Economía Participativa Traduccion_Hahnel

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 8 Economía Participativa En los años 1970s, Michael Albert y yo llegamos a la conclusión que la visión de una economía autoge stionaria comartida or muchos conse!istas, sindicalistas, anarquistas y socialistas era esencialmente cor recta, er o, desa"ortunadamente, esos visionarios económicos ha an "allado al no o"recer un modelo coherente que e#lique re cisamente cómo od ría "uncionar su alternativa al ca italismo$ %uestros redecesores en el socialismo liber tario o" recieron comaraciones conmovedoras acerca de las venta!as de la autogestión obrera y comuni ta ria sobre el ca italismo y el l aneamiento au tori tario$ &ero mu y "recuentement e, ellos no resondi er on a reguntas di"íciles sobre recisamente cómo se tomarían las decisiones, o cómo los rocedimientos democr'ticos que rougnaban llevarían a un lan coherente, o or qu( habría alguna ra)ón ara creer que el lan que emergería sería e"iciente, o cómo las ersonas estarían motivadas ara tr aba!a r e inno var $ &ero nunca creimo s que su vis ión "uese un sue ño imo sible$ *imle mente se requería de m's traba!o teórico ara engrosar su visión y demostrar su "actibilidad$ En los años 19+0s, un nmero de economistas rogresistas se unió a los críticos conser va dores qu e durante mucho tiem o habían sostenido que era imosible coordinar las actividades searadas de gr u os de r oductores y consumidores e#cet o a tr av(s de los mercados o el laneamiento autoritario$ -omo .eorge *cialabba lo e#licó/ a mayoría de economistas cree que una economía moderna sólamente uede "uncionar a trav(s de dos mecanismos/ el intercambio de mercado, con tal ve) algn tio de regulación2 o el laneamiento centrali)ado or una burocracia estatal$ 3esde el col a so del imerio sovi(tico, y mucho antes, la in"eri or idad del laneamie nto centr ali)ado era obvia$ a venta!a de los mercados, dentro de cualesquiera límites, es ahora un artículo de "( entre los escritores olíticos y económicos, y hasta la remisa de socialistas democr'ticos incluyen do a escritores en Dissent $ 4n esce ti cismo sobre las osibilidades del laneamiento democr'tico era arte de la ra)ón or la cual muchos socialistas democr'ticos aoyaron diversas versiones del socialismo de mercado o economías mi#tas$ Ellos roclamaron que no e#istía una tercera vía, y acusaron a aquellos, como nosotros, que hicimos un llamado a "a vo r del lanemiento roio de roductores y consumidores, de estar engañ'ndose a si mismos y a terceros$ Alec %ove "ue uno de los que lan)ó un desa"ío en t(rminos nada inciertos/ En una economía industrial comle!a la interrelación entre las artes uede estar basada, en rinciio, en ya

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Economía Participativa Hahnel

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Economa Participativa

En los aos 1970s, Michael Albert y yo llegamos a la conclusin que la visin de una economa autogestionaria compartida por muchos consejistas, sindicalistas, anarquistas y socialistas era esencialmente correcta, pero, desafortunadamente, esos visionarios econmicos haban fallado al no ofrecer un modelo coherente que explique precisamente cmo podra funcionar su alternativa al capitalismo. Nuestros predecesores en el socialismo libertario ofrecieron comparaciones conmovedoras acerca de las ventajas de la autogestin obrera y comunitaria sobre el capitalismo y el planeamiento autoritario. Pero muy frecuentemente, ellos no respondieron a preguntas difciles sobre precisamente cmo se tomaran las decisiones, o cmo los procedimientos democrticos que propugnaban llevaran a un plan coherente, o por qu habra alguna razn para creer que el plan que emergera sera eficiente, o cmo las personas estaran motivadas para trabajar e innovar. Pero nunca creimos que su visin fuese un sueo imposible. Simplemente se requera de ms trabajo terico para engrosar su visin y demostrar su factibilidad.

En los aos 1980s, un nmero de economistas progresistas se uni a los crticos conservadores que durante mucho tiempo haban sostenido que era imposible coordinar las actividades separadas de grupos de productores y consumidores excepto a travs de los mercados o el planeamiento autoritario. Como George Scialabba lo explic: La mayora de economistas cree que una economa moderna slamente puede funcionar a travs de dos mecanismos: el intercambio de mercado, con tal vez algn tipo de regulacin; o el planeamiento centralizado por una burocracia estatal. Desde el colapso del imperio sovitico, y mucho antes, la inferioridad del planeamiento centralizado era obvia. La ventaja de los mercados, dentro de cualesquiera lmites, es ahora un artculo de f entre los escritores polticos y econmicos, y hasta la premisa de socialistas democrticos incluyendo a escritores en Dissent. Un escepticismo sobre las posibilidades del planeamiento democrtico era parte de la razn por la cual muchos socialistas democrticos apoyaron diversas versiones del socialismo de mercado o economas mixtas. Ellos proclamaron que no exista una tercera va, y acusaron a aquellos, como nosotros, que hicimos un llamado a favor del planemiento propio de productores y consumidores, de estar engandose a si mismos y a terceros. Alec Nove fue uno de los que lanz un desafo en trminos nada inciertos: En una economa industrial compleja la interrelacin entre las partes puede estar basada, en principio, en ya sea contratos negociados libremente [los mercados], o en un sistema de instrucciones de cumplimiento obligatorio de las oficinas de planeamiento [el planeamiento central]. No hay una tercera va.En dos libros publicados en 1991, Michael Albert y yo nos propusimos rectificar las debilidades intelectuales del caso por el planeamiento participativo detallando con exactitud cmo los consejos de trabajadores y consumidores podran coordinar ellos mismos sus esfuerzos en forma consciente, democrtica, equitativa y eficiente. En The Political Economy of Participatory Economics, (Princeton University Press) nosotros presentamos un modelo terico de planeamiento participativo y ofrecimos un anlisis riguroso de sus propiedades. En Looking Forward: Participatory Economics for the Twenty-First Century, (South End Press) nosotros examinamos las complejidades de la toma de decisiones participativa en una variedad de escenarios realistas, y nos referimos a cuestiones prcticas que por conveniencia haban sido ignoradas en los modelos tericos. Desde su publicacin, los crticos abandonaron repentinamente la objecin de que el planeamiento participativo es tcnicamente imposible, y mencionaron nuevas objeciones. Algunos argumentaron que una economa participativa no era deseable en cualquier caso. Otros argumentaron que era incompatible con la naturaleza humana. Y todava otros ms argumentaron que no importaba cun factible y deseable podra ser, no existira manera de trasladarnos de una economa basada en la competencia y en la avaricia que nos tiene atrapados a una economa participativa. Este captulo describe las principales caractersticas de una economa participativa, y examina dos importantes cuestiones que no fueron tratadas en las anteriores presentaciones: cmo una economa participativa protegera el medio ambiente, y cmo una economa participativa se podra beneficiar del comercio y las inversiones internacionales sin socavar sus principios bsicos. Las preocupaciones legtimas acerca de la factibilidad y la cualidad deseable de una economa participativa que han manifestado los crticos durante la pasada docena de aos son examinadas cuidadosamente en el siguiente captulo. La cuestin de cmo trasladarnos de una economa basada en la competencia y en la avaricia al tipo de cooperacin equitativa que caracteriza a una economa participativa es el tema de los cuatro captulos comprendidos en la Parte 4 del libro.Una economa participativa

El modelo de una economa participativa fue diseado para promover: (a) la justicia econmica, o equidad, definida como una retribucin acorde con el esfuerzo, o sacrificio; (b) la democracia econmica, o autogestin, definida como un poder decisorio en proporcin al grado en que uno se ve afectado por la decisin; (c) la solidaridad, definida como una preocupacin por el bienestar de otros, y todos a ser alcanzados sin sacrificar la eficiencia econmica a la vez que se promueve la diversidad de estilos de vida econmicos. Las principales instituciones usadas para lograr esos objetivos son: (1) consejos democrticos de trabajadores y consumidores, (2) trabajos balanceados por poder y atractivo, (3) remuneracin acorde con el esfuerzo a juicio de los compaeros de trabajo de uno, y (4) un procedimiento de planeamiento participativo en el cual los consejos y federaciones de trabajadores y consumidores propongan y revisen sus propias actividades bajo reglas diseadas para rendir resultados que sean tanto eficientes como equitativos.

Consejos de trabajadores En una economa participativa, la produccin se realiza por consejos de trabajadores, donde cada miembro tiene un voto. Cada uno es libre de solicitar la membresa en uno de los consejos de su eleccin, o formar un nuevo consejo de trabajadores con quien quiera. Hay una amplia literatura existente documentando las ventajas del gestin de los empleados. La evidencia es abrumadora en el sentido que la gente con voz y participacin en cmo trabaja no slamente disfruta ms de su trabajo sino que tambin es ms productiva y eficiente. Entonces en vez de ocuparme de las ventajas de la autogestin que deberan estar fuera de duda me ocupo aqu de la propuesta para ampliar la autogestin a travs del balanceo de los trabajos por atractivo y poder, algo que es ms inusual y controvertido.

