ÍndiceAgradecimientosDedicatoria:Un prólogo sin leer el libroIntroducciónVerso I

El Tao que puede nombrarse...Verso IICuando el mundo reconoce...Verso III

No alabando a los superdotados...Verso IV

El Tao es como un cuenco vacío...Verso V

Ni el cielo ni la tierra...Verso VI

El valle y el espíritu del valle...Verso VII

El cielo dura eternamente...Verso VIII

La forma más elevada de divinidad...Verso IX

Abandonemos las cosas a sí mismas...Verso X

Que tu cuerpo y tu alma vital...Verso XI

Del centro de la rueda...Verso XII

Los cinco colores ciegan...Verso XIII

Acepta voluntariamente...Verso XIV

Aquello que miramos y no podemos ver...Verso XV

Los antiguos maestros eran sutiles...Verso XVI

Vacíate de todo...Verso XVII

El mejor dirigente es aquel...Verso XVIII

Al declinar el gran Tao...Verso XIX

Deja atrás el conocimiento...Verso XX

Entre el sí y el no...Verso XXI

Está en la naturaleza...Verso XXII

Da y ganarás...Verso XXIII

Lo natural es hablar poco...Verso XXIV

El que está sobre las puntas del pie...Verso XXV

Hay un ser nebuloso nacido...Verso XXVI

Lo pesado es la raíz...Verso XXVII

El buen paso no deja huella...Verso XXVIII

Conoce lo masculino, mantente en lo femenino...Verso XXIX

Alguien desea apoderarse...Verso XXX

Cuando veas a alguien que gobierna...Verso XXXI

Las armas más valiosas...Verso XXXII

El Tao es siempre innombrable...Verso XXXIII

Aquel que conoce a los demás...

Verso XXXIVEl gran Tao fluye por todas partes...

Verso XXXVEl que lleva en sí la gran forma...

Verso XXXVILo que se encoge...

Verso XXXVIIEl Tao nunca actúa...

Verso XXXVIIIUna verdadera buena persona...

Verso XXXIXDesde la antigüedad...

Verso XLEl movimiento del Tao...

Verso XLICuando un sabio conoce...

Verso XLIIEl Tao dio a luz...

Verso XLIIILo más blando del Universo...

Verso XLIVLa fama o la personalidad...

Verso XLVLa mayor perfección parece...

Verso XLVICuando el mundo está...

Verso XLVIISin salir puedes conocer...

Verso XLVIIISi estás aprendiendo...

Verso XLIXEl sabio no tiene intereses...

Verso LEntre el nacimiento y la muerte...

Verso LIEl Tao les da vida...

Verso LII

El principio del Universo...Verso LIII

Si tuviese un poco de...Verso LIV

Lo que está bien plantado...Verso LV

El que está lleno de...Verso LVI

Los que saben no hablan...Verso LVII

Gobierna una nación...Verso LVIII

Cuando el gobernante es...Verso LIX

Para cuidar a los demás...Verso LX

Gobernar el país es...Verso LXI

Un gran país es como...Verso LXII

El Tao es la reserva...Verso LXIII

Practica la No Acción...Verso LXIV

Lo fácil es mantener la paz...Verso LXV

En la antigüedad...Verso LXVI

Por qué es el mar...Verso LXVII

Todos bajo el cielo, dicen...Verso LXVIII

Un buen soldado nunca...Verso LXIX

Entre los soldados hay un...Verso LXX

Mis palabras son fáciles...

Verso LXXIDarse cuenta de que...

Verso LXXIICuando a las personas...

Verso LXXIIIEl que es valiente...

Verso LXXIVCuando la gente deja...

Verso LXXVPor qué pasan hambre...

Verso LXXVILas personas nacen...

Verso LXXVIIQuizás el camino...

Verso LXXVIIINo hay nada en el mundo...

Verso LXXIXDespués de una dura...

Verso LXXXUn pequeño país tiene...

Verso LXXXILas palabras sinceras...

Epílogo

LAMOTIVACIÓNDELALMAEl Camino

F. Javier Clavero Champsaur

1ª Edición papel Abril 20142ª Edición papel Noviembre 2015Edición ebook: Noviembre 2015Autor: © F. Javier Clavero Champsaurhttp://javierclavero.com/mailto:jclavero@javierclavero.com

Edita: Asociación de Escritores de Madrid

Gestión Editorial y transformación a ebook:mailto:libros@internautis.com Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de estaobra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista porla ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita reproduciralgún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com, 91 702 19 70/ 93 272 04 45)

AGRADECIMIENTOS

A todas aquellas personas y situaciones que se cruzan en mi vida,para enriquecerla y me acompañan en mi camino hacia el crecimientointerior.A las empresas y entidades que confían en mi labor.A mi Equipo de XANGO y a la Organización por permitirme descubrirun mundo nuevo de oportunidades ayudándome a vencer miedos queconfirman “Que es posible soñar”.A mi GRUPO de negocios & networking: “¿Conoces a Javier Clavero?”Por los negocios, contactos, sinergia y buenos momentos que hemossido capaces de crear juntos.Al Proyecto “La Akademia” por demostrarme, una vez más, que en ladiversidad está el enriquecimiento.A la Asociación de Escritores de Madrid, por las ferias ypresentaciones tan entrañables que realizamos.A todos los que de una u otra forma han hecho posible que JavierClavero sea quien quiere SER.¡GRACIAS!

DEDICATORIA:A mi mujer, María, por conseguir que mis pies estén férreamente

pegados al suelo y mis sueños no sólo sean fantasías.A mi hija Laura, porque su cariño y amor son fuente ilimitada deEnergía, dándome la fuerza que todo héroe necesita para hacer

heroicidades.A mis padres Pepe y Encarnita, porque siempre sus enseñanzas han

sido son y serán la Clave Maestra de mis logros pasados, presentes yfuturos.

A mis hermanos, Agustín, Encarni... y a toda la familia sin distinciónde parentesco político, consanguíneo, edad...

UNPRÓLOGOSINLEERELLIBRO

¿Alguna vez has contado las monedas del cambio de una compradelante de un vendedor, cuando éste resulta ser un amigo o familiar?Este es quizás uno de los momentos de la vida donde tienes laoportunidad de demostrar la confianza en la otra persona. Alargas tumano, sientes caer las monedas o los billetes y la cierras con fuerza.Mientras tanto, le dedicas una mirada limpia que se resume en unafrase: confío en ti.Nos enseñan a contar y recontar para que todo cuadre. Por eso, esteacto supone todo un regalo para quien lo da y quien lo recibe.¿Has tenido la experiencia de conectar con un desconocido y sentircomo si le conocieras de toda la vida? Pues algo así me ocurrió conJavier. Hace apenas unos meses, presentábamos un libro muyespecial y entre los asistentes nos fijamos en un señor acompañadode su hija. Sin mediar palabras, las miradas se cruzaron y en décimasde segundos lo sientes. Estrechas su mano y de repente detona en tuinterior una extraña sensación de tranquilidad acompañada deconfianza. Estábamos recibiendo las monedas del agradecimiento sinpararnos a contarlas.A veces no sabes por qué las cosas pasan y quizás nunca lodescubras. Pero al igual que ese acto de confianza ciega del quehablamos antes, sientes que lo que pasa en tu vida es por algo y paraalgo. Y eso te tranquiliza. No sabes cómo ocurrirá pero sabes que seráotra enseñanza para seguir mejorando.Meses después, estamos comiendo juntos. Nos acompaña mi mujer.Por alguna extraña razón, estamos contándonos nuestros deseos ydebilidades. Es como si sintieras la cercanía de un familiar unida a lalejanía de vidas diferentes. Y te sientes cómodo, muy cómodo.Mientras conversamos, sorprende sus ganas de luchar y de poner elfoco en levantarse. Es como si supiera que el camino tiene baches,que te vas a caer pero que la energía la debes centrar en rebotar.

Sientes que es una de las asignaturas que no te enseñan en launiversidad. Y en ese momento, los ojos de Javier brillan mientras noscuenta cómo un libro puede ser un canal para comunicarte con losdemás; pero sobre todo para descubrir tu desconocido interior.Javier está impaciente por compartir el boceto de este libro. Es el finalde una trilogía que empezaba con “Conoce-te, Motiva-te, Supera-te yte encontrarás con el Triunfo” y continuaba con “¿Abandonas? Jamásabandones”. Sientes que forma parte de su striptease interior y quegracias a ello, ayudará a que también desnudemos por un instantenuestra alma.Y en pleno apogeo de ilusión, me propone escribir este prólogo. Unasensación contradictoria, mezcla de alegría y responsabilidad, recorremi cuerpo. En ese momento y casi sin pensarlo, le aprieto la manofuertemente y le miro a los ojos. Una frase está deseando serpronunciada y como si fuera mi corazón quien hablara, le digo: Javier,tendrás un prólogo sin leer el libro. Su cara fue pasando en décimasde segundos de la incredulidad a una sonrisa de curiosidad.Quizás ni yo mismo fui consciente que en ese momento estabacogiendo un gran tesoro y que no tocaba pararse a contar cuantasmonedas tiene.Finalmente aquí me tienes, deseando empezar a leer el libro. Hayocasiones donde para hacer un prólogo, no hace falta leer un libro.

Fdo. Dr. Alberto Blázquez Manzano...continuando sus estudios sobre la amistad y la vida

http://albertoblazquezmanzano.blogspot.com

INTRODUCCIÓN

Cuando el Tao se nombra, ya deja de ser. El Tao es anterior, estámucho más allá de las palabras: Si intentamos mencionarlodesaparece, se pierde su esencia.Hablar de lo que trasciende a las palabras es casi imposible. Sólo se lepuede aludir: Uno señala con el dedo a la inmensidad del horizonte. Eldedo son las palabras, quien se queda en el dedo no verá la grandezadel horizonte.El Tao es una experiencia interior, un estado de ánimo, una actitud;que se tiene precisamente cuando se detienen, vacían y expulsan laspalabras de la mente.Como individuos que vivimos en sociedad tenemos la responsabilidadsocial colectiva, pero también la individual, de ser mejores. Para quenuestros mayores se sientan orgullosos de nosotros, pero sobre todopara que nuestros hijos, lo más preciado que todo ser humano tiene,hereden un mundo mejor. Esa debe ser nuestra misión y por endenuestro legado.La motivación, lejos de quedarse en unas meras técnicas que nosanimen en nuestros objetivos de éxito, se está convirtiendo en unaherramienta imprescindible para conocernos y propulsarnos a vivir lasuperación Personal, Profesional, incluso la Deportiva; que haga queel éxito y la felicidad sean el camino de nuestra existencia.Existen múltiples traducciones, casi un centenar, del Tao Te King deLao Tse y sus interpretaciones, en matices, podrían ser tantas comoseres humanos pueblan la faz de la tierra. Si consideramos queincluso cada uno de nosotros cambiamos a cada instante: Unsegundo, una hora, un día, un mes... El tiempo aquí se vuelverelativo. La unidad de medida del mismo varía y depende de factoresdifíciles de controlar a nuestra comprensión mental.El Tao Te King, que como parece obvio también tiene distintos

significados, vamos a emplear el de “gran camino” o simplemente “elcamino”. Este encierra una parte importante de la sabiduría taoísta,recopilada en ochenta y un versos que tienen 2.500 años deexistencia aproximadamente.Su autor reconocido -aunque algunos historiadores están convencidosde que no fue un solo individuo, pero este detalle, ahora no noscompete- fue Lao Tse, que traducido quiere decir: Viejo Sabio. Delque cuentan que, presto a retirarse a las montañas a morir según latradición, un guarda que había sido discípulo suyo le conminó a dejarpor escrito sus enseñanzas, cosa que debemos agradecerle. Ya quesus versos realmente nos muestran un camino seguro hacia lasuperación personal y la felicidad interior.Vamos a utilizar cada verso como argumento para buscar y encontraresa motivación, que todos tenemos dentro y debemos ponerla enacción para triunfar siendo felices.Este libro pretende acompañarte durante un largo periodo de tu vida,solo lee cuando tu cuerpo, tu mente o tu alma así te lo demanden, notiene fecha de caducidad, ni existe prisa alguna por leerlo, pero sí pordisfrutarlo (N. del autor).

VERSOI

El Tao que puede nombrarse no es el Tao eternoEl nombre que puede nombrarse no es el nombre inmutable

La no existencia es el principio del cielo y de la tierraLa existencia es la madre de todo lo que hay

Desde la eterna no existencia contemplamos en calma el misteriosoprincipio del universo

Desde la eterna existencia vemos con claridad las distincionessuperficiales

No existencia y existencia son uno y lo mismo en su origen; sólo seseparan cuando se manifiestan

Esta unidad se denomina profundidadLa infinita profundidad es la fuente de donde se origina todo lo que

hay en el universo.

ELTAOQUEPUEDENOMBRARSE...

La verdadera motivación, esa que nace en nuestro interior y nonecesita de demasiados motivos externos o ajenos a nuestra propia einherente naturaleza... En la mayoría de los casos no sabemos muybien cómo se genera en nosotros, pero el resultado es que se producey nos impulsa hacia delante con tal de superarnos, de mejorar.Y cuando uno trata de ponerle nombres, explicarla e incluso acotarla,de forma casi automática, pierde fuerza, verosimilitud y nos causasensación de vacío.Toda motivación hacia la superación personal no deja de ser unestado de ánimo, una actitud ante las cosas que nos suceden en lavida. En definitiva, si tratamos de crearlas de manera ficticia,intentando darles forma, en ese preciso momento dejan de ser.La sutilidad estriba en crearlas sin crearlas (forzadamente), existen sinexistir en nosotros de forma excesivamente consciente. Si noscentramos diciéndonos que estamos motivados y nos centramosúnicamente en las palabras, éstas perderán su poder.Estas actitudes, amén de creérnoslas mediante el convencimiento y laautosugestión, debemos ponerlas en práctica, pasar a la acción.Siendo conscientes del momento presente, viviendo la intensidad delinstante; en ese punto estamos motivados, sin tener tiempo “material”para decirnos a nosotros mismos: “estoy motivado”.Desde esta actitud podemos comenzar nuestro camino hacia lasuperación. Empujados por ese motor que es la motivación interiorque mueve montañas, genera fe y nos propulsa a cotas de triunfomuy elevadas.Y cuando hay personas que alcanzan ese estado de superaciónpersonal, profesional y social, hay un punto en el que uno quierecontarlas al mundo y eso está bien, es genial, pero al final se quedanen palabras habladas o escritas, pierden la magia y el poder quetienen. No son más que una guía más o menos interesante, debido a

que las verdades, lo son hasta que salen de nosotros, entonces pasana ser nuestras verdades, y no por ello las de los demás.De ahí la insistencia permanente, casi obsesiva, de transmitir lanecesidad de que cada uno de nosotros tenga su propio camino. Yque nada ni nadie puede hacerlo por nosotros; es más, ni siquieratratar de diseñárnoslo.Galileo ya nos dijo, que no se puede enseñar nada a nadie, sólo se lepuede ayudar a que lo encuentre dentro de sí... Por ello y paraaplicarnos esta regla maravillosa, vamos a aconsejar a todo el que leael libro que sea crítico, analítico.Que tan sólo trate de hallar esas pequeñas indicaciones que le ayudena sacar de su interior lo mejor que tiene. Que genere esa actitud demotivación, camino hacia la superación, de forma natural sin forzar lasituación particular de cada uno de nosotros, sabiendo que además nodebemos generalizar.Volviendo a Galileo, diremos que lógicamente no se refiere a lascompetencias técnicas que todos debemos dominar para desempeñarnuestros trabajos con maestría. Se refiere a esos conocimientos,valores, virtudes, voluntades y actitudes, entre otras, que son difícilesde enseñar y mucho más de aprender, a tenor de lo mucho que hayescrito, cursos que se imparten, etc., etc. y lo poco que se practican.Aunque también en honor a la verdad -¿quizás mi verdad?- es quecada día puede uno cruzarse con más personas que de manerainconsciente las unas y conscientemente las otras disponen y ponenen acción este tipo de actitudes, que los mantienen motivados y lespropulsan hacia caminos de superación personal que hacen que lasociedad avance.Y como individuos que pertenecemos a un colectivo llamado sociedad,tenemos una serie de derechos, pero sobre todo una serie deresponsabilidades; vaya, obligaciones, que tampoco hay que suavizarlos términos: de ser mejores.Ser mejores significa tratar de superarnos cada día que pasa, y lamotivación es un combustible disponible e ilimitado, que si lo sabemos

utilizar adecuadamente, es una fuente inagotable de energía anuestro servicio, insisto, hacia la superación y el triunfo personal.Y antes de continuar, me gustaría dar una definición de triunfo, queademás debería ser tan solo una entre todas las que existen y que dépie a que cada uno le ponga la suya propia: es la perfecta adaptaciónal entorno y circunstancias que nos rodean, sean cuales fueren éstas,con tal de alcanzar y vivir nuestros sueños y objetivos.

VERSOII

Cuando el mundo reconoce lo bello como bello está creando la fealdadCuando el mundo reconoce lo bueno como bueno en ello está

implícita la maldadPues el ser y el no ser se crean mutuamente

Lo difícil y lo fácil se complementan uno al otroLo largo y lo corto se forman uno del otro

Lo alto y lo bajo se aproximan entre síEl sonido y el tono se armonizan mutuamente. El antes y el después

se suceden recíprocamentePor tanto, el sabio resuelve sus asuntos sin actuar y divulga sus

enseñanzas sin palabrasNo niega nada a la multitud

Le ayuda, pero no pide nada a cambioHace su trabajo, pero no le otorga ningún valor

Consigue su meta, pero no reclama méritosY precisamente porque no reclama méritos nadie puede

arrebatárselos.

CUANDOELMUNDORECONOCE...

Estamos acostumbrados, en los últimos tiempos, yo diría que apadecer multitud de sistemas, instrucciones y gurús que tienen la“varita mágica” para enseñarnos cómo se triunfa. Están dispuestos aacompañarnos (incluso obligarnos) en esa autopista al éxito, o lo queellos consideran triunfar.Que por cierto suele distar bastante de la realidad; de hecho susíndices de éxito (valga la redundancia) son pírricos, aunque suelentener parroquianos que les siguen sin conseguir ese ansiado triunfo.Cuando uno pone definiciones al triunfo, en ese momento estásembrando la semilla de los posibles (y seguros) fracasos. Al igual quecuando entendemos algo como bello, estamos sentando las bases dela fealdad.La motivación debe encontrarse en nosotros, no como una oposición asu contraria, el abatimiento, la desmotivación o el no tener un norte alque dirigirnos. Es mucho mejor vivirla como tal sin más, siendo unasituación habitual en nuestra actitud.Pero vamos a ser serios y realistas. Lo contrario, es decir, ladesmotivación existe; en muchas ocasiones nos viene impuesta por elentorno en el que nos movemos. Y al contrario que la motivación, quecuando es externa dura lo que un anuncio en nuestro interior.Cuando el abatimiento provocado por otros se afinca en nosotros, estremendamente difícil eliminarlo o simplemente darle la vuelta.Sin embargo, si somos conscientes de que al existir un estado damospie a su opuesto o complementario, podemos asumir ambasactitudes: la motivación y su contraria, tratando de situarnos enmayor medida en estados de ánimo positivos que nos empujen asuperarnos. Sabiendo que en ese camino, de manera indefectible,tendremos que pasar por esas situaciones de abatimiento; que unavez reconocidas y asumidas quizás podamos usarlas como trampolín

para abandonarlas.Por eso se dice que todo es difícil antes de convertirse en fácil, y estees el orden: Primero difícil y segundo fácil. Si nos llevamos a engaño ycambiamos el orden (primero lo fácil, luego lo difícil), el resultado nopuede ser otro que ofuscación y posible abandono de aquello quehabíamos considerado fácil y nos hemos encontrado que en unprincipio es difícil.Cuando asumimos con entusiasmo cualquier nueva tarea con elconvencimiento de que tenemos un proceso por delante, quepasaremos por distintas etapas hasta hacerlo sencillo y realizarlo conmaestría; estaremos teniendo suficientes motivos y motivaciones paraavanzar y superarnos.Responsabilidad tenemos: hallar esas personas que nos ayuden en elcamino de la motivación, para que la creemos en nuestro interior; quesean guías que nos muestren caminos que transitemos nosotros. Paraello, el maestro debe utilizar sus vivencias y convertirlas en ejemplopara que los que se acercan a él vean en su comportamiento lasabiduría y las enseñanzas que ellos buscan.“El sabio resuelve sus asuntos sin actuar y divulga sus enseñanzas sinpalabras”. No necesita de sistemas cerrados ni de dar instrucciones anadie, esa no es su tarea.El verdadero y duradero triunfo se puede alcanzar (disfrutar) cuandono se busca como tal, sino que forma un todo con nuestra actitudante la vida.Éste es uno de los sencillos secretos para no sentir el fracaso comoalgo que nos ocurre cundo no alcanzamos aquellos objetivos que nosproponemos. Nuestros objetivos deben ser flexibles tanto en suconsecución, como los caminos que vamos a transitar, como el tiempoque debemos emplear en ellos.Siendo flexibles y adaptándonos como el agua a los cauces de los ríos,llegaremos a la mar, metáfora de superación permanente: el agua enmovimiento, en acción llega por fin al océano encontrando paz yarmonía.

VERSOIII

No alabando a los superdotados se evita la rivalidadNo acumulando tesoros se evita el robo

No apegándose a las cosas se evita la confusión del corazónPor eso el sabio gobierna vaciando los corazones y llenando los

estómagosDebilitando las ambiciones y fortaleciendo los huesos

Si la gente no tiene conocimientos y deseo no tratarán de intervenirlos intelectuales

Si no se hace nada, todo estará bien.

NOALABANDOALOSSUPERDOTADOS...

Este verso del Tao define muy bien la esencia del mensaje quedeseamos transmitir, el “estar” sin la necesidad de estar y el “ser” nosiendo. Puede parecer contradictorio en inicio, pero una vez que nosparamos y pensamos detenidamente en él, nos damos cuenta de todala sabiduría que encierran estas escasas frases.El mundo de la motivación como tal, puede llevarnos por el caminoerróneo de la competitividad, la competición con los que nos rodean,máxime cuando alguien recibe elogios desmedidos en lo que hace. Sumotivación pasa a centrarse en esas alabanzas y estas son el motorde su labor, al final puede convertirse en un buscador de elogios quelo distancie de la realidad.Por ello si no buscamos las alabanzas como tales y dejamos que estassean, tan solo, un dulce pero pequeño aperitivo en nuestro camino,estaremos obteniendo equilibrio y serenidad para hacer lo quetenemos que hacer.Al evitar acumular tesoros ya sean tangibles (dinero, posesiones) ointangibles (alabanza, medallas, premios), estamos evitando que otrosquieran lo que nosotros tenemos. Cuando existe la competición en elplano inmaterial y el posible robo en cuanto a las cosas materiales,que podamos tener en propiedad o la envidia hacia lo que no se nospuede arrebatar (lo intangible).Si somos capaces de crear el afán de superación centrado en nosotrosy pivotando sobre nosotros mismos, entonces seremos capaces deavanzar y prosperar en el camino que habremos creado para nuestraexistencia evitando el apego a “cosas” que estén condicionadas ydirigidas por otros. De esta forma nuestro corazón, es decir, nuestrasemociones y sentimientos estarán centrados y en armonía connosotros y nuestro entorno.De ahí la importancia de que las personas que nos guían traten decentrarse en lo fundamental, que es llevándolo a un plano muybásico: el tener el estómago lleno. Así todo lo que orquestamos

tendrá un buen fin; ya que nuestras necesidades primigenias estaránresueltas. Las mentes no barruntarán e imaginarán estrategias, niplanes para ser más y mejor que aquellos que le rodean.Uno puede serlo, pero nunca por competición con los demás, sinocomo consecuencia de lo que hace. Pongamos un ejemplo: el ArqueroZen no dispara para dar en la diana, únicamente tiene como objetivorealizar el disparo perfecto; dar en la diana es tan solo (¡ni más nimenos!) una consecuencia lógica y afortunada de haber realizado eldisparo perfecto!Al igual que cuando no nos centramos en ser mejores que los demás(la diana) sino que nos mueve el afán de realizar un trabajo perfecto,conseguimos superarnos (dar en la diana) sin tener el sentimiento, elapego de ser mejores que otros (aunque la sociedad y la realidad nosdigan que sí...)Si nuestros Guías y sobre todo nosotros mismos somos conscientes deintentar mejorar la sociedad en la que vivimos de manera individual,siendo cada uno de nosotros, los que tengamos un papel protagonistaen nuestras propias vidas, estaremos en el camino de eliminar lasambiciones bastardas, que nos llevan a querer ser más que losdemás, a luchar contra todos teniendo una motivación enfermiza en laque prevalece: el fin justifica los medios, sean cuales sean estos encada momento.Si la gente no tiene conocimientos y deseos, no tratarán de intervenirlos intelectuales... Dicho así puede parecer que el mejor camino es elde la ignorancia; para evitar el tener conocimientos y deseos, que eslo que hace que las personas tengan la capacidad de elegir un caminou otro.Todos tenemos el derecho y la obligación de adquirir conocimientos,amén de deseos para superarnos cumpliendo nuestros sueños yobjetivos. Pero si estos no tienen fin, nos volveremos ambiciosos ynos olvidaremos de las verdaderas razones, que nos empujaron atomar un camino u otro.Por eso es importante mantener eso que llamamos motivación, en un

plano equilibrado que nos diga cuando adquirir más conocimientospara ponerlos en acción y cuando todo lo contrario. Para que elresultado sea el equilibrio y la serenidad individual como personas quetrascenderá por lógica a la sociedad en la que vivimos...De ahí que diga para finalizar: Si no se hace nada todo estará bien...Dejemos que las cosas fluyan, que sigan su cauce natural y no lasforcemos.

VERSOIV

El Tao es como un cuenco vacío, que nunca se colma al usarloInsondable, en su profundidad reside el origen de todas las cosas

Lima todas las asperezasDisuelve todas las confusiones

Armoniza todas las lucesUne al mundo en un todo

Aunque oculto en las profundidades parece existir eternamenteNo sé de quién es hijo

Pero es el padre de todas las cosas.

ELTAOESCOMOUNCUENCOVACÍO...

En este verso, y no será el único, encontramos una definición deMotivación que podría haber encajado perfectamente hace 2.500 añoso considerarla de rabiosa actualidad. Algo misteriosa si se quiere, perode un tremendo calado.Si sustituimos la palabra Tao por el concepto de Motivación en suacepción más amplia, encontraremos que efectivamente, es como uncuenco vacío; que nunca rebosa cuando se la usa de maneraadecuada. La motivación genera entusiasmo y éste no deja de ser unapócima mágica, que nos mueve hacia delante y puede ser inagotable,sin caducidad, es un combustible que nunca se acaba.Aunque explicaciones haberlas “hailas” y científicas muchas de ellas;es un misterio el porqué hay personas que siempre están motivadas yotras jamás se motivan. Podríamos decir aquello de que: Nada puededetener a una persona decidida y nada puede poner en acción a unapersona indecisa.Cuando alguien se mueve por el mundo con una actitud positiva y lepone pasión a lo que hace, es capaz de eliminar las adversidades quese cruzan en su camino. Sabe adaptarse a ellas para proseguir sucamino. Es capaz de encontrar la luz donde otros no ven más queoscuridad; esa claridad es la que le orienta y dicta el camino quetienen que seguir sus pasos.Tiene una visión global de lo que acontece, no deja que las presionesexternas le influyan, y lo hagan negativamente, asume lo que nopuede cambiar, modificando aquello que es posible y está en susmanos el darle la vuelta.Tener una visión global del mundo como un todo significa relativizarpequeñas “cosas” que acontecen a nuestro alrededor y nosdistorsionan e intentan alejarnos de nuestro camino. Por ello es buenoque acometamos nuestras tareas empezando por lo poco y lopequeño, de manera que siempre estemos a un paso de hacer lo quetenemos que hacer.

Mentalmente nos ayudará a mantener el entusiasmo en unos niveleselevados, por el contrario si tratamos de “comernos un gran pastel”de un solo mordisco posiblemente nos atragantaremos.Esto que sabemos todos y además lo practicamos, en cuanto adeterminados temas, como el comer, ¿por qué no lo empleamos ennuestra vida personal o profesional?Cuántas veces se nos agota la motivación, y el entusiasmo baja aniveles realmente alarmantes, convirtiéndose en abatimiento. En unvacío por intentar hacer una tarea viéndolo como un todo, algogrande, en el que estamos más pendientes de acabarlo, de finalizar latarea que de empezar y cómo comenzar.El entusiasmo provocado por la motivación es una herramienta, unacapacidad imprescindible para realizar el camino que tenemos quehacer. Ese que debe mantenernos en un estado de felicidad y triunfoque nos indique que estamos haciendo lo que tenemos que hacer ysomos quienes queremos ser... Sí, también con nuestras dudas eindecisiones temporales, que al final lo que consiguen esreafirmarnos.Salvo que alguien quiera profundizar y aumentar sus conocimientostécnicos o científicos y que para eso existen los canales adecuados;nos basta con pensar y tener claro que la motivación no sólo nace ennuestro interior, sino que ya está ahí, tan sólo tenemos la misión deponerla en marcha, en acción.Para ponerla en marcha hay un interruptor que podemos y debemosactivar. Es el de decirnos una y mil veces: “Puedes hacerlo si creesque puedes”, “querer es poder”... Todos lo hemos oído cientos deveces. Bien ya nos lo hemos dicho, ya nos lo creemos. Pues ahora hayque empezar a pasar a la acción, tenemos que hacer, porque solo delas palabras no viven las personas, aunque se las crean y sean dogmade fe.Por lo tanto no sabemos de dónde nos viene la motivación, peroexiste, forma parte de nosotros y es una de las fuentes de energíamás poderosas del universo: “La que mueve a las personas a la

acción”.

VERSOV

Ni el cielo ni la tierra muestran benevolencia; tratan a las cosas delmundo como si fueran perros de paja

Tampoco el sabio es benevolente; trata a las personas como si fueranperros de paja

El espacio entre cielo y tierra es como un fuelle: exhala vacío sin cesarCuanto más se lo mueva, tanto más exhalará

Cuanto más se habla de él, menos se lo alcanzaEs mejor mantenerse en el centro.

NIELCIELONILATIERRA...

La realidad, o lo que nosotros solemos llamar realidad, que es aquelloque nos rodea, y a priori es algo que nosotros no podemos cambiar; oeso nos han dicho y enseñado: que la realidad no podemos cambiarla.Bien, si eso es así, ¡admitámoslo!Eso que llaman realidad, además, es inexorable, tanto para bien comopara mal; también para lo que cada uno de nosotros entiende comobueno o malo, que para gustos los colores. Y para puntos de vista,tantos como individuos pueblan la tierra. Podría parecer que somosmarionetas en un teatro de guiñoles, en el que los hilos son movidoscomo si fuéramos perros de paja.El paso previo para que la motivación pueda ayudarnos a asumir estasituación, y una vez que seamos conscientes de ella, vamos a generaruna actitud mental positiva que haga que nos adaptemos a esarealidad. Siendo capaces de verla como queremos verla y no como sesupone que deberíamos entenderla o como nos han dicho quetenemos que comprenderla.Pongamos un ejemplo sencillo: todos tenemos fracasos, cosas quenos salen mal, verdad? Si somos capaces de entenderlo como unaderrota temporal, que nos enseña una lección que nos sería imposibleaprender por otros medios. De esta forma podemos ser perros depaja en manos del cielo y la tierra quedándonos y regodeándonos enel fracaso o sentir la motivación que nos haga ver las cosas de unaforma distinta.En nosotros está la capacidad de ver las cosas de una u otra manera yesto puede hacerse en un segundo. Lo cual no significa que estosprocesos, no necesiten de entrenamiento y puesta en práctica, que lonecesitan.Pudiendo estudiar una licenciatura y varios máster para descubrir queefectivamente hemos adquirido un sinfín de conocimientos, peroseguiremos necesitando ese “segundo” para ponernos en acción, paratener una actitud positiva ante lo que nos ocurre y sentir la motivación

que nos lleve a la superación.Y al igual que el cielo y la tierra, debemos buscar verdaderosmaestros, sabios que nos traten de igual manera. Para encontrar enellos los medios y las maneras para hallar nuestros propios caminosde superación y triunfo personal.Entiendo y asumo que quizás esto sea de lo más difícil, confiar enotros para que nos den las pautas de autoayuda que precisamos.Haberlos “hailos y muy buenos” aunque algunos de ellos, en cuantose profundiza un poco, tan sólo buscan su propio beneficioaprovechando la necesidad de motivación de otros, de la mayoría.En estos casos, el primer paso es saber si están dispuestos a hacermás de aquello que se espera que hagan o por lo que se les va apagar. Al igual que disponen de una personalidad agradable a travésde mostrar un sincero interés por las “cosas” de los demás, debe sersincero y así debemos percibirlo; si no, no cumple con los requisitosfundamentales; precisamente para tratarnos como perros de paja yenseñarnos los caminos adecuados.Estos sabios (los de verdad) puedes encontrarlos dentro del cuerpo deun formador, de un compañero, de un escritor actual o de hace siglos,en el parque de tu barrio, o seguramente dentro de ti, en tu interior.Encontrarlos a través de la concentración, el silencio, la búsqueda sindescanso; con seguridad lo hallaremos, obteniendo la serenidad, elequilibrio que nos ayudarán y por supuesto motivarán.Todo es posible entre el cielo y la tierra, en nuestras manos está lacapacidad de generarlo; para ello debemos ser conscientes de dejarque la vida suceda y seamos títeres y perros de paja o hacer que lavida suceda, estando donde queremos estar y siendo quienesqueremos ser.Por ello es muy importante mantener el equilibrio y la armonía interiory en todo aquello que hagamos:No es lo que tengo... Es lo que soy.No es lo que hago... Es cómo lo hago.

VERSOVI

El valle y el espíritu del valle nunca muerenAmbos forman la madre secreta

La puerta de la madre secreta es la raíz del cielo y la tierraSutil, ininterrumpidamente, permanece, perdura

Se usa pero nunca se consume.

ELVALLEYELESPÍRITUDELVALLE...

Me gusta pensar que el espíritu del valle es la motivación, eseentusiasmo que nos mueve y nos empuja hacia la superaciónpermanente. Dicho así puede parecer un poco agónico y obsesivo,pasarse la vida intentando superarse y es cierto. No, el sentido quequeremos darle, es similar a la visión del agua de los ríos, que fluyehasta el mar y los océanos de manera inexorable.A nadie se le ocurriría pensar en que el agua en un momentodeterminado parara y se estancara (en el cauce central) o inclusohiciera el recorrido inverso volviendo a su nacimiento.Así debemos ver la motivación como algo inherente a nuestro ser, tansólo tenemos que ser capaces de alimentarla ¿Cómo?... Bueno,consideremos este un trabajo mitad técnico mitad artesano; en el quees muy importante conocer el entorno en el que nos movemos. Perosobre todo conocerse íntima y profundamente para sacar el máximopartido y alimentar eso que estamos llamando motivación.Motivación que cuando es inducida por situaciones externas oprovocada, por actos que no son generados en nuestro interior, espasajera e incluso contraproducente. Ya que cuando la fuente que nosmotiva cesa, el entusiasmo se acaba y puede dejarnos un vacío quenos aboque a un estado de apatía y ansiedad, del que es difícildeshacerse y ponerse en “marcha”, nuevamente.Pero cuando la motivación surge de nosotros, nace en nuestro interiora partir de una actitud positiva ante la vida, se crea una sinergia en laque ambas se retroalimentan. La actitud acrecienta nuestramotivación y esta a su vez asegura y aumenta nuestra actitud positivaante lo que nos acontece de ahí que se diga: “Se usa pero no seconsume”.También, y para no llevarnos a engaño o a postulados simplistas,diremos que tiene que existir de manera consciente una sutil eininterrumpida autosugestión para sentirnos motivados. Por lo que los“motivos” tienen que ser claros, creer en ellos, tanto en su

importancia para nosotros como individuos, y por supuesto creer quelos vamos a alcanzar.A pesar de este tipo de construcción gramatical en la que utilizamosalcanzar, conseguir... siempre trataremos de asumir que todo hay quevivirlo desde el Minuto: Uno. Lo que significa que alcanzar, alcanzar,se está alcanzando desde el mismo instante en que nos planteamosun objetivo con claridad y contundencia.Como individuos pertenecientes a una sociedad, tenemos laresponsabilidad de tener objetivos que ayuden a mejorar el mundo enel que vivimos. Un motivo sencillo pero de gran importancia es tratarde dejar un mundo mejor a nuestros hijos. Lo cual, deberíamospensar, es un privilegio que tenemos: el trabajar para que otrospuedan disfrutar de esos resultados, máxime cuando serán nuestroshijos quienes lo harán.Si el espíritu del valle es la motivación, el valle son los motivos quenos mueven a vivir y vivir superándonos significa vivir mejorandonuestra existencia. Estaremos mejorando la existencia de los quetenemos alrededor, los nuestros y la sociedad en general.Si nuestra motivación es movida y alimentada por “motivos”(objetivos) a los que consideramos de gran importancia para nosotros,nuestro entorno y en general para la sociedad, estaremos en elcamino de tener la fuerza y el poder suficiente para superarnospermanentemente; como el agua que fluye al mar. Cuando somoscapaces de entender que lo qué hacemos y cómo lo hacemos influyepositiva o negativamente en la sociedad en la que vivimos, podemossentir la responsabilidad y la motivación para realizarlo cada vez másy mejor.No hay mayor satisfacción que percibir y constatar que estamosaportando nuestro granito de arena para que otros se sientansatisfechos e incluso felices con nuestro trabajo, con nuestrocomportamiento, con nuestras actitudes en definitiva.El estado de felicidad y plenitud que sentimos cuando hacemos el biena los demás, aunque sólo sea un acto de bondad aislado a una

persona en concreto, es inmenso y difícil de acotar con palabras peroexiste y todos lo hemos gozado infinidad de veces.Imaginemos entonces si somos capaces de sumar a nuestrosobjetivos: motivos para hacer felices a los que nos rodean, porcompensación nuestra felicidad estará también en niveles elevados.Recordaremos una vez más que no es lo qué haces es CÓMO lo haceslo importante. Entonces la motivación nunca se agotará, será infinita ya nuestro servicio para superarnos personalmente y, por qué no, encualquier ámbito de la vida que nos propongamos.

VERSOVII

El cielo dura eternamente, la tierra permaneceEternos y permanentes porque no buscan en sí mismos la razón de su

existenciaPor eso perduran.

Es así que la persona sabia se coloca en el último lugar y sin embargoes la primera

Porque no piensa en sí misma, por eso sobreviveEs a causa de su desinterés que su propio interés se realiza.

ELCIELODURAETERNAMENTE...

Si somos conocedores de que no todo tiene un interés o una razón deser, asumiremos que lo que “es”: Es y además tiende al equilibrio y laarmonía. Es la “naturaleza” de la propia naturaleza. Luego entoncespodemos alinearnos como una fuerza equilibradora o un elemento quetiende a provocar el desequilibrio.Si tenemos sueños, objetivos por los que luchar y trabajar, tenemosun buen punto de partida, y parece obvio que si no tenemos metas ennuestra vida ésta puede ir sin rumbo y lo que es peor perder la razóno el sentido del por qué, para qué o quiénes vivimos.Una vez metidos en el camino, es cuestión de una manera si se quiereconsciente e incluso sutil, que prevalezca el modo en que vivimos,dentro de los parámetros en que se mueve nuestra existencia.Pasando, quizás, si se quiere a un segundo plano esos objetivos;sobre todo los que suponen algo material y tangible (coche, casa,lujos,...), manteniendo los intangibles (por ejemplo ser generoso conlos demás,...), que serán nuestro legado, una vez que dejamos estelugar llamado tierra.Si centramos nuestra vida en demasiados intereses y razones por lasque cumplir nuestros sueños y objetivos; estaremos por una parteponiendo limitaciones a vivir en mayúsculas y por otra forzando lamaquinaria para tener siempre la máxima motivación ya queestaremos enfocados en “eso que queremos alcanzar” si o sí siempre.Y como tiene sus excepciones, en este caso debemos alentarlas y soncuando una persona con una clarividencia y tesón mayor que la mediase propone realizar una “gesta” que beneficiará a sus semejantes; yasea un avance científico, médico, tecnológico, social o comercial.Entonces esas personas ponen todos sus esfuerzos y afanes en laconsecución de esos logros; y lo que para los demás es sacrificio yesfuerzo, para ellos es dedicación y pasión, llevándoles éste a la cimadel triunfo y el éxito. Todos conocemos sobrados ejemplos a lo largode toda la historia, (aunque a muchos de ellos les achaquemos la

suerte y no un mucho de trabajo).Pero el resto de los mortales debemos aprender y disfrutar de lo quela existencia nos depara conjugando nuestros sueños, objetivos ymotivos para vivir, con la realidad. Que en “realidad” vivimos, y que sino puede ser modificada, sí al menos puede ser interpretada bajo elparaguas de la actitud, ante lo qué nos sucede y cómo nos sucede.Por ello dice que: “la persona sabia se coloca en último lugar y sinembargo es la primera”; al sacrificarse por alcanzar sus metas, estádejando de lado muchas de las cosas que el resto disfrutamos día adía y como todo tiene su compensación al conseguir sus objetivosresultan que estos están en primer lugar.Lo que quiere decir que la sociedad los premia con honores ydistinciones que están muy lejos de los que poco o nada sacrifican yse esfuerzan; es decir, se dedican sin reservas a sus propósitos.En cualquier caso, cada uno de nosotros tiene su lugar y su destino,como hemos dicho más de una vez y seguro que aparecerá en más deuna ocasión: la vida no debe ser competición (para con los demás),debe ser superación personal.Y ahí cabemos todos, reconociendo también que la mayor parte de lasveces las limitaciones las ponemos nosotros mismos influenciados pornuestro entorno; por ello la importancia de los ambientes: si éste tedice que puedes hacerlo, quizás puedas; si éste te dice que esimposible, tendrás dos trabajos, luchar contra esa influencia: nopuedes hacerlo y autosugestionarte de lo contrario... Garantías noexisten, pero está claro que si uno mismo cree que no puede, nopodrá y habrá acabado dando la razón a ese entorno que le decía:¡No puedes!Para que nuestra motivación salga del alma, debemos evitar laobsesión y la ansiedad, enfocándonos en el hacer las cosas y cómo lashacemos por encima del “quiero esto, lo voy a conseguir... Etc.” quela mayor parte de las veces, lo que provoca en nuestra mente es unruido ensordecedor; que nos distrae y aleja de la acción, de lo quetenemos que hacer.

Cuando la motivación se genera en nuestro interior nos empuja a laacción organizada (o debería) y nos pone en el camino adecuado anuestros propósitos, por ello este verso nos dice que sin centrarnos ennuestro “interés” éste acaba por cumplirse.Si hacemos un trabajo perfecto, sea cual sea éste, sin buscar eltriunfo por el triunfo, la consecuencia de esa maestría en lo quehacemos nos llevará al éxito, lo encontraremos sin buscarlodirectamente.

VERSOVIII

La forma más elevada de divinidad es como el aguaEl agua sabe beneficiarlo todo sin luchar con nada

Permanece en sitios que las personas repudianPor tanto, se acerca al Tao.

Al elegir tu morada, aprende a tener los pies en el sueloAl cultivar tu mente, aprende a sumergirte en sus oscuras

profundidadesAl tratar con los demás, aprende a ser educado y amable

Al hablar, aprende a contener tus palabrasAl gobernar, aprende a mantener el ordenAl hacer negocios aprende a ser eficiente

Al realizar una acción, aprende a elegir el momento adecuado.

Si no luchas con otros, estarás libre de culpa.

LAFORMAMÁSELEVADADEDIVINIDAD...

El agua fluye de arriba abajo, su influencia se deja ver y sentir allí pordonde pasa; en la mayor parte de los casos es para bien, nos da lavida. Aunque también nos la puede arrebatar; al igual que lamotivación cuando nos inunda y fluye en nosotros puedeproporcionarnos la vida, a través del entusiasmo que nos mueve aafrontar y superar aquello que nos acontece; o deberíamos decir:disfrutar momento a momento todo aquello que vivimos.Cuando una persona siente la motivación pura, la que nace de dentro,es capaz de soportar cualquier situación que la vida le ponga pordelante. Y una de las premisas fundamentales para ello es el tenerobjetivos, propósitos en la vida y por supuesto sueños; debemossoñar para hacer que nuestra vida sea algo mágica.Cuando nuestros objetivos están recubiertos de sueños, la existenciaes mucho más apasionante, por ello es imprescindible soñar y loslímites los ponemos nosotros y como siempre deberán ser razonablesy razonados, es decir, soñemos, pero siempre con los pies en el suelo.Cuando utilicemos nuestra mente para imaginar, crear nuestrosproyectos, incluso proyectar el futuro con el que queremosencontrarnos, la concentración nos ayudará a desarrollar todas esascapacidades y habilidades que nos acercan a quienes queremos ser.Buda quiso entrar en el paraíso y lo hizo gracias a la concentración,esta es la llave que abre la puerta y nos facilita la comprensión paravivir el momento.Carpe diem, el verdadero secreto de la felicidad y el éxito; para llegara esa situación hay que aprender primero a dominar los estados deánimo que llamamos actitudes positivas, que nos llevanpermanentemente a estar motivados y una vez que los hemosaprendido; tenemos la tarea de desaprenderlos, quizás podríamosdecir: relativizarlos, para sin olvidarnos de nuestro “norte”, siempre,siempre vivir el aquí y ahora.Otra de las actitudes imprescindibles para estar motivados es tener

una personalidad agradable para con los demás, puesto que vivimosen sociedad y nos necesitamos para vivir y sobrevivir. El tratar a losdemás con cortesía, debemos ser personas educadas, ponernos en ellugar del otro, tratarlos como si fuéramos nosotros mismos.Incluso pensando que son un apéndice, una proyección de nosotrosmismos; entiendo cuán difícil es esto, mientras lo escribo, reconozcoque no siempre lo pongo en práctica al cien por cien, aunque lopredique. Pero eso no es óbice para mencionarlo, recalcarlo y que seauna de mis pautas de actuación para con los demás.Hay algo que en cualquier caso es una de las claves para conseguiruna personalidad agradable y atractiva, que atrae a los demás:interesarse de manera sencilla y sincera por sus asuntos. El secretoestá en la palabra sincera, esa actitud debemos desarrollarla,entrenarla y practicarla para que quienes nos rodean lo perciban comoalgo verdadero. En caso contrario se intuye artificialidad, mentira,interés oculto y lo que provocan es lo opuesto a lo que se pretende:rechazo e indiferencia.La motivación y el entusiasmo en multitud de ocasiones nos empuja ala precipitación, de ahí que el autocontrol nos ayude a pensar primerolo que queremos decir, antes de soltarlo por la boca. Recordemos queuna de las cosas que no tiene retorno es aquello que uno dice, laparquedad en palabras nos puede ayudar a dar el mensaje quequeremos dar y no más.Sin que el exceso de palabras acabe por meternos en un aprieto delque no podamos salir. Todos hemos oído unas cuantas veces que: elque dice todo lo que sabe, acaba por decir lo que no sabe ygeneralmente no debe. De la misma manera quien lidera, debe tenerla iniciativa de mantener el orden a través de su comportamientoejemplar; muchas personas que sienten una gran motivación se venmovidos por motivos que se alejan de los intereses de la sociedad.Se vuelven egoístas, acaban pensando que su supuesta superioridad oque sus más y mejores conocimientos los hacen superiores al resto;momento en el cual han perdido toda oportunidad de convertirse enguías, gobernantes o incluso sabios maestros.

Su eficiencia y eficacia deja de ser ejemplar, con lo cual generancompetición entre los individuos. Y la competición si no está muy bienorquestada se convierte en algo dañino y que puede retrasar elavance del individuo dentro de la sociedad: ¡la fuerza sin control esigual a destrucción!Todo aquello que hagamos o pretendamos hacer tiene que estarenmarcado en un todo, tiene que tener un sentido y una razón de ser,un propósito en definitiva. Aunque como podemos suponer lorealizaremos paso a paso, poco a poco; como hemos dicho para vivirese momento como único que es... Por ejemplo si tenemos quecomernos una tarta ¿cómo lo hacemos, de un mordisco grande o apequeños bocados, saboreándolos uno a uno?... Tú decides.

VERSOIX

Abandonemos las cosas a sí mismas, no las llevemos hasta su últimoextremo (es preferible quedarse corto que llenar hasta el borde)

Una hoja permanentemente afilada pierde su filo¿Quién puede vigilar una habitación llena de oro y piedras preciosas?

Riquezas, honores y orgullo conducen a la destrucción cuando elpoderoso se vuelve altanero

Acabada la obra y enaltecido el nombre, es bueno retirarseEse es el Tao del cielo.

ABANDONEMOSLASCOSASASÍMISMAS...

Metidos en harina e inmersos en la vorágine en la que vivimos decompetitividad y ansias por alcanzar el triunfo, eso que nos han dichoque es tener éxito... estamos permanentemente en lucha con todo ycon todos, no dándonos cuenta que vivimos sin vivir realmente lo quenos acontece a diario.Tenemos nuestras miras en el logro, es como ver algo a través de lamira telescópica de un fusil, y nuestra existencia se mueve a lavelocidad del proyectil, con tal de alcanzar nuestros objetivos y nivemos ni queremos ver nada más.¿Y qué hay de malo en ello? ¿No es eso lo que todo el mundo y losque saben de estas cosas nos dicen?: Ten objetivos y persíguelos sincejar en el empeño, hasta que los consigas. Hay quien se atreveincluso a decirte: “Jamás abandones” y te da infinidad de argumentosy herramientas para que nunca te rindas... Todo esto está genial.Y está fenomenal porque es un punto de partida, y un muy buenpunto de partida; tenemos claro a estas alturas que si no tenemosobjetivos y sueños que cumplir, puede ocurrirnos que en lugar de vivirestemos deambulando y divagando. No sabremos realmente haciadónde vamos, ni cuál es nuestro camino, tan sólo sobreviviremos.Deambular y divagar también pueden ser objetivos de vida en símismos (¡ahí queda eso!)El saber qué queremos, por qué lo deseamos y cómo lo vamos aconseguir es uno de los primeros e imprescindibles pasos y tareas quedebemos completar. Y si somos capaces de hacerlo en nuestrajuventud, mejor que mejor. Esta premisa, ya la tenemos clara yasentada en nuestra mente; ahora vamos a los “peros” y a losmatices: la vida es como un puzle en el que debemos ir encajandopiezas, estas piezas pueden cambiar de forma y además suelenhacerlo. Así que mientras estamos planificando y encajando esaspiezas de manera casi matemática y científica, es decir, lo tenemostodo controlado y cuando más controlado lo tenemos, ¡zas!...

Las piezas que nos quedan para completar el puzzle (y dependiendode la edad y otros factores son muchas) cambian de forma, con locual parte de lo que hemos hecho se descoloca. Vamos a permitirnosel lujo de decir que hay que volver a empezar. Y en muchas ocasionesreplantearnos esos objetivos y sueños que habíamos grabado ennuestra mira telescópica, para alcanzarlos.De ahí la importancia de sí tener objetivos; pero ir a por ellos demanera serena y equilibrada, viviendo el presente y saboreando todolo que nos ocurre en el aquí y ahora, de esta forma seremos capacesde adaptarnos a las circunstancias y entornos en los que nosmovemos, de manera que incluso podamos variar, modelar nuestrasmetas y por supuesto cancelarlas porque hayan perdido el sentido y larazón que nos movía hacia ellas.Y esto sólo podemos conseguirlo dándonos cuenta de cómo vivimos,con la armonía suficiente para entender que la existencia es dinámica,está en constante movimiento; mejor diremos en continua evolución,con lo cual lo que hace un tiempo (10 años, 1 año, 3 meses, 1semana, 2 horas...) nos parecía una verdad inmutable y decisiva paranuestro desarrollo, al cabo, nos puede parecer que era una veleidad, yque ya no tiene lugar en nuestro camino.Por lo tanto, objetivos: sí, pero con mesura y la serenidad paracambiar los que hayan dejado de aportarnos lo que queremos obtenerde la vida; manteniendo los que nos acerquen a aquello querealmente queremos y nos haga mejores para dejar un mundo mejora nuestros herederos. Vamos a ver qué ocurre cuando a pesar deestas advertencias hay alguien que dispara el fusil hacia objetivos,viviendo por y para ellos a una velocidad endiablada.Podemos encontrarnos con dos tipos de personas (y por supuesto susexcepciones). Las que deciden hacerlo para procurar un bien a lasociedad, esa es su meta y lo hacen a través de descubrimientosmédicos, científicos, desarrollando avances sociales para que todosvivamos mejor.Estas personas se sacrifican por los demás y muchos de ellos alcanzanla gloria con premios y medallas, pero personal, afectivamente les ha

costado la relación con los suyos: familias rotas, personalidadesegocéntricas y difíciles de tratar... Pero su aportación hace que cadauno de nuestros días sea mejor. Seguro que todos tenemos algúncaso en mente.El segundo tipo es al que lo mueve su avaricia y egoísmo, no de tenermucho, sino casi de tenerlo todo a costa de todo y de todos (valga laredundancia). Este individuo vive tan rápido y se mueve tan veloz quees capaz de arrollar a todo lo que se interpone en su paso, y susobjetivos suelen ser materiales y dinerarios vinculados al poder. Ungran porcentaje cuando los alcanzan, se dan cuenta de que realmenteno han vivido, y todo lo que tienen no les sirve de nada.Muchos de ellos rectifican y se vuelven grandes filántropos pararesarcir todo el bien que podían haber hecho y no han hecho; otroscaen en vicios más mundanos y enferman; a otros el vacío que lesocasiona le obliga a buscar nuevos objetivos menos materiales y másespirituales de ahí: “abandonemos las cosas a sí mismas”.

VERSOX

Que tu cuerpo y tu alma vital estén unidos en un abrazo sinseparación

Que el aliento vital te vuelva tierno y fresco como un niño reciénnacido

Purifícate alejando de ti las visiones demasiado profundas, para nogastarte inútilmente

Amando a los demás, gobernando tu pueblo, aprende la sabiduría dela no acción

¿Puedes abrir y cerrar las puertas del cielo como una mujer?Producir y cultivar, producir y no poseer, producir y no almacenar,

aumentar y no dominarEsta es la verdad secreta

Conociéndolo todo, procede como si nada supieras.

QUETUCUERPOYTUALMAVITAL...

