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WSJ.COM/AMERICAS 6 Economía&Negocios SECCIÓN D | AÑO CXXIII Nº34,202, Martes, 7 de agosto del 2012 REGIONAL G M ha sido demandada por el fabricante de au- tos de lujo Spyker, de Holan- da, que le compró la auto- motriz sueca Saab en 2010. Spyker acusa a GM de haber arrastrado a Saab a la ban- carrota al bloquear la venta de ésta a la china Young- man en 2011, y pide una indemnización de US$3.000 millones. Un vocero de GM dijo que la empresa anali- zará el caso y responderá. n Apple planea eliminar la aplicación de YouTube de la nueva versión de su sistema operativo, iOS 6. Eso implica que el iPhone y el iPad ya no traerán incorporado el sitio de videos en línea. Se trata de un nuevo capítulo en la guerra de Apple contra Google, dueño de YouTube. n El FMI presiona a los go- biernos de Europa para que alivien las condiciones del rescate de Grecia, según autoridades al tanto. n Gibson, icónico fabrican- te de guitarras y violines, acordó pagar una multa de US$300.000 para cerrar una investigación sobre presuntas importaciones ilegales de madera de Ma- dagascar e India, informa- ron autoridades de EE.UU. Gibson no quiso hacer comentarios. n Standard Chartered, banco británico, ha sido acusado por las autorida- des financieras del estado de Nueva York de llevar a cabo negocios con Irán y otros países en violación de las leyes de EE.UU. La di- visión estadounidense del banco habría ocultado más de US$250.000 millones en transacciones ilegales durante casi 10 años, según los reguladores. El banco no quiso comentar. n BestBuy, cadena minoris- ta de electrónicos de EE.UU., informó que su fundador y ex presidente de la junta, Richard Schulze, hizo una oferta por las acciones de la empresa que aún no posee, lo que valora a la compañía en hasta US$8.800 millones. BestBuy señaló que estudia- rá la propuesta. n Knight Capital, firma estadounidense de servi- cios financieros, anunció que recibió una inyección de US$400 millones de un grupo de inversionistas, que asumirán el control de la compañía. El dinero le permitirá cubrir la pérdida de US$440 millones que sufrió la semana pasada debido a una falla en su plataforma de transaccio- nes electrónicas. C hile sigue expan- diéndose a un ritmo robusto alimentado por la demanda interna. El índice de actividad económica mensual Imacec creció 6,2% interanual en junio, informó el banco central. n La producción automo- triz de México creció 18% en julio frente a igual mes de 2011, a 238.146 unida- des, y se encamina a un año récord, dijo la asociación del sector, AMIA. La pro- ducción acumulada de los primeros siete meses es de 1,65 millones de vehículos, un alza interanual de 13%. n Cuba sufrió otro revés en su búsqueda de indepen- dencia energética, luego que la perforación de un pozo en altamar por parte de la malasia Petronas y la rusa Gazprom fuera infructuosa, informó Cubapetróleo. n Petrobras prevé acelerar la venta de activos con- templados en su plan de desinversión de US$14.000 millones en el segundo se- mestre, reveló el director financiero, Almir Barbassa. La petrolera estatal bra- sileña quiere deshacerse de activos prescindibles para ayudar a financiar inversiones de US$237.000 millones hasta 2016. n General Motors pospuso hasta fines de noviembre el despido de 1.840 emplea- dos en su fábrica en São José dos Campos, en Brasil, anunció el sindicato. Hasta entonces, la automotriz estadounidense y los trabajadores analizarán alternativas a los despidos que estaban programados para este mes. Envíe sus comentarios a: [email protected] 7 7 INTERNACIONAL What’s NewsP�� Y� H�CIUDAD DE NIIGATA, Japón— En un histórico cambio de pape- les, China se ha transformado en un importante inversionista en Japón, una disminución de es- tatus para el país nipón que está reactivando viejas enemistades entre