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Discurso del dolor 1
Discurso del dolor:
Un análisis multimodal del diario íntimo de Frida Kahlo
Juan José Albornoz Pretel
Jeancy Lorena Cuero Espinosa
Universidad del Valle
Facultad de Humanidades
Escuela de Ciencias del Lenguaje
Licenciatura en Lenguas Extranjeras Inglés-Francés
Trabajo de Grado
Santiago de Cali
2016
Discurso del dolor 2
Discurso del dolor:
Un análisis multimodal del diario íntimo de Frida Kahlo
Juan José Albornoz Pretel
Jeancy Lorena Cuero Espinosa
Director:
José Aldemar Álvarez Valencias
Universidad del Valle
Facultad de Humanidades
Escuela de Ciencias del Lenguaje
Licenciatura en Lenguas Extranjeras Inglés-Francés
Trabajo de Grado
Santiago de Cali
2016
Discurso del dolor 3
Resumen
El dolor, en su condición de inefable, se rehúsa a ser objeto del lenguaje (Scary, 1987). Aun así, la
inventiva y la curiosidad del ser humano lo empujan a desarrollar estrategias comunicativas para
realizar la titánica misión de dar nombre a la innombrable. Tal es el caso de la artista mexicana
Frida Kahlo, quien siendo ella misma víctima de grandes tribulaciones a lo largo de su vida, logró
inclinar la balanza hacia el lado del lenguaje, transformando el dolor en arte, pintura y discurso.
Este trabajo de grado, que concibe la obra de Kahlo como la traducción de la incompresible
narrativa del dolor a términos castizos, propone un análisis de su diario íntimo -enmarcado por la
teoría semiótico social multimodal- con miras a dilucidar la concepción del dolor de la artista,
además de dar cuenta de los recursos semióticos plasmados en la obra.
Palabras clave: dolor, Frida Kahlo, semiótica social, multimodalidad, análisis del discurso.
Abstract
Pain, regarded as ineffable, resists to be subjugated by language (Scary, 1987).Despite this,
human creativity and curiosity exhort people to develop communicative strategies to accomplish
the titanic mission of naming the nameless. Such is the case of Mexican artist Frida Kahlo, who
was victim of great tribulations all through her life. She tipped the balance towards language by
transforming pain into art, paintings and speech. The current dissertation conceives Kahlo’s
creation as a translation from the incomprehensible narratives of pain to layperson´s words.
Furthermore, it proposes an analysis of her diary –drawing on multimodal social semiotics
approach -so as to reveal the painter´s conception of pain, and to provide an account of semiotic
resources displayed in her artistic work.
Key word: pain, Frida Kahlo, multimodality, social semiotics discourse analysis.
Discurso del dolor 4
Agradecimientos
Infinitas gracias a Dios, a nuestros padres, a nuestros profesores, a nuestro tutor, a nuestros
amigos, a nuestros gatos, a nuestros compañeros.
Discurso del dolor 5
Dedicatoria
A los que sufren –a cada uno y a todos.
Discurso del dolor 6
Discurso del dolor: un análisis multimodal del diario íntimo de Frida Kahlo
Tabla de contenido
Discurso del dolor: un análisis multimodal del diario íntimo de Frida Kahlo .......................... 6
Capítulo I: Qualia: Ineffabilis .................................................................................................... 7
Capítulo II: Vestigium .............................................................................................................. 13
El análisis semiótico social multimodal en obras literarias ..................................................... 13
Consideraciones acerca del dolor ............................................................................................ 15
El análisis de la obra y el dolor de Frida ................................................................................. 16
Capítulo III: Primarii Lapidis ................................................................................................. 21
La semiótica social .................................................................................................................. 21
La multimodalidad del lenguaje .............................................................................................. 25
Capítulo IV: Hoc est enim corpus meum ................................................................................ 29
Estudio cualitativo, fenomenológico y hermenéutico ............................................................. 29
Selección de la muestra de estudio .......................................................................................... 30
Fase I: Análisis semiótico social multimodal .......................................................................... 36
Fase II: Relación texto – Imagen ............................................................................................. 43
Análisis de la metafunción ideacional de la entrada 1 ............................................................ 47
Análisis de la metafunción composicional de la entrada 1...................................................... 50
Capítulo V: Dolore .................................................................................................................... 53
Categoría: Frida y la corporeidad ............................................................................................ 54
Subcategoría: La armonía de los cuerpos ................................................................................ 59
Categorías: Frida y el arte animalista ...................................................................................... 63
Subcategoría: Las alas y la esperanza ..................................................................................... 66
Capítulo VI: Compassio ........................................................................................................... 71
Referencias bibliográficas ........................................................................................................ 73
Anexos ........................................................................................................................................ 76
Discurso del dolor 7
Capítulo I: Qualia: Ineffabilis
"Allí donde están las fronteras de mi lengua, están los límites de mi mundo."
Ludwig Wittgenstein
Kenneally (2007) en su libro La primera palabra, aborda el concepto de Lengua como un cúmulo
de estrellas flotando encima de la cabeza de los hablantes. Cada estrella dentro del cúmulo puede
o no estar unida a otra por un pequeño trazo que simboliza la relación, en el mundo físico, de las
palabras. En términos propios de la autora, “las conexiones entre palabras son parecidas a las
conexiones entre objetos físicos” (Kenneally, 2007, p.12). Dicho cúmulo de estrellas es la
materialización del Lenguaje, entendido como la capacidad de entablar una relación de comunión
con el otro y con el ambiente externo, es decir, el lenguaje es la facultad de utilizar signos (i.e.
sonidos, gestos, grafías) con el fin de intercambiar o compartir sentido (i.e. ideas, pensamientos,
sentimientos) (Black, 1969).
La idea de Kenneally al hacer la analogía con las estrellas es pertinente y precisa, por cuanto
transmite la sensación de infinidad e inmensidad de los diferentes sistemas de comunicación
utilizados por el hombre. Un ejemplo es el precepto de recursividad de la lengua que permite la
creación de nuevos vocablos, aun cuando ésta tiene un número finito de símbolos. Se pueden
utilizar diferentes combinaciones de sonidos, grafías y/o gestos ya existentes para nombrar la
realidad constantemente cambiante a la que la humanidad se enfrenta. Así pues, aunque no
existiese una palabra en español para referirse a la red global de computadoras (Internet) a
principios del siglo XX, sí existían todas las grafías y sonidos que componen la palabra. La
creación de nuevos vocablos permite que la vigencia de la lengua y la utilidad del lenguaje sea tan
importante como lo fue en su génesis. Lo anterior nos permite pensar que no existe cosa en el
mundo físico que no tenga una representación en la matriz del lenguaje: todo cuanto ha existido,
Discurso del dolor 8
existe y existirá puede ser nombrado y modelado dentro de dicha matriz. Asimismo, el lenguaje
también permite comunicar ideas del mundo de la imaginación, ajeno a las leyes físicas de la
naturaleza. En dicho mundo la lengua también encuentra un terreno fértil en el que germinar,
según la autora. Un ejemplo de dicha capacidad creativa de la lengua es el país de las maravillas
de la Alicia de Caroll. En el país de la pequeña niña rubia existen bebidas capaces de hacer a un
humano tan grande como una jirafa y pasteles capaces de encogerlo al tamaño de una diminuta
hormiga, flores que hablan, además de criaturas tan extrañas como Cheshire y aterradoras como el
Jabberwocky.
No obstante, la lengua no es más que un modelo de la realidad, y como tal, nunca llega a ser la
misma. Existen límites que impiden que la comunión con el otro y con el entorno se logre con
plenitud. Este es el caso de algunas experiencias sensoriales, emociones y sentimientos que no
pueden ser comunicadas a otros de manera exacta y detallada, puesto que son vivencias
conscientes, particulares, personales y subjetivas de lo que se ha vivido. Dicha peculiaridad recibe
el nombre de inefable, dentro de la teoría filosófica de la qualia. Por ejemplo, el dolor es una
experiencia sensorial y emotiva que es descrita como inefable, debido a la dificultad de expresarlo
en palabras por parte de quienes lo padecen y de interiorizarlo por quienes escuchan la narración.
Elaine Scarry pone en relieve la batalla entre el lenguaje y el dolor, el mismo que se rehúsa a
ser objeto del primero. “When someone’s hurt, you can see language being destroyed. They utter
a monosyllable or cry” (Scarry, 1987, p.4). El dolor destruye el lenguaje, lo reduce a aullidos,
quejidos y monosílabos. Prueba de ello es que no podemos saber qué sintió Cristo al ser
crucificado en sus propias palabras, lo poco que sabemos es por la voz que sus discípulos le han
dado. Lo poco que se sabe del dolor, entonces, es descrito y escrito por aquellos que no lo
experimentan en carne propia. En el área de la medicina del dolor, es común escuchar hablar
acerca de la dificultad de los pacientes para expresar su dolor sobre todo si es agudo, incluso la
Discurso del dolor 9
Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (por sus siglas en inglés, IASP) se ha visto en
la necesidad de redactar una taxonomía de él para evitar la confusión y el entrabe en los procesos
de comunicación entre el paciente y el médico.
Tal vez el dolor no pueda ser completamente objeto del lenguaje, pero hay casos en los que el
afligido logra comunicar parcialmente el dolor que lo aqueja. Este puede ser el caso de la famosa
y reconocida pintora Frida Kahlo, esposa de Diego Rivera, que combina todas las características
necesarias para ser quien incline la balanza hacia el lado del lenguaje transformando el dolor en
arte, pintura y discurso, ya que Kahlo, padeció hasta el punto en el que dolor se convirtió en
sinónimo de Frida. La Friducha pata-de-palo nació el 17 de septiembre de 1925 cuando un
tranvía, al que ella llamaba “violación”, se estrelló contra su existencia, 18 años después del
nacimiento en México de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, hija de un judío con
ascendencia húngara y alemana, y una católica con ascendencia española e indígena. Pero el
dolor, por el que se recuerda a Frida, empezó mucho antes del traumático y fatídico encuentro con
aquel tranvía que cercenó su columna vertebral, dos de sus costillas, sus clavículas, sus huesos
púbicos, el mismo que fracturó en once partes su pierna derecha, además de tomar su virginidad
cuando uno de los pasamanos penetró su espalda y brotó por su vagina. Pero ese no fue el génesis,
el dolor de Frida se remonta a su niñez, cuando fue castigada con Poliomielitis que deformó su
pierna derecha.
¿Qué hace a Frida diferente del resto de los mortales que han sufrido un gran dolor? ¿Qué
hace de su diario un objeto de estudio? Aún en una época de grandes civilizaciones y de avances
tecnológicos, el dolor es común y tácito a los seres vivos superiores, y por ende a la humanidad.
Así las cosas, Frida no es más que una de las tantas personas que sufren. Lo que enaltece a Frida y
la corona en la cima del Popocatépetl es su capacidad para comunicar a otros su dolor. Las
pinturas y el diario de Frida son la traducción del dolor en términos castizos y son razones que
Discurso del dolor 10
exhortan a hacer de su diario un análisis semiótico multimodal. Frida siente dolor, pero sentirlo no
la hace muda. Kahlo gana la batalla en contra del dolor y a favor del lenguaje y llega aún más
lejos, puesto que no solo manifiesta el constante dolor que siente en su cuerpo, sino que también
comunica en arte el sufrimiento que siente su alma. Su diario es prueba de ello, de la fuerza
vitalicia de Frida, de su interminable batalla para quebrantar el dolor. Batalla que conmueve e
impulsa a hacer de éste, del diario íntimo de Frida, objeto de estudio.
Existen tres razones por las que esta investigación es necesaria y pertinente. La primera es una
razón humanista: comprender al afligido es una manera de alivianar su carga. Las otras razones o
porqués de esta investigación responden a preguntas de índole epistemológica. Por una parte, un
análisis de este tipo se constituye en una invitación para dejar atrás la perspectiva verbo-céntrica
que pondera en el campo del análisis discursivo. Por otra parte, el diario de Frida Kahlo: un
íntimo autorretrato puede dar respuesta a preguntas importantes acerca del dolor, de su
concepción del dolor, de las manifestaciones del mismo y de las estrategias semióticas que ella
utiliza para expresarlo.
Comúnmente, el dolor es visto como una maldición que desmiente la bondad y la misericordia
del creador (Lucero, n.d.). Todos los seres vivos, dotados con un sistema nervioso central
superior, lo resienten. El ser humano, en calidad de animal superior, no es ajeno a dicha
experiencia sensorial, así que busca de manera minuciosa un medio, alguna fórmula o
procedimiento -la panacea- que le exorcice del padecer. Ver alguien en sufrimiento es una
experiencia que recuerda la fragilidad de la condición humana y la fugacidad de la vida, al mismo
tiempo que suscita lastima en los testigos, por cuanto no se posee el poder para liberar a los
afligidos. Este estudio mira al doliente no con ojos de lástima -del latín vulgar blastemar que
significa observar a quien padece-, sino de compasión -del latín compassio que significa sufrir
juntos. Puesto que, quizá, comprender el dolor del otro es una manera de reconfortar el espíritu de
Discurso del dolor 11
quien sufre. La realización de este estudio es vehemente, por cuanto busca darle una nueva
significación al dolor en la que no sea concebido como una condenación, así, el hombre podrá
sumergirse en las profundidades del Aqueronte1 y resurgir inmortal después de la experiencia.
En cuanto a las razones epistemológicas, este estudio exhorta a la difusión y concientización
de las virtudes y bondades de una perspectiva semiótica social multimodal en el análisis de texto.
En el campo del análisis del discurso ha reinado una perspectiva verbo-céntrica en la que el
lenguaje escrito y oral tiene la función principal en la construcción de significado, mientras los
demás modos semióticos son relegados a un segundo plano (Álvarez, 2016). Enfrentar un análisis
de la obra de Frida desde dicha perspectiva hegemónica resultaría en un retrato de la pintora con
espacios en blanco, descolorido y, en definitiva, inconcluso. En cambio, el marco de la semiótica
social multimodal permitiría el análisis de todos y cada uno de los modos semióticos (visual,
espacial y lingüístico) que concluyen en la obra de Frida para crear sentido, permitiría dar color a
los vacíos de la misma. Se podría concluir, entonces, que este estudio encuentra su justificación
epistemológica en la necesidad de promover y reivindicar un enfoque multimodal en el análisis
de la obra íntima de la artista mexicana.
