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Viernes 9 de junio de 2017 EL UNIVERSAL E18 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] Congreso Internacional de literatura Mexicana El Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM invita al “1° Congreso Internacional de Literatura Mexicana. Siglos XIX y XX. Rescate y edición, Pren- sa y literatura, Géneros literarios, Historias”, que se llevará a cabo del 18 al 22 de junio en el citado instituto, en Ciudad Universitaria. Informes en los correo s electrónicos [email protected] y c r i t i c a d e t e x t o s @ g m a i l.c o m , y en el teléfono 56-22-74-88. ESPECIAL Condiciones de deterioro nutricional De acuerdo con Felipe Torres To- rres, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, más de 15 millones de me- xicanos están en condiciones de te- ner deterioro nutricional o subcon- sumo latente –lo que se conoce co- mo la frontera del hambre–, y las poblaciones con una alta vulnera- bilidad alimentaria se ubican en mil 400 municipios de Oaxaca, Chiapas, Yucatán, sur de Veracruz, Guerrero, la mixteca poblana, Hi- dalgo, la Sierra Tarahumara y algu- nas zonas rurales de Tijuana. Este panorama se viene arrastrando desde la década de los años 70. La visión de jóvenes y niños, en riesgo De acuerdo con Óscar Antonio Ra- mos, jefe de la carrera de Optome- tría en la Facultad de Estudios Su- periores (FES) Iztacala, para el año 2025, prácticamente 90% de los jó- venes y niños que tienen activida- des de visión cercana padecerá al- gún defecto óptico, como miopía (visión corta), hiperopía (hiperme- tropía), astigmatismo o presbicia, debido, básicamente, al incremen- to en el uso de aparatos electrónicos y dispositivos móviles como televi- sores, computadoras, táblets y ce- lulares. Algunos síntomas de los errores refractivos son ojos rojos, la- grimeo y dolor de cabeza. ARCHIVO EL UNIVERSAL Teotihuacan: Teotihuacan, la ciudad sagra- da de los dioses, centro cultu- ral de Mesoamérica hacia el año 400, fue trazada y cons- truida con una visión religiosa, como todo el espacio tangible e intangible del México antiguo. La Calzada de los Muertos es el eje principal, coronada al norte por la pirámide de la Luna. A la mitad del trayecto se levanta, imponente, la pi- rámide del Sol y al sur se ubica la Ciudadela, don- de los teotihuacanos edificaron la pirámide de- dicada a Quetzalcóatl, que en náhuatl significa “serpiente emplumada”. Tal orientación, 15° al este del Polo Norte Ce- leste, es única y se repite con sorprendente pre- cisión en diversos lugares de Mesoamérica, como Yucatán, Chiapas y Guatemala. De acuerdo con José Daniel Flores Gutiérrez, es- pecialista en astronomía mesoamericana del Ins- tituto de Astronomía de la UNAM, no hay un sis- tema de orientación urbana igual en el mundo. “Éste es un hecho aún no del todo aclarado, aunque se han elaborado varias explicaciones desde diferentes disciplinas”, añade. Orientación En la década de los años 60 del siglo pasado, el geógrafo estadounidense Vincent H. Malmström estableció que esa orientación corresponde al sitio por donde sale el Sol el día del paso cenital en Izapa, México, y en Copán, Honduras. Más tarde, el arqueólogo estadounidense Rene Millon estudió la red urbana de Teotihuacan y ela- boró un mapa con técnicas de fotografía aérea, en el que se pueden distinguir los barrios de la an- tigua ciudad, particularmente la orientación prin- cipal dada por la Calzada de los Muertos. “Uno de los propósitos de Millon fue entender por qué los teotihuacanos construyeron su ciudad con la orientación general que difiere de los pun- tos cardinales en un ángulo acimutal de 15.5°, aproximadamente. Un aspecto que intrigaba a los arqueólogos es el ensachamiento de los muros que practicaban los teotihuacanos, en los que se distinguen unas líneas divisorias ligeramente desviadas de sus cantos o perfiles. Incluso hay ha- bitaciones donde los muros se ensanchan, y no había explicación para tal aumento”, indica Flores G u t i é r re z . Sin embargo, luego de comparar la informa- ción, el astrónomo universitario concluyó que la alteración de los edificios podía estar relacionada con algún fenómeno astronómico y, en específico, quizá con el movimiento de alguna estrella. “Supuse que si un muro estaba orientado hacia una estrella circumpolar –la estrella Polar o a su grupo de estrellas, la Osa Menor, por ejemplo–, po- día cambiar su dirección acimutal, en concordan- cia con la precesión del eje de rotación de la Tierra, más o menos 0.5° cada siglo, lo cual obligaría a rotar el edificio de la dirección que señalaba a la nueva posición de este grupo de estrellas. Como los edificios no se pueden rotar, lo que hacían los teotihuacanos era dibujar una línea en el piso que apuntara a la nueva posición estelar y después le- vantaban el muro a manera de un relleno; al final, el edificio o cuarto adquiría la nueva orientación, distinguiéndose un muro más ancho. Todo ello lleva a la conclusión de que observaban las estre- llas para orientar sus edificios. La totalidad de Teo- tihuacan tiene esa orientación.” Actividad científica Otro dato que refuerza la propuesta del arqueoas- trónomo parte de la orientación que presentan unos entierros múltiples hallados en la pirámide de Quetzalcóatl. Se trata de un par de rectángulos, uno grande y otro pequeño, debajo de las caras de