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Difícil penetrar en este mundo mágico de los bosques y de los ríos amazónicos. Difícil o, se podría decir, hoy por hoy imposible. Sin olvidar que la extensión de los ocho países incluidos en OTCA alcanza dimen-siones de poco más de 7 millones de Kms.², que se trata del trópico húmedo más extenso del planeta, cuya altura sobre el nivel del mar promedio, en la Selva Baja, alcanza una altura entre 100 y 200 metros sobre el nivel del mar para una extensión de recorrido de más de 5.000 Kms.

El Perú posee una selva que alcanza una extensión de 956.751 Kms², la segunda después de Brasil, que alcanza una extensión de cinco millones de Kms². Dentro de la extensión del Perú, la Región Loreto alcanza una extensión total de 368.851,9 Kms², es decir, el 28,7% del territorio nacional, y una pobla-ción, urbana en su mayoría, cercana al millón de personas.

La mayor riqueza de esta región consiste en su cultura de la biodiversidad: una población que vive en el bosque y del bosque y sus cuerpos de agua asociados, de los productos de un complejo de ecosistemas y de paisajes extremadamente diversificados. La población alcanza hasta el momento una cantidad de 60

pueblos indígenas y alcanza más de 350 mil personas. La Amazonia alberga la mayor de las diversidades biológicas que se conocen en el mundo, y una gran cantidad aún por clasificar. Se estima en más de 1,5 millones el número de especies animales y vegetales ya clasificadas en un universo que oscila entre 5 y 30 millones, buena parte del cual se encuentra en la Amazonia.

Toda la orientación hacia un desarrollo humano sostenible tiene necesariamente que hacer referen-cia a las potencialidades que surgen de las diver-sidades arriba mencionadas y de la creatividad de los seres humanos. Además de los indígenas ya mencionados, existe una parte importante de la población urbana que hoy se podría calcular en un 70%, población conformada por descendientes de migrantes, mestizos, pequeños productores, traba-jadores urbanos, grandes y pequeños empresarios, además de algunas sectas religiosas con propuestas proselitistas.

El gran enemigo: las distancias

Antes de entrar en la presentación y en el análisis de los logros alcanzados hasta el día de hoy por el Gobierno Regional de Loreto (2006-2008), tendría-mos que comenzar por plantearnos (cosa que de nin-guna manera se ha realizado) las dimensiones del territorio más grande del país, como ya se mencionó un 28,7 % de su extensión total, que no puede ser recorrido más que a través de interminables ríos, nave-gables muchas veces solo en creciente y por peque-ñas embarcaciones, ríos en cuyas orillas se asientan unas 2.500 comunidades indígenas y ribereñas. Esta circunstancia hace que sea, ya de bajada o de sur-cada, casi imposible atender los requerimientos de las poblaciones que circundan los ríos en busca de desarrollo humano.

La frontera separa a Loreto de tres países vecinos en una extensión de alrededor de 4.000 kilómetros, con pueblos y servicios marginados de la presencia del Estado, salvo en el más abstracto nivel de formalidad. Ello hace que el centralismo nacional se siga reprodu-ciendo con más intensidad que en otras regiones del Perú y, en consecuencia, las formas de presencia del

Hernán Tello*

Dos años de gestión del Gobierno Regional de Loreto: algunas luces

* Investigador en desarrollo regional.

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Un 28,7 % de su extensión total, que no puede ser recorrido más que a través de interminables ríos, navegables muchas veces solo en creciente y por pequeñas embarcaciones, hace que sea casi imposible atender los requerimientos de las poblaciones que circundan los ríos en busca de desarrollo humano.

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La Amazonia peruana está valorada por la calidad de su gente procedente de distintas identidades culturales, factor de alternativas de desarrollo.

Estado no sean más que a través de formas políticas, sin un alcance real en todas las dimensiones de la vida del resto de las seis provincias, fuera de Maynas. Estas provincias y las capitales distritales reproducen, a su vez, en menor grado, el mismo poder central que la cabeza de región, ya sean de indígenas o de bosquecinos ribereños. Esta barrera, conceptualmente por ahora insalvable, obliga a que tengamos la necesi-dad de formulaciones, conceptos, ideas o paradigmas que nos ayuden a salir de lo mismo que, en nuestro discurso político, por más que haya habido una pre-sencia permanente de dirigentes o la constitución de Gerencias Subregionales, no han hecho posible una región integrada con servicios de costo-beneficio apropiados.

