PRÓLOGO

CÓMO UNAS BURBUJAS PUEDEN EXPLICAR

EL MISTERIO DE LA VIDA

Dora cree ser la hija del Sol, pero no es másque una niña mulata que vive con su abuelo,realquilada en un piso de uno de esos subur-bios donde la emigración genera conflictos in-cluso entre los más pequeños. «Tú eres delmismo sitio que los demás, de Pinganillo, elvolcán de las burbujas», le dice su abuelo paraayudarle a superar la angustia que le provocanlos malos tratos de que es víctima por parte deunos compañeros de clase. Especialmente deCharli, que era amigo suyo hasta que se dejóenvenenar por su Mala Sombra.Los niños incorporan a su aprendizaje vital

los discursos que oyen a los adultos, sin pa-sarlos por el filtro de la comprensión y la soli-daridad. Ahora que oleadas de inmigrantesllaman a las puertas de nuestra sociedad del

7

bienestar, tenemos ejemplos a diario. Y, sinembargo, hace solo unas décadas, en España,familias del sur partían hacia un norte máspróspero para forjarse un futuro mejor. Yo fuiuno de aquellos emigrantes —«charnegos»nos llamaban entonces— que se introdujeronen una cultura que no era la suya, pero queacabó siéndolo, a base de dar y recibir. O sea,mezclando lo de los unos con lo de los otros.El mestizaje es una de las claves de Dora, la

hija del Sol. No solo porque el hada madrina,Liang, sea una cocinera china que muestra aDora un camino de superación en clave taoís-ta; además, Omar, el narrador, es un mensajeroárabe que conduce al público por la historia aritmo de rap. Sin olvidar que las raíces de laprotagonista, que es medio blanca medio ne-gra, la llevan a interpretar una liberadora dan-za africana. La representación occidental recaeen el Abuelo, años atrás un inmigrante anda-luz en una ciudad industrial del norte, y en unaesperpéntica Viuda sin Corazón, que machacaa sus inquilinos a golpe de ópera y sometién-dolos al espionaje de su loro Rigoletto. Sin ol-vidar a la sufrida pero valerosa Maestra.A parte de la multiculturalidad, hay otros

temas en la obra... Por ejemplo, el acoso entreniños dentro y fuera de las aulas. Hoy lo lla-

8

man bullying, pero no me parece un fenóme-no tan moderno. Siempre hubo chavales queusaban la violencia o la crueldad contra otrosniños. Puede que hoy se haya disparado..., nosé. Lo que sí sé es que en nuestra sociedad seningunea a los viejos —y eso que existe el Im-serso—. El personaje del Abuelo quiere rendirtributo a los ancianos, canguros gratuitos desus nietos en muchos casos, que son poseedo-res de una riqueza existencial desaprovechada.¿Y si prestáramos atención a lo que tienen quecontarnos en vez de prescindir de ellos cuan-do ya no son productivos? Algunos saben co-nectar muy bien con esa etapa de la vida tanllena de fantasía que es la infancia. Abuelo ynieta forman una peculiar pero no menos esti-mulante familia, en una época en que hay queapostar por cualquier tipo de lazo familiar.Fantasía, lazos familiares y amistad son las

tres armas que usa Dora para luchar contrauna realidad muy gris. Esas armas siemprehan sido válidas para convertirnos en mejorespersonas... Seguro que en el futuro, sea cualsea el modelo de sociedad que tengamos, noquedarán en desuso.

9

ARGUMENTO

Dora, una niña mulata, y su Abuelo vivenprecariamente realquilados en la casa de laViuda sin Corazón, que los humilla constan-temente y los espía con su loro Rigoletto. Uncompañero de la clase de Dora, Charli, y suMala Sombra hacen la vida imposible a Dora.Para explicar a la niña por qué el color de supiel es diferente al de los demás compañeros, elAbuelo le cuenta que todos venimos de Pinga-nillo, el volcán de las burbujas. Dora conse-guirá tomar el control de su vida, vencer lassombras que la atormentan y recuperar laamistad de Charli. Para ello, va a ser funda-mental la ayuda de Liang, la cocinera de unrestaurante chino cuya puerta trasera da a untronado y mágico callejón.

