Documento Concepto Cibercultura

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Los estudios de la Cibercultura Por Hernando Lopera L. Documento de trabajo para el espacio de formación Ciberculturas, medios y procesos educativos La informatización de las sociedades El proceso de informatización de las sociedades iniciado hace unas cinco décadas y la consecuente creación del ciberespacio, generan las brechas digital, informacional y cognitiva, situación problemática que se convierte en el punto de partida para proponer la formación universitaria en cibercultura crítica, como alternativa para la superación de tales diferencias en relación con sectores de la sociedad que ostentan el poder del desarrollo y la innovación tecnológica, así como el poder de la producción de cierto tipo de conocimiento que se nos presenta como el único válido y legítimo. La mayoría de los discursos sobre la naciente sociedad de la información y/o del conocimiento están basados en el paradigma tecnoeconómico postcapitalista, el cual plantea que la riqueza de una sociedad ya no se mide por los indicadores clásicos de la economía en función de los sectores primario (agricultura, ganadería, minería), secundario (manufactura e industria), y terciario (servicios), sino por los flujos de información y la producción de conocimiento, en tanto que se constituyen en la base de la nueva economía del conocimiento. Lo anterior supone la configuración de un nuevo sistema cultural conformado por procedimientos intensivos de innovación y uso de las tecnologías de la información, de la comunicación y del conocimiento; nuevas formas de acción e interacción humano-máquina, máquina-máquina y humano-humano; 1

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  • Los estudios de la Cibercultura

    Por Hernando Lopera L.

    Documento de trabajo para el espacio de formacin Ciberculturas, medios y

    procesos educativos

    La informatizacin de las sociedades

    El proceso de informatizacin de las sociedades iniciado hace unas cinco

    dcadas y la consecuente creacin del ciberespacio, generan las brechas

    digital, informacional y cognitiva, situacin problemtica que se convierte en el

    punto de partida para proponer la formacin universitaria en cibercultura

    crtica, como alternativa para la superacin de tales diferencias en relacin con

    sectores de la sociedad que ostentan el poder del desarrollo y la innovacin

    tecnolgica, as como el poder de la produccin de cierto tipo de conocimiento

    que se nos presenta como el nico vlido y legtimo.

    La mayora de los discursos sobre la naciente sociedad de la informacin y/o

    del conocimiento estn basados en el paradigma tecnoeconmico

    postcapitalista, el cual plantea que la riqueza de una sociedad ya no se mide

    por los indicadores clsicos de la economa en funcin de los sectores primario

    (agricultura, ganadera, minera), secundario (manufactura e industria), y

    terciario (servicios), sino por los flujos de informacin y la produccin de

    conocimiento, en tanto que se constituyen en la base de la nueva economa del

    conocimiento.

    Lo anterior supone la configuracin de un nuevo sistema cultural conformado

    por procedimientos intensivos de innovacin y uso de las tecnologas de la

    informacin, de la comunicacin y del conocimiento; nuevas formas de accin

    e interaccin humano-mquina, mquina-mquina y humano-humano;

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  • cambios radicales en los entornos material, simblico y social, y nuevas

    relaciones con la naturaleza o lo que conocemos como el bioentorno.

    Estas manifestaciones de las relaciones entre cultura y poder, y su incidencia

    en la construccin de imaginarios sociales y de las identidades culturales, son

    ahora objeto de investigacin de los estudios crticos de la cibercultura, desde

    los que se debaten las concepciones de la tecnologa como una estrategia de

    homogeneizacin o, por el contrario, como un medio de liberacin y

    humanizacin.

    Flecha y Elboj (2000) plantean que la clave para entender la nueva estructura

    de la sociedad de la informacin est en la estrecha interdependencia entre las

    esferas social, poltica y econmica. Sin embargo, en la base de estas esferas

    se encuentra el componente tecnolgico asociado con el procesamiento de la

    informacin y la generacin de conocimiento. Esto significa que la capacidad de

    innovacin tecnolgica as como los usos o no usos que se hacen de estas

    tecnologas, definen de manera relevante las distintas formas en que las

    personas interactan y participan social, poltica y econmicamente. En este

    sentido, el componente tecnolgico marca una frontera y genera unas brechas

    (digital, informacional y cognitiva) entre los grupos sociales que tienen la

    posibilidad de innovar y/o de hacer uso de las tecnologas digitales de

    informacin y comunicacin y, de otra parte, quienes no tienen acceso a stas.