Algunos hitos referenciales

En 1996, el Instituto de Investigaciones de la Amazo-nia Peruana – IIAP formuló una visión del desarrollo de la Amazonia peruana que interpretaba las aspi-raciones de la población en el marco de la realidad socioambiental regional. La traemos aquí en un perfil de trazo grueso para que nos ayude a tener un refe-rente comparativo en nuestras apreciaciones:

• Dimensión humana. La Amazonia peruana está valorada por la calidad de su gente procedente de distintas identidades culturales, factor de alterna-tivas de desarrollo. La población tiene satisfechas sus necesidades y la continuidad está garantizada por una educación vinculada a su ambiente y abierta a la universalidad.

• Dimensión económica. Posee un sistema produc-tivo sostenible, rentable, concertado y articulado, con apoyo de servicios, de normatividad y de

infraestructura. Se aplican de manera sinérgica tecnologías nativas e introducidas. La bioindustria dinamiza la economía regional.

• Dimensión ambiental. Tiene una conciencia con-solidada de valoración de los recursos naturales, manteniendo el equilibrio de los ecosistemas y controlando la contaminación ambiental. La población está distribuida en forma equilibrada y articulada entre el medio urbano y rural, admi-nistrando su territorio en forma sostenible.

• Dimensión política e institucional. La Amazonia está constituida por una sociedad civil integrada al país, con estabilidad jurídica, que gestiona en forma descentralizada el desarrollo sostenible y político de la región.

Una propuesta política en la campaña

La agrupación política Fuerza Loretana (FL) se centró en la propuesta “Loreto Región Productiva” que se autodefine como doctrina social cristiana humanista, cuyo eje principal es la clásica trilogía de la emer-gencia: salud, educación y nutrición. Usa el enfo-que de pirámide invertida para señalar que su visión y trabajo van desde abajo (las bases sociales) hacia arriba (dirigentes y tomadores de decisiones de desa-rrollo, Estado), como expresión de descentralización democrática. La región productiva promueve cuatro grandes actividades económicas: bionegocios, petró-leo, madera y turismo. Crea la infraestructura básica y de servicios, entre ellos, prioriza la conectividad, la energía, el agua y desagüe, y atiende simultánea-mente la trilogía de la emergencia. Al asumir el poder FL, estos conceptos sirvieron para fijar un programa de desarrollo de mediano plazo, tibiamente interpretado y puesto en ejecución principalmente por insuficiente integración entre la visión política, la planificación y la operacionalización del mismo.

«La agrupación política Fuerza Loretana (FL) se centró en la propuesta “Loreto Región Productiva” que se autodefine como doctrina social cristiana humanista, cuyo eje principal es la clásica trilogía de la emergencia: salud, educación y nutrición»

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El proceso de descentralización no solo depende de la gestión del Gorel de turno, requiere una acción colectiva con participación de todos los actores sociales y de todas las fuerzas vivas.

El punto de partida

Habría que analizar los elementos más importantes del plan regional establecidos por la actual gestión del Gobierno Regional, que se sustentan sobre los siguientes puntos:

1. Avance en los procesos de descentralización

Con relación a los procesos de descentralización, hemos de establecer una serie de etapas que desde el Gobierno Regional de Loreto (Gorel) anterior han venido desarrollándose sin tener una definición clara de las líneas estratégicas y de las metas, más allá de las declaraciones retóricas. Se habló primero de la construcción de la autonomía, que recoge una serie de aspiraciones de la población urbana de la capital y que ha llevado a muchos sectores a hablar de “Gobierno Federal de Loreto”. Políticamente, la gestión actual con los demás Gobiernos Regionales amazónicos ha formado el Consejo Interregional Amazónico - CIAM, una asociación de voluntades para integrar políticas públicas y proyectar un posi-ble establecimiento de una Macrorregión. Se die-ron algunos pasos adelante con iniciativas como la creación de la Agencia de Promoción de Inversiones de la Amazonia, y se está en vías de crear el Fondo de Desarrollo Amazónico, iniciativas que caminan a paso lento.

