DISCRIMINACIÓN EN LA IGLESIA

Para algunos hablar de discriminación parece un tema “aislado de la vida de Iglesia”, un asunto populista instalado por uno que otro grupo en los medios de comunicación. Pero lo cierto, es que la discriminación acompaña a la Iglesia desde su misma construcción. Cuenta de esto, nos muestra el texto escrito por Santiago, el hermano de Jesús. Quien al iniciar el capítulo dos, entrega claras directrices de la incompatibilidad de “esa” práctica con la propuesta integradora del evangelio del Señor.

De manera muy directa y sin pelos en la lengua, muestra que el favoritismo no tiene cabida en la Iglesia, no tiene lugar en la fe cristiana.

¿Qué entendemos por discriminación?¿Crees que en la Iglesia cristiana existe la discriminación a personas?¿Cuáles son los motivos por los cuales la Iglesia discrimina o tiene favoritismos?¿Cuáles son los efectos directos y colaterales que pueden dañar a la Iglesia cuando ejerce discriminación?

La carta universal de Santiago no deja escapar este tema, y lo aborda en completa coherencia con la medula del evangelio. La acepción de personas se deja ver en las primeras comunidades, tanto por la condición económica, como si eras hombre o mujer, o si eras un niño/a. En el capítulo dos, se aborda el tema de la riqueza que también es desarrollado en otras secciones de la misma carta (1:9-12; 5:1-6). Es interesante notar que el cuidado sobre el pobre está documentado en muchos pasajes desde Antiguo al Nuevo Testamento (Salmo 9:18; Proverbios 14:31; 1 Corintios 1:27-28; 2 Corintios 8:9).

De cara a la sociedad, la pobreza sigue teniendo una lectura despectiva y segregadora, pero de cara a Dios, tiene una mirada de cuidado y aceptación (Gálatas 3:28).

Dicha pobreza no busca ser exaltada, ni por el contrario castigado el rico. El problema no son los bienes, es nuestra actitud hacia ellos. Como indica el teólogo C.P. Pooly: “La causa de su elección no está en su pobreza, pero en su riqueza en la fe está la �nalidad de su elección”.

Desarrollen conversacionalmente la siguiente pregunta: ¿De que manera la Iglesia cristiana sigue teniendo favoritismos por algunas personas en menosprecio de otras?

La encuesta CASEN 2020 señala que la pobreza en Chile sube a 10,8%, que es el primer aumento en 20 años. Frente a datos actuales y orientaciones bíblicas claras ¿qué acciones debemos tomar como Iglesia?, ¿qué debemos hacer como comunidad cristiana si sabemos que existe en nuestro entorno discriminación de algún tipo?

Como cristianos NO tenemos permitido hacer favoritismos, NO podemos hacer acepción de personas bajo ningún parámetro, NO podemos discriminar de ninguna manera. Hacerlo, iría en contra de los mismos principios del evangelio, de la centralidad del amor y del ejemplo que Jesús nos entregó.

Una Iglesia relevante es una Iglesia que no participa de las leyes comunes del mundo, por el contrario, se eleva hasta mostrar la realidad del Reino de Dios.

La discriminación, el favoritismo, o la acepción de personas NO es compatible con la fe cristiana

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Guía serie: Leer juntos Santiago 2:1-1325