Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

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DOCTRINA Y CONVENIOS

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DOCTRINA Y

CONVENIOS

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DOCTRINA Y CONVENIOS

DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

CONTIENE REVELACIONES DADAS A JOSÉ SMITH EL PROFETA

CON ADITAMENTOS DE SUS SUCESORES EN LA PRESIDENCIA DE LA IGLESIA

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TABLA DE M ATER I AS

Introducción . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..  VTabla cronológica .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..  XSecciones.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. ..  1Declaraciones Oficiales.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 339

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IN TRODUCCIÓN

El libro de Doctrina y Convenios es una colección de revelaciones divinas y declaraciones inspiradas que se han dado para el esta-

blecimiento y la regulación del reino de Dios sobre la tierra en los días postreros. Aun cuando la mayor parte de las secciones se dirigen a miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los mensajes, amonestaciones y exhortaciones son para el beneficio de todo el género humano y contienen una invitación a todas las personas, dondequiera que estén, a escuchar la voz del Señor Jesucristo, que les habla para su bienestar temporal y su salvación sempiterna.

La mayor parte de las revelaciones de esta recopilación se recibie-ron por medio de José Smith, hijo, el primer Profeta y Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Otras se expidieron por medio de algunos de sus sucesores en la Presidencia (véanse los encabezamientos de DyC 135, 136 y 138, así como las De-claraciones Oficiales 1 y 2).

El libro de Doctrina y Convenios es una de las obras canónicas de la Iglesia junto con la Santa Biblia, el Libro de Mormón y la Perla de Gran Precio. Sin embargo, Doctrina y Convenios es singular porque no es una traducción de un documento antiguo, sino que es de origen moderno y fue dado por Dios mediante Sus profetas escogidos para la restauración de Su santa obra y el establecimiento del reino de Dios sobre la tierra en estos días. En las revelaciones, uno escucha la tierna pero firme voz del Señor Jesucristo, que habla de nuevo en la dispen-sación del cumplimiento de los tiempos; y la obra que con ello se inicia es en preparación para Su segunda venida, en cumplimiento de las palabras de todos los santos profetas desde el principio del mundo, y de conformidad con ellas.

José Smith, hijo, nació el 23 de diciembre de 1805 en Sharon, condado de Windsor, Vermont, EE. UU. En su niñez, se trasladó con su familia a la ciudad que en la actualidad se conoce como Manchester, que se encuentra en la parte occidental de Nueva York. Fue mientras vivía allí, en la primavera de 1820, cuando tenía catorce años de edad, que recibió su primera visión, en la cual le visitaron en persona Dios, el Padre Eterno, y Su Hijo Jesucristo. Se le dijo en esa visión que la verdadera Iglesia de Jesucristo, que se había establecido en la época del Nuevo Testamento, y la cual había administrado la plenitud del Evangelio, no existía ya sobre la tierra. Siguieron otras manifestaciones divinas en las cuales fue instruido por muchos ángeles; le fue mostrado que Dios tenía una obra especial para él sobre la tierra, y que por medio de él la Iglesia de Jesucristo sería restaurada en la tierra.

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Con el transcurso del tiempo, José Smith, con ayuda divina, quedó capacitado para traducir y publicar el Libro de Mormón. Mientras tanto, él y Oliver Cowdery habían sido ordenados al Sacerdocio Aarónico por Juan el Bautista en mayo de 1829 (véase DyC 13), y poco después, los antiguos apóstoles Pedro, Santiago y Juan los ordenaron al Sacerdocio de Melquisedec (véase DyC 27:12). Siguieron otras ordenaciones en las cuales Moisés, Elías el Profeta, Elías y muchos profetas antiguos les confirieron llaves correspondientes al sacerdocio (véase DyC 110; 128:18, 21). Estas ordenaciones fueron, de hecho, una restauración de la autoridad divina al hombre sobre la tierra. El 6 de abril de 1830, bajo dirección celestial, el profeta José Smith organizó la Iglesia, por lo que la Iglesia verdadera de Jesucristo una vez más funciona como institu-ción entre los hombres, con la autoridad para enseñar el Evangelio y administrar las ordenanzas de salvación. (Véase DyC 20 y la Perla de Gran Precio, José Smith—Historia 1).

Estas revelaciones sagradas se recibieron como respuesta a la ora-ción, en épocas de necesidad, y surgieron de situaciones reales de la vida, vividas por personas también reales. El Profeta y los que con él se asociaban buscaron orientación divina, y estas revelaciones certifi-can que la recibieron. En las revelaciones, uno ve la restauración y el despliegue del evangelio de Jesucristo y la introducción de la dispen-sación del cumplimiento de los tiempos. También se manifiestan en estas revelaciones el movimiento de la Iglesia hacia el oeste, de Nueva York y Pensilvania a Ohio, a Misuri, a Illinois y, por último a la Gran Cuenca del oeste de los Estados Unidos, así como los grandes esfuerzos de los miembros de la Iglesia que procuraban establecer Sion sobre la tierra en los tiempos modernos.

Varias de las primeras secciones tienen que ver con asuntos relaciona-dos con la traducción y la publicación del Libro de Mormón (véanse las secciones 3, 5, 10, 17, 19). Algunas secciones posteriores indican la obra del profeta José Smith en la preparación de una traducción inspirada de la Biblia, durante la cual se recibieron muchas de las importantes secciones doctrinales (véanse, por ejemplo, las secciones 37, 45, 73, 76, 77, 86, 91 y 132, cada una de las cuales tiene una relación directa con la traducción de la Biblia).

En las revelaciones, se expone la doctrina del Evangelio con explica-ciones acerca de principios fundamentales tales como la naturaleza del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, el origen del hombre, la realidad de Satanás, el propósito de la vida terrenal, la necesidad de la obedien-cia, la necesidad del arrepentimiento, las obras del Santo Espíritu, las ordenanzas y las prácticas que corresponden a la salvación, el destino de la tierra, las condiciones futuras del hombre después de la Resurrec-ción y el Juicio, lo eterno de la relación conyugal y la naturaleza eterna

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de la familia. De igual manera, se indica el despliegue gradual de la estructura administrativa de la Iglesia con el llamamiento de obispos, de la Primera Presidencia, del Consejo de los Doce y de los Setenta, así como el establecimiento de otros oficios y cuórums presidentes. Por último, el testimonio que se da de Jesucristo —de Su divinidad, Su majestad, Su perfección, Su amor y Su poder redentor— hace de este libro una obra de gran valor para la familia humana y “de tal estima para la Iglesia como las riquezas de toda la tierra” (véase el encabezamiento de DyC 70).

Las revelaciones fueron escritas originalmente por los escribientes de José Smith, y los miembros de la Iglesia compartían con entusiasmo copias manuscritas el uno con el otro. A fin de crear un registro per-manente, los escribientes pronto copiaron esas revelaciones en libros de registro manuscritos que los líderes de la Iglesia utilizaron para preparar las revelaciones que se iban a imprimir. José y esos primeros santos consideraban las revelaciones del mismo modo que considera-ban a la Iglesia: viviente, dinámica y sujeta a refinamiento con reve-lación adicional. Además, se daban cuenta de que era probable que se hubieran producido errores involuntarios en el proceso de copiar las revelaciones y de prepararlas para su publicación. Por lo tanto, en 1831, una conferencia de la Iglesia le pidió a José Smith que “corrigiera esos errores o faltas que podría encontrar por el Espíritu Santo”.

Después que las revelaciones fueron revisadas y corregidas, los miembros de la Iglesia de Misuri comenzaron a publicar un libro inti-tulado A Book of Commandments for the Government of the Church of Christ (Un Libro de Mandamientos para el Gobierno de la Iglesia de Cristo), el cual contenía muchas de las primeras revelaciones del Profeta; sin embargo, ese primer intento de publicar dichas revelaciones llegó a su fin cuando un populacho destruyó la imprenta de los santos en el condado de Jackson, el 20 de julio de 1833.

Al enterarse de la destrucción de la imprenta de Misuri, José Smith y otros líderes de la Iglesia comenzaron los preparativos para publicar las revelaciones en Kirtland, Ohio. A fin de, una vez más, corregir errores, aclarar términos y reconocer el progreso de la doctrina y la organización de la Iglesia, José Smith supervisó la edición del texto de algunas revelaciones con objeto de prepararlas para su publicación en 1835 como Doctrine and Covenants of the Church of the Latter Day Saints (Doctrina y Convenios de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días). José Smith autorizó otra edición de Doctrina y Convenios, la que se publicó pocos meses después del martirio del Profeta, en 1844.

Los primeros Santos de los Últimos Días tenían en alta estima las revelaciones y las consideraban como mensajes de Dios. En una oca-sión, a finales de 1831, varios élderes de la Iglesia dieron testimonio

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En ediciones sucesivas de Doctrina y Convenios, se han agregado revelaciones adicionales y otros asuntos oficiales, tal cual se recibían y los aceptaban las asambleas o conferencias competentes de la Igle-sia. En la edición de 1876, preparada por el élder Orson Pratt bajo la dirección de Brigham Young, se arreglaron las revelaciones en forma cronológica y se agregaron nuevos encabezamientos, junto con intro-ducciones históricas.

Empezando con la edición de 1835, también se incluyó una serie de siete lecciones teológicas que llevaban el título de Lectures on Faith (Discursos sobre la fe). Estas se habían preparado para usarse en la Es-cuela de los Profetas, en Kirtland, Ohio, en 1834–1835. Aun cuando sean útiles como doctrina e instrucción, esos discursos se han suprimido de Doctrina y Convenios desde la edición en inglés de 1921, porque no se dieron ni se presentaron como revelaciones a toda la Iglesia.

Thomas B. MarshDavid W. PattenBrigham YoungHeber C. Kimball

Orson HydeWilliam E. McLellinParley P. PrattLuke S. Johnson

William SmithOrson PrattJohn F. BoyntonLyman E. Johnson

solemne de que el Señor les había testificado a sus almas en cuanto a la verdad de las revelaciones. Ese testimonio se publicó en la edición de Doctrina y Convenios de 1835 como el testimonio escrito de los Doce Apóstoles:

TESTIMONIO DE LOS DOCE APÓSTOLES CON RESPECTO A LA VERACIDAD DEL

LIBRO DE DOCTRINA Y CONVENIOS

El testimonio de los Testigos del Libro de los Mandamientos del Señor, mandamientos que Él dio a su Iglesia por medio de José Smith, hijo, a

quien la voz de la Iglesia nombró para este propósito:Estamos dispuestos, pues, a testificar a todo el género humano,

a toda criatura sobre la faz de la tierra, que el Señor ha testificado a nuestras almas, por medio del Espíritu Santo, derramado sobre nosotros, que se dieron estos mandamientos por la inspiración de Dios, que son benéficos para todos los hombres y que cierta-mente son verdaderos.

Damos este testimonio al mundo, siendo el Señor nuestra ayuda; y es por medio de la gracia de Dios el Padre, y de su Hijo Jesucristo, por la que se nos concede este privilegio de dar este testimonio al mundo, en lo cual nos regocijamos extraordinaria-mente, orando siempre al Señor para que los hijos de los hombres se beneficien por este medio.Los nombres de los Doce fueron:

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En la edición de 1981 de Doctrina y Convenios en inglés se incluyeron tres documentos por primera vez. Estos constituyen las secciones 137 y 138, que establecen los fundamentos para la salvación de los muertos; y la Declaración Oficial 2, en la que se anuncia que todos los varones que sean miembros dignos de la Iglesia pueden ser ordenados al sa-cerdocio sin tomar en consideración su raza ni su color.

En cada edición nueva de Doctrina y Convenios se han corregido errores del pasado y se ha agregado nueva información, en particu-lar las partes históricas de los encabezamientos de las secciones. La presente edición refina fechas y nombres de lugares aún más y lleva a cabo otras correcciones. Dichos cambios se han realizado para poner el material de conformidad con la más precisa información histórica. Esta última edición presenta otras características especiales, entre las que se encuentran mapas revisados, que muestran los sitios geográ-ficos principales en los que se recibieron las revelaciones, además de fotografías de los lugares de la historia de la Iglesia, pasajes correla-cionados, encabezamientos de secciones y resúmenes de temas que han sido mejorados, todo lo cual se ha diseñado para ayudar al lector a entender y a regocijarse en el mensaje que el Señor ha dado en Doc-trina y Convenios. Los datos de los encabezamientos correspondientes a las secciones se han tomado de Historia Manuscrita de la Iglesia y de la publicación History of the Church (Historia de la Iglesia) (referida en forma colectiva en los encabezamientos como la historia de José Smith) y de Joseph Smith Papers (Documentos de José Smith).

IX Introducción

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* En el sitio indicado, o cerca de allí 

TABLA CRONOLÓGICA DE MATERIAS

Fecha Lugar Secciones1823 Septiembre Manchester, Nueva York 21828 Julio Harmony, Pensilvania 31829 Febrero Harmony, Pensilvania 4

Marzo Harmony, Pensilvania 5Abril Harmony, Pensilvania 6, 7, 8, 9, 10Mayo Harmony, Pensilvania 11, 12, 13*Junio Fayette, Nueva York 14, 15, 16, 17, 18Verano Manchester, Nueva York 19

1830 Condado de Wayne, Nueva York 74Abril Fayette, Nueva York 20*, 21Abril Manchester, Nueva York 22, 23Julio Harmony, Pensilvania 24, 25, 26Agosto Harmony, Pensilvania 27Septiembre Fayette, Nueva York 28, 29, 30, 31Octubre Manchester, Nueva York 32Octubre Fayette, Nueva York 33Noviembre Fayette, Nueva York 34Diciembre Fayette, Nueva York 35*, 36*, 37*

1831 Enero Fayette, Nueva York 38, 39, 40Febrero Kirtland, Ohio 41, 42, 43, 44Marzo Kirtland, Ohio 45, 46, 47, 48Mayo Kirtland, Ohio 49, 50Mayo Thompson, Ohio 51Junio Kirtland, Ohio 52, 53, 54, 55, 56Julio Sion, condado de Jackson, Misuri 57Agosto Sion, condado de Jackson, Misuri 58, 59Agosto Independence, Misuri 60Agosto Río Misuri, Misuri 61Agosto Chariton, Misuri 62Agosto Kirtland, Ohio 63Septiembre Kirtland, Ohio 64Octubre Hiram, Ohio 65, 66Noviembre Hiram, Ohio 1, 67, 68, 69, 70, 133Diciembre Hiram, Ohio 71Diciembre Kirtland, Ohio 72

1832 Enero Hiram, Ohio 73Enero Amherst, Ohio 75Febrero Hiram, Ohio 76Marzo Hiram, Ohio 77, 79, 80, 81Marzo Kirtland, Ohio 78

X

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Fecha Lugar SeccionesAbril Independence, Misuri 82, 83Agosto Hiram, Ohio 99Septiembre Kirtland, Ohio 84Noviembre Kirtland, Ohio 85Diciembre Kirtland, Ohio 86, 87*, 88

1833 Febrero Kirtland, Ohio 89Marzo Kirtland, Ohio 90, 91, 92Mayo Kirtland, Ohio 93Junio Kirtland, Ohio 95, 96Agosto Kirtland, Ohio 94, 97, 98Octubre Perrysburg, Nueva York 100Diciembre Kirtland, Ohio 101

1834 Febrero Kirtland, Ohio 102, 103Abril Kirtland, Ohio 104*Junio Río Fishing, Misuri 105Noviembre Kirtland, Ohio 106

1835 Abril Kirtland, Ohio 107Agosto Kirtland, Ohio 134Diciembre Kirtland, Ohio 108

1836 Enero Kirtland, Ohio 137Marzo Kirtland, Ohio 109Abril Kirtland, Ohio 110Agosto Salem, Massachusetts 111

1837 Julio Kirtland, Ohio 1121838 Marzo Far West, Misuri 113*

Abril Far West, Misuri 114, 115Mayo Spring Hill, condado de Daviess,

Misuri 116Julio Far West, Misuri 117, 118, 119, 120

1839 Marzo La cárcel de Liberty, condado de Clay, Misuri 121, 122, 123

1841 Enero Nauvoo, Illinois 124Marzo Nauvoo, Illinois 125Julio Nauvoo, Illinois 126

1842 Septiembre Nauvoo, Illinois 127, 1281843 Febrero Nauvoo, Illinois 129

Abril Ramus, Illinois 130Mayo Ramus, Illinois 131Julio Nauvoo, Illinois 132

1844 Junio Nauvoo, Illinois 1351847 Enero Winter Quarters (ahora Nebraska) 1361890 Octubre Salt Lake City, Utah Declaración Oficial 11918 Octubre Salt Lake City, Utah 1381978 Junio Salt Lake City, Utah Declaración Oficial 2

* En el sitio indicado, o cerca de allí 

XI

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1–7, La voz de amonestación se dirige a todo pueblo; 8–16, La apostasía y la maldad preceden a la Segunda Ve-nida; 17–23, José Smith es llamado para restaurar en la tierra las verda-des y los poderes del Señor; 24–33, Sale a luz el Libro de Mormón y se establece la Iglesia verdadera; 34–36, La paz será quitada de la tierra; 37–39, Escudriñad estos mandamientos.

ESCUCHAD, oh pueblo de mi a iglesia, dice la voz de aquel

que mora en las alturas, y cuyos b ojos están sobre todos los hom­bres; sí, de cierto digo: c Escuchad, pueblos lejanos; y vosotros los que estáis sobre las islas del mar, oíd juntamente.

2 Porque, en verdad, la a voz del Señor se dirige a todo hombre, y no hay b quien escape; ni habrá ojo

que no vea, ni oído que no oiga, ni c corazón que no sea penetrado.

3 Y los a rebeldes serán traspa­sados de mucho pesar; porque se b pregonarán sus iniquidades desde los techos de las casas, y sus hechos secretos serán revelados.

4 Y la a voz de amonestación irá a todo pueblo por boca de mis dis­cípulos, a quienes he escogido en estos b últimos días.

5 E irán y no habrá quien los de­tenga, porque yo, el Señor, los he mandado.

6 He aquí, esta es mi a autoridad y la autoridad de mis siervos, así como mi prefacio para el libro de mis mandamientos que les he dado para que os sea b publicado, oh ha­bitantes de la tierra.

7 Por tanto, a temed y temblad, oh pueblo, porque se b cumplirá

1 1 a 3 Ne. 27:3; DyC 20:1. GEE Iglesia de Jesucristo.

b DyC 38:7–8. GEE Trinidad.

c Deut. 32:1. 2 a DyC 133:16. b Filip. 2:9–11.

c GEE Corazón. 3 a GEE Rebelión. b Lucas 8:17; 12:3;

2 Ne. 27:11; Morm. 5:8.

4 a Ezeq. 3:17–21; DyC 63:37. GEE Amonestación, amonestar;

Obra misional. b GEE Últimos días,

postreros días. 6 a GEE Jesucristo — Su

autoridad. b DyC 72:21. 7 a Deut. 5:29;

Ecle. 12:13. b DyC 1:38.

DOCTRINA Y CONVENIOSSECCIÓN 1

Revelación dada por medio de José Smith el Profeta, el 1º de noviembre de 1831, durante una conferencia especial de los élderes de la Iglesia, efectuada en Hiram, Ohio. Antes de esta ocasión, se habían recibido muchas revelaciones del Señor, y la compilación de ellas para publi-carse en forma de libro fue uno de los asuntos principales que se apro-baron en la conferencia. Esta sección constituye el prefacio del Señor de las doctrinas, los convenios y los mandamientos que se han dado en esta dispensación.

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lo que yo, el Señor, he decretado en ellos.

8 Y de cierto os digo, que a los que salgan para llevar estas nuevas a los habitantes de la tierra, les es dado poder para a sellar, tanto en la tierra como en el cielo, al incré­dulo y al b rebelde;

9 sí, en verdad, sellarlos para el día en que la a ira de Dios sea derramada sin medida sobre los b malvados;

10  para el a día en que el Se­ñor venga a b recompensar a cada hombre según sus c obras, y d medir a cada cual con la me­dida con que haya medido a su prójimo.

11 Por tanto, la voz del Señor habla hasta los extremos de la tie­rra, para que oigan todos los que quieran oír:

12 Preparaos, preparaos para lo que ha de venir, porque el Señor está cerca;

13 y la a ira del Señor está encen­dida, y su b espada es limpiada en el cielo y caerá sobre los habitantes de la tierra.

14 Y será revelado el a brazo del

Señor; y vendrá el día en que aquellos que no b oyeren la voz del Señor, ni la voz de sus sier­vos, ni prestaren c atención a las palabras de los profetas y apósto­les, serán d desarraigados de entre el pueblo;

15 porque se han a desviado de mis b ordenanzas y han c violado mi d convenio sempiterno.

16 No a buscan al Señor para esta­blecer su justicia, antes todo hom­bre anda por su b propio c camino, y en pos de la d imagen de su propio dios, cuya imagen es a semejanza del mundo y cuya substancia es la de un ídolo que se e envejece y pe­recerá en f Babilonia, sí, Babilonia la grande que caerá.

17 Por tanto, yo, el Señor, sa­biendo las calamidades que so­brevendrían a los a habitantes de la tierra, llamé a mi siervo José Smith, hijo, y le hablé desde los cielos y le di mandamientos;

18 y también a otros di manda­mientos de proclamar estas cosas al mundo; y todo esto para que se cumpliese lo que escribieron los profetas:

8 a GEE Sellamiento, sellar.

b GEE Rebelión. 9 a Apoc. 19:15–16;

1 Ne. 22:16–17. b Mos. 16:2;

JS—M 1:31, 55. 10 a GEE Segunda venida de

Jesucristo. b Ezeq. 7:4;

DyC 56:19. GEE Jesucristo — Es juez.

c Prov. 24:12; Alma 9:28; 41:2–5;

DyC 6:33. d Mateo 7:2. 13 a DyC 63:6. b Ezeq. 21:3;

DyC 35:14. 14 a Isa. 53:1. b 2 Ne. 9:31;

Mos. 26:28. c DyC 11:2. d Hech. 3:23;

Alma 50:20; DyC 50:8; 56:3.

15 a Josué 23:16; Isa. 24:5.

b GEE Ordenanzas.

c GEE Apostasía. d GEE Nuevo y

sempiterno convenio. 16 a Mateo 6:33. b Isa. 53:6. c DyC 82:6. d Éx. 20:4;

3 Ne. 21:17. GEE Idolatría.

e Isa. 50:9. f DyC 64:24; 133:14.

GEE Babel, Babilonia; Mundano, lo.

17 a Isa. 24:1–6.

DOCTRINA Y CONVENIOS 1:8–18 2

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19 a Hech. 4:13; 1 Cor. 1:27; DyC 35:13; 133:58–59. GEE Mansedumbre, manso.

b 2 Ne. 28:31. GEE Confianza, confiar.

20 a GEE Testificar. 22 a DyC 39:11.

GEE Convenio; Nuevo y sempiterno convenio.

23 a GEE Evangelio. b GEE Obra misional. c 1 Cor. 1:26–29.

24 a 2 Ne. 33:10–11; Moro. 10:27–28.

b 2 Ne. 31:3; Éter 12:39. c DyC 50:12.

GEE Entender, entendimiento.

26 a Stg. 1:5; DyC 42:68. GEE Sabiduría.

27 a GEE Castigar, castigo. b GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. 28 a GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

b GEE Conocimiento. 29 a GEE Libro de Mormón.

30 a DyC 1:4–5, 17–18. b GEE Iglesia de

Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La; Restauración del Evangelio.

c GEE Tinieblas espirituales.

d Efe. 4:5, 11–14. GEE Iglesia verdadera, señales de la.

e DyC 38:10. 31 a Alma 45:16;

DyC 24:2. GEE Pecado.

19 Lo a débil del mundo vendrá y abatirá lo fuerte y poderoso, para que el hombre no aconseje a su prójimo, ni ponga su b confianza en el brazo de la carne;

20 sino que todo hombre a hable en el nombre de Dios el Señor, el Salvador del mundo;

21 para que también la fe au­mente en la tierra;

22 para que se establezca mi a con­venio sempiterno;

23 para que la plenitud de mi a evangelio sea b proclamada por los c débiles y sencillos hasta los cabos de la tierra, y ante reyes y gobernantes.

24 He aquí, soy Dios, y lo he de­clarado; estos a mandamientos son míos, y se dieron a mis siervos en su debilidad, según su manera de b hablar, para que alcanzasen c entendimiento;

25 y para que cuando errasen, fuese manifestado;

26 y para que cuando buscasen a sabiduría, fuesen instruidos;

27 y para que cuando pecasen, fueran a disciplinados para que se b arrepintieran;

28 y para que cuando fuesen a humildes, fuesen fortalecidos y bendecidos desde lo alto, y reci­bieran b conocimiento de cuando en cuando.

29 Y para que mi siervo José Smith, hijo, después de haber re­cibido los anales de los nefitas, tuviera el poder para traducir el a Libro de Mormón mediante la misericordia y el poder de Dios.

30 Y también, para que aque­llos a quienes se dieron estos mandamientos tuviesen el a po­der para establecer los cimientos de esta b iglesia y de hacerla salir de la obscuridad y de las c tinie­blas, la única d iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Se­ñor, estoy bien e complacido, ha­blando a la iglesia colectiva y no individualmente,

31  porque yo, el Señor, no puedo considerar el a pecado con el más mínimo grado de tolerancia.

32  No obstante, el que se a r r e p i e n t a y c u m p l a l o s

DOCTRINA Y CONVENIOS 1:19–323

Page 14: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

32 a DyC 58:42–43. GEE Perdonar.

33 a Mos. 26:32. b Alma 24:30;

DyC 60:2–3. c GEE Espíritu Santo. d Gén. 6:3;

2 Ne. 26:11; Morm. 5:16; Éter 2:15; Moro. 9:4.

34 a Mateo 28:19; DyC 1:2; 42:58.

35 a Deut. 10:17; Hech. 10:34; Moro. 8:12; DyC 38:16.

b GEE Últimos días, postreros días.

c DyC 87:1–2. GEE Paz; Señales de los tiempos.

d GEE Diablo. 36 a GEE Santo (sustantivo). b GEE Jesucristo — El

reinado milenario de Cristo.

c Zac. 2:10–11; DyC 29:11; 84:118–119.

d GEE Juicio, juzgar. e GEE Mundo. 37 a GEE Escrituras. b DyC 58:31; 62:6; 82:10.

38 a 2 Rey. 10:10; Mateo 5:18; 24:35; 2 Ne. 9:16; JS—M 1:35.

b DyC 101:64. c Deut. 18:18;

DyC 18:33–38; 21:5. GEE Revelación; Voz.

d GEE Profeta. e GEE Autoridad;

Sostenimiento de líderes de la Iglesia.

39 a 1 Juan 5:6; DyC 20:27; 42:17.

b GEE Verdad.

mandamientos del Señor será a perdonado;

33 y al que a no se arrepienta, le será b quitada aun la luz que haya recibido; porque mi c Espíritu no d luchará siempre con el hombre, dice el Señor de los Ejércitos.

34 Y de nuevo, de cierto os digo, oh habitantes de la tierra: Yo, el Se­ñor, estoy dispuesto a hacer saber estas cosas a a toda carne;

35 porque no hago a acepción de personas, y quiero que todo hombre sepa que el b día viene con rapidez; la hora no es aún, mas está próxima, cuando la c paz será quitada de la tierra, y el d dia­blo tendrá poder sobre su propio dominio.

36 Y también el Señor tendrá po­

der sobre sus a santos, y b reinará en c medio de ellos, y bajará en d juicio sobre e Idumea, o sea, el mundo.

37 Escudriñad estos a manda­mientos porque son verdaderos y fidedignos, y las profecías y b pro­mesas que contienen se cumpli­rán todas.

38 Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi a palabra no pasará, sino que toda será b cumplida, sea por mi propia c voz o por la voz de mis d siervos, es lo e mismo.

39 Porque he aquí, el Señor es Dios, y el a Espíritu da testimonio, y el testimonio es verdadero, y la b verdad permanece para siempre jamás. Amén.

SECCIÓN 2Un extracto de la historia de José Smith refiriéndose a las palabras del ángel Moroni dirigidas a José Smith el Profeta, mientras este se ha-llaba en casa de su padre en Manchester, Nueva York, la noche del 21 de septiembre de 1823. Moroni fue el último de una larga sucesión de historiadores que habían preparado los anales que ahora se presentan

DOCTRINA Y CONVENIOS 1:33–39 4

Page 15: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 1 a Mal. 4:5–6; 3 Ne. 25:5–6; DyC 110:13–15; 128:17; JS—H 1:38–39. GEE Elías el Profeta; Llaves del sacerdocio.

b DyC 34:6–9; 43:17–26.

2 a DyC 27:9; 98:16–17. b GEE Salvación de

los muertos; Sellamiento, sellar.

3 1 a Sal. 8:3–9; DyC 10:43.

2 a Alma 7:20. GEE Trinidad.

b 1 Ne. 10:18–19; DyC 35:1.

3 a Hech. 5:38–39; Morm. 8:22; DyC 10:43.

1, Elías el Profeta ha de revelar el sacerdocio; 2–3, En el corazón de los hijos se plantan las promesas hechas a los padres.

He aquí, yo os revelaré el sacer­docio, por conducto de a Elías el Profeta, antes de la venida

del b grande y terrible día del Señor.

2 Y a él plantará en el corazón de los hijos las b promesas hechas a los padres, y el corazón de los hijos se volverá hacia sus padres.

3 De no ser así, toda la tierra sería totalmente asolada a su venida.

al mundo como el Libro de Mormón. (Compárese con Malaquías 4:5–6; también las secciones 27:9; 110:13–16 y 128:18).

SECCIÓN 3Revelación dada a José Smith el Profeta en Harmony, Pensilvania, en julio de 1828, con referencia a la pérdida de 116 páginas del manus-crito traducidas de la primera parte del Libro de Mormón, que llevaba el nombre del libro de Lehi. El Profeta con renuencia había permitido que esas páginas pasaran de sus manos a las de Martin Harris, el cual había actuado durante un breve período de tiempo como escribiente en la traducción del Libro de Mormón. La revelación se dio por medio del Urim y Tumim. (Véase la sección 10).

1–4, La vía del Señor es un giro eterno; 5–15, José Smith debe arre-pentirse o perderá el don de tradu-cir; 16–20, El Libro de Mormón sale a luz para salvar a la posteridad de Lehi.

Las a obras, los designios y los pro­pósitos de Dios no se pueden frus­trar ni tampoco pueden reducirse a la nada.

2 Porque a Dios no anda por vías

torcidas, ni se vuelve a la dere­cha ni a la izquierda, ni se aparta de lo que ha dicho; por tanto, sus sendas son rectas y su b vía es un giro eterno.

3 Recuerda, recuerda que no es la a obra de Dios la que se frustra, sino la de los hombres;

4 porque aun cuando un hom­bre reciba muchas revelaciones, y tenga poder para hacer muchas obras poderosas, y sin embargo

DOCTRINA Y CONVENIOS 2:1–3:45

Page 16: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

4 a DyC 84:73. GEE Orgullo.

b Jacob 4:10; Alma 37:37. GEE Consejo; Mandamientos de Dios.

c GEE Carnal. d GEE Venganza. 6 a DyC 5:21;

JS—H 1:28–29.

b DyC 45:29; 46:7. 7 a Sal. 27:1;

Lucas 9:26; DyC 122:9. GEE Temor; Valor, valiente.

b Lev. 26:42–43; 1 Ne. 19:7; Jacob 4:8–10.

8 a Efe. 6:16; 1 Ne. 15:24; DyC 27:17.

b GEE Diablo. c Alma 38:5. 12 a DyC 1:29; 5:4. b DyC 10:6–8. 13 a GEE Orgullo. 15 a Es decir, el Señor. 16 a GEE Salvador. b 1 Ne. 13:23–25;

2 Ne. 29:4–6. c Mos. 3:20. 17 a 2 Ne. 5:8–9.

se a jacta de su propia fuerza, y desprecia los b consejos de Dios, y sigue los dictados de su propia voluntad y de sus deseos c carna­les, tendrá que caer e incurrir en la d venganza de un Dios justo.

5 He aquí, se te confiaron estas cosas, pero cuán estrictos fueron tus mandamientos; y recuerda también las promesas que te fue­ron hechas, si no los quebrantabas.

6 Y he aquí, con cuánta frecuen­cia has a transgredido los manda­mientos y las leyes de Dios, y has seguido las b persuasiones de los hombres.

7 Pues he aquí, no debiste haber a temido al hombre más que a Dios. Aunque los hombres desdeñan los consejos de Dios y b desprecian sus palabras,

8 sin embargo, tú debiste haber sido fiel; y con su brazo extendido, él te hubiera defendido de todos los a dardos encendidos del b ad­versario; y habría estado contigo en todo momento de c dificultad.

9 He aquí, tú eres José, y se te escogió para hacer la obra del Se­ñor, pero caerás por motivo de la transgresión, si no estás prevenido.

10 Mas recuerda que Dios es mi­sericordioso; arrepiéntete, pues,

de lo que has hecho contrario al mandamiento que te di, y todavía eres escogido, y eres llamado de nuevo a la obra.

11 A menos que hagas esto, se­rás desamparado, y llegarás a ser como los demás hombres, y no tendrás más don.

12 Y al entregar lo que a tradu­jiste por la visión y el poder que Dios te había dado, entregaste lo que era sagrado en manos de un b hombre inicuo,

13 que ha despreciado los con­sejos de Dios y quebrantado las más santas promesas hechas ante Dios, y ha confiado en su propio juicio y se ha a jactado de su propia sabiduría.

14 Y esta es la razón por la cual has perdido tus privilegios por una temporada;

15 porque has permitido que el consejo de tu a director sea hollado desde el principio.

16 Sin embargo, mi obra avan­zará, pues por cuanto el conoci­miento de un a Salvador ha venido al mundo, mediante el b testimonio de los judíos, así también llegará a mi pueblo el c conocimiento de un Salvador,

17 y a los a nefitas, a los jacobitas,

DOCTRINA Y CONVENIOS 3:5–17 6

Page 17: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

a los josefitas y a los zoramitas, mediante el testimonio de sus padres,

18 y este a testimonio llegará al conocimiento de los b lamanitas, los lemuelitas y los ismaelitas, que c degeneraron en la incredulidad a causa de la iniquidad de sus pa­dres, a quienes el Señor permitió que d destruyeran a sus hermanos, los nefitas, a causa de sus malda­des y abominaciones.

19 Y para este a propósito mismo

se preservan estas b planchas que contienen esta historia, a fin de que se cumplan las c promesas del Señor a su pueblo;

20 y para que los a lamanitas lle­guen al conocimiento de sus pa­dres, y sepan de las promesas del Señor, y b crean en el evangelio y tengan c confianza en los méritos de Jesucristo, y sean d glorificados por medio de la fe en su nombre, y se salven mediante su arrepen­timiento. Amén.

18 a GEE Libro de Mormón. b 2 Ne. 5:14;

Enós 1:13–18. c 2 Ne. 26:15–16. d Morm. 8:2–3. 19 a 1 Ne. 9:3, 5. b GEE Planchas de oro. c 3 Ne. 5:14–15;

DyC 10:46–50. 20 a 2 Ne. 30:3–6;

DyC 28:8; 49:24. b Morm. 3:19–21. c 2 Ne. 31:19; Moro. 6:4.

d Moro. 7:26, 38.4 1 a Isa. 29:14;

1 Ne. 14:7; 22:8; DyC 6:1; 18:44. GEE Restauración del Evangelio.

2 a GEE Servicio. b Josué 22:5;

1 Sam. 7:3; DyC 20:19; 76:5.

c GEE Corazón; Mente.

d 1 Cor. 1:8; Jacob 1:19;

3 Ne. 27:20. 3 a DyC 11:4, 15; 36:5;

63:57. GEE Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

4 a Juan 4:35; Alma 26:3–5; DyC 11:3; 33:3, 7.

b GEE Siega. c 1 Tim. 6:19. 5 a GEE Fe. b GEE Esperanza. c GEE Caridad.

SECCIÓN 4Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a su padre, Joseph Smith, padre, en Harmony, Pensilvania, en febrero de 1829.

1–4, El servicio fiel salva a los mi-nistros del Señor; 5–6, Los atributos divinos los califican para el minis-terio; 7, Se deben procurar las cosas de Dios.

He aquí, una a obra maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

2  Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el a servicio de Dios, mirad que le b sirváis con todo vuestro c corazón, alma,

mente y fuerza, para que apa­rezcáis d sin culpa ante Dios en el último día.

3 De modo que, si tenéis deseos de servir a Dios, sois a llamados a la obra;

4 pues he aquí, el a campo blanco está ya para la b siega; y he aquí, quien mete su hoz con su fuerza c atesora para sí, de modo que no perece, sino que trae salvación a su alma;

5 y a fe, b esperanza, c caridad y

DOCTRINA Y CONVENIOS 3:18–4:57

Page 18: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

d amor, con la e mira puesta única­mente en la f gloria de Dios, lo ca­lifican para la obra.

6 Tened presente la fe, la a vir­tud, el conocimiento, la templanza,

la b paciencia, la bondad frater­nal, piedad, caridad, c humildad, d diligencia.

7 a Pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá. Amén.

5 d GEE Amor. e Sal. 141:8; Mateo 6:22;

Morm. 8:15. f GEE Gloria. 6 a GEE Virtud. b GEE Paciencia. c GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

d GEE Diligencia. 7 a Mateo 7:7–8;

2 Ne. 32:4. GEE Oración.

5 1 a DyC 5:23–24; JS—H 1:61.

b GEE Planchas de oro. 2 a GEE Testigo. 3 a 2 Ne. 27:13.

Véase también “ El Testimonio de Tres Testigos” y “El Testimonio de Ocho

Testigos”, en las primeras páginas del Libro de Mormón.

b 2 Ne. 3:11. 5 a Jer. 26:4–5;

Alma 5:37–38; DyC 1:14.

6 a DyC 20:2–3. GEE Ordenación, ordenar.

b 2 Ne. 29:7.

SECCIÓN 5Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Harmony, Pen-silvania, en marzo de 1829, a solicitud de Martin Harris.

1–10, Esta generación recibirá la palabra del Señor por medio de José Smith; 11–18, Tres testigos darán testimonio del Libro de Mormón; 19–20, La palabra del Señor se ve-rificará como en épocas anteriores; 21–35, Martin Harris podrá arre-pentirse y ser uno de los testigos.

He aquí, te digo que por cuanto mi siervo a Martin Harris ha deseado un testimonio de mi mano de que tú, mi siervo José Smith, hijo, tie­nes las b planchas de las cuales has testificado y dado fe de haber re­cibido de mí,

2 y ahora bien, he aquí, esto le dirás: Aquel que te habló, te dijo: Yo, el Señor, soy Dios, y te he en­tregado estas cosas a ti, mi siervo José Smith, hijo, y te he mandado que seas a testigo de ellas;

3 y te he requerido concertar un convenio conmigo, de no mostrar­las sino a las a personas a quienes yo te mandé; y no tienes b poder alguno sobre ellas salvo que yo te lo conceda.

4 Y tienes un don para traducir las planchas; y este es el primer don que te conferí; y te he man­dado no profesar tener ningún otro don sino hasta que mi propósito se cumpla en esto; porque no te concederé ningún otro don hasta que se realice.

5 En verdad, te digo que sobre­vendrán angustias a los habitantes de la tierra si a no escuchan mis palabras;

6 porque más adelante serás a or­denado, y saldrás, y comunicarás mis b palabras a los hijos de los hombres.

DOCTRINA Y CONVENIOS 4:6–5:6 8

Page 19: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

7 a Lucas 16:27–31; DyC 63:7–12.

8 a GEE Incredulidad. b Morm. 8:33.

GEE Orgullo. 9 a Alma 37:18. 11 a 2 Ne. 27:12;

Éter 5:3–4; DyC 17:1–5.

14 a 2 Ne. 27:13. b GEE Iglesia de

Jesucristo; Restauración del Evangelio.

c DyC 105:31; 109:73.

15 a DyC 17. GEE Testigos del Libro de Mormón.

16 a Éter 4:11. b 1 Ne. 2:16. c DyC 8:1–3. d GEE Espíritu Santo. e GEE Bautismo,

bautizar; Don del Espíritu Santo; Nacer de Dios, nacer de nuevo.

17 a GEE Autoridad; Ordenación, ordenar.

18 a 1 Ne. 14:7; DyC 20:13–15.

19 a DyC 29:8; 35:11; 43:17–27. GEE Señales de los tiempos; Últimos días, postreros días.

b GEE Arrepentimiento, arrepentirse.

c Isa. 24:1, 5–6. d Isa. 66:15–16;

DyC 133:41. GEE Segunda venida de Jesucristo.

7 He aquí, si no quieren a creer mis palabras, no te creerían a ti, mi siervo José, aunque te fuese po­sible mostrarles todas estas cosas que te he encomendado.

8 ¡Oh, esta a incrédula y b porfiada generación! Mi enojo está encen­dido en contra de ella.

9 He aquí, en verdad te digo, he a reservado esas cosas que te he confiado a ti, mi siervo José, para un sabio propósito mío, y será revelado a las generaciones futuras;

10 pero esta generación recibirá mi palabra por medio de ti;

11 y además de tu testimonio, el a testimonio de tres de mis siervos que llamaré y ordenaré, y a quie­nes mostraré estas cosas; y sal­drán con mis palabras dadas por medio de ti.

12 Sí, sabrán con certeza que es­tas cosas son verdaderas, porque desde el cielo se lo declararé.

13 Les daré poder para que mi­ren y contemplen estas cosas tal como son;

14 y a a ningún otro concederé este poder, de recibir este mismo

testimonio entre los de esta gene­ración, en esta época en que co­mienza a surgir mi b iglesia y a salir del desierto, clara como la c luna, resplandeciente como el sol e im­ponente como un ejército con sus pendones.

15 Y enviaré el testimonio de tres a testigos de mi palabra.

16 Y he aquí, a los que a creyeren en mis palabras b visitaré con la c manifestación de mi d Espíritu; y e nacerán de mí, sí, del agua y del Espíritu:

17 —y debes esperar todavía un poco, porque aún no has sido a ordenado—

18 y su testimonio también saldrá para a condenar a los de esta gene­ración, si endurecen sus corazones en contra de ellos;

19 porque se desatará una a plaga asoladora entre los habitantes de la tierra, y seguirá derramándose de cuando en cuando, si b no se arre­pienten, hasta que quede c vacía la tierra, y sus habitantes sean con­sumidos y enteramente destruidos por el resplandor de mi d venida.

20 He aquí, te digo estas cosas,

DOCTRINA Y CONVENIOS 5:7–209

Page 20: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

así como a anuncié al pueblo la destrucción de Jerusalén; y se verificará mi b palabra en esta ocasión como se ha verificado antes.

21 Y ahora, mi siervo José, te mando que te arrepientas y cami­nes más rectamente ante mí, y no cedas más a las persuasiones de los hombres;

22 y que seas firme en a guardar los mandamientos que te he dado; y si haces esto, he aquí, te concedo la vida eterna, aun cuando te b qui­ten la vida.

23 Y ahora nuevamente te ha­blo, mi siervo José, concerniente al a hombre que desea el testimonio:

24 He aquí, le digo que se en­salza y no se humilla suficiente­mente delante de mí; mas si se postra ante mí, y se humilla con ferviente oración y fe, con sin­ceridad de corazón, entonces le concederé que a mire las cosas que desea ver.

25 Y entonces dirá a los de esta generación: He aquí, yo he visto las cosas que el Señor ha mostrado a José Smith, hijo, y ciertamente a sé que son verdaderas, porque las he visto, pues se me han mos­trado por el poder de Dios y no del hombre.

26 Y yo, el Señor, le mando a mi siervo Martin Harris que no les ha­ble más acerca de estas cosas, sino que solo diga: Las he visto, y me

han sido mostradas por el poder de Dios; y estas son las palabras que él dirá.

27 Mas si niega esto, quebran­tará el convenio que previamente hizo conmigo, y he aquí, será condenado.

28 Y ahora, a menos que se hu­mille y confiese ante mí las cosas malas que ha hecho, y haga con­venio conmigo de que guardará mis mandamientos, y ejerza la fe en mí, he aquí, le digo que no re­cibirá tal manifestación, porque no le permitiré ver las cosas de las que he hablado.

29 Y si esto sucediere, te mando, mi siervo José, que le digas que no haga más, ni me impor­tune más concerniente a este asunto.

30 Y si tal fuere el caso, he aquí, José, te digo que cuando hayas traducido unas páginas más, te detengas un tiempo, sí, hasta que otra vez te lo mande; entonces po­drás traducir de nuevo.

31 Y a menos que hagas esto, he aquí, no tendrás más don, y yo re­cogeré las cosas que te he confiado.

32 Y porque preveo la asechanza para destruirte, sí, preveo que si mi siervo Martin Harris no se humilla y recibe un testimonio de mi mano, caerá en transgresión;

33 y hay muchos que te ace­chan para a destruirte de sobre la faz de la tierra; y por esta

20 a 1 Ne. 1:18; 2 Ne. 25:9.

b DyC 1:38. 22 a GEE Obediencia,

obediente, obedecer.

b Alma 60:13; DyC 6:30; 135.

23 a DyC 5:1. 24 a Véase “El Testimonio

de Tres Testigos”, en

las primeras páginas del Libro de Mormón.

25 a Éter 5:3. 33 a DyC 10:6; 38:13, 28.

DOCTRINA Y CONVENIOS 5:21–33 10

Page 21: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

causa, para que tus días se alar­guen, te he dado estos manda­mientos.

34 Sí, por esta causa dije: De­tente y espera hasta que te mande, y te a proporcionaré los medios

para que cumplas lo que te he mandado.

35 Y si eres a fiel en guardar mis mandamientos, serás b enaltecido en el postrer día. Amén.

34 a 1 Ne. 3:7. 35 a Éx. 15:26;

DyC 11:20. b Juan 6:39–40;

1 Tes. 4:17; 3 Ne. 15:1; DyC 9:14; 17:8; 75:16, 22.

6 1 a Isa. 29:14; DyC 4; 18:44.

2 a Heb. 4:12; Apoc. 1:16; DyC 27:1.

b Hel. 3:29; DyC 33:1. 3 a Juan 4:35;

DyC 31:4; 33:3; 101:64. 4 a Apoc. 14:15–19;

Alma 26:5; DyC 11:3–4, 27.

5 a Mateo 7:7–8.

6 a 1 Ne. 13:37. b GEE Sion. 7 a Alma 39:14;

DyC 68:31. b 1 Rey. 3:10–13;

Mateo 19:23; Jacob 2:18–19. GEE Mundano, lo; Riquezas.

SECCIÓN 6Revelación dada a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en Har-mony, Pensilvania, en abril de 1829. Oliver Cowdery comenzó su obra como escribiente en la traducción del Libro de Mormón el 7 de abril de 1829. Ya había recibido una manifestación divina de la veracidad del testimonio del Profeta con respecto a las planchas sobre las cuales estaba grabada la historia del Libro de Mormón. El Profeta preguntó al Señor por medio del Urim y Tumim y recibió esta respuesta.

1–6, Los obreros del campo del Señor logran la salvación; 7–13, No hay don mayor que el de la salvación; 14–27, El testimonio de la verdad se recibe por el poder del Espíritu; 28–37, Mirad hacia Cristo y haced el bien continuamente.

Una obra grande y a maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

2 He aquí, yo soy Dios; escuchad mi a palabra que es viva y pode­rosa, más b cortante que una espada de dos filos, que penetra hasta par­tir las coyunturas y los tuétanos; por consiguiente, prestad atención a mis palabras.

3 He aquí, el a campo blanco está ya para la siega; por tanto, quien deseare cosechar, meta su hoz con su fuerza y siegue mientras dure el día, a fin de que atesore para su alma la salvación sempiterna en el reino de Dios.

4 Sí, quien a meta su hoz y coseche es llamado por Dios.

5 Por consiguiente, si me a pe­dís, recibiréis; si llamáis, se os abrirá.

6 Ahora, ya que habéis pedido, he aquí, os digo: Guardad mis mandamientos y a procurad sa­car a luz y establecer la causa de b Sion;

7 a no busquéis b riquezas sino

DOCTRINA Y CONVENIOS 5:34–6:711

Page 22: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

c sabiduría; y he aquí, los d mis­terios de Dios os serán revela­dos, y entonces seréis ricos. He aquí, rico es el que tiene la e vida eterna.

8 De cierto, de cierto os digo, que se os concederá según lo que de mí deseareis; y si queréis, seréis el medio para hacer mucho bien en esta generación.

9 No prediquéis sino el a arre­pentimiento a esta generación; guardad mis mandamientos, y ayudad a que salga a luz mi obra, según mis mandamientos, y seréis bendecidos.

10 He aquí, tienes un don, y ben­dito eres a causa de tu don. Re­cuerda que es a sagrado y viene de arriba;

11 y si a preguntas, conocerás b misterios grandes y maravillo­sos; por tanto, ejercerás tu c don para descubrir misterios, a fin de traer a muchos al conocimiento de la verdad, sí, de d convencerlos del error de sus caminos.

12 No des a conocer tu don a na­die, sino a los que son de tu fe. No trates con liviandad las a cosas sagradas.

13 Si haces lo bueno, sí, y te a conservas b fiel hasta el c fin, se­rás salvo en el reino de Dios, que es el máximo de todos los dones de Dios; porque no hay don más grande que el de la d salvación.

14 De cierto, de cierto te digo, bendito eres por lo que has he­cho; porque me has a consultado, y he aquí, cuantas veces lo has hecho, has recibido instrucción de mi Espíritu. De lo contrario, no habrías llegado al lugar donde ahora estás.

15 He aquí, tú sabes que me has preguntado y yo te iluminé la a mente; y ahora te digo estas co­sas para que sepas que te ha ilumi­nado el Espíritu de verdad;

16 sí, te las digo para que sepas que no hay quien a conozca tus pensamientos y las intenciones de tu b corazón sino Dios.

17 Te digo estas cosas para que te sean por testimonio de que las palabras o la obra que tú has es­tado escribiendo son a verdaderas.

18  Por tanto, sé a diligente; b apoya fielmente a mi siervo José en cualquier circunstancia

7 c GEE Sabiduría. d DyC 42:61, 65.

GEE Misterios de Dios.

e DyC 14:7. 9 a Alma 29:9;

DyC 15:6; 18:14–15; 34:6. GEE Arrepentimiento, arrepentirse; Obra misional.

10 a DyC 63:64. 11 a DyC 102:23;

JS—H 1:18, 26.

b Mateo 11:25; 13:10–11; Alma 12:9.

c GEE Don; Dones del Espíritu.

d Stg. 5:20; Alma 62:45; DyC 18:44.

12 a Mateo 7:6. 13 a 1 Ne. 15:24. b Mos. 2:41;

Éter 4:19; DyC 51:19; 63:47.

c GEE Perseverar.

d GEE Salvación. 14 a GEE Oración. 15 a GEE Mente. 16 a 1 Cró. 28:9;

Mateo 12:25; Heb. 4:12; Mos. 24:12; 3 Ne. 28:6. GEE Omnisciente.

b 1 Rey. 8:39. 17 a DyC 18:2. 18 a GEE Diligencia. b DyC 124:95–96.

DOCTRINA Y CONVENIOS 6:8–18 12

Page 23: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

difícil en que se encontrare por causa de la palabra.

19 Amonéstalo en sus faltas y también recibe amonestación de él. Sé paciente; sé sensato; sé mode­rado; ten paciencia, fe, esperanza y caridad.

20 He aquí, tú eres Oliver, y te he hablado a causa de tus deseos; por tanto, a atesora estas palabras en tu corazón. Sé fiel y diligente en guardar los mandamientos de Dios, y te estrecharé entre los bra­zos de mi amor.

21 He aquí, soy Jesucristo, el a Hijo de Dios. Soy el mismo que vine a los b míos, y los míos no me recibieron. Soy la c luz que brilla en las d tinieblas, y las tinieblas no la comprenden.

22 De cierto, de cierto te digo: Si deseas más a testimonio, piensa en la noche en que me imploraste en tu corazón, a fin de b saber tocante a la verdad de estas cosas.

23 ¿No hablé a paz a tu mente en cuanto al asunto? ¿Qué mayor b tes­timonio puedes tener que de Dios?

24 Y ahora bien, he aquí, ahora has recibido un testimonio; por­que si te he declarado cosas que ningún hombre conoce, ¿no has recibido un testimonio?

25 Y he aquí, si lo deseas de mí, te concederé un don para a traducir, igual que mi siervo José.

26 De cierto, de cierto te digo, hay a anales que contienen mucho de mi evangelio, los cuales se han retenido por causa de la b iniquidad del pueblo;

27 y ahora te mando, si tienes deseos buenos —deseos de allegar tesoros para ti en los cielos— que ayudes con tu don a sacar a luz aquellas partes de mis a Escrituras que se han ocultado por causa de la iniquidad.

28 Y ahora bien, he aquí, ahora os doy, a ti y también a mi siervo José, las llaves de este don que hará salir a luz este ministerio; y por boca de dos o tres a testigos se establecerá toda palabra.

29 De cierto, de cierto os digo, que si rechazan mis palabras y esta parte de mi evangelio y mi­nisterio, benditos sois, porque no os pueden hacer más de lo que me hicieron a mí.

30 Y aun cuando a hicieren con vosotros lo que hicieron conmigo, benditos sois, porque b moraréis conmigo en c gloria.

31  Mas si no a rechazan mis palabras que se establecerán por

20 a Éter 3:21; DyC 84:85. 21 a GEE Jesucristo. b Juan 1:10–12;

Hech. 3:13–17; 3 Ne. 9:16; DyC 45:8.

c Juan 1:5; DyC 10:58. GEE Luz, luz de Cristo.

d GEE Tinieblas espirituales.

22 a O sea, evidencia.

b GEE Discernimiento, don de.

23 a GEE Paz. b 1 Juan 5:9;

DyC 18:2. 25 a Mos. 8:13;

DyC 5:4; 9:1–5, 10. 26 a DyC 8:1; 9:2.

GEE Escrituras — Se profetiza la publicación de las Escrituras.

b GEE Inicuo, iniquidad. 27 a DyC 35:20. 28 a Deut. 19:15;

2 Cor. 13:1; 2 Ne. 27:12–14; DyC 128:3.

30 a DyC 5:22; 135. GEE Mártir, martirio.

b Apoc. 3:21. c GEE Gloria. 31 a 3 Ne. 16:10–14;

DyC 20:8–15.

DOCTRINA Y CONVENIOS 6:19–3113

Page 24: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

el b testimonio que será dado, ben­ditos son, y entonces vosotros ten­dréis gozo en el fruto de vuestras labores.

32 De cierto, de cierto os digo, como dije a mis discípulos: Donde estén dos o tres a congregados en mi nombre, respecto de una cosa, he aquí, allí estaré yo en b medio de ellos, así como estoy yo en medio de vosotros.

33 No tengáis a miedo, hijos míos, de hacer lo bueno, porque lo que b sembréis, eso mismo cosecharéis. Por tanto, si sembráis lo bueno, también cosecharéis lo bueno para vuestra recompensa.

34 Así que, no temáis, rebañito;

haced lo bueno; aunque se combi­nen en contra de vosotros la tierra y el infierno, pues si estáis edifi­cados sobre mi a roca, no pueden prevalecer.

35 He aquí, no os condeno; id y a no pequéis más; cumplid con solemnidad la obra que os he mandado.

36 a Mirad hacia mí en todo pen­samiento; no dudéis; no temáis.

37 a Mirad las heridas que tras­pasaron mi costado, y también las marcas de los b clavos en mis manos y pies; sed fieles; guar­dad mis mandamientos y c he­redaréis el d reino de los cielos. Amén.

31 b GEE Testimonio. 32 a Mateo 18:19–20.

GEE Unidad. b DyC 29:5; 38:7. 33 a GEE Valor, valiente. b Gál. 6:7–8;

Mos. 7:30–31; Alma 9:28; DyC 1:10.

34 a Sal. 71:3; Mateo 7:24–25;

1 Cor. 10:1–4; Hel. 5:12; DyC 10:69; 18:4, 17; 33:13; Moisés 7:53. GEE Roca.

35 a Juan 8:3–11. 36 a Isa. 45:22; DyC 43:34. 37 a GEE Jesucristo — Las

apariciones de Cristo después de Su muerte.

b GEE Crucifixión. c Mateo 5:3, 10;

3 Ne. 12:3, 10. d GEE Reino de Dios o de

los cielos.7 1 a GEE Juan hijo de

Zebedeo. b 3 Ne. 28:1–10. 2 a Lucas 9:27.

GEE Muerte física.

SECCIÓN 7Revelación dada a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en Harmony, Pensilvania, en abril de 1829, cuando preguntaron, por medio del Urim y Tumim, si Juan, el discípulo amado, había permanecido en la carne o había muerto. La revelación es una versión traducida del relato escrito por Juan en un pergamino que él mismo escondió.

1–3, Juan el Amado vivirá hasta que venga el Señor; 4–8, Pedro, San-tiago y Juan poseen las llaves del Evangelio.

Y el Señor me dijo: a Juan, mi amado, ¿qué b deseas? Pues

lo que quieras pedir te será concedido.

2 Y yo le dije: Señor, dame poder sobre la a muerte, para que viva y traiga almas a ti.

3 Y el Señor me dijo: De cierto, de cierto te digo, que porque

DOCTRINA Y CONVENIOS 6:32–7:3 14

Page 25: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

deseas esto, a permanecerás hasta que yo venga en mi b gloria, y c pro­fetizarás ante naciones, tribus, len­guas y pueblos.

4 Y por esta razón dijo el Señor a Pedro: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué tiene que ver contigo? Porque su deseo fue traer almas a mí, mas tú deseaste venir presto a mí en mi a reino.

5 Te digo, Pedro, que este fue un buen deseo; pero mi amado ha de­seado hacer más, o sea, una obra mayor aún entre los hombres, de la que hasta ahora ha realizado.

6 Sí, él ha emprendido una obra

mayor; por tanto, lo haré como llama de fuego y como ángel a ministrante; él ministrará en bien de los que serán b herede­ros de salvación, que moran en la c tierra.

7 Y haré que tú ministres en bien de él y de tu hermano Santiago; y a vosotros tres os daré este poder y las a llaves de este ministerio hasta que yo venga.

8 De cierto os digo, que a los dos se os concederá de acuerdo con vuestros deseos, porque am­bos os a regocijáis en lo que habéis deseado.

3 a Juan 21:20–23. GEE Seres trasladados.

b GEE Gloria; Segunda venida de Jesucristo.

c Apoc. 10:11. 4 a GEE Reino de Dios o de

los cielos.

6 a DyC 130:5. b DyC 76:86–88. c Juan 10:8–11;

DyC 77:14. 7 a Mateo 16:19;

Hech. 15:7; JS—H 1:72. GEE Llaves del

sacerdocio. 8 a GEE Gozo.8 1 a JS—H 1:66.

GEE Cowdery, Oliver. b GEE Conocimiento. c GEE Oración. d DyC 6:26–27; 9:2. e DyC 5:16.

SECCIÓN 8Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery, en Harmony, Pensilvania, en abril de 1829. En el curso de la traduc-ción del Libro de Mormón, Oliver, que continuaba sirviendo de ama-nuense, escribiendo lo que el Profeta le dictaba, sintió el deseo de ser investido con el don de traducir. El Señor respondió a su súplica con-cediéndole esta revelación.

1–5, La revelación viene por el poder del Espíritu Santo; 6–12, El conoci-miento de los misterios de Dios y el poder para traducir anales antiguos vienen por la fe.

a Oliver Cowdery, de cierto, de cierto te digo: Así como vive el Señor, que es tu Dios y tu Re­dentor, que ciertamente recibirás

b conocimiento de cuantas cosas c pidieres con fe, con un cora­zón sincero, creyendo que reci­birás conocimiento concerniente a los grabados sobre d anales an­tiguos, que son de antaño, los cuales contienen aquellas par­tes de mis Escrituras de que se ha hablado por la e manifestación de mi Espíritu.

DOCTRINA Y CONVENIOS 7:4–8:115

Page 26: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 a DyC 9:7–9. GEE Revelación.

b GEE Corazón. c GEE Espíritu Santo. 3 a Éx. 14:13–22;

Deut. 11:4; 1 Ne. 4:2; Mos. 7:19. GEE Mar Rojo.

5 a Deut. 11:18–19.

10 a GEE Fe. b DyC 88:63–65. 11 a DyC 9:1, 10.9 1 a DyC 8:1, 11. b JS—H 1:67.

2 Sí, he aquí, a hablaré a tu mente y a tu b corazón por medio del c Es­píritu Santo que vendrá sobre ti y morará en tu corazón.

3 Ahora, he aquí, este es el espí­ritu de revelación; he aquí, es el espíritu mediante el cual Moisés condujo a los hijos de Israel a tra­vés del a mar Rojo sobre tierra seca.

4 Por tanto, este es tu don; em­péñate en él y serás bendecido, porque te librará de las manos de tus enemigos, pues de no ser así, te matarían y llevarían tu alma a la destrucción.

5 ¡Oh, acuérdate de estas a pala­bras y guarda mis mandamientos! Recuerda que este es tu don.

6 Ahora bien, este no es tu único don, porque tienes otro don, el cual es el don de Aarón; he aquí, te ha manifestado muchas cosas;

7 he aquí, no hay otro poder, sino el de Dios, que haga que este don de Aarón esté contigo.

8 No dudes, pues, porque es el don de Dios; y lo tendrás en tus manos y harás obras maravillosas; y ningún poder te lo podrá arre­batar de las manos, porque es la obra de Dios.

9 De modo que, cualquier cosa que me pidas que te diga por ese medio, te la concederé, y recibi­rás conocimiento concerniente a ella.

10 Recuerda que sin a fe no pue­des hacer nada; por tanto, pide con fe. No juegues con estas cosas; no b pidas lo que no debes.

11 Pide que se te conceda conocer los misterios de Dios y que puedas a traducir y recibir conocimiento de todos esos antiguos anales que han sido escondidos, que son sagrados; y según tu fe te será hecho.

12  He aquí, soy yo quien lo he hablado; y soy el mismo que te hablé desde el principio. Amén.

SECCIÓN 9Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery en Harmony, Pensilvania, en abril de 1829. Se amonesta a Oliver a ser paciente y se le insta a conformarse, por lo pronto, con escribir lo que le dicte el traductor, en lugar de intentar traducir.

1–6, Todavía han de traducirse otros anales antiguos; 7–14, El Libro de Mormón se traduce por el estudio y por la confirmación espiritual.

He aquí , hi jo mío, te digo que a causa de no haber a tra­ducido conforme a lo que deseaste de mí, y de haber em­pezado de nuevo a b escribir por

DOCTRINA Y CONVENIOS 8:2–9:1 16

Page 27: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 a Se refiere a otras traducciones, entre ellas, la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés y el Libro de Abraham, en las que Oliver Cowdery ayudó como escribiente. GEE José Smith,

Traducción de (TJS). b DyC 6:26; 8:1. 6 a GEE Murmurar. 8 a GEE Meditar. b GEE Oración. c Lucas 24:32. d GEE Inspiración,

inspirar; Testimonio.

e DyC 8:2–3.

9 a DyC 10:2. 10 a DyC 8:11. 11 a GEE Temor. 12 a DyC 18:8. 13 a GEE Tentación, tentar. 14 a 1 Cor. 16:13. b GEE Llamado, llamado

por Dios, llamamiento. c Alma 13:29;

DyC 17:8.

mi siervo José Smith, hijo, así qui­siera yo que continuases hasta concluir estos anales que le he confiado a él.

2 Y entonces, he aquí, te daré po­der para ayudar a traducir a otros b anales que tengo.

3 Ten paciencia, hijo mío, por­que es según mi sabiduría, y no es oportuno que traduzcas por ahora.

4 He aquí, la obra a la cual has sido llamado es la de escribir por mi siervo José.

5 Y he aquí, es por motivo de que no continuaste como al co­mienzo, cuando empezaste a traducir, que te he quitado este privilegio.

6 No te a quejes, hijo mío, porque es según mi sabiduría el haber obrado contigo de esta manera.

7 He aquí, no has entendido; has supuesto que yo te lo concede­ría cuando no pensaste sino en pedirme.

8 Pero he aquí, te digo que debes a estudiarlo en tu mente; entonces has de b preguntarme si está bien; y si así fuere, haré que tu c pecho

d arda dentro de ti; por tanto, e sen­tirás que está bien.

9 Mas si no estuviere bien, no sentirás tal cosa, sino que te so­brevendrá un a estupor de pensa­miento que te hará olvidar lo que está mal; por lo tanto, no puedes escribir lo que es sagrado a no ser que lo recibas de mí.

10 Ahora, si hubieses sabido esto, habrías podido a traducir; sin em­bargo, no es oportuno que traduz­cas ahora.

11 He aquí, cuando comenzaste fue oportuno; mas tuviste a miedo, y ha pasado el momento, y ahora ya no conviene;

12 porque, ¿no ves que le he dado a mi siervo a José fuerza suficiente mediante la cual esto se compensa? Y a ninguno de vosotros dos he condenado.

13 Haz esto que te he mandado, y prosperarás. Sé fiel y no cedas a ninguna a tentación.

14 Consérvate firme en la a obra a la cual te he b llamado, y ni un cabe­llo de tu cabeza se perderá, y en el postrer día serás c enaltecido. Amén.

SECCIÓN 10Revelación dada a José Smith el Profeta en Harmony, Pensilvania, proba-blemente alrededor de abril de 1829, aunque ciertas partes podrían haberse

DOCTRINA Y CONVENIOS 9:2–1417

Page 28: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

10 1 a DyC 3:1–15. b GEE Urim y Tumim. 2 a GEE Mente. 3 a DyC 3:10. 4 a Mos. 4:27.

b Éx. 18:13–26. c Mateo 10:22.

GEE Diligencia. 5 a 3 Ne. 18:15–21.

GEE Oración.

6 a DyC 5:32–33; 38:13. b DyC 5:1–2. 10 a GEE Diablo.

recibido incluso en el verano de 1828. En esta el Señor le informa a José de los cambios que hombres perversos habían hecho en las 116 páginas manuscritas de la traducción del libro de Lehi, en el Libro de Mormón. Estas páginas manuscritas se habían perdido de las manos de Martin Harris, a quien se habían confiado las hojas provisionalmente. (Véase el encabezamiento de la sección 3). El vil designio consistía en esperar hasta que se tradujera de nuevo la materia que contenían las páginas robadas, y entonces desacreditar al traductor mostrando las discrepancias causa-das por los cambios. En el Libro de Mormón se indica que el demonio ha-bía concebido este propósito inicuo y que el Señor lo sabía aun mientras Mormón, el antiguo historiador nefita, hacía el compendio de las planchas acumuladas (véase Las Palabras de Mormón 1:3–7).

1–26, Satanás incita a hombres ini-cuos a oponerse a la obra del Señor; 27–33, Su propósito es procurar des-truir las almas de los hombres; 34–52, El Evangelio ha de ir a los lamanitas y a todas las naciones por medio del Libro de Mormón; 53–63, El Señor establecerá Su Iglesia y Su Evangelio entre los hombres; 64–70, Recogerá en Su Iglesia a los que se arrepientan y salvará a los obedientes.

He aquí, te digo que por haber en­tregado en manos de un hombre a inicuo esos escritos para lo cual se te dio el poder de traducirlos por medio del b Urim y Tumim, ahora los has perdido.

2 Y al mismo tiempo perdiste tu don y se ofuscó tu a mente.

3 No obstante, otra vez te es a res­taurado; procura, por tanto, ser fiel, y sigue hasta concluir el resto de la traducción como has empezado.

4  No corras más a aprisa, ni

trabajes más de lo que tus b fuer­zas y los medios proporcionados te permitan traducir; mas sé c dili­gente hasta el fin.

5 a Ora siempre para que salgas triunfante; sí, para que venzas a Satanás y te libres de las manos de los siervos de Satanás que apoyan su obra.

6 He aquí, han procurado a des­truirte; sí, hasta el b hombre en quien has confiado ha intentado destruirte.

7 Y por esta razón dije que es un hombre inicuo, porque ha procu­rado llevarse las cosas que te han sido confiadas; y también ha in­tentado destruir tu don.

8 Y por haber entregado los escri­tos en sus manos, he aquí, hombres perversos te los han quitado.

9 De modo que los has entre­gado, sí, aquello que era sagrado, a la maldad.

10 Y he aquí, a Satanás ha incitado

DOCTRINA Y CONVENIOS 10:1–10 18

Page 29: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

13 a Jer. 5:26. 20 a 2 Ne. 28:20–22. b GEE Pecado. 21 a DyC 112:23–24. b GEE Inicuo, iniquidad. c Moisés 5:13–18. d Mos. 15:26.

GEE Tinieblas espirituales.

e Juan 3:18–21; DyC 29:45.

22 a 2 Ne. 2:17–18. b GEE Tentación, tentar. 23 a Hel. 8:25;

DyC 121:23–25. 25 a 2 Ne. 2:18; 28:8–9;

Alma 10:17; Moisés 4:4. GEE Mentiras.

26 a GEE Apostasía.

sus corazones a cambiar las pala­bras que has hecho escribir, o sea, que has traducido, las cuales han salido de tus manos.

11 Y he aquí, te digo que por ha­ber cambiado ellos las palabras, ahora dicen lo contrario de lo que tradujiste e hiciste escribir.

12 Y de esta manera el diablo ha procurado poner en marcha un plan astuto para destruir esta obra;

13 porque les ha puesto en el corazón hacer esto para que, min­tiendo, digan que te han a sor­prendido en las palabras que has fingido haber traducido.

14 De cierto te digo, que no per­mitiré que Satanás realice su per­verso designio en esto.

15 Porque he aquí, les ha puesto en el corazón hacer que tientes al Señor tu Dios, al pedir traducirlo de nuevo.

16 Y entonces, he aquí, dicen y piensan en sus corazones: Vere­mos si Dios le ha dado el poder de traducir; si es así, le dará poder otra vez;

17 y si Dios le da poder otra vez, o si traduce de nuevo, es decir, si produce las mismas palabras, he aquí, las tenemos con nosotros y las hemos alterado;

18 de manera que no estarán de acuerdo, y diremos que ha

mentido en sus palabras, y que no tiene ningún don ni poder;

19 así lo destruiremos, como tam­bién la obra; y haremos esto para que al final no seamos avergonza­dos, y para obtener la gloria del mundo.

20 De cierto, de cierto te digo, que Satanás ejerce un gran dominio en sus corazones y los a incita a la b ini­quidad contra lo bueno;

21 y a corruptos están sus corazo­nes y llenos de b maldades y abo­minaciones; y c aman las d tinieblas más bien que la luz, porque sus e hechos son malos; por tanto, no recurren a mí.

22 a Satanás los incita a fin de b con­ducir sus almas a la destrucción.

23 Y así ha ideado un plan astuto, pensando destruir la obra de Dios; pero lo demandaré de las manos de ellos, y se tornará para su ver­güenza y condenación en el día del a juicio.

24 Sí, él incita sus corazones a la ira contra esta obra.

25 Sí, les dice: Engañad y ace­chad para poder destruir; he aquí, en esto no hay daño. Y así los li­sonjea y les dice que no es pe­cado a mentir para sorprender a un hombre en la mentira, a fin de destruirlo.

26 Y de este modo los halaga y los a conduce hasta que arrastra

DOCTRINA Y CONVENIOS 10:11–2619

Page 30: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

sus almas al b infierno; y así hace que caigan en su propio c ardid.

27 Y así va y viene, a acá y allá so­bre la tierra, procurando b destruir las almas de los hombres.

28 De cierto, de cierto te digo: ¡Ay de aquel que miente para a en­gañar, porque supone que otro miente para engañar!, porque no se exime a tales de la b justicia de Dios.

29 Y he aquí, han cambiado estas palabras, porque Satanás les dice que tú los has engañado; y así los adula para que cometan iniqui­dad, a fin de hacer que a tientes al Señor tu Dios.

30 He aquí, te digo que no vol­verás a traducir aquellas palabras que han salido de tus manos;

31 porque he aquí, no realiza­rán sus malos designios de men­tir contra esas palabras. Pues, he aquí, si produces las mismas palabras, dirán que has men­tido y que has fingido tradu­cir, pero que tú mismo te has contradicho.

32 Y he aquí, publicarán esto, y Satanás endurecerá el corazón del pueblo, agitándolo a la ira en contra de ti, para que no crean mis palabras.

33 Así piensa a Satanás vencer tu testimonio en esta generación,

para que en ella la obra no salga a luz.

34 Pero mira, aquí hay sabiduría; y porque te manifiesto a sabiduría, y te doy mandamientos en cuanto a lo que has de hacer respecto de estas cosas, no lo muestres al mundo hasta haber terminado el trabajo de la traducción.

35 No te maravilles de que te dije: Aquí hay sabiduría, no lo muestres al mundo; pues yo dije que no lo muestres al mundo a fin de que seas preservado.

36 He aquí, no te digo que no lo muestres a los justos;

37 pero como no siempre pue­des juzgar quiénes son a justos, o como no siempre puedes discer­nir a los malvados de los justos, es por lo que te digo que guardes b silencio hasta que yo considere propio dar a conocer al mundo todas las cosas concernientes al asunto.

38 Y ahora de cierto te digo, que un relato de las a cosas que has es­crito, que han desaparecido de tus manos, está grabado en las b plan­chas de Nefi;

39 sí, y recordarás que en esos escritos se decía que se hallaba una relación más particular de estas cosas en las planchas de Nefi.

26 b GEE Infierno. c Prov. 29:5–6;

1 Ne. 14:3. 27 a Job 1:7. b 2 Ne. 28:19–23;

DyC 76:28–29. 28 a GEE Engañar, engaño. b Rom. 2:3.

GEE Justicia.

29 a Mateo 4:7. 33 a GEE Diablo. 34 a GEE Sabiduría. 37 a Mateo 23:28. b Éx. 14:14. 38 a En el prefacio de la

primera edición del Libro de Mormón, el Profeta explicaba

que lo que contenían las 116 páginas que se perdieron se había traducido de una parte de las planchas llamada el “Libro de Lehi”.

b GEE Planchas.

DOCTRINA Y CONVENIOS 10:27–39 20

Page 31: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

40 Y debido a que el relato gra­bado en las planchas de Nefi habla más particularmente de las cosas que en mi sabiduría quisiera traer al conocimiento del pueblo en esta historia,

41 traducirás, por tanto, lo que está grabado en las a planchas de Nefi hasta llegar al reinado del rey Benjamín, o hasta llegar a lo que has traducido y retenido;

42 y he aquí, lo publicarás como la relación de Nefi; y así confun­diré a los que han alterado mis palabras.

43 No permitiré que destruyan mi obra; sí, les mostraré que mi sabiduría es más potente que la astucia del diablo.

44 He aquí, ellos solo tienen una parte, o sea, un compendio del re­lato de Nefi.

45 He aquí, hay muchas cosas grabadas en las planchas de Nefi que dan mayor claridad a mi evan­gelio; por tanto, me es prudente que traduzcas esta primera parte de los grabados de Nefi y la inclu­yas en esta obra.

46 Y he aquí, el resto de esta a obra contiene todas aquellas partes de mi b evangelio que mis santos pro­fetas, sí, y también mis discípulos, c pidieron en sus oraciones que lle­garan a este pueblo.

47 Y les dije que les sería a conce­dido según su b fe en sus oraciones;

48 sí, y esta fue su fe: que mi evangelio, el cual les entregué a fin de que lo predicasen en sus días, llegara a sus hermanos los a lamanitas, y también a todos los que hubieren llegado a ser lama­nitas a causa de sus disensiones.

49 Mas esto no es todo: su fe en sus oraciones era que este evan­gelio también se diera a conocer, si acaso otras naciones llegasen a poseer esta tierra;

50 y así dejaron sobre esta tierra una bendición en sus oraciones, para que quien creyese en este evangelio sobre esta tierra, tuviera la vida eterna;

51 sí, que este fuese accesible para todos, de la nación, tribu, lengua o pueblo que fueren.

52 Y ahora bien, he aquí, según su fe en sus oraciones traeré esta parte de mi evangelio al conoci­miento de mi pueblo. He aquí, no la traigo para destruir lo que han recibido, sino para aumentarlo.

53 Y por esta causa he dicho: Si los de esta generación no endu­recen sus corazones, estableceré entre ellos mi iglesia.

54  Ahora, no digo esto para destruir mi iglesia, sino para edificarla.

55 Por lo tanto, quienes pertene­cen a mi iglesia no necesitan a te­mer, porque los tales b heredarán el c reino de los cielos.

41 a P. de Morm. 1:3–7. 46 a GEE Libro de

Mormón. b GEE Evangelio. c Enós 1:12–18;

Morm. 8:24–26;

9:34–37. 47 a 3 Ne. 5:13–15;

DyC 3:19–20. b GEE Fe. 48 a Moro. 10:1–5;

DyC 109:65–66.

55 a GEE Temor. b Mateo 5:10. c GEE Reino de Dios o

de los cielos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 10:40–5521

Page 32: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

56 Pero aquellos que no me a te­men ni guardan mis mandamien­tos, sino que establecen b iglesias para sí para c lucrar, sí, y todos los que obran inicuamente y edifican el reino del diablo, sí, de cierto, de cierto te digo, que son ellos a quienes inquietaré y haré que tiemblen y se estremezcan hasta el centro.

57 He aquí, soy Jesucristo, el a Hijo de Dios. Vine a los míos, y los míos no me recibieron.

58 Soy la a luz que brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprenden.

59  Soy aquel que dije a mis d isc ípulos : a Otras b ove jas tengo que no son de este re­dil; y hubo muchos que c no me entendieron.

60 Y le mostraré a este pueblo que tenía otras ovejas, y que eran una rama de la a casa de Jacob;

61 y le daré a conocer sus obras maravillosas que hicieron en mi nombre;

62 sí, y también sacaré a luz mi evangelio que les fue enseñado, y he aquí, no negarán lo que tú has recibido, sino que lo edificarán y pondrán de manifiesto los pun­tos verdaderos de mi a doctrina,

sí, y la única doctrina que hay en mí.

63 Y hago esto para establecer mi evangelio, a fin de que no haya tanta contención; sí, a Sa­tanás incita el corazón del pue­blo para que b contiendan sobre los puntos de mi doctrina; y en estas cosas yerran, porque c per­vierten las Escrituras y no las entienden.

64 Por tanto, les descubriré este gran misterio;

65 pues he aquí, los a juntaré como la gallina junta a sus polluelos de­bajo de sus alas, si no endurecen sus corazones;

66 sí, si quieren venir, pueden hacerlo, y beber de las a aguas de la vida libremente.

67 He aquí, esta es mi doctrina: quienes se arrepienten y a vienen a mí, tales son mi b iglesia.

68 Quien a declare más o menos que esto no es de mí, sino que está en b contra de mí; por consiguiente, no es de mi iglesia.

69 Y ahora bien, he aquí, a los que son de mi iglesia, y perseve­ran en ella hasta el fin, estableceré sobre mi a roca, y las b puertas del infierno no prevalecerán en contra de ellos.

56 a Ecle. 12:13–14. b GEE Diablo — La

iglesia del diablo. c 4 Ne. 1:26. 57 a Rom. 1:4. 58 a DyC 6:21. 59 a Juan 10:16. b GEE Buen Pastor. c 3 Ne. 15:16–18. 60 a GEE Viña del Señor.

62 a 3 Ne. 11:31–40. 63 a GEE Diablo. b GEE Contención,

contienda. c 2 Pe. 3:16. 65 a Lucas 13:34;

3 Ne. 10:4–6; DyC 43:24.

66 a GEE Agua(s) viva(s). 67 a Mateo 11:28–30.

b GEE Iglesia de Jesucristo.

68 a 3 Ne. 11:40. b Lucas 11:23. 69 a GEE Roca. b Mateo 16:18;

2 Ne. 4:31–32; DyC 17:8; 128:10.

DOCTRINA Y CONVENIOS 10:56–69 22

Page 33: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–6, Los obreros de la viña lograrán la salvación; 7–14, Busca sabiduría, proclama el arrepentimiento, confía en el Espíritu; 15–22, Guarda los mandamientos y estudia la palabra del Señor; 23–27, No niegues el es-píritu de revelación y de profecía; 28–30, Aquellos que reciban a Cristo llegarán a ser hijos de Dios.

a Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

2 He aquí, yo soy Dios; a escucha mi b palabra que es viva y c pode­rosa, más d cortante que una espada de dos filos, que penetra hasta par­tir las coyunturas y los tuétanos; por consiguiente, presta atención a mi palabra.

3 He aquí, el campo a blanco está ya para la siega; por tanto, quien deseare cosechar, meta su hoz con

su fuerza y siegue mientras dure el día, a fin de que b atesore para su alma la salvación c sempiterna en el reino de Dios.

4 Sí, quien meta su a hoz y coseche es llamado por Dios.

5 Por consiguiente, si me a pi­des, recibirás; si llamas, se te abrirá.

6 Ahora, ya que has pedido, he aquí, te digo: Guarda mis manda­mientos y procura sacar a luz y establecer la causa de a Sion.

7 No busques a riquezas sino b sa­biduría; y he aquí, los misterios de Dios te serán revelados, y entonces serás rico. He aquí, rico es el que tiene la vida eterna.

8 De cierto, de cierto te digo, que se te concederá según lo que de mí deseares; y si quieres, serás el medio para hacer mucho bien en esta generación.

70 a GEE Luz, luz de Cristo.

b GEE Jesucristo.11 1 a Isa. 29:14;

DyC 4. GEE Restauración del Evangelio.

2 a 1 Ne. 15:23–25; DyC 1:14; 84:43–45.

b Heb. 4:12. c Alma 4:19; 31:5. d Hel. 3:29–30;

DyC 6:2. 3 a DyC 12:3. b Lucas 18:22; Hel. 5:8. c 1 Tim. 6:19. 4 a Apoc. 14:15;

DyC 14:3–4.

5 a GEE Oración. 6 a Isa. 52:7–8;

DyC 66:11. GEE Sion.

7 a 1 Rey. 3:11–13; 2 Ne. 26:31; Jacob 2:17–19; DyC 38:39.

b GEE Sabiduría.

SECCIÓN 11Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a su hermano Hyrum Smith, en Harmony, Pensilvania, en mayo de 1829. Esta revelación se recibió por medio del Urim y Tumim en respuesta a la pregunta y sú-plica de José. En la historia de José Smith se infiere que esta revelación se recibió después de la restauración del Sacerdocio Aarónico.

70 Y ahora, recuerda las palabras de aquel que es la vida y la a luz del

mundo, tu Redentor, tu b Señor y tu Dios. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 10:70–11:823

Page 34: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 a No prediques sino el b arre­pentimiento a esta generación. Guarda mis mandamientos y ayuda a que salga a luz mi obra, c según mis mandamientos, y serás bendecido.

10 He aquí, tienes un a don, o ten­drás un don, si de mí lo deseas con fe, con un b corazón sincero, cre­yendo en el poder de Jesucristo, o en mi poder que te habla;

11 porque he aquí, soy yo el que hablo; he aquí, soy la a luz que bri­lla en las tinieblas, y por mi b poder te doy estas palabras.

12 Y ahora, de cierto, de cierto te digo: Pon tu a confianza en ese b Espíritu que induce a ha­cer lo bueno, sí, a obrar justa­mente, a c andar d humildemente, a e juzgar con rectitud; y este es mi Espíritu.

13 De cierto, de cierto te digo: Te daré de mi Espíritu, el cual a ilumi­nará tu b mente y llenará tu alma de c gozo;

14 y entonces conocerás, o por este medio sabrás, todas las cosas que de mí deseares, que correspon­den a la a rectitud, con fe, creyendo en mí que recibirás.

15 He aquí, te mando que no

vayas a suponer que eres lla­mado a predicar sino hasta que se te a llame.

16 Espera un poco más, hasta que tengas mi palabra, mi a roca, mi iglesia y mi evangelio, para que con certeza conozcas mi doctrina.

17 Y entonces, he aquí, conforme a tus deseos, sí, de acuerdo con tu fe te será hecho.

18  Guarda mis mandamien­tos; guarda silencio; invoca a mi Espíritu;

19 sí, a allégate a mí con todo tu corazón para que ayudes a revelar esas cosas de las que se ha hablado, sí, la traducción de mi obra; sé paciente hasta que lo realices.

20  He aquí, esta es tu obra: a Guardar mis mandamientos, sí, con todo tu poder, mente y fuerza.

21 No intentes declarar mi pa­labra, sino primero procura a ob­tenerla, y entonces será desatada tu lengua; luego, si lo deseas, ten­drás mi Espíritu y mi palabra, sí, el poder de Dios para convencer a los hombres.

22 Mas por ahora guarda silencio; estudia a mi palabra que ha salido

9 a DyC 19:21–22. b GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. c DyC 105:5. 10 a DyC 46:8–12. b Lucas 8:15. 11 a GEE Luz, luz de

Cristo. b GEE Poder. 12 a DyC 84:116.

GEE Confianza, confiar.

b Rom. 8:1–9;

1 Juan 4:1–6. c GEE Andar, andar con

Dios. d GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

e Mateo 7:1–5; Alma 41:14–15.

13 a DyC 76:12. b GEE Mente. c GEE Gozo. 14 a GEE Rectitud, recto. 15 a AdeF 1:5.

GEE Autoridad; Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

16 a DyC 6:34. GEE Roca.

19 a Jacob 6:5; DyC 98:11.

20 a GEE Obediencia, obediente, obedecer.

21 a Alma 17:2–3; DyC 84:85.

22 a Es decir, la Biblia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 11:9–22 24

Page 35: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

entre los hijos de los hombres, y también b estudia c mi palabra que saldrá entre ellos, o lo que ahora se está traduciendo, sí, hasta que hayas logrado todo cuanto d con­cederé a los hijos de los hombres en esta generación, y entonces se añadirán a esto todas las cosas.

23 He aquí, tú eres a Hyrum, mi hijo; b busca el reino de Dios, y to­das las cosas serán añadidas según lo que es justo.

24 a Edifica sobre mi roca, la cual es mi b evangelio;

25 no niegues el espíritu de a re­velación ni el espíritu de b profecía, porque, ¡ay de aquel que niega estas cosas!

26  Por lo tanto, a atesora en tu corazón hasta el tiempo en que, según mi sabiduría, has de salir.

27 He aquí, hablo a todos los que tienen deseos buenos y han a me­tido sus hoces para segar.

28 He aquí, soy a Jesucristo, el Hijo de Dios. Soy la vida y la b luz del mundo.

29 Soy el mismo que vine a los míos, y los míos no me recibieron;

30 mas de cierto, de cierto te digo, que a cuantos me reciban daré el a poder de llegar a ser b hijos de Dios, sí, a los que crean en mi nom­bre. Amén.

22 b GEE Escrituras — El valor de las Escrituras.

c Es decir, el Libro de Mormón.

d Alma 29:8. 23 a JS—H 1:4. b Mateo 6:33. 24 a Mateo 7:24–27.

b GEE Evangelio. 25 a GEE Revelación. b Apoc. 19:10.

GEE Profecía, profetizar.

26 a Deut. 11:18; DyC 6:20; 43:34; JS—M 1:37.

27 a GEE Obra misional.

28 a GEE Jesucristo. b GEE Luz, luz de

Cristo. 30 a Juan 1:12. b GEE Hijos e hijas de

Dios.12 1 a Véanse en DyC

11:1–6, pasajes correlacionados.

SECCIÓN 12Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Joseph Knight, padre, en Harmony, Pensilvania, en mayo de 1829. Joseph Knight creía en las declaraciones de José Smith referentes a que tenía en sus manos las planchas del Libro de Mormón, así como el trabajo de la traducción que entonces se estaba efectuando, y en varias ocasiones había prestado ayuda material a José Smith y a su escribiente, lo cual les permitió continuar traduciendo. A solicitud de Joseph Knight, el Profeta preguntó al Señor y recibió esta revelación.

1–6, Los obreros de la viña lograrán la salvación; 7–9, Todos los que ten-gan deseos de ayudar en la obra del Señor y que posean las cualidades necesarias pueden hacerlo.

a Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

2 He aquí, yo soy Dios; escucha mi palabra que es viva y poderosa,

DOCTRINA Y CONVENIOS 11:23–12:225

Page 36: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 a GEE Humildad, humilde, humillar (afligir).

b GEE Amor. c GEE Fe. d GEE Esperanza.

e GEE Caridad.13 1 a JS—H 1:68–75.

GEE Ordenación, ordenar.

b DyC 27:8; 84:18–34. GEE Sacerdocio

Aarónico. c GEE Ángeles. d GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. e GEE Bautismo,

bautizar.

más cortante que una espada de dos filos, que penetra hasta partir las coyunturas y los tuétanos; por consiguiente, presta atención a mi palabra.

3 He aquí, el campo blanco está ya para la siega; por tanto, quien quisiere cosechar, meta su hoz con su fuerza y siegue mientras dure el día, a fin de que atesore para su alma la salvación sempiterna en el reino de Dios.

4 Sí, quien meta su hoz y coseche es llamado por Dios.

5 Por consiguiente, si me pides, recibirás; si llamas, se te abrirá.

6 Ahora, ya que has pedido, he

aquí, te digo: Guarda mis manda­mientos y procura sacar a luz y establecer la causa de Sion.

7 He aquí, te hablo a ti y también a todos aquellos que tienen deseos de hacer salir a luz y establecer esta obra.

8 Y nadie puede ayudar en ella a menos que sea a humilde y lleno de b amor, y tenga c fe, d esperanza y e caridad, y sea moderado en to­das las cosas, cualesquiera que le fueren confiadas.

9 He aquí, yo soy la luz y la vida del mundo, el que hablo estas pala­bras. Por tanto, escucha con tu po­der, y entonces eres llamado. Amén.

Se declaran las llaves y los poderes del Sacerdocio Aarónico.

Sobre vosotros, mis consiervos, en el nombre del Mesías, a con­fiero el b Sacerdocio de Aarón,

el cual tiene las llaves del mi­nisterio de c ángeles, y del evan­gelio de d arrepentimiento, y del e bautismo por inmersión para la remisión de pecados; y este sacerdocio nunca más será

SECCIÓN 13Un extracto de la historia de José Smith en la que se relata la ordena-ción del Profeta y de Oliver Cowdery al Sacerdocio Aarónico cerca de Harmony, Pensilvania, el 15 de mayo de 1829. La ordenación se efec-tuó bajo las manos de un ángel, quien declaró ser Juan, el mismo que es llamado Juan el Bautista en el Nuevo Testamento. El ángel explicó que obraba bajo la dirección de Pedro, Santiago y Juan, los Apóstoles de la antigüedad, quienes poseían las llaves del sacerdocio mayor, que era conocido como el Sacerdocio de Melquisedec. Se prometió a José y a Oliver que en la ocasión oportuna se les conferiría este sacerdocio mayor. (Véase la sección 27:7–8, 12).

DOCTRINA Y CONVENIOS 12:3–13:1 26

Page 37: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1 f Véase, al final de José Smith—Historia, el relato de Oliver Cowdery sobre la restauración del Sacerdocio Aarónico. Deut. 10:8; 1 Cró. 6:48;

DyC 128:24. g GEE Rectitud, recto.14 1 a Véanse en DyC

11:1–6, pasajes correlacionados.

7 a Lev. 26:3–12; Juan 15:10;

Mos. 2:22, 41; DyC 58:2.

b GEE Perseverar. c 2 Ne. 31:20;

DyC 6:13. GEE Vida eterna.

8 a GEE Espíritu Santo.

SECCIÓN 14Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a David Whitmer, en Fayette, Nueva York, en junio de 1829. La familia Whitmer se ha-bía interesado en gran manera en la traducción del Libro de Mormón. El Profeta estableció su residencia en la casa de Peter Whitmer, padre, donde habitó hasta que el trabajo de la traducción se completó y se ob-tuvo el título de propiedad literaria del libro que se iba a imprimir. Tres de los hijos de la familia Whitmer, habiendo recibido cada uno de ellos un testimonio en cuanto a la autenticidad de la obra, se interesaron profundamente en el asunto de su deber individual. Esta revelación y las dos que siguen (secciones 15 y 16) se dieron en respuesta a la pregunta que se hizo por medio del Urim y Tumim. Más tarde, David Whitmer llegó a ser uno de los Tres Testigos del Libro de Mormón.

1–6, Los obreros de la viña lograrán la salvación; 7–8, La vida eterna es el mayor de los dones de Dios; 9–11, Cristo creó los cielos y la tierra.

a Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

2 He aquí, yo soy Dios; escucha mi palabra que es viva y poderosa, más cortante que una espada de dos filos, que penetra hasta partir las coyunturas y los tuétanos; por consiguiente, presta atención a mi palabra.

3 He aquí, el campo blanco está ya para la siega; por tanto, quien quisiere cosechar, meta su hoz con

su fuerza y siegue mientras dure el día, a fin de que atesore para su alma la salvación sempiterna en el reino de Dios.

4 Sí, quien meta su hoz y coseche es llamado por Dios.

5 Por consiguiente, si me pides, recibirás; si llamas, se te abrirá.

6 Procura sacar a luz y establecer mi Sion. Guarda mis mandamien­tos en todas las cosas.

7 Y si a guardas mis mandamien­tos y b perseveras hasta el fin, tendrás la c vida eterna, que es el mayor de todos los dones de Dios.

8 Y acontecerá que si pides al Padre en mi nombre, con fe, cre­yendo, recibirás el a Espíritu Santo,

quitado de la tierra, hasta que los f hijos de Leví de nuevo

ofrezcan al Señor un sacrificio en g rectitud.

DOCTRINA Y CONVENIOS 14:1–827

Page 38: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 b Mos. 18:8–10. GEE Testigo.

c Véase “El Testimonio de Tres Testigos” en las primeras páginas del Libro de Mormón.

9 a Mos. 4:2; DyC 76:20–24.

b Rom. 1:4. c Dan. 6:26;

Alma 7:6;

DyC 20:19. d Juan 1:1–3, 14;

3 Ne. 9:15; DyC 45:1. GEE Creación, crear.

e Abr. 4:12, 24–25. f 2 Sam. 22:29.

GEE Luz, luz de Cristo. g GEE Tinieblas

espirituales. 10 a DyC 20:8–9;

JS—H 1:34. b GEE Gentiles.15 2 a Hel. 3:29–30.

GEE Poder. 6 a DyC 18:15–16.

GEE Obra misional. b GEE Descansar,

descanso (reposo). c GEE Reino de Dios o

de los cielos. d GEE Padre Celestial.

el cual inspira a hablar, para que seas b testigo de las cosas que c oirás y verás, y también para que decla­res el arrepentimiento a los de esta generación.

9 He aquí, soy a Jesucristo, el b Hijo del c Dios viviente, el que d hice los cielos y la e tierra, una f luz que no se puede esconder en las g tinieblas;

10 por tanto, he de llevar la a ple­nitud de mi evangelio, de los b gen­tiles a la casa de Israel.

11 Y he aquí, tú eres David, y eres llamado para ayudar; cosa que si haces, y eres fiel, serás bende­cido espiritual así como temporal­mente, y grande será tu galardón. Amén.

SECCIÓN 15Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a John Whitmer, en Fayette, Nueva York, en junio de 1829 (véase el encabezamiento de la sección 14). El mensaje es íntima e impresionantemente personal, puesto que el Señor habla de lo que únicamente John Whitmer y Él mismo sabían. Más tarde, John Whitmer llegó a ser uno de los Ocho Testigos del Libro de Mormón.

1–2, El brazo del Señor se extiende sobre toda la tierra; 3–6, Predicar el Evangelio y salvar almas es lo de mayor valor.

Da oído, mi siervo John, y escucha las palabras de Jesucristo, tu Señor y Redentor.

2 Pues he aquí, te hablo con clari­dad y con a poder, porque mi brazo cubre toda la tierra.

3  Y te declararé lo que nin­gún hombre sabe, sino tú y yo únicamente,

4 porque muchas veces has de­seado saber de mí lo que para ti sería de mayor valor.

5 He aquí, bendito eres por esto, y por haber declarado mis palabras que, de conformidad con mis man­damientos, yo te he comunicado.

6 Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será a declarar el arrepenti­miento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas b reposes en el c reino de mi d Padre. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 14:9–15:6 28

Page 39: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

16 1 a Véanse en DyC 15 pa­sajes correlacionados similares.

17 1 a 2 Ne. 27:12;

Éter 5:2–4; DyC 5:15. Véase también “El Testimonio de Tres Testigos” en las

primeras páginas del Libro de Mormón.

b Morm. 6:6; JS—H 1:52. GEE Planchas.

SECCIÓN 16Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Peter Whitmer, hijo, en Fayette, Nueva York, en junio de 1829 (véase el encabezamiento de la sección 14). Más tarde, Peter Whitmer, hijo, llegó a ser uno de los Ocho Testigos del Libro de Mormón.1–2, El brazo del Señor se extiende sobre toda la tierra; 3–6, Predicar el Evangelio y salvar almas es lo de mayor valor.

a Da oído, mi siervo Peter, y escu­cha las palabras de Jesucristo, tu Señor y Redentor.

2 Pues he aquí, te hablo con clari­dad y con poder, porque mi brazo cubre toda la tierra.

3  Y te declararé lo que nin­gún hombre sabe, sino tú y yo únicamente,

4 porque muchas veces has de­seado saber de mí lo que para ti sería de mayor valor.

5 He aquí, bendito eres por esto, y por haber declarado mis palabras que, de conformidad con mis man­damientos, yo te he comunicado.

6 Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será declarar el arrepenti­miento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi Pa­dre. Amén.

SECCIÓN 17Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery, a David Whitmer y a Martin Harris, en Fayette, Nueva York, en junio de 1829, antes de que vieran ellos las planchas grabadas que contenían el relato del Libro de Mormón. José y su escribiente, Oliver Cowdery, se habían enterado, por medio de la traducción de las planchas del Libro de Mormón, de que tres testigos especiales serían designados (véase Éter 5:2–4; 2 Nefi 11:3; 27:12). Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris se sintieron impulsados por un deseo inspirado a ser los tres testigos especiales. El Profeta preguntó al Señor y, como res-puesta, se dio esta revelación por medio del Urim y Tumim.1–4, Por medio de la fe, los Tres Testigos verán las planchas y otros objetos sagrados; 5–9, Cristo da tes-timonio de la divinidad del Libro de Mormón.

He aquí, os digo que tenéis que confiar en mi palabra, y si lo hacéis con íntegro propósito de corazón, a veréis las b plan­chas, y también el pectoral, la

DOCTRINA Y CONVENIOS 16:1–17:129

Page 40: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1 c 1 Ne. 4:8–9; 2 Ne. 5:14; Jacob 1:10; Mos. 1:16.

d GEE Urim y Tumim. e Éter 3. f Gén. 32:30; Éx. 33:11;

Moisés 1:2.

g 1 Ne. 16:10, 16, 26–29; Alma 37:38–47.

h 1 Ne. 2:5. 3 a GEE Testificar;

Testigo. 6 a GEE Libro de Mormón. b 2 Ne. 27:22;

3 Ne. 26:7–10.

8 a Mateo 16:18; 3 Ne. 11:39; DyC 10:69.

b GEE Gracia. c 1 Ne. 13:37;

3 Ne. 27:14–15, 22; DyC 9:14.

9 a GEE Señor.

SECCIÓN 18Revelación dada a José Smith el Profeta, a Oliver Cowdery y a David Whitmer en Fayette, Nueva York, en junio de 1829. De acuerdo con el Profeta, esta revelación dio a conocer “el llamamiento de los doce apóstoles en estos últimos días y también instrucciones relacionadas con la edificación de la Iglesia”.

c espada de Labán, el d Urim y Tu­mim que le fue dado al e hermano de Jared en el monte, cuando habló f cara a cara con el Señor, así como los g directores milagrosos que re­cibió Lehi mientras se hallaba en el desierto, en las inmediaciones del h mar Rojo.

2 Y será por vuestra fe que se os concederá verlas, sí, mediante esa fe que tuvieron los profetas de la antigüedad.

3 Y después de haber logrado fe, y de haberlas visto con vuestros ojos, a testificaréis de ellas por el poder de Dios;

4 y haréis esto para que mi siervo José Smith, hijo, no sea destruido, para que en esta obra realice yo mis propósitos justos para con los hijos de los hombres.

5 Y testificaréis de haberlas visto,

así como mi siervo José Smith, hijo, las vio; porque es por mi poder que él las ha visto, y porque tenía fe.

6 Y ha traducido el a libro, sí, la b parte que le he mandado; y vive vuestro Señor y vuestro Dios, que es verdadero.

7 Por tanto, habéis recibido el mismo poder, la misma fe y el mismo don que él;

8 y si cumplís estos últimos man­damientos míos que os he dado, las a puertas del infierno no pre­valecerán en contra de vosotros; porque mi b gracia os es suficiente y seréis c enaltecidos en el postrer día.

9 Y yo, Jesucristo, vuestro a Se­ñor y Dios, os lo he hablado, a fin de realizar mis propósitos justos para con los hijos de los hombres. Amén.

1–5, Las Escrituras indican cómo se ha de edificar la Iglesia; 6–8, El mundo está madurando en la iniqui-dad; 9–16, El valor de las almas es

grande; 17–25, Para lograr la salva-ción, los hombres deben tomar sobre sí el nombre de Cristo; 26–36, Se revelan el llamamiento y la misión

DOCTRINA Y CONVENIOS 17:2–9 30

Page 41: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

18 2 a DyC 6:15–17. 3 a DyC 98:11.

GEE Escrituras — El valor de las Escrituras.

4 a GEE Evangelio. b GEE Roca. 6 a GEE Mundo. b GEE Gentiles. 7 a JS—H 1:70–71.

8 a GEE Diligencia. b GEE Obediencia,

obediente, obedecer. c GEE Bendecido,

bendecir, bendición. d 2 Ne. 3:14–15.

GEE Smith, hijo, José. 9 a Rom. 1:1. 10 a GEE Alma — El valor

de las almas.

b GEE Alma. 11 a GEE Redentor. b GEE Crucifixión. c GEE Redención,

redimido, redimir. d Isa. 53:4–5.

GEE Expiación, expiar. 12 a GEE Resurrección.

de los Doce; 37–39, Oliver Cowdery y David Whitmer han de buscar a los Doce; 40–47, Para lograr la sal-vación, los hombres deben arrepen-tirse, ser bautizados y guardar los mandamientos.

He aquí, a causa de lo que tú, mi siervo Oliver Cowdery, has de­seado saber de mí, te digo estas palabras:

2 He aquí, te he manifestado por mi Espíritu en varias ocasiones, que las cosas que has escrito son a verdaderas; por tanto, sabes que son verdaderas.

3 Y si sabes que son verdaderas, he aquí, te mando que confíes en las cosas que están a escritas;

4 porque en ellas se hallan escri­tas todas las cosas concernientes al fundamento de mi iglesia, mi a evangelio y mi b roca.

5 De modo que si edificas mi iglesia sobre el fundamento de mi evangelio y mi roca, las puer­tas del infierno no prevalecerán en contra de ti.

6 He aquí, el a mundo está ma­durando en la iniquidad; y es pre­ciso que sean instados los hijos de los hombres, tanto los b gentiles como la casa de Israel, a que se arrepientan.

7 Por tanto, ya que has sido a bau­tizado por mano de mi siervo José Smith, hijo, según lo que le he mandado, él ha cumplido con lo que le mandé.

8 Ahora, no te maravilles de que lo haya llamado para mi pro­pósito particular, el cual me es conocido; por lo que, si es a dili­gente en b guardar mis manda­mientos, será c bendecido para vida eterna; y su nombre es d José.

9 Y ahora, Oliver Cowdery, te ha­blo a ti, y también a David Whit­mer, por vía de mandamiento, porque he aquí, mando a todos los hombres en todas partes que se arrepientan; y os hablo a vosotros, como a Pablo mi a apóstol, porque sois llamados con el mismo llama­miento que él.

10 Recordad que el a valor de las b almas es grande a la vista de Dios;

11 porque he aquí, el Señor vues­tro a Redentor padeció la b muerte en la carne; por tanto, c sufrió el d dolor de todos los hombres, a fin de que todo hombre pudiese arre­pentirse y venir a él.

12 Y ha a resucitado de entre los muertos, para traer a todos los hombres a él , mediante

DOCTRINA Y CONVENIOS 18:1–1231

Page 42: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

12 b DyC 19:4–18. GEE Arrepentimiento, arrepentirse.

13 a Lucas 15:7. 14 a Alma 29:1–2;

DyC 34:5–6; 63:57. 15 a GEE Alma — El valor

de las almas. 16 a GEE Reino de Dios

o de los cielos. b Alma 26:11.

GEE Gozo. c GEE Obra misional. 17 a GEE Salvación.

18 a GEE Oración. b Juan 15:16. c DyC 88:63–65. 19 a GEE Fe. b GEE Esperanza. c GEE Caridad. 20 a 2 Tim. 2:23–24;

3 Ne. 11:29–30. b GEE Diablo — La

iglesia del diablo. 21 a 2 Ne. 31:13;

Mos. 5:8; 3 Ne. 27:5; DyC 20:37.

b DyC 100:5–8. c Rom. 12:3. 22 a GEE Bautismo,

bautizar. b GEE Perseverar. 23 a Mal. 1:11;

Hech. 4:12; Mos. 3:17; Hel. 3:28–29.

25 a Mos. 5:9–14. b GEE Gloria celestial. 26 a DyC 90:8–9; 112:4. 27 a GEE Apóstol.

las condiciones del b arrepenti­miento.

13 ¡Y cuán grande es su a gozo por el alma que se arrepiente!

14 Así que, sois llamados a a pro­clamar el arrepentimiento a este pueblo.

15 Y si acontece que trabajáis to­dos vuestros días proclamando el arrepentimiento a este pueblo y me traéis aun cuando fuere una sola a alma, ¡cuán grande será vuestro gozo con ella en el reino de mi Padre!

16 Y ahora, si vuestro gozo será grande con un alma que me hayáis traído al a reino de mi Padre, ¡cuán grande no será vuestro b gozo si me c trajereis muchas almas!

17 He aquí, tenéis mi evange­lio ante vosotros, y mi roca y mi a salvación.

18 a Pedid al Padre en mi b nom­bre con fe, creyendo que recibi­réis, y tendréis el Espíritu Santo, que manifiesta todas las cosas que son c convenientes a los hijos de los hombres.

19 Y si no tenéis a fe, b esperanza y c caridad, no podréis hacer nada.

20 a No contendáis en contra de ninguna iglesia, a menos que sea la b iglesia del diablo.

21 Tomad sobre vosotros el a nom­bre de Cristo, y b declarad la verdad con c solemnidad.

22 Y cuantos se arrepientan y se a bauticen en mi nombre —el cual es Jesucristo— y b perseveren hasta el fin, tales serán salvos.

23 He aquí, Jesucristo es el a nom­bre dado por el Padre, y no hay otro nombre dado, mediante el cual el hombre pueda ser salvo;

24 así que, es preciso que todos los hombres tomen sobre sí el nom­bre dado por el Padre, porque por ese nombre serán llamados en el postrer día;

25 por tanto, si no saben el a nom­bre por el cual son llamados, no hay lugar para ellos en el b reino de mi Padre.

26 Y ahora bien, he aquí, hay otros que son llamados a declarar mi evangelio, tanto a los a gentiles como a los judíos;

27 sí, doce; y los a Doce serán mis discípulos, y tomarán sobre sí mi nombre; y los Doce serán aquellos que desearen tomar

DOCTRINA Y CONVENIOS 18:13–27 32

Page 43: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

sobre sí mi b nombre con íntegro propósito de corazón.

28 Y si desearen tomar sobre sí mi nombre con íntegro propósito de corazón, serán llamados para ir por todo el a mundo a predicar mi b evangelio a c toda criatura.

29 Y son ellos los que de mí son ordenados para a bautizar en mi nombre, de acuerdo con lo que está escrito;

30 y lo que está escrito lo tenéis ante vosotros; por lo que debéis cumplirlo de acuerdo con las pa­labras que están escritas.

31 Y ahora, os hablo a vosotros, los a Doce: He aquí, mi gracia os es suficiente; tenéis que andar con rectitud delante de mí, y no pecar;

32 y he aquí, sois vosotros los que sois ordenados por mí para a ordenar presbíteros y maestros; para declarar mi evangelio, b de acuerdo con el poder del Espíritu Santo que está en vosotros, y según los c llamamientos y dones de Dios a los hombres.

33 Y yo, Jesucristo, vuestro Señor y vuestro Dios, lo he hablado.

34 Estas a palabras no son de hom­bres, ni de hombre, sino mías; por tanto, testificaréis que son de mí, y no del hombre.

35 Porque es mi a voz la que os

las declara; porque os son dadas por mi Espíritu, y por mi poder las podéis leer los unos a los otros; y si no fuera por mi poder, no po­dríais tenerlas.

36 Por tanto, podéis a testificar que habéis oído mi voz y que co­nocéis mis palabras.

37  Y ahora bien, he aquí, te concedo a ti, Oliver Cowdery, y también a David Whitmer, que busquéis a los Doce, los cuales ten­drán los deseos de que he hablado;

38 y por sus deseos y sus a obras los conoceréis.

39 Y cuando los hayáis encon­trado, les enseñaréis estas cosas.

40 Y os postraréis y a adoraréis al Padre en mi nombre.

41  Y habéis de predicar al mundo, diciendo: Debéis arrepen­tiros y bautizaros en el nombre de Jesucristo;

42 porque todos los hombres deben arrepentirse y bautizarse, y no únicamente los hombres, sino las mujeres y los niños que hayan llegado a la edad de a responsabilidad.

43 Y ahora, después de haber re­cibido vosotros esto, debéis guar­dar mis a mandamientos en todas las cosas;

44 y por conducto de vuestras

27 b DyC 27:12. 28 a Mar. 16:15–16. b GEE Evangelio. c DyC 1:2; 42:58. 29 a 3 Ne. 11:21–28;

DyC 20:72–74. 31 a DyC 107:23–35. 32 a Moro. 3;

DyC 20:60; 107:58.

GEE Ordenación, ordenar.

b 2 Pe. 1:21; DyC 68:3–4.

c DyC 20:27. 34 a GEE Escrituras. 35 a DyC 1:38.

GEE Voz. 36 a GEE Testificar.

38 a GEE Obras. 40 a GEE Adorar. 42 a DyC 20:71; 29:47;

68:27. GEE Responsabilidad, responsable.

43 a GEE Mandamientos de Dios.

DOCTRINA Y CONVENIOS 18:28–4433

Page 44: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

44 a Isa. 29:14; DyC 4:1.

b Alma 36:12–19; 62:45. 45 a DyC 84:35–38. 46 a DyC 82:3.19 1 a Apoc. 1:8, 11;

3 Ne. 9:18; DyC 35:1; 61:1. GEE Alfa y Omega.

b GEE Jesucristo.

2 a Juan 17:4; 3 Ne. 11:11.

b Filip. 3:21. 3 a GEE Poder. b Isa. 14:12–17;

1 Juan 3:8; 1 Ne. 22:26; DyC 88:111–115.

c GEE Mundo — El fin del mundo.

d GEE Juicio final. e GEE Obras. 4 a GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. b Lucas 13:3;

Hel. 14:19. c Moisés 1:3. 5 a DyC 56:4; 58:32. b Mateo 13:42.

SECCIÓN 19Revelación dada por medio de José Smith en Manchester, Nueva York, probablemente en el verano de 1829. En su historia, el Profeta la pre-senta como “un mandamiento de Dios, y no del hombre, a Martin Harris, dado por Aquel que es Eterno”.

1–3, Cristo tiene todo poder; 4–5, Todos los hombres deben arrepen-tirse o padecer; 6–12, Castigo eterno es castigo de Dios; 13–20, Cristo ha padecido por todos, para que no tengan que sufrir, si se arrepienten; 21–28, Predica el Evangelio de arre-pentimiento; 29–41, Declara buenas nuevas.

Yo soy el a Alfa y la Omega, b Cristo el Señor; sí, soy él, el principio y el fin, el Redentor del mundo.

2 Habiendo ejecutado y a cum­plido la voluntad de aquel de quien soy, a saber, el Pa­dre, tocante a mí —habiéndolo

hecho para b sujetar a mí todas las cosas—

3 reteniendo todo a poder, aun el de b destruir a Satanás y sus obras al c fin del mundo, y el último gran día del juicio que pronunciaré so­bre los habitantes del mundo, d juz­gando a cada hombre de acuerdo con sus e obras y las cosas que haya hecho.

4 Y en verdad, todo hombre tiene que a arrepentirse o b padecer, por­que yo, Dios, soy c sin fin.

5 Por tanto, no a abrogaré los juicios que pronuncie, sino que sobrevendrán los lamentos, llo­ros, b gemidos y crujir de dientes,

manos haré una a obra maravillosa entre los hijos de los hombres, para b convencer a muchos de ellos de sus pecados, para que se arrepien­tan y lleguen al reino de mi Padre.

45 Así que, las bendiciones que os doy son a superiores a todas las cosas.

46 Y después de haber recibido esto, si a no guardáis mis manda­mientos, no podréis salvaros en el reino de mi Padre.

47 He aquí, yo, Jesucristo, vues­tro Señor, Dios y Redentor, lo he hablado por el poder de mi Espíritu. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 18:45–19:5 34

Page 45: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

5 c Mateo 25:41–43. 6 a DyC 76:105–106;

138:59. b DyC 76:33, 44–45. 7 a Hel. 12:25–26;

DyC 29:44. 9 a GEE Descansar,

descanso (reposo). 10 a Jacob 4:8;

DyC 76:114–116.

b Moisés 1:3; 7:35. GEE Sin Fin.

11 a Mateo 25:46. 13 a DyC 5:2; 10:6–7; 17. 15 a Alma 36:11–19. 16 a Alma 11:40–41.

GEE Expiación, expiar. b GEE Misericordia,

misericordioso. c GEE Remisión de

pecados. 17 a DyC 29:17. 18 a Lucas 22:42–44. 19 a Juan 17:4; 19:30. 20 a Núm. 5:6–7;

Mos. 26:29; DyC 58:43; 64:7. GEE Confesar, confesión.

sí, a los que se hallaren a mi c izquierda.

6 Sin embargo, a no está escrito que no tendrá fin este tormento, sino que está escrito b tormento sin fin.

7 Además, está escrito a condena-ción eterna; de modo que es más explícito que otras Escrituras, a fin de que obre en el corazón de los hijos de los hombres, enteramente para la gloria de mi nombre.

8 Os explicaré, por tanto, este misterio, porque os conviene saber, así como a mis apóstoles.

9 Os hablo a vosotros que sois escogidos en esto, como si fue­seis uno, para que entréis en mi a reposo.

10 Pues he aquí, el a misterio de la divinidad, ¡cuán grande es! Por­que, he aquí, yo soy sin fin, y el castigo que por mi mano se da es castigo sin fin, porque b Sin Fin es mi nombre. De ahí que:

11 a Castigo eterno es castigo de Dios.

12 Castigo sin fin es castigo de Dios.

13 Por lo que, te mando que te arrepientas y guardes los a man­damientos que en mi nombre has recibido de las manos de mi siervo José Smith, hijo;

14 y es por mi omnipotencia que los has recibido;

15 así que, te mando que te arre­pientas; arrepiéntete, no sea que te hiera con la vara de mi boca, y con mi enojo, y con mi ira, y sean tus a padecimientos dolo­rosos; cuán dolorosos no lo sa­bes; cuán intensos no lo sabes; sí, cuán difíciles de aguantar no lo sabes.

16  Porque he aquí, yo, Dios, he a padecido estas cosas por to­dos, para que b no padezcan, si se c arrepienten;

17  mas si no se arrepienten, tendrán que a padecer así como yo;

18 padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, tem­blara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu, y deseara a no tener que beber la amarga copa y desmayar.

19 Sin embargo, gloria sea al Padre, bebí, y a acabé mis prepa­rativos para con los hijos de los hombres.

20 Por lo que otra vez te mando que te arrepientas, no sea que te hu­mille con mi omnipotencia; y que a confieses tus pecados para que no sufras estos castigos de que he

DOCTRINA Y CONVENIOS 19:6–2035

Page 46: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

hablado, los cuales en muy pe­queño grado, sí, en grado mínimo probaste en la ocasión en que retiré mi Espíritu.

21 Y te mando que a no predi­ques más que el arrepentimiento, y que b no muestres estas co­sas al mundo hasta que me sea prudente.

22 Porque por ahora no pueden a tolerar carne, sino que deben recibir b leche; por tanto, no de­ben saber estas cosas, no sea que perezcan.

23 Aprende de mí y escucha mis palabras; a camina en la b manse­dumbre de mi Espíritu, y en mí tendrás c paz.

24 Yo soy a Jesucristo; vine por la voluntad del Padre, y su voluntad cumplo.

25 Y además, te mando no a co­diciar la b mujer de tu prójimo, ni atentar contra la vida de tu prójimo.

26 Y también te mando no codi­ciar tus propios bienes, sino dar liberalmente de ellos para impri­mir el Libro de Mormón, el cual contiene la a verdad y la palabra de Dios,

27  que es mi palabra a los

a gentiles, a fin de que pronto vaya a los b judíos, de quienes los lama­nitas son un c resto, para que crean en el evangelio y no esperen más la llegada de un d Mesías que ya vino.

28 Y además, te mando que a ores b vocalmente así como en tu co­razón; sí, ante el mundo como también en secreto; así en público como en privado.

29 Y tú a declararás gozosas nue­vas; sí, publícalo sobre las montañas y en todo lugar alto, y entre todo pueblo que te sea permitido ver.

30 Y lo harás con toda humildad, a confiando en mí, no denigrando a los que denigran.

31 Y de a dogmas no hablarás, sino que declararás el arrepen­timiento y la b fe en el Salvador, y la c remisión de pecados por el d bautismo y por e fuego, sí, por el f Espíritu Santo.

32 He aquí, este es un a manda­miento grande, y el último que te daré concerniente a este asunto, porque esto bastará para tu con­ducta diaria hasta el fin de tu vida.

33 Y si desprecias estos a consejos, te sobrevendrá la miseria; sí, hasta tu destrucción y la de tus bienes.

21 a DyC 11:9. b JS—H 1:42. 22 a DyC 78:17–18. b Heb. 5:11–14;

DyC 50:40. 23 a Moro. 7:3–4. b GEE Mansedumbre,

manso. c GEE Paz. 24 a GEE Jesucristo. 25 a GEE Codiciar. b Éx. 20:17;

1 Cor. 7:2–4. GEE Adulterio.

26 a GEE Verdad. 27 a GEE Gentiles. b GEE Judíos. c Omni 1:14–19;

Mos. 25:2–4; Hel. 8:21; 3 Ne. 2:12–16.

d GEE Mesías. 28 a 1 Tim. 2:8.

GEE Oración. b DyC 20:47, 51; 23:6. 29 a GEE Obra misional. 30 a GEE Confianza,

confiar.

31 a 2 Tim. 2:23–24. b GEE Fe. c GEE Remisión de

pecados. d GEE Bautismo,

bautizar. e Mateo 3:11. f GEE Don del Espíritu

Santo. 32 a DyC 58:26–29. 33 a GEE Mandamientos

de Dios.

DOCTRINA Y CONVENIOS 19:21–33 36

Page 47: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

34 a Da una parte de tus bienes, sí, parte de tus terrenos, y todo menos lo necesario para el sostén de tu familia.

35 Paga la a deuda que has b con­traído con el impresor. Líbrate de la c servidumbre.

36 a Deja tu casa y tu hogar, salvo cuando desees ver a los de tu familia;

37 y a habla libremente a todos; sí, predica, exhorta, declara la b verdad en voz alta con el son de regocijo, diciendo: ¡Hosanna, hosanna, ben­dito sea el nombre de Dios el Señor!

38 a Ora siempre, y b derramaré mi Espíritu sobre ti, y grande será tu bendición, sí, más grande que si lograras los tesoros de la tie­rra y corrupción en la medida correspondiente.

39 He aquí, ¿puedes leer esto sin regocijarte y sin que se exalte tu corazón de alegría?

40  ¿O puedes seguir errante como guía ciego?

41 ¿O puedes ser a humilde y manso, y conducirte prudente­mente delante de mí? Sí, b ven a mí, tu Salvador. Amén.

34 a Hech. 4:34–35. 35 a GEE Deuda. b Es decir, pagar la

publicación de la primera edición del Libro de Mormón.

c Prov. 22:7. 36 a Mateo 19:29. 37 a DyC 58:47; 68:8; 71:7. b DyC 75:4. 38 a Lucas 18:1; 2 Ne. 32:9;

DyC 10:5.

b Prov. 1:23; Hech. 2:17.

41 a GEE Humildad, humilde, humillar (afligir).

b Mateo 11:28–30.

SECCIÓN 20Revelación sobre la organización y el gobierno de la Iglesia, dada por medio de José Smith el Profeta en Fayette, Nueva York, o cerca de allí. Ciertas par-tes de esta revelación pueden haberse dado incluso en el verano de 1829. Es probable que la revelación completa, conocida en esa época como los Artícu-los y los Convenios, se haya registrado poco después del 6 de abril de 1830 (el día en que la Iglesia fue organizada). El Profeta escribió: “Recibimos de Él [Jesucristo] lo siguiente, por el espíritu de profecía y revelación, lo que no solamente nos dio mucha información, sino que también nos señaló el día preciso en el cual, de acuerdo con Su voluntad y mandamiento, había-mos de proceder a organizar Su Iglesia una vez más aquí sobre la tierra”.

1–16, El Libro de Mormón demuestra la divinidad de la obra de los últimos días; 17–28, Se afirman las doctrinas de la Creación, la Caída, la Expiación y el bautismo; 29–37, Se declaran las leyes que rigen el arrepentimiento, la justificación, la santificación y el bau-tismo; 38–67, Se hace un resumen de

los deberes de los élderes, de los pres-bíteros, de los maestros y de los diá-conos; 68–74, Se revelan los deberes de los miembros, la bendición de los niños y el modo de bautizar; 75–84, Se dan las oraciones para la Santa Cena y los reglamentos para dirigir a los miembros de la Iglesia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 19:34–4137

Page 48: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

20 1 a JS—H 1:2. b 3 Ne. 27:1–8.

GEE Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La; Iglesia, nombre de la.

c DyC 21:3. 2 a GEE Autoridad;

Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

b GEE Apóstol.

c GEE Élder (anciano). 5 a JS—H 1:28–29. 6 a JS—H 1:30–35.

GEE Ángeles. b Mateo 28:2–3. 8 a GEE Urim y Tumim. 9 a JS—H 1:34. b GEE Evangelio. 10 a Moro. 7:29–32;

DyC 5:11. b Véase “El Testimonio

de Tres Testigos” y “El Testimonio de Ocho Testigos” en las

primeras páginas del Libro de Mormón.

11 a GEE Escrituras — El valor de las Escrituras.

b GEE Inspiración, inspirar.

c GEE Santo (adjetivo). 12 a Heb. 13:8;

1 Ne. 10:18–19; Morm. 9:9–10; DyC 35:1; 38:1–4.

El a origen de la b Iglesia de Cristo en estos últimos días, habiendo transcurrido mil ochocientos treinta años desde la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en la carne; habiendo sido debidamente c organizada y establecida de acuerdo con las le­yes del país, por la voluntad y el mandamiento de Dios, en el cuarto mes y el sexto día del mes que es llamado abril,

2 mandamientos que fueron da­dos a José Smith, hijo, el cual fue a llamado por Dios y ordenado b apóstol de Jesucristo, para ser el primer c élder de esta iglesia;

3 y a Oliver Cowdery, también llamado por Dios, apóstol de Jesucristo, para ser el segundo élder de esta iglesia, y ordenado bajo su mano;

4 y esto de acuerdo con la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien sea toda la glo­ria, ahora y para siempre. Amén.

