Hotel Omm

El hotel donde tomar el pulso de la ciudad

Imaginación al servicio de la comodidad

Varios espacios para distintos momentosGastronomía

Moo Restaurante

Moo Vida Restaurante

Música y copas

Moodern Bar

Mon Key Club

Salud

Spaciomm

Habitaciones

En la intimidad: ver sin ser visto

Piscina

Salas de reuniones

Jardín interior

Parking

Innovación inteligente integrada en el entorno

Luz y espacio

Servicios

Alojamiento

Premios recibidos

Personajes

Ficha técnica

Grupo Tragaluz

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El hotel donde tomar el pulso de la ciudad

El Hotel Omm, inaugurado en diciembre de 2003, se ha convertido ya en el punto de encuentro para visitantes y barceloneses que quieren tomar el pulso de la ciudad. A ello ha contribuido claramente la privilegiada situación, a pocos metros de la Casa Cuadras, y de la Pedrera, junto al Passeig de Gràcia y la Plaça de Joan Carles I, en el Eixample barcelonés, uno de los centros neurálgicos de la ciudad. Pero los clientes del Hotel Omm han sabido apreciar también la calidad del servicio, la profusión en los detalles y un diseño innovador y evocador, que reflejan la voluntad de la propiedad de ofrecer un lujo auténtico y actual en un entorno cosmopolita. Todo ello ha sido el resultado de la original fórmula ideada por el Grupo Tragaluz: un nuevo concepto de hotel–restaurante que ha dotado a Barcelona de un lugar espacioso, cálido y lujoso.

Vivir la ciudad e integrarse con los barceloneses también son las premisas sobre las que se configuraron su estructura y diseño, que emanan la esencia de este hotel que se integra en un entorno donde se vive Barcelona a un ritmo más pausado, sin prisas. A cualquier hora del día, en los confortables sofás, en la barra del bar, hay personas que se disponen a vivir un momento especial. Unos son clientes que han escogido el Hotel Omm por la originalidad del proyecto, por el diseño de sus instalaciones, por la calidad del servicio. Otros son barceloneses, que llevan hasta este gran espacio el pulso de la ciudad. Han encontrado un lugar tranquilo, donde realizar una pausa en sus actividades cotidianas, almorzar o tomar una copa. La mezcla está llena de complicidades.

Entre las letras del logotipo diseñado por Mario Eskenazi, se descubre un espacio singular, con una distribución totalmente distinta. Desde la calle, y a

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través de una puerta giratoria, se puede acceder a la enorme sala, cruzarla a través del corredor, y llegar hasta las mesas del fondo sin recordar que nos encontramos en un hotel. Detalles como el discreto emplazamiento de la recepción a la derecha refuerzan la intención de prolongar sin frenos el espíritu de la ciudad dentro del edificio. Asimismo, todos los muebles se interrumpen a media altura, para que ningún elemento pueda entorpecer la visión ni recortar la perspectiva. Barcelona llena el Hotel Omm. El recinto se escapa de aparatosas tiendas que priven del contacto con el exterior y de escaleras o mostradores que intimiden al visitante ocasional. Con la reciente ampliación hacia los números 104, 106 y 108 del Passeig de Gràcia, el hotel alberga tres locales comerciales: la marca Corium de complementos de diseño propio; Jofre, con su selección de algunas de las mejores marcas de moda internacionales; y la joyería italiana Pomellato.

Imaginación al servicio de la comodidad

El Hotel Omm utiliza los materiales y tipologías tradicionales del Eixample: fachada en piedra, balcones abiertos a la calle, patio interior. Para cada uno de estos conceptos, se han encontrado soluciones que aportan un plus de creatividad y calidad y que no son puramente estéticas. Detrás de cada una de ellas, hay una idea que mejora la función, como propone la modernidad arquitectónica. Pero al mismo tiempo, los profesionales responsables del proyecto supieron hacer compatible funcionalidad y creatividad, bienestar y belleza. Las interioristas Sandra Tarruella e Isabel López unificaron necesidades para multiplicar las funciones de cada espacio.