los recelosos vecinos. En esta ciudad portuaria, la desconfianza ha tomado la for- ma de un áspero enfrentamiento sobre la construcción de un nuevo consulado chino. Dignatarios en Niigata presionaron por el con- sulado durante años, con la es- peranza de atraer turistas y em- presas a esta alicaída ciudad de 800.000 habitantes sobre el Mar de Japón. Sin embargo, cuando finalmen- te obtuvieron la victoria y se anun- ció el plan para levantar el consu- lado, los residentes estallaron en protestas. Unas 15.000 personas firmaron peticiones contra los chinos y los manifestantes blo- quearon las calles con sus camio- netas. En marzo, la asamblea de la ciudad aprobó una resolución que exige un control más estricto de las compras de tierras por parte de ex- tranjeros. La construcción sigue paralizada mientras Tokio y Bei- jing tratan de decidir qué hacer. “Es inquietante tener a extran- jeros viviendo en medio de nuestra ciudad, detrás de muros altos”, dijo Shigenobu Fukaya, un miembro de la asamblea que lidera el movi- miento de oposición. Según él, el consulado traerá un “elemento no deseado” a Niigata (o en otras pa- labras, chinos) y más crimen. La disputa plasma la comple- ja naturaleza de la relación entre China y Japón. Ambos países com- parten una cultura y una historia marcada por las guerras. Se han invadido repetidamente desde el siglo XI, pero también han reali- zado un intenso intercambio co- mercial que llevó la religión y las armas de fuego a Japón, y mine- rales y madera a China. En un inci- dente reciente que marcó a ambos países, Japón colonizó China en los años 30 y masacró a civiles en Nanjing, un período que todavía ensombrece sus relaciones. Muchos japoneses reconocen que la mayor influencia económi- ca de China podría ayudar a Japón en su lucha por recuperar vigor. Pero al mismo tiempo, la animosi- dad crece. Una encuesta llevada a cabo hace poco mostró que 84% de los japoneses tenían una impresión negativa de China, un alza de seis puntos frente al año anterior. Casi dos de cada tres chinos aseguraron que el sentimiento es mutuo. Para numerosos japoneses, las inversiones de China son un recor- datorio de su disminuido papel en el escenario mundial. Tras años de crecimiento imparable, China superó a Japón en 2010 para con- vertirse en la segunda economía del mundo, después de Estados Unidos, una posición que los ni- pones habían mantenido durante más de cuatro décadas. “Por un lado, Japón quie- re aprovechar el auge de China. Pero por el otro, no puede dejar de preocuparse. No ha encontrado la manera de lidiar con el nuevo flujo de dinero y los recién llega- dos”, aseguró Jianmin Jin, un eco- nomista chino que estudia desde 1998 las relaciones entre ambos países en el Instituto de Investi- gación Fujitsu, en Tokio. Es difícil calcular con preci- sión cuánto dinero invierte Chi- na en Japón, debido a que algunos acuerdos se cierran vía terceros países para no llamar la atención. Las inversiones directas netas de China en Japón ascendieron a un récord de US$338 millones en 2010, casi 20 veces el nivel de hace cinco años, según el Minis- terio de Comercio de China. (En 2011, la inversión extranjera di- recta cayó un poco, incluida la de China, después del desastre nu- clear de Fukushima). China sigue rezagada respec- to a otros grandes inversionistas en Japón, como EE.UU. y el Rei- no Unido, que en 2010 inyectaron US$3.500 millones y US$5.200 millones, respectivamente. Aun así, los expertos que hacen un se- guimiento de acuerdos individua- les aseguran que el dinero chino está adquiriendo una presencia cada vez más significativa. Entre abril de 2003 y marzo de 2012, las empresas chinas prota- gonizaron 97 de los 970 acuerdos de inversión cerrados en Japón por parte de extranjeros y coor- dinados por la Organización de Comercio Exterior de Japón, una agencia gubernamental