dicha pirámide. “Hasta ahora se han explorado tres lados, pero se intuye que en el cuarto debe haber algo similar; es decir, un entierro múltiple de 18 personajes dis- tribuidos en dos rectángulos, dividido a la mitad por una canaleta que tiene la orientación teoti- huacana. En ese caso es del orden de 16°, medio grado más que la Calzada de los Muertos. Son pe- queñas cantidades que no se podrían explicar si no hubiera una intencionalidad astronómica.” En opinión del investigador de la UNAM, los teotihuacanos desarrollaron una intensa activi- dad científica que no separaban de la religión. “En esencia, la observación que hacían de la naturaleza y, particularmente, de la bóveda ce- leste era una actividad científica similar a la que se lleva a cabo en la actualidad: observar, registrar, analizar y predecir”, comenta. Por ejemplo, las diferentes orientaciones de los barrios obedecen a diferentes posiciones de una estrella que va moviéndose. “Aun más, hay vestigios de que la pirámide del Sol fue rotada, hecho que sorprende. Un estudio reciente indicó que el lado poniente nunca fue modificado, sólo los lados norte, sur y oriente. Ahí se tiene una conclusión arqueológica con una in- ferencia astronómica.” La traza de Teotihuacan presenta evidencia del uso de la geometría y las matemáticas, de tal mo- do que puede inferirse que los teotihuacanos ela- boraron métodos numéricos para construirla. “Hay evidencia de que conocían bien la bóveda celeste y podían manejar la temporalidad –es de- cir, la medición del tiempo–, de acuerdo con sus propios intereses”, dice Flores Gutiérrez. Equinoccio de primavera Es sabido que, en el equinoccio de primavera, el Sol aparece exactamente por el centro de la pi- rámide del Sol. Sin embargo, no es tan conocido que por ese punto también surge la constelación de Orión, donde también se ubica el Ecuador ce- leste, observado desde el arranque de la escalinata principal o bien desde el edificio adosado a la pi- rámide del Sol. “Esta constelación está asociada a Tláloc, cuya celebración señalada en las fuentes coloniales era el 2 de febrero del calendario juliano, coincidente con el inicio del año mesoamericano. De manera que se advierte una relación implícita entre el dios mesoamericano, el Ecuador celeste y la salida de la constelación de Orión en lo alto de la pirámide del Sol. Este suceso se observa igualmente en Chi- chén Itzá, Tikal y Xochicalco, donde también está presente Tláloc.” En Xochicalco puede verse una colección de personajes con anteojeras que rodean la pirámide de Quetzalcoatl. En realidad, es un solo personaje: Tláloc, el dios del trueno, del ruido, del inframun- do, del camino bajo tierra, de los túneles, como los que se descubrieron bajo la pirámide del Sol en la década de los años 70 del siglo pasado, como el que hay bajo la pirámide de Quetzalcóatl, en Teo- tihuacan, y como el cenote que se descubrió más recientemente bajo la pirámide de Kukulkán, en Chichén Itzá, y que el arqueólogo Sergio Gómez empezó a explorar en 2003. “La orientación del túnel de la pirámide de Quetzalcoatl en Teotihuacan es de 16°, dato sor- prendente que remite a la orientación de esta ciu- dad, ya que apunta al sitio por donde sale el Sol para marcar el comienzo y el final del año me- s oamericano”, señala el investigador. En los dos túneles de Teotihuacan se descubrió una gran cantidad de vasijas e insignias de Tláloc; de ahí que se infiera, conceptualmente, que di- chos túneles representan a Tláloc y refieren, tam- bién, a la salida y puesta del Sol. El 2 de febrero del calendario juliano (12 de fe- brero de nuestro calendario) es una fecha solar y, por lo tanto, astronómica, que se replica, con di- ferentes elementos, en todas las ciudades mesoa- mericanas. En algunas se observa la iluminación de un nicho; en otras, el juego de luz entre dos edificios. Eran diversas las maneras en que los an- tiguos mesoamericanos registraban, en tal fecha, este fenómeno solar. “Ciertamente, por los registros y la observación de los fenómenos astronómicos se puede concluir que la astronomía teotihuacana estaba sólida- mente cimentada. Esto significa que hubo un pro- ceso de aprendizaje, una escuela y un registro de sucesos astronómicos que los teotihuacanos mostraban a los estudiantes. Tales registros se res- guardaban en varios lugares, uno de los cuales era Tepeaculco, al noreste de Teotihuacan. Se trata de un valle pequeño abierto a la ciudad sagrada de los dioses. Desde ahí se ve directamente Ecatepec, donde se ubica la puesta del Sol en el solsticio de invierno y, en sentido contrario, desde Ecatepec se ve la salida del Sol en el solsticio de verano. Hay una liga visual entre ambos sitios”, informa Flores G u t i é r re z . Teotihuacan dejó de funcionar como ciudad al- rededor del siglo VII, pero la tradición astronó- mica que permeó en el resto de las sociedades me- soamericanas aún está vigente. b CORTESÍA UNAM Constelación de Orión desde el Quetzalpapalotl, en Teotihuacan. “Ciertamente, por los registros y la observación de los fenómenos astronómicos se puede concluir que la astronomía teotihuacana estaba sólidamente cimentada” JOSÉ DANIEL FLORES GUTIÉRREZ Arqueoastrónomo del Instituto de Astronomía de la UNAM entre dioses y astrónomos Un científico universitario habla de la actividad astronómica que se llevó a cabo en esa antigua ciudad mesoamericana

