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49 CAPÍTULO 3: Diseminaciones visuales. El mundo es nuestra tarea. Cèzanne. La práctica totalidad de la experiencia vanguardista de comienzos del siglo XX se desarrolló dentro de una cierta homogeneidad, hasta que, tras los planteamientos surrealistas, pareció haber llegado a su punto de agotamiento. Superada esta etapa, es posible detectar un momento de revisión de los postulados modernos, urgidos, además, por las necesidades impuestas por la reconstrucción tras la segunda Guerra Mundial. Una nueva visión de la experiencia racionalista signada por puntos de inflexión sintomáticos, expresados en enigmáticas apologías de difícil asimilación para los estudios posteriores. Lo significativo es que, desde sus planteamientos iniciales, la afirmación de un arte nuevo que se sentía capaz de transformar la realidad y reflejar el mundo, comportó una noción de la contemplación que implicó una consciencia particular de lo observado. Una construcción de la mirada que afectó a la visión misma –el punto de vista, por ejemplo– y además, a la actitud del observador que, bajo las formulaciones didácticas de su pretendida objetividad, se vió a sí mis- mo ante lo que se debía “ver”, cuando miraba. La operatividad de la tarea subyace en el arte del siglo XX. Será desarrollada en todos y cada uno de los manifiestos y poéticas que el arte de vanguardia esgrimirá al respecto. Se halla plasmada en textos escritos por artistas cuyo compromiso creativo y planteamientos teóricos respecto a los modos de ver, estuvieron ligados a la sistemática exploración en fuentes y medios de trabajo diversos; capaces de expresar estos planteamientos, pero también capaces de expresarse a sí mismos a través de una reflexión.

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CAPÍTULO 3:

Diseminaciones visuales.

El mundo es nuestra tarea.C è z a n n e .

La práctica totalidad de la experienciavanguardista de comienzos del siglo XX se desarrollódentro de una cierta homogeneidad, hasta que, tras losplanteamientos surrealistas, pareció haber llegado a supunto de agotamiento. Superada esta etapa, es posibledetectar un momento de revisión de los postuladosmodernos, urgidos, además, por las necesidadesimpuestas por la reconstrucción tras la segunda GuerraMundial. Una nueva visión de la experienciaracionalista signada por puntos de inflexiónsintomáticos, expresados en enigmáticas apologías dedifícil asimilación para los estudios posteriores.

Lo significativo es que, desde susplanteamientos iniciales, la afirmación de un arte nuevoque se sentía capaz de transformar la realidad y reflejarel mundo, comportó una noción de la contemplaciónque implicó una consciencia particular de lo observado.Una construcción de la mirada que afectó a la visiónmisma –el punto de vista, por ejemplo– y además, a laactitud del observador que, bajo las formulacionesdidácticas de su pretendida objetividad, se vió a sí mis-mo ante lo que se debía “ver”, cuando miraba.

La operatividad de la tarea subyace en el artedel siglo XX. Será desarrollada en todos y cada unode los manifiestos y poéticas que el arte de vanguardiaesgrimirá al respecto. Se halla plasmada en textosescritos por artistas cuyo compromiso creativo yplanteamientos teóricos respecto a los modos de ver,estuvieron ligados a la sistemática exploración enfuentes y medios de trabajo diversos; capaces deexpresar estos planteamientos, pero también capacesde expresarse a sí mismos a través de una reflexión.

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Se tomará aquí como base indagatoria aquello textoscríticos vinculados a una poética y una concreciónoperativa y objetual de lo planteado.

No se incluyen, por tanto, textos como los deJohn Berger (Saber Ver) o Michael Seuphor (El esti-lo y el grito) puesto que, aún siendo esclarecedores ysignificativos, respecto de lo aquí expuesto, sus autoresno mantuvieron paralela una actitud operativa, es decir,creativa, dentro del campo de las artes visuales o laarquitectura. Más discutible puede ser la no inclusiónde Benjamin (particularmente El origen del dramabarroco alemán, muy presente en los primeros pasosde esta tesis), puesto que sus ensayos y escritos cons-tituyen verdaderos ejercicios literarios en sí mismos ypor tanto, artísticos. Se ha preferido, en el marco delpresente trabajo, omitir aquellas expresiones artísticascuyo código de “lectura” se basa en el lenguaje delsigno (literatura: novela y poesía, teatro escrito, músicaescrita…) y circunscribirlo al lenguaje simbólico1 .

El texto de El Lissitzky (1890–1941) A. y laPangeometría2a de 1924 inicia la reconstrucción delmanifiesto tácito de la Síntesis de la Artes, singladuraque se prosigue en el libro de Làszló Moholy–Nagy,titulado La Nueva Visión2b de 1929 y con en el deMax Ernst, Más allá de la pintura2c de 1937, escritoalgo más tarde. Textos todos que esta tesis haceconverger en otro, escrito por Le Corbusier, El espacioindecible2d de 1946, que abrió un nuevo ámbito topo-lógico a lo moderno, desvelando la posibilidad de laincursión activa del intérprete; el último convidado enla construcción del concepto existencialespacio/tiempo, tras la muerte de los dioses .

El Lissitzky: Medusa y el imposible óptico.

Las reflexiones teóricas de El Lissitzky, queno «tenía una concepción propia del acto creativo»3

plantean algunas dificultades para su estudio, pues suobra, coherente en cuanto a su concepción y eclécticarespecto a su ejecución, presenta tanteos conceptuales

1 Referido a las artes apofánticas, como establece el filó-sofo catalán Eugenio Trías, el concepto se basa, esen-cialmente, en la tesis de Panovsky, pero prescindiendodel carácter denotativo que tendría la significación de laobra de arte. Véase: PANOVSKY, E. (1955). Meaningin the visual arts. Doubleday Anchor Books. Versiónen castellano: (1979). El significado en las artes vi-suales. Col. Forma, 4. Alianza: Madrid. Y tambiénTRIAS, E. (1991). La lógica del Límite. Destino:Barcelona. P. 55.

2a A. y la Pangeometría [1924], fue escrito en Locarno ypublicado en alemán en Europa Almanach (1925) porlos editores Carl Einstein y Paul Westheim (Kiepenheuer:Postdam), con el título K. und Pangeometrie. Lareferencia aquí pertenece a la versión en inglés tomadadel libro de Sophie Lissitzky–Küppers (1992), titulado:El Lissitzky: Life, Letters, Texts. (Trad. HeleneAldwinckle. Reimpresión de la edición de 1968. Thames& Hudson: Londres). Pp. 352-357.

2b MOHOLY–NAGY. L. [1929]. Publicado originalmenteen alemán en 1929 bajo el título de Von Material zuArchitektur. La versión en castellano aquí utlizada,corresponde al libro La nueva visión y Reseña de unArtista. Trad. Branda L. Kenny Ediciones Infinito: Bi-blioteca de Diseño y Artes Visuales, vol. 2. 2º edic.Buenos Aires (1972). El escrito Reseña de un Artistafue incluido por vez primera dentro de La nueva visión,en la tercera edición en inglés de 1947, con el nombreAbstract of an Artist.

2c ERNST, Max. [1937]. Más allá de la pintura. Cahiersd’ART, nº 6–7. La versión en castellano aquí utilizadacorresponde a: ERNST, Max (1982). Escritos. Edic.Polígrafa: Barcelona. Pp. 180 y sig.

2d LE CORBUSIER. [1946, abril] L’espace indecible. Nºhors-serie: Art de L’architecture d’aujourd’hui. Versiónen casteelano de: ALVAREZ, F. (1998, sept.) Dc, nº 1:Barcelona. Pp. 45-55.

3 CHAN-MAGOMEDOV, S.O. (1990). in cat. El

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irresolubles que condensan y diseminan las múltiplescorrientes del campo de las acciones de la incipientevanguardia. Sus consideraciones acerca de la proble-mática implícita en la visión, clave en el establecimien-to topológico del espacio–tiempo de vanguardia y queacomete, básicamente, tanto desde el pensamiento desu coterráneo Malévich como del de Spengler, quedaregistrada en un apartado del ensayo A. y laPangeometría, escrito en 1925 que lleva por nombre:Espacio irracional4 .

A. y la Pangeometría es un texto queinicialmente fue concebido para formar parte de unproyecto más amplio. Por entonces, El Lissitzky teníaen mente escribir un libro en el que probablementehabría desarrollado más ampliamente las ideascontenidas en este ensayo. El título de esta obra pudohaber sido 1=15 y su objetivo hubiera sido recoger enun solo hilo expositivo, el espectro conceptual sobreel que habría de desenvolverse el arte moderno.

Las particulares reflexiones esbozas en A. y laPangeometría no sólo constituyen una sistemática re-visión de las conquistas visuales de la evolución artís-tica, en función de cierto relativismo matemático, sinoque conforman uno de los paradigmas que inauguranla exploración sistemática del problema de ver a co-mienzos de siglo. Lo más significativo aquí, a los efectoque se plantean en la presente investigación, es el hechode que se trata de un texto que se desarrolló paralelo aun productivo trabajo creador, tanto en el campopictórico y de las artes plásticas en general, como enel arquitectónico en particular.

En efecto, una de las actividades que a finalesde los Veinte ocuparía a El Lissitzky, junto con laescritura de ensayos y la labor docente, sería laconstrucción de pabellones temáticos y espacios deexposiciones de rápida concepción, ejecución ydesmontaje. Especialmente interesantes son, alrespecto, dos de ellos, construidos en 1926, un añodespués de la publicación del libro, en los que abordóel Arte Moderno como tema.

El primero de estos pabellones, de carácter

Lissitzky 1890–1940. Arquitecto, pintor, fotógrafo, ti-pógrafo. Municipaal van Abbemuseum: Eindhoven,Fundación Caja de Pensiones de Barcelona: Madrid.Musée d’art Moderne de la Ville: París. P. 35.

4 LISSITZKY-KÜPPERS, Sophie. (1992). Op. Cit. P. 352–357.

5 Nisbet sostiene esta hipótesis en virtud de una cartadirigida a Küppers fechada el 6–3–1924 en Ospedale,Locarno (véase: LISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992) Op.Cit. P. 45), en la cual El Lissitzky haría suyas las ideasdel Raoul Heinrich Francé (NISBET, Peter. (1988) incat. El Lissitzky. 1890–1941 Retrospektive.Sprenglermuseum: Hannover. PP. 20–22. Por otra parte,Torelli Landini apoyaría la idea de que el título habríasido Die amechanik Werk –TORELLI LANDINI,Enrica (1995) Lazar’ Marcovic Lisickij. Col. Dizionariomonografico degli architetti moderni e contemporanei.Officina Edizioni: Roma. P. 16.

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6 En su deseo de reunirse nuevamente con Küppers, ElLissitzky regresa a Alemania en el verano de 1926,donde, por invitación del patrocinador de ambos, IdaBienert, participara con este montaje en la ExhibiciónInternacional de Arte de Dresde, que fue terminado en1927.

7 Comisionado directamente por su entonces Director,Alexander Dorner .

8 Llevado a cabo en el Lehrte Bahnhof.

9 EL LISSITZKY. [s.d.] Exhibition Rooms, transcrito en1962 en Die Zwanziger Jahre in Hannover, delNiedersächsisches Landes Museum de Hannover y serecoge en: LISSITZKY–KÜPPERS, Sophie. (1992) Op.Cit. P. 366.

10 EL LISSITZKY. [1923, julio]. Proun Raum. GroßeBerliner Ausstellung. 1923. G: Berlín. Reeditado en:LISSITZKY–KÜPPERS, Sophie (1992) Op. Cit. P. 365.Inicialmente escrito en Mayo, durante su primera visitaa Holanda.

efímero, estaba concebido para la InternationaleKunstausstellung de Dresde6 y respondía al nombrede Raum für konstruktive Kunst (ils. 1 y 2) . El segundo,que debía ser permanente, era un salón/montaje parael Provinziell Museum de Hannover7 y llevaba pornombre Abstraktes Kabinett (il. 3 y 4).

El Lissitzky aplicará en ellos un mismoprincipio que desarrollará con irregular intensidad entoda su obra y que venía explorando desde 1923,cuando llevó a cabo el Salón Proun (il. 5), un montajehecho para la Große Berliner Ausstellung8 . La basede su exploración arquitectónica se basa en noconsiderar a las paredes delimitadoras del espacio deun modo convencional, como simple soporte físico ocontenedor, sino como un fondo óptico9 . Un conceptosobre el tratamiento de la superficie que irá articulandoa partir de una idea, apuntada en un escrito fechadoprecisamente en 1923, en Berlín10 , que quedaráposteriormente asentada con claridad en otro escritosin fecha, a propósito de sus montajes para exhibicio-nes11 .

1 y 2.EL LISSITZKYRaum für Konstructive Kunst, 1926Internationale Kunsttausstellung, Dresdea: Isometría del proyecto de la habitación de 6x6 m.Guache y collage, 16,7x22,2 cm. Galería Tetriakov.b: Fotografía. Galería Tetriakov.

3 y 4.EL LISSITZKYAbstraktes Kabinett. 1927Provinzielmuseum, Hanover.a: Diseño para la instalación de 330x427x549 cm.Guache y collage, 39,9x52,3. Spengler Museum.b: Fotografías de la reconstrucción de 1969 (el originalfue desmontado en 1937). Spengler Museum.

5. EL LISSITZKYSalón Proum. 1923Montaje de 3x3x2,6 m. para la Große BerlinerAusstellung (Fotografía de la reconstrucción de 1965)

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11 EL LISSITZKY. (1962). Die Zwanziger Jahre inHannover. Niedersächsisches Landesmuseum:Hannover. Recopilado en: LISSITZKY–KÜPPERS,Sophie (1992) Op. Cit. P. 366.

12 EL LISSITZKY. [s. d.] (1962). Op. Cit. P. 366.

13 Planteado mucho antes de que se definiera un movimien-to Cinético como tal en la modernidad, pero al que alu-día en los siguientes términos: “Therefore the roomshould be organised that of itself it provides aninducement to walk around it”. EL LISSITZKY. [1923,julio]. Op. Cit. En LISSITZKY–KÜPPERS, Sophie.(1992) Op. Cit. P. 365.

14 EL LISSITZKY. [1923, julio]. Op. Cit.

“In the room which I was given, I didnot see the four walls as supporting orprotecting screens but rather as anoptical background for the painting.Therefore I resolved to treat the wallsurfaces as such”12 .

La consecuencia práctica de este tratamientosobre los límites del espacio arquitectónico será el deun efecto cinético13 , producto de haber asumido elSalón de 1923, no como algo dado a la contemplaciónvisual únicamente, sino como una construcción quedebía ser “vivida”14 . La idea nace de considerar a losseis planos que conforman el espacio (las cuatro

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paredes más el suelo y el techo) como elementos a serdiseñados15 , sobre los que se “proyectará” un efectoque, en el caso de los dos pabellones considerados,será inducido en el observador por múltiples listonesque se disponían a modo de capas que emergen desdelas paredes perpendicularmente.

Pintados por una cara de negro y de blanco porla otra, las paredes cambiaban constantemente a negro,a blanco y a gris, produciendo un efecto sintético desecuencias que iban de uno al otro extremo y tendían adisolver las superficies del contenedor en la medidaen que el observador iba desplazándose por la sala.Gracias a esta disposición16 se percibía una ciertaatmósfera de luz y no luz alternativa que acompañabael recorrido en un espacio definitivamente no diseñadocomo Living–Room.

El fondo óptico que Lissitzky propuso, guardarelación con la imagen lejana planteada porHildebrand, cuando este último trató el problema delsentido en la forma17 . Reconocible en su delimitaciónpor el marco y la tela del cuadro, la imagen lejana(Distanzschicht) sería creada por la forma activarepresentada en la pintura, resultando perceptible enla apreciación distanciada. Hildebrand señala que estase produce también en las formas expresivas de laescultura y la arquitectura, siempre y cuando su puntode vista sea frontal.

El resultado, en propiedad, será una imagenplana debida, fundamentalmente, a que en esascircunstancias no puede producirse movimiento ocularalguno, dada la lejanía del espectador. En ella laprofundidad no es más que una representación decarácter convencional, inferida como una ilusiónsupeditada a unos códigos culturales.

La imagen lejana tiene, por otra parte, laparticularidad de crear entre ella y el observador unespacio virtual que Hildebrand concibe como metáforade un escenario. Un ámbito al que, paradójicamente,la estética y las diferentes experimentaciones plásticashabían prestado, hasta el momento, poca atención.Tomando en cuenta los trabajos de fragmentación de

15 EL LISSITZKY. [1923, julio]. Op. Cit. Aunque señaleque por motivos técnicos no pudo operar de la mismamanera sobre el plano del suelo.

16 Dispositivos a base de cañones de luz artificial con fil-tros de colores producirían diversas sensaciones a lo largodel día. En todo caso, el efecto, pese a su intensidad, nominimizaría la sensación que se buscaba con este trabajosobre los delimitadores espaciales.

17 HILDEBRAND, A. von [1893] Problem der Form inder bioldenden Kunst. Strasburgo. Versión encastellano: El problema de la Forma en la Obra deArte. Trad: M. Peña Aguado. Col. La balsa de la Medusa.Visor: Madrid (1988).

6. GEORGES BRAQUE.Casas en L’Estaque. 1908Museo de Bellas Artes de Basilea

7. PICASSO.Botella de Viex Març y diario. 1913Papier Collé, agujas y carboncillo sobre papel, 62,5x47.Zervos II*, 334; DR600. Musée National d’ArtModerne.Centre Georges Pompidou.

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la forma, llevados a cabo por el cubismo y que permi-tieron a los artistas plantearse el tratamiento objetivodel plano mismo de representación (il. 6), el pase de laimagen lejana al fondo óptico, es algo más que un cruceafortunado.

Las obras de Picasso y Braque habíancomenzado a introducir, a partir de 1912, la técnicadel collage y el papier collé (il. 7) como una maneradistinta de explorar el color, sugiriendo que la obra dearte acabada podía disfrutar de una existenciaautónoma, participando del mundo como cualquierobjeto más. No obstante, el tratamiento “objetual” dela superficie del lienzo aún se armará a partir de susconvenciones, aunque su lectura se llevará a cabo,desde entonces, a partir de una subversión delsignificante que actuará fuera del plano.

La superficie de la pared, trabajada como loplantea El Lissitzky, experimenta los mismosprincipios que el plano del lienzo, pudiendo, por tanto,participar y volverse ente activo. El contenedorespacial no está ya conformado por paredes dispuestaspara ser pintadas o para emplazar pinturas; El Lissitzkylo señala enfáticamente: “To paint over the walls andto hang pictures on then are equally wrong”18 . La cajaarquitectónica irá adquiriendo una profundidad inasibleque evolucionará plásticamente en devenir; no intere-sará ya como limes, en tanto que frontera, sino limen,umbral; un lugar capaz de albergar un sentido en laconformación semántica del espacio.

Lo mismo ocurrirá con las obras “suspendidas”en este tipo de instalaciones, destinadas a exhibir artede vanguardia. Los montajes de estas exposicionesresultaron un campo fértil, en el que se buscaba quelas obras no se apoyaran, simplemente, sobre unapared, dispuestas pasivamente para ser dadas a sucontemplación19 . Por el contrario, se pretendió queéstas participaran del movimiento general, en unadinámica recurrente que se generó en las exposicionesdel grupo suprematista (sobre todo a partir de 1: 10,como se verá más adelante) y que será puestadramáticamente en evidencia en los trabajos de HerbertBayer (ils. 8 y 9) y Frederick Kiesler.

18 EL LISSITZKY. [1923, julio]. Ibídem.

19 Comenzó con los tabiques correderos y los cuadros gi-ratorios de El Lissitzky y continuó con eldistanciamiento entre el contenedor y el soporteexpresivo, que situará al espectador «suspendido» en elaire, como en la propuesta de Herbert Bayer para elmontaje de la sección alemana de la Exposición de ArtesDecorativas de París de 1930 o en la de 1942, deFrederick Kiesler, para La Salle Surrealiste, en el marcode la exposición de arte vanguardista de la Galería PeggyGuggenhein en Nueva York (la diferencia entre estas dosúltimas propuestas estriba en la tautología que suponela sección del contenedor de Kiesler respecto al ángulovisual del observador, pero ambas parten de una posiciónhomocéntrica estática similar).

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El tratamiento del plano delimitador como enteactivo, que El Lissitzky concibiera de una maneraabstracta, tenía como precedentes, entre otros, una ex-periencia expresionista en el Pabellón de Cristal deBruno Taut, construido en 1914 para la DeutscheWerkbund de Colonia, en el que se pusieron en escenalos supuestos de una Arquitectura de Cristal, deScheerbart20 . La planta circular de esta obra estabaconstituida por un cuerpo cilíndrico rematado en unacúpula geodésica que semejaba en su geometríaparticular una cristalización mineralógica21 .Intencionalmente, no coincidían exterior e interior,tanto ambiental como morfológicamente, buscandoactivar los planos delimitadores del espacio a travésde sensaciones diferenciadas22 .

Los dos pabellones de El Lissitzkyexperimentan con los efectos producidos al aplicardeterminados colores sobre la superficie delimitadoradel espacio interior. Estos colores, a los que Mondriandenominó los no–colores: blanco, gris y negro, seríanelementos primordiales y exclusivos de la forma, a laque tratará de manera no referencial ni objetual. Insertoen la vía que abrió el collage e inspirado en el trabajode varios artistas franceses, italianos ynorteamericanos, basados en la teoría científicadecimonónica del color, El Lissitzky encaminó sutrabajo hacia la abstracción de la representatividadespacial.

Liberado de las exigencias de los objetos, laabstracción le permitirá investigar sobre el color en sí,logrando mucho más que la fragmentación prismáticay divisoria que significaba aplicar estas teorías a las

20 Este pabellón se presenta en apariencia como el espaciode un ritual iniciático en el que el empleo tautológicodel cristal, como casi único elemento constructivo, resultade una evidente intención didáctica. Las escaleras, lossuelos y las paredes son de vidrio. El espacio inferior sepresenta como un decorado efectista: una tribuna parala música y una cascada de vidrio amarillo por la quecorre el agua, esparciendo reflejos con un fondo deproyecciones lumínicas caleidoscópicas. Unaconstrucción que puede calificarse como obra de artetotal, atendiendo al sinnúmero de situaciones expresivasque se sucedían en función de un único propósito.

21 En evidente adscripción a los postulados expresionistasy antifuncionalistas de Scheerbart, el edificio mismo sehallaba sobre una base de hormigón que buscaba expresarla consistencia del material en estado previo a su fragua,donde todos los elementos funcionales quedabandiscretamente velados

22 Para lo que colocaba entre las superficies exterior einterior de las paredes una cámara por la que circulabaagua o aire, regulando el confort ambiental interiordesligándolo de la situación externa. Pero, sobre todo,produciendo efectos luminosos diferenciados entre elinterior y el exterior

8. HERBERT BAYERSala 5ª de la sección alemana. 1930Montaje para la Exposition de la société des artistesdécorateurs. París. Archivo de la Bauhaus, Berlín.

9. HERBERT BAYERSala 5ª de la sección alemana. 1930Montaje para la Exposition de la société des artistesdécorateurs. París. Esquema.

10. FRANTISEK KUPKADiscos de Newton. 1911-1912Oleo sobre lienzo, 49,5x65 cm. Musée National d’ArtModerne.

11. ROBERT DELAUNAYFenetres ouvertes simultenement. 1ere partie, 3e motif.1912. Oleo sobre lienzo,oval 57x123 cm. PeggyGuggenheim Collection, Venice.8.