que pro- mueve las inversiones. Eso coloca a China en segundo lugar, después de EE.UU., con 293 acuerdos. Al mismo tiempo, el fondo soberano de China parece estar comprando participaciones en compañías japonesas. El diario Nihon Keizai Shimbun informó en junio, en base a un análisis de las listas de accionistas, que el fondo chino posee 1% de todas las accio- nes de las empresas que cotizan en la Bolsa de Tokio. Japón está a la caza de dinero chino de cualquier clase. En las últimas semanas, el gobierno in- auguró un programa especial de visas para turistas chinos acauda- lados que quieran ir de vacaciones a las áreas más perjudicadas por el tsunami del año pasado. Inversionistas chinos han ayu- dado a conocidas compañías japo- nesas que no habían superado las consecuencias del maremoto y la crisis nuclear. Hon Hai Precision Industry Co., con sede en Taiwán, que ensambla productos de Apple Inc. en China bajo el nombre de Foxconn, accedió en marzo a asu- mir una participación de 10% en el gigante japonés de electrónicos Sharp Corp. También en marzo, Panasonic Corp. completó la ven- ta de sus operaciones de electro- domésticos a la china Haier Elec- tronics Group Inc. En Japón, la reacción negativa a los chinos crece según llegan los fondos. Los legisladores de Japón especulan que las empresas chi- nas quieren tecnología o inteli- gencia militar. “Nadie se preocu- paba cuando los estadounidenses compraban nuestras tierras, pero la entrada de China está poniendo nerviosa a mucha gente. Después de todo, es un país al que conside- ramos como una amenaza”, dijo Sanae Takaichi, una parlamentaria de la oposición que está esbozan- do una legislación que impondría un mayor control sobre la compra de tierras por parte de extranjeros. “No podemos permitirnos seguir bajando la guardia”, aseguró. Su proyecto de ley no es el úni- co. El año pasado se esperaba que el Parlamento aprobara una ley para proteger el agua potable que se originó durante una disputa terri- torial de 2010 con China. Algunos japoneses, incluida Takaichi, han expresado sus temores de que los inversionistas chinos podrían ex- plotar su agua mineral para expor- tarla hasta secar sus manantiales. Algunos chinos lamentan que el racismo de los japoneses socave la habilidad de China para hacer negocios en el país. Tras estudiar japonés durante años, Sun Ron Qing llegó a Niigata en 2006 para abrir una franquicia de una com- pañía de alimentos de Dalian, una ciudad portuaria china. La empre- saria de 53 años recuerda que lo pasó mal a la hora de entablar relaciones. Algunas personas se negaban a estrecharle la mano en eventos sociales, recuerda. “Es in- creíblemente difícil para las com- pañías chinas ganarse la confianza aquí”, asegura. Su oficina se cerró recientemente y ahora trabaja en una importadora de alimentos de propiedad japonesa. Miho Inada contribuyó a este artículo. El auge de las inversiones chinas en Japón revive viejos rencores En China, las multinacionales encaran una dura competencia de marcas locales P�� L� B�� � E� GLos días en los que las grandes multinacionales podían dominar fácilmente cualquier segmento de consumo en China, como el de pasta de dientes o detergente para la ropa, son cosa del pasado. Durante años, compañías como Procter & Gamble Co. tenían que preocuparse principalmente de las falsificaciones, ya que marcas como Crest eran populares en el creciente mercado de consumo. Ese ya no es el caso. Un ejemplo es un dentífrico de hierbas chino para blanquear los dientes y para encías sensibles. Se vende por el equiva- lente de US$8,60, casi el doble del precio de Crest 3D White Vivid, una de las marcas más caras de P&G. Aun así, la cuota de mercado de la pasta de dientes china creció a 8,8% en 2011, frente a 1,1% hace cinco años, según la firma Euromo- nitor International. Durante el mis- mo lapso, la