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Viernes 9 de junio de 2017 EL UNIVERSALE18 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Rafael López rl o p e z g @h o t m a i l.c o m

Congreso Internacional de literaturaM ex i ca naEl Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM invita al “1° CongresoInternacional de Literatura Mexicana. Siglos XIX y XX. Rescate y edición, Pren -sa y literatura, Géneros literarios, Historias”, que se llevará a cabo del 18 al 22de junio en el citado instituto, en Ciudad Universitaria. Informes en los correo selectrónicos [email protected] y c r i t i c a d e t e x t o s @ g m a i l.c o m , y en el teléfono56 -22-74-88.

E S P E

C I A L C o n d i c i o n es

de deterioron u t r i c i o na lDe acuerdo con Felipe Torres To-rres, investigador del Instituto deInvestigaciones Económicas de laUNAM, más de 15 millones de me-xicanos están en condiciones de te-ner deterioro nutricional o subcon-sumo latente –lo que se conoce co-mo la frontera del hambre–, y laspoblaciones con una alta vulnera-bilidad alimentaria se ubican enmil 400 municipios de Oaxaca,Chiapas, Yucatán, sur de Veracruz,Guerrero, la mixteca poblana, Hi-dalgo, la Sierra Tarahumara y algu-nas zonas rurales de Tijuana. Estepanorama se viene arrastrandodesde la década de los años 70.

La visión dejóvenes y niños,en riesgoDe acuerdo con Óscar Antonio Ra-mos, jefe de la carrera de Optome-tría en la Facultad de Estudios Su-periores (FES) Iztacala, para el año2025, prácticamente 90% de los jó-venes y niños que tienen activida-des de visión cercana padecerá al-gún defecto óptico, como miopía(visión corta), hiperopía (hiperme-tropía), astigmatismo o presbicia,debido, básicamente, al incremen-to en el uso de aparatos electrónicosy dispositivos móviles como televi-sores, computadoras, táblets y ce-lulares. Algunos síntomas de loserrores refractivos son ojos rojos, la-grimeo y dolor de cabeza.

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Te oti h u a ca n :

Teotihuacan, la ciudad sagra-da de los dioses, centro cultu-ral de Mesoamérica hacia elaño 400, fue trazada y cons-truida con una visión religiosa,como todo el espacio tangible

e intangible del México antiguo.La Calzada de los Muertos es el eje principal,

coronada al norte por la pirámide de la Luna. Ala mitad del trayecto se levanta, imponente, la pi-rámide del Sol y al sur se ubica la Ciudadela, don-de los teotihuacanos edificaron la pirámide de-dicada a Quetzalcóatl, que en náhuatl significa“serpiente emplumada”.