Ciertamente el proceso de descentralización no solo depende de la gestión del Gorel de turno, requiere una acción colectiva con participación de todos los actores sociales y de todas las fuerzas vivas, así como de la fluidez del Gobierno Central en las decisiones políticas de transferir poder, economía, funciones y

estabilidad del proceso, evitando retrocesos y desvíos de las líneas trazadas.

En cuanto al interés por las poblaciones indígenas, no existe una clara línea de acción de parte del Gobierno Regional, ni de una visión clara y concertada para enfrentar los graves retos de la inserción en el mer-cado y de la globalización, aunque se puede obser-var una vocación a solidarizarse con sus problemas desde una perspectiva regionalista. Existe una cierta participación, pero circunstancial y no articulada en un plan estructurado ni tampoco en una visión con-certada e inclusiva.

2. Un punto de partida político

No se podría entender el avance de un determinado Gobierno Regional sin tener en cuenta la conforma-ción política de los partidos o movimientos que llegan al poder. Disminuidos por la preferencia ciudadana, los partidos políticos tradicionales, como el Apra, el PPC, AP, o la misma Izquierda, las masas se han entre-gado a constituir pequeños frentes populares ajenos a cualquier reflexión doctrinal filosófica o política madura. Lo que aparentemente se había convertido en una ventaja, en la práctica se puede traducir en el origen de grandes desarticulaciones, donde cada cual aporta lo que está a su alcance (dinero, entusiasmo, afiliación o banderas) y luego de la conquista del poder exige una retribución en términos de empleo, de oportunidades de negocio, o de lugares en los altos designios del poder establecido.

De aquí surgirá uno de los mayores problemas obser-vados en las regiones. Una de las formas visibles es, por ejemplo, la frondosidad administrativa que se multiplica con cada gobierno y con cada nuevo pro-grama o proyecto, pero la falta de preparación y de personal calificado para el ejercicio de la función de los cargos es crítica para fortalecer una gestión que requiere estar a la altura de los retos que plantea la visión del desarrollo regional.

Gestión a diferentes ritmos

En un discurso de fines de 2006, una vez en el poder, Alan García prometió a los Gobiernos Regionales la transferencia de más de 180 atribuciones del Gobierno Central. A la hora de la verdad, esto ha quedado a media agua, a pesar de que Loreto dispone de los beneficios del canon y del sobrecanon petroleros. Un claro ejemplo está en la descentralización de la ges-tión de los recursos naturales, como el forestal, que no pocos conflictos está generando en Loreto. A pesar de

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Existe un resultado relativamente logrado a través del Procrel, este programa promueve la conservación productiva y el desarrollo sostenible de las comunidades indígenas y campesinas en áreas de conservación regional.

las promesas y de compromisos firmados con plazos determinados para la transferencia de competencias, hasta ahora estas no se hacen realidad.

Ciertamente, el Gorel ha merecido una distinción internacional y figura entre los Gobiernos Regiona-les que han tenido de las mayores dinámicas presu-puestales hacia el fin del año. El mayor problema es que estas acciones son dispersas y aún no se muestra contundencia, coherencia y un fino eje orientador, conforme a lo que estableció en su discurso inicial el Presidente Regional. No se puede negar que ha habido buena intenciona-lidad en promover la idea de la “Región Productiva”, sobre todo en el agro y en la pesca: algunos ejemplos son la promoción de cultivos bandera como el camu camu y el sacha inchi, además de la palma aceitera, el cacao, entre otros, y el apoyo financiero para la imple-mentación de la planta de piña en Aucayo, a la que se sumarán pronto la de Tahuayo, Tamshiyacu, Jeberos y Balsapuerto. Existe también un discurso y un ambiente promotor de la inversión privada, como los casos que se difunden: el Grupo Romero, Andahuasi, Samoa Fiber.

Existe un resultado relativamente logrado a través del Procrel (Programa de Conservación, Gestión y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica de la Región Loreto). Financiado por la cooperación internacional y asociado con el IIAP, este programa promueve la conservación productiva y el desarrollo sostenible de las comunidades indígenas y campesinas en áreas de conservación regional como Tamshiyacu-Tahuayo y Alto Nanay. En estas zonas los mismos pobladores locales organizados van logrando avances importan-tes en lo referente al control de la tala ilegal y de otras actividades extractivas depredadoras, en una gestión

sostenible de sus recursos naturales, y en la inserción en el mercado de productos de la diversidad bioló-gica con valor agregado, como canastas de fibra de chambira, que hoy se venden tanto en Lima como en Estados Unidos.