participación de P&G en esta categoría cayó de 20,8% a 19,7%. Por su parte, la de su rival Unilever NV, que vende en China la marca Zhonghua, descendió de 12% a 9,9%, según Euromonitor. Los analistas dicen que una pérdida de un punto o dos es lo suficientemente pequeña a cor- to plazo como para que las mul- tinacionales se las arreglen. Pero el ascenso de la marca china, de Yunnan Baiyao Group Co., es una señal del cambio que se está dan- do en el entorno de consumo, di- cen algunas personas. “P&G y Unilever tendrán que pelear más duro por espacio en los estantes y por diferenciarse de las marcas locales que ahora están ofreciendo una gama más amplia de productos y características”, señaló Ben Cavender, analista de China Market Research Group. Las compañías chinas están ga- nando terreno conforme mejoran sus estrategias de marca. Hengan International Group Co. desbancó a P&G en 2010 como el líder en pa- ñuelos desechables y productos de higiene y mantuvo su posición en 2011 con una participación de mercado de 10,6%, comparado con 10,5% del gigante estadounidense, según Euromonitor. Por su parte, Guangzhou Liby Enterprise Group Co. y Nice Group dominan merca- dos de productos para el cuidado del hogar como detergentes y ja- bones, con una cuota combinada de 27,6%, frente a 7,6% de P&G y 6,6% de Unilever, según la firma. Asimismo, las marcas locales están reduciendo la brecha de ca- lidad que se percibe frente a los productos extranjeros. En algu- nos artículos, los consumidores ya no distinguen fácilmente si es importado o nacional. En un son- deo de Nielsen a 300 consumido- res en ciudades pequeñas de Chi- na, cerca de 70% pensaba que el detergente para la ropa Ariel, de P&G, era una marca local. El ascenso de las marcas chinas se produce en momentos en que las empresas multinacionales de bienes de consumo dependen más de los mercados emergentes para compensar un crecimiento débil en Europa y Estados Unidos. Aunque el crecimiento de las ventas se ha desacelerado confor- me la economía china se enfría, las cifras aún son sólidas. Euromoni- tor estima que el mercado chino de productos de belleza y cuida- do personal se expandirá 12% este año a US$32.000 millones, mien- tras que el segmento de productos para el cuidado del hogar crecerá 11% a US$12.200 millones. China es el segundo mayor mer- cado de P&G, con US$6.000 millo- nes en ventas. Aunque su cuota de mercado en pañales, productos para lavar la ropa y artículos para el cabello se ha elevado en China, su participación en los segmentos de cuidado oral, baño y ducha, y cui- dado de la piel bajó en 2011, según un análisis de Bernstein Research de los datos de Euromonitor. P&G afirmó que la premisa de que las multinacionales están perdiendo terreno no es correcta. “Sólo funciona si escoge una sub- categoría y luego hace comparacio- nes”, señaló su vocero Paul Fox. —Stefanie Qi contribuyó a este artículo. Sebastian Stein Esta pasta de dientes china cuesta el doble que una similar de la marca Crest, de P&G. Laurie Burkitt para The Wall Street Journal Fuentes: Oficina General de Aduanas de la República Popular China (comercio); Banco Mundial (PIB) The Wall Street Journal Nuevo orden Los lazos económicos entre Japón y China se estrechan mientras China se afianza como la mayor potencia de Asia. PIB, en US$ Comercio de China con Japón, en US$ Importaciones de Japón Exportaciones a Japón 200.000 millones 0 40.000 80.000 120.000 160.000 05 06 07 08 09 10 11 8 0 2 4 6 billones (millones de millones) 70 80 90 2000 1960 10 China Japón Guías turísticos chinos buscan nuevos destinos en Japón para ofrecer a sus clientes. Artículo en wsjamericas.com Zynga apunta a lo móvil: Para contrarrestar la desaceleración en su negocio principal, el desarrollador de juegos sociales como ‘FarmVille’ está apostando por los juegos móviles. Associated Press

