Directorio Sobre La Piedad Popular y La Liturgia_Vatican.va

7/23/2019 Directorio Sobre La Piedad Popular y La Liturgia_Vatican.va

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Directorio sobre

la piedad popular y la liturgia

Doctrina catlica sobre el sentido y recto proceder de la piedad popular.

Sagrada Congregacin para el Culto Divinoy la Disciplina de los Sacramentos, 17 de diciembre de 2001

(Tomado del sitio atican.va!

"l documento contiene los siguientes puntos#

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S&')S * )+"&)T-)S"%S)/" D" S- S)%T&D)D /-)% )+ &&

D"C"T

&%TD-CC&% (1321!

%aturale4a y estructura (5!

os destinatarios (6!

a terminologa (8310!

)lgunos principios (11319!

"l lengua:e de la piedad popular (15320!

esponsabilidad y competencia (21!

)T" &")# $%")S ""'"%T"S D" )

;&ST&), D" )'&ST"&, D" ) T"'$) (223


2/162

&ndicaciones de la Bistoria# causas del deseuilibrio

(5?35

) la lu4 de la Constitucin sobre iturgia (6036?!

a importancia de la ormacin (6

C)$T- &&. &T-'&) * &"D)D -) "% "

)'&ST"& D" ) &'"S&) (80376!

os valores de la piedad popular (81385!

)lgunos peligros ue pueden desviar la piedad

popular (86388!

"l su:eto de la piedad popular (8738

os e:ercicios de piedad (70372!

iturgia y e:ercicios de piedad (79375!

Criterios generales para la renovacin de los

e:ercicios de piedad (76!

C)$T- &&&. &%C&&S T"'&CS )) )

))C&% * "%)C&% D" ) &"D)D

-) (783

)T" S"'-%D)# &"%T)C&%"S ))

)%&=) ) &"D)D -) * ) &T-'&)

(


3/162

"l domingo (


4/162

a bendicin de la mesa amiliar (160!

"l saludo pascual a la adre del esucitado (161!

"n el Tiempo ascual (1623168!

a bendicin anual de las amilias en sus casas(162!

"l Ha ucisH (169!

a devocin a la divina misericordia (165!

a novena de entecostIs (166!

entecostIs# "l domingo de entecostIs (168!

"n el Tiempo ordinario (16731?2!

a solemnidad de la santsima Trinidad (167316

a solemnidad del Cuerpo y la Sangre del SeKor(1803189!

a adoracin eucarstica (1853186!

"l sagrado Cora4n de /esEs (1883179!

"l Cora4n inmaculado de ara (175!

a preciossima Sangre de Cristo (176317

a )suncin de Santa ara irgen (1?031?1!

Semana de oracin por la unidad de los cristianos

(1?2!

C)$T- . ) "%")C&% ) ) S)%T) )D"

D" S"F (1?93207!

)lgunos principios (1?931?8!

os tiempos de los e:ercicios de piedad marianos

(1?731

"l HLngelus DominiH (1


5/162

a consagracin M entrega a ara (205!

"l escapulario del Carmen y otros escapularios

(206!

as medallas marianas (208!"l Bimno H)NatBistosH (207!

C)$T- &. ) "%")C&% ) S S)%TS *

+")TS (20?3257!

)lgunos principios (20?3212!

os santos Lngeles (2193217!

San /osI (21?3229!

San /uan +autista (2253226!

"l culto tributado a Santos y +eatos (2283257!

a celebracin de los Santos (227322

"l da de la iesta (2903299!

"n la celebracin de la "ucarista (295!

"n las etanas de los Santos (296!

as reliuias de los Santos (2983297!

as imAgenes sagradas (29?3255!

as procesiones (2563257!

C)$T- &&. S S-J)'&S S

D&J-%TS (25?3280!

a e en la resurreccin de los muertos (25?3260!

Sentido de los suragios (261!

as eOeuias cristianas (2623265!

tros suragios (266!

a memoria de los diuntos en la piedad popular

(2683280!

C)$T- &&&. S)%T-)&S * ""'&%)C&%"S

(28132?7!

"l santuario (282327

)lgunos principios (2823289!

econocimiento cannico (285!"l santuario como lugar de celebraciones cultuales


6/162

(2863279!

alor e:emplar (288!

a celebracin de la enitencia (287!

a celebracin de la "ucarista (28?!a celebracin de la -ncin de los enermos (28

a celebracin de otros sacramentos (270!

a celebracin de la iturgia de las ;oras (271!

a celebracin de sacramentales (2723279!

"l santuario como lugar de evangeli4acin (275!

"l santuario como lugar de la caridad (276!

"l santuario como lugar de cultura (278!

"l santuario como lugar de tareas ecumInicas (277327?!

a peregrinacin (27PGatrologia graeca (&.. &'%"!

PLatrologia latina (&.. &'%"!

SCC%C&& )T&C)% &&, Constitucin Sacrosanctum Concilium

SChSources cBrItiennes


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Q Q Q

Del H"%S)/"H de Su Santidad /-)% )+ &&a la )samblea lenaria de la

Congregacin para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

(21 de septiembre del 2001!

2. a Sagrada iturgia ue la Constitucin Sacrosanctum Concilium caliica como la

cumbre de la vida eclesial, :amAs puede reducirse a una simple realidad estItica, ni

puede ser considerada como un instrumento con ines meramente pedaggicos o

ecumInicos. a celebracin de los santos misterios es, sobre todo, accin de

alaban4a a la soberana ma:estad de Dios, -no y Trino, y eOpresin uerida por Dios

mismo. Con ella el Bombre, personal y comunitariamente, se presenta ante @l para

darle gracias, consciente de ue su mismo ser no puede alcan4ar su plenitud sin

alabarlo y cumplir su voluntad, en la constante bEsueda del eino ue estA ya

presente, pero ue vendrA deinitivamente el da de la arusa del SeKor /esEs. a

iturgia y la vida son realidades inseparables. -na iturgia ue no tuviera un rele:o

en la vida, se tornara vaca y, ciertamente, no sera agradable a Dios.

9. a celebracin litErgica es un acto de la virtud de la religin ue, coBerentemente

con su naturale4a, debe caracteri4arse por un proundo sentido de lo sagrado. "n

ella, el Bombre y la comunidad Ban de ser conscientes de encontrarse, en orma

especial, ante )uel ue es tres veces santo y trascendente. or eso, la actitud

apropiada no puede ser otra ue una actitud impregnada de reverencia y sentido de

estupor, ue brota del saberse en la presencia de la ma:estad de Dios. R%o era

esto, acaso, lo ue Dios uera eOpresar cuando orden a oisIs ue se uitase las

sandalias delante de la 4ar4a ardiente R%o naca, acaso, de esta conciencia, laactitud de oisIs y de "las, ue no osaron mirar a Dios cara a cara

"l ueblo de Dios necesita ver, en los sacerdotes y en los diAconos, un

comportamiento lleno de reverencia y de dignidad, ue sea capa4 de ayudarle a

penetrar las cosas invisibles, incluso sin tantas palabras y eOplicaciones. "n el isal

omano, denominado de San o , como en diversas iturgias orientales, se

encuentran oraciones muy Bermosas, con las cuales el sacerdote eOpresa el mAs

proundo sentimiento de Bumildad y de reverencia delante de los santos misterios#ellas, revelan la sustancia misma de cualuier iturgia.


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a celebracin litErgica presidida por el sacerdote es una asamblea orante, reunida

en la e y atenta a la alabra de Dios. "lla tiene como inalidad primera presentar a

la a:estad divina el Sacriicio vivo, puro y santo, orecido sobre el Calvario, una

ve4 para siempre, por el SeKor /esEs, ue se Bace presenta cada ve4 ue la &glesiacelebra la Santa isa, para eOpresar el culto debido a Dios, en espritu y en verdad.

Cono4co el esuer4o reali4ado por la Congregacin para promover, :unto con los

bispos, el ortalecimiento de la vida litErgica en la &glesia. )l eOpresarles mi

aprecio, deseo ue tan preciosa obra contribuya a ue las celebraciones sean, cada

ve4, mAs dignas y ructuosas.

5. uestra lenaria Ba escogido como tema central la religiosidad, para preparar unDirectorio sobre esta materia. a religiosidad popular constituye una eOpresin de la

e, ue se vale de los elementos culturales de un determinado ambiente,

interpretando e interpelando la sensibilidad de los participantes, de manera viva y

eica4.

a religiosidad popular, ue se eOpresa de ormas diversas y dierenciadas, tiene

como uente, cuando es genuina, la e y debe ser, por lo tanto, apreciada y

avorecida. "n sus maniestaciones mAs autInticas, no se contrapone a lacentralidad de la Sagrada iturgia, sino ue, avoreciendo la e del pueblo, ue la

considera como propia y natural eOpresin religiosa, predispone a la celebracin de

los Sagrados misterios.

6. a correcta relacin entre estas dos eOpresiones de e, debe tener presente

algunos puntos irmes y, entre ellos, ante todo, ue la iturgia es el centro de la

vida de la &glesia y ninguna otra eOpresin religiosa puede sustituirla o ser

considerada a su nivel.

"s importante subrayar, ademAs, ue la religiosidad popular tiene su natural

culminacin en la celebracin litErgica, Bacia la cual, aunue no conluya

Babitualmente, debe idealmente orientarse, y ello se debe enseKar con una

adecuada cateuesis.

as eOpresiones de la religiosidad popular aparecen, a veces, contaminadas por

elementos no coBerentes con la doctrina catlica. "n esos casos, dicBas

maniestaciones Ban de ser puriicadas con prudencia y paciencia, por medio de


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contactos con los responsables y una cateuesis atenta y respetuosa, a no ser ue

incongruencias radicales Bagan necesarias medidas claras e inmediatas.

"valuar esto, compete en primer lugar al bispo diocesano, o a los bispos de los

territorios en ue se dan dicBas ormas de religiosidad. "n este caso, es oportunoue los astores conronten sus eOperiencias, para orecer orientaciones pastorales

comunes, evitando contradicciones daKinas para el pueblo cristiano. Sin embargo, a

menos ue eOistan claros motivos contrarios, los bispos deben tener una actitud

positiva y alentadora Bacia la religiosidad popular.

Q Q Q

C%'"')C&% )) " C-T D&&% * ) D&SC&&%) D" S S)C)"%TS

rot. %. 169200

D"C"T

)l airmar el primado de la liturgia, Hla cumbre a la cual tiende la actividad de la

&glesia y, al mismo tiempo, la uente de donde mana toda su uer4aH (Sacrosanctum

Concilium 10!, el Concilio "cumInico aticano && recuerda, todava, ue Hla

participacin en la Sagrada liturgia no abarca toda la vida espiritualH (ibidem 12!.

