Diversidad y educación inclusiva: un desafío para los sistemas educativos actuales

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“La diversidad es una condición inherente del ser humano que se sustenta en el respeto a las diferen- cias individuales y las tiene en cuenta a la hora de aprender. Por tanto en el proceso educativo encon- traremos que los estudiantes pueden presentar diversidad de ideas, experiencias y actitudes previas”. Pilar Arnaiz Sánchez 2004: 2 PERO ¿QUÉ ES DIVERSIDAD? Las transformaciones sociales, económi- cas, culturales y tecnológicas crean un con- texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver- sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati- vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu- cación para todos. Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce- so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi- dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor- mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre- sente. “DIVERSIDAD Y EDUCACIÓN INCLUSIVA: UN DESAFÍO PARA LOS SISTEMAS EDUCATIVOS ACTUALES”

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Page 1: Diversidad y educación inclusiva: un desafío para los sistemas educativos actuales

Para concluir es importante resaltar que la inclusión no solo debe reflejarse en la escuela o en el aula, sino que se debe dar de manera simultánea en la sociedad, ya que en ella es donde emergen las practi-cas excluyentes derivadas de una dinámi-ca social permeada multifactorialmente por lo tanto enfrentamos la necesidad de una transformación ciudadana. Ante este panorama, estimado lector, es que el cambio debe comenzar desde uno mismo, es por ello que te invitamos a con-siderar y poner en práctica los valores personales como la empatía y la volun-tad, la voluntad por aprender del otro y para el otro., la voluntad de capacitarnos e informarnos para entender a la diversi-dad presente en nuestra comunidad y por ende en el aula.

Arnaiz, P. (2005) “Atención a la diversi- dad. Programación curricular”. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.

Echeita, G. (2007) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” (2da. Edición). Madrid, España: Editorial Naecea. Marchesi, A., Et al. (2001) Avances y desafíos de la educación inclusiva en Iberoamérica. Madrid: Editorial OEI S/E.

UNESCO (2003) "Superar la exclusión mediante planteamientos integrado-res en la educación" Francia: UNESCO.

Rosano, S. (2007) El camino de la inclusión educativa. Cuenca:

Silva, S. (2007) Atención a la diversidad: guía de actuación para docentes. España: Editorial Vigo - Gimeno, J. (S/F) Ante diversidad, ¿qué hacer en educación? Valencia: Editorial UDV .

Una vez identificadas las manifestaciones de la diversidad podemos reconocer los grupos vulnerables a la exclusión social (niños, ancianos, mujeres, no heterosexua-les, discapacitados, pobres, indígenas, entre otros) y aquellos que tienen barreras sociales y de aprendizaje, éstas últimas aparecen a través de la interacción entre los estudiantes y sus contextos.

Algunas de las barreras más comunes son las siguientes: * Socioeconómicas: • Falta de recursos para el aprendizaje • Pobreza que obliga al trabajo de menores que desertan de los centros escolares.• Ambientes comunitarios de riesgo. * Biológicas:• Ausencia o dificultad para el control de movimientos, eficiencias sensoriales o mentales.* Físicas: • Ausencias de vías de acceso adecuadas para personas con problemas de movilidad. • Bancas inapropiadas para alumnos con problemas motores, zurdos o hiperactivos.• Dificultad para el uso de servicios como los higiénicos, las fuentes de agua, los teléfonos, etc. * Curriculares: • Rígido, poco o nada flexible.• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos. • Poca o ninguna correlación de los contenidos. * Administrativas:• No coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos. * Metodológicas: • Material de enseñanza poco comprensible.• Fallo en motivar al alumno.* Actitudinales: • Actitud sobreprotectora de padres, docentes o compañeros. • Acoso o rechazo de compañeros.• Barreras mentales del alumno

“proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que se forma parte”

¿Cuándo educamos en la diversidad y cuando no?Educar para el pluralismo conlleva educar desde la igualdad, en el respeto del otro, por consecuente la educación inclusiva aparece con el fin de educar en y para la diversidad

• Nos damos cuenta que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. • Aceptamos que todos somos diferentes y dialogamos esas diferencias. • La regla de oro es que todos y cada uno de nuestros alumnos aprendan. • Tanto el maestro como el alumnado aprenden de las diferencias del otro y de la propia. • Reconocemos a la diversidad como una oportunidad de mejora

“La diversidad es una condición inherente del ser humano que se sustenta en el respeto a las diferen-cias individuales y las tiene en cuenta a la hora de aprender. Por tanto en el proceso educativo encon-traremos que los estudiantes pueden presentar diversidad de ideas, experiencias y actitudes previas”.Pilar Arnaiz Sánchez 2004: 2

PERO¿QUÉ ES DIVERSIDAD?Las transformaciones sociales, económi-

cas, culturales y tecnológicas crean un con-texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver-sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati-vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu-cación para todos.

Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce-so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi-dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor-mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre-sente.

“DIVERSIDAD Y EDUCACIÓN INCLUSIVA:UN DESAFÍO PARA LOS SISTEMAS

EDUCATIVOS ACTUALES”llevando a cabo la educación curricular, es decir, que se plantee la personaliza-ción del proceso de enseñanza aprendi-zaje basado en la democracia, tolerancia y la aceptación de las diferencias promo-viendo el desarrollo y la madurez perso-nal de todos los sujetos. Podemos decir que estamos educando en la diversidad cuando:

Cada persona es un miembro importante y valioso con responsabilidades y con un papel que desempeña para apoyar a los demás, lo que ayuda a fomentar la autoes-tima, el orgullo en los logros y un sentido de pertenencia y aprecio entre los miem-bros de la comunidad, con la finalidad de satisfacer sus necesidades educativas.

La transición hacia la educación integrado-ra no consiste sólo en un cambio técnico o de organización, sino que también es un movimiento con una orientación claramen-te filosófica. Dicho cambio o movimiento se logra mediante el impulso de una educa-

ción para todos basada en el fomento de valores, energías y una dinámica en que se base esta reestructuración política y social que contemple a la exclusión como un problema a tratar.

"La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendi-miento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social" (UNESCO, Ob. Cit.: 59).

En base a lo anterior es que uno de los principales desafíos que enfrenta la educa-ción inclusiva es el medio mismo al presen-tar altos índices de discriminación y baja tolerancia hacia la diversidad, situación que nos lleva al estudio y tratamiento de las diferencias como un mecanismo de apren-dizaje y democracia, con la fiel intención de atender las necesidades educativas espe-ciales, lo cual implica un enfoque diferente para identificar e intentar resolver las difi-cultades que aparecen en los centros.

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Para concluir es importante resaltar que la inclusión no solo debe reflejarse en la escuela o en el aula, sino que se debe dar de manera simultánea en la sociedad, ya que en ella es donde emergen las practi-cas excluyentes derivadas de una dinámi-ca social permeada multifactorialmente por lo tanto enfrentamos la necesidad de una transformación ciudadana. Ante este panorama, estimado lector, es que el cambio debe comenzar desde uno mismo, es por ello que te invitamos a con-siderar y poner en práctica los valores personales como la empatía y la volun-tad, la voluntad por aprender del otro y para el otro., la voluntad de capacitarnos e informarnos para entender a la diversi-dad presente en nuestra comunidad y por ende en el aula.

Arnaiz, P. (2005) “Atención a la diversi- dad. Programación curricular”. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.

Echeita, G. (2007) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” (2da. Edición). Madrid, España: Editorial Naecea. Marchesi, A., Et al. (2001) Avances y desafíos de la educación inclusiva en Iberoamérica. Madrid: Editorial OEI S/E.

UNESCO (2003) "Superar la exclusión mediante planteamientos integrado-res en la educación" Francia: UNESCO.

Rosano, S. (2007) El camino de la inclusión educativa. Cuenca:

Silva, S. (2007) Atención a la diversidad: guía de actuación para docentes. España: Editorial Vigo - Gimeno, J. (S/F) Ante diversidad, ¿qué hacer en educación? Valencia: Editorial UDV .

Como señal Echeita 2002“comprender la dependencia de cualquier alumno en situación de desventaja en cuanto a factores sociales influye de manera inevitable en su vida y con los que interactúan desde sus condiciones personales”, hace vislumbrar en varios términos un bosquejo de la conno-tación de un aula inclusiva.

Una vez identificadas las manifestaciones de la diversidad podemos reconocer los grupos vulnerables a la exclusión social (niños, ancianos, mujeres, no heterosexua-les, discapacitados, pobres, indígenas, entre otros) y aquellos que tienen barreras sociales y de aprendizaje, éstas últimas aparecen a través de la interacción entre los estudiantes y sus contextos.