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WSJ.COM/AMERICAS6Economía&Negocios SECCIÓN D | AÑO CXXIII Nº34,202, Martes, 7 de agosto del 2012

REGIONAL

GM ha sido demandada por el fabricante de au-

tos de lujo Spyker, de Holan-da, que le compró la auto-motriz sueca Saab en 2010. Spyker acusa a GM de haber arrastrado a Saab a la ban-carrota al bloquear la venta de ésta a la china Young-man en 2011, y pide una indemnización de US$3.000 millones. Un vocero de GM dijo que la empresa anali-zará el caso y responderá.n Apple planea eliminar la aplicación de YouTube de la nueva versión de su sistema operativo, iOS 6. Eso implica que el iPhone y el iPad ya no traerán incorporado el sitio de videos en línea. Se trata de un nuevo capítulo en la guerra de Apple contra Google, dueño de YouTube. n El FMI presiona a los go-biernos de Europa para que alivien las condiciones del rescate de Grecia, según autoridades al tanto.n Gibson, icónico fabrican-te de guitarras y violines, acordó pagar una multa de US$300.000 para cerrar una investigación sobre presuntas importaciones ilegales de madera de Ma-dagascar e India, informa-ron autoridades de EE.UU. Gibson no quiso hacer comentarios.

n Standard Chartered,banco británico, ha sido acusado por las autorida-des financieras del estado de Nueva York de llevar a cabo negocios con Irán y otros países en violación de las leyes de EE.UU. La di-visión estadounidense del banco habría ocultado más de US$250.000 millones en transacciones ilegales durante casi 10 años, según los reguladores. El banco no quiso comentar.n BestBuy, cadena minoris-ta de electrónicos de EE.UU., informó que su fundador y ex presidente de la junta, Richard Schulze, hizo una oferta por las acciones de la empresa que aún no posee, lo que valora a la compañía en hasta US$8.800 millones. BestBuy señaló que estudia-rá la propuesta.n Knight Capital, firma estadounidense de servi-cios financieros, anunció que recibió una inyección de US$400 millones de un grupo de inversionistas, que asumirán el control de la compañía. El dinero le permitirá cubrir la pérdida de US$440 millones que sufrió la semana pasada debido a una falla en su plataforma de transaccio-nes electrónicas.

Chile sigue expan-diéndose a un ritmo

robusto alimentado por la demanda interna. El índice de actividad económica mensual Imacec creció 6,2% interanual en junio, informó el banco central.n La producción automo-triz de México creció 18% en julio frente a igual mes de 2011, a 238.146 unida-des, y se encamina a un año récord, dijo la asociación del sector, AMIA. La pro-ducción acumulada de los primeros siete meses es de 1,65 millones de vehículos, un alza interanual de 13%.n Cuba sufrió otro revés en su búsqueda de indepen-dencia energética, luego que la perforación de un pozo en altamar por parte de la malasia Petronas y la rusa Gazprom fuera infructuosa, informó Cubapetróleo.

n Petrobras prevé acelerar la venta de activos con-templados en su plan de desinversión de US$14.000 millones en el segundo se-mestre, reveló el director financiero, Almir Barbassa. La petrolera estatal bra-sileña quiere deshacerse de activos prescindibles para ayudar a financiar inversiones de US$237.000 millones hasta 2016.n General Motors pospuso hasta fines de noviembre el despido de 1.840 emplea-dos en su fábrica en São José dos Campos, en Brasil, anunció el sindicato. Hasta entonces, la automotriz estadounidense y los trabajadores analizarán alternativas a los despidos que estaban programados para este mes.

Envíe sus comentarios a: [email protected]

7 7INTERNACIONAL

What’s News—

P�� Y��� H������

CIUDAD DE NIIGATA, Japón—En un histórico cambio de pape-les, China se ha transformado en un importante inversionista en Japón, una disminución de es-tatus para el país nipón que está reactivando viejas enemistades entre los recelosos vecinos.

