DISCURSOL E Í D O POR

A U R A Y B<NTONIO AüRAY DORONAT

A1NTE EL

YDE ALCOY,

en la sesión inaugural relcorada

on la noche del a de Mayo tic 1872 en honor de la memoria de

cLe Oervantes Saavedra

ALCOY

IMPRENTA DE ALEJANDRO PÉREZ, VALL, 7.

1872.

A LOS SRES. SOCIOS DE LA ^AGENCIA.

AMIGOS JIIUS; HABÉIS RESUELTO IMPRIMIR ESTE POBRK

DISCURSO. DISTINCIÓN TAN SEÑALADA COMO INMERECIDA

EXIJE DE MÍ ALGO CON QUE CORRESPORDEROS Y NA1)\

PUEDO OFRECER: SI ESTIMÁIS EN CAMBIO UN ABRAZO DE

AJ1IGO, RECIBID UNO MUY ESTRECHO DE VDE8TR0

Antonio.

SEÑORES:

Invitado por algunos de mis amigos que componenesta Sociedad, para tomar parte en el acto que aquínos ha reunido, he creído de mi deber acoplar elpuesto con que hé sido honrado. Y no porque yoentienda qne mi palabra sea parte á ilustrar aldistinguido auditorio cuya presencia á todos nosenorgullece y nos alienta, que mi palabra es siempreingrata por la forma y las mas veces oscura en elfondo por la dirección que estoy acostumbrado á daral pensamiento, sino porque pienso que solemnidades

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como la presente reclaman el concurso de todos,demandan las fuerzas de cada uno, siquiera estassean escasas y pertenezcan á este oscuro soldado delila que tiene la dicha, la inmensa dicha, de hallarsepor primera vez en compañía ú¿ sus paisanos parahonrar la memoria de uno de los mis grandes genioscon que se glom la patria, de una de las masgrandes figuras con que se enorgullecí; la Humanidad.

Es motivo de satisfacción para el que como yopiensa; para el que rinde culto á las ideas; para elque se preocupa de los intereses morales de laSociedad; para el que eslima en algo la vida y lasobras de los grandes hombres; para el que entiendeque las reformas sociales se operan á medida quecambia y se reforma la conciencia pública; para elque aprecia en su valor y en su limite la significaciónde estas congregaciones; para el que juzga que loshumanos han menester de esta comunicación ycomunión de sentimientos si han de responder á lamisión que la Providencia les señala, es motivo desatisfacción, repito, el observar cómo en medio deeste mar revuelto de la política y de las pasiones enque yace sumergida nuestra España, se encuentre unrincón de ella en donde unos cuantos espíritus noblesy bien sentidos reconozcan, que son debidos tributoy homenaje al gi'nio, que son debidos veneración y

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respeto á los destellos divinos de la inteligencia.Son siempre acreedoras al aplauso general, las

personas que fomentan y desarrollan los centros decultura y de ilustración; son siempre acreedores alaplauso de las gentes cultas, los jóvenes que ven enel comercio de las ideas y en la comunicación depensamientos algo mas que una distracción ó unpasatiempo; pero cuando aquellas personas son misamigos, cuando estos jóvenes son mis compañerosde la infancia, cuando unos y otros son los primerosen fundar una asociación de la importancia que engermen esta lleva; cuando por este acto, mi pueblo,el pueblo que á todos nos vio nacer se eleva á laaltura que miden los pueblos que son honra de lapatria y dignosde la civilización, permitidme, señores,que desde aquí dirija libremente, espontáneamente,un caluroso aplauso á los iniciadores y á lossostenedores de este circulo, aplauso que si tiene eldefecto de ser oscuro por razón de quien io causa,tiene en cambio el mérito de ser justo y merecido.

