E3P11

1
Tenía 6 años de edad cuando un día sus padres lo vistieron con saco y corbata y lo llevaron a participar en un concurso radial de canto. Ray llamaba la atención por la forma como cantaba en el estilo de Celia Cruz. “Ponía un disco en la radiola y cantaba, pero cuando fui a la radioemisora y me pusieron frente al micrófono me dijeron que ahí no había radiola, sí un trío que podía acompañarme. Les pedí que tocasen Sopita en botella, pero no sabían la canción ni ninguna otra de Celia. Me quedé en silencio. Mi padre se enfogonó (molestó) y me dijo que no quería escucharme cantar más en casa”. Él abandonó la radioemisora llorando, pero dijo a su padre qué él un día cantaría con Celia Cruz. Fue por entonces que su hermana Margarita de 13 Con la música en las venas El contacto de Ray Concepción con el Landis Theater se produjo a raíz del saludo que Tito Puente Jr. Le hizo la noche de su presentación. Entre el público tenemos a un músico que es hijo del pianista (Ray Coen) de mi padre, dijo. Concepción subió a la tarima y luego de los saludos fue invitado a sentarse en el piano y acompañar la interpretación de “Oye como va”, pieza clásica del repertorio del legendario timbalero. Concepción cuenta la anécdota en su hogar en la Kidston Towers, en Vineland, rodeado por su piano y fotos donde aparece al lado de todos los grandes de la salsa. Ahí está la inolvidable Celia Cruz, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Tommy Olivencia, Johnny Pacheco, Tito Puente, Daniel Santos y Gilberto Santa Rosa, entre muchos otros músicos a los cuales acompañó como pianista. Frustración y promesa Nacido en El Bronx en 1955, Concepción tiene ancestros puertorriqueños en Carolina y Santurce. Y si su pasión por la salsa y lo mejor del saoco de la música del trópico la aprendió de Fabián, su padre amante del Trio Matamoros, Eddy Palmieri, El Cuarteto Marcano, Daniel Santos, La Sonora Matancera, Cortijo y su combo, y muchos más, su conversión en pianista fue circunstancial. Ray Concepción 11 Visto Bueno 2012 y nadie me conoce, y cuando digo que soy músico y mencionó algo de mi trayectoria, no me creen”. Ríe de buena gana y añade “pero yo sé que lo hice, y están las fotos, las grabaciones”. El estímulo de una caída Una experiencia musical que le dejó una gran lección fue la que vivió al lado de Tito Puente. Eran sus comienzos y formaba parte de la orquesta La Familia que había sido invitada para tocar antes de la presentación de Tito Puentes con su orquesta en la iglesia Queens of Angels Church, en El Barrio, Nueva York. Pero sucedió que llegó la hora de la actuación y faltaba el pianista de Puentes. Usa al niño, dijo alguien, y Puentes respondió es un nene, pero me invitó a sumarme a la orquesta y me alcanzó un libro con música así de gordo. Y dijo 108, 426, 822 y 29, esas son las piezas que vamos a tocar. Empezó, y de pronto movió los ojos y le hizo una seña a un músico como diciendo el muchacho está respondiendo, pero llegó el momento de tocar un bolero y tuve serios problemas para poder leer la música en un pentagrama que tenía huellas de vasos y otras manchas. Cometí errores, y los músicos de la orquesta protestaron, ¡bótalo! alguien grito y Puentes me lanzó un platillo que cayó al piso. Salí del grupo, y cuando Puentes me quiso hacer un pago por mi participación, me negué a recibir dinero alguno. Me sentí muy mal, pero en ese mismo momento tomé la decisión de estudiar, practicar mucho, superarme. Estudié de corazón y logré mi propósito. Nunca hay que abandonar un sueño por un tropiezo. Esa fue la gran lección. él se refugiaba en esa habitación, cerraba la puerta y empezaba a pulsar las teclas hasta que empezó a darles formas de canción. Había aprendido a tocar el piano de a oídas. Junto a leyendas de la salsa Concepción recuerda esas experiencias de su infancia y su primera actuación en público con la Orquesta Colón en El Bronx, a los 13 años de edad. Ahora, con una trayectoria profesional de 42 años, el músico tiene una biografía que lo vincula a los años maravillosos de la salsa. Los momentos históricos cuando la música tropical se potenció por el aporte de toda una generación de músicos que hicieron historia en Nueva York con la Fania All Star. “Viví todo eso en Nueva York. Ahora estoy aquí, en Vineland, creen”. Ríe de En su hogar en Vineland, Ray Concepción da clases de salsa afro cubana basado en textos como “Montunos for piano” de Carlos Campos. A los 23 años de edad, Ray Concepción con Celia Cruz, a quien admiró desde muy temprana edad. Por Alfonso Bermudez Fotos VB aprender a tocar piano y le compraron uno, pero el entusiasmo le duro poco. Un año después, dijo que quería ser enfermera…y se olvidó del piano. Irritado por esa decisión, el papá dijo que no quería ver ese piano y lo deposito en una habitación al fondo del corredor de la casa. Fue ese lugar un espacio de sosiego para Ray. Cuando la tempestad arreciaba en el hogar, Pasa a la pág. 12