Cada economa organiza el trabajo en empleos que definen que tareas un individuo particular tiene que realizar. En las economas jerarquizadas, la mayora de los empleos contiene un nmero similar de tareas relativamente poco atractivas y empoderadoras, mientras que unos pocos empleos contienen un nmero de tareas atractivas y empoderadoras. Pero, por qu la vida laboral de algunos debera ser menos atractiva que la de otros? Si acaso nos tomamos la equidad en serio, no requerira eso que los empleos se encuentren balanceados por su atractivo? Y, por qu debera el trabajo empoderar a unos pocos y a otros no? Si queremos que todos tengan una oportunidad igual en participar en la toma de decisiones econmicas si queremos asegurarnos que el derecho formal a participar se traduzca en un derecho efectivo a participar, no requerira esto balancear el poder de los empleos? Si algunos limpian pisos durante toda la semana, ao tras ao, mientras que otros evalan opciones tecnolgicas y atienden reuniones de planeamiento durante toda la semana, ao tras ao, es acaso realista creer que aquellos tienen una oportunidad igual de participar simplemente porque cada uno tiene un voto en el consejo de trabajadores? Si uno se toma en serio la participacin, no requiere eso acaso balancear los trabajos en trminos de poder? La propuesta no apunta a que todos hagan todas las tareas, algo que en todo caso es imposible. Cada persona hara un nmero pequeo de tareas en su complejo de tareas balanceado (CTB) tal como lo hace ahora. Por lo tanto, los CTBs no implican el fin de la especializacin. Pero algunas tareas en los CTBs seran ms atractivas y otras menos, en tanto que otras otorgaran poder y otras no. Adicionalmente, el balanceo se puede lograr en el transcurso de un perodo de tiempo razonable. Las tareas que yo hago no tienen porque estar balanceadas por atractivo y poder cada hora, da, semana, o inclusive mes. Mientras que la reaccin de muchos economistas en contra de los CTBs ha sido feroz, los defensores de la economa participativa creen que existe amplio espacio en la manera de organizar el trabajo para adaptarla a situaciones prcticas a la vez que se eliminan las diferencias persistentes en atractivo y poder. En cualquier caso, las crticas que los CTBs derrochan talentos y habilidades escasos se consideran cuidadosamente en el captulo 9.Finalmente, cada consejo de trabajadores debe proveer a cada miembro de una calificacin de esfuerzo. El propsito es reconocer que no siempre todos hacen iguales sacrificios en el trabajo, y aquellos que hacen mayores sacrificios reciban una compensacin en la forma de derechos adicionales de consumo. Los comits de calificacin de esfuerzo en los consejos de trabajo recolectaran informacin y testimonio acerca del trabajo de la gente y estableceran algn procedimiento para atender las quejas. Y presumiblemente todos los trabajadores serviran en el comit de calificacin de esfuerzo de acuerdo a algn sistema de rotacin. Pero diferentes consejos de trabajadores no tendran por que calificarse de la misma manera, as como tampoco tendran por que organizar su trabajo de la misma manera. Nuevamente, muchos han expresado preocupacin sobre una remuneracin basada en el esfuerzo y los problemas que pueden surgir cuando los esfuerzos se someten a juicio de los compaeros de uno. Esas preocupaciones sern atendidas cuidadosamente en el captulo 9. Sin embargo, quiero sealar aqu que para prevenir la posibilidad de inflacin en la calificacin del esfuerzo, el esfuerzo promedio que un consejo le otorga a sus trabajadores no podr exceder el ratio correspondiente de beneficios sociales de la produccin dividido por el costo social de los insumos del consejo de trabajo tal como se explica abajo. Consejos de consumidoresCada individuo, familia, o grupo pertenece a un consejo de consumidores de su vecindario. Cada consejo de vecindario pertenece a una federacin de consejos de vecindario del tamao de un distrito. Cada federacin distrital pertenece a una federacin de consejos de consumo de la ciudad, y cada consejo departamental pertenece al consejo nacional. El objetivo principal de incrustar los consejos de consumidores dentro de federaciones ms grandes es admitir de que diferentes tipos de consumo afectan de hecho a diferentes personas. Algunas decisiones afectan slamente a los residentes locales, mientras que otras afectan a todos los que viven en una ciudad, provincia, departamento, o en todo el pas. Omitir la participacin de todos los afectados por las actividades de consumo en la eleccin no solamente implica una prdida de autogestin, sino que, si las preferencias de algunos de los que se ven afectados por la eleccin no son consideradas o se distorsionan, hay adems una prdida de eficiencia. Como vimos, una de las desventajas serias de los mercados es su fracaso sistemtico de permitir la expresin de los deseos de consumo social en igual pie que los deseos de consumo privado. Tener participacin de diferentes niveles de federaciones de consumo en igual pie con federaciones de trabajadores y consejos barriales en el proceso de planeamiento descrito abajo asegura una prevencin contra la ocurrencia de ese sesgo en una economa participativa. Los miembros individuales de un consejo barrial presentan sus pedidos de consumo junto con la calificacin del esfuerzo que ellos reciben de sus compaeros en el lugar de trabajo. Utilizando precios indicativos generados en el proceso de planeamiento participativo descrito abajo, se calcula el costo social de cada propuesta. Si bien un consejo de consumo barrial no podra denegar un pedido de consumo justificado por una calificacin de esfuerzo, los vecinos s podran expresar sus opiniones acerca de que un pedido no es conveniente, y adicionalmente podran aprobar pedidos bajo un criterio de necesidad por encima del mrito. Cualquiera podra prestarse o ahorrar consumiendo menos de lo que tiene garantizado por su nivel de esfuerzo para ese ao, y cualquiera que desee realizar un pedido annimo para proteger su privacidad podra igualmente hacerlo. Una cuestin importante es saber si la distribucin de acuerdo al esfuerzo es consistente con la eficiencia. La razn por la cual una remuneracin de acuerdo al esfuerzo interpretado como sacrificio personal en el entrenamiento y el trabajo es ms equitativa que una remuneracin acorde con el valor de mercado de la contribucin del trabajo que uno realiza ya se ha argumentado antes. Lo que queda es explicar por qu el pago de acuerdo al esfuerzo, en vez de la productividad, no interfiere con la eficiencia asignativa y es consistente con la eficiencia motivacional. En una economa participativa, mientras que los individuos consumen de acuerdo a su nivel de esfuerzo, a los usuarios de los recursos laborales escasos los consejos de trabajadores se les cobra de acuerdo al costo de oportunidad de emplear los diferentes tipos de trabajadores, como se describe abajo. Esto evita la contradiccin que afecta severamente a las economas de mercado entre la equidad salarios basados en el sacrificio y la eficiencia asignativa costos laborales para los usuarios que reflejen los costos de oportunidad social. Pero, qu hay del punto de vista comn que la remuneracin de acuerdo al valor de la contribucin personal provee incentivos motivacionales eficientes mientras que la remuneracin acorde con el esfuerzo no lo hace?

Las diferencias en el valor de las contribuciones de las personas son atribubles al talento, entrenamiento, colocacin, suerte y esfuerzo. Una vez que clarificamos que el esfuerzo incluye los sacrificios personales que se incurren durante el entrenamiento, el nico factor que influencia el desempeo sobre el cual el individuo tiene algn grado de discrecin es el esfuerzo. Por definicin, ni el talento ni la suerte se puede inducir a travs de la remuneracin. Remunerar al que ocupa un puesto por la contribucin inherente al trabajo mismo no incrementa su desempeo. Y asumiendo que el entrenamiento se da a expensas pblicas y no privadas, no sera necesario ofrecer remuneraciones materiales sustanciales para que las personas busquen que entrenarse para esas tareas. Si incluimos sacrificios por encima de los normales que una persona hace en el entrenamiento en nuestra definicin de esfuerzo que se remunera, el nico factor discrecional que nfluencia el desempeo es el esfuerzo, y por lo tanto el nico factor que deberamos remunerar para incrementar el desempeo es el esfuerzo. En otras palabras, la remuneracin del esfuerzo no slamente es consistente con la eficiencia, sino que remunerar una combinacin de talento, entrenamiento hecho a expensas pblicas, colocacin, suerte, y esfuerzo, esto es, la productividad, no es consistente con la eficiencia motivacional. Supongamos que queremos inducir el mximo esfuerzo de unos corredores en una carrera de 10 kilmetros. Deberamos asignar el dinero del premio de acuerdo al lugar de llegada a la meta, o de acuerdo a la mejora en los records de tiempo personales? Remunerar a los corredores por el resultado final no incentiva a los malos corredores que tienen escasas posibilidades de ganar el premio, y tampoco incentiva a los mejores corredores a correr ms rpido de lo necesario para terminar primeros. Pagarle a cada uno de acuerdo a las mejoras en los records de tiempo personales le otorga a cada uno un incentivo para maximizar su esfuerzo. Dado que la tesis que remunerar el esfuerzo es no slamente ms equitativa que remunerar la contribucin, sino que adems es ms consistente con la eficiencia motivacional, cuestiona el saber convencional, no es nada sorprendente que haiga sido un aspecto muy criticado de la economa participativa. Las objeciones expresadas sern consideradas en extensin en el captulo 9. Planeamiento Participativo