En concordancia con el porqué epistemológico, en este estudio pondera la necesidad que
existe de nombrar lo innombrable, valga la redundancia. El dolor, en su condición de inefable, se
rehúsa a ser objeto del lenguaje (Scary, 1987). Aun así, la inventiva y la curiosidad del ser
humano lo empujan a desarrollar estrategias semióticas, algunas más efectivas que otras, para
realizar la titánica misión -tal cual una vez lo hicieron con Marco Polo para extender las rutas
hacia el lejano Oriente. Entonces, la identificación y clasificación de dichas estrategias suscritas a
la narrativa del dolor pueden, por una parte, dar cuenta de la inventiva discursiva del hombre, de
1 Rio del dolor en la mitología griega
Discurso del dolor 12
su acervo lingüístico, además del poder de la capacidad de comunicar -el lenguaje. Por otra,
pueden ofrecer un vistazo en los sinuosos y pantanosos territorios del dolor, dando a luz a una
renovada definición del mismo. El diario de Frida Kahlo se convierte entonces en una piedra
angular, en la Piedra de Rosetta que permitirá la traducción de la narrativa del dolor a términos
castizos.
Podría pensarse que un estudio acerca del dolor en Frida Kahlo es redundante, pero, aun
cuando existen múltiples estudios y análisis sobre su obra y su diario íntimo, esas investigaciones
giran alrededor de una tesis: las creaciones de Frida son autobiográficas. Es decir, los estudios
realizados sobre la vida de Kahlo por Herrera (1985), LeClezio (1995), Tibol (1998), Ketenmann
(1999), Amstrong (2011) y Moreno (2012), -entre otros- buscan revelar que sus creaciones son
introversión y están íntimamente ligadas con su vida real. “Lo que vive es lo que pinta” (Kahlo,
Fuentes, & Lowe, 1996, p.13). En contraposición, el objetivo de este trabajo de grado es dilucidar
la concepción del dolor de la paloma2, sopesada en un análisis semiótico multimodal de
fragmentos de su diario íntimo producidos en los últimos cinco años de su vida (1950-1954).
Además, dar cuenta de los diferentes recursos semióticos que la artista utiliza para representar el
mismo. En otras palabras, este estudio se propone colorear los espacios en blanco sobre el retrato
de Frida.
Con miras a cumplir el objetivo de esta investigación, este documento ha sido estructurado de
la siguiente manera: en primer lugar, un breve recorrido sobre estudios semióticos multimodales
en la literatura, en el dolor, y en la obra y vida de Frida Kahlo será expuesto. A continuación,
tendrán lugar las bases conceptuales de la teoría de la semiótica social multimodal y los aportes a
la misma de Hodge y Kress (1988), Kress y van Leeuwen (1996), van Leeuwen (2005) y Kress
2 Sobrenombre dado a Frida por su madre.
Discurso del dolor 13
(2010). Posteriormente, se presentara la metodología de investigación y la selección de la
muestra de análisis. Este documento cierra con la presentación del análisis de los datos y las
conclusiones esbozadas a partir de ellos.
Capítulo II: Vestigium
“Las cicatrices son sitios por donde el alma ha intentado marcharse y ha sido obligada a volver,
ha sido encerrada, cosida dentro”.
J.M Coetzee
La revisión del estado del arte de este trabajo de grado es abordada desde tres flancos que se
complementan entre sí: el análisis semiótico social multimodal en obras literarias, el dolor como
concepto y, por último, el análisis de la obra y el dolor de Frida. Este capítulo abre con el análisis
semiótico social multimodal de Moya y Pinar (2007). Acto seguido, se presentan las
consideraciones de Botero (2009) a cerca del dolor. Finalmente, se cierra con las investigaciones
de Sandoval (2002), Mejía (2006), Armstrong (2011) y Siqueira, Mendes, Duarte y Maciel
(2014), delimitadas por el tercer flanco.
El análisis semiótico social multimodal en obras literarias
El diario íntimo de Frida Kahlo no relata de manera epistolar la cotidianidad de la artista, aun así
alberga reflexiones sobre su vida y sus pinturas al mismo tiempo que contiene fragmentos
autobiográficos que le permitieron la introspección. Lo anterior sopesa la tesis de que el diario
puede ser incluido dentro del género literario biográfico, tal como lo expone Sandoval (2002). En
este orden de ideas, la revisión de análisis semióticos sociales multimodales en obras literarias
sirve como cimiento a esta investigación.
Discurso del dolor 14
Entre la análisis más congruente con la vertiente semiótico social se encuentra el estudio de
Jesús Moya y María Pinar (2007), quienes centran su investigación en el análisis multimodal del
libro ilustrado Adivina cuanto te quiero (2001). Para la ejecución de dicha tarea, los autores del
artículo La interacción texto / imagen en el cuento ilustrado. Un análisis multimodal hacen uso
del modelo semiótico de Kress y van Leewen, además de las categorías de interacción texto e
ilustración de Nikolajeva y Scott, con el objetivo de demostrar la importancia de las relaciones de
ambos modos semióticos en la creación de significado.
El análisis multimodal emprendido por Moya y Pinar (2007) intenta relevar, en primer lugar,
las diferentes motivaciones e intenciones que llevaron a la autora del libro y a su ilustradora a
organizar el texto de la manera en que lo hicieron y, en segundo lugar, cómo esta presentación
afecta la compresión del cuento por parte del lector, en este caso niños que inician en la lectura.
Para realizar dicha labor, los autores hacen uso del método de análisis semiótico social acuñado
por Kress y van Leeuwen (1996) que fue influenciado por la lingüística sistémico funcional de
Halliday, más exactamente por las macro-funciones del lenguaje. Siguiendo el modelo, los autores
apuntan a develar de qué manera el texto cumple con dichas macro-funciones buscando responder
a tres preguntas: ¿Sobre qué trata el texto? referido a la función representacional ¿Cómo atrae el
texto al espectador? referido a la función interpersonal, y ¿Cómo se relacionan entre sí las
funciones representacional e interpersonal en un conjunto coherente? referido a la función
composicional.
Para concluir su investigación, Moya y Pinar (2007), teniendo en cuenta la inexorable
relación entre la imagen y la palabra escrita, comienzan por afirmar que “cada modo se
especializa en la transmisión de significados específicos” (Moya y Pinar, 2007, p. 2). Dentro de
esta concepción, la imagen, el modo visual, resulta más adecuada a la hora de representar el lugar
en dónde se desarrolla la historia, la apariencia física de los personajes y la simultaneidad de
Discurso del dolor 15
algunos hechos, también es útil para reiterar o reforzar las acciones plasmadas en el componente
verbal. Por otra parte, la palabra escrita, el modo verbal, resulta más adecuada a la hora de proveer
de lógica al discurso, de establecer el tiempo, de dar voz e identidad a los personajes, de describir
sus emociones e ideas; asimismo, de especificar algunos procesos mentales que suelen ser
plasmados de manera verbal.
Consideraciones acerca del dolor
Con referencia al dolor, vale la pena acotar que pocos se han atrevido a llamar al dolor, propio o
ajeno, de una manera no convencional, pocos se han atrevido a darle un nombre, a darle cabida en
sus vidas. Debido a esto, la mayoría de autores se han limitado a concebirlo bajo descripciones
universales que no dan cuenta fiel y puntual sobre el sufrimiento de un individuo en particular. En
este sentido, los antecedentes encontrados como soporte de este trabajo fueron pocos. Son las
consideraciones acerca del dolor hechas por Botero (2009) de las pocas que rompen con ese
paradigma y proponen una discusión al respecto en torno a ello.
Botero (2009) anuncia al dolor como una “palanca de talento y creación” (p. 101), o como
“una caja de resonancia que potencia o anula una vida y una obra creadora” (p. 99). El autor de
Semiótica del dolor también manifiesta que el dolor le arrebata el derecho a expresarse
libremente, a hacer uso exento del discurso. Para apoyar su tesis, el autor hace referencia a ciertos
personajes históricos como Frida Kahlo quien vivió acompañada no solo por un intenso dolor,
sino también por el vehemente éxito de su obra. La obra de Kahlo es denominada por Botero
como el arte del dolor. Ésta permite dar cuenta no solo del estado de ánimo de la artista, sino
también del ritmo de su enfermedad (p. 103). Para concluir su ensayo, Botero sitúa al dolor frente
a la razón, que no lo comprende, y a la no razón, que es sinónimo del mismo. Para Botero el dolor
es “sentimiento, perturbación funcional, tristeza, arma punzante que hiere la sensibilidad; puede
Discurso del dolor 16
ser un duelo, una conciencia de fracaso, una ruptura amorosa, una falla orgánica…” (p. 101) que
afecta la personalidad de quien lo padece.
El análisis de la obra y el dolor de Frida
La escasez de estudios semióticos que apunten a esclarecer el imaginario de Frida acerca del
mundo, en general, y del dolor, en particular, pondera en el campo del análisis multimodal. Entre
los estudios realizados desde una perspectiva semiótica, la investigación conducida por Sandoval
(2002) es una de las pioneras y más relevantes. La lingüista apunta su estudio a la reconstrucción
del “yo” de Frida mediante el uso de términos psicoanalíticos del "automatismo psíquico" de
Freud. Para ello, toma como insumo el diario íntimo de la mexicana y el ensayo introductorio del
mismo escrito por Carlos Fuentes en 1995.
Sandoval (2002) opta por la vertiente que reconoce la identidad y el “yo” del individuo no
como un conjunto de características inamovible, establecido y fijo sino como el resultado del
proceso de interacción del individuo con sí mismo y con su entorno. Así, Frida es el resultado de
todas las vicisitudes que arribaron a su vida y que forjaron su identidad y su carácter. Para dar
respuesta a la pregunta ¿Quién es Frida? Sandoval identifica y propone cuatro identidades (Frida
la doliente, Frida la artista, Frida la esposa de Diego y Frida la mexicana) a partir de fragmentos
escritos y bocetos inmersos en el diario, para su posterior confrontación con la imagen que crea
Carlos Fuentes (Frida et al, 1995) en su ensayo Biografía de cicatrices.
La autora de Frida Kahlo y Carlos Fuentes sobre Frida Kahlo concluye que las cuatro
identidades anteriormente expuestas se funden en un “yo” ideal, en el sujeto que hoy conocemos
como Frida Kahlo, habitando en el flagelado cuerpo de la artista mexicana.
Por otra parte, Mejía (2006) es otro de los autores que analiza la obra de Frida. El profesor
cree y afirma que la obra de Kahlo es una invitación a descifrar el discurso contenido en ella. Así
pues, en su tesis doctoral titulada El simbolismo en la obra de Frida Kahlo, él intenta identificar
Discurso del dolor 17
los diferentes elementos con connotación simbólica, además de proponer nuevos sentidos y
significaciones en la obra. El autor analiza diferentes símbolos entre ellos: el cráneo, los huesos,
los clavos y las flechas.
Mejía (2006) analiza la presencia de huesos humanos en las pinturas: Pensando en la muerte
(1943), El sueño (1940) y En Henry Ford Hospital (1932). Los cráneos y los restos humanos para
el doctor en artes visuales se relacionan con la exacerbada conciencia de la muerte de la pintora.
Los huesos en la obra de Frida se relacionan, entonces, con la mortalidad humana. Asimismo, él
plantea que éstos se resisten a la muerte, a fin de cuentas, el sistema óseo es el último que
permanece cuando todos los otros se hayan desintegrados. Adicionalmente, el autor destaca que
Frida parece haber interiorizado las creencias de los indígenas mexicanos en la que la muerte es
vista como sinónimo de regeneración.
El dolor es otro de los temas ocultos tras el simbolismo de la obra de Frida. Para llegar a este
planteamiento, el autor sopesa su análisis en las pinturas: El venado herido (1946) y La columna
rota (1944). Mejía sostiene que Frida era la “hija legítima del tormento y esclava de la postración”
(Mejía, 2014, p.93). Los clavos y las flechas en ambas obras sugieren aflicción y melancolía. En
otras palabras, los clavos y las fechas son un recuerdo de la condición estoica del suplicio
permanente de Frida.
Tras su análisis, este autor clasifica la obra de Frida como algo actual y de alcance universal.
Concluye que Frida representó el sufrimiento a lo largo de su obra en repetidas ocasiones. Tesis
que valida y aporta sentido a la presente investigación. Este autor prueba que distinguir y
estratificar los diferentes significados y la manera semiótica en la que Frida dispone sus obras es
posible y conlleva a descubrir el significado profundo de cada acto creativo.
En los últimos años, Armstrong (2011) realiza una de las más importantes contribuciones al
campo del análisis discursivo y semiótico al tomar como referencia algunas imágenes y cartas
Discurso del dolor 18
inmersas en el diario de la pintora mexicana. Este análisis se centra en dos aspectos específicos: el
amor y la transgresión en Frida Kahlo y el diario íntimo como género discursivo. Para el
investigador, el hombre se reconoce, se construye y se define a sí mismo y como ser humano en el
amor. Al hacer una revisión de algunas concepciones históricas y literarias sobre el amor y el
discurso del mismo, el autor argumenta que, en primer lugar, el lenguaje del amor se queda corto
y limitado en cuanto a la magnitud del sentimiento de quien lo vive. En segundo lugar, el
sentimiento de afecto por el otro fundamenta al lenguaje del amor. Por último, la elección
amorosa que hace cada persona nace de su interior anímico permite vislumbrar “las preferencias
más íntimas y arcanas que forman su carácter individual" (p. 33). El ser humano se obsesionará
con la existencia del otro y con la idea de que éste nunca le falte.
Para concluir, Armstrong define el análisis hecho a las cartas y a las imágenes de Kahlo en su
texto como la “desconstrucción” de un ser que constantemente se enfrenta a diferentes retos y
limitaciones en cuanto de amor se habla. Frida es para Armstrong “un individuo fragmentado”,
“un personaje sufriente” (Armstrong, 2011, p.84) que hace evidente su soledad al hablar de su
experiencia en el amor. Asimismo, se pueden ver reflejados sus principios políticos en contra de
una sociedad egoísta e individualista y a favor de la lucha por la unión y la igualdad. Por último,
Armstrong sugiere que debido a su extensa modernidad, el diario de Frida es un elemento
inesperado. Lo anterior, teniendo en cuenta no solo la unión expuesta entre los códigos y géneros
allí inmersos, sino también su amplio contenido sobre el amor.
Desde una perspectiva completamente diferente y para finalizar con esta revisión de
literatura, se presenta la investigación de Siquiera et al (2014). El doctor brasilero es uno de los
autores que enfoca su investigación en la intersección entre el arte de Kahlo y sus experiencias
traumáticas, referidas al dolor. Desde el área de la medicina, Art and Pain in Frida Kahlo
propende comprobar que Frida encuentra en el arte un refugio contra sus aflicciones, además de
Discurso del dolor 19
una manera de reflejar el significado de su vida. A través de su investigación, Siquiera et al (2014)
ata las pinturas de la artista mexica con cuatro momentos importantes en su vida con mira a
comprobar su tesis.
Para el primer momento, Los orígenes de Frida (The ‘origins’ of Frida), Siqueira propone dos
pinturas: Mi nacimiento (1932) y Mi nana y yo (1937). El autor analiza la ausencia de contacto
visual, de Matilde Calderón- madre de Frida-, además de frivolidad de la máscara de piedra usada
por su nana en dichas obras. El autor concluye que esos signos reflejan la endeble relación entre
Kahlo y su progenitora descrita por múltiples autores en las biografías de la pintora. Por otra
parte, el médico brasilero sugiere que el distanciamiento entre artista y Matilde Calderón es el
catalizador de la relación con su padre -Guillermo Kahlo.
