Documento sobre Efectos Ambientales

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EFECTOS AMBIENTALES DE LAS LÍNEAS ELÉCTRICAS Y MEDIDAS PARA SU REDUCCIÓN

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EFECTOS AMBIENTALES DE LAS LÍNEASELÉCTRICAS Y

MEDIDAS PARA SU REDUCCIÓN

JAVIER ARÉVALO CAMACHO

EFECTOS AMBIENTALES DE LAS LÍNEAS ELÉCTRICAS Y

MEDIDAS PARA SU REDUCCIÓN

RESUMEN

Las obras civiles, en general, y las infraestructuras eléctricas, si se excluye la generación en particular, no se pueden considerar de forma global como actividades que supongan unos procesos contaminantes graves. Sin embargo, si que poseen una problemática ambiental clara, sobre todo al considerar la defensa del Medio Natural, por la degradación de los componentes que constituyen éste que puede provocar la ejecución de las mismas.

En la presente exposición se pretende iniciar a los asistentes en el análisis de las implicaciones ambientales que presentan las instalaciones pertenecientes a la Red Eléctrica de Alta Tensión (líneas y subestaciones), distinguiéndolas porque poseen unas características propias, muy distintas del resto de infraestructuras lineales o instalaciones industriales.

Para ello se procede inicialmente a un esbozo de la situación actual del sistema eléctrico español, con una somera descripción de sus componentes y la evolución de los mismos, una pequeña comparación con los sistemas existentes en los países circundantes, así como una ligera mención a la legislación a la que se halla sometido.

En segundo lugar se pasa revista a las incidencias que la construcción y explotación de estas instalaciones puede provocar sobre el entorno, tras una enumeración genérica de los métodos básicos de evaluación de impactos que existen actualmente.

Y por último se realiza una introducción al tema de la corrección de las alteraciones generadas.

Como ejemplo práctico se analiza el sistema asumido por una empresa del sector eléctrico, REE, pionera en lo que a la protección del medio ambiente se refiere, y un caso práctico de aplicación de lo que se denomina la Gestión Ambiental Integrada de un Proyecto.

1. EFECTOS AMBIENTALES IMPUTABLES A LAS LINEAS ELECTRICAS.

1.1 Similitudes y diferencias con otras instraestructuras y entre si.

Las líneas eléctricas pertenecen al grupo de obras civiles que se ha dado en llamar infraestructuras lineales, que tienen como característica común que una de sus dimensiones, la longitud, predomina de forma palpable sobre las otras dos.

Las infraestructuras lineales agrupan los siguientes tipos de obras civiles:

- Autopistas, autovías y carreteras.- Ferrocarriles.- Conducciones a cielo abierto (Canales).- Conducciones de fluidos a presión (gasoductos y oleoductos).- Tendidos eléctricos, telégrafos y teléfonos).

Los cuatro primeros se caracterizan porque los condicionantes técnicos de diseño son en ocasiones muy restrictivos, ofreciendo grandes dificultades para la adaptación al terreno, lo que obliga en general a movimientos de tierra apreciables. Por contra los últimos se adaptan en todo momento a la topografía, no siendo necesarios éstos.

Entre los tendidos aéreos, en los que un conductor se mantiene soportado por una serie de apoyos, los que se dedican al transporte de energía eléctrica tienen como particularidad el propio paso de la misma, que supone una serie de limitaciones derivadas de las diferencias de potencial existentes entre a corriente que pasa por el conductor y su entorno que obligan a su aislamiento de tierra, mayor cuanto mayor sea a tensión. Por contra los tendidos telefónicos y de telégrafos poseen unas características muy distintas, dadas las tensiones circulantes.

En cuanto a las subestaciones si bien poseen un carácter más o menos similar a de una instalación industrial, presentan una clara diferencia respecto a éstas, debido a que en las subestaciones no se fabrica o elabora nada, simplemente se trata el flujo de la corriente eléctrica, intercomunicando líneas, transformando la tensión, etc, no realizando ningún otro tipo de actividad. Por tanto no son instalaciones en las que exista una entrada de materias primas que tras ser sometidas a distintos procesos industriales se transforman, saliendo de la fabrica un producto más o menos elaborado. En las subestaciones no existe ningún tipo de emisión salvo las referentes a la presencia de la energía eléctrica, no provocándose efluentes de ningún tipo.

1.2 Descripción de los componentes de la red de trasporte.

Las instalaciones que componen la Red de Transporte se agrupan en dos tipos básicos, líneas y subestaciones. Las líneas sirven para que, mediante ellas se traslade la energía eléctrica desde los centros de producción hasta las subestaciones, o para enlazar dos de éstas entre si.

Las subestaciones a su vez, y como ya se ha mencionado anteriormente, cumplen varias funciones según el tipo al que pertenezcan, así, existen algunas que exclusivamente actúan como puntos de enlace de dos líneas, en otras sin embargo se

transforma la corriente que transportan las líneas a tensiones inferiores, disponibles para los consumidores.

A continuación se describen unas y otras:

* Líneas

La estructura básica de una línea como las que componen la Red de Transporte, es similar a la de cualquier otro tendido eléctrico, esto es, se compone de unos cables conductores, agrupados en tres fases, por los que se transporta la energía eléctrica de una subestación a otra, y de unos apoyos que sirven de soporte a las fases, manteniéndolas separadas entre si y del suelo.

En una línea de 400 kV los conductores tienen más de 3 cm. de diámetro, mientras que el del cable de tierra es del orden de 1 cm. En cuanto a los apoyos, son torres metálicas de celosía, sujetas al suelo mediante cuatro cimentaciones independientes, y de unos treinta a cuarenta metros de altura, en algunos casos mas.

Las líneas de tensiones inferiores tienen la misma conformación, pero claro está las dimensiones de sus elementos son de un tamaño inferior, menor cuanto menor es la tensión trasportada.

Las particularidades de cada línea están en función de su tensión, que condiciona, entre otras cosas las dimensiones de sus elementos, dictadas por el Reglamento de Líneas Eléctricas Aéreas de Alta Tensión (R.L.A.T.) de 28-Xl de 1968. En este Reglamento se regulan las disposiciones y las prescripciones técnicas a cumplir en vigor, y en particular en el capítulo de resistencia, las normas reguladoras de la Seguridad Pública.

Esta Seguridad de las líneas de transporte posee una importancia vital, tanto desde el punto de vista de asegurar el suministro y distribución de la energía eléctrica, como para las personas y los elementos que puedan estar situados debajo y en el entorno de las mismas.

Para ello se ha de mantener una distancia mínima libre entre los conductores y el terreno, así como a los servicios cruzados, tanto privados como públicos, entre los que se destacan las carreteras y ferrocarriles, otras líneas, zonas boscosas, etc.

Además para evitar en lo posible cualquier tipo de fallo se mantiene un control riguroso y continuo tanto en el proyecto, como en el montaje y la posterior conservación.

Para la construcción de una línea no se requieren instalaciones auxiliares, salvo en lo referente a los accesos que se realizan para unir las bases de todos y cada uno de los apoyos con la red de caminos existentes. Estos accesos son necesarios para trasladar hasta éstas la maquinaria y los materiales que componen las torres, así como el

personal para ejecutar las obras. Estos accesos han de mantenerse abiertos durante toda la vida de la línea.

* Subestaciones

Una subestación se compone básicamente de una explanada, denominada Parque de intemperie, en la que se ubican todos los componentes eléctricos de la misma, y de unos edificios de control.

La explanada ha de ser prácticamente horizontal, lo que motiva, en general, la realización de unos movimientos de tierra apreciables. La superficie definida ha de estar libre de obstáculos, vegetación, etc, y además se recubre de grava tras preparar las cimentaciones de todas las instalaciones.

Los componentes eléctricos que constituyen la subestación son: los pórticos, interruptores, transformadores, seccionadores, bobinas, reactancias, autotransformadores etc, dispuestos ordenadamente por toda la superficie que ocupa el Parque de Intemperie.

Al ser unas instalaciones estáticas en las que no se producen ningún tipo de efluentes, tras la finalización de su construcción, no provocan modificaciones apreciables de su entorno.

1.3 Realización de Estudios de Impacto Ambiental

Las Evaluaciones de Impacto Ambiental constituyen una técnica generalizada en todos los países industrializados, reconociéndose como el instrumento más adecuado para la preservación de los recursos naturales y de forma genérica la defensa del medio.

La C.E.E., al igual que otros organismos internacionales, la incluye en su legislación. En la misma no viene recogido que caso que nos ocupa, el Estudio de Impacto Ambiental producido por el acondicionamiento de una carretera y la construcción de una nueva, sin embargo tiene un gran interés por la incidencia que su ejecución puede producir en su entorno. La legislación europea referida a los E.l.A. está representada por la Directiva 85/377/C.E.E. de 27 de Junio de 1985.

Por tanto la realización del E.I.A. supone la adopción de la filosofía que rige la legislación medioambiental europea y española, basada en todos los casos en la prevención como método óptimo para controlar los eventuales efectos negativos que se puedan provocar sobre el medio, siempre preferible a la realización de actuaciones posteriores de corrección de las alteraciones provocadas, generalmente más costosas y de menor efectividad, en cuanto a disminuir la incidencia negativa de un proyecto sobre el medio ambiente.