Se observa también cierto dinamismo en la promo-ción de crédito de bajo costo para alentar actividades productivas con recursos del canon petrolero a través de FONDELOR. Se dispone para el presente año, por ejemplo, cerca de 50 millones de Nuevos Soles para actividades agrícolas, pesqueras, forestales y artesa-nales. El programa requiere ser innovado y fortalecido en capacidades técnicas y acciones para neutralizar presiones políticas. Se está planteando al Congreso la creación de una Caja Regional de ahorro y crédito como una medida para profesionalizar y superar las serias deficiencias del sistema.

La sostenibilidad del enfoque de “Región Productiva” se proyecta a través de la Zonificación Ecológico-Económica (ZEE) de Loreto que se ejecuta en con-venio con el IIAP, y mediante la protección de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales. Ambos proyectos SNIP están en las etapas iniciales y es necesario dinamizar su ejecución para orientar la inversión. Estos proyectos pueden ser instrumentos importantes para los procesos de integración comer-cial (TLC) y física (IIRSA).

En cuanto a la “Trilogía de Emergencia”, existen tam-bién inversiones importantes en salud, con el apoyo del Fondo Ítalo-Peruano (FIP), el tomógrafo, las pos-tas y los centros de nutrición que van hacia los más pobres. También habría que tener en cuenta el con-venio con el INEN para la enfrentar el problema del cáncer tan frecuente en la vida de la gente.

Aunque procede de gestiones anteriores, no se puede desmerecer la inmensa inversión urbana, por más de 35 millones de dólares, con la que se ha realizado la obra más grande de la historia en cuanto a agua se

«El crecimiento del PBI regional ha seguido la tendencia nacional, aunque a un menor ritmo. La dinámica productiva ha estado centrada en la actividad exportadora con un crecimiento cercano al 10% anual en el año 2007, y se espera que sea un poco menor a fines de 2008»

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refiere en Iquitos: la renovación del sistema de agua de la ciudad, ahora a punto de ser completado con la renovación del sistema de alcantarillado y desagüe.

Otra acción importante es el programa “Médico en tu barrio”, que busca apoyar a muchas familias de extrema pobreza que no pueden acceder al servi-cio de salud de los hospitales, centros de salud o postas. Este programa, aunque novedoso y muy bien concebido, es pequeño comparado con la demanda existente por el servicio, y sería interesante mejorar su diseño para atender en especial a personas de alta vulnerabilidad y complementarlo con los programas del Minsa y otros de corte social que se prestan a nivel nacional.

En el ámbito educativo, ha nacido de las fuerzas vivas de la comunidad un movimiento llamado Foro Educativo Regional, que habla de un aporte desde la sociedad civil para una nueva conciencia cualitativa sobre el significado de una educación constructivista a partir de lo local y de lo regional. Se desarrollan experiencias piloto en torno a la propuesta de edu-cación de alternancia, con un mayor énfasis rural, de alta sensibilidad para el futuro de la región por la excesiva baja calidad educativa generalizada, pero con una mayor incidencia en zonas alejadas de las capitales provinciales. Estas experiencias pueden ser puntos de partida interesantes para una nueva educa-ción enraizada en la realidad socioambiental y en la actual visión productiva de la región. Sin embargo, los esperados resultados de la propuesta de emergencia educativa tienen vallas muy altas por la baja calidad de la gestión sectorial y la poderosa presencia de gremios de profesores con intereses más orientados a reivindicaciones laborales que a la mejora de la cali-dad de la educación, lo que implica en las actuales circunstancias una carga pasiva difícil de superar.

Enlazando las propuestas productivas con la trilogía de la emergencia se encuentra el programa “Jóvenes Chamba”, orientado a capacitar y a formar a jóve-nes en actividades técnicas para crearse sus propios puestos de trabajo –con la creación de pequeñas empresas- o a participar en las oportunidades de tra-bajo con mayor éxito y productividad. El programa se orienta con mayor prioridad a las áreas rurales y zonas marginales urbanas. Este programa claramente es importante y necesario, pero requiere al igual que los demás programas para mejorar su concepción ser más efectivo en resultados e incorporar las experien-cias de programas nacionales.

