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TENDENCIAS DE LA FORMACIÓN DE LAS RENTAS EN EL NEOLIBERALISMO Riqueza, clase y propiedad en Estados Unidos GÉRARD DUMÉNIL Y DOMINIQUE LÉVY 97 ARTÍCULOS En muchos aspectos, la aparición del neoliberalismo desde mediados de la década de los setenta ha aumentado la legibilidad de las relaciones sociales capitalistas 1 . Se han impuesto nuevas disciplinas sobre los traba- jadores, así como sobre los directivos. La rentas del capital –dividendos e intereses– han aumentado espectacularmente. Durante la década de los setenta, los tipos de interés nominales permanecieron prácticamente igua- les a las tasas de inflación; el «golpe» de Paul Volcker en 1979 impuso un alza impresionante de los tipos de interés reales, en beneficio de los pres- tamistas. Mayores flujos de dividendos comenzaron a ser desviados hacia los accionistas. El mercado de valores estadounidense creció ininterrum- pidamente, hasta llegar a la burbuja de la década de los noventa. La aper- tura de fronteras comerciales y el libre movimiento de capitales desem- bocaron en una nueva etapa de la globalización de la economía, acompañada de mayores desequilibrios y de una guerra imperial. La comparación con las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial indica que, después de veinte años de neoliberalismo, las rentas basadas en la propiedad y el control de los medios de producción se pusieron por las nubes, mientras que las relaciones capitalistas de producción dominan el mundo con mayor rigor si cabe que antes. No obstante, se ha sostenido que otros desarrollos del capitalismo con- temporáneo pueden servir para difuminar las fronteras de clase. De acuer- do con este punto de vista, el neoliberalismo ha asistido al surgimiento de una nueva capa de «trabajadores ricos», de capitalistas que reciben buena parte de sus ingresos en forma de salario, al igual que los demás trabajadores. Aunque reciban también una renta «societaria» considerable, lo mismo puede decirse de los médicos o de los abogados. Desde luego, también pueden beneficiarse de las rentas y de los incrementos de patri- 1 En otro lugar, hemos interpretado el nuevo orden social que ha surgido dentro del vector del neoliberalismo como la reafirmación del poder, las rentas y la riqueza de la clases domi- nantes, tras un revés relativo durante las décadas del compromiso keynesiano. El título de nuestro libro, Capital Resurgent. Roots of the Neoliberal Revolution, Cambridge, Massachus- sets, 2004, hace referencia a esta nueva hybris capitalista.

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  • TENDENCIAS DE LA FORMACINDE LAS RENTAS EN

    EL NEOLIBERALISMORiqueza, clase y propiedad en Estados Unidos

    GRARD DUMNIL Y DOMINIQUE LVY

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    ARTCULOS

    En muchos aspectos, la aparicin del neoliberalismo desde mediados dela dcada de los setenta ha aumentado la legibilidad de las relacionessociales capitalistas1. Se han impuesto nuevas disciplinas sobre los traba-jadores, as como sobre los directivos. La rentas del capital dividendos eintereses han aumentado espectacularmente. Durante la dcada de lossetenta, los tipos de inters nominales permanecieron prcticamente igua-les a las tasas de inflacin; el golpe de Paul Volcker en 1979 impuso unalza impresionante de los tipos de inters reales, en beneficio de los pres-tamistas. Mayores flujos de dividendos comenzaron a ser desviados hacialos accionistas. El mercado de valores estadounidense creci ininterrum-pidamente, hasta llegar a la burbuja de la dcada de los noventa. La aper-tura de fronteras comerciales y el libre movimiento de capitales desem-bocaron en una nueva etapa de la globalizacin de la economa, acompaadade mayores desequilibrios y de una guerra imperial. La comparacin conlas dcadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial indica que, despusde veinte aos de neoliberalismo, las rentas basadas en la propiedad y elcontrol de los medios de produccin se pusieron por las nubes, mientrasque las relaciones capitalistas de produccin dominan el mundo conmayor rigor si cabe que antes.

    No obstante, se ha sostenido que otros desarrollos del capitalismo con-temporneo pueden servir para difuminar las fronteras de clase. De acuer-do con este punto de vista, el neoliberalismo ha asistido al surgimientode una nueva capa de trabajadores ricos, de capitalistas que recibenbuena parte de sus ingresos en forma de salario, al igual que los demstrabajadores. Aunque reciban tambin una renta societaria considerable,lo mismo puede decirse de los mdicos o de los abogados. Desde luego,tambin pueden beneficiarse de las rentas y de los incrementos de patri-

    1 En otro lugar, hemos interpretado el nuevo orden social que ha surgido dentro del vectordel neoliberalismo como la reafirmacin del poder, las rentas y la riqueza de la clases domi-nantes, tras un revs relativo durante las dcadas del compromiso keynesiano. El ttulo denuestro libro, Capital Resurgent. Roots of the Neoliberal Revolution, Cambridge, Massachus-sets, 2004, hace referencia a esta nueva hybris capitalista.

  • monio, pero otro tanto sucede con muchos otros asalariados. Por suparte, la propiedad de capital se ha difundido cada vez ms hacia abajo,directa e indirectamente, gracias a instrumentos como los fondos deinversin y de pensiones. A su vez, se dice que esto ha creado una nuevacapa masiva de accionistas, trabajadores asalariados que ahora compar-ten, en una medida considerable, los intereses de los propietarios de losmedios de produccin.

    Este artculo intenta juzgar estas afirmaciones analizando las tendenciashistricas de la propiedad de capital y de la renta en Estados Unidos, cen-tro y fuente de energa de la transformacin neoliberal. Sugiere que lasrelaciones de clase siguen siendo tan fuertes como siempre bajo el ordensocial neoliberal, pero que han sufrido una reconfiguracin inconfundible.La cohesin entre los estamentos superiores aquellos a los que hemosdenominado el interfaz propiedad-direccin de empresa y un nivel msextenso y subordinado de las clases asalariadas superiores se ha vistoreforzada, mientras que el foso entre este bloque y la masa de la pobla-cin que se sita por debajo se ha ensanchado. El neoliberalismo ha sidoel vector del surgimiento de este capitalismo de dos pisos como nuevomarco de las relaciones sociales, la expresin institucional del pacto entrelos capitalistas y las clases asalariadas superiores frente al resto.

    Patrones de desigualdad de la renta

    En primer lugar, cul es la composicin real de la renta de los hogaresen Estados Unidos, desde la cspide hasta la base de la pirmide social?El Cuadro 1 presenta una desagregacin de las rentas en 2001, con y sinincrementos de patrimonio. Para la gran masa de la poblacin 98 por100, alrededor de 125 millones de hogares, con una renta bruta demenos de 200.000 dlares, los salarios, incluyendo a las pensiones, cons-tituyen el 90,7 por 100 de la renta; esta cifra apenas se ve modificada(pues pasa a un 89,6 por 100) cuando se incluyen los incrementos depatrimonio. Si nos fijamos en el 2 por 100 restante que ascienden tanslo a unos 2 millones de hogares cuya declaracin de la renta est porencima de los 200.000 dlares, los salarios constituyen todava cerca dedos tercios de la renta anual, a saber, el 64,1 por 100, aunque el porcen-taje desciende hasta el 52,8 por 100 si se incluyen los incrementos depatrimonio. Incluso en la cspide misma de la pirmide el 0,005 por 100superior (6.836 hogares) con rentas de ms de 10 millones de dlares lossalarios todava constituyen el 50,1 por 100, excluyendo los incrementosde patrimonio; la cifra baja hasta un 25,3 por 100 cuando estos ltimosson incluidos. La Figura 1 muestra la expansin espectacular de las ren-tas de capital y de las ganancias como componentes de la renta, una vezsuperado el umbral de los 200.000 dlares.