El fin general de un Estudio de Impacto Ambiental es analizar las nuevas líneas desde un punto de vista medio—ambiental, de forma que se puedan prever y evaluar,

cualitativa y cuantitativamente, los efectos que, sobre el área afectada puedan producir las obras de construcción y la posterior puesta en funcionamiento de las mismas.

Para ello, se habrán de determinar los aspectos, de cada una de las soluciones propuestas en el Proyecto con capacidad de producir impactos sobre el medio, así como los elementos de este último, y de los ecosistemas que lo integran, susceptibles de ser afectados por las mismas.

Para ello, se analizarán las condiciones ambientales en que se encuentra en la actualidad la zona, que se puede ver afectada.

Posteriormente se procederá a la evaluación de los impactos derivados de las diferentes actuaciones, previstas tanto en la fase de construcción, como en la de explotación, sobre los factores ecológicos y ambientales. Una vez conocidos éstos se determinarán las actuaciones necesarias para la minimización de los efectos, mediante la integración de la carretera con los valores naturales del medio afectado, definiendo una solución compatible con el mismo.

El contenido que deberá poseer un Estudio de Impacto Ambiental, así como los trabajos que contempla su realización, serán:

a) Descripción del Proyecto, a fin de identificar todos aquellos aspectos del mismo, susceptibles de producir un impacto negativo en el entorno, tanto de forma directa como indirecta, y considerando por igual las fases de construcción y posterior funcionamiento de la línea, así como las exigencias previsibles en el tiempo en relación con la utilización del suelo y otros recursos naturales.

b) Descripción del estado inicial o cero del área, definiendo el entorno físico, biológico y socioeconómico del ámbito estudiado, con análisis de todos los sistemas naturales que puedan verse afectadas por la ejecución de las obras e identificación de aquellos parámetros que puedan sufrir alguna alteración como consecuencia de los impactos que se generen.

c) Evaluación de los impactos que se generan, por un equipo multidisciplinar, de forma que se objetivicen las relaciones entre productores y receptores de impacto a fin de identificar, y en lo posible cuantificar los aspectos de la actuación que generan mayores alteraciones (por su ámbito o persistencia) y los elementos naturales susceptibles de ser modificados, por su fragilidad.

d)Proposición, a través del análisis de los impactos producidos, de aquellas medidas correctoras, que permitan reducir y, en todo caso, minimizar o compensar los efectos negativos de mayor trascendencia provocados sobre el entorno natural.

La descripción del Proyecto se realiza en base a la información disponible en la Memoria del mismo.

Los aspectos ambientales que han de ser definidos con un nivel de detalle suficiente en el Inventario ambiental son: geomorfología, geología, suelos, hidrografía, clima, vegetación, fauna, socioeconomía y paisaje. Determinándose para cada uno de ellos sus características más importantes, y sobre todo aquellas que previsiblemente puedan verse afectadas por la ejecución de la solución adoptada para el Proyecto.

La identificación de impactos se realiza en base a los aspectos ambientales considerados, estimando las posibles alteraciones susceptibles de producirse a consecuencia de la ejecución del Proyecto, y diferenciando los impactos previstos en la fase de construcción de los de la de funcionamiento, y valorando, principalmente, su intensidad y reversibilidad. Para lo cual se deberá comparar la situación ambiental actual del área afectada, con respecto a la situación resultante tras Ilevarse a cabo el Proyecto.

En la última parte y para los impactos considerados como significativos, se proponen las medidas correctoras necesarias para atenuar o suprimir los efectos ambientales negativos que se hayan provocado.

La metodología adoptada en la realización del E.I.A. es la que define el Reglamento de Estudios de Impacto Ambiental (R.D. 1131/1988) que divide el estudio en cuatro fases:

—Análisis del Proyecto—Estudio del Medio afectado—Evaluación de las Alteraciones previstas—Definición de las Medidas Correctoras del Impacto

El Inventario Ambiental tiene por objetivo la definición de sectores o unidades homogéneas para cada elemento del medio, de forma que su superposición dé como resultado una caracterización de la zona estudiada, que permita conocer los ecosistemas afectados y los indicadores ambientales que los determinan, así como aquellos elementos del medio que posean una cierta relevancia, tales como especies relícticas o en vías de extinción, puntos particulares de reconocida belleza, espacios naturales protegidos o catalogados, etc.

Este análisis permite detectar las áreas que presentan mayor interés o que poseen una mayor sensibilidad ante actuaciones externas. Para ello se recurre al estudio y manejo de la documentación existente, a la que se apoya mediante, los necesarios trabajos de campo realizados directamente en la zona.

El estudio del proyecto se realiza en base a los datos existentes en la memoria y planos del mismo, analizando en mayor detalle aquellos aspectos del mismo que supongan un mayor efecto para el entorno.

A continuación se realiza la evaluación de los impactos ambientales que generan las diversas actividades a desarrollar y por último, y en base a los datos obtenidos, se procede a la definición de las medidas minimizadoras o correctoras necesarias para la integración en el entorno del proyecto.

La evaluación de los impactos se puede realizar por muy diversos métodos, si bien el mas extendido actualmente es un híbrido de aquellos que han demostrado una mayor efectividad.

La metodología que sigue RED ELECTRICA difiere algo de esto y se estructura en dos fases claramente diferenciadas y no consecutivas en el tiempo, existiendo entre ambas una fase intermedia en la que los trabajos los realizará RED ELECTRICA, con la colaboración de la empresa adjudicataria.

La primera fase, que tendrá carácter de estudio preliminar, deberá aportar la información sobre los principales elementos y/o condicionantes ambientales, sociales, legales y técnicos del área de estudio, componiendo el denominado inventario ambiental, que ha de permitir a RED ELECTRICA, en base a los datos obtenidos por la empresa adjudicataria, seleccionar y estimar las posibles alternativas de pasillos o corredores para el trazado de la línea.

El ámbito al que se referirá esta primera fase y en general todo el estudio se representa en el plano que acompaña a este Pliego, y aparece descrito en el capítulo 6.

En la fase intermedia, y utilizando como base la información aportada por el adjudicatario en el estudio preliminar, recogida en un Informe Preliminar, RED ELECTRICA determinará las posibles alternativas y definirá el pasillo o banda de menor impacto, y dentro de éste, el trazado preliminar de cada una de las dos líneas.

RED ELECTRICA comunicará al adjudicatario el inicio de la segunda fase, en el caso de Ilevarse a cabo, con un mes de antelación como mínimo. La contratación de la primera fase del estudio es independiente de la realización de la segunda fase y no obliga a RED ELECTRICA a su contratación.

La segunda fase, en caso de Ilevarse a cabo, consistirá en el análisis de una banda centrada en la traza seleccionada para la línea, definida por RED ELECTRICA, sobre la que la empresa consultora completará los estudios de detalle de los elementos y/o condicionantes locales o puntuales, previniendo los efectos del proyecto sobre su entorno y verificando que el trazado preliminar no produce ningún impacto local o puntual significativo que pueda ser evitado, así como proponiendo las medidas cautelares y correctoras de los posibles efectos negativos que se puedan evitar o minimizar.

1.3.1 Primera fase

En un principio la empresa consultora, a partir de los datos proporcionados por RED ELECTRICA, realizará la descripción del Proyecto, que incluirá los datos básicos del mismo, así como los referentes a la forma de ejecutar los trabajos y a las necesidades e imposiciones que su desarrollo conlleva. De tal forma que su análisis permita identificar qué elementos o actividades son potencialmente impactantes, o pueden suponer un deterioro del entorno.

Paralelamente se llevará a cabo la identificación, censo, inventario, cuantificación y, en su caso, cartografía, de todos los elementos y/o condicionantes ambientales, sociales, legales y técnicos del área de estudio.

La información recogida se reflejará en una serie de planos temáticos en color que tomarán como base la cartografía digitalizada existente.

Para ello se procederá a la recogida de toda la documentación, estudios preliminares y cartografía disponible, que hagan referencia a los aspectos, tanto del proyecto como del entorno por el que va a discurrir el tendido de alta tensión.

Los elementos y/o condicionantes ambientales, sociales, legales y técnicos del inventario se deberán jerarquizar en función de su sensibilidad.

En la jerarquización habrá que tener en cuenta que hay elementos que se pueden incluir, o cuya inclusión es dudosa, en un nivel u otro. Asimismo, hay que considerar que la jerarquización de sensibilidades debe ser hecha desde una perspectiva de inventario a escala 1:50.000, con vista a delimitar corredores y/o zonas de paso.

La sensibilidad de tipo ambiental la establecerá RED ELECTRICA, y expresará la oposición a la realización del proyecto en función de los efectos ambientales negativos que el proyecto podría ocasionar al elemento ambiental.

La sensibilidad de orden técnico la establecerá RED ELECTRICA según características y criterios técnico-económicos asociados al proyecto: altura de los cables sobre el suelo, distancia entre apoyos, capacidad portante y estabilidad del suelo, fiabilidad y seguridad de la instalación, conjunto de la red existente y en proyecto, infraestructuras proyectadas, etc.