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Varios espacios para distintos momentos

Gastronomía

Moo Restaurante

Asesorado por los hermanos Roca (Celler de Can Roca) y dirigido por el chef Felip Llufriu, el Restaurante Moo propone una oferta culinaria basada en una visión muy propia de la cocina catalana y pensada como un juego gastronómico entre recetas exquisitas y vinos de autor minuciosamente seleccionados. Con un sistema de medias raciones, los comensales pueden confeccionar menús a medida o dejarse guiar por los menús degustación. La exquisitez de la alta cocina y la rigurosa selección de vinos, junto con la vida activa de Barcelona, convierten a este gran espacio único en un lugar imprescindible para los amantes de la calidad y los sentidos.

El Restaurante Moo, como el hotel, es un nuevo concepto porque rompe con el cliché que asocia los restaurantes de alta gastronomía con establecimientos rígidos y encopetados. Aquí se trata de algo totalmente distinto: un espacio abierto, desenfadado y funcional, con un público cosmopolita, viajero, que encuentra en la cocina de alta calidad un inesperado aliciente. Las instalaciones son amplias, dotadas técnicamente con todo lo necesario para que el equipo de 18 profesionales dirigido por Felip Llufriu pueda desarrollar una cocina de alta calidad. Puesto que el diseño forma parte de la personalidad del Hotel Omm, además de la elección de muebles confortables, discretos y elegantes, el diseño del vestuario y de los uniformes, realizados por el diseñador catalán Josep Abril, es de gran comodidad y versatilidad.

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Pocos meses después de su apertura, el Restaurante Moo recibió el Premio Sánchez Cotán 2004 a la Mejor Carta de Vinos, otorgado por la Academia Española de Gastronomía, y el galardón Fooding 2004 al Meilleur sucre-fêlé, de esta innovadora organización francesa de críticos gastronómicos que premian la originalidad en las propuestas. La Guía Michelin se ha sumado al reconocimiento de la oferta gastronómica del Restaurante Moo otorgándole una estrella en la edición 2006.

Moo Vida Restaurante

Situado en el mismo hall de entrada del hotel, Moo Vida se trata de un espacio vivo, en el que se encuentran los visitantes del hotel con los barceloneses, para desayunar, tomar un aperitivo o disfrutar de una comida o una cena ligera basado en su cocina saludable, informal y creativa: tostas, arroces, pasta, steak tartare, couscous, wok de verduras... Los cocineros trabajan con la premisa de que podemos alimentarnos bien, obteniendo un beneficio para nuestro cuerpo, con productos sanos y bien combinados, disfrutando al mismo tiempo del placer de la comida.

Música y copas

Moodern Bar

El mismo hall del hotel que durante el día es un tranquilo punto de encuentro para desayunar, tomar una infusión o almorzar, al caer la tarde se convierte también en un espacio de copas, el Moodern. En el Moodern, clientes del hotel y barceloneses pueden empezar la noche con alguno de los cócteles especiales de la carta antes de acomodarse para la cena; o bien, después de cenar, disfrutar del pasatiempo de ver y ser visto mientras deciden dónde seguir la noche.

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Mon Key Club

La planta -1 del Hotel Omm alberga una sala multiusos, como una caja suspendida en el espacio existente, perfectamente insonorizada, en la que celebrar todo tipo de eventos. Mon Key Club, el club de noche con copas y música en vivo del hotel, cuenta con un escenario perfectamente equipado, pantallas y una tecnología lumínica espectacular. Mon Key Club es un nightclub que participa de la misma filosofía del Hotel Omm. Abierto a la ciudad, de jueves a sábado desde las 23.30 hasta las 03.30 horas, Mon Key Club presenta una programación que ha convertido el club en un claro referente de la noche barcelonesa, con la promoción de artistas de distintas disciplinas, invitándoles a formar parte de la programación exponiendo o interpretando su obra en directo.

