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“DISEÑO DE UN PROGRAMA PARA LA SENSIBILIZACIÓN EN LA CULTURA

DEL AGUA DE LOS PRODUCTORES AGRÍCOLAS DE LA REGIÓN SUR DE

GUANAJUATO”

Instituciones participantes:

Consejo Estatal Hidráulico A.C. Salvatierra-La Cuevita. (CEH)

Universidad de Guanajuato (UG)

- Departamento de Ingeniería Agroindustrial

- Escuela de Nivel Medio Superior de Salvatierra

Autores:

- M en GIC Julieta Aideé Díaz Rosillo (CEH)

- M.D.D. Rocío Rubio Rivera (ENMS de Salvatierra-UG)

- Dr. Antonio Pérez Nieto (Dpto. de Ing. Agroindustrial-UG)

- Saraí Rodríguez Ruíz

- Mónica Monserrat Vega García

- José Manuel Arce Jiménez

- Lorena Vargas Rodríguez

Resumen.

Guanajuato se ubica entre las entidades que extraen abundante agua del subsuelo, ya que se

tiene un registro oficial de 16 000 pozos (Contreras, 2015), lo que equivale a una cuarta parte

del total de los pozos del país. En la región sur del estado, los agricultores disponen una

cantidad de agua rodada proveniente de las presas, sobre todo de la presa Solís ubicada en el

municipio de Acámbaro, Gto. Así como de agua subterránea mediante pozos.

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La tecnología para el manejo del pozo es mediante el uso de compuertas, tubería e

hidrantes principalmente (Díaz-R. y Mazabel-D. 2011), es poca la cantidad de sistemas de

riego tecnificados como aspersión y goteo. La mala gestión del agua se debe a la extracción

del agua de buena calidad y al retorno al sistema hidrográfico de agua de calidad inaceptable

ya que los retornos de riego a menudo están contaminados por sales, pesticidas y herbicidas.

Díaz-R. y Mazabel-D., destacan la importancia de las organizaciones de productores

agrícolas integrados en torno a la gestión del agua. El agua debe de verse más allá de un bien

para el desarrollo de la agricultura. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la

Agricultura y la Alimentación 2008) se plantea la necesidad de producir más, por cada m3

de agua que se emplea en los cultivos. Por ello en éste trabajo se analizan las condiciones de

la gestión, disposición y uso del agua para riego en la zona sur del estado de Guanajuato, con

el fin de identificar áreas de oportunidad para su atención. Se considera que la ingeniería

agroindustrial puede contribuir, en su parte, a la solución del problema del uso del agua

agrícola, sobre todo desde una perspectiva multidisciplinaria y sustentable.

I. Introducción

El tema del agua puede analizarse desde muy diferentes ángulos o puntos de vista. El agua

es el principal componente que existe en la tierra. Éste compuesto químico natural puede

presentarse en cualquiera de los tres estados de agregación de la materia: solido (hielo),

liquido (agua líquida) y gaseoso (vapor).

El agua líquida disponible en la superficie de la tierra se encuentra de dos maneras:

(1) en el agua de los mares, es decir disuelta en sales minerales y otros componentes, conocida

como agua salada; y (2) agua dulce, que es el agua que se encuentra en las lagunas, presas,

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ríos y, sobre todo en el subsuelo. Es esta segunda categoría del agua la que es objeto del

presente estudio.

La agroindustria es una actividad económica secundaria de la economía, cuya función

es transformar o convertir los productos agrícolas, pecuarios y forestales en satisfactores a la

sociedad (bienes de consumo), acondicionar las materias primas, el transporte o la

distribución. Los bienes de consumo que la agroindustria genera se pueden subdividir en dos

grandes categorías: alimentos y no alimentarios. En ambos casos, el agua es indispensable

para llevar acabo tales procesos.

Si bien el ámbito de la agroindustria no está directamente relacionado con la

producción agrícola, si tiene injerencia, ya que constituye su materia prima, la cual se debe

encontrar en óptimas condiciones para su procesamiento. La producción agrícola demanda

de los siguientes insumos para lograr su cometido: semillas, fertilizantes, insecticidas y

pesticidas, suelo y sobre todo agua. Esta provisión de agua puede obtenerse de dos fuentes

principales: agua rodada o superficial (proveniente de ríos y lagos) y agua subterránea (la

que se extrae del subsuelo).