En esta ciudad portuaria, la desconfianza ha tomado la for-ma de un áspero enfrentamiento sobre la construcción de un nuevo consulado chino. Dignatarios en Niigata presionaron por el con-sulado durante años, con la es-peranza de atraer turistas y em-presas a esta alicaída ciudad de 800.000 habitantes sobre el Mar de Japón.

Sin embargo, cuando finalmen-te obtuvieron la victoria y se anun-ció el plan para levantar el consu-lado, los residentes estallaron en protestas. Unas 15.000 personas firmaron peticiones contra los chinos y los manifestantes blo-quearon las calles con sus camio-netas. En marzo, la asamblea de la ciudad aprobó una resolución que exige un control más estricto de las compras de tierras por parte de ex-tranjeros. La construcción sigue paralizada mientras Tokio y Bei-jing tratan de decidir qué hacer.

“Es inquietante tener a extran-jeros viviendo en medio de nuestra ciudad, detrás de muros altos”, dijo Shigenobu Fukaya, un miembro de la asamblea que lidera el movi-miento de oposición. Según él, el consulado traerá un “elemento no deseado” a Niigata (o en otras pa-labras, chinos) y más crimen.

La disputa plasma la comple-ja naturaleza de la relación entre China y Japón. Ambos países com-parten una cultura y una historia marcada por las guerras. Se han invadido repetidamente desde el siglo XI, pero también han reali-zado un intenso intercambio co-mercial que llevó la religión y las armas de fuego a Japón, y mine-rales y madera a China. En un inci-dente reciente que marcó a ambos países, Japón colonizó China en los años 30 y masacró a civiles en Nanjing, un período que todavía ensombrece sus relaciones.

Muchos japoneses reconocen que la mayor influencia económi-ca de China podría ayudar a Japón en su lucha por recuperar vigor. Pero al mismo tiempo, la animosi-dad crece. Una encuesta llevada a cabo hace poco mostró que 84% de los japoneses tenían una impresión negativa de China, un alza de seis puntos frente al año anterior. Casi dos de cada tres chinos aseguraron que el sentimiento es mutuo.

Para numerosos japoneses, las inversiones de China son un recor-datorio de su disminuido papel en el escenario mundial. Tras años de crecimiento imparable, China superó a Japón en 2010 para con-vertirse en la segunda economía del mundo, después de Estados Unidos, una posición que los ni-pones habían mantenido durante más de cuatro décadas.

“Por un lado, Japón quie-re aprovechar el auge de China.

Pero por el otro, no puede dejar de preocuparse. No ha encontrado la manera de lidiar con el nuevo flujo de dinero y los recién llega-dos”, aseguró Jianmin Jin, un eco-nomista chino que estudia desde 1998 las relaciones entre ambos países en el Instituto de Investi-gación Fujitsu, en Tokio.

Es difícil calcular con preci-sión cuánto dinero invierte Chi-na en Japón, debido a que algunos acuerdos se cierran vía terceros países para no llamar la atención. Las inversiones directas netas de China en Japón ascendieron a un récord de US$338 millones en 2010, casi 20 veces el nivel de hace cinco años, según el Minis-terio de Comercio de China. (En 2011, la inversión extranjera di-recta cayó un poco, incluida la de China, después del desastre nu-clear de Fukushima).

China sigue rezagada respec-to a otros grandes inversionistas en Japón, como EE.UU. y el Rei-no Unido, que en 2010 inyectaron US$3.500 millones y US$5.200 millones, respectivamente. Aun así, los expertos que hacen un se-guimiento de acuerdos individua-les aseguran que el dinero chino está adquiriendo una presencia cada vez más significativa.