Los participantes en el procedemiento de planeamiento son los consejos y federaciones de trabajadores, los consejos y federaciones de trabajadores, y una Junta Facilitadora de Iteraciones (JFI). Conceptualmente, el procedimiento para el planeamiento es bastante simple. (1) La JFI anuncia lo que nosotros llamamos precios indicativos para los bienes y servicios de consumo, bienes de capital, recursos naturales, y categoras de trabajo. (2) Los consejos y federaciones de consumo responden con propuestas de consumo. Los consejos y federaciones de trabajadores responden con propuestas de produccin detallando los productos que se proponen fabricar y los insumos que necesitan para fabricarlos. (3) La JFI luego calcula el exceso de demanda u oferta para cada bien y servicio de consumo, bien de capital, recurso natural, categora de trabajo, y ajusta los precios indicativos al alza, o a la baja, de acuerdo al exceso de demanda u oferta. (4) Utilizando los nuevos precios indicativos, los consejos y federaciones de consumidores y trabajadores revisan y reenvian sus propuestas. Los consejos de trabajadores y consumidores individuales deben continuar con la revisin de sus propuestas hasta que eleven una que sea aceptada por los otros consejos. El proceso de planeamiento continua hasta que desaparezcan los excesos de demanda para cualquier bien, cualquier categora de trabajo, cualquier insumo primario, o cualquier existencia de capital; en otras palabras, hasta que se logre alcanzar un plan factible. La JFI no tiene poder discrecional para establecer los precios, y mucho menos para dictar a los trabajadores y consumidores lo que deben hacer. La JFI no tiene parecido alguno con GOSPLAN en la antigua Unin Sovitica, que fue una burocracia de planeamiento central que s tuvo un poder tremendo sobre quin debera producir qu cosa, y cmo lo deberan producir. Pero en una economa participativa, los trabajadores y consumidores proponen y revisan sus propias actividades a travs de un proceso que revela los costos y beneficios sociales de sus propuestas para consideracin de ellos mismos y de terceros. No solamente cada consejo de trabajadores y consumidores hace su propia propuesta inicial, sino que ellos mismos son responsables de la revisin de sus propias propuestas. El procedimiento de planeamiento est diseado para dejar claro cundo las propuestas son ineficientes o injustas. Y otros consejos de trabajadores y consumidores pueden desprobar las propuestas cuando sean ineficientes o injustas, pero las revisiones competen enteramente a los consejos de trabajadores y consumidores individuales. Este aspecto del procedimiento de planeamiento participativo lo distingue de otros modelos de planeamiento que yo conozco, y es un medio crtico para brindar a los trabajadores y consumidores una oportunidad para la autogestin. El planemiento participativo le da a los grupos individuales de trabajadores y consumidores un gran poder sobre sus propias actividades, y stos estn constreidos solamente por los intereses legtimos de otros a quienes afecten. Toda vez que lo que un grupo propone hacer es justo con otros y no se malgastan los recursos productivos escasos, ser aprobado por otros consejos de trabajadores y consumidores porque ya sea que es beneficioso, o por lo menos no es nocivo a sus intereses.

El procedimiento de planeamiento se discute ms en el captulo 9 cuando se responde a los cuestionamientos, pero esencialmente el proceso de planeamiento reduce las propuestas demasado optimistas o irreales a planes factibles en dos formas: los consumidores que solicitan ms de lo que sus calificaciones de esfuerzo les garantizan, se ven forzados ya sea a reducir sus solicitudes, o a modificar sus solicitudes por bienes menos costosos socialmente si quieren buscar la aprobacin de los otros consejos de consumidores, que no tendran motivo para aprobar niveles de consumo que no se justifican por el nivel de esfuerzo mostrado. En forma similar, los consejos de trabajadores se ven forzados a ya sea incrementar su nivel de esfuerzo, o cambiar a una combinacin ms deseable de productos, o cambiar a una combinacin menos costosa de insumos para que sus planes sean aprobados. Multiplicando los niveles de produccin por los precios indicativos y dividiendo entre los insumos multiplicados por sus precios indicativos, es posible calcular el ratio de beneficios sociales sobre costos sociales de cualquier propuesta de un consejo de trabajo. Los consejos de trabajadores que tenga propuestas con ratios de beneficios sociales sobre costos sociales menores al promedio, se vern obligados a incrementar su esfuerzo o su eficiencia para obtener la aprobacin de otros consejos de trabajadores. La eficiencia se promueve cuando los consumidores y trabajadores intentan modificar sus propuestas para evitar reducciones en el nivel de consumo o incrementos en el nivel de esfuerzo. La equidad se promueve cuando las modificaciones adicionales ya no son productivas y la aprobacin de parte de los consumidores y trabajadores slamente puede ser lograda a travs de una reduccin del consumo o mayor esfuerzo. Cada nueva ronda de propuestas revisadas mueve el plan general ms cercanamente a la factibilidad, y mueve a los precios indicativos ms cercanamente al costo de oportunidad social verdadero. Ningn participante en el procedimiento de planeamiento disfruta de ventajas sobre otros, y el procedimiento genera equidad y eficiencia en forma simultnea.

Dado que la discusin adicional sobre el procedimiento de planeamiento en el captulo 9 se centra en cuestiones de sustancia, los lectores interesados en aspectos ms tcnicos debern consultar otras lecturas. El captulo 4 en The Political Economy of Participatory Economics ofrece un examen riguroso de las condiciones bajo las cuales el procedimiento de planeamiento genera un plan factible y eficiente, y las condiciones bajo las cuales los precios indicativos generados por el planeamiento participativo igualan los costos de oportunidad social. Una comparacin de las ventajas en trminos de eficiencia del planeamiento participativo y los estimados de los costos de oportunidad social en relacin a la asignacin de mercado y los precios de mercado tambin puede ser encontrada all. Protegiendo el medioambiente en una economa participativaComo vimos en los captulos 3 y 4, las caractersticas definitorias del capitalismo la empresa privada y los mercados ambas ocasionan que se abuse del medioambiente natural. Como aquellos que tenan el mando en la mayora de los pases comunistas ignoraron el objetivo de la sostenibilidad medioambiental, y adems estuvieron en mayor grado inmunes al descontento ciudadano por la destruccin medioambiental en relacin a los gobernantes polticos en algunas economas capitalistas, el record medioambiental de las economas comunistas fue en gran parte indistinguible de la de sus competidores capitalistas. La economa participativa atrajo un inters inmediato de parte de los verdes de izquierda porque rechazaba el mvil de la ganancia, la competencia de mercado, el consumismo y la toma de decisiones jerarquizada, y prometi tomar en cuenta los efectos externos que son ignorados en las economas de mercado. Sin embargo, nosotros no explicamos adecuadamente cmo se protegera el medioambiente en una economa participativa ni en Looking Forward ni en The Political Economy of Participatory Economics. Nosotros mencionamos que las externalidades, como la polucin, y los bienes pblicos, como la preservacin del medioambiente, seran tomados en cuenta de manera ms eficiente en el planeamiento participativo que en los mercados, pero no explicamos cmo los procedimientos y caractersticas especficos de una economa participativa nos llevara a un uso ms juicioso del medioambiente. Por lo tanto, no es sorprendente que medioambientalistas serios se mostraran escpticos frente a tesis formuladas en forma vaga. Carl Boggs escribi: No queda claro cmo exactamente se estableceran los mecanismos para determinar los impactos ecolgicos en la economa participativa propuesta por Albert y Hahnel, limitar la produccin de bienes txicos, o determinar cun deseable es el crecimiento industrial. Y Howard Hawkins report: Un verde de izquierda que ley Looking Forward se burl diciendo que era industrialismo con rostro humano. l se pregunt acerca de cmo era posible plantear una visin econmica sin siquiera entrar en detalle en los temas ecolgicos dada la situacin actual de agotamiento de la capa de ozono, efecto invernadero, envenenamiento radioactivo y txico, y colapso ecolgico general. Boggs y Hawkins tuvieron justificacin plena en demandar conocimiento acerca de qu mecanismos de una economa participativa determinaran los impactos ecolgicos y pondran lmites a una produccin y crecimiento nocivos. Yo no considero que los medioambientalistas deberan sentirse en algn momento satisfechos acerca de cmo la conduccin de las actividades humanas va a proteger adecuadamente al medioambiente. A diferencia de otras especies, nosotros los humanos probamos ser adeptos a cambiar de presas de caza, e inclusive antes de que inventaramos la agricultura, nosotros ya ramos un elefante en la tienda de porcelana ecolgica, y los limitantes ecolgicos normales sobre la caza y el pastoreo estaban en gran medida ausentes para nosotros. Primero la agricultura y luego la revolucin industrial incrementaron grandemente el dao que ocasionamos. Estando en la entrada del tercer milenio de la era comn, nadie debe dudar de que 6 billones de humanos en la tierra tendern a daar la bisfera en forma irreparable de diferentes maneras, y slo recintemente hemos empezado a comprender la devastacin que creamos y los peligros que cortejamos.

Pero los medioambientalistas deben quedar satisfechos con algo menos que cero polucin y un no agotamiento de los recursos no renovables. La polucin cero implica frecuentemente no producir ni consumir bienes y servicios cuyos beneficios superan a los costos, incluyendo el dao que la polucin asociada a la produccin y el consumo de los mismos ocasiona al medioambiente. No explotar los recursos no renovables constituye una limitacin severa cuando se muestra posible desarrollar sustitutos antes de que los recursos no renovables se agoten. A menos que tengamos planes para evacuar el planeta tierra, la polucin cero y el no agotamiento de los recursos no renovables es un imposible. Pero afortunadamente, tampoco son necesarios. Una economa sostenible no significa que tendremos que regresar a los clanes de cazadores y recolectores; stos, en cualquier caso, cazaron grandes especies de mamferos hasta extinguirlos en corto tiempo a donquiera que se esparcieron. Los humanos afectarn el medioambiente, pero debemos aprender a hacerlo de manera tal que no produzcamos un cambio climtico catastrfico. Las actividades humanas llevarn a algunas especies a la extincin, pero debemos aprender a hacerlo de manera tal que se minimice la extincin de especies y que no se destruyan ecosistemas vitales. Las actividades humanas afectarn la fauna y la flora, pero debemos aprender cmo afectar el medioambiente vivo de manera tal que preservemos una bisfera rica y diversa capaz de sustentar una calidad de vida humana y no humana como la actualmente disfrutamos. Sera necio y a la vez imposible buscar que no tener impactos algunos sobre la bisfera.