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  • Cuadro 1. Composicin de la renta en 2001 (%)

    A. Renta sin incrementos de patrimonio

    Renta bruta % de Rentas de Incrementos Renta Renta de

    (en miles de dlares) los ingresos Salarios capital de patrimonios societaria propiedad Otrosnica

    Por debajo de 200 98,01 90,7 4,8 1,0 3,3 0,2

    200 ms 1,99 64,1 13,6 16,7 4,5 1,1

    200-500 1,57 73,1 9,7 10,2 6,2 0,8

    500-1.000 0,276 62,2 13,1 19,6 4,2 0,9

    1.000-1.500 0,066 55,2 15,6 24,4 3,3 1,5

    1.500-2.000 0,028 52,7 17,4 26,2 2,6 1,2

    2.000-5.000 0,040 52,8 18,4 25,5 2,0 1,3

    5.000-10.000 0,010 52,2 20,3 23,9 1,7 1,9

    Ms de 10.000 0,005 50,1 24,1 21,5 2,3 2,1

    Ingresos totales 100,0 85,6 6,5 4,0 3,5 0,4

    B. Renta con incrementos de patrimonio

    Renta bruta % de Rentas de Incrementos Renta Renta de

    (en miles de dlares) los ingresos Salarios capital de patrimonios societaria propiedad Otrosnica

    Por debajo de 200 98,01 89,6 4,7 1,2 1,0 3,3 0,2

    200 ms 1,99 52,8 11,2 17,6 13,7 3,7 0,9

    0-5 9,78 95,2 8,1 - 0,3 - 1,3 4,5 - 6,2

    10-15 9,24 87,5 6,6 0,4 - 0,1 5,5 0,0

    15-20 8,91 89,5 6,0 0,6 0,1 3,8 0,1

    20-25 7,74 91,3 4,4 0,5 0,2 3,6 0,1

    25-30 6,65 92,9 3,7 0,4 0,2 2,7 0,1

    30-40 10,75 92,5 3,8 0,5 0,2 2,8 0,1

    40-50 8,24 92,5 4,0 0,5 0,4 2,4 0,2

    50-75 13,63 91,7 4,0 0,5 0,4 2,6 0,3

    75-100 6,91 90,4 4,4 1,1 1,0 2,8 0,4

    100-200 6,57 84,1 6,0 2,9 2,7 3,9 0,4

    200-500 1,57 67,9 9,1 7,1 9,4 5,8 0,7

    500-1.000 0,276 54,4 11,5 12,5 17,1 3,6 0,8

    1.000-1.500 0,066 46,3 13,0 16,2 20,4 2,7 1,3

    1.500-2.000 0,028 42,1 13,9 20,1 20,9 2,1 0,9

    2.000-5.000 0,040 40,1 14,0 24,1 19,3 1,5 1,0

    5.000-10.000 0,010 36,1 14,0 31,0 16,5 1,2 1,3

    Ms de 10.000 0,005 25,3 12,1 49,5 10,8 1,2 1,1

    Ingresos totales 100,0 81,4 6,2 4,8 3,8 3,4 0,3

    Salarios: sueldos, salarios + pensiones; renta de capital: intereses + dividendos + arriendos + royaltis +bienes inmuebles y trusts; renta societaria: renta societaria y renta procedente de las S-corporations (vasenota 9); Renta: renta neta menos prdidas. La cifra total de ingresos fue de 128.817.050. Fuentes: IRS, Indi-vidual Tax Statistics, Data by Size of Income, Cuadro 1,4, 2001 Individual Income Tax, Rendimientos tota-les, www.irs.gov.

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  • Figura 1. Composicin de la renta por categora, miles de dlares y % de los ingresos

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  • Si colocamos este desglose de las rentas ms altas dentro de una pers-pectiva histrica estaremos en condiciones de trazar las variaciones deestos patrones de renta con arreglo al tiempo2. La Figura 2 muestra tantoel porcentaje de la renta total de los hogares recibido por el 0,01 por 100superior desde la Primera Guerra Mundial y sus partes componentes3.Sugiere una periodizacin de tres fases:

    1. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la concentracin de la renta eramuy fuerte, con el 0,01 por 100 superior percibiendo el 2,2 por 100 dela renta total de los hogares estadounidenses.

    Figura 2. Porcentaje de la renta de los hogares situados en el fractil del 0,01 por 100 ms rico respecto de la renta total de los hogares(excluyendo los incrementos de patrimonio) y tres componentes,

    1918-2000

    Fuente: W. Kopczuk y E. Saez, Top Wealth Shares in the United States, 1916-2000: Evi-dence from Estate Tax Returns.

    2 En lo sucesivo, nos inspiramos considerablemente en la obra pionera de Thomas Pickettyy Emmanuel Saez, que utilizan las declaraciones de la renta del IRS para construir, por pri-mera vez, una serie homognea de porcentajes de renta de los hogares para el periodo1913-1998. Vase Th. PICKETTY y E. SAEZ, Income Inequality in the United States, 1913-1998,The Quarterly Journal of Economics CXVIII 1 (2003). Vase tambin Wojciek KOPCZUK y Emma-nuel SAEZ, Top Wealth Shares in the United States, 1916-2000: Evidence from Estate TaxReturns, NBER Working Paper nm. 10399, 2004.3 En 2000, la renta anual media (excluyendo los incrementos de patrimonio) de los 13.447individuos que componan este 0,01 por 100 fue de 12.984.220 dlares.

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    S La mayor parte de este fractil de renta para el periodo estudiado estabacompuesta por rentas de capital; como promedio, la renta de capital y losincrementos de patrimonio, considerados en su conjunto, ascendieron al72 por 100 de la renta total del grupo para 1918-1940.

    2. Durante la Segunda Guerra Mundial, se produjo una reduccin espec-tacular del porcentaje de la renta total de los hogares estadounidensesobtenida por el fractil del 0,01 por 100 superior, que baj hasta tanslo el 0,6 por 100, sin que se dieran signos de recuperacin antes deprincipios de la dcada de 1980. Esto fue una consecuencia del decli-ve de las rentas de capital, que sufrieron una drstica reduccin que lasdej en un cuarto de su nivel de preguerra (esto es, pasaron de un pro-medio del 1,51 por 100 antes de 1940, a un 0,42 por 100 para 1950-1979), y de los salarios, que se vieron reducidos a la mitad durante laSegunda Guerra Mundial. En las dcadas de posguerra, la concentra-cin de las rentas de capital continu revirtiendo.

    3. La desigualdad fue reestablecida durante las dos ltimas dcadas delsiglo XX, toda vez que el fractil del 0,01 por 100 superior reciba el 2,8por 100 del total de la renta de los hogares estadounidenses en 2000,pero esta restauracin de privilegios para los hogares de rentas ms altascobr una forma completamente nueva. Si hacemos excepcin del ef-mero ascenso de las rentas de capital a finales de la dcada de 1980, laconcentracin de las rentas salariales y empresariales aument enorme-mente. En 1999, el 0,01 por 100 superior reciba el 11,3 por 100 del totalde la renta empresarial de los hogares estadounidenses, y el 1,6 por 100del total de los salarios estadounidenses. Los salarios se dispararondurante la segunda mitad de la dcada de los noventa, reflejando tantosu tendencia ascendente como la amplia distribucin de stock options4.

    Qu nos dice esta pauta de comportamiento respecto a los porcentajesde renta percibidos por las capas ms amplias de la poblacin estadouni-dense? La Figura 3 muestra las trayectorias de varios fractiles comprendi-dos dentro del 90-100 por 100 principal de los hogares estadounidenses.Aqu surge una clara distincin, en primer lugar, entre los dos fractilesinferiores, 90-95 y 95-99, y el 1 por 100 superior (99-99,9; 99,9-99,99 y99,99-100). En contraposicin con el lento pero continuo descenso expe-rimentado por el 1 por 100 superior en las dcadas que siguieron a laSegunda Guerra Mundial, el porcentaje de la renta correspondiente a losfractiles del 90-95 y 95-99 creci uniformemente desde 1945 (a pesar deuna moderada divergencia desde comienzos de la dcada de los ochenta).

    4 Resulta interesante sealar que el perfil que aqu se observa en el caso de Estados Unidoses tambin manifiesto, en menor medida, en Gran Bretaa y Canad, pero no en Francia,Holanda o Suiza. Vase Emmanuel Saez, Income and Wealth Concentration in a Historicaland International Perspective, Berkeley y NBER, artculo elaborado para el simposio cele-brado en Berkeley sobre Distribucin de la renta y polticas pblicas; y Edward WOLFF (ed.),International Perspectives on Household Wealth, de prxima publicacin.

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    SFigura 3. Porcentajes de la renta total de las familias, incluidas las ren-

    tas de capital, obtenidas por las distintas secciones del decil superior, 1917-2002

    Fuente: Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit.,Cuadro A2.

    El perfil comn de los tres fractiles que componen el 1 por 100 superiores sorprendente y puede ser explicado con arreglo a la similitud de lacomposicin de sus rentas. En 2000, la renta media del 1 por 100 supe-rior, incluyendo los incrementos de patrimonio, fue de 833.140 dlares5.Entre 1917 y 1940, este fractil obtuvo una media del 16,9 por 100 del totalde la renta de los hogares estadounidenses; este porcentaje cay hastauna media del 10,9 por 100 durante la primera dcada que sigui a laSegunda Guerra Mundial, 1946-1955, y hasta un 8,4 por 100 en 1973; mstarde se elev hasta alcanzar el 19,6 por 100 en 2001.