5 Después de habérsele manifes­tado verdaderamente a este primer élder que había recibido la remi­sión de sus pecados, de nuevo se vio a envuelto en las vanidades del mundo;

6 pero después de arrepentirse y de humillarse sinceramente, mediante la fe, Dios le ministró por conducto de un santo a ángel, cuyo b semblante era como relám­pago, y cuyos vestidos eran pu­ros y blancos, más que cualquiera otra blancura;

7 y le dio mandamientos que lo inspiraron;

8 y le dio poder de lo alto para traducir el Libro de Mormón, por los a medios preparados de antemano,

9  el cual contiene la historia de un pueblo caído, y la a pleni­tud del b evangelio de Jesucristo a los gentiles y también a los judíos;

10 el cual se dio por inspiración, y se confirma a a otros por la mi­nistración de ángeles, y por ellos se b declara al mundo;

11 probando al mundo que las Santas Escrituras son a verdaderas, y que Dios b inspira a los hombres y los llama a su c santa obra en esta edad y generación, así como en las antiguas;

12 demostrando por este medio que él es el a mismo Dios ayer, hoy y para siempre. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:1–12 38

Page 49: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

14 a GEE Rectitud, recto. b GEE Exaltación;

Vida eterna. 15 a GEE Incredulidad. 17 a DyC 76:22–23. b Josué 2:11.

GEE Trinidad. 18 a GEE Creación, crear. b Gén. 1:26–27;

Mos. 7:27; Éter 3:14–17.

19 a Deut. 11:1;

Mateo 22:37; Moro. 10:32; DyC 59:5–6.

b Deut. 6:13–15. GEE Servicio.

c GEE Adorar. 20 a GEE Sensual,

sensualidad. b GEE Diablo. c GEE Hombre natural. 21 a GEE Unigénito. 22 a Mateo 4:1–11; 27:40.

23 a GEE Crucifixión. b GEE Resurrección. 24 a GEE Ascensión. b GEE Padre Celestial;

Trinidad — Dios el Padre.

25 a DyC 35:2; 38:4; 45:5, 8; 68:9; 76:51–53.

b GEE Perseverar. 26 a DyC 39:1–3. b Jacob 4:4; 7:11;

Mos. 13:33.

13 Teniendo, pues, tan grandes testigos, por ellos será juzgado el mundo, sí, cuantos desde ahora en adelante lleguen a tener cono­cimiento de esta obra.

14 Y los que la reciban con fe, y obren con a rectitud, recibirán una b corona de vida eterna;

15 mas para quienes endurezcan sus corazones en la a incredulidad y la rechacen, se tornará para su propia condenación.

16 Porque el Señor Dios lo ha hablado; y nosotros, los élderes de la iglesia, hemos oído y damos testimonio de las palabras de la gloriosa Majestad en las alturas, a quien sea la gloria para siempre jamás. Amén.

17  Por estas cosas a sabemos que hay un b Dios en el cielo, in­finito y eterno, de eternidad en eternidad el mismo Dios inmuta­ble, el organizador de los cielos y de la tierra, y de todo cuanto en ellos hay;

18 y que a creó al hombre, varón y hembra, según su propia b ima­gen, y a su propia semejanza él los creó;

19 y les dio mandamientos de que lo a amaran y lo b sirvieran a él, el único Dios verdadero y viviente,

y que él fuese el único ser a quien c adorasen.

20 Pero por transgredir estas santas leyes, el hombre se volvió a sensual y b diabólico, y llegó a ser c hombre caído.

21 Por tanto, el Dios Omnipo­tente dio a su a Hijo Unigénito, como está escrito en esas Escritu­ras que de él se han dado.

22 Sufrió a tentaciones pero no hizo caso de ellas.

23 Fue a crucificado, murió y b re­sucitó al tercer día;

24  y a ascendió al cielo, para sentarse a la diestra del b Padre, para reinar con omnipotencia de acuerdo con la voluntad del Padre;

25 a fin de que fueran salvos cuantos a creyeran y se bautizaran en su santo nombre, y b persevera­ran con fe hasta el fin;

26  no solo los que creyeron después que él vino en la carne, en el a meridiano de los tiempos, sino que tuviesen vida eterna todos los que fueron desde el principio, sí, todos cuantos exis­tieron antes que él viniese, quie­nes creyeron en las palabras de los b santos profetas, que hablaron conforme fueron inspirados por el

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:13–2639

Page 50: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

c don del Espíritu Santo y d testi­ficaron verdaderamente de él en todas las cosas,

27 así como los que vinieran des­pués y creyeran en los a dones y lla­mamientos de Dios por el Espíritu Santo, el cual b da testimonio del Padre y del Hijo;

28 los cuales, Padre, Hijo y Espí­ritu Santo, son a un Dios, infinito y eterno, sin fin. Amén.

29 Y sabemos que es preciso que todos los hombres se a arre­pientan y crean en el nombre de Jesucristo, y adoren al Padre en su nombre y perseveren con b fe en su nombre hasta el fin, o no podrán ser c salvos en el reino de Dios.

30 Y sabemos que la a justifica­ción por la b gracia de nuestro Se­ñor y Salvador Jesucristo es justa y verdadera;

31  y también sabemos que la a santificación por la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo es justa y verdadera, para con todos los que aman y sirven a Dios con toda su b alma, mente y fuerza.

32 Pero existe la posibilidad de que el hombre a caiga de la gracia y se aleje del Dios viviente;

33 por lo tanto, cuídese la iglesia y ore siempre, no sea que caiga en a tentación;

34 sí, y cuídense aun los que son santificados.

35 Y sabemos que estas cosas son verdaderas y concuerdan con las revelaciones de Juan, no a añadiendo ni quitando a la profecía de su libro, ni a las San­tas b Escrituras, ni a las revela­ciones de Dios que de aquí en adelante vendrán por el don y el poder del Espíritu Santo, la c voz de Dios o la ministración de ángeles.

36 Y el Señor Dios lo ha hablado; y honra, poder y gloria sean da­dos a su santo nombre, hoy y para siempre. Amén.

37 Además, por vía de mandamiento a la iglesia concerniente a la manera del bautismo: Todos los que se hu­millen ante Dios, y deseen a bau­tizarse, y vengan con b corazones quebrantados y con espíritus con­tritos, y testifiquen ante la iglesia que se han arrepentido verdade­ramente de todos sus pecados, y que están dispuestos a tomar sobre sí el c nombre de Jesucristo, con la d determinación de servirle hasta

26 c Moisés 5:58. GEE Espíritu Santo.

d GEE Jesucristo — Profecías acerca de la vida y la muerte de Jesucristo.

27 a DyC 18:32. b DyC 42:17. 28 a Juan 17:20–22;

3 Ne. 11:27, 36. GEE Trinidad.

29 a GEE Arrepentimiento, arrepentirse.

b GEE Fe. c GEE Plan de redención;

Salvación. 30 a GEE Justificación,

justificar. b GEE Gracia. 31 a GEE Santificación. b Deut. 6:5;

Moro. 10:32. 32 a GEE Apostasía;

Rebelión. 33 a GEE Tentación,

tentar.

35 a Apoc. 22:18–19. b GEE Escrituras. c DyC 18:33–36. 37 a GEE Bautismo,

bautizar. b GEE Corazón

quebrantado. c Mos. 5:7–9; 18:8–10.

GEE Jesucristo — El tomar sobre sí el nombre de Jesucristo.

d GEE Perseverar.

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:27–37 40

Page 51: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

el fin, y verdaderamente manifies­ten por sus e obras que han recibido del Espíritu de Cristo para la f remi­sión de sus pecados, serán recibi­dos en su iglesia por el bautismo.

38 El deber de los élderes, presbíte-ros, maestros, diáconos y miembros de la Iglesia de Cristo: Un a apóstol es un élder, y es suyo el llamamiento de b bautizar;

39 y a ordenar a otros élderes, presbíteros, maestros y diáconos;

40 y a administrar el pan y el vino, emblemas de la carne y sangre de Cristo,

41 y a confirmar por la imposi­ción de b manos a los que se bauti­zan en la iglesia, para que reciban el bautismo de fuego y del c Es­píritu Santo, de acuerdo con las Escrituras;

42 y enseñar, exponer, exhortar, bautizar y velar por la iglesia;

43 y confirmar a los miembros de la iglesia por la imposición de manos y el otorgamiento del Es­píritu Santo;

44 y hacerse cargo de todas las reuniones.

45 Los élderes han de a dirigir las reuniones según los guíe el Espíritu Santo, de acuerdo con los manda­mientos y revelaciones de Dios.

46 El deber del a presbítero es

predicar, b enseñar, exponer, ex­hortar, bautizar y administrar la santa cena,

47 y visitar la casa de todos los miembros, y exhortarlos a a orar b vocalmente, así como en secreto, y a cumplir con todos los deberes c familiares.

48 Y también puede a ordenar a otros presbíteros, maestros y diáconos.

49 Y ha de hacerse cargo de las reuniones cuando no esté presente ningún élder;

50 mas cuando esté presente un élder, solamente ha de predicar, en­señar, exponer, exhortar y bautizar;

51 y visitar la casa de todos los miembros, exhortándolos a orar vocalmente, así como en secreto, y a cumplir con todos los deberes familiares.

52 En todos estos deberes, el pres­bítero debe a ayudar al élder, si la ocasión lo requiere.

53 El deber del a maestro es b ve­lar siempre por los miembros de la iglesia, y estar con ellos y fortalecerlos;

54 y cuidar de que no haya ini­quidad en la iglesia, ni a aspereza entre uno y otro, ni mentiras, ni difamaciones, ni b calumnias;

55 y ver que los miembros de la 37 e Stg. 2:18.

GEE Obras. f GEE Remisión de

pecados. 38 a GEE Apóstol. b 3 Ne. 11:21–22. 39 a Moro. 3;

DyC 107:58. 40 a GEE Santa Cena. 41 a DyC 33:11, 14–15; 55:3.

b GEE Imposición de manos.

c GEE Don del Espíritu Santo.

45 a Moro. 6:9; DyC 46:2. 46 a DyC 84:111; 107:61.

GEE Presbítero, Sacerdocio Aarónico.

b GEE Enseñar. 47 a 1 Tim. 2:8.

b DyC 19:28. c GEE Familia. 48 a GEE Ordenación,

ordenar. 52 a DyC 107:14. 53 a GEE Maestro,

Sacerdocio Aarónico. b GEE Atalaya, atalayar. 54 a 1 Tes. 5:11–13. b GEE Calumnias.

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:38–5541

Page 52: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

iglesia se reúnan con frecuencia, y también ver que todos los miem­bros cumplan con sus deberes.

56 Y se hará cargo de las reu­niones si está ausente el élder o presbítero,

57  y los a diáconos le ayuda­rán siempre en todos sus debe­res en la iglesia, si la ocasión lo requiere.

58 Pero ni los maestros ni los diá­conos tienen la autoridad para bautizar, administrar la santa cena, ni imponer las manos;

59 deben, sin embargo, amones­tar, exponer, exhortar, enseñar e invitar a todos a venir a Cristo.

60 Todo a élder, presbítero, maes­tro y diácono será ordenado de acuerdo con los dones y b llama­mientos de Dios para él; y será ordenado por el poder del Espí­ritu Santo que está en aquel que lo ordena.

61 Los varios élderes que com­ponen esta Iglesia de Cristo de­ben reunirse en conferencia cada tres meses, o de cuando en cuando, de conformidad con lo que determine y señale dicha conferencia;

62 y las referidas conferencias han de atender a cualquier asunto de la iglesia que fuere necesario en esa ocasión.

63  Los élderes recibirán su

licencia de otros élderes, por el a voto de la b iglesia a la que perte­nezcan, o de las conferencias.

64  Todo presbítero, maes­tro o diácono que fuere orde­nado por un presbítero, puede pedirle un certificado en esa ocasión, el cual a certificado, al presentarse a un élder, le dará el derecho de recibir una licencia que lo autorizará para desem­peñar los deberes de su llama­miento, o la puede recibir de una conferencia.

65  No se a ordenará a nin­guna persona a oficio alguno en esta iglesia, donde exista una rama de ella debidamente or­ganizada, sin el b voto de dicha c iglesia;

66 pero donde no haya una rama de la iglesia en donde pueda pe­dirse el voto, los élderes presiden­tes, los obispos viajantes, los del sumo consejo, los sumos sacer­dotes y los élderes pueden tener el privilegio de ordenar.

67 Todo presidente del sumo sacerdocio (o élder presidente), a obispo, miembro del sumo con­sejo y b sumo sacerdote debe ser ordenado bajo la dirección de un c sumo consejo o conferencia general.

68 El a deber de los miembros des-pués de ser recibidos por el bautismo:

57 a GEE Diácono. 60 a GEE Élder (anciano). b GEE Llamado,

llamado por Dios, llamamiento.

63 a GEE Común acuerdo. b Aquí, el significado

de la palabra iglesia es unidad, una referencia a la congregación local de la Iglesia.

64 a DyC 20:84; 52:41. 65 a GEE Ordenación,

ordenar.

b DyC 26:2. GEE Común acuerdo.

c O sea, unidad. 67 a GEE Obispo. b GEE Sumo sacerdote. c GEE Sumo consejo. 68 a GEE Deber.

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:56–68 42

Page 53: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

68 b GEE Entender, entendimiento.

c GEE Santa Cena. d GEE Imposición de

manos. 69 a GEE Santidad. b Stg. 2:14–17. 70 a GEE Bendecido,

bendecir, bendición — Bendición de los niños.

71 a DyC 18:42; 29:47; 68:25–27. GEE Bautismo, bautizar — Requisitos del bautismo; Responsabilidad, responsable.

b GEE Arrepentimiento, arrepentirse.

72 a 3 Ne. 11:22–28. 74 a GEE Bautismo,

bautizar — Por inmersión.

75 a Hech. 20:7. b GEE Santa Cena. 76 a Moro. 4. 77 a Lucas 22:19. b Mos. 18:8–10;

DyC 20:37. c Mos. 5:8–12. d GEE Obediencia,

obediente, obedecer.

Los élderes o los presbíteros deben disponer de tiempo suficiente para explicar al b entendimiento de los miembros todas las cosas concer­nientes a la Iglesia de Cristo, antes que estos tomen la c santa cena y sean confirmados por la imposi­ción de las d manos de los élderes, a fin de que se hagan todas las co­sas en orden.

69 Y los miembros manifestarán ante la iglesia, así como ante los élderes, por su andar y conversa­ción piadosos, que son dignos de ello, andando en a santidad delante del Señor, para que haya b obras y fe, de acuerdo con las Santas Escrituras.

70 Todo miembro de la Iglesia de Cristo que tenga hijos deberá traerlos a los élderes ante la iglesia, quienes les impondrán las manos en el nombre de Jesucristo y los a bendecirán en su nombre.

71 Nadie puede ser recibido en la Iglesia de Cristo a no ser que haya llegado a la edad de a responsabi­lidad ante Dios, y sea capaz de b arrepentirse.

72 El a bautismo se debe adminis­trar de la siguiente manera a todos los que se arrepientan:

73 El que es llamado por Dios y

tiene autoridad de Jesucristo para bautizar, entrará en el agua con la persona que se haya presentado para el bautismo, y dirá, llamán­dola por su nombre: Habiendo sido comisionado por Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

74 Entonces la a sumergirá en el agua, y saldrán del agua.

75 Conviene que la iglesia se reúna a menudo para a tomar el pan y el vino en b memoria del Se­ñor Jesús;

76 y el élder o presbítero lo ad­ministrará; y de esta a manera lo hará: Se arrodillará con la iglesia e invocará al Padre en solemne oración, diciendo:

77 Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santi­fiques este a pan para las almas de todos los que participen de él, para que lo coman en memo­ria del cuerpo de tu Hijo, y b tes­tifiquen ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que están dispuestos a c tomar sobre sí el nombre de tu Hijo, y a recordarle siempre, y a d guardar sus mandamientos que él les ha dado, para que siempre

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:69–7743

Page 54: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

puedan tener su e Espíritu consigo. Amén.

78 La a manera de administrar el vino: Tomará también la b copa y dirá:

79 Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te pedimos que bendigas y santi­fiques este a vino para las almas de todos los que lo beban, para que lo hagan en memoria de la sangre de tu Hijo, que por ellos se derramó; para que testifiquen ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que siempre se acuerdan de él, para que puedan tener su Espíritu consigo. Amén.

80 Cualquier miembro de la Igle­sia de Cristo que transgrediere o fuere sorprendido en alguna falta, será tratado según las Escrituras.

81 Será el deber de las varias a iglesias, que componen la Iglesia de Cristo, mandar a uno o más de sus maestros para que asistan a las diversas conferencias efectuadas por los élderes de la iglesia,

82 con una lista de los a nombres de los varios miembros que se ha­yan unido a la iglesia desde la úl­tima conferencia, o mandarla por conducto de algún presbítero, para que uno de los élderes, nombrado de cuando en cuando por los otros élderes, guarde en un libro una lista formal de los nombres de to­dos los miembros de la iglesia;

83 y también, para que se bo­rren del registro general de nom­bres de la iglesia los de aquellos que hayan sido a expulsados de esta.

84 Todos los miembros que se trasladen de la a iglesia donde re­sidan a una b iglesia en donde no sean conocidos, pueden llevar una carta que haga constar que son miembros inscritos y dignos; y puede firmar dicho certificado cualquier élder o presbítero que conozca personalmente al miem­bro a quien se expida la carta, o pueden firmarlo los maestros o diáconos de la iglesia.

77 e Juan 14:16. 78 a Moro. 5. b Lucas 22:20. 79 a DyC 27:2–4.

81 a O sea, unidades. 82 a Moro. 6:4. 83 a Éx. 32:33;

Alma 5:57;

Moro. 6:7. GEE Excomunión.

84 a O sea, unidad. b O sea, unidad.

SECCIÓN 21Revelación dada a José Smith el Profeta en Fayette, Nueva York, el 6 de abril de 1830. Se dio esta revelación en el día de la organización de la Iglesia, en la fecha indicada, en el hogar de Peter Whitmer, padre. Par-ticiparon en esto seis hombres que previamente habían sido bautizados. Por voto unánime, estas personas expresaron su deseo y determinación de organizarse, de acuerdo con los mandamientos de Dios (véase la sec-ción 20). También votaron a favor de aceptar y sostener a José Smith, hijo, y a Oliver Cowdery como los oficiales presidentes de la Iglesia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 20:78–84 44

Page 55: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

21 1 a DyC 47:1; 69:3–8; 85:1. b GEE Vidente. c GEE Apóstol. 2 a GEE Inspiración,

inspirar. 3 a GEE Iglesia de

Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La.

b DyC 20:1. 4 a GEE Escrituras. b GEE Santidad. 5 a DyC 1:38.

GEE Profeta; Sostenimiento de líderes de la Iglesia.

6 a Mateo 16:18; DyC 10:69.

b Col. 1:12–13. c DyC 35:24. d GEE Gloria. 7 a GEE Sion. 8 a DyC 20:5–6. 9 a 1 Ne. 13:37;

Jacob 5:70–76. b GEE Viña del Señor.

Mediante la imposición de manos, José entonces ordenó a Oliver élder de la Iglesia y, de la misma manera, Oliver ordenó a José. Después de la administración de la Santa Cena, José y Oliver pusieron sus manos sobre la cabeza de los participantes, individualmente, para otorgarles el Espíritu Santo y confirmar a cada uno de ellos miembro de la Iglesia.

1–3, José Smith es llamado para ser vidente, traductor, profeta, apóstol y élder; 4–8, Su palabra dirigirá la causa de Sion; 9–12, Los santos cree-rán en sus palabras al hablar él por la inspiración del Consolador.

He aquí, se llevará entre vosotros una a historia; y en ella serás lla­mado b vidente, traductor, profeta, c apóstol de Jesucristo, élder de la iglesia por la voluntad de Dios el Padre, y la gracia de tu Señor Jesucristo,

2 habiendo sido a inspirado por el Espíritu Santo para poner los cimientos de ella y edificarla para la fe santísima.

3 Dicha a iglesia se b organizó y se estableció en el año de tu Señor de mil ochocientos treinta, en el cuarto mes y en el sexto día del mes llamado abril.

4 Por tanto, vosotros, es decir, la iglesia, daréis oído a todas sus a palabras y mandamientos que os dará según los reciba, an­dando delante de mí con toda b santidad;

5 porque recibiréis su a palabra con toda fe y paciencia como si viniera de mi propia boca.

6 Porque si hacéis estas cosas, las a puertas del infierno no pre­valecerán contra vosotros; sí, y Dios el Señor dispersará los pode­res de las b tinieblas de ante voso­tros, y hará c sacudir los cielos para vuestro bien y para la d gloria de su nombre.

7 Porque, así dice Dios el Se­ñor: Yo lo he inspirado para im­pulsar la causa de a Sion con gran poder para hacer lo bueno, y co­nozco su diligencia, y he oído sus oraciones.

8 Sí, he visto su llanto por Sion, y haré que no llore más por ella; porque han llegado los días en que él se regocijará por la a remisión de sus pecados y por la manifes­tación de mis bendiciones sobre sus obras.

9 Porque he aquí, a bendeciré con poderosa bendición a todos los que obraren en mi b viña, y creerán en sus palabras que por mi conducto le son dadas por el

DOCTRINA Y CONVENIOS 21:1–945

Page 56: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 c GEE Consolador. d GEE Testificar. e GEE Crucifixión. f GEE Pecado. g 1 Juan 2:2.

GEE Mundo — Las personas que no obedecen los mandamientos.

h GEE Corazón quebrantado.

10 a GEE Ordenación, ordenar.

11 a DyC 20:2. 12 a 1 Ne. 13:42;

DyC 19:27; 90:8–9.22 1 a Heb. 8:13;

3 Ne. 12:46–47. b DyC 66:2.

GEE Convenio; Nuevo y sempiterno convenio.

2 a Gál. 2:16. GEE Ley de Moisés.

b Moro. 8:23–26. 4 a Mateo 7:13–14;

Lucas 13:24; 2 Ne. 9:41; 31:9, 17–18; 3 Ne. 14:13–14. GEE Bautismo, bautizar.

b Jacob 4:10.

c Consolador, el cual d manifiesta que Jesús fue e crucificado por f hombres inicuos, por los peca­dos del g mundo, sí, para la remi­sión de pecados al de h corazón contrito.

10 Por tanto, me es conveniente que él sea a ordenado por ti, Oliver Cowdery, mi apóstol;

11 siendo esto una ordenanza

para ti, en que eres élder bajo su mano, siendo él el a primero para ti, a fin de que puedas ser un élder de esta Iglesia de Cristo, que lleva mi nombre;

12 y el primer predicador de esta iglesia a sus miembros y ante el mundo; sí, ante los gentiles; sí, y así dice Dios el Señor, he aquí, a los a judíos también. Amén.

1, El bautismo es un convenio nuevo y sempiterno; 2–4, Se requiere el bautismo autorizado.

He aquí, os digo que he hecho abrogar todos los convenios a an­tiguos con respecto a esto; y este es un convenio b nuevo y sempi­terno, el mismo que fue desde el principio.

2 Por consiguiente, aunque un hombre se bautice cien veces, de nada le aprovecha, porque

no podéis entrar por la puerta estrecha por la a ley de Moisés, ni tampoco por vuestras b obras muertas.

3 Porque es a causa de vuestras obras muertas que yo he hecho que se establezcan para mí este último convenio y esta iglesia, tal como en la antigüedad.

4 Por tanto, entrad por la a puerta como yo he mandado, y b no pre­tendáis aconsejar a vuestro Dios. Amén.

SECCIÓN 22Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Manchester, Nueva York, el 16 de abril de 1830. Se dio esta revelación a la Iglesia debido a que algunos que previamente se habían bautizado deseaban unirse a la Iglesia sin bautizarse de nuevo.

DOCTRINA Y CONVENIOS 21:10–22:4 46

Page 57: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

23 1 a GEE Orgullo. b GEE Tentación, tentar. 3 a DyC 81:4–5; 108:7. 4 a JS—H 1:4.

6 a Mateo 10:38; 3 Ne. 12:30.

b GEE Oración. c DyC 20:47, 51.

7 a GEE Bautismo, bautizar — Indispensable.

SECCIÓN 23Una serie de cinco revelaciones dadas por medio de José Smith el Pro-feta en Manchester, Nueva York, en abril de 1830, a Oliver Cowdery, Hyrum Smith, Samuel H. Smith, Joseph Smith, padre, y Joseph Kni-ght, padre. Como resultado del ferviente deseo de las cinco personas nombradas de saber en cuanto a sus deberes respectivos, el Profeta preguntó al Señor y recibió una revelación para cada persona.

1–7, Se llama a estos primeros discí-pulos a predicar, a exhortar y a for-talecer la Iglesia.

He aquí, Oliver, te hablo unas po­cas palabras. He aquí, bendito eres y no estás bajo condenación. Mas cuídate del a orgullo, no sea que entres en b tentación.

2 Da a conocer tu llamamiento a la iglesia, y también ante el mundo, y se abrirá tu corazón para predicar la verdad desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

3 He aquí, Hyrum, te hablo estas pocas palabras; porque tú tam­poco estás bajo condenación, y abierto está tu corazón y desa­tada tu lengua; y tu llamamiento es exhortar y a fortalecer a la iglesia de continuo. Por tanto, tu deber es para con la iglesia para siem­pre, y esto a causa de tu familia. Amén.

4 He aquí, a Samuel, te hablo

algunas palabras, porque tú tam­poco estás bajo condenación, y tu llamamiento es exhortar y forta­lecer a la iglesia; y todavía no has sido llamado a predicar ante el mundo. Amén.

5 He aquí, te hablo a ti, Joseph, unas palabras; porque tú tampoco estás bajo condenación, y también tu llamamiento es exhortar y forta­lecer a la iglesia; y este es tu deber desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

6 He aquí, por estas palabras te manifiesto a ti, Joseph Knight, que has de tomar tu a cruz, para lo cual debes b orar c vocalmente ante el mundo, así como en secreto, y con tu familia, y entre tus amigos, y en todo lugar.

7 Y he aquí, tu deber es a unirte a la iglesia verdadera, y dejar que tus palabras sean de exhortación continuamente, para que recibas la recompensa del obrero. Amén.

SECCIÓN 24Revelación dada a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en Har-mony, Pensilvania, en julio de 1830. Aunque todavía no habían pasado

DOCTRINA Y CONVENIOS 23:1–747

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24 2 a DyC 1:31–32. 3 a Jacob 1:19; 2:2. b O sea, las unidades

de la Iglesia organizadas en esos lugares.

c DyC 26:1; 37:2. d DyC 70:12.

5 a GEE Consolador. 6 a Éx. 4:12;

Mateo 10:19–20; Lucas 12:11–12; Hel. 5:18–19; DyC 84:85; 100:5–8; Moisés 6:32.

7 a GEE Servicio.

8 a GEE Paciencia. b GEE Adversidad. c GEE Perseverar. d Mateo 28:20. 9 a GEE Mayordomía,

mayordomo.

1–9, José Smith es llamado a traducir, predicar y explicar las Escrituras; 10–12, Oliver Cowdery es llamado a predicar el Evangelio; 13–19, Se revela la ley concerniente a los mi-lagros, a las maldiciones, al sacudir el polvo de los pies de uno y a salir sin bolsa ni alforja.

He aquí, fuiste llamado y escogido para escribir el Libro de Mormón, y a mi ministerio; y te he elevado de tus aflicciones y te he acon­sejado, de manera que has sido librado de todos tus enemigos, y de los poderes de Satanás y de las tinieblas.

2 No obstante, no hay justifica­ción para tus a transgresiones; pero ve, y no peques más.

3 a Magnifica tu oficio; y después de sembrar y asegurar tus cam­pos, ve prestamente a la b iglesia que está en c Colesville, Fayette y Manchester, y te d sustenta­rán; y los bendeciré espiritual y temporalmente;

4 pero si no te reciben, les man­daré una maldición en lugar de una bendición.

5 Y tú has de continuar invocando

a Dios en mi nombre, y escribiendo las cosas que te serán dadas por el a Consolador, y explicando todas las Escrituras a la iglesia.

6 Y se te dará en el momento pre­ciso lo que has de a decir y escribir; y ellos lo escucharán, o les enviaré una maldición en lugar de una bendición.

7 Porque dedicarás todo tu a servi­cio a Sion; y en esto tendrás fuerza.

8 Sé a paciente en las b afliccio­nes, porque tendrás muchas; pero c sopórtalas, pues he aquí, estoy contigo hasta el d fin de tus días.

9 Mas para los trabajos tempora­les no tendrás fuerza, porque este no es tu llamamiento. Dedícate a tu a llamamiento y tendrás lo nece­sario para magnificar tu oficio, y para explicar todas las Escrituras, y continuar imponiendo las manos y confirmando las iglesias.

10 Y tu hermano Oliver conti­nuará anunciando mi nombre al mundo y también a la iglesia. Y no ha de suponer que puede decir lo suficiente en cuanto a mi causa; y he aquí, estoy con él hasta el fin.

cuatro meses desde la organización de la Iglesia, ya se había inten-sificado la persecución, y los líderes tuvieron que buscar protección aislándose parcialmente. Las tres revelaciones que siguen se dieron en esta ocasión para fortalecerlos, animarlos e instruirlos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 24:1–10 48

Page 59: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

12 a GEE Predicar. b DyC 34:6. 13 a GEE Milagros;

Señal. b 1 Ne. 17:50. c Mar. 16:17. d GEE Espíritu —

Espíritus inmundos. e GEE Sanar, sanidades.

f Hech. 28:3–9; DyC 84:71–72; 124:98–99.

14 a GEE Bendición de los enfermos.

15 a Mateo 10:11–15. b Mar. 6:11;

Lucas 10:11; DyC 60:15; 75:19–22;

99:4–5. 18 a Mateo 10:9–10;

Lucas 10:4; DyC 84:78–79.

19 a Jacob 5:61–74; DyC 39:17; 71:4.

b GEE Ordenación, ordenar.

11 En mí tendrá gloria, y no de sí mismo, ya sea en debilidad o en fortaleza, bien sea cautivo o libre;

12 y en todo tiempo y en todo lugar, de día y de noche, abrirá su boca y a declarará mi evange­lio como con voz de b trompeta. Y le daré fuerza como no se conoce entre los hombres.

13 No exijáis a milagros, a no ser que os lo b mande, sino para c echar fuera d demonios, e sanar enfermos, y para resistir f serpientes ponzoño­sas y venenos mortíferos.

14 Y no haréis a estas cosas a menos que os lo pidan aquellos que lo deseen, a fin de que se cumplan las Escrituras; porque obraréis conforme a lo que está escrito.

15 Y en cualquier lugar donde a entréis, y no os reciban en mi nombre, dejaréis una maldición en vez de una bendición, sacu­diendo el b polvo de vuestros pies

en contra de ellos como testimo­nio, y limpiándoos los pies junto al camino.

16 Y acontecerá que mandaréis que sea herida en mi nombre cual­quier persona que descargue la mano con violencia sobre vosotros; y he aquí, en mi propio tiempo los heriré conforme a vuestras palabras.

17 Y a quien litigare contra ti, la ley lo maldecirá.

18 Y no llevarás ni a bolsa, ni al­forja, ni bordones, ni dos prendas de vestir; porque en la hora de tu necesidad la iglesia te suministrará lo que fuere necesario de comida y de vestido, de zapatos, dinero y alforja.

19  Porque has sido llamado para a podar mi viña vigorosa­mente, sí, por última vez; sí, y también todos aquellos a quie­nes has b ordenado, y obrarán de conformidad con esta norma. Amén.

SECCIÓN 25Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Harmony, Pen-silvania, en julio de 1830 (véase el encabezamiento de la sección 24). En esta revelación se manifiesta la voluntad del Señor a Emma Smith, esposa del Profeta.

DOCTRINA Y CONVENIOS 24:11–1949

Page 60: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

25 1 a Juan 1:12. GEE Hijos e hijas de Dios.

b GEE Reino de Dios o de los cielos.

2 a GEE Andar, andar con Dios.

b GEE Virtud. c DyC 52:42; 64:30;

101:18. GEE Sion.

3 a Mateo 9:2. b GEE Llamado,

llamado por Dios, llamamiento.

5 a GEE Compasión. 7 a O sea, apartada.

GEE Apartamiento. 8 a GEE Imposición de

manos. 9 a GEE Llamado,

llamado por Dios,

llamamiento; Profeta.

b GEE Profecía, profetizar; Revelación.

10 a GEE Codiciar; Riquezas.

b GEE Mundano, lo. c Éter 12:4. 11 a GEE Himnos.

1–6, Emma Smith, dama elegida, es llamada a ayudar y a consolar a su esposo; 7–11, También es llamada a servir de escribiente, a explicar las Escrituras y a seleccionar himnos; 12–14, La canción de los justos es una oración al Señor; 15–16, Los principios de la obediencia que se mencionan en esta revelación se apli-can a todos.

Escucha la voz del Señor tu Dios mientras te hablo, Emma Smith, hija mía, porque de cierto te digo que todos los que a reciben mi evangelio son hijos e hijas en mi b reino.

2 Te doy una revelación concer­niente a mi voluntad; y si eres fiel y a andas por las sendas de la b virtud delante de mí, te preservaré la vida y recibirás una c herencia en Sion.

3 He aquí, tus a pecados te son perdonados, y eres una dama ele­gida a quien he b llamado.

4 No murmures a causa de las co­sas que no has visto, porque se han retenido de ti y del mundo para mi sabio propósito en un tiempo futuro.

5 Y el oficio de tu llamamiento consistirá en ser un a consuelo para mi siervo José Smith, hijo, tu

marido, en sus tribulaciones, con palabras consoladoras, con el es­píritu de mansedumbre.

6 Y lo acompañarás cuando salga, y le serás por escribiente, mien­tras no haya otro que escriba por él, a fin de que yo mande a mi siervo Oliver Cowdery a donde yo quiera.

7  Y serás a ordenada por su mano para explicar las Escritu­ras y para exhortar a la iglesia, de acuerdo con lo que te indique mi Espíritu.

8 Porque pondrá sus a manos so­bre ti, y recibirás el Espíritu Santo; y dedicarás tu tiempo a escribir, y a aprender mucho.

9 Y no tienes por qué temer, por­que tu marido te sustentará en la iglesia; porque para ellos es su a llamamiento, a fin de que les sean b reveladas todas las cosas que yo quiera, conforme a su fe.

10 Y de cierto te digo que dese­charás las a cosas de este b mundo y c buscarás las de uno mejor.

11 Y también te será concedido hacer una selección de a himnos sagrados, de acuerdo con lo que te sea indicado, para el uso de mi iglesia, lo cual es de mi agrado.

12 Porque mi alma se deleita

DOCTRINA Y CONVENIOS 25:1–12 50

Page 61: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

en el a canto del b corazón; sí, la can­ción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza.

13 Por consiguiente, eleva tu co­razón y regocíjate, y adhiérete a los convenios que has hecho.

14 Continúa con el espíritu de a mansedumbre y cuídate del

b orgullo. Deléitese tu alma en tu marido y en la gloria que recibirá.

15 Guarda mis mandamientos continuamente, y recibirás una a co­rona de b justicia. Y si no haces esto, c no podrás venir a donde yo estoy.

16 Y de cierto, de cierto te digo, que esta es mi a voz a todos. Amén.

12 a 1 Cró. 16:9. GEE Cantar.

b GEE Corazón. 14 a GEE Mansedumbre,

manso. b GEE Orgullo.

15 a GEE Corona; Exaltación.

b GEE Justicia. c Juan 7:34. 16 a DyC 1:38.26 1 a GEE Escrituras — El

valor de las Escrituras. b O sea, unidad. c DyC 24:3; 37:2. 2 a 1 Sam. 8:7;

Mos. 29:26. GEE Común acuerdo.

SECCIÓN 26Revelación dada a José Smith el Profeta, a Oliver Cowdery y a John Whitmer en Harmony, Pensilvania, en julio de 1830 (véase el enca-bezamiento de la sección 24).

1, Se les manda estudiar las Escritu-ras y predicar; 2, Se confirma la ley del común acuerdo.

He aquí, os digo que dedicaréis vuestro tiempo al a estudio de las Escrituras, a la predicación, y a la confirmación de la b igle­sia en c Colesville, y al cultivo de vuestros terrenos, conforme sea

requerido, hasta después de sa­lir hacia el oeste para celebrar la próxima conferencia; y entonces se os hará saber lo que tendréis que hacer.

2 Y todas las cosas se harán de a común acuerdo en la iglesia, con mucha oración y fe, porque recibiréis todas las cosas por la fe. Amén.

SECCIÓN 27Revelación dada a José Smith el Profeta en Harmony, Pensilvania, en agosto de 1830. Durante los preparativos para un servicio religioso, en el cual iba a administrarse el sacramento del pan y del vino, José salió a conseguir el vino. Se encontró con un mensajero celestial y re-cibió esta revelación, parte de la cual se escribió en esa oportunidad y el resto en el siguiente mes de septiembre. Hoy se usa agua en lugar del vino en los servicios sacramentales de la Iglesia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 25:13–26:251

Page 62: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

27 1 a Hel. 3:29; DyC 6:2.

2 a GEE Santa Cena. b GEE Gloria. c GEE Sangre. d GEE Remisión de

pecados. 5 a Mateo 26:29;

Mar. 14:25; Lucas 22:18.

b JS—H 1:30–34.

c Ezeq. 37:16. GEE Efraín — El palo de Efraín o palo de José.

6 a GEE Elías. 7 a Lucas 1:17–19. b Lucas 1:13;

DyC 84:27–28. 8 a DyC 13.

GEE Sacerdocio Aarónico.

b GEE Ordenación, ordenar.

c Éx. 28:1–3, 41; DyC 107:13.

9 a 1 Rey. 17:1–22; 2 Rey. 1–2; DyC 2; 110:13–16; JS—H 1:38–39. GEE Elías el Profeta.

b GEE Genealogía.

1–4, Se indican los emblemas que se han de usar al participar del sacra-mento; 5–14, Cristo y Sus siervos de todas las dispensaciones han de par-ticipar de dicho sacramento; 15–18, Tomad sobre vosotros toda la arma-dura de Dios.

Escucha la voz de Jesucristo, tu Señor, tu Dios y tu Redentor, cuya palabra es a viva y poderosa.

2 Porque he aquí, te digo que no importa lo que comáis o bebáis al tomar el a sacramento, si es que lo hacéis con la mira puesta única­mente en mi b gloria, recordando ante el Padre mi cuerpo que fue sa­crificado por vosotros, y mi c sangre que se derramó para la d remisión de vuestros pecados.

3 Por tanto, os doy el manda­miento de no comprar vino, ni bebidas alcohólicas a vuestros enemigos;

4 de modo que, no beberéis de ninguno, a menos que sea recién hecho por vosotros; sí, en este reino de mi Padre que se edifi­cará sobre la tierra.

5 He aquí, así me parece sabio; por tanto, no os maravilléis, por­que la hora viene cuando a beberé del fruto de la vid con vosotros en

la tierra; y con b Moroni, a quien he enviado para revelaros el Li­bro de Mormón, que contiene la plenitud de mi evangelio eterno, y a quien he encomendado las llaves de los anales del c palo de Efraín;

6 y también con a Elías, a quien he encomendado las llaves de llevar a cabo la restauración de todas las cosas concernientes a los últimos días, que se han declarado por boca de todos los santos profetas desde el principio del mundo;

7 y también con Juan hijo de Za­carías, a quien él a (Elías) visitó y prometió que tendría un hijo cuyo nombre sería b Juan, y que este sería lleno del espíritu de Elías;

8 y os he enviado a este Juan a vosotros, mis siervos José Smith, hijo, y Oliver Cowdery, para or­denaros al primer a sacerdocio que habéis recibido, a fin de que fue­seis llamados y b ordenados como c Aarón;

9 y también con a Elías el Profeta, al que he encomendado las llaves del poder de b volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres, para que toda la tierra no sea herida con una maldición;

DOCTRINA Y CONVENIOS 27:1–9 52

Page 63: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

10 a GEE Abraham, convenio de (convenio abrahámico).

11 a GEE Adán. 12 a JS—H 1:72.

GEE Sacerdocio de Melquisedec.

b GEE Apóstol. c Hech. 1:8. 13 a Mateo 16:19. b GEE Llaves del

sacerdocio.

c GEE Dispensaciones. d GEE Evangelio. e Jacob 5:71;

DyC 43:28–30. f Efe. 1:9–10;

DyC 112:30; 124:41. g DyC 84:100. 14 a Juan 6:37; 17:9, 11;

3 Ne. 15:24; DyC 50:41–42; 84:63.

15 a Rom. 13:12; Efe. 6:11–18.

b Mal. 3:2; DyC 87:8.

16 a Isa. 11:5. b GEE Verdad. c Isa. 59:17. d GEE Rectitud, recto. e 2 Ne. 19:6. f DyC 128:19–21. 17 a 1 Ne. 15:24;

DyC 3:8. 18 a 1 Ne. 13:37; DyC 17:8. b Juan 14:3.

10 y también con José, y con Ja­cob, Isaac y Abraham, vuestros padres, por quienes permanecen las a promesas;

11 y también con Miguel, o sea, a Adán, el padre de todos, el prín­cipe de todos, el anciano de días;

12 y también con Pedro, Santiago y Juan, a quienes os he enviado a vosotros, por medio de los cuales os he a ordenado y confirmado para ser b apóstoles y c testigos especia­les de mi nombre, y para poseer las llaves de vuestro ministerio y de las mismas cosas que les revelé a ellos;

13 a quienes he a encomendado las b llaves de mi reino y una c dis­pensación del d evangelio para los e últimos tiempos; y para el f cum­plimiento de los tiempos, en la cual juntaré en g una todas las co­sas, tanto las que están en el cielo, como las que están en la tierra;

14 y también con todos aquellos que mi Padre me ha a dado de en­tre el mundo.

15 Por tanto, alzad vuestros co­razones y regocijaos, y ceñid vues­tros lomos y tomad sobre vosotros toda mi a armadura, para que po­dáis resistir el día malo, después de haber hecho todo, a fin de que podáis b persistir.

16 Seguid firmes, pues, estando a ceñidos vuestros lomos con la b verdad, llevando puesta la c coraza de la d rectitud y calzados vuestros pies con la preparación del evan­gelio de e paz, el cual he mandado a mis f ángeles que os entreguen;

17 tomando el escudo de la fe con el cual podréis apagar todos los a dardos encendidos de los malvados;

18 y tomad el yelmo de la sal­vación, así como la espada de mi Espíritu, que derramaré sobre vo­sotros, y mi palabra que os reve­laré; y estad de acuerdo en todo lo que me pidiereis y sed fieles hasta que yo venga, y seréis a arre­batados, para que donde yo estoy vosotros b también estéis. Amén.

SECCIÓN 28Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Oliver Cowdery en Fayette, Nueva York, en septiembre de 1830. Hiram Page, miembro

DOCTRINA Y CONVENIOS 27:10–1853

Page 64: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

28 1 a DyC 20:3. b GEE Enseñar —

Enseñar con el Espíritu.

c GEE Consolador. 2 a DyC 35:17–18; 43:4. b 2 Ne. 3:14–20.

GEE Smith, hijo, José. 3 a GEE Aarón, hermano

de Moisés. b GEE Autoridad. 4 a Éx. 4:12–16;

DyC 24:5–6. 7 a DyC 64:5; 84:19.

b GEE Misterios de Dios. 8 a 2 Ne. 3:18–22;

DyC 30:5–6; 32:1–3. b DyC 3:19–20. 9 a DyC 57:1–3. b DyC 52:42–43.

GEE Sion.

de la Iglesia, tenía cierta piedra y profesaba estar recibiendo, con ayuda de esta, revelaciones concernientes a la edificación de Sion y el orden de la Iglesia. Estas afirmaciones habían engañado a varios miembros y habían influido erróneamente aun en Oliver Cowdery. Poco antes de una conferencia que se había convocado, el Profeta pre-guntó fervientemente al Señor concerniente al asunto y recibió esta revelación.

1–7, José Smith posee las llaves de los misterios, y solamente él recibe revelaciones para la Iglesia; 8–10, Oliver Cowdery ha de predicar a los lamanitas; 11–16, Satanás engañó a Hiram Page y le comunicó revela-ciones falsas.

He aquí, a Oliver, te digo que se te concederá que la iglesia te oiga en cualquier cosa que les b enseñes por el c Consolador, tocante a las revelaciones y los mandamientos que he dado.

2 Pero he aquí, de cierto, de cierto te digo, que a nadie será nombrado para recibir mandamientos y re­velaciones en esta iglesia sino mi siervo b José Smith, hijo, porque los recibe así como Moisés.

3 Y tú has de ser obediente a las cosas que le dé, tal como a Aarón, para declarar fielmente a la iglesia los mandamientos y las revelacio­nes con poder y b autoridad.

4 Y si en cualquier ocasión el Consolador te inspira a a hablar o enseñar, o en todo tiempo por vía

de mandamiento a la iglesia, pue­des hacerlo.

5 Pero no has de escribir por vía de mandamiento, sino por sabiduría;

6 y no has de mandar al que te es por cabeza, y por cabeza de la iglesia;

7 porque yo le he dado las a lla­ves de los b misterios, y de las re­velaciones selladas, hasta que les nombre a otro en su lugar.

8 Y ahora bien, he aquí, te digo que irás a los a lamanitas y les pre­dicarás mi b evangelio; y si reciben tus enseñanzas, harás establecer mi iglesia entre ellos; y tendrás revelaciones, pero no las escribas por vía de mandamiento.

9 Y ahora bien, he aquí, te digo que no se ha revelado, ni sabe hombre alguno dónde se edifi­cará la a ciudad de b Sion, pero se revelará más adelante. He aquí, te digo que será en las fronteras cerca de los lamanitas.

10 No has de partir de este lu­gar sino hasta después de la

DOCTRINA Y CONVENIOS 28:1–10 54

Page 65: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

11 a Mateo 18:15. b Apoc. 20:10. c DyC 43:5–7. 13 a GEE Común acuerdo. 15 a 2 Ne. 32:3, 5.

29 1 a GEE YO SOY. b GEE Misericordia,

misericordioso. c GEE Expiación, expiar. 2 a Mateo 23:37;

3 Ne. 10:4–6. b GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

3 a GEE Perdonar.

conferencia; y por la voz de dicha conferencia mi siervo José será nombrado para presidirla, y lo que él te diga, eso dirás.

11 Y además, irás a tu hermano, Hiram Page, a entre tú y él a so­las, y le dirás que las cosas que él ha escrito mediante esa piedra no son mías, y que b Satanás lo c engaña;

12 porque he aquí, no se le han señalado estas cosas, ni a ninguno de los de esta iglesia le será desig­nada cosa alguna que sea contraria a los convenios de ella.

13 Porque es preciso que todas las cosas se hagan con orden y de a común acuerdo en la iglesia, por la oración de fe.

14 Y ayudarás a poner en orden todas estas cosas, de acuerdo con los convenios de la iglesia, antes de emprender tu viaje entre los lamanitas.

15 Y te será a indicado, desde el tiempo de tu salida hasta el de tu regreso, lo que has de hacer.

16 Y en todo tiempo abrirás tu boca para declarar mi evangelio con el son de regocijo. Amén.

SECCIÓN 29Revelación dada por medio de José Smith el Profeta, en presencia de seis élderes, en Fayette, Nueva York, en septiembre de 1830. Se dio esta revelación algunos días antes de la conferencia que comenzó el 26 de septiembre de 1830.

1–8, Cristo recoge a Sus escogidos; 9–11, Su venida iniciará el Milenio; 12–13, Los Doce juzgarán a todo Israel; 14–21, Señales, plagas y de-solaciones precederán a la Segunda Venida; 22–28, La última resurrec-ción y el juicio final se verificarán después del Milenio; 29–35, Para el Señor todas las cosas son espiritua-les; 36–39, El diablo y sus huestes fueron expulsados del cielo para ten-tar al hombre; 40–45, La Caída y la Expiación traen la salvación; 46–50, Los niños pequeños son redimidos por medio de la Expiación.

Escuchad la voz de Jesucristo, vuestro Redentor, el Gran a Yo Soy, cuyo brazo de b misericordia ha c ex­piado vuestros pecados;

2  quien a juntará a su pueblo como la gallina junta a sus pollue­los debajo de sus alas, sí, a cuantos escuchen mi voz, se b humillen ante mí y me invoquen con poderosa oración.

3 He aquí, de cierto, de cierto os digo que en esta ocasión vuestros pecados os son a per­donados, por tanto, recibís estas cosas; mas acordaos de no pecar

DOCTRINA Y CONVENIOS 28:11–29:355

Page 66: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

4 a Alma 29:1–2; DyC 19:37; 30:9.

5 a Mateo 18:20; DyC 6:32; 38:7; 88:62–63.

b GEE Abogado. c GEE Reino de Dios o de

los cielos. 6 a Mateo 21:22;

Juan 14:13. b Mar. 11:24. c 3 Ne. 27:1–2;

DyC 84:1. 7 a GEE Israel — La

congregación de Israel.

b Mar. 13:20; DyC 84:34. GEE Elegidos.

c Alma 5:37–41. d GEE Corazón. 8 a DyC 45:64–66; 57:1. b DyC 58:6–9; 78:7. c DyC 5:19; 43:17–27. 9 a 2 Ne. 20:33;

3 Ne. 25:1. GEE Orgullo.

b Nahúm 1:10; Mal. 4:1; 1 Ne. 22:15, 23; JS—H 1:37.

c DyC 45:57; 63:34, 54;

64:24; 88:94; 101:23–25; 133:64. GEE Tierra — La purificación de la tierra.

10 a GEE Segunda venida de Jesucristo.

11 a JS—M 1:37. b GEE Rectitud, recto. c GEE Jesucristo — El

reinado milenario de Cristo; Milenio.

12 a GEE Apóstol. b Isa. 66:15–16;

DyC 130:7; 133:41.

más, no sea que os sobrevengan peligros.

4 De cierto os digo, que sois esco gidos de entre el mundo para declarar mi evangelio con el son de regocijo, como con a voz de trompeta.

5  Elevad vuestros corazones y alegraos, porque yo estoy en a medio de vosotros, y soy vues­tro b intercesor ante el Padre; y es su buena voluntad daros el c reino.

6 Y como está escrito: Recibiréis cuanto a pidiereis con b fe, si estáis c unidos en oración de acuerdo con mi mandato.

7 Y sois llamados para efec­tuar el a recogimiento de mis b escogidos; porque estos c escu­chan mi voz y no endurecen su d corazón.

8 Por tanto, del Padre ha salido el decreto de que serán a recogidos en un solo lugar sobre la faz de esta tierra, a fin de b preparar su cora­zón, y que se preparen en todas las cosas para el día en que se de­rramen c tribulaciones y desolación sobre los malvados.

9 Porque la hora está cerca, y próximo está el día cuando la tierra estará madura; y todos los a soberbios y los que ha­cen maldad serán como b ras­trojo, y yo los c abrasaré, dice el Señor de los Ejércitos, a fin de que no exista maldad en la tierra;

10 porque la hora está cerca, y lo que a hablaron mis apóstoles se ha de cumplir; porque acontecerá tal como dijeron;

11 porque con poder y gran glo­ria me revelaré desde los cielos, con todas sus a huestes, y moraré en b rectitud con los hombres sobre la tierra c mil años, y los malvados no permanecerán.

12  Y además, de cierto, de cierto os digo, y ha salido como un firme decreto por la volun­tad del Padre, que mis a após­toles, los Doce que estuvieron conmigo durante mi ministerio en Jerusalén, estarán a mi dies­tra, el día de mi venida en una columna de b fuego, ataviados con vestidos de rectitud, y con coronas sobre sus cabezas, en

DOCTRINA Y CONVENIOS 29:4–12 56

Page 67: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

12 c GEE Gloria; Jesucristo — La gloria de Jesucristo.

d Mateo 19:28; Lucas 22:30; 1 Ne. 12:9; Morm. 3:18–19.

13 a DyC 43:18; 45:45. b DyC 76:50. c DyC 88:97; 133:56. d GEE Corona;

Exaltación. e DyC 76:94–95;

84:35–39. 14 a GEE Segunda venida de

Jesucristo. b Joel 2:10;

JS—M 1:33. c GEE Señales de los

tiempos. 15 a Mateo 13:42. 16 a Ezeq. 38:22;

Apoc. 11:19; 16:21. 17 a Apoc. 16:7–11;

2 Ne. 30:10; JS—M 1:53–55. GEE Venganza.

b GEE Inicuo, iniquidad. c 1 Juan 1:7;

Alma 11:40–41;

DyC 19:16–18. 19 a Zac. 14:12. 20 a Isa. 18:6;

Ezeq. 39:17; Apoc. 19:17–18.

21 a GEE Diablo — La iglesia del diablo.

b Apoc. 19:2. c Joel 1:19–20; 2:3;

DyC 97:25–26. GEE Tierra — La purificación de la tierra.

d DyC 1:38. 22 a GEE Milenio.

c gloria igual que yo, para d juzgar a toda la casa de Israel, sí, a cuan­tos me hayan amado y guardado mis mandamientos, y a ningún otro.

13 Porque sonará una a trompeta larga y fuertemente, así como en el monte de Sinaí, y toda la tie­rra temblará; y b saldrán, sí, c los que murieron en mí, para re­cibir una d corona de rectitud y ser revestidos e así como yo, para estar conmigo, a fin de que seamos uno.

14 Mas he aquí, os digo que antes que llegue este gran a día, el b sol se obscurecerá y la luna se tornará en sangre; las estrellas caerán del cielo y habrá c señales mayores arriba en el cielo y abajo en la tierra;

15 y habrá lloro y a lamentos entre las huestes de los hombres;

16 y se enviará una fuerte a tor­menta de granizo para destruir las cosechas de la tierra.

17  Y acontecerá que a causa de la iniquidad del mundo, me a vengaré de los b malvados, por cuanto no se arrepienten; por­que la copa de mi indigna­ción está llena; pues he aquí, mi

c sangre no los limpiará si no me escuchan.

18 Por lo tanto, yo, Dios el Señor, enviaré moscas sobre la faz de la tierra, las cuales se prenderán de sus habitantes, y comerán su carne y harán que se críen gusanos en ellos;

19 y serán atadas sus lenguas a fin de que no a hablen con­tra mí; y la carne se les caerá de los huesos, y los ojos de las cuencas;

20 y acontecerá que las a bestias del monte y las aves del aire los devorarán.

21 Y la grande y a abominable iglesia, que es la b ramera de toda la tierra, será derribada por c fuego devorador, de acuerdo con lo de­clarado por boca de Ezequiel el profeta, quien habló de estas cosas, las cuales no han acontecido, pero vivo yo, que ciertamente d aconte­cerán, porque no han de reinar las abominaciones.

22 Y además, de cierto, de cierto os digo, que cuando hayan ter­minado los a mil años y los hom­bres de nuevo empiecen a negar a su Dios, entonces perdonaré

DOCTRINA Y CONVENIOS 29:13–2257

Page 68: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

la tierra solamente por un b corto tiempo;

23 y vendrá el a fin, y el cielo y la tierra serán consumidos y b pasa­rán, y habrá un cielo nuevo y una c tierra nueva.

24 Porque todas las cosas viejas a pasarán, y todo será hecho nuevo, el cielo y la tierra, y toda la pleni­tud de ellos, tanto hombres como bestias, las aves del aire, y los pe­ces del mar;

25 y ni un a cabello ni una mota se perderán, porque es la obra de mis manos.

26 Mas he aquí, de cierto os digo que antes que pase la tierra, a Mi­guel, mi b arcángel, tocará su c trom­peta, y entonces todos los muertos d despertarán, porque se abrirán sus sepulcros y e saldrán, sí, todos;

27 y serán reunidos los a justos a mi b derecha para vida eterna; y a los malvados, a mi izquierda, me avergonzaré reconocerlos ante mi Padre.

28 Por tanto, les diré: a Apartaos de mí, malditos, al b fuego eterno, preparado para el c diablo y sus ángeles.

29 Y ahora bien, he aquí, os digo que en ningún tiempo he decla­rado por mi propia boca que han

de volver, pues no pueden venir a a donde yo estoy, porque no tie­nen poder.

30 Mas recordad que no todos mis juicios son dados a los hom­bres; y tal como las palabras han salido de mi boca, así se cumpli­rán, para que lo a primero sea pos­trero, y lo postrero sea primero en todas las cosas que he creado por la palabra de mi poder, que es el poder de mi Espíritu.

31 Porque por el poder de mi Espíritu las he a creado; sí, todas las cosas, tanto b espirituales como temporales:

32  primero a espirituales, en­seguida temporales, que es el principio de mi obra; y además, primero temporales y enseguida espirituales, que es el fin de mi obra,

33 hablándoos para que enten­dáis con naturalidad; mas para mí no tienen a fin mis obras, ni principio; pero os es dado para que comprendáis, porque me lo habéis preguntado y estáis de acuerdo.

34 Por tanto, de cierto os digo que para mí todas las cosas son espirituales; y en ninguna oca­sión os he dado una ley que

22 b Apoc. 20:3; DyC 43:30–31; 88:110–111.

23 a Mateo 24:14. GEE Mundo — El fin del mundo.

b Mateo 24:35; JS—M 1:35.

c GEE Tierra — El estado final de la tierra.

24 a Apoc. 21:1–4. 25 a Alma 40:23.

26 a GEE Adán; Miguel.

b GEE Arcángel. c 1 Cor. 15:52–55. d GEE Inmortal,

inmortalidad; Resurrección.

e Juan 5:28–29. 27 a GEE Justo. b Mateo 25:33.

GEE Juicio final. 28 a Mateo 25:41;

DyC 29:41. b DyC 43:33. c GEE Diablo. 29 a Juan 7:34; DyC 76:112. 30 a Mateo 19:30;

1 Ne. 13:42. 31 a GEE Creación, crear. b Moisés 3:4–5. 32 a GEE Creación

espiritual. 33 a Sal. 111:7–8;

Moisés 1:4.

DOCTRINA Y CONVENIOS 29:23–34 58

Page 69: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

35 a GEE Albedrío. b GEE Mandamientos

de Dios. 36 a DyC 76:25–26;

Moisés 4:1–4. b GEE Concilio de los

cielos. c GEE Honra, honrar

(honor). d Isa. 14:12–14;

DyC 76:28–29. e Apoc. 12:3–4. f DyC 38:1; 45:1.

GEE Vida preterrenal. g GEE Albedrío.

37 a GEE Diablo. b 2 Pe. 2:4; Judas 1:6;

Moisés 7:26. GEE Ángeles.

38 a GEE Infierno. 39 a Moisés 4:3–4.

GEE Tentación, tentar. b Moisés 6:55. 40 a Gén. 3:6;

Moisés 4:7–13. b 2 Ne. 10:24;

Mos. 16:3–5; Alma 5:41–42.

41 a GEE Caída de Adán y Eva.

b GEE Edén. c GEE Muerte espiritual. d Alma 40:26. e DyC 29:27–28;

76:31–39. 42 a 2 Ne. 2:21.

GEE Muerte física. b Alma 12:28–30. c GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. d GEE Redención,

redimido, redimir. e Moisés 5:6–8. 43 a Alma 12:24; 42:10. b GEE Resurrección.

fuese temporal, ni a ningún hom­bre, ni a los hijos de los hombres, ni a Adán, vuestro padre, a quien yo creé.

35 He aquí, yo le concedí que fuese su propio a agente; y le di mandamientos; pero ningún man­damiento temporal le di, porque mis b mandamientos son espiri­tuales; no son naturales ni tem­porales, ni tampoco son carnales ni sensuales.

36 Y aconteció que Adán, ha­biendo sido tentado por el diablo, pues, he aquí, a este existió antes que Adán, porque se b rebeló con­tra mí, diciendo: Dame tu c honra, la cual es mi d poder; y también alejó de mí a la e tercera parte de las f huestes del cielo, a causa de su g albedrío;

37 y fueron arrojados abajo, y así llegaron a ser el a diablo y sus b ángeles;

38 y he aquí, hay un lugar prepa­rado para ellos desde el principio, el cual es el a infierno.

39 Y es menester que el diablo a tiente a los hijos de los hombres, de otra manera estos no podrían ser sus propios agentes; porque

si nunca tuviesen lo b amargo, no podrían conocer lo dulce.

40 Aconteció, pues, que el diablo tentó a Adán, y este comió del a fruto prohibido y transgredió el manda­miento, por lo que vino a quedar b sujeto a la voluntad del diablo, por haber cedido a la tentación.

41 Por tanto, yo, Dios el Señor, hice que fuese a echado del Jardín de b Edén, de mi presencia, a causa de su transgresión, y en esto mu­rió c espiritualmente, que es la pri­mera muerte, la misma que es la última d muerte, que es espiritual, y la cual se pronunciará sobre los inicuos cuando yo diga: Apartaos, e malditos.

42 Mas he aquí, os digo que yo, Dios el Señor, les concedí, a Adán y a su posteridad, que no a murie­sen, en cuanto a la muerte tempo­ral, hasta que yo, Dios el Señor, enviara b ángeles para declararles el c arrepentimiento y la d redención mediante la fe en el nombre de mi e Hijo Unigénito.

43  Y así, yo, Dios el Señor, le señalé al hombre los días de su a probación, para que por su muerte natural se b levantara en

DOCTRINA Y CONVENIOS 29:35–4359

Page 70: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

43 c Moisés 1:39. GEE Inmortal, inmortalidad.

d GEE Vida eterna. 44 a DyC 19:7–12.

GEE Condenación, condenar.

45 a Juan 3:18–20; DyC 93:31–32.

b Mos. 2:32–33;

Alma 3:26–27; 5:41–42; 30:60.

46 a Moro. 8:8, 12; DyC 93:38. GEE Niño(s).

b DyC 74:7. GEE Redención, redimido, redimir.

47 a GEE Tentación, tentar. b GEE Responsabilidad,

responsable. 48 a DyC 68:25. 50 a DyC 137:7–10.

GEE Entender, entendimiento.

30 1 a GEE Whitmer, David. b Hech. 5:29. c 2 Cró. 16:7–9.

c inmortalidad a la d vida eterna, sí, aun cuantos creyeren;

44 y los que no creyeren, a a con­denación eterna; porque no pueden ser redimidos de su caída espiritual, debido a que no se arrepienten;

45 pues aman las tinieblas más bien que la luz, y sus a hechos son malos, y reciben su b salario de aquel a quien quieren obedecer.

46 Pero he aquí, os digo que los a niños pequeños son b redimidos desde la fundación del mundo, mediante mi Unigénito;

47 por tanto, no pueden pecar, porque no le es dado poder a

Satanás para a tentar a los niños pequeños, sino hasta cuando em­piezan a ser b responsables ante mí;

48 porque a ellos les es dado con­forme a mi voluntad, según me plazca, a fin de que se requieran grandes cosas de las manos de sus a padres.

49 Y además os digo, ¿a quién de los que tienen conocimiento no le he mandado yo que se arrepienta?

50 Y en cuanto al que no tiene a entendimiento, queda en mí hacer de acuerdo con lo que está escrito. Y ahora no os declaro más en esta ocasión. Amén.

SECCIÓN 30Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a David Whitmer, a Peter Whitmer, hijo, y a John Whitmer en Fayette, Nueva York, en septiembre de 1830, tras la conferencia de tres días que se realizó en Fayette, pero antes de la partida de los élderes de la Iglesia. El conte-nido de esta sección se publicó originalmente como tres revelaciones; el Profeta lo combinó en una sola sección para la edición de 1835 de Doctrina y Convenios.

1–4, Se reprende a David Whit-mer por no haber servido diligente-mente; 5–8, Peter Whitmer, hijo, ha de acompañar a Oliver Cowdery en una misión a los lamanitas; 9–11, John Whitmer es llamado a predicar el Evangelio.

He aquí, a David, te digo que has b temido al hombre, y no has c confiado en que yo te for­talecería, como debiste haberlo hecho,

2  sino que tus pensamientos han estado en las cosas de la

DOCTRINA Y CONVENIOS 29:44–30:2 60

Page 71: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 a DyC 25:10. 3 a GEE Meditar. 4 a GEE Ministrar,

ministro; Servicio.

5 a GEE Whitmer, hijo, Peter.

b DyC 32:1–3. c DyC 11:15.

d GEE Consejo; Sostenimiento de líderes de la Iglesia.

6 a GEE Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La.

b DyC 3:20; 49:24. GEE Lamanitas.

7 a DyC 20:2–3. 9 a DyC 15:6. b DyC 33:2. 11 a GEE Temor;

Valor, valiente. b Isa. 51:7. c Mateo 28:19–20.

a tierra más que en las que son de mí, tu Creador, y en el ministerio al cual has sido llamado; y no has prestado atención a mi Espíritu, ni a los que han sido nombrados sobre ti, sino que te han persua­dido aquellos a quienes no he mandado.

3 Por tanto, quedas a solas para consultarme por ti mismo, y a re­flexionar sobre las cosas que has recibido.

4 Y tu hogar será la casa de tu padre hasta que te dé otros man­damientos. Y te dedicarás al a mi­nisterio en la iglesia, y ante el mundo, y en las regiones circun­vecinas. Amén.

5 He aquí, a Peter, te digo que em­prenderás tu b viaje con tu hermano Oliver; porque ha llegado la c hora en que me es prudente que abras tu boca para declarar mi evangelio; por tanto, no temas, sino da oído a las palabras y al d consejo que te dé tu hermano.

6 Y padece con él en todas sus aflicciones, elevando tu corazón

hacia mí continuamente en ora­ción y fe, para la liberación de él y la tuya; porque le he dado poder para edificar mi a iglesia entre los b lamanitas.

7 Y a nadie he nombrado conse­jero a sobre él en la iglesia, concer­niente a los asuntos de ella, sino a su hermano, José Smith, hijo.

8 Por tanto, presta atención a es­tas cosas y sé diligente en guardar mis mandamientos, y serás bende­cido para vida eterna. Amén.

9 He aquí, mi siervo John, te digo que desde ahora en adelante em­pezarás a a proclamar mi evange­lio como con la b voz de trompeta.

10 Y tu obra será donde vive tu hermano Philip Burroughs y en la región circunvecina, sí, donde­quiera que te oigan, hasta que te mande ir a otra parte.

11 Y toda tu obra será en Sion, con toda tu alma, desde ahora en adelante; sí, siempre abrirás tu boca por mi causa, no a temiendo lo que pueda hacer el b hombre, porque yo estoy c contigo. Amén.

SECCIÓN 31Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Thomas B. Marsh en septiembre de 1830. La ocasión fue inmediatamente des-pués de una conferencia de la Iglesia (véase el encabezamiento

DOCTRINA Y CONVENIOS 30:3–1161

Page 72: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

de la sección 30). Thomas B. Marsh se había bautizado en una fecha anterior de ese mismo mes y había sido ordenado élder en la Iglesia antes de recibirse esta revelación.

31 1 a GEE Marsh, Thomas B.

3 a Isa. 52:7; Lucas 2:10–11; Mos. 3:3–5.

4 a Mos. 18:19; DyC 42:12; 52:36.

b DyC 4:4–6. 5 a Apoc. 14:15.

b GEE Perdonar. c DyC 79:3. d Lucas 10:3–11;

DyC 75:24. 7 a GEE Conversión,

convertir. 8 a DyC 81:5; 108:7. 9 a GEE Paciencia. b GEE Adversidad.

c GEE Familia — Las responsabilidades de los padres.

11 a GEE Consolador; Espíritu Santo.

12 a 3 Ne. 18:17–21. GEE Oración.

b GEE Tentación, tentar.

1–6, Thomas B. Marsh es llamado a predicar el Evangelio y se le asegura el bienestar de su familia; 7–13, Se le aconseja que sea paciente, que ore siempre y que siga lo que le indique el Consolador.

a Thomas, hijo mío, bendito eres por motivo de tu fe en mi obra.

2 He aquí, te han sobrevenido muchas aflicciones a causa de tu familia; sin embargo, te ben­deciré a ti y a tu familia, sí, a tus pequeñitos; y viene el día en que creerán y conocerán la ver­dad, y serán uno contigo en mi iglesia.

3 Alza tu corazón y regocíjate, porque la hora de tu misión ha lle­gado; y será desatada tu lengua y declararás a buenas nuevas de gran gozo a esta generación.

4 a Declararás las cosas que han sido reveladas a mi siervo José Smith, hijo. Comenzarás desde ahora a predicar, sí, a cosechar en el campo que ya está b blanco para ser quemado.

5 Por tanto, a mete tu hoz con toda tu alma, y tus pecados te

son b perdonados, y tus espaldas serán cargadas de c gavillas, por­que el d obrero es digno de su sa­lario. Por consiguiente, tu familia vivirá.

6 He aquí, de cierto te digo, apár­tate de ellos por un corto tiempo solamente y declara mi palabra, y yo prepararé un lugar para ellos.

7 Sí, a abriré el corazón de los del pueblo, y te recibirán; y estableceré la iglesia por tu mano;

8 y los a fortalecerás y prepa­rarás para la hora en que serán congregados.

9 Ten a paciencia en las b tribulacio­nes; no ultrajes a los que ultrajan. Gobierna tu c casa con mansedum­bre y sé constante.

10 He aquí, te digo que serás cual médico para la iglesia, pero no para los del mundo, porque no te recibirán.

11 Sigue tu camino, doquier que sea mi voluntad, y el a Consolador te indicará lo que has de hacer y a dónde has de ir.

12 a Ora siempre, para que no entres en b tentación y pierdas tu galardón.

DOCTRINA Y CONVENIOS 31:1–12 62

Page 73: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

13 a GEE Perseverar. b Mateo 28:20. c GEE Jesucristo — Su

autoridad.32 1 a GEE Pratt, Parley

Parker. b Mateo 11:28–30.

2 a DyC 28:8; 30:5. b DyC 3:18–20. 3 a DyC 58:60. b Mateo 18:20;

DyC 6:32; 38:7. c GEE Abogado. 4 a 1 Ne. 15:25;

DyC 84:43–44. b DyC 28:2. c JS—H 1:74. d GEE Entender,

entendimiento.

1–3, Parley P. Pratt y Ziba Peterson son llamados para predicar a los la-manitas y para acompañar a Oliver Cowdery y a Peter Whitmer, hijo; 4–5, Deben orar para entender las Escrituras.

Y ahora, concerniente a mi siervo a Parley P. Pratt, he aquí, le digo: Vivo yo, que es mi voluntad que declare mi evangelio y b aprenda de mí, y sea manso y humilde de corazón.

2 Y le he señalado que a vaya con mis siervos Oliver Cowdery

y Peter Whitmer, hijo, al desierto entre los b lamanitas.

3 Y también irá con ellos a Ziba Peterson; y yo mismo los acom­pañaré y estaré b entre ellos; y soy su c intercesor ante el Padre, y nada prevalecerá en contra de ellos.

4 Y a observarán lo que está es­crito y no dirán que han recibido ninguna otra b revelación; y orarán siempre para que yo lo c aclare a su d entendimiento.

5 Y darán oído a estas palabras, sin liviandad, y yo los bendeciré. Amén.

SECCIÓN 32Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Parley P. Pratt y a Ziba Peterson, en Manchester, Nueva York, a principios de octubre de 1830. Los élderes sintieron un profundo interés en los lamanitas, de cuyas bendiciones predichas la Iglesia se había enterado por medio del Libro de Mormón. Como consecuencia, se suplicó que el Señor in-dicara Su voluntad en cuanto a si en esa época debían enviarse élderes a las tribus indias del oeste. Siguió entonces la revelación.

13 Sé a fiel hasta el fin y, he aquí, estoy b contigo. Estas palabras no son de hombre ni de hombres, sino

mías, sí, de Jesucristo, tu Reden­tor, por la c voluntad del Padre. Amén.

SECCIÓN 33Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Ezra Thayre y a Nor-throp Sweet en Fayette, Nueva York, en octubre de 1830. Al presentarse esta revelación, en la historia de José Smith se afirma que “el Señor. . . siempre está dispuesto a instruir a los que diligentemente buscan con fe”.

DOCTRINA Y CONVENIOS 31:13–32:563

Page 74: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

33 1 a Heb. 4:12; Hel. 3:29–30.

b Alma 18:32; DyC 6:16.

2 a Isa. 58:1. 3 a Juan 4:35;

DyC 4:4; 12:3; 14:3. b Mateo 20:1–16. c Jacob 5:71;

DyC 43:28. 4 a 2 Ne. 28:2–14;

Morm. 8:28–41.

b GEE Viña del Señor. c Rom. 3:12;

DyC 35:12. d 2 Ne. 28:14. e GEE Supercherías

sacerdotales. 5 a GEE Restauración del

Evangelio. b GEE Iglesia de

Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La.

6 a GEE Israel — La congregación de Israel.

b 1 Ne. 19:15–17. 8 a DyC 88:81. b 2 Ne. 1:26–28. 9 a Sal. 126:6;

Alma 26:3–5; DyC 75:5.

10 a Mateo 3:1–3.

1–4, Se llaman obreros para declarar el Evangelio en la hora undécima; 5–6, La Iglesia está establecida, y los escogidos han de ser recogidos; 7–10, Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca; 11–15, La Iglesia está edificada sobre la roca del Evangelio; 16–18, Preparaos para la venida del Esposo.

He aquí, os digo, mis siervos Ezra y Northrop, destapad vuestros oídos y escuchad la voz del Se­ñor vuestro Dios, cuya a palabra es viva y poderosa, más cortante que una espada de dos filos, que penetra hasta partir las coyun­turas y los tuétanos, el alma y el espíritu; y discierne los pen­samientos y las b intenciones del corazón.

2 Porque de cierto, de cierto os digo, que sois llamados a alzar vuestras voces como con el a son de trompeta, para declarar mi evan­gelio a una generación corrupta y perversa.

3  Porque he aquí, el a campo blanco está ya para la siega; y es la hora b undécima, y la c última vez que llamaré obreros a mi viña.

4 Y se ha a corrompido mi b viña

por completo; y no hay quien haga lo c bueno salvo unos pocos; y estos d yerran en muchos casos a causa de las e supercherías sacerdota­les, porque todos tienen mentes corruptas.

5 Y de cierto, de cierto os digo, que he a establecido esta b iglesia y la he llamado del desierto.

6 Y así a reuniré a mis escogidos de los b cuatro extremos de la tie­rra, sí, a cuantos crean en mí y es­cuchen mi voz.

7 Sí, de cierto, de cierto os digo, que el campo blanco está ya para la siega; por tanto, meted vuestras hoces, y cosechad con todo vuestro poder, mente y fuerza.

8  a Abrid vuestra boca y será llena, y seréis como b Nefi el de antaño, que salió de Jerusalén al desierto.

9 Sí, abrid vuestra boca sin cesar, y vuestras espaldas serán cargadas de a gavillas, porque he aquí, estoy con vosotros.

10 Sí, abrid vuestra boca y será llena, y decid: a Arrepentíos, arrepentíos y preparad la vía del Señor, y enderezad sus sen­das; porque el reino de los cielos está cerca;

DOCTRINA Y CONVENIOS 33:1–10 64

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1–4, Los fieles llegan a ser hijos de Dios por medio de la Expiación; 5–9, La predicación del Evangelio prepara el camino para la Segunda Venida; 10–12, La profecía viene por el poder del Espíritu Santo.

a Orson, hijo mío, escucha, oye y ve lo que te diré yo, Dios el Señor, Jesucristo tu Redentor,

2 la a luz y la vida del mundo, una luz que brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprenden;

11 a GEE Bautismo, bautizar.

12 a 3 Ne. 27:13–22. 13 a GEE Roca. b Mateo 16:16–19;

DyC 10:69–70. 14 a Es decir, DyC 20 (véase

el encabezamiento de la sección 20);

DyC 42:13. 15 a GEE Imposición de

manos. b DyC 20:41. c GEE Don del Espíritu

Santo. 16 a GEE Escrituras. b 2 Tim. 3:16. c Juan 6:63.

17 a Mateo 25:1–13. GEE Esposo.

18 a Apoc. 22:20. GEE Segunda venida de Jesucristo.

34 1 a GEE Pratt, Orson. 2 a Juan 1:1–5.

GEE Luz, luz de Cristo.

11 sí, arrepentíos y a bautícese cada uno de vosotros para la remi­sión de sus pecados; sí, bautizaos en el agua, y entonces vendrá el bautismo de fuego y del Espíritu Santo.

12 He aquí, de cierto, de cierto os digo, este es mi a evangelio; y recordad que deberán tener fe en mí, o de ninguna manera podrán salvarse;

13 y sobre esta a roca edificaré mi iglesia; sí, sobre esta roca estáis edificados, y si perseveráis, las b puertas del infierno no prevale­cerán contra vosotros.

14 Y recordaréis los a reglamentos y los convenios de la iglesia para observarlos.

15 Y por la imposición de a ma­nos b confirmaréis en mi igle­sia a quienes tengan fe, y yo les conferiré el c don del Espíritu Santo.

16 Y el Libro de Mormón y las Santas a Escrituras de mí proceden para vuestra b instrucción; y el po­der de mi Espíritu c vivifica todas las cosas.

17 Por lo tanto, sed fieles, orando siempre, llevando arregladas y encendidas vuestras lámparas, y una provisión de aceite, a fin de que estéis listos a la venida del a Esposo.

18 Porque he aquí, de cierto, de cierto os digo, que yo a vengo pronto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 34Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Orson Pratt en Fayette, Nueva York, el 4 de noviembre de 1830. El hermano Pratt tenía diecinueve años de edad en aquel tiempo. Se había convertido y bautizado seis semanas antes cuando oyó por primera vez la predica-ción del Evangelio restaurado de labios de su hermano mayor, Parley P. Pratt. Esta revelación se recibió en el hogar de Peter Whitmer, padre.

DOCTRINA Y CONVENIOS 33:11–34:265

Page 76: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a Juan 3:16; 15:13. GEE Amor.

b GEE Expiación, expiar; Redención, redimido, redimir; Redentor.

c Juan 1:9–12; Rom. 8:14, 16–17; Moisés 6:64–68. GEE Hijos e hijas de

Dios. 4 a Juan 20:29. 5 a GEE Llamado,

llamado por Dios, llamamiento.

6 a DyC 6:9. b GEE Segunda venida

de Jesucristo. 7 a Apoc. 1:3.

b Lucas 21:27. 8 a Joel 2:11;

Mal. 4:5; DyC 43:17–26. GEE Segunda venida de Jesucristo.

b Isa. 64:2. 10 a Isa. 58:1. b 2 Pe. 1:21.

3 el que de tal manera a amó al mundo que b dio su propia vida, para que cuantos crean lleguen a ser c hijos de Dios. Por tanto, eres mi hijo;

4 y a bendito eres, porque has creído;

5 y más bendito eres, porque te he a llamado a predicar mi evangelio:

6 a alzar tu voz como con voz de trompeta, larga y fuertemente, y a a proclamar el arrepentimiento a una corrupta y perversa genera­ción, preparando la vía del Señor para su b segunda venida.

7 Porque he aquí, de cierto, de cierto te digo, que está próxima la a hora en que vendré en una b nube con poder y gran gloria.

8 Y será un a día grande al tiempo de mi venida, porque todas las na­ciones b temblarán.

9 Pero antes que venga ese día grande, el sol se obscurecerá y la luna se tornará en sangre; y las estrellas se negarán a brillar y al­gunas caerán; y grandes destruc­ciones esperan a los malvados.

10 Por tanto, alza tu voz a sin ce­sar, porque ha hablado Dios el Señor; profetiza, pues, y te será dado por el b poder del Espíritu Santo.

11 Y si eres fiel, he aquí, yo estoy contigo hasta que venga;

12 y de cierto, de cierto te digo, vengo pronto. Soy tu Señor y Re­dentor. Así sea. Amén.

SECCIÓN 35Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Fayette, Nueva York, o cerca de allí, el 7 de diciembre de 1830. En esos días, el Profeta se ocupaba casi a diario en hacer una traducción de la Biblia. Se comenzó la traducción en junio de 1830, y tanto Oliver Cowdery como John Whitmer habían servido de escribientes. En vista de que para esa fecha habían sido llamados a otros deberes, se llamó a Sidney Rigdon por nombramiento divino para que le sirviera de escribiente al Profeta en esta obra (véase el versículo 20). Como prefacio al regis-tro de esta revelación, en la historia de José Smith se indica: “En di-ciembre vino Sidney Rigdon [de Ohio] para consultar al Señor, y con él vino Edward Partridge. . . Poco después de la llegada de estos dos hermanos, así habló el Señor”.

DOCTRINA Y CONVENIOS 34:3–12 66

Page 77: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

35 1 a GEE Señor. b Apoc. 1:8.

GEE Alfa y Omega. c 1 Ne. 10:19;

DyC 3:2. d Heb. 13:8;

DyC 38:1–4; 39:1–3. 2 a GEE Crucifixión. b DyC 20:25; 45:5, 8. c GEE Hijos e hijas de

Dios. d Juan 17:20–23.

GEE Unidad. e GEE Trinidad. 4 a Mal. 3:1;

Mateo 11:10; 1 Ne. 11:27; DyC 84:27–28.

b 3 Ne. 25:5–6; DyC 2:1; 110:13–15.

5 a Hech. 19:1–6. 6 a GEE Bautismo,

bautizar. b GEE Don del Espíritu

Santo. c GEE Imposición de

manos. 7 a GEE Gentiles. 8 a Isa. 50:2; 59:1. b GEE Milagros. c GEE Señal. d GEE Creencia, creer. 9 a GEE Fe. b Mar. 16:17. c Mar. 1:21–45. d GEE Sanar, sanidades.

1–2, El modo como pueden los hom-bres llegar a ser los hijos de Dios; 3–7, Sidney Rigdon es llamado para bautizar y conferir el Espíritu Santo; 8–12, Las señales y los milagros se efectúan por la fe; 13–16, Los sier-vos del Señor trillarán a las naciones por el poder del Espíritu; 17–19, José Smith posee las llaves de los miste-rios; 20–21, Los elegidos soportarán el día de la venida del Señor; 22–27, Israel será salvo.

Escuchad la voz del a Señor vues­tro Dios, el b Alfa y la Omega, el principio y el fin, cuya c vía es un giro eterno, el d mismo hoy que ayer y para siempre.

2 Soy Jesucristo, el Hijo de Dios, que fui a crucificado por los peca­dos del mundo, sí, por cuantos b crean en mi nombre, a fin de que lleguen a ser c hijos de Dios, d uno en mí, como yo soy e uno en el Pa­dre, como el Padre es uno en mí, para que seamos uno.

3 He aquí, de cierto, de cierto le digo a mi siervo Sidney: He puesto mis ojos en ti y en tus obras. He oído tus oraciones y te he preparado para una obra mayor.

4 Bendito eres, porque harás grandes cosas. He aquí, fuiste en­viado, como lo fue a Juan, a fin de preparar la vía delante de mí, y de­lante de b Elías el Profeta, que había de venir, y no lo supiste.

5 Bautizaste en el agua para arre­pentimiento, pero a no recibieron el Espíritu Santo;

6  pero ahora te doy el man­damiento de a bautizar en agua, y recibirán el b Espíritu Santo por la imposición de c manos, como lo hacían los antiguos apóstoles.

7 Y acontecerá que se efectuará una obra grande en la tierra entre los a gentiles, porque se manifes­tarán su insensatez y sus abomi­naciones ante los ojos de toda la gente.

8 Porque yo soy Dios, y mi brazo no se ha a acortado; y mostraré b mi­lagros, c señales y maravillas a to­dos los que d crean en mi nombre.

9 Y quienes pidan con a fe en mi nombre, b echarán fuera c demonios; d sanarán a los enfermos; harán que los ciegos reciban la vista, que los sordos oigan, los mudos hablen y los cojos anden.

10 Y pronto viene la hora en

DOCTRINA Y CONVENIOS 35:1–1067

Page 78: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

que se mostrarán grandes cosas a los hijos de los hombres;

11 mas a sin fe no se manifes­tará cosa alguna, sino b desola­ciones sobre c Babilonia, la cual ha hecho que todas las naciones beban del vino de la ira de sus d fornicaciones.

12 Y no hay a quien haga lo bueno salvo aquellos que están dispues­tos a recibir la plenitud de mi evangelio, que he enviado a esta generación.

13 Por tanto, llamo a lo a débil del mundo, a aquellos que son b indoc­tos y despreciados, para trillar a las naciones por el poder de mi Espíritu.

14 Y su brazo será mi brazo, y yo seré su a escudo y su broquel; y ceñiré sus lomos y lucharán por mí varonilmente; y sus b enemigos estarán debajo de sus pies; y de­jaré c caer la espada en su defensa, y por el d fuego de mi indignación los preservaré.

15  Y se predicará el evange­lio a los a pobres y a los b man­sos, y estarán c esperando la hora

de mi venida, porque ya está d próxima;

16 y aprenderán la parábola de la a higuera, porque ahora mismo el verano se aproxima.

17 Y he enviado la a plenitud de mi evangelio por conducto de mi siervo b José; y en debilidad lo he bendecido;

18 y le he dado las a llaves del misterio de aquellas cosas que han sido b selladas, sí, cosas que han existido desde la c fundación del mundo, y las que vendrán desde ahora hasta el tiempo de mi venida, si persevera en mí; y si no, yo pondré a otro en su lugar.

19 Por tanto, vela por él para que su fe no falte, y se concederá por el a Consolador, el b Espíritu Santo, que sabe todas las cosas.

20 Y un mandamiento te doy, que a escribas por él; y se darán las Es­crituras, tal como se hallan en mi propio seno, para la salvación de mis b escogidos;

21 porque oirán mi a voz y me verán, y no estarán dormidos, y

11 a DyC 63:11–12. b DyC 5:19–20. c GEE Babel, Babilonia. d Apoc. 18:2–4. 12 a Rom. 3:10–12;

DyC 33:4; 38:10–11; 84:49.

13 a 1 Cor. 1:27; DyC 1:19–23; 124:1.

b Hech. 4:13. 14 a 2 Sam. 22:2–3. b DyC 98:34–38. c DyC 1:13–14. d DyC 128:24. 15 a Mateo 11:5. b GEE Mansedumbre,

manso.

c 2 Pe. 3:10–13; DyC 39:23; 45:39; Moisés 7:62.

d DyC 63:53. 16 a Mateo 24:32;

DyC 45:36–38; JS—M 1:38. GEE Señales de los tiempos.

17 a DyC 42:12. b DyC 135:3. 18 a DyC 84:19. b Dan. 12:9;

Mateo 13:35; 2 Ne. 27:10–11; Éter 4:4–7; JS—H 1:65.

c DyC 128:18. 19 a Juan 14:16, 26; 15:26.

GEE Consolador. b GEE Espíritu Santo. 20 a En esa época, el

Profeta estaba traduciendo, por revelación, la Biblia, y Sidney Rigdon fue llamado para servir de escribiente.

b GEE Elegidos. 21 a Joel 2:11;

DyC 43:17–25; 88:90; 133:50–51.

DOCTRINA Y CONVENIOS 35:11–21 68

Page 79: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

21 b Mal. 3:2–3. c GEE Segunda venida de

Jesucristo. d GEE Pureza, puro. 22 a DyC 100:9–11. 23 a Es decir, cuando Sidney

Rigdon no estuviera escribiendo.

b Es decir, las Escrituras. 24 a DyC 103:7.

b DyC 21:6. c 1 Ne. 22:26. d GEE Gozo. 25 a GEE Israel. b Isa. 45:17;

1 Ne. 19:15–16; 22:12. c GEE Llaves del

sacerdocio. 26 a Lucas 21:28. 27 a GEE Reino de Dios o

de los cielos. b Apoc. 22:20.36 1 a GEE Jehová;

Jesucristo. b DyC 41:9–11. 2 a GEE Imposición de

manos. b GEE Consolador;

Espíritu Santo. c DyC 42:61.

b soportarán el día de mi c venida; porque serán purificados, tal como yo soy d puro.

22 Y ahora a te digo, permanece con él y él viajará contigo; no lo abandones, y de seguro acontece­rán estas cosas.

23  Y a cuando no estés escri­biendo, he aquí, a él se le conce­derá profetizar; y tú predicarás mi evangelio y citarás a b los santos profetas para comprobar las pala­bras de él, según le sean dadas.

24 a Guardad todos los manda­mientos y convenios que os ligan;

y haré b estremecer los cielos para vuestro beneficio, y c Satanás tem­blará, y Sion se d regocijará sobre los collados y florecerá;

25 e a Israel será b salvo en mi pro­pio y debido tiempo; y será con­ducido por las c llaves que he dado, para nunca más ser confundido.

26 Alzad vuestros corazones y regocijaos; vuestra a redención se aproxima.

27 No temáis, pequeña grey, el a reino es vuestro hasta que yo venga. He aquí, b vengo pronto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 36Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Edward Partri-dge cerca de Fayette, Nueva York, el 9 de diciembre de 1830 (véase el encabezamiento de la sección 35). En la historia de José Smith se indica que Edward Partridge “era un modelo de piedad y uno de los grandes hombres del Señor”.

1–3, El Señor pone Su mano sobre Edward Partridge por conducto de las manos de Sidney Rigdon; 4–8, Todo hombre que recibe el Evange-lio y el sacerdocio es llamado a salir a predicar.

Así dice el Señor Dios, el a Fuerte de Israel: He aquí, te digo, mi siervo b Edward, bendito eres, y

te son perdonados tus pecados, y eres llamado a predicar mi evan­gelio como con voz de trompeta;

2 y pondré sobre ti mi a mano por conducto de las de mi siervo Sidney Rigdon, y recibi­rás mi Espíritu, el Espíritu Santo, sí, el b Consolador, que te ense­ñará las cosas c apacibles del reino;

DOCTRINA Y CONVENIOS 35:22–36:269

Page 80: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

5 a DyC 63:57. GEE Ordenación, ordenar.

b GEE Predicar. 6 a Hech. 2:40. b Judas 1:23.

8 a Mal. 3:1.37 1 a Es decir, la

traducción de la Biblia, que ya estaba en marcha.

2 a DyC 24:3; 26:1.

3 a Es decir, en el estado de Ohio. DyC 38:31–32.

4 a GEE Albedrío.

3 y lo declararás en voz alta, di­ciendo: ¡Hosanna, bendito sea el nombre del Más Alto Dios!

4 Y ahora te doy este llamamiento y mandamiento concerniente a to­dos los hombres:

5 Que cuantos vengan ante mis siervos Sidney Rigdon y José Smith, hijo, y acepten este llama­miento y mandamiento, serán a or­denados y enviados a b predicar el evangelio sempiterno entre las naciones,

6 para proclamar el arrepenti­

miento, diciendo: a Salvaos de esta generación perversa, y salid del fuego, aborreciendo aun hasta las b ropas contaminadas con la carne.

7 Y se dará este mandamiento a los élderes de mi iglesia, para que todo hombre que lo acepte con sencillez de corazón sea ordenado y enviado tal como lo he hablado.

8 Soy Jesucristo, el Hijo de Dios; por tanto, ciñe tus lomos y vendré súbitamente a mi a templo. Así sea. Amén.

SECCIÓN 37Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon cerca de Fayette, Nueva York, en diciembre de 1830. Aquí se da el primer man-damiento con respecto a un recogimiento en esta dispensación.

1–4, Se convoca a los santos a con-gregarse en Ohio.

He aquí, os digo que no es pru­dente que a traduzcáis más hasta que os trasladéis a Ohio, y esto a causa del enemigo y para vuestro bienestar.

2 Y además, os digo que no iréis sino hasta que hayáis predicado mi evangelio en aquellas partes y for­talecido la iglesia en dondequiera

que se encuentre, y más especial­mente en a Colesville, porque he aquí, me suplican con mucha fe.

3 Y además, un mandamiento doy a la iglesia, que me es pru­dente que se congreguen en a Ohio, para cuando regrese a ellos mi siervo Oliver Cowdery.

4 He aquí, en esto hay sabidu­ría, y a escoja todo varón por sí mismo hasta que yo venga. Así sea. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 36:3–37:4 70

Page 81: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

38 1 a GEE YO SOY. b Apoc. 1:8. c DyC 45:1. d GEE Vida preterrenal. e Sal. 90:2. 2 a DyC 88:41;

Moisés 1:35. GEE Omnisciente.

b Prov. 5:21; 2 Ne. 9:20.

3 a Sal. 33:6–9.

GEE Creación, crear. 4 a TJS Gén. 14:25–40

(Apéndice — Biblia) ; DyC 45:11–14; 76:66–67; 84:99–100; Moisés 7:18–21. GEE Sion.

b DyC 20:25; 35:2; 45:3–5.

c GEE Expiación, expiar. 5 a GEE Injusticia, injusto.

b 2 Pe. 2:4; Judas 1:6. GEE Infierno.

c GEE Juicio final. 7 a DyC 1:1. b DyC 6:32; 29:5. 8 a Apoc. 22:4–5.

GEE Segunda venida de Jesucristo.

b GEE Pureza, puro. c Mal. 3:2.

1–6, Cristo creó todas las cosas; 7–8, Él se halla en medio de Sus santos, que pronto lo verán; 9–12, Toda carne se ha corrompido delante de Él; 13–22, Él ha reservado una tie-rra prometida para Sus santos por el tiempo y por la eternidad; 23–27, Se manda a los santos ser uno y es-timarse unos a otros como hermanos; 28–29, Se predicen guerras; 30–33, Se dará a los santos poder de lo alto e irán a todas las naciones; 34–42, Se manda a los miembros de la Iglesia velar por los pobres y por los nece-sitados, y buscar las riquezas de la eternidad.

Así dice el Señor vuestro Dios, Jesucristo, el Gran a Yo Soy, el Alfa y la Omega, el b principio y el fin, el mismo que contempló la vasta ex­pansión de la eternidad y todas las c huestes seráficas del cielo d antes que el mundo fuese e hecho;

2 el mismo que a conoce todas las cosas, porque b todas están presen­tes ante mis ojos.

3 Soy el mismo que hablé, y el

mundo fue a hecho, y todas las co­sas llegaron a existir por mí.

4 Soy el mismo que he llevado la a Sion de Enoc a mi propio seno; y de cierto digo, aun por cuantos han b creído en mi nombre, porque yo soy Cristo, y en mi propio nom­bre, en virtud de la c sangre que he derramado, he abogado por ellos ante el Padre.

5 Mas he aquí, he guardado al resto de los a inicuos en b cade­nas de tinieblas hasta el c juicio del gran día que vendrá al fin de la tierra;

6 y así haré que sean guardados los inicuos que no quieren oír mi voz, antes endurecen sus corazo­nes; y, ¡ay, ay, ay de ellos!

7 Pero he aquí, de cierto, de cierto os digo, que mis a ojos están sobre vosotros. Estoy en b medio de vo­sotros y no me podéis ver;

8 pero pronto vendrá el día en que me a veréis, y sabréis que yo soy; porque el velo de tinieblas en breve será rasgado, y el que no esté b purificado no c soportará el día.

SECCIÓN 38Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Fayette, Nueva York, el 2 de enero de 1831. La ocasión fue una conferencia de la Iglesia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 38:1–871

Page 82: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 a Lucas 6:20. GEE Reino de Dios o de los cielos.

10 a GEE Limpio e inmundo.

b DyC 1:30. 11 a Isa. 1:3–4;

DyC 33:4. b Miq. 3:6;

DyC 112:23; Moisés 7:61–62.

12 a Moisés 7:41. b DyC 86:3–7. c GEE Siega. d DyC 88:94; 101:65–66. e Mateo 13:30. 13 a DyC 5:32–33. 15 a GEE Valor, valiente. b GEE Temor — Temor

al hombre. 16 a Mos. 4:16–18. b 1 Sam. 2:7.

c Hech. 10:34; Moro. 8:11–12; DyC 1:34–35.

17 a 1 Ne. 17:39; Abr. 2:7.

20 a DyC 45:58. 21 a Zac. 14:9;

2 Ne. 10:14; Alma 5:50.

9 Por tanto, ceñid vuestros lo­mos y estad apercibidos. He aquí, el a reino es vuestro, y el enemigo no triunfará.

10 En verdad os digo que os halláis a limpios, mas no todos; y con ningún otro estoy bien b complacido.

11 Porque toda a carne se ha co­rrompido delante de mí; y los po­deres de las b tinieblas prevalecen en la tierra, entre los hijos de los hombres, en presencia de todas las huestes de los cielos.

12 Por lo que reina el silencio, y toda la eternidad a padece, y los b ángeles esperan el gran manda­miento de c segar la tierra para jun­tar la d cizaña y e quemarla; y he aquí, el enemigo se ha combinado.

13 Y ahora os descubro un mis­terio, una cosa que se halla en las cámaras secretas, para llevar a cabo vuestra a destrucción con el transcurso del tiempo, y no lo supisteis;

14 pero ahora os lo digo, y ben­ditos sois, no por causa de vuestra iniquidad ni por vuestros corazo­nes incrédulos; porque en verdad, algunos de vosotros sois culpables ante mí, pero seré misericordioso para con vuestras flaquezas.

15 Por tanto, sed a fuertes desde

ahora en adelante; b no temáis, por­que el reino es vuestro.

16 Y para vuestra salvación os doy un mandamiento, porque he escuchado vuestras oraciones, y los a pobres se han quejado delante de mí, y a los b ricos yo los hice, y toda carne es mía, y no hago c acep­ción de personas.

17 Y he hecho rica la tierra, y he aquí, es el a estrado de mis pies; por tanto, de nuevo pondré mi pie sobre ella.

18 Y os ofrezco y estimo conve­niente daros riquezas más grandes, sí, una tierra de promisión, una tierra en la que fluye leche y miel, sobre la que no habrá maldición cuando el Señor venga;

19 y os la daré como tierra de vuestra herencia, si es que la pro­curáis con todo vuestro corazón.

20 Y este será mi convenio con vosotros, la recibiréis como tierra de vuestra herencia y como a heren­cia de vuestros hijos para siempre, mientras dure la tierra, y la posee­réis otra vez en la eternidad, para nunca más volver a pasar.

21 Mas de cierto os digo, que vendrá tiempo cuando no ten­dréis rey ni gobernante, porque yo seré vuestro a rey y velaré por vosotros.

DOCTRINA Y CONVENIOS 38:9–21 72

Page 83: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

22 a Juan 10:27. b GEE Jesucristo — El

reinado milenario de Cristo.

c Isa. 33:22; Miq. 4:2; DyC 45:59.

23 a DyC 88:77–79, 118, 122. GEE Enseñar.

24 a Deut. 17:20; 1 Cor. 4:6.

b DyC 46:33. GEE Virtud.

c GEE Santidad. 27 a Juan 17:21–23;

1 Cor. 1:10; Efe. 4:11–14; 3 Ne. 11:28–30; Moisés 7:18. GEE Unidad.

28 a DyC 5:33; 38:13. 29 a DyC 45:26, 63; 87:1–5;

130:12. 30 a JS—M 1:37. b GEE Sabiduría. 31 a O sea, un pueblo santo

e íntegro. b 2 Pe. 3:14. 32 a DyC 37:3. b DyC 42. c Lucas 24:49;

DyC 39:15; 95:8; 110:9–10.

33 a GEE Obra misional. b Isa. 45:17;

Jer. 30:10; DyC 136:22.

c Dan. 4:35.

22 Por tanto, escuchad mi voz y a seguidme, y seréis un b pueblo li­bre; y no tendréis más leyes que las mías cuando yo venga, porque soy vuestro c legislador; y, ¿qué cosa hay que detenga mi mano?

23 Pero en verdad os digo, a en­señaos los unos a los otros, de acuerdo con el oficio al cual os he llamado;

24 y a estime cada hombre a su hermano como a sí mismo, y ponga en práctica la b virtud y la c santidad delante de mí.

25 Y de nuevo os digo, estime cada hombre a su hermano como a sí mismo.

26 Porque, ¿quién de vosotros, si tiene doce hijos que le sirven obe­dientemente, y no hace acepción de ellos, dice a uno: Vístete de gala y siéntate aquí; y al otro: Vístete de harapos y siéntate allí, podrá luego mirarlos y decir soy justo?

27 He aquí, esto os lo he dado por parábola, y es como yo soy. Yo os digo: Sed a uno; y si no sois uno, no sois míos.

28 Y además, os digo que el ene­migo en las cámaras secretas busca vuestra a vida.

29  Oís de a guerras en países

lejanos, y decís que pronto ha­brá grandes guerras en países lejanos, mas no conocéis el cora­zón de los hombres en vuestro propio país.

30 Os digo estas cosas a causa de vuestras oraciones; por lo tanto, a atesorad b sabiduría en vuestro seno, no sea que la maldad de los hombres os revele estas co­sas por medio de su iniquidad, de una manera que retumbará en vuestros oídos con una voz más fuerte que la que sacudirá la tie­rra; mas si estáis preparados, no temeréis.

31 Y para que os escapéis del po­der del enemigo y vengáis a mí, un a pueblo justo, sin b mancha e irreprochable,

32 fue por lo que os di el man­damiento de trasladaros a a Ohio; y allí os daré mi b ley, y allí seréis c investidos con poder de lo alto;

33 y desde allí a irán a todas las naciones los que yo quisiere, y les será dicho lo que han de ha­cer; porque tengo reservada una gran obra, pues Israel será b salvo y lo guiaré por donde yo quiera, y ningún poder c detendrá mi mano.

34 Y ahora, doy a la iglesia en

DOCTRINA Y CONVENIOS 38:22–3473

Page 84: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

34 a GEE Común acuerdo. 35 a GEE Bienestar. 38 a GEE Investidura. 39 a Jacob 2:17–19;

DyC 11:7.

b Hageo 2:8. c GEE Orgullo. d Moro. 8:27. 40 a 1 Cor. 4:12. 41 a GEE Predicar.

b GEE Amonestación, amonestar.

42 a Isa. 52:11.

SECCIÓN 39Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a James Covel en Fayette, Nueva York, el 5 de enero de 1831. James Covel, que había sido ministro metodista durante unos cuarenta años, hizo convenio con el Señor de obedecer cualquier mandamiento que el Señor le diera por conducto de José el Profeta.

estas partes el mandamiento de nombrar a ciertos hombres de en­tre ellos, y estos deberán ser nom­brados por la a voz de la iglesia;

35 y atenderán a los pobres y a los necesitados, y les suministra­rán a auxilio a fin de que no sufran; y los enviarán al lugar que les he mandado;

36 y su obra será administrar los asuntos de los bienes de esta iglesia.

37 Y los que tengan granjas que no puedan vender, que las dejen o las alquilen, según les parezca mejor.

38 Procurad que se conserven todas las cosas; y cuando los hom­bres sean a investidos con poder de lo alto, y enviados, han de juntarse todas estas cosas en el seno de la iglesia.

39 Y si buscáis las a riquezas que según su voluntad el Padre quiere

daros, seréis los más ricos de to­dos los pueblos, porque tendréis las riquezas de la eternidad; y es menester que las b riquezas de la tierra sean mías para dar; mas cui­daos del c orgullo, no sea que lle­guéis a ser como los d nefitas de la antigüedad.

40 Y además, os digo que os doy el mandamiento de que todo hom­bre, tanto el que sea élder, presbí­tero, o maestro, así como también el miembro, se dedique con su fuerza, con el trabajo de sus a ma­nos, a preparar y a realizar las co­sas que he mandado.

41 Y sea vuestra a predicación la voz de b amonestación, cada hom­bre a su vecino, con mansedumbre y humildad.

42 Y a salid de entre los inicuos. Salvaos. Sed limpios, los que lle­váis los vasos del Señor. Así sea. Amén.

1–4, Los santos fieles tienen el poder de llegar a ser hijos de Dios; 5–6, Re-cibir el Evangelio es recibir a Cristo; 7–14, Se le manda a James Covel bau-tizarse y obrar en la viña del Señor;

15–21, Los siervos del Señor han de predicar el Evangelio antes de la Se-gunda Venida; 22–24, Aquellos que reciban el Evangelio serán recogidos por el tiempo y por la eternidad.

DOCTRINA Y CONVENIOS 38:35–42 74

Page 85: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

39 1 a Heb. 13:8; DyC 20:12; 35:1; 38:1–4.

b Éx. 3:14. GEE Jehová.

2 a GEE Luz, luz de Cristo.

3 a DyC 20:26; Moisés 6:57, 62.

4 a Juan 1:12. GEE Hijos e hijas

de Dios. 5 a Juan 13:20. 6 a GEE Arrepentimiento,

arrepentirse; Bautismo, bautizar; Evangelio.

b GEE Espíritu Santo; Nacer de Dios, nacer de nuevo.

c DyC 42:61. 7 a DyC 40:1.

9 a Mateo 13:22. 10 a DyC 40.

GEE Bautismo, bautizar.

11 a GEE Israel — La congregación de Israel.

12 a 2 Cor. 12:9. 13 a Mateo 20:1–16. b Isa. 52:8. c DyC 117:7.

Escucha y oye la voz de aquel que existe de a eternidad en eternidad, el Gran b Yo Soy, sí, Jesucristo,

2 la a luz y la vida del mundo; una luz que brilla en las tinieblas y las tinieblas no la comprenden;

3 el mismo que vine a los míos en el a meridiano de los tiempos, pero los míos no me recibieron;

4 mas a cuantos me recibieron, les di el poder de llegar a ser mis a hijos; y en igual manera, a cuantos me recibieren, les daré poder para llegar a ser mis hijos.

5 Y de cierto, de cierto te digo, que el que recibe mi evangelio, me a recibe a mí; y quien no re­cibe mi evangelio, tampoco me recibe a mí.

6 Y este es mi a evangelio: Arre­pentimiento y bautismo en el agua, tras lo cual viene el b bautismo de fuego y del Espíritu Santo, sí, el Consolador, el cual manifiesta to­das las cosas y c enseña las cosas apacibles del reino.

7 Y ahora bien, he aquí, te digo, mi siervo a James, he observado tus obras y te conozco.

8 Y de cierto te digo, tu corazón es recto delante de mí ahora; y he aquí, he conferido grandes bendi­ciones sobre tu cabeza;

9 no obstante, has conocido mu­cha tristeza, porque me has re­chazado muchas veces a causa del orgullo y de los afanes del a mundo.

10 Pero he aquí, los días de tu liberación han llegado, si escu­chas mi voz que te dice: Levántate y a bautízate, y lava tus pecados, invocando mi nombre, y recibi­rás mi Espíritu y una bendición mayor que cualquiera que hayas conocido.

11 Y si haces esto, te he preparado para una obra mayor. Predicarás la plenitud de mi evangelio que he enviado en estos últimos días, el convenio que he enviado para a recobrar a los de mi pueblo, que son de la casa de Israel.

12 Y acontecerá que el poder a descansará sobre ti; tendrás una fe grande, y estaré contigo e iré delante de tu faz.

13  Eres llamado para a obrar en mi viña y edificar mi iglesia y b establecer Sion, a fin de que se regocije sobre los collados y c florezca.

14 He aquí, de cierto, de cierto te digo que no eres llamado para ir a las tierras del Este, sino para ir a Ohio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 39:1–1475

Page 86: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 a DyC 38:32; 95:8; 110:8–10.

b DyC 1:2. c GEE Obra misional. 17 a Jacob 5:61–75;

DyC 24:19. 18 a GEE Jesucristo — Es

juez.

20 a GEE Segunda venida de Jesucristo.

21 a JS—M 1:40. b Mateo 24:36. 23 a GEE Imposición de

manos. b GEE Don del Espíritu

Santo.

c Apoc. 3:3; DyC 35:15; 45:39–44.

d 2 Pe. 3:10–14.40 1 a DyC 39:7–11. 2 a Mar. 4:16–19. b Mateo 13:20–22.

GEE Persecución, perseguir.

15 Y si es que mi pueblo se con­grega en Ohio, he reservado una a bendición cual no se conoce en­tre los hijos de los hombres, y será vertida sobre su cabeza. Y de allí saldrán hombres a b todas las c naciones.

16 He aquí, de cierto, de cierto te digo, que la gente en Ohio me suplica con mucha fe, pensando que retendré mi juicio de sobre las naciones, pero no puedo negar mi palabra.

17 Por tanto, trabaja con tu poder y llama a obreros fieles a mi viña para que la a poden por última vez.

18 Y si se arrepienten y reciben la plenitud de mi evangelio, y se santifican, detendré el a juicio de mi mano.

19 Sal, por tanto, diciendo en voz

alta: El reino de los cielos se ha acercado; clamando: ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios!

20 Ve y bautiza con agua, prepa­rando la vía delante de mi faz para la hora de mi a venida.

21 Porque el tiempo está cerca; ningún hombre a sabe el b día ni la hora; mas de cierto llegará.

22 El que recibe estas cosas me re­cibe a mí; y será reunido conmigo por el tiempo y por la eternidad.

23 Y además, sucederá que a cuantos bautices con agua, les im­pondrás las a manos y recibirán el b don del Espíritu Santo, y c espe­rarán las señales de mi d venida y me conocerán.

24 Y he aquí, vengo pronto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 40Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Fayette, Nueva York, el 6 de enero de 1831. Antes del registro de esta revelación, en la his-toria de José Smith se indica: “Por cuanto James [Covel] rechazó la palabra del Señor y volvió a sus principios y compañeros anteriores, el Señor nos dio a mí y a Sidney Rigdon la siguiente revelación” (véase la sección 39).

1–3, El temor de la persecución y los afanes del mundo hacen que se rechace el Evangelio.

He aquí, de cierto os digo, que el corazón de mi siervo a James Covel

fue recto ante mí, porque hizo con­venio conmigo de obedecer mi palabra.

2 Y a recibió la palabra con ale­gría, pero enseguida lo tentó Satanás, y el temor a la b persecución

DOCTRINA Y CONVENIOS 39:15–40:2 76

Page 87: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 c GEE Apostasía.41 1 a GEE Bendecido,

bendecir, bendición. b DyC 56:1–4; 112:24–26. c Deut. 11:26–28;

1 Ne. 2:23. 2 a GEE Unidad.

3 a DyC 42. 4 a Zac. 14:9; DyC 45:59.

GEE Jesucristo — El reinado milenario de Cristo.

b GEE Segunda venida de Jesucristo.

5 a Mateo 7:24. b Stg. 1:22–25;

DyC 42:60. c DyC 50:8–9.

GEE Excomunión. 6 a Mateo 15:26. b Mateo 7:6.

y los afanes del mundo hicieron que c rechazara la palabra.

3 Por consiguiente, quebrantó

mi convenio, y queda en mí hacer con él como bien me parezca. Amén.

SECCIÓN 41Revelación dada a la Iglesia por medio de José Smith el Profeta, en Kirtland, Ohio, el 4 de febrero de 1831. En esta revelación se instruye al Profeta y a los élderes de la Iglesia a orar para recibir la “ley” de Dios (véase la sec-ción 42). José Smith apenas había llegado a Kirtland desde Nueva York, y Leman Copley, un miembro de la Iglesia que residía en el poblado cercano de Thompson, Ohio, “solicitó que el hermano José y Sidney [Rigdon]. . . vivieran con él y él les proporcionaría casas y provisiones”. En la siguiente revelación, se aclara en donde deben vivir José y Sidney y también se llama a Edward Partridge para ser el primer obispo de la Iglesia.

1–3, Los élderes gobernarán la Igle-sia por el espíritu de revelación; 4–6, Los discípulos verdaderos recibirán y obedecerán la ley del Señor; 7–12, Edward Partridge es nombrado obispo de la Iglesia.

Escuchad y dad oído, oh pueblo mío, dice el Señor y vuestro Dios, vosotros que me oís, y a quienes me deleito en a bendecir con la ma­yor de todas las bendiciones; y a vosotros que habéis b profesado mi nombre y no me oís, os c maldeciré con las más graves de todas las maldiciones.

2 Escuchad, oh élderes de mi igle­sia a quienes he llamado; he aquí, os doy el mandamiento de con­gregaros para que os pongáis de a acuerdo en cuanto a mi palabra;

3 y por vuestra oración de fe reci­biréis mi a ley para que sepáis cómo gobernar mi iglesia y poner todas las cosas en orden delante de mí.

4 Y cuando a venga seré vues­tro b gobernante; y he aquí, vengo pronto, y cuidaréis de que se guarde mi ley.

5  El que a recibe mi ley y la b guarda, tal es mi discípulo; y el que dice que recibe mi ley y no la guarda, no es mi discípulo, y será c expulsado de entre vosotros;

6 porque no es propio que las co­sas que pertenecen a los hijos del reino sean dadas a aquellos que no son dignos, ni a los a perros, ni que se echen las b perlas delante de los cerdos.

7 Y además, conviene que se le edifique a mi siervo José Smith,

DOCTRINA Y CONVENIOS 40:3–41:777

Page 88: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

7 a DyC 42:71. b Es decir, traducir la

Biblia. DyC 45:60–61.

9 a DyC 36:1. b DyC 72:9–12; 107:68–75.

GEE Obispo.

c DyC 51. 11 a Juan 1:47. b GEE Engañar, engaño.

hijo, una a casa en donde vivir y b traducir.

8 Asimismo, conviene que mi siervo Sidney Rigdon viva como mejor le parezca, si es que guarda mis mandamientos.

9 Y además, he llamado a mi siervo a Edward Partridge; y doy el mandamiento de que sea nombrado por la voz de la iglesia y que sea or­denado b obispo de la iglesia, y que deje su comercio para c dedicar todo su tiempo al servicio de la iglesia;

10 para encargarse de todas las cosas que en mis leyes se le de­signaren, el día en que yo las dé.

11 Y esto porque su corazón es puro delante de mí, porque es se­mejante a a Natanael de la antigüe­dad, en quien no hay b engaño.

12 Se os dan estas palabras y son puras ante mí; por tanto, tened cuidado de cómo las consideráis, porque vuestras almas responde­rán por ellas en el día del juicio. Así sea. Amén.

SECCIÓN 42Revelación dada en dos partes por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, los días 9 y 23 de febrero de 1831. La primera parte, que comprende del versículo 1 al 72, se recibió en presencia de doce élderes y en cumplimiento de la promesa que el Señor había hecho pre-viamente de que la “ley” se daría en Ohio (véase la sección 38:32). La segunda parte va del versículo 73 al 93. El Profeta especifica que esta revelación “abarca la ley de la Iglesia”.

1–10, Los élderes son llamados a predi-car el Evangelio, a bautizar conversos y a edificar la Iglesia; 11–12, Deben ser llamados y ordenados y han de ense-ñar los principios del Evangelio que se encuentran en las Escrituras; 13–17, Han de enseñar y profetizar por el po-der del Espíritu; 18–29, Se manda a los santos no matar, ni robar, ni mentir, ni codiciar, ni cometer adulterio ni hablar mal de los demás; 30–39, Se indican las leyes que rigen la consagración de bienes; 40–42, Se condenan el orgu-llo y la ociosidad; 43–52, Los enfer-mos han de ser sanados por medio de

bendiciones del sacerdocio y por la fe; 53–60, Las Escrituras rigen a la Igle-sia y se han de proclamar al mundo; 61–69, El sitio de la Nueva Jerusalén y los misterios del reino han de ser re-velados; 70–73, Los bienes consagra-dos se han de usar para apoyar a los oficiales de la Iglesia; 74–93, Se dan a conocer las leyes que rigen la fornica-ción, el adulterio, el asesinato, el robo y la confesión de pecados.

Escuchad, oh élderes de mi igle­sia, que os habéis congregado en mi nombre, a saber, Jesucristo el

DOCTRINA Y CONVENIOS 41:8–42:1 78

Page 89: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

42 2 a DyC 58:23. GEE Ley.

3 a DyC 38:32. b Mateo 18:19. 5 a GEE Espíritu Santo. 6 a Mar. 6:7.

GEE Obra misional. 9 a DyC 57:1–2. b Éter 13:2–11;

DyC 45:66–71; 84:2–5; Moisés 7:62;

AdeF 1:10. GEE Nueva Jerusalén.

c GEE Israel — La con­gregación de Israel.

d Zac. 8:8. 10 a DyC 41:9–11; 124:19. b DyC 64:40. 11 a GEE Predicar. b GEE Llamado, llamado

por Dios, llamamiento; Ordenación, ordenar.

c GEE Autoridad; Sacerdocio.

12 a GEE Élder (anciano). b Mos. 18:19–20;

DyC 52:9, 36. GEE Enseñar.

c GEE Biblia. d GEE Escrituras — El

valor de las Escrituras; Libro de Mormón.

Hijo del Dios viviente, el Salva­dor del mundo, por cuanto creéis en mi nombre y guardáis mis mandamientos.

2 De nuevo os digo, estad aten­tos, y escuchad y obedeced la a ley que os daré.

3 Porque de cierto os digo, que por cuanto os habéis juntado se­gún el a mandamiento que os di, y estáis de acuerdo b tocante a esta cosa, y habéis pedido al Pa­dre en mi nombre, así también recibiréis.

4 He aquí, de cierto os digo, que os doy este primer man­damiento de que salgáis en mi nombre, cada uno de voso­tros, con excepción de mis sier­vos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon.

5  Y a ellos les doy el man­damiento de salir por un corto tiempo, y por el poder del a Espí­ritu será manifestado cuándo han de volver.

6 Y saldréis por el poder de mi Espíritu, de a dos en dos, predi­cando mi evangelio en mi nom­bre, alzando vuestras voces como si fuera con el son de trompeta, declarando mi palabra cual ánge­les de Dios.

7 Y saldréis y bautizaréis en el

agua, diciendo: Arrepentíos, arre­pentíos, que el reino de los cielos se acerca.

8 Y desde este lugar iréis a las re­giones del oeste; y donde halléis a quienes os reciban, allí edificaréis mi iglesia;

9 hasta que llegue el tiempo en que os sea revelado de lo alto, cuándo ha de ser preparada la a ciu­dad de la b Nueva Jerusalén, para que seáis c congregados en uno, a fin de que seáis mi d pueblo y sea yo vuestro Dios.

10 Y además, os digo que mi siervo a Edward Partridge ocupará el oficio al cual lo he nombrado. Y sucederá que si transgrediere, se nombrará a b otro en su lugar. Así sea. Amén.

11 Asimismo, os digo que a nin­guno le será permitido salir a a pre­dicar mi evangelio ni a edificar mi iglesia, a menos que sea b ordenado por alguien que tenga autoridad, y sepa la iglesia que tiene c autori­dad, y que ha sido debidamente ordenado por las autoridades de la iglesia.

12 Y además, los a élderes, pres­bíteros y maestros de esta igle­sia b enseñarán los principios de mi evangelio, que se encuentran en la c Biblia y en el d Libro de

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:2–1279

Page 90: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

12 e GEE Evangelio. 13 a Es decir, DyC 20 (véase

el encabezamiento de la sección 20).

14 a DyC 63:64. GEE Oración.

b GEE Enseñar — Enseñar con el Espíritu; Espíritu Santo.

15 a DyC 42:56–58. 16 a 1 Cor. 2:10–14;

DyC 68:2–4. GEE Consolador.

18 a Éx. 20:13–17; Mateo 5:21–37;

2 Ne. 9:35; Mos. 13:21–24; 3 Ne. 12:21–37.

b GEE Asesinato. 19 a GEE Pena de muerte. 20 a GEE Robar, robo,

hurtar, hurto. 21 a GEE Honestidad,

honradez; Mentiras.

22 a GEE Amor; Matrimonio.

b Gén. 2:23–24; Efe. 5:25, 28–33.

23 a Mateo 5:28; 3 Ne. 12:28;

DyC 63:16. GEE Concupiscencia.

24 a GEE Adulterio. 25 a GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. b Juan 8:3–11.

GEE Perdonar. 26 a 2 Pe. 2:20–22;

DyC 82:7. 27 a GEE Chismes. 28 a GEE Excomunión. 29 a Juan 14:15, 21. b GEE Servicio. c GEE Obediencia,

obediente, obedecer.

Mormón, en el cual se halla la ple­nitud del e evangelio.

13 Y observarán los a convenios y reglamentos de la iglesia para cumplirlos, y esto es lo que en­señarán, conforme el Espíritu los dirija.

14 Y se os dará el Espíritu por la a oración de fe; y si no recibís el b Espíritu, no enseñaréis.

15 Y todo esto procuraréis hacer como yo he mandado en cuanto a vuestras enseñanzas, hasta que se reciba la plenitud de mis a Escrituras.

16 Y al elevar vuestras voces por medio del a Consolador, hablaréis y profetizaréis conforme a lo que me parezca bien;

17 pues he aquí, el Consolador sabe todas las cosas, y da testimo­nio del Padre y del Hijo.

18 Y ahora bien, he aquí, hablo a la iglesia. No a matarás; y el que b matare no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.

19 Y de nuevo digo, no matarás; mas el que matare, a morirá.

20 No a hurtarás; el que hurte y no se arrepienta, será expulsado.

21 No a mentirás; el que mienta y no se arrepienta, será expulsado.

22 a Amarás a tu esposa con todo tu corazón, y te b allegarás a ella y a ninguna otra.

23 Y el que mirare a una mujer para a codiciarla negará la fe, y no tendrá el Espíritu; y si no se arre­piente, será expulsado.

24 No cometerás a adulterio; y el que cometa adulterio y no se arre­pienta, será expulsado.

25 Mas al que haya cometido adulterio, y se a arrepienta de todo corazón, y lo deseche, y no lo haga más, lo has de b perdonar.

26 Mas si lo hiciere a otra vez, no será perdonado, sino que será expulsado.

27 No a hablarás mal de tu pró­jimo, ni le causarás ningún daño.

28 Tú sabes que mis leyes en cuanto a estas cosas están en mis Escrituras; el que peque, y no se arrepienta, será a expulsado.

29  Si me a amas, me b servi­rás y c guardarás todos mis mandamientos.

30 Y he aquí, te acordarás de

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:13–30 80

Page 91: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

30 a Mos. 4:16–26; Alma 1:27. GEE Pobres.

b GEE Consagrar, ley de consagración.

c GEE Bienestar. 31 a Mos. 2:17.

GEE Limosna. b GEE Pobres. c GEE Obispo. d GEE Apartamiento.

32 a DyC 51:4. b DyC 72:3–11.

GEE Responsabilidad, responsable.

c GEE Mayordomía, mayordomo.

d DyC 51:3. 33 a DyC 42:55; 51:13;

119:1–3. 35 a GEE Nueva Jerusalén;

Sion.

36 a DyC 36:8. b Mal. 3:1. 37 a DyC 41:5; 50:8–9.

GEE Excomunión. b GEE Consagrar, ley de

consagración. 38 a Mateo 25:34–40.

GEE Bienestar; Caridad.

los a pobres, y b consagrarás para su c sostén lo que tengas para darles de tus bienes, mediante un con­venio y un título que no pueden ser violados.

31 Y al a dar de vuestros bienes a los b pobres, a mí lo haréis; y se depositarán ante el c obispo de mi iglesia y sus consejeros, dos de los élderes o sumos sacerdotes, a quie­nes él nombre o haya nombrado y d apartado para ese propósito.

32 Y sucederá que una vez depo­sitados ante el obispo de mi igle­sia, y después que él haya recibido estos testimonios referentes a la a consagración de los bienes de mi iglesia, de que no pueden ser re­tirados de ella, según mis man­damientos, todo hombre se hará b responsable ante mí, c administra­dor de sus propios bienes o de los que haya recibido por consagra­ción, cuanto sea suficiente para él y su d familia.

33 Y además, si después de esta primera consagración, que cons­tituye un a resto que ha de con­sagrarse al obispo, hubiere en la iglesia, o en manos de cual­quiera de sus individuos, más propiedades de las necesarias para su sostén, se depositarán

para suministrar de cuando en cuando a los que no tengan, para que todo hombre que esté ne­cesitado sea abastecido amplia­mente y reciba de acuerdo con sus necesidades.

34 Por tanto, el resto se guardará en mi almacén para suministrarse a los pobres y a los necesitados, de acuerdo con lo que indiquen el sumo consejo de la iglesia, y el obispo y su consejo;

35 y para comprar terrenos para el beneficio público de la iglesia, y construir casas de adoración, y edificar la a Nueva Jerusalén, que más adelante será revelada,

36 a fin de que mi pueblo del convenio se congregue como uno en aquel día en que yo a vendré a mi b templo. Y esto lo hago para la salvación de mi pueblo.

