Por Juan F. Marcelo y Eva Martín

Hazlo tú mismo

Es probablemente el cable más importante del sis-tema de sonido. En parte, por los aparatos que co-necta, pero también porque es el que tiene mayor longitud. No todo el mundo le da la importancia que merece, pero aquí te contamos por qué nos gusta.

¡A LO PRÁCTICO!Nivel de dificultad: medioTiempo requerido: 1 horaPrecio estimado: 40

No importa lo caro que sea el amplificador ni el dinero que invirtamos en unos

buenos altavoces o en una fuente de sonido estable, fiel y de calidad, si luego escatimamos en el cable de altavoz. Es el punto en donde suele fallar el sistema. Si tenemos una buena fuente, una buena amplificación y unos buenos cables de interconexión, no se ha acabado ahí el gasto. Hay que dedicar una buena cantidad a los cables de alta-voz. Es normal. Mientras los cables de interconexión nunca superan el metro, los cables de altavoz a veces tienen que hacer recorridos de 7, 10 o más metros. En esa distancia puede ocurrir de todo: desde que algunas de las frecuencias acaben perdiendo parte de su brillo, hasta que se cuelen interferencias e incluso que parte de las señales se pierdan en forma de calor.

Precisamente por eso los buenos cables de altavoz son tan caros. De hecho, cuanto mejores son, más caros resultan. Y ya no estamos hablando de esos cables esotéricos, con materiales extraños, pulidos

a mano con una gamuza por un artesano suizo, para sistemas que cuestan cientos de miles de euros. La reacción más común en alguien que se ha gastado, por poner un ejemplo, 1.800 euros en su sistema de sonido es decir: “Ponme unos cables de altavoz, pero no te pases”. Esta es la frase que más desgracias sonoras ha ocasionado.

UN 10% DEL PRESUPUESTO

Los que entienden afirman que aproximadamente el 10 por ciento del presupuesto de un sistema debe dedicarse al cableado. Los inge-nieros dedican miles de horas de trabajo y de pruebas intensivas para crear los diseños más novedosos, más revolucionarios, más inteligen-tes, capaces de extraer hasta la última octava, hasta el último armó-nico. Y eso tiene su precio. Tampoco nos engañemos. Estamos hablando de cables que cuestan dinero.

En cables de gama media, hay pocos fabricantes. En ocasiones, la marca se limita a poner su nombre y una camisa exterior de color fosforito. No son tantas las firmas que investigan; lo dejan para los grandes fabricantes. Por eso, es sencillo imitar estos cables caros de gama media mediante experimentos caseros. Hay que poner el ingenio a trabajar. Una alternativa económica y entretenida es fabricar cable plano.

No hay muchos fabricantes de cables de gama media; por eso te proponemos ahorrar algo de dinero fabricando tu propio cable plano.

UNA LIMPIEZA PERIÓDICA PUEDE SER SUFICIENTEHace poco un buen amigo de la revista nos contaba que había

decidido comprar unos cables carísimos. Estuvo probándolos dos

días, pero al final no estaba satisfecho con el resultado. Afortuna-

damente, su vendedor habitual le deja devolver la mercancía, en la

seguridad de que pronto comprará algo más. Puso los viejos cables

de nuevo, y pronto se dio cuenta de que sonaban mejor que nunca.

Tuvimos que darle explicaciones: “No todos los cables sirven para

todos los equipos”, “Seguro que en el proceso de quitar los cables,

poner los nuevos, y volverlos a sustituir por los viejos, sin querer

realizaste un proceso mecánico de limpieza de bornas”... Lo más

probable es que en el proceso de quitar y poner cables se produ-

jera un mejor contacto. La razón de que los nuevos cables sonaran

peor tiene que ver con el proceso de ajuste. No es posible sacar

todo el sonido en unas pocas horas. Los cables deben adaptarse al

equipo, calentarse, sufrir cambios a nivel microscópico para adap-

tarse al equipo. Si alguna vez tienes problemas con los cables de

tus altavoces, prueba a desconectarlos, límpialos con un desengra-

sante y un desoxidante, y vuélvelos enchufar. Quizá te sorprendan.