    Desentraando las sociedades colectivas

    La importancia de la renta societaria para las fracciones superiores de lapoblacin estadounidense, documentada en el Cuadro 1, precisa de ciertaexplicacin. En 2001, la renta del 1,99 por 100 superior, incluyendo incre-mentos de patrimonio, estaba compuesta de un 13,7 por 100 de renta socie-

    5 Vase Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit., Cua-dro A5.

  • taria, en comparacin con un 11,2 por 100 en rentas de capital6. A este res-pecto, resulta til descomponer la renta societaria por industrias, utilizandolos datos del IRS (vase Cuadro 2).

    Cuadro 2. Renta societaria y composicin por industria en 2001 (en miles de millones de dlares)

    Todas las Todas las FIRE

    industrias industrias Bienes Finanza bsica Otros productosmenos FIRE inmuebles financieros

    Nmero de socios 14.232 4.657 6.444 3.019 112

    (miles)

    Activos totales 8.428 2.085 2.069 4.114 161

    Cuentas de capital 3.593 884 522 2.126 60de los socios

    Renta neta total 310 129 70 105 7

    Renta neta procedente 114 93 0 16 5de comercio/negocios

    Renta de cartera distribuida 153 34 29 88 2a los socios

    Renta procedente de 43 1 41 1 0rendimientos inmobiliarios

    FIRE [Finance, Insurance and Real Estate]: finanzas, seguros y bienes inmuebles, o bienes inmuebles,finanzas bsicas y otros productos financieros. Las finanzas bsicas societarias (dedicadas a contratostales como hedging [cobertura financiera], transacciones de valores en distintos mercados y a la gestinde carteras de valores) estn formadas por dos industrias: (1) valores, contratos sobre bienes y otras inver-siones financieras y actividades relacionadas, y (2) fondos, trusts y otros instrumentos financieros. Lostotales pueden no equivaler a la suma de los componentes como resultado del redondeo.

    Una primera observacin indica que las sociedades colectivas estn rela-cionadas predominantemente con la propiedad y con la actividad financie-ra. De un total de activos de 8,428 billones de dlares, slo 2,085 billonescorresponden a industrias distintas de las encuadradas en FIRE; de los 3,593billones de dlares en cuentas de capital de los socios, slo 0,884 billonesestn relacionados con industrias distintas de las encuadradas en FIRE; sinembargo, en ambos casos constituyen alrededor del 25 por 100. Por s solas,las finanzas bsicas representan el 59,2 por 100 del total de las cuentas decapital de los socios. Esta industria comprende el 33,7 por 100 de la rentaneta total, y el 57,8 por 100 de la renta total de cartera distribuida a lossocios. Es preciso insistir en la magnitud de este sector: los 2,126 billones dedlares en cuentas de capital de los socios suponen el 23 por 100 del valor

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    6 La renta del 0,426 por 100 superior, esto es, aquellos que obtienen ms de 500.000 dla-res, estaba compuesta en un 22,3 por 100 de renta societaria y en un 17,0 por 100 de ren-tas de capital.

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    Sneto total de las corporaciones no agroalimentarias ni financieras, y pocoms del valor neto total (104 por 100) de las corporaciones financieras7.

    En segundo lugar, la importancia de esta renta societaria (en gran medidabasada en las finanzas) debe ser situada en un perspectiva histrica. La Figu-ra 4 muestra la espectacular transformacin del contenido y de la distribucinde la renta societaria que se produjo en 1987, cuando los fractiles superioresse precipitaron a las sociedades colectivas. Tres distintos fractiles de renta sonconsiderados: 0-90; 90-99,5 y 99,5-100, o el 0,5 por 100 superior. La variablees el porcentaje de la renta societaria total obtenida por cada fractil, pero cadaserie ha sido normalizada en 0 para 1986. La figura bosqueja ntidamente loscontornos de la ruptura entre 1986 y 1987. Entre 1986 y 1999 el fractil del 0-90perdi un 31 por 100, mientras que el fractil del 0,5 por 100 superior gan el29 por 100 del total de la renta societaria8. Tngase en cuenta que el patrnanterior permaneci estable desde 1929 hasta 1986.

    Figura 4. Porcentaje del total de la renta societaria de los hogares obtenido por cada fractil (desviacin desde 1986), 1929-1999

    Cada serie ha sido normalizada en 0 para 1986. Los porcentajes en 1986 eran: 45,4 por 100 parael fractil 0-90; 38,3 por 100 para el 90-99,5; y el 16,3 por 100 para el 99,5-100. El descenso repen-tino de la curva () significa, por ejemplo, que la participacin de la renta societaria corres-pondiente al fractil 0-90 cay del 45,4 por 100 en 1986 al 12,0 por 100 en 1988. Fuente: Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit., Cua-dro A7.

    7 DUMNIL y LVY, The Real and Financial Components of Profitability (USA 1948-2000),Review of Radical Political Economy, nm. 36, 2004. Aqu las corporaciones financierasexcluyen a las instituciones gubernamentales y a los fondos de inversin y de pensiones.8 El fractil de renta del 0,01 por 100 superior acumul el 1 por 100 del total de la renta societa-ria en la dcada de 1970 y el 5,3 por 100 en 1986; en 1999, esta cifra ascendi al 11,2 por 100.

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    S La transferencia de riqueza por parte de las fracciones superiores de lapoblacin al sector de las sociedades colectivas a mediados de la dca-da de los ochenta contribuy en gran medida a la restauracin de la desi-gualdad de las rentas. En efecto, el cambio consisti en el paso de un tipode organizacin a otra: de las C-corporations a las S-corporations9, queson tratadas fiscalmente en el mismo captulo que las sociedades colecti-vas. Este cambio se debi a la Tax Reform Act de 1986, cuyo objetivo erauna reduccin de los impuestos sobre las rentas ms altas10.

    Una igualacin secular de la riqueza?

    Si el porcentaje total de la renta de los hogares estadounidenses percibidopor el percentil superior sufri un descenso sustancial durante las dcadasque siguieron a la Segunda Guerra Mundial, para ser restaurado slo a par-tir de la dcada de 1980, el porcentaje del total de la riqueza de los hoga-res estadounidenses detentado por ese mismo percentil presenta un patrncompletamente diferente. La Figura 5 muestra el porcentaje del total de lariqueza de los hogares estadounidenses de la que gozan las fracciones msricas del 0,01 por 100 y el 1 por 10011. Ilustra el descenso espectacular dela concentracin de la riqueza durante la Gran Depresin (en vez de laSegunda Guerra Mundial, como en el caso de la renta) tanto para el 0,01y el 1 por 100 superiores. Esta cada continu, de forma ms gradual, hastael final de la Segunda Guerra Mundial. De un promedio del 37 por 100 deltotal de la riqueza de los hogares estadounidenses en manos del 1 por 100ms rico para 1916-1930, la cifra cay al 24,7 por 100 en 1945 (y, respec-tivamente, desde el 8,9 por 100 al 3,7 por 100 para el 0,01 por 100 ms

    9 Las C-corporations son, en la legislacin estadounidense, ms o menos equivalentes a lassociedades annimas; por su parte, las S-corporations, son una forma especial de corpora-cin, en la que las ganancias o las prdidas son transferidas directamente a sus titulares, loque ahorra el doble gravamen impositivo que afecta a las C-corporations [N. del T.].10 Vase la discusin de estos mecanismos que hace Saez: Una C-corporation se enfrenta alimpuesto sobre sus beneficios. Los beneficios son luego gravados de nuevo en el mbito indi-vidual si son pagados como dividendos. Si los beneficios son retenidos dentro de la corpora-cin, deben generar incrementos de patrimonio que tributan en el mbito individual cuandoson realizados, pero cuyo rgimen resulta en general ms favorable que el aplicado a los divi-dendos. Los beneficios de las S-corporations (o sociedades colectivas y de propiedad nica)son gravadas fiscalmente directa y nicamente en el mbito individual. La distribucin de lasS-corporations a los propietarios individuales no genera un gravamen fiscal adicional. VaseEmmanuel SAEZ, Reported Incomes and Marginal Tax Rates, 1960-2000: Evidence and PolicyImplications, NBER Working Paper 10273, pp. 8 y 28, en James POTERBA (ed.), Tax Policy andthe Economy, vol. 18, Cambridge, MA, 2004. Saez comenta: A principios de la dcada de losochenta, el 0,01 por 100 superior de las rentas se enfrentaba a tipos impositivos marginalessumamente altos de cerca del 80 por 100 de media (mientras que los tipos impositivos sobrelos incrementos de patrimonio a largo plazo eran de alrededor del 25 por 100). De esta suer-te, los dividendos eran una forma de renta muy poco ventajosa para los ricos.11 En 2000, la riqueza del individuo situado en la parte inferior del 1 por 100 ms rico ascen-da a 1.172.896 dlares. La riqueza del individuo situado en la parte inferior del 0,01 por 100era de 24.415.150 dlares, mientras que la riqueza media de los 20.187 individuos que com-ponen el 0,01 por 100 superior era de 63.564.151 dlares.