Para el segundo momento, El primer accidente (The First Accident), Siqueira propone La
columna rota (1944) como objeto de análisis. En este apartado, el médico conceptualiza el dolor
como un experiencia sensorial, emocional y personal cuya percepción puede variar en razón de
diferentes factores como la edad, el género, la etnia, entre otros. Además, el investigador centra su
atención en los signos del dolor presentes en el autorretrato. En su interpretación de la obra,
Siqueira plantea que: el paisaje árido significa soledad, el corset es un intento por menguar el
dolor, los clavos pueden estar relacionados con el padecimiento de fibromialgia y el obelisco roto
es una clara alegoría a su espina herida.
El tercer momento, El segundo accidente: Diego Rivera (The Second Accident: Diego
Rivera), supone el análisis de tres obras: Recuerdo (1937), Las dos Fridas (1939) y Autorretrato
con pelo corto (1940). En este momento, el autor de artículo intenta poner en manifiesto el
sufrimiento que Kahlo padece en razón de su relación con el reconocido muralista mexicano
Diego Rivera, a quien ella misma solía llamar: segundo accidente. Aquí, Siqueira interpreta el
Discurso del dolor 20
signo del cabello, y la vestimenta para descifrar los sentimientos de la pintora referentes a su
esposo.
Finalmente, el cuarto momento, el martirio de la maternidad frustrada (Martyrdom of
Frustated motherhood), supone el análisis de una obra: Henry Ford Hospital (1932). El médico
focaliza su atención en los seis objetos flotantes y en el filamento rojo que los ata a la artista. Tras
explicar su relación con: su pelvis rota, el feto perdido, la fragilidad de su cuerpo, y la esterilidad
a causa del accidente con el trolebús, Siquiera concluye que “Frida artictically represents her
body as a means of external projection and sharing of her suffering” (Siquiera et al, 2014, p.143).
Siqueira desde el ámbito de la medicina termina su contribución epistemologica esbozando las
siguientes conclusiones: 1) las pinturas de Frida son la representación gráfica de los momentos
más memorables de su vida, 2) el uso de colores brillantes incluidos en la pinturas de Frida
ayudan a la artista a sobrellevar su dolor, 3) Frida encuentra en el arte un resguardo, su trabajo le
permite transformar y representar su dolor y su existencia.
Los estudios mencionados anteriormente son pertinentes y relevantes para el cumplimento de
los propósitos de este estudio, puesto que éstos apuntan a los tres aspectos básicos y
fundamentales relacionados con el tema de esta investigación. El primer estudio realizado por
Moya y Pinar (2007) sirve como base metodológica, ya que la investigación es conducida bajo la
luz de la teoría semiótico social multimodal, enfoque teórico que concierne a este trabajo.
Inmediatamente después, las consideraciones de Botero (2009) que postulan una concepción
profunda y trascendente sobre dolor y la función que éste protagoniza en determinados casos. Por
último, los estudios de de Sandoval (2002), Mejía (2006), Armstrong (2011) y Siqueira et al
(2014) allanan el camino hacia el desarrollo de este trabajo, estudios que hace referencia a los
diferentes análisis de la obra de Kahlo emprendido por expertos desde diferentes áreas como la
medicina y la crítica del arte.
Discurso del dolor 21
Capítulo III: Primarii Lapidis
“We must embrace pain and use it as fuel for our journey.”
Kenji Miyazawa
A continuación, se presenta los fundamentos teóricos desde los que se plantea esta investigación.
Este capítulo está dividido en tres apartados. El primer apartado es consagrado a la exposición de
los albores de la teoría semiótica social, y a los aportes a la misma de lingüistas como Saussure,
Voloshinov y Peirce. Inmediatamente después, se aborda la multimodalidad del lenguaje como
uno de los pilares de la teoría semiótico social y las consideraciones de Matthiessen a esta tesis.
Finalmente, este capítulo cierra con la introducción de los conceptos más importantes del enfoque
semiótico social multimodal desarrollado por Hodge, Kress y van Leeuwen.
La semiótica social
En su Curso de lingüística general de principios del siglo XX, Ferdinand de Saussure define
la semiología como la ciencia que estudia los sistemas de signos dentro del contexto de la vida
social (Saussure, 1915). En aquella época, el lingüista suizo -quien buscaba esclarecer y
reconstruir los orígenes de las lenguas Indoeuropeas- traza una línea divisoria entre lo que
considera interno a la lengua y lo externo a la misma, todo esto, con el fin de obtener un objeto de
estudio puro que le permitiera enfrentar su tarea. Dicha delimitación supone un desligamiento
entre lo social -lingüística externa- y lo meramente lingüístico -lingüística interna. Tras la revisión
de los aportes de Saussure por autores como Hodge, Kress y van Leeuwen se concibe la
necesidad de replantear dicha teoría, puesto que la lengua es un hecho social irreductible, lo que
conlleva que cualquier estudio que se quiera emprender debe tener en cuenta su carga social. La
Discurso del dolor 22
teoría semiótico social surge, entonces, como una propuesta alternativa a la semiología
desarollada por Saussure.
En su libro Social Semiotics, Hodge y Kress (1988) traen a colación los aportes de
Voloshinov, uno de los primeros autores en reconciliar la lingüística interna y externa. Contrario
a lo que propone Saussure al estudiar la lengua en un plano ideal y abstracto, el lingüista soviético
propone estudiar los sistemas de signos desde el plano de la producción, en el que variables
socioculturales –como la estructura social y el contexto inmediato- afectan el proceso de creación
de significado. Hogde y Kress apoyan este planteamiento al mismo tiempo que lo amplían y
profundizan. Los autores afirman que la lengua también es afectada por las ideologías y los
sistemas logonómicos resultantes de las relaciones de poder y solidaridad que cohesionan un
grupo social. Eventualmente, esta tesis se convierte en uno de los pilares rectores de la semiótica
social de hoy en día.
La concepción del signo es otro de los puntos de desencuentro entre la semiología y la
semiótica social. Para Saussure, el signo se entiende como una conjunción arbitraria y
preexistente entre significante y significado (Saussure, 1915). El primero de estos términos hace
referencia a lo que Saussure llama una imagen
acústica de un objeto material o abstracto, mientras
que el segundo hace referencia al concepto o
significación de dicho objeto, tal como lo ilustra la
figura 1. En otras palabras, el significante denota o
connota un objeto, mientras que el significado es la
estructura mental atada a él, es la noción del objeto. Entonces, según esta teoría, la palabra
manzana es un significante atado a la noción de dicha fruta, a su significado, es decir, la imagen
mental que los hablantes de la lengua tienen de una manzana, por ejemplo: “Fruto del manzano,
Figura 1: Modelo del signo (Saussure, 1915)
Discurso del dolor 23
de forma globosa algo hundida por los extremos del eje, de epicarpio delgado, liso y de color
verde claro, amarillo pálido o encarnado, mesocarpio con sabor acídulo o ligeramente
azucarado, y semillas pequeñas, de color de caoba3”. Kress y van Leeuwen (1996) difieren con
esta definición. En su imaginario, el signo o recurso semiótico es una conjunción motivada entre
un significado o potencial semiótico y la representación de un objeto o entidad. Dicha conjunción
es mediada por aspectos socioculturales y psicológicos, además del contexto inmediato en el que
el recurso semiótico es producido, exponen también el par de lingüistas.
Desde la perspectiva de la semiótica social, se rechaza la visión dicotómica del signo y se
piensa en un recurso semiótico y en un potencial semiótico teórico. El primer concepto hace
referencia a la forma (gráficas, sonidos, o imágenes) utilizada por un creador del signo con el
objetivo de comunicar un significado, es
decir, hace referencia al significante. En
cambio, el potencial semiótico teórico
alude, en primer lugar, a los significados
que han estado ligados al recurso
semiótico en el pasado (Potencial
Semiótico), en segundo lugar, a aquellos
que cuentan con reconocimiento en un grupo social (Potencial Semiótico Real) y, en tercer lugar,
a aquellos que aún permanecen encubiertos (Affordance) (ver figura 2). En conclusión, un recurso
semiótico puede ser entendido como un recipiente que se llena de significado dependiendo del
interés del creador del signo, de su potencial semiótico teórico, del contexto inmediato, además de
las convenciones y restricciones socioculturales que regulan la producción de signos. Retomando
3 Definición de la palabra manzana según el DRAE.
Figura 2: Modelo del signo según la semiótica social
Discurso del dolor 24
el ejemplo de la manzana, este recurso semiótico no estaría ligado únicamente al potencial
semiótico que lo denomina como un fruto, sino también a uno que lo denomina como grupo de
casas –cuando se habla de urbanismo-, o que lo asocie con una reconocida empresa que diseña y
produce equipos tecnológicos.
Por otra parte, Peirce (1965) -filósofo norteamericano- apoya la idea de Saussure al afirmar
que el estudio de los signos es la razón de ser de la semiótica. Sin embargo, Peirce profundiza y
amplía la definición de signos argumentando que existe una relación tríadica al interior del
mismo. El signo está compuesto, entonces, por un representamen, un objeto y un interpretante.
Bajo la luz de la teoría del signo como una entidad tríadica, el representamen es la representación
del objeto. El objeto es a lo que hace alusión el representamen, mientras que el interpretante es la
traducción del signo a un sistema semiótico diferente. Estos componentes del signo de Peirce
pueden verse de manera más clara en el proceso de semiosis, acuñado por el autor y ejemplificado
por la figura 3.
Adicionalmente y de la misma manera que
lo hizo Saussure en su época, Peirce reflexiona
acerca de cómo se relaciona el significante y
el significado, en la incidencia del significado
sobre la forma que adopta el significante para
representarlo. De un lado está el lingüista
suizo quien alega que dicha incidencia es nula
en el caso del lenguaje verbal, es decir, que el
significante es arbitrario con respecto al objeto que intenta representar. Del otro lado está el
lingüista estadunidense quien acuña los términos: íconos (cuando el significante se relaciona con
su significado por similitud o semejanza), índices (cuando el significante se relaciona con su
Figura 3 Proceso de semiosis (Peirce, 1965)
Discurso del dolor 25
significado gracias a una conexión física o por transitividad), y símbolos (cuando el significante se
relaciona con su significado gracias a una ley, regla o convención) (Aguilar y Queiroz, 2010). Por
su parte, la semiótica social simplifica las categorías descritas por Peirce y estable los conceptos
de opaco y transparente para referirse a la relación entre el significante y su significado. Se habla
de un signo transparente, entonces, cuando la conexión entre el significante y el significado es
fácilmente reconocida por el productor o por el receptor del signo y se hablaría de un signo opaco
en el caso contrario.
En síntesis, se puede afirmar que los planteamientos de los diversos lingüistas a través del
tiempo sirvieron para construir una definición más elocuente de la semiótica social, en la que se
tiene en cuenta los aspectos sociales que permean el lenguaje y se renueva la concepción del signo
como una entidad motivada por el interés del creador
La multimodalidad y lenguaje
De manera paralela, a la concepción de la lengua como un sistema semiótico con un matiz
social, la semiótica social acoge la multimodalidad como una característica inherente al lenguaje.
Dicha característica alude, en palabras de Matthiessen, “to the multiplicity of modalities within
the expression plane through which meanings within the content plane are realized” (Matthiessen,
2007, p.2). Autores como Kress y van Leeuwen (1996), quienes apoyan dicha tesis, exponen que
el ser humano, en su afán de comunicarse con el otro, recurre a diferentes recursos semióticos (los
gestos, los movimientos, la voz, el habla, la mirada, entre otros) que le permiten expresar ideas,
creencias, emociones y opiniones -según su interés personal. Así, estos autores defienden que el
lenguaje es, además de social, multimodal.
Estudiando la filogénesis del lenguaje Matthiessen (2007) encuentra las bases capaces de
soportar la tesis sobre la multimodalidad. Tras revisar diferentes investigaciones acerca del
Discurso del dolor 26
protolenguaje en los chimpancés y en niños humanos, el lingüista concluye en su ensayo The
Multimodal Page: A Systemic Functional Exploration, que la multimodalidad del lenguaje
desciende de la multimodalidad del protolenguaje. En sus estudios, el lingüista sueco observa que
al igual que lo hacen los niños humanos quienes aún no han adquirido una lengua, los chimpancés
utilizan diferentes modos (gestos, sonidos, contacto visual, entre otros) para cumplir su necesidad
comunicativa. De esta manera, Matthiessen equipara la filogénesis del lenguaje a la ontogénesis
del mismo en el niño.
Para profundizar en sus estudio, Matthiessen dibuja una línea del tiempo con miras a
identificar en qué momento se pensó en el lenguaje como algo mono-modal. En ella, explicita
cómo los gestos y las imágenes fueron poco a poco perdiendo terreno en el área de la
comunicación, hasta llegar a ser considerados como extralingüísticos y paralingüísticos. Además,
el sueco ilustra cómo la hegemonía de la lengua creció exponencialmente y junto con la escritura
– que aunque ligada con la pictografía en un principio, consiguió prestigio- conquistaron y
dominaron la mayoría de esferas de la comunicación de la vida en sociedad. Con lo anterior, el
autor intenta probar que la concepción mono-modal del lenguaje pudo derivarse de una tendencia
a supeditar o subordinar algunos sistemas semióticos a la primacía del lenguaje durante la
evolución del mismo.
Discurso del dolor 27
Kress y van Leeuwen (en Manghi, 2010) rompen con la concepción mono-modal de la
comunicación- en el que se piensa que la lengua ocupa el lugar central en el discurso- y reiteran
que la comunicación es multimodal. Ahora, pues, todas las formas de representaciones y signos,
que en un principio eran considerados como elementos extralingüísticos y paralingüísticos, son
tenidas en cuenta como diferentes sistemas semióticos al mismo nivel que la lengua misma. Para
la nueva ola multimodal, el desconocer la idea que predica el rol secundario de los modos de
significación diferentes al verbal implica, a su vez, desconocer la idea de que dichos modos son
solo una traducción del código lingüístico (Manghi, 2010). Así, la necesidad de un análisis entre
las conexiones y las intersecciones entre los diferentes modos se reafirma como esencial, ya que
es la única manera de comprender verdaderamente el significado y el sentido plasmado en un
texto.
Manghi (2010) pone en relieve la
bifurcación en los estudios semióticos al
distinguir la intrasemiosis y la intersemiosis.
Dichas vertientes de análisis trabajan en función
desde la perspectiva en la que se observa el
diagrama de estratos o niveles lingüísticos de
Halliday (en Matthiessen, 2007). La primera (cuando el diagrama es visto desde el plano de la
expresión) propone que la mejor manera de encontrar el potencial semiótico vasto de un texto
multimodal consiste en analizar por separado cada uno de los modos semióticos y cómo
construyen significado cada uno desde su esfera de acción, es decir, si se entiende el texto como
una orquestación semiótica, la intrasemiosis propone escuchar cada instrumento por separado.