Pero debemos hacer planes para el paso a una interaccin sostenible con el medioambiente con eficiencia y equidad intergeneracional en mente. Si la transicin es demasado lenta nos arriesgamos a un colapso medioambiental y consignaremos al olvido a las futuras generaciones. Pero inclusive si se evita el colapso, si la transicin es demasado lenta se le dan ventajas injustas a la generacin presente por sobre futuras generaciones e ineficientemente se rechazaran oportunidades de lograr beneficios medioambientales futuros que excedan el costo social presente. Claramente, movernos demasado lentamente es el error que estamos cometiendo ahora y el error que el capitalismo virtualmente nos asegura. Pero adems de ser imprctico, intentar una transicin inmediata impone altos e innecesarios costos a la generacin presente. Consecuentemente, una vez que el capitalismo sea reemplazado, vamos a necesitar que calibrar los niveles no iguales a cero de polucin y agotamiento de recursos para largos perodos de tiempo. Esto quiere decir que los medioambientalistas no deben sentirse menoscabados cuando lean abajo que en una economa participativa, mientras que las vctimas tienen el derecho de no sufrir contaminacin, ellos tienen la oportunidad de permitir algo de polucin, siempre y cuando sea juiciosa. La polucin y el agotamiento de los recursos es juicioso si es parte de una trayectoria medioambientalmente sostenible que es equitativa y eficiente a travs del tiempo.Tambin debo advertir de que yo no estoy en capacidad de responder a algunas cuestiones muy estimadas por los medioambientalistas. Yo no puedo satisfacer a los medioambientalistas que desean saber qu tecnologas sern seleccionadas o prohibidas en una economa participativa, cunta ser la tasa de crecimiento de la produccin, cun grande ser la divisin del trabajo entre diferentes comunidades y regiones. En sus grandes novelas utpicas del siglo diecinueve Looking Backward y News from Nowhere, Edward Bellamy y William Morris intentaron motivarnos para buscar alternativas deseables al capitalismo no solamente describiendo nuevas instituciones econmicas y patrones de comportamiento, sino tambin describiendo nuevo productos y tecnologas que ellos esperaban que aparezcan en las economas poscapitalistas. Pienso que los verdes que investigan y escriben acerca de nuevos productos y tecnologas que son ms cuidadosas con el medioambiente en los sectores de energa, transporte, agricultura e industria estn haciendo un trabajo intelectual crucial. Pienso que los activistas que estn experimentando con modos ms cuidadosos de produccin, consumo y vida en una economa hostil a sus esfuerzos son parte importante de la esperanza para el futuro, como ser aparente en el captulo 13. Pero yo no soy un experto en tecnologas verdes, ni tampoco competente para juzgar qu ideas sobre productos y tecnologas cuidadosos del medioambiente sern ms frtiles y cules lo sern menos. Debo dejar la tarea de sealar las ventajas de productos y tecnologas particulares a los cientficos e ingenieros, y la tarea de transmitir cmo podra ser la vida en una ecotopa a novelistas y escritores de ciencia ficcin ms talentosos de lo que yo soy. El foco de mi atencin est puesto en saber si las instituciones econmicas bsicas le otorgan a las ideas y propuestas creativas sobre cmo relacionarnos con el medioambiente natural una oportunidad justa y amigable.

El mvil de la ganancia ignora muchos efectos medioambientales no medidos en el nexo comercial. Los mercados estn sesgados a favor de actividades econmicas contaminantes y en contra de actividades que preservan y reestablecen sistemas ecolgicos valiosos. Y el capitalismo promueve el consumo privado por sobre el consumo social y el ocio y adems en detrimento del medioambiente. En otras palabras, el capitalismo es incapaz de otorgarle una oportunidad justa y amigable a esas ideas acerca de cmo relacionarnos mejor con el medioambiente natural. La pregunta en este captulo es acerca de cmo las instituciones bsicas de una economa participativa consejos y federaciones democrticos de trabajadores y consumidores, remuneracin de acuerdo al esfuerzo, y planeamiento participativo crean un marco institucional e incentivos para promover una relacin juiciosa con el medioambiente. En otras palabras, cuando los medioambientalistas y yo pensamos en ideas promisorias que sean propuestas en una economa participativa, ideas como los cultivos orgnicos, productos cultivados localmente, crecimiento inteligente, desautomovilizacin, energa solar y elica, reciclaje, y ms ocio, descubriremos nosotros que tenemos que nadar en contra de la corriente, como lo hacemos en las economas capitalistas, o se encontrarn con una corriente que fluye en su misma direccin?Protegiendo el medioambiente en los planes anuales

Siempre que los productores y consumidores no se vean forzados a asumir los costos de la polucin que resultan de sus propias decisiones, vamos a continuar generando demasada polucin. Cmo se internalizaran en una planeamiento participativo los efectos negativos externos de la polucin? En cada iteracin en el procedimiento anual de planeamiento hay un precio indicativo para cada sustancia contaminante en cada regin relevante que representa el estimado actual del dao, o costo social de liberar una unidad de la sustancia contaminante a la regin. La decisin sobre qu constituye y qu no constituye una sustancia contaminante se decide por las federaciones que representan a los que viven en una regin, quienes estn asesorados por cientficos empleados en operaciones de investigacin y desarrollo manejadas por los residentes de la federacin. Por ejemplo, si slo los residentes del barrio 2 de Washington, D.C. sienten que ellos son los nicos afectados por la liberacin de la sustancia contaminante del barrio 2, entonces el barrio 2 es la regin relevante. Pero si una federacin que representa a los residentes de todos los barrios de Washington, D.C. decide que una sustancia contaminante liberada por el barrio 2 afecta a los residentes de todos los barrios, entonces la ciudad entera de Washington es la regin relevante. Mientras que si la federacin que representa a los que viven en la cuenca de Chesapeake Bay sienten que todos los que viven en la cuenca se ven afectados adversamente por la liberacin de sustancias contaminantes del barrio 2, entonces la regin relevante incluye al Distrito de Columbia, Maryland, y partes de Virginia, Delawere, Pennsylvania, y el estado de Nueva York. Si un consejo de trabajadores localizado en una de las regiones afectadas propone emitir x unidades de una sustancia contaminante, se les cobra el precio indicativo para esa sustancia en esa regin por x, de la misma manera que se le cobrara y veces el precio indicativo de una tonelada de acero si propusiesen utilizar y toneladas de insumos de acero en su proceso de produccin, y al igual que se les cobrara z veces el precio indicativo de una hora de trabajo de soldadura si propusiesen utilizar z horas de trabajo de soldadura. En otras palabras, cualquier sustancia contaminante que el consejo de trabajadores propone emitir se cuenta como parte del costo social de su propuesta, exactamente de la misma manera que los costos de fabricar los insumos de metal y los costos de oportunidad del trabajo de soldadura que proponen utilizar se cuenta como parte de los costos sociales de su propuesta: todos a ser sopesados en relacin a los beneficios sociales de los productos que proponen fabricar. La federacin de consumidores para la regin relevante se fija en los precios indicativos por unidad de cada sustancia contaminante que impacta en la regin y decide cuntas unidades desea permitir que sean emitidas. La federacin puede decidir que no desa permitir la emisin de ninguna unidad de la sustancia contaminante: en cuyo caso ningn consejo de trabajadores que opera en esa regin podr emitir unidades de esa sustancia contaminante. Pero, si la federacin decide permitir la emisin en la regin de x unidades de la sustancia contaminante, entonces a la federacin regional se le acredita con x veces el precio indicativo de la sustancia contaminante. Qu significa para una federacin recibir un crdito? Quiere decir que a una federacin de consumidores se le permitir comprar una cantidad mayor de bienes pblicos para sus miembros que la que hubiese podido comprar dados los niveles de esfuerzo de sus miembros. O, quiere decir que los miembros de la federacin podrn consumir ms en forma individual que lo que les garantizaba su nivel de esfuerzo. En otras palabras, los residentes de una regin tienen el derecho de no sufrir contaminacin si as lo deciden. Por otro lado, si ellos deciden permitir cierto nivel de contaminacin en su regin, se les compensa por el dao que tienen que soportar.

Este procedimiento permite a la gente en diferentes regiones escoger diferentes combinaciones entre menos contaminacin y ms consumo. Por qu? Los ciudadadanos de diferentes regiones pueden tener opiniones distintas sobre cun daina es la polucin, o cun beneficioso es el consumo. O, inclusive si todos los efectos se pudiesen estimar con certidumbre, no todas las personas sienten lo mismo respecto a cunto valoran la preservacin del medio ambiente en relacin al consumo, y los ciudadanos en diferentes regiones pueden tambin sentir distintamente en promedio. Crea esto el tipo de carrera hacia el fondo sealada por los medioambientalistas para los estndares locales, en oposicin a los estndares nacionales, hoy? Ntese que no estamos hablando de permitir a las localidades tomar decisiones sobre cunta polucin afectara a los no residentes, los efectos de derrame. Ese problema se maneja a travs de la regla que las emisiones estn regidas por las federaciones durante el procedimiento de planeamiento, incluyendo a todos los afectados. La pregunta aqu es si hay razn para temer un efecto de carrera hacia el fondo si los estndares para la polucin verdaderamente local se dejan a las localidades en vez de ser fijadas por autoridades de un nivel superior. Es importante recordar que en una economa participativa no hay diferencias significativas de ingresos y riqueza entre comunidades. Es por esa razn que yo no creo que permitir que las comunidades escojan sus propios estndares medioambientales arriesgue crear un efecto de carrera hacia el fondo en una economa participativa, como s lo hace en una sociedad donde las comunidades pobres son tentadas injstamente a permitir una mayor destruccin medioambiental para atraer trabajos e ingreso, mientras que slo las comunidades ricas pueden darse el lujo de instaurar controles de polucin estrictos.