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    Srico). Una nueva disminucin se produjo en la dcada de los setenta, agra-vada por los efectos de la inflacin que, es preciso sealarlo, no son con-siderados aqu. Con posterioridad se produjo una recuperacin parcialdesde mediados de la dcada de los ochenta, aunque los porcentajes de lariqueza total de la que disfrutaban todava permanecan por debajo del nivelde la de los sesenta. Dicho de otra manera, el porcentaje comparativo dela renta de los dos percentiles superiores fue restaurado en las dos ltimasdcadas del siglo XX, pero no lo fue su cuota comparativa de riqueza12.

    Figura 5. Porcentaje de la riqueza total de los hogares detentado por los fractiles del 0,01 y del 1 por 100 ms elevados, 1916-2000

    Fuente: W. Kopczuk y E. Saez, Top Wealth Shares in the United States, 1916-2000: Eviden-ce from Estate Tax Returns, cit., Cuadro B1.

    Sin embargo, si observamos la cspide misma de la pirmide, se produ-ce una reconcentracin de la riqueza mucho ms importante durante el

    12 La desigualdad del valor neto se nivel aunque la desigualdad de la renta continu cre-ciendo durante ese periodo: Edward Wolff, Changes in Household Wealth in the 1980s and1990s in the US, E. Wolff (ed.), International Perspectives on Household Wealth. Las com-ponentes de esta riqueza han permanecido relativamente estables. Para el periodo 1916-2000, las acciones comprendan alrededor del 46 por 100 de la riqueza en manos del 0,5por 100 superior; los bonos, el 29 por 100; y la riqueza fsica, el 21 por 100; la deuda cons-titua el 9 por 100 (ms activos diversos, el 13 por 100). Por supuesto, hubo importantesfluctuaciones a corto plazo: la fraccin en acciones de la riqueza total de este grupo llega un mximo del 63 por 100 a mediados de la dcada de 1960, cayendo al 35 por 100 en1982 (y al 30 por 100 en 1990), para recuperarse progresivamente durante la dcada de 1990hasta llegar al 48 por 100 en 1998 (44 por 100 en 2000).

  • periodo neoliberal. Este fenmeno queda ilustrado por el patrn de medi-da de Forbes, consistente en la divisin de la riqueza de los hogares enmanos de los cuatrocientos hogares ms ricos, tal y como se muestra en la figura 6. La primera curva traza el porcentaje del total de la riquezade los hogares estadounidenses en manos de los 404 hogares ms ricos,que suponen tan slo un 0,0002 por 100 de la poblacin. Mientras queestos hogares posean el 1 por 100 del total de la riqueza de los hogaresen 1983, el porcentaje creci hasta el 3 por 100 en 2003, despus dealcanzar un mximo del 3,7 por 100 en 2000. Resulta interesante compa-rar este perfil con el de las dos componentes de este grupo: los 101 msricos y la fraccin situada entre 102 y 404. Aunque la fraccin del total dela riqueza de los hogares estadounidenses en manos de la segunda com-ponente (102-404) se duplic, la de los 100 ms ricos se cuadruplic,pasando del 0,5 por 100 al 1,9 por 100. En conjunto, el incremento fuemuy pronunciado durante la segunda mitad de la dcada de los noventa.

    Los salarios ms altos

    Una de las nuevas tendencias de la distribucin de las rentas ms altas queha recibido mayor inters ha sido el incremento espectacular de los suel-dos de los altos directivos. La Figura 7 ilustra el incremento de los sueldosde los 100 principales altos directivos, en proporcin con el salario medioestadounidense. El sueldo de las diferentes categoras de directores gene-rales creci ms o menos con arreglo a la misma tasa. En 1971, el sueldo

    Figura 6. Cuota del total de la riqueza de los hogares en manos de los400 y los 100 hogares ms ricos, 1982-2002

    Las cifras para 2000 incluyen a los 404 y 101 hogares ms ricos. Fuente: W. Kopczuk y E. Saez, Top Wealth Shares in the United States, 1916-2000: Eviden-ce from Estate Tax Returns, cit., Cuadro C2.

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  • del dcimo alto directivo mejor retribuido equivala a 47 veces el salariomedio; en 1999 era 2.381 veces superior. Una componente decisiva deestas tasas de crecimiento vertiginoso han sido, por supuesto, las stockoptions. De nuevo, esta innovacin debe ser enmarcada histricamente.Una ruptura muy ntida se produjo hacia finales de la dcada de los seten-ta. En 1977, la distribucin de acciones (como stock options o bajo otrasformas) todava ascenda a tan slo el 20 por 100 del sueldo total de losdirectores generales. En 1979, este porcentaje ascendi de repente al 40,5(mientras que el incremento de los salarios no experiment moderacin enmodo alguno). En 1999, los salarios representaban slo el 9,7 por 100 delsueldo total de los directores generales (aunque hay que tener en cuentaque el salario del alto directivo mejor retribuido era de ms de 10 millonesde dlares); las stock options ascendan al 58,5 por 100, y otras acciones al31,8 por 100 del sueldo total13.

    Figura 7. Sueldo de los altos directivos de diferentes categoras (en proporcin al salario medio de todos los asalariados), 1970-2002

    Las primeras tres curvas muestran el incremento del sueldo de los directores generales conarreglo a su categora en la jerarqua de las remuneraciones: 10, 50 y 100. La cuarta curvacorresponde al sueldo medio de los 100 directores generales que reciben las remuneracio-nes ms elevadas. Tngase en cuenta que 1.000 significa 1.000 veces el salario medio. Fuen-te: Piketty y Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit., Cuadro B4.

    Este ascenso de las remuneraciones ms altas estuvo tan concentrado enla cspide de la jerarqua y de forma tan acentuada, que difcilmente puedeser interpretado como una recompensa por la mejora de las capacidades de

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    13 Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, Cuadro B4.

  • gestin empresarial o por el incremento de la productividad marginal,conforme a la jerga neoclsica, medida por el aumento repentino de losprecios de las acciones. Por el contrario, lo que estaba en juego era unaestratagema privilegiada para canalizar el excedente en favor de una frac-cin de la elite dominante.

    La masa de la pirmide de la renta

    Si ahora nos ocupamos de la vasta mayora de la poblacin, qu ten-dencias adicionales cabe distinguir? La figura 8 muestra los porcentajes deltotal de la renta de los hogares estadounidenses correspondiente a tresfractiles, sin superposicin: 0-90, 90-99 y 99-100. Todas las series han sidonormalizadas en 0 para 1950. Lo ms sorprendente a este respecto es elenorme cambio que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial. Elincremento comparativo en la cuota de la renta obtenida por el fractil 0-90, una ganancia del 10 por 100, corre parejo al descenso tanto del 90-99como del 1 por 100 superior. En trminos relativos, por supuesto, el unopor 100 superior de los hogares se vio afectado ms negativamente queel fractil del 90-99, ya que ambos grupos perdieron cerca del 5 por 100de la renta total de los hogares estadounidenses, pero en el ltimo estarenta se distribuy a un grupo mucho ms amplio.

    Figura 8. Cuotas de la renta total de los hogares, incluidos los incrementosde patrimonio, obtenidas por los tres fractiles (desviacin desde 1950),

    1917-2002

    Todas las series normalizadas en 0 para 1950. En 1950, los valores eran de 65,4 por 100 parael fractil 0.90; 22,6 por 100 para el 90-99; y del 12,0 por 100 para el 99-100.Fuente: Th. Piketty y E. Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit., Cuadro A2.

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  • Sin embargo, el perfil a largo plazo fue completamente distinto para losdos fractiles superiores. El 1 por 100 superior sufri un declive compara-tivo durante las tres primeras dcadas posteriores a la Segunda GuerraMundial, y un ascenso desde la dcada de los ochenta en adelante. Encontraposicin, el fractil 90-99 conoci una progresin constante al alzadesde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta 2000. Habida cuenta dela composicin de la renta de este grupo, cabe concluir que los salariosfueron los principales responsables de esta recuperacin. El destino delfractil 0-90 es mucho ms dramtico, ya que presenta un pronunciadodeclive de su cuota de la renta de los hogares estadounidenses desdemediados de la dcada de los setenta, que se traduce en una prdida del12 por 100 en beneficio de los grupos superiores.

    La figura 9 muestra la cuota del monto total de los salarios pagados a loshogares estadounidenses para los mismos tres fractiles, con todas las seriesnormalizadas en 0 para 1950.

    Figura 9. Cuota de los salarios totales de las familias obtenidos por los tres fractiles (desviacin desde 1950), 1918-1999

    Todas las series han sido normalizadas en 0 para 1950. En 1950, los valores eran 73,9 por100 para el fractil 0-90; 21,0 por 100 para 90-99; y 5,1 por 100 para 99-100. Fuente: Th.Piketty y E. Saez, cit., Income Inequality in the United States, 1913-1998, Cuadro A2.

