SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

«Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único”

 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,16-18

Estando en Jerusalén, dijo Jesús a Nicodemo: «Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna y nadie perezca. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve por medio de él. El que cree en él, no se condena, pero el que no cree, ya está condenado, por no confesar el nombre del Hijo único de Dios.»

EVANGELIO

 

Ante este texto tan importante, debo preguntarme:

¿Entiendo que Dios me ama personalmente hasta entregar a su único Hijo para salvarme?

¿Soy capaz de darme cuenta que la iniciativa la toma el Señor? ¿Qué implicaciones en mi vida tiene darse cuenta que Dios me ama? ¿Reconozco a Jesús como mi Señor y Salvador? ¿Lo reconozco como el único enviado del Padre para redimirme? ¿Reconozco también la acción del Espíritu Santo en mi propia vida? ¿Cuáles son las implicaciones verdaderas de creer y hacer creíble a los

demás mi fe? ¿Mi fe está viva? ¿Cómo lo demuestro? ¿Mi fe es sólo intelectual? ¿Qué puedo hacer para mejorar en mi propia

fe? ¿Entiendo que mi fe en es en un Único Dios Verdadero, en tres

personas?

PREGUNTAS PARA LA REFLEXION