Algunas de las barreras más comunes son las siguientes: * Socioeconómicas: • Falta de recursos para el aprendizaje • Pobreza que obliga al trabajo de menores que desertan de los centros escolares.• Ambientes comunitarios de riesgo. * Biológicas:• Ausencia o dificultad para el control de movimientos, eficiencias sensoriales o mentales.* Físicas: • Ausencias de vías de acceso adecuadas para personas con problemas de movilidad. • Bancas inapropiadas para alumnos con problemas motores, zurdos o hiperactivos.• Dificultad para el uso de servicios como los higiénicos, las fuentes de agua, los teléfonos, etc. * Curriculares: • Rígido, poco o nada flexible.• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos. • Poca o ninguna correlación de los contenidos. * Administrativas:• No coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos. * Metodológicas: • Material de enseñanza poco comprensible.• Fallo en motivar al alumno.* Actitudinales: • Actitud sobreprotectora de padres, docentes o compañeros. • Acoso o rechazo de compañeros.• Barreras mentales del alumno

“proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que se forma parte”

¿Cuándo educamos en la diversidad y cuando no?Educar para el pluralismo conlleva educar desde la igualdad, en el respeto del otro, por consecuente la educación inclusiva aparece con el fin de educar en y para la diversidad

• Nos damos cuenta que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. • Aceptamos que todos somos diferentes y dialogamos esas diferencias. • La regla de oro es que todos y cada uno de nuestros alumnos aprendan. • Tanto el maestro como el alumnado aprenden de las diferencias del otro y de la propia. • Reconocemos a la diversidad como una oportunidad de mejora

Las transformaciones sociales, económi-cas, culturales y tecnológicas crean un con-texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver-sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati-vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu-cación para todos.

Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce-so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi-dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor-mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre-sente.

llevando a cabo la educación curricular, es decir, que se plantee la personaliza-ción del proceso de enseñanza aprendi-zaje basado en la democracia, tolerancia y la aceptación de las diferencias promo-viendo el desarrollo y la madurez perso-nal de todos los sujetos. Podemos decir que estamos educando en la diversidad cuando:

Cada persona es un miembro importante y valioso con responsabilidades y con un papel que desempeña para apoyar a los demás, lo que ayuda a fomentar la autoes-tima, el orgullo en los logros y un sentido de pertenencia y aprecio entre los miem-bros de la comunidad, con la finalidad de satisfacer sus necesidades educativas.

La transición hacia la educación integrado-ra no consiste sólo en un cambio técnico o de organización, sino que también es un movimiento con una orientación claramen-te filosófica. Dicho cambio o movimiento se logra mediante el impulso de una educa-

ción para todos basada en el fomento de valores, energías y una dinámica en que se base esta reestructuración política y social que contemple a la exclusión como un problema a tratar.

"La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendi-miento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social" (UNESCO, Ob. Cit.: 59).

En base a lo anterior es que uno de los principales desafíos que enfrenta la educa-ción inclusiva es el medio mismo al presen-tar altos índices de discriminación y baja tolerancia hacia la diversidad, situación que nos lleva al estudio y tratamiento de las diferencias como un mecanismo de apren-dizaje y democracia, con la fiel intención de atender las necesidades educativas espe-ciales, lo cual implica un enfoque diferente para identificar e intentar resolver las difi-cultades que aparecen en los centros.

Page 3: Diversidad y educación inclusiva: un desafío para los sistemas educativos actuales

Para concluir es importante resaltar que la inclusión no solo debe reflejarse en la escuela o en el aula, sino que se debe dar de manera simultánea en la sociedad, ya que en ella es donde emergen las practi-cas excluyentes derivadas de una dinámi-ca social permeada multifactorialmente por lo tanto enfrentamos la necesidad de una transformación ciudadana. Ante este panorama, estimado lector, es que el cambio debe comenzar desde uno mismo, es por ello que te invitamos a con-siderar y poner en práctica los valores personales como la empatía y la volun-tad, la voluntad por aprender del otro y para el otro., la voluntad de capacitarnos e informarnos para entender a la diversi-dad presente en nuestra comunidad y por ende en el aula.

Arnaiz, P. (2005) “Atención a la diversi- dad. Programación curricular”. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.

Echeita, G. (2007) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” (2da. Edición). Madrid, España: Editorial Naecea. Marchesi, A., Et al. (2001) Avances y desafíos de la educación inclusiva en Iberoamérica. Madrid: Editorial OEI S/E.

UNESCO (2003) "Superar la exclusión mediante planteamientos integrado-res en la educación" Francia: UNESCO.