Con el incremento de la población el agua dulce adquiere cada día una mayor

relevancia, pues su disposición es más difícil de obtener. Debido a que el 7.5% es agua salada

contenida en los mares y los océanos y sólo 2.5% es la llamada agua dulce (que tiene pocas

sales disueltas). Esta última, en su mayoría, se encuentra en glaciares y capas de hielo,

principalmente en Groenlandia y la Antártica. También una porción importante se encuentra

atrapada en depósitos subterráneos profundos de difícil acceso y sólo 0.3% de esta agua dulce

se localiza en lugares que podríamos llamar accesibles -como los lagos y ríos- para ser

utilizada por los seres vivos de las zonas continentales, incluyendo al hombre. Como se puede

ver, realmente no tenemos tanta agua “útil” como se piensa.

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Se reconocen diferentes usos que tiene el agua dulce en la sociedad: uso público

urbano, uso industrial, uso comercial y uso agrícola. La mayoría de los estudios sobre el uso

del agua están enfocados a satisfacer las necesidades de abastecimiento de la población, ya

que, como se ha indicado la adecuada disposición del agua para la población puede ocasionar

diversos conflictos.

El uso público urbano es el uso que permite que las personas dispongan de agua para

satisfacer sus necesidades básicas elementales, como para beber, la higiene personal, la

hidratación de sus plantas y mascotas, el aseo de su ropa y pisos.

El uso industrial es el que se usa para llevar a cabo sus operaciones en los procesos

productivos, los cuales pueden ser de muy diversa índole, en el caso de Guanajuato los

principales son refinación de petróleo, productos plásticos, agroindustria, textil, curtido y

acabado de pieles, metal-mecánica y automotriz.

El uso servicios, es aquella de demandan principalmente negocios para llevar a cabo

sus funciones, tales como hoteles, hospitales, escuelas, balnearios, entre otras.

Por su parte el uso agrícola, es el más importante en cuanto a la cantidad de agua

demandada, por lo que el presente trabajo se aboca a analizar las condiciones de disposición

y uso del agua empleada en este sector.

Desde la constitución mexicana de 1917 se consagra el inalienable derecho que tiene

la sociedad al agua en su artículo 27 (Contreras, 2015). En 1936 durante el gobierno del

General Lázaro Cárdenas, en que se llevó a cabo el reparto agrario y por ende la

conformación de los ejidos, como ejes para la producción de alimentos, traía implícito la

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dotación de aguas para cultivo. En 1972 se promulgó la Ley Federal de Aguas ordenamiento

federal con el cual se regula la administración de las aguas, propiedad de la nación. En 1985

se efectuaron reformas y adiciones a dicha ley. Ya para 2004 modifica la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos y se promulga la Ley de Aguas Nacionales, cual

viene a suplantar la anterior ley. La FAO 2008 indica que son muy pocos los esfuerzos que

se han realizado/reportado sobre el uso del agua para cultivos de temporal.

La agricultura de riego ha tenido un papel importante en el aumento de la producción

de alimentos en las décadas recientes (FAP, 2007). Sin embargo, del total de superficie de

cultivos, la de riego solo alcanza un reducido 17%, pero provee del 40% de la producción

mundial de alimentos. La tendencia actual en algunos países es que se vislumbran mayores

beneficios por la producción industrial que fomentar la producción agrícolas, es decir, que es

más fácil y más rentable ganar divisas extranjeras para adquirir alimentos importados que

sembrar cultivos que consumen mucho agua.

Problemática

De acuerdo con el documento Agua y Cultivos 2002, en su sección Despilfarro y mal uso del

agua la manera en que se utiliza el recurso de agua dulce ha causado conos de abatimiento

de acuíferos y conflictos por el agua, especialmente en la agricultura.

La mala gestión del agua se debe a diversos factores, entre ellos a la extracción del agua de

buena calidad y al retorno al sistema hidrográfico de agua de calidad inaceptable, los retornos

de riego a menudo están contaminados por sales, pesticidas y herbicidas. Así como la falta

de un sistema de riego que permita aprovechar al máximo el volumen de agua concesionado.

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Muchos países se encuentran en una situación hídrica deficitaria a causa de la

extracción de agua subterránea la cual supera la recarga de los acuíferos. En México hay un

total de 653 acuíferos, de los cuales 105 están sobreexplotados, 15 con intrusión marina y 32

presentan un alto contenido de sales o minerales (CONAGUA).

