LLUITANT CONTRA L’OBLITDOSSIER DE PREMSA

LLUITANT CONTRA L’OBLITDOSSIER DE PREMSA

«Periodistes com la Laura van apostar pel PERIODISME. Un periodisme compromès amb els ciutadans, que s’ha intentat silenciar, tapar o menysprear.»

Jordi Évole

«Un llibre necessari per a fer una reflexió col·lectiva, per a ajudar-nos a millorar com a societat, per a no permetre que torne a ocórrer res de semblant.»

Beatriz Garrote

LEVANTE-EMV

LLUITANT CONTRA L’OBLITDOSSIER DE PREMSA

«Aquí no pasará nada si nadie

pierde los nervios». La frase se ladijo el conseller de Infraestructu-ras a la actual gerente de FGV enel andén de la estación de Jesús alas . de la mañana del día si-guiente del accidente, según re-vela en su libro a partir de un tes-tigo presencial. Han pasado ochoaños y en parte ha sido así: no hapasado nada. ¿Por qué?

Porque, desde el primer mo-mento, estaba en marcha la ma-quinaria para evitar asumir res-ponsabilidades y que la muerte de personas no se tradujera en di-misiones técnicas ni políticas. Esoprueba que desde el minuto uno seestaba trabajando para que ese ac-cidente no tuviera consecuencias.Nadie dimitió.

«Si el infierno existe debe de sermuy parecido a la escalofriantevisión que se encontró el equipode policías en el reconoci-miento de cadáveres». ¿Qué ocu-rrió aquel de julio de eneste mismo lugar?

En mitad de la curva entre Pla-za de España y Jesús el tren desca-rriló. Iban dos unidades pegadas:la primera volcó y la segunda, cu-riosamente, quedó en pie. Los pa-sajeros que viajaban en la primeraunidad salieron despedidos por lasventanas, que se rompieron, contan mala fortuna que el tren perdióapoyo en una de las paredes del tú-nel y los pasajeros quedaron des-cuartizados entre el tren y las vías.Hubo diez supervivientes en la pri-mera unidad; en la segunda uni-dad sobrevivieron todos. Los pri-meros policías y bomberos que lle-garon se encontraron un infiernode cuerpos desmembrados y re-partidos por las vías. Otros dos via-jeros heridos morirían en las horassiguientes.

¿Qué «pecados» han cometidola justicia, la política y la sociedaden esta tragedia?

La justicia no quiso ser exhausti-va hasta el más mínimo detalle enlas primeras horas y durante los sie-te primeros meses, fundamentalespara investigar el accidente. Hubotrabajadores de FGV alterando elescenario del accidente desde lasprimeras horas: eso no debería ha-berse permitido. También deberíahaber intervenido de forma másconcienzuda para leer la principalprueba del accidente, que eran lasdos cajas negras de las dos unida-des. Aquí, y para mí es un hecho ver-gonzoso, se perdieron los datos delas cajas negras.

¿Y los políticos?Han mantenido una actitud mi-

serable con las víctimas, que han re-sultado doblemente victimizadas:perdieron a sus familiares y, enci-ma, se las intentó arrinconar e ig-norar. El presidente Camps nuncamiró a la cara a las víctimas para pe-dirles perdón. Se enrocaron en sutesis de que el accidente había sidoimprevisible e inevitable.

¿Y la sociedad?Sí que es cierto que desde que

Jordi Évole se hizo eco del caso delmetro en su Salvados…

Después de que usted escribieraun sinfín de páginas en Levante-EMV.

Sí, sí. Pero eso contribuyó a una ex-plosión de apoyo de la sociedad. An-tes era mínimo: , , personas.

«Imprevisible e inevitable».¿Qué datos obligan a desconfiarde esa teoría oficial?

Uno: que FGV escondiera al juz-gado y a la opinión pública que launidad que volcó había descarrila-do tres veces antes del accidente yno lo reconociera hasta ocho añosdespués. Dos: que el trayecto entrePlaza de España y Jesús sólo tuvie-ra dos balizas para proteger las en-tradas de los trenes a las estacionesy que esa baliza, a pesar de que enel túnel no se podía circular a más

de kilómetros por hora, permi-tiera a un tren ir a kilómetros porhora. Y eso es lo que va a investigarahora el juzgado. Tres: que, al mí-nimo movimiento del tren, se caye-ran los cristales y las víctimas salie-ran por las ventanas. Porque si eltren hubiese volcado y no se hubie-ran salido las víctimas, igual estarí-amos hablando de uno o dos muer-tos, pero no de . Y cuatro, un datoque a mí me plantea muchas sos-pechas: que la caja negra se leyerapor parte de FGV la misma nochedel accidente y que todos los datos

se borrasen después de leerlas. Esome plantea un mar de dudas.

El título habla de una luchacontra el olvido. ¿Qué lección handado las víctimas a la sociedad?

Un término tan de moda como laresiliencia: la capacidad de aprove-char un hecho trágico para apren-der de él y, a pesar del dolor que losdesgarraba, salir a la plaza de la Vir-gen cada día . La lección de digni-dad y resistencia que han dado a lasociedad es digna de elogio.

Entre las novedades del libro fi-guran un informe del de aqueldía y el gráfico de un plano poli-cial novedoso. ¿Qué aportan?

El plano policial muestra unaimagen —por supuesto respetuosacon las víctimas— que refleja comoquedó aquel infierno. Es un croquisdonde se sitúan los cuerpos talcomo quedaron después del acci-dente. Nos hace imaginar la magni-tud de la tragedia y de su horror. Elinforme del constata la actividadfrenética de aquel día con llamadasde desesperación de familiares, deviajeros encerrados que creían quehabía sido un atentado. Se ve la com-plejidad de gestionar una gran ca-tástrofe como ésta. Es una informa-ción que describe de forma elegan-te y sin caer en el amarillismo situa-

ciones muy crudas y dolorosas.¿Qué le indigna más de esta tra-

gedia para haber sido, como afir-ma la presidenta de la asociaciónde víctimas, «la periodista quemás horas ha dedicado al caso ymás líneas ha escrito»?

El ninguneo a las víctima ha sidolo peor. El hecho de que quisieranarrinconarlas, olvidarlas y arrojarun manto de silencio sobre su his-toria y sus reivindicaciones.

¿A usted, personalmente, lehace daño aquel accidente?

(Silencio) A mí me emociona to-davía. Cuando he bajado a la esta-ción me ha venido a la mente aqueldía: los operarios del retén fúnebresubiendo las cajas de cadáveres, lossanitarios trasladando a los heridos,los supervivientes encerrados en lostrenes en un túnel oscuro y sin po-der salir… Y me continúa emocio-nando la fortaleza de las familias, oque compartan conmigo senti-mientos o cosas tan íntimas comouna fotografía de su familiar. «Los cí-nicos no sirven para este oficio», de-cía el periodista Ryszard Kapuscins-ki. Creo que un periodista ha de te-ner empatía. Sobre todo con las víc-timas, que no tienen un gabinete deprensa para difundir sus reivindica-ciones. Por eso merecen la atención.

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PPACO CERDÀ VALENCIA

EL LIBRO

Se presenta mañana en ValenciaEl libro «Lluitant contra l’oblit»

(Sembra Llibres, 2014) se presentamañana en el Teatre Micalet de Valen-cia a las 20 horas. Actúan Feliu Ventu-ra y Pau Alabajos, recita Gemma Peris,hablan Laura Ballester, Beatriz Garro-te, Joan Carles Girbés y Xavi Sarrià.

Laura Ballester

«El ninguneo a las víctimas es lo peor»

Periodista y autora de «Lluitant contra l’oblit. El llarg trajecte de les víctimes del metro de València». Allá donde molestaban y escocían susinformaciones la llamaban «Laura-FGV» o «Laura-la-del-metro». Pero ella, Laura Ballester, periodista de Levante-EMV, nunca cesó en su búsqueda dela verdad sobre esa tragedia con 43 muertos. Ahora publica un libro, escrito como un gran reportaje, que bucea en las entrañas de la tragedia y su gestión.

«La justicia no ha querido ser exhaustiva y los polítícos han mantenido una actitud miserable con los afectados, que han sido doblemente victimizados»4

Laura Ballester, en elandén de la estación

de metro de Jesús,antes de la entrevista.

FERNANDO BUSTAMANTE

Comunitat Valenciana

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO DOMINGO, 5 DE OCTUBRE DE 2014 21

EL PAÍS | Enllaç

“Lo sorprendente es que ocho años después seguimos enterándonos de cosas nuevas”La periodista Laura Ballester presenta 'Lluitant contra l'oblit', una crónica contra la desmemoria del peor accidente de metro en España

Laura Ballester presentó ayer su libro Lluitant contra l’oblit. El llarg trajecte de les víctimes del metro de València, publicado por la editorial Sembra. Esta periodista, redactora del diario Levante-EMV, ha reconstruido a lo largo de seis intensos capítulos -que ha tejido a modo de grandes reportajes-, uno de los episodios más negros de la historia reciente valenciana: el accidente de metro del 3 de julio de 2006, donde 43 personas perdieron la vida y otras 47 salieron heridas. El libro arranca con el prólogo del polifacético Jordi Évole, que con su programa Salvados dio en 2013 un impulso definitivo a un accidente olvidado, y acaba con un emocionado epílogo, de la mano de Beatriz Garrote, presidenta de la asociación de víctimas. “Que se mueran 43 personas y nadie asuma su responsabilidad ni pida perdón, me parece lo más grave que ha sucedido”, reflexiona la autora del libro.

Pregunta. Usted cubrió informativamente el accidente. ¿Cómo recuerda aquel día?

Respuesta. Fue brutal e inhumano; recuerdo que hacía un calor terrible. Me pasó además una cosa que me ha perseguido todos estos años. Recuerdo a un hombre que se acercó al grupo de periodistas que cubríamos la información; me pareció un curioso o un vecino de la calle. Me preguntó si se sabía algo, si había muertos. Me giré y le dije que sí, que había 10 o 15. Le respondí de manera mecánica y fría, y el hombre se puso a llorar. Me interesé por si tenía algún familiar dentro y me respondió que creía que un hijo suyo viajaba en el metro. Al rato lo ví pasar, Rita [Barberá] lo abrazaba por los hombros y lo conducía donde estaban los familiares esperando. Me quedó la duda de qué había pasado con ese hombre y años después me lo encontré en una concentración del metro. Su hijo murió en el accidente.

P. Ha desgranado a lo largo de 200 páginas qué ocurrió. ¿Es un libro emotivo, informativo, una combinación de ambas cosas?

R. Hay emotividad porque hablamos de personas pero, como decía una víctima del accidente de Santiago, tampoco quería caer en el moco, en la sensiblería. Quería respetar, a pesar de que ya han pasado ocho años, a la gente a la que todavía le cuesta hablar de lo que sucedió. He vivido con ellos instantes bastante emotivos, como el primer aniversario del accidente, uno de los más duros que recuerdo. Se cumplía un año del siniestro, se acababa de archivar por primera vez el caso y mucha gente subía por primera vez al metro desde el accidente. He tirado de esos recuerdos para no hacerles revivir aquello y he accedido al expediente judicial completo. Gracias al informe del 112, que son cien folios, he conocido minuto a minuto lo que sucedió en las primeras horas: la confusión, la tensión, el agobio, los primeros que bajaron al túnel... Las primeras llamadas al 112 se producen desde el tren que queda en pie [la segunda unidad], y muchos de los supervivientes

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dijeron que no había heridos. A las 13,20 horas, más o menos, es cuando se menciona por primera vez la palabra éxitus [sinónimo de muertos]. Ha sido doloroso acceder a todos esos documentos.