10

PERSONAJES

DORATengo nueve años y nací... aquí, aunque miabuelo dice que me hicieron donde a todos, enPinganillo, el volcán de las burbujas. Vivo conél y nos apañamos bien, aunque hayquien nos critica. La Viuda sinCorazón, que nos alquila unahabitación, siempre amenazacon avisar a un asistente so-cial, porque dice que mi abue-lo no me cuida bien. La Viudaquerría que yo fuera su hija,para alimentarme con golo-sinas. Mi abuelo me alimen-ta con algo más importante,con fantasía... y muchocariño. Él trata de ex-plicarme que serdiferente a los de-

11

más no es malo. Él dice que yo soy especial, quesoy hija del Sol. Aparte de mi abuelo, hay otraspersonas que me aprecian como soy: mi maes-tra y Liang. Gracias a ellas voy a descubrir quellevo el ritmo en la sangre. ¡Me encanta bailar!,sobre todo, cuando es con Charli.

ABUELOSi alguien entiende de dificultades, ese soy yo,Curro Yerbabuena, para servirles. Estoy algofastidiao de la espalda, por eso ando con unbastón. Pero, por lo demás, me defiendo. Mal-vivo de mi pensión, que no da pa ninguna ale-

gría, y de algunos trapicheos,como pintar muñequitos encasa. No me duelen prendas de-cir que somos pobres..., aun-que eso sí, honraos. Vivo enla ciudad y ya casi no meacuerdo de mi pueblo, delque tuve que irme por necesi-dá hace una jartá de años.De lo que sí me acuerdo esde la carita de pan de lecheque tenía la criatura de laque me hice cargo cuando mihija murió. Del padre nunca sesupo, pero seguro que era más

12

negro que una noche cerrá.Mi nieta ha crecíoconmigo. Ella es mi vida, es mi sol. Espero queun día, en cuanto llegue una carta que espero,pueda darle to lo que materialmente necesita.Así Dora no tendrá que echarle imaginacióncuando necesite un disfraz. Aunque, bien pen-sao, tampoco es tan malo recurrir a ella. ¿Quétal andan ustedes de imaginación?

VIUDA SIN CORAZÓNMi marido era un pobre diablo: éltuvo la culpa de que yo no pu-diera desarrollar mi talentonatural para la ópera. Noapreciaba el bel canto*,como tampoco loaprecian estos muer-tos de hambre a losque realquilo una habi-tación. Por lo menos, mimarido me dejó viuda pron-to, lo cual es de agradecer.Así he podido dedicarmea algunas de mis afi-ciones, además de laópera: el bingo, el

13

* Bel canto quiere decir ‘ópera’ en italiano.

whisky y los bombones. Físicamente estoy es-tupenda, aunque algo fondona... debajo de labata de boatiné*. Eso sí, me gusta ir maquilla-da de la mañana a la noche. Como yo digo, lacara es el espejo del alma, y a mí no me pilla-rán sin un buen rouge à lèvres**. Ah, y ade-más de diva, soy políglota. Mi única frustra-ción es no haber tenido un hijo al que dar unaeducación, chuches y otros caprichos. Si Dorase dejara malcriar por mí..., pero no quiere.Suerte que me queda Rigoletto, mi loro. A finde cuentas, los dos son animales de compañía,¿no?

CHARLIMi madre me dice que como siga cateando nome va a quedar más remedio que ponerme acurrar en cuanto tenga la edad. Pero currar¿para qué?, habiendo otros que pueden hacer-lo... Por ejemplo, esos que vienen de fuera yque hacen el trabajo sucio. Esto lo dice mi pa-dre..., y si él lo dice, imagino que sabrá por qué.Mi padre es listo, cobra el subsidio de desem-pleo y, si puede evitarlo, no dobla el espinazo.La verdad es que cateo desde que empezamos

14

* Tejido acolchado.** Rouge à lèvres significa ‘pintalabios’ en francés.

el curso... El año pasado iba bien, porque teníade compañera de pupitre a Dora, y ella a vecesme ayudaba con los deberes. Pero mis colegasempezaron a reírse de mí, por juntarme con lamulata, y, para que me respetaran, tuve que po-nerla en su sitio. Lástima, porque en el fondo,me lo pasaba guachi con Dora..., aunque esto

nunca lo reconocería en voz alta.MALA SOMBRAYo no soy de carne y hueso. Como mi nombreindica, soy una sombra o, si se quiere, una in-fluencia. Vamos, que no soy real, pero eso noquita para que tenga poder, y mucho, sobre