    Flecha y Elboj sostienen que estos ltimos sectores de la poblacin son objeto

    de discriminacin derivada del no acceso a la cultura y a los mbitos de

    decisin y participacin (Flecha y Elboj, 2000, p. 141).

    Si se concibe la cibercultura como el fenmeno cultural emergente en cuyo

    centro se ubican las mediaciones tecnolgicas que posibilitan tanto procesos

    informacionales (tales como el almacenamiento, organizacin, procesamiento y

    difusin de la informacin) como de generacin de conocimiento, el acceso y

    participacin en esta cibercultura depende en gran medida, pero no

    nicamente, de la disponibilidad de los dispositivos y artefactos tecnolgicos,

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  • asunto del que se han encargado los gobiernos y las corporaciones que han

    asumido el papel de la innovacin y la produccin de las tecnologas digitales,

    aunque con unos intereses exclusivamente desarrollistas y mercantiles que

    estimulan un consumismo tecnolgico y a la vez amplan la brecha digital entre

    los pases y entre las clases sociales dentro de cada pas.

    Ahora bien, en la medida en que esta disponibilidad de artefactos se expande y

    se generaliza entre los diferentes sectores sociales, el otro problema que se

    evidencia es el de la brecha informacional, es decir, la distancia entre quienes

    pueden usar los dispositivos tecnolgicos para acceder a la informacin y

    quienes, an contando con los dispositivos apropiados, no tienen las

    habilidades, destrezas y capacidades para acceder efectivamente a la

    informacin que necesitan para solucionar los problemas bsicos de falta de

    conocimiento.

    Y una tercera brecha que debe considerarse de mayor importancia es la

    cognitiva, es decir, la relacionada con la generacin de conocimiento; esta es la

    que se establece entre quienes, de una parte, contando con las

    infraestructuras tecnolgica e informacional, desarrollan las competencias para

    generar conocimiento significativo que contribuya a la transformacin y

    mejoramiento de las esferas social, poltica y econmica, y por otra parte,

    quienes no cuentan con tales competencias.

    Es precisamente en el marco de las dos ltimas brechas, la informacional y la

    de conocimiento, en el que se evidencia la necesidad de la formacin en

    cibercultura, como estrategia para superarlas y, de esta manera, posibilitar a

    ciudadanas y ciudadanos el acceso a los mbitos de participacin y decisin.

    En razn de lo anterior, se encuentra que las tecnologas digitales de la

    informacin y del conocimiento confieren poder a quienes las poseen, las

    utilizan y tienen acceso a la informacin. En el caso del mbito universitario,

    tales tecnologas confieren un mayor poder a quienes adquieren las

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  • capacidades para acceder a la informacin cientfica y tcnica y con base en

    sta generan conocimiento. Pero el conocimiento tecnocientfico no slo avanza

    a partir del dominio del lenguaje propio de la tecnociencia y sus relaciones con

    los asuntos polticos, militares, industriales y econmicos, sino tambin del

    conocimiento de la diversidad de puntos de vista necesarios para actuar

    crticamente.

    Encontramos, pues, que lo que tenemos para problematizar y reconstruir en el

    mbito educativo es la idea predominante de que es la conectividad la que

    posibilita el desarrollo social, que es llenando los espacios educativos de

    computadores como se solucionan los problemas de aprendizaje. Es evidente

    que esta esfera del desarrollo y apropiacin de las tecnologas digitales es

    fundamental en todo proyecto de integracin de las comunidades a las

    nacientes sociedades del conocimiento, pero no son una finalidad en s

    misma, sino los pasos iniciales para posibilitar los cambios proyectados, puesto

    que las tecnologas por s solas no aseguran el proceso educativo orientado a la

    formacin integral de ciudadanas y ciudadanos crticos, participativos y

    constructores de la sociedad contempornea, basada en la igualdad en el

    acceso a la informacin y en la construccin colaborativa de conocimiento, as

    como en la solidaridad y en la justicia social. Antes que la conectividad, es la

    interactividad la que puede contribuir a que, desde una postura poltica crtica

    y constructiva, pueda reinterpretarse el complejo realidad-virtualidad para

    superar los problemas sociales, pues la tecnologa no sirve de nada si no

    tenemos algo para contar, y el tener algo para contar es el punto de partida

    para la accin social; el tener algo que contar exige una autonoma de

    pensamiento y una actitud creativa, participativa y constructiva frente a lo que

    pasa en el mbito de la cibercultura.