Para ser personas con la voluntad y la actitud necesarias para entraren acción y sentirnos motivados; es una buena idea considerar anuestro cuerpo, mente y espíritu como “uno”. Aunque puedancultivarse y desarrollarse por separado, lo ideal es hacerlo al unísono,de esa forma conseguimos sinergias entre ellos.Una premisa básica para ello es vivir el momento, el aquí y ahora. Elalimento que cada uno de ellos necesita ya es por todos conocido. Elcuerpo necesita ejercicio, una alimentación sana, adecuada, ydescanso.La mente requiere estar siempre presta a aprender, tener retos que lahagan trabajar y situaciones de serenidad donde esté relajada ytranquila. Y el espíritu necesita de alimento como los que teproporcionan actividades como el Yoga, el Tai Chi, la Oración, laMeditación o la Relajación.Cuando por ejemplo nadamos o corremos, perfectamente podemostratar de dejar nuestra mente en vacío, eliminando todo pensamientoque nos aleje de estar haciendo lo que estamos haciendo, oacompasar nuestra respiración a los esfuerzos que estamos realizandoy siendo conscientes de la energía que fluye por el cuerpo al hacerdeporte. Esta podría ser una manera de hacer ejercicio, relajando lamente y alimentando el espíritu.A partir de conocimientos muy básicos, cada uno de nosotros tenemosla capacidad de diseñar nuestros propios planes y programas paracultivar cuerpo, mente y espíritu. “Darle alas a nuestra alma”. Cuandoconseguimos ese estado, casi mágico, de tener casadas las tres parteshallamos equilibrio, somos adaptativos y flexibles como el bambú ocomo nos dice el Tao: “como un niño recién nacido”.Para ser personas centradas en lo que tienen que hacer y en comotienen que hacerlo; con la motivación y el entusiasmo quenecesitamos. Debemos evitar en gran medida elucubrar y profundizaren demasía, en ese tipo de pensamientos que nos abocan a un bucle

de complicaciones, que nos minan y dejan paralizados.Al igual que esa espiral de pensamientos positivos que gratuitamentenos elevan muy alto, separando nuestros pies del suelo y que cuantomás alto subimos... más dura puede ser la caída y el reponernoscuando los pies vuelvan a tocar el suelo.Los pensamientos que nos generan emociones, deben mantenerse enunos límites tanto por exceso como por defecto. En cualquiera de loscasos si sobrepasamos los límites del optimismo o del pesimismopodemos gastarnos y desgastarnos inútilmente.Entiendo que cuando el Tao nos dice: “amando a los demás,gobernando tu pueblo, aprende la sabiduría de la no acción...”Amemos, disfrutemos de todo lo que nos pasa, independientementede la sensación de bueno o malo que podamos tener respecto a loque nos ocurre.Eso hará que nuestras emociones sean positivas; estaremos entonces,dejando que la vida suceda sin el conformismo que se le podríapresuponer a esta situación; sino siendo adaptativos a lo queacontece.Esto es una forma de hacer que la vida suceda, es posible que puedallevarnos a confusión, tan sólo es cuestión de reflexionar y de quecada uno saque sus propias conclusiones, al fin y al cabo eso es loque pretende el Tao, que cada uno encuentre su propio Tao, supropio camino.Y la sabiduría muchas veces proviene de esos estados de no acción,de serenidad. Ya que toda acción debe ser complementada por la noacción. Ampliemos algo sobre la acción/no acción. Acción significamoverse hacia nuestros objetivos y la no acción nos indica quedebemos ser reflexivos y adaptativos en ese camino hacia nuestrossueños y metas. Nunca quiere decir parar y permanecer estancado.La frontera entre descansar y quedarse estancado, puede a veces sertremendamente delgada. Honestamente cada uno tendremos queanalizarnos y saber en qué lado de la frontera nos encontramos.Esto lo podemos hacer y debemos hacerlo de manera serena y

tranquila; de nada nos vale meternos en estados de ansiedad, estrésque al final lo que hacen es distorsionar y desviarnos de nuestroverdadero camino.“Producir y cultivar, producir y no poseer, producir y no almacenar,aumentar y no dominar...” Es una de las claves más importantes atener en cuenta para disfrutar de un éxito duradero y una felicidad aprueba de “adversidades” (vamos a dejarlo ahí).Gran parte de los infortunios, fracasos e infelicidad que sufrimos losseres humanos, son debidos a nuestro desmedido amor a producir ygeneralmente a producir riquezas económicas, por el hecho deproducirlas. Pero no contentos con ello queremos producirlas, crearlasy nos planteamos el objetivo de poseerlas lo que nos da la sensacióny el sentimiento de poder sobre los demás.Ese complejo de superioridad que brinda a los que poseen riquezassin más. Y no contentos con ello las quieren para sí; las quierenalmacenar, guardar para ellos, y para cerrar el círculo: su sueño,objetivo e incluso obsesión es aumentar esas riquezas ya no paraostentar el poder como tal, sino utilizarlo para dominar a los demás...momento en el que el verdadero triunfo y felicidad quedan muy lejosde sus sentimientos y estado de ánimo.Por lo tanto producir, sí, pero evitar el enfoque en poseer, almacenar,aumentar y dominar. Producir nos ofrece un camino para vivirgozando del éxito y la felicidad permanente, que significa hacer lo quetenemos que hacer cuando tenemos que hacerlo (y esto está muyalejado de “quemar las naves” todos los días de nuestra vida...pensemos en ello!).Esta es una verdad muchas veces, difícil de ver, entender y muchomás asumir... En cada uno de nosotros está la capacidad de tomar uncamino u otro.

VERSOXI

Del centro de la rueda salen treinta radiosPero es el agujero central el que la hace útil

Haz una vasija de barroEl espacio que hay dentro de ella es lo que la hace útil

Abre puertas y ventanas en una habitaciónSon los huecos los que tienen la utilidad

Según esto, el beneficio viene de lo que hay.La utilidad de lo que no hay.

DELCENTRODELARUEDA...

Resulta curioso que “el beneficio viene de lo que hay y la utilidad de loque no hay”. En pocas o ninguna ocasión tenemos esta visión de lascosas, aunque resulta aplastante y clara. Quizás, ¿y si fuéramoscapaces de asumirla para aquello que nos mueve a superarnos...?La Motivación podríamos considerarla lo que hay y la superación, lautilidad de lo que no hay, no se ve, no es tangible y además es algosubjetivo ya que para cada ser humano tendrá un camino y unsentido diferente.La Motivación, aunque habitualmente se trabaja a través de técnicasde ídem y algo que está dentro de nosotros y por ende no podemosver ni tocar. Sí podemos, si así lo decidimos, recordemos que ennosotros está la capacidad de decidir y elegir (“puedes hacerlo sicrees que puedes”).Decidamos, pues, convertir la motivación en algo tangible. Pongamospor ejemplo un duende situado en nuestro bajo vientre, donde lasculturas orientales sitúan el centro energético donde se genera el Chio energía interna.Y de ésta que está, la motivación convertida en duende, nos será másfácil utilizarla para generar el entusiasmo y la ilusión por las cosas, porla vida en definitiva. Al principio podrá parecernos algo ficticio y hastaartificial; pero al poco de influirnos y concienciarnos, estará a nuestroservicio.Nos ayudará a superarnos en el día a día y esto, sin duda, es algo quenos acerca a eso que podría considerarse el triunfo personal y, porqué no, considerarlo un estado de felicidad.Avancemos a través de la superación, si consideramos que ésta esalgo que no se ve, de ahí su utilidad. Seremos nosotros quienesdecidamos si estamos o no en ese estado en el que personalmenteavanzamos hacia delante. Comprobaremos que nuestros avances noshacen cada día más sabios, más serenos y nos equilibran.

Lo que sin duda nos ayudará tremendamente en nuestro campoprofesional, en el que sin duda la superación hará que trabajemosbuscando la excelencia y la maestría, pero sin ansiedad ni obsesiones.Al igual que el arquero zen que no se centra en dar a la diana: alrealizar el disparo perfecto, la consecuencia es: dar en la diana.Así debemos realizar nuestro trabajo sin enfocarnos exclusivamenteen el resultado o la recompensa final. Sí en su proceso desde elmismo comienzo, y podemos hacerlo a través de los pequeñosdetalles, las pequeñas cosas; que en muchas ocasiones olvidamos porestar centrados en el resultado final.Ya todos somos conscientes de que la diferencia entre algo bienhecho y algo mal hecho es precisamente el enfocarnos en cada unode esos pequeños pasos; detalles que nos acercan como unaconsecuencia al trabajo perfecto. Y estos son los que no se ven, peronos dan la utilidad.Volvamos a nuestro duende de la motivación y que ya suponemos quelo tenemos identificado y situado, pero eso sí, cada uno debe crear elsuyo propio en función de sus propias capacidades y habilidades.Teniendo en cuenta que todos tenemos un sinfín de ellas biendesarrolladas; por ejemplo habrá quien tenga un duende entusiasta,otros imaginativo, otros perseverante, etc. ... También, por supuesto,este duende de la motivación deberá desarrollar otras capacidadesque quizás no tengamos tan desarrolladas, pero necesitemos pararealizar nuestros sueños o cumplir nuestros objetivos.Podemos incluso ponerle nombre, ¿Por qué no? Nuestra intimidad essólo nuestra y ponerle nombre a las cosas nos hace mucho máscercanos. La manera en que podamos utilizarlo no será nunca tiránica,tendremos que hacernos amigos suyo.Buscar su complicidad para que nos ayude y sea un compañero fiel, aligual que un amigo hay que darle “cancha” cuando no quieraaparecer, pero también “empujarle” para que nos eche una manocuando realmente lo necesitemos.Este recurso del duende puede parecer un juego de niños y

posiblemente lo sea; pero si tan solo hay una persona a la que puedaayudarle a crear la motivación suficiente para superarse y triunfarpersonalmente, habrá valido la pena su exposición. Somos nosotroslos que tenemos, a través de la imaginación, que crear nuestrospropios recursos para motivarnos.Si somos capaces de pensar que a todas o casi todas las alegrías delas que disfrutamos provienen de cómo las percibimos, seremospersonas motivadas con motivos suficientes para vivir todos los díascon las ganas suficientes para superarnos.

VERSOXII

Los cinco colores ciegan el ojoLos cinco tonos ensordecen el oído

Los cinco sabores empalagan el paladarCorrer y cazar enloquece la mente

Los bienes exóticos tientan a las personas hacia el mal.

Por tanto, el sabio atiende al vientre, no al ojoPrefiere lo que hay en su interior, no lo deja fuera.

LOSCINCOCOLORESCIEGAN...

Si hablamos de motivación, lo lógico sería pretender tenerla araudales y cuanto más mejor, entusiasmo de forma automática y engrandes cantidades, eso sería genial. Pero cualquier cosa en demasíapuede volverse perjudicial y acabar retrasando nuestro camino enlugar de hacernos avanzar hacia delante.La motivación como cualquier otra fuerza; porque a estas alturas yatodos estamos convencidos de que la motivación es una fuerza, unpoder que está en nuestro interior y puede mover montañas, dehecho las mueve, ¿verdad?... Como digo, cualquier fuerza sin eldebido control puede volverse incluso dañina y destructiva. Yasabemos que todo lo que sube baja y que cuanto más alto subimos,más grande puede ser la caída, y entonces, ¿qué hacemos?Descubramos y pongamos en práctica una fuerza que nos equilibre,que nos dé serenidad y que contrarreste en su justa medida elentusiasmo: el autocontrol. Este puede ser y debería ser nuestraválvula de escape, control de las emociones y situaciones deentusiasmo, de motivación superlativa; donde no encontremosbarreras, ni tropecemos porque no hay límites para nuestra carrera.Y está genial que así sea, pero ¡ojo! Todo, absolutamente todo, debeencontrarse en unos límites; de lo contrario, por esa dualidad quetodos conocemos y hemos experimentado, las risas desmedidascuando llegan a su zenit se convierten en llantos, en décimas desegundo. Las alegrías en su punto álgido pasan a ser tristezasmanifiestas, ¿Continuamos? Mejor no. Por lo tanto el autocontrol haceque nos mantengamos en nuestro sitio, es decir, motivados, con elentusiasmo preciso para disfrutar el momento en el que vivimos, “sincegarnos, ni ensordecernos, ni empalagarnos” como dice el verso.El autocontrol es esa rienda que sujeta el caballo del entusiasmo, paraque vaya en la dirección que nosotros queremos, cuando queremos ycomo deseamos. Sin que por ello no podamos disfrutar de vez encuando y cuando el instante lo exige de un trote o una carrera

salvaje; pero siempre teniendo la rienda cogida, aunque seasuavemente.Ese control-sin control, en ocasiones puede darnos un placer que notiene precio; pero si esta es la tónica general de nuestra vida, éstapuede volverse peligrosa, arriesgada pasando por encima de nuestrosobjetivos y sueños, quizás sin verlos.Al igual que en otros momentos, lo ideal será cabalgar despacio, muydespacio, admirando el paisaje, el que tenemos por delante, incluso elque dejamos atrás y proyectando el que nos vamos a encontrar...¿Por qué no? Pero realmente nuestro avance en el camino seproducirá cuando el caballo del entusiasmo cabalgue a una velocidadsostenida, trote a un ritmo que le permita moverse con la agilidad yautocontrol suficiente para que el jinete, o sea nosotros, siempreseamos dueños de la situación (...de las riendas).Bueno, sí es cierto: lo de ser dueño de la situación es un pocopretencioso; también hay que adaptarse a la situación, cuando ésta lorequiere y pretende ser dueña de nosotros...Una situación sólo es dueña de nosotros cuando el conformismo seinstala en nosotros, entonces podríamos decir aquello de: ¡Apaga yvámonos! Si somos capaces de en lugar de conformarnos,adaptarnos, estaremos en el camino de la superación personal.Y por supuesto que el autocontrol sólo debe utilizarse para equilibrar yserenar un gran entusiasmo; a quien carezca de él o de losmecanismos para crearlo, hablarle de autocontrol es una necedad,una temeridad y es abocarlo al ostracismo, a la inacción y al miedo.Alguien que no tiene la voluntad, la actitud, la motivación de ponerseen acción, si se le presenta al amigo autocontrol, rápidamente loconvertirá en un íntimo aliado para seguir sentado y no hacer nada.Así que el autocontrol sólo deben utilizarlo aquellos entusiastas queles guste la acción muy mucho; el resto será mejor que hagan algunalocura entusiasta de vez en cuando para engrasar la motivación yutilizarla siempre que lo deseen.“Correr y cazar enloquece la mente” quiere ofrecernos la visión de

que, si por un exceso de motivación y la carencia del suficienteautocontrol queremos hacer más cosas de las que somos capaces,podemos perder el norte de cuál es nuestro objetivo real, tambiénpodríamos decir aquello de: matar mosquitos a cañonazos; o muchamotivación, poco autocontrol.Vamos pues a correr primero y cazar después, cada cosa a su tiempoy un tiempo para cada cosa, esa es la manera de avanzar por elcamino de la superación personal.Entusiasmo, siempre. Autocontrol, cuando lo necesitemos. La acciónde verdad siempre tiene un componente de no acción bien entendidaa través del autocontrol.

VERSOXIII

Acepta voluntariamente la desgraciaAcepta el infortunio como una condición humana

¿Qué quiere decir “acepta voluntariamente la desgracia”?Acepta ser insignificante

No te preocupes si ganas o pierdesEso se llama “aceptar voluntariamente la desgracia”

¿Qué quiere decir “acepta el infortunio como una condición humana”?El infortunio nos viene porque tenemos cuerpo

¿Cómo podría haber infortunio sin cuerpo?

Entrégate con humildad y se podrá confiar en ti para que cuides todaslas cosas

Ama al mundo como a ti mismo y podrás cuidar verdaderamente detodas las cosas.

ACEPTAVOLUNTARIAMENTE...

Aceptar tanto la desgracia como el infortunio debe interpretarse comoadaptarse perfectamente al entorno y las circunstancias que nosrodean; eso en definitiva es vivir. La vida es constante adaptación ypara ser personas que se adapten debemos tener en mente la actitudde la flexibilidad.¿Qué hace el bambú ante las sacudidas del viento en una tormenta?:flexiona, se adapta y cuando cesa la fuerza de la tormenta vuelve a sulugar erguido y majestuoso. ¿Qué ocurriría si fuera duro y por endefrágil?: se partiría al primer envite. Al igual le ocurre al ser humano:cuanto más flexible es mejor se adapta, y cuanto mejor adaptado estámás vivo se siente... Lo contrario, cuando alguien está duro y rígido,podemos decir que o está muerto o está cerca de estarlo.Como nadie en su sano juicio y en circunstancias normales quiereestar muerto, vamos a alejarnos lo más posible de ese estado derigidez, siendo personas flexibles en actitud y comportamiento.Adaptándonos a aquello que nos ocurre, que no es otra cosa queestar en medio de eso que llamamos vida y que todos queremos, peroque sólo unos pocos saben vivirla disfrutándola a cada instante, ¡queno es poco!Luego entonces, si somos flexibles y nos adaptamos, tenemos que serconscientes de que si hay gracias, deberá haber desgracias; si lafortuna nos sonríe, también los infortunios pasarán a visitarnos... Estosin duda nos hará entender que no todo gira en torno a nosotros. Quesí, es cierto que para dar importancia y relevancia a lo demás,tenemos que dárnosla primeramente a nosotros; pero debemosconsiderar y ser conscientes de que formamos parte de un todo, untodo que está conectado y esa conexión entraña gracias y desgracias,fortuna e infortunios.Y sólo seremos capaces de asumirlos y adaptarnos a ellos si nosconsideramos una parte del todo: “acepta ser insignificante”... Serinsignificante no tiene por qué ser algo peyorativo, simplemente nos

pone en el lugar que debemos estar. Cuando a una persona la diosafortuna le visita habitualmente puede engrandecerse, endiosarse,tomar una altura y una distancia que puede hacer que la caída sea“bestial”, demoledora y letal si no es lo suficientemente flexible. Tieneesa actitud de adaptación, que hace que un ser humano sobreviva encondiciones en las que “las bacterias más fuertes saldríandespavoridas huyendo...”Llegar a considerarnos una parte insignificante, pero no exenta deimportancia -y a ésta le ponemos los límites nosotros, nadie más - nosofrece una perspectiva ideal de las cosas para coger el toro por loscuernos o por el rabo según las circunstancias, es decir, nuestrosintereses generales, que son los que deben prevalecer en nuestraconducta y comportamiento habitual.Si una persona es capaz de conducirse en su vida a través de susactos con este tipo de motivación se la podrá considerar humilde. Estaes un de esas características que cuando uno piensa en ella comoalgo suyo, en ese momento ya está dejando de serlo; por lo tantovamos a dejarla ahí, sin tocarla ni mencionarla demasiado (¡no vaya aser que desaparezca y no la encontremos!). Lo que sí es cierto es quesu consecuencia más inmediata es que la gente confía en ese tipo depersonas, y la confianza es un lazo de los más importantes que puedeofrecer una persona a otra, en los turbulentos tiempos que estamosviviendo.Si analizamos con cierta distancia, nos daremos cuenta de queconstantemente estamos oyendo, o lo que es peor nos sorprendemoscon frases como: ya no me fío de nadie (incluidos padres, hermanos,marido/mujer); o más sangrantes aún: ya no me fío ni de mí mismo...Así expuesto tal cual, se podría calificar de honestidad y humildad:¿Hay que ser honesto y humilde para confesarlo, no es así?... Másbien podríamos pensar: ¿Cuál ha sido tu comportamiento y tus actos,para que no puedas confiar ya no sólo en los tuyos, sino en ti mismo?Insisto que hablar de humildad, incluso honestidad y confianza es aveces pretencioso, ya que todos queremos gozar de ellas y lo peor esque muchas veces creemos que gozamos de ellas; se nos llena la

boca hablando sobre ellas... y lo que estamos haciendo es alejándolasde nosotros precisamente... Se tienen o no se tienen, se practican ono se practican y por supuesto se pueden aprender, entrenar y elmundo las intuye en cuanto las tiene delante, no hace falta darlesmucho más pábulo.Sí somos personas que nos conocemos interiormente, nos respetamosy asumimos tal cual somos. Tenemos claro que somos parte de untodo mayor, con el que estamos conectados y que toda acción ypensamiento que tengamos nos será devuelto como un bumerang.Aunque sólo sea por eso, estaremos en trance de amar, querer yrespetar todo lo que nos rodea; tendremos la motivación suficiente ynecesaria para vivir cada instante como único: la adaptación seráperfecta.

VERSOXIV

Aquello que miramos y no podemos ver, es lo simpleLo que escuchamos sin poder oír, es lo tenue

Lo que tocamos sin asir, lo mínimoLo simple, lo tenue y lo mínimo no pueden indagarse

Juntos se conjugan en uno.

Revelado no deslumbraOculto, no pierde su luz

Infinito, no puede ser definidoSe esfuma en la no existencia

Es la forma de la que no tiene forma, es la imagen de la no existenciaEs lo esquivo y misterioso.

Lo puedes mirar de frente, pero no verás su rostroLo puedes seguir, pero no lograrás ver su espalda.

Quien se apega con fuerza al Tao primordial, gobierna la existencia decada día y puede adquirir la sabiduría primordial

Esta es la iniciación al Tao.

AQUELLOQUEMIRAMOSYNOPODEMOSVER...

Cuando una persona está realmente motivada y lo está sin darsecuenta de que lo está, tiene sensación de plenitud. Esa sensación esla que hace que avance hacia delante, superando todos los obstáculosque se le ponen a uno ante sí.Aunque cierto es que a veces esas dificultades más que reales sonficticias e imaginarias; tanto, que somos nosotros quienes lascreamos, y lo hacemos obviamente de manera involuntaria peroexitosamente aplastante. Ya que luego nos cuesta un triunfo dejaratrás esas sensaciones y sentimientos, que son como una losa quenos mantiene aplastados al suelo y a veces nos impide incluso respiraradecuadamente.¿Cómo podemos dejarlos atrás sin darles excesiva importancia? Yaque cuando se la damos se hacen más fuertes, y más difícil nosresulta superarlos. Existen dos maneras de afrontarlos. Una es siendoconscientes de que no todos los días amanecen igual, asumiendo quetodo es temporal y al igual que empieza y acaba. El tener las bateríasbajas hace que estas puedan cargarse para volver a su estadonatural, el de la motivación intrínseca que nos mueve.Al asumir ese estado de baja potencialidad, nos permite recogernosen nosotros mismos; incluso gozar de las ventajas delensimismamiento y la concentración, que es una de las llaves y clavesde nuestros logros. Para en esos momentos de no acciónreconocernos y saber de qué material estamos hechos. Quizáspodamos llevarnos alguna sorpresa y comprobemos que nuestramateria prima es mucho mejor de lo que pensábamos o podíamossoñar. Esos momentos de no acción nos hacen mejores y másgrandes, nos preparan para la acción que es el estado en el que laspersonas se superan.Durante esa no acción y recarga de baterías, debemos sentirnosorgullosos de nosotros mismos; siendo conscientes del instante enque vivimos. Buscando el placer que se siente de estar con uno

mismo, aislado del mundo pero a la vez formando parte de él.Estos estados, dependiendo de cada persona, pueden durar unatarde, un día, una semana, pero tenemos que tener cuidado de queno se prolonguen en el tiempo. Ya que podríamos caer en un estadode permanente melancolía y ensoñación que nos alejase de larealidad, es decir de la acción, perdiendo entonces la dirección denuestros propósitos en la vida, siendo tremendamente difícil volver ala normalidad del día a día.Y a pesar de los peligros, esta es una forma estupenda de aprender aestar con nosotros mismos. Lo cual es muy importante para deleitarsede la compañía de otras personas. ¿Cómo vamos a saber estar conotros, si no sabemos estar con nosotros mismos?Otra de las maneras que hay de volver a motivarse cuando losproblemas y las adversidades arrecian y nos sumen en esos estadosde “pocas ganas ante la vida” es ni más ni menos que rebelarse...Rebelarse es sacar la rabia que tenemos dentro y apelar a lo quehemos sido y no somos, a lo que nunca fuimos pero queremos ser...Todos sin excepción tenemos una espoleta en nuestro interior quecuando se tira de ella en el sentido adecuado nos “mete una inyecciónde adrenalina” que hace que nos levantemos de allí donde estemos,nos empuja hacia la superación. Todos hemos sentido esa rabiainterna cuando hemos suspendido un examen, y nuestro “orgullo” hahecho que demos lo mejor de nosotros para aprobarlo en unasiguiente convocatoria. ¿Quién no ha sido capaz de demostrar de loque era capaz de hacer, cuando alguien ha dudado de él, minando suamor propio?...... Orgullo, amor propio; alguien podría considerar que estamosintroduciendo al ego, puede que sí, puede que no, ¿quién sabe? Encualquier caso el ego con el concepto que se maneja actual ycontinuamente no tiene cabida ni en el Tao ni en estos textos.Eso que hemos llamado rabia puede entenderse como tal o como esoque todos hemos oído cuando jugamos en equipo: el venga, vamosque nos ¡Vamos!... Como una arenga a la motivación y a la acción. De

eso se trata, que no sólo nos empujen desde fuera a la acción, quepor cierto está muy bien y muy de moda en los talleres de ídem, elbailar, abrazarse, partir tablas de madera (especialmente preparadaspara que un niño pueda hacerlo sin lastimarse), cruzar camas depiedras incandescentes, etc. ¡Qué más da! El ser humano es capaz decualquier cosa cuando lo empujan y cuanto menos sentido tenga másempeño e ilusión manifiesta.¡Perfecto! ¿Y luego qué? ¿Cuando estamos solos y tenemos queafrontar los obstáculos de la vida diaria que hacemos?... pues nosolvidamos de los bailes, de las tablas de madera y de los caminos defuego y nos hundimos... Aprendamos a estar solos, a sacar lamotivación a base de nuestra propia concentración y rabia interior sieso fuera menester. Que sin duda nos dará mejor y más duraderoresultado.

VERSOXV

Los antiguos maestros eran sutiles, misteriosos, profundos,responsables

La profundidad de su conocimiento es insondableComo es insondable, todo lo que podemos hacer nosotros es describir

su aspecto.

Eran atentos, como el que cruza una corriente en inviernoVigilantes, como el que conoce el peligro

Corteses como un invitadoFlexibles, como el hielo cuando se funde

Sencillos, como bloques de madera sin tallarHuecos, como cuevas

Turbios, como una ciénaga¿Quién puede estarse quieto mientras se forma un cenagal?

¿Quién puede quedarse tranquilo hasta el momento de entrar enacción?

Los que observan el Tao no buscan la realización de las cosasAl no buscar la realización de las cosas

No se ven dominados por el deseo de cambiar.

LOSANTIGUOSMAESTROSERANSUTILES...

El conocimiento es uno de los pasos previos a la motivación. Si nosabemos unas cuantas cosas y somos capaces de organizarlas, noserá complicado motivarnos. Es decir, tener el motor de la superaciónen marcha para que nos lleve hacia nuestros logros.Esos conocimientos que necesitamos, y que por supuesto dependende cada individuo. Ya que unos ya los tenemos, los hemos heredado;otros los hemos adquirido y otros debemos sumarlos para alcanzarnuestros objetivos. Y aunque hay algunos de esos conocimientos queson iguales para todos, la manera de aprenderlos y ponerlos enpráctica puede ser muy diferente.Ahí es donde entra el “Maestro” que es quien nos transmite lasenseñanzas que requerimos. Encontrar al maestro que se ajuste anuestras necesidades puede ser una tarea ímproba y de muchadificultad. Ya que no todos los alumnos encajan con todos losmaestros, ni todos los maestros encajan con todos los alumnos.Tengamos presente que en estas lides pocas matemáticas hay; loobjetivo se convierte en subjetivo y la relatividad y perspectiva sondiferentes para cada uno de nosotros, e incluso pueden variar de uninstante a otro...Nuestro sabio maestro debería ser alguien que consiguiera noenseñarnos lo que sabe, sino que fuera capaz de mostrarnos elcamino para que lo hiciéramos nosotros mismos. Ya que como dijoGalileo: “No se le puede enseñar nada a nadie, sólo se le puedeayudar a que lo descubra en su interior”.Por eso, siempre que estamos ante un maestro, la intuición nos indicasi es auténtico o no dependiendo de si lo que muestra son“enseñanzas” en general o “sus enseñanzas”. En el primer caso esasenseñanzas nos ayudan a sacar nuestros propios aprendizajes, con locual el trabajo es nuestro, y sobre todo el aprovechamiento esmáximo. En el segundo caso, cuando alguien transmite “susenseñanzas” pensando en que por ser “sus” son “las”...

Está llevando a quienes lo escuchan al error, les está haciendo elcamino e incluso recorriéndolo por ellos. Como se ha dicho y sin dudase dirá: cuando alguien siembra la semilla del éxito diciéndote lo quetienes que hacer; está sembrando la semilla del fracaso, precisamenteporque todo tiene su complementario y opuesto, por definición.Respecto a estos pseudo maestros, pueden actuar además de manerainquisitiva por dinero, por ostentar poder (en forma de sabiduría), porvanidad y sobre todo por un afán de superioridad frente a quienes lerodean (o complejo de inferioridad, ¿quién sabe?).A dios gracias, en la mayoría de los casos son reconocidos de lejos; yaque cuando entran en una estancia su ego es tan grande, que apartede no parar de hablar de ellos mismos y sus hazañas, consumen casitodo el aire del habitáculo con lo que el ambiente se hace casiirrespirable...Bromas aparte, muchas personas necesitadas de esas fuentes demotivación que las lleve hacia la superación se apuntan a este tipo deprofesionales (que lo son y muy buenos, ya que consiguen suprincipal objetivo: ganar dinero y que la gente los adule). Sin saberque cuanto más los calienten y suban por la escalera de los posibleslogros, más fuerte será la caída y más dificultad tendrán paralevantarse y rehacerse.Montan su estrategia en plan “super-mega-guay-happy-flower-power”(que no sé lo que significa) y soslayan la parte real de los fracasos, lasderrotas, los problemas, los sinsabores que te da la vida. Y quegracias a esa parte que llamamos mala, cuando en definitiva son lasmejores lecciones, las que nos acercan a la superación personal,haciendo que esta sea auténtica, real y la saboreemos como se debe.Capítulo aparte, requiere aquél que está en vías de convertirse en unMaestro con el tiempo y lo hace para brindar un servicio a la sociedady a quienes la componen, todos nosotros. Esta persona requiere denuestro respeto y admiración, también en la mayoría de los casos sepercibe de lejos por su honestidad y humildad, sin que aluda a ellas.Para el que escribe, hay dos maneras de convertirse en un maestro de

los de verdad, de a los que a todos nos gustaría tener al lado. Comoya “calzo” cierta edad me viene a la cabeza el maestro de Kung Fu (lamítica serie de los años 70); cada uno puede pensar en el maestroque más le gustaría tener.Como pretendo decir, la edad es un factor insoslayable. Es cierto queen plena juventud se puede haber tenido una vida plena deexperiencias y aprendizaje. Pero sin duda es estar a medias delverdadero potencial de una persona; es con una edad un poco másavanzada cuando empieza uno a digerir todo lo que ha experimentadoy vivido, de forma que lo pueda convertir en enseñanzas para aquellosque se acerquen a él.La segunda manera para convertirse en un maestro es haber vividomucho, con ricas experiencias en torno al triunfo, al fracaso, laserenidad, los cambios, etc.; si además somos capaces deinteriorizarlo y luego exteriorizarlo, podremos mostrar a los demáspistas para que encuentren su propio camino. Estaremos ante unauténtico maestro. Y por supuesto el haber adquirido conocimientosestudiando y leyendo (no nos olvidemos).Cuando vemos un maestro que cumple estos requisitos, hay muchaspersonas que por temor se alejan viendo tan sólo la parte superficial.Sin pensar que si hablan de experiencias, han tenido muchasexperiencias, si tocan la acción, es que han vivido inmersos en laacción, si muestran conocimientos es que los han adquirido y cuandopreconizan serenidad es que han aprendido a manejarla.Como es obvio, encontrar maestros así no es imposible, pero síbastante complicado. Vamos a dejar la puerta abierta a que cadapersona con la que nos cruzamos pueda mostrarnos un tramo decamino sumamente interesante... Y de los libros ni hablemos: grandesamigos para hacer camino.

VERSOXVI

Vacíate de todoDeja la mente tranquila

Las diez mil cosas aparecen y desaparecen, mientras el yo observacómo se repiten

Crecen y florecen y vuelven a su origenVolver a su origen es quietud, que es la norma de la naturaleza

Lo propio de la naturaleza es lo inmutableConocer la constancia es perspicacia

No conocer la constancia lleva al desastreConociendo la constancia, se abre la mente

Con una mente abierta, se abre también el corazónCon apertura de corazón, se actúa con justicia

Siendo justo, se llega a ser divinoSiendo divino, estarás unido con el TaoEstar unido con el Tao es algo eterno y

Aunque muera el cuerpo, el Tao no perecerá.

VACÍATEDETODO...

La capacidad de mantener la mente centrada en lo qué se hace ycómo se hace, permite que desaparezcan esos pensamientos quellenan nuestra mente con acontecimientos del pasado y proyeccionessobre el futuro. Consiguiendo distraernos del aquí y ahora provocandoen muchas ocasiones ansiedad y estrés, es decir, desmotivándonos. Siuno ejecuta lo que tiene por delante en cuerpo y alma, será capaz demantener altas tasas de entusiasmo en su vida.Posiblemente, si una vida tiene un propósito, lo que hace tiene elsentido y va en la dirección de sus objetivos; muy posiblemente, sindarse cuenta, aún de los avances en ocasiones, se estará acercando asus sueños. Eso lo estará realizando centrado en el aquí y ahora.Con la mente vacía de pasados y futuros -que en la mayor parte delas ocasiones son una losa que nos mantiene pegados al suelo, nosimpide avanzar y desarrollarnos, como en realidad quisiéramos...- Deahí que se diga que “la quietud es la norma de la naturaleza”: Lanaturaleza tiende al equilibrio, a pesar del caos que a veces reine anuestro alrededor.Por ello la motivación que nos empuja a superarnos en cadamomento, cuando tiene un propósito coherente y está medianamenteplanificada, nos lleva por el camino del equilibrio y la serenidad. De locontrario esa superación, sin propósitos y mal organizada, nos llevaindefectiblemente al caos. Y ahora no me resisto a pensar y plasmar,porque lo he leído y lo que es mejor lo he vivido en propias carnes:muchas veces un exceso de equilibrio puede llevarnos al caos, al igualque cuando el caos llega a su cenit deja un camino de equilibrio yserenidad, la dualidad “de las cosas” no sólo es teoría.No quiero decir con ello que debamos buscar el caos, pero si nos loencontramos en nuestro camino, podríamos tratar de aprovecharlopara crear ese equilibrio que necesitamos. En este caso, parasentirnos motivados y crear los motivos que justifiquen nuestrospropósitos.

También tengamos cuidado con ese equilibrio y serenidad permanenteplanificados, porque sin darnos cuenta nos puede abocar al caos,mejor dicho empujarnos y hacerlo de manera que luego nos cueste untriunfo salir de él. Por lo tanto, equilibrio y serenidad: sí, pero con lamedida que la experiencia nos da, de que un poco de caos que“equilibre” el equilibrio, quizás sea algo bueno y deseable de vez encuando.Hay una capacidad, habilidad, me atrevo a decir más: Una clave parala motivación, para alcanzar nuestros propósitos. Es imprescindible yuna de las que marca la frontera entre los que consiguen vivir sussueños y los que se quedan a las puertas; que son más de los quepensamos y los que ni siquiera continúan una vez que han comenzadosu camino: la constancia, la perseverancia, la persistencia,... el nuncaabandonar aquello que nos hemos propuesto.La constancia obliga a nuestra mente e imaginación a ser hábiles,audaces y perspicaces; eso significa que alimentando el fuego de laperseverancia, vamos a encontrar medios y maneras de conseguirnuestras metas. Aunque éstas en muchas ocasiones se resistan o nospuedan parecer por momentos inalcanzables.Una mente despierta y puesta al servicio de nuestros propósitos haráque aparezca ante nosotros eso que necesitamos en cada momento...Estamos hablando de la ley de la atracción: puede que sí, puede queno ¿quién sabe? Cada cual puede darle la interpretación que mejor seacomode a su carácter y personalidad, yo no soy quién para hacerlo.Si así lo pensamos podemos o no triunfar; en el caso contrario, lo quesí tenemos claro es que fracasaremos seguro. Quien no ponga sumente al servicio de sus propósitos en la vida, alcanzará aquello quetan sólo desea de manera liviana, ya que si cree que nunca loalcanzará, realmente jamás lo conseguirá.Por lo tanto la perseverancia es un elixir mágico que nos haceavanzar; sentir la motivación para superarnos. Cuando la mente juegaa favor “nuestro” ocurre que también las emociones y los sentimientosse ponen de nuestra parte nos ayudan a la consecución de esospropósitos.

Quizás sería el momento de tratar de definir qué son primero lossentimientos y emociones o los pensamientos; los que generan losunos a los otros, o los otros a los unos... Seguro que haydocumentación técnica en gran cantidad de libros que podrían darnoslas explicaciones necesarias y suficientes.Para lo que nos atañe, casi que nos da lo mismo: piensa en positivo ygenera sentimientos positivos o siéntete positivo, emociónate ygenera los pensamientos que te motiven. Qué más da mientras elresultado sea la motivación que nos empuja hacia el triunfo. Esto alfin y al cabo no es una ciencia exacta, cada persona es un mundo, oeso se dice desde siempre. Seamos pues constantes en nuestra vidaviviendo cada instante.

VERSOXVII

El mejor dirigente es aquél cuya existencia pasa casi desapercibidaentre la gente

Después al que aman y veneranDespués al que temen

Después al que desprecian y desafían.

Cuando estas falto de fe, otros pierden la fe en ti.

El sabio procura pasar desapercibido y es parco en palabrasCuando consigue su objetivo y todo ha terminado

La gente dice: “¡Lo hemos logrado nosotros mismos!”

ELMEJORDIRIGENTEESAQUEL...

Vivimos una época y dentro de ella momentos convulsos, en los quecualquier decisión que se tome puede ser trascendental para nuestravida futura y sobre todo presente; que creo que es lo que nosimporta. Esto no significa que tiremos por la borda los propósitos defuturo que nos hayamos forjado. Nuestra motivación debería serconsiderada como ese buen dirigente que todos queremos tener ysobre todo, nos gustaría ser... Es obvio que para tratar de liderar a losdemás, es imprescindible liderarse a uno mismo y hacerlo bien; comonos muestra este sencillo pero contundente verso.La motivación que nos mueve en nuestro día a día debería pasar casidesapercibida para la gente. Estos podrían ver, intuir y palpar unentusiasmo equilibrado que, incluso les animara a ellos. Al finalestamos hablando de ese magnetismo que tienen algunas personasque ilusionan a los demás. No las empujan, su comportamiento yactitud son sus mejores tarjetas de visita y dejan su impronta allí pordonde pasan...Si vives con alegría esa será la que dejes como estela de tu paso:Alegría (¡ojo! Y viceversa también: si siembras tristeza, recogerástristeza y esa también será tu estela). Pero como estamos viendo a lolargo de los textos, todo debe realizarse con el equilibrio necesariopara que no salte los límites y se convierta en su complementario yopuesto, lo que nos podría acarrear un problema de armonía y paz ennuestra vida.Al igual que pasa con los dirigentes, podemos encontrarnos condiferentes tipos de motivación; la que nos interesa y debemos hacernuestra es la que nace de nuestro interior. Muchas veces sin saber nicómo ni cuándo; pero la tenemos cuando la necesitamos y no más, espercibida por los demás en su justa medida.Otro tipo es la que generamos conscientemente en nuestro ser yaunque en principio puede resultar algo forzada, puede llegar a anidaren nosotros de manera efectiva y duradera. A esta le sigue la

motivación que crean los demás, los cursos, talleres de motivaciónque tratan de entrenarnos y que, si inicialmente son beneficiosos,somos nosotros los que debemos poner en acción todas esasenseñanzas y técnicas, haciéndolas nuestras y poniéndolas enpráctica. En caso contrario sólo nos calientan y motivan el tiempojusto de pasar por ellas, y aquí la profesionalidad del “profesional”tiene poco o nada que hacer.Y el último tipo y el más perjudicial es en el que nos sentimosmotivados sin tener ni los motivos ni las razones para estarlo.Hacemos las cosas no por el hecho de hacerlas, sino por todo locontrario: por el miedo al resultado o consecuencia de no hacerlo. Conlo cual nuestro estado casi permanente es el de frustración y fracaso,estando sin querer estar y haciendo sin ganas de hacer...Vamos a corroborar que para pasar al estado de motivación, la quenace de nuestro interior, que debe ser la buscada, podemos pasar porlos diferentes estados desde la última descrita; que aunque no sea laque deseamos para nosotros, puede ser un punto de partidaperfectamente válido, siendo conscientes de que tan sólo es unaetapa pasajera camino de la verdadera motivación.Y para que esta evolución se produzca es sumamente importante, yorecalcaría que imprescindible: tener fe. Tener fe quiere decir primerocreer en uno mismo, siempre y bajo cualquier circunstancia que nosacontezca. Esto es, adaptarnos perfectamente a la vida, para que enalgún momento de nuestra existencia podamos ver que la vida seadapta a nosotros y nosotros a ella por igual, fundiéndonos en “uno”.Otro aspecto fundamental para la creación de la motivación interior escreer y tener fe en lo que nos rodea y en quienes nos rodean. Laspersonas que pasan por nuestra vida: debemos creer en ellas, confiaren ellas... Si no confiamos en los demás, acabaremos por ni siquieraconfiar en nosotros mismos; si no creemos en nosotros mismos serámuy difícil creer en los demás.Pero vayamos más allá: debemos creer y confiar en todo aquello quenos ocurre. Cada experiencia vital nos hace crecer como personas ynos acerca a nuestros sueños y objetivos... O nos aleja, mejor dicho,

nos pone los objetivos y los sueños, quizás a una distancia másadecuada para alcanzarlos. Cuántas veces hemos o nos hancomentado sobre alguien que por tocar demasiado pronto sus metas ysueños ha acabado fracasando… Era demasiado pronto!Por lo tanto, vamos a pensar y movernos con esa convicción de quetodo llega cuando tiene que hacerlo y de la manera más adecuada. Sisomos capaces de no forzar las situaciones más allá del equilibrio y laserenidad que debe presidir nuestra vida; si es cierto que los límites ydefinición de equilibrio y serenidad son tremendamente amplios,somos cada uno de nosotros quienes deben hacer ese trabajo, nadani nadie puede hacerlo por nosotros. Como en otras ocasiones,sírvanos de ejemplo que todo esto puede usarse para aquel que sehaya propuesto dirigir una gran multinacional o convertirse en monjeBudista. Entre ambos casi que nos caben un buen número deactividades de las que realizamos la mayoría.Y cuando todo está en marcha, los motivos nos motivan y lamotivación es del interior... Los logros llegan casi sin darnos cuenta;parece que lo hemos hecho sin hacerlo, sin provocarlo; pero sí, loshemos provocado con nuestra voluntad, actitud y acción.

VERSOXVIII

Al declinar el gran Tao, surgen la rectitud y la bondadCuando nacen el conocimiento y la astucia, aparecen los grandes

hipócritasCundo las relaciones familiares no son armoniosas, aparecen la

“piedad filial” y el “amor”Cuando la confusión y el desorden reinan en los pueblos, se habla de

patriotismoSólo donde está el Tao, reina el equilibrio

Cuando el Tao se pierde, todo se vuelve falso.

ALDECLINARELGRANTAO...

La motivación y la superación de las personas a nivel individual, debenser estados inherentes a ellas. Lo ideal es disfrutarlas, sin necesidadde crearlas artificialmente. Porque en el acto de crearlas, incluso desembrarlas, lo que estamos haciendo es sembrar la semilla de locontrario: la desmotivación y la ansiedad por no ver superaciónalguna. En el estado “ideal” es donde vamos a encontrar esamotivación, que nos lleve a superarnos de forma natural.Evitando así la artificialidad que supone en muchas ocasiones laimposición de conocimientos, normas, pautas de conducta que noslleven por los caminos que otros quieren que vayamos.Independientemente de las intenciones que tengan, por ello dice:“Cuando nacen el conocimiento y la astucia, aparecen los grandeshipócritas”... En el ámbito espiritual, en el encuadraríamos lamotivación, ya que no sólo la mente rige esos estados y, relativo aellos, en muchas ocasiones hay razones que la razón ni entiende nitiene por qué.Ésta debemos trabajar, para construirla dentro de nosotros, creandolas emociones y sentimientos que nos impulsen hacia delante, almargen de todos esos conocimientos que se nos brindan para que lohagamos de una forma mecánica. Esto no significa que inicialmente,en las primeras etapas sea la mejor manera de crearnos lamotivación.Pero sin duda una vez que conocemos y aplicamos esosconocimientos en la generación del entusiasmo por lo que hacemos,cómo lo hacemos y los propósitos que nos mueven a ello. Lopragmático y lo ideal es deshacerse de todo ello conscientemente ydejar que actúe subconscientemente, es decir, desde el interior y deforma natural. Es entonces cuando las cosas se hacen con dedicación,pasión, el esfuerzo y el sacrificio aunque existen (que nadie dice queno) pasan a un segundo plano, no percibiéndose como tales.Tradicionalmente alrededor de la filosofía de los logros se ha hablado

de esfuerzo y sacrificio; que sin ellos nada se puede alcanzar y quienlo consigue sin ellos es como un triunfo de segunda. Si no hay sangre,sudor y lágrimas ni hay medallas que no honores... Y como a laspersonas nos cuesta esforzarnos, sufrir y sacrificarnos (no noscomprometemos), han pasado a decirnos que no existen y quecuando deseamos atraer a nosotros “algo” lo que sea, el esfuerzo y elsacrificio no existen y si lo hacen es porque realmente no deseamoseso con la suficiente intensidad como para conseguirlo sin “trabajo”(¡¿dicen que nos resistimos!?...)Nos han vendido humo que pronto desaparece, esto es ofrecemos:“confusión y desorden”. Nada puede conseguirse sin un trabajo y sinuna labor bien hecha que entrañe esfuerzo, dedicación, sacrificio,entusiasmo, etc. En definitiva tenemos por una parte, que hacer másde aquello que se espera que hagamos y segundo, que lo quehagamos tiene que ser “uno” con cómo lo hacemos. Sólo cuandosomos uno con lo que hacemos somos capaces de superarnos demanera natural y verdadera. Evitamos la artificialidad y las decenas deconocimientos creados a partir de unos pocos pensamientos salidos ala luz centenares, incluso miles de años antes de llegar aquí y ahora(que son los que realmente valen).Cuando somos uno con lo que hacemos, todos los esfuerzos ysacrificios no son percibidos como tales. Y eso no significa que noexistan, simplemente no los entendemos como nos los explicaroncuando éramos pequeños y nos dijeron que para triunfar había queesforzarse, pero no matizaron que esforzarse no siempre significasufrir. Por lo tanto la motivación en esos estados de fusión con lo quese hace y cómo se hace; no es necesario crearlos ni buscarlos, existendesde dentro sin que nos demos cuenta de ello. Nadie absorto einmerso en una tarea que le apasiona necesita decirse o arengarse:¡venga-vamos! ¡Que lo voy a hacer bien, que soy el mejor!... Por elcontrario, el apasionado hace lo que tiene que hacer, como tiene quehacerlo y cuando tiene que hacerlo; no existe triunfo o fracaso en esemomento.Si triunfa está más cerca de la superación, si fracasa considera que

está más cerca de triunfar y que posiblemente haya aprendido algunacosa que le acercará al éxito y a la superación. No existe esamotivación ficticia que nos imponen del exterior; no es necesaria, nientendible para el entusiasta. En cualquier caso estamos definiendoestados de motivación que sólo unos pocos tienen de forma inherenteo heredada, quizás, puede que porque sí. El resto, entre los que meencuentro, hemos tenido que pasar por diferentes etapas, desdesaber qué es y para qué sirve la motivación.Adquirir conocimientos sobre ella, entrenarla, practicarla y sí, deforma a veces forzada y ficticia inicialmente, e ir avanzando etapa trasetapa, hasta conseguir integrarla en nuestro carácter. Momento enque creamos una actitud mental positiva interior, que hace queseamos personas consecuentes con nuestra vida y con aquello quehemos elegido hacer y vivir.Un proceso mecánico y conducido, han logrado convertirlo casi en unafilosofía de vida. Una actitud que además es contagiosa y obramaravillas en todos aquellos que la adoptan como suya. Eso podría odebería considerarse el verdadero triunfo de una persona: alcanzar laplenitud, la serenidad, a través de la fusión con aquello que hace. Yesto no deja de ser una responsabilidad social de cada individuo paracon el entorno que le rodea y para con los suyos; que como siempreinsistimos, es sumamente importante para todos nosotros.

VERSOXIX

Deja atrás el conocimiento, abandona el ingenio y beneficiarásenormemente a tu gente

Deja atrás la humanidad, abandona la justicia, y la gente volverá asus sentimientos naturales

Deja a tras la sagacidad, abandona la dureza y desaparecerán losladrones y atracadores

Pero esas tres normas no son suficientes por sí mismasPor tanto, deben quedar subordinadas a un principio más alto:Observa lo sencillo, ¡Reduce tu egoísmo y domina tus deseos!

DEJAATRÁSELCONOCIMIENTO...

A lo largo de la evolución del ser humano y del mundo, podemosconstatar que el afán de superación, el deseo de mejorar, nos habrindado la oportunidad de avanzar. Hemos hecho quedescubrimientos sencillos vayan creciendo en complejidad ya sea en elmundo científico, médico, tecnológico y/o social. Lo cual nos hamantenido motivados a lo largo de todos los tiempos.El problema surge cuando pasamos del afán de desear a la ansiedadcompetitiva de querer; es entonces cuando el egoísmo nos hacemejores a unos que a otros. Surgen las diferencias en todos losámbitos de la vida, perdiendo así el verdadero objetivo de evolución ysuperación del ser humano.Este es sustituido por una competición desmedida, que deja másdamnificados que beneficiados y una sensación de sálvese quienpueda que no hay quien nos la quite de delante de nuestros ojos. Porello siempre tenemos que tener presente no sólo nuestros objetivos,sino los propósitos que le dan validez a nuestras metas y eso cuantomenos complicado nos resulte mejor que mejor.La sencillez debe predominar en nuestras vidas y en todo lo quehacemos; esta nos ayuda a buscar algo imprescindible para la buenamarcha de nuestra existencia y no es otra cosa que el equilibrio,equilibrio en mayúsculas. Éste nos mantiene alejados de lascomplejidades que nos abocan a los deseos desmedidos. Los que nosempujan por los senderos de los extremos en los que se acabacayendo en conductas egoístas y perniciosas para los demás y porende para uno mismo. Cuando el equilibrio rige nuestras vidas entodo lo que hacemos, somos capaces de ver con serenidad aquelloque tenemos por delante. No sólo involucrarnos de lleno en ello; sinoque el poder tratarlo en perspectiva desde fuera, podría decirse queen tres dimensiones. Cuando alguien analiza algo que le pasa y lohace desde un extremo, como podría ser por ejemplo el egoísmo, tansólo lo hace en una dimensión: la suya. Cuando la analiza teniendo en

cuenta no sólo a él mismo, sino las circunstancias que le rodean ya haavanzado y está analizando en dos dimensiones.Y cuando entran en escena las circunstancias que le acompañan, laspersonas que le rodean y él mismo, es entonces cuando las tresdimensiones nos pueden dar la perspectiva suficiente como paratomar decisiones sencillas, alejadas de la complejidad que nosdistancia de la superación personal. Dicho lo cual, parece queabogamos por lo sencillo para mantenernos motivados y sí, es así;pero lo sencillo no siempre tiene que ser lo más fácil, o parecernos lomás fácil.Fácil o difícil en muchas ocasiones son términos subjetivos eintercambiables. Lo difícil suele acabar convirtiéndose en fácil y lo fácila veces sin saber por qué, puede llegar a convertirse en difícil. Al finalnuestra voluntad y actitud ante las cosas determina lo fácil o difícilque lo percibimos.Al igual que en ocasiones lo sencillo podrá parecernos complejo, y locomplejo pasará a ser sencillo, una vez que lo hemos abordado. Elequilibrio será ese estado que nos permitirá ir en la direcciónadecuada a nuestras metas, es el camino correcto o no. Eso será algoque tendremos que ir viendo día a día, al fin y al cabo no hay unmanual de instrucciones para vivir la vida, se vive “viviéndola” en cadamomento.Eso es lo apasionante de este tipo de filosofías, mejor dicho: guías,orientaciones. Estas nos dejan las puertas abiertas para que seamosnosotros en cada momento los que diseñemos nuestra existencia demanera dinámica, apasionante ¿Y por qué no? Esto que estamosllamando equilibrio y que queda muy bien estéticamente, de hecho seemplea en literatura, cine, formación: es “el sentido común” de todala vida, el que nuestros padres trataron de inculcarnos y nuestrosabuelos a ellos. Y que ha hecho que cuando el caos nos ha abrazado,nos haya ayudado a encauzar nuestra evolución personal... Cuandotratamos de movernos por la vida con sentido común; nosencontramos que los problemas y dificultades que se cruzan ennuestro camino suelen tener mejor solución de la que aparentemente

podrían tener en principio. Son más sencillas que complejas y másfáciles que difíciles (aunque dejemos algo de margen, ya que fácil odifícil dependerá de cada uno de nosotros, es subjetivo y relativo).La motivación por tanto debe mantenerse en equilibrio para que seabeneficiosa y nos ayude a superarnos, buscando siempre la sencillezen todo aquello que hagamos. Voy a poner un ejemplo, a pesar deque pienso y estoy convencido que los ejemplos los debe buscar cadauno para sacar sus propias conclusiones: En múltiples ocasioneshemos oído y conocemos a alguien que ha dicho: "Me voy a ir a laotra cara del mundo a encontrarme a mí mismo..." Resulta curioso,cuando si no eres capaz de encontrarte a ti mismo, ahora y dóndeestás...Y aun suponiendo que uno pudiera encontrarse lejos de donde está,la búsqueda debe partir en uno mismo. La mejor situación es la queuno tiene en cada momento; a eso se le llama coger el toro por loscuernos. Y si uno necesita cambiar de vida, entorno y circunstanciaspuede hacerlo, si quiere hacerlo de forma sencilla, con lo que tiene amano. Ahora, eso sí, supone una auténtica revolución lo de irse a10.000 km a encontrarse a sí mismo; huele a huída si no estáperfectamente argumentado, objetivado y tiene un propósito muyconcreto. Aunque por supuesto, este es un parecer subjetivo yrelativo que no tiene porque ser válido para todos o para ninguno.

VERSOXX

Entre el sí y el no, ¿qué diferencia existe?Entre el bien y el mal, ¿qué diferencia existe?

¿Es verdaderamente temible eso que las personas tanto temen? Todolo que puede verse es como un desierto sin límites

Las personas están de fiesta como en los días de los grandessacrificios

O cuando en primavera se asoman a las terrazasSólo yo permanezco tranquilo, sin tareas que cumplir, como un niñoque todavía es incapaz de sonreír, siempre desamparado, como si no

tuviese hogarLos demás viven en la abundancia, sólo yo parezco pobre

Es posible que mi mente sea la de un loco, tan oscurecido y confusome siento

La gente vulgar da la impresión de ser clara y brillante, sólo yo memuevo como una sombra

Ellos son agudos, seguros de sí mismosYo estoy decaído y me muevo como se mueve el océano

Voy a la deriva, sin asidero algunoTodo el mundo parece tener algo que cumplir

Sólo yo soy torpe y estoy fuera de lugarSoy diferente, yo encuentro paz y soporte en la madre que me nutre.

ENTREELSÍYELNO...

En las sociedades actuales la mayoría de personas parecen ir tras algoque, visto desde fuera, podríamos considerar sus objetivos. Alconocerlos, averiguamos que esos objetivos tan sólo son deseos ymuchos de ellos vagos y ambiguos. Asentados en la expectativa de loque muchos llaman suerte (la suerte de que les toque la lotería, lasuerte de tener “suerte”, la suerte de ganar mucho ¿dinero?); perohacen poco o nada porque esa suerte u oportunidad se produzca.Para ellos es algo que está muy alejado y sobre lo que no tienen, nicreen tener ninguna influencia: ven la vida pasar, las cosas sucedensin su intervención o eso creen. ¡Que ingenuos!Otro tipo de personas son las que no saben lo que está sucediendo,esto no es bueno ni es malo a priori. No saber lo que ocurre espernicioso cuando uno quiere saber y no sabe o, lo que es peor,distorsiona la realidad y la convierte en fantasía. En otras ocasioneslas circunstancias nos obligan a conocer lo que está sucediendo anuestro alrededor; entonces es una obligación la que tenemos y queno deberíamos soslayar.Cuando uno conscientemente no quiere saber, desea desligarse deciertos estereotipos de la sociedad, pretende vivir una vida diferentesu vida y su camino. Parece lógico entonces no saber lo que sucedealrededor o no darle la importancia suficiente para que afecte nuestraconducta y comportamiento.Estos estados pueden darse en personas de cierta edad y experiencia,que han decidido que su aportación al mundo también puede ir porotros derroteros. La de ser ellos mismos, no haciendo nada, no siendonada... No teniendo influencias externas, para tener una vida interiormuy rica y sobre todo no tratar de influenciar a nadie.Esta situación puede dar lugar a la generación de una sabiduríanatural, por cercana a lo más íntimo de la naturaleza humana; querealmente puede ayudar a otros en sus caminos de vida y existencia.

Sigamos. Existen otro tipo de personas y son los que hacen que lavida suceda: son activos, saben lo que quieren y, lo más importante,saben cómo lo van a conseguir; también por supuesto tienen claro elpor qué y para qué se lo han propuesto. Podríamos decir que elpropósito de su vida es una vida con propósito. Estas personas suelenser decididas, tienen buenas costumbres; están integradas en losentornos adecuados a sus objetivos y emplean todas las capacidadesy habilidades que están en su mano, para alcanzar las metas que sehan propuesto.Para ellos no existe el fracaso, tan sólo las derrotas temporales queles aportan las experiencias y las lecciones para seguir hacia delanteen su camino. Los problemas, dificultades y adversidades suelendarles pautas para redirigir sus esfuerzos y hacer que estos esténdando permanentemente sus frutos.Entienden que la adversidad es de donde uno saca las mejoresenseñanzas y que el paso por ensayo-error es imprescindible parasuperarse y triunfar en cualquier ámbito de la vida. Esta circunstanciaes la que hace que sean capaces de hacer que la vida suceda, ya quese adaptan a ella viviendo cada instante, el aquí y ahora.Tienen claro qué circunstancias los alejan o los acercan a suspropósitos; éste es uno de los secretos y claves del éxito, estarpresente y vivir con atención, interés e intensidad cada segundo denuestra existencia. En estas circunstancias podemos decir aquello queya es un clásico de que: “No hay un camino para el éxito y lafelicidad, el éxito y la felicidad son el camino”.El mundo y sus avances médicos, científicos, comerciales,arquitectónicos, técnicos se deben sin duda a personas que hacen quelas cosas (sus sueños) sucedan, se hagan realidad. Se hacenresponsables de todo lo que sucede a su alrededor, nunca pasan esaresponsabilidad a nada ni a nadie.Como no podía ser de otra forma, nos toca advertir que cuando todolo anteriormente expuesto tiene un origen “limpio”, nace en nuestrointerior y tiene generalmente el fin de ayudar a la sociedad. Estaacaba asumiendo y devolviéndonos eso que le hemos dado.