Otro de los logros, aún no materializado, es la defensa de la gestión descentralizada de los recursos natura-les, en especial los relacionados con la diversidad biológica y con la protección de los pueblos indí-genas frente a los intentos del Gobierno Central de implementar leyes centralistas e irreales para Loreto, como el proyecto de Ley 8040 “Ley de la Selva” y los Decretos Legislativos 1064 (territorios indígenas) y 1090 (Ley Forestal).

Se observa también cierta capacidad para la neutra-lización y para el control de los conflictos generados por diferentes frentes y agrupaciones, mejorando las condiciones para el turismo, la inversión y la produc-tividad regional.

Un hito importante en la gestión se encuentra en el informe del INEI sobre “La pobreza en el Perú en el año 2007”, que indica una mayor disminución de la pobreza en Loreto, de alrededor de 11,7 puntos porcentuales, pasando de 66,3% en 2006 a 54,6% en 2007, seguido de la región Ayacucho, que disminuyó en 10,6 puntos porcentuales.

Ámbito económico

El crecimiento del PBI regional ha seguido la tenden-cia nacional, aunque a un menor ritmo. La dinámica productiva ha estado centrada en la actividad exporta-dora con un crecimiento cercano al 10% anual en el año 2007, y se espera que sea un poco menor a fines

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Se desarrollan experiencias piloto en torno a la propuesta de educación de alternancia, con un mayor énfasis rural, de alta sensibilidad para el futuro de la región por la excesiva baja calidad educativa generalizada.

«Se requiere una apuesta clara por superar los cuellos de botella, especialmente en el tema de conectividad, la mala calidad y los altos costos de los servicios públicos»

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Los indígenas dominan el conocimiento de 1.300 plantas que contienen principios activos de antibióticos, narcóticos, anticonceptivos, anticoagu-lantes, fungicidas, anestésicos y relajantes musculares.

de 2008. Los productos que sobresalen son la madera, cada vez con mayor valor agregado, los peces orna-mentales, el camu camu, el palmito, entre otros pro-ductos de menor nivel. La exploración y producción petrolera, favorecida principalmente por los precios internacionales, y el ambiente de inversión facilitado por el Gorel, fueron las actividades que más contribu-yeron a justificar el lema de Región Productiva.

La investigación científica y tecnológica a la zaga

No se siente que haya un avance orgánico en esta dimensión del desarrollo humano, teniendo en cuenta, por ejemplo, que más del 25% de los medicamentos prescritos en los Estados Unidos contienen principios activos derivados de las plantas que se desarrollan en los bosques amazónicos. Los indígenas dominan el conocimiento de 1.300 plantas que contienen principios activos de antibióticos, narcóticos, anti-conceptivos, anticoagulantes, fungicidas, anestésicos y relajantes musculares. Muchas de esas plantas ya son comercializadas en la actualidad, pero existe un potencial inmenso en buena medida subexplotado.

Existe un interesante proyecto de un centro de inno-vación de maderas y de otros recursos de la biodiver-sidad para prestar servicios especializados en investi-gación e innovación. Como otras buenas iniciativas, aún están con bajo dinamismo y, hasta cierto punto, demoradas. Sería bueno que el Gorel apoye con un sentido claro de futuro al Centro de Biotecnología de Quistococha, erigido por el IIAP, y busque el camino para inversiones en el ámbito de la investigación e innovación como soporte para la competitividad y la sostenibilidad del desarrollo regional. Desarrollar nuevos productos nutracéuticos, alimenticios o medi-cinales no es una tarea de una sola institución, sino de muchas, y solo aunando esfuerzos se podrá abrir nuevos mercados para nuevos productos. Es necesario fortalecer la alianza entre el Gorel, el IIAP, la univer-sidad y la empresa para estos propósitos.

Las humanidades

Es este un campo poco priorizado en la actual gestión. Sin embargo, hay una inversión en el ámbito de las humanidades que pudiera tener alguna significación: la publicación de la obra de los documentos y leyes de Carlos Larrabure y Correa. Es, sin duda, el funda-mento sólido histórico para la conformación de una macrorregión que políticamente habría de salir como iniciativa modelo.

Ante esta mirada histórica, habría que invertir mucho más en otras dimensiones de la cultura regional lore-tana, aunque de un modo más orgánico y coherente, como la literatura, la música, las artes visuales, la arqueología y el patrimonio monumental y artesanal, vistos como un seguir desde las raíces más profundas el proceso de transformación interior del pensamiento de esta región.

