Colombia siendo un país de tanta riqueza, culturales y de recursos naturales, un

país que goza de una diversidad de flora y fauna que son motivo de estudios de

muchos países vecinos y aledaños, se encuentra enfrascado en una permanente

crisis, pues los planes de algunos gobiernos son un engaño para la sociedad.

El pueblo que está sumido en un aletargamiento donde pareciera, a veces, que

desconociera sus derechos, permite toda clase de atropellos, que es muy cierto

cuando se dice que: “Los pobres en Colombia han desaparecido” claro que han

desaparecido, ahora hacen parte de una clase que casi se sumerge en la miseria,

a nuestros gobernantes se les olvida que son nombrados por el pueblo para velar

por el pueblo, pero al contrario, pareciera ser que su objetivo principal es llenar

sus arcas familiares, con los impuestos que pagamos las clases baja y media.

Un estado como el nuestro donde se pisotean diariamente los derechos de los

mas vulnerables (la clase trabajadora) requiere tener en mejor posición a sus

fuerzas armadas, para asegurar que mantengan el control del pueblo sin importar

a que costo, por eso en un país como el nuestro existen grupos como el ESMAD

que dejan entonces como en otros países de tener como objetivo primordial la

protección del pueblo y se convierten en sus enemigos, en Colombia la protesta

ha perdido su fuerza, la sociedad cansada ha permitido modificaciones a las leyes

y a la constitución, que son lesivas para todas las personas que aquí vivimos; en

muchas ocasiones los dirigentes que no son muy ejemplares vale recordarlo

hacen modificaciones que tienen como objetivo su propio beneficio.

Algunos extranjeros no se explican como siendo Colombia un país tan rico, este

en el cuadro de los países pobres, claro esta que esa pobreza no se ve en las

clases dirigentes, donde la opulencia rebaza los limites de la exageración y el

despilfarro. La diferencia existente entre las clases dirigentes y trabajadoras es

inmensa, y como adverso a esto es esta clase la que más se lucra pero también

la que más se avergüenza de su nacionalidad.

La manera sucia y violenta con que los partidos políticos hacen sus campañas ha

sido causante de muchos derramamientos de sangre, la historia de nuestro país

entre los años 1945 y 1965 esta pasada por sangre, (por la sangre de campesinos

humildes) ocasionando que familias, amigos vecinos y conocidos se enfrentaran

en la más fría y cruel guerra. Esto se lo debemos a los dirigentes de los partidos

liberales y conservadores que de manera irresponsable atizaron el fuego y

produjeron esos sentimientos de odio en contra de sus rivales políticos. Los

verdaderos muertos fueron liberales y conservadores pobre, no fue esta una

decisión del pueblo, fue un acto de cobardía y de irresponsabilidad social de los

dirigentes políticos quienes con sevicia la financiaron. Causa mucho asombro que

estos sean los mismos que aún nos dirigen.

Este documento tiene una descripción de la criminalidad y la violencia que por

décadas hemos vivido los Colombianos, siendo siempre una iniciativa de la clase

dirigente que usa como forma de perpetuarse en el poder la macabra estrategia de

poner al pueblo contra el pueblo para que de esta manera no piense, no se

instruya, no se eduque y no reclame sus derechos. Hecho visible en los diferentes

modelos educativos que traen de muchos países donde ha sido un fracaso total y

aun así no los imponen y lo aceptamos porque es que acá si va a funcionar y años

tras año nuestro modelo educativo deja ver las grietas, por no decir los abismos

que presenta. Tanto así, que nuestro modelo de educación no es digno para los

hijos de Nuestra clase dirigente por eso ellos son educados en el extranjero con

un solo objetivo: “llegar un día a gobernar la finquita, llamada Colombia”

Las reformas a la educación y a la salud son otra manera de matar el pueblo,

aunque en ocasiones se ha tratado de disfrazar las consecuencias de los malos

gobernantes que hemos tenido, no es para nadie un secreto que al igual que

mucho otros países, un día todo estallara y el pueblo tendrá que quitarse la venda,

llorar sus muertos, y reclamar sus derechos a cualquier costo, la palabra igualdad

en Colombia no existe, ha sido maquillada en su diccionario,

La problemática colombiana esta allí, y no lo podemos desconocer, no es de ahora

es algo que ha venido desde el llamado Frente Nacional y ahora estamos pagando

un precio alto por las cosa mal hechas que nunca se corrigieron y que ahora piden

a grito por una solución, la historia no se puede borrar o quitar de un tajo, o

pretender mejorar con paños de agüita tibia, la historia está allí para recordarnos

lo que hemos dejado de hacer, pero también, para indicarnos el camino a seguir

Las oportunidades para nosotros, son mínimas, el sector económico es excluyente

por la cantidad de trabas y requisitos que ponen aunque en medio de tanto manejo

mediático pareciera ser que sí, que esas políticas son para el pueblo, y que se

abren nuevas oportunidades, pero eso no es cierto para un simple asalariado de

clase baja y mucho menos para aquellos que no existen para el estado, aquellos

que queremos olvidar y que queremos esconder, los mal llamados desechables,

que son el resultado de una política corrupta anti socialista y excluyente, que basa

sus planes de gobiernos en mentiras, engaños y terrorismo. Un país donde solo

cuenta tu identificación en tiempos de elecciones, y en donde hasta los muertos se

levanta a botar, con o sin consentimiento de las familias.

Un país donde los medios de comunicación masiva están bajo el mando de los

que tienen el poder no garantiza para nada la libertad de expresión, somos

bombardeados a diario con noticias amarillistas que siguen pretendiendo causar el

nosotros una rivalidad marcada y polarizada, vendernos unas falsas imágenes de

nuestros ajusticiadores, donde se muestran escenas de niños mendigos, familias

desplazadas, muertes, saqueos a las arcas, despilfarro del tesoro público, pago de

prebendas políticas, insultos, y todo tipo de corrupciones, pero el pueblo esta

mudo, carente de voz y estado continua desangrándose, aceptamos los crímenes

más atroces, nos lamentamos, pero no hacemos nada para que esto cese, porque

la peor clase es la conformada por los de cuello blanco.