Cuando por el contrario nuestros objetivos están vacios de contenidohumano y social en su máxima acepción, tan sólo representan “cosasmateriales” como dinero y poder; comprobamos cómo la sociedadpuede desmoronarse e incluso pudrirse. Crea tremendasdesigualdades entre los pueblos y situaciones de crisis no sóloeconómicas sino de valores y virtudes; la caída de una Era, endefinitiva.Es en estos casos, en los que cuando no se consiguen esas metasmateriales y se fracasa, uno no puede darles la vuelta y convertirlasen derrotas que sean trampolines para poder seguir adelante. Si loque uno quiere es tan sólo para sí mismo, el fracaso puede hundirloen la miseria.Por contra si lo que uno pretende no solo es para sí, sino para lossuyos, para la sociedad en general; ese fracaso ya sabemos que nosolo no lo detendrá, sino que lo hará más fuerte y mejor persona. Lobueno y lo superior no suelen ser tarea fácil al principio, ¡¡pero susrecompensas suelen ser conseguir que la vida suceda!!

VERSOXXI

Está en la naturaleza de la gran virtud, seguir el Tao y sólo el Tao.¿Pero qué es el Tao?

Algo esquivo y escurridizo¡Esquivo y escurridizo!

Y sin embargo tiene forma¡Escurridizo y esquivo!

Y sin embargo tiene sustancia¡Sombrío y oscuro!

Y sin embargo tiene Esencia VitalEsa Esencia Vital es muy real, es de una sinceridad infalible

A través de las épocas se ha conservado su NombreEs el origen de todas las cosas

¿Cómo conozco el origen de todas las cosas?Por lo que hay dentro de mí.

ESTÁENLANATURALEZA...

La motivación, cuando surge de nuestro interior y es verdadera, esdecir, tiene propósitos bien sustanciados, se convierte en la EsenciaVital. Nos empuja a entrar en acción, aunque en muchas ocasiones noacabemos por saber, ni siquiera entender el cómo nos ponemos enmovimiento.Pero si el resultado es actuar, debemos aprovecharlo y ponerlo alservicio de nuestros objetivos, sin tratar de averiguar todos losmecanismos que intervienen para ponernos en “marcha”. Sin dudaexistirán un sinfín de explicaciones científicas y psicológicas paradefinir la motivación como tal.Aquí tan sólo nos interesa hablar de ella y sobre ella, de forma quepodamos sentirla en nosotros. Podamos utilizarla consciente oinconscientemente dependiendo de las circunstancias y las situacionesparticulares en las que nos vemos envueltos.En muchas ocasiones, yo diría que casi siempre la motivación vaacompañada de un halo, de un punto quizás, de su opuesta ladesmotivación. Esta hace que tengamos una sensación de vértigo entodo aquello que emprendemos.Las ganas, el entusiasmo que ponemos y que siempre se vencontrarrestados por esa fase de autodefensa, en la que uno buscaexcusas y justificaciones para abandonar sus empresas. Buscandozonas cómodas donde sentirse seguro y protegido. Áreatremendamente peligrosa y parecida a las arenas movedizas, de lasque es tremendamente difícil salir.La comodidad suele matar el entusiasmo por hacer cosas diferentes ypuede que apasionantes. En ese momento es cuando uno empieza atener miedo de lo nuevo, de lo desconocido; de todo aquello queentrañe un esfuerzo y un sacrificio o represente una dedicación, uncompromiso.Estos miedos y temores, cuando son compulsivos, sin explicación

aparente, ni razonables ni razonados, nos abocan a la inacciónpudiendo derivarse en estados de ansiedad y estrés. Producidos estospor temores a situaciones, circunstancias y resultados que ni hanpasado, ni suceden, ni probablemente ocurrirán.Estados de los que es muy difícil escapar cuando se convierten enhabituales. Ya sabemos cuán difícil es romper las cadenas del hábito;estas son imperceptibles en sus comienzos, hasta que se hace casi deltodo imposible quebrarlas cuando ya son visibles. Bueno, ese “casi”nos abre la puerta de la esperanza ya que los hábitos sí es cierto quees difícil eliminarlos. Es mucho más fácil sustituirlos por otros másadecuados a nuestros propósitos y que nos acerquen a ellos en lugarde alejarnos.Cuando el entusiasmo que nos mueve a la acción es muy superior a lafuerza que nos anima a buscar las excusas y justificaciones paraquedarnos sentados e inactivos, el resultado será que habrá pocascosas que puedan detenernos; si además nuestros propósitos estánbien hilvanados y sólidamente construidos, nos convertiremos en unafuerza imparable.Esa Esencia Vital que nace en nosotros, y se materializa externamenteen eso que venimos en llamar Motivación, entusiasmo, hará que secrucen en nuestro camino las oportunidades, situaciones y personasque nos ayudarán en la consecución de nuestras metas... A vivirnuestros sueños, en definitiva.Dicen que si una persona se entrega a un ideal, en cuerpo, mente yalma; si nada ni nadie puede detenerla, se convierte en algo diferentey grande: En una Leyenda... Por ello precisamente todo aquel quelucha por “algo” encuentra un medio para realizarlo. El que no sabe loque quiere -generalmente cuando simplemente desea algo- encuentrauna excusa para seguir en su zona de comodidad, evitando así entraren acción para alcanzar aquello que desea.Y claro, nadie dice que sea fácil; cuanto más grande y complejo esnuestro ideal, más posibilidades tenemos de que las cosas se pongandifíciles. Mejor dicho, hablar de posibilidades es soslayar la realidad ydisfrazarla de falsas esperanzas... Tenemos la certeza de que a

grandes ideales que alcanzar, grandes dificultades por las quetendremos que atravesar: “Cuanto más grande es el reto, mayor es laatracción”.Quien quiera moverse en estas lides debe tener y procurarse uncuerpo, mente y alma muy bien amueblados. Eso significa un trabajointenso, serio y constante. Debe crear los hábitos y costumbresadecuados a sus ideales; de ahí que la Esencia Vital sea algo quereconozcamos en nosotros, de manera consciente e inconsciente, enaquello que hacemos siempre.Entiendo que existe cierta ambigüedad en lo que se dice en estaspáginas, pero así debe ser. Tan sólo se pretende que sea una ayuda yni siquiera toda la que se necesita. Para que cada uno de formaparticular realice su propio trabajo; por una parte de buscar elmaterial (enseñanzas) que le hagan falta, y luego utilizarlo sindilación, para crear esa Motivación-Esencia Vital que le acerque a sussueños. Cuerpo, mente y alma son vehículos que, si están en buenestado y en forma, nos ofrecerán esos caminos para alcanzar y vivirnuestros ideales.

VERSOXXII

Da y ganarásInclínate y estarás derecho

Vacíate y estarás llenoConsúmete y estarás nuevoTen poco y saldrás ganando

Ten mucho y encontrarás problemasPor eso, los sabios abrazan la unidad

Y sirven de ejemplo para todosNo alardean ni presumen y sin embargo, brillan

No se justifican y son distinguidosNo se jactan de nada y reciben reconocimiento

No se envanecen y nunca fallanNo disputan y nadie disputa con ellos

Por eso dicen los antiguos: “Da y ganarás”¿Se trata de un proverbio hueco?

Encuentra la verdadera plenitud y te vendrá todo.

DAYGANARÁS...

Cuando somos conscientes de que todo aquello que nos ocurre estácompuesto por sí mismo y su complementario, su opuesto, nos esmucho más fácil y sencillo entender el resultado de lo que obtenemos.Si leemos varias veces con atención este verso del Tao, meditando,con la mente lo suficientemente abierta, encontraremos que ademásde ser verdad, nos pone ante las puertas de una motivación ilimitada.Sabiendo que por supuesto, existe la desmotivación y la vemoshabitualmente a nuestro alrededor, no hay por qué negarla.La desmotivación, ese estado apático que a veces nos inunda, una vezreconocido y asumido como complementario a la motivación,podemos adoptarlo como incluso un remanso de paz en el que unollegue a vaciarse de deseos, exigencias, planes, objetivos y sueños.Donde uno simplemente “sea” en el instante que tiene por delante,sin más pretensión que esa misma: La de ser, como decíamos. Estasituación nos puede permitir lo que comúnmente llamamos “el cargarpilas o baterías”.Es cierto que llamar a ese estado de paz y armonía: desmotivación,como opuesto a la motivación que todos conocemos -el “subidón” deenergía que nos mantiene en la brecha, en el candelero y nos empujahacia delante, camino de nuestras metas-, como digo, quizás sea unpoco peligroso por lo que tiene de significado para el común de losmortales, o sea: apatía, limitación, no ver salidas, verlo todo negro ysin futuro, no existen ganas de continuar hacia delante.Pero sea el que sea el significado académico; cada uno de nosotrospodemos darle la orientación que más nos acomode. Por lo tanto sientendemos que todo estado de motivación debe ir acompañado desu opuesto el de no-motivación (quizás sea mejor que desmotivaciónpara evitar confusiones), siempre estará en nuestras manos pasar deuno a otro según nuestros estados de ánimo puntuales. De esta formaun estado de no-motivación puede ser un “lugar” donde encontrar lapaz, para dar solución a cuestiones que vistas desde esa perspectiva

nos sea más fácil abordar.Llegar al entente entre ambos estados es harina de otro costal, esonos llevará tiempo y dedicación el averiguarlo. Si tenemos claro cuálesson nuestros propósitos y cómo vamos a conseguirlos, será cuestiónde ensayo-error averiguar en qué niveles nos debemos mover paraestar motivados y cuándo parar y pasar a un estado de no-motivación.Debido a esta complementariedad de las cosas, es fundamental quenuestros objetivos estén bien definidos y estructurados. Inclusotrabajando sobre sus complementarios y opuestos para saberexactamente lo que queremos, cómo lo queremos y por qué... Puedeque descubramos entonces, que algunas de nuestras metas, no sontan importantes como pensábamos o creíamos pensar.Cuántas veces nos ha pasado que hemos conseguido alcanzar unameta concreta y lo que nos ha proporcionado ese logro esprecisamente lo contrario de lo que esperábamos. Comúnmente, parajustificarnos, acabamos llamándolo fracaso, cuando en realidad hemosobtenido lo que estábamos buscando. Eso sí, lo buscábamos sin saberque realmente lo hacíamos. Si hubiéramos trabajado mucho más eseobjetivo, desde sus dos partes complementarias, habríamos sidoconscientes de las dos caras de la moneda.En cualquiera de los casos, todos estos procesos lo que consiguen esfortalecernos y hacernos más grandes interiormente. Nos brindan uncúmulo de experiencias que enriquecen nuestra vida presente y sobretodo lo que tenga que venir, de forma que todo lo que nos ocurratenga un sentido mayor para nosotros. Ya que incluso podemos llegara valorar esas experiencias complementarias como una unidad quehace que cada día seamos un poquito más sabios que el anterior.Sabiduría que paradójicamente también pasa por un estadio deadquirir muchos conocimientos, trabajar la inteligencia. Llegado unmomento concreto, uno debe empezar a despojarse de todos esosconocimientos (“saberes”), para alcanzar la sabiduría.Ya que todo lo que sabemos y hemos almacenado puede acabar por

distorsionar el estado de sabiduría al que queremos llegar; dicen: “Siquieres ser inteligente aprende algo nuevo cada día y si quieres serSabio desaprende algo todos los días”. No me compete a mí hablar desabiduría, ya que son palabras mayores y me produce mucho respetoy admiración el hacerlo (...yo estoy muy lejos de ella aún).Pero lo que sí podemos mencionar es lo que todos sentimos cuandoestamos ante alguien inteligente y es que nos sentimos muyrespetuosos con aquello que dice. Alimenta nuestra mente, y cuandorealmente estamos ante alguien sabio, éste no sólo alimenta la mentesino el alma, de propios y extraños. Lo hace de manera que nosemociona y llena de sentimiento.Y lo mejor es que suelen hacerlo de manera que sus experiencias seconvierten en enseñanzas; que somos nosotros quienes las sacamosde nuestro interior y esto puede llegar a transmitirlo con muy pocaspalabras, e incluso con el silencio que puede llegar a ser unaexperiencia y una enseñanza que no tenga precio por su valía yconsecuencias. Una vez más la elección suele estar en nuestro tejado,nosotros decidimos que hacemos con esas enseñanzas... ¿Lasponemos en acción o no?

VERSOXXIII

Lo natural es hablar pocoLos vientos fuertes no duran toda la mañana

Los chaparrones no duran todo el día¿Por qué? ¡Cielos y tierra!

Si los cielos y la tierra no pueden hacer que las cosas sean eternas¿Cómo van a hacerlo las personas?

El que sigue al Tao, es uno con el TaoEl que es virtuoso, practica la virtud

El que se descarría, se siente perdidoCuando eres uno con el Tao, el Tao te acoge

Cuando eres uno con la virtud, la virtud se mantiene en su sitio, comosiempre

Cuando eres uno con la pérdida, se siente la pérdida voluntariamenteEl que no confía lo suficiente, no es digno de confianza.

LONATURALESHABLARPOCO...

... Y por la boca muere el pez, hemos oído toda la vida. Sin embargo,habitualmente se nos escapa la fuerza por la ídem y mientrashablamos, con toda probabilidad pasan oportunidades frente anosotros que ni vemos, ni siquiera intuimos. Ya que estamos muyatareados hablando de lo que haremos cuando esa oportunidad (queni vemos ni veremos) pase por nuestra puerta. Y que solemos verle laespalda cuando ya ha pasado, es tarde. Momento excelente paralamentarse, y cómo no: verbalmente, que eso se nos da de “muerte”¡Verdad?Lo natural es hablar poco, principalmente porque lo natural deberíaser actuar y cuando se está en acción las palabras sobran, lossilencios suelen ser buenos acompañantes de la acción. Aquípodríamos decir aquello de: No le digas al mundo de lo que erescapaz...¡Demuéstraselo!... Las oportunidades que pasan, puede quese vuelvan a repetir o no, ¿quién lo sabe? Así que mejor que nospillen en acción, en movimiento para capturarlas. Aprovecharlas y, porqué no, fundirse con ellas, como hace cualquier maestro artista conaquella disciplina, que ha convertido en su pasión y su vida.El pasarse la vida hablando, planificando, organizando, inclusoestudiando y preparándose para la acción; sin encontrar ese momentode ponerse en movimiento, denota temores ocultos, miedo escénico(miedo a actuar = acción). Estos suelen acrecentarse cuanto mástiempo dejamos entre el momento que sabemos que debemos entraren acción y no lo hacemos. Al igual que cuanto más preparaciónsumamos a nuestro equipaje debida al temor a actuar, más datos nosda de que mayor preparación necesitamos. Convirtiéndose lo anterioren un bucle cerrado que es muy difícil de romper, abocándonos a unainacción permanente.Una herramienta que podríamos utilizar para romper esa dinámica, almargen de inicialmente tener unos objetivos claros y definidos, esaprovechar, desarrollar y potenciar algunas de nuestras capacidades o

habilidades; alguna con la que nos sintamos cómodos y podamossacarle provecho/oportunidades tanto personales como profesionales,y fundirnos con ella.Esto quiere decir que si somos capaces de de ser uno con lo quehagamos, estaremos actuando sin actuar; ya que cuando uno hacealgo que le apasiona y lo mantiene absorto en su tarea, no siente elcansancio, ni la fatiga. Busca permanentemente caminos de mejora ycrecimiento; por supuesto hace más de aquello que los demásesperan que haga. Se convierte en aquello que hace, su trabajo pasaa ser su “misión”. Ésta dirige sus pasos mental, física y tambiénespiritualmente para conseguir aquello que ha venido en denominar“su misión”.Su dedicación hará que realice un trabajo perfecto, lleno de maestríay excelencia; que sin duda lo acercará a la superación personal y deésta al triunfo. Este será una consecuencia de lo anterior; que notiene nada que ver con buscar el éxito por el éxito y lo que ellorepresenta (su estereotipo). Veamos la diferencia, si buscamos eltriunfo como tal, con lo que ello representa: honores, riqueza, poder…posiblemente, primero no disfrutaremos del camino, ya que tan sóloestaremos pendientes del resultado. Cuando éste llegue, quizás noseamos capaces de asimilar todo lo que ello representa y acarrea. Sinembargo, si lo que queremos hacer es un trabajo perfecto, en esemismo momento ya estamos disfrutando del triunfo; de hacer lascosas bien hechas (vivimos el momento presente).Y cuando hallemos el éxito, que sin duda lo hallaremos, nos daremoscuenta de que estamos mejor preparados para asumirlo en lo que ellorepresenta para el ser humano. Llegar a ese nivel en el que hayhonores y riqueza... Quizás pueda parecer sutil la frontera entrebuscar, hacer un trabajo perfecto y como consecuencia triunfar, y porotra parte buscar el triunfo y para ello tener que hacer un buentrabajo... Sutil, pero si nos detenemos y analizamos la diferencia,comprobaremos que no tienen nada que ver la una con la otra. Comocontinuación a lo anterior y terminando el verso nos dice: “el que noconfía lo suficiente, no es digno de confianza”...

Si pretendemos demostrarle al mundo de lo que somos capaces dehacer, demostrándoselo, tratemos de hacer un trabajo perfecto,fundiéndonos con aquello que mejor hacemos. Tenemos y debemosconfiar en los demás y hacerlo de manera sincera, honesta, humilde.Sobre todo porque uno vive de manera mucho más cómoda confiandoen los demás que sin tener que mirar permanentemente a susespaldas “por si a caso”.Cuando se confía en los demás uno puede centrarse mucho más ymejor en aquello que hace y cómo lo hace; de lo contrario, cuando sedesconfía del entorno, uno pasa la mayor parte del tiempo vigilando,viendo que no lo engañen. Tratando de deshacer los entuertosprovocados por otros, en definitiva pura y dura ansiedad agónica. Eneste punto volvemos a tener que mencionar que los entornos y losambientes en los que nos debemos mover tienen que propiciar esaconfianza mutua.De ahí una vez más que señalemos la máxima importancia; es untrabajo, una responsabilidad enteramente nuestra el buscarlos yalimentarlos. Convirtiéndose entonces en fuente de seguridad en unomismo y que el mundo acabe confiando en nosotros, en aquello quehacemos para la sociedad: Nuestra aportación personal y profesional.Y en cualquiera de los casos, ¿qué sentido tiene no confiar en losdemás y sin embargo pretender que los demás confíen en unomismo?

VERSOXXIV

El que está sobre las puntas del pie, no está firmeEl que camina a grandes zancadas no irá muy lejos

El que se exhibe no es muy luminosoEl que se celebra pasará inadvertido

El que se exalta a sí mismo no es excelsoEstos, comparados con el Tao, son como “exceso de alimento y

desenfreno en la acción”, hechos que repugnan a todosPor tanto, quien posee el Tao los ignora.

ELQUEESTÁSOBRELASPUNTASDELPIE...

Vienen al caso refranes que hemos escuchado decenas de veces:“Vísteme despacio, que tengo prisa"; "No vendas la piel del oso antesde cazarlo"; "Quien mucho abarca poco aprieta”. Una vez máscomprobamos que los opuestos son complementarios. Si traspasamosestas enseñanzas al mundo de la motivación y superación personal,constatamos que también es así; que el equilibrio es siempre el quedebe prevalecer en nuestra conducta y modo de hacer.Quien mucha motivación pone en todo lo que hace, tiene la ventajade disponer de una energía extra; que le acerca a sus objetivos. Perodebe contar con el equilibrio y la medida de mantenerlo en los límitesadecuados, para que siempre le dé la fuerza que necesita según la varequiriendo. Y no a golpes desmesurados, que pueden hacer que nosconvirtamos en un rayo, que cuando golpea en su destino final odestruye lo que se encuentra a su paso o por el contrario, todo supoder queda en nada. Y el quedar en nada, traducido al mundo de lamotivación significa que si uno no tiene límites, en su energía puestaen lo que hace; cuando los resultados no aparecen o no son losesperados podemos sufrir una descarga de energía tremenda. Esdecir, desmotivarnos, por haber tenido excesivas expectativas sobreaquello que nos hemos propuesto.En cualquiera de los casos no resulta fácil mantener los depósitos demotivación y energía a tope, en pos de nuestros sueños; a la vez queser conscientes y consecuentes con unos resultados que quizás no seajustan a lo esperado o proyectado. Por ello, las proyecciones yvisualización de la consecución de nuestras metas tienen que ser, poruna parte “a lo grande” (¿y por qué no?), mientras las trabajamos. Ypuestos a vivir el momento, hagámoslo intensamente. En ese puntode intensidad será donde encontraremos el placer de vivir lo que nosacontece, se ajuste más o menos a lo esperado...Pensemos que la vida, lo que sucede en ella y lo que nosotrosesperamos o queremos que suceda, no es una ecuación matemática

ni exacta, ni perfecta; la única perfección a la que podemos aspirar esa tener la actitud positiva ante lo que nos sucede. Verlo desde unprisma optimista; vivero de experiencias que nos darán la sabiduría,en pequeñas dosis para seguir viviendo de forma apasionante.¿Por qué hay personas que, en igualdad de situaciones, las viven deforma muy diferente?: unas se adaptan y aprovechan esascircunstancias. Otras se conforman con lo que le sucede y no hacennada por modificar o incluso entender la situación, son víctimas.Pueden llegar a un punto en el que incluso se sientan a gusto en esepapel de víctima, de manera que busquen esas circunstancias deforma inconsciente. La mente humana es un territorio sencillo perocomplejo o complejo pero sencillo, ¡no sé, no sé!Me gustaría incluir un tercer grupo de personas. Son las que utilizan lamotivación y las herramientas que ésta nos ofrece. Diseñan planes enlos que esa adaptación a lo que les ocurre los lleve al triunfo personal.Saben que la vida hay que vivirla tal cual nos viene; sin exigirle losresultados que queremos, cuándo los deseamos. Simplemente,seamos humildes y agradezcamos aquello que vivimos en cada uno delos instantes de nuestra vida. Dicen que el agradecimiento es una delas claves más importantes del éxito. Realmente cuando somosagradecidos nuestra actitud cambia, lo hace hacia la positividad;podríamos decir eso de que las cosas son según el color del cristal conque se miran.De hecho, en estas épocas difíciles (crisis versus oportunidades), enlas que casi la totalidad de las noticias son negativas; los medios decomunicación se regodean en ese pesimismo y hacen valer la máximade que: “La mejor noticia es una mala noticia”. Pocos son los quehablan de la parte positiva, de las cosas buenas que contrarrestan a lo“malo”. Apenas se habla de oportunidad o de oportunidades en plural.Son, en todo caso, informaciones de segunda clase como cierre, amodo de tabla de salvación que viene a decirnos: bueno, no todo esmalo, o está perdido, aun hay esperanza aunque sea pequeña...Con todo ello hay quien se centra en la crisis y otros lo hacemos en laoportunidad; la pena es que lo primero vende y nos hace víctimas de

algo superior y más grande que nosotros, contra lo que no podemosluchar (o no queremos, o no nos interesa, o no nos atrevemos, ono...). En el segundo caso, el de las oportunidades, nos haceprotagonistas, responsables de nosotros mismos y lo que nos pasa.Asunto al que hay mucha gente que no le gusta oír, ya que prefierenhablar de derechos pero nunca de sus obligaciones.Esto es constatable ya que en cualquier ámbito se habla de derechoshumanos, del trabajador, del niño, etc., dejando implícito que tododerecho lleva implícita una obligación. Pero éstas se mencionan tansólo de pasada: Nos quejamos del despotismo de los empresarios,pero luego pretendemos explotar a la empleada del hogar o alconserje del edificio. Pretendemos que el hijo del vecino sea undechado de virtudes y educación y dejamos que los nuestros seanrepelentes y maleducados hasta la extenuación... Derechos-obligaciones, esta sí que es una pareja yin yang en toda regla, todauna dualidad.Terminaremos estas líneas confirmando que las capacidades yhabilidades que podemos utilizar para motivarnos, puestas en prácticaen su justa medida, sin duda nos llevarán por un camino desuperación personal y triunfo, que hará que seamos felices y vivamosen plenitud.

VERSOXXV

Hay un ser nebuloso nacido antes que el cielo y la tierraInmóvil, insondable, permanece solo y además se modifica

Lo llena todo y jamás se extingue, girando perpetuamente, sinpeligro, madre de todas las cosas.

Desconozco su nombre, pero obligado a llamarle de alguna manera, lollamo Tao, el trascendente

Que trasciende significa que avanzaAvanzar es llegar lejos, el que llega lejos vuelve al lugar de origen.

Luego el Tao es supremo, el cielo es supremo, la tierra es suprema yel rey es supremo

Hay cuatro cosas supremas en el universo, y la persona es una deellas

La persona acata las leyes de la tierraLa tierra acata las leyes del cieloEl cielo acata las leyes del Tao

Y el Tao, las de su propia naturaleza.

HAYUNSERNEBULOSONACIDO...

Existen de manera inherente e implícita una serie de normas y leyesque tienden al equilibrio en todo aquello que nos rodea (el cielo y latierra). Siempre acaban por poner las cosas en su sitio: “Después dela tormenta viene la calma. No hay mal que cien años dure”... Yaunque para que haya armonía; previa a esta, puede que exista elcaos. El equilibrio es el estado natural al que tendemos las personas,después de haber sufrido el caos.Lo paradójico es que en gran cantidad de ocasiones, a lo largo denuestra existencia, tengamos que meternos en el campo del caos.Incluso buscarlo desesperadamente, aunque no nos demos excesivacuenta de ello. No sólo hasta que nos convertimos en algo caótico,sino que cuando hayamos entrado en ese estado de serenidad, escuando nos damos cuenta y somos conscientes.Quizás del proceso de lucha, por el que hemos pasado y que noscuesta entender asumiendo como tal, nos ayuda a cerrar el círculo;reconociéndolo en su totalidad para volver al principio, al origen...¿Y para volver al inicio tenemos que darle la vuelta al círculo en sutotalidad? La respuesta es que hay personas que no lo necesitan.Estas pueden evitarse el viaje, porque ya están en equilibrio consigomismas y con el mundo. Otros muchos necesitamos emprender esecamino que nos lleve a través del caos (situaciones extremas que lavida nos pone por delante), para encontrar el equilibrio y la serenidad;en la que todo el mundo ansía vivir, aun sin saberlo.Cierto y verdad que el mundo actual no se entiende sin los que hemosmencionado en segundo lugar, que son quienes con sus esfuerzos nosbrindan los ya citados avances científicos, médicos, tecnológicos,comerciales, sociales, tan necesarios para que la sociedad quetenemos se pueda llamar del bienestar (sí, entiendo que esto delbienestar es discutible, pero será en otros foros donde lo haremos).Me gustaría contar una historia que he oído en infinidad de ocasionese ilustra lo expuesto:

“Un acaudalado hombre de negocios de mediana edad, estando devacaciones en una pequeña población costera y pesquera se acercó almalecón donde había un pescador de su misma edad, de aspectohumilde y del que emanaba una gran tranquilidad de espíritu.El pescador tenía su cubo repleto de pescado. Al darse cuenta elempresario, este comenzó la siguiente conversación con el que iba aser su interlocutor.Empresario- Veo que se le da bien la pescaPescador- Sí, es cierto, tengo experiencia y tiempo.E.- ¿No ha pensado nunca en convertirlo en un negocio?P.- No, la verdad es que no. Me siento muy cómodo con mi actualvida.E.- Sí, sí, pero si pasa más tiempo pescando podrá tener mayoresganancias y con ellas comprar una pequeña embarcación con la quesalir a la mar. Con ello incrementará las capturas y el dinerorecaudado. Con el podrá adquirir un segundo bote o quizás incluso untercero y emplear a otros barqueros que harán que su capital crezca.Una vez lo haya hecho, puede vender los tres botes y comprar unpequeño pesquero de 15 a 20 metros de eslora con el que salir a marabierto, dedicando jornadas completas a faenar y aumentar susbeneficios. Con estos podría hacer la misma operación: comprarvarios pesqueros poco a poco, hasta poder venderlos por un buquefactoría congelador en el que pescar, procesar y congelar grandescantidades de pescado; pasando largas temporadas por las maresmás productivos que rodean la tierra. En unos quince años sería unacaudalado magnate del negocio de la pesca.P.- Y por qué debería hacer todo eso que me propone?E.- ¡Fácil! Con ello podría tener dinero suficiente para vivir sintrabajar; si vendiera su emporio, podría dedicarle tiempo a su familia,a ver crecer a sus hijos y sobre todo a la pasión que tiene por lapesca, en definitiva, podría usted comprar tiempo!P.- No estoy seguro de todo ello, ya que lo que usted me propone es

hacer un largo viaje y a veces un penoso periplo para llegar dondeestoy, pero sin la garantía de que voy a conseguirlo. Lo que usted meofrece es tentador, pero el resultado de todo ello ya lo tengo ahora,en este momento: disfruto de mi familia, la pesca, es decir, mi tiempoes mío y no necesito comprarlo...Nuestros propósitos deben estar claros, muy claros para saber siqueremos ser el empresario o el pescador, porque si nuestras metasson las del pescador, quizás podamos adaptarnos y organizarnosantes de lo que pensamos para vivir como queremos vivir.Si queremos ser como el empresario, debemos tener claro quenuestra recompensa final será el disponer de tiempo como queremos.Teniendo presente que el camino hay que vivirlo y disfrutarlo (deforma apasionada) como lo hemos comentado en un sinfín de veces.Como mencionábamos, sin la figura del emprendedor la sociedad noavanzaría. Al fin y al cabo todos, absolutamente todos, disfrutamos desus logros y avances.Más importante que todo ello, estamos nosotros como parte de lasociedad, el universo y somos cada uno de nosotros quienes tienenque definir sus propósitos en la vida, su viaje y los caminos por losque quiere, puede, debe o tendrá que transitar para llegar al final delcamino. Sabiendo que este muchas veces termina donde comenzó: ensu origen.En nosotros está la decisión de ponernos en marcha o no. También, ycomo es de imaginar, la riqueza de experiencias, vivencias y leccionesque da cualquier camino, a muchos de nosotros nos son necesarios,obligatorios para darle sentido a nuestra vida: a lo que hacemos ycómo lo hacemos.

VERSOXXVI

Lo pesado es la raíz de lo ligeroLo quieto es lo que manda en lo inquieto.

Por eso, el sabio, que viaja todo el día, no pierde de vista su equipajeAunque hay muchas cosas bellas que ver, se mantiene siempre

desapegado y tranquilo.

¿Por qué va a actuar a la ligera en público el señor de los diez milcarros?

Actuar a la ligera es perder las propias raícesEstar intranquilo es perder el control de uno mismo.

LOPESADOESLARAÍZ...

Para dominar cualquier situación que se nos presente -máxime,cuando nos estamos refiriendo al mundo de la motivación, lasuperación, objetivos, sueños…- previamente debemos aprender adominarnos nosotros mismos, y aunque haberlas, “hailas”, personascon templanza desde su nacimiento. En la mayor parte de lasocasiones ésta es una ciencia; casi un arte que debe aprenderse,entrenarse tanto como practicarse de manera habitual y conscientepara llegar a dominarla.Veamos cuán difícil es adquirir ese dominio que nos acerque anuestros sueños, a pesar de que haya veces en que parece locontrario... Uno de los primeros aspectos es tener y detentar laseguridad en uno mismo. Con ella podemos sentir la tranquilidad deestar haciendo lo correcto; casi independientemente del resultadofinal. Cuando disfrutamos de la seguridad en nosotros mismos, somoscapaces de evitar las preocupaciones por hechos pasados o venideros,nos centramos y ocupamos del presente que es la mejor forma devivir.El dominio interior nos proporciona la quietud suficiente para ver loque nos acontece, con la necesaria perspectiva para ver las cosas, conel prisma de la ocupación y no de la preocupación... De formaautomática, cuando el dominio se instala en nosotros, somos capacesde enfrentar lo que ocurre a nuestro alrededor.Tratamos de adaptarnos de la mejor forma posible; ya sé que haycosas que con seguridad seremos capaces de modificar con nuestraconducta y acciones. Otras que serán inamovibles tendremos queasumirlas, y por último, otras que requerirán de tiempo y esfuerzopara ser modificadas. Quizás la diferencia radique, a la fin y a lapostre, en cómo las percibimos nosotros.Ni que decir tiene que todo lo escrito, en ocasiones es pocoentendible, incluso poco razonable; por ello es más importante quecomprenderlo, el sentimiento y emoción que nos deja una vez leído.

Ese será el camino para sacarle todo el partido pudiendo poner enpráctica el dominio de las situaciones, a través del propio controlindividual de cada uno de nosotros.Sin tratar de dar demasiadas pistas sobre cómo adquirir ese dominio,sí podemos dar unas pautas sencillas que nos ayuden a encontrarloen nuestro interior. La primera es quererlo y desearlo de verdad, estosignifica comprometerse con uno mismo; a respirar hondo, relajar losmúsculos, tratar de no pensar (vaciar la mente), doblar muyligeramente las rodillas, para evitar tensión en las extremidadesinferiores, dejar fluir el momento, imaginemos el cauce de un rio queconstantemente está en movimiento, que es imposible que seestanque y se frene...Encajamos, creamos el autocontrol y con la seguridad en nosotrosmismos que nos asiste, somos capaces de reaccionar: Dominandocualquier situación que se nos presente.Cuando estamos en disposición de controlar una situación, cerramosel círculo de la motivación, que además se retroalimenta. Cuandoestamos motivados tenemos fuerzas para controlar una situación, yviceversa: cuando dominamos una situación, sentimos una mayormotivación, si cabe, que nos empuja hacia delante.A estas alturas, quizás sería adecuado definir qué es dominar unasituación, pero si lo hiciéramos, estaríamos acotando y poniendolímites a algo tan grande como la inmensidad. ¿Cómo vamos aponerle puertas al océano, ni tan siquiera al campo?... Cada uno denosotros sabe el tipo de situaciones, circunstancias y entornos en losque vive, se mueve y con los que tiene que interactuar. Con lo cualcada uno debe realizar el esfuerzo de trabajar su propia definición yque dominar o lo contrario, perder el autocontrol. Esta es unacapacidad, que aunque innata en algunas personas, se desarrolla. Yaparte de teorías fáciles o complejas, se ejercita poniéndolas enpráctica permanentemente.A través del autocontrol debemos ser conscientes de la gran cantidadde oportunidades que en ese momento aparecen ante nosotros. Comoejemplo básico, podemos mencionar la escucha: en cuántas ocasiones

no escuchamos al que nos está hablando, aprovechamos esemomento para nuestro propio diálogo interno.Estamos muy lejos... y lo más cercanos que estamos es parainterrumpir, realizar nuestras preguntas o comentarios y que, en grancantidad de ocasiones, poco o nada tienen que ver con lo que nuestrointerlocutor trataba de comunicarnos.Si fuéramos capaces de escuchar (en mayúsculas), con totalseguridad descubriríamos oportunidades, aprenderíamos; al margende conseguir que nuestro interlocutor de conversación, se interesarapor nosotros. No olvidemos que la mejor manera de crear interés enlos demás hacia nosotros, es mostrar un sincero e intenso interés poraquellos que nos rodean... Por lo tanto, respecto al ejemplo:autocontrol para mantener la boca cerrada y escuchar activamente.Una pauta de comportamiento que da excelentes resultados a la horade controlar una situación es no presuponer el resultado deantemano. Aunque uno tenga claro lo qué quiere y cómo lo quiere, simantenemos abierta nuestra mente y dejamos que la vida nossorprenda, estaremos ejercitando un dominio y un autocontrol queharán que no haya adversidad que nos detenga. Sobre todo porque loque nos ocurre siempre es para bien o para mal y viceversa... ¿Quiénlo sabe?

VERSOXXVII

El buen paso no deja huellaEl buen discurso no tiene grandes frases por las que ser recordado

El buen cálculo no necesita ábacoEl buen cierre no necesita tablas ni clavos, y sin embargo nadie puede

romperloLa buena atadura no necesita cuerdas ni nudos, y sin embargo nadie

puede desatarla.

Así, el sabio siempre es bueno salvando personas, y por tanto nadiequeda abandonado

Es bueno salvando cosas, y por tanto nada se desperdiciaA esto se le llama “seguir el consejo de la luz interior”.

Por tanto personas buenas son maestras de personas malas, mientraspersonas malas están a cargo de personas buenas

No venerar al maestro, no apreciar al cargo, es ir por el caminoequivocado, no importa cuán inteligente se sea

Este es un principio fundamental del Tao.

ELBUENPASONODEJAHUELLA...

Nuestros afanes en lo qué hacemos y cómo lo hacemos deben pasarpor eso que algunos llaman fundirse con lo que se hace... De maneraque haciéndose, parece que no se hace. Para los que actúan conmaestría, parece que hacen las cosas de una manera tremendamentesencilla; aunque deberíamos recalcar, con toda seguridad, que suexcelencia les lleva a que parezca fácil lo que hacen por cómo lohacen.Lo que hacen, su trabajo, actividad la convierten en la pasión de suvida; viven con ella, duermen con ella, comen con ella, (habría quematizar y reflexionar que la ansiedad o la obsesión están lejos deestos textos y no tienen cabida). Tienen los motivos que generan unamotivación sin límites. Tienen claro que todo aquello queemprendemos, es difícil antes de ser fácil.Que este es un proceso que cuanto antes asumamos, nos pongamosa la tarea de practicar y entrenar, antes llegaremos a su culminación.Ese punto en el que las cosas se han vuelto fáciles por habituales;hemos creado el hábito que dirige nuestras tres partes: cuerpo, mentey alma en la dirección que queremos y no otra.Al igual que la buena motivación, la que no tiene fin y que siempreestá donde debe estar para que la usemos a nuestro antojo, debeexistir sin existir, casi sin saber que está en nuestras alforjasesperando a ser utilizada. Para ello es imprescindible pasar porprocesos de aprendizaje y entrenamiento, en los cuales debemosexperimentar con nosotros mismos, encontrando los mejores caucespara desarrollarlas...Ya sabemos que existen infinidad de técnicas cursos, libros, consejosbien intencionados, etc., pero también sabemos que hasta quenuestro yo más profundo e interno, nuestra alma no de el SÍ y sientala necesidad de crear la motivación de forma natural, tan sóloencontraremos herramientas que nos motiven de forma pasajera.Aunque no por ello debemos despreciarlas o eliminarlas de nuestro

camino, si podemos ser conscientes de que son la chispa queenciende el entusiasmo. Pero para que este se convierta en fuente decalor permanente, la leña la tenemos que poner nosotros.Y salvo los casos en que la persona realmente tenga un problema opatología que no pueda resolver por sí misma; momento en que debeacudir a un profesional (ojo! Con los encantadores de serpientes y“prometeos” que todo lo “prometen” hasta que met..) que le ayuden aencontrar su propio camino, esto es imprescindible si queremossuperarnos.El resto de los mortales tienen que ponerse manos a la obra, y no sóloencontrar su propio camino, sino limpiarlo de escollos, construirlosegún sus capacidades, habilidades. Al igual que teniendo en cuentacuáles son sus objetivos, tanto como sus sueños y, como no podía serde otra manera, seguiremos insistiendo hasta el final: viviendo cadainstante como único que es.Entonces descubriremos que nuestra motivación que por otra parteresultará ser muy espiritual, será un combustible de alto octanaje,inagotable, que nos llevará lejos, muy lejos, tan lejos como hayamosdecidido ir.Y todo esto que estamos exponiendo, si nos detenemos un momentoy reflexionamos, nos daremos cuenta que estamos rodeados demuchas personas que cumplen estos requisitos. Que hacen que lodifícil se convierta en fácil, hacen las cosas con la excelencia de aquelque parece no hacer nada.Todo fluye en un estado de armonía y equilibrio patente e inclusorespirable, al igual que en nuestro entorno; y desafortunadamentepara nosotros tenemos del otro tipo de personas, las que todo lo vendifícil, complicado, están desmotivados y parece, o así lo manifiestanque tienen “mala suerte”... Ni que decir tiene que estos entornos sontremendamente perjudiciales para nuestro desarrollo evolutivopersonal y profesional. También es cierto que en muchas ocasiones noes fácil cambiarlos; pero sí de manera consciente podemos“blindarnos” y evitar que influyan e interfieran en nosotros, en nuestroproceder.

Es obvio que cada uno tiene la capacidad de blindarse y/o cambiaresos entornos en función de lo que su alma y su mente le dicten... Encualquier caso no es situación baladí; más bien es crucial,determinante a la hora de prever cuáles serán los resultados queobtendremos y sobre todo como los viviremos.Estas personas que todo lo ven difícil y permanentemente estándesmotivadas se mueven en un bucle cerrado del que no pueden salir.Como decimos, por esa “mala suerte” que les acompaña y que claro,les ha tocado en “suerte” (una vez más).No se dan cuenta, ni quieren darse cuenta de que la solución estádentro de ellos. Ellos son responsables de su vida, pero es mucho mássencillo hacer responsables a los demás de la “mala suerte propia”.Eso sí, cualquier atisbo de éxito en sus vidas, es cosa suya y sobretodo una vez más de la “suerte”.Resulta reiterativo y aburrido estar constantemente invocando a lasuerte, desde el sillón del fracaso, en total inacción y parsimonia.Puede que para esas personas haya llegado la hora de levantarse yponerse en acción. Y si quieren resultados diferentes a los queobtienen habitualmente; quizás haya llegado la hora de hacer cosasdiferentes, que antes no hayamos hecho o las que hacemos,realizarlas mejor que nadie o cuanto menos mejor que antes.

VERSOXXVIII

Conoce lo masculino, mantente en lo femenino, y sé como el arroyodel mundo

Ser el arroyo del mundo es moverse constantemente por el camino dela virtud sin apartarse de él, y volver de nuevo a la infancia.

Conoce lo blanco, mantente en lo negro, y sé el modelo del mundoSer el modelo del mundo es avanzar constantemente por el camino de

la virtud sin errar un solo paso, y regresar de nuevo al infinito.

Conoce lo glorioso, mantente en lo humilde, y sé la Fuente del MundoSer la Fuente del Mundo es vivir la vida abundantemente de la virtud,

y regresar de nuevo a la Simplicidad Primaria.

Cuando la Simplicidad Primaria se diversifica, se convierte en útilesrecipientes, que, en manos del Sabio se convierte en dirigente

Por tanto, “un buen Sastre corta poco”.

CONOCELOMASCULINO,MANTENTEENLOFEMENINO...

Siempre que tratamos de superarnos, ya sea personal comoprofesionalmente, nos damos cuenta de que estamos en constanteevolución. Ese movimiento nos hace avanzar hacia delante; consiguemantenernos en esa dinámica de acciones que nos acercan al triunfo.Sobre todo el personal y el interior, que es el más importante detodos con diferencia: el que da equilibrio, paz y serenidad a nuestravida y a lo que hacemos con ella.Esa constante evolución debe estar marcada por la intención de sermejores cada día que pasa. Para lograrlo, al margen de los temasmateriales y tangibles, está el ser personas de valores y virtudes.El tener determinados valores como bandera, también como sólidoscimientos de lo que somos, de tal manera que lo que hacemos nos dauna fuerza inestimable para seguir adelante y jamás abandonar.Cuando nuestra vida se asienta sobre una buena base de valores, ylos ponemos en práctica siempre que tenemos oportunidades, nosllegamos a convertir en personas virtuosas que hacen el bien,plasmándolo en todas sus acciones. Esto hay muchas maneras derealizarlo, no sólo las explícitas, las que a todos nos vienen a la mentecuando se habla de estos temas. Véase el ser generosos con quienesnos rodean y lo necesitan, que recompensas obtenemos de ello.También un gran avance científico o médico ayuda a la humanidad,aunque quien lo realice no sea la persona más virtuosa con aquellosque le rodean, es decir, su círculo inmediato. Aprovechando lacoyuntura y dado el momento histórico que vivimos, no es menosimportante quien genera empleo con sus iniciativas empresariales ocomerciales, aún reconociendo sus ambiciones de éxito material y elriesgo que asume, no precisamente baladí de fracasar y perder todoaquello que hubiera invertido.Cuando una persona asienta su existencia, sus sueños y expectativassobre una buena y sólida base de valores, estos lo llegan a convertiren alguien que practica la virtud. Tendrá la fortaleza y la motivación

para no dejarse influir, por aquellos que lo ven todo negro y que enlugar de ser pesimistas ahora los llaman, creo, ¡realistas bieninformados!...Con cuatro de ellos al lado de cada optimista, con esa actitudpesimista; acabaríamos en un caos de pesimismo, que nos abocaría aun desastre de incalculables dimensiones.Pero gracias a esos buenos cimientos, los agoreros ni pueden nipodrán con nosotros, los que vemos el lado positivo de las cosas.Hasta cuando el vaso “realmente” está casi vacío, podemos veratisbos de esperanza, el lado bueno de las cosas; que todos la tienen,sólo hay que querer encontrarlo.Los fracasos son convertidos en derrotas temporales y éstas enlecciones de vida. Cuyas enseñanzas dan incluso más fuerza y poderpara continuar el camino que uno ha decidido tomar. Y ahí están losvalores, nuestros valores para sustentarnos, darnos una mano paralevantarnos y decirnos: ¡Adelante, tu puedes, y lo vas a conseguir!Aquellos que en su vida han sufrido lo que vulgar y comúnmente sellama (o llaman) un fracaso, sea del calibre que sea, y han sidocapaces de remontar el vuelo, son conocedores de la fuerza y lamotivación que una persona puede desarrollar. Hasta convertirse enalguien incluso imparable, que jamás desfallece en sus inquietudes.Sólo los que han visto las dos caras de la moneda encontrarán losargumentos que se necesitan para estar en ese lado de la moneda,que se considera el adecuado.Obviamente esto no puede llevarse a todos los terrenos o no debería,pero si podemos hacer uso de la interpretación y la consciencia.Veamos un ejemplo (maniqueo): para ser “bueno” no es necesariohaber sido “malo”. Pero sí somos conscientes de la maldad que existey los daños que produce; porque se ven y se palpan, y también sepueden imaginar.Nos será más fácil ser “buenos” que “malos”; y por supuestotendremos mucho más claro eso de que como no soy “malo” soy“bueno”. Ya no es un argumento para funcionar en esta vida, ya que

hay muchos estadios intermedios que sin ser perjudiciales, tampocoson beneficiosos... Párrafo para la reflexión íntima de cada uno, si asílo decidiera.Los valores y virtudes que todos tenemos, por una parte, heredados,otros que hemos aprendido en nuestra infancia de nuestrosprogenitores, en la escuela, en el entorno en que hemos crecido y noshemos hecho personas adultas, son los que nos acompañan demanera innata. Si fuéramos capaces de acentuarlos conscientemente,de forma que llegaran a convertirse en hábitos (habituales!)...Al poco, su poder beneficioso incrementaría las posibilidades de sermejores personas; con mayores oportunidades ante la vida personal ytambién profesional para superarnos. Evolucionando hacia eseequilibrio y paz que todos buscamos, amén de necesitar, aunquemuchos de nosotros ni siquiera nos hayamos planteado nunca esecamino.Como vivimos en un mundo que es el que es; al margen de que loveamos, percibamos, sintamos y vivamos como mejor nos acomode,necesitamos determinados valores, capacidades, habilidades que nosayuden y nos proporcionen los cimientos adecuados, para vivir la vidaque queramos vivir...Estos serán los que darán la vuelta de tuerca a nuestra existenciapara que nos sintamos plenos y dichosos en ella. Sabiendo que solo“sacaremos” de ella lo que seamos capaces de “meter” en ellapreviamente.Una vez más, y para concluir, insistir en que todo lo que gire en tornoa nosotros debe ser razonable y razonado; cada uno de nosotros ponelos límites y la definición, que le parezca más acertada.Afortunadamente existen personas para las que en su vida esrazonable tener un trabajo, una casa y una familia tradicional (¿qué estradicional? me pregunto), otros piensan que es razonable dedicar suvida a la lucha contra el cáncer para salvar vidas: Cada uno elige sudestino, ¡Y la grandeza de este la ponemos nosotros en cómo lohacemos!

VERSOXXIX

¿Alguien desea apoderarse del mundo y hacer lo que quiera con él?No veo cómo podrá conseguirlo.

El mundo es un recipiente sagrado, que no se puede alterar ni poseerAlterarlo es echarlo a perder y poseerlo es perderlo.

De hecho, todas las cosas tienen un tiempo para ir delante y otro parair detrás

Un tiempo para ganar fuerza y otro para decaerUn tiempo para estar arriba y otro para estar abajo.

Por eso, el sabio evita los extremos, los excesos y las extravagancias.

ALGUIENDESEAAPODERARSE...

Si consideramos al mundo como un todo en el que nos encontramos yse desarrolla nuestra existencia, será mucho más sencillo asumir quenuestra intervención en él es relativa y no siempre obtenemos losresultados exactos que podríamos esperar o prever en inicio.No por ello podemos cejar en nuestro empeño de luchar y trabajarpor esos sueños y objetivos que tenemos. Estos son el motor de lavida que queremos llevar. Si no existieran, con total seguridad nuestravida podría llegar a no tener sentido por falta de objetivos. Ir sinrumbo definido por la vida requiere de una gran sabiduría. Estaparece claro que no se alcanza en edades tempranas; salvo encontadas excepciones, suele requerir de inteligencia, tener ampliosconocimientos y experiencias sobre lo vivido, y haber experimentadosituaciones que suelen denominarse como difíciles por el común de losmortales, entiéndase fracasos, derrotas, pérdidas, conflictos… endefinitiva, sacar lo positivo de lo negativo y, cómo no, ciertapredisposición a la sabiduría.Entonces, si uno llega a ese estado de equilibrio e iluminación puededeterminar ir sin rumbo y en ese no-rumbo es justo donde radica suexistencia y su objetivo. El vivir el momento presente, el aquí y ahoraobviando el futuro y soslayando el pasado. Para llegar a esos estadosde equilibrio y paz, si es que lo conseguimos, tenemos que hacer losdeberes en edades tempranas y adultas. Es como acudir a diario a laescuela de la vida con el máximo interés y atención para aprovecharlas enseñanzas que ésta nos brinda, amén de eso que llamanoportunidades y que son claves para abrir puertas, tras las cualessuele haber tesoros, que poco o nada tienen que ver con la partedineraria de nuestra vida, puede que sí puede que no, ¿quién sabe?Pero, el que nos den la clave o la encontremos, no significa en ningúncaso que seamos capaces de abrir esa puerta (oportunidad). Nisiquiera que, una vez abierta, crucemos el umbral de forma adecuadapara coger ese tesoro que se nos brinda. También es verdad que

nunca averiguaremos si el aprovechamiento de una oportunidadhubiera o hubiese sido para bien o para mal. Esta actitud, cuando noes “pasota” ni se produce desde la apatía, ni la inacción es un recursopara evitar los fracasos en nuestra vida, es una válvula de escape, deseguridad, que nos ayuda a levantarnos cuando caemos.Y esto requiere de un trabajo interior intenso y asunción de queaunque el poder está en nosotros; el resultado último de lo quehacemos no siempre está en nuestras manos... Asumir esto requiereinteligencia, cierta sabiduría y templanza para no desfallecer y seguiradelante, nadie que no haga suyas estas premisas puede alcanzar eltriunfo con la base y los cimientos necesarios como para darlesentido. El mismo que lo convierte en duradero, sólido; aportándonosla felicidad que todos necesitamos.Felicidad, entiéndase también, como el equilibrio, la paz y la armoníaque todos ansiamos encontrar y disfrutar en nuestro día a día.Si así entendemos los retos con los que nos comprometemos,entenderemos que la vida es una noria en la que a veces se estáarriba y otras abajo. Es decir, hay un tiempo para aprender, entrenary otro para practicar poniéndolo en juego. Un tiempo para comprobarlos resultados y otro para asumirlos. Cambiar lo que podamosmodificar, teniendo en cuenta que la adaptación es una clave, unallave maestra que abre todas las puertas. Incluidas las de las mejoresoportunidades, que pueden llegar a cruzarse en nuestra existencia.La rueda de la fortuna siempre favorece a los que están enmovimiento y cuyas acciones tratan de acercarlos a sus objetivos.Pero al no existir garantía de ello, debemos asumir que, comodecíamos, a veces puede llevarnos a la parte alta y en otras ocasionessituarnos en la parte baja. Pensemos que todo está conectado; todotiene un fin por encima de nosotros y más allá de nuestroentendimiento terrenal, y una vez más puede producirse para bien opara mal en nuestra existencia, ¿quién sabe?Sobre lo que nadie puede tener dudas -y en este caso sí que existengarantías, acabando siempre por cumplirse- es que si no hacemosnada, no pretendemos nada. La inacción y la apatía son nuestra

bandera, no existen objetivos claros así como definidos; tan sólosueños convertidos en vagos deseos, sobre lo que queremos, yponemos todas nuestras esperanzas en eso que algunos llaman“suerte” (la de heredar de un tío lejano millonario, la de recibir uncuantioso premio de la lotería...)Vamos, que esperan a que la “señora Suerte” llame a su puerta,mientras su actitud es totalmente pasiva e incluso negativa. Comodigo, tienen la garantía de que la rueda de la fortuna y la suerte los vaa mantener en la parte baja, donde se reúnen y viven los derrotados,los fracasados. Que además, cuando forman grupo, suelen encontrarlas excusas y justificaciones para seguir allí echándole la culpa almundo de lo que les pasa. Pero no hacen nada por salir de esa zonade víctimas, que pueden llegar a convertir en una zona de confort.Si alguien se reconoce o reconoce a quien aprecie, está de “suerte”:se puede salir. Tan sólo hacen falta tres pequeños gestos pacientes yperseverantes: tener la voluntad de cambiar su actitud (estado deánimo) y realizar acciones (actuar).... Un camino de mil pasoscomienza con un primer paso.

VERSOXXX

Cuando veas a alguien que gobierna siguiendo el camino del TaoAconséjale que no utilice la fuerza para conquistar el universo

Ya que esto sólo producirá su resistenciaPor donde han pasado los ejércitos crecen arbustos con espinas

Después de una gran guerra vienen años de calamidadHaz lo que haya que hacer

No te aproveches nunca del poderConsigue el éxito pero no te vanaglories de elloConsigue el éxito pero nunca alardees de ello

Consigue el éxito pero no te enorgullezcasConsigue el éxito porque eso es lo natural

Consigue el éxito pero sin recurrir a la violenciaDespués de un esfuerzo se pierde la potencia

Eso no es propio del TaoLo que está contra el Tao se acaba pronto.

CUANDOVEASAALGUIENQUEGOBIERNA...

Cuando las personas son capaces de conducirse, gobernarse a símismas fluyendo con lo que la vida les depara, adaptándose a ellocomo lo hacen los animales, a las condiciones y situaciones que lanaturaleza les depara ya sean estas de calor, frío, de comida o dehambre, de vida o de muerte, en definitiva… a ojos de los simplesmortales siempre parece que lo asumen con estoicismo, sin discusión.Si tratamos de luchar permanentemente contra el mundo y lo quecreemos que el universo nos envía estaremos gastando unas energíastremendas en algo que posiblemente no seamos capaces de resolver.Las consecuencias de todo ello son devastación y desolación interior;se podría hablar de lo que ocurre al final de una contienda, todoqueda arrasado y destruido. Se instaura una depresión generalizadaque nos mantiene paralizados; tan sólo cuando el caos ha llegado a suestado máximo, es posible que renazca el orden en nosotros y en lascosas que nos rodean...Esto mismo ocurre en los seres humanos: si siempre estamosluchando contra nosotros mismos, tratando de querer lo que,razonable y razonadamente nunca tendremos (¿Y quién lo dice?), deser quienes nunca llegaremos a ser, aquí la lucha no está en aquelloque pretendemos, sino en pensar que el factor suerte, siempresiempre, determina nuestros resultados.Dejamos en sus manos todo, absolutamente todo; eso representa lalucha interna que produce desolación cuando descubrimos que noalcanzamos lo que queremos.Otro tema es, aquél que se prepara en mayúsculas, fluye y se adaptacon el rol que juega dentro de su entorno y circunstancias; vamodelando su suerte, hasta que esta le brinda un día lo que algunosllaman “la oportunidad de tu vida”. Claro, como no podía ser de otramanera la aprovecha, consigue aquello que quería y se convierte enquien deseaba ser (y quería ser y además se lo había exigido). Y sí, la“suerte” es un factor decisivo, pero sólo cuando nos pilla trabajando y

en plena forma física, mental y espiritual.Cuantas oportunidades pueden cruzarse, ya no a la semana sino aldía, si somos capaces de estar alerta y con nuestras “antenas” derecepción al cien por cien. Cuando esto se da en determinadaspersonas, éstas alcanzan el éxito.Eso que todos tenemos en mente, pero que si nos piden que lodefinamos no siempre coincidiría su descripción con la de lo que lepedimos a la vida... Si pensamos que éxito es tener posesiones, perolo que uno le pide a la vida es un trabajo fijo y una vida familiartranquila; no tiene alineados su concepto de éxito con lo que quiere.Estos deben estar siempre en armonía, personalizando: Yo quieroescribir y para mí el éxito es poder hacerlo y tener lectores, ambosestán en mi mente. Con lo cual si escribo estoy haciendo lo quequiero, si además tengo lectores estoy triunfando, por lo que meconsideraré dichoso por haber conseguido lo que quería: escribir yque me lean...Éxito tiene que tener tantos significados y definiciones como sereshumanos pueblan la tierra, todos somos diferentes y tenemosapetencias muy diversas.Él éxito en su vertiente más material y extrema; que es cuando losdemás nos ven como triunfadores, puede ofrecernos una cara oscuray es la de que creamos que hemos llegado a la cima, que ya no nosqueda nada por hacer.Es entonces cuando salen a la luz actitudes desafortunadas como elvanagloriarse, el alardear, la petulancia, la arrogancia… que realmentenos alejan del triunfo; ya no sólo para lo que los demás nos veancreíbles y transparentes, sino para nuestro interior, que deja de fluir yadaptarse a lo que ocurre, pretendiendo que el mundo se adapte anosotros, a capricho, cosa complicada y muy difícil de conseguir.Tan difícil es escalar la montaña llegando a la cima en las suficientesbuenas condiciones, como para comenzar el descenso y llegar alpuesto base en condiciones óptimas; cuanto menos, vivo para podercontarlo.