    Considerando nicamente las dcadas de la posguerra, y abstrayendo elhecho de que antes de 1960, la cuota de los salarios de los hogares paga-dos al fractil 90-99 creci levemente a expensas de los otros dos grupos,el rasgo ms prominente es la repentina divergencia despus de 1970. Lacuota de los salarios del fractil 0-90 cay 13 puntos porcentuales en trein-

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  • ta aos un declive constante, sin ninguna contratendencia observable aprincipios de la dcada de los ochenta. En consecuencia, las otras dosfracciones aumentaron su cuota en cerca del 6 por 100 cada una. Eviden-temente, debemos tener presente que el nmero de individuos del 1 por100 superior es slo una novena parte del que presenta el fractil 90-99. Suincremento medio fue, por lo tanto, nueve veces mayor. En consonanciacon descubrimientos anteriores, esto subraya la importancia de la desigual-dad salarial creciente en la transformacin de los patrones de renta desdela dcada de los setenta. Sin embargo, aunque esto se aadi a la recupe-racin de la cuota de la renta de los hogares del 1 por 100 superior des-pus de 1980, comenz sensiblemente ms tarde para el fractil 90-99.

    Las cifras de la renta real amplifican estas tendencias tan rgidas. La Figu-ra 10 muestra la renta media real, antes de impuestos, durante el periodo1970-2002 para los cuatro fractiles 0-90, 90-99, 99-99,99 y 99,99-100, sinsuperposiciones dada la renta media en dlares constantes para cada frac-til, normalizadas en 1 en 1979.

    Figura 10. Renta real media para los cuatro fractiles, incrementos depatrimonio incluidos, 1970-2002

    Todas las series estn en dlares de 2001 y han sido normalizadas en 1 para 1979; las seriesestn rebajadas con arreglo al Consumer Price Index. En 1979 los valores eran: 27.532 parael fractil 0-90; 100.579 para 90-99; 308.290 para 99-99,99; y 3.387.913 para 99,99-100. Fuente: Piketty y Saez, Income Inequality in the United States, 1913-1998, cit., Cuadro A5.

    Esto revela que la renta real del fractil 0-90, esto es, el 90 por 100 de lapoblacin estadounidense, en realidad se estanc desde 1979, mientrasque para el 0,01 superior, la renta real se cuadruplic. Por desgracia,

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  • resulta imposible usar series coherentes con las que se muestran ms arri-ba para discutir la transformacin en el tiempo de la distribucin de larenta para los componentes de los fractiles 0-90. Sin embargo, una com-paracin con las cifras del US Census Bureau indicara que el peso prin-cipal de esta creciente desigualdad salarial recay en la mitad inferior delabanico salarial.

    Todo el mundo capitalista?

    Qu ocurre con la difusin de activos financieros que se produjo duran-te las ltimas dcadas del siglo XX? Se sabe que el porcentaje de hogaresestadounidenses que poseen valores burstiles, directa o indirectamente,pas de cerca de un 32 por 100 a un 52 por 100 entre 1989 y 2001. Estefenmeno se extendi al quintil ms pobre de los hogares estadouniden-ses, aunque el porcentaje de accionistas en esta capa no pas de unmoderado 12 por 100 en 2001, en comparacin con cerca de un 90 por100 para el decil superior14. No obstante, es importante tener presente laescasa magnitud de estos valores en cartera. Para 2001, la cartera de valo-res media ascenda a 7.000 dlares para el quintil inferior, mientras quepara el decil superior era de 247.700 dlares.

    El cuadro 3 muestra los valores en cartera para cada fractil como porcen-taje de los del decil superior, 90-100, para los aos 1992, 1995, 1998 y2001. En 2001 se produjo una concentracin importante de la participa-cin accionarial. La cartera del quintil 60-80 ascendi a slo el 11,5 por100 del decil superior; el del decil 80-90, al 26,1 por 100. Otra observa-cin interesante es que la concentracin de los valores en cartera aumen-t para todos los fractiles entre 1992 y 2001. De esta suerte, en 1992 lacartera del segundo quintil, 20-40, equivala al 8,3 por 100 de la del decilsuperior; en 2001 se vio reducido al 3,0 por 100; a su vez, se presenta unadisminucin similar para los otros quintiles. (El porcentaje para el primerquintil en 1992 esenigmtico.)

    La acumulacin de riqueza dentro de los fondos de pensiones o de otrascuentas de jubilacin ha quedado copiosamente documentada en los lti-mos aos. En tanto que porcentaje de la renta disponible de los hogaresestadounidenses, estos activos han pasado del 13 por 100 en 1952 a msdel 140 por 100 en 2003, con una cierta aceleracin desde mediados dela dcada de los ochenta, tal y como se muestra en la lnea ms baja de laFigura 11.

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    14 Ana AIZCORBE, Arthur KENNICKELL y Kevin MOORE, Recent Changes in US Family Finances:Evidence from the 1998 and 2001 Survey of Consumer Finances, Federal Reserve Bulletin 89(2003), pp. 1-32.

  • Cuadro 3. Valor medio de las carteras de valores de los hogares

    1992 1995 1998 2001

    Todos los hogares 22,1 24,4 18,6 13,8

    Percentil de renta

    0-20 16,8 6,2 3,7 2,8

    20-40 8,3 10.5 7,4 3,0

    40-60 10,5 10,4 8,9 6,1

    60-80 17,2 21,1 13,9 11,5

    80-90 29,4 41,7 33,4 26,1

    90-100 100,0 100,0 100,0 100,0

    Valor medio de las participaciones accionarias directas e indirectas divididas por el valormedio del decil superior. Fuente: A. Aizcorbe, A. Kennickell y K. Moore, Recent Changes in US Family Finances: Evi-dence from the 1998 and 2001 Survey of Consumer Finances, cit.

    Figura 11. Activos totales de los hogares mantenidos en fondos de pensiones y cuentas de jubilacin, activos financieros totales de

    los hogares (%), 1952-2003

    Las series estn expresadas como porcentaje de la renta disponible de los hogares. Fuente: Flow of Funds (Reserva Federal).

    La lnea superior en la Figura 11 muestra la evolucin de los activos finan-cieros totales de los hogares, de los que disponen directa o indirecta-mente. Es interesante observar que no aparece ninguna tendencia ascen-dente. En su lugar, las fluctuaciones reflejan las del mercado de valores

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  • que cayeron durante la crisis estructural de la dcada de los setenta, lle-garon a su mximo con la burbuja de finales de la dcada de los noven-ta, para entrar en una tendencia descendente con posterioridad. La cen-tralizacin de activos en instituciones financieras tales como los fondos depensiones y de inversin define otra tendencia importante, tambin evi-dente en la figura 11. En 2003, los activos financieros de los hogares esta-dounidenses colocados en fondos de pensiones y cuentas de jubilacinrepresentaban el 36 por 100 de sus activos financieros totales, mientrasque eran insignificantes despus de la Segunda Guerra Mundial. Junto alas cuentas de pensiones y de jubilacin, cada vez ms fracciones de lapoblacin poseen ttulos colocados indirectamente en otros fondos. En1980, el 5,7 por 100 de los hogares estadounidenses participaban en fon-dos de inversin; en 2003, el porcentaje era del 47,9 por 10015.

    La figura 12 muestra las sumas totales de los valores en poder de los hoga-res, directa e indirectamente, como porcentaje de su renta disponible.

    Figura 12. Ttulos valores totales en poder de los hogares como porcentajede su renta disponible, 1952-2003

    Las series se expresan como porcentaje de la renta disponible de los hogares. No se consi-deran aqu los ttulos valores en poder de sociedades colectivas. Los fondos de pensiones,un subconjunto de los ttulos de los que se dispone indirectamente, incluyen tanto fondospblicos como privados. Fuente: Flow of Funds (Federal Reserve).

    La fraccin de ttulos burstiles de los que se dispone indirectamente estoes, que estn colocados en instituciones financieras creci de forma cons-

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    15 Investment Company Institute: www.financialservicesfacts.org

  • tante desde la Segunda Guerra Mundial y, en los primeros aos de la dca-da de 2000, ha llegado a cerca de la mitad del total. Aquellos que estncolocados en fondos de pensiones ascienden a cerca de la mitad de todoslos ttulos de los que se dispone indirectamente, o a un cuarto del total.