15

Charli. Me alimento de prejuicios, malas inten-ciones e ideas mezquinas..., que son el pannuestro de cada día. Me he pegado a Charli,como hago con tantos otros que se dejan ma-nipular porque no tienen criterio propio y nosaben mirar el corazón de las personas, sinosolo su apariencia física. Charli me aceptacomo a su sombra porque me muevo como tal.Le hago creer que es divertido burlarse de losmás débiles, atacar a los que no son como no-sotros. Actuamos los dos a una: si él golpea, yo

lo sigo; si yo insulto, él me imita. Mehe mimetizado con él, y ya no

puede vivir sin mí. ¿O sí?

LIANGMe ha costado mucho en-contlala, pero pol fin he dadocon Dola. Mejol dicho, ellatenía que encontlalme a mí.A veces taldamos mucho en

sabel tomal las liendas de nues-tla vida, polque nos da miedovolal fuela de la jaula, o polqueno sabemos asumil lo que de vel-dad somos. Pelo si lo hacemos,podemos clecel como gigantes y

16

destluil los monstluos que nos atosigan. Tam-poco hace falta hacelo solos. Las hadas mad-linas podemos echal una manita... Vosotlos es-tad atentos, polque las hadas adoptamosmúltiples folmas. Yo misma soy una malipo-sa... Incluso cuando tengo pielnas y blazos, memuevo como una maliposa. Eso sí: pala en-contlal a vuestla hada, debéis tenel los ojos yel alma limpios.

MAESTRA

Hay días que cuando llego a casa estoy para elarrastre..., días en los que la clase hasido como un campo de batalla. Nosabéis lo duro que es lidiar con algu-nos de los alumnos que me han caí-do en suerte. Esos «algunos» sonpocos, pero se hacen notar. Más deuna vez los tengo que poner fir-mes. Y me da rabia, porque sonsolo niños que no saben cuándo ydónde tienen que parar de hacer elburro. Pero alguien tiene que ponerdisciplina. Si no, acabarán siendo bu-rros de verdad. Por suerte, hay díasmagníficos. Días en los que nos lopasamos fenomenal. Todos partici-

17

pan de las actividades que propongo, y veo alas personitas que hay en ellos. En esos días,me siento con la misma ilusión que cuandoempecé a ser maestra. En esos días, me voy acasa sabiendo mucho más de lo que sabía porla mañana... No hay nada mejor para apren-der que mis niños..., cuando se de-jan.

OMAREh, colegas..., me llamoOmar, pero hay quien mellama el «Kuenta-Kilóme-tros» o el «Kuenta-Kuen-tos»... Una cosa va con laotra. Cuantos más kilómetroshaces, más historias conoces. Porlo menos en mi caso, que soy mensajero. En mipueblo de origen —que está de camino hacia elSáhara, al otro lado del mar, y después torcien-do en la décima novena duna a la derecha, paraseguir hasta la palmera número ciento doce...—, también me llamaban el «Kuentista». Y es quelos cuentos no se me dan mal... Si queréis com-probarlo, preparaos para escuchar la historiaque os voy a contar titulada Dora, la hija delSol. Solo tenéis que poner de vuestra parte la

18

sesera, el corazón... y unabuena dosis de imagina-ción.RIGOLETTOVivo como un rey..., rey... Mijefa es la Viuda sin Corazón...,sin Corazón... Pero hago lo queme sale del... pico..., pico... Sé másque nadie de lo que pasa en la casa...,casa... Y se lo chivo, si me conviene, a la Viu-da..., Viuda... Ella me llama Rigoletto..., Ri-goletto..., porque está loca por la ópera...,ópera... Pero mi nombre auténtico es Nazariode Jesús Miranda da Sousa..., da Sousa..., ysoy de Brasil..., Brasil... ¿Es que no veis lo her-mosas que son mis plumas..., plumas...? Mu-cho más que la ordinariez de bata de la Viu-da..., Viuda... Por cierto, ¿alguien tiene unpoco de whisky..., whisky?