Salud

Spaciomm

Inaugurado en enero de 2006, Spaciomm, con una superficie de 400m2, tiene acceso directo desde el Hotel Omm por el pasillo de las tiendas y una entrada individual al centro por el número 106 del Passeig de Gràcia. Diseñada por Sandra Tarruella e Isabel López, la arquitectura interior es de unas dimensiones acordes con el espíritu intimista de los tratamientos y servicios del centro. Las interioristas han diseñado un espacio de líneas puras y clima oriental en el que materiales naturales como madera, piedra, hierro, coco, hilo y seda, combinan con los suaves matices de iluminación, música y aromas que acompañan el ambiente, creando el entorno de paz y tranquilidad necesario para disfrutar profundamente de unas terapias basadas en las sensaciones.

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Rosa María Esteva ha querido contar para este proyecto con un equipo de terapeutas cuyos estudios y experiencia les permiten aplicar un sistema personalizado en cada tratamiento que es siempre único, ya que se elabora a partir de las condiciones físicas y emocionales del individuo a tratar. Los terapeutas trabajan sobre tres áreas de mejora del organismo: energética, física y emocional, a partir de los cinco elementos básicos: tierra, agua, aire, fuego y metal y los cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto, con el fin de reequilibrar, revitalizar, relajar, rejuvenecer y embellecer.

Tras un previo análisis del estado físico y emocional del interesado y teniendo en cuenta sus actividades tras la terapia, el especialista personaliza el tratamiento preparando in situ las mezclas adecuadas y disponiendo el clima necesario para la respuesta óptima del organismo; luz, sonido, temperaturas, aromas, ritmos, intensidades, colores y texturas, dirigidos directamente a obtener el beneficio del área a tratar. En Spaciomm no hay dos terapias iguales puesto que los masajes que se aplican, tanto de prevención como de tratamiento, se ciñen a las necesidades puntuales de cada persona.

Entre una gran variedad de tratamientos, destacan el tratamiento tibetano facial, especial para el dolor de cabeza, el shiatsu o la reflexología podal para las molestias menstruales, el masaje ayurvédico o rituales con productos autóctonos de varios países para estados anímicos bajos, el tratamiento revitalizante con esencias de menta para revitalizar la mente, los masajes drenantes para el estrés, tensión y desinflamación, los masajes descontracturantes, las terapias de estiramiento para flexibilizar el cuerpo, las terapias especiales de drenaje manual para embarazo o jet lag… y, por supuesto, la terapia integral, aquella que combina varios tratamientos en uno solo, diseñado en exclusiva por el terapeuta para obtener todos los beneficios que se buscan.

Las instalaciones de Spaciomm complementan la experiencia en las cabinas de tratamiento con espacios tranquilos de relajación y bienestar, en los que

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cada uno de los visitantes diseña su estancia como le apetece, combinando las terapias con momentos de relax.

En Spaciomm se encuentra una de las mejores peluquerías de Barcelona, dirigida por un gran equipo de profesionales que ofrece un servicio integral de imagen: peluquería, maquillaje, manos y pies.

Su gimnasio cuenta con especialistas en el método Pilates, un método de trabajo integral con atención personalizada con el que se consigue una tonificación muscular rápida y efectiva a partir de la combinación de diferentes técnicas de actividad corporal: ballet, gimnasia sueca y yoga. Para usar individualmente: máquina de gimnasia pasiva, bicicleta y cinta aeróbica.

Habitaciones

El Hotel Omm, habiendo consolidado su segunda fase de ampliación, ha pasado a incorporar los números 104, 106 y 108 del Passeig de Gràcia, un edificio referente de la arquitectura racionalista de Barcelona que ha sido totalmente reformado para adaptarlo a su nuevo uso. A sus 59 habitaciones originales, distribuidas en seis plantas, el hotel suma 32 habitaciones más, tipo suite. Este nuevo proyecto pretende ser una continuidad del ya existente hotel con el reto de la adaptación a nuevos espacios muy acotados por la configuración de la finca. El hotel pasa de tener una planta de habitaciones nacida para ser tal, a una planta de viviendas convertida en habitaciones. Este hecho hace que se trate a cada una de las habitaciones de manera única, pues el espacio de cada una de ellas es muy diferente.