No relie jan estos círculos, ó sociedades, ócomo queráis llamarlos, las idealidades de lajuventud: no son las ideas que estos centrossimbolizan abstracciones de la razón ó caprichos delentendimiento. Piensan algunos que solo unamor propio desmedido de parte de quienes estas

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sociedades componen, ó un deseo vano de exhibirsepuede motivar su nacimiento. No diré, ni meincumbe á mi el decirlo, ni es esla ocasión para ello,qué propósitos abrigan los individuos que liantomado á su cargo el sostenimiento de estacorporación; pero sean cuales fueren, una cosa seliacc observar, á saber: que Alcoy cuenta entre sushabitantes con espíritus rectos que se esfuerzan porlevantar el nombre de esta ilustre población hasta elnivel que de hecho y de derecho le corresponde.Porque notadlo bien: sea cualquiera el pensamientoque á cada cual domine, sea cualquiera la intenciónque cada cual posea, y yo aseguro que no puedeser extraviada, el hecho, el resultado es quetenemos yá un centro en donde se aquilatan lasinteligencias, una bolsa, y permitidme la expresión,en donde se cotizan las ideas por su valor intrínseco,y un foco de luz que por débil que ahora aparezca,es al cabo luz que ilumina el invicto nombre dénuestra Ciudad.

Yo yá sé que todos mis dignos compañeroscomprenden la trascendencia de esta asociación; yoyá sé que todos están animados de un deseo vivísimo'porque adelante y progrese; yo yá sé que ningunode ellos carece de entusiasmo y de fuerzas suficientesque poner al servicio de la tendencia que á esta

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asociación guia; pero si liubiere alguno que contandocon fuerzas las escaseara, con inteligencia y laretrajese, yo le suplicaría que girase la vista ensu derredor, que se fijase en los semblantes risueñosde nuestras hermosas paisanas que con su presencianos animan, y que considerase después sipensamiento que con esta brillantez comienza, sipensamiento apoyado por su propia bondad y porlos honestos halagos de la hermosura puede decaer,morir, y sepultarse en el olvido. Yo haria mas: sifallo de calor ó de fé en el porvenir de este círculo,escatimara su adhesión, yo le suplicaría quereflexionase si no merecen alenciones las damas quenos atienden, si no merecen correspondencia lashermosas que nos corresponden.

Pero no habrá necesidad, estoy seguro de ello,ni ahora, ni en lo sucesivo, de dirigir semejantesruegos á ninguno de mis amigos; el pensamiento queá todos preside es demasiado importante para quepase desarpercibido, y la idea que á todos dominaes demasiado grande para que no se descubra.

¿Quien no vé que estas sociedades en donde sedesarrolla el verdadero espíritu de fraternidad,fortalecen el animo y vivifican la inteligencia? ¿Quiénno vé que en centros como el que mis compañeroshan fundado, si están bien dirigidos, y si responden

á su fin, trascienden á la vida entera de unapoblación? Un palenque en donde pugnan encontradasideas, en donde chocan aspiraciones opuestas, endonde el trabajo es el discutir y la actividad es elpensar; un palenque en donde se encuentra el nobleestímulo de la emulación, merced al cual la juventudse hace digna de este nombre; un palenque en dondese despierta el deseo de progreso y de adelanto, fueravenerable por sí mismo si no fuera mas venerabletodavía por los beneficios que de él emanan.

Yo no diré hasta qué punto pueden ser tocadosestos beneficios, porque no es este el objeto que mepropongo; pero miope será quien no los vea. Nose mide la importancia de las poblaciones por elnúmero de sus habitantes, como no se mide el valorde los hombres por la estatura, como tampoco semide la belleza de un cuadro por las dimensiones.Nada importa que existan ciudades apiñadas de gente,si Ja gente no está á la altura de su tiempo y noresponde á las exijencias de su época: nada influyeen la corriente de la Historia y en los destinos de laHumanidad el número de hombres, si estos hombresno representan una idea. España es menor que laChina, es menor eí número de españoles que el dechinos, y sin embargo, pesa mas nuestra patria enla balanza del género humano que aquel vastísimo

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imperio. Y es qué el último ciudadano español, conser ignorante, con ser atrasado, posee mas ideas queel primero de los mandarines.