Quedarse tan sólo en la cima es como tener un éxito efímero, casual,no completo. Otro símil que sin duda conocerán las personas quepractican submarinismo con equipo de aire a presión: en unainmersión profunda tan importante es el descenso, suave, progresivo,economizando el aire consumido; en términos generales éste nuncadebe sobrepasar entre el veinticinco o el treinta por ciento de labotella de aire y una vez coronado el fondo, objetivo en este caso dela inmersión.Comienza el ascenso, respetando paradas de descompresión enmetros y tiempos, sólo cuando nuestra cabeza asoma en la superficiey estamos en la embarcación con nuestros compañeros de aventura,hemos finalizado con éxito la inmersión.Por lo tanto tan importante es llegar como mantenerse, asumiendo loscambios, a los que una vez más debemos adaptarnos; para que elequilibrio se instaure en nuestra vida de forma permanente. Seamosconscientes de que todo esfuerzo -y el conseguir aquello que nosproponemos lo es- lleva implícito un desgaste y una pérdida deenergía vital que puede dejarnos desorientados, incluso vacíos decontenidos.Por ello resulta, además de interesante, imprescindible, el llenar decontenido nuestros objetivos. Convirtiéndolos en propósitos quetengan un sentido y una razón de ser. Tienen que estar siempre enfunción de tres factores: Primero, quienes somos y en quienes nosqueremos convertir. Segundo, muy importante, el por qué y tercero elcómo lo vamos a conseguir. Estos tres caminos además, debenadaptarse y fluir perfectamente con aquello que la vida nos vatrayendo, cada uno de los días de nuestra vida.

VERSOXXXI

Las armas más valiosas son objetos nefastos, no son instrumentospara la persona del Tao

Las armas son instrumentos de desgracia, no son instrumentos paralos reyes

La persona del Tao utiliza como sitio de honor, en su hogar, laizquierda y para las armas la derecha

Sólo en casos inevitables hace uso de las armasLuego, si vence, no celebra la victoria, no halla placer en ella.

Si hallase placer en ella significaría que se complacía en la matanza delos seres humanos

Pero el que se complace en la matanza de los seres humanos no verácumplida su voluntad.

LASARMASMÁSVALIOSAS...

Vamos a dejar las armas de lado, al igual que nos dice el Tao, sólodeben utilizarse en casos extremos, “inevitables” es la palabra queutiliza el verso... Nosotros vamos a reflexionar sobre lo que tenemosque hacer en ocasiones y no está alineado con nuestros objetivos, opercepción de lo que nos gustaría hacer.Pero tenemos que realizarlo, ya sea por obligación -que, no nosolvidemos, hemos creado nosotros mismos con los actos querealizamos día a día, minuto a minuto-. También a veces lascircunstancias nos llevan a tener necesidades que nos empujan porcaminos quizás no excesivamente deseados.Una vez más la capacidad de adaptación se hace imprescindible, debemanifestarse en toda su grandeza en los momentos y situaciones quenos obligan a transitar por esos caminos que, en inicio, ni son los querealmente nos apetecen o los que creemos que deberíamos transitar.Es un ejercicio de trabajo interno, de estar y “ser” en lo más profundode nuestro ser. Para asumir esos diferentes caminos y recorrerlos conel convencimiento de que posiblemente nos hayan sido enviadoscomo enseñanzas que necesitamos incorporar; aunque no sepamosrealmente que las necesitamos.Esos caminos complementan y completan “círculos” en nuestra vida,que por otra parte quedarían inacabados. Por ello no encontraríamosese equilibrio que todos buscamos, así como la paz y la armonía, aúnsin saberlo o tenerlo meridianamente claro.Esos caminos “inevitables” en muchas ocasiones, son los que definenel tipo de personas que somos. Nos ayudan a conocernos más ymejor; nos indican el tipo de material del que estamos hechos: duros,pero frágiles a punto de rompernos por la rigidez que mostramos.Blandos y flexibles como el agua, que se adapta a cualquiersuperficie-situación, teniendo claro que su objetivo es llegar a losocéanos desde su nacimiento en las altas montañas. Consigue esaadaptación máxima (excelente) y que cuando de personas hablamos

no sólo es una ciencia sino un arte.Y entre estas dos clases de personas existen un sinfín de estadosintermedios, casi tantos como seres pueblan la tierra, ya que uno nosabe cómo va a actuar hasta que tiene que hacerlo; e incluso en elúltimo momento podemos cambiar unas actuaciones, por otrastotalmente distintas. Que obviamente provocarán resultadosparecidos, diferentes o totalmente antagonistas a los esperados¿Quién sabe?Por lo tanto, estos caminos extremos e inevitables debenaprovecharse al máximo para que nos enriquezcan; nos den lasexperiencias y las vivencias (que no son lo mismo).Que nos ayuden, para cuando nos movamos por esos caminos que sídeseamos hacer; aunque no siempre sean fáciles de encontrar y porsupuesto transitar, como nos gustaría. Me estoy refiriendo a esostrabajos que nos toca aceptar y hacer, cuando realmente ni sonnuestra vocación, ni son para lo que estamos preparados. Sin dudaaprendemos cosas que de otra manera no podríamos haberaprendido, “son” una escuela de vida sin igual.Todos hemos leído biografías de grandes personalidades que, una vezalcanzado su estado de plenitud por hacer lo que quieren hacer ycómo quieren hacerlo, nos cuentan que en su vida tuvieron quedesempeñar múltiples tareas que poco o nada tenían que ver con losobjetivos que realmente se habían trazado en origen.Si hablamos de las relaciones entre personas, nos ocurre exactamenteigual. En cuántas ocasiones tenemos que bregar con personas que, ono sintonizan con nuestras expectativas, o de trato difícil, o que con eltiempo cambian y se convierten en perfectos desconocidos, o que susprioridades y objetivos también cambian... ¿Podríamos decir en estepunto que son ellos los difíciles, o los que cambiamos somosnosotros?En cualquier caso aprender a relacionarse y adaptarse a las personasque se cruzan en nuestro camino nos hace más fuertes, sabios.Resistentes para andar por esos caminos que la vida nos pone por

delante.No saber relacionarse con aquellos que nos rodean, sobre todo en elcaso de los que no podemos elegir, los que estén a nuestro lado, nosprovoca desasosiego y nos aleja de la realidad. Nos dificulta muymucho, que consigamos nuestros propósitos, de una maneracoherente y que seamos capaces de disfrutar y vivir en plenitud.Hasta aquí parece claro que en múltiples ocasiones tenemos quehacer cosas o estar con personas que podrían no ser las másadecuadas para alcanzar nuestros propósitos. Esto no tiene nada quever con la generosidad y con “el ayudar a quienes lo necesitan”.Podría parecer que ayudar a alguien que lo necesita, no nos acerca anuestras metas; sobre todo si estas son materiales, “mejor arrimarsea un árbol cuya sombra nos cobije”. Nada más lejos de la realidad, lagenerosidad al igual que la gratitud, son acciones que provocanestados de serenidad y equilibrio interior en las personas.Abre puertas que de otra manera estarían cerradas: las buenasacciones atraen y generan más buenas acciones. Al igual que lagratitud y el agradecimiento hacen que por ejemplo, nuestraseguridad en nosotros mismos aumente; que nuestro carácter ypersonalidad se vuelvan sólidos y firmes. En definitiva se generan ennosotros toda una serie de valores que puestos en práctica nos hacenpersonas de gran valía.Por lo tanto, ayudar a los demás es ayudarnos a nosotros mismos:Esto puede crear una cadena de comportamientos ejemplares quepueden ser imitados.Si cada uno de nosotros es capaz de mirar dentro de sí, en esas zonasde recogimiento, intimidad y sinceridad que todos tenemos; aunqueno las visitemos muy a menudo. Quizás esté llegando el momento deconectar más a menudo y ser más nosotros mismos viviendo elmomento presente.

VERSOXXXII

El Tao es siempre innombrablePequeño en su Simplicidad PrimariaNo es inferior a nada en el mundo

Si un dirigente puede aferrarse a él todo le rendirá homenajeCielo y tierra se armonizarán y dejarán caer dulce rocío

La paz y el orden reinarán entre la gente sin que nadie se lo imponga.

Cuando la Simplicidad Primaria se diversificó, aparecieron diferentesnombres

¿No hay suficiente?

¿No es el momento de parar?Saber cuándo detenernos es protegernos del peligro

El Tao es al mundo lo que un gran río o un océano a los arroyos oriachuelos.

ELTAOESSIEMPREINNOMBRABLE...

La Motivación, cuando es verdadera, profunda y duradera en eltiempo, nace de lo más profundo de nuestro ser y es allí donde anida.Quienes la detentan y se benefician de ella, las más de las veces latienen sin saber que la poseen. La utilizan sin saber que la usan y porello ni tan siquiera le ponen nombre; para ellos es innombrable, perola tienen, ¡vaya que sí la tienen cuando la necesitan!Esa motivación interna es la que realmente es inagotable, resulta seruna fuente de energía que nos mueve por el camino de la inspiraciónhacia nuestros triunfos personales. Que son los que verdaderamentecuentan en nuestra vida; en lo que hacemos y lo que nos llevamos,cuando nuestra existencia ha llegado a su fin en este mundo.Esta fuerza que nos motiva desde nuestro interior, equilibra yarmoniza todo aquello que hacemos, dándole sentido y significado.Convierte los propósitos de nuestra vida en objetivos coherentes, quenos mantienen en paz con nosotros mismos y con el mundo que nosrodea; con el que nos relacionamos.Y cuando el equilibrio rige nuestras vidas, encontramos que todoaquello que nos rodea y aquellos con quienes nos relacionamos nosólo nos enriquecen, sino que nosotros también somos capaces deenriquecerlos a ellos. Lo cual es algo que debe llenarnos de orgullo ysatisfacción.También, y como no podía ser de otra manera, esa motivación de laque estamos hablando puede buscarse inicialmente fuera de nosotros.Toda ayuda de la que dispongamos es poca; todo aquél que sereconozca poco o nada motivado, que las fuerzas le fallen cuando máslas necesita, que no halla los motivos que le empujen a conseguir susobjetivos... puede beneficiarse de la motivación y la fuerza quepueden dar cursos, libros, sesiones particulares. De todo aquello endefinitiva que puede despertar ese duende; que todos llevamosdentro y que es la motivación, para perseguir nuestros sueños.Y una vez encontrado en nuestro interior y despertado. Somos cada

uno de nosotros quien tiene que alimentarlo y ponerlo a trabajar, contoda la fuerza de la que seamos capaces. Siendo siempre conscientesque sólo nosotros somos, hemos sido y seremos los exclusivosresponsables del partido y rendimiento que podamos sacar de eseduende. Que no deja de ser un recurso de la mente que creamos,para que nos ayude a conseguir aquello que nos hemos propuesto yhemos decidido llamarlos objetivos.Cuando alguien se siente muy motivado, tiene tendencia a tratar deabarcar en exceso; es una tendencia natural del ser humano ir a más.A veces lo hacemos sin calibrar las consecuencias de todo ello.Aquellos que disponen de gran cantidad de energía tratan deemplearla en hacer muchas cosas. Ese acometer gran cantidad deempresas no siempre está en armonía con lo que realmente lepedimos a la vida. Los objetivos que tenemos por delante; esa fuentede motivación sobrada debe hacer que también seamos capaces deparar, de detenernos y evaluar consecuencias para tomar lasdecisiones oportunas.Jamás abandonar, una expresión tremendamente motivadora; notiene por qué significar el realizar toda clase de empresas y o cosasque se nos presenten por delante, tan sólo porque tengamos lasfuerzas necesarias para acometerlas; debemos parar y meditar sirealmente esa nueva empresa u oportunidad armoniza con nosotros,está dentro de lo que hemos considerado los propósitos quequeremos alcanzar y el modo de vida en el que nos queremos mover.Todo ello dentro de la serenidad, que deberíamos buscar en todoaquello que hagamos; que nunca debemos perderlo de vista por sucapital importancia.Por lo tanto nunca te detengas, como decía la Madre Teresa deCalcuta. Pero siempre con la tranquilidad de tener las ideas muyclaras de si lo que vamos a emprender nos ayuda a nuestrospropósitos, o nos aleja de ellos.También es muy importante, que en muchas ocasiones, unaoportunidad que se nos presenta puede parecer una cosa y ser enrealidad otra. Puede parecer que nos va a acercar a nuestros sueños,

y en realidad lo que va a hacer es alejarnos de ella, o es un rodeo quenos va a brindar una experiencia; vamos a decir, de las que vale lapena vivir (vivencia).Como en las más de las ocasiones es algo que no sabemos; vamos autilizar el comodín de la adaptación... Adaptémonos a todo aquelloque nos ocurre, con la mejor de nuestras disposiciones. Nunca serátiempo perdido; ni por supuesto podremos considerarlo un fracaso;tan sólo será, como ya sabemos, una derrota temporal o mejor aún:una lección imprescindible, que hará que nuestros triunfos sean mástriunfos si cabe, más sólidos y firmes. Dejándonos un magnífico buensabor de boca.Pensemos que todo está conectado; que nada ocurre porque sí, todotiene un origen y unas consecuencias en las que nosotros tenemosmucho que decir. No sirve de nada quedarse quieto, sentado,esperando que el destino trabaje por nosotros: el destino es uncompañero de viaje que nos trae aquello que le pedimos con nuestroejemplo, comportamiento.Si no es así, no desesperemos, sigamos trabajando, adaptémonos a loque el destino nos trae. Un día el destino es posible que se adapte anosotros... ¿Quién sabe?

VERSOXXXIII

Aquél que conoce a los demás es listoAquél que se conoce a sí mismo es SabioAquél que domina a los demás es fuerte

Aquél que se domina a sí mismo es Poderoso.

Aquél que sabe cuándo tiene suficiente es ricoY aquél que sigue diligentemente el camino del Tao es una persona

constanteAquél que permanece donde ha encontrado su verdadero hogar

perdura largo tiempoY aquél que muere pero no perece disfruta de la verdadera

longevidad.

AQUELQUECONOCEALOSDEMÁS...

Este es uno de los versos que más me gusta, es más, me apasiona loque representa: una filosofía de vida. Trata de acercarnos a lasabiduría sencilla de aquél que es capaz de vivir de acuerdo a lanaturaleza más íntima del ser humano. Es decir, sigue al Tao, eso queseguimos sin saber qué es exactamente; pero que todos sabemos entodo momento si estamos en su camino o no. Es algo inexplicablepero perceptible, lo dejo aquí. Porque al final es cierto: cuanto máshablas de él más se diluye; si tratas de ponerle el collar de laspalabras, simplemente desaparece, deja de Ser.Por ello resulta más fácil hablar de la motivación, que nos lleva por elcamino correcto, el de la naturaleza de nuestros sentimientos. Asícomo de las emociones que nos embargan y cuando esto ocurrepodemos decir que más que “estamos” motivados: “somos”. Este esun estado que aunque difícil de conseguir, no es imposible; nosacerca al equilibrio y la serenidad de la que ya hemos hablado en másde una ocasión en estas páginas.Los preceptos que aparecen en este verso nos llevan directamente anuestro interior, a la motivación del alma; que es el motor que nospone en marcha. Esta comienza con dos parámetros de sumaimportancia en los seres humanos, como son el conocimiento y laconquista, tanto como el dominio de nosotros mismos frente a losdemás. Sin duda cuando estamos frente a alguien que conoce a losque le rodean, estamos ante alguien, listo e inteligente. De hechosolemos pasar gran parte de nuestra vida intentando adentrarnos enla mente de los demás, explicar sus comportamientos, justificar susconductas y por supuesto afear su modus vivendi, en más ocasionesde las que salen alabanzas por nuestra boca.Pero, y de nosotros mismos, ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? La respuesta essencilla: es más fácil hablar de los demás que de uno mismo.Adentrarnos en nuestro interior nos da miedo, verdadero pavor; poreso quien llega a conocerse a sí mismo conoce por ende a los demás

y transmite sabiduría. Quien lo hace al revés y sólo conoce a losdemás se queda en la superficie y no puede ser catalogado más quecomo alguien listo, pero no más.En el capítulo de las conquistas y el dominio ocurre tres cuartas partesde lo mismo; nos enseñan a ser competitivos, a ganar a todo el quese cruce con nosotros: a competir... Y seguimos en las mismas, nonos enseñan a ejercer el autocontrol y conquistarnos a nosotrosmismos; que sin duda es la mejor manera de conquistar a los demás.En muchas ocasiones, si quien está intentando conquistarte(competir) contigo, ve en tus ojos el autocontrol, que eres unapersona que va un paso por delante, porque te dominas y te hasconquistado previamente... Posiblemente abandone la competición yla lucha porque ve que no puede ganar; en ese momento puedeentender lo que significa conquistarse a sí mismo o asimilarlo como unfracaso, con lo cual no habrá aprendido nada de nada!Cualquier persona que se mueva bajo estas máximas de conocimientoy dominio interior, tendrá la fuerza y la motivación para que nada ninadie puedan detenerle. Simplemente porque su superación siempreserá personal e íntima, no entrará en litigio con otros. Se moverá enuna dimensión diferente, donde existen el trabajo individual y porsupuesto la cooperación, las sinergias con aquellos que son comonosotros y tienen propósitos que empatizan con los nuestros.Si habláramos de equipos con objetivos comunes, podríamos ver ycomprobar que estas personas tendrían en su lista de prioridades lamisión del equipo. En segundo lugar, el bien y objetivos del conjunto,y en tercer lugar sus metas personales... Esa sería la escala deimportancia en lo que hiciera y en como lo hicieran, siendo uno de susbienes más preciados la generosidad, para con el equipo y la misióndel mismo.Si avanzamos en el verso, nos encontramos con otra máxima; queviene a decirnos que si somos realmente conscientes de cuándotenemos suficiente, lo necesario para que nuestra vida esté enequilibrio y la paz reine en nuestra existencia, tan sólo podemosconstatar, que es rico. Es decir, que la riqueza, la abundancia , la

prosperidad le acompañan; y éstas son distintas para cada uno denosotros, en función de muchos parámetros que nos hacen ser lo quesomos. En el momento que alguien trata de inculcarnos su significado,está sembrando la semilla del fracaso y quizás de lo inalcanzable.El obviar este precepto hace que el ser humano fracase; se meta engran cantidad de problemas, que además suelen arrastrar a otros,sobre todo a los que uno quiere. Siendo difícil en esfuerzo y tiempo elrevertir esas situaciones. La ambición de las personas nos lleva atomar caminos que en ocasiones parecen rápidos y seguros. Y sonrápidos, porque cuando uno se quiere dar cuenta, le es imposiblefrenar y dar marcha atrás. Seguros, porque la seguridad nos lleva afracasos; que cuesta mucho convertirlos en derrotas y estas entemporales (transitorias), para que tengamos la motivación suficientey necesaria.Y con todo esto podríamos avanzar que quien encuentra su lugar enla tierra, habrá triunfado. Vivirá permanentemente siendo feliz y lafelicidad es un estado que nada ni nadie nos lo puede ofrecer, nivender, ni regalar. Es un estado que cada uno de nosotros tiene queconquistar por sí mismo y con sus propios métodos.

VERSOXXXIV

El gran Tao fluye por todas partes, hacia la izquierda y hacia laderecha

Todas las cosas existen por su mediación y él no las rechazaAl darse es generoso y no exige ser retribuido

Ama y nutre todas las cosas, pero no se apropia de ellas.

Como es siempre no existente, puede ser llamado pequeñoTodas las cosas regresan a él, pero no las reclama como su dueño;

por eso es grandePorque no se considera grande, la grandeza está con él.

ELGRANTAOFLUYEPORTODASPARTES...

La naturaleza de la motivación llega a ser tan amplia, abarcandotantas disciplinas y conocimientos como uno quiera. Al igual que losestados de ánimo que la provocan y sustentan, llegan a ser tantos,como seres humanos habitamos la tierra. Sin duda es grande pero nopuede acotarse; en ello radica la grandeza de la motivación, incluidasu definición.Que puede ser variopinta; dependiendo de quien la pronuncie y algono despreciable sea quien sea quien la ofrezca. No todos los días noslevantamos igual, no todos los días pensamos lo mismo, no todos losdías somos la misma persona; aunque esto nos pueda sorprender.El dinamismo en el que nos movemos y la rapidez con que sucedenlos acontecimientos hace que tengamos que adaptarnos a lo queacontece alrededor. Aún pensando que siempre somos los mismos,esto no es más que una verdad a medias. Cambiamos cada día, cadahora, cada instante; eso es la verdadera adaptación a la vida y quienlo hace está en la vía del triunfo, a través de la superación personal.Esto no significa cambiar nuestros propósitos, sueños, objetivos acada instante, no, no... Significa evolucionar, abrazar, fundirse con lavida misma sacando el mejor partido de ella, para que ese equilibrio,armonía que necesitamos para vivir, nos dé eso que llaman felicidad yque todos disfrutamos más veces de las que realmente somosconscientes, o simplemente deseamos reconocerlo.Si asumimos que la motivación, esa que hace que los motivos quetenemos para crecer como personas cobren forma, vida y se graben afuego en nuestro interior. Como digo, si asumimos que es una fuentede energía inagotable que se genera en nosotros y que podemoscultivarla a través del conocimiento, por supuesto primero de nuestropropio conocimiento. Ya hemos visto en páginas anteriores loimportante que llega a ser, el saber quiénes somos y donde estamos.Al igual que ese autocontrol ejercido sobre nuestros actos, que nosdará la fuerza necesaria para ocuparnos de aquello que nos acerca a

nuestros sueños, y no de lo contrario, que nos aleja de aquello quequeremos y pretendemos.La energía de la motivación es una fuente de recursos de incalculablevalor. Cuando uno está desmotivado no ve más que excusas,justificaciones y problemas, para levantarse y perseguir sus sueños.En muchos casos ni tan siquiera para terminar el día, con un mínimode satisfacción por seguir viviendo.Cuando uno está fuertemente motivado encuentra los caminos; comodigo, los recursos aparecen ante él de manera, casi automática... Lode automático es una licencia retórica; ya que nada ocurre porcombustión espontánea, antes deben darse una serie de causas quelas provoquen: nuestra decidida y clara voluntad, actitud, acciones,etc.Los caminos que se cruzan entonces con nosotros, eso quehabitualmente llamamos oportunidades, aparecen; provocados yauspiciados por los comportamientos, conductas que tenemos. Son losque nos abren las puertas de ese tesoro que es la superación y elcrecimiento personal.Es cierto que en inicio esto debe ser un proceso que podemosmecanizar e integrarlo entrenando y poniéndolo en práctica. Sin dudael logro estará cuando seamos capaces de interiorizarlo usándolocuando lo necesitemos; sin necesidad siquiera de ser conscientes deque lo estamos haciendo... Aquello de hacer sin hacer, no sólo estar:Estar y Ser...Este es el fin último de las páginas que anteceden y de las queprecederán; conseguir que tengamos un sistema que desarrolle lamotivación en nosotros, creado por nosotros mismos; o adoptandoalguno de los muchos que nos ofrecen cursos, libros de magníficosautores. Incluidos los que propongo en los dos primeros libros de estatrilogía, que he llamado La Motivación del Alma. En el primervolumen: Conoce-te, Motiva-te, Supera-te y te encontrarás con elTriunfo, ofrecemos un sistema que podemos hacer nuestro, de unamanera mecánica y sistemática. Forzando incluso su adopción parahacerlo nuestro sistema y que sea el que nos acompañe en nuestro

camino, hacia el Triunfo Personal, (cada uno puede y debe decidir lopersonal que quiere que sea su éxito).En el segundo libro de la trilogía ¿Abandonas? ¡Jamás abandones!Reflexiones para la Motivación, ponemos en práctica todo eso quehemos aprendido en el primer volumen. Vamos diluyendo ese sistemade motivación en nosotros, integrándolo en nuestro interior. Y en estetercer volumen que da nombre a la trilogía, una vez superadas las dosprimeras etapas, la de crear el sistema y la de ponerlo en práctica,tomamos la decisión de cargárnoslo literalmente y fluir con todoaquello que nos ocurre en nuestra existencia...Recordemos que para ser listos, debemos aprender algo todos losdías; para alcanzar la sabiduría debemos desaprender algo todos losdías. Para ello debemos partir de la base de que para desaprenderhay que haber aprendido; pequeño detalle, pero nada banal. De nadasirve desaprender si nunca hemos aprendido (pido disculpas por eljuego de palabras, pero entiendo que es necesario).Por lo tanto y para concluir ésta, certifiquemos: Cuando las cosas“están” y llega un momento en que dejan de “estar” pasan a “Ser” ycuando “Son” pasan a ser grandes y trascendentes.

VERSOXXXV

El que lleva en sí la gran forma, hallará la plenitudY vivirá en paz, sin sufrir daño, en armonía

El huésped de paso se detiene cuando alguien le ofrece música ymanjares, pero el Tao es tan puro que parece insípido por su falta de

saborSi se lo contempla no se le veSi se lo escucha no se le oye

Pero nunca se agota si bebemos de él.

ELQUELLEVAENSÍLAGRANFORMA...

La vida de las personas es un cuarto trastero, donde se vanacumulando vivencias, experiencias de todos los tipos y calados.Aunque es cierto que las vidas convulsas, acumulan una gran cantidadde conocimientos y saberes que hacen que la sociedad avance entodos los ámbitos inimaginables; no es menos cierto que las llamadasvidas “tranquilas” detentan una gran sabiduría, sencilla.Son realmente los que equilibran a los anteriores y quienes nosbrindan las pistas para vivir de forma serena, en armonía con todoaquello que nos rodea, sobre todo con nosotros mismos. Para vivir enpaz con los demás, primero la paz debe reinar en nuestro interior.Estos viven de acuerdo a la naturaleza del Tao, su existencia no sehace notar por estridente, evitan cualquier disonancia con aquello queles rodea. Su presencia no se hace notar hasta que faltan, paradesgracia de quienes sin duda hubiéramos aprendido mucho más delo que hemos hecho y hacemos por lo general.Suelen ser personas afables y de fácil trato; de las que están siempreprestas a ayudar al prójimo, sin pedir nunca nada a cambio, es sunaturaleza y filosofía de vida. Donde otros ven problemas, fracasos,crisis, ellos ven advertencias de cambio; lecciones que te da la vida yoportunidades de ser mejores personas, en el sentido más amplio dela expresión.Sobre el primer tipo podemos decir que son interesantes; son lahistoria viva de sus historias, y este matiz es crucial. Ya que “sushistorias” son suyas y nos pueden servir a los demás como campo dereferencia, nunca sentar cátedra. Que es lo que suelen pretenderalgunos de ellos, intentando pensar que todo el mundo es como ellosy tienen que transitar por sus mismos caminos; esto puede ser así ono: ¿Quién lo sabe de veras?Sus experiencias se convierten con los años en “las batallitas delabuelo cebolleta”, que llegan a estar desfasadas e influenciadas por elpaso del tiempo. En cualquiera de los casos también encierran,

aunque sea en el fondo, grandes conocimientos de quienes nospreceden en el tiempo y merecen todo nuestro respeto.No me resisto a plasmar un tercer tipo, antes de centrarnos enquienes realmente nos interesan, y son aquellos que ni adquierenconocimientos, ni viven de acuerdo a la propia sencillez quemencionábamos, no se ocupan de vivir realmente... Su guerra está entorno a lo que pasó, que no saben porque pasó, frente a lo quedebería haber pasado.A lo que les gustaría que pasara, que intuyen que no pasará, porqueno hacen nada para que ocurra. A los miedos que los paralizan y noles dejan hacer lo que quisieran hacer. Ven la vida suceder sin queellos puedan hacer nada de lo que harían, creen que tienen malasuerte. Y lejos de tener mala suerte, lo que les ocurre es que estánpresos en y dentro de sus propias limitaciones, creencias ycondicionamientos.Además suelen ser críticos con todo y no sólo ven el vaso mediovacío, sino que tienen la convicción de que el vaso acabarávaciándose y claro, con una convicción tan férrea, ello acabaocurriendo. Convierten cualquier alegría en una pena, unaoportunidad en crisis, una dificultad en un problema, una derrotatemporal en un fracaso permanente, no se ocupan se preocupan. Loque es peor, ni viven ni dejan vivir a aquellos que los rodean, o secruzan con ellos en su vida personal y profesional.Y para terminar de arreglarlo viven en contra de cualquier naturaleza,desprenden una energía de lo más negativa y además contagiosa;son, como hemos escuchado en multitud de ocasiones, “chupadoresde energía positiva”. Cuando te acercas a alguien así, al poco tuenergía empieza a desaparecer y se transforma en estrés, ansiedad,miedo. Empiezas a verlo todo negro, no tienes fuerzas ni parasepararte de esa persona; se podría caer en una espiral difícil desalir... Y si nuestro interlocutor, vampiro de energía positiva, nos laarrebatara y la usara, bueno hasta podríamos admitirlo. Pero no,simplemente la neutraliza y la destruye.Y en honor a su descargo, diremos que son así sin darse cuenta de

que lo son. Aunque también es cierto que es difícil que cambien, si noes con un reconocimiento propio y profundo de su estado. Derompimiento con la dinámica de echarle la culpa al mundo, y a la malasuerte de lo que les ocurre. Ese cambio, como otros muchos, está ennuestra alma, en nuestro interior; es allí donde debemos buscar la luzy encontrarla. Todos sin excepción la tenemos, por difícil que noscueste a veces verla.Por fin nos vamos a las personas que realmente nos interesan, por loque nos ofrecen y son las que durante una parte de sus vida, hanacumulado conocimientos y experiencias. Sobre todo basados en susconocimientos y diremos que estos se pueden adquirir de muchasmaneras, entre ellas en las aulas, leyendo y viviendo intensamente eldía a día. Absorbiendo todo cuanto acontece a su alrededor.En un momento dado y provocado generalmente por procesosinternos -difíciles de explicar, ya que cada cual lo puede vivir demanera muy diferente- deciden alejarse de los conocimientos, de lomaterial, de los estereotipos que marca la sociedad, para vivir deacuerdo a valores y virtudes sencillas. Conectan con su propianaturaleza interior, con la sabiduría que trasciende. Son personas quedesgraciadamente por su adquirida sencillez no se prodigandemasiado, por ello nos cuesta reparar en ellos.

VERSOXXXVI

Lo que se encoge, tiene que ensancharse primeroLo que se debilita, tiene que ser fuerte primeroLo que cae, tiene que haberse elevado antes

Para que alguien reciba, tiene que haber antes alguien que dé.

Esto se llama percepción de la naturaleza de las cosasLo blando y débil vence a lo duro y fuerte.

El pez no puede abandonar las aguas profundasY tampoco se pueden mostrar las armas de un país.

LOQUESEENCOGE...

Este verso comienza de una manera obvia; pero en muchas ocasionesno reparamos en ello y nos conducimos por la vida de forma que ésta,constantemente, tiende a corregirnos y situarnos donde nos toca.En cuántas -no pocas- ocasiones esperamos que aquello que hacemossalga a la perfección desde el principio… No comprendemos que paraque algo resulte fácil, previamente ha tenido que resultar difícil. Y queeste suele ser un proceso por el que hay que transitar, no nos lopodemos saltar, ni suelen haber atajos que nos lleven al destino. Cabela posibilidad de que si es fácil desde el inicio, quizás no merezca lapena; ¿O sí? Todo dependerá de cada uno de nosotros.Esta es la naturaleza de las cosas, de todo lo que ocurre a nuestroalrededor: todo lo que sube baja, pero también todo lo que baja llegaun momento que tiende a subir. Y sí, generalmente es más fácil quelo que sube, baje o caiga por múltiples razones. Que podemos o noentender, provocar o no, y ocurre sin nuestro consentimiento, ninuestras acciones conscientes (pero si las subconscientes).Es mucho más difícil, que lo que haya bajado vuelva a subir; esto eslo que llamamos “aprender a levantarnos cuando hemos caído”. Aquísí que hay un trabajo personal y consciente para conseguir volver alevantarse empezando a subir. Sirva esta metáfora para manejarestados por los que la mayoría de los mortales pasamos, es decir, losfracasos, versus derrotas.Los triunfos, siempre referidos a esos éxitos personales e interioresque nos llenan de orgullo y satisfacción. Al margen de si la sociedadlos considera triunfos al uso o no. El éxito no es más que conseguiraquello que uno quiere y tiene las razones, los motivos bienestudiados; asumiendo toda la responsabilidad de los “por qué” lo quehemos venido en llamar los propósitos de una vida.Si entendemos todo esto de un estado de “compensación”permanente como lo describe R. W. Emerson en su maravilloso yacertado ensayo, asumiremos el papel que nos toca jugar en esta

vida. Que todo tiene su recompensa, que para recibir hay que dar yque siempre que alguien recibe algo, previamente ha habido alguienquien ha dado... Es la Ley de la Compensación.Si haces el bien, por compensación recibirás el bien de forma habitual.Eso no es óbice para que algún momento puedas recibir lo contrario,es decir, recibir una mala acción... Pero también debemos considerar,que en toda mala acción que recibamos, habrá probablemente algobueno para nosotros.Cuanto menos una lección que quizás de otra manera no hubiéramosrecibido. “Algo malo” puede cerrarnos unas puertas y ponernos en ladirección de mejores oportunidades; siempre que seamos capaces depercibirlas y aprovecharlas. En el fondo cuando nos ocurre cualquiercosa, aunque aparentemente sea para mal... quién sabe si al finalpuede que haya ocurrido para bien: nunca lo sabremos, ¿o sí?.Cuando una persona tiene claro lo que quiere y cómo lo va aconseguir. Y esto es consecuencia de un proceso razonado yrazonable, siendo conscientes de nuestras limites, por oposición anuestros “alcances”. Es decir, poniendo límites donde tenemos queponerlos de manera coherente y asumiendo los esfuerzos, dedicacióny sacrificios que tendremos que realizar, para superarlos.Un ejemplo, para tener meridianamente claro lo que se pretendeexponer: alguien que sienta vértigo y se maree en las alturas, noparece muy razonable ni razonado que pretenda hacer caída libre; noporque nos sea capaz de conseguirlo, que seguro que sí (no hay nadaimposible para el ser humano si está decidido y comprometido). Peroel tiempo, los esfuerzos de dedicación y sacrificios, quizás no lecompense una vez que lo haya conseguido ¿O sí? Eso dependerá decada uno. De ahí la importancia de no lanzarse a retos que realmenteno tengan un significado de peso para cada uno de nosotros.Bien, ya tenemos claros nuestros propósitos. Ahora vamos aafrontarlos como hace el agua que fluye desde su nacimiento hasta ladesembocadura en los océanos. Siendo esta su misión y objetivos: laconsecuencia que genera es que da la vida allí por donde pasa,siempre que se adapte al terreno y si esto lo hace de manera paciente

y persistente.Cuando no es así porque el torrente es mayor que el cauce, ésta sedesborda causando desastres, muerte y acabando gran parte de esaagua en terrenos donde termina con cosechas, construcciones, con lavida en definitiva. Y evaporándose sin cumplir ni su misión, nipropósito de acabar llegando al océano, para que el ciclo vuelva acomenzar... Evaporación, lluvia, nacimiento de los ríos, ¡vida!Así pues, debemos evitar las explosiones de motivación, que puedenhacer desbordar nuestros sentimientos y emociones, impidiendo querealicemos nuestros sueños. Por el contrario, debemos fluir con lo quenos acontece, adaptamos al entorno y a las circunstancias que nostocan vivir.La paciencia y la perseverancia, convertidos en hábitos a través de ladisciplina, nos conducen hacia donde queremos ir. Con los ajustes ypor los caminos que se nos presenten; unos nos gustarán más, otrosmenos. Seamos conscientes de vivirlos todos ellos en su plenitud día adía... momento a momento.

VERSOXXXVII

El Tao nunca actúa, pero todo lo haceSi príncipes y reyes pudieran retenerlo, todo se transformaría por sí

mismoSi surgen deseos, consérvalos bien adentro, en aquella simplicidad

imposible de definirAsí, las cosas liberadas de sus deseos de actuar, hallarán la paz

Si no hay deseos todo fluye en pazY el mundo se enmienda por sí mismo.

ELTAONUNCAACTÚA...

Cuando nos situamos de forma natural y coherente en la vida nosdamos cuenta de que la “simplicidad” de las cosas nos lleva a sumáxima sofisticación. Como decía Leonardo da Vinci: cuando laspersonas adoptamos la simplicidad como forma de vida y conductapermanente, nos damos cuenta de la claridad mental y sobre todoespiritual que experimentamos. Y ésta a su vez retroalimenta lasencillez en la que deseamos movernos.Dada la sociedad en la que vivimos y que nos empuja por derroterosmuchas veces impredecibles. Ya que carecemos de la educación yformación necesarias, como para tomar decisiones coherentes connuestros propósitos a corto, medio y largo plazo.Desconocemos, las más de las veces, ese lado espiritual de la vida,que nos lleva por el camino de la simplicidad; que incluso nos puedeponer en el camino de la sabiduría, que no de los conocimientos.Como exponemos, dada nuestra idiosincrasia actual nos vemosabocados a almacenar conocimientos, títulos, éxitos, muchamaterialidad y poca espiritualidad. Eso es lo que demanda la sociedady lo que se espera que consigamos sí o sí, sin más explicaciones oalternativas...Bien, bueno, ¡así sea! Pero debe llegar un punto de inflexión ennuestra existencia en el que acabemos con esa dinámica. Empezandoa darle sentido a todo aquello que hemos hecho y logrado, arentabilizarlo (por si a alguien le gusta más esta expresión, ¿Por quéno?)Rentabilizar una situación es sacarle provecho, ni más ni menos. Eneste caso que nos ocupa, sería el momento de empezar a cambiar lacomplejidad en la que vivimos, por la simplicidad. La velocidad a laque transitamos por la vida, por la paz que supone vivir despojadosde ambiciones y deseos, como quitar importancia y prioridad a lomaterial frente a lo espiritual. Tratar en definitiva de encontrar elequilibrio, que nos impulse a una segunda etapa de nuestra vida,

mucho más rica en crecimiento personal.Ya hemos dicho que para ello, una de las premisas básicas es eliminarcada día conocimientos: si quieres ser listo acumula conocimientos, siquieres ser sabio elimina conocimientos... Mejor dicho, elimina loscondicionamientos, prejuicios y anclajes que esos conocimientossuponen en ti. Pongo un ejemplo sencillo: cuánta gente es intolerantecon personas de otras culturas o creencias debido a los conocimientos(generalmente erróneos) que tiene de ellos...... Si fueran capaces de eliminarlos despojándose de ellos, y seacercaran de manera tolerante, seguro que descubrirían lo mucho quehubiera valido la pena hacerlo “antes”.Puedo hacerme cargo de que para alguien, estos escritos puedanparecer ilusorios, e incluso mojigatos ya que lo que nos ocurre nosiempre tiene final feliz. No siempre encontramos lo que buscamos,no siempre nos pasa aquello que queremos que nos pase... Esa es lagrandiosidad de la vida, que hace de nuestra existencia una puralección de enseñanza y aprendizaje. En ese camino hacia la sabiduríaque la mayoría, aún sin saberlo, ansiamos.Cuando uno comienza a simplificar su vida, se da cuenta de que laactitud positiva no sólo es posible sino que pasa a ser “modusvivendi”. Teniendo entonces los motivos (propósitos, objetivos), queprovocan en nosotros una motivación amplia, de alto octanaje.Que además de llevarnos por el camino que pretendemos, somoscapaces de vivir el momento presente. Que como ya hemos dicho enotras ocasiones, es uno de los pilares más importantes del éxito y lafelicidad. Ya sabemos a estas alturas que cuando nos iniciamos en lafilosofía de los logros, sobre todo logros personales, todosnecesitamos un camino y unas enseñanzas que nos lleven al éxito y lafelicidad. Al poco de comenzarlo descubriremos que el mejoraprendizaje es averiguar que el éxito y la felicidad son el camino:Simple, pero tremendamente efectivo.Un punto a tener muy en cuenta, es el momento en que cada personaestá preparada para transitar por esos caminos no siempre rectos y

llanos. A veces curvos y bacheados, que nos retrasan, nos confundencon cantos de sirenas que tratan de atemorizarnos.Por ello necesitamos la fortaleza, la convicción y sí, por supuesto,conocimientos que hayan sido puestos en acción, generando lasexperiencias suficientes como para abrirnos la mente y el alma.Situados en este punto, podemos comenzar un camino apasionante yque en ningún caso es contrario a muchas de las cosas querealizamos a diario. Se trata de compaginar, de alternar, de repartirnuestras querencias y darle mucha simplicidad a nuestra vida.Quien realiza cambios radicales en su vida, en muchas ocasiones, espor el miedo a realizar un verdadero trabajo interior y encontrar supuesto en el universo. Irse de un extremo a otro puede suponer unahuída encubierta, que no soluciona o simplifica nuestra existencia, yeso nuestra alma lo va a detectar ipso facto. En cualquier caso, laelección está en nuestro poder.

VERSOXXXVIII

Una verdadera buena persona no es consciente de su bondad; poreso mismo es buena

Una persona necia trata de ser buena; por eso mismo no lo esUna verdadera buena persona no hace nada; sin embargo, no deja

nada sin hacerUna persona necia está siempre haciendo; sin embargo, mucho queda

por hacerCuando una verdadera persona amable hace algo; no deja nada sin

hacerCuando una persona justa hace algo, deja mucho sin hacer

Cuando una persona disciplinada hace algo y no le responden enrollasus mangas en un intento de forzarlos al orden

Por lo tanto, cuando el Tao está perdido, queda la bondadCuando la bondad se pierde, queda la amabilidadCuando la amabilidad se pierde, queda la justicia

Cuando la justicia se pierde, queda el ritualAhora, el rito es la cáscara de la fe y la lealtad, el comienzo de la

confusiónEl conocimiento del futuro es sólo la florida trampa del Tao

Es el principio del desatinoPor tanto, la persona madura toma partido por la sustancia antes que

por la cáscaraPor el fruto más que por la flor

Ciertamente prefiere lo interior a lo exterior

UNAVERDADERABUENAPERSONA...

Empecemos por el final: “Una buena persona y madura toma partidopor la sustancia antes que por la cáscara, prefiere lo interior a loexterior”. En el caso de la motivación y la superación, como en otrosmuchos casos, es firme y duradera cuando nace en nuestro interior.Pasajera y débil cuando viene dada, incluso a veces impuesta desde elexterior.Que es lo que ocurre en la mayor parte de las ocasiones; las cosascomo el triunfo, nos viene impuesto y definido por los demás, por esoque llamamos sociedad. Nosotros lo admitimos, pero tan sólosuperficialmente, no llega a calar en nuestro interior.Esto hace que se convierta en algo pasajero, de poca base en nuestrointerior. De manera que nuestro subconsciente nos puede llevar porese camino, pero tan sólo el trayecto justo para averiguar que alprimer tropiezo vamos a desistir y buscar nuevas motivaciones.Motivos que si vuelven a ser sugeridos por el resto del mundo,volveremos a asumir de forma débil y pasajera otra vez. Y así una yotra vez, hasta que descubramos o nos demos cuenta, de que sólo losmotivos que se gestan y nacen dentro de nosotros... Son los quecobran fuerza para mantenerlos en el tiempo; aún a costa de losesfuerzos que nos supongan, de las derrotas que nos inflija elcamino...Aquí la motivación sí será intensa y nos proveerá del poder necesario,para que siempre encontremos un camino por el que transitar.Viviremos nuestros sueños y alcanzaremos los objetivos que noshabíamos propuesto. Lo haremos de una forma natural; sinartificialidades ni artimañas que transgredan nuestra coherencia ysentido común. Eso que nos hemos propuesto es algo más que unameta, más que una llegada a algo que hemos alcanzado y ya está!Como habremos sido capaces de darle la suficiente profundidad abase de hacernos una serie de preguntas y responderlas: ¿Por qué,para qué, cómo, cuándo, cuánto...? tendremos motivos, la motivación,

y como además sabemos que somos una parte muy importante denuestro universo, pero a su vez una parte pequeña; lo cual es unaobviedad y nos confirma la relatividad de todo…Seremos capaces de entender y asumir (que no conformarnos), queno todo es como nos gustaría que fuera, que nuestras matemáticas, aveces no concuerdan con las matemáticas del universo, y pongo unejemplo:Trabajo mucho = tengo muchas experiencias = mi maestría aumenta= gano mucho dinero... ¡¿Busco el equilibrio y la serenidad que mepermita vivir día a día el éxito y la felicidad?!La segunda opción parece más razonable, pero sobre todo razonadaya que nos da una visión mucho más profunda, deja en nuestrasmanos la decisión de vivirla o no. En este caso nadie puedeevaluarnos como equilibrados y serenos; somos nosotros los que noscertificamos en esas asignaturas o no.Los demás tan sólo percibirán nuestro estado y actitud; ellos nopueden darnos ninguna certificación, tan sólo pueden emitir unaopinión. Otra cosa es que esa opinión sea certera o no, ese sin dudaes otro debate.Con lo anterior no quiero decir que uno no deba “beber en fuentesexternas”, tan sólo reafirmo y animo a que cuando lo hagamosseamos conscientes de que lo estamos haciendo. Y aunquecombustible de bajo octanaje para la motivación, lo utilicemos, porquesi lo hacemos adecuadamente, podemos entonces, prender la llamade nuestra motivación y crear los motivos que nos empujen asuperarnos, triunfando personalmente.El asistir a eventos en los que se les dice a los asistentes lo buenosque son, que el poder está en sus manos, que son capaces de triunfarsi hacen esto o lo otro, si aprenden técnicas (unas simples, otrasexcesivamente complejas); de montar shows con bailes, rompimientode tablas de madera (trucadas) con golpes de pseudo-kárate. Inclusopasar por cunas de rescoldos al rojo vivo...Es genial para un día divertido y seguramente inolvidable; conocer

personas con las mismas ganas de hacer cosas que nosotros y lasmismas actitudes: ¡Maravilloso! ¿Pero cuando ya estamos en la calle ohan pasado unos días, ponemos en práctica lo que nos han enseñado,incluso con ejemplos muy “divertidos y explicativos”? La respuesta es:No... O lo hago forzado como algo impuesto que no es nuestro.Esta es la clave: No es mío y si no es mío, no va conmigo. Bien yavamos viendo una vez más que lo que nos venden desde fuera estábien, pero no es el “bien”.La cuestión es que somos cada uno de nosotros, los que primerodebemos crear un sistema de pautas para nuestro camino hacia lasuperación. Propio, inherente a nuestro “ser”, que aproveche nuestrosmejores talentos y desarrolle los que necesitemos para alcanzarnuestros propósitos.

VERSOXXXIX

Desde la antigüedad no pocas cosas han llegado a la UnidadEl cielo consiguió la Unidad y se tornó claro

La tierra consiguió la Unidad y se tornó tranquilaLos espíritus obtuvieron la Unidad y se cargaron los poderes místicos

Las fuentes consiguieron la unidad y se llenaronLas diez mil criaturas consiguieron la Unidad y se hicieron

reproductorasBarones y príncipes consiguieron la Unidad y se convirtieron en

gobernantes soberanos del mundoTodos son lo que son por la Virtud de la Unidad.

Si el cielo no fuese claro, podría desmoronarse a trozosSi la tierra no fuera tranquila, podría explotar en mil pedazos

Si los espíritus no tuvieran poderes místicos, podrían dejar de existirSi las fuentes no estuvieran repletas, podrían secarse

Si las diez mil criaturas no fueran capaces de reproducirse podríanacabar extinguiéndose

Si los barones y príncipes no fueran gobernantes soberanos, podríantambalearse y caer.

Ciertamente, la humildad es la raíz de la que nace la grandeza,Y lo alto debe construirse sobre los cimientos de lo bajo

Es por eso que los barones y príncipes se llaman a sí mismos ”ElDesvalido”, “El Diminuto” y “El despreciable”.

Quizás ellos también sean conscientes de su dependencia de lo bajo.

Ciertamente, demasiado honor implica la falta de honorNo es inteligente brillar como el jade y resonar como campanas de

piedra.

DESDELAANTIGÜEDAD...

Vamos a centrarnos en el cómo hacemos, lo que hacemos, que es lavía para llegar a la unidad... ¿Qué es la unidad? Podemos interpretarque la unidad es llegar a ser uno con lo que se hace a través del cómolo hacemos.Aquí radica uno de los orígenes de la plenitud como seres humanos,que nos toca vivir un sinfín de situaciones a lo largo de nuestra vida.Unas las disfrutamos, otras las padecemos y otras muchas ni siquierasomos conscientes de que están sucediendo. Pero acontecen y siviviéramos el presente nos daríamos cuenta de ello.Vamos a intentar desgranar de manera coherente y razonable qué eseso de llegar a ser uno con lo qué hacemos. Todos sin excepciónhacemos algo a lo que llamamos tarea, trabajo y en la mayor parte delos casos, es lo que nos provee del sustento. Es decir, cobramos porello, por lo que podemos deducir a simple vista que deberíaresultarnos prioritario, ¿Verdad?... ¿Por qué ocurre que hay muchaspersonas a las que no les gusta lo que hacen y sin embargo, empleanla mayor parte de su vida en ello?Entiendo que no todos los trabajos nos pueden resultar atractivos, nisiquiera a algunos de ellos les vemos utilidad (a primera vista) y otrospensamos que mejor que lo hagan otros, mejor que nosotros (!?). Esoocurre porque vemos permanentemente lo que hacemos como algototalmente diferente y alejado a nosotros. Con lo cual el cómo lohacemos pasa a no interesarnos, nuestra única preocupación secentra en lo que ya sabemos y algunos practican, que es “cubrir elexpediente”...Existen personas que desarrollan verdaderos tratados para cubrir eseexpediente y no más. Lo convierten en un arte; no se dan cuenta quepodrían gastar incluso menos energía en hacerlo realmente bien yponer dirección hacia la maestría.Creo que en muchas ocasiones tenemos miedo de hacer las cosasmuy bien por el compromiso que ello supone (y esto es algo que no

se hace ex profeso). Es una conclusión personal viendo y analizando,que muchas personas saben hacer un trabajo excelente. Pero sólo lohacen a ratos, e incluso cuando se dan cuenta de ello, ponen el frenopara volver a la mediocridad, que es una zona de confort muy cómodapara muchas personas.Vamos a lo que nos interesa: para llegar a la unidad debemos ser unocon lo que hacemos, debemos fundirnos con lo que hacemos.Primeramente debemos ser humildes, la humildad es un requisitoimprescindible, para ni quitar ni poner importancia a lo que hacemos.Ya que cualquier tarea que desempeñemos es un bien para lasociedad, necesaria y que alguien tiene que hacerla ¿Por qué nonosotros?Si tratamos de hacer un trabajo perfecto, habremos subido unpeldaño, el “qué” ya lo tenemos claro. No le demos más vueltas, conlo cual, excusas, justificaciones y temores desaparecerán. Lo queaparecerá por delante nuestro son los caminos para la ejecución. El“cómo” es donde radica la maestría: si nos centramos y enfocamospor entero al cómo, sin duda llegará un momento en el que nosfundiremos con eso que hacemos convirtiéndonos en maestros, enartistas...Cuando se alcanzan esos estados de plenitud, serenidad y paz quenos hacen grandes. Porque realizamos nuestro trabajo con grandeza,ya sea estar inmerso en una investigación para erradicar unaepidemia o poner un café en una taberna de pueblo. Eso da lo mismo(es cierto que la repercusión de uno u otro trabajo no son iguales,pero ese tema ahora no nos concierne).En el momento que nos fundimos con lo que hacemos, sentimos unaenergía infinita, el tiempo pasa a ser relativo. Podríamos estartrabajando o realizando esa tarea durante horas y horas, pensandoque tan sólo han pasado unos minutos. La imaginación, laconcentración y la creatividad se disparan a límites insospechados,ofreciéndonos posibilidades de crecimiento interior enormes.Alguien podría pensar que todo esto es muy bonito sobre papel y asíespero que lo sea, pero que opinarían esas mismas personas de cómo

Cervantes escribió el Quijote, o Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina, ola Selección Española de Futbol está rompiendo récords y moldescontinuamente en todas las competiciones a las que acude, o RafaNadal ha llegado a las más altas cimas del tenis mundial... Podríamosseguir ahora con decenas, quizás centenares de casos anónimos, yque sin embargo conocemos personalmente.Y por supuesto nadie pretende insinuar que esto es fácil; recordemosuna vez más que todo es difícil antes de convertirse en fácil. Y queesta fusión con lo que hacemos para alcanzar la unidad necesita deentrenamiento, práctica, aplicación. De un gran compromiso personalpor nuestra parte, compromiso es dedicarse sin reservas, vamosponer toda la carne en el asador, ¿Sí?Todo esto de lo que hemos hablado está descrito en la teoría de Flujoy el Satori Oriental que muestra el ejemplo de cómo el Arquero Zen sefundía con el arco para realizar el disparo perfecto, la consecuencia derealizar el disparo perfecto era dar en la diana (nada más y nadamenos!). Al igual que cuando realizamos un trabajo perfecto suconsecuencia es la superación personal y un triunfo sólido y duradero(ni más ni menos!).

VERSOXL

El movimiento del Tao es el retornoLa norma del Tao es la utilidad

Las diez mil cosas han nacido del serEl ser ha nacido del no ser.

ELMOVIMIENTODELTAO...

Vamos a reflexionar sobre la utilidad de la inutilidad y viceversa, lainutilidad de la utilidad. En infinidad de ocasiones realizamos cosasque entendemos nos son útiles y cuando queremos darnos cuenta sehan convertido en inútiles.No sólo eso, sino que nos producen desazón y múltiples pensamientosde ansiedad, por pensar que hemos perdido el tiempo. Y ya todossabemos que perder el tiempo es matarlo y matar es un crimen, parael común de los mortales; en la casi totalidad de códigos y leyes queexiste allende los mares.Sucede que la utilidad o no de algo suele decidirse en función de losobjetivos y propósitos que tenemos. Así como el sentido que le damosa nuestra vida. Y este no es estático e impertérrito con el paso deltiempo, más bien al contrario, es dinámico y cambiante. Con lo cual loque nos puede resultar útil hoy, porque nos acerca a nuestras metas,mañana puede dejar de serlo por haberlos cambiado o simplementevariado.Respecto a que nuestros propósitos tengan la capacidad de sercambiantes. Es un signo de adaptación, cuando existen barreras ylímites que no somos capaces de romper o traspasar, suele ser unadecisión inteligente. Como hemos oído en ocasiones, luchar contraruedas de molino puede consumir una energía preciosa eimprescindible; que podríamos utilizar allí donde si tengamosposibilidades.Al igual que cambiar constantemente de objetivos y metas, al primerimprevisto, no es adecuado ya que demuestra conformismo. Y estesuele entenderse como una derrota, cuando en realidad, también esepunto depende de cada uno de nosotros. Es nuestra alma la que dictalas instrucciones necesarias a nuestra mente y cuerpo para asumirconformarse, dándole utilidad a una situación nueva, de la que nopodemos o no queremos (que mucho hay de esto) salir.También podemos constatar que la utilidad o no de aquello que

afrontamos puede tener un resultado a corto, medio o largo plazo.Eso es algo de lo que debemos ser conscientes y que nuestro espacio-tiempo, no es el mismo que el de las causas-efectos, o lasconsecuencias provocadas por las acciones...Las cosas no suelen ocurrir cuando queremos que ocurran, sucedencuando suceden y nosotros debemos asumir que ese interruptor noestá en nuestras manos, lo que sí está es la capacidad de quesucedan o no y lo que hacemos con ellas.Tengamos en cuenta que toda utilidad o su contraria, seremosnosotros quienes la etiquetemos y saquemos provecho. Es decir,enseñanzas de ella; siempre es una elección que está en nuestrasmanos y en la mayor parte de las ocasiones tiene poco que ver connuestra mente racional. Más bien está conectado con nuestra alma através de las sensaciones, sentimientos y emociones que nosembargan...Al igual que hay mucho de qué hablar sobre la inutilidad, o lo quealgunos de nosotros pensamos que puede ser inútil, catalogándolo porejemplo de pérdida de tiempo. Para una persona tremendamenteactiva y encauzada de forma expeditiva hacia la consecución de susobjetivos pensará que realizar tareas, como la relajación a través detécnicas de respiración combinadas con la no acción del momento,puede ser una pérdida de tiempo, que no le lleva a ningún lado yretrasa su carrera.Y por el contrario, alguien tremendamente pasivo, reflexivo ydubitativo, pensaría que estar siempre en acción, haciendo; puederesultar inútil ya que todo lo que hace, necesita de mucha no acciónpara decidir la acción adecuada.En ambos casos lo que consideran inútil puede resultar una ventajacompetitiva de superación para ellos mismos. La combinación deacción y no acción nos provee de utilidad sobre la inutilidad quehabíamos previsto que era.Acudamos nuevamente a los Arqueros Zen de antaño, ellos sepreparaban y practicaban. Se hacían verdaderos expertos y eruditos

en áreas que nada tenían que ver con el arco y la flecha; como lacaligrafía, la jardinería, las artes marciales, la pintura, la literatura.Aparentemente podría pensarse que poco o nada tienen que ver consu misión de dar en la diana. Esto como ya sabemos es erróneo, yaque todo ello bien orientado, les ayudaba a realizar el disparo olanzamiento perfecto y una vez más, ya sabemos que la consecuenciade su trabajo perfecto era dar en la diana.Al igual que nosotros, si realizamos un trabajo perfecto y nospreparamos dándole utilidad a todas las experiencias que tenemos ypor las que pasamos extrayendo el máximo “jugo” y partido -incluso aaquellas cosas que el mundo o nosotros consideramos inútiles-,habremos encontrado una de las claves maestras, que nos lleve por elcamino de la superación personal ¿Y por qué no? De la sabiduría(aunque hablar de ella sean palabras mayores).No seamos, pues, inocentes e incrédulos; aprovechemos todo,absolutamente todo, lo útil y que nos acerca directamente a nuestrossueños y lo que otros consideran inútil, que seguramente también nosacerca a nuestros objetivos. Quizás de manera más serena y de losque podemos sacar unas enseñanzas muy útiles para nuestro camino.Ante todo actuemos con equilibrio aplicando la coherencia y larazonabilidad, a todo lo que hacemos. Esa capacidad la tenemostodos sin excepción.