P. Ha manejado muchas fuentes. ¿Hay datos nuevos en su libro?

R. El propio informe 112 y en el apartado de infografías hay un croquis inédito hasta ahora donde se ve la ubicación de los cuerpos de los viajeros tras el descarrilamiento.

P. Aun hoy hay muchas incógnitas en torno al accidente de metro más grave en España. Después de meses de trabajo para destilar el libro, ¿qué dudas le parecen medulares?

R. Es un caso con muchas aristas. Pero la que más dudas me ha planteado es la lectura de las cajas negras porque son pruebas que las custodia, las lee y las interpreta Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Es la principal prueba del caso y está bajo la custodia de FGV y la supervisión de un policía que no había visto nunca una caja negra. Y me sorprende mucho porque años después hemos comprobado cómo debería haberse hecho porque lo hemos visto con el accidente del Alvia, en Angrois. Allí, las cajas negras las custodió la policía y luego se abrieron y se interpretaron en el juzgado. Es el juzgado el que extrae la información con todas las garantías. Aquí se produce la chapuza nacional y es que FGV hace la lectura de la caja negra a las 5 de la madrugada [unas horas después del accidente] y después de leerla afirma que se borran los datos. Es de país de pandereta.

P. Hay que hacer un auto de fe…

R. ¿Desde qué momento se le deja al supuesto responsable de un posible delito [FGV] que interprete una de las principales pruebas del accidente? También está la cuestión de las ventanas. Como se aprecia en el croquis que recoge el libro, las primeras víctimas empiezan a caer antes de que vuelque por completo el convoy.

P. La investigación judicial se cerró pronto. Y en 2014 se ha reabitero. ¿Qué ha influido?

R. Que todas las lagunas que tenían las víctimas del metro –y que llevaban repitiendo siete años- fueron recogidas en un programa de 59 minutos de Jordi Évole. Fue el detonante definitivo.

P. Nadie puede negar que Salvados fuera un detonante pero supongo que influyeron más factores.

R. Fue un cúmulo de cosas. Había una serie de dudas y lagunas encima de la mesa. Se emitió el programa y a continuación trasciende que la unidad que volcó había sufrido tres, no dos, descarrilamientos previos. No dejan de aparecer datos nuevos. Un año antes salió a la luz un informe sobre el mal estado de las UTA [Unidad de Tren Articulado], se volvió a citar al técnico que redactó el primer informe pericial y su declaración fue vital para que la fiscalía solicitase la reapertura. El perito admite que sin esa información la conclusión final de su informe hubiera sido distinto. La fiscalía pide la reapertura, la juez lo desestima, y la Audiencia de Valencia se hace eco. Se trata de no hacer oídos sordos a la petición de justicia de las víctimas y, sobre todo, evitar la doble victimización de los afectados.

P. Ha buceado en otros accidentes. ¿Cómo es posible que un accidente como el de Valencia se salde sin la dimisión de ningún responsable político o técnico?

R. De la única manera en que me lo explico es desde la cobardía. En Argentina hubo un accidente ferroviario grave y hubo dimisiones y una investigación. Pero todo acto tiene sus consecuencias, sobre todo en política. Ha habido muchos casos de corrupción pero que se mueran 43 personas y nadie asuma su responsabilidad ni pida perdón, me parece lo más grave que ha sucedido.

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P. Los responsables políticos cuando sucedió el accidente no están ya en sus puestos. ¿Cómo resarcir a las víctimas?

R. En los meses posteriores al accidente hubo una psicosis colectiva, se produjeron un centenar de averías, la gente estaba muy sensibilizada y había mucha conmoción por todo lo que había pasado. El entonces presidente de la Generalitat llegó a pedir disculpas por las continuas averías y puso firme al consejero José Ramón García Antón. Sin embargo, no tuvieron la valentía de ponerse delante de las víctimas y pedirles disculpas.

P. ¿Cómo se explica el apagón a las víctimas durante tantos años?

R. La gente se moviliza porque algo le toca personalmente. Te movilizas por la dependencia porque tienes alguien dependiente cerca. Tal vez la gente no sintió la historia del metro como suya. Tú peleas solo por lo que te afecta hasta que viene alguien y te pone frente al espejo, te resume ocho años de calvario de las víctimas y te das cuenta de la injusticia que se ha cometido con ellos. Tampoco estuvieron solos del todo, hubo medios de comunicación como El País, Levante-EMV o la SER, que con una mención, una foto, mantuvieron viva la reivindicación de los familiares. Porque hubo una etapa muy prolongada en que no había noticias. Y su mensaje era siempre el mismo: peleaban para que la muerte de 43 viajeros del metro no dejara de ser noticia.

P. ¿Cómo ha influido en el siniestro de Valencia el accidente de Santiago?

R. Ha servido para demostrar que algo falla en el diseño ferroviario español. Siempre se ha dicho que la geometría de la vía no se protege porque los maquinistas saben lo que tienen que hacer en cada momento. Se decía hace ocho años, y en 2013, volvió a suceder lo mismo en Angrois. Fue como un déjà vu. Había tantos paralelismos, una curva, el exceso de velocidad...

A efectos judiciales, el accidente de Angrois ha servido para ver cómo se tienen que hacer las cosas. En Galicia se hizo como toca, algo que no ocurrió en Valencia. El túnel del metro debería haberse cerrado más tiempo, pero se reabrió a las 36 horas del accidente y antes se estaba reparando para restablecer la circulación lo antes posible, modificando con ello el escenario del accidente. Creo, después de hablar con especialistas judiciales que eso no se tenía que haber consentido. El tren siniestrado sigue custodiado en Santiago, mientras que aquí se desguazó... Lo sorprendente del caso del metro es que ocho años después seguimos enterándonos de cosas nuevas.

P. ¿Ha sido duro escribirlo?

R. Es mi primer libro y al principio me asusté porque sentí mucha responsabilidad. Joan Carles Girbés, el editor, me ha ayudado mucho y eso me ha dado tranquilidad.

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LA VANGUARDIA

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CADENA SER - RADIO VALENCIA | Enllaç

Especial "Ocho años después del accidente de metro"En Hoy por hoy Locos por Valencia hemos hablado con Beatriz Garrote, presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio de 2006 y con la periodista Laura Ballester, que en septiembre publicará el libro "Lluitant contra l'oblit".

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LEVANTE-EMV

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Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, el Colegio de Arqui-tectos de Valencia entregó ayer la placa Docomomo —Registro de Ar-quitectura que recoge las mejores obras del Movimiento Moderno a ni-vel internacional— al Colegio Pureza de María de Valencia de la avenidadel Cid, un edificio de obra del arquitecto Mauro Lleó (-).

Los arquitectos distinguen al ColegioPureza como ejemplo de edificio moderno

PLACA DOCOMOMO

Momento de entrega de la placa a la directora del centro. F. BUSTAMANTE

Ejemplares de gallinas autócto-nas como la Valenciana de Chuli-lla o la Alicantina, ambas en peligrode extinción, competirán por serelegidas «Miss Gallina» : el aveque cumpla más fielmente con elpatrón de raza original. Esta es unade las actividades que propone laAsociación de criadores de aves deraza de la C. Valenciana (Avival) enla octava edición de su muestra aví-cola que organizará en Requena.En la muestra, que se celebrará en-tre el y el de noviembre, se ex-hibirán más de un millar de galli-nas, palomas, faisanes y otros ani-males de granja. EFE VALENCIA

Requena acogerá elconcurso «Miss Gallina»

MUESTRA AVÍCOLA

Las temperaturas máximas re-gistradas ayer en la C. Valencianaalcanzaron los ºC en Xàtiva ylos grados en ciudades comoCastelló, Valencia, Alicante, Olivay Xàbia, según la red de observa-torios de la Agencia Estatal de Me-teorología (Aemet). Polinyà mar-có una máxima de grados,mientras que en Vinaròs y Utiellos termómetros llegaron hastalos ºC. EFE VALENCIA

Xàtiva marca lamáxima con 30 ºC

TEMPERATURAS

El segundo imputado que decla-ra por el accidente del metro, Fran-cisco García Sigüenza, que ocupódurante años puestos de alta di-rección en Ferrocarrils de la Gene-ralitat Valenciana (FGV) se des-marcó ayer de todo el proceso parainstalar el sistema de frenado auto-mático puntual (FAP), basado enbalizas, en la Línea del metro.

García Sigüenza ha trabajadodurante años en FGV. Siempreen puestos directivos, ya que de a fue jefe del departa-mento de vías y obra, de a fue director de explotación (el nú-mero dos de FGV), de a director técnico (el número tres enel organigrama), también ocupó ladirección adjunta de desarrollotécnico y estratégico y de a, fue otra vez director adjuntode explotación. Ya no trabaja en laempresa, tras acogerse al ERE queél gestionó como directivo, aunquedespués demandó a FGV.

García Sigüenza eludió ayercualquier responsabilidad en lainstalación del FAP en la Línea .García Sigüenza respondió, a pre-guntas de su abogado, que él no fuela persona que determinó las fun-ciones y colocación de las balizasen la Línea , a pesar de que el de-partamento que se encargó de es-tos trabajos (la jefatura de Estudiosy Proyectos) dependía de él.

García Sigüenza también presi-día las reuniones del comité de se-guridad en la circulación de FGV,

pero tampoco recordaba ayer mu-chas de las cuestiones reflejadas enlas actas de este comité, por las quele preguntaron la juez y la fiscal: losproblemas y fallos que generaba elFAP en la Línea , los excesos de ve-locidad que cometían algunos ma-quinistas por las presiones paracumplir los horarios (comentadosen las reuniones del comité de se-guridad en la circulación), o el«dossier de puntos negros» que unsindicalista entregó a este comité

tras el accidente de Picanya. Lasrespuestas de García Sigüenza es-taban plagadas, según el acta de sucomparecencia, de «imagino» o«supongo». A pesar de que es inge-niero de obras públicas y de haberocupado cargos directivos técnicosen FGV durante años, García Si-güenza alegó ignorancia cuando sele preguntó si la baliza (la queestaba a mitad camino entre Plazade España y Jesús) habría evitadoel descarrilamiento si hubiera es-tado programada para frenar a lostrenes a km/h (y no a km/h,que era la velocidad máxima quepermitía, a pocos metros de unacurva limitada a km/h). «No ten-go información para poder afirmarni una cosa ni la otra», respondió.

El ex director técnico de FGV síjustificó que no se instalara el sis-tema de frenado ATP (automatictrain operation) en la Línea , a pe-sar de que sí se optó por este siste-ma al inaugurar la Línea , por elhecho de que el ATP «no era com-patible con las antiguas BabcokWilcox», los trenes de la serie heredados de la etapa de FEVE, delos que FGV sólo tenía en circula-ción diez unidades. También negóque se rechazara instalar el ATP pormotivos presupuestarios. Y defen-dió la velocidad como única causadel accidente del de julio.

García Sigüenza se negó a res-ponder a los abogados de las vícti-mas del metro. La juez tampoco ad-mitió que constaran las preguntasque iban a formularle en el acta.

LAURA BALLESTER VALENCIA

El ex número tres de FGV diceque no decidía sobre las balizas

García Sigüenza, directivo durante 17 años, se niega a responder a los letradosde las víctimas y defiende la velocidad como única causa del accidente del metro

F. BUSTAMANTE

Francisco García Sigüenza.

