grupo Confia en tu luchawww.erinyoshi.com

ColaboracionesSi quiere ser corresponsal del Boletín Económico Popular

puede enviar un correo electrónico a sus realizadores.

Suscripción Para suscribirse al Boletín Económico Popular

enviar un correo electrónico a [email protected]