description

El estímulo de una caída Fue por entonces que su hermana Margarita de 13 años, dijo que quería aprender a tocar piano y le compraron uno, pero el entusiasmo le duro poco. Un año después, dijo que quería ser enfermera…y se olvidó del piano. Irritado por esa decisión, el papá dijo que no quería ver ese piano y lo deposito en una habitación al fondo del corredor de la casa. Fue ese lugar un espacio de sosiego para Ray. Cuando la tempestad arreciaba en el hogar, 11 Visto Bueno 2012

Transcript of E3P11

Page 1: E3P11

Tenía 6 años de edad cuando un día sus padres lo vistieron con saco y corbata y lo llevaron a participar en un concurso radial de canto. Ray llamaba la atención por la forma como cantaba en el estilo de Celia Cruz. “Ponía un disco en la radiola y cantaba, pero cuando fui a la radioemisora y me pusieron frente al micrófono me dijeron que ahí no había radiola, sí un trío que podía acompañarme. Les pedí que tocasen Sopita en botella, pero no sabían la canción ni ninguna otra de Celia. Me quedé en silencio. Mi padre se enfogonó (molestó) y me dijo que no quería escucharme cantar más en casa”. Él abandonó la radioemisora llorando, pero dijo a su padre qué él un día cantaría con Celia Cruz. Fue por entonces que su hermana Margarita de 13 años, dijo que quería

Con la música en las venas

El  contacto  de  Ray Concepción  con  el  Landis Theater  se  produjo  a  raíz  del saludo  que  Tito  Puente  Jr.  Le hizo  la  noche  de  su presentación. Entre el público tenemos  a  un  músico  que  es hijo  del  pianista  (Ray  Coen) de mi padre, dijo. Concepción subió  a  la  tarima  y  luego  de los  saludos  fue  invitado  a sentarse  en  el  piano  y acompañar  la  interpretación de  “Oye  como  va”,  pieza clásica  del  repertorio  del legendario timbalero.  Concepción  cuenta  la anécdota  en  su  hogar  en  la Kidston  Towers,  en  Vineland, rodeado  por  su  piano  y  fotos donde  aparece  al  lado  de todos  los  grandes  de  la  salsa. Ahí  está  la  inolvidable  Celia Cruz,  Rubén  Blades,  Héctor Lavoe,  Tommy  Olivencia, Johnny  Pacheco,  Tito  Puente, Daniel  Santos  y    Gilberto Santa  Rosa,  entre  muchos otros  músicos  a  los  cuales acompañó como pianista.   Frustración y promesa Nacido  en  El  Bronx  en  1955, Concepción  tiene  ancestros puertorriqueños en Carolina y Santurce. Y si su pasión por la salsa  y  lo mejor  del  saoco  de la  música  del  trópico  la aprendió  de  Fabián,  su  padre amante  del  Trio  Matamoros, Eddy  Palmieri,  El  Cuarteto Marcano,  Daniel  Santos,  La Sonora  Matancera,  Cortijo  y su  combo,  y  muchos  más,  su conversión  en  pianista  fue circunstancial.  

