Dra. Georgina Flores García1 Mtra. María Elena Bribiesca...

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1 Francisco de la Cruz: Esclavo negro ¿hereje, devoto religioso o loco? Dra. Georgina Flores García1 Mtra. María Elena Bribiesca Sumano2 P. en H. Marcela Janette Arellano González3 Resumen Francisco de la Cruz, negro esclavo, criollo, nació en la Ciudad de México, hijo de padres bozales traídos a la Nueva España desde África, tuvo tres hermanos de los cuales desconoció su paradero, así como la vida de sus progenitores. En el mundo novohispano fue un nombre común entre los esclavos criollos, cualquiera podría ser él, sin embargo la historia del Francisco de la Cruz que hoy presentamos, es peculiar, nos revela la contradicción de un pensamiento místico de la época. Inserto en el siglo XVII Francisco sabía leer y escribir, actividades prohibidas para los esclavos, no se sabe la forma en que aprendió a hacerlo, pero sabía leer en castellano y en latín, èl declara que aprendió solo, aunque su escritura no fue la mejor, y seguramente tampoco era diestro en ella, por la forma en que al firmar escribe su nombre. Su amo, fue el clérigo Presbítero Licenciado Antonio de Sámano Ledesma descendiente directo de Juan de Sámano Turcios, hijo del secretario de Carlos I de España y primer encomendero de Zinacantepec, la familia Sámano, se caracterizó por ser prominentes comerciantes, poseedores de grandes extensiones de tierra, de ganado, de productos agrícolas, de esclavos, etcétera, en la familia Sámano, las mujeres, desde el siglo anterior, se distinguieron por ser buenas administradoras del patrimonio familiar. Francisco de la Cruz nació en la Ciudad de México sirvió en Zinacantepec al Lic. Sámano Ledesma, él mismo lo envió a servir en las minas de Temascaltepec, propiedad de la familia, desconociéndose la labor que desempeñaba en ese lugar, por sentencia dictada por 1 Historiadora. Docente de Tiempo Completo de la Facultad de Humanidades, Miembro del Cuerpo Académico Historia. Universidad Autónoma del Estado de México. 2 Historiadora. Docente de Tiempo Completo de la Facultad de Humanidades, Miembro del Cuerpo Académico Historia. Profesora Emérita. Universidad Autónoma del Estado de México. 3 Pasante de la Licenciatura en Historia, Auxiliar en Proyectos de investigación de Historia. Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de México.

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Francisco de la Cruz: Esclavo negro ¿hereje, devoto religioso o loco?

Dra. Georgina Flores García1 Mtra. María Elena Bribiesca Sumano2

P. en H. Marcela Janette Arellano González3

Resumen

Francisco de la Cruz, negro esclavo, criollo, nació en la Ciudad de México, hijo de padres

bozales traídos a la Nueva España desde África, tuvo tres hermanos de los cuales

desconoció su paradero, así como la vida de sus progenitores.

En el mundo novohispano fue un nombre común entre los esclavos criollos, cualquiera

podría ser él, sin embargo la historia del Francisco de la Cruz que hoy presentamos, es

peculiar, nos revela la contradicción de un pensamiento místico de la época. Inserto en el

siglo XVII Francisco sabía leer y escribir, actividades prohibidas para los esclavos, no se

sabe la forma en que aprendió a hacerlo, pero sabía leer en castellano y en latín, èl declara

que aprendió solo, aunque su escritura no fue la mejor, y seguramente tampoco era diestro

en ella, por la forma en que al firmar escribe su nombre.

Su amo, fue el clérigo Presbítero Licenciado Antonio de Sámano Ledesma descendiente

directo de Juan de Sámano Turcios, hijo del secretario de Carlos I de España y primer

encomendero de Zinacantepec, la familia Sámano, se caracterizó por ser prominentes

comerciantes, poseedores de grandes extensiones de tierra, de ganado, de productos

agrícolas, de esclavos, etcétera, en la familia Sámano, las mujeres, desde el siglo anterior,

se distinguieron por ser buenas administradoras del patrimonio familiar.

Francisco de la Cruz nació en la Ciudad de México sirvió en Zinacantepec al Lic. Sámano

Ledesma, él mismo lo envió a servir en las minas de Temascaltepec, propiedad de la

familia, desconociéndose la labor que desempeñaba en ese lugar, por sentencia dictada por

1 Historiadora. Docente de Tiempo Completo de la Facultad de Humanidades, Miembro del Cuerpo

Académico Historia. Universidad Autónoma del Estado de México. 2 Historiadora. Docente de Tiempo Completo de la Facultad de Humanidades, Miembro del Cuerpo

Académico Historia. Profesora Emérita. Universidad Autónoma del Estado de México. 3 Pasante de la Licenciatura en Historia, Auxiliar en Proyectos de investigación de Historia. Facultad de

Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de México.

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el Santo Oficio de la Inquisición, estuvo al servicio personal de un fraile dominico, durante

dos años, y se mantuvo en el ingenio de Coahuixtla.

Lo anterior permite afirmar que Francisco de la Cruz se desempeñó en los oficios que le

imponían, desde el servicio personal hasta labores de ingenio o cañaveral, pasando por

trabajos de minas. ¿Para qué le sirvió leer y escribir?

Palabras clave: Esclavo negro, Zinacantepec, religiosidad, trabajo, libros, iglesia.