La periodista de Levante-EMV, Laura Ballester, presentó ayer en un Teatre El Micalet de Valencia lleno hasta la banderael libro «Lluitant contra l’oblit» (Sembra Llibres). En esta obra recopila sus 8 años de investigación desde las páginas de esteperiódico sobre el accidente del metro de Valencia del 3 de julio de 2006 en el que murieron 43 personas, la mayor tragediade un suburbano en España. En el acto también intervino Beatriz Garrote, presidenta de la asociación de víctimas del metro.

«Lluitant contra l’oblit» Ballester presenta su libro sobre el accidente del metroLEVANTE-EMV

El director técnico justifica quese instalara el FAP en 1999 y noel ATP porque era incompatiblecon sólo 10 trenes de FGV

Breves

Comunitat Valenciana

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO MARTES, 7 DE OCTUBRE DE 2014 11

VILAWEB | Enllaç

'Lluitant contra l'oblit', un llibre periodístic sobre l'accident del metro de ValènciaL'editorial Sembra Llibres publicarà al setembre el treball de la periodista Laura Ballester sobre la tragèdia del 2006, en què varen morir 43 persones

L'editorial Sembra Llibres publicarà al setembre el llibre 'Lluitant contra l'oblit', una anàlisi periodística sobre l'accident del metro de València de 2006, en què varen morir 43 persones i 47 més van quedar ferides. L'obra és de la periodista Laura Ballester, del diari Levante, un de les professionals que des de fa vuit anys han seguit tots els esdeveniments relacionats amb la tragèdia. Va ser guardonada recentment amb el premi Cartelera Turia, precisament per la investigació i la difusió del cas.

L'editorial destaca que l'autora ha investigat, elaborat entrevistes i compilat documentació sobre l'accident del metro de València i l'ha estructurada i condensada 'per fer entendre a un públic ampli les causes principals del cas: els antecedents, les conseqüències, l'ocultació de dades, la negligència en el tractament de les proves clau, la manipulació informativa, les contradiccions judicials i testimonis inèdits'.

L'anunci arriba quan es commemora el vuitè aniversari del descarrilament del comboi, el 3 de juliol de 2006. La reobertura de les investigacions judicials i el nou suport ciutadà a les concentracions, sobretot arran del programa de televisió 'Salvados', han tornat a posar el focus mediàtic damunt la lluita del col·lectiu de víctimes del metro, que demana respostes i assumpció de responsabilitats.

'Aquesta aposta editorial vol aportar llum a una causa complexa i farcida d'incongruències, buits i clarobscurs i contribuir al debat serè i documentat que ens permeti de comprendre el dolor immens de les víctimes i no perdre la perspectiva entre la ingent quantitat d'informació que ha publicat la premsa', diu Sembra Llibres en un comunicat. 

El llibre contindrà també texts de la presidenta de l'Associació de Víctimes del Metro 3 de Juliol, Beatriz Garrote i del periodista Jordi Évole, responsable de l'especial 'Los olvidados' al programa 'Salvados' de la Sexta. 

'Lluitant contra l'oblit' serà el tercer títol de la jove editorial Sembra Llibres, nascuda al març. Els altres dos llibres, 'Totes les cançons parlen de tu', de Xavi Sarrià, i 'Vertigen', d'Esperança Camps i Empar Marco, han superat els 4.000 exemplars venuts, segons l'editorial. 

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DIARI ARA | Enllaç

Sembra Llibres publicarà 'Lluitant contra l'oblit', una anàlisi periodística sobre l'accident de metro de ValènciaLa periodista Laura Ballester narrarà en la primera obra de no ficció de l'editorial la lluita dels familiars de les víctimes per saber la veritat sobre l'accident

L'editorial Sembra Llibres publicarà el pròxim mes de setembre 'Lluitant contra l'oblit', un treball d'anàlisi periodístic sobre l'accident del metro de València ocorregut l'any 2006 en el qual van morir 43 persones i 47 més van resultar ferides.

Segons explica l'editorial valenciana un comunicat enviat aquest dimarts, l'obra ha estat escrita per la periodista del diari Levante-EMV Laura Ballester, que ha seguit el cas des de fa 8 anys i que recentment ha estat guardonada amb el premi Cartelera Turia precisament pel seu treball d'investigació i difusió del cas del metro.

L'editorial remarca que l'autora ha investigat, elaborat entrevistes i recopilat documentació sobre l'accident del metro de València i l'ha estructurada i condensada "per fer entendre a un públic ampli les causes principals del cas: els antecedents, les conseqüències, l'ocultació de dades, la negligència en el tractament de les proves clau, la manipulació informativa, les contradiccions judicials i testimonis inèdits".

L'anunci arriba tot just dos dies abans de la celebració del vuitè aniversari del descarrilament del comboi, un 3 de juliol de 2006. La recent reobertura de les investigacions judicials i el nou suport ciutadà a les concentracions arran del programa de televisió 'Salvados' han tornat a posar el focus mediàtic en la lluita del col·lectiu de víctimes del metro, que demana respostes i assumpció de responsabilitats.

"Aquesta aposta editorial vol aportar llum a una causa complexa i farcida d'incongruències, buits i clarobscurs i contribuir al debat seré i documentat que ens permeti comprendre el dolor immens de les víctimes i no perdre la perspectiva entre la ingent quantitat d'informació que ha publicat la premsa", explica Sembra Llibres.

El llibre comptarà amb textos de la presidenta de l'Associació de Víctimes del Metro 3 de Juliol, Beatriz Garrote, i de Jordi Évole, el periodista responsable de l'especial 'Los Olvidados' elaborat pel programa 'Salvados' de La Sexta.

'Lluitant contra l'oblit' serà el tercer títol de la jove editorial Sembra Llibres, nascuda el passat mes de març. Les altres dues referències, 'Totes les cançons parlen de tu', de Xavi Sarrià, i 'Vertigen', d'Esperança Camps i Empar Marco, han superat els 4000 exemplars venuts, segons dades facilitades per Sembra Llibres.

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LA VEU DEL PAÍS VALENCIÀ | Enllaç

‘Lluitant contra l’oblit’ un llibre per la dignitat de les víctimes del MetroL'editorial Sembra Llibres ha presentat el treball d’investigació periodística de Laura Ballester en el Teatre Micalet de València amb la intervenció de Beatriz Garrote

El 3 de juliol de 2006, el subsòl de València vivia el pitjor accident de metro de la història de l’Estat espanyol. A les vies de l’estació de Jesús hi quedaren 43 persones mortes, 47 ferides de gravetat i les esperances trencades de centenars de famílies. Vuit anys després d'aquest accident, l'editorial Sembra Llibres enceta la seua línia de no ficció amb la publicació de 'Lluitant contra l’oblit. El llarg trajecte de les víctimes del metro de València', escrit per la periodista de Levante-EMV, Laura Ballester, que es va presentar ahir al Teatre Micalet de València amb una gran acollida i la presència de més de 300 persones.

Lluitant contra l’oblit descriu, amb precisió quirúrgica, tots els esdeveniments polítics, tècnics i judicials de l'accident del metro al llarg dels últims vuit anys. A banda de recuperar les informacions més rellevants que ha generat el cas de l'accident del metro, el llibre també publica documents i testimonis inèdits fins ara. Com ara el croquis que la Policia Científica va elaborar del lloc de l'accident i l'estat en què quedaren les 41 víctimes mortals que moriren aquell dia en el descarrilament dels trens (dos més ho farien en dies posteriors als hospitals). Es tracta d'un esquema policial respectuós amb la intimitat de les víctimes que reflecteix l'infern que es trobaren els serveis d'emergència, sanitaris, policials i judicials que intervingueren en la gestió de l'accident.

El llibre també revela altres qüestions desconegudes fins ara, que mostren el dolorós calvari que han patit les víctimes al llarg d'aquests anys, com per exemple, el fet que el desembre de 2006 alguns familiars encara estaven rebent restes mortals dels seus familiars, a causa del mal estat en què havien quedat alguns cossos, tot i que la Generalitat va assegurar llavors que la identificació havia estat “ràpida”.

 L'última publicació de Sembra Llibres també recull testimonis inèdits d'exconsellers del Govern de la Generalitat d'aleshores, a més d'altres periodistes que van cobrir la tragèdia i dels familiars de les víctimes del metro.

 Lluitant contra l’oblit és el llibre emotiu i necessari sobre el tràgic accident del metro de València del 3 de juliol de 2006 i les seues conseqüències. La gravetat del cas i el silenci institucional va generar una onada de solidaritat en la societat valenciana que amb el temps s’estengué a tot l’Estat gràcies a reportatges impactants i de gran audiència com el que l’any 2013 va realitzar Jordi Évole a Salvados. El periodista català també ha col·laborat amb l'obra i ha escrit el pròleg de Lluitant contra l'oblit, junt a la presidenta de l'Associació de Víctimes del Metro 3 de juliol, Beatriz Garrote, que s'ha encarregat d'escriure l'epíleg. Avui, la instrucció judicial continua oberta i la lluita de les víctimes ha esdevingut un referent de dignitat i coratge.

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EL PUNT AVUI | Enllaç

“Lluitant contra l'oblit” inclou informació inèdita de la investigació de l'accident del metroL'editorial Sembra Llibres ha presentat el treball d'investigació periodística de Laura Ballester en el Teatre Micalet de València amb la intervenció de Beatriz Garrote

El 3 de juliol de 2006, el subsòl de València vivia el pitjor accident de metro de la història del'Estat espanyol. A les vies de l'estació de Jesús hi quedaren 43 persones mortes, 47 ferides de gravetat i les esperances trencades de centenars de famílies.

Huit anys després d'aquest accident, l'editorial Sembra Llibres enceta la seua línia de no ficció amb la publicació de Lluitant contra l'oblit. El llarg trajecte de les víctimes del metro de València, escrit per la periodista, Laura Ballester, que es presenta hui al Teatre Micalet de València.

Lluitant contra l'oblit descriu, amb precisió quirúrgica, tots els esdeveniments polítics, tècnics i judicials de l'accident del metro al llarg dels últims huit anys. A banda de recuperar les informacions més rellevants que ha generat el cas de l'accident del metro, el llibre també publica documents i testimonis inèdits fins ara. Com ara el croquis que la Policia Científica va elaborar del lloc de l'accident i l'estat en què quedaren les 41 víctimes mortals que moriren aquell dia en el descarrilament dels trens (dos més ho farien en dies posteriors als hospitals).

Es tracta d'un esquema policial respectuós amb la intimitat de les víctimes que reflecteix l'infern que es trobaren els serveis d'emergència, sanitaris, policials i judicials que intervingueren en la gestió de l'accident.

El llibre també revela altres qüestions desconegudes fins ara, que mostren el dolorós calvari que han patit les víctimes al llarg d'aquests anys, com per exemple, el fet que el desembre de 2006 alguns familiars encara estaven rebent restes mortals dels seus familiars, degut al mal estat en el què havien quedat alguns cossos, tot i que la Generalitat va assegurar llavors que la identificació havia estat “ràpida”.

L'última publicació de Sembra Llibres també recull testimonis inèdits d'exconsellers del govern de la Generalitat d'aleshores, a més d'altres periodistes que van cobrir la tragèdia i dels familiars de les víctimes del metro.

Lluitant contra l'oblit és el llibre emotiu i necessari sobre el tràgic accident del metro de València del 3 de juliol del 2006 i les seues conseqüències. La gravetat del cas i el silenci institucional va generar una onada de solidaritat en la societat valenciana que amb el temps s'estengué a tot l'Estat gràcies a reportatges impactants i de gran audiència com el que l'any 2013 va realitzar Jordi Évole a Salvados. El periodista català també ha col·laborat amb l'obra i ha escrit el pròleg de Lluitant contra l'oblit, junt a la presidenta de l'Associació de Víctimes del Metro 3 de juliol, Beatriz Garrote, que s'ha encarregat d'escriure l'epíleg. Hui, la instrucció

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judicial continua oberta i la lluita de les víctimes ha esdevingut un referent de dignitat i coratge.