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En la intimidad: ver sin ser visto

El trabajo conjunto de Sandra Tarruella e Isabel López alcanza la máxima sintonía en las habitaciones. A diferencia de la mayoría de las habitaciones hoteleras, a las que se accede por un pequeño corredor flanqueado por el baño y el armario, en las habitaciones del Hotel Omm de la fachada que da a la calle Rosselló –las 59 originales- el huésped se encuentra de entrada con un rectángulo espacioso, bañado por la luz natural. Un armario separa la habitación del cuarto de baño, sin llegar al techo, creando una continuidad entre las dos zonas.

Por su parte, las 32 nuevas habitaciones tipo suite están más vestidas y presentan una distribución más irregular, de tal manera que todas ellas son diferentes. El mobiliario y la relación espacial baño-habitación inciden también en las diferencias entre estas nuevas habitaciones tipo suite y las anteriores: por un lado se utilizan piezas de mobiliario más especiales como la cama dosel, que acentúan su confort y exclusividad. Por otro lado, la relación espacial del baño con el resto de la habitación se realiza de diversas maneras, pero siempre evitando espacios cerrados que no interactúen con el resto de la estancia.

Los espacios de comunicación se han tratado de manera muy parecida, exceptuando la iluminación, donde se ha buscado un elemento que se adapte mejor a la configuración del pasillo, que deja de ser lineal. El inicio y fin de las dos partes del hotel se remarca con una embocadura retroiluminada. En definitiva, a pesar de las diferencias espaciales, el uso de texturas y mobiliario nuevo, la esencia del hotel sigue siendo la misma. Se puede decir que ambas partes se complementan.

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En cualquier caso, tanto en las 59 habitaciones originales como en las 32 nuevas suites, la distribución es simple y práctica. La instalación eléctrica pasa por el interior del cabezal, de manera que el techo queda libre y la superficie lisa dobla la sensación de amplitud. El mueble que sirve de separación entre el dormitorio y el baño está realizado con aluminio lacado. En su interior, en un juego de modulación exquisito, se distribuyen armarios y espacios para guardar las maletas, el televisor y el minibar. Cada habitación cuenta con un equipo de música y conexiones a Internet en un entorno domotizado para proporcionar el máximo confort lumínico y ambiental.

Piscina

En la cubierta del edificio se halla un espacio singular, una terraza abocada a la ciudad, cubierta de madera de ipe, con una pérgola que recoge y ordena los diferentes volúmenes. En ella se encuentra una piscina alargada, no climatizada, con asientos y con una sorpresa inesperada: una visión desde un ángulo infrecuente de la Pedrera con sus chimeneas y “badalots”. Abierta todo el día, la piscina cuenta además durante los meses de verano con servicio de bar.

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Salas de reuniones

El Hotel Omm está equipado con dos salones con capacidad para entre cuatro y 25 personas. Las salas disponen de aire acondicionado, instalaciones para videoconferencias, audiovisuales y conexión Wi-fi.

Jardín interior

El jardín del Hotel Omm ocupa una superficie de 1500m2 en el interior de la manzana. Además de las distintas especies ornamentales que conforman este manto ecológico, el jardín tiene también finalidades gastronómicas: es aquí donde el chef Felip Llufriu planta y cuida su huerto. Distintos tipos de lechugas, tomates, calabazas, flores comestibles y hierbas aromáticas son algunos de los vegetales que Felip cultiva para la despensa del Restaurante Moo. A modo de decoración, sobre el jardín se han instalado unos mástiles con “rezos”, como los que acogen al visitante a la entrada de los monasterios budistas. El espacio está flanqueado por un cuadro de grandes dimensiones realizado por la pintora Carla Tarruella.

Parking

En los tres niveles inferiores se encuentra el parking, con 99 plazas disponibles destinadas a los clientes del hotel y para usuarios exteriores, con accesos conectados al hotel y escaleras y ascensores independientes.

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Innovación inteligente integrada en el entorno

En el Hotel Omm se dan cita todos los elementos que han convertido a Barcelona en una ciudad conocida en todo el mundo, una capital de la arquitectura y el diseño, respetuosa con la tradición y abierta a la novedad. Los artífices de este proyecto son: Juli Capella, un arquitecto joven formado en la mejor tradición de la arquitectura barcelonesa, y las interioristas Sandra Tarruella e Isabel López, autoras del interiorismo de los restaurantes del Grupo Tragaluz. Ambos encuentran en Rosa María Esteva una colaboradora muy especial, con ideas personales que proyecta en todos los aspectos de su actividad.

