ContenidosIntroducción1. Urgencia y necesidad de la catequesis2. La catequesis y su historia

a) La Catequesis en la época patrísticab) La catequesis en la Edad Mediac) La catequesis en la Reforma protestante y en la Reforma Católica.d) La catequesis desde inicios del siglo XX hasta nuestros días.

3. El contenido de la catequesis4. Cómo enseñar la catequesis

a) Los medios al servicio del finb) Aplicación de la metodología a los distintos destinatarios

5. Quiénes deben enseñar6. Necesaria preparación en los catequistas7. A quiénes se dirige la catequesis

a) La catequesis para preparar a los niños a la Primera Confesión y Comunióny a la Confirmaciónb) Catequesis para jóvenesc) Catequesis para adultosd) Catequesis para los enfermos y minusválidos

8. La catequesis y la vida en CristoConclusiónAnexo[98]

a) Formando la Familia de Diosb) Introducción y Manera de usar este materialc) ¿Cómo lo logramos?d) En la Prácticae) Puntualizandof) Introducción general a las Unidades (reuniones)g) Notas para cada unidad

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Instituto del Verbo Encarnado

Directorio de

Catequesis

New York—2012

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113 East 117th Street New York, NY 10035 Ph. (212) 534 5257 Fax (212) 534 5258 E-mail ivepress@ive.org http://www.ivepress.orgISBN 9781933871707Library of Congress Control Number 2011944801.Printed in the United States of America ¥

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Introducción

1. La Catequesis es una prolongación de Cristo Maestro en nuestra época.[1]

Jesús hizo yenseñó (He 1,1). Por eso, en nuestra espiritualidad nunca debemos separar dialécticamente laenseñanza del obrar, ni el obrar de la enseñanza. Siempre hay que unir la integridad de ladoctrina con la rectitud de vida, la ortodoxia y la orto-praxis. En toda la revelación estáninseparablemente unidas palabra y obra, (“dabar” y “bará”).

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2. Queremos dedicarnos “de manera especial... a la predicación de la Palabra de Dios...en todas sus formas. En el estudio y la enseñanza de la Sagrada Escritura... laCatequesis...”,

[3] participando de la función profética de Cristo.

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3. Como Congregación debemos tener siempre presentes las palabras del Santo Padre alos religiosos: “Os exhorto de todo corazón a vosotros, que en virtud de la consagraciónreligiosa debéis estar aún más disponibles para servir a la Iglesia, a prepararos lo mejorposible para la tarea catequética... ¡Que las comunidades dediquen el máximo de suscapacidades y de sus posibilidades a la obra específica de la catequesis!”.

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4. A dedicar todo nuestro empeño en esta tarea nos debe mover también el íntimoconvencimiento de que: “Cuanto más capaz sea, a escala local o universal, de dar prioridada la catequesis... tanto más la Iglesia encontrará en la catequesis una consolidación de suvida interna como comunidad de creyentes y de su actividad externa como misionera. Eneste final del siglo XX, Dios, y los acontecimientos, que son otras tantas llamadas de suparte, invitan a la Iglesia a renovar su confianza en la acción catequética como en una tareaabsolutamente primordial de su misión. Es invitada a consagrar a la catequesis sus mejoresrecursos en hombres y energías, sin ahorrar esfuerzos, fatigas y medios materiales, paraorganizarla mejor y formar personal capacitado. En ello no hay un mero cálculo humano,sino una actitud de fe. Y una actitud de fe se dirige siempre a la fidelidad de Dios, quenunca deja de responder”.

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5. Para cumplir esta misión fundamental que la Iglesia nos encomienda hemos buscadoresponder a las preguntas: ¿Qué es la catequesis y cuál es su historia en la Iglesia? ¿Cuáldebe ser el contenido de la catequesis? ¿Cómo se debe organizar y presentar esecontenido? ¿Cómo debemos transmitir ese contenido? ¿A quién corresponde enseñar lacatequesis? ¿Qué preparación se supone en los catequistas? ¿Quiénes son los destinatariosde esa enseñanza? ¿Cuáles son las exigencias de una catequesis que introduzcaverdaderamente a “la vida en Cristo”?

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6. Para la redacción de este directorio se ha utilizado en abundancia un magníficodocumento de Juan Pablo II, la encíclica Catechesi Tradendae. Asimismo se han tenidosiempre presentes: el Catecismo de la Iglesia Católica, el Directorio General para la Catequesis (11-VIII-1997) y el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.

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1.

Urgencia y necesidadde la catequesis

7. La principal urgencia y necesidad proviene del mandato que el mismo Jesucristo dejóantes de partir a los cielos: Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombredel Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt28,19-20). El mandato misionero comprende varios aspectos: “íntimamente unidos entre sí:anunciad (Mc 16,15), haced discípulos y enseñad, sed mis testigos, bautizad, haced esto en memoria mía(Lc 22,19), amaos unos a otros (Jn 15,12). Anuncio, testimonio, enseñanza, sacramentos, amoral prójimo, hacer discípulos: todos estos aspectos son vías y medios para la transmisión delúnico Evangelio y constituyen los elementos de la evangelización”.

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El mandato de predicar el Evangelio a toda criatura, tiene sus “etapas o «momentosesenciales»: - la acción misionera para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa; - la acción catequético-iniciatoria para los que optan por el Evangelio y para los quenecesitan completar o reestructurar su iniciación; - y la acción pastoral para los fieles cristianos ya maduros, en el seno de la comunidadcristiana. Estos momentos, sin embargo, no son etapas cerradas: se reiteran siempre quesea necesario, ya que tratan de dar el alimento evangélico más adecuado al crecimientoespiritual de cada persona o de la misma comunidad”.