FAbRICAR un CAbLe PLAnO de ALTAvOz PARA mejORAR eL sOnIdO

Los cables planos de altavoz tienen un coste mínimo, pero variable, en función de

la cantidad de metros que nece-sites. Aunque ya sabes la regla de oro: tienes que utilizar igual longi-tud del cable para altavoces, con lo que deberás tomar la medida en el cable más largo, o en el altavoz más lejano, y multiplicar por dos.

Lo mejor de este cable ultra-plano es que resulta muy sencillo de construir, y que te va a costar poco más de medio euro por metro. Tampoco necesitas herra-mientas especiales. Lo único que necesitas es paciencia, buen pulso, unas tijeras, una buena cuchilla y una regla metálica.

Este diseño de cable plano no es ninguna novedad, porque ya en la mitad de los años ochenta, había algunas versiones comercia-les de cable de alto rendimiento llamado “de cinta”. La idea que proponemos no es nueva, porque hay muchos audiófilos de todo el mundo que se decantan por los cables planos. En cualquier caso, este diseño no es tan pretencioso ni tan caro como otros que hay en revistas o en Internet.

CÓMO PEDIRLOEl cable del que vamos a partir es muy sencillo de encontrar en cualquier tienda de repuestos de electrónica o de ordenador. Basta con que lo pidas como un cable plano gris de equis hilos; lo encon-trarás en diversas versiones entre 32 y 64 hilos. Elige el que quieras, pero con la condición de que a mayor potencia de sus altavoces, mayor número de hilos debe tener

el cable. El precio medio de este cable es de medio euro por metro, pero hay versiones especiales de calidad que cuestan algo más. Decídete por esa versión especial. Nosotros te proponemos el de 50 hilos. Por cierto, compra siempre el cable un poco más largo de lo que necesitas. Si la distancia entre el amplificador y el altavoz más lejano es de 7 metros, deberías comprar en total 15 metros de cable.

ASÍ SE MANIPULALa primera operación que vamos a realizar es marcar una línea a lo ancho del cable, a una distancia de 25 centímetros de cada uno de los extremos. A continuación, y con una tijera, o si te apañas mejor, con un cúter y una regla metálica,

separarás cada uno de los hilos sin llegar al cobre. Este cable viene envuelto en una cubierta vinílica que deja una cierta holgura, con lo que se puede cortar fácilmente entre cable y cable. Repite esta operación en los dos extremos. Después junta los cables pares entre sí con un trocito de cinta aislante, y haz la misma opera-ción con los cables impares para mantener separados los hilos pares de los impares.

La operación es mucho más sencilla de lo que te imaginas, ya que en uno de los laterales hay una marca roja que recorre todo el cable. Ese va a ser nuestro cable número uno en ambos extre-mos. Ten mucho cuidado y no te equivoques en el recuento de hilos,

porque si se te traspapela alguno, puede entrar en cortocircuito.

Una vez reunidos los cables, procede a pelar los últimos cuatro centímetros de cada uno, dejando el cobre al descubierto. Puedes pelarlo con unas tijeras, o con un pelacables profesional. Una vez pelados los extremos, retuerce o trenza entre sí los hilos pares, y después los impares mantenién-dolos separados. Debes hacer esta misma operación en el otro extremo del cable. Te darás cuenta de que ya tienes los cuatro contac-tos que necesitas para conectar un altavoz a un amplificador.

UNA PRECAUCIÓN Vamos a tomar una precaución adicional. Con un comprobador de corriente, averigua si hay algún tipo de corto en el cable. Caso de que no haya ningún cortocircuito, limpia los extremos de los hilos metálicos con un desengrasante, porque seguro que ha quedado grasa de manipularlos a mano, y procede a instalarlos en su ampli-ficador. Verás que puedes dejarlos por el suelo y colocar encima una alfombra, y no se nota nada.

Procura, en cualquier caso, no colocarlos cerca de enchufes, ni de cables que lleven corriente alterna. Simplemente, por precaución.

HAzLo tú mismo Fabricar un cable plano de altavoz

Mejor sonido por una inversión mínima No es una entelequia: conseguir el mejor sonido por poco dinero. Para ello, te proponemos un cable plano de altavoces que, además de sonar estupendamen-te bien, te va a salvar la decoración de la casa, porque podrás esconderlo sin problemas debajo de una alfombra, en la seguridad de que no abulta apenas.