Mientras tanto, la segunda (cuando el diagrama es visto desde el plano del contexto) propone
Figura 4 Diagrama de estratos lingüísticos de Halliday
(en Matthiessen, 2007).
Discurso del dolor 28
escuchar la orquesta semiótica en su totalidad como única manera de captar a profundidad el
significado de un texto, ya que “cuando dos o más modos semióticos son co-articulados para la
semiosis, tienen el potencial de generar una sinergia semiótica mayor que la suma de sus
significados aislados” (Manghi, 2010, p. 34).
Finalmente, este tren de cambio que empodera el enfoque semiótico social multimodal supone
la definición de algunos conceptos vitales para llevar a cabo un análisis semiótico social
multimodal del discurso. El primero es el modo, asociado a los diferentes sistemas semióticos
empleados en la creación del significado, tales como el habla, los gestos, la escritura, entre otras.
El segundo es el medio, comprendido como el insumo con el que se crea el significado, por
ejemplo, el papel, el sonido, la luz, el espacio, etc. Posteriormente, está la materialidad o
característica del modo que potencia o restringe la creación del significado. Por último, la
orquestación semiótica, que puede ser entendida como la confluencia de diferentes modos en la
creación del significado y conjunto semiótico grupo de realizaciones conjuntas de diferentes
sistemas semióticos, dentro del plano de la expresión.
En resumen, esta nueva disciplina que cuenta con los aportes de Saussure, Peirce, Halliday,
Voloshinov, Matthiessen, Royce, Hodge, Kress y van Leeuwen, se consolida como una alternativa
a la semiótica tradicional y como base teórica que sustenta esta investigación. Los autores que
exponen la multimodalidad de la comunicación recalcan la importancia de todos los sistemas
semióticos -las imágenes, la lengua escrita y oral, el lenguaje corporal, el color, el sonido, entre
otros- en la construcción de significado. Paralelamente, ellos hacen énfasis en la necesidad de un
enfoque metodológico que tenga en cuenta: el matiz social de la lengua y demás sistemas
semióticos, además de la concurrencia de diferentes modos semióticos en el texto. El enfoque que
Discurso del dolor 29
mejor incorpora los postulados de la semiótica multimodal es el desarrollado por Kress y van
Leeuwen y que se explicita a continuación.
Capítulo IV: Hoc est enim corpus meum
“Allí les dejo mi retrato.”
Frida Kahlo
En este apartado se explicita la metodología que encaminó esta investigación. Dicha metodología
se dividió en dos fases: en la primera fase, se aplicó el modelo de análisis semiótico social
multimodal de Kress y van Leeuwen (1996); en la segunda fase, la interacción entre imagen y
texto fue puesta bajo la lupa, utilizando las categorías de análisis expuestas por Martinec y Salway
(2005). A continuación se presentan los por menores que cada fase de la metodología implicó.
Estudio cualitativo, fenomenológico y hermenéutico
Esta investigación de tipo cualitativo está enmarcada por un enfoque fenomenológico. Una
investigación de este tipo se propone entender cómo los individuos viven un determinado
fenómeno y cómo estos mismos construyen conocimiento del mundo a partir de él (Edmonds &
Kennedy, 2013). En el caso específico, el objetivo principal de este estudio es dilucidar el
imaginario acerca del dolor de Frida plasmado en su obra, cómo ella construye realidad y el
sentido que le atribuye a la misma sopesado sobre su experiencia. Adicionalmente, este estudio
está adscrito a un diseño hermenéutico. Un diseño que supone un esfuerzo por interpretar
realizaciones del lenguaje con miras a entender como éste nos ayuda a moldear el mundo que
percibimos gracias a nuestros sentidos y que conceptualizamos gracias a nuestra conciencia. Para
esta investigación, el análisis semiótico social multimodal del diario de Frida Kahlo se entiende,
Discurso del dolor 30
entonces, como un esfuerzo hermenéutico y fenomenológico por interpretar la cosmovisión de
Frida referente al dolor plasmada en su diario.
Selección de la muestra de estudio
Tras varia décadas oculto de la luz pública después de la muerte de la autora, El diario de Frida
Kahlo: un íntimo autorretrato hace su reaparición en el año de 1995, cuando fue publicado por
primera vez. El diario de Frida es más que un registro autobiográfico que narra los últimos diez
años de su vida, desde 1944 hasta 1954, él se constituye en otro espejo en el que la artista refleja
su imagen. El diario de Frida puede y debe ser entendido, entonces, como un intento de diálogo
con ella misma por cuanto su foco es la introversión de la pintora. Su diario es un espacio privado,
donde sin tapujo y sin restricciones, ella relata su vida sin temor de ojos voyeristas que le puedan
reprochar eso que ella escribe. El diario es otro de los tantos autorretratos que la pintora ha dejado
a México y al mundo, es un Frida por Frida.
Todo tiene cabida en este diario: desde dibujos hasta esbozos de cuentos, desde anécdotas
cotidianas de la infancia de la artista hasta reflexiones filosóficas, cartas, poemas, tachones, fotos
y un sin fin de declaraciones de amor por Diego. En resumidas cuentas, y tal como lo expone
Sandoval (2002), en el diario confluyen “dos universos semióticos distintos: el universo del
lenguaje verbal articulado y el de la pintura; la letra y el color; la palabra y la forma” (p. 2). Esta
convergencia de diferentes modos semióticos presentes en el discurso de la pintora mexicana
válida la elección de este texto como objeto de estudio. Es la riqueza semiótica del diario lo que
hace imperativo su análisis.
Discurso del dolor 31
Figura 5 Campo Léxico del archilexema “Dolor”
Aunque un análisis exhaustivo de todas las entradas4 del diario podría esbozar una imagen
más clara del imaginario de la pintora referente al dolor, es una tarea de gran envergadura que
violaría la factibilidad temporal de este trabajo de grado. Por lo anterior, este estudio ha optado
por la opción de delimitar las entradas a analizar, sin distar del objetivo principal. Así las cosas, el
proceso delimitación- además de las bases conceptuales- a las que se sometió el diario se explicita
a continuación.
La selección de la muestra es el resultado de un proceso de tres fases. La primera fase
comprendió la proposición de un campo léxico que ayudara a identificar las temáticas centrales de
las entradas del diario. El objetivo principal de esta tarea era la identificación de grupos
semánticos, y sus familias, pertenecientes al archilexema del dolor- en las biografías de Herrera
(1985) LeClezio (1995) y Martinez (2003) sobre la vida de Frida Kahlo-, para su posterior
confrontación con sus pares extrapolados desde las entradas de diario. Los tres grandes vocablos
a desglosar fueron: sufrimiento (dolor emocional), dolor físico, y fragmentación o ruptura
(desintegración del cuerpo).
4 Entrada: Es la unidad mínima de análisis del diario, puesto que constituye una unidad global de sentido. Las
entradas de este diario pueden ser equiparadas a un enunciado dentro de la teoría del análisis del discurso. Así las
cosas, la extensión de una entrada puede variar desde una palabra frase o dibujo a varias láminas (páginas) del diario.
Discurso del dolor 32
La segunda fase consistió en la organización cronológica de los acontecimientos plasmados
en el diario de Frida Kahlo. En un primer momento, fueron tomadas todas aquellas entradas
datadas entre los años de 1950 y 1954. La atención prestada se debió a que, tal como lo afirman
diferentes autores, en ese específico periodo de tiempo, la artista se ve afectada física y
emocionalmente por diversos eventos que la aquejan: en 1950, Frida sufre siete operaciones
quirúrgicas en su columna vertebral y en su pierna derecha; en 1951, tras ser dada de alta, es
sentenciada a una silla de ruedas; en 1953, expone su obra de manera individual por vez primera
en México y, para finalizar el año, los doctores deciden amputar su pierna a causa de la gangrena;
finalmente, en 1954, Frida muere. Teniendo en cuenta el objetivo de este trabajo, los
acontecimientos anteriormente nombrados otorgaron pertinencia y congruencia a la delimitación
de la muestra, preseleccionando así, las entradas del diario datadas en este rango de fechas.
En un segundo momento, se partió del supuesto de que los campos léxicos contienen palabras
claves que reflejan las temáticas explícitas de un texto, por lo tanto, solo las entradas cuya
temática era el dolor fueron incluidas en la muestra de estudio final. De este modo, el campo
semántico propuesto en la primera fase fue confrontado con sus pares, extrapolados de las
entradas preseleccionadas del diario, con el objetivo de comprobar su relación: si la relación era
congruente, es decir, si compartía dos o más semas (imágenes, dibujos o vocablos), fueron
incluidos en la muestra de estudio final. De lo contrario, eran rechazados.
Discurso del dolor 33
11 de febrero de 1954
Me amputaron la pierna
hace 6 meses
Se me han hecho
Siglos de tortura y
en momentos casi perdí
la razón. Sigo sintiendo
ganas de suicidarme
Diego es el que me detiene
por mi vanidad de
creer que le puedo hacer
falta. El me lo ha
dicho y yo le creo. Pero
nunca en la vida he su-
frido más.
Esperaré un tiempo.
Figura 6: La Lámina 144 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo
Fuente: Kahlo, F., Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
En la figura 7 se ilustra la relación entre el campo léxico del archilexema del dolor propuesto en
la fase 1 de la selección del corpus y su par de la lámina 144 del diario de Frida Kahlo. Debido a
la paridad entre semas, esta lámina fue elegida.
Figura 7: Campo Léxico de la Lámina 144 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo
La tercera fase supuso una tarea de ampliación de la muestra en la cual se buscaba incluir
entradas del diario que no estuvieran datadas en el rango de fechas establecido en la fase
Discurso del dolor 34
inmediatamente anterior. Esta idea nació tras el fallido intento de organización cronológica de las
entradas del diario. Si el diario hubiese sido escrito de manera lineal cada entrada, excepto la
primera, tendría una entrada predecesora, redactada inmediatamente antes que ella. Además, cada
entrada, excepto la última, tendría una entrada descendiente, escrita inmediatamente después de
ella. Frida no redacta su diario de manera lineal, adicionalmente no todas la entradas están
supeditas a una fecha, así pues, dar orden a la obra de la artista es una tarea titánica que dista del
objetivo de esta investigación. Como alternativa a la incidencia cronológica, nació la opción de
incluir en la muestra de estudio todas las entradas del diario que cumplieran la relación de
congruencia con el campo semántico del archilexema de dolor, sin importar la datación de la
entrada. Es decir, todo el diario de Frida fue tenido en cuenta. Después de este proceso de
selección y delimitación, un total de 23 entradas fueron elegidas para conformar la muestra de
análisis de esta investigación. Finalmente, el número total de entradas fue reducido a 12 por
criterio de los autores de este trabajo de grado, con miras a satisfacer la viabilidad temporal del
mismo. A continuación se presenta la muestra de análisis (para una mejor visualización de la
misma ver anexos).
Discurso del dolor 35
Muestra de estudio Entrada 1: La desintegración Entrada 2: Huellas Entrada 3: La tragedia
Entrada 4: Cirugías Entrada 5: Todo para Diego Entrad 6: El cuchillo
Entrad 6: El cuchillo Entrada 7: Alas rotas Entrada 8: El veneno Entrada 9 : Pies rotos
Entrada 10: la paloma y el cuerpo Entrada 11: Esperanza Entrada 12:Amputación
Discurso del dolor 36
Fase I: Análisis semiótico social multimodal
La semiótica social multimodal puede ser considerada como un enfoque metodológico basado en
la teoría semiótico social, en los preceptos de la lingüística sistémico funcional de Halliday y
particularmente, en las metafunciones del lenguaje planteadas por el mismo. Dicho enfoque busca
esclarecer cómo diferentes sistemas semióticos presentes en un texto interactúan con miras a
construir significado. Para ello, se parte de la premisa de que un texto es un constructo
metafuncional en el que diferentes realizaciones o expresiones de los sistemas semióticos
cumplen con las tres metafunciones Hallidianas (Royce, 2009).
Halliday en su teoría expone que el lenguaje es una herramienta que permite la construcción
de significados mediados social y culturalmente. En otras palabras, el lenguajes es funcional,
semántico, contextual y semiótico (Royce, 2009). Adicionalmente, Halliday acuña las tres
metafunciones del lenguaje: ideacional -el lenguaje se usa según las necesidades del hablante para
representar su experiencia ante en el mundo real-, interpersonal –el lenguaje permite establecer y
mantener relaciones sociales entre los hablantes, quienes construyen sus identidades a partir de
dichas relaciones-, textual –el lenguaje ofrece los medios apropiados para crear discursos
coherentes, es decir ofrece una relación entre la lengua, el texto y el contexto. Eventualmente,
estas tres metafunciones se convierten en el esquema rector del enfoque semiótico social
multimodal desarrollado por Kress y van Leeuwen.
En Reading Images, Kress y van Leeuwen (1996) desarrollan un método de análisis semiótico
multimodal que considera el estudio minucioso de los tres elementos que constituyen un texto
metafuncional. Estos elementos son, en primer lugar, los participantes representados, en segundo
lugar, los participantes interactivos y, en último lugar, los elementos de estructuras y coherencia.
Cada uno de estos elementos está correlacionado con las metafunciones ideacional, interpersonal
y textual, respectivamente.
Discurso del dolor 37
En este orden de ideas, el primer momento de análisis se consagra al estudio de los
participantes representados. Estos hacen referencia a todas las entidades aludidas en un texto y la
circunstancia que los engloba, es decir, los objetos -animados o inanimados- que han sido
plasmados en el texto mediante el uso de algún sistema semiótico, sea la palabra hablada, escrita o
la pictografía. El estudio de estos elementos se hace desde el Sistema de transitividad Hallidiano y
desde el Enfoque de análisis de la cohesión en el texto de Halliday y Hasan (en Royce, 2009). El
primero, el Sistema de Transitividad, propone el análisis de texto multimodales y de la
cristalización de la función ideacional del lenguaje en diferentes modos semióticos, a partir de
cláusulas compuestas por: un Actor (quien ejecuta una acción), un Objetivo (sobre quien recae la
acción), un Proceso (la acción realizada por el actor sobre el objetivo) y una Circunstancia o
contexto. Por su parte, el segundo, Enfoque de análisis de la cohesión, explicita conceptos
lingüísticos para describir y analizar la relación y la cohesión entre el modo visual y verbal, en
otras palabras, este enfoque de análisis aplicado a un texto multimodal permitiría entender de qué
manera diferentes modos semióticos cooperan en la creación de significados ideacionales.