Metro 3 de juliol, Beatriz Garrote, que s'ha encarregat d'escriure l'epíleg. Avui, la instrucció judicial continua oberta i la lluita de les víctimes ha esdevingut un referent de dignitat i coratge.

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LA VANGUARDIA | Enllaç

'Lluitant contra l'oblit', una investigación en busca de responsablesLa periodista Laura Ballester presenta, en el Teatre Micalet de Valencia, el análisis sobre el accidente del metro de Valencia de 2006

Valencia (Redacción).- Murieron 43 personas, 47 resultaron heridas y no hubo -ni ha habido, de momento- ningún responsable. Ocurrió el 3 de julio de 2006 y así lo lleva denunciando el día 3 de cada mes la asociación de víctimas del accidente del metro de Valencia, la AV3J. Y también periodistas comprometidos que apostaron por ir más allá de la versión oficial, como Laura Ballester, de Levante-EMV.

Sus investigaciones están plasmadas en el análisis periodístico 'Lluitant contra l'oblit', de la editorial Sembra Llibres, que se puede encontrar en las librerías desde el pasado 29 de septiembre y que hoy se presentará en el Teatre Micalet de Valencia a las 20h. Contará con la intervención de la autora, Laura Ballester; Beatriz Garrote, la presidenta de la AV3J; Xavi Sarrià y Joan Carles Girbés, editor, así como con la actuación de Pau Alabajos, Feliu Ventura y Gemma Peris.

Laura Ballester recibió el premio Cartelera Turia por su seguimiento y difusión de la tragedia. En la obra, la autora ha investigado, elaborado entrevistas y compilado documentación sobre el accidente del metro de Valencia y la ha estructurado y condensado para hacerla entender a un público amplio con los antecedentes, las consecuencias, la ocultación de datos, la negligencia en el tratamiento de las pruebas clave, la manipulación informativa, las contradicciones judiciales y cuenta con testimonios inéditos.

Precisamente este año se conmemoró el octavo aniversario del accidente y también se reabrieron las investigaciones judiciales, en parte gracias a la difusión del caso por parte del programa de televisión 'Salvados', que puso el foco mediático en la lucha del colectivo de víctimas del metro, que pide respuestas y responsabilidades. El responsable del programa, Jordi Évole, así como Beatriz Garrote, escriben textos en 'Lluitant contra l'oblit'.

Leer más: http://www.lavanguardia.com/local/valencia/20141006/54417662473/lluitant-contra-oblit-laura-ballester.html#ixzz3GgKNSRgB

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VALENCIA PLAZA | Enllaç

Un libro contra el olvido de una tragedia y de una ignominiaLa periodista Laura Ballester publica 'Lluitant contra l'oblit', "el largo trayecto de las víctimas del metro de Valencia"

VALENCIA. El 3 de julio de 2006 la oscuridad se adueñó de la vida de 90 familias valencianas. Uno de los convoyes del metro de Valencia volcó en pleno tunel de la línea 1, provocando la muerte de 43 personas (41 de ellas en el instante, dos en el hospital) y secuelas de por vida a otras 47. La vida -las vidas- se trucó de repente para trabajadores, estudiantes, amas de casa o jubilados que pasaron a formar parte de una lista de víctimas que pronto adquirió tintes dantescos.

Porque el accidente del metro de Valencia, más allá de la pérdida de vidas humanas, pasará a la historia por el maltrato al que sometió la Generalitat Valenciana a las víctimas y a sus familias. El Consell de Francisco Camps, que en aquellos días preparaba la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia, trató por todos los medios de acallar la tragedia. De sumirla en el olvido.

Y casi lo consiguió.

La tenacidad de la familia de las víctimas, empeñadas en exigir responsables por un accidente que se pudo evitar con medidas preventivas de seguridad que no estaban instaladas, se ha convertido en una historia de valor y resistencia. Frente a los intentos de tapar el accidente -Les Corts hizo la comisión de investigación más corta de la historia y los juzgados cerraron el caso con una celeridad impropia- la Asociación de Víctimas del Accidente del Metro 3J decidieron mantenerse firmes en su petición de la verdad.

El día 3 de cada mes se han concentrado en la plaza de la Virgen. La negativa de la Generalitat incluso a recibirles se convirtió en una auténtica ignominia a la que hicieron frente casi en solitario durante meses. Solo algunas personas se comprometieron con su causa. Una de ellas fue la periodista Laura Ballester, redactora del diario Levante-EMV. 

Testigo del drama desde el minuto siguiente al accidente, Ballester, como periodista del rotativo valenciano, no solo cubrió el accidente sino que decidió mantener la tensión informativa sobre las causas que lo provocaron. Durante años consiguió mantener vivo el caso pese a los intentos oficiales de cerrarlo en falso. Todo aquel trabajo se ha convertido ahora en un libro.

Lluitant contra l'oblit, editado por Sembra Llibres, acaba de salir al mercado. Se trata de un repaso a ocho años de una historia que tuvo un vuelco hace poco más de uno, cuando el popular periodista Jordi Évole refrescó la memoria de una sociedad aletargada. El caso del accidente del metro de Valencia tomó la dimensión que merecía. Ballester, en el libro, repasa esos momentos, pero centra el relato en todas las aristas que tiene. De la técnica a la social o la política, aportando documentos que hasta ahora no han visto la luz y testimonios que nunca habían hablado. 

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Unas páginas necesarias para no olvidar un drama. Oficialmente se presenta este lunes 6 de octubre en el Teatre Micalet de Valencia en un acto que, más allá de lanzar la obra, servirá una vez más para recordar que las del accidente fueron dobles víctimas: de la tragedia y del menosprecio institucional. 

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EL PAÍS | Enllaç

L’accident que vingué dels despatxosLaura Ballester fa servir en ‘Lluitant contra l’oblit’ les armes del periodisme per a explicar per què hi hagué 43 morts al metro de València i zero responsables

“Entre els ferroviaris”, indica Laura Ballester, “circula una màxima que diu que una catàstrofe en aquest sector ve precedida, normalment, d’una concatenació d’incidents menors”. Es refereix a les petites negligències, les errades de gestió, que emergeixen quan s’investiga què ha passat després d’un sinistre. “Els entesos en seguretat de les línies fèrries també adverteixen que la majoria dels accidents de tren es generen als despatxos”, afegeix, i afirma que les dues condicions es van donar en l’accident que va segar la vida a 43 persones i en va ferir 47 un 3 de juliol de 2006, quan un comboi del metro de València entrava a l’estació de Jesús.

Tot el llibre d’aquesta redactora del diari Levante, que va viure molt de prop des del primer moment el pitjor accident de metro de la història a Espanya i un dels més greus al món, està orientat a analitzar les condicions organitzatives i de seguretat que van fer possible que descarrilara el tren dins del túnel i que els efectes de l’accident foren tan desastrosos (per causa, entre altres coses, d’unes finestres deficientment assegurades, que van expulsar els cossos dels passatgers a les vies quan la unitat sinistrada va bolcar). Ballester ho fa amb l’estil del reporterisme més rigorós: amb dades, extretes de documents oficials i del sumari judicial, amb testimonis directes, molt ben seleccionats, amb informació objectiva… És a dir, amb les armes més eficaces contra la mentida i la manipulació.

L’autora corria el perill de deixar-se abassegar per l’abundància de referències en un tema que ha fet parlar molt, però l’ha superat amb sobrietat. El lector no es trobarà perdut en una teranyina de dades i d’informacions. Al contrari, amb una naturalitat que qualsevol bon reportatge ha de facilitar, farà un viatge al llarg del qual es preguntarà per què una balisa va frenar automàticament el tren accidentat en un altre punt del trajecte quan va superar la velocitat autoritzada i no n’hi havia cap on va descarrilar; sabrà com es van esborrar les caixes negres dels vagons; se sentirà inquiet amb la desaparició del llibre d’avaries i se sorprendrà davant la diligència de la jutgessa instructora en tancar sense responsables penals una investigació que l’obligarien a reobrir uns anys després.

Però també assistirà a la peripècia de les víctimes en la seua lluita contra la voluntat dels responsables polítics de soterrar els morts tan ràpidament com la memòria de l’accident. Les víctimes són, al capdavall, les protagonistes d’aquest assaig que defuig els exhibicionismes mediàtics, tot aplicant la regla segons la qual els periodistes no han de fer-se part de la notícia. Amb una excepció: el programa de la Sexta Salvados que, amb el seu sotrac a l’opinió pública, va apel·lar a la consciència de molts ciutadans i va fer que resultara massiva la concentració mensual de les víctimes, convocada cada dia 3.

Diu Jordi Évole en el pròleg que “el periodisme no és local ni global. El periodisme és periodisme i prou”. Faria bé el famós presentador de Salvados de tindre-ho en compte quan l’encalça la temptació de frivolitzar amb falsos documentals sobre el 23-F, però té raó quan apunta: “Per desgràcia, la portada d’un diari local no té l’abast mediàtic que tenen 50 minuts

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d’un prime time televisiu”. I quan hi afegeix: “No parlem d’altaveu, sinó de periodisme, i el que alguns han fet a València els últims anys és de categoria”.

Conta Laura Ballester que poc després de la primera concentració post-Salvados, quan la fiscalia va demanar la reobertura del cas, l’advocat i professor de Dret Penal de la Universitat de València Vicente Baeza va crear un grup de treball amb estudiants per a fer una “autòpsia judicial” del cas. L’autora de Lluitant contra l’oblit n’ha fet una autèntica “autòpsia periodística”. Cada pàgina del seu treball és un element, una evidència més de la responsabilitat d’uns governants i uns polítics que, des del poder condensat en els seus despatxos, van voler passar per irresponsables davant d’una tragèdia humana brutal, així com de la impresentable resposta col·lectiva inicial dels valencians, que només la tenacitat admirable de les víctimes va ser capaç de canviar.

“Tot i les xifres tan tràgiques de 43 morts i 47 ferits, el Govern va continuar la seua política de manipulació ocultant la seua responsabilitat, no res el va aturar, no hi va haver lloc per a la moralitat ni per a la decència”, indica en l’epíleg del volum la presidenta de l’Associació de Víctimes del Metro, Beatriz Garrote. “Algú havia d’escriure tots els fets que van ocórrer en el fet més vergonyós dels últims temps al territori valencià”. I tant!

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ELDIARIO.ES | Enllaç

Un alegato contra el olvido de las victimas del metroLa presentación del libro de Laura Ballester “Lluitant contra l’oblit” se convirtió en un homenaje a las víctimas del metro y a su lucha incansable

En un homenaje a la lucha de las víctimas del metro y a la labor de investigación de la periodista Laura Ballester. En esto se convirtió la presentación del libro “Lluitant contra l’oblit”, un repaso exhaustivo y completo a todo el caso de las víctimas, que consiguió llenar la sala del teatro Micalet.

El acto en que nacía oficialmente la obra escrita por Laura Ballester y editada por “Sembra Llibres”, fue muy emotivo y estuvo plagado de toques reivindicativos en favor de la dignidad de los damnificados por el accidente del metro de Valencia del 2006. Entre el público de un abarrotado Micalet, se encontraban políticos de la oposición como el secretario general de los socialistas, Ximo Puig, el portavoz adjunto de EUPV, Ignacio Blanco, o la líder de Compromís, Mónica Oltra.