Sin embargo, el procedimiento arriba indicado en el proceso de planeamiento anual protege al medioambiente lo suficiente slamente si los residentes actuales de la regin de impacto son aquellos que sufren las consecuencias adversas. Mientras que esto es el caso para algunas sustancias contaminantes, sucede en muchos casos que las futuras generaciones tienen que soportar una parte grande del costo de la contaminacin de hoy. Los intereses de las futuras generaciones deben ser protegidos en el proceso de planeamiento participativo de largo plazo y por movimiento medioambiental activo, como explico abajo. Sin embargo, antes de pasar al proceso de planeamiento de largo plazo y otras caractersticas de una economa participativa, me apuro en sealar cunta es la mejora del proceso anual de planeamiento por sobre los sistemas de mercado. Bajo los supuestos tradicionales, los procedimientos arriba: (1) reducirn la contaminacin a niveles eficientes, (2) satisfacern el principio que el contamina paga, (3) compensarn a las vctimas reales de la contaminacin por el dao que sufren, y (4) inducen a los consejos de trabajadores y federaciones de consumidores a revelar en forma verdadera los beneficios y costos de la contaminacin. En otras palabras, el procedimiento es lo que los economistas llaman compatible con los incentivos.

El hecho de que una economa participativa puede tratar la contaminacin y la preservacin del medioambiente de una manera compatible con los incentivos es crucial. Cuando los productores o consumidores tienen incentivos para ignorar los efectos dainos sobre el medioambiente de sus decisiones sobre qu y cmo producir y consumir, el sistema econmico no es compatible con los incentivos. Y cuando los que contaminan y las vctimas de la contaminacin carecen de incentivos para revelar los costos verdaderos de la contaminacin a las vctimas y los beneficios reales de la contaminacin a los consumidores de los productos fabricados conjuntamente con la contaminacin, el sistema no es compatible con los incentivos. Pero en una economa participativa, dado que a los productores se les cobra por las emisiones contaminantes, el dao de la contaminacin est includo en el costo de la propuesta del consejo de trabajadores, dndole a los productores los mismos incentivos que tienen para reducir cualquier otro costo de produccin. Y dado que los precios indicativos que se les cobra a los consumidores por los bienes en el planeamiento participativo incluye los costos de la contaminacin asociados a su consumo, hay para ellos los mismos incentivos que tienen de reducir el consumo de bienes que causan contaminacin como de reducir el consumo de bienes que demandan recursos productivos escasos o trabajo desagradable para producir.

Pero, arroja el procedimiento precios indicativos eficientes para las sustancias contaminantes? En la mayora de casos, es razonable suponer que al incrementarse los niveles de contaminacin tambin se incrementan los costos para las vctimas de contaminacin adicional y los beneficios para los productores y consumidores de permitir una contaminacin adicional desciende, en cuyo caso el nivel eficiente de contaminacin es aquel en el que se equiparan los costos y beneficios de la ltima unidad emitida. Qu pasara si la JFI cotiza un precio para una sustancia contaminante que es menor al precio eficiente, vale decir, menor al precio que iguala el costo y el beneficio de la ltima unidad? En ese caso, las vctimas de la contaminacin, representados por su federacin, no tendrn inters en permitir tanta contaminacin como la que desean los que contaminan, en cuyo caso habra un exceso de demanda para los permisos para contaminar, y la JFI incrementara los precios de la sustancia contaminante en la prxima ronda de planeamiento. No hay un incentivo para las vctimas de la contaminacin de pretender que se les afecta ms o menos que lo que realmente ocurre, ni para los que contaminan de pretender que se benefician ms menos de lo que realmente ocurre por el permiso de contaminar, dado que a cada uno de ellos les ira peor si respondiesen falsamente que si respondiesen verdaderamente al IFJ. Consecuentemente, cuando el IFJ ajusta los precios indicativos de las sustancias contaminantes hasta que las pedidos para contaminar igualan a los permisos para contaminar, se alcanza el nivel eficiente de contaminacin.

Los mercados no corregidos incumplen los cuatro objetivos arriba. Los mercados corregidos por impuestos a la contaminacin nicamente puede reducir la contaminacin a los niveles eficientes si los impuestos se fijan en magnitud igual al efecto negativo externo. Pero dado que los mercados no son compatibles en trminos de incentivos para los que contaminan y las vctimas de la contaminacin, los mercados no proveen una manera confiable de estimar la magnitud de los impuestos eficientes para gravar la contaminacin. La ambigedad respecto a quin tiene los derechos de propiedad, si los que contaminan las vctimas, los problemas del pasajero libre entre un nmero grande de vctimas, y los costos de transaccin de formar y mantener una coalicin de vctimas de la contaminacin cada uno de los cuales es afectado en un grado pequeo pero desigual, se juntan para hacer imposible que los sistemas de mercado puedan sonsacar informacin precisa de las vctimas de la contaminacin sobre los daos que sufren, de actuar sobre la informacin si sta fuese conocida. En una economa participativa, de otro lado, se le otorga a las vctimas el derecho ininpugnable de no sufrir contaminacin, y los arma con una federacin que incluye a cada vctima para expresar y representar sus intereses. Adems, el contexto del planeamiento participativo hace que se vuelva en el inters propio de los miembros de una federacin revelar realmente la magnitud de los daos que la contaminacin tiene sobre todas las vctimas.

Dado que los sistemas de mercado no contienen mecanismos para generar estimados precisos sobre el dao de la contaminacin, cmo se pueden fijar los niveles de los impuestos sobre la contaminacin en una economa de mercado? Dejar que los niveles de los impuestos sobre la contaminacin se determinen por el poder relativo de los que contaminan y las vctimas para influenciar sobre los polticos, claramente no pretende ser eficiente, no en esta poca de un poder corporativo arrogante que invariablemente traer consigo impuestos demasado bajos y demasada contaminacin. Los problemas con los sondeos de valoracin contingente que intentan estimar la magnitud de los daos de la contaminacin preguntando a una muestra de las vctimas son bien conocidos. El sesgo hipottico, el sesgo de incrustacin, el sesgo de la ignorancia, y diferencias dramticas entre los sondeos de la disposicin a pagar y la disposicin para aceptar un dao, que deberan arrojar los mismos resultados, se juntan para socavar grandemente la credibilidad de los estimados de los sondeos de valoracin contingente. Finalmente, los estudios de regresiones hedonsticas no son confiables, entre otras razones, porque excluyen en forma sistemtica categoras completas de beneficios medioambientales como los valores de existencia y de opcin. En cualquier caso, en las economas de mercado, donde la poltica del poder, los sondeos poco confiables, o los estudios fallidos traen consigo impuestos a la contaminacin demasado bajos, por supuesto que lo que tendremos es demasada contaminacin y pagos por debajo del dao que ocasionan los que contaminan. En las raras ocasiones en que un impuesto se fija en un nivel demasado alto, habra contaminacin escasa, con pagos en exceso de parte de los que contaminan. La diferencia crucial entre el planeamiento participativo y las economas de mercado en este respecto es que el procedimiento del planeamiento participativo genera estimados cuantitativos confiables de los costos y beneficios de la contaminacin, mientras que los mercados no generan ningn tipo de estimado cuantitativo. Consecuentemente, inclusive esfuerzos de buena voluntad para interiorizar los costos de la contaminacin a travs de impuestos en las economas de mercado vuelan ciegamente, y las oportunidades para intervenciones de mala fe estn siempre presentes. Los estimados tomados de sondeos y estudios son menos confiables que los precios indicativos para las sustancias contaminantes, que son generados automticamente por el procedimiento del planeamiento participativo. Adems, dado que todos saben que los estimados basados en sondeos y estudios son poco confiables, es posible para las partes interesadas cuestionar los estimados segn su conveniencia. Las partes interesadas frecuentemente financian sondeos alternativos que llegan, predeciblemente, a conclusiones diferentes respecto al dao de la contaminacin y los beneficios de la preservacin medioambiental. Dado que, y a diferencia del planeamiento participativo, los sistemas de mercado no generan estimados objetivos que puedan servir como rbitros, los debates sobre el nivel de los impuestos que gravan la contaminacin en las economas de mercado invariablemente se transforman en una cacofona de l dijo, ella dijo.

Tratar de corregir ese sesgo del mercado con programas de comercializacin de permisos para contaminar enfrenta los mismos problemas. Los programas de permisos slamente pueden reducir la contaminacin a niveles eficientes si se emite un nmero eficiente de permisos y si el mercado de permisos llega a un equilibrio perfecto. Pero dado que los mercados no proveen manera alguna de estimar los daos a las vctimas, no hay manera de estimar el nmero eficiente de permisos por emitir. Obviamente, cuando se emiten demasados se contamina ms del nivel eficiente, mientras que si alguna vez pasase que se emiten en muy poca cantidad, contaminaremos en muy poca cantidad. En otras palabras, el hecho que los mercados no provean informacin sobre la magnitud de los daos de la contaminacin lleva a los mismos problemas de volar a ciegas, y a los mismas oportunidades para presionar de mala f en los programas de permiso como en los programas impositivos. Adems, ningn mercado se ha equilibrado jams perfectamente, incluyendo a los mercados para los permisos para contaminar. Lo que implica que los programas de comercializacin de permisos sern an menos eficientes que los equivalentes impuestos que gravan la contaminacin. Finalmente, nicamente si los permisos fuesen subastados por el gobierno satisfacera el programa de permisos el principio que el que contamina paga. Dado que todos los programas de comercializacin de permisos han funcionado bajo un sistema indulgente donde los permisos se han emitido en gran parte sin costo para los que contaminan, quienes, a su vez, son libres de comercializar con los permisos entre ellos mismos, ningn programa de comercializacin de permisos ha satisfecho el principicio que el contamina paga. En efecto, los programas de comercializacin de permisos con distribucin gratuita otorgan un derecho de contaminar a los que contaminan, mientras que los impuestos que gravan la contaminacin implcitamente otorgan el derecho de propiedad a las vctimas de la contaminacin. Las regulaciones bajo la forma de reducciones porcentuales iguales para todos lo que contaminan tampoco ofrece una mejora en relacin a los impuestos o los permisos en lo que se refiere a alcanzar un nivel eficiente de contaminacin, compensar a las vctimas, o asegurar que los que contaminan paguen, al mismo tiempo que se crea una ineficiencia adicional: fracaso en minimizar el costo de lograr una reduccin en el nivel de contaminacin exigido, cualesquiera que ste sea, cuando los costos mrginales de la reduccin difieren entre los que contaminan. Si bien es cierto que los impuestos que gravan la contaminacin, los permisos de contaminacin comercializables, y las regulaciones pueden mejorar los resultados en una economa de mercado, y de hecho lo hacen, no hay razn alguna para esperar que alguno de ellos pueda siquiera alcanzar uno de los cuatro logros que resultan de otorgarle poder a los consejos vecinales y a las federaciones que representan a las vctimas de la contaminacin en el marco del proceso de planeamiento participativo: lograr niveles eficientes de contaminacin, hacer que los que contaminan paguen, compensar a las vctimas, e inducir que se revele informacin verdadera sobre los costos y beneficios de la contaminacin. Protegiendo el medioambiente en los planes de largo plazo:

El hecho que una economa participativa puede tratar la contaminacin y la preservacin del medioambiente de una manera compatible con los incentivos es un logro importante y una mejora significativa en relacin a las economas de mercado. Pero a la par que una economa participativa puede saldar las cuentas de manera eficiente y equitativa en lo que se refiere al medioambiente para todos los que toman parte en los varios consejos y federaciones, qu proteje los intereses de las futuras generaciones que no pueden hablar por ellas mismas? Cmo podemos evitar las inequidades e ineficiencias intergeneracionales al mismo tiempo que se preserva la democracia econmica si muchos de los efectos adversos del deterioro medioambiental lo asumen los no nacidos, quienes obviamente no pueden tomar parte de un proceso democrtico de decisin hoy? Los intereses de las futuras generaciones lo que incluye al futuro estado del medioambiente natural siempre deben ser protegidos ( ignorados) por la generacin presente. Esto es verdad ya sea que se trate de una lite poltica o econmica en la generacin presente que sopese los intereses de la generacin presente en relacin a los intereses de las futuras generaciones, o de un proceso de toma de decisiones democrtico que incluya a todos los miembros de la presente generacin y que sopese los intereses en conflicto de diferentes generaciones. En una economa participativa la eficiencia y equidad intergeneracional respecto al medioambiente se debe lograr de la misma manera que se logra la eficiencia y equidad intergeneracional en todos los dems aspectos, bajo la forma de frenos que la generacin presente se autoimpone en las deliberaciones democrticas sobre el plan de largo plazo. En una economa participativa se aplican las mismas reglas y procedimientos para el plan de largo plazo que las que se utilizan para el plan anual. Las federaciones tienen un mayor rol que los individuos y los consejos de consumidores en el planeamiento de largo plazo, y asimismo lo tienen los centros de investigacin y desarrollo anexos a las federaciones. Pero las federaciones de trabajadores proponen y revisan las inversiones que les gustara realizar en sus propias industrias, junto con las federaciones de consumidores que proponen y revisan lo que a ellos les gustara poder consumir en myor menor cantidad en el futuro, en un proceso que se ordena sobre la base de las prioridades de inversin y los cronogramas. Cada plan anual se consigue formar dentro de los lmites impuestos por las alternativas escogidas y ya acordados en el proceso de planeamiento de largo plazo. Si el plan de largo plazo demanda una mayor cantidad de inversin, esto reduce la cantidad de consumo disponible en el plan anual del presente ao. Si el plan de largo plazo demanda una reduccin de la flota de automviles y la expansin de los servicios de trenes y buses en el futuro, esto reduce el monto de inversin y los recursos productivos destinados a los consejos de trabajadores en la rama de automviles en el plan anual del presente ao, e incrementa la cantidad de inversin y los recursos productivos que se destinan a los consejos que fabrican trenes. Y si el plan de largo plazo demanda una reduccin del 25 por ciento en las emisiones de carbn en un perodo de cinco aos, la federacin de consumo nacional tendra que reducir correspondientemente las cantidades de emisiones de carbn que sta permite en cada uno de los planes anuales de los prximos cinco aos. Los cambios importantes en los sectores de energa, transporte y vivienda, al igual que las conversiones de tecnologas y productos contaminantes a tecnologas y productos verdes, se determinan todos segn el proceso de planeamiento de largo plazo, donde les resulta igual de fcil a las federaciones expresar preferencias sobre la proteccin y restauracin medioambiental como sobre las inversiones que permiten incrementar el consumo privado. Cuando las federaciones de consumidores demandan mayor espacio verde y mejoras en la calidad del aire y del agua para el futuro durante este proceso, las prioridades de inversin en energa, transporte, y vivienda se ven afectadas, y los cronogramas para introducir las tecnologas y productos verdes se acuerdan.

A veces, cuando la generacin presente elabora el plan de largo plazo, ellos hacen elecciones que nicamente afectan a la generacin futura. Se transportar la gente en el futuro en carros en trenes? Pero frecuentemente cuando la generacin presente acuerda el plan de largo plazo, sta hace elecciones que favorecen a una generacin sobre otra. Consumir menos la presente generacin, de manera que una mayor cantidad se pueda invertir y las generaciones futuras puedan incrementar su consumo? Consumir menos la presente generacin, de manera que las emisiones de carbn se reduzcan ms y las futuras generaciones sufran menos del cambio climtico? Consumir menos la presente generacin de manera que se puedan introducir ms rpidamente las tecnologas y productos verdes y las prximas generaciones puedan gozar de servicios ecolgicos ms temprano que tarde? No puedo pensar en modo alguno que garantice que la generacin presente tomar en serio los intereses de las generaciones futuras , para el caso, que pueda siquiera escoger sabiamente cuando no hay un conflicto intergeneracional presente. Ya sea que la generacin presente tome decisiones sobre el plan de largo plazo democrticamente autocrticamente, no hay modo de garantizar que no se cometern errores que ocasionen dao a las generaciones futuras: quizs sea un error reemplazar los automviles por trenes para nuestros descendientes porque automviles con energa solar podran ser ms amigables ecolgicamente y ms convenientes. Tampoco hay modo de garantizar que la generacin presente no se comporte como Luis XIV y simplemente decida que despus de m, el diluvio. Yo puedo esperar que las personas que practican la justicia econmica en forma diligente entre ellos, como lo requiere una economa participativa, harn lo propio en beneficio de sus hijos, nietos y bisnietos. Yo puedo esperar que las personas que permiten la contaminacin slo cuando los beneficios superan a los costos, aplicarn el mismo principio en su plan de largo plazo e incluirn los costos que afecten a aquellos que los sigan en el tiempo. Y yo puedo esperar que cuando las personas tienen que elegir entre alternativas que en forma clara los benefician a ellos injustamente a costa de sus descendientes, ellos tambin se sentirn avergonzados de hacerlo. El planeamiento participativo de largo plazo est diseado para resaltar en forma clara cuestiones relacionadas a la equidad y eficiencia intergeneracional. Tambin est diseado para estimar con precisin los efectos benficos y nocivos de las alternativas de eleccin econmicas sobre el medioambiente, y los incorpora en los costos y beneficios totales que se deben sopesar. Pero incluso as, no hay garanta de que las futuras generaciones y el medioambiente no sean descuidados. Algunos tendrn que alzar su voz en el proceso de planeamiento participativo de largo plazo cuando ellos crean que otros de su generacin no cuidan a las generaciones futuras. Y algunos tendrn que alzar su voz durante el planeamiento de largo plazo cuando piensen que otros descuidan el futuro del medioambiente.

Otras caractersticas que protejen el medioambiente

Aparte de las caractersticas especficas del proceso de planeamiento de largo plazo discutido arriba, hay otras caractersticas de una economa participativa que hace ms probable que las personas traten al medioambiente natural en forma juiciosa. (1) Una distribucin igualitaria de la riqueza y los ingresos significa que nadie ser tan pobre ni estar tan desesperado que no pueda priorizar el medioambiente por sobre el consumo material. No habr colonizadores destitudos cortando y quemando bosques tropicales valiosos porque no tienen otra manera para permanecer con vida. No habrn comunidades locales pobres que acepten recibir depsitos de basura inseguros porque se encuentran desesperados por recibir un ingreso adicional. Una distribucin igualitaria del ingreso y la riqueza tambin significa que nadie ser tan rico que pueda comprar servicios medioambientales a la vez que pueda dejar que el medioambiente pblico se deteriore. (2) Un sistema que minimiza el uso de incentivos materiales y enfatiza las recompensas por la serviciabilidad social disminuye grandemente los efectos medioambientales destructivos del consumo conspicuo. (3) Un sistema de asignacin que provee recursos productivos a los trabajadores en la medida en que los beneficios sociales excedan los costos sociales incluyendo los costos medioambientales y el costo del ocio sacrificado elimina la carrera competitiva ratonezca para los productores que los impulsa a acumular y crecer no obstante las consecuencias medioambientales, y no obstante el hecho de que, despus de un cierto punto, nuestro consumo adicional no vale el ocio que sacrificamos. En otras palabras, y a diferencia de las economas capitalistas y las economas comunistas gobernadas por lderes que escogieron competir con ellas en una carrera por el crecimiento econmico, en una economa participativa no hay un sesgo hacia un crecimiento perjudicial.Sin embargo, al final, no hay nada que una economa democrtica pueda hacer para prevenir el abuso medioambiental si las personas eligen mal o egostamente. Esto puede ocurrir porque las personas simplemente no estn conscientes de las consecuencias dainas para el medioambiente de sus elecciones, o subestiman su severidad. Esto puede ocurrir porque la generacin presente es egoista y le importa ms lo que le pasa a ella misma que a las futuras generaciones. O, si uno cree que otras especies tienen derechos e intereses que merecen ser tomados en cuenta, puede pasar porque hay personas que se niegan a aceptarlo. Un movimiento medioambiental que eduque y agite por sus causas ser necesario en una economa participativa, y la salud de la bisfera depender de la sabidura, fortaleza y poder de persuasin de este movimiento. La diferencia consiste en que en una economa participativa el movimiento ecologista encontrar un ambiente favorable para presentar su caso mientras que en el capitalismo los naipes se encuentran barajados en su contra.