UNA BOMBILLA PARA COMPROBAR LA POLARIDADNo se te ocurra conectar este cable a tus altavoces y a tu amplificador

sin antes haber comprobado que no tiene ningún cortocircuito. Si no

tienes un polímetro, o un aparato similar, puedes hacer un compro-

bador casero. Lo único que necesitas es una linterna que funcione.

Tendrás que desmontar la bombilla, por lo que mejor será que sea

la típica linterna de petaca en lugar de estas modernas y caras que

utilizan unas microbombillas tipo diodo LED con dos patillas. Es más

fácil trabajar con una pequeña bombilla de rosca. Tienes que conectar

las dos bornas de un extremo, izquierda y derecha, a los dos polos

de la pila. Una vez conectados, le ha llegado el turno a los otros dos

polos que deberás poner en contacto con los lugares correspondientes

de la bombilla. Si ésta se ilumina, todo va bien. Ya puedes utilizar

sin problemas este cable en tu sistema de sonido. Nunca utilices una

pila mayor que una de petaca. Si es de un voltio y medio, mejor. No

uses una batería de coche o de teléfono, ni mucho menos la corriente

eléctrica. Recuerda que la electricidad mata. Si el cable no pasa este

sencillo test, tendrás que deshacerlo y empezar de nuevo.

Hay que utilizar igual longitud de cable para cada altavoz; así es que mide y multi-plica por dos..

HAzLo tú mismoFabricar un cable plano de altavoz

En primer lugar, se traza una línea con bolí-

grafo en el cable, a 25 centímetros de distancia del borde. Esta operación se lleva a cabo en ambos extremos.

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Llegado este momento se procede a pelar

el extremo de cada uno de los hilos con mucho cuidado para no dañar el corazón metálico. Hay que pelar unos 4 o 5 centímetros.

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A continuación, con una cuchi-lla o con las

tijeras, se procede a separar cada uno de los hilos que componen el cable plano, procurando no dañar el envoltorio protector. Se corta hasta la línea trazada.

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Una vez corta-dos y separados los hilos, los

juntamos pares con pares e impares con impares, operación que también realizaremos en ambos extremos.

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Una vez pela-dos todos los hilos pares,

los reconocemos juntos para formar un solo hilo grueso. Esta operación debe realizarse con el haz de hilos pares, y el de impares.

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Se sujeta el extremo con un trozo de

cinta aislante, para que los cables ya retorcidos no se separen.

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Con el maca-rrón revestimos cada extremo

antes de soldar las bananas de conexión.

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Cuando tenemos los cuatro bor-nes, cortamos

una medida de macarrón termoretráctil. Usamos dos colores, rojo y negro. El rojo para los cables impares (empie-zan con el hilo marcado con una línea roja).

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De esta manera se preparan los cuatro haces,

para comprobar que no haya cortocircuitos. La comprobación se realiza usando un polímetro.

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Éste es el aspecto que debe tener un

haz de hilos después de realizadas todas las operaciones.

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Tras soldar las cuatro bananas, se somete a

un calor moderado el macarrón para ajustarlo.

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Al ajustar el macarrón, pro-cura que monte

sobre la banana para proteger la soldadura. Al introducir y extraer las bananas de los conec-tores de altavoces del amplificador, agarra el conector y no el cable.

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HAzLo tú mismo

En este caso, tras separar con la cuchilla o con la tijeras los diversos hilos, hay que

numerarlos. Una vez numerados, juntamos los que hacen los núme-ros 1, 5, 9, 13, 17, 21, 25, etcétera. Una vez juntos para que no se separen, los fijamos con un poco de cinta aislante. Hacemos la misma operación con el 2, 6, 10, 14, 18, 22, etcétera. De nuevo repetimos el proceso con los hilos número 3, 7, 11,15, 19, 23, 27, 31, etcétera y finalmente con los numerados como 4, 8, 12, 16, 20, 24, 28, 32, y así hasta el final. Así encontramos que tenemos cuatro manojos de hilos, que una vez trenzados entre sí, llamaremos A, B, C y D.