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8. El Catecismo Romano promulgado por el Concilio de Trento, sintetizando lasenseñanzas de la Revelación, recuerda que “el hombre, abandonado a sus fuerzas, nopuede alcanzar la verdadera sabiduría ni los medios ciertos para conseguir su felicidad”, yde ahí la necesidad de la catequesis para alcanzar con eficacia el fin del hombre. Por esodebemos comprometernos a poner en práctica lo que recomiendan nuestrasConstituciones: “trabajarán para que los principios del Evangelio influyan efectivamente enla vida de los hombres y combatirán con todas sus fuerzas el error”.

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9. Por otra parte, la acuciante realidad que presenta el mundo contemporáneo nosmuestra que: “hoy el género humano se encuentra en una nueva etapa de su historia, en laque profundos y rápidos cambios se extienden gradualmente a todo el mundo... Así, yapodemos hablar de una verdadera transformación social y cultural, que repercute también

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en la vida religiosa”,[11]

originando, con ello, diversos problemas: - antes, la tradición cultural era más favorable que hoy a la transmisión de la fe; - para que la fe cristiana penetre profundamente en las culturas no evangelizadasnecesita de nuevas formas de expresión, si bien los postulados fundamentales debenpermanecer idénticos;

- el pluralismo y relativismo moral reinante en las sociedades;[12]

- también un creciente indiferentismo por parte de las personas; - el avasallamiento de los medios de comunicación, al punto que “las nuevasgeneraciones, sobre todo, crecen en un mundo condicionado por estos medios”.

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- la re-evangelización de naciones que, aún conservando sus raíces cristianas, se fueronseparando poco a poco de ellas; - “no han faltado crisis, insuficiencias doctrinales y experiencias que han empobrecido lacalidad de la catequesis debido, en gran parte, a la evolución del contexto cultural mundialy a cuestiones eclesiales no originadas en la catequesis”.

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10. Juan Pablo II en su discurso inaugural de la IV Asamblea General del EpiscopadoLatinoamericano en Santo Domingo, hacía referencia a esa crisis cultural de proporcionesinsospechadas, originada en el eclipse de los valores cristianos en la cultura moderna, queimpregna la mentalidad general: - el oscurecimiento o la negación de la dimensión trascendente del hombre; - el hombre-tipo ya no aspira con toda naturalidad a Dios, a su destino eterno, sino queparece decidido a contentarse viviendo como un mero ciudadano de esta tierra; - la indiferencia religiosa, como si todas las religiones tuvieran igual valor; - a la ofuscación de aquella referencia a Cristo como único salvador del mundo se siguela desaparición de los signos cristianos en la vida concreta de la sociedad, que ya noaparecen en el modo espontáneo de reaccionar, de comportarse, en las pautas de conductaque se van imponiendo y que resultan ajenas no sólo a los valores cristianos, sino inclusoa aquellos valores elementales de la dignidad humana. El olvido de Dios lleva al olvido dela verdad del hombre. Esta crisis cultural de proporciones insospechadas va invadiendopoco a poco la mentalidad de los cristianos. Frente a este complejo fenómeno es necesario dar vida y proponer, como una meta dela Iglesia y de la acción de los fieles, una alternativa cultural plenamente cristiana. En numerosas oportunidades Juan Pablo II exhortó a la vieja Europa a volver a susraíces cristianas, y lo mismo señaló respecto de América Latina, acuñando el concepto de“nueva evangelización”. Este concepto incluye la necesidad de una profundatransformación de los criterios de juicio, los valores determinantes, las líneas depensamiento y los modelos de vida en el orden individual y social. En otras palabras: para

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que la fe arraigue plenamente en un pueblo, es imprescindible que el Evangelio penetrehasta las raíces mismas de su cultura. En cada época, el encuentro del Evangelio, de la acción evangelizadora de la Iglesia,con la cultura de un pueblo, es en cierto modo de tipo dialéctico: provoca una crítica delos defectos y anti-valores de la cultura vigente y la asunción de sus valores auténticos,que son purificados y transfigurados por el influjo de la verdad y la gracia de Cristo.

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11. Estos cambios propios de nuestro tiempo de ninguna manera deben relegar losprincipios de la fe cristiana, muy por el contrario deben urgir a realizar un análisis de estarealidad para mostrar a los hombres el peligro que encierra y la solución que se nospropone desde el mensaje evangélico. Por eso en nuestras Constituciones se anima a losreligiosos a que, en una pastoral entusiasta, asuman “la responsabilidad de la enseñanzacatequética de niños y adultos” (181, b).

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2.

La catequesis y su historia

12. No encontramos en el Nuevo Testamento el sustantivo “catequesis”, pero sí elverbo “katechein”, con el sentido ordinario de “contar”, “instruir de viva voz”, “enseñar”con sentido religioso.

[16] Tal fue la catequesis de la primera comunidad cristiana y en este

sentido es claro que la Iglesia primitiva nace de la enseñanza de la fe y de la catequesispor parte de los Apóstoles, ya que “¿Cómo creerán si no han oído hablar de Él?”