Introducción

…este ruin negro sus execrables maldades vestía apariencias de hombre temeroso de Dios ostentándose mui devoto y

rezador yéndose ordinariamente a la capilla de la hacienda a

rezar en unas horitas que tenía y el Rosario y muchas veces

ayunaba tres días en la semana miércoles, viernes y sábado

y nueve días antes de la fiesta de Señor San Francisco no

comía carne diciendo que era el adviento…

AGN. Inquisición. Vol 586 Exp. 7 Fo. 454v

La población de origen africano llegó a la Nueva España con los conquistadores. Hernán

Cortés traía consigo por lo menos un esclavo negro4 que se tomó como conquistador.

Pánfilo de Narváez de igual forma introdujo un esclavo negro que fue el primero en

sembrar trigo en México y otro portador de la viruela, causa de exterminio indígena en la

década de los veinte del siglo XVI, la mayor parte de los conquistadores de a caballo traían

consigo esclavos en calidad de sirvientes.

En el territorio novohispano en general, y en el valle de Toluca en particular, los españoles

peninsulares al darse cuenta de la riqueza natural y el futuro prometedor en producción

agrícola, ganadera, minera, se vieron en la necesidad de introducir una mano de obra de

mayor resistencia a la indígena, de esa manera inició paulatinamente la introducción masiva

de población de origen africano en el último tercio del siglo XVI; mano de obra esclava

proveniente de diferentes áreas geográficas de África, las que dieron nombre a la

procedencia de los hombres y mujeres de ébano introducidos a estas tierras.

4 Aguirre Beltrán Gonzalo. ( La población negra en México. México Fondo de Cultura Económica 19 p.

3

Francisco de la Cruz5, negro criollo, nacido en la ciudad de México, había tenido tres amos,

el último fue el clérigo presbítero Antonio de Sámano, dueño del trapiche San Pedro de

Thenayaque en donde en 1660, Francisco fue apresado por haber robado un misal. De este

hecho se desprendieron una serie de acusaciones que llevaron a que fuera procesado por el

Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, en donde fue acusado de hereje, sacrílego y

luterano.

Para adentrarnos al tema que atañe al presente escrito, es necesario contextualizar primero

sobre la situación que Francisco de la Cruz vivió antes de su proceso inquisitorial. Como ya

se ha dicho, fue esclavo de un miembro de la familia Sámano. Esta estirpe fue heredera del

primer encomendero de Zinacantepec Juan de Sámano Turcios, hijo del secretario de

Carlos I de España, la familia conformada por los matrimonios de los hijos, hombres y

mujeres desempeñaron papeles importantes para la vida económica y social del valle de

Toluca, realizando transacciones con bienes muebles, inmuebles y semovientes, así tierras

como ganados, semillas y esclavos. Su presencia en el valle de Toluca se registra desde el

siglo XVI y hasta el siglo XIX, en donde de acuerdo a varios archivos consultados, su

injerencia en los asuntos económicos y sociales del Valle, pierde notoriedad.

Los miembros de la familia Sámano formaron parte de lo que John Kicza ha denominado

empresas familiares, ocupados tanto en asuntos civiles como religiosos, fue a partir de estas

relaciones que lograron destacar en la vida económica y social del Valle de Toluca. En un,

ejemplo de ello encontramos al clérigo presbítero Lic. Antonio de Sámano Ledesma, quien

en 1660, como lo hemos mencionado anteriormente, era dueño, entre otras posesiones, del

trapiche de San Pedro de Thenayaque, ubicado en la jurisdicción de Temascaltepec de los

Indios6 (ver plano 1), en el que laboraban hombres y mujeres de diferentes castas y

5 Todos los datos de Francisco de la Cruz, manejados en esta ponencia están extraídos del proceso

inquisitorial que se encuentra en el Ramo Inquisición del Archivo General de la Nación. Vol. 586, Expediente

7, Fs. 411-501v. Por lo que para referir el documento, solamente señalaremos el número de foja cuando así lo

requiera la referencia. En las citas textuales del documento, se respetará la forma en que aparecen las

diferentes palabras, sin corrección ortográfica. 6 Hoy Valle de Bravo

4

calidades: españoles criollos7, castizos, mestizos, indios, negros bozales

8 y criollos y

mulatos, estos últimos libres y esclavos.

La afirmación anterior, nos permite subrayar sobre la forma en que las castas convivieron

en un solo núcleo, esto por supuesto fue muy común en el periodo novohispano, pero es

interesante observarlo a través del proceso inquisitorial realizado contra Francisco de la

Cruz, pues éste nos permite tener elementos para conocer un poco las relaciones sociales

establecidas entre la población heterogénea de San Pedro Thenayaque, como revelan los

testimonios encontrados en el proceso.

Como queda antes dicho los esclavos negros de ascendencia africana llegaron al valle de

Toluca desde el final del siglo XVI, tal y como lo permiten constatar los documentos del

Archivo General de Notarías del Estado de México, poco a poco fueron reproduciéndose en

las haciendas, casas y propiedades de sus dueños y mezclándose cada vez más con la

población indígena y blanca del valle. Esta población negra fue la menos estática de la

Nueva España, por su condición tuvieron siempre una gran movilidad al interior del

obispado al que pertenecían, o allende fronteras del mismo. Ese fue el caso de Francisco de

la Cruz quien nació y vivió en la ciudad de México hasta la edad de 8 años, cuando, fue

vendido a Diego Hernández9 dueño de una hacienda cerca de Toluca, con quien debió estar

hasta ser vendido al Lic. Antonio de Sámano Ledesma quien lo mandó al trapiche de

Thenayaque; posteriormente de acuerdo al proceso, fue enviado a un obraje en la calle del

Arco en San Agustín, en la ciudad de México, para terminar en la hacienda de Coahuixtla10

.