Según Kress y van Leeuwen, una extrapolación del sistema de Halliday aplicada a un texto
multimodal daría cuenta de qué manera un creador de signo representa su experiencia con el
mundo real y su mundo interno, además de cómo la función ideacional del lenguaje puede ser
materializada a través de diferentes sistemas semióticos, además del verbal. De esta manera, un
análisis de un texto multimodal en el que se funda el modo verbal y el modo gráfico (entiéndase
como verbo-imagen) implicaría, en principio, la aplicación del Sistema de Transitividad a
ambos modos semióticos para su posterior comparación haciendo uso de Enfoque de análisis de
la cohesión en el texto, tal como lo muestra la Tabla 1.
Discurso del dolor 38
Tabla 1: Complementariedad Intersemiótica
Nota: Adaptación Intersemiotic Complementarity: A Framework for Multimodal Discourse Analisys de
Royce (2007)
Met
afu
nci
ón
Id
eaci
on
al
Análisis del modo
visual
Intersemiótica Análisis del modo verbal
Análisis según el
sistema de transitividad
Actor: quien
ejecuta la acción
Objetivo: sobre
quien recae la
acción
Proceso: la acción
llevada a cabo
Circunstancia: el
contexto
Atributos: las
características de los
actores.
Conceptos lingüísticos
acuñados por Enfoque de
análisis de la cohesión en el
texto para describir y
analizar las relaciones
intersemióticas entre modos.
Repetición:
significados idénticos
en ambos modos
Sinonimia: significados
similares
Antonimia:
significados opuestos
Hiponimia: relación
entre una clase general
y sus subclases.
Metonimia: la relación
entre una parte y el
todo.
Colocación:
probabilidad de
coocurrencia de
significados
Análisis según el sistema
de transitividad
Actor: quien ejecuta
la acción
Objetivo: sobre quien
recae la acción
Proceso: la acción
llevada a cabo
Circunstancia: el
contexto
Atributos: las
características de los
actores
Discurso del dolor 39
En un segundo momento, se busca identificar y reconocer las relaciones sociales
representadas en el texto (Tabla 2: Relación entre participantes interactivos y representados).
Según los autores pioneros en la semiótica social multimodal, la creación de un texto no oral
supone la representación de las relaciones sociales entre el locutor o productor de un texto y su
interlocutor, explícitas en el acto de comunicación, es decir, ya que el acto comunicativo es
permeado por un contexto social que los participantes del mismo conocen y promulgan, la
creación de textos no orales, generalmente diacrónicos gracias a la perdurabilidad del material en
donde se plasman, no deja de lado las variables sociales (género, edad, estrato, nivel educativo,
entre otros), sino que representan dichos factores en el texto de manera distinta. Así, Kress y van
Leeuwen proponen un análisis de los participantes interactivos o sujetos discursivos (un posible
locutor -quién crea el texto según el lector- y un posible interlocutor -quién leerá el texto según el
autor del mismo), de las relaciones entre ellos, además de la relación con los participantes
representados. Dicho análisis del texto multimodal referido a la macro función interpersonal de
Halliday se realizaría en términos del contacto visual entre participantes representados e
interactivos, de la distancia social de los mismos, además de la colocación de los participantes
representados.
Discurso del dolor 40
Tabla 2: Relación entre participantes interactivos y representados
Contacto visual Demanda
Oferta
Distancia social Íntima
Social
Impersonal
Colocación Subjetividad Ángulo
horizontal
Paralelismo – Vinculación
Oblicuidad – Desvinculación
Angulo
vertical
Supremacía del participante interactivo
Equidad entre participantes
Supremacía del participante representado
Objetividad Visión Rayos- X
Visión frontal
Visión desde arriba
Nota: Adaptación Interactive meanings de Kress y van Leuween (1996)
La anterior tabla explicita los criterios de análisis de la función interpersonal de un texto
multimodal según Kress y van Leeuwen (1996). En primer lugar, el contacto visual entre
participante representado e interactivos determina si el texto se constituye en una oferta (ausencia
de contacto visual) o una demanda (presencia de contacto visual). En otras palabras, si el
participante representado dirige su mirada hacia el lector, el primero está apuntando a hacer una
demanda, una invitación al segundo a hacer parte de su mundo, en cambio, si el participante
representado no mira al lector, hace una oferta de información, se expone a sí mismo. En segundo
lugar, la distancia social entre participantes representados e interactivos permite apreciar si hay
una relación íntima (plano medio corto), social (plano medio largo) o impersonal (plano entero).
En tercer y último lugar, la colocación de los participantes representados que puede ser objetiva
Discurso del dolor 41
(el participante representado se muestra o tiende a ser mostrado desde todos los ángulos) o
subjetiva (el participante representado es mostrado
desde el punto de vista del participante interactivo),
tal como lo ilustra la gráfica 8. También se tiene en
cuenta, por una parte, el ángulo horizontal formado
por los frentes de los participantes representados e
interactivos que establece la vinculación (frentes
paralelos) o desvinculación (frentes oblicuos) entre
ellos –ver grafica 9. Por otra parte, el ángulo vertical establecería las relaciones de poder (picada,
central y contrapicada), tal como lo ilustra la gráfica 10.
Finalmente, en un tercer momento del análisis, se busca entender el texto según el contexto en
donde es producido y, al mismo tiempo, la coherencia y cohesión semiótica interna del mismo.
Los autores de Reading Images sostienen que la organización y la acomodación de los diferentes
participantes representados, además de su notoriedad, juegan un papel importante al momento de
crear significados. Por lo anterior, Kress y van Leeuwen (1996) proponen que, como miras a
Figura 8: Colocación objetiva o subjetiva
Figura 9: Vínculo entre participantes Figura 10: Relaciones de poder entre participaciones
Discurso del dolor 42
comprender plenamente el significado de un texto multimodal, la interacción de los elementos
interactivos y representados debe ser analizada como un todo en términos de: valor, peso y
encuadre (ver Tabla 3:). Estos criterios analizan de la mejor manera como un texto materializa la
macro función composicional expuesta por Halliday.
Tabla 3: Coherencia y cohesión de los elementos interactivos y representados
Valor Central Circular
Tríadica
Centro-Márgenes
Mediador- Polarizados
Polarización Dado-Nuevo
Sin polarización horizontal
Ideal-Real
Sin polarización vertical
Peso Pesado
Liviano
Encuadre Desconexión Ritmo: Dos participantes representados, aunque
separados, comparten un atributo en común (color,
forma, etc.)
Contraste: Dos participantes representados, difieren en
sus atributos (color, forma, etc.)
Segregación Sobreposición de dos o
más elementos en el texto.
Sin sobreposición de dos
o más elementos en el
texto.
Separación: Dos o más elementos están separados por un
espacio vacío, lo que indica similitudes o diferencias
entre los mismos.
Conexión Integración pictórica o textual: Dos elementos (texto o
imagen) se funden en el espacio.
Nota: Adaptación Compositional meanings de Kress y van Leuween (1996)
La anterior tabla plasma los criterios de análisis de la función composicional de un texto
multimodal según Kress y van Leeuwen (1996). En primero lugar, el valor de un elemento hace
Discurso del dolor 43
referencia a la disposición espacial del mismo en el texto. En razón de ella, se le asigna un
calificativo al elemento que puede ser centrado (centro-margen) o polarizado (arriba, abajo,
izquierda o derecha), puesto que esta característica contribuye a la creación de significado global
del texto. En segundo lugar, el peso de un elemento hace referencia a la notoriedad con respecto a
otros del mismo texto. Si el elemento es notorio gracias a su color, tamaño, ubicación o
coherencia con el resto, se habla de un elemento pesado o saliente, de lo contrario, se habla de un
elemento liviano. En tercer lugar, el encuadre entre elementos hace referencia la conexión o
ausencia de la misma y a los mecanismos utilizados (coherencia de color o forma, divisiones y
sobre posicionamiento de elementos) para simbolizarlas.
Fase II: Relación texto – Imagen
Orientados por la Lingüística Sistémico-Funcional, Martinec y Salway (2005) proponen un
método de análisis de las relaciones imagen-verbo en un texto multimodal que permitiría, en
potencia, la identificación de patrones en el uso de dichos modos semióticos en la obra de Frida,
además de la especialización de los mismos en la construcción de significado de cierto tipo, es
decir, este método de análisis ayudaría a distinguir cuál es el modo privilegiado de Frida para
representar sus experiencias dolorosas. Los autores de A System for Image−Text Relations in New
(and Old) Media incitan la extrapolación de los conceptos hallidianos de Status -entendido como
la relación jerárquica entre clausula dentro clausulas complejas- y de Relaciones lógico-
semánticas -entendido como la naturaleza de la cohesión lógica entre dichas clausulas-, con miras
a dilucidar, en primera instancia, las relaciones de superordinación y subordinación entre modos
semióticos y, en segunda instancia, el tipo de relación lógica entre los mismos.
Martinec y Salway afirman que, al igual que las relaciones jerárquicas de cláusulas en el
modo verbal pueden ser identificadas gracias a su Status, dichas relaciones también pueden ser
apreciadas en un texto multimodal, si se considera la imagen como una clausula con actores,
Discurso del dolor 44
procesos y circunstancias, tal como lo exponen la semiótica social multimodal de Kress y van
Leeuwen. Adicionalmente, ellos sostienen que las relaciones lógicas entre modos semióticos
también serían perceptibles si el texto multimodal es analizado bajo la luz de las relaciones
lógico-semánticas. Para materializar su tesis, Martinec y Salway presenta un Sistema para el
análisis de las relaciones entre imagen y texto ilustrado por la siguiente tabla.
Tabla 4: Sistema para el análisis de las relaciones entre imagen y texto
Status Igual Independientes
Complementarios
Desigual Texto subordinado
Imagen subordinada
Relación
Lógico-semántica
Expansión Elaboración Exposición:
Ejemplificación Texto general
Imagen general
Extensión
Refuerzo
Temporal
Espacial
Causa o propósito
Proyección Del habla
Del pensamiento
Nota: Relaciones entre imagen y texto de Martinec y Salway (2005)
Martinec y Salway proponen que, por una parte, el Status entre el modo pictórico (entendido
como imagen) y el modo lingüístico puede ser: igual independiente (las realizaciones de cada
uno de los modos se constituye en sí mismas como una cláusula simple o compleja que se vale
por sí sola), igual complementario (las realizaciones de cada uno de los modos se funde en una
cláusula simple o compleja), desigual texto subordinado (las realizaciones del modo pictórico
construyen significado que no está presente en el modo lingüístico) o desigual imagen
Discurso del dolor 45
subordinado (las realizaciones del modo lingüístico construyen significado que no está presente
en el modo pictórico). Por otra parte, en cuanto a las relaciones lógico semánticas, los modos
semióticos pueden cohesionarse por expansión elaboración (cuando ambos modos crean
significado de manera general), por expansión extensión (uno de los modos crea significado
específico que no ha sido plasmado en el otro), extensión refuerzo (uno de los modos añade
significado circunstancial), por proyección (uno de los modos representa la información
previamente plasmada en el otro).
En breve, un ejemplo práctico de este método propuesto por Kress y van Leeuwen en el diario
de Frida Kahlo se explicita a continuación para una mayor compresión por parte del lector.
Discurso del dolor 46
Figura 11: Láminas 41 y 42 del Facsímil del diario de Frida Kahlo (Kahlo et al, 1995)
Discurso del dolor 47
Análisis de la metafunción ideacional de la entrada 1
En la entrada 1 (Figura 11) convergen los modos visual, lingüístico, espacial y del color. En el
texto, se ilustra un proceso conceptual simbólico atributivo. Este tipo de proceso, según los
autores de Reading Images (1996), se caracteriza por la presencia de un atributo simbólico,
usualmente llamativo y de vital importancia para interpretar el texto. El participante representado
de cuerpo teriomorfo y andrógeno de la entrada (conjunto semiótico 2) juega un papel importante
para la construcción de significado del texto en su totalidad, al mismo tiempo que funciona como
atributo simbólico gracias a: su colocación central en el texto, su tamaño con respecto al resto,
además de la poca congruencia aparente. Adicionalmente se dispone en el texto, a la izquierda del
lector, el rostro erguido y sin expresión de una mujer, identificable por el color y forma de sus
labios, que fija su mirada hacia el horizonte (conjunto semiótico 1). La misma ostenta un arete
con forma de una flor roja de la que pende un pie de color verde. El bigote que puede ser
apreciado en dicho rostro tiene una connotación que lo relacionaría con Frida, quien usualmente
es asociada a cejas pobladas y vello facial. A la derecha, una mujer desmembrada de vestido rojo
es ilustrada mientras lucha por mantenerse en equilibro sobre una columna jónica de color verde
(conjunto semiótico 3). Su cuerpo se desintegra; brazo, ojo, mano, cabeza y pie caen atraídos por
la gravedad. La vestimenta de la mujer a la diestra del cuerpo teriomorfo permitiría implicar que
dicha mujer no es otra más que la artista misma. Por otra parte, en cuanto al modo lingüístico,
Frida sentencia: “Yo soy la desintegración”. Un enunciado de una sola oración copulativa,
afirmativa y declarativa que finaliza con cuatro puntos suspensivos. Una oración nominal en la
que ella se asigna una cualidad: “la desintegración”.
Discurso del dolor 48
A continuación se presentan las Tablas 5 y 6 en las que se ha sistematizado la identificación
de participantes representados y procesos en el modo lingüístico y en el modo pictórico de la
entrada 1, titulada como La desintegración dentro de este trabajo de grado.
Tabla 5: Sistema de Transitividad aplicado al modo lingüístico de la entrada 1
Nota: Identificación de los participantes representados de la entrada 1- Modo lingüístico
Participantes
Representados
Procesos o vectores Circunstancia
Participante Atributo Proceso Clase Escenario Medio Acompañamie
nto
Yo (Frida) Cursiva Ser Conceptual
\transitivo * *
Desintegración Mayúscula
Script
Discurso del dolor 49
Tabla 6: Sistema de Transitividad aplicado al modo visual de la entrada 1
Participantes Representados Procesos o vectores Circunstancia
Participante Atributo Proceso Clase Escenario Medio Acompañamiento
Columna Jónica y Verde Desintegrar Acción / intransitivo Fondos azules y
blancos * *
Mujer
desmembrada
Piel roja Caer Acción / intransitive
Fragmentada Mirar Reacción
Cabello recogido Sostener Acción/transitivo
Vestido rojo, verde y amarillo con
pliegues y textura de puntos
Conceptual Simbólico\atributivo
Ojo Rojo
Mano Rojo
Cabeza Rojo
Pie Rojo
Cuerpo
teriomorfo
Bicéfalo: dos caras de perfil
mirando a lados opuestos
Cara izquierda humana (ojos, nariz,
boca y mentón)
Cara derecha animal con cráneo
expuesto (ojos, hocico y dientes)
Cachos
Cuerpo de una mujer desnudo
Alas
Cola
Rostro
Bigotes y labios rojos de mujer
Amarillo
Negro
Verde
Aretes Flor roja
Pie verde
Nota: Identificación de los participantes representados de la entrada 1- Modo pictórico
Discurso del dolor 50
Análisis de la metafunción interpersonal de la entrada 1
En este texto multimodal Frida expone su mundo interior al posible lector de su diario, no
obstante, también lo cubre por un delgado velo transparente que lo protege de cualquier
intervención al reducir el contacto visual entre los participantes representados e interactivos, tal
como se muestra en la tabla 7 en donde se muestra que el contacto visual ausente se constituye en
una oferta de información. En ese mundo que ella crea, se muestra cercana a quien lee el texto
cuando su condición física es envidiable. Su rostro orgulloso y altivo es retratado en un primer
plano que permitiría suponer que la distancia entre ella y el lector no es mayor y que bastaría con
estirar la mano para tocar su humanidad. Por el contrario, cuando su condición física se ve
menguada, Frida opta por alejar su auto-retrato y encuadrarlo bajo un plano completo o entero, en
el que la distancia crece y los vínculos de intimidad se rompen. Podría decirse, entonces, que todos
los procesos y acciones embebidos en el texto La desintegración coexisten en un mundo distinto
al del interlocutor del texto, es decir, el lector del texto es solo un espectador del mismo a quien se
le ha negado la posibilidad de intervención alguna en el mundo que observa.