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13. Es evidente la importancia fundamental del tema ya que se trata de la transmisión dela doctrina de la fe. Por ello “la catequesis ha sido siempre considerada por la Iglesia comouna de sus tareas primordiales, ya que Cristo resucitado, antes de volver al Padre, dio a losApóstoles esta última consigna: hacer discípulos a todas las gentes, enseñándoles aobservar todo lo que Él había mandado (Mt 28,19-20)”.

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14. “Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de esfuerzos realizados por la Iglesiapara hacer discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios, a finde que, mediante la fe, ellos tengan la vida en su nombre (cf. Jn 20,31), para educarlos einstruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo”. La catequesis comienza acobrar tal importancia que se convierte en una actividad principal de la Iglesia. “La Iglesiano ha dejado de dedicar sus energías a esa tarea”.

[19]

a) La Catequesis en la época patrística

15. Se comprende por ello que “los períodos de renovación de la Iglesia son también

tiempos fuertes de la catequesis. Así, en la gran época de los Padres de la Iglesia, vemos asantos obispos consagrar una parte importante de su ministerio a la catequesis. Es la épocade S. Cirilo de Jerusalén y de S. Juan Crisóstomo, de S. Ambrosio, y de muchos otrosPadres cuyas obras catequéticas siguen siendo modelos”.

[20]

16. San Agustín, por su parte, fue un extraordinario pastor de almas, ha compuesto losprimeros tratados de pedagogía catequística: una obrita llamada De catechizandis rudibus (PL40, 309-348), título que se podría traducir “cómo instruir a los ignorantes”, y corona suobra metodológica en el De doctrina christiana (PL 34, 13-122). Advierte con muchaperspicacia que la catequesis de la Iglesia debe ser diversificada, de acuerdo a lasposibilidades de recepción de los oyentes. En su pueblo, allá en el norte de África, están

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por un lado los campesinos sin instrucción, por otro la gente semiculta que vive en laciudad, y por fin la gente ilustrada, los educados en las artes liberales. Pero para Agustín lacultura del mundo no coincide siempre con la sabiduría de la fe; por tanto “rudos” (=ignorantes), pueden encontrarse en cualquiera de las tres categorías.

b) La catequesis en la Edad Media

17. Durante la Edad Media la actividad catequística atraviesa por algunos momentos deesplendor, y también por momentos de decadencia. En el siglo IX florece el así llamado“renacimiento carolingio”. Carlomagno, rey de los francos, fue un hombre preocupado porla vida de la Iglesia y por la evangelización de sus pueblos. Se atribuye a Alcuino, que fueel gran preceptor o maestro de su corte, un catecismo de preguntas y respuestas, al modode un cuestionario para los niños donde se pasa revista a las verdades fundamentales de lareligión. 18. En el renacimiento del siglo XII nos encontramos, por ejemplo, con los CincoSeptenarios de Hugo de San Víctor, que presenta los siete vicios y las siete virtudesprincipales, en relación con las siete peticiones del Padre Nuestro, los siete dones delEspíritu Santo y las siete bienaventuranzas del Evangelio: un pequeño compendio dondese recoge la preciosa verdad de la vida cristiana. También por esa misma época, filósofos yteólogos como Pedro Abelardo han escrito comentarios breves, para el pueblo, al Credo yal Padrenuestro, que son como los anticipos de nuestros manuales de religión o nuestrasguías de catequesis. Pedro Lombardo, el gran recopilador del siglo XII, en su libro de las Sentencias, ya utilizael nombre “Catecismo” para designar al libro que contenía el interrogatorio fundamentalpara el Bautismo y la posterior formación de los fieles. 19. Santo Tomás de Aquino, el gran teólogo del siglo XIII, el autor de la Suma Teológica,no desdeña predicar en lengua vulgar comentarios al Credo y al Padre Nuestro, y ponerpor escrito estos textos que han sido considerados siempre como modelos de talentocatequístico, por su concisión y claridad. Es hacia el fin de la Edad Media cuando aparecen los catecismos propiamente dichos.En 1337 el Arzobispo Thoresby de York, Inglaterra, publicó un catecismo para los fieleslaicos (Lay Folks’ Catechism) que incluía un comentario al Credo, el estudio de lossacramentos, los dos preceptos de la caridad (amor a Dios y al prójimo), los siete pecadoscapitales y las siete virtudes fundamentales. En el otoño de la Edad Media nos encontramos con Juan Gerson (1363-1429), cancillerde la Universidad de París, un eximio pedagogo, que refleja las preocupaciones de unaépoca de considerable decadencia, cuando el esplendor del catecumenado social hacomenzado su eclipse. Gerson ha dicho: “si se quiere reformar la Iglesia hay quecomenzar por los niños”. Compone un método de alfabetización para enseñar losrudimentos de la lectura y junto con ellos los rudimentos de la fe; lo llama Abecedario de la

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gente simple. Escribió también un manual para los párrocos que llamó Obra Tripartita: tratabalos diez mandamientos, el modo de confesarse (explicando los pecados capitales) y elmodo de bien morir. Esta temática revela las preocupaciones de aquella época inestable enque las guerras, las hambrunas y las pestes asolaban a los pueblos de Europa.

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c) La catequesis en la Reforma protestante y en la Reforma Católica.