EL CANARIO Y LA MARIPOSA

Son dos muñecos, como Rigoletto. Pero a di-ferencia del loro —manipulado por un ac-tor—, estos personajes no tienen texto. Noobstante, el canario trina, y de lo lindo. Sucanto resulta muy revelador en un momentodado de la función. El canario ni siquiera re-

quiere ser articulado.Está en su jaula, salvocuando Dora lo tomaentre las manos. Perotiene mucho peso en eldesarrollo de la trama,porque se revela ungran aliado de la mariposa. Esta solo apareceen una escena, pero la suya debe ser una apa-rición realmente —o «irrealmente»— especta-cular. Como marioneta, sí debe volar o pro-ducir el efecto de que vuela, y sus colores y suforma estarán en consonancia con el vestidode Liang.

20

ESCENIFICACIÓN

DECORADOLa obra se desarrolla en tres decorados o es-pacios diferenciados:• El piso de la Viuda sin Corazón, dividido

en dos partes: el espacio de la Viuda, una salade estar decorada de forma hortera, dondedestaca la percha del loro Rigoletto; y la habi-tación de Dora y su Abuelo, mucho más po-bre, con dos camas —o una litera—, una mesay dos sillas, una repisa, una ventana y un cla-vo —el clavo de las ilusiones—. Esta habita-ción dispone de una ventana por la que entrala luz del neón rojo del restaurante chino «Eldragón imperial». Generalmente, las dos zo-nas se van alternando con un juego de luces,aunque a veces aparecen al mismo tiempo.• El callejón que queda detrás del piso de la

Viuda sin Corazón, donde da la ventana de la ha-bitación de Dora. Allí también da la puerta de

21

la cocina de «El dragón imperial», flanqueadapor dos cubos de basura. En la pared de esteestablecimiento hay un cartel con un dragóniluminado por un neón rojo.• El colegio donde Dora y Charli estudian;

constará de una pizarra, pupitres y sillas paralos alumnos y una mesa para la maestra.

ILUMINACIÓNLa iluminación es una de las piezas clave paratransmitir el poder de la magia, pero tambiénla cruda realidad social en la que viven losprotagonistas. Magia y realidad se funden

continuamente en un juego de luces que debeestar muy cuidado.

MÚSICA

Otro tanto ocurre con la música, ya que debenbarajarse códigos que transmitan magia y re-alismo a la par. Pero, mucho más que eso, lamúsica debe evocar distintas culturas, reve-lándose como una de las armas más sugestivaspara denotar la multiculturalidad de Dora, lahija del Sol.A la melancolía y cierta desesperanza—acen-

tuada por los ruidos del callejón— del tema mu-

sical que interpreta Dora, se suman la fuerza dela danza africana de la fiesta de disfraces, so-bre la que se superpone la canción de Charli ysu Mala Sombra; el vitalismo del rap de Omar,que delimita los umbrales de la obra, y el eté-reo orientalismo de la melodía tarareada porLiang. Sin olvidar las arias que la Viuda inter-preta a capella* de forma grotesca y dispara-tada. Estas arias, que para ser identificadas enlas acotaciones aparecen acompañadas de unnúmero romano, son las siguientes:

Rigoletto, Verdi (I)Nabucco, Verdi (II)La Traviata, Verdi (III)Carmen, Bizet (IV)L’elisir d’amore, Donizetti (V)

Por cierto, los músicos Xavier Oró y PepSolórzano, del grupo Contratempo, han com-puesto la banda sonora de la obra —que in-cluye todos los efectos de sonido—. Para con-sultas, es posible contactar con ellos en lasiguiente dirección: xoro@gmirecords.net

24

* Sin acompañamiento de ningún instrumento.

VESTUARIOComo los demás aspectos de la ambientación,el vestuario debe ser capaz de transmitir realis-mo o magia, siempre en consonancia con el es-píritu de cada personaje: así, los trajes deDora, el Abuelo, la Maestra, Charli y Omarson puramente realistas. Liang y Mala Som-bra, en cambio, son la cara y la cruz de la esen-cia mágica de la obra. Si la irrealidad de MalaSombra se condensa en la carga simbólica queaporta el color negro —bastaría con que el ac-tor que lo interprete usara pantalón, camiseta,e incluso pasamontañas negros—, Liang estodo lo opuesto. La música, la iluminación y,por supuesto, el vestuario deben transmitir esasensación de que ella es magia —con mayús-culas—, como corresponde a cualquier hadamadrina. Solo que, en este caso, es china. Unavestidura de color azul junto con una ilumina-ción adecuada remitirán a su condición de seretéreo, que vuela más que camina. Tal vez, susemejanza con una mariposa podría reforzarsecon unas mangas amplias y largas —en la líneaoriental—, que la actriz podría desplegarcuando le conviniera. La Viuda sin Corazón,por último, no es ni una cosa ni la otra. Losuyo es puro esperpento.