37 Y acontecerá que el que pe­care, y no se arrepintiere, será a ex­pulsado de la iglesia, y no se le devolverá lo que haya b consagrado a los pobres y a los necesitados de mi iglesia, o en otras palabras, a mí;

38 porque por cuanto lo a hacéis al más pequeño de estos, a mí lo hacéis.

39 Porque sucederá que lo que

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:31–3981

Page 92: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

40 a Prov. 16:5. GEE Orgullo.

b GEE Modestia. 42 a DyC 68:30–32.

GEE Ociosidad, ocioso.

43 a GEE Enfermedad, enfermo.

44 a GEE Bendición de los enfermos; Imposición de manos.

b Rom. 14:8; Apoc. 14:13;

DyC 63:49. 45 a 1 Juan 4:16, 20–21. b GEE Amor. c Alma 28:11–12. d 1 Cor. 15:19–22.

GEE Esperanza. 46 a GEE Muerte física. b Apoc. 14:13. 48 a DyC 46:19.

GEE Fe. b GEE Sanar, sanidades. c Ecle. 3:1–2;

Hech. 17:26;

Heb. 9:27; DyC 122:9.

52 a GEE Hijos e hijas de Dios.

b Rom. 15:1. GEE Hermandad.

c O sea, sus debilidades físicas y espirituales.

53 a GEE Mayordomía, mayordomo.

55 a DyC 82:17–19; 119:1–3.

b DyC 42:34; 51:13.

hablé por boca de mis profetas será cumplido; porque de las ri­quezas de aquellos que de entre los gentiles aceptaren mi evangelio, yo consagraré para los pobres de mi pueblo que son de la casa de Israel.

40 Y además, no serás a altivo de corazón; sean todos tus b vestidos sencillos, y su belleza la belleza de la obra de tus propias manos;

41 y háganse todas las cosas con pureza ante mí.

42 No serás a ocioso; porque el ocioso no comerá el pan ni vestirá la ropa del trabajador.

43 Y los que de entre vosotros estén a enfermos, y no tengan fe para ser sanados, pero creyeren, serán nutridos con toda ternura, con hierbas y alimento senci­llo, y esto no por mano de un enemigo.

44 Y los élderes de la iglesia, dos o más, serán llamados, y orarán por ellos y les impondrán las a ma­nos en mi nombre; y si murieren, b morirán para mí; y si vivieren, vivirán para mí.

45 a Viviréis juntos en b amor, al grado de que c lloraréis por los que mueran, y más particularmente por aquellos que no tengan la

d esperanza de una resurrección gloriosa.

46 Y acontecerá que los que mue­ran en mí no gustarán la a muerte, porque les será b dulce;

47 y quienes no mueran en mí, ¡ay de ellos!, porque su muerte es amarga.

48 Y además, sucederá que el que tuviere a fe en mí para ser b sanado, y no estuviere c señalado para mo­rir, sanará.

49 El que tuviere fe para ver, verá.50 El que tuviere fe para oír, oirá.51 El cojo que tuviere fe para sal­

tar, saltará.52 Y los que no tengan fe para

hacer estas cosas, mas crean en mí, tendrán el poder de llegar a ser a hijos míos; y en tanto que no quebranten mis leyes, b soportarás sus c dolencias.

53 Permanecerás firme en el lugar de tu a mayordomía.

54 No te llevarás el vestido de tu hermano; pagarás por lo que reci­bas de tu hermano.

55 Y si a obtienes más de lo ne­cesario para tu sostén, lo entrega­rás a mi b almacén, para que todo se haga de acuerdo con lo que he dicho.

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:40–55 82

Page 93: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

56 Pedirás, y se darán mis a Es­crituras según lo que yo he in­dicado, y serán b preservadas y protegidas;

57 y es menester que calles en cuanto a ellas, y que no las ense­ñes hasta que las hayas recibido en su plenitud.

58 Y te doy el mandamiento de que entonces las enseñes a todos los hombres; porque se enseñarán a a todas las naciones, tribus, len­guas y pueblos.

59 Aceptarás como mi ley, para gobernar mi iglesia, las cosas que has recibido, que te han sido dadas como ley en mis Escrituras.

60 Y aquel que a obre de con­formidad con estas cosas será salvo, y el que no las haga será b condenado, si continúa de esa manera.

61 Si pides, recibirás a revelación tras revelación, b conocimiento so­bre conocimiento, a fin de que co­nozcas los c misterios y las cosas d apacibles, aquello que trae e gozo, aquello que trae la vida eterna.

62 Preguntarás, y te será reve­lado en mi propio y debido tiempo dónde se edificará la a Nueva Jerusalén.

63 Y he aquí, acontecerá que mis siervos serán enviados al este y al oeste, al norte y al sur.

64 Y aun ahora, el que fuere al este indique a los que se convier­tan que huyan al a oeste; y esto como consecuencia de lo que acontecerá en la tierra, y por motivo de las b combinaciones secretas.

65 He aquí, observarás todas estas cosas, y grande será tu ga­lardón; porque a vosotros os es concedido conocer los mis­terios del reino, pero no así al mundo.

66 Observaréis las leyes que ha­béis recibido y seréis fieles.

67 Y más adelante recibiréis a convenios de la iglesia, los su­ficientes para que os establez­cáis, tanto aquí como en la Nueva Jerusalén.

68  Por tanto, el que carezca de a sabiduría, pídamela, y le daré abundantemente y sin reproche.

69 Elevad vuestros corazones y regocijaos, porque a vosotros se os ha dado el a reino, o en otras palabras, las b llaves de la iglesia. Así sea. Amén.

56 a DyC 45:60–61. b GEE Escrituras — El

valor de las Escrituras.

58 a DyC 1:2. 60 a DyC 41:5.

GEE Obediencia, obediente, obedecer.

b Moisés 5:15. GEE Condenación, condenar.

61 a GEE Revelación. b Abr. 1:2.

GEE Conocimiento; Testimonio.

c DyC 63:23. GEE Misterios de Dios.

d DyC 39:6. e GEE Gozo. 62 a DyC 57:1–5. 64 a DyC 45:64. b GEE Combinaciones

secretas. 67 a DyC 82:11–15. 68 a Stg. 1:5.

GEE Sabiduría. 69 a GEE Reino de

Dios o de los cielos.

b Mateo 16:19; DyC 65:2. GEE Llaves del sacerdocio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:56–6983

Page 94: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

70 a GEE Presbítero, Sacerdocio Aarónico.

b GEE Maestro, Sacerdocio Aarónico.

c GEE Mayordomía,

mayordomo. 71 a GEE Consagrar, ley de

consagración. 74 a GEE Fornicación;

Inmoralidad sexual.

75 a GEE Adulterio. b GEE Excomunión. 76 a GEE Atalaya, atalayar. 79 a GEE Asesinato.

70 Los a presbíteros y los b maes­tros tendrán sus c mayordomías, así como los miembros.

71 Y las familias de los élderes o de los sumos sacerdotes, que sean nombrados para ayudar al obispo como consejeros en todas las cosas, recibirán su sostén de los bienes que se hayan a consagrado al obispo para el alivio de los po­bres y otros propósitos, como se ha mencionado antes;

72 o recibirán una remuneración justa por todos sus servicios, bien sea una mayordomía u otra cosa, como el obispo y sus consejeros mejor lo consideren y decidan.

73 Y también el obispo reci­birá su sostén, o una remunera­ción justa por sus servicios en la iglesia.

74 He aquí, de cierto os digo, que las personas que de entre vosotros hayan repudiado a sus compañe­ros por causa de a fornicación, o en otras palabras, si testifican ante vosotros con toda humildad de corazón que así ha sucedido, no las desecharéis de entre vosotros.

75 Mas si halláis que algunos han dejado a sus compañeros por causa de a adulterio, y ellos mismos son los ofensores, serán b desecha­dos de entre vosotros, si viven sus compañeros.

76 Y os digo además, seréis a vi­gilantes y cuidadosos, con toda diligencia, a fin de no recibir a

ninguno de ellos entre vosotros, si son casados;

77 y si no son casados, deben arrepentirse de todos sus pe­cados, o de otra manera no los recibiréis.

78 Además, toda persona que pertenezca a esta Iglesia de Cristo procurará guardar todos los man­damientos y convenios de la iglesia.

79 Y sucederá que si de entre vo­sotros alguien a matare, será entre­gado para ser juzgado, de acuerdo con las leyes del país; porque re­cordad que no tiene perdón; y será comprobado de acuerdo con la ley del país.

80 Y si algún hombre o alguna mujer cometiere adulterio, él o ella serán juzgados ante dos o más élderes de la iglesia; y dos testigos de la iglesia, y no del enemigo, confirmarán toda pa­labra contra él o contra ella; pero si hubiere más de dos testigos, será mejor.

81 No obstante, él o ella serán condenados por boca de dos tes­tigos; y los élderes expondrán el caso ante la iglesia, y esta alzará sus manos contra él o contra ella, para que se les juzgue conforme a la ley de Dios.

82 Y es preciso que el obispo tam­bién esté presente, de ser posible.

83 Y así obraréis en todos los ca­sos que se presenten ante vosotros.

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:70–83 84

Page 95: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

84 Y si un hombre o una mujer robare, él o ella serán entregados a la ley del país.

85 Y si a hurtare, él o ella serán entregados a la ley del país.

86 Y si a mintiere, él o ella serán entregados a la ley del país.

87 Y si él o ella cometiere cual­quier clase de iniquidad, serán en­tregados a la ley, sí, la ley de Dios.

88 Y si tu a hermano o tu hermana te b ofende, te apartarás con él o con ella a solas; y si él o ella c confiesa, os reconciliaréis.

89 Y si él o ella no confiesa, has de entregarlo o entregarla a la igle­sia, no a los miembros, sino a los élderes; y se hará en una reunión, y esto no ante el mundo.

90 Y si tu hermano o tu hermana ofende a muchos, él o ella serán a reprendidos ante muchos.

91 Y si alguien ofende públi­camente, él o ella serán repren­didos públicamente, para que se avergüencen. Y si no confe­saren, serán entregados a la ley de Dios.

92 Si alguien ofende en secreto, él o ella serán reprendidos en se­creto, para que tengan la opor­tunidad de confesar en secreto ante aquel o aquella que hayan ofendido, y ante Dios, para que la iglesia no hable con reproche de él o de ella.

93 Y así obraréis en todas las cosas.

85 a GEE Robar, robo, hurtar, hurto.

86 a GEE Honestidad, honradez;

Mentiras. 88 a GEE Hermano(s),

hermana(s). b Mateo 18:15–17.

c GEE Confesar, confesión.

90 a GEE Castigar, castigo.

1–7, Las revelaciones y los manda-mientos vienen únicamente por me-dio del que es nombrado; 8–14, Los santos son santificados al obrar con toda santidad ante el Señor; 15–22, Élderes son enviados a proclamar el arrepenti-miento y a preparar a los hombres para el gran día del Señor; 23–28, El Señor llama a los hombres por Su propia voz

y por medio de las fuerzas de la natura-leza; 29–35, Han de llegar el Milenio y el momento en que Satanás será atado.

Escuchad, oh élderes de mi igle­sia, y dad oído a las palabras que os hablaré.

2 Porque he aquí, de cierto, de cierto os digo, que habéis recibido

SECCIÓN 43Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, en febrero de 1831. En esa época, algunos que falsamente declaraban ser reveladores turbaron a algunos miembros de la Iglesia. El Profeta preguntó al Señor y recibió esta comunicación dirigida a los élderes de la Iglesia. La primera parte se relaciona con asuntos del gobierno de la Iglesia; la segunda parte contiene una amonestación que los élderes deben comunicar a las naciones de la tierra.

DOCTRINA Y CONVENIOS 42:84–43:285

Page 96: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

un mandamiento que será por a ley a mi iglesia, por conducto de aquel a quien os he nombrado para recibir b mandamientos y revelacio­nes de mi mano.

3 Y esto sabréis con certeza, que no se os ha nombrado a ningún otro para que reciba mandamien­tos y revelaciones, hasta que él sea llevado, si a persevera en mí.

4 Pero de cierto, de cierto os digo, que a ningún otro será nombrado a este don sino por medio de él; por­que si le fuere quitado, no tendrá poder sino para nombrar a otro en su lugar.

5 Y esto os será por ley: No reci­biréis como revelaciones ni como mandamientos las enseñanzas de ninguno que se presente ante vosotros;

6 y esto os lo doy para que no seáis a engañados, y para que se­páis que no son de mí.

7 Porque en verdad os digo, que el que es a ordenado por mí en­trará por la b puerta y será orde­nado, como os he dicho antes, para enseñar las revelaciones que habéis recibido y que recibiréis por medio de aquel a quien yo he nombrado.

8 Y ahora bien, he aquí, un man­damiento os doy, que al estar reu­nidos os a instruyáis y os edifiquéis unos a otros, para que sepáis cómo

conduciros, y cómo dirigir mi igle­sia, y cómo obrar de conformidad con los puntos de mi ley y mis mandamientos que he dado.

9 Y así seréis instruidos en la ley de mi iglesia, y seréis a santificados por lo que habéis recibido, y os obligaréis a obrar con toda santi­dad ante mí,

10 a fin de que, si hacéis esto, se a añada gloria al reino que ha­béis recibido. Si no lo hacéis, os será b quitado aun lo que habéis recibido.

11 Depuraos de la a iniquidad que hay entre vosotros; santificaos de­lante de mí;

12 y si deseáis las glorias del reino, nombrad a mi siervo José Smith, hijo, y a sostenedlo ante mí con la oración de fe.

13  Y además, os digo que si deseáis los a misterios del reino, proporcionadle alimento, ropa y cualquiera otra cosa que necesite para cumplir la obra que le he mandado;

14 y si no lo hacéis, él permane­cerá para el beneficio de los que lo han recibido, a fin de que yo aparte para mí un pueblo a puro.

15 De nuevo digo, escuchad, él­deres de mi iglesia, a quienes he nombrado: No sois enviados para que se os enseñe, sino para a en­señar a los hijos de los hombres

43 2 a DyC 42. b GEE Mandamientos

de Dios; Revelación.

3 a Juan 15:4. 4 a DyC 28:2–3. 6 a DyC 46:7.

GEE Engañar, engaño.

7 a GEE Ordenación, ordenar. b Mateo 7:13–14;

2 Ne. 9:41; 31:9, 17–18; 3 Ne. 14:13–14; DyC 22.

8 a DyC 88:77. 9 a GEE Santificación.

10 a Alma 12:10. b Mar. 4:25. 11 a GEE Pecado. 12 a GEE Sostenimiento de

líderes de la Iglesia. 13 a GEE Misterios de Dios. 14 a GEE Pureza, puro. 15 a GEE Obra misional.

DOCTRINA Y CONVENIOS 43:3–15 86

Page 97: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 b GEE Enseñar — Enseñar con el Espíritu.

16 a GEE Inspiración, inspirar.

b GEE Santificación. c Lucas 24:49;

DyC 38:32; 95:8–9; 110:8–10.

17 a Mal. 4:5; DyC 2:1; 34:6–9.

b DyC 29:8.

GEE Segunda venida de Jesucristo.

18 a Joel 2:11; DyC 133:50.

b Joel 2:10; 3:16; DyC 45:48.

c DyC 88:87. d DyC 29:13; 45:45. e GEE Resurrección. f DyC 76:85; 88:100–101. g Morm. 9:13–14. 21 a 2 Ne. 27:2;

DyC 88:90. 24 a Mateo 23:37;

3 Ne. 10:4–6. b GEE Rebelión. 25 a Hel. 12:2–4. b Mateo 23:34.

GEE Profeta. c DyC 7:6; 130:4–5. d Jer. 24:10;

Amós 4:6; DyC 87:6; JS—M 1:29.

las cosas que yo he puesto en vuestras manos por el poder de mi b Espíritu;

16 y a vosotros se os a enseñará de lo alto. b Santificaos y seréis c inves­tidos con poder, para que impar­táis como yo he hablado.

17 Escuchad, pues he aquí, el a gran b día del Señor está cerca.

18 Porque viene el día en que el Señor hará resonar su a voz desde el cielo; los cielos se b es­tremecerán y la tierra c temblará, y la d trompeta de Dios sonará larga y fuertemente, y dirá a las naciones dormidas: e ¡Levantaos, santos, y vivid; f quedaos, peca­dores, y g dormid hasta que llame otra vez!

19 Por lo tanto, ceñid vuestros lomos, no sea que se os halle entre los inicuos.

20 Levantad vuestras voces sin cesar. Llamad a las naciones a que se arrepientan, tanto ancia­nos como jóvenes, ora esclavos o libres, diciendo: Preparaos para el gran día del Señor;

21 porque si yo, que soy hom­bre, alzo mi voz y os llamo al arrepentimiento, y me aborrecéis, ¿qué diréis cuando venga el día en que los a truenos hagan oír sus

voces desde los extremos de la tierra, hablando a los oídos de to­dos los vivientes, diciendo: Arre­pentíos y preparaos para el gran día del Señor?

22 Sí, ¿y cuando los relámpagos resplandezcan desde el este hasta el oeste, y llegue el clamor de sus voces a todos los vivientes, ha­ciendo zumbar los oídos de todos los que oigan, diciendo: Arrepen­tíos, porque el gran día del Señor ha llegado?

23 Y además, el Señor emitirá su voz desde los cielos, diciendo: ¡Escuchad, oh naciones de la tie­rra, y oíd las palabras del Dios que os hizo!

24 ¡Oh vosotras, naciones de la tierra, cuántas veces os hubiera juntado como la a gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, mas b no quisisteis!

25 ¡Cuántas veces os he a llamado por boca de mis b siervos y por la c ministración de ángeles, y por mi propia voz y por la de los truenos y la de los relámpagos y la de las tempestades; y por la voz de te­rremotos y de fuertes granizadas, y la de d hambres y pestilencias de todas clases; y por el gran so­nido de una trompeta, y por la voz

DOCTRINA Y CONVENIOS 43:16–2587

Page 98: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

25 e GEE Misericordia, misericordioso.

f GEE Inmortal, inmortalidad; Salvación; Vida eterna.

28 a Jacob 5:71; DyC 33:3. GEE Viña del Señor.

29 a GEE Segunda venida de Jesucristo.

30 a GEE Milenio.

31 a 1 Ne. 22:26. GEE Diablo.

b DyC 45:55; 84:100; 88:110.

c Apoc. 20:3; Jacob 5:77; DyC 29:22.

d GEE Mundo — El fin del mundo.

32 a GEE Rectitud, recto. b 1 Cor. 15:51–52;

DyC 63:51; 101:31.

GEE Resurrección. 33 a Mateo 3:12. b GEE Jesucristo — Es

juez. 34 a GEE Salvador. b JS—M 1:37. c GEE Meditar. d GEE Mente. e DyC 84:61; 100:7–8. 35 a Rom. 12:3;

DyC 18:21.

del juicio y de la e misericordia todo el día; y por la voz de gloria y de honra y la de las riquezas de la vida eterna, y os hubiera salvado con una salvación f sempiterna, mas no quisisteis!

26 He aquí, ha llegado el día en que la copa de la ira de mi indig­nación está llena.

27 He aquí, en verdad os digo, que estas son las palabras del Se­ñor vuestro Dios.

28 Por tanto, trabajad, a trabajad en mi viña por última vez; por vez postrera llamad a los habitantes de la tierra.

29 Porque en mi propio y debido tiempo a vendré sobre la tierra en juicio, y mi pueblo será redimido y reinará conmigo sobre la tierra.

30 Porque vendrá el gran a Mile­nio, del cual he hablado por boca de mis siervos.

31 Porque a Satanás será b atado; y cuando de nuevo quede libre, reinará solamente una c corta tem­porada, y entonces vendrá el d fin de la tierra.

32 Y el que viviere en a rectitud será b cambiado en un abrir y cerrar de ojos, y la tierra pasará como si fuera por fuego.

33 Y los inicuos irán al a fuego inextinguible, y ningún hombre en la tierra sabe el fin de ellos, ni lo sabrá jamás, sino hasta que com­parezcan delante de mí en b juicio.

34 Escuchad estas palabras. He aquí, soy Jesucristo, el a Salvador del mundo. b Atesorad estas cosas en vuestro corazón, y c reposen en vuestra d mente las e solemnidades de la eternidad.

35 Sed a sobrios. Guardad to­dos mis mandamientos. Así sea. Amén.

1–3, Los élderes deben reunirse en conferencia; 4–6, Han de organizarse

de acuerdo con las leyes del país y cuidar de los pobres.

SECCIÓN 44Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Kirtland, Ohio, en la última parte del mes de febrero de 1831. De conformidad con los requisitos aquí expuestos, la Iglesia dispuso efectuar una con-ferencia a principios del siguiente mes de junio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 43:26–35 88

Page 99: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

44 2 a Hech. 2:17. 3 a GEE Predicar. 4 a GEE Conversión,

convertir. b DyC 98:5–7. 5 a 2 Ne. 4:33.

6 a Stg. 1:27. GEE Bienestar; Compasión.

He aquí, así os dice el Señor a vosotros, mis siervos: Me es prudente que los élderes de mi iglesia sean convocados del oriente, del poniente, del norte y del sur, por carta o de alguna otra manera.

2 Y sucederá que, si son fieles y ejercen la fe en mí, derramaré so­bre ellos mi a Espíritu en el día en que se congreguen.

3 Y acontecerá que irán a las re­giones inmediatas y a predicarán el arrepentimiento a la gente.

4 Y serán a convertidos muchos, de modo que tendréis poder para

organizaros b conforme a las leyes del hombre;

5 a fin de que vuestros a enemigos no tengan poder sobre vosotros, y seáis preservados en todas las co­sas; para que os sea posible guar­dar mis leyes y sea deshecha toda traba con que el enemigo procura destruir a mi pueblo.

6 He aquí, os digo que es pre­ciso que a visitéis a los pobres y a los necesitados, y les suministréis auxilio para que sean amparados, hasta que se hagan todas las cosas conforme a mi ley que habéis reci­bido. Amén.

SECCIÓN 45Revelación dada a la Iglesia por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 7 de marzo de 1831. Como prefacio, al registrarse esta revelación, la historia de José Smith declara que “en esta época de la Iglesia. . . se publicaban y se hacían circular muchas noticias falsas. . . y disparates para impedir que la gente investigara la obra, y abrazara la fe. . . Mas para la alegría de los santos. . . recibí lo siguiente”.

1–5, Cristo es nuestro intercesor ante el Padre; 6–10, El Evangelio es un mensajero para preparar el camino delante del Señor; 11–15, Enoc y sus hermanos fueron recibidos por el Se-ñor; 16–23, Cristo reveló las señales de Su venida cual se dieron sobre el monte de los Olivos; 24–38, El Evangelio será restaurado, se cum-plirán los tiempos de los gentiles y una enfermedad desoladora cubrirá la tierra; 39–47, Señales, maravi-llas y la Resurrección acompañarán

la Segunda Venida; 48–53, Cristo asentará el pie sobre el monte de los Olivos y los judíos verán las heridas en Sus manos y en Sus pies; 54–59, El Señor reinará durante el Milenio; 60–62, Se manda al Profeta que co-mience la traducción del Nuevo Tes-tamento, mediante lo cual se daría a conocer información importante; 63–75, Se manda a los santos congre-garse y edificar la Nueva Jerusalén, a la cual vendrán personas de todas las naciones.

DOCTRINA Y CONVENIOS 44:1–689

Page 100: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

Escuchad, oh pueblo de mi a igle­sia, vosotros a quienes el b reino ha sido dado; escuchad y dad oído al que puso los fundamentos de la tierra, que c hizo los cielos y todas sus huestes, y por quien fueron hechas todas las cosas que viven, se mueven y tienen su ser.

2 Y de nuevo os digo, escuchad mi voz, no sea que la a muerte os sobrevenga; a la b hora en que me­nos lo penséis, el verano habrá pasado, y la c siega habrá termi­nado, y vuestras almas estarán sin salvar.

3 Escuchad al que es vuestro a in­tercesor con el Padre, que aboga por vuestra causa ante él,

4 diciendo: Padre, ve los a padeci­mientos y la muerte de aquel que no b pecó, en quien te complaciste; ve la sangre de tu Hijo que fue de­rramada, la sangre de aquel que diste para que tú mismo fueses c glorificado;

5 por tanto, Padre, perdona a es­tos mis hermanos que a creen en mi nombre, para que vengan a mí y tengan b vida sempiterna.

6 Escuchad, oh pueblo de mi igle­sia, y vosotros los élderes escuchad

juntamente, y oíd mi voz mientras dure el tiempo llamado a hoy, y no endurezcáis vuestros corazones.

7 Porque, de cierto os digo, que soy el a Alfa y la Omega, el prin­cipio y el fin, la luz y la vida del mundo, una b luz que resplandece en las tinieblas y las tinieblas no la comprenden.

8 Vine a los míos, y los míos no me recibieron; mas a cuantos me recibieron les di el a poder de ha­cer muchos b milagros y de lle­gar a ser los c hijos de Dios; y a los que d creyeron en mi nombre les di poder para obtener la e vida eterna.

9 Y así he enviado al mundo mi a convenio b sempiterno, a fin de que sea una luz al mundo y un c estandarte a mi pueblo, y para que lo busquen los d gentiles, y sea un e mensajero delante de mi faz, preparando el camino delante de mí.

10 Por tanto, venid a él, y ra­zonaré con el que viniere, como con los hombres en los días anti­guos, y os enseñaré mi a potente razonamiento.

11 Por tanto, escuchad unánimes 45 1 a GEE Iglesia de

Jesucristo. b DyC 50:35. c Jer. 14:22;

3 Ne. 9:15; DyC 14:9. GEE Creación, crear.

2 a Alma 34:33–35. b Mateo 24:44. c Jer. 8:20;

DyC 56:16. GEE Siega.

3 a DyC 62:1. GEE Abogado.

4 a DyC 19:18–19.

GEE Expiación, expiar. b Heb. 4:15. c Juan 12:28. 5 a DyC 20:25; 35:2; 38:4. b Juan 3:16. 6 a Heb. 3:13;

DyC 64:23–25. 7 a Apoc. 1:8; 21:6;

DyC 19:1. b Juan 1:5. 8 a Mateo 10:1.

GEE Poder. b GEE Milagros. c GEE Hijos e hijas de

Dios.

d GEE Creencia, creer; Fe.

e DyC 14:7. 9 a Jer. 31:31–34;

Morm. 5:20. b GEE Nuevo y

sempiterno convenio. c 2 Ne. 29:2. d Isa. 42:6;

2 Ne. 10:9–18. e Mal. 3:1. 10 a Isa. 41:21;

DyC 50:10–12.

DOCTRINA Y CONVENIOS 45:1–11 90

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11 a Moisés 7:69. 12 a TJS Gén. 14:30–34

(Apéndice — Biblia); DyC 38:4; Moisés 7:21.

b Moisés 7:62–64. GEE Sion.

13 a Heb. 11:13; 1 Pe. 2:11.

14 a Heb. 11:8–13; Moisés 7:63.

16 a Mateo 24; Lucas 21:7–36; JS—M 1.

b GEE Segunda venida de Jesucristo.

17 a DyC 138:50. b GEE Espíritu. c GEE Israel — La

congregación de Israel.

d 1 Ne. 10:12–14.

GEE Israel — El esparcimiento de Israel.

22 a GEE Mundo — El fin del mundo.

24 a 2 Ne. 25:15. 25 a Neh. 1:9;

Isa. 11:12–14; 1 Ne. 22:10–12; 2 Ne. 21:12–14.

y dejad que os muestre mi sabi­duría, la sabiduría de aquel que decís es el Dios de a Enoc y de sus hermanos,

12 que fueron a separados de la tierra y a quienes recibí: una b ciu­dad reservada hasta que venga un día de rectitud, un día anhelado por todos los hombres santos, y no lo hallaron a causa de la maldad y las abominaciones;

13 y confesaron que eran a extran­jeros y peregrinos en la tierra;

14 mas recibieron la a promesa de que lo hallarían y lo verían en la carne.

15 Por tanto, escuchad y razonaré con vosotros, y os hablaré y pro­fetizaré, como con los hombres en días antiguos.

16 Y lo manifestaré claramente, como lo a manifesté a mis discí­pulos cuando estuve ante ellos en la carne, y les hablé diciendo: Por cuanto me habéis preguntado acerca de las b señales de mi venida, en el día en que venga en mi gloria en las nubes del cielo para cumplir las promesas que yo hice a vues­tros padres,

17 pues ya que habéis conside­rado como un cautiverio la larga a ausencia de vuestro b espíritu fuera del cuerpo, yo os enseñaré

cómo vendrá el día de la reden­ción y también la c restauración del Israel d disperso.

18 Y ahora veis este templo que se halla en Jerusalén, al cual lla­máis la casa de Dios, y vuestros enemigos dicen que esta casa ja­más caerá.

19 Mas en verdad os digo, que la desolación vendrá sobre esta generación como ladrón en la no­che, y este pueblo será destruido y dispersado entre todas las naciones.

20 Y este templo que ahora veis será derribado, de manera que no quedará una piedra sobre otra.

21 Y acontecerá que esta genera­ción de judíos no pasará sin que se verifique toda la desolación que os he dicho acerca de ellos.

22 Decís que sabéis que el a fin del mundo viene; decís también que sabéis que los cielos y la tie­rra pasarán;

23 y en esto decís verdad, porque así es; mas estas cosas que yo os he dicho no pasarán sino hasta que todo se cumpla.

24 Y esto os he dicho acerca de Jerusalén; y cuando venga ese día, será a esparcido un resto entre to­das las naciones;

25  mas serán a recogidos de

DOCTRINA Y CONVENIOS 45:12–2591

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25 b Lucas 21:24. 26 a GEE Últimos días,

postreros días. b DyC 87;

JS—M 1:23. c Lucas 21:26. d 2 Pe. 3:3–10. 28 a 1 Ne. 15:13. b GEE Luz, luz de Cristo;

Restauración del Evangelio.

29 a Juan 1:5.

b Mateo 15:8–9. c DyC 3:6–8; 46:7;

JS—H 1:19. 31 a DyC 5:19–20; 97:22–25. 32 a DyC 101:21–22, 64. b Apoc. 16:11, 21. 33 a DyC 43:18; 88:87–90. b DyC 63:33. 35 a Mateo 24:6. 37 a Mar. 13:28;

Lucas 21:29–31. 39 a DyC 10:55–56.

GEE Obediencia, obediente, obedecer; Temor — Temor de Dios.

b 2 Pe. 3:10–13; DyC 35:15–16; Moisés 7:62.

c GEE Segunda venida de Jesucristo.

d GEE Señales de los tiempos.

e GEE Hijo del Hombre.

nuevo; pero quedarán hasta después del cumplimiento de los tiempos de los b gentiles.

26 Y en a ese día se oirá de b gue­rras y rumores de guerras, y toda la tierra estará en conmoción, y c desmayará el corazón de los hom­bres y dirán que Cristo d demora su venida hasta el fin de la tierra.

27 Y el amor de los hombres se enfriará, y abundará la iniquidad.

28 Y cuando llegue el tiempo de los a gentiles, resplandecerá una b luz entre los que se asientan en tinieblas, y será la plenitud de mi evangelio;

29 mas no lo a reciben, porque no perciben la luz, y apartan de mí su b corazón a causa de los c preceptos de los hombres.

30 Y en esa generación serán cumplidos los tiempos de los gentiles.

31  Y vivirán hombres en esa generación que no morirán hasta que vean una a plaga arrasadora, porque una enfermedad desola­dora cubrirá la tierra.

32 Pero mis discípulos a esta­rán en lugares santos y no se­rán movidos; pero entre los inicuos, los hombres alzarán sus

voces y b maldecirán a Dios, y morirán.

33 Y también habrá a terremotos en diversos lugares, y muchas devas­taciones; sin embargo, los hombres endurecerán su corazón contra mí y levantarán la b espada el uno contra el otro, y unos a otros se matarán.

34 Y cuando yo el Señor hube hablado estas palabras a mis dis­cípulos, se turbaron.

35 Y les dije: No os a turbéis, porque cuando todas estas cosas acontezcan, sabréis que se cumpli­rán las promesas que os han sido hechas.

36 Y cuando la luz empiece a ma­nifestarse, les será semejante a una parábola que os enseñaré:

37 Miráis y observáis la a hi­guera, y la veis con vuestros ojos; y cuando empieza a retoñar y sus hojas todavía están tiernas, decís que el verano ya está próximo;

38 así será en aquel día cuando vean todas estas cosas, entonces sabrán que la hora está cerca.

39 Y acontecerá que el que me a teme estará b esperando que lle­gue el gran c día del Señor, sí, las d señales de la venida del e Hijo del Hombre.

40 Y verán señales y maravillas,

DOCTRINA Y CONVENIOS 45:26–40 92

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porque se manifestarán arriba en los cielos y abajo en la tierra.

41 Y verán sangre y a fuego y va­pores de humo.

42 Y antes que venga el día del Señor, el a sol se obscurecerá, y la luna se tornará en sangre, y las es­trellas caerán del cielo.

43 Y el resto será congregado en este lugar;

44 y entonces me buscarán, y he aquí, vendré; y me verán en las nubes del cielo, revestido de poder y gran a gloria, con todos los santos ángeles; y el que no m e e s t é b e s p e r a n d o s e r á desarraigado.

45 Pero antes que caiga el brazo del Señor, un ángel tocará su a trompeta, y los santos que hayan dormido b saldrán para recibirme en la c nube.

46 Por tanto, si habéis dormido en a paz, benditos sois, porque como ahora me veis y sabéis que yo soy, así b vendréis a mí y c vivi­rán vuestras almas, y vuestra re­dención será perfeccionada; y los santos saldrán de los cuatro extre­mos de la tierra.

47 Entonces el a brazo del Señor caerá sobre las naciones.

48 Y entonces el Señor pondrá su pie sobre este a monte, y se partirá

por en medio, y b temblará la tie­rra y se tambaleará, y también se c estremecerán los cielos.

49 Y el Señor emitirá su voz, y todos los confines de la tie­rra la oirán; y las naciones de la tierra se a lamentarán, y los que hayan reído descubrirán su insensatez.

50 Y la calamidad oprimirá al burlador, y el mofador será consu­mido; y los que se desvelan para obrar iniquidad serán talados y echados al fuego.

51 Y entonces me a mirarán los b judíos y dirán: ¿Qué heridas son estas en tus manos y en tus pies?

52 Entonces sabrán que yo soy el Señor, porque les diré: Estas son las heridas con que fui a he­rido en casa de mis amigos. Soy el que fue levantado. Soy Jesús que fue b crucificado. Soy el Hijo de Dios.

53 Y entonces a llorarán a causa de sus iniquidades; y se lamen­tarán porque persiguieron a su b rey.

54 Y entonces serán redimidas las naciones a paganas, y los que no conocieron ninguna ley tendrán parte en la primera b resurrección; y les será c tolerable.

41 a DyC 29:21; 97:25–26. 42 a Joel 2:10; Apoc. 6:12;

DyC 88:87; 133:49. 44 a GEE Jesucristo — La

gloria de Jesucristo. b Mateo 24:43–51;

Mar. 13:32–37. 45 a DyC 29:13; 43:18. b DyC 88:96–97.

GEE Resurrección.

c 1 Tes. 4:16–17. 46 a Alma 40:12. b Isa. 55:3. c GEE Vida eterna. 47 a DyC 1:12–16. 48 a Zac. 14:4. b DyC 43:18; 88:87. c Joel 3:16;

DyC 49:23. 49 a DyC 87:6.

51 a Zac. 12:10. b GEE Judíos. 52 a Zac. 13:6. b GEE Crucifixión. 53 a Apoc. 1:7. b Lucas 23:38;

Juan 19:3, 14–15. 54 a Ezeq. 36:23; 39:21. b GEE Resurrección. c DyC 75:22.

DOCTRINA Y CONVENIOS 45:41–5493

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55 Y a Satanás será b atado, para que no tenga cabida en el corazón de los hijos de los hombres.

56 Y en aquel a día, cuando yo venga en mi gloria, se cumplirá la parábola que hablé acerca de las diez b vírgenes.

57 Porque aquellos que son pru­dentes y han recibido la a verdad, y han tomado al Santo Espíritu por b guía, y no han sido c engañados, de cierto os digo que estos no serán talados ni echados al d fuego, sino que aguantarán el día.

58 Y les será dada la a tierra por b herencia; y se multiplicarán y se harán fuertes, y sus hijos c crecerán sin pecado hasta d salvarse.

59 Porque el Señor estará en a medio de ellos y su gloria estará sobre ellos, y él será su rey y su b legislador.

60 Y ahora bien, he aquí, os digo que no os será permitido saber más concerniente a este capítulo, sino hasta que sea traducido el a Nuevo Testamento, y en él se darán a co­nocer todas estas cosas;

61 por tanto, ahora os concedo traducirlo, a fin de que estéis

preparados para las cosas que vendrán.

62 Porque de cierto os digo que os esperan grandes cosas;

63 oís de a guerras en países ex­tranjeros; mas he aquí, os digo que están cerca, aun a vuestras puertas, y dentro de pocos años oiréis de guerras en vuestras propias tierras.

64 Por tanto, yo, el Señor, he dicho: Salid de las regiones del a Este; congregaos, vosotros los él­deres de mi iglesia; id a las tierras del oeste, llamad a los habitan­tes al arrepentimiento, y al grado que se arrepientan, establecedme iglesias.

65 Y con corazones y mentes unánimes juntad vuestras rique­zas para que a compréis una he­redad que más adelante os será designada.

66  Y se llamará la a Nueva Jerusalén, una b tierra de c paz, una ciudad de d refugio, un lugar de seguridad para los santos del Más Alto Dios;

67 y la a gloria del Señor estará allí, y el terror del Señor tam­bién estará allí, de tal manera

55 a GEE Diablo. b Apoc. 20:2;

1 Ne. 22:26; DyC 43:31; 88:110.

56 a GEE Segunda venida de Jesucristo.

b Mateo 25:1–13; DyC 63:54.

57 a GEE Verdad. b GEE Espíritu Santo. c JS—M 1:37. d DyC 29:7–9; 63:34;

64:23–24; 101:22–25. 58 a GEE Milenio. b Mateo 5:5.

c DyC 63:51; 101:29–31. d GEE Salvación. 59 a DyC 29:11; 104:59. b Gén. 49:10;

Zac. 14:9; DyC 38:21–22.

60 a GEE José Smith, Traducción de (TJS). Véase también Selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés.

63 a DyC 38:29; 87:1–5; 130:12.

64 a DyC 42:64. 65 a DyC 63:27. 66 a Éter 13:5–6;

Moisés 7:62; AdeF 1:10. GEE Nueva Jerusalén; Sion.

b DyC 57:1–3. c GEE Paz. d Isa. 4:6;

DyC 115:6. 67 a DyC 64:41–43;

97:15–18. GEE Jesucristo — La gloria de Jesucristo.

DOCTRINA Y CONVENIOS 45:55–67 94

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69 a Deut. 30:3; Jer. 32:37–39;

DyC 33:6. 74 a Sof. 2:11.

que los inicuos no llegarán a ella, y se llamará Sion.

68 Y acontecerá entre los inicuos, que todo hombre que no tome la es­pada contra su prójimo tendrá que huir a Sion para hallar seguridad.

69 Y se a recogerán en ella de to­das las naciones debajo del cielo; y será el único pueblo que no estará en guerra el uno contra el otro.

70 Y se dirá entre los inicuos: No subamos a combatir contra Sion, porque sus habitantes son terribles; por tanto, no podemos prevalecer.

71 Y acontecerá que los justos se­rán recogidos de entre todas las na­ciones, y vendrán a Sion entonando canciones de gozo sempiterno.

72 Y ahora os digo: No permitáis que estas cosas vayan al mundo hasta que yo lo considere opor­tuno, para que cumpláis esta obra a la vista del pueblo y a los ojos de vuestros enemigos, a fin de que no se den cuenta de vuestras obras sino hasta que hayáis efectuado aquello que os he mandado;

73 para que cuando lo sepan, con­sideren estas cosas.

74 Porque cuando el Señor apa­rezca, será a terrible para ellos, de modo que el temor se apoderará de ellos, y se mantendrán alejados y temblarán.

75 Y todas las naciones temerán a causa del terror del Señor y del poder de su fuerza. Así sea. Amén.

SECCIÓN 46Revelación dada a la Iglesia por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 8 de marzo de 1831. En esa temprana época de la Iglesia, aún no se había elaborado un sistema uniforme para dirigir los servicios de la Iglesia. Sin embargo, se había generalizado hasta cierto grado la costumbre de admitir en las reuniones sacramentales y en otras asambleas de la Iglesia únicamente a los miembros y a los investigadores sinceros. En esta revelación se expresa la voluntad del Señor concerniente a la reglamentación y dirección de las reuniones y Su guía al procurar y al discernir los dones del Espíritu.

1–2, Los élderes han de dirigir las reuniones conforme los guíe el Santo Espíritu; 3–6, Los que buscan la verdad no deben ser excluidos de los servicios sacramentales; 7–12, Pedid a Dios y buscad los dones del Espí-ritu; 13–26, Se enumeran algunos

de estos dones; 27–33, Se da poder a los oficiales que dirigen la Iglesia para discernir los dones del Espíritu.

Escuchad, oh pueblo de mi iglesia, porque en verdad os digo que estas cosas os fueron

DOCTRINA Y CONVENIOS 45:68–46:195

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declaradas para vuestro a provecho e instrucción.

2 Pero a pesar de las cosas que están escritas, siempre se ha con­cedido a los a élderes de mi iglesia desde el principio, y siempre será así, b dirigir todas las reuniones conforme los oriente y los guíe el Santo Espíritu.

3  Sin embargo, se os manda nunca a desechar a nadie de vues­tros servicios públicos, los que se verifican ante el mundo.

4 También se os manda no de­sechar de vuestras reuniones sacramentales a ninguno que per­tenezca a la a iglesia; sin embargo, si alguien ha transgredido, b no le permitáis participar sino hasta que se haya reconciliado.

5 Y además, os digo que no dese­charéis de vuestros servicios sacra­mentales a nadie que sinceramente esté buscando el reino; esto lo digo con respecto a los que no pertene­cen a la iglesia.

6 Y además os digo, concerniente a vuestras a reuniones de confirma­ción, que si hubiere algunos que no fueren de la iglesia, que since­ramente estén buscando el reino, no los desecharéis.

7 Mas en todo se os manda a pedir a Dios, el cual da liberalmente; y

lo que el Espíritu os testifique, eso quisiera yo que hicieseis con toda b santidad de corazón, andando rectamente ante mí, c considerando el fin de vuestra salvación, ha­ciendo todas las cosas con ora­ción y d acción de gracias, para que no seáis e seducidos por espíritus malos, ni por doctrinas de f de­monios, ni por los g mandamien­tos de los hombres; porque unos son de los hombres y otros de los demonios.

8 Por tanto, cuidaos a fin de que no os engañen; y para que no seáis engañados, a buscad di­ligentemente los mejores dones, recordando siempre para qué son dados;

9 porque de cierto os digo, que se dan para el beneficio de los que me aman y guardan todos mis mandamientos, y de los que procuran hacerlo; para que se be­neficien todos los que me bus­can o me piden, y que no piden a señales para b satisfacer sus concupiscencias.

10 Y además, de cierto os digo, quisiera que siempre recordaseis y retuvieseis en vuestras a mentes cuáles son esos b dones que se dan a la iglesia.

11 Porque no a todos se da cada 46 1 a 2 Tim. 3:16–17. 2 a Alma 6:1. b Moro. 6:9;

DyC 20:45. 3 a 3 Ne. 18:22–25.

GEE Hermandad. 4 a GEE Iglesia de

Jesucristo. b 3 Ne. 18:26–32.

GEE Santa Cena. 6 a Es decir, de la

confirmación de los recién bautizados.

7 a Stg. 1:5–6; DyC 88:63.

b GEE Santidad. c GEE Meditar. d Sal. 100;

Alma 34:38. GEE Acción de gracias, agradecido, agradecimiento.

e 1 Tim. 4:1–4; DyC 43:5–7.

f GEE Diablo. g DyC 3:6–7; 45:29. 8 a 1 Cor. 12:31. 9 a GEE Señal. b Stg. 4:3. 10 a GEE Mente. b 1 Cor. 14:12.

GEE Dones del Espíritu.

DOCTRINA Y CONVENIOS 46:2–11 96

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11 a 1 Cor. 12:4–11. 13 a GEE Testimonio. 14 a 3 Ne. 12:2.

GEE Creencia, creer. 15 a Moro. 10:8. 17 a Moro. 10:9.

GEE Sabiduría. 18 a GEE Conocimiento. 19 a DyC 42:48–52.

GEE Fe. 20 a GEE Sanar, sanidades. 21 a GEE Milagros. 22 a GEE Profecía,

profetizar. 23 a Moisés 1:13–15. 24 a GEE Lenguas, don de. 26 a Moro. 10:8–19. b GEE Hijos e hijas de

Dios. 27 a GEE Obispo. b GEE Discernimiento,

don de. 28 a DyC 88:64–65. 30 a DyC 50:29. b GEE Espíritu Santo. c 2 Ne. 4:35.

uno de los dones; pues hay muchos dones, y a a todo hombre le es dado un don por el Espíritu de Dios.

12 A algunos les es dado uno y a otros otro, para que así todos se beneficien.

13 A algunos el Espíritu Santo da a a saber que Jesucristo es el Hijo de Dios, y que fue crucificado por los pecados del mundo;

14 a otros les es dado a creer en las palabras de aquellos, para que también tengan vida eterna, si con­tinúan fieles.

15 Y además, el Espíritu Santo hace saber a algunos las a diferen­cias de administración, conforme a lo que fuere agradable al mismo Señor, según su voluntad, acomo­dando sus misericordias a las con­diciones de los hijos de los hombres.

16 Y además, a algunos les es dado por el Espíritu Santo discernir las diversidades de operaciones, si es que son de Dios, para que las mani­festaciones del Espíritu sean dadas a todo hombre para su provecho.

17 Y además, de cierto os digo, que a algunos les es dada, por el Espíritu de Dios, la palabra de a sabiduría;

18 a otros, la palabra de a cono­cimiento, para que se instruya a todos a ser sabios y a tener conocimiento.

19 Y además, a unos les es dado tener a fe para ser sanados;

20 y a otros, fe para a sanar.21 Y además, a algunos les es

dado obrar a milagros;22 y a otros, a profetizar;23 y a otros, a discernir espíritus.24 Y además, a algunos les es

dado hablar en a lenguas;25 y a otros, la interpretación de

lenguas;26 y todos estos a dones vienen

de Dios, para el beneficio de los b hijos de Dios.

27 Y al a obispo de la iglesia, y a cuantos Dios nombrare y ordenare para velar por la iglesia y ser sus élderes, les será concedido b discer­nir todos esos dones, no sea que haya entre vosotros alguno que profesare tenerlos y, sin embargo, no sea de Dios.

28 Y acontecerá que el que pi­diere en el a Espíritu, recibirá en el Espíritu;

29 para que a algunos les sea con­cedido tener todos estos dones, para que haya una cabeza, a fin de que todo miembro se beneficie con ello.

30 El que a pide en el b Espíritu, pide según la c voluntad de Dios; por tanto, es hecho conforme a lo que pide.

31 Y además, os digo que todas

DOCTRINA Y CONVENIOS 46:12–3197

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32 a 1 Cró. 16:8–15; 1 Tes. 1:2; Alma 37:37; DyC 59:7, 21.

GEE Acción de gracias, agradecido, agradecimiento.

33 a GEE Virtud.

b GEE Santidad.47 1 a DyC 69:2–8; 85:1–2. 4 a GEE Consolador;

Espíritu Santo.

las cosas deben hacerse en el nom­bre de Cristo, cualquier cosa que hagáis en el Espíritu;

32   y habéis de dar a gra­cias a Dios en el Espíritu por

cualquier bendición con que seáis bendecidos.

33 Y debéis practicar la a virtud y la b santidad delante de mí constan­temente. Así sea. Amén.

SECCIÓN 47Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 8 de marzo de 1831. John Whitmer, quien ya había prestado servicio como secretario del Profeta, al principio dudó cuando se le pidió que pres-tara servicio como historiador y registrador, y tomara el lugar de Oliver Cowdery. John escribió: “Preferiría no hacerlo, pero reparé en que debe-ría hacerse la voluntad del Señor, y si Él lo desea, deseo que lo manifieste mediante José el Vidente”. Después que José Smith recibió esta revelación, John Whitmer aceptó y prestó servicio en el oficio al que fue nombrado.

1–4, Se designa a John Whitmer para que lleve la historia de la Iglesia y sea escribiente del Profeta.

He aquí, me es prudente que mi siervo John escriba y lleve una a historia sistemática, y que cola­bore contigo, mi siervo José, trans­cribiendo todas las cosas que te serán impartidas, hasta que se le llame a otros deberes.

2 Además, de cierto te digo que también puede alzar su voz en las asambleas, cuando sea oportuno.

3 Y además, te digo que le será designado llevar continuamente el registro y la historia de la igle­sia; porque he llamado a Oliver Cowdery a otro cargo.

4 Por tanto, si es fiel, le será dado por el a Consolador el escribir estas cosas. Así sea. Amén.

SECCIÓN 48Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 10 de marzo de 1831. El Profeta había preguntado al Señor en cuanto a la manera de proceder en la adquisición de terrenos para establecer a los santos. Era un asunto importante en vista de la emigración de los miembros de la Iglesia del este de los Estados Unidos, en cumpli-miento del mandamiento del Señor de congregarse en Ohio (véanse las secciones 37:1–3; 45:64).

DOCTRINA Y CONVENIOS 46:32–47:4 98

Page 109: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

48 2 a GEE Bienestar. 4 a DyC 57:4–5. b DyC 42:35–36;

45:65–67. 5 a DyC 57:6–8. b DyC 57:1–3.

6 a GEE Nueva Jerusalén. b DyC 51:3.

1–3, Los santos radicados en Ohio de-ben compartir sus terrenos con sus her-manos; 4–6, Los santos han de comprar tierras, edificar una ciudad y seguir el consejo de sus oficiales presidentes.

Es necesario que permanezcáis por lo pronto en los sitios donde moráis, como convenga a vuestras circunstancias.

2 Y en caso de que tengáis terre­nos, a compartiréis estos con los hermanos del Este;

3 y en caso de que no tengáis te­rrenos, cómprenlos ellos por ahora en las regiones inmediatas, como bien les parezca, porque es nece­sario que tengan donde vivir por el momento.

4 Es menester que ahorréis todo el dinero que os sea posible, y que obtengáis cuanto podáis en

rectitud, para que con el tiempo podáis a comprar tierra para una herencia, b sí, para la ciudad.

5 Todavía no será revelado el lu­gar; pero después que vuestros hermanos vengan del Este, serán nombrados a ciertos hombres a quienes les será b manifestado el lugar, o sea, les será revelado.

6 Y serán nombrados para com­prar los terrenos, y para princi­piar a poner los fundamentos de la a ciudad; y entonces comenzaréis a congregaros con vuestras familias, cada hombre según su b familia, de acuerdo con sus circunstancias y como le sea designado por la pre­sidencia y el obispo de la iglesia, conforme a las leyes y a los man­damientos que habéis recibido, y que recibiréis más adelante. Así sea. Amén.

SECCIÓN 49Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Sidney Rigdon, Parley P. Pratt y Leman Copley en Kirtland, Ohio, el 7 de mayo de 1831. Leman Copley había aceptado el Evangelio, pero todavía con-servaba algunas de las enseñanzas de la secta de los tembladores (So-ciedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo), a la cual él previamente había pertenecido. Algunas de las creencias de los tembladores eran que ya se había efectuado la segunda venida de Cristo y que se había aparecido en forma de mujer: Ann Lee. Ellos no consideraban esencial el bautismo en el agua. Rechazaban el matri-monio y creían en una vida dedicada al celibato total. Algunos tem-bladores también prohibían comer carne. En la historia de José Smith se indica lo siguiente como prefacio de esta revelación: “A fin de te-ner [una] comprensión más perfecta en cuanto al asunto, pregunté al Señor y recibí lo siguiente”. En la revelación se refutan algunos de los

DOCTRINA Y CONVENIOS 48:1–699

Page 110: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

49 1 a GEE Predicar. 2 a Hech. 8:21. 4 a GEE Evangelio;

Verdad. 5 a Juan 3:16–17;

DyC 132:24. GEE Jesucristo — Su autoridad.

b GEE Redención,

redimido, redimir; Redentor.

c GEE Condenación, condenar.

6 a GEE Hijo del Hombre. b Hech. 7:55–56;

DyC 76:20–23. c GEE Jesucristo — La

gloria de Jesucristo.

d 1 Cor. 15:25; DyC 76:61.

7 a Mateo 24:36; Mar. 13:32–37; Apoc. 16:15; DyC 133:11.

8 a Gál. 3:22; Mos. 16:3–5.

1–7, El día y la hora de la venida de Cristo permanecerán incógnitos hasta que Él venga; 8–14, Los hom-bres deben arrepentirse, creer en el Evangelio y obedecer las ordenanzas para obtener la salvación; 15–16, El matrimonio es decretado por Dios; 17–21, Se aprueba el comer carne; 22–28, Sion prosperará y los lama-nitas florecerán como la rosa antes de la Segunda Venida.

Escuchad mi palabra, mis siervos Sidney, Parley y Leman; porque he aquí, de cierto os digo, que os doy el mandamiento de ir a a predicar a los tembladores mi evangelio que habéis recibido, tal cual lo habéis recibido.

2 He aquí, os digo que ellos de­sean conocer la verdad en parte, pero no toda, porque no son a rec­tos delante de mí y es necesario que se arrepientan.

3 Por lo cual os mando, mis sier­vos Sidney y Parley, que les pre­diquéis el evangelio.

4 Y mi siervo Leman será or­denado a esta obra para que ra­zone con ellos, no conforme a lo

que ha recibido de ellos, sino de acuerdo con lo que vosotros, mis siervos, le a enseñaréis; y si así lo hace, lo bendeciré; de otro modo no prosperará.

5 Así dice el Señor; pues yo soy Dios, y he a mandado a mi Uni­génito Hijo al mundo para la b redención del mundo, y he de­cretado que el que lo reciba será salvo, y el que no lo reciba será c condenado;

6  e hicieron con el a Hijo del Hombre como quisieron; y él ha tomado su poder a la b diestra de su c gloria, y ahora reina en los cielos, y reinará hasta que des­cienda a la tierra para subyugar a todos sus enemigos d debajo de sus pies, y la hora ya está próxima;

7 yo, Dios el Señor, lo he ha­blado; mas la hora y el a día nin­gún hombre sabe, ni los ángeles del cielo, ni lo sabrán hasta que él venga.

8 Por tanto, es mi voluntad que todo hombre se arrepienta; por­que todos están bajo a pecado, salvo los que he apartado para

conceptos básicos del grupo de los tembladores. Los hermanos previa-mente mencionados llevaron una copia de la revelación a la comuni-dad de los tembladores (cerca de Cleveland, Ohio) y se la leyeron en su totalidad, pero fue rechazada.

DOCTRINA Y CONVENIOS 49:1–8 100

Page 111: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 b Heb. 13:2; 3 Ne. 28:25–29.

9 a Gén. 17:7; DyC 66:2. GEE Nuevo y sempiterno convenio.

10 a Zac. 2:11; DyC 45:66–69; 97:18–21.

b Isa. 60:14. c Mateo 23:12. 11 a GEE Obra misional. 13 a 3 Ne. 27:19–20. 14 a GEE Don del Espíritu

Santo. b GEE Imposición de

manos. 15 a 1 Tim. 4:1–3. b Gén. 2:18, 24;

1 Cor. 11:11. GEE Matrimonio.

16 a Jacob 2:27–30. b Gén. 2:24;

Mateo 19:5–6. c GEE Tierra — Se creó

para el hombre. 17 a Moisés 3:4–5.

GEE Creación, crear. b GEE Vida preterrenal. 18 a Gén. 9:3;

1 Tim. 4:1–3. 19 a DyC 89:10–13. 20 a Hech. 4:32;

DyC 51:3; 70:14; 78:6. b GEE Mundano, lo. 21 a TJS Gén. 9:10–15

(Apéndice — Biblia). 22 a GEE Segunda venida

de Jesucristo. 23 a Mateo 24:4–5.

mí, hombres b santos de los cuales no sabéis.

9 Os digo, pues, que os he man­dado mi a convenio sempiterno, el mismo que existió desde el principio.

10 Y lo que he prometido, lo he cumplido, y las a naciones de la tierra se b inclinarán a él; y si no lo hacen de sí mismas, serán derri­badas, porque lo que ahora de sí mismo se ensalza será c despojado de poder.

11 Por tanto, os doy el manda­miento de a ir entre los de este pue­blo y decirles, como mi apóstol de la antigüedad, cuyo nombre era Pedro:

12 Creed en el nombre del Señor Jesús, que estuvo en la tierra, y que ha de venir, el principio y el fin;

13 a arrepentíos y sed bautizados en el nombre de Jesucristo, según el santo mandamiento, para la re­misión de pecados;

14 y el que hiciere esto recibirá el a don del Espíritu Santo, por la imposición de las b manos de los élderes de la iglesia.

15 Y además, de cierto os digo, que quien a prohíbe casarse no es ordenado por Dios, porque el

b matrimonio lo decretó Dios para el hombre.

16 Por tanto, es lícito que tenga una a esposa, y los dos serán b una sola carne, y todo esto para que la c tierra cumpla el objeto de su creación;

17 y para que sea llena con la medida del hombre, conforme a la a creación de este b antes que el mundo fuera hecho.

18 Y quien manda abstenerse de la a carne, para que el hombre no la coma, no es ordenado por Dios;

19 porque he aquí, las a bestias del campo, las aves del cielo y lo que viene de la tierra se han ordenado para el uso del hombre como ali­mento y vestido, y para que tenga en abundancia.

20 Pero no se ha dispuesto que un hombre a posea más que otro; por consiguiente, el b mundo yace en el pecado.

21 ¡Y ay de aquel que a vierte san­gre, o desperdicia carne, no te­niendo necesidad!

22 Y además, de cierto os digo, que el Hijo del Hombre no a viene en forma de mujer, ni de hombre que viaja por la tierra.

23 Por tanto, no seáis a engañados,

DOCTRINA Y CONVENIOS 49:9–23101

Page 112: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

23 b 2 Pe. 3:12; DyC 45:39.

c Isa. 40:4; DyC 109:74. d Miq. 1:3–4. e Mateo 24:29–31. 24 a 3 Ne. 5:21–26.

b Isa. 35:1; 2 Ne. 30:5–6; 3 Ne. 21:22–25; DyC 3:20; 109:65.

25 a DyC 35:24. b Gén. 49:26;

2 Ne. 12:2–3.

26 a DyC 88:63. 27 a Isa. 52:12. b 3 Ne. 20:22. c 1 Pe. 2:6;

DyC 84:116. 28 a DyC 1:12.

sino continuad con firmeza, b es­perando que los cielos se estre­mezcan y la tierra tiemble y se tambalee como un borracho, y que los c valles sean levantados, y las d montañas rebajadas, y que sean allanados los lugares escabrosos; y todo esto cuando el ángel toque su e trompeta.

24 Pero antes que venga el gran día del Señor, a Jacob prosperará en el desierto, y los lamanitas b flore­cerán como la rosa.

25 Sion a florecerá en los b collados

y se regocijará en las montañas, y será congregada en el lugar que he señalado.

26 He aquí, os digo, id como os he mandado; arrepentíos de todos vuestros pecados; a pedid y recibi­réis; llamad y se os abrirá.

27 He aquí, iré delante de voso­tros y seré vuestra a retaguardia; y estaré en b medio de vosotros y no seréis c confundidos.

28  He aquí, soy Jesucristo, y vengo a pronto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 50Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 9 de mayo de 1831. En la historia de José Smith se indica que algunos de los élderes no entendían las manifestaciones de los diferentes espí-ritus que andan por la tierra y que se dio esta revelación en respuesta a su pregunta especial sobre el asunto. Los así llamados fenómenos espirituales no eran raros entre los miembros, algunos de los cuales afirmaban estar recibiendo visiones y revelaciones.

1–5, Hay muchos espíritus falsos que andan por la tierra; 6–9, Ay de los hipócritas y de aquellos que son separados de la Iglesia; 10–14, Los élderes deben predicar el Evangelio por el Espíritu; 15–22, Es preciso que tanto los predicadores como los oyentes sean iluminados por el Espí-ritu; 23–25, Lo que no edifica no es de Dios; 26–28, Los fieles son posee-dores de todas las cosas; 29–36, Las oraciones de los que son purificados

son contestadas; 37–46, Cristo es el Buen Pastor y la Roca de Israel.

Escuchad, oh élderes de mi igle­sia, y dad oído a la voz del Dios viviente; y prestad atención a las palabras de sabiduría que os serán dadas, según lo que habéis pre­guntado y acordado, en relación con la iglesia y los espíritus que andan por la tierra.

2 He aquí, de cierto os digo,

DOCTRINA Y CONVENIOS 49:24–50:2 102

Page 113: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

que hay muchos espíritus que son a falsos, los cuales se han esparcido por la tierra, engañando al mundo.

3 Y también a Satanás ha inten­tado engañaros, para destruiros.

4 He aquí, yo, el Señor, os he ob­servado, y he visto abominacio­nes en la iglesia que a profesa mi nombre.

5 Pero benditos son aquellos que son fieles y a perseveran, sea en vida o muerte, porque heredarán la vida eterna.

6 Pero, ¡ay de los que son a enga­ñadores e hipócritas! Porque, así dice el Señor, los traeré a juicio.

7 He aquí, de cierto os digo, hay a hipócritas entre vosotros, los cua­les han engañado a algunos, cosa que ha dado b poder al c adver­sario; pero he aquí, d estos serán rescatados;

8 mas los hipócritas serán des­cubiertos y a desarraigados, sea en vida o muerte, según mi voluntad; y, ¡ay de los que son separados de mi iglesia!, porque estos son ven­cidos por el mundo.

9 Por tanto, cuídese cada hombre, no sea que haga lo que no es recto y verdadero ante mí.

10 Y ahora venid, dice el Señor por el Espíritu a los élderes de su

iglesia, y a razonemos juntos para que entendáis;

11 razonemos así como un hom­bre razona con otro, cara a cara.

12 Ahora bien, cuando el hom­bre razona, es comprendido por el hombre, porque razona como hombre; así también yo, el Señor, razonaré con vosotros para que a comprendáis.

13 Por tanto, yo, el Señor, os hago esta pregunta: ¿A qué se os a ordenó?

14 A predicar mi evangelio por el a Espíritu, sí, el b Consolador que fue enviado para enseñar la verdad.

15 Y entonces recibisteis a espíri­tus que no pudisteis comprender, y los recibisteis como si hubieran sido de Dios; ¿y se os puede justi­ficar en esto?

16 He aquí, vosotros mismos con­testaréis esta pregunta; sin em­bargo, seré misericordioso con vosotros; el que de entre vosotros es débil será hecho a fuerte de aquí en adelante.

17 De cierto os digo, el que es ordenado por mí y enviado a a predicar la palabra de verdad por el Consolador, en el Espí­ritu de verdad, ¿la predica por el

50 2 a DyC 129. GEE Espíritu — Espíritus inmundos.

3 a Lucas 22:31; 3 Ne. 18:18.

4 a GEE Jesucristo — El tomar sobre sí el nombre de Jesucristo.

5 a GEE Perseverar. 6 a GEE Engañar, engaño. 7 a Mateo 23:13–15;

Alma 34:28. b Mos. 27:8–9. c GEE Diablo. d Es decir, los que hayan

sido engañados. 8 a DyC 1:14; 56:3; 64:35.

GEE Excomunión. 10 a Isa. 1:18;

DyC 45:10. 12 a DyC 1:24. 13 a GEE Ordenación,

ordenar. 14 a DyC 43:15.

GEE Enseñar — Enseñar con el Espíritu.

b GEE Consolador. 15 a GEE Discernimiento,

don de. 16 a Éter 12:23–27. 17 a GEE Obra misional;

Predicar.

DOCTRINA Y CONVENIOS 50:3–17103

Page 114: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

17 b DyC 6:15. GEE Espíritu Santo; Verdad.

22 a 1 Cor. 14:26. b Juan 4:36. 23 a GEE Tinieblas

espirituales. 24 a 1 Juan 2:8–11;

Moro. 7:14–19; DyC 84:45–47; 88:49. GEE Luz, luz de Cristo.

b Juan 15:4–5, 10. c 2 Ne. 28:30. 25 a Juan 8:32. 26 a Mateo 23:11. b Mar. 10:42–45.

GEE Servicio. 27 a DyC 76:5–10, 53–60;

84:34–41. b GEE Poder. 28 a 3 Ne. 19:28–29;

DyC 88:74–75.

GEE Pureza, puro; Santificación.

b 1 Juan 1:7–9. 29 a Hel. 10:5;

DyC 46:30. GEE Oración.

30 a GEE Autoridad. 31 a 1 Juan 4:1.

GEE Espíritu — Espíritus inmundos.

32 a Mateo 10:1.

b Espíritu de verdad o de alguna otra manera?

18 Y si es de alguna otra manera, no es de Dios.

19 Y además, el que recibe la pa­labra de verdad, ¿la recibe por el Espíritu de verdad o de alguna otra manera?

20 Si es de alguna otra manera, no es de Dios.

21 Por tanto, ¿cómo es que no podéis comprender y saber que el que recibe la palabra por el Es­píritu de verdad, la recibe como la predica el Espíritu de verdad?

22 De manera que, el que la pre­dica y el que la recibe se com­prenden el uno al otro, y ambos son a edificados y se b regocijan juntamente.

23 Y lo que no edifica no es de Dios, y es a tinieblas.

24 Lo que es de Dios es a luz; y el que recibe luz y b persevera en Dios, recibe c más luz, y esa luz se hace más y más resplandeciente hasta el día perfecto.

25 Y además, de cierto os digo, y lo digo para que sepáis la a verdad, a fin de que desechéis las tinieblas de entre vosotros:

26 El que es ordenado por Dios y enviado, este es nombrado para ser

el a mayor, a pesar de ser el menor y el b siervo de todos.

27 Por tanto, es a poseedor de to­das las cosas; porque todas las co­sas le están sujetas, tanto en los cielos como en la tierra, la vida y la luz, el Espíritu y el b poder, en­viados por la voluntad del Padre mediante Jesucristo su Hijo.

28 Pero ningún hombre posee todas las cosas, a menos que sea a purificado y b limpiado de todo pecado.

29 Y si sois purificados y lim­piados de todo pecado, a pediréis cuanto quisiereis en el nombre de Jesús y se cumplirá.

30 Mas sabed esto, que os será in­dicado lo que debéis pedir; y como sois nombrados para estar a la a ca­beza, los espíritus se os sujetarán.

31  Por tanto, acontecerá que si veis manifestado un a espíritu que no podéis comprender, y no recibís a ese espíritu, pediréis al Padre en el nombre de Jesús; y si él no os da a conocer ese es­píritu, entonces sabréis que no es de Dios.

32 Y os será dado a poder sobre ese espíritu; y proclamaréis contra dicho espíritu en voz alta, que no es de Dios;

DOCTRINA Y CONVENIOS 50:18–32 104

Page 115: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

33 a Judas 1:9. b DyC 84:67, 73. 35 a GEE Reino de Dios

o de los cielos. b 1 Juan 4:4;

DyC 63:20, 47. 36 a DyC 58:42–43.

GEE Perdonar. 37 a GEE Pratt, Parley

Parker. b O sea, las unidades

de la Iglesia. c DyC 97:3–5. 38 a GEE Viña del Señor. 39 a GEE Partridge,

Edward.

40 a 3 Ne. 17:2–3; DyC 78:17–18.

b 1 Cor. 3:2–3; DyC 19:22–23.

c GEE Gracia. d GEE Verdad. 41 a 1 Juan 4:18. b GEE Hijos e hijas de

Dios. c Juan 16:33. d Juan 10:27–29; 17:2;

3 Ne. 15:24; DyC 27:14; 84:63.

42 a Juan 17:12; 3 Ne. 27:30–31.

43 a Juan 17:20–23;

3 Ne. 11:35–36. GEE Trinidad.

44 a Juan 10:14–15. GEE Buen Pastor.

b Gén. 49:24; 1 Pe. 2:4–8. GEE Piedra del ángulo.

c 1 Cor. 10:1–4. GEE Jesucristo; Roca.

d Hel. 5:12. 45 a DyC 67:10–13. 46 a GEE Atalaya,

atalayar. b Alma 34:32–33.

33 no con acusaciones a injuriosas, para que no seáis vencidos; ni con b jactancia ni regocijo, para que no seáis asidos por él.

34 Aquel que de Dios reciba, acredíteselo a Dios, y regocíjese de que Dios lo considere digno de recibir.

35 Y escuchando y haciendo estas cosas que habéis recibido y las que en adelante recibiréis —y el Padre os ha dado el a reino y el b poder para vencer todas las cosas que por él no son ordenadas—

36 he aquí, de cierto os digo, ben­ditos sois vosotros que ahora estáis escuchando estas palabras mías de la boca de mi siervo, porque vues­tros pecados os son a perdonados.

37  Salgan mi siervo Joseph Wakefield, con quien estoy bien complacido, y mi siervo a Parley P. Pratt, entre las b iglesias para fortalecerlas con la palabra de c exhortación;

38  y también mi siervo John Corrill, o cuantos de mis sier­vos sean ordenados a este ofi­cio; y obren en la a viña; y nadie

les impida hacer lo que yo les he señalado.

39 Por tanto, no queda justificado mi siervo a Edward Partridge en esto; no obstante, arrepiéntase y será perdonado.

40 He aquí, sois niños pequeños y no podéis a soportar todas las cosas por ahora; debéis b crecer en c gracia y en el conocimiento de la d verdad.

41 a No temáis, b pequeñitos, por­que sois míos, y yo he c vencido al mundo, y vosotros sois de aquellos que mi Padre me ha d dado;

42 y ninguno de los que el Padre me ha dado se a perderá.

43 Y el Padre y yo somos a uno. Yo soy en el Padre y el Padre en mí; y por cuanto me habéis recibido, vo­sotros sois en mí y yo en vosotros.

44 Por tanto, estoy en medio de vosotros, y soy el a buen pastor y la b roca de Israel. El que edifique sobre esta c roca d nunca caerá.

45 Y viene el día en que oiréis mi voz y me a veréis, y sabréis que yo soy.

46 a Velad, pues, para que estéis b apercibidos. Así sea. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 50:33–46105

Page 116: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

51 1 a GEE Partridge, Edward.

2 a DyC 42:30–39; 105:5. GEE Consagrar, ley de consagración.

3 a DyC 49:20. b Hech. 2:44–45;

4 Ne. 1:2–3. 4 a Es decir, a la sección

20 se le llama los Artículos y los Convenios de la Iglesia de Cristo. DyC 33:14; 42:13.

GEE Convenio. 6 a 1 Pe. 2:13;

DyC 98:5–7. b DyC 58:21–22. 8 a DyC 84:104. b DyC 104:15–18.

SECCIÓN 51Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Thompson, Ohio, el 20 de mayo de 1831. En esos días empezaron a llegar a Ohio los santos que emigraban de los estados del Este, y fue necesario ha-cer arreglos definitivos para su establecimiento. En vista de que este asunto correspondía particularmente al oficio del obispo, el obispo Edward Partridge solicitó instrucciones en cuanto al asunto y el Pro-feta le preguntó al Señor.

1–8, Edward Partridge es nombrado para regular las mayordomías y las propiedades; 9–12, Los santos deben actuar con honradez y recibir par-tes iguales; 13–15, Deben tener un almacén del obispo y organizar las propiedades de acuerdo con la ley del Señor; 16–20, Ohio será un sitio provisional de recogimiento.

Escúchame, dice el Señor tu Dios, y hablaré a mi siervo a Edward Partridge y le daré instrucciones; porque es menester que reciba ins­trucciones tocante a la manera de organizar a este pueblo.

2 Porque es necesario que sean organizados conforme a mis a le­yes; si es de otro modo, serán desarraigados.

3 Por tanto, señalen Edward Par­tridge y aquellos a quienes él ha escogido, con los cuales estoy bien complacido, su porción a este pue­blo, a cada hombre a igual, según su familia, conforme a sus circuns­tancias, carencias y b necesidades.

4 Y al señalarle a algún hombre su porción, mi siervo Edward Par­tridge le expedirá una escritura que le asegurará su porción para que la retenga, sí, este derecho y heredad en la iglesia, hasta que transgrediere, y la voz de la iglesia, de acuerdo con las leyes y a conve­nios de esta, lo considerare indigno de pertenecer a ella.

5 Y si transgrede, y no se le estima digno de pertenecer a la iglesia, no tendrá poder para reclamar la parte que haya consagrado al obispo para los pobres y los necesitados de mi iglesia; por tanto, no retendrá lo que haya dado, sino que solamente tendrá derecho a la parte que haya recibido por escritura.

6 Y así se confirmarán todas las cosas de a acuerdo con las b leyes del país.

7 Y desígnesele a este pueblo lo que le pertenece.

8 Y en cuanto al a dinero que le quedare a este pueblo, nómbre­sele un agente que tome el b dinero

DOCTRINA Y CONVENIOS 51:1–8 106

Page 117: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 a GEE Honestidad, honradez.

b DyC 38:27. GEE Unidad.

10 a Es decir, a otra rama de la Iglesia, y no a otra denominación religiosa.

11 a O sea, otra rama o

unidad. 12 a GEE Común acuerdo. 13 a DyC 42:55.

GEE Almacén. b DyC 42:33–34, 55;

82:17–19. 15 a DyC 51:2. 16 a Es decir, la región

alrededor de Kirtland,

Ohio. 18 a O sea, en todas las

unidades de la Iglesia. 19 a Mateo 24:45–47.

GEE Mayordomía, mayordomo.

b GEE Gozo. 20 a Apoc. 22:6–16. b Mateo 24:44.

para proporcionar alimentos y ropa según las necesidades del pueblo.

9 Y trátense a honradamente todos los hombres, y sean iguales entre este pueblo, y reciban lo mismo, para que seáis b uno, tal como os he mandado.

10 Y no permitáis que lo que per­tenece a este pueblo le sea quitado y dado al de a otra iglesia.

11 Por consiguiente, si otra a igle­sia quiere recibir dinero de esta, reintégreselo de acuerdo con lo que convengan.

12 Y esto se hará por medio del obispo o del agente, el que será nombrado por la a voz de la iglesia.

13 Y además, desígnele el obispo un a almacén a esta iglesia; y guár­dense en manos del obispo todas las cosas, tanto dinero como víve­res, que excedan a las b necesidades de este pueblo.

14 Y también retenga él algo para sus propias necesidades y las de su

familia, en tanto que esté ocupado en este servicio.

15 Y así concedo a este pueblo el privilegio de organizarse conforme a mis a leyes.

16 Y les consagro a esta tierra por una corta temporada, hasta que yo, el Señor, disponga para ellos de otra manera, y les mande salir de aquí;

17 y no les es señalada la hora ni el día; por tanto, establézcanse en esta tierra como si fueran a vivir en ella muchos años, y redundará en provecho de ellos.

18 He aquí, esto le servirá de mo­delo a mi siervo Edward Partridge para otros lugares, en todas las a iglesias.

19 Y el que fuere hallado a mayor­domo fiel, justo y sabio entrará en el b gozo de su Señor y heredará la vida eterna.

20 De cierto te digo, soy Jesucristo, el cual a viene pronto, a la b hora que no pensáis. Así sea. Amén.

SECCIÓN 52Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a los élderes de la Iglesia en Kirtland, Ohio, el 6 de junio de 1831. Se había celebrado una confe-rencia en Kirtland, la cual había empezado el día 3 y terminado el día 6 de junio. En esa conferencia se efectuaron las primeras ordenaciones es-pecíficas correspondientes al oficio de sumo sacerdote, y se discernieron y se reprendieron ciertas manifestaciones de espíritus falsos y engañadores.

DOCTRINA Y CONVENIOS 51:9–20107

Page 118: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

52 1 a GEE Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

2 a DyC 57:1–3. b DyC 58:57; 84:3–4. c Sal. 135:4;

3 Ne. 5:21–26. d Abr. 2:6–11.

GEE Abraham, convenio de

(convenio abrahámico).

5 a DyC 57:1–3. 9 a Mos. 18:19–20. b DyC 42:12; 52:36.

GEE Escrituras. c GEE Consolador;

Enseñar — Enseñar con el Espíritu; Espíritu Santo.

10 a Mar. 6:7; DyC 61:35.

b Juan 1:26. c Hech. 8:14–17. 11 a O sea, en rectitud.

Rom. 9:28. 12 a Lucas 22:31;

3 Ne. 18:17–18. 13 a Mateo 25:23;

DyC 132:53.

1–2, Se designa que la siguiente con-ferencia se ha de efectuar en Misuri; 3–8, Nombramiento de ciertos élde-res para que viajen juntos; 9–11, Los élderes deben enseñar lo que han es-crito los apóstoles y profetas; 12–21, Los que son iluminados por el Espí-ritu producen frutos de alabanza y sabiduría; 22–44, Varios élderes son nombrados para predicar el Evange-lio durante su viaje a Misuri para asistir a la conferencia.

He aquí, así dice el Señor a los él­deres que ha a llamado y escogido en estos últimos días por la voz de su Espíritu,

2 diciendo: Yo, el Señor, os haré saber lo que quiero que hagáis desde ahora hasta la próxima con­ferencia, la cual se verificará en Misuri, sobre la a tierra que b consa­graré a los de mi pueblo, que son un c resto de Jacob, y a los que son herederos conforme al d convenio.

3 Por tanto, de cierto os digo, emprendan su viaje mis siervos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon, en cuanto hagan los preparativos para salir de sus casas, y diríjanse a la tierra de Misuri.

4 Y si me son fieles, se les hará saber lo que han de hacer;

5 y también, si son fieles, se les

dará a conocer la a tierra de vues­tra herencia.

6 Y si no son fieles, serán desa­rraigados, tal como yo quiera y me parezca bien.

7 Y además, de cierto os digo, em­prendan cuanto antes su viaje mis siervos Lyman Wight y John Corrill;

8 y también salgan mis siervos John Murdock y Hyrum Smith para el mismo lugar, yendo por Detroit.

9 Y viajen desde allí, predicando la palabra por el camino, no di­ciendo a sino las cosas escritas por los b profetas y apóstoles, y lo que el c Consolador les enseñe mediante la oración de fe.

10 Vayan de a dos en dos, y así prediquen por el camino a toda congregación, bautizando en el b agua, e imponiendo las c manos a la orilla del agua.

11 Porque así dice el Señor: Acor­taré mi obra en a justicia, porque vienen días en que enviaré juicio hasta lograr la victoria.

12 Y cuídese mi siervo Lyman Wight, porque Satanás desea a za­randearlo como a tamo.

13 Y he aquí, el que es a fiel será hecho gobernante sobre muchas cosas.

14 Y además, os daré una norma en todas las cosas, para que

DOCTRINA Y CONVENIOS 52:1–14 108

Page 119: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 a GEE Corazón quebrantado.

b DyC 97:8. c GEE Ordenanzas. 17 a DyC 66:8; 133:58. b GEE Sabiduría.

18 a Mateo 3:10. 19 a GEE Discernimiento,

don de. 20 a Mateo 8:5–13. 22 a DyC 56:5.

GEE Marsh, Thomas B.

24 a GEE Partridge, Edward. 26 a GEE Pratt, Parley

Parker. b GEE Pratt, Orson. 32 a DyC 56:6–7. 33 a Rom. 15:20.

no seáis engañados; porque Sata­nás anda por la tierra engañando a las naciones.

15 Por consiguiente, al que ora, cuyo espíritu es a contrito, yo lo b acepto, si es que obedece mis c ordenanzas.

16 El que habla, cuyo espíritu es contrito, cuyo lenguaje es hu­milde y edifica, tal es de Dios, si obedece mis ordenanzas.

17 Y además, el que tiemble bajo mi poder será a fortalecido, y dará frutos de alabanza y b sa­biduría, de acuerdo con las re­velaciones y las verdades que os he dado.

18 Y además, el que es vencido y a no da buenos frutos, conforme a esta norma, no es de mí.

19  Por tanto, mediante esta norma a discerniréis a los espíritus en todos los casos bajo los cielos.

20 Y los días han llegado; según la fe de los hombres, así les será a hecho.

21 He aquí, se da este manda­miento a todos los élderes que he escogido.

22 Y además, de cierto os digo, salgan también mis siervos a Tho­mas B. Marsh y Ezra Thayre para la misma tierra, predicando la pa­labra por el camino.

23 Y además, salgan mis sier­vos Isaac Morley y Ezra Booth para la misma tierra, predi­

cando también la palabra por el camino.

24 Y además, emprendan su viaje mis siervos a Edward Partridge y Martin Harris, junto con mis sier­vos Sidney Rigdon y José Smith, hijo.

25 También vayan mis siervos David Whitmer y Harvey Whitlock a esa misma tierra, predicando por el camino.

26 Y salgan para la misma tie­rra mis siervos a Parley P. Pratt y b Orson Pratt, predicando por el camino.

27 Vayan también mis siervos So­lomon Hancock y Simeon Carter a esa misma tierra, predicando por el camino;

28 y emprendan también su viaje mis siervos Edson Fuller y Jacob Scott.

29  Viajen también mis sier­vos Levi W. Hancock y Zebedee Coltrin;

30 y también mis siervos Rey­nolds Cahoon y Samuel H. Smith;

31 y mis siervos Wheeler Baldwin y William Carter vayan también;

32 y sean ordenados mis siervos a Newel Knight y Selah J. Griffin, y emprendan también su viaje.

33 Sí, de cierto digo, viajen to­dos estos al mismo lugar por diversos caminos; y el uno no edificará sobre el a fundamento del otro, ni seguirá sus pisadas.

DOCTRINA Y CONVENIOS 52:15–33109

Page 120: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

34 a Juan 15:16; DyC 18:15–16.

36 a Mos. 18:19–20; DyC 52:9.

b Juan 3:11. c GEE Creencia, creer. 37 a Mateo 25:25–30.

38 a DyC 79:1. b GEE Presbítero,

Sacerdocio Aarónico. 39 a Alma 6:1. b O sea, las unidades. c GEE Idolatría. 40 a DyC 104:15–18.

GEE Pobres. b GEE Bienestar. 41 a DyC 20:64. 42 a GEE Sion. b DyC 25:2; 57:1–3. 43 a GEE Gozo. 44 a DyC 88:96–98.

34 El que sea fiel será protegido y bendecido con mucho a fruto.

35 Y además os digo, vayan mis siervos Joseph Wakefield y Solomon Humphrey a las tierras del Este;

36 obren entre sus familias, no a declarando nada sino las cosas de los profetas y apóstoles, aquello que han b visto y oído y que c creen con certeza, para que se cumplan las profecías.

37 Por motivo de transgresión, a quítese a Heman Basset lo que se le entregó, y confiérasele a Simonds Ryder.

38 Y además, de cierto os digo, sean a ordenados b presbíteros Jared Carter y George James.

39 a Vigilen las b iglesias los élde­res que queden, y declaren la pala­bra en las regiones circunvecinas; y trabajen con sus propias manos a fin de que no se practiquen la c idolatría ni la maldad.

40 Y recordad en todas las cosas a los a pobres y a los b necesitados, a los enfermos y a los afligidos, porque el que no hace estas cosas no es mi discípulo.

41 Y además, lleven consigo mis siervos José Smith, hijo, Sidney Rigdon y Edward Partridge, una a recomendación de la iglesia; y también procúrese uno para mi siervo Oliver Cowdery.

42 Y así, tal como he dicho, si sois fieles, os congregaréis para regocijaros en la tierra de a Misuri, la cual es la tierra de vuestra b herencia, y que ahora es la tierra de vuestros enemigos.

43 Pero he aquí que yo, el Señor, apresuraré la fundación de la ciu­dad en su tiempo y coronaré a los fieles con a gozo y regocijo.

44 He aquí, soy Jesucristo, el Hijo de Dios, y los a enalteceré en el postrer día. Así sea. Amén.

1–3, El llamamiento y elección de Sidney Gilbert en la Iglesia es el de ser ordenado élder; 4–7, También ha de servir como agente del obispo.

He aquí, te digo, mi siervo Sid­ney Gilbert, que he oído tus ora­ciones; y has recurrido a mí para que el Señor tu Dios te manifieste

SECCIÓN 53Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Algernon Sidney Gilbert, en Kirtland, Ohio, el 8 de junio de 1831. A solicitud de Sid-ney Gilbert, el Profeta consultó al Señor en cuanto a la obra y nom-bramiento del hermano Gilbert en la Iglesia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 52:34–53:1 110

Page 121: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

53 1 a GEE Elección; Elegidos; Vocación (llamamiento) y elección.

2 a GEE Crucifixión. b GEE Mundano, lo;

Mundo. 3 a GEE Remisión de

pecados. b GEE Imposición de

manos. 4 a DyC 57:6, 8–10, 14–15;

84:113. 7 a GEE Perseverar.54 1 a Apoc. 1:8;

DyC 19:1. GEE Alfa y Omega.

b GEE Crucifixión.

lo concerniente a tu llamamiento y a elección en la iglesia que yo, el Señor, he levantado en estos días.

2 He aquí, yo, el Señor, que fui a crucificado por los pecados del mundo, te doy el mandamiento de b renunciar al mundo.

3 Toma sobre ti mi ordenación, sí, la de élder, para predicar la fe y el arrepentimiento y la a remisión de pecados, según mi palabra, y la recepción del Santo Espíritu por la imposición de b manos;

4 y también para ser a agente de esta iglesia en el lugar que el

obispo designará, de conformidad con los mandamientos que se da­rán más adelante.

5 Y además, de cierto te digo que debes emprender tu viaje con mis siervos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon.

6 He aquí, estas son las primeras ordenanzas que recibirás; y el resto se manifestará en un tiempo futuro, de acuerdo con tu obra en mi viña.

7 Y además, quisiera que apren­dieras que solo se salva aquel que a persevera hasta el fin. Así sea. Amén.

SECCIÓN 54Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Newel Knight en Kirtland, Ohio, el 10 de junio de 1831. Los miembros de la Iglesia que vivían en Thompson, Ohio, se hallaban divididos en cuanto a lo que tenía que ver con la consagración de propiedades. Se manifestaban el egoísmo y la avaricia. Después de su misión a los tembladores (véase el encabezamiento de la sección 49), Leman Copley había quebrantado su convenio de consagrar su amplia hacienda como lugar de herencia para los santos que llegaban procedentes de Colesville, Nueva York. Como consecuencia de ello, Newel Knight (líder de los miembros que residían en Thompson) y otros élderes habían acudido al Profeta para preguntarle cómo debían proceder. El Profeta preguntó al Señor y re-cibió esta revelación, en la que se manda a los miembros de Thompson que dejen la hacienda de Leman Copley y viajen a Misuri.

1–6, Los santos deben guardar el convenio del Evangelio para obte-ner misericordia; 7–10, Deben ser pacientes en la tribulación.

He aquí, así dice el Señor, el a Alfa y la Omega, el principio y el fin, el mismo que fue b crucificado por los pecados del mundo:

DOCTRINA Y CONVENIOS 53:2–54:1111

Page 122: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a GEE Humildad, humilde, humillar (afligir).

4 a DyC 42:30–39. GEE Consagrar, ley de consagración.

b DyC 58:32–33. 5 a Mateo 18:6–7.

6 a GEE Misericordia, misericordioso.

8 a DyC 52:42. 9 a 1 Tes. 4:11. 10 a GEE Paciencia. b Apoc. 22:12.

GEE Segunda venida de Jesucristo.

c Prov. 8:17. GEE Oración.

d Mateo 11:28–30. GEE Descansar, descanso (reposo).

55 1 a Deut. 10:14; 1 Ne. 11:6; 2 Ne. 29:7.

2 He aquí, de cierto, de cierto te digo, que tú, mi siervo Newel Knight, deberás permanecer firme en el llamamiento al cual te he nombrado.

3 Y si tus hermanos desean esca­par de sus enemigos, arrepiéntanse de todos sus pecados, y sean ver­daderamente a humildes y contri­tos ante mí.

4 Y ya que se ha quebrantado el a convenio que hicieron conmigo, ahora queda b nulo y sin efecto.

5 ¡Y ay de aquel por quien vino esta a ofensa!, porque mejor le hu­biera sido que se hubiese ahogado en lo profundo del mar.

6 Mas benditos son aquellos que han guardado el convenio y ob­servado el mandamiento, porque obtendrán a misericordia.

7 Por tanto, levantaos y huid de la tierra, no sea que vuestros ene­migos os acometan; y emprended vuestro viaje, y nombrad a quien deseéis para que sea vuestro líder y pague dinero por vosotros.

8 Y así iréis a las regiones del oeste, a la tierra de a Misuri, hasta las fronteras de los lamanitas.

9 Y acabado el viaje, he aquí, os digo, ganaos la a vida a la manera de los hombres hasta que yo os prepare lugar.

10 Y además, sed a pacientes en la tribulación hasta que yo b venga; he aquí, vengo pronto y mi galar­dón está conmigo, y los que tem­prano me han c buscado hallarán d reposo para sus almas. Así sea. Amén.

SECCIÓN 55Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a William W. Phelps, en Kirtland, Ohio, el 14 de junio de 1831. William W. Phelps, que era impresor, acababa de llegar a Kirtland con su familia. El Profeta recu-rrió al Señor para obtener información respecto de él.

1–3, William W. Phelps es llamado y escogido para ser bautizado y ser ordenado élder y predicar el Evange-lio; 4, También ha de escribir libros para los niños de las escuelas de la Iglesia; 5–6, Debe viajar a Misuri,

que será el sitio donde efectuará esta obra.

He aquí, así te dice el Señor, sí, el Señor de toda la a tierra, a ti, mi siervo William, eres llamado

DOCTRINA Y CONVENIOS 54:2–55:1 112

Page 123: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1 b GEE Bautismo, bautizar.

c GEE Imposición de

manos. 2 a GEE Remisión de

pecados.

4 a DyC 88:118; 109:7, 14. 5 a Amós 9:15.56 1 a DyC 41:1.

1–2, Los santos deben tomar su cruz y seguir al Señor para lograr la sal-vación; 3–13, El Señor manda y revoca, y los desobedientes son de-sarraigados; 14–17, Ay de los ricos que no ayudan a los pobres, y ay de los pobres cuyo corazón no está quebrantado; 18–20, Benditos son

los pobres que son puros de corazón, porque ellos heredarán la tierra.

Escuchad, oh pueblo que a pro­fesáis mi nombre, dice el Señor vuestro Dios; porque he aquí, mi enojo está encendido con­tra los rebeldes, y conocerán

SECCIÓN 56Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 15 de junio de 1831. En esta revelación se reprende a Ezra Thayre por no obedecer una revelación anterior (el “mandamiento” al que se hace referencia en el versículo 8), que José Smith había recibido para él, en la que se instruye a Thayre con respecto a sus deberes en la granja de Frederick G. Williams, donde vivía Thayre. En la siguiente reve-lación también se revoca el llamado de Thayre de viajar a Misuri con Thomas B. Marsh (véase la sección 52:22).

y escogido; y después de b bauti­zarte en el agua, si lo haces con la mira puesta únicamente en mi glo­ria, obtendrás la remisión de tus pecados y la recepción del Santo Espíritu mediante la imposición de c manos;

2 y entonces serás ordenado él­der de esta iglesia por mano de mi siervo José Smith, hijo, para predicar el arrepentimiento y la a remisión de pecados por medio del bautismo en el nombre de Jesucristo, el Hijo del Dios viviente.

3 Y tendrás poder para dar el Santo Espíritu a quienes impu­sieres las manos, si son contritos delante de mí.

4  Y además, serás ordenado para ayudar a mi siervo Oliver Cowdery en la obra de imprimir, seleccionar y escribir a libros para las escuelas de esta iglesia, a fin de que también los niños peque­ños reciban instrucción ante mí, lo cual me complace.

5 Y además, de cierto te digo que por esta causa viajarás con mis siervos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon, para que te a establezcas en la tierra de tu herencia, con objeto de hacer esta obra.

6 Además, salga también con ellos mi siervo Joseph Coe. Lo que resta será manifestado más tarde, según mi voluntad. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 55:2–56:1113

Page 124: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1 b Isa. 10:3–4; Morm. 9:2; DyC 1:13–14; 124:10.

2 a Lucas 14:27. b 1 Pe. 2:21;

2 Ne. 31:10–13; Moro. 7:11.

GEE Jesucristo — El ejemplo de Jesucristo.

3 a GEE Obediencia, obediente, obedecer.

b DyC 1:14–16; 50:8. 4 a DyC 58:31–33. b GEE Rebelión.

5 a GEE Marsh, Thomas B. 8 a GEE Orgullo. 10 a GEE Excomunión. 11 a 2 Ne. 9:16. 14 a Jacob 4:10.

mi brazo y mi indignación en el día de b visitación e ira sobre las naciones.

2 Y el que no tome su a cruz y me b siga, y guarde mis mandamientos, no será salvo.

3 He aquí, yo, el Señor, mando; y el que no a obedezca será b desa­rraigado en mi propio y debido tiempo, después que yo haya mandado y el mandamiento sea quebrantado.

4 Por lo que, yo, el Señor, mando y a revoco, conforme me plazca; y todo esto recaerá sobre la cabeza de los b rebeldes, dice el Señor.

5 Por consiguiente, revoco el mandamiento dado a mis siervos a Thomas B. Marsh y Ezra Thayre, y doy un mandamiento nuevo a mi siervo Thomas, de emprender cuanto antes su viaje a la tierra de Misuri, y mi siervo Selah J. Griffin también irá con él.

6 Porque he aquí, revoco el man­damiento que se dio a mis siervos Selah J. Griffin y Newel Knight, como consecuencia de las rebelio­nes y dura cerviz de mi pueblo que se encuentra en Thompson.

7 Por tanto, permanezca con ellos mi siervo Newel Knight, y cuan­tos quieran ir, pueden ir, siem­pre que sean contritos ante mí, y él los guiará a la tierra que he señalado.

8  Y además, os digo, que es

preciso que mi siervo Ezra Thayre se arrepienta de su a orgullo y egoísmo, y obedezca el manda­miento anterior que le di, respecto al lugar en donde vive.

9 Y si hace esto, ya que no habrá división de la tierra, será nom­brado aún para ir a la tierra de Misuri;

10 de otra manera, recibirá el dinero que ha pagado, y partirá del lugar, y será a separado de mi iglesia, dice el Señor Dios de los Ejércitos;

11 y aunque pasen el cielo y la tierra, estas palabras no a pasarán, sino que se cumplirán.

12 Y si mi siervo José Smith, hijo, tiene que pagar el dinero, he aquí, yo, el Señor, se lo devolveré en la tierra de Misuri, a fin de que sean recompensados aquellos de quie­nes él recibiere, de acuerdo con lo que hagan;

13 porque conforme con lo que hagan, recibirán, sí, en terrenos para su herencia.

14 He aquí, así dice el Señor a mi pueblo: Tenéis mucho que ha­cer y mucho de que arrepentiros; porque he aquí, vuestros peca­dos han ascendido hasta mí y no son perdonados, porque procuráis a aconsejaros de acuerdo con vues­tras propias maneras.

15 Y vuestros corazones no es­tán satisfechos; y no obedecéis

DOCTRINA Y CONVENIOS 56:2–15 114

Page 125: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 a Alma 41:10; 3 Ne. 27:11. 16 a Jer. 17:11; 2 Ne. 9:30. b GEE Limosna. c Prov. 14:31;

Alma 5:55–56. GEE Pobres.

d Stg. 5:3. e Jer. 8:20;

Alma 34:33–35; DyC 45:2.

17 a Mos. 4:24–27; DyC 42:42; 68:30–32.

b GEE Codiciar. 18 a Mateo 5:3, 8;

Lucas 6:20; 3 Ne. 12:3. GEE Pobres.

b GEE Corazón quebrantado.

c GEE Reino de Dios o de los cielos.

d GEE Tierra. 19 a Apoc. 22:12; DyC 1:10. 20 a Mateo 5:5;

DyC 45:56–58.

la verdad, antes os a deleitáis en la iniquidad.

16 ¡Ay de vosotros, a hombres ri­cos, que no queréis b dar de vues­tros bienes a los c pobres!, porque vuestras d riquezas corrompe­rán vuestras almas; y esta será vuestra lamentación en el día de visitación, de juicio y de indig­nación: ¡La e siega ha pasado, el verano ha terminado y mi alma no se ha salvado!

17 ¡Ay de vosotros los a pobres, cuyos corazones no están quebran­tados, cuyos espíritus no son con­tritos y cuyos vientres no están satisfechos; cuyas manos no se abs­tienen de echarse sobre los bienes ajenos; cuyos ojos están llenos de

b codicia; que no queréis trabajar con vuestras propias manos!

18 Pero benditos los a pobres que son puros de corazón, cuyos cora­zones están b quebrantados y cuyos espíritus son contritos, porque ve­rán el c reino de Dios que viene con poder y gran gloria para liberar­los; porque la grosura de la d tierra será suya.

19 Porque he aquí, el Señor ven­drá, y con él su a galardón; y re­compensará a cada hombre, y los pobres se regocijarán;

20 y su posteridad a heredará la tierra de generación en genera­ción, para siempre jamás. Y ahora termino de hablaros. Así sea. Amén.

SECCIÓN 57Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Sion, condado de Jackson, Misuri, el 20 de julio de 1831. De conformidad con el man-damiento del Señor de viajar a Misuri, donde Él revelaría “la tierra de vuestra herencia” (sección 52), los élderes habían viajado desde Ohio hasta el límite occidental de Misuri. José Smith contempló el estado de los lamanitas y se preguntó: “¿Cuándo florecerá el desierto como la rosa? ¿Cuándo será edificada Sion en su gloria, y en dónde estará Tu templo al cual vendrán todas las naciones en los postreros días?”. Subsiguientemente, recibió esta revelación.

1–3, Independence, Misuri, es el sitio para la ciudad de Sion y para el tem-plo; 4–7, Los santos deben comprar

tierras y recibir heredades en esa región; 8–16, Sidney Gilbert debe establecer un comercio, William W.

DOCTRINA Y CONVENIOS 56:16–20115

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57 1 a DyC 29:7–8; 45:64–66.

b DyC 52:42. c DyC 61:17. d GEE Israel — La

congregación de Israel.

2 a DyC 28:9; 42:9, 62.

b GEE Sion. 3 a DyC 58:57; 97:15–17. 4 a DyC 48:4. b Es decir, judío se refiere

a los lamanitas, y gentil, a los pobladores blancos.

5 a DyC 58:49, 51;

101:68–74. b DyC 56:20. 6 a DyC 53. 7 a DyC 58:24.

GEE Partridge, Edward.

b DyC 41:9–11; 58:14–18.

Phelps ha de ser impresor y Oliver Cowdery debe revisar y preparar el material para que se publique.

Escuchad, oh élderes de mi igle­sia, dice el Señor vuestro Dios, vosotros que conforme a mis mandamientos os habéis congre­gado en esta tierra, la a tierra de b Misuri, la cual he señalado y c con­sagrado para el d recogimiento de los santos.

2 Por tanto, esta es la tierra pro­metida y el a sitio para la ciudad de b Sion.

3 Y así dice el Señor vuestro Dios, aquí hay sabiduría, si es que queréis recibirla. He aquí, el lugar que ahora se llama Inde­pendence es el lugar central; y el sitio para el a templo se halla ha­cia el oeste, en un solar no lejos del juzgado.

4 Por tanto, es prudente que los santos a compren el terreno y tam­bién toda parcela hacia el oeste, aun hasta la línea que corre di­rectamente entre el b judío y el gentil;

5 así como todo terreno que co­linda con la llanura, hasta donde mis discípulos puedan a comprar terrenos. He aquí, esto es pru­dente, a fin de que los b adquieran como herencia eterna.

6 Y ocupe mi siervo Sidney Gil­bert el puesto al cual lo he nom­brado, para recibir el dinero, ser a agente de la iglesia, comprar terrenos en todas las regiones circunvecinas, en tanto se haga con rectitud y como lo dicte la prudencia.

7 Y ocupe mi siervo a Edward Partridge el puesto al cual lo he nombrado, y b reparta entre los santos sus heredades tal como he mandado; como también aquellos que él ha nombrado para que le ayuden.

8 Y además, de cierto os digo, radíquese en este lugar mi siervo Sidney Gilbert, y establezca un comercio para vender sin fraude mercancías, y obtener dinero, a fin de comprar terrenos para el bene­ficio de los santos, así como para obtener todo lo que necesiten los discípulos para establecerse en sus heredades.

9 Y también obtenga una licencia mi siervo Sidney Gilbert —he aquí, en esto hay sabiduría, y el que lee, entienda— para enviar mercancías también a la gente, por conducto de quienes él determine, en cali­dad de empleados a su servicio;

10 y de este modo suministre a mis santos, a fin de que se pre­dique mi evangelio a los que se

DOCTRINA Y CONVENIOS 57:1–10 116

Page 127: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

hallan en a tinieblas y en la región de b sombra de muerte.

11 Y además, de cierto os digo, radíquese en este lugar mi siervo a William W. Phelps, y establézcase como b impresor de la iglesia.

12 Y he aquí, si el mundo recibe sus escritos —en esto hay sabidu­ría— obtenga con rectitud lo que él pueda para el bien de los santos.

13 Y ayúdele mi siervo a Oliver Cowdery, tal como yo he man­dado, en cualquier lugar que yo le indique, a copiar, corregir y se­leccionar, para que todas las cosas sean rectas ante mí, y de acuerdo con lo que el Espíritu confirme por conducto de él.

14 Y así establézcanse en la tie­rra de Sion aquellos de quienes he hablado, tan pronto como sea posible, junto con sus familias, para cumplir estas cosas tal como he hablado.

15 Y ahora, concerniente al re­cogimiento: Hagan los prepara­tivos el obispo y el agente para aquellas familias a las cuales se ha mandado venir a esta tierra, tan rápidamente como sea po­sible, y establézcanlas en sus heredades.

16 Y más tarde se darán instruc­ciones adicionales al resto de los élderes y de los miembros. Así sea. Amén.

10 a Isa. 9:2; Mateo 4:16. GEE Tinieblas

espirituales. b Sal. 23:4. 11 a GEE Phelps, William W.

b DyC 58:37, 40–41. 13 a GEE Cowdery, Oliver.

SECCIÓN 58Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Sion, condado de Jackson, Misuri, el 1º de agosto de 1831. Anteriormente, el primer domingo después de la llegada del Profeta y su grupo al condado de Jackson, Misuri, se había efectuado un servicio religioso y se había re-cibido a dos miembros por medio del bautismo. Durante esa semana, llegaron, junto con otros, santos de Colesville, procedentes de la rama de Thompson (véase la sección 54). Muchos anhelaban saber la volun-tad del Señor concerniente a ellos en ese nuevo sitio de recogimiento.

1–5, Aquellos que soporten la tribu-lación serán coronados con gloria; 6–12, Los santos deben prepararse para las bodas del Cordero y la cena del Señor; 13–18, Los obispos son jueces en Israel; 19–23, Los santos deben obedecer las leyes del país; 24–29, Los hombres deben emplear su albe-drío para hacer lo bueno; 30–33, El

Señor manda y revoca; 34–43, Para arrepentirse, los hombres deben con-fesar sus pecados y abandonarlos; 44–58, Los santos deben comprar su heredad y congregarse en Misuri; 59–65, Se debe predicar el Evangelio a toda criatura.

Escuchad, oh élderes de mi

DOCTRINA Y CONVENIOS 57:11–58:1117

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iglesia, y dad oído a mi palabra, y de mí aprended mi voluntad en cuanto a vosotros, y también con­cerniente a a esta tierra a la cual os he mandado.

2 Porque de cierto os digo, bien­aventurado es el que a guarda mis mandamientos, sea en vida o b muerte; y el que es c fiel en la d tri­bulación tendrá mayor galardón en el reino de los cielos.

3 Por lo pronto no podéis ver con vuestros ojos naturales el designio de vuestro a Dios concerniente a las cosas que vendrán más adelante, ni la b gloria que seguirá después de mucha tribulación.

4 Porque tras mucha a tribulación vienen las b bendiciones. Por tanto, viene el día en que seréis c corona­dos con mucha d gloria; la hora no es aún, mas está cerca.

5 Recordad esto que os digo de antemano, para que lo a consideréis en el corazón y recibáis lo que está por venir.

6 He aquí, de cierto os digo, por esta causa os he enviado: para que seáis obedientes, y vuestros co­razones estén a preparados para b testificar de las cosas que han de venir;

7 y para que tengáis el honor de poner el fundamento y de

dar testimonio de la tierra so­bre la cual se hallará la a Sion de Dios;

8 y también para que se pre­pare un banquete de manjares suculentos para los a pobres; sí, una fiesta de gruesos tuétanos, de vino b purificado bien refi­nado, para que sepa la tierra que las palabras de los profetas no fallarán;

9  sí, una cena de la casa del Señor, bien preparada, a la cual serán convidadas todas las naciones.

10 Primero los ricos y los instrui­dos, los sabios y los nobles;

11 y después viene el día de mi poder; entonces los pobres, los co­jos, los ciegos y los sordos vendrán a las a bodas del Cordero, y come­rán la b cena del Señor, preparada para el gran día que ha de venir.

12 He aquí, yo, el Señor, lo he hablado.

13 Y para que el a testimonio salga de Sion, sí, de la boca de la ciudad de la herencia de Dios;

14 sí, por esta causa os he en­viado aquí, y he escogido a mi siervo a Edward Partridge y le he designado su misión en esta tierra.

15 Pero si no se arrepiente de sus pecados, que son la incredulidad

58 1 a DyC 57:1–8. 2 a Mos. 2:22. b 1 Pe. 4:6. c 2 Tes. 1:4. d GEE Adversidad. 3 a GEE Trinidad. b GEE Gloria. 4 a Sal. 30:5;

DyC 101:2–7; 103:11–14; 109:76.

b GEE Bendecido, bendecir, bendición.

c GEE Corona; Exaltación.

d Rom. 8:17–18; DyC 136:31.

5 a Deut. 11:18–19. 6 a DyC 29:8. b GEE Testimonio. 7 a GEE Sion.

8 a GEE Pobres. b Isa. 25:6. 11 a Mateo 22:1–14;

Apoc. 19:9; DyC 65:3.

b Lucas 14:16–24. 13 a Miq. 4:2. 14 a GEE Partridge,

Edward.

DOCTRINA Y CONVENIOS 58:2–15 118

Page 129: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 a 1 Cor. 10:12. 17 a DyC 107:72–74.

GEE Obispo. b GEE Hijos e hijas de

Dios. 18 a GEE Profeta. 21 a Lucas 20:22–26;

DyC 98:4–10;

AdeF 1:12. GEE Gobierno.

22 a GEE Jesucristo; Mesías; Milenio.

23 a GEE Ley. 24 a DyC 51:13; 70:7–11. 26 a Mateo 24:45–51;

DyC 107:99–100. 27 a GEE Diligencia;

Obras. b O sea, Justicia. 28 a GEE Albedrío. 29 a GEE Condenación,

condenar.

y la dureza de corazón, cuídese, no sea que a caiga.

16 He aquí, le es designada su misión, y no se volverá a dar.

17 Y el que desempeñe esta mi­sión es nombrado para ser a juez en Israel, como fue en los días antiguos, para repartir las tie­rras de la herencia de Dios a sus b hijos;

18 y para juzgar a su pueblo por el testimonio de los justos, y con la ayuda de sus consejeros, conforme a las leyes del reino dadas por los a profetas de Dios.

19 Pues de cierto os digo que se guardará mi ley en esta tierra.

20 No piense ningún hombre ser gobernante; más bien, gobierne Dios, según el designio de su vo­luntad, al que juzga, o en otras pa­labras, al que aconseja o se sienta en el tribunal.

21 Ninguno quebrante las a leyes del país, porque quien guarda las leyes de Dios no tiene necesidad de infringir las leyes del país.

22 Sujetaos, pues, a las potestades existentes, hasta que reine a aquel cuyo derecho es reinar, y someta a todos sus enemigos debajo de sus pies.

23 He aquí, las a leyes que habéis recibido de mi mano son las leyes de la iglesia, y así las habéis de

presentar. He aquí, en esto hay sabiduría.

24 Y ahora, según dije concer­niente a mi siervo Edward Par­tridge, esta es la tierra de su residencia y de los que ha escogido para ser sus consejeros; y también la tierra de la residencia de aquel que he nombrado para encargarse de mi a almacén;

25 por lo tanto, traigan ellos sus familias a esta tierra, según lo que determinen entre sí y conmigo.

26 Porque he aquí, no conviene que yo mande en todas las cosas; porque el que es compelido en todo es un siervo a perezoso y no sabio; por tanto, no recibe galar­dón alguno.

27 De cierto digo que los hombres deben estar a anhelosamente consa­grados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia volun­tad y efectuar mucha b justicia;

28  porque el poder está en ellos, y en esto vienen a ser sus propios a agentes. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa.

29 Mas el que no hace nada hasta que se le mande, y recibe un man­damiento con corazón dudoso, y lo cumple desidiosamente, ya es a condenado.

DOCTRINA Y CONVENIOS 58:16–29119

Page 130: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

30 ¿Quién soy yo, que a hice al hombre, dice el Señor, para tener sin culpa al que no guarda mis mandamientos?

31 ¿Quién soy yo, dice el Señor, para a prometer y no cumplir?

32 Mando, y los hombres no obedecen; a revoco, y no reciben la bendición.

33 Entonces dicen en su cora­zón: Esta no es la obra del Señor, porque sus promesas no se cum­plen. Pero, ¡ay de tales!, porque su recompensa yace a abajo, y no es de arriba.

34 Y ahora os doy instrucciones adicionales en cuanto a esta tierra.

35 Me es prudente que mi siervo Martin Harris dé un ejemplo a la iglesia, a entregando su dinero al obispo de ella.

36 Además, esto es una ley para todo hombre que venga a esta tie­rra para recibir una heredad; y hará con su dinero lo que la ley indique.

37 Y también conviene que se compren terrenos en Indepen­dence para el sitio del almacén y también para la a imprenta.

38 Y mi siervo Martin Harris re­cibirá otras instrucciones del Espí­ritu, a fin de que reciba su heredad como bien le parezca;

39 y arrepiéntase de sus peca­dos, pues busca la a alabanza del mundo.

40  Ocupe también mi siervo a William W. Phelps el puesto al cual lo he nombrado, y reciba su heredad en la tierra;

41 y también él tiene necesi­dad de arrepentirse, pues yo, el Señor, no estoy muy compla­cido con él, porque pretende so­bresalir, y no es suficientemente manso delante de mí.

42 He aquí, quien se ha a arre­pentido de sus pecados es b per­donado; y yo, el Señor, c no los recuerdo más.

43 Por esto podréis saber si un hombre se arrepiente de sus peca­dos: He aquí, los a confesará y los b abandonará.

44  Y ahora, de cierto digo tocante al resto de los élderes de mi iglesia: No llegará en mu­chos años todavía la hora en que han de recibir su heredad en esta tierra, a menos que lo de­seen por la oración de fe y eso de acuerdo con lo que el Señor les señale.

45 Pues he aquí, ellos a reunirán al pueblo desde los extremos de la tierra.

46  Por tanto, congregaos; y aquellos que no son nombrados para quedarse en esta tierra, pre­diquen el evangelio en las regiones inmediatas; y vuelvan después a sus hogares.

30 a Isa. 45:9–10; Hel. 12:6.

31 a DyC 1:37–38; 82:10. 32 a DyC 56:3–4. 33 a DyC 29:45. 35 a DyC 42:30–32. 37 a DyC 57:11–12. 39 a 2 Ne. 26:29;

DyC 121:34–37. 40 a GEE Phelps, William W. 42 a GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. b Isa. 1:18.

GEE Perdonar. c Isa. 43:25. 43 a DyC 19:20; 64:7.

GEE Confesar, confesión.

b DyC 82:7. 45 a Deut. 33:17.

GEE Israel — La congregación de Israel.

DOCTRINA Y CONVENIOS 58:30–46 120

Page 131: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

47 a DyC 68:8. 48 a Es decir, ramas de la

Iglesia. 49 a GEE Sion.

50 a DyC 63:55–56. 51 a O sea, unidades. 53 a DyC 63:27–31. 57 a DyC 57:3; 84:3–5, 31;

97:10–17. 58 a GEE Común acuerdo. 59 a GEE Testimonio.

47 Prediquen por el camino y a den testimonio de la verdad en todo lugar, llamando al arrepen­timiento al rico, al noble y al ple­beyo, y al pobre.

48 Y establezcan a iglesias, si se arrepienten los habitantes de la tierra.

49 Y por la voz de la iglesia, nóm­brese un agente para la iglesia en Ohio, para que reciba dinero a fin de comprar tierras en a Sion.

50 Y le doy a mi siervo Sidney Rigdon el mandamiento de a escri­bir una descripción de la tierra de Sion y una declaración de la volun­tad de Dios, según se lo manifieste el Espíritu;

51  asimismo, una epístola y una subscripción que serán pre­sentadas en todas las a iglesias, a fin de obtener dinero que se pondrá en manos del obispo, en manos de él o del agente, como mejor le parezca o él lo indique, para comprar tierras que sean una heredad para los hijos de Dios.

52  Porque he aquí, de cierto os digo, el Señor quiere que los discípulos y los hijos de los hombres abran su corazón, aun hasta comprar todos los terre­nos de esta región, en cuanto sea posible.

53 He aquí, en esto hay sabiduría. Hagan esto, no sea que no reciban a herencia, sino por el derrama­miento de sangre.

54 Y además, si se obtienen te­rrenos, mándense obreros de toda clase a esta tierra, para tra­bajar por el bien de los santos de Dios.

55 Háganse todas estas cosas con orden; y anuncie el obispo o el agente de la iglesia los privile­gios de las tierras, de cuando en cuando.

56 Y hágase la obra del recogi­miento no con prisa ni huyendo, sino como lo aconsejen los élderes de la iglesia en las conferencias, de acuerdo con el conocimiento que reciban de cuando en cuando.

57 Y consagre y dedique esta tierra al Señor, mi siervo Sidney Rigdon, así como el sitio para el a templo.

58 Y convóquese una conferen­cia; y habiéndose hecho, regre­sen mis siervos Sidney Rigdon y José Smith, hijo, y acompáñe­los también Oliver Cowdery, para cumplir lo que resta de la obra que les he señalado en su pro­pia tierra, y lo demás conforme a lo que se a determinare en las conferencias.

59 Y ningún hombre regrese de esta tierra sin a dar testimonio por el camino de lo que sabe y de cierto cree.

60 Quítese a Ziba Peterson lo que le ha sido conferido, y permanezca como miembro de la iglesia, y obre con sus propias manos, junto con

DOCTRINA Y CONVENIOS 58:47–60121

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60 a GEE Castigar, castigo. 64 a GEE Predicar. b GEE Señal. 65 a GEE Segunda venida

de Jesucristo.59 1 a Mateo 6:22–24;

DyC 88:67. 2 a Mateo 5:5;

DyC 63:20, 48–49. b Apoc. 14:13.

GEE Muerte física; Paraíso.

c GEE Corona; Exaltación.

d Juan 14:2; DyC 72:4; 76:111; 81:6; 98:18.

los hermanos, hasta que sea su­ficientemente a disciplinado por todos sus pecados; porque no los confiesa, y piensa esconderlos.

61 Convoquen también una con­ferencia en esta tierra los demás élderes de esta iglesia que vienen acá, algunos de los cuales son extremadamente bendecidos, sí, sobremanera.

62 Y dirija mi siervo Edward Partridge la conferencia que ellos efectúen.

63 Y también vuelvan ellos, pre­dicando el evangelio por el ca­mino, testificando acerca de las cosas que les son reveladas.

64 Porque en verdad, el pregón tiene que salir desde este lugar a todo el mundo y a los lejanos extremos de la tierra; el evange­lio ha de ser a predicado a toda criatura, y las b señales seguirán a los que crean.

65 Y he aquí, el Hijo del Hombre a viene. Amén.

SECCIÓN 59Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Sion, condado de Jackson, Misuri, el 7 de agosto de 1831. Antes de esta revelación, se consagró la tierra, como el Señor lo había mandado, y se dedicó el sitio para el futuro templo. En el día en que se recibió esta revelación, falleció Polly Knight, la esposa de Joseph Knight, padre; ella fue el pri-mer miembro de la Iglesia que murió en Sion. Los primeros miembros se referían a esta revelación como “la instrucción a los santos sobre la forma de guardar el día de reposo, y el modo de ayunar y orar”.

1–4, Los santos fieles de Sion serán bendecidos; 5–8, Han de amar y servir al Señor y guardar Sus mandamien-tos; 9–19, al santificar el día del Señor, los santos son bendecidos temporal y espiritualmente; 20–24, Se promete a los justos paz en este mundo y vida eterna en el mundo venidero.

He aquí, dice el Señor, benditos son aquellos que han subido a esta tie­rra con la a mira puesta únicamente

en mi gloria, de acuerdo con mis mandamientos.

2 Porque los que vivan a hereda­rán la tierra; y los que b mueran descansarán de todos sus trabajos, y sus obras los seguirán; y recibi­rán una c corona en las d mansio­nes de mi Padre que he preparado para ellos.

3 Sí, benditos son aquellos cu­yos pies descansan sobre la tierra de Sion, que han obedecido mi

DOCTRINA Y CONVENIOS 58:61–59:3 122

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evangelio; porque recibirán como recompensa las cosas buenas de la tierra, la cual producirá con su a fuerza.

4 Y también serán coronados con bendiciones de arriba, sí, y con mandamientos no pocos, y con a revelaciones a su tiempo, aque­llos que son b fieles y c diligentes delante de mí.

5 Por tanto, les doy un manda­miento que dice así: a Amarás al Señor tu Dios con todo tu b cora­zón, alma, mente y fuerza; y en el nombre de Jesucristo lo c servirás.

6 Amarás a tu a prójimo como a ti mismo. No b hurtarás; no cometerás c adulterio; no d matarás, ni harás ninguna cosa semejante.

7 Darás las a gracias al Señor tu Dios en todas las cosas.

8 Ofrecerás un a sacrificio al Señor tu Dios en b rectitud, sí, el de un corazón quebrantado y un c espí­ritu contrito.

9 Y para que más íntegramente te conserves a sin mancha del mundo, irás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi b día santo;

10 porque, en verdad, este es un

día que se te ha señalado para des­cansar de tus obras y a rendir tus devociones al Altísimo;

11 sin embargo, tus votos se ofre­cerán en rectitud todos los días y a todo tiempo;

12 pero recuerda que en este, el día del Señor, ofrecerás tus a ofren­das y tus sacramentos al Altísimo, b confesando tus pecados a tus her­manos, y ante el Señor.

13 Y en este día no harás ninguna otra cosa sino preparar tus alimen­tos con sencillez de corazón, a fin de que tus a ayunos sean perfectos, o en otras palabras, que tu b gozo sea cabal.

14 De cierto, esto es ayunar y orar, o en otras palabras, regoci­jarse y orar.

15 Y si hacéis estas cosas con a ac­ción de gracias, con b corazones y semblantes c alegres, no con mucha d risa, porque esto es pecado, sino con corazones felices y semblan­tes alegres,

16  de cierto os digo, que si hacéis esto, la abundancia de la tierra será vuestra, las bestias del campo y las aves del cielo, y

3 a Gén. 4:12; Moisés 5:37.

4 a DyC 42:61; 76:7; 98:12; 121:26–29. GEE Revelación.

b GEE Dignidad, digno. c GEE Diligencia. 5 a Deut. 11:1;

Mateo 22:37; Moro. 10:32; DyC 20:19. GEE Amor.

b GEE Corazón. c GEE Servicio. 6 a GEE Hermandad. b GEE Robar, robo,

hurtar, hurto. c GEE Adulterio. d GEE Asesinato. 7 a Sal. 92:1; Alma 37:37;

DyC 46:32. GEE Acción de gracias, agradecido, agradecimiento.

8 a GEE Sacrificios. b GEE Rectitud, recto. c GEE Corazón

quebrantado. 9 a Stg. 1:27. b GEE Día de reposo. 10 a GEE Adorar. 12 a Es decir, ofrendas del

tiempo, de los talentos o de los bienes de una persona al servicio de Dios y del prójimo. GEE Sacrificios.

b GEE Confesar, confesión.

13 a GEE Ayunar, ayuno. b GEE Gozo. 15 a GEE Acción de

gracias, agradecido, agradecimiento.

b Prov. 17:22. c Éx. 25:2;

DyC 64:34. d DyC 88:69.

DOCTRINA Y CONVENIOS 59:4–16123

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lo que trepa a los árboles y anda sobre la tierra;

17 sí, y la hierba y las cosas bue­nas que produce la tierra, ya sea para alimento, o vestidura, o ca­sas, alfolíes, huertos, jardines o viñas;

18 sí, todas las cosas que de la a tierra salen, en su sazón, son he­chas para el beneficio y el uso del hombre, tanto para agra­dar la vista como para alegrar el corazón;

19 sí, para ser alimento y vesti­dura, para gustar y oler, para vi­gorizar el cuerpo y animar el alma.

20 Y complace a Dios haber dado todas estas cosas al hombre; por­que para este fin fueron creadas,

para usarse con juicio, no en ex­ceso, ni por extorsión.

21 Y en nada a ofende el hombre a Dios, ni contra ninguno está en­cendida su ira, sino contra aque­llos que b no confiesan su mano en todas las cosas y no obedecen sus mandamientos.

22 He aquí, esto va de acuerdo a la ley y los profetas; por tanto, no me molestéis más en cuanto a este asunto.

23 Aprended, más bien, que el que hiciere obras a justas recibirá su b galardón, sí, la c paz en este mundo, y la d vida eterna en el mundo venidero.

24 Yo, el Señor, lo he hablado, y el Espíritu da testimonio. Amén.

18 a GEE Tierra. 21 a GEE Ofender. b Job 1:21. 23 a GEE Justo. b GEE Bendecido,

bendecir, bendición. c Mateo 11:28–30.

GEE Paz. d DyC 14:7.60 2 a Efe. 6:19–20.

b Lucas 8:16, 18. c Mateo 25:14–30.

GEE Temor — Temor al hombre.

SECCIÓN 60Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Independence, condado de Jackson, Misuri, el 8 de agosto de 1831. En esa ocasión, los élderes que habían viajado al condado de Jackson y participaron en la dedicación de la tierra y del sitio del templo deseaban saber qué debían hacer.

1–9, Los élderes han de predicar el Evangelio entre las congregaciones de los inicuos; 10–14, No deben des-perdiciar el tiempo, ni esconder sus talentos; 15–17, Pueden lavar sus pies como testimonio en contra de aquellos que rechacen el Evangelio.

He aquí, así dice el Señor a los élderes de su iglesia que han de

volver con presteza a la tierra de donde vinieron: He aquí, me com­place que hayáis venido acá;

2 mas con algunos no estoy muy complacido, porque no quieren abrir su a boca, sino que b esconden el talento que les he dado, a causa del c temor de los hombres. ¡Ay de estos!, porque mi enojo está encen­dido en contra de ellos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 59:17–60:2 124

Page 135: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a Mar. 4:25; DyC 1:33.

4 a Alma 43:50. b Isa. 62:3;

Zac. 9:16; Mal. 3:17; DyC 101:3.

7 a GEE Santidad.

b GEE Perdonar. 8 a O sea, unidades. 10 a GEE Partridge,

Edward. 13 a DyC 42:42.

GEE Ociosidad, ocioso.

b Mateo 25:24–30;

DyC 82:18. 14 a Prov. 14:29. 15 a Mateo 10:14;

Lucas 9:5; Hech. 13:51; DyC 24:15; 75:20; 84:92.