El proyecto saca el máximo partido del espacio disponible, con habitaciones espaciosas y bien iluminadas, aprovechando la isla interior para crear una gran sala polivalente, y presentando el hotel a la ciudad mediante un elaborado ejercicio plástico, en una espectacular fachada. La lámina que cubre el Hotel Omm, elaborada con mármol de Cabra, una piedra caliza de gran calidad, es su elemento más llamativo y singular.

Sobre esta cobertura se practicaron una serie de oberturas y ondulaciones, que incorporan al conjunto dinamismo, movimiento y variedad gracias a su aparente arbitrariedad. Los bloques de piedra adquieren relieve y se separan del muro, como si fueran ondas, pétalos, o cortinas de piedra. A través de estos balcones esquinados, la luz que al mediodía asoma por la calle Rosselló entra de lleno en las habitaciones. La fachada se inclina hacia el eje natural de actividad –el Passeig de Gràcia– y da la espalda a la calle Pau Claris, que conduce un flujo de vehículos hacia el corazón de la Barcelona antigua. Las cortinas de piedra actúan como mamparas para proteger la intimidad de la habitación y como barreras acústicas que mitigan el ruido del tráfico.

Aunque las ondulaciones de la fachada no son un gesto estético –responden a la finalidad de conseguir buenas vistas, luz natural, privacidad y protección

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acústica– resulta inevitable relacionar el Hotel Omm con dos edificios singulares, cimas del arte decorativo barcelonés, que se levantan a pocos metros: la casa Milà de Antoni Gaudí, en la calle Provença, o la casa Comalat de Salvador Valeri, la famosa “casa de la bola”, al otro lado de la Diagonal.

Luz y espacio

La fachada del Hotel Omm termina en un zócalo negro, abierto para dar cabida a una enorme cristalera que proporciona luz natural a la planta baja. Una puerta giratoria automática permite acceder al hotel y al restaurante. La luz es uno de los elementos fundamentales de todos los espacios del Grupo Tragaluz. A la entrada del hotel se encuentran unos grandes globos, como unas espectaculares “O” flotantes y unas “M” luminosas, que sugieren una lectura irónica del nombre del hotel.

La recepción del hotel se abre a la calle Rosselló a través de la vidriera que ocupa toda la planta baja, un espacio longitudinal, de cinco metros de altura, pintado de un vistoso color rojo, con el mostrador de recepción. En un extremo se ha instalado la escultura “El jardín de la memoria” de Alfonso Alzamora, realizada especialmente para el Hotel Omm. Recrea con siete cubos de acero, un ciprés, el árbol de la hospitalidad. La sombra, al proyectarse en la pared, establece un juego de referencias sugerente entre materia y forma. No es la única obra de arte que se puede contemplar en el hotel.

El interior del Hotel Omm está presidido por una gran sala diáfana, sin columnas ni pilares, compartimentada por tabiques perpendiculares, que crean distintos ambientes. A la izquierda se abre un espacio con sofás y alfombras, distribuidas en un mosaico de colores cálidos: gris, violeta, verde, marrón, en

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tonalidades suaves, discretas, elegantes, con el contrapunto de mesas y pufs de cuero negro, cubos luminosos y lámparas que se adaptan a las distintas necesidades. En un segundo plano, un muro transversal delimita dos espacios recogidos en torno a una chimenea de gas natural. La llama parece flotar sobre un fondo de piedras blancas, creando una maravillosa sensación de sencillez y confort.

Las dos barras de cuero negro e iro, un material ligero y autosoldable, están encajadas formando un rectángulo, que deja a la vista los mínimos elementos indispensables para el funcionamiento del bar. Entre el bar y el restaurante se ubica una gran mesa de hierro, con taburetes, inspirada en la antigua mesa del Mordisco: un espacio abierto en el que poder disfrutar de la carta del Moo Vida.

El Restaurante Moo recibe la luz natural a través de un patio inglés con unos perfiles de acero inoxidable que recogen la luz que llega desde el exterior y la proyectan caprichosamente sobre muros y mesas.