Una presentación que comenzó con un video que repasó todo el trayecto de las víctimas y su batalla: desde el día del accidente; pasando por la comisión de investigación, sus concentraciones olvidadas y entrevistas a Laura Ballester y a la presidenta de la Asociación de las Víctimas del Metro 3 de Junio (AVM3J), Beatriz Garrote; y terminado con la imagen de la concentración posterior a la emisión del famoso Salvados.

Al finalizar el vídeo, los dos impulsores de la cooperativa editorial, Joan Carles Girbés y Xavi Sarrià, hablaron de cómo nació la idea de emprender esta aventura. En la conversación entre ambos, el que fue cantante del grupo Obrint Pas, reivindicó que la aparición de este libro “era necesaria. Se debía poner luz a unos de los episodios más oscuros que ha padecido la sociedad valenciana”.

La suma de Garrote y Ballester a la conversación, se hizo después de la pequeña actuación del cantautor Feliu Ventura, que interpretó su canción “Torn de Preguntes”. Antes de su actuación, el músico de Xàtiva, indicó que se necesita “más sociedad civil para tirar a la mafia” y “más periodistas como Ballester que hagan de baliza para evitar que la Generalitat descarrile”.

Con los cuatro protagonistas en el escenario, Ballester y Garrote hablaron sobre sus experiencias y reclamaron la dignidad que aún no tienen las víctimas del metro, mientras contestaban las preguntas de los dos editores. La autora del libro reconoció que los testimonios que más le habían costado eran los de la Generalitat. “Hay todavía mucha incomodidad en la administración y en la Generalitat con este tema”, indicó.

Garrote, durante el diálogo, contó que al no “haber ningún gesto por acogernos por parte de las instituciones” se vieron obligados a buscar una fórmula para que su causa no cayera en el

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olvido y saber realmente que había pasado en el accidente. “Teníamos la sensación que nadie nos apoyaba, excepto los incondicionales que venían a las concentraciones”, confesó.

La presidente de la AVM3J, habló también de como contactaron con Jordi Évole y como finalmente se hizo el programa. Garrote dijo que “Salvados dio a conocer nuestra historia, que era el hecho más trágico en la Comunidad Valenciana desde la pantanà de Tous”. Ballester, ante una Garrote cada vez más emocionada en el acto, criticó que las víctimas “no se merecían el maltrato y el menosprecio de las instituciones, la administración y de una justicia que no había sido exhaustiva”.

Tras pedir la presidenta de la asociación y los dos editores las gracias a la periodista del Levante-EMV e indicar que ella era la persona que tenía que escribir este libro, se dio paso a que el cantautor Pau Alabajos, interpretará su canción “Línea 1”, que habla sobre el accidente.

Una canción que subió el grado de emoción de una ceremonia que terminó con la lectura de un fragmento de la carta que hay en el libro de Beatriz Garrote. Un final vibrante, de reconocimiento de la labor de la asociación y de Laura Ballester en forma de aplausos de la sala, pero también de reclamación de dignidad y de responsabilidades políticas. Un alegato contra el olvido que algunos quieren imponer.

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EL MUNDO | Enllaç

Muerte y olvido en el metro'Lluitant contra l'oblit' de la periodista Laura Ballester recoge información inédita sobre el accidente de metro que acabó con la vida de 43 personas en Valencia en el año 2006

'En vez de llorar en casa, las víctimas salieron a la calle para obtener respuestas'

'Necesitan una reparación pública, con luz y taquígrafos', asegura la autora

Toda la verdad, y nada más que la verdad. Parafraseando la célebre sentencia judicial, la joven editorial valenciana Sembra Llibres acaba de publicar 'Lluitant contra l'oblit' (Luchando contra el olvido), crónica exhaustiva de un trágico suceso, el accidente del metro de julio de 2006, que se presentó esta semana. Escrito por la periodista Laura Ballester, especializada del diario Levante en infraestructuras que ha seguido paso a paso el proceso, el texto incluye documentos hasta ahora inéditos. El prólogo y el epílogo son de Jordi Évole y Beatriz Garrote, respectivamente.

Entre la información inédita, el croquis que hizo la Policía Científica del lugar del accidente, con los cuerpos de las 43 víctimas mortales. El texto también constata que, en el mes de diciembre de 2006, algunos familiares aún seguían recogiendo en el juzgado restos mortales de sus seres queridos. Asimismo, se recoge el informe del teléfono de Urgencias 112, que refleja de forma explícita la desesperación y el caos que a lo largo de las primeras horas vivieron los servicios de emergencia, así como la desesperación de las familias.

Ballester recoge testimonios de otros periodistas que cubrieron los acontecimientos, de dos ex consellers de Camps y de trabajadores de FGV, muchos de los cuales han preferido guardar el anonimato "El testimonio que más me impresionó fue el de un trabajador de FGV. Me contó que, a las 7 de la mañana del 4 de julio, escuchó pronunciar al conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, estas palabras: 'Si no nos ponemos nerviosos, aquí no va a pasar nada'", dice Ballester.

"Esa frase demuestra que la maquinaria ya estaba en marcha desde las primeras horas para eludir responsabilidades y pasar página lo antes posible", añade la periodista. "Los ex consellers me confirmaron las prisas por resolver el asunto cuanto antes ante la visita del Papa, y el miedo a que se repitieran los errores del Yak-42 en la identificación de los cuerpos".

Resistencia y reticencia

Durante años las familias de las víctimas han luchado para que se supiera la verdad y se hiciera justicia. "Esa resistencia se debe al amor por sus seres queridos", dice Ballester. "En vez de llorar en casa optaron por salir a la calle para obtener respuestas, lo que no han conseguido durante ocho años. Las víctimas del metro y las de Santiago, me han dicho lo mismo. Que cuando se pierde a un ser querido, el único consuelo es saber qué pasó, que se asuman las responsabilidades pertinentes, y poner todos los medios para que no vuelva a suceder".

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En cuanto a la reticencia del Gobierno valenciano a reconocer su error, Ballester opina que se debe, a que "nada podía enturbiar la visita del Papa. Después, tejieron una red de muros de contención para que no dimitiera nadie en FGV, lo que podía provocar un efecto dominó en la Consellería de Infraestructuras y, por último, en Presidencia de la Generalitat. Aceptar el error suponía asumir las consecuencias y que dimitiera alguien. Por eso creo que éste es el hecho más grave de la democracia valenciana".

Efecto 'Salvados'

El programa Salvados de Jordi Évole, en 2013, reactivó el caso tras las revelaciones de EL MUNDO. "Fue un espectacular altavoz que llevó la lucha de las víctimas del metro a toda España. Évole recogió todas las informaciones publicadas por los periodistas valencianos durante los siete años anteriores. Ver todas esas informaciones resumidas en 55 minutos, junto al sainete que ofreció Juan Cotino, tuvo un impacto espectacular que ni las víctimas esperaban".

A raíz del eco del programa, la fiscalía reclamó la reapertura de la causa. "La juez se negó, pero afortunadamente la sección primera de la Audiencia de Valencia fue sensible a la petición de las víctimas y, para evitar la doble victimización que ya estaban sufriendo, decidió reabrir la causa. Lamentablemente, muchas de las pruebas ya estaban destruidas".

Además de depurar responsabilidades, ¿cuál es el objetivo de los familiares de las víctimas que a día de hoy siguen luchando? "Necesitan una reparación pública, con luz y taquígrafos", responde Ballester. "El presidente Francisco Camps pidió perdón por las continuas averías en Metrovalencia en los meses posteriores al accidente, pero nunca reunió a las víctimas, las miró a los ojos y les pidió perdón por la trágica muerte de sus familiares", concluye Ballester.

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EUROPA PRESS | Enllaç

Laura Ballester: "El trato a las víctimas del metro es el hecho más grave de la joven democracia valenciana"La periodista Laura Ballester acaba de publicar 'Lluitant contra l'oblit' (Sembra Llibres), una obra de no ficción que pretende arrojar luz sobre el accidente de metro de Valencia ocurrido en 2006 --en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas-- y explicar al gran público el "calvario" sufrido por los familiares, que han sufrido "una doble victimización: la de perder a un ser querido y la de ser ninguneadas". "El trato dado a las víctimas del metro es el hecho más grave de la joven democracia valenciana", ha aseverado.

Así lo ha subrayado, en declaraciones a Europa Press, la autora, que confiesa que se decidió a escribir este libro ante la insistencia del editor, Joan Carles Girbés, y la colaboración de los familiares de las víctimas, que le han proporcionado una "ayuda inestimable".

En 'Lluitant contra l'oblit' (Luchando contra el olvido en castellano), la periodista recuerda la tragedia que se vivió el 3 de julio de 2006, cuando Valencia sufrió el accidente suburbano más grave del España, con 43 personas fallecidas y 47 heridas entre las estaciones de Jesús y Plaza España.

La obra ofrece detalles de la complicada causa basados "en el expediente judicial completo, de manera que los datos que se han publicado son estrictamente ciertos" y revela algunas cuestiones, como que en diciembre de aquel año --cinco meses después del siniestro algunos familiares aún estaban recibiendo restos mortales pese a que la Generalitat aseguró entonces que la identificación había sido rápida-- o una infografía que reproduce qué encontró la Policía tras el accidente, "algo doloroso pero que pretende que el lector se haga una idea del infierno que allí ocurrió".

 Pero además de datos técnicos, la obra quiere sobre todo poner de relieve "el calvario que han pasado las familias en estos ocho años". "Han sufrido la injusticia de una doble victimización, ya que, además de tener la desgracia de perder a sus 43 familiares por el simple hecho de subirse a un tren, se les ha intentado ignorar, el expresidente de la Generalitat (Francisco Camps) nunca se reunió con ellos ni les pidió perdón mirándoles a los ojos, ni han tenido un reconocimiento público propio de una normalidad democrática".

"Al contrario, lo que han recibido han sido palos en las ruedas", lamenta Ballester, que incide en que este "trato cruel" al colectivo de víctimas es "lo más vergonzoso" que ha sucedido en Valencia en democracia, por encima, incluso, de escándalos de corrupción política o económica.

En la misma línea, la periodista llama la atención sobre las múltiples "aristas" que tiene la historia de las víctimas del metro, tanto técnicas por el accidente ferroviario propiamente dicho como "políticas y judiciales, con información larvada que se guardaba con la excusa de

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que nadie preguntó, una comisión de investigación en las Corts Valencianes amañada y un primer proceso judicial al que se dio carpetazo demasiado rápido".

Durante mucho tiempo, además, tampoco contaron las víctimas con el respaldo social que merecían, lo que ha cambiado en el último año, a raíz de la emisión del especial de televisión de 'Salvados'. Precisamente, el responsable de este programa de La Sexta, Jordi Évole, firma uno de los textos que se han incluido en el libro junto con otro de la presidenta de la asociación de víctimas, Beatriz Garrote. "Han sido un ejemplo de dignidad desde y de resistencia", ha agregado Laura Ballester.

 Ahora, con la reapertura del caso en los tribunales, las víctimas están "esperanzadas con prudencia porque por fin hay tres exdirectivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) imputados y la Fiscalía está haciendo su papel e intenta investigar todo lo que se puede pese a las trabas de que han pasado ocho años y que se han destruido pruebas".

'Lluitant contra l'oblit' acaba con la visita que las víctimas del metro de Valencia realizaron a los familiares de los fallecidos en el accidente de Angrois (Santiago de Compostela) en el primer aniversario de esta tragedia.

"Es un libro con un final abierto que esperemos que en un plazo razonable tenga un final satisfactorio para las víctimas que les permita pasar página, porque ellas tampoco quieren estar manifestádose eternamente en la Plaza de la Virgen sino que se merecen seguir con sus vidas", ha añadido.