Como alimento de la vida espiritual de los ieles eOisten, de BecBo, tambiIn Hlos

e:ercicios piadosos del pueblo cristianoH, especialmente auellos recomendados por

la Sede )postlica y practicados en las &glesias particulares por mandato o con la

aprobacin del bispo. )l recordar la importancia de ue tales eOpresiones cultuales

sean conormes a las leyes y a las normas de la &glesia, los adres conciliares Ban

tra4ado el Ambito de su comprensin teolgica y pastoral# Hlos e:ercicios piadosos

se organicen de modo ue vayan de acuerdo con la sagrada liturgia, en cierto modo

deriven de ella y a ella condu4can al pueblo, ya ue la liturgia, por su naturale4a,

estA muy por encima de ellosH (ibidem 19!.

) la lu4 de tan autori4ada enseKan4a y de otras intervenciones del agisterio de la

&glesia sobre las prActicas de piedad del pueblo cristiano, y recogiendo las

iniciativas pastorales ue Ban surgido en estos aKos, la lenaria de la Congregacin

para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ue tuvo lugar en los das

2832? de septiembre del 2001, Ba aprobado el presente Directorio. "n Il se

consideran, de orma orgAnica, los neOos eOistentes entre iturgia y piedad popular,

recordando los principios ue guan tal relacin y dando orientaciones para


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conseguir eectos ructeros en las &glesias particulares, segEn las peculiares

tradiciones de cada una de ellas. or lo tanto y a ttulo especial, es competencia del

bispo valorar la piedad popular, cuyos rutos Ban sido y son de gran valor para ue

se conserve la e en el pueblo cristiano, cultivando una actitud pastoral positiva y

estimulante, Bacia ella.

ecibida la aprobacin del Sumo ontice /-)% )+ &&, para ue este Dicasterio

publiue el HDirectorio sobre la piedad popular y la iturgia. rincipios y

orientacionesH (Comunicacin de la Secretara de "stado, del 15 diciembre del

2001, rot. %. 5


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de ormas de piedad Beredadas del pasado, de:ando vacos no siempre colmadosU

aerrarse a modos imperectos o euivocados de devocin, ue ale:an de la genuina

revelacin bblica y cBocan con la economa sacramentalU crticas in:ustiicadas a la

piedad del pueblo sencillo, en nombre de una presunta Hpure4aH de la eU eOigencia

de salvaguardar la riue4a de la piedad popular, eOpresin del sentir proundo ymaduro de los creyentes en un determinado lugar y tiempoU necesidad de puriicar

de los euvocos y de los peligros de sincretismoU renovada vitalidad de la

religiosidad popular como resistencia y reaccin a una cultura tecnolgica3

pragmAtica y al utilitarismo econmicoU cada de interIs por la piedad popular,

provocada por ideologas seculari4adas y por las agresiones de HsectasH Bostiles a

ella.

a cuestin eOige constantemente la atencin de los bispos, presbteros ydiAconos, de los agentes de pastoral y de los estudiosos, los cuales deben tener

especial cuidado, ya sea de la promocin de la vida litErgica entre los ieles, ya sea

de revalori4ar la piedad popular.

2. a relacin entre iturgia y e:ercicios de piedad Ba sido abordada eOpresamente

por el Concilio aticano && en la Constitucin sobre la sagrada iturgia. "n diversas

circunstancias, la Sede )postlica y las Conerencias de bispos Ban arontado mAs

ampliamente el argumento de la piedad popular, propuesto por la Carta )postlicaicesimus Vuintus )nnus, de /uan ablo &&, entre las uturas tareas de renovacin#

Hla piedad popular no puede ser ni ignorada ni tratada con indierencia o desprecio,

porue es rica en valores, y ya de por s eOpresa la actitud religiosa ante DiosU pero

tiene necesidad de ser continuamente evangeli4ada, para ue la e ue eOpresa,

llegue a ser un acto cada ve4 mAs maduro y autIntico. Tanto los e:ercicios de

piedad del pueblo cristiano, como otras ormas de devocin, son acogidos y

recomendados, siempre ue no sustituyan y no se me4clen con las celebraciones

litErgicas. -na autIntica pastoral litErgica sabrA apoyarse en las riue4as de la

piedad popular, puriicarla y orientarla Bacia la iturgia, como una orenda de los

pueblosH.

9. "n el intento, por lo tanto, de ayudar Ha los bispos, para ue, ademAs del culto

litErgico, se incrementen y tengan en consideracin las oraciones y las prActicas de

piedad del pueblo cristiano, ue responden plenamente a las normas de la &glesiaH,

y parece oportuno a este Dicasterio redactar el presente Directorio, en el cual se

busca considerar de orma orgAnica los neOos ue eOisten entre iturgia y piedad

popular, recordando algunos principios y dando indicaciones para las actuaciones


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prActicas.

%aturale4a y estructura

5. "l Directorio estA constituido por dos partes. a primera, denominada neas

emergentes, establece los elementos para reali4ar una armnica composicin entre

culto litErgico y piedad popular. rimero de todo, se trata la eOperiencia madurada a

lo largo de la Bistoria y la determinacin sistemAtica de la problemAtica de nuestro

tiempo (cap. &!U se proponen orgAnicamente, por lo tanto, las enseKan4as del

agisterio, como premisa indispensable de comunin eclesial y de accin ructera

(cap. &&!U inalmente se presentan los principios teolgicos a cuya lu4 se debenarontar y resolver los problemas relativos a la relacin entre iturgia y piedad

popular (cap. &&&!. Slo en el sabio y cuidadoso respeto de estos presupuestos estA

la posibilidad de desarrollar una verdadera y ecunda armona. or el contrario, el

olvido de ellos desemboca en una recproca ignorancia estIril, en una daKina

conusin o en una polImica contraposicin.

a segunda parte, llamada rientaciones, presenta un con:unto de propuestas

operativas, sin todava pretender abarcar todos los usos y las prActicas de piedadeOistentes en los distintos lugares. )l mencionar las dierentes eOpresiones de

piedad popular, no se uiere pedir su adopcin en auellos lugares donde estas no

eOistan. a eOposicin se desarrolla con reerencias a las celebraciones del )Ko

litErgico (cap. &!U a la peculiar veneracin ue la &glesia tributa a la adre del

SeKor (cap. !U a la devocin Bacia los Lngeles, los Santos y los +eatos (cap. &!U a

los suragios por los Bermanos y Bermanas diuntos (cap. &&!U al desarrollo de las

peregrinaciones y a las maniestaciones de piedad en los santuarios (cap. &&&!.

"n su totalidad, el Directorio tiene la inalidad de orientar e incluso si, en algunos

casos, previene posibles abusos y desviaciones, tiene un sentido constructivo y un

tono positivo. "n este conteOto, las rientaciones orecen, sobre cada una de las

devociones, breves noticias Bistricas, recuerdan los diversos e:ercicios de piedad

en los cuales se eOpresa, proponen las ra4ones teolgicas ue les sirven de

undamento, dan sugerencias prActicas sobre el tiempo, el lugar, el lengua:e y sobre

otros elementos, para una vAlida armoni4acin entre las acciones litErgicas y los

e:ercicios de piedad.


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os destinatarios

6. as propuestas operativas, ue se reieren solamente a la &glesia atina, yprincipalmente al ito omano, se dirigen sobre todo a los bispos, a los cuales

corresponde la tarea de presidir en las dicesis la comunidad del culto, de

incrementar la vida litErgica y de coordinar con ella las otras ormas cultualesU

tambiIn son destinatarios sus colaboradores directos, o sea, sus icarios,

presbteros y diAconos, de orma especial los ectores de santuarios. )demAs, se

dirigen a los Superiores mayores de los institutos de vida consagrada, masculinos y

emeninos, porue no pocas de las maniestaciones de la piedad popular Ban

surgido y se Ban desarrollado en este Ambito, y porue de la colaboracin de losreligiosos, religiosas y miembros de los institutos seculares, se puede esperar

mucBo para la :usta armoni4acin legtimamente deseada.

a terminologa

8. "n el curso de los siglos, las &glesias de occidente Ban estado marcadas por ellorecer y enrai4arse del pueblo cristiano, :unto y al lado de las celebraciones

litErgicas, de mEltiples y variadas modalidades de eOpresar, con simplicidad y

ervor, la e en Dios, el amor por Cristo edentor, la invocacin del "spritu Santo, la

devocin a la irgen ara, la veneracin de los Santos, el deseo de conversin y la

caridad raterna. *a ue el tratamiento de esta comple:a materia, denominada

comEnmente Hreligiosidad popularH o Hpiedad popularH, no conoce una terminologa

unvoca, se impone alguna precisin. Sin la pretensin de uerer dirimir todas las

cuestiones, se describe el signiicado usual de los tIrminos empleados en este

documento.

":ercicio de piedad

7. "n el Directorio, el tIrmino He:ercicio de piedadH, designa auellas eOpresiones

pEblicas o privadas de la piedad cristiana ue, aun no ormando parte de la iturgia,

estAn en armona con ella, respetando su espritu, las normas, los ritmosU por otra

parte, de la iturgia eOtraen, de algEn modo, la inspiracin y a ella deben conducir

al pueblo cristiano. )lgunos e:ercicios de piedad se reali4an por mandato de la


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misma Sede )postlica, otros por mandato de los bisposU mucBos orman parte

de las tradiciones cultuales de las &glesias particulares y de las amilias religiosas.

os e:ercicios de piedad tienen siempre una reerencia a la revelacin divina pEblica

y un trasondo eclesial# se reieren siempre, de BecBo, a la realidad de gracia ue

Dios Ba revelado en Cristo /esEs y, conorme a las Hnormas y leyes de la &glesiaH sedesarrollan HsegEn las costumbres o los libros legtimamente aprobadosH.