3 Y acontecerá que si no me son más fieles, les será a quitado aun lo que tienen.

4 Porque yo, el Señor, reino en los cielos y entre las a huestes de la tierra; y en el día en que yo inte­gre mis b joyas, todos los hombres sabrán qué es lo que declara el poder de Dios.

5 Mas de cierto, os hablaré con­cerniente a vuestro viaje a la tierra de donde vinisteis. Hágase o cóm­prese un barco, según os parezca bien, a mí me es igual, y empren­ded vuestro viaje con presteza al lugar llamado Saint Louis.

6  Y de allí viajen mis sier­vos Sidney Rigdon, José Smith, hijo, y Oliver Cowdery hasta Cincinnati;

7 y alcen la voz en este lugar y declaren mi palabra a viva voz, sin ira ni duda, alzando manos santas sobre ellos. Porque puedo haceros a santos, y os son b perdo­nados vuestros pecados.

8 Y salgan de Saint Louis los de­más, de dos en dos, y prediquen la palabra, no con prisa, entre las congregaciones de los impíos, hasta que vuelvan a las a iglesias de donde vinieron.

9 Y todo esto por el bien de las iglesias; para este objeto los he mandado.

10 Y del dinero que yo le he dado,

imparta mi siervo a Edward Par­tridge una porción a mis élderes a quienes se ha mandado regresar;

11 y el que pueda, repóngalo por medio del agente; y al que no pueda, no se le exigirá.

12 Y ahora, hablo del resto que ha de venir a esta tierra.

13 He aquí, se les ha enviado a predicar mi evangelio entre las congregaciones de los inicuos; por tanto, les doy este mandamiento: No a desperdiciarás tu tiempo, ni esconderás tu b talento en la tierra para que no sea conocido.

14 Y después que hayas subido a la tierra de Sion, y hayas pro­clamado mi palabra, volverás pronto, proclamando mi palabra entre las congregaciones de los impíos, no con prisa, ni con a ira ni contención.

15 Y sacudirás el a polvo de tus pies contra aquellos que no te re­ciban, no en su presencia, no sea que los provoques, sino en secreto; y lava tus pies como testimonio en contra de ellos en el día del juicio.

16 He aquí, esto os es suficiente, y es la voluntad del que os ha enviado.

17 Y por boca de mi siervo José Smith, hijo, será manifestado lo concerniente a Sidney Rigdon y a Oliver Cowdery. El resto, más tarde. Así sea. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 60:3–17125

Page 136: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

61 1 a GEE Poder. b GEE Alfa y Omega. 2 a Mos. 4:10–11.

GEE Perdonar.

b GEE Misericordia, misericordioso.

c GEE Confesar, confesión.

7 a GEE Phelps, William W. 8 a GEE Castigar, castigo. b GEE Inicuo, iniquidad.

1–12, El Señor ha decretado muchas destrucciones sobre las aguas; 13–22, Juan maldijo las aguas, y el destruc-tor anda sobre la faz de ellas; 23–29, Algunos tienen poder para mandar a las aguas; 30–35, Los élderes han de viajar de dos en dos y predicar el Evangelio; 36–39, Deben prepararse para la venida del Hijo del Hombre.

He aquí, escuchad la voz del que tiene todo a poder, que es de eter­nidad en eternidad, el b Alfa y la Omega, el principio y el fin.

2  He aquí, de cierto os dice el Señor, oh élderes de mi igle­sia que os habéis congregado en este lugar, cuyos pecados ahora os son perdonados, porque yo, el Señor, a perdono los pecados y soy b misericordioso con aquellos que los c confiesan con corazones humildes;

3 mas de cierto os digo, que no es menester que esta compañía en­tera de mis élderes viaje con prisa sobre las aguas, mientras los habi­tantes de ambos lados perecen en la incredulidad.

4 No obstante, lo he permitido

para que deis testimonio; he aquí, hay muchos peligros sobre las aguas, y especialmente desde ahora en adelante;

5 porque yo, el Señor, he de­cretado en mi ira muchas des­trucciones sobre las aguas; sí, y especialmente sobre estas.

6 No obstante, toda carne está en mi mano, y el que de entre vosotros sea fiel no perecerá en el agua.

7 Conviene, pues, que mis sier­vos Sidney Gilbert y a William W. Phelps salgan rápidamente para cumplir con su encargo y misión.

8 Sin embargo, no os permití salir sino hasta que fueseis a disciplina­dos por todos vuestros pecados, a fin de que seáis uno y no perezcáis en la b maldad;

9 mas ahora, de cierto os digo, es mi voluntad que os separéis. Por tanto, tomen a sus compañeros an­teriores mis siervos Sidney Gilbert y William W. Phelps, y emprendan su viaje con prisa para cumplir su misión, y por medio de la fe vencerán;

10 y si son fieles, serán preser­

SECCIÓN 61Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a orillas del río Misuri, en McIlwaine’s Bend, el 12 de agosto de 1831. En su viaje de regreso a Kirtland, el Profeta y diez élderes habían viajado por el río Misuri en canoas. Al tercer día del viaje, tropezaron con muchos pe-ligros. El élder William W. Phelps, en una visión a la luz del día, vio al destructor andar con poder sobre la faz de las aguas.

DOCTRINA Y CONVENIOS 61:1–10 126

Page 137: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

13 a GEE Mandamientos de Dios.

b DyC 21:6.

14 a Gén. 1:20. b Apoc. 8:8–11. 17 a Moisés 4:23.

25 a Núm. 9:18. 27 a GEE Poder;

Sacerdocio.

vados; y yo, el Señor, estaré con ellos.

11 Y tomen los otros lo que nece­siten de ropa.

12 Lleve consigo mi siervo Sid­ney Gilbert lo que no hace falta, según lo que acordéis.

13 Y ahora bien, he aquí, os di un a mandamiento sobre estas cosas para vuestro b bien; y yo, el Señor, razonaré con vosotros como con los hombres en la antigüedad.

14 He aquí, yo, el Señor, en el principio bendije las a aguas; mas en los postreros días, b maldije las aguas por boca de mi siervo Juan.

15 Por lo que, vendrán días en que ninguna carne estará a salvo sobre las aguas.

16 Y se dirá en días venideros que nadie puede subir a la tierra de Sion sobre las aguas, salvo el que es recto de corazón.

17 Y así como yo, el Señor, en el principio a maldije la tierra, así en los últimos días la he bendecido, en su tiempo, para el uso de mis santos, a fin de que participen de su grosura.

18 Y ahora os doy un manda­miento, y lo que digo a uno lo digo a todos, de prevenir a vuestros her­manos concerniente a estas aguas, para que no viajen sobre ellas, no sea que se debilite su fe y caigan en trampas;

19 yo, el Señor, he decretado, y el destructor anda sobre la faz de las aguas, y no revoco el decreto.

20 Yo, el Señor, estuve enojado ayer con vosotros, mas hoy se ha apartado mi ira.

21 Por tanto, tocante a aque­llos de quienes he dicho que salgan con prisa, de nuevo os digo, emprendan su viaje cuanto antes.

22 Y después de un corto tiempo, si cumplen su misión, a mí me es igual que vayan por agua o por tierra; hágase conforme a lo que más tarde les sea manifestado, se­gún su criterio.

23 Y ahora, concerniente a mis siervos Sidney Rigdon, José Smith, hijo, y Oliver Cowdery: No viajen otra vez sobre las aguas, salvo por el canal, al ir a sus hogares; o en otras palabras, no viajarán sobre las aguas, sino por el canal.

24  He aquí, yo, el Señor, he señalado a mis santos la manera de viajar, y he aquí, esta es la manera: Después de partir del canal, irán por tierra, por cuanto se les ha mandado viajar y subir a la tierra de Sion;

25 y harán como los hijos de Is­rael, a asentando su campamento por el camino.

26 Y he aquí, daréis este manda­miento a todos vuestros hermanos.

27 No obstante, a quien se dé a poder para mandar a las aguas, a este le hará el Espíritu conocer todos sus caminos;

28  por tanto, haga lo que el

DOCTRINA Y CONVENIOS 61:11–28127

Page 138: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

31 a Alma 37:31; Hel. 13:14; DyC 101:11.

33 a GEE Predicar; Testificar.

34 a 2 Ne. 9:44; Jacob 2:2;

Mos. 2:28. 35 a GEE Obra misional. 36 a Juan 13:33. b Mateo 18:20. c Isa. 41:15–17;

1 Ne. 21:14–15. 37 a DyC 50:35. 38 a GEE Atalaya, atalayar. 39 a GEE Oración. b GEE Tentación, tentar.

Espíritu del Dios viviente le mande, bien sea sobre la tierra o sobre las aguas, según lo que yo me pro­ponga hacer de ahora en adelante.

29 Y a vosotros os es manifestado el curso, o sea, la vía por la que han de viajar los santos del cam­pamento del Señor.

30 Y además, de cierto os digo, mis siervos Sidney Rigdon, José Smith, hijo, y Oliver Cowdery, no han de abrir su boca entre las con­gregaciones de los inicuos, sino hasta que lleguen a Cincinnati;

31 y en ese lugar alzarán sus vo­ces a Dios contra esa gente, sí, a aquel cuya ira está encendida en contra de su maldad, un pueblo casi a maduro para la destrucción.

32 Y de allí vayan ellos a las con­gregaciones de sus hermanos, por­que ahora mismo sus obras hacen más falta entre ellos que entre las congregaciones de los impíos.

33 Y ahora, concerniente a los demás, viajen y a declaren la pa­labra entre las congregaciones de los inicuos, a medida que sea manifestada.

34 Y si hacen esto, a limpiarán sus vestidos y quedarán sin mancha ante mí.

35 Y viajen juntos, o de a dos en dos, como les parezca mejor, pero no se separen mis siervos Reynolds Cahoon y Samuel H. Smith, con quienes estoy muy complacido, hasta que lleguen a sus hogares, y esto para un sabio propósito mío.

36 Y ahora de cierto os digo, y lo que digo a uno lo digo a todos: Sed de buen ánimo, a hijitos, por­que estoy en b medio de vosotros, y no os he c abandonado;

37 y por cuanto os habéis hu­millado ante mí, vuestras son las bendiciones del a reino.

38 Ceñid vuestros lomos, y sed a vigilantes y sensatos, mirando hacia la venida del Hijo del Hom­bre, porque viene a la hora que no pensáis.

39 a Orad siempre para que no entréis en b tentación, a fin de que podáis aguantar el día de su ve­nida, ya sea en vida o en muerte. Así sea. Amén.

SECCIÓN 62Revelación dada por medio de José Smith el Profeta, a orillas del río Misuri, en Chariton, Misuri, el 13 de agosto de 1831. En ese día, el Profeta y su grupo, que viajaban de Independence a Kirtland, encon-traron a varios élderes que se dirigían a la tierra de Sion, y, después de saludos gozosos, el Profeta recibió esta revelación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 61:29–39 128

Page 139: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

62 1 a DyC 45:3–4. GEE Abogado.

b Heb. 2:18; Alma 7:12.

c GEE Tentación, tentar. 3 a Lucas 12:8–9.

GEE Testimonio. b GEE Libro de la vida. c DyC 84:61. 4 a DyC 57:1–2. 5 a GEE Obra misional. 6 a Éter 3:12.

7 a GEE Acción de gracias, agradecido, agradecimiento.

9 a DyC 61:37. b Mateo 28:20.

1–3, Los testimonios quedan escritos en los cielos; 4–9, Los élderes deben viajar y predicar según su juicio y conforme los dirija el Espíritu.

He aquí, escuchad, oh élderes de mi iglesia, dice el Señor, vuestro Dios, sí, Jesucristo, vuestro a inter­cesor, que conoce las flaquezas del hombre y sabe cómo b socorrer a los que son c tentados.

2 Y de cierto, mis ojos están sobre los que todavía no han subido a la tierra de Sion; por tanto, vuestra misión no se ha cumplido aún.

3 Sin embargo, benditos sois, por­que el a testimonio que habéis dado se ha b escrito en el cielo para que lo vean los ángeles; y ellos se regoci­jan a causa de vosotros, y vuestros c pecados os son perdonados.

4 Y ahora, continuad vuestro viaje. Congregaos en la tierra de a Sion; y efectuad una reunión y regocijaos juntos, y ofreced un sa­cramento al Altísimo.

5 Y entonces podréis volver para testificar, sí, ya sea juntos, o de dos en dos, como os parezca bien, a mí me es igual; solamente sed fieles y a declarad las buenas nuevas a los habitantes de la tierra, o entre las congregaciones de los inicuos.

6 He aquí, yo, el Señor, os he con­gregado para que se cumpla la promesa de que los fieles de entre vosotros serían preservados y se regocijarían juntos en la tierra de Misuri. Yo, el Señor, prometo a los fieles y no puedo a mentir.

7 Yo, el Señor, estoy dispuesto, y si alguno de vosotros desea ir a caballo, o en mula, o por carro, recibirá esta bendición, si la recibe de mano del Señor con un corazón a agradecido en todas las cosas.

8 Queda en vosotros hacer estas cosas según vuestro juicio y las indicaciones del Espíritu.

9 He aquí, el a reino es vuestro; y estoy siempre b con los fieles. Así sea. Amén.

SECCIÓN 63Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 30 de agosto de 1831. El Profeta, Sidney Rigdon y Oliver Cowdery habían llegado a Kirtland el 27 de agosto, tras su visita a Misuri. En la historia de José Smith se describe esta revelación: “En estos días de la infancia de la Iglesia, había un gran anhelo de recibir la palabra del Señor concerniente a todo asunto que de alguna ma-nera se relacionara con nuestra salvación; y por ser la tierra de Sion el

DOCTRINA Y CONVENIOS 62:1–9129

Page 140: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

63 2 a GEE Rebelión. 3 a GEE Muerte física. 6 a GEE Justicia;

Segunda venida de

Jesucristo. b Jer. 30:23. c Isa. 49:26. 7 a DyC 46:9.

GEE Señal. 10 a Moro. 7:37.

GEE Fe. 11 a Heb. 11:6.

1–6, Un día de ira sobrevendrá a los inicuos; 7–12, Las señales vie-nen por la fe; 13–19, Los de cora-zón adúltero negarán la fe y serán arrojados al lago de fuego; 20, Los fieles recibirán una herencia sobre la tierra transfigurada; 21, No se ha revelado aún el relato completo de los acontecimientos acaecidos sobre el monte de la Transfiguración; 22–23, Los obedientes reciben los misterios del reino; 24–31, Se han de comprar tierras o heredades en Sion; 32–35, El Señor decreta guerras, y los ini-cuos matan a los inicuos; 36–48, Los santos se han de congregar en Sion y proporcionar dinero para edificarla; 49–54, Se aseguran las bendiciones sobre los fieles en la Segunda Ve-nida, en la Resurrección y durante el Milenio; 55–58, Este es un día de amonestación; 59–66, Aquellos que usan el nombre del Señor sin auto-ridad lo toman en vano.

Escuchad, oh pueblo, abrid vues­tro corazón y dad oído desde le­jos; escuchad, vosotros los que os llamáis el pueblo del Señor, oíd su palabra y su voluntad concerniente a vosotros.

2 Sí, en verdad os digo, escuchad la voz de aquel cuya ira está en­cendida en contra de los inicuos y los a rebeldes;

3 que tiene a bien tomar a los que quiere a tomar, y preservar en vida a los que quiere preservar;

4 que edifica de acuerdo con su propia voluntad y placer; y des­truye cuando le place, y tiene po­der para echar el alma al infierno.

5 He aquí, yo, el Señor, emito mi voz, y será obedecida.

6 Por tanto, de cierto digo: Cuí­dese el inicuo, y el rebelde tema y tiemble, y selle sus labios el incré­dulo, porque el a día de la ira les sobrevendrá como b torbellino, y toda carne c sabrá que yo soy Dios.

7  Y aquel que buscare seña­les verá a señales, mas no para salvación.

8 En verdad os digo que hay en­tre vosotros quienes buscan seña­les, y los ha habido aun desde el principio;

9 pero he aquí, la fe no viene por las señales, mas las señales siguen a los que creen.

10 Sí, las señales vienen por la a fe, no por la voluntad de los hombres, ni como les plazca, sino por la vo­luntad de Dios.

11 Sí, las señales vienen por la fe para producir obras podero­sas, porque sin a fe ningún hom­bre agrada a Dios; y con el que Dios está enojado, no está bien complacido; por tanto, a estos no

objeto temporal más importante del momento ante nosotros, le pedí al Señor más información sobre el recogimiento de los santos, la compra de terrenos y otros asuntos”.

DOCTRINA Y CONVENIOS 63:1–11 130

Page 141: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

muestra señales, sino en b ira para su c condenación.

12 Por tanto, yo, el Señor, no estoy complacido con los que de entre vosotros han buscado señales y prodigios para lograr la fe, y no en bien de los hombres para mi gloria.

13 Sin embargo, doy mandamien­tos, y muchos se han apartado de mis mandamientos y no los han guardado.

14 Hubo entre vosotros a adúlteros y adúlteras, algunos de los cuales se han apartado de vosotros, y to­davía permanecen otros que más adelante serán descubiertos.

15 Cuídense los tales, y arrepién­tanse cuanto antes, no sea que el juicio venga sobre ellos como un ardid, y se manifieste su insensa­tez, y sus obras los sigan ante los ojos del pueblo.

16 Y de cierto os digo, como ya he dicho, el que a mira a una mujer para b codiciarla, o si alguien co­mete c adulterio en su corazón, no tendrá el Espíritu, sino que negará la fe y temerá.

17 Por lo que, yo, el Señor, he dicho que los a temerosos, los in­crédulos, y todos los b mentirosos y quienquiera que ame y c obre la mentira, y el fornicario y el

hechicero, tendrán su parte en ese d lago que arde con fuego y azufre, que es la e segunda muerte.

18  De cierto digo, que estos no tendrán parte en la a primera resurrección.

19 Y ahora bien, he aquí, yo, el Señor, os digo que no sois a justifi­cados, porque estas cosas existen entre vosotros.

20 Sin embargo, el que a perse­vere con fe y haga mi voluntad, vencerá; y recibirá una b herencia sobre la tierra cuando venga el día de la transfiguración;

21 cuando la a tierra sea b transfi­gurada según el modelo que les fue mostrado a mis apóstoles so­bre el c monte, relato cuya plenitud todavía no habéis recibido.

22 Y ahora, de cierto os digo, como dije que os haría saber mi voluntad a vosotros, he aquí, os la daré a conocer, no por vía de mandamiento, porque hay mu­chos que no procuran guardar mis mandamientos.

23 Mas a quien guarde mis man­damientos concederé los a misterios de mi reino, y serán en él un ma­nantial de b aguas vivas que c brota para vida sempiterna.

24  Y ahora bien, he aquí, la 11 b DyC 35:11. c DyC 88:65. 14 a DyC 42:24–25. 16 a Mateo 5:27–28;

DyC 42:23–26. b GEE Concupiscencia. c GEE Adulterio. 17 a Apoc. 21:8. b GEE Mentiras. c Apoc. 22:15;

DyC 76:103. d Apoc. 19:20;

2 Ne. 9:8–19, 26; 28:23; Jacob 6:10; Alma 12:16–18; DyC 76:36. GEE Infierno.

e GEE Muerte espiritual. 18 a Apoc. 20:6. 19 a GEE Justificación,

justificar. 20 a DyC 101:35. b Mateo 5:5;

DyC 59:2; 88:25–26.

21 a GEE Tierra — El estado final de la tierra.

b GEE Mundo — El fin del mundo.

c Mateo 17:1–3. 23 a Alma 12:9–11;

DyC 42:61; 84:19; 107:18–19.

b GEE Agua(s) viva(s). c Juan 4:14.

DOCTRINA Y CONVENIOS 63:12–24131

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voluntad del Señor vuestro Dios concerniente a sus santos es que se reúnan juntamente en la tie­rra de Sion, no con prisa, no sea que haya confusión, lo cual trae pestilencia.

25 He aquí la tierra de a Sion. Yo, el Señor, la tengo en mis propias manos;

26  no obstante, yo, el Señor, doy a a César las cosas que son de César.

27 Por tanto, yo, el Señor, quiero que compréis las tierras, para que aventajéis al mundo y ten­gáis derecho sobre él, a fin de que los del mundo no sean agitados a la ira.

28 Porque a Satanás agita sus co­razones a la ira contra vosotros, y al derramamiento de sangre.

29 Por tanto, la tierra de Sion no se obtendrá sino por compra o por sangre, de otra manera no habrá heredad para vosotros.

30 Y si fuere por compra, he aquí, benditos sois;

31 y si fuere por sangre, por cuanto os es vedado verter sangre, he aquí, vuestros enemigos estarán sobre vosotros, y seréis azotados de ciudad en ciudad y de sinagoga en sinagoga, y no quedarán sino pocos para recibir una heredad.

32 Yo, el Señor, estoy enojado con los inicuos; les niego mi Espíritu a los habitantes de la tierra.

33 He jurado en mi ira y he de­cretado a guerras sobre la faz de la tierra, y los inicuos matarán a los inicuos, y el temor se apoderará de todo hombre;

34 y también los a santos ape­nas escaparán; sin embargo, yo, el Señor, estoy con ellos, y b descenderé en el cielo, de la presencia de mi Padre, y a los c mal­vados los consumiré con d fuego inextinguible.

35 Y he aquí, esto no es aún, sino ya pronto.

36 Por tanto, viendo que yo, el Señor, he decretado todas estas co­sas sobre la faz de la tierra, quiero que mis santos se congreguen en la tierra de Sion;

37 y que todo hombre tome la a rectitud en sus manos y la fide­lidad sobre sus lomos, y levante la b voz de amonestación a los ha­bitantes de la tierra; y declare, tanto por palabra como por fuga, que la c desolación sobrevendrá a los inicuos.

38 Por tanto, arreglen sus asun­tos temporales mis discípulos de Kirtland, que moran en esta granja.

39  Disponga del terreno mi siervo Titus Billings, quien lo tiene a su cargo, a fin de estar preparado para hacer su viaje a la tierra de Sion la primavera en­trante, junto con los que moran

25 a GEE Sion. 26 a Lucas 20:25;

DyC 58:21–23. GEE Gobierno.

28 a GEE Diablo. 33 a GEE Guerra.

34 a GEE Santo (sustantivo). b GEE Segunda venida de

Jesucristo. c Mateo 3:12;

2 Ne. 26:6; DyC 45:57; 64:24;

101:23–25, 66. GEE Inicuo, iniquidad.

d GEE Fuego. 37 a GEE Rectitud, recto. b DyC 1:4. c Isa. 47:11.

DOCTRINA Y CONVENIOS 63:25–39 132

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41 a GEE Discernimiento, don de.

47 a Mos. 2:41; DyC 6:13.

48 a DyC 101:18. 49 a Apoc. 14:13;

DyC 42:44–47. b 2 Cor. 5:17.

c GEE Resurrección. d Apoc. 21:4;

Alma 11:45; DyC 88:116. GEE Inmortal, inmortalidad.

50 a GEE Bendecido, bendecir, bendición.

b GEE Muerte física. 51 a GEE Milenio. b Isa. 65:20–22;

DyC 45:58; 101:29–31. c 1 Cor. 15:51–52;

DyC 43:32. 53 a DyC 35:15.

sobre dicho terreno, salvo aque­llos que yo reserve para mí, los cuales no saldrán hasta que yo les mande.

40 Y remítase a la tierra de Sion todo el dinero disponible, ya sea mucho o poco, me es igual, a quienes he nombrado para recibirlo.

41 He aquí, yo, el Señor, daré poder a mi siervo José Smith, hijo, para que pueda a discernir, por medio del Espíritu, a los que han de subir a la tierra de Sion, y a aquellos de mis discípulos que permanecerán.

42 Retenga mi siervo Newel K. Whitney su tienda o, en otras pala­bras, la tienda, por un corto tiempo todavía.

43 Sin embargo, aporte todo el dinero que pueda, para que se mande a la tierra de Sion.

44 He aquí, estas cosas están en sus propias manos; obre él de acuerdo con la prudencia.

45 De cierto digo, ordénesele agente de los discípulos que per­manezcan, y confiérasele este poder;

46 y visite cuanto antes las igle­sias, junto con mi siervo Oliver Cowdery, explicándoles estas co­sas. He aquí, esta es mi voluntad, recoger fondos en la forma en que yo he indicado.

47 El que sea a fiel y persevere, vencerá al mundo.

48 El que mande tesoros a la tie­rra de Sion recibirá una a herencia en este mundo, y sus obras lo se­guirán, y además, un galardón en el mundo venidero.

49  Sí, y bienaventurados los muertos que a mueran en el Señor desde ahora en adelante. Cuando el Señor venga, y las cosas vie­jas b dejen de ser, y todas las cosas se tornen nuevas, se c levantarán de los muertos y no d morirán después, y recibirán una heren­cia ante el Señor en la ciudad santa.

50 Y el que viva cuando el Señor venga, y haya guardado la fe, a ben­dito es; sin embargo, le es señalado b morir a la edad del hombre.

51 Por tanto, los a niños b crecerán hasta envejecer; los ancianos mori­rán; mas no dormirán en el polvo, antes serán c cambiados en un abrir y cerrar de ojos.

52 Así que, por esta causa los apóstoles predicaron al mundo la resurrección de los muertos.

53 Estas cosas son las que ha­béis de esperar; y hablando se­gún la manera del Señor, están ahora a a las puertas, y en un tiempo que está por venir, sí, en el día de la venida del Hijo del Hombre.

DOCTRINA Y CONVENIOS 63:40–53133

Page 144: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

54 a Mateo 25:1–13; DyC 45:56–59.

b Mos. 16:2. 55 a GEE Rigdon, Sidney. b GEE Orgullo. 56 a DyC 58:50. 57 a DyC 4:3–6.

b DyC 18:14–15. GEE Amonestación, amonestar; Obra misional.

59 a 1 Cor. 2:10. 60 a GEE Alfa y Omega. 61 a GEE Profanidad.

64 a GEE Santo (adjetivo). b GEE Reverencia. c DyC 42:14. 65 a GEE Oración. 66 a 2 Cor. 4:17. b Rom. 8:18;

DyC 58:4; 136:31.

54 Y hasta aquella hora habrá a vírgenes insensatas entre las sen­satas; y en esa hora se hará una separación completa de los justos y los malvados; y en aquel día en­viaré a mis ángeles para b extirpar a los inicuos y arrojarlos al fuego inextinguible.

55 Y ahora bien, he aquí, de cierto os digo, yo, el Señor, no estoy com­placido con mi siervo a Sidney Rig­don; se b enalteció en su corazón y no aceptó consejos, antes contristó al Espíritu;

56 por tanto, su a escrito no es aceptable ante el Señor, y prepa­rará otro; y si el Señor no lo recibe, he aquí, no ocupará más el puesto al cual lo he nombrado.

57 Y además, de cierto os digo, sean ordenados a este poder a los que con mansedumbre desean en su corazón b llamar a los pecadores al arrepentimiento.

58 Porque este es un día de amo­nestación y no de muchas pala­bras. Porque yo, el Señor, no seré burlado en los últimos días.

59 He aquí, yo de arriba soy, y mi poder yace abajo. Estoy sobre todas las cosas, y en todo, y en me­dio de todo, y a escudriño todas las cosas; y vendrá el día en que todas las cosas me estarán sujetas.

60 He aquí, soy el a Alfa y la Omega, sí, Jesucristo.

61 Por tanto, cuídense todos los hombres de cómo toman mi a nom­bre en sus labios;

62 porque he aquí, de cierto os digo, que hay muchos que están bajo esta condenación, que toman el nombre del Señor y lo usan en vano sin tener autoridad.

63 Arrepiéntanse, pues, de sus pecados los de la iglesia; y yo, el Señor, los reconoceré; de lo contra­rio, serán desarraigados.

64 Recordad que lo que viene de arriba es a sagrado, y debe b expre­sarse con cuidado y por constre­ñimiento del Espíritu; y en esto no hay condenación, y c mediante la oración recibís el Espíritu; por tanto, si no hay esto, permanece la condenación.

65  Búsquense un hogar mis siervos José Smith, hijo, y Sid­ney Rigdon, según se lo mani­fieste el Espíritu por medio de la a oración.

66 Falta vencer estas cosas me­diante la paciencia, para que quienes tal hagan reciban un más excelente y eterno a peso de b gloria, o de lo contrario, una mayor con­denación. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 63:54–66 134

Page 145: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–11, Se manda a los santos que se perdonen unos a otros, no sea que permanezca en ellos el mayor pecado; 12–22, Los que no se arrepientan han de comparecer ante la Iglesia; 23–25, El que es diezmado no será quemado a la venida del Señor; 26–32, Se amo-nesta a los santos a evitar las deudas; 33–36, Los rebeldes serán desterrados de Sion; 37–40, La Iglesia juzgará a las naciones; 41–43, Sion florecerá.

He aquí, así os dice el Señor vues­tro Dios: Oh élderes de mi iglesia, escuchad y oíd, y recibid mi volun­tad concerniente a vosotros.

2 Pues de cierto os digo, es mi voluntad que a venzáis al mundo; por tanto, tendré b compasión de vosotros.

3 Hay entre vosotros quienes han pecado; pero de cierto os digo, so­lamente por esta vez, para mi pro­pia a gloria y para la salvación de las almas, que os he b perdonado vuestros pecados.

4 Seré misericordioso para con vosotros, porque os he dado el reino.

5 Y las a llaves de los misterios del reino no le serán quitadas a mi siervo José Smith, hijo, por los medios que he señalado, mientras viva, si obedece mis b ordenanzas.

6 Hay quienes han buscado mo­tivo contra él sin causa;

7 no obstante, él ha pecado; mas de cierto os digo, que yo, el Señor, a perdono los pecados de aquellos que los b confiesan ante mí y pi­den perdón, si no han pecado de c muerte.

8 En la antigüedad mis discípu­los buscaron a motivo el uno contra el otro, y no se perdonaron unos a otros en su corazón; y por esta maldad fueron afligidos y b disci­plinados con severidad.

9  Por tanto, os digo que de­béis a perdonaros los unos a los otros; pues el que no b perdona las ofensas de su hermano, queda

64 2 a 1 Juan 5:4. b GEE Compasión. 3 a Moisés 1:39. b Isa. 43:25. 5 a DyC 28:7; 84:19.

GEE Llaves del sacerdocio.

b GEE Ordenanzas. 7 a GEE Perdonar;

Remisión de pecados. b Núm. 5:6–7;

DyC 19:20; 58:43. GEE Confesar, confesión.

c DyC 76:31–37.

8 a GEE Contención, contienda.

b GEE Castigar, castigo. 9 a Mar. 11:25–26;

DyC 82:1. b Mateo 6:14–15;

Efe. 4:32.

SECCIÓN 64Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a los élderes de la Iglesia en Kirtland, Ohio, el 11 de septiembre de 1831. El Profeta se estaba preparando para trasladarse a Hiram, Ohio, para reanudar su trabajo de la traducción de la Biblia, que se había dejado de lado mien-tras estuvo en Misuri. Un grupo de hermanos, a quienes se les había mandado viajar a Sion (Misuri), se hallaban diligentemente ocupados haciendo los preparativos para salir en octubre. En esa época de tanta actividad, se recibió esta revelación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 64:1–9135

Page 146: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

condenado ante el Señor, por­que en él permanece el mayor pecado.

10 Yo, el Señor, a perdonaré a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido b perdonar a todos los hombres.

11 Y debéis decir en vuestros co­razones: a Juzgue Dios entre tú y yo, y te premie de acuerdo con tus b hechos.

12 Y traeréis ante la a iglesia al que no se arrepienta de sus peca­dos, ni los confiese, y haréis con él según lo que las Escrituras os dicen, ya sea por mandamiento o por revelación.

13 Y haréis esto para que Dios sea glorificado; no porque no perdonáis, no teniendo compa­sión, sino para que seáis justifi­cados a los ojos de la ley, para que no ofendáis al que es vuestro legislador.

14 En verdad, os digo que por esta causa haréis estas cosas.

15 He aquí, yo, el Señor, me enojé con el que fue mi siervo, Ezra Booth, así como con mi siervo Isaac Morley, porque no guardaron la ley, ni tampoco el mandamiento;

16 buscaron lo malo en su co­razón, y yo, el Señor, retuve mi Espíritu. a Condenaron por malo aquello en que no había mal; no obstante, he perdonado a mi siervo Isaac Morley.

17 Y he aquí, también mi siervo a Edward Partridge ha pecado, y b Satanás procura destruir su alma; mas cuando se les haga saber estas cosas, y se arrepientan de lo malo, serán perdonados.

18 Y ahora, de cierto os digo, me conviene que dentro de unas se­manas, mi siervo Sidney Gilbert vuelva a su negocio y a su agencia en la tierra de Sion;

19 y que se dé a conocer a mis discípulos lo que él ha visto y oído, para que no perezcan. Y por esta causa he dicho estas cosas.

20 Y además, os digo que para que mi siervo Isaac Morley no sea a tentado más de lo que pueda resistir, y aconseje erróneamente para vuestro perjuicio, yo mandé vender su granja.

21  No quiero que mi siervo Frederick G. Williams venda su granja, porque yo, el Señor, de­seo retener una firme posesión en la tierra de Kirtland por el pe­ríodo de cinco años, durante el cual no destruiré a los inicuos, para que así pueda salvar a algunos.

22 Y después de ese día, yo, el Señor, no tendré por a culpable a nadie que suba con un corazón sincero a la tierra de Sion; porque yo, el Señor, requiero el b corazón de los hijos de los hombres.

23 He aquí, el tiempo presente es 10 a Éx. 33:19;

Alma 39:6; DyC 56:14.

b Mos. 26:29–31. 11 a 1 Sam. 24:12. b 2 Tim. 4:14.

12 a DyC 42:80–93. 16 a 2 Ne. 15:20;

DyC 121:16. 17 a GEE Partridge,

Edward. b GEE Diablo.

20 a GEE Tentación, tentar.

22 a GEE Culpa. b Éx. 35:5;

DyC 59:15; 64:34.

DOCTRINA Y CONVENIOS 64:10–23 136

Page 147: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

23 a DyC 45:6; 64:24–25. b GEE Segunda venida de

Jesucristo. 23 c GEE Sacrificios. d Mal. 3:10–11.

GEE Diezmar, diezmo. e Mal. 4:1;

3 Ne. 25:1; JS—H 1:37.

24 a Isa. 66:15–16. GEE Mundo — El fin del mundo; Tierra — La purificación de la

tierra. b Mal. 3:15;

2 Ne. 12:12; 23:11. GEE Orgullo.

c DyC 1:16. GEE Babel, Babilonia.

26 a GEE Whitney, Newel K.

b DyC 57:8. 27 a GEE Deuda. 30 a DyC 63:48. 31 a Mar. 13:31;

2 Ne. 31:15; DyC 1:37–38.

b DyC 76:3. 33 a Gál. 6:9. b DyC 123:16. 34 a Miq. 6:8. b Deut. 32:46;

Josué 22:5; Morm. 9:27. GEE Corazón.

c Isa. 1:19. GEE Obediencia, obediente, obedecer.

35 a GEE Rebelión. b DyC 41:5; 50:8–9; 56:3.

GEE Excomunión.

llamado a hoy hasta la b venida del Hijo del Hombre; y en verdad, es un día de c sacrificio y de requerir el diezmo de mi pueblo, porque el que es d diezmado no será e que­mado en su venida.

24 Porque después del día de hoy viene la a quema —esto es, hablando según la manera del Se­ñor— porque de cierto os digo, mañana todos los b soberbios y los que hacen maldad serán como ras­trojo; y yo los quemaré, porque soy el Señor de los Ejércitos; y no perdonaré a ninguno que se quede en c Babilonia.

25 Por tanto, si me creéis, traba­jaréis mientras dure lo que es lla­mado hoy.

26 No conviene que mis siervos, a Newel K. Whitney y Sidney Gil­bert, vendan su b tienda y bienes que tienen aquí; porque no es pru­dente, sino hasta que suba a la tierra de Sion el resto de los miem­bros de la iglesia que quedan en este lugar.

27 He aquí, en mis leyes está dicho, o sea, prohibido, contraer a deudas con vuestros enemigos;

28 mas he aquí, en ningún tiempo

se ha dicho que el Señor no ha de tomar cuando él quiera, y pagar como bien le parezca.

29  De modo que, siendo vo­sotros agentes, estáis en la obra del Señor; y lo que hagáis con­forme a su voluntad es asunto del Señor.

30 Y él os ha puesto para abaste­cer a sus santos en estos últimos días, a fin de que obtengan una a heredad en la tierra de Sion.

31 Y he aquí, que yo, el Señor —y mis a palabras son ciertas y no b fallarán— os declaro que la obtendrán.

32 Mas todas las cosas tienen que acontecer en su hora.

33 Por tanto, no os a canséis de hacer lo bueno, porque estáis po­niendo los cimientos de una gran obra. Y de las b cosas pequeñas pro­ceden las grandes.

34 He aquí, el Señor a requiere el b corazón y una mente bien dis­puesta; y los de buena voluntad y los c obedientes comerán de la abundancia de la tierra de Sion en estos postreros días.

35 Y los a rebeldes serán b des­terrados de la tierra de Sion, y

DOCTRINA Y CONVENIOS 64:24–35137

Page 148: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

serán expulsados y no heredarán la tierra.

36 Porque, de cierto os digo, los rebeldes no son de la sangre de a Efraín; por consiguiente, serán desarraigados.

37 He aquí, en estos postreros días, yo, el Señor, he hecho a mi iglesia semejante a un juez que se sienta en un monte, o sea, en un lugar alto, para juzgar a las naciones.

38 Pues sucederá que los ha­bitantes de Sion a juzgarán to­das las cosas pertenecientes a Sion.

39 Y probarán a los mentirosos y a los hipócritas, y los que no

fueren a apóstoles y profetas serán descubiertos.

40 Y aun el a obispo, que es b juez, y sus consejeros serán condenados, si no son fieles en sus c mayordo­mías; y d otros serán instalados en su lugar.

41 Porque, he aquí, os digo que a Sion florecerá, y la b gloria del Señor descansará sobre ella;

42 y será por a estandarte al pue­blo, y vendrán a ella de toda na­ción debajo de los cielos.

43 Y llegará el día en que las na­ciones de la tierra a temblarán a causa de ella, y temerán por mo­tivo de sus poderosos. El Señor lo ha proferido. Amén.

36 a Deut. 33:16–17. 38 a Isa. 2:3–4;

DyC 133:21. 39 a Apoc. 2:2.

GEE Apóstol. 40 a GEE Obispo. b DyC 58:17; 107:72–74. c GEE Mayordomía,

mayordomo.

d DyC 107:99–100. 41 a GEE Sion. b DyC 45:67; 84:4–5;

97:15–20. GEE Gloria.

42 a GEE Estandarte. 43 a Isa. 60:14;

DyC 97:19–20.65 1 a Isa. 40:3;

Mateo 3:3; Juan 1:23.

2 a Mateo 16:19; DyC 42:69. GEE Llaves del sacerdocio.

b DyC 90:1–5. c Dan. 2:34–45.

SECCIÓN 65Revelación sobre la oración dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 30 de octubre de 1831.

1–2, Las llaves del reino de Dios se han entregado al hombre sobre la tie-rra, y la causa del Evangelio triun-fará; 3–6, El reino milenario de los cielos descenderá y se unirá al reino de Dios sobre la tierra.

Escuchad y oíd una voz como de uno enviado de lo alto, uno potente y poderoso, cuyas salidas

son hasta los cabos de la tierra; sí, cuya voz se dirige a los hombres: a Preparad la vía del Señor, ende­rezad sus sendas.

2 Las a llaves del b reino de Dios han sido entregadas al hom­bre en la tierra, y de allí rodará el evangelio hasta los extremos de ella, como la c piedra cortada del monte, no con mano, ha de

DOCTRINA Y CONVENIOS 64:36–65:2 138

Page 149: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 d Sal. 72:19. GEE Daniel — El libro de Daniel; Últimos días, postreros días.

3 a Mateo 22:1–14; Apoc. 19:9; DyC 58:11.

b GEE Esposo. 5 a Mateo 24:30. b Sal. 93:1. c GEE Gloria. d Dan. 2:44. 6 a GEE Reino de Dios o

de los cielos. b Apoc. 11:15.

c 1 Cró. 29:11; Mateo 6:13.

66 1 a Juan 1:12. GEE Creencia, creer.

2 a GEE Nuevo y sempiterno convenio.

b Juan 10:10; 3 Ne. 5:13.

rodar, hasta que d llene toda la tierra.

3 Sí, una voz que proclama: Pre­parad la vía del Señor, disponed la a cena del Cordero, aparejad para el b Esposo.

4 Orad al Señor, invocad su santo nombre, dad a conocer sus maravi­llosas obras entre el pueblo.

5 Implorad al Señor, a fin de que su reino se extienda sobre la faz de la tierra, para que sus habitan­tes lo reciban y estén preparados para los días que han de venir, en

los cuales el Hijo del Hombre a des­cenderá en el cielo, b revestido del resplandor de su c gloria, para re­cibir el d reino de Dios establecido sobre la tierra.

6 Por tanto, extiéndase el a reino de Dios, para que venga el b reino de los cielos, a fin de que tú, oh Dios, seas glorificado en los cie­los así como en la tierra, para que tus enemigos sean venci­dos; porque c tuya es la honra, el poder, y la gloria, para siempre jamás. Amén.

SECCIÓN 66Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 29 de octubre de 1831. William E. McLellin le había pedido en se-creto al Señor que le hiciera saber mediante el Profeta la respuesta a cinco preguntas que José Smith desconocía. A solicitud de McLellin, el Profeta consultó al Señor y recibió esta revelación.

1–4, El convenio sempiterno es la plenitud del Evangelio; 5–8, Los élderes han de predicar, testificar y razonar con la gente; 9–13, El fiel servicio en el ministerio asegura una herencia de vida eterna.

He aquí, así dice el Señor a mi siervo William E. McLellin: Ben­dito eres, por cuanto te has apar­tado de tus iniquidades y has recibido mis verdades, dice el Se­ñor tu Redentor, el Salvador del

mundo, sí, de cuantos a creen en mi nombre.

2 De cierto te digo, bendito eres por haber recibido mi a convenio sempiterno, sí, la plenitud de mi evangelio, enviado a los hijos de los hombres para que tengan b vida y lleguen a ser partícipes de las glorias que serán reveladas en los postreros días, como lo escribie­ron los profetas y los apóstoles en días antiguos.

3 De cierto te digo, mi siervo

DOCTRINA Y CONVENIOS 65:3–66:3139

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3 a Jacob 4:7; Éter 12:27.

5 a Mar. 16:15. 7 a DyC 75:6. b GEE Testimonio. 8 a DyC 52:17; 133:58. 9 a GEE Bendición de los

enfermos;

Imposición de manos. b Mateo 9:18.

GEE Sanar, sanidades. c Stg. 1:5. 10 a GEE Adulterio. 11 a DyC 35:24. b DyC 11:6. c Isa. 35:10; DyC 45:71.

GEE Cantar. 12 a 2 Tim. 3:14–15;

2 Ne. 31:20. b Isa. 62:3;

Mateo 25:21; 1 Pe. 5:4.

13 a GEE Trinidad — Dios el Hijo.

William, te encuentras limpio, mas no del todo; arrepiéntete, pues, de las cosas que no me complacen, dice el Señor, porque él te las a mostrará.

4 Y ahora, en verdad, yo, el Se­ñor, te enseñaré lo que quiero con respecto a ti, o sea, lo que es mi voluntad concerniente a ti.

5 He aquí, de cierto te digo, es mi voluntad que a proclames mi evan­gelio de tierra en tierra, y de ciu­dad en ciudad, sí, en las regiones circunvecinas donde no se haya proclamado.

6 No demores muchos días en este lugar; no subas todavía a la tierra de Sion; pero lo que puedas enviar, envíalo; fuera de eso, no pienses en tus bienes.

7 a Ve a las tierras del Este, b testi­fica en todo lugar, a todo pueblo, en sus sinagogas, razonando con la gente.

8 Vaya contigo mi siervo Sa­muel H. Smith; no lo abandones,

y dale tus instrucciones; y el que fuere fiel será a fortalecido en todo lugar, y yo, el Señor, iré con vosotros.

9 Pon tus a manos sobre los enfer­mos, y b sanarán. No vuelvas hasta que yo, el Señor, te lo mande. Ten paciencia en la aflicción. c Pide, y recibirás; llama, y se te abrirá.

10 Procura no verte abrumado. Abandona toda iniquidad. No co­metas a adulterio: una tentación que te ha molestado.

11 a Obedece estas palabras, por­que son verdaderas y fieles; y mag­nificarás tu oficio e impulsarás a muchos hasta b Sion con c cantos de gozo perpetuo sobre su cabeza.

12 a Persevera en estas cosas hasta el fin, y tendrás una b corona de vida eterna a la diestra de mi Padre, que es lleno de gracia y de verdad.

13 De cierto, así dice el Señor tu a Dios, tu Redentor, sí, Jesucristo. Amén.

SECCIÓN 67Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, a prin-cipios de noviembre de 1831. Hubo en la ocasión una conferencia especial, en la cual se consideró y se aprobó la publicación de las revelaciones que ya se habían recibido del Señor por medio del Profeta (véase el encabeza-miento de la sección 1). William W. Phelps había establecido recientemente la imprenta de la Iglesia en Independence, Misuri. La conferencia decidió publicar las revelaciones en un libro intitulado Book of Commandments

DOCTRINA Y CONVENIOS 66:4–13 140

Page 151: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–3, El Señor escucha las oraciones de Sus élderes y vela por ellos; 4–9, Desafía a la persona más sabia a re-producir la menor de Sus revelacio-nes; 10–14, Los élderes fieles serán vivificados por el Espíritu y verán la faz de Dios.

He aquí, escuchad, oh a élderes de mi iglesia que os habéis congre­gado, cuyas oraciones he oído, cuyos corazones conozco y cuyos deseos han ascendido a mí.

2 He aquí, mis a ojos están sobre vosotros, y los cielos y la tierra es­tán en mis manos, y las riquezas de la eternidad son mías para dar.

3 Os esforzasteis en creer que re­cibiríais la bendición que se os ha­bía ofrecido; mas he aquí, de cierto os digo que existían a temores en vuestros corazones, y en verdad, esta es la razón por la que no la recibisteis.

4 Y ahora yo, el Señor, os doy un a testimonio de la verdad de estos mandamientos que se hallan de­lante de vosotros.

5 Vuestros ojos han estado sobre

mi siervo José Smith, hijo; y su a lenguaje y sus imperfecciones habéis conocido, y en vuestro co­razón habéis procurado conoci­miento para poder expresaros en un lenguaje superior al suyo. Esto también lo sabéis.

6 Ahora, escoged del Libro de Mandamientos el menor de entre ellos, y nombrad al que de voso­tros sea el más a sabio;

7 y si hay entre vosotros alguien que pueda hacer uno semejante, entonces sois justificados al decir que no sabéis que son verdaderos;

8 mas si no podéis hacer uno se­mejante, estáis bajo condenación si no a testificáis que son verdaderos.

9 Porque sabéis que no hay in­justicia en ellos, y lo que es a justo desciende de lo alto, del Padre de las b luces.

10 Y además, de cierto os digo que es vuestro el privilegio, y os hago una promesa a vosotros los que habéis sido ordenados a este ministerio, que si os despojáis de toda a envidia y b temor, y os c humi­lláis delante de mí, porque no sois

67 1 a GEE Élder (anciano). 2 a Sal. 34:15. 3 a GEE Temor. 4 a GEE Testimonio;

Verdad. 5 a DyC 1:24.

6 a 2 Ne. 9:28–29, 42. 8 a GEE Testigo. 9 a Moro. 7:15–18. b Stg. 1:17;

DyC 50:24; 84:45; 88:49.

10 a GEE Celo, celos, celoso. b GEE Temor. c GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

(El Libro de Mandamientos) e imprimir 10.000 ejemplares (los que, de-bido a dificultades imprevistas, se redujeron más tarde a 3.000 ejemplares). Muchos de los hermanos dieron solemne testimonio de que las revelaciones recopiladas hasta entonces para publicarse eran ciertamente verdaderas, según lo que les testificó el Espíritu Santo que se derramó sobre ellos. En la historia de José Smith se indica que, después de haberse recibido la re-velación conocida como la sección 1, surgió cierta conversación con res-pecto al lenguaje usado en las revelaciones. Siguió la presente revelación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 67:1–10141

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suficientemente humildes, el d velo se rasgará, y me e veréis y sabréis que yo soy, no con la mente carnal o natural, sino con la espiritual.

11 Porque ningún a hombre en la carne ha visto a Dios jamás, a me­nos que haya sido vivificado por el Espíritu de Dios.

12 Ni puede a hombre natural al­guno aguantar la presencia de Dios, ni conforme a la mente carnal.

13 No podéis aguantar ahora la presencia de Dios, ni la ministra­ción de ángeles; por consiguiente, continuad con a paciencia hasta b perfeccionaros.

14 No volváis atrás en vuestras mentes, y cuando seáis a dignos, veréis y sabréis en mi propio y debido tiempo lo que os fue con­ferido por la mano de mi siervo José Smith, hijo. Amén.

10 d GEE Velo. e DyC 88:68; 93:1; 97:16. 11 a TJS Éx. 33:20, 23

(Apéndice — Biblia); Juan 1:18; 6:46; TJS 1 Juan 4:12

(Apéndice — Biblia); DyC 84:19–22; Moisés 1:11, 14.

12 a Mos. 3:19. GEE Hombre natural.

13 a Rom. 2:7.

GEE Paciencia. b Mateo 5:48;

3 Ne. 12:48. 14 a GEE Dignidad, digno.68 1 a GEE Espíritu Santo.

SECCIÓN 68Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 1º de noviembre de 1831, como respuesta a una súplica de que se diera a co-nocer la voluntad del Señor con respecto a Orson Hyde, Luke S. Johnson, Lyman E. Johnson y William E. McLellin. Aun cuando parte de esa reve-lación se dirigió a estos cuatro hombres, mucho de su contenido se refiere a toda la Iglesia. Esta revelación se amplió bajo la dirección de José Smith, cuando se publicó en la edición de 1835 de Doctrina y Convenios.

1–5, Cuando son inspirados por el Espíritu Santo, las palabras de los élderes son Escritura; 6–12, Los él-deres han de predicar y bautizar, y las señales acompañarán a los ver-daderos creyentes; 13–24, El primo-génito de entre los hijos de Aarón puede servir de Obispo Presidente (es decir, poseer las llaves de la presi-dencia como obispo) bajo la dirección de la Primera Presidencia; 25–28, Se manda a los padres enseñar el Evan-gelio a sus hijos; 29–35, Los santos deben observar el día del Señor, tra-bajar diligentemente y orar.

Mi siervo Orson Hyde fue llamado mediante su ordenación para pro­clamar el evangelio sempiterno por el a Espíritu del Dios viviente, de pueblo en pueblo, y de tierra en tierra, entre las congregaciones de los inicuos, en sus sinagogas, ra­zonando con ellos y declarándoles todas las Escrituras.

2 Y he aquí, esta es la norma para todos los que fueron orde­nados a este sacerdocio, cuya mi­sión de que salgan les ha sido indicada;

3 y esta es la norma para ellos:

DOCTRINA Y CONVENIOS 67:11–68:3 142

Page 153: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a 2 Pe. 1:21; DyC 18:32; 42:16; 100:5.

4 a GEE Espíritu Santo; Revelación.

b Rom. 1:16. 6 a Isa. 41:10. 7 a GEE Hyde, Orson. 8 a DyC 1:2; 63:37. b GEE Obra misional;

Predicar. c Mar. 16:15.

d GEE Autoridad. e GEE Bautismo,

bautizar. 9 a Mar. 16:16;

DyC 20:25. b GEE Salvación. c GEE Condenación,

condenar. 10 a GEE Señal. 11 a GEE Señales de los

tiempos. 12 a DyC 1:8; 132:49.

GEE Sellamiento, sellar.

14 a GEE Obispo. 15 a DyC 72:1. b GEE Primera

Presidencia. c GEE Aarón, hermano

de Moisés. 16 a DyC 107:15–17.

GEE Sacerdocio Aarónico.

a Hablarán conforme los inspire el Espíritu Santo.

4 Y lo que hablen cuando sean inspirados por el a Espíritu Santo será Escritura, será la voluntad del Señor, será la intención del Señor, será la palabra del Señor, será la voz del Señor y el b poder de Dios para salvación.

5 He aquí, esta es la promesa del Señor a vosotros, oh mis siervos.

6 Sed de buen ánimo, pues, y a no temáis, porque yo, el Señor, estoy con vosotros y os ampararé; y tes­tificaréis de mí, sí, Jesucristo, que soy el Hijo del Dios viviente; que fui, que soy y que he de venir.

7 Esta es la palabra del Señor a ti, mi siervo a Orson Hyde, y también a Luke Johnson, a Lyman Johnson y a William E. McLellin, mis sier­vos, y a todos los fieles élderes de mi iglesia.

8 a Id por todo el mundo, b predi­cad el evangelio a toda c criatura, obrando mediante la d autoridad que os he dado, e bautizando en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

9 Y a el que creyere y fuere bauti­zado, será b salvo; y el que no cre­yere, será c condenado.

10 Y el que creyere será bende­cido con a señales que le acompa­ñarán, tal como está escrito.

11 Y a vosotros os será permitido conocer las a señales de los tiempos, y las señales de la venida del Hijo del Hombre;

12  Y se os dará el poder de a sellar para vida eterna a todos de quienes el Padre testifique. Amén.

13 Y ahora, en cuanto a los asun­tos, aparte de los convenios y man­damientos, estos son:

14 Quedan por ser apartados más adelante, en el debido tiempo del Señor, otros a obispos en la iglesia, los cuales ejercerán su ministerio como el primero.

15 Por consiguiente, han de ser a sumos sacerdotes dignos, y se­rán nombrados por la b Primera Presidencia del Sacerdocio de Melquisedec, a menos que sean descendientes literales de c Aarón;

16 y si son descendientes literales de a Aarón, tienen el derecho legal de ocupar el obispado, si son los primogénitos de entre los hijos de Aarón;

17 porque el primogénito po­see el derecho de la presidencia

DOCTRINA Y CONVENIOS 68:4–17143

Page 154: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

17 a GEE Llaves del sacerdocio.

18 a Éx. 40:12–15; DyC 84:18; 107:13–16, 70–76.

19 a GEE Sumo sacerdote. b GEE Obispo. 20 a GEE Unción. b GEE Ordenación,

ordenar.

22 a GEE Primera Presidencia.

24 a GEE Perdonar. 25 a GEE Familia — Las

responsabilidades de los padres.

b GEE Estaca. c GEE Enseñar. d DyC 18:42; 20:71. e Jacob 1:19;

DyC 29:46–48. 26 a GEE Sion. 27 a GEE Bautismo,

bautizar. b GEE Remisión de

pecados. c GEE Responsabilidad,

responsable.

de este sacerdocio y las a llaves o autoridad de este.

18 Ningún hombre tiene el dere­cho legal de ocupar este oficio, de tener las llaves de este sacerdocio, salvo que sea a descendiente literal y el primogénito de Aarón.

19 Pero en vista de que un a sumo sacerdote del Sacerdocio de Mel­quisedec tiene la autoridad para funcionar en todos los oficios me­nores, él puede desempeñar el oficio de b obispo cuando no se encuentre a un descendiente li­teral de Aarón, siempre que sea llamado, apartado y ordenado a este poder por mano de la Pri­mera Presidencia del Sacerdocio de Melquisedec.

20 Y un descendiente literal de Aarón también debe ser desig­nado por esta Presidencia, y con­siderado digno, y por mano de ellos ser a ungido y b ordenado; de otra manera, no queda legal­mente autorizado para oficiar en su sacerdocio.

21 Mas en virtud del decreto con­cerniente a su derecho del sacer­docio que desciende de padre a hijo, pueden reclamar su unción, si en cualquier momento pueden comprobar su linaje, o lo deter­minan por revelación del Señor

bajo las manos de la Presidencia ya nombrada.

22 Y además, ningún obispo o sumo sacerdote que fuere apar­tado para este ministerio ha de ser juzgado ni condenado por delito alguno, sino ante la a Primera Pre­sidencia de la iglesia;

23 y si es hallado culpable ante esta Presidencia, por testimonio irrefutable, será condenado;

24 y si se arrepiente será a perdo­nado, de acuerdo con los convenios y los mandamientos de la iglesia.

25 Y además, si hay a padres que tengan hijos en Sion o en cual­quiera de sus b estacas organizadas, y no les c enseñen a comprender la doctrina del arrepentimiento, de la fe en Cristo, el Hijo del Dios vi­viente, del bautismo y del don del Espíritu Santo por la imposición de manos, al llegar a la edad de d ocho años, el e pecado será sobre la cabeza de los padres.

26 Porque esta será una ley para los habitantes de a Sion, o en cual­quiera de sus estacas que se hayan organizado.

27 Y sus hijos serán a bautiza­dos para la b remisión de sus pe­cados cuando tengan c ocho años de edad, y recibirán la imposición de manos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 68:18–27 144

Page 155: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

28 a GEE Oración. 29 a DyC 59:9–12.

GEE Día de reposo. 31 a GEE Ociosidad, ocioso. b GEE Inicuo, iniquidad.

c DyC 6:7. 33 a GEE Oración. b GEE Castigar, castigo;

Juicio, juzgar. 34 a Apoc. 22:6.

b DyC 20:35; 93:24–25. 35 a GEE Alfa y Omega. b DyC 1:12.69 1 a GEE Cowdery, Oliver.

SECCIÓN 69Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 11 de noviembre de 1831. La recopilación de revelaciones que se tenía por objeto publicar en breve se había aprobado en la conferencia espe­cial del 1–2 de noviembre. El día 3 de noviembre se agregó la revelación que aparece en esta obra como la sección 133, a la que más tarde se le llamó el Apéndice. A Oliver Cowdery se le había nombrado previamente para que llevara el manuscrito de las revelaciones y los mandamientos recopilados a Independence, Misuri, con el fin de que se publicaran. También debía llevar consigo el dinero que se había aportado para la edificación de la Iglesia en Misuri. En esta revelación se le instruye a John Whitmer que acompañe a Oliver Cowdery, y también se le indica a Whitmer que viaje y recopile material histórico relacionado con su llamamiento de historiador y registrador.

1–2, John Whitmer ha de acompañar a Oliver Cowdery a Misuri; 3–8, También ha de predicar, recopilar, anotar y escribir datos históricos.

Escuchadme, dice el Señor vues­tro Dios, por el bien de mi siervo a Oliver Cowdery. No me parece prudente que se le confíen los

28 Y también enseñarán a sus hijos a a orar y a andar rectamente delante del Señor.

29 Y los habitantes de Sion tam­bién observarán el a día del Señor para santificarlo.

30 Y en vista de que se les manda trabajar, los habitantes de Sion tam­bién han de recordar sus tareas con toda fidelidad, porque se tendrá presente al ocioso ante el Señor.

31 Ahora, yo, el Señor, no estoy bien complacido con los habitantes de Sion, porque hay a ociosos entre ellos; y sus hijos también están cre­ciendo en la b iniquidad; tampoco c buscan con empeño las riquezas

de la eternidad, antes sus ojos es­tán llenos de avaricia.

32 Estas cosas no deben ser, y tie­nen que ser desechadas de entre ellos; por consiguiente, lleve mi siervo Oliver Cowdery estas pa­labras a la tierra de Sion.

33 Y un mandamiento les doy: Quien no cumpla con sus a oracio­nes ante el Señor en el momento debido, hágase b memoria de él ante el juez de mi pueblo.

34 Estas a palabras son verdaderas y fieles; por tanto, no las violéis, ni tampoco b quitéis de ellas.

35 He aquí, soy el a Alfa y la Omega, y b vengo pronto. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 68:28–69:1145

Page 156: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 a GEE Whitmer, John. 3 a DyC 47:1–3; 85:1.

4 a GEE Consejo. 5 a GEE Mayordomía,

mayordomo. 8 a GEE Sion.

SECCIÓN 70Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 12 de noviembre de 1831. En la historia del Profeta, se indica que se efectua-ron cuatro conferencias especiales, desde el 1º de noviembre hasta el día 12 inclusive. En la última de esas asambleas, se consideró la gran importancia de las revelaciones que más tarde se publicarían como Book of Comman-dments (El Libro de Mandamientos), posteriormente llamado Doctrina y Convenios. Esta revelación se dio después que la conferencia votó que las revelaciones eran “de tal estima para la Iglesia como las riquezas de toda la tierra”. En la historia de José Smith se hace referencia a las revelacio-nes como “el fundamento de la Iglesia en estos últimos días, así como un beneficio para el mundo, que manifiesta que de nuevo se han confiado al hombre las llaves de los misterios del reino de nuestro Salvador”.

mandamientos ni el dinero que lle­vará a la tierra de Sion, salvo que vaya con él uno que sea leal y fiel.

2 Por tanto, yo, el Señor, dispongo que mi siervo a John Whitmer acom­pañe a mi siervo Oliver Cowdery.

3 Y también que él continúe escri­biendo y recopilando una a historia de todas las cosas importantes que él observe y sepa concernientes a mi iglesia;

4 y además, que reciba a con­sejo y ayuda de mi siervo Oliver Cowdery y de otros.

5 Y también mis siervos que an­dan por la tierra deben enviar un informe de sus a mayordomías a la tierra de Sion;

6 porque la tierra de Sion será la cabecera, así como el lugar para recibir y hacer todas estas cosas.

7 No obstante, viaje mi siervo John Whitmer varias veces de un lugar a otro, de iglesia en iglesia, para que más fácilmente adquiera conocimiento,

8 predicando y explicando, escri­biendo, copiando, seleccionando y obteniendo todas las cosas que sean para el bien de la iglesia, y para las generaciones futuras que crecerán en la tierra de a Sion, para poseerla de generación en generación para siempre jamás. Amén.

1–5, Se nombran mayordomos para publicar las revelaciones; 6–13, Aquellos que obran en las cosas es-pirituales son dignos de su salario; 14–18, Los santos deben ser iguales en cuanto a las cosas temporales.

He aquí, escuchad, oh habitantes de Sion, y todos vosotros los de mi iglesia que estáis lejos, y oíd la pa­labra del Señor que comunico a mi siervo José Smith, hijo, y también a mis siervos Martin Harris, Oliver

DOCTRINA Y CONVENIOS 69:2–70:1 146

Page 157: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

70 3 a 1 Cor. 4:1; DyC 72:20.

7 a DyC 72:9–10. 8 a DyC 38:20. 9 a GEE Mayordomía,

mayordomo.

11 a DyC 57:6. 12 a Lucas 10:7. 14 a DyC 49:20.

GEE Consagrar, ley de consagración.

15 a Deut. 10:12–13.

b GEE Diligencia. 16 a DyC 59:16–20. 17 a Mateo 25:21–23. 18 a GEE Misericordia,

misericordioso.

Cowdery, John Whitmer, Sidney Rigdon y William W. Phelps, por vía de mandamiento a ellos.

2  Porque les doy un manda­miento; por consiguiente, escuchad y oíd, porque así les dice el Señor:

3 Yo, el Señor, los he nombrado y ordenado a mayordomos de las revelaciones y mandamientos que les he dado, y que en lo porvenir les daré;

4 y les exigiré un informe de esta mayordomía en el día del juicio.

5 Por tanto, yo los he nombrado, y esta es su obra en la iglesia de Dios: administrar estas cosas y lo que a ellas atañe, sí, los beneficios que rindan.

6 Por tanto, les doy el manda­miento de no dar estas cosas a la iglesia ni al mundo;

7 no obstante, si reciben más de lo que se requiera para sus nece­sidades y carencias, se entregará a mi a almacén;

8 y se consagrarán los beneficios para los habitantes de Sion y sus generaciones, si llegan a ser a he­rederos de acuerdo con las leyes del reino.

9 He aquí, esto es lo que el Se­ñor requiere de todo hombre en su a mayordomía, tal como yo, el Señor, le he señalado, o en lo por­venir le señale a cualquier hombre.

10 Y he aquí, ninguno de los que pertenecen a la iglesia del Dios vi­viente queda exento de esta ley;

11 sí, ni el obispo, ni el a agente que se encarga del almacén del Se­ñor, ni el que es nombrado a una mayordomía en cosas temporales.

12 El que es nombrado para ad­ministrar cosas espirituales es a digno de su salario; así como los que son nombrados a una mayor­domía para administrar en cosas temporales;

13 sí, y más abundantemente, y esta abundancia les es multipli­cada por las manifestaciones del Espíritu.

14 No obstante, en vuestras cosas temporales seréis a iguales, y esto no de mala gana; de lo contrario, se retendrá la abundancia de las manifestaciones del Espíritu.

15  Ahora, doy este a manda­miento a mis siervos para su be­neficio, mientras permanezcan, como manifestación de mis ben­diciones sobre su cabeza, y como recompensa de su b diligencia y para su seguridad;

16 por alimento y por a vestido; por heredad; por casas y terrenos, en cualesquiera circunstancias que yo, el Señor, los coloque y donde­quiera que yo, el Señor, los envíe.

17 Porque sobre a muchas cosas han sido fieles, y han hecho bien, por cuanto no han pecado.

18 He aquí, yo, el Señor, soy a mi­sericordioso y los bendeciré, y en­trarán en el gozo de estas cosas. Así sea. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 70:2–18147

Page 158: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

SECCIÓN 71Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Hiram, Ohio, el 1º de diciembre de 1831. El Profeta había continuado la tra-ducción de la Biblia, con Sidney Rigdon como su escribiente, hasta que se recibió esta revelación, ocasión en la cual se suspendió temporal-mente dicha obra, a fin de que pudieran cumplir con las instrucciones que se dan en esta revelación. Los hermanos debían salir a predicar a fin de calmar los sentimientos hostiles que habían surgido contra la Iglesia como resultado de la publicación de unas cartas que escribió Ezra Booth, quien había apostatado.

71 1 a GEE Rigdon, Sidney. b GEE Obra misional. c DyC 42:61, 65. 5 a GEE Entender,

entendimiento. b Alma 12:9–11. 6 a Mateo 13:12. 7 a Moisés 7:13–17.

b DyC 63:37; 68:8–9. 9 a Isa. 54:17.

1–4, José Smith y Sidney Rigdon son enviados a proclamar el Evangelio; 5–11, Los enemigos de los santos se-rán confundidos.

He aquí, así os dice el Señor a vo­sotros, mis siervos José Smith, hijo, y a Sidney Rigdon: Ciertamente ha llegado el tiempo en que es necesario y oportuno que abráis vuestra boca para b proclamar mi evangelio, las cosas del reino, ex­plicando sus c misterios por me­dio de las Escrituras, de acuerdo con la porción del Espíritu y del poder que se os dará según mi voluntad.

2 De cierto os digo, proclamad al mundo en las regiones circun­vecinas, y también en la iglesia, durante una temporada, hasta que se os avise.

3 En verdad, esta es una misión que os doy por un tiempo.

4 Por tanto, obrad en mi viña. Llamad a los habitantes de la tierra, y testificad y preparad la

vía para los mandamientos y las revelaciones que han de venir.

5 Ahora, he aquí, esto es pru­dente; quien lee, que a entienda y también b reciba;

6 porque a quien reciba le será dado más a abundantemente, a sa­ber, poder.

7 a Confundid, pues, a vuestros enemigos; b invitadlos a discutir con vosotros en público y en pri­vado; y si sois fieles, será manifes­tada su vergüenza.

8 Por tanto, dejadlos que propon­gan sus potentes razonamientos en contra del Señor.

9 De cierto, así os dice el Señor, no hay a arma forjada en contra de vosotros que haya de prosperar;

10 y si hombre alguno alza su voz en contra de vosotros, será confundido en mi propio y debido tiempo.

11 Así que, guardad mis manda­mientos; son verdaderos y fieles. Así sea. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 71:1–11 148

Page 159: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

72 1 a DyC 68:14–19. b GEE Reino de Dios o

de los cielos. 2 a GEE Obispo. 3 a GEE Mayordomía,

mayordomo. b DyC 42:32; 104:11–13. c Lucas 19:11–27. 4 a Mateo 24:45–47. b DyC 59:2.

5 a GEE Viña del Señor. 7 a DyC 42:31; 46:27;

58:17–18; 107:87–88. 8 a GEE Whitney,

Newel K.

SECCIÓN 72Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 4 de diciembre de 1831. Varios élderes y miembros se habían reunido para aprender su deber y recibir mayor edificación en cuanto a las enseñanzas de la Iglesia. Esta sección es una compilación de tres revelaciones que se recibieron el mismo día. En los versículos del 1 al 8 se da a conocer el lla-mamiento de Newel K. Whitney como obispo. Este fue entonces llamado y ordenado, tras lo cual se recibieron los versículos del 9 al 23, en los que se da información adicional en cuanto a los deberes del obispo. De allí en adelante, se dieron los versículos del 24 al 26, en los que se proporcionan instrucciones concernientes al recogimiento en Sion.

1–8, Los élderes deben entregar un informe de su mayordomía al obispo; 9–15, El obispo se encarga de admi-nistrar el almacén y de velar por los pobres y los necesitados; 16–26, Los obispos deben certificar la dignidad de los élderes.

Escuchad y oíd la voz del Señor, oh vosotros que os habéis congre­gado, que sois los a sumos sacer­dotes de mi iglesia, a quienes se han dado el b reino y el poder.

2 Porque de cierto, así dice el Señor, me es oportuno que se os nombre un a obispo a vosotros, o de entre vosotros, para la iglesia en esta parte de la viña del Señor.

3  Y de cierto, en esto habéis obrado sabiamente, porque el Se­ñor requiere de la mano de todo a mayordomo, que dé b cuenta de su c mayordomía, tanto en el tiempo como en la eternidad.

4 Porque el que es fiel y a sabio en

esta vida es considerado digno de heredar las b mansiones preparadas para él por mi Padre.

5 De cierto os digo, los élderes de la iglesia en esta parte de mi a viña entregarán un informe de su ma­yordomía al obispo que nombraré en esta parte de mi viña.

6 Estas cosas se registrarán para entregarse al obispo en Sion.

7 Y el deber del a obispo se hará saber mediante los mandamientos que se han dado, así como por la voz de la conferencia.

8 Y ahora, de cierto os digo, mi siervo a Newel K. Whitney es el hombre que será nombrado y ordenado a este poder. Esta es la voluntad del Señor vuestro Dios, vuestro Redentor. Así sea. Amén.

9 La palabra del Señor que, ade­más de la ley ya dada, hace sa­ber el deber del obispo que le ha sido ordenado a la iglesia en

DOCTRINA Y CONVENIOS 72:1–9149

Page 160: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

10 a DyC 70:7–11; 78:3. GEE Almacén.

11 a DyC 75:24. 13 a GEE Pobres. 14 a O sea, que está en Sion,

porque en los primeros días de la Iglesia, el

término Sion se em­pleaba tanto para desig­nar un lugar específico (el condado de Jackson, Misuri) como una con­dición (véase DyC 97:21).

15 a DyC 42:30–31.

GEE Consagrar, ley de consagración.

17 a DyC 20:64, 84. b DyC 42:32. 20 a DyC 70:3–5. 21 a GEE Doctrina y

Convenios.

esta parte de la viña, el cual es el siguiente:

10 Administrar el a almacén del Señor; recibir los fondos de la igle­sia en esta parte de la viña;

11 recibir los informes de los él­deres, como ya se ha mandado, y a atender a sus necesidades; y ellos pagarán por lo que reciban, si tie­nen con qué pagar;

12  a fin de que también esto se consagre para el bienestar de la iglesia, para los pobres y los necesitados.

13 Y en cuanto al que a no tenga con qué pagar, se entregará la cuenta al obispo de Sion, el cual pagará la deuda con lo que el Se­ñor ponga en sus manos.

14 Y las labores de los fieles que obran en cosas espirituales, admi­nistrando el evangelio y las cosas del reino a la iglesia y al mundo, responderán por la deuda ante el obispo en a Sion;

15 de manera que proviene de la iglesia; porque según la a ley, todo hombre que venga a Sion debe poner todas las cosas ante el obispo en Sion.

16 Y ahora, de cierto os digo, que como todo élder en esta parte de la viña tiene que dar cuenta de su mayordomía al obispo de esta parte de la viña,

17  un a certificado del juez u obispo de esta parte de la viña,

dirigido al obispo en Sion, hace a todo hombre aceptable, y satisface todo requisito para una heredad, y para ser recibido como b mayor­domo sabio y obrero fiel;

18 de otra manera, no será acep­tado por el obispo de Sion.

19 Y ahora, de cierto os digo, que todo élder que dé cuenta al obispo de la iglesia en esta parte de la viña, sea recomendado por la iglesia o las iglesias en donde esté obrando, a fin de que él y sus cuentas queden aprobados en to­das las cosas.

20 Y además, mis siervos que son nombrados administradores de los a intereses literarios de la iglesia tienen el derecho de pedir auxilio al obispo u obispos en to­das las cosas;

21 para que se publiquen las a re­velaciones y vayan a los cabos de la tierra; para que también ellos obtengan fondos que beneficiarán a la iglesia en todas las cosas;

22 para que también ellos se ha­gan dignos de ser aprobados en todas las cosas, y de ser contados como mayordomos sabios.

23 Y ahora bien, he aquí, esto servirá de norma a todas las es­parcidas ramas de mi iglesia, en cualquier parte en que estén es­tablecidas. Y ahora doy fin a mis palabras. Amén.

24 Unas breves palabras, además

DOCTRINA Y CONVENIOS 72:10–24 150

Page 161: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

24 a GEE Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

73 1 a Es decir, los que estaban en el campo misional; véase

DyC 57–68. 2 a DyC 20:63. 3 a Anteriormente, a José

y a Sidney se les había mandado dejar de traducir la Biblia para

predicar el evangelio. DyC 71:2.

b DyC 45:60–61; 76:15. GEE José Smith, Traducción de (TJS).

6 a 1 Pe. 1:13.

de las leyes del reino, con respecto a los miembros de la iglesia, aque­llos que el Santo Espíritu a designe para subir a Sion, y los que tengan el privilegio de subir allá:

25  Lleven consigo, para el obispo, un certificado de tres de

los élderes de la iglesia o un cer­tificado del obispo;

26 de otra manera, el que suba a la tierra de Sion no será conside­rado mayordomo sabio. Esto es también una norma. Amén.

SECCIÓN 73Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Hiram, Ohio, el 10 de enero de 1832. Desde los primeros días del anterior mes de diciembre, el Profeta y Sidney se habían ocupado en predicar, y por este medio se logró disminuir en gran manera los sentimientos desfavorables que habían surgido contra la Iglesia (véase el encabeza-miento de la sección 71).

1–2, Los élderes han de continuar pre-dicando; 3–6, José Smith y Sidney Rig-don han de continuar la traducción de la Biblia hasta que quede terminada.

Porque de cierto, así dice el Se­ñor, me conviene que a continúen predicando el evangelio y exhor­tando a las iglesias en las regiones circunvecinas, hasta el tiempo de la conferencia;

2 y entonces, he aquí, la a voz de la conferencia les señalará sus mi­siones respectivas.

3 Ahora, de cierto os declaro, mis

siervos José Smith, hijo, y Sidney Rigdon, dice el Señor, es a menester reanudar la b traducción;

4 y en tanto que sea práctico, pre­dicar en las regiones circunvecinas hasta el tiempo de la conferen­cia; y después, conviene continuar el trabajo de la traducción hasta terminarla.

5 Sea esto por norma a los élderes hasta que se imparta conocimiento adicional, así como está escrito.

6 Ahora, no os doy más en esta ocasión. a Ceñid vuestros lomos y sed sensatos. Así sea. Amén.

SECCIÓN 74Revelación dada a José Smith el Profeta en el condado de Wayne, Nueva York, en 1830. Aun antes de la organización de la Iglesia, habían

DOCTRINA Y CONVENIOS 72:25–73:6151

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1–5, Pablo exhorta a la Iglesia de su época a no observar la ley de Moisés; 6–7, Los niños pequeños son santos y son santificados por medio de la Expiación.

Porque el marido a incrédulo es santificado por la mujer, y la mujer incrédula por el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.

2 En los días de los apóstoles se observaba la ley de la circuncisión entre todos los judíos que no creían en el evangelio de Jesucristo.

3 Y aconteció que surgió una a contienda grande entre el pueblo concerniente a la ley de la b circun­cisión, porque el marido incré­dulo deseaba que sus hijos fuesen circuncidados y se sujetasen a la c ley de Moisés, la cual había sido cumplida.

4 Y aconteció que los hijos, ha­biéndose criado bajo la sujeción de la ley de Moisés, se guiaban por las a tradiciones de sus padres y no creían en el evangelio de Cristo, de manera que llegaron a ser impuros.

5 Fue, pues, por esta causa que el apóstol escribió a los de la iglesia, dándoles un mandamiento, no del Señor, sino de sí mismo, de que el creyente no se a uniera al incrédulo, a menos que se abrogara la b ley de Moisés entre ellos,

6 para que sus hijos permane­ciesen incircuncisos, y que fuese abrogada la tradición que decía que los niños pequeños son impu­ros, porque existía entre los judíos;

7 mas los a niños pequeños son b santos, porque son c santificados por la d expiación de Jesucristo; y esto es lo que significan las Escrituras.

74 1 a 1 Cor. 7:14–19. 3 a Hech. 15:1–35;

Gál. 2:1–5. b GEE Circuncisión. c GEE Ley de Moisés. 4 a GEE Tradiciones.

5 a GEE Matrimonio — El matrimonio entre personas de distintas religiones.

b 2 Ne. 25:24–27. 7 a Moro. 8:8–15;

DyC 29:46–47; 137:10. b GEE Santo (adjetivo). c GEE Salvación — La

salvación de los niños pequeños.

d GEE Expiación, expiar.

surgido preguntas sobre la manera correcta de bautizar, lo que condujo al Profeta a buscar respuestas sobre el asunto. En la historia de José Smith, se indica que esta revelación es una explicación de 1 Corintios 7:14, un pasaje de Escrituras que se había usado con frecuencia para justificar el bautismo de los niños pequeños.

SECCIÓN 75Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Amherst, Ohio, el 25 de enero de 1832. Esta sección comprende dos revelaciones di-ferentes (la primera va de los versículos 1 al 22, y la segunda, de los versículos 23 al 36) que se dieron el mismo día. La ocasión fue una

DOCTRINA Y CONVENIOS 74:1–7 152

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75 1 a GEE Revelación. b Apoc. 1:8.

GEE Alfa y Omega. 2 a Jacob 5:62. b GEE Viña del Señor. 3 a GEE Ociosidad,

ocioso. 4 a GEE Obra misional. b DyC 19:37.

5 a Sal. 126:6; Alma 26:5.

b GEE Corona. c GEE Honra, honrar

(honor). d GEE Gloria. e GEE Inmortal,

inmortalidad. f GEE Vida eterna.

6 a DyC 66. 7 a GEE Castigar, castigo. b GEE Murmurar;

Pensamientos. 10 a Juan 14:26.

GEE Consolador. 11 a 2 Ne. 32:9. 13 a GEE Hyde, Orson. b GEE Smith, Samuel H.

1–5, Los élderes fieles que predi-can el Evangelio lograrán la vida eterna; 6–12, Se debe orar para re-cibir al Consolador, el cual enseña todas las cosas; 13–22, Los élderes juzgarán a aquellos que rechacen su mensaje; 23–36, Las familias de los misioneros deben recibir ayuda de la Iglesia.

De cierto, de cierto os digo yo, que hablo por la a voz de mi Espíritu, sí, el b Alfa y la Omega, vuestro Señor y vuestro Dios:

2 Escuchad, oh vosotros que ha­béis presentado vuestros nombres para salir a proclamar mi evange­lio y a podar mi b viña.

3 He aquí, os digo que es mi vo­luntad que salgáis y no demoréis, que no estéis a ociosos, sino que obréis con vuestro poder,

4 alzando vuestra voz como con el son de trompeta, a proclamando la b verdad de acuerdo con las reve­laciones y los mandamientos que os he dado.

5 Así que, si sois fieles, seréis premiados con muchas a gavillas y b coronados con c honor, d gloria, e inmortalidad y f vida eterna.

6 Por tanto, de cierto digo a mi siervo William E. McLellin, que a revoco la comisión que le di de ir a las regiones del Este;

7 y le doy una nueva comisión y un nuevo mandamiento, en el cual yo, el Señor, lo a reprendo por las b murmuraciones de su corazón;

8 y pecó; no obstante, lo perdono y otra vez le digo: Ve a las regio­nes del Sur.

9 Y vaya con él mi siervo Luke Johnson, y proclamen las cosas que les he mandado,

10 invocando el nombre del Se­ñor para que venga el a Consolador, que les enseñará todas las cosas que les sean necesarias,

11 a orando siempre para no des­mayar; y si hacen esto, estaré con ellos hasta el fin.

12 He aquí, esta es la voluntad del Señor vuestro Dios en cuanto a vosotros. Así sea. Amén.

13 Y además, de cierto así dice el Señor: Emprendan su viaje a las regiones del este mis sier­vos a Orson Hyde y b Samuel H. Smith, y proclamen las cosas que les he mandado; y si son

conferencia en la que José Smith fue sostenido y ordenado Presidente del Sumo Sacerdocio. Ciertos élderes deseaban saber más en cuanto a sus deberes inmediatos. Le siguieron estas revelaciones.

DOCTRINA Y CONVENIOS 75:1–13153

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13 c Mateo 28:19–20. 14 a GEE Pratt, Orson. 16 a DyC 5:35. 20 a Mateo 10:14;

Lucas 10:11–12; DyC 24:15; 60:15.

21 a Mateo 5:11–12. b GEE Juicio, juzgar. 22 a Efe. 6:14;

DyC 27:15–18. 27 a 2 Ne. 32:5;

DyC 8:2.

GEE Espíritu Santo. 28 a 1 Tim. 5:8;

DyC 83:2. b GEE Familia.

fieles, he aquí, estaré c con ellos hasta el fin.

14 Y además de cierto digo a mis siervos Lyman Johnson y a Orson Pratt, que también ellos viajen a las regiones del Este; y he aquí, estoy con ellos también hasta el fin.

15 Y además, digo a mis siervos Asa Dodds y Calves Wilson, que también ellos viajen a las regiones del oeste, y proclamen mi evange­lio como les he mandado.

16 Y el que sea fiel vencerá todas las cosas y será a enaltecido en el postrer día.

17 Y además, digo a mis siervos Major N. Ashley y Burr Riggs, que viajen también a la región del Sur.

18 Sí, viajen todos estos como les he mandado, yendo de casa en casa, de aldea en aldea y de ciudad en ciudad.

19 Y en cualquier casa donde en­tréis y os reciban, dejad allí vuestra bendición.

20 Y de cualquier casa donde en­tréis y no os reciban, saldréis de allí enseguida, y a sacudiréis el polvo de vuestros pies como testimonio en contra de ellos.

21 Y os llenaréis de a gozo y ale­gría; y sabed esto, que en el día del juicio seréis b jueces de los de esa casa, y los condenaréis;

22 y será más tolerable para el pagano en el día del juicio que

para los de esa casa; por tanto, a ceñid vuestros lomos, sed fieles y venceréis todas las cosas, y seréis enaltecidos en el postrer día. Así sea. Amén.

23 Y además, así os dice el Se­ñor a vosotros, oh élderes de mi iglesia, que habéis presentado vuestros nombres a fin de sa­ber su voluntad concerniente a vosotros:

24 He aquí, os digo que es el deber de la iglesia ayudar a sos­tener a las familias de estos, y también a las familias de los que son llamados y han de ser envia­dos al mundo para proclamarle el evangelio.

25 Por tanto, yo, el Señor, os doy este mandamiento de bus­car lugares para vuestras familias, hasta donde vuestros herma­nos estén dispuestos a abrir su corazón.

26 Y cuantos puedan obtener lu­gares para sus familias y auxilio de la iglesia para ellas, no dejen de ir al mundo, bien sea al este o al oeste, al norte o al sur.

27 Pidan, y recibirán; llamen, y les será abierto; y les será revelado de lo alto, sí por el a Consolador, adonde han de ir.

28 Y además, de cierto os digo que todo hombre que tiene la obli­gación de a mantener a su propia b familia, hágalo, y de ninguna

DOCTRINA Y CONVENIOS 75:14–28 154

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29 a GEE Diligencia. b GEE Ociosidad, ocioso. 31 a GEE Marsh, Thomas B.

manera perderá su corona; y obre en la iglesia.

29 Sea a diligente cada cual en to­das las cosas. No habrá lugar en la iglesia para el b ocioso, a no ser que se arrepienta y enmiende sus costumbres.

30 Únanse, pues, en el ministe­rio mis siervos Simeon Carter y Emer Harris;

31 como también mis siervos Ezra Thayre y a Thomas B. Marsh;

32 también mis siervos Hyrum Smith y Reynolds Cahoon;

33 también mis siervos Daniel Stanton y Seymour Brunson;

34 así como mis siervos Sylvester Smith y Gideon Carter;

35 y de la misma manera mis siervos Ruggles Eames y Stephen Burnett;

36 y también mis siervos Mi­cah B. Welton y Eden Smith. Así sea. Amén.

SECCIÓN 76Visión manifestada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Hiram, Ohio, el 16 de febrero de 1832. Como prefacio al registro de esta visión, en la historia de José Smith se indica: “A mi regreso de la conferencia de Amherst, reanudé la traducción de las Escrituras. Según las varias reve-laciones que se habían recibido, era patente que se habían quitado de la Biblia muchos puntos importantes relacionados con la salvación del hom-bre, o que se habían perdido antes de que se recopilara. Parecía de por sí evidente, a juzgar por las verdades que quedaban, que si Dios premiaba a cada uno de acuerdo con las obras hechas en la carne, el término ‘cielo’, al referirse a la morada eterna de los santos, tenía que incluir más de un reino. Consiguientemente. . . mientras traducíamos el Evangelio según San Juan, el hermano Rigdon y yo vimos la siguiente visión”. El Profeta estaba traduciendo Juan 5:29 en el momento en que se recibió esta visión.

1–4, El Señor es Dios; 5–10, Los mis-terios del reino serán revelados a todos los fieles; 11–17, Todos saldrán o en la resurrección de los justos o en la de los injustos; 18–24, Los habitantes de muchos mundos son engendrados hijos e hijas para Dios por medio de la expiación de Jesucristo; 25–29, Un ángel de Dios cayó y se convirtió en el diablo; 30–49, Los hijos de perdición padecen condenación eterna; todos los

demás logran algún grado de salva-ción; 50–70, Se describen la gloria y el galardón de los seres exaltados en el reino celestial; 71–80, Aquellos que heredarán el reino terrestre; 81–113, El estado de los que se hallarán en la gloria telestial, en la terrestre y en la celestial; 114–119, Los fieles podrán ver y comprender los misterios del Reino de Dios mediante el poder del Espíritu Santo.

DOCTRINA Y CONVENIOS 75:29–36155

Page 166: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

76 1 a Isa. 1:2. b Jer. 10:10.

GEE Trinidad — Dios el Hijo.

c Isa. 43:11; Oseas 13:4.

d GEE Salvador. 2 a 2 Ne. 2:24;

DyC 38:1–3. b Apoc. 15:3. 3 a 1 Rey. 8:56;

DyC 1:38; 64:31. 4 a Heb. 13:8;

DyC 35:1; 38:1–4; 39:1–3.

b Sal. 102:25–27;

Heb. 1:12. 5 a Éx. 34:6;

Sal. 103:8. GEE Misericordia, misericordioso.

b Deut. 6:13; Josué 4:23–24. GEE Reverencia; Temor.

c DyC 4:2. 6 a GEE Gloria celestial. 7 a DyC 42:61; 59:4; 98:12;

121:26–33. b GEE Misterios de Dios. 9 a GEE Sabiduría. b GEE Entender,

entendimiento. c Isa. 29:14;

2 Ne. 9:28–29. 10 a Moro. 10:5. b GEE Revelación;

Testimonio. c GEE Poder. d Isa. 64:4;

1 Cor. 2:9; 3 Ne. 17:15–17; DyC 76:114–116.

11 a Apoc. 1:10. 12 a DyC 110:1; 137:1;

138:11, 29. b GEE Transfiguración.

a ¡Oíd, oh cielos, escucha, oh tie­rra, y regocijaos, vosotros los ha­bitantes de ellos, porque el Señor es b Dios, y aparte de él c no hay d Salvador!

2 a Grande es su sabiduría, b mara­villosas son sus vías, y la magnitud de sus obras nadie la puede saber.

3 Sus a propósitos nunca fraca­san, ni hay quien pueda detener su mano.

4 De eternidad en eternidad él es el a mismo, y sus años nunca se b acaban.

5 Porque así dice el Señor: Yo, el Señor, soy a misericordioso y be­nigno para con los que me b temen, y me deleito en honrar a los que me c sirven en rectitud y en verdad hasta el fin.

6 Grande será su galardón y eterna será su a gloria.

7 Y a ellos les a revelaré todos los b misterios, sí, todos los mis­terios ocultos de mi reino desde los días antiguos, y por siglos fu­turos, les haré saber la buena dis­posición de mi voluntad tocante a todas las cosas pertenecientes a mi reino.

8 Sí, aun las maravillas de la eter­nidad sabrán ellos, y las cosas ve­nideras les enseñaré, sí, cosas de muchas generaciones.

9 Y su a sabiduría será grande, y su b entendimiento llegará hasta el cielo; y ante ellos perecerá la sabiduría de los sabios y se c des­vanecerá el entendimiento del prudente.

10 Porque por mi a Espíritu los b iluminaré, y por mi c poder les revelaré los secretos de mi volun­tad; sí, cosas que d ojo no vio, ni oído oyó, ni han llegado siquiera al corazón del hombre.

11 Nosotros, José Smith, hijo, y Sidney Rigdon, estando a en el Es­píritu el día dieciséis de febrero, del año de nuestro Señor mil ocho­cientos treinta y dos,

12 fueron abiertos nuestros a ojos e iluminados nuestros entendi­mientos por el poder del b Espíritu, al grado de poder ver y compren­der las cosas de Dios,

13 aun aquellas cosas que exis­tieron desde el principio, antes que el mundo fuese, las cuales el Padre decretó por medio de su

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:1–13 156

Page 167: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

13 a Moisés 4:2. 14 a DyC 109:57. b GEE Visión. 15 a GEE José Smith,

Traducción de (TJS). 16 a Juan 5:28. b GEE Hijo del Hombre. 17 a GEE Obras. b GEE Resurrección. c Hech. 24:15. 19 a GEE Meditar. 20 a GEE Jesucristo — La

gloria de Jesucristo. b Hech. 7:56.

c GEE Trinidad — Dios el Padre.

21 a Mateo 25:31; DyC 130:6–7; 136:37.

b GEE Santificación. c GEE Adorar. 22 a GEE Testimonio. b DyC 20:17. 23 a GEE Jesucristo — Las

apariciones de Cristo después de Su muerte.

b GEE Trinidad — Dios el Padre.

c Juan 1:14.

GEE Unigénito. 24 a Heb. 1:1–3;

3 Ne. 9:15; DyC 14:9; 93:8–10.

b Moisés 1:31–33; 7:30. GEE Creación, crear.

c Hech. 17:28, 29; Heb. 12:9. GEE Hijos e hijas de Dios.

25 a DyC 29:36–39; Moisés 4:1–4. GEE Diablo.

Hijo Unigénito, que estaba en el seno del Padre aun desde el a principio,

14 de quien damos testimonio, y el testimonio que damos es la ple­nitud del evangelio de Jesucristo, que es el Hijo, a quien vimos y con el cual a conversamos en la b visión celestial.

15 Porque mientras hacíamos la a traducción que el Señor nos había designado, llegamos al versículo veintinueve del quinto capítulo de Juan, que nos fue revelado así:

16 Hablando de la resurrección de los muertos, concerniente a los que a oirán la voz del b Hijo del Hombre:

17 Y saldrán; los que hayan he­cho el a bien, en la b resurrección de los c justos; y los que hayan hecho el mal, en la resurrección de los injustos.

18 Ahora, a causa de esto nos maravillamos, porque nos fue re­velado por el Espíritu.

19 Y mientras a meditábamos en estas cosas, el Señor tocó los ojos de nuestro entendimiento y fue­ron abiertos, y la gloria del Señor brilló alrededor.

20 Y vimos la a gloria del Hijo, a la b diestra del c Padre, y recibimos de su plenitud;

21 y vimos a los santos a ángeles y a los que son b santificados delante de su trono, adorando a Dios y al Cordero, y lo c adoran para siem­pre jamás.

22 Y ahora, después de los mu­chos testimonios que se han dado de él, este es el a testimonio, el úl­timo de todos, que nosotros damos de él: ¡Que b vive!

23 Porque lo a vimos, sí, a la dies­tra de b Dios; y oímos la voz testi­ficar que él es el c Unigénito del Padre;

24 que por a él, por medio de él y de él los b mundos son y fue­ron creados, y sus habitantes son engendrados c hijos e hijas para Dios.

25 Y esto también vimos, de lo cual damos testimonio, que un a ángel de Dios que tenía autori­dad delante de Dios, el cual se rebeló en contra del Hijo Unigé­nito, a quien el Padre amaba y el cual estaba en el seno del Padre, fue arrojado de la presencia de Dios y del Hijo,

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:14–25157

Page 168: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

26 a Isa. 14:12–17. GEE Lucifer o Lucero.

27 a Lucas 10:18. 28 a Apoc. 12:9. b GEE Diablo. c GEE Guerra en los

cielos. 29 a Apoc. 13:7;

2 Ne. 2:18; 28:19–23. 31 a GEE Apostasía. 32 a GEE Hijos de

perdición. b DyC 76:26;

Moisés 5:22–26.

34 a Mateo 12:31–32. GEE Perdonar.

35 a 2 Pe. 2:20–22; Alma 39:6. GEE Pecado imperdonable.

b Heb. 6:4–6; 1 Ne. 19:7; DyC 132:27.

36 a Apoc. 19:20; 20:10; 21:8; 2 Ne. 9:16; 28:23; Alma 12:16–18; DyC 63:17.

37 a GEE Muerte espiritual. 38 a GEE Hijos de

perdición. 39 a Es decir, redimidos;

véase el versículo 38. Todos serán resucitados. Véase Alma 11:41–45. GEE Vivificar.

b GEE Resurrección. c GEE Jesucristo. 40 a 3 Ne. 27:13–22.

GEE Evangelio; Plan de redención.

26 y fue llamado Perdición, por­que los cielos lloraron por él; y era a Lucifer, un hijo de la mañana.

27 Y vimos; y he aquí, ¡ha a caído, un hijo de la mañana ha caído!

28 Y mientras nos hallábamos aún en el Espíritu, el Señor nos mandó que escribiésemos la vi­sión; porque vimos a Satanás, la a serpiente antigua, sí, el b diablo, que se c rebeló contra Dios y pro­curó usurpar el reino de nuestro Dios y su Cristo;

29 por tanto, les hace la a guerra a los santos de Dios, y los rodea por todos lados.

30 Y vimos una visión de los su­frimientos de aquellos a quienes hizo la guerra y venció, porque la voz del Señor vino a nosotros con estas palabras:

31 Así dice el Señor concerniente a todos los que conocen mi poder, y han llegado a participar de él, y se dejaron a vencer a causa del po­der del diablo, y niegan la verdad y se rebelan contra mi poder.

32 Estos son los a hijos de b perdi­ción, de quienes digo que mejor hubiera sido para ellos no haber nacido;

33 porque son vasos de ira, con­denados a padecer la ira de Dios con el diablo y sus ángeles en la eternidad;

34 concerniente a los cuales he dicho que no hay a perdón en este mundo ni en el venidero,

35 habiendo a negado al Santo Espíritu después de haberlo reci­bido, y habiendo negado al Uni­génito del Padre, b crucificándolo para sí mismos y exponiéndolo a vituperio.

36 Estos son los que irán al a lago de fuego y azufre, con el diablo y sus ángeles,

37 y los únicos sobre quienes tendrá poder alguno la segunda a muerte;

38 sí, en verdad, los a únicos que no serán redimidos en el debido tiempo del Señor, después de pa­decer su ira.

39 Porque todos los demás a sal­drán en la b resurrección de los muertos, mediante el triunfo y la gloria del c Cordero, que fue muerto, que estaba en el seno del Padre desde antes que los mundos fuesen hechos.

40 Y este es el a evangelio, las

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:26–40 158

Page 169: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

buenas nuevas, que la voz de los cielos nos testificó:

41 Que vino al mundo, sí, Je­sús, para ser a crucificado por el mundo y para b llevar los pe­cados del c mundo, y para d san­tificarlo y e limpiarlo de toda iniquidad;

42 para que por medio de él fuesen a salvos todos aquellos a quienes el Padre había puesto en su poder y había hecho me­diante él;

43 y él glorifica al Padre y salva todas las obras de sus manos, me­nos a esos hijos de perdición que niegan al Hijo después que el Pa­dre lo ha revelado.

44 Por tanto, a todos salva él me­nos a ellos; estos irán al a castigo b perpetuo, que es castigo sin fin, castigo eterno, para reinar con el c diablo y sus ángeles por la eterni­dad, donde su d gusano no muere y el fuego no se apaga, lo cual es su tormento;

45 y ni el a fin de ello, ni el lugar, ni su tormento, ningún hombre lo sabe;

46  ni tampoco fue, ni es, ni será revelado al hombre, salvo a quienes se hacen participantes de ello;

47 sin embargo, yo, el Señor, lo manifiesto en visión a muchos, pero enseguida lo cierro otra vez;

48 por consiguiente, no compren­den el fin, la anchura, la altura, la a profundidad ni la miseria de ello, ni tampoco hombre alguno, sino los que son b ordenados a esta c condenación.

49 Y oímos la voz decir: Escribid la visión, porque he aquí, este es el fin de la visión de los padecimien­tos de los impíos.

50 Y otra vez testificamos, por­que vimos y oímos, y este es el a testimonio del evangelio de Cristo concerniente a los que sal­drán en la b resurrección de los justos:

51 Estos son los que recibieron el testimonio de Jesús, y a creyeron en su nombre, y fueron b bautiza­dos según la c manera de su sepul­tura, siendo d sepultados en el agua en su nombre; y esto de acuerdo con el mandamiento que él ha dado,

52  para que, guardando los mandamientos, fuesen a lavados y b limpiados de todos sus pe­cados, y recibiesen el Santo Es­píritu por la imposición de las

41 a GEE Crucifixión. b Isa. 53:4–12;

Heb. 9:28. c 1 Juan 2:1–2. d GEE Santificación. e GEE Redención,

redimido, redimir. 42 a GEE Salvación. 44 a GEE Condenación,

condenar. b DyC 19:6–12.

c GEE Diablo. d Isa. 66:24;

Mar. 9:43–48. 45 a DyC 29:28–29. 48 a Apoc. 20:1. b Es decir, sentenciados

o entregados. c Alma 42:22. 50 a GEE Testimonio. b GEE Resurrección. 51 a DyC 20:25–27, 37.

b GEE Bautismo, bautizar.

c DyC 128:13. d Rom. 6:3–5.

GEE Bautismo, bautizar — Por inmersión.

52 a 2 Ne. 9:23; Moro. 8:25–26.

b GEE Pureza, puro.

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:41–52159

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52 c GEE Don del Espíritu Santo; Imposición de manos.

d GEE Ordenación, ordenar.

e GEE Autoridad. 53 a GEE Sellamiento, sellar. b Efe. 1:13;

DyC 88:3–5. GEE Santo Espíritu de la promesa.

54 a Heb. 12:23; DyC 93:21–22. GEE Primogénito.

55 a 2 Pe. 1:3–4; DyC 50:26–28; 84:35–38.

56 a Éx. 19:6; Apoc. 1:5–6; 20:6.

57 a GEE Sacerdote, Sacerdocio de Melquisedec.

b Gén. 5:21–24. GEE Enoc.

c DyC 107:1–4. 58 a Sal. 82:1, 6;

Juan 10:34–36. GEE Hombre(s) — Su potencial para llegar a ser como nuestro Padre Celestial.

b GEE Hijos e hijas de Dios.

c DyC 121:32. GEE Trinidad.

59 a Lucas 12:42–44; 3 Ne. 28:10; DyC 84:36–38.

60 a Apoc. 3:5; 21:7. 61 a Juan 5:41–44;

1 Cor. 3:21–23. b 2 Ne. 33:6;

Alma 26:11–16. GEE Gloria.

c DyC 49:6. 62 a Sal. 15:1–3; 24:3–4;

1 Ne. 15:33–34; Moisés 6:57.

b DyC 130:7. GEE Vida eterna.

63 a DyC 88:96–98. GEE Segunda venida de Jesucristo.

b Mateo 24:30. c DyC 58:22.

GEE Jesucristo — El reinado milenario de Cristo.

64 a Apoc. 20:6. 65 a GEE Resurrección. 66 a Isa. 24:23;

Heb. 12:22–24; Apoc. 14:1; DyC 84:2; 133:56.

b GEE Sion.

c manos del que es d ordenado y se­llado para ejercer este e poder;

53 y son quienes vencen por la fe, y son a sellados por el b Santo Espí­ritu de la promesa, que el Padre derrama sobre todos los que son justos y fieles.

54 Estos son los que constituyen la Iglesia del a Primogénito.

55 Son aquellos en cuyas manos el Padre ha entregado a todas las cosas;

56 son a sacerdotes y reyes que han recibido de su plenitud y de su gloria;

57 y son a sacerdotes del Altísimo, según el orden de Melquisedec, que fue según el orden de b Enoc, que fue según el c orden del Hijo Unigénito.

58 De modo que, como está es­crito, son a dioses, sí, los b hijos de c Dios.

59  Por consiguiente, a todas las cosas son suyas, sea vida o muerte, o cosas presentes o

cosas futuras, todas son suyas, y ellos son de Cristo y Cristo es de Dios.

60 Y a vencerán todas las cosas.61  Por tanto, nadie se a glo­

ríe en el hombre, más bien b gloríese en Dios, el cual c subyu­gará a todo enemigo debajo de sus pies.

62 Estos a morarán en la b presen­cia de Dios y de su Cristo para siempre jamás.

63 Estos son a los que él traerá consigo cuando b venga en las nu­bes del cielo para c reinar en la tie­rra sobre su pueblo.

64 Son los que tendrán parte en la a primera resurrección.

65 Son quienes saldrán en la a re­surrección de los justos.

66 Son los que han venido al a monte de b Sion y a la ciudad del Dios viviente, el lugar celestial, el más santo de todos.

67 Son los que se han allegado a una hueste innumerable de

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:53–67 160

Page 171: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

67 a DyC 45:9–12. b Heb. 12:23;

DyC 76:53–54. GEE Primogénito.

68 a GEE Libro de la vida. b GEE Jesucristo — Es

juez. 69 a DyC 129:3; 138:12. b Moro. 10:32–33. c GEE Nuevo y

sempiterno convenio. d GEE Expiación, expiar. e GEE Sangre.

70 a DyC 88:28–29; 131:1–4; 137:7–10. GEE Gloria celestial.

b DyC 137:1–4. c Mateo 13:43. 71 a DyC 88:30.

GEE Gloria terrestre. b 1 Cor. 15:40–41. 72 a DyC 137:7, 9. b GEE Ley. 73 a Alma 40:11–14.

GEE Espíritu. b DyC 88:99; 138:8.

GEE Infierno; Salvación de los muertos.

c 1 Pe. 3:19–20; 4:6; DyC 138:28–37.

d GEE Evangelio. 74 a GEE Testimonio. 78 a 1 Cor. 15:40–42. 79 a DyC 56:16. 81 a DyC 88:31.

GEE Gloria telestial.

ángeles, a la asamblea general e iglesia de a Enoc y del b Primogénito.

68 Son aquellos cuyos nombres están a escritos en el cielo, donde Dios y Cristo son los b jueces de todo.

69 Son hombres a justos hechos b perfectos mediante Jesús, el me­diador del c nuevo convenio, que obró esta perfecta d expiación de­rramando su propia e sangre.

70  Estos son aquellos cuyos cuerpos son a celestiales, cuya b gloria es la del c sol, sí, la gloria de Dios, el más alto de todos, de cuya gloria está escrito que tiene como símbolo el sol del firmamento.

71 Y además, vimos el a mundo terrestre, y he aquí, estos son los de lo terrestre, cuya gloria se distin­gue de la gloria de los de la iglesia del Primogénito que han recibido la plenitud del Padre, así como la de la b luna difiere del sol en el firmamento.

72 He aquí, estos son los que mu­rieron a sin b ley;

73 y también los que son los a es­píritus de los hombres encerrados en b prisión, a quienes el Hijo visitó y c predicó el d evangelio, para que

fuesen juzgados según los hom­bres en la carne;

74 quienes no recibieron el a tes­timonio de Jesús en la carne, mas después lo recibieron.

75 Estos son los hombres ho­norables de la tierra que fueron cegados por las artimañas de los hombres.

76 Son los que reciben de su glo­ria, mas no de su plenitud.

77 Son los que reciben de la pre­sencia del Hijo, mas no de la ple­nitud del Padre.

78 Por consiguiente, son a cuerpos terrestres y no son cuerpos celes­tiales, y difieren en gloria como la luna difiere del sol.

79 Estos son aquellos que no son a valientes en el testimonio de Je­sús; así que, no obtienen la corona en el reino de nuestro Dios.

80 Y este es el fin de la visión que vimos de lo terrestre, que el Señor nos mandó escribir mientras toda­vía estábamos en el Espíritu.

81 Y además, vimos la gloria de lo a telestial, la gloria de lo menor, así como la gloria de las estrellas difiere de la gloria de la luna en el firmamento.

82 Estos son los que no recibieron

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:68–82161

Page 172: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

82 a DyC 138:21. 84 a 2 Ne. 9:12;

Alma 12:11. GEE Infierno.

85 a GEE Diablo. b Alma 11:41;

DyC 43:18; 88:100–101. c GEE Cordero de Dios. 87 a DyC 138:37. 93 a GEE Reverencia. 94 a DyC 130:7. b GEE Primogénito.

c 1 Cor. 13:12. d GEE Gracia. 95 a DyC 29:13; 78:5–7;

84:38; 88:107; 132:20. 96 a 1 Cor. 15:40–41. 99 a 1 Cor. 3:4–7, 22.

el evangelio de Cristo ni el a testi­monio de Jesús.

83 Son los que no niegan al Santo Espíritu.

84 Son aquellos que son arrojados al a infierno.

85 Son estos los que no serán re­dimidos del a diablo sino hasta la b última resurrección, hasta que el Señor, Cristo el c Cordero, haya cumplido su obra.

86 Son los que no reciben de su plenitud en el mundo eterno, sino del Santo Espíritu por me­dio de la ministración de lo terrestre;

87 y lo terrestre, por la a ministra­ción de lo celestial.

88 Y lo telestial también lo recibe por la ministración de ángeles que son designados para ministrar por ellos, o sea, que son nombrados para ser sus espíritus ministran­tes; porque serán herederos de la salvación.

89 Y así vimos en la visión celes­tial la gloria de lo telestial, que so­brepuja a toda comprensión;

90 y ningún hombre la conoce sino aquel a quien Dios la ha revelado.

91 Y así vimos la gloria de lo te­rrestre, que excede a la gloria de lo telestial en todas las cosas, sí, en gloria, en poder, en fuerza y en dominio.

92 Y así vimos la gloria de lo

celestial, que sobrepuja a todas las cosas; donde Dios, el Padre, reina en su trono para siempre jamás;

93 ante cuyo trono todas las cosas se inclinan en humilde a reveren­cia, y le rinden gloria para siem­pre jamás.

94 Los que moran en su a presen­cia son la iglesia del b Primogénito; y ven como son vistos, y c conocen como son conocidos, habiendo recibido de su plenitud y de su d gracia;

95 y él los hace a iguales en poder, en fuerza y en dominio.

96 Y la gloria de lo celestial es una, así como la gloria del a sol es una.

97 Y la gloria de lo terrestre es una, así como es una la gloria de la luna.

98 Y la gloria de lo telestial es una, así como la gloria de las estrellas es una; porque como una estrella es diferente de otra en gloria, así difie­ren uno y otro en gloria en el mundo telestial;

99 porque estos son los que di­cen ser de a Pablo, y de Apolos, y de Cefas.

100 Son los que declaran ser unos de uno y otros de otro: unos de Cristo y otros de Juan, unos de Moisés, unos de Elías, unos de Esaías, unos de Isaías, y otros de Enoc;

101   mas no rec ibieron e l

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:83–101 162

Page 173: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

101 a GEE Nuevo y sempiterno convenio.

102 a 1 Tes. 4:16–17; DyC 88:96–98.

b DyC 78:21. 103 a Apoc. 21:8;

DyC 63:17–18. b GEE Mentiras. c GEE Adulterio. 104 a GEE Condenación,

condenar. 105 a Judas 1:7.

106 a GEE Infierno. b DyC 19:3–20. c DyC 87:6. d Efe. 1:10. e 1 Cor. 15:24–28. f Heb. 10:14. 107 a Apoc. 19:15;

DyC 88:106; 133:46–53. b Gén. 49:10–12;

Isa. 63:1–3. 108 a DyC 137:3. 110 a Filip. 2:9–11;

Mos. 27:31. 111 a Apoc. 20:12–13.

GEE Obras. b Juan 14:2;

DyC 59:2; 81:6. 112 a DyC 29:29. b Apoc. 21:23–27. 114 a Apoc. 15:3;

Morm. 9:16–18; Moisés 1:3–5.

b Jacob 4:8.

evangelio, ni el testimonio de Je­sús, ni a los profetas, ni el a conve­nio sempiterno.

102 En fin, todos estos son los que no serán reunidos con los san­tos para ser a arrebatados con la b iglesia del Primogénito y recibi­dos en la nube.

103 a Estos son los b mentirosos y los hechiceros, los c adúlteros y los fornicarios, y quienquiera que ama y obra mentira.

104 Son los que padecen la a ira de Dios en la tierra.

105 Son los que padecen la a ven­ganza del fuego eterno.

106 Son aquellos que son arro­jados al a infierno, y b padecen la ira de c Dios Todopoderoso hasta el d cumplimiento de los tiem­pos, cuando Cristo haya e subyu­gado a todo enemigo debajo de sus pies y haya f perfeccionado su obra;

107 cuando entregue el reino y lo presente sin mancha al Padre, diciendo: He vencido y a pi­sado, yo solo, el b lagar, sí, el la­gar del furor de la ira del Dios Omnipotente.

108  Entonces será coronado con la corona de su gloria, para sentarse sobre el a trono de su

poder y reinar para siempre jamás.

109 Mas he aquí, vimos la glo­ria y los habitantes del mundo telestial, y eran tan innumerables como las estrellas en el firmamento del cielo, o como las arenas en las playas del mar;

110 y oímos la voz del Señor de­cir: Todos estos doblarán la rodilla, y toda lengua a confesará al que se sienta sobre el trono para siempre jamás;

111 porque serán juzgados de acuerdo con sus obras, y cada hombre recibirá, conforme a sus propias a obras, su dominio corres­pondiente en las b mansiones que están preparadas;

112 y serán siervos del Altísimo; mas a a donde Dios y Cristo b mo­ran no podrán venir, por los siglos de los siglos.

113 Este es el fin de la visión que vimos, que se nos mandó escri­bir mientras estábamos aún en el Espíritu.

114 Pero a grandes y maravillo­sas son las obras del Señor y los b misterios de su reino que él nos enseñó, los cuales sobrepujan a toda comprensión en gloria, en poder y en dominio,

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:102–114163

Page 174: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

115 los cuales nos mandó no es­cribir mientras estábamos aún en el Espíritu, y no es a lícito que el hombre los declare;

116 ni tampoco es el hombre a ca­paz de darlos a conocer, porque solo se ven y se b comprenden por el poder del Santo Espíritu que Dios confiere a los que lo aman y se purifican ante él;

117  a quienes concede este

privilegio de ver y conocer por sí mismos,

118 para que por el poder y la manifestación del Espíritu, mien­tras estén en la carne, puedan aguantar su presencia en el mundo de gloria.

119 Y a Dios y al Cordero sean la gloria, la honra y el dominio para siempre jamás. Amén.

115 a 2 Cor. 12:4. 116 a 3 Ne. 17:15–17;

19:32–34. b 1 Cor. 2:10–12.77 1 a DyC 130:6–9. b DyC 88:17–20, 25–26.

c GEE Gloria celestial; Tierra — El estado final de la tierra.

2 a GEE Simbolismo. b GEE Cielo. c GEE Paraíso.

d GEE Gozo. e Éter 3:15–16;

Abr. 5:7–8. GEE Espíritu.

f Moisés 3:19.

SECCIÓN 77Revelación dada a José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, aproximada-mente en marzo de 1832. En la historia de José Smith se indica: “En relación con la traducción de las Escrituras, recibí la siguiente expli-cación del Apocalipsis o la Revelación de San Juan”.

1–4, Los animales tienen espíritu y morarán en felicidad eterna; 5–7, Esta tierra tiene una existencia temporal de 7.000 años; 8–10, Va-rios ángeles restauran el Evangelio y ministran sobre la tierra; 11, Los 144.000 son sellados; 12–14, Cristo vendrá al principio del séptimo mi-lenio; 15, Serán levantados dos pro-fetas a la nación judía.

Pregunta.– ¿Qué es el a mar de vi­drio del que habla Juan en el capí­tulo 4, versículo 6, del Apocalipsis?Respuesta.– Es la b tierra en su estado santificado, inmortal y c eterno.

2  P.– ¿Qué hemos de enten­

der por los cuatro seres vivien­tes de los que habla el mismo versículo?

R.– Son expresiones a metafóricas que usa Juan el Revelador para describir los b cielos, el c paraíso de Dios, la d felicidad del hombre, y la de los animales, y de lo que se arrastra y de las aves del cielo; siendo lo espiritual a semejanza de lo temporal, y lo temporal a seme­janza de lo espiritual; el e espíritu del hombre a semejanza de su per­sona, como también el espíritu de los f animales y toda otra criatura que Dios ha creado.

3 P.– ¿Están limitados los cua­tro seres vivientes a animales

DOCTRINA Y CONVENIOS 76:115–77:3 164

Page 175: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a DyC 93:30; Moisés 3:9.

b DyC 93:33–34. 4 a GEE Conocimiento. b GEE Poder. 5 a Apoc. 4:4, 10.

b Apoc. 14:4–5. c Apoc. 1:4. 6 a Apoc. 5:1. b GEE Misterios de Dios. c GEE Tierra. 7 a DyC 88:108–110.

8 a Apoc. 14:6–7. b Mateo 8:11–12; 22:1–14;

DyC 133:71–73. 9 a Apoc. 7:4–8. b Ezeq. 9:4. c GEE Elías.

particulares, o representan clases u órdenes?

R.– Están limitados a cuatro ani­males particulares, mostrados a Juan para representar la gloria de las clases de seres en su orden o a esfera de creación decretados, en cuanto al gozo de su b felicidad eterna.

4 P.– ¿Qué hemos de entender por los ojos y las alas que tenían los seres vivientes?

R.– Sus ojos son una representa­ción de luz y a conocimiento, es de­cir, están llenos de conocimiento; y sus alas representan el b poder para moverse, para obrar, etc.

5 P.– ¿Qué hemos de entender por los veinticuatro a ancianos de los que habla Juan?

R.– Hemos de entender que estos ancianos que Juan vio ha­bían sido b fieles en la obra del ministerio, y habían muerto. Pertenecían a las c siete iglesias y estaban entonces en el paraíso de Dios.

6 P.– ¿Qué hemos de entender por el libro que Juan vio, a sellado por fuera con siete sellos?

R.– Que contiene la voluntad, los b misterios y las obras revelados de Dios; las cosas ocultas de su eco­nomía concernientes a esta c tierra durante los siete mil años de su permanencia, o sea, su duración temporal.

7 P.– ¿Qué hemos de entender por los siete sellos con que estaba sellado?

R.– Que el primer sello contiene las cosas de los a primeros mil años; el segundo, las de los siguientes mil años, y así hasta el séptimo.

8 P.– ¿Qué hemos de entender por los cuatro ángeles de los que se habla en el capítulo 7, y versículo 1, del Apocalipsis?

R.– Que son cuatro ángeles en­viados de Dios, a quienes es dado poder sobre las cuatro partes de la tierra, para salvar la vida y para destruir; son los que tienen el a evangelio eterno para darlo a toda nación, tribu, lengua y pue­blo, y tienen el poder de cerrar los cielos, de sellar para vida o de echar abajo a las b regiones de las tinieblas.

9 P.– ¿Qué hemos de entender por el ángel que asciende del oriente, versículo 2, capítulo 7, del Apocalipsis?

R.– Que el ángel que asciende del oriente es aquel a quien es dado el sello del Dios viviente sobre las doce tribus de a Israel; por consi­guiente, clama a los cuatro ángeles que tienen el evangelio eterno, di­ciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus b frentes a los siervos de nuestro Dios. Y si queréis recibirlo, este es c Elías,

DOCTRINA Y CONVENIOS 77:4–9165

Page 176: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 d GEE Restauración del Evangelio.

10 a Apoc. 6:12–17. 11 a Apoc. 14:3–5. b GEE Sumo sacerdote. c DyC 76:51–70.

GEE Primogénito. 12 a Apoc. 8:2. b Gén. 2:1–3;

Éx. 20:11; 31:12–17; Mos. 13:16–19; Moisés 3:1–3; Abr. 5:1–3.

c Gén. 2:7. d DyC 88:17–20. e GEE Jesucristo — Es

juez. f GEE Redención,

redimido, redimir. 14 a Ezeq. 2:9–10; 3:1–4;

Apoc. 10:10. b GEE Israel — La

congregación de Israel.

c Mateo 17:11. 15 a Apoc. 11:1–14. b GEE Judíos.

que habría de venir a congregar a las tribus de Israel y a d restaurar todas las cosas.

10 P.– ¿En qué tiempo se cumpli­rán las cosas de las que se habla en este capítulo?

R.– Se cumplirán en el a sexto mi­lenio, o sea, cuando sea abierto el sexto sello.

11 P.– ¿Qué hemos de entender por los a ciento cuarenta y cuatro mil sellados de entre las tribus de Israel, doce mil de cada tribu?

R.– Que aquellos que son sella­dos son b sumos sacerdotes, or­denados según el santo orden de Dios para administrar el evan­gelio eterno; porque son estos los que son ordenados de entre toda nación, tribu, lengua y pue­blo, por los ángeles a quienes es dado poder sobre las naciones de la tierra para traer a cuan­tos quieran venir a la iglesia del c Primogénito.

12 P.– ¿Qué hemos de enten­der por el son de a trompetas que se menciona en el capítulo 8 del Apocalipsis?

R.– Que así como Dios hizo el mundo en seis días, y en el sép­timo día acabó su obra y la b san­tificó, y también formó al hombre del c polvo de la tierra, de igual manera, al principiar el séptimo

milenio, el Señor Dios d santifi­cará la tierra, consumará la sal­vación del hombre y e juzgará y f redimirá todas las cosas, salvo lo que no haya puesto en su po­der, cuando él haya sellado todo hasta el fin de todas las cosas; y el son de las trompetas de los siete ángeles es la preparación y termi­nación de su obra al comenzar el séptimo milenio, la preparación de la vía antes de la hora de su venida.

13 P.– ¿Cuándo se cumplirán las cosas que están escritas en el capí­tulo 9 del Apocalipsis?

R.– Se cumplirán después que sea abierto el séptimo sello, antes de la venida de Cristo.

14 P.– ¿Qué hemos de enten­der por el libro pequeño que Juan a comió, tal como se men­ciona en el capítulo 10 del Apocalipsis?

R.– Hemos de entender que fue una misión y ordenanza para él, de b recoger a las tribus de Israel; he aquí, este es Elías, el cual, como está escrito, tiene que ve­nir y c restaurar todas las cosas.

15 P.– ¿Qué se da a entender por los dos a testigos, en el capítulo 11 del Apocalipsis?

R.– Son dos profetas que le serán levantados a la b nación judía en los

DOCTRINA Y CONVENIOS 77:10–15 166

Page 177: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 c GEE Últimos días, postreros días.

d GEE Restauración del Evangelio.

e Amós 9:14–15.

78 1 a GEE Sacerdocio de Melquisedec.

2 a GEE Consejo. b GEE Ordenación,

ordenar.

3 a DyC 82:11–12, 15–21. b DyC 72:9–10; 83:5–6. c DyC 42:30–31.

GEE Bienestar. d DyC 57:1–2.

c postreros días, en la época de la d restauración, para profetizar a los judíos, después que estos se hayan

congregado y hayan edificado la ciudad de Jerusalén en la e tierra de sus padres.

SECCIÓN 78Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 1º de marzo de 1832. En ese día, el Profeta y otros líderes se ha-bían reunido para analizar asuntos de la Iglesia. En esta revelación se le instruye inicialmente al Profeta, a Sidney Rigdon y a Newel K. Whitney que viajen a Misuri y organicen los asuntos mercantiles y editoriales de la Iglesia mediante la creación de una “firma” que su-pervisaría esas labores y generaría fondos para el establecimiento de Sion y para el beneficio de los pobres. Dicha firma, conocida como la Firma Unida, se organizó en abril de 1832 y se disolvió en 1834 (véase la sección 82). Poco tiempo después de su disolución, y bajo la direc-ción de José Smith, la frase “los asuntos del almacén para los pobres” reemplazó a “establecimientos mercantiles y editoriales” en la revela-ción, y la palabra “orden” reemplazó a la palabra “firma”.

1–4, Los santos deben organizarse y establecer un almacén; 5–12, El uso prudente de sus bienes conducirá a los miembros a la salvación; 13–14, La Iglesia debe ser independiente de los poderes terrenales; 15–16, Miguel (Adán) sirve bajo la dirección del Muy Santo (Cristo); 17–22, Benditos son los fieles, porque ellos heredarán todas las cosas.

El Señor habló a José Smith, hijo, diciendo: Escuchadme, dice el Se­ñor vuestro Dios, vosotros que habéis sido ordenados al a sumo sacerdocio de mi iglesia, y que os habéis congregado;

2 y oíd el a consejo de aquel que os ha b ordenado de lo alto, que hablará en vuestros oídos las pa­labras de sabiduría, a fin de que halléis salvación en lo que habéis presentado ante mí, dice el Señor Dios.

3 Pues de cierto os digo, ha lle­gado la hora y está cerca; y he aquí, es necesario que haya una a orga­nización de mi pueblo, a fin de reglamentar y establecer los asun­tos del b almacén para los c pobres de entre mi pueblo, tanto en este lugar como en la tierra de d Sion,

4 como establecimiento y orden permanentes y sempiternos para

DOCTRINA Y CONVENIOS 78:1–4167

Page 178: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

5 a DyC 49:20. GEE Consagrar, ley de consagración.

7 a GEE Gloria celestial. b DyC 29:8; 132:3. c DyC 82:10. 8 a DyC 92:1.

b Moisés 1:39. 10 a GEE Diablo. 11 a GEE Convenio. 12 a 1 Cor. 5:5;

DyC 82:21; 104:8–10. 14 a DyC 58:2–4. 15 a GEE Corona;

Exaltación. b Apoc. 5:10;

DyC 76:56–60; 132:19. c GEE Adán­ondi­

Ahmán. 16 a DyC 27:11; 107:54–55.

GEE Adán.

mi iglesia, a fin de adelantar la causa que habéis abrazado, para la salvación del hombre y la glo­ria de vuestro Padre que está en los cielos;

5 para que seáis a iguales en los vínculos de cosas celestiales, sí, y de cosas terrenales también, a fin de obtener cosas celestiales.