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condicionantes naturalistas, como hiciera Seurat. Lasexperiencias del color sobre el fondo óptico se puedenconsiderar como otro medio de aplicación de las teoríasde Frantisek Kupka, quien fuera uno de los primerospintores abstractos. Tanto en sus primerasmanifestaciones, llevadas a cabo en París en 1911,como en lo que asienta en notas manuscritas, Kupkahabía indagado en las posibilidades de la línea y elplano ignorando “el tema derivado de la naturaleza enfavor de ejercicios técnicos de «motivos subjetivos»captados por el ojo de la mente”23 .

Utilizando la tabla de colores de los teóricosHershel y Young24 , Kupka planteó en Discos deNewton (1911–1912) (il. 10) el poder del color sólo, capazde sugerir un movimiento o sensación dinámica cuandose libera de toda función representativa. Una búsquedaen la que se encuentran también los trabajos de RobertDelaunay (il. 11) a partir de la serie Fenêtres, de 1912 yque queda evidenciada en la correspondencia que porla misma fecha mantuvo con el pintor Auguste Macke.En estas cartas (y en otros escritos) Delaunayreflexionaba acerca de las “leyes de los contrastescomplementarios y simultáneos”, que había sido labase de la especulación cientificista de la teoría de loscolores del siglo XIX25 .

“...l’idée d’une peinture qui ne tiendraittechniquement que de la couleur, descontrastes de couleurs, mais en sedéveloppant dans le temps et sepercevant simultanément, d’un seulcoup; j’emploie le mot scientifique de

23 MOSZYNSKA, A. (1996). El Arte Abstracto. Trad.Mariani, H. Destino: Barcelona. P. 15.

24 Aparecida en un texto de Nicholas Ogden Rood de 1879,titulado Modern Chromatics. With applications to artand industry. C. Kega Paul: Londres. Edición de 1973:Modern Chromatics; student’s text-book. VanNostrand Reinhold: Nueva York.

25 En abril de 1912 Delaunay comenzó su serie con la obraLes Fenêtres simultanées (1ere partié, 2e motif, 1erereplique) basada en el tratamiento puro del color ydifundió sus reflexiones en el manifiesto Sur la lumière,que Paul Klee tradujo al alemán y publicó en la revistaDer Sturm. DELAUNAY, R / DEALUNAY, S. The NewArt of Color. The Writings of Robert and SoniaDelaunay. Trad. Shapiro, D. y Cohen, A. Ed. A. Cohen.Crown: Nueva York. (1978).

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Chevreul; les contrastes simultanés”

El Lissitzky no parece tan influenciado por lasteorías ópticas francesas26 , de las que ciertamente senutren los anteriores trabajos, sino más bien por unaidea mucho más protosicoanalítica: la Teoría del Colorde Goethe, escrita en 181027 . Allí la relación no se datanto en lo referente a las propiedades físicas del color,sino a los efectos morales del mismo; sesgo que debióinteresar al artista revolucionario. Goethe establecíael potencial metafísico o alusivo del color, capaz degenerar motivaciones positivas y negativas en elespectador, en una alusión definitivamente moral.

“El color ocupa un puesto muy elevadoen la serie de las manifestacionesnaturales originales, en la medida enque llena con una multiplicidad biendefinida el simple círculo que le esasignado. No nos sorprendemos,entonces, de saber que ejercita unaacción, en particular sobre el sentido dela vista, al cual pertenece en formaevidente y a través suyo, sobre el espírituen sus manifestaciones elementales másgenerales, sin referencia a laconstitución o a la forma del materialsobre cuya superficie lo vemos. Se trata,diríamos, de una acción específicacuando el color está tomado en susingularidad, mientras en combinacióncon otros se trata de una acción en partearmónica, pero siempre decidida ysignificativa, que se relacionadirectamente con el momento espiritual.Este es el motivo por el cual el color,considerado como un elemento del arte,puede ser utilizado como un recurso quecoopera con los más elevados finesestéticos”28 .

Sin embargo, a este fenómeno primario se levendrían a sumar otras experimentaciones. Esta vezen torno a la capacidad del color de provocar no tantosensaciones, pues el mismo Goethe no lo define en

26 Eugène Chevreul recopiló en 1864 el más extensocatálogo de colores hasta el momento. Semeja unaelaborada enciclopedia con 14.400 tonalidadescromáticas materiales, conseguida gracias a losdesarrollos del siglo XIX de la técnica de impresióncromolitográfica y de la química industrial, en laelaboración de colorantes sintéticos. No sólo catalogabatodos los colores posibles, sino que, basado en lassensaciones cromáticas y la armonía empírica de loscírculos newtonianos, fundamentaba una base para darcuenta de sus mezclas y sobre todo, de sus efectos por“contrastes simultáneos” (CHEVREUL, Eugène. [s.d].Clasificación y contraste de los colores. LitografíaVázquez Díaz: Barcelona). Ello constituiría la base teó-rica de los Impresionistas y los Divisionistas y aún esta-rán presentes en los Fauvistas y Futuristas.

27 Aunque su adscripción a la teoría de los principios ópti-cos y del color, desde una perspectiva estrictamente fí-sica y fisiológica, le vinculan a Mondrian y a Malévich.Parte de la división de la imagen, como idea positivista,en un mosaico de sensaciones cromáticas. Laconsecuencia que más resalta de todo esto es que lapintura devendría en una reconstrucción del mundo porel hecho objetivo de ser una reconstrucción de lasuperficie del ojo. La obra de Goethe lleva por nombreZur Farbenlehre, escrita en 2 volúmenes en Tubinga,en 1810 (La teoría de los colores. (1992). Trad. JavierArnaldo. Col. Tratados. Dirección General de BellasArtes y Archivos. Consejo General de la ArquitecturaTécnica de España: Madrid). Nace de clasificacionespredialécticas, que reconocen una voluntad “estética” delcolor, fijado en la memoria como “sensibilidad culta”(colores fisiológicos), superando las condicionesmecanicistas (colores físicos), en boga para el momento.

28 GOETHE, Wolfgang. [1810]. Op. Cit. Del capítulo:Acciones simbólicas y morales del color. P. 759. Por otraparte, este escrito de Goethe está muy ligado a Faust,no sólo por su paralela temporalidad y ambos constituyenuna voz crítica dentro del optimismo ilustrado, abriendoel campo hacia la irracionalidad romántica

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esos términos, sino actitudes, que serán activas y pa-sivas y cuya traducción a “formas” en movimientoinducidas al observador, constituiría la contribuciónde El Lissitzky a la teoría estética de la vanguardia29 .Su trabajo constituye así, uno de los primeros intentosproyectuales, conscientes y sistemáticos dentro de laModernidad, del manejo del Tiempo, expresado comomovimiento y trabajado, simultáneamente, endiferentes soportes expresivos.

El Tiempo constituirá el elemento referencialque permitirá a El Lissitzky una operatividad para laSíntesis de las Artes, que había planteado ya en 1923,cuando anunciaba que el espacio concebido para eldescanso, el trabajo y la vida social del hombre debíanunificarse bajo una totalidad, que permitiesemutaciones y adaptaciones según la ocasión lorequiriese30 . Plantemiento que, sin embargo, no cons-tituye el primero que incluyese al Tiempo representadopor el desplazamiento del observador, como parte fun-damental de la lectura de la obra31 .

A tal efecto, Hildebrand había establecido unadefinición de la obra de arte como una imagen causadapor una forma activa, superando el punto de vistatradicional, según el cual, las obras plásticas tendríansólo carácter espacial y no temporal32 . La condicióndual de la imagen permitiría captar no sólo el relieve ola profundidad, sino también el movimiento; no en elmomento de detención, sino en una forma en devenir.En este sentido, El Lissitzky va más allá de los plan-teamientos formulados por Hildebrand pero tambiénde las pretensiones futuristas de dar vida a la estáticanaturaleza muerta cubista. El concepto dedesplazamientos temporales que Marinetti mismohabía manejado quedaba declarado ya en el primerManifiesto Futurista:

“El movimiento que queremosreproducir en el lienzo ya no será un sólomovimiento de dinamismo universal fijo.Muy simplemente, será él mismosensación dinámica”33 .

Dada, por otra parte, su admiración por la má-

29 El discurso y “figura” del color planteado en la obra deGoethe, será la base de las prácticas plásticas de losVKHUTEMAS realizadas en los cursos de Rodchenkoy Fedorov, en las que predominaba una vertienteprotosicoanalítica de La teoría de los colores. Vertienteque estará presente también en la Bauhaus en los talleresde Klee, Kandinsky e Itten, quien adquirió susconocimientos del color de Adolf Hölzel en 1913,estudiando a Goethe, Bezold, Runge y a Chevreul-ITTEN, Johannes. (1994). El arte del color. NoriegaEditores: México. P. 7-. Itten impartió sus conocimien-tos también en la Escuela Textil de Krefeld y, siendoDirector de la Kunstgewerbeschule (1938-1954), desa-rrolló su propia teoría que buscaba desprenderse de losaspectos subjetivos del color pero no de los de la per-cepción.

30 EL LISSITZKY. [1923, julio]. Op. Cit.

31 El mismo Lissitzky daba mucha importancia a la “mu-tabilidad” de la imagen del Wolkenbügel (1922)según se variara el ángulo de visión del observador.Preocupación similar a la que Cezanne abriera y que sevio reflejada más tarde en la búsqueda cubista.

32 HILDEBRAND, A. (1988) von. Ibídem.

33 Originalmente publicado en París (Le Fígaro, 20 defebrero de 1909).

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quina y la tecnología, las declaraciones futuristas pa-recieran entroncarse más con los descubrimientos de-bidos a la cronofotografía, mediante la cual múltiplesy secuenciales imágenes fotográficas “congelan” elproceso del movimiento34 (il. 12), en la que se pretendemás la experimentación en la representación delmovimiento que la posible representación de laexperiencia del movimiento en sí (il. 13). Sus trabajosprácticos más elaborados, por otra parte, serían los quemás influyeron en el ambiente ruso prerevolucionario;particularmente en el movimiento Rayonista, cuyomanifiesto escribió y publicó Mijaíl Larionov a partirde la exposición titulada Target de 1913, cuandoformaba parte del grupo Oslinyi Khvost (“La cola delburro”)35 .

«We do not sense the object with our eye,as it is depicted conventionally inpictures and as a result of following thisor that device; in fact, we do not sensethe object as such. We perceive a sum ofrays proceeding from a source of light;

34 Experiencias que fueron dirigidas en Italia por GiuglioBragaglia, a partir del trabajo de los fotógrafos EdwardMuybridge y Etienne–Jules Marey, entre 1883 y 1885.La cronofotografía ponía en evidencia que no se podíaconfiar en los sentidos humanos para captar la realidad.Pese a ello, se alzaron voces en contra de esta manera deaprehender el movimiento. Una de ellas fue la de AugusteRodin, clamando “en favor del derecho del artista ainterpretar, citando la muy convincente marcha de supropio San Juan Bautista”. EWING, William A. (1996).El cuerpo. Fotografías de la configuración humana.Trad. A. Gómez Cedillo. Siruela: Madrid. PP. 113 y ss.

35 Bowlt señala que el Rayonismo estuvo considerablemen-te influenciado por las nuevas técnicas fotográficas ycinematográficas. En 1913 el fotógrafo moscovita A.Trapani inventaba la técnica “Ray gum” que creaba lailusión de texturas radiales y fragmentarias. BOWLT,John E. (1988). Russian Art of the Avant-Garde:Theory and Criticism. Thames & Hudson: Nueva York.PP. 92-93.

12. ETIENNE-JULES MAREYSaut. 1883Cronofotografía geométrica. Colección Privada.

13. GIACOMO BALLAVelocità astratta+rumore. 1913-1914Oleo sobre cartón con marco de mader hecho y pintadopor el artista. 545x765. Peggy Guggenheim Collection,Venecia.

14. UMBERTO BOCCIONIForma única de continuidad en el espacio. 1913Bronce, 196,4x89x40,6. Colección Privada

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these are reflected from the object andenter our field of vision. Consequently,if we wish to paint literally what we see,then we must paint the sum of raysreflected from the object. But in order toreceive the total sum of rays from thedesired object, we must select themdeliberately, because together with therays of the object being perceived, therealso fall into our range of vision reflectedreflex rays belonging to other nearbyobjects. Now, if we wish to depict anobject exactly as we see it, then we mustdepict also these reflex rays belongingto other objects and then we will depictliterally what we see. … Now, if weconcern ourselves not with the objectsthemselves but with the sums of rays fromthem, we can build a picture in thefollowing way: The sum of rays fromobject A intersects the sum of rays fromobject B; in the space between them acertain form appears, and this is isolatedby the artist’s will. Perception, not of theobject itself, but of the sum of rays fromit, is, by its very nature, much closer tothe symbolic surface of the picture thanis the object itself. This is almost thesame as the mirage, which appears inthe scorching air of the desert anddepicts distant towns, lakes, and oasesin the sky (in concrete instances).Rayonism erases the barriers that existbetween the picture’s surface and nature.A ray is depicted provisionally on thesurface by a coloured line»36 .

Ambos movimientos comparten en sus mani-fiestos el mismo espíritu de desafío y las mismaspreocupaciones plásticas. Cuando Boccioni lanza sumanifiesto, a propósito de la escultura futurista, en191237 , cuyas ideas concretará en la pieza Forma únicade continuidad en el espacio de 1913 (il. 14), subraya suparticular concepción de la naturaleza de la visión.Boccioni establece que cuando un objeto en

36 Bowlt, John E. Op. Cit. PP. 93-100. Véase también:BOWLT, John E. (1982). The Silver Age: Russian Artof the Early Twentieth Century and the «World ofArt» Group. O. R. P. Mass.

37 El primer manifiesto futurista se titula: Manifiesto técnicode la escultura futurista, fechado el 11 de abril de 1912;el último, El futurismo mundial, es del 11 de enero de1924 en París. Este último manifiesto es una larga listade artistas internacionales clasificados como: “Estos sonen realidad futuristas”. Aparecen Cendrars, Cocteau,Aragón, Bretón, Tzara, Picasso, Léger, Braque,Delaunay, Mondrian, Van Doesburg; además estánLarionov, Chagall y Malévich, a quienes el comisariosoviético Lunacharsky había designado profesores enVitebsk.

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movimiento pasa por delante de uno inmóvil, se creauna ilusión de formas fundidas; algo que podía serexplorado en la pintura (il. 15).

Larionov, que se hallaba muy vinculado tantodesde París como desde Moscú al movimientoFuturista, además de ser reconocido por los miembrosde esta corriente, pinta en 1909 un cuadro titulado LeVerre, que no expondrá hasta 1911 en la Sociedad deLibre Estética. La obra comparte con el Futurismo lanoción de que las “líneas de fuerza” dominan el temasubyacente, desarrollando una exploración que se pue-de describir en los términos que Boccioni pretende paracon la escultura: cuando un objeto en movimiento –eldinamismo inherente al trazo– pasa por delante de unoinmóvil –el fondo que es trabajado y expresado en laobra de Larionov– se crea una ilusión de formasfundidas (il. 16).

Los trabajos de Larionov, por esta época, con-sisten, principalmente, en estrías de colores puros queel pincel traza sobre el fondo, según la libre efusión

15. UMBERTO BOCCIONIDinamismo de un jugador de fútbol. 1913Oleo sobre lienzo, 193,2x201. MoMA

16. MIKHAIL LARIONOVRayonismo azul. Retrato de un necio. 1912Oleo sobre lienzo.

17. MIKHAIL LARIONOVRayonismo rojo. 1913Oleo sobre lienzo.

18. KASSMIR MALEVITCHOcho rectángulos rojos. 1915Oleo sobre lienzo, 57,5x47,9 cm. Museo Stedelijk.

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del pintor38 . “Una pintura casi abstracta”39 , comoseñala Seuphor. En la sensación de movimiento quese imparte al trazo, cuyo dinamismo provoca unadifusión del color que actúa vibrantemente, influye ladisolución aplicada al fondo. Este resultante fondo úni-co o variante (il. 17), según lo describe Seuphor, rela-cionaría las búsquedas de Larionov con el espaciosuprematista que pretendía Malévich.

“Pour l’instants, la voie de l’hommepasse par l’espace, le Suprématisme estle sémaphore de la couleur dans sonabîme infini”40 .

El fondo no se mueve en ninguna de estasmanifestaciones; no representa el movimiento; sinembargo, actúa como contenedor de un espacio infinitosobre el que se “suspenden” objetos, que bien puedenser rayas como en Composición Rayonista: dominiodel rojo (1912) de Larionov, o rectángulos, como enOcho rectángulos rojos de Malévich, fechado en191541 (il. 18).

38 Es significativa la influencia de los principales teóricosdel formalismo ruso en la constitución de losmovimientos creativos de la vanguardia rusa. Elmanifiesto Rayonista resulta próximo a las teorías de larealidad visual de Vrubel, quien señala: “Los contornoscon los cuales los artistas normalmente delinean losconfines de las formas de hecho no existen, son unailusión óptica que ocurre en la interacción de rallosproyectados sobre los objetos y reflejados por lasuperficie en diferentes ángulos”.

39 SEUPHOR, M. [1965]. Le style et le cri. Editions duSeuil: Paris. Versión en castellano: El Estilo y el grito.14 Ensayos Sobre el arte de este siglo. Trad: MarielaAlvarez. Monte Avila Editores: Caracas (1970). P. 52.

40 MALEVICH, K. [1919]. Le Suprématisme. Catálogode la 10ª Exposición Estatal. Création non–figurative etSuprématisme. En MALEVICH, K. (1977). Ecrits surl’Art. Trad. V. y J.C. Marcadé. Vol. 2º: Le mirrorsuprématiste. Anexo nº III. Col. Slavica. L’Aged’Homme: Laussane. PP. 83 y ss. La transcripción ínte-gra del catálogo está en las PP. 161. Versión en inglés:MALEVICH, K. (1969). Essays on Art. Trad. T.Andersen. Volumen 1º. Borgen: Londres (1969).

41 La exploración del espacio en Malévich pasó por unarevisión sistemática del color, como se verá más adelante.Malévich divide en tres etapas esta exploración según,precisamente, los rectángulos “suspendidos” sobre elfondo suprematista; así, las primera obras secorresponderían a los negros, después a los rojos (a laque corresponde el cuadro en cuestión) y, finalmente, alos blancos. Según señala en un artículo fechado enVitebsk en 1920, titulado Le Suprématisme. 34 dessins.En: MALEVICH, K. [1912], (1974). Volumen 1º: DeCézanne au Suprématisme. Op. Cit. P. 117.

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Aunque en Larionov el fondo es un tanto másdifuso que en Malévich, las similitudes conceptualesson fácilmente deducibles. Malévich trabajó en laposibilidad de sugerir un espacio profundo capaz deproducir «una verdadera impresión de infinito», lo quepasaba en un fondo blanco42 -más apropiado que elcolor azul, demasiado vinculado a su condiciónreferencial de “cielo” - (ils. 19 y 20). Los objetos que deeste fondo se “suspendiesen”, serían la esencia mismade la representación del movimiento y constituiría undinamismo puro o, como él mismo lo llamó, unSuprematismo dinámico.

Una exploración formalmente similar de HansArp, Collage con cuadrados dispuestos según las leyesdel azar (1916–1917) (il. 21), exenta de una lógicageométrica y próxima a la condición intempestiva delcollage, pone de relieve, por contraste, la nuevasignificación del fondo que desarrolló Malévich. Latensión de las figuras que eclipsan el fondo y unsignificativo menor grado de trabajo sobre él, más querepresentar un silencio infinito que construya lapresentación del espacio, pareciera enmudecerlo. Serápartiendo del trabajo de Malévich sobre el color comofigura vibrante y suspendida en un fondo y que pordensidad se vuelve inasible, lo que constituya laprincipal idea de El Lissitzky en la concepción ytratamiento del fondo óptico.

Antes, sin embargo, el cruce de referenciasentre el movimiento Rayonista y los trabajos de ElLissitzky tuvo otra derivación. Larionov y su compa-ñera de movimiento Natalia Gontcharova (il. 22), ligados

42 MALEVICH, K. [1919]. Op. Cit. P. 83: “La couleur bleuedu ciel est vaincue par le système suprématiste, elle esttrouée et est entrée dans le blanc en tant quereprésentation réelle vraie de l’infini ; c’est pourquoi elleest exempte du fond coloré du ciel”. La elección del blan-co tenía un significado particular para Malévich. En elcatálogo de la exposición se refería ya al blanco en tér-minos de un viaje espacial y termina: “J’ai troué l’abat–jour bleu des limitations colorées, je suis sorti dans leblanc, voguez à ma suite, camarades aviateurs, dansl’abîme, j’ai établi les sémaphores du Suprématisme.…L’abîme libre blanc, l’infini sont devant vous” (P. 84).

19. KASSMIR MALEVITCHCuadrado rojo: realismo pictórico de una mujer endos dimensiones. 1915Oleo sobre lienzo, 53x53 cm.

20. KASSMIR MALEVITCHCuadrado negro. Cuadrado rojo. 1915Oleo sobre lienzo, 71,4x44,4 cm.

21. HANS ARPCollage con cuadrados dispuestos según las leyes del azar.1916-1917. Collage, 48,6x34,6. MoMA

22. NATALIA GONTCHAROVARayonismo. Bosque azul-verde. 1911Carboncillo y tiza, 25,2x13,6 cm. Mc. Crory Corp.

23. NATALIA GONTCHAROVACiclista. 1913Oleo sobre lienzo.19.

20.

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a los poetas Maïakovsky, Khlebnikov y Kruchenik,planteaban una vinculación más estrecha entre la poesíay la pintura; una incipiente formulación de síntesis delas artes, basada en la transtextualidad poryuxtaposición de sistemas expresivos43 . Ambospintores incluirían en sus obras, desde palabras simpleshasta construcciones gramaticales y frases enteras. Sinembargo, a Gontcharova ésta experimentación le atrajomás en tanto que formal, como en La dama delsombrero (1910) o El ciclista (1913) (il. 23), mientrasque a Larionov en cuanto que contenido y significado.

Estas experimentaciones comportaron la víapor la que El Lissitzky llegó a incluir tipografías ymensajes en sus trabajos y que constituyó la esenciade sus propuestas bidimensionales, desarrolladas enafiches comerciales, culturales y políticos. Los descu-brimientos logrados de esta estrategia comunicativalos trasladó posteriormente a la divulgación de su obraarquitectónica y más tarde, al tratamiento de lasuperficie delimitadora del contenedor espacial.Finalmente, constituirían los elementos claves que seproyectarían sobre el espacio tridimensional, básica-mente de pabellones temáticos.

Todos estos son aspectos que determinarán losplanteamientos plásticos de El Lissitzky. Aún más, enA. y la Pangeometría revisará los problemas de laapreciación tradicional del arte, tanto la actitud quecomporta estar frente a una obra de arte, cualquieraque sea el momento histórico en que fue producida,como aquella a ser asumida ante una obra “moderna”,todavía en proceso de conformación. Sus reflexionesllegarán a definir los soportes expresivos que debieranutilizarse de manera operativa en la consecución yconstrucción del nuevo espacio, partiendo, convencido,de los logros de sus planteamientos ante los problemasvisuales que detecta.