    De nuevo, sin embargo, como hemos observado en el caso del total de losactivos financieros de los hogares, no hay una tendencia en el monto totalde los ttulos burstiles en su poder en relacin con la renta disponible delos hogares. Las fluctuaciones que se observan son tan slo las de las bol-sas, con una devaluacin espectacular de las carteras en haber de los hoga-res tras el estallido de la burbuja de finales de la dcada de los noventa. Elvalor de los ttulos burstiles de los que los hogares disponen indirectamentelleg a estar por encima del 100 por 100 de su renta disponible en 1999,para caer luego al 67 por 100 en 2002; en 2003 alcanz el 86 por 100.

    Las rentas de capital por debajo de la cspide

    Las rentas de capital, incluidos los incrementos de patrimonio, suponenun porcentaje bastante reducido de la renta total de la mayora de loshogares. Tal y como se muestra ms arriba en el Cuadro 1, esta cuota nollega al 6 por 100 para el fractil inferior del 98 por 100 de la renta. El nivellevemente superior de los ms pobres los 48 millones de estadouniden-ses que ganan menos de 20.000 dlares puede hacer referencia a gru-pos determinados de jubilados pobres. Conforme se asciende haciadeclaraciones de la renta ms voluminosas, las rentas de capital (aun inclu-yendo los incrementos de patrimonio) contribuyen con menos del 5 por100 de la renta total hasta la categora entre 75.000-100.000 dlares,donde la cifra llega al 5,5 por 100. Para la siguiente categora, 100.000-200.000 dlares, las rentas de capital (de nuevo incluyendo los incre-mentos de patrimonio) llegan al 8,9 por 100. Para todos estos grupos, larenta societaria sigue siendo muy pequea.

    Comenzando con la categora entre 200.000-500.000 dlares, la composi-cin de la renta cambia considerablemente, tal y como muestra la Figura 1.Las rentas de capital y los incrementos de patrimonio suponen el 16,2 por100 de la renta total. La renta societaria salta al 9,4 por 100. Sin embargo,hemos de tener en cuenta que nos introducimos ahora en el 2 por 100superior de la jerarqua de la renta. Aunque las fronteras que presentandistintas variables en cada fuente de datos no son exactamente idnticas,se ponen de manifiesto patrones consistentes. Las rentas de capital y lasganancias siguen suponiendo un porcentaje bastante reducido de la rentade los asalariados que componen, por ejemplo, el fractil 90-99 de la pir-mide de la renta.

    Habida cuenta de la importancia de los montos de valores acumulados enfondos de pensiones y otras cuentas de jubilacin, as como del escasoporcentaje de rentas de capital que obtienen las clases asalariadas supe-

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  • riores, parece obvio que la mayor parte de lo que reciben procede deesas fuentes. Hay que insistir en primer lugar en que, a pesar de las sumasacumuladas en fondos de pensiones y cuentas de jubilacin, estos activoshan contribuido tan slo en una medida limitada, al menos hasta la fecha,a la formacin de la renta de los hogares formadas por jubilados. Esto semuestra en el cuadro 4, que descompone la renta de los hogares forma-das por personas de ms de sesenta y cinco aos en tres fuentes princi-pales de renta: Social Security [seguro social de jubilacin], rentas proce-dentes de activos, fondos de pensiones privados y pblicos, asistenciapblica y otras fuentes. El periodo estudiado es 1958-2000.

    Cuadro 4. Porcentaje de la renta agregada de los hogares formados por personas de ms de 65 aos, 1958-2000 (%)

    Fuente de la renta 1958 1967 1976 1980 1988 1990 1998 2000

    Social Security 22 26 39 39 38 36 38 38

    Rentas procedentes de activos 23 25 18 22 25 25 20 18

    Ingresos 37 30 23 19 17 18 21 23

    Pensiones privadas 5 5 7 7 8 9 10 9

    Pensiones pblicas 9 9 6 7 9 9 9 9

    Asistencia pblica 5 3 2 1 1 1 1 1

    Otros 0 2 5 5 2 2 2 2

    Fuente: Alicia Munnell, James Lee y Kevin Meme, An Update on Pension Data, Center forRetirement Research, julio de 2004.

    De esta suerte, hay que hacer hincapi en que, en 2000, los fondos depensiones (pblicos y privados) suponan slo el 18 por 100 de la rentade las personas de sesenta y cinco y ms aos. El subsidio de la SocialSecurity, con el 38 por 100, supona el doble, una proporcin que ha per-manecido estable desde 1976. Previsiblemente, los fractiles de renta supe-rior se benefician ms que el resto de la poblacin de las pensiones pro-cedentes de los fondos de pensiones: en vez del 18 por 100 total obtenidopor trmino medio por las personas de ms de 65 aos, el quintilo mspobre obtiene el 3 por 100, el quintilo 10-40 el 7 por 100, el quintilo inter-medio el 17 por 100, el quintilo 60-80 el 28 por 100 y el quintilo superiorel 29 por 100. Dicho de otra manera, la proporcin nunca alcanza el 30por 100, incluso para el quintilo ms elevado. Sin embargo, resulta inte-resante que tales pensiones suponen el 17 por 100 de la renta del quin-tilo 40-60. Esto muestra de forma clara que los fondos de pensionesextienden el beneficio de la acumulacin, las rentas y los incrementos depatrimonio a fracciones de la poblacin que, cuando estaban en activo,obtuvieron muy poco del mismo.

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  • El neoliberalismo desde una perspectiva histrica

    En otro lugar hemos discutido la cuestin de la periodizacin del capita-lismo estadounidense desde la Guerra Civil, en referencia a la modifica-cin de los modelos de relaciones de produccin y de fuerzas producti-vas, a la lucha de clases, a las tendencias histricas de la tasa de beneficioy del cambio tecnolgico, as como a otras innovaciones institucionales16.En primer lugar, deben distinguirse dos categoras de fenmenos o nive-les de anlisis: por un lado, la transformacin de las relaciones de pro-duccin, incluyendo las formas institucionales en las que se expresa lapropiedad de los medios de produccin la propiedad familiar, en con-traposicin a las grandes corporaciones respaldadas por institucionesfinancieras, por ejemplo; por otro, las principales configuraciones delpoder de clase, tales como el compromiso keynesiano o el neoliberalis-mo, deben ser determinadas. Periodos sucesivos de veinte o treinta aosde declive y aumento de la tasa de beneficio, asociados a crisis estructu-rales, definen fases claras de la historia del capitalismo; las guerras mun-diales tambin han marcado rupturas manifiestas. Tales acontecimientosentran en interaccin con los mecanismos que hemos bosquejado msarriba, estructurando los contornos de una trayectoria histrica compleja.

    Podemos sintetizar brevemente los principales rasgos del capitalismo esta-dounidense tal y como surgieron de la Segunda Guerra Mundial. A raz delimpacto de la Gran Depresin, los mecanismos del New Deal intervinieronen el funcionamiento mismo del mercado capitalista y de las institucionesmonetarias. Al final de la guerra, el movimiento obrero estaba en ascenso;la URSS no slo haba sobrevivido, sino que se afirm como una de las prin-cipales potencias mundiales. En este contexto, las elites dominantes esta-dounidenses se vieron obligadas a aceptar un nuevo pacto social. El com-promiso de posguerra, en consonancia con los anlisis keynesianos de lasprincipales debilidades del capitalismo, concentr la intervencin estatal enel terreno macroeconmico. El capitalismo estadounidense perdi una cuotasustancial de su renta. Esto no se debi a una cada repentina de la tasa debeneficio; muy al contrario: la rentabilidad del capital fue excepcionalmen-te alta despus de la guerra. Sin embargo, una cuota mucho mayor de be-neficios (empleando la palabra en un sentido lato: renta total menos retri-bucin del trabajo) llegaba ahora a manos del Estado, gracias al sistemaimpositivo, o permaneca dentro de las corporaciones con fines de inver-sin. En el mbito nacional, los rasgos de este periodo incluan el control delos mecanismos monetarios y financieros, la gestin de las corporacionescon un nfasis en la inversin y un creciente sistema de proteccin social,mientras que el nuevo orden internacional qued definido en BrettonWoods en 1944. El compromiso acarre una nueva apertura hacia las frac-

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    16 Vanse, respectivamente, G. DUMNIL y D. LVY, Periodizing Capitalism. Technology, Ins-titutions, and Relations of Production, en Robert Albritton et al. (eds.), Phases of CapitalistDevelopment, Basingstoke, 2001; conomie marxiste du capitalisme, Pars, 2003 y CapitalResurgent, Cambridge, Massachussets, 2004.

  • ciones de la poblacin de renta ms baja, lo que tuvo como consecuenciala disminucin de los niveles de desigualdad. Por supuesto, los propietariosde los medios de produccin no fueron eliminados; sin embargo, sus rentasse vieron reducidas y sus instituciones financieras se vieron rodeadas por unnuevo marco regulador. La expresin represin financiera, acuada paraexpresar esa restriccin del dominio ilimitado de los capitalistas estadouni-denses y de sus instituciones financieras, podra resultar exagerada; con-tencin financiera sera una expresin ms fiel a la realidad.