En el otro extremo de la cinta plana también tenemos cuatro manojos de hilos trenzados, si hemos realizado bien la operación. A partir de aquí la cosa es bien sencilla. Utilizamos los manojos A y D que se encuentran en los lados exterior izquierdo y exterior derecho de la cinta como polos de un altavoz, y los manojos C y D como polos de otro.

Más de un lector se estará pre-guntando por qué no duplicamos el cable cuando queremos bicablear. La respuesta es bastante sencilla. Si utilizamos dos tiras de cable de 64 hilos, estaremos duplicando la capacitancia, y puede llegar a ser excesiva. Hay veces que determi-

nados cables no valen porque son excesivamente gruesos y producen demasiadas pérdidas de corriente.

OTRAS MEJORASPero todavía hay algunas maneras más de mejorar nuestro cable, al menos desde el punto de vista de la estética. En lugar de utilizar los hilos metálicos retorcidos, les podemos dar una ligera capa de soldadura para que no se separen. Otra manera de mejorar nuestro diseño es utilizar algún tipo de conector, como bananas, etc.

Quedará más bonito si cubrimos cada uno de los manojos con macarrón termoretráctil del tamaño adecuado. Una vez puesto, basta con acercar una fuente de calor para que se encoja y lo recubra como una camisa ajustada.

Aún hay una manera más de mejorarlo, aunque puede resultar un poco laboriosa. A 50 centíme-tros de cada extremo separamos los hilos durante un trayecto de unos 30 centímetros. Los separamos alternadamente en el caso de utilizar un cable sencillo o en cuatro grupos en el caso de preparar un cable para bicablear, y ponemos una ferrita en cada manojo de cables. Si quieres experimentar, en el mercado hay una versión especial del cable de cinta que tiene blindaje interior: es más cara, pero da aún mayor calidad.

Si se trabaja con el diseño de 64 hilos se puede hacer una ligera variación que sirve para bicablear altavoces. De acuerdo... No es un cable High End, pero tiene suficiente calidad para la mayoría de las configuraciones de consumo, y aún más.

Hay muchas mejoras que se pueden realizar para darle un diseño más cuidado al cable plano de altavoz. Por ejemplo, cubrirlo con macarrón termoretráctil.

¿SUENA MEJOR SI TIENE MÁS HILOS?Este diseño de cable de 50, o incluso de 64 hilos, es realmente in-

teresante. No sólo porque se puede esconder en cualquier sitio, sino

porque es un buen compromiso entre decoración y buen sonido. Las

frecuencias medias y altas son bastante suaves, y a la vez bien defi-

nidas, mientras que los graves son profundos, casi íntimos. Si decides

hacer el cable con menos hilos, probablemente estarás gastando

menos dinero, y tendrás menos trabajo, pero a la postre te encontrarás

con que el sonido es un poco peor.

De hecho, si decides trabajar con diseños de 16 hilos, te vas a dar

cuenta de que el sonido es bastante similar al del cable normal de

altavoces que venden en muchas tiendas. Los diseños de menos hilos

son para altavoces y amplificadores de menor calidad. El diseño de

50 o de 64 hilos –como algunos de nuestros lectores más expertos

habrán imaginado– es un diseño de alta capacitancia. Eso quiere decir

que fácilmente pueden superar los 5.000 picoFaradios. No vas a poder

utilizar este cable con determinados amplificadores de superlujo, co-

mo los Naim, que tienen problemas para trabajar con él.

Pero con amplificadores más normales, la mejora en el sonido suele

ser espectacular. En cualquier caso, todos los amplificadores reaccio-

nan de distinta manera en función de la carga, con lo cual es bastante

difícil predecir el tipo de sonido que van a entregar. También depende

de lo bien afinado que esté el crossover de sus altavoces.

NoTA. Las modificaciones en los equipos son una cuestión delicada. Si no tienes

suficientes conocimientos de electrónica o careces de habilidad manual, lo

mejor es que se lo encargues a un profesional. Si no sabes lo que hace, mejor

dejarlo. En cualquier caso, ni la revista ni los autores se responsabilizan de los

daños causados a los equipos o instalaciones manipulados.

Fabricar un cable plano de altavoz

Bicablear los altavoces