3.2 Fase intermedia

Una vez entregado el Informe Preliminar, RED ELECTRICA procederá a los trabajos necesarios para la determinación y comparación alternativas y la definición del pasillo de menor impacto y del trazado preliminar, en base a la sensibilidad de los elementos y/o condicionantes ambientales, legales, sociales y técnicos del inventario.

RED ELECTRICA contará con la colaboración de la empresa consultora en lo referente a completar aspectos de la primera fase del Estudio (datos del Inventario Ambiental erróneos, no incluidos o insuficientemente detallados en el Informe Preliminar), que puedan ser necesarios para la comparación de pasillos alternativos, definición del pasillo de menor impacto, y determinación del trazado preliminar a los trabajos topográficos del anteproyecto de la línea.

1.3.3 Segunda fase

En la segunda fase, en caso de llevarse a cabo, y una vez definidos los trazados preliminares y una banda de 4 Km. entorno a dichos trazados (2 Km. a cada lado), se completarán en detalle los aspectos más relevantes del entorno próximo de cada uno de los dos trazados, repasando el contenido del inventario ambiental elaborado en la primera fase, refiriéndolo al nuevo ámbito, complementándolo esencialmente en los datos referentes a población, infraestructura viaria y vegetación, verificando la viabilidad legal y técnica de los trazados preliminares y comprobando que éstos no producen ningún impacto ambiental significativo que pueda ser evitado, así como evaluando la visibilidad de las líneas y su incidencia sobre el paisaje.

Una vez elaborado el nuevo inventario se procederá a la definición de una serie de tramos de características homogéneas en cuanto a los elementos del medio presentes o su fragilidad frente a las actuaciones a desarrollar sobre el proyecto.

Sobre estos tramos homogéneos se procederá a la identificación y estimación, valorándolos cuantitativamente si es posible, mediante el análisis del proyecto y la realidad del medio plasmada en la cartografía de la banda y del trazado preliminar a escala 1:25.000, fotografía aérea y trabajo de campo, los impactos que pueda producir la realización del proyecto sobre su entorno, tanto durante la fase de construcción como de operación.

El objetivo que ha de cumplir esta valoración o evaluación de la magnitud del impacto, es que ésta pueda asociarse a las cuatro categorías requeridas: impacto compatible, moderado, severo y crítico.

Para llegar a estos resultados, los parámetros de valoración serán los especificados en el R. D. 1131/1988 (efectos temporales/permanentes, simples/acumulativos/sinérgicos, directos/indirectos, reversibles/irreversibles, etc.).

El apoyo de campo es esencial, ya que se deberán aportar los datos actualizados, y lo más precisos posible del territorio.

Una vez descritos, analizados y evaluados o caracterizados los posibles impactos, se definirán las medidas preventivas y de mitigación que se han de acometer o que es posible adoptar para reducirlos a limites admisibles, refiriéndolas a las diversas fases del desarrollo del Proyecto, esto es: proyecto, construcción y operación y mantenimiento.

La definición de medidas se basará en primer lugar en la determinación de medidas cautelares, esto es en el enunciado de actuaciones a realizar con anterioridad a la realización de los trabajos, cuyo fin es evitar que se generen impactos, dado que su aplicación supone una clara ventaja sobre las medidas correctoras, aplicadas tras ser provocada la afección, y cuya finalidad es reducir los impactos producidos.

A continuación se procederá a la descripción de los impactos residuales que el desarrollo del proyecto generará, y cuya reducción es inviable.

Para constatar la correcta ejecución del proyecto, así como para resolver todos aquellos problemas que en un principio no se hubieran previsto, comprobar que los estudios realizados han sido acertados y que las medidas cautelares y correctoras aplicadas dan los resultados previstos, se diseñará un Programa de Vigilancia Ambiental o Plan de Seguimiento y Control Ambiental, en el que se definirán secuencialmente las actividades que se han de realizar en cada una de las fases para controlar los posibles impactos y efectuar el adecuado seguimiento de la efectividad de las medidas cautelares y correctoras adoptadas.

El Plan de Seguimiento deberá ser de fácil aplicación, de forma que el personal de vigilancia, que es el que se halla en contacto directo con las contratas, revisando los trabajos de éstas, y los capataces o encargados de las mismas, y posteriormente el personal de mantenimiento, puedan desarrollar el Plan convenientemente, incorporando la componente ambiental a su forma habitual de realizar los trabajos.

Por último, se realizará una síntesis de todo lo analizado que se plasmará en el documento correspondiente.

2.- EFECTOS SOBRE CADA UNO DE LOS COMPONENTES DEL MEDIO.

A partir del análisis de las actividades, los componentes y su implicación ambiental se procede a un estudio de las posibles afecciones, realizado desde el punto de vista de los componentes del medio receptor.

En el cuadro adjunto se plasman de forma genérica todos aquellos elementos que se consideran básicos en el análisis, y que son los habituales en el inventario ambiental de un cierto ámbito.

FACTORES AMBIENTALES CONSIDERADOS

& MEDIO FISICO (ABIOTICO)

~ Geología, Erosión.~ Geomorfología. Pendientes. Riesgo de fenómenos gravitatorios.~ Calidad de suelos. Edafología. ~ Hidrología.~ Climatología

& MEDIO BIOLOGICO~ Fitoclimatología.~ Vegetación.~ Ecosistemas de interés.~ Fauna.

& MEDIO SOCIOECONOMICO~ Aspectos sociales y económicos.~ Sectores Productivos.~ Infraestructuras.~ Patrimonio Histórico-artístico~ Espacios Naturales Protegidos.

& MEDIOPERCEPTUAL (PAISAJE)

De forma general se puede mencionar que la construcción de una línea implica una serie de consecuencias en el medio que circunda la zona afectada por su trazado, como son:

* Impactos potenciales sobre el suelo

Los impactos que, de forma genérica, puede provocar una obra de este tipo sobre el sustrato, se concretan esencialmente en la modificación, de carácter superficial, que se provoca en el suelo en la ejecución de los accesos, en las explanaciones del entorno de los apoyos y en las áreas deforestadas en tramos de pendiente acusada. Dado que

la construcción de una línea eléctrica no supone modificaciones topográficas, ni acumulaciones de materiales de un volumen reseñables.

No se tienen en cuenta, por su escasa magnitud, las excavaciones necesarias para tas cimentaciones de los apoyos, ya que por sus dimensiones, definen un impacto mínimo sobre el sustrato.

Todas las alteraciones provocadas son de tipo superficial, debidas principalmente, como ya se ha mencionado, a los movimientos de maquinaria necesarios para la apertura de los accesos a las bases de los apoyos, el traslado de materiales, el izado de los apoyos y el tendido de los cables. Dado que, durante la ejecución de todas estas actividades, se puede provocar la rotura de los horizontes superiores del perfil edáfico del suelo, lo que puede provocar que éste quede expuesto a los procesos erosivos, o, en menor grado, una degradación del sustrato que impida o retrase el posterior desarrollo de la vegetación propia del área.

El impacto por tanto será mayor cuanta mayor sea la longitud de los accesos a realizar, siendo otro factor a tener en cuenta la pendiente de las zonas a atravesar, ya que la magnitud del impacto sobre el suelo y la pendiente del mismo son, en general, directamente proporcionales.

En cuanto a la apertura de la calle, la magnitud del impacto potencial que supone la misma está en función de la superficie que resulte desprovista de vegetación, en particular del número de pies arbóreos que se deban eliminar en la ejecución de la calle, dado que la pérdida de la cubierta vegetal protectora provoca un incremento del riesgo de erosión. Este efecto esta en relación directa con el impacto que se genera sobre la vegetación, y al igual que el caso anterior, es una alteración que posee una mayor magnitud en las zonas de fuerte pendiente.

* Impactos potenciales sobre el agua

Dada la inexistencia de otra clase de vertidos en este tipo de obra, los impactos potenciales sobre el agua se centrarán exclusivamente en los daños que la construcción de la línea puede suponer sobre la red de drenaje, que a su vez se restringen a las eventuales interrupciones de la red de superficie por acumulaciones de materiales en los cauces, debidas a los movimientos de tierra, o las contaminaciones puntuales provocadas por el incremento de sólidos en suspensión en los cursos de agua.

En su valoración se ha de tener en cuenta que, debido a la magnitud de los movimientos de tierras a desarrollar, los impactos, de producirse, serán mínimos y de carácter muy temporal dado que los contratistas están obligados, contractualmente por REE, a la regeneración de este tipo de daños.

* Impactos potenciales sobre la atmósfera

Durante la fase de construcción, el posible impacto sobre la atmósfera se reduce a la contaminación debida al aumento de polvo en el ambiente, provocado por los movimientos de la maquinaria. Este incremento de partículas en suspensión, que podría suponer un efecto negativo sobre la flora, se puede comparar con el producido por la maquinaria agrícola en la realización de sus trabajos habituales, por lo que se considera prácticamente nulo, teniendo en cuenta además su carácter temporal.

En cuanto a la fase de explotación de la instalación, en la que ya no existe aporte de polvo al ambiente, la posible contaminación se concreta en los dos efectos provocados por el paso de la corriente, esto es, el ruido que genera y la ionización de las partículas presentes en el aire, debido al campo electromagnético que se produce en torno a los conductores.

El ruido provocado por el paso de la corriente, es un sonido bajo y de pequeña intensidad que, en muchos casos, es apenas perceptible.