20. Lutero retoma y renueva el catecismo, y lo hace servir a los fines de su reforma. El

reformador quería que la doctrina fuese presentada del modo más simple posible, parafacilitar así la comprensión y la asimilación y para permitir una rápida fijación en lamemoria. Publica en 1529 dos textos: el Gran Catecismo, dirigido a los pastores de lacomunidad evangélica y a los padres de familia, redactado en un estilo más elaborado ycontinuo, y el Pequeño Catecismo, con el método tradicional de preguntas y respuestas, y sinlos acentos deliberadamente luteranos del anterior. El esquema de ambos es el mismo: elDecálogo, el Símbolo de los Apóstoles y el Padre Nuestro, más una explicación delBautismo y de la Cena, los sacramentos que Lutero conserva sin discusión. La obra deLutero no fue un hallazgo original, pero sí tuvo un papel fundamental en la difusión de lareforma protestante. También Calvino, el otro gran reformador del siglo XVI, le da alcatecismo un lugar institucional y crea una verdadera organización catequística para laIglesia de Ginebra.

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21. Tuvieron tanto éxito los catecismos protestantes que se usaban hasta en los colegioscatólicos. En 1563 un jesuita francés, el P. Edmond Auger, publicó su Catecismo y sumario dela religión cristiana, para evitar que aquella situación anómala y peligrosa continuara y seextendiera. Se inicia así la “batalla de los catecismos” que ayudó a los mismos protestantesa darse cuenta de que, queriendo reformar la Iglesia Católica, acabaron fundando otra cosanueva, distinta. Al texto de Auger se suman las obras de otro gran jesuita, San Pedro Canisio, doctor dela Iglesia, de un talento catequístico y pedagógico extraordinario. Canisio publica en 1554un catecismo mayor o Sumario de la Doctrina Cristiana, y pocos años después un PequeñoCatecismo para los Católicos dirigido a los niños. Esos catecismos se traducen rápidamente encincuenta lenguas y se difunden por toda Europa. El talento de su autor se revela en elcarácter progresivo de la enseñanza, en el cuidado por referirse siempre a lo concreto, aaquello que se puede percibir de un modo inmediato, a los ejemplos e historias tomadas dela Sagrada Escritura, que dan color y vida a la transmisión de la fe. Canisio es, además, ungran moralista, y expone con detalle la vida cristiana, saliendo al paso de las dificultades dela época. La vida cristiana consiste en obrar según la justicia de Cristo, que es la queenseña y transmite la Iglesia Católica. Se reconoce pleno valor al libre albedrío, quenegaban los reformadores protestantes, y el tono es marcadamente optimista, estimandoque el hombre que se acerca a la Iglesia, o que ha sido bautizado en ella, tiene lasdisposiciones necesarias para el conocimiento de la fe. 22. Los Concilios fueron siempre una fuente de energía para la catequesis. Debemos

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recordar en este sentido al Concilio de Trento y su Catecismo Romano.[23]

El Catecismo de Trento contó además con la obra de apóstoles de primera talla quedifundieron su uso y promovieron adaptaciones, como San Roberto Belarmino, San CarlosBorromeo, San Francisco de Sales, Santo Toribio de Mogrovejo, obispos misioneros ycatequistas ellos mismos. A lo largo de los siglos siguientes aquel texto mostró toda sufecundidad gracias al trabajo de pastores y catequistas como los santos Alfonso María deLigorio, Juan Bosco, Juan María Vianney y muchos otros.

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d) La catequesis desde inicios del siglo XX hasta nuestros días.

23. Ya a principios del siglo XX, en 1905, el Papa San Pío X, que fue un gran

catequista, publicó la encíclica Acerbo nimis, dedicada al problema de la enseñanzacatequística en el contexto del creciente fenómeno de la ignorancia religiosa de las masas.En ese documento insistía con vigor en la necesidad de catequizar a todos. Además,publicó un catecismo y recordó a los párrocos la obligación de ofrecer a los niños unahora semanal de catequesis después de la misa dominical y de prodigarse asimismo en lacatequesis de los adultos. En los años siguientes se advierte un resurgir de la catequética como disciplina pastoraly una renovación incipiente de la praxis catequística. En el área de la transmisión de la feconfluyen los aportes del movimiento bíblico, de un mejor conocimiento de los Padres dela Iglesia, la renovación de los estudios teológicos y los nuevos recursos pedagógicos.Quizá lo más significativo hayan sido los cambios en la metodología catequística: seintrodujeron criterios de psicología evolutiva para discernir los períodos sensibles en lavida de niños y adolescentes y los centros de interés, se propusieron vías tales como “lacatequesis por el dibujo” y se otorgó más importancia a la Sagrada Escritura, en especial ala simbología bíblica y a los pasos principales de la historia de la salvación; también seintenta recrear el vínculo entre catequesis y liturgia.

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24. En los años anteriores y posteriores al Vaticano II se desencadenó una granconfusión de criterios.

[26] Las nuevas perspectivas llevaron casi insensiblemente a

privilegiar muchas veces el valor del encuentro catequístico en cuanto tal, en desmedro delos contenidos. Éstos se empobrecen cada vez más, pierden precisión las formulaciones dela fe, se menoscaba la organicidad y la integridad de la doctrina cristiana que debe serdispensada a las nuevas generaciones. La orientación vivencial de la catequesis, en sentidogenérico y afectivo determinó un descuido de la inteligencia del niño y de su necesidad deafrontar con fe lúcida las objeciones y contradicciones que plantea una culturasecularizada. Paralelamente se afirmó también un desprecio de la memoria. Hay algo más grave todavía: la confusión de criterios se extendió al contenido mismode la catequesis, a las verdades que han de transmitirse. En los años ‘60 del siglo pasado seoriginaron planteos catequísticos heterodoxos.