6 Porque si no sois iguales en las cosas terrenales, no podéis ser iguales en la consecución de cosas celestiales;

7 pues si queréis que os dé un lu­gar en el mundo a celestial, es pre­ciso que os b preparéis, c haciendo lo que os he mandado y requerido.

8 Y ahora, de cierto así dice el Señor, conviene que vosotros que constituís esta a orden hagáis todas las cosas para mi b gloria;

9 o en otras palabras, siéntense mis siervos Newel K. Whitney, José Smith, hijo, y Sidney Rigdon en concilio con los santos que es­tán en Sion;

10 de otra manera, a Satanás pro­curará desviar sus corazones de la verdad, de manera que sean cega­dos y no comprendan las cosas que están preparadas para ellos.

11 Por tanto, os doy el manda­miento de prepararos y organi­zaros por medio de un vínculo o a convenio sempiterno que no se puede violar.

12 Y quien lo violare perderá su oficio y estado en la iglesia, y será entregado a los a bofetones de Sa­tanás hasta el día de la redención.

13 He aquí, esta es la prepara­ción con la cual os preparo, y el fundamento y la norma que os doy, mediante los cuales podréis cumplir los mandamientos que os son dados;

14 a fin de que mediante mi pro­videncia, no obstante las a tribu­laciones que os sobrevengan, la iglesia se sostenga independiente de todas las otras criaturas bajo el mundo celestial;

15 para que ascendáis hasta al­canzar la a corona preparada para vosotros, y seáis hechos b gober­nantes sobre muchos reinos, dice Dios el Señor, el Santo de Sion, el cual ha establecido los cimientos de c Adán­ondi­Ahmán;

16 y el que ha nombrado a a Mi­guel por príncipe vuestro, y le ha asentado los pies, y lo ha puesto en alto, y le ha dado las llaves de la salvación bajo el consejo y di­rección del Muy Santo, que es sin principio de días ni fin de vida.

17 De cierto, de cierto os digo, sois niños pequeños, y todavía no habéis entendido cuán gran­des bendiciones el Padre tiene en sus propias manos y ha preparado para vosotros;

DOCTRINA Y CONVENIOS 78:5–17 168

Page 179: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

18 a Juan 16:12; 3 Ne. 17:2–3; DyC 50:40.

b DyC 112:10. c GEE Vida eterna. 19 a Mos. 2:20–21.

GEE Acción de gracias, agradecido,

agradecimiento. b Mateo 19:29. 20 a DyC 95:17. b 1 Tes. 4:17. 21 a DyC 76:53–54. b DyC 88:96–98. 22 a GEE Mayordomía,

mayordomo.

b DyC 72:3–4. c DyC 84:38.79 1 a DyC 52:38.

GEE Ordenación, ordenar.

2 a Juan 14:26. GEE Consolador.

4 a DyC 68:5–6.

SECCIÓN 79Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 12 de marzo de 1832.

1–4, Jared Carter es llamado a pre-dicar el evangelio por medio del Consolador.

De cierto te digo, que es mi vo­luntad que mi siervo Jared Carter vaya otra vez a las tierras del este, de un lugar a otro, y de ciudad en ciudad, mediante el poder de la a ordenación con que ha sido or­denado, para proclamar alegres

nuevas de gran gozo, sí, el evan­gelio eterno.

2 Y enviaré sobre él al a Consola­dor, que le enseñará la verdad y el camino que debe seguir;

3 y si es fiel, lo coronaré de nuevo con gavillas.

4 Por tanto, regocíjese tu co­razón, mi siervo Jared Carter, y a no temas, dice tu Señor, que es Jesucristo. Amén.

18 y no podéis a sobrellevar ahora todas las cosas; no obstante, sed de buen ánimo, porque yo os b guiaré. De vosotros son el reino y sus ben­diciones, y las riquezas de la c eter­nidad son vuestras.

19  Y el que reciba todas las cosas con a gratitud será glorifi­cado; y le serán añadidas las cosas de esta tierra, hasta b cien tantos, sí, y más.

20 Haced, pues, las cosas que os he mandado, dice vuestro Reden­tor, el Hijo a Ahmán, el cual prepara todas las cosas antes de b llevaros;

21 porque sois la a iglesia del Pri­mogénito, y él os b arrebatará en una nube, y señalará a cada hom­bre su porción.

22 Y el que es a mayordomo fiel y b sabio heredará c todas las cosas. Amén.

SECCIÓN 80Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Stephen Burnett, en Hiram, Ohio, el 7 de marzo de 1832.

DOCTRINA Y CONVENIOS 78:18–79:4169

Page 180: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

80 1 a Mar. 16:15. 4 a GEE Testimonio. 5 a GEE Llamado,

llamado por Dios,

llamamiento.81 1 a GEE Sumo sacerdote. 2 a GEE Llaves del

sacerdocio.

b DyC 107:8–9, 22. GEE Primera Presidencia.

SECCIÓN 81Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 15 de marzo de 1832. Frederick G. Williams es llamado para ser sumo sacerdote y consejero de la Presidencia del Sumo Sacerdocio. Los ana-les históricos indican que cuando se recibió esta revelación en marzo de 1832, se llamó a Jesse Gause al oficio de consejero de José Smith en la Presidencia. Sin embargo, cuando dejó de actuar de conformidad con ese nombramiento, el llamamiento se transfirió a Frederick G. Williams. La revelación (fechada en marzo de 1832) debe considerarse como un paso hacia la organización formal de la Primera Presidencia, en la que se requería específicamente el oficio de consejero en ese grupo y se explicaba la dignidad de dicho nombramiento. El hermano Gause sirvió por un tiempo pero fue excomulgado de la Iglesia en diciembre de 1832. El hermano Williams fue ordenado al oficio de referencia el 18 de marzo de 1833.

1–5, Stephen Burnett y Eden Smith son llamados a predicar en cualquier lugar que ellos escojan.

De cierto, así te dice el Señor, mi siervo Stephen Burnett: Ve, ve en­tre los del mundo y a predica el evangelio a toda criatura a quien llegue el son de tu voz.

2 Y por cuanto deseas un compa­ñero, te doy a mi siervo Eden Smith.

3 Por tanto, id y predicad mi evangelio, bien sea al norte o al sur, al este o al oeste, no importa, porque no podréis errar.

4 Por consiguiente, declarad las cosas que habéis oído, y que cier­tamente creéis y a sabéis que son verdaderas.

5 He aquí, esta es la voluntad del que os ha a llamado, vuestro Re­dentor, sí, Jesucristo. Amén.

1–2, La Primera Presidencia siem-pre posee las llaves del reino; 3–7, Si Frederick G. Williams es fiel en su ministerio, logrará la vida eterna.

De cierto, de cierto te digo, mi siervo Frederick G. Williams: Es­cucha la voz del que habla, la pala­bra del Señor tu Dios, y atiende al

llamamiento al cual eres llamado, a saber, el de ser a sumo sacerdote en mi iglesia y consejero de mi siervo José Smith, hijo,

2 a quien he dado las a llaves del reino, que siempre correspon­den a la b presidencia del sumo sacerdocio;

3 por tanto, en verdad lo reco­

DOCTRINA Y CONVENIOS 80:1–81:3 170

Page 181: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a Es decir, en recibir y dar consejo, y en sus funciones como consejero.

4 a Moisés 1:39. 5 a Mos. 4:15–16.

b DyC 108:7. c Isa. 35:3. 6 a GEE Inmortal,

inmortalidad. b GEE Exaltación;

Vida eterna.

c Juan 14:2–3; DyC 59:2; 106:8.

82 1 a Mateo 6:14–15; DyC 64:9–11.

2 a Rom. 3:23.

nozco a él, y lo bendeciré; y tam­bién a ti, si eres fiel en a consejo, en el oficio al que te he nombrado, en tus oraciones siempre, vocalmente así como en tu corazón, en público y en secreto; y también en tu mi­nisterio de proclamar el evangelio en la tierra de los vivientes y entre tus hermanos.

4 Y en el cumplimiento de estas cosas realizarás el mayor beneficio para tus semejantes, y adelantarás la a gloria de aquel que es tu Señor.

5 De manera que, sé fiel; ocupa el oficio al que te he nombrado; a socorre a los débiles, levanta las manos caídas y b fortalece las rodi­llas c debilitadas.

6 Y si eres fiel hasta el fin, reci­birás una corona de a inmortali­dad, así como la b vida eterna en las c mansiones que he preparado en la casa de mi Padre.

7 He aquí, estas son las palabras del Alfa y la Omega, sí, Jesucristo. Amén.

SECCIÓN 82Revelación dada a José Smith el Profeta en Independence, condado de Jackson, Misuri, el 26 de abril de 1832. La ocasión fue un concilio de sumos sacerdotes y élderes de la Iglesia. En el concilio, José Smith fue sostenido como Presidente del Sumo Sacerdocio, oficio al cual previa-mente había sido ordenado en una conferencia de sumos sacerdotes, élderes y miembros en Amherst, Ohio, el 25 de enero de 1832 (véase el encabezamiento de la sección 75). En esta revelación se reiteran instruc-ciones dadas en una revelación anterior (sección 78) de establecer una firma, conocida como la Firma Unida (bajo la dirección de José Smith, el término “orden” reemplazó al término “firma”), con el objeto de re-glamentar las labores mercantiles y editoriales de la Iglesia.

1–4, Donde mucho se da, mucho se requiere; 5–7, Las tinieblas reinan en el mundo; 8–13, El Señor está obli-gado cuando hacemos lo que Él dice; 14–18, Sion debe aumentar en belleza y santidad; 19–24, Todo hombre debe procurar el bienestar de su prójimo.

De cierto, de cierto os digo, mis

siervos, que por cuanto os habéis a perdonado el uno al otro vuestras transgresiones, así también yo, el Señor, os perdono.

2 No obstante, hay entre vosotros algunos que han pecado extrema­damente; sí, a todos vosotros habéis pecado; mas de cierto os digo, te­ned cuidado de aquí en adelante

DOCTRINA Y CONVENIOS 81:4–82:2171

Page 182: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a Lucas 12:48; Stg. 4:17. GEE Responsabilidad, responsable.

b GEE Mayordomía, mayordomo.

c GEE Apostasía; Pecado.

d Juan 15:22–24. GEE Luz, luz de Cristo.

4 a GEE Revelación.

b GEE Justicia. 5 a GEE Atalaya, atalayar. b GEE Diablo. c GEE Tinieblas

espirituales. 6 a Rom. 3:12;

DyC 1:16. 7 a GEE Pecado. b DyC 1:32–33; 58:43. 8 a Juan 13:34. 9 a DyC 43:8.

10 a Josué 23:14; 1 Rey. 8:23; DyC 1:38; 130:20–21. GEE Bendecido, bendecir, bendición; Obediencia, obediente, obedecer.

11 a DyC 78:3–7, 11–15. 13 a Isa. 33:20; 54:2.

GEE Estaca.

y absteneos de pecar, no sea que desciendan graves juicios sobre vuestra cabeza.

3 Porque de aquel a quien a mu­cho se da, mucho se b requiere; y el que c peque contra mayor d luz, mayor condenación recibirá.

4 Pedís a revelaciones en mi nom­bre, y os las concedo; y si no ob­serváis mis palabras que os doy, os hacéis transgresores; y b justicia y juicio son el castigo que pres­cribe mi ley.

5 Por tanto, lo que digo a uno lo digo a todos: a Velad, porque el b adversario extiende sus dominios y las c tinieblas reinan;

6 y la ira de Dios se enciende contra los habitantes de la tierra; y nadie hace lo bueno, porque todos se han a extraviado.

7 Y ahora, yo, el Señor, en verdad os digo que no os imputaré ningún a pecado; id y no pequéis más; pero los pecados b anteriores volverán al alma que peque, dice el Señor vuestro Dios.

8 Y además, os digo que os doy un a mandamiento nuevo para que entendáis mi voluntad con­cerniente a vosotros;

9 o en otras palabras, os doy ins­trucciones en cuanto a la manera

de a conduciros delante de mí, a fin de que se torne para vuestra salvación.

10 Yo, el Señor, estoy a obligado cuando hacéis lo que os digo; mas cuando no hacéis lo que os digo, ninguna promesa tenéis.

11 Por tanto, de cierto os digo, conviene que mis siervos Edward Partridge y Newel K. Whitney, A. Sidney Gilbert y Sidney Rigdon, y mi siervo José Smith, y John Whitmer y Oliver Cowdery, y W. W. Phelps y Martin Harris se a unan por medio de un vínculo y convenio que no puede ser que­brantado por transgresión, sin que inmediatamente siga el jui­cio, en lo que toca a vuestras ma­yordomías respectivas,

12 para administrar los asuntos de los pobres y todas las cosas pertenecientes al obispado, tanto en la tierra de Sion como en la de Kirtland;

13 porque he consagrado la tierra de Kirtland en mi propio y debido tiempo para el beneficio de los santos del Altísimo, y para una a estaca de Sion.

14 Porque Sion debe aumen­tar en belleza y santidad; sus fronteras se han de ensanchar;

DOCTRINA Y CONVENIOS 82:3–14 172

Page 183: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

14 a GEE Sion. b Isa. 52:1;

DyC 113:7–8. 17 a DyC 51:3.

GEE Consagrar, ley de consagración.

18 a Mateo 25:14–30; DyC 60:13. GEE Don;

Dones del Espíritu. b DyC 42:30–34, 55;

119:1–3. GEE Almacén.

19 a DyC 88:67. GEE Ojo(s).

20 a GEE Orden Unida. 21 a DyC 104:8–10. 22 a La palabra aramea

y griega es Mamón, que significa riquezas. Lucas 16:9.

23 a Rom. 12:19; Morm. 3:15.

24 a Lucas 12:32; DyC 64:3–5. GEE Reino de Dios o de los cielos.

deben fortalecerse sus estacas; sí, de cierto os digo, a Sion se ha de levantar y vestirse con sus b ropas hermosas.

15  Por consiguiente, os doy este mandamiento de ligaros por medio de este convenio, y se hará según las leyes del Señor.

16 He aquí, también esto me es prudente, para provecho vuestro.

17 Y seréis a iguales, o en otras palabras, tendréis el mismo de­recho a los bienes, para el mejor manejo de los asuntos de vues­tras mayordomías, cada hombre según sus carencias y necesidades si estas son justas,

18 y todo esto para el beneficio de la iglesia del Dios viviente, a fin de que todo hombre mejore su a talento, y cada uno gane otros talentos, sí, hasta cien tantos, para guardarlos en el b almacén del Se­ñor, para que lleguen a ser bienes comunes de toda la iglesia,

19  buscando cada cual el

bienestar de su prójimo, y ha­ciendo todas las cosas con la a mira puesta únicamente en la gloria de Dios.

20 Os he dado esta a orden como orden sempiterna a vosotros y a vuestros sucesores, en tanto que no pequéis.

21 Y el alma que pecare contra este convenio, y endureciere en contra de él su corazón, será tra­tada de acuerdo con las leyes de mi iglesia y entregada a los a bofe­tones de Satanás hasta el día de la redención.

22 Y ahora de cierto os digo, y esto es prudente, ganaos amigos por medio de las a riquezas de mal­dad, y no os destruirán.

23 Dejadme a mí el juicio, por­que es mío, y yo a pagaré. Paz a vosotros; mis bendiciones os acompañan.

24 Porque todavía es vuestro el a reino, y para siempre jamás lo será, si no caéis de vuestra firmeza. Así sea. Amén.

SECCIÓN 83Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Independence, Misuri, el 30 de abril de 1832. Se recibió esta revelación mientras el Profeta se hallaba reunido en concilio con sus hermanos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 82:15–24173

Page 184: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

83 1 a Stg. 1:27. 2 a 1 Tim. 5:8. 4 a Mos. 4:14. 5 a DyC 78:3.

GEE Almacén. 6 a GEE Viuda. b Mos. 4:16–26;

Hel. 4:11–13;

DyC 42:30–39. GEE Pobres.

1–4, Las mujeres y los niños tienen el derecho de recibir sostén de sus es-posos y padres respectivamente; 5–6, Las viudas y los huérfanos tienen el derecho de recurrir a la Iglesia para su sostén.

De cierto, así dice el Señor, además de las leyes de la iglesia referentes a las mujeres y a los niños, aquellos que pertenecen a la iglesia, que han a perdido a sus esposos o padres:

2 Las mujeres tienen el a derecho de recibir sostén de sus maridos hasta que estos mueran; y si ellas no han transgredido, tendrán con­fraternidad en la iglesia.

3 Y si no son fieles, no tendrán

confraternidad en la iglesia; no obstante, podrán permanecer en sus heredades según las leyes del país.

4 Todos los a niños tienen el de­recho de recibir el sostén de sus padres hasta que sean mayores de edad.

5 Y después de eso, pueden re­currir a la iglesia, o en otras pala­bras, al a almacén del Señor, si sus padres no tienen los medios para darles heredades.

6 Y se mantendrá el almacén por medio de las consagraciones de la iglesia; y se proveerá lo necesario a las a viudas y a los huérfanos, como también a los b pobres. Amén.

SECCIÓN 84Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, los días 22 y 23 de septiembre de 1832. Durante el mes de septiembre, los élderes habían empezado a volver de sus misiones en los estados del este y a informar de sus obras. Fue mientras se hallaban reunidos en esta época de gozo que se recibió la siguiente comunicación. El Profeta la llama una revelación sobre el sacerdocio.

1–5, La Nueva Jerusalén y el templo serán edificados en Misuri; 6–17, Se da la línea del sacerdocio desde Moi-sés hasta Adán; 18–25, El sacerdocio mayor posee la llave del conocimiento de Dios; 26–32, El sacerdocio me-nor tiene la llave del ministerio de ángeles y el Evangelio preparatorio; 33–44, Los hombres logran la vida

eterna por medio del juramento y el convenio del sacerdocio; 45–53, El Espíritu de Cristo ilumina a los hom-bres, y el mundo yace en el pecado; 54–61, Los santos deben testificar de las cosas que han recibido; 62–76, Han de predicar el Evangelio, y se-guirán las señales; 77–91, Los élde-res han de salir sin bolsa ni alforja,

DOCTRINA Y CONVENIOS 83:1–6 174

Page 185: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

84 1 a GEE Oración. 2 a GEE Israel — La

congregación de Israel.

b Hech. 3:19–21. c GEE Santo

(sustantivo). d Isa. 2:2–5;

Heb. 12:22; Apoc. 14:1;

DyC 76:66; 84:32; 133:18, 56.

e Éter 13:2–11; DyC 42:8–9; 45:66–67; AdeF 1:10. GEE Nueva Jerusalén.

3 a DyC 57:3. 4 a GEE Nueva Jerusalén. b GEE Templo, Casa del

Señor.

5 a DyC 45:67; 64:41–43; 97:15–20; 109:12, 37.

6 a GEE Imposición de manos.

b GEE Jetro. 14 a GEE Abraham. b GEE Melquisedec. c GEE Noé, patriarca

bíblico. 15 a GEE Enoc.

y el Señor se encargará de atender a sus necesidades; 92–97, Plagas y maldiciones aguardan a aquellos que rechacen el Evangelio; 98–102, Se da el nuevo cántico de la reden-ción de Sion; 103–110, Ocupe cada hombre su propio oficio y trabaje en su propio llamamiento; 111–120, Los siervos del Señor han de proclamar la abominación desoladora de los úl-timos días.

Una revelación de Jesucristo a su siervo José Smith, hijo, y a seis élderes, cuando unieron sus co­razones y a elevaron sus voces al cielo.

2 Sí, la palabra del Señor concer­niente a su iglesia, establecida en los últimos días para la a restau­ración de su pueblo, como lo ha declarado por boca de sus b profe­tas, así como para el recogimiento de sus c santos sobre el d monte de Sion, el cual será la ciudad de la e Nueva Jerusalén,

3  ciudad que será edificada, empezando desde el terreno del a templo, señalado por el dedo del Señor, en las fronteras occidentales del estado de Misuri, y el cual se consagró por mano de José Smith, hijo, y otros con quienes el Señor estaba bien complacido.

4 De cierto, esta es la palabra del Señor, que la ciudad de la a Nueva Jerusalén sea edificada mediante el recogimiento de los santos, co­menzando en este lugar, sí, el sitio para el b templo que se edificará en esta generación.

5 Porque en verdad, no pasará toda esta generación sin que se le edifique una casa al Señor, y una nube descansará sobre ella, que será la a gloria del Señor que lle­nará la casa.

6  Y los hijos de Moisés, de acuerdo con el Santo Sacerdocio que Moisés recibió de a manos de su suegro b Jetro;

7 y Jetro lo recibió de manos de Caleb;

8 y Caleb de manos de Eliú;9 y Eliú de manos de Jeremías;10 y Jeremías de manos de Gad;11 y Gad de manos de Esaías;12 y Esaías lo recibió de las ma­

nos de Dios.13 Esaías también vivió en los

días de Abraham, y por él fue bendecido.

14 Y a Abraham recibió el sacerdo­cio de manos de b Melquisedec, que a su vez lo recibió por medio del linaje de sus padres, hasta c Noé,

15 y de Noé hasta a Enoc, por me­dio del linaje de sus padres;

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:1–15175

Page 186: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

16 a GEE Abel. b Moisés 5:29–32. c DyC 107:40–57. d GEE Adán. 17 a Alma 13:1–19;

Abr. 2:9, 11. GEE Sacerdocio de Melquisedec.

18 a GEE Sacerdocio Aarónico.

b GEE Aarón, hermano de Moisés.

c DyC 13. 19 a DyC 63:23; 107:18–19.

GEE Misterios de Dios. b Abr. 1:2. 20 a GEE Ordenanzas.

21 a GEE Autoridad; Sacerdocio.

22 a DyC 67:11. 23 a Éx. 19:5–11; 33:11. b GEE Santificación. c Éx. 24:9–11;

DyC 93:1. 24 a Éx. 20:18–21; 32:8;

Deut. 9:23; 1 Ne. 17:30–31, 42.

b Sal. 95:8; Heb. 3:8–11; Jacob 1:7–8; Alma 12:36.

c TJS Éx. 34:1–2 (Apéndice — Biblia); Núm. 14:23;

Heb. 4:1–11. 25 a Deut. 34:1–5. b GEE Sacerdocio de

Melquisedec. 26 a GEE Sacerdocio

Aarónico. b DyC 13. c DyC 107:20. 27 a GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. b GEE Bautismo,

bautizar. c GEE Remisión de

pecados. d GEE Ley de Moisés. e Heb. 7:11–16.

16 y de Enoc a a Abel, que fue muerto por la b conspiración de su hermano, y quien, por mandato de Dios, c recibió el sacerdocio de manos de su padre d Adán, el pri­mer hombre;

17 y este a sacerdocio continúa en la iglesia de Dios en todas las generaciones, y es sin principio de días ni fin de años.

18 Y el Señor también confirmó un a sacerdocio sobre b Aarón y su descendencia, por todas sus generaciones; y este sacerdocio también continúa y c permanece para siempre con el sacerdocio que es según el orden más santo de Dios.

19 Y este sacerdocio mayor admi­nistra el evangelio y posee la llave de los a misterios del reino, sí, la llave del b conocimiento de Dios.

20 Así que, en sus a ordenan­zas se manifiesta el poder de la divinidad.

21 Y sin sus ordenanzas y la a au­toridad del sacerdocio, el poder de la divinidad no se manifiesta a los hombres en la carne;

22 porque sin esto, ningún a hom­bre puede ver la faz de Dios, sí, el Padre, y vivir.

23 a Moisés claramente enseñó esto a los hijos de Israel en el desierto, y procuró diligente­mente b santificar a los de su pue­blo, a fin de que c vieran la faz de Dios;

24 mas a endurecieron sus cora­zones y no pudieron aguantar su presencia; por tanto, el Señor en su b ira, porque su ira se había encen­dido en contra de ellos, juró que mientras estuviesen en el desierto no c entrarían en su reposo, el cual es la plenitud de su gloria.

25 Por consiguiente, tomó a a Moi­sés de entre ellos, y el Santo b Sa­cerdocio también;

26 y continuó el a sacerdocio me­nor, que tiene la b llave del c mi­nisterio de ángeles y el evangelio preparatorio,

27  el cual es el evangelio de a arrepentimiento y de b bautismo, y la c remisión de pecados, y la d ley de los mandamientos e car­nales, que el Señor en su ira

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:16–27 176

Page 187: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

27 f GEE Juan el Bautista. g Lucas 1:15. 28 a Isa. 40:3;

Mateo 3:1–3; Juan 1:23.

b Mateo 28:18; Juan 17:2; 1 Pe. 3:22; DyC 93:16–17.

29 a DyC 107:5. 31 a DyC 128:24. b DyC 57:3. 32 a GEE Gloria. b Heb. 12:22;

DyC 76:66; 84:2; 133:56.

c GEE Iglesia de Jesucristo.

33 a GEE Dignidad, digno. b GEE Sacerdocio. c GEE Santificación. 34 a Gál. 3:29;

Abr. 2:9–11. GEE Abraham — La descendencia de Abraham.

b DyC 132:30–32. GEE Abraham,

convenio de (convenio abrahámico).

c GEE Elegidos. 36 a Mateo 10:40–42;

Lucas 10:16; DyC 112:20.

37 a Juan 13:20. 38 a Lucas 12:43–44;

Rom. 8:32; Apoc. 21:7; 3 Ne. 28:10; DyC 132:18–20. GEE Exaltación.

hizo que continuara en la casa de Aarón entre los hijos de Israel hasta f Juan, a quien Dios levantó, pues fue g lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.

28 Porque se bautizó mientras estaba aún en su niñez, y cuando tenía ocho días de edad, el ángel de Dios lo ordenó para este poder, con el objeto de derribar el reino de los judíos y a enderezar las sendas del Señor ante la faz de su pueblo, a fin de prepararlo para la venida del Señor, en cuya mano se halla b todo poder.

29 Y además, los oficios de élder y obispo son a dependencias nece­sarias que corresponden al sacer­docio mayor.

30 Y además, los oficios de maes­tro y diácono son dependencias necesarias que pertenecen al sa­cerdocio menor, sacerdocio que se confirmó sobre Aarón y sus hijos.

31 De manera que, como dije concerniente a los hijos de Moi­sés —porque los hijos de Moi­sés y también los hijos de Aarón ofrecerán una a ofrenda y un sa­crificio aceptables en la casa del Señor, la cual se le edificará en

esta generación, en el b lugar con­sagrado como he indicado—

32 y los hijos de Moisés y de Aa­rón, cuyos hijos sois vosotros, se­rán llenos de la a gloria del Señor sobre el b monte de Sion en la casa del Señor; y también muchos que he llamado y enviado para edificar mi c iglesia.

33 Porque quienes son a fieles hasta obtener estos dos b sacerdo­cios de los cuales he hablado, y magnifican su llamamiento, son c santificados por el Espíritu para la renovación de sus cuerpos.

34 Llegan a ser los hijos de Moi­sés y de Aarón, y la a descendencia de b Abraham, y la iglesia y reino, y los c elegidos de Dios.

35 Y también todos los que reci­ben este sacerdocio, a mí me reci­ben, dice el Señor;

36 porque el que recibe a mis siervos, me a recibe a mí;

37 y el que me a recibe a mí, recibe a mi Padre;

38 y el que recibe a mi Padre, recibe el reino de mi Padre; por tanto, a todo lo que mi Padre tiene le será dado.

39 Y esto va de acuerdo con el

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:28–39177

Page 188: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

a juramento y el convenio que co­rresponden a este sacerdocio.

40 Así que, todos los que reci­ben el sacerdocio reciben este ju­ramento y convenio de mi Padre, que él no puede quebrantar, ni tampoco puede ser traspasado.

41 Pero el que a violare este conve­nio, después de haberlo recibido, y lo abandonare totalmente, b no recibirá perdón de los pecados en este mundo ni en el venidero.

42 Y, ¡ay! de todos aquellos que no obtengan este sacerdocio que habéis recibido, el cual ahora con­firmo por mi propia voz desde los cielos sobre vosotros que estáis presentes este día; y aun os he en­comendado a las huestes celestia­les y a mis a ángeles.

43 Y ahora os doy el manda­miento de tener cuidado, en cuanto a vosotros mismos, de es­tar diligentemente a atentos a las palabras de vida eterna.

44 Porque a viviréis de toda pa­labra que sale de la boca de Dios.

45 Porque la a palabra del Señor es verdad, y lo que es b verdad es luz, y lo que es luz es Espíritu, a saber, el Espíritu de Jesucristo.

46 Y el Espíritu da a luz a b todo

hombre que viene al mundo; y el Espíritu ilumina a todo hombre en el mundo que escucha la voz del Espíritu.

47 Y todo aquel que escucha la voz del Espíritu, viene a Dios, sí, el Padre.

48 Y el Padre le a enseña concer­niente al b convenio que él ha reno­vado y confirmado sobre vosotros, el cual os es confirmado por vues­tro bien; y no solo por el bien de vosotros, sino del mundo entero.

49 Y todo el a mundo yace en el pecado, y gime bajo la b obscuridad y la servidumbre del pecado.

50 Y por esto sabréis que están bajo la a servidumbre del b pecado, porque no vienen a mí.

51  Porque quien no viene a mí está bajo la servidumbre del pecado.

52 Y el que no recibe mi voz no conoce a mi voz, y no es mío.

53 Y de esta manera podréis dis­cernir a los justos de los inicuos, y saber que el a mundo entero b gime bajo el c pecado y la obscuridad ahora mismo.

54  Y en ocasiones pasadas vuestras mentes se han ofuscado a causa de la a incredulidad, y

39 a GEE Juramento y convenio del sacerdocio.

41 a GEE Apostasía. b DyC 76:34–38; 132:27. 42 a DyC 84:88. 43 a 1 Ne. 15:23–25;

DyC 1:14. 44 a Deut. 8:3;

Mateo 4:4; DyC 98:11.

45 a Sal. 33:4.

GEE Palabra de Dios. b GEE Verdad. 46 a GEE Conciencia;

Luz, luz de Cristo. b Juan 1:9;

DyC 93:2. 48 a GEE Inspiración,

inspirar. b GEE Convenio;

Nuevo y sempiterno convenio.

49 a 1 Juan 5:19.

b GEE Tinieblas espirituales.

50 a Gál. 4:9. b GEE Pecado. 52 a Juan 10:27. 53 a GEE Mundo. b Rom. 8:22;

Moisés 7:48. c GEE Mundano, lo. 54 a GEE Incredulidad.

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:40–54 178

Page 189: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

55 a GEE Vanidad, vano. 57 a Jer. 31:31–34. b GEE Libro de Mormón. c 1 Ne. 13:40–41. d Stg. 1:22–25;

DyC 42:13–15. 60 a DyC 18:34–36. 61 a Dan. 9:9.

GEE Perdonar. b DyC 43:34; 88:121;

100:7.

62 a Mar. 16:15; DyC 1:2–5. GEE Obra misional.

63 a GEE Apóstol. b 3 Ne. 15:24;

DyC 50:41–42. c Juan 15:13–15;

DyC 93:45. 64 a GEE Alma. b Mar. 16:15–16.

GEE Creencia, creer.

c GEE Remisión de pecados.

d GEE Don del Espíritu Santo.

65 a Mar. 16:17–18. GEE Señal.

66 a GEE Obras. 67 a Mateo 17:14–21. 68 a GEE Sanar, sanidades.

por haber tratado ligeramente las cosas que habéis recibido,

55 y esta incredulidad y a vanidad han traído la condenación sobre toda la iglesia.

56 Y esta condenación pesa so­bre los hijos de Sion, sí, todos ellos;

57 y permanecerán bajo esta con­denación hasta que se arrepientan y recuerden el nuevo a convenio, a saber, el b Libro de Mormón y los mandamientos c anteriores que les he dado, no solo de hablar, sino de d obrar de acuerdo con lo que he escrito,

58 a fin de que den frutos dignos para el reino de su Padre; de lo contrario, queda por derramarse un azote y juicio sobre los hijos de Sion.

59 Porque, ¿han de contaminar los hijos del reino mi tierra santa? De cierto os digo que no.

60  En verdad, en verdad os digo a vosotros que ahora escu­cháis mis a palabras, que son mi voz, benditos sois si recibís estas cosas;

61 porque yo os a perdonaré vues­tros pecados con este manda­miento: Que os conservéis firmes en vuestras mentes en b solemnidad

y en el espíritu de oración, en dar testimonio a todo el mundo de las cosas que os son comunicadas.

62 a Id, pues, por todo el mundo; y a cualquier lugar a donde no podáis ir, enviad, para que de vosotros salga el testimo­nio a todo el mundo y a toda criatura.

63 Y como dije a mis apóstoles, así os digo a vosotros, porque sois mis a apóstoles, sí, sumos sacer­dotes de Dios: Vosotros sois los que mi Padre me ha b dado; sois mis c amigos;

64 por tanto, así como dije a mis apóstoles, de nuevo os digo que toda a alma que b crea en vuestras palabras y se bautice en el agua para la c remisión de los pecados, recibirá el d Espíritu Santo.

65 Y estas a señales seguirán a los que creen:

66 En mi nombre harán muchas a obras maravillosas;

67 en mi a nombre echarán fuera demonios;

68 en mi nombre a sanarán a los enfermos;

69 en mi nombre abrirán los ojos de los ciegos y destaparán los oí­dos de los sordos;

70 y la lengua del mudo hablará;

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:55–70179

Page 190: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

71 a Mar. 16:18; Hech. 28:3–9; DyC 24:13; 124:98–100.

73 a DyC 105:24. GEE Orgullo.

74 a 2 Ne. 9:23; DyC 76:50–52.

GEE Bautismo, bautizar — Indispensable.

b Juan 3:18. 78 a Mateo 10:9–10;

DyC 24:18. 79 a DyC 31:5.

80 a GEE Obra misional. b GEE Evangelio. c Lucas 21:18. 81 a Mateo 6:25–28. 83 a GEE Padre Celestial. b Mateo 6:8.

71 y si alguien les administra a ve­neno, no los dañará;

72 y la ponzoña de la serpiente no tendrá poder para hacerles daño.

73 Pero un mandamiento les doy, que no se a jacten de estas cosas ni hablen de ellas ante el mundo; porque os son dadas para vuestro provecho y para salvación.

74 En verdad, en verdad os digo, que aquellos que no crean en vues­tras palabras, ni se a bauticen en el agua en mi nombre para la remi­sión de sus pecados, a fin de recibir el Espíritu Santo, serán b condena­dos y no entrarán en el reino de mi Padre, donde mi Padre y yo estamos.

75 Y esta revelación y manda­miento dado a vosotros está en vigor desde esta misma hora en todo el mundo; y el evangelio es para todos los que no lo han recibido.

76 Pero de cierto os digo a to­dos aquellos a quienes se ha dado el reino: Es preciso que de vo­sotros les sea predicado a ellos, para que se arrepientan de sus obras inicuas anteriores; porque merecen ser reprochados por mo­tivo de sus corazones malos de incredulidad, así como vuestros hermanos en Sion por su rebe­lión contra vosotros en el tiempo en que os envié.

77 Y además, os digo, mis ami­gos, porque desde ahora os lla­maré mis amigos, conviene que os dé este mandamiento para que lleguéis a ser como mis amigos en los días en que viajaba con ellos para predicar el evangelio con mi poder;

78 porque no les permití llevar a bolsa, ni alforja, ni tampoco dos prendas de vestir.

79 He aquí, os envío para probar al mundo, y el obrero es digno de su a salario.

80 Y ningún hombre que salga y a predique este b evangelio del reino, sin dejar de continuar fiel en todas las cosas, sentirá fatigada o entenebrecida su mente, ni su cuerpo, miembros ni coyunturas; y ni un c cabello de su cabeza caerá a tierra inadvertido. Y no padecerá hambre ni sed.

81 Por tanto, no os a afanéis por el día de mañana, por lo que ha­béis de comer o beber, ni con qué os habéis de vestir.

82 Pues considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; y los reinos del mundo, con toda su gloria, no se visten como ninguno de ellos.

83 Porque vuestro a Padre que está en los cielos b sabe que te­néis necesidad de todas estas cosas.

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:71–83 180

Page 191: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

84 Así que, dejad que el día de mañana se haga a cargo de su pro­pio afán.

85 Ni os preocupéis tampoco de antemano por a lo que habéis de de­cir; mas b atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os será c dado en la hora precisa la porción que le será me­dida a cada hombre.

86 De modo que ninguno de vosotros —porque este manda­miento es para todos los a fieles de la iglesia que son llamados de Dios al ministerio— lleve, desde esta hora, bolsa ni alforja al sa­lir a proclamar este evangelio del reino.

87 He aquí, os a envío para repro­bar al mundo por todos sus hechos inicuos, y para enseñarle acerca de un juicio que ha de venir.

88 Y quienes os a reciban, allí es­taré yo también, porque iré delante de vuestra faz. Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra, y mi Espíritu estará en vuestro corazón, y mis b ángeles alrededor de voso­tros, para sosteneros.

89 El que os reciba, a mí me re­cibe; y os alimentará y os vestirá y os dará dinero.

90 Y el que os alimente, u os proporcione vestido o dinero,

de ningún modo a perderá su galardón.

91 Y el que no haga estas cosas, no es mi discípulo; en esto cono­ceréis a a mis discípulos.

92 Apartaos de quien no os re­ciba, y estando a solas, a lavaos los pies con agua, agua pura, sea en tiempo de frío o de calor, y dad testimonio de ello a vuestro Padre que está en los cielos, y no volváis más a tal hombre.

93 Y haced lo mismo en cual­quier aldea o ciudad en donde entréis.

94 Sin embargo, buscad diligen­temente y no desmayéis; y, ¡ay de aquella casa, o aldea, o ciudad que os rechace a vosotros, vuestras pa­labras o vuestro testimonio concer­niente a mí!

95 ¡Ay, vuelvo a decir, de aquella casa, aldea o ciudad que os rechace a vosotros, o vuestras palabras, o vuestro testimonio de mí!

96 Porque yo, el a Omnipotente, he puesto mis manos sobre las naciones para b azotarlas por sus c iniquidades.

97 Y se derramarán plagas, y no serán quitadas de la tierra hasta que haya cumplido mi obra, la cual se ha de a acortar en b justicia,

98 hasta que me conozcan todos 84 a Mateo 6:34. 85 a Mateo 10:19–20;

Lucas 12:11–12; DyC 100:6.

b 2 Ne. 31:20; Alma 17:2–3; DyC 6:20; 11:21–26. GEE Meditar.

c GEE Enseñar — Enseñar con el

Espíritu. 86 a Mateo 24:44–46;

DyC 58:26–29; 107:99–100.

87 a GEE Obra misional. 88 a Mateo 10:40;

Juan 13:20. b DyC 84:42.

GEE Ángeles. 90 a Mateo 10:42;

Mar. 9:41. 91 a Juan 13:35. 92 a Mateo 10:14;

Lucas 9:5; DyC 60:15.

96 a GEE Omnipotente. b DyC 1:13–14. c GEE Inicuo, iniquidad. 97 a Mateo 24:22. b O sea, en rectitud.

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:84–98181

Page 192: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

98 a Isa. 52:8. b Sal. 96:1; Apoc. 15:3;

DyC 25:12; 133:56. GEE Cantar.

99 a Apoc. 5:9; DyC 43:29. b GEE Israel. c GEE Elección. d GEE Gracia. e GEE Abraham,

convenio de (convenio abrahámico).

100 a Apoc. 20:2–3; DyC 43:31; 45:55; 88:110.

b Efe. 1:10; DyC 27:13. c DyC 45:11–14;

Moisés 7:62–64. GEE Sion.

d DyC 76:102; 88:96. 101 a GEE Tierra. b GEE Gloria. 102 a GEE Misericordia,

misericordioso. b GEE Paz. 104 a DyC 51:8–9, 12–13. 105 a GEE Pobres — Pobres

en cuanto a bienes materiales.

106 a GEE Hermandad. b GEE Mansedumbre,

manso. 107 a GEE Sacerdocio

Aarónico.

los que quedaren, desde el menor hasta el mayor, y sean llenos del conocimiento del Señor, y a vean ojo a ojo, y alcen sus voces, y al unísono b canten este nuevo cán­tico, diciendo:

99 El Señor de nuevo ha traído a Sion;

el Señor ha a redimido a su pueblo, b Israel,

conforme a la c elección de d gracia,la cual se llevó a cabo por la fey el e convenio de sus padres.

100 El Señor ha redimido a su pueblo,

y Satanás está a atado, y el tiempo ha dejado de ser.

El Señor ha reunido en b una todas las cosas.

El Señor ha bajado a c Sion desde lo alto.

Ha hecho d subir a Sion desde abajo.

101 La a tierra ha estado de parto y ha dado a luz su fuerza;

y la verdad está establecida en sus entrañas;

y los cielos le han sonreído;y está revestida con la b gloria de

su Dios,porque él está en medio de su

pueblo.102 Gloria y honra, y poder y

fortaleza,

sean atribuidos a nuestro Dios; porque en él abundan la a misericordia,

la justicia, gracia, verdad y b paz,para siempre jamás. Amén.

103 Y además, de cierto, de cierto os digo, conviene que todo hombre que salga a predicar mi evangelio eterno, si tiene familia y le obse­quian dinero, se lo envíe o lo uti­lice para beneficiarla, conforme a lo que el Señor le indique, porque así me parece bien.

104 Y todos los que no tengan fa­milias, y reciban a dinero, envíenlo al obispo de Sion, o al obispo de Ohio, a fin de que se consagre para la preparación y publicación de las revelaciones y al establecimiento de Sion.

105 Y si alguien os da un abrigo o un traje, tomad el viejo y dadlo a los a pobres, e id gozosos por vues­tro camino.

106 Y si de entre vosotros uno es fuerte en el Espíritu, a lleve con­sigo al que es débil, a fin de que sea edificado con toda b manse­dumbre para que se haga fuerte también.

107 Llevad, pues, con vosotros a los que son ordenados con el a sacerdocio menor, y enviadlos delante de vosotros para fijar

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:99–107 182

Page 193: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

109 a El idioma inglés da lugar a una segunda interpretación: “désele a cada hombre la oportunidad de ocupar su propio oficio. . .”.

110 a 1 Cor. 12:12–23. 111 a GEE Sumo sacerdote. b GEE Presbítero,

Sacerdocio Aarónico. c GEE Diácono.

d GEE Maestro, Sacerdocio Aarónico.

e GEE Atalaya, atalayar. 112 a GEE Bienestar. b DyC 56:16. 113 a DyC 90:22. 114 a DyC 1:13–14. 115 a Lucas 13:35. 116 a GEE Confianza, confiar. b Sal. 22:5; 1 Pe. 2:6. c Mateo 10:29–31. 117 a En las Escrituras

el término justicia connota dignidad, integridad y santidad.

118 a Dan. 2:44–45. b Joel 2:10;

DyC 43:18; 45:33, 48; 88:87, 90. GEE Señales de los tiempos; Últimos días, postreros días.

citas, preparar la vía y cumplir con los compromisos que vosotros mis­mos no podáis cumplir.

108 He aquí, así fue como mis apóstoles me edificaron mi iglesia en los días antiguos.

109 Por tanto, a ocupe cada hom­bre su propio oficio, y trabaje en su propio llamamiento; y no diga la cabeza a los pies que no tiene nece­sidad de ellos; porque sin los pies, ¿cómo podrá sostenerse el cuerpo?

110 También el cuerpo tiene ne­cesidad de cada a miembro, para que todos se edifiquen juntamente, para que el sistema se conserve perfecto.

111 Y he aquí, los a sumos sacer­dotes deben viajar, y también los élderes y los b presbíteros; mas los c diáconos y los d maestros deben ser nombrados para e velar por la iglesia y para ser sus ministros residentes.

112 Y el obispo Newel K. Whit­ney también debe viajar por entre todas las iglesias, buscando a los pobres para a satisfacer sus nece­sidades, haciendo b humildes a los ricos y a los orgullosos.

113 También ha de emplear a un a agente para encargarse de los asuntos seculares bajo su dirección.

114 No obstante, vaya el obispo a la ciudad de Nueva York, y a las de Albany y de Boston, y amoneste a la gente de esas ciudades, con el son del evangelio, en voz alta, de la a desolación y destrucción com­pleta que les espera si rechazan estas cosas.

115  Porque si rechazan estas cosas, se acerca la hora de su juicio, y su casa les será dejada a desierta.

116 a Confíe él en mí y no será b confundido; y ni uno de sus c ca­bellos caerá a tierra inadvertido.

117 Y de cierto os digo a voso­tros, el resto de mis siervos, salid a vuestros distintos llamamien­tos, según os lo permitan vues­tras circunstancias, a las grandes y notables ciudades y pueblos, reprobando en a justicia al mundo por todos sus hechos injustos e inmundos, exponiéndoles clara y comprensiblemente la abomi­nación desoladora de los últimos días.

118 Porque con vosotros, dice el Señor Todopoderoso, a hendiré sus reinos; no solamente b sacudiré la tierra, sino que los cielos estrella­dos temblarán.

119  Porque yo, el Señor, he

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:108–119183

Page 194: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

extendido mi mano para ejercer los poderes del cielo; no lo podéis ver ahora, pero dentro de un corto plazo lo veréis, y sabréis que yo

soy, y que a vendré y b reinaré con mi pueblo.

120 Soy el a Alfa y la Omega, el principio y el fin. Amén.

119 a DyC 1:12, 35–36; 29:9–11; 45:59. GEE Segunda venida de Jesucristo.

b GEE Milenio. 120 a GEE Alfa y Omega.

85 1 a DyC 21:1; 47:1; 69:3–6. b DyC 42:30–35. 3 a GEE Consagrar, ley

de consagración. b GEE Diezmar, diezmo. c Mal. 3:10–11, 17;

DyC 97:25–26. 5 a GEE Libro de la vida. 6 a 1 Rey. 19:11–12;

Hel. 5:30–31; 3 Ne. 11:3–7.

b Heb. 4:12.

SECCIÓN 85Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 27 de noviembre de 1832. Esta sección es parte de una carta del Pro-feta a William W. Phelps, que vivía en Independence, Misuri. Contesta las preguntas acerca de los santos que se habían trasladado a Sion pero que no habían seguido el mandamiento de consagrar sus propiedades y, por ende, no habían recibido sus heredades de acuerdo con el orden establecido en la Iglesia.

1–5, En Sion, las heredades han de recibirse por medio de la consagra-ción; 6–12, Uno poderoso y fuerte dará a los santos sus heredades res-pectivas en Sion.

Es el deber del secretario del Se­ñor, a quien él ha nombrado, llevar una historia y un a registro general de la iglesia de todas las cosas que acontezcan en Sion, y de todos los que b consagren bienes y reciban legalmente heredades del obispo;

2 así como su manera de vivir, su fe y sus obras; y también de los apóstatas que se aparten después de recibir sus heredades.

3 Es contrario a la voluntad y al mandamiento de Dios que es­tén inscritos con los del pueblo de Dios los nombres de aquellos que no reciban su heredad por

a consagración, conforme a su ley, que él ha dado, para b diezmar a su pueblo, a fin de prepararlo para el día de la c venganza y el fuego.

4 Ni tampoco se guardará su ge­nealogía, ni ha de hallarse en nin­guno de los registros o historia de la iglesia.

5 Ni sus nombres, ni los nombres de sus padres, ni los de sus hijos se hallarán escritos en el a libro de la ley de Dios, dice el Señor de los Ejércitos.

6 Sí, así dice la a voz suave y apa­cible que a través de todas las co­sas susurra y b penetra, y a menudo hace estremecer mis huesos mien­tras se manifiesta, diciendo:

7 Y sucederá que yo, Dios el Se­ñor, enviaré a uno poderoso y fuerte, con el cetro de poder en su mano, revestido de luz como

DOCTRINA Y CONVENIOS 84:120–85:7 184

Page 195: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 a 2 Sam. 6:6–7; 1 Cró. 13:9–10. GEE Arca del convenio.

9 a 3 Ne. 24:16; Moisés 6:5–6. GEE Libro de

memorias. b DyC 19:5. 11 a GEE Libro de la vida. b GEE Apostasía. c GEE Excomunión.86 1 a Mateo 13:6–43;

DyC 101:64–67. 3 a Apoc. 17:1–9.

GEE Babel, Babilonia. b Apoc. 12:6, 14.

un manto, cuya boca hablará pa­labras, palabras eternas, mientras que sus entrañas serán una fuente de verdad, para poner en orden la casa de Dios y para disponer por sorteo las heredades de los santos cuyos nombres, junto con los de sus padres e hijos, estén inscritos en el libro de la ley de Dios;

8 mientras que aquel hombre, que fue llamado por Dios y nombrado, que extienda su mano para sostener el a arca de Dios, caerá por el dardo de la muerte, como el árbol herido por el fulgente golpe del rayo.

9 Y todos aquellos cuyos nombres no estén asentados en el a libro de memorias, no hallarán herencia en aquel día, antes serán desarraiga­

dos y se les señalará su porción entre los incrédulos, en donde es el b lloro y el crujir de dientes.

10 No digo yo estas cosas de mí mismo; por tanto, tal como habla el Señor, así también cumplirá.

11 Y los del sumo sacerdocio, así como los del sacerdocio menor y los miembros, cuyos nombres no se hallen escritos en el a libro de la ley, o se descubra que han b aposta­tado, o que han sido c separados de la iglesia, no tendrán herencia entre los santos del Altísimo en aquel día;

12 por consiguiente, les será he­cho como a los hijos del sacerdote, cual está escrito en el capítulo se­gundo, versículos sesenta y uno y sesenta y dos de Esdras.

SECCIÓN 86Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 6 de diciembre de 1832. Se recibió esta revelación mientras el Profeta estaba revisando y preparando el manuscrito de la traducción de la Biblia.

1–7, El Señor explica el significado de la parábola del trigo y la cizaña; 8–11, También explica las bendiciones del sacerdocio para aquellos que son herederos legítimos según la carne.

De cierto, así dice el Señor a vo­sotros mis siervos, concerniente a la a parábola del trigo y la cizaña:

2 He aquí, de cierto os digo, el campo era el mundo, y los

apóstoles fueron los sembradores de la semilla;

3 y al dormirse estos, el gran per­seguidor de la iglesia, el apóstata, la ramera, a Babilonia, que hace que todas las naciones beban de su copa, en cuyos corazones reina el ene­migo, sí, Satanás, se sienta para rei­nar; he aquí, este siembra la cizaña; por tanto, la cizaña ahoga el trigo y hace huir a la b iglesia al desierto,

DOCTRINA Y CONVENIOS 85:8–86:3185

Page 196: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

4 a GEE Últimos días, postreros días.

5 a DyC 38:12. b GEE Siega. 8 a DyC 113:8.

GEE Sacerdocio de

Melquisedec. 9 a Abr. 2:9–11.

GEE Abraham, convenio de (convenio abrahámico).

b Isa. 49:2–3.

10 a Hech. 3:19–21. GEE Restauración del Evangelio.

11 a Isa. 49:6. b DyC 109:59–67.

4 Mas he aquí, en los a postreros días, aun ahora mientras el Señor comienza a sacar a luz la palabra, y la hierba está brotando y todavía está tierna,

5 he aquí, de cierto os digo, los a ángeles claman al Señor día y no­che, y están preparados y espe­rando ser enviados a b segar los campos;

6 mas el Señor les dice: No arran­quéis la cizaña mientras la hierba todavía está tierna (porque de cierto es débil vuestra fe), no sea que destruyáis también el trigo.

7 Dejad, pues, que crezcan jun­tos el trigo y la cizaña hasta que la cosecha esté enteramente ma­dura; entonces primero recogeréis el trigo de entre la cizaña, y des­pués de recoger el trigo, he aquí, la cizaña será atada en haces, y el campo quedará para ser quemado.

8 De modo que, así os dice el Se­ñor a vosotros en quienes ha con­tinuado el a sacerdocio por el linaje de vuestros padres,

9 porque sois a herederos legíti­mos, según la carne, y habéis sido b escondidos del mundo con Cristo en Dios,

10 por tanto, vuestra vida y el sacerdocio han permanecido, y es necesario que permanezcan por medio de vosotros y de vues­tro linaje hasta la a restauración de todas las cosas que se han de­clarado por boca de todos los santos profetas desde el principio del mundo.

11 Así que, benditos sois si per­severáis en mi bondad, siendo una a luz a los gentiles, y por medio de este sacerdocio, un salvador para mi pueblo b Israel. El Señor lo ha dicho. Amén.

SECCIÓN 87Revelación y profecía sobre la guerra, dada por medio de José Smith el Profeta, en Kirtland, Ohio, o cerca de allí, el 25 de diciembre de 1832. Durante esa época, prevalecían en los Estados Unidos las disputas en cuanto a la esclavitud y a la anulación de los impuestos federales de Carolina del Sur. En la historia de José Smith se indica que “la apa-rición de problemas entre las naciones” son cada vez “más visibles” para el Profeta “que lo que habían sido previamente desde que la Igle-sia comenzó su jornada de salir del desierto”.

1–4, Se predice la guerra entre los esta-dos del norte y los estados del sur; 5–8,

Grandes calamidades descenderán sobre todos los habitantes de la tierra.

DOCTRINA Y CONVENIOS 86:4–11 186

Page 197: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

87 1 a DyC 130:12–13. 2 a Joel 3:9–16;

Mateo 24:6–7; DyC 45:26, 63; 63:33.

3 a DyC 45:68–69. 4 a DyC 134:12.

6 a DyC 29:14–21; 45:49. b JS—M 1:29. c GEE Castigar, castigo. d GEE Mundo — El fin

del mundo. 7 a Rom. 9:29;

Stg. 5:4; DyC 88:2; 95:7.

b Éter 8:22–24. 8 a Mateo 24:15;

DyC 45:32; 101:21–22. b Apoc. 3:11.

De cierto, así dice el Señor con­cerniente a las guerras que pronto acaecerán, comenzando por la rebe­lión de a Carolina del Sur, de las cua­les finalmente resultarán la muerte y la miseria de muchas almas;

2 y vendrá el tiempo en que se de­rramará la a guerra sobre todas las naciones, empezando en ese lugar.

3 Porque he aquí, los estados del sur se dividirán en contra de los del norte, y los estados del sur llamarán a otras naciones, aun el país de la Gran Bretaña, como es llamado, y estas también llamarán a otras para defenderse de otras naciones; y entonces se derramará la a guerra sobre todas las naciones.

4 Y acontecerá, después de mu­chos días, que los a esclavos se sublevarán contra sus amos, los cuales serán movilizados y disci­plinados para la guerra.

5 Y también acontecerá que el resto de los que hayan quedado en la tierra se movilizarán y se

irritarán extremadamente y hos­tigarán a los gentiles con severa aflicción.

6 Y así, con la espada y por el derramamiento de sangre se han de a lamentar los habitantes de la tierra; y con b hambre, plagas, terre­motos, truenos del cielo, y también con violentos e intensos relámpa­gos, se hará sentir a los habitantes de la tierra la ira, la indignación y la mano c disciplinaria de un Dios Omnipotente, hasta que la consu­mación decretada haya destruido d por completo a todas las naciones;

7 a fin de que cesen de ascender desde la tierra a los oídos del Se­ñor de a Sabaot, el clamor de los santos, y de la b sangre de ellos, pidiendo que sean vengados de sus enemigos.

8 Por tanto, a permaneced en lu­gares santos y no seáis movidos, hasta que venga el día del Señor; porque he aquí, viene b pronto, dice el Señor. Amén.

SECCIÓN 88Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 27 y el 28 de diciembre de 1832, y el 3 de enero de 1833. El Profeta la designó como la “ ‘hoja de olivo’. . . tomada del Árbol del Paraíso, el mensaje de paz del Señor a nosotros”. La revelación se dio después que ciertos sumos sacerdotes oraron en una conferencia “por separado y en voz alta al Señor con el fin de que Él nos revele Su voluntad con-cerniente a la edificación de Sion”.

DOCTRINA Y CONVENIOS 87:1–8187

Page 198: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

88 2 a Lucas 15:10. b Hech. 10:1–4.

GEE Oración. c Rom. 9:29;

Stg. 5:4; DyC 95:7.

d GEE Libro de la vida.

3 a Juan 14:16. b DyC 76:53.

GEE Santo Espíritu de la promesa.

4 a DyC 14:7. b GEE Gloria celestial. 5 a GEE Primogénito.

6 a GEE Jesucristo. b DyC 122:8.

GEE Expiación, expiar. c GEE Omnisciente. d DyC 93:2, 8–39.

GEE Luz, luz de Cristo; Verdad.

1–5, Los santos fieles reciben ese Con-solador que es la promesa de vida eterna; 6–13, La Luz de Cristo dirige y gobierna todas las cosas; 14–16, La Resurrección viene por medio de la Redención; 17–31, La obediencia a la ley celestial, terrestre o telestial pre-para a los hombres para esos reinos y glorias respectivos; 32–35, Aquellos que disponen permanecer en el pecado permanecen sucios aún; 36–41, Todos los reinos son gobernados por la ley; 42–45, Dios ha dado una ley a todas las cosas; 46–50, El hombre compren-derá aun a Dios; 51–61, La parábola del hombre que envía a sus siervos al campo y los visita por turno; 62–73, Allegaos al Señor y veréis Su faz; 74–80, Santificaos y enseñaos unos a otros la doctrina del reino; 81–85, Todo hombre que ha sido amonestado debe amonestar a su prójimo; 86–94, Señales, conmociones de los elementos y ángeles preparan el camino para la venida del Señor; 95–102, Trompetas angelicales llaman a los muertos a levantarse según su orden; 103–116, Trompetas angelicales proclaman la restauración del Evangelio, la caída de Babilonia y la batalla del gran Dios; 117–126, Buscad conocimiento, esta-bleced una casa de Dios [un templo] y vestíos con el vínculo de la caridad; 127–141, Se establece el orden de la Escuela de los Profetas, incluso la ordenanza del lavamiento de los pies.

De cierto, así dice el Señor a los que os habéis reunido para reci­bir su voluntad concerniente a vosotros:

2 He aquí, esto es agradable a vuestro Señor, y los ángeles se a re­gocijan a causa de vosotros; las b ofrendas de vuestras oraciones han subido a los oídos del Señor de c Sabaot y están inscritas en el d libro de los nombres de los san­tificados, a saber, los del mundo celestial.

3 Por tanto, ahora os envío a vosotros, mis amigos, otro a Con­solador, el b Santo Espíritu de la promesa, para que permanezca en vuestros corazones; y este otro Consolador es el mismo que prometí a mis discípulos, según se halla escrito en el testimonio de Juan.

4 Este Consolador es la promesa que os doy de a vida eterna, sí, la b gloria del reino celestial;

5 y esta gloria es la de la iglesia del a Primogénito, sí, de Dios, el más santo de todos, mediante Jesucristo su Hijo,

6 a quien ascendió a lo alto, como también b descendió debajo de todo, por lo que c comprendió to­das las cosas, a fin de que estuviese en todas las cosas y a través de to­das las cosas, la d luz de la verdad,

7 la cual verdad brilla. Esta es

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:1–7 188

Page 199: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

la a luz de Cristo. Como tam­bién él está en el sol, y es la luz del sol, y el poder por el cual fue b hecho.

8 Como también está en la luna, y es la luz de la luna, y el poder por el cual fue hecha;

9 como también la luz de las es­trellas, y el poder por el cual fue­ron hechas.

10 Y la tierra también, y el poder de ella, sí, la tierra sobre la cual a estáis.

11 Y la luz que brilla, que os alumbra, viene por medio de aquel que ilumina vuestros ojos, y es la misma luz que vivifica vuestro a entendimiento,

12 a la cual procede de la presen­cia de Dios para b llenar la inmen­sidad del espacio,

13 la luz que existe en a todas las cosas, que da b vida a todas las co­sas, que es la c ley por la cual se gobiernan todas las cosas, sí, el poder de Dios que se sienta sobre su trono, que existe en el seno de la eternidad, que está en medio de todas las cosas.

14 Ahora, de cierto os digo que mediante la a redención que se

ha hecho por vosotros, se lleva a efecto la resurrección de los muertos.

15 Y el a espíritu y el b cuerpo son el c alma del hombre.

16 Y la a resurrección de los muer­tos es la redención del alma.

17  Y la redención del alma viene por medio del que vivi­fica todas las cosas, en cuyo seno se ha decretado que los a pobres y los b mansos de la c tierra la heredarán.

18 Por tanto, es menester que sea santificada de toda injusticia, a fin de estar preparada para la a gloria celestial;

19  porque después de haber cumplido la medida de su crea­ción, será coronada de a gloria, sí, con la presencia de Dios el Padre;

20 para que los cuerpos que son del reino celestial la a posean para siempre jamás; porque para este b fin fue hecha y creada, y para este fin ellos son c santificados.

21 Y aquellos que no son san­tificados por la ley que os he dado, a saber, la ley de Cristo, deberán heredar otro reino, ya

7 a Moro. 7:15–19; DyC 84:45.

b Gén. 1:16. GEE Creación, crear.

10 a Moisés 2:1. 11 a GEE Entender,

entendimiento. 12 a GEE Luz, luz de

Cristo. b Jer. 23:24. 13 a Col. 1:16–17. b Deut. 30:20;

DyC 10:70. c Job 38;

DyC 88:36–38. GEE Ley.

14 a GEE Expiación, expiar; Plan de redención.

15 a GEE Espíritu; Hombre(s) — El hombre, hijo espiritual de nuestro Padre Celestial.

b GEE Cuerpo. c Gén. 2:7.

GEE Alma. 16 a Alma 11:42.

GEE Resurrección.

17 a GEE Pobres. b GEE Mansedumbre,

manso. c GEE Tierra — El estado

final de la tierra. 18 a GEE Gloria celestial. 19 a DyC 130:7–9. 20 a DyC 38:20. b Moisés 1:39.

GEE Hombre(s) — Su potencial para llegar a ser como nuestro Padre Celestial.

c GEE Santificación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:8–21189

Page 200: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

22 a DyC 105:5. 23 a GEE Gloria terrestre. 24 a GEE Gloria telestial. 25 a GEE Tierra. 26 a GEE Tierra — El estado

final de la tierra. b GEE Mundo — El fin

del mundo. c 2 Pe. 3:11–14.

GEE Justo.

d Mateo 5:5; DyC 45:58; 59:2; 63:49.

27 a GEE Resurrección. b 1 Cor. 15:44. 28 a GEE Juicio final. b DyC 43:32; 63:51;

101:31. 29 a GEE Gloria celestial;

Hombre(s) — Su potencial para llegar a

ser como nuestro Padre Celestial.

30 a GEE Gloria terrestre. 31 a GEE Gloria telestial. 32 a Alma 11:41–45. b GEE Albedrío. 34 a GEE Santificación. 35 a GEE Rebelión.

sea un reino terrestre o un reino telestial.

22 Porque el que no es capaz de obedecer la a ley de un reino celes­tial, no puede soportar una gloria celestial.

23 Y el que no puede obedecer la ley de un reino terrestre, no puede soportar una a gloria terrestre.

24 Y el que no puede obedecer la ley de un reino telestial, no puede soportar una a gloria telestial; por tanto, no es digno de un reino de gloria. Por consiguiente, de­berá soportar un reino que no es de gloria.

25 Y además, de cierto os digo que la a tierra obedece la ley de un reino celestial, porque cumple la medida de su creación y no tras­pasa la ley;

26 así que, será a santificada; sí, a pesar de que b morirá, será vivi­ficada de nuevo; y aguantará el poder que la vivifica, y los c justos la d heredarán.

27 Porque a pesar de que mue­ren, también ellos se a levantarán, b cuerpos espirituales.

28  Aquellos que son de un espíritu celestial recibirán el mismo cuerpo que fue el cuerpo natural; sí , vosotros recibi­réis vuestros cuerpos, y vuestra a gloria será aquella por medio

de la cual vuestro cuerpo sea b vivificado.

29 Vosotros los que seáis vivifi­cados por una porción de la gloria a celestial, recibiréis entonces de ella, sí, una plenitud.

30 Y los que sean vivificados por una porción de la a gloria terrestre, recibirán entonces de ella, sí, una plenitud.

31 Y también los que sean vivifi­cados por una porción de la a gloria telestial, recibirán entonces de ella, sí, una plenitud.

32 Y los que queden serán a vi­vificados también; sin embargo, volverán otra vez a su propio lugar para gozar de lo que están b dis­puestos a recibir, porque no qui­sieron gozar de lo que pudieron haber recibido.

33 Porque, ¿en qué se beneficia el hombre a quien se le confiere un don, si no lo recibe? He aquí, ni se regocija con lo que le es dado, ni se regocija en aquel que le dio la dádiva.

34 Y además, de cierto os digo que lo que la ley gobierna, también preserva, y por ella es perfeccio­nado y a santificado.

35 Aquello que a traspasa una ley, y no se rige por la ley, antes pro­cura ser una ley a sí mismo, y dis­pone permanecer en el pecado, y

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:22–35 190

Page 201: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

del todo permanece en el pecado, no puede ser santificado por la ley, ni por la b misericordia, ni por la c justicia ni por el juicio. Por tanto, tendrá que permanecer d sucio aún.

36 A todos los reinos se ha dado una ley;

37 y hay muchos a reinos; pues no hay espacio en el cual no haya reino; ni hay reino en el cual no haya espacio, bien sea un reino mayor o menor.

38 Y a cada reino se le ha dado una a ley; y para cada ley también hay ciertos límites y condiciones.

39 Todos los seres que no se su­jetan a esas a condiciones no son b justificados.

40  Porque la a inteligencia se allega a la inteligencia; la b sabidu­ría recibe a la sabiduría; la c verdad abraza a la verdad; la d virtud ama a la virtud; la e luz se allega a la luz; la misericordia tiene f compa­sión de la misericordia y reclama lo suyo; la justicia sigue su curso y reclama lo suyo; el juicio va ante la faz de aquel que se sienta sobre el trono y gobierna y ejecuta todas las cosas.

41 Él a comprende todas las co­sas, y todas las cosas están de­lante de él, y todas las cosas están

alrededor de él; y él está sobre to­das las cosas, y en todas las cosas, y por en medio de todas las cosas, y circunda todas las cosas; y todas las cosas son por él, y de él, sí, Dios, para siempre jamás.

42 Y además, de cierto os digo, él ha dado una ley a todas las cosas, mediante la cual se mueven en sus a tiempos y estaciones;

43 y sus cursos son fijos, sí, los cursos de los cielos y de la tierra, que comprenden la tierra y todos los planetas.

44 Y se dan a luz unos a otros en sus tiempos y estaciones, en sus minutos, en sus horas, sus días, sus semanas, sus meses y sus años. Todos estos son b un año para Dios, mas no para el hombre.

45 La tierra rueda sobre sus alas, y el a sol da su luz de día, y la luna da su luz de noche, y las estre­llas también dan su luz, a medida que ruedan sobre sus alas en su gloria, en medio del b poder de Dios.

46 ¿A qué compararé estos reinos para que comprendáis?

47 He aquí, todos estos son rei­nos, y el hombre que ha visto a cualquiera o al menor de ellos,

35 b GEE Misericordia, misericordioso.

c GEE Justicia. d Apoc. 22:11;

1 Ne. 15:33–35; 2 Ne. 9:16; Alma 7:21.

37 a DyC 78:15. 38 a DyC 88:13. 39 a DyC 130:20–21. b GEE Justificación,

justificar. 40 a GEE Inteligencia(s). b GEE Sabiduría. c GEE Verdad. d GEE Virtud. e GEE Luz, luz de

Cristo. f GEE Compasión. 41 a 1 Juan 3:20;

1 Ne. 9:6; 2 Ne. 9:20;

DyC 38:1–3. GEE Omnisciente.

42 a Dan. 2:20–22; Abr. 3:4–19.

44 a GEE Luz, luz de Cristo.

b Sal. 90:4; 2 Pe. 3:8.

45 a Gén. 1:16; Abr. 4:16.

b DyC 88:7–13.

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:36–47191

Page 202: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

47 a Alma 30:44; Moisés 1:27–28; 6:63; Abr. 3:21.

48 a Juan 1:11; 3 Ne. 9:16; DyC 39:1–4.

49 a DyC 6:21; 50:23–24; 84:45–47.

b Juan 17:3; DyC 93:1, 28.

59 a Mateo 20:1–16. 61 a DyC 76:24. 62 a DyC 84:63; 93:45. b GEE Meditar. c Isa. 55:6; Stg. 1:5;

DyC 46:7.

63 a Zac. 1:3; Stg. 4:8; Apoc. 3:20.

b 1 Cró. 28:9; Éter 12:41; DyC 101:38.

c DyC 4:7; 49:26. 64 a GEE Oración.

ha a visto a Dios obrando en su ma­jestad y poder.

48 Os digo que lo ha visto; sin embargo, aquel que vino a los a su­yos no fue comprendido.

49 La a luz en las tinieblas resplan­dece, y las tinieblas no la compren­den; no obstante, el día vendrá en que b comprenderéis aun a Dios, siendo vivificados en él y por él.

50 Entonces sabréis que me ha­béis visto, que yo soy, y que soy la luz verdadera que en vosotros está, y que vosotros estáis en mí; de lo contrario no podríais abundar.

51  He aquí, compararé estos reinos a un hombre que tiene un campo, y envió a sus siervos a ca­var en él.

52 Y dijo al primero: Ve y trabaja en el campo, y en la primera hora vendré a ti, y verás el gozo de mi semblante.

53 Y dijo al segundo: Ve tú tam­bién al campo, y en la segunda hora te visitaré con el gozo de mi semblante;

54 y también al tercero, diciendo: Te visitaré;

55  y al cuarto, y así hasta el duodécimo.

56 Y el señor del campo visitó al primero en la primera hora, y per­maneció con él toda aquella hora, y se alegró con la luz del semblante de su señor.

57 Entonces se retiró del primero para visitar también al segundo, y al tercero, y al cuarto, y así hasta el duodécimo.

58 Y así, todos recibieron la luz del semblante de su señor, cada hombre en su hora, en su tiempo y en su sazón,

59 empezando por el primero, y así hasta el a último; y desde el úl­timo hasta el primero; y desde el primero hasta el último;

60 cada hombre en su propio or­den hasta que se cumplió su hora, de acuerdo con lo que su señor le había mandado, para que su se­ñor se glorificara en él, y él en su señor, a fin de que todos fuesen glorificados.

61 Por consiguiente, compararé todos estos reinos y sus a habitan­tes a esta parábola, cada reino en su hora y en su tiempo y su sazón, de acuerdo con el decreto que Dios ha establecido.

62 Y además, de cierto os digo, mis a amigos, os dejo estas palabras para que las b meditéis en vuestro corazón, junto con este manda­miento que os doy, de c llamarme mientras estoy cerca.

63 a Allegaos a mí, y yo me alle­garé a vosotros; b buscadme dili­gentemente, y me c hallaréis; pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá;

64 cualquier cosa que le a pidáis

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:48–64 192

Page 203: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

64 b DyC 18:18; 46:28–30. 65 a Stg. 4:3. b DyC 63:7–11. 66 a Isa. 40:3; 1 Ne. 17:13;

Alma 5:37–38; DyC 128:20.

b GEE Espíritu Santo; Luz, luz de Cristo.

c GEE Verdad. 67 a Mateo 6:22;

Lucas 11:34–36; DyC 82:19.

b Juan 7:18.

c Prov. 28:5; DyC 93:28. GEE Discernimiento, don de.

68 a GEE Santificación. b GEE Mente. c DyC 67:10–13; 93:1;

97:15–17. 69 a Mateo 12:36;

Mos. 4:29–30; Alma 12:14.

b DyC 59:15; 88:121. 71 a GEE Amonestación,

amonestar.

74 a Mateo 20:1, 16. b Lev. 20:7–8;

3 Ne. 19:28–29; DyC 50:28–29; 133:62.

c GEE Limpio e inmundo. d Éter 12:37. 75 a GEE Hombre(s) — El

hombre, hijo espiritual de nuestro Padre Celestial; Padre Celestial; Trinidad — Dios el Padre.

al Padre en mi nombre os será dada, si es para vuestro b bien;

65 y si pedís algo que no os a con­viene, se tornará para vuestra b condenación.

66 He aquí, lo que oís es como la a voz de uno que clama en el de­sierto —en el desierto, porque no lo podéis ver— mi voz, porque mi voz es b Espíritu; mi Espíritu es ver­dad; la c verdad perdura y no tiene fin; y si está en vosotros, abundará.

67 Y si vuestra mira está puesta a únicamente en mi b gloria, vuestro cuerpo entero será lleno de luz y no habrá tinieblas en vosotros; y el cuerpo lleno de luz c comprende todas las cosas.

68 Por tanto, a santificaos para que vuestras b mentes se enfoquen únicamente en Dios, y vendrán los días en que lo c veréis, porque os descubrirá su faz; y será en su propio tiempo y a su propia ma­nera, y de acuerdo con su propia voluntad.

69  Recordad la grande y úl­tima promesa que os he hecho; desechad vuestros pensamientos a ociosos y b risa excesiva de entre vosotros.

70 Deteneos, deteneos, en este

lugar, y convocad una asamblea solemne de aquellos que son los primeros obreros en este último reino.

71 E invoquen al Señor los que han sido a amonestados por ellos en sus viajes, y mediten en sus co­razones, por una corta temporada, la amonestación que han recibido.

72 He aquí, yo me encargaré de vuestros rebaños, y levantaré él­deres y los enviaré a ellos.

73 He aquí, apresuraré mi obra en su tiempo.

74 Y os doy a vosotros, que sois los primeros a obreros en este úl­timo reino, el mandamiento de que os reunáis, y de que os organi­céis, os preparéis y b santifiquéis; sí, purificad vuestro corazón y c lim­piad vuestras manos y vuestros pies ante mí, para que yo os haga d limpios;

75 a fin de que yo testifique a vuestro a Padre, y vuestro Dios y mi Dios, que sois limpios de la sangre de esta perversa generación; para que yo cumpla esta promesa, esta grande y última promesa que os he hecho, cuando sea mi voluntad.

76  También os doy el man­damiento de perseverar en la

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:65–76193

Page 204: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

76 a GEE Oración. b GEE Ayunar, ayuno. 77 a GEE Enseñar. b GEE Doctrina de

Cristo. 78 a GEE Gracia. b DyC 88:118; 90:15;

93:53. 79 a GEE Cielo. b GEE Guerra. 81 a GEE Testificar. b DyC 63:58.

GEE Amonestación, amonestar.

83 a Alma 37:35. b Deut. 4:29–31;

Jer. 29:12–14; DyC 54:10.

84 a JS—H 1:41. b Isa. 8:16–17. 85 a Mateo 24:15. b DyC 11:15. c 1 Ne. 12:10–11;

Jacob 1:19; 2:2;

DyC 112:33. GEE Pureza, puro.

86 a Mos. 5:8. GEE Libertad, libre.

b Juan 8:36. GEE Albedrío; Libertad, libre.

c Gál. 5:1. d GEE Pecado. e Job 17:9;

Sal. 24:4; Alma 5:19.

a oración y el b ayuno desde ahora en adelante.

77 Y os mando que os a ense­ñéis el uno al otro la b doctrina del reino.

78 Enseñaos diligentemente, y mi a gracia os acompañará, para que seáis más perfectamente b ins­truidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender;

79 de cosas tanto en el a cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas que han sido, que son y que pronto han de acontecer; cosas que existen en el país, co­sas que existen en el extranjero; las b guerras y perplejidades de las naciones, y los juicios que se ciernen sobre el país; y también el conocimiento de los países y de los reinos,

80 a fin de que estéis prepara­dos en todas las cosas, cuando de nuevo os envíe a magnificar el llamamiento al cual os he nom­brado y la misión con la que os he comisionado.

81 He aquí, os envié para a tes­tificar y amonestar al pueblo, y conviene que todo hombre que

ha sido amonestado, b amoneste a su prójimo.

82 Por tanto, quedan sin excusa, y sus pecados descansan sobre su propia cabeza.

83 El que a temprano me b busca, me hallará, y no será abandonado.

84 Permaneced, pues, y traba­jad diligentemente, para que seáis perfeccionados en vuestro minis­terio de ir entre los a gentiles por última vez, cuantos la boca del Señor llame, para b atar la ley y se­llar el testimonio, y preparar a los santos para la hora del juicio que ha de venir;

85 a fin de que sus almas esca­pen de la ira de Dios, la a abomi­nación desoladora que espera a los malvados, tanto en este mundo como en el venidero. De cierto os digo, continúen en la viña aquellos que no son los primeros élderes, hasta que la boca del Señor los b llame, porque su tiempo no ha llegado aún; sus vestidos no es­tán c limpios de la sangre de esta generación.

86 Perseverad en la a libertad me­diante la cual se os hace b libres; no os c enredéis en el d pecado, sino queden e limpias vuestras manos hasta que el Señor venga.

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:77–86 194

Page 205: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

87 a Isa. 13:4–13. b DyC 43:18. c Joel 2:10;

DyC 45:42; 133:49. d Apoc. 6:12. e Joel 3:15. 89 a DyC 45:33. 90 a Apoc. 8:5;

DyC 43:17–25. 91 a DyC 45:26. 92 a Apoc. 8:13;

DyC 133:17. b Mateo 25:1–13;

DyC 33:17; 133:10, 19. 93 a Mateo 24:30;

Lucas 21:25–27. GEE Señales de los tiempos.

94 a 1 Ne. 13:4–9. b GEE Diablo — La

iglesia del diablo. c Apoc. 17:5.

d Apoc. 14:8. e Mateo 13:38. f DyC 64:23–24;

101:23–25. GEE Tierra — La purificación de la tierra.

95 a DyC 38:12. b Apoc. 6:14. c GEE Segunda venida

de Jesucristo.

87 Porque de aquí a poco tiempo, la a tierra b temblará y se tambaleará como un borracho; y el c sol escon­derá su faz y se negará a dar luz; y la luna será bañada en d sangre; y las e estrellas se irritarán extre­madamente, y se lanzarán hacia abajo como el higo que cae de la higuera.

88 Y después de vuestro testimo­nio vienen la ira y la indignación sobre el pueblo.

89 Porque después de vuestro testimonio viene el testimonio de a terremotos que causarán gemidos en el centro de la tierra, y los hom­bres caerán al suelo y no podrán permanecer en pie.

90 Y también viene el testimo­nio de la a voz de truenos, y la voz de relámpagos, y la voz de tem­pestades, y la voz de las olas del mar que se precipitan allende sus límites.

91 Y todas las cosas estarán en a conmoción; y de cierto, desfalle­cerá el corazón de los hombres, porque el temor vendrá sobre todo pueblo.

92 Y a ángeles volarán por en me­dio del cielo, clamando en voz alta, tocando la trompeta de Dios, di­ciendo: Preparaos, preparaos, oh

habitantes de la tierra, porque el juicio de nuestro Dios ha llegado. He aquí, el b Esposo viene; salid a recibirlo.

93 E inmediatamente aparecerá una a gran señal en el cielo, y todo pueblo la verá juntamente.

94 Y otro ángel tocará su trom­peta, diciendo: Esa a grande b iglesia, la c madre de las abomi­naciones, que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la ira de su d fornicación, que persi­gue a los santos de Dios, que de­rrama su sangre, la misma que se sienta sobre muchas aguas y sobre las islas del mar, he aquí, ella es la e cizaña de la tierra; es atada en haces; sus ligaduras son afianza­das y nadie las puede soltar; por tanto, está presta para ser f que­mada. Y él tocará su trompeta larga y fuertemente, y todas las naciones la oirán.

95 Y habrá a silencio en el cielo por espacio de media hora; e inmedia­tamente después se desplegará el velo del cielo, como un b rollo que se desenvuelve después de haber sido arrollado, y la c faz del Señor será descubierta.

96 Y los santos que se hallen sobre la tierra, que estén vivos,

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:87–96195

Page 206: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

serán vivificados y a arrebatados para recibirlo.

97 Y los que hayan dormido en sus sepulcros a saldrán, porque se­rán abiertos sus sepulcros; y tam­bién ellos serán arrebatados para recibirlo en medio del pilar del cielo.

98 Ellos son de Cristo, las a pri­micias, los que descenderán con él primero, y los que se encuentran en la tierra y en sus sepulcros, que son los primeros en ser arrebata­dos para recibirlo; y todo esto por la voz del son de la trompeta del ángel de Dios.

99 Y después de esto, otro ángel tocará, y será la segunda trom­peta; y entonces viene la reden­ción de los que son de Cristo a su venida, los que han recibido su parte en aquella a prisión pre­parada para ellos, a fin de que recibiesen el evangelio y fuesen b juzgados según los hombres en la carne.

100 Y además, sonará otra trom­peta, que es la tercera trompeta; y entonces vienen los a espíritus de los hombres que han de ser juzgados, y que se hallan bajo b condenación.

101 Y estos son el resto de los a muertos; y no vuelven a vivir sino

hasta que pasen los b mil años, ni volverán a vivir hasta el fin de la tierra.

102 Y sonará otra trompeta, que es la cuarta trompeta, diciendo: Se encuentran entre los que han de quedar hasta ese grande y postrer día, sí, el fin, quienes permanece­rán a sucios aún.

103 Y otra trompeta sonará, la cual es la quinta trompeta, y es el quinto ángel que vuela por en medio del cielo y entrega el a evan­gelio eterno a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos;

104 y este será el sonido de su trompeta, diciendo a todo pue­blo, tanto en el cielo como en la tierra y debajo de la tierra; porque a todo oído lo oirá, y toda rodilla se b doblará, y toda lengua con­fesará, al escuchar el sonido de la trompeta, que dice: c Temed a Dios y dad gloria al que se sienta sobre el trono, para siempre ja­más; porque la hora de su juicio ha llegado.

105 Y además, otro ángel, que es el sexto ángel, tocará su trompeta, diciendo: ¡Ha a caído la que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la ira de su fornicación; ha caído, ha caído!

106 Y otro ángel más, que es el 96 a 1 Tes. 4:16–17. 97 a DyC 29:13; 45:45–46;

133:56. GEE Resurrección.

98 a 1 Cor. 15:23. 99 a DyC 76:73; 138:8.

GEE Salvación de los muertos.

b 1 Pe. 4:6. 100 a Apoc. 20:12–13;

Alma 11:41; DyC 43:18; 76:85.

b GEE Condenación, condenar.

101 a Apoc. 20:5. b GEE Milenio. 102 a GEE Inmundicia,

inmundo. 103 a Apoc. 14:6–7.

GEE Restauración del

Evangelio. 104 a Apoc. 5:13. b Isa. 45:23;

Filip. 2:9–11. c GEE Reverencia;

Temor — Temor de Dios.

105 a Apoc. 14:8; DyC 1:16.

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:97–106 196

Page 207: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

106 a GEE Cordero de Dios. b 1 Cor. 15:25. c Isa. 63:3–4;

Apoc. 19:15; DyC 76:107; 133:50.

107 a GEE Santo (sustantivo). b GEE Gloria celestial. c GEE Exaltación. d DyC 76:95. 108 a Alma 37:25; DyC 1:3. b DyC 77:6–7.

110 a DyC 84:100. b Apoc. 20:1–3;

1 Ne. 22:26; DyC 101:28. GEE Diablo.

c GEE Milenio. 111 a DyC 29:22; 43:30–31. 112 a GEE Miguel. 114 a Apoc. 16:14. 115 a Isa. 14:12–17;

Moisés 4:1–4.

116 a GEE Exaltación; Santificación.

b Apoc. 21:4; Alma 11:45; 12:18; DyC 63:49. GEE Inmortal, inmortalidad.

117 a DyC 109:6. 118 a DyC 88:76–80.

GEE Enseñar. b GEE Sabiduría.

séptimo ángel, tocará su trompeta, diciendo: ¡Consumado es; consu­mado es! El a Cordero de Dios ha b vencido y c pisado él solo el lagar, sí, el lagar del furor de la ira del Dios Omnipotente.

107 Y entonces serán coronados los ángeles con la gloria de la po­tencia de él, y los a santos serán llenos de la b gloria de él, y reci­birán su c herencia y serán hechos d iguales con él.

108 Y entonces el primer ángel hará sonar de nuevo su trompeta en los oídos de todos los vivien­tes, y a revelará los hechos secretos de los hombres y las prodigiosas obras de Dios durante el b primer milenio.

109 Y entonces el segundo ángel tocará su trompeta y revelará las obras secretas de los hombres, y los pensamientos e intenciones de su corazón, y las prodigiosas obras de Dios durante el segundo milenio.

110 Y así, hasta que el séptimo ángel toque su trompeta; y es­tará de pie sobre la tierra y sobre el mar, y jurará en el nombre del que se sienta sobre el trono, que el a tiempo dejará de ser; y b Sata­nás será atado, aquella serpiente antigua que es llamada el diablo,

y no será desatado por espacio de c mil años.

111 Y entonces quedará a suelto por una corta temporada, para reunir a sus ejércitos.

112 Y a Miguel, el séptimo ángel, el arcángel, reunirá a sus ejércitos, sí, las huestes del cielo.

113 Y el diablo reunirá a sus ejér­citos, las huestes del infierno, e irá a la batalla contra Miguel y sus ejércitos.

114 Y entonces viene la a bata­lla del gran Dios; y el diablo y sus ejércitos serán arrojados a su propio lugar, para que nunca más tengan poder sobre los santos.

115 Porque Miguel peleará sus batallas, y vencerá al que a ambi­ciona el trono de aquel que sobre él se sienta, sí, el Cordero.

116 Esta es la gloria de Dios y los a santificados; y nunca más verán la b muerte.

117 Por tanto, de cierto os digo, mis a amigos, convocad vuestra asamblea solemne como os he mandado.

118 Y por cuanto no todos tie­nen fe, buscad diligentemente y a enseñaos el uno al otro pa­labras de b sabiduría; sí, buscad palabras de sabiduría de los

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:107–118197

Page 208: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

mejores c libros; buscad conoci­miento, tanto por el estudio como por la fe.

119 Organizaos; preparad todo lo que fuere necesario; y estableced una a casa, sí, una casa de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa de instrucción, una casa de gloria, una casa de orden, una casa de Dios;

120 para que vuestras entradas sean en el nombre del Señor; vues­tras salidas sean en el nombre del Señor; y todas vuestras salutacio­nes sean en el nombre del Señor, con las manos extendidas hacia el Altísimo.

121 Por consiguiente, a cesad de todas vuestras conversaciones livianas, de toda b risa, de todos vuestros deseos de c concupiscen­cia, de todo vuestro d orgullo y frivolidad y de todos vuestros hechos malos.

122 Nombrad de entre voso­tros a un maestro; y no tomen to­dos la palabra al mismo tiempo, sino hable uno a la vez y escu­chen todos lo que él dijere, para que cuando todos hayan ha­blado, todos sean edificados de todos y cada hombre tenga igual privilegio.

123 Mirad que os a améis los unos a los otros; cesad de ser b codicio­sos; aprended a compartir unos

con otros como el evangelio lo requiere.

124 Cesad de ser a ociosos; cesad de ser impuros; cesad de b criticaros el uno al otro; cesad de dormir más de lo necesario; acostaos temprano para que no os fatiguéis; levan­taos temprano para que vuestros cuerpos y vuestras mentes sean vigorizados.

125 Y sobre todo, vestíos, como con un manto, con el vínculo de la a caridad, que es el vínculo de la perfección y de la b paz.

126 a Orad siempre para que no desmayéis, hasta que yo b venga. He aquí, vendré presto y os tomaré para mí. Amén.

127 Y además, el orden de la casa preparada para la presidencia de la a escuela de los profetas, estable­cida para su instrucción en todas las cosas que les convienen, sí, para todos los b oficiales de la igle­sia, o en otras palabras, aquellos que son llamados al ministerio en la iglesia, comenzando por los su­mos sacerdotes, hasta los diáconos,

128 y este será el orden de la casa de la presidencia de la escuela: El que sea nombrado presidente o maestro ocupará su lugar en la casa que será preparada para él.

129 De manera que será el pri­mero en la casa de Dios, en un lu­gar desde el cual los congregados

118 c DyC 55:4; 109:7, 14. 119 a DyC 95:3; 97:10–17;

109:2–9; 115:8. GEE Templo, Casa del Señor.

121 a DyC 43:34; 100:7. b DyC 59:15; 88:69.

c GEE Carnal. d GEE Orgullo. 123 a GEE Amor. b GEE Codiciar. 124 a GEE Ociosidad, ocioso. b DyC 64:7–10.

GEE Calumnias.

125 a GEE Caridad. b GEE Paz. 126 a GEE Oración. b DyC 1:12. 127 a GEE Escuela de los

profetas. b GEE Oficial, oficio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:119–129 198

Page 209: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

131 a GEE Adorar. 133 a GEE Hermandad. b GEE Hermano(s),

hermana(s).

134 a DyC 97:15–17; 110:7–8.

137 a DyC 50:21–24. 138 a DyC 88:74–75, 84–85.

139 a GEE Lavado, lavamientos, lavar.

141 a GEE Santa Cena. b Juan 13:4–17.

que estén en la casa puedan oír sus palabras atenta y distintamente, sin hablar en voz alta.

130 Y al entrar en la casa de Dios, porque ha de ser el primero en la casa —he aquí, esto es bello, para que sirva él de ejemplo—

131 a entréguese él en oración, de rodillas ante Dios, en señal o me­moria del convenio sempiterno.

132 Y cuando alguien entre des­pués de él, levántese el maestro, y con las manos extendidas direc­tamente hacia el cielo, salude a su hermano o hermanos con estas palabras:

133 ¿Eres hermano, o sois herma­nos? Os saludo en el nombre del Señor Jesucristo, en señal o me­moria del convenio sempiterno, convenio en el cual os recibo en a confraternidad, con una deter­minación que es fija, inalterable e inmutable, de ser vuestro amigo y b hermano por la gracia de Dios en los lazos de amor, de andar con­forme a todos los mandamientos de Dios, irreprensible, con acción de gracias, para siempre jamás. Amén.

134  Y el que sea hallado in­digno de este saludo no tendrá cabida entre vosotros; porque no le permitiréis que a profane mi casa.

135 Y el que entra y es fiel ante mí, y es un hermano, o si son hermanos, saludarán, con las

manos extendidas hacia el cielo, al presidente o al maestro con esta misma oración y convenio, o diciendo Amén, en señal de acuerdo.

136 He aquí, de cierto os digo, esta es una norma para vosotros en cuanto a la manera de salu­daros el uno al otro en la casa de Dios, en la escuela de los profetas.

137 Y se os manda hacer esto con oración y acción de gracias, se­gún lo que os inspire a decir el Espíritu en todos vuestros hechos en la casa del Señor, en la escuela de los profetas, para que llegue a ser un santuario, un tabernáculo del Santo Espíritu para vuestra a edificación.

138 Y no recibiréis entre vosotros a nadie en esta escuela, a menos que esté limpio de la a sangre de esta generación;

139 y será recibido mediante la ordenanza del a lavamiento de los pies, porque para este fin fue instituida.

140 Y además, el presidente o élder presidente de la iglesia ad­ministrará la ordenanza del lava­miento de los pies.

141 Se comenzará con oración; y después de a participar del pan y del vino, ha de ceñirse según el b modelo dado en el capítulo deci­motercero del testimonio de Juan concerniente a mí. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 88:130–141199

Page 210: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

89 1 a GEE Palabra de Sabiduría.

2 a DyC 29:34. GEE Mandamientos de Dios.

3 a DyC 89:18–21. b GEE Santo (sustantivo).

4 a GEE Engañar, engaño. b GEE Combinaciones

secretas. c GEE Amonestación,

amonestar. 5 a Lev. 10:9–11;

Isa. 5:11–12;

1 Cor. 6:10. 6 a DyC 27:1–4. 7 a Prov. 20:1; 23:29–35. 8 a 1 Cor. 3:16–17.

GEE Cuerpo.

1–9, Se proscribe el uso del vino, de las bebidas fuertes, del tabaco y de las bebidas calientes; 10–17, Se decretan las hierbas, las frutas, la carne y el grano para el uso del hombre y de los animales; 18–21, La obediencia a las leyes del Evan-gelio, incluso a la Palabra de Sabi-duría, trae bendiciones temporales y espirituales.

Una a Palabra de Sabiduría para el beneficio del consejo de sumos sacerdotes reunido en Kirtland, y la iglesia, y también los santos de Sion

2 —para ser enviada por vía de salutación; no por mandamiento ni restricción, sino por revela­ción y la palabra de sabiduría, demostrando el orden y la a vo­luntad de Dios en la salvación tem­poral de todos los santos en los últimos días—

3 dada como un principio con a promesa, adaptada a la capacidad del débil y del más débil de todos los b santos, que son o que pueden ser llamados santos.

4  He aquí, de cierto, así os dice el Señor: Por motivo de las a maldades y designios que exis­ten y que existirán en el cora­zón de b hombres conspiradores en los últimos días, os he c amo­nestado y os prevengo, dándoos esta palabra de sabiduría por revelación:

5 Que si entre vosotros hay quien beba a vino o bebidas fuertes, he aquí, no es bueno ni propio a los ojos de vuestro Padre, sino cuando os reunís para ofrecerle vuestros sacramentos.

6 Y he aquí, este debe ser vino, sí, a vino puro de la uva de la vid, de vuestra propia hechura.

7 Y además, las a bebidas fuer­tes no son para el vientre, sino para el lavamiento de vuestros cuerpos.

8 Y además, el tabaco no es para el a cuerpo ni para el vientre, y no es bueno para el hombre, sino que es una hierba para magulladu­ras y para todo ganado enfermo, que se ha de usar con juicio y destreza.

SECCIÓN 89Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 27 de febrero de 1833. El hecho de que algunos hermanos de aquella época usaran tabaco en sus reuniones llevó al Profeta a meditar en el asunto, y consiguientemente preguntó al Señor en cuanto a ello. Esta revelación, conocida como la Palabra de Sabiduría, fue el resultado.

DOCTRINA Y CONVENIOS 89:1–8 200

Page 211: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

10 a Es decir, plantas. Gén. 1:29; DyC 59:17–20.

11 a GEE Acción de gracias, agradecido, agradecimiento.

12 a Gén. 9:3;

Lev. 11:1–8. b 1 Tim. 4:3–4;

DyC 49:18–21. c DyC 59:20. 14 a Dan. 1:6–20. 18 a Prov. 3:8. 19 a GEE Sabiduría.

b GEE Conocimiento; Testimonio.

20 a Isa. 40:31. 21 a DyC 84:80. b Éx. 12:23, 29.

9 Y además, las bebidas calien­tes no son para el cuerpo ni para el vientre.

10 Y además, de cierto os digo que Dios ha dispuesto toda a hierba saludable para la constitución, na­turaleza y uso del hombre:

11 Cada hierba en su sazón y cada fruta en su sazón; todas es­tas para usarse con prudencia y a acción de gracias.

12 Sí, también la a carne de las b bestias y de las aves del cielo, yo, el Señor, he dispuesto para el uso del hombre, con acción de gra­cias; sin embargo, han de usarse c limitadamente;

13 y a mí me complace que no se usen, sino en temporadas de in­vierno, o de frío, o hambre.

14 Se ha dispuesto todo a grano para el uso del hombre y de las bestias, como sostén de vida; no solamente para el hombre, sino para las bestias del campo, las aves del cielo y todo animal silvestre que corre o se arrastra sobre la tierra;

15 y a estos Dios los ha hecho para el uso del hombre, solo en

tiempo de carestía y hambre extremada.

16 Todo grano es bueno para alimentar al hombre, así como también el fruto de la vid; lo que produce fruto, ya sea dentro de la tierra, ya sea arriba de la tierra;

17 sin embargo, el trigo para el hombre, el maíz para el buey, la avena para el caballo, el centeno para las aves, los puercos y toda bestia del campo, y la cebada para todo animal útil y para bebidas moderadas, así como también otros granos.

18  Y todos los santos que se acuerden de guardar y hacer es­tas cosas, rindiendo obediencia a los mandamientos, recibirán a sa­lud en el ombligo y médula en los huesos;

19 y hallarán a sabiduría y gran­des tesoros de b conocimiento, sí, tesoros escondidos;

20 y a correrán sin fatigarse, y an­darán sin desmayar.

21 Y yo, el Señor, les a prometo que el ángel destructor b pasará de ellos, como de los hijos de Israel, y no los matará. Amén.

SECCIÓN 90Revelación dada a José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 8 de marzo de 1833. Esta revelación constituye un paso adi-cional en el establecimiento de la Primera Presidencia (véase el

DOCTRINA Y CONVENIOS 89:9–21201

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90 1 a GEE Perdonar. 2 a DyC 65:2.

GEE Llaves del sacerdocio.

b GEE Reino de Dios o de los cielos.

4 a Hech. 7:38;

Rom. 3:2; Heb. 5:12; DyC 124:39, 126. GEE Profecía, profetizar.

5 a DyC 1:14. b Mateo 7:26–27. 7 a GEE Escuela de los

profetas. 9 a Mateo 19:30;

Éter 13:10–12. b 1 Ne. 13:42;

DyC 107:33; 133:8. 10 a DyC 43:23–27;

88:84, 87–92.

encabezamiento de la sección 81); como consecuencia de ella, los con-sejeros mencionados fueron ordenados el 18 de marzo de 1833.

1–5, Las llaves del reino se han en-tregado a José Smith y, por medio de él, a la Iglesia; 6–7, Sidney Rigdon y Frederick G. Williams han de servir en la Primera Presidencia; 8–11, El Evangelio debe predicarse a las na-ciones de Israel, a los gentiles y a los judíos, y todo hombre lo escuchará en su propia lengua; 12–18, José Smith y sus consejeros deben poner en or-den los asuntos de la Iglesia; 19–37, El Señor exhorta a varias personas a andar rectamente y a servir en Su reino.

Así dice el Señor: De cierto, de cierto te digo, hijo mío, te son a per­donados tus pecados, según tu petición, porque tus oraciones y las oraciones de tus hermanos han llegado a mis oídos.

2 Por tanto, bendito eres de aquí en adelante, tú que posees las a lla­ves del reino que te fueron dadas, b reino que está surgiendo por úl­tima vez.

3 De cierto te digo, las llaves de este reino nunca te serán quitadas mientras estés en el mundo, ni tampoco en el venidero;

4 no obstante, por tu conducto se darán los a oráculos a otro, sí, a la iglesia.

5 Y quienes reciban los oráculos

de Dios, tengan a cuidado de cómo los estiman, no sea que los menos­precien, y con ello incurran en la condenación, y tropiecen y caigan cuando desciendan las tempesta­des y soplen los vientos y vengan las b lluvias, y den con ímpetu con­tra su casa.

6 Y además, de cierto digo a tus hermanos, Sidney Rigdon y Fre­derick G. Williams, que también sus pecados les son perdonados, y se les considera igual que a ti en la posesión de las llaves de este último reino;

7 y también, mediante tu admi­nistración, las llaves de la a escuela de los profetas que he mandado organizar;

8 para que con esto se perfeccio­nen en su ministerio para la sal­vación de Sion, y de las naciones de Israel y cuantos de los gentiles creyeren;

9 para que por tu administra­ción reciban ellos la palabra, y por medio de su administración salga la palabra hasta los cabos de la tierra, a primero a los b gentiles y entonces, he aquí, volverán a los judíos.

10 Y entonces vendrá el día en que el brazo del Señor se a mani­festará con poder para convencer a

DOCTRINA Y CONVENIOS 90:1–10 202

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10 b Gén. 49:22–26; 1 Ne. 15:13–14.

11 a GEE Obra misional. b GEE Llamado,

llamado por Dios, llamamiento; Ordenación, ordenar.

c GEE Sacerdocio. d GEE Consolador. 12 a GEE Ministrar,

ministro. 13 a DyC 107:91–92.

b GEE Escuela de los profetas.

14 a GEE Revelación. b GEE Misterios de Dios. 15 a DyC 88:76–80, 118;

93:53. b DyC 107:99–100;

130:18–19. c GEE Lenguaje (o

lengua). 17 a Rom. 1:16;

2 Ne. 6:13.

b DyC 88:121. GEE Orgullo.

18 a DyC 58:26–29. GEE Ociosidad, ocioso.

b DyC 38:42. 20 a GEE Smith, padre,

Joseph. 21 a GEE Rigdon, Sidney. 22 a DyC 84:112–113. b Jacob 2:17–19.

las naciones, las naciones paganas, la casa de b José, del evangelio de su salvación.

11 Porque acontecerá que en aquel día todo hombre a oirá la plenitud del evangelio en su pro­pia lengua y en su propio idioma, por conducto de los que son b or­denados a este c poder, mediante la administración del d Consolador, derramado sobre ellos para revelar a Jesucristo.

12 Y ahora, de cierto os digo, os doy el mandamiento de con­tinuar en el a ministerio y en la presidencia.

13 Y cuando hayáis terminado la traducción de los profetas, ha­béis de a presidir los asuntos de la iglesia y de la b escuela de allí en adelante;

14 y de cuando en cuando, según lo manifieste el Consolador, reci­bir a revelaciones para aclarar los b misterios del reino;

15 y poner en orden las iglesias, y a estudiar y b aprender, y familia­rizaros con todos los libros bue­nos y con los c idiomas, lenguas y pueblos.

16 Y este será vuestro cargo y misión toda vuestra vida: Presi­dir los consejos y poner en orden

todos los asuntos de esta iglesia y reino.

17 No os a avergoncéis, ni os sin­táis confundidos; mas sed amo­nestados en toda vuestra altivez y b orgullo, porque esto tiende un lazo a vuestras almas.

18 Poned vuestras casas en or­den; apartad lejos de vosotros la a pereza y la b inmundicia.

19 Ahora, de cierto te digo, pre­párese una casa, lo más pronto que sea posible, para la familia de tu consejero y escribiente, a saber, Frederick G. Williams.

20 Y continúe con su familia mi anciano siervo, a Joseph Smith, pa­dre, en la casa donde ahora reside; y no sea vendida hasta que la boca del Señor lo diga.

21 Y permanezca mi consejero, a saber, a Sidney Rigdon, donde ahora reside hasta que la boca del Señor lo diga.

22 Y procure con diligencia el obispo conseguir un a agente; y sea un hombre que tenga ahorradas b riquezas, un hombre de Dios y fuerte en su fe,

23 para que así pueda liquidar toda deuda; a fin de que el alma­cén del Señor no caiga en descré­dito ante los ojos del pueblo.

DOCTRINA Y CONVENIOS 90:11–23203

Page 214: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

24 Escudriñad a diligentemente, b orad siempre, sed creyentes, y c to­das las cosas obrarán juntamente para vuestro bien, si andáis en la rectitud y recordáis el d conve­nio que habéis hecho el uno con el otro.

25 Sean pequeñas vuestras a fami­lias, especialmente la de mi siervo anciano, Joseph Smith, padre, en cuanto al número de los que no son de vuestras familias;

26 a fin de que aquellas cosas que se os han proporcionado para llevar a cabo mi obra no os sean quitadas y dadas a los que no son dignos,

27 y así se os impida cumplir las cosas que os he mandado.

28 Y además, de cierto te digo, es mi voluntad que mi sierva Vienna Jaques reciba dinero para sus gas­tos y suba a la tierra de Sion;

29 y el resto del dinero me sea consagrado, y ella sea recom­pensada en mi propio y debido tiempo.

30 De cierto te digo, me parece conveniente que ella suba a la tie­rra de Sion y reciba una heredad de manos del obispo;

31 para que se establezca en paz, en tanto que sea fiel, y no pase sus días en ocio de allí en adelante.

32 Y he aquí, de cierto te digo que has de escribir este manda­miento y decir a tus hermanos de Sion, con saludo cariñoso, que también te he llamado para a pre­sidir a Sion en mi propio y debido tiempo.

33 Por tanto, cesen de moles­tarme en cuanto a este asunto.

34 He aquí, te digo que tus her­manos que están en Sion empiezan a arrepentirse, y los ángeles se re­gocijan a causa de ellos.

35 No obstante, no estoy bien complacido con muchas cosas; y no estoy bien complacido con mis siervos a William E. McLellin y Sidney Gilbert; y también el obispo y otros tienen mucho de que arrepentirse.

36 Pero de cierto te digo, que yo, el Señor, contenderé con a Sion y litigaré con sus fuertes, y la b dis­ciplinaré hasta que triunfe y se c purifique ante mí.

37 Porque no será quitada de su lugar. Yo, el Señor, lo he decretado. Amén.

24 a GEE Diligencia. b GEE Oración. c Esd. 8:22;

Rom. 8:28; DyC 100:15; 122:7–8.

d GEE Convenio. 25 a Es decir, los pobres que

estaban al cuidado de Joseph Smith padre.

32 a DyC 107:91–92.

35 a DyC 66:1; 75:6–9. 36 a GEE Sion. b GEE Castigar, castigo. c GEE Pureza, puro.

SECCIÓN 91Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 9 de marzo de 1833. En esos días, el Profeta se hallaba ocupado en

DOCTRINA Y CONVENIOS 90:24–37 204

Page 215: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–3, Los libros apócrifos, en su mayoría, se han traducido correc-tamente, pero contienen muchas in-terpolaciones de los hombres que no son verdaderas; 4–6, Beneficia-rán a los que sean iluminados por el Espíritu.

De cierto, así dice el Señor concer­niente a los a libros apócrifos: Con­tienen muchas cosas verdaderas, y en su mayoría se han traducido correctamente;

2 hay muchas cosas en ellos que

no son verdaderas, que son inter­polaciones de los hombres.

3 De cierto os digo, que no es necesario que los libros apócrifos sean traducidos.

4 Por tanto, quien los lea, que a entienda, porque el Espíritu ma­nifiesta la verdad;

5 y el que sea iluminado por el a Espíritu logrará beneficio de ellos;

6 y el que no reciba por medio del Espíritu no puede beneficiarse. Por consiguiente, no es necesario que sean traducidos. Amén.

91 1 a GEE Apócrifos. 4 a GEE Entender,

entendimiento.

5 a GEE Espíritu Santo; Inspiración, inspirar.

92 1 a DyC 82:11, 15–21. GEE Orden Unida.

la traducción del Antiguo Testamento. Habiendo llegado a esa parte de los escritos antiguos que se conoce como los libros apócrifos, se dirigió al Señor y recibió esta instrucción.

SECCIÓN 92Revelación dada a José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 15 de marzo de 1833. En la revelación se le instruye a Frederick G. Williams, que recientemente había sido nombrado consejero de José Smith, en cuanto a sus deberes relacionados con la Firma Unida (véanse los en-cabezamientos de las secciones 78 y 82).

1–2, Un mandamiento concerniente a la admisión en la orden unida.

De cierto, así dice el Señor, doy a la a orden unida, organizada conforme al mandamiento pre­viamente dado, una revelación y mandamiento concerniente a mi siervo Frederick G. Williams, de

admitirlo en la orden. Lo que digo a uno lo digo a todos.

2 Y además, te digo a ti, mi siervo Frederick G. Williams, tú serás un miembro activo en esta orden; y en tanto que seas fiel en guardar todos los mandamientos anterio­res, serás bendecido para siempre. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 91:1–92:2205

Page 216: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

93 1 a GEE Arrepentimiento, arrepentirse; Dignidad, digno.

b Joel 2:32. c GEE Obediencia,

obediente, obedecer. d Éx. 33:11;

DyC 38:7–8; 67:10–12; 88:68; 101:23; 130:3. GEE Consolador.

e TJS 1 Juan 4:12

(Apéndice — Biblia). 2 a Juan 1:4–9;

DyC 14:9; 84:45–47; 88:6–7. GEE Luz, luz de Cristo.

3 a Juan 10:25–38; 17:20–23; DyC 50:43–45.

4 a Mos. 15:1–7. b GEE Jesucristo — Su

autoridad.

c Lucas 1:26–35; 2:4–14; 3 Ne. 1:12–14; Éter 3:14–16.

5 a Juan 5:36; 10:25; 14:10–12.

6 a Juan 1:34. b GEE Jesucristo — La

gloria de Jesucristo. c Juan 20:30–31. 7 a Juan 1:1–3, 14; 17:5;

DyC 76:39.

1–5, Todos los que son fieles verán al Señor; 6–18, Juan dio testimonio de que el Hijo de Dios recibió gracia sobre gracia hasta que recibió la ple-nitud de la gloria del Padre; 19–20, Los hombres fieles que progresen de gracia en gracia también recibirán de Su plenitud; 21–22, Aquellos que son engendrados por medio de Cristo constituyen la Iglesia del Primogé-nito; 23–28, Cristo recibió la pleni-tud de toda la verdad y, por medio de la obediencia, el hombre también puede lograrlo; 29–32, El hombre fue en el principio con Dios; 33–35, Los elementos son eternos y el hombre puede recibir una plenitud de gozo en la Resurrección; 36–37, La gloria de Dios es la inteligencia; 38–40, Los niños son inocentes ante Dios por motivo de la redención de Cristo; 41–53, Se manda a los hermanos que están a la cabeza de la Iglesia poner en orden a sus familias.

De cierto, así dice el Señor: Acon­tecerá que toda alma que a dese­che sus pecados y venga a mí,

b invoque mi nombre, c obedezca mi voz y guarde mis manda­mientos, d verá mi e faz y sabrá que yo soy;

2 y que yo soy la a luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene al mundo;

3 y que soy a en el Padre, y el Pa­dre en mí, y el Padre y yo somos uno,

4 el Padre, a porque me b dio de su plenitud, y el Hijo, porque estuve en el mundo, e hice de la c carne mi tabernáculo y habité entre los hijos de los hombres.

5 Estuve en el mundo y recibí de mi Padre, y sus a obras plenamente se manifestaron.

6 Y a Juan vio la plenitud de mi b gloria y dio testimonio de ella; y la plenitud del c testimonio de Juan más adelante ha de ser revelada.

7 Y él dio testimonio, diciendo: Vi su gloria, que él era en el a principio, antes que el mundo fuese;

8 así que, en el principio era el

SECCIÓN 93Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 6 de mayo de 1833.

DOCTRINA Y CONVENIOS 93:1–8 206

Page 217: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 a GEE Jehová; Jesucristo.

9 a GEE Luz, luz de Cristo.

b GEE Redentor. 10 a Heb. 1:1–3;

DyC 76:24; Moisés 1:31–33.

12 a Filip. 2:6–11. b Juan 1:16–17. 13 a Lucas 2:52. 14 a Lucas 1:31–35;

DyC 6:21. GEE Trinidad — Dios el Hijo.

15 a Juan 1:29–34. b GEE Espíritu Santo. c GEE Paloma, señal

de la. d Mateo 3:16–17. 17 a Mateo 28:18;

Juan 17:2; 1 Pe. 3:22.

b GEE Jesucristo — Su autoridad; Poder.

c GEE Trinidad — Dios el Padre.

19 a Juan 4:21–26; 17:3; Hech. 17:22–25.

GEE Adorar. 20 a DyC 50:28. b Juan 1:16;

DyC 84:36–39. c Juan 17:4–5, 22.

GEE Hombre(s) — Su potencial para llegar a ser como nuestro Padre Celestial.

d GEE Gracia. 21 a Juan 1:1–2;

1 Pe. 1:19–20; Moisés 4:2.

b GEE Primogénito.

a Verbo, porque él era el Verbo, sí, el mensajero de salvación,

9  la a luz y el b Redentor del mundo; el Espíritu de verdad que vino al mundo, porque el mundo fue hecho por él, y en él estaban la vida y la luz de los hombres.

10 Los mundos por él fueron a hechos, y por él los hombres fueron hechos; todas las cosas fueron hechas por él, mediante él y de él.

11 Y yo, Juan, doy testimonio de que vi su gloria, como la gloria del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad, sí, el Espíritu de verdad que vino y moró en la carne, y habitó entre nosotros.

12 Y yo, Juan, vi que no recibió de la a plenitud al principio, mas recibía b gracia sobre gracia;

13 y no recibió de la plenitud al principio, sino que continuó de a gracia en gracia hasta que recibió la plenitud;

14 y por esto fue llamado el a Hijo de Dios, porque no recibió de la plenitud al principio.

15 Y yo, a Juan, doy testimonio, y he aquí, los cielos fueron abier­tos, y el b Espíritu Santo descendió

sobre él en forma de c paloma y reposó sobre él; y vino una voz de los cielos, que decía: Este es mi d Hijo Amado.

16 Y yo, Juan, testifico que re­cibió la plenitud de la gloria del Padre;

17 y recibió a todo b poder, tanto en el cielo como en la tierra, y la gloria del c Padre fue con él, porque moró en él.

18 Y acontecerá que si sois fieles, recibiréis la plenitud del testimo­nio de Juan.

19 Os digo estas palabras para que comprendáis y sepáis cómo a adorar, y sepáis qué adoráis, para que vengáis al Padre en mi nom­bre, y en el debido tiempo recibáis de su plenitud.

20 Porque si guardáis mis a man­damientos, recibiréis de su b ple­nitud y seréis c glorificados en mí como yo lo soy en el Padre; por lo tanto, os digo, recibiréis d gracia sobre gracia.

21 Y ahora, de cierto os digo, yo estuve en el a principio con el Pa­dre, y soy el b Primogénito;

22  y todos los que por me­dio de mí son engendrados, son

DOCTRINA Y CONVENIOS 93:9–22207

Page 218: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

22 a 1 Pe. 5:1; DyC 133:57.

b GEE Gloria celestial. 23 a GEE Hombre(s) — El

hombre, hijo espiritual de nuestro Padre Celestial.

24 a GEE Verdad. b GEE Conocimiento. 25 a DyC 20:35. b Juan 8:44; 2 Ne. 2:18;

Moisés 4:4. 26 a Juan 14:6. 27 a GEE Perfecto. 28 a GEE Obediencia,

obediente, obedecer.

b DyC 50:24; 84:45. GEE Luz, luz de Cristo.

c Juan 17:3; DyC 88:49, 67.

29 a Abr. 3:18. GEE Hombre(s); Vida preterrenal.

b GEE Inteligencia(s). 30 a 2 Ne. 2:13–27. 31 a GEE Albedrío. b Deut. 30:11–14;

DyC 84:23–24. 32 a GEE Luz, luz de Cristo;

Verdad. 33 a DyC 77:2; Abr. 5:7–8.

GEE Hombre(s) — El

hombre, hijo espiritual de nuestro Padre Celestial.

b DyC 131:7–8; 138:17. GEE Resurrección.

34 a 2 Ne. 9:8–10. b GEE Gozo. 35 a DyC 130:22. b 1 Cor. 3:16–17. 36 a GEE Gloria;

Jesucristo — La gloria de Jesucristo.

b DyC 130:18–19; Abr. 3:19. GEE Inteligencia(s).

c DyC 88:6–13.

a partícipes de esa b gloria, y son la iglesia del Primogénito.

23 Vosotros también estuvisteis en el principio a con el Padre; lo que es Espíritu, sí, el Espíritu de verdad;

24 y la a verdad es el b conoci­miento de las cosas como son, como eran y como han de ser;

25 y lo que sea a más o menos que esto es el espíritu de aquel inicuo que fue b mentiroso desde el principio.

26 El Espíritu de a verdad es de Dios. Yo soy el Espíritu de verdad, y Juan dio testimonio de mí, di­ciendo: Él recibió la plenitud de la verdad, sí, aun de toda la verdad;

27 y ningún hombre recibe la a plenitud, a menos que guarde sus mandamientos.

28 El que a guarda sus manda­mientos recibe verdad y b luz, hasta que es glorificado en la verdad y c sabe todas las cosas.

29 También el hombre fue en el a principio con Dios. La b inteligen­cia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser.

30 Toda verdad es independiente para a obrar por sí misma en aque­lla esfera en que Dios la ha colo­cado, así como toda inteligencia; de otra manera, no hay existencia.

31 He aquí, esto constituye el a albedrío del hombre y la conde­nación del hombre; porque b clara­mente les es manifestado lo que existió desde el principio, y no reciben la luz.

32 Y todo hombre cuyo espí­ritu no recibe la a luz está bajo condenación.

33 Porque el hombre es a espíritu. Los b elementos son eternos; y espí­ritu y elemento, inseparablemente unidos, reciben una plenitud de gozo;

34 y cuando están a separados, el hombre no puede recibir una ple­nitud de b gozo.

35 Los a elementos son el taber­náculo de Dios; sí, el hombre es el tabernáculo de Dios, a saber, b templos; y el templo que fuere profanado, Dios lo destruirá.

36 La a gloria de Dios es la b inte­ligencia, o en otras palabras, c luz y verdad.

DOCTRINA Y CONVENIOS 93:23–36 208

Page 219: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

37 a Moisés 1:12–16. GEE Diablo.

38 a GEE Inocencia, inocente.

b Mos. 27:24–26; Moisés 5:9; AdeF 1:3. GEE Redención, redimido, redimir.

c GEE Caída de Adán y Eva.

d Moro. 8:8, 12, 22; DyC 29:46–47.

GEE Salvación — La salvación de los niños pequeños.

39 a Mateo 13:18–19; 2 Cor. 4:3–4; Alma 12:9–11.

b Ezeq. 20:18–19; Alma 3:8. GEE Tradiciones.

40 a GEE Familia — Las responsabilidades de los padres.

42 a 1 Sam. 3:11–13;

DyC 68:25–31. 43 a 1 Tim. 3:4–5. 45 a DyC 84:63; 88:62. 46 a Lev. 25:55;

1 Ne. 21:3–8. GEE Servicio.

47 a DyC 95:1–2. GEE Castigar, castigo.

48 a GEE Familia — Las responsabilidades de los hijos.

49 a 3 Ne. 18:15–21.

37 La luz y la verdad desechan a aquel a inicuo.

38 Todos los espíritus de los hom­bres fueron a inocentes en el princi­pio; y habiéndolo b redimido Dios de la c caída, el hombre llegó a que­dar de nuevo en su estado de in­fancia, d inocente delante de Dios.

39 Y aquel inicuo viene y a des­poja a los hijos de los hombres de la luz y la verdad, por medio de la desobediencia, y a causa de las b tradiciones de sus padres.

40 Pero yo os he mandado criar a vuestros a hijos en la luz y la verdad.

41  Mas de cierto te digo, mi siervo Frederick  G. Williams, que tú has continuado bajo esta condenación;

42 no has a enseñado a tus hi­jos e hijas la luz y la verdad, con­forme a los mandamientos; y aquel inicuo todavía tiene poder sobre ti, y esta es la causa de tu aflicción.

43 Y ahora te doy un manda­miento: Si quieres verte libre, has de poner tu propia casa en a orden, porque hay en tu casa muchas co­sas que no son rectas.

44 De cierto le digo a mi siervo

Sidney Rigdon, que en ciertas cosas no ha guardado los man­damientos en cuanto a sus hijos; por tanto, ponga en orden su casa primero.

45 De cierto le digo a mi siervo José Smith, hijo, o en otras pala­bras, os llamaré a amigos, porque sois mis amigos y tendréis una herencia conmigo

46 —os llamé a siervos por causa del mundo, y sois sus siervos por mi causa—

47 y ahora, de cierto le digo a mi siervo José Smith, hijo: No has guardado los mandamientos, y de­bes ser a reprendido ante el Señor;

48 es necesario que los de tu a familia se arrepientan y abando­nen algunas cosas, y que atiendan con mayor diligencia a tus pala­bras, o serán quitados de su lugar.

49 Lo que digo a uno lo digo a todos; a orad en todo tiempo, no sea que aquel inicuo logre po­der en vosotros y os quite de vuestro lugar.

50 Mi siervo Newel K. Whitney, obispo de mi iglesia, también tiene necesidad de ser reprendido, y de poner en orden a su familia, y procurar que sean más diligentes

DOCTRINA Y CONVENIOS 93:37–50209

Page 220: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

y atentos en el hogar, y que oren siempre, o serán quitados de su a lugar.

51 Ahora os digo, mis amigos, emprenda su viaje con rapidez mi siervo Sidney Rigdon, y también proclame el a año agradable del Señor y el evangelio de salvación, conforme a las palabras que yo le dé; y por vuestra oración unánime de fe lo sostendré.

52  Y apresúrense también mis siervos José Smith, hijo, y

Frederick G. Williams, y les será dado según la oración de fe; y si guardáis mis palabras, no seréis confundidos en este mundo ni en el venidero.

53 Y de cierto os digo, es mi voluntad que os deis prisa para a traducir mis Escrituras y para b adquirir un c conocimiento de la historia, y de los países y de los reinos, y de las leyes de Dios y de los hombres, y todo esto para la salvación de Sion. Amén.

50 a DyC 64:40. 51 a Lucas 4:19. 53 a GEE José Smith,

Traducción de (TJS).

b DyC 88:76–80, 118. c GEE Conocimiento.94 1 a DyC 93:45. b GEE Estaca.

2 a DyC 52:14–15. 3 a DyC 107:9, 22.

1–9, Un mandamiento relacionado con la construcción de una casa para la obra de la Presidencia; 10–12, Se ha de edificar una casa para imprimir; 13–17, Se señalan ciertas heredades.

Y además, de cierto os digo, mis a amigos, os mando dar principio a la obra de proyectar y preparar el comienzo y fundación de la ciu­dad de la b estaca de Sion, aquí en la tierra de Kirtland, principiando por mi casa.

2 Y he aquí, debe hacerse según el a modelo que os he dado.

3 Conságreseme el primer solar hacia el sur a fin de edificarle una casa a la presidencia, para la obra

de la presidencia, de recibir reve­laciones; y para la obra del minis­terio de la a presidencia en todas las cosas pertenecientes a la iglesia y al reino.

4 De cierto os digo, que el salón interior medirá cincuenta y cinco pies de ancho por sesenta y cinco de largo.

5 Habrá un salón abajo y otro arriba, conforme al modelo que después os será dado.

6 Y se dedicará al Señor desde su fundamento, según el orden del sacerdocio, de acuerdo con el modelo que os será indicado más adelante.

7 Y se dedicará íntegramente

SECCIÓN 94Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 2 de agosto de 1833. Hyrum Smith, Reynolds Cahoon y Jared Carter son nombrados para formar un comité de construcción de la Iglesia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 93:51–94:7 210

Page 221: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 a Lucas 19:45–46; DyC 109:16–20.

b 1 Rey. 8:10–11. GEE Gloria.

9 a DyC 97:15–17.

10 a DyC 104:58–59. b GEE José Smith,

Traducción de (TJS).95 1 a Deut. 11:1–8;

Prov. 13:18;

Heb. 12:5–11; Hel. 15:3; DyC 101:4–5; 105:6. GEE Castigar, castigo.

al Señor para la obra de la presidencia.

8 Y no consentiréis que ninguna a cosa inmunda entre en ella; y mi b gloria estará allí, y mi presencia estará allí.

9 Mas si entrare allí alguna a cosa inmunda, mi gloria no estará allí, ni mi presencia entrará en ella.

10 Y además, de cierto os digo, se me dedicará el segundo solar hacia el sur a fin de que se me edi­fique una casa para el trabajo de a imprimir la b traducción de mis Escrituras y cualquiera otra cosa que os mande.

11 Y el salón interior será de cin­cuenta y cinco pies de ancho por sesenta y cinco de largo, y habrá un salón abajo y otro arriba.

12 Y esta casa será consagrada totalmente al Señor desde sus

cimientos, para la obra de impri­mir, en todas las cosas que yo os mande, para que sea santa, sin mancha, de acuerdo con el mo­delo en todas las cosas según os sea dado.

13 Y en el tercer solar, mi siervo Hyrum Smith recibirá su heredad.

14 Y en los solares primero y se­gundo hacia el norte, mis siervos Reynolds Cahoon y Jared Carter recibirán sus heredades,

15 para que hagan la obra que les he señalado, de formar un co­mité para construir mis casas, de acuerdo con el mandamiento que yo, Dios el Señor, os he dado.

16 No se han de edificar estas dos casas hasta que os dé un manda­miento en cuanto a ellas.

17 Y ahora no os doy más en esta ocasión. Amén.

SECCIÓN 95Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 1º de junio de 1833. Esta revelación es una continuación de las ins-trucciones divinas de edificar una casa de adoración e instrucción, la casa del Señor (véase la sección 88:119–136).