Rosano, S. (2007) El camino de la inclusión educativa. Cuenca:

Silva, S. (2007) Atención a la diversidad: guía de actuación para docentes. España: Editorial Vigo - Gimeno, J. (S/F) Ante diversidad, ¿qué hacer en educación? Valencia: Editorial UDV .

Una vez identificadas las manifestaciones de la diversidad podemos reconocer los grupos vulnerables a la exclusión social (niños, ancianos, mujeres, no heterosexua-les, discapacitados, pobres, indígenas, entre otros) y aquellos que tienen barreras sociales y de aprendizaje, éstas últimas aparecen a través de la interacción entre los estudiantes y sus contextos.

Algunas de las barreras más comunes son las siguientes: * Socioeconómicas: • Falta de recursos para el aprendizaje • Pobreza que obliga al trabajo de menores que desertan de los centros escolares.• Ambientes comunitarios de riesgo. * Biológicas:• Ausencia o dificultad para el control de movimientos, eficiencias sensoriales o mentales.* Físicas: • Ausencias de vías de acceso adecuadas para personas con problemas de movilidad. • Bancas inapropiadas para alumnos con problemas motores, zurdos o hiperactivos.• Dificultad para el uso de servicios como los higiénicos, las fuentes de agua, los teléfonos, etc. * Curriculares: • Rígido, poco o nada flexible.• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos. • Poca o ninguna correlación de los contenidos. * Administrativas:• No coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos. * Metodológicas: • Material de enseñanza poco comprensible.• Fallo en motivar al alumno.* Actitudinales: • Actitud sobreprotectora de padres, docentes o compañeros. • Acoso o rechazo de compañeros.• Barreras mentales del alumno

“proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que se forma parte”

¿Cuándo educamos en la diversidad y cuando no?Educar para el pluralismo conlleva educar desde la igualdad, en el respeto del otro, por consecuente la educación inclusiva aparece con el fin de educar en y para la diversidad

• Nos damos cuenta que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. • Aceptamos que todos somos diferentes y dialogamos esas diferencias. • La regla de oro es que todos y cada uno de nuestros alumnos aprendan. • Tanto el maestro como el alumnado aprenden de las diferencias del otro y de la propia. • Reconocemos a la diversidad como una oportunidad de mejora

Las transformaciones sociales, económi-cas, culturales y tecnológicas crean un con-texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver-sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati-vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu-cación para todos.

Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce-so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi-dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor-mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre-sente.

Debido a que la diversidad está presente en todo es necesario conocer sus diferentes manifestaciones tales como:

a) Diversidad cultural: Se debe en gran medida a los movimientos migratorios que provocan una integración cultural. b) Diversidad lingüística: Cantidad de lenguas existentes en un área geográfica.c) Diversidad social: Se deriva de las interrelaciones que pueden establecerse entre clase social- familia-educación-individuo. d) Diversidad en educación: Descansa sobre dos elementos básicos, esto es, la “multiplicidad de inteligencias” y la “mul tiplicidad de aprendizajes”.e) Diversidad de sexos: Es un elemento de desigualdad y de discriminación en muchos contextos y situaciones. f) Diversidad cognitiva: Guarda relación con la variabilidad de los alumnos de los alumnos en cuanto a la diversidad de procesos, estrategias, estilos de aprendizaje, y de conocimientos básicos.g) Diversidad sexual: Diferentes tipos de orientación o identidad sexual.h) Diversidad genética: Numero de características genéticas dentro de cada especie.i) Diversidad biológica: Referida a la inmensa variedad de seres vivos que viven en la tierra.

llevando a cabo la educación curricular, es decir, que se plantee la personaliza-ción del proceso de enseñanza aprendi-zaje basado en la democracia, tolerancia y la aceptación de las diferencias promo-viendo el desarrollo y la madurez perso-nal de todos los sujetos. Podemos decir que estamos educando en la diversidad cuando:

Cada persona es un miembro importante y valioso con responsabilidades y con un papel que desempeña para apoyar a los demás, lo que ayuda a fomentar la autoes-tima, el orgullo en los logros y un sentido de pertenencia y aprecio entre los miem-bros de la comunidad, con la finalidad de satisfacer sus necesidades educativas.

La transición hacia la educación integrado-ra no consiste sólo en un cambio técnico o de organización, sino que también es un movimiento con una orientación claramen-te filosófica. Dicho cambio o movimiento se logra mediante el impulso de una educa-

ción para todos basada en el fomento de valores, energías y una dinámica en que se base esta reestructuración política y social que contemple a la exclusión como un problema a tratar.