VERSOXLI

Cuando un sabio conoce el Tao, lo practica con diligenciaCuando un mediocre conoce el Tao, se debate entre la creencia y la

no creenciaCuando un tonto conoce el Tao, se carcajea de él

¡Pero si alguien así no se riera de él, el Tao no sería el Tao!

Las personas sabias de la antigüedad dijeron:

El Camino brillante parece sombríoEl Camino del avance parece el del retroceso

El Camino liso parece rugosoLa alta Virtud parece un abismo

La gran Pureza parece manchadaLa Virtud abundante parece insuficiente

La Virtud estable parece inseguraLa Virtud sólida parece inconsistenteLa gran cuadratura no tiene esquinasLos grandes talentos maduran tarde

El gran sonido es silenciosoLas gran Forma es informe.

El Tao está oculto y no tiene nombre; sin embargo sólo él sabeproporcionar ayuda y satisfacción.

CUANDOUNSABIOCONOCE...

Cuando alguien sigue su camino y considera que este es “el Camino”;que no siempre es fácil o es el que nuestra fragilidad de espíritu nospediría. Es una decisión llena de compromiso la que nos mueve aseguir en él, profundizando y desarrollándolo día a día, momento amomento.A pesar de que en muchas ocasiones, las cosas se pongan difíciles y elentorno en el que nos movemos parezca carcajearse de nosotros porlo que hacemos o por los principios que intentamos mantener en pie.Aún a costa de que inicial y aparentemente, puedan perjudicarnos yretrasarnos en lo que consideramos, el acercamiento hacia nuestrosobjetivos y sueños.Si profundizamos en cualquier camino, descubriremos que siemprenos rodean distintos ambientes, aunque algunos de ellos no lospercibamos como ambientes cercanos a nosotros. Algunos de estospueden resultarnos tremendamente positivos y motivadores paraaquellos propósitos que pretendemos.Cuando somos capaces de identificarlos y sumarnos a ellos, nosresultará más fácil conectarnos a nuestras fuentes de motivación, lasoportunidades que se cruzarán siempre serán mucho más, tanto encantidad como en calidad. Al fin y al cabo eso es lo que pretendemostodos, que por aparecidas o no, que provocadas o no, lasoportunidades se crucen en nuestro camino, sí o sí.Un entorno propicio, aumenta la energía para desarrollar esascapacidades y talentos que tenemos, que son los que realmente nosacercan a nuestros propósitos. Que son los que debemos potenciar yestos suelen ser uno o dos, máximo tres, no más. Ya quedesarrollando esos ”especiales talentos” con los que hemos nacido,harán que se desarrollen otros de manera colateral y automática.Al igual que cuando uno desarrolla algunas “malas” capacidades, porsimpatía se desarrollan otros no menos “malos” talentos. De maneracolateral. Esto es una regla, casi matemática y en la cual los

ambientes por los que nos movemos tienen mucho que decir.Respecto a los entornos, la mayoría de nosotros sabemos si son losque nos convienen o no. Esto lo apreciamos desde nuestro interior,allí donde las emociones y sentimientos se gestan manifestándoseentonces exteriormente.A veces nos puede parecer que un determinado ambiente; quizás nosea tan perjudicial o negativo. Total para dos días que estamos aquí,tampoco vamos a privarnos de todo lo que nos apetece ¿Realmentenos apetece? Nos resulta difícil, casi imposible, quitarnos del medio¿Queremos o no queremos?...Todo es difícil antes de ser fácil; si merece la pena no será fácil. Y lasatisfacción que da saber que uno está haciendo lo que tiene quehacer y cuando tiene que hacerlo. De manera que esto no sólo nosacerque a nuestros objetivos, sino que propicie que vivamos nuestrossueños.En cualquiera de los casos, en cuanto a los entornos se refiere,tenemos que tener meridianamente claro que somos nosotros los quedecidimos en cada momento. Con cada una de las acciones querealizamos y que no es necesario que hagamos grandes giros ennuestra vida.Si más tarde quizás no seamos capaces de mantener en el tiempo;pero podemos imprimir pequeños giros, mínimas acciones que vayanvariando y redirigiendo esos entornos en los que nos movemos.Cuando nos sentimos arropados por el ambiente que nos rodea; yasean familiares, amigos, compañeros, nos sentimos con las fuerzaspara superarnos, ya sea profesionalmente como en el ámbito delcrecimiento personal se refiere.Ya que uno puede centrar todo su poder en esa misión que tiene pordelante. Las sinergias que se producen son casi mágicas y se handescrito como Mente Maestra en diversos textos; siendo uno de susprecursores Napoleón Hill, estudioso sobre la Filosofía de los Logros.Que es la que provoca que haya personas que triunfan frente a otrasque no.

Y por supuesto no podemos olvidarnos de quienes se superan aún apesar de todo, y cuando digo todo es todo. El ambiente, lascircunstancias, las derrotas que nos inflige la vida.Esas personas además de merecer nuestro respeto, debemos serconscientes de que su crecimiento interior suele ser espectacular.Acabando por transmitir con los años, todas esas cicatrices que hanacabado convirtiéndose en sabiduría.Siempre y cuando hayan decidido sacar provecho de todas laslecciones que la vida nos pone por delante; a modo de pruebas,adversidades. Que hacen que en muchas ocasiones sintamos dudascansancio, indecisión ante el camino que hemos recorrido.Pero sobre todo por el camino que nos queda por recorrer,olvidándonos del camino que tenemos bajo los pies. Que como nopodía ser de otra manera, es el más importante y el que definenuestro éxito y nuestra felicidad. Recordemos que no hay un caminopara el éxito y la felicidad... El éxito y la felicidad son el camino(¡aunque no siempre sea el más fácil!)

VERSOXLII

El Tao dio a luz al UnoY el Uno dio a luz al DosEl Dos dio a luz al Tres

El Tres dio a luz a todas las cosas.

Todas las cosas llevan el Yin a sus espaldas y abrazan el Yang,obteniendo su armonía vital de la justa mezcla de los alientos vitales.

¿Qué hay más repudiado por las personas que ser “desvalido”,“pequeño” y “despreciable”?

Y sin embargo estos son los nombres que los barones y príncipes seotorgan a sí mismo.

Ciertamente, se puede ganar al perder; y se puede perder al ganar.

Permítaseme repetir lo que otro enseñó:“La persona violenta tendrá un fin violento”

Quien dijera esto puede ser mi maestro y mi padre.

ELTAODIOALUZ...

Todo tiene un principio, un inicio, un origen... Luego todo continua;después del uno viene el dos y a este le sigue el tres y asísucesivamente. Si consideramos la motivación como ese Tao del quenos estamos nutriendo, tenemos que ésta da lugar a lospensamientos en nuestra mente y estos a su vez a las ideas.Cuando las ideas se organizan, devienen en planes y éstos, si somoscapaces de ponerlos en movimiento, es decir, les insuflamos acción,acaban por convertirse en logros.Vaya, la filosofía de los logros podría derivarse del Tao (¿Y por quéno?). Recordemos que cualquier avance científico, médico,construcciones faraónicas, vehículos, barcos, aviones, ferrocarriles, aligual que las grandes iniciativas comerciales e industriales... se hanoriginado en la mente de una persona; a través de un pensamiento,iniciado por un estado de ánimo y voluntad adecuados, mejordigamos entusiasta.Todo pensamiento llevado a la acción debe a su vez contener unaparte positiva y una negativa, su lado altruista e interesado, subeneficio y su pérdida, su éxito y su fracaso.Sólo siendo consciente de esta dicotomía, al igual que el yin y el yang,que en su justa medida brindan equilibrio y armonía. Al serconocedores y asumir este precepto, habremos encontrado laserenidad suficiente, para afrontar lo que la vida nos depare. Ya quetendremos claro que todo lo bueno, sólo por serlo lleva implícito sulado malo. Que quizás el estar acompañado significa en realidad,sentirse en soledad y viceversa.Que toda derrota de la que nos levantamos, es un éxito deincalculable valor y es que todo triunfo entraña un riesgo muy alto defracaso... Podríamos seguir hasta el infinito, pero creo que se entiendea la perfección lo que deseamos expresar.Cuando nuestros pensamientos llegan a tener la suficiente fuerza

como para asumir el reto de llevarlos a la realidad, es el momento deabandonar la complejidad y abrazar la sencillez de las cosas, para quesea nuestro camino para materializarlas.Las cosas complejas o mejor, cuando las complicamosdesmesuradamente nos agotan las energías. Nos desvían de losobjetivos, nos abren las puertas a las dudas y estas se convierten entemores que nos dejan paralizados; total el caos y la derrota puedenafincarse en nosotros.Por el contrario, cuando la sencillez de lo complejo es nuestrabandera, esto nos da fuerzas para tener la claridad mental (oviceversa), para que los logros acudan en cascada; creando unasinergia sin precedentes entre nosotros. Nuestros objetivos, lo quevamos consiguiendo y lo que podemos considerar nuestro éxitoparticular.¿Cómo podemos hacerlo? Pues como todo tiene su parte yin y yang,podríamos decir que es fácil o difícil dependiendo de cada uno denosotros. Lo que sí está claro es que, si lo tenemos meridianamenteclaro, encontraremos caminos; de lo contrario hallaremos excusas yjustificaciones que nos frenen.Todos hemos planeado algo (lo que sea) y quien quiere realmentellevarlo a cabo, su planificación le lleva a la acción. La persona quesimplemente lo desea, pero en su fuero interno no se lo exige, seguiráeternamente planificando, estudiando y preparándose. Jamás hallaráel momento de entrar en acción, de jugar el partido de su vida.Pero claro, entrar en acción entraña una posibilidad, la de ganar:triunfar. Y un riesgo implícito: el de fracasar. El porcentaje de uno uotro estará asentado en nosotros; dependiendo de la voluntad y laactitud que tengamos ante el reto que afrontamos o ante la vida, eldía a día que nos toca vivir, tan sólo por estar vivos. Si valoramos ytrabajamos estos conceptos con la amplitud mental suficiente,dejándonos llevar por la grandeza de ser uno mismo con la serenidadque entraña ser “uno”…Descubriremos que todo triunfo supone sacrificios, esfuerzos y

dedicación; que no todo el mundo está dispuesto a asumir. Muchosquieren el resultado del éxito, sin hacer el camino.Que toda derrota, si está bien asimilada y entendida, podríamos llegaral convencimiento de que nos ha sido enviada por “algo”. Existe unarazón para ello, aunque no lo entendamos o nos preguntemos: ¿Porqué a mí? Y no encontremos respuesta coherente en ese momento.Todo fracaso requiere de la adaptación para salir de él y tratar desacar la mejor lección, que nos acerque a nuestros sueños. Quizás seaun triunfo encubierto, disimulado, que tenemos que descifrar.En este punto es necesario pedir disculpas, porque está claro que lavida a veces trae desgracias inesperadas y de gran calado. Quepueden sumir a una persona en la más grande desesperación; y quienescribe, come todos los días, tiene la oportunidad de trabajar y untecho donde vivir.Quizás no sea la persona más adecuada para tratar de enseñar anadie a convertir “desgracias” en “oportunidades”; en cualquier casola capacidad de elegir como siempre está en nuestras manos ysiempre...

VERSOXLIII

Lo más blando del UniversoVence a lo más duro del Universo

Lo que no tiene sustancia puede entrar donde no hay espacioPor eso conozco el valor de la no acción.

Enseñar sin palabras y trabajar sin hacer es algo que comprendenmuy pocos.

LOMÁSBLANDODELUNIVERSO...

Cuando la motivación nos llega por canales externos a nosotros y deforma artificial con técnicas que posiblemente nos entretengan, perolejos de conseguir lo que pretenden, ésta es pasajera y nos obliga auna acción desmesurada para conseguir aquello que queremos;tenemos que empujarnos a nosotros mismos para conseguir cualquierpequeño avance.Sin embargo cuando las cosas nacen en nuestro interior, aunque lamecha la hayan puesto desde el exterior otros. Insisto la mechatendremos que encenderla nosotros; descubriendo lo qué queremos ycómo lo queremos. Entonces la fuerza que se genera, es mucha y lavivimos de forma flexible, adaptable.La usamos cuando tenemos que usarla y permanece dentro denosotros a nuestro servicio. Esta energía es blanda y lo envuelve todo,viviendo el momento de actuar; al contrario que lo anterior y artificial,que produce una energía dura que intenta ser arrolladora. Pero que altoparse con la primera barrera y chocar, acaba por disiparse.El ejemplo sería el siguiente: un torrente de energía en movimientohacia un muro, que al chocar con él, al no poder atravesarlo oderribarlo, esta se disipa. Es decir, la energía desaparece, aquí escuando hay quien nos “vende” sus sistemas. Nos dicen cómo tenemosque hacer las cosas, en lugar de dejar que seamos nosotros quienesla descubramos... Los verdaderos maestros muestran caminos y losalumnos trabajan para encontrarlos dentro de sí...En el caso contrario y que nos ocupa, ese torrente de energía quepodríamos llamar motivación, al llegar al muro, se detendría,consideraría las opciones, evaluaría las consecuencias y su decisiónsería adaptarse y rodear el muro, incluso filtrarse por los poros quetuviera. Tarde o temprano (el tiempo siempre es algo relativo), lotraspasaría. Saldría incluso reforzada e incrementada la motivaciónpor el logro conseguido. Lo blando siempre puede con lo duro, y novamos a poner el ejemplo del agua que ya todos sabemos, porque

probablemente lo hemos experimentado en más de una ocasión.La verdadera motivación, la que generamos nosotros por tener losmotivos suficientes, en cantidad y calidad para levantarnos por lasmañanas y comernos el mundo. Adaptándonos al mundo, o a laespera de ver que nos depara el mundo; que cada uno tendrá suvisión y misión de lo que hace aquí.Pues eso la motivación interior: es aquélla que es capaz de manejar,equilibrando el entusiasmo y el autocontrol, las emociones que estasgeneran, con total pericia. Es como los cordinos de una cometa (oparapente): si tiras más de uno que de otro, de maneradesproporcionada, se desestabiliza y se dirige al suelo como unproyectil.Así debemos manejar nuestra motivación, y la vida en definitiva, conponderación, armonía. Ah, y esto no significa que uno no pueda, endeterminados momentos, manejar la cometa para que haga vuelosrasantes sobre tierra, gire sobre sí misma enrollándose ydesenrollándose, según nuestros movimientos.Con esto quiero decir que sí, que hay que estar preparado para darleacción de la “dura” a la vida. Pero siempre desde la no acción quesupone la reflexión y el equilibrio entre las cosas.Insisto y no desistiré nunca de subrayar que las palabras, palabrasson y no pueden significar más que posibles caminos. Que somoscada cual quienes tenemos que decidir cuál cogemos y cómo lotransitamos. Cuando las palabras pretenden hacer el trabajo y darlotodo hecho, están a la vez sembrando en nosotros esa energíaartificial, que trata de derribar muros y que cuando no lo consigue sedisipa, es algo así como: si lo he leído, si lo he escuchado, si me lohan explicado en tal o cual curso, si yo he creído... Y al final eramentira.¡No he podido!... No, no era mentira, simplemente creímos que lo queles funciono, a otros nos tenía que funcionar a nosotros, sin realizar eltrabajo previo que se necesita.Todo sistema que uno trate de adoptar requiere de un mínimo de

adaptación a nosotros y eso requiere trabajo. El de conocernos anosotros mismos, quizás ver donde están nuestras limitaciones,nuestros condicionamientos, nuestras creencias.Donde somos unos maestros: poniendo excusas, justificaciones y porsupuesto superando esos temores, que todos tenemos y que comovan sobre nuestros hombros, ni los vemos ni queremos sentir su pesosobre ellos.Por eso toda acción lleva implícita una no-acción, esto es difícil deexplicar con palabras; hay que experimentarlo, vivirlo, eso que llamanmeditación (yo diría estar con nosotros mismos, sin que nada ni nadienos moleste ni distraiga).Necesita de la no-acción y es un trampolín para crear una fuente demotivación increíble e inagotable; que nos lleve por los caminos quedeseemos transitar.Los buenos maestros, los de verdad, enseñan sin palabras, o con muypocas de ellas, trabajan si trabajar, hacen sin hacer. Por ello debemoscrecer, hasta llegar a ser alumnos que estén preparados paraencontrar a su verdadero maestro... Pocos entienden este precepto ypocos están preparados para encontrar a su maestro.

VERSOXLIV

La fama o la personalidad, ¿Qué es lo que más importa?La personalidad o la riqueza, ¿Qué tiene más valor?

Ganar o perder, ¿Qué es más doloroso?

El que tiene apego a las cosas sufre muchoEl que guarda puede sufrir grandes pérdidas

Una persona satisfecha no está nunca decepcionadaEl que sabe cuando tiene que parar no tiene problemas

Siempre estará seguro.

LAFAMAOLAPERSONALIDAD...

Cuando de cada uno de nosotros se trata -y más si tenemos quemirarnos al espejo- descubrimos que preferimos trabajarnos lareputación y la fama antes que la personalidad y el carácter (aunqueesto no lo reconoceríamos ni ante un juez...).Anteponemos el qué pensarán los demás, nos dejamos llevar por lofácil; se trata de agradar a todo el que se cruce con nosotros, aún apesar de nuestras creencias y sentimientos.Imagino que no hay que incidir en cuántas personas prefierenenfatizar en la reputación, para que los demás crean que son lo queellos ya saben que no son. Esto es mucho más fácil que trabajarse lapersonalidad; no olvidemos que todo lo que atañe a la fama, cuandosalta sobre la personalidad, es ficticio, pasajero. Con total seguridadnos provocará un vacío en cuanto a motivación se refiere, que puedeser muy complicado llenar.Sin embargo, cuando alguien trata de que su personalidad crezca y sedesarrolle, toda la reputación que acumule será duradera, natural;podríamos decir que permanente. Ahí es cuando la motivación, la quenace del alma, encuentra los caminos para que nos superemos ycrezcamos interiormente. Momento en el cual ya estamos triunfando,porque somos quienes queremos ser, sin máscaras y quienes nosrodean lo perciben en toda su magnitud.La motivación que nos interesa siempre se centra en lo que importadesde dentro del ser humano y no al revés. Por eso cuando uno secentra en la fama y en la reputación, puede desmotivarse. Acabandopor descubrir, que los motivos que le empujaban hacia delante ahorale frenan, e incluso lo dejan paralizado.Una personalidad arrolladora crea una reputación arrolladora sinproponérselo; la motivación, cuando de riqueza se trata, tambiéntrabaja en dos planos. En el terreno material de la búsqueda deriquezas y en el plano de la personalidad del individuo; que como talnecesita de ciertas riquezas para vivir en sociedad. Y sobre todo para

devolver a la sociedad parte de lo que ella tiene a bien obsequiarlecada uno de los días que se levanta.Quien sólo busca riqueza, posiblemente tenga dificultades paramantenerla, o para disfrutarla en su justa medida, o para darlesentido a su vida. Todos sin excepción conocemos personas condinero, que o no saben qué hacer con él o no saben gastarlo o lomalgastan, o...Sin embargo quien desarrolla su “ser”, su personalidad y la enfoca arealizar un bien y para ello tiene claro que necesita medios materiales,está conectando tres estados que son muy beneficiosos para el serhumano y que son: la riqueza, la abundancia y la prosperidad.Aunque pueda parecer que los tres giran en torno al dinero, nada máslejos de la realidad... Qué cada uno revise el significado de esas trespalabras, con detenimiento, y descubrirá que pueden estar o no muylejos de tan sólo los bienes materiales, en los que piensan algunaspersonas.Ya tenemos claro que el dinero es necesario; pero vamos a darle elvalor que realmente merece y no otro. Que suele ser el quedeterminados ambientes imponen por la mal entendida reputación,pero no vamos a volver al principio, verdad?Ni que decir tiene que la motivación, en uno u otro caso no tienennada que ver; quien se centra únicamente en la riqueza material, lasderrotas pueden sumirlo en el peor de los fracasos. Viéndose incapazde levantarse, ya que sus motivos no le nacen del alma, no tienensustancia, están vacios por provenir del exterior. Al que desarrolla supersonalidad creciendo interiormente y para ello no desprecia el bienque puede hacer con las riquezas que obtenga, no habrá adversidadque lo detenga, no habrá caída que no le enseñe una valiosa lección.Cuando las personas no tienen una motivación y unos motivosrealmente nacidos en su interior, acaban por tener un apegodesmedido por las cosas materiales que acumula. Ya que estas nuncale resultarán suficientes, y al no ser jamás suficientes se sentiráincluso frustrado por no conseguir más y si sufren grandes pérdidas,

su vida dejará de tener sentido real y fructífero para la sociedad.Sus motivos se centrarán en no perder lo que ha ganado y ganarmás... Pero perderá de vista el por qué lo ha ganado y para que lo vaa emplear, que no sea en alardear y pavonearse ante sus semejantes,de sus auríferos logros.Entiendo que puede parecer exagerado, pero a veces podemos caeren determinadas trampas y cuando nos damos cuenta, es tarde paradesenmarañar todo lo que hemos tejido. Perdón, nunca es tarde paraalguien que tiene claro lo qué quiere, cómo lo quiere, ya sabemos querectificar es de sabios.Hablando de sabios… sabiduría es, por el contrario, estar satisfechocon lo que se tiene y el que sabe cuando la no-acción precede a laacción. Esto sin duda será un seguro para evitarse problemas; estobien entendido y aceptado no tiene porque ser contrario a lasuperación y la búsqueda del triunfo personal que cada uno debetener frente a sí. El crecimiento personal no tiene fin; bueno, sí:¡cuando pasamos a mejor vida!

VERSOXLV

La mayor perfección parece imperfecta, y sin embargo su uso esinagotable

La mayor plenitud parece vacía, y sin embargo su uso no tiene fin.

La mayor rectitud parece tortuosaLa mayor destreza parece torpeza

La mayor elocuencia parece un tartamudeo.

La inquietud vence al frío, pero la calma vence al calor.

La paz y la serenidad ponen las cosas en orden en el universo.

LAMAYORPERFECCIÓNPARECE...

Cuando algo roza la perfección, digo ”roza” porque he meditado sobreello y aunque creo que la perfección no existe como tal, si nos loparece en determinados momentos, así será. Si nos centramos en elmundo de la motivación y la superación, ésta sin duda es complicadade alcanzar, cuanto más vivirla.Si es cierto que cuando nos hallamos en su busca y trabajamos paraconseguirla; tenemos en ocasiones atisbos de alcanzarla. Esta es unarecompensa que premia todos nuestros esfuerzos y dedicación aaquello que hacemos.Aunque pueda parecer imperfecta a ojos de los demás, esos quepermanentemente achacan a la suerte todo lo bueno que les sucede alos demás y a lo torpes que somos lo malo que nos sucede. Ennuestra torpeza la suerte no tiene nada que ver, se ratifican.Este tipo de personas ven siempre imperfecciones allí por dondepasan. No hay perfección que se resista a sus inteligentesescrutinios... En fin dejemos que la “suerte” los envíe al lugar quemerecen.Cuando alguien alcanza la maestría y la excelencia, en sus tareaspersonales o profesionales, lo hace de tal manera que puede parecera ojos de otras personas como algo mágico y en lo que uno no tieneintervención directa.Es cuestión de suerte, como decíamos; y nada más lejos de larealidad. Todo aquello que alcanza un estado de perfección o cuasiperfección lleva o ha llevado aparejado un esfuerzo, una dedicación yuna pasión sin igual; tanto, que otros empiezan a buscar laimperfección en la perfección,... Incongruencias de la vida.De hecho cuanto más plenos nos sintamos, nuestros motivos ymotivación nos llevan por el camino de la superación, sintiendo laplenitud en nuestro estómago. En esa zona donde se almacena laenergía interna -vamos, las emociones-: ¿quién no ha dicho alguna

vez: tengo un nudo en el estómago...?También nuestra mente, cuando siente la plenitud, envía un mensajeal resto del cuerpo de sosiego, equilibrio y serenidad. ¿Y el espíritu?:El alma ha sido quien ha propiciado ese estado, así que no loolvidemos jamás de las jamases.La sensación, el sentimiento, incluso la emoción de la plenitudpropician tal estado de armonía que en realidad es como cuando unose vacía de estados negativos como la ira, el egoísmo, ladesmotivación.En el momento que te vacías es cuando más pleno te sientes yviceversa. Por ello estos estados son antagónicos perocomplementarios, se necesitan mutuamente y el uno no podría existirsin el otro, de ahí que se diga que no tiene fin...Cuando emprendemos un camino, nuestra decisión está tomada yactuamos en consecuencia. Cuanto más claro tengamos el qué quieroy cómo lo quiero, menos importancia tendrá la tortuosidad delcamino. Ya que todos sabemos que las cosas si valen la pena noserán fáciles de conseguir.En ese “difícil de conseguir” y “tortuosidad”; en muchas ocasiones esdonde reside el verdadero éxito. En lo que hemos aprendido, en lasvivencias que hemos experimentado, en las personas que se hancruzado en nuestro camino, en la toma de decisiones que hemosejercido, la de veces probablemente que nos hemos tenido quelevantar y lo que ha supuesto a nuestros estados de ánimo.En definitiva, a la entereza para poder continuar motivados ycentrados en los motivos-objetivos que nos mueven a la acción.Ese punto donde se alcanza lo ansiado, por supuesto que esimportante; pero si hemos sabido vivir el momento presente,descubriremos que lo conseguido cobra importancia por el cómo lohemos conseguido. Siempre los “cómos” no sólo son importantes, sinoque definen una vida, un proyecto personal o profesional.Y aunque el “cómo” para algunas personas pueda parecer pocoimportante o secundario, se equivocan... La plenitud de las cosas, así

como la ansiada perfección radican en el “cómo” se hacen las cosas.Si centramos nuestra atención en el “cómo” y le damos el papelestelar que tiene, encontraremos que en la mayor parte de lasocasiones tenemos respuesta a preguntas que antes no teníamos; quelo que a otros puede parecer tortuosidad para nosotros es rectitud; loque para otros es torpeza, para nosotros es destreza y la elocuenciapodrá parecerles tartamudeo.“Cómo se vence al frío: Con la inquietud. Cómo se vence al calor: Conla calma”Los “cómos” si nos detenemos por un momento a pensar, veremosque entrañan acción, un “hacer” en definitiva. No nos dejanindiferentes, por eso el ser humano, temeroso per se, le da miedocoger el “cómo” por los cuernos.Por eso la sociedad en general se deja llevar, y aquí no me refiero afluir, sino a todo lo contrario... Para fluir con lo que ocurre yadaptarse, nada mejor que tener claro y dominar el “cómo”: sólo asínuestras decisiones estarán fundadas. Nuestra adaptación será totalhallando plenitud, perfección en lo que hacemos por el cómo lohacemos. Así la paz y la armonía serán nuestro premio y nuestrascosas estarán en orden.

VERSOXLVI

Cuando el mundo está en posesión del Tao, los caballos se mandan afertilizar los campos con sus excrementos

Cuando el mundo pierde el Tao, se crían caballos de guerra en lossuburbios.

No hay mayor calamidad que no saber cuándo es suficienteNo hay mayor mal que la codicia

Sólo aquél que sabe cuándo es suficiente tiene siempre suficiente.

CUANDOELMUNDOESTÁ...

En el momento que nuestros propósitos están alineados con el caminoque estamos recorriendo y éste es honesto con nosotros, tanto con lasociedad de la que participamos…Sentimos la serenidad y el equilibrio que supone el hacer lo quetenemos que hacer cuando tenemos que hacerlo, dando lo mejor denosotros mismos. También recibiendo lo mejor que la vida nos brindaen forma de vivencias.Cuando esto es así, la motivación que nos mueve es siempre la justa,la que maneja con arte los hilos del entusiasmo y el autocontrol. Laque hace que seamos capaces de soñar con los pies en el suelo, laque nos permite distinguir entre límites y limitaciones.Por supuesto la que pone en su lugar a los temores y a los miedosque tienden a paralizarnos siempre que estamos a punto de acometerun nuevo reto en nuestra vida.Sin embargo, cuando la motivación nos la imponen desde fuera y nosla venden enlatada, como el milagro que nos salvará (incluso a vecesde nosotros mismos), se convierte en artificial, pasajero y que al noestar integrada en nosotros, puede llevarnos a cometer el error de verlimitaciones donde en realidad existen límites o viceversa. Sabiendoque los límites es aquello que no podemos traspasar con lascapacidades de que disponemos.Y las limitaciones son los límites que nos imponemos a nosotrosmismos; o peor, lo que los demás deciden imponernos, sin siquierapreguntarnos.Del capítulo de temores y miedos, tenemos que hacer un esfuerzo deserenidad y coherencia, ver cuáles de ellos merecen que les hagamoscaso y cuáles no. Con seguridad descubriremos que la mayoría soninfundados y jamás se van a producir.Como decíamos, cuando la motivación es insuflada desde fuera, deforma artificial puede movernos a tener objetivos que no estén ni

alineados, ni equilibrados con nosotros ni realmente con lo quequeremos ser, aunque no nos demos excesiva cuenta.Esto nos puede suponer emprender caminos que no nos lleven aninguna parte; pensándolo mejor todos los caminos nos llevan a unlugar, a pesar de que no sea el que nosotros esperábamos hallar.Quizás de estos caminos, a veces considerados errores, el ser humanoaprende; consigue y endereza su trayectoria, camino de susverdaderos propósitos. Pero esto no es gratis, requiere dosis dehonestidad y humildad para con eso que nos ha pasado.La mayoría de personas, si supiéramos sacarle provecho a esascircunstancias, habría grandes probabilidades de ser mucho mássabios de lo que somos, amén de inteligentes, que ya muchaspersonas lo son.Por lo tanto estaremos viendo y palpando no sólo en estas páginassino en la totalidad del libro, que lo que hay que hacer, y aquí sinlimitaciones ni temores, es sacar provecho de todo lo que nos ocurre,de la vida.En definitiva, que es una y que tiene principio y fin; siendo unamanera muy recomendable la de vivir, experimentar el instante en elque vivimos como único e irrepetible. Si lo hacemos así, a lo mejorsomos capaces de vivir mucho más intensamente de lo que lohacíamos.Me viene a la mente que vivir intensamente no quiere decir llevar unavida excitante en su totalidad, haciendo deportes de riesgo a todashoras. Buscando charcos donde meter los pies, retos imposiblesdonde refugiarnos, incluso de nosotros mismos.Una vida rica e intensa entraña sin lugar a dudas, momentos, grancantidad de tiempo de todo lo contrario, de meditación, de estudio, derecogimiento. Es decir de no-acción, a pesar de lo que pueda parecereso requiere de gran intensidad y autenticidad para que lo llevemos acabo.Este punto de no-acción es el contrapeso, en la balanza de la acción ala que nos vemos sometidos; por el tipo de sociedad que hemos

creado todos.Sí, creado todos sin excepción; aquí es cierto que unos son másresponsables que otros, pero nadie está exento de cierta culpa,digamos mejor responsabilidad que quizás sea más entendible.Por ello uno de los peores males a los que nos podemos enfrentar, esel no saber cuándo nuestra motivación debe llevarnos a la acción ycuando a la no-acción.Podría ser considerado, más que una ciencia, un arte que necesitadominar ciertas capacidades. Como son todas aquéllas que nosproporcionan equilibrio, en todo aquello que hacemos y en lo quepretendemos hacer en y con nuestra vida.Cuando uno realmente no sabe cuándo es suficiente, nacen en él no-virtudes como la codicia, el egoísmo, la avaricia, el recoger sin habersembrado. Éstas lo que hacen es que nuestra vida sea vacía, llena detemores, provocados por la idea de pérdida de lo que se tiene o setendrá, lo que es peor.Y claro, el que no sabe cuando parar porque ya tiene suficiente,nunca encontrará ese momento. Sus fuerzas y energías siempreestarán en movimiento para ir a más y más y más sin un propósitoreal; sino con objetivos totalmente vacíos o como los que pretendentan sólo bienes materiales, fama, o reconocimiento.En cualquier caso, siempre podemos parar y darle la vuelta a loanterior. Empezar a reconocer cuándo es suficiente, y cargar nuestramotivación de motivos con la esencia de que lo que estamos haciendoy cómo lo hacemos es un bien para la sociedad y necesario.Si unimos esos dos puntos, el saber que tenemos suficiente demanera consciente y que todo aquello que hacemos, tiene que tendera ayudar a la sociedad de alguna manera (por extraña que puedaparecernos)…Nos encontraremos con que somos personas equilibradas y quevivimos en paz, no sólo con los demás sino con nosotros mismos. Locual es de suma importancia, ya que sólo ayudándonos a nosotrosmismos estaremos en la tesitura de ayudar a los demás y sólo así la

sociedad en la que vivimos podrá mejorar en mayúsculas.

VERSOXLVII

Sin salir puedes conocer todo el mundoSin mirar por la ventana puedes ver los caminos del cielo

Cuanto más lejos vayas menos conocerás.

Por eso, el sabio conoce sin viajarVe sin mirar

Trabaja sin hacer nada (logra sin hacer).

SINSALIRPUEDESCONOCER...

Hay preceptos que, si no se analizan y meditan en profundidad, puedeparecer que nos dicen que hagamos lo contrario de lo que debemoshacer o debiéramos hacer. Al igual que esa tendencia natural quetenemos, de llevar la contraria haciendo complicado lo sencillo ysimple lo complejo. Por ello si alguien nos dice que: “Sin salir puedesconocer todo el mundo”... habrá quien se lo crea a pies juntillas y sesiente directamente en el sofá de su casa a “contemplar”.Y lo hará, claro está, bajo su particular prisma; que por otra parte,pretenderá inculcar a los demás, convencido de que su punto de vistano es UNO, es EL punto de vista. De todos los puntos de vista(chascarrillos aparte...). Ésta es una fase posterior a la de habervivido intensamente la vida, haber acumulado conocimientos yexperiencias amplios y ricas (no digo más).Éste es el momento en que uno, después de unas largas vivencias ycon determinada edad, puede decidir tener el mundo en sus manos.Este es el verdadero trabajo de crecimiento personal, el que se realizadurante el viaje, y el crecimiento empieza después.“Sin mirar por la ventana puedes ver los caminos del cielo”: Quieroentender que nos está diciendo que no es necesario ver fuera denosotros permanentemente. El verdadero trabajo comienza cuandouno empieza a ver dentro de sí, y aunque es un largo viaje, puestoque solo acaba cuando expiramos, comienza realmente desde elmismo momento que lo hemos decidido y nos ponemos manos a laobra.Así actúa la motivación en nosotros: está bien que la busquemosfuera; que veamos qué hay y cómo nos puede ayudar en la búsquedade nuestros propósitos. Bien, ¡genial!... Pero igualmente llega unpunto en el que hay que desembarazarse de los temores de laslimitaciones. Al igual que de justificaciones, excusas y empezar amirar dentro de uno: Sí, sí, dentro de uno mismo, porque no sólosomos fachada, como los bloques de pisos. La vida real se produce

dentro de nosotros, como en los pisos...Vale, entiendo que esto puede dar vértigo, pero lo que sí puedoasegurar -y eso lo vemos en todas las personas que realizan ese viaje-es la cantidad y calidad de los tesoros que encerramos cada uno denosotros en nuestro interior.Allí cuando uno encuentra las razones que lo motiven; es decir, el quéy el cómo se va a cruzar sí o sí en nuestro camino. Cuando estoocurre, se suele producir de manera espontanea el compromiso coneso que nos hemos propuesto; entonces el resultado puede llegar aser: que nos convirtamos en una leyenda... ¿Y por qué? ¿Y por quéNo?Seguimos avanzando y nos encontramos con que nos dicen: “Cuandomás lejos vayas menos conocerás”, pero claro un mínimo viaje hayque realizar. Si no has visto nada, puede resultar difícil imaginar.Si deseas aprender a dirigir tu vida profesional, pero sobre todo lapersonal y emocional, es lógico que busquemos, que acudamos aformaciones en torno a la motivación, que leamos libros. Y que no lohagamos tan sólo una vez: es obvio que hay que cotejar, ver y decidirsobre las mejores opciones, la capacidad de elegir siempre es nuestra.Pero me parece una cobardía (perdón por la crudeza) irpermanentemente a cursos de motivación; los llamen como los llameny los dé quien los dé. Al igual que leer un libro de autoayuda detrásde otro; porque lo más probable es que nos volvamos locos, y unonos lleve a otro y así, hasta que realmente nos olvidemos de lo quebuscábamos originariamente. Amén de que cada maestrillo tiene sulibrillo, y se puede decir una cosa y la contraria y en ambos casostener razón.Una vez más centremos el discurso en que las palabras, palabras son.Sólo tienen sentido cuando nosotros, cada uno por su cuenta y riesgo,las llenamos de contenido... Y sobre todo, ese contenido lo pone enacción: con lo que sabe, ”hace” y lo hace de manera organizada.Por todo ello se dice que “el sabio conoce sin viajar y ve sin mirar”.Para llegar a ser inteligente, tienes que ampliar conocimientos, viajar,

etc. Mirar con atención e interés para ver, y ese es un proceso, quecreo que si no tiene un fin drástico, sí debe existir un cambio detendencia paulatino.Y con ciertos años, que están muy lejos de la juventud; de empezarcomo decíamos a viajar en nuestro interior, para ver dentro denosotros, para adquirir cierta sabiduría y sobre todo para que quienesté a nuestro alrededor así lo perciba.Como podemos intuir, a estos ámbitos llegan unos pocos, y no es porcombustión espontánea precisamente. Esto requiere una dedicación yun compromiso que no todo el mundo está dispuesto a realizar.Siempre lo que uno puede tocar y ver, puede llegar a dominar, porcomplicado que pueda parecer.Todo ingeniero, cuando empieza, quizás no sepa calcular la longitudde una palanca y la fuerza que debe ejercer para mover un pesodeterminado. Y cuando lleva diez años trabajando, puede realizar loscálculos necesarios para realizar estructuras que resultarían imposiblesal común de los mortales.El problema y el contratiempo se genera en todos nosotros, cuandotenemos que trabajar con nuestro interior. Muchas personas creenque no existe, o no le hacen caso y prefieren centrarse en labanalidad y lo superficial... Es una pena, no saber lo que se estánperdiendo.

VERSOXLVIII

Si estás aprendiendo, cada día conocerás algo nuevoSi sigues al Tao, cada día sacarás algo nuevo.

Cada vez se hace menosHasta que llega la no-acción

Cuando no se hace nada, no queda nada sin hacer.

El mundo se gobierna dejando que las cosas vayan a su aireNo puede gobernarse con interferencias.

SIESTÁSAPRENDIENDO...

Todos sin excepción pasamos o deberíamos pasar por la fase deaprendizaje. Y no pocos años hay que dedicarle, para poder pasar a lasiguiente etapa, la de “sacar conocimientos” de nuestro interior, peroya llegaremos...Los conocimientos, las experiencias, las vivencias en definitiva queadquirimos y tenemos, nos enriquecen según las vamos teniendo. Vanllenando el vaso, son las que nos permiten diferenciarnos de losdemás.Hallar nuestro camino y hueco en el mundo, forjarnos un futuro, perosobre todo un presente que es el que nos debe importar y ocupar.Porque los que viven en el pasado, en el futuro o en ambos,simplemente no viven. Lo peor del caso es que ni viven, ni dejan vivira los que tienen alrededor. Seguro que a todos nos acuden unoscuantos ejemplos de personas, que padecen este tipo de afección, porllamarlo de alguna manera.Por lo tanto no sólo parece lógico, sino obvio el acumularconocimientos, que son por otra parte los que nos van a dar laposibilidad de ejercer con criterio y tener la capacidad de elegir.Decidir en cada momento aquello que creemos que es mejor paranosotros y que en teoría nos acerca a esos propósitos que tenemos yse supone que son el eje en torno al que gira nuestra vida. Cuantomás “fondo de armario” tengamos más fácil nos será estar motivados,sintiendo el entusiasmo que nos incita a superarnos día a día.Pero llegando a un punto en nuestra vida, a un ecuador de la misma yque no tiene que suponer en años el mismo para cada persona... Estoes individual y se tiene que llegar a sentir, casi a tener la necesidad depasar por ese punto de inflexión, en el que uno deja de acumularconocimientos, viajes, experiencias, para tan sólo vivir,experimentando vivencias ricas, por lo que suponen al interior de lapersona. Esto se consigue como dice el verso, eliminando todos losdías un conocimiento.

Sacar algo que sabemos de nuestro interior, quiere decir queacumular conocimientos sin más, puede llegar a paralizar nuestrocrecimiento interior. Ya que los conocimientos tal como se adquierenestán cargados de condicionamientos, creencias, limitaciones, excusasy justificaciones. Si no, pensemos y meditemos detenidamente sobreello.Todo esto hace que la esencia quede tan escondida, que no seamoscapaces de encontrarla; cuánto menos, utilizarla en nuestro beneficioy en el de los que nos rodean. Claro que como todo en este libro esrelativo, además de poder interpretarlo según mejor nos acomode opensar; para afirmar o negar. Esa es en realidad su misión, el no dejarindiferente, no más.Quién de nosotros no conoce a una o varias personas que han llegadoa un instante en su vida en el que empiezan a simplificarla, la sencillezse afinca en ellos. Pasan de ser inteligentes a caminar en pos de lasabiduría... Ya sabemos que quien conoce a los demás, es inteligentey quien se conoce a sí mismo alcanza la sabiduría...Qué pena que esto no suceda, ni con veinte ni con treinta años; perocon seguridad sucederá cuando sea el momento. Sobre todo siestamos preparados para ello; porque sí, sí hay que prepararse yestar preparado para ello, puede que ocurra o puede que no ¿Quiénsabe? Lo que sí tenemos claro es que si no hacemos nada, no ocurriránada y esto sí está garantizado.Este camino provocará una motivación interior sin igual, que nospuede llevar a cotas muy elevadas de superación y no debemos tenerprisa, ni forzarla, tan sólo vivir el presente. Prepararnos para elcamino del alma, fluir y dejar que las cosas ocurran, vaya! Sin quererestamos volviendo a la adaptación: a la perfecta adaptación, esa quenos da el éxito permanente. Hagamos lo que hagamos, porque ahí noradica la importancia; ésta se enfoca en el cómo y éste define lagrandeza de lo que hacemos. Dejándonos en la parrilla de salida paraestar en el mundo de la sabiduría.Me gustaría no magnificar la palabra sabiduría, no sólo a los premiosNobel se les puede considerar sabios. Existe una sabiduría a nivel de

base, por la que nos movemos la mayoría.Como muestra, podemos decir que en ámbitos rurales o de pequeñaspoblaciones, siempre hay quien ejerce un papel protagonista sobre losdemás, referido al ámbito moral, ético. Quien aconseja sin aconsejar,quien muestra caminos sin tan siquiera señalarlos, a quien todos seacercan a escuchar...Parece que no hace nada, pero lo tiene todo hecho; parece que nossabe nada y lo sabe todo. Se ha desembarazado de todo lo que lo uneal exterior, como algo superfluo y limitante. Se ha quedado tan sólocon la esencia, el verdadero conocimiento interior y es el que muestraa sus semejantes.Y si todos tendiéramos a ello, aún de manera suave, colateral, tansolo siendo conscientes de esto, descubriríamos que nos harían faltala mitad de normas y reglas que se nos imponen. Las cosas fluirían, ylo harían solas, todo el mundo sabría el qué hacer y cómo hacer, nohabría necesidad de imponer... Tan solo de mostrar.Entiendo que más que una utopía, esto pueda parecer una entelequia,quizás ¿Quién sabe? Por lo que respecta a mí personalmente, megusta pensar y prepararme para un día utilizar la esencia y elconocimiento interior de todo lo que he aprendido, experimentado yvivido en estos años. Para dejar de lado los condicionamientos,limitaciones, excusas y justificaciones que me retrasan y desvían demi camino.

VERSOXLIX

El sabio no tiene intereses propios, pero toma los intereses de losdemás como propios

Es amable con los amablesTambién es amable con los rudos

Porque la Virtud es amableEs leal con los leales

También es leal a los deslealesPorque la Virtud es leal.

Dentro del mundo, el Sabio es tímido y discreto. Por el bien delmundo mantiene el corazón en su estado nebuloso

Todo el mundo aguza sus ojos y oídosEl Sabio sonríe como un niño divertido.

ELSABIONOTIENEINTERESES...

La motivación tiene que ser un recurso y un estado que nosacompañe en los momentos fáciles; en esos en los que parece que lascosas funcionan solas, o eso creemos, pero sobre todo en esos días,semanas que las cosas parecen atascarse, siendo más difíciles de loque nos gustaría que fueran. Como eso es algo que nosotros nopodemos decidir, tan sólo podemos elegir cómo percibimos lo que nospasa y qué hacemos con ello.Si consideramos que la motivación, la que nace de nuestro interior, esamable y leal; cuando la situación acompaña y cuando no, tan sólo sisomos capaces de utilizarla. Ella está ahí y como hemos visto, no segenera por combustión espontánea en el común de los mortales.Uno debe saber cómo generarla, encontrar y accionar el interruptorque la pone en marcha. Cuando esto lo hemos sistematizado eintegrado en nosotros de forma natural, tendremos en nuestrasmanos una de las claves más importantes para triunfar en nuestravida.El resorte que hará que cada vez que caigamos nos levantemos,porque en la vida hay caídas, pocas o muchas. Quizás las personasque más crecen son las que más evolucionan, debido a esas caídasque superan. Caer puede ser fracasar en una iniciativa empresarial,personal, o como le paso a Edison para descubrir el filamento que nosdaría luz; tuvo que hacer miles de pruebas hasta dar con eladecuado... Cuando le preguntaban él contestaba: Ya he descubierto“X mil” maneras de que no funcione mi bombilla!La persona que encuentra un motivo para vivir, deja de lado laspreocupaciones y se ocupa del día a día centrándose en cómo hacelas cosas, lo que hace, es hecho con sentido de Estado. Quiero decir,que entiende que toda tarea o trabajo tiene un componente deservicio a la sociedad. Cuanto más y mejor ayuda brinde a los demás,más se estará ayudando a sí mismo; por la ley de la atracción tantraída y llevada en los últimos tiempos. Ya dijo Epícteto hace 20 siglos

que uno recoge aquello que siembra...Si analizáramos las biografías de muchas de las grandespersonalidades que han dado forma al mundo en los últimos siglos;aunque seguramente será desde el principio de todos los tiempos...Descubriríamos que todos ellos eran los que principalmentenecesitaban ayuda y, para conseguirla, se dedicaron a ayudar a losdemás. Decidieron ofrecer un servicio útil a aquellos que les rodeabany se encontraron con que el destino no sólo los ayudaba, sino que amuchos de ellos los convirtieron en leyenda:“Si te dedicas a tus propósitos en cuerpo, mente y alma; y ademásestos ofrecen un valor a la sociedad... Puedes llegar a ser unaleyenda”Claro, pensará alguien, pues vamos a ayudar a los demás con muchamotivación y esperar que lluevan los resultados... Lo lamento, perocreo que esto no funciona así. Uno hace sin esperar y sigue haciendo,no se centra en esperar (como una contrapartida).Simplemente sucede cuando es el momento, y este momento, aveces, parece que no llega nunca o no llega en el tiempo y en laforma que lo esperábamos. Esa es la magia de la existencia,pareciendo que hay un destino escrito para todo lo que sucede. Estose produce de forma que parece todo lo contrario; que laespontaneidad y la casualidad dominan nuestra vida.Más bien creo en la causalidad de las cosas. Yo escribo el libro de mivida y luego dejo que ésta me sorprenda con lo que me trae. Esta esla grandeza de los que trabajan la motivación desde su interior, ytratan de crecer interiormente. Todo, absolutamente todo, lessorprende gratamente, nada les deja indiferentes y contrariadosporque su bandera es la adaptación.No buscando ni esperando, encuentran y lo que hayan es la paz, elequilibrio y la serenidad de ser conscientes de que el camino elegidoes el correcto. Y esto es una percepción, una sensación extrasensorial,no hay nada físico o material que pueda darnos esa información.Debemos matizar que “no buscar, no esperar” no significan

abandonarse al conformismo, nada más lejos de la realidad.Insistamos en que cada uno debe escribir el libro de su vida, todos losdías de su existencia.Sólo así nos encontraremos y sacaremos el máximo provecho, a cadainstante por el que transitemos... Esto es una tarea, un trabajo querequiere estudio, esfuerzo, dedicación, pasión, paciencia y muchaperseverancia. No en vano el desarrollo personal e interior, es el querequiere más compromiso por nuestra parte.Pero el resultado y el camino de todo ello hace que valga la penaemprender ese viaje. La lástima es que muchas personas morirán sinhaber vivido, preocupadas por lo que pudo haber sido y no fue; frentea lo que debería ser, que no será.Añadida a la constante preocupación por la muerte y sin darse cuentaque la peor muerte es la muerte en vida (hay quien muere a lostreinta y cinco, aunque lo entierren a los setenta)... Dejemos ya estasreflexiones.

VERSOL

Entre el nacimiento y la muerteTres de cada diez siguen la vida

Tres de cada diez siguen la muerteY, precisamente, las personas que pasan del nacimiento a la muerte

son también tres de cada diez¿Por qué ocurre esto?

Porque consumen demasiado intensamente los recursos de la vida.

El que sabe vivir puede salirSin miedo a rinocerontes ni a tigres

No será herido en batallaEn él no encuentra el rinoceronte sitio para clavar su cuerno

Ni un tigre lugar para meter los colmillosNi las armas encuentran por dónde penetrar

¿Por qué ocurre así?Porque no tiene ningún sitio por donde pueda entrar la muerte.

ENTREELNACIMIENTOYLAMUERTE...

Puestos a hacer clasificaciones, hay una que se ajusta a estas páginasy es la siguiente: Tres de cada diez, hacen que la vida suceda. Tres decada diez, ven la vida suceder sin hacer nada. Tres de cada diez, nosaben lo que realmente pasa. Por último uno de cada diez, no sólohace que la vida suceda, sino que no hay nada que lo detenga, nisiquiera cuando las dificultades arrecian.Estos últimos son los que encuentran un puesto en el mundo y no esotro que el de equilibrio y serenidad una vez alcanzados sus objetivos.Son capaces de vivir cada instante de su vida como único y por ellomaravilloso.Siendo el mundo el centro, puesto que se adaptan a él de maneraperfecta sin fisuras, son uno con lo que les acontece. Al vivir conarmonía todo lo que les ocurre, cada pieza de su puzle parece encajarsin problemas.Y esto ocurre, primero por que uno quiere que ocurra, segundoporque lo entrena y practica con decisión y tercero porque lo integraen su más íntima personalidad, llevándolo hasta sus últimasconsecuencias.Cuando vives como quieres vivir, sin dudas ni indecisiones, al finalacabas por convertirte en quieres ser. Ese es un proceso y como todoproceso, tiene sus etapas, no ocurre por combustión espontánea. Y sí,es cierto que hay un pequeño porcentaje de la población que puedeencuadrarse en este tipo de personas, pero... ¿Y por qué no vamos aser nosotros uno de ellos, por qué no?Nos vamos al polo opuesto; a los que ni siquiera saben lo que estásucediendo. Realmente tienen un problema, porque su mundo no esnuestro mundo, es un universo irreal.Están alejadas de la realidad, y si es de forma consciente: ¡Genial!Cada uno elige su mundo. El problema se genera cuando uno se creeel centro de un mundo no existente. Es entonces cuando lo que hace

y cómo lo hace queda distorsionado tanto por el objetivo como por elresultado.Esta forma de vida es la más complicada de cambiar, sobre todoporque uno no se da cuenta de donde está situado. Piensa que sulugar es el acertado y tiene siempre la razón de su parte, no así la“suerte”, que parecen no ponerse de acuerdo.Este tipo de personas suelen pensar que están de vuelta de todo, suargumentario de vida es sacarle “punta” a todo. Se pasan la vidaenmendándole la plana a los demás; todo está mal hecho y ellos sonlos únicos que saben hacer las cosas.Pero las cosas no se hacen como ellos quieren. Suelen ser personasvacías de contenido en las que la forma es más importante que laesencia; incluso por aparentar se venderían al diablo... Dejémoslos aun lado, total, nadie nos vamos a reconocer (¡?). Pero seguro que yahemos visto a unos cuantos conocidos reflejados en estas últimaslíneas.Los siguientes son aquellos que simplemente ven la vida suceder.Como si ésta no fuera con ellos y la suerte, el destino ya han decididopor ellos.La visión que tengo es de personas sentadas en una silla; dejandovagar la imaginación o zapeando con el mando de TV, su vida está enel interior del aparato de televisión. El mayor riesgo que asumen escambiar de canal; su opinión, que no criterio, está afincada en lacrítica generalizada; pero es simplemente una postura.Saben que en realidad nadie tiene la culpa de su situación;simplemente la suerte ha decidido que estén en un equipo perdedor yya está, no tienen ni voluntad ni actitud... Se conforman estoicamentecon lo que les pasa.Muchas veces pienso si no acabarán echándole la culpa a la silla o alsofá de mantenerlos retenidos y paralizados. De no dejar que selevanten; si alguien se reconoce o se ve reflejado, tranquilo no pasanada.Quizás tan sólo tenga que levantarse de la silla, apagar el mando de

la televisión y empezar a vivir su propia película; que sin duda es lamás apasionante que uno pueda llegar a ver (vivir). Y si conoces aalguien así, quizás sería buena idea “quemarle” la silla para que seponga de pie, sin remisión.Lo cuento con una historia, que como otras he oído en no pocasocasiones, no siendo importante su origen sino lo que nos enseña:“Un maestro y su alumno tenían que hacer noche y habiendo avistadouna humilde y pobre choza pidieron permiso a la familia que en ellahabitaba para pernoctar. Ésta, aunque extremadamente pobre,compartió la leche de su famélica vaca. Vaca a la que adoraban,porque como ellos comentaban era su único sustento...Por la noche el maestro instó al alumno a despeñar la vaca y, aunqueel alumno replicó encarecidamente, al final el respeto al maestrovenció y así lo hizo.Partiendo los dos de madrugada, después de haber hecho lo que élentendía como una tropelía, sino un crimen... Al cabo de unos años,en los que no dejó de pensar en aquella maldad, volvió a pasar por lachoza.Encontrándose con una casa ajardinada y próspera que nada teníaque ver con aquella que abandonaron aquella madrugada.Pensó rápidamente que por haber despeñado su sustento, habríanmuerto de hambre y estos eran nuevos inquilinos...Al ser preguntados, explicaron que al morir fortuitamente su únicosustento, su famélica vaca, les había obligado a buscar de otrasmaneras el alimento y la imaginación y el trabajo les habían llevado aprosperar, a SUPERARSE”.A veces las vacas como las sillas, hay que “quemarlas” para salir de lazona de confort. Decidiéndonos a pasar al tipo de personas que hacenque la vida suceda.Esto no es fácil, ni inmediato, pero si es posible pensar que:“Podemos hacerlo si creemos que podemos”Los que hacen que la vida suceda, lo hacen de forma organizada y

con el factor tiempo a su favor. Siempre actuando y hay tantas formasde hacerlo, que no existen limitaciones para quien está decidido aentrar en acción y considera que tiene todo el tiempo del mundo pordelante.