1–6, Se reprende a los santos por no haber construido la casa del Se-ñor; 7–10, El Señor desea usar Su casa para investir a los de Su pue-blo con poder de lo alto; 11–17, La casa se ha de dedicar como sitio de

adoración y para la escuela de los Apóstoles.

De cierto, así dice el Señor a vo­sotros a quienes amo, y a los que amo también a disciplino

DOCTRINA Y CONVENIOS 94:8–95:1211

Page 222: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1 b GEE Perdonar. c 1 Cor. 10:13. d GEE Tentación, tentar. 3 a Hageo 1:7–11;

DyC 88:119. GEE Templo, Casa del Señor.

4 a Jacob 5:61–75; DyC 24:19; 33:3–4. GEE Viña del Señor.

b Isa. 28:21; DyC 101:95.

c Prov. 1:23;

Joel 2:28; DyC 19:38. GEE Dones del Espíritu; Espíritu Santo.

5 a Mateo 20:16; DyC 105:35–37; 121:34–40. GEE Elección.

6 a GEE Tinieblas espirituales.

7 a DyC 88:70, 74–82, 117–120.

b GEE Ayunar, ayuno. c GEE Jehová. d GEE Creación, crear. 8 a DyC 38:32; 39:15;

43:16; 110:9–10. GEE Investidura.

9 a Lucas 24:49. 10 a GEE Contención,

contienda. b GEE Escuela de los

profetas. 12 a Juan 15:10. b 1 Juan 2:10, 15.

para que les sean b perdonados sus pecados, porque con la disciplina preparo un medio para c librarlos de la d tentación en todas las cosas, y yo os he amado.

2 Es necesario, pues, que seáis disciplinados y quedéis reprendi­dos delante de mi faz;

3 porque habéis cometido un pe­cado muy grave contra mí, al no haber considerado en todas las co­sas el gran mandamiento que os he dado concerniente a la edificación de mi a casa;

4 para la preparación con la cual me propongo preparar a mis após­toles para que a poden mi viña por última vez, a fin de que realice mi b obra extraña, para que c derrame mi Espíritu sobre toda carne.

5 Mas he aquí, de cierto os digo que hay entre vosotros muchos que han sido ordenados, a quienes he llamado, pero pocos de ellos son a escogidos.

6  Los que no son escogidos han cometido un pecado muy grave, pues andan en a tinieblas al mediodía.

7 Y por esta causa os di el manda­miento de convocar vuestra a asam­blea solemne, a fin de que vuestros

b ayunos y vuestros lamentos suban a los oídos del Señor de c Sabaot, que interpretado quiere decir el d creador del primer día, el princi­pio y el fin.

8 Sí, de cierto os digo, os mandé edificar una casa, en la cual me propongo a investir con poder de lo alto a los que he escogido;

9 porque esta es la a promesa del Padre para vosotros; por tanto, os mando permanecer, así como mis apóstoles en Jerusalén.

10 No obstante, mis siervos co­metieron un pecado muy grave; y surgieron a contenciones en la b escuela de los profetas, lo cual me acongojó mucho, dice vuestro Señor; por consiguiente, les mandé salir para que fueran disciplinados.

11 De cierto os digo, es mi vo­luntad que edifiquéis una casa. Si guardáis mis mandamientos, ten­dréis poder para construirla.

12 Si no a guardáis mis manda­mientos, el b amor del Padre no permanecerá con vosotros; por tanto, andaréis en tinieblas.

13 Ahora, he aquí sabiduría y la voluntad del Señor: Edifíquese la casa, no según la manera del mundo, porque no os permito

DOCTRINA Y CONVENIOS 95:2–13 212

Page 223: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

vivir conforme a la manera del mundo;

14 edificadla, pues, de acuerdo con el modelo que mostraré a tres de vosotros, a quienes nombraréis y ordenaréis a este poder.

15 Y el tamaño del salón será de cincuenta y cinco pies de ancho por sesenta y cinco de largo, en la parte interior.

16 Y me dedicaréis la parte baja del salón interior para vuestras

ofrendas sacramentales y para vuestra predicación, vuestros ayu­nos y oraciones, y para a ofrecerme vuestros más santos deseos, dice vuestro Señor.

17 Y dedicadme la parte supe­rior del salón para la escuela de mis apóstoles, dice el Hijo a Ah­mán; o en otras palabras, Alfa; o en otras palabras, Omega; a sa­ber, Jesucristo vuestro b Señor. Amén.

16 a DyC 59:9–14. 17 a DyC 78:20. b GEE Señor.

96 1 a Isa. 33:20; 54:2. GEE Estaca.

4 a DyC 78:3–4.

GEE Orden Unida.

SECCIÓN 96Revelación dada a José Smith el Profeta en la cual se indica el orden de la ciudad o estaca de Sion de Kirtland, Ohio, el 4 de junio de 1833. Se dio de ejemplo a los santos radicados en Kirtland. La ocasión fue una conferencia de sumos sacerdotes, y el tema principal que se consideró fue la manera de disponer de ciertos terrenos, conocidos como la ha-cienda French, que la Iglesia poseía cerca de Kirtland. En vista de que en la conferencia no se pudo llegar a un acuerdo en cuanto a quién debía hacerse cargo de la hacienda, todos consintieron en consultar al Señor en cuanto al asunto.

1, La Estaca de Sion de Kirtland debe fortalecerse; 2–5, El obispo es el que ha de dividir las heredades de los santos; 6–9, John Johnson ha de ser miembro de la orden unida.

He aquí, os digo, os muestro sabi­duría para que sepáis cómo obrar concerniente a este asunto, porque me es conveniente que se forta­lezca a esta estaca que he estable­cido para la fuerza de Sion.

2 Por tanto, hágase cargo mi siervo Newel K. Whitney del lugar

que se os ha señalado, sobre el cual me propongo edificar mi santa casa.

3 Y además, divídase en solares, según fuere prudente, para el be­neficio de los que buscan hereda­des, conforme a lo que determinéis entre vosotros en concilio.

4 Tened cuidado, pues, de aten­der a este asunto y a la porción que sea necesaria para el beneficio de mi a orden, con objeto de llevar mi palabra a los hijos de los hombres.

5 Porque he aquí, de cierto os digo, esto es lo que me es más

DOCTRINA Y CONVENIOS 95:14–96:5213

Page 224: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

7 a GEE José hijo de Jacob.97 1 a GEE Sion.

2 a Mateo 5:5; Mos. 3:19.

conveniente, que salga mi pa­labra a los hijos de los hombres con objeto de sojuzgar sus cora­zones para vuestro bien. Así sea. Amén.

6 Y además, de cierto os digo, que me es prudente y oportuno que mi siervo John Johnson, cuya ofrenda he aceptado y cuyas oraciones he oído, a quien hago promesa de vida eterna, si guarda mis manda­mientos desde ahora en adelante

7 —porque es descendiente de

a José y partícipe de las bendicio­nes de la promesa hecha a sus padres—

8 de cierto os digo, me es opor­tuno que sea miembro de la orden, para que ayude a llevar mi palabra a los hijos de los hombres.

9 Por tanto, lo ordenaréis para esta bendición, y procurará dili­gentemente liquidar los graváme­nes que pesan sobre la casa que se os ha señalado, para que él more en ella. Así sea. Amén.

SECCIÓN 97Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 2 de agosto de 1833. Esta revelación se refiere particularmente a los asuntos de los santos que se hallaban en Sion, condado de Jack-son, Misuri, en respuesta a la petición del Profeta al Señor de que les proporcionara información. En esos días, los miembros de la Iglesia establecidos en Misuri estaban pasando por una severa persecución y, el 23 de julio de 1833, se les había obligado a firmar un acuerdo de salir del condado de Jackson.

1–2, Muchos de los santos radicados en Sion (condado de Jackson, Misuri) son bendecidos por su fidelidad; 3–5, Se encomia a Parley P. Pratt por sus tareas en la escuela de Sion; 6–9, Aquellos que cumplen sus convenios son aceptados por el Señor; 10–17, Se ha de construir en Sion una casa en donde los puros de corazón verán a Dios; 18–21, Sion es los puros de corazón; 22–28, Sion se librará del azote del Señor si es fiel.

De cierto os digo, mis amigos, os hablo con mi voz, que es la voz

de mi Espíritu, para mostraros mi voluntad concerniente a vuestros hermanos en la tierra de a Sion, muchos de los cuales son verda­deramente humildes y procuran diligentemente adquirir sabiduría y hallar la verdad.

2 De cierto, de cierto os digo, ben­ditos son, porque prevalecerán; pues yo, el Señor, manifiesto mi­sericordia a todos los a mansos, y a cuantos sea mi voluntad, a fin de que yo sea justificado cuando los traiga a juicio.

3  He aquí, concerniente a la

DOCTRINA Y CONVENIOS 96:6–97:3 214

Page 225: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

3 a GEE Escuela de los profetas.

b GEE Pratt, Parley Parker. 6 a GEE Castigar, castigo. 7 a Mateo 3:10. b Lucas 6:43–45;

Alma 5:36, 52; 3 Ne. 14:15–20.

8 a GEE Corazón quebrantado.

b GEE Honestidad,

honradez. c DyC 64:34. d GEE Sacrificios. e DyC 52:15; 132:50. 10 a DyC 57:3; 88:119;

124:51. b DyC 115:14–16. 12 a GEE Diezmar, diezmo. b GEE Templo, Casa del

Señor. 13 a GEE Acción de

gracias, agradecido, agradecimiento.

14 a GEE Entender, entendimiento.

b GEE Reino de Dios o de los cielos.

c GEE Llaves del sacerdocio.

15 a DyC 94:9; 109:20–21. b Hageo 2:7;

DyC 84:5.

a escuela en Sion, os digo que yo, el Señor, estoy bien complacido con que exista una escuela en Sion, y también con mi siervo b Parley P. Pratt, porque permanece en mí.

4 Y si persevera en mí, seguirá presidiendo la escuela en la tierra de Sion hasta que yo le dé otros mandamientos.

5 Y lo bendeciré con multiplici­dad de bendiciones en la expo­sición de todas las Escrituras y misterios para la edificación de la escuela y de la iglesia en Sion.

6 Y en cuanto al resto de la es­cuela, yo, el Señor, estoy dis­puesto a ser misericordioso; no obstante, hay quienes deben ser a disciplinados, y sus obras serán descubiertas.

7 El a hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen b fruto será cortado y echado en el fuego. Yo, el Señor, lo he declarado.

8 De cierto os digo, que todos los que de entre ellos saben que su a corazón es b sincero y está quebrantado, y su espíritu es contrito, y están c dispuestos a cumplir sus convenios con d sacri­ficio, sí, cualquier sacrificio que yo, el Señor, mandare, estos son e aceptados por mí.

9 Porque yo, el Señor, los haré producir como un árbol muy fruc­tífero plantado en buena tierra, junto a un arroyo de aguas puras, que produce mucho fruto precioso.

10 De cierto os digo, es mi volun­tad que se me edifique una a casa en la tierra de Sion, semejante al b modelo que os he dado.

11 Sí, edifíquese cuanto antes con los diezmos de mi pueblo.

12 He aquí, este es el a diezmo y el sacrificio que yo, el Señor, requiero de las manos de ellos, a fin de que se me edifique una b casa para la salvación de Sion;

13 un lugar de a acción de gracias para todos los santos, y un sitio de instrucción para todos aquellos que son llamados a la obra del mi­nisterio en sus varios llamamientos y oficios;

14 a fin de que se perfeccionen en el a entendimiento de su minis­terio, en teoría, en principio y en doctrina, en todas las cosas perte­necientes al b reino de Dios sobre la tierra, las c llaves del cual se os han conferido.

15 Y si mi pueblo me edifica una casa en el nombre del Señor, y no permite que entre en ella ninguna a cosa inmunda para profanarla, mi b gloria descansará sobre ella.

DOCTRINA Y CONVENIOS 97:4–15215

Page 226: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

16 a DyC 110:1–10. b Mateo 5:8;

DyC 67:10–13; 88:68. GEE Pureza, puro.

18 a DyC 90:24; 100:15. 19 a Isa. 60:14; Zac. 2:10–12;

DyC 45:66–70; 49:10. b GEE Nueva Jerusalén.

20 a 2 Sam. 22:3. 21 a Moisés 7:18.

GEE Pureza, puro; Sion. 22 a GEE Venganza. 23 a Isa. 28:14–19;

DyC 45:31. 25 a 2 Ne. 6:13–18;

DyC 63:34; JS—M 1:20.

26 a DyC 84:54–59. b Lucas 21:10–13. c Mal. 4:1–3;

3 Ne. 21:20–21. d Joel 1:15–20. 27 a Ezeq. 18:27. 28 a GEE Bendecido,

bendecir, bendición.

16 Sí, y mi a presencia estará allí, porque vendré a ella; y todos b los de corazón puro que allí entren verán a Dios.

17 Mas si fuere profanada, no vendré a ella, ni mi gloria estará allí; porque no entraré en templos impuros.

18 Y ahora bien, he aquí, si Sion hace estas cosas, a prosperará, y se ensanchará y llegará a ser gloriosa en extremo, y muy grande y muy terrible.

19 Y las a naciones de la tierra la honrarán y dirán: Ciertamente b Sion es la ciudad de nuestro Dios, e indudablemente Sion no puede caer ni ser quitada de su lugar, porque Dios está allí, y la mano del Señor está allí;

20 y él ha jurado por el poder de su fuerza ser su salvación y su alto a refugio.

21 Por tanto, de cierto, así dice el Señor: Regocíjese Sion, porque esta es a Sion: los puros de cora­zón; por consiguiente, regocíjese Sion mientras se lamentan todos los inicuos.

22 Porque he aquí, la a venganza vendrá pronto sobre los impíos,

como el torbellino; y, ¿quién podrá escapar de ella?

23 El a azote del Señor pasará de noche y de día, y su rumor afligirá a todo pueblo; sí, y no cesará hasta que venga el Señor;

24 porque se ha encendido la in­dignación del Señor en contra de sus abominaciones y todas sus obras inicuas.

25 Sin embargo, Sion a escapará si procura hacer todo lo que le he mandado.

26 Mas si no procura hacer lo que le he mandado, la a visitaré según todas sus obras, con penosa aflic­ción, con b pestilencia, con plagas, con la espada, con c venganza y d fuego devorador.

27 Sin embargo, léasele a sus oí­dos esta sola vez, que yo, el Señor, he aceptado su ofrenda; y si no peca más, a ninguna de estas cosas le sobrevendrá;

28 y la a bendeciré con bendicio­nes, y multiplicaré una multipli­cidad de bendiciones sobre ella y sobre sus generaciones para siem­pre jamás, dice el Señor, vuestro Dios. Amén.

SECCIÓN 98Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 6 de agosto de 1833. Esta revelación vino como consecuencia de la persecución

DOCTRINA Y CONVENIOS 97:16–28 216

Page 227: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

98 1 a DyC 68:6. b GEE Acción de

gracias, agradecido, agradecimiento.

2 a Sal. 27:14;

Isa. 30:18–19; DyC 133:45.

3 a DyC 122:7. GEE Adversidad.

5 a 1 Pe. 2:13–14;

DyC 58:21; 134:5. b DyC 101:77–80; 109:54.

GEE Constitución; Libertad, libre.

1–3, Las aflicciones que padezcan los santos serán para su bien; 4–8, Los santos deben apoyar la ley constitu-cional del país; 9–10, Se debe apoyar a hombres honrados, sabios y rectos para el gobierno secular; 11–15, Aquellos que pierdan su vida en la causa del Señor tendrán vida eterna; 16–18, Renunciad a la guerra y proclamad la paz; 19–22, Se reprende a los santos que viven en Kirtland y se les manda que se arrepientan; 23–32, El Señor revela Sus leyes concernientes a las persecuciones y aflicciones que se im-ponen sobre Su pueblo; 33–38, La gue-rra se justifica únicamente cuando el Señor la ordena; 39–48, Los santos deben perdonar a sus enemigos, los cuales, si se arrepienten, también se librarán de la venganza del Señor.

De cierto os digo, mis amigos, a no temáis, consuélense vuestros cora­zones; sí, regocijaos para siempre, y en todas las cosas dad b gracias;

2 a esperando pacientemente en el Señor, porque vuestras oraciones

han entrado en los oídos del Señor de Sabaot, y están inscritas con este sello y testimonio: El Señor ha jurado y decretado que serán otorgadas.

3 Por lo tanto, él os concede esta promesa, con un convenio inmu­table de que serán cumplidas; y todas las cosas con que habéis sido a afligidos obrarán juntamente para vuestro bien y para la gloria de mi nombre, dice el Señor.

4 Y ahora, de cierto os digo, con­cerniente a las leyes del país, es mi voluntad que mi pueblo procure hacer todo cuanto yo le mande.

5 Y la a ley del país que es b cons­titucional, que apoya ese principio de libertad en la preservación de derechos y privilegios, pertenece a toda la humanidad y es justifi­cable ante mí.

6 Por tanto, yo, el Señor, os jus­tifico, así como a vuestros herma­nos de mi iglesia, en apoyar la que fuere la ley constitucional del país;

7 y en cuanto a la ley del hombre,

de que eran objeto los santos en Misuri. El aumento de asentamientos de miembros de la Iglesia en Misuri preocupó a otros pobladores, quienes se sintieron amenazados ante el número de los santos, las influencias políticas y económicas, así como las diferencias culturales y religiosas. En julio de 1833, un populacho destruyó propiedades de la Iglesia, cubrió con brea y plumas a dos miembros de la Iglesia y demandó que los santos se fueran del condado de Jackson. Aunque indudablemente habían llegado al Pro-feta en Kirtland algunas noticias de los problemas que había en Misuri (a una distancia de casi 1.450 kilómetros), no habría podido enterarse de la gravedad de la situación en esta fecha, sino por medio de la revelación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 98:1–7217

Page 228: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

8 a Juan 8:32; 2 Cor. 3:17. GEE Albedrío; Libertad, libre.

9 a Prov. 29:2. 10 a GEE Honestidad,

honradez. 11 a Deut. 8:3;

Mateo 4:4; DyC 84:43–44.

12 a Isa. 28:10;

DyC 42:61. b Abr. 3:25–26. 13 a Lucas 9:24;

DyC 101:35–38; 103:27–28. GEE Mártir, martirio.

14 a Neh. 4:14; DyC 122:9.

b DyC 124:55. c Apoc. 2:10;

DyC 136:31, 39.

16 a Alma 48:14. GEE Pacificador.

b GEE Guerra. c GEE Paz. d Mal. 4:5–6;

DyC 2:1–2. 17 a GEE Judíos. 18 a Juan 14:2;

DyC 59:2; 76:111; 81:6.

lo que sea más o menos que esto, del mal proviene.

8 Yo, Dios el Señor, os hago a li­bres; por consiguiente, sois verda­deramente libres; y la ley también os hace libres.

9 Sin embargo, cuando los a ini­cuos gobiernan, el pueblo se lamenta.

10 Por tanto, debe buscarse dili­gentemente a hombres a honrados y sabios, y a hombres buenos y sa­bios debéis esforzaros por apoyar; de lo contrario, lo que sea menos que esto del mal procede.

11 Y os doy un mandamiento, que vosotros desechéis todo lo malo y os alleguéis a todo lo bueno, y que viváis de acuerdo con toda a palabra que sale de la boca de Dios.

12 Porque él a dará a los fieles línea sobre línea, precepto tras precepto; y en esto os b pondré a prueba y os probaré.

13 Y el que a diere su vida en mi causa, por mi nombre, la hallará otra vez, sí, vida eterna.

14 No a temáis, pues, a vuestros enemigos, porque he decretado en mi corazón b probaros en todas las cosas, dice el Señor, para ver si permanecéis en mi convenio aun

hasta la c muerte, a fin de que seáis hallados dignos.

15 Porque si no permanecéis en mi convenio, no sois dignos de mí.

16 Por tanto, a renunciad a la b gue­rra y proclamad la c paz, y procu­rad diligentemente hacer d volver el corazón de los hijos a sus padres, y el corazón de los padres a los hijos;

17 y además, el corazón de los a judíos a los profetas, y los pro­fetas a los judíos; no sea que yo venga y hiera toda la tierra con una maldición, y toda carne sea consumida ante mí.

18 No se turbe vuestro corazón, porque en la casa de mi Padre a mu­chas moradas hay, y he preparado lugar para vosotros; y donde mi Padre y yo estamos, allí también estaréis vosotros.

19 He aquí, yo, el Señor, no es­toy bien complacido con muchos de los que son de la iglesia en Kirtland;

20 porque no abandonan sus pe­cados, ni sus malas costumbres, ni el orgullo de sus corazones, ni su codicia ni todas sus cosas abomi­nables, para observar las palabras de sabiduría y de vida eterna que yo les he dado.

21 De cierto os digo, que yo, el

DOCTRINA Y CONVENIOS 98:8–21 218

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21 a Mos. 23:21; Hel. 12:3. GEE Castigar, castigo.

22 a GEE Obediencia, obediente, obedecer.

b Mateo 16:17–18;

DyC 33:12–13. 23 a Lucas 6:29;

Alma 43:46–47. GEE Persecución, perseguir.

24 a Mateo 7:1–2.

26 a GEE Paciencia. 28 a GEE Amonestación,

amonestar. 32 a DyC 27:10. 33 a Deut. 20:10;

Alma 48:14–16.

Señor, los a disciplinaré y haré lo que yo tenga a bien, si no se arre­pienten y observan todo lo que les he dicho.

22 Y de nuevo os digo, si procu­ráis a hacer todo lo que os mando, yo, el Señor, apartaré toda ira e in­dignación de vosotros, y las b puer­tas del infierno no prevalecerán en contra de vosotros.

23 Ahora os hablo concerniente a vuestras familias: Si los hom­bres os a hieren a vosotros o a vuestras familias una vez, y lo so­portáis con paciencia, sin injuriar­los ni procurar vengaros, seréis recompensados;

24 mas si no lo soportáis con paciencia, os será contado por medida justa a impart ida a vosotros.

25 Y además, si vuestro ene­migo os hiere por segunda vez, y no injuriáis a vuestro enemigo, mas lo soportáis pacientemente, vuestra recompensa será cien tantos más;

26 y además, si os hiere por ter­cera vez, y lo soportáis con a pa­ciencia, vuestra recompensa os será cuadruplicada;

27 y estos tres testimonios acu­sarán a vuestro enemigo si no se arrepiente, y no serán borrados.

28 Y ahora, de cierto os digo, si dicho enemigo se escapa de mi venganza, de modo que no es

traído a juicio delante de mí, en­tonces os aseguraréis de a advertirle en mi nombre que no venga más contra vosotros, ni contra vuestra familia, ni tampoco contra los hijos de vuestros hijos hasta la tercera y la cuarta generación.

29 Y si entonces viene contra vo­sotros o vuestros hijos, o los hijos de vuestros hijos hasta la tercera o la cuarta generación, entregaré a vuestro enemigo en vuestras manos;

30 y entonces si lo perdonáis, se­réis recompensados por vuestra rectitud; y también vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos, hasta la tercera y la cuarta generación.

31 Sin embargo, está en vuestras manos; y si le pagáis de acuerdo con sus obras, quedáis justifica­dos; si ha atentado contra vues­tra vida, y peligra vuestra vida a causa de él, vuestro enemigo está en vuestras manos y quedáis justificados.

32 He aquí, esta es la ley que di a mi siervo Nefi, y a tus a padres José, y Jacob, e Isaac, y Abraham, y a todos mis profetas y apóstoles antiguos.

33 Y además, esta es la a ley que di a mis antiguos: que no salie­sen a la guerra contra ninguna nación, tribu, lengua o pue­blo, salvo que yo, el Señor, se lo mandara.

DOCTRINA Y CONVENIOS 98:22–33219

Page 230: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

34 a DyC 105:38–41. 37 a Josué 23:10;

Isa. 49:25. 40 a Mateo 18:21–22;

DyC 64:9–11. GEE Perdonar.

45 a Morm. 8:20. 46 a Deut. 5:9–10.

47 a Mos. 7:33; Morm. 9:6.

48 a Ezeq. 18:19–23.

34 Y si alguna nación, lengua o pueblo proclamaba la guerra en contra de ellos, primero izaran un estandarte de a paz a esa nación, lengua o pueblo;

35 y si ese pueblo no aceptaba la oferta de paz, ni la segunda, ni la tercera vez, habían de traer estos testimonios ante el Señor;

36 entonces, yo, el Señor, les daba un mandamiento, y los justificaba para salir a luchar contra esa na­ción, lengua o pueblo.

37 Y yo, el Señor, a peleaba sus ba­tallas, y las batallas de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, hasta que se vengaban de todos sus enemi­gos, hasta la tercera y la cuarta generación.

38 He aquí, esta es la norma para todo pueblo, dice el Señor tu Dios, para que haya justificación delante de mí.

39 Y además, de cierto os digo, que si vuestro enemigo, después de haber venido contra vosotros la primera vez, se arrepiente y viene a vosotros a pediros perdón, lo perdonaréis, y no lo tendréis por más tiempo como testimonio con­tra él;

40 y así hasta la segunda y la tercera vez; y cuantas veces vues­tro enemigo se arrepienta de las ofensas que haya cometido contra vosotros, lo a perdonaréis, hasta se­tenta veces siete.

41  Y si os agravia y no se

arrepiente la primera vez, aun así lo perdonaréis.

42 Y si os agravia la segunda vez, y no se arrepiente, aun así habéis de perdonarlo.

43 Y si os agravia por tercera vez, y no se arrepiente, también habéis de perdonarlo.

44 Mas si os agravia la cuarta vez, no lo habéis de perdonar, sino que traeréis estos testimonios ante el Señor; y no serán borrados hasta que se arrepienta y os reponga con cuatro tantos en todas las cosas en que él os haya agraviado.

45 Y si hace esto, lo perdonaréis de todo corazón; y si no lo hace, yo, el Señor, os a vengaré de vuestro enemigo cien veces;

46 y de sus hijos, y de los hijos de los hijos de todos los que me odien, hasta la a tercera y la cuarta generación.

47 Mas si los hijos se arrepienten, o los hijos de sus hijos, y se a tor­nan al Señor su Dios, con todo su corazón, alma, mente y fuerza, y restituyen con cuatro tantos todas sus ofensas que cometieron ellos o sus padres, o los padres de sus pa­dres, entonces se apartará de ellos vuestra indignación;

48 y no vendrá más sobre ellos la a venganza, dice el Señor vuestro Dios, y sus ofensas nunca más se­rán presentadas como testimonio en contra de ellos ante el Señor. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 98:34–48 220

Page 231: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

99 1 a GEE Persecución, perseguir.

2 a Mateo 10:40. b 1 Cor. 2:4–5. 3 a Mateo 18:1–6. b GEE Reino de Dios o

de los cielos. c GEE Misericordia,

misericordioso. 4 a Juan 12:44–50. b DyC 75:19–22. 5 a DyC 1:11–14.

b Judas 1:14–15. GEE Jesucristo — Es juez.

8 a Mateo 19:29.

1–8, John Murdock es llamado a pro-clamar el Evangelio, y quienes le re-ciban, reciben al Señor y obtendrán misericordia.

He aquí, así dice el Señor a mi siervo John Murdock: Eres llamado para ir a las regiones del este, de casa en casa, de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, a proclamar mi evangelio sempiterno a sus ha­bitantes, en medio de la a persecu­ción e iniquidad.

2 Y el que te a reciba, me recibe a mí; y tendrás el poder para decla­rar mi palabra con la b demostra­ción de mi Santo Espíritu.

3 Y quienes te reciban a como ni­ños pequeños, recibirán mi b reino; y benditos son, porque alcanzarán c misericordia.

4 Y quienes te rechacen, serán a rechazados de mi Padre y de su casa, y limpiarás tus b pies en lu­gares secretos por el camino como testimonio contra ellos.

5 Y he aquí, a vengo pronto para hacer b juicio, a fin de convencer a todos de sus obras inicuas que han cometido en contra de mí, como está escrito de mí en el libro.

6 Y ahora, de cierto te digo, no conviene que salgas hasta que se provea para tus hijos, y sean envia­dos con bondad al obispo en Sion.

7 Y después de pocos años, si lo deseas de mí, también podrás ir a la buena tierra para poseer tu heredad;

8 de otra manera, continuarás proclamando mi evangelio a hasta que seas llevado. Amén.

SECCIÓN 99Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a John Murdock, el 29 de agosto de 1832, en Hiram, Ohio. John Murdock había estado predicando el Evangelio durante más de un año mientras sus hijos (huérfanos de madre tras la muerte de su esposa, Julia Clapp, en abril de 1831), residían con otras familias en Ohio.

SECCIÓN 100Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Perrys-burg, Nueva York, el 12 de octubre de 1833. Estos dos hermanos, ha-biéndose alejado de sus familias durante varios días, sintieron alguna inquietud en cuanto a ellas.

DOCTRINA Y CONVENIOS 99:1–8221

Page 232: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

100 1 a GEE Rigdon, Sidney. b GEE Smith, hijo, José. 4 a GEE Salvación. 5 a Hel. 5:18;

DyC 68:3–4. 6 a Mateo 10:19–20;

DyC 84:85.

7 a DyC 84:61. b GEE Mansedumbre,

manso. 8 a 2 Ne. 33:1–4. 9 a Éx. 4:14–16;

2 Ne. 3:17–18; DyC 124:103–104.

10 a GEE Testificar. 11 a Alma 17:2–3. b DyC 124:125. 13 a GEE Sion. b DyC 84:99; 105:9–10,

31, 37. 14 a GEE Hyde, Orson.

1–4, José y Sidney han de predicar el Evangelio para la salvación de al-mas; 5–8, Les será dado en la hora precisa lo que deban decir; 9–12, Sidney ha de ser el portavoz y José será un revelador, y potente en tes-timonio; 13–17, El Señor levantará a un pueblo puro, y los obedientes serán salvos.

De cierto, así os dice el Señor a vo­sotros, mis amigos a Sidney y b José, vuestras familias están bien; es­tán en mis manos y haré con ellas como me parezca bien, porque en mí se halla todo poder.

2 Por tanto, seguidme y escuchad los consejos que os daré.

3 He aquí, tengo mucha gente en este lugar, en las regiones inmedia­tas; y se abrirá una puerta eficaz en las regiones circunvecinas en estas tierras del este.

4 Por consiguiente, yo, el Señor, os he permitido venir a este lugar; pues así me era conveniente para la a salvación de almas.

5 Por tanto, de cierto os digo, alzad vuestra voz a este pueblo; a expresad los pensamientos que pondré en vuestro corazón, y no seréis confundidos delante de los hombres;

6 porque os será a dado en la hora, sí, en el momento preciso, lo que habéis de decir.

7 Mas os doy el mandamiento de que cualquier cosa que a decla­réis en mi nombre se declare con solemnidad de corazón, con el es­píritu de b mansedumbre, en todas las cosas.

8 Y os prometo que si hacéis esto, se derramará el a Espíritu Santo para testificar de todas las cosas que habléis.

9 Y me es prudente que tú, mi siervo Sidney, seas a portavoz para este pueblo; sí, en verdad, te or­denaré para este llamamiento, sí, de ser portavoz de mi siervo José.

10 A él lo facultaré para ser po­tente en a testimonio;

11 y a ti te facultaré para ser a po­tente en explicar todas las Escritu­ras, a fin de que seas su portavoz; y él será para ti un b revelador, para que sepas la certeza de todas las cosas pertenecientes a mi reino sobre la tierra.

12  Continuad, pues, vuestro viaje, y regocíjense vuestros cora­zones, porque he aquí, estoy con vosotros hasta el fin.

13 Y ahora os doy una palabra concerniente a a Sion. Aunque sea disciplinada por un corto tiempo, Sion será b redimida.

14 Vuestros hermanos, mis sier­vos a Orson Hyde y John Gould, están en mis manos; y si guardan mis mandamientos, se salvarán.

DOCTRINA Y CONVENIOS 100:1–14 222

Page 233: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

15 Por tanto, consuélense vues­tros corazones, porque a todas las cosas obrarán juntamente para el bien de los que andan en rectitud, así como para la santificación de la iglesia.

16 Porque levantaré para mí un

pueblo a puro que me servirá en rectitud.

17 Y todos los que a invoquen el nombre del Señor y guarden sus mandamientos, serán salvos. Así sea. Amén.

15 a Rom. 8:28; DyC 90:24; 105:40.

16 a GEE Pureza, puro. 17 a Joel 2:32;

Alma 38:4–5.

101 1 a GEE Persecución, perseguir.

b DyC 103:1–2, 11; 109:47.

2 a DyC 58:3–4.

b Mos. 7:29–30; DyC 103:4; 105:2–10.

3 a Isa. 62:3; Mal. 3:17; DyC 60:4.

SECCIÓN 101Revelación dada a José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, los días 16 y 17 de diciembre de 1833. En esos días, los santos que se habían congregado en Misuri estaban padeciendo graves persecuciones. El populacho los había echado de sus hogares en el condado de Jackson; y algunos de los santos habían intentado establecerse en los condados de Van Buren, de Lafayette y de Ray, pero la persecución los siguió hasta allí. El grupo principal de los santos se hallaba entonces en el condado de Clay, Misuri. Abundaban las amenazas de muerte contra las personas que eran de la Iglesia. Los santos que estaban en el con-dado de Jackson habían perdido muebles, ropa, ganado y otros bienes personales, y muchos de sus sembrados habían sido destruidos.

1–8, Los santos son disciplinados y afligidos por motivo de sus transgre-siones; 9–15, La indignación del Señor caerá sobre las naciones, pero Su pue-blo será recogido y consolado; 16–21, Sion y sus estacas serán establecidas; 22–31, Se expone la naturaleza de la vida durante el Milenio; 32–42, Los santos serán entonces bendecidos y recompensados; 43–62, La parábola del noble y los olivos representa las dificultades y la redención final de Sion; 63–75, Los santos deben conti-nuar congregándose; 76–80, El Señor estableció la Constitución de los Esta-dos Unidos; 81–101, Los santos deben

insistir en que se les haga justicia por los daños recibidos, conforme a la pa-rábola de la mujer y el juez injusto.

De cierto te digo, concerniente a tus hermanos que han sido afligi­dos, a perseguidos y b expulsados de la tierra de su herencia,

2 yo, el Señor, he permitido que les sobrevenga la a tribulación con que han sido afligidos, por motivo de sus b transgresiones;

3 no obstante, los poseeré y serán a míos el día en que yo venga para integrar mis joyas.

4 Por tanto, es preciso que sean

DOCTRINA Y CONVENIOS 100:15–101:4223

Page 234: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

4 a DyC 95:1–2; 136:31. GEE Castigar, castigo.

b Gén. 22:1–14; Jacob 4:5. GEE Abraham.

5 a Mateo 10:32–33; Rom. 1:16; 2 Ne. 31:14.

b GEE Santificación. 6 a GEE Contención,

contienda. b GEE Envidia. c GEE Concupiscencia. 7 a Isa. 59:2;

Mos. 11:22–25; 21:15;

Alma 5:38. 8 a Hel. 12:3. b Hech. 17:27;

Alma 32:5–16. 9 a GEE Compasión;

Misericordia, misericordioso.

b Jer. 30:11. c DyC 98:21–22. 10 a DyC 1:13–14. 11 a Hel. 13:14;

Éter 2:9–11. 12 a GEE Atalaya, atalayar. 13 a Deut. 30:3–6;

1 Ne. 10:14.

GEE Israel — La congregación de Israel.

14 a Mateo 5:4. 15 a Mateo 10:39.

GEE Mártir, martirio. 16 a Moisés 6:32. b Éx. 14:13–14;

Sal. 46:10. 17 a GEE Sion. 18 a DyC 103:11–14. b Isa. 35:10;

DyC 45:71. GEE Cantar.

a disciplinados y probados, así como b Abraham, a quien se le mandó ofrecer a su único hijo.

5 Porque todos los que no quie­ren soportar la disciplina, an­tes me a niegan, no pueden ser b santificados.

6 He aquí, te digo que había ri­ñas, y a contiendas, y b envidias, y disputas, y deseos c sensuales y codiciosos entre ellos; y como re­sultado de estas cosas, profanaron sus heredades.

7 Fueron lentos en a escuchar la voz del Señor su Dios; por con­siguiente, el Señor su Dios es lento en escuchar sus oraciones y en contestarlas en el día de sus dificultades.

8 En los días de paz estimaron ligeramente mi consejo, mas en el día de sus a dificultades por nece­sidad se b allegan a mí.

9 De cierto te digo, que no obs­tante sus pecados, mis entrañas están llenas de a compasión por ellos. Yo no los b desecharé com­pletamente, y en el día de la c ira me acordaré de tener misericordia.

10 He jurado, y se ha decretado en un mandamiento anterior que

te he dado, que dejaría caer la a es­pada de mi indignación en defensa de mi pueblo; y tal como yo he di­cho, así acontecerá.

11 Pronto se derramará mi indig­nación sin medida sobre las nacio­nes; y lo haré cuando la copa de su iniquidad se a llene.

12 Y en aquel día todo el que se encuentre sobre la a atalaya, o en otras palabras, todo mi Israel, será salvo.

13 Y los que han estado esparci­dos serán a congregados.

14 Y todos los que se hayan a la­mentado serán consolados.

15 Y todos los que hayan dado su a vida por mi nombre serán coronados.

16 Consuélense, pues, vuestros corazones en lo concerniente a Sion, porque toda carne está en mis a manos; quedaos tranquilos y b sabed que yo soy Dios.

17 a Sion no será quitada de su lugar, a pesar de que sus hijos han sido esparcidos.

18  Los que permanezcan y sean de corazón puro volverán a sus a heredades, ellos y sus hijos, con b cantos de gozo sempiterno,

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:5–18 224

Page 235: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

para c edificar los lugares asolados de Sion;

19 y todas estas cosas para que se cumplan los profetas.

20 Y he aquí, no se ha designado otro a lugar sino el que he indicado; ni se designará otro lugar, aparte del que he señalado para la obra de recoger a mis santos,

21 hasta que llegue el día en que no haya más lugar para ellos; y entonces les señalaré otros luga­res que tengo, y se llamarán a es­tacas, para las cortinas o la fuerza de Sion.

22 He aquí, es mi voluntad que todos los que invoquen mi nom­bre, y me adoren de acuerdo con mi evangelio eterno, se a congre­guen y b permanezcan en lugares santos,

23 y se preparen para la revela­ción que ha de venir, cuando el a velo que cubre mi templo, en mi tabernáculo, el cual esconde la tie­rra, será quitado, y toda carne me b verá juntamente.

24 Y toda cosa a corruptible, bien sea del hombre o de las bestias del campo, las aves del cielo o los

peces del mar, que more sobre la faz de la tierra, será b consumida;

25 y también lo que fuere de elemento se a derretirá con calor abrasador; y todas las cosas serán hechas b nuevas, a fin de que mi co­nocimiento y c gloria moren sobre toda la tierra.

26 Y en ese día la a enemistad del hombre y la enemistad de las bes­tias, sí, la enemistad de toda carne, b cesará ante mi faz.

27 Y en ese día se le concederá a cualquier hombre cuanto pidiere;

28 y en ese día a Satanás no ten­drá poder para tentar a ningún hombre;

29 y no habrá a pesar, porque no habrá muerte.

30 En ese día el a niño no morirá sino hasta que sea viejo; y su vida será como la edad de un árbol;

31 y cuando muera, no dormirá, es decir, en la tierra, mas será a transformado en un abrir y ce­rrar de ojos; y será b arrebatado, y su reposo será glorioso.

32 Sí, en verdad te digo que el a día en que el Señor venga, él b re­velará todas las cosas:

18 c Amós 9:13–15; DyC 84:2–5; 103:11.

20 a DyC 57:1–4. 21 a DyC 82:13–14;

115:6, 17–18. GEE Estaca.

22 a GEE Israel — La congregación de Israel.

b Mateo 24:15; DyC 45:32; 115:6.

23 a GEE Velo. b Isa. 40:5;

DyC 38:8; 93:1. GEE Segunda venida

de Jesucristo. 24 a DyC 29:24. b Sof. 1:2–3;

Mal. 4:1; DyC 88:94; JS—H 1:37.

25 a Amós 9:5; 2 Pe. 3:10–14. GEE Tierra — La purificación de la tierra.

b Apoc. 21:5. c GEE Milenio. 26 a Isa. 11:6–9.

GEE Enemistad.

b GEE Paz. 28 a Apoc. 20:2–3;

1 Ne. 22:26; DyC 88:110.

29 a Apoc. 21:4. 30 a Isa. 65:20–22;

DyC 63:51. 31 a 1 Cor. 15:52;

DyC 43:32. b 1 Tes. 4:16–17. 32 a DyC 29:11.

GEE Milenio. b DyC 121:26–28.

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:19–32225

Page 236: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

33 cosas que han pasado y a cosas ocultas que ningún hombre cono­ció; cosas de la tierra, mediante las cuales fue hecha, y su propósito y estado final;

34 cosas sumamente preciosas; cosas que están arriba y cosas que están abajo; cosas que están den­tro de la tierra y sobre la tierra y en el cielo.

35 Y todos los que padezcan a persecución por mi nombre, y la soporten con fe, aunque les sea re­querido dar su vida por mi b causa, aun así participarán de toda esta gloria.

36 Por tanto, no temáis ni aun a la a muerte; porque en este mundo vuestro gozo no es completo, pero en mí vuestro b gozo es cumplido.

37 De manera que no os afanéis por el cuerpo, ni por la vida del cuerpo; mas afanaos por el a alma y por la vida del alma.

38 Y a buscad siempre la faz del Señor, para que con b paciencia re­tengáis vuestras almas, y tendréis vida eterna.

39 Cuando los hombres son lla­mados a mi a evangelio eterno, y pactan con un convenio sempi­terno, se les considera como la b sal de la tierra y el sabor de los hombres.

40 Son llamados para ser el sabor

de los hombres; de modo que, si esa sal de la tierra pierde su sa­bor, he aquí, a partir de entonces no sirve para nada sino para ser echada fuera y hollada bajo los pies de los hombres.

41 He aquí sabiduría en cuanto a muchos de los hijos de Sion, pero no todos; se descubrió que eran transgresores, y por tanto, es pre­ciso que sean a disciplinados.

42 El que se a ensalza será hu­millado; y el que se b humilla será ensalzado.

43 Y ahora os manifestaré una parábola para que sepáis mi vo­luntad en cuanto a la redención de Sion.

44  Cierto a noble tenía un te­rreno muy escogido; y dijo a sus siervos: Id a mi b viña, sí, a ese te­rreno tan escogido, y plantad doce olivos;

45 y poned a centinelas alrededor de ellos, y edificad una torre para que uno vigile el terreno circun­vecino y sea el atalaya, a fin de que mis olivos no sean derriba­dos cuando venga el enemigo a despojar y tomar para sí el fruto de mi viña.

46 Entonces los siervos del no­ble fueron e hicieron lo que su señor les mandó. Plantaron los olivos, los cercaron de vallado,

33 a GEE Misterios de Dios. 35 a DyC 63:20.

GEE Persecución, perseguir.

b DyC 98:13. 36 a GEE Muerte física. b GEE Gozo. 37 a GEE Alma. 38 a 2 Cró. 7:14; DyC 93:1.

b GEE Paciencia. 39 a GEE Nuevo y

sempiterno convenio. b Mateo 5:13;

DyC 103:10. 41 a GEE Castigar, castigo. 42 a Abd. 1:3–4;

Lucas 14:11; Hel. 4:12–13.

b Lucas 18:14. GEE Humildad, humilde, humillar (afligir).

44 a DyC 103:21–22. b GEE Viña del Señor. 45 a Ezeq. 33:2, 7;

3 Ne. 16:18. GEE Atalaya, atalayar.

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:33–46 226

Page 237: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

pusieron centinelas y comenzaron a construir una torre.

47 Y mientras todavía estaban po­niendo los cimientos, empezaron a decir entre sí: ¿Y qué necesidad tiene mi señor de esta torre?

48 Y consultaron ellos entre sí largo tiempo, diciendo: ¿Qué ne­cesidad tiene mi señor de esta torre, siendo esta una época de paz?

49 ¿No se pudiera dar este dinero a los cambistas? Pues no hay nece­sidad de estas cosas.

50 Y mientras discordaban entre sí, se volvieron muy perezosos y no hicieron caso de los manda­mientos de su señor.

51 Y llegó de noche el enemigo, y derribó el a cerco; y los siervos del noble se levantaron atemorizados y huyeron; y el enemigo destruyó sus obras y derribó los olivos.

52 Ahora, he aquí, el noble, el se­ñor de la viña, visitó a sus siervos, y les dijo: ¡Cómo! ¿Qué ha causado este grave daño?

53 ¿No os precisaba haber hecho lo que os mandé y —después de haber plantado la viña, construido el vallado alrededor y puesto guar­das en los muros— haber edifi­cado también la torre, colocado un atalaya en ella y vigilado mi viña para que el enemigo no os sobreviniese, en vez de quedaros dormidos?

54 He aquí, el atalaya de la torre habría visto al enemigo cuando todavía estaba lejos; y entonces

habríais podido prepararos y evi­tar que el enemigo derribara el va­llado, y salvar mi viña de la mano del destructor.

55 Y el señor de la viña dijo a uno de sus siervos: Ve y junta al resto de mis siervos, y toma a toda la fuerza de mi casa, mis guerreros, mis jóvenes y también los de edad madura entre todos mis siervos, los cuales constituyen la fuerza de mi casa, salvo los que he indicado que permanezcan,

56 e id luego a la tierra de mi viña y redimid mi viña, porque es mía; la he comprado con dinero.

57 Id, pues, inmediatamente a mi tierra; derribad los muros de mis enemigos; echad abajo su torre y esparcid a sus guardias.

58 Y si se juntan en contra de vosotros, a vengadme de mis ene­migos, a fin de que en breve yo venga con el resto de mi casa para poseer la tierra.

59 Y dijo el siervo a su señor: ¿Cuándo sucederán estas cosas?

60  Y él contestó a su siervo: Cuando sea mi voluntad. Ve presto; haz todas las cosas que te he mandado;

61 y esto será mi sello y bendición sobre ti: Mayordomo fiel y a sabio en medio de mi casa, b gobernante en mi reino.

62 Y salió luego su siervo e hizo todo cuanto le mandó su señor; y a después de muchos días todo se cumplió.

63 Y además, de cierto os digo, 51 a Isa. 5:1–7. 55 a DyC 103:22, 29–30;

105:16, 29–30.

58 a DyC 97:22–24; 105:15. 61 a DyC 78:22. b Mateo 25:20–23.

62 a DyC 105:37.

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:47–63227

Page 238: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

64 a DyC 87:8. b DyC 33:3, 7.

GEE Siega. c DyC 1:38. 65 a Mateo 13:6–43;

DyC 86:1–7. b GEE Gloria celestial. 66 a Nahúm 1:5;

Mateo 3:12; DyC 38:12; 63:33–34.

68 a DyC 58:56. 70 a DyC 63:27–29. 72 a Isa. 52:10–12. 75 a Alma 5:37–39.

os mostraré mi sabiduría en cuanto a todas las iglesias, si es que es­tán dispuestas a dejarse guiar de una manera recta y propia para su salvación,

64 a fin de que la obra de con­gregar a mis santos continúe, para que los establezca en mi nombre en a lugares santos; porque ha llegado la hora de la b cosecha, y es menester que se c cumpla mi palabra.

65 Por tanto, he de juntar a los de mi pueblo, de acuerdo con la parábola del trigo y la a cizaña, a fin de que se guarde el trigo en los graneros para poseer la vida eterna, y ellos sean coronados de b gloria celestial, cuando yo venga en el reino de mi Padre para re­compensar a cada hombre con­forme a sus obras;

66 en tanto que la cizaña será atada en manojos, y sus fajas se­rán fuertes, para ser a quemada con fuego inextinguible.

67 Así que, un mandamiento les doy a todas las iglesias, que conti­núen congregándose en los sitios que he nombrado.

68 No obstante, como os he dicho en un mandamiento anterior, no se lleve a cabo vuestro a recogimiento con prisa ni huyendo; antes sean preparadas todas las cosas delante de vosotros.

69 Y para que todo quede prepa­rado delante de vosotros, observad

el mandamiento que os he dado concerniente a estas cosas,

70 el cual dice o enseña que se a compren con dinero cuantos terre­nos se puedan obtener por dinero, en las regiones que colindan con la tierra que he designado como la tierra de Sion, para el comienzo del recogimiento de mis santos;

71 todos los terrenos que puedan comprarse en el condado de Jack­son y en los condados circunveci­nos, y dejad el resto en mi mano.

72 Ahora, de cierto os digo, jun­ten todas las iglesias su dinero; háganse estas cosas en su tiempo, mas no con a prisa, y procurad te­ner preparadas todas las cosas de­lante de vosotros.

73 Desígnense hombres honra­dos, hombres sabios, y enviadlos a comprar estos terrenos.

74 Y si las iglesias del este, al ser edificadas, escuchan este consejo, podrán comprar terrenos y con­gregarse en ellos; y de esta manera podrán establecer Sion.

75 Ahora mismo ya hay almace­nado lo suficiente, sí, en abundan­cia, para redimir a Sion y poblar sus yermos, para nunca más ser derribada, si las iglesias que llevan mi nombre estuvieran a dispuestas a oír mi voz.

76 Y además, os digo que es mi voluntad que aquellos que han sido dispersados por sus ene­migos sigan insistiendo para

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:64–76 228

Page 239: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

77 a GEE Gobierno. b GEE Libertad, libre. 78 a GEE Albedrío. b GEE Responsabilidad,

responsable. c GEE Juicio final. 80 a 2 Ne. 1:7–9;

DyC 98:5–6.

GEE Constitución. b 1 Ne. 13:13–19. 81 a Lucas 18:1–8. b GEE Oración. 89 a Isa. 45:15;

DyC 121:1, 4; 123:6. 90 a GEE Mayordomía,

mayordomo.

b Apoc. 21:8. GEE Incredulidad.

91 a Mateo 25:30; DyC 19:5; 29:15–17; 124:8.

92 a GEE Misericordia, misericordioso.

obtener indemnización y reden­ción, por medio de los que os go­biernan y tienen potestad sobre vosotros,

77 de acuerdo con las leyes y la a constitución del pueblo que yo he permitido que se establecieran, y que deben preservarse para los b derechos y la protección de toda carne, conforme a principios jus­tos y santos;

78 para que todo hombre obre en doctrina y principio pertenecien­tes a lo futuro, de acuerdo con el a albedrío moral que yo le he dado, para que todo hombre b responda por sus propios pecados en el día del c juicio.

79 Por tanto, no es justo que un hombre sea esclavo de otro.

80 Y para este fin he establecido la a Constitución de este país, por mano de hombres sabios que le­vanté para este propósito mismo, y redimí la tierra por el b derrama­miento de sangre.

81 Ahora, ¿a qué compararé a los hijos de Sion? Los compararé a la a parábola de la mujer y el juez in­justo, porque los hombres deben b orar siempre y no desmayar, la cual dice:

82 Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre.

83 Había también en aquella

ciudad una viuda, y vino a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

84 Y no lo quiso hacer por algún tiempo; pero después dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios ni respeto a hombre; sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia, no sea que viniendo continuamente me fastidie.

85 Así compararé a los hijos de Sion.

86 Insistan a los pies del juez;87 y si este no les hace caso, in­

sistan a los pies del gobernador;88  y si el gobernador no les

hace caso, insistan a los pies del presidente;

89 y si el presidente no les hace caso, entonces el Señor se levan­tará y saldrá de su a morada oculta, y en su furor afligirá a la nación;

90 y en su ardiente indignación y furiosa ira talará, en su tiempo, a los inicuos, infieles e injustos a mayordomos, y les señalará su porción entre los hipócritas y los b incrédulos;

91 sí, en las tinieblas de afuera, donde es el a lloro, el llanto y el crujir de dientes.

92  Orad, pues, para que lle­guen hasta sus oídos vuestras lamentaciones, a fin de que yo tenga a misericordia de ellos para que no les sobrevengan estas cosas.

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:77–92229

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93 a Rom. 1:18–21. 94 a Isa. 52:15;

3 Ne. 20:45; 21:8. 95 a Isa. 28:21;

DyC 95:4.

b Mal. 3:18. GEE Discernimiento, don de.

96 a GEE Almacén. 97 a DyC 103:4; 112:25–26;

125:2. 101 a Isa. 65:21–22.

GEE Milenio.102 1 a GEE Sumo consejo.

93 Lo que os he dicho tiene que verificarse, para que todos los hombres queden sin a excusa;

94  para que los hombres sa­bios y los gobernantes oigan y sepan aquello que jamás han a considerado;

95 para que yo proceda a llevar a efecto mi acto, mi a acto extraño, y a realizar mi obra, mi obra extraña, a fin de que los hombres b discier­nan a los justos de los malos, dice vuestro Dios.

96 Y además os digo, es contrario a mi mandamiento y voluntad que mi siervo Sidney Gilbert venda a mis enemigos mi a almacén que he designado para mi pueblo.

97 No sea profanado por mis

enemigos lo que yo he designado, por consentimiento de aquellos que a llevan mi nombre;

98 porque es un pecado muy pe­noso y grave contra mí y contra mi pueblo, a causa de las cosas que he decretado y que en breve sobre­vendrán a las naciones.

99 Es mi voluntad, pues, que mi pueblo reclame y retenga sus dere­chos en lo que les he señalado, aun­que no se les permita morar allí.

100 No obstante, no digo que no morarán allí; porque si produ­cen frutos y obras dignos para mi reino, morarán allí.

101 Construirán, y otro no lo a he­redará; plantarán viñas, y comerán de su fruto. Así sea. Amén.

SECCIÓN 102Acta de la organización del primer sumo consejo de la Iglesia en Kirtland, Ohio, el 17 de febrero de 1834. Escribieron el acta original los élderes Oliver Cowdery y Orson Hyde. El Profeta corrigió el acta al día siguiente y un día después las actas corregidas fueron aceptadas unánimemente por el sumo consejo, como “una forma y constitución del sumo consejo” de la Iglesia. Los versículos del 30 al 32, que tienen que ver con el Consejo de los Doce Apóstoles, fueron añadidos en 1835 bajo la dirección de José Smith cuando se preparaba esta sección para publicarla en Doctrina y Convenios.

1–8, Se nombra un sumo consejo para allanar las dificultades serias que surjan en la Iglesia; 9–18, Se explica la manera de proceder para examinar los casos; 19–23, El presi-dente del consejo dará el fallo; 24–34, Se explica la manera de apelar.

Este día se reunió un concilio ge­neral de veinticuatro sumos sacer­dotes, por revelación, en casa de José Smith, hijo, y procedieron a organizar el a sumo consejo de la Iglesia de Cristo, el cual se ha­bría de componer de doce sumos

DOCTRINA Y CONVENIOS 101:93–102:1 230

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2 a DyC 107:72–74. 9 a GEE Revelación.

b GEE Sostenimiento de líderes de la Iglesia.

sacerdotes y de uno o tres presi­dentes, según lo requiriera el caso.

2 El sumo consejo fue designado por revelación, con objeto de alla­nar dificultades serias que pudie­ran surgir en la iglesia, las cuales ni la iglesia ni el a consejo del obispo pudiesen arreglar a satisfacción de las partes.

3 La voz del concilio reconoció como presidentes a José Smith, hijo, Sidney Rigdon y Frederick G. Williams; y por la voz unánime del concilio se eligió a Joseph Smith, padre, John Smith, Joseph Coe, John Johnson, Martin Harris, John S. Carter, Jared Carter, Oliver Cowdery, Samuel H. Smith, Or­son Hyde, Sylvester Smith y Luke Johnson, sumos sacerdotes, para constituir un consejo residente de la iglesia.

4 Se preguntó a los consejeros ya nombrados si aceptaban su nom­bramiento, y si obrarían en ese oficio conforme a la ley del cielo, a lo cual todos respondieron que aceptaban su nombramiento y que ocuparían su puesto de acuerdo con la gracia de Dios sobre ellos conferida.

5 El número de los integran­tes del concilio que votaron en nombre de la iglesia, y por ella, para nombrar a los consejeros previamente mencionados, fue de cuarenta y tres, a saber: nueve sumos sacerdotes, diecisiete él­deres, cuatro presbíteros y trece miembros.

6 Se aprobó por votación: Que el sumo consejo no tendrá poder para funcionar si no están presentes siete de los consejeros ya nombra­dos, o sus sucesores debidamente designados.

7 Estos siete estarán faculta­dos para nombrar a otros sumos sacer dotes, a quienes consideren dignos y capaces de obrar en vez de los consejeros ausentes.

8 Se aprobó por votación: Que cuando exista una vacante, por causa de la muerte de cualquiera de los susodichos consejeros, o sea quitado de su oficio por trans­gresión, o se halle fuera de la jurisdicción de este gobierno ecle­siástico, se llenará dicha vacante por nombramiento del presidente o presidentes, y será sancionado por el voto de un concilio general de sumos sacerdotes, convocado a tal fin, para obrar en nombre de la iglesia.

9  El presidente de la iglesia, que también es presidente del consejo, es nombrado por a reve­lación, y b reconocido en su ad­ministración por la voz de la iglesia.

10 Y corresponde a la dignidad de su oficio presidir el consejo de la iglesia; y es su privilegio contar con la ayuda de otros dos presi­dentes, nombrados de la misma forma en que él lo fue.

11 Y en caso de estar ausente uno o ambos de los que son nombrados para ayudarle, él

DOCTRINA Y CONVENIOS 102:2–11231

Page 242: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

tiene la autoridad para presidir el consejo sin ayudantes; y en caso de que él mismo esté au­sente, los otros presidentes tie­nen la autoridad para presidir en su lugar, ambos o cualquiera de ellos.

12 Al ser organizado formal­mente un sumo consejo de la Igle­sia de Cristo, conforme al modelo anterior, será el deber de los doce consejeros echar suertes por nú­meros, para ver cuál de los doce hablará primero, comenzando por el número uno y así sucesivamente hasta el doce.

13 Cuando se reúna este con­sejo para examinar algún caso, los doce consejeros determinarán si es difícil o no; si no lo es, solo dos de los consejeros hablarán al respecto, conforme a la forma ya mencionada.

14 Mas si se considera difícil, se­rán nombrados cuatro; y si es más difícil, seis; pero en ningún caso se nombrarán más de seis para que hablen.

15 El acusado tiene derecho, en todos los casos, a la mitad del consejo para prevenir insulto o injusticia.

16 Y examinada la evidencia, los consejeros designados para hablar presentarán el caso en su aspecto verdadero ante el consejo; y todo hombre debe hablar con equidad y a justicia.

17 Los consejeros que saquen nú­meros pares, esto es, 2, 4, 6, 8, 10 y 12, son los que han de defender

al acusado, y prevenir insulto e injusticia.

18 En todos los casos el acusador y el acusado tendrán el privilegio de hablar por sí mismos ante el consejo, después de haberse es­cuchado la evidencia, y después de que los consejeros nombrados para discutir el caso hayan termi­nado de hablar.

19 Escuchada la evidencia, y ha­biendo hablado los consejeros, el acusador y el acusado, el presi­dente dará el fallo conforme al entendimiento que tenga del caso, y pedirá a los doce consejeros que lo ratifiquen por medio de su voto.

20 Mas si después de oír impar­cialmente la evidencia y alega­tos, los consejeros restantes que no hayan hablado, o cualquiera de ellos, descubren algún error en el fallo del presidente, pueden manifestarlo, y se oirá de nuevo la causa.

21 Y si después de repasarse cui­dadosamente, se aduce más luz tocante al asunto, se modificará el fallo correspondientemente.

22 Mas en caso de no aparecer ninguna luz adicional, se hará de­finitivo el fallo original, y la mayo­ría del consejo tendrá la autoridad para determinarlo.

23 En caso de dificultad, respecto a a doctrina o principio, si lo escrito no fuere suficiente para aclarar el caso en la mente del consejo, el presidente podrá consultar y recibir la voluntad del Señor por b revelación.

16 a GEE Justicia. 23 a Núm. 9:8. b GEE Revelación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 102:12–23 232

Page 243: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

28 a DyC 107:78. 30 a DyC 107:23–24, 35–38. b GEE Apóstol.

24 Los sumos sacerdotes, cuando anden fuera, están facultados para convocar y organizar un consejo conforme a la manera ya mencio­nada, para resolver dificultades cuando las partes o cualquiera de ellas lo soliciten.

25 Y dicho consejo de sumos sacer dotes tendrá la autoridad para nombrar a uno de los de su número para que presida tal con­sejo interinamente.

26 Será el deber de dicho consejo hacer llegar inmediatamente una copia del acta de lo acontecido, con una exposición completa de las declaraciones adjunta a su de­cisión, al sumo consejo de la ca­becera de la Primera Presidencia de la Iglesia.

27 Si cualquiera de las partes no queda satisfecha con el fallo de dicho consejo, puede apelar al sumo consejo de la cabecera de la Primera Presidencia de la Iglesia, y conseguir una reexaminación, y allí se dará curso a dicho caso de acuerdo con la manera ya ex­puesta, como si nunca se hubiera dado tal fallo.

28 Solamente en los casos más a difíciles de asuntos eclesiásticos se convocará este consejo de sumos sacerdotes viajantes; y ningún caso común u ordinario será suficiente para convocarlo.

29 Los sumos sacerdotes que via­jen o residan en otras partes están autorizados para decir si es nece­sario convocar o no tal consejo.

30 Hay una diferencia entre el sumo consejo o sumos sacer dotes viajantes, y el sumo a consejo via­jante integrado por los doce b após­toles, en lo concerniente a sus decisiones.

31  Del fallo de los primeros puede haber apelación, mas no del de los segundos.

32 Solamente las autoridades ge­nerales de la iglesia pueden lla­mar a estos a cuentas, en caso de transgresión.

33 Se acordó: Que el presidente o los presidentes de la cabecera de la Primera Presidencia de la Iglesia queden facultados para determinar si las causas apeladas merecen una nueva audiencia, des­pués de examinar la apelación y las evidencias y declaraciones que la acompañen.

34 Los doce consejeros entonces procedieron a echar suertes, o sea, a votar, para determinar quién ha­bría de tomar la palabra primero, y resultó lo siguiente, a saber: 1, Oliver Cowdery; 2, Joseph Coe; 3, Samuel H. Smith; 4, Luke John­son; 5, John S. Carter; 6, Sylvester Smith; 7, John Johnson; 8, Orson Hyde; 9, Jared Carter; 10, Joseph Smith, padre; 11, John Smith; 12, Martin Harris.

Después de la oración se dio por terminada la conferencia.

Oliver Cowdery,Orson Hyde,

Secretarios

DOCTRINA Y CONVENIOS 102:24–34233

Page 244: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

103 1 a DyC 43:8. b DyC 101:43–62. 2 a DyC 101:1; 109:47. 3 a Alma 14:10–11; 60:13. 4 a DyC 95:1.

GEE Castigar, castigo.

b DyC 101:2; 105:2–6. 5 a GEE Consejo. 7 a DyC 35:24.

GEE Obediencia, obediente, obedecer.

b Dan. 2:44.

c Dan. 7:27. d GEE Santo (sustantivo). e DyC 38:20. 8 a Mos. 1:13;

DyC 82:10.

SECCIÓN 103Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 24 de febrero de 1834. Se recibió esta revelación después que Par-ley P. Pratt y Lyman Wight llegaron a Kirtland, Ohio, procedentes de Misuri, para hablar con el Profeta en cuanto al alivio de las tri-bulaciones de los santos y la restauración de estos a sus tierras en el condado de Jackson.

1–4, La razón por la que el Señor permitió que los santos del condado de Jackson fueran perseguidos; 5–10, Los santos prevalecerán si guardan los mandamientos; 11–20, La re-dención de Sion vendrá por poder, y el Señor irá al frente de Su pueblo; 21–28, Los santos deben congregarse en Sion y los que den su vida la ha-llarán de nuevo; 29–40, Se llama a varios hermanos para que organicen el Campo de Sion y vayan a la tierra de Sion; se les promete la victoria si son fieles.

De cierto os digo, mis amigos, he aquí, os daré una revelación y mandamiento para que sepáis cómo a obrar en el desempeño de vuestros deberes concernientes a la salvación y b redención de vuestros hermanos que han sido esparcidos en la tierra de Sion;

2 a expulsados y heridos por la mano de mis enemigos, sobre quie­nes derramaré mi ira sin medida en mi propio tiempo.

3 Porque los he tolerado hasta ahora para que a llegue al colmo

la medida de sus iniquidades y se llene su copa;

4 y para que aquellos que llevan mi nombre sean a disciplinados una corta temporada con una grave y penosa disciplina, porque no b es­cucharon del todo los preceptos y mandamientos que les di.

5 Pero de cierto os digo, que he promulgado un decreto que han de realizar los de mi pueblo, si desde esta misma hora escuchan el a consejo que yo, el Señor su Dios, les daré.

6 He aquí, empezarán a preva­lecer en contra de mis enemigos desde esta misma hora, porque yo lo he decretado.

7 Y esforzándose por a observar todas las palabras que yo, el Señor su Dios, les declare, jamás cesarán de prevalecer, hasta que los b reinos del mundo sean sometidos debajo de mis pies, y sea c dada la tierra a los d santos para e poseerla para siempre jamás.

8 Pero si no a guardan mis man­damientos ni procuran observar todas mis palabras, los reinos

DOCTRINA Y CONVENIOS 103:1–8 234

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9 a 1 Ne. 21:6. 10 a Mateo 5:13–16;

DyC 101:39–40. 11 a DyC 101:18. 12 a Apoc. 7:13–14;

DyC 58:4; 112:13. 16 a Éx. 3:2–10;

DyC 107:91–92.

GEE Moisés. 17 a GEE Abraham — La

descendencia de Abraham; Abraham, convenio de (convenio abrahámico).

19 a GEE Ángeles.

b DyC 84:18–24. 20 a Éx. 14:19–20. b DyC 100:13. 21 a DyC 101:55–58. b GEE Viña del Señor. 22 a DyC 35:13–14;

105:16, 29–30.

del mundo prevalecerán en contra de ellos.

9 Porque fueron puestos para ser una a luz al mundo, y ser los salva­dores de los hombres;

10 y por cuanto no son salva­dores de hombres, son como la a sal que ha perdido su sabor, y entonces no sirve sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

11 Mas de cierto os digo, he de­cretado que vuestros hermanos que han sido esparcidos vuelvan a las a tierras de su herencia y edifi­quen los lugares asolados de Sion.

12 Porque tras a mucha tribu­lación, como os he dicho en un mandamiento anterior, viene la bendición.

13 He aquí, esta es la bendi­ción que he prometido después de vuestras tribulaciones y las de vuestros hermanos: Vues­tra redención y la redención de vuestros hermanos, sí, su restau­ración en la tierra de Sion para establecerse, y nunca más ser derribados.

14  No obstante, si profanan sus heredades, serán derribados; porque no los perdonaré si las profanan.

15 He aquí, os digo, la redención de Sion tiene que venir por poder;

16  por tanto, levantaré a mi

pueblo un varón que lo guiará, como a Moisés guio a los hijos de Israel.

17 Porque vosotros sois hijos de Israel y de la a descendencia de Abraham; y es menester sacaros de la servidumbre con poder y con brazo extendido.

18 Y tal como fueron guiados vuestros padres en el principio, así será la redención de Sion.

19 No desmaye, pues, vuestro corazón, porque no os digo como dije a vuestros padres: Mi a ángel subirá delante de vosotros, pero mi b presencia no.

20 Sino que a vosotros os digo: Mis a ángeles subirán delante de vosotros, y también mi presen­cia; y con el tiempo b poseeréis la buena tierra.

21 De cierto, de cierto os digo que mi siervo José Smith, hijo, es el a hombre a quien comparé con el siervo al cual el Señor de la b viña habló en la parábola que os he referido.

22 Por consiguiente, diga mi siervo José Smith, hijo, a la a fuerza de mi casa, a mis jóvenes y a los de edad madura: Congregaos en la tierra de Sion, en la tierra que he comprado con dinero que se me ha consagrado.

23 Y envíen todas las iglesias hombres sabios con sus fondos,

DOCTRINA Y CONVENIOS 103:9–23235

Page 246: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

23 a DyC 42:35–36; 57:5–7; 58:49–51; 101:68–74.

24 a DyC 29:7–8; 45:64–66; 57:1–2.

26 a DyC 97:22. 27 a Mateo 10:39;

Lucas 9:24; DyC 98:13–15; 124:54.

29 a GEE Rigdon, Sidney. 30 a GEE Pratt, Parley

Parker. b DyC 101:55.

31 a DyC 82:10. 35 a DyC 84:31. 36 a GEE Diligencia. b DyC 104:79–82.

y a compren terrenos como se lo he mandado.

24 Y si mis enemigos os acome­ten para echaros de mi buena a tie­rra, que yo he consagrado para ser la tierra de Sion, sí, de vues­tras propias tierras, después de estos testimonios que me hayáis traído contra ellos, vosotros los maldeciréis;

25 y a quien maldijereis, yo mal­deciré; y vosotros me vengaréis de mis enemigos.

26 Y mi presencia estará con vo­sotros cuando me a venguéis de mis enemigos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen.

27 Ningún hombre tema dar su vida por mi causa; porque quien a dé su vida por mi causa, la hallará de nuevo.

28 Y el que no esté dispuesto a dar su vida por mi causa no es mi discípulo.

29 Es mi voluntad que mi siervo a Sidney Rigdon levante su voz en las congregaciones de las regiones del este, preparando a las iglesias para que guarden los mandamien­tos que les he dado en cuanto a la restauración y redención de Sion.

30 Es mi voluntad que no vuel­van mis siervos a Parley P. Pratt y Lyman Wight a la tierra de sus her­manos, hasta que obtengan compa­ñías que suban a la tierra de Sion,

en número de diez, de veinte, de cincuenta o de cien, hasta que ha­yan llegado a un total de quinien­tos de los de la b fuerza de mi casa.

31 He aquí, esta es mi voluntad; pedid y recibiréis; pero los hom­bres a no siempre obedecen mi voluntad.

32 De manera que, si no podéis obtener quinientos, procurad di­ligentemente obtener por ventura trescientos.

33 Y si no podéis conseguir tres­cientos, procurad diligentemente obtener por ventura cien.

34 Mas de cierto os digo, un man­damiento os doy, que no subiréis a la tierra de Sion hasta que hayáis reunido a cien de los de la fuerza de mi casa, para que suban con vosotros a la tierra de Sion.

35 Así pues, como os dije, pedid y recibiréis; orad sinceramente a fin de que quizá mi siervo José Smith, hijo, vaya con vosotros, y presida en medio de mi pueblo, y organice mi reino en la tierra a consagrada, y establezca a los hijos de Sion sobre las leyes y los mandamien­tos que se os han dado y que se os darán.

36 Toda victoria y toda gloria os es realizada mediante vuestra a diligencia, fidelidad y b oracio­nes de fe.

37 Viaje mi siervo Parley P. Pratt con mi siervo José Smith, hijo.

DOCTRINA Y CONVENIOS 103:24–37 236

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38 Salga mi siervo Lyman Wight con mi siervo Sidney Rigdon.

39 Acompañe mi siervo Hyrum Smith a mi siervo Frederick G. Williams.

40  Vayan juntos mis siervos

Orson Hyde y Orson Pratt a donde les aconseje mi siervo José Smith, hijo, para realizar el cumplimiento de estos mandamientos que os he dado, y dejad en mis manos lo que resta. Así sea. Amén.

104 1 a DyC 78:3–15. GEE Orden Unida.

SECCIÓN 104Revelación dada a José Smith el Profeta, en Kirtland, Ohio, o cerca de allí, el 23 de abril de 1834, concerniente a la Firma Unida (véanse los encabezamientos de las secciones 78 y 82). La ocasión fue probable-mente una reunión de consejo de los miembros de la Firma Unida, en la cual se habían tomado en consideración las apremiantes necesidades temporales de la Iglesia. En una reunión previa de dicha firma, el 10 de abril, se había determinado que se disolviera la organización. En esta revelación se indica que, en lugar de ello, la firma se reorganice; sus propiedades debían dividirse entre los miembros de la firma como sus mayordomías. Bajo la dirección de José Smith, la frase “Firma Unida” se reemplazó más tarde con “Orden Unida” en la revelación.

1–10, Los santos serán maldecidos por sus transgresiones en contra de la or-den unida; 11–16, El Señor abastece a Sus santos según Su propia manera; 17–18, La ley del Evangelio rige el cui-dado de los pobres; 19–46, Se designan las mayordomías y las bendiciones de varios de los hermanos; 47–53, La or-den unida de Kirtland y la de Sion de-ben funcionar separadamente; 54–66, Se establece la tesorería sagrada del Se-ñor para la impresión de las Escrituras; 67–77, La tesorería general de la orden unida debe funcionar sobre la base del común acuerdo; 78–86, Los miembros de la orden unida deben pagar todas sus deudas, y el Señor los librará de la servidumbre económica.

De cierto os digo, mis amigos, os

doy consejo y un mandamiento concerniente a todos los bienes de la orden, la cual mandé organizar y establecer para que fuera una a or­den unida, una orden sempiterna para el beneficio de mi iglesia y para la salvación de los hombres hasta que yo venga;

2 con la promesa inalterable e in­mutable de que si eran fieles aque­llos a quienes yo mandé, serían bendecidos con una multiplicidad de bendiciones;

3 mas por cuanto no fueron fie­les, estuvieron a punto de recibir una maldición.

4 Por consiguiente, ya que algu­nos de mis siervos no han guar­dado el mandamiento, sino que han quebrantado el convenio por

DOCTRINA Y CONVENIOS 103:38–104:4237

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4 a GEE Codiciar. 6 a Gál. 6:7–9. 7 a Isa. 62:3;

DyC 76:56. GEE Gloria.

9 a GEE Excomunión. b DyC 82:21. c GEE Diablo. 10 a DyC 109:25–27.

11 a DyC 42:32. GEE Mayordomía, mayordomo.

13 a GEE Responsabilidad, responsable.

b DyC 72:3–5, 16–22. 14 a Isa. 42:5; 45:12.

GEE Creación, crear. b Sal. 19:1; 24:1.

16 a DyC 105:5. GEE Bienestar.

b 1 Sam. 2:7–8; Lucas 1:51–53; DyC 88:17.

17 a DyC 59:16–20. GEE Tierra.

b GEE Albedrío.

motivo de su a avaricia, y con pa­labras fingidas, los he maldecido con una maldición muy grave y penosa.

5 Porque yo, el Señor, he deter­minado en mi corazón que si se descubre que cualquiera de los que pertenecen a la orden es de­clarado transgresor, o en otras pa­labras, si quebranta el convenio que os liga, él será maldito en su vida, y será hollado por quien yo disponga,

6 porque yo, el Señor, no seré a burlado en estas cosas;

7 y todo esto para que los ino­centes que haya entre vosotros no sean condenados con los injustos, ni se escapen los culpables que se hallen entre vosotros; porque yo, el Señor, os he prometido una a co­rona de gloria a mi diestra.

8 De manera que, si sois transgre­sores, no podréis escapar de mi ira durante vuestra vida.

9 Si sois a separados por trans­gresión, no podréis escapar de los b bofetones de c Satanás sino hasta el día de la redención.

10 Y ahora os doy el poder desde esta misma hora para que, si hay entre vosotros alguien que per­tenezca a la orden, y es hallado transgresor y no se arrepiente de la maldad, lo entreguéis a los

bofetones de Satanás; y no ten­drá poder para a traer mal sobre vosotros.

11 Me es prudente; por tanto, os mando que os organicéis y le seña­léis a cada cual su a mayordomía;

12 para que todo hombre me rinda cuentas de la mayordomía que le sea designada.

13 Porque conviene que yo, el Señor, haga a todo hombre a res­ponsable, como b mayordomo de las bendiciones terrenales que he dispuesto y preparado para mis criaturas.

14 Yo, el Señor, extendí los cielos y a formé la tierra, b hechura de mis propias manos; y todas las cosas que en ellos hay son mías.

15 Y es mi propósito abastecer a mis santos, porque todas las cosas son mías.

16 Pero es preciso que se haga a mi propia a manera; y he aquí, esta es la forma en que yo, el Señor, he decretado abastecer a mis santos, para que los b pobres sean exalta­dos, de modo que los ricos sean humildes.

17 Porque la a tierra está llena, y hay suficiente y de sobra; sí, yo preparé todas las cosas, y he con­cedido a los hijos de los hombres que sean sus propios b agentes.

18 De manera que, si alguno toma

DOCTRINA Y CONVENIOS 104:5–18 238

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de la a abundancia que he creado, y no reparte su porción a los b pobres y a los necesitados, conforme a la c ley de mi evangelio, en el d infierno alzará los ojos con los malvados, estando en tormento.

19 Y ahora, de cierto os digo, concerniente a los bienes de la a orden:

20 Apártesele a mi siervo Sid­ney Rigdon, como su mayordo­mía, el sitio donde ahora reside y el terreno de la curtiduría, para que se sostenga mientras esté obrando en mi viña, de acuerdo con lo que yo disponga, cuando se lo mande.

21 Y hágase todo conforme al acuerdo de la orden, y el con­sentimiento o voz unánime de la orden radicada en la tierra de Kirtland.

22 Y esta mayordomía y bendi­ción yo, el Señor, le confiero a mi siervo Sidney Rigdon por bendi­ción sobre él y sobre su descenden­cia después de él;

23 y multiplicaré bendiciones sobre él, si es humilde delante de mí.

24 Además, señálesele a mi siervo Martin Harris, como su mayordo­mía, y de su descendencia después de él, el solar que mi siervo John Johnson recibió a cambio de su heredad anterior;

25 y si es fiel, multiplicaré bendi­ciones sobre él y sobre su descen­dencia después de él.

26 Dedique mi siervo Martin Ha­rris su dinero a la proclamación de mi palabra, como lo indique mi siervo José Smith, hijo.

27 Además, reciba mi siervo Fre­derick G. Williams el sitio donde actualmente reside.

28 Y désele a mi siervo Oliver Cowdery el solar que se ha seña­lado, contiguo a la casa que será para la imprenta, el cual es el so­lar número uno; así como también el terreno sobre el cual reside su padre.

29 Y entréguense la imprenta y todas sus pertenencias a mis sier­vos Frederick G. Williams y Oliver Cowdery.

30 Y esto constituirá su mayordo­mía que se les designará.

31 Y si son fieles, he aquí, los ben­deciré y multiplicaré bendiciones sobre ellos.

32 Y este es el principio de la ma­yordomía que les he señalado a ellos y a su descendencia después de ellos.

33 Y si son fieles, multiplicaré bendiciones sobre ellos y su des­cendencia después de ellos, sí, una multiplicidad de bendiciones.

34 Además, désele a mi siervo John Johnson la casa en que vive, así como la heredad, todo menos el terreno que se ha reservado para la a edificación de mis casas, que es parte de esa heredad, y aquellos solares que se han apartado para mi siervo Oliver Cowdery.

18 a Lucas 3:11; Stg. 2:15–16.

b Prov. 14:21;

Mos. 4:26; DyC 52:40.

c DyC 42:30.

d Lucas 16:20–31. 19 a GEE Orden Unida. 34 a DyC 94:3, 10.

DOCTRINA Y CONVENIOS 104:19–34239

Page 250: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

36 a GEE Revelación. 39 a GEE Whitney, Newel K. 41 a DyC 84:112–113.

45 a DyC 90:20. GEE Smith, padre, Joseph.

48 a DyC 82:13; 94:1; 109:59. GEE Estaca.

35 Y si es fiel, multiplicaré ben­diciones sobre él.

36 Y es mi voluntad que él venda los solares que se han destinado para edificar la ciudad de mis san­tos, según se lo indique la a voz del Espíritu, y conforme al parecer y a la voz de la orden.

37 Y este es el principio de la ma­yordomía que le he señalado como bendición a él y a su descendencia después de él.

38 Y si es fiel, multiplicaré una multiplicidad de bendiciones so­bre él.

39 Además, señálense a mi siervo a Newel K. Whitney las casas y el terreno donde ahora reside, y el solar y edificio que ocupa el es­tablecimiento mercantil; también el terreno de la esquina al sur de dicho establecimiento y aquel sobre el cual se halla la fábrica de potasa.

40 Todo esto le he señalado a mi siervo Newel K. Whitney como su mayordomía, como bendición sobre él y sobre su descenden­cia después de él, para el benefi­cio del establecimiento mercantil de mi orden que he establecido para mi estaca en la tierra de Kirtland.

41 Sí, en verdad, esta es la ma­yordomía que le he señalado a mi siervo Newel K. Whitney, a saber, este establecimiento mercantil en­tero, a él y a su a agente, y a su des­cendencia después de él.

42 Y si guarda fielmente los man­damientos que le he dado, multi­plicaré bendiciones sobre él y su descendencia después de él, sí, una multiplicidad de bendiciones.

43  Además, apártesele a mi siervo José Smith, hijo, el terreno que se ha destinado para construir mi casa, el cual mide doscientos dos metros de fondo por sesenta de ancho; apártesele también la heredad sobre la cual reside ahora su padre;

44 y este es el principio de la mayordomía que he señalado por bendición sobre él y sobre su padre.

45 Porque he aquí, le he reser­vado una heredad a su a padre para su sostén; por tanto, él será con­tado con los de la casa de mi siervo José Smith, hijo.

46 Y multiplicaré bendiciones so­bre la casa de mi siervo José Smith, hijo, si es fiel, sí, una multiplicidad de bendiciones.

47  Ahora os doy un manda­miento tocante a Sion: No estaréis ligados por más tiempo a vues­tros hermanos de Sion como orden unida, sino de este modo:

48 Después de organizaros, os llamaréis la Orden Unida de la a Estaca de Sion, de la ciudad de Kirtland; y vuestros hermanos, después de organizarse, se llama­rán la Orden Unida de la Ciudad de Sion.

49  Y se organizarán en sus

DOCTRINA Y CONVENIOS 104:35–49 240

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51 a DyC 109:47. 52 a GEE Convenio. b GEE Codiciar. 56 a GEE Mayordomía,

mayordomo. 58 a GEE José Smith,

Traducción de (TJS). 59 a GEE Milenio.

b DyC 1:35–36; 29:9–11. 64 a Es decir, las ganancias

o ingresos.

propios nombres y en su propia representación; y tramitarán sus asuntos en su propia representa­ción y en sus propios nombres;

50  y vosotros tramitaréis los vuestros en vuestra propia repre­sentación, y en vuestros propios nombres.

51 Y he mandado que se haga esto para vuestra salvación, y tam­bién para la salvación de ellos, por motivo de su a expulsión, y por lo que ha de venir.

52 Habiéndose quebrantado los a convenios, por motivo de trans­gresión, con b avaricia y palabras fingidas,

53 quedáis, por tanto, separa­dos de vuestros hermanos como orden unida, de modo que desde esta hora ya no estáis ligados a ellos sino de esta manera, como ya dije, mediante préstamos que determine esta orden en consejo, conforme a lo que vuestras cir­cunstancias permitan y la voz del consejo disponga.

54 Además, os doy un manda­miento concerniente a la mayor­domía que os he designado:

55 He aquí, son míos todos estos bienes, o de lo contrario, vana es vuestra fe y sois hipócritas, y los convenios que habéis hecho con­migo quedan deshechos;

56 y si los bienes son míos, en­tonces sois a mayordomos; de otra manera, no sois mayordomos.

57 Mas de cierto os digo, os he puesto por mayordomos de mi casa, sí, mayordomos en verdad.

58 Y con este propósito os he mandado organizar, sí, para im­primir a mis palabras, la plenitud de mis Escrituras, las revelacio­nes que os he dado y las que más adelante os daré de cuando en cuando,

59 con objeto de edificar mi igle­sia y mi reino sobre la tierra, y pre­parar a mi pueblo para el a tiempo, muy cerca ya, en que b moraré con ellos.

60 Y prepararéis una tesorería para vosotros, y la consagraréis a mi nombre;

61 y nombraréis a uno de entre vosotros para que se encargue de la tesorería, y será ordenado con esta bendición.

62 Y se le pondrá un sello a la te­sorería, y todas las cosas sagradas se depositarán en ella; y ninguno de vosotros dirá que es de él, ni parte alguna de ella, porque os pertenecerá a todos vosotros en común.

63  Os la entrego desde esta misma hora; y ahora procurad hacer uso de la mayordomía que os he señalado, excluyendo las cosas sagradas, con el fin de im­primir estas cosas sagradas como he dicho.

64 Y se guardará el a producto de las cosas sagradas en la tesorería,

DOCTRINA Y CONVENIOS 104:50–64241

Page 252: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

74 a Lucas 16:1–12. 77 a DyC 107:99–100. 78 a DyC 42:54.

b GEE Deuda. 79 a GEE Humildad,

humilde, humillar

(afligir). b GEE Diligencia. 80 a Stg. 5:15.

y se le pondrá un sello; y nadie lo usará ni lo sacará de la tesorería, ni se quitará el sello que se le haya fijado, sino por la voz de la orden o por mandamiento.

65 Y así guardaréis en la tesorería el producto de las cosas sagradas, para propósitos sacrosantos.

66 Y se llamará la tesorería sa­grada del Señor; y se le pondrá un sello, a fin de que se conserve santa y consagrada ante el Señor.

67 Además, se preparará otra te­sorería, y se le designará un teso­rero para que se encargue de ella, y se le fijará un sello;

68 y todo el dinero que recibáis en vuestras mayordomías, como resultado de haber mejorado los bienes que os he designado, ya fueren casas, terrenos, ganado o lo que sea, salvo los santos y sagra­dos escritos que me he reservado para propósitos sacrosantos, se de­positará en la tesorería en cuanto se reciba, en cantidades de cien, cincuenta, veinte, diez o cinco.

69 O en otras palabras, si alguno de vosotros gana cinco dólares, échelos en la tesorería; o si gana diez, o veinte, o cincuenta, o cien, haga lo mismo;

70 y ninguno de vosotros diga que es suyo; porque no ha de lla­marse suyo, no, ni parte alguna.

71 No se usará ninguna parte de ello, ni se sacará de la tesorería, sino por la voz y el común acuerdo de la orden.

72 Y en esto consistirá la voz y

el común acuerdo de la orden: Que si alguno de entre vosotros dice al tesorero: Tengo necesi­dad de esto para ayudarme en mi mayordomía,

73 ya fueren cinco dólares, o diez dólares, veinte, cincuenta o cien, el tesorero le proporcionará la canti­dad solicitada para ayudarle en su mayordomía,

74 hasta que se descubra que es transgresor, y se manifieste cla­ramente ante el consejo de la or­den que es un mayordomo infiel e a imprudente.

75 Pero mientras goce de plena confraternidad, y sea fiel y sabio en su mayordomía, esto le será por prueba ante el tesorero para que no se lo niegue.

76 Mas en caso de transgresión, el tesorero estará sujeto al consejo y a la voz de la orden.

77 Y en caso de que el tesorero sea hallado mayordomo infiel e imprudente, comparecerá ante el consejo y la voz de la orden, y será quitado de su puesto, y se nom­brará a a otro en su lugar.

78 Además, de cierto os digo en cuanto a vuestras deudas, he aquí, es mi voluntad que las a paguéis b todas;

79 y es mi voluntad que os a hu­milléis delante de mí y obtengáis esta bendición por vuestra b di­ligencia, humildad y la oración de fe.

80 Y si sois diligentes y humil­des, y ejercitáis la a oración de fe,

DOCTRINA Y CONVENIOS 104:65–80 242

Page 253: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

81 a GEE Espíritu Santo. 82 a Lucas 14:11;

DyC 67:10. b DyC 103:36.

he aquí, ablandaré el corazón de vuestros acreedores, hasta que os envíe los medios para libraros.

81 Por tanto, escribid luego a Nueva York, escribid conforme a lo que dictare mi a Espíritu, y ablandaré el corazón de vuestros acreedores para que sea quitado de sus mentes el deseo de afligiros.

82 Y si vosotros sois a humildes y fieles, e invocáis mi nombre, he aquí, os daré la b victoria.

83 Os hago la promesa de que por esta vez seréis librados de vuestra servidumbre.

84 Si tenéis la oportunidad de conseguir préstamos en cantidades

de cientos o miles, hasta obtener lo suficiente para libraros de la servi­dumbre, es vuestro el privilegio.

85 Hipotecad los bienes que he puesto en vuestras manos esta sola vez, firmando de común acuerdo o de otra manera, como os parezca bien.

86 Os doy este privilegio sola­mente esta vez; y he aquí, si pro­cedéis a hacer las cosas que he puesto delante de vosotros, de acuerdo con mis mandamientos, todas estas cosas son mías, y vo­sotros sois mis mayordomos, y el amo no permitirá que sea desbara­tada su casa. Así sea. Amén.

SECCIÓN 105Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a orillas del río Fishing, Misuri, el 22 de junio de 1834. Bajo el liderazgo del Profeta, los santos de Ohio y de otras regiones marcharon hacia Misuri en una expedición más tarde conocida como el Campo de Sion; su objetivo era escoltar a los santos que habían sido expulsados de Misuri, de regreso a sus tierras en el condado de Jackson. Ciertos habitantes de Misuri, que habían perseguido anteriormente a los santos, temían la represalia del Campo de Sion y se adelantaron atacando a algunos santos que vivían en el condado de Clay, Misuri. Después que el gobernador de Misuri re-tiró su promesa de apoyo a los santos, José Smith recibió esta revelación.

1–5, Sion se edificará de acuerdo con la ley celestial; 6–13, La reden-ción de Sion se posterga un corto tiempo; 14–19, El Señor peleará las batallas de Sion; 20–26, Al congre-garse, los santos deben ser pruden-tes y no deben jactarse de las obras poderosas; 27–30, Deben comprarse terrenos en el condado de Jackson y

en los contiguos; 31–34, Los élderes han de recibir una investidura en la casa del Señor que se encuentra en Kirtland; 35–37, Los santos que sean llamados y también escogidos serán santificados; 38–41, Los santos iza-rán un estandarte de paz al mundo.

De cierto os digo a vosotros que os

DOCTRINA Y CONVENIOS 104:81–105:1243

Page 254: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

105 1 a DyC 100:13. 2 a DyC 104:4–5, 52. 3 a Hech. 5:1–11;

DyC 42:30. GEE Consagrar, ley de consagración.

4 a DyC 78:3–7. 5 a GEE Sion.

b DyC 104:15–16. c DyC 88:22. 6 a DyC 95:1–2.

GEE Castigar, castigo. b GEE Obediencia,

obediente, obedecer. 7 a DyC 20:2–3. 9 a DyC 103:4.

10 a GEE Deber. 11 a GEE Élder (anciano). b DyC 38:32; 95:8.

GEE Investidura. 12 a DyC 110. 14 a Josué 10:12–14;

Isa. 49:25; DyC 98:37. 15 a DyC 1:13–14.

habéis congregado para saber mi voluntad en cuanto a la a redención de mi pueblo afligido:

2 He aquí, os digo que si no fuera por las a transgresiones de mi pue­blo, en lo que a la iglesia respecta, y no a individuos, bien habrían sido redimidos ya.

3 Pero he aquí, no han aprendido a ser obedientes en las cosas que requerí de sus manos, sino que es­tán llenos de toda clase de iniqui­dad, y no a dan de sus bienes a los pobres ni a los afligidos entre ellos, como corresponde a los santos;

4 ni están a unidos conforme a la unión que requiere la ley del reino celestial;

5 y no se puede edificar a a Sion b sino de acuerdo con los principios de la c ley del reino celestial; de otra manera, no la puedo recibir para mí mismo.

6 Y es necesario que mi pue­blo sea a disciplinado hasta que aprenda la b obediencia, si es me­nester, por las cosas que padece.

7  No hablo de aquellos que son designados para guiar a mi pueblo, los cuales son los a pri­meros élderes de mi iglesia, por­que no todos ellos están bajo esta condenación;

8 sino hablo de mis iglesias fuera de aquí. Hay muchos que dirán: ¿Dónde está su Dios? He aquí, los

librará en la hora de dificultad, de lo contrario, no subiremos a Sion y retendremos nuestro dinero.

9 Por tanto, a causa de las a trans­gresiones de mi pueblo, me con­viene que mis élderes esperen un corto tiempo la redención de Sion;

10 para que ellos mismos se pre­paren, y mi pueblo sea instruido con mayor perfección, y adquiera experiencia, y sepa más cabal­mente lo concerniente a su a deber y a las cosas que de sus manos requiero;

11 y esto no puede llevarse a cabo sino hasta que mis a élderes sean b investidos con poder de lo alto.

12 Pues he aquí, he preparado una magna investidura y bendi­ción que a derramaré sobre ellos, si son fieles y siguen siendo hu­mildes delante de mí.

13 De modo que me conviene que mis élderes esperen un corto tiempo la redención de Sion.

14 Porque he aquí, no exijo de sus manos que peleen las bata­llas de Sion, pues como dije en un mandamiento anterior —y así cumpliré— yo a pelearé vuestras batallas.

15 He aquí, yo he enviado al a destructor para deshacer y aso­lar a mis enemigos; y de aquí a muy pocos años no quedarán

DOCTRINA Y CONVENIOS 105:2–15 244

Page 255: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

para profanar mi heredad, ni para b blasfemar mi nombre en las tie­rras que he c consagrado para el recogimiento de mis santos.

16 He aquí, he mandado a mi siervo José Smith, hijo, decir a la a fuerza de mi casa, sí, mis gue­rreros, mis jóvenes y los de edad madura, que se junten para redi­mir a mi pueblo, volcar las torres de mis enemigos y esparcir a sus b atalayas;

17 mas la fuerza de mi casa no ha escuchado mis palabras.

18 Pero ya que hay algunos que han atendido a mis palabras, he preparado una bendición e a in­vestidura para ellos, si continúan fieles.

19 He oído sus oraciones y acep­taré su ofrenda; y me es menester traerlos hasta este punto para po­ner a prueba su a fe.

20 Ahora de cierto os digo, un mandamiento os doy: De los que han venido hasta acá, quédense en estas regiones cuantos puedan hacerlo;

21 y aquellos que no puedan que­darse, que tengan familia en el este, quédense por una corta tem­porada conforme a lo que les in­dique mi siervo José;

22 porque yo lo aconsejaré en cuanto a este asunto, y todas las cosas que él les declare serán cumplidas.

23 Sea muy fiel, devoto en sus

oraciones y humilde ante mí todo mi pueblo que mora en las regio­nes contiguas, y no dé a conocer las cosas que le he revelado, hasta que yo juzgue prudente que sean reveladas.

24 No habléis de juicios ni os a jactéis de vuestra fe y obras po­derosas, sino congregaos cuidado­samente, cuantos podáis, en una región, según el sentimiento del pueblo lo permita;

25 y he aquí, os daré favor y gra­cia ante los ojos de los del pueblo, a fin de que gocéis de a paz y segu­ridad mientras les decís: Juzgad y hacednos justicia conforme a la ley, y recompensadnos por nues­tros ultrajes.

26 He aquí, os digo, mis amigos, de esta manera hallaréis gracia ante los ojos del pueblo, hasta que el a ejército de Israel llegue a ser muy grande.

27 Y ablandaré el corazón del pueblo, de cuando en cuando, como ablandé el corazón de a Fa­raón, hasta que mi siervo José Smith, hijo, y mis élderes, a quie­nes he nombrado, tengan tiempo para reunir la fuerza de mi casa,

28 y para enviar a hombres sabios a cumplir lo que he mandado con­cerniente a la b compra de todos los terrenos que se puedan adquirir en el condado de Jackson, así como en los contiguos.

29 Porque es mi voluntad que se

15 b DyC 112:24–26. GEE Blasfemar, blasfemia.

c DyC 84:3–4; 103:35. 16 a DyC 101:55; 103:22, 30.

b GEE Atalaya, atalayar. 18 a DyC 110:8–10. 19 a GEE Fe. 24 a DyC 84:73.

GEE Orgullo.

25 a GEE Paz. 26 a Joel 2:11. 27 a Gén. 47:1–12. 28 a DyC 101:73. b DyC 42:35–36.

DOCTRINA Y CONVENIOS 105:16–29245

Page 256: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

29 a DyC 42:30. GEE Consagrar, ley de consagración; Orden Unida.

30 a DyC 35:13–14; 101:55; 103:22, 26.

b DyC 97:22. 31 a GEE Santificación. b Cant. 6:10;

DyC 5:14; 109:73. 32 a Apoc. 11:15.

GEE Reino de Dios o de los cielos.

b GEE Gobierno. 33 a DyC 95:8–9.

GEE Investidura. 34 a La sección 42 de

Doctrina y Convenios se conoce como la “Ley”.

35 a GEE Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

b GEE Dignidad, digno. 36 a DyC 95:5.

GEE Escogido (adjetivo o sustantivo).

b GEE Santificación. 37 a GEE Consejo. 39 a GEE Estandarte. b GEE Paz. 40 a Rom. 8:28;

DyC 90:24; 100:15. 41 a Mateo 28:19–20.

compren estos terrenos y, ya ad­quiridos, que mis santos los po­sean de acuerdo con las a leyes de consagración que he dado.

30 Y después que se compren estos terrenos, no tendré por cul­pables a los a ejércitos de Israel si toman posesión de sus propios terrenos que previamente compra­ron con su dinero, si derriban las torres de mis enemigos que estén sobre ellos, y esparcen a sus ata­layas, y me b vengan de mis ene­migos hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian.

31 Pero primero hágase mi ejér­cito muy numeroso, y a santifíquese delante de mí, para que llegue a ser resplandeciente como el sol, claro como la b luna y sean sus pen­dones imponentes a los ojos de todas las naciones;

32 para que los reinos de este mundo se vean constreñidos a re­conocer que el reino de Sion es de hecho el a reino de nuestro Dios y su Cristo; b sujetémonos, pues, a sus leyes.

33 De cierto os digo, me es opor­tuno que los primeros élderes de mi iglesia reciban su a investidura de lo alto en mi casa, la cual he

mandado edificar a mi nombre en la tierra de Kirtland;

34 y que los mandamientos que he dado en cuanto a Sion y su a ley se ejecuten y se cumplan después de su redención.

35 Hubo un día para a llamar, pero ha llegado la hora de que haya un día para escoger; y escó­jase a los que son b dignos.

36 Y le será manifestado a mi siervo, por la voz del Espíritu, quiénes son los a escogidos; y se­rán b santificados;

37 y si obedecen el a consejo que reciben, tendrán el poder de hacer todas las cosas que atañen a Sion, después de muchos días.

38 De nuevo os digo, proponed la paz, no solamente a la gente que os ha afligido, sino a todos;

39 e izad un a estandarte de b paz, y proclamad la paz hasta los ex­tremos de la tierra.

40 Proponed la paz a los que os han afligido, conforme a la voz del Espíritu que esté en vosotros, y a to­das las cosas obrarán juntamente para vuestro bienestar.

41 Por tanto, sed fieles; y he aquí, mirad, a estoy con vosotros hasta el fin. Así sea. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 105:30–41 246

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106 1 a Es decir, la ciu­dad de Freedom, Nueva York, y sus alrededores.

3 a Mateo 6:33. b GEE Reino de Dios o

de los cielos.

c Mateo 10:10; DyC 31:5.

4 a Stg. 5:8. b GEE Últimos días,

postreros días. c 1 Tes. 5:2. 5 a GEE Luz, luz de Cristo.

b Apoc. 16:15. 7 a GEE Vanidad, vano. 8 a GEE Gracia. b Juan 14:2;

Éter 12:32–34; DyC 59:2; 76:111; 81:6; 98:18.

1–3, Warren A. Cowdery es nom-brado oficial presidente local; 4–5, La Segunda Venida no sorprenderá a los hijos de luz como ladrón; 6–8, Grandes bendiciones acompañan el servicio fiel en la Iglesia.

Es mi voluntad que mi siervo Wa­rren A. Cowdery sea nombrado y ordenado sumo sacerdote pre­sidente de mi iglesia en la tie­rra de a Freedom y las regiones circunvecinas;

2 y que predique mi evangelio sempiterno y alce su voz para amonestar al pueblo, no solo en su propia región, sino en los con­dados adyacentes;

3 y dedique su tiempo entero a este alto y santo llamamiento que ahora le doy, a buscando con dili­gencia el b reino del cielo y su jus­ticia, y todas las cosas necesarias serán añadidas, porque el c obrero es digno de su salario.

4 Además, de cierto os digo que la a venida del Señor se b aproxima, y sorprenderá al mundo como c la­drón en la noche.

5 Por tanto, ceñid vuestros lo­mos para que seáis hijos de a luz, y no os b sorprenda ese día como ladrón.

6 Y además, de cierto os digo que hubo gozo en los cielos cuando mi siervo Warren se humilló ante mi cetro y se apartó de las artimañas de los hombres;

7 así que, bendito es mi siervo Warren, porque seré misericor­dioso para con él; y no obstante la a vanidad de su corazón, lo enalte­ceré si se humilla ante mí.

8 Y le daré a gracia y confianza para que se sostenga firme; y si continúa siendo un testigo fiel y una luz a la iglesia, he prepa­rado para él una corona en las b mansiones de mi Padre. Así sea. Amén.

SECCIÓN 106Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 25 de noviembre de 1834. Esta revelación se dirige a Warren A. Cowdery, hermano mayor de Oliver Cowdery.

SECCIÓN 107Revelación sobre el sacerdocio, dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, alrededor de abril de 1835. Aunque esta sección se anotó en 1835, los registros históricos afirman que la mayoría de los

DOCTRINA Y CONVENIOS 106:1–8247

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107 1 a GEE Sacerdocio de Melquisedec.

b GEE Sacerdocio Aarónico.

2 a TJS Gén. 14:25–40

(Apéndice — Biblia); DyC 84:14. GEE Melquisedec.

3 a Alma 13:3–19; DyC 76:57.

4 a GEE Reverencia. 5 a DyC 84:29; 107:14. 6 a Deut. 10:8–9. 7 a GEE Élder (anciano). 8 a GEE Autoridad.

1–6, Hay dos sacerdocios: el de Mel-quisedec y el Aarónico; 7–12, Los que poseen el Sacerdocio de Melquisedec tienen poder para oficiar en todos los oficios de la Iglesia; 13–17, El obis-pado preside el Sacerdocio Aarónico, el cual administra las ordenanzas exteriores; 18–20, El Sacerdocio de Melquisedec posee las llaves de to-das las bendiciones espirituales; el Sacerdocio Aarónico posee las llaves del ministerio de ángeles; 21–38, La Primera Presidencia, los Doce y los Setenta constituyen los cuórums pre-sidentes, cuyas decisiones deben es-tar sujetas a la unidad y a la rectitud; 39–52, El orden patriarcal descendió por linaje desde Adán hasta Noé; 53–57, Los santos de la antigüedad se reunieron en Adán-ondi-Ahmán, y el Señor se les apareció; 58–67, Los Doce deben organizar a los oficiales de la Iglesia; 68–76, Los obispos son jueces comunes en Israel; 77–84, La Primera Presidencia y los Doce cons-tituyen los consejos más altos de la Iglesia; 85–100, Los presidentes del sacerdocio gobiernan a sus cuórums respectivos.

En la iglesia hay dos sacerdocios,

a saber, el de a Melquisedec y el b Aarónico, que incluye el Levítico.

2 La razón por la cual el primero se llama Sacerdocio de Melquise­dec es que a Melquisedec fue un gran sumo sacerdote.

3 Antes de su época se llamaba el Santo Sacerdocio según el a Orden del Hijo de Dios.

4 Mas por respeto o a reverencia al nombre del Ser Supremo, para evitar la demasiado frecuente re­petición de su nombre, la iglesia en los días antiguos dio a ese sacer­docio el nombre de Melquisedec, o sea, el Sacerdocio de Melquisedec.

5 Todas las otras autoridades u oficios de la iglesia son a depen­dencias de este sacerdocio.

6  Pero hay dos divisiones o cabezas principales: una es el Sacerdocio de Melquisedec, y la otra es el Sacerdocio Aarónico o a Levítico.

7 El oficio de a élder corresponde al Sacerdocio de Melquisedec.

8 El Sacerdocio de Melquise­dec posee el derecho de presidir, y tiene poder y a autoridad so­bre todos los oficios en la iglesia en todas las edades del mundo,

versículos del 60 al 100 incluyen una revelación dada por medio de José Smith el 11 de noviembre de 1831. Esta sección estuvo relacio-nada con la organización del Cuórum de los Doce en febrero y marzo de 1835. El Profeta probablemente la pronunció en presencia de aque-llos que se estaban preparando para partir el 3 de mayo de 1835, en la primera misión del cuórum.

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:1–8 248

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9 a DyC 81:2; 107:22, 65–67, 91–92.

10 a GEE Sumo sacerdote. b DyC 121:34–37. 13 a GEE Sacerdocio

Aarónico. b GEE Aarón, hermano

de Moisés.

14 a DyC 20:52; 107:5. 15 a GEE Obispo. 16 a DyC 68:14–21;

107:68–76. 17 a GEE Ordenación,

ordenar. b DyC 68:15. 18 a GEE Llaves del

sacerdocio. 19 a Alma 12:9–11;

DyC 63:23; 84:19–22. GEE Misterios de Dios.

b Heb. 12:22–24. c GEE Mediador.

para administrar en las cosas espirituales.

9  La a presidencia del sumo sacerdocio, según el orden de Melquisedec, tiene el derecho de oficiar en todos los oficios de la iglesia.

10 Los a sumos sacerdotes según el orden del Sacerdocio de Melqui­sedec tienen el b derecho de oficiar en su propio puesto, bajo la direc­ción de la presidencia, para ad­ministrar las cosas espirituales, y también en el oficio de élder, pres­bítero (del orden levítico), maestro, diácono y miembro.

11 Cuando el sumo sacerdote no esté presente, un élder tiene el de­recho de oficiar en su lugar.

12 El sumo sacerdote y el élder deben administrar las cosas espi­rituales, de acuerdo con los conve­nios y mandamientos de la iglesia; y tienen el derecho de oficiar en todos estos oficios de la iglesia cuando no esté presente una au­toridad mayor.

13 El segundo sacerdocio es lla­mado el a Sacerdocio de Aarón, porque se confirió a b Aarón y a su descendencia por todas sus generaciones.

14 Se llama el sacerdocio me­nor porque es una a dependencia del mayor, o sea, el Sacerdocio de Melquisedec, y tiene el poder

para administrar las ordenanzas exteriores.

15 El a obispado es la presidencia de este sacerdocio, y posee las lla­ves o autoridad de este.

16 Ningún hombre tiene el dere­cho legal de ocupar este oficio, de poseer las llaves de este sacerdo­cio, a menos que sea un a descen­diente literal de Aarón.

17 Pero en vista de que un sumo sacerdote del Sacerdocio de Mel­quisedec tiene la autoridad para oficiar en todos los oficios meno­res, él puede desempeñar el oficio de obispo cuando no se encuentre a un descendiente literal de Aarón, siempre que sea llamado, apartado y a ordenado a este poder por ma­nos de la b Presidencia del Sacer­docio de Melquisedec.

18 El poder y la autoridad del sacerdocio mayor, o sea, el de Melquisedec, consiste en tener las a llaves de todas las bendiciones espirituales de la iglesia:

19 tener el privilegio de reci­bir los a misterios del reino de los cielos, ver abiertos los cielos, co­municarse con la b asamblea ge­neral e iglesia del Primogénito, y gozar de la comunión y pre­sencia de Dios el Padre y de Je­sús, el c mediador del nuevo convenio.

20 El poder y la autoridad del

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:9–20249

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sacerdocio menor, o sea, el de Aa­rón, consiste en poseer las a lla­ves del ministerio de ángeles y en administrar las b ordenanzas exteriores, la letra del evangelio, el c bautismo de arrepentimiento para la d remisión de pecados, de acuerdo con los convenios y los mandamientos.

21 Necesariamente hay presiden­tes, o proceden o son nombrados oficiales presidentes, de entre los que son ordenados a los varios oficios de estos dos sacerdocios.

22 Del a Sacerdocio de Melquise­dec, tres b Sumos Sacerdotes Pre­sidentes, escogidos por el cuerpo, nombrados y ordenados a ese ofi­cio, y c sostenidos por la confianza, fe y oraciones de la iglesia, forman un cuórum de la Presidencia de la iglesia.

23 Los a doce consejeros viajantes son llamados para ser los Doce b Apóstoles, o sea, testigos especia­les del nombre de Cristo en todo el mundo, y así se distinguen de los otros oficiales de la iglesia en los deberes de su llamamiento.

24 Y constituyen un cuórum, igual en autoridad y poder que los tres presidentes ya mencionados.

25 Los a Setenta también son lla­mados para predicar el evange­lio y ser testigos especiales a los gentiles y en todo el mundo, y así se distinguen de otros oficiales

de la iglesia en los deberes de su llamamiento.

26 Y constituyen un cuórum, igual en autoridad que el de los doce testigos especiales o apósto­les antes nombrados.

27 Y toda decisión que tome cual­quiera de estos cuórums se hará por la voz unánime del cuórum; es decir, todos los miembros de cada uno de los cuórums tienen que llegar a un acuerdo en cuanto a sus decisiones, a fin de que estas tengan el mismo poder o validez entre sí,

28 una mayoría puede constituir un cuórum cuando las circunstan­cias impidan que se haga de otra manera,

29 de no ser así, sus decisiones no tienen derecho a las mismas bendiciones que en la antigüedad recibían los acuerdos de un cuó­rum de tres presidentes, los cuales eran ordenados según el orden de Melquisedec, y eran hombres jus­tos y santos.

30 Las decisiones de estos cuó­rums, o cualquiera de ellos, se de­ben tomar con toda a rectitud, con santidad y humildad de corazón, mansedumbre y longanimidad, y con fe, y b virtud, y conocimiento, templanza, paciencia, piedad, ca­riño fraternal y caridad;

31  porque existe la promesa de que si abundan estas cosas

20 a DyC 13; 84:26–27. b GEE Ordenanzas. c GEE Bautismo,

bautizar. d GEE Remisión de

pecados. 22 a GEE Sacerdocio de

Melquisedec. b DyC 90:3, 6; 107:9,

65–67, 78–84, 91–92. c GEE Sostenimiento de

líderes de la Iglesia. 23 a DyC 107:33–35. b GEE Apóstol.

25 a GEE Setenta. 30 a DyC 121:36.

GEE Rectitud, recto. b DyC 121:41.

GEE Virtud.

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:21–31 250

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31 a 2 Pe. 1:5–8. 33 a 1 Ne. 13:42;

3 Ne. 16:4–13; DyC 90:8–9.

34 a DyC 112:21.

36 a GEE Sumo consejo. 38 a GEE Setenta. 39 a GEE Evangelista;

Patriarca, patriarcal. 41 a GEE Adán.

b Gén. 5; DyC 84:6–16; Moisés 6:10–25.

42 a GEE Set.

en ellos, no serán a sin fruto en cuanto al conocimiento del Señor.

32 Y en caso de que estos cuó­rums tomen alguna decisión con injusticia, se podrá presen­tar ante una asamblea general de los varios cuórums, los cua­les constituyen las autoridades espirituales de la iglesia; de otra manera, no se puede apelar de su decisión.

33 Los Doce son un Sumo Con­sejo Presidente Viajante, para ofi­ciar en el nombre del Señor bajo la dirección de la Presidencia de la iglesia, de acuerdo con la ins­titución del cielo; para edificar la iglesia y regular todos los asun­tos de ella en todas las naciones, primero a los a gentiles y luego a los judíos.

34  Los Setenta obrarán en el nombre del Señor bajo la direc­ción de los a Doce, o sea, el sumo consejo viajante, edificando la igle­sia y regulando todos los asun­tos de ella en todas las naciones, primero a los gentiles y luego a los judíos;

35 enviándose a los Doce, te­niendo ellos las llaves, para abrir la puerta por medio de la proclamación del evangelio de Jesucristo, primeramente a los gentiles y luego a los judíos.

36 En las estacas de Sion los a sumos consejos residentes

forman un cuórum igual en au­toridad, con respecto a los asun­tos de la iglesia, en todas sus decisiones, que el cuórum de la presidencia o el sumo consejo viajante.

37 El sumo consejo de Sion cons­tituye un cuórum igual en autori­dad, respecto de los asuntos de la iglesia, en todas sus decisiones, que los consejos de los Doce en las estacas de Sion.

38 Es el deber del sumo consejo viajante, cuando necesite ayuda, llamar a los a Setenta, en lugar de otros, para atender a los varios llamamientos de predicar y admi­nistrar el evangelio.

39 Es el deber de los Doce or­denar ministros a evangelistas en todas las ramas grandes de la igle­sia, según les sea designado por revelación.

40 El orden de este sacerdocio se confirmó para descender de padre a hijo; y por derecho pertenece a los descendientes literales del li­naje escogido, al cual se hicieron las promesas.

41 Este orden se instituyó en los días de a Adán, y descendió por b li­naje de la siguiente manera:

42 De Adán a a Set, a quien Adán ordenó a la edad de sesenta y nueve años; y tres años antes de la muerte de Adán, este lo bendijo, y recibió la promesa de Dios, por conducto de su padre, de que su

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:32–42251

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posteridad sería la elegida del Se­ñor, y que sería preservada hasta el fin de la tierra;

43 porque Set fue un hombre a perfecto, y su b semejanza era la imagen expresa de su padre, al grado de que se parecía a su padre en todas las cosas, y solamente por su edad se podía distinguir entre uno y otro.

44 Enós fue ordenado a la edad de ciento treinta y cuatro años y cuatro meses, por mano de Adán.

45 Dios llamó a Cainán en el desierto cuando este tenía cua­renta años de edad; y encontró a Adán mientras viajaba al país de Shedolamak. Ochenta y siete años tenía cuando recibió su ordenación.

46 Mahalaleel tenía cuatrocientos noventa y seis años y siete días de edad cuando fue ordenado por mano de Adán, quien también lo bendijo.

47 Jared tenía doscientos años de edad cuando recibió su ordenación por mano de Adán, por quien tam­bién fue bendecido.

48 a Enoc tenía veinticinco años de edad cuando fue ordenado por mano de Adán; y tenía se­senta y cinco años, y Adán lo bendijo.

49 Y Enoc vio al Señor y anduvo con él, y estuvo delante de su faz continuamente; y a caminó Enoc

con Dios trescientos sesenta y cinco años, de manera que tenía cuatrocientos treinta años de edad cuando fue b trasladado.

50 a Matusalén tenía cien años de edad cuando fue ordenado por Adán.

51 Lamec tenía treinta y dos años de edad cuando fue ordenado por Set.

52 a Noé tenía diez años de edad cuando fue ordenado por mano de Matusalén.

53 Tres años antes de su muerte, Adán llamó a Set, Enós, Cainán, Mahalaleel, Jared, Enoc y Matusa­lén, todos ellos a sumos sacerdotes, junto con el resto de los de su pos­teridad que eran justos, al valle de b Adán­ondi­Ahmán, y allí les con­firió su última bendición.

54 Y el Señor se les apareció, y se levantaron y bendijeron a a Adán, y lo llamaron b Miguel, el príncipe, el arcángel.

55 Y el Señor le dio consuelo a Adán, y le dijo: Te he puesto para estar a la cabeza; multitud de na­ciones saldrán de ti, y tú les serás por a príncipe para siempre.

56 Y Adán se puso de pie en me­dio de la congregación, y a pe­sar de que lo agobiaba el peso de sus años, lleno del Espíritu Santo, a predijo todo cuanto habría de so­brevenir a su posteridad hasta la última generación.

43 a GEE Perfecto. b Gén. 5:3. 48 a GEE Enoc. 49 a Gén. 5:22;

Heb. 11:5; Moisés 7:69.

b GEE Seres trasladados. 50 a GEE Matusalén. 52 a GEE Noé, patriarca

bíblico. 53 a GEE Sumo sacerdote. b DyC 78:15; 116.

GEE Adán­ondi­Ahmán. 54 a DyC 128:21.

GEE Adán. b GEE Miguel. 55 a DyC 78:16. 56 a Moisés 5:10.

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:43–56 252

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57 Todas estas cosas se escri­bieron en el libro de Enoc, y se testificará de ellas a su debido tiempo.

58 También es el deber de los a Doce b ordenar y organizar a to­dos los otros oficiales de la igle­sia, de acuerdo con la revelación que dice:

59 A la Iglesia de Cristo en la tierra de Sion, además de las a le­yes de la iglesia referentes a sus asuntos:

60 De cierto os digo, dice el Se­ñor de las Huestes, es menester que haya a élderes presidentes para presidir a los que tengan el oficio de élder;

61 y también a presbíteros para presidir a quienes tengan el oficio de presbítero;

62 y también maestros para a pre­sidir a los que tengan el oficio de maestro, de igual manera; y tam­bién los diáconos.

63 Por tanto, de diácono a maes­tro, de maestro a presbítero y de presbítero a élder, respectiva­mente, según sean nombrados, de acuerdo con los convenios y los mandamientos de la iglesia.

64 Entonces sigue el sumo sacer­docio, que es el mayor de todos.

65  Por consiguiente, es me­nester que se nombre a uno del sumo sacerdocio para presi­dir al sacerdocio; y se le llamará

presidente del sumo sacerdocio de la iglesia,

66 o en otras palabras, el a Sumo Sacerdote Presidente de todo el sumo sacerdocio de la iglesia.

67 De él procede la adminis­tración de las ordenanzas y las bendiciones para la iglesia, por la a imposición de manos.

68 De manera que, el oficio de obispo no es igual, porque el oficio de a obispo consiste en administrar todas las cosas temporales;

69  sin embargo, debe esco­gerse al obispo de entre los del a sumo sacerdocio, a menos que sea un b descendiente literal de Aarón;

70 pues a menos que sea un des­cendiente literal de Aarón, no puede poseer las llaves de ese sacerdocio.

71 Sin embargo, se puede apartar a un sumo sacerdote, es decir, se­gún el orden de Melquisedec, para administrar las cosas temporales, las cuales conocerá por el Espíritu de verdad;

72 y también para ser a juez en Is­rael, para tramitar los asuntos de la iglesia y juzgar a los transgreso­res, según el testimonio que fuere presentado ante él de conformidad con las leyes, con la ayuda de sus consejeros que haya escogido o que escogiere de entre los élderes de la iglesia.

58 a GEE Apóstol. b GEE Ordenación,

ordenar. 59 a DyC 43:2–9. 60 a DyC 107:89–90. 61 a DyC 107:87.

62 a DyC 107:85–86. 66 a DyC 107:9, 91–92.

GEE Presidente. 67 a GEE Imposición de

manos. 68 a GEE Obispo.

69 a GEE Sacerdocio de Melquisedec.

b DyC 68:14–24; 84:18; 107:13–17.

72 a DyC 58:17–18.

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:57–72253

Page 264: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

73 Este será el deber del obispo que no sea descendiente literal de Aarón, pero al que se haya confe­rido el sumo sacerdocio según el orden de Melquisedec.

74 Así que, será un juez, sí, un juez común entre los habitantes de Sion, o en una estaca de Sion, o cualquier rama de la iglesia donde sea apartado para este ministerio, hasta que se ensanchen las fron­teras de Sion, y se haga necesario tener otros obispos o jueces en Sion o en otras partes.

75 Y si son nombrados otros obispos, estos han de obrar en el mismo oficio.

76 Pero un descendiente literal de Aarón tiene el derecho legal a la presidencia de este sacer­docio, a las a llaves de este mi­nisterio, para obrar en el oficio de obispo independientemente, sin consejeros, para actuar como juez en Israel, salvo cuando se juzgue a un presidente del sumo sacerdocio, según el orden de Melquisedec.

77 Y la decisión de cualquiera de estos consejos irá de acuerdo con el mandamiento que dice:

78 Además, de cierto os digo, los asuntos más importantes y los ca­sos más a difíciles de la iglesia, en caso de disconformidad con el fa­llo del obispo o de los jueces, serán remitidos y llevados al consejo de la iglesia, ante la b presidencia del sumo sacerdocio.

79 Y la presidencia del consejo del sumo sacerdocio tendrá el po­der de llamar a otros sumos sacer­dotes, hasta doce, para que ayuden como consejeros; y de esta manera la presidencia del sumo sacerdocio y sus consejeros tendrán el poder de decidir en cuanto al testimo­nio, de acuerdo con las leyes de la iglesia.

80 Y después de esta decisión, ya no se recordará más ante el Señor; porque este es el consejo más alto de la iglesia de Dios, y el que da el fallo final cuando hay controversias respecto de asuntos espirituales.

81 Ninguno de los miembros de la iglesia queda exento de este consejo.

82 Y si transgrediere un presi­dente del sumo sacerdocio, se le llamará ante el consejo común de la iglesia, al cual ayudarán doce consejeros del sumo sacerdocio;

83 y el fallo que dicten sobre su cabeza será el fin de toda contro­versia respecto de él.

84 Así que, a nadie se exime de la a justicia y las leyes de Dios, para que todas las cosas se hagan con orden y solemnidad ante él, de acuerdo con la verdad y la rectitud.

85 Y además, de cierto os digo, el deber del presidente del ofi­cio de a diácono es presidir a doce diáconos, sentarse en con­cilio con ellos y b enseñarles sus deberes, edificándose el uno al

76 a GEE Llaves del sacerdocio.

78 a DyC 102:13, 28.

b DyC 68:22. 84 a GEE Justicia. 85 a GEE Diácono.

b DyC 38:23; 88:77–79, 118.

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:73–85 254

Page 265: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

otro conforme a lo indicado en los convenios;

86 y también el deber del presi­dente del oficio de los a maestros es presidir a veinticuatro maes­tros, y sentarse en concilio con ellos, enseñándoles los deberes de su oficio, cual se indican en los convenios.

87 Y también el deber del presi­dente del Sacerdocio de Aarón es presidir a cuarenta y ocho a pres­bíteros, sentarse en concilio con ellos y enseñarles los deberes de su oficio, cual se indica en los convenios.

88 Este presidente ha de ser un a obispo, porque este es uno de los deberes de este sacerdocio.

89 Además, el deber del presi­dente del oficio de los élderes es presidir a noventa y seis a élde­res, sentarse en concilio con ellos y enseñarles de acuerdo con los convenios.

90 Esta presidencia es distinta de la de los setenta, y se ha dispuesto para los que no a viajan por todo el mundo.

91 Además, el deber del presi­dente del oficio del sumo sacerdo­cio es a presidir a toda la iglesia, y ser semejante a b Moisés.

92 He aquí, en esto hay sabidu­ría; sí, ser a vidente, b revelador,

traductor y c profeta, teniendo to­dos los d dones de Dios, los cuales él confiere sobre el cabeza de la iglesia.

93 Y va de acuerdo con la visión que demuestra el orden de los a Setenta, que los presidan siete presidentes, escogidos de entre el número de los setenta;

94 y el séptimo de estos presiden­tes ha de presidir a los seis;

95  y estos siete presidentes han de escoger a otros setenta, además de los primeros setenta a los cuales pertenecen, y han de presidirlos.

96 y también a otros setenta, hasta setenta veces siete, si por necesidad la obra de la viña lo requiere.

97 Y estos setenta han de ser a ministros viajantes, a los gen­tiles primeramente y también a los judíos.

98 Mientras que otros oficiales de la iglesia, que no pertenezcan a los Doce ni a los Setenta, no obs­tante que estén ocupando oficios tan elevados y de tanta responsa­bilidad en la iglesia, no tienen la responsabilidad de viajar entre to­das las naciones, sino que han de viajar conforme lo permitan sus circunstancias.

99  Por tanto, a aprenda todo 86 a DyC 20:53–60.

GEE Maestro, Sacerdocio Aarónico.

87 a GEE Presbítero, Sacerdocio Aarónico.

88 a GEE Obispo. 89 a GEE Élder (anciano). 90 a DyC 124:137. 91 a DyC 107:9, 65–67.

b DyC 28:2; 103:16–21. 92 a Mos. 8:13–18.

GEE Vidente. b GEE Revelación. c DyC 21:1.

GEE Profeta. d GEE Dones del Espíritu. 93 a DyC 107:38.