El tema del agua y sus problemáticas no pueden ser vistos desde un solo ángulo de

estudio, es sabido que las soluciones demandan el concurso de diferentes disciplinas y que

una disciplina científica, por sí sola no puede ser capaz de resolver el problema. Así se

reconoce que el problema del adecuado uso del agua por parte de los productores agrícolas,

no puede resolverse con la participación exclusiva de las ciencias agropecuarias. Se considera

que deben participar diferentes disciplinas incluyendo la social y la ingeniería agroindustrial

puede contribuir, en parte, a la solución del problema desde una perspectiva

multidisciplinaria.

Contreras (2015) sostiene que, la mejor aportación que en éste terreno del uso del

agua agrícola se puede lograr es a través de una mejor concientización de los involucrados

en el manejo del agua para uso agrícola. Esto coincide con el objetivo del Consejo Estatal

Hidráulico, organismo público.

Por otra parte, el Cuerpo Académico de Ciencia y Tecnología Agroindustrial de la

Universidad de Guanajuato (UG) se plantea que el estar cerca de la población que se

encuentra en uso de agua dulce (agrícola) se puede lograr concientizar el uso del agua ya que

en los años recientes los programas federales de apoyo y promoción de la actividad agrícola

ha cambiado de estrategia y se han visto reducidos a su mínima expresión, restringiéndose a

apoyar a aquellos productores que destinan su bienes al mercado de exportación, para lo cual

emplean técnicos y maquinaria de alto desempeño. Así como sofisticados sistemas de riego

y distribución del agua.

7

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación 2008,

indica que el agua de lluvia produce más alimentos que el agua de riego, por lo que se destaca

la importancia o el desafío de lograr que el agua disponible en la Tierra cubra las necesidades

de un número de usuarios creciente.

Por otro lado, la sobreexplotación de los acuíferos trae como resultado déficit de agua

necesaria para la producción de alimentos poniendo en entre dicho la Seguridad Alimentaria

de las naciones, principalmente aquellas que se basan en la agricultura de riego de pozo.

El incremento de la población demanda una mayor producción de alimentos, lo que

conlleva el consumo de grandes cantidades de agua dulce. En nuestro país y en el estado de

Guanajuato, la mayor parte de la tierra cultivable se encuentra en manos de pequeños

productores (bajo el régimen de pequeña propiedad y ejidos), los cuales tienen a su

disposición tanto agua rodada como agua subterránea. En la región sur del estado de

Guanajuato, los agricultores disponen cierta cantidad de agua rodada proveniente de las

presas, sobre todo de la presa Solís ubicada en el municipio de Acámbaro, Gto.

Al presente año, el estado de Guanajuato es la quinta entidad con mayores problemas

en materia de agua, de la cual la agricultura consume alrededor de 87.3% del agua, teniéndose

un considerable aumento de la superficie agrícola de riego, lo cual ha tenido un impacto

negativo en la disponibilidad de agua subterránea ya que no se toma en cuenta la capacidad

de recarga de los mantos subterráneos. Al uso agrícola le sigue el público-urbano

consumiendo un 8.5% siendo 99% subterránea, mientras que la industria consume el 2.9%,

utilizando únicamente agua subterránea. El uso pecuario y de generación de energía tienen

un 0.7% y 0.6% respectivamente.

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El estado de Guanajuato se ubica entre las principales entidades que extraen agua del

subsuelo, ya que se tiene un registro oficial de 16 000 pozos (Contreras, 2015), lo que

equivale a una cuarta parte de los pozos del país, esto sin considerar los pozos que no se

encuentran en el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) de la CONAGUA, es

decir, pozos clandestinos que no cuentan con un título de concesión.

Otro aspecto al cual están obligados todos los usuarios de aguas nacionales al adquirir

derechos mediante el título de concesión es a contar con un medidor volumétrico que registre

la cantidad de agua extraída del acuífero y entregar dichas lecturas cada tres meses al a

CONAGUA, se pretende que de esta manera se cumpla con el volumen concesionado, siendo

que la cantidad de agua que le corresponde a un productor agrícola para sus labores es de

6000 m3 por hectárea de cultivo al año. Sin embargo, generalmente esta cantidad de volumen

no se respeta, extrayéndose mayor cantidad. Del mismo modo cada uno de los grupos de

poceros debe contar con su propio reglamento el cual debe estar reconocido por la Comisión

Nacional del Agua (CNA) pero igualmente que en el caso de las extracciones la mayoría de

los grupos de socios de pozos no cuentan con este reglamento escrito y validado por la

CONAGUA.