7 Criollo lo entendemos como toda persona nacida fuera de las tierras de origen de sus padres, así en la Nueva

España se encuentran españoles y negros criollos aunque la Historia oficial ha denominado criollo solamente

a los descendientes de españoles peninsulares nacidos en América. De igual forma mestizo se toma al hijo de

india y español, cuando debiera ser el hijo de cualquiera de las mezclas raciales. 8 Bozal se designa al negro esclavo que proveniente de África, llega a América, sin haber pasado por servir en

Europa. 9 Posiblemente cerca de Cacalomacán, puesto que su suegra Juana de los Reyes era dueña de esa hacienda y

de acuerdo a los documentos del Archivo de Notarías del Estado de México, en sus sección histórica, la dote

entregada a sus hijas era cuantiosa y cercanas las tierras a la hacienda mencionadaa 10 En el actual Estado de Morelos.

5

Francisco de la Cruz fue hijo de padres africanos, provenientes de Guinea11

, tuvo tres

hermanos, dos hombres y una mujer, los tres criollos, nacidos en la ciudad de México, en la

casa de su ama doña Isabel de los Ríos, el primero de los hermanos, Luis, huye a

Campeche, el otro de nombre Nicolás, fue vendido para pagar el funeral de su ama, de la

misma manera su hermana y él también fueron vendidos, desmembrándose físicamente su

familia y quedándose él sin conocer a más miembros de su descendencia indirecta o

ascendencia.

¿Cuál era la situación jurídica de los negros esclavos del novohispano? Los negros esclavos

tenían obligaciones y pocos derechos, dentro de los últimos se cuenta la evangelización y

como parte importante de la práctica religiosa estaban los sacramentos, así como el

cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Dios y Los Mandamientos de la Santa

Madre Iglesia Católica, por lo que a decir de Francisco de la Cruz, en sus declaraciones, sus

padres fueron casados y velados como lo manda la Santa Madre Iglesia Católica, él fue

bautizado y confirmado, pero no conoció quiénes fueron sus padrinos.

Por otro lado, la condición de esclavo puso siempre estos hombres de tez obscura a la

voluntad de quienes de acuerdo a la ley novohispana eran sus propietarios. Iban a donde se

les enviaba y hacían los trabajos y jornadas a los que eran asignados, se trataba de una

obligación y un deber que en gran medida era justificado a través de la doctrina cristiana.

La Historia oficial que nos han enseñado ha borrado su presencia en la faz del Valle de

Toluca novohispano y en todo el centro del actual territorio mexicano. Sin embargo, las

fuentes primarias, que resguardan los archivos notariales, han dado noticia de una presencia

significativa de esta población en estos territorios12

Se ha encontrado su presencia como

empleados domésticos en minas y en ingenios azucareros. Francisco de la Cruz era esclavo

11 Guinea no era una sola región de África “Por los ríos de Guinea fueron conocidos los situados ente el

Senegal y río Geba; es decir los que irrigan un territorio que abarca el Senegal, la Gambia, la Cazamancia y

la Guinea Portuguesa” Ver: Aguirre Beltrán, Gonzalo (1984), La población negra en México. México, FCE-

Colección Tierra Firme, 115p.

12 Cfr. Flores Georgina.(2005) Toluca de sangre negra: La esclavitud negra en Toluca. Estado de México

Partido Revolucionario Institucional. 39 p

6

de trapiche de San Pedro de Thenayaque cuando fue acusado aprehendido por el

mayordomo de éste.

El proceso comienza así: Francisco de la Cruz de treinta años de edad, fue acusado del robo

de un misal, por los negros y también esclavos Juan Manuel Angola y José de Salamanca.

El testimonio del primer denunciante dice “revolviendo y desatando un envoltorio de unos

calsones y ropa que el dicho negro tenía hallo entre ella el dicho misal atado con una

pretina de cuero y volviendo otra vez a atarlo como estaba”,13

ese fue el motivo por el que

el mayordomo de la hacienda Diego de Espinosa, de calidad mestizo lo apresa y a su vez da

aviso a Lic. Antonio de Sámano Ledesma.14

Como consecuencia de lo anterior, fue mandado al obraje de Diego Sánchez, en el que

estuvo aproximadamente cuatro años por orden del Tribunal de la Santa Inquisición.

Desconocemos la actividad que realizó en ese periodo de tiempo, pero se tiene

documentado que en 1662, el Lic. Sámano Ledesma solicita que le regresen al esclavo,

porque había vendido el trapiche de San Pedro en cuya venta Francisco estaba inventariado

en un valor de cuatrocientos pesos, y declaró temer por su muerte “Por la ocupación como

por la mudanza de temple15

”, sin embargo la petición le es negada y el Tribunal de la

Inquisición ordena que Francisco se quede en el obraje16

, lo cual seguramente sucedió hasta

1665 en que se inicia su juicio y es llevado a las cárceles de la Inquisición en la ciudad de

México.