Este ruido solo se escucha en la proximidad inmediata de la línea, no percibiéndose en cuanto la distancia es de unas decenas de metros, al quedar enmascarado por otros ruidos presentes. Según diversas mediciones y dependiendo de las condiciones atmosféricas, se citan como valores medios de este ruido obtenidos a 25 m. de una línea de 220 kV son los siguientes:

Bajo LluviaCon nieblaBuen Tiempo

50 dB44 dB30 dB

Hay que hacer notar que cuando llueve, valor máximo de producción de ruido, este queda enmascarado por la misma lluvia, dado que ésta provoca un nivel acústico superior.

Su existencia supone un cierto efecto positivo para las aves, que de esta forma pueden percibir con mayor facilidad a la línea y evitar con ello los eventuales choques.

Con niebla, con la que se podría percibir el ruido con mayor facilidad, la existencia de ésta frena la propagación del mismo, esto es, se oye más pero a menor distancia, lo que supone una mayor facilidad de percepción de la línea para las aves.

En la valoración de este efecto hay que tener en cuenta que el nivel de ruido ambiente para un área rural, valor mínimo que se encuentra en nuestro entorno, varía entre los 20 y los 35 dB, por lo que el ruido debido a la línea eléctrica es perfectamente

integrable en éste y no supone un efecto negativo importante, sino más bien indiferente, al reducirse la incidencia a una banda de escasos metros a ambos lados de la línea, y que baja, hasta anularse, al alejarse el observador de la línea.

Las líneas eléctricas y subestaciones, al igual que todo aparato que funcione con electricidad, generan campos eléctricos y magnéticos. El campo eléctrico es producido por la tensión de funcionamiento y el magnético por la intensidad de corriente.

Actualmente, la comunidad científica internacional está de acuerdo en que la exposición a los campos eléctricos y magnéticos generados por las instalaciones eléctricas de alta tensión no supone un riesgo para la salud pública.

Así lo han expresado los numerosos organismos científicos de reconocido prestigio que en los últimos años han estudiado este tema. Entre ellos cabe destacar:

ORAU, Universidades Asociadas Oak Ridge (EE.UU., 1992)Instituto Francés de Salud e Investigación Médica (Francia, 1993)Consejo Nacional de Protección Radiológica (Reino Unido, 1994)Sociedad Americana de Física (EE.UU., 1995)Academia Nacional de las Ciencias (EE.UU., 1996)Comité Científico Director de la Comisión Europea (Unión Europea, 1998)Instituto Nacional del Cáncer (EE.UU., 1997)Instituto Nacional de las Ciencias de la Salud y el Medio Ambiente (EE.UU., 1999)CIEMAT, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (España, 1999)

De especial relevancia es el dictamen de la Academia Nacional de las Ciencias de EE.UU., hecho público a finales de 1996. Este organismo elaboró un extenso y exhaustivo informe titulado “Posibles efectos de la exposición a campos eléctricos y magnéticos residenciales” por encargo del Congreso de ese país, dada la controversia pública que existía sobre este tema. Su conclusión es que:

“La evidencia actual no muestra que la exposición a estos campos [electromagnéticos] suponga un riesgo para la salud humana. Específicamente, ninguna evidencia concluyente y consistente muestra que la exposición a campos eléctricos y magnéticos residenciales produzca cáncer, efectos neurocomportamentales adversos o efectos en la reproducción y el desarrollo”.

En junio de 1998 el Comité Científico Director de la Comisión Europea declaró en respuesta a una consulta de este organismo que:

..... La literatura disponible no proporciona suficiente evidencia para concluir que existen efectos a largo plazo como consecuencia de la exposición a campos electromagnéticos.”

En junio de 1999, el Instituto Nacional de las Ciencias de la Salud y el Medio Ambiente de EE.UU. (NIEHS) hizo público el informe “Efectos sobre la salud de la exposición a campos eléctricos y magnéticos generados por las líneas eléctricas” como final del programa de investigación EMF-RAPID, llevado a cabo en ese país entre 1994 y 1999. Entre sus conclusiones se puede extraer que

“La evidencia científica para sugerir que la exposición a campos eléctricos y magnéticos [de frecuencia extremadamente baja] supone un riesgo para la salud es débil”.

Aunque en este informe se indica que los estudios epidemiológicos han arrojado ciertas dudas al respecto, en el apartado de Conclusiones y Recomendaciones se indica que:

“El NIEHS sugiere que el nivel y la fuerza de la evidencia en apoyo de que la exposición a campos de frecuencia industrial] es un peligro para la salud humana son insuficientes para justificar acciones regulatorias agresivas; por lo tanto, no recomendamos acciones como una normativa estricta sobre electrodomésticos y un programa nacional para enterrar todas las líneas de transporte y distribución”.

En España, la Comisión de Industria y Energía del Congreso de los Diputados encargó al Gobierno en octubre de 1997 un informe sobre los posibles efectos de los campos electromagnéticos generados por las líneas de alta tensión. Este informe ha sido llevado a cabo por el CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas), y en un resumen publicado en mayo de 1999 en la revista ‘Física y Sociedad’ del Ilustre Colegio Oficial de Físicos de España, se llega a la siguiente conclusión:

“La información científica y técnica más significativa, actualmente disponible a nivel internacional, no proporciona evidencias de que la exposición a los campos electromagnéticos generados por las líneas eléctricas de alta tensión suponga un riesgo para la salud de las personas.

En España no hay una legislación específica para este tema, pero de todas maneras, los niveles máximos generados por una línea eléctrica a muy alta tensión o una subestación están muy por debajo de las recomendaciones de la I.R.P.A. (International Radiological Protection Association), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud, para la exposición de trabajadores y público en general.

Actualmente, la normativa internacional más exigente es la promulgada por ICNIRP (Comisión Internacional para la Protección Contra la Radiación No Ionizante), organismo vinculado a la Organización Mundial de la Salud.

En julio de 1999 el Consejo Europeo ha aprobado una Recomendación relativa a la exposición del público en general a campos electromagnéticos de 0 Hz a 300 GHz

(1999/519/CE), basándose en el documento de ICNIRP. El Consejo Europeo recomienda que la exposición a campos eléctricos y magnéticos de 50 Hz no supere 5 kV/m y 100 µT, respectivamente, en zonas en las que el público pase un tiempo apreciable. Además, algunos países, como Italia o Alemania, tienen unas limitaciones similares en su legislación.

Tal y como se indicó en un apartado anterior, estos valores recomendados son superiores a los que el público estaría expuesto en las cercanías de una línea eléctrica o una subestación de alta tensión.

El Parlamento Europeo, en su resolución A3-0238/94 sobre la lucha contra los efectos nocivos provocados por las radiaciones no ionizantes, pedía en 1994 que cada estado estableciera pasillos alrededor de las líneas eléctricas de alta tensión en los que se impida cualquier actividad permanente o edificación, aunque no especificaba ningún valor concreto. Esta resolución no ha sido traspuesta a la Directiva comunitaria, dada la falta de pruebas de los posibles efectos adversos de estas instalaciones, y tampoco ha sido adoptada por ningún país miembro.

El único país del mundo en el que se han impuesto unas distancias mínimas a las líneas eléctricas de alta tensión para limitar la exposición a campos eléctricos y magnéticos es en Italia, aunque el Decreto que las define es anterior a la resolución del Parlamento Europeo. Estas distancias son: 10 metros a las líneas de 132 kV, 18 metros a las líneas de 220 kV y 28 metros a las líneas de 400 kV.

En todo caso se ha de señalar que el valor de los campos disminuye muy rápidamente con la distancia, siendo inapreciables a partir de unas decenas de metros, por lo que se considera este impacto no significativo.

* Impactos potenciales sobre la flora

Los riesgos de daños sobre la vegetación se centran esencialmente en las zonas boscosas, por el deterioro que puede provocarse sobre las mismas durante la construcción de una línea eléctrica.

En el paso a través de masas forestales la implantación de la línea obliga a la apertura de una calle, definida por la distancia mínima que ha de haber entre las ramas de los árboles más altos y los conductores más bajos. Cabe mencionar sin embargo que la adopción de una serie de medidas cautelares y correctoras reducen los posibles efectos a niveles admisibles.

Esta distancia mínima viene determinada por el Reglamento de Líneas Eléctricas Aéreas de Alta Tensión, y está definida por razones de seguridad tanto de la línea como de la masa forestal. Ya que tiene como fin evitar las interrupciones del servicio y los posibles incendios producidos por el contacto de las ramas o troncos con los conductores, por el salto del arco entre éstos y la parte del árbol próxima, lo que

supone una de las causas más frecuentes de avería en las líneas de transporte de energía y en algunos casos el incendio de la masa forestal.

El crecimiento natural de los árboles provoca que la distancia entre éstos y los conductores se reduzca paulatinamente, por lo que este riesgo, que será nulo en un principio, puede aparecer a medio o largo plazo.

Por ello se han de cortar aquellos árboles que puedan suponer un riesgo, lo que supone definir una distancia mínima a respetar entre las copas y los conductores, que habrá de mantenerse de forma permanente.

La zona de corta de arbolado deberá tener, según el Reglamento, la anchura necesaria para que, considerando los conductores en su máxima desviación, su separación a la masa de arbolado no sea inferior a 1,5+U/150 m, siendo U la tensión de la línea, distancia que para nuestro caso es de 2,97 m. considerando 220 kV.