Marco teórico y/o conceptual

Agua subterránea es aquella que queda almacenada, o se desliza, cuando el agua de lluvia, o

la que proviene de ríos o lagos, llega hasta las capas impermeables de la tierra, luego de

atravesar las permeables. El agua subterránea brota y llega a la superficie, formando una

fuente, cuando se perfora la capa superior, atravesando el nivel freático, por excavación, y

entonces aflora. El nivel freático puede variar con las precipitaciones y cuerpos de agua

cercanos al acuífero. Esta agua es extraída por medios físicos y mecánicos mediante pozos

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los cuales están equipados con bombas que pueden ser accionadas mediante energía eléctrica

o combustible (diésel).

De acuerdo a la Ley de Aguas Nacionales, acuífero es cualquier formación geológica

o conjunto de formaciones geológicas hidráulicamente conectados entre sí, por las que

circulan o se almacenan aguas del subsuelo que pueden ser extraídas para su explotación, uso

o aprovechamiento y cuyos límites laterales y verticales se definen convencionalmente para

fines de evaluación, manejo y administración de las aguas nacionales del subsuelo. (Ley de

Agua Nacionales Artículo 3 Fracción II) El país se ha subdividido en 653 acuíferos o

unidades hidrogeológicas.

Por otro lado el agua superficial es aquella que se encuentra sobre la superficie del

suelo. Esta se produce por la escorrentía generada a partir de las precipitaciones o por el

afloramiento de aguas subterráneas y se encuentra en ríos, lagos o presas principalmente.

Tanto las aguas subterráneas como las superficiales son consideradas aguas

nacionales y su gestión le corresponde a la CONAGUA y son proporcionadas a los usuarios

mediante una concesión que es el título que otorga el Ejecutivo Federal, a través de “la

CONAGUA” o del Organismo de Cuenca que corresponda, conforme a sus respectivas

competencias, para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales, y de sus

bienes públicos inherentes, a las personas físicas o morales de carácter público y privado,

excepto los títulos de asignación. (Ley de Agua Nacionales Artículo 3 Fracción XIII).

Por su parte el Consejo Estatal Hidráulico es el organismo representativo de los

usuarios de aguas nacionales del estado de Guanajuato, su objetivo es ser el instrumento

promotor de la gestión del agua en el Estado de Guanajuato, concertando acciones entre los

usuarios para buscar el uso eficiente del agua y su preservación en cantidad y calidad

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considerando al agua como factor elemental para la vida y el bienestar. A su vez, agrupa a

las asociaciones de usuarios de aguas nacionales de los diferentes sectores a través de los 14

COTAS (Consejos Técnicos de Aguas), dos distritos de riego (085 y 011) y cuatro unidades

de riego. En lo que respecta a los Comités Técnicos de Aguas Subterráneas (COTAS) de

acuerdo a la LAN son órganos colegiados de integración mixta y no están subordinados a la

CONAGUA o a los Organismos de Cuenca. Desarrollan sus actividades en relación con un

acuífero o grupo de acuíferos determinados y que dichas actividades coadyuven a su

recuperación.

Macías (2013) ha propuesto identificar a los pequeños productores con lo que llama

el segundo mundo rural, es decir, aquellos que si bien tienen acceso a la tierra y control de

ella, realizan una agricultura familiar poco capitalizada, la producción es orientada a los

mercados locales, a los que generalmente acceden en términos de intercambio desfavorable

para ellos. A la utilización mayoritaria de mano de obra familiar, el acceso limitado a recursos

productivos, la dependencia de otros actores para la compra de insumos, la organización de

la producción y la venta de sus productos habría que agregar que la actividad productiva de

estos actores sociales responde no sólo a objetivos relacionados con la rentabilidad

económica, sino también con aspectos socioculturales y de relación con el entorno.