Devociones

?. "n nuestro Ambito, el tIrmino viene usado para designar las diversas prActicas

eOteriores (por e:emplo# teOtos de oracin y de cantoU observancias de tiempos y

visitas a lugares particulares, insignias, medallas, BAbitos y costumbres!, ue,

animados de una actitud interior de e, maniiestan un aspecto particular de larelacin del iel con las Divinas ersonas, o con la irgen ara en sus privilegios de

gracia y en los ttulos ue lo eOpresan, o con los Santos, considerados en su

coniguracin con Cristo o en su misin desarrollada en la vida de la &glesia.

iedad popular


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religiosa. Todo pueblo, de BecBo, tiende a eOpresar su visin total de la

trascendencia y su concepcin de la naturale4a, de la sociedad y de la Bistoria, a

travIs de mediaciones cultuales, en una sntesis caracterstica, de gran signiicado

Bumano y espiritual.

a religiosidad popular no tiene relacin, necesariamente, con la revelacin

cristiana. ero en mucBas regiones, eOpresAndose en una sociedad impregnada de

diversas ormas de elementos cristianos, da lugar a una especie de Hcatolicismo

popularH, en el cual coeOisten, mAs o menos armnicamente, elementos

provenientes del sentido religioso de la vida, de la cultura propia de un pueblo, de

la revelacin cristiana.

)lgunos principios

ara introducir en una visin de con:unto, se presenta au brevemente cuanto se

eOpone ampliamente y se eOplica en el presente Directorio.

"l primado de la iturgia

11. a Bistoria enseKa ue, en ciertas Ipocas, la vida de e Ba sido sostenida por

ormas y prActicas de piedad, con recuencia sentidas por los ieles como mAs

incisivas y atrayentes ue las celebraciones litErgicas. "n verdad, Htoda celebracin

litErgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, ue es la &glesia, es

accin sagrada por eOcelencia, cuya eicacia, con el mismo ttulo y en el mismo

grado, no la iguala ninguna otra accin de la &glesiaH. Debe ser superado, por lo

tanto, el euvoco de ue la iturgia no sea HpopularH# la renovacin conciliar Ba

uerido promover la participacin del pueblo en las celebraciones litErgicas,

avoreciendo modos y lugares (cantos, participacin activa, ministerios laicos...!

ue, en otros tiempos Ban suscitado oraciones alternativas o sustitutivas de la

accin litErgica.

a eOcelencia de la iturgia respecto a toda otra posible y legtima orma de oracin

cristiana, debe encontrar acogida en la conciencia de los ieles# si las acciones

sacramentales son necesarias para vivir en Cristo, las ormas de la piedad popular

pertenecen, en cambio, al Ambito de lo acultativo. rueba venerable es el precepto

de participar a la isa dominical, mientras ue ninguna obligacin Ba aectado


16/162

:amAs a los pos e:ercicios, por muy recomendados y diundidos, los cuales pueden,

no obstante, ser asumidos con carActer obligatorio por una comunidad o un iel

particular.

"sto pide la ormacin de los sacerdotes y los ieles, a in ue se dI la preeminenciaa la oracin litErgica y al aKo litErgico, sobre toda otra prActica de devocin. "n

todo caso, esta obligada preeminencia no puede comprenderse en tIrminos de

eOclusin, contraposicin o marginacin.

aloraciones y renovacin

12. a libertad rente a los e:ercicios de piedad, no debe signiicar, por lo tanto,

escasa consideracin ni desprecio de los mismos. a va a seguir es la de valorarcorrecta y sabiamente las no escasas riue4as de la piedad popular, las

potencialidades ue encierra, la uer4a de vida cristiana ue puede suscitar.

Siendo el "vangelio la medida y el criterio para valorar toda orma de eOpresin M

antigua y nueva M de la piedad cristiana, a la valoracin de los e:ercicios de piedad

y de las prActicas de devocin debe unirse una tarea de puriicacin, algunas veces

necesaria, para conservar la :usta reerencia al misterio cristiano. "s vAlido para la

piedad popular cuanto se airma para la iturgia cristiana, o sea, ue Hno puede enabsoluto acoger ritos de magia, de supersticin, de espiritismo, de vengan4a o ue

tengan connotaciones seOualesH.

"n tal sentido se comprende ue la renovacin uerida por el Concilio aticano &&

para la liturgia debe, de algEn modo, inspirar tambiIn la correcta valoracin y la

renovacin de los e:ercicios de piedad y las prActicas de devocin. "n la piedad

popular debe percibirse# la inspiracin bblica, siendo inaceptable una oracin

cristiana sin reerencia, directa o indirecta, a las pAginas bblicasU la inspiracin

litErgica, desde el momento ue dispone y se Bace eco de los misterios celebrados

en las acciones litErgicasU una inspiracin ecumInica, esto es, la consideracin de

sensibilidades y tradiciones cristianas diversas, sin por esto caer en inBibiciones

inoportunasU la inspiracin antropolgica, ue se eOpresa, ya sea en conservar

smbolos y eOpresiones signiicativas para un pueblo determinado, evitando, sin

embargo, el arcasmo carente de sentido, ya sea en el esuer4o por dialogar con la

sensibilidad actual. ara ue resulte ructuosa, tal renovacin debe estar llena de

sentido pedaggico y reali4ada con gradualidad, teniendo en cuenta los diversos

lugares y circunstancias.


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Distinciones y armona con la iturgia

19. a dierencia ob:etiva entre los e:ercicios de piedad y las prActicas de devocin

respecto de la iturgia debe Bacerse visible en las eOpresiones cultuales. "stosigniica ue no pueden me4clarse las rmulas propias de los e:ercicios de piedad

con las acciones litErgicasU los actos de piedad y de devocin encuentran su lugar

propio uera de la celebracin de la "ucarista y de los otros sacramentos.

De una parte, se debe evitar la superposicin, ya ue el lengua:e, el ritmo, el

desarrollo y los acentos teolgicos de la piedad popular se dierencian de los

correspondientes de las acciones litErgicas. &gualmente se debe superar, donde se

da el caso, la concurrencia o la contraposicin con las acciones litErgicas# se debesalvaguardar la precedencia propia del domingo, de las solemnidades, de los

tiempos y das litErgicos.

or otra parte, Bay ue evitar aKadir modos propios de la Hcelebracin litErgicaH a

los e:ercicios de piedad, ue deben conservar su estilo, su simplicidad y su lengua:e

caracterstico.

"l lengua:e de la piedad popular

15. "l lengua:e verbal y gestual de la piedad popular, aunue conserve la

simplicidad y la espontaneidad de eOpresin, debe siempre ser cuidado, de modo

ue permita maniestar, en todo caso, :unto a la verdad de la e, la grande4a de los

misterios cristianos.

os gestos

16. -na gran variedad y riue4a de eOpresiones corpreas, gestuales y simblicas,

caracteri4a la piedad popular. Su puede pensar, por e:emplo, en el uso de besar o

tocar con la mano las imAgenes, los lugares, las reliuias y los ob:etos sacrosU las

iniciativas de peregrinaciones y procesionesU el recorrer etapas de camino o Bacer

recorridos HespecialesH con los pies descal4os o de rodillasU el presentar orendas,

cirios o eOvotosU vestir BAbitos particularesU arrodillarse o postrarseU llevar medallas

e insignias... Similares eOpresiones, ue se trasmiten desde siglos, de padres a


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Bi:os, son modos directos y simples de maniestar eOternamente el sentimiento del

cora4n y el deseo de vivir cristianamente. Sin este componente interior eOiste el

riesgo de ue los gestos simblicos degeneren en costumbres vacas y, en el peor

de los casos, en la supersticin.

os teOtos y las rmulas

18. )unue redactados con un lengua:e, por as decirlo, menos riguroso ue las

oraciones de la iturgia, los teOtos de oracin y las rmulas de devocin deben

encontrar su inspiracin en las pAginas de la Sagrada "scritura, en la iturgia, en

los adres y en el agisterio, concordando con la e de la &glesia. os teOtos

estables y pEblicos de oraciones y de actos de piedad deben llevar la aprobacin del

rdinario del lugar.

"l canto y la mEsica

17. TambiIn el canto, eOpresin natural del alma de un pueblo, ocupa una uncin

de relieve en la piedad popular. "l cuidado en conservar la Berencia de los cantos

recibidos de la tradicin debe con:ugarse con el sentido bblico y eclesial, abierto a

la necesidad de revisiones o de nuevas composiciones.

"l canto se asocia instintivamente, en algunos pueblos, con el tocar las palmas, el

movimiento rtmico del cuerpo o pasos de dan4a. Tales ormas de eOpresar el

sentimiento interior, orman parte de la tradicin popular, especialmente con

ocasin de las iestas de los santos atronosU es claro ue deben ser

maniestaciones de verdadera oracin comEn y no un simple espectAculo. "l BecBo

de ue sean Babituales en determinados lugares, no signiica ue se deba animar a

su eOtensin a otros lugares, en los cuales no seran connaturales.

as imAgenes

1?. -na eOpresin de gran importancia en el Ambito de la piedad popular es el uso

de las imAgenes sagradas ue, segEn los cAnones de la cultura y la multiplicidad de

las artes, ayudan a los ieles a colocarse delante de los misterios de la e cristiana.

a veneracin por las imAgenes sagradas pertenece, de BecBo, a la naturale4a de la

piedad catlica# es un signo el gran patrimonio artstico, ue se puede encontrar en

iglesias y santuarios, a cuya ormacin Ba contribuido recuentemente la devocin

popular.


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"s vAlido el principio relativo al empleo litErgico de las imAgenes de Cristo, de la

irgen y de los Santos, tradicionalmente airmado y deendido por la &glesia,

consciente de ue Hlos Bonores tributados a las imAgenes se dirige a las personas

representadasH. "l necesario rigor, pedido para las imAgenes de las iglesias 3respecto de la verdad de la e, de su :erarua, belle4a y calidad M debe poder

encontrarse, tambiIn en las imAgenes y ob:etos destinados a la devocin privada y

personal.

uesto ue la iconograa de los ediicios sagrados no se de:a a la iniciativa privada,

los responsables de las iglesias y oratorios deben tutelar la dignidad, belle4a y

calidad de las imAgenes eOpuestas a la pEblica veneracin, para impedir ue los

cuadros o las imAgenes inspirados por la devocin privada sean impuestos, deBecBo, a la veneracin comEn.

os bispos, como tambiIn los rectores de santuarios, vigilen para ue las

imAgenes sagradas reproducidas mucBas veces para uso de los ieles, para ser

eOpuestas en sus casas, llevadas al cuello o guardadas :unto a uno, no caigan

nunca en la banalidad ni indu4can a error.

os lugares

1


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peculiar de una determinada comunidad.

esponsabilidad y competencia

21. as maniestaciones de la piedad popular estAn ba:o la responsabilidad del

rdinario del lugar# a Il compete su reglamentacin, animarlas en su uncin de

ayuda a los ieles para la vida cristiana, puriicarlas donde es necesario y

evangeli4arlasU vigilar ue no sustituyan ni se me4clen con las celebraciones

litErgicasU aprobar los teOtos de oraciones y de ormulas relacionadas con actos

pEblicos de piedad y prActicas de devocin. as disposiciones dadas por un

rdinario para el propio territorio de :urisdiccin, conciernen, de por s, a la &glesiaparticular coniada a Il.

or lo tanto, cada iel 3 clIrigos y laicos 3 as como grupos particulares evitarAn

proponer pEblicamente teOtos de oraciones, rmulas e iniciativas sub:etivamente

vAlidas, sin el consentimiento del rdinario.