GEE Setenta.

97 a DyC 124:138–139. 99 a El inglés da lugar

a una segunda interpretación: “désele a todo varón la oportunidad de aprender su deber. . .”

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:86–99255

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99 b GEE Deber. c GEE Diligencia. 100 a DyC 58:26–29.

GEE Ociosidad, ocioso.

b GEE Dignidad, digno.

108 2 a GEE Descansar, descanso (reposo).

4 a DyC 109:6–10.

5 a DyC 82:10. 6 a GEE Obra misional. 7 a Lucas 22:31–32. 8 a 2 Ne. 9:19.

varón su b deber, así como a obrar con toda c diligencia en el oficio al cual fuere nombrado.

100 El que sea a perezoso no será considerado b digno de permanecer,

y quien no aprenda su deber y no se presente aprobado, no será con­siderado digno de permanecer. Así sea. Amén.

SECCIÓN 108Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 26 de diciembre de 1835. Se recibió esta sección a solicitud de Ly-man Sherman, previamente ordenado setenta, quien había acudido al Profeta para solicitar una revelación que le hiciera saber su deber.

1–3, A Lyman Sherman se le per-donan sus pecados; 4–5, Ha de ser contado entre los principales élde-res de la Iglesia; 6–8, Es llamado a predicar el Evangelio y a fortalecer a sus hermanos.

De cierto, así te dice el Señor, mi siervo Lyman: Te son perdonados tus pecados, porque has obedecido mi voz al venir aquí esta mañana para recibir consejo del que yo he nombrado.

2 a Repose, por tanto, tu alma en cuanto a tu condición espiritual, y no resistas más mi voz.

3 Levántate y ten más cuidado desde ahora en adelante, de ob­servar los votos que has hecho y que haces, y serás bendecido con bendiciones sumamente grandes.

4 Espera con paciencia hasta

que se convoque la a asamblea so­lemne de mis siervos; entonces serás recordado con los primeros de mis élderes y recibirás el dere­cho, por medio de la ordenación, con el resto de mis élderes que he escogido.

5 He aquí, esta es la a promesa del Padre para ti, si continúas fiel;

6 y te será cumplida el día en que tengas el derecho de a predi­car mi evangelio, dondequiera que te mande, desde entonces en adelante.

7 Por tanto, a fortalece a tus her­manos en todas tus conversacio­nes, en todas tus oraciones, en todas tus exhortaciones y en to­dos tus hechos.

8 Y he aquí, estoy contigo para bendecirte y a librarte para siem­pre. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 107:100–108:8 256

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109 1 a Alma 37:37; DyC 46:32. GEE Acción de gra­cias, agradecido, agradecimiento.

b Dan. 9:4. GEE Convenio.

2 a DyC 88:119. 4 a 1 Rey. 9:3.

GEE Templo, Casa del

Señor. b 2 Ne. 5:16. 5 a DyC 124:27–28. 6 a DyC 88:117–120.

1–5, El Templo de Kirtland se ha edi-ficado para que el Hijo del Hombre tenga un lugar para manifestarse; 6–21, Debe ser una casa de oración, de ayuno, de fe, de instrucción, de gloria, de orden, una casa de Dios; 22–33, Sean confundidos los impe-nitentes que se oponen al pueblo del Señor; 34–42, Salgan los santos con poder a recoger a los justos en Sion; 43–53, Sean librados los santos de las cosas terribles que se derrama-rán sobre los inicuos en los postreros días; 54–58, Prepárense las naciones y los pueblos y las iglesias para el Evangelio; 59–67, Sean redimidos los judíos, los lamanitas y todo Is-rael; 68–80, Sean los santos corona-dos con gloria y honra, y logren la salvación eterna.

a Gracias damos a tu nombre, oh Señor Dios de Israel, tú que guar­das b convenios y muestras mise­ricordia a tus siervos que andan en rectitud delante de ti con todo su corazón;

2 tú que has mandado a tus sier­vos que a edifiquen una casa a tu nombre en este sitio [Kirtland].

3 Y ahora ves, oh Señor, que tus siervos han obrado conforme a tu mandamiento.

4  Y ahora te pedimos, Padre Santo, en el nombre de Jesu­cristo, el Hijo de tu seno, en cuyo nombre solamente puede admi­nistrarse la salvación a los hijos de los hombres, te pedimos, oh Señor, que aceptes esta a casa, la b obra de las manos de nosotros tus siervos, la cual nos mandaste edificar.

5 Porque tú sabes que hemos hecho esta obra en medio de gran tribulación; y de nuestra pobreza hemos dado de nues­tros bienes para construir una a casa a tu nombre, a fin de que el Hijo del Hombre tenga un lugar para manifestarse a su pueblo.

6 Y en vista de que has decla­rado en una a revelación, dada a nosotros, en la cual nos llamas tus amigos, diciendo: Convo­cad vuestra asamblea solemne como os he mandado;

7 y por cuanto no todos tienen fe, buscad diligentemente y en­señaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad palabras de sabiduría de los mejores libros; buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe;

8 organizaos; preparad todo lo

SECCIÓN 109Oración que se ofreció en la dedicación del Templo de Kirtland, Ohio, el 27 de marzo de 1836. De acuerdo con la declaración escrita del Pro-feta, esta oración le fue dada por revelación.

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:1–8257

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11 a DyC 38:32; 105:11–12, 18, 33.

12 a GEE Gloria. 20 a DyC 94:8–9; 97:15–17.

21 a GEE Reverencia. 22 a GEE Ángeles.

que fuere necesario; y estableced una casa, sí, una casa de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa de instrucción, una casa de gloria, una casa de orden, una casa de Dios;

9 para que vuestras entradas sean en el nombre del Señor; vuestras salidas sean en el nombre del Se­ñor; y todas vuestras salutacio­nes sean en el nombre del Señor, con las manos extendidas hacia el Altísimo.

10 Y ahora, Padre Santo, te roga­mos que nos ayudes con tu gracia a nosotros, tu pueblo, al convocar nuestra asamblea solemne, a fin de que se haga para honra tuya y para tu divina aceptación;

11 y de una manera que seamos considerados dignos, ante tu vista, de lograr el cumplimiento de las a promesas hechas a nosotros, tu pueblo, en las revelaciones que se nos han dado;

12 para que tu a gloria descanse sobre tu pueblo y sobre esta, tu casa, que ahora te dedicamos, a fin de que sea santificada y con­sagrada, y para que tu santa presencia esté continuamente en ella;

13 y para que todas las personas que pasen por el umbral de la casa del Señor sientan tu poder y se sientan constreñidas a reconocer que tú la has santificado y que es tu casa, lugar de tu santidad.

14 Y concede, Padre Santo, que todos los que adoren en esta casa

aprendan palabras de sabiduría de los mejores libros, y que bus­quen conocimiento, tanto por el estudio como por la fe, así como tú has dicho;

15 y que crezcan en ti y reciban la plenitud del Espíritu Santo; y se organicen de acuerdo con tus leyes y se preparen para recibir cuanto fuere necesario;

16 y que sea esta una casa de ora­ción, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa de gloria y de Dios, sí, tu casa;

17 que todas las entradas de tu pueblo en esta casa sean en el nom­bre del Señor;

18 que todas sus salidas de esta casa sean en el nombre del Señor;

19 que todas sus salutaciones sean en el nombre del Señor, con manos santas extendidas hacia el Altísimo;

20 y que no se permita entrar en tu casa ninguna a cosa impura para profanarla;

21 y cuando tu pueblo transgre­diere, quienquiera que sea, se arre­pienta cuanto antes y vuelva a ti y halle gracia ante tus ojos, y séanle restauradas las bendiciones que tú has decretado que se derramen sobre los que te a reverencien en tu casa.

22 Te rogamos, Padre Santo, que tus siervos salgan de esta casa ar­mados con tu poder, y que tu nom­bre esté sobre ellos, y los rodee tu gloria, y tus a ángeles los guarden;

23  y que de este sitio lleven

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:9–23 258

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23 a DyC 1:2. 25 a Isa. 54:17. b Prov. 26:27;

1 Ne. 14:3; 22:14. 26 a DyC 98:22. b 1 Rey. 8:29.

30 a Isa. 28:17; Mos. 12:6; DyC 29:16.

b 3 Ne. 21:19–21. 32 a GEE Yugo. 34 a Rom. 3:23; 5:12.

GEE Pecado. 35 a GEE Unción. 36 a GEE Lenguas, don de. b Hech. 2:1–3.

nuevas sumamente grandes y glo­riosas, en verdad, hasta los a cabos de la tierra, a fin de que sepan que esta es tu obra y que has extendido tu mano para cumplir lo que has hablado por boca de los profetas tocante a los últimos días.

24 Te pedimos, Padre Santo, que establezcas al pueblo que ado­rará y honorablemente retendrá un nombre y una posición en esta tu casa, por todas las generaciones y por la eternidad;

25 que ninguna arma a forjada en contra de ellos prospere; que caiga en su propio b foso aquel que lo cave para ellos;

26 que ninguna combinación ini­cua tenga el poder para levantarse y a vencer a los de tu pueblo, sobre quienes se ponga tu b nombre en esta casa;

27 y si se levanta contra este pue­blo gente alguna, enciéndase tu enojo en contra de ellos;

28 y si hieren a este pueblo, tú los herirás; pelearás por tu pue­blo como lo hiciste en el día de la batalla, para que sean libra­dos de las manos de todos sus enemigos.

29  Te rogamos, Padre Santo, que confundas, asombres, aver­güences y llenes de confusión a todos los que han esparcido ca­lumnias por el mundo en con­tra de tu siervo o siervos, si no

se arrepienten cuando se les pro­clame el evangelio sempiterno a sus oídos;

30 y que todas sus obras sean desmenuzadas y arrolladas por el a granizo y por los juicios que mandarás sobre ellos en tu ira, para que se dé fin a las b mentiras y calumnias en contra de tu pueblo.

31 Porque tú sabes, oh Señor, que tus siervos han sido inocen­tes delante de ti al testificar de tu nombre, a causa de lo cual han padecido estas cosas.

32 Por tanto, suplicamos ante ti una cabal y completa liberación de este a yugo;

33 quítalo, oh Señor; quítalo por tu poder del cuello de tus siervos, para que nos levantemos en me­dio de esta generación y hagamos tu obra.

34 Oh Jehová, ten misericordia de este pueblo; y por cuanto to­dos los hombres a pecan, perdona las transgresiones de tu pueblo, y sean borradas para siempre jamás.

35 Permite que la a unción de tus ministros sea sellada sobre ellos con poder de lo alto.

36 Cúmplase en estos, como se hizo en aquellos el día de Pente­costés; derrámese sobre tu pueblo el don de a lenguas, sí, b lenguas re­partidas como de fuego, así como su interpretación.

37 E hínchase tu casa con tu

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:24–37259

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a gloria, como con un viento fuerte e impetuoso.

38 Pon sobre tus siervos el a tes­timonio del convenio, para que al salir a proclamar tu palabra b se­llen la ley y preparen el corazón de tus santos para todos aque­llos juicios que estás a punto de mandar en tu ira sobre los habi­tantes de la c tierra, a causa de sus transgresiones, a fin de que tu pue­blo no desmaye en el día de la tribulación.

39 Y cuando entren tus siervos en cualquier ciudad, y sus habitantes reciban su testimonio, concede tu paz y salvación a esa ciudad para que de ella recojan a los justos, y con cantos de gozo sempiterno vayan a a Sion o a sus estacas, los sitios por ti designados;

40 y hasta que esto se cumpla, no permitas que tus juicios caigan sobre esa ciudad.

41 Y cuando entren tus siervos en cualquier ciudad, y sus habi­tantes no reciban el testimonio de tus siervos, y estos los exhorten a salvarse de esta generación per­versa, hágase a esa ciudad con­forme a lo que has dicho por boca de tus profetas.

42 Mas te rogamos, oh Jehová, que libres a tus siervos de sus ma­nos y los purifiques de la sangre de ellos.

43 Oh Señor, no nos deleitamos en la destrucción de nuestros

semejantes; preciosas son sus a al­mas ante ti;

44 pero tiene que cumplirse tu palabra. Ayuda a tus siervos a de­cir, favoreciéndolos tu a gracia: Sea hecha tu voluntad, oh Señor, y no la nuestra.

45 Sabemos que por boca de tus profetas tú has decretado cosas terribles concernientes a los mal­vados en los a últimos días, y que derramarás tus juicios sin medida;

46 por tanto, oh Señor, salva a tu pueblo de las calamidades de los inicuos; habilita a tus siervos para sellar la ley y atar el testimonio, a fin de que queden preparados para el día del fuego.

47 Te rogamos, Padre Santo, que te acuerdes de los que han sido ex­pulsados de la tierra de su herencia por los habitantes del condado de Jackson, Misuri. Quita, oh Señor, este yugo de aflicción que se les ha impuesto.

48 Tú sabes, oh Señor, que han sido severamente oprimidos y afligidos por hombres inicuos; y nuestros corazones se a inundan de tristeza a causa de sus gravo­sas cargas.

49 Oh Señor, a ¿por cuánto tiempo permitirás que este pueblo soporte esta aflicción, y que los llantos de sus inocentes lleguen a tus oídos, y su b sangre ascienda como testi­monio delante de ti, sin manifestar tu testimonio en favor de ellos?

37 a DyC 84:5; 109:12. GEE Gloria.

38 a GEE Testimonio. b Isa. 8:16; DyC 1:8. c GEE Tierra — La

purificación de la tierra.

39 a Isa. 35:10. 43 a GEE Alma. 44 a GEE Gracia.

45 a GEE Últimos días, postreros días.

48 a GEE Compasión. 49 a Sal. 13:1–2. b GEE Mártir, martirio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:38–49 260

Page 271: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

50 a GEE Misericordia, misericordioso.

51 a DyC 100:13; 105:2. 54 a 1 Pe. 2:13–15;

DyC 98:5–7; 101:77, 80. GEE Constitución.

56 a GEE Verdad. 57 a DyC 20:16; 76:22–24. 59 a Isa. 54:2. b GEE Israel — La

congregación de Israel.

c Mateo 24:22. 60 a 1 Ne. 13:1–32;

15:13–18. 62 a 3 Ne. 20:29.

GEE Jerusalén.

50 Ten a misericordia, oh Señor, del populacho inicuo que ha ex­pulsado a tu pueblo, a fin de que cese de saquear y se arrepienta de sus pecados, si es que puede arrepentirse;

51 pero si no lo hace, desnuda tu brazo, oh Señor, y a redime lo que señalaste como Sion a tu pueblo.

52 Y si no puede ser de otra ma­nera, para que la causa de tu pue­blo no fracase ante ti, enciéndase tu ira y descienda sobre ellos tu indignación, a fin de que sean ta­lados, raíz y rama, de debajo de los cielos;

53 mas si se arrepienten, tú eres benigno y misericordioso, y apar­tarás tu ira al mirar la faz de tu Ungido.

54 Ten misericordia, oh Señor, de todas las naciones de la tierra; ten misericordia de los gobernantes de nuestro país; permite que queden establecidos para siempre jamás los principios de la a Constitución de nuestro país que defendieron tan honorable y noblemente nues­tros antepasados.

55 Acuérdate de los reyes, los príncipes, los nobles y los grandes de la tierra, y de todo pueblo, y de las iglesias, de todos los pobres, los necesitados y los afligidos de la tierra,

56 para que se ablanden sus co­razones cuando tus siervos salgan de tu casa, oh Jehová, para dar

testimonio de tu nombre; para que sus prejuicios cedan ante la a ver­dad, y tu pueblo halle gracia ante los ojos de todos;

57 para que todos los cabos de la tierra sepan que nosotros, tus sier­vos, hemos a oído tu voz, y que tú nos has enviado;

58 para que tus siervos, los hijos de Jacob, recojan a los justos de entre todos ellos con el fin de edifi­car una ciudad santa a tu nombre, como tú les has mandado.

59 Te pedimos que le señales a Sion otras a estacas, además de esta que has nombrado, a fin de que se desarrolle con gran poder y majes­tad el b recogimiento de tu pueblo y se c acorte tu obra mediante la rectitud.

60  Ahora, oh Señor, hemos pronunciado ante ti estas pala­bras tocante a las revelaciones y los mandamientos que nos has dado a nosotros, los que he­mos sido identificados con los a gentiles.

61  Mas tú sabes que sientes un gran amor por todos los hi­jos de Jacob, que han estado es­parcidos en las montañas largo tiempo, en un día nublado y obscuro.

62 Te rogamos, por tanto, que tengas misericordia de los hijos de Jacob, para que desde esta misma hora comience a Jerusalén a ser redimida;

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:50–62261

Page 272: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

63 y empiece a quebrantarse el yugo de servidumbre de sobre la casa de a David;

64 y los hijos de a Judá comiencen a volver a las b tierras que diste a Abraham, su padre.

65 Y haz que el a resto de Jacob, que ha sido maldecido y azotado a causa de su transgresión, se b con­vierta de su condición indómita y salvaje a la plenitud del evangelio eterno;

66 para que abandone sus ar­mas sangrientas y haga cesar sus rebeliones.

67 Y permite que todo el resto esparcido de a Israel, que ha sido hostilizado hasta los cabos de la tierra, llegue al conocimiento de la verdad, crea en el Mesías, sea redimido de la opresión y se re­gocije delante de ti.

68 Oh Señor, acuérdate de tu siervo, José Smith, hijo, y de todas sus aflicciones y persecu­ciones —que ha hecho a convenio con b Jehová y ha hecho voto con­tigo, oh Fuerte Dios de Jacob— así como de los mandamientos que le has dado y de que ha procu­rado sinceramente obedecer tu voluntad.

69 Ten misericordia, oh Señor, de su esposa e hijos, para que sean exaltados en tu presencia y los pre­serve tu mano protectora.

70 Ten misericordia de todos sus parientes cercanos, para que sean destrozados y arrastrados sus pre­juicios como ante un diluvio; a fin de que se conviertan y sean redi­midos con Israel y sepan que tú eres Dios.

71 Acuérdate, oh Señor, de los presidentes, sí, de todos los pre­sidentes de tu iglesia, para que los exalte a ellos tu mano dere­cha, con todas sus familias y parientes cercanos, para que se perpetúen sus nombres en memo­ria sempiterna de generación en generación.

72 Trae a tu memoria, oh Señor, a todos los de tu iglesia, y a todas sus familias y parientes cercanos, con todos sus enfermos y afligidos, con todos los pobres y mansos de la tierra, a fin de que el a reino que has establecido, no con mano, lle­gue a ser una gran montaña y llene toda la tierra;

73 para que tu iglesia salga del desierto de las tinieblas, y res­plandezca hermosa como la a luna, esclarecida como el sol e impo­nente como un ejército con sus pendones;

74 y sea ataviada como una es­posa para aquel día en que qui­tarás el velo de los cielos y harás que las montañas se a derritan ante tu presencia, y sean alzados los

63 a GEE David. 64 a Zac. 12:6–9;

Mal. 3:4; DyC 133:13, 35. GEE Judá.

b Gén. 17:1–8. GEE Tierra prometida.

65 a 2 Ne. 30:3;

Alma 46:23–24; 3 Ne. 20:15–21; DyC 19:27.

b 2 Ne. 30:6; 3 Ne. 21:20–22. GEE Conversión, convertir.

67 a GEE Israel — La

congregación de Israel. 68 a GEE Convenio. b GEE Jehová. 72 a Dan. 2:44–45;

DyC 65:2. 73 a Cant. 6:10;

DyC 5:14; 105:31. 74 a DyC 133:21–22, 40.

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:63–74 262

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74 b Isa. 40:4; Lucas 3:5; DyC 49:23.

75 a 1 Tes. 4:17. 76 a Apoc. 7:13–15;

2 Ne. 9:14. b GEE Corona;

Exaltación. c GEE Gozo. d Heb. 12:1–11;

DyC 58:4. 77 a GEE Gloria. 79 a Isa. 6:1–2. b GEE Cordero de Dios. 80 a Sal. 132:16.

b valles y allanados los lugares ás­peros, a fin de que tu gloria llene la tierra;

75 para que al llamar la trompeta a los muertos, podamos ser a arre­batados en la nube para recibirte, a fin de que siempre estemos con el Señor;

76 para que se hallen limpios nuestros vestidos y seamos ata­viados con a mantos de rectitud, con palmas en nuestras manos y b coronas de gloria sobre nuestra cabeza, y seguemos c gozo eterno por todos nuestros d sufrimientos.

77  Oh Señor, Dios Todopo­deroso, óyenos en nuestras pe­ticiones y contéstanos desde los cielos, tu santa habitación, donde te sientas en tu trono, con a gloria, honra, poder, ma­jestad, fuerza, dominio, verdad,

justicia, juicio, misericordia y un sinfín de plenitud, de eternidad en eternidad.

78 ¡Escucha, escucha, escúchanos, oh Señor! Responde a estas peti­ciones, y acepta para ti la dedica­ción de esta casa, obra de nuestras manos, que hemos edificado a tu nombre;

79 y también esta iglesia, para poner sobre ella tu nombre. Ayú­danos por el poder de tu Espíritu para que podamos unir nuestras voces a las de los fulgurosos y res­plandecientes a serafines que ro­dean tu trono, con aclamaciones de alabanza, cantando: ¡Hosanna a Dios y al b Cordero!

80 Y permite que estos, tus ungi­dos, sean a revestidos de salvación, y que tus santos prorrumpan en voces de gozo. Amén y Amén.

SECCIÓN 110Visiones manifestadas a José Smith el Profeta y a Oliver Cowdery en el Templo de Kirtland, Ohio, el 3 de abril de 1836. La ocasión fue un servicio dominical. En la historia de José Smith se indica: “Por la tarde, ayudé a los otros presidentes a repartir la Santa Cena del Señor a los de la Iglesia, recibiéndola de los Doce, a quienes correspondía el privilegio de oficiar en la mesa sagrada ese día. Después de haber realizado ese servicio a mis hermanos, me retiré al púlpito, estando los velos tendidos, y me arrodillé con Oliver Cowdery en solemne y silenciosa oración. Al levantarnos, después de orar, se nos manifestó a los dos la siguiente visión”.

DOCTRINA Y CONVENIOS 109:75–80263

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110 1 a GEE Velo. b DyC 76:12, 19;

136:32; 138:11. 3 a Apoc. 1:14. b Apoc. 1:16;

JS—H 1:17. c Ezeq. 43:2;

Apoc. 1:15; DyC 133:21–22.

d GEE Jehová. 4 a GEE Primogénito. b Deut. 5:24.

c GEE Abogado. 5 a GEE Perdonar. 6 a DyC 109:4–5. 7 a 2 Cró. 7:16. b GEE Templo, Casa del

Señor. 8 a DyC 50:45. b DyC 97:15–17. c GEE Santo (adjetivo). 9 a Gén. 12:1–3;

DyC 39:15; Abr. 2:8–11.

b DyC 95:8. GEE Investidura.

10 a DyC 105:12. 11 a GEE Visión. b Mateo 17:3. c GEE Llaves del

sacerdocio. d Jacob 6:2;

DyC 29:7. GEE Israel — La congregación de Israel.

1–10, El Señor Jehová se aparece en su gloria y acepta el Templo de Kirtland como Su casa; 11–12, Apa-recen, primero, Moisés y, después, Elías, cada uno, y entregan sus lla-ves y dispensaciones; 13–16, Vuelve Elías el Profeta y entrega las llaves de su dispensación de acuerdo con lo prometido por Malaquías.

El a velo fue retirado de nuestras mentes, y los b ojos de nuestro en­tendimiento fueron abiertos.

2 Vimos al Señor sobre el baran­dal del púlpito, delante de noso­tros; y debajo de sus pies había un pavimento de oro puro del color del ámbar.

3 Sus a ojos eran como llama de fuego; el cabello de su cabeza era blanco como la nieve pura; su b semblante brillaba más que el res­plandor del sol; y su c voz era como el estruendo de muchas aguas, sí, la voz de d Jehová, que decía:

4 Soy el a primero y el último; soy el que b vive, soy el que fue muerto; soy vuestro c abogado ante el Padre.

5 He aquí, vuestros pecados os son a perdonados; os halláis lim­pios delante de mí; por tanto, alzad la cabeza y regocijaos.

6 Regocíjese el corazón de vues­tros hermanos, así como el cora­zón de todo mi pueblo, que con su fuerza ha a construido esta casa a mi nombre.

7 Porque he aquí, he a aceptado esta b casa, y mi nombre estará aquí; y me manifestaré a mi pue­blo en misericordia en esta casa.

8 Sí, a apareceré a mis siervos y les hablaré con mi propia voz, si mi pueblo guarda mis man­damientos y no b profana esta c santa casa.

9 Sí, el corazón de millares y de­cenas de millares se regocijará en gran manera como consecuencia de las a bendiciones que han de ser derramadas, y la b investidura con que mis siervos han sido investi­dos en esta casa.

10 Y la fama de esta casa se exten­derá hasta los países extranjeros; y este es el principio de la bendi­ción que se a derramará sobre la cabeza de los de mi pueblo. Así sea. Amén.

11 Después de cerrarse esta a vi­sión, los cielos nuevamente nos fueron abiertos; y se apareció b Moi­sés ante nosotros y nos entregó las c llaves del d recogimiento de Israel de las cuatro partes de la tierra, y

DOCTRINA Y CONVENIOS 110:1–11 264

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de la conducción de las diez tribus desde el país del e norte.

12 Después de esto, apareció a Elías y entregó la b dispensación del c evangelio de Abraham, di­ciendo que en nosotros y en nues­tra descendencia serían bendecidas todas las generaciones después de nosotros.

13  Concluida esta visión, se nos desplegó otra visión grande y gloriosa; porque a Elías el Pro­feta, que fue b llevado al cielo sin gustar la muerte, se apareció ante nosotros, y dijo:

14 He aquí, ha llegado plena­

mente el tiempo del cual se ha­bló por boca de Malaquías, testificando que él [Elías el Pro­feta] sería enviado antes que viniera el día grande y terrible del Señor,

15 para hacer a volver el corazón de los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres, para que el mundo entero no fuera herido con una maldición.

16 Por tanto, se entregan en vues­tras manos las llaves de esta dis­pensación; y por esto sabréis que el a día grande y terrible del Señor está cerca, sí, a las puertas.

11 e DyC 133:26–32. GEE Israel — Las diez tribus perdidas de Israel.

12 a GEE Elías. b GEE Dispensaciones.

c Gál. 3:6–29. GEE Abraham, convenio de (convenio abrahámico).

13 a GEE Elías el Profeta. b GEE Seres trasladados.

15 a JS—H 1:38–39. GEE Genealogía; Salvación de los muertos.

16 a GEE Últimos días, postreros días.

SECCIÓN 111Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Salem, Massa-chusetts, el 6 de agosto de 1836. En esa época, los oficiales dirigentes de la Iglesia se hallaban sumamente endeudados por motivo de sus obras en el ministerio. Tras oír que una crecida cantidad de dinero estaría a disposición de ellos en Salem, el Profeta, Sidney Rigdon, Hyrum Smith y Oliver Cowdery viajaron a ese lugar desde Kirtland, Ohio, para investigar el particular y a la vez predicar el Evangelio. Los hermanos tramitaron varios asuntos relacionados con la Iglesia y predicaron un poco. Cuando se manifestó que no iba a haber dinero disponible, regresaron a Kirtland. Varios de los elementos que se des-tacan en el trasfondo de este acontecimiento se reflejan en las palabras de esta revelación.

1–5, El Señor se encarga de las ne-cesidades materiales de Sus siervos; 6–11, Obrará misericordiosamente con Sion y dispondrá todas las cosas para el bien de Sus siervos.

Yo, el Señor vuestro Dios, no es­toy disgustado con vuestro viaje hasta acá, no obstante vuestras imprudencias.

2  Tengo mucho tesoro para

DOCTRINA Y CONVENIOS 110:12–111:2265

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vosotros en esta ciudad, para el beneficio de Sion, y muchas per­sonas en este lugar, a quienes reco­geré a su debido tiempo por medio de vosotros, para el bienestar de Sion.

3 Conviene, pues, que lleguéis a conocer a hombres de esta ciu­dad, según seáis guiados y os sea indicado.

4 Y acontecerá que a su debido tiempo pondré esta ciudad en vuestras manos, para que tengáis poder sobre ella, de modo que no descubrirán vuestras cosas secre­tas; y su riqueza en cuanto a oro y plata será vuestra.

5 No os preocupéis por vuestras a deudas, porque os daré el poder de pagarlas.

6 No os inquietéis tocante a Sion,

porque obraré misericordiosa­mente con ella.

7 Permaneced en este lugar y en las regiones circunvecinas;

8 y el sitio donde es mi voluntad que principalmente os detengáis, os será manifestado por la a paz y el poder de mi Espíritu que fluirá hacia vosotros.

9 Podéis alquilar este sitio; e in­quirid diligentemente en lo que concierne a los habitantes y a los fundadores más antiguos de esta ciudad;

10 pues hay más de un tesoro para vosotros en esta ciudad.

11 Por tanto, sed a prudentes como la serpiente, y al mismo tiempo sin pecado; y yo dispondré todas las cosas para vuestro b bienestar, en cuanto podáis recibirlas. Amén.

111 5 a DyC 64:27–29. 8 a DyC 27:16.

GEE Paz. 11 a Mateo 10:16.

b Rom. 8:28; DyC 90:24; 100:15.

SECCIÓN 112Revelación dada por medio de José Smith el Profeta a Thomas B. Marsh, en Kirtland, Ohio, el 23 de julio de 1837, concerniente a los Doce Apóstoles del Cordero. Esta revelación se recibió el mismo día en que los élderes Heber C. Kimball y Orson Hyde predicaron el Evangelio en Inglaterra por primera vez. Thomas B. Marsh era entonces el Pre-sidente del Cuórum de los Doce Apóstoles.

1–10, Los Doce han de enviar el Evangelio y alzar la voz de amones-tación a todas las naciones y pue-blos; 11–15, Deben tomar su cruz, seguir a Jesús y apacentar Sus ove-jas; 16–20, Los que reciben a la Pri-mera Presidencia reciben al Señor; 21–29, Tinieblas cubren la tierra, y

únicamente aquellos que crean y sean bautizados serán salvos; 30–34, La Primera Presidencia y los Doce po-seen las llaves de la dispensación del cumplimiento de los tiempos.

De cierto, así te dice el Señor, mi siervo Thomas: He oído tus

DOCTRINA Y CONVENIOS 111:3–112:1 266

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112 1 a Hech. 10:4. b DyC 18:28. 3 a Mateo 23:12;

Lucas 14:11. 4 a Mateo 9:2;

Juan 16:33. b DyC 18:6; 90:8–9. c DyC 19:27. 5 a Judas 1:3.

b DyC 1:4–5. 6 a Sal. 125:1. 7 a Efe. 6:13–17. 8 a GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

10 a Prov. 18:12. 11 a Mateo 5:43–48.

GEE Amor;

Caridad. 12 a GEE Jesucristo — El

tomar sobre sí el nombre de Jesucristo.

13 a GEE Tentación, tentar. b Juan 16:33;

Apoc. 7:13–14; DyC 58:3–4.

oraciones, y tus ofrendas han su­bido delante de mí como a me­morial en favor de aquellos, tus hermanos, que fueron escogidos para dar testimonio de mi nombre y b enviarlo entre todas las nacio­nes, lenguas, tribus y pueblos, y a quienes se ordenó por conducto de mis siervos.

2 De cierto te digo, ha habido algunas cosas en tu corazón, y en cuanto a ti, con las que yo, el Señor, no quedé muy complacido.

3 No obstante, ya que te has a humillado, serás ensalzado; por tanto, te son perdonados todos tus pecados.

4 Sea de buen a ánimo tu corazón ante mi faz; y tú testificarás de mi nombre no solamente a los b gen­tiles, sino a los c judíos también; y enviarás mi palabra a los extremos de la tierra.

5 a Contiende, pues, mañana tras mañana; y día tras día hágase oír tu b voz amonestadora; y al anoche­cer no dejen dormir tus palabras a los habitantes de la tierra.

6 Sea señalada tu morada en Sion, y no te a cambies de casa; por­que yo, el Señor, tengo una obra grande para ti en la publicación de mi nombre entre los hijos de los hombres.

7 Por tanto, a ciñe tus lomos para

la obra. Sean calzados tus pies tam­bién, porque eres escogido, y tu camino queda entre las montañas y entre muchas naciones.

8 Y por tu palabra muchos de los soberbios serán a humillados, y muchos de los humildes serán ensalzados.

9 Tu voz será un reproche al transgresor; y ante tu reprensión cese la perversidad de la lengua del calumniador.

10 Sé a humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará res­puesta a tus oraciones.

11 Conozco tu corazón y he oído tus oraciones concernientes a tus hermanos. No seas parcial para con ellos, a amándolos más que a muchos otros, antes sea tu amor por ellos como por ti mismo; y abunde tu amor por todos los hombres y por todos los que aman mi nombre.

12 Y ruega por tus hermanos, los Doce. Amonéstalos severamente por causa de mi nombre, y sean amonestados por todos sus pe­cados; y sed fieles a mi a nombre delante de mí.

13 Y después de sus a tentacio­nes y de mucha b tribulación, he aquí, yo, el Señor, los buscaré; y si no se obstina su corazón ni se endurece su cerviz en contra de

DOCTRINA Y CONVENIOS 112:2–13267

Page 278: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

13 c 3 Ne. 18:32. GEE Conversión, convertir.

14 a Mateo 16:24; TJS Mateo 16:25–26 (Apéndice — Biblia); Lucas 9:23.

b Juan 21:15–17. 15 a GEE Rebelión. b DyC 28:7.

GEE Llaves del

sacerdocio. 17 a GEE Rigdon, Sidney. b GEE Smith, Hyrum. 19 a 1 Cor. 16:9;

DyC 118:3. 20 a DyC 84:35–38. 21 a DyC 107:34–35. b GEE Autoridad. 22 a GEE Escuchar;

Obediencia, obediente, obedecer.

23 a Isa. 60:2; Miq. 3:6; DyC 38:11. GEE Apostasía — Apostasía de la Iglesia cristiana primitiva.

b DyC 10:20–23. 24 a GEE Venganza. b DyC 124:8. 25 a 1 Pe. 4:17–18.

mí, serán c convertidos y yo los sanaré.

14 Ahora te digo, y lo que te digo a ti lo digo a todos los Doce: Le­vantaos y ceñid vuestros lomos, tomad vuestra a cruz, venid en pos de mí y b apacentad mis ovejas.

15 No seáis soberbios; no os a su­blevéis en contra de mi siervo José, porque de cierto os digo que es­toy con él, y mi mano lo prote­gerá; y las b llaves que a él le he dado, como también a vosotros, no le serán quitadas hasta que yo venga.

16 De cierto te digo, mi siervo Thomas, tú eres el hombre al cual he escogido para poseer las llaves de mi reino, en lo que concierne a los Doce, entre todas las naciones,

17 a fin de que seas mi siervo para abrir la puerta del reino en to­dos los lugares a donde mi siervo José y mis siervos a Sidney y b Hy­rum no puedan ir;

18 pues sobre ellos he puesto la carga de todas las iglesias por una corta temporada.

19 Por tanto, ve a donde ellos te manden, y yo estaré contigo; y sea cual fuere el lugar donde pro­clames mi nombre, te será abierta una puerta a eficaz para que reciban mi palabra.

20 Quien a recibe mi palabra, me recibe a mí; y quien me re­cibe a mí, recibe a los de la Pri­mera Presidencia, a quienes he enviado, a quienes te he puesto por consejeros, por causa de mi nombre.

21 Y además, te digo que a quie­nesquiera que envíes en mi nom­bre, por la voz de tus hermanos los a Doce, debidamente recomenda­dos y b autorizados por ti, tendrán el poder para abrir la puerta de mi reino en cualquier nación a donde los mandes,

22 si se humillan delante de mí, permanecen en mi palabra y dan a oído a la voz de mi Espíritu.

23 De cierto, de cierto te digo, a tinieblas cubren la tierra, y densa obscuridad la mente del pueblo, y toda carne se ha b corrompido de­lante de mi faz.

24 He aquí, la a venganza viene presto sobre los habitantes de la tierra, un día de ira, de fuego, de desolación, de b llanto, de lloro y de lamentación; y como un torbe­llino vendrá sobre toda la faz de la tierra, dice el Señor.

25 Y a empezará sobre mi casa, y de mi casa se extenderá, dice el Señor;

26 primero entre aquellos de

DOCTRINA Y CONVENIOS 112:14–26 268

Page 279: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

vosotros que habéis a profesado conocer mi nombre, dice el Señor, y no me habéis b conocido, y ha­béis c blasfemado en contra de mí en medio de mi casa, dice el Señor.

27 Por tanto, mirad que no os inquietéis por los asuntos de mi iglesia en este lugar, dice el Señor.

28 Sino a purificad vuestro cora­zón delante de mí, y entonces b id por todo el mundo y predicad mi evangelio a toda criatura que no lo haya recibido;

29  y el que a creyere y fuere b bautizado, será salvo; y el que no creyere ni se bautizare, será c condenado.

30 Porque a vosotros, los a Doce, y a los de la b Primera Presidencia, quienes son nombrados con voso­tros para ser vuestros consejeros y líderes, se os ha dado el poder de este sacerdocio, para los últi­mos días y por última vez, en los

cuales se encierra la c dispensación del cumplimiento de los tiempos,

31 Poder que vosotros tenéis, jun­tamente con todos los que han recibido una dispensación en cual­quiera ocasión, desde el principio de la creación;

32 porque, de cierto os digo, las a llaves de la dispensación, las cuales habéis recibido, han b des­cendido desde los padres, y por último, se han enviado del cielo a vosotros.

33 De cierto os digo, he aquí, cuán grande es vuestro llama­miento. a Purificad vuestro cora­zón y vuestros vestidos, no sea que la sangre de esta generación sea b requerida de vuestras manos.

34 Sed fieles hasta que yo venga, pues a vengo presto; y mi galardón viene conmigo para recompensar a todo hombre según sus b obras. Soy el Alfa y la Omega. Amén.

26 a Mateo 7:21–23; DyC 41:1; 56:1.

b Lucas 6:46; Mos. 26:24–27; 3 Ne. 14:21–23.

c GEE Blasfemar, blasfemia.

28 a GEE Pureza, puro. b Mar. 16:15–16. 29 a Morm. 9:22–23;

DyC 20:25–26. b GEE Bautismo,

bautizar. c GEE Condenación,

condenar. 30 a GEE Apóstol. b GEE Primera

Presidencia. c Efe. 1:10;

DyC 27:13; 124:40–42.

GEE Dispensaciones. 32 a DyC 110:11–16.

GEE Llaves del sacerdocio.

b Abr. 1:2–3. 33 a Jacob 1:19. b DyC 72:3. 34 a Apoc. 22:7, 12;

DyC 49:28; 54:10. b GEE Obras.

SECCIÓN 113Respuestas a ciertas preguntas sobre los escritos de Isaías, dadas por José Smith el Profeta, en Far West, Misuri, o cerca de allí, en marzo de 1838.

1–6, Se identifican el tronco de Isaí, la vara que saldrá del tronco y la raíz de Isaí; 7–10, Los restos

esparcidos de Sion tienen derecho al sacerdocio y se les llama a volver al Señor.

DOCTRINA Y CONVENIOS 112:27–34269

Page 280: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

113 1 a GEE Isaí. 4 a Gén. 41:50–52;

DyC 133:30–34. GEE Efraín.

b GEE Poder. 6 a GEE Llaves del

sacerdocio. b DyC 45:9.

GEE Estandarte. c GEE Israel — La

congregación de Israel. 8 a GEE Sion.

b DyC 82:14. c GEE Primogenitura. 10 a GEE Israel — El esparci­

miento de Israel. b Oseas 3:4–5;

2 Ne. 6:11.

¿Quién es el tronco de a Isaí, del cual se habla en los versículos 1, 2, 3, 4 y 5 del capítulo 11 de Isaías?

2 De cierto, así dice el Señor, es Cristo.

3 ¿Qué es la vara mencionada en el primer versículo del capítulo 11 de Isaías, que saldrá del tronco de Isaí?

4 He aquí, así dice el Señor: Es un siervo en las manos de Cristo, que en parte desciende de Isaí, así como de a Efraín, o sea, de la casa de José, a quien se ha dado mucho b poder.

5 ¿Qué es la raíz de Isaí, de la cual se habla en el décimo versículo del capítulo once?

6 He aquí, así dice el Señor: Es un descendiente de Isaí, así como de José, a quien por derecho per­tenecen el sacerdocio y las a llaves del reino, y será por b estandarte y para el c recogimiento de mi pueblo en los postreros días.

7 Preguntas hechas por Elias Hig­bee: ¿Qué quiere decir el manda­miento dado en el primer versículo del capítulo 52 de Isaías, que dice:

Vístete de poder, oh Sion, y a qué pueblo se refería Isaías?

8 Se estaba refiriendo a los que Dios llamaría en los últimos días, los cuales habrían de tener el po­der del sacerdocio para estable­cer de nuevo a a Sion y efectuar la redención de Israel. Vestirse de b poder significa vestirse con la autoridad del sacerdocio, al que ella, Sion, tiene c derecho por linaje; también para recuperar el poder que había perdido.

9 ¿Qué hemos de entender por el segundo versículo que dice que Sion suelte las ataduras de su cuello?

10 Hemos de entender que se exhorta a los restos a esparcidos a que b vuelvan al Señor de quien se apartaron; y si lo hacen, el Señor ha prometido que les hablará, o sea, les dará revelaciones. Véanse los versículos 6, 7 y 8. Las ataduras de su cuello son las maldiciones de Dios sobre ella, o sea, sobre el resto de Israel en su estado de esparci­miento entre los gentiles.

SECCIÓN 114Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Misuri, el 11 de abril de 1838.

1–2, Los cargos de la Iglesia que ocu-pen aquellos que no sean fieles se darán a otros.

De cierto, así dice el Señor, con­viene que mi siervo David W. Patten arregle todos sus negocios

DOCTRINA Y CONVENIOS 113:1–114:1 270

Page 281: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–4, El Señor da a Su Iglesia el nombre de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; 5–6, Sion y sus estacas son sitios de defensa y de refugio para los santos; 7–16, Se manda a los santos edifi-car una casa del Señor en Far West; 17–19, José Smith posee las llaves del reino de Dios sobre la tierra.

De cierto, así te dice el Señor, a ti, mi siervo a José Smith, hijo, y tam­bién a mis siervos b Sidney Rigdon y c Hyrum Smith, así como a tus consejeros que son, y que sean nombrados más adelante;

2 como también a ti, mi siervo a Edward Partridge, y a tus consejeros;

3 y también a mis siervos fieles

del sumo consejo de mi iglesia en Sion, porque así se llamará, y a todos los élderes y pueblo de mi Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días esparcidos por todo el mundo;

4 porque así se llamará mi a igle­sia en los postreros días, a saber, b La Iglesia de Jesucristo de los San­tos de los Últimos Días.

5 De cierto os digo a todos: a Le­vantaos y brillad, para que vues­tra luz sea un b estandarte a las naciones;

6 a fin de que el a recogimiento en la tierra de b Sion y sus c estacas sea para defensa y para d refugio contra la tempestad y contra la ira, cuando sea e derramada sin mezcla sobre toda la tierra.

114 2 a DyC 118:1, 6. b DyC 64:40.115 1 a GEE Smith, hijo, José. b GEE Rigdon, Sidney. c GEE Smith, Hyrum. 2 a GEE Partridge,

Edward. 4 a 3 Ne. 27:4–8.

b GEE Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, La.

5 a Isa. 60:1–3. b Isa. 11:12.

GEE Estandarte. 6 a GEE Israel — La

congregación de Israel. b GEE Sion. c DyC 101:21.

GEE Estaca. d Isa. 25:1, 4;

DyC 45:66–71. e Apoc. 14:10;

DyC 1:13–14.

SECCIÓN 115Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Mi-suri, el 26 de abril de 1838, en la que se da a conocer la voluntad de Dios concerniente a la edificación de ese lugar y de la casa del Señor. Esta revelación se dirige a los oficiales presidentes de la Iglesia y a los miembros de ella.

cuanto antes, y liquide sus mercan­cías, para que cumpla una misión para mí la primavera entrante, acompañado de otros, sí, doce, incluyéndose él, para testificar de mi nombre y llevar alegres nuevas a todo el mundo.

2 Porque de cierto, así dice el Señor, por cuanto hay entre voso­tros algunos que niegan mi nom­bre, se a instalará a otros en b lugar de ellos y recibirán su obispado. Amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 114:2–115:6271

Page 282: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

7 a GEE Santo (adjetivo). 8 a DyC 88:119; 95:8. b GEE Adorar. 11 a DyC 118:5. b DyC 124:45–54.

14 a Heb. 8:5; DyC 97:10. 18 a DyC 101:21.

GEE Estaca. 19 a GEE Llaves del

sacerdocio.

116 1 a DyC 78:15. GEE Adán­ondi­Ahmán.

b GEE Adán. c Dan. 7:13–14, 22.

7 Sea para mí la ciudad de Far West una tierra a santa y consagrada; y se llamará santísima, porque es santa la tierra sobre la cual os halláis.

8 Por tanto, os mando a edificarme una casa para el recogimiento de mis santos, a fin de que me b adoren.

9 Iníciese esta obra, así como los cimientos y una labor preparatoria, el verano que viene;

10 désele principio el día cuatro de julio próximo, y desde ese día en adelante trabaje mi pueblo di­ligentemente para construir una casa a mi nombre;

11 y de aquí a a un año comiencen de nuevo a poner los cimientos de mi b casa.

12 Así trabajen con diligencia de allí en adelante hasta terminarla, desde la piedra angular hasta el techo, hasta que no quede nada incompleto.

13 De cierto os digo, no contrai­gan más deudas mi siervo José, ni mi siervo Sidney, ni mi siervo Hyrum, para la edificación de una casa a mi nombre;

14 sino constrúyase una casa a mi nombre de acuerdo con el a modelo que les mostraré.

15 Y si mi pueblo no la construye conforme al modelo que yo mues­tre a su presidencia, no la aceptaré de sus manos.

16 Pero si mi pueblo la edifica de acuerdo con el modelo que yo muestre a su presidencia, a saber, mi siervo José y sus consejeros, entonces la aceptaré de las manos de mi pueblo;

17 y además, de cierto os digo, es mi voluntad que se edifique la ciudad de Far West rápidamente mediante el recogimiento de mis santos;

18 y que también se designen otros lugares como a estacas en las regiones inmediatas, según lo que se le indique a mi siervo José de cuando en cuando.

19 Pues he aquí, estaré con él y lo santificaré delante del pueblo; porque a él he dado las a llaves de este reino y ministerio. Así sea. Amén.

SECCIÓN 116Revelación dada a José Smith el Profeta cerca de la Balsadera de Wight, en un lugar llamado Spring Hill, en el condado de Daviess, Misuri, el 19 de mayo de 1838.

El Señor da a Spring Hill el nombre de a Adán­ondi­Ahmán, porque es el lugar, dijo él, al cual vendrá b Adán a

visitar a su pueblo, o sea, donde se sentará el c Anciano de Días, como lo declaró Daniel el profeta.

DOCTRINA Y CONVENIOS 115:7–116:1 272

Page 283: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–9, Los siervos del Señor no de-ben codiciar las cosas materiales, pues “¿qué son los bienes para el Señor?”; 10–16, Han de abando-nar su pequeñez de alma, y sus sa-crificios han de ser sagrados para el Señor.

De cierto, así dice el Señor, arre­glen sus negocios rápidamente mis siervos William Marks y Newel K. Whitney, y emprendan su viaje de la tierra de Kirtland antes que yo, el Señor, mande otra vez las nieves sobre la tierra.

2 Despierten, levántense y salgan sin demorar, porque yo, el Señor, lo mando.

3 Por tanto, si demoran, no les irá bien.

4 Arrepiéntanse de todos sus pe­cados y de todos sus deseos codi­ciosos delante de mí, dice el Señor; pues, ¿qué son los a bienes para mí?, dice el Señor.

5  Entréguense las propie­dades de Kirtland para liqui­dar las a deudas, dice el Señor. Entregadlas, dice él, y lo que quede, permanezca en vuestras manos.

6 Pues, ¿no tengo yo las aves de los cielos, y también los peces del

mar y las bestias de las monta­ñas? ¿No he hecho yo la tierra? ¿No dirijo los a destinos de to­dos los ejércitos de las naciones de la tierra?

7 Por tanto, ¿no haré yo que los a yermos retoñen, florezcan y produzcan en abundancia?, dice el Señor.

8 ¿No hay suficiente lugar en las colinas de a Adán­ondi­Ahmán, y en los llanos de Olaha b Shine­hah, o sea, la c tierra donde moró Adán, para que tengáis que co­diciar lo que no es más que una gota, y despreciar las cosas más importantes?

9 Subid acá, pues, a la tierra de mi pueblo, sí, a Sion.

10 Sea a fiel mi siervo William Marks sobre pocas cosas, y lle­gará a gobernar muchas cosas. Presida él en medio de mi pue­blo en la ciudad de Far West, y sea bendecido con las bendiciones de mi pueblo.

11  Avergüéncese mi siervo Newel K. Whitney de la banda a ni­colaíta y de todas sus b abominacio­nes secretas, así como de toda su pequeñez de alma delante de mí, dice el Señor, y suba a la tierra de Adán­ondi­Ahmán y sea c obispo

117 4 a DyC 104:14. 5 a DyC 104:78. 6 a Hech. 17:26;

1 Ne. 17:36–39. 7 a Isa. 35:1;

DyC 49:24–25. 8 a DyC 116.

GEE Adán­ondi­Ahmán. b Abr. 3:13. c GEE Edén.

10 a Mateo 25:23. 11 a Apoc. 2:6, 15. b GEE Combinaciones

secretas. c GEE Obispo.

SECCIÓN 117Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Misuri, el 8 de julio de 1838, concerniente a los deberes inmediatos de William Marks, Newel K. Whitney y Oliver Granger.

DOCTRINA Y CONVENIOS 117:1–11273

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12 a Es decir, el agente que dejó el Profeta para que pusiera en orden sus asuntos en Kirtland.

13 a GEE Sacrificios.118 1 a Hech. 1:13, 16–17,

22–26. 2 a GEE Marsh,

Thomas B.

3 a GEE Humildad, humilde, humillar (afligir).

b GEE Perseverar.

para mi pueblo, no de nombre sino de hecho, dice el Señor.

12 Y además, os digo que tengo presente a mi siervo a Oliver Gran­ger. He aquí, de cierto le digo que su nombre se guardará en memo­ria sagrada de generación en ge­neración para siempre jamás, dice el Señor.

13 Por tanto, luche seriamente por la redención de la Primera Presidencia de mi Iglesia, dice el Señor; y cuando caiga, se levantará nuevamente, porque su a sacrificio será más sagrado para mí que su ganancia, dice el Señor.

14 Por tanto, suba luego a la tierra

de Sion; y en el debido tiempo será comerciante en mi nombre para el beneficio de mi pueblo, dice el Señor.

15 Por consiguiente, ningún hom­bre menosprecie a mi siervo Oliver Granger, sino descansen sobre él para siempre jamás las bendicio­nes de mi pueblo.

16 Y además, de cierto os digo, acuérdense todos mis siervos de la tierra de Kirtland del Señor su Dios, y también de mi casa, para guardarla y conservarla santa, y para derribar a los cambistas de di­nero en mi propio y debido tiempo, dice el Señor. Así sea. Amén.

SECCIÓN 118Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Misuri, el 8 de julio de 1838, en respuesta a la súplica: “Indícanos, oh Señor, tu voluntad en cuanto a los Doce”.

1–3, El Señor abastecerá a las fami-lias de los Doce; 4–6, Se llenan las vacantes que había en el Cuórum de los Doce.

De cierto, así dice el Señor: Con­vóquese una conferencia inme­diatamente; organícense los Doce y sean nombrados hombres para a reemplazar a los que han caído.

2 Quédese mi siervo a Thomas en la tierra de Sion una temporada para publicar mi palabra.

3 Continúen predicando los otros

desde esa hora; y si lo hacen con corazones sumisos, con manse­dumbre, a humildad y b longani­midad, yo, el Señor, les prometo abastecer a sus familias; y les será abierta una puerta eficaz desde ahora en adelante.

4  Salgan ellos la primavera próxima para cruzar las grandes aguas, y allá promulguen mi evan­gelio en su plenitud y den testimo­nio de mi nombre.

5 Despídanse de mis santos en la ciudad de Far West el veintiséis

DOCTRINA Y CONVENIOS 117:12–118:5 274

Page 285: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

119 1 a DyC 42:33–34, 55; 51:13; 82:17–19.

2 a DyC 115:8. 3 a Mal. 3:8–12; DyC 64:23.

GEE Diezmar, diezmo. 5 a DyC 57:2–3.

del próximo mes de abril, en el sitio donde se edificará mi casa, dice el Señor.

6 Nómbrese a mi siervo John Taylor, y también a mi siervo John  E. Page, y además a mi

siervo Wilford Woodruff, como también a mi siervo Willard Richards, para que ocupen el lu­gar de aquellos que han caído, y notifíqueseles oficialmente su nombramiento.

SECCIÓN 119Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Misuri, el 8 de julio de 1838, en respuesta a su súplica: “¡Oh Señor! Indica a tus siervos cuánto requieres de las propiedades de tu pueblo como diezmo”. La ley del diezmo, cual se conoce hoy, no se había dado a la Iglesia an-tes de esta revelación. La palabra diezmo empleada en la oración que se acaba de citar, así como en revelaciones anteriores (64:23; 85:3; 97:11), se había referido no tan solo a una décima parte, sino a todas las ofrendas voluntarias, o sea, donaciones, a los fondos de la Iglesia. El Señor había dado previamente a la Iglesia la ley de consagración y la mayordomía de bienes, la cual los miembros (principalmente los élderes que dirigían) aceptaron por medio de un convenio que había de ser sempiterno. Por motivo de que muchos de ellos no cumplieron con ese convenio, el Se-ñor la retiró por un tiempo y en su lugar dio la ley del diezmo a toda la Iglesia. El Profeta le preguntó al Señor cuántos de los bienes de ellos requería Él para propósitos sagrados. La respuesta fue esta revelación.

1–5, Los santos han de dar sus bienes sobrantes y, después de eso, dar, como diezmo, la décima parte de su interés anualmente; 6–7, Tal procedimiento santificará la tierra de Sion.

De cierto, así dice el Señor, re­quiero que todos sus bienes a so­brantes se pongan en manos del obispo de mi iglesia en Sion,

2 para la construcción de mi a casa, para poner el fundamento de Sion, para el sacerdocio y para las deudas de la Presidencia de mi iglesia.

3 Y esto será el principio del a diezmo de mi pueblo.

4  Y después de esto, todos aquellos que hayan entregado este diezmo pagarán la dé­cima parte de todo su inte­rés anualmente; y esta les será por ley fija para siempre, para mi santo sacerdocio, dice el Señor.

5 De cierto os digo, acontecerá que todos los que se reúnan en la tierra de a Sion serán diezma­dos de todas sus propiedades so­brantes y observarán esta ley, o

DOCTRINA Y CONVENIOS 118:6–119:5275

Page 286: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

6 a GEE Sion. 7 a GEE Estaca.

120 1 a Es decir, los diezmos.121 1 a Sal. 13:1–2; 102:1–2.

2 a Hab. 1:2. 3 a DyC 109:49.

no serán considerados dignos de permanecer entre vosotros.

6 Y os digo que si mi pueblo no observa esta ley para guardarla santa, ni me santifica la tierra de a Sion por esta ley, a fin de que en ella se guarden mis estatutos

y juicios, para que sea la más santa, he aquí, de cierto os digo, no será para vosotros una tierra de Sion.

7 Y esto servirá de norma a to­das las a estacas de Sion. Así sea. Amén.

SECCIÓN 120Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Far West, Mi-suri, el 8 de julio de 1838, en la cual se hace saber la disposición de los bienes entregados como diezmo, como se indica en la revelación anterior, la sección 119.

De cierto, así dice el Señor, ha lle­gado el tiempo de que disponga de a ellos un consejo integrado por la Primera Presidencia de mi iglesia,

por el obispo y su consejo, y por mi sumo consejo, así como por mi propia voz dirigida a ellos, dice el Señor. Así sea. Amén.

SECCIÓN 121Oración y profecías escritas por José Smith el Profeta en una epístola a la Iglesia mientras se hallaba preso en la cárcel de Liberty, Misuri, fechadas el 20 de marzo de 1839. El Profeta, con varios compañeros, había pasado meses en prisión. Sus peticiones y apelaciones dirigidas a las autoridades ejecutivas y judiciales no habían remediado.

1–6, El Profeta suplica al Señor que se acuerde de los santos que están padeciendo; 7–10, El Señor le habla paz; 11–17, Malditos son todos los que con falsedad acusan de transgresión a los del pueblo del Señor; 18–25, No tendrán derecho al sacerdocio y serán condenados; 26–32, Se prometen revelaciones gloriosas a los que perseveren va-lientemente; 33–40, La razón por la que muchos son los llamados y pocos los escogidos; 41–46, El

sacerdocio debe ejercerse únicamente con rectitud.

Oh Dios, ¿en dónde estás? ¿Y dónde está el pabellón que cubre tu a morada oculta?

2 a ¿Hasta cuándo se detendrá tu mano, y tu ojo, sí, tu ojo puro, con­templará desde los cielos eternos los agravios de tu pueblo y de tus siervos, y penetrarán sus lamentos en tus oídos?

3 Sí, oh Señor, a ¿hasta cuándo

DOCTRINA Y CONVENIOS 119:6–121:3 276

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4 a GEE Omnipotente. b DyC 123:6. 5 a Lucas 18:7–8. 7 a GEE Adversidad. 8 a 1 Pe. 2:19–23.

GEE Perseverar. 9 a DyC 122:3. 10 a GEE Job. 11 a Éx. 16:14. 12 a Dan. 2:21.

13 a Prov. 28:10; 1 Ne. 14:3. 16 a 1 Sam. 26:9;

Sal. 105:15. b 2 Ne. 15:20;

Moro. 7:14, 18.

sufrirán estas injurias y opre­siones ilícitas, antes que tu co­razón se ablande y tus entrañas se llenen de compasión por ellos?

4 Oh Señor Dios a Todopoderoso, Creador de los cielos, la tierra, los mares y cuantas cosas hay en ellos, que dominas y sometes al diablo, y al obscuro y tenebroso domi­nio del Seol, extiende tu mano; deja que tu ojo penetre; que tu pabellón se descorra; que ya no quede cubierta tu b morada oculta por más tiempo; inclínese tu oído; ablándese tu corazón y conmué­vanse tus entrañas de compasión por nosotros.

5 Permite que tu enojo se en­cienda en contra de nuestros enemigos; y en el furor de tu co­razón, a vénganos de nuestras injurias con tu espada.

6 Acuérdate de tus santos que sufren, oh Dios nuestro, y tus sier­vos se regocijarán en tu nombre para siempre.

7 Hijo mío, paz a tu alma; tu a adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento;

8 y entonces, si lo a sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos.

9 Tus a amigos te sostienen, y te saludarán de nuevo con co­razones fervientes y manos amistosas.

10 No eres aún como a Job; no contienden en contra de ti tus ami­gos, ni te acusan de transgredir, como hicieron con Job.

11 La esperanza de los que te acusan de transgresión será des­hecha, y sus maquinaciones se disiparán como desaparece la a es­carcha ante los cálidos rayos del sol naciente;

12 y también Dios ha fijado su mano y sello para mudar los a tiem­pos y las estaciones, y ofuscar sus mentes para que no entiendan sus obras maravillosas; para que los pruebe y los sorprenda en su propia astucia;

13 también porque sus corazo­nes se han corrompido, y para que las cosas que quieren oca­sionar a otros, y se deleitan en que otros las padezcan, les so­brevengan a a ellos mismos en grado sumo;

14 a fin de que también se vean frustrados y se desvanezcan sus esperanzas;

15 y de aquí a pocos años, ellos y su posteridad serán arrasados de debajo de los cielos, dice Dios, que no quedará ni uno de ellos para estar junto al muro.

16 Malditos sean todos los que alcen el calcañar contra mis a un­gidos, dice el Señor, clamando que han b pecado cuando no pecaron delante de mí, antes hicieron lo que era propio a mis

DOCTRINA Y CONVENIOS 121:4–16277

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ojos y lo que yo les mandé, dice el Señor.

17 Mas los que claman transgre­sión lo hacen porque son siervos del pecado, y ellos mismos son a hijos de la desobediencia.

18 Y los que juran falsamente contra mis siervos para causarles la servidumbre y la muerte,

19 ¡ay de ellos!; por haber a ofen­dido a mis pequeñitos serán ve­dados de las b ordenanzas de mi casa.

20 Su a cesta no se llenará, sus casas y graneros desaparecerán, y ellos mismos serán odiados de quienes los lisonjeaban.

21 No tendrán derecho al a sacer­docio, ni su posteridad después de ellos de generación en generación.

22 a Mejor les hubiera sido que se les hubiera colgado una pie­dra de molino al cuello, y se hu­bieran ahogado en lo profundo del mar.

23  ¡Ay de todos aquellos que molestan a los de mi pueblo, y los acosan, y asesinan, y testifican contra ellos, dice el Señor de las Huestes! La a generación de víboras no se escapará de la condenación del infierno.

24 He aquí, mis ojos a ven y co­nocen todas sus obras, y tengo

reservado en su sazón un b juicio repentino para todos ellos;

25 porque para cada hombre hay una a hora señalada, de acuerdo con sus b obras.

26 Dios os dará a conocimiento por medio de su b Santo Espíritu, sí, por el inefable c don del Espíritu Santo, conocimiento que no se ha revelado desde el principio del mundo hasta ahora;

27 el cual nuestros antepasados con ansiosa expectativa han aguar­dado a que se revelara en los pos­treros tiempos, hacia los cuales sus mentes fueron orientadas por los ángeles, como que se hallaba reser­vado para la plenitud de su gloria;

28 una ocasión futura en la que a nada se retendrá, sea que haya un Dios o muchos b dioses, serán manifestados.

29  Todos los tronos y domi­nios, principados y potestades, serán a revelados y señalados a todos los que valientemente ha­yan perseverado en el evangelio de Jesucristo.

30 Y también, si se han fijado a límites a los cielos, los mares o la tierra seca, o el sol, la luna o las estrellas,

31 todos los tiempos de sus re­voluciones, todos los días, meses

17 a Efe. 5:6. 19 a Mateo 18:6.

GEE Ofender. b GEE Ordenanzas. 20 a Deut. 28:15–20. 21 a GEE Sacerdocio. 22 a Mateo 18:6;

DyC 54:5. 23 a Mateo 12:34. 24 a GEE Omnisciente. b Hel. 8:25.

GEE Juicio, juzgar. 25 a Job 7:1;

DyC 122:9. b GEE Obras. 26 a Dan. 2:20–22;

AdeF 1:9. GEE Revelación.

b DyC 8:2–3. c GEE Don del Espíritu

Santo. 28 a DyC 42:61; 76:7–8;

98:12. b Sal. 82:1, 6;

Juan 10:34–36; 1 Cor. 8:5–6; DyC 76:58; 132:20; Abr. 4:1; 5:1–2.

29 a DyC 101:32. 30 a Job 26:7–14;

Sal. 104:5–9; Hech. 17:26.

DOCTRINA Y CONVENIOS 121:17–31 278

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31 a GEE Dispensaciones. 32 a GEE Concilio de los

cielos. b Deut. 10:17. c GEE Hombre(s) — Su

potencial para llegar a ser como nuestro Padre Celestial.

d GEE Descansar, descanso (reposo).

33 a DyC 128:19.

GEE Conocimiento. 34 a Mateo 20:16; 22:1–14;

DyC 95:5–6. GEE Llamado, llamado por Dios, llamamiento.

b GEE Escogido (adjetivo o sustantivo).

35 a GEE Mundano, lo. b Mateo 6:2;

2 Ne. 26:29. 36 a GEE Autoridad;

Sacerdocio. b GEE Poder. c GEE Rectitud, recto. 37 a Prov. 28:13. b GEE Pecado. c GEE Orgullo. d DyC 1:33. 38 a Hech. 9:5. b GEE Persecución,

perseguir. 39 a GEE Hombre natural.

y años señalados; y todos los días de sus días, meses y años, y todas sus glorias, leyes y tiempos fijos, serán revelados en los días de la a dispensación del cumplimiento de los tiempos,

32 conforme con lo decretado en medio del a Concilio del b Dios Eterno de todos los otros dio­ses, antes que este mundo fuese, que habría de reservarse para su cumplimiento y fin, cuando todo hombre ha de entrar en su eterna c presencia y en su d reposo inmortal.

33 ¿Hasta cuándo pueden per­manecer impuras las aguas que corren? ¿Qué poder hay que de­tenga los cielos? Tan inútil le se­ría al hombre extender su débil brazo para contener el río Mi­suri en su curso decretado, o volverlo hacia atrás, como evi­tar que el Todopoderoso derrame a conocimiento desde el cielo so­bre la cabeza de los Santos de los Últimos Días.

34 He aquí, muchos son los a lla­mados, y pocos los b escogidos. ¿Y por qué no son escogidos?

35  Porque a tal grado han puesto su corazón en las cosas de este a mundo, y aspiran tanto a los b honores de los hombres,

que no aprenden esta lección única:

36 Que los a derechos del sacer­docio están inseparablemente unidos a los b poderes del cielo, y que estos no pueden ser go­bernados ni manejados sino conforme a los principios de la c rectitud.

37 Es cierto que se nos pueden conferir; pero cuando intentamos a encubrir nuestros b pecados, o sa­tisfacer nuestro c orgullo, nuestra vana ambición, o ejercer mando, dominio o compulsión sobre las almas de los hijos de los hom­bres, en cualquier grado de in­justicia, he aquí, los cielos se d retiran, el Espíritu del Señor es ofendido, y cuando se aparta, se acabó el sacerdocio o autoridad de tal hombre.

38  He aquí, antes que se dé cuenta, queda abandonado a sí mismo para dar a coces contra el aguijón, para b perseguir a los san­tos y combatir contra Dios.

39 Hemos aprendido, por tristes experiencias, que la a naturaleza y disposición de casi todos los hom­bres, en cuanto reciben un poco de autoridad, como ellos supo­nen, es comenzar inmediatamente a ejercer injusto dominio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 121:32–39279

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40 Por tanto, muchos son llama­dos, pero pocos son escogidos.

41 Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por a persuasión, por b longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero;

42 por bondad y por conoci­miento puro, lo cual engrande­cerá en gran manera el alma sin a hipocresía y sin b malicia;

43 a reprendiendo en el momento oportuno con b severidad, cuando lo induzca el Espíritu Santo; y entonces demostrando mayor c amor hacia el que has repren­dido, no sea que te considere su enemigo;

44 para que sepa que tu fideli­dad es más fuerte que los lazos de la muerte.

45 Deja también que tus entra­ñas se llenen de caridad para con todos los hombres, y para con los de la familia de la fe, y deja que la a virtud engalane tus b pensamien­tos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la pre­sencia de Dios; y la doctrina del sacerdocio destilará sobre tu alma como c rocío del cielo.

46 El a Espíritu Santo será tu com­pañero constante, y tu cetro, un cetro inmutable de justicia y de verdad; y tu b dominio será un do­minio eterno, y sin ser compelido fluirá hacia ti para siempre jamás.

41 a 1 Pe. 5:1–3. b 2 Cor. 6:4–6. 42 a Stg. 3:17. b GEE Engañar, engaño. 43 a GEE Castigar, castigo. b O sea, con claridad y

estrictez. c GEE Amor;

Caridad. 45 a GEE Virtud. b GEE Pensamientos. c Deut. 32:1–2;

DyC 128:19. 46 a GEE Espíritu Santo. b Dan. 7:13–14.122 1 a JS—H 1:33. 2 a GEE Consejo. 4 a DyC 121:7–8.

SECCIÓN 122La palabra del Señor a José Smith el Profeta mientras este se hallaba preso en la cárcel de Liberty, Misuri. Esta sección constituye un frag-mento de una epístola a la Iglesia fechada el 20 de marzo de 1839 (véase el encabezamiento de la sección 121).

1–4, Los extremos de la tierra inda-garán el nombre de José Smith; 5–7, Todos sus peligros y tribulaciones le servirán de experiencia y serán para su bien; 8–9, El Hijo del Hombre ha descendido debajo de todo ello.

Los extremos de la tierra inda­garán tu a nombre, los necios se burlarán de ti y el infierno se en­colerizará en tu contra;

2 en tanto que los puros de co­razón, los sabios, los nobles y los virtuosos buscarán a consejo, au­toridad y bendiciones de tu mano constantemente.

3 El testimonio de traidores nunca volverá a tu pueblo en contra de ti.

4 Y aunque su influencia te lance en dificultades y tras rejas y muros, se te estimará con honor; y a de aquí a poco tu voz será más terrible

DOCTRINA Y CONVENIOS 121:40–122:4 280

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entre tus enemigos que el b león fe­roz, a causa de tu rectitud, y tu Dios te amparará para siempre jamás.

5 Si te es requerido pasar tribula­ciones; si te encuentras en peligro entre hermanos falsos; si estás en peligro entre ladrones; si peligras en tierra o mar;

6 si se te acusa con todo género de acusaciones falsas; si te acometen tus enemigos; si te apartan del lado de tu padre y madre, hermanos y hermanas; si con la espada desen­vainada tus enemigos te arrebatan del seno de tu esposa y de tu fami­lia, y tu hijo mayor, que solo tiene seis años de edad, se prende de tu ropa, diciendo: Padre mío, padre mío, ¿por qué no puedes quedarte con nosotros? Padre mío, ¿qué van a hacer contigo estos hombres?; y si entonces lo echan de tu lado a fuerza de espada, y te arrastran a la cárcel, y tus enemigos te rodean como a lobos que buscan la sangre del cordero;

7 si eres echado en el foso o en manos de homicidas, y eres con­denado a muerte; si eres arrojado al a abismo; si las bravas olas cons­piran contra ti; si el viento hura­canado se hace tu enemigo; si los cielos se ennegrecen y todos los elementos se combinan para obs­truir la vía; y sobre todo, si las puertas mismas del b infierno se abren de par en par para tragarte, entiende, hijo mío, que todas estas cosas te servirán de c experiencia, y serán para tu bien.

8 El a Hijo del Hombre ha b descen­dido debajo de todo ello. ¿Eres tú mayor que él?

9 Por tanto, persevera en tu ca­mino, y el sacerdocio a quedará contigo; porque los b límites de ellos están señalados, y no los pue­den traspasar. Tus c días son conoci­dos y tus años no serán acortados; d no temas, pues, lo que pueda ha­cer el hombre, porque Dios estará contigo para siempre jamás.

4 b 3 Ne. 20:16–21; 21:12. 6 a Lucas 10:3. 7 a Jonás 2:3–6. b 2 Sam. 22:5–7;

JS—H 1:15–16. c 2 Cor. 4:17;

Heb. 12:10–11;

2 Ne. 2:11. 8 a GEE Hijo del Hombre. b Heb. 2:9, 17–18;

DyC 76:107; 88:6. 9 a DyC 90:3. b Hech. 17:26. c DyC 121:25.

d Neh. 4:14; Sal. 56:4; 118:6; Prov. 3:5–6; Isa. 51:7; Lucas 12:4–5; 2 Ne. 8:7; DyC 3:7; 98:14.

SECCIÓN 123El deber de los santos con relación a sus perseguidores, cual lo escribió José Smith el Profeta mientras se hallaba preso en la cárcel en Liberty, Misuri. Esta sección constituye un fragmento de una epístola a la Iglesia fechada el 20 de marzo de 1839 (véase el encabezamiento de la sección 121).

1–6, Los santos deben recopilar y publicar un relato de sus sufri-mientos y persecuciones; 7–10, El

mismo espíritu que instituyó los credos falsos conduce también a la persecución de los santos; 11–17,

DOCTRINA Y CONVENIOS 122:5–9281

Page 292: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

123 6 a DyC 101:89; 121:1, 4. 7 a Moisés 7:48–49.

8 a GEE Yugo. 9 a DyC 98:13; 124:54.

Muchas personas de entre todas las sectas aún recibirán la verdad.

Además, sugerimos que conside­réis la conveniencia de que todos los santos recopilen lo que sepan de todos los hechos, sufrimientos y abusos que les ha ocasionado el pueblo de este estado;

2 y también de todas las propie­dades y el monto de los daños que han sufrido, tanto de reputación y lesiones personales, como de bie­nes raíces;

3 y además, los nombres de to­das las personas que hayan to­mado parte en sus opresiones, hasta donde se puedan obtener y averiguar.

4 Y tal vez se pueda nombrar a un comité para investigar estas cosas y recoger declaraciones y deposiciones, y también juntar las publicaciones difamatorias que circulan;

5 y todas las que hay en las re­vistas y enciclopedias, así como todas las historias difamatorias ya publicadas y las que se están escribiendo, con sus autores, a fin de exponer la concatenación completa de perversidad diabó­lica e imposiciones nefarias y ase­sinas que se han cometido contra este pueblo,

6 para no solamente publicarlas al mundo entero, sino para pre­sentarlas a los jefes del gobierno en todo su aspecto tenebroso e infernal como el último esfuerzo

que nuestro Padre Celestial nos ha mandado hacer, antes que poda­mos reclamar plena y cabalmente el cumplimiento de esa promesa que lo llamará de su a morada oculta; y también para que toda la nación quede sin excusa, antes que él descargue la fuerza de su brazo poderoso.

7 Es una obligación imperiosa que tenemos para con Dios y los ángeles, ante quienes nos presenta­remos, así como para con nosotros mismos, nuestras esposas e hijos que han sido agobiados por la an­gustia, tristeza y congoja, bajo la mano más detestable del homici­dio, la tiranía y la opresión, apoya­dos, incitados y sostenidos por la influencia de ese espíritu que tan fuertemente ha remachado los cre­dos de los padres, quienes han he­redado mentiras, en el corazón de los hijos, y ha llenado el mundo de confusión, y se ha estado haciendo cada vez más fuerte, y es ahora la fuente misma de toda corrupción, y la a tierra entera gime bajo el peso de su iniquidad.

8 Es un a yugo de hierro, una li­gadura fuerte; son las esposas y cadenas, las ataduras y grilletes mismos del infierno.

9 De manera que es un deber imperioso que tenemos, no solo para con nuestras propias esposas e hijos, sino para con las viudas y los huérfanos, cuyos maridos y padres han sido a asesinados bajo su mano de hierro,

DOCTRINA Y CONVENIOS 123:1–9 282

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SECCIÓN 124Revelación dada a José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois, el 19 de enero de 1841. A causa de las persecuciones y los procedimientos ilíci-tos cada vez más numerosos, tramados contra ellos por las autoridades públicas, los santos se habían visto obligados a salir de Misuri. La orden exterminadora expedida por Lilburn W. Boggs, gobernador de Misuri, fechada el 27 de octubre de 1838, no les había dejado otro recurso. En 1841, cuando se dio esta revelación, los santos habían edificado la ciu-dad de Nauvoo en el sitio que anteriormente había ocupado el pueblo de Commerce, Illinois, y allí se había establecido la cabecera de la Iglesia.

10 hechos tenebrosos y envile­cedores que son suficientes para hacer que el infierno mismo se es­tremezca y se quede despavorido y pálido, y que las manos del pro­pio diablo tiemblen y se paralicen.

11 Y además, es una obligación imperiosa que tenemos para con la generación que va creciendo y para con todos los puros de corazón;

12 porque todavía hay muchos en la tierra, entre todas las sec­tas, partidos y denominaciones, que son a cegados por la sutil as­tucia de los hombres que acechan para engañar, y no llegan a la ver­dad solo porque b no saben dónde hallarla;

13 por lo tanto, consumamos y agotemos nuestras vidas dando a conocer todas las a cosas ocultas

de las tinieblas, hasta donde las sepamos; y en verdad estas se ma­nifiestan de los cielos;

14 de manera que se debe atender a estas cosas con gran diligencia.

15 Ningún hombre las considere como cosas pequeñas, porque hay mucho en lo futuro, perteneciente a los santos, que depende de estas cosas.

16 Hermanos, vosotros sabéis que un barco muy grande se a bene­ficia mucho en una tempestad, con un timón pequeño que lo acomoda al vaivén del viento y de las olas.

17 Por tanto, muy queridos her­manos, hagamos con a buen ánimo cuanta cosa esté a nuestro alcance; y entonces podremos permanecer tranquilos, con la más completa seguridad, para ver la b salvación de Dios y que se revele su brazo.

12 a Col. 2:8; DyC 76:75.

b 1 Ne. 8:21–23.

13 a 1 Cor. 4:5. 16 a Stg. 3:4;

Alma 37:6–7;

DyC 64:33. 17 a DyC 59:15. b Éx. 14:13.

1–14, Se le manda a José Smith hacer una proclamación solemne del Evan-gelio al presidente de los Estados

Unidos, a los gobernadores y a los soberanos de todas las naciones; 15–21, Hyrum Smith, David W.

DOCTRINA Y CONVENIOS 123:10–17283

Page 294: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

124 1 a 1 Cor. 1:26–28; DyC 1:19; 35:13.

2 a GEE Estaca. 3 a Sal. 119:46;

Mateo 10:18; DyC 1:23.

4 a GEE Mansedumbre, manso.

7 a Sal. 103:15–16; Isa. 40:6–8; 1 Pe. 1:24–25.

Patten, Joseph Smith, padre, y otros de entre los vivos y de entre los muertos son bendecidos por su in-tegridad y sus virtudes; 22–28, Se manda a los santos edificar en Nau-voo una casa de alojamiento para los forasteros, así como un templo; 29–36, El bautismo por los muer-tos debe efectuarse en los templos; 37–44, El pueblo del Señor siempre edifica templos para efectuar en ellos ordenanzas santas; 45–55, Se exime a los santos de edificar el templo en el condado de Jackson por motivo de la opresión de sus enemigos; 56–83, Se dan instrucciones para la edifica-ción del Mesón de Nauvoo; 84–96, Hyrum Smith es llamado a ocupar el oficio de patriarca y recibir las llaves y ocupar el lugar de Oliver Cowdery; 97–122, Se dan consejos a William Law y a otros hermanos en cuanto a sus obras; 123–145, Se nombran ofi-ciales generales y locales, junto con sus deberes y afiliación en cuanto a sus cuórums.

De cierto, así te dice el Señor, mi siervo José Smith, estoy bien com­placido con la ofrenda y los reco­nocimientos que has hecho; porque para este fin te he levantado, para manifestar mi sabiduría por medio de las a cosas débiles de la tierra.

2 Tus oraciones son aceptas de­lante de mí, y como respuesta te digo que ahora eres llamado para hacer inmediatamente una procla­mación solemne de mi evangelio

y de esta a estaca que he asentado para ser una piedra angular de Sion, la cual ha de ser bruñida con la exquisitez que es a semejanza de un palacio.

3 Se hará esta proclamación a todos los a reyes del mundo, hasta sus cuatro ángulos, al honorable presidente electo, a los eminen­tes gobernadores de la nación en que vives y a todas las na­ciones de la tierra esparcidas en el extranjero.

4 Escríbase con el espíritu de a mansedumbre y por el poder del Espíritu Santo, que estará en ti al escribirla;

5 porque por el Espíritu Santo se te concederá saber mi voluntad concerniente a dichos reyes y au­toridades, sí, lo que les acontecerá en lo porvenir.

6 Porque he aquí, estoy a punto de mandarles que presten atención a la luz y a la gloria de Sion, por­que ha llegado la hora señalada para favorecerla.

7 Por tanto, exhórtalos con una fuerte proclamación y con tu tes­timonio, sin temerlos, porque son como la a hierba, y toda su gloria es como la flor de la hierba que pronto cae, para que también que­den sin excusa,

8 y para que yo los visite en el día de la visitación, cuando des­cubra la faz de mi velo, para se­ñalar la porción del opresor entre los hipócritas, donde es el

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:1–8 284

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8 a Mateo 8:12; Alma 40:13; DyC 101:91; 112:24.

9 a Isa. 60:1–4. GEE Luz, luz de Cristo.

10 a Mateo 24:44; JS—M 1:48.

14 a GEE Mayordomía, mayordomo.

15 a GEE Smith, Hyrum. b GEE Integridad. 16 a GEE Consejo. 18 a Éx. 19:4;

Isa. 40:31.

19 a DyC 124:130. GEE Patten, David W.

b GEE Partridge, Edward.

c GEE Smith, padre, Joseph.

d DyC 137:5.

a crujir de dientes, si rechazan a mis siervos y mi testimonio que les he revelado.

9 Además, los visitaré y ablan­daré sus corazones, muchos de ellos para vuestro beneficio, a fin de que halléis gracia ante sus ojos, para que vengan a la a luz de la ver­dad, y los gentiles a la exaltación y enaltecimiento de Sion.

10 Porque el día de mi visitación viene pronto, a la a hora que no pensáis; y, ¿dónde habrá seguri­dad para mi pueblo y refugio para aquellos que quedaren?

11 ¡Despertad, oh reyes de la tie­rra! ¡Venid, oh venid con vuestro oro y con vuestra plata en auxilio de mi pueblo, a la casa de las hi­jas de Sion!

12 Y además, de cierto te digo, ayúdete mi siervo Robert  B. Thompson a escribir dicha procla­mación, porque estoy bien compla­cido con él y con que permanezca contigo.

13 Por tanto, escuche él tu con­sejo, y lo bendeciré con multipli­cidad de bendiciones; sea fiel y verídico desde ahora en adelante en todas las cosas, y será grande ante mis ojos.

14  Pero recuerde que de sus manos le requeriré que me rinda cuentas de su a mayordomía.

15 Y además, de cierto te digo,

bendito es mi siervo a Hyrum Smith, porque yo, el Señor, lo amo a causa de la b integridad de su co­razón, y porque él ama lo que es justo ante mí, dice el Señor.

16 Además, mi siervo John C. Bennett te ayudará en la obra de enviar mi palabra a los reyes y pueblos de la tierra, y te sosten­drá a ti, mi siervo José Smith, en la hora de aflicción; y no fallará su recompensa, si acepta a consejo.

17 Y a causa de su amor, será grande; porque si hace esto, será mío, dice el Señor. He visto la obra que ha hecho, la cual acepto si con­tinúa, y lo coronaré con bendicio­nes y gran gloria.

18 Y además, te digo que es mi voluntad que mi siervo Lyman Wight siga predicando a favor de Sion, con el espíritu de manse­dumbre, confesándome ante el mundo; y lo sostendré como en a alas de águila; y engendrará glo­ria y honra tanto para él como para mi nombre.

19 Para que, cumplida su obra, yo lo reciba, como recibí a mi siervo a David Patten, que está conmigo ahora, y también a mi siervo b Edward Partridge y a mi anciano siervo c Joseph Smith, pa­dre, que se sienta a la diestra d de Abraham; y bendito y santo es él, porque es mío.

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:9–19285

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20 a GEE Engañar, engaño.

21 a DyC 41:9. GEE Obispo.

22 a DyC 124:56–60. 23 a Deut. 31:12;

Mateo 25:35, 38. b DyC 124:2.

27 a DyC 109:5. GEE Templo, Casa del Señor.

b Éx. 25:8; DyC 97:15–17.

28 a GEE Restauración del Evangelio.

29 a DyC 128:13.

b 1 Cor. 15:29; DyC 127:6; 138:33. GEE Bautismo, bautizar — Bautismo por los muertos; Salvación de los muertos.

20  Además, te digo que mi siervo George Miller es sin a en­gaño; se puede confiar en él por motivo de la integridad de su co­razón; y por el amor que él tiene por mi testimonio, yo, el Señor, lo amo.

21 Por tanto, te digo que sello sobre su cabeza el oficio de un a obispado, semejante a mi siervo Edward Partridge, para que reciba las consagraciones de mi casa, a fin de que confiera bendiciones sobre la cabeza de los pobres de mi pueblo, dice el Señor. Nadie desprecie a mi siervo George, porque él me honrará.

22 Edifiquen una a casa en mi nombre mi siervo George, y mi siervo Lyman, y mi siervo John Snider y otros, tal como mi siervo José les muestre, en el sitio que él también les indicará.

23 Y será una casa de hospedaje, una casa en donde el forastero que venga de lejos pueda alojarse; sea, pues, una casa buena, digna de toda aceptación, para que el a viajero cansado goce de salud y seguridad mientras reflexione so­bre la palabra del Señor, y la b pie­dra angular que le he señalado a Sion.

24 Esta casa será una habitación sana, si se edifica a mi nombre, y si el que sea nombrado para

administrarla no permite que sea contaminada. Será santa, o el Señor vuestro Dios no morará en ella.

25 Y además, de cierto os digo, vengan desde lejos todos mis santos;

26 y enviad mensajeros velo­ces, sí, mensajeros escogidos, y decidles: Venid, vosotros, con todo vuestro oro, vuestra plata, vuestras piedras preciosas y to­das vuestras antigüedades; y con todos aquellos que tengan cono­cimiento de antigüedades, que quieran venir, vengan, y traigan el boj, el abeto y el pino, junto con todos los árboles preciosos de la tierra;

27 y con hierro, cobre, bronce, cinc y todas vuestras cosas pre­ciosas de la tierra; y edificad una a casa a mi nombre, para que en ella b more el Altísimo.

28 Porque no existe lugar sobre la tierra a donde él pueda venir a a restaurar otra vez lo que estaba perdido para vosotros, o lo que él ha quitado, a saber, la plenitud del sacerdocio.

29  Porque no hay una a pila bautismal sobre la tierra en la que mis santos puedan ser b bautizados por los que han muerto,

30 porque esta ordenanza per­tenece a mi casa, y no me puede

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:20–30 286

Page 297: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

31 a DyC 97:10. 34 a DyC 110:14–16.

GEE Llaves del sacerdocio.

36 a Isa. 4:5–6. 37 a GEE Lavado,

lavamientos, lavar.

38 a Éx. 25:1–9; 33:7. GEE Tabernáculo.

b GEE Templo, Casa del Señor.

39 a Éx. 29:7. GEE Unción.

b GEE Ordenanzas —

Ordenanza vicaria. c DyC 88:117. d DyC 13; 84:31; 128:24;

JS—H 1:69. e Ezeq. 41:4;

DyC 45:32; 87:8; 101:22.

ser aceptable, sino en los días de vuestra pobreza, durante los cua­les no podéis edificarme una casa.

31 Pero os mando a todos vo­sotros, mis santos, que me a edi­fiquéis una casa; y os concedo el tiempo suficiente para que me la edifiquéis; y durante este tiempo vuestros bautismos me serán aceptables.

32 Mas he aquí, vuestros bau­tismos por vuestros muertos no me serán aceptables al cabo de este plazo; y si no habéis hecho estas cosas para cuando termine el plazo, seréis rechazados como iglesia, junto con vuestros muer­tos, dice el Señor vuestro Dios.

33  Porque de cierto os digo, vuestros bautismos por vues­tros muertos no me pueden ser aceptables después que hayáis tenido el tiempo suficiente para edificarme una casa, donde co­rresponde la ordenanza del bau­tismo por los muertos, para quienes se instituyó desde antes de la fundación del mundo;

34 porque en ella se confieren las a llaves del santo sacerdo­cio, a fin de que recibáis honra y gloria.

35 Y pasado dicho tiempo, vues­tros bautismos por los muertos, efectuados por los que se en­cuentren esparcidos en otras

partes, no me serán aceptables, dice el Señor.

36 Porque se ha decretado que en Sion, y en sus estacas, y en Je­rusalén, esos sitios que he seña­lado como a refugio, han de ser los lugares designados para vuestros bautismos por vuestros muertos.

37 Además, de cierto os digo, ¿cómo podré aceptar vuestros a la­vamientos, si no los efectuáis en una casa que hayáis erigido a mi nombre?

38  Porque por esta causa le mandé a Moisés que construyera un a tabernáculo, para que lo lleva­ran consigo por el desierto, y que construyera una b casa en la tierra de promisión, a fin de que se re­velaran las ordenanzas que habían estado ocultas desde antes que el mundo fuese.

39 Por tanto, de cierto os digo que vuestras a unciones y lava­mientos, y vuestros b bautismos por los muertos, y vuestras c asam­bleas solemnes y memoriales para vuestros d sacrificios por medio de los hijos de Leví, y para vuestros oráculos en vuestros e lugares san­tísimos en donde recibís conver­saciones, y vuestros estatutos y juicios, para el principio de las re­velaciones y fundamento de Sion, y para la gloria, honra e investi­dura de todos sus habitantes, son

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:31–39287

Page 298: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

41 a AdeF 1:9. b DyC 121:26–32. c Efe. 1:9–10;

DyC 27:13; 112:30. 42 a DyC 95:14–17. 44 a GEE Santo (adjetivo).

45 a DyC 1:38. GEE Profeta.

47 a GEE Juramento. 48 a Deut. 28:15. 49 a GEE Diligencia. b DyC 56:4; 137:9.

50 a Mos. 12:1. b Deut. 5:9;

DyC 98:46–47. c GEE Arrepentimiento,

arrepentirse.

conferidos mediante la ordenanza de mi santa casa, que a mi pueblo siempre se le manda construir a mi santo nombre.

40 Y de cierto os digo, edifíquese esta casa a mi nombre, para que en ella pueda yo revelar mis ordenan­zas a mi pueblo;

41 porque me propongo a reve­lar a mi iglesia cosas que han es­tado b escondidas desde antes de la fundación del mundo, cosas que pertenecen a la dispensación del c cumplimiento de los tiempos.

42 Y le a mostraré a mi siervo José todas las cosas concernientes a esta casa, y su sacerdocio, y el sitio so­bre el cual se ha de edificar.

43 Y la construiréis en el lugar donde habéis proyectado, porque es el sitio que os he escogido para construirla.

44 Si trabajáis con todo vuestro poder, yo consagraré ese lugar para que sea a santo.

45 Y si los de mi pueblo escuchan mi voz, y la voz de mis a siervos que he nombrado para guiar a mi pueblo, he aquí, de cierto os digo que no serán quitados de su lugar.

46 Mas si no escuchan mi voz, ni la voz de estos hombres que he nombrado, no serán bendeci­dos, porque contaminan mi tierra santa, y mis santas ordenanzas y estatutos, y mis santas palabras que yo les doy.

47  Y acontecerá que si edifi­cáis una casa a mi nombre, y no hacéis las cosas que yo mando, no realizaré el a juramento que os hago, ni cumpliré las prome­sas que esperáis de mis manos, dice el Señor.

48 Porque a en lugar de bendicio­nes, vosotros, por vuestras propias obras, traéis maldiciones, ira, in­dignación y juicios sobre vuestra propia cabeza, a causa de vuestras insensateces y todas vuestras abo­minaciones que cometéis ante mí, dice el Señor.

49 De cierto, de cierto os digo, que cuando doy un mandamiento a cualquiera de los hijos de los hombres de hacer una obra en mi nombre, y estos, con todas sus fuerzas y con todo lo que tienen, procuran hacer dicha obra, sin que cese su a diligencia, y sus enemigos vienen sobre ellos y les impiden la ejecución de ella, he aquí, me conviene no b exigirla más a esos hijos de los hombres, sino aceptar sus ofrendas.

50 Y la iniquidad y violación de mis santas leyes y mandamientos a visitaré sobre la cabeza de aque­llos que impidieron mi obra, hasta la tercera y la cuarta b generación, mientras c no se arrepientan y me aborrezcan, dice Dios el Señor.

51 Así que, por esta causa yo he aceptado las ofrendas de

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:40–51 288

Page 299: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

51 a DyC 115:11. b GEE Condado de

Jackson, Misuri (EE. UU.).

52 a DyC 121:11–23. 54 a GEE Pureza, puro. b DyC 98:13; 103:27–28.

55 a DyC 127:4. b Abr. 3:25. 56 a DyC 124:22–24. 58 a Gén. 12:3; 22:18;

Abr. 2:11. GEE Abraham.

b DyC 110:12.

GEE Abraham, convenio de (convenio abrahámico).

61 a Isa. 61:3; Ezeq. 34:29.

b GEE Atalaya, atalayar.

aquellos a quienes mandé que edificasen una ciudad y una a casa a mi nombre en el b condado de Jackson, Misuri, y cuyos enemi­gos se lo impidieron, dice el Señor vuestro Dios.

52 Y a juicio, ira, indignación, llanto, angustia y crujir de dien­tes devolveré sobre su cabeza hasta la tercera y la cuarta generación, mientras no se arrepientan y me aborrezcan, dice el Señor vuestro Dios.

53 Y os hago de esto un ejemplo para vuestro consuelo, en lo que concierne a todos aquellos a quie­nes se ha mandado hacer alguna obra, y las manos de sus enemigos y la opresión se lo han impedido, dice el Señor vuestro Dios.

54 Porque soy el Señor vues­tro Dios, y salvaré a todos los de vuestros hermanos que fue­ron de a corazón puro, y que han sido b muertos en la tierra de Misuri, dice el Señor.

55 Además, de cierto os digo, de nuevo os mando construir una a casa a mi nombre en este lugar, para que b probéis ante mí que sois fieles en todas las cosas que os mando, para que yo os bendiga y os corone con honra, inmortalidad y vida eterna.

56 Y ahora os digo, en cuanto a mi a casa de huéspedes que os he mandado construir para el

alojamiento de forasteros, edifi­cadla a mi nombre, y lleve sobre ella mi nombre, y haya lugar en ella para mi siervo José y su casa, de generación en generación.

57 Porque he confirmado esta unción sobre su cabeza, a fin de que su bendición también sea so­bre la cabeza de su posteridad después de él.

58 Y como dije a a Abraham, to­cante a las familias de la tierra, así también le digo a mi siervo José: En ti y en tu b simiente se­rán benditas las familias de la tierra.

59 Por consiguiente, haya lugar en esa casa para mi siervo José y para su posteridad después de él, de generación en genera­ción, para siempre jamás, dice el Señor.

60 Y sea el nombre de esa casa el Mesón de Nauvoo; y sea una habi­tación deleitosa para el hombre, y un lugar de reposo para el viajero fatigado, para que contemple la gloria de Sion y la gloria de esta, su piedra del ángulo;

61 a fin de que también reciba el consejo de aquellos a quienes he puesto para que sean como a plantas de renombre y como b centinelas en sus muros.

62 He aquí, de cierto os digo, organícense mis siervos George Miller, Lyman Wight, John

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:52–62289

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71 a Gál. 6:7. 75 a Prov. 31:9.

Snider y Peter Haws, y nómbrese a uno de ellos presidente de su cuórum con objeto de construir esa casa.

63 Y formarán una institución mediante la cual puedan reunir capital para la edificación de esa casa.

64 Y no recibirán menos de cin­cuenta dólares por cada acción de esa casa, y se les permitirá recibir hasta quince mil dólares de una sola persona por acciones de di­cha casa.

65 Pero no se les permitirá acep­tar más de quince mil dólares de capital de una sola persona;

66 ni les será permitido recibir menos de cincuenta dólares de una sola persona, por una acción de esa casa.

67 Y no se les permitirá recibir a persona alguna como accionista de esa casa, a menos que entregue en sus manos el valor de las acciones al recibirlas;

68 y recibirá acciones de esa casa en proporción a la cantidad que entregue en sus manos; pero si no entrega nada en sus manos, no re­cibirá acciones de la casa.

69 Y si alguien entrega dinero en sus manos, será a cambio de acciones de esa casa, para él y su posteridad después de él, de gene­ración en generación, mientras él y sus herederos retengan esas accio­nes y no las vendan o traspasen de sus manos, por su voluntad y acto propios, si queréis obedecer mi vo­luntad, dice el Señor vuestro Dios.

70 Además, de cierto os digo, si mis siervos George Miller, Lyman Wight, John Snider y Peter Haws reciben capital en sus manos, ya sea dinero o bienes que representen el valor real del dinero, no usarán parte alguna de ese capital para otro propósito sino el de esa casa.

71 Y si destinan cualquier parte de ese capital a otro objeto ajeno al de esa casa, sin el consentimiento del accionista, y no reponen con cuatro tantos el valor del capital que hayan destinado a otro uso, serán maldecidos y quitados de su lugar, dice el Señor Dios; por­que yo, el Señor, soy Dios, y no he de ser a burlado en ninguna de estas cosas.

72 De cierto os digo, compre mi siervo José acciones de esa casa, de manos de ellos, como le pa­rezca bien; pero mi siervo José no puede invertir más de quince mil dólares de capital en esa casa, ni menos de cincuenta; ni tampoco podrá hacerlo ningún otro hom­bre, dice el Señor.

73 Y también hay otros que de­sean saber mi voluntad concer­niente a ellos, porque me lo han pedido.

74 Por tanto, os digo en cuanto a mi siervo Vinson Knight, si quiere hacer mi voluntad, compre accio­nes de esa casa para él y para su posteridad después de él, de ge­neración en generación.

75 Y alce su voz larga y fuerte­mente en medio del pueblo, para a abogar la causa de los pobres y

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los necesitados, y no flaquee, ni su corazón desmaye; y b aceptaré sus ofrendas, porque no serán para mí como las de Caín, porque él será mío, dice el Señor.

76 Regocíjese su familia y aparten su corazón de la congoja, porque lo he escogido y ungido, y se le hon­rará en medio de su casa, porque le perdonaré todos sus pecados, dice el Señor. Amén.

77 De cierto os digo, invierta ca­pital en esa casa mi siervo Hyrum como bien le parezca, para él y su posteridad después de él, de ge­neración en generación.

78 Invierta capital en esa casa mi siervo Isaac Galland, porque yo, el Señor, lo amo por la obra que ha hecho, y perdonaré todos sus pecados; por consiguiente, sea tenido en memoria por su parte en esa casa, de generación en generación.

79 Nómbrese entre vosotros a mi siervo Isaac Galland, y ordé­nelo y bendígalo mi siervo Wi­lliam Marks, para que vaya con mi siervo Hyrum a cumplir la obra que mi siervo José les in­dique, y serán grandemente bendecidos.

80 Invierta capital en esa casa mi siervo William Marks, como bien le parezca, para él y para su posteridad, de generación en generación.

81 Invierta capital en esa casa mi siervo Henry G. Sherwood, como

bien le parezca, para él y su poste­ridad después de él, de generación en generación.

82 Invierta capital en esa casa mi siervo William Law, para él y su posteridad después de él, de ge­neración en generación.

83 Si quiere obedecer mi vo­luntad, no lleve a su familia a las regiones del este, es decir, a Kirtland; no obstante, yo, el Se­ñor, edificaré a Kirtland, pero tengo preparado un azote para sus habitantes.

84 Y en cuanto a mi siervo Almon Babbitt, hay muchas cosas que no me complacen; he aquí, ambiciona imponer su propio criterio en lugar del consejo que yo he ordenado, sí, el de la Presidencia de mi iglesia; y levanta un a becerro de oro para que mi pueblo lo adore.

85 No se a vaya de este lugar nadie que haya venido aquí con la intención de obedecer mis mandamientos.

86 Si viven aquí, vivan para mí; y si mueren, mueran para mí; porque aquí a descansarán de to­dos sus afanes, y continuarán sus obras.

87 Por tanto, confíe mi siervo William en mí, y cese de temer en cuanto a su familia por causa de la enfermedad que hay en la tierra. Si me a amáis, guardad mis mandamientos, y la enfermedad de la tierra b redundará en gloria para vosotros.

75 b Gén. 4:4–5; Moisés 5:18–28.

84 a Éx. 32:2–4. 85 a Lucas 9:62.

86 a Apoc. 14:13. GEE Descansar, descanso (reposo); Paraíso.

87 a Juan 14:15. b DyC 121:8; 122:7.

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:76–87291

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88 a GEE Trinidad — Dios el Espíritu Santo.

89 a DyC 78:3. b Es decir, la traducción

de José Smith de la Biblia en inglés.

90 a GEE Bendecido, bendecir, bendición.

b Sal. 37:25.

91 a DyC 107:39–40. GEE Patriarca, patriarcal.

92 a GEE Bendiciones patriarcales.

93 a DyC 132:45–47. b Mateo 16:19.

GEE Sellamiento, sellar. 94 a DyC 107:91–92.

GEE Vidente. 95 a DyC 6:28. b GEE Cowdery, Oliver. 97 a GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

b GEE Engañar, engaño. c GEE Consolador.

88 Salga mi siervo William y proclame mi evangelio sempiterno en voz alta y con gran gozo, según lo inspire mi a Espíritu, a los habi­tantes de Warsaw, y también a los habitantes de Carthage y de Bur­lington, así como a los de Madison, y espere paciente y diligentemente instrucciones adicionales en mi conferencia general, dice el Señor.

89 Si quiere obedecer mi volun­tad, escuche de aquí en adelante el consejo de mi siervo José, y con su ganancia apoye la a causa de los pobres y publique b la nueva traducción de mi santa palabra a los habitantes de la tierra.

90 Y si hace esto, lo a bendeciré con multiplicidad de bendiciones, de manera que no será abando­nado, ni su descendencia tendrá que b mendigar pan.

91 Además, de cierto os digo, sea nombrado, ordenado y ungido mi siervo William como consejero de mi siervo José, en lugar de mi siervo Hyrum, para que mi siervo Hyrum ocupe el oficio de Sacer­docio y a Patriarca que le señaló su padre por bendición y también por derecho;

92 para que desde ahora en ade­lante tenga las llaves de las a bendi­ciones patriarcales sobre la cabeza de todo mi pueblo;

93 para que cualquiera que él bendiga sea bendecido, y cual­quiera que él a maldiga sea malde­cido; para que lo que b atare en la tierra sea atado en los cielos, y lo que desatare en la tierra sea desa­tado en los cielos.

94 Y desde ahora en adelante, lo nombro profeta, a vidente y reve­lador de mi iglesia, así como mi siervo José;

95 a fin de que también obre de común acuerdo con mi siervo José, y de él reciba consejo, y mi siervo José le mostrará las a llaves me­diante las cuales podrá pedir y recibir, y ser coronado con igual bendición, gloria, honra, sacerdo­cio y dones del sacerdocio que en un tiempo se confirieron al que fue mi siervo b Oliver Cowdery;

96 para que mi siervo Hyrum testifique de las cosas que le mos­traré, a fin de que su nombre se guarde en memoria honorable, de generación en generación para siempre jamás.

97  Reciba también mi siervo William Law las llaves mediante las cuales pueda pedir y recibir bendiciones; sea a humilde y sin b engaño delante de mí, y reci­birá de mi Espíritu, sí, el c Con­solador, que le manifestará la verdad de todas las cosas y le

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:88–97 292

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98 a Mar. 16:17–18. GEE Dones del Espíritu.

b GEE Sanar, sanidades. 99 a DyC 84:71–73. b Éx. 19:4;

Isa. 40:31. 103 a GEE Rigdon, Sidney. 104 a Éx. 4:14–16;

2 Ne. 3:17–18; DyC 100:9–11.

107 a DyC 124:2–4. 108 a DyC 124:82–83. 109 a GEE Nauvoo, Illinois

(EE. UU.).

indicará, en la hora precisa, lo que ha de decir.

98 Y estas a señales lo seguirán: b Sanará a los enfermos, echará fuera demonios y será librado de los que quieran administrarle ve­neno mortífero;

99 y será conducido por sendas donde la serpiente a venenosa no podrá herir su calcañar; y se re­montará en la b imaginación de sus pensamientos como si fuera en alas de águila.

100 Y si dispongo que resucite a los muertos, no detenga él su voz.

101 Proclame, pues, mi siervo William en alta voz y sin cesar, con gozo y regocijo y hosannas, a aquel que se sienta para siempre jamás sobre el trono, dice el Señor vuestro Dios.

102 He aquí, os digo, tengo re­servada una misión para mi siervo William y para mi siervo Hyrum, y solamente para ellos; y per­manezca en casa mi siervo José porque hace falta. El resto os lo mostraré después. Así sea. Amén.

103 Además, de cierto os digo, si mi siervo a Sidney quiere servirme y ser consejero de mi siervo José, levántese y venga y ocupe el ofi­cio de su llamamiento, y humíllese delante de mí.

104 Y si me ofrece una ofrenda y reconocimientos aceptables, y permanece con mi pueblo, he aquí, yo, el Señor vuestro Dios, lo sanaré

para que quede sano; y nueva­mente alzará su voz sobre las mon­tañas, y será un a portavoz delante de mi faz.

105 Venga y radique a su familia en la vecindad donde reside mi siervo José.

106 Y en todas sus jornadas alce su voz como con el son de trom­peta, amonestando a los habi­tantes de la tierra a huir de la ira venidera.

107 Ayúdenle a mi siervo José, él, y también mi siervo William Law, a hacer una solemne a procla­mación a los reyes de la tierra, así como antes os he dicho.

108 Si mi siervo Sidney quiere hacer mi voluntad, no traslade a su familia a las a regiones del este, sino múdeles su habitación, tal como he dicho.

109 He aquí, no es mi voluntad que él procure encontrar seguridad y refugio fuera de la ciudad que os he señalado, a saber, la ciudad de a Nauvoo.

110 De cierto os digo, que aún ahora, si quiere escuchar mi voz, le irá bien. Así sea. Amén.

111 Y además, de cierto os digo, compre acciones mi siervo Amos Davies de aquellos que he nom­brado para construir una casa de alojamiento, que es el Mesón de Nauvoo.

112 Haga él esto si quiere tener parte; y escuche el consejo de

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mi siervo José y trabaje con sus propias manos para ganarse la confianza de los hombres.

113 Y cuando se haya mostrado fiel en todas las cosas que le sean confiadas, sí, aun cuando fueren pocas, se le pondrá por a mayor­domo sobre muchas;

114 a humíllese, pues, para que sea exaltado. Así sea. Amén.

115 Además, de cierto os digo que si mi siervo Robert D. Fos­ter quiere obedecer mi voz, cons­trúyale una casa a mi siervo José, de acuerdo con el contrato que ha concertado con él, según las oportunidades que de cuando en cuando se le presenten.

116 Arrepiéntase de toda su ne­cedad, y vístase de a caridad; y cese de obrar el mal, y deseche todas sus palabras ásperas;

117 y compre también acciones del cuórum del Mesón de Nauvoo para él y su posteridad después de él, de generación en generación;

118 y obedezca el consejo de mis siervos José, y Hyrum, y William Law, así como a las au­toridades que he llamado para establecer los cimientos de Sion; y para siempre jamás le irá bien. Así sea. Amén.

119 Además, de cierto os digo, ninguno ha de comprar acciones del cuórum del Mesón de Nau­voo, a menos que crea en el Libro

de Mormón y en las revelaciones que os he dado, dice el Señor vues­tro Dios;

120 porque lo que sea a más o me­nos que esto, de mal procede, y será acompañado de maldiciones y no de bendiciones, dice el Señor vuestro Dios. Así sea. Amén.

121 Además, de cierto os digo, reciban los miembros integrantes del cuórum del Mesón de Nau­voo justa remuneración por toda su labor en la construcción de di­cha casa; y sean sus sueldos según convengan entre sí, en cuanto a su precio.

122 Y si es menester, aporte cada accionista su porción de los suel­dos de ellos para su sostén, dice el Señor; de otra manera, recibirán acciones de esa casa por su trabajo. Así sea. Amén.

123 De cierto os digo, ahora os nombro a los a oficiales corres­pondientes a mi sacerdocio, para que tengáis las b llaves de este, sí, el Sacerdocio que es según el or­den de c Melquisedec, que es se­gún el orden de mi Unigénito Hijo.

124 Primeramente os nombro a Hyrum Smith para ser vuestro a patriarca, para poseer las bendi­ciones de b sellar en mi iglesia, sí, el Santo Espíritu de la c promesa, me­diante el cual sois d sellados para el día de la redención, a fin de que

113 a Mateo 25:14–30. 114 a Mateo 23:12;

DyC 101:42. 116 a Col. 3:14.

GEE Caridad. 120 a Mateo 5:37; DyC 98:7.

123 a GEE Oficial, oficio. b GEE Llaves del

sacerdocio. c GEE Sacerdocio de

Melquisedec. 124 a GEE Patriarca,

patriarcal. b GEE Sellamiento, sellar. c DyC 76:53; 88:3–4.

GEE Santo Espíritu de la promesa.

d Efe. 4:30.

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:113–124 294

Page 305: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

124 e Apoc. 3:10. 125 a DyC 21:1.

GEE Vidente. 126 a DyC 90:4–5. 127 a GEE Young, Brigham.

128 a GEE Apóstol. b Mar. 16:15. 130 a GEE Patten, David W. b DyC 124:19. 131 a GEE Sumo consejo.

134 a GEE Estaca. 137 a DyC 107:11–12, 89–90.

GEE Élder (anciano); Cuórum.

no lleguéis a caer, no obstante la e hora de tentación que pueda sobreveniros.

125 Os nombro a mi siervo José para ser élder presidente de toda mi iglesia, para ser traductor, re­velador, a vidente y profeta.

126 Le doy a él por consejeros a mis siervos Sidney Rigdon y William Law, para que constituyan un cuórum y Primera Presidencia, a fin de recibir los a oráculos para toda la iglesia.

127 Os nombro a mi siervo a Bri­gham Young para ser presidente del consejo viajante de los Doce,

128  a quienes tienen las lla­ves para abrir la autoridad de mi reino en los cuatro ángulos de la tierra, y para b enviar, des­pués de eso, mi palabra a toda criatura.

129  Son: Heber  C. Kimball, Parley P. Pratt, Orson Pratt, Or­son Hyde, William Smith, John Taylor, John  E. Page, Wilford Woodruff, Willard Richards, George A. Smith;

130 a a David Patten lo he b to­mado para mí; he aquí, nadie le quita su sacerdocio; pero de cierto os digo, se puede nombrar a otro al mismo llamamiento.

131 Además, os digo que os nom­bro a un a sumo consejo para que sea la piedra angular de Sion,

132  a saber, Samuel Bent, Henry G. Sherwood, George W.

Harris, Charles C. Rich, Thomas Grover, Newel Knight, David Dort, Dunbar Wilson —a Seymour Brunson lo he tomado para mí; nadie toma su sacerdocio, pero se puede nombrar a otro al mismo sacerdocio en su lugar; y de cierto os digo, en su lugar sea ordenado a este llamamiento mi siervo Aaron Johnson— David Fullmer, Alpheus Cutler y William Huntington.

133 Además, os nombro a Don C. Smith para ser presidente de un cuórum de sumos sacerdotes,

134 ordenanza que se instituye con el propósito de habilitar a aquellos que serán nombrados presidentes residentes o siervos sobre diversas a estacas esparcidas fuera de aquí;

135 y también pueden viajar, si lo desean, pero más bien son orde­nados presidentes residentes; este es el oficio de su llamamiento, dice el Señor vuestro Dios.

136 Le nombro como consejeros a Amasa Lyman y a Noah Packard, para que presidan el cuórum de sumos sacerdotes de mi iglesia, dice el Señor.

137 Y además, os digo que os nombro a John A. Hicks, Samuel Williams y Jesse Baker, y este sa­cerdocio presidirá el cuórum de a élderes, el cual se ha instituido para los ministros residentes; no obstante, pueden viajar, pero

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:125–137295

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138 a GEE Setenta. 141 a DyC 68:14; 107:15. b GEE Doctrina y

Convenios. 143 a Efe. 4:11–14. 144 a DyC 26:2.

GEE Común acuerdo.

son ordenados para ser minis­tros residentes de mi iglesia, dice el Señor.

138  Y además, os nombro a Joseph Young, Josiah Butterfield, Daniel Miles, Henry Herriman, Zera Pulsipher, Levi Hancock y James Foster para presidir el cuórum de a setentas,

139 cuórum que se ha instituido para que los élderes viajantes tes­tifiquen de mi nombre en todo el mundo, donde los envíe el sumo consejo viajante, mis apóstoles, para preparar el camino delante de mi faz.

140  La diferencia entre este cuórum y el de los élderes es que uno ha de viajar continua­mente, y el otro ha de presidir las iglesias de vez en cuando; uno tiene la responsabilidad de presidir de cuando en cuando, y el otro no tiene la responsabi­lidad de presidir, dice el Señor vuestro Dios.

141 Además, os digo que os nom­bro a Vinson Knight, Samuel H. Smith y Shadrac Roundy, si este

quiere recibirlo, para presidir el a obispado. Las instrucciones en cuanto a dicho obispado os son dadas en el libro de b Doctrina y Convenios.

142 Y además os digo, a Samuel Rolfe y a sus consejeros como presbíteros, y el presidente de los maestros y sus consejeros, y tam­bién el presidente de los diáco­nos y sus consejeros, y también el presidente de la estaca y sus consejeros.

143 Os he designado los oficios anteriores, junto con sus llaves correspondientes, en calidad de auxilios y gobernaciones, para la obra del ministerio y para a perfec­cionar a mis santos.

144 Y un mandamiento os doy, que llenéis todos estos oficios, y a aprobéis o desaprobéis en mi con­ferencia general a las personas cu­yos nombres he mencionado;

145 y que preparéis salas para to­dos estos oficios en mi casa cuando la edifiquéis a mi nombre, dice el Señor vuestro Dios. Así sea. Amén.

SECCIÓN 125Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois, en marzo de 1841, concerniente a los santos del territorio de Iowa.

1–4, Los santos han de edificar ciu-dades y congregarse en las estacas de Sion.

¿Cuál es la voluntad del Señor concerniente a los santos del te­rritorio de Iowa?

2 De cierto, así os dice el Señor, si

DOCTRINA Y CONVENIOS 124:138–125:2 296

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los que a llevan mi nombre y están tratando de ser mis santos quie­ren hacer mi voluntad y guardar mis mandamientos concernien­tes a ellos, congréguense en los lugares que les señalaré por me­dio de mi siervo José y edifiquen ciudades a mi nombre, a fin de que estén preparados para lo que está reservado para una época que está por venir.

3 Edifiquen una ciudad a mi nombre sobre el terreno que está frente a la ciudad de Nauvoo, y désele el nombre de a Zarahemla.

4 Y los que vengan del este, del oeste, del norte y del sur, con de­seos de morar en ella, establezcan su heredad en ella, así como en la ciudad de a Nashville, o en la de Nauvoo, y en todas las b estacas que he indicado, dice el Señor.

125 2 a GEE Jesucristo — El tomar sobre sí el nombre de Jesucristo.

3 a GEE Zarahemla. 4 a Es decir, Nashville,

condado de Lee, Iowa. b GEE Estaca.

126 1 a GEE Young, Brigham. 2 a GEE Obras. 3 a GEE Familia.

SECCIÓN 126Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en la casa de Brigham Young en Nauvoo, Illinois, el 9 de julio de 1841. En ese tiempo, Brigham Young era Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles.

1–3, Se encomia a Brigham Young por sus obras y se le releva de viajar al extranjero en lo futuro.

Querido y muy amado her­mano a Brigham Young, de cierto, así te dice el Señor: Brigham, mi siervo, ya no te es requerido se­pararte de tu familia como en lo

pasado, pues tu ofrenda me es aceptable.

2 He visto tu a obra y tu afán en tus viajes por mi nombre.

3 Por tanto, te mando enviar mi palabra a todas partes y velar es­pecialmente por tu a familia, desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

SECCIÓN 127Epístola de José Smith el Profeta a los Santos de los Últimos Días de Nauvoo, Illinois, la cual contiene instrucciones en cuanto al bautismo por los muertos, fechada en Nauvoo, Illinois, el 1º de septiembre de 1842.1–4, José Smith se gloría en la perse-cución y en la tribulación; 5–12, Se deben llevar registros relativos a los bautismos por los muertos.

En vista de que el Señor me ha revelado que mis enemigos, tanto en Misuri como en este es­tado, nuevamente me persiguen;

DOCTRINA Y CONVENIOS 125:3–127:1297

Page 308: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

127 1 a Job 2:3; Mateo 5:10–12; 1 Pe. 2:20–23.

2 a Sal. 23. GEE Persecución, perseguir.

b GEE Envidia.

c GEE Preordenación. d 2 Cor. 6:4–5.

GEE Adversidad. 3 a 3 Ne. 11:12–14. 4 a DyC 124:55. b GEE Diligencia. c GEE Persecución,

perseguir. 5 a GEE Bautismo,

bautizar — Bautismo por los muertos.

b GEE Salvación de los muertos.

y ya que me persiguen sin a causa, y no tienen la más mínima som­bra o matiz de justicia o derecho de su parte en la formulación de sus acusaciones contra mí; y por cuanto todos sus pretextos están fundados en las más negras de las falsedades, me ha parecido conveniente y sabio salir de aquí por un corto tiempo, por mi pro­pia seguridad y la de este pueblo. Quisiera decir a todos aquellos con quienes hago negocio, que he dejado mis asuntos en ma­nos de agentes y secretarios que tramitarán todo asunto de una manera puntual y debida, y se encargarán de que se paguen to­das mis deudas en el momento oportuno, disponiendo de bie­nes o de otra manera, según el caso lo requiera o las circuns­tancias lo permitan. Cuando yo sepa que la tempestad ha pasado por completo, volveré otra vez a vosotros.

2 En cuanto a los a peligros por los que se me requiere pasar, me parecen cosa pequeña, ya que la b envidia y la ira del hombre han sido mi suerte común en todos los días de mi vida; y la razón me es un misterio, a no ser que desde antes de fundarse el mundo yo fuera c ordenado para algún fin bueno o malo, como queráis llamarlo. Juzgad por vosotros

mismos. Dios conoce todas es­tas cosas, si son buenas o ma­las. No obstante, suelo nadar en aguas profundas. Todo esto ha llegado a ser lo más natural para mí y, como Pablo, siento deseos de gloriarme en la d tribulación, porque hasta hoy el Dios de mis padres me ha librado de todo ello, y de aquí en adelante me librará; pues he aquí, triunfaré de todos mis enemigos, porque el Señor Dios lo ha dicho.

3 Regocíjense, pues, todos los santos y alégrense en gran ma­nera, porque el a Dios de Is­rael es su Dios, y él señalará una justa medida de retribu­ción sobre la cabeza de todos sus opresores.

4  Además, de cierto así dice el Señor: Continúese sin cesar la obra de mi a templo, así como todas las obras que os he seña­lado; y redóblense vuestra b dili­gencia, perseverancia, paciencia y obras, y de ningún modo per­deréis vuestro galardón, dice el Señor de las Huestes. Y si os c per­siguen, así persiguieron a los pro­fetas y a los hombres justos que fueron antes de vosotros. Para todo esto hay una recompensa en los cielos.

5 Y además, os declaro unas pa­labras referentes al a bautismo por vuestros b muertos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 127:2–5 298

Page 309: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

6 De cierto, así os dice el Señor concerniente a vuestros muertos: Al a bautizarse alguno de vosotros por sus muertos, esté presente un b registrador para que sea testigo ocular de vuestros bautismos; oiga él con sus oídos, para que testifi­que de una verdad, dice el Señor;

7 a fin de que todo lo que regis­tréis, sea a registrado en los cielos; lo que b atéis en la tierra, sea atado en los cielos; lo que desatéis en la tierra, sea desatado en los cielos;

8 porque estoy a punto de a res­taurar en la tierra muchas cosas pertenecientes al b sacerdocio, dice el Señor de las Huestes.

9 Además, guárdense en orden todos los a registros, para que se de­positen en los archivos de mi santo templo, a fin de que se guarden en memoria de generación en genera­ción, dice el Señor de los Ejércitos.

10 Diré a todos los santos que anhelé, con un anhelo sumamente grande, haber podido dirigirles la palabra desde el púlpito sobre el tema del bautismo por los muer­tos el domingo entrante. Pero en vista de que no está en mi poder, escribiré la palabra del Señor sobre este tema, de cuando en cuando, y os la enviaré por correo, junto con muchas otras cosas.

11 Por ahora doy fin a mi carta por falta de tiempo; porque el ene­migo está prevenido, y como dijo el Salvador: Viene el a príncipe de este mundo, mas no tiene nada en mí.

12 He aquí, mi oración a Dios es que os salvéis todos vosotros; y me suscribo como vuestro siervo en el Señor, profeta y a vidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

José Smith

6 a 1 Cor. 15:29; DyC 128:13, 18.

b DyC 128:2–4, 7. 7 a GEE Libro de la vida. b GEE Sellamiento, sellar. 8 a GEE Restauración del

Evangelio. b GEE Sacerdocio de

Melquisedec. 9 a DyC 128:24. 11 a Juan 14:30;

TJS Juan 14:30

(Apéndice — Biblia). GEE Diablo.

12 a DyC 124:125. GEE Vidente.

SECCIÓN 128Epístola de José Smith el Profeta a La Iglesia de Jesucristo de los San-tos de los Últimos Días, que contiene instrucciones adicionales sobre el bautismo por los muertos; fechada en Nauvoo, Illinois, el 6 de sep-tiembre de 1842.

1–5, Los registradores locales y generales deben dar fe de los bau-tismos por los muertos que se efec-túen; 6–9, Sus registros tendrán validez y se llevan tanto en la tierra como en los cielos; 10–14, La pila

bautismal es una semejanza del se-pulcro; 15–17, Elías el Profeta res-tauró el poder referente al bautismo por los muertos; 18–21, Se han res-taurado todas las llaves, los poderes y las autoridades de dispensaciones

DOCTRINA Y CONVENIOS 127:6–12299

Page 310: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

pasadas; 22–25, Se proclaman ale-gres y gloriosas nuevas a favor de los vivos y de los muertos.

Conforme a lo que os comuni­qué en mi carta, antes de partir de casa, que de cuando en cuando os escribiría para daros información concerniente a muchos asuntos, en esta reanudo el tema del a bau­tismo por los muertos, porque es lo que parece ocupar mi mente e introducirse con más fuerza en mis sentimientos, desde que me persiguen mis enemigos.

2 Os escribí unas palabras de revelación en cuanto a un regis­trador. He recibido unas pocas impresiones adicionales con re­ferencia a este asunto, las cuales ahora confirmo. Es decir, se expuso en mi carta anterior que debe ha­ber un a registrador, el cual debe ser testigo ocular, y también oír con sus oídos, para que registre una verdad ante el Señor.

3 Ahora, a este respecto, sería muy difícil que un solo registra­dor estuviera presente en todo momento para atender a todos los detalles. Para evitar esta difi­cultad, en cada barrio de la ciudad se puede nombrar un registrador que sea hábil para tomar notas precisas; y ejerza él mucho esmero y exactitud al levantar un acta de todo lo transcurrido, dando fe en su registro que vio con sus ojos y oyó con sus oídos, haciendo cons­tar la fecha, los nombres, etcétera,

y la relación completa de todo el asunto, nombrando también a unas tres personas que hayan es­tado presentes, si es que las hubo, las cuales en cualquier momento que se les requiera puedan certi­ficar lo ocurrido, a fin de que en boca de dos o tres a testigos se con­firme toda palabra.

4 Entonces, haya un registrador general, a quien se entreguen es­tos otros registros, acompañados de constancias, firmadas por ellos mismos, que certifiquen que el re­gistro que han hecho es verdadero. Entonces el registrador general de la iglesia anotará lo registrado en el libro general de la iglesia, con las constancias y todos los testigos que asistieron, junto con su propia declaración de que él ciertamente cree que lo declarado y registrado es verdadero, basado en su co­nocimiento del carácter general de dichos varones y su nombra­miento por la iglesia. Y cuando se haga esto en el libro general de la iglesia, el registro será tan santo, y cumplirá la ordenanza tal como si él hubiera visto con sus ojos, y oído con sus oídos, y lo hubiera asentado en el libro general de la iglesia.

5 Os parecerá que este orden de cosas es muy minucioso, pero per­mítaseme deciros que solo es para obedecer la voluntad de Dios, aco­modándonos a la ordenanza y pre­paración que el Señor ordenó y dispuso antes de la fundación del

128 1 a GEE Bautismo, bautizar — Bautismo

por los muertos. 2 a DyC 127:6.

3 a GEE Testigo.

