Dossier para el candidato

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INGRESO EN EL MUNDO PROFESIONAL Eje de trabajo 2 La entrevista de trabajo DOSSIER PARA EL CANDIDATO/A

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INGRESO EN EL MUNDO PROFESIONAL

Eje de trabajo 2

La entrevista de trabajo

DOSSIER PARA EL CANDIDATO/A

TAREAS PARA EL/LA CANDIDATO/A

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1. Escoge un anuncio de oferta de trabajo extraído de la prensa, que pueda convenir a tu perfil.En las siguientes páginas web encontrarás muchos y seguro que alguno (lo puedes modificar) corresponderá a tu perfil y preferencias.

www.trabajar.comwww.infojobs.netwww.infoempleo.com

2. Prepara un dossier para entregar al equipo entrevistador con:

- 1 copia de tu CV.- Una copia de la oferta de trabajo de la prensa.

3. Entrega una copia de este dossier a la profesora / al profesor.

1. Lee los documentos que siguen y realiza tu preparación de la entrevista.

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Documentos de lectura y consulta para el

candidato/a

DOCUMENTO 1:

CÓMO HACER QUE TU ENTREVISTA NO SEA UN FRACASO

Por Miquel Bonet, autor del libro “Búscate la vida”

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Cuando te han citado para una entrevista después de haber enviado el currículum, es una buena

señal. Ello significa que acabas de entrar en un proceso de selección y eso quiere decir que

coincides con el perfil profesional que han previsto para el puesto.

Ahora quieren saber quién eres tú, cómo eres, cuáles son tus intereses, cuál es tu sueño

profesional y qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo.

Además, desean verte la cara, notar cómo te comunicas, qué significa la gente para ti, cómo

escuchas y hablas y si es posible predecir tu espontaneidad; piensa que no se contrata a nadie sin

conocerlo previamente.

Una entrevista no es más que un encuentro, una cita y por tanto existen unos intereses para

ambas partes.

Lo malo de la entrevista es que representa una oportunidad única y si la pierdes puede que no se

repita. Lo bueno es que tú eres un candidato y, por tanto, un ¿elegido?; gran parte de lo que ocurra

depende de ti.

Por tanto, lo primero es que te lo tomes en serio y te prepares de la misma forma en que se

entrena un atleta para competir. No dejes nada a la improvisación. Habrás hecho exámenes antes ¿es

así? Pues bien, la entrevista es algo parecido, pero la ventaja es que no debes aprender ninguna

lección, simplemente ser tú mismo.

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LAS FASES DE LA ENTREVISTA

La entrevista de trabajo tiene tres FASES: la preparación, el núcleo de la propia entrevista y la despedida.Algunos consejos previos a tener en cuenta:

- Recuerda que tú ignoras lo que están buscando, pero ellos saben lo que quieren o, al menos, lo que no quieren. Procura que se queden con una imagen clara de ti, que piensen que eres fiable y profesional.

- No juzgues al entrevistador.

- Procura caer bien pero no finjas. Sé tú mismo.

1. La preparación.

- Si es posible tener información sobre la empresa que ofrece el puesto.- Llegar 5 minutos antes de la hora.- Tener aspecto relajado.- Vestir adecuadamente, ni muy elegante, ni extremado. Normalmente, olvídate de camisetas, jeans,

piercing o símbolos ostentosos.- Estar aseado y decidido, igual que acudirías a una cita en la que deseas causar una buena

impresión.- Procura entrar con la sonrisa puesta. Todos quieren contratar a gente feliz. Por ello, además de la

imagen, la actitud debe mostrar interés y positivismo.- Si hay nervios, asumirlos, gestionarlos, mentalizarse y respirar bien. - Piensa en positivo: si te han elegido es que sabrás hacerlo bien.

2. Durante la entrevista.

- Saludar con la mano seca y mirando los ojos del entrevistador, como si realmente nos complaciera conocerle.

- La iniciativa es del entrevistador. Por tanto, nos sentamos cuando nos digan y mantenemos una distancia cercana sin agobiar.

- Siempre enseñamos las manos, porque no ocultamos nada.- Si somos fumadores, nos olvidamos de fumar.- Escuchamos el doble de lo que hablamos.- Respondemos naturalmente a las preguntas sobre nuestros datos personales, confirmando la

información del currículum.- Aclaramos aspectos relativos a nuestra formación y datos académicos.- No decimos nada que no podamos probar.- Contestamos con respuestas abiertas, siempre dispuestos a ampliar y colaborar.- La experiencia profesional debe explicarse bien, el entrevistador quiere saber simplemente lo que

hemos hecho y, por tanto, sobran los temas accesorios.- Es importante recordar nombres y dar referencias, ya que da confianza.- Si queremos preguntar algo, podemos hacerlo con respeto y cuando nos den lugar.- El tiempo es muy importante, sobre todo para el entrevistador.- Siempre dejamos el camino abierto a otras entrevistas.