Por tanto, son las ideas, es la cultura, es lainteligencia lo que dá valor y significación á lasagrupaciones sociales, llámense naciones ó aldeas.Para el que como yo piensa, pues, centros como elCIENTÍFICO Y LITERARIO, son verdaderas palancascivilizadoras que merecen todo mi respeto, quemerecen toda vuestra consideración, que merecenuniversal apoyo; porque palancas que remuevenideas, que reforman costumbres y que levantanconciencias, merecen desinteresadamente, apoyo,consideración y respeto.

llabréisme permitido llegar hasta aquí, no siendolo que vá dicho el objeto de mi discurso; perosentía como la necesidad de tributar unas cuantaspalabras, no de elogio^ mas sí de justicia á misamigos, los señores que han iniciado y formadoesta corporación. Por una parle mis propiossentimientos, y por otra mi posición completamenteajena al asunto cuya realización locamos, meaconsejaban, y es mas, me imponían él deber deconsagrar unas cuantas frases en alabanza de tanexcelente obra. Yo pido benevolencia por la libertadtomada y espero que me la habréis dispensad©

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siquiera en gracia de la intención que me ha movido.Habréis notado, señores, que en mi sentir es

grande, es inmensa, es trascendental la importanciaque tienen estas corporaciones, no solo por lo queellas son y lo que representan, sino por los actosque realizan.

Solemnidades como la presente, efectuadas paraconmemorar la muerte de uno de los mas grandesgenios de la Humanidad y una de las mas esclarecidasfiguras de la historia patria, son sin duda losbeneficios mas palpables que reporta la existenciade estas asociaciones.

No pretendo yo en manera alguna suponer siquieraque este pobre y desaliñado discurso pueda dejarimpresión en vuestro ánimo; pero las ideas quecon mas ventura que yo se han expresado, lospensamientos que de mis compañeros habéis oido ¿noson acaso materiales con que poco á poco se eleva eledificio de la civilización? ¿No es, aunque pequeña,alguna, la influencia que con este acto todos ejercemosen la trasformacion y en el progreso de las costumbres?¿No representa, cuando menos, un trabajo laborioso<!e parte de cuantos á él contribuimos, para honrardignamente la memoria de una lumbrera del génerohumano? ¿Y no kes el trabajo de la inteligenciaacto meritorio que bastaría por si solo para

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justificar y aun para santificar estas reuniones?Yed, pues, cómo, aun descartando el fin, y es

nobilísimo, que aquí nos ha traído, las frases queesta noche se expresan representan la actividad deunos cuantos espíritus, que si no ilustran con susproducciones á la sociedad que les corresponde (yhablo por mi propia cuenta) honran con su intenciónal genio que conmemoran.

Por lo que á mi toca, sé decir, señores, que nosin pena he cogido la pluma para bosquejar, aunqueá grandes rasgos, porque ni el tiempo ni mis fuerzaspermiten otra cosa, un pensamiento concreto acerca déla obra principal de CERVANTES. Y digo no sin pena,porque ante la magnitud del asunto, ante lo difícilde la empresa, me juzgareis vosotros ciertamente,y me juzgo yo á mí mismo de osado y de atrevido:Pero obligado en cierto modo por lo que yo consideroun deber, é impelido por mi natural vocación queme llama á presentar bajo un determinado aspecto las1

obras del entendimiento humano, no he dado un pasoatrás, creyendo que disimulareis á quien con mejorpropósito que pensamiento, osa formular juicios quesolo en labios autorizados pueden merecer suficienteatención.

Es CERVANTES, señores, uno de los genios que detiempo en tiempo envía Dios al mundo para honrar

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á la Humanidad; una de esas inteligencias, elegidaspor no sabemos que misterioso destino para ser focoque irradie luz á través de todas las edades y delodos los siglos; una de esas criaturas que sonhumanas porque participan de las flaquezas de loshombres, pero que son también divinas porqueparticipan de lo absoluto.

Un hombre que abraza con su idea á toda laHistoria, á toda la Humanidad; que plantea elproblema de todos los siglos; que formula la cuestiónde todos los tiempos, y que es precursor de todoslos grandes pensadores que se suceden desde elRenacimiento; un espiritu que alcanza por un ladohasta lo eterno y por otro hasta lo infinito, queinfinito será su pensamiento como es eterna la famaque nos ha trasmitido; una figura que se levantasobre el pedestal que forman obras de imperecederorenombre, la cual vista á distancia es punto apenasperceptible, mas vista de cerca es coloso que se elevahasta las alturas, podría no ser divina si tal calificativono os pluguiese, mas es ciertamente astro coloca Jopor divina mano en el curso de la vida para queilumine á las inteligencias.