    Para el caso de los estudios de la cibercultura, se plantea la necesidad de

    conocer cmo las tecnologas se integran a nuestra sociedad y cmo son

    apropiadas en la universidad por los estudiantes, docentes e investigadores.

    Sin embargo, tal apropiacin no slo puede concebirse en trminos del uso de

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  • las tecnologas de la informacin y de la comunicacin como medios de

    aprendizaje y produccin de conocimiento, sino adems como una esfera de

    representaciones simblicas enmarcadas por ciertas ideologas subyacentes a

    los paradigmas tecnocientficos, as como cierta forma de enfoque pedaggico,

    asociado directamente con lo que se ha definido por las polticas educativas.

    Ya en 1980 el Informe McBride, encomendado por la Unesco y titulado Un solo

    mundo, voces mltiples: comunicacin e informacin en nuestro tiempo, que

    planteaba la necesidad de un nuevo orden mundial de informacin y

    comunicacin ms justo y ms eficiente, sugera que:

    Ni las estructuras de la comunicacin ni los mensajes transmitidos son

    neutrales. Una eleccin de tecnologas refleja un juicio de valor tanto como lo

    hace el contenido del programa. Ningn mensaje puede ser absolutamente

    objetivo: los juicios implcitos se reflejan incluso en la eleccin de los trminos

    usados. Quienes confan por completo en los medios masivos deben estar

    conscientes de que la imagen de la realidad que estn obteniendo no puede

    considerarse jams enteramente correcta. Deber recordarse tambin que la

    comunicacin no es todopoderosa: no puede transformar el tenor de las

    relaciones interpersonales ni la sustancia de la vida social. La comunicacin es

    eficaz sobre todo cuando se refuerza con otros factores sociales, es decir.

    Cuando los mensajes transmitidos reflejan los problemas pblicos nacientes o

    ya establecidos (McBride, 1980, pp. 40-41).

    De acuerdo con lo anterior, los discursos producidos sobre la cibercultura,

    especialmente en la ltima dcada, asociados a la gran expansin de Internet,

    se constituyen en un campo especial de produccin simblica e ideolgica que

    requieren ser estudiados desde una perspectiva crtica, especficamente en lo

    que tienen que ver con la educacin superior, pues las universidades siguen

    siendo uno de los centros ms importantes de produccin de tecnologas

    informticas y de comunicacin, no slo en cuanto a la produccin de

    contenidos que han entrado a formar parte de lo que hoy es el ciberespacio,

    sino tambin en la formacin profesional de quienes se constituyen en agentes

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  • de produccin de este ciberespacio.

    Internet se concibe como un complejo tecnolgico, como la convergencia de un

    conjunto de tecnologas que, como toda tecnologa, es poltica. Por lo tanto,

    Internet impulsa y a la vez reconstruye unos esquemas socio-polticos-

    culturales que han de ser estudiados desde la perspectiva de la cibercultura

    crtica o los tambin llamados estudios crticos de la cibercultura. Segn

    Langdon Winner (1987), a pesar de que Internet tiene una fuerte carga

    poltica, ste no revitalizar la democracia ni sus valores, pues Internet se ha

    convertido en un dispositivo ms de dominacin por parte del sistema

    imperante. Sin embargo, el componente de interactividad que Internet

    introduce, a diferencia de las tecnologas de comunicacin anteriores, promete

    y hace posible nuevas formas de activismo y de implicacin social de los

    sujetos y de los nuevos colectivos de resistencia que se oponen al control y

    dominacin de los gobiernos y corporaciones transnacionales.

    La falta de formacin en cibercultura profundiza las brechas mencionadas e

    impide a los sujetos y a los colectivos el acceso a los mbitos de participacin

    y decisin. Pero si esta formacin en cibercultura busca contribuir a reducir las

    nuevas desigualdades sociales producidas por estas brechas, una alternativa es

    recurrir a un fundamento pedaggico acorde con fines tales como la

    participacin en los procesos democrticos en el contexto de la sociedad

    informatizada, entonces las pedagogas decoloniales se presentan como una

    construccin terica y prctica apropiada para orientar la formacin en

    cibercultura crtica en el nivel universitario, una cibercultura crtica que, en

    palabras de Giroux, sugiera posibilidades de que la gente sea educada

    polticamente, socialmente, con el fin de crear y promover un mundo mejor

    (Flecha, 1991, p. 3).