Conclusin

La pregunta relevante que se debe hacer sobre la manera cmo le ira al medioambiente en cualquier sistema econmico es el siguiente: contiene el sistema incentivos para los tomadores de decisiones de proteger el medioambiente y usarlo juiciosamente? A diferencia del capitalismo y del comunismo, cada uno de los cuales contiene incentivos poderosos para los tomadores de decisiones de ignorar los efectos adversos sobre el medioambiente y a diferencia tambin del socialismo de mercado, que est algo mejor adecuado para contabilizar las externalidades medioambientales, evitar el consumo conspicuo y evitar el crecimiento poco juicioso, en una economa participativa es el inters individual de los tomadores de decisiones tratar al medioambiente juiciosamente. No hay ningn sesgo que favorezca el crecimiento del producto sobre el crecimiento del ocio. No se puede alcanzar prestigio social a travs del consumo conspicuo. No hay ningn incentivo perverso que haga que est en los intereses de los productores o consumidores sobrecontaminar por externalidades que no se atienden. En cambio, aquellos que se benefician de la preservacin del medioambiente tienen el poder necesario para proteger sus intereses. Los planes de largo plazo colocan limitaciones sobre los planes anuales de manera tal que se balancean los intereses de las generaciones presente y futura. Y los intereses de las generaciones futuras que dependen de la preservacin del medioambiente reciben la oportunidad de ser considerados en los planes participativos de largo plazo. Una economa participativa no garantiza que las personas traten al medioambiente juiciosamente, vale decir que no hace obsoleto al movimiento medioambiental. Una economa participativa slamente elimina los incentivos perversos que crean un sesgo en contra de la preservacin y restauracin del medioambiente, y en una cancha de juego donde las personas sopesan sus objetivos rivales en forma democrtica y justa. Participando en la economa global

Cuando Michael Albert y yo publicamos Looking Forward y The Political Economy of Participatory Economics en 1991, no escribimos nada acerca de cmo una economa participativa se relacionara con la economa global. Dado que nosotros no nos referimos a cuestiones de economa internacional, no es sorprendente que algunos preguntaran si una economa participativa giraba en torno a una transicin del capitalismo a una economa participativa en una escala global. La gente de izquierda del siglo veinte debati acerca de si la revolucin en un solo pas Rusia estaba condenada al fracaso a menos que sea acompaada por revoluciones socialistas en otros pases: las economas avanzadas de Europa. Entonces es poco sorprendente que los escpticos se preguntaran si una economa participativa era quizs una nueva e imprctica versin del todo o nada trotskista. Otros, quienes creen en la existencia de importantes beneficios asociados al comercio y las inversiones internacionales, expresaron temor de que una economa participativa tenga que renunciar a esos beneficios si tuviese que retirarse de la economa internacional debido a que la economa global todava est gobernada por principios comerciales. Y todava otros, quienes creen que el comercio y las inversiones internacionales limitan la democracia local y agravan las desigualdades globales, expresaron temor de que una economa participativa sera corrompida por participar en una economa global capitalista. Es acaso posible que un pas que practique la economa participativa funcione en una economa global ampliamente capitalista? Es acaso posible que un pas que busca practicar la economa participativa se beneficie las relaciones econmicas internacionales sin traicionar sus principios fundamentales?

La respuesta en resumen

Toda vez que una economa participativa interacta con una economa ms rica, sus principios de justicia no le impiden intentar alcanzar el mejor trato que pueda lograr. El problema moral surge nicamente cuando una economa participativa interactua con una economa ms pobre. Pero una economa participativa siempre puede acordar trminos de intercambio que le den a un socio comercial ms pobre ms del 50 por ciento de las ganancias de eficiencia resultantes de la especializacin y el comercio. Siempre que las ganancias de eficiencia de las relaciones comerciales internacionales se compartan de acuerdo a la regla del ms del 50 por ciento, tanto la economa participativa como los socios internacionales ms pobres se beneficiarn, y los beneficios sern compartidos de manera que la brecha entre la economa participativa ms rica y los socios internacionales ms pobres disminuya con la interaccin.

El problemaUna economa participativa reconoce que la justicia significa una compensacin acorde al esfuerzo sacrificio. El problema es que los ciudadanos de economas nacionales ms pobres reciben una compensacin menor por sus esfuerzos, en promedio, que los ciudadanos de economas nacionales ms ricas. Las razones de esas diferencias pueden ser importantes cuando se consideran algunas cuestiones, como las reparaciones, las leyes internacionales sobre patentes y derechos de autor, la transferencia de tecnologa, y la ayuda internacional. Pero independientemente de cmo surgieron, el principio de justicia en una economa participativa requiere de medidas efectivas para eliminar diferencias en los montos de compensacin que las personas reciben para sacrificios iguales. No hace ningn bien sealar que los ciudadanos de economas capitalistas ms pobres pueden no haberse comprometido con los principios de la justicia distributiva, esperando que eso excepte a los ciudadanos de una economa participativa de aplicar a ellos el principio. Eso sera como afirmar que dado que un prisionero de guerra que yo capturo no se ha comprometido a abstenerse de torturarme si yo fuese el capturado, estoy en libertad de tortularlo a l. El punto es que mis principios me impiden a m torturar a otros. En forma similar, el punto es que los principios de una economa participativa impiden que una economa participativa interactue con otras economas en trminos que los miembros de la economa participativa consideren injustos. Pero afortunadamente es posible para los ciudadanos de una economa participativa aplicar sus propios principios de justicia distributiva en las relaciones econmicas internacionales con otras naciones, as esas otras naciones no suscriban sus principios. Y es posible para una economa participativa beneficiarse a la vez que lo practica. Siempre que una economa participativa aplique la regla de ms del 50 por ciento, puede beneficiarse del comercio internacional y las inversiones sin violar sus propios principios de justicia econmica.

Complicaciones

Uno podra argumentar que cualquier cosa que no sea una rectificacin inmediata y completa de la injusticia econmica internacional eliminacin de todas las diferencias en la recompensa promedio recibida por el sacrificio entre pases es inaceptable. Por otro lado, si uno est dispuesto a aceptar polticas efectivas que eliminen la injusticia econmica internacional en el tiempo, entonces la regla de ms del 50 por ciento para compartir los beneficios funciona. Despus de todo, los niveles presentes de la injusticia econmica internacional se generaron a lo largo de miles de aos por diferencias en la suerte as como por diferentes formas de explotacin internacional entre comunidades que slo recientemente han empezado a verse a si mismas como parte de una nica comunidad humana que lucha para lograr un sistema de cooperacin equitativa. Si uno acepta que, como Roma, la justicia econmica internacional no se puede construir en un da, una regla de ms del 50 por ciento que se puede expandir a 60 por ciento, 70 porciento, y as sucesivamente a travs de la deliberacin democrtica entre socios econmicos internacionales puede no parecer tan insatisfactoria.

Naturalmente la observacin principal es reconocer que, no hay razn para creer que se implementar la regla de ms del 50 por ciento sobre los trminos de intercambio, las tasas de inters, y las tasas de ganancia generadas por las leyes de la oferta y la demanda en los mercados internacionales para bienes, servicios, crdito y capital! Todo lo contrario, hay buenas razones para creer que an cuando los mercados internacionales sean competitivos, los trminos de intercambio y las tasas de inters de equilibrio casi con certeza distribuirn ms del 50 por ciento de cualquier ganancia de eficiencia del comercio internacional y las inversiones a los pases ms ricos, no a los ms pobres, por lo tanto, agravaran, no mejoraran, la desigualdad global y la injusticia. En otras palabras, las fuerzas del mercado internacional usualmente aplican el reverso de la regla del 50 por ciento, y de esa manera agravan sistemticamente la injusticia econmica internacional. Pero ningn obstculo prctico impide a una economa participativa aplicar la regla de justicia de compartir ms del 50 por ciento en sus tratos econmicos internacionales con pases ms pobres. Y siempre que una economa participativa entregue algo menos del 100 por ciento de las ganancias de eficiencia a un socio internacional ms pobre, la economa participativa estar en una situacin mejor. Las cosas se mostrarn siempre ms complicadas en la prctica. Pero antes de considerar las complicaciones, djenme situar la cuestin de la economa internacional en un contexto ms amplio con la esperanza de clarificar algunos principios generales de la cooperacin equitativa que nos debern guiar cuando surjan las complicaciones.

Yo desaprob mi primer examen oral para obtener el Ph.D. en economa porque yo no reconoc que la respuesta indicada a la pregunta de mi examinador: Por qu contrato a una empleada domstica y trabajo como jefe de un departamento acadmico? era: Los beneficios de la ventaja comparativa. En cambio, yo respond usando conceptos como el condicionamiento social, discriminacin, explotacin, y racismo bastante incoherentemente y conclu bastante torpemente que en una buena sociedad nosotros todos trabajaramos en las cosas en las que somos buenos, pero tambin limpiaramos nuestra propia suciedad. Treinta aos ms tarde, yo puedo por lo menos formular el problema ms claramente: Cundo deberamos recurrir nosotros a los beneficios de la cooperacin social, y cmo deberamos distribuir las cargas y los beneficios cuando as lo hacemos?.