Ray Concepción

11 Visto Bueno 2012 

y  nadie me  conoce,  y  cuando digo  que  soy  músico  y mencionó  algo  de  mi trayectoria, no me creen”. Ríe de  buena  gana  y  añade  “pero yo  sé  que  lo  hice,  y  están  las fotos, las grabaciones”.  El estímulo de una caída Una  experiencia  musical  que le dejó una gran lección fue la que  vivió  al  lado  de  Tito Puente. Eran  sus  comienzos  y formaba  parte  de  la  orquesta La  Familia  que  había  sido invitada para tocar antes de la presentación  de  Tito  Puentes con  su  orquesta  en  la  iglesia Queens  of  Angels  Church,  en El  Barrio,  Nueva  York.  Pero sucedió  que  llegó  la  hora    de la  actuación  y  faltaba  el pianista  de  Puentes.  Usa  al niño,  dijo  alguien,  y  Puentes respondió  es  un  nene,  pero me  invitó  a  sumarme  a  la orquesta  y  me  alcanzó  un libro con música así de gordo. Y  dijo    108,  426,  822  y  29, esas son las piezas que vamos a  tocar.  Empezó,  y  de  pronto movió  los  ojos  y  le  hizo  una seña  a  un  músico  como diciendo    el  muchacho  está respondiendo,  pero  llegó  el momento de tocar un bolero y tuve  serios  problemas  para poder  leer  la  música  en  un pentagrama que  tenía huellas de  vasos  y  otras  manchas. Cometí errores, y  los músicos de  la  orquesta  protestaron, ¡bótalo!  alguien  grito  y Puentes me lanzó un  platillo  que  cayó  al  piso.  Salí del  grupo,  y  cuando  Puentes me  quiso  hacer  un  pago  por mi  participación,  me  negué  a recibir  dinero  alguno.  Me sentí  muy  mal,  pero  en  ese mismo  momento  tomé  la decisión de estudiar, practicar mucho, superarme. Estudié de corazón  y logré mi propósito. Nunca hay que abandonar un sueño por un tropiezo. Esa fue la gran lección.  

él  se  refugiaba  en  esa habitación,  cerraba  la puerta y empezaba a pulsar las teclas hasta que empezó a darles  formas de  canción. Había  aprendido  a  tocar  el piano de a oídas.  Junto a leyendas de la salsa Concepción  recuerda  esas experiencias  de  su  infancia y  su  primera  actuación  en público  con  la  Orquesta Colón  en El Bronx,  a  los 13 años  de  edad.  Ahora,  con una  trayectoria  profesional de 42  años,  el músico  tiene una biografía que lo vincula a  los  años  maravillosos  de la  salsa.  Los  momentos históricos cuando la música tropical  se  potenció  por  el aporte  de  toda  una generación  de  músicos  que hicieron  historia  en  Nueva York con la Fania All Star.  “Viví  todo  eso  en  Nueva York.  Ahora  estoy  aquí,  en Vineland,     creen”.   Ríe   de       

En  su  hogar  en  Vineland,  Ray Concepción  da  clases  de  salsa afro  cubana    basado  en  textos como    “Montunos  for  piano”  de Carlos Campos. 

A los 23 años de edad, Ray Concepción con Celia Cruz, a quien admiró desde muy temprana edad. 

Por Alfonso Bermudez Fotos VB 

aprender  a  tocar  piano  y le compraron uno, pero el entusiasmo  le  duro  poco. Un  año  después,  dijo  que quería  ser  enfermera…y se  olvidó  del  piano. Irritado por esa decisión,  el papá dijo que no quería ver  ese  piano  y  lo deposito  en  una habitación  al  fondo  del corredor de la casa. Fue  ese  lugar  un  espacio de  sosiego  para  Ray. Cuando  la  tempestad arreciaba en el hogar,   

Pasa a la pág. 12