"La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendi-miento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social" (UNESCO, Ob. Cit.: 59).

En base a lo anterior es que uno de los principales desafíos que enfrenta la educa-ción inclusiva es el medio mismo al presen-tar altos índices de discriminación y baja tolerancia hacia la diversidad, situación que nos lleva al estudio y tratamiento de las diferencias como un mecanismo de apren-dizaje y democracia, con la fiel intención de atender las necesidades educativas espe-ciales, lo cual implica un enfoque diferente para identificar e intentar resolver las difi-cultades que aparecen en los centros.

Page 4: Diversidad y educación inclusiva: un desafío para los sistemas educativos actuales

Para concluir es importante resaltar que la inclusión no solo debe reflejarse en la escuela o en el aula, sino que se debe dar de manera simultánea en la sociedad, ya que en ella es donde emergen las practi-cas excluyentes derivadas de una dinámi-ca social permeada multifactorialmente por lo tanto enfrentamos la necesidad de una transformación ciudadana. Ante este panorama, estimado lector, es que el cambio debe comenzar desde uno mismo, es por ello que te invitamos a con-siderar y poner en práctica los valores personales como la empatía y la volun-tad, la voluntad por aprender del otro y para el otro., la voluntad de capacitarnos e informarnos para entender a la diversi-dad presente en nuestra comunidad y por ende en el aula.

Arnaiz, P. (2005) “Atención a la diversi- dad. Programación curricular”. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.

Echeita, G. (2007) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” (2da. Edición). Madrid, España: Editorial Naecea. Marchesi, A., Et al. (2001) Avances y desafíos de la educación inclusiva en Iberoamérica. Madrid: Editorial OEI S/E.

UNESCO (2003) "Superar la exclusión mediante planteamientos integrado-res en la educación" Francia: UNESCO.

Rosano, S. (2007) El camino de la inclusión educativa. Cuenca:

Silva, S. (2007) Atención a la diversidad: guía de actuación para docentes. España: Editorial Vigo - Gimeno, J. (S/F) Ante diversidad, ¿qué hacer en educación? Valencia: Editorial UDV .

Una vez identificadas las manifestaciones de la diversidad podemos reconocer los grupos vulnerables a la exclusión social (niños, ancianos, mujeres, no heterosexua-les, discapacitados, pobres, indígenas, entre otros) y aquellos que tienen barreras sociales y de aprendizaje, éstas últimas aparecen a través de la interacción entre los estudiantes y sus contextos.

Algunas de las barreras más comunes son las siguientes: * Socioeconómicas: • Falta de recursos para el aprendizaje • Pobreza que obliga al trabajo de menores que desertan de los centros escolares.• Ambientes comunitarios de riesgo. * Biológicas:• Ausencia o dificultad para el control de movimientos, eficiencias sensoriales o mentales.* Físicas: • Ausencias de vías de acceso adecuadas para personas con problemas de movilidad. • Bancas inapropiadas para alumnos con problemas motores, zurdos o hiperactivos.• Dificultad para el uso de servicios como los higiénicos, las fuentes de agua, los teléfonos, etc. * Curriculares: • Rígido, poco o nada flexible.• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos. • Poca o ninguna correlación de los contenidos. * Administrativas:• No coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos. * Metodológicas: • Material de enseñanza poco comprensible.• Fallo en motivar al alumno.* Actitudinales: • Actitud sobreprotectora de padres, docentes o compañeros. • Acoso o rechazo de compañeros.• Barreras mentales del alumno

“proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que se forma parte”

¿Cuándo educamos en la diversidad y cuando no?Educar para el pluralismo conlleva educar desde la igualdad, en el respeto del otro, por consecuente la educación inclusiva aparece con el fin de educar en y para la diversidad

• Nos damos cuenta que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. • Aceptamos que todos somos diferentes y dialogamos esas diferencias. • La regla de oro es que todos y cada uno de nuestros alumnos aprendan. • Tanto el maestro como el alumnado aprenden de las diferencias del otro y de la propia. • Reconocemos a la diversidad como una oportunidad de mejora

Las transformaciones sociales, económi-cas, culturales y tecnológicas crean un con-texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver-sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati-vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu-cación para todos.

Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce-so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi-dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor-mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre-sente.

llevando a cabo la educación curricular, es decir, que se plantee la personaliza-ción del proceso de enseñanza aprendi-zaje basado en la democracia, tolerancia y la aceptación de las diferencias promo-viendo el desarrollo y la madurez perso-nal de todos los sujetos. Podemos decir que estamos educando en la diversidad cuando:

Cada persona es un miembro importante y valioso con responsabilidades y con un papel que desempeña para apoyar a los demás, lo que ayuda a fomentar la autoes-tima, el orgullo en los logros y un sentido de pertenencia y aprecio entre los miem-bros de la comunidad, con la finalidad de satisfacer sus necesidades educativas.

La transición hacia la educación integrado-ra no consiste sólo en un cambio técnico o de organización, sino que también es un movimiento con una orientación claramen-te filosófica. Dicho cambio o movimiento se logra mediante el impulso de una educa-

ción para todos basada en el fomento de valores, energías y una dinámica en que se base esta reestructuración política y social que contemple a la exclusión como un problema a tratar.

"La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendi-miento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social" (UNESCO, Ob. Cit.: 59).

En base a lo anterior es que uno de los principales desafíos que enfrenta la educa-ción inclusiva es el medio mismo al presen-tar altos índices de discriminación y baja tolerancia hacia la diversidad, situación que nos lleva al estudio y tratamiento de las diferencias como un mecanismo de apren-dizaje y democracia, con la fiel intención de atender las necesidades educativas espe-ciales, lo cual implica un enfoque diferente para identificar e intentar resolver las difi-cultades que aparecen en los centros.

Page 5: Diversidad y educación inclusiva: un desafío para los sistemas educativos actuales

Para concluir es importante resaltar que la inclusión no solo debe reflejarse en la escuela o en el aula, sino que se debe dar de manera simultánea en la sociedad, ya que en ella es donde emergen las practi-cas excluyentes derivadas de una dinámi-ca social permeada multifactorialmente por lo tanto enfrentamos la necesidad de una transformación ciudadana. Ante este panorama, estimado lector, es que el cambio debe comenzar desde uno mismo, es por ello que te invitamos a con-siderar y poner en práctica los valores personales como la empatía y la volun-tad, la voluntad por aprender del otro y para el otro., la voluntad de capacitarnos e informarnos para entender a la diversi-dad presente en nuestra comunidad y por ende en el aula.

Arnaiz, P. (2005) “Atención a la diversi- dad. Programación curricular”. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.

Echeita, G. (2007) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” (2da. Edición). Madrid, España: Editorial Naecea. Marchesi, A., Et al. (2001) Avances y desafíos de la educación inclusiva en Iberoamérica. Madrid: Editorial OEI S/E.

UNESCO (2003) "Superar la exclusión mediante planteamientos integrado-res en la educación" Francia: UNESCO.

Rosano, S. (2007) El camino de la inclusión educativa. Cuenca:

Silva, S. (2007) Atención a la diversidad: guía de actuación para docentes. España: Editorial Vigo - Gimeno, J. (S/F) Ante diversidad, ¿qué hacer en educación? Valencia: Editorial UDV .

Una vez identificadas las manifestaciones de la diversidad podemos reconocer los grupos vulnerables a la exclusión social (niños, ancianos, mujeres, no heterosexua-les, discapacitados, pobres, indígenas, entre otros) y aquellos que tienen barreras sociales y de aprendizaje, éstas últimas aparecen a través de la interacción entre los estudiantes y sus contextos.

Algunas de las barreras más comunes son las siguientes: * Socioeconómicas: • Falta de recursos para el aprendizaje • Pobreza que obliga al trabajo de menores que desertan de los centros escolares.• Ambientes comunitarios de riesgo. * Biológicas:• Ausencia o dificultad para el control de movimientos, eficiencias sensoriales o mentales.* Físicas: • Ausencias de vías de acceso adecuadas para personas con problemas de movilidad. • Bancas inapropiadas para alumnos con problemas motores, zurdos o hiperactivos.• Dificultad para el uso de servicios como los higiénicos, las fuentes de agua, los teléfonos, etc. * Curriculares: • Rígido, poco o nada flexible.• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos. • Poca o ninguna correlación de los contenidos. * Administrativas:• No coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos. * Metodológicas: • Material de enseñanza poco comprensible.• Fallo en motivar al alumno.* Actitudinales: • Actitud sobreprotectora de padres, docentes o compañeros. • Acoso o rechazo de compañeros.• Barreras mentales del alumno

“proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que se forma parte”

¿Cuándo educamos en la diversidad y cuando no?Educar para el pluralismo conlleva educar desde la igualdad, en el respeto del otro, por consecuente la educación inclusiva aparece con el fin de educar en y para la diversidad

• Nos damos cuenta que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. • Aceptamos que todos somos diferentes y dialogamos esas diferencias. • La regla de oro es que todos y cada uno de nuestros alumnos aprendan. • Tanto el maestro como el alumnado aprenden de las diferencias del otro y de la propia. • Reconocemos a la diversidad como una oportunidad de mejora

Las transformaciones sociales, económi-cas, culturales y tecnológicas crean un con-texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver-sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati-vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu-cación para todos.

Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce-so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi-dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor-mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre-sente.

llevando a cabo la educación curricular, es decir, que se plantee la personaliza-ción del proceso de enseñanza aprendi-zaje basado en la democracia, tolerancia y la aceptación de las diferencias promo-viendo el desarrollo y la madurez perso-nal de todos los sujetos. Podemos decir que estamos educando en la diversidad cuando:

Cada persona es un miembro importante y valioso con responsabilidades y con un papel que desempeña para apoyar a los demás, lo que ayuda a fomentar la autoes-tima, el orgullo en los logros y un sentido de pertenencia y aprecio entre los miem-bros de la comunidad, con la finalidad de satisfacer sus necesidades educativas.

La transición hacia la educación integrado-ra no consiste sólo en un cambio técnico o de organización, sino que también es un movimiento con una orientación claramen-te filosófica. Dicho cambio o movimiento se logra mediante el impulso de una educa-

ción para todos basada en el fomento de valores, energías y una dinámica en que se base esta reestructuración política y social que contemple a la exclusión como un problema a tratar.

"La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendi-miento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social" (UNESCO, Ob. Cit.: 59).

En base a lo anterior es que uno de los principales desafíos que enfrenta la educa-ción inclusiva es el medio mismo al presen-tar altos índices de discriminación y baja tolerancia hacia la diversidad, situación que nos lleva al estudio y tratamiento de las diferencias como un mecanismo de apren-dizaje y democracia, con la fiel intención de atender las necesidades educativas espe-ciales, lo cual implica un enfoque diferente para identificar e intentar resolver las difi-cultades que aparecen en los centros.

Page 6: Diversidad y educación inclusiva: un desafío para los sistemas educativos actuales

Para concluir es importante resaltar que la inclusión no solo debe reflejarse en la escuela o en el aula, sino que se debe dar de manera simultánea en la sociedad, ya que en ella es donde emergen las practi-cas excluyentes derivadas de una dinámi-ca social permeada multifactorialmente por lo tanto enfrentamos la necesidad de una transformación ciudadana. Ante este panorama, estimado lector, es que el cambio debe comenzar desde uno mismo, es por ello que te invitamos a con-siderar y poner en práctica los valores personales como la empatía y la volun-tad, la voluntad por aprender del otro y para el otro., la voluntad de capacitarnos e informarnos para entender a la diversi-dad presente en nuestra comunidad y por ende en el aula.

Arnaiz, P. (2005) “Atención a la diversi- dad. Programación curricular”. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.

Echeita, G. (2007) Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” (2da. Edición). Madrid, España: Editorial Naecea. Marchesi, A., Et al. (2001) Avances y desafíos de la educación inclusiva en Iberoamérica. Madrid: Editorial OEI S/E.

UNESCO (2003) "Superar la exclusión mediante planteamientos integrado-res en la educación" Francia: UNESCO.

Rosano, S. (2007) El camino de la inclusión educativa. Cuenca:

Silva, S. (2007) Atención a la diversidad: guía de actuación para docentes. España: Editorial Vigo - Gimeno, J. (S/F) Ante diversidad, ¿qué hacer en educación? Valencia: Editorial UDV .

Integrantes:Laura Guadalupe Bernal PadillaTania Jhoaly Velázquez Izguerra

Saray Yáñez Sánchez

Una vez identificadas las manifestaciones de la diversidad podemos reconocer los grupos vulnerables a la exclusión social (niños, ancianos, mujeres, no heterosexua-les, discapacitados, pobres, indígenas, entre otros) y aquellos que tienen barreras sociales y de aprendizaje, éstas últimas aparecen a través de la interacción entre los estudiantes y sus contextos.