La determinación de la zona de arbolado que ha de cortarse, esta en función de la distancia existente entre los conductores y las ramas de los árboles, que a su vez depende por un lado de la altura que hay entre los conductores y el suelo, que varía en terreno llano entre los 20 m en el apoyo y un mínimo de 8 m en el centro del vano, y por otro de la especie o especies presentes, así como del crecimiento presente y futuro que los ejemplares posean en la zona.

Ambos condicionantes son fijos en cada punto, pero muy variables a lo largo de todo el trazado, por lo que no se debe prever una franja de corta permanente en toda la longitud del mismo, sino que será en función de la situación existente en cada vano por la que se marcará la banda de corta en el mismo, siempre, claro está, teniendo en cuenta la distancia explosiva definida por el Reglamento.

La corta de arbolado provoca la aparición de un pasillo deforestado al que se ha denominado calle. Su creación provoca una modificación sustancial de la cubierta vegetal que, caso de producirse, posee carácter permanente mientras dure la explotación de la línea, pues la calle ha de mantenerse libre de arbolado.

Además de la deforestación debida a la calle, se debe señalar la que se provoca al construir los accesos a las bases de los apoyos, cuando estos se realizan a través de zonas arboladas, para permitir tanto el traslado de los materiales hasta la base de las torres, como el movimiento de la maquinaria para el izado y el tendido de los cables.

El mayor impacto debido a la apertura de la calle se centra en las zonas forestales atravesadas, en las que dominan especies de crecimiento rápido o medio, ya que en aquellas en las que la mayor abundancia está constituida por especies de crecimiento lento o limitado en altura, la corta es evitable mediante la elevación de los apoyos de forma que las copas queden suficientemente superadas, por lo que en este caso el impacto puede ser prácticamente nulo.

* Impactos potenciales sobre la fauna

Para analizar las afecciones que la construcción de la línea puede generar sobre la fauna, se ha de distinguir entre la fauna terrestre y la alada, ya que sobre la primera los posibles impactos se centran exclusivamente en la potencial destrucción de nidos y madrigueras, el estrés que se provoca sobre el ecosistema durante la realización de los trabajos de construcción y la modificación permanente del hábitat en las zonas boscosas, debida a la presencia de la calle.

Estos efectos no son en general ni inevitables, ni traumáticos. En este sentido se debe reseñar, exclusivamente para la etapa de construcción, que la entrada de máquinas y hombres en ecosistemas poco frecuentados, como espacios de interés o hasta los cotos de caza, produce una perturbación que afecta negativamente a la fauna, si bien el impacto es pasajero ya que finaliza con el abandono por parte de unas y otros de la zona.

Siendo la magnitud del impacto función de la situación en que se encuentran los animales en la zona y sobre todo de la época del año en que se realizan los trabajos.

Sobre la avifauna, sin embargo, la situación es distinta, ya que teniendo en común con la fauna terrestre la posible destrucción de nidos durante la fase de construcción, existe un riesgo añadido para las aves, de carácter permanente, debido a la posibilidad de que se produzcan colisiones de éstas con el cable de tierra de la línea.

En este sentido, cabe mencionar, que el posible impacto de la línea se restringe, a diferencia de líneas de menor magnitud, a las colisiones con estos cables, ya que los conductores son muy visibles (tienen más de tres centímetros de diámetro y van pareados) y no existe riesgo de electrocución, porque la distancia que separa las fases entre sí y de los apoyos hacen imposible el contacto simultaneo. Este es un impacto que en determinadas zonas puede ser de una magnitud apreciable, cuyo valor es función de las especies de aves presentes, así como de la abundancia relativa de las mismas.

Cabe mencionar además que este riesgo de colisión no es genérico para todas las especies de aves, ya que existen grandes diferencias de unas a otras. Por ejemplo es prácticamente nulo para la mayor parte de los paseriformes, porque su propio tamaño, en relación con los elementos de la línea, hace que sean poco sensibles ante la presencia de éstas. Otro ejemplo de especies para las que, en general, la presencia de la línea es inocua son las rapaces, debido a que las características de su visión hace que perciban perfectamente hasta los cables de tierra que son los elementos más pequeños de éstas, y como se ha mencionado los que suponen el riesgo de colisión.

Por contra existen otras que presentan una sensibilidad apreciable, grupos como las acuáticas (Anátidas y Limnicolas en particular), esteparias y otras, en las que se unen una vista menos sensible y un vuelo mas torpe que en los grupos anteriores.

Como efecto positivo cabe mencionar que, en zonas despejadas, los apoyos hacen la función de árboles, sirviendo como atalaya a numerosas rapaces, a la par que de soporte para los nidos de éstas y otras especies de aves. Caso típico de ésto son los nidos de cigüeña que se pueden apreciar en numerosas torres de alta tensión.

* Impactos potenciales sobre el medio socioeconómico

Los efectos potenciales que se pueden generar en la zona atravesada se enuncian a continuación según los elementos afectados.

Como efecto positivo fundamental hay que señalar que una nueva línea representa un tramo nuevo de la red nacional de alta tensión, necesaria para diversificar tanto la alimentación como la llegada de energía eléctrica. Lo que supone un importante incremento de la seguridad y condiciones de prestación del suministro a escala regional, lo que redunda en una mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

La población existente en la zona se agrupa en escasos núcleos habitados de diversa magnitud, en los que el empleo se verá afectado positivamente, si bien sólo temporalmente, ya que la mejora se produce exclusivamente durante el periodo de ejecución de los trabajos de construcción de la línea.

La ubicación de los apoyos, así como la constitución de las servidumbres de paso y vuelo, suponen una limitación en el uso de los predios afectados por el paso de la línea, sin embargo la implantación se realiza, en la mayor parte de los casos, de común acuerdo con los propietarios, compensando, mediante la correspondiente indemnización, el efecto que su constitución supone a la simple ocupación física.

Esta servidumbre sin embargo supone una limitación muy escasa de usos, pues se reduce a la imposibilidad de realización de construcciones de más de una cierta altura debajo de la línea o actuaciones similares.

La mayoría de los impactos, se derivan entonces de las alteraciones provocadas sobre los otros componentes del medio, así cabe mencionar:

- las afecciones sobre el sustrato en terrenos agrícolas, por las pérdidas que ello puede suponer sobre los cultivos.

- cortas en áreas forestales, por los daños que ello supone para la masa arbolada ya que puede disminuir la productividad, alterar la distribución de zonas de corta y regeneración, etc.

- sobre el paisaje, por los efectos negativos que tiene su modificación sobre la calidad de vida de los habitantes del entorno, etc.

En cuanto a otros efectos, como son los derivados de los campos electromagnéticos y la presencia de ruido audible imputables a la línea, cabe mencionar que las emisiones

generadas por los primeros de ellos, como ya se ha reseñado, son, según los informes científicos existentes hasta la fecha (O.M.S.), innocuas para el hombre, y respecto al ruido que su percepción se reduce a una banda muy próxima a la línea (25 m), por lo que su efecto sobre la población es prácticamente nulo, dado que la línea, en principio, pasará alejada de todos los núcleos urbanos presentes.

* Impactos potenciales sobre el paisaje

El impacto sobre el paisaje puede tener un valor alto en diversas zonas, debido al tamaño de los componentes de este tipo de infraestructura. La magnitud de la alteración está en función de una serie de condicionantes, entre los que destacan la ubicación de los apoyos, la estructura fisiográfica del territorio atravesado y particularmente el número de observadores potenciales y el valor intrínseco de los paisajes afectados. Así el impacto potencial que la línea puede provocar sobre el paisaje posee una mayor relevancia en las siguientes situaciones:

- Presencia de apoyos en las proximidades de núcleos urbanos y de la red de carreteras.

- Apoyos próximos a zonas o enclaves de interés paisajístico o cultural.

- Situación de los apoyos en cumbreras y divisorias, dado que las cuencas visuales afectadas son máximas.

- Cruce de zonas arboladas, en las que la creación de la calle acentúa la presencia de la línea.

3.- DEFINICION DE LAS MEDIDAS CAUTELARES Y CORRECTORAS DE POSIBLE APLICACION.

Una vez que han sido estudiados e identificados, en el capítulo anterior, los impactos más relevantes que se pueden prever debido a la construcción y puesta en funcionamiento de una línea eléctrica, se pretende proponer una serie de medidas cuyo fin sea el de mitigar en lo posible esas afecciones.

Estas medidas se clasifican según el momento del desarrollo de los trabajos para el que se proyectan, así si se adoptan en las fases de diseño o de ejecución serán cautelares, ya que su fin es reducir el impacto de la línea antes de la finalización de la obra. Frente a esto, las medidas correctoras son las que se adoptan una vez ejecutados los trabajos, y su fin es regenerar el medio o reducir o anular los impactos residuales.

Las principales medidas que se adoptan para reducir los impactos potenciales reseñados en el E.I.A. pertenecen al grupo de las cautelares, y se asumen durante la elección del trazado y en la redacción del Pliego de Prescripciones Técnicas, que obliga a lo contratistas contractualmente a la ejecución de los trabajos con un celo especial, de forma que las afecciones sean mínimas.