SegEn las normas de la ya citada Constitucin astor +onus, n. 70, es tarea de esta

Congregacin ayudar a los bispos en materia de oracin y prActicas de piedad delpueblo cristiano, as como dar disposiciones al respecto, en los casos ue van mAs

allA de los conines de una &glesia particular y cuando se impone un proveimiento

subsidiario.

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iturgia y piedad popular en el curso de los siglos


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22. as relaciones entre iturgia y piedad popular son antiguas. "s necesario, por lo

tanto, proceder en primer lugar a un reconocimiento, aunue sea rApido, del modo

en ue estas Ban sido vistas, en el curso de los siglos. Se verAn, en no pocos casos,

inspiraciones y sugerencias para resolver las cuestiones ue se plantean en nuestro

tiempo.

a )ntig>edad cristiana

29. "n la Ipoca apostlica y postapostlica se encuentra una prounda usin entre

las eOpresiones cultuales ue Boy llamamos, respectivamente, iturgia y piedad

popular. ara las mAs antiguas comunidades cristianas, la Enica realidad ue

contaba era Cristo (c. Col 2, 18!, sus palabras de vida (c. /n 8, 89!, su

mandamiento de amor mutuo (c. /n 19, 95!, las acciones rituales ue Il Bamandado reali4ar en memoria suya (c. 1 Cor 11, 25328!. Todo el resto M das y

meses, estaciones y aKos, iestas y novilunios, alimentos y bebidas ... (c. 'al 5,

10U Col 2, 1831

"n la primitiva generacin cristiana se pueden ya individuar los signos de una

piedad personal, proveniente en primer lugar de la tradicin :udaica, como el seguir

las recomendaciones y el e:emplo de /esEs y de San ablo sobre la oracin

incesante (c. c 1?, 1U m 12, 12U 1 Tes 6, 17!, recibiendo o iniciando cada cosacon una accin de gracias (c. 1 Cor 10, 91U 1 Tes 2, 19U Col 9, 17!. "l israelita

piadoso comen4aba la :ornada alabando y dando gracias a Dios, y prosegua, con

este espritu, en todas las acciones del daU de tal manera, cada momento alegre o

triste, daba lugar a una eOpresin de alaban4a, de sEplica, de arrepentimiento. os

"vangelios y los otros escritos del %uevo Testamento contienen invocaciones

dirigidas a /esEs, repetidas por los ieles casi como :aculatorias, uera del conteOto

litErgico y como signo de devocin cristolgica. ;ace pensar ue uese comEn entre

los ieles la repeticin de eOpresiones bblicas como# H/esEs, ;i:o de David, ten

piedad de mH (c 1?, 9?!U HSeKor, si uieres puedes sanarmeH (t ?, 1!U H/esEs,

acuIrdate de m cuando entres en tu reinoH (c 29, 52!U HSeKor mo y Dios moH (/n

20, 2?!U HSeKor /esEs, acoge mi esprituH (;cB 7, 6

piedad se desarrollarAn innumerables oraciones dirigidas a Cristo, de los ieles de

todos los tiempos.

Desde el siglo &&, se observa ue ormas y eOpresiones de la piedad popular, sean

de origen :udaico, sean de matri4 greco3romana, o de otras culturas, conluyen

espontAneamente en la iturgia. Se Ba subrayado, por e:emplo, ue en el


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documento conocido como Traditio apostlica no son inrecuentes los elementos de

ra4 popular.

)s tambiIn, en el culto de los mArtires, de notable relevancia en las &glesias

locales, se pueden encontrar restos de usos populares relativos al recuerdo de losdiuntos. Tra4as de piedad popular se notan tambiIn en algunas primitivas

eOpresiones de veneracin a la +ienaventurada irgen, entre las ue se recuerda la

oracin Sub tuum praesidium y la iconograa mariana de las catacumbas de

riscila, en oma.

a &glesia, por lo tanto, aunue rigurosa en cuanto se reiere a las condiciones

interiores y a los reuisitos ambientales para una digna celebracin de los divinos

misterios (c. 1 Cor 11, 17392!, no duda en incorporar ella misma, en los ritoslitErgicos, ormas y eOpresiones de la piedad individual, domIstica y comunitaria.

"n esta Ipoca, iturgia y piedad popular no se contraponen ni conceptualmente ni

pastoralmente# concurren armnicamente a la celebracin del Enico misterio de

Cristo, unitariamente considerado, y al sostenimiento de la vida sobrenatural y Itica

de los discpulos del SeKor.

25. ) partir del siglo &, tambiIn por la nueva situacin poltico3social en uecomien4a a encontrarse la &glesia, la cuestin de la relacin entre eOpresiones

litErgicas y eOpresiones de piedad popular se plantea en tIrminos no slo de

espontAnea convergencia sino tambiIn de consciente adaptacin y enculturacin.

as diversas &glesias locales, guiadas por claras intenciones evangeli4adoras y

pastorales, no desdeKan asumir en la iturgia, debidamente puriicadas, ormas

cultuales solemnes y estivas, provenientes del mundo pagano, capaces de

conmover los Animos y de impresionar la imaginacin, Bacia las cuales el pueblo se

senta atrado. Tales ormas, puestas al servicio del misterio del culto, no aparecan

como contrarias ni a la verdad del "vangelio ni a la pure4a del genuino culto

cristiano. " incluso se revelaba ue slo en el culto dado a Cristo, verdadero Dios y

verdadero Salvador, resultaban verdaderas mucBas eOpresiones cultuales ue,

derivadas del proundo sentido religioso del Bombre, eran tributadas a alsos dioses

y alsos salvadores.

26. "n los siglos &3 se Bace mAs notable el sentido de lo sagrado, reerido al

tiempo y a los lugares. ara el primero, las &glesias locales, ademAs de seKalar los


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datos neotestamentarios relativos al Hda del SeKorH, a las estividades pascuales, a

los tiempos de ayuno (c. c 2, 1?322!, establecen das particulares para celebrar

algunos misterios salvicos de Cristo, como la "piana, la %avidad, la )scensinU

para Bonrar la memoria de los mArtires en su dies natalisU para recordar el transito

de sus astores, en el aniversario del dies depositionisU para celebrar algunossacramentos o asumir compromisos de vida solemnes. ediante la consagracin de

un lugar, en el ue se convoca a la comunidad para celebrar los divinos misterios y

la alaban4a al SeKor, algunas veces sustrados al culto pagano o simplemente

proano, viene dedicado eOclusivamente al culto divino y se convierte, por la misma

disposicin de los espacios aruitectnicos, en un rele:o del misterio de Cristo y

una imagen de la &glesia celebrante.

28. "n esta Ipoca, madura el proceso de ormacin y la dierenciacin consiguientede las diversas amilias litErgicas. as &glesias metropolitanas mAs importantes, por

motivos de lengua, tradicin teolgica, sensibilidad espiritual y conteOto social,

celebran el Enico culto del SeKor segEn las propias modalidades culturales y

populares. "sto conduce progresivamente a la creacin de sistemas litErgicos

dotados de un estilo celebrativo particular y un con:unto propio de teOtos y ritos.

%o carece de interIs el poner de maniiesto ue en la ormacin de los ritos

litErgicos, tambiIn en los periodos reconocidos como de su mAOimo esplendor, los

elementos populares no son algo eOtraKo.

or otra parte, los bispos y los Snodos regionales intervienen en la organi4acin

del culto estableciendo normas, velando sobre la correccin doctrinal de los teOtos y

sobre su belle4a ormal, valorando la estructura de los ritos. "stas intervenciones

dan lugar a la instauracin de un rIgimen litErgico con ormas i:as, en el cual se

reduce la creatividad original, ue sin embargo no era arbitrariedad. "n esto,

algunos eOpertos encuentran una de las causas de la utura prolieracin de teOtos

para la piedad privada y popular.

27. Se suele seKalar el pontiicado de San 'regorio agno (6


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misma iturgia se vea enriuecida con nuevas y legtimas eOpresiones culturalesU

armoni4a las nobles eOpresiones del genio artstico con las eOpresiones mAs

Bumildes de la sensibilidad popularU asegura el sentido unitario del culto cristiano,

al cimentarlo slidamente en la celebracin de la ascua, aunue los diversos

eventos del Enico misterio salvico M como la %avidad, la "piana, la )scensin...3se celebren de manera particular y se desarrollen las memorias de los Santos.

a "dad edia

2?. "n el riente cristiano, especialmente en el Area bi4antina, la edad media se

presenta como el periodo de lucBa contra la Bere:a iconoclasta, dividida en dos

ases (72637?7 y ?163?59!, periodo clave para el desarrollo de la iturgia, de

comentarios clAsicos sobre la iturgia "ucarstica y de la iconograa propia de losediicios de culto.

"n el campo litErgico se enriuece considerablemente el patrimonio BimnogrAico y

los ritos aduieren su orma deinitiva. a iturgia rele:a la visin simblica del

universo y la concepcin :erAruica y sagrada del mundo. "n ella convergen las

instancias de la sociedad cristiana, los ideales y las estructuras del monacato, las

aspiraciones populares, las intuiciones de los msticos y las reglas de los ascetas.

-na ve4 superada la crisis iconoclasta con el decreto De sacris imaginibus del

Concilio ecumInico de %icea && (7?7!, victoria consolidada en el HTriuno de la

rtodoOiaH (?59!, la iconograa se desarrolla, se organi4a de manera deinitiva y

recibe una legitimacin doctrinal. "l mismo icono, BierAtico, con gran valor

simblico, es por s mismo parte de la celebracin litErgica# rele:a el misterio

celebrado, constituye una orma de presencia permanente de dicBo misterio, y lo

propone al pueblo iel.