    Los diferentes elementos del compromiso keynesiano se deshicieron a dife-rentes velocidades. La desigualdad salarial, reducida durante la dcada de loscincuenta, fue en ascenso desde la dcada de los sesenta. En el plano inter-nacional, el sistema de Bretton Woods comenz a deshacerse con la crisis deldlar a comienzos de la dcada de los setenta, a medida que las divisascomenzaron a flotar y se suprimieron los lmites a la movilidad del capital.Con el desarrollo de los euromercados y de la eurobanca, comenz a cobrarforma un nuevo sistema financiero desregulado. La crisis estructural cada vezms profunda de la dcada de los setenta asest el golpe final al compromi-so keynesiano a medida que, a raz del descenso gradual de la tasa de bene-ficio en el periodo de posguerra, la acumulacin y las tasas de crecimientodel volumen de produccin disminuyeron, se desarroll una considerable olade paro estructural, y las tasas de inflacin emprendieron un alza acumulati-va. Un momento emblemtico en la afirmacin del neoliberalismo fue elnombramiento de Paul Volcker como presidente de la Reserva Federal porparte de Carter. Con el respaldo del capital financiero, Volcker subi los tiposde inters hasta niveles sin precedentes dentro de lo que hemos denomina-do el golpe de 1979, lo cual tuvo graves consecuencias para las economascentrales y efectos catastrficos para los pases de la periferia abrumados porel peso de la deuda.

    Es importante distinguir fines y medios en el anlisis del neoliberalismo.La estabilidad de los precios, o la libre movilidad internacional del capi-tal, son medios para un nico fin: la restauracin de la renta y la riquezade las clases ms ricas. El principal logro notable del neoliberalismo fuela restauracin de las rentas de capital y de los incrementos de patrimo-nio. Para ello se pusieron en juego diferentes mecanismos:

    1. El alza de los tipos de inters. El golpe de Volcker en 1979 supuso unalza repentina de los tipos de inters reales (de los tipos de intersnominales menos la tasa de inflacin). Durante las dcadas de lossesenta y principios de la de los setenta, los tipos reales a largo plazofluctuaron entre el 2 y el 3 por 100; en realidad llegaron a ser negati-vos durante la dcada de 1970, a medida que la tasa de inflacin fuems alta que los tipos de inters nominales. Desde comienzos de ladcada de 1980, saltaron a un 8 por 100, y ms tarde fluctuaron alre-dedor del 5 por 100.

    2. Abundantes flujos de dividendos. Durante la dcada de los setenta, lascorporaciones no financieras solan distribuir, tras el pago de impues-

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  • tos e intereses, cerca del 40 por 100 de sus beneficios restantes comodividendos. A comienzos de la dcada de los ochenta, este porcentajecreci gradualmente hasta casi el 100 por 100, una cifra que en reali-dad lleg a alcanzarse durante la recesin de 2001.

    3. El alza de los mercados de valores. Los ndices burstiles (corregidospor la inflacin) se vieron reducidos a la mitad durante la crisis de ladcada de los setenta. En las de los ochenta y noventa aumentaronhasta casi tres veces el nivel medio de finales de la dcada de los sesen-ta y principios de la de setenta, y hasta casi seis veces la de finales dela de setenta.

    4. Nuevos mecanismos financieros. El sector financiero se desarroll rpi-damente durante la era neoliberal, ya que el valor neto de las corpo-raciones financieras estadounidenses (con la exclusin de las institu-ciones gubernamentales y los fondos de pensiones y de inversin)crecieron desde el 16 por 100 del de las corporaciones no financierasdurante la dcada de los sesenta al 22 por 100 a finales de la dcadade los noventa. Adems de su actividad crediticia, estas corporacionesse ven involucradas en un amplio abanico de operaciones financieras:underwriting, gestin de carteras (en especial de las de fondos de pen-siones y de inversin), transacciones de divisas y en los mercadosfinancieros, etc. Importantes beneficios son distribuidos como rentasocietaria.

    Aunque el aumento de la desigualdad salarial no fue concomitante con elneoliberalismo, sino que fue, por el contrario, una expresin de la pro-gresiva descomposicin del compromiso keynesiano en su configuracininicial ms igualitaria, el neoliberalismo sirvi para reovientar rigurosa-mente esas tendencias en beneficio de las elites. Para el 1 por 100 supe-rior, el alza de los salarios, complementado por las stock options, se pre-sent como el dispositivo ms sencillo y eficaz para apropiarse de unafraccin creciente del excedente antes de que los beneficios pudieran dis-tribuirse con arreglo a los criterios tradicionales. En este mbito, en lo quehemos denominado el interfaz entre la propiedad y la gestin empresa-rial, los propietarios, los consejos de administracin y los altos directivoscoexisten e interaccionan. Los directivos all donde originariamente noson vstagos de hogares capitalistas son transformados en propietariosgracias al tamao de su remuneracin. Los propietarios siguen en condi-ciones de impulsar estrategias de gestin empresarial. Si el neoliberalis-mo consiste fundamentalmente en la reafirmacin de los privilegios capi-talistas, esta fusin en la cspide fue un elemento decisivo para laimposicin del nuevo orden, cuya consecucin habra resultado imposi-ble sin la colaboracin de los altos directivos.

    De esta suerte, adems de las rentas de capital en el sentido estricto de losdividendos de intereses, posiblemente incluyendo los incrementos de patri-monio, el capitalismo neoliberal se caracteriza por una serie impresionantey mucho ms extensa de rentas vinculadas a la propiedad y el control delos medios de produccin. stas se componen de salarios muy altos, stock

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  • options, incrementos de patrimonio, renta financiera societaria, interesesy dividendos.

    Un nuevo acuerdo de clases?

    El segundo beneficiario principal de la disolucin gradual del compromisokeynesiano en Estados Unidos ha sido la capa de las clases asalariadassuperiores. Aunque la informacin necesaria no est disponible en su tota-lidad, cabe suponer que con la expresin se designa a un grupo social quea grandes rasgos entra dentro del fractil 85-98, con una renta anual de entre75.000 y 200.000 dlares, cuya composicin bsica es salarial antes de lossesenta y cinco aos y de renta pensionstica una vez cumplida la edad dejubilacin. Como hemos visto, los salarios de esta capa han crecido compa-rativamente ms deprisa que los de los sectores menos acomodados de lapoblacin desde la dcada de los cincuenta, una tendencia ante la cual elneoliberalismo no ha opuesto la ms mnima resistencia. En segundo lugar,aunque las clases asalariadas superiores se han beneficiado de los rendi-mientos crecientes de la inversin financiera slo en escasa medida aproxi-madamente el 5 por 100 de su renta total mientras han estado econmica-mente activas, la extensin de los fondos de pensiones ha sido unmecanismo crucial a la hora de establecer un vnculo entre esta capa y laelite capitalista, asocindolas en torno al inters en la restauracin de las ren-tas de capital y el aumento de los incrementos de patrimonio. En este con-texto, el desarrollo de los fondos de pensiones se presenta como una com-ponente clave a la hora de forjar una alianza de clases ms amplia en favorde la reestructuracin neoliberal, ya que estas clases asalariadas superioresno viven de las rentas de capital mientras estn econmicamente activas17.

    Por ltimo, precisamente esta capa asalariada superior ha jugado un papelsencillamente crucial en el cambio de tendencia en trminos de aumentodel consumo y de descenso del ahorro en Estados Unidos durante la eraneoliberal. Como reconociera Alan Greenspan en su comparecencia del 20de enero de 1999: Hay algunas pruebas en los ltimos aos que muestranque la totalidad o la mayor parte del descenso de la tasa de ahorro corres-ponde al quintilo de renta superior donde los incrementos de patrimoniohan aumentado de forma desproporcionada, lo que indica que el efectoriqueza ha sido real e importante18. Hay varios factores implicados. El cam-

    17 La contradiccin consiste en que los fondos de pensiones slo pueden contribuir al pagode las pensiones en la medida en que puedan estimular los ahorros y la acumulacin. Encualquier caso, es el trabajo de la fraccin activa de la poblacin la que contribuir al poderde compra de los jubilados. La economa estadounidense es la demostracin viva de quelos fondos de pensiones no necesariamente estimulan el ahorro. Los individuos acumulanen sus fondos, por una parte, y consumen por otra.18 Vase tambin Dean MAKI y Michel PALUMBO, Disentangling the Wealth Effect: A CohortAnalysis of Household Saving in the 1990s, Finance and Economics Discussion Series, nm.2001-21, Washington, Federal Reserve.