Finalmente, resulta fundamental dejar claro que los pequeños productores agrícolas de hoy

se caracterizan por su enorme heterogeneidad, multidimensionalidad y dinamismo, así como

por las diversas y en ocasiones novedosas formas de adscripción, identidad y relación con el

mercado. Son estos pequeños productores los que requieren mantener una estrecha relación

con diversas instituciones u organismos multinacionales, tanto privados como

gubernamentales que se abocan a atender la problemática del agua.

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La FAO advierte que importante distinguir entre el agua que es extraída y el agua que

es consumida realmente. El documento precisa que, de los 3 600 km3 de agua extraída

anualmente, aproximadamente la mitad se evapora y transpirada por las plantas, ya que se

incorpora a los tejidos de las plantas.

Agua para uso doméstico: Hasta el 90% del agua que se extrae del subsuelo para

suministro doméstico vuelve a los ríos y acuíferos como agua residual. Las aguas

residuales del alcantarillado doméstico tienen que ser tratadas antes de verterse a los

ríos y, en lo posible, deben ser utilizadas aunque a menudo estén muy contaminadas.

Las aguas residuales de uso doméstico pueden emplearse para la agricultura, pero si

no se manejan adecuadamente pueden surgir problemas de salud pública.

Agua para uso industrial. A nivel mundial (FAO, 2002) aproximadamente el 5% del

agua extraída la consume el sector productivo. Las agua residuales de este sector de

la economía. Las aguas residuales de las industrias, deben tener un tratamiento similar

a las aguas de uso doméstico.

Agua para uso comercial. Uso comercial o industrial, cuando el agua forme parte del

bien o servicio industrializado o comercializado, o de su proceso de producción.

(Reglamento del Uso del Agua. Artículo 3, LXXV). Para la comercialización de agua

potable por particulares, derivada de tomas de uso comercial o industrial, se requerirá

autorización de la Secretaría de Obras y Servicios por conducto de la Tesorería y la

unidad que tiene a su cargo la operación hidráulica. (Reglamento de Uso del Agua

Art. 3 sección LXXV y Art. 10)

Agua de uso agrícola. El agua que se destina al riego agrícola consume la mayor

parte de la que se extrae. De acuerdo con la (FAO 2002) las cifras de las extracciones

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de agua para la agricultura no incluyen las lluvias que benefician la agricultura de

temporal. El mismo documento destaca que el agua de lluvia produce más alimentos

que el agua de riego, considerando además que también contribuye al cultivo de riego.

Por otro lado, el agua que es extraída pero no es consumida regresa a los ríos o se infiltra

en el suelo y es almacenada en los acuíferos, sirve entonces como recarga al agua subterránea.

La diferencia que existe entre el agua rodada y el agua extraída, es que la primera es de peor

calidad. Actualmente en muchos países se observa una escasez del agua, mientras que en

otros países se repiten año con año graves sequias, probablemente ocasionadas por el cambio

climático. En la región sur del estado de Guanajuato, que dispone de suficiente agua es

sensato que cambien sus cultivos de cereales (los cuales pueden adquirir importándolos) por

otros de exportación que tienen gran valor, como por ejemplo: pimientos, flores, fresas y

otras frutas.

Por todo lo anterior, la hipótesis que se tiene es que mediante la sensibilización y

capacitación de los pequeños productores agrícolas sobre las buenas prácticas del manejo del

suelo y los modos de conducción del agua para riego es posible incrementar la sustentabilidad

de éste sector de la economía.

El objetivo general del presente trabajo es el de incrementar el uso óptimo del agua

empleada para el riego de los cultivos, de tal manera que se tenga una mayor producción

agrícola por cada metro cúbico del recurso hídrico, lo que contribuirá a mejorar la

agroindustria y la sustentabilidad, en particular de la región sur del estado de Guanajuato. En

cuanto los objetivos específicos se tienen los siguientes:

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1. Estimar la eficiencia/eficacia del uso del agua extraída del subsuelo para uso agrícola

de los pequeños productores de la región sur del estado de Guanajuato, en

comparación con los estándares internacionales.

2. Motivar a los productores agrícolas para que tomen conciencia sobre la importancia

de un manejo adecuado del recurso hídrico establecidos en la región.

3. Impulsar la formación de una red multidisciplinaria con el fin de apoyar a los

productores agrícolas que asuman el reto de reducir el consumo de agua agrícola.