2


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90. "ntre las causas ue en este periodo Ban determinado dicBo dualismo, se

pueden indicar#

3 la idea de ue la iturgia es competencia de los clIrigos, mientras ue los laicosson espectadoresU

3 la clara dierenciacin de las unciones en la sociedad cristiana 3 clIrigos, mon:es,

laicos 3 da lugar a ormas y estilos dierentes de oracinU

3 la consideracin distinta y particulari4ada, en el Ambito litErgico e iconogrAico, de

los diversos aspectos del Enico misterio de CristoU por una parte es una eOpresin

de atento cariKo a la vida y la obra del SeKor, pero por otra parte no acilita lapercepcin eOplcita de la centralidad de la ascua, y avorece la multiplicacin de

momentos y ormas celebrativas de carActer popularU

3 el conocimiento insuiciente de las "scrituras no slo por los laicos, sino tambiIn

por parte de mucBos clIrigos y religiosos, Bace dicil acceder a la clave

indispensable para comprender la estructura y el lengua:e simblico de la iturgiaU

3 la diusin, por el contrario, de la literatura apcria, llena de narraciones demilagros y de episodios anecdticos, ue e:erce un inlu:o notable sobre la

iconograa, y al despertar la imaginacin de los ieles, capta su atencinU

3 la escase4 de predicacin de tipo BomilItico, la prActica desaparicin de la

mistagogia, y la ormacin cateuItica insuiciente, por lo cual la celebracin

litErgica se mantiene cerrada a la comprensin y a la participacin activa de los

ieles, los cuales buscan ormas y momentos cultuales alternativosU

3 la tendencia al alegorismo, ue, al incidir eOcesivamente en la interpretacin de

los teOtos y de los ritos, desva a los ieles de la comprensin de la verdadera

naturale4a de la iturgiaU

3 la recuperacin de ormas y estructuras eOpresivas populares, casi como reaccin

inconsciente ante una iturgia ue se Ba BecBo, por mucBas motivos,

incomprensible y distante para el pueblo.

91. "n la "dad edia surgieron y se desarrollaron mucBos movimientos espirituales


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y asociaciones con diversa coniguracin :urdica y eclesial, cuya vida y actividades

tuvieron un inlu:o notable en el modo de plantear las relaciones entre iturgia y

piedad popular.

)s, por e:emplo, las nuevas rdenes religiosas de vida evangIlico3apostlica,dedicadas a la predicacin, adoptaron ormas de celebracin mAs sencillas, en

comparacin con las monAsticas, y mAs cercanas al pueblo y a sus ormas de

eOpresin. *, por otra parte, avorecieron la aparicin de e:ercicios de piedad,

mediante los cuales eOpresaban su carisma y lo transmitan a los ieles.

as Bermandades religiosas, nacidas con ines cultuales y caritativos, y las

corporaciones laicas, constituidas con una inalidad proesional, dan origen a una

cierta actividad litErgica de carActer popular# erigen capillas para sus reuniones deculto, eligen un atrono y celebran su iesta, no raramente componen, para uso

propio, peueKos oicios y otros ormularios de oracin en los ue se maniiesta el

inlu:o de la iturgia y al mismo tiempo la presencia de elementos ue provienen de

la piedad popular.

) su ve4 las escuelas de espiritualidad, convertidas en punto de reerencia

importante para la vida eclesial, inspiran planteamientos eOistenciales y modos de

interpretar la vida en Cristo y en el "spritu Santo, ue inluyen no poco sobrealgunas opciones celebrativas (por e:emplo, los episodios de la asin de Cristo! y

son el undamento de mucBos e:ercicios de piedad.

* ademAs, la sociedad civil, ue se conigura de manera ideal como una societas

cBristiana, conorma algunas de sus estructuras segEn los usos eclesiales, y a veces

amolda los ritmos de la vida a los ritmos litErgicosU por lo cual, por e:emplo, el

toue de las campanas por la tarde es al mismo tiempo, un aviso a los ciudadanos

para ue regresen de las labores del campo a la ciudad y una invitacin para ue

saluden a la irgen.

92. )s pues, a lo largo de toda la "dad edia, progresivamente nacen y se

desarrollan mucBas eOpresiones de piedad popular, de las cuales no pocas Ban

llegado a nuestros das#

3 se organi4an representaciones sagradas ue tienen por ob:eto los misterios

celebrados durante el aKo litErgico, sobre todo los acontecimientos salvicos de la

%avidad de Cristo y de su asin, uerte y esurreccinU


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3 nace la poesa en lengua vernAcula ue, al emplearse ampliamente en el campo

de la piedad popular, avorece la participacin de los ieles

3 aparecen ormas devocionales alternativas o paralelas a algunas eOpresioneslitErgicasU as, por e:emplo, la inrecuencia de la comunin eucarstica se compensa

con ormas diversas de adoracin al Santsimo SacramentoU en la ba:a "dad edia

la recitacin del osario tiende a sustituir la del SalterioU los e:ercicios de piedad

reali4ados el iernes Santo en Bonor de la asin del SeKor sustituyen, para

mucBos ieles, la accin litErgica propia de ese daU

3 se incrementan las ormas populares del culto a la irgen Santsima y a los

Santos# peregrinaciones a los santos lugares de alestina y a las tumbas de los)pstoles y de los mArtires, veneracin de las reliuias, sEplicas litAnicas, suragios

por los diuntosU

3 se desarrollan considerablemente los ritos de bendicin en los cuales, :unto con

elementos de e cristiana autIntica, aparecen otros ue son rele:o de una

mentalidad naturalista y de creencias y prActicas populares precristianasU

3 se constituyen nEcleos de Htiempos sagradosH con un ondo popular ue se sitEanal margen del aKo litErgico# das de iesta sacro3proanos, triduos, septenarios,

octavarios, novenas, meses dedicados a particulares devociones populares.

99. "n la "dad edia, la relacin entre iturgia y piedad popular es constante y

comple:a. "n dicBa Ipoca se puede notar un doble movimiento# la iturgia inspira y

ecunda eOpresiones de la piedad popularU a la inversa, ormas de la piedad popular

se reciben e integran en la iturgia. "sto sucede, sobre todo, en los ritos de

consagracin de personas, de colacin de ministerios, de dedicacin de lugares, de

institucin de iestas y en el variado campo de las bendiciones.

Sin embargo se mantiene el enmeno de un cierto dualismo entre iturgia y piedad

popular. ;acia el inal de la "dad edia, ambas pasan por un periodo de crisis# en

la iturgia por la ruptura de la unidad cultual, elementos secundarios aduieren una

importancia eOcesiva en detrimento de los elementos centralesU en la piedad

popular, por la alta de una cateuesis prounda, las desviaciones y eOageraciones

amena4an la correcta eOpresin del culto cristiano.


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a @poca oderna

95. "n sus inicios, la Ipoca moderna no aparece muy avorable para alcan4ar una

solucin euilibrada en las relaciones entre iturgia y piedad popular. Durante la

segunda mitad del siglo W la devotio moderna, ue cont con insignes maestros devida espiritual y ue alcan4 una notable diusin entre clIrigos y laicos cultos,

avorece la aparicin de e:ercicios de piedad con un ondo meditativo y aectivo,

cuyo punto de reerencia principal es la Bumanidad de Cristo M los misterios de su

inancia, de la vida oculta, de la asin y muerte 3. ero la primaca concedida a la

contemplacin y la valoracin de la sub:etividad, unidas a un cierto pragmatismo

ascItico, ue eOalta el esuer4o Bumano, Bacen ue la iturgia no apare4ca, a los

o:os de los Bombres y mu:eres de gran ascendiente espiritual, como uente primaria

de la vida cristiana.

96. Se considera eOpresin caracterstica de la devotio moderna, la cIlebre obra De

imitatione CBristi ue Ba tenido un inlu:o eOtraordinario y beneicioso en mucBos

discpulos del SeKor, deseosos de alcan4ar la pereccin cristiana. "l De imitatione

CBristi orienta a los ieles Bacia un tipo de piedad mAs bien individual, en el cual se

acentEa la separacin del mundo y la invitacin a escucBar la vo4 del aestro

interiorU los aspectos comunitarios y eclesiales de la oracin y los elementos de la

espiritualidad litErgica parecen, en cambio, mAs limitados.

"n los ambientes en los ue se cultiva la devotio moderna, se suelen encontrar con

acilidad e:ercicios de piedad bellamente compuestos, eOpresiones cultuales de

personas sinceramente devotas, pero no siempre se puede encontrar una

valoracin plena de la celebracin litErgica.

98. "ntre el inal del siglo W y el inicio del siglo W&, por los descubrimientos

geogrAicos M en Lrica, en )mIrica, y posteriormente en el "Otremo riente 3, se

plantea de una manera nueva la cuestin de las relaciones entre iturgia y piedad

popular.

a labor de evangeli4acin y de cateuesis en pases le:anos del centro cultural y

cultual del rito romano se reali4a mediante el anuncio de la alabra y la celebracin

de los sacramentos (cr. t 2?,1

propagados por los misioneros.

)s pues, los e:ercicios de piedad se convierten en un medio para transmitir el


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mensa:e evangIlico, y, posteriormente, para conservar la e cristiana. Debido a las

normas ue tutelaban la iturgia romana, parece ue ue escaso el inlu:o recproco

entre la iturgia y la cultura autctona (aunue se dio, en cierta medida, en las

educciones del araguay!. "l encuentro con dicBa cultura se producirA con

acilidad, en cambio, en el Ambito de la piedad popular.

97. "n los comien4os del siglo W&, entre los Bombres mAs preocupados por una

autIntica reorma de la &glesia, Bay ue recordar a los mon:es camaldulenses ablo

/ustiniani y edro Vuerini, autores de un ibellus ad eonem W, ue contena

indicaciones importantes para revitali4ar la iturgia y para abrir sus tesoros a todo

el pueblo de Dios# ormacin, sobre todo bblica, del clero y de los religiososU el uso

de la lengua vernAcula en la celebracin de los misterios sagradosU la reordenacin

de los libros litErgicosU la eliminacin de los elementos espurios, tomados de unapiedad popular incorrectaU la cateuesis, encaminada tambiIn a comunicar a los

ieles el valor de la iturgia.

9?. oco despuIs de la clausura del Concilio ateranense (18 de ar4o de 1617!,

ue eman algunas disposiciones para educar a los :venes en la iturgia, comen4

la crisis por el nacimiento del protestantismo, cuyos iniciadores pusieron no pocas

ob:eciones a los puntos esenciales de la doctrina catlica sobre los sacramentos y

sobre el culto de la &glesia, incluida la piedad popular.