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3. La despedida:

- Procuramos no haber olvidado nada que preguntar.- Nos interesamos por el futuro del proceso de selección y concretamos en lo posible.- Abandonamos la sala sin perder la cortesía, aunque no nos haya gustado la entrevista.- Damos la mano con gesto seguro.- Nos despedimos de todas las personas que nos han atendido.- Caminamos decididamente como si fuéramos elegidos.- Nos relajamos y nos premiamos (realizamos una llamada amiga, por ejemplo.)

• Después de la entrevista:

- Analizamos rápidamente lo que hemos hecho mal.- Repasamos mentalmente cómo se ha desarrollado.- Anotamos nuestra impresión en la ficha de la entrevista.- Seguimos abiertos a otras expectativas.- Hablamos con otros, ya que hablando se descubren errores y aciertos.

Los 10 enemigos más frecuentes en la entrevista

- La rutina: pensamos que es otra cita más, pero puede ser la más importante.- La excesiva confianza: nos hace perder objetividad hacia nosotros mismos.- La inseguridad: nos marca negativamente para otra cita.- No analizar: no aprendemos nada y seguimos haciendo algunas cosas mal.- Menospreciar el puesto o al entrevistador.- Hablar demasiado: ya se sabe, el que tiene boca se equivoca.- Las dudas: alguien que duda mucho no sabe lo que quiere.- Los nervios: aprende a conducirlos y, si es necesario, di que estás nervioso.- La exageración o las verdades a medias.- La falta de naturalidad.

Piensa que la persona que entrevista sabe lo que quiere, pero tú no sabes lo que busca. Por tanto, sé natural y actúa como lo haces en tu entorno.

Basado en el Cap.VII del libro !Búscate la vida! , editado por Centro Estudios Ramón Areces: www.cerasa.es.

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ASESORAMIENTO A MUJERES.CÓMO AFRONTAR LOS PREJUICIOS EN UNA ENTREVISTA

Erika Escamez

El hecho de ser hombre o mujer no debería marcar diferencias en el proceso de búsqueda de trabajo ni en el desempeño del mismo. Sin embargo, aún admitiendo que nuestra situación en el terreno laboral ha mejorado mucho en los últimos años, todavía queda un largo camino para nuestra incorporación efectiva en las mismas condiciones que los hombres. Nos integramos generalmente en organizaciones creadas por hombres, con sus reglas implícitas. Esta cultura laboral “masculina” dificulta a menudo el desarrollo de nuestra carrera profesional. No pretendo, ni me corresponde, hacer juicios de valor al respecto, pero sí me gustaría, desde la perspectiva de mis propias experiencias como entrevistadora/entrevistada, comentar determinadas trabas que obstaculizan nuestro acceso a ese deseado puesto de trabajo. Durante la entrevista de trabajo es cuando tenemos la oportunidad de demostrar nuestras capacidades y aptitudes para el puesto. Pero es posible que, entre nosotras y la consecución de nuestros objetivos se interponga una barrera que nos resultará difícil franquear. Saber reconocer ciertas reticencias comunes hacia el trabajo de la mujer nos permitirá rebatirlas mejor. Determinadas preguntas, por lo demás habituales en cualquier entrevista, adquieren una connotación especial cuando se formulan a las mujeres. Sobre todo para trabajos y sectores de mayor tradición masculina. Trataremos de resolver, en este apartado, las preguntas más comprometidas que suelen provenir de los siguientes prejuicios:

Pregunta: El trabajo tal vez implique prolongar su horario. ¿Supone esto algún problema?Prejuicio: Las mujeres tienen menor disponibilidad laboral. Son reticentes a prolongar su horario habitual.Respuesta: No, por supuesto que si fuera necesario prolongaría mi jornada.Durante nuestra argumentación deberemos incidir en que la disponibilidad no se debe asociar a agotadoras jornadas de trabajo, en las cuales el hecho de “estar” asegura el rendimiento. Nunca debe primar el tiempo de trabajo sobre la calidad del mismo: si una persona trabaja bien y es eficaz no necesitará estar presente más horas de las estipuladas. Salvo por supuesto si las circunstancias del trabajo y las responsabilidades puntualmente así lo exigen. Es oportuno en este caso mencionar el concepto de organización. Reflexionemos detenidamente acerca de la nuestra en el terreno personal y laboral. Probablemente en más de una ocasión a las exigencias de nuestra profesión hayamos debido añadir las propias de nuestra vida personal, como son la organización de la casa y/o familia. Lejos de ser esto un demérito, lo que denota es que tenemos capacidad de gestión y de organización de recursos.