El juicio de Francisco se basó en los testimonios dados, posteriores a la detención. Se trató

de varias personas que al igual que Francisco de la Cruz servían en el trapiche, de manera

conjunta es posible reconstruir el proceso de su aprehensión. Anterior a su detención,

Francisco había sido descubierto usando el misal de la capilla del trapiche, por lo que

cuando desapareció el misal del beneficiado del Partido de Zacazonapan, Francisco fue el

13 Fo. 420 14 Fo. 418. 15 De acuerdo al Diccionario de Autoridades temple se define como “El temperamento y sazón del tiempo o

del clima […] Metafóricamente vale la calidad o estado del genio y, natural apacible o áspero: y así se dice

estar de buen o mal temple” 242 p. 16 Fo. 433-434

7

principal sospechoso y responsable. Sin embargo, cuando es llevado a juicio no es por este

motivo que se le acusa,

“Ha cometido hechos hereticales haciendo mal de los santos sacramentos de la iglesia, y en especial de los de la sagrada eucaristía y del orden, coincidiendo con los luteranos y con los

Herejes de León de Francia”.17

Los testimonios de 1660, que se presentaron en el juicio, hablan además del robo del misal,

sobre el uso que Francisco había hecho de éste, con y sin vestiduras sacerdotales, entre los

testigos no hay un consenso al respecto, la mayor parte declara no haberlo visto con las

vestiduras puestas. Domingo Hernández, un negro esclavo de 60 años, declaró haberlo visto

oficiar misa en una barranca:

“Yendo una vez por leña al monte abra tres meses poco más o menos y baxando con ella por una barranca vio en ella a un negro llamado Francisco de la dicha hacienda yncado de rodillas puesta una crus delante y una candela encendida y un xicarilla colorada con una

ostia y espantado lo estuvo mirando y le vio puestas las manos y abriéndolas y

estendiendolas y luego poniendonlas ensima juntas y abiertas las palmas de ella sobre la

xicarilla leyendo en el libro o misal, sin estar revestido de vestiduras sacerdotales sino hassi con su vestido ordinario”

18

Otro testimonio de dos mujeres y un hombre de calidad india, coinciden en que Francisco

había sido visto en el altar de la iglesia con unas velas encendidas, el hombre de nombre

Francisco dice que en un día de fiesta “Encendidas las velas coxia el misal y le abria y

serraba sin hacer ceremonia alguna y después se abrasaba del altar y se yncaba de rodillas y

se estaba resando.”19

Hasta aquí, se han descrito de manera los hechos que la Inquisición tomó en cuenta a la

hora del juicio de Francisco, ahora reflexionaremos el momento en que sucedió este hecho

para poder acercarnos parcialmente al pensamiento religioso de la época, la práctica de los

cultos cristianos y de la mezcla de diferentes sistemas de creencias que en muchas

ocasiones fueron calificados como profanos y ajenos a la fe cristiana.

A partir del Concilio de Trento (1543-1563) la Iglesia Católica reformuló, entre otros, las

nuevas disposiciones con relación a la veneración de las imágenes sagradas. Hasta cierto

17 Fo. 453 18 Fo. 422v-423v. 19 Fo. 424v – 425.

8

sentido estas reformulaciones se tornaron permisibles en el imperio hispánico a fin de evitar

que los fieles cayeran en manos del pensamiento luterano o calvinista. En este sentido, la

monarquía hispánica abanderó la expansión y difusión del nuevo pensamiento católico, en

sus dominios de ultramar, Con apoyo del papado instituyó el Regio Patronato Indiano que

entre otras tareas, se encargó de vigilar la nueva vida religiosa.

De manera específica, la Nueva España tuvo no sólo que lidiar con las disposiciones de

Trento sino que para instruir a los nativos en la fe católica, se convocaron, durante el siglo

XVI los Concilios Provinciales Mexicanos que más allá de los dogmas católicos, centraron

la atención en conceptualizar la calidad de los indios y en consecuencia, las castas. En este

sentido, la discusión entre Fray Bartolomé de las Casas y Ginés de Sepúlveda dio paso a la

formulación de las llamadas Leyes Nuevas en donde no sólo se dejaba fuera a los negros

sino que corroboraban su imposibilidad de ser instruidos en la fe cristiana dada su calidad

genética y cultural, de cuyas expresiones religiosas primigenias, la Iglesia Católica generó

una explicación de hechicería y oscurantismo relacionada al diablo.

Sin embargo, la determinación de dejarlos fuera de la doctrina cristiana no sucedió en la

práctica, indios, negros y castas fueron cristianizados masivamente, la realidad difirió por

mucho de las leyes escritas, quizá la diferencia más notable es que los indios quedaron

exentos de ser juzgados por la Santa Inquisición, por ser considerados neófitos en la

doctrina cristiana, no sucedió así con los negros, que históricamente habían tenido un

acercamiento a la cultura cristiana que inició desde la península. El panorama religioso del

siglo XVI generó durante la centuria siguiente, un abanico de expresiones culturales

mestizas que hicieron posible la aparición de la religiosidad novohispana, en donde el

pensamiento criollo se conjugó con las tradiciones indígenas y se alimentó con las

creencias y expresiones que los negros trajeron de África.

Con relación a lo anterior, es necesario traer a colación dos conceptos importantes que nos

permitirán dar una interpretación parcial del proceso inquisitorial en que se vio involucrado

Francisco de la Cruz, nos referiremos primero a la religiosidad predicada y posteriormente

al de la religiosidad vivida. El primero es entendido como el contenido oficial de la fe y

doctrina cristiana, el bagaje mínimo de conocimientos que un buen cristiano debía poseer y

9

ejercer, de acuerdo a la Iglesia.20

El otro concepto que se refiere es el de religión vivida,

que de acuerdo a Alberto Marcos Martín, es la interpretación de la doctrina oficial -es decir

la forma en que los predicadores, entiéndase frailes al principio de la colonización y

posteriormente sacerdotes-, hicieron uso de ella para catequizar a las poblaciones.