Laura Ballester es periodista del diario 'Levante-EMV' y ha cubierto todos los acontecimientos de la tragedia del metro de Valencia desde el primer momento. Ha sido galardonada con el premio 'Cartelera Turia' de este año precisamente por su trabajo de investigación y difusión del caso del metro.

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EL PAÍS | Enllaç

Un llarg trajecte

ENRIC SÒRIA

Ja deu fer vora un segle que Henry Louis Mencken va sentenciar que tota persona decent s’ha d’avergonyir del govern que li ha tocat. Com totes les asseveracions l’evidència de les quals s’imposa per ella sola, aquesta admet matisacions de grau. Tal com pocs discutiran que hi ha gent més decent que una altra, també és altament probable que hi haja governs més avergonyidors que uns altres. I quan el que toca és un govern particularment deplorable, els seus administrats decents, que algun sempre n’hi ha, ho han de passar ben malament.

Són coses que m’han vingut al pensament, ves per on, quan m’he assabentat que el 6 d’octubre passat es presentava a la Societat el Micalet de València el llibre Lluitant contra l’oblit. El llarg trajecte de les víctimes del metro de València, escrit per Laura Ballester i publicat per l’editorial Sembra. Aquesta informació –que en el fons es refereix a un fet molt tràgic- condensa vàries bones notícies. En primer lloc perquè les tragèdies no han de caure en l’oblit (menys encara quan no s’han corregit errors, ni depurat responsabilitats ni compensat adequadament les víctimes), i els llibres solvents i honestos contribueixen a evitar-ho. A més, ens parla d’una editorial acabada de nàixer, Sembra, dirigida per Joan Carles Girbés, que ha tingut la bona idea de traure aquest llibre a la llum. És un començament que diu molt a favor d’ella. El periodisme seriós és un gènere major dins de qualsevol literatura amb cara i ulls, i també és una escola necessària de ciutadania responsable i una palestra útil de debat públic, que també fan falta. Tot i això, en valencià, aquest gènere tan convenient s’ha prodigat poc. Recorde ara, sobretot, un llibre exemplar, Des de la tenebra, de Joan M. Oleaque, publicat el 1995, si no m’erre, i dedicat al cas llavors celebèrrim de les xiquetes d’Alcàsser. Oleaque va saber descriure molt bé el context social d’aquella salvatjada i encara millor la brutal manipulació informativa –començant per Canal 9- que van patir els familiars i els veïns de les víctimes i el públic en conjunt. També era un llibre valuós per la contundent claredat de l’exposició, amb una prosa fluïda i efectiva. Després, hi ha hagut pocs llibres com aquest, i no perquè al nostre país no passaren coses dignes de contar-se amb detall. Un exemple evident és el cas del metro de València, on també les mancances informatives –el silenci estrident dels informatius de Canal 9, en primer lloc- han tingut importància. El del metro, d’altra banda, ha sigut un cas molt llarg, amb moltes víctimes (43 morts i 47 ferits), amb molts revolts –proves perdudes, instruccions insuficients, testimonis alliçonats, declaracions dubtoses i un llarg etc.-, molts silencis i massa zones d’ombra. Probablement, l’única manera de traure’n l’entrellat i de captar les autèntiques dimensions del que ha passat i del que implica (vull dir, de les mides reals de la vergonya governamental i ciutadana) és amb un llibre que seguesca tots els fils i pose el punt corresponent sobre cada i que haja quedat més o menys solta. Si el periodisme d’investigació és un desinfectant és perquè s’ocupa precisament d’aquestes coses i, per sort, al nostre país hi ha gent que el sap exercir. Publicant aquest llibre, l’editorial Sembra ens fa un favor a tots.

Si el periodisme d’investigació és un desinfectant és perquè s’ocupa precisament d’aquestes coses

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I encara és una bona notícia per ser l’autora qui és. Laura Ballester és una periodista de cap a peus que porta anys informant del cas del metro i seguint amb atenció els seus foscos revolts. Coneix aquest assumpte tant com qui més i potser més que ningú, i la mou el que ha de moure tot periodista digne d’aquest nom: l’afany d’aclarir la veritat i de dir-la al públic, que en aquest cas són, primer que res, els seus conciutadans. Com que Laura Ballester també és una persona decent, no dubte que la vergonya també ha sigut un dels motors que han impulsat l’escriptura d’aquest llibre.

Si com sostenia Mencken, tots els governs acaben fent una miqueta de vergonya tard o d’hora, n’hi ha que en fan més, i hi ha actuacions concretes de governs determinats, amb noms i cognoms, que n’han de fer moltíssima. Parlem d’això. D’aquell moment i d’ara mateix. Com ens recordava Francesc Viadel en un article lluminós publicat el 2 d’octubre d’enguany a La Veu del País Valencià, aquell 3 de juliol del 2006, el govern valencià vivia ensuperbidament feliç d’haver-se conegut, tot esperant la visita del papa, “narcotitzat pels èxits d’un model econòmic embogit que a la llarga havia de menar el país a la misèria”. És fotudament exacte: la bogeria de llavors i la misèria d’ara. L’accident del metro ho posa brutalment en evidència. A la seua imprevisió prèvia –perquè l’accident potser s’hauria evitat si la borratxera d’èxit en què vivien no els haguera tancat els ulls- es va sumar la indecència posterior, mantinguda de dalt a baix amb disciplina casernària. La consigna d’ocultació i silenciament dels fets va ser tan efectiva que hauria aconseguit que aquest cas s’oblidara si no haguera sigut per la tossuderia exemplar de l’associació de víctimes, amb les seues concentracions mes rere mes a la plaça de la Mare de Déu de la ciutat, per la insistència d’una part de la premsa, per la lenta aparició de noves dades i per algun colp de sort, com l’eficacíssim reportatge televisiu que va dedicar Jordi Èvole a l’assumpte. Al cap de 8 anys, el cas s’ha reobert, i un dels accidents ferroviaris més greus d’Europa torna a ser examinat als tribunals, ara amb molt més de deteniment que la primera vegada. Però no està resolt ni de lluny, i, com resumeix Francesc Viadel, “les víctimes continuen transitant, encara avui, per un laberint burocràtic inescrutable”. Laura Ballester coneix aquest laberint molt bé i l’explica millor. Sempre valdrà la pena de llegir un llibre que ens ajuda a saber on vivim. De moment, la vergonya segueix.

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EL PUNT AVUI | Enllaç

Un batec contra l'oblit

E. CastellanoPle de gom a gom. Cap cadira ni seient del Teatre Micalet, buits. Si s'haguera passat llista, haurien hagut poques faltes entre els representants del grups polítics i els qui mouen els fils de la societat civil valenciana.

L'arc parlamentari, excepció feta d'aquells a qui els interessa silenciar els huit anys de menyspreu cap a les víctimes del major accident de Metro dels darrers cinquanta anys, presents a un acte que va pivotar sobre quatre columnes.

El número quatre sempre es troba a la vida social valenciana al que si li afigen en parells. En aquesta ocasió a Laura, Beatriu, Joan Carles i Sarrià se li van afegir a la litúrgia civil, Gemma Peris i Feliu Ventura.

Tot ben adobat: un vídeo de pocs minuts i una conversa, llarga conversa amb la periodista que mai no havia pensat a escriure un llibre, però que allà estava ella, signant-los i dedicant-los a la gent amiga, coneguda i saludada.

El Teatre Micalet, ha tornat a ser en aquesta ocasió i una vegada més, el cor que bategava contra l'oblit d'aquest llarg trajecte de les víctimes del Metro de València.

Es presentava un llibre qualificat com a “necessari” per poder fer una reflexió col·lectiva per ajudar a millorar com a societat.

“Lluitant contra l'oblit” és un llibre escrit per una periodista compromesa amb la ciutadania des dels seus primers passos com a coordinadora d'El Punt de Silla en la dècada dels noranta.

Tothom ho pensava ahir i és per això que amb aquesta aposta editorial de Sembra Llibres, s'ofereix el relat necessari d'aquesta llarga lluita per rescatar la memòria i preservar l'enteresa de la gent que, encara ara, huit anys després, continua exigint saber què va passar a l'interior del túnel de l'estació del Metro de Jesús.

Ahir es presentava el llibre al Micalet, hores després que un des principals “mangonejadors” dels polítics valencians anunciava la dimissió i això, no ha estat sols una coincidència. S'acosta el final del túnel i periodistes com Laura Ballester ho sabran anunciar el dia que passe.

Durante mucho tiempo, además, tampoco contaron las víctimas con el respaldo social que merecían, lo que ha cambiado en el último año, a raíz de la emisión del especial de televisión de 'Salvados'. Precisamente, el responsable de este programa de La Sexta, Jordi Évole, firma uno de los textos que se han incluido en el libro junto con otro de la presidenta de la asociación de víctimas, Beatriz Garrote. "Han sido un ejemplo de dignidad desde y de resistencia", ha agregado Laura Ballester.

 Ahora, con la reapertura del caso en los tribunales, las víctimas están "esperanzadas con prudencia porque por fin hay tres exdirectivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana

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(FGV) imputados y la Fiscalía está haciendo su papel e intenta investigar todo lo que se puede pese a las trabas de que han pasado ocho años y que se han destruido pruebas".

'Lluitant contra l'oblit' acaba con la visita que las víctimas del metro de Valencia realizaron a los familiares de los fallecidos en el accidente de Angrois (Santiago de Compostela) en el primer aniversario de esta tragedia.

"Es un libro con un final abierto que esperemos que en un plazo razonable tenga un final satisfactorio para las víctimas que les permita pasar página, porque ellas tampoco quieren estar manifestádose eternamente en la Plaza de la Virgen sino que se merecen seguir con sus vidas", ha añadido.

Laura Ballester es periodista del diario 'Levante-EMV' y ha cubierto todos los acontecimientos de la tragedia del metro de Valencia desde el primer momento. Ha sido galardonada con el premio 'Cartelera Turia' de este año precisamente por su trabajo de investigación y difusión del caso del metro.

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LA VEU DEL PAÍS VALENCIÀ | Enllaç

'Lluitant contra l’oblit', un al·legat per la decència

FRANCESC VIADEL

El 3 de juliol de 2006 un sol brusent incendiava l’aire de la ciutat de València. Sobre la una del migdia, un tren format per les envellides unitats 3.714 i 3.736 de la sèrie UTA 3.700 desencarrilava en un revolt de la línia 1 del metro poc abans d’arribar a l’estació de Jesús. En un instant, un terrabastall furiós de ferros esmolats com ganivetes, arravatava la vida de 43 persones i deixava ferides 47. La ciutat no tenia memòria d’una tragèdia com aquella que la situava al capdamunt del rànquing mundial dels horrors. Una tragèdia que semblava projectar-s’hi com una mena d’ombra venjadora sobre els caps d’un govern que feia temps que havia perdut el senderi, encegat pel fanatisme ideològic i narcotitzat pels èxits d’un model econòmic embogit que a la llarga havia de menar al país a la misèria. Francisco Camps, Juan Cotino, Rita Barberà i tutti quanti, entusiasmats amb la imminent visita del Papa alemany, convençuts de la seua invulnerabilitat política, van quedar absolutament aclaparats per aquella punyalada del destí i, de seguida, es van amagar com rates esporuguides darrere d’un mur de silenci, mentides, xantatges, mesquineses, sempre amb la intenció de desempallegar-se de qualsevol responsabilitat davant de les víctimes, dels valencians, de la Història. Tenien –i tenen- pànic a la veritat i, potser, una mala consciència que de ben segur els ha de perseguir fins a les seues tombes. Cap imatge descriu millor aquest temor com la de les seues mirades esbatanades el mateix moment, només uns dies després de l’accident, en què acompanyaven a resar el pontífex, als peus de l’estació de Jesús.