Tal orientación, 15° al este del Polo Norte Ce-leste, es única y se repite con sorprendente pre-cisión en diversos lugares de Mesoamérica, comoYucatán, Chiapas y Guatemala.

De acuerdo con José Daniel Flores Gutiérrez, es-pecialista en astronomía mesoamericana del Ins-tituto de Astronomía de la UNAM, no hay un sis-tema de orientación urbana igual en el mundo.

“Éste es un hecho aún no del todo aclarado,aunque se han elaborado varias explicacionesdesde diferentes disciplinas”, añade.

O r i e nta c i ó nEn la década de los años 60 del siglo pasado, elgeógrafo estadounidense Vincent H. Malmströmestableció que esa orientación corresponde al sitiopor donde sale el Sol el día del paso cenital enIzapa, México, y en Copán, Honduras.

Más tarde, el arqueólogo estadounidense ReneMillon estudió la red urbana de Teotihuacan y ela-boró un mapa con técnicas de fotografía aérea, enel que se pueden distinguir los barrios de la an-tigua ciudad, particularmente la orientación prin-cipal dada por la Calzada de los Muertos.

“Uno de los propósitos de Millon fue entenderpor qué los teotihuacanos construyeron su ciudad

con la orientación general que difiere de los pun-tos cardinales en un ángulo acimutal de 15.5°,aproximadamente. Un aspecto que intrigaba a losarqueólogos es el ensachamiento de los murosque practicaban los teotihuacanos, en los que sedistinguen unas líneas divisorias ligeramentedesviadas de sus cantos o perfiles. Incluso hay ha-bitaciones donde los muros se ensanchan, y nohabía explicación para tal aumento”, indica FloresG u t i é r re z .

Sin embargo, luego de comparar la informa-ción, el astrónomo universitario concluyó que laalteración de los edificios podía estar relacionadacon algún fenómeno astronómico y, en específico,quizá con el movimiento de alguna estrella.

“Supuse que si un muro estaba orientado haciauna estrella circumpolar –la estrella Polar o a sugrupo de estrellas, la Osa Menor, por ejemplo–, po-día cambiar su dirección acimutal, en concordan-cia con la precesión del eje de rotación de la Tierra,más o menos 0.5° cada siglo, lo cual obligaría arotar el edificio de la dirección que señalaba a lanueva posición de este grupo de estrellas. Comolos edificios no se pueden rotar, lo que hacían losteotihuacanos era dibujar una línea en el piso queapuntara a la nueva posición estelar y después le-vantaban el muro a manera de un relleno; al final,el edificio o cuarto adquiría la nueva orientación,distinguiéndose un muro más ancho. Todo ellolleva a la conclusión de que observaban las estre-llas para orientar sus edificios. La totalidad de Teo-tihuacan tiene esa orientación.”

Actividad científicaOtro dato que refuerza la propuesta del arqueoas-trónomo parte de la orientación que presentanunos entierros múltiples hallados en la pirámidede Quetzalcóatl. Se trata de un par de rectángulos,uno grande y otro pequeño, debajo de las caras dedicha pirámide.

“Hasta ahora se han explorado tres lados, perose intuye que en el cuarto debe haber algo similar;es decir, un entierro múltiple de 18 personajes dis-tribuidos en dos rectángulos, dividido a la mitadpor una canaleta que tiene la orientación teoti-huacana. En ese caso es del orden de 16°, mediogrado más que la Calzada de los Muertos. Son pe-queñas cantidades que no se podrían explicar sino hubiera una intencionalidad astronómica.”

En opinión del investigador de la UNAM, los

teotihuacanos desarrollaron una intensa activi-dad científica que no separaban de la religión.

“En esencia, la observación que hacían de lanaturaleza y, particularmente, de la bóveda ce-leste era una actividad científica similar a la quese lleva a cabo en la actualidad: observar, registrar,analizar y predecir”, comenta.

Por ejemplo, las diferentes orientaciones de losbarrios obedecen a diferentes posiciones de unaestrella que va moviéndose.

“Aun más, hay vestigios de que la pirámide delSol fue rotada, hecho que sorprende. Un estudioreciente indicó que el lado poniente nunca fuemodificado, sólo los lados norte, sur y oriente. Ahíse tiene una conclusión arqueológica con una in-ferencia astronómica.”