“El Suprematismo ha llegado a lacumbre de la pirámide visual de laperspectiva respecto al infinito”44 .

En esencia, para El Lissitzky el Suprematismovendría a superar la representación perspectiva del

43 Que por otra parte, también planteaban y desarrollabanlos pintores cubistas, sobre todo en los collages quePicasso y Braque comenzaron en 1912. Aquí es signifi-cativo, además, la colaboración con Sergei Diaghileviniciada en 1914 con la escenografía y vestuarios paraL’coq d’Or en la Opera de París.

44 El LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. En LISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 354. Idea sobre la quevenía insistiendo desde 1920, en su escrito:Suprematism in world reconstruction. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 331.

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espacio, en uso por entonces y que se formuló en elRenacimiento, sustituyéndola por otro tipo deproyección espacial45 . Este sistema constituiría unarepresentación capaz de afrontar los retos espacio–temporales que exigía la realidad espacial en ciernes yrepresentaba un paso más en la evolución del “cristalgraduado”, que significaban las convenciones de lasrepresentaciones artísticas de cada momento histórico(ils. 24, 25 y 26).

“A. es una invención de nuestro espíritu,un todo complejo, combinando loracional con lo imaginario, lo físico conlo matemático, la raíz cuadrada de unocon la raíz cuadrada de menos uno”46 .

Nada más cierto pero, al mismo tiempo, alejadode lo «nuevo» que El Lissitzky pretendía. Lo que éldenomina “nuevo” es poco más que la recuperacióndel viejo sistema de representación visual que los in-genieros militares utilizaban ya como sistema deplasmación de lo real en el s. XVI, llamado perspectivacaballera47 y cuyo rasgo más destacable es que laslíneas paralelas en recesión no convergen en un punto,como en la perspectiva monocular, sino que continúansiendo siempre e indefinidamente paralelas.

Es así que lo que constituiría una “novedad”para El Lissitzky, vendría a ser el grado de significaciónañadida que podía conferírserle a este sistema de re-presentación; lo que denota, por otra parte, una grandeuda con el pensamiento de Spengler. Esta nueva di-mensión del sistema convencional de visualización que

45 BOIS, Yves–Alain. (1990) in cat. La axonometría o elparadigma matemático de El Lissitzky.

46 EL LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. En LISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 352.

47 La “perspectiva militar” o “caballera”, es una de las re-presentaciones axonométricas.

24. THEODOR VAN DOESBURGCasa particular. 1923Axonometría y fachadas. Tinta y aguada. RijksdienstBeeldende Kunst

25. THEODOR VAN DOESBURGCasa particular. 1923Tinta, aguada y collage. Rijksdienst Beeldende Kunst

26. THEODOR VAN DOESBURGContraconstrucción de colores en la 4ª dimensión delespacio-tiempo. 1924Composición hecha a partir de la Casa particular.Tinta y aguada, 57,5x57. Rijksdienst Beeldende Kunst.

24. 25.

26.

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establece A. y la Pangeometría hace posible detectar,como señala Peter Nisbet48 , las analogías que se puedenestablecer entre los sistemas de numeración,establecidos y utilizados por varias épocas ycivilizaciones y los logros artísticos a que éstos puedenser vinculados49 .

Spengler había ya demostrado que existía unabrecha entre la geometría griega, basada en el mundovisible y que se construye en virtud de la aritmética, yla geometría moderna, “cuyo énfasis en la función ycontinuidad a través de su dependencia del álgebraexige un lenguaje totalmente diferente”50 y para lo cualresulta necesario concebir un espacio alejado de laexperiencia del mundo fenoménico. El espacioeuclidiano, entendido como el a priori kantiano y únicaposibilidad de concebir relaciones espacialesindependientes de la experiencia del mundo,provendría de una relatividad matemática,condicionante de otra de signo cultural. Un resquicioque sería notorio, por cuanto el Infinito, como conceptoy como formulación matemática, siendo un entefundamental en el pensamiento occidental moderno,aún no había hallado su representación espacialefectiva51 .

Aquí la tesis de El Lissitzky no resulta, portanto, afín al concepto esencial de Spengler, pues niegaque la perspectiva monocular renacentista tenga quever con el espacio infinito; ni tan siquiera con lametáfora en él implícita. Es tan sólo un sistema deconvenciones que apenas alcanza a recrear unailusión52 . La representación, por tanto, del infinito seconstituye en algo no resuelto por la cultura moderna;un problema al que no habrían podido dar respuesta nilos Impresionistas, los Cubistas o los Futuristas.

“Suprematist space may be formed notonly forward from the plane but alsobackward in depth. If we indicate the flatsurface of the picture as 0, we candescribe the direction in depth by –(negative) and the forward direction by+ (positive), or the other way round. Wesee that Suprematism has swept away

48 NISBET, P. (1987). El Lissitzky. Busch–ResingerMuseum: Cambridge. P. 29. Nisbet detecta la adscrip-ción de El Lissitzky a las ideas de Spengler en un textoque precede a A. y la Pangeometría: El Nuevo RealismoPictórico como creación absoluta, de 1920. Aquí ElLissitzky señala al Suprematismo como factor de la re-construcción del mundo, repasando las claves de la cons-trucción geométrica en virtud de determinadas épocashistóricas. Esta idea la formuló a partir de ciertas re-flexiones de Malévich expuestas en Desde el Cubismo yel futurismo al Suprematismo en el Arte, de 1916. ElLissitzky señala: “when we have absorbed the totalwealth of experience of painting when we have leftbehind the uninhibited curves of cubism when we havegrasped the aim and system of supremaitism – then weshall give a new face to this globe. we shall reshape it sothoroughly that the sun will no longer recognise itssatellite. in architecture we are on the way to a completenew concept. after the archaic horizontals the classicalspheres and the gothic verticals of building styles whichpreceded our own we are now entering upon a fourthstage as we achieve economy and spatial diagonals”. (ELLISSITZKY. [1920]. En LISSITZKY–KÜPPERS, S.(1992). Op. Cit. P. 332. Eco, por otra parte, señala: “Noobstante toda forma artística puede muy bien verse, sino como substituto del conocimiento científico, comometáfora epistemológica; es decir, en cada siglo, el modode estructurar las formas del arte refleja –a guisa desemejanza, de metaforización, de apunte de resolucióndel concepto de figura– el modo como la ciencia o, sinmás, la cultura de la época ve la realidad”. ECO, U.(1968). La definición del arte. Trad. de R. De la Igle-sia. Ed. M. Roca: Barcelona. PP. 157–158.

49 El ensayo de El Lissitzky se subdivide en varias partes:Espacio Planimétrico, correspondiente al espacioprimitivo, cuya iconografía alinea los objetos en unamisma referencia y se corresponde con las seriesmatemáticas aritméticas, de los números enteros yfraccionales; Espacio Perspectivo, o del Renacimiento,que corresponde a las series progresivas geométricas;Espacio Irracional, un ámbito posicional donde lasdimensiones carecen de sentido al estar signadas por š-1, y que corresponde a las representaciones Cubistas yFuturistas; Espacio imaginario, producto de la inclusióndel Tiempo y el movimiento en la representación.

50 NISBET, P. (1987). Ibídem.

51 “Un número como tal no existe, ni puede existir –escribeSpengler–, hay muchos universos de números porquehay muchas culturas”

52 EL LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. En LISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 354.

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from the plane the illusions of two–di-mensional planimetric space, theillusion of three–dimensionalperspective space, and has created theultimate illusion of irrational space, withits infinite extensibility into backgroundand foreground”53 .

En la perspectiva monocular, al existir unaabsoluta coordinación entre líneas visuales y líneas deluz, se origina la identidad especular entre el punto defuga dentro del cuadro y el punto de vista dentro delojo. Las consecuencias de la inversión del esquemavisual ya fueron comentadas en el capítulo anterior.Lo importante ahora es señalar que esta geometría daun vuelco al «infinito» en cuanto límite. Apenasimaginable y siendo un punto que, literalmente, se hareducido a la nada, establece un espacio perfectamenteacotado entre el plano focal y el ojo54 . A su vez, resultaigualmente falso su principio geométrico, puesto quela perspectiva se basa en que sea aceptada laconvergencia de líneas paralelas en un punto real, loque cae más allá de la imaginación o la razón mismas.La perspectiva monocular renacentista comporta paraEl Lissitzky, como aquella mirada de Medusa en lamitología, una parálisis a quien la observa55 .

“El fraude de la perspectiva es, paraLissitzky, que, mientras se construyecomo un análogo de la percepciónhumana, intenta darnos un equivalentede la infinita y continua extensión delespacio a través de los modelos enretroceso de las líneas escorzo. Pero estoes imposible: el infinito es inaccesible ala percepción humana, y no se puedeaprehender a través de un sistemabasado en la subjetividad de la visiónhumana; dicho sistema estáestructuralmente limitado: teóricamen-te, hay un solo punto de vista que, sesupone, mantiene al espectador a unadistancia especificada, frente a un cua-dro con perspectiva, y, como en un es-pejo corresponde al punto de fuga del

53 EL LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. En LISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 354.

54 Aunque infinito uno e identificable el otro, estos dospuntos establecen un claro aquí y un imaginable allá.

55 No en vano, en todo diagrama perspectivo figura un ojoabierto, inmóvil y fijo.

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cuadro. Teóricamente, ésta es la opiniónde Lissitzky, la perspectiva esMedusa…”56 .

Para El Lissitzky, dado que la representacióndel infinito es física y materialmente imposible deejecutar por parte del emisor, la responsabilidad de su“construcción” debía ser trasladada al observador.Partirá, para ello, del fondo blanco del Suprematismode Malévich, su compañero en Vitebsk, que constituyela representación más próxima de lo infinito, por serel espacio en el que los elementos planos rompían elmarco del cuadro. Malévich había escrito en 1916, enla tercera edición de su ensayo El Nuevo Realismopictórico57 , que el espacio real está “muy restringidopor el «anillo del horizonte»”(il. 44), limitando tanto alartista como a las formas de la naturaleza58 . Sugeríaque, para liberarse, para alcanzar una «integracióncósmica», no sólo había que reemplazar las formas dela naturaleza con formas abstractas en el arte, sino quetambién había que aventurarse en un espacio continuo,capaz de extenderse más allá del horizonte circunscrito.

“En este momento el camino del hombreestá situado a través del espacio, y elSuprematismo es una metáfora de coloren su infinito abismo”59 .

El texto está pleno de expresiones que hacenreferencia al cero de la forma, la nada, el espacio y elanillo del horizonte, que denotan una influencia de lastesis de Ouspensky60 , quien en 1909 había escrito unlibro de fuerte carácter místico, titulado La cuartadimensión. Su idea de esta nueva dimensión noeuclidiana, guarda escasa relación con la noción deTiempo proyectado en el espacio de lo real, idea por laque se inclinaba la física teórica ; sino de una nuevaconsciencia en forma de una “huida de la muerte haciael mundo real del espíritu”, noción implícita en lageometría del círculo61 .

El “círculo” sería como el ciclo de la vida quepasa a través del nacimiento, la vida y la muerte, paradespués recomenzar y cuya característica vivencial esque, inevitablemente, escapa a “nuestro espacio”

56 BOIS, Yves–Alain, in cat. AA. VV. (1990). Op. Cit. P.30. Se basa para esta afirmación en L’origine de laperspettiva, de Hubert Deamisch, a propósito del temade la especularidad teórica.

57 MALEVICH, K. [1916]. El título completo de este en-sayo es Desde el Cubismo y el futurismo al Suprematismoen Arte. El Nuevo Realismo Pictórico como creaciónabsoluta. Escrito y fechado en Petrogrado en enero de1916, es una conferencia pronunciada ese mismo añoen la que corrige la versión preliminar de 1915. La ver-sión en inglés se encuentra en: MALEVICH, K. (1969).Essays on Art. Op. Cit. Volumen 2º. En francés está enMALEVICH, K. (1974). Op. Cit. PP. 45 y ss.

58 “J’ai détruit l’anneau de l’horizon et suis sorti du cercledes choses, à partir de l’anneau de l’horizon dans lequelsont inclus le peintre et les formes de la nature”.MALEVICH, K. [1916]. Op. Cit. P. 49.

59 MALEVICH, K. [1916]. Op. Cit.

60 Piotr Demianovich Ouspensky fue un filósofo que tuvouna considerable influencia en ciertos ámbitos artísticose intelectuales de la Rusia presovietica hablando sobreel «círculo de la cuarta dimensión».

61 MOSZYNSKA, A. (1996). Op. Cit. PP. 56–57

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existencial. Ouspensky establecía que el mundotridimensional sería el resultado del aparato físicolimitado del hombre, siendo el mundo real de las tresdimensiones una proyección limitada de ese otro planoexistencial de la cuarta dimensión, donde el hombretendría una consciencia cósmica.

La inquietud por la representación de unacuarta dimensión había aparecido ya en Malévich endiciembre de 1915, cuando expuso en la galeríaDochinia de Petrogrado, cuarenta pinturas bajo el títuloUltima exposición futurista de cuadros: 0, 1062 (il. 27).Un cuadro, entre todos, llama especialmente la atenciónpor su título. Se trata de Realismo pictórico de unfutbolista: masas de color en la cuarta dimensión. Laobra es abstracta, al igual que todas las de la exposicióny en ellas se pueden apreciar figuras geométricasplanas, colocadas sobre fondos mas bien claros. Demás está decir que en esta obra no se vislumbra la figurade un jugador de fútbol por ningún lado.

Esta exposición recoge el trabajo de Malévichsobre la representación del Tiempo, expresado por lanoción racionalizada del movimiento que pretendía elFuturismo, y en ella anunciaba haber alcanzado el “cerode la forma” y la destrucción del “anillo delhorizonte”63 . Estas expresiones, proclamadas comoconsignas, evidencian la búsqueda de una analogíavisual respecto a la cuarta dimensión establecida porOuspensky. El movimiento de la figura de Realismopictórico de un futbolista representaría las tresdimensiones de lo real, mientras que la profundidadsin referencias del fondo, se abriría a la conscienciacósmica adimensional.

Toda la tensión pictórica propuesta porMalévich se centraba, por entonces, en torno a larelación fondo–figura, que se había hecho explícita enel cuadro Elementos Suprematistas volumétricos de1915 y que se convirtió en el tema de su obra. AquíMalévich eliminará, incluso, las remisiones unívocasde los títulos. Sin embargo, su estrategia representativatopaba con una limitación esencial, consistente en que“este espacio (es) fundamentalmente imaginario”;entonces, “cualquier plano blanco se convertía en unespacio infinito”64 para estos elementos. Cobra interés

62 Título en alusión al almanaque futurista Gifle au goûtpublic (Moscú, 1912). Este almanaque contenía un ma-nifiesto firmado por D. Bourliuk, A. Kroutchonkin,Maïakovski y Khlebnikov. A propósito de este manifiestovéase: MERCADE, Valentine. (1973). Le renouveaude l’art pictural russe. 1863–1914. L’Age d’Homme:Lausana. P. 210. La exposición fue financiada por elpintor Puni y su esposa, Beguslavskaja.

63 MALEVICH, K [1915, diciembre]. Zero–Dix. En:MALEVICH, K. (1974). Op. Cit. P. 43. Ideas queconstituyen la base de sus reflexiones en El nuevorealismo pictórico.

64 CHAN-MAGOMEDOV, S.O. (1990) Op. Cit.

27. S/AUltima Exposición Futurista de cuadros: 0, 10. 1915Fotografía de la exposición.

27.

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71 DISEMINACIONES VISUALES

el hecho de que la necesidad de poder representar elinfinito, aunque sea semánticamente –y ello implicaque deba ser imaginado y decodificado a partir deelementos de carácter textual por el observador–suponga al mismo tiempo, la ruptura de los soportesexpresivos convencionales.

“En este momento vemos como elSuprematismo surge en el espacio y enel tiempo del nuevo diseñoarquitectónico… No podemos hablar decuadros en el Suprematismo. Hacetiempo que los cuadros quedaronatrás”65 .

Esta ruptura podría albergar dos ideas distintas,aunque en el fondo convergentes. Manifiesta por unaparte, las limitaciones expresivas de dicharepresentación, hecho que desde entonces constituiráun tema recurrente en la vanguardia y por otra, inducea la consiguiente exploración de una expresión llevadaa cabo sobre soportes no convencionales, en los quecada vez se requerirá de una acción más participativapor parte del observador/lector. Da idea de ello, alrespecto, la experiencia de la visita del cineastasoviético Sergei Einsenstein a la sede de la escuela deVitebsk, que él mismo relata:

“Una ciudad de provincias peculiar.Como tantas otras ciudades al oeste delpaís, edificada con ladrillos rojos.Tiznada de hollín, deprimente. Pero hayalgo muy extraño en esta ciudad. En lascalles principales, los ladrillos rojosestán pintados de blanco. Y sobre estefondo blanco, hay círculos verdes, portodas partes. Cuadrados naranjas.Rectángulos azules. Esto es Vitebsk enel año 1920. El pincel de KassmirMalévich se ha posado sobre las paredesde ladrillos. Ante los ojos se nospresentan círculos naranjas, cuadradosrojos, y trapecios verdes. El confeti delSuprematismo esparcido por las callesde una ciudad atónita”66 .

65 MALEVICH, K. [1919]. Reflexiones originalmente apa-recidas en Vytuarné umeni., nº 8–9. En: ANDERSEN,T. (1969). Ibídem P. 385–386. La formación comoarquitecto de El Lissitzky le permitió explorar más alláde los resultados plano–espaciales de Malévich. Para unalectura más detallada de las consecuencias de lasexploraciones realizadas por Malévich al pasar de larepresentación bidimensional a la tridimensional, ver elensayo : S.O. Chan–Magomedov. (1990). in cat. ElLissitzky 1890–1940. Arquitecto, pintor, fotógrafo, ti-pógrafo. Municipaal van Abbemuseum: Eindhoven,Fundación Caja de Pensiones de Barcelona: Madrid.Musée d’art Moderne de la Ville: París.

66 EISENSTEIN, S. [1988] Observaciones sobre V.V.Mayakovsky. Mayakovsky en la memoria de suscontemporáneos. Writings. Selected Works, vol. I. Ed.R. Taylor. BFI/Indiana U. P. 279–280

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67 El acrónimo esta formado por Pro+Unovis, en referen-cia al movimiento conformado junto a Malévich.

68 Proyecciones axonométricas de diversos tipos de formasgeométricas sólidamente imbricadas y en equilibriointrínseco, que aunque a veces tuvieran un suelo uhorizonte como referencia, la mayor de las veces seencontraban flotando en el espacio referencial y pseudo–infinito del fondo blanco Suprematista.

69 Malévich, en un esbozo para Elementos suprematistasvolumétricos de 1915, planteaba una axonometría,aunque poco ortodoxa, para explorar las condicionesespaciales del fondo que más tarde, en los años Veinte,desarrollará en Architektons y en Planits. Se trata dedibujos a tinta y acuarelas, utilizando ocasionalmente elfotomontaje. Ver ilustración 51.

Nuevamente aquí, la referencia obligada esHildebrand, para quien la creación de una unidadcerrada, inherente a la obra y apreciable en la imagenlejana, crearía un espacio virtual en torno a ella, legiblepor un observador que tendría la capacidad de actuaren él. Para ello, era necesario trabajar contra el murocomo simple lecho para cuadros.

El Lissitzky explorará en los logros expresivosdel Suprematismo de Malévich, planteando, a partirde 1920, una serie de obras que llava por título Proun67

o “Projekty Utverzhdeniya Novogo” (Proyectos parala Afirmación de lo Nuevo) (il. 28). Con estasexperiencias, que él mismo consideraba un estadiointermedio entre la pintura y la arquitectura68 , declararála superación de las capas plano–espacialessuprematistas, de las que no habían podido salirninguno de los discípulos directos de Malévich, y quevendría dada, precisamente, por el uso de laaxonometría69 .

“Sólo un sistema conceptual, totalmenteabstracto, de la representación delespacio, un sistema que exigiese su

28. EL LISSITZKYProum, ca. 1923Guache con tinta negra y roja, 35,9x27,5. Busch-Resinger Museum

29. EL LISSITZKYSalón Proum. 1923Fotografía de la reconstrucción de 1965 del montajepara la Große Berliner Ausstellung

28.

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73 DISEMINACIONES VISUALES

independencia de la visión humana, nospodría llevar a dicha aprehensión: notrataría de dejarnos ver el infinito,puesto que eso es imposible, sino deasirlo”70 .

El infinito sería una construcción metafórica,en la que la nueva representación del espacio seríaaprehensible por el observador; el emisor habría deservirse de él, exclusivamente, como soporte expresivoadecuado para esta materialización. Tal sería la idea“nueva” que representaba la axonometría y queimpulsaba la búsqueda espacial acometida en losProunnen.

Esta idea de infinito asumido por el observador,vendría dada por los sucesivos desplazamientosvisuales que se operan al “leer” una obra “moderna”en las “eternas” líneas de texto que suponen las trazasy planos sin referencias de la axonometría. Una maneraparticular de utilización de este sistema en el que labase o suelo sobre la que se asienta el objetorepresentado ha desaparecido materialmente,apareciendo flotando sobre un suprematista espacioinfinito. Lo contrario supondría una mera reutilizacióndel modo de representación militar, sin ningunasignificación añadida.

El Lissitzky había materializado lasaspiraciones tridimensionales de sus experimentossuprematistas de la serie Proun, en el Salón Proun(il. 29), una propuesta para el Große Berliner Ausstellung(Gran Exposición de Arte de Berlín, celebrado en 1923)hecha por invitación del Novembergruppe, en la que

70 EL LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. P. 353.29.

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74LA PLAZA CUBIERTA

recogía lo más significativo de su obra hasta esemomento. El montaje de el Lissitzky le permitióexplorar sus ideas compositivas en el espacio real,sobre el cual se tramaban obras pintadas y en relieve.

Esta propuesta no pretendía, como señala M.Tupitsyn71 , ser una solución para un ámbito utilitarioper se. No se trata de un nuevo paradigma del espacioen el cual se insertan objetos, sino más bien, una clavepara la organización del espacio a partir de las pautasmismas del recorrido en una exhibición, reactivada porla intervención de construcciones abstractas.

El último apartado de A. y la Pangeometría,dedicado al Espacio Imaginario nacía de esta preocu-pación de El Lissitzky por los elementos suprematistas,expresados ahora en función de una relación objeto–espacio característica del momento: la relatividad dela materia puesta en movimiento. Espacialmente habíajugado con diferentes formas de movimiento, tantovisual como por tensión de los elementos: pordesplazamiento o por continuidad expresivas de unosplanos sobre otros.

No obstante, teóricamente reflejará laimposibilidad de la fragmentación del Tiempo enpartículas que pudieran ser experimentadasdirectamente (salvo en el caso del cine). Por tanto, laúnica forma posible de alcanzar una construcciónacorde a los tiempos sería a través de la percepción dela materia en movimiento, generando “espaciosvirtuales”, solo dados a una lectura y no a una vivencia.

“Time is apprehended indirectly by oursenses; it is indicated by the variationof an object’s position in space”72 .

Como exploración proyectual, el trabajo de ElLissitzky para Dresde se aproxima a la instalación dePiet Zwart para un pequeño pabellón ferial de unafábrica de celuloide, de 1921 (il. 30), puesto que ambostrabajaron sobre las limitaciones de la disposiciónespacial final de los elementos de color que, buscandoestructurar el espacio, inhibían, casi por completo, todasensación de tridimensionalidad. Así, en el SalónProun minimizará el impacto del color sobre la

71 TUPITSYN, Margarita. (1999). El Lissitzky. Beyondthe Abstract Cabinet. Yale University Press: NewHaven y Londres. P. 14.