Pregunta: Me parecen correctos sus argumentos pero lo que quería decir es que este puesto exige disponibilidad absoluta, ¿Supone esto algún problema para usted?Prejuicio: La mujer no se compromete lo suficiente con la empresaDe nuevo el planteamiento responde a una forma de pensar un tanto anticuada, por no decir obsoleta. Pero, ¿cómo rebatir esto? Hay que dar al concepto de compromiso una nueva perspectiva: el trabajo no puede menoscabar el desarrollo personal en otros ámbitos, ya que este desarrollo beneficiará en última instancia a la empresa. Efectivamente, destacar nuestra disponibilidad y compromiso para todo lo que afrontemos en serio y, por supuesto, también para la empresa donde trabajamos.

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Pregunta: ¿Es consciente de que, sobre todo en este sector y empresa, va a tratar casi exclusivamente con hombres? ¿Si surgiera un conflicto en su entorno, cómo lo resolvería?Prejuicio: Este es un trabajo de hombresAlgunas empresas cuando definen el perfil de la persona que están buscando concluyen: “en este puesto se requiere un hombre” Y lo justifican con argumentos aparentemente coherentes: va a tener que enfrentarse a hombres, una mujer no será capaz de hacerlo y discutir, no le van a respetar.¿No suena a atavismo? ¿Por qué entonces se requiere mi presencia? Intentaremos resolver las dudas de nuestro interlocutor. Desde nuestro punto de vista no existe una forma masculina infalible para resolver problemas o tratar conflictos, lo que sí habrá es una forma correcta de hacerlo. Si necesitamos que la autoridad provenga no de la razón sino de otro soporte exterior, testosterona, es probable que al menor inconveniente imprevisto quedemos en evidencia.Si defendemos coherentemente nuestra experiencia profesional y exponemos nuestros objetivos y logros con convicción, ningún entrevistador debería poder mantener sus prejuicios iniciales. Pero si lo hace, es mejor no cansarnos. No merece la pena. Intentaremos acabar la entrevista de la forma más adecuada posible y, por supuesto sin inhibirnos si consideramos que debemos decir lo que pensamos.

Pregunta: ¿Cuál es su situación familiar?Prejuicio: En cuanto pueda se quedará embarazada. Tal vez nuestro entrevistador deje translucir cierta inquietud sobre nuestra condición de mujer y por tanto nuestra posible maternidad. Y probablemente no lo haga de forma expresa. Una vez más nos veremos en la obligación de aclarar sus dudas. Ante todo no permitamos que, si percibimos esta actitud, se soslaye el tema. Es importante tranquilizarle. Nosotras somos las principales interesadas en aclararlo.Por supuesto en primer lugar nunca se debe decir en una entrevista que nos estamos planteando tener un hijo si es el caso. Sobre lo que sí que hay que incidir es que tener un hijo exige un esfuerzo de planificación en el que somos conscientes de que deberán confluir nuestros intereses personales con los profesionales. A estas alturas la mujer asume y quiere que la maternidad no suponga una interrupción sin fecha de la actividad laboral, sino más bien un pequeño receso que, sin duda, la enriquecerá como persona y por lo tanto como trabajadora. Otros argumentos incidirán sobre el hecho que las tareas que implican el nacimiento y posterior cuidado de nuestro hijo serán compartidas generalmente con nuestra pareja, que con seguridad asumirá su paternidad responsable. Y, en la mayoría de las ocasiones, se puede trabajar hasta pocos días antes del parto. Sin olvidar las medidas gubernamentales favorables al empresario/a, como es la cobertura del puesto de trabajo, exenta del pago de la seguridad social.Pero lo más destacable tal vez sea que, en el propio proceso de maduración personal, el hecho de tener un hijo ocupa un lugar privilegiado, una experiencia insustituible, que además de estrictamente necesaria para el progreso de la civilización, revierte en una aportación cualitativamente importante para la empresa. Hoy en día se habla mucho de la inteligencia emocional como baluarte de la vida personal y del buen funcionamiento de las organizaciones. Y las mujeres sabemos muy bien como canalizar correctamente nuestras emociones ya que siempre hemos prestado mucha importancia a las relaciones personales. Los directivos de las empresas han tomado conciencia de que el equilibrio personal garantiza el equilibrio profesional. Los gurús del management así lo proclaman: la transformación de nuestra economía requiere contar con personal creativo, flexible e intuitivo, cualidades que siempre se han atribuido al sexo femenino. Durante los procesos de selección de personal el interés por las candidaturas femeninas está aumentando: los cargos directivos se plantean hoy en día en términos de oportunidad y no de carrera profesional. Y quien está más acostumbrado hoy en día a asumir esa flexibilidad laboral es la mujer.