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1°) Un caso paradigmático: el Catecismo Holandés, aparecido en 1966 y que se difundiócomo un éxito de librería. Una Comisión cardenalicia, por mandato de la Santa Sede, seencargó de examinarlo e indicó la redacción de enmiendas y adiciones, con el propósito depaliar las omisiones y corregir los errores contenidos en el texto. Si bien poseía ciertovalor desde el punto de vista metodológico, introducía ambigüedades e interpretacionesinaceptables de verdades fundamentales de la fe. Por ejemplo, se silenciaban odeformaban: la concepción virginal de Jesús, la perpetua virginidad de María, el caráctersatisfactorio de la muerte de Cristo en la Cruz, el carácter sacrificial de la Misa, lapresencia real de Cristo en la Eucaristía, la creación de los ángeles, la existencia deldemonio y la constitución esencial del ser humano (cuerpo-alma), oscuridades sobre laindisolubilidad del matrimonio y algunas cuestiones de moral conyugal.

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2°) También influyeron las versiones liberacionistas y filo-marxistas de la salvación enCristo. Esas orientaciones teológicas han pasado a la catequesis y en muchos lugares handesviado la formación de los fieles: se reduce la verdad católica y el misterio de la vidacristiana a una praxis de liberación; la caridad aparece transmutada en lucha de clases,porque en ese contexto ideológico no se concibe otra manera de concretar la entrega afavor del prójimo; nuestro Señor Jesucristo es presentado como el hombre libre que se hadado a los demás, y no realmente como Dios.

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25. Estas orientaciones heterodoxas han contribuido a acentuar la confusión de criteriosque se ha vivido en el período post-conciliar. En los últimos diez años de su pontificado, el Papa Pablo VI, en las catequesis queofrecía al pueblo de Dios cada miércoles, iba reafirmando y esclareciendo aquellasverdades que eran demolidas por los teólogos de moda cuyos errores se difundían,desgraciadamente, entre los fieles a través de una catequesis descaminada. Convienerecordar aquí la profesión de fe, comúnmente llamada “Credo del Pueblo de Dios” o “Credo”de Pablo VI, que cumpliendo con el mandato de confirmar a los hermanos en la fe, ofreceun comentario actualizado al “Credo apostólico”.

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26. El Directorio Catequístico General preparado por la Congregación para el Clero ypublicado en 1971, fue un instrumento importante para encauzar la tarea catequística entiempos todavía procelosos. En 1977 se celebró el Sínodo de Obispos cuyas sesiones versaron sobre la catequesis,especialmente la que se dirige a los niños y a los jóvenes. La documentación producida porlos Padres sinodales ha sido tenida en cuenta por Juan Pablo II en la exhortación apostólicaCatechesi tradendae, en la que ha ofrecido a la Iglesia una orientación segura y actualizada quecubre todos los aspectos de la actividad catequística. Durante el Sínodo de los Obispos en 1985 se sugirió la elaboración de un catecismo.Los Padres sinodales, considerando el panorama de la vida de la iglesia en las dos décadastranscurridas, advirtieron que era necesario registrar en un texto, una exposición autorizadade la doctrina católica, de las verdades de la fe, ofuscadas tantas veces en la mente de los

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fieles y sobre todo, no percibidas con claridad, no comprendidas cabalmente por elhombre impregnado de la cultura contemporánea, y frecuentemente provisto de objecionesy resistencias contra ellas. El Papa Juan Pablo II asumió la sugerencia e instituyó al año siguiente una comisiónformada por cardenales y obispos que trabajó durante siete años. Además, todos losobispos de la Iglesia fueron consultados, y a través de ellos numerosos peritos, teólogos einstituciones académicas.

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27. Finalmente, el 7 y 8 de diciembre de 1992, Juan Pablo II presentó oficialmente a laIglesia, como fruto del Concilio Vaticano II, el Catecismo de la Iglesia Católica, donprovidencial para nuestros tiempos. Expresaba al respecto el Santo Padre: “Tras larenovación de la Liturgia y del Nuevo Código de Derecho Canónico de la Iglesia Latina yde los Cánones de las Iglesias Orientales católicas, este Catecismo es una contribuciónimportantísima a la obra de la renovación de la vida eclesial, deseada y promovida por elConcilio Vaticano II” (Constitución Apostólica Fidei Depositum, n. 1).

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28. Pedía Juan Pablo II “a todos los pastores de la Iglesia y a los fieles, que reciban esteCatecismo con espíritu de comunión y lo utilicen constantemente cuando realizaren sumisión de anunciar la fe y llamar a la vida evangélica. Este Catecismo les es dado para queles sirva de texto de referencia seguro y auténtico para la enseñanza de la doctrina católica,y muy particularmente para la composición de los catecismos locales”.

[32]

Por último se elaboró el Compendio, que “refleja fielmente, en su estructura, contenidosy lenguaje, el Catecismo de la Iglesia Católica, que podrá ser mejor conocido y comprendidogracias a la ayuda y estímulo de esta síntesis”.

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Benedicto XVI entregaba el Compendio “ante todo a la Iglesia entera y a cada cristiano enparticular, para que, por medio de él, cada cual pueda encontrar, en este tercer milenio,nuevo impulso para renovar el compromiso de evangelización y educación de la fe quedebe caracterizar a toda comunidad eclesial y a cada creyente en Cristo de cualquier edad ynación. Por su brevedad, claridad e integridad, se dirige asimismo a toda persona que,viviendo en un mundo disperso y lleno de los más variados mensajes, quiera conocer elCamino de la Vida y la Verdad, entregado por Dios a la Iglesia de su Hijo”.