4. Incrementar la vinculación con el Consejo Estatal Hidráulico A. C. y otras entidades

públicas y privadas para difundir los alcances del proyecto y está en posibilidades de

bajar recursos específicos.

Metodología.

Para llevar a cabo la investigación se empleó un método, el cual consiste en:

1. Revisión bibliográfica.

2. Análisis de los grupos de productores con los cuales tiene relación el CEH para

efectuar la intervención.

3. Diseño de un instrumento para recolección de información

4. Validación del instrumento

5. Aplicar la encuesta

6. Análisis de la información

7. Análisis FODA

8. Diseño de talleres.

9. Impartición de los talleres.

10. Propuestas de intervención.

11. Seguimiento

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12. Evaluación

13. Cierre.

Para contribuir al desarrollo integral del estudiante y a las competencias de egreso se

plantea que su participación sea en el diseño de talleres y dando apoyo en la impartición de

los mismos, aunque estará presente durante todo el desarrollo del proyecto, colaborando con

la sociedad para contribuir a un mejor manejo del agua agrícola (figura 1). Los instrumentos

de recolección de datos fueron encuestas, pláticas, visitas y recorridos. El Consejo Estatal

Hidráulico asignó cuatro comunidades del municipio de Salvatierra, Gto.: La Estancia, La

Magdalena, Ojo de Agua de Ballesteros y Urireo.

La encuesta aplicada consta de 13 páginas y se aplicó a usuarios agrícolas con pozo

de riego, en total se realizaron 30 encuestas distribuidas de la siguiente manera: La

Magdalena (7), Ballesteros (9), Urireo (7) y La Estancia de San José del Carmen (7). La

encuesta tiene los siguientes ejes: datos básicos del productor, sistema de producción, uso

del agua (superficial y subterránea, manejo del agua), conflictos y representación y

satisfacción.

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Figura 1. Metodología.

Fuente: Elaboración propia.

Para desarrollar los talleres se propusieron las dinámicas que se muestran en la figura

2 y que fueron tomadas del manual “80 herramientas para el desarrollo participativo” de

Frans Geilfus.

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Figura 2. Dinámicas a desarrollar en los talleres

Fuente: Elaboración propia

Perfil de grupo Principales fuentes de ingresos de la

comunidad

Estrategias de vida Fuentes de ingresos en base a quienes tienen

tierras de cultivo y quienes no

Organización social (diagrama de Venn) Instituciones, programas y servicios dentro de

su comunidad

Mapa de recursos naturales y uso de la

tierra

De toda la comunidad

Matriz de evaluación de recursos De toda la comunidad

Caracterización de prácticas de manejo Manejo del suelo

Censo de problemas en la comunidad De toda la comunidad

Flujograma de actividades Elegir el cultivo predominante

Presupuesto de cultivo Del cultivo elegido anteriormente

Problemas en cultivos Del cultivo elegido anteriormente

Censo de problemas de comunicación Detectar los problemas de comunicación entre

los productores y las instituciones

Matriz de necesidades de extensión y

asistencia técnica

Detectar en qué temas requieren capacitación y

asistencia

Árbol de problemas Identificar las problemáticas y qué los ocasiona

Matriz de priorización de problemas Definir los problemas principales para ellos

Identificación de soluciones locales De acuerdo al problema principal definido en

la actividad anterior

Análisis FODA Detectar Fortalezas, Oportunidades,

Debilidades y Amenazas junto con los

productores.

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Tipo de estudio

La investigación se ha estructurado bajo una metodología cualitativa en la que fue necesaria

la realización de trabajo de campo, incorporando la observación participante, la aplicación

de entrevistas semiestructuradas a gran parte de los usuarios de pozos de las cuatro

comunidades.

Figura 3. Mapa de ubicación de las comunidades.

Fuente: CEH Salvatierra.

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Tamaño de muestra

Díaz-R. y Mazabel-D. (2011) reportan 13 usuarios en un grupo de gestión del agua. En este

caso el CEH asignó cuatro grupos de poceros de diferentes comunidades del municipio de

Salvatierra, Gto.: La Estancia del Carmen, La Magdalena, Ojo de Agua de Ballesteros y

Urireo, teniendo una muestra total de 30 productores.

Recursos humanos y materiales

Figura 4.

Recursos Materiales Recursos Humanos

Consejo Estatal Hidráulico

A.C. Papelería y vehículos

Personal Guía a las comunidades y

para la metodología a desarrollar.