No soy tan vano que pretenda haber medido entoda su estension el espíritu de CERVANTES; yoentiendo que el espíritu de los genios no tiene

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medida. Medida dice límite, dice relación: y ¿quienserá el que se atreva á decir con razón: «dentro«de tal círculo se halla el genio, en tales límites se«albergan los espíritus geniales?» ¿Donde está elpensamiento, aquí abajo en la tierra, que hayapodido comprender el pensamiento total de Horneroy Virgilio, del Dante y CERVANTES, de Shakespearey Calderón? ¿Donde está el crítico que haya alcanzadohasta los últimos límites de estos gigantes de laHumanidad? ¿Donde está la mano que presuma dehaber hallado el metro con que se mide la elevaciónde sus ideas? ¿Donde está la sonda que alcanza átoda la profundidad de sus conceptos?

El genio se vé, se observa, se muestra, seestudia, pero no se mide. Si el genio tuvieramedida, habría unos genios superiores á otro?genios; los unos serian eclipsados por los otros: Talexistiría cuya elevación amenguara la de los demás;y en suma, si el genio admitiera comparacionesNegaríamos á este resultado; que los genios seriangenios de circunstancias, que desaparecerían desdeel momento en que naciera uno superior á ellos.

Por esto comprendereis que es grande mi embarazoal verme en presencia de uno de estos espíritusgeniales y de una de las mas grandes obras que elentendimiento humano ha producido.

s

uLa aparición del QUIJOTE en el siglo XYII señala

una de esas fases brillantes que distinguen á la épocaconocida con el nombre de Renacimiento. Es elQUIJOTE una de esas producciones inestimables quese presentan á veces en la historia del pensamientoy de las revoluciones (y entended que digorevoluciones como de cambios en la conciencia).

Hallábause en la Edad Media relajadas lascostumbres; hallábanse los hombres á merced delos señores que cifraban todo su orgullo y todasu ventura en la fortaleza de su brazo; hallábanselos vínculos sagrados de la familia á merced decualquier noble, necio ó corrompido; existia unadesigualdad irritante en las diversas clases sociales,el pobre esplotado por el magnate, el magnateespoliado por sus vecinos; hallábase la justicia enmanos de quienes jamás supieron ser justos; hallábasela sociedad toda sumergida entre las tinieblas deesa noche que comienza en el siglo IV y concluyecon los últimos dias del siglo XV; eran las relacioneshumanas desconocidas ó pisoteadas; eran en unapalabra, los fines nobles de la Humanidad olvidadosy abandonados por proseguir un ideal que selegitima por la Historia mas nó por la Razorisinstituciones venerables y respetables por su misióny por su destino habían inclinado los sentimientos de

ibla época hacia una vida que es siempre falsa porquees incompleta: el santo espiritualismo cristiano delos primeros tiempos habia degenerado hasta elfango de las pasiones y hasta el nivel de losambiciosos: los espíritus nobles que fueron ejemploy norma de abnegación habían desaparecido: loscorazones levantados que habían desafiado los.climas del Norte habían muerto. No quedaban en losúltimos tiempos de la Edad Media mas que restos deuna sociedad que fue grande en su dia, pero que áaquella hora habia revestido todas las formas de ladecrepitud. Faltaba á aquella sociedad el ideal;faltaban las ideas; he aquí por qué muere desdeel instante en que se anuncian los albores delRenacimiento.

¿Qué podía ser de una sociedad cuyosrepresentantes, los señores, los caballeros, teníanpor toda idea de vida el espíritu de aventura y lamanía de los galanteos?

El Arte estaba representado por los restos delarte griego refugiados en templos suntuosos, que sialguna cosa señalan es un sentimiento místicoexajerado y un espiritualismo excesivo, y todossabéis á que conducen los escesos y las exajeracionescuando provienen de las ideas religiosas: la Cienciaestaba representada por la Escolástica y por las

16traducciones que los árabes hicieron de las obras deAristóteles: ¡menguada representación para unaépoca que presumió de perfecta y que intentanresucitar en la nuestra algunos estraviados !!: yla literatura, es decir, el gusto, las costumbres,representada por estúpidos libros de caballeríaque fomentaban y desarrollaban instintos que nopor ser humanos dejan de ser monstruosos.

Considerad, señores, los últimos tiempos de laEdad Media; estudiad la vida que entonces sevivió; investigad las causas á que obedecía aqueldesconcierto; analizad el instrumento que moviaá aquella sociedad y solo así os podréis dar cuentade las exageraciones de aquellos hombres, y soloasí podréis legitimar la existencia y el sentido delINGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA. MANCHA.