DOCTRINA Y CONVENIOS 128:1–5 300

Page 311: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

5 a GEE Salvación de los muertos.

b 1 Pe. 4:6. 7 a Apoc. 20:12;

DyC 127:6–7.

GEE Libro de la vida. b DyC 21:1. 8 a GEE Poder;

Sacerdocio. b GEE Sellamiento, sellar.

c GEE Ordenanzas. d GEE Salvación de los

muertos. 9 a GEE Dispensaciones. b GEE Autoridad.

mundo, para la a salvación de los muertos que fallecieran sin el b co­nocimiento del evangelio.

6 Además, quiero que recordéis que Juan el Revelador estaba con­siderando precisamente este tema referente a los muertos, cuando de­claró, como está escrito en el Apo­calipsis, capítulo 20, versículo 12: Y vi a los muertos, grandes y peque-ños, de pie ante Dios; y los libros fue-ron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

7 Veréis por este pasaje que los libros fueron abiertos, y que se abrió otro libro, que es el a libro de la vida; pero los muertos fue­ron juzgados por las cosas que estaban escritas en los libros, se­gún sus obras; por consiguiente, los libros mencionados deben ser los que contenían el relato de sus obras, y se refieren a los b regis­tros que se llevan en la tierra. Y el libro que era el de la vida es el registro que se lleva en los cielos; así que el principio concuerda ex­presamente con la doctrina que se os manda en la revelación con­tenida en la carta que os escribí antes de salir de casa: que todo lo que registrareis quede registrado en los cielos.

8 Ahora, la naturaleza de esta ordenanza consiste en el a poder

del sacerdocio, por la revelación de Jesucristo, mediante el cual se concede que lo que b atéis en la tie­rra sea atado en los cielos, y lo que desatéis en la tierra sea desatado en los cielos. En otras palabras, tomando otro punto de vista de la traducción, aquello que regis­tréis en la tierra será registrado en los cielos, y lo que no registréis en la tierra no será registrado en los cielos; porque de los libros serán juzgados vuestros muertos, según sus propias obras, bien sea que ellos mismos hayan efectuado las c ordenanzas en persona, o bien por medio de sus propios agen­tes, de acuerdo con la ordenanza que Dios ha preparado para su d salvación, desde antes de la fun­dación del mundo, conforme a los registros que hayan llevado de sus muertos.

9 A algunos les parecerá muy atrevida esta doctrina que discu­timos: un poder que registra o ata en la tierra y también en los cielos. Sin embargo, en todas las edades del mundo, cada vez que el Señor ha dado una a dispensación del sa­cerdocio a un hombre o grupo de hombres, por revelación efectiva, siempre se ha dado este poder. De manera que, todo cuanto esos hombres hicieron con b autoridad, en el nombre del Señor, y lo hicie­ron verdadera y fielmente, y lleva­ron un registro adecuado y fiel de

DOCTRINA Y CONVENIOS 128:6–9301

Page 312: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 c GEE Jehová. 11 a GEE Llaves del

sacerdocio. b GEE Salvación. 12 a GEE Gloria. b GEE Honra, honrar

(honor).

c GEE Inmortal, inmortalidad.

d GEE Bautismo, bautizar — Por inmersión.

13 a DyC 124:29. b GEE Simbolismo.

14 a GEE Sellamiento, sellar. b GEE Llaves del

sacerdocio. c TJS Lucas 11:53

(Apéndice — Biblia).

ello, esto llegó a ser una ley en la tierra y en los cielos, y, de acuerdo con los decretos del gran c Jehová, no podía anularse. Esta palabra es verdadera. ¿Quién la puede oír?

10 Y además, he aquí el prece­dente, Mateo, capítulo 16, ver­sículos 18 y 19: Mas yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puer-tas del infierno no prevalecerán con-tra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.

11  Ahora, el gran e impor­tante secreto de todo el asunto, y el summum bonum de todo el tema que tenemos por delante consiste en obtener los pode­res del Santo Sacerdocio. Al que se dan estas a llaves no se le di­ficulta obtener conocimiento de los hechos relacionados con la b salvación de los hijos de los hom­bres, tanto de los vivos como de los muertos.

12 He aquí a gloria y b honra, c in­mortalidad y vida eterna: La orde­nanza del bautismo en el agua, el ser d sumergidos en ella a fin de que sea a semejanza de los muertos, para que un principio concuerde con el otro; el ser sumergidos en el agua y salir de ella es a semejanza de la resurrección de los muertos

que salen de sus sepulcros; de modo que se instituyó esta orde­nanza para establecer una relación con la ordenanza del bautismo por los muertos, siendo a semejanza de ellos.

13 Por consiguiente, se instituyó la a pila bautismal como una b se­mejanza del sepulcro, y se mandó colocar debajo del lugar donde los vivos suelen congregarse, para representar a los vivos y a los muertos, y para que todas las cosas tengan su semejanza, y para que concuerden unas con otras; lo terrenal correspondiendo a lo celestial, como lo ha declarado Pablo en 1 Corintios, capítulo 15, versículos 46 al 48.

14 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales tam-bién los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y cual los registros en la tierra relaciona­dos con vuestros muertos, debida­mente llevados, tales también los registros en los cielos. Este, pues, es el poder de a sellar y ligar, y en un sentido de la palabra, las b llaves del reino que consisten en la llave del c conocimiento.

15 Y ahora, mis muy queridos hermanos y hermanas, permíta­seme aseguraros que estos son

DOCTRINA Y CONVENIOS 128:10–15 302

Page 313: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

principios referentes a los muer­tos y a los vivos que no se pue­den desatender, en lo que atañe a nuestra salvación. Porque su a salvación es necesaria y esencial para la nuestra, como dice Pablo tocante a los padres: que ellos sin nosotros no pueden ser b perfec­cionados, ni tampoco podemos nosotros ser perfeccionados sin nuestros muertos.

16 Ahora, en cuanto al bautismo por los muertos, os citaré otro pa­saje de Pablo, 1 Corintios, capí­tulo 15, versículo 29: De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?

17 Además, en relación con este pasaje, os citaré las palabras de uno de los profetas que tenía fija su vista en la a restauración del sacerdocio, las glorias que se ha­brían de revelar en los postreros días, y de una manera especial, en este tema, el más glorioso de todos los que pertenecen al evan­gelio sempiterno, a saber, el bau­tismo por los muertos; porque dice Malaquías en el último capítulo, versículos cinco y seis: He aquí yo os envío a b Elías el Profeta antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el

corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

18 Pude haber dado una a tra­ducción más clara de esto, pero para mi objeto tiene suficiente claridad tal como está. Basta sa­ber, en este caso, que la tierra será herida con una maldición, a me­nos que entre los padres y los hi­jos exista un b eslabón conexivo de alguna clase, tocante a algún asunto u otro; y he aquí, ¿cuál es ese asunto? Es el c bautismo por los muertos. Pues sin ellos nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros. Ni tampoco podemos nosotros ni ellos perfeccionar­nos sin los que han fallecido en el evangelio; porque al iniciarse la d dispensación del cumplimiento de los tiempos, dispensación que ya está comenzando, es menester que una unión entera, completa y perfecta, así como un encadena­miento de dispensaciones, llaves, poderes y glorias se realicen y sean revelados desde los días de Adán hasta el tiempo presente. Y no solo esto, sino que las cosas que jamás se han revelado desde la e fun­dación del mundo, antes fueron escondidas de los sabios y enten­didos, serán reveladas a los f ni­ños pequeños y a los de pecho en

15 a GEE Salvación de los muertos.

b Heb. 11:40. GEE Perfecto.

17 a GEE Restauración del Evangelio.

b 3 Ne. 25:5–6;

DyC 2; 110:13–16. GEE Elías el Profeta.

18 a JS—H 1:36–39. b GEE Genealogía;

Ordenanzas — Ordenanza vicaria.

c DyC 124:28–30;

127:6–7. d GEE Dispensaciones. e DyC 35:18. f Mateo 11:25;

Lucas 10:21; Alma 32:23.

DOCTRINA Y CONVENIOS 128:16–18303

Page 314: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

19 a Sal. 85:10–11. b Lucas 2:10. c Isa. 52:7–10;

Mos. 15:13–18; 3 Ne. 20:40.

d Deut. 32:2; DyC 121:45.

20 a JS—H 1:51–52. GEE Cumorah, cerro.

b GEE Moroni hijo de Mormón.

c Isa. 29:4, 11–14; 2 Ne. 27:6–29. GEE Libro de Mormón.

d GEE Fayette, Nueva York (EE. UU.).

e DyC 17:1–3. f DyC 27:11.

GEE Adán. g 2 Cor. 11:14. h DyC 27:12. i GEE Llaves del

sacerdocio. 21 a Es decir, Peter Whitmer

padre. b GEE Gabriel. c GEE Rafael. d GEE Ángeles. e DyC 107:53–56. f GEE Dispensaciones. g Isa. 28:10. h GEE Esperanza.

esta, la dispensación del cumpli­miento de los tiempos.

19 Ahora, ¿qué oímos en el evan­gelio que hemos recibido? ¡Una voz de alegría! Una voz de mi­sericordia del cielo, y una voz de a verdad que brota de la tierra; go­zosas nuevas para los muertos; una voz de alegría para los vivos y los muertos; buenas b nuevas de gran gozo. ¡Cuán hermosos son so­bre los montes los c pies de los que traen alegres nuevas de cosas bue­nas, y que dicen a Sion: He aquí, tu Dios reina! ¡Como el d rocío del Carmelo descenderá sobre ellos el conocimiento de Dios!

20  Y además, ¿qué oímos? ¡Alegres nuevas de a Cumorah! b Moroni, un ángel de los cielos, declarando el cumplimiento de los profetas: el c libro que había de ser revelado. ¡Una voz del Señor en el yermo de d Fayette, condado de Séneca, dando a conocer a los tres testigos que e darían testimo­nio del libro! ¡La voz de f Miguel, en las riberas del Susquehanna, discerniendo al diablo cuando se apareció como ángel de g luz! ¡La voz de h Pedro, Santiago y Juan en el yermo despoblado entre Har­mony, condado de Susquehanna,

y Colesville, condado de Broome, en las márgenes del Susque­hanna, declarando que poseían las i llaves del reino y de la dis­pensación del cumplimiento de los tiempos!

21 ¡Y además, la voz de Dios en la alcoba del anciano a papá Whit­mer, en Fayette, condado de Sé­neca, y en varias ocasiones y en diversos lugares, en todas las pe­regrinaciones y tribulaciones de esta Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días! ¡Y la voz de Miguel, el arcángel; la voz de b Gabriel, de c Rafael y de diversos d ángeles, desde Miguel o e Adán, hasta el tiempo actual, todos ellos declarando su f dis­pensación, sus derechos, sus lla­ves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su sacerdo­cio; dando línea sobre línea, g pre­cepto tras precepto; un poco aquí, y otro poco allí; consolándonos con la promesa de lo que ha de venir en lo futuro, confirmando nuestra h esperanza!

22 Hermanos, ¿no hemos de se­guir adelante en una causa tan grande? Avanzad, en vez de re­troceder. ¡Valor, hermanos; e id adelante, adelante a la victoria!

DOCTRINA Y CONVENIOS 128:19–22 304

Page 315: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

22 a Isa. 49:13. b Isa. 7:14; Alma 5:50.

GEE Emanuel. c GEE Redención,

redimido, redimir. d Isa. 24:22;

DyC 76:72–74. 23 a Isa. 44:23. b Lucas 19:40.

c Job 38:7. d GEE Inmortal,

inmortalidad. e GEE Vida eterna. 24 a GEE Segunda venida de

Jesucristo. b Mal. 3:1–3. c 3 Ne. 24:2–3.

GEE Tierra — La

purificación de la tierra.

d Zac. 13:9. e Deut. 10:8;

DyC 13; 124:39. f DyC 84:31.

GEE Ofrenda. g DyC 127:9.

GEE Genealogía.

¡Regocíjense vuestros corazones y llenaos de alegría! ¡Prorrumpa la tierra en a canto! ¡Alcen los muer­tos himnos de alabanza eterna al Rey b Emanuel que, antes de exis­tir el mundo, decretó lo que nos habilitaría para c redimirlos de su d prisión; porque los presos que­darán libres!

23 ¡Griten de gozo las a montañas, y todos vosotros, valles, clamad en voz alta; y todos vosotros, mares y tierra seca, proclamad las maravi­llas de vuestro Rey Eterno! ¡Ríos, arroyos y riachuelos, corred con alegría! ¡Alaben al Señor los bos­ques y todos los árboles del campo; y vosotras, b rocas sólidas, llorad de gozo! ¡Canten en unión el sol, la luna y las c estrellas del alba, y den voces de alegría todos los hijos de Dios! ¡Declaren para siempre jamás su nombre las creaciones eternas! Y otra vez digo: ¡Cuán gloriosa es la voz que oímos de los cielos, que proclama en nuestros oídos gloria, salvación, honra, d in­mortalidad y e vida eterna; reinos, principados y potestades!

24 He aquí, está a punto de lle­gar el gran a día del Señor; ¿y quién podrá b soportar el día de su ve­nida?; o, ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque es como c fuego purificador y como jabón de lavadores; y se sentará como d afinador y limpiador de la plata; porque purificará a los hijos de e Leví, los depurará como a oro y como a plata, para que presenten al Señor una f ofrenda en rectitud. Ofrezcamos, pues, como iglesia y como pueblo, y como Santos de los Últimos Días, una ofrenda al Señor en rectitud; y presente­mos en su santo templo, cuando quede terminado, un libro que contenga el g registro de nuestros muertos, el cual sea digno de toda aceptación.

25 Hermanos, tengo muchas co­sas que deciros referentes al tema; pero por ahora daré fin, y con­tinuaré el asunto en alguna otra ocasión. Quedo de vosotros, como siempre, vuestro humilde siervo y constante amigo,

José Smith

SECCIÓN 129Instrucciones dadas por José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois, el 9 de febrero de 1843, en las que se dan a conocer tres grandes claves

DOCTRINA Y CONVENIOS 128:23–25305

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1–3, En el cielo hay seres resucitados y seres espirituales; 4–9, Se dan las claves mediante las cuales se puede reconocer a los mensajeros proceden-tes de allende el velo.

Hay dos clases de seres en los a cie­los, a saber: b Ángeles, que son per­sonajes c resucitados con cuerpo de carne y huesos.

2 Por ejemplo, Jesús dijo: Palpad, y ved; porque un espíritu ni tiene a carne ni huesos, como veis que yo tengo.

3 En segundo lugar: Los a espí­ritus de b hombres justos hechos perfectos, aquellos que no han resucitado, pero que heredan la misma gloria.

4 Cuando venga un mensajero diciendo que tiene un mensaje de

Dios, extiéndele tu mano y pídele la suya para estrecharla.

5 Si es un ángel, lo hará, y senti­rás su mano.

6 Si es el espíritu de un hombre justo hecho perfecto, vendrá en su gloria; porque solo de esa manera se puede aparecer.

7 Pídele que te estreche la mano, pero no se moverá, porque es con­trario al orden de los cielos que un hombre justo engañe; sin embargo, aun así comunicará su mensaje.

8 Si es el a diablo, fingiendo ser un ángel de luz, cuando le pidas que estreche tu mano, te ofrecerá la suya, pero no sentirás nada; así podrás descubrirlo.

9 Estas son tres grandes claves mediante las cuales podrás saber si una ministración procede de Dios.

129 1 a GEE Cielo. b GEE Ángeles. c GEE Resurrección.

2 a Lucas 24:39. 3 a GEE Espíritu. b Heb. 12:23;

DyC 76:69. 8 a 2 Cor. 11:14;

2 Ne. 9:9.

SECCIÓN 130Puntos de instrucción dados por José Smith el Profeta en Ramus, Illinois, el 2 de abril de 1843.

1–3, El Padre y el Hijo pueden apa-recerse personalmente a los hombres; 4–7, Los ángeles moran en una esfera celestial; 8–9, La tierra celestial será un gran Urim y Tumim; 10–11, Se da una piedrecita blanca a todos los que entran en el mundo celestial; 12–17, No se le comunica al Profeta

la hora de la Segunda Venida; 18–19, La inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la Resurrección; 20–21, Todas las ben-diciones se reciben por motivo de la obediencia a la ley; 22–23, El Padre y el Hijo tienen, respectivamente, un cuerpo de carne y huesos.

mediante las cuales se puede distinguir la verdadera naturaleza de los ángeles y de los espíritus ministrantes.

DOCTRINA Y CONVENIOS 129:1–9 306

Page 317: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

130 1 a 1 Juan 3:2; Moro. 7:48. GEE Segunda venida de Jesucristo.

b Lucas 24:36–40. 2 a GEE Gloria celestial. 3 a GEE Trinidad — Dios

el Padre. b GEE Trinidad — Dios

el Hijo.

c DyC 93:1. d DyC 130:22.

GEE Trinidad. 4 a 2 Pe. 3:8;

Abr. 3:4–10; véase también Abr. fac. 2. fig. 1.

5 a GEE Ángeles. 7 a Apoc. 4:6; 15:2. b Isa. 33:14.

8 a GEE Urim y Tumim. 9 a DyC 77:1.

GEE Tierra — El estado final de la tierra.

11 a Apoc. 2:17. b Isa. 62:2. 12 a DyC 38:29; 45:63. b DyC 87:1–5.

Cuando se a manifieste el Salvador, lo veremos como es. Veremos que es un b varón como nosotros.

2 Y la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, exis­tirá entre nosotros allá; pero la acompañará una a gloria eterna que ahora no conocemos.

3 Juan 14:23. La visita del a Pa­dre y del b Hijo, en este versículo, es una c manifestación personal; y la idea de que el Padre y el Hijo d moran en el corazón del hombre es un antiguo concepto sectario, y es falso.

4 Respondiendo a la pregunta: ¿No se calcula el a tiempo de Dios, el de los ángeles, el de los profetas y el del hombre, de acuerdo con el planeta en que residen?

5 Contesto que sí. Pero no hay a ángeles que ministren en esta tie­rra sino los que pertenecen o han pertenecido a ella.

6 Los ángeles no moran en un planeta como esta tierra;

7 sino que viven en la presencia de Dios, en un globo semejante a un a mar de vidrio y b fuego, donde se manifiestan todas las cosas para su gloria, pasadas, presentes y fu­turas, y están continuamente de­lante del Señor.

8 El lugar donde Dios reside es un gran a Urim y Tumim.

9 Esta a tierra, en su estado san­tificado e inmortal, llegará a ser semejante al cristal, y será un Urim y Tumim para los habitan­tes que moren en ella, mediante el cual todas las cosas pertene­cientes a un reino inferior, o sea, a todos los reinos de un orden menor, serán manifestadas a los que la habiten; y esta tierra será de Cristo.

10 Entonces la piedrecita blanca mencionada en el Apocalipsis, ca­pítulo 2, versículo 17, se convertirá en un Urim y Tumim para toda persona que reciba una, y por ese medio se darán a conocer cosas pertenecientes a un orden supe­rior de reinos;

11 y a cada uno de los que en­tran en el reino celestial se da una a piedrecita blanca, en la cual está escrito un b nombre nuevo que nin­gún hombre conoce, sino el que lo recibe. El nombre nuevo es la palabra clave.

12 Yo profetizo, en el nombre del Señor Dios, que las a dificultades que causarán el derramamiento de mucha sangre antes de la venida del Hijo del Hombre empezarán en b Carolina del Sur.

13 Probablemente surgirán a causa del problema de los escla­vos. Esto me lo declaró una voz

DOCTRINA Y CONVENIOS 130:1–13307

Page 318: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

14 a GEE Segunda venida de Jesucristo.

18 a GEE Inteligencia(s). b GEE Resurrección. 19 a GEE Conocimiento. b GEE Diligencia. c GEE Obediencia,

obediente, obedecer. d Alma 12:9–11. 20 a DyC 82:10. b GEE Vida preterrenal. c Deut. 11:26–28;

DyC 132:5. GEE Bendecido,

bendecir, bendición. 22 a GEE Trinidad. b Hech. 17:29. c GEE Espíritu Santo. 23 a GEE Don del Espíritu

Santo.

mientras oraba sinceramente en cuanto al asunto, el 25 de diciem­bre de 1832.

14 En una ocasión estaba orando con mucha diligencia para saber la hora de la a venida del Hijo del Hombre, cuando oí una voz que me repitió lo siguiente:

15 José, hijo mío, si vives hasta te­ner ochenta y cinco años de edad, verás la faz del Hijo del Hombre; por tanto, sea esto suficiente para ti, y no me importunes más sobre el asunto.

16 Y así quedé, sin poder decidir si esta venida se refería al principio del milenio, o a alguna aparición previa, o si yo había de morir y de esa manera ver su faz.

17 Creo que la venida del Hijo del Hombre no se verificará antes de ese tiempo.

18 Cualquier principio de a inteli­gencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la b resurrección;

19 y si en esta vida una persona adquiere más a conocimiento e in­teligencia que otra, por medio de su b diligencia y c obediencia, hasta ese grado le llevará la d ventaja en el mundo venidero.

20 Hay una a ley, irrevocable­mente decretada en el cielo b antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las c bendicio­nes se basan;

21 y cuando recibimos una bendi­ción de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa.

22 El a Padre tiene un b cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el c Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu. De no ser así, el Espíritu Santo no podría morar en nosotros.

23 El hombre puede recibir el a Espíritu Santo, y este puede des­cender sobre él y no permanecer con él.

SECCIÓN 131Instrucciones dadas por José Smith el Profeta en Ramus, Illinois, los días 16 y 17 de mayo de 1843.

1–4, El matrimonio celestial es esen-cial para recibir la exaltación en el cielo más alto; 5–6, Se explica la

forma en que los hombres son sella-dos para vida eterna; 7–8, Todo es-píritu es materia.

DOCTRINA Y CONVENIOS 130:14–23 308

Page 319: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

En la a gloria celestial hay tres cie­los o grados;

2 y para alcanzar el a más alto, el hombre tiene que entrar en este orden del sacerdocio [es decir, el b nuevo y sempiterno convenio del matrimonio];

3  y si no lo hace, no puede alcanzarlo.

4 Podrá entrar en el otro, pero ese es el límite de su reino; no puede tener a aumento.

5 (17 de mayo de 1843). La pa­labra a profética más segura sig­nifica que un hombre sepa, por

revelación y el espíritu de profe­cía, que está b sellado para c vida eterna, mediante el poder del Santo Sacerdocio.

6 Es imposible que el hombre se a salve en la b ignorancia.

7 No hay tal cosa como materia inmaterial. Todo a espíritu es ma­teria, pero es más refinado o puro, y solo los ojos más b puros pueden discernirlo;

8 no lo podemos ver; pero cuando nuestros cuerpos sean purificados, veremos que todo es materia.

131 1 a DyC 76:70. GEE Gloria celestial.

2 a DyC 132:5–21. GEE Exaltación.

b GEE Matrimonio — El nuevo y sempi­terno convenio del

matrimonio. 4 a DyC 132:16–17. 5 a 2 Pe. 1:19.

GEE Vocación (llamamiento) y elección.

b DyC 68:12; 88:4.

GEE Sellamiento, sellar. c GEE Vida eterna. 6 a GEE Salvación. b DyC 107:99–100. 7 a GEE Espíritu. b DyC 76:12; 97:16;

Moisés 1:11.

SECCIÓN 132Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Nauvoo, Illinois, asentada en el registro el 12 de julio de 1843, relacionada con el nuevo y sempiterno convenio, que comprende la eternidad del convenio ma-trimonial y el principio del matrimonio plural. Aunque la revelación se anotó en los registros en 1843, la evidencia indica que algunos de los principios comprendidos en esta revelación eran conocidos por el Profeta incluso en 1831. Véase la Declaración Oficial 1.

1–6, La exaltación se logra por me-dio del nuevo y sempiterno convenio; 7–14, Se declaran las condiciones de dicho convenio; 15–20, El matrimonio celestial, junto con la continuación de la unidad familiar, hace posible a los hombres llegar a ser dioses; 21–25, El camino estrecho y angosto que con-duce a las vidas eternas; 26–27, Se da la ley concerniente a la blasfemia

contra el Espíritu Santo; 28–39, En todas las edades se han hecho prome-sas de aumento y exaltación eternos a los profetas y a los santos; 40–47, Se da a José Smith el poder para atar y sellar en la tierra y en el cielo; 48–50, El Señor sella sobre él su exaltación; 51–57, Se aconseja a Emma Smith que sea fiel y leal; 58–66, Se exponen las leyes que rigen al matrimonio plural.

DOCTRINA Y CONVENIOS 131:1–8309

Page 320: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

132 1 a DyC 132:34, 37–39. GEE Matrimonio — El matrimonio plural.

3 a DyC 29:8; 58:6; 78:7. 4 a GEE Convenio. b GEE Condenación,

condenar.

c DyC 131:1–4. 5 a DyC 130:20–21. b GEE Ley. 6 a DyC 66:2.

GEE Nuevo y sempiterno convenio.

b DyC 76:70, 92–96. GEE Gloria celestial.

7 a DyC 88:38–39. b GEE Juramento. c GEE Sellamiento, sellar. d GEE Santo Espíritu de

la promesa. e GEE Revelación. f GEE Llaves del

sacerdocio.

De cierto, así te dice el Señor, mi siervo José, que por cuanto te has dirigido a mí para saber y enten­der cómo es que yo, el Señor, jus­tifiqué a mis siervos Abraham, Isaac y Jacob, como también a Moisés, David y Salomón, mis siervos, tocante al principio y doc­trina de tener muchas a esposas y concubinas,

2 he aquí, soy el Señor tu Dios, y te contestaré en cuanto a este asunto.

3 Por tanto, a prepara tu corazón para recibir y obedecer las ins­trucciones que estoy a punto de darte, porque todos aquellos a quienes se revela esta ley, tienen que obedecerla.

4 Porque he aquí, te revelo un nuevo y sempiterno a convenio; y si no lo cumples, serás b condenado, porque nadie puede c rechazar este convenio y entrar en mi gloria.

5 Porque todos los que quie­ran recibir una a bendición de mi mano han de obedecer la b ley que fue decretada para tal bendición, así como sus condi­ciones, según fueron institui­das desde antes de la fundación del mundo.

6 Y en cuanto al a nuevo y sem­piterno convenio, se instituyó para la plenitud de mi b gloria; y

el que reciba la plenitud de ella deberá cumplir la ley, y la cum­plirá, o será condenado, dice Dios el Señor.

7  Y de cierto te digo que las a condiciones de dicha ley son estas: Todos los convenios, con­tratos, vínculos, compromisos, b juramentos, votos, prácticas, uniones, asociaciones o aspi­raciones que no son hechos, ni concertados, ni c sellados por el d Santo Espíritu de la promesa, así por el tiempo como por toda la eternidad, mediante el que ha sido ungido, y eso también de la ma­nera más santa, por e revelación y mandamiento, por conducto de mi ungido, a quien he nombrado so­bre la tierra para tener este poder (y he nombrado a mi siervo José para que tenga este poder en los últimos días, y nunca hay más de una persona a la vez sobre la tie­rra a quien se confieren este poder y las f llaves de este sacerdocio), ninguna eficacia, virtud o fuerza tienen en la resurrección de los muertos, ni después; porque todo contrato que no se hace con este fin termina cuando mueren los hombres.

8 He aquí, mi casa es una casa de orden, dice Dios el Señor, y no de confusión.

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:1–8 310

Page 321: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 a Moro. 7:5–6. GEE Sacrificios.

10 a Lev. 22:20–25; Moisés 5:19–23.

11 a DyC 132:5. 12 a Juan 14:6. 13 a 3 Ne. 27:10–11. 15 a GEE Matrimonio.

16 a Mateo 22:23–33; Mar. 12:18–25; Lucas 20:27–36.

b GEE Ángeles.

9 ¿Aceptaré una a ofrenda que no se haga en mi nombre?, dice el Señor.

10 ¿O recibiré de tus manos lo que yo no he a señalado?

11 ¿Y te señalaré algo, dice el Se­ñor, que no sea por ley, tal como yo y mi Padre a decretamos para ti, antes de que el mundo fuese?

12 Yo soy el Señor tu Dios; y te doy este mandamiento: Que nin­gún hombre a vendrá al Padre sino por mí o por mi palabra, que es mi ley, dice el Señor.

13 Y todas las cosas que hay en el mundo, ya sean prescritas por los hombres, por tronos, o principa­dos, o poderes, o cosas de renom­bre, cualesquiera que fueren, y que no sean de mí ni por mi palabra, serán derribadas, dice el Señor, y a no permanecerán después que los hombres mueran, ni tampoco en la resurrección, ni después, dice el Señor tu Dios.

14 Porque las cosas que per­manecen son por mí; y lo que no sea por mí será sacudido y destruido.

15 Por consiguiente, si un hom­bre se a casa con una mujer en el mundo, y no se casa con ella ni por mí ni por mi palabra, y él hace convenio con ella mientras él esté en el mundo, y ella con él, nin­guna validez tendrán su convenio y matrimonio cuando mueran y estén fuera del mundo; por tanto,

no están ligados por ninguna ley cuando salen del mundo.

16 Por tanto, cuando están fuera del mundo ni se casan ni se dan en a casamiento, sino que son nom­brados b ángeles en el cielo, ángeles que son siervos ministrantes para ministrar a aquellos que son dig­nos de un peso de gloria mucho mayor, y predominante, y eterno.

17 Porque estos ángeles no se sujetaron a mi ley; por tanto, no pueden ser engrandecidos, sino que permanecen separada y soli­tariamente, sin exaltación, en su estado de salvación, por toda la eternidad; y en adelante no son dioses, sino ángeles de Dios para siempre jamás.

18 Además, de cierto te digo que si un hombre se casa con una mu­jer, y hace convenio con ella por el tiempo y por toda la eternidad, y si ese convenio no se efectúa por mí ni por mi palabra, que es mi ley, ni es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por me­dio de aquel a quien he ungido y nombrado a este poder, enton­ces no es válido, ni está en vigor cuando salen del mundo, porque no están ligados por mí ni por mi palabra, dice el Señor; cuando es­tén fuera del mundo no se podrá aceptar allá, porque los ángeles y los dioses son nombrados para es­tar allí, y no podrán pasar más allá de ellos; de modo que, no pueden

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:9–18311

Page 322: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

19 a GEE Matrimonio — El nuevo y sempiterno convenio del matrimonio.

b GEE Sellamiento, sellar. c DyC 76:52–53; 88:3–4. d GEE Llaves del

sacerdocio. e Éx. 19:5–6;

Apoc. 5:10; 20:6; DyC 76:56; 78:15, 18.

f GEE Libro de la vida.

g GEE Exaltación. 20 a Mateo 25:21;

DyC 29:12–13; 132:37. GEE Hombre(s) — Su potencial para llegar a ser como nuestro Padre Celestial.

b DyC 50:26–29; 76:94–95; 84:35–39.

21 a GEE Ley. 22 a Lucas 13:24;

2 Ne. 33:9;

Hel. 3:29–30. b Mateo 7:13–14, 23;

2 Ne. 9:41; 31:17–21. c DyC 132:30–31. 23 a Juan 14:2–3. 24 a Juan 17:3.

GEE Vida eterna. b Juan 3:16–17;

DyC 49:5. 25 a Mateo 7:13–14;

3 Ne. 14:13–15.

heredar mi gloria, porque mi casa es una casa de orden, dice Dios el Señor.

19 Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y por el a nuevo y sempi­terno convenio, y les es b sellado por el Santo Espíritu de la c pro­mesa, por conducto del que es ungido, a quien he otorgado este poder y las d llaves de este sa­cerdocio, y se les dice: Saldréis en la primera resurrección, y si fuere después de la primera, en la siguiente resurrección, y hereda­réis tronos, e reinos, principados, potestades y dominios, toda al­tura y toda profundidad, enton­ces se escribirá en el f Libro de la Vida del Cordero que no come­terán homicidio para derramar sangre inocente; y si cumplen mi convenio y no cometen homicidio, vertiendo sangre inocente, les será cumplido en todo cuanto mi siervo haya declarado sobre ellos, por el tiempo y por toda la eternidad; y estará en pleno vigor cuando ya no estén en el mundo; y los ángeles y los dioses que están allí les deja­rán pasar a su g exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que

haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamás.

20 Entonces serán dioses, porque no tendrán fin; por consiguiente, existirán de eternidad en eterni­dad, porque continuarán; entonces estarán sobre todo, porque todas las cosas les estarán sujetas. Enton­ces serán a dioses, porque tendrán b todo poder, y los ángeles estarán sujetos a ellos.

21 De cierto, de cierto te digo, a menos que cumpláis mi a ley, no podréis alcanzar esta gloria.

22 Porque a estrecha es la puerta y angosto el b camino que con­duce a la exaltación y continua­ción de las c vidas, y pocos son los que la hallan, porque no me recibís en el mundo ni tampoco me conocéis.

23 Mas si me recibís en el mundo, entonces me conoceréis y recibi­réis vuestra exaltación; para que a donde yo estoy vosotros también estéis.

24 Esto es a vidas eternas: Conocer al único Dios sabio y verdadero, y a Jesucristo a quien él ha b enviado. Yo soy él. Recibid, pues, mi ley.

25 a Ancha es la puerta y espacioso

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:19–25 312

Page 323: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

25 b GEE Muerte espiritual. c Juan 5:43. 26 a GEE Santo Espíritu de

la promesa. b Alma 39:5–6. c DyC 82:21; 104:9–10. d GEE Diablo. 27 a GEE Blasfemar,

blasfemia; Pecado imperdonable.

b Mateo 12:31–32; Heb. 6:4–6; DyC 76:31–35. GEE Hijos de perdición.

c GEE Condenación, condenar.

29 a GEE Abraham. 30 a Gén. 12:1–3; 13:16.

GEE Abraham — La descendencia de

Abraham; Abraham, convenio de (convenio abrahámico).

b 2 Ne. 3:6–16. c Gén. 15:5; 22:17. 31 a DyC 86:8–11; 110:12. 32 a Juan 8:39;

Alma 5:22–24.

el camino que lleva a las b muertes, y muchos son los que entran por ella, porque c no me reciben, ni tam­poco cumplen mi ley.

26 De cierto, de cierto te digo, que si un hombre contrae matri­monio con una mujer conforme a mi palabra, y son sellados por el a Santo Espíritu de la promesa, de acuerdo con mi precepto, y él o ella comete algún pecado o trans­gresión del nuevo y sempiterno convenio, cualquiera que sea, y toda clase de blasfemias, y si b no cometen homicidio en el que vier­tan sangre inocente, todavía sal­drán en la primera resurrección y entrarán en su exaltación; pero se­rán destruidos en la carne y c entre­gados a los bofetones de d Satanás hasta el día de la redención, dice Dios el Señor.

27 La a blasfemia contra el Espí­ritu Santo, que b no será perdonada en el mundo ni fuera del mundo, consiste en cometer homicidio en el que se vierta sangre inocente, y en asentir a mi muerte después de haber recibido mi nuevo y sempi­terno convenio, dice el Señor Dios; y el que no obedezca esta ley, de ninguna manera podrá entrar en mi gloria, sino que será c conde­nado, dice el Señor.

28 Soy el Señor tu Dios, y te daré la ley de mi Santo Sacerdocio, cual mi Padre y yo decretamos antes de que el mundo fuese.

29 a Abraham recibió todas las cosas, todo cuanto recibió, por re­velación y mandamiento, por mi palabra, dice el Señor, y él ha en­trado en su exaltación y se sienta sobre su trono.

30 Abraham recibió a promesas en cuanto a su posteridad y a la del fruto de sus lomos —de cuyos b lo­mos eres tú, mi siervo José— pro­mesas que habrían de continuar mientras estuviesen en el mundo; y en cuanto a Abraham y su poste­ridad, habrían de continuar fuera del mundo; tanto en el mundo como fuera del mundo, continua­rían tan innumerables como las c estrellas; o si te pusieras a contar las arenas de las playas del mar, no podrías numerarlas.

31 Esta promesa es para ti tam­bién, pues eres de a Abraham, y a él se le hizo la promesa; y por esta ley se realiza la continuación de las obras de mi Padre, en las cuales se glorifica a sí mismo.

32 Ve, pues, y haz las a obras de Abraham; entra en mi ley, y serás salvo.

33 Mas si no entras en mi ley,

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:26–33313

Page 324: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

no puedes recibir la promesa que mi Padre hizo a Abraham.

34 Dios a mandó a Abraham, y b Sara le dio a c Agar por esposa a Abraham. ¿Por qué lo hizo? Por­que era la ley; y de Agar nacieron muchos pueblos. De modo que, entre otras cosas, esto cumplía las promesas.

35 ¿Se halló, pues, Abraham bajo condenación? De cierto te digo que no, porque yo, el Señor, lo a mandé.

36 A Abraham se le a mandó sacri­ficar a su hijo b Isaac; sin embargo, estaba escrito: No c matarás. No obstante, Abraham no se negó, y se le contó por d obra justa.

37 Abraham recibió a concubi­nas, y le dieron hijos; y se le contó por obra justa, porque le fueron dadas, y se sujetó a mi ley; tam­poco Isaac ni b Jacob hicieron cosa alguna, sino lo que les fue man­dado; y porque no hicieron sino lo que se les mandó, han entrado en su c exaltación, de acuerdo con las promesas, y se sientan sobre tronos, y no son ángeles sino dioses.

38 a David también recibió b mu­chas esposas y concubinas, y también Salomón y Moisés, mis

siervos, así como muchos otros de mis siervos, desde el principio de la creación hasta hoy; y en nada pecaron sino en las cosas que no recibieron de mí.

39 David a recibió sus esposas y concubinas de mí, por conducto de Natán, mi siervo, y de otros profetas que tenían las b llaves de esta potestad; y en ninguna de es­tas cosas pecó contra mí, sino en el caso de c Urías y su esposa; así que, ha caído de su exaltación y ha recibido su porción; y no las here­dará fuera del mundo, porque se las d di a otro, dice el Señor.

40 Yo soy el Señor tu Dios, y a ti, mi siervo José, yo te di un nombra­miento, y a restauro todas las cosas. Pide lo que quieras, y te será dado según mi palabra.

41 Y en vista de que has pre­guntado concerniente al adulte­rio, de cierto, de cierto te digo, que si un hombre recibe a una mujer en el nuevo y sempiterno convenio, y si ella se junta con otro hombre, y no se lo he se­ñalado por el ungimiento santo, ella ha cometido adulterio y será destruida.

42 Si no ha entrado en el nuevo 34 a Gén. 16:1–3. b GEE Sara. c Gén. 25:12–18.

GEE Agar. 35 a Jacob 2:24–30. 36 a Gén. 22:2–12. b GEE Isaac. c Éx. 20:13. d Jacob 4:5.

GEE Rectitud, recto. 37 a Es decir, otras esposas.

Gén. 25:5–6.

b Gén. 30:1–4; DyC 133:55. GEE Jacob hijo de Isaac.

c GEE Exaltación; Hombre(s) — Su potencial para llegar a ser como nuestro Padre Celestial.

38 a GEE David. b 1 Sam. 25:42–43;

2 Sam. 5:13; 1 Rey. 11:1–3.

39 a 2 Sam. 12:7–8. b GEE Llaves del

sacerdocio. c 2 Sam. 11:4, 27; 12:9;

1 Rey. 15:5. GEE Adulterio; Asesinato.

d Jer. 8:10. 40 a JS—H 1:33.

GEE Restauración del Evangelio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:34–42 314

Page 325: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

42 a DyC 42:22–26. 43 a GEE Convenio;

Matrimonio. 44 a GEE Castidad. 45 a GEE Llaves del

sacerdocio. b Hech. 3:21;

DyC 86:10. GEE Restauración del

Evangelio. 46 a GEE Sellamiento, sellar. b GEE Remisión de

pecados. 47 a Gén. 12:1–3;

DyC 124:93. 49 a Mateo 28:20. b DyC 68:12. c DyC 5:22.

GEE Vocación (llamamiento) y elección.

d Gén. 17:1–8; 2 Ne. 8:2.

50 a GEE Sacrificios. b Gén. 22:10–14;

DyC 97:8.

y sempiterno convenio, y se une a otro hombre, ha a cometido adulterio.

43 Y si su marido se une a otra mujer, y él se hallaba bajo a voto, él ha violado su voto y cometido adulterio.

44 Y si ella no ha cometido adul­terio, sino que es inocente y no ha violado su voto, y ella lo sabe, y yo te lo revelo, mi siervo José, entonces tendrás la facultad, por el poder de mi Santo Sacerdocio, para tomarla y darla al que no ha cometido adulterio mas ha sido a fiel; porque este será puesto por mayordomo sobre muchas.

45 Porque te he conferido las a lla­ves y el poder del sacerdocio, por medio de lo cual b restauro todas las cosas y te hago saber todas las cosas en el debido tiempo.

46 Y de cierto, de cierto te digo que lo que a sellares en la tierra será sellado en los cielos; y lo que atares en la tierra, en mi nombre y por mi palabra, dice el Señor, será eternamente atado en los cielos; y los pecados de cualquier per­sona que b remitas en la tierra, se­rán eternamente remitidos en los cielos; y los pecados de cualquier persona que retengas en la tierra, serán retenidos en los cielos.

47 Además, de cierto digo que

a quien bendigas yo bendeciré; y a quien maldigas yo a maldeciré, dice el Señor, porque yo, el Señor, soy tu Dios.

48 Y además, de cierto te digo, mi siervo José, que lo que tú des en la tierra, y quien de ti reciba a alguien en la tierra, por mi palabra y según mi ley, será visitado con bendiciones y no con maldiciones, y con mi poder, dice el Señor, y se verá libre de condenación en la tierra y en el cielo.

49 Porque yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo hasta el a fin del mundo y toda la eternidad; porque de cierto, b sello sobre ti tu c exaltación y te preparo un trono en el reino de mi Padre, con Abra­ham tu d padre.

50 He aquí, he visto tus a sacri­ficios, y perdonaré todos tus pe­cados; he visto tus sacrificios al obedecer lo que te he mandado. Ve, pues, y te prepararé la ma­nera de escapar, así como b acepté de Abraham la ofrenda de su hijo Isaac.

51 De cierto, te digo: Un manda­miento le doy a mi sierva Emma Smith, la esposa que te he dado, que se detenga y no participe de lo que te mandé ofrecerle; pues lo hice para probaros como probé a Abraham, dice el Señor, y para

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:43–51315

Page 326: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

que yo pudiese demandar una ofrenda de tus manos, por conve­nio y sacrificio.

52 Y reciba mi sierva a Emma Smith a todas las que han sido dadas a mi siervo José y que son virtuosas y puras delante de mí; y las que no son puras, y han dicho que son puras, serán destruidas, dice Dios el Señor.

53 Porque yo soy el Señor tu Dios, y has de obedecer mi voz; y le concedo a mi siervo José que sea mayordomo sobre muchas co­sas; porque ha sido a fiel sobre po­cas, y yo lo fortaleceré de aquí en adelante.

54 Y le mando a mi sierva Emma Smith que permanezca y se una a mi siervo José, y a nadie más. Pero si no quiere someterse a este mandamiento será destruida, dice el Señor; porque yo soy el Señor tu Dios, y la destruiré si no perma­nece en mi ley.

55 Pero si ella se niega a obe­decer este mandamiento, enton­ces mi siervo José hará todas las cosas por ella, así como él ha di­cho; y a él lo bendeciré y lo mul­tiplicaré y le daré a cien veces más en este mundo, de padres y ma­dres, hermanos y hermanas, ca­sas y terrenos, esposas e hijos, y coronas de b vidas eternas en los mundos eternos.

56 Además, de cierto digo, a per­dónele mi sierva sus ofensas a mi siervo José; entonces se le perdo­narán a ella sus ofensas con las que me ha ofendido; y yo, el Se­ñor tu Dios, la bendeciré y la mul­tiplicaré, y haré que su corazón se regocije.

57 Y además, no enajene sus bienes mi siervo José, no sea que venga un enemigo y lo destruya, porque Satanás a procura destruir; pues soy el Señor tu Dios y él es mi siervo; y he aquí, estoy con él como estuve con Abraham tu padre, aun hasta su b exaltación y gloria.

58 Ahora, tocante a la ley del a sa­cerdocio, hay muchas cosas perte­necientes a ella.

59 De cierto, si algún hombre fuere llamado por mi Padre, como lo fue a Aarón, por mi propia voz y por la voz del que me envió, y yo lo haya investido con las b lla­ves del poder de este sacerdo­cio, si hiciere algo en mi nombre, conforme a mi ley y por mi pa­labra, no cometerá pecado, y yo lo justificaré.

60 Por tanto, nadie censure a mi siervo José, pues yo lo justi­ficaré; porque él hará el sacrifi­cio que yo requiera de sus manos por sus transgresiones, dice el Señor tu Dios.

61 Y además, tocante a la ley del sacerdocio: Si un hombre se

52 a GEE Smith, Emma Hale.

53 a Mateo 25:21; DyC 52:13.

55 a Mar. 10:28–31. b GEE Familia — La

familia eterna; Vida eterna.

56 a GEE Perdonar. 57 a Mateo 10:28. b GEE Exaltación. 58 a DyC 84:19–26.

GEE Sacerdocio. 59 a Heb. 5:4.

GEE Aarón, hermano de Moisés.

b GEE Llaves del sacerdocio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:52–61 316

Page 327: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

61 a GEE Virgen. b DO 1.

GEE Matrimonio — El

matrimonio plural. 63 a Gén. 1:26–28;

Jacob 2:30.

b Moisés 1:39.

casa con una a virgen y desea des­posarse con b otra, y la primera con­siente, y él se casa con la segunda, y son vírgenes, y no han dado su palabra a ningún otro, entonces queda justificado; no puede come­ter adulterio, porque le son dadas a él; pues no puede cometer adul­terio con lo que le pertenece a él y a nadie más.

62 Y si le son dadas diez vírge­nes por esta ley, no puede cometer adulterio, porque a él le pertenecen y le son dadas; por tanto, queda justificado.

63 Mas si una o cualquiera de las diez vírgenes, después de despo­sarse, recibe a otro hombre, ella ha cometido adulterio y será des­truida; porque le son dadas a él para a multiplicarse y henchir la tierra, de acuerdo con mi manda­miento, y para cumplir la promesa dada por mi Padre antes de la fun­dación del mundo, y para su exal­tación en los mundos eternos, a fin de que engendren las almas de los hombres; pues en esto se perpetúa

la b obra de mi Padre, a fin de que él sea glorificado.

64 Y además, de cierto, de cierto te digo, si un hombre que tiene las llaves de este poder tiene una esposa, y le enseña la ley de mi sacerdocio en cuanto a estas co­sas, entonces ella ha de creer y mi­nistrarle, o será destruida, dice el Señor tu Dios; pues la destruiré; porque magnificaré mi nombre en todos los que reciban y permanez­can en mi ley.

65 Por tanto, me será lícito, si ella no acepta esta ley, que él reciba cuantas cosas yo, el Señor su Dios, le dé, porque ella no creyó ni le ministró conforme a mi palabra; y entonces ella llega a ser la transgre­sora; y él queda exento de la ley de Sara, la cual ministró a Abraham según la ley, cuando le mandé a él que tomara a Agar por esposa.

66 Y ahora, en cuanto a esta ley, de cierto, de cierto te digo, te reve­laré más en lo porvenir; por tanto, esto bastará por ahora. He aquí, soy el Alfa y la Omega. Amén.

SECCIÓN 133Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 3 de noviembre de 1831. Como prefacio de esta revelación, en la his-toria de José Smith se indica: “En esta época había muchas cosas que los élderes deseaban saber concernientes a la predicación del Evange-lio a los habitantes de la tierra y en cuanto al recogimiento; y a fin de poder andar según la luz verdadera y ser instruidos de lo alto, el día 3 de noviembre de 1831 me dirigí al Señor y recibí la siguiente reve-lación importante”. Esta sección se añadió primeramente al libro de

DOCTRINA Y CONVENIOS 132:62–66317

Page 328: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

133 2 a Mal. 3:1; DyC 36:8.

b DyC 1:36. GEE Jesucristo — Es juez.

3 a Isa. 52:10. b Isa. 12:2; 52:10.

GEE Plan de redención; Salvación.

5 a Alma 5:57; DyC 1:16. GEE Babel, Babilonia; Mundano, lo.

b 2 Tim. 2:21; 3 Ne. 20:41; DyC 38:42. GEE Pureza, puro.

6 a Mal. 3:16–18. 7 a DyC 29:8.

GEE Israel — La congregación de Israel.

b Zac. 2:6–7; Mar. 13:27.

8 a GEE Obra misional. b Isa. 11:11;

1 Ne. 22:4; 2 Ne. 10:8, 20.

c GEE Gentiles. d GEE Judíos.

1–6, Se manda a los santos prepa-rarse para la Segunda Venida; 7–16, Se manda a todos los hombres huir de Babilonia, ir a Sion y prepararse para el gran día del Señor; 17–35, Él estará en pie sobre el monte de Sion, los continentes se convertirán en una sola tierra y las tribus perdidas de Israel volverán; 36–40, El Evan-gelio se restauró por medio de José Smith para que se predicara en todo el mundo; 41–51, El Señor descen-derá con venganza sobre los inicuos; 52–56, Será el año de Sus redimidos; 57–74, El Evangelio ha de enviarse para la salvación de los santos y para la destrucción de los inicuos.

Escuchad, oh pueblo de mi igle­sia, dice el Señor vuestro Dios, y oíd la palabra del Señor concer­niente a vosotros:

2 El Señor que a vendrá súbita­mente a su templo; el Señor que descenderá en b juicio sobre el mundo con una maldición; sí, so­bre todas las naciones que olviden a Dios, y sobre todos los impíos que haya entre vosotros.

3 Porque a desnudará su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los extremos de

la tierra verán la b salvación de su Dios.

4 Por tanto, preparaos, preparaos, oh mi pueblo; santificaos, juntaos vosotros, oh pueblo de mi iglesia, sobre la tierra de Sion, todos voso­tros a quienes no se ha mandado permanecer.

5 Salid de a Babilonia. Sed b lim­pios los que lleváis los vasos del Señor.

6 Convocad vuestras asambleas solemnes y a comunicaos a menudo los unos con los otros. Invoque todo varón el nombre del Señor.

7 Sí, de cierto os digo otra vez, el momento ha llegado en que la voz del Señor se dirige a vosotros: Salid de Babilonia; a congregaos de entre las naciones, de los b cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

8 a Enviad a los élderes de mi iglesia a las naciones que se en­cuentran lejos; a las b islas del mar; enviadlos a los países extranjeros; llamad a todas las naciones, pri­meramente a los c gentiles y luego a los d judíos.

9 Y he aquí, este será su pregón y la voz del Señor a todo pueblo: Id a la tierra de Sion para que

Doctrina y Convenios como un apéndice, y, con posterioridad, se le señaló un número como sección.

DOCTRINA Y CONVENIOS 133:1–9 318

Page 329: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

9 a Isa. 54:2. GEE Estaca.

b GEE Sion. 10 a Mateo 25:6;

DyC 33:17–18; 45:54–59. GEE Esposo.

b DyC 1:12–14. 11 a Mar. 13:32–37;

JS—M 1:46, 48. b DyC 49:7. 12 a GEE Sion. b DyC 38:31, 42. 13 a GEE Jerusalén. b GEE Judá. c Isa. 2:1–3;

Ezeq. 38:8. d Sal. 122. 15 a Isa. 52:10–12;

DyC 58:56. b Gén. 19:17, 26;

Lucas 9:62. 16 a DyC 1:1–6. b GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. 17 a DyC 13; 27:7–8; 88:92. b Isa. 40:3–5. c Mal. 3:1. 18 a Apoc. 14:1.

GEE Cordero de Dios. b DyC 84:2. c Apoc. 7:1–4.

19 a Mateo 25:1–13; DyC 33:17–18; 88:92. GEE Segunda venida de Jesucristo.

b GEE Esposo. 20 a Zac. 14:4;

DyC 45:48–53. 21 a Joel 3:16;

Amós 1:2. b Isa. 2:2–4. 22 a Ezeq. 43:2;

Apoc. 1:15; DyC 110:3.

b Sal. 77:18; Apoc. 14:2.

se ensanchen las fronteras de mi pueblo, y sean fortalecidas sus a estacas, y b Sion se extienda hasta las regiones inmediatas.

10 Sí, óigase el pregón entre todo pueblo: Despertad y levantaos y salid a recibir al a Esposo; he aquí, el Esposo viene; salid a recibirlo. Preparaos para el b gran día del Señor.

11 a Velad, pues, porque b no sabéis ni el día ni la hora.

12 Huyan, pues, a a Sion los que se hallan b entre los gentiles.

13 Y huyan a a Jerusalén los que son de b Judá, a los c montes de la d casa del Señor.

14 Salid de en medio de las nacio­nes, sí, de Babilonia, de en medio de la iniquidad, que es la Babilonia espiritual.

15 Pero de cierto, así dice el Se­ñor, no sea vuestra huida con a prisa, sino prepárense todas las cosas delante de vosotros; y b no mire hacia atrás el que salga, no sea que le sobrevenga una destruc­ción repentina.

16 Dad oído y escuchad, oh ha­bitantes de la tierra. a Escuchad

unánimes, vosotros los élderes de mi iglesia, y oíd la voz del Señor, porque él llama a todos los hom­bres y manda a todos en todas partes que se b arrepientan.

17 Porque, he aquí, Dios el Señor ha a enviado al ángel para que pro­clame en medio del cielo: Prepa­rad la vía del Señor y b enderezad sus senderos, porque la hora de su c venida está cerca,

18 cuando el a Cordero estará en pie sobre el b monte de Sion, y con él c ciento cuarenta y cuatro mil, que tendrán el nombre de su Padre escrito en la frente.

19 Por tanto, preparaos para la a venida del b Esposo; salid, salid a recibirlo.

20 Porque he aquí, a se pondrá de pie sobre el monte de los Olivos y sobre el potente océano, sí, el gran abismo, y sobre las islas del mar y sobre la tierra de Sion.

21 Y a alzará su voz desde b Sion, y hablará desde Jerusalén, y se oirá su voz entre todo pueblo.

22 Y será una voz como el a es­truendo de muchas aguas, y como la voz de grandes b truenos

DOCTRINA Y CONVENIOS 133:10–22319

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que c derribarán los montes; y no se hallarán los valles.

23 Mandará al mar profundo, y será arrojado hacia los países del norte, y las a islas serán una sola tierra;

24 y la tierra de a Jerusalén y la de Sion volverán a su propio lugar, y la tierra será como en los días antes de ser b dividida.

25 Y el Señor, sí, el Salvador, es­tará en medio de su pueblo y a rei­nará sobre toda carne.

26 Y los que estén en los a países del norte serán recordados ante el Señor, y sus profetas oirán su voz, y no se contendrán por más tiempo; y herirán las peñas, y el hielo fluirá ante su presencia.

27 Y se levantará una a calzada en medio del gran mar.

28 Sus enemigos llegarán a serles por presa,

29 y en los a yermos desolados brotarán pozos de aguas vivas; y la tierra reseca no volverá a tener sed.

30 Y traerán sus ricos tesoros a los hijos de a Efraín, mis siervos.

31 Y los confines de los a colla­dos eternos temblarán ante su presencia.

32 Y allí se postrarán, y serán co­ronados de gloria, sí, en Sion, por la mano de los siervos del Señor, los hijos de Efraín.

33 Y serán llenos de a cantos de gozo sempiterno.

34 He aquí, esta es la bendición del Dios sempiterno sobre las a tri­bus de Israel, y la bendición más rica sobre la cabeza de b Efraín y sus compañeros.

35 Y también los de la tribu de a Judá, después de su aflicción, se­rán purificados en b santidad ante el Señor, para morar en su pre­sencia día y noche, para siempre jamás.

36 Y ahora, de cierto dice el Se­ñor, para que se sepan estas cosas entre vosotros, oh habitantes de la tierra, he enviado a mi a ángel para volar por en medio del cielo con el b evangelio eterno, el cual ha apare­cido a algunos y lo ha entregado al hombre, y se aparecerá a muchos que moran en la tierra.

37 Y este a evangelio será b pre­dicado a c toda nación, y tribu, y lengua, y pueblo.

38 Y los siervos de Dios saldrán, proclamando en alta voz: Temed

22 c Jue. 5:5; Isa. 40:4; 64:1; Apoc. 16:20; DyC 49:23; 109:74.

23 a Apoc. 6:14. 24 a GEE Jerusalén. b Gén. 10:25.

GEE Tierra — La división de la tierra.

25 a GEE Jesucristo — El reinado milenario de Cristo.

26 a Jer. 16:14–15; DyC 110:11.

GEE Israel — Las diez tribus perdidas de Israel.

27 a Isa. 11:15–16; 2 Ne. 21:16.

29 a Isa. 35:6–7. 30 a Zac. 10:7–12.

GEE Efraín — La tribu de Efraín.

31 a Gén. 49:26. 33 a Isa. 35:10; 51:11;

DyC 66:11. 34 a GEE Israel — Las doce

tribus de Israel.

b Gén. 48:14–20; 1 Cró. 5:1–2; Éter 13:7–10.

35 a GEE Judá — La tribu de Judá.

b GEE Santidad. 36 a Apoc. 14:6–7;

DyC 20:5–12. b GEE Restauración del

Evangelio. 37 a GEE Evangelio. b GEE Obra misional;

Predicar. c DyC 42:58.

DOCTRINA Y CONVENIOS 133:23–38 320

Page 331: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

39 a GEE Adorar. 40 a Isa. 64:1–2. 41 a Job 41:31. 44 a 1 Tes. 4:15–18. 45 a Isa. 64:4;

1 Cor. 2:9. b Lam. 3:25;

2 Ne. 6:7, 13. 46 a Isa. 63:1–2.

b GEE Segunda venida de Jesucristo.

48 a Gén. 49:11–12; Lucas 22:44; Apoc. 19:11–15; TJS Apoc. 19:15 (Apéndice — Biblia); Mos. 3:7; DyC 19:18.

49 a Isa. 13:10; 24:23; DyC 45:42; 88:87.

50 a Isa. 63:2–3; DyC 76:107; 88:106.

51 a Lev. 8:30. 53 a Isa. 63:4–9. b GEE Caridad.

a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado;

39 y a adorad a aquel que ha he­cho el cielo, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas,

40 invocando el nombre del Se­ñor día y noche, diciendo: ¡Oh, que a hendieras los cielos; que descen­dieras; que los montes se derritie­ran ante tu presencia!

41 Y será contestado sobre su ca­beza, porque la presencia del Señor será como el fuego de fundición que abrasa, y como fuego que hace a hervir las aguas.

42 Oh Señor, tú bajarás para dar a conocer tu nombre a tus adver­sarios, y todas las naciones tem­blarán ante tu presencia,

43 cuando obres cosas terribles, cosas que no esperan;

44 sí, cuando desciendas y se de­rritan los montes delante de tu presencia, a recibirás a aquel que se regocija y obra rectamente, que se acuerda de ti en tus vías.

45 Porque desde el principio del mundo no han escuchado los hom­bres, ni percibido con sus oídos, ni ha visto ojo alguno, además de ti, oh Dios, cuán grandes cosas has a preparado para aquel que te b espera.

46 Y se dirá: a ¿Quién es este que b desciende de Dios en el cielo con

ropas teñidas; sí, de regiones des­conocidas, vestido con su atavío glorioso, que viene en la grandeza de su potencia?

47 Y él dirá: Soy aquel que hablé en justicia, poderoso para salvar.

48 Y los vestidos del Señor serán a rojos; y su ropa como del que ha pisado el lagar.

49 Y tan grande será la gloria de su presencia, que el a sol esconderá su faz avergonzado, y la luna re­tendrá su luz, y las estrellas serán arrojadas de sus lugares.

50 Y se oirá su voz: He a pisado yo solo el lagar y he traído juicio sobre todo pueblo; y nadie estuvo conmigo;

51 y los he hollado con mi furor y los pisé con mi ira, y con su san­gre he a salpicado mis vestidos y manchado toda mi ropa; porque este fue el día de venganza que estaba en mi corazón.

52 Y ahora el año de mis redimi­dos ha llegado; y harán memoria de la amorosa bondad de su Señor, y de todo lo que sobre ellos ha conferido de acuerdo con su bon­dad, y de acuerdo con su amorosa misericordia, para siempre jamás.

53 En todas las a aflicciones de ellos, él fue afligido. Y el ángel de su presencia los salvó; y en su b amor y en su clemencia los

DOCTRINA Y CONVENIOS 133:39–53321

Page 332: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

53 c GEE Redención, redimido, redimir.

54 a GEE Enoc. b GEE Noé, patriarca

bíblico. c GEE Moisés. 55 a GEE Resurrección. 56 a DyC 29:13. b GEE Santo (sustantivo). c DyC 45:45–46;

88:96–97. d Mateo 25:33–34. e Isa. 24:23; Apoc. 14:1;

DyC 76:66; 84:2, 98–102.

f GEE Nueva Jerusalén.

g Apoc. 15:3; DyC 84:98–102.

h GEE Cordero de Dios. 57 a GEE Grados de gloria. b GEE Evangelio. 58 a Mateo 11:25;

1 Cor. 1:27; Alma 32:23; 37:6–7.

b Isa. 60:22. c Deut. 32:29–30. 59 a Miq. 4:11–13. 60 a DyC 104:58–59. b DyC 1:2. 62 a GEE Arrepentimiento,

arrepentirse. b DyC 88:74.

GEE Santificación. c GEE Vida eterna. 63 a GEE Escuchar. b Hech. 3:22–23;

1 Ne. 22:20–21; 3 Ne. 20:23; 21:11; DyC 1:14; JS—H 1:40.

64 a Mal. 4:1. GEE Malaquías.

b JS—H 1:36–37. c Isa. 66:15–16;

1 Ne. 22:15; 3 Ne. 25:1; DyC 29:9; 64:24. GEE Tierra — La purificación de la tierra.

c redimió, los sostuvo y los llevó todos los días de la antigüedad;

54 sí, y también a a Enoc y a los que estuvieron con él; a los profe­tas que antes de él fueron; también a b Noé y a los que fueron antes de él; y también a c Moisés y a los que fueron antes de él;

55 y de Moisés a Elías, y de Elías a Juan, los cuales estuvieron con Cristo en su a resurrección, y los santos apóstoles, con Abraham, Isaac y Jacob, estarán en la presen­cia del Cordero.

56 Y los a sepulcros de los b santos serán c abiertos; y saldrán y estarán a la d diestra del Cordero cuando él esté en pie sobre el e monte de Sion y sobre la ciudad santa, la f Nueva Jerusalén; y cantarán el g cántico del h Cordero día y noche para siempre jamás.

57 Y por tal razón, a fin de que los hombres fuesen hechos parti­cipantes de las a glorias que iban a ser reveladas, el Señor envió la plenitud de su b evangelio, su con­venio sempiterno, razonando con sencillez y claridad,

58 a fin de preparar a los débiles

para las cosas que vendrán sobre la tierra, y para la obra del Señor en aquel día en que los a débiles confundirán a los sabios, y el b me­nor se hará nación fuerte, y c dos pondrán en fuga a sus decenas de millares.

59 Y con lo débil de la tierra a tri­llará el Señor a las naciones por el poder de su Espíritu.

60 Y por esta razón se dieron es­tos mandamientos; se mandó que se retuviesen del mundo el día en que fueron dados, pero ahora han de a ir a b toda carne;

61 y esto de acuerdo con la dis­posición y la voluntad del Señor, que reina sobre toda carne.

62 Y al que se a arrepienta y se b santifique ante el Señor, se dará la c vida eterna.

63 Y sobre los que a no escuchen la voz del Señor se cumplirá lo que escribió el profeta Moisés, que serán b desarraigados de entre el pueblo.

64  Y también lo que fue es­crito por el profeta a Malaquías: Porque he aquí, viene el b día c ardiente como un horno, y todos

DOCTRINA Y CONVENIOS 133:54–64 322

Page 333: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

66 a Juan 1:11. 67 a 2 Ne. 28:32. b Isa. 50:2;

2 Ne. 7:2. 68 a Éx. 14:21;

Josué 3:14–17. 70 a Isa. 50:11. 71 a 2 Cró. 36:15–16;

Jer. 44:4–5. 72 a Isa. 8:16–20.

73 a Mateo 8:11–12; Lucas 13:28; DyC 19:5. GEE Infierno; Tinieblas espirituales.

los soberbios y todos los que ha­cen maldad serán estopa; y aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

65 Por tanto, esta será la res­puesta del Señor a ellos:

66 El día en que vine a los míos, ninguno de vosotros me a recibió, y fuisteis echados fuera.

67 Cuando llamé otra vez, no hubo de vosotros quien contes­tara; sin embargo, mi a brazo no fue acortado en lo más mínimo para que yo no redimiera, ni tampoco mi b poder para rescatar.

68 He aquí, con mi reprensión a seco el mar. Vuelvo los ríos en desierto; hieden sus peces y mue­ren de sed.

69 Visto de obscuridad los cielos, y su cubierta hago yo de cilicio.

70 Y a esto os vendrá de mi mano: En angustia yaceréis.

71 He aquí, no hay quien os res­cate, porque no obedecisteis mi voz cuando os llamé desde los cielos; no creísteis a mis siervos, y cuando os fueron a enviados, no los recibisteis.

72 De manera que, a sellaron el testimonio y ataron la ley, y vo­sotros fuisteis entregados a las tinieblas.

73 Estos irán a las tinieblas de afuera, donde es el a lloro y el llanto y el crujir de dientes.

74 He aquí, el Señor vuestro Dios lo ha hablado. Amén.

SECCIÓN 134Una declaración de la creencia concerniente a los gobiernos y a las leyes en general, adoptada por voto unánime en una asamblea gene-ral de la Iglesia que se verificó en Kirtland, Ohio, el 17 de agosto de 1835. Muchos santos se reunieron para considerar el contenido que se proponía de la primera edición de Doctrina y Convenios. En esa ocasión, se hizo el siguiente preámbulo a esta declaración: “A fin de que nuestra creencia concerniente a los gobiernos terrenales y a las leyes en general no sea mal interpretada ni mal comprendida, he-mos juzgado oportuno presentar, al fin de esta obra, nuestra opinión concerniente al asunto”.

1–4, Los gobiernos deben preservar la libertad de conciencia y de adora-ción; 5–8, Todos los hombres deben

sostener y apoyar a su respectivo gobierno y deben respeto y deferen-cia a las leyes; 9–10, Las sociedades

DOCTRINA Y CONVENIOS 133:65–74323

Page 334: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

134 1 a DyC 98:4–7; AdeF 1:12.

b GEE Responsabili­dad, responsable.

2 a GEE Albedrío.

b GEE Conciencia. c DyC 42:18–19. 3 a DyC 98:8–10. 4 a Alma 21:21–22;

AdeF 1:11.

GEE Adorar. 5 a AdeF 1:12.

GEE Rebelión.

religiosas no deben ejercer poderes civiles; 11–12, Los hombres quedan justificados si se defienden a sí mis-mos y si defienden su propiedad.

Creemos que Dios instituyó los a gobiernos para el beneficio del hombre, y que él hace a los hom­bres b responsables de sus hechos con relación a dichos gobiernos, tanto en la formulación de leyes como en la administración de es­tas, para el bien y la protección de la sociedad.

2 Creemos que ningún gobierno puede existir en paz, a menos que se formulen y se conserven invioladas las leyes que garan­ticen a cada individuo el a libre ejercicio de la b conciencia, el de­recho de tener y administrar propiedades y la c protección de la vida.

3 Creemos que todo gobierno necesariamente requiere a funcio­narios y magistrados civiles para poner en vigor las leyes de ese gobierno; y que se debe buscar y sostener, por la voz del pue­blo si es república, o por la vo­luntad del soberano, a quienes administren la ley con equidad y justicia.

4 Creemos que la religión es ins­tituida por Dios; y que los hom­bres son responsables ante él, y ante él solamente, por el ejercicio de ella, a no ser que sus opiniones

religiosas los impulsen a infrin­gir los derechos y libertades de los demás; pero no creemos que las leyes humanas tengan el dere­cho de intervenir, prescribiendo reglas de a adoración para suje­tar la conciencia de los hombres, ni de dictar fórmulas para la de­voción pública o privada; que el magistrado civil debe restringir el crimen, pero nunca dominar la conciencia; debe castigar el delito, pero nunca suprimir la libertad del alma.

5 Creemos que todos los hom­bres están obligados a sostener y apoyar a los gobiernos respecti­vos de los países donde residan, en tanto que las leyes de dichos gobiernos los protejan en sus de­rechos inherentes e inalienables; que no convienen la sedición ni la a rebelión a ningún ciudadano así protegido, y deben ser casti­gadas como corresponde; y que todo gobierno tiene el derecho de establecer leyes que a su propio juicio estime que son las que mejor garanticen los intereses públicos; al mismo tiempo, sin embargo, conservando sagrada la libertad de conciencia.

6 Creemos que todo hombre debe ser respetado en su posición, los gobernantes y los magistrados como tales, ya que son colocados para proteger a los inocentes y castigar a los culpables; y que todo

DOCTRINA Y CONVENIOS 134:1–6 324

Page 335: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

6 a DyC 58:21; 88:34. 8 a Alma 30:7–11;

DyC 42:84–87. 10 a GEE Excomunión.

hombre debe respeto y deferencia a las a leyes, porque sin ellas la paz y la armonía serían suplantadas por la anarquía y el terror; las le­yes humanas son instituidas para el propósito expreso de ajustar nuestros intereses como indivi­duos y naciones, entre hombre y hombre; y las leyes divinas son da­das del cielo para prescribir reglas sobre asuntos espirituales para la fe y la adoración, por las cuales el hombre responderá a su Creador.

7 Creemos que los gobernantes, estados y gobiernos tienen el de­recho y la obligación de instituir leyes para la protección de todo ciudadano en el libre ejercicio de su creencia religiosa; pero no cree­mos que tengan el derecho, en jus­ticia, de privar a los ciudadanos de este privilegio, ni proscribirlos por sus opiniones, en tanto que se ma­nifieste consideración y reverencia para con las leyes, y tales opinio­nes religiosas no justifiquen la se­dición ni la conspiración.

8 Creemos que la comisión de crí­menes debe a castigarse de acuerdo con la naturaleza de la ofensa; que el homicidio, la traición, el robo, el hurto y la violación de la paz en general, en todo respecto, deben ser castigados de acuerdo con su criminalidad y su mala influencia entre los hombres, por las leyes del gobierno contra el cual se come tió la ofensa; y que en bien de la paz y la tranquilidad públicas, todo hombre debe adelantarse y

emplear su habilidad en procurar que se castigue a los que infrinjan las leyes buenas.

9 No creemos que sea justo con­fundir influencias religiosas con el gobierno civil, mediante lo cual se ampara a una sociedad religiosa, mientras que a otra le son pros­critos sus privilegios espirituales, y se niegan los derechos indivi­duales de sus miembros como ciudadanos.

10 Creemos que toda sociedad re­ligiosa tiene el derecho de discipli­nar a sus miembros por conducta desordenada, de acuerdo con los estatutos y reglamentos de dicha sociedad, siempre que tales pro­cedimientos tengan que ver con su confraternidad y buenos an­tecedentes; pero no creemos que sociedad religiosa alguna tenga la autoridad para juzgar a los hom­bres en cuanto al derecho sobre la propiedad o la vida, ni para quitar­les los bienes de este mundo, ni po­ner en peligro la vida o el cuerpo, ni imponer sobre ellos castigos fí­sicos. Solo pueden a excomulgarlos de su sociedad y retirar de ellos la mano de confraternidad.

11 Creemos que el hombre debe recurrir a la ley civil para exigir reparación por toda injusticia y agravio, cuando sufre atropello personal, o se difama o son vio­lados los derechos de propiedad, donde existan leyes que le protejan de estas cosas; pero creemos que todo hombre queda justificado si

DOCTRINA Y CONVENIOS 134:7–11325

Page 336: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

1–2, José y Hyrum padecieron el martirio en la cárcel de Carthage; 3, Se aclama la posición preeminente del Profeta; 4–7, La sangre inocente de ellos testifica de la verdad y la di-vinidad de la obra.

Para sellar el testimonio de este libro y el Libro de Mormón, anun­ciamos el a martirio de b José Smith el Profeta y de Hyrum Smith el Pa­triarca. Ambos fueron agredidos a tiros en la c cárcel de Carthage, el 27 de junio de 1844, cerca de las cinco de la tarde, por un popu­lacho de entre ciento cincuenta y doscientas personas armadas, con

la cara pintada de negro. d Hyrum recibió los primeros disparos y con calma cayó, exclamando: ¡Soy hombre muerto! José saltó por la ventana y, al intentarlo, fue muerto a balazos mientras excla­maba: ¡Oh Señor, Dios mío! Muer­tos ya, dispararon sobre ellos de brutal manera y ambos recibieron cuatro balas.

2 a John Taylor y Willard Richards, dos miembros del Cuórum de los Doce, eran las únicas personas que estaban en el cuarto en la oca­sión; aquel resultó gravemente he­rido con cuatro balas, pero ya se ha restablecido; este, mediante la

12 a GEE Obra misional; Predicar.

135 1 a DyC 5:22; 6:30.

GEE Mártir, martirio. b GEE Smith, hijo, José. c GEE Carthage, cárcel de

(EE. UU.). d GEE Smith, Hyrum. 2 a GEE Taylor, John.

SECCIÓN 135Anuncio del martirio de José Smith el Profeta y de su hermano Hy-rum Smith el Patriarca en Carthage, Illinois, el 27 de junio de 1844. Este documento se incluyó al final de la edición de 1844 de Doctrina y Convenios, la que estaba casi lista para su publicación cuando José Smith y Hyrum Smith fueron asesinados.

se defiende a sí mismo, a sus ami­gos y propiedad, y al gobierno, de los ataques y abusos ilícitos cometidos por persona alguna en tiempos de emergencia, cuando es imposible apelar inmediatamente a la ley y obtener amparo.

12 Creemos que es justo a predi­car el evangelio a las naciones de la tierra y amonestar a los justos a salvarse de la corrupción del mundo; pero no creemos que sea propio intervenir en los asuntos

de esclavos, ni predicarles el evan­gelio ni bautizarlos contra la vo­luntad y deseos de sus amos, ni mezclarse en sus cosas ni influir en lo más mínimo para que queden descontentos con su situación en esta vida, y con ello poner en pe­ligro la vida de los hombres; cree­mos que tal intervención es ilícita e injusta, y peligrosa para la paz de todo gobierno que permite la esclavitud de seres humanos.

DOCTRINA Y CONVENIOS 134:12–135:2 326

Page 337: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

providencia de Dios, escapó sin un agujero siquiera en la ropa.

3 José Smith, el a Profeta y b Vi­dente del Señor, ha hecho más por la salvación del hombre en este mundo, que cualquier otro que ha vivido en él, exceptuando solo a Jesús. En el breve espacio de veinte años ha sacado a luz el Libro de Mormón, que tradujo por el don y el poder de Dios, y lo ha hecho publicar en dos continentes; ha enviado la c plenitud del evangelio sempiterno, que el li­bro contiene, a los cuatro ángu­los de la tierra; ha publicado las revelaciones y los mandamien­tos que integran este libro de Doctrina y Convenios, así como muchos otros sabios documentos e instrucciones para el beneficio de los hijos de los hombres; ha congregado a muchos miles de los Santos de los Últimos Días; ha fundado una gran d ciudad y ha dejado un nombre y una fama que no pueden fenecer. Vivió grande y murió grande a los ojos de Dios y de su pueblo; y como la ma­yoría de los ungidos del Señor en tiempos antiguos, ha sellado su misión y obras con su propia e sangre; y lo mismo ha hecho su hermano Hyrum. ¡En vida no fue­ron divididos, y en su muerte no fueron separados!

4 Al partir José para Carthage, para entregarse a los supuestos

requisitos de la ley, dos o tres días antes de su asesinato, dijo: “Voy como a cordero al matadero; pero me siento tan sereno como una mañana veraniega; mi conciencia se halla libre de ofensas contra Dios y contra todos los hombres. Moriré inocente, y aún se dirá de mí: fue asesinado a sangre fría”. Esa misma mañana, Hy­rum, después de haberse pre­parado para ir —¿a la matanza, diremos?, sí, porque así fue— leyó el siguiente párrafo, cerca del fin del capítulo doce de Éter, en el Li­bro de Mormón, y dobló la hoja:

5 Y sucedió que le imploré al Se-ñor que diera gracia a los gentiles, para que tuvieran caridad. Y acon-teció que el Señor me dijo: Si no tie-nen caridad, es cosa que nada tiene que ver contigo; tú has sido fiel; por tanto, tus vestidos estarán a limpios. Y porque has visto tu debilidad, se-rás fortalecido, aun hasta sentarte en el lugar que he preparado en las mansiones de mi Padre. Y ahora. . . me despido de los gentiles, sí, y tam-bién de mis hermanos a quienes amo, hasta que nos encontremos ante el b tribunal de Cristo, donde todos los hombres sabrán que mis vesti-dos no se han manchado con vues-tra sangre. Los c testadores ahora han muerto, y su testamento está en vigor.

6 En febrero de 1844, Hyrum Smith cumplió cuarenta y cuatro

3 a GEE Profeta. b GEE Vidente. c DyC 35:17; 42:12.

GEE Restauración del Evangelio.

d GEE Nauvoo, Illinois (EE. UU.).

e Heb. 9:16–17; DyC 136:39.

4 a Isa. 53:7.

5 a DyC 88:74–75. b Éter 12:36–38. c Heb. 9:16–17.

DOCTRINA Y CONVENIOS 135:3–6327

Page 338: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

6 a Lucas 23:31. 7 a Apoc. 6:9.

años, y en diciembre de 1843, José Smith cumplió treinta y ocho; y desde ahora sus nombres serán contados entre los de los mártires de la religión; y el lector de toda nación tendrá presente que costó la mejor sangre del siglo diecinueve publicar el Libro de Mormón y este libro de Doctrina y Conve­nios de la iglesia, para la salvación de un mundo perdido; y que si el fuego puede marchitar el a árbol vivo para la gloria de Dios, cuánto más fácil consumirá los árboles se­cos para purificar la viña de toda corrupción. Vivieron por la gloria; murieron por la gloria; y la gloria es su recompensa eterna. De gene­ración en generación sus nombres pasarán a la posteridad como joyas para los santificados.

7 Fueron inocentes de todo cri­men, como tantas veces se ha­bía comprobado previamente, y fueron encarcelados solo por

conspiraciones de traidores y hom­bres inicuos; y su sangre inocente derramada en el piso de la cárcel de Carthage es un amplio sello es­tampado sobre el “Mormonismo” que ningún tribunal del mundo puede rechazar; y su sangre ino-cente sobre el escudo del estado de Illinois, con la palabra violada del estado que su gobernador había empeñado, es un testimonio de la verdad del evangelio sempiterno que el mundo entero no puede im­pugnar; y su sangre inocente sobre el pabellón de la libertad y sobre la Carta Magna de los Estados Uni­dos es un embajador de la religión de Jesucristo que tocará el corazón de los hombres honrados en todas las naciones; y su sangre inocente, con la sangre inocente de todos los mártires que Juan vio bajo el a altar, clamará al Señor de los Ejércitos hasta que él haya vengado esa san­gre sobre la tierra. Amén.

SECCIÓN 136La palabra y la voluntad del Señor, dada por medio del presidente Bri-gham Young, en el invernadero (Winter Quarters) del campamento de Israel, en la nación de los indios Omaha, sobre la ribera occidental del río Misuri, cerca de Council Bluffs, Iowa.

1–16, Se explica la manera de orga-nizar el campamento de Israel para el viaje hacia el oeste; 17–27, Se manda a los santos vivir de acuerdo con las numerosas normas del Evange-lio; 28–33, Los santos deben cantar, bailar, orar y aprender sabiduría;

34–42, Se da muerte a los profetas para que se les honre y para que los inicuos sean condenados.

La Palabra y la Voluntad del Se­ñor en cuanto al Campamento de Israel en su jornada hacia el oeste:

DOCTRINA Y CONVENIOS 135:7–136:1 328

Page 339: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

2 Organícense en compañías todo el pueblo de a La Iglesia de Jesu­cristo de los Santos de los Últimos Días y los que viajen con ellos, con el convenio y la promesa de guar­dar todos los mandamientos y los estatutos del Señor nuestro Dios.

3 Organícense las compañías con capitanes sobre a cien, capitanes sobre cincuenta y capitanes sobre diez, al mando de un presidente y sus dos consejeros, bajo la direc­ción de los Doce b Apóstoles.

4 Y este será nuestro a convenio: b Andaremos en todas las c ordenan­zas del Señor.

5 Provéase cada compañía con el mayor número posible de tiros de animales, carros, provisiones, ropa y otras cosas necesarias para el viaje.

6 Cuando queden organizadas las compañías, dedíquense con toda su fuerza a hacer los preparativos para los que van a permanecer.

7 Cada compañía, con sus capi­tanes y presidentes, decida cuán­tos podrán partir la primavera entrante; entonces escójase a un número suficiente de hombres fuertes y hábiles para llevar tiros de animales, semillas e implemen­tos de agricultura, y para ir a la vanguardia a preparar la siembra primaveral.

8 Cada compañía, en proporción al valor de sus propiedades, ayude

a llevar a los a pobres, a las b viu­das, a los c huérfanos y a las fa­milias de los que han ingresado al ejército, para que los clamores de las viudas y huérfanos no lle­guen a los oídos del Señor contra este pueblo.

9 Prepare cada compañía casas, y terrenos para el cultivo de gra­nos, para los que han de quedarse atrás esta temporada; y esta es la voluntad del Señor en cuanto a este pueblo.

10 Emplee cada hombre toda su influencia y sus bienes para tras­ladar a este pueblo al lugar donde el Señor establecerá una a estaca de Sion.

11 Y si hacéis esto con un corazón puro, con toda fidelidad, seréis a bendecidos; seréis bendecidos en vuestros rebaños, y en vues­tros hatos, y en vuestros campos, y en vuestras casas, y en vuestras familias.

12 Organicen mis siervos Ezra T. Benson y Erastus Snow una compañía.

13 Y organicen una compañía mis siervos Orson Pratt y Wilford Woodruff.

14 También mis siervos Amasa Lyman y George A. Smith organi­cen una compañía.

15 Y nombren presidentes y ca­pitanes sobre cien, sobre cincuenta y sobre diez.

136 2 a GEE Iglesia de Jesu­cristo de los Santos de los Últimos Días, La.

3 a Éx. 18:21–26. b GEE Apóstol.

4 a GEE Convenio. b GEE Andar, andar con

Dios. c GEE Ordenanzas. 8 a GEE Pobres. b GEE Viuda.

c Stg. 1:27; 3 Ne. 24:5.

10 a GEE Estaca. 11 a Deut. 28:1–14.

GEE Bendecido, bendecir, bendición.

DOCTRINA Y CONVENIOS 136:2–15329

Page 340: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

16 Y salgan mis siervos que han sido nombrados, y enseñen esto, mi voluntad, a los santos, a fin de que estén listos para ir a una tie­rra de paz.

17 Id y haced lo que os he dicho, y no temáis a vuestros enemigos, porque no tendrán el poder para detener mi obra.

18 Sion será a redimida en mi pro­pio y debido tiempo.

19 Y si un hombre procura ele­varse a sí mismo, y no busca mi a consejo, no tendrá poder, y su in­sensatez se hará manifiesta.

20 Buscad; y procurad a cumplir con todas vuestras promesas el uno con el otro; y b no codiciéis lo que pertenece a vuestro hermano.

21 a Guardaos del pecado de to­mar el nombre del Señor en vano, porque soy el Señor vuestro Dios, sí, el b Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.

22 a Soy el que saqué a los hijos de Israel de la tierra de Egipto; y mi brazo está extendido en los postreros días para b salvar a mi pueblo Israel.

23 Cesad de a contender unos con

otros; cesad de hablar b mal el uno contra el otro.

24 Cesad la a ebriedad; y tien­dan vuestras palabras a b edificaros unos a otros.

25 Si pides prestado a tu vecino, le devolverás lo que te haya a pres­tado; y si no puedes devolvérselo, ve luego y díselo, no sea que te condene.

26 Y si encuentras lo que tu ve­cino ha a perdido, indagarás di­ligentemente hasta que se lo entregues.

27 Serás a diligente en preservar lo que tengas, para que seas b ma­yordomo sabio; porque es el don gratuito del Señor tu Dios, y tú eres su mayordomo.

28 Si te sientes alegre, alaba al Señor con a cantos, con música, con baile y con b oración de alabanza y c acción de gracias.

29 Si estás a triste, clama al Señor tu Dios con súplicas, a fin de que tu alma se b regocije.

30 No temas a tus enemigos, por­que están en mis manos y cumpliré mi voluntad con ellos.

31 Es preciso que los de mi pue­blo sean a probados en todas las

18 a DyC 100:13. 19 a GEE Consejo. 20 a GEE Honestidad,

honradez. b GEE Codiciar. 21 a GEE Profanidad. b Éx. 3:6;

1 Ne. 19:10. 22 a Éx. 13:18;

Jer. 2:5–7; 1 Ne. 5:15; Alma 36:28. GEE Jehová.

b Jer. 30:10; Ezeq. 20:33–34;

DyC 38:33. 23 a 3 Ne. 11:29–30.

GEE Contención, contienda.

b DyC 20:54. GEE Calumnias.

24 a GEE Palabra de Sabiduría.

b DyC 108:7. 25 a Sal. 37:21;

Mos. 4:28. GEE Deuda; Honestidad, honradez.

26 a Lev. 6:4; Deut. 22:3.

27 a GEE Diligencia. b GEE Mayordomía,

mayordomo. 28 a GEE Cantar. b GEE Oración. c 2 Cró. 5:13;

DyC 59:15–16. GEE Acción de gracias, agradecido, agradecimiento.

29 a 2 Sam. 22:7. b GEE Gozo. 31 a DyC 101:4.

GEE Adversidad.

DOCTRINA Y CONVENIOS 136:16–31 330

Page 341: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

31 b Rom. 8:18; DyC 58:3–4. GEE Gloria.

c GEE Castigar, castigo. 32 a GEE Sabiduría. b GEE Humildad,

humilde, humillar (afligir).

33 a GEE Espíritu Santo.

34 a GEE Persecución, perseguir.

37 a GEE Pureza, puro. b Hel. 8:18. c Apoc. 14:6;

DyC 110:11–16; 128:19–21; JS—H 1:30–47.

39 a Mos. 17:20;

DyC 135:3. b GEE Testimonio. c GEE Mártir, martirio. 40 a Éx. 23:22;

DyC 8:4; 105:15. 41 a GEE Iglesia de

Jesucristo. b Dan. 7:27.

cosas, a fin de que estén prepa­rados para recibir la b gloria que tengo para ellos, sí, la gloria de Sion; y el que no aguanta la c dis­ciplina, no es digno de mi reino.

32 Aprenda a sabiduría el igno­rante, b humillándose y suplicando al Señor su Dios, a fin de que sean abiertos sus ojos para que él vea, y sean destapados sus oídos para que oiga;

33 porque se envía mi a Espíritu al mundo para iluminar a los hu­mildes y contritos, y para la con­denación de los impíos.

34 Vuestros hermanos os han re­chazado a vosotros y vuestro tes­timonio, sí, la nación que os ha a expulsado;

35 y ahora viene el día de su ca­lamidad, sí, los días de angustia, como la mujer que está de parto; y la angustia de ellos será grande, a menos que se arrepientan cuanto antes, sí, muy pronto.

36 Porque dieron muerte a los profetas y a los que les fueron en­viados; y han derramado sangre inocente, la cual clama desde la tierra contra ellos.

37 Por tanto, no os maravilléis de estas cosas, porque todavía no sois a puros; no podéis soportar mi gloria todavía; pero la veréis,

si sois fieles en guardar todas mis palabras que os he b dado, desde los días de Adán hasta Abra­ham, desde Abraham hasta Moi­sés, desde Moisés hasta Jesús y sus apóstoles, y desde Jesús y sus apóstoles hasta José Smith, a quien llamé por conducto de mis c án­geles, mis siervos ministrantes, y por mi propia voz desde los cielos, para hacer surgir mi obra;

38 cuyo fundamento él puso; y fue fiel; y lo tomé para mí.

39 Muchos se han maravillado a causa de su muerte; mas fue me­nester que él a sellara su b testimo­nio con su c sangre, a fin de que a él se le honrara, y los inicuos fueran condenados.

40 ¿De vuestros a enemigos no os he librado yo, menos a aquel a quien he dejado como testigo de mi nombre?

41 Ahora pues, escuchad, oh pue­blo de mi a iglesia, y vosotros, él­deres, escuchad unánimes; habéis recibido mi b reino.

42 Sed diligentes en guardar to­dos mis mandamientos, no sea que os sobrevengan juicios, y os falte vuestra fe, y triunfen sobre vosotros vuestros enemigos. De manera que es todo por ahora. Amén y amén.

DOCTRINA Y CONVENIOS 136:32–42331

Page 342: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

137 1 a Hech. 7:55–56; 1 Ne. 1:8; Hel. 5:45–49; JS—H 1:43.

b GEE Gloria celestial. c 2 Cor. 12:2–4;

1 Ne. 11:1; Moisés 1:11.

2 a 2 Ne. 9:41; 31:17. b Éx. 24:17;

Isa. 33:14–15; Hel. 5:23; DyC 130:7.

3 a Isa. 6:1; Ezeq. 1:26–28.

b GEE Trinidad — Dios el Padre.

c GEE Trinidad — Dios el Hijo.

4 a Apoc. 21:21; DyC 110:2.

5 a GEE Adán. b DyC 132:29.

GEE Abraham. c DyC 124:19.

GEE Smith, padre, Joseph.

d GEE Smith, Lucy Mack. e JS—H 1:4. 6 a GEE Salvación de los

muertos. b Isa. 11:11;

1 Ne. 22:10–12; Jacob 6:2.

GEE Israel — La congregación de Israel.

c Juan 3:3–5; 2 Ne. 9:23; Éter 4:18–19; DyC 76:50–52; 84:74. GEE Bautismo, bautizar.

7 a Hel. 5:30. GEE Revelación.

b TJS 1 Pe. 4:6 (Apéndice — Biblia); 2 Ne. 9:25–26; Mos. 15:24.

c DyC 76:50–70. d GEE Gloria celestial.

SECCIÓN 137Visión manifestada a José Smith el Profeta en el Templo de Kirtland, Ohio, el 21 de enero de 1836. La ocasión fue durante la administración de ordenanzas, en preparación para la dedicación del templo.

1–6, El Profeta ve a su hermano Alvin en el reino celestial; 7–9, Se revela la doctrina de la salvación de los muertos; 10, Todos los ni-ños pequeños se salvan en el reino celestial.

Los a cielos nos fueron abiertos, y vi el b reino celestial de Dios y su gloria, mas si fue en el c cuerpo o fuera del cuerpo, no puedo decirlo.

2 Vi la incomparable belleza de la a puerta por la cual entrarán los herederos de ese reino, la cual era semejante a b llamas circundantes de fuego;

3 también vi el a refulgente trono de Dios, sobre el cual se hallaban sentados el b Padre y el c Hijo.

4 Vi las hermosas calles de ese reino, las cuales parecían estar pa­vimentadas de a oro.

5 Vi a a Adán, nuestro padre, y a b Abraham, y a mi c padre, y a mi d madre, y a mi hermano e Alvin, que murió hace mucho tiempo;

6 y me maravillé de que hubiese recibido una a herencia en ese reino, en vista de que había salido de esta vida antes que el Señor hubiera extendido su mano para juntar a Israel por b segunda vez, y no había sido c bautizado para la remisión de los pecados.

7 Por lo que, me habló la a voz del Señor, diciendo: Todos los que han muerto b sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán c herederos del d reino celestial de Dios;

8 también todos aquellos que de aquí en adelante mueran sin un conocimiento de él, quienes lo

DOCTRINA Y CONVENIOS 137:1–8 332

Page 343: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

a habrían recibido de todo corazón, serán herederos de este reino;

9 pues yo, el Señor, a juzgaré a to­dos los hombres según sus b obras, según el c deseo de sus corazones.

10 Y también vi que todos los niños que mueren antes de llegar a la a edad de responsabilidad se b salvan en el reino celestial de los cielos.

8 a Alma 18:32; DyC 6:16.

9 a Apoc. 20:12–13. GEE Juicio final.

b GEE Obras. c DyC 64:34.

GEE Corazón. 10 a GEE Responsabilidad,

responsable. b GEE Salvación — La

salvación de los ni­ños pequeños.

138 1 a GEE Meditar. 2 a Mateo 20:28.

GEE Expiación, expiar.

b GEE Plan de redención. 3 a Juan 3:16.

GEE Amor. b GEE Redentor. 4 a AdeF 1:3. b Mateo 7:21.

GEE Obediencia, obediente, obedecer.

SECCIÓN 138Visión manifestada al presidente Joseph F. Smith en Salt Lake City, Utah, el 3 de octubre de 1918. En su primer discurso durante la Conferencia General Semestral de la Iglesia Número 89, el 4 de octubre de 1918, el presidente Smith declaró que había recibido varias comunicaciones divinas durante los meses precedentes. El día anterior el presidente Smith había recibido una de ellas concerniente a la visita del Salvador a los espíritus de los muertos mientras Su cuerpo se hallaba en la tumba. Se anotó inmedia-tamente después de terminarse la conferencia, y el 31 de octubre de 1918 se presentó ante los consejeros de la Primera Presidencia, ante el Consejo de los Doce y ante el Patriarca, quienes la aceptaron unánimemente.

1–10, El presidente Joseph F. Smith medita sobre los escritos de Pedro y la visita de nuestro Señor al mundo de los espíritus; 11–24, Ve a los muertos justos congregados en el paraíso y el ministerio de Cristo entre ellos; 25–37, Cómo se organizó la predicación del Evangelio entre los espíritus; 38–52, El presidente Smith ve a Adán, a Eva y a muchos de los santos profetas en el mundo de los espíritus, los cua-les habían considerado como cautive-rio el estado de su espíritu antes de su resurrección; 53–60, Los muertos justos de esta época continúan sus obras en el mundo de los espíritus.

El día tres de octubre del año mil novecientos dieciocho, me hallaba en mi habitación a meditando sobre las Escrituras,

2  y reflexionando en el gran a sacrificio expiatorio que el Hijo de Dios realizó para b redimir al mundo;

3  y el grande y maravilloso a amor manifestado por el Padre y el Hijo en la venida del b Redentor al mundo,

4 a fin de que el género humano fuese salvo, mediante la a expia­ción de Cristo y la b obediencia a los principios del evangelio.

DOCTRINA Y CONVENIOS 137:9–138:4333

Page 344: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

5 Mientras me ocupaba en esto, mis pensamientos se tornaron a los escritos del apóstol Pedro a los santos de la iglesia primitiva esparcidos por el a Ponto, Galacia, Capadocia y otras partes de Asia, donde se había predicado el evan­gelio después de la crucifixión del Señor.

6 Abrí la Biblia y leí el tercero y el cuarto capítulo de la primera epís­tola de Pedro, y al leer me sentí su­mamente impresionado, más que en cualquier otra ocasión, por los siguientes pasajes:

7 “Porque también Cristo pade­ció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para lle­varnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

8 “en el cual también fue y pre­dicó a los espíritus a encarcelados,

9  “los que en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, a saber, ocho, fue­ron salvadas por agua” (1 Pedro 3:18–20).

10 “Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos; para que sean juzgados

en la carne según los hombres, pero vivan en el espíritu según Dios” (1 Pedro 4:6).

11 Mientras meditaba en estas cosas que están a escritas, fueron abiertos los b ojos de mi entendi­miento, y el Espíritu del Señor c descansó sobre mí, y vi las hues­tes de los d muertos, pequeños así como grandes.

12 Y se hallaba reunida en un lugar una compañía innumerable de los espíritus de los a justos, que habían sido b fieles en el testimo­nio de Jesús mientras vivieron en la carne,

13 y quienes habían ofrecido un a sacrificio a semejanza del gran sacrificio del Hijo de Dios, y ha­bían b padecido tribulaciones en el nombre de su Redentor.

14 Todos estos habían partido de la vida terrenal, firmes en la a espe­ranza de una gloriosa b resurrec­ción mediante la c gracia de Dios el d Padre y de su e Hijo Unigénito, Jesucristo.

15 Vi que estaban llenos de a gozo y de alegría, y se regocijaban jun­tamente porque estaba próximo el día de su liberación.

16 Se hallaban reunidos espe­rando el advenimiento del Hijo de Dios al a mundo de los espíritus

5 a 1 Pe. 1:1. 8 a Isa. 61:1;

Lucas 4:18; DyC 76:73–74; 88:99.

11 a GEE Escrituras — El valor de las Escrituras.

b Efe. 1:18; DyC 76:10, 12, 19.

c Isa. 11:2. d GEE Espíritu.

12 a DyC 76:69–70. b DyC 6:13; 51:19;

76:51–53. 13 a GEE Sacrificios. b Mateo 5:10–12. 14 a Éter 12:4;

Moro. 7:3, 40–44. GEE Esperanza.

b GEE Resurrección. c GEE Gracia.

d GEE Trinidad — Dios el Padre.

e GEE Unigénito. 15 a Isa. 51:11;

Alma 40:12. 16 a Lucas 23:43;

Alma 40:11–12. GEE Paraíso.

DOCTRINA Y CONVENIOS 138:5–16 334

Page 345: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

16 b Morm. 9:13. 17 a 2 Ne. 9:10–13. b Ezeq. 37:1–14. c DyC 93:33–34. d GEE Gozo. 18 a Isa. 61:1.

GEE Salvación de los muertos.

19 a DyC 76:72–74. b GEE Evangelio. c GEE Caída de Adán y

Eva.

d GEE Arrepentimiento, arrepentirse.

20 a Alma 40:13–14. GEE Infierno; Inicuo, iniquidad.

b 1 Ne. 10:21. 22 a GEE Tinieblas

espirituales. b GEE Paz. 23 a GEE Plan de

redención. b Rom. 14:11;

Mos. 27:31. c 2 Ne. 1:13;

Alma 12:11. 24 a Sal. 104:1–2;

Isa. 60:19; Apoc. 22:5; JS—H 1:17. GEE Luz, luz de Cristo.

b GEE Cantar. 26 a 1 Ne. 11:28. 27 a Mar. 8:31.

para declarar su redención de las b ligaduras de la muerte.

17 Su polvo inerte iba a ser a res­taurado a su forma perfecta, cada b hueso a su hueso, y los tendones y la carne sobre ellos; el c espíritu y el cuerpo iban a ser reunidos para nunca más ser separados, a fin de recibir una plenitud de d gozo.

18 Mientras esta innumerable multitud esperaba y conversaba, regocijándose en la hora de su libe­ración de las cadenas de la muerte, apareció el Hijo de Dios y declaró a libertad a los cautivos que habían sido fieles;

19 y allí les a predicó el b evangelio sempiterno, la doctrina de la resu­rrección y la redención del género humano de la c caída, y de los peca­dos individuales, con la condición de que se d arrepintieran.

20 Mas a los a inicuos no fue, ni se oyó su voz entre los impíos y los impenitentes que se habían b profanado mientras estuvieron en la carne;

21 ni tampoco vieron su pre­sencia ni contemplaron su faz los rebeldes que rechazaron el testi­monio y las amonestaciones de los antiguos profetas.

22  Prevalecían las a tinieblas

donde estos se hallaban; pero en­tre los justos había b paz,

23 y los santos se regocijaron en su a redención, y doblaron la b rodi­lla, y reconocieron al Hijo de Dios como su Redentor y Libertador de la muerte y de las c cadenas del infierno.

24 Sus semblantes brillaban, y el a resplandor de la presencia del Se­ñor descansó sobre ellos, y b canta­ron alabanzas a su santo nombre.

25 Me maravillé, porque yo en­tendí que el Salvador había pa­sado unos tres años ministrando a los judíos y a los de la casa de Israel, tratando de enseñarles el evangelio eterno y llamarlos al arrepentimiento,

26 y sin embargo, no obstante sus poderosas obras y milagros y su proclamación de la verdad con gran a poder y autoridad, fueron pocos los que escucharon su voz, y se regocijaron en su presencia, y recibieron la salvación de sus manos.

27 Pero su ministerio entre los que habían muerto se limitó al a breve tiempo que transcurrió en­tre la crucifixión y su resurrección,

28 y me causaron admiración las palabras de Pedro, en donde

DOCTRINA Y CONVENIOS 138:17–28335

Page 346: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

dice que el Hijo de Dios predicó a los espíritus encarcelados que en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la pacien­cia de Dios en los días de Noé, y cómo le fue posible predicar a esos espíritus y efectuar la obra necesa­ria entre ellos en tan corto tiempo.

29 Y en mi admiración, fueron abiertos mis ojos y se a vivificó mi entendimiento, y percibí que el Señor no fue en persona entre los inicuos ni los desobedientes que habían rechazado la verdad, para instruirlos;

30 mas he aquí, organizó sus fuerzas y nombró mensajeros de entre los justos, investidos con a po­der y autoridad, y los comisionó para que fueran y llevaran la luz del evangelio a los que se hallaban en b tinieblas, es decir, a c todos los espíritus de los hombres; y así se predicó el evangelio a los muertos;

31 y los mensajeros escogidos salieron a declarar el día a acep­table del Señor, y a proclamar la b libertad a los cautivos que se ha­llaban encarcelados; sí, a todos los que estaban dispuestos a arrepen­tirse de sus pecados y a recibir el evangelio.

32 Así se predicó el evangelio a los que habían a muerto en sus

pecados, sin el b conocimiento de la verdad, o en transgre­sión por haber rechazado a los profetas.

33 A ellos se les enseñó la a fe en Dios, el arrepentimiento del pe­cado, el b bautismo vicario para la c remisión de los pecados, el d don del Espíritu Santo por la imposi­ción de las manos,

34 y todos los demás principios del evangelio que les era menester conocer, a fin de habilitarse para que fuesen a juzgados en la carne según los hombres, pero vivieran en espíritu según Dios.

35 De modo que se dio a conocer entre los muertos, pequeños así como grandes, tanto a los inicuos como a los fieles, que se había efec­tuado la redención por medio del a sacrificio del Hijo de Dios sobre la b cruz.

36 Así fue cómo se hizo saber que nuestro Redentor pasó su tiempo, durante su permanen­cia en el mundo de los espíri­tus, instruyendo y preparando a los fieles espíritus de los a profe­tas que habían testificado de él en la carne,

37 para que llevasen el men­saje de la redención a todos los muertos, a quienes él no podía ir

29 a DyC 76:12. 30 a Lucas 24:49. b GEE Tinieblas

espirituales. c DyC 1:2. 31 a Isa. 61:2;

Lucas 4:17–19. b GEE Libertad, libre. 32 a Juan 8:21–24. b DyC 128:5.

GEE Conocimiento. 33 a AdeF 1:4.

GEE Fe. b GEE Bautismo,

bautizar — Bautismo por los muertos; Ordenanzas — Ordenanza vicaria.

c GEE Remisión de pecados.

d GEE Don del Espíritu Santo.

34 a GEE Juicio final. 35 a Alma 34:9–16.

GEE Expiación, expiar; Sacrificios.

b GEE Crucifixión; Cruz.

36 a DyC 138:57.

DOCTRINA Y CONVENIOS 138:29–37 336

Page 347: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

37 a DyC 138:20. GEE Rebelión.

38 a GEE Adán. 39 a Moisés 4:26.

GEE Eva. 40 a GEE Abel. b GEE Mártir, martirio. c GEE Set. d Gén. 5:3;

Moisés 6:10. 41 a GEE Noé, patriarca

bíblico. b GEE Sem. c GEE Sumo sacerdote. d Gén. 17:1–8.

GEE Abraham. e Gén. 21:1–5.

GEE Isaac. f Gén. 35:9–15.

GEE Jacob hijo de Isaac. g GEE Moisés. 42 a GEE Isaías. b Isa. 61:1–2. c GEE Infierno. 43 a GEE Ezequiel. b Ezeq. 37:1–14. c GEE Resurrección. 44 a GEE Daniel. b Dan. 2:44–45.

GEE Reino de Dios o de

los cielos. 45 a GEE Elías. b GEE Transfiguración. 46 a Mal. 4:5–6;

JS—H 1:36–39. GEE Malaquías.

b DyC 110:13–15. GEE Elías el Profeta.

c GEE Segunda venida de Jesucristo.

47 a DyC 128:17. 48 a GEE Salvación de los

muertos. b GEE Templo, Casa del

Señor.

personalmente por motivo de la a rebelión y transgresión de ellos, para que estos también escucharan sus palabras por medio del minis­terio de sus siervos.

38 Entre los grandes y podero­sos que se hallaban reunidos en esta numerosa congregación de los justos, estaban nuestro padre a Adán, el Anciano de Días y pa­dre de todos,

39 y nuestra gloriosa madre a Eva, con muchas de sus fieles hijas que habían vivido en el curso de las edades y adorado al Dios verda­dero y viviente.

40 a Abel, el primer b mártir, es­taba allí, y su hermano c Set, uno de los poderosos, que era la d imagen misma de su padre Adán.

41 a Noé, que había amonestado en cuanto al diluvio; b Sem, el gran c sumo sacerdote; d Abraham, el padre de los fieles; e Isaac, f Jacob y g Moisés, el gran legislador de Israel;

42 e a Isaías, el cual declaró por profecía que el Redentor fue un­gido para sanar a los quebranta­dos de corazón, para proclamar

libertad a los b cautivos y la aper­tura de la c cárcel a los presos, tam­bién estaban allí.

43 Además, a Ezequiel, a quien se mostró en una visión el gran valle de b huesos secos, que iban a ser re­vestidos de carne, para levantarse otra vez como almas vivientes en la c resurrección de los muertos;

44 a Daniel, que previó y predijo el establecimiento del b reino de Dios en los postreros días, para nunca jamás ser derribado ni dado a otro pueblo;

45 a Elías, que estuvo con Moisés en el monte de la b Transfiguración;

46 y a Malaquías, el profeta que testificó acerca de la venida de b Elías el Profeta, de quien Mo­roni también habló al profeta José Smith, declarando que habría de venir antes que llegara el grande y terrible c día del Señor, también estaban allí.

47  El profeta Elías había de plantar en el a corazón de los hi­jos las promesas hechas a sus padres,

48 presagiando la gran a obra que se efectuaría en los b templos

DOCTRINA Y CONVENIOS 138:38–48337

Page 348: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

48 c GEE Dispensaciones. d GEE Familia — La

familia eterna; Sellamiento, sellar.

49 a Hel. 8:19–22. 50 a DyC 45:17. b GEE Espíritu. 51 a 1 Cor. 6:14;

Alma 40:19–21. b GEE Inmortal,

inmortalidad. c DyC 29:43.

GEE Vida eterna. 52 a Isa. 64:4;

1 Cor. 2:9; DyC 14:7.

53 a GEE Preordenación. b DyC 64:33. 54 a GEE Ordenanzas —

Ordenanza vicaria.

55 a Abr. 3:22–24. b GEE Preordenación. 56 a Job 38:4–7;

Alma 13:3–7. b Hech. 17:24–27. c Jacob 6:2–3.

GEE Viña del Señor. 57 a GEE Élder (anciano). b GEE Infierno.

del Señor en la c dispensación del cumplimiento de los tiempos para la redención de los muertos, y para d sellar los hijos a sus pa­dres, no fuera que toda la tierra fuese herida con una maldición y quedara enteramente asolada a su venida.

49 Todos estos y muchos más, aun los a profetas que vivieron entre los nefitas y testificaron acerca de la venida del Hijo de Dios, se hallaban entre la innu­merable asamblea esperando su liberación,

50 porque los muertos habían considerado como un a cautiverio la larga separación de sus b espíri­tus y sus cuerpos.

51 A estos el Señor instruyó, y les dio a poder para levantarse, después que él resucitara de los muertos, y entrar en el reino de su Padre, y ser coronados allí con b inmortalidad y c vida eterna,

52 y en adelante continuar sus labores como el Señor lo había prometido, y ser partícipes de todas las a bendiciones que esta­ban reservadas para aquellos que lo aman.

53 El profeta José Smith y mi padre Hyrum Smith, y Brigham Young, John Taylor, Wilford

Woodruff y otros espíritus selec­tos que fueron a reservados para nacer en el cumplimiento de los tiempos, a fin de participar en la colocación de los b cimientos de la gran obra de los últimos días,

54  incluso la construcción de templos y la efectuación en ellos de las ordenanzas para la re­dención de los a muertos, tam­bién estaban en el mundo de los espíritus.

55 Observé que también ellos se hallaban entre los a nobles y gran­des que fueron b escogidos en el principio para ser gobernantes en la Iglesia de Dios.

56 Aun antes de nacer, ellos, con muchos otros, recibieron sus pri­meras lecciones en el mundo de los espíritus, y fueron a preparados para venir en el debido b tiempo del Señor a obrar en su c viña en bien de la salvación de las almas de los hombres.

57 Vi que los fieles a élderes de esta dispensación, cuando salen de la vida terrenal, continúan sus obras en la predicación del evangelio de arrepentimiento y redención, mediante el sacrificio del Unigénito Hijo de Dios, entre aquellos que están en b tinieblas y bajo la servidumbre del pecado en

DOCTRINA Y CONVENIOS 138:49–57 338

Page 349: Doctrina y Convenios, Escrituras SUD en Español

58 a GEE Redención, redimido, redimir.

b GEE Ordenanzas.

59 a Alma 5:17–22. GEE Perdonar.

b GEE Obras.

60 a GEE Verdad.

el gran mundo de los espíritus de los muertos.

58 Los muertos que se arrepien­tan serán a redimidos, mediante su obediencia a las b ordenanzas de la casa de Dios,

59 y después que hayan padecido el castigo por sus transgresiones, y sean a lavados y purificados, re­cibirán una recompensa según sus

b obras, porque son herederos de salvación.

60 Tal fue la visión de la reden­ción de los muertos que me fue re­velada, y yo doy testimonio, y sé que este testimonio es a verdadero, mediante la bendición de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Así sea. Amén.

DECLARACIÓN OFICIAL 1En la Biblia y en el Libro de Mormón se enseña que la monogamia es la norma de Dios para el matrimonio a menos que Él lo declare de otra manera (véase 2 Samuel 12:7–8 y Jacob 2:27, 30). Siguiendo una revelación dada a José Smith, se instituyó la práctica del matrimonio plural entre miembros de la Iglesia a principios de la década de 1840 (véase la sección 132). Desde la década de 1860 hasta la de 1880, el gobierno de los Estados Unidos promulgó leyes que declararon ilegal la práctica religiosa del matrimonio plural. Con el tiempo, dichas le-yes fueron ratificadas por la Corte Suprema de los Estados Unidos. Después de haber recibido revelación, el presidente Wilford Woodruff emitió el siguiente Manifiesto, el cual fue aceptado por la Iglesia como autorizado y obligatorio el 6 de octubre de 1890. Esto condujo a la fi-nalización de la práctica del matrimonio plural en la Iglesia.

A quien corresponda:

Por cuanto se han despachado, con fines políticos, informes de prensa desde Salt Lake City, los cuales se han publicado extensamente, decla­rando que la Comisión de Utah, en su reciente informe al Secretario del Interior, alega que todavía se están solemnizando matrimonios plurales, y que cuarenta o más de estos matrimonios se han efectuado en Utah desde el mes de junio próximo pasado o durante el año anterior, y tam­bién que las autoridades de la Iglesia han enseñado, fomentado e ins­tado en discursos públicos que se continúe la práctica de la poligamia:

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Por consiguiente, yo, como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por medio de la presente declaro, de la manera más solemne, que dichas acusaciones son falsas. No estamos enseñando la poligamia o matrimonio plural, ni permitiendo a persona alguna su práctica, y niego que durante el plazo mencionado se hayan solemnizado cuarenta o cualquier otro número de matrimonios plurales en nuestros templos o en cualquier otro lugar del territorio.

Se ha tenido conocimiento de un caso, en el cual las personas dicen que el matrimonio se efectuó en la Casa de Investiduras, en Salt Lake City, en la primavera de 1889, pero no me ha sido posible averiguar quién ofició la ceremonia; lo que se hizo en este caso fue sin conoci­miento mío. Como consecuencia de este supuesto acontecimiento, la Casa de Investiduras fue derribada enseguida, según mis instrucciones.

Por cuanto el Congreso ha establecido leyes que prohíben el matri­monio plural, y las cuales la Corte Suprema ha sostenido como cons­titucionales, yo, por la presente, declaro mi intención de sujetarme a dichas leyes, y de ejercer mi influencia en los miembros de la Iglesia a quienes presido para que hagan lo mismo.

Ni en mis enseñanzas, ni en las de mis colaboradores, dadas a la Iglesia durante el plazo mencionado, hay cosa alguna que razonable­mente pueda interpretarse en el sentido de estar inculcando o alen­tando la poligamia; y cuando un élder de la Iglesia ha usado lenguaje que parecía comunicar tales enseñanzas, se le ha reprendido en el acto. Y ahora, yo públicamente declaro que mi amonestación a los Santos de los Últimos Días es que se refrenen de contraer cualquier matrimonio prohibido por la ley del país.

Wilford WoodruffPresidente de La Iglesia de Jesucristo

de los Santos de los Últimos Días.

El presidente Lorenzo Snow presentó lo siguiente:“Propongo que, reconociendo a Wilford Woodruff como Presidente

de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y el único hombre sobre la tierra que actualmente tiene las llaves de las ordenanzas para sellar, lo consideremos plenamente autorizado, en virtud de su po­sición, para expedir el Manifiesto que se ha leído en nuestra presencia, y el cual lleva la fecha del 24 de septiembre de 1890; y que como iglesia, reunida en Conferencia General, aceptemos su declaración en cuanto a los matrimonios plurales como autorizada y obligatoria”.

Salt Lake City, Utah, a 6 de octubre de 1890.

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SELECCIONES DE TRES DISCURSOS DEL PRESIDENTE WILFORD WOODRUFF

REFERENTES AL MANIFIESTOEl Señor jamás permitirá que os desvíe yo ni ningún otro hombre que funcione como Presidente de esta Iglesia. No es parte del programa. No existe en la mente de Dios. Si yo intentara tal cosa, el Señor me quitaría de mi lugar, y así lo hará con cualquier hombre que intente desviar a los hijos de los hombres de los oráculos de Dios y de su deber. (Conferencia General Semestral Número 61 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, lunes 6 de octubre de 1890, Salt Lake City, Utah. Publicado en Deseret Evening News, del 11 de octubre de 1890, pág. 2).

No importa quién viva ni quién muera, ni quién sea llamado para dirigir esta Iglesia, tienen que dirigirla por la inspiración de Dios Todopoderoso. Si no lo hacen de esa manera, no podrán hacerlo de ninguna otra forma. . .

He recibido algunas revelaciones recientemente, y de suma importancia para mí, y os diré lo que el Señor me ha dicho. Permítaseme dirigir vuestra atención a lo que se conoce como el Manifiesto. . .

El Señor me ha dicho que haga una pregunta a los Santos de los Últimos Días, y también me ha dicho que si escuchan lo que yo les diga y contestan, por medio del Es­píritu y el poder de Dios, a la pregunta que les haga, todos responderán de la misma manera, y todos creerán lo mismo en lo referente a este asunto.

La pregunta es esta: ¿Cuál es el rumbo más prudente que deben seguir los Santos de los Últimos Días: continuar intentando llevar a la práctica el matrimonio plural con las leyes de la nación en contra de ella y la oposición de sesenta millones de personas, y a costa de la confiscación y la pérdida de todos los templos, y la suspensión de todas las ordenanzas que en ellos se efectúan, tanto por los vivos como por los muertos, y el encarcelamiento de la Primera Presidencia, así como de los Doce y de los que están a la cabeza de su familia en la Iglesia, y la confiscación de la propiedad personal de la gente (todo lo cual de por sí daría fin a la práctica) o, después de padecer como hemos pade­cido por motivo de nuestra obediencia a este principio, cesar la práctica y someternos a la ley, y con ello lograr que permanezcan en su casa los Profetas, los Apóstoles y los padres de familia, para que puedan instruir a la gente y encargarse de los deberes de la Iglesia, y también dejar los templos en poder de los santos, para que estos puedan encargarse de las ordenanzas del evangelio tanto para los vivos como por los muertos?

El Señor me mostró, en visión y por revelación, exactamente lo que sucedería si no poníamos fin a esta práctica. Si no la hubiéramos terminado, de nada os hubiera ser­vido. . . ninguno de los hombres de este Templo de Logan, porque todas las ordenanzas se habrían suspendido en toda la tierra de Sion. Habría reinado la confusión por todo Israel, y muchos hombres hubieran sido encarcelados. Esta dificultad habría sobrevenido a toda la Iglesia y se nos habría obligado a dar fin a la práctica. Ahora bien, la pregunta es si debe suspenderse de este modo o según la manera que el Señor nos ha manifestado, y dejar a nuestros Profetas y Apóstoles y padres de familia como hombres libres, y los templos en poder de los miembros, a fin de que los muertos puedan ser redimidos. Un gran número de ellos ya han sido liberados de la prisión en el mundo de los espíritus por los de este pueblo; y, ¿se debe continuar o dar fin a la obra? Esta es la pregunta que hago a los Santos de los Últimos Días. Tenéis que juzgar por vosotros mismos. Quiero que contestéis a dicha pregunta por vosotros mismos. Yo no la contestaré; mas os digo que esa es precisamente la condición en que nosotros como pueblo nos hallaríamos si no hubiéramos tomado la decisión que tomamos.

. . .Vi exactamente lo que sucedería si no se hacía algo al respecto. Este espíritu ha estado sobre mí desde hace mucho tiempo. Mas quiero decir esto: Yo habría permitido

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que todos los templos se escaparan de nuestras manos; yo mismo habría dejado que me encarcelaran y habría permitido que encarcelaran a todos los demás hombres si el Dios del cielo no me hubiera mandado hacer lo que hice; y cuando llegó la hora en que se me mandó que hiciera eso, todo era muy claro para mí. Fui ante el Señor y anoté lo que Él me dijo que escribiera. . .

Dejo esto con vosotros para que lo meditéis y lo consideréis. El Señor está obrando con nosotros. (Conferencia de la Estaca Cache, Logan, Utah, domingo 1º de noviembre de 1891. Publicado en Deseret Weekly, del 14 de noviembre de 1891).

Ahora os diré lo que se me manifestó y lo que el Hijo de Dios efectuó en esto. . . Todas esas cosas habrían acontecido, como vive el Dios Omnipotente, si no se hubiera proclamado ese Manifiesto. Por tanto, el Hijo de Dios se sintió dispuesto a que ello se presentara a la Iglesia y al mundo para los propósitos que Él tenía designados. El Señor había decretado el establecimiento de Sion. Él había decretado la terminación de este templo. Él había decretado que la obra de la salvación de los vivos y de los muertos se efectuara en estos valles de las montañas. Y Dios Omnipotente decretó que el diablo no la impediría. Si lo podéis entender, eso es la clave de ello. (De un discurso pronun­ciado en la sexta sesión de la dedicación del Templo de Salt Lake City, en abril de 1893. Copia de los Servicios Dedicatorios de los Archivos del Departamento Histórico de la Iglesia, Salt Lake City, Utah).

DECLARACIÓN OFICIAL 2En el libro de Mormón se enseña que “todos son iguales ante Dios”, sean “negros o blancos, esclavos o libres, varones o mujeres” (2 Nefi 26:33). A lo largo de la historia de la Iglesia, se han bautizado perso-nas de toda raza y etnia en muchos países, quienes han vivido como miembros fieles de la Iglesia. Durante la vida de José Smith, algunos varones de raza negra miembros de la Iglesia fueron ordenados al sa-cerdocio. A principios de la historia de la Iglesia, sus líderes dejaron de conferir el sacerdocio a los varones de raza negra de ascendencia africana. Los registros de la Iglesia no ofrecen una idea clara en cuanto a los orígenes de esta práctica. Los líderes de la Iglesia creían que era necesaria una revelación de Dios para alterar dicha práctica y procu-raron guía por medio de la oración. La revelación llegó al Presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, y fue confirmada a otros líderes de la Iglesia en el Templo de Salt Lake, el 1º de junio de 1978. La revela-ción quita todas las restricciones relacionadas con la raza que alguna vez se aplicaron al sacerdocio.

A quien corresponda:

El 30 de septiembre de 1978, en la Conferencia General Semestral Número 148 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el presidente N. Eldon Tanner, Primer Consejero de la Primera Presidencia de la Iglesia, presentó lo siguiente:

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A principios de junio de este año, la Primera Presidencia anunció que el presidente Spencer W. Kimball recibió una revelación que ex­tiende las bendiciones del sacerdocio y del templo a todo varón que sea miembro digno de la Iglesia. El presidente Kimball me ha pedido que informe en la conferencia que después de recibir esta revelación, que vino a él tras extensa meditación y oración en las salas sagradas del santo templo, él la presentó a sus consejeros, quienes la aceptaron y aprobaron. Luego se presentó al Cuórum de los Doce Apóstoles, los cuales la aprobaron de modo unánime y, a continuación, fue presen­tada a todas las demás Autoridades Generales, que de igual manera la aprobaron unánimemente.

El presidente Kimball me ha pedido que en esta ocasión lea esta carta:

8 de junio de 1978A todos los oficiales generales y locales del sacerdocio de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de todo el mundo:

Estimados hermanos:Al observar la expansión de la obra del Señor sobre la tierra, hemos

sentido agradecimiento al ver que los habitantes de muchas naciones han respondido al mensaje del evangelio restaurado, y se han unido a la Iglesia en números cada vez mayores. Esto, a la vez, nos ha inspi­rado el deseo de extender a todo miembro digno de la Iglesia todos los privilegios y bendiciones que el evangelio proporciona.

Enterados de las promesas declaradas por los profetas y presidentes de la Iglesia que nos han precedido, de que en alguna ocasión, en el plan eterno de Dios, todos nuestros hermanos que sean dignos podrán recibir el sacerdocio, y al ver la fidelidad de aquellos a quienes se les ha retenido el sacerdocio, hemos suplicado larga y fervientemente a favor de estos, nuestros fieles hermanos, y hemos pasado muchas horas en el cuarto superior del Templo suplicando al Señor orientación divina.

Él ha escuchado nuestras oraciones y ha confirmado por revelación que ha llegado el día prometido por tan largo tiempo en el que todo varón que sea fiel y digno miembro de la Iglesia puede recibir el santo sacerdocio, con el poder de ejercer su autoridad divina, y disfrutar con sus seres queridos de toda bendición que de él procede, incluso las ben­diciones del templo. Por consiguiente, se puede conferir el sacerdocio a todos los varones que sean miembros dignos de la Iglesia sin tomar en consideración ni su raza ni su color. Se instruye a los directores del sacerdocio que se guíen por el sistema de entrevistar concienzudamente a todo candidato a quien se le vaya a conferir, ya sea el Sacerdocio Aa­rónico o el de Melquisedec, para asegurarse de que esté cumpliendo con las normas establecidas para determinar si es digno.

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Declaramos solemnemente que el Señor ahora ha dado a conocer su voluntad para la bendición de todos sus hijos, por toda la tierra, que presten atención a la voz de sus siervos autorizados y se preparen para recibir toda bendición del evangelio.Atentamente,

Spencer W. KimballN. Eldon TannerMarion G. Romney

La Primera Presidencia

Reconociendo a Spencer W. Kimball como el Profeta, Vidente y Re­velador, y Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se propone que nosotros, en calidad de asamblea cons­tituyente, aceptemos esta revelación como la palabra y la voluntad del Señor. Todos los que estén a favor se servirán indicarlo levantando la mano derecha. Cualquiera que se oponga lo manifestará de igual manera.

El voto a favor de la proposición anterior fue unánime.Salt Lake City, Utah, 30 de septiembre de 1978.

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