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29. Como corolario de este breve panorama histórico, se puede considerar globalmente“que la catequesis es una educación en la fe de los niños, de los jóvenes y adultos quecomprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente demodo orgánico y sistemático con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana”.

[35]

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3.

El contenido de la catequesis

30. En cuanto al contenido de fe que se transmite en la catequesis, es claro que se tratade un único mensaje de salvación eterna que se dirige a todos los hombres, de todas lasculturas y de todos los tiempos. El respeto por la integridad de este contenido escondición indispensable de la catequesis católica. “Traicionar en algo la integridad delmensaje es vaciar peligrosamente la catequesis misma y comprometer los frutos que deella tienen derecho a esperar Cristo y la comunidad eclesial. No es ciertamente casual elhecho de que una cierta totalidad caracterice el mandato final de Jesús en el evangelio deMateo: Me ha sido dado todo poder... Haced discípulos a todas las gentes... enseñándoles a guardar todo...yo estoy siempre con vosotros (28, 18-20). Por eso, cuando un hombre, presintiendo la superioridaddel conocimiento de Cristo Jesús (Flp 3,8), descubierto por la fe, abrigue el deseo, aúninconsciente, de conocerle más y mejor, mediante «una predicación y enseñanza conformea la verdad que hay en Jesús», ningún pretexto es válido para negarle parte alguna de eseconocimiento. ¿Qué catequesis sería aquélla en la que no hubiera lugar para la creación delhombre y su pecado, para el plan redentor de nuestro Dios y su larga y amorosapreparación y realización, para la Encarnación del Hijo de Dios, para María –laInmaculada, la Madre de Dios, siempre Virgen, elevada en cuerpo y alma a la gloriacelestial– y su función en el misterio de la salvación, para el misterio de la iniquidadoperante en nuestras vidas y la virtud de Dios que nos libera, para la necesidad de lapenitencia y de la ascesis, para los gestos sacramentales y litúrgicos, para la realidad de lapresencia eucarística, para la participación en la vida divina aquí en la tierra y en el másallá, etc.? Asimismo, a ningún verdadero catequista le es lícito hacer por cuenta propia unaselección en el depósito de la fe, entre lo que estima importante y lo que estima menosimportante, o para enseñar lo uno y rechazar lo otro”.

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31. “La catequesis debe transmitir el mensaje evangélico en toda su integridad y pureza.[...] Por eso, un criterio fundamental de la catequesis es el de salvaguardar la integridad delmensaje, evitando presentaciones parciales o deformadas del mismo. El que se hacediscípulo de Cristo tiene derecho a recibir la «palabra de la fe» no mutilada, falsificada odisminuida, sino completa e integral, en todo su rigor y su vigor. - Dos dimensiones íntimamente unidas subyacen en este criterio. a) Se trata de presentar el mensaje evangélico íntegro, sin silenciar ningún aspectofundamental o realizar una selección en el depósito de la fe («integridad intensiva»). Sin

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limitarse a esta exposición inicial, la catequesis, gradualmente, propondrá el mensaje demanera cada vez más amplia y explícita, según la capacidad del catequizando y el carácterpropio de la catequesis («integridad extensiva»). b) Presentar el mensaje evangélico auténtico, en toda su pureza, sin reducir susexigencias, por temor al rechazo; y sin imponer cargas pesadas que él no incluye, pues elyugo de Jesús es suave”.

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32. “Un catecismo debe presentar fiel y orgánicamente la enseñanza de la SagradaEscritura, de la Tradición viva en la Iglesia y del Magisterio auténtico, así como la herenciaespiritual de los Padres, de los santos y de las santas de la Iglesia, para permitir conocermejor el misterio cristiano y reavivar la fe del Pueblo de Dios. Debe tener en cuenta lasexplicitaciones de la doctrina que el Espíritu Santo ha sugerido a la Iglesia a lo largo delos siglos. Es preciso también que ayude a iluminar con la luz de la fe las situacionesnuevas y los problemas que en el pasado aun no se habían planteado” (Const. Apost. FideiDepositum, 3).

[38]

33. Las cuatro partes en las cuales se articula un catecismo, corresponden a las leyesfundamentales de la vida en Cristo: - la profesión de fe, “contiene una síntesis de la lex credendi, de la fe profesada por laIglesia Católica... cuya constante proclamación en la asamblea cristiana mantiene viva lamemoria de las principales verdades de la fe”; - la celebración del misterio cristiano: “presentando los elementos esenciales de la lexcelebrandi. El anuncio del Evangelio encuentra su respuesta privilegiada en la vidasacramental”; - la vida en Cristo: “presenta la lex vivendi, el compromiso que tienen los bautizados demanifestar en sus comportamientos y en sus decisiones éticas la fidelidad a la fe profesaday celebrada. Los fieles están llamados a realizar las obras que corresponden con sudignidad de hijos del Padre en la caridad del Espíritu Santo”; - la oración cristiana: “ofrece una síntesis de la lex orandi, de la vida de oración. Aejemplo de Jesús, el cristiano está llamado al diálogo con Dios en la oración, de la que esexpresión privilegiada el Padre nuestro”.

[39]

Toda formación catequística debe incluir un aspecto litúrgico. Los mismos signossagrados son una fuente de formación catequística.

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4.