"l Concilio de Trento (165631689!, convocado para Bacer rente a la situacin

producida en el pueblo de Dios con la propagacin del movimiento protestante, tuvo

ue ocuparse, en sus tres ases, de cuestiones reerentes a la iturgia y a la piedad

popular, tanto ba:o el aspecto doctrinal como cultual. Sin embargo, dado el

conteOto Bistrico y la ndole dogmAtica de los temas ue deba tratar, aront las

cuestiones de tipo litErgico3sacramental desde un punto de vista preerentemente

doctrinal# lo Bi4o con un planteamiento de denuncia de los errores y de condena de

los abusos, de deensa de la e y de la tradicin litErgica de la &glesiaU mostrando

interIs tambiIn por los problemas reeridos a la ormacin litErgica del pueblo,

proponiendo mediante el decreto De reormatione generali un programa pastoral y

encomendando su aplicacin a la Sede )postlica y a los bispos.

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relativamente breve, del 168? al 1815, se revisaron el Calendario y los libros del

ito romano y en el 16?? se cre la Sagrada Congregacin de itos para la custodia

y la recta ordenacin de las celebraciones litErgicas de la &glesia romana. Como

elemento de ormacin litErgico pastoral Bay ue notar la uncin del CatecBismus

ad parocBos.

50. De la reorma reali4ada despuIs del Concilio de Trento se siguieron mEltiples

beneicios para la iturgia# se recondu:eron a la Hantigua norma de los Santos

adresH, aunue con las limitaciones de los conocimientos cienticos de la Ipoca,

no pocos ritosU se eliminaron elementos y aKadidos eOtraKos a la iturgia,

demasiado ligados a la sensibilidad popularU se control el contenido doctrinal de

los teOtos, de manera ue rele:aran la pure4a de la eU se consigui una notable

unidad ritual en el Ambito de la iturgia romana, ue aduiri nuevamente dignidady belle4a.

Sin embargo se produ:eron tambiIn, indirectamente, algunas consecuencias

negativas# la iturgia aduiri, al menos en apariencia, una rigide4 ue derivaba

mAs de la ordenacin de las rEbricas ue de su misma naturale4aU y en su su:eto

agente pareca algo casi eOclusivamente :erAruicoU esto reor4 el dualismo ue ya

eOista entre iturgia y piedad popular.

51. a eorma catlica, en su esuer4o positivo de renovacin doctrinal, moral e

institucional de la &glesia y en su intento de contrarrestar el desarrollo del

protestantismo, avoreci en cierto modo la airmacin de la comple:a cultura

barroca. "sta, a su ve4, tuvo un inlu:o considerable en las eOpresiones literarias,

artsticas y musicales de la piedad catlica.

"n la Ipoca postridentina la relacin entre iturgia y piedad popular aduiere

nuevas connotaciones# la iturgia entra en un periodo de uniormidad sustancial y

de un carActer estAtico persistenteU rente a ella, la piedad popular eOperimenta un

desarrollo eOtraordinario.

Dentro de unos lmites, determinados por la necesidad de evitar la aparicin de

ormas eOageradas o antasiosas, la eorma catlica avoreci la creacin y

diusin de los e:ercicios de piedad, ue resultaron un medio importante para la

deensa de la e catlica y para alimentar la piedad de los ieles. Se puede citar, por

e:emplo, el desarrollo de las coradas dedicadas a los misterios de la asin del

SeKor, a la irgen ara y a los Santos, ue tenan como triple inalidad la


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penitencia, la ormacin de los laicos y las obras de caridad. "sta piedad popular

propici la creacin de bellsimas imAgenes, llenas de sentimiento, cuya

contemplacin continEa nutriendo la e y la eOperiencia religiosa de los ieles.

as Hmisiones popularesH, surgidas en esta Ipoca, contribuyen tambiIn a la diusinde los e:ercicios de piedad. "n ellas, iturgia y piedad popular coeOisten, aunue

con cierto deseuilibrio# las misiones, de BecBo, tienen por ob:eto conducir a los

ieles al sacramento de la penitencia y a recibir la comunin eucarstica, pero

recurren a los e:ercicios de piedad como medio para inducir a la conversin y como

momento cultual en el ue se asegura la participacin popular.

os e:ercicios de piedad se reunan y ordenaban en manuales de oracin ue, si

tenan la aprobacin eclesiAstica, constituan autInticos subsidios cultuales# para losdiversos momentos del da, del mes, del aKo y para innumerables circunstancias de

la vida.

"n la Ipoca de la eorma catlica, la relacin entre iturgia y piedad popular no se

establece slo en tIrminos contrapuestos de carActer estAtico y desarrollo, sino ue

se dan situaciones anmalas# los e:ercicios piadosos se reali4an a veces durante la

misma celebracin litErgica, sobreponiIndose a la misma, y en la actividad pastoral,

tienen un puesto preerente con relacin a la iturgia. Se acentEa as el ale:amientode la Sagrada "scritura y no se advierte suicientemente la centralidad del misterio

pascual de Cristo, undamento, cauce y culminacin de todo el culto cristiano, ue

tiene su eOpresin principal en el domingo.

52. Durante la &lustracin se acentEa la separacin entre la Hreligin de los doctosH,

potencialmente cercana a la iturgia, y la Hreligin de los sencillosH, cercana por

naturale4a a la piedad popular. De BecBo, doctos y pueblo se reunen en las mismas

prActicas religiosas. Sin embargo los HdoctosH apoyan una prActica religiosa

iluminada por la inteligencia y el saber, y desprecian la piedad popular ue, a sus

o:os, se alimenta de la supersticin y del anatismo.

es conduce a la iturgia el sentido aristocrAtico ue caracteri4a mucBas

eOpresiones de la vida cultural, el carActer enciclopIdico ue Ba tomado el saber, el

espritu crtico y de investigacin, ue lleva a la publicacin de antiguas uentes

litErgicas, el carActer ascItico de algunos movimientos ue, inluidos tambiIn por el

:ansenismo, piden un retorno a la pure4a de la iturgia de la antig>edad. )unue se

resiente del clima cultural, el interIs renovado por la iturgia estA animado por un


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interIs pastoral por el clero y los laicos, como sucede en Jrancia a partir del siglo

W&&.

a &glesia dirige su atencin a la piedad popular en mucBos sectores de su actividad

pastoral. De BecBo, se intensiica la accin apostlica ue procura, en una ciertamedida, la mutua integracin de iturgia y piedad popular. )s, por e:emplo, la

predicacin se desarrolla especialmente en determinados tiempos litErgicos, como

la Cuaresma y el domingo, en los ue tiene lugar la cateuesis de adultos, y

procura conseguir la conversin del espritu y de las costumbres de los ieles,

acercarles al sacramento de la reconciliacin, Bacerles volver a la isa dominical,

enseKarles el valor del sacramento de la -ncin de enermos y del iAtico.

a piedad popular, como en el pasado Baba sido eica4 para contener los eectosnegativos del movimiento protestante, resulta aBora Etil para contrarrestar la

propaganda corrosiva del racionalismo y, dentro de la &glesia, las consecuencias

nocivas del /ansenismo. or este esuer4o y por el ulterior desarrollo de las

misiones populares, se enriuece la piedad popular# se subrayan de modo nuevo

algunos aspectos del isterio cristiano, como por e:emplo, el Cora4n de Cristo, y

nuevos HdasH polari4an la atencin de los ieles, como por e:emplo, los nueve

Hprimeros viernesH de mes.

"n el siglo W&&& tambiIn se debe recordar la actividad de uis )ntonio uratori,

ue supo con:ugar los estudios eruditos con las nuevas necesidades pastorales y en

su cIlebre obra Della regolata devo4ione dei cristiani propuso una religiosidad ue

tomara de la iturgia y de la "scritura su sustancia y se mantuviese le:ana de la

supersticin y de la magia. TambiIn ue iluminadora la obra del papa +enedicto W&

(rospero ambertini! a uien se debe la importante iniciativa de permitir el uso de

la +iblia en lenguas vernAculas.

59. a eorma catlica Baba reor4ado las estructuras y la unidad del rito de la

&glesia omana. De este modo, durante la gran eOpansin misionera del siglo W&&&,

se diundi la propia iturgia y la propia estructura organi4ativa en los pueblos en

los ue se anuncia el mensa:e evangIlico.

"n el siglo W&&&, en los territorios de misin, la relacin entre iturgia y piedad

popular se plantea en tIrminos similares, pero mAs acentuados ue en los siglos

W& y W&


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3 la iturgia mantiene intacta su isonoma romana, porue, en parte por temor de

consecuencias negativas para la e, no se plantea casi el problema de la

enculturacin M Bay ue mencionar los meritorios esuer4os de ateo icci con la

cuestin de los itos cBinos, y de oberto DeX %obili con los itos BindEes3, y por

esto, al menos en parte, se consider esta iturgia eOtraKa a la cultura autctonaU

3 la piedad popular por una parte corre el riesgo de caer en el sincretismo religioso,

especialmente donde la evangeli4acin no Ba entrado en proundidadU por otra

parte, se Bace cada ve4 mAs autnoma y madura# no se limita a proponer los

e:ercicios de piedad trados por los evangeli4adores, sino ue crea otros, con la

impronta de la cultura local

a @poca contemporAnea

55. "n el siglo W&W, una ve4 superada la crisis de la revolucin rancesa, ue en su

propsito de Bacer desaparecer la e catlica se opuso claramente al culto cristiano,

se advierte un signiicativo renacimiento litErgico.

DicBo renacimiento ue precedido y preparado por una airmacin vigorosa de la

eclesiologa ue presentaba a la &glesia no slo como una sociedad :erAruica, sino

tambiIn como pueblo de Dios y comunidad cultual. /unto con este despertareclesiolgico Bay ue resaltar, como precursores del renacimiento litErgico, el

lorecimiento de los estudios bblicos y patrsticos, la tensin eclesial y ecumInica

de Bombres como )ntonio osmini (Y1?66! y /oBn ;enry %eZman (Y1?es para uso de los ieles,


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viene acompaKada de la prolieracin de devocionarios.

a misma cultura del romanticismo, ue valora de nuevo el sentimiento y los

aspectos religiosos del Bombre, avorece la bEsueda, la comprensin y la estima

de lo popular, tambiIn en el campo del culto.

"n este mismo siglo se asiste a un enmeno gran alcance# eOpresiones de culto

locales, nacidas por iniciativa popular, y reeridas a sucesos prodigiosos M milagros,

apariciones...3 obtienen posteriormente un reconocimiento oicial, el avor y la

proteccin de las autoridades eclesiAsticas y son asumidas por la misma iturgia. "n

este sentido es caracterstico el caso de diversos santuarios, meta de

peregrinaciones, centros de iturgia penitencial y eucarstica y lugares de piedad

mariana.