Algunas de las barreras más comunes son las siguientes: * Socioeconómicas: • Falta de recursos para el aprendizaje • Pobreza que obliga al trabajo de menores que desertan de los centros escolares.• Ambientes comunitarios de riesgo. * Biológicas:• Ausencia o dificultad para el control de movimientos, eficiencias sensoriales o mentales.* Físicas: • Ausencias de vías de acceso adecuadas para personas con problemas de movilidad. • Bancas inapropiadas para alumnos con problemas motores, zurdos o hiperactivos.• Dificultad para el uso de servicios como los higiénicos, las fuentes de agua, los teléfonos, etc. * Curriculares: • Rígido, poco o nada flexible.• Contenido curricular poco relacionado con las experiencias previas y la vida diaria de los alumnos. • Poca o ninguna correlación de los contenidos. * Administrativas:• No coordinación con las entidades comunitarias para la búsqueda y utilización de recursos. * Metodológicas: • Material de enseñanza poco comprensible.• Fallo en motivar al alumno.* Actitudinales: • Actitud sobreprotectora de padres, docentes o compañeros. • Acoso o rechazo de compañeros.• Barreras mentales del alumno

“proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que se forma parte”

¿Cuándo educamos en la diversidad y cuando no?Educar para el pluralismo conlleva educar desde la igualdad, en el respeto del otro, por consecuente la educación inclusiva aparece con el fin de educar en y para la diversidad

• Nos damos cuenta que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. • Aceptamos que todos somos diferentes y dialogamos esas diferencias. • La regla de oro es que todos y cada uno de nuestros alumnos aprendan. • Tanto el maestro como el alumnado aprenden de las diferencias del otro y de la propia. • Reconocemos a la diversidad como una oportunidad de mejora

Las transformaciones sociales, económi-cas, culturales y tecnológicas crean un con-texto en el que la educación afronta nuevos retos; uno de ellos es la atención a la diver-sidad que conlleva para el docente una mayor preparación pedagógica y el análisis de la realidad que circunda al acto educati-vo. Sin embargo, el docente no es el único actor que interviene en el mismo, siendo así los sistemas educativos los que tienen la importante responsabilidad de diseñar currículos incluyentes que disminuyan las barreras sociales y constituir así una Edu-cación para todos.

Para lograrlo se propone la elaboración de reformas integradoras que sean un proce-so de adición y no de transformación dentro de las escuelas con el propósito de brindar las mismas oportunidades y aceptación a los grupos vulnerables, por lo que se consi-dera a instituciones educativas como el lugar más propicio para efectuar el cambio. El primer paso para elaborar dichas refor-mas es conocer el trasfondo de lo que implica la inclusión educativa, para lo que es necesario reconocer la diversidad pre-sente.

llevando a cabo la educación curricular, es decir, que se plantee la personaliza-ción del proceso de enseñanza aprendi-zaje basado en la democracia, tolerancia y la aceptación de las diferencias promo-viendo el desarrollo y la madurez perso-nal de todos los sujetos. Podemos decir que estamos educando en la diversidad cuando:

Cada persona es un miembro importante y valioso con responsabilidades y con un papel que desempeña para apoyar a los demás, lo que ayuda a fomentar la autoes-tima, el orgullo en los logros y un sentido de pertenencia y aprecio entre los miem-bros de la comunidad, con la finalidad de satisfacer sus necesidades educativas.

La transición hacia la educación integrado-ra no consiste sólo en un cambio técnico o de organización, sino que también es un movimiento con una orientación claramen-te filosófica. Dicho cambio o movimiento se logra mediante el impulso de una educa-

ción para todos basada en el fomento de valores, energías y una dinámica en que se base esta reestructuración política y social que contemple a la exclusión como un problema a tratar.

"La educación puede ser un factor de cohesión social si procura transformar la diversidad en un factor positivo de entendi-miento mutuo entre los individuos y los grupos humanos y al mismo tiempo evita ser (ella misma) un factor de exclusión social" (UNESCO, Ob. Cit.: 59).

En base a lo anterior es que uno de los principales desafíos que enfrenta la educa-ción inclusiva es el medio mismo al presen-tar altos índices de discriminación y baja tolerancia hacia la diversidad, situación que nos lleva al estudio y tratamiento de las diferencias como un mecanismo de apren-dizaje y democracia, con la fiel intención de atender las necesidades educativas espe-ciales, lo cual implica un enfoque diferente para identificar e intentar resolver las difi-cultades que aparecen en los centros.