A partir de la idea anterior, es necesario distinguir entre el discurso oficial, la interpretación

de los difusores y la aceptación e interpretación propia de la población. En esta última

esfera, la religiosidad popular fue alimentándose de diversas prácticas y maneras que más

tarde fueron interpretadas por la misma Iglesia católica como abusos y expresiones

supersticiosas. Ante esta falta de distinción entre lo religioso y lo profano se encontraron

muchos de los individuos que por uno u otro motivo fueron llevados al Santo Oficio de la

Inquisición.

A este respecto, Antonio Rubial García reflexiona sobre la interpretación subjetiva que

cada individuo -de acuerdo a su sexo, edad, educación, situación étnica y social- hace de

sus prácticas religiosas. De esta forma se combinan el dogma y el bagaje único de cada

individuo con el que interpreta los símbolos religiosos. Así se debe distinguir también tres

niveles religiosidad, la oficial, la colectiva y la individual.21

Ahora bien, lo anterior sirve para tratar de explicar el caso de Francisco de la Cruz. Este

esclavo, criollo negro, fue llevado a la Inquisición acusado de herejía: Maticemos la

acusación con las declaraciones de algunos testigos del caso ¿Se trataba en realidad de un

hereje? De acuerdo al Diccionario de Autoridades Hereje es “El que se aparta y opone en

todo o en parte con pertinacia a las cosas de la Fe Cathólica y a lo que cree y confiesa la

Santa Madre Iglesia. Hereje es todo aquel que es Christiano bautizado y no cree en los

artículos de la Santa Fe Chatólica o algunos de ellos”22

Por las declaraciones tanto de

testigos como de acusados, a nuestro parecer no lo era, sin embargo por el contexto en el

20Marcos Martín, Alberto (1998), “Religión predicada y religión vivida. Constituciones Sinodales y visitas

pastorales: ¿Un elemento de contraste?” en Álvarez Santalo, Carlos, Buxo Rey, María Jesús y Salvador

Rodríguez Becerra (coords) La religiosidad popular II. Vida y muerte: la imaginación religiosa, Barcelona,

Anthropos, 46-71. 21Rubial García, Antonio (2006), Profetisas y solitarios, México, FCE-UNAM, 123-125Pp. 22 Diccionario de Autoridades Edición facsimilar (2002) Madrid. Gredos. 141 p.

10

que se vive, siglo XVII, quizá éste es uno de los ejemplos que permiten reconocer la

delgada línea entre lo religioso y lo profano.

El punto de partida que interesa rescatar del pensamiento de Francisco de la Cruz yace en

los debates de la pureza del alma de 1542. La primera interrogante que sale a la luz es

¿Cómo explicar la devoción que tiene este esclavo hacia la fe católica? De la misma

manera ¿Cómo entender la religiosidad en su persona? Y finalmente ¿Qué actitudes de

Francisco evidencian una actitud de religiosidad?

Manifestaciones de la religiosidad.

Primera: El pensamiento religioso de los amos de Francisco

El primer elemento que evidencia una religiosidad en el pensamiento novohispano no se

encuentra en el esclavo mismo sino en sus amos, la primera, Isabel de los Ríos vecina de la

ciudad de México, el segundo con mayor influencia Don Antonio de Sámano Ledesma23

,

con él, Francisco indudablemente se llenó aún más de una carga de conocimiento

pragmático de la religión, dado que era presbítero y benefactor del partido de

Zinacantepec.

En este sentido no es raro que haciendo caso omiso de la calidad anímica el esclavo, el amo

hiciera de él un ser de fe. Resulta más significativa su cercanía a la fe cuando en los

documentos se aprecia que Francisco habitó en la morada de Isabel de los Ríos en sus

primeros ocho años de vida, en su testimonio declara ser hijo de un matrimonio casado

según la tradición católica y que era “Cristiano bautizado”24

Por lo anterior, la asimilación

de esta nueva cultura por parte del esclavo no se puede negar; sino que en efecto hubo una

aprehensión del pensamiento católico y por tal su actuar fue producto de la religiosidad.

Por otro lado, la existencia de una capilla en el trapiche y la asistencia de negros a la

iglesia, como se deja entrever en varios de los testimonios, evidencian la labor de

cristianización por parte del dueño del mismo, don Antonio de Sámano Ledesma.

23 Su segundo amo fue un hacendado del valle de Toluca de nombre Diego Hernández, del cual no incluimos

datos por no estar consignados en el documento. 24 Fo. 446

11

Segunda: las acciones de Francisco

El nacimiento y crianza de Francisco se dieron dentro de la doctrina cristiana, se trataba de

un devoto católico como lo muestran las acciones plasmadas tanto en sus declaraciones

como en las de los testigos, que como ya se ha mencionado anteriormente consistían en

rezos y ayunos constantes.

La acción de ayunar se presta para explicar la devoción acendrada de Francisco al

catolicismo pues éste era un acto religioso, propio de clérigos, legos y creyentes devotos.