Universidad de

Guanajuato Equipo de cómputo

Alumnos de Servicio Social

Docentes involucrados en el

proyecto

Fuente: Elaboración propia.

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Resultados

Los resultados obtenidos coinciden con los reportados por Díaz-R. y Mazabel-D. (2011). Los

gráficos que muestran los resultados del diagnóstico aplicado en las cuatro comunidades

están disponibles con los autores, así como la información presentada en los talleres, de los

cuales solo se pudieron impartir tres de ellos.

Cabe destacar que en el rubro educativo aún persiste el analfabetismo entre nuestros

productores agrícolas, importante desventaja para poder aplicar algún programa. Como lo

indica Mazabel y Díaz (2011) quienes reconocen una heterogeneidad de los actores

involucrados, lo cual dificulta la interacción social.

Los resultados de la intervención y una síntesis de las observaciones en cada grupo

por comunidad se presentan a continuación.

Ojo de Agua de Ballesteros. El pozo abastece a 10 productores, los cuales mostraron

interés en realizar la tecnificación del sistema de riego, pero no cuentan con los

recursos económicos suficientes para ello. Se impartió un curso- taller sobre

biofertilizantes con asistencia de 5 personas. Al mismo tiempo se mostraron

alternativas de cambio a corto plazo, para poder hacer un complemento, con los

sistemas que ellos utilizan.

Estancia de San José del Carmen. Se trabajó con un grupo de 7 poceros y se analizaron

las problemáticas. Se impartió un taller con asistencia de 9 socios en el cual mostraron

técnicas que contrarrestan estos conflictos (de la encuesta), en particular sobre

elaboración de micorrizas y lombricomposta, las cuales pueden beneficiar sus propios

suelos de cultivo de una manera más orgánica.

La Magdalena. Se levantó la encuesta a 7 socios del grupo de poceros, donde arrojó

resultados sobre el mal manejo del recurso hídrico en sus cultivos por la falta de

tecnificación en sus riegos. El taller se sustituyó con la entrega de un tríptico

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(disponible con los autores) donde se muestran alternativas que ellos mismos pueden

aplicar para un menor desperdicio de agua. En éste grupo, una parte, padece del

analfabetismo y no conocen algunas de las alternativas, pero están dispuestos a

implementar.

Urireo. En las encuestas se contó con 10 productores y los cuales mostraron interés

en conocer el proceso de elaboración de composta así como elaboración de productos

domésticos, que tuvieran que ver con el cuidado del manejo del agua tanto en el hogar

como agrícola. Se plasmó el compromiso por parte de los productores de acumular

material orgánico de la próxima cosecha para poder iniciar con el taller de la

elaboración de composta y lombricomposta. En su mayoría los productores son

mujeres, cada 8 de diez son mujeres. En el taller se contó con la asistencia de 3

productores, se proyectó un video sobre el cuidado del agua, y en la retroalimentación

mostraron abiertamente que trabajan la labranza e insisten en dar seguimiento.

Como resultado global del diagnóstico y los talleres el análisis FODA (Figura 3) se resume

lo siguiente:

Fortalezas. De acuerdo al suelo fértil con el que cuentan los productores, ellos conocen las

diferentes formas de mejorar su proceso de producción y están interesados en realizar

acciones que apoyen al mejor uso del agua.

Oportunidades. Con base interés que muestran los grupos de agricultores tienen la

oportunidad de vincularse con las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s),

Instituciones de Educación superior (IES) y conseguir apoyo gubernamental.

Debilidades. Los cuatro grupos de poceros mostraron poco trabajo en equipo y por ello no

se han dado cuenta que existe desperdicio en el agua agrícola. Por otro lado, no cuentan con

un financiamiento suficiente para tecnificar su sistema de riego.

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Amenazas. Se sienten vulnerables a múltiples amenazas de plagas en sus cultivos. En cada

periodo de producción (primavera-verano, otoño-invierno) se presentan a un elevado precio

de sus insumos, así como un bajo pago por su producción, lo que desmotiva en cada cosecha.

Los resultados obtenidos brindan la oportunidad para futuros análisis, desde diferentes puntos

de vista, como la economía, antropología y otras disciplinas político-sociales. Estos

resultados servirán para quienes toman decisiones e implementan programas sociales.