Tabla 7: Relación entre participantes interactivos y representados de la entrada 1
Participantes
representados
Contacto
visual
Distancia
social
Colocación
Subjetiva
Angulo Horizontal Angulo Vertical
Mujer desmembrada Oferta Impersonal Desvinculación Equidad
Cuerpo teriomorfo Oferta Impersonal Desvinculación Equidad
Rostro Oferta Personal Desvinculación Equidad Nota: Análisis de las relaciones entre participantes interactivos y representados de la entrada 1
Análisis de la metafunción composicional de la entrada 1
Tras el análisis comparativo de las realizaciones del modo lingüístico y el modo visual en la
entrada 1, se puede apreciar una tendencia a la repetición de significados. La mexicana opta por
el uso de diferentes recursos semióticos para designarse a ella misma y a la desintegración, tal
Discurso del dolor 51
como lo ilustra la tabla 8. Cada forma, cuerpo u objeto, aunque apuntan al mismo significado
general –significar a Frida- todo ellos poseen un matiz que le atribuye a Frida una cualidad
diferente, es decir, cada uno de ellos busca resaltar una característica de la pintora.
Tabla 8: Complementariedad Intersemiótica de la entrada 1
Nota: Análisis de complementariedad intersemiótica de la entrada 1
El signo del arete –del conjunto semiótico 1- es el recurso semiótico más opaco del conjunto
anteriormente expuesto y solo adquiere significado -para el lector- cuando se explicitan las
relaciones con sus pares en el texto. Dicho participante está conectado con la imagen de Frida
soportada sobre la columna jónica –del conjunto semiótico 3- gracias a una analogía: la flor roja
del arete representaría la Frida vestida de rojo, mientas que la columna jónica de color verde sobre
la que esta última descansa estaría representada por el pie del arete. Adicionalmente ambos
elementos comparten una conexión derivada de los colores: rojo y verde. Al utilizar la flor en el
signo del arete, Frida hace una metáfora de su belleza y su fragilidad, mientras que al utilizar la
columna jónica, de su estabilidad y su sustento.
Por otra parte, una interpretación del diseño semiótico de la entrada 1 estaría asociada a la
dualidad de la artista, sin duda alguna. La anterior tesis halla sustento en la presencia del cuerpo
teriomorfo del conjunto semiótico 2, que tal como lo muestra la Tabla 9 es uno de los signos más
pesados en el texto multimodal. Este signo ambivalente intenta comunicar la idea de unión y
Categorías de análisis
de cohesión entre
modos
Realizaciones Modo semiótico Significación
atribuida
Repetición Yo Lingüístico Frida
Rostro de mujer Visual
Arete(flor y pie) Visual
Pies sangrantes Visual
Desintegración Lingüístico Desintegración
Patrón de pinceladas Visual
Discurso del dolor 52
disyunción entre lo terrenal y lo aéreo (alas y pies), entre lo animal y lo humano (cabeza bovina y
rostro humano) y entre la feminidad y la masculinidad (cuerpo curvilíneo de genitales femeninos
y rostro de rasgos masculinos). Podría decirse entonces que, el cuerpo teriomorfo es en su
totalidad una antítesis.
La característica bicéfala de dicho participante le permite fijar su mirada a lados opuestos, a
los conjuntos semióticos 1 y 3, a la izquierda y a la derecha, a las dos versiones de Frida. La cara
izquierda del teriomorfo –distintiva por un color oscuro solido- observa atentamente a la misma
dirección que el rostro orgulloso de la pintora del conjunto semiótico 1–con quien comparte una
conexión atribuida al color. Entre las características principales de esta cara a siniestra están los
rasgos faciales masculinos y el cuerno, que podrían ser entendidos como muestra de vigor y
fuerza física. Así las cosas, el polo izquierdo del texto es sinónimo de dichos calificativos. La
Frida de conjunto semiótico 1 se representa a sí misma de semblante inquebrantable, altivo y
estoico, como sinónimo de entereza y orgullo. Mientras tanto, la cara derecha del cuerpo
teriomorfo- distintiva por una textura de pincelazos- observa hacia la escena en la que Frida cae
reducida a pedazos del conjunto semiótico 3. El cráneo expuesto de dicha cara se constituiría en
un índice claro de descomposición de la piel, del decaimiento de la fuerza vital, de la
desintegración del cuerpo, en fin, de la muerte, tal como lo expone Mejía (2006) al referirse a los
huesos como símbolos de muerte. El polo derecho del texto es, entonces, el lugar preciso para
exponer una frágil e impotente Frida. Una Frida que se transforma en un testigo impotente del
proceso de desintegración y desmembración de su propio cuerpo. En el polo derecho de la
imagen, Frida se muestra como una marioneta a quien una fuerza, proveniente desde su interior y
que se constituye en ella misma, la deshace y la reduce a pedazos. En conclusión, se podría
afirmar que el juego semiótico de todos los participantes representados en la entrada 1 se resume
Discurso del dolor 53
a que Frida intenta mostrar las dos caras de una moneda, dos versiones de ella misma, una
dualidad.
Tabla 9: Coherencia y cohesión de los elementos interactivos y representados de la entrada 1
Valor Central Mediador - Polarizados: Cuerpo teriomorfo – Fridas
Peso Pesado Cuerpo teriomorfo – Rostro - Mujer desmembrada –
Desintegración
Liviano Aretes – Columna – Cabeza - Brazo - Mano - Ojo -
Pie
Encuadre Desconexión Ritmo
Contraste
Segregación Sobreposición de dos o
más elementos en el texto.
Sin sobreposición de dos
o más elementos en el
texto.
Separación: Dos o más elementos están separados por
un espacio vacío, lo que indica similitudes o diferencias
entre los mismos.
Conexión Integración pictórica o textual: Dos elementos (texto o
imagen) se funden en el espacio.
Capítulo V: Dolore
“Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.”
Libro de revelaciones 21:4
El siguiente capítulo sintetiza los hallazgos del proceso de análisis semiótico social multimodal
del diario íntimo de Frida Kahlo. Para la presentación de los mismos y dar respuesta a la pregunta
de esta investigación, se optó por el uso de dos categorías: Frida y la corporeidad -de la que se
desprende la subcategoría La armonía de los cuerpos- y Frida y el arte animalista- de la que se
desprende la subcategoría Las alas y la esperanza.
Discurso del dolor 54
Categoría: Frida y la corporeidad
Entre los signos más repetitivos y constantes que pueden ser identificados en la obra de Frida, en
general, y en la muestra de análisis de esta investigación, en particular, se encuentra el recurso
semiótico del propio cuerpo de la artista. Frida expone su cuerpo y las partes de mismo de
manera polisémica en todo su trabajo. Frida pinta su cuerpo como presa de la desintegración
(entrada 1), lo somete al poder de las llamas (entradas 2 y 6), reflexiona sobre los procedimientos
quirúrgicos de los que ha sido víctima (entrada 4 y entrada 5), lo envenena (entrada 7), lo
utiliza como abono de plantas espinosas (entrada 9), lo describe y lo dibuja como incompleto
(entrada 10), lo delimita (entradas 9 y 10), lo divide (entradas 8, 9 y 10), lo amputa (entrada
12), lo desmiembra (entradas 1 y 9), lo desdibuja (entrada 1, 2, 7 y 8), lo viste de trajes típicos
(entrada 1), lo desnuda (entrada 10), le dota de partes de animales (entradas 1, 7 y 10), lo adorna
con aretes surrealistas (entrada 1) y plantas perennes (entrada 7), lo entierra en las profundidades
del subsuelo (entrada 8) , lo exhibe en pedestales (entrada 9), lo ataca (entradas 2, 7, 8 y 9), lo
protege (entrada 7), lo acobija (entrada 8). En resumidas cuentas, Frida halla en su cuerpo, su
vínculo con el mundo material, el instrumento perfecto para comunicar como experimenta la
realidad, cómo ve el mundo y los otros cuerpos– entendidos como cualquier ente material que
pueda ser captado por los sentidos- que hacen parte de él: las plantas, los animales, el cielo, la
tierra, los astros, a Diego y demás. El cuerpo de Frida en su obra es presentado también como la
medida de su mundo. Los objetos se vuelven grandes o pequeños en comparación con él,
coloridos o descoloridos, frágiles o resistentes, suaves o duros, inofensivos, destructivos, bellos,
sin gracia, armónicos, incongruentes, poderosos, débiles, importantes, irrelevantes, amados,
olvidados, enfermos, sanos, llenos de vida o carentes de ella. Es el cuerpo de Frida además quien
siente el dolor y, por consiguiente, es su cuerpo quien lo comunica.
Discurso del dolor 55
¿Cómo trasmite Frida el dolor a través del uso y la disposición de los cuerpos y, en
especial de su propio cuerpo? Un ejemplo que despeja esta duda se halla en la entrada 9-titulda
en este estudio Pies rotos- de la muestra de análisis. La lamina conformada por un solo conjunto
semiótico -en el que se confluyen los modos del color, de la imagen, del código lingüístico y de la
colocación espacial- expone un par de extremidades inferiores humanas sobre un pedestal en un
fondo de color rojo sólido de pinceladas inconsistentes. En el texto multimodal, la pierna derecha
–fracturada a la altura del pie y coronada por ramas espinosas- reposa sobre la izquierda
reduciendo la visibilidad de esta última. Ambas extremidades ostentan un color amarillo claro y
han sido delineadas y sombradas por un esfero de tinta azul. El conjunto semiótico es completado
por una realización verbal, al final de la página, en la que Frida asevera: “Pies para qué los quiero
si tengo alas pa volar”, además de una referencia temporal que ubica la creación de la entrada en
el año de 1953.
Tras analizar detalladamente la entrada, fue posible
llegar a la conclusión de que dicha lámina del diario esboza
un proceso conceptual simbólico atributivo, tal como lo
explicita la tabla 10 en la que se muestran los tres procesos
simbólicos hallados tras el análisis de las doce entradas de
la muestra. Este tipo de proceso, según los autores de
Reading Images (1996), se caracteriza por la presencia de
un atributo simbólico, usualmente llamativo y de vital
importancia para interpretar el texto. La identificación de
participantes representados gracias al sistema de
transitividad de Halliday permitió atribuir la función simbólica a las ramas espinosas que brotan
de su pierna derecha. Estas formaciones vegetales, que carecen de vida gracias a su color y forma,
Figura 12: Entrada 9 “Pies rotos”
Discurso del dolor 56
transmiten la idea de dolor y muerte, transformado el panel semiótico de la entrada en una escena
cruda y sensorialmente rica.
Tabla 10: Procesos simbólicos atributivos encontrados en la muestra de análisis
Entrada Atributo simbólico Significado
Entrada 1: La desintegración Cuerpo teriomorfo Dualidad
Entrada 9: Pies Rotos Ramas espinosas Dolor
Entrada 10: La paloma y el cuerpo Paloma Esperanza
A diferencia de las entradas 1 y 10 en las que Frida utiliza los atributos simbólicos con el fin
de significar la dualidad y la esperanza, respectivamente, en la pieza Pies rotos, utiliza dos
participantes diferentes para transmitir la idea de dolor. El primero son las ramas espinosas que se
presentan como el origen del dolor, la razón del mismo. Al traer a colación este recurso
semiótico, que anteriormente ha estado ligado con el concepto de flagelación, siendo el ejemplo
más claro la coronación de Cristo con espinas, suscita en quien lo ve la sensación de amenaza y
una necesidad de cautela a causa del daño que éstas puedan infligir en caso de proximidad.
Debido a su forma filosa y punzante, las ramas espinosas se constituyen en un objeto que amenaza
con violentar el límite del cuerpo, con transgredirlo. Las piernas son el segundo participante,
presentadas como el cuerpo que ha sido trasgredido y cuyos límites han sido violentados por el
objeto amenazante de la imagen. Las extremidades inferiores cumplen, entonces, la función de
captar el dolor. Lo anterior resultaría en que solo se puede hablar de dolor en la entrada 9 cuando
se analiza la yuxtaposición entre las ramas espinosas y las piernas, entre un agente que genera
dolor y un paciente que lo encarna.
Discurso del dolor 57
El análisis también permitió identificar otras entradas de la muestra en las que se replica la
escena de un agente y un paciente del dolor, tal como lo ilustra la tabla 11. Adicionalmente a esta
tesis y gracias a un patrón recurrente, se expone la idea de que un objeto externo al afligido es el
causante del dolor. En su obra, Frida también opta por el uso del fuego como un participante
capaz de amenazar la integridad de un cuerpo y desatar el dolor en el mismo. En la entrada 2, la
pintora vuelve a yuxtaponer una extremidad inferior dentro del territorio de acción de un agente
del dolor. En la imagen, un pie derecho que sangra es sacrificado a unas feroces llamas. En la
entrada 7, las llamas son de nuevo las protagonistas causales del dolor, pero esta vez es Frida
quien lo encarna. En la entrada 8, un astro tóxico irradia el cuerpo de Frida que, despojado de
toda fuerza, yace recostado sobre un suelo árido y estéril. En la entrada 9, ramas secas y
espinosas salen de la pierna fragmentada de la artista como venas punzantes en su interior.
Tabla 11: Agentes y pacientes del dolor encontrados en la muestra de análisis
Entrada Agente del dolor Paciente del dolor
Entrada 2: Huellas Fuego Pie
Entrada 6: El cuchillo Cuchillo Frida
Entrada 7: Alas rotas Fuego Frida
Entrada 8: El veneno Astro venenoso Frida
Entrada 9: Pies rotos Ramas espinosas Pierna
Asimismo, el hallazgo de los diferentes agentes del dolor identificados -listados en la tabla
anterior- durante el estudio del diario sugieren que para la pintora el dolor no es singular sino todo
lo contrario. Sus diferencias inciden en la manera en que ella los representa. Así, su interés no
solo radica en representar el dolor sino el tipo de dolor que un cuerpo pudiese experimentar en
Discurso del dolor 58
determinado momento. El fuego y el sol como agentes del dolor, entonces, podrían estar ligados a
una sensación de escozor y ardor, mientras que las ramas con espinas aludirían a una sensación de
punción.