En este sentido se debe considerar su calidad de esclavo, pues si se piensa que para la época

estos eran sobre explotados y en ocasiones mal alimentados, el hecho de que Francisco

antepusiera su fe por encima de su propia condición de salud es una evidencia de su

pensamiento. Este acto quizá fue por lo que algunos testigos lo declaran loco o sin juicio de

razón e inclusive santo:

“Todos los días de fiesta no salía de la capilla resando y leyendo en una oras que tenía a

todos teniéndole por un santo negro, porque todas las semanas ayunaba miércoles, viernes y

savado y los nueve días antes del adviento de San Francisco.25

Al igual que el ayuno, se sabe que Francisco hacía una novena, expresión del catolicismo

que también sirve como expresión de la religiosidad. Cuando se dice en el mismo

testimonio que por tomar una bebida llamada cacatza y ololuque26

:

“Se tenía y juzgaba de todos por insensato y loco y por tal lo avian curado abra un año

aunque siempre después de la cura lo an tenido por loco y que todas sus cosas las han

atribuido a la locura”27

Él mismo declara en el juicio que lo tomó muchas veces para curar su enfermedad “y una

vez se privó de su juicio y le pareció que se le decía que se encomendase a Dios y a la

virgen Santísima y que rezase el Rosario el viernes y sábado y que el miércoles ayunase y

este lo hizo así y creio que esto era santo y bueno…”28

Aquí es fundamental observar no sólo la acusación que se hace, hay que tomar en cuenta la

expresión personal del esclavo por evidenciar su fe en Cristo y cuestionemos ¿Fue la

25 Fo. 422v-423v 26 27 Fo. 422 28 Fo. 458.

12

emulación que hizo de decir misa un acto heretical o un acto de fe? Francisco dice en una

de sus declaraciones que cuando pretendió oficiar misa “Creyo que real y verdaderamente

decia misa como los sacerdotes”

Quizá la acción de Francisco fue en realidad la exaltación de la fe que profesaba, pues no se

describe la profanación de la Eucaristía en forma de burla, sino un intento por realizar el

sacramento como una forma de acercarse a Dios, Francisco continúa la declaración

diciendo que:

[Al decir la misa creía que] “Que consagraba bajando Cristo redentor nuestro señor a la

hostia, de la misma manera que en el missal se decía y lo dicen y hacen los sacerdotes,

cuando dicen misa y así recibió la hostia como ellos. pero que nadie le enseñó a hacer esto”

29

Así como estas expresiones de devoción, hubo otras que en menor o mayor grado son

declaradas por el propio esclavo o por los testigos pero lo que interesa destacar es que en

efecto, el dogma católico se llevó a la práctica según el entendimiento de cada persona. Por

tal motivo no se puede afirmar categóricamente la locura o herejía de Francisco sino más

bien lo que vale es la argumentación de su actuar según su religiosidad. Los objetos que

Francisco llevaba consigo al ingresar a la cárcel, son también otro elemento que nos

permite sostener la idea anterior.

Tercera: Los objetos que posee Francisco

Finalmente la última manifestación visible del pensamiento religioso del esclavo y quizá la

que materializa la noción de religiosidad sea la cantidad de objetos religiosos que se le

registraron cuando ingresó a las cárceles de la Inquisición y sin duda el robo y posesión del

mismo misal. Pensemos que en realidad Francisco hizo uso de éste, para ejercer, a su

manera, parte de su fe. Al saber leer y escribir el misal cobró para él una gran importancia

pues representaba un acercamiento mayor a sus creencias

Al observar una lista amplia de imágenes, “estampitas” reliquias y objetos que declaran

haber encontrado en la bulla30

que llevaba Francisco, permite conjeturar varias

29 Fo. 449 30 De acuerdo al Diccionario de Autoridades, bulla es una burbuja que se forma en el agua…

13

consideraciones. La primera tiene que ver con la cantidad de santos y vírgenes que para el

siglo XVII eran objetos de adoración en la villa de Zinacantepec, esto significa la existencia

de un ajuar religioso rico en objetos que nuevamente evidencian la religiosidad.

“E luego incontinenti en diez y ocho de marzo de mil seiscientos sesenta y cinco años estando en la

portería de este tribunal de este Santo Oficio de la Inquisición de esta ciudad de México, yo el

infraescrito secretario dije a Sebastian de la Peña ayudante de Alcaide de las cárceles secretas de

este dicho oficio entregase a dicho negro Francisco de la Cruz en el aposento que esta en la portería

que sirve de sacristía y que en él hiciese cala y cata en supervisar lo que traia puesto y se le hallo en

su persona esto siguiente:

Unos calzoncillos de sayal ya raidos

Una camisa de ruan ordinaria rota.

Un juboncillo de damasquillo de lana carmesí hecho pedazos.

Un capote hecho pedazos de palmilla

Un sombrero viejo…. Que parecía de cartón (Fo.443v)

Una frasadilla conga hecha pedazos

Unas suelas de cuero que llaman cacles envueltas en unos pedacillos de gamusa

Una bolsita con dos puntas de navajas y dos pedazos de piedrecita que dijeron era de lumbre y tres pedacillos de piedra alumbre y una navajilla de caya ordinaria y al cuello traia un escapulario del

Carmen y un Rosario con una cruz pendiente de madera.

Una cruz mediana de madera que asimismo traia al cuello.

Un envoltorillo de trapos que se halló lo siguiente:

Un librito pequeño como orar manuscrito. Algunas hojas y lo mas del blanco que en la primera esta

una cruz pintada y luego esta lo siguiente Jesús María Nuestra Señora, Una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en papel una pintura de estampita de papel de los apóstoles otra estampita con

tres pinturas y al principio dice Las Änimas del Purgatorio.

Otro papelito de su hora envuelto en una bolsa vieja y rota

Otra estampita que parece del desendimiento de Christo de la Cruz.

Un papelito que parece es de Santo de mes que dice San Pedro etcétera

Un pedazo de estampa rota de papel que parece es de Santa Theresa y otros Santos Carmelitas

Otra estampita de vitelas que parece es de la adoración de los Reyes muy maltratado.