    Se plantea, entonces, la necesidad de problematizar los discursos hegemnicos

    de las polticas econmicas y educativas sustentados en el desarrollismo y el

    determinismo tecnolgicos, que ubican las tecnologas de la informacin y la

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  • comunicacin como la condicin ineludible del progreso social y la

    transformacin educativa. Es en este mismo sentido que en el Editorial de la

    Revista Nmadas1 dedicada al tema de la cibercultura, se afirma que estamos

    en mora de estudios de largo aliento que permitan una mayor profundizacin

    sobre la complejidad y dinmica histrica de la relacin capitalismo-cultura en

    las sociedades contemporneas.

    As pues, la cibercultura como nuevo campo de conocimiento posibilita que

    desde el mbito de la educacin se indague por los cambios culturales

    originados desde los nuevos paradigmas tecnolgicos digitales. Esta necesidad

    plantea, en principio, la pregunta por el concepto de cibercultura desde

    distintos puntos de vista, para desarrollar posteriormente los asuntos ms

    significativos en los que se observan dichos cambios culturales en relacin con

    lo educativo, campo en el que se han impuesto los discursos tecnolgicos,

    provenientes del mercado del hardware y software, sobre los pedaggicos.

    La cibercultura como un fenmeno tecno-socio-cultural genera un conjunto de

    movimientos sociales y culturales que todava son poco estudiados y mucho

    menos conceptualizados en sus reales dimensiones. Sin embargo, este

    fenmeno sobre el que se viene reflexionando de manera creciente en el

    campo de la educacin, an no se integra formalmente a los procesos de

    enseanza-aprendizaje en el nivel universitario como estrategia para la

    formacin integral de los profesionales del mundo contemporneo.

    El concepto de Cibercultura

    Pierre Levy (2007) concibe la cultura como la integracin de los componentes

    de carcter simblico (representaciones, ideas, interpretaciones, valores, etc.)

    con las tcnicas, los artefactos y los entornos materiales. Distingue tres

    estadios del proceso de hominizacin y configuracin de la cultura:

    1 Editorial (2008). Nmadas, (28)

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  • Un primer estadio como consecuencia de las tcnicas de informacin y

    comunicacin orales que constituyeron los primeros lenguajes.

    Luego las tcnicas de informacin y comunicacin escritas dieron paso a

    las culturas escriturales, asociadas con nuevas formas de vida urbanas,

    organizaciones estatales y tradiciones cientficas.

    Una ltima fase en la que las TIC digitales hacen emerger nuevas

    modalidades de cultura digital, que implican de forma prioritaria

    sistemas, artefactos y dispositivos materiales.

    De esta forma, segn Lvy, el hardware y el software tienen una relevancia

    decisiva, en tanto que representan la condicin de posibilidad de los sistemas

    culturales digitales. En este punto Lvy plantea un asunto fundamental y una

    postura crtica en el sentido de que tal condicin de posibilidad no implica lo

    que se conoce como determinismo tecnolgico. El determinismo tecnolgico

    tambin es conocido como el "paradigma del computador", segn el cual slo

    son vlidos e importantes los problemas que pueden llevarse a una expresin

    algortmica para ser procesados computacionalmente. Lo dems es

    considerado como pseudo-problemas y, por lo tanto, deben ser descartados o

    eliminados. Lo peligroso de este paradigma es que los problemas sociales que

    se caracterizan por su complejidad y alto grado de intersubjetividad, entran en

    el mbito de los pseudo-problemas. Sin embargo, Pierre Lvy (2007, p. 11)

    plantea una crtica orientada a desmitificar esta idea del determinismo

    tecnolgico, afirmando que la metfora del impacto de las tecnologas digitales

    es inadecuada, pues en vez de impacto y determinacin debe hablarse de

    condicionamientos, en tanto que no se trata de evaluar sus 'impactos' sino de

    descubrir sus irreversibilidades donde un cierto uso nos compromete, las

    ocasiones que nos permitira aprovechar, formular proyectos que exploraran

    las virtualidades de las que es portadora y decidir lo que haremos con ellas.

    Hecha esta aclaracin, un concepto abarcante de cultura que plantea Manuel

    Medina en el prlogo al libro de Lvy (2007, p. IX), es el siguiente:

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  • Gran complejo de redes de sistemas culturales entramados entre s, es

    decir, que se solapan, comparten agentes, entornos y recursos

    culturales, interaccionan, se comunican y se transforman mutuamente.