De lo anterior, podría reiterarse que la artista sugiere que el dolor solo tiene lugar cuando
existe un cuerpo que lo resiente. Adicionalmente a esta consideración, el análisis de la obra de
Frida proporciona un propietario al cuerpo paciente del dolor. Como es teorizado y expuesto por
Kress y van Leeuwen (1996), la creación de signos supone la abstracción del referente que se
quiera representar o comunicar, a tal punto que resaltar una o pocas características del concepto o
entidad que se intenta significar permite la comunicación entre los creadores de signos e
intérpretes de los mismos. Este planteamiento, aplicado al estudio del diario de Frida, permite
suponer que la artista utilizó algunas de sus características físicas más notorias a la hora de crear
autorretratos que la significaran de la forma más fiel. Así las cosas, para darle nombre al doliente,
la autora del diario opta por significar a su propio cuerpo haciendo uso de recursos semióticos que
aluden a su apariencia física y a problemas de salud que la aquejaban. La presencia de rostros con
bello facial exagerado (entrada 1) o cejas pobladas (entradas 1, 6 y 7), extremidades inferiores
derechas heridas, sangrantes o fragmentas (entradas 2 y 9), mujeres de trajes y peinados típicos de
las indígenas mexicanas, son signos cuya función en la pieza es representar a Frida, atribuir a
Frida el dolor que es representado en la imagen. En otras palabras, aquellas piernas de color
amarillo y adoloridas a causa de las espinas saliendo de su interior (entrada 9), le pertenecen a
Frida quien, al dibujar una ruptura en la pierna derecha, intenta simbolizar la poliomielitis y
posterior amputación de la que fue víctima y, al mismo tiempo, Frida crea un autorretrato de sí
misma. En este sentido, Frida no solo es dueña de las piernas, sino también del dolor que ellas
resienten.
Discurso del dolor 59
Subcategoría: La armonía de los cuerpos
Es el cuerpo de Frida el que es representado en su obra. La disposición de este en el diario no solo
le otorga el título de autobiografía a la obra, adicionalmente sugiere otras consideraciones acerca
del dolor o de lo que la pintora entiende como dolor. Una de estas consideraciones está ligada con
el concepto de armonía, además con las ansias de la pintora porque su trabajo artístico refleje
estas cualidades. En su obra, Frida busca la armonía de los cuerpos con miras a alcanzar la belleza
y construcción de significado. Para lograr dicho trabajo, la artista se ve en la necesidad,
primeramente, de crear cuerpos, de delimitarlos o diferenciarlos de otros, de darles una forma, un
color y un lugar en la página. Así, cielos azules y despejados, tierras estériles y áridas, astros
celestes, animales, arboles, estructuras arquitectónicas, incluso su propio cuerpo, adquiere
corporeidad en el texto para después, en un segundo momento, ser cohesionados bajo la ley de la
armonía, regente de las relaciones entre ellos y unificadora de los mismos en un todo dotado de
significado.
La fuerza de la ley de la armonía en la obra de Frida y de cómo ésta ejerce control sobre los
participantes representados puede ser mejor ejemplificada por los tres conjuntos semióticos
creados en la entrada 1. En dicho texto, Frida somete su creación a una ley de proporcionalidad,
de correspondencia y de congruencia que puede ser ampliamente reconocible en la utilización del
color y la técnica de contorneado. En el centro de esta composición, en el conjunto semiótico 2, se
haya un cuerpo teriomorfo, una criatura compuesta por una cabeza bicéfala y de figura femenina
que acapara toda la atención del lector gracias a su tamaño y, en principio, la poca congruencia
con el resto de la composición. Este conjunto semiótico se cohesiona con el resto del texto gracias
a una relación armónica en el uso de color que la pintora utiliza. Para ello, Frida colorea las
cabezas del cuerpo teriomorfo del conjunto semiótico 2 con los mismos colores que utiliza para el
rostro ubicado en el conjunto semiótico 1 y para la mujer desmembrada ubicada en el conjunto
Discurso del dolor 60
semiótico 3. El uso del color conectando los tres conjuntos semióticos y dándole congruencia al
todo ejemplifica la manera en que relaciones armónicas entre cuerpos son representadas por Frida,
con el objetivo de exhibir belleza y construir significado.
Esta técnica del uso del color como medio para materializar la ley de armonía también puede
ser apreciada en la entrada 7 en la que la autora del diario, utiliza el color morado para cohesionar
y cristalizar la relación entre el astro tóxico que resplandece en el cielo, su propio cuerpo y los
fragmentos del mismo enterrados bajo el subsuelo. Con el objetivo de representar la gangrena que
consume su cuerpo, Frida utiliza el color morado, característico de los tejidos que padecen dicha
infección, para someter a los cuerpos presentes en la imagen bajo una relación cohesiva que los
integra y les da significado como un todo. Aquí, la armonía rige de nuevo en la imagen a través
del color.
Otro ejemplo del papel de la armonía en la obra de Frida está determinado por el medio, y la
materialidad del mismo, que la pintora utiliza para comunicarse. El papel del diario, las acuarelas,
el pincel, los crayones de colores y los bolígrafos que Frida utiliza para redactar su diario tienen
gran incidencia en el significado que la misma construye. Las restricciones y ventajas que este
medio de producción le ofrece a la pintora pueden evidenciarse en la entrada 1 y la entrada 2 de
la muestra. En dichas entradas, la utilización de acuarelas en la creación de las imágenes previas
supuso el traspaso del color en las páginas siguientes. Frida no se deshace de las hojas
impregnadas de pintura, como podría pensarse, por el contrario, aprovecha la incidencia para
crear nuevas imágenes en donde las manchas de pintura tomen sentido. La artista armoniza lo que
antes era caos y lo convierte en arte pleno de significado.
A pesar de la conciencia de la mexicana de las relaciones armónicas entre cuerpos en el texto
y su deseo por representarlas, hay evidencia en el uso del delineado que podría desvirtuar la
vigencia de dicha tesis en todas las entradas. La técnica utilizada por Kahlo para contornear el
Discurso del dolor 61
cuerpo teriomorfo de la entrada 1: La desintegración enfatiza los límites del mismo y lo aísla del
resto (ver figura 11). La artista crea un cuerpo delimitándolo
con una gruesa línea de color negro que lo contiene, mientras
le da forma y lo designa como individual (ver figura 13). En
contraposición, se presentan las dos versiones de Frida a cada
lado del cuerpo teriomorfo: el rostro ubicado en el conjunto
semiótico 1 y la mujer desmembrada ubicada en el conjunto
semiótico 3. Ambos cuerpos no son contorneados en su
totalidad, siendo el último, el ejemplo más drástico. Si un
cuerpo es un todo y el contorno del mismo lo diferencia de
otro, la imagen insinúa la destrucción o, en palabras de la artista,
la desintegración de un cuerpo. Entonces, la pérdida de corporeidad de Frida en la imagen resulta
en la pérdida de armonía de su propio cuerpo, y por ende, con el resto.
Dicha discontinuidad en el delineado del cuerpo representado de la artista también puede ser
identificada en la entrada 2, en la que el pie derecho de Frida se muestra sangrando y contorneado
por una línea negra interrumpida. En este texto, la
figura del pie carece de forma como si el color se
desbordara, lo que trasgrede los límites del propio
cuerpo. Lo anterior se constituye en otra violación a la
ley de la armonía. Las consideraciones de Jean Luc
Nancy (2010) acerca del cuerpo podrían brindar un
significado diferente a esta lectura sobre la destrucción
de los cuerpos y, como consecuencia, la ruptura de la armonía en algunas entradas del diario. En
su ensayo 58 indicios sobre el cuerpo, Nancy (2007) describe al cuerpo como impenetrable,
Figura 13: Conjunto semiótico 2 de
la entrada “La desintegración”
Figura 14: Conjunto semiótico 2 de la entrada
“Huellas”
Discurso del dolor 62
además, advierte que de intentar penetrar su forma hay riesgo de dislocación; de intentar hacer
agujeros, hay desgarre. Los hallazgos de las entradas seleccionadas del diario de Frida, respecto a
la corporeidad (entradas 1, 2, 6, 7, 9 y 10), vistos desde la luz de las consideraciones de Nancy
(2007), sugieren que lo que Frida intenta al representar en el texto su forma deleble,
desmembrada, fragmentada, irregular y en proceso de desintegración, no es violentar la ley de la
armonía en la que cree celosamente, sino exponer el estado real de su cuerpo y proponer la tesis
de que el dolor ataca a los cuerpos y, especialmente, su forma. Se podría decir, entonces, que el
dolor es “sin-forma”, no tiene forma y además ataca la forma.
El culto por los cuerpos simétricos, armónicos, sanos y plenos fue también una de las
prácticas más comunes de la antigua civilización griega, quienes veneraban el cuerpo humano
como sinónimo de belleza, cuando éste cumplía con tales características (Jenkins, Farge, &
Turner, 2015). La prueba de ello es la construcción de antiguas esculturas de cuerpos humanos en
las que el interés en la proporción y la simetría del mismo eran celosamente cuidados. Frida por
su parte, concuerda con esa ideología griega, no obstante, y gracias a las vicisitudes que vivió, ella
misma no goza de un cuerpo simétrico, sino fragmentado; de un cuerpo sano, sino enfermo; de un
cuerpo bello, sino uno sin armonía. Estos procesos de fragmentación, enfermedad, carencia son
los que representa su obra y se constituyen en la razón de sufrimiento y dolor.
En breve, y tras comparar los hallazgos de este análisis con la vida de la pintora mexicana, se
puede concluir que la obra de Frida revela las siguientes concepciones referentes al dolor y a la
corporeidad: 1. El dolor se origina a partir de relaciones armónicas entre un agente y un paciente
del dolor; 2. No hay lugar al dolor sino existe un cuerpo que lo resienta; 3. El dolor ataca la forma
de los cuerpos, transgrede sus límites y los desintegra, lo que generaría la pérdida de la armonía
de los mismos.
Discurso del dolor 63
Categoría: Frida y el arte animalista
Como se evidencia claramente en la tabla 12 – en la que se resumen los hallazgos hechos tras
aplicar el enfoque de análisis de la cohesión de Halliday y Hassan (en Royce 2009) a la muestra
de estudio-, las alas son un patrón frecuente y distinguido por la pintora mexicana. La ocurrencia
de dicho signo permite la proposición de consideraciones acerca del dolor que estarían ligadas con
el arte animalista, por cuanto se trata de una característica animal atribuida a las aves e insectos.
En este sentido, la presencia de animales en la obra de Frida, en una primera instancia, estaría
ligado con el anhelo por ostentar atributos animales en lugar de los que la naturaleza misma le
asignó. En una segunda instancia, estaría relacionado con la esperanza de alcanzar la redención, el
fin del dolor.
Tabla 12: Complementariedad Intersemiótica de la muestra de análisis
Colocación Entrada Modo semiótico
Extremidad inferior derecha
Entrada 1 Visual
Entrada 2 Visual - Lingüístico
Entrada 8 Visual - Lingüístico
Entrada 9 Visual - Lingüístico
Entrada 11 Lingüístico
Entrada 12 Lingüístico
Alas
Entrada 1 Visual
Entrada 7 Visual - Lingüístico
Entrada 9 Lingüístico
Entrada 10 Visual - Lingüístico
Fragmentación
Entrada 1 Visual - Lingüístico
Entrada 2 Visual
Entrada 9 Visual
Entrada 10 Visual - Lingüístico
Entrada 11 Lingüístico
Entrada 12 Lingüístico
Columna Entrada 1 Visual
Entrada 5 Lingüístico
Entrada 10 Visual
Discurso del dolor 64
A lo largo de todo el diario de Frida Kahlo, es evidente como la artista dota su cuerpo de
atributos o características de diferentes animales. Frida propone su cuerpo de forma teriomorfa,
dibujando alas en su derrier (entradas 1, 6, 9 y 10), asignando una cabeza bicéfala y bovina a un
cuerpo femenino (entrada 1) e incluso fijando un ave en el lugar de su cabeza (entrada 10). La
disposición de los mismos parece insinuar el deseo de la pintora por ostentar dichos miembros en
lugar de los propios. Cabe mencionar que Frida también enaltece la función de éstas
características en contraste con las propias al recitar: “Pies para qué los quiero si tengo alas pa’
volar” (entrada 10). Al mismo tiempo, la mexicana reflexiona sobre la capacidad de los animales
de resentir dolor sin exponer tal sufrimiento ante los demás, a diferencia del ser humano quien
tiene tendencias a hacer público el dolor que lo aflige (entrada 3). En otras palabras, podría
decirse que Frida encuentra en aquellas características animales, la fuerza y vitalidad que necesita
para doblegar el dolor y enaltecer su vigor.
Las consideraciones y apreciaciones que Frida hace
en la entrada 3- titulada La tragedia en este trabajo-
ponen en evidencia cómo Frida concibe y contrasta el
dolor en los animales versus la tragedia humana. En el
modo visual de esta entrada, Kahlo se toma el tiempo no
solo de subrayar algunas palabras: risa, tragedia,
ridículo, los animales, sufren, exhiben, abiertos, dolor,
cierto e imagen, con aras de mostrar cuan
imprescindibles son en la construcción de significado de
este texto multimodal, sino también de poner entre
comillas otras: “el hombre”, sufren, pena, teatros,
hogares y representar, con el fin de desvirtuar su veracidad. Se observa además que Frida utiliza
Figura 15: Entrada 3 “La tragedia”
Discurso del dolor 65
la antítesis entre los términos: tragedia - ridículo, el hombre- los animales, abiertos – cerrados,
contrastando así el significado de cada uno. A partir del análisis holístico de este escrito, se puede
afirmar que la tragedia humana es para Frida una situación que el hombre convierte en ridícula al
sobreactuar su dolor, su sufrimiento ante los demás. El hombre que Frida describe no es más que
un actor de teatros abiertos o cerrados, de lugares públicos y privados. Un hombre que busca
entendimiento y empatía del otro a través de la comunicación de su dolor, ya sea por medio de
imágenes, discursos orales y escritos, o cualquier otro enunciado que pueda el hombre crear para
satisfacer su necesidad de significar. Esta necesidad por la empatía del otro lleva al hombre a dar
dimensiones hiperbólicas a su pena, acto que Frida critica. En contraposición, los animales,
aunque también padecen el dolor y éste es más real que aquella idea con la que intenta el hombre
representarlo, no se ven en la necesidad de comunicar su dolor con tal vehemencia y esmero, pues
en ellos es sinónimo de debilidad y de amenaza a su supervivencia. Así lo evidencia Pablo
Nejamkin (2014) en su artículo El dolor en los animales al reflexionar acerca de los animales
silvestres como las familias de los bovinos y las demostraciones abiertas de estos frente al dolor.