Otro librito sin cubierta de imprenta roto que le faltan algunas hojas que en medio por brevete dice

Romancero de la Pasión.

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Una bolsa rota que dijo era suya.

Otra bulla que dice bulla de Francisco de la Cruz 1664

Un cordoncito de ixtle que dijo estar bendito

Un Rosario menudo con una crucesita de palo y tres imágenes de Santos muy pequeñas de bronce

las dos y otra de plata

Un pedacillo de cordón viejo de ixtle hecho pedazos.

Un pedacillo de pabito de cera muy viejo de un dedo de delgado.

Un decenario con una cruz de palo y atado en ella un poco de palmas y un cordoncito de ixtle.

Dos pedacitos que parecen de palma bendita.

Un pedacillo de tafetán carmesí viejo y roto en que está envuelto todo, y otro pedacillo que parece

media faltriquera, digo faldilla de tafetán azul viejo y roto y un pedazo de bombasí muy roto que parece es la tela.

En un trapito dentro del un papelito con una arenilla o piedrecitas que dijo eran reliquias de tierra de Nuestra Señora de los Remedios o copal” (Fo. 444)

En una bolsita negra de damasquillo que parece de China y dentro unas cuentas de Rosario que eran trece y una calavera pequeña pendiente.

Una camándula31

mediana

En dos papelitos envueltos pequeños otros papelitos que dijo eran reliquias.

Un pedacito de papel que dice Plena D nustecum Be, todo lo cual se volvió a meter en la bolsita y se inventarió y se volvió a poner en dicho pedacillo de tafetán” (Fo 444v)

Resulta significativo encontrar el listado de los objetos, aún cuando ni él ni los testigos

declaren la razón o significado de los objetos, porque ello nos hubiese permite establecer la

carga simbólica con la que fueron dotados algunos objetos religiosos para hacer de ellos

objetos sagrados, acción que permitiría afirmar la influencia de Trento y los Concilios

Provinciales.

Un ejemplo de lo anterior puede verse a través de un cordoncillo que se encuentra entre la

lista de objetos y al respecto, se puede suponer que como servía al beneficiado de

Zinacantepec, lugar de residencia del Presbítero Sámano, privaba un ambiente franciscano,

31 De acuerdo al Diccionario de Autoridades se define como el rosario que se compone de uno o tres dieces.

Denorum aut terdenorum globulorum, transverso funlculo in orbem seu circulum conformata. 162 -163 p.

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no sólo por la presencia de la orden, sino por la trascendencia de sus contenidos: es el

protector ante las enfermedades, la protección del santo fundador en el nombre de la

muerte, su identificación con la pobreza o el mismo nombre de Francisco. Son posibles

razones por las que el esclavo conservaba un cordoncillo que le hacía sentir su amparo.

Rumbo a la sentencia:

Más de cuatro años pasaron entre la detención de Francisco de la Cruz y realización del

juicio, el 18 de Marzo de 1665 ingresó a la cárcel de la Inquisición, el juicio duró hasta el

11 de noviembre del mismo año en que se dictó sentencia, sin embargo Francisco no dejó la

cárcel sino hasta el 23 de diciembre de ese año.

El juicio estuvo basado en los testimonios tomados en 1660, que como ya previamente se

ha dicho, fueron los del mayordomo del trapiche de San Pedro de Thenayac, los negros

criollos que lo denunciaron por el robo del misal y las indias que dijeron haberlo visto en el

altar de la capilla del trapiche.

Para hacer válidas las declaraciones se mandó llamar a los testigos quienes ratificaron sus

testimonios. Asimismo el Dr. Rodrigo Ruiz de Cepeda Martínez y Portillo, canónigo

doctoral de la Santa Iglesia de Valladolid, quien fungió como fiscal del juicio, lo acusó de

haber cometido herejía por haber pretendido que:

“Cualquiera aunque no sea un sacerdote, puede consagrar y celebrar poniéndose en hacerlo, usurpando ministerio tan soberano, siendo incapaz del por no tener la potestad de orden que

se requiere, dando la hostia sobre que el decía las palabras de la consagración y el culto”32

El fiscal prosiguió, resaltando que cuando le fue preguntado para qué quería el misal y las

hostias, respondió:

“De que te espantas de esso que alla en Zinacantepec donde yo estaba en casa demi amo tenía un niño Jesús y le decía yo misa”

33

Con base en los hechos narrados por los testigos, el fiscal lo acusó de:

“Ruín negro con sus excrables maldades vestía apariencia de hombre temeroso de Dios

ostentándose mui devoto”34

32 Fo. 453 33 Fo. 454

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El 2 de mayo de 1665 cuando se presentó, Francisco declaró que:

“Dijo que ahora cree que no pudo decir missa porque le han dicho algunas personas que no

pudo decirlas que debe confesarse en este santo officio y que cree tanbien que no pudo

confesar ni comulgar en la forma que deja confessada; pero que esto no se lo a dicho persona alguna sino que el pensando en ello lo tiene y cree así”

35

En la misma declaración pidió ser absuelto:

“Ser absuelto y dado por libre y por lo que tiene confessado piadosamente ser penitenciado y que siéndole dada publica y con testigos protesta alegar más en forma lo que a su justicia

defensa convenga y concluya”36

Antes de dictarse sentencia se confrontaron las declaraciones de los testigos y por último

Francisco ratifico sus declaraciones, excepto la de haber usado las vestiduras sacerdotales,

como habían asegurado algunas personas. La sentencia dada lo declaró culpable y:

En Noviembre 11 de 1665 “Dijeron que este reo sea sacado en auto publico de fe, en habito

de penitente sin cintos y sin bonete, sogas a la garganta vela verde en las manos y san

Benito de dos aspas y estando en la iglesia se le lea su sentecia con meritos y oyga la missa

en pie sin humillarse sino fuere desde el sanctu y hasta haber consumido el santísimo

sacramento y hecho ello ofrezca la vela al frente y jure formalmente los herrores en que ha

incurrido y de que ha sido testificado y sea absuelto y reconciliado a nuestra Santa Fe y

venir en el de los fieles christianos y otro día sea sacado en bestia de albarda desudo desde

la cinta arriba y con voz de pregonero que publique el sus delitos sea llevado por las calles

publicas acostumbradas y le sean dados doscientos azotes y hecho eso sea entregado a un

convento el que el tribunal eligiere a donde sirva dos años y se encomiende a persona

religiosa que cuide de advertirle de sus graves culpas y penitencias puede de hacer de ellas

y ayune los viernes de cada una semana de dichos dos años y los días de sábado rece una

parte del rosario a nuestra Señora en dicho tiempo sea entregado a su duelo para que lo

tenga en su ingenio o trapiche o obraje a donde viva por diez años sin poderlo sacar del a

exercicio mas leve y antes de entregarse al convento sea severamente reprendido”37

.

34 Fo. 454v 35 Fo. 457v 36 Fo. 463 37 Fo. 474 . 474v.

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Se mandó que después de ello se le enviara a servir con una persona religiosa que se

comprometiera a advertirle de sus culpas y que cumpliera varias penitencias:

“Debemos declarar y declaramos el dicho negro Francisco de la Cruz haver sido hereje

apostata por haver tenido y creido lo que ha sido acusado y que ha confesado por ello haver

caydo e incurrido en sentencia de excomunión mas y en todas las otras penas”38

En 1669 el Lic. Antonio de Sámano Ledesma solicitó al fraile que se lo devolviera, para

poderlo vender, el informe del fraile que lo tuvo durante cuatro años, fue positivo,

Francisco cumplió con la penitencia. En fecha 18 de enero de 1669 Francisco de la Cruz

fue vendido al Fraile Francisco Muñoz de Molina de la Orden de Predicadores, Vicario del

Convento de Nuestra Señora Santa Cathalina de Sena de la Ciudad de México.39

A manera de reflexión

Después de haber leído el juicio hemos concluido en que Francisco de la Cruz fue un

devoto religioso, posiblemente un fanático devoto, pero ni hereje, ni luterano y para

nosotros tampoco sacrílego. Lo que aprendió de sus diferentes amos, lo quiso llevar a la

práctica, siendo un gran profesor de la Fe Católica.

El hecho de que la religiosidad en la gente negra esclava haya sido tocada desde el punto de

vista de la superstición y la hechicería y no se haya pensado si quiera en la posibilidad de

doctrinarla en la fe católica como sucedió con los indios, son síntomas de que les había

considerado únicamente como mercancía, incapaces intelectualmente para comprender los

misterios divinos, sin idea del significado de la vida y la muerte, sin la posibilidad de

inspirar la compasión por el sufrimiento y el dolor causado.

Con esta postura no podía aceptarse una religiosidad estrictamente reglamentada por la

Iglesia católica, cualquier manifestación proveniente de una persona negra era infringir sus

normas y se aprovechaba para incidir en su minusvalía.

38 Fs. 477-477v 39 Fo. 501 – 501v.

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Posiblemente indias e indios acusan a Francisco de la Cruz, porque como lo señala

Jonathan Israel 40

el negro además de ser magnifico sirviente de ordinario era más alto,

fuere y vigoroso que el indio, y rápida y inevitablemente se hacía temer y obedecer por

ellos, particularidad que lo convertía en un instrumento para manejarlos y a la vez para que

estos estuvieran en su contra.

¿Cómo siguió y terminó la vida de Francisco de la Cruz, si su siguiente destino estaba íntimamente relacionado con la Santa Madre Iglesia Católica, Un fraile, un convento.

FUENTES PRIMARIAS:

Archivo General de la Nación. Ramo Inquisición. Vol. 586 Exp. 7 Fs. 411 – 501v.

Archivo General de Notarías del Estado de México. Sección Histórica.

BIBLIOGRAFÍA:

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Cultura Económica.

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Tridentini Paulo III, julio III et Pío IV, Pontificibus Maximis celebrati canones et decreta

ouid hac. Editione Concilio de Trento.

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1670, México. Fondo de Cultura Económica.

Kicza, Jhon (1991) “El papel de la familia en la organización empresarial en la Nueva

España” en Seminario de Historia de las Mentalidades. Familia y Poder en Nueva España.

Memoria del Tercer Simposio de Historia de las Mentalidades, México, INAH.

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sinodales y visitas pastorales: ¿Un elemento de contraste?” en Álvarez Santalo, Carlos.

Buxo Rey, maría Jesús y Salvador Rodríguez Becerra (coords) en La religiosodad popular

II. Vida y muerte: la imaginación religiosa. Barcelona. Anthropos.

Rubial García Antonio (2006) Profetizas y solitarios. México. Fondo de Cultura

Económica. UNAM.

40 Jonathan, Israel (2005) Razas, clases sociales y vida política en el México colonial. 1610-1670, México

FCE, 74p.

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Plano 1. Fuente: Archivo General de la Nación.

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