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  • bio hacia cuantiosos salarios per se, dado que el empleo y la jubilacinestn garantizados, como cabe suponer para estas capas, puede haber sidoun factor que explique la cada del ahorro; otro tanto cabe imputar a la laxi-tud de la poltica crediticia a los hogares bajo el neoliberalismo. El estmu-lo del consumo ha sido desde luego una de las principales componentesde la adhesin de estas clases al orden social neoliberal.

    No obstante, la experiencia de las capas asalariadas superiores ha sidocompletamente distinta de la del 1 2 por 100 superior. Las figuras 3 y 8muestran ambas la repentina disminucin de la renta para el 1 por 100, ysu restauracin espectacular desde la dcada de los ochenta en adelante,en contraposicin al aumento progresivo de posguerra para el fractil 90-99.Como muestra la figura 10, por debajo del 1 por 100 superior no hay mila-gro neoliberal. El fractil 90-99 experiment un aumento relativamentedecepcionante del poder de compra de aproximadamente el 25 por 100en veinticinco aos (obsrvese que poder de compra hace referenciaaqu a la renta; las compras reales son otra cosa). Para estas dos capasentran en juego aqu mecanismos caractersticos. Sin embargo, comomuestra la figura 8, ambos conjuntos de ganancias se consiguieron al pre-cio de una excepcional prdida comparativa para la gran masa de los asa-lariados. Aunque sus beneficios materiales desde finales de la dcada delos setenta en adelante han sido inferiores a los del gran capital, el apoyode las clases asalariadas superiores ha sido, no obstante, una componen-te decisiva de la afirmacin del orden neoliberal.

    Una discusin en detalle de los mecanismos a cuyo travs se sell estepacto neoliberal entre el capital y los asalariados superiores va ms alldel objeto de este artculo. Ese anlisis debera tener en cuenta un com-plejo abanico de factores econmicos y de procesos sociales: la crisis deldlar, y la descomposicin del orden de Bretton Woods; el ascenso de lascorporaciones transnacionales que han promovido la desregulacin inter-nacional; la crisis estructural de la economa estadounidense en la dca-da de los setenta; la inflacin; el declive de la hegemona estadounidensedespus de Vietnam, etc. Desde el punto de vista ideolgico, la sensacinde crisis econmica y de decadencia de la hegemona contribuy en granmedida a justificar el golpe de Volcker con los tipos de inters. El nacio-nalismo estadounidense (America is back!) jug un papel importante ala hora de legitimar la furiosa embestida de la Administracin de Reagancontra la masa de los asalariados estadounidenses. Con Clinton, el boomde la nueva economa de la segunda mitad de la dcada de los noven-ta impuls hacia adelante el proceso de forma inexorable.

    El resultado fue el cierre de un nuevo bloque social, que marc una rup-tura completa con la coalicin del New Deal. Fue este compromiso neo-liberal el que permiti que la reafirmacin del poder y de los privilegiosde la elite capitalista, que en cuanto tales es una pequea minora, fue-ran compatibles con la conservacin de la democracia de clase estado-unidense, esto es, con un sistema poltico que permite la expresin de

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  • puntos de vista divergentes entre las elites dominantes, as como la ar-ticulacin limitada de los intereses de las otras clases. El control de laclase dominante sobre los medios de comunicacin de masas y la abs-tencin electoral de amplias secciones de la poblacin son elementosdecisivos para el mantenimiento de este sistema. No obstante, el capitalestadounidense requiere una alianza con otras fracciones de clase parahacer pasar el programa neoliberal dentro de su marco.

    Un capitalismo de dos pisos?

    As pues, un anlisis de las tendencias de la propiedad del capital y delas rentas de capital estadounidenses refutara toda idea de una sociedaden la que los trabajadores propietarios de acciones cosechan los benefi-cios de los propietarios capitalistas, y los ricos que trabajan son recom-pensados por su esfuerzo. Para los extremadamente ricos, los salariosmuy altos, complementados por las stock options, que alcanzaron pro-porciones astronmicas durante las dcadas neoliberales, han funcionadono como una recompensa adecuada por el esfuerzo, sino como un medioprivilegiado de apropiacin del excedente social. En trminos globales,estas rentas excepcionales pueden ser vinculadas de modo inequvoco ala propiedad de capital. Del mismo modo, la renta societaria remite engran medida a tipos puramente capitalistas de actividades financieras. Enor-mes sumas de capital son invertidas en las mismas, mientras que su pro-piedad est concentrada en manos de una pequea minora de hogaresde rentas altas. Asimismo, las sociedades colectivas permiten la transfor-macin de las rentas de capital en incrementos de patrimonio, que fiscal-mente son tratados de un modo mucho ms benigno.

    La difusin de esta bonanza sigue siendo bastante limitada. Por debajo del1 2 por 100 superior de la pirmide de la renta, las rentas de capital ylos incrementos de patrimonio suponen un porcentaje muy pequeo dela renta total de los asalariados, al menos cuando estn econmicamenteactivos. Incluso despus de la jubilacin, los ingresos de los fondos depensiones slo proporcionan una cuota moderada de la renta total: menosdel 30 por 100 para el quintilo superior; apenas un sexto de la renta totalpara el tercer quintilo. Para las personas de sesenta y cinco aos en ade-lante, la suma total de las pensiones pagadas tanto por el sistema pbli-co como por los fondos privados de pensiones queda sobrepasada dehecho por el monto de las rentas directas de capital en Estados Unidosen la actua-lidad, que a su vez se concentra en su mayor parte en la cs-pide de la pirmide.

    La investigacin que hemos expuesto en este artculo indicara un desa-rrollo bastante ms limitado de la propiedad de capital bajo el neolibera-lismo, que nos entrega una figura de conjunto de las relaciones de pro-duccin capitalistas modernas escasamente modificada. Cabe distinguirahora dos niveles de propiedad de capital:

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  • 1. La propiedad de capital por una clase capitalista. Esta forma de pro-piedad conserva todas las caractersticas que han persistido desde laseparacin de la propiedad y la gestin a principios del siglo XX. Lospropietarios estn esencialmente separados de las corporaciones. Supropiedad puede ser caracterizada como financiera. El poder de estasclases se expresa mediante sus instituciones financieras, que inclui-ran los fondos de inversin o de pensiones; sin embargo, lo que esten juego aqu no son las pensiones que pueden obtener estas catego-ras superiores, sino los fondos mismos como fuente de renta y poder,gracias a su gestin as como de la presin que pueden ejercer sobrelas corporaciones para conseguir un aumento de rentabilidad.

    2. El acceso que se ha dado a las clases asalariadas ms extensas, princi-palmente a travs de los fondos de pensiones, a una forma completa-mente distinta de propiedad pasiva y subordinada pero en la que lapropiedad del capital sigue en juego. sta es la configuracin de loque denominamos el capitalismo de dos pisos.

    Sin embargo, estas relaciones son histricas y dinmicas. Las fracciones supe-riores de las clases asalariadas, comprometidas en el segundo piso, no sonslo mestizos dominados en este proceso de reproduccin capitalista, sinotambin actores. El amplio compromiso social impuesto por las grandesmasas de trabajadores despus de la Segunda Guerra Mundial en el con-texto de la debilidad del orden capitalista y el poder creciente del socialis-mo de tipo sovitico se vio progresivamente mermado por la desigualdadsalarial en aumento (una polarizacin que es tambin la expresin de nue-vos patrones jerrquicos de la divisin del trabajo, cuyo anlisis excede loslmites de este artculo). En el contexto de las condiciones sociales y eco-nmicas predominantes en la dcada de los setenta, la clase capitalista fuecapaz de utilizar esa creciente polarizacin entre los asalariados en su pro-pio beneficio para, despus de dcadas de esfuerzo continuo, restaurar susprerrogativas dentro del neoliberalismo. El compromiso keynesiano diolugar a un nuevo bloque neoliberal, que gener un desplazamiento desdelos estratos inferiores de la pirmide de renta a la cspide de la misma.

    Los fondos de pensiones jugaron un papel decisivo en la adhesin de lasclases asalariadas superiores al credo neoliberal. Desde una perspectiva alargo plazo, se equivocaron esas clases en su eleccin? Como hemosvisto, el neoliberalismo no ha proporcionado un poder de compra realtan enorme a esta capa. Los altos tipos de inters, as como las burbujasdel mercado de valores y del mercado inmobiliario, crearon la ilusin deuna prosperidad autnoma y automtica. Ahora bien, cul es el futurodel mercado de valores cuando todos los beneficios ya se han distribui-do como dividendos, mientras que los rendimientos de las acciones siguensiendo muy bajos? Cul es el futuro de una economa que paradjica-mente ha perdido su capacidad de ahorro (cuando se esperaba que losfondos de pensiones estimularan el ahorro) y se ha construido sobre laacumulacin de desequilibrios externos?

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