    Cada sistema cultural se caracteriza por un colectivo de agentes y

    prcticas especficas en el contexto de un entramado de entornos socio-

    tcnico-culturales correspondientes a los diversos conjuntos de tcnicas,

    artefactos y recursos que conforman dichas prcticas. Los entornos que

    integran un sistema cultural se diferencian, fundamentalmente, como

    entornos materiales, simblicos y organizativos.

    En correspondencia con lo anterior, Lvy define la cibercultura como el

    conjunto de los sistemas culturales surgidos en conjuncin con las tecnologas

    de informacin y comunicacin digitales. Es la cultura propia de las sociedades

    en las que las tecnologas digitales configuran decisivamente las formas

    dominantes tanto de informacin, comunicacin y conocimiento como de

    investigacin, produccin, organizacin y administracin. As, la cibercultura es

    el conjunto de las tcnicas (materiales e intelectuales), de las prcticas, de las

    actitudes, de los modos de pensamiento y de los valores que se desarrollan

    conjuntamente en el crecimiento del ciberespacio, por lo tanto, la cibercultura

    se desarrolla conjuntamente con el crecimiento del ciberespacio. De esta

    manera, concibe el ciberespacio como el nuevo medio de comunicacin que

    emerge de la interconexin mundial de los ordenadores (...) Designa no

    solamente la infraestructura material de la comunicacin numrica, sino

    tambin el ocenico universo de informaciones que contiene, as como los

    seres humanos que navegan por l y lo alimentan (Levy, 2007, p. 1).

    Segn Lvy, la cibercultura se comprende desde una visin integrada de los

    entornos materiales electrnicos (computadores, redes de computadores,

    telecomunicaciones, artefactos y dispositivos para la programacin,

    digitalizacin, procesamiento, comunicacin y edicin de contenidos) y los

    entornos simblicos digitales (informaciones y contenidos digitalizados: bases

    de datos, protocolos, programas, textos, hipertextos, imgenes, sonidos,

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  • videos, hipermedia, aplicaciones, portales, etc.). As mismo, esta visin integra

    tambin a los agentes y prcticas culturales (individuos y colectivos con sus

    prcticas especficas, sus capacidades y sus competencias culturales: usuarios,

    investigadores, tcnicos, diseadores, programadores, gestores, proveedores,

    empresarios, interpretadores, reguladores, legisladores, etc.); los entornos

    simblicos interpretativos (significados, interpretaciones, legitimaciones,

    valores, etc); y los entornos organizativos (comunidades y redes virtuales,

    asociaciones, universidades, centros de investigacin y empresas,

    instituciones, sociedades, corporaciones multinacionales, administraciones,

    organismos gubernamentales, organizaciones internacionales, etc.). Pero es

    mucho ms compleja e hbrida que los sistemas materiales y simblicos que la

    configuran. En otras palabras, la cibercultura es una complejidad socio-tcnico-

    cultural que exige un tratamiento metdico para investigar y comprender sus

    consecuencias.

    Por tanto, la cultura digital entendida como sistema socio-tcnico-cultural se

    define como la integridad de las esferas:

    operativa (social): agentes y prcticas culturales

    material (tcnica): entornos materiales electrnicos

    simblica (cultural): entornos simblicos digitales e interpretativos

    organizativa (tecnosocial): entornos organizativos

    De lo anterior, se desprende que Toda prctica cultural es hbrida, al estar, de

    un modo u otro, mediada y condicionada artefactualmente, estabilizada e

    interpretada simblicamente, articulada y realizada socialmente y situada

    ambientalmente (Levy, 2007, p. XII).

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  • Al percibir la complejidad de los fenmenos ciberculturales, se considera la

    urgencia de abordarlos desde una perspectiva crtica que permita comprender

    hasta dnde podra conducir a las sociedades contemporneas el llamado

    determinismo tecnolgico, cules son las caractersticas y consecuencias de

    estas transformaciones tecnosociales en curso y cules son las ideologas y

    valores que configuran el mbito de la cibercultura. Si desde la tecnociencia se

    aborda al ser humano como una computadora bioqumica que puede replicarse

    11

    Ilustracin 1: Mapa conceptual de la definicin de cibercultura segn Pierre Levy

  • y mejorarse o si se avizora el advenimiento de la singularidad tecnolgica,

    como llama Piscitelli (1995) al engendro que se producir de la fusin hombre/

    mquina, ms conocido como el cyborg, es inaplazable que desde nuestro

    entorno se inicie la tematizacin de las cuestiones filosficas, psicolgicas,

    culturales, sociales, polticas y, especialmente, educativas que esta revolucin

    genera.