¿Que otra cosa viene á ser la famosa obra deCERVANTES sino la caricatura de aquella edad deespirilualismo? ¿Qué otra cosa viene á ser la obrade CERVANTES sino la representación burlesca deaquellos sentimientos, el ridículo de aquellos tiempos?El QUIJOTE bajo su aspecto histórico, ó no representanada, ó representa la protesta que hace la Razóncontra los desvarios del entendimiento. Yo no; quierosuponer con esto que las edades de la Humanidadalcancen en todos sus períodos la perfección que

17pansamos desde la idea; yo no quiero suponer que

la Edad Media pudiera entregarse á relaciones

totales y amplias y á una vida abierta á todas las

esferas de la actividad: las edades de la Historia

son te^ imperfectas por el mero hecho de pertenecer

á las criaturas, y dicho se está que la época' que

precede al Renacimiento era imperfección humana

esencial á la vida de los hombres. No penséis por esto

que CERVANTES fue injusto con aquellos tiempos al

ponerlos en caricatura: CERVANTES ridiculizó una

institución, la caballería; ridiculizó un sentimiento

exajerado, el espiritualismo; sentimiento é institución

que eran ilegítimos, diré mas, que eran aberraciones

supuesto el grado de cultura que habian alcanzado

los siglos XVI y XYH

¿Podia pensar el gran genio que. la afición á la

caballería y el idealismo, considerados como estados

históricos del espíritu, son en si condenables? De

ninguna manera, ó al menos, yo no lo creo.

El fondo del pensamiento de CERVANTES espresa,

pues, tácitamente, el pensamiento moderno, á saber:

«que las instituciones todas, los sentimientos todos

«se manifiestan en el mundo para realizar una

«misión y cumplir un destino, cumplido el cual,

«sentimientos é instituciones decaen, se corrompen

«y mueren.» Si el sentimiento exajerado espiritualista

18produce hechos tan grandes como las cruzadas,esto es, hechos históricos trascendentalísimos queponen en comunicación al Oriente con el Occidente,resultando de aquí uu paso de gigante hacia elporvenir ¿cómo es posible que CERVANTES loridiculizase, si se admite que no presentía las ideasmodernas? Y si por acaso erró en sus juicios y en susconsideraciones ¿cómo es que toda la posteridad leadorna con los laureles de la gloria y con el signode la inmortalidad? Llegamos, pues, á la conclusiónsiguiente: ó nos equivocamos nosotros al estimarlecomo genio ó se equivocó él al satirizar unsentimiento que merecía veneración. Se vé por tantoque CERVANTES pensaba acerca de las institucioneshistóricas lo que piensan los modernos. Este solotitulo bastaría para colocar su nombre entre los masilustres del género humano.

Es error, y error capitalísimo en mi sentir,entender que el QUIJOTE protesta solamente comoalgunos suponen contra la afición á la caballería ycontraía literatura caballeresca. El QUIJOTE protestano solo contra los efectos, sino contra la causade la perversión del gusto. ¿Creéis que á unentendimiento tan sutil como el de CERVANTES, áuna inteligencia tan clara, á una razón tan serena,se le escapara la lógica hasta tal punto que no

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considerase que las consecuencias son erróneas, sonfalsas, solo cuando el principio en que se fundan esfalso y erróneo? ¿Creéis á CERVANTES, á un genio,tan falto de dialéctica, y no solo de dialéctica,si que también de sentido, que no viera que alponer de bulto con los caracteres del ridiculo elIdealismo de la Edad Media, ponía asimismo enridículo la causa que habia dado dirección á aquellamanifestación del espíritu y el principio en que sehabia fundado? Sin duda alguna, y yo lo aseguroen vuestro nombre, tenéis en mas á CERVANTESque á un alumno de segunda enseñanza. ¡Cómohabíamos de estar aquí reunidos si de otra manerapensarais!

Esto en cuanto al QUIJOTE considerado comoprotesta contra el extremado idealismo; queconsiderado bajo otro aspecto, bajo el aspecto deobra de su tiempo y de su siglo y obra humana,se presta á reflexiones que yo hubiera apuntadoaquí gustoso si las proporciones que vá tomandoeste discurso no me hicieran temer por vuestrasatisfacción y principalmente por vuestrabenevolencia. Contando con esta, voy á ser breve.