Cómo enseñar la catequesis

34. “Se ha de dar la formación catequética empleando todos aquellos medios, materialesdidácticos e instrumentos de comunicación que sean más eficaces para que los fieles, demanera adaptada a su modo de ser, capacidad, edad y condiciones de vida, puedanaprender la doctrina católica de modo más completo y llevarla mejor a la práctica”.

[40]

35. Se trata de atender a dos polos: los medios a utilizar y la diversidad de losdestinatarios.

a) Los medios al servicio del fin

36. En el campo catequético no existe evidentemente un único método para latransmisión de la verdad revelada. Se debe tener en cuenta que “el fin es siempre mejorque las cosas que se ordenan a él”.

[41] Conviene, por tanto, estar atentos, para que sea

posible utilizar en la transmisión de la fe todos los medios idóneos en orden a su mejorconocimiento y difusión; a la vez que se procura evitar que un modo particular de redactarun catecismo, o de explicarlo, no acabe resultando perjudicial para los contenidos que sequieren enseñar, ni para el fin que la catequesis se propone con esta enseñanza, perjuicioque no repercutiría solamente en errores científicos, sino en algo que es aún más grave: lasalvación de las almas. Por eso, al referirse a los medios que ha de emplear la accióncatequista, recuerda el Directorio Catequístico General la necesidad de controlar que seansiempre aptos para conseguir los fines espirituales que se persiguen.

[42]

37. La elección, pues, de los métodos será válida “en la medida en que no dependa deteorías o prejuicios más o menos subjetivos y marcados por una cierta ideología, sino queesté inspirada por el humilde afán de ajustarse mejor a su contenido que debe permanecerintacto” (Catechesi Tradendae, 31). De lo contrario se caerá en la vanidad de la que hablaSanto Tomás, pues “se llama vano al hombre que, conducido por un regla indebida, nollega al fin debido”.

[43]

38. La catequesis es educar la fe de los niños, jóvenes y adultos, por medio de “unaenseñanza orgánica y sistemática, con miras a iniciarles en la plenitud de la vida cristiana”.[44]

39. Por tanto, debemos re-afirmar categóricamente la necesidad de que la catequesis sea

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“una enseñanza sistemática, no improvisada, siguiendo un programa que le permita llegar aun fin preciso; una enseñanza elemental que no pretenda abordar cuestiones disputadas nitransformarse en investigación teológica o en exégesis científica; una enseñanza, noobstante, bastante completa, que no se detenga en el primer anuncio del misterio cristiano,cual lo tenemos en el kerygma; una iniciación cristiana integral, abierta a todas las esferasde la vida”.

[45]

40. Luego de esta clarísima afirmación el Santo Padre insiste nuevamente “en lanecesidad de una enseñanza orgánica y sistemática, dado que desde distintos sitios seintenta minimizar su importancia”.

[46] Y resume estos intentos descalificándolos con toda

claridad: “Es inútil insistir en la ortopraxis en detrimento de la ortodoxia: el cristianismo esinseparablemente la una y la otra... Es asimismo inútil querer abandonar el estudio serio ysistemático del mensaje de Cristo, en nombre de una atención metodológica a laexperiencia vital... No hay que oponer igualmente una catequesis que arranque de la vida auna catequesis tradicional, doctrinal y sistemática. La auténtica catequesis es siempre unainiciación ordenada y sistemática a la Revelación que Dios mismo ha hecho al hombre enJesucristo, revelación conservada en la memoria profunda de la Iglesia y en las SagradasEscrituras y comunicada constantemente, mediante una traditio viva y activa, de generaciónen generación. Pero esta revelación no está aislada de la vida ni yuxtapuesta artificialmentea ella. Se refiere al sentido último de la existencia y la ilumina, ya para inspirarla, ya parajuzgarla, a la luz del Evangelio”.

[47]

41. El deseo de difundir la fe, para que se haga más viva y eficaz en los hombres,llevará, por supuesto a utilizar todos los recursos que ofrecen los descubrimientos de lasciencias humanas. “En efecto, es cosa normal adoptar, en beneficio de la educación de lafe, las técnicas perfeccionadas y comprobadas de la educación en general. Sin embargo, esimportante tener en cuenta en todo momento la originalidad fundamental de la fe. Cuandose habla de pedagogía de la fe, no se trata de transmitir un saber humano, aun el máselevado; se trata de comunicar en su integridad la Revelación de Dios. Ahora, Dios mismo,a lo largo de toda la historia sagrada y, principalmente, en el Evangelio, se sirvió de unapedagogía que debe seguir siendo modelo de la pedagogía de la fe”.

[48]

42. Lo más elemental de cualquier sistema y método catequístico, a nuestro entender,debe tener en cuenta lo siguiente:

- ha de exponer en lenguaje sencillo y apropiado lo esencial del depósito de la fe;[49]

- esta exposición del depósito ha de realizarse de un modo ordenado, a fin de mostrar lanecesaria concatenación existente entre las verdades de fe; - se ha de procurar que lo fundamental de esos contenidos sea aprendido de memoria,puesto que de ellos vivirán el resto de su vida una buena parte de los cristianos;

[50]

- y, a través de esas verdades, se ha de mover a cada persona a rectificar su conducta,por una aplicación exigente de la fe a todas las circunstancias de su vida, ya en sus

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relaciones con Dios, ya en todas las relaciones humanas, que han de ser también ordenadasy orientadas a Dios. - también la imagen es predicación evangélica. Se debe aprovechar el tesoro de “artesacro”, que numerosos artistas de todos los tiempos han ofrecido sobre los hechos mássobresalientes del misterio de la salvación, presentándolos en el esplendor del color y laperfección de la belleza.