Entre abril de 2003 y marzo de 2012, las empresas chinas prota-gonizaron 97 de los 970 acuerdos de inversión cerrados en Japón por parte de extranjeros y coor-dinados por la Organización de Comercio Exterior de Japón, una agencia gubernamental que pro-mueve las inversiones. Eso coloca

a China en segundo lugar, después de EE.UU., con 293 acuerdos.

Al mismo tiempo, el fondo soberano de China parece estar comprando participaciones en compañías japonesas. El diario Nihon Keizai Shimbun informó en junio, en base a un análisis de las listas de accionistas, que el fondo chino posee 1% de todas las accio-nes de las empresas que cotizan en la Bolsa de Tokio.

Japón está a la caza de dinero chino de cualquier clase. En las últimas semanas, el gobierno in-auguró un programa especial de visas para turistas chinos acauda-lados que quieran ir de vacaciones a las áreas más perjudicadas por el tsunami del año pasado.

Inversionistas chinos han ayu-dado a conocidas compañías japo-nesas que no habían superado las consecuencias del maremoto y la crisis nuclear. Hon Hai Precision Industry Co., con sede en Taiwán, que ensambla productos de Apple Inc. en China bajo el nombre de Foxconn, accedió en marzo a asu-mir una participación de 10% en el gigante japonés de electrónicos Sharp Corp. También en marzo, Panasonic Corp. completó la ven-ta de sus operaciones de electro-domésticos a la china Haier Elec-tronics Group Inc.

En Japón, la reacción negativa a los chinos crece según llegan los fondos. Los legisladores de Japón especulan que las empresas chi-nas quieren tecnología o inteli-gencia militar. “Nadie se preocu-paba cuando los estadounidenses compraban nuestras tierras, pero

la entrada de China está poniendo nerviosa a mucha gente. Después de todo, es un país al que conside-ramos como una amenaza”, dijo Sanae Takaichi, una parlamentaria de la oposición que está esbozan-do una legislación que impondría un mayor control sobre la compra de tierras por parte de extranjeros. “No podemos permitirnos seguir bajando la guardia”, aseguró.

Su proyecto de ley no es el úni-co. El año pasado se esperaba que el Parlamento aprobara una ley para proteger el agua potable que se originó durante una disputa terri-torial de 2010 con China. Algunos japoneses, incluida Takaichi, han expresado sus temores de que los inversionistas chinos podrían ex-plotar su agua mineral para expor-tarla hasta secar sus manantiales.

Algunos chinos lamentan que el racismo de los japoneses socave la habilidad de China para hacer negocios en el país. Tras estudiar japonés durante años, Sun Ron Qing llegó a Niigata en 2006 para abrir una franquicia de una com-pañía de alimentos de Dalian, una ciudad portuaria china. La empre-saria de 53 años recuerda que lo pasó mal a la hora de entablar relaciones. Algunas personas se negaban a estrecharle la mano en eventos sociales, recuerda. “Es in-creíblemente difícil para las com-pañías chinas ganarse la confianza aquí”, asegura. Su oficina se cerró recientemente y ahora trabaja en una importadora de alimentos de propiedad japonesa.

—Miho Inada contribuyó a este artículo.

El auge de las inversiones chinas en Japón revive viejos rencores

En China, las multinacionales encaran una dura competencia de marcas localesP�� L����� B������ � E���� G�����

Los días en los que las grandes multinacionales podían dominar fácilmente cualquier segmento de consumo en China, como el de pasta de dientes o detergente para la ropa, son cosa del pasado.

Durante años, compañías como Procter & Gamble Co. tenían que preocuparse principalmente de las falsificaciones, ya que marcas como Crest eran populares en el creciente mercado de consumo. Ese ya no es el caso. Un ejemplo es un dentífrico de hierbas chino para blanquear los dientes y para encías sensibles. Se vende por el equiva-lente de US$8,60, casi el doble del precio de Crest 3D White Vivid, una de las marcas más caras de P&G.