Como se aprecia será en la fase de diseño, en la que se eligen los elementos que compondrán la línea, es en la que pueden adoptarse las medidas cautelares de mayor efectividad siguiendo con ello el espíritu de la legislación ambiental de la CE.

Así, una vez obtenido el trazado de menor impacto, se plantean una serie de medidas preventivas generales, que se han de contemplar en el proyecto y cuyo fin es reducir al máximo los posibles impactos generados durante la fase de construcción.

3.1 Medidas cautelares en el diseño.

Una vez evaluadas las alteraciones provocadas se procede a la definición y adopción de medidas cautelares en el diseño del proyecto, o mejor, a asumir los condicionantes ambientales en las fases previas e iniciales del Proyecto, o en la planificación. Lo que supone la primera fase en un análisis integrado del proyecto con el fin de minimizar los efectos negativos imputables al mismo, ya que permiten asumir con total frialdad y un mínimo coste la denominada opción cero, esto es no realizar la actividad.

Las medidas definidas en esta fase son en general del tipo de planificación a largo plazo, con el análisis de la evolución de los mercados, las modificaciones de los usos y costumbres de las sociedades afectadas, etc.

Son por tanto grandes decisiones que en ocasiones no quedan plasmadas en el papel por poseer, en muchos casos, connotaciones de orden político. Además, y en general, suelen venir impuestas y son muy rígidas, por lo que condicionan el desarrollo posterior de la idea.

3.2 Medidas cautelares de la fase de diseño.

En todo tipo de infraestructura lineal es en la fase del trazado en la actividad en la que, una vez asumidos los condicionantes ambientales, más e puede hacer por la preservación de los valores naturales de un cierto ámbito, comarca o región. Es por ello que en los análisis ambientales, estudios informativos, comparación de alternativas y demás actividades desarrolladas en esta fase se a de sumo interés el manejo de la mayor cantidad de información posible, ya que su toma en consideración será el fundamento de una buena elección.

El trazado óptimo de una infraestructura lineal, y un tendido eléctrico en particular, es aquel que responde, de la forma más completa posible a las inquietudes de todos los implicados, esto es de una parte al Promotor, ya que ha de ser técnica y económicamente viable, no desviándose de forma drástica de los fines perseguidos con su ejecución, por otra parte ha de cumplir con las expectativas que la sociedad tenga de su realización entendiendo como tal a los Organismo de la Administración afectados, así como a las asociaciones implicadas, de forma que aúne las inquietudes de la mayor parte de ellos.

Las principales medidas cautelares que se deben adoptar, algunas de ellas mencionadas en el capítulo precedente, son:

~ Estudio de trazado tal como se ha descrito en el epígrafe correspondiente, en el que han tenido en cuenta además de los condicionantes ambientales presentes, otra serie de criterios, como son los siguientes:

* Diseño del trazado siempre que sea viable por zonas de media ladera, evitando siempre que sea posible el paso por puntos culminantes. Lo que supone una reducción del impacto paisajístico.

* Trazado definido mayoritariamente por zonas agrícolas y abiertas, evitando las zonas densamente arboladas, de manera que la afección sobre los ecosistemas vegetales presentes sea la mínima.

* Análisis del trazado de manera que se eviten daños directos sobre zonas de nidificación de especies protegidas de aves.

* Trazado alejado de los núcleos de población principales y enclaves de valor cultural e histórico-artístico, de forma que se anulen los impactos potenciales que la proximidad a éstos pudiera provocar, en particular la incidencia visual que su presencia genera.

* Análisis del trazado, de manera que se reduzca al mínimo el paralelismo con infraestructuras viarias, como carreteras o ferrocarriles, para así rebajar en lo posible el número de observadores.

~ Estudio de la distribución de los apoyos de forma que cumpliendo los requerimientos técnicos que posee una línea de este tipo y la topografía presente, se adapten al máximo posible a la situación concreta presente en la localización existente, de forma que:

* Se evitará, cuando sea viable, que los apoyos se sitúen en las zonas de máxima visibilidad, como crestas o puntos culminantes.

* Se buscará la localización próxima a las lindes de las fincas intentando minimizar los efectos sobre las mismas.

* Se analizará la ubicación en las zonas de transición entre los cultivos de distinto valor, o entre éstos y masas forestales, procurando cuando sea viable la ubicación del apoyo en la zona de menor valor ecológico o económico.

* Se tratará en la proximidad de núcleos habitados que la localización para el apoyo a lo largo del trazado, se situé en aquel punto en el que la incidencia visual sea menor.

* En los tramos en que la línea va en paralelo a otras de similares características, se buscará que la distribución de apoyos sea acorde con los existentes, de forma que se enmascaren con éstos.

* En los cruces con carreteras se procurará que el apoyo quede enmascarado, evitando, igualmente si es viable, la localización en el eje de la infraestructura, de manera que se minimice la incidencia visual.

~ La adopción de un apoyo tipo que posea una serie de características que lo definan como idóneo y que son:

* Forma longilínea que le permite salvar las masas de arbolado con un efectomenor sobre todo tipo de bosque, al necesitar una calle más estrecha, de especial interesen los tramos de bosques de frondosas.

* Recrecido de apoyos en las zonas en que sea viable, lo que evitará en las mismas la apertura de calle excepto en lo referente a la calle de tendido, limitando la corta de las especies de interés a tramos concretos o casos puntuales, por ubicación de apoyos.

* Uso de patas desiguales en zonas de pendiente, lo que mejora ostensiblemente no sólo su capacidad de adaptación al terreno, sino que además se evita, con su empleo, la necesidad de explanaciones y movimientos de tierra de consideración.

3.3 Medidas cautelares para la fase de construcción.

La elección del trazado óptimo no implica en general que éste sea inocuo para su entorno, sino que simplemente es aquel cuyos efectos sobre el mismo son los menores de entre los viables.

Esta situación motiva que tras la definición del proyecto sea necesario un análisis de detalle del mismo de forma que se puedan evaluar los efectos que su ejecución puede suponer sobre todos y cada uno de los componentes del medio.

Una vez iniciadas las obras se adoptan medidas de otro tipo, que poseen sin embargo el mismo carácter preventivo, como son todas aquellas actividades cautelares desarrolladas durante la ejecución de los trabajos, cuyo fin es reducir los efectos sobre el medio o corregir aquellos daños directamente imputables a la forma de realizar las obras, como vertidos accidentales, etc.

La definición de algunas de estas medidas se debe reflejar, como ya se ha mencionado, en el Pliego de Prescripciones Técnicas (PPT), de forma que los contratistas las asuman desde el inicio de los trabajos y su cumplimiento pueda exigirse.

En este sentido cabe mencionar que en el P.P.T. se incluye el siguiente punto:

EL CONTRATISTA es responsable del orden, limpieza y limitación de uso de suelo de las obras objeto del Contrato. Deberá adoptar a este respecto, a su cargo y responsabilidad, las medidas que le sean señaladas por las autoridades competentes y por la representación de REE para causar los mínimos daños, así como la menor afección posible en:

* Caminos, acequias, canales de riego y, en general, todas las obras civiles que cruce la línea o que sea necesario cruzar y/o utilizar para acceder a las obras.

* Plantaciones agrícolas, pastizales y cualquier masa arbórea o arbustiva.

* Formaciones geológicas, monumentos, yacimientos, reservas naturales, etc.

* Cerramiento de propiedades ya sean naturales o de obra, manteniéndolas en todo momento según las instrucciones del propietario.”

Las principales actuaciones en la fase de construcción, una vez asumidas las ya mencionadas por los contratistas, son:

~ Obligación de los contratistas de causar los mínimos daños sobre las propiedades.

~ Obligación por parte de los contratistas en las fincas cultivadas, prados, etc., de señalar por medio de cintas el acceso, de manera que todos los vehículos circulen por un mismo lugar y utilizando una sola rodada.

~ Prohibición a los contratistas del uso de explosivos para todas las actividades evitando con ello impactos de mayor magnitud.

~ Diseño de los accesos a las bases de los apoyos con los siguientes condicionantes:

*Aprovechamiento máximo de la red de caminos existentes.

*Trazado sinuoso por las zonas arboladas, en particular en masas formadas por especies de frondosas, con el fin de reducir al mínimo posible la corta de árboles. Para ello se procederá a realizar un estudio, durante la construcción de la línea, particularizado de los trazados, realizando las variantes que sean viables, para preservar el arbolado.

En este sentido cabe mencionar que las instrucciones dictadas a los contratistas les obligan a respetar los ejemplares añosos de todas las especies de interés, con especial cuidado en las especies de ribera, siempre y cuando se puedan evitar rodeándolos. Debiendo, caso de ser muy difícil el paso, proceder a una poda manual de parte de la copa, antes que a la corta de un árbol.

Igualmente se ha requerido a los contratistas que en el caso de que por los movimientos de tierra necesarios para la construcción de los accesos, se hubiera cubierto la parte inferior del tronco de algún árbol, éste se descubriera a mano, creándole un alcorque.

* Máxima adaptación al terreno, siguiendo siempre que sea posible las curvas de nivel, para evitar movimientos de tierra innecesarios y la creación de grandes desmontes y terraplenes.