Sin embargo, en el siglo W&W la relacin entre la iturgia, ue se encuentra en un

periodo de renacimiento, y la piedad popular, en ase de eOpansin, estA aectada

por un actor negativo# se acentEa el enmeno, ue ya se daba en la eorma

catlica, de superposicin de e:ercicios de piedad con las acciones litErgicas.

58. )l comien4o del siglo WW el apa san o W (1


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vieran con desconian4a las maniestaciones de la piedad popular y encontraran en

ellas una causa de la decadencia de la iturgia. "staban ante sus o:os los abusos

provocados por sobreponer e:ercicios de piedad a la iturgia, o incluso la sustitucin

de la misma con eOpresiones cultuales populares. or otra parte, con el ob:etivo de

renovar la pure4a del culto divino, miraban, como a un modelo ideal, la iturgia delos primeros siglos de la &glesia, y, consiguientemente, recBa4aban, a veces de

manera radical, las eOpresiones de la piedad popular, de origen medieval o nacidas

en la Ipoca postridentina.

ero este recBa4o no tena en cuenta de manera suiciente el BecBo de ue las

eOpresiones de piedad popular, con recuencia aprobadas y recomendadas por la

&glesia, Baban sostenido la vida espiritual de mucBos ieles, Baban producido

rutos innegables de santidad, y Baban contribuido en gran medida, a salvaguardarla e y a diundir el mensa:e cristiano. or esto, o W&&, en el documento

programAtico con el ue asuma la gua del movimiento litErgico, la encclica

ediator Dei del 21 de %oviembre de 1


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5?. a Bistoria muestra, ante todo, ue la relacin entre iturgia y piedad popular

se deteriora cuando en los ieles se debilita la conciencia de algunos valores

esenciales de la misma iturgia. "ntre las causas de este debilitamiento se pueden

seKalar#

3 escasa conciencia o disminucin del sentido de la ascua y del lugar central ue

ocupa en la Bistoria de la salvacin, de la cual la iturgia cristiana es actuali4acinU

donde esto sucede los ieles orientan su piedad, casi de manera inevitable, sin tener

cuenta de la H:erarua de las verdadesH, Bacia otros episodios salvicos de la vida

de Cristo y Bacia la irgen Santsima, los Lngeles y los SantosU

3 pIrdida del sentido del sacerdocio universal en virtud del cual los ieles estAn

Babilitados para Horecer sacriicios agradables a Dios, por medio de /esucristoH (1e 2,6U cr. om 12,1! y a participar plenamente, segEn su condicin, en el culto de

la &glesiaU este debilitamiento, acompaKado con recuencia por el enmeno de una

iturgia llevada por clIrigos, incluso en las partes ue no son propias de los

ministros sagrados, da lugar a ue a veces los ieles se orienten Bacia la prActica de

los e:ercicios de piedad, en los cuales se consideran participantes activosU

3 el desconocimiento del lengua:e propio de la iturgia 3 el lengua:e, los signos, los

smbolos, los gestos rituales...3, por los cuales los ieles pierden en gran medida elsentido de la celebracin. "sto puede producir en ellos el sentirse eOtraKos a la

celebracin litErgicaU de este modo tienden Acilmente a preerir los e:ercicios de

piedad, cuyo lengua:e es mAs conorme a su ormacin cultural, o las devociones

particulares, ue responden mAs a las eOigencias y situaciones concretas de la vida

cotidiana.

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) la lu4 de la Constitucin sobre iturgia

60. "n nuestro tiempo la relacin entre iturgia y piedad popular se considera sobre

todo a la lu4 de las directrices contenidas en la Constitucin Sacrosanctum

Concilium, las cuales buscan una relacin armnica entre ambas eOpresiones depiedad, aunue la segunda estA ob:etivamente subordinada y orientada a la

primera.

"sto uiere decir, en primer lugar, ue no se debe plantear la relacin entre iturgia

y piedad popular en tIrminos de oposicin, pero tampoco de euiparacin o de

sustitucin. De BecBo, la conciencia de la importancia primordial de la iturgia y la

bEsueda de sus eOpresiones mAs autInticas no debe llevar a descuidar la realidad

de la piedad popular y mucBo menos a despreciarla o a considerarla superlua oincluso nociva para la vida cultual de la &glesia.

a alta de consideracin o de estima por la piedad popular, pone en evidencia una

valoracin inadecuada de algunos BecBos eclesiales y parece provenir mAs bien de

pre:uicios ideolgicos ue de la doctrina de la e. DicBo planteamiento provoca una

actitud ue#

3 no tiene en cuenta ue la piedad popular es tambiIn una realidad eclesialpromovida y sostenida por el "spritu, sobre la cual el agisterio e:erce su uncin

de autentiicar y garanti4arU

3 no considera suicientemente los rutos de gracia y de santidad ue Ba producido

la piedad popular y ue continEa produciendo en la &glesiaU

3 no raras veces es eOpresin de una bEsueda ilusoria de una Hiturgia puraH, la

cual, ademAs de la sub:etividad de los criterios con los ue se establece la

HpuritasH, es 3 como enseKa la eOperiencia secular 3 mAs una aspiracin ideal ue

una realidad BistricaU

3 se conunde un elemento noble del espritu Bumano, esto es, el sentimiento, ue

penetra legtimamente mucBas eOpresiones de la piedad litErgica y de la piedad

popular, con su degeneracin, esto es, el sentimentalismo.

61. Sin embargo, en la relacin entre iturgia y piedad popular a veces se presenta

el enmeno opuesto, es


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ecir, tal valoracin de la piedad popular ue en la prActica va en detrimento de la

iturgia de la &glesia.

%o se puede silenciar ue donde suceda tal cosa, sea por una situacin de BecBo,

sea por una opcin doctrinal deliberada, se produce una grave desviacin pastoral#la iturgia no sera ya Hla cumbre a la cual tiende la actividad de la &glesia y al

mismo tiempo la uente de donde mana toda su uer4aH, sino una eOpresin cultual

considerada como algo a:eno a la comprensin y a la sensibilidad del pueblo y ue,

de BecBo, resulta descuidada y relegada a un segundo lugar, o reservada para

grupos particulares.

62. a intencin encomiable de acercar al Bombre contemporAneo, sobre todo al

ue no Ba recibido suiciente ormacin cateuItica, al culto cristiano y la diicultadue se constata en determinadas culturas, para asimilar algunos elementos y

estructuras de la iturgia, no debe dar lugar a una desvalori4acin terica o prActica

de la eOpresin primaria y undamental del culto litErgico. De este modo, en lugar

de arontar con visin de uturo y perseverancia las diicultades reales, se piensa

ue se pueden resolver de una manera simplista.

69. Donde los e:ercicios de piedad se practican en per:uicio de las acciones

litErgicas, se suelen escucBar airmaciones como#

3 la piedad popular es un Ambito adecuado para celebrar de manera libre y

espontAnea la HidaH en sus mEltiples eOpresionesU la iturgia, en cambio, centrada

en el Histerio de CristoH es anamnItica por su propia naturale4a, inBibe la

espontaneidad y resulta repetitiva y ormalistaU

3 la iturgia no consigue ue los ieles se vean implicados en la totalidad de su ser,

en su corporeidad y en su esprituU la piedad popular, en cambio, al Bablar

directamente al Bombre, lo implica en su cuerpo, cora4n y esprituU

3 la piedad popular es un espacio real y autIntico para la vida de oracin# a travIs

de los e:ercicios de piedad el iel entra en verdadero diAlogo con el SeKor, con

palabras ue comprende plenamente y ue siente como propiasU la iturgia, por el

contrario, al poner en sus labios palabras ue no son suyas, y ue resultan con

recuencia eOtraKas a su cultura, mAs ue un medio resulta un impedimento para la

vida de oracinU


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3 la ritualidad con la ue se eOpresa la piedad popular es percibida y acogida por el

iel, porue Bay una correspondencia entre su mundo cultural y el lengua:e ritualU la

ritualidad propia de la iturgia, en cambio, no se comprende, porue sus modos de

eOpresin provienen de un mundo cultural ue el iel siente como algo distinto y

le:ano.

65. "n estas airmaciones se acentEa de modo eOagerado y dialIctico la dierencia

ue 3 no se puede negar 3 eOiste en algunas Areas culturales entre las eOpresiones

de la iturgia y las de la piedad popular.

"s cierto, sin embargo, ue donde se sostienen estas opiniones, el concepto

autIntico de iturgia cristiana estA gravemente comprometido, si no vaciado del

todo de sus elementos esenciales.

Contra tales opiniones Bay ue recordar la palabra grave y meditada del Eltimo

Concilio ecumInico# Htoda celebracin litErgica, por ser obra de Cristo sacerdote y

de su Cuerpo, ue es la &glesia, es accin sagrada por eOcelencia, cuya eicacia, con

el mismo ttulo y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra accin de la &glesiaH

66. a eOaltacin unilateral de la piedad popular, sin tener en cuenta la iturgia, no

es coBerente con el BecBo de ue los elementos constitutivos de esta Eltima seremontan a la voluntad de mismo /esEs de instituirlos, y no subraya, como se debe,

su insustituible valor soteriolgico y doOolgico. DespuIs de la )scensin del SeKor

a la gloria del adre y el don del "spritu, la perecta gloriicacin de Dios y la

salvacin del Bombre se reali4an principalmente a travIs de la celebracin litErgica,

la cual eOige la adBesin de la e e introduce al creyente en el evento salvico

undamental# la asin, uerte y esurreccin de Cristo (cr. om 8,238U 1 Cor

11,29328!.

a &glesia, en la autocomprensin de su misterio y de su accin cultual y salvica,

no duda en airmar ue Hmediante la iturgia se e:erce la obra de nuestra

edencin, sobre todo en el divino sacriicio de la "ucaristaHU esto no eOcluye la

importancia de otras ormas de piedad.

68. a alta de estima, terica o prActica, por la iturgia conduce inevitablemente a

oscurecer la visin cristiana del misterio de Dios, ue se inclina

misericordiosamente sobre el Bombre cado para acercarlo a s, mediante la

encarnacin del ;i:o y el don del "spritu SanoU a no percibir el signiicado de la


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Bistoria de la salvacin y la relacin ue eOiste entre la )ntigua y la %ueva )lian4aU

a subestimar la alabra de Dios, Enica alabra ue salva, de la cual se nutre y a la

ue se reiere continuamente la iturgiaU a debilitar en el espritu de los ieles la

conciencia del valor de la obra de Cristo, ;i:o de Dios e ;i:o de la irgen ara, el

solo Salvador y Enico ediador (1 Tim 2,6U ;ecB 5,12!U a perder el sensus"cclesiae.