    De otra parte, Derrick de Kerckhove (1999) habla de esta poca como de una

    era de la comunicacin basada en el lenguaje digital que posibilita la

    inteligencia colectiva mediante la interconexin generalizada. En esta

    perspectiva, la cibercultura es objeto de estudio desde el anlisis de tres

    caractersticas fundamentales: la interactividad, que tiene que ver con las

    relaciones entre humanos y de stos con el entorno digital mediante las

    interfaces; la hipertextualidad como esfera de los contenidos y condicin para

    el almacenamiento y acceso interactivo al conocimiento digitalizado, y la

    conectividad, que tiene que ver con las relaciones entre los artefactos, es la

    esfera de la red como infraestructura que soporta la esfera de los contenidos y

    posibilita la interactividad.

    En razn de lo anterior, por cibercultura podra entenderse la complejidad de

    conocimientos, comportamientos, costumbres, hbitos, capacidades, artes,

    leyes y valores asumidos por los seres humanos que se integran como

    miembros de la cibersociedad, tambin llamada sociedad informatizada,

    sociedad red o sociedad del conocimiento, la cual es producto del desarrollo de

    la tecnociencia.

    Esta cibersociedad es lo que Javier Echeverra (1999) llama el tercer entorno

    como un nuevo espacio social o una dimensin de tanta envergadura como la

    naturaleza y la ciudad. Manuel Castells (2001a), en la conferencia del 2001,

    Internet y la sociedad red, afirma que Internet es la sociedad, expresa los

    procesos sociales, los intereses sociales, los valores sociales, las instituciones

    sociales. En un sentido similar, en Internet, libertad y sociedad: una

    12

  • perspectiva analtica, Castells (2001b) sostiene que Internet no slo es una

    tecnologa sino una produccin cultural, una forma de ser mentalmente de la

    sociedad, conformada por cuatro capas fundamentales, la universitaria, la de

    los hackers, la de las culturas alternativas y la empresarial.

    La cibercultura es una diversidad compleja de relaciones sociales, artefactos e

    interfaces, tcnicas, hechos y teoras que la diferencian de otros tipos de

    cultura y que, adems, podra desbordar nuestra imaginacin en cuanto a la

    magnitud de sus efectos. En otras palabras, la cibercultura es el conjunto de

    productos simblicos de las interacciones humano-mquina y de las nuevas

    relaciones que emergen en las comunidades virtuales.

    Es as como los estudios de la cibercultura buscan proponer y desarrollar

    metodologas, hiptesis y teoras de interpretacin, comprensin, valoracin e

    intervencin de las innovaciones tecnocientficas que configuran esta

    transformacin cultural, e incluyen, adems, el estudio de las batallas de las

    grandes corporaciones por la colonizacin de ciberespacio, as como los

    movimientos contraculturales y de resistencia generados por y frente a los

    desarrollos de la tecnociencia, sus actividades contrahegemnicas, sus luchas

    por el poder y por la permanencia de sus representaciones simblicas. Cabe

    mencionar aqu los problemas relacionados con las identidades culturales en el

    ciberespacio y las nuevas subjetividades emergentes.

    Por formacin en cibercultura crtica se puede entender una lnea de

    investigacin terico-prctica en educacin que tiene como propsito

    preguntarse por los fenmenos socioculturales producidos en la sociedad

    informatizada contempornea y sus implicaciones en los fines formativos de

    una ciudadana crtica, transformadora y democrtica. En trminos de McBride,

    lo que se requiere es una forma de educacin ms crtica, capaz de liberar al

    individuo de su fascinacin por la tecnologa, de volverlo ms cauto y ms

    exigente y capaz de escoger selectivamente entre los productos de la

    comunicacin (1980, p. 54).

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  • La formacin en cibercultura crtica podra definirse como un proceso orientado

    a promover alternativas para que los actores sociales asuman una postura

    autnoma, crtica, participativa y transformadora de la realidad en cuanto a los

    asuntos relacionados con la apropiacin, usos y desarrollos de las tecnologas

    de informacin y comunicacin, en tanto que componentes socio-tcnicos

    necesarios para la accin ciudadana y la actividad tecnocientfica que se realiza

    en la universidad, en lo concerniente a la identificacin y resolucin de sus

    problemas localizados en un contexto sociocultural especfico, as como para

    afrontar los conflictos sociales y polticos en los contextos local y global.

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    http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.5/co/

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