El patio aparece capturado por una vitrina en suspenso, sin marco, sin montura, sin peso, por donde asoman un espectacular bosquecillo de cañas de bambú. En las paredes se han dejado las marcas del encofrado, que ofrecen un contraste con la delicadeza de los interiores y recuerdan la magnitud de los trabajos de ingeniería necesarios para consolidar el edificio.

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En el techo del restaurante se abren nueve lucernarios, nueve troncos piramidales que difunden la luz del patio exterior. A medida que avanza el día, un sistema electrónico compensa la pérdida de luz natural. Por la noche, los lucernarios ceden el protagonismo a la luz perimetral y a la iluminación tenue y matizada de las lámparas depositadas en distintos puntos de la sala.

El Moo está separado de la zona de bar por la escalera que da acceso al subterráneo, donde se ubica Mon Key Club. El restaurante y la escalera están separados por una malla metálica que flota a medio aire, suficiente para preservar la intimidad del comedor, sin romper la continuidad del espacio. La sensación de intimidad se refuerza con la distribución y la medida de las mesas, como máximo para doce comensales.

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Servicios

Parking (cargo adicional). Servicio de limusina (cargo adicional). Conserjería 24 horas. Servicio de habitaciones 24 horas. Servicio de tintorería y lavandería. Servicio despertador. Minibar en todas las habitaciones. Limpieza de calzado. Zona comercial. Instalaciones contra incendios (detectores de humo en habitaciones y

áreas públicas).

Alojamiento

58 habitaciones dobles, 16 habitaciones superiores, 9 junior suites, 4 suites y 4 suites con salón independiente.

Instalaciones adaptadas para clientes con minusvalías. Todas las habitaciones disponen de bañera. Las habitaciones superiores y las suites cuentan también con cabina de

ducha separada. Aire acondicionado y calefacción en todas las habitaciones. Televisión vía satélite. Equipo de música y CD. Teléfono directo con buzón de voz. Caja de seguridad. Mesa de trabajo. Conexiones analógicas en todas las habitaciones. Productos de acogida y secador de pelo.

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Premios recibidos Hotel Omm-Restaurante Moo

Nacionales:

Dos Soles en la Guía Repsol 2008Restaurante Moo

Revista Gran Hotel-Premios a la Iniciativa Hotelera 2008 Restaurante Moo-Mejor restaurante de Hotel

Selección Laus, apartado visual 2007Video-instalación Navidad 2007

Premios Guía Gourmetour 2007Mejor oferta de postres

Mejor sumiller España 2007 Roger Viusà, primer sumiller Restaurante Moo

Revista Business Traveller 2005Mejor restaurante de Hotel

Premio Sánchez Cotán 2004Mejor carta de vinos – Academia Española de Gastronomía

Premi FAD d’interiorisme de l’opinió 2004

Internacionales:

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European Property AwardsBest Hotel Spain 2009

Revista Restaurant Restaurante Moo - 4º Mejor Restaurante de España

2º Mejor Sumiller del MundoRoger Viusà, primer sumiller Restaurante Moo

Tatler Travel Guide 2008Best Foodie Hotel

Mejor Sumiller Europa 2008Roger Viusà, primer sumiller Restaurante Moo

Geosaison 2007-Die Besten Hotels in EuropaEn la categoría de hotels de diseño

Condé Nast Johansens Awards 2006Mejor hotel europeo por el diseño e innovación

Guía Michelin 2006Restaurante Moo – Una estrella

Travel & Leisure Awards 2005Mejor hotel de diseño en el 2005

Fooding 2004Restaurante Moo – Meilleur sucre-fêlé

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Personajes

Sandra Tarruella – Isabel López

Desde 1993 desarrollan su labor en asociación. De sus proyectos de Interiorismo destacan el Café Schilling y Berlín en Barcelona, Restaurante Aiolí en Viena, y restaurantes del Grupo Tragaluz como El Japonés, Negro, Bestial y el Hotel Omm.

Sus proyectos han sido publicados en revistas y libros especializados y han impartido conferencias sobre temas de diseño, además de ejercer la docencia en la Escuela Bau y la Escola Eina de Barcelona.