67. "l acento eOclusivo en la piedad popular, ue por otra parte 3 como ya se Ba

dicBo 3 se debe mover en el Ambito de la e cristiana, puede avorecer un

ale:amiento progresivo de los ieles respecto a la revelacin cristiana y la

reasuncin indebida o euivocada de elementos de la religiosidad csmica o

naturalU puede introducir en el culto cristiano elementos ambiguos, procedentes de

creencias pre3cristianas, o simplemente eOpresiones de la cultura y psicologa de unpueblo o etniaU puede crear la ilusin de alcan4ar la trascendencia mediante

eOperiencias religiosas viciadasU puede comprometer el autIntico sentido cristiano

de la salvacin como don gratuito de Dios, proponiendo una salvacin ue sea

conuista del Bombre y ruto de su esuer4o personal (no se debe olvidar el peligro,

con recuencia real, de la desviacin pelagiana!U puede, inalmente, Bacer ue la

uncin de los mediadores secundarios, como la irgen ara, los Lngeles y los

Santos, e incluso los protagonistas de la Bistoria nacional, suplanten en la

mentalidad de los ieles el papel del Enico ediador, el SeKor /esucristo.

6?. iturgia y piedad popular son dos eOpresiones legtimas del culto cristiano,

aunue no son Bomologables. %o se deben oponer, ni euiparar, pero s armoni4ar,

como se indica en la Constitucin litErgica# H"s preciso ue estos mismos e:ercicios

(de piedad popular! se organicen teniendo en cuenta los tiempos litErgicos, de

modo ue vayan de acuerdo con la sagrada iturgia, en cierto modo deriven de ella

y a ella condu4can al pueblo, ya ue la liturgia, por su naturale4a, estA muy por

encima de ellosH.

)s pues, iturgia y piedad popular son dos eOpresiones cultuales ue se deben

poner en relacin mutua y ecunda# en cualuier caso, la iturgia deberA constituir

el punto de reerencia para Hencau4ar con lucide4 y prudencia los anBelos de

oracin y de vida carismAticaH ue aparecen en la piedad popularU por su parte la

piedad popular, con sus valores simblicos y eOpresivos, podrA aportar a la iturgia

algunas reerencias para una verdadera enculturacin, y estmulos para un

dinamismo creador eica4.


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a importancia de la ormacin

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81. SegEn el agisterio, la piedad popular es una realidad viva en la &glesia y de la

&glesia# su uente se encuentra en la presencia continua y activa del "spritu de

Dios en el organismo eclesialU su punto de reerencia es el misterio de Cristo

SalvadorU su ob:etivo es la gloria de Dios y la salvacin de los BombresU su ocasinBistrica es el Heli4 encuentro entre la obra de evangeli4acin y la culturaH. or eso

el agisterio Ba eOpresado mucBas veces su estima por la piedad popular y sus

maniestacionesU Ba llamado la atencin a los ue la ignoran, la descuidan o la

desprecian, para ue tengan una actitud mAs positiva ante ella y consideren sus

valoresU no Ba dudado, inalmente, en presentarla como Hun verdadero tesoro del

pueblo de DiosH.

a estima del agisterio por la piedad popular viene motivada, sobre todo, por losvalores ue encarna.

a piedad popular tiene un sentido casi innato de lo sagrado y de lo trascendente.

aniiesta una autIntica sed de Dios y Hun sentido perspica4 de los atributos

proundos de Dios# su paternidad, providencia, presencia amorosa y constanteH, su

misericordia.

os documentos del agisterio ponen de relieve las actitudes interiores y algunasvirtudes ue la piedad popular valora particularmente, sugiere y alimenta# la

paciencia, Hla resignacin cristiana ante las situaciones irremediablesHU el abandono

coniando en DiosU la capacidad de surir y de percibir el Hsentido de la cru4 en la

vida cotidianaHU el deseo sincero de agradar al SeKor, de reparar por las oensas

cometidas contra @l y de Bacer penitenciaU el desapego respecto a las cosas

materialesU la solidaridad y la apertura a los otros, el Hsentido de amistad, de

caridad y de unin amiliarH.

82. a piedad popular dirige de buen grado su atencin al misterio del ;i:o de Dios

ue, por amor a los Bombres, se Ba BecBo niKo, Bermano nuestro, naciendo pobre

de una u:er Bumilde y pobre, y muestra, al mismo tiempo, una viva sensibilidad al

misterio de la asin y uerte de Cristo.

"n la piedad popular tienen un puesto importante la consideracin de los misterios

del mAs allA, el deseo de comunin con los ue Babitan en el cielo, con la irgen

ara, los Lngeles, y los Santos, y tambiIn valora la oracin en suragio por las

almas de los diuntos.


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89. a unin armnica del mensa:e cristiano con la cultura de un pueblo, lo ue con

recuencia se encuentra en las maniestaciones de la piedad popular, es un motivo

mAs de la estima del agisterio por la misma.

"n las maniestaciones mAs autInticas de la piedad popular, de BecBo, el mensa:e

cristiano, por una parte asimila los modos de eOpresin de la cultura del pueblo, y

por otra inunde los contenidos evangIlicos en la concepcin de dicBo pueblo sobre

la vida y la muerte, la libertad, la misin y el destino del Bombre.

)s pues, la transmisin de padres a Bi:os, de una generacin a otra, de las

eOpresiones culturales, conlleva la transmisin de los principios cristianos. "n

algunos casos la unin es tan prounda ue elementos propios de la e cristiana seBa convertido en componentes de la identidad cultural de un pueblo. Como e:emplo

puede tomarse la piedad Bacia la adre del SeKor.

85. "l agisterio subraya ademAs la importancia de la piedad popular para la vida

de e del pueblo de Dios, para la conservacin de la misma e y para emprender

nuevas iniciativas de evangeli4acin.

Se advierte ue no es posible de:ar de tener en cuenta Hlas devociones ue enciertas regiones practica el pueblo iel con un ervor y una rectitud de intencin

conmovedoresHU ue la sana religiosidad popular, Hpor sus races esencialmente

catlicas, puede ser un remedio contra las sectas y una garanta de idelidad al

mensa:e de la salvacinHU ue la piedad popular Ba sido un instrumento

providencial para la conservacin de la e, all donde los cristianos se vean privados

de atencin pastoralU ue donde la evangeli4acin Ba sido insuiciente, Hgran parte

de la poblacin eOpresa su e sobre todo mediante la piedad popularHU ue la piedad

popular, inalmente, constituye un valioso e imprescindible Hpunto de partida para

conseguir ue la e del pueblo madure y se Baga mAs proundaH.

)lgunos peligros ue pueden desviar la piedad popular

86. "l agisterio, ue subraya los valores innegables de la piedad popular, no de:a

de indicar algunos peligros ue pueden amena4arla# presencia insuiciente de

elementos esenciales de la e cristiana, como el signiicado salvico de la

esurreccin de Cristo, el sentido de pertenencia a la &glesia, la persona y la accin

del "spritu divinoU la desproporcin entre la estima por el culto a los Santos y la


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conciencia de la centralidad absoluta de /esucristo y de su misterioU el escaso

contacto directo con la Sagrada "scrituraU el distanciamiento respecto a la vida

sacramental de la &glesiaU la tendencia a separar el momento cultual de los

compromisos de la vida cristianaU la concepcin utilitarista de algunas ormas de

piedadU la utili4acin de Hsignos, gestos y rmulas, ue a veces aduieren eOcesivaimportancia Basta el punto de buscar lo espectacularHU el riesgo, en casos

eOtremos, de Havorecer la entrada de las sectas y de conducir a la supersticin, la

magia, el atalismo o la angustiaH.

88. ara poner remedio a estas eventuales limitaciones y deectos de la piedad

popular, el agisterio de nuestro tiempo repite con insistencia ue se debe

Hevangeli4arH la piedad popular, ponerla en contacto con la palabra del "vangelio

para ue sea ecunda. "sto Hla liberarA progresivamente de sus deectosUpuriicAndola la consolidarA, Baciendo ue lo ambiguo se aclare en lo ue se reiere

a los contenidos de e, esperan4a y caridadH.

"n esta labor de Hevangeli4acinH de la piedad popular, el sentido pastoral invita a

actuar con una paciencia grande y con prudente tolerancia, inspirAndose en la

metodologa ue Ba seguido la &glesia a lo largo de la Bistoria, para Bacer rente a

los problemas de enculturacin de la e cristiana y de la iturgia, o de las cuestiones

sobre las devociones populares.

"l su:eto de la piedad popular

87. "l agisterio de la &glesia, al recordar ue Hla participacin en la sagrada

iturgia no abarca toda la vida espiritualH y ue el cristiano Hdebe entrar tambiIn en

su cuarto para orar al adre en secretoU mAs aEn, debe orar sin tregua, segEn

enseKa el )pstolH, indica ue el su:eto de las diversas ormas de oracin es todo

cristiano M clIrigo, religioso, laico M tanto cuando re4a privadamente, movido por el

"spritu Santo, como cuando re4a comunitariamente en grupos de diverso origen o

naturale4a.

8?. De una manera mAs particular, el Santo adre /uan ablo && Ba seKalado a la

amilia como su:eto de la piedad popular. a "OBortacin apostlica Jamiliaris

consortio, despuIs de Baber eOaltado la amilia como santuario domIstico de la

&glesia, subraya ue Hara preparar y prolongar en casa el culto celebrado en la

iglesia, la amilia cristiana recurre a la oracin privada, ue presenta gran variedad

de ormas. "sta variedad, mientras testimonia la riue4a eOtraordinaria con la ue


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el "spritu anima la plegaria cristiana, se adapta a las diversas eOigencias y

situaciones de vida de uien recurre al SeKorH. DespuIs observa ue H)demAs de

las oraciones de la maKana y de la nocBe, Bay ue recomendar eOplcitamente...# la

lectura y meditacin de la alabra de Dios, la preparacin a los sacramentos, la

devocin y consagracin al Cora4n de /esEs, las varias ormas de culto a la irgenSantsima, la bendicin de la mesa, las eOpresiones de la religiosidad popularH.

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doctrina y con las leyes y normas de la &glesiaU ademAs deben estar en armona con

la sagrada iturgiaU tener en cuenta, en la medida de la posible, los tiempos del aKo

litErgico y avorecer Huna participacin consciente y activa en la oracin comEn de

la &glesiaH.

72. os e:ercicios de piedad pertenecen a la esera del culto cristiano. or esto la

&glesia siempre Ba sentido la necesidad de prestarles atencin, para ue a travIs d

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