AUTOR: MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA

Así comienza la famosa novela Don Quijote de la Mancha, la historia de un hombre que se pasaba el día leyendo libros de aventuras y quiso imitar a sus protagonistas convirtiéndose en caballero

Pero se cambió el nombre por el de Don Quijote de la Mancha. Encontró en el desván una armadura y un casco viejos y abollados, y buscó en sus cuadras a un viejo y esquelético caballo, al que puso por nombre…

Buscó un escudero. Convenció a un campesino de su pueblo, rechoncho de cuerpo y un poco cortito de mollera, para que lo acompañase en sus andanzas: ¡Sancho Panza!

Y Sancho Panza, montado en un burro de nombre Rucio, salieron del pueblo muy de mañana y se perdieron por las anchas llanuras de la Mancha en busca de aventuras

¡En Dulcinea del Toboso!: Una muchacha de su pueblo, bastante fea pero a la que él veía como la princesa de sus sueños.A ella le ofrecería todas sus hazañas y conquistas.

Vieron a lo lejos unos molinos que giraban sus aspas. Don Quijote pensó que eran gigantes…

-¿Ves aquellos descomunales gigantes, amigo Sancho? ¡ Pues con todos ellos entraré en combate y los derrotaré!- ¡No son gigantes, mi señor! –gritó Sancho, llevándose las manos a la cabeza- ¡Son molinos de viento!

Y estrelló Don Quijote su lanza contra el primer y gigantesco molino y el choque fue brutalLas aspas en movimiento derribaron por tierra a caballo y caballero.

¡Corrió enseguida a socorrerle!

…Y… ¡continuaron sus aventuras!

¡No os arrepentiréis!