Des d’aleshores la batalla política del PP ha estat la d’amagar el poc que de l’accident ha deixat a la vista una instrucció judicial mediocre que si s’ha reobert és gràcies a la pressió dels familiars i víctimes de l’accident així com dels mitjans de comunicació. Fet i fet, Camps, covardament i indignament, mai va rebre les víctimes del metro; Cotino les va festejar amb intencions no sempre clares; Barberà sempre les ha defugit com si es tractara d’autèntics adversaris. En el gest duen escrita la culpa.

La periodista Laura Ballester, una professional rigorosa, obstinada, honesta, de les firmes més solvents en aquest moment en el panorama informatiu valencià, forma part d’aquest front a favor de la veritat a què al·ludíem, dels indignats -com Beatriz Garrote-, a causa de l’actuació indecent d’uns polítics i d’una administració còmplice. 

Ballester du anys informant des de les pàgines del 'Levante' d’aquest succés ple d’incògnites. Algunes d’aquestes incògnites molt inquietants, com ara la probable manipulació de les caixes negres del tren o la increïble desaparició del llibre d’avaries. Inquietants en la mesura en què situen la nostra democràcia, la lleialtat dels nostres governants en l’abisme d’una qualsevol dictadura d’instints exterminadors. El seu llibre Lluitant contra l’oblit (Sembra) és valent, un relat escrit amb rigor, sense estridències gratuïtes, avalat per dades, en què intenta donar llum, posant contra les

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cordes la feble, enganyosa tesi oficial sobre la imprevisibilitat  i  inevitabilitat de l’accident. Mai no et cregues res, deia l'irlandès Claud Cockburn, fins que ho neguen oficialment.

A Ballester no la mou la compassió, ni l’ànim justicier, sinó la veritat, corpresa tal volta en veure que les víctimes del 3 de juliol continuen transitant, encara avui, per un laberint burocràtic inescrutable, menystingudes per una Generalitat a la defensiva, permanentment qüestionades per una Administració de Justícia que a casa nostra no sempre s’ha caracteritzat per la imparcialitat de tan contaminada com ha estat per les estructures més profundes i atàviques del poder. Ningú com ella coneix de tant a prop el cas, de manera solvent, les dades tècniques, l’entrellat polític i judicial, les misèries.

No cal dir que aquest gran reportatge, hereu de la millor tradició periodística, en la línia del new muckraking, era del tot necessari, com un antídot poderós contra la ignorància i la resignació, contra el secular adotzenament col·lectiu dels valencians, tan propensos per altra banda a la canibalització o la frivolitat més suïcida. Tot plegat, durant quant temps els valencians van mirar-se l’accident, justament, com una tragèdia imprevisible i inevitable?. Potser com el resultat d’una absurda conspiració? Apàticament? Sense clemència cap a les víctimes talment com si aquells morts de la línia 1 no foren també els seus morts?. Doncs, malauradament, durant molts anys, fins que el periodista Jordi Èvole va confrontar la societat valenciana amb els fets, com ara fa Ballester. Només llavors s’ha aconseguit que la plaça de la Verge s’omplís moltes vegades de ciutadans per a reclamar justícia i no per a vitorejar l’acostumada cohort de dirigents superbs.   Probablement, el llibre de Ballester, un al·legat contundent per la decència, no farà que Camps isca de la cova on es reclou, ni accelerarà el procediment judicial, ni, per desgràcia, restablirà en tota la seua magnitud la dignitat d’unes institucions que en aquest tema han estat arrossegades pel fang de la immoralitat. Amb tot, el llibre de Laura Ballester continuarà sent necessari, imprescindible en un desitjat i urgent procés de redemocratització de la societat valenciana que torne la dignitat als ciutadans i castigue, ni que siga moralment, els delinqüents de qualsevol condició, que acabe amb els abusos del vell autoritarisme.er es periodista del diario 'Levante-EMV' y ha cubierto todos los acontecimientos de la tragedia del metro de Valencia desde el primer momento. Ha sido galardonada con el premio 'Cartelera Turia' de este año precisamente por su trabajo de investigación y difusión del caso del metro.

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EL MURAL | Enllaç

Dedicat als 25 anys del naixement de Ràdio 9. Disponible el 2 d'octubre a les 00 hores, que va ser quan va començar a emetre la ràdio autonòmica l'any 1989. El 4t Mural és un programa especial i colpidor dedicat als familiars i a les víctimes de l'accident de metro a València. El podreu escoltar en aquesta pàgina i mitjançant les emissores locals i els mitjans digitals que en són col·laboradors i que estan detallat a la part de baix d'aquest espai web.

Les primeres veus de Ràdio Nou, Esperança Camps i Francesc Bayarri, diuen la seua 25 anys després.

Pròxima parada: Justícia. Pau Vendrell ens ofereix un reportatge cronològic dels fets ocorreguts des del 3 de juliol de 2006 fins al dia de hui amb testimonis de familiars, les veus del músic Pau Alabajos i del periodista Àlex Badia, de la productora audiovisual Barret.

Lluitant contra l'oblit. El micròfon del Mural ha estat sota terra, en la línia 1 del tren subterrani a les estacions de Jesús i de Plaça Espanya per fer un monogràfic emotiu i colpidor de l'accident de metro a València. La força del so mostra com s'ha bastit l'estratègia del silenci polític, mediàtic i administratiu; dóna veu al patiment i al via crucis judicial dels familiars de les víctimes; compta amb els testimonis de Laura Ballester (autora de l'obra d'investigació periodística) i de Joan Carles Girbés (editor de Sembra Llibres). Cal parar especial atenció a la lucidesa de Beatriz Garrote (presidenta de l'AVM3J). Fem lectures dramatitzades d'alguns fragments del llibre; reflexionem sobre la por i l'esperança; recordem alguns dels durs moments del programa "Salvados" de Jordi Èvole i apel·lem a la consciència col·lectiva de l'aborronador exemple dels familiars en la lluita per assolir justícia fins al final d'este llarg trajecte de vuit anys.

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LA VANGUARDIA | Enllaç

Laura Ballester: "Las víctimas necesitan que los medios se hagan eco de sus reivindicaciones"

La periodista valenciana publica el libro 'Lluitant contra l'oblit' sobre el largo trayecto de las víctimas del metro de Valencia del 3 de julio de 2006, a nivel personal, político y judicial

La periodista Laura Ballester, especializada en información de infraestructuras y urbanismo en el diario valenciano Levante-EMV, es una de las que más ha seguido el accidente del metro de Valencia de 2006 en el que murieron 43 personas y 47 resultaron heridas, el peor de un suburbano en la historia de España.

Recientemente ha publicado el libro Lluitant contra l'oblit, sobre lucha de la Asociación de Víctimas del metro del 3 de julio (AVM3J) y con el que aporta las claves sobre la tragedia a nivel personal, cómo se afrontó y se gestionó a nivel político y los detalles judiciales de las tres instrucciones que ha tenido el accidente (la última todavía abierta a día de hoy).

¿El libro aporta alguna novedad que no conozcamos?Documentos inéditos hasta ahora, como el croquis de la policía científica. No se había visto nunca y refleja de manera brutal, pero muy sencilla, cómo quedaron los cuerpos después del accidente. Con este detalle nos imaginamos el infierno que fue aquello con datos inquietantes: por ejemplo, la primera víctima ya cayó del tren antes de que volcara, lo que demuestra que los vidrios eran como de papel o plástico. Por otro lado, hemos tenido acceso al informe del 112, de 60 páginas, donde quedan reflejadas todas las llamadas que se recibieron, la confusión que había... Los primeros supervivientes que llamaron eran del segundo vagón, que no veían que habían muertos y dijeron que no había heridos. A los servicios sanitarios les costó llegar porque en un primer momento fueron a Plaza de España, ya que la referencia para los viajeros era esa, aunque en realidad el punto más cercano para hacer la evacuación era Jesús.

Da nuevos testimonios reveladores de políticos...De los más jugosos no he podido dar nombre y apellidos porque dos son exconsellers del gobierno de Camps que han preferido preservar su anonimato. También hay periodistas y trabajadores de FGV que todavía sufren represalias por contar lo que vivieron.

¿Ha habido quien no ha querido hablar para el libro?Sí, personas de la Conselleria o el propio expresidente de Les Corts Valencianes, Juan Cotino.

¿Cree que ahora, ocho años después, las fuentes están más abiertas a hablar?No, continúan igual de cerrados. Hay que agradecer a Sembra Llibres que se haya atrevido a

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publicar un libro como este porque al hacer entrevistas y hablar con la gente te das cuenta de que este tema todavía molesta. A las víctimas todavía les duele y la gente que se vio implicada por vivir los acontecimientos de primera mano todavía les molesta que se hable abiertamente.

El libro, ¿por qué ahora?El editor me dijo de comenzar la línea de no-ficción con la historia de las víctimas del metro antes de que se reabriera la investigación judicial. El caso se reabrió cuando estaba en marcha el libro y todavía me entró más vértigo, porque dejaba el libro con un final abierto. Pero creo que esa noticia, buenísima para las víctimas, le da todavía más emoción.

¿Cómo se escribe con la presión de la actualidad, consciente de que puede haber un giro en la instrucción?Se vive con inquietud, pero también con ganas, porque es una historia viva a la que puedo ir añadiendo los hechos que se van produciendo. Cerramos el libro en septiembre, con la visita de las víctimas a Angrois. Nos parece que es una historia circular, a esas personas les pasó lo mismo: un viaje en tren, una curva, un exceso de velocidad, muchas víctimas mortales, poca asunción de responsabilidad, la culpa para el maquinista... Son dos historias paralelas.

Pero con algunas diferencias, como cuenta en el libro.El accidente de Santiago nos ha enseñado cómo se ha de hacer una instrucción judicial de un accidente de esta magnitud. El problema es que en Valencia nadie se había enfrentado a un accidente de estas características y vino grande. Con todo el respeto para las instancias judiciales y policiales, se tomaron decisiones que no estuvieron a la altura de las circunstancias y perjudicaron a la investigación del accidente del metro. El juez de Galicia tomó decisiones impecables, como la lectura de las cajas negras de los trenes con todas las garantías judiciales y técnicas, que aquí se hizo de una forma chapucera.

Cuenta que muchos periodistas recibieron llamadas de Conselleria para 'orientar' las informaciones e insistir en la versión oficial de que un fallo humano de exceso de velocidad. ¿Usted también?Sí, por supuesto. Es la maquinaria de Conselleria: están en su derecho de explicar su versión. Al día siguiente del accidente, el conseller García Antón dio una rueda de prensa para decir que el accidente era imprevisible e inevitable, una versión oficial que todavía mantienen, ocho años después.

Pero usted no lo aceptó a pies juntillas.La función de los periodistas es hacerse preguntas y responderlas a través de la opinión que manifiestan las personas entendidas: dirigentes sindicales de la FGV -en aquel entonces, cuatro-, los ferroviarios... Para lo que a mí no me llamaron es para intentar convencerme de que la culpa fue de la curva que habían construido los socialistas. Yo no tuve la visita de Marisa Gracia y Vicente Contreras, pero sí que sé de compañeros que la recibieron para venderles la cabra de que la culpa era de un gobierno que había gobernado 20 años atrás.