25

SUGERENCIAS: LECTURAE INTERPRETACIÓN

Dora, la hija del Sol es una obra teatraladecuada para niños y niñas de diez años omás. Sin embargo, aborda temas complejos,por lo que requiere que su lectura esté, al me-nos en parte, orientada por el profesor.

Existen dos posibilidades para trabajar eltexto con los alumnos (la segunda implica larealización de la primera, pero no viceversa):

1) Lectura colectiva dramatizada.2) Representación.

LECTURA COLECTIVA DRAMATIZADA

Creemos que la lectura dramatizada o decla-mada es más factible que la representación den-tro del ámbito escolar (también en campamen-tos de verano, bibliotecas...), y la consideramosuna actividad más recomendable que fragmen-

143

tar la obra para representar aquellos episodiosmás fáciles de interpretar o memorizar.

Por otra parte, al no exigir memorización,la lectura permite centrar la atención en la ex-presión y estar más atento al mensaje de laobra, en lo que se dice, en cómo se dice...

Para la lectura colectiva dramatizada, enprimer lugar, asignaremos los personajes a losalumnos-actores.

Los personajes pueden ser leídos, en cadaescena, por un alumno o una alumna distinto,con objeto de que participe todo el grupo.

La lectura dramatizada nos ocupará, sinduda, varias sesiones. Así pues, indicaremos alos alumnos la escena o las escenas que vamosa declamar en cada sesión. En función de laextensión o del contenido, podemos anticiparque una sesión de lectura no podrá exceder dedos o tres escenas. No olvidemos que una mis-ma escena puede precisar varias lecturas, quepermitirán al alumnado practicar la declama-ción y mejorar la interpretación de los perso-najes. Los actores correspondientes leerán, in-dividual y previamente, el texto en casa.

Antes de la lectura declamada de esas esce-nas, los alumnos participantes expondrán alresto de los compañeros qué aspectos intere-santes han extraído de su lectura en casa: con-

144

ducta o ideología de los personajes, desarrolloo ritmo de la acción, etc. Se trata de que ma-nifiesten su opinión antes de escuchar la ex-plicación del adulto (profesor). De este modo,motivamos en nuestros alumnos la reflexión,el espíritu crítico y la participación activa,aunque en algún caso tengamos que matizarsus observaciones, incluso rebatirlas.Dora, la hija del Sol es una obra idónea

para la reflexión y el debate. Además de tratarel tema de la discriminación racial, abordaotros, como la importancia de amistad y de loslazos familiares o la necesidad de la fantasía.Al ser tan variados, en cada sesión, de acuerdocon la exposición de los alumnos, podemos en-focar el diálogo de diferentes maneras.

REPRESENTACIÓN ESCÉNICA

Una vez acabada la lectura dramatizada, po-demos preparar la representación, en la queaconsejamos que se involucre todo el grupo dealumnos: esccenografía, música, atrezo...

La representación puede ser total o parcial.En este segundo caso, meteremos las «tije-ras», como tantas veces nos hemos visto obli-gados a hacer los docentes, para hacer viable

145

la representación de una obra por los escola-res.

Si elegimos la representación completa (siem-pre es más deseable), podemos optar por la lec-tura «disimulada» de los textos (aprendidos«casi» de memoria). En este caso, la decoraciónescénica y el atrezo son fundamentales, paraque los espectadores no vean el libro en manosdel actor.

También, cómo no, podemos sugerir quememoricen los textos cortos y que, en los lar-gos, tenga cada actor la síntesis en la mente ypueda permitirse la libertad de improvisar, sibien esto necesita mucho más tiempo de ensa-yo, y no siempre es factible.

Otra posibilidad consiste en repartir los pa-peles entre varios alumnos, por escenas, comoquizá hemos organizado la lectura en el aula.

146