Figura 5. Análisis FODA

Fuente: Elaboración propia.

Al aplicar la encuesta en las comunidades, una de las preguntas que se les hacía era

¿el manejo del agua que tiene usted es el adecuado? A la cual la mayoría contestaron que si

(gráfica 1), esto proporciona una idea de que los agricultores pueden requerir alguna plática

al respecto, ya que muchas veces manifiestan que su manera de regar es la correcta y que no

hay desperdicio de agua y que por lo tanto, no requieren de algún apoyo técnico y mucho

menos un sistema de riego tecnificado.

22

Figura 6. ¿El manejo del agua es el adecuado?

Fuente: Elaboración propia.

En la pregunta ¿implementa algún método para retener el agua de riego? el resultado

que se obtuvo fue que la mayoría mencionó no tener algún método de este tipo, por lo que el

agua la dejan “correr” (gráfica 2).

Figura 7. ¿Implementa algún método para retener el agua de riego?

Fuente: Elaboración propia.

012345678

Ballesteros La Magdalena San José delCarmen

Urireo

Si

No

0

2

4

6

8

10

Ballesteros La Magdalena San José delCarmen

Urireo

Si

No

23

Conclusiones

Estamos de acuerdo con el pronunciamiento de la FAO (2002) que indica que la sociedad

necesita organizarse de tal forma que el agua y la alimentación sean globalmente accesibles,

incluyendo a los miembros más débiles de la sociedad. Esta generación que ha sido capaz de

plantearse la sustentabilidad y tiene la obligación de conservar la herencia agrícola y natural

para generaciones sucesivas.

En relación a los resultados obtenidos de los talleres y de las encuestas aplicadas

durante el desarrollo de este trabajo se concluye que este proyecto no se considera terminado,

de hecho es el inicio de un programa de sensibilización, que consiste en realizar visitas a las

comunidades y establecer en conjunto con los productores un cronograma de trabajo

trimestral donde se impartan talleres que consideren el cuidado del agua doméstica y al final

se aterriza con el cuidado del agua agrícola y la retroalimentación y la evaluación

correspondiente, para lograr que en un futuro se tengan grupos de productores con más

integrantes y así lograr un mayor cuidado del agua agrícola.

La investigación deja una gran experiencia, ya que al trabajar con una comunidad

como Ojo de Agua de ballesteros, en la cual están en toda la disposición de aprender a

cambiar su sistema de riego antiguo, por las alternativas planteadas, ya que se les hizo algo

interesante y de lo cual no tenían conocimiento, aunque saben que son a mediano o hasta a

largo plazo, ven que por algo deben empezar, para posteriormente implementar algún sistema

de riego tecnificado.

En cuanto a la percepción de los alumnos, manifestaron que trabajar con productores

deja una buena experiencia ya que son personas sencillas, accesibles debido a que toman

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parte de su tiempo para atender y para levantarles las encuestas como para llevar a cabo el

taller. Más que haber ido a enseñarles es al contrario se aprende más de ellos y por qué está

relacionado con la carrera de Ingeniería Agroindustrial. No cuentan con un sistema de riego

tecnificado, siguen con las técnicas tradicionales por gravedad, Se sabe que el agua se regresa

a los mantos freáticos tardando aproximadamente 200 años en llegar.

Referente a sus fortalezas y debilidades cabe mencionar que por parte de mi carrera

de ingeniería agroindustrial, la experiencia fue de gran ayuda pues facilité en la manera de

generar conocimiento sobre técnicas basadas en ahorro de agua y su uso sustentable en la

agricultura.

Para el Consejo Estatal Hidráulico A.C. Salvatierra-La Cuevita, la información y el

trabajo realizado a través del programa Veranos de Investigación Científica es de suma

utilidad, ya que se encontraron áreas de oportunidad y nuevos usuarios para trabajar en

diversos temas para los cuales se podrá continuar con el trabajo en coordinación con la

Universidad de Guanajuato apoyando a los productores agrícolas del municipio de

Salvatierra. Las pláticas llevadas a cabo durante los talleres y que estuvieron a cargo de los

estudiantes, motivaron el interés de los agricultores para aprender diferentes prácticas para

el mejor uso y aprovechamiento de los recursos naturales que son la materia prima para

desarrollar su más importante actividad económica: la agricultura.

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