VERSOLI

El Tao les da vida, la Virtud las cuida, la Materia les da forma, elAmbiente las perfecciona

Por tanto todas las cosas sin excepción veneran al Tao y rindenhomenaje a la Virtud

Nadie les ha ordenado que veneren al Tao ni que rindan homenaje ala Virtud, pero lo hacen siempre de forma espontánea.

Es el Tao quien les da la Vida:Es la Virtud quien las cuida, las cría, las adopta, las abriga, las

consuela, las alimenta, y les da cobijo bajo sus alas.

Hacer tu trabajo pero no darle valor, guiando sin interferirCreando sin reclamar, realizando, sin buscar beneficio

Esta es la llamada Virtud oculta.

ELTAOLESDAVIDA...

Hay algo especial en las personas que sienten una motivaciónprofunda y permanente; parecen irradiar luz, convertida enentusiasmo. Lo mejor es que es contagioso y si uno sabe aprovecharloen el mejor sentido de la palabra, puede servirle para crear un estadode ánimo que sea como una mecha, que una vez prendida ya noexista manera de apagarla.Ese no apagar la mecha… recordad: siempre estará en nuestrasmanos. La gente motivada y con entusiasmo es vista por los demáscomo tocada por la suerte.Y nosotros los motivados sonreímos socarronamente, porque sabemosque hay una pequeña parte, quizás un cinco por ciento,aproximadamente, que nacen con una motivación a prueba de bala.Nada ni nadie los detiene, cada adversidad les hace más fuertes, sí osí, es su destino.Existe otro cinco por cierto de personas, que ni aunque les metieran lamotivación y el entusiasmo en vena les duraría más allá de un brevelapso de tiempo. No deben preocuparnos, ellos se sienten cómodos ensu estatus; tan sólo debemos ocuparnos de mantenernos alejados deellos. Porque estos nos pueden “chupar” la energía positiva, e inclusohacernos dudar de si es bueno respirar.El noventa por ciento restante, en mayor o menor medida,necesitamos crear un sistema que nos genere la motivación y elentusiasmo necesarios como para empujarnos hacia delante; en posde nuestros sueños y objetivos. Estos sistemas, a la fin y a la postre,valen todos; la cuestión es que nos sirvan a nosotros como individuos.Cuando una persona adopta un sistema o una manera de motivarse -es decir, tiene los motivos necesarios, y de suficiente calado- puederesultarle incluso fácil integrar estos sistemas en él. Luego, como lamayoría de cosas en esta vida, es cuestión de entrenamiento y depráctica; es la forma de integrarlos en lo más profundo de nuestraalma. De que seamos capaces de ponerlos en funcionamiento, sin ni

siquiera darnos cuenta de que lo estamos haciendo...Este momento es crucial, porque nos estamos poniendo al nivel delcinco por ciento de personas que nacían con la motivación yentusiasmo de fábrica. Es entonces cuando podemos decir aquello deque: No siempre gana el más fuerte o el que está más preparado.En muchas ocasiones, más de las que nos parecen, los que ganan sonlos que no se rinden, nunca se detienen y jamás abandonan.Independientemente de lo que suceda alrededor, o de las influenciasexternas que traten de influenciarles negativamente.Ganar no significa simplemente alcanzar una meta, eso sería algovacío de contenido: Correr una maratón de 42 kilómetros, prepararsepara ella y no saber por qué y para qué lo hace, le resta méritos.Nos deja permanentemente al borde del abandono, incluso cuando alo mejor nos queden 2 km, para traspasar la meta. Esos kilómetros enlos que uno tiene que tener no sólo las razones para no detenerse,sino que éstas sean muy sólidas para que nos mantengan de pie ycrucemos la meta sí o sí.¿Y eso cómo se hace?... Pues haciéndolo: Trabajando el por qué, paraqué, cuándo, dónde, cómo (¿no insistiremos en la importancia delcómo, verdad?). Es entonces, cuando aunque fallen las fuerzas, elpoder interior, el alma, nos empuja, nos mantiene de pie. Si somoscapaces de vivir y disfrutar cada minuto de calentamiento,entrenamiento, estiramiento, nutrición, descanso como si fuera unamisión para salvar el mundo… Quizás y sólo quizás, disfrutaremoscada escalón y cada paso que nos acerca al triunfo, porque ya loestaremos viviendo en cada cosa que hagamos.Me vais a perdonar, me gustaría personalizar por unas líneas y es quepara escribir sobre motivación y superación hay que vivirlas,experimentarlas, “tocarlas” y ponerlas en práctica desde muy diversosámbitos de la vida, ya sean personales, profesionales, deportivos. Esaes la única manera que tenemos de transmitir algo coherente, ademásde que pueda entenderse por los demás.La teoría, todos, absolutamente todos la sabemos; se nos llena la

boca de de consejos, enseñanzas y de lo que debe hacer todo elmundo, pero... Pero no hacemos, porque un mundo de excusas yjustificaciones se nos comen. Para hablar de retos y de superación,hay que superar retos y dejemos claro que evitando las excusas,justificaciones y miedos.Sí, miedos, ¡qué pasa! El ser humano es el animal más miedoso quepuebla la tierra; casi todo lo hace movido por un “temor” sea cual seaeste... Pensemos en ello y descubriremos que es cierto: la valentíacuando roza la temeridad ¿por qué sucede? Cuando nos paralizamosante algo ¿por qué suele ser?.... ”Miedos”La cuestión está no en el qué hacemos, que es secundario ya queexisten muchos “qué”... El secreto está en el cómo lo hacemos. Ahí esdonde uno puede dar el “DO” de pecho, abandonar la mediocridad yhacer algo excelente. Algo ante lo que todo el mundo se quite elsombrero, haga una reverencia de respeto y admiración.Para aspirar a ello hay que disfrutar cada momento que vivimos.Tener los motivos que generen en nosotros un entusiasmo y unapasión por lo qué y cómo lo hacemos, sin igual.

VERSOLII

El principio del UniversoEs la madre de todas las cosas

Conociendo a la madre, se conoce también a los hijosConocer a los hijos, manteniéndose en contacto con la madre

Libera del miedo a la muerte.

Si mantienes la boca cerradaY controlas los sentidos

Tu vida estará llenaSi abres la boca

Y estás siempre ocupadoTu vida no tendrá esperanza.

Ver lo pequeño es perspicaciaCeder para hacer fuerza es fortaleza

Utiliza la luz exterior para mirar dentro de tiY así estarás seguro de todo dañoAsí se aprende a tener constancia.

ELPRINCIPIODELUNIVERSO...

La motivación es acción, parece que no cabe duda ante esto, y todoaquél que la experimenta así podría confirmarlo. Pero sólo aquellosque la conocen íntimamente, pueden también hablar de su contraria,la desmotivación, la apatía, esas ganas de no hacer nada, no sernada, abandonarse totalmente al destino...Esta es para algunos una excelente forma de motivarse, el reconocera su contraria y complementaria. Si somos justos, ecuánimes y sobretodo lógicos debemos aseverar que no puede existir la motivaciónperpetua. No puede haber nadie que esté permanente motivado,entusiasmado; sería no conocer el género humano, pero sobre todosignificaría no conocerse uno mismo.La motivación no sólo se nutre, sino que debe alimentarse de ladesmotivación. Esta que crea dudas, temores, nos imponelimitaciones y crea justificaciones para mantenernos paralizados. Ahíes cuando se la reconoce y se le pierde el miedo, uno de los mejoresagentes motivadores que existen (los temores).Si te abandonas a la desmotivación, a la no-acción por un periodocorto de tiempo (en mi caso no más de un día, y esto es un axiomamatemático en mi vida), de ahí puede surgir la rabia, en unos casos,que te vuelva a levantar de ese estado de letargo.La no-acción tiene dos opciones: pasar a la inacción, y de esta esdifícil salir o pasar a la acción, que es la que nos motiva a ponernosen pie y hacer lo que tenemos que hacer cuando tenemos quehacerlo.Por lo tanto quien pretenda sentir una motivación aderezada con unentusiasmo sin límites, debe saber que existen sus contrarios ycomplementarios. Que son por otra parte un excelente alimento, paralos primeros y los que hacen que no nos desviemos de nuestroverdadero camino. Ese que hemos elegido y que por avatares de lavida, en muchas ocasiones hace que nos despistemos, desviándonosde nuestros verdaderos intereses.

Mejor que la desmotivación y la apatía per se, puede pensarse en lano-acción. Ésta, bien trabajada; y por si alguien tiene dudas, la no-acción en su más amplia acepción y significado es una cienciaconvertida en arte. ¿Qué es si no la meditación, qué hacemos cuandoestamos planificando y organizando, qué es dormir o descansar, quées pensar o proyectar nuestros pensamientos?Todo ello es no-acción y previa a la acción, la virtud es saber pasar deuna a otra de forma natural, de manera que se retroalimenten. Y queen la suma y el resultado seamos personas de acción, que viven sussueños y alcanzan sus objetivos.Todo lo que estamos viendo, viene que ni pintado al verso: “simantienes la boca cerrada y controlas los sentidos, tu vida estarállena; si abres la boca y estás siempre ocupado, tu vida no tendráesperanza”...Realmente nuestra vida se llena e ilumina en esos estados de no-acción, y se vacía cuando entramos en acción. De ahí la importanciade la no-acción y de los actos que vuelven a llenar e iluminar nuestravida, los que le dan equilibrio y serenidad.Quizás sea difícil expresarlo en palabras si no se ha vivido y percibidocomo tal; pero la palabra desmotivación no siempre tiene porquesignificar algo negativo y contrario al entusiasmo. Para mí, significa unestado complementario que reafirma mi actitud motivadora y que mepermite, por otra parte, vivir en una zona serena de no-acción: es unazona de recarga de baterías.Alguien podría exigir: ¿Y las pruebas científicas de todo ello qué,dónde están?... Pues lo siento, no tengo evidencia científica de lo quedigo, ni tengo interés alguno en averiguarlo. Esto que escribo ypractico como dogma de fe es algo que he decidido. Porque lo que sítenemos es la capacidad de elegir; esa no nos la puede quitar nada ninadie y en mi caso he decidido dar ese significado a la desmotivación.Quizás sea un recurso infantil y sencillo como “el mecanismo de unchupete”, pero a mí me funciona a la perfección. Mato dos pájaros deun tiro: por un lado elimino de mi vida la palabra desmotivación, o

mejor dicho lo que significa para la mayoría de los mortales, y porotro lado le doy un sentido y una aplicación que todos necesitamos: latranquilidad que da saber que de vez en cuando, hay que recargar lasbaterías de la motivación y que no pasa nada por hacerlo yreconocerlo.Ah, y que cada uno lo haga como mejor le dicten sus apetencias y susresultados: un libro, un curso, una película, música, deporte, unabuena compañía, ¿sigo?...Esto no tiene fin y todo vale. Lo que no vale es que pongamos laresponsabilidad de nuestra motivación y entusiasmo sobre lasespaldas de esas acciones, que tienen que ser tan solo la mecha quevuelva a enchufarnos a la acción: No son la acción misma. Que es loque muchas veces pretendemos, que un libro o un curso nos den laclave del más rotundo éxito.Las claves de nuestro éxito están dentro de nosotros, es ahí dondetenemos que buscar y encontrar. Cuando alguien se pone a la tareade forma seria y decidida; vaya que si las encuentra, vaya que si laspone en práctica, viviéndolas en su día a día.

VERSOLIII

Si tuviese un poco de sentido comúnCaminaría por el camino principal y sólo me preocuparía de no salirme

de élSeguir el camino principal es fácil

Pero a la gente le gusta desviarse de él.

Cuando la corte tiene abundancia y esplendor los campos están llenosde maleza y los graneros vacíos

Algunos tienen ropas lujosas, llevan afiladas espadas y disfrutan de lacomida y la bebida

Tienen más de lo que pueden utilizar, son auténticos ladronesDe verdad que eso no es el camino del Tao.

SITUVIESEUNPOCODE...

El sentido común, que es el menos común de los sentidos, como dijoalguien muy acertadamente, y a tenor de los resultados que vemosalrededor nuestro y allende los mares…Por naturaleza y motivación todos los seres humanos, o la granmayoría, saben y pueden seguir los dictados del sentido común. Es loque el cuerpo nos pediría, en definitiva, si no tuviéramos algo que nosempuja por caminos equivocados.Que en muchas ocasiones no somos conscientes de que así lo hace.Las creencias, los condicionamientos, los temores, las justificaciones,las excusas... Nos lanzan a caminos, que aunque pueda parecer quenos van a facilitar la vida, lo que hacen, sin duda, es dificultarlaretrasando nuestro crecimiento personal.Pero, esto puede ser una lección de vida, una buena universidad, quenos enseñe el verdadero camino, dándonos una serie de enseñanzas,que a la fin y a la postre se conviertan en sabiduría. Porque sí esverdad que hay disciplinas que se pueden enseñar y transmitir, siendouno un buen maestro, aunque no se hayan experimentado en carnespropias.Lo ideal y lo que se debería de demandar, por no decir exigir, es queaquellos que enseñan lo hagan bajo los auspicios de losconocimientos. Sobre todo bajo el paraguas de las experiencias,convertidas en vivencias que aporten esa esencia, que es imposibleque pueda darte quien no ha pasado por el trance de vivirlo.Una psicóloga gran experta en estos temas me confirma que no sólohay que leer este tipo de libros, que no sólo hay que aprender deellos... Que hay que vivirlos, que nos invitan a la acciónconstantemente: actuar es vivir, independientemente de acertar oerrar. ¿Qué es acertar y errar? ¿Quién lo decide?... ¿No será queincluso esa potestad, es nuestra y nos invita a vivir nuestros propiosaciertos y errores? Seguir nuestro (el) sentido común, sería lasituación ideal... Pero la que sufre y padece el común de los mortales,

es la otra la “tóxica” la que pasa por temores, creencias,condicionamientos, etc.Y esta nos deja generalmente pegados al suelo, impide queprosperemos, que nos levantemos y sigamos adelante, luchando pornuestros sueños y objetivos.Seguir al sentido común es hacer lo que tenemos que hacer cuandotenemos que hacerlo y de la manera en que lo tenemos que hacer, nomás. Este es un camino fácil o difícil, según queramos hacerlonosotros. La sociedad nos convierte a veces en seres extraños, que nosaben lo que quieren; y cuando lo han decidido, resulta que o nosaben el por qué o para qué o el cómo lo van a conseguir.Ni siquiera está en sus planteamientos, simplemente esperan que ladiosa fortuna les toque y otorgue todo aquello que desean. Como elniño caprichoso que está acostumbrado a tener (que le den) todo loque quiere cuando y como quiere... El mundo está lleno de niñoscaprichosos que han crecido y siguen siendo caprichosos que esperanque haya alguien que les dé lo que quieren y siempre.El problema es que cuando uno crece, las tornas se invierten; es unoel que tiene y sobre todo debe aspirar a que nadie le dé nada. Seauno mismo el que consiga lo que quiere, cuando y como lo quiere...Esto evitaría mucho sufrimiento y frustraciones, que hacen queinfinidad de personas sigan pegadas a sus sillas. Creen que la “malasuerte” es la responsable de su situación, hay quien lo achaca inclusoa los genes, o a que alguien les ha echado “un mal de ojo”.Si no fuera porque es un tema muy serio y que hay gran cantidad detalentos e inteligencia pudriéndose, viendo como la vida sucede, seríapara morirse de la risa y llegar al paroxismo... Resulta curioso que lamayor parte de la gente que llega donde quiere, no siempre es la másinteligente, ni tan siquiera son los más fuertes y mucho menos hablande la suerte (suerte sin trabajo).El que llega y triunfa personalmente, es el que ostenta un poco (queno mucho) de cada una de esas habilidades: inteligencia, fuerza,suerte, trabajo y las pone a su servicio. Saca el máximo rendimiento

de ellas; no por separado, sino en conjunto como un sistema.Cuando el sistema se entrena, se practica con pasión, paciencia yperseverancia: Mañana, tarde y noche, no queda otra que integrarloen nosotros. La motivación se ha convertido en un entusiasmo quenos nace del alma... Nos convierte en seres fuera de lo común, quecuando se cruzan con otras personas similares, no necesitan deexcesiva presentación o liturgia, surge la química en un instante... ¡Esalgo mágico!Quien dijo que los iguales se atraen sabía con total seguridad de loque hablaba. Y no sólo se atraen, sino que la energía y el poder queson capaces de generar es exponencial. Esta es una de las razones depor qué determinada gente común, incluso mediocre en sus inicios,puede alcanzar cotas insospechadas de éxito personal en aquello quehace. Ya sabemos que el cómo es mucho más importante que el qué.Pero, mira tú por dónde, hemos acabado en el entorno, en elambiente que nos rodea y que al igual que nosotros influimos en él...Él influye en nosotros de forma decidida.Tan sólo se puede decir que cuando alguien quiere ser grande, tieneque rodearse de gente grande o de personas que así lo quieran. Ah,por cierto, me refiero a grandes de alma, de sentimientos, de actos!

VERSOLIV

Lo que está bien plantado no se puede arrancarLo que está bien sujeto no puede escurrirse

Tus descendientes heredarán el sacrificio ancestral durante un sinfínde generaciones.

Cultiva la virtud en tu persona, y se convertirá en parte de tiCultívala en tu familia y perdurará

Cultívala en la comunidad y vivirá y creceráCultívala en el estado, y florecerá abundantementeCultívala en el mundo y se convertirá en universal.

Por tanto, una persona debe ser juzgada como personaUna familia como familia

Una comunidad como comunidadUn estado como estadoEl mundo como mundo.

¿Cómo conozco el mundo?Por lo que hay en mi interior.

LOQUEESTÁBIENPLANTADO...

... “No se puede arrancar”... De eso se trata, de plantar la motivaciónen lo más profundo de nuestro ser. De forma que no sólo no puedaexpulsarse, que la utilicemos siempre que la necesitemos. Comocuando uno tiene que coger una bolsa de la compra con siete o diezkilos, sabe que tiene que hacer la fuerza suficiente para elevarla. Y lohace, no se plantea ninguna cosa extraña para hacerlo: esautomático.Así debemos pensar y actuar con la motivación; casi como unmúsculo, el cual desarrollamos realizando ejercicios. En este casoutilizando un sistema, el que sea, el que a cada cual convenza.Una vez que hacemos ejercicio y lo realizamos con continuidad en eltiempo; utilizando por ejemplo la paciencia, la perseverancia, creandoel hábito a través de la disciplina, conseguimos crear la necesidad.Nuestros músculos se habitúan al trabajo y llega un punto en el quese integra de tal manera en nosotros que podemos llegar arealizarlo... Como nos aseamos o comemos a diario, sin cuestionarnosel acto en sí: Lo hemos integrado en nuestro interior.Con la motivación ocurre tres cuartos de lo mismo, la misión esintegrarla, que se convierta en equipamiento de serie en nosotros. Elfin, es que esté siempre a nuestra disposición para utilizarla. Y suutilización, cuando es coherente, con sentido común, nos ayuda asuperarnos y triunfar; ya sea personal o profesionalmente.Esto, que no deja de ser un estado de ánimo, una actitud ante la vida,se traduce en conductas que generan comportamientos y estos, seanlos que sean, devienen en ejemplos que los entornos suelen copiar eintegrar a veces de forma casi automática; lo que se denominaduplicación. Un padre que lea habitualmente en presencia de sushijos, aunque quizás le cueste o no sea lo que más le apetece en esemomento, puede generar o genere, que sus hijos copien esecomportamiento, porque es lo que están viendo.Y cuando estos comportamientos, se convierten en ejemplares... Con

ejemplares quiero referirme a esos comportamientos que estánbasados en los valores y virtudes que todos conocemos y que enmuchas ocasiones exigimos a los demás con denuedo, mientrasnosotros los practicamos de forma laxa...Si se aplicaran los valores y virtudes de forma ejemplar, estos seimplantarían de forma natural en pocos años; puede que un par degeneraciones. La motivación como tal, es posible que no nos hicierafalta, porque todos estaríamos más centrados en el cómo hacemos lascosas que en el qué. Ya que en el Qué hacemos cabe todo tipo detrabajo y tarea que la sociedad necesita para su desarrollo yevolución.De ahí la necesidad de cultivar la virtud. Ya que si es esta lo que unove como opción y actitud ante la vida, copiará. Si copian los miembrosde una familia sin cortapisas ni fugas, es posible que otras familiasintegren esos comportamientos. Y de esta forma siga a la familia lacomunidad y a ésta, el Estado... Si esto fuera así, habríamos cerradolas puertas a todos esos comportamientos nefastos, dañinos para lasociedad. Pero sobre todo para el individuo que ve frenado sudesarrollo y crecimiento interior.Que a la fin y a la postre sufre todo el mundo, salvo los que generanen su alma la motivación, que les empuja a pelear por cumplir sussueños y objetivos. Aunque en ocasiones parezca que está luchandocontra el mundo siente una tremenda satisfacción cuando encuentrapersonas que son como él y tienen visiones del mundo parecidas,cuando no idénticas.De hecho ya existen multitud de iniciativas, es verdad que pocoinstitucionalizadas, que están tratando de liderar un cambio en lasociedad a través del individuo. Ahí está la clave, que durante años,hablamos tratando de cambiar y mejorar eso que llaman sociedad.Una entelequia, en la que todo el mundo entiende que lo de loscambios está genial, pero que empiece el de enfrente.Vivimos en una sociedad en la que mucha gente se queja y exige quelos que están por encima, ya sea en la empresa, en política, eninstituciones: no roben, no se aprovechen descaradamente de su

situación y posición. Sin embargo hacen lo propio en su nivel quecomo es menos, parece menos importante, pero no lo es enabsoluto...Nadie nace siendo presidente de una gran empresa y se le ocurre eldesfalco del siglo, se empieza con pequeñas tropelías sin importanciahasta que, como todo, acaba por integrarse en nuestro interior.Cuando queremos darnos cuenta, tenemos mando en plaza yacabamos por pensar que el mundo cabe en un bolsillo. Y queademás el resto del mundo no se dará cuenta nunca. Porque ademáshemos aprendido a pensar que somos más listos que nadie y tenemosun carnet que dice licenciados en “impunidad”... Mejor no seguimos,verdad?Bien, pues para que esto cambie y los valores, las virtudes acabensiendo algo normal, de lo que ni siquiera se hable porque están y son,empecemos por cada uno de nosotros, y no dando clases ni tansiquiera consejos, tan solo mostrando una actitud que lleve a unaconducta y ésta a un comportamiento ejemplar. Que a nuestroentorno no le quede más remedio que copiar y duplicar. Ese es elcamino para conseguir un mundo mejor. Ya que el mundo es unreflejo de nuestro interior; con lo cual ésta es una de las vías decrecer interiormente y de sentir la motivación del alma.

VERSOLV

El que está lleno de virtud es como un niño recién nacidoNo le pican las avispas ni las serpientes

Las bestias salvajes no se abalanzan sobre élNi le atacan las aves de rapiña

Sus huesos son blandos, sus músculos débilesPero sujetan con seguridad

No ha tenido la experiencia de la unión de un hombre y una mujer,pero está pleno

Su madurez es fuertePasa el día gritando, sin quedarse ronco

Tiene una armonía perfecta.

Conocer la armonía es tener constanciaConocer la constancia es tener iluminación.

No es prudente andar ajetreadoControlar la respiración produce agotamientoSi se gasta demasiada energía se extenúa uno

Esa no es la norma del TaoTodo lo que sea contrario al Tao no será duradero.

ELQUEESTÁLLENODE...

El que sabe lo qué quiere, cómo lo quiere y está decidido aconseguirlo, es decir, tiene los motivos y la motivación que le empujanhacia delante, se siente con la energía suficiente como para afrontartodo aquello que le acontece, como si nada fuera contra él, sino conél...Simplemente pone sus conocimientos en acción, actúa con unpropósito claro, y eso hace no que no le ocurran cosas “feas o malas”.Que sí le ocurren, como a todo hijo de vecino; tan solo, que laspercibe de manera distinta. Quizás como lecciones, puede queempujones para reorientar sus propósitos, ¿Quién lo sabe?Cuando esto es así, para los que lo ven, parece que nada ni nadieafecta a una persona de estas características. Exteriormente, puedeque sea así; interiormente todo le ayuda a crecer, absolutamente todoes aprovechado y nada despreciado. Entonces es cuando “las bestiassalvajes no se abalanzan sobre él, ni le atacan las aves de rapiña”; haconseguido estar por encima de determinados hechos; porqueadaptándose a ellos consigue que estos no hagan mella en él.Cuando la energía de la motivación nos inunda de arriba abajo,hacemos las cosas sin hacerlas, nos fundimos con ellas. Alcanzamosun estado de armonía, en el que la felicidad y el éxito están viviendo.Nos dan sus frutos sin necesidad de que tengamos que pensar enellos ni en su alcance. De hecho cuando uno centra sus pensamientosy se enfoca en ambas, estas desaparecen.Incluso hay momentos en el que parecen inalcanzables, y lo son,porque cuando proyectamos en nuestra mente, aparecen imágenesdel pasado y del futuro, pero nunca somos capaces de disfrutar elmomento presente.En el momento que estamos aquí y ahora, nuestra alma se expande,entonces la felicidad y el triunfo vuelven a hacer su aparición. Así queparece que lo que debemos, es obviar esos estados, no buscándolosper se, sino siendo capaces de vivir lo que nos toca, cuando y como

nos toca, no más.Entiendo que esto es mucho más fácil escribirlo que ponerlo enpráctica; es cierto, pero lo que sí está claro es que si nuncaempezamos, nunca nos encontraremos con estos estados. Y estos sontrabajo de vida: ensayo-error, entrenamiento-práctica...Nadie que no haya trabajado decididamente se encuentra unamañana cuando se levanta con la sabiduría de saber vivir... tres díasmás tarde de haber tomado la decisión de ser feliz y triunfar, concada respiración que produzca en sus pulmones. Pero como medecían a mí de pequeño: “Querer es poder”... Y ya de bastante mayorestoy descubriendo que no sólo es cierto, sino que cada uno denosotros tiene el poder de decidir lo que hace con su vida y gestionarsu destino.Con ello no quiero decir que tengamos la varita mágica para conseguirque ocurra lo que queremos. Pero sí tenemos el poder y lasherramientas de decidir lo que hacemos con lo que nos pasa. Que porsupuesto, en la mayor parte de las ocasiones, no está en nuestrasmanos y ocurre lo que menos esperábamos, o pensamos que es lopeor que podía ocurrirnos.No sólo es posible sino que es así, y en épocas de crisis (me gustamás pensar en las oportunidades, que se crean y salen a la superficiecon las crisis), en las que muchos modelos de excelentes resultados yzonas de confort se convierten en todo lo contrario.Son excelentes momentos para que cuando uno se vea entre laespada y la pared; reaccione adaptándose para escapar de ”la espaday de la pared”. Esto requiere de un mínimo de entusiasmo, paciencia yperseverancia para llevarlo a cabo y claro esto no se consigue en unrato; hay que saber esperar (trabajando y actuando). Hay quienconsigue convertir la adaptación en una ciencia y en un arte, quepuede llevarlo a cotas insospechadas de éxito y felicidad, sinnecesidad de buscarlos ex profeso.La adaptación no es otra cosa que fluir, pero significa noabandonarnos o resignarnos: la imagen sería la del nadador que si

nada contra corriente se verá agotado y morirá ahogado más prontoque tarde.Si por el contrario se deja arrastrar por la corriente, acabará en elcentro del océano e igualmente morirá, de hambre, sed y cansancio.Pero si se deja llevar por la corriente y va poco a poco dirigiendo susesfuerzos hacia la orilla, adaptándose a fluir con la corriente y lucharcontra la corriente por un igual... Es posible que lo consiga, aunque suesfuerzo haya sido mayúsculo; su recompensa será llegar a la orilla ysalvarse.Por eso en nuestra vida diaria, debemos ser personas equilibradas queno tratemos de controlarlo todo, absolutamente todo. Fluyamos con loque ocurre, ahorremos energía para consumirla cuando realmente noses necesario. Una cosa es que seamos capaces de generar energía, através de la motivación que tenemos por superarnos.Otra muy distinta es que la desperdiciemos en cosas que o no tienensentido o no tienen un fin que haya sido determinante y aprobado pornosotros, siendo conscientes de las consecuencias que nos va a traer.Y aquí caben tanto la acción como la no-acción, que precede al actuarsabiendo lo que hacemos.

VERSOLVI

Los que saben no hablanLos que hablan no saben.

Mantener la boca cerradaControlar tus sentidos

Modera tu temperamentoSimplifica tus problemas

Disimula tu fulgorHazte uno con el polvo de la tierra

Esa es la unión fundamental.

El que ha alcanzado ese estadoSe preocupa poco de si tiene amigo o enemigo

De lo bueno y de lo malo, de la gloria y la deshonraPor tanto, ese es el estado más elevado de una persona.

LOSQUESABENNOHABLAN...

A pesar de que comulgo con este verso en su total plenitud, megustaría decir que estos textos están siendo escritos la mayor parte deellos, fuera de mi despacho y entorno de trabajo. Éste y al menos lossiguientes tres van a ser escritos, éste en el aeropuerto de Amsterdamy los otros en Hannover y Bruselas respectivamente, donde estaré pormotivos de trabajo unos días.Veréis lo he hecho a propósito, la mayoría pensarán: ¡Y a mí que meimporta! Y tienen razón; por eso me ha venido bien para romper elhielo... Cuando uno sabe mantener la boca cerrada, no decir más quelo que tiene que decir y como tiene que decirlo: se siente sereno y enequilibrio. No hay cosa más odiosa que pensar en hablar, soltarlo todoy luego arrepentirnos, cosa que solemos hacer con bastantefrecuencia.Incluso cuando hemos meditado y razonado lo que vamos a decir, esnecesario, que no digo que no haya casos en los que no. No sólo hayque hablar sino marcar nuestro territorio y parar los pies a algúnenergúmeno e incapaz mental que los quiera traspasar. El verdaderoarte radica en hacerlo sin hablar, sin necesidad de acción; tan sólocon la no-acción. Por eso al final a todos nos es más fácil hablar, ocomo se suele decir: ir pegando tiritos a ver si los otros se dan poraludidos.También es cierto que cuanto más hablamos, más demostramos lascarencias que tenemos. Quien tiene que argumentar en exceso lo quedice, cabe la posibilidad de que ni siquiera él se lo crea, o esté enproceso de creérselo, lo cual es muy loable, pero es mejor hacerlo conla boca cerrada. Todos tenemos sobrados ejemplos y conocemospersonas que con lo poco que hablan, dicen mucho más que quienesno paran de hablar sin parar y muchas veces sin sentido.Para mí este libro es muy sencillo de escribir, porque lo tengo en lacabeza desde hace tiempo, son temas que pongo en práctica yentreno habitualmente. Lo verdaderamente complicado es plasmarlo

con palabras, que una vez interconectadas tengan un sentido lógico yden un camino coherente al lector. Aunque la coherencia o no delcamino no dependerá de lo aquí escrito; dependerá en su totalidad dequién realice el viaje y cómo lo realice. Independientemente de lo queaquí se diga.Los que nos dedicamos a la motivación, ayudando a los demás a queencuentren su propio camino hacia la superación personal -al menosen mi caso- debemos sustanciarlo con hechos (que sean verdad), demanera que nuestro discurso sea creíble. Además en mi caso, sumo elhecho de escribir; es como una especie de contrato en el que no sólotomo el reto de hablar en público, sino que lo que digo lo pongonegro sobre blanco; para que quede constancia y pase por el filtroque supone que los demás te vean por dentro, vean tu interior...Y el escribir da mucha esencia a lo que se dice, ya que permiterealizar un trabajo en el que se involucra cuerpo-mente-alma: elhecho de escribir es algo físico a través del movimiento de la mano, loque dicta la mente, y ésta a su vez lo extrae del alma convirtiéndoloen un lenguaje entendible.Esto permite ayudar a los demás, mostrándoles que son ellos los quetienen que ayudarse a sí mismos. A nosotros nos toca mantener unaconducta, que dé un comportamiento ejemplar, para que quienes seacercan a nosotros vean que es posible ser personas con una altamotivación porque tenemos motivos. Estos están respaldados porunos propósitos de vida que no se truncan con las adversidades; másbien al contrario: a través de la adaptación y la flexibilidad, estamosen continua evolución-superación personal.La motivación, si bien al principio debería comenzar como una cienciay estudiarse a fondo para poder aplicarla a nuestro antojo; una vezconseguido ese capítulo, no poco importante y que hay gente quenace con él, tiene el equipamiento de fábrica. O piensan que esimposible aprenderlo.O quien decide aprenderlo tan sólo se conforma con leer libros o ir acursos que, como ya hemos dicho, lo que le brindan es una dosis demotivación pasajera... El trabajo, esfuerzo y dedicación, es nuestra,

porque “nuestros” son los sueños que queremos cumplir... Como digo,si debe empezar como una ciencia, debería acabar convirtiéndose enun arte. En una impronta que nos defina, sin necesidad de hablar, sintan siquiera abrir la boca.Cualquier acción que se haga, por pequeña que sea, será como lasondas que se generan cuando una piedra cae en el agua. Será unaacción que nos dará a conocer a los demás, sin necesidad de premioso gloria. No actuaremos ni para lo uno ni para lo otro, aunque laconsecuencia sí que es una y una muy concreta, ¿Verdad?Cuando alguien se ocupa de que su conducta acabe siendo uncomportamiento ejemplar, acaba por no hablar de “personas” ni desus dimes y diretes (que fácil es escribirlo, que difícil de cumplirlo arajatabla), ni tan siquiera de “cosas”... Habla de “Ideas”.Quien llegue a ese estado habrá alcanzado un equilibrio, una armoníaque verdaderamente le permitirá ayudar a los demás sin que estos seden cuenta: el resultado será que ellos mismos se están ayudando.Han encontrado la motivación que les lleve por el camino de lasuperación personal.

VERSOLVII

Gobierna una nación con justiciaHaz la guerra con movimientos estratégicos

Domina el universo sin luchar¿Por qué sé que esto es así?

¡Por esto!

Cuanto más leyes y restricciones hayaMás se empobrecerá el pueblo

Cuanto más eficaces sean las armas de las personasMás desgracias habrá en la tierra

Cuanto más ingeniosas e inteligentes sean las personasMás cosas extrañas ocurrirán

Cuanto más normas y reglamentos hayaMás ladrones y bandidos habrá.

Por eso dice el sabio:No temo ninguna acción y se reforma la gente

Disfruto de paz y la gente se hace ricaNo tengo deseos y la gente vuelve al bien y a la vida sencilla.

GOBIERNAUNANACIÓN...

Lidera-Te con equilibrio y sentirás una motivación sin límites. Que tellevará por los senderos de la acción y la no-acción por un igual. Esoes estrategia aplicada a la vida misma, para obtener las metas quenos hemos propuesto o las que el destino nos tiene preparadas.Esto no es porque sí, con seguridad hemos enviado las instruccionesal destino. Aún sin saberlo, él tan sólo las ha aceptado, las haprocesado y las ha convertido en los resultados que obtenemos: Loque nos pasa.Por supuesto que hay cosas que suceden y nadie las provoca ni delejos. Cuando se ciernen determinado tipo de desgracias y accidentessobre nosotros o los nuestros; al igual que las catástrofes que arrasaninnumerables vidas, ni son provocadas ni llamadas por nada ninadie...Suceden y hacen que las vidas de quienes las sufren cambien ytengan que adaptarse a situaciones totalmente nuevas y en muchascasos desbordantes.De ahí la importancia de vivir y existir, sabiendo que nos adaptamos alo que nos ocurre en cada momento, para llegar a donde queremosarribar. Sobre todo viviendo cada instante como queremos vivirlo yasumiendo sus consecuencias.Esto sin duda nos prepara y adapta, nunca mejor dicho, para casicualquier cosa que pudiera suceder. Y reitero que ni es fácil, ni sepretende que lo sea; tan sólo hay que ponerse manos a la obraasumiendo el reto. Pensemos que no somos los primeros ni seremoslos últimos.Por ello debemos tender a simplificar muchos procesos. Y el mantenerla motivación, que nos mueva con el debido entusiasmo, es pocomenos que crucial e imprescindible para nuestra supervivencia otriunfo, que más veces de las que pensamos son lo mismo o sesolapan. La simplificación es, podríamos decir, una ciencia que

debemos convertir en arte si queremos sacarle el máximo partido.¿Por qué el ser humano se empeña en complicarlo todo?Absolutamente todo, trata de dar tantas explicaciones, de poner sobrela mesa una cantidad de conocimientos impresionante. Muchos deellos sobre lo mismo, pero con nombres y teorías complejas, que unavez se estudian, se desmenuzan y se analizan llevándolos al terrenode lo sencillo...Podemos averiguar que muchos de ellos forman parte de principiosancestrales, sencillos y eficaces pero sólo si se llevan a la acción, a lapráctica. La cuestión es la palabra acción. Se está genial en una sillasentado estudiando y dándole vueltas a las cosas; y más vueltas. Perode levantarse de la silla y ponerse en acción nada de nada.Cuando alguien está en acción, por poca que esta sea, para los“sentados” es mucha y parece que ha tocado la luna. Cuando enrealidad quizás -y digo tan sólo quizás- haya sido levantarse, serconsecuente con sus acciones e ir en busca de sus sueños.Importante es que quienes diseñan, estudian y preparan teorías yprácticas, por ejemplo para que la gente encuentre los motivos que lemotiven al éxito y la felicidad, lo hagan sentados. Pero con laperspectiva que da el haber vivido y vivido de verdad; haber pasadopor un sinfín de experiencias que los hayan curtido.Adquiriendo no sólo conocimientos, sino algo de sabiduría. De maneraque no tengan la necesidad de enmascarar un escaso bagaje detrásde maravillosos envoltorios, vacíos de vivencias, y complejas teorías,que luego nadie entiende y menos aplica en su día a día.De forma que te ofrezcan la posibilidad de alcanzar -y digo alcanzar,que no vivir- el más brillante de los éxitos. Como si uno leyera lasinstrucciones de cómo funciona un reloj despertador. No contándoleque cuanto más encorsetado está el camino para el triunfo, másposibilidades tenemos de salirnos de él, teniendo un estrepitosofracaso.Que nadie quiere y del que se empieza a hablar ahora como unaasignatura casi; no, mejor, imprescindible para saber saborear. Para

tratar de mantenerse en el triunfo personal e interior que es elverdadero; el que todos debemos buscar, porque sin duda loencontraremos.El otro éxito, ese que se nutre de las apariencias y del “qué dirán”, ninos interesa, ni nos mueve. Es tan sólo un espejismo que puede durarun segundo y luego dejarnos tan vacíos que jamás nunca sepamosllenarnos de contenido.Vayamos pues a lo sencillo, simplifiquemos siendo conscientes de quelógicamente hay procesos complejos. Quien quiera acercarse a ellos,sepa que lo son y se prepare para asumirlos. La capacidad de elegirentre distintas opciones debe ser nuestra.Fluyamos pues con lo que nos pasa día a día, disfrutemos de esecamino. Cuanto más sencillo lo hagamos, más riqueza nos aportará.Nos dará infinitas posibilidades de llenarnos de contenido, que hagaque cada experiencia que tengamos, se convierta en un tesoro desabiduría.

VERSOLVIII

Cuando el gobernante es silencioso, silencioso, la gente es simple yfeliz

Cuando el gobernante es agudo, agudo, la gente es astuta e infeliz.

La mala suerte es lo que se apoya la buena suerte, la buena suerte eslo que la mala suerte esconde en su interior¿Quién conoce el fin último de este proceso?

¿No hay norma ni derecho?Aún así, lo que es normal pronto se convierte en malos presagios

Ciertamente la gente ha estado mucho tiempo en un dilema.

Por tanto, el Sabio cuadra sin cortarTalla sin desfigurarEndereza sin forzar

Ilumina sin deslumbrar.

CUANDOELGOBERNANTEES...

Como la vida misma, todo un enigma difícil de sobrellevar cuando nose entienden determinados principios, no se quieren asumir y se lesbusca los recovecos. Al igual que la existencia puede ser algo grandepor su sencillez, cuando uno se adapta a lo que le ocurre.Reconociendo con estoicismo que existen leyes inmutables, que elmundo sigue y que no está en nuestra mano romperlas.En esta adaptación reside la superación personal, es decir, lo quehacemos con lo que nos ocurre y en qué lo convertimos. Ése es uncamino apasionante, que debe hacerse con la ilusión de vivir siendofelices, desde el minuto cero.Pero para ser feliz, y no queremos exponer esa actitud bobalicona desonreír (babosamente) ante todo lo que ocurre a nuestro alrededor.Que mucho de lo que vemos ni es para sonreír ni es para quesintamos satisfacción...Nos referimos a ese estado de seguridad en uno mismo que da elsaber que se está haciendo lo que hay que hacer cuando hay quehacerlo. Y que los resultados de “eso”, aunque no siempre sean losque esperamos en tiempo y forma, nos llenan como personas y nosdan las enseñanzas para seguir superándonos como personas.Y aquí toca hablar de la “buena” y de la “mala suerte” y cuando deesto se trata, nos entra cierta parálisis, dejamos la acción y lacambiamos por la inacción de ver qué nos trae esa suerte: Si esbueno o es malo.Sin pensar que los creadores de la buena o mala suerte somosnosotros con el Universo y éste a veces nos sorprende con lo que nostrae, por no esperado.Otro factor para sacarle el máximo partido a eso que llamamos suerte,es ser conscientes de que la “buena suerte” puede generarse a partirde la “mala suerte”, y que en muchas ocasiones sucede así. Esa cosanefasta que nos ha pasado es la que acaba por sembrar la semilla de

la buena estrella.Todos hemos oído que cuando el ser humano está entre la espada yla pared es cuando saca lo mejor de sí y por ende encuentra lo mejorde sí... Es capaz de forjar su destino, el de la buena suerte.También me gustaría dejar patente que para quienes se muevenalrededor de la filosofía de los logros, la suerte en general es algo queuno trata de modelar y de crear. Evitan el simple azar de lo que nospasa día a día y en lo que no podemos intervenir.Están por la labor de forjarse su suerte con sus intenciones yacciones. Aquí estamos trabajando con un sistema de capacidades yherramientas que casi podemos tocar físicamente. Por ello podríamosdecir que es algo casi matemático y físico.Sin embargo, cuando nos adentramos y nos encontramos con lamotivación del alma, vemos que las cosas no son tan físicas ni tanmatemáticas como creíamos. Que por ejemplo la “mala suerte” puedellevar aparejada la “buena suerte” como algo inherente, intrínseco. Noes necesario que hablemos de la dualidad de las cosas: Frío-calor,alegría-tristeza, riqueza-pobreza, ¿Verdad?Por si acaso alguien trata de saltarse un paso de manera ingenua;confirmar que salvo excepciones de personas que nacen con todo elequipamiento de serie. Que los hay; y todos conocemos a gente así,el resto de los mortales tenemos que pasar por las tres fases:primero, crear nuestros sistemas de motivación como algo físico eincluso matemático, para segundo pasar a entrenar, aplicarlos demanera continua en nuestra vida, siendo jugadores y testigos parapoder mejorarlos... Y por último pasar a integrarlos en nuestrointerior. Que sea el alma la que nos motive, llevándonos por caminosde superación y felicidad. Ah, y esto no es fácil, sino que es el trabajode toda una vida.Y como la “mala suerte” tiene en su interior la “buena suerte” y pistashay para poder sacarla... Digamos también, para ser honestos a laverdad, que cuando estamos instaurados en eso que llamamos buenasuerte, la mala puede crearse debido a esta, es así como suele

suceder.Dejándonos además muy tocados, paralizados y temerosos por el quépasará y el qué dirán... Por aquello que se dice: ¡Qué mala suerte!Y como no podía ser de otra manera, el entorno suele insistirnos:¡Qué mala suerte! Como si fuera un lugar en el que ya vas a tenerque vivir toda tu existencia. Resignado y abandonado a que losbuitres terminen de devorarte.En fin, el caos: nos ven como buena gente, pero que ha tenido “malasuerte”: ¡¡Que maaala sueeerte!!... Con lo bien que te iba y lo estabashaciendo (jajajajaj... Carcajadas del autor)¡Bien!... Quién no ha tenido un tropezón, porque mucha gente piensaque ha caído por un precipicio, cuando en realidad es un tropezón. Alfin y al cabo cada uno decide si tropieza o se cae que esto essubjetivo y relativo.La cuestión es que la rueda de la vida unas veces nos trae fortuna yotras pesar, pero siempre está en movimiento. Así que estemospreparados para ello, y no sólo esperemos sino que trabajemos paraque la rueda de la fortuna se decante a nuestro favor...

VERSOLIX

Para cuidar a los demás y servir al cieloLo mejor es la moderación

La moderación comienza con la renuncia a las ideas propiasEso depende de la virtud que se haya acumulado en el pasadoSi se tiene un buen acopio de virtud, no hay nada imposible

Si no hay nada imposible, no hay límitesSi un hombre no conoce límites, sirve para gobernante

El principio básico para gobernar es mantener lo bueno durantemucho tiempo

Eso es llamar tener raíces profundas y cimientos firmesEl Tao de la larga vida y la visión eterna.

PARACUIDARALOSDEMÁS...

La moderación y el equilibrio son buenos consejeros, debenacompañarnos en nuestro viaje. Hacen que seamos personas sensatasy que nuestros motivos, sean los que sean, los decidamos con todaslas consecuencias. Seamos conscientes que los objetivos que noshayamos trazado como el propósito de nuestra vida van aparejadosde una serie de esfuerzos, dedicación y sacrificios que debemoscertificar con nuestro compromiso.Auspiciado por todo ello, hallaremos la motivación que nos ponga enel camino de conseguir aquello que queremos. Para conseguirlo, enmuchas ocasiones tendremos que renunciar a cantos de sirena, quese cruzarán en nuestro camino, invitándonos a alejarnos de nuestrossueños. Aparecerán miedos, excusas y justificaciones para difuminarnuestras metas hasta conseguir que desaparezcan.Si la moderación nos acompaña, nuestra motivación será tal que laspalabras: límites e imposible, serán relativas y tendrán tan sólo laimportancia que nosotros queramos darle, no más. La genteequilibrada sabe moverse por el espacio y por el tiempo; hallanaquello que desean y lo hacen porque esa armonía la obtienen de susprocesos de adaptación y flexibilidad.Ya sabemos, a estas alturas, que el verdadero triunfo el que nosprovee de la superación personal, que nos hace felices (o eso creemosy con ello es suficiente) es: El asumir lo que no podemos cambiar,transformar eso que si está en nuestras manos el hacerlo y elcomprender ambas situaciones.Ahí radica el punto en el que uno puede pasar de la ciencia al arte. Dedominar determinadas situaciones, a dominarse a sí mismo. Eseaprendizaje se consigue con la seguridad que da el creer en unomismo, la paciencia y la perseverancia, que nos dan las claves para laadaptación y ésta nos brinda la oportunidad de convertirnos en seresflexibles.Asumamos que no es nada contradictorio jugar, manejar sueños,

objetivos; con la adaptación permanente a lo que nos ocurremediante la flexibilidad: Ese es el verdadero triunfo. La rigidez y elempecinamiento no son buenas consejeras.Todos los caminos llevan a “Roma” y no todos los caminos llevan a“Roma”; pueden ser verdad ambas. La capacidad de decisión debeestar en nuestras manos, y la moderación es una buena virtud paratomar las decisiones que más se acerquen a nuestra idiosincrasia.Todo esto requiere de un análisis muy personal y en el que ciertasindicaciones deben quedarse en la puerta. Lo fácil en principio seríaentrar hasta la cocina dando recetas exclusivas y exhaustivas: esosería una trampa letal. Somos cada uno de nosotros los que debemosdejar los sistemas y las aplicaciones en la puerta adentrándonos ennuestro interior.Con el convencimiento de que podemos encontrar en cada momentoel mejor camino. Sabiendo que una mala decisión, puede tambiénponernos en un camino que sea una verdadera lección de vida yredirigir nuestros pasos.También es un arte el manejar nuestro destino, haciendo que lascosas sucedan como queremos y el azar, la suerte, lo que denominan“serendipia”.Para que todos lo entendamos: compremos los boletos, o una grancantidad de ellos para que la “suerte” acabe fijándose en nosotros ynos premie. Pero seamos conscientes de que si no compramos boletoalguno, va a ser complicado que la suerte nos acabe señalando.Imagino que todos sabemos que en este caso, el comprar boletos yque la suerte nos toque con su mano es: estudiar, trabajar, tener elcomportamiento, etc., etc. necesarios y suficientes para que la“serendipia” aparque sobre nuestros hombros.Y aunque cada uno de nosotros debe decidir cuáles lo acompañan, nome resisto a citar algunas de las claves del éxito que todos lostriunfadores del mundo desarrollan y aplican. Ya sea para dirigir unagran multinacional, crear tecnología, regentar una explotación agrariao simplemente ser uno mismo; vamos a ello.

Tener objetivos claros, desarrollar la seguridad en uno mismo, lainiciativa, la imaginación, el entusiasmo, el autocontrol, personalidadagradable, tolerancia, beneficiarse del fracaso, hacer siempre más delo que se espera que hagamos, la cooperación.Así como la laboriosidad, paciencia, perseverancia, coraje, honestidad,honor, valor, disciplina, sencillez, generosidad, agradecimiento...Si analizamos a cualquiera que se considere una persona de éxito yfeliz descubriríamos que cumple muchos de esos requisitos.Convertidos en talentos y utilizados a su servicio, que no es otra cosaque puestos al servicio de la sociedad.Y en el momento en que la sociedad se beneficia de nuestros talentos,estos aumentan en nosotros, es una manera de retroalimentación. Esuna espiral “in crescendo” en la que cuanto más se beneficia lasociedad, más nos beneficiamos nosotros.Y esta es una forma de crear raíces profundas que perduren en laeternidad.

VERSOLX

Gobernar el país es como cocinar un pez pequeñoAproxímate al universo con el Tao y el mal no tendrá poder, noporque el mal no sea poderoso, sino porque un poder no será

utilizado para dañar a los otrosNo sólo no hará daño a los demás; además el sabio estará protegido;no se dañan el uno al otro y la Virtud en cada uno protegerá a ambos.

GOBERNARELPAÍSES...

Cuando alguien que es capaz de generar la motivación y crear losmotivos para tener una vida plena y coherente consigo mismo, lohace a través de las pequeñas cosas, de los detalles. Esos son los quemarcan la diferencia entre algo mediocre y algo excelente.Todos hemos oído, leído y aprendido que los objetivos debendesmenuzarse en pequeñas metas. O ¿son las metas las que debendesmenuzarse en pequeños objetivos?¡Qué más da! Sí nos queda claro que cualquier tarea, incluso lasrelaciones, se basan en las pequeñas cosas, los detalles. Nos lorecuerdan constantemente: los cumpleaños, el día del padre/madre,de los enamorados...La cuestión es ¿por qué no vivimos pendientes de los detalles? Si lohiciéramos, seríamos capaces de vivir el presente, de disfrutarlo ysacarle el máximo provecho. Al referirnos a ocuparse de los detalles,no queremos decir preocuparnos por el resultado final.Eso sí que estresa y preocupa, cuando pensamos en la cantidad decosas que hay que hacer para realizar un proyecto. Nos preocupamospor el resultado final y se nos hace un camino interminable,intentando rematarlo lo antes posible. Cuán diferente resulta cuandotratamos de acercarnos al resultado ocupándonos tan sólo de lo quetenemos por delante.Esto es el detalle, sin duda, como nuestro arquero Zen (ya es de lafamilia, ya que lo utilizamos de ejemplo de forma habitual) que no secentra en dar en la diana: se enfoca en realizar el lanzamientoperfecto, y la consecuencia, hete aquí que es dar en la diana, es decir,triunfar...Cuando ponemos toda nuestra intención, pasión, e incluso amor enaquello que hacemos, lo estamos haciendo ya no grande sino sublime;ya sea operar a corazón abierto o limpiar nuestro coche. Ese cómo lohacemos, nos provee de una motivación sin límite; hay quienes la

llaman “Inspiración”, que es una palabra con muchas connotacionespositivas.Es la que mueve la voluntad, y ya sabemos que ésta es la principalherramienta, junto con la actitud, para ponernos en acción yalcanzar/vivir nuestros sueños.Cuando tenemos este tipo de motivación en nuestras vidas, y dichosea de paso, que no es fácil alcanzarla... Necesita de entrenamiento ypráctica de manera que no sólo la apliquemos en nuestro día a día,sino que seamos capaces de integrarla en nuestras células y neuronasde forma que seamos la misma motivación. No necesitemos deestímulos exteriores, o estos sean simplemente una ayuda pasajerapara que nuestro interior bulla, sea un lugar donde la inspiraciónanida permanentemente.Esta fuerza interior nos ayuda a vivir en armonía con nosotrosmismos. Hace que las adversidades y derrotas que nos inflige la vidasean tan sólo peldaños más elevados que el resto en la escalera haciael triunfo personal. Encontramos, entonces, que nada ni nadie escapaz de detenernos, en nuestro camino de superación.Ah, camino de superación, puede sonar a constante lucha, por sermás que los demás... Nada más lejos de la realidad. Un camino desuperación podría considerarse el que viven determinados monjes,que ocupan sus días en prácticas que les acercan a aquello quebuscan, su Interior, su Dios, etc.La superación no debe verse como una lucha contra algo; más biencomo un camino que nosotros decidimos emprender, y de lo quenecesita es de mucha ocupación y dedicación. Nada más y nadamenos.El poder y la fuerza, que dan una motivación inspiradora, nosayudarán a vivir en equilibrio; lo harán a través de la adaptación quesupone el hacer lo que tenemos que hacer cuando tenemos quehacerlo y de la manera en que tenemos que hacerlo y no de otra. Lafuerza de nuestro interior es ilimitada y sólo nosotros somos capacesde ponerla en movimiento, ya lo hemos explicado.

Sólo los seres adaptativos sobreviven y al sobrevivir ya estántriunfando. Pensemos en los animales: constantemente se estánadaptando a lo que les ocurre; ése es el camino de la evolución, ytoda evolución entraña superación.Ese es el verdadero triunfo. Si te adaptas, evolucionas; si evolucionaste superas; y si te superas has triunfado (por si acaso a alguien se leha olvidado adaptación no tiene nada que ver con conformismo, ¡porenésima vez dicho...!).De ahí que parezca que el sabio no hace nada, y no deja nada porhacer. Parece que no evolucionen, pero con su comportamiento hacenque los demás evolucionemos. Sus mentes privilegiadas, nos ayudanconstantemente a encontrar nuestro propio camino de superación.Nos enseñan en definitiva que la superación y la armonía interior sonel camino para ser quienes queremos ser... Y posiblemente dejar todoun legado de autenticidad a todos aquellos que nos rodean.

VERSOLXI

Un gran país es como el valle hacia el que fluyen todos los arroyosEs el embalse de todo bajo el cielo, lo Femenino del mundoLo Femenino siempre vence a lo Masculino por su quietud,

humillándose mediante su tranquilidadPor tanto, si un gran país puede humillarse frente a un país pequeño,lo ganará como aliado; y si un pequeño país puede humillarse ante un

gran país lo ganará como aliadoUno gana al rebajarse, el otro permaneciendo rebajado

Lo que quiere un gran país es simplemente acoger a más gente, y loque quiere un país pequeño es simplemente servir al patrón

Así, cada uno consigue lo que quierePero es deber de un gran país el rebajarse.

UNGRANPAÍSESCOMO...