72 EL LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. P. 356.

30. PIET ZWARTInstalación ferial para una fábrica de celuloide. 1921Perspectiva del proyecto

31. VICTOR HUSZAR - GERRIT RIETVELDInstalación. 1923Maqueta del montaje para la Große Berliner Ausstellung

32. EL LISSITZKYSalón Proum. 1923Isometría del montaje para la Große BerlinerAusstellung, 59,8x44.(1º Kestnermappe Proum, lámina 6.)

30.

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75 DISEMINACIONES VISUALES

superficie del límite espacial, confiándole al blanco lacreación de una base semántica de connotacionessuprematistas.

A esta exposición también concurrieron GerritThomas Rietveld y Vilmos Huszar (il. 31) en calidad derepresentantes del grupo Stijl73 , con un proyecto queno superaría el nivel de propuesta. El montaje deRietveld y Huszar aunaba la concepción espacial y elmobiliario, básicamente la silla Berlín, de Rietveld yel tratamiento cromático de las superficies de Huszar.Aquí, la disolución de los planos delimitadores habríasido considerablemente efectiva, al conjugararmónicamente los planos de colores primarios sobreun fondo blanco, con el mobiliario, buscandotrascender toda dimensión concreta74 .

Las dos propuestas a la exposición de arte deBerlín, se formularon bajo premisas abstractas seme-jantes; incluso, la presentación de los proyectos resultabastante similar. La de los miembros del grupo Stijl esuna imagen convenientemente dispuesta sobre el no–color negro y la de Lissitzky es una axonometría (il. 32).La transgresión sobre los soportes espaciales es comúny también lo es el fondo blanco neutralizador. Pero ladiferencia fundamental radica en el resultadoexcesivamente bidimensional de los planos de coloresprimarios de la propuesta de Huszar y Rietveld, en clarocontraste con ciertos elementos proyectantes de la serieProun.

En el Salón Proun, la división entre losdistintos planos delimitadores del espacio se desvanece

73 Las relaciones entre El Lissitzky y el grupo STIJL seconsolidan cuando el primero organizó el CongresoInternacional de Artistas Progresistas en 1922. Elcongreso se celebraría entre los días 29 al 31 de Mayode 1922. El elemento distintivo fue la diversidad deopiniones y tendencias que, finalmente, se polarizó entrelos “constructivistas” y los “expresionistas”. Lasimpresiones finales quedaron recogidas en la revista “DeStijl” en el número 8 del mismo año (PP. 113–128). Elevento significará la definitiva internacionalización delgrupo neerlandés Die Stijl, estableciendo contacto conel grupo “G” de Alemania, el “Effort Moderne” de París,los Futuristas italianos y diversos grupos Constructivistascentroeuropeos y soviéticos. A propósito ver el trabajode Giovanni Fanelli, De Stijl. Roma, 1983.

74 WARNCKE, Carsten–Peter. De Stijl, 1917–1931. P. 160

31.

32.

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76LA PLAZA CUBIERTA

al presentar las estructuras superpuestas una continui-dad que dobla las esquinas de los planos horizontalesy verticales. Aunque toda intencionalidad se concen-tre únicamente en las paredes, trasmite la sugerenciade un espacio flotante. Se puede entender este monta-je como una de las muestras que evidencian el geniointegrador de El Lissitzky, pues sintetiza, en una mis-ma concreción, el trabajo que sobre el espacio y losmateriales planteaban los Constructivistas del grupoOBMOKhU75 (il. 33), con aquel que sobre materiales yplanos planteaban los Suprematistas del UNOWIS76 .

Los elementos significativos contenidos en lapropuesta de El Lissitzky son dos: primero, latraducción de lo bidimensional inmanente alSuprematismo, a lo tridimensional que caracterizabanlas construcciones Constructivistas; segundo, ladefinitiva ruptura del marco del lienzo en unasignificativa conquista semántica del espacio habitable,es decir arquitectónico, mediante el recurso de formascuya lectura se realiza en una transtextualidad de signoevidentemente literal.

“Estos elementos (suprematistas) aban-donan el cuadro y entraban en el mundode los objetos, pero no entraban en elespacio real, sino en un espacioimaginario que podía formarse en lasuperficie de cualquier objeto”77 .

Es, ciertamente, una extrusión de la pinturahacia la arquitectura, aunque las primeras experienciasespaciales de los elementos Suprematistas las hubiera

75 Conformado por los hermanos Stenberg, Medunestki,Ioganson, etc. seguidores de los trabajos de VladimirTatlin, Alexander Rodchenko, Alexander Wesnin

76 En la línea liderada por Malévich y El Lissitzky, forma-ban parte Senkin, Klutsis, Ermolaeva y otros.

77 CHAN–MAGOMEDOV. S.O. (1990) Op. Cit. P. 38.

33. OBMOKhUExposición de 1921.Fotografía.

34. KASSMIR MALEVITCHComposición suprematista. 1923-24

35. THEODOR VAN DOESBURGCafé Bal L’Aubette. 1926-1928Fotografía. Museo de Estrasburgo

33.

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77 DISEMINACIONES VISUALES

realizado el mismo Malévich (il. 35), junto a otros dosarquitectos de la escuela de Vitebsk78 , Filia y Saetín.Significaba, sobre todo, un paso adelante respecto acuando Malévich señalaba haber destruido el fondoazul de la barrera de color, adentrándose en el mundode lo insondable, representado por el color blanco; allídonde Malévich había instalado aquellos semáforosdel Suprematismo79 . Las experiencias másdesarrolladas del grupo UNOWIS hasta entonces,creaban una obra en la que varios elementosrectangulares pintados se situaban a diversas alturasante un fondo con profundidad, dando la impresión deflotar en el espacio; pero eso sí, ofreciéndose como“capas”, mas que como objetos.

Al adherirse al grupo de Vitebsk, El Lissitzkyhabía quedado como el colaborador aventajado deMalévich y rápidamente dio rienda a su vocación másarquitectónica que pictórica. La clave fue, nuevamente,la axonometría, que, aplicándola sobre los elementosplanos suprematistas, los carga de una profundasignificación geométrica–espacial80 . La necesariaconfección de una figura en axonometría, partiendode los conocimientos de delineación que requiere, dabaa las composiciones un marcado acento arquitectónico.Todo ello en una escuela de pintura81 .

El mismo año en que El Lissitzky tiene pautadollevar a cabo su Raum für Konstruktivistische Kunst,Theo Van Doesburg82 realiza el decorado del Café BalL’Aubette, en Estrasburgo (il. 36), conjuntamente conSophie Tauber y Hans Arp. Una obra que se concluiráen 1928 y que será considerada como ejemplo de Sín-

78 Se trata de la Sociedad obrera de arte de Vitebsk quedirigiera Marc Chagall. Malévich se unió a ella por in-vitación del mismo El Lissitzky en 1919.

79 MALEVICH, K. [1919]. Ibídem

80 Lissitzky consideraba al Proun como “la estación porla que se transita de la pintura a la arquitectura”. No envano son significativos los títulos de sus trabajos, talescomo: “Ciudad”, “Puente”…

81 La docencia de la axonometría que El Lissitzky impartíaera algo inusual, incluso en las escuelas de arquitectura,más dadas al diseño de fachadas y las composiciones enplanta.

82 Su verdadero nombre era C. E. M. Kupper, había nacidoen Utrecht en 1883. Hijo de alemanes emigrados a Rusia,su principal seudónimo, Van Doesburg, correspondía alapellido de su segundo padre, aunque también se leconoció bajo otros nombres: Aldo Camini e I.K. Bonset.En 1922 impartía sus cursos en la Bauhaus.

34.

35.

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78LA PLAZA CUBIERTA

tesis de las Artes, sirviendo de referencia, años mástarde, a La Plaza Cubierta de Villanueva83 .

La obra de Van Doesburg se ciñe, en principio,a los lineamientos fundamentales del movimientoStijl84 (il. 36), relativos al orden horizontal/vertical, conexclusión de toda curva y toda tensión innecesaria, yal uso de los tres colores primarios, sin mezcla nialteración, colindantes con aquellos que llamaron losno–colores (negro, blanco y gris). Principios queaunque el grupo prescribiera tajantemente desde elcomienzo85 , producirán resquebrajamientosconceptuales y plásticos en aspectos significativos86

que explican parte de las tensiones no resueltas quepresenta el Café (il. 37).

El Café Bal L’Aubette transgrede, en forma ycontenido, el espíritu del primer lineamiento delmovimiento, al hacer uso con profusión de la diagonalen la composición general, siendo el tratamiento

83 Posani, uno de los más próximos colaboradores del ar-quitecto, señala esta referencia. La presencia de Arpen ambas obras confirmaría esta idea que es recogida ennumerosos textos a propósito del trabajo de Villanueva-ARROYO, Miguel/SIERRA, Eliseo: Obras de arte dela Ciudad Universitaria de Caracas. UCV–MonteAvila Ed./Consejo Nacional de la Cultura: Caracas.(1991).

84 De Stijl trabajó sobre la idea de que la pintura ya nonecesitaba estar restringida al lienzo, sino que debíamanifestarse en otros campos; todo el entorno tenía queajustarse al «estilo». Sin embargo, Mondrian sentía quela pintura, como forma expresiva, estaba más adelantadaque otras artes y centró ahí su actividad. En la declaraciónde principios neoplasticistas de Van Doesburg: “arte yvida ahora ya no son dominios separados…/… En lugarde eso nosotros insistimos en la construcción de nuestrosambientes de acuerdo con las leyes creativas derivadasde un principio fijo”, estaba la base de creación en unaArmonía creativa para todas las artes. Esta idea seinscribe en principio y actuación a la idea de Goethe delConjunto Característico como elemento de Síntesis delas Artes, pero se distancia, significativamente, de losconceptos al respecto del Constructivismo ruso.

85 En la revista homónima que el grupo publica desde 1917hasta 1932 se contienen sus principios fundacionales.Fue confeccionada con los escritos de Van Doesburg yMondrian (sus directores) y las colaboraciones de Bartvan der Leck, Vilmos Huszar (1886–1965), GeorgesVantongerloo (1886–1965), Antoine Kok, Jan Wils, J.J.P.Oud, Robert van t’Hof y Rietveld

86 Desde la aparición del primer número de la revista, entorno a la cual habrían de agruparse como movimientocoherente, las deserciones fueron notorias Van der Leck,lo hace tras una breve experiencia pictórica con el grupo,en 1918, Huszar vuelve a la diagonal en 1922 y en 1924será el mismo Van Doesburg quien hará de este elementotransgresivo uno de los lineamientos fundamentalescontra el grupo y la esencia de su trabajo yexperimentación. Vantongerloo aplicará los principios

36. PIET MONDRIANDiseño del salón de Mme. Bienert en Plauen. 1926Frank den Oudsen/Lenneke Büller. Reproducción deL’Art International d’Aujourd’hui, vol VII, 1928.Tinta y aguada, 57,5x57. Rijksdienst Beeldende Kunst.

37. THEODOR VAN DOESBURGCafé Bal L’Aubette. 1926-1928Composición del decorado base del salón de baile.

36.

37.

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exclusivo de los contenedores espaciales. Atentabacontra la base reticular que caracterizaría lasproducciones ortodoxas del grupo. La fuerza creativade Van Doesburg se centrará en torno al salón de baile,que también era salón de cine. Los “artefactos” quemodulan el espacio son el mobiliario, actuando contrala integridad de la delimitación del contenedor. Unaosada serie de planos diagonales superpuestos a lasuperficie del contenedor, ocultan los perímetros de lapared y con ello se “oscurece la definición de pared ytecho como entidades arquitectónicas separadas”87 .

Van Doesburg rompe la “literal lisura de lasuperficie” mediante la superposición de planosgirados 45º respecto a los límites del espacio;respetando tanto la ortogonalidad intrínseca de lacomposición88 , como los colores y convencionesplásticas del grupo. Pero el trabajo del arquitecto eslimitado, al estar el espacio ya dado, por lo que suafectación queda reducida a un virtuoso ejercicio dedecoración interior, resintiéndose de ello la obra. Todala desestructuración de los planos delimitadores secircunscribe al tratamiento pictórico de la superficie,tratada accidentalmente en sus puntos y líneas deinflexión. El resultado final se haya más cercano a laexperiencia contemplativa de una pintura, que alfenómeno espacial propugnado por la arquitecturaneoplástica. Todo diálogo entre soportes expresivos sereduce a una dosificación de intencionestransgresoras89 . El abismo que separa a Van Doesburgde El Lissitzky, no puede ser más absoluto.

Aunque a finales de los Veinte, El Lissitzkyincluía elementos y aún obras en movimiento, en rota-ción y en traslación, en sus propuestas arquitectónicas(un eco de las ideas sobre la cuarta dimensión queMalévich había traducido al mundo pictórico y que élmismo había señalado en su reflexión de 1925) y aúndesconociendo el alcance de algunos de sus logros,relativos a la posibilidad de una percepción plásticadel Tiempo en el espacio habitable, manifiestos en elSalón Proun –en el que no incluyó objetos conmovimientos– las búsquedas de El Lissitzky le haríancatalogar a Van Doesburg como “traidor a laarquitectura”90 .

neo–plásticos a sus esculturas hasta 1937. El único enmantenerse fiel a los principios fundadores del movi-miento Stijl fue Mondrian

87 MOSZYNSKA, A. Ibídem.

88 La retícula, anuncia una cierta voluntad de silencio en laproducción moderna, en concomitancia con unahostilidad inmanente a la narración o a cualquier otraforma discursiva. Ver KRAUSS, R. (1996). Ibídem.

89 EL LISSITZKY. [1926, 30 de enero]. Op. Cit. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 72. Enuna carta fechada en Moscú el 30 de enero de 1926 ydirigida a Küppers, El Lissitzky manifiesta susdesavenencias respecto al manejo espacial que las obrasde Van Doesburg van adquiriendo: “Doesburg hasalready turned traitor to architecture, it is only somethingutilitarian, not an art, and only wants to be a painter”.

90 EL LISSITZKY. [1926, 30 de enero]. Op. Cit. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 72.

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En 1926, El Lissitzky había escrito en elASNOVA–Bolletin un artículo sobre la muerte deViking Eggeling, cineasta a quien había señalado enA. y la Pangeometría como uno de los artífices de laconstrucción del espacio imaginario, al haber incluidoel Tiempo en la nueva plástica, alguien que habría dadolos primeros pasos en la representación de la cuartadimensión real en el arte. En este artículo, en el quehace referencia nuevamente a Spengler y a Einstein,El Lissitzky establece las bases para la percepción ra-cionalizada de la nueva configuración del espacio.

“Il posto di Eggeling nella storia dellosviluppo delle arti plastiche può esseredelineato così: si assiste al passaggio dalquadro da cavalletto a due dimensioni,con l’illusione della terza dimensione,al quadro dello schermo illusoriotridimensionale, con una quartadimensione reale (il tempo)91 .

La propuesta de El Lissitzky para el Raum fürkonstruktive Kunst, de la Exposición Internacional deArte de Dresde, hubo de asumirse desde la convenciónde ser un espacio para exhibir arte y no un ámbitoartístico en sí. Incluso en un principio, El Lissitzkysólo podía aspirar a pintar algo específico para lamuestra y no al montaje de ella92 . Más tarde, pormediación de Küppers93 , los organizadores del eventole invitaron a acometer este encargo más complejo yen el que reasumirá las inquietudes exploradas en 1923.Sus primeras preocupaciones respecto al proyecto, quetrasmitirá al Director de la parte arquitectónica delevento, Heinrich Tessenow, son las relativas a lascondiciones de luz de la sala, así como a sus dimen-siones; todas ellas esenciales para dar “juego a su ima-ginación”.

“The room must be a kind of showcase,or a stage on which the pictures appearas the actors in a drama (or comedy). Itshould not be an imitation of a living–room. Everything must be based not oncolour but on the inherent properties ofthe material; then the colour of the

91 EL LISSITZKY. [1926]. Viking Eggeling. Documentoinédito transcrito en: TORELLI LANDINI, E. (1995).Op. Cit. P. 176

92 LISSITZKY. [1926, 30 de enero]. Op. Cit. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 72. ElLissitzky señala al respecto: “I would have preferred topaint something expressly for the Dresden summerexhibition, if I were to get over there beforehand. Thenicest thing would be if I were to get the commission todesign the exhibition room. I believe that would beimportant in every respect: I am not making any claimsfor large fees. It could become the chief attraction of theexhibition”.

93 El 8 de febrero de ese mismo año, el Lissitzky le escribee Küppers solicitándole las condiciones exactas de suparticipación en el diseño del montaje a fin de obtenerla visa y el alcance de su trabajo. LISSITZKY. [1926, 8de febrero]. Op. Cit. En LISSITZKY–KÜPPERS, S.(1992). Op. Cit. P. 73.

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81 DISEMINACIONES VISUALES

pictures, of the painting, will shout out(or sing) without restraint”94 .

Desde el comienzo, El Lissitzky tieneproyectado trabajar con el Tiempo como materia queconforme el espacio. Concibe un dispositivo a base defiltros aplicados sobre focos de luz artificial que,mediante mecanismos, habrían de permitir variacionesen las condiciones de iluminación de la sala. Apoya laidea señalando que la pintura moderna produce un“impacto más profundo” bajo condiciones de luzeléctrica; consideraciones que el desarrollo delproyecto irá matizando. Sin embargo, lo másimportante, ya en este primer estadio, es el trabajoconsciente sobre la caja arquitectónica, sobre la cualhabrá de materializarse la construcción delmovimiento.

“Then I am thinking the walls should notbe used for the crucifixion of thepictures”.95

En principio, las dimensiones del espacio asig-nado le resultan incómodas para un Salón de artemoderno, más bien lo considera, despectivamente, “unahabitación sin función específica”96 . El montaje fue elúnico dentro de la muestra que albergó obras de artistasde diferentes nacionalidades: Mondrian, Léger,Picabia, Moholy–Nagy, Gabo, junto a algunas de suspropias realizaciones. El sistema ideado para lainstalación de obras, a base de paneles corredizos endiferentes materiales, llamó poderosamente la atenciónde los organizadores y el éxito de esta primera expe-riencia le reportó el encargo de una galería permanen-te para el Provinziell Museum de Hannover, a cargode Alexander Dorner. Llevará por nombre AbstraktesKabinett (en castellano Gabinete o Armario Abstracto).

En este segundo espacio para exhibición dearte, El Lissitzky ha renunciado por completo a trabajarsobre los planos horizontales del suelo y del techo.Aquella idea de actuar sobre los seis planos de la cajaarquitectónica, como campos para unaexperimentación espacial en sí y que se había vistocercenada por la imposibilidad técnica de llevarla a lapráctica, guardaba aún cierta continuidad en la

94 LISSITZKY. [1926, 8 de febrero]. Op. Cit. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 74.

95 LISSITZKY. [1926, 8 de febrero]. Op. Cit. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 74.

96 LISSITZKY. [1926, 29 de marzo]. Op. Cit. EnLISSITZKY–KÜPPERS, S. (1992). Op. Cit. P. 75. Lasdimensiones asignadas eran de 6x6 metros.

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propuesta de Dresde. El Raum für KonstruktivistischeKunst presentaba una escultura, prácticamente en elcentro del espacio, no directamente posada sobre elsuelo; sin embargo, el pedestal semejaba unaconstrucción autónoma acorde a los principiosplanteados en los Prounnen que proyectaba, en ciertamanera, el plano sobre el espacio.

En el Abstraktes Kabinett la renuncia es visible;el ámbito de la continuidad en vertical de la lecturadel espacio se circunscribe a sus delimitadores,conformados por los planos de la pared y por gabinetessuspendidos, pero adheridos a estas. No obstante, nopuede decirse que este espacio vuelva a lasconvenciones de la caja. El observador, representadopor una figura solitaria, vuelta del revés en laconstrucción axonométrica del proyecto, ocupa estevacío97 , alrededor del cual, los puntos de interés focalvarían de gravedad, experimentando una riquezacompositiva superior a la trabajada en las superficiesde Dresde.

Cabe señalarse que no en todas sus propuestasde pabellones, que fueron muy diversos, El Lissitzkylogró materializar un resultado igual de exitoso, encuanto al manejo consciente de los diferentes soportesexpresivos empleados, a los efectos que aquí concier-nen. En el Pabellón Soviético de la International PressExhibition –Pressa– de Colonia de 1928 (ils. 38. a y b),parece haber abandonado las búsquedas de lasanteriores propuestas. El plano de la pared –eldelimitador espacial– de este pabellón, se intensificaen imágenes contrastantes que densifican la atmósferaespacial. El observador, que ni siquiera aparece en mo-

97 Una idea que explotará más tarde Herbert Bayer, en elSalón nº 5 de la sección alemana de la ExpositionInternationale des Arts Décoratifs de París, en 1930,cuyos principios fundamentales habían sido esbozadosen un esquema en el que el observador, representadopor un único ojo, capta todos los planos de proyección araíz de una posición homocéntrica basada en la visual.(Véanse las ilustraciones 27.a y 27.b de este capítulo)

38. EL LISSITZKYPabellón soviético. 1928International Press Exhibition. (Pressa). Colonia.a: Perspectiva del montaje. Guache y collage, 69x52b: Fotografía, 69x52

39. EL LISSITZKYPabellón soviético. 1930International Hygiene-Ausstellung. Dresde.a: Planta del montaje. Croquis, tinta india y cepillo.Galería Tretiakov.b: Fotografía.

38.a y b

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vimiento dentro del espacio representado en lasperspectivas del proyecto, ya no sentirá, al desplazarse,que el contenedor se desvanece, como en el juego depermutas de los anteriores montajes. La superficie yano es el soporte etéreo de lo exhibido.

La Idea ha usurpado semánticamente el conte-nido; una opción que virtualmente lo abarcará todo,como en el proyecto del pabellón para la InternationalHygiene-Ausstellung de Dresde, de 1930 (il. 39. a y b).Hay en este pabellón un exceso de significantes.Tipografías e imágenes asumen el protagonismo deun espacio dentro de un espectro expresivo quepareciera no corresponderles. El contenedor es ahorameramente referencial, plano e inexpresivo. Lajerarquización del espacio correrá a cargo de unosartefactos diseñados ex profeso, que, con menorprotagonismo, ya habían aparecido en el pabellón dePressa, de 1928. Delimitan una secuencia espacial ex-cesivamente lineal y monótona, cuyo paradigma loconstituye el pabellón para la International Fur TradeExhibition (IPA) de Leipzig, también de 1930, dondeya el “artefacto” busca ser espacio mismo, aunque sinlograr serlo.

Tanto en la obra de Van Doesburg, como enestos otros pabellones de El Lissitzky, ocurre aquellode lo que ya daba cuenta Hildebrand, cuando advertíade permitir «huecos por donde penetra lo real». Los“artefactos”, así como el espacio mismo, inciden en lapérdida de la especificidad de la obra, confundiéndoselos contenidos semánticos de lo ideal con los de loreal. Una merma del carácter estrictamente visual delefecto artístico, que lleva a recurrir a una lectura para

39.a y b

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84LA PLAZA CUBIERTA

su aprehensión.