El veterinario argumenta que “la demostración abierta de dolor expone debilidad en el animal y
por lo tanto se comportaría como una presa fácil en su antigua vida salvaje” (p.1).
Así la cosas, la anterior consideración a cerca del dolor supone que Frida concibe al mismo de
manera intrínseca con los animales humanos y no humanos. Adicionalmente, Frida contrasta las
dos experiencias y exalta la capacidad de resiliencia de los animales. De la presencia de los
animales en las entradas analizadas fue posible proponer otra aproximación acerca de la
concepción del dolor de la pintora. Ésta estaría relacionada con el fin del dolor o la liberación del
mismo. Entre las múltiples entradas en las que Frida utiliza el recurso semiótico de las alas, la
entrada 10 –titulada La paloma y el cuerpo en este documento-, ejemplifica de la manera más
Discurso del dolor 66
minuciosa y explicita cómo la artista establece una fusión entre el recurso semiótico y la
esperanza de redención o fin del dolor.
Subcategoría: Las alas y la esperanza
El texto multimodal de La paloma y el cuerpo, que está compuesto por tres conjuntos
semióticos (ver figura 16), realiza un proceso atributivo simbólico que puede ser mejor entendido
cuando se analiza el conjunto semiótico 2. En esta sección del texto, la artista presenta al lector,
en el modo visual, unas alas grandes que remplazan los brazos de un cuerpo teriomorfo, desnudo
y de características femeninas, además una paloma blanca que reposa sobre sus hombros. Dicho
cuerpo es aquejado por una ruptura en la columna vertebral y una prótesis de apariencia metálica
que vela su pierna derecha. Las fracturas representadas en la columna vertebral en la imagen son
una clara alusión a los problemas de la espina que atormentaban a la artista desde su trágico
accidente automovilístico en 1929, mientras que la prótesis que remplaza su pierna derecha alude
a la poliomielitis y a las diversas enfermedades infecciosas que afectaron su extremidad desde su
niñez.
En el texto multimodal anteriormente descrito, el tinte trágico del dolor es opacado por un
anhelo de redención, atribuido a la presencia de alas que brindan la idea de liberación, que la
Figura 16: Entrada 10 “La paloma y el cuerpo”
Discurso del dolor 67
artista guarda en su interior y que ha expresado textualmente en múltiples ocasiones, en especial
en la entrada El pie roto cuando asevera: “Pies para que los quiero si tengo alas pa’ volar”. Frida
en su obra parece confiar en el potencial semiótico de las alas para transmitir la idea del fin del
dolor.
Para comprender las alas como signos de liberación y como una insinuación del fin del dolor
es necesario revisar el potencial semiótico que ha tenido dicho recurso en tiempos pasados. Entre
las acepciones del signo en cuestión, la idea de alas como un medio de escape cuenta con gran
acogida. Dicha significación puede ser rastreada hasta los tiempos del rey David. En el libro
bíblico de Los salmos, el rey David, al atravesar por un valle de lágrimas y sufrimientos, suplica a
Dios: “¡Quién me diera alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría muy
lejos” (Sal. 55:6-7 Versión Reina Valera 1909).En el fragmento bíblico, el Rey de los judíos hace
un clamor a Dios para que venga en su ayuda y lo libere de la situación que lo aqueja. Otro relato
que enaltecería las alas como un medio de escape tiene lugar en la antigua Grecia, en donde nace
el relato de Ícaro. El mito griego cuenta las hazañas de este último y su padre quienes tratan de
escapar de la isla de Creta haciendo uso de unas alas hechas de parafina. En este orden de ideas,
pensar que las alas en Frida también aluden al mismo significado es prudente. La disposición de
alas en la obra de Frida pone en evidencia la impotencia de la artista en razón de la condición de
discapacidad que la obligó a llevar una vida sedentaria y residir cautiva en un cuerpo incompleto.
Al mismo tiempo, esta disposición representaría para Frida, al igual que para el rey David y el
joven Ícaro, el medio de escape que les ayudaría a liberarse de su aflicción, ir a un lugar, quizá no
terrenal, en donde el dolor no sea más. En otras palabras, este signo de liberación en la obra de
Frida declara el dolor como finito y da lugar a la redención del doliente. Dicha redención podría
entenderse como el fin del dolor, es decir, la sanación del cuerpo doliente, o el fin del este último,
el dolor de dolores, la muerte.
Discurso del dolor 68
Adicionalmente, esta idea es reforzada por la presencia de la paloma blanca que ocupa el
lugar de la cabeza en el cuerpo, en la entrada La paloma y el cuerpo. Dentro de la fe cristiana, la
paloma - como un recurso semiótico- ha sido utilizada en múltiples ocasiones, siendo el diluvio de
Noé y el bautismo de Jesucristo sus apariciones más célebres. En la primera de estas apariciones,
el potencial semiótico del ave se presenta como un sinónimo de salvación tras el gran suplicio que
representó la inundación universal para Noé y para el mundo entero. De manera análoga, su
utilización dentro de la entrada La paloma y el cuerpo insinúa que Frida apuntaba un significado
similar. Teniendo en cuenta que la fecha de datación de la entrada es julio de 1953 (un mes antes
de la amputación de la pierna derecha de Frida), se puede inferir que la colocación de la paloma
sobre los hombros de cuerpo afligido en la imagen, por una parte, sirve al propósito de otorgar la
fortaleza necesaria para padecer el sufrimiento (Barnes, 1909), por otra parte, se muestra como
un mensajero -quizá divino- de buenas nuevas, es decir, la paloma promete a Frida la fuerza para
afrontar la operación quirúrgica y el fin de su dolor tras ella. De esta manera, la paloma anuncia
salvación para Noé tras el diluvio y sanación para Frida tras la operación.
La manera en la que Frida utiliza los modos semióticos para representar el dolor en esta
entrada es completamente diferente de como lo hace en el resto de la muestra. Esta idea se puso
en evidencia tras el análisis de las relaciones intersemióticas de La paloma y el cuerpo, utilizando
las categorías propuestas por Martinec y Salwey (2005). De manera general este análisis de
especialización de los modos semióticos permitió revelar que la pintora mexicana utiliza el modo
lingüístico y el modo visual de forma complementaria en su obra, de manera que uno refuerce o
repita los significados construidos en el otro, Frida funde ambos modos en un texto multimodal y
recurre a la sinonimia, la repetición y la hiponimia, para asegurarse de que la idea que busca
trasmitir en su obra sea aprehendida por el lector en un modo o en el otro (ver tabla 13). De
manera predilecta, Kahlo opta por el modo lingüístico, que podría acusarse de ser más objetivo a
Discurso del dolor 69
la hora de comunicar, para encaminar al lector en el proceso de lectura del texto. Este modo le
permite presentar las ideas de forma concisa, precisa y austera. Por el contrario, en el modo visual
Frida opta por el uso de metáforas, que aunque pueden nublar el significado, subliman la idea que
ella intenta transmitir a tal punto que ésta genere conmoción y sentimientos en el lector que
contempla. En otras pablaras, podría decirse que el modo lingüístico cumple principalmente una
función informativa, mientras que el pictórico, una función estética. Las imágenes son sublimes,
el verbo es objetivo.
Tabla 13: Especialización de modos semióticos de la muestra de análisis
Entrada Status Tipo de delación
lógico-semántica
Relación lógico-semántica
Entrada 1 Igual –
independiente
Expansión/extensión La imagen extiende el
significado plasmado en el
modo lingüístico.
Entrada 2 Desigual-
Texto subordinado
Expansión/extensión La imagen extiende el
significado plasmado en el
modo lingüístico.
Entrada 6 Igual-
Complementaria
Expansión/ refuerzo
de la causa
La imagen explicita la causa
del suceso.
Entrada 7 Igual-
Complementaria
Expansión/ refuerzo
espacial
La imagen explicita el lugar en
donde ocurrió el suceso.
Entrada 9 Igual-
Complementaria
Expansión/ refuerzo
de la causa
La imagen explicita la causa
del suceso.
Entrada 10 Desigual-
Imagen subordinada
Expansión/extension El texto extiende el significado
plasmado por la imagen.
Los hallazgos hechos sobre la interacción de los modos semióticos en la obra de Frida Kahlo
invitan a la relectura del texto La paloma y el cuerpo. En dicha entrada, Frida utiliza los mismos
participantes representados (alas, fragmentación y extremidades inferiores) en el modo lingüístico
y en el pictórico de los conjunto semióticos 1 y 2, haciendo alusión a una figura inarmónica y
deforme que encuentra consuelo en la idea de redención y esperanza. Usualmente Frida
complementa los modos de dicha manera en todo su trabajo. No obstante, el conjunto semiótico 2
Discurso del dolor 70
en el que se leen algunas líneas del poema La paloma5 de Alberti hace que el texto tome un matiz
de desesperanza y desilusión. El texto lírico -que relata las penurias de una paloma que
malinterpretó las señales del destino con consecuencias nefastas- contradice la significación
construida en los conjuntos semióticos anteriores, no la complementa, no la refuerza o la repite.
Así, la repetición de significados en los diferentes modos se ve contrastada en esta entrada, en la
que, por primera vez, la imagen no trasmite una idea completa por cuanto está supeditada al modo
lingüístico. El significado que construye el conjunto semiótico 3 y que aporta al texto en su
totalidad pone en duda la idea de la esperanza y transmite su contraria, la desesperanza. En este
orden de ideas, si la paloma de Alberto Ferreti se equivocaba, la paloma de Frida se equivocó al
pronosticar esperanza a su cuerpo afligido.
Esta concepción del dolor en la que se propone que la esperanza puede ceder ante él, puede
ser sustentada por la entrada 6 –titulada Alas rotas para
este trabajo. En este texto multimodal el cuerpo de Frida
cubierto por una zarza de colores vivos es sometido a
feroces llamas que arremeten contra él. El significado de
la desesperanza en esta pieza se le atribuye, en primera
instancia, a las alas rotas que yacen en su espalda
desnuda. Podría decirse que al igual que las alas de Ícaro
cedieron y se derritieron ante el calor del sol, las alas de
Kahlo cedieron ante la fragmentación que la aquejaba y,
5 “Se equivocó la paloma Se equivocaba En vez del norte fue al sur Se equivocaba Creyó que el trigo era agua...” (Alberti, 1941)
Figura 17: Entrada 6 “Alas rotas”
Discurso del dolor 71
por ende, su anhelo de liberación y redención. En segunda instancia, la desesperanza estaría ligada
a la planta perenne que viste el cuerpo de Frida. Una zarza que arde pero no se consume. Un ciclo
entre el doliente y el dolor que no halla fin hasta que uno de los dos perezca. Incapaz de caminar o
volar, Frida espera que una de las dos fuerzas- el dolor o la esperanza- sucumba.
En breve, y tras comparar los hallazgos de este análisis con la vida de la pintora mexicana, se
puede concluir que la obra de Frida revela las siguientes concepciones referentes al dolor y el arte
animalista: 1.El dolor en los animales es tan cierto como en los humanos; 2. El dolor es finito, y
existe la oportunidad de redención. 3. En ocasiones, la esperanza sucumbe ante el dolor.
Capítulo VI: Compassio
“El dolor no es parte de la vida, se puede convertir en la vida misma”
-Frida Kahlo
Con su pluma en mano, un lienzo en blanco y un gran repertorio de signos, Frida pinta el
dolor. Kahlo le da forma de cuerpos sometidos al fuego, de cuerpos envenenados, de cuerpos
desmembrados, de cuerpos sin límites, de cuerpos de pieles amarillentas y con problemas de
circulación, de cuerpos sangrantes, de cuerpos incompletos, de cuerpos no armónicos, de
cuerpos asimétricos, de cuerpos fragmentados, de cuerpos con espinas en el interior, de cuerpos
castigados por las enfermedades, de cuerpo remendados con procesos quirúrgicos, de cuerpos
enterrados en el subsuelo, de cuerpos podridos, de cuerpos con esperanza de ser sanados, de
cuerpos sin posibilidad de redención. Todos estos cuerpos convergen es sus creaciones y se
constituyen en una sola orquesta semiótica de cuerpos adoloridos. Escucharlos es escuchar la
voz de Frida, quien con vehemencia, afán y ansia desnuda su dolor.
Discurso del dolor 72
Con papel y lápiz, apuraos a escribir lo que se ha dicho ya que lo innombrable ha sido
nombrado. Entonces, Frida dijo: El dolor es un ente errante, desprovisto de forma y corporeidad,
que perfora el límite de un cuerpo, que cercena sus partes y se hace paso hasta el interior de él. Lo
reside. Poco a poco y sin afán, lo deforma, lo inmoviliza, lo destruye. El dolor, incapaz de ser por
sí solo, se apodera de un cuerpo para existir. El dolor es insaciable, no le basta un solo trozo del
cuerpo que habita, reclama cada espacio, cada rincón, cada célula. El dolor, ladrón ruidoso y sin
escrúpulos, toma la armonía de los cuerpos sanos, haciendo que pierdan lustre, belleza y simetría.
Trae consigo lágrimas, penas, soledad y muerte, al mismo tiempo que hurta la risa, la razón, la
fuerza vital. El dolor es invisible cuando el afligido calla su pena. Aun así, el dolor existe allí,
vestido con la piel del doliente, oculto tras su rostro, transparente. El dolor no tiene sentido del
tiempo. Un minuto, una vida le es igual. Se extiende a través de los días, meses y años o se
encoge a horas, minutos, incluso segundos. El dolor es esperanzador. Susurra al oído del afligido
promesas de redención. Lo anima a soñar con la idea de liberación. Como todo lo que inicia, el
dolor tiene un final, a menudo ligado al del doliente. Puede acabar y acabar con el mártir en su
paso a la no existencia. Entonces, el dolor y el fin del dolor -la muerte- pueden tener un nombre
común (Kahlo et al, 1995).
Discurso del dolor 73
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Anexos
Anexo 1
Lámina 41 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F., Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 77
Anexo 2
Anexo 3
Lámina 66 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 69 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 78
Anexo 4 Anexo 5
Lámina 95 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 96 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 79
Anexo 6 Anexo 7
Lámina 96 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 131 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 80
Anexo 8 Anexo 9
Lámina 132 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 124 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 81
Anexo 10 Anexo 11
Lámina 128 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 134 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 82
Anexo 12 Anexo 13
Lámina 139 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 141 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 83
Anexo 14 Anexo 15
Lámina 142 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Lámina 143 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F.,
Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 84
Anexo 16
Lámina 94 del facsímil del diario íntimo de Frida Kahlo Fuente: Kahlo, F., Fuentes, C. & Lowe, S. (1995)
Discurso del dolor 85