No existe, no ha existido, no puede existir hombreque escape por completo á la influencia de su tiempo;no existe espíritu por portentosas que sean sus

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concepciones que no esté tocado por el carácter desu época. CERVANTES es hijo del Renacimiento:dicho se está que el QUIJOTE es una obra y acaso lamas impórtente que se señala con los rasgos propiosde su siglo.

Todo entonces estuvo puesto en tela de juicio;entonces nacen las monarquías en oposición alfeudalismo; entonces se presenta en germen elderecho en oposición á la fuerza y á la violencia;entonces aparecen las nacionalidades en oposiciónal fraccionamiento de territorio; entonces nace laReforma en oposición al Pontificado; entonces nacela afición á los viajes en oposición al deseo deaventuras; entonces nace la Literatura, nace elArte, nace la Ciencia, y nace todo esto como unainmensa protesta, como una inmensa oposición átoda la vida anterior. ¿Qué otra cosa podía serCERVANTES, hombre de su tiempo, qué otra cosapodia ser el QUIJOTE, o|ra de su siglo, sino laencarnación viva de la nueva tendencia que á lasazón se inauguraba.?

El Renacimiento, punto crítico si los hay en laHistoria, llevaba en sí los restos déla vida quese apagaba y el germen de la civilización que nacia.Vértice de ese inmenso ángulo cuyos lados son elfeudalismo y la época de las revoluciones, tenia

2ique tocar los resabios del uno y los defectos delotro. No formado todavía el pensamiento; en embriónlas ideas modernas; desconocido el sentimiento delderecho; relajadas las costumbres; corrompidos loshábitos; la ambición por norte en los políticos; laincertidumbre en los filósofos; y sobre todo esto,el idealismo que desaparecía y el positivismocalculador que se presentaba; la eterna lucha entrelas inclinaciones del espíritu y las de la materia;entre el entendimiento y la razón; he aquí lo quese echa de ver en la obra del inmortal genio ácuya memoria este discurso está consagrado.

Acontece con las producciones de los grandespoetas lo que acontece con el QUIJOTE deCERVANTES. Todas plantean el problema de laHumanidad sin acertar á resolverlo; y es que lospoetas; es que los artistas pueden sentir la belleza,pueden hacerse eco de los movimientos del alma,pueden poner de relieve la vida,pero sin demostrarla.Dante en la Divina comedia analizando los estadosde la conciencia bajo el doble aspecto delremordimiento y de la satisfacción; Shakespeareesteriorizando todo el espíritu humano en supersonage Ilamkt; Calderón presentando en laVida es Sueño, á Segismundo airado contra eldestino que le encadena á un eterno sufrir: Goethe

simbolizando en su prodigioso poema Fausto lavida revuelta por el huracán de las pasiones, yCERVANTES representando á la Humanidad en latriste figura de D. Quijote, pobre loco que solovive de los desvarios de la imaginación y de unideal que para su propio uso se forja, son otrostantos actores que se suceden en la escena delmundo sin acertar á saber lo que el mundo és.

Atended, señores, un instante á vuestra conciencia;reflexionad con razón serena sobre los estados quese verifican allá en el fondo de vuestro espíritu.¿Quien se atrevería á negar que todos nosotrosllevamos en el pensamiento el problema eternode la vida? ¿Quién no ha pasado por momentosde incertidumbre, de verdadera angustia, en quela inteligencia quisiera encontrar fin y acabamientoá su eterno divagar?

¿Quien que se atienda con reflexión no hallaen las profundidades de su espíritu, personages áveces mas vivos que Hamlet y Segismundo, Faustoy I). Quijotc.1

El hombre que reniega del mundo y de la patria;el hombre que es bastante inteligente para no sertorpe, y bastante torpe para no ser acabado ejemplode inteligencia y que escéptico ó desengañado seentrega al positivismo y á los goces de la materia;

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el hombre que no encuentra tranquilidad ni sosiegoni en la firmeza de la fé, ni en las investigacionesde la ciencia ¿Creéis que este hombre es otra cosaque el doctor Fausto dibujado de mano maestrapor Goethe? El hombre que se encierra dentro desí mismo, sin admitir mas ideas que las que de supropio espíritu brotan; que hace abstracción de<mundo y de la realidad para entregarse á un idealque no es el de su tiempo; el hombre que vive deilusiones aparentando una felicidad por otrosenvidiada; el hombre que abandona la materia porel espíritu, truncando y rompiendo así la naturalezahumana ¿Creéis que este hombre es otro que elenagenado D. Quijote de nuestro gran CERVANTES?