* Mínimo tratamiento superficial del firme, utilizando siempre que sea posible el propio terreno, sin explanación de ningún tipo y maquinaria ligera, de forma que se debilite una fácil regeneración natural o artificial.

Procediendo en las áreas en que es viable, porque la topografía lo permite, o en las zonas agrícolas, a realizar el acopio y traslado de materiales con maquinaria ligera, tractor o similar.

Con objeto de aumentar la vida del acceso y la estabilidad de su firme se puede proceder, en ciertos casos, a la realización de pequeñas obras de drenaje superficial, indicadas principalmente para los tramos muy pendientes, evitando la aparición de regueros y pequeñas cárcavas. Para ello se efectúa la apertura de surcos de pequeñas

dimensiones de pendiente suave, transversales a la línea de máxima pendiente, que desvíen las aguas corrientes a las cunetas.

Realización de las obras necesarias para preservar la red de drenaje superficial, colocando tubos, en los accesos de nueva creación, sobre los cruces con los cursos de agua.

- Estudio puntual de la cimentación de cada apoyo, adoptando en cada uno las medidas aplicables de las definidas anteriormente, como patas desiguales y demás, para conseguir que los daños sean mínimos.

- Estudio particularizado en las zonas de cultivos arbolados, o con arbolado de interés, de la localización de las patas de cada apoyo, realizando, si es posible, desplazamientos diferenciales que reduzcan la corta de arbolado al mínimo.

- Excavación de tierra vegetal en prados y acopio de la misma en lugar próximo para restitución una vez finalizado el trabajo.

- Retirada del “todo-uno” en aquellos puntos (prados) en que para su acceso fue necesario su uso.

- Preservación, siempre que sea viable, en las zonas de trabajo del entorno de los apoyos, así como en las demás zonas afectadas, de la capa herbácea y subarbustiva original del suelo, con la finalidad de mantener en superficie una capa fértil, que facilite la restitución de la vegetación con mayor velocidad, controlando de este modo a corto plazo la eventual erosión por escorrentía en las zonas de pendiente acusada. Esta conservación posee una mayor importancia en las áreas agrícolas, en las que la preservación de los cultivos y del suelo posee un mayor interés.

- Eliminación adecuada de los materiales sobrantes en las obras, una vez que se hayan finalizado los trabajos de construcción y tendido, restituyendo, donde sea viable, la forma y aspecto originales del terreno, con lo que se favorecen las prácticas agrícolas y la productividad de las zonas afectadas.

- En los tramos en pendiente se reducirá al mínimo la apertura de pistas de acceso, así como los movimientos de tierras en general, para evitar el inicio de procesos erosivos. Esto es aconsejable principalmente en áreas con suelos esqueléticos.

- Esta medida anterior se completa eludiendo la apertura de calle en todas las zonas en que sea posible. Esto es viable en la mayor parte de las áreas atravesadas, excepto en los tramos en los que el trazado atraviesa formaciones boscosas compuestas por especies de crecimiento rápido, como son los pinares. Esta medida conduce además a provocar una mínima alteración del terreno y una rápida recuperación del mismo.

- En las zonas en las que se proceda a la apertura de la calle, se tendrá muy en cuenta la altura máxima que puede alcanzar el arbolado y la distancia al suelo de los conductores, de forma que se realizará una calle de ancho variable, reduciendo la corta al mínimo aconsejable por la seguridad del monte y de la línea.

- Realización de las primeras fases del tendido a mano, en las zonas en las que se prevea un daño severo sobre la vegetación, con el fin de anular los efectos sobre el arbolado.

- En aquellos casos en que la corta de árboles sea inevitable, al igual que en la apertura de calle en las formaciones compuestas por especies de crecimiento rápido, el apeo se realizará con motosierra y no con maquinaria pesada, evitando con ello afectara la cubierta arbustiva y herbácea, así como al sustrato.

- Rehabilitación de los daños realizados sobre las propiedades durante la ejecución de los trabajos, que sean imputables a estos, o compensación económica por los mismos, de común acuerdo con los dueños de los predios.

- Realización de un Plan de Seguimiento y Control Ambiental.

Se definirá un Plan de Seguimiento y Control Ambiental estricto en el que se incluyan las labores precisas para realizar la supervisión de todas las labores desde un punto de vista ambiental, para lo que se procederá a su consenso previo con los responsables de Medio Ambiente correspondiente.

Una vez finalizada la construcción, se inutilizarán y obstaculizarán los caminos y pistas, que no se consideren necesarios para el adecuado mantenimiento de la línea, con el fin de impedir el acceso a zonas de interés ecológico y paisajístico, restringiendo su uso a las zonas que la propiedad de la zona o la autoridad medioambiental crea oportunos, teniendo en cuenta que estos accesos además de ser necesarios para las labores de mantenimiento de la línea, ya mencionadas, pueden tener otros usos, como completar la red de caminos de una finca, como vías de saca en zonas forestales o como acceso de los servicios contra incendios.

3.4 Medidas correctoras para reducir los impactos residuales.

Una vez finalizados los trabajos de ejecución se ha de realizar un estudio de los impactos residuales con el fin de definir las actuaciones que se hayan de realizar para que éstos se encuentren dentro de unos límites admisibles para el entorno afectado.

Para la identificación de estas alteraciones resultantes en general se procede a la ejecución de un programa de vigilancia y control que se desarrolla en una serie de etapas que se inician durante la ejecución de la obra, y que pueden finalizar en un plazo muy posterior a la finalización de las mismas.

Entre estas medidas correctoras, la más importantes son las que se describen en los puntos que siguen.

* Suelo

Para minimizar los efectos sobre el sustrato en los taludes que se hayan creado y que no se vean revegetados de una forma natural, se adoptarán las medidas necesarias para evitar el inicio de procesos erosivos.

Estas actuaciones se centrarán en los taludes de pendiente acusada, que por la ejecución de los trabajos hayan quedado pelados. La acción que se propone es la siembra de herbáceas y matorral, para iniciar la serie de sucesión de recuperación de la cobertura vegetal.

El objetivo de la siembra es asegurar una fijación del suelo gracias a las raíces de las plantas, además de suministrarle un enriquecimiento accesorio (incorporación de materia orgánica cuando las plantas mueren al completar su ciclo anual). Esto permite que al año siguiente se posibilite el inicio de la serie de sucesión de la recuperación de la cobertura vegetal autóctona con las especies que se encuentran en las inmediaciones.

Una vez reconstruido el horizonte herbáceo, o según se va realizando este proceso, se deberá realizar el aporte de semillas y plantas de los estratos superiores, esto es matorral o monte bajo y arbóreo, de forma que las masas recuperen su morfología primitiva.

Para ello se procederá a la introducción de forma dispersa, imitando las formaciones naturales existentes, de ejemplares de árboles y arbustos, similares a los presentes en la actualidad, todos ellos pertenecientes a especies autóctonas, utilizando en cada zona las especies idóneas, de tal manera que proporcionen una protección lo más completa posible.

* Vegetación

Para reducir los posibles daños que la construcción de la línea puede generar sobre la vegetación, se deberá realizar un estudio particularizado, una vez finalizado el proyecto y tras la ejecución de los trabajos de tendido.

El estudio se concretará a los tramos en los que la línea cruza masas forestales, y su objetivo será delimitar la anchura de la calle a lo largo de los mismos, de tal manera que la calle tenga una anchura variable adaptada en cada punto a la situación presente, definida por la topografía existente en el perfil longitudinal del tramo, la altura libre entre los conductores mas bajos y el suelo, y el desarrollo presente y futuro de la masa forestal cruzada.

La realización de estas labores se verá facilitada por la presencia de la calle de tendido, ejecutada para permitir los trabajos correspondientes.

En todo caso para la definición definitiva de la calle se atenderán las instrucciones que dicten para cada zona concreta los organismos ambientales y forestales correspondientes, de forma que la actuación se realice de común acuerdo con éstos.

* Fauna

El único impacto reseñable que se puede causar sobre la fauna terrestre mayor, se concreta en el posible daño producido por el estado de agitación que se provoca en el ecosistema durante la ejecución de los trabajos de construcción de las líneas. Efecto que puede reducirse evitando, siempre que sea posible, la realización de labores en los momento en que los ecosistemas son más sensibles.

En cuanto a la avifauna, cabe mencionar, que no existen tramos de la línea que afecten directamente a zonas de nidificación de especies reseñables. Dado que en el diseño del trazado se tuvo en cuenta este criterio y se eludieron las áreas de mayor valor ecológico definido por las aves.

En los tramos en los que la línea pasa próxima a zonas de interés para las aves, se colocarán salvapájaros, en la longitud que se considere necesaria a lo largo de los tramos correspondientes, tras el análisis por los técnicos de los hábitos de fa población de aves presentes.

Los salvapájaros son unos ingenios que consisten en una espiral de material no degradable, que se sujeta al cable de tierra, y cuyo fin es aumentar su visibilidad incrementando el volumen aparente del mismo. Dado que este cable es el único causante potencial de daños sobre las aves por choque, si bien cabe mencionar que el diámetro del cable de tierra utilizado en esta línea, de más de 13 mm, supone ya una dimensión relativamente importante, por lo que el riesgo de colisión se reduce.