Integración con otras regiones y países de la OTCA

En esta dimensión, salvo los viajes oficiales de los festivales en fronteras y en la época de la organiza-ción de los desfiles de Fiestas Patrias, no se ha reco-nocido ninguna inversión en las relaciones con los países vecinos. Personas consultadas han declarado que Loreto está en condiciones de poder establecer relaciones culturales y comerciales con mayor inten-sidad con Colombia a través de Leticia y con Brasil a través de Manaos, fortaleciendo la presencia en Santa Rosa y haciendo de cabeza de puente con el resto de continente americano. Es necesario abrirse mayor campo en la participación de decisiones y de complementación de grandes proyectos como el del eje IIRSA, en especial para fortalecer la conectividad mediante hidrovías. O las de integración comercial, que sin duda generan oportunidades, pero al mismo tiempo también algunos riesgos socioambientales y patrimoniales, como los relacionados con los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales.

Auscultando el futuro

Si fuera posible dar algunos consejos, en los térmi-nos más amplios posibles, se podría recomendar lo

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siguiente: una mayor integración entre la dirección de la gestión y la acción; reforzar en su concepción y acción los programas productivos y sociales, orien-tando la inversión pública hacia estos aspectos más que a infraestructura no productiva; mayor transpa-rencia en la gestión a través de la información y de los procesos participativos de consulta; mayor inver-sión en proyectos productivos viables y visibles en el ámbito técnico, social, económico y ambiental, evitando el asistencialismo populista y la respuesta automática a la presión política. Se requiere enfren-tar la conectividad con mayor contundencia, tener focalización de proyectos y un dimensionamiento de los mismos a escala regional para mejorar el impacto de los resultados. Se requiere invertir mucho más en aspectos estratégicos como la educación, para for-mar los sectores productivos del próximo futuro. Se requiere una apuesta clara por superar los cuellos de botella, especialmente en el tema de conectividad, la mala calidad y los altos costos de los servicios públi-cos. Asimismo, se requiere poner mucho más énfasis en conservar recursos estratégicos para la industria turística, actualmente degradados por la sobreex-plotación de la flora y de la fauna, y por la falta de control en la mayor parte de las zonas donde existen inversiones turísticas o un gran potencial.

Sería conveniente impulsar el CIAM, un globo desinflado en poco tiempo, y la integración amazónica para promover estrategias de geopolítica interregionales que amplíen el horizonte. Y, entre otras actividades, constituir un foco de alerta sobre el eje IIRSA, que asuma las potencialidades y ventajas de la anexión complementaria con otros países amazónicos y ampliar así la visión productiva.

El gran problema es la baja inversión en una adecuada investigación científica y tecnológica que parta de una investigación a ritmo y adecuada al momento, y orien-tada a satisfacer las necesidades de conocimientos y de tecnologías de las industrias regionales: turismo, bioindustria, etc. No se ve cómo pueda cambiarse en el escaso tiempo de una década siquiera la orienta-ción en la construcción de un proceso hacia el desa-rrollo y la autonomía de esta como de otras regiones del Perú sin una adecuada inversión en investigación e innovación.

Hay una cosa cierta: el pensamiento de base cien-tífica no está aún maduro ni elaborado. A pesar de los esfuerzos, muy relativos y parciales, de la Orga-nización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y de la Asociación de Universidades Ama-zónicas (Unamaz) por realizar algunos talleres de formación académica, por lo demás superficial, no hay en la Región Loreto un corpus que oriente un pensamiento de desarrollo endógeno y humano pro-pio de sus especificidades geográficas, ambientales, hidrográficas y culturales emergentes, sobre todo en el ámbito de las grandes transformaciones culturales que requeriría la posmodernidad. Las universidades y los centros de investigación superiores hasta el momento carecen de una percepción filosófica y humanística que aproxime a las condiciones de las sociedades amazónicas actuales. Los gobiernos son elegidos por el pueblo y el pueblo no tiene claro el camino. Cree-mos, sin duda, en el futuro, pero habrá que bregar por circunstancias donde los cambios sean orientados desde perspectivas más profundas.

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Las universidades y los centros de investigación superiores hasta el momento carecen de una percepción filosófica y humanística que aproxime a las condiciones de las sociedades amazónicas actuales.