Es oportuno mencionar otro pabellón de ElLissitzky intermedio entre los dos últimos. El de laInternationale Werkbundausstellung Film und Foto(ils. 40 a y b) de Stuttgart, realizado en 1929. En éste trabajoretomará las ideas básicas de los primeros pabellonesy salones, en cuanto al tratamiento operado sobre losdelimitadores y contenedores espaciales. Será aquídonde se pueda establecer, con mayor claridad, el hiloconductor que partía del trabajo sobre los elementosbidimensionales suprematistas, hasta su concreción enun montaje espacial tridimensional (il. 41).

El interés de esta propuesta estriba en que losdelimitadores espaciales, actuando como plano–soporte, se integran a unos discretos artefactos queemergen concisamente del plano y que soportan la in-formación temática. La dirección girada de los mis-

40. EL LISSITZKYPabellón soviético. 1929Internationale Werbundausstellung Film und Foto.Stuttgart.a: Planta e isometría del montaje. Croquis, tinta china ycollage, 69x52b: Fotografía

41. FRIEDERIK KIESLERSección del teatro austríaco. 1925Fotografía del montaje para la Exposition Internationaledes Arts Décoratifs et Industrieles Modernes. París.

40.a y b

41.

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85 DISEMINACIONES VISUALES

mos respecto a los delimitadores, otorga al espacio grandinamismo y cierta simultaneidad98 que entroncan cla-ramente con aquellas formulaciones que ya experimen-tara en la serie Proun.

Sin embargo, este montaje es claramentedeudor del trabajo que Frederick Kiesler realizó en1925 para la sección dedicada al teatro austríaco de laExposition Internationale des Arts Décoratifs etIndustrieles Modernes de París (hecho a requerimientode Joseph Hoffmann, comisario austríaco) y quellevaba por nombre City in Space (il. 42). Ceñidofielmente a lo que había expuesto en el manifiestohomónimo, publicado ese mismo año en la revista DeStijl, la propuesta de Kiesler es básicamente unaestructura suspendida en el aire que carece de planosverticales que delimiten el espacio y cuya estética sepliega a las directrices del grupo holandes:

Des murs, des murs, des murs.

Nous ne voulons plus de murs, plusd’encasernement du corps et de l’esprit,de toute cette véritable civilisation quiencaserne, avec ou sans ornements, nousvoulons:

“Un système de tension dans l’espacelibre.

Le changement de l’espece enurbanisme.

Aucun fondement, aucun mur.

Se détacher de la terre, suppression del’axe statique.”99

El contenedor espacial de City in Space, unahabitación pintada completamente de negro, donde nose percibe ni el suelo ni las paredes ni el techo, estáescasamente comprometido con la pieza en sí,articulada en función de una serie de lineas verticalesy horizontales y unos planos llevados a un límiteimprescindible. Tanto es así, que mas bien parecieratratarse de un mueble que flota en una habitación

98 Este pabellón recuerda, un tanto, las inquietudes pictó-ricas y espaciales de Theodor Van Doesburg respecto ala diagonal y el giro reticular. La aparición de este pabe-llón en el contexto de los otros diseños de Lissitzky se-meja, a su vez, las discusiones que Van Doesburg sostu-vo con Mondrian.

99 KIESLER, Frederick. [1925]. Manifeste. En: FrederickKiesler. Artiste-Architecte. Monografía de laexposición a cargo de Chantal Béret. Centro GeorgesPompidou: París. (1996).

42.

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86LA PLAZA CUBIERTA

incomensurable; efecto al que contribuye una ilumi-nación artificial focalizada.

El Lissitzky mostró una mayor convicción enlas posibilidades expresivas del contenedor, tanto comosi éste contuviese información explícita o como sirecrease el contenido temático de lo que mostraba. Elloexplica que la poética espacial que esgrimía se sintiesemás segura y convincente cuando trabajó en temáticasartísticas, que cuando lo hubo de hacer en aquellas otrasbasadas en consignas políticas.

Quizá por que en estas últimas, privaba siemprela Idea sobre la especificidad de sus manifestaciones:lo real se tornaba excesivamente impúdico como paravelarse bajo el signo de nuevas convenciones aún nodel todo asumidas. Trabajar con temas y conceptosdiferentes y con distintos recursos expresivos, sería laclave para el alto nivel artístico alcanzado en las tresobras consideradas. Es significativo que la difusiónde estos proyectos se hiciese en base al uso de laaxonometría100 .

Moholy–Nagy: Movimiento=

(TIEMPO/ESPACIO)

Recién acabada la Primera Guerra Mundial, en1918, Làszló Moholy–Nagy trabó relación con ElLissitzky, Kurt Schwitters y Raoul Hausmann. En 1922conocerá a Ilya Ehremburg y Naum Gabo quienesacompañaban a El Lissitzky cuando se trasladó aBerlín, trayendo noticias de los trabajos de Malévich,Rodchenko y del Suprematismo. Por esa época, a travésde la visita del pintor holandés Theo Van Doesburg,también conocerá a Mondrian y a otros destacadosrepresentantes del Neoplasticismo, a Archipenko, a losdadaístas Tristán Tzara y a Hans Arp, así como a WalterGropius, entre otros. De ello da cuenta el propioMoholy–Nagy en su libro Reseña de un Artista101 ,en un apartado que lleva por nombre, precisamente,Colegas.

100 Particularmente utilizaba una isometría que contenía, almismo tiempo, dos visiones de un mismo espacio, algopoco ortodoxo dentro de las convenciones y reglas deeste sistema y que además obligaba al “lector” a tenerque girar el plano para poder comprender la idea en sucabalidad. Quizá una metáfora del manejo del tiempo,un problema que a todas luces Lissitzky considerabamoderno.

101 MOHOLY–NAGY. L. [1929]. Versión en castellano: Lanueva visión y Reseña de un Artista. Trad. Branda L.Biblioteca de Diseño y Artes Visuales, vol. 2. 2º edic.Ediciones Infinito: Buenos Aires (1972). P. 143. La re-ferencia aquí corresponde a Reseña de un Artista, in-cluida por vez primera dentro de La nueva visión en latercera edición en inglés (1947) con el nombre Abstractof an Artist.

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87 DISEMINACIONES VISUALES

Moholy–Nagy, cuyas propuestas fueronplanteadas desde la pintura, la escultura, la fotografía,el cine, el diseño tipográfico y publicitario, laarquitectura (fundamental-mente para exposiciones),la escenografía, la pedagogía y la teoría del arte, seerige en un promulgador de excepción del ejerciciointerdisciplinario en las artes. Su particular poéticaquedó asentada en 1929 en un libro que se publicó unaño después de haber dejado La Bauhaus, que llevapor titulo La nueva visión102 y que tiene particularimportancia, en el marco de esta investigación, porcuanto indaga en el problema de la percepción. Lostérminos en que reflexiona sobre los factores implícitosen el acto de mirar, van en función de una nueva formade la visión, acorde a las realidades plásticas enejecución. Es un libro que, como indica Gropius, tratade la “gramática del diseño moderno” y no sólo del“credo personal de un artista”:

“…ha intentado cristalizar sus impre-siones del espacio, transformándolas ennuevas relaciones espaciales en suspinturas y en sus otros trabajos. Paracitar sus propias palabras, una creaciónespacial en «un entrelazamiento departes del espacio que se sujetan porrelaciones invisibles, pero claramenteverificables, y por el juego fluctuante defuerzas»”103 .

El libro presenta un singular equilibrio entretextos y fotografías que denotan la preocupación delartista por la información visual. Imágenes que serecrean en fragmentos monumentales o simplementecotidianos, que esbozan un particular sesgo de lautopía. En gran medida supera las disquisiciones entreConstructivismo o Suprematismo o entre pintura ofotografía que ocupan su primer libro, Malerei,Fotografie, Film, publicado en Munich en 1925104 .

La reflexión de base contenida en el libro deMoholy–Nagy coincide con la de El Lissitzky en A. yla Pangeometría; sobre todo, en la esencia delcontencioso visual surgido en la vanguardia, trasevidenciarse las limitaciones del sistema renacentista

102 La nueva visión apareció por primera vez en alemán,bajo el título Von Material zu Architektur, en Munichen 1929 y resumía la labor investigadora y docente delautor en la Bauhaus. Era su segunda publicación dentrode esta institución y la decimocuarta de la escuela. Sutítulo original iba a ser: Von Kunst zu Leben. Latraducción al inglés, llevada a cabo un año después,cambiaría el título por el de The New Vision: fromMaterial to Architecture, editado en Nueva York. Latercera edición en inglés, de 1947, sería revisada yampliada con Abstract of an Artist. Las sucesivasediciones de 1949, 1964, 1967 y las posteriores encastellano se han ido ampliando sucesivamente.

103 Walter Gropius, del Prefacio del Libro de Moholy–Nagy.(MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 13

104 Malerei, Fotografie, Film (Pintura, Fotografía, Cine)cuya versión en inglés saldría en Londres en 1969 conel título Painting, Photography, Film, es el primer libropublicado por Moholy–Nagy. Escrito en el verano de1924 y publicado un año después, es el primero de laserie de dos que publicó en la Bauhaus y el octavo de laserie propia de la escuela. No sólo la autoría es deMoholy–Nagy, también lo es la edición y la fotografía.En esta obra explora con singular maestría el equilibrioentre información textual y gráfica, que desarrollaránuevamente en Von Material zu Architektur.

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88LA PLAZA CUBIERTA

de representación espacial. Ambos señalan la mismareacción paralizante ante el objeto, planteada por eseúnico punto de vista. Sin embargo, Moholy–Nagyexpone una particularidad, al apreciar que la posiciónreflejada en la perspectiva monocular, no sólo es una,sino la única posible, siendo aquella que inicialmentehabía asumido el artista.

“La perspectiva lineal descubierta en elRenacimiento sólo podía representar alobjeto desde un único punto fijo. Cadadetalle de la representación era válidaúnicamente desde la posición invariabledel primer espectador: el artista”105 .

El libro resume los temas que acometeMoholy–Nagy en los primeros cursos de la Bauhaus.De hecho, puede ser entendido como el compendio deinstrucciones para quien quiera desarrollar su talentoexpresivo. Un talento que reconoce en cualquier serhumano, pero que ha de ser trabajado siguiendo laformación de sus recursos creativos. El hecho de queno sea un libro de arte entendido como tal, sino unaserie de reflexiones en torno al arte como proceso,denota una dimensión distinta en la comprensión delas formas expresivas de la modernidad.

Aún en Malerei, Fotografie, Film,Moholy-Nagy se debatía sobre la pertinencia de lossistemas tradicionales de expresión artística. Adiferencia de las exploraciones persistentes deMalévich, sostenía que la luz debería substituir alpigmento y, por tanto, nuevos medios y recursos debíanser explorados para superar las limitaciones de lapintura de caballete. Coincidía con Rodchenko y otrosartistas soviéticos en la muerte de la pintura y, sinembargo, sus planteamientos se contradecían con susconcreciones, pues por entonces su principalexploración se hallaba en la pintura, a la que velabautilizando fotografías en la composición. Sinabandonar estas ideas, que se verán incluso reforzadas,en La Nueva Visión indaga sobre los mecanismos quecondicionan la fuerza de la expresividad plástica.

“In art education at present we are 105 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 61

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89 DISEMINACIONES VISUALES

striving towards those timelessbiological fundamentals of expressionwhich are meaningful to everyone. Thisis the first step to creative productionbefore the meaning of any culture (thevalues of an historical development) canbe introduced. We are not, therefore,immediately interested in the personalquality of expression which usuallycalled «art», but in its primordial, basicelements, the ABC of expressionitself”106 .

El énfasis con que se desarrolla el análisis deLa Nueva Visión recae en el tratamiento de lassuperficies, considerando al ornamento como“tratamiento” aplicado sobre éstas. Despojado de unvalor simbólico que debe ser superado, el tratamientode la superficie será una discusión subyacente de la“división de las formas”, que tendrá una aplicacióndirecta en la arquitectura: “el resultado (o efecto)sensorialmente perceptible de un proceso determinado,demostrado por cualquier tratamiento dado a unmaterial”107 . Son, en esencia, las reflexiones propiasde un pintor.

De hecho y como lo explica en el mismo libro,son las reflexiones que caracterizaron la experienciacubista en general y la suya, como pintor, en particular.Las disertaciones de Moholy–Nagy irán de la superficieal plano y de ahí al espacio. Para él, será precisamenteen la superficie donde se vendría desarrollando eldebate Moderno. A distancia de los planteamientos deHildebrand, pero bastante afín a los de Goethe, señalaque el diseño en sí está condicionado, hasta ciertopunto, por sus aspectos “orgánicos”108 ; siendo en la“superficie” donde se establece un grado de libertaddel creador tal, que la función definible ya no determinala forma.

En esta idea radicará la diferencia con losplanteamientos de Johannes Itten109 , de quien se habíaconstituido sucesor y, en alguna medida, continuador,a su salida de los cursos básicos de la Bauhaus. Aunquemetodológicamente afines, la llegada de Moholy–Nagy

106 MOHOLY–NAGY. L. [1929]. Op. Cit. P. 13

107 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 42

108 MOHOLY–NAGY. Ibídem. Moholy–Nagy entiende por“orgánico” a todo objeto que satisfaga tanto un serviciomecánico, como a las condiciones psicológicas, socialesy económicas de un período dado. La aclaratoria espertinente por cuanto las definiciones en torno a lo“orgánico” son prolíficas, al menos en el terreno de lasteorías arquitectónicas.

109 Moholy–Nagy participó en los primeros curso de laBauhaus por recomendación de Johannes Itten; de hecho,muchas de sus directrices pedagógicas se basan en elmétodo y las ideas de éste. Ver: ITTEN, Johannes. [1964].Design and Form: The Basic Course at the Bauhaus.Edición revisada de 1975. Reproducción de 1978.Thames & Hudson: Londres.

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90LA PLAZA CUBIERTA

significó un cambio en la estrategia docente de la es-cuela, marcando sin mayor traumatismo, una inflexiónen sus lineamientos110 . El interés por la superficie enMoholy–Nagy le lleva a considerarla como un campoautónomo, previo a la diseminación de lo estrictamentepictórico en el espacio, mientras que Itten, marcadopor sus ideales expresionistas, vería ya en su simpletratamiento, una “proyección espacial”111 .

Al hablar de superficie, o de lo superficial,Moholy–Nagy alude al valor positivo de laproblemática bidimensional del plano en general, perohaciendo énfasis en el lienzo del pintor en particular.El ornamento sería una elusión, como un escape,precisamente, al reto de afrontar la superficie, o entodo caso, la ilusión de la misma. Es una convergenciaoperativa entre el aspecto superficial esbozado porMoholy–Nagy112 y el fondo óptico de El Lissitzky, apesar de las significativas diferencias poéticas.

Uno y otro coinciden en actuar sobre lasuperficie mediante el recurso a un extrañamientosimilar. Sin embargo, mientras El Lissitzky buscaarmar en ella una apertura liminar, para Moholy–Nagyla superficie es un espacio de concreción, el ámbitoper se de la expresión de la nueva plástica, desde elcual se proyectan las nuevas realidades espacio–temporales. La claridad conceptual y el tratamientoexhaustivo con que se presenta La Nueva Visión seríaotro de los rasgos distintivos frente a A. y laPangeometría. Moholy–Nagy, además de creador ypedagogo, dedicó un esfuerzo considerable al estable-cimiento de un marco teórico conceptual propio.

Moholy–Nagy señala que es en la superficiedonde se produce una experiencia de contacto nomediática entre la obra y el observador, al que señalacomo un “segundo espectador” de la percepción en elarte. Una relación que se produce tras una vivenciaque, previamente, ha experimentado el artista, como“primer espectador”, durante la creación. En La NuevaVisión, se realza la importancia de la experiencia puraen la apreciación de la obra de arte, sobre todo de laobra de arte de vanguardia, descalificando el devaneocerebral que pretende armar una profunda superestruc-

110 PASSUTH, Krisztina. (1985). Moholy–Nagy. Trad. delhúngaro: Grusz, Szöllösy y Baránszky. Trad. del alemán:Esterházy. Thames & Hudson: Londres. P. 50

111 ITTEN, J [1964]. Ibídem.

112 En este punto resulta significativo el hecho de queMoholy–Nagy omita mencionar las experiencias alrespecto que habían tenido lugar en los VKHUTEMAS,bien por desconocimiento o por desvalorización de lasmismas. Los contactos entre Moholy–Nagy y ElLissitzky habían sido frecuentes en la década de losveinte y, sin embargo, ninguna de las revisiones de sulibro alude a ello.

43. PICASSOEl marinero. 1907Estudios fechados entre marzo y julio para LesDemoiselles d’Avignon.

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91 DISEMINACIONES VISUALES

tura filosófica. Esta mediación racionalizada entre elarte y el receptor comporta una predisposición en elacto de contemplar en la que los “espectadores” senegarían a “una simple entrega a su expresión”.

“Falsamente esperanzados, quieren«comprender» todo de inmediato, enlugar de despejar primeramente loscaminos de la experiencia”113 .

Establece, así, una reflexión sobre lamodernidad, a partir de una “estética de laexperiencia”114 , precisamente aquella que, junto a la“superficie”, habían sido dos de los temas que planteócon especial intensidad el Cubismo, en el que Moholy–Nagy ve una reducción del mundo exterior a suselementos esenciales constitutivos. El mundo de lo realestaría conformado por planos que, debidamenteanalizados y reorganizados a su vez, originarían unasutil, pero bien definida, articulación de la superficiepictórica115 (il. 43).

Así, este otro plano, que constituye una ilusiónespacial, puesto que es una representación en sí misma,se encontraría basado en “distintos ritmos lineales yde colores, en diferencias de tamaños, divisiones delas superficies, perspectivas lineales y aéreas, luz yoscuridad”. Por tanto, la superación moderna habríade partir de una sencilla organización de planos,paralelos entre sí, que permitiría vistas simultáneas delobjeto trabajado. Una acción efectiva que lograbadesprenderse del inmovilismo que había supuesto laperspectiva lineal renacentista, a la que El Lissitzkyseñalaba como una nueva maldición de Medusa.

Asimilada la nueva expresión espacial de laexperiencia cubista, la tarea habría de recaer en eltratamiento objetivo de la superficie, siendo Picassoel creador de procesos de trabajo “orgánicos”116 . Laforma de sus cuadros comenzó a depender, por igual,de la utilización de los materiales, como de susherramientas. El trabajo “orgánico” de la superficieque, según Moholy–Nagy planteaba Picasso, se pue-de resumir como el descubrimiento del significado delacceso a las exigencias del material, en lugar de sub-

113 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 55

114 LUCAS, A. Ibídem.

115 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 57

116 Sin que el mismo defina muy bien que entiende pororgánico.

43.

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92LA PLAZA CUBIERTA

yugarlo. Un paso más en la experiencia auténtica parauna mejor forma de representar la luz1117 .

No obstante, tanto la visión simultánea de losplanos paralelos como el estudio estructural118 , a finde captar la esencia de sus múltiples aspectos,desintegraba el objeto en capas sucesivas. Estadescomposición selectiva del objeto que operamediante el sujeto y que también podría enunciarsecomo una desconstrucción de la cosa en sí,representaría el tiempo de la experiencia y, además, lacomprensión de su realidad misma. Sin embargo, estetrabajo aún habrá de corresponderle sólo al emisor, elartista, quien ha operado en calidad de “primerespectador”.

El observador, como segundo sujeto de lapercepción, es testigo solamente de la experienciavivida por el artista. Está obligado, por tanto, a descifrarno ya la obra contemplada, sino la narración de unmomento de detención, implícita en el desarrollo de laobra, entendida ahora como proceso. La tarea que lees asignada al espectador moderno en este estadio, esla de mero receptor pasivo, que ha de acompañar alartista en su particular travesía.

El desdén que Moholy–Nagy, como teórico ycrítico, reserva a un determinado número deexperiencias vanguardistas como el Dadaísmo, elPurismo y el Surrealismo, las más alejadas de latradición funcionalista, reflejaría la escasa atención quepresta hacia una actitud más activa de la interpretación.Tan sólo tomará en cuenta, además del Cubismo, a lostrabajos del Neoplasticismo, al Suprematismo y alConstructivismo.

“En mi opinión el problema de la«pintura» es de creación visualautónoma y no de ilustración de unadoctrina, por ejemplo, del psicoanálisis,y por tanto debo atenerme sólo aaquellos ejemplos que aclaren estaposición especial”119 .

Postura considerablemente distanciada de lastesis protosicoanalíticas de Hildebrand y que implicaría

117 Bien sea como forma de representar la ilusión de movi-miento y simultaneidad (futurista), o como el punto deintensidad elemental del color (impresionista), el pro-blema de la representación de la luz es la esencia, paraMoholy–Nagy, del “tratamiento superficial” y data, aun-que de forma inconsciente, del Renacimiento; pero aquíel problema fundamental no es plantear el problema dela luz mismo, sino el del “relato”. El Impresionismo asu-miría, por vez primera, la revalorización del color comoforma de representación de la luz, pero su trabajo, másque aportar un “valor visual objetivo”, constituía proce-sos de investigación personales.

118 Que sería lo que Moholy–Nagy entendería prácticamentepor “orgánico”

119 Significativo resulta, además, que Moholy–Nagy hagaesta aclaratoria no en un pie de página ni en una separata,apéndice o anexo al cuerpo de texto principal. Por elcontrario, se haya inserta en éste, pero con el rasgo dis-tintivo de estarlo en una fuente de menor cuerpo tipo-gráfico.

45. KASSMIR MALEVITCHCuadrado blanco.

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93 DISEMINACIONES VISUALES

un paso atrás respecto a los planteamientos de ElLissitzky, alcanzados a favor de un observador activo.Moholy–Nagy pareciera desterrar de la participaciónactiva en la estructuración de la obra de arte, aldestinatario del mensaje artístico. En efecto, elDadaísmo y, sobre todo, el Surrealismo se veníancaracterizando por su preocupación en la incorporacióndel observador, dentro de la representación de lasimultaneidad del espacio–tiempo moderno,presentando una serie causal de acontecimientos, cuyodesciframiento, aunque prácticamente unívoco, corres-pondería al observador.

Moholy–Nagy no repara en ello por cuanto supreocupación tiene un semblante distinto: centrarse enla creación del espacio a través del manejo de la luz,lo que buscaba desarrollar a través del dominio de lasuperficie. Su trabajo no se dará en función de fundarun espacio activo, como en el trabajo más significativode El Lissitzky, sino un espacio de acción. Un sesgoparticular al tratamiento de la superficie lisa y blancade los cuadros de Malévich que para él “constituían elplano ideal para los efectos dinámicos de luz y sombraque, surgidos del ambiente circundante, recaían sobreella”120 (il. 45).

Pero el Cuadrado Blanco sobre fondo Blancode Malévich compartiría, para Moholy–Nagy, lasmismas limitaciones que todas las experienciasvanguardistas desarrolladas hasta ese momento. Si lanoción espacial de lo moderno llevaba aparejada,indisolublemente, una noción de Tiempo en la que elEspacio se torna habitable, en el desarrollo del artedel siglo XX el Tiempo debería ser una vivencia en símisma. El manejo de la luz que proponía Malévichrecreaba, sólo, una abstracción del movimiento, entanto que el Futurismo y el Cubismo únicamente lohabían representado. La estrategia de Moholy–Nagyse basará en que el espacio “es la relación entre laposición de los cuerpos” y por tanto, la “experienciade la relación visible de la posición (deberá) sercomprobada por el movimiento”.