En muchas reas de la vida, los humanos han descubierto beneficios significativos resultantes de la cooperacin social. Nosotros podemos educar mejor a nuestros nios si algunos ensean en la escuela primaria, otros en la escuela secundaria, y la mayora no ensea formalmente nada. Y todos podemos comer y vestirnos mejor cuando algunos de nosotros cultivamos alimentos y otros tejen la ropa. En otras palabras, si bien es cierto que podramos tratar de satisfacer nuestras necesidades en forma autosuficiente, raramente lo hacemos porque establecer relaciones sociales que medien las divisiones de responsabilidades y recompensas ha probado ser frecuentemente ms eficiente. Pero, mientras que hemos sido aptos a realizar divisiones del trabajo que disminuyan la carga total e incrementen el beneficio total, hemos sido considerablemente menos inteligentes en distribuir en forma equitativa las cargas y beneficios, para no hablar de manejar el proceso en forma democrtica. La cooperacin econmica internacional es un caso ejemplar particularmente estimulante. Frecuentemente se exageran las ventajas de la cooperacin internacional, y a veces los precios comerciales no identifican correctamente la ventaja comparativa y la mayor especializacin internacional trae consigo prdidas de eficiencia, y no ganancias. Por ejemplo, los mercados internacionales ignoran de manera sistemtica efectos medioambientales y humanos importantes asociados con la especializacin internacional ampliada y el transporte. Los precios de mercado subestiman los daos al medioambiente y la salud humana de la agricultura qumica de gran escala, y tambin subestiman muchos de los beneficios medioambientales y humanos de la agricultura orgnica de pequea escala. Dado que una mayor especializacin usualmente significa un crecimiento de aquella sobre sta, los beneficios netos se sobrestiman sistemticamente, y en algunos casos las ventajas comparativas no identificadas correctamente traen consigo patrones nuevos contraproductivos de especalizacin y prdidas en vez de ganancias de eficiencia. Los costos humanos y pblicos asociados con la dislocacin de los patrones de trabajo debido a cambios en la divisin internacional del trabajo son tambin tpicamente ignorados por el sistema de precios de mercado debido a que los que se benefician de la especializacin internacional comnmente pueden externalizar los costos de ajuste sobre otros. Esta es una razn adicional que los beneficios de la especializacin internacional ampliada se sobrestiman, y en algunos casos pueda que ni siquiera excedan los costos de ajuste que no se miden a travs del nexo del mercado. Finalmente, aquellos que expresan loas sobre la liberalizacin del capital omiten contar las prdidas de eficiencia de las depresiones desatadas en los pases en desarrollo cuando el sistema financiero internacional, cada vez ms apalanqueado e inseguro, colapsa en crisis y contagio, como lo ha hecho repetidamente durante la dcada pasada. Pero aun cuando existen las ganancias de eficiencia del comercio y las inversiones internacionales, las fuerzas del mercado distribuyen esas ganancias de manera injusta entre los pases. Siempre que el capital se encuentre escaso globalmente, los pases con ms capital usualmente podrn apropiarse de ms del 50 por ciento de las ganancias de eficiencia del comercio y las inversiones internacionales cuando los trminos de intercambio y las tasas de inters internacionales se determinan por las fuerzas del mercado, agravando as las desigualdades globales. No es pues una sorpresa que algunos en el movimiento anti-globalizacin argumenten que es mejor abstenerse del todo del comercio y las inversiones internacionales!

Sin embargo, mientras que un retiro de la economa internacional podra ser una decisin juiciosa para pases que no pueden evitar las severas condicionalidades de corte neoliberal, no siempre el retiro es el mejor curso de accin. Cuando se identifican correctamente las verdaderas ventajas comparativas y las ganancias de eficiencia se pueden compartir equitativamente, la cooperacin econmica internacional puede ser ventajosa. En cualquier caso, no hay nada en la naturaleza misma de una economa participativa que le impida tomar ventaja de los beneficios de la cooperacin internacional cuando stos se presentan. Consigan todo lo que pueden cuando traten con socios econmicos internacionales ricos. Asegrense que los socios ms pobres reciban cuando menos el 50 por ciento de las ganancias de eficiencia.

Conclusin

Cuando existen diferencias significativas en los costos de oportunidad verdaderos de producir diferentes bienes y servicios entre pases, existen ganancias de eficiencia potenciales resultantes de la especializacin y el comercio. Adems, existen trminos de intercambio que pueden distribuir las ganancias de eficiencia entre los socios comerciales de cualquier forma que queramos. Siempre existen trminos de intercambio que le daran la ganancia de eficiencia completa al pas A y ninguna al pas B, as como existen trminos de intercambio (diferentes) que le otorgaran la ganancia de eficiencia completa al pas B y ninguna al pas A. En trminos generales, existen trminos de intercambio que le otorgan x por ciento de la ganancia de eficiencia al pas A y 100 menos x por ciento al pas B para cualquier x entre cero y un ciento. En forma similar, cuando existen diferencias entre cunto se puede incrementar la productividad de alguien trabajando en un pas por un dlar adicional de crdito, comparndolo con alguien de otro pas, existen ganancias de eficiencia potenciales de los crditos internacionales, y existen tasas de inters que pueden distribuir la ganancia de eficiencia entre los pases acreedores y deudores de cualquier forma que queramos. En otras palabras, existen situaciones en las cuales el comercio y las inversiones internacionales pueden rendir ganancias de eficiencia, y existen formas de dividir esas ganancias de manera que se reduzca la desigualdad y la injusticia al mismo tiempo que se obtienen beneficios mtuos mejorando la situacin de ambas partes. Todo lo que una economa participativa requiere hacer en una economa capitalista global es identificar a aquellos pases que obtienen una recompensa menor al nivel promedio para el esfuerzo que realizan, y a aquellos pases que obtienen un nivel superior de recompensa por su esfuerzo. Las cifras ampliamente disponibles sobre del PBI per capita de los diferentes pases bastar hasta que se desarrollen medidas ms exactas del bienestar econmico promedio. Cuando se trate con pases con un PBI per capita superior al propio, una economa participativa est libre de negociar sin restricciones. En ese caso, mientras mejores trminos de intercambio una economa participativa se asegure, mejor servir la causa internacional de la justicia as como sus propios intereses. Sin embargo, cuando se trate con pases con un PBI per capita menor al propio, una economa participativa deber compartir ms del 50 por ciento de la ganancia de eficiencia con sus socios econmicos internacionales ms pobres, de otra manera violar sus propios principios de justicia econmica y arriesgar socavar la lgica moral que subyace a su propio sistema de cooperacin.

Qu es lo que queremos?

Con el advenimiento del nuevo milenio la cuestin de la visin econmica se reduce a lo siguiente: Queremos tratar de medir el valor de la contribucin personal de cada uno a la produccin social y permitir que los individuos hagan retiros de la produccin social correspondientemente? O queremos basar las diferencias en el consumo en los diferentes sacrificios que las personas hacen en el sistema de cooperacin econmica, a ser juzgado por los compaeros de trabajo de uno? En otras palabras, queremos una economa que obedezca la mxima a cada uno segn el valor de su contribucin, la mxima a cada uno segn su esfuerzo y sacrificio?

Queremos que unos pocos planeen y coordinen el trabajo de los muchos? O queremos que todos tengan la oportunidad de participar en la toma de decisiones en el grado en que se vean afectados por el resultado? En otras palabras, queremos continuar organizando el trabajo en forma jerrquica, con las tareas conceptuales monopolizadas por unos pocos, o queremos democracia laboral y puestos de trabajos balanceados por empoderamiento?

Queremos una estructura para expresar las preferencias que est sesgada a favor del consumo individual sobre el consumo social? O queremos que sea igual de fcil para la gente registrar sus preferencias sociales como lo es para su consumo individual? En otras palabras, queremos mercados confederaciones de consejos de consumidores?

Queremos que las decisiones econmicas se determinen por la competencia entre grupos que se confrontan unos a otros por su bienestar y supervivencia? O queremos trabajadores y consumidores que sean capaces de planear sus esfuerzos conjuntos en forma democrtica, eficiente y equitativa? En otras palabras, queremos abdicar de la toma de decisiones econmicas a favor del mercado o queremos adoptar la posibilidad de una economa participativa?

Siempre que el problema sea visto como la manera de tener a una lite econmica que toma decisiones en el inters pblico en vez de su propio inters, no vamos a llegar muy lejos en la reflexin sobre una economa verdaderamente deseable. Ya sea que tengamos capitalistas, planeadores centrales, o administradores de empresas pblicas, las lites econmicas servirn de modo imperfecto al inters pblico, en el mejor de los casos, y ms frecuentemente, subvertirn el inters pblico para servir a su propio inters. Adems, el proceso social de coordinacin de nuestras actividades econmicas interconectadas en forma conciente, democrtica y equitativa es fundamentalmente diferente del proceso social de competir uno contra otro en el mercado intercambiando bienes y servicios. Mientras que ambas soluciones al problema econmico son factibles, slo la primera es compatible con la autogestin (insumos para la toma de decisiones en proporcin al grado en que uno se ve afectado por el resultado), equidad (a cada uno segn el sacrificio personal) y eficiencia (maximizar los beneficios del uso de recursos productivos escasos), para no hablar de solidaridad (preocupacin por el bienestar de otros) y sostenibilidad medioambiental.La pregunta no es si es posible lograr el tipo de economa deseable descrita en este captulo en el futuro cercano. La respuesta es obviamente no. En cambio, la pregunta es qu significa para una economa ser justa y democrtica, y qu instituciones econmicas son capaces de lograr democracia econmica y justicia sin sacrificar la eficiencia econmica. Slo despus de tener claro qu cosa queremos decir realmente cuando nos referimos a la economa de la cooperacin equitativa, tiene entonces sentido la pregunta de cmo llegar hasta all desde donde nos encontramos hoy en da. Despus de atender importantes inquietudes que se han expresado respecto a la economa participativa en el captulo 9, procederemos a explorar ideas sobre cmo responder a la segunda pregunta de la Parte 4, donde consideramos a las campaas y movimientos de reforma econmica, y experimentos prefigurativos que nos hagan empezar en la larga marcha en direccin a una cooperacin equitativa.