En el caso de líneas de menos de 45 kV en las que es posible la electrocución cabe adoptar medidas que van desde el uso de cable trenzado (para menos de 20 kV), al uso de cabezas para los apoyos con aisladores suspendidos, así como las medidas que se acompañan en el Anejo 2.

* Socioeconomía

Independientemente de las medidas cautelares y correctoras indicadas, la construcción de la línea supone unas compensaciones económicas a los propietarios directamente afectados, ya sea por la ubicación de los apoyos como por el vuelo de los conductores, en concepto de servidumbre de paso de energía eléctrica.

Dicha servidumbre no implica cambio de propiedad alguna, sino que únicamente limita el uso de los terrenos situados bajo la línea a actividades compatibles con la misma, sin que ello suponga impedimento para su aprovechamiento agrícola, ganadero, etc.

* Paisaje

Con respecto al paisaje, las medidas correctoras que se pueden citar tienen como limitante para su desarrollo las propias características de los elementos que componen este tipo de línea y los condicionantes técnicos que marca la ley.

Los puntos en los que el número de observadores puede ser máximo son los cruces con las carreteras. Al atravesar una carretera, la presencia próxima de un apoyo remarca la existencia de la línea, frente a ésto si la ubicación del mismo se realiza de forma que queda enmascarada, la percepción de la línea se reduce a la exclusiva presencia de los cables, con lo que se habrá minimizado el impacto, dado que los conductores pueden pasar desapercibidos a la velocidad normal de circulación de los vehículos.

En general las zonas atravesadas por la línea poseen unas cuencas visuales muy restringidas, por la presencia casi continua de arbolado. En las zonas con cuencas visuales más amplias, se evita siempre que sean posibles los puntos culminantes, procurando que el trazado discurra por zonas de media ladera.

4.- PROYECTOS DE I+D DE CARACTER MEDIOAMBIENTAL.

Si bien ya se ha citado previamente que RED ELECTRICA lleva a cabo Estudios de Impacto Ambiental en los proyectos de nuevas instalaciones, es de señalar que las metodologías para la realización de estos Estudios, y los correspondientes a la determinación de los pasillos y emplazamientos de menor impacto de líneas eléctricas y subestaciones respectivamente, ha sido desarrollada íntegramente por RED ELECTRICA, pudiendo considerarse como una innovación en el Sector Eléctrico español.

4.1 Apoyos tubulares.

Los apoyos convencionales de las líneas de transporte de energía eléctrica son torres de acero de celosía, de forma variable en función del número de circuitos que soportan y la disposición de las fases. Estos apoyos se sustentan sobre cuatro anclajes que a su vez se mantienen firmemente sujetos al terreno mediante unas cimentaciones de hormigón. Ello requiere la ocupación de una superficie de terreno relativamente importante, que según el tipo de apoyo puede llegar a ser del orden de los 100 m2. Asimismo, los apoyos de celosía ocupan un volumen aparente elevado.

Los apoyos tubulares, a diferencia de los de celosía, se sustentan sobre una única base, con una superficie de ocupación mucho más reducida, ya que apenas supera los 5 m2. Por otra parte, su volumen aparente es mucho menor, por lo que su incidencia paisajística, en comparación con los de celosía equivalentes, es también mucho menor.

Asimismo la superficie afectada por el vuelo de los conductores es también menor, con lo que, con la utilización de estos apoyos se reduce, por una parte, la ocupación del suelo y limitación en el uso de suelo y espacio, y por otra, la incidencia paisajística de la línea. Ya en 1987, RED ELECTRICA procedió a la sustitución de varios apoyos de celosía por otros tubulares en un tramo de la línea a 220 kV Otero-Ventas.

RED ELECTRICA ha diseñado una familia de apoyos tubulares con el fin de utilizarlos en las líneas de Cierre del Anillo Norte de Madrid, con entrada y salida en el futuro Parque de 400 kV de la Subestación de Galapagar, zona en la que la alta densidad de población hace preferible su utilización, pese a que el coste por km de línea con apoyos tubulares, que es el inconveniente que presentan frente a los de celosía convencionales, es del orden del 50% mayor.

4.2 Nuevo sistema de tendido de cables.

El paso de una línea por una zona de arbolado obliga, debido a la necesidad de mantener las distancias de seguridad, a proceder a su corta a lo largo de una calle, siguiendo el eje de la línea, de anchura variable según las características de dicho arbolado (especie, altura, crecimiento) y la altura de los cables al suelo en cada punto del tendido.

Un ejemplo interesante respecto a lo indicado en el párrafo anterior lo tenemos en la línea Don Rodrigo-Pinar del Rey, una parte de cuyo trazado se realiza, ineludiblemente, por el interior del Parque Natural de los Alcornocales, en la provincia de Cádiz. Con el fin de evitar en lo posible la corta de alcornoques, especies de alto valor ecológico y crecimiento lento, RED ELECTRICA proyectó esta línea efectuando una sobreelevación de los apoyos de tal manera que en su mayor parte no fuera necesaria dicha corta.

Sin embargo, para el tendido de los cables, una vez izados los apoyos, era necesario disponer de una calle, de un mínimo de 4 metros de anchura, libre de obstáculos, y por tanto de arbolado y vegetación, que permitiera efectuar dicha operación.

Para evitar la apertura de la calle, RED ELECTRICA ensayó con éxito un nuevo método de tendido, mediante la utilización de un helicóptero de aeromodelismo. Para ello, el helicóptero, dirigido mediante un equipo de radiocontrol, transporta un hilo resistente y de poco peso a lo largo del vano, que sirve para pasar un cable guía piloto, y posteriormente los cables de la línea.

4.3 Dispositivos de señalización.

La colisión de aves con líneas eléctricas se produce en ocasiones contra los conductores aunque, especialmente en el caso de líneas de transporte, éstos tienen el diámetro suficiente como para que las aves los perciban con facilidad. En estas líneas, el elemento de riesgo lo supone el hilo de tierra, que es un cable de menor diámetro que los conductores y que, situado más elevado que ellos, tiene como función principal proteger a la línea contra las descargas atmosféricas. La colisión de un ave puede deberse a que el ave se ve afectada por circunstancias que modifican o alteran sus pautas habituales de comportamiento, tales como condiciones meteorológicas adversas, persecución por otras aves o disparos de armas de fuego que las atemorizan.

Con el fin de disminuir el riesgo de colisión de aves, RED ELECTRICA ha diseñado y patentado unas espirales de plástico, denominadas «salvapájaros», que, colocadas en el hilo de tierra, lo hacen más visible, por lo que las aves lo perciben con mayor facilidad, pudiendo modificar su trayectoria y evitar el choque.

4.4 SIMULACION DE RAPACES.

Aparte de la señalización de los cables de tierra de las líneas mediante espirales salvapájaros como las citadas en el punto anterior, o mediante otros sistemas de señalización que puedan surgir de los proyectos de investigación que actualmente se están llevando a cabo, RED ELECTRICA ha diseñado varios modelos simulando aves rapaces.

La idea consiste en situar sobre uno o varios apoyos consecutivos de una línea reproducciones a escala real de aves rapaces, con objeto de que las bandadas de aves

o pájaros que pasen por su proximidad, al advertir su presencia, levanten el vuelo sobre ellas para evitar su ataque, con lo que pasan sobre la línea, evitando por tanto el riesgo de colisión con los hilos de tierra.

Su uso va destinado a puntos concretos de paso de especies migratorias en los que la línea pueda suponer un cierto riesgo para las mismas.

Este sistema no es de efectividad con especies sedentarias, ya que se acostumbran a la presencia de la rapaz simulada.

Hasta la fecha se han realizado dentro de este proyecto de investigación los ensayos en campo de dos modelos, uno simulando un águila imperial en vuelo, y otro un águila real en posición de reposo o vigilancia.

De los dos modelos ensayados, el segundo de ellos ha demostrado ser efectivo para ahuyentar a las aves que pasan por sus cercanías, por lo que se procederá a realizar un estudio de su efectividad a largo plazo instalándolo en los puntos de mayor riesgo potencial en una línea en concreto.

4.5 Nidos artificiales para cigüeñas

La falta de construcciones elevadas, así como la reducción de superficies arboladas adecuadas, han provocado que la cigüeña blanca utilice cada vez más los apoyos de líneas eléctricas para la construcción de sus nidos, en especial cuando los apoyos ofrecen el único emplazamiento lo suficientemente elevado en zonas con comida abundante.

En el caso de líneas de transporte, la existencia de un nido sobre un apoyo no supone, en principio, un problema para el adecuado funcionamiento de la línea, excepto cuando el nido está situado sobre los conductores o los aisladores, debido a la acumulación de desperdicios y excrementos que conlleva la existencia del nido. Por otra parte, la presencia del nido puede dificultar o impedir las labores de mantenimiento de la línea.

Para evitar estos problemas, RED ELECTRICA ha diseñado un soporte que permite sustituir el nido natural problemático, por otro colocado sobre el soporte.

El trabajo realizado este año, al inicio del periodo de nidificación de la cigüeña, en una línea de RED ELECTRICA a su paso por el Valle de Alcudia, en la Provincia de Ciudad Real, ha constituido un éxito, ya que las parejas de cigüeña han aceptado y ocupado los doce nidos artificiales sobre los soportes diseñados al efecto.