“According to this, man perceives space:120 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 69

45.

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94LA PLAZA CUBIERTA

a) Through his sense of sight in suchthings as wide perspectives, surfacesmeeting and cutting one another,corners, moving objects with intervalsbetween them…

b) Through means of locomotion,horizontal, vertical diagonal, jumps,etc”121 .

Una idea que vuelve a aproximar La NuevaVisión a los planteamientos sobre el EspacioImaginario de El Lissitzky, contemplados en A. y laPangeometría. El movimiento al que alude Moholy–Nagy en el capítulo dedicado al Volumen (Escultura),no es el que haya provocado el observador, el primarioo el secundario, ni la trayectoria posible de alguno deellos, sino una fuerza dinámica aplicada al objetomismo.

Sin embargo, el trabajo más experimental deMoholy–Nagy, por entonces centrado en losfotogramas (ils. 46 y 47), fotografías hechas sin el recursode la cámara122 , adolecía de las mismas carencias queaquellas propuestas a las que criticaba. Lograba en ellosun carácter abstracto general, pero la impronta de losobjetos utilizados para ser sublimados en el papelfotográfico, constituye un evidente elemento figurativode la ejecución. Permitiendo que sean reconocibles,da lugar a una “narración” en la composición.

El problema remitiría nuevamente a la esferade lo que Moholy–Nagy cuestionaba en el cubismo,

121 MOHOLY–NAGY, citado en KOSTELANETZ,Richard. Documentary Monographs in Modern Art.Gen. Edit. Paul Cummings. Praeger Publishers, Inc.:Nueva York. (1970). P. 105. Moholy–Nagy llega a plan-tear la necesidad de elaborar un aparato capaz de expre-sar a través de los movimientos relativos de sus elemen-tos, las nociones de espacio. De este prototipo para laenseñanza del espacio existe, al menos un ejemplo,reseñado en este mismo libro y llamado caleidoscopioespacial.

122 Aunque constituyan una base fundamental en sudesarrollo del manejo de la luz. El fotograma, inventadoal mismo tiempo que la fotografía misma, a principiosdel siglo XIX, sólo será utilizado como soporte expresivoa partir de la década de los 20 de este siglo, sobre todopor Man Ray y Christian Schad. Moholy–Nagy comienzaa experimentar en este campo a partir de 1922, y no lodejará hasta 1946. Básicamente, el fotograma se logragracias a dos métodos diferentes: el primero consiste ensituar objetos directamente sobre un papel fotográficoespecial y bajo una fuente de luz natural o artificial,dejando la impronta del objeto y su sombra. El segundose desarrolla en laboratorio mediante una cámara oscuray el resultado sólo es visible a partir de su revelado ypositivado.

46. LASZLO MOHOLY-NAGYSin Título. 1923Fotograma.

47. LASZLO MOHOLY-NAGYPositivo. 1922-1926Fotograma.

46.

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95 DISEMINACIONES VISUALES

relativo a las experiencias llevadas a cabo con el papiercollé. En ese sentido, la propuesta de El Lissitzky,contemplada en el último apartado de su escrito, resultamucho más coherente, por cuanto se apoya en lospostulados abstractos de Klee respecto a laconformación de la forma.

“But we know that a material point canform a line; for example: a growing coalwhile moving leaves the impression of aluminous line. The movement of amaterial line produces the impression ofan area and of a body. There you havebut an intimation of how one can builda material object by means of elementarybodies, in such a way while it ismotionless it forms a unity in our three–dimensional space, and when set inmotion it generates an entirely newobject, that is to stay, a new expressionof space, which is there for as long asthe movement lasts and is thereforeimaginary”123 .

Siguiendo un desarrollo lógico, y tomando encuenta que el Futurismo había sido “la superposicióndel objeto en una secuencia de movimiento lineal” yel Cubismo la “presentación del objeto como si rotaraen el espacio”, el siguiente paso en el pensamiento deMoholy–Nagy, reflejado en el apartado Arte cinéticode su libro, sería la manipulación no mediática de laluz.

“Debemos «pintar» con luz… en lugarde pigmentos. Esto nos permitiráencarar mejor la nueva concepción delespacio–tiempo”124 .

Pintar con luz significará, para Moholy–Nagy,superar la fijación inmanente al Constructivismo porla técnica y lo tecnológico y poner en movimiento focosy haces de luces, incidiendo sobre superficies espe-cialmente concebidas. Superficies básicamente con-formadas como fondos blancos suprematistas, a fin deproducir efectos cambiantes. La cadencia de efectosproducidos sería la constatación de la presencia del

123 EL LISSITZKY. [1925]. Op. Cit. PP. 356–357.

124 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 71

47.

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96LA PLAZA CUBIERTA

Tiempo a través del movimiento, en lo que llamaráesculturas de la cuarta dimensión.

“…the floating sculpture is in fact themass which has been shaped yet whichis independent of almost all relations,mass in itself”125 .

No dejará de ser un artificial juego mimético,puesto que el resultado plástico alcanzado ocurre ya,de forma natural, con la luz solar en su rotación diariay por las variaciones y escalas debidas a las estaciones;aunque pueda tenerse en cuenta el menor dramatismodel fenómeno en Europa central, bajo condiciones deluz particularmente tenues. Además, el nuevo espaciocreado por Moholy–Nagy no se distancia en absolutode las limitaciones del espacio euclidiano, del quepretendía ser una superación. Está sujeto a sus mismasmanipulaciones, efectos de sombras, volumen, etc.

El concepto de Tiempo representado, en suparticular formula espacio–temporal, viene dado enclave de tiempo real, donde la experiencia de lapropuesta resulta contemporánea a su ejecución yquedando limitada a una sobreimpresión de efectoslumínicos. Por estas consideraciones, el campo dedesarrollo de sus experimentos se veía limitado altrabajo en carteles publicitarios eléctricos o, cargadoya de mayor significación, a escenografías126 , tal comoél lo reconoce en La Nueva Visión.

Pese a estas limitaciones discursivas yoperativas del trabajo y de sus planteamientos, essignificativo en cuanto al estudio del potencial de laluz para recrear, manipular y representar las “nuevas”concepciones espacio–temporales, siendo precursor encuanto a las posibilidades expresivas del Cinetismo.Una de sus creaciones más interesantes será la máquinade efectos luminosos, conocida como el Lichtrequisit(Light–Prop)127 (il. 48). Concebida y construida entre1921 y 1930128 , para filmar, precisamente, los efectoslumínicos presentes en la película abstracta Lichspiel:Schwarz–Weiß–Grau (Negro–blanco–gris)129 (il. 49)

que dirigió y realizó en 1930. Una máquina de efectosque él pretendía determinados y controlados y que,

125 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 152

126 La escenografía es básicamente, una arquitectura efíme-ra. Su validez y eficacia está condicionada primero, porla credibilidad del actor, pues el espectador no percibeápticamente el espacio, y segundo, por el tiempo de la“narración” que la suscita.

127 Conocido en inglés por el nombre Light–SpaceModulator, también llamado Light–prop o LightDisplay Machine. Esta obra se haya particularmentedetallada en el libro de Hannah Weitemeier, Licht–Visionen. Ein Experiment von Moholy–Nagy.Bauhaus–Archiv: Berlín, 1972

128 El lapso de construcción varía según las fuentes, aunquecoincidan en señalar el año 1930 como culminación.Llega a abarcar desde 1921 a 1930, aunque autores comoPassuth señalen a 1922 como inicio del proyecto.

48. LASZLO MOHOLY-NAGYa: Light-space-Modulator. 1921-1930.(Light-Prop). Construcción móvil en acero, plástico ymadera, 59 1/2”.Busch-Reisinger Museum.

49. LASZLO MOHOLY-NAGYb: Lichspiel schwarz-weiß-grau. 1930-1931.Cortometraje B/N, 5’30”. Fragmentos en fotomontaje.

48.

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97 DISEMINACIONES VISUALES

sin embargo, sorprenderían al propio autor en su pri-mera puesta en escena130 .

La propuesta de Moholy–Nagy se inserta en ladinámica de las primeras vanguardias, sobre todo enlo relativo a la fascinación por las expresionesmecanoformes y mecanicistas de Dadá y delConstructivismo, pero al trascender el culto por lamáquina implicó su clausura. En primer lugar, al in-corporar el movimiento, supera las rígidas construc-ciones que caracterizaban el panorama del momento131 .

Por otro lado, al no ser sólo una obra que se expresaen su realidad, en cuanto objeto en sí mismo, su mate-rialidad no es, necesariamente, el objeto del campovisual. Por el contrario, es en la intangibilidad de laluz proyectada e incidente y en el juego de sombrasque produce, donde radica el foco de lo perceptible.Cuando funciona este campo dual de lo proyectante ylo proyectado, como un todo, la pieza adquieresentido132 .

La base de la composición es un disco que rota,con tres marcos metálicos superpuestos, pivotando deun único punto y una espiral de cristal, en diagonal,montada sobre otro disco suspendido que atraviesa unabandeja de cristal inclinada. Tres láminas de metal queactúan de pantallas, dispuestas unas giradas respecto

129 Conocida en inglés como: Light Display: Black–White–Gray El cortometraje, pues esa sería ladesignación más precisa, tiene una duración exacta de5’30’’. Tiene dos versiones, el esquema data de 1928–1930 y fue publicado en Hungría en 1931 en la revistaKorunk, bajo el título Fényjáték–film.

130 MOHOLY–NAGY, L. [1929]. Op. Cit. P. 80

131 El Monumento a la tercera Internacional de Tatlin(1919), cuyo cuerpo central rotaba, permanecerá comouna metáfora de la utopía, irrealizable en su escala ycomplejidad. El Proyecto de una estación de Radio(1919–1920) de Naum Gabo, a base de estructurasdotadas de movimientos no pasará de ser un dibujo.

132 PASSUTH, Krisztina. (1985). Op. Cit. P. 53

49.

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98LA PLAZA CUBIERTA

a las otras y con diferentes tramas. Otros tantos discoscon diferentes perforaciones y un plano virtual devarillas metálicas. Todo ello en movimiento rotatorio(il. 50), bajo un haz de luz proyectada, sus efectos desiluetas y resplandores, siempre cambiantes, alcanzana una distancia de 3 metros.

Equiparar esta propuesta plástica con su trabajopictórico de los años Veinte y aún con sus fotogramas,no es procedente133 . Los efectos que produce el Light–Prop recuerdan a sus composiciones saturadas deefectos de luz y sombra de 1922 a 1926, o a algunosfotogramas, en los que el manejo de la luz, su velo o lano luz, es la herramienta de trabajo. Incluso losmecanismos conceptuales que impulsan las primeraspropuestas Constructivistas y Suprematistas deMoholy–Nagy, semejan ahora los mecanismos queliteralmente mueven esta obra y la metáfora de lamáquina bella se ha materializado. Pero aquí losefectos no son literales, presentando una atmósfera deincertidumbre, ciertamente impredecible, sinconclusión y en una ejecución infinita.

La película Negro–blanco–gris más próximacomo soporte expresivo a los fotogramas, resultatambién más efectiva en cuanto al manejo superficialque pretendía Moholy–Nagy. En ella no es reconocibleel objeto que produce el juego de luces o de sombras.Cuando aparece, lo hace en forma fragmentada, siendola reconstrucción objetual, por parte del observador,incluso aún su lectura, una tarea ardua. La abstracciónes total, inducida por cierta estética maquinista encuanto a los elementos compositivos y formales y alritmo general de la película. El artista se hatransformado, efectivamente, en el “primer espectador”y el acto de filmar será una metáfora del voyeur,ayudado por una magnífica prótesis visual. Lapercepción se realiza en el mismo tiempo en que seproducen y asimilan las formas cambiantes.

Moholy–Nagy no será el único en incorporarel movimiento, como fórmula reconocible del Tiempo,de manera tan literal en su trabajo134 . Calder en susprimeras esculturas, algunas de ellas expuestas en 1931en una pequeña galería de París, se valía de pequeñosmotores, “muy ruidosos”, como los recuerda Seuphor,

133 La calificación como “pintura móvil” que da Passuth aesta obra de Moholy–Nagy (PASSUTH, Krisztina.(1985). Op. Cit. P. 54) pareciera un tanto forzada. Entodo caso sería aplicable a la película, como se verá másadelante.

134 Ha de retomarse aquí la experiencia de Lissitzky y sufondo óptico. Aunque dos son las diferenciasfundamentales que se operan entre ambas experiencias.En Lissitzky, el tiempo es representado por la dinámicaimpresa en la contemplación de la obra, y por tanto, y heaquí la siguiente y sustancial diferencia, es una condiciónobjetiva del observador. En Moholy–Nagy, encontraposición, el tiempo es “real” y es dado por lacondición cambiante de la pieza y su cadencia demovimiento sólo en sí misma.

50. LASZLO MOHOLY-NAGYLight-space-Modulator. 1921-1930.Esquema del diagrama de movimientos. Lápiz sobrepapel.Busch-Reisinger Museum.

51. ALEXANDER CALDERMobile. 1931.Hierro pintado y barnizado

52. ALEXANDER CALDERCalder ante una de sus obras posteriores a 1945

53. BRUNO MUNARIMáquinas inútiles. 1935-1945.Hilo de seda, varillas de mader y tinta sobre cartón

50.

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99 DISEMINACIONES VISUALES

testigo del evento (il. 51), para producir movimiento y lailusión del transcurrir temporal. Calder tardará en darsecuenta de que el viento natural sería su mejor aliadopara las esculturas exteriores (il. 52) y para las de interior,lo sería un afinado y sensible equilibrio, prescindiendoasí de la máquina y su metáfora. Como de hecho ya locaptara en 1933 Bruno Munari135 en sus Máquinasinútiles (il. 53).

“No se si Calder partió del mismoprincipio, el hecho es que de este modoencontramos una transición del artefigurativo de dos o tres dimensiones ala cuarta dimensión: el tiempo”136.

La clave para esta operación de inclusión deltiempo, tanto en las máquinas como en los móviles,consistía en “liberar las formas abstractas de lo estáticoque forma parte de la pintura (lo mismo que buscabaEl Lissitzky desde mediados de los Veinte),suspendiéndolas en el aire, unidas entre sí de maneraque vivieran con nosotros en nuestro ambiente”137 . Nose tratará simplemente de suspender objetos, ni deocultar hábilmente los mecanismos de sujeción.

Man Ray ya lo había hecho en 1920 y muchosde los primeros intentos de los suprematistas figurabancolgados del techo, apareciendo sin soportes o violandoel plano del muro en su encuentro con las esquinas. Laplasmación de la idea pretendía ser más compleja, puesel “tiempo” reflejado en el Light–Prop y representadopor la libre rotación de partes móviles que conformabanel todo, habría de evidenciar la búsqueda de laexperiencia fenomenológica de la posibilidad de

135 El trabajo de Munari significaba un paso adelante, literal,en la disolución del fondo y la búsqueda de la re–presentación del infinito como soporte. El principiocompositivo es el mismo que en los cuadrossuprematistas, incluso los elementos en él expresados,pero al estar éstos suspendidos por hilos de seda, el fondose desmaterializa literalmente, así, éstos “flotan”: “demanera que vivieran con nosotros en nuestro ambiente,sensibles a la atmósfera verdadera de la realidad”.Aunque, como reconozca, el mismo principio ya lo habíapuesto en práctica Man Ray en 1920. MUNARI, B. Elarte como oficio. Trad. y prologo Juan–Eduardo Cirlot.5ª edic. Labor: Barcelona (1987)

136 MUNARI, Bruno. (1987). Op. Cit. PP. 16–17.

137 MUNARI, Bruno. (1987). Ibídem.

53.

Sobre estas líneas: 51.A la derecha: 52.

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100LA PLAZA CUBIERTA

habitar el Tiempo.

La estrategia se aplicó en dos frentes. Uno con-sistiría en la traducción de una experiencia previavivida por el artista. El otro, en la expresión misma deesta experiencia, para ser vivida por el espectador.Pretendiendo la unidad de lo visible, cada uno aportósus propias perspectivas, bien de manera pensada ocomo experiencia sensible. Uno se proyectará sobreuna apertura, el otro, sobre una vivencia áptica. ElTiempo inasible de la percepción de la obra quepretendiera Moholy–Nagy, significaba la muerte de lapintura de caballete.

Max Ernst: La conmoción óptica de la memoria.

Nos vimos en la voz, no en la mirada.C i r l o t .

Louis Aragon no se refería concretamente alLight–prop cuando advertía del cariz queinexorablemente adquiría el arte de vanguardia, peropodría aplicarse a la propuesta de Moholy–Nagy quesemejaría una suerte de aparato siniestro, capaz deatrapar al observador en sus entrañas de luz y sombrasin lograr involucrarle.

“Hay una forma moderna de tragedia:es una suerte de enorme mecanismo quegira, pero ninguna mano está en eltimón”138

Aludía al estado de industrialización y depen-dencia para con la máquina que suponía lamodernidad139 ; su mundo contemporáneo, perotambién de El Lissitzky, Moholy–Nagy… Una realidadcuya representación se resolvía en las convencionesde lo mítico donde lo moderno, fruto de un capitalismoindustrializado, convertía la existencia en el “santuariode un culto a lo efímero”140 . En palabras de Aragon:

“Comencé a darme cuenta que el reino(de estos nuevos objetos) estaba

138 ARAGON, L. (1953). Le Paysan de Paris. Gallimard:París. P. 146.

139 En las imágenes maquinistas surrealistas, subyace unaactitud característica ante la máquina que difierefundamentalmente de la de las demás vanguardias quese caracterizan por una particular pasión por losmecanismos absurdos y obsoletos. Con excepción de losautómatas vagamente antropomórficos de Picabia o lasentrañables y terribles metáforas del pintor Max Ernst,en general se da cierta aversión a la máquina, capaz derelacionarse con recuerdos lúgubres. Ver: Más allá dela pintura. [1937]. Cahiers d’ART, nº 6–7, en Escritos,ERNST, Max. (1982). Edic. Polígrafa: Barcelona. P. 183.

140 ARAGON, L. (1953). Op. Cit. P. 141. Tal como señalaAragón a propósito de los pasajes o galerías comercialesparisinos, quizá una de las máximas expresionesburguesas del siglo XIX.

54. JOHN RUSKINEstudio sobre la conformación de las nubes. 1860.(Del libro Modern Painters, vol. V)

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101 DISEMINACIONES VISUALES

construido sobre su novedad y que so-bre su futuro brillaba una estrella mor-tal. Se me revelaban, así, como tiranostransitorios, como agentes del destinoligados de algún modo a mi sensibilidad.Finalmente caí en la cuenta de que teníala intoxicación de lo moderno”.

Lo que plantea Aragon, uno de los principalesteóricos del Surrealismo junto a André Bretón, es, enesencia, la superación de la mirada romántica del jovenRuskin141. Aquella en la que el estupor que conlleva lacontemplación abstracta, descargaba de todaintencionalidad el gesto mismo de ver, dándose laparadoja de que el sujeto de dicha mirada, en este casoRuskin, inmóvil, silencioso y descarnado, deviene suobjeto. Aragon propone actuar contra aquella miradaen la que el observador mismo es una imagen142 . Loque Ruskin no ve o no puede ver, es cómo y porqué haquedado involucrado en esas imágenes.

La mirada de Ruskin abre el campo de la visiónal sentido óptico de la expresión artística. En estaapertura la visión ha sido reducida al fulgor delinstante143 , al estado abstracto de un sentido único144 ,sin un antes ni un después (il. 54). Se manifiesta en unapasión por rehacer el objeto, puesto enteramente bajola óptica del continuo visual, en un momento dedetención y que se centrará en el Movimiento comoforma presente o presentada del Tiempo. Pero latraducción de la nueva experiencia espacio–temporal,por medio de la geometrización, no apela, comopretendidamente quisiera, a lo sensitivo; por elcontrario, es un fenómeno cognitivo. Podría decirse

141 ERNST, Max, [1937]. Op. Cit. PP. 185–194. Existe unasubstancial diferencia entre la mirada de Ruskin y la queplantea el surrealismo. La base emotiva ante locontemplado, que Ernst define como el provocadoróptico, es, en esencia, la misma: las olas en Ruskin o lacabecera de la cama que imita caoba, en Ernst. Sondibujos azarosos, cuando menos casuales,inintencionados en cuanto a tema. Pero los dibujos deRuskin suscitan una reacción comparable a laestupefacción; en Ernst son capaces de suscitar relacionesinternas, que estallan en la medida en que son evocadasen su inconsciente. Ernst define a esta forma de ver comomirada activa, que permite el paso de la subjetividad ala objetividad. Para ello, evoca la lección de Leonardoda Vinci quien a sus discípulos les enseñaba a pintarsegún lo que pudieran apreciar en una vieja pared signadapor la pátina del tiempo y las manchas de humedad.

142 Es, en esencia, la misma paradoja que definiera JacquesLacan, cuando habla de la inversión del cono perspectivo.

143 GREENBERG, Clement. (1965) Modernist Painting.(Conferencia dictada en 1960). Art & Literature. Reco-pilada en: HARRISON, Charles (1994) Art & Theory1900-1990. An anthology of changing ideas. BlackwellPublishers: Oxford. Instantaneidad o fulgor que se pro-duce en un momento de coincidencia en la retina de lopercibido en sí y la conciencia de afectación sobre lasuperficie sobre la que se halla lo perceptible. “En elcaso de la pintura, ello suponía descubrir y explicar lascondiciones de la visión, tal y como se concebían,abstractamente. «La intensificación de la sensibilidadsobre el plano pictórico puede que ya no permita la ilu-sión escultural o el trompe-l’œil pero permite la ilusiónóptica. La primera marca hecha sobre una superficiedestruye su lisura virtual, y las configuraciones de unMondrian siguen sugiriendo una especie de ilusión detridimensionalidad. Solamente aquí se halla una terceradimensión estrictamente pictórica»”.

144 RUSKIN, John. [1843] . Op. Cit. P. 86. La referenciaalude a Conrad y su impresionista visión a propósito delmar en Tifón: “La remota negrura enfrente del barcoera como otra noche vista a través de la noche estrelladade la tierra, como la inmensidad de la noche sin estrellasmás allá del universo creado…”. A propósito de Conrady la autonomización de los distintos sentidos del hombrever: JAMESON, Fredric. (1981). The politicalUnconscious: Narrative as a Socially Symbolic Act.Cornell University Press: Ithaca. PP. 220–230. 54.

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que la experiencia del Tiempo vanguardista lo quelograba es ser, ante todo, un momento racional.

La oposición fundamental fondo/figura queplanteó el arte vanguardista, constituirá la instalaciónde un espacio imaginario, que da cabida a relacionespolares, donde el conflicto mismo de la oposición nose resolvería. A lo sumo, queda suspendido medianteel artificio de su reelaboración constante, en la que laconfrontación se “resuelve” en una diseminaciónilimitada y pretendidamente tácita, que implica suparoxismo en lo imaginario, según lo expuso Levi–Strauss145 . Sin proponérselo, será un espacio declausura que dará lugar a la represión; no sólo delconflicto mismo al que pretende dar respuesta; sino,por extensión, al de todos los factores implicados.

La alternativa propondrá construccionesabiertas, cuya resolución final, aún diferida, se presentafactible. Las causas de la relación empírica del fondo/figura no habrían de ser contempladas directamente,sino quedar veladas a la mirada, de tal manera queaparezcan aún plenas de sentido y significación, inclusoen su omisión, bajo la forma de una predeterminación.Al mismo tiempo que se forman como modelo loselementos para el espacio del Mito146 , se plantea sudesmontaje.