La traza de Teotihuacan presenta evidencia deluso de la geometría y las matemáticas, de tal mo-do que puede inferirse que los teotihuacanos ela-boraron métodos numéricos para construirla.

“Hay evidencia de que conocían bien la bóvedaceleste y podían manejar la temporalidad –es de-cir, la medición del tiempo–, de acuerdo con suspropios intereses”, dice Flores Gutiérrez.

Equinoccio de primaveraEs sabido que, en el equinoccio de primavera, elSol aparece exactamente por el centro de la pi-rámide del Sol. Sin embargo, no es tan conocidoque por ese punto también surge la constelación

de Orión, donde también se ubica el Ecuador ce-leste, observado desde el arranque de la escalinataprincipal o bien desde el edificio adosado a la pi-rámide del Sol.

“Esta constelación está asociada a Tláloc, cuyacelebración señalada en las fuentes coloniales erael 2 de febrero del calendario juliano, coincidentecon el inicio del año mesoamericano. De maneraque se advierte una relación implícita entre el diosmesoamericano, el Ecuador celeste y la salida dela constelación de Orión en lo alto de la pirámidedel Sol. Este suceso se observa igualmente en Chi-chén Itzá, Tikal y Xochicalco, donde también estápresente Tláloc.”

En Xochicalco puede verse una colección depersonajes con anteojeras que rodean la pirámidede Quetzalcoatl. En realidad, es un solo personaje:Tláloc, el dios del trueno, del ruido, del inframun-do, del camino bajo tierra, de los túneles, como losque se descubrieron bajo la pirámide del Sol en ladécada de los años 70 del siglo pasado, como elque hay bajo la pirámide de Quetzalcóatl, en Teo-tihuacan, y como el cenote que se descubrió másrecientemente bajo la pirámide de Kukulkán, enChichén Itzá, y que el arqueólogo Sergio Gómezempezó a explorar en 2003.

“La orientación del túnel de la pirámide deQuetzalcoatl en Teotihuacan es de 16°, dato sor-prendente que remite a la orientación de esta ciu-dad, ya que apunta al sitio por donde sale el Solpara marcar el comienzo y el final del año me-s oamericano”, señala el investigador.

En los dos túneles de Teotihuacan se descubrióuna gran cantidad de vasijas e insignias de Tláloc;de ahí que se infiera, conceptualmente, que di-chos túneles representan a Tláloc y refieren, tam-bién, a la salida y puesta del Sol.

El 2 de febrero del calendario juliano (12 de fe-brero de nuestro calendario) es una fecha solar y,por lo tanto, astronómica, que se replica, con di-ferentes elementos, en todas las ciudades mesoa-mericanas. En algunas se observa la iluminaciónde un nicho; en otras, el juego de luz entre dosedificios. Eran diversas las maneras en que los an-tiguos mesoamericanos registraban, en tal fecha,este fenómeno solar.

“Ciertamente, por los registros y la observaciónde los fenómenos astronómicos se puede concluirque la astronomía teotihuacana estaba sólida-mente cimentada. Esto significa que hubo un pro-ceso de aprendizaje, una escuela y un registro desucesos astronómicos que los teotihuacanosmostraban a los estudiantes. Tales registros se res-guardaban en varios lugares, uno de los cuales eraTepeaculco, al noreste de Teotihuacan. Se trata deun valle pequeño abierto a la ciudad sagrada delos dioses. Desde ahí se ve directamente Ecatepec,donde se ubica la puesta del Sol en el solsticio deinvierno y, en sentido contrario, desde Ecatepecse ve la salida del Sol en el solsticio de verano. Hayuna liga visual entre ambos sitios”, informa FloresG u t i é r re z .

Teotihuacan dejó de funcionar como ciudad al-rededor del siglo VII, pero la tradición astronó-mica que permeó en el resto de las sociedades me-soamericanas aún está vigente. b

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Constelación de Orión desde elQuetzalpapalotl, en Teotihuacan.

“Ciertamente, por los registros yla observación de los fenómenosastronómicos se puede concluirque la astronomía teotihuacanaestaba sólidamente cimentada”JOSÉ DANIEL FLORES GUTIÉRREZArqueoastrónomo del Instituto de Astronomíade la UNAM

entre dioses y astrónomosUn científicouniversitario habla dela actividad astronómicaque se llevó a caboen esa antigua ciudadme s oa me r ica n a