Recorred la vista por las páginas de esemaravilloso libro; meditad sobre el carácter opuestoque Sancho y I). Quijote significan, y decidmedespués si estas dos figuras no son la eternaoposición que consigo arrastra la inteligencia.

Yo de mi sé decir, señores, que llevo desdelargo tiempo atrás en mi conciencia los dospersonages de la novela de CERVANTES.

Impulsado por la fantasía, es decir, por DONQUIJOTE; alentado por ideas que subyugan y admiraná los ojos de mi espíritu, me entrego en ocasiones,pocas por fortuna, á ideales que me disipan todas

ulas dudas y me desvanecen todas las incertidumbres:pero bien pronto la realidad, es decir, Sancho quees tan inseparable de mí como lo es de D. Quijoteen la novela, me llama la atención y me preguntasi no serán molinos de viento y rebaños de ovejaslos objetos que yo considero como gigantes y comoejércitos.

Pero me consuela el ver que no soy yo el únicoque á estos vaivenes está entregado. Mirad envuestro derredor, reflexionad sobre los caracterescon quienes estáis en comunicación todos los dias.¿No es verdad que encontráis jóvenes entusiastasque respirando nobleza, viven de ilusiones forjadasen el mundo de su fantasía, ilusiones que loshacen valerosos y esclavos de los sentimientoslevantados que adornan á la Humanidad? ¿No esverdad que es fácil encontrar tipos que se alimentande esperanzas y de idealismo, ora ea la relación delamor, ora en la esfera del arte? ¿No es verdad queestos tipos, verdaderos enderezad ores de entuertosy desfacedores de agravios, por el desinterés queá sus acciones guia, son comunes en el tratosocial? ¿Pues que son estos tipos sino Quijotescontemporáneos?

¿No es verdad que se encuentran personas,desengañadas, como ellas dicen, de la sociedad,

25que buscan en la satisfacción de sus apetitos y enla comodidad de su existencia la resolución delproblema de la vida? ¿No es verdad que el hombreque hace de sí propio el centro del universo; elhombre que se rie del valor de las ideas, el egoistaque se burla de las ilusiones y de las esperanzasde la juventud, el calculador que se califica á símismo de hombre de mundo, porque masca ámandíbula batiente el alimento que otros leproporcionan, no es verdad, digo, que este hombrees el prototipo de los Sanchos?

Este es, á mi juicio, el sentido fundamental delQUIJOTE y en este sentido estriba, según yo entiendo,la celebridad y la grandeza de esta admirableproducción.

Cierto, muy cierto, que como obra histórica,es decir, como obra del siglo XVII representa lasideas de aquel tiempo, y que bajo esta relación esde inestimable valor. Ser eco de los sentimientos deuna época; personificar en dos tipos las ideasentonces reinantes; formular una protesta contra lacivilización que se hundia, y hacer todo esto con lamagia del arte y con los solos recursos de laimaginación, son circunstancias que elevarían áCERVANTES hasta la altura que miden los grandeshombres; pero plantear el problema de la Humanidad

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de una manera profunda y en una forma pornadie intentada, y me atreveré á decir por nadiesiquiera presentida; espresar las dos direccionesdel pensamiento humano al cual solicitan interesescontrarios é ideales contrapuestos; establecer la luchaque sufre la inteligencia entre el espíritu que miraal cielo y la materia que toca á la tierra, señalareste doble sentido de la naturaleza racional, por elcual es presa de alternativas sin cuento, coronan áCERVANTES con la aureola de la gloria, colocaná CERVANTES en el olimpo de los genios.

Os digo en verdad, señores, que no puedo leerel QUIJOTE ni ninguna de las grandes obras queantes he citado, sin esperimentar una profundatristeza. Observar, en efecto, las fuerzas que alhombre mueven; estudiar los elementos contrarioscon que el hombre lucha; medir el abismo en que elhombre cae cuando una facultad ó un fin predominaó anula á los demás; verse rodeado por todas partesde precipicios que conducen á la desesperación deldoctor Fausto ó á la demencia del hidalgo J). Quijotees ciertamente espectáculo bien triste para el quetrata de vivir según las inspiraciones de la Razón.