Aunque aparece la palabra “humillante” y esta tiene unasconnotaciones despectivas y de sumisión impuesta, quisiera quitarlehierro y darle un sentido nuevo, más cercano a nosotros y a nuestrosdías. Podría ser el de adaptación, reconocimiento encaminado asituaciones más que a personas, aunque también a ellas, por vivir ensociedad.Antes de aparcar la palabra “humillante”, expresar que en el contextoen el que aparece: “Un país grande puede humillarse frente a un paíspequeño...” ofrece cierta magnanimidad. El ofrecerse previamente,para que los demás se ofrezcan (que no rindan) ante ti: “Cuando unodomina a los demás es fuerte, cuando uno se domina a sí mismo espoderoso”. De eso se trata: de ser poderoso, no tan sólo fuerte.La adaptación y el reconocimiento de lo que pasa nos ayuda a que lamotivación que nos pone en acción tenga los pies en el suelo.Sepamos dónde nos encontramos, cuál es el estado de nuestrasfuerzas y cómo podemos utilizarlas. Ya no sólo para ser fuertes, sinoconvertirnos en poderosos.Al igual que recordemos también: “Quien conoce a los demás esinteligente, quien alcanza la sabiduría se conoce a sí mismo”... Sepuede entender a la perfección lo que está pasando y hacer unanálisis exhaustivo, digno de un premio, y no saber qué hacer conello, porque carecemos de los conocimientos acerca de nosotrosmismos, de nuestro interior, que son los que nos proveen desoluciones, de los motivos que nos motivan y nos mueven haciadelante, con conocimiento de causa.Y si con las situaciones nos debemos emplear a fondo, paraadaptarnos y conquistarlas, ni que decir tiene que cuando nosenfrentamos a relaciones con otras personas, familiares, compañeros,amigos, tenemos que tener dosis extra de adaptación yreconocimiento, para salir airosos de situaciones que nos puedenparecer imposibles de solucionar. Aquí es cuando uno suele confundir

los términos humillarse, adaptarse, reconocer y reconocerse... Darse alos demás, aún a costa de lo propio, es un signo de fortaleza y nodebilidad.Si alguien piensa en lo que no debería pensar... Lo aclaromeridianamente; en estas páginas no tienen cabida la violencia nifísica, ni psíquica, ni nada que se le parezca, a pesar de que en esteverso se utilice palabras con un significado actual que podrían diferirdel que se pretendía en el verso.Pensemos que la fortaleza nace de la debilidad. La fortaleza nospuede convertir en poderosos, siempre que seamos nosotros quienesnos dominemos.La verdadera motivación, esa que está en nuestros redaños, necesitapara ser poderosa que esté permanentemente adaptándose,reconociendo, actuando, dirigiendo y redirigiendo nuestros pasos.Hacia el camino de nuestros sueños, tanto como de las metas que noshemos trazado como propósitos.Y la vida puede o no puede llevarnos directamente; a veces lo queparecen fracasos y verdaderos mazazos enviados desde arriba son,quizás, una señal que tenemos que reconocer, tener la inteligencia deentenderla y la sabiduría de interpretarla, ¿Fácil? No ni mucho menos,trabajo de toda una vida...¿Hemos pensado alguna vez cuántas enseñanzas encierran lasadversidades que se cruzan en nuestro camino?... Esta es la mejorescuela del mundo: la del ensayo y error. La de vivir día a día como sifuera por una parte el último y por otro como si fuese el primer díadel resto de nuestra vida.En el primer caso, si pensamos en el último día de nuestra vida,seguro que nuestro comportamiento será mucho más auténtico,generoso, agradecido. Y como sabemos, lo que tenemos que hacer, loharemos y no pospondremos nada para mañana. En el segundo caso,vivir como si fuera el primer día del resto de nuestra vida nos dará laperspectiva de ponernos en el camino de vivir nuestros sueños,alcanzando nuestros objetivos, el tratar de darle un sentido a nuestra

vida.Saber que nos queda una vida por delante significa que tenemos quetener la motivación. Esa que nos ponga en acción para vivirla consatisfacción e intensidad todos y cada uno de los días, horas,minutos... Nunca aferrarnos a las indecisiones, las dilaciones, losmiedos, el vértigo de la lejanía que nos paraliza.Jugando con estos dos conceptos, podemos darle un significado anuestra vida pleno y cada cual el suyo. No debería haberorientaciones para ello. Ya que triunfar según lo estamos escribiendono significa hacer muy bien las cosas por que sean los demás quieneste lo digan (que también).No es una cuestión exterior, es un sentimiento interior que daequilibrio y serenidad a nuestro espíritu y para ello necesitamos delentorno adecuado: familia, amigos, compañeros.Adaptándonos totalmente a las situaciones que nos suceden, parasacar el máximo provecho de ellas... Para nosotros y todos aquellosque nos rodean. Siendo generosos, agradecidos y viviendo elmomento como único e irrepetible.

VERSOLXII

El Tao es la reserva oculta de todas las cosasUn tesoro para el honesto, un seguro de vida para el equivocado.

Una buena palabra encontrará su propia audienciaUna buena acción puede usarse como regalo para otro

Que una persona se esté desviando del buen camino no es motivopara rechazarla.

Así, en la coronación del Emperador, o en el nombramiento de los tresMinistros, deja a otros ofrecer sus discos de jade, seguidos de grupos

de caballos¡Es mejor para ti ofrecer el Tao sin moverte de tu sitio!

¿Por qué apreciaban los antiguos el Tao?¿Acaso no es gracias a él, que el que busca encuentra y el culpable es

perdonado?Por eso es tamaño tesoro para el mundo.

ELTAOESLARESERVA...

No hay mejor y más profunda motivación que la que nos empuja amovernos dentro de los valores y las virtudes que el ser humano haconsiderado como buenas. Veamos algunas de ellas: aboriosidad,compasión, humildad, paciencia, honestidad, coraje, honor, valor,disciplina, sencillez, generosidad, agradecimiento, honradez...Podríamos seguir, porque hay unas cuantas más.Hay que ver, con la cantidad de virtudes y valores que hay y lo pocoque se practican en profundidad, ¿o sí? Es cuestión de elegir bien losentornos y, como siempre, predicar con el ejemplo. Que es la mejorenseñanza que podemos ofrecer a quienes nos rodean.Todos aquellos que tienen como base los valores y virtudes, tienen ensus manos una herramienta de incalculable valor. Ya queindependientemente de la situación y los acontecimientos actúan demanera honesta y sincera con ellos mismos.Encuentran los caminos de superación necesarios para triunfar en suvida, y la paz que supone el saber que se están haciendo las cosasbien, muy bien. Si además uno puede dejar huella, porque ayuda a losdemás y brinda un servicio útil a la sociedad… es para sentirserenidad total y absoluta.Lo de ayudar a los demás y brindar un servicio útil a la sociedadrecordemos que no siempre se define con el “qué” hacemos sino conel “cómo” lo hacemos. Si un jardinero es capaz de cuidar sus jardinesde tal manera que sean bellos, quienes los ven quizás se sientan tanserenos, e inspirados a relajar su mente, su cuerpo y por ende sualma, cargando eso que llamamos baterías... Si eso no es ayudar a losdemás y brindar un servicio útil a la sociedad, que me lo expliquen(!?)Si somos capaces de entender nuestro trabajo de esta forma ledaremos un sentido a lo que hacemos, y la grandeza que en realidadtienen todos los trabajos y tareas que existen sobre la faz de la tierra.Cuando esta visión nos inunda, no hay obstáculo que nos detenga ni

losa que nos mantenga en el suelo derrotados.Siempre encontraremos la fuerza y el poder para levantarnos.Primero, porque no sólo tenemos un trabajo como tal, sino quetenemos la misión de ayudar a los demás y brindar un servicio útil a lasociedad, ya sea operando a corazón abierto, vendiendo libros ocuidando jardines...Y si los valores y virtudes nos asisten, nuestra conducta será tanejemplar que todo aquel que nos conozca quedará prendado de loque hacemos por el cómo lo hacemos. Y sí, claro, esto no es cuestiónde un día, ni siquiera de unos meses: es un trabajo de superaciónpermanente, día a día.Lo que sí es cuestión de un segundo es tomar la decisión deenfocarnos en el “cómo” hacemos las cosas. Para dejar un legado quese recuerde en el tiempo. Por supuesto que es difícil, pero ¿quién dijoimposible? No hay nada imposible para aquél que sabe lo que quiere yestá decidido a conseguirlo, a pesar de todas las adversidades que secrucen en su camino.Por eso, una buena palabra, una buena acción pueden ser el mejor delos regalos. Su aprovechamiento puede ser total y absoluto, porquesuele ir dirigido hacia nuestro interior, nuestra alma, la que está tannecesitada de palabras, gestos, acciones... Que le den el suplementoenergético para que la motivación que sentimos sea verdadera yduradera.Y no es cuestión de despreciar lo material; pero si es cierto que lomaterial causa generalmente una gran impresión inicial, pero al pococasi nos hemos olvidado de ello... Todos sabemos que los pequeñosse vuelven locos desenvolviendo un gran regalo que al poco hanolvidado, pero mantienen vivo en su recuerdo un espléndido día deexcursión dedicado a ellos por entero... A eso me refiero: una acciónes mucho más poderosa que un bien material, por espléndido quesea...Quienes no sean capaces de verlo sufrirán las consecuencias, mejordicho la carencia de la satisfacción de recompensar y verse

recompensados por palabras o acciones que alimentan nuestroespíritu.En cualquier caso nunca es tarde para cambiar, ya dicen que rectificares de sabios. Y los que sí ven, saben del poder de las palabras y lasacciones, también saben que uno ve siempre recompensadas susconductas y comportamientos. Aunque no sea por las mismaspersonas a los que van dirigidos.Es la ley de la atracción y la compensación: uno atrae personas ysituaciones similares a las que crea, primero en su mente y luegodesarrolla físicamente en su vida cotidiana. Segundo, en muchasocasiones a quienes ayudamos, ni siquiera tienen un gesto vago deagradecimiento. Pero por el contrario aparecen otras en nuestrasvidas que nos ayudan de forma inesperada y desinteresada, quecompensan con creces a las otras.Esto son leyes que cuando uno es capaz de entenderlas, de reconocersu poder, comprende la necesidad de sembrar. De sembrar sinesperar nada a cambio; nuestra motivación debe ser poderosa, parasaber lo que tenemos qué hacer y cómo hacerlo... Sin duda el destinonos traerá de aquello que hemos sembrado en abundancia y quizáscuando menos lo esperamos. Así funciona tanto la atracción como lacompensación; tienen su propio espacio-tiempo, un ritmo quedebemos dejar que sea el que es, no imponiendo el nuestro...

VERSOLXIII

Practica la No AcciónLucha por la naturalidad

Saborea lo insípidoExalta lo bajo

Multiplica lo escasoResponde a las ofensas con amabilidad.

Ataja los problemas cuando brotanSiembra lo grande en lo pequeño.

Las cosas difíciles del mundo sólo pueden afrontarse cuando sonfáciles

Las grandes cosas del mundo sólo pueden conseguirse atendiendo asus pequeños comienzos

Así, el Sabio nunca tiene que pelearse con grandes cosas¡Y sin embargo él solo las consigue!

El que promete a la ligera debe de tener poca feAl que lo encuentra todo fácil, todo acabará resultándole difícil

Por tanto, el Sabio, que lo considera todo difícil acaba no encontrandodificultades.

PRACTICALANOACCIÓN...

El estado de ánimo natural del ser humano es la motivación, elentusiasmo por conseguir sus objetivos y vivir sus sueños. Tal como loquiere y siempre, siempre adaptándose a las circunstancias que lerodean.Poniendo el foco de atención e interés en el presente, en aquello quetiene por delante. Lo que nos debe ocupar por que está frente anuestras narices, suelen ser cosas de pequeño calado.A veces tan sólo gestos: evantarse de la silla, coger un teléfono parahacer una llamada, parar de comer con glotonería, andar hacia casa,un detalle con los nuestros, con nosotros...Nunca debemos olvidarnos de nosotros mismos; somos nuestroproyecto más importante. Para los que sólo piensan en ellos: Que sedejen a un lado y miren alrededor, igual dejan de ver su ombligo ydescubren un mundo maravilloso.En definitiva, paso a paso, desde el comienzo es como se hace caminoy cuando uno se quiere dar cuenta, resulta que ha recorrido muchomás del que pensaba.Al contrario que ocurre cuando en lugar de estar aquí ahora, nossituamos permanentemente en el futuro, preocupándonos por todasesas cosas que tenemos que hacer, que las vemos como grandesmontañas.Difíciles de alcanzar, porque en lugar de mirar bajo nuestros pies ypensar que la montaña está debajo de ellos; miramos arriba, a lacima, y pensamos en todo lo que nos queda, que es mucho,muchísimo.Lo que tenemos que hacer, que dejaremos para más adelante y alfinal abandonaremos; porque habremos perdido el entusiasmo quenos ponía en acción. En lugar de simplemente actuar a través delmovimiento y de lo que tenemos que hacer. Que además,generalmente, sabemos el qué y el cómo hacerlo sobradamente,

¿Verdad?... En la mayoría de los casos no nos hacen falta ni tantoslibros, ni cursos de autoayuda, ni tanta formación. Al final todo elloparecen escudos donde nos ocultamos para no pasar a la acción.Por supuesto que quien necesite de ayuda, o entienda que la necesita,debe buscarla, sin dilación ni indecisión (esta es una premisa nodiscutible). Una vez encontrada y recibida hay que ponerse el traje defaena; bajar a la arena con los leones o con las ovejas, que la decisiónde lo que queremos, por supuesto, está en nuestras manos.Si somos capaces de ver y sentir las grandes posibilidades que tiene elser personas motivadas, que nos mueva el entusiasmo hacia lo quehacemos, tendremos un gran camino recorrido, ya que losconocimientos técnicos son adquiribles mediante aprendizaje; lasexperiencias se obtienen viviendo el día a día con sus triunfos y susderrotas por igual.Pero la motivación hay que sentirla, se tiene o no se tiene; donde hayque buscarla es dentro de nosotros, en nuestro interior. Cuando tansólo nos llega por medios externos, ya hemos dicho que es pasajera(y bastante ficticia).De ahí que cuando nos encontramos con esas grandes personas queantaño llamaban sabios y que hoy podrían ser el director de una granempresa, un ama de casa, un jardinero, ¡cualquiera!...Parece que todo les resulta fácil, que tienen respuesta para todo, quenada se les atraganta, que cuando algo no les sale como esperaban,se lo toman como una lección para hacerlo mejor la próxima vez... Yademás sus enseñanzas pasan por tener una conducta y unoscomportamientos ejemplares.Son personas que sacan un provecho infinito a su motivación. Tienenmuy claro que es lo que han venido a hacer al planeta tierra y nada ninadie los desvía de sus objetivos y forma de vida. Lo hacen no porque luchan contra todo, sino porque se adaptan a todo: Son flexiblescomo el bambú y fluyen como el agua, rodeando cualquier obstáculoque se ponga en su camino.Para ser personas con una motivación infinita, tenemos que

convertirnos en una especie de máquina humana, cuasi perfecta.Necesitamos ser conscientes de que forma parte de ella: cuerpo-mente-alma y los tres tienen sus formas de cultivarse, entrenarse,nutrirse y descansar para alcanzar un rendimiento máximo y noforzado.Éste es el paso previo, y aunque hay una serie de recetas generales,cada uno debe diseñar su propio manual de instrucciones,entrenamiento y puesta a punto acerca de su cuerpo-mente-alma.Ojo con las recetas generales, forzadas (metidas con calzador). Yasabemos que lo que sube muy rápido, puede caer aún más veloz yestrellarse contra el suelo.Cada persona es un cosmos y tiene la responsabilidad de trabajarpara superarse día a día. Para vivir en equilibrio y armonía consigomismo, sí así lo decide.

VERSOLXIV

Es fácil mantener la pazLos problemas se resuelven fácilmente antes de que aparezcan

Lo quebradizo se rompe con facilidadLo pequeño se esparce fácilmentePrevén todo, antes de que ocurra

Pon las cosas en orden, antes de que no se desorganicenUn árbol que no puede abarcarlo un hombre sale de una semilla

pequeñaUna casa de nueve pisos empieza con un montón de tierra

Un viaje de mil millas empieza con un paso.

El que hace algo, fracasa, el que agarra, pierdeEl sabio no actúa y por eso no fracasa

No agarra y, por tanto, no pierde.

La gente suele caer cuando está al borde del éxitoPor eso hay que prestar al final tanta atención como al principio

Entonces no habrá fallo.

Por eso el sabio quiere liberarse del deseoNo acumula cosas de valor

Aprende a no aferrarse a las ideasHace que los hombres vuelvan a lo que han dejadoAyuda a las diez mil cosas a encontrar su naturaleza

Pero se abstiene de entrar en acción.

LOFÁCILESMANTENERLAPAZ...

“Un viaje de mil millas empieza con un paso”.Sí fuéramos capaces de ver la vida, nuestro trabajo, todo aquello quetenemos por delante… y mal expresado decimos: nos tenemos que“enfrentar” a ello, como si todo fuera una batalla, una lucha... Y no loes en absoluto.Pero incluso así, en cualquiera de las culturas de hace 1.000-2.000años, los guerreros, cuando combatían, se admiraban: sabían que sumayor gloria vendría de la grandeza del oponente y por ende de labatalla.Ahora hemos convertido nuestra vida en una lucha en la que odiamoslo que hacemos, a los que nos rodean. Amén de esperar que todo seafácil de conseguir, de ganar sin esfuerzo. Si no obtenemos algo a lasprimeras de cambio nos sentimos decepcionados, incluso engañados.¿Por qué? Con total seguridad no soy yo quien tiene las respuestascientíficas a ello, y sobre las mundanas, cada uno puede sacar suspropias conclusiones.Deberíamos proponernos mantener un sano y armonioso equilibrioentre nuestros objetivos (que sí o sí deben existir en nuestra vida) yentre la misma vida. Eso que nos ocurre cada instante querespiramos, para conciliar lo que queremos con lo que sucede.Esas situaciones no requieren de otra cosa que de capacidad deadaptación, que en realidad es lo que hacen todas las especies deanimales y vegetales desde que el mundo es mundo. Por ello hemospasado de tan sólo un organismo unicelular vivo, al ser humano: lamáquina más perfecta jamás creada. Sí, vale, también la másimperfecta: ya sabemos que para que algo se considere bueno omalo, debe existir su complementario con quien compararse.Cuando somos capaces de mantener en equilibrio las expectativas denuestros deseos con lo que la vida nos trae, podemos obtenergrandes dosis de eso que llaman felicidad, y que no es más que un

estado de ánimo. Una actitud que tenemos que alimentar connuestros actos, y el resultado de estos nos vuelve a nosotros, comoun bumerang.Esa actitud es la de alguien que siente y vive como un triunfador; unéxito es personal interior. Éste la mayor parte de las veces espercibido por los demás, aunque no tenemos ninguna obligación demanifestarlo para que nuestro entorno lo sepa. Si no lo intuye es suproblema, no el nuestro.Porque es entonces, cuando hacemos las cosas por los demás, paraque nos vean como triunfadores, y hacemos cosas que no queremoshacer tan sólo para satisfacerlos. A todos nos suena lo del chico queestudió para abogado, porque su padre y su abuelo lo eran, cuandoen realidad quería ser biólogo oceanográfico y estudiar a los tiburonesen su hábitat natural...Quien se impone tener bienes materiales, a través de su sacrificio yesfuerzo personal, para dar lo mejor a los suyos, y lo que consigue esalejarse de ellos convirtiéndose en un perfecto extraño... Y asípodríamos escribir unas cuantas (muchas) páginas.Y por supuesto, en ese equilibrio del que hablamos está uno de lossecretos más importantes para asumir y absorber los problemas, lasadversidades. Los fracasos por los que pasamos son realmentedificultades y derrotas temporales que nos dan lecciones.Éstas no se aprenden en un aula; no se entienden cuando alguien teda consejos. Sólo se llegan a comprender cuando las vives, y esentonces cuando uno descubre la materia prima de la que está hecho,no antes...... Cuando a uno le explican en un aula y le dan pautas de actuación,las aprende, las asimila. Pero sólo cuando vive la experiencia es capazde utilizar esas herramientas, o ni siquiera saber que las tiene. Y comoreconocen los buenos maestros: ellos sólo muestran el camino; es elalumno quien tiene que recorrerlo, con sus pasos.Alguien con grandes conocimientos, experiencias y sensibilidad enestos lares, me dijo que de las experiencias no sólo debe aprenderse:

hay que vivirlas en toda su magnitud. Deben ser una inspiraciónprofunda e intensa, de esas que nos llenan de aire (iluminación yfuerza) para ponernos en acción, convirtiéndolas en “vivencias”.Construyamos pues, nuestra vida-casa empezando por los cimientos;por supuesto sabiendo qué tipo de vida queremos y cómo vamos avivirla. Solo así seremos capaces de obtener lo que queremos, yadaptarnos a lo que en realidad y en definitiva nos ocurra.Hay que ser grande interiormente, para ser nosotros en esencia;independientemente de lo que acontezca. No sólo hay que serinteligente, hay que tener cierta sabiduría y conocerse muy bien a unomismo.Asumiendo con el mismo entusiasmo épocas en las que la rueda de lafortuna nos sitúa “arriba”, tanto como cuando nos pone “abajo”... Yasumir la completa responsabilidad por lo que nos pasa; no echándolela culpa a nada ni nadie. Y ejerciendo esa adaptación, que hará que larueda de la fortuna empiece a girar y nos lleve arriba de nuevo(nuestro “arriba”, no el arriba de la sociedad, ¿se entiende?).

VERSOLXV

En la antigüedad, los que estaban bien versados en la práctica del Taono intentaban iluminar a la gente, sino que preferían mantenerlas en

un estado de simplicidad¿Por qué es la gente tan difícil de gobernar?

¡Porque son demasiado listos!Por tanto, el que gobierna su Estado con astucia lo perjudica; pero el

que lo gobierna sin recurrir a la astucia es su benefactorConocer estos principios es tener ley y medida

Mantener la ley y la medida constantemente en el pensamiento es loque llamamos Virtud Mística

¡La Virtud Mística es profunda y amplia!Guía todas las cosas para que vuelvan, para que regresen a la Gran

Armonía.

ENLAANTIGÜEDAD...

La mejor medida, no sólo para ayudar a los demás sino a uno mismo,que es por donde hay que empezar, es mantener un comportamientoy una conducta ejemplares. Si la palabra comportamiento, entrañaalgo grande ya que representa lo que queremos ser; al sumarle elvocablo ejemplar, estamos añadiendo un compromiso, que es algomuy serio o al menos debería serlo.Para mantener este compromiso de grandeza, la motivación es unaherramienta imprescindible. Que nos ayudará a mantener la direccióny el camino correctos. A pesar de que la vida esté considerada unapermanente lucha por la supervivencia, el triunfo y la felicidad que noes poco...La motivación que nos impulsa a conductas ejemplares es la mismaque hace que nuestro norte sea siempre nítido en nuestra brújulainterior, aún a pesar de las dificultades y adversidades que nospodemos encontrar en nuestro camino.Los cimientos de este tipo de motivación están asentados sobre losvalores y virtudes, que todo ser humano de bien debería tener a galael practicar.Y todos sabemos cuáles son; otra cosa es que, mirándonos al espejofijamente, sepamos si forman parte de nuestra conducta o no. Aquí nisiquiera nos vamos a detener en aquellos que exigen que los demáslos tengan, mientras ellos los dejan de lado; o peor, piensan que lospractican...Un comportamiento ejemplar es la mejor enseñanza que podemosofrecer a nuestros semejantes. Que sean ellos quienes, al verlo, loencuentren dentro de sí. Sin necesidad de estar enseñando,aconsejando o mostrando las consecuencias de no acatar (seguir)esas enseñanzas. En muchas ocasiones, quienes enseñan y predicanacaban haciéndolo con el ejemplo de los demás, con tal deperfeccionar su discurso y cautivar a quienes les escuchan y lessiguen. Acaban por idealizar tanto su discurso que deja de ser creíble,

por las exageraciones y teoría, que no práctica ofrecida. Eso sí, seconvierten en populistas, mediáticos, más cercanos a un monólogohumorístico que a algo trascendente, como es ayudar a los demás aque se ayuden a sí mismos.Es cierto que mantener un comportamiento ejemplar puede pareceren principio algo agotador. Por aquello de que estar buscando laperfección de manera artificial, resulta chocante y nos vuelverepelentes a quienes nos rodean.Estos acaban por vernos como autómatas, en busca de una perfecciónque jamás alcanzaremos... Quién no conoce a esa persona queconstantemente hace las cosas centrado en hacerlas perfectas, perono como un comportamiento propio, sino para que los demás lo veancomo perfecto… Este, sin duda, no es el camino verdadero.La forma de ir en pos de la conducta ejemplar es hacerlo por y parauno mismo, es entonces cuando los procesos se integran en nuestrointerior.Pasan a ser una parte de nosotros: somos “uno” con lo que hacemos,ahí es cuando los demás perciben y dicen: ¡Córcholis! Qué bien hablafulanito. ¡Caracoles! Qué excelente vendedor es sotanito. Es entoncescuando los demás, al observar, quieren aprender, copiar, ser comoesa persona de comportamiento ejemplar.Y conseguirlo no es ni fácil ni difícil; es cuestión de ver que hacenaquellos en quienes nos miramos, aquellos a quienes nos gustaríaparecernos. Y adaptar nuestras capacidades y talentos para hacer loque ellos hacen.¿No es esa la mejor enseñanza que podemos ofrecer y recibir? Quecada uno haga un análisis de su propia conducta y comportamientocon la de aquellos que le rodean y de aquellos a los que le gustaríaparecerse, y sabrá si su camino está bien enfocado o no...Aquí creo que es el momento, una vez que hemos mencionado elentorno, de incidir en eso que en muchas ocasiones no damos lasuficiente importancia.Y que acaba por determinar quiénes hemos sido, quiénes somos y sin

duda quiénes seremos: los condicionamientos, las creencias, losmiedos, cómo nos han criado, cómo hemos crecido, qué hemos vistoen nuestra niñez y juventud, qué hemos oído, qué hemos hecho...Todo ello crea una tela de araña en nuestra personalidad quedetermina nuestro día a día y sin duda nuestro futuro.Sólo pasando por un profundo conocimiento de uno mismo,aprendiendo a ser exigente con nosotros mismos -también a saberperdonarnos, vamos que hay que saber tensar la cuerda sin romperla-seremos capaces de que las excusas, justificaciones y miedos que nosdejan anclados a una situación de semi comodidad (eso habría queverlo) se rompan y hagan que nos levantemos y nos convirtamos enquienes queremos ser.Y si eso deriva en un comportamiento ejemplar, acabaremos porayudar a los demás, ayudándonos a nosotros y viceversa. Esto nodeja de ser una espiral, en la que podamos avanzar más y mejor sinos lo proponemos. Es una cuestión de intención...

VERSOLXVI

¿Por qué es el mar el rey de cien corrientes?Porque se queda debajo de ellos

Por esa razón es el rey de cien corrientes.

Si el sabio quiere guiar a un pueblo, tiene que servirlo con humildadSi quiere dirigirlo, tiene que ponerse detrás

De ese modo, cuando gobierna el sabio, la gente no se sienteoprimida

Cuando está al frente, nadie se siente herido y todos ayudan y no secansan de él.

Como no compiteNadie compite con él.

PORQUÉESELMAR...

Una vez más nos encontramos con que el camino para la motivaciónes el de la humildad y la conducta ejemplar. Ésa es la queverdaderamente nos da la autoridad para aún aprendiendo, enseñar;aún siguiendo, guiar; aún callando y oyendo hablar.Y por supuesto, que son necesarios los conocimientos, los títulos ytodo lo que podamos poner en nuestra mochila personal. Sonnecesarios pero no suficientes; como se decía en algunos teoremasmatemáticos (cuando estudiábamos)...Y no son suficientes, porque uno podría pasarse la vida leyendo librosde motivación y autoconocimiento, pero si no los pone en práctica, esdecir, en acción, no sirven de nada. Bueno sí, para descubrir lo muchoque hacen y consiguen otros, pero nunca nosotros.Todo nace en nuestro interior, es allí donde se gesta el presente y nospreparamos para ese futuro que nunca llega, pues cuando lo hace yaes: Presente. Y la premisa no debe ser nunca dar ejemplo, que en esemomento es cuando las cosas se nos suelen torcer acabando por noser ejemplares, precisamente.La ejemplaridad se consigue sin pretenderla, basando loscomportamientos en los valores tradicionales, de los que ya hemoshablado y han aparecido en páginas anteriores. Es entonces cuando alhacer bien o muy bien las cosas, nos convertimos en un ejemplo paralos demás.Estos entonces pueden (y digo pueden, porque no siempre es así),copiar, seguir, intentar parecerse a aquellos que consideran son guías.La motivación juega un papel preponderante en todo ello; ya que esla que nos empuja por el camino que hemos decidido seguir. A pesarde las dificultades que se puedan cruzar en nuestro camino o inclusode las derrotas que la vida nos inflija, que en muchas ocasionespueden ser durísimas. Para este camino es genial llevar en nuestrasalforjas estudios y títulos.

Pero si no somos capaces de ponerlo en práctica, en acción, de poconos servirán todos ellos; la vida hay que vivirla para que lasexperiencias se conviertan en vivencias ricas de contenido, sentido yesencia. Que sean un combustible de alto octanaje, que nos hagaseres imparables en nuestro camino.Sea el que sea éste; cada uno tendrá el suyo particular. De nada sirveque nos vendan o incluso regalen caminos, que no sean el quenosotros hemos decidido hacer y transitar, con todas susconsecuencias.Por eso cuando nos encontramos a gente tremendamente versada enestudios, títulos oficiales, en definitiva eso que los antiguos llamabansaber libresco, nos dejan obnubilados por sus bonitas y complicadaspalabras.Pero fríos en cuanto a contenido ya que no son del todo creíbles, nohan vivido lo suficiente, ni lo que han experimentado llena decontenido lo que dicen. Aunque todo lo que digan sean verdaderosconocimientos y muchos de ellos obvios y patentes.Todos hemos leído novelas tremendamente bien redactadas, condescripciones de situaciones hasta el más mínimo detalle. Pero que notienen realismo, porque quien las escribe tiene la imaginación, perono la esencia.Y no es necesario haber estado en una guerra para describir unaescena de ídem. Pero quizás quien haya sido reportero de guerra seacapaz de describirla mucho mejor, que otro que no se ha alejado de lamesa de despacho ni un metro...El cúmulo de experiencias son las que hacen que nuestra motivaciónse asiente y tenga una base cada día más sólida. Esa solidez nos haráfuertes, nos ayudará a tener siempre en nuestras manos la capacidadde elegir entre las distintas opciones que se nos presenten, siendoconsecuentes con lo que nos ocurra, asumiendo por entero nuestraresponsabilidad sea lo que sea lo que nos suceda.No haremos como esas personas que cuando les sucede algo“bueno”: Ellos son los hacedores de ello. Y cuando es “malo” lo que

les sucede: Son unos genios responsabilizando a todo y a todos de sumala suerte, parece que ellos tan sólo pasaban por allí...Y que nadie piense como en un Seminario de Motivación me dijoalguien: ¿Quieres decir que cuando un coche pisa un charco y meempapa de agua, yo soy el responsable?...No, no estamos hablando de este tipo de cosas, aunque si alguien loprefiere puede analizar el día, la meteorología, la ruta y los posiblescharcos, identificación de vehículos susceptibles de pisar charcos,alternativas, etc.Siento la ironía, es para quitar hierro al asunto. En cualquier caso sihay gente que vive el tipo de vida que quiere... ¿Por qué nosotros no?

VERSOLXVII

Todos bajo el cielo, dicen que mi Tao es grande y más allá de todacomparación

Porque es grande parece diferente; si no fuera diferente, se habríadesvanecido hace mucho

Tengo tres tesoros que conservo y a los cuales me aferroEl primero es la misericordia; el segundo la economía; el tercero es

atreverse a no estar delante de los otrosDe la misericordia viene el coraje

De la economía viene la generosidadDe la humildad viene saber ser líder

Hoy, las personas evitan la misericordia, pero intentan ser valientesAbandonar la economía, pero intentan ser generosas;

No creer en la humildad, pero siempre tratan de ser los primerosEsto es ciertamente la muerte

La misericordia trae la victoria en la batalla y la fuerza en la defensaEste es el sentido por el cual el Cielo salva y protege.

TODOSBAJOELCIELO,DICEN...

La motivación tiene mucho que ver con los tres tesoros que nosofrece este verso: la misericordia, la compasión es un entendimientode la situación por la que están pasando otros.Ese ponernos en el lugar de los que lo están pasando mal, o no tanbien como nosotros, hace que tengamos los pies en el suelo. Queveamos lo que nos podría suceder. Ya sabemos que la rueda de lafortuna gira constantemente, y unas veces nos sitúa arriba y otrasabajo.La compasión no debe abocarnos a la apatía, por temor a vernoscomo se ven otros; muy al contrario, debe ser un acicate para tratarde superarnos. Viviendo nuestros sueños y por supuesto tratando deayudar a los demás. Y como hemos dicho infinidad de veces, a travésde un comportamiento ejemplar.Quien ha pasado por “malas experiencias” (esta es una frase hechaque no me gusta demasiado, ya que malas o buenas lo dirá el tiempoy quizás nunca lo sabremos...), sabe el tipo de motivos, la motivaciónque le ha empujado a salir hacia delante; por lo que debería resultarmás sencillo empatizar con quien debería ser misericordioso.Toda persona compasiva siente la necesidad de no juzgar; cuandoalguien tiene la grandeza y sabiduría de no juzgar a los demás, tienetambién una visión realista de las cosas que lo mantiene en un caminoen el que las fantasías, y también los temores, ¿por qué no? tienen suespacio en nuestros sueños y objetivos, pero el justo y necesario.El hecho de no juzgar a los demás es posible que nos dé el equilibrioy la serenidad para no tener temores, condicionamientos y creenciasque nos arrastren por caminos por los que no queremos transitar.Otro tesoro que nos brindan es el de la generosidad a través de laeconomía. Casi prefiero utilizar: la correcta gestión de los recursos, enlugar de economía. Entendiendo por recurso cualquier cosa quemanejemos, y por gestión el uso equilibrado y armonioso. Esto que

parece fácil y de cajón, cuando alguien piensa en ello, la verdad esque es tremendamente complicado.A tenor de cómo evoluciona la sociedad -y tan sólo pongo algúnejemplo, aunque podríamos estar semanas escribiendo sobre el maluso que hacemos- los vicios son generados por un uso excesivo dealgo que a priori no tiene porque ser pernicioso. Como beberse unacerveza con los amigos y acabar enganchado al alcohol de maneracompulsiva...Perder y acabar matando el tiempo... No utilizar nuestras capacidadesy talentos al cien por cien y olvidarnos que las tenemos... Dedicarmucho tiempo a lo que haríamos que no hacemos… La lista seríainfinita.La gestión de un recurso de manera adecuada es algo que pasa portomar la decisión, tener la opción; esa elección se suele hacer en lomás profundo de nuestro ser. Aunque generalmente es provocada poralgo que nos mueve las entrañas; somos nosotros los que debemosbuscar y accionar ese interruptor.Una vez que lo hemos asumido, pasamos a la acción. La fase deaprendizaje es tan amplia como queramos profundizar; hay quien escapaz de convertir aquello que hace, en una ciencia. Otros, nocontentos con ello, pasan de la ciencia al arte, en mayúsculas; bien, sieso es lo que desean, ¡genial!En cualquier caso, equilibrio y ponderación son las premisas quedeben guiar nuestras actuaciones para con cualquier recurso. Y porsupuesto que hablando de economía, a todo nos viene el dinero a lamente... El dinero es necesario e imprescindible, sí, pero su uso,disfrute y acumulación deben estar entroncados con aquello que lepedimos a la vida y que, cómo no, estamos dispuestos a darle.El tercer tesoro, la humildad, casi da miedo hablar de ella; por quiende verdad lo es, o lo pretende, está muy alejado de dar clases a losdemás, ni tan siquiera consejos. Tan sólo ofrece el ejemplo de suconducta y comportamiento ante los demás y ante las situaciones quevive.

Todo aquel que se vanaglorie de su humildad no sólo deja entrever sucarácter de lobo disfrazado de cordero, sino que suele vérsele venir delejos, afortunadamente. Amén de que una de sus palabras preferidases esa que tan sólo con nombrarla casi nos hipnotiza y nos pone a suservicio: El “ego”.Para poder manejar semejante “toro” hay que estar no sólo versado,sino tener una alta dosis de sabiduría, de la que ni se compra, ni teregalan, ni siquiera un título te la da. Es la que se adquiere con losaños y con la experiencia por igual, además de con la determinaciónde superarse siendo mejores personas.Si la correcta gestión de un recurso se hace a través del equilibrio y laarmonía, la humildad se vive estando en el lado del alumno. De quienestá convencido que con lo qué hace y cómo lo hace brinda unservicio útil a la sociedad.Y eso le sale de su más profundo ser. De quien generalmente no ledice al mundo de lo que es capaz; por el contrario, se lo demuestra, ylo hace sin “alharacas”, sin esperar honores...La humildad (verdadera) de la que no se habla, es la que se entrena ypractica: Da paz y serenidad en grandes dosis

VERSOLXVIII

Un buen soldado nunca es agresivoUn buen guerrero nunca está furioso

La mejor manera de conquistar a un enemigo es ganarle noenfrentándote a él, no siendo vengativo

Un buen jefe es humilde, la mejor forma de hacer de alguien tuempleado es servir a sus órdenes

¡A eso se le llama la virtud de la no lucha!¡A eso se le llama usar las habilidades del hombre!

¡A eso se le llama estar en unidad con el Cielo!

UNBUENSOLDADONUNCA...

Una vez más nos encontramos de bruces con la adaptación; esta veznos la presentan incluso en términos guerreros y de confrontación.Estamos habituados a utilizar la palabra luchar con unasconnotaciones de esfuerzo, sufrimiento y también grandesposibilidades de fracaso tan negativas, que solo oírla nos provocacierta parálisis, o nos predispone para pelear contra todo y todos losque se crucen en nuestro camino.Me gustaría aprovechar este texto, para darle una significacióndiferente; mucho más digna y aprovechable por todos nosotros. Lalucha entraña estrategia al igual que acción y no-acción, entusiasmo,dedicación, compromiso y sobre todo grandes dosis de adaptación alentorno y a las circunstancias. Y cada vez que utilice la palabra lucha,lo haré bajo este concepto.Estamos habituados en nuestra vida diaria a luchar por absolutamentetodo y así no se puede vivir. Eso provoca un desgaste continuo, delque no somos capaces de reponernos de un día para otro...Y pensemos que si nos tomamos la vida como una lucha continuacontra todo y todos, también el entorno y las circunstancias acabaránluchando contra nosotros.Es más, cuando se piensa, habla y actúa en términos de lucha yguerra, por ejemplo: estoy luchando por mejorar mi puesto detrabajo, estoy en guerra contra esta crisis, etc.La mente no clasifica sus acciones, ya que está centrada en una peleaen la que todo lo que tiene enfrente es el enemigo. Y como a talacaba por no respetar, odiar y querer exterminar a todo y a todos;obviando las oportunidades que se puedan cruzar...Y para lo que nos ocupa, que es la motivación, ocurre tres cuartos delo mismo: estamos permanentemente tan enfrascados luchando porestar motivados... Que sin darnos cuenta acabamos considerando a lamotivación casi como un enemigo y además le perdemos el respeto.

De ahí que constantemente se busque la motivación exterior; esa quenos provee un evento en el que nos meten la motivación por los oídosy los ojos, o la simple lectura de un libro de ídem.Pero nos falta lo más importante. El compromiso, el respeto y laadmiración que un soldado sentía por sus oponentes, en el campo debatalla; el ser un caballero, en comportamiento y maneras, con losque tenía enfrente.Si sentimos respeto, admiración por todo, por todos y nos preparamoscon pasión, dedicación, tratando de adaptarnos, incluso llegar afundirnos con eso que queremos: Ya sea mejorar nuestro puesto detrabajo, convertir una crisis en una posible situación de creación deoportunidades.Nos será más fácil no sólo luchar, sino adaptarnos y vencer, paraganar a una situación que era la que se nos planteaba, y no a unenemigo al que odiamos y queremos eliminar, perdiéndole todorespeto y admiración.Cuando alguien respeta su entorno y sus circunstancias se prepara(entrena y practica), mucho mejor para adaptarse a él (luchar). Yasólo con la mera intención de adaptarnos a él, estamos subiendomuchos enteros para triunfar.Estamos sembrando la semilla de que todo fracaso, cuando las cosasno salen como a nosotros nos gustaría, somos capaces de convertirlasen derrotas temporales y éstas en lecciones magistrales que nos da lavida.“¿Por qué nos caemos? Para aprender a levantarnos”. ¿Eso es lucha oes adaptación?... La lucha entraña riesgos, asoman temores, sedistorsiona la realidad, magnificándola o minimizándola. Como lepasaba a Don Quijote en sus aventuras, todo era lucha y acababanpor ser peleas desiguales contra molinos (gigantes) o contra ovejas(ejércitos).Aunque parezca imposible, así nos vemos muchas veces, peleandocontra nimiedades que no tienen ningún sentido, o contra realidadesinamovibles que son las que son y no las vamos a derribar jamás

peleando contra ella.Las realidades sólo se cambian, primero adaptándonos a ellas;segundo, viéndolas bajo un prisma diferente, y tercero eimprescindible, actuando con respeto, admiración, generosidad,agradecimiento, humildad... Por esa realidad.Alguien podría pensar: vaya, más complicaciones, ahora resulta queno hay enemigo malo y que abandonemos toda lucha, por eso quellaman adaptación al entorno y a las circunstancias... Pues sí, perocomo todo en estos textos, es una sugerencia; nunca una imposición.De lo contrario estaría rompiendo mis propias reglas y no piensohacerlo.Todo aquél que respeta a su oponente se prepara mejor. Todo aquelque lo admira, se entrena mucho mejor de lo que lo haríanormalmente. Si tratamos de ver y traspasar este paradigma a alguienque busca un empleo y en lugar de pensar que éste tan sólo es sucontrincante…Lo ve bajo este nuevo prisma, no sólo se preparará mejor paraconseguirlo, sino que al final, sin duda cuando lo tenga, sucompromiso será mucho mayor. Le será mucho más fácil fundirse conél para hacer un trabajo perfecto o al menos tender a él. Luchar: apartir de ahora, es adaptarse con todas las consecuencias.

VERSOLXIX

Entre los soldados hay un proverbio que dice:No me gusta tomar la iniciativa, sino responder

No me gusta avanzar un centímetro, sino retroceder un paso.

Esto se llama caminar sin que parezca que se mueve unoSubirse las mangas sin enseñar los brazos

Apresar al enemigo, sin atacarEstar armado, sin tener armas.

No hay mayor catástrofe que subestimar al enemigoAl subestimar al enemigo, corro el riesgo de perder lo que valgo.

Por eso en el campo de batalla gana el que parece perdedor.

ENTRELOSSOLDADOSHAYUN...

La persona que realmente está motivada y siente que está haciendo elcamino que quiere hacer y lo hace por y para sí (su propia superaciónpersonal), no tiene que demostrar ni aparentar nada hacia los demás.Su entusiasmo está sabiamente distribuido según lo vaya necesitando;no hay explosiones de pasión, que no conducen a nada.Cuando uno quiere sacar el máximo partido a su vida, a lo que haceen ella y al papel que desempeña, debería convertirse en un soldado,cuya misión es la superación personal; esa que lleva aparejada elsentirse triunfadores, siendo felices. Un soldado que, en modo alguno,desdeña el juego de la lucha por vivir, plenamente consciente de quelo está haciendo.Alguien así respeta lo que le sucede, porque entre otras cosas haaprendido de lo que le ocurrió. Está preparado para adaptarse a loque le pase; pero siempre siendo consciente de los objetivos quetiene y cumpliendo la misión que cree le ha sido encomendada por eldestino. Que es la que suele dejarnos el legado el día que nos vamosal más allá.Una de las cosas que nos suele desarmar y bajar la energía, más de loque pensamos, es estar permanentemente enseñando nuestrasfortalezas, a todo aquel que se cruza con nosotros, nuestras armas endefinitiva.Eso hace que nuestra responsabilidad aumente tremendamente sobreunas expectativas que sólo nosotros hemos creado, dándole “al pico”y generalmente sin medida. Existen personas que tienen ahí unrevulsivo para ponerse en acción; pero a la gran mayoría (¿o no?), elpeso de esa responsabilidad les deja paralizados, quietos y con miedode hacer lo que han dicho que iban a hacer.Por ello, y una vez más, es mejor demostrarle al mundo de lo queeres capaz que estar continuamente contándoselo...“Subirse la manga sin enseñar los brazos”. Más que una ciencia, un

arte. Ya que eso requiere inteligencia, sutileza, imaginación ademásde saber quiénes somos y hasta donde podemos llegar en nuestrocamino.De hecho cuantas personas hay que creen tener una gran seguridaden ellos mismos y nos enseñan sus brazos, sin darse apenas cuentaque su petulancia, engreimiento, vanidad y egotismo los traiciona.Ya que no tienen brazos precisamente para enseñarlos, craso errorque además se apercibe por los demás más pronto que tarde (y hablono sólo del aspecto físico, sino del mental e incluso espiritual...)Al igual que cuando subestimamos “al enemigo” (oponente), nosdicen. En una situación, un proyecto, una relación, personal,profesional, etc., tenemos esa humana tendencia a creernos mejorque los demás, que hace que perdamos infinidad de oportunidades,de las que no vuelven.Creer que uno es bueno, muy bueno, no debe hacerse nunca porcomparación para con los demás; debería de hacerse para con unomismo, comparándonos con lo que hemos sido, somos y queremosser. La competición con los demás, aparte de generalmente no tenersentido, acaba por desgastarnos de manera contundente.Sin embargo cuando la competición, es con nosotros mismos, demanera sana y equilibrada, logramos avances en el camino de lasuperación personal. Y no es más fácil respetar a todo y todos los quenos acompañan en nuestro camino o simplemente se cruzan en algúnmomento de nuestra vida.Entonces no hay ni enemigos ni oponentes, no existe la competición;hay personas o situaciones en nuestro camino y lo “malas o buenas”que sean, dependerá de las enseñanzas y experiencias que saquemosde ellas.Quien no se ha quedado sorprendido alguna vez con fulanito osotanito por lo que han hecho, hasta donde han llegado y sobre todopor cómo se sienten: felices y triunfadores. Al margen eindependientemente del “qué” haya hecho. Suelen ser personas queactúan, en lugar de hablar, y por supuesto se centra en el “cómo”

hacen las cosas.Este tipo de personas acaban por ser verdaderos maestros, por quequien habla, es su comportamiento ejemplar. Sus conductas suelenser imitadas por otros, que quieren hacer el mismo camino.Ésa es una de las mejores enseñanzas que podemos recibir junto conla que nos aportan nuestras propias experiencias, cuando éstas seponen en valor.Por lo tanto vamos a desarrollar capacidades, talentos que seannuestras armas para facilitarnos nuestro particular camino desuperación, en lugar de gastar energía mostrándolas. Pongámoslas enuso y nunca le perdamos el respeto a aquello o aquellos que nosrodean.Máxime si uno es capaz, incluso, de sentir admiración, quizás y digotan sólo quizás, también los demás sientan admiración por nosotros,por lo que hacemos y por cómo lo hacemos.

VERSOLXX

Mis palabras son fáciles de entender y fáciles de realizarPero nadie las conoce ni las practica.

Mis palabras tienen principios antiguosMis actos son disciplinados

Como los hombres no comprendenNo me conocen.

Son pocos los que me conocenLos que me siguen se ennoblecen

Por eso el sabio lleva ropas toscas y guarda la joya en el corazón.

MISPALABRASSONFÁCILES...

La experiencia de fracasar es una experiencia que debe enseñarnosnuevos caminos, creando en nosotros nuevas fortalezas. Que hagaque la próxima vez que nos consideramos triunfadores, lo hagamossiendo felices y además seamos capaces de mantener en el tiempoese éxito.La riqueza, la abundancia y la prosperidad deben mantenerse en eltiempo. Esto no tiene sólo que ver con el dinero, que también; esobvio que se puede ser muy feliz sin nada, pero generalmente es unaexcusa para no responsabilizarse por tener y saber lo que se hace coneso que se tiene...El temor a perder lo que se ha conseguido también es algo que nossuele paralizar. Crea las excusas y justificaciones para no hacer lo quenos gustaría hacer o lo que sabemos que deberíamos hacer y nohacemos.Claro está que el tiempo y las oportunidades pasadas no vuelven; ycomo vidas tenemos una (de momento), creo sería buena ideaaprovecharla al máximo. Por lo menos en la medida de que no existaarrepentimiento por no haber hecho cosas que realmente nos hubieragustado hacer.Todos tenemos sensaciones, sentimientos y emociones encontradas ycontradictorias, que nos hacen dudar a la hora de tomar decisiones,de actuar, en definitiva. También es cierto que en nuestro fuerointerno sabemos lo que debemos hacer y a lo que debemosatrevernos y a lo que no.Sabemos que uno, generalmente, se arrepiente de lo que no hace; delo que hace y no le sale como pensaba puede sacar una vivencia yuna enseñanza, aprendiendo que las expectativas son algo que debemanejarse con un gran equilibrio...En realidad son pocas las personas que saben utilizar con maestríaeso que llamamos fracaso: como una herramienta de aprendizaje. Las

más, nos vemos abocados a manejarlos como podemos y muy atrompicones somos capaces de manipularlo para que no nos destroceanímica y físicamente.Pero todo aquel que “coge el toro por los cuernos”, se deja delamentaciones y lloriqueos fáciles donde escudarse, decide entoncesponerse en acción nuevamente, y se lo toma como una derrotatemporal, que no es más que otro paso para aprender y enriquecernuestra vida dándole esencia.Por eso, cuando alguien aprende la lección, sale mucho másfortalecido, y no significa que no le tenga que volver a pasar, que sípuede suceder. Hay quien antes de vivir su verdadero triunfo yfelicidad ha pasado por derrotas profesionales y/o personales variasveces.Probablemente la culpa sea de todo y todos y de nada ni nadie.¿Quién sabe? Este tipo de lecciones no se aprenden en lasuniversidades (que también), ni a través de los consejos que nospuedan dar. Tenemos que experimentar y “vivenciar” en carnespropias, para sacarle todo el aprovechamiento.Esto no quiere decir que no debamos aprender en las escuelas ouniversidades y atender amablemente a los consejos que nos brinden;por supuesto que sí. De cuanto mejor equipaje dispongamos, mejorviaje haremos; pero el camino somos nosotros quienes tenemos querecorrerlo, con todo lo bueno y lo no tan bueno que nos vayamosencontrando. Cuanto más enriquecedor sea el camino, más“amueblado” estará nuestro interior.También hay que constatar que, a pesar de que nuestrocomportamiento determina en gran medida lo que nos va a pasar, escierto que hay un grado de incertidumbre en lo que nos puedesuceder. Y aunque todos, sin excepción, siempre esperamos que nossucedan cosas “buenas”, en muchas ocasiones nos acontecen cosasque creemos que no nos merecemos, como la pérdida de seresqueridos, que siempre está más allá de la razón, o mejor dicho denuestras razones.

En lo que se refiere a otro tipo de pérdidas más materiales,deberíamos asumir la parte de responsabilidad que nos toca, y quegeneralmente no es poca ni banal.De ahí que quien ha vivido y ha acumulado experiencias que le hanhecho mejor y más grande en su interior es su alma quien lo mueve,se convierte en una persona sabia, digna de ser escuchada y seguidapor los demás.No vamos a negar que existen muchas personas por doquier, pero sídebemos lamentar tristemente que no sean las más abundantes, nilas que más se prodigan, con lo que no es fácil localizarlas...Sobre todo porque su humildad les impide hacer el más mínimo alardede sus conocimientos y sabiduría. Siendo muchos los que ni tansiquiera adivinamos que pudiéramos tener a alguien así frente anosotros.Es una buena tarea el buscar y encontrar personas así, de las queaprender...

VERSOLXXI

Darse cuenta de que nuestro conocimiento es ignorancia, ésta es unanoble revelación

Considerar nuestra ignorancia como conocimiento, eso es enfermedadmental.

Sólo cuando estemos cansados de nuestra enfermedad dejaremos deestar enfermos

El Sabio no está enfermo, pues está cansado de su enfermedadÉste es el secreto de la salud.

DARSECUENTADEQUE...

Resulta más que curioso, sorprendente, que hechos que puedenparecer contradictorios no lo sean en absoluto, y que si nos ponemosa la tarea seamos capaces de constatarlos por doquier:Quien sabe con certeza que su conocimiento es ignorancia, está máscerca de la sabiduría de lo que piensa. Generalmente lo muestracuando habla, cuando se mueve, con lo qué hace, con cómo lo hace...Y quien cree que su conocimiento es grande, sabe mucho de cifras,de nombres, de historia, es una enciclopedia andante. Vamos, que losabe todo, y cuando hay algo que no sabe casi se siente ofendido ymolesto con el hecho en sí, por haberse producido casi sin supermiso. (¿Permiso?).Suelen ser las típicas personas que tienen trabajos que no les gustan -claro, no les gustan, los ejecutan de manera mediocre-, ahora, eso sí,con sus excelsos conocimientos arreglan situaciones personales yprofesionales de los demás, gestionarían y administrarían otrasempresas (que no la suya) al más grandioso de los éxitos.Por su puesto arreglarían su país y el mundo casi con un click de losdedos. Pero claro, siempre hay un “pero”: el mundo se confabulacontra ellos y no reconoce sus amplios conocimientos.En definitiva, un derroche de talento y esfuerzo, para siempre estarsiempre en el lado de la “crítica” y la “mala suerte”... Quizás -e insisto,quizás- si decidieran poner sus conocimientos en acción de maneraorganizada, se darían cuenta de que el mundo está más a su favor delo que piensan.Y aunque nadie que lo lea se sienta aludido, todos tenemos una partede nosotros que tiende a ello, incluido yo que soy el que lo he escrito.Y trato de evitarlo a toda costa, para no caer en el “cansinismo” queacaba por hacernos unos ignorantes; eso sí, llenos de conocimientosque no sirven para nada. Me viene a la mente aquella frase que dice:“Si cada día sé más de menos, al final lo sabré todo de nada. O

viceversa: si cada día sé menos de más, al final no sabré nada detodo...”Si cada vez que obtenemos un conocimiento lo manejamos dentro dela gran ignorancia que nos rodea, nos hará menos categóricos ypresuntuosos con todo y todos los que nos rodean. Evitaremos caeren la tentación y en la trampa de considerar nuestra gran ignorancia,como si fuera un conocimiento...El primer paso para abandonar la ignorancia o mejor dicho, convivircon ella, es reconocerla como tal. Es saber que está ahí y que nosacompaña siempre; sólo así, puede que algún día empecemos a ver laluz. Pero tranquilos, que esto lleva toda una vida y no todo el mundolo consigue, tan sólo aquellos que dedican su vida en cuerpo-mente-alma a ello es posible que alcancen la sabiduría. (¿Qué es lasabiduría?, podríamos preguntarnos).Con la motivación ocurre algo similar: en el momento que pensamosmucho en ella, incluso que la encorsetamos en sistemas demasiadocerrados, puede convertirse en algo artificial, mecánico, que cuestemucho poner en marcha; aunque en los inicios todos deberíamosacogernos a sistemas bien definidos, como ya hemos visto a lo largode estos textos. Y una vez puestos en acción, entrenados ypracticados deben pasar a formar parte de nosotros, olvidándonos dela teoría y “haciendo”...Quiero decir que para que a alguien la disciplina le ayude a funcionarcomo quiere y cuando quiere, debe estudiarla, desarrollarla,entrenarla y ponerla en práctica, punto final. Y como ya lo somos, novamos a estar permanentemente pensando en ella. Porque si asífuera, le quitaríamos fuerza y efectividad, acabaría siendo unapalabra; sin embargo integrada pasa a ser parte de nosotros, denuestra filosofía de vida.Y como se menciona la “salud”, digamos algo sobre ella,aprovechando la distancia que da el no ser médico, ni nada por elestilo. Sí una persona con un gran potencial de salud y saludable...Las personas más obsesionadas con la salud -y con la muerte incluso-

suelen ser personas hipocondríacas que absorben todo tipo deenfermedades. Su fuente de contagio es el oído, ya que en cuantooyen algo relativo a enfermedades y /o síntomas en el mismomomento lo desarrollan.Muchas de ellas con todas sus consecuencias. Estas suelen desdeñarcualquier “cosa”, alimento, ejercicio, etc. que les pueda venir bien,con la excusa de que vaya a ser que les siente mal!Otras lo prueban todo, lo natural y artificial: alimentos, ejercicios,complementos, etc. pero están tan obsesionadas que en el fondo, laansiedad y el estrés les pueden. Siempre están en lucha contra ellasmismas, y esa búsqueda de la salud nunca encontrada plenamente…Y aunque hay más gente como las que ni se preocupan ni ocupan; lasque simplemente se ocupan de su salud, cultivando cuerpo-mente-alma sin obsesionarse. Como filosofía de vida, dentro de la normalidady el equilibrio, que suelen ser las mejores consejeras para hallar paz yserenidad.

VERSOLXXII

Cuando a las personas les falta el sentido del temor sucederá undesastre

No hay que entretenerse en sus casas, no hay que atosigarlas en eltrabajo

Si no se interfiere, no se hastiaránPor lo tanto, el Sabio se conoce pero no se exhibe.

Se respeta a sí mismo, pero no es arrogantePrefiere lo que está dentro a lo que está fuera.

CUANDOALASPERSONAS...