El Surrealismo se instaurará en una parcelaparticular, aún dentro de las Vanguardias, en busca dela síntesis entre la inevitable aparición del Mito y lanaturaleza concreta de la historia a través de unaexperiencia convencionalmente fenomenológica. Detal modo que, tanto la pretensión de expresar verdadestrascendentes147 , como la del camino que las conducea lo cotidiano148 , resultaran desacreditadas y risibles.Un espacio donde saltase el inconsciente óptico149 delque emana la imagen dialéctica benjaminiana150 .

De esta emergencia surgiría lo maravilloso, queserá definido más como una actitud característica deuna nueva ética, que como oposición a lo que “existemaquinalmente”151 . Algo que los surrealistas supie-ron aprehender del pintor Giuseppe Arcimboldo (il. 55),cuya obra consideraban mucho más que una exhibi-

145 A Levi–Strauss le siguen, en esta tónica, Althusser yJameson, entre otros.

146 Al respecto es significativo el capítulo titulado Natura-leza mítica: la imagen del deseo, de Krauss (1996).

147 Que, por otra parte es lo que le da forma al Mito.

148 Entendido bajo la forma de una política conservadora.

149 KRAUSS, R. (1996). The originality of the Avant–Garde and other Modernist Myth. Trad. AdolfoGómez Cedillo. Alianza: Madrid. Krauss dice a propó-sito de esta definición o giro en la mirada:«El incons-ciente óptico reivindicará para sí esta dimensión opaca,repetitiva, temporal, Se desplegará sobre la lógicamodernista sólo para atravesar su núcleo, para desha-cerlo, para refigurarla de otra manera». El presente tra-bajo de investigación se desmarca de la tesis de Kraussen cuanto que niega a la visión moderna en su aparecerracional la contemplación del Tiempo. Como se expusoanteriormente, la abstracción, como forma Paradigmáticade esta vertiente, pretende esta posibilidad, pero al igualque en el tema del Espacio, lo hace de una forma parti-cular.

150 Como lo define Benjamin, a propósito de ciertas imáge-nes arcaicas que sirven para identificar aquello que eshistóricamente nuevo en la «naturaleza» de las mercan-cías y bajo el principio del montaje, donde los elemen-tos ideacionales que lo configuran permanecenirreconciliados. Dentro del marco de su filosofía de lahistoria, Benjamin habla de un historiador que:… “debeabandonar la actitud tranquila, contemplativa ante elobjeto para volverse consciente de la constelación críticaen la que dicho fragmento del pasado se ubica en relaciónprecisa con este presente”. Para Benjamin esta«constelación crítica» se presenta bajo la forma de ladiscontinuidad produciendo una imagen dialéctica. Estefragmento, aquí citado, pertenece a sus Discursos.Bretón, en el Primer manifiesto del surrealismo, hablaya de que la imagen surrealista no puede nacer de una

55. GIUSEPPE ARCIBOLDOBibliotecario,1563. Oleo sobre lienzo.

56. MAN RAYEncuentro de una máquina de coser y un paraguassobre una mesa de disección.Dibujo

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103 DISEMINACIONES VISUALES

ción de objets trouvé. Benjamin, de quien Adorno de-cía que sentía especial entusiasmo hacia las energíasembriagadoras que, en su opinión, el Surrealismo poníaal servicio de la libertad, elaborará el concepto deimagen dialéctica a partir de la estrategia dedesacreditación del mito:

“La humanidad partirá reconciliada desu pasado, y una forma de estarreconciliado es la alegría”152 .

Bonet Correa enfatiza este aspecto de lo satíricocomo una revancha contra lo absurdo de la vida. Lossurrealistas sabían que la única puerta de salida de ladesesperación –aparte del suicidio– era el humor negro:“una catarsis, un arma suprema para enfrentarse conlo trágico de la condición humana.”153

Por tanto, el ámbito de la actuación de estanueva forma de la Vanguardia, que se erigiría –aunquetan sólo en apariencia– en una anti–Vanguardia, vendrádado porque, en lugar de sobreponer los símbolos delos mitos antiguos a las formas actuales, consideraráque la nueva naturaleza del paisaje urbano–industrial,en continuo proceso de transformación, era en símaravillosa y mítica. La imagen surrealista se dará alconfrontar una realidad objetual -un paraguas, en laobra de Man Ray, por ejemplo (il. 56)- a otra muy distinta,objetual a su vez -una máquina de coser-, provocandouna situación absurda, merced a un enfrentamientointencional y subjetivo (puestos ambos sobre una mesade disección). Pone en evidencia, así, el falso absoluto,como lo define Max Ernst, gran admirador y en ciertacomparación, sino de “la relación de dos realidades más

o menos distantes”.

151 ARAGON, A. La peinture au défi. En Collages. PP.36–37. Aragón define a lo maravilloso como… “lamaterialización de un símbolo moral en oposiciónviolenta con respecto a la moral del medio de dondesurge”.

152 BUCK–MORSS, S. (1995). Dialéctica de la mirada.Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes. Trad.de Nora Rabotnikof. Col. La balsa de la Medusa. Ed.Visor: Madrid. P. 283.

153 BONET CORREA, A. (Ed.) (1983). El surrealismo.Universidad Menéndez Pelayo, Cátedra: Madrid. P. 15.Del capítulo: La pintura surrealista. etapas y problemas.

55.

56.

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104LA PLAZA CUBIERTA

medida el redescubridor de los singularesplanteamientos de Arcimboldo154 y quien, “dando unrodeo relativo”, se habría elevado a un nuevo absoluto“verdadero y poético”155 .

La producción artística general, entendidacomo el resultado de una actividad laboral aplicadasobre la materia utilizando técnicas con las queconfigura formas, establece relaciones básicasfondo/figura, que habrán de revelarse míticas en lomoderno. El Surrealismo busca operar sobre una basemás tangible, en las que las relaciones sujeto/objeto156

sustituyen a las del fondo/figura, presentándose bajolas mismas consideraciones plásticas y semánticas. Unaobjetivación del sujeto, paralela a cierta subjetivizacióndel objeto157 , que busca penetrar íntimamente en lavida de las cosas que son acometidas158 . Para Bretón“la forma no presenta ningún interés”159 y la simpleimitación, como búsqueda, se había quedado obsoleta.

“No se trata de reproducir un objeto,sino la virtud de un objeto, en el sentidomás antiguo de la palabra”160 .

A principios de los años 20, dos

154 Hasta el reduscubrimiento de Arcimboldo por lossurrealistas, éste había sido considerado como un “bu-fón de la pintura”, grotesco y cortesano. Arcimboldo seplanteó el uso consciente de la metáfora literaria gene-ralizada para el rostro humano en la poesía.

155 BRETON, A. (1969). Manifiestos del surrealismo. Si-tuación surrealista del objeto. Guadarrama: Madrid.

156 Por sujeto, se entiende tanto al artista como al observa-dor; por objeto, se asume al «término multívoco, (que)significa por una parte lo contra–puesto (ob–jectum) -lo opuesto al sujeto- .../...en el lenguaje escolástico, eslo que es pensado, lo que forma el contenido de un actode representación, con independencia de su existenciareal» –Diccionario de Filosofía (Ferrater Mora, J.). Elsurrealismo sería una manifestación de la fascinacióndel mundo del objeto. El «concepto de libertad radical»y la «iluminación profana» son términos que defineBenjamin a propósito de la visión surrealista del mundodel objeto que permite dotarlos de una “fuerza física delas huellas de la memoria en el inconsciente”[BENJAMIN, W. [1927] Iluminaciones I. Elsurrealismo. La última instancia de la inteligenciaeuropea. Trad. Aguirre, J. Taurus: Madrid. (1971).P. 110]

157 La obra de Ernst, según Bretón, hablaría de la necesidadde un subjetivismo casi total, que no respeta siquiera elconcepto general del objeto, subvirtiendo la visión quese pueda tener del mundo exterior. BRETON, A. Op.Cit. Ver también: SERRALLER CALVO, Francisco.(1983) en CORREA, B. (Ed.) (1983) OP. Cit. Ensayo:La teoría artística del surrealismo.

158 Quien mejor definiera esta situación fue Víctor Brauner,quien había dicho: “Soy el nacimiento del objeto, todocomienza y desaparece a través de mí, en mí”. El extremode esta aseveración estaría en Marcel Duchamp, que consus “Ready–made”, elevaba al objeto usual a la categoríade arte, por la simple elección, entendida ésta como unaforma de apropiación o interiorización.

159 BRETON, A. (1969). Op. Cit. P. 37

57. MARCEL DUCHAMPGrand Verre. La Mariée mise á nu par ses célibataires,même. 1913-1923 (1927)Oleo, barniz, hojalata, alambre y polvo sobre cristal,277x175,5.Museo de Arte de Filadelfia, legado de Katherine S.Deier.

57.

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105 DISEMINACIONES VISUALES

acontecimientos marcarían el inicio de la construcciónplástica surrealista. Marcel Duchamp dando cuenta deque los mirones son los que hacen los cuadros, dejaráde prestarle atención a su por entonces mayor y mássignificativa creación, el Grand Verre (il. 57)161 paravolcarse en una lectura óptica opuesta a la visiónmoderna racionalizada. Por su lado, Max Ernstdesembalaba, en casa del pintor Picabia y en presenciade Tristán Tzara, Soupault, Aragon y Bretón, una seriede cuadros que conformarían la exposición en lalibrería Au Sans Pareil, montada a instancias deBretón162 . En ese instante, Bretón cuenta quedescubriría la forma figural a propósito de aquello quedesde hacía unos cuantos años le venía preocupando163 .

Es necesario contemplar un cierto problemaoperativo debido a que si toda concreción plástica,vinculada al movimiento surrealista, está acompañada,explicada y hasta justificada, por un desarrolladocuerpo teórico, dicha vinculación no se genera almismo tiempo en un mismo creador164 . Al menos node forma evidente, a los efectos de esta investigación.Mientras pareciera ser que:

“la filosofía de los fundadores de la abs-tracción estaba rezagada respecto a supintura, las declaraciones teorizantesdel surrealismo, radicales y extremistas,produjeron obras a menudo paseísticas,(que) suscitaron un nuevoacademicismo”165 .

El Surrealismo, al igual que su precursor Dadá,nació sin una propuesta técnica artística precisa, a di-ferencia de los demás grupos de vanguardiaprecedentes. Se podría sostener que surgió sin unateoría estética definida que la perspectiva histórica iríaarmando, a partir de las confusas intenciones primarias,en el devenir de los acontecimientos166 .

Siendo el objetivo de esta tesis lareconstrucción de la poética que impulsó La PlazaCubierta, nunca dicha por su autor, la propuestasurrealista se presenta imprescindible en la compren-sión del problema de la percepción y su vivencia en lo

160 BRETON, A. (1969). Ibídem.

161 Comenzado en 1913, medía casi tres metros de altura ysu título original era La casada desnudada por sussolteros, incluso. Está construido sobre dos panelesidénticos de cristal colocados uno encima del otro. Declara alusión maquinista, Duchamp nunca llegó aterminarlo, pues la complejidad del mecanismo hacíaimposible su materialización; cuando definitivamente lodeja en 1923 todo el fervor y adoración por la máquinade Man Ray y Picabia había pasado. En un traslado serompió y tras ser meticulosamente reconstruidoDuchamp lo dio por terminado.

162 La exposición se realizará del 3 de mayo al 3 de junio de1921; en 1920 Ernst había entrado en contacto con elgrupo parisino Dadá.

163 Sobre todo si se toma en cuenta que en 1925, apenasunos años después de la exposición de Ernst, PierreNaville, codirector junto a Benjamín Péret de la Larévolution surréaliste, publicaba en el nº 3 (del 15 deabril) su polémico artículo: La revolución y losintelectuales, ¿qué pueden hacer los surrealistas?, endonde afirmaba: “Nadie ignora que no existe una pinturasurrealista. Ni los trazos de un lápiz librado al azar delos gestos, ni la imagen re–trazando las figuras de unsueño, ni las fantasías imaginarias pueden así calificarsede tal”. La reacción de Bretón, en todo caso, fueinminente. Asumió la dirección de la revista y comenzóa escribir, en legítima defensa, una serie de artículos que,reunidos en 1928, conformarían el cuerpo esencial desu libro Le surréalisme et la peinture

164 Del Primer Manifiesto surrealista se desprende más uncarácter especulativo y abstracto, un modelo de conductao actitud, que una verdadera poética. Este será el carácterde la mayoría de los escritos que se corresponden a unaprimera etapa de formulación surrealista.

165 COMPAGNON, A. (1990). Op. Cit. P. 70.

166 BONET CORREA, A. (1983). Op. Cit. P. 27.

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106LA PLAZA CUBIERTA

moderno. Sin embargo, el método seguido se basa enla confrontación de poéticas específicas, con las con-creciones a que dieron lugar; particularmente de aque-llas situaciones espaciales que plantearon inquietudessimilares al proyecto de Villanueva y que estuvieronsoportadas en reflexiones teóricas sobre el problemade qué ver y cómo verlo. Seguir ortodoxamente al su-rrealismo no sería riguroso, de no atenerse a la volun-tad narrativa, por tanto textual, de la obra surrealista167 .

Es en ese punto en el que interesa particular-mente la reflexión de Duchamp. Entonces ¿qué es loque fascina a Bretón de los cuadros de Ernst? Ernstpor esa época estaba desarrollando collages y otrascomposiciones de manufactura bastante compleja a lasque prefería llamar Übermahlung168 . Los collages,habían dejado de ser una novedad capaz de sobrecogera los surrealistas y los Übermahlung (il. 58), oSobrepintados, consistían, básicamente, en actuar sobrematerial impreso ya dado, como anuncios, ilustracionesde diccionarios o manuales técnicos, imágenesperiodísticas, etc. a través del borrado o sobrepintando,con el fin de tapar, selectivamente, ciertas partes o frag-mentos del mismo. No será, por tanto, las técnicas em-pleadas en los cuadros que Ernst presenta lo que im-presione a los asistentes de esta reunión169 .

El Übermahlung se diferencian del collage, entanto que el primero actúa por sustracción de loselementos que lo componen y no por adición, como esel caso del segundo; con todo, la búsqueda y el resul-tado expresivo es, en esencia, similar. Lo que más re-salta del proceso creativo implicado en ambos, es que

167 En este apartado el discurso figural de la obra de Ernst,más que apoyarse, se acompaña de su artículo Más alláde la pintura, de 1937.

168 En inglés: Overpaintings, en francés Frottages, en cas-tellano: Sobrepintados. En Una carta de París de 1921,Ernst habla de esta exposición y de su encuentro con losDadaístas de París. Habla de los collages, pero no deque en la exposición se incluyera ningún Frottage, dehecho Ernst fija la fecha de nacimiento de éstos en 1925(ERNST, Max. [1937]. Más allá de la pintura. Op. Cit.P. 190)

169 En efecto, ya Werscher da amplia referencia a trabajosllevados a cabo sobre esta técnica y realizados algunosaños antes –desde casi principios de siglo– de lapresentación de Ernst, por lo tanto no puede ser esto loque inspira e, incluso, motiva a Bretón a dar cuenta, entreotras cosas, sobre la envidia que reflejaba el rostro delmismo Picabia al descubrir lo que Ernst mostraba.WERSCHER, Herta (1979). Collage. Trad. Robert E.Wölf. Narry N. Abrams, Inc.: Nueva york,.)

58. MAX ERNSTDémostration hydrométrique á tuer par la température.1920Sobrepintado, 24x17,5 cm. A la derecha, Catálogo delKölner Lehrmittelanstalt que sirve de base a la obra deErnst. Colección Jacques Tronche, París.

59. MAX ERNSTLa alcoba del maestro. Vale la pena pasar la nocheaquí. 1920Sobrepintado, collage, guache y lápiz sobre papel,16,5x22,5 cm. Colección Jacques Tronche, París. A laizquierda: Catálogo del Kölner LehrmittelanstaltBase de La alcoba del maestro.

58.

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107 DISEMINACIONES VISUALES

las acciones se producen sobre materiales de base queno son susceptibles, en principio, de “lectura” alguna,en una especie de analogía con el lienzo liso del pintoro la lámina en blanco del dibujante. Este material se-ría, para el artista, algo dado a una contemplación vi-sual pura170 .

La base pictórica sobre la que Ernst aplica sutrabajo, se constituye, entonces, en un manifiesto en sísobre los soportes de todo medio artístico; aunque enprincipio sea el pictórico en particular. Ni la lisura dela lámina, previa a ser intervenida por el pintor, ni surectangularidad, ni siquiera el marco o los límites dela misma, son ajenos u olvidados en el proceso detrabajo y desarrollo. Incluso, el título será tomado comomaterial consciente de todo este proceso171 . Todos estoselementos formarán parte, para Ernst, de una mismidadde lo visual y definen un espacio tangible, por suscondicionantes físicas y su lógica inherente. Son almismo tiempo y ante todo, los objetos encontrados deun mundo en el que buscó operar el pensamientosurrealista.

La alcoba del maestro (il. 59), obra fechada en1920, resulta de particular interés. En ella, a simplevista, se puede contemplar la representación de unaescena elemental de objetos inusitados. Un prosceniotras el cual se muestra un espacio perspectivo muymarcado, con inscripciones en su parte inferior ysuperior, en francés y alemán: «Merece la pena pasarla noche aquí», que convierten el cuadro en un reta-blo. Es un espacio de representación convencional,tanto por la perspectiva monocular que paralizaba a

170 Este material base está constituido por catálogos dematerial de uso técnico, por ejemplo, cuya disposiciónespacial no dispone de ninguna intencionalidadexpresiva, siendo tan solo un aglomerado de imágenes.

171 Bretón señala a propósito del título: “Ningún título haceimagen, ni por tanto, desempeña un empleo doble. Esimposible ver en él otra cosa que el complementonecesario del resto del cuadro”. La presencia del título,en ausencia de cualquier otra consideración, es uno delos elementos claves para la diferenciación de lasposturas abstracta o surrealista, pues en efecto, eldesarrollo de la primera lleva hacia una omisión omenoscabo de este elemento. Tan significativo es eltítulo, como presencia de la obra misma, que cuando losSurrealistas exponen las obras de un ya execrado Chirico,le cambian, en una forma “surrealista” de venganza, lostítulos de los cuadros.

59.

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108LA PLAZA CUBIERTA

El Lissitzky, como por el uso de textos que, apare-ciendo al margen de la composición general de la obra,no interesan ya por sus características tipográficas oformales172 . La grafía empleada en el cuadro es bas-tante indolente y los textos actúan como intermediariosentre el par binario título–imagen. Fungen como unsubtítulo que resulta necesario en el establecimientode las relaciones insólitas de la imagen dialéctica queestablece el Título y la Escena. Lo primero quedistancia al trabajo de Ernst de la condición moderna,hasta ahora desarrollada, es que elabora una imagenpara ser leída.

John Heartfield, quien exploraría más tarde latécnica del fotomontaje, desarrollará, de una maneramucho más incisiva y explícita, el poder de seduccióny concienciación que suponía la combinación deelementos sígnicos/textuales en su forma alegórica,como estrategia para evidenciar la ineficacia de lomítico (il. 60). Un póster de Heartfield, en particular, essintomático de lo que aquí se enuncia . Está fechadoen 1934 y lleva por título DeutscheNaturgeschichte173 . Utiliza las convenciones del textode la inscriptio (título) y la subscriptio (subtítulo) para

172 Lo que sí era relevante en el caso de alguna obrasCubistas y Futuristas.

173 Que se traduce como: Historia Natural Alemana

60. JOHN HEARTFIELDHistoria natural alemana. 1934Fotomontaje, del libro: Photomonages of the NaziPeriod.

60.

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109 DISEMINACIONES VISUALES

hacer que la imagen estalle en significación; aunqueesta imagen pudiera funcionar por sí misma.

En esta lámina, la “Historia Natural” alemana(la inscriptio) es representada alegóricamente en lasetapas de maduración de la mariposa, como soportecircunstancial al establecimiento de un vínculo entrela República de Weimar y el fascismo de Hitler. Lasubscriptio: “Metamorfosis”174 , es la clave paradescifrar la Idea, que se manifiesta en el recurso desuperponer, a cada estadio de la mariposa, los rostrosde Ebert, Hindenburg y Hitler. La mariposa final queresulta del proceso evolutivo natural, no es otra que lamariposa de la muerte, reconocible porque en su lomopuede verse la marca natural con la forma aparente deuna calavera.

“Ninguna categoría histórica sinsustancia natural; ninguna sustancianatural sin su filtro histórico”175 .

La relación cruzada entre naturaleza e historia,como par dialéctico y no como posible síntesisfilosófica, como pretendiera Heidegger, era utilizadacomo axioma operativo por Walter Benjamin176 en suinconclusa obra de Los Pasajes177 , para evitar caer enel pensamiento mítico. El método consistía enyuxtaponer pares binarios de signos lingüísticossignificantes –en este caso historia/naturaleza–aplicados a referentes materiales y entrecruzar lossignificados para provocar un efecto críticoindependiente de los referentes. Si bien es cierto quela obra de Benjamin es esencialmente crítica con elSurrealismo, por lo que éste implicaba como“anarquismo nihilista” y por la equívoca identificaciónde la realidad con el sueño178 , la estrategia operativa,tanto del discurso benjaminiano, como del surrealista,pareciera ser en esencia la misma.

La obra de Heartfield persigue una finalidadde agitación política y cae en una vertiente didácticaal presentar bajo la subscriptio, una leyenda explicati-va que resta valor expresivo a los elementos en con-flicto, disminuye la tensión de la pugna dialéctica yredunda en los significantes. En ella se pueden leer

174 Algo similar a lo que se opera en la obra de Kafka, Me-tamorfosis, donde el héroe de Odarek se transforma enun insecto, como en una alegoría en la que se representaun proceso de involución del hombre al animal, justo locontrario del que la historia natural señala

175 BUCK–MORSS, S. (1995). Op. Cit. P. 77.

176 Quien por otra parte, era un profundo conocedor y ad-mirador de la obra de Heartfield

177 Estrategia para evitar caer, según el mismo Benjamindeja patente, en el pensamiento mítico.

178 BENJAMIN, W. [1927]. P. 30. Benjamin señalaba quela falta dentro del Surrealismo, de un cuerpo discursivoconstructivo y disciplinado, impedía “unir la revueltacon la revolución”; citado por BUCK-MORSS, S. (1995)Op. Cit. P. 52.

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110LA PLAZA CUBIERTA

claramente las intenciones de la obra como si fueseninstrucciones del artista, al señalar tres posibles signi-ficados. De otra manera, probablemente pasarían des-apercibidos para el común de los observadores/lecto-res del momento a quienes iba dirigido, quedando lavinculación efectiva sujeto/objeto a la deriva en lascorrientes azarosas de su coeficiente intelectual179 .

El primer nivel de significación de la obra sur-ge, según esta descripción, del discurso de la naturale-za (al señalar las etapas de maduración del insecto);un segundo, de la historia política alemana (en la se-cuencia de elementos causales: Ebert/Hindenburg/Hitler), y un tercero y más complejo, al que Heartfieldse refiere en primer lugar, el más significativo, aludeal discurso del mito:

“En la mitología: la metamorfosis de losseres humanos en árboles, animales,piedras”.