¿En qué momento pensó que fallaba algo en la versión oficial?Desde los primeros días. Algunos maquinistas me contaron que el tren del accidente ya había sufrido descarrilamientos anteriores, mientras FGV decía que no. Publicamos la primera foto de un descarrilamiento. Cuando tienes la prueba palpable y evidente de lo contrario que dice la versión oficial (una fotografía), se te pone la mosca detrás de la oreja. Después tuvimos el tema de la famosa baliza: cuatro fuentes diferentes me dicen que una baliza habría evitado el accidente y FGV se empeña en decir que no... son cuatro contra uno. Esa era la batalla diaria que tenía. Tenía una

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única fuente que decía que no y que me intentaba convencer de lo contrario. Incluso presionaron a mi diario para que dejáramos de hablar de la "puta baliza"...

¿Se le han cerrado puertas por este tema?No. Me han colgado sambenitos, pero va con el trabajo. Escribo sobre muchas cosas, pero este tema me ha marcado mucho profesionalmente. Estoy satisfecha de mi trabajo, aunque siempre pienso que podía haber hecho mucho más.

Recordamos el accidente de Santiago, pero en el resto del estado no todos se acuerdan del de Valencia, como reflejó el programa Salvados. ¿También hubo silencio por parte de los medios estatales?Los primeros días el accidente tuvo eco mundial porque murieron 43 personas en un país "civilizado" y eso no es habitual. Pero solo hablaron los primeros días. No como la continuidad o el debate político que se produjo, por ejemplo, con el hundimiento del Carmel en Barcelona, que fue debate nacional, o los muertos del Madrid Arena, que tienen un debate que nos puede afectar al resto como el tema de la seguridad, las grandes concentraciones de gente, etc. Hay determinados temas que, por ocurrir en Madrid o en Barcelona, se nos imponen al resto del país. A los temas de aquí se les hace caso en los días posteriores, pero no generan un debate posterior a nivel nacional. Los periodistas valencianos coincidimos en preguntarnos qué habría pasado si el accidente de metro con 43 muertos hubiera pasado en Barcelona o en Madrid. Habríamos debatido el accidente durante años.

¿Qué ha aprendido con la cobertura del accidente?A no conformarme con las primeras versiones, a no dar nada por sentado, a no dejar de hacerme preguntas, a repasar y volver a repasar la información. Según iba sabiendo novedades releía y descubría nuevas variantes, nueva información que a primer golpe de vista no había visto.

En la presentación de su libro, vimos algunos miembros de la oposición. ¿Cómo valora su actitud respecto al accidente del metro?Al principio, tal vez por la proximidad de la visita del Papa, fueron muy cautelosos para que no se les acusara de sacar provecho de una tragedia, aunque siempre se les ha acusado de ello. Pero después ha habido miembros de la oposición que han hecho muy buen trabajo, como en la comisión de investigación parlamentaria, pidiendo informacion sobre FGV. Me vienen a la cabeza muchos nombres, a lo largo de estos ocho años, los partidos de la oposición han pedido 15 veces que se abriera una nueva comisión de investigación objetiva, que no esté amañada ni conducida por una mayoría absoluta.

¿Cómo vivió el contacto con las víctimas? ¿Es difícil investigar un caso así con objetividad sin dejarse llevar por las emociones?En los tres primeros meses casi no tuve contacto con ellas. Pero después me di cuenta de que las victimas no tienen la maquinaria de la Administración para hacer escuchar sus demandas o sus preguntas lanzadas al aire. Te emocionas cuando estás con ellos y empatizas, porque ves que son personas normales que lo único que querían era llegar a su casa después de recoger las notas o de comprar un traje. Son estas personas las que necesitan que los medios de comunicación se hagan eco de sus reivindicaciones. Lo vives con mucha emotividad y emoción, pero cuando empiezas a escribir lo tienes que hacer con objetividad. A nivel personal impacta mucho conocer a esta gente y ver la entereza con la que han afrontado la historia.

En el libro, evita hablar de las víctimas...No quería hacerles revivir la historia, todo lo que cuento ya es suficientemente duro. Si algún día

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quieren contarlo, ya haremos un relato exhaustivo, pero ahora quería hacer un libro periodístico, con datos, que fuera una guía para conocer todo lo que pasó en el accidente. Salen pinceladas de historias personales y los nombres de las víctimas, pero no quería caer en el dramatismo gratuito; la historia en sí misma ya es dramática y trágica. Quería respetar a las víctimas y su intimidad. Creo que el mejor homenaje para ellos era contar lo que les ha pasado en estos años.

Con la reapertura del caso, ¿hay espacio para el optimismo?Con mucha cautela, porque es la misma jueza que lo archivó dos veces. Ya ha manifestado a lo largo de las providencias que ha redactado que no ve ninguna novedad. Hay que luchar mucho. Las víctimas viven el proceso con mucha cautela pero confían en el apoyo de la fiscalía, que ahora está haciendo su faena y se está haciendo, como mínimo, preguntas. Además, ha habido imputados por primera vez en ocho años. La Audiencia de Valencia también está teniendo sensibilidad para evitar que los afectados no sean doblemente victimizados: primero por haber sufrido ese accidente y después por cerrar la investigación sin responder las preguntas que se hace cualquier víctima. ¿Por qué ha pasado? ¿Quién ha sido el responsable?, para que asuma sus responsabilidades, y que se tomen las medidas para que eso no vuelva a pasar.

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EL PUNT AVUI | Enllaç

“Fabra està obligat a tancar la ferida oberta del metro”“Lluitant contra l'oblit” bascula a cavall entre el reportatge i el relat històric que abraça des del 3 de juliol de 2006 fins a l'agost de 2014

Aquesta opera prima de la periodista és el relat dels huit anys de lluita de l'Associació de Víctimes del Metro i totes les peripècies i vicissituds que han hagut de viure aquestes persones des que aquell comboi, amb direcció Torrent, provocara la mort a 43 persones que hi viatjaven.

Per què has hagut de posar aquesta història per escrit?

Era necessari fer-ho així, perquè la informació diària es crema sovint, caduca i aquest trist esdeveniment mereixia que fóra recollit en un volum en què s'explicara tot el que ha passat a les víctimes del metro personalment, judicialment, políticament, socialment... la història d'aquests fets dóna per a més d'un llibre.

Com de forta és l'empremta que ha deixat aquesta experiència?

Molt fonda, perquè ha sigut bestial. He de confessar que jo m'he fet major periodísticament parlant, a força de tot el que he hagut de viure durant els darrers huit anys. El rerefons del que l'administració del president Camps contava, no tenia res a veure amb la realitat que anava descobrint en cada crònica que bastia. L'accident era previsible i evitable i, des del primer moment, això em va obligar a fer una faenada suplementària, que convertí el que en un principi era un repte professional, en una autèntica lliçó viscuda en primera persona, de la resiliència dels familiars afectats per aquest fet.

Hi ha ficció en aquest llibre?

Gens ni miqueta. Tot el que s'hi relata són els fets i res més. Tot el que es conta en el llibre és el que va succeir i està completament documentat i sustentat amb un expedient judicial de 17 volums amb lèxic i estructures jurídiques.

Pot haver-hi alguna persona que tinga alguna factura pendent amb tu?

No ho crec. Sincerament no ho crec. Jo m'he limitat a relatar el que passà i a teixir aquest llibre amb molt de respecte.

Què espera d'aquesta obra?

Sincerament, espere que “Lluitant contra l'oblit” siga un llibre de consulta, una obra de referència, sempre que s'haja d'abordar el llarg trajecte de les víctimes i de les famílies de les víctimes del metro de València de l'any 2006. Amb això em donaria per satisfeta perquè reconec que és un llibre dur de llegir ja que no dóna treva al lector.

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Hi ha dret que les famílies passen per aquest calvari?

No hi ha dret. Per això, ara que s'ha tornat a reobrir la causa, la justificació de la magistratura està en la necessitat que les víctimes no siguen doblement victimitzades.

Algun dia pagarà aquesta gent per aquest desficaci?

Sempre he pensat, des del primer moment, que arribarà un dia en què es coneixerà la veritat amb tota la seua cruesa, perquè des del primer moment vaig intuir que hi havia alguna cosa que no era com ens l'estaven contant. En aquest sentit, també he pensat que els responsables ho acabaran pagant; de fet, ja n'hi ha alguns que ho estan pagant.

Què li diries hui al president Fabra?

Que escolte les víctimes; no sols que les reba, sinó que a més les escolte. Que deixe de costat l'herència política rebuda i que procure ser empàtic amb les víctimes com se sol fer amb altre tipus de víctimes que han rebut molts homenatges públics, mentres que, en canvi, aquestes víctimes no han rebut cap homenatge ni el reconeixement ni la disculpa pública imprescindible. La Generalitat ha de tancar aquesta ferida perquè el cercle s'ha de trencar a fi que el problema no s'hi gire en contra. Les víctimes no volen estar eternament a la plaça i la Generalitat ha de demostrar la seua humanitat i admetre que alguna cosa no es va fer bé el 3 de juliol de 2006.

Pot aguantar la nostra societat tant de silenci?

En realitat, la societat valenciana està en permanent mobilització, però de manera sectorial. Jo pense que davant de tanta ignomínia, el conjunt de la societat està a punt de trencar la tanca d'aquest silenci que intenten imposar.

Coneixes la manera de tancar aquest forat negre de la nostra història?

Pense que en primer lloc, s'ha de realitzar una instrucció exhaustiva que aconseguisca les màximes dades possibles de tot el que va passar; també s'ha de procurar que l'administració valenciana convoque les víctimes per demanar-los disculpes i, finalment respectar el dol de les famílies afectades.

Es considera una persona afortunada?

Sí, sí, sense cap dubte; “superafortunada”, perquè el món del periodisme no és fàcil i em sent molt afortunada de poder treballar en el que m'agrada.

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Elige un buen libro para la jornada antes del medioLa jornada de hoy es casi más importante como los cuatro meses que corredores del medio y del maratón han dedicado a los entrenamientos

SERGI PITARCH La jornada de hoy es casi más importante como los cuatro meses que corredores del medio y del maratón han dedicado a los entrenamientos. Un mal descanso o una mala alimentación pueden llevar al traste todo el trabajo. Por ello, hoy es día el día perfecto para tumbarse en el sofá y leerse un buen libro o ver una buena serie o película.

En Levante-EMV lo tenemos claro. Aprovecharemos la jornada para disfrutar del libro «Lluitant contra l'oblit» (Sembra Llibres, 2014), de nuestra compañera Laura Ballester. Un reportaje extenso sobre la tragedia del metro de València el 3 de julio de 2006 en el que fallecieron 43 personas y hubo 47 heridos. Un relato desgarrador de cómo nuestras instituciones humillaron y marginaron a las familias afectadas, hundidas por la pérdida de sus seres queridos.

El novelista japonés Haruki Murakami cuenta en «De qué hablo cuando hablo de correr» que «escribir novelas se parece a escribir un maratón». Eso es lo que ha hecho la compañera Laura Ballester, correr un maratón de más de siete años recopilando información y denunciando la injusticia. La constancia, la humildad y el compromiso son igualmente vitales para escribir un libro o para acabar el reto de los 42 kilómetros 195 metros.

Como no estaremos todo el día leyendo o tumbados, podemos aprovechar para realizar un pequeño paseo y, no estará de más, que realicemos unos estiramientos, para soltar la carga de la semana. Comeremos pasta y carne y cenaremos los mismo. Por la noche sin abusar. Es recomendable que nos hidratemos bien durante todo el día, si puede ser con una solución de agua, azúcar, limón y un poco de sal. O con bebidas isotónicas.

Ese es nuestro trabajo de hoy. Intentemos dormir entre siete u ocho horas antes de la carrera de mañana.

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