En varias ocasiones han sido finalistas en los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo y en los Premios Saloni, recibiendo el Premio FAD de la Opinión por el Hotel Omm en el 2004 y por el restaurante El Japonés en el año 2000, el premio Saloni en 2001 y el premio Delta de Plata ADI-FAD en 1986.

Han sido miembros del jurado de los premios FAD en 1999 y de los Habitácola en el 2000.

Felip Llufriu

Estudió en la Escuela de Hostelería de Ciutadella en Menorca. Formado profesionalmente en el Celler de Can Roca de Girona, pasó antes por otras cocinas como las de Neichel y Jean Luc Figueras en Barcelona, Mugaritz en Guipúzcoa y Las Rejas en Cuenca.

Actualmente, y desde su apertura en diciembre 2003, es jefe de cocina del Restaurante Moo en el Hotel Omm de Barcelona.

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Roger Viusà

Se formó como sumiller en el Celler de Can Roca, aunque antes ya había adquirido experiencia en otros establecimientos de restauración, como el Hotel Empordà.

Desde enero de 2005 es el jefe de sumilleres del Restaurante Moo, responsabilizándose de las compras, gestión de la bodega y organización del equipo. En los dos últimos años se ha presentado a varios campeonatos con los siguientes resultados:

Mejor Sumiller de Catalunya 2006 Mejor Sumiller de España 2007 Mejor Sumiller de Europa 2008 2º Mejor Sumiller del Mundo 2008

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Ficha técnica

Hotel Omm Rosselló 265, 08008 BarcelonaT +34 93 454 000F +34 93 454 004www.hotelomm.esCoordenadas GPS: Longitud E 02º09’39” – Latitud N 41º23’46”

Promotor Grupo Tragaluzwww.grupotragaluz.com

Arquitectura Juli CapellaCapella Arquitectura & Design

Interiorismo Sandra Tarruella e Isabel LópezSandra Tarruella & Isabel López Interioristas

Diseño gráfico Mario Eskenazi

Vestuario Josep Abril

Paisajista Beth Figueras

Para más información (prensa):

Clementina Milá (Hotel Omm), T. 93 4454000c.mila@hotelomm.es

Grupo Tragaluz21

Detrás del proyecto del Hotel Omm está la experiencia del Grupo Tragaluz que, encabezado por la empresaria barcelonesa Rosa María Esteva, ha introducido en Barcelona un nuevo concepto de restauración a través de sus restaurantes Tragaluz, Tragamar, Tragarrapid, Agua, AContraluz, Negro, El Japonés, El Principal y Bestial, Negro-Rojo, Cuines de Santa Caterina, Bar Lobo, La Xina. Una filosofía basada en el equilibrio entre una cocina innovadora y de calidad, servida a un precio asequible, en un ambiente minuciosamente estudiado, donde formas, colores y luces se combinan para crear una sensación de placidez y bienestar. En definitiva, una fórmula que busca el compromiso entre la calidad y el confort, la imaginación y el juego, la naturalidad y los valores de sorpresa y empatía que definen la vida contemporánea. Entre las últimas aperturas del Grupo en el 2009 se encuentran, Komomoto, una taberna peruano-japonesa en la calle Princesa de Barcelona y Bar Tomate, el primer restaurante del grupo en Madrid.

En todas las iniciativas en las que interviene el Grupo Tragaluz, cada nueva invención se acompaña de una palabra que sintetiza las sensaciones que produce la comida o el ambiente, o con un trabalenguas ingenioso, que sugiere lo que no se puede decir con palabras. El nombre del restaurante, Moo, se presta a diversas interpretaciones. Es la primera sílaba de la palabra Mordisco –nombre del primer restaurante del Grupo Tragaluz, que estaba ubicado en el mismo lugar donde ahora se encuentra el Hotel Omm– y la inversión de Omm (como un acertijo que da a entender que el restaurante es hotel, y el hotel, restaurante). En el Hotel Omm el restaurante ocupa un lugar de preferencia, en la planta baja, en un espacio único, sin barreras ni interrupciones.

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