Pero la Literatura no puede, el Arte no debe hacermas. Mostrar la belleza, he aquí la misión del Arte:idealizar las obras de la creación, hé aquí á mi

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entender, la misión de la Literatura.Por esto, aunqueel Dante y CERVANTES, Shakespeare y Calderóndejen vacíos en sus obras, son imperfecciones de laesencia misma de su pensamiento. El poeta puede ydebe plantear los términos de un problema, pero nole es licito en manera alguna resolverlo. Esta es larazón por qué CERVANTES espone, y solamenteespone, las dos manifestaciones del espíritu humanosin decidirse por ninguna, antes bien condenando yridiculizando ambas cuando son esclusivas.

La Humanidad entregada al idealismo, sin otrafuerza que la sujetara, caería en el estravio y en lademencia; entregada al medio sensible del momentose precipitada en el mas grosero materialismo,

Y ahora bien; ¿por cual de estas direcciones debeoptar? CERVANTES no lo ha dicho porque laLiteratura no puede decirlo sin escederse de suslímites y sin traspasar su esfera de acción.

La demostración de estas cuestiones toca á laCiencia, toca á la Filosofía: tarea de los filósofos,ocupación de los pensadores es el determinar lanorma y la ley bajo la cual se rige la vida¿

La Ciencia dá la idea y señala la dirección y ellamino; el Arte solo lo espone, lo embellece, logeneraliza y lo difunde. A cada progreso de lasinvestigaciones de laRazon acompaña un progreso en

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la forma de espresar la belleza. Las ideas son de talmanera correlativas y solidarias que no se emite unasin que vaya acompañada de un cortejo infinito deellas.

Ciencia y Arte: hé aquí dos fines sagradosque por el hombre deben ser cumplidos. ¿Porcual de ellos debemos decidirnos? Yo plagio áCERVANTES; dejo planteada la cuestión paraque otros la resuelvan: sin embargo séamepermitido manifestar mi pensamiento y decir, queel Arte sin la Ciencia es estéril, que la Cienciasin el Arte es imcompleta.

Donde quiera que halle un centro como este queacaba de constituirse en Alcoy, dedicado al desarrollode las facultades humanas; donde quiera que halleespíritus rectos que presten su concurso al progresoy á la cultura generales, allí me presentaré yó ásolicitar un aplauso de sus semejantes á quienesbenefician; y si me es permitido, allí me presentarétambién con mis pocas fuerzas, y sé que sonescasísimas, á pagar mi contribución intelectual y áser uno de tantos que ayuden á vivir á la corporaciónque nazca. Podrá no ser, y no es, en efecto, eficazmi apoyo; pero creedme, es cuando menos estimablepor la intención en que se funda.

En tiempos críticos como los actuales; en épocas

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de transición como la presente en que todos losintereses están puestos en tela de juicio; en que lasconvicciones amenazan desplomarse á impulsos delterrible oleaje de la sociedad; en siglos como elXIX que representan una verdadera Babel deaspiraciones, pero que representan también unatendencia social claramente manifiesta, es fortunay no pequeña, encontrar asociaciones como esta quese abalanzan hacia el porvenir estimulando eldesenvolvimiento de las ideas.

Formemos ideal, que el ideal es en los tiemposque corremos áncora de salvación y fuente inagotablede beneficios; investiguemos el principio que rige álas relaciones humanas; suavicemos las costumbrescon el comercio recíproco de sentimientos; esta esla manera de responder á nuestra misión comoindividuos; esta es la manera de que toda agrupaciónsocial responda á su destino.

Fomentemos en su medida todas las esferas de laactividad: no seamos nuevos Quijotes marchandotras de un idealismo estremado, pero no seamostampoco otros Sanchos que vivan solo por lasimpresiones de los sentidos. Desarrollemos lasfacultades del espíritu, este es nuestro deber, perono abandonemos el cuerpo, porque el cuerpo tienetambién su dignidad. Asi nos mostraremos como

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hombres dignos de la Humanidad; así nosmostraremos como criaturas dignas del Creador.

He concluido.