En él se explica la representación y seproporciona un juicio crítico sobre el referente. Actúasobre algo que las demás Vanguardias no se habíanpermitido cuestionar: la creencia en el progreso comouna fuerza positiva; como cúmulo sucesivo de logrosdentro del curso natural de la historia social. Otro másde los mitos positivistas180 . Es en este tercer nivel designificación donde la obra de Heartfield es másefectiva, en cuanto a la relación significante/significado, que aquellos pabellones de El Lissitzkyque se saturaban de contenido. En éstos, las imágenessuperpuestas sobre las paredes que no pueden, con sutratamiento exacerbado, actuar sobre la configuraciónespacial, dan un significado unívoco que no entra entensión con el significante. Las eficacia de losfotomontajes de Heartfield remite a la fuerza expresivade la imagen sintética producida en el cruce deimágenes contrapuestas, del cine de Einsenstein porquien sentía profunda admiración181 .

El poder desestabilizador de la convención tex-tual que utilizó Heartfield se basaba, a su vez, en lasexploraciones de Magritte, particularmente desarrolla-das en El viento y la canción, de 1928 (il. 61). La obra

179 Toda la obra surrealista, y la de Heartfield no lo es me-nos en este aspecto, es al mismo tiempo la constataciónpesimista de una realidad reñida con la visión optimistade la noción de progreso y su incidencia en el tiempo dela historia social del hombre, pero también una críticade esta realidad sobre la que quiere incidir. La obra deHeartfield estaba ahí para buscar adeptos entre losobservadores afines y para denunciar y poner enevidencia a los detractores. De ahí la vertiente másdidáctica presente en Heartfield.

180 Ya en 1855 Víctor Hugo (El Voltaire del siglo XIX, segúnsu propio obituario), proclamaba: “El progreso es lahuella de Dios mismo”. Buck–Morss señala a propósi-to: “El progreso llegó a ser una religión en el siglo XIX,las exposiciones internacionales sus altares sagrados, lasmercancías sus objetos de culto, y el «nuevo» París deHaussmann su Vaticano. Los Saint–Simonianos eran losautoproclamados sacerdotes seculares de esta nuevareligión…”. BUCK–MORSS. (1995). Op. Cit. P. 107.

181 John Heartfield alude en Photomontages of the NaziPeriod (P. 11) a una “tercera imagen” que sería,precisamente, una síntesis más fuerte que la suma desus partes a propósito de las películas de Eisenstein.HEARTFIELD, John. (1976). Photomontages of theNazi Period. Versión en castellano: Guerra en la Paz.Fotomontajes sobre el período 1930–1938. Col. Puntoy Línea. Gustavo Gili: Barcelona.

61. RENE MAGRITTEEl viento y la canción. 1928Oleo sobre lienzo, 57,5x77,5.

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111 DISEMINACIONES VISUALES

representa una pipa bajo la cual una inscripción repro-duce el siguiente texto: Ceci n’est pas une pipe. El pardialéctico texto/figura flota sobre un fondo neutro dereminiscencia suprematista pero cuya atmósfera es másdensa. La inscripción, al ubicarse dentro de la compo-sición, opera como un subtítulo y se evidencia a símisma como una tautología. Pone en primer plano ala Idea y no al Objeto, puesto que lo que hay represen-tado en el cuadro no es, en efecto, una pipa en sí; sinola representación de una182 . Pero además, si no es unapipa que funcione a nivel de las convenciones del sig-no, como indica la subscriptio, tampoco podrá serlo anivel del símbolo.

Atendiendo a las divisiones del lenguaje pro-puestas por Karl Bühler183 , quien distingue entre lasfunciones comunicativas de expresión, activación ydescripción; en este contexto, la palabra pipe no resultani más ni menos efectiva, dentro de las convenciones,que el grafismo equivalente que refiere al objeto184 .La palabra juega dialécticamente con la imagen, a unnivel comunicacional descriptivo, pero lacontraposición entre ellas genera un nivel de activaciónno convencional; esto es, de respuesta en el observador.

Un juego de palabras e imágenes que ocurretambién en La alcoba del maestro. El título del cuadroalude a la condición objetiva de lo representado, perojustifica tan inusual reunión de cosas. No es una alco-ba genérica, sino una en particular, la del maestro. Esun recinto entrañable y al mismo tiempo imaginario,

182 Algo comparable con lo que a su vez ya habíaexperimentado Van Gogh, a finales del siglo XIX, encuadros como Las botas o, más significativamente aún,en Silla. La diferencia estriba en que en estos cuadros,particularmente, lo que busca es –en sus propiaspalabras– a “el hombre de las cosas”, es decir, elsemblante humano reflejado en las cosas. Por lo tanto,se desmarca así de las cualidades objetuales intrínsecas,para centrarse en una subjetividad, sólo que añadida.Cirlot remarca la búsqueda de esta subjetividad añadidaen El mundo del objeto en los siguientes términos:“Considera que tal vez su silla no sería bastante humana,que el tosco maderamen que la componía, el amarillosucio de su contextura, la paja ablandada y removidadel asiento, no podrían acaso integrar de modo suficienteel vencimiento humano; entonces, depositó una pipa yun papel con tabaco sobre la trágica silla pobre. Y lopintó todo amorosamente, pero a distancia increíble delobjeto, de su entrañable silencio”. CIRLOT, Juan–Eduardo. (1986). El mundo del objeto a la luz delsurrealismo. Anthropos: Barcelona. P. 35.

183 La propuesta de Karl Bühler (retomada por Karl Popper)sobre las funciones que tipifican el mecanismo dellenguaje, se centra en el efecto, impulso y reconocimientodel signo. Bühler establece una función expresiva osintomática, una función estimuladora o de señal, unafunción descriptiva y una última función argumentadora,designadas como Acción, Acto, Producto y Forma res-pectivamente. BÜHLER, Karl. (1961) Teoría del Len-guaje. Revista de Occidente: Madrid. Ver al respecto:FICHTE, Johan Gottlieb. (1996) Sobre la capacidadlingüística del lenguaje. Tecnos: Madrid.

184 BONET CORREA, Antonio. (1983). Op. Cit. P. 13.Bonet considera a Magritte dentro de una vertiente delSurrealismo más “pesimista e insolente”. Particularmentecon esta obra hace evidente, de manera sistemática, «loabsurdo de las ilusiones perceptivas, el fracaso de lossentidos». En esta obra se halla representado fielmenteun objeto banal plenamente reconocible, como en “Lasilla” de Van Gogh, pero Magritte lo que busca es eldesconcierto «planteándonos el enigma de la realidad».

61.

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112LA PLAZA CUBIERTA

porque el maestro existe en tanto que maestro, pero seobvia su vida íntima. El subtítulo provoca el pardialéctico sin el cual la composición no sería aceptada.El único momento en que podrían cohabitar una ballenay una cama se da en el mundo de los sueños. Un mundorico en una casa humilde, puesto que en la mismaestancia se llevan a cabo las diferentes actividadescotidianas, dormir, comer y vestirse. Una historia“narrada” que mana del ejercicio intencionado de ver.

Pero aún existen otras consideraciones a sertomadas en cuenta antes de profundizar en los valoresaparentemente no modernos de la obra y de losplanteamientos teóricos de Ernst. Concierne a larepresentación espacial y a la configuración del espacioen sí de la obra surrealista; en particular en La alcobadel maestro. El espacio aparece bajo la concepción deun evidente escenario clásico, que se caracteriza porser una cavidad habitada, pero al mismo tiempoinhabitable por estar sujeta a las convencionesdramáticas185 reforzadas por la inhibición de violar unámbito de intimidad. Lleva en sí la paradoja inherenteal espacio escénico del teatro.

“En cierto sentido, el espectador nopuede hacer nada. Y sin embargo, loanterior encierra una contradicción queno se puede ignorar, ya que todo dependede él”.

En realidad Ernst, para quien había sido unarevelación el tratamiento particular que de esta formade representación espacial daba a sus cuadros el pintorDe Chirico (il. 62), trabaja específicamente sobre lasconvenciones intrínsecas y las manipula en aras delresultado. De Chirico, en un principio próximo alSurrealismo, trabajó básicamente sobre la peculiaridadde su temática principal, la perspectiva monocular.Dará un particular sesgo al negar la convenciónmoderna de disolver la oposición entre fondo y figura,hasta establecer una relación cruzada de amboselementos; de tal manera que, uno de los dos, al serrealzado, pasaba a desempeñar el papel del otro. “Ha-bía introducido cierto tipo de tensión entre ambos ele-mentos, más parecida a un anamorfosis”186 .

185 El espectador puede sentir las tensiones que se desarro-llan en el escenario, pero no puede habitarlo. Esta es lalabor del actor, quien sin embargo, se vale de las con-venciones escénicas y de actuación para trasmitir una“experiencia” de la que desde luego no “disfruta”. PeterBrook, quien fuera director de la Royal ShakespeareTheatre de Londres, señala: “Puedo tomar cualquierespacio vacío y llamarlo un escenario desnudo. Unhombre camina por este espacio vacío mientras otro leobserva, y esto es lo que se necesita para realizar unacto teatral. Una palabra no comienza como palabra, sinoque es un producto final que se inicia como impulso,estimulado por la actitud y conducta que dictan lanecesidad de expresión… El teatro profesional reúnetodas las noches a personas distintas y les habla medianteel lenguaje de la conducta…”. BROOK, Peter. (1990).El espacio vacío. Arte y técnica del teatro. Trad. RamónGil Novales. Col. Nexos. Península: Barcelona (1968).

186 BUCK–MORSS, S. (1995). Op. Cit. P. 104

62. DE CHIRICOEl gran metafísico. 1917Oleo sobre lienzo, 104,5x69 cm. MoMA

63. DE CHIRICOEl profeta. 1915Oleo sobre lienzo, 89,6x70 cm. Colección Peter Watson

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113 DISEMINACIONES VISUALES

El resultado de este tratamiento es que elobservador, al mirar, se siente atraído por el puntocentral de la fuga perspectiva, se siente invitado a“entrar” en la profundidad de su espacio pictórico. Perocomo si de fuerzas centrífugas se tratase, es impelidohacia afuera una y otra vez por las figuras que en élactúan, entrando en juego los elementos de la relaciónbinaria sujeto/objeto. En El oráculo, de 1914 (il. 63),esta dinámica se acentúa por la presencia omnímodadel personaje central, más parecido a un cíclope consu sólo ojo. De Chirico traduce en atmósfera eltratamiento convencional e intuitivo del Objeto comosímbolo inmediato del mundo187 que rodea al Sujeto,que aparece, a su vez, como un aro rodeando otromundo: el interior del propio Sujeto, que sin embargole resulta ajeno. La cultura surrealista, al amparo delos planteamientos freudianos, había actuado sobre lasposibilidades discursivas del objeto, pero sobre todo,sobre la fenomenología del mismo que, según ladefinición de Cirlot, puede ser físico o psíquico188 .

“El sujeto adopta, más bien, la formade un anillo delgadísimo (el yo, o suidentificación con la consciencia)rodeado e integrado por el vacío(espacio cósmico y espacio psíquico)donde aparecen los objetos reales…”189 ;

La experiencia cognoscitiva del mundo (delobjeto), pretendida en las demás manifestaciones devanguardia, exigía la intervención del sujeto pensanteen un “montaje”, en el que pareciera que no tiene nadaque decir, sino sólo que mostrar:

“En la obra vanguardista, «individual»no se refiere en primera instancia a laobra como un todo, sino a la realidad.(Así) El receptor es libre de responderal signo individual como si fuera unaimportante afirmación referente a lapraxis de la vida, o como instrucciónpolítica. Esto tiene consecuencias tre-mendas para el lugar del compromisoen la obra. Allí donde la obra ya no seconcibe como totalidad orgánica, el

187 CIRLOT, Juan–Eduardo. (1986). Op. Cit. P. 17

188 CIRLOT, Juan–Eduardo. (1986). Op. Cit. P. 21

189 CIRLOT, Juan–Eduardo. (1986). Op. Cit. P. 23

63.

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114LA PLAZA CUBIERTA

190 BÜRGER, Peter. (1984). Theory and History ofLiterature. Del Capítulo: Theory of the Avan–Garde.Vol. 4. University of Minnesota Press. Versión en caste-llano: Teoría de la vanguardia. Trad. García, J. Penín-sula: Barcelona. (1987) P. 90

191 BUCK–MORSS, S. (1995). Op. Cit. P. 247

192 BÜRGER, Peter. (1984). Op. Cit. P. 84. La metáfora esuna imagen substituta de la cosa en sí, mientras que laalegoría es una construcción paralela a esa cosa. Es endefinitiva otra cosa capaz de denotar una relación y nola relación misma, con lo cual no ha de desvelarla. Apropósito, ver a Benjamin [1918]. El concepto de críticaen el Romanticismo alemán. Op. Cit. Sobre esta obraen particular de Benjamin véase: EAGLETON Terry.(1998). Walter Benjamin o hacia una críticarevolucionaria. Trad. Julia García Lenberg. Col. Teo-rema. Cátedra: Madrid.

193 BENJAMIN, W. (1990). (Op. Cit.) P. 35.

motivo político individual ya no se su-bordina a la obra como un todo sinoque puede ser efectivo en suaislamiento”190 .

El Surrealismo vendría a ser el triunfo sobretoda representación mimética; por cuanto en elmontaje, al igual que en la alegoría, las partes tendríanmayor autonomía en tanto son signos. “El alegoristaextrae un elemento de la totalidad del contexto vital,aislándolo, privándolo de su función191 . Para actuarha de juntar “los fragmentos aislados de la realidad”192

y así crear significados (il. 64).

Así, las alegorías son en el ámbito delpensamiento, lo que las ruinas son en el ámbito de lascosas193 , como señala Benjamin. Este significado esconstruido y no deriva del contexto original de losfragmentos. La operación que el lector efectúa equiparala técnica del montaje a construcción de la significaciónalegórica. Lo que, por otra parte, operadesmitificadoramente, puesto que la inserción defragmentos de realidad en la obra de arte transforma,fundamentalmente, esa obra. Las partes ya no seránsignos que apuntan hacia la realidad, sino que son rea-lidad en sí mismas.

El significante alegórico trasciende aquello quedenota y es en sí mismo un objeto digno de tal conoci-

64. MAN RAYObject for destruction. c. 1932

64.

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194 EAGLETON, Terry. (1998). Walter Benjamin o Haciauna crítica revolucionaria. Trad: García Lenberg, J.Col. Teorema. Cátedra: Madrid. P. 23

195 BÜRGER, Peter. (1984). Op. Cit. P. 69. Como pretendeconvencer Compagnon. De la comparación entreSurrealismo y Psicoanálisis sale, por supuesto, en francaderrota el primero. Adorno lo dice en los siguientestérminos: “Nadie sueña con eso”. Pero ya Adorno ve alsurrealismo como algo más que la mera ilustración deFreud o de Jung. En una entrevista realiza a Max Ernsten 1937 y aparecida en Commune, el propio Ernst señala:“Del mismo modo, quien pretenda plasmar en una telasus sueños nocturnos no llevará a cabo un trabajo distintodel que emprende un artista que copia tres manzanas,sin más preocupación que el parecido”. Tomado delartículo ¿Dónde va la pintura?, en Op. Cit. P. 337

196 A propósito de la experiencia del Frottage, Ernst señala:“Como un espectador, el autor asiste, indiferente oapasionado, al nacimiento de su obra y observa elnacimiento de ésta”. ERNST, M. [1937]. Op. Cit. P. 189.

197 A propósito del Primer manifiesto surrealista, de 1924.En: BRETON, A. (1969). Op. Cit.

198 BRETON, A. (1969). Op. Cit. P. 44

miento. Ya la alegoría en el siglo XVII, obsesionadacomo estaba con el emblema y el jeroglífico, searticulaba como una fórmula comunicacionalprofundamente visual, “pero lo que se hace visible esnada menos que la materialidad de la letra misma”194 .Es escritura en devenir.

Pero, claro está, el Surrealismo no es sólo unsimbolismo del inconsciente195 , es el intento deprovocar experiencias a partir del estallido deexperiencias ya vividas. No sólo en el artista; sino,más ampliamente, en el mundo de los anhelos yrepresiones de las formas generales de la sociedad ytambién en el del espectador o, de lo contrario, seríanilegibles para éste último. Por lo tanto, el Sujetosurrealista, estará conformado tanto por el observadoreventual, como por el artista; siendo indiferente quienestructure las relaciones implícitas196 .

En La alcoba del maestro se da este tratamientoespacial a la obra, pero además se le añaden loselementos propios de Ernst, que él mismo define enMas allá de la pintura. Estos son, el trabajo sobre los“pre–fabricados” (ready–mades) y el “automatismovisual”. El primero, se anunciaba como descubrimientooperativo, propio por el surrealismo, en su primeraetapa197 y quedaba establecido por Bretón, dentro dela definición particular que le daba al Surrealismo.

“SURREALISMO: sustantivo,masculino. Automatismo psíquico puropor cuyo medio se intenta expresar,verbalmente, por escrito o de cualquierotro modo, el funcionamiento real delpensamiento. Es un dictado delpensamiento, sin la intervenciónreguladora de la razón, ajeno a todapreocupación estética o moral”198 .

Más que la definición, interesan aquí cuestionesfundamentales que se plantean en torno a esta estrategiacreativa. En concreto, ¿puede existir realmente unapintura automática, capaz de dejar fluir espontánea-mente el trazo sobre el lienzo?. O, por el contrario yateniéndose a una desnuda realidad, “¿habrá que apli-

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199 CALVO SERRALLER, Francisco. (1983). Op. Cit. P.41.

200 Max Morise así lo reconoce en su artículo Les yeuxenchantés (Los ojos encantados) publicado en laRévolution Surréaliste, nº 1 de diciembre de 1924. P.26. No añade más la referencia que, al respecto, hacemás adelante: “Lo que la escritura surrealista es a laliteratura, una plástica surrealista debe serlo a la pintura,a la fotografía, a todo lo que está echo para ser visto”.

201 MORISE, Max. (1924, 1 de diciembre). Op. Cit.

202 De esta idea se hacen cargo entre otros, el mismo Ernst,además de Miró, Arp, Tanguy, que conformaron lo quese denominó «Grupo de la Rue B omet».

203 BONET CORREA, A. (1983). Op. Cit. P. 15

204 El mismo Ernst que consideraba al Frottage como el“verdadero equivalente de lo que se conocía ya con ladenominación de escritura automática” en Más allá dela pintura, olvida incluso esta imposibilidad. Buscandoreducir al mínimo la participación del autor de la obra,en el Frottage este como espectador, asiste, indiferenteo apasionado, al nacimiento de la obra, observando lasfases de desarrollo de ésta. Pero ¿qué pasa con elobservador en sí?. A él se le presenta como un procesoya dado. Pero sin embargo es esta intención de restringirsu propia participación en el devenir del cuadro (“alobjeto de ensanchar con ello la parte activa de lasfacultades alucinatorias del espíritu”) la que permite eldesarrollo de la obra abierta a nuevas reinterpretaciones.

205 MORISE, M. (1924, 1 de diciembre). Op. Cit. Cabeseñalar que Morise veía en todo esto un problemaoperativo fundamental, pues si bien sus ideas podríanservir de base a una pintura surrealista…”la dificultadprincipal no reside en comenzar, sino también en olvidarlo que acaba de ser hecho, o mejor ignorarlo”

carlo a una reconstrucción cuidada –a posteriori– quesirva de calco a nuestros sueños y alucinaciones?”199 .Conceptualmente, el problema surge porque la defini-ción de automatismo sólo está planteada como formade escritura200 . Ni siquiera Morise da con una defini-ción coherente para con otras formas expresivas, peroapunta diversos aspectos de especial interés, a propó-sito de las artes plásticas, que aluden a una captacióndinámica de imágenes.

“Es más que probable que la sucesiónde imágenes, la fuga de las ideas seanuna condición fundamental de todamanifestación surrealista. El curso delpensamiento no puede ser consideradobajo un aspecto estático”201 .

Lo que lleva directamente al problema de lafiguración del Tiempo. En efecto, el acto creativoautomático será una de las primeras maneras que tendráel surrealismo de acometer el problema de laexperiencia del Tiempo como fenómeno expresivo202 .Bonet Correa resalta cómo el automatismo de la pinturasurrealista introduce, dentro de la concepción estéticageneral del cuadro, el tiempo de ejecución. Así, el merogesto de la mano sobre el lienzo daría en ser una formacursiva de expresión203 .

Como estrategia, el automatismo en la plásticapresenta dos deficiencias. La primera, es que elobservador sólo es partícipe de la experiencia temporalde forma indirecta –a través de la propia experienciadel creador204 – y la segunda, es que el tempus creativose produce más vertiginosamente de lo que éstepermite, siendo su plasmación resultado de un artificioa posteriori o cuando menos de una expresión apenasesbozada. Ambos problemas encontrarán solucióntanto en los “Ready–made” como en los collage, apropósito de los cuales y sobre todo, Morise señala sudescubrimiento por parte de los pintores cubistas alaplicar, a veces, su pensamiento a los objetos que lerodeaban, se inventó el collage que le facilitaba “eluso de figuras plenas de las que su imaginación podíadisponer al instante”205 .

El Surrealismo permitiría componer una

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experiencia del tiempo dejándola, fundamentalmente,al arbitrio del observador, utilizando como táctica, tantolas vivencias pasadas (la memoria), como lareproducción en la obra del tiempo de creación, quees reflejado en un tiempo de “lectura” de la misma yque va desde la decodificación de los elementosenfrentados, hasta la simultaneidad de dichoenfrentamiento. Así, la estrategia del Surrealismo seráuna experiencia del Tiempo entendido como Memoria,pero a su vez como un destello del no–lugar. Lapreocupación Surrealista se centrará, entonces, en tornoa la problemática que genera el mirar esta dualidad.Esto es, a la secuencia Observar/Ser observado.

Las formas expresivas del surrealismoconstituyeron metáforas epistemológicas de un mundorelativo, donde acampa la imposibilidad de una imagenunitaria y definitiva. Es la muerte, en definitiva, delespacio–tiempo positivista. La indeterminación es lapauta de un nuevo pesimismo, es la manera de viviren la nueva realidad objetiva de las cosas; por tanto,sólo la indeterminación, la ambigüedad, será la formaque adopten las formas expresivas del surrealismo, lamanera, al menos, de aceptarlo. La obra se estructurasobre contenidos semánticos abiertos, buscando ser laimagen de esa discontinuidad, el único límite, es aquelque le imponga el propio “lector”. Bretón diría:

“Cómo puede darse cuenta la mayoríade los hombres de que, por primera vez,una pintura se convierte en fuente demisterio después de no haber sidodurante mucho tiempo más queespeculación sobre el misterio”206 .

Naville dió pautas para la conformación de unaestética surrealista que impulsó la irrupción delmovimiento en el problema de las artes plásticas, alexaltar el espectáculo del cruce del placer de la miraday la memoria207 ; un laberinto que, como había puestoen evidencia Giacometti en 1928, no era una formamás, sino el sistema para invalidarla.

206 BRETON, A. (1969). Op. Cit. Señalado en CALVOSERRALLER, F. (1983).Op. Cit. P. 38

207 Pierre Naville coeditó los cuatro primeros números deLa Révolution Surréaliste con Benjamin Peret y a partirdel número cinco, hasta el 12, con André Breton. La re-vista se publicó por primera vez el 1º de diciembre de1924.

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