Aun así, la cuota de mercado de la pasta de dientes china creció a 8,8% en 2011, frente a 1,1% hace

cinco años, según la firma Euromo-nitor International. Durante el mis-mo lapso, la participación de P&G en esta categoría cayó de 20,8% a 19,7%. Por su parte, la de su rival Unilever NV, que vende en China la marca Zhonghua, descendió de 12% a 9,9%, según Euromonitor.

Los analistas dicen que una pérdida de un punto o dos es lo suficientemente pequeña a cor-to plazo como para que las mul-tinacionales se las arreglen. Pero el ascenso de la marca china, de Yunnan Baiyao Group Co., es una señal del cambio que se está dan-do en el entorno de consumo, di-cen algunas personas.

“P&G y Unilever tendrán que pelear más duro por espacio en los estantes y por diferenciarse de las marcas locales que ahora están ofreciendo una gama más amplia de productos y características”, señaló Ben Cavender, analista de

China Market Research Group.Las compañías chinas están ga-

nando terreno conforme mejoran sus estrategias de marca. Hengan International Group Co. desbancó a P&G en 2010 como el líder en pa-ñuelos desechables y productos de higiene y mantuvo su posición en 2011 con una participación de

mercado de 10,6%, comparado con 10,5% del gigante estadounidense, según Euromonitor. Por su parte, Guangzhou Liby Enterprise Group Co. y Nice Group dominan merca-dos de productos para el cuidado del hogar como detergentes y ja-bones, con una cuota combinada de 27,6%, frente a 7,6% de P&G y 6,6%

de Unilever, según la firma.Asimismo, las marcas locales

están reduciendo la brecha de ca-lidad que se percibe frente a los productos extranjeros. En algu-nos artículos, los consumidores ya no distinguen fácilmente si es importado o nacional. En un son-deo de Nielsen a 300 consumido-res en ciudades pequeñas de Chi-na, cerca de 70% pensaba que el detergente para la ropa Ariel, de P&G, era una marca local.

El ascenso de las marcas chinas se produce en momentos en que las empresas multinacionales de bienes de consumo dependen más de los mercados emergentes para compensar un crecimiento débil en Europa y Estados Unidos.

Aunque el crecimiento de las ventas se ha desacelerado confor-me la economía china se enfría, las cifras aún son sólidas. Euromoni-tor estima que el mercado chino

de productos de belleza y cuida-do personal se expandirá 12% este año a US$32.000 millones, mien-tras que el segmento de productos para el cuidado del hogar crecerá 11% a US$12.200 millones.

China es el segundo mayor mer-cado de P&G, con US$6.000 millo-nes en ventas. Aunque su cuota de mercado en pañales, productos para lavar la ropa y artículos para el cabello se ha elevado en China, su participación en los segmentos de cuidado oral, baño y ducha, y cui-dado de la piel bajó en 2011, según un análisis de Bernstein Research de los datos de Euromonitor.

P&G afirmó que la premisa de que las multinacionales están perdiendo terreno no es correcta. “Sólo funciona si escoge una sub-categoría y luego hace comparacio-nes”, señaló su vocero Paul Fox.

—Stefanie Qi contribuyó a este artículo.

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Esta pasta de dientes china cuesta el doble que una similar de la marca Crest, de P&G.

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Fuentes: Oficina General de Aduanas de la República Popular China (comercio); Banco Mundial (PIB)

The Wall Street Journal

Nuevo ordenLos lazos económicos entre Japón y China se estrechan mientras China se afianza como la mayor potencia de Asia.

PIB, en US$Comercio de China con Japón, en US$

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China

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Guías turísticos chinos buscan nuevos destinos en Japón para ofrecer a sus clientes.

Artículo en wsjamericas.com

Zynga apunta a lo móvil: Para contrarrestar la desaceleración en su negocio principal, el desarrollador de juegos sociales como ‘FarmVille’ está apostando por los juegos móviles.

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