Cuando el temor está fundado en la información y el conocimiento,podemos convertirlo en prudencia y previsión, y éstas en valentía enlugar de temeridad, que es la que nos lleva al desastre, sea cual seael ámbito de la vida en el que estemos pensando en estos momentos.Los motivos que nos mueven a superarnos también tienen que estarbasados en lo razonado y lo razonable, para que no sea unatemeridad el ir a por ellos.Con todo esto no quisiera aparentar que estamos dando un pasohacia atrás ni mucho menos, tan sólo que no sólo es bueno sinonecesario el “pensar” antes de actuar. La acción es imprescindible... Ysí, por supuesto que el mundo, los inventos, los avances científicos,médicos, las grandes iniciativas comerciales son hechas y promovidaspor personas en muchos casos temerarias.Cómo, si no, Cristóbal Colón hubiera descubierto el continenteAmericano (por poner un ejemplo típico y tópico). Pero este tipo depersonas lo dan todo, lo sacrifican todo por sus sueños, duermen,comen, trabajan, se acuestan y se levantan con sus sueños comoúnico objetivo en su mente.¿Estoy dispuesto a sacrificarme-dedicarme hasta ese punto? Bien,pues con la respuesta que demos cada uno de nosotros, estaremosdejando implícito nuestro nivel de compromiso e involucración enaquello que queremos conseguir, nuestros objetivos. En cualquiercaso todo nivel de compromiso es entendible, válido.Con grandes posibilidades el resultado que obtendremos y lo que nosdevolverá la vida, irá en consonancia con ese compromiso. Que nodeja de ser aquello que sembremos, será lo que recojamos. Por lotanto no deberíamos sorprendernos demasiado con el tipo de de vidaque tenemos, ya que en definitiva somos nosotros los que la creamoscon nuestros pensamientos y sobre todo actos.Si damos mucho, posiblemente obtendremos mucho, y la definición deese “mucho” todos la sabemos; tan sólo hace falta detenerse un poco

y darle sentido a la palabra dedicación, compromiso...Como dice un amigo mío y él sabrá quién es, en cuanto lea losiguiente: “Entre cantar en un coro de devotos feligreses y hacercaída libre a 4.000 metros de altura, tiene que haber más cosas quehacer entre medio, ¿digo yo?”Así que entre quedarse pegado al sofá, por si acaso vaya a ser quesalga mal lo que he pensado, y el tirarse a todas las piscinas decabeza haya o no haya agua, lo que por otra parte es una temeridad,tiene que existir un equilibrio con lo que hacemos, una armonía connuestra forma de ser y estar en la vida.Sigamos con la vida. En ésta tiene que haber espacio para momentosde quietud y paz, de dejar pasar determinados trenes(¡Oportunidades! ¿Quién lo sabe?). En otros momentos de subirse altren, aunque este se haya puesto en marcha. En otras, quizás lasmenos, en las que incluso tenemos que saltar del avión y ya en el aireimprovisamos un paracaídas, o buscamos como amortiguar la caída...La cuestión en cada caso, es ser conscientes del momento y vivirlocon intensidad sin mirar demasiado atrás o hacia delante, tan sólo a loque nos ocupa.Como lo complicado es acertar y hacerlo siempre, porque solemosfijarnos en las veces que erramos y las magnificamos llamándolasfracasos, nos regodeamos en ellos como víctimas del mundo, eincluso de la existencia de “complots templarios” contra nosotros. Sinembargo, nuestros aciertos y triunfos quedan reducidos a la anécdotae incluso los olvidamos... A propósito, como sé que alguien lo verátotalmente al revés, he de decir, insistiendo mucho, que este libro noestá escrito para aquellos que piensan que son el ombligo del mundo,y cuando se levantan por la mañana, se miran en el espejo ydiciendo: “soy el mejor del mundo”, pero claro, jamás se lodemuestran. Estas personas es mejor que lean libros y vayan aeventos en los que solo se habla del “yo”: Ego para arriba, ego paraabajo, donde aparecen personajes con síndrome de “certificatitis” ypresuntuosos que dicen tener muchos ceros en la cuenta..., mejor lodejamos, ¿Verdad?

Vamos a lo que nos interesa, y es que una emoción como el temorpuede convertirse, bien manejada, en un arma de valentía. Desuperación que nos catapulte al triunfo, por un camino en el que laseguridad en uno mismo juegue un papel muy importante.No por ello perdiendo la modestia y la humildad, que deben siempreacompañarnos. Al igual que la generosidad y el agradecimiento, queson unos excelentes cimientos, para construir un castillo de éxitos yfelicidad. Independientemente de lo que hagamos o tengamos quehacer en un momento dado de nuestra vida.Por ello es de vital importancia conocer y reconocer las emocionesque nos embargan ante las situaciones que nos presenta la vida pordelante. Para tomar las decisiones oportunas y por supuesto pasar ala acción lo antes posible.Con esa temeridad contenida y convertida en valentía, acompañadade la incertidumbre de no tener atado el resultado a sabiendas…Generalmente la vida y el destino, si nos lo trabajamos y sembramos,siempre nos dejará cosechas agradables si las sabemos entender yaprovechar. Toda una recompensa.

VERSOLXXIII

El que es valiente para atreverse acabará muertoEl que es valiente para no atreverse sobrevivirá

De estos dos tipos de valor, uno es beneficioso, mientras que el otroresulta nocivo

El cielo detesta algunas cosasPero ¿quién sabe por qué?

Incluso el Sabio se queda perplejo ante esta pregunta.

Es el Camino del Cielo conquistar sin luchar, obtener respuestas sinhablar, convencer a la gente de que acuda sin convocar, actuar

conforme a los planes sin precipitarse.

La red del Cielo es inmensa; es poco tupida y sin embargo nada secuela por ella.

ELQUEESVALIENTE...

Vamos a tratar de dar una explicación coherente y que nos cuadresobre “El que es valiente para no atreverse sobrevivirá...”. Si estamospermanentemente dando la sensación de que el mundo es de los quese arriesgan, que sólo aquellos que se atreven a entrar en acción sonlos que llegarán a alcanzar y vivir sus sueños y objetivos...¿Por qué nos dicen ahora lo contrario? Puede parecer que es loopuesto, pero no: aquí nos están hablando del autocontrol. De esemecanismo que debemos poner en marcha en más de una ocasiónpara redirigir nuestro entusiasmo.De incluso no dejar pasar las oportunidades que se cruzan en nuestrocamino. Éstas suelen ser más de las que nosotros pensamos, y porsupuesto no vemos, por ese entusiasmo desmedido que a veces noshace correr de un lado hacia otro, sin un norte definido.Dejemos sentado que el autocontrol es una capacidad que deben usaraquellos a los que les mueve la pasión, el entusiasmo y tienen motivosy motivación para entrar en acción y pelear por todo aquello en lo quecreen; el autocontrol se convierte en su complemento.Este nunca deberían utilizarlo aquellos a los que les falta fuerza parasaber lo que quieren o le piden a la vida, aquellos que nunca dan elpaso de ponerse en acción, aquellos cuyos temores y miedos losdejan pegados a la silla y al mando de la tele; estos deberían primero“atreverse” y luego ya veremos cómo puestos en acción, hacen galadel autocontrol, pero nunca al contrario.Cuando somos capaces de controlar nuestro ímpetu por actuar,estamos haciendo un ejercicio de no-acción, que nos ayuda a saber aciencia cierta si debemos o no actuar. Que es en definitiva de lo quese trata: de mantener el equilibrio entre la acción y la no-acción.Siempre manteniendo el acento de la intención en las actuaciones quetengan un objetivo que armonice con nosotros como personas.Pongamos algún ejemplo de atrevimiento y de su complementario el

autocontrol. A muchos de nosotros nos gustan las actividades queentrañan algún tipo de riesgo y daríamos cualquier cosa porpracticarlas.Pero también, en más casos de los que debería, aparece el falsoautocontrol, que más bien son miedos y justificaciones que nos matanel entusiasmo y nos dejan paralizados en la inacción, “sin haceraquello que nos gustaría hacer”.Sin embargo en un semáforo y por un malentendido nimio podemossacar todo nuestro entusiasmo y atrevimiento convertido en “malaleche”. Pasándonos el autocontrol por el arco del triunfo e increpandoa alguien mayor que nosotros, que va al volante y que se ha situadodelante de nosotros (digamos de una manera poco ortodoxa).Está claro que las fuerzas muchas veces se nos van por caminos porlos que ni siquiera deberían asomarse. Y no creo que hagan faltamuchas más explicaciones al respecto...Vamos a centrarnos en quienes sí tienen el entusiasmo y este lesprovoca “subidones” de energía que los impulsa a actuar.Este tipo de personas sí son las que deben pensar en el autocontrolcomo una herramienta imprescindible para estar siempre dondequieren estar, y hacer lo que quieren hacer. Consiguiendo que susesfuerzos estén siempre en el camino que ellos han decidido... Hanelegido.Con ello obtenemos que quien guíe nuestros actos sea nuestro interiory no seamos manipulados por situaciones externas a nosotros y a losintereses y sueños que tenemos, porque si es así acabaremos siendoveletas al pairo de los demás, nunca estaremos satisfechos conaquello que nos pasa.Pero el autocontrol más férreo que debemos ejercer es sobre elalimento que damos a nuestra mente y por ende a nuestra alma.Todas esas influencias que dejamos entrar y a las que no sólo noponemos barrera, sino que acabamos por alimentarlas hasta elextremo de que se hacen dueñas y señoras de nosotros, de nuestrospensamientos y actos.

Ahí es donde debemos ejercer un autocontrol exhaustivo, paraconseguir que aquello que pensamos y hacemos sea productivo,tenga un fin. Que nuestras sensaciones, sentimientos y emocionessean enteramente nuestras y generadas por nosotros y no impuestaso sugeridas por los demás.Para conseguirlo, nada más y nada menos nos lo hemos de proponer,crear el compromiso para llevarlo a cabo con todas las consecuencias.Entonces seremos o estaremos en vías de atrevernos a pasar a laacción, cuando eso es lo que hay que hacer, y a través del autocontrolpermanecer en la no-acción cuando y como haya que hacerlo.En este punto, es donde las personas solemos alcanzar la paz, elequilibrio y la armonía que nos acerca un poquito más a la sabiduría,esa que todos ansiamos aún sin saberlo...

VERSOLXXIV

Cuando la gente deja de temer a la muerte¿Por qué asustarlas con la sombra de la muerte?

Si las personas no tienen miedo de morir, no es útil amenazarlas conla muerte

Si las personas viven en el miedo constante de morir y su transgredirla ley significa que uno debe ser asesinado:

¿Quién osará transgredir la ley?Existe siempre un funcionario que ejecuta

Si intentas tomar su lugar equivaldría a ponerte en lugar delcarpintero, utilizando el hacha

Si intentas cortar la madera como el carpintero, sólo te lastimarás tupropia mano.

CUANDOLAGENTEDEJA...

Cuando uno pretende utilizar la herramienta del carpintero (sin serlo),lo más probable es que acabe por lastimarse. Podríamos decir aquellode zapatero a tus zapatos... Siempre y cuando seamos zapateros ynos gusten los zapatos, claro está.Parece pues importante, por no decir decisivo, saber lo que somosdedicándonos a ello con entusiasmo y pasión. Ya sabemos que parahacerlo contamos con la herramienta de la motivación y lo que ellasupone.Ésta, cuando la utilizamos para aquello que nos hemos propuesto,potencia nuestra energía física, mental y espiritual. Se crea unasimbiosis entre nosotros y lo que ocurre a nuestro alrededor que noshace sentir bien.Este “bien” significa que uno está donde quiere estar, haciendo lo quequiere hacer. No por ello uno puede obviar las dificultades,adversidades y derrotas que se cruzan en nuestro camino.Éstas no sólo no nos debilitan, sino que nos hacen más fuertes, sonlas que realmente dan valor a nuestros logros. Nos enseñan nuevos ysorprendentes caminos para vivir nuestros sueños y tocar nuestrasmetas.Quien hace algo que no le gusta, o para lo que no tiene lascapacidades y talentos suficientes, todo le parecerá eterno. Se sumiráen una permanente cuesta arriba, que le impedirá avanzar.En definitiva lo que sentirá es una constante frustración y miedos quelo llevarán de manera irremediable al fracaso (y aquí sí que utilizo lapalabra fracaso y no la palabra derrota).Muchos de nosotros, cuando nos sentimos fracasados, frustrados,vacíos, deberíamos preguntarnos si lo que hacemos es realmenteaquello a lo que queremos dedicarle nuestra vida y energías. Al igualque si tenemos la preparación y talentos para llevarlo a cabo conéxito, la respuesta tiene que ser sincera y requiere de una profunda

meditación sobre nosotros mismos.Es cierto que la gran mayoría realizan trabajos que no les gustan; esmás, los odian. Quizás si los empezaran a ver como tareasimprescindibles para la sociedad, a la que están prestando un servicioútil e inestimable, podrían entonces llegar a amar lo que hacen.Por supuesto que hacen falta grandes dosis de seguridad en unomismo, hay que creérselo... Para que se lo crean los demás. Bueno,todo es cuestión de ponerse manos a la obra.Todos tenemos ejemplos y experiencias de personas que aman lo quehacen y sea lo que sea lo que hagan, los demás percibimos laimportancia de esa labor por “cómo” la desarrollan: Con amor,paciencia, perseverancia (viejos amigos de estos textos).Al igual que aquellos que hacen algo que ni les gusta ni les llena,parece que todos los duendes se ponen en su contra, paraestropearles sus tareas. No se dan cuenta que quienes se torpedean yzancadillean son ellos mismos, y probablemente sin apercibirse deello.Me gustaría plasmar la idea de que podemos en cualquier momentotratar de cambiar nuestro camino profesional o personal, enfocándolohacia otros derroteros.Cuántas personas hay que, ya en la madurez, cambian radicalmentede vida; unos por propia decisión, otros obligados por lascircunstancias…Lo que nos empuja a ello es importante pero no decisivo, lodeterminante es nuestro compromiso real y total de asumir nuestronuevo rol.Para ello uno debe prepararse, entrenarse, trabajar duro y tener unmapa (objetivos claros, definidos y escritos), para ayudarse de él;sabiendo en todo momento dónde está y a dónde quiere llegar.Sin olvidarse de algo esencial: vivir, vivir el momento presente. Con laintensidad de un niño cuando está abriendo un regalo y rompeprecipitada, apasionadamente el papel de regalo que lo envuelve.

Ni que decir tiene, y siempre es un buen momento para recordarlo: lavida que vivimos es justo lo que nos está pasando en este precisomomento, no lo que pasó ayer o pasará mañana. Claro, pasado yfuturo también tienen su importancia, pero no dejan de ser actoressecundarios.Secundarios no quiere decir sin importancia o desechables; quieredecir que el momento presente es el actor protagonista, el antes y eldespués son actores de reparto...A colación de todo lo anterior, me viene a la mente como un destellode lucidez: si además somos capaces de no pasarnos la vida juzgandoa todo y todos… nos centramos más en lo nuestro, que seguro que noes poco ni baladí...Encontraremos mayor claridad y comprensión, tanto en lo quehacemos nosotros, como en lo que hacen los demás.Juzgar debería estar limitado a los jueces. ¿O no?

VERSOLXXV

¿Por qué pasan hambre los pueblos?Porque los gobernantes los abruman a impuestos

Por eso pasa hambre la gente.

¿Por qué son rebeldes los pueblos?Porque los gobernantes se meten en todo

Por eso son rebeldes.

¿Por qué piensa la gente tan poco en la muerte?Porque los gobernantes les exigen mucho de su vida

Por eso se toman la muerte a la ligera.

Cuando no hay suficiente para vivir, se da más importancia a otrascosas que a la vida.

PORQUÉPASANHAMBRE...

En lugar de hablar sobre pueblos y gobernantes, que no nos ocupanen estos textos; hagámoslo sobre nosotros. Diríamos que somos elpueblo; nuestras propias y ajenas exigencias son los gobernantes quenos abruman con sus impuestos.Está claro que cuando se habla de motivación, de superación, detriunfos, no podemos ni debemos soslayar la parte de esfuerzo, desacrificio, que lleva aparejada, y esto es así per se. Otra cosa muydiferente es cómo lo percibamos, es decir, cómo vivimos lo que nospasa.Quienes se exigen mucho y lo hacen adecuadamente (este“adecuadamente” da para otro libro...), mucho más que probable, conseguridad: obtendrá mucho de aquello que le pide a la vida, ya quepreviamente lo ha sembrado.También es cierto que la cuerda debe mantenerse tensada pero enequilibrio, y de vez en cuando hay que engrasarla para que no sereseque y acabe rompiéndose. Ya sé que la metáfora de la cuerdapuede ser simplona. Mejor, así nos hará reflexionar por nuestracuenta y riesgo.Mantener ese equilibrio entre lo que nos exigimos para conseguir loque queremos y lo que en realidad obtenemos lo debemos sentir día adía. Determina las sensaciones e incluso emociones que tenemos entorno al grado de felicidad que nos embarga.Y cuán triunfadores nos sentimos nosotros con nosotros mismos, no loque pensamos que los demás piensan que debemos conseguir... O loque la sociedad creemos que nos marca con sus dictados, que al finalson suyos, no nuestros. Espero y deseo que este punto se entienda,para no distorsionar la esencia del texto.El riesgo que corremos cuando nos exigimos mucho es que nuestramente se vuelva rebelde y acabe por darle la vuelta a las emocionesconvirtiéndolas en negativas, contrarias a nuestros intereses, y nos

inunde de miedos, justificaciones, excusas que nos paralicen y nosdejen atados a la silla sin poder levantarnos para vivir.Esta es una situación que puede darse más a menudo de lo quepensamos. Cuántas veces no hemos oído o dicho que tal o cualpersona lo ha dado todo y se ha desfondado; ha luchado tanto que seha quedado sin fuerzas. ¿Cuántas?Por ello es de capital importancia mantener un entente entreexigencias y nuestra concesión a asumir lo que nos ocurre. Que no esmás que otra manera de acabar hablando de la adaptación, como unapostura, casi como una filosofía de vida, en la que tensar y ceder “lacuerda”.Aparte de poder llegar a ser una ciencia, con todo lo que ello suponede arquetipos, control, definiciones, mediciones, etc., lo ideal esconvertirlo en un arte, que es cuando la ciencia pasa a estar ennuestro interior.De forma que todos esos conocimientos se integran en nosotros,como si fueran uno, y nos suben un peldaño en los escalones de lasabiduría del ser humano.Todos, sin excepción, tenemos determinados conocimientos (ciencia)integrados en nuestro interior. Forman parte de nuestro ser másíntimo, de manera que cuando los aplicamos se convierten en arte.Veamos el ejemplo de aquél que conoce las reglas y los conocimientospara escribir de manera coherente, culta, y los aplica: El resultado queobtiene es simplemente un texto que aprobaría en examen con unaalta nota. Quien, además de eso, escribe algo que apasiona a quien lolee, es un arte y esto aún a riesgo de no dominar al cien por cien loque llamamos ciencia del conocimiento.Esa debería ser nuestra misión convertir en arte aquello que hacemos,sea lo que sea lo que hagamos. Y como siempre el acento en laimportancia lo ponemos cada uno de nosotros...No sé si es más importante escribir un buen libro o que un enfermerosepa atender y curar de forma excelente una herida dolorosa, o... quealguien limpie y mantenga un edificio de vecinos en perfecto estado

de revista...Si el edificio es en el que yo vivo, tú vives y la herida dolorosa es mía,tuya, ¿qué diríamos yo o tú acerca de la importancia de esos trabajos?Cuando alguien realiza sus tareas con maestría, con arte, su nivel deexigencia es máximo. No lo vive como un esfuerzo y un sacrificio, yaque la pasión que le embarga transforma en dedicación y compromisoaquello que hace.Su cuerpo, mente y alma son uno. No buscan esto o lo otro, tan sóloquieren realizar un trabajo bien hecho y el resultado, una vez más, nopuede ser más que el éxito y además la felicidad.Aunque como siempre, uno no puede generalizar ni tratar de sentarcátedra, que para ello doctos tiene el universo...

VERSOLXXVI

Las personas nacen blandas y débilesCuando mueren se ponen duras y rígidas

Las plantas verdes son tiernas y están llanas de sabiaCuando mueren están marchitas y secas.

Por eso, la rigidez y la falta de flexibilidad son características de lamuerte

La suavidad y la flexibilidad son características de la vida.

Por eso, un ejército que no tiene flexibilidad no gana nunca unabatalla

Un árbol que no se doblega se troncha con facilidad.

Lo duro y fuerte caeráLo blando y débil se mantendrá.

LASPERSONASNACEN...

La adaptación es una de las habilidades de mayor importancia, deentre todas aquellas de que disponemos, y es de las más fáciles deadquirir si nos lo proponemos.También es una de las más complicadas de llevar a la práctica, porqueuna cosa es lo que nosotros (nuestra mente) queremos o deseamos, yotra muy distinta es lo que dicta nuestra alma, a través de lossentimientos, sensaciones y emociones.Si uno se fija en la capacidad adaptativa del resto de seres vivos quepueblan el universo, se dará cuenta de que a mayor flexibilidad anteuna situación determinada más probabilidades hay de éxito en lasupervivencia.Y viceversa, aunque la naturaleza es muy sabia y pocos casos deinflexibilidad e inadaptación hay con final “feliz”: Quién no ha vistoreportajes en Televisión en los que un pez pequeño se hincha hastatener un tamaño tres veces el suyo y un aspecto fiero o al contrario,se mimetiza con el fondo, para pasar inadvertido ante un predadormayor que él, o a la espera de una captura que le de el sustentonecesario para sobrevivir... Podríamos llenar páginas y páginas conhistorias de adaptación y supervivencia.Del ser humano, se puede decir lo mismo; por eso hemos llegadodonde estamos, lo hemos hecho como conjunto de individuos. Elresultado es espectacular, dicen que somos la máquina más perfectajamás soñada, y que las posibilidades y el poder de nuestra mente nisiquiera están empezando a descubrirse y utilizarse.Pero cuando derivamos y llegamos hasta cada uno de nosotros, comoentes individuales y en solitario, las más de las veces averiguamosque eso de la adaptación está muy bien y todos presumimos de ella,pero lo de llevarlo a la práctica es agua de otro costal...Y aunque querer es poder, que es cierto a priori y a posteriori (poreso estamos donde estamos y hemos evolucionado), nuestro lado

cómodo, ese que ahora llaman la zona de confort, nos atrapa ehipnotiza dejándonos huérfanos de recursos para incluso sobrevivir(triunfar y ser felices con lo que nos pasa).Algunas personas que han “perdido” algo, lo que sea, pongamos porejemplo, el empleo, prefieren quedarse inflexibles, esperando ese algocomo lo que tenían, aún cuando saben que eso es más que difícil,imposible...Y acaban por echarle la culpa al mundo de todo. Como si ellos nopertenecieran a éste; llenándose de excusas, justificaciones y temoresque les impiden ver el sol entre las nubes.Frente a los que saben reconocer el final de un periodo y la necesidadde abrir nuevos capítulos en su vida, queriendo que estos sean inclusomejores que los anteriores. Y si para ello tienen que cambiar cambian,si tienen que prepararse se preparan y si tienen que entrenar,practicar y luchar, lo hacen.Eso es el triunfo en definitiva: la perfecta adaptación al entorno y lascircunstancias que nos rodean con tal de alcanzar nuestros objetivos yvivir nuestros sueños, sean los que sean estos.¿Cómo podemos ser personas que se adapten a la vida? Puesdesarrollando capacidades como la paciencia, la perseverancia, elentusiasmo...Cada uno debe buscar aquéllas con las que se sienta cómodo eidentificado. Desarrollarlas y conectarlas mental y espiritualmente conla capacidad de adaptación. Veamos un ejemplo: alguien que sea muybuen trabajador, podríamos decir que tiene la capacidad de hacer másde aquello que se espera que haga. Podría utilizar esa habilidad parallevarla a gala en cada nueva tarea que busque o se le presente;aunque sea haciendo cosas muy diferente de las que hacía.¿No tendrá más posibilidades así de encontrar un nuevo empleo sipierde el suyo? Por poner un ejemplo.Y esto no tiene nada que ver con convertirse en una veleta al pairo decualquier viento, o tirar los principios que uno tiene. Es más, estoyconvencido que la adaptación requiere de cosas inamovibles como

unos principios sólidos, firmes y bien asentados.Tener objetivos muy claros y bien definidos; en definitiva, unonecesita unos cimientos (valores, virtudes) adecuados para poderadaptarse a cualquier cosa que le ocurra.Quien se mantenga en sus trece verá como su postura ycomportamiento es cada vez más rígido e inflexible hasta acabarhastiado de la vida.Sin perspectivas de futuro, lo verá todo oscuro, por aquello de quetiempos pasados siempre fueron mejores que los presentes. El futuroserá un pozo negro sin fondo; por supuesto que hay miles deconsejos para ellos. Pero no creo que les sirva de nada, si no son elloslos que ven un halo de luz en el horizonte y se ponen a trabajar porseguirla.Encontrando la luz que los guíe a la misma felicidad y triunfo queviven otras personas que antes que ellos hicieron el mismo camino.¡Es posible, si queremos!

VERSOLXXVII

¡Quizás el Camino del Cielo pueda compararse con la tensión de unarco doble!

La parte superior se hunde, mientras la parte inferior se levantaSi la cuerda del arco es demasiado larga, se corta; si es demasiado

corta, se le añade.

El Camino del Cielo dispersa lo excedente para proveer a loinsuficiente. La norma de las personas es diferente: toman de lo

insuficiente para dar a lo excedente.

¿Quién sino una persona del Tao puede poner sus riquezas sobrantesal servicio del mundo?

Por tanto, el Sabio realiza su trabajo sin otorgarle ningún valor,consigue su meta sin enorgullecerseNo quiere que sus méritos se vean.

QUIZÁSELCAMINO...

El camino del cielo, más allá de lo que suponemos que es laperfección, es la vía de la grandeza, de la grandiosidad.Con todo lo que significa, en la que podemos vislumbrar dos palabrasde mucha importancia: “gran” y “dios”, entendiendo Dios como algosuperior, la excelencia...Es justo lo que el ser humano no hace y debería hacer siempre:”Dispersar lo excedente”. Esto nos ofrece no sólo equilibrio, sino laarmonía suficiente como para vivir en plenitud con nosotros. Con todolo que nos rodea, ya sean situaciones o personas.Cuando uno entiende que la vida debe ser armoniosa, asume contodas sus consecuencias aquello que le ocurre. Lo hace de maneraestoica e incluso con entusiasmo. Todo lo que vivimos es por algo,todo está conectado y tiene un fin en nuestro destino, a pesar de queno podamos entenderlo.Comprender todo esto requiere de una gran sabiduría, de un profundoconocimiento de nosotros mismos. Lo que no debe desalentarnos unápice, en esa búsqueda de la sabiduría que dé un poco de luz anuestra vida, para que dirija nuestros pasos hacia nuestros sueños ymetas.Como podemos adivinar, la motivación es una herramienta que seconvierte en un estado de ánimo. Hará que nuestra vida se muevaentre el equilibrio y la armonía, para no volvernos locos de entusiasmocuando las cosas van muy bien, ni cuando las cosas no van tan bienhundirnos en la desesperación.Vamos a tratar de que cuando las cosas van tremendamente bien,pongamos paz y tranquilidad para, disfrutando el momento, poner unpoco de perspectiva. Podríamos decir aquello de dispersar loexcedente (el entusiasmo desmedido).Al igual que cuando entendemos que estamos al borde del fracaso odentro de él; entonces la apatía y el miedo nos paralizan, seamos

capaces de “proveer a lo insuficiente” sacando esa motivación internaque tenemos y poniéndola a nuestro servicio para entrar en acción.Esto que puede resultar difícil en inicio, es enormemente gratificantecuando se desarrolla y se pone en práctica. Ya que en perspectivapodemos comprobar cómo se pasa de un “mal” estado a un “buen”estado.Lo hacemos nosotros con nuestras propias herramientas, vemos quesomos capaces; eso crea entusiasmo y seguridad en nosotros.Pero lo que sí debe darnos es ese equilibrio y armonía, que hace queafrontemos cualquier situación con la entereza necesaria para salirairosos de ella.Hay que trabajarse estos temas con ahínco y dedicación, si queremosformar parte de esa élite de personas que viven como quieren vivir,que siempre consiguen lo que se proponen.Aun considerando que todo lo que les pasa, ni es bueno, ni lo tuvierancalculado, no pasa nada: su motivación hace que se adapten y digoADAPTEN (en mayúsculas). Sobre esa adaptación creanconstantemente su éxito y su felicidad.Recordemos que si somos capaces de hacerlo, con grandesprobabilidades un día la vida se adaptará a nosotros como un guantede seda.Podríamos pensar que la adaptación es algo que se consigue a travésde la resignación o la asunción de aquello que nos ha tocado ensuerte. No, de entrada la adaptación es un estado mental, es unaactitud que nace en nuestro interior.Es evitar la resistencia y la lucha, el ir en contra. Vamos a nadar no encontra de la corriente, pero si en diagonal y aprovechando su fuerzapara que nos desplace poco a poco a la orilla. Puede que más lejosdel punto en el que nos hubiera gustado arribar, o en un periodo detiempo mayor. Quizás esto suponga una lección de primer orden… oel que una oportunidad se cruce en nuestro camino y sea la“oportunidad” de nuestra vida. ¿Quién sabe?

Aquellos que consiguen integrar en su personalidad el estado deánimo y la actitud de la adaptación, han descubierto que no hay uncamino para el éxito y la felicidad, sino que el triunfo y la felicidad sonsu camino.Eso no significa que no esté jalonado de problemas, adversidades,fracasos, derrotas, miedos que le hagan dudar de sus principios; queno tenga días “malos” y “peores”, de querer tirar la toalla, de llorar,de salir corriendo y desaparecer, días de desequilibrio (por fin)...Claro que sí; si no fuera así, sería una máquina o un necio estúpido,que no habría entendido nada de lo que le rodea.Simplemente es cuestión de reconocer esos estados, darles suespacio, aunque sea mínimo, y de ellos resurgir como el Ave Fénixcon fuerza y resolución para seguir el camino.

VERSOLXXVIII

No hay nada en el mundo más suave y débil que el agua; pero ¡nadahay como ella para atacar lo duro y fuerte!

Pues nada puede ocupar su lugarLo débil vence a lo fuerte, y lo suave vence a lo duro

Esto es algo que sabe todo el mundo, pero nadie lo pone en práctica.

Por lo tanto, el Sabio dice:Quien tomó sobre sí la humillación del pueblo está preparado para

gobernarloQuien toma sobre sí los desastres del país merece ser rey del universo

La verdad, a menudo, suena como una paradoja.

NOHAYNADAENELMUNDO...

Nada ni nadie es más fuerte que quien sabe lo que quiere y estádecidido a conseguirlo y para ello se prepara, se entrena, practica,sale al terreno de juego de la vida, se pone en acción.Es consciente de que cada adversidad, cada fracaso, no lo hace sinomás fuerte y poderoso.Tiene en el convencimiento de que no sólo llegará a tocar susobjetivos, sino que desde el minuto cero ya es un triunfador, porquevive cada instante intensamente, está aquí y ahora, “ES” aquí y ahora.Y como el agua, tiene la motivación, los motivos suficientes ynecesarios para adaptarse a las situaciones duras o blandas. Empleala fuerza o la suavidad en función de la situación que le acontece,avanza o retrocede.Cuando se hace de forma consciente, retroceder o cambiar de rumbopuede ser avanzar, si se tienen, como insistimos, los objetivos muyclaros, aquello de: “El propósito de una vida es una vida conpropósito”, que tantas veces hemos leído y escuchado... ¿Cuál es tupropósito en la vida?Podríamos decir que el agua es un elemento que jamás abandona ypor ello siempre gana: siempre llega a su destino. Nace en los ríos enla alta montaña y acaba en el mar, que es su destino y misión;cumpliendo así su ciclo natural.Todo ello lo consigue al estar siempre en acción, siempre enmovimiento; y si se estanca, se enferma, pudriéndose y provocandoenfermedad e incluso la muerte.Al igual que el ser humano, cuando la inactividad lo invade, puedemorir a los treinta años, aunque sea enterrado a los setenta, comoleía el otro día.Es totalmente cierto… Cuántas personas a nuestro alrededor ostentansemejante título y sin embargo son las más quejosas, críticas ylastimeras que uno se puede encontrar en su camino.

Esto no es ni malo ni bueno, la diferencia de la inacción con la no-acción es la conciencia. Aquél que asume su papel pasivo, de no-acción, lo reconoce y forma parte de sus propósitos, puede ser tanactivo o más que quien está haciendo constantemente, sin saberhacia dónde va exactamente.Tenemos un cóctel ciertamente curioso, por no decir casi explosivo: elque es inactivo y no le gusta su situación, pero no hace nada porremediarlo echándole la culpa al mundo; vamos, que está muertoaunque no lo hayan enterrado.El que hace mucho constantemente, está en acción, pero tiene lasensación de no llegar a ninguna parte, quizás porque no sabeexactamente donde va, ni tiene claro lo que quiere o le pide a la vida.De estas dos situaciones debemos huir desesperadamente (esbroma); al menos, reconocerlas y tratar de evitar ambientes yentornos así.Que los hay, y muchos; además de ser absorbentes son contagiosos,comedores de energía positiva. Y ésta, como el dinero, no debe niderrocharse ni tirarse. Hay que emplearla bien y cuanto más mejor.Sobre el tercer tipo hay poco que decir: quien se mueve y decidepermanecer conscientemente en la no-acción asumiendo lasconsecuencias que de ello se derivan.Trabajando más el crecimiento interior, que es algo que todosdeberíamos no sólo practicar sino entrenar a menudo. Es quizás unasituación ideal, cuando uno llega a la madurez y considera que ya hahecho lo suficiente en la y por la vida.Pero siempre la decisión debe ser nuestra, muy nuestra; nuncaimpuesta, ni por las circunstancias ni por los que siempre pretendendecidir por nosotros.Y el cuarto tipo, que creo que es el que más se debería acercar alcomún de los mortales: los que han trabajado para darle un propósitoa su vida.La acción (organizada) de sus conocimientos les lleva a donde quierenir, y si la acción es el camino, la adaptación es su vehículo para

conseguirlo en cada instante, en cada respiración que ejercen...Claro que la realidad nos dice que todos tenemos de los cuatro tiposdescritos; bueno, ¿y por qué no? El ser humano, como máquinaperfecta, también es conocedora de sus imperfecciones.La cuestión estaría en dónde pasamos más tiempo y en qué cuadrantenos queremos situar. Qué tenemos y cómo lo tenemos que hacer paraser nosotros quienes decidamos...Y el alma tiene mucho que decir sobre este tema, porque es la quearrastra al cuerpo y a la mente a comportarse como lo hacen...

VERSOLXXIX

Después de una dura disputa queda algo de resentimiento¿Qué se puede hacer entonces?

Por eso, el sabio cumple lo convenidoAunque no exija que cumpla la parte contraria

La persona Virtuosa cumple lo que le correspondePero la persona que no tiene Virtud pretende que los demás cumplan

con sus obligacionesEl Tao de los Cielos es imparcial

Siempre está con las personas buenas.

DESPUÉSDEUNADURA...

Como seres humanos que somos, sentimos y padecemos. Es lógicoque en cualquier refriega o tarea, que tomemos como nuestra“misión”, si el resultado no es todo lo satisfactorio que queremos oesperábamos, quede algo de resentimiento.Quizás tan sólo de regusto agridulce, de haber alcanzado una parte denuestras metas. Esto suele ocurrir principalmente porque ponemostodas nuestras expectativas y nos proyectamos en ese final que esalcanzar nuestras metas.Sin embargo, si fuéramos capaces de vivir cada momento presentecomo parte del logro futuro, no tendríamos esa sensación de no llegarnunca, o de cuán lejos están nuestras metas.Cuando se es consciente del momento que estamos viviendo aquí yahora, además de ocupándote de él con los cinco sentidos, es fácilsentirse triunfador. Ya estamos viviendo nuestros sueños, todo lo quepasa es parte de ellos...Ya sea el trabajo que hacemos para comprarnos un coche, unincunable o llegar a ser monje budista zen, ya sea algo material omístico.Todo forma parte de nuestros sueños y objetivos si así lo queremos.La decisión, como de costumbre en estas páginas, está en nuestrasmanos.Esto no es más que la enésima forma de presentar la adaptacióncomo una herramienta para “VIVIR” plenamente. Es decir, sertriunfadores desde el primer minuto...Entonces, ese regusto amargo de resentimiento desaparecerá porcompleto, no ha lugar a su existencia. Esto nos brinda la oportunidadde mantener una actitud mental positiva, que reforzará nuestrasacciones. ¿Cómo? Atrayendo a personas y situaciones que empatizancon las nuestras.De ahí también la importancia de elegir nuestros sueños y metas con

sumo cuidado; buscando además los ambientes que propicien laactitud y los estados de ánimo adecuados.De forma que cuando hacemos lo que tenemos que hacer y esnuestra misión (propósito), no nos hacemos responsables porque losdemás hagan o no lo que tienen que hacer.Permitimos que cada uno asuma sus responsabilidades, sin participarde ello. Esto no es una manera de exonerarnos de la responsabilidade importancia que tiene el tratar de ayudar a los demás. Pero nodebemos hacerles los deberes (como norma), sino ayudarles a que seayuden a sí mismos.Centrarnos, e incluso enfadarnos, porque los demás no hacen lo quetienen que hacer, tan sólo consigue distraernos de nuestro camino.Nos desvía de nuestras ocupaciones.¿Por qué tiene que molestarnos que alguien no vista según nuestrasnormas o su comportamiento, sea egoísta, por ejemplo?Dejémoslo, no tiene porqué afectarnos; incluso deberíamos alabarlosen cierta manera, porque quizás gracias a ellos nos sentimos másidentificados con nuestra forma de ser, nuestra personalidad.Y en cualquier caso, la diversidad siempre es buena; ayuda a laevolución y a la mejora, por lo general y por lo particular. Creo que yasabemos que toda moneda tiene su anverso y su reverso, ¿No?De todas maneras, conviene mencionar una vez más que la mejormanera de enseñar a los demás y ayudarles es un comportamientoejemplar por nuestra parte.Que es el mejor y más duradero legado que podemos dejar a aquellosque se hayan cruzado con nosotros.Y por el contrario, quien se maneja esquivando los valores quemueven a las personas virtuosas, tratando y preocupándose de quetodo el mundo a su alrededor cumpla con lo que ellos ya no sólo nose plantean cumplir, sino que ni siquiera son conscientes de que estánincumpliendo con sus obligaciones, es decir, con lo que tienen quehacer…

Estos personajes, por otra parte, son los “más-mejores”, críticos ynegativos, que uno puede cruzarse en su vida para con todo y todos.Pero como decimos, vamos a permitir que sean como quieran ser...Y vamos nosotros a dedicarnos a lo que nos ocupa, que es hacernuestro camino de la mejor forma que sabemos.Dejando un gran margen para la curiosidad, para sorprendernos ymaravillarnos con las pequeñas cosas que ocurren a nuestroalrededor.Ya sabemos que unas pocas grandes cosas están hechas de infinidadde pequeñas cosas muy bien realizadas.En el que el amor y la pasión de nuestra alma han sido puestas nosólo para alcanzar un objetivo determinado, sino para hacer untrabajo perfecto.

VERSOLXXX

Un pequeño país tiene poca genteAunque existan máquinas muy eficientes no las necesitan

La gente toma la muerte seriamente y no viaja lejosAunque tenga botes y carruajes, no las utiliza; aunque tenga

armaduras y armas, ninguno las necesitaLas personas prefieren hacer nudos en una cuerda, en lugar de

escribirSu comida es sencilla y buena; sus ropas, finas pero simples; sus

hogares segurosSon felices a su modo

Están tan cerca del país vecino que se puede oír el canto de sus gallosy el ladrido de sus perros; pese a ello, viven en paz, cada uno en su

casaHasta que envejecen y mueren.

UNPEQUEÑOPAÍSTIENE...

La sencillez debería convertirse en una búsqueda permanente, sinobsesión ni ansiedad pero sí con determinación. Las cosas sencillasdan armonía y serenidad, frente a la complejidad que habitualmentenos empecinamos en crear en todo aquello que hacemos.Parecen gustarnos las situaciones -e incluso personas- complejas, quealargan ese proceso que dice que todo lo difícil se convierte en fácilcon el tiempo (bien utilizado). Mantienen y alargan esa dificultad en eltiempo.Me temo que muchas complicaciones son ficticias y creadas adrede,para formar distancias entre unos y otros. Lo absurdo es que el restoafirmemos y asumamos esas complejidades que nos tienen sumidosen una constante lucha.Pelea que nos consume la energía y nos deja la motivación por lossuelos. Teniendo que hacer tremendos esfuerzos por mantenerla, ytener los motivos suficientes y necesarios para levantarnos todos losdías con fuerza para vivir como queremos vivir.Hay una premisa principal para la sencillez: es la simplificación. Sisomos capaces y conscientes de enfocarnos en el arte de simplificarnuestra vida hasta los niveles en los que nos sintamos cómodos, conlos motivos que nos mueven a superarnos…Incluso el rodearnos de situaciones y personas que armonicen con esasencillez. Que sean de las que simplifican las cosas, viviendo elmomento presente, más que puestos en el pasado o en el futuro. Conquejas, lamentos y miedos que una vez más acaban por complicarlesla vida, a ellos y a nosotros por simpatía y cercanía.Sencillez y simplificación son por ejemplo tener nuestra zona detrabajo despejada, ordenada y tan sólo con aquello que necesitamos yno rodeados de cientos de “cosas” (adornos, papeles, herramientas,etc.) que nos distraen y arrastran nuestra mente y a veces nuestrasacciones adonde acaban por malgastar el tiempo. Y perder el “norte”

que es algo que nunca debería perderse.Al igual que ocurre con algunas personas que tienen el arte decomplicarse la vida, y acaban por complicársela a todos los que secruzan con ellos... Ejemplos todos tenemos unos cuantos si nosdetenemos a pensar un poco.No pretendo decir que hay que obviar que existe la complejidadalrededor nuestro. Tan sólo que cuando de motivación se trata, ymáxime cuando pretendemos sacarla de nuestro interior, del alma,simplificar las cosas y llevarlas al terreno de la sencillez nos ayudasobremanera.Ya tenemos claro que tenemos que tener muy bien definidos nuestrosobjetivos ya los llamemos metas, sueños o como más nos acomode,para poder enfocarnos y centrarnos en ellos. Pero pensemos unacosa: ¿no será más fácil hacerlo si estos son sencillos?¿No estará nuestra mente controlando y trabajando para que secrucen las oportunidades, para que la atracción se convierta enrealidad? Que si tenemos una retahíla de propósitos larga, compleja ycasi indescifrable, por no decir harto surrealista…Todos somos capaces de utilizar la fórmula de la velocidad que dice:espacio partido por tiempo; pero si a estos cálculos empezamos aintroducir aceleración, masa, fuerza, velocidad relativa, efecto de lagravedad, y podríamos seguir, no sé si hasta el infinito, pero casi...Es como cuando alguien empieza a poner matices y “peros” a lo quedice o hace: acaba por no acordarse o saber lo que decía o hacía eninicio.Cuando vivimos la simplificación y la sencillez preside nuestraexistencia debemos asumir que los demás no compartan nuestrocomportamiento. Si éste es ejemplar, con seguridad otros acabaránpor imitarlo, que es la mejor y más profunda influencia que podemosejercer en nuestro entorno y a los que nos rodean.Pero siempre con nuestras acciones y no con nuestras palabras; yasabemos que el movimiento se demuestra andando... Y al mundosuele interesarle más que le demostremos de lo que somos capaces,

que se lo contemos con palabras... Que estas se las lleva el viento ygeneralmente acaba por no devolverlas.Por ello, y de forma natural aunque en un principio nos cueste,tenemos que dejar que cada uno decida cómo quiere ser. Nopodemos pretender tener la verdad absoluta y tratar de imponerla alos demás.Tan sólo podemos tender puentes o señalar caminos, pero siemprecon nuestro ejemplo, para que los transiten si así lo desean. En casocontrario, es su decisión y las causas, efectos y consecuencias seránellos quienes tengan que asumirlos, no nosotros.Tengamos muy claro cuál es el camino por el que tenemos quetransitar, la sencillez y el arte de relativizar las cosas. Ponerlesdistancia para poder observarlas, con la perspectiva que necesitan, yadaptarnos a ellas, seguir avanzando y jamás abandonar.

VERSOLXXXI

Las palabras sinceras no son bonitasLas palabras bonitas no son sinceras

Las personas buenas no discutenLas que discuten no son buenas

Las que saben no son doctasLas que son doctas no saben

El sabio no intenta nunca atesorarCuanto más da a los demás, más le sobra

El Tao del Cielo es puntiagudo, pero no hiereEl Tao del Sabio consiste en trabajar sin esfuerzo.

LASPALABRASSINCERAS...

La mayor parte de lo que escribo lo hago fuera de mi despachohabitual de trabajo. No en vano digo que mi oficina es el mundo, porel mucho tiempo que paso viajando por trabajo.Me preguntaba dónde escribiría esta última reflexión, y el destino haquerido que el fin de estos textos cobre luz en el kilómetro cero deesta querida España mía, entre Callao y Sol en Madrid.El origen y el fin unidos, en realidad eso es lo que quiero transmitir:Que en definitiva todo es “UNO”, el triunfo lleva aparejada la derrota,porque el uno sin la otra no tienen sentido.Para que creemos la motivación, que nos lleve por el camino de lasuperación, hemos de conocer y reconocer no su contraria, que no loes, sino su complementaria: la falta de motivación que trata deretenernos y dejarnos paralizados.En realidad todo está conectado, todo tiene algo que ver: casualidad,causalidad, efecto. Nada podría decirse que es fortuito; el destino nosespera y nosotros somos los protagonistas de nuestra propia vida.Ese protagonismo no es necesario demandarlo, es una cuestión deasumirlo poniéndose a la tarea; la decisión está en nosotros, comopodemos comprobar.Y una vez más, todas estas páginas no son más que palabras, quepuedo asegurar que para mí sí tienen contenido y sentido. Yo soyestas páginas y estas páginas soy yo...Pero para todo aquél que las lea, al margen de que le parezcan más omenos sinceras, más o menos creíbles, más o menos útiles, no sonmás que palabras, y el contenido tiene que ponerlo cada una de laspersonas que las lean, aceptando, rechazando o cuestionando no sólolo que se dice sino cómo se dice, para que cada uno encuentre supropio camino, que por lo general no es ni transferible ni exportable aotros.Ésa es la grandeza del camino: que hay tantos como seres humanos

pueblan la tierra. Además los caminos son cambiantes, dinámicos, nohay estancamiento para quien está y se reconoce en la senda de lasuperación.Al igual que las palabras sabias suelen ser sencillas y llenas deintención, para hacernos pensar y reflexionar. No nos lo dan todohecho y se alejan de los estereotipos que rodean a la sociedad actual.En muchas ocasiones, las palabras doctas nos alejan de la realidad,no dejan de ser para un público muy reducido.El resto, cuando tenemos las cosas claras (objetivos y sueños),necesitamos y nos gustan las palabras sinceras y sencillas sean o nobonitas.Lo difícil es encontrar quienes hablen con sabiduría y ésta, además dedocta, se haya adquirido con las experiencias de una vida rica envivencias.En definitiva, todos sabemos cuándo alguien atesora conocimientos,frente al que atesora sabiduría. Y soy consciente que cuando unomenciona determinadas palabras, como sabiduría, siente vértigo porla grandeza de la misma, y que no debe uno utilizarla.Porque al hacerlo probablemente lo que se consigue es devaluarla,por no decir prostituirla. Así que dejémosla en paz, pero esperandoque fluya e inunde suavemente nuestro raciocinio y decisiones.Como todos o casi todos, buscamos ese cambio que nos catapulte avivir nuestros sueños, a conseguir los propósitos que nos hemospropuesto. Busquemos en nuestro interior a través del cuerpo, lamente y el alma las respuestas que ansiamos y que en muchasocasiones nos empeñamos en buscar fuera, incluso muy lejos denosotros. Cuando tan sólo hace falta estar atento a esas señales, quellegan a nosotros de forma espontanea a través de las sensaciones,sentimientos y emociones que nos embargan constantemente.El cambio está en nosotros, y la motivación que necesitamos parallevarlo a cabo estará en proporción directa con la claridad, valentía ydeterminación con que fluyamos (quien prefiera pensar enenfrentarse, bien, no hay problema, cada uno decide si fluye o se

enfrenta) hacia la superación. Nuestros sueños están esperando quelos vivamos ahora y con intensidad.Como todo final es un origen, este momento especialmente motivadorpara mí es el inicio de mi siguiente proyecto, en torno a la literatura yla motivación.Donde descubriremos que todo el mundo puede cambiar su destino, siasí lo desea... Y se titulará: “Todos podemos reescribir nuestrahistoria”. Hasta entonces, recordar que la Motivación del Alma es elCamino hacia la Superación y el Triunfo Personal.

¡VOLVEREMOS A VERNOS PRONTO!

EPÍLOGOÁngel Largo García

Socio Director de Grupo Solutiowww.angellargo.com

Leyendo cualquiera de los libros de Javier Clavero llegas a laconclusión de la claridad de sus argumentos que tanto nos cuestapracticar en nuestro día a día.Quizás ha sido este último, “La Motivación del Alma” en el que más hedisfrutado, ya que he descubierto el Tao a través de los mensajes deJavier.Si el Tao es “El Gran Camino” desde luego tenemos que disfrutar deese camino. Desde hace tiempo tengo claro que la verdaderaMotivación nace del interior y que supone un ejercicio diario deSuperación Personal, y para ello no nos queda otra que pasar a laAcción. Javier nos insiste que “la motivación es acción, ladesmotivación es apatía, desgana y abandono de uno mismo”, pararemarcar algo que es fundamental “todo nace en nuestro interior, esallí donde se gesta el presente y nos preparamos para el futuro”. Hayque vivir el momento y ese momento es AHORA. El pasar a la Acciónimplica que hay un momento en que debes actuar y dejar deprepararte, estudiar y reflexionar. Debes superar ese momento deVértigo que existe antes de Saltar y dar el paso definitivo.Es por ello que Javier habla de la Adaptación con la analogía deljunco, que se pliega pero no se troncha con el viento. “Adaptarse paraalcanzar nuestros sueños” tal y como escribe Javier acertadamente.La historia del ser humano es luchar contra lo que parece imposible.Unas veces para sobrevivir y otras para superar retos. Por esodebemos permitirnos Soñar, ya que el sueño es el principio delCamino, en este caso del Tao. Por eso es importante disfrutar del

sueño y después del CaminoComo bien ha comentado Javier en sus anteriores libros, y remarcadoen éste, tenemos que buscar el “Triunfo Interior” donde nos sentimosorgullosos de lo conseguido y de lo intentado, pero sobre todosaborear y disfrutar cada momento. Por eso debemos mirarnos dentrode uno mismo para encontrar la Motivación, tal y como nos proponeJavier, que supone “tener y encontrar los motivos” Uno de los versosdel Tao, concretamente el número LII, nos habla de “utilizar la luzexterior para mirar dentro de Ti”La Competitividad, el sentirse superior a los demás y el afán dereconocimiento son los elementos que lograran hacernos sentirfracasados.Para sentirnos triunfantes debemos sentir el Entusiasmo. En la antiguaGrecia el “entusiasmo" que se apodera a veces de nosotros es“Exaltación del ánimo”, un “fervor interior” que parece venir de fuera,de alguna fuerza superior a la nuestra. La palabra, que existió en ellatín tardío “enthusiasmus”, viene del griego ενθουσιαμüς-“enthousiasmus”: “inspiración divina, “arrebato”, “éxtasis”. Una vozformada de “entheos” o “enthous” (que lleva un dios dentro: “en” +“theos”). El entusiasmo era el “furor o arrobamiento de las sibilas aldar sus oráculos”.Las personas motivadas y con entusiasmo son vistas por los demáscomo “tocadas por la suerte”. Pero lo que no vemos es que sonpersonas que derrochan Pasión, Lucha e Ilusión y eso es lo que lashace diferentes a nosotros. Somos tan ciegos que definimos lo que lespasa con un concepto del azar que hemos denominadoequívocamente Suerte, pero si miramos con más detenimiento vemosque son ellas las que se fabrican su propia Suerte. Y de ahí que Javiernos indica que “cuando ponemos toda nuestra intención, pasión eincluso amor en todo lo que hacemos” es cuando estamos más cercade sentirnos triunfantes y plenos como seres humanos.Por eso cuando hablamos de Felicidad hablamos de “SentirnosTriunfantes y Plenos” tal y como nos expone sabiamente Javier. Mequedo con una definición de la felicidad de Ralph Waldo Emerson “El

Éxito consiste en obtener lo que se desea; la Felicidad en disfrutar loque se obtiene”. En el libro del Tao nos comenta “Que el éxito y lafelicidad son el Camino”.En ocasiones confundimos la Felicidad con el Placer, ya que labúsqueda de este último no nos proporciona Felicidad, sino momentosplacenteros que duran un tiempo, normalmente corto. El placer esfugaz y dura un instante, la Felicidad nos acompañapermanentemente... Si nosotros queremos.Pero a veces nos hace falta “querernos a nosotros mismos yaceptarnos” que es a lo que nos empuja Javier con su libro. Cuantasveces nos perdemos en conversaciones interiores donde nuestro“Censurador interno” nos interroga sobre:- No eres esto- No tienes esto- Debiste hacer eso otro- No das la talla- No puedesLa Actitud con la que nos enfrentamos a la realidad es la diferencia,tal y como habla Víctor Frankl en su extraordinario libro “El hombre enbusca del sentido”.Recojo una frase de Javier en el libro que dice “estamos enpermanente lucha”. Si pero ¿Contra quién?. La mayoría de las vecesluchamos contra nosotros mismos. Por eso, tal y como nos recuerdaJavier, “el Equilibrio, la Serenidad y la Quietud, son las claves paraavanzar”. La claridad mental y espiritual para dejar que el “Caos” nosimpulse. Es por ello que Javier nos habla del autocontrol para saber“que me he conquistado a mí mismo y tengo dominio interior sobremí. A veces queremos ejercer dominio sobre los demás sin hacerlocon nosotros”. Ya que como dice el Tao en su Verso XXXIII “Aquelque se conoce a sí mismo es Sabio y Poderoso”Dice el Verso XVI del Tao que “Si algo me define es la Constancia yPerseverancia”. Es esa tozudez la que ha guiado mi vida personal, con

el empeño insaciable de sacar adelante las cosas, a pesar de lasadversidades. En el libro se habla muchas veces de la Perseverancia,ya que me consta que es algo que Javier tiene arraigado en lo másprofundo de su ser y de su piel. Su esfuerzo por salir adelante es unejemplo a seguir por parte de todo aquél que le conoce, y por esosabe de lo que habla. La Paciencia y Constancia es su seña deidentidad y los demás no podemos nada más que observarla conganas de adquirirla. Y claro, como no puede ser de otra manera, noshabla de las “derrotas temporales” ya que él ha transformado cada“Fracaso” en eso, y además se lleva la “lección aprendida”, por lo quesiempre saca algo de beneficio.Nos habla Javier también de la Confianza. Con una reflexióninteresante: “Si no confiamos en los demás, acabaremos por nisiquiera confiar en nosotros mismos”. Habla el Profesor José MaríaGasalla de la falta de confianza que tenemos en la sociedad actual, ysobre todo en España, ya que en Latinoamérica ha encontrado una“Cultura de la Confianza” más arraigada que aquí. Esa Desconfianzanos hace avanzar más lentamente o incluso retroceder, ya que nopodemos apoyarnos en los demás por no fiarnos de ellos.En cuanto a la toma de decisiones Javier nos habla con claridad dealgo que hemos dejado de hacer. A veces la decisión acertada es lamás sencilla, la más simple, la guiada por lo natural. Y es que enmuchas ocasiones nos complicamos en exceso y damos demasiadasvueltas a lo que debería salir de manera natural. Por eso el Tao noshabla de “Vivir con Simplicidad”, es decir, instalarnos en lo Simple ySencillo.Por eso Javier trabaja en este libro un concepto básico, y quelamentablemente hemos perdido en muchas personas, y que es laHumildad. Y nos introduce en un concepto que denomina Conductaejemplar, cuando nos invita a “superarnos a nosotros mismos sinnecesidad de compararnos con los demás”, y en el Verso LXXII semenciona tan claramente “El Sabio se conoce pero no se exhibe. Serespeta a si mismo pero no es arrogante, prefiere lo que está dentro alo que esta fuera”

Es por ello que hablamos de una Fórmula Mágica: Humildad +Conocimiento Interior + Trabajo InteriorHabla el Verso LIV del Tao, que “lo que está bien plantado no sepuede arrancar. Lo que está sujeto no puede escurrirse” y paraplantar nuestra felicidad debemos adquirir hábitos que nos permitantener arraigo en lo que Somos.Querido Javier, tal y como nos dices tenemos que tener un equilibriode Cuerpo-Mente-Alma y como bien sabes, ya que lo has mencionadoen tus anteriores libros, éste es un concepto que me tieneabsolutamente alineado contigo. Y es que la Sociedad en la quevivimos nos olvidamos de dar de “comer” a algunas de estas tresesferas, pensando en que la comida del cuerpo es la más importante,y no es así, ¿verdad, Javier?

Si te ha gustado este libro,si consideras que ha podido aportar algo a tu vida,

búscame enhttp://javierclavero.com/