[51]

b) Aplicación de la metodología

a los distintos destinatarios

43. La diversidad de las personas a las cuales se dirige la catequesis exige, en todos loscasos, una necesaria adaptación. 44. Se debe tener en cuenta la diversidad de personas y los diversos ambientes socio-culturales en los que se encuentran los destinatarios de la catequesis. Los ambientes socio-culturales pueden ser fundamentalmente tres: a) “La situación de aquellos «pueblos, grupos humanos, contextos socio-culturales,donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan comunidades cristianassuficientemente maduras como para poder encarnar la fe en el propio ambiente yanunciarla a otros grupos». Esta situación reclama la misión ad gentes, con una acciónevangelizadora centrada, preferentemente, en los jóvenes y en los adultos. Su peculiaridadconsiste en el hecho de dirigirse a los no cristianos invitándoles a la conversión. Lacatequesis, en esta situación, se desarrolla ordinariamente en el interior del catecumenadobautismal. b) Situaciones en que están presentes «comunidades cristianas dotadas de estructuraseclesiales adecuadas y sólidas, que tienen un gran fervor de fe y de vida; que irradian eltestimonio del Evangelio en su ambiente». En tal situación, es necesario que la catequesisde niños, adolescentes y jóvenes desarrolle verdaderos procesos de iniciación cristiana,bien articulados, que les permitan acceder a la edad adulta con una fe madura, y que, deevangelizados, se conviertan en evangelizadores. c) Una «situación intermedia», ya que en ella «grupos enteros de bautizados han perdidoel sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia,llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio». Esta situación requiere unanueva evangelización. Su peculiaridad consiste en que la acción misionera se dirige abautizados de toda edad, que viven en un contexto religioso de referencias cristianaspercibidas sólo exteriormente. En esta situación, el primer anuncio y una catequesisfundante constituyen la opción prioritaria”.

[52]

Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas situaciones “frecuentemente convivenjuntas en un mismo territorio. En muchas grandes ciudades, por ejemplo, la situación quereclama una «misión ad gentes» y la que pide una «nueva evangelización» coexisten

20

simultáneamente”.[53]

45. “El que enseña debe hacerse todo de todos (1 Co 9,22), para ganarlos a todos paraJesucristo... ¡Sobre todo que no se imagine que le ha sido confiada una sola clase de almas,y que, por consiguiente le es lícito enseñar y formar igualmente a todos los fieles en laverdadera piedad, con un único método y siempre el mismo! Que sepa bien que unos son,en Jesucristo, como niños recién nacidos, otros como adolescentes, otros finalmente comoposeedores ya de todas sus fuerzas... Los que son llamados al ministerio de la predicacióndeben, al transmitir la enseñanza del misterio de la fe y de las reglas de las costumbres,acomodar sus palabras al espíritu y a la inteligencia de sus oyentes”.

[54]

46. “La edad y el desarrollo intelectual de los cristianos, su grado de madurez eclesial yespiritual y muchas otras circunstancias personales postulan que la catequesis adoptemétodos muy diversos para alcanzar su finalidad específica: la educación en la fe. Estavariedad es requerida también, en un plano más general, por el medio socio cultural enque la Iglesia lleva a cabo su obra catequética”.

[55]

47. Como ya se ha dicho antes, se debe recordar siempre en la elección del método ydel lenguaje más adecuado, que dicha elección sólo será válida “en la medida en que nodependa de teorías o prejuicios más o menos subjetivos y marcados por una ciertaideología, sino que esté inspirada por el humilde afán de ajustarse mejor a un contenidoque debe permanecer intacto. El método y el lenguaje utilizados deben seguir siendoverdaderamente instrumentos para comunicar la totalidad y no una parte de las palabras devida eterna (Jn 6,69; cf. He 5,20; 7,38) o del camino de la vida (He 2,28, citando el Sal 16,11)”.[56]

48. En esta tarea de necesaria adaptación “se presenta el riesgo y la tentación demezclar indebidamente la enseñanza catequética con perspectivas ideológicas, abierta olarvadamente, sobre todo de índole político-social, o con opciones políticas personales”.[57]

La catequesis debe mantenerse siempre por encima de este tipo de opcionesunilaterales y para ello “la pauta que ha de procurar seguir es la Revelación, tal como latransmite el Magisterio universal de la Iglesia en su forma solemne u ordinaria”.

[58]

49. Otro de los grandes desafíos para la catequesis es “la encarnación del mensaje enlas culturas... De la catequesis como de la evangelización en general, podemos decir queestá llamada a llevar la fuerza del Evangelio al corazón de la cultura y de las culturas”.

[59]

Para ello se deben conocer esas culturas y sus componentes esenciales y “ayudarles ahacer surgir de su propia tradición viva expresiones originales de vida, de celebración y depensamiento cristianos”.

[60] En esta tarea se debe recordar por una parte que “el mensaje

evangélico no se puede pura y simplemente aislarlo de la cultura en la que está insertodesde el principio... ni tampoco... de las culturas en las que ya se ha expresado a lo largode los siglos”.

[61] Por otra parte, ya que el Evangelio es verdaderamente una fuerza

transformadora y regeneradora, “cuando penetra una cultura ¿quién puede sorprenderse de

21

que cambien en ella no pocos elementos? -No habría catequesis si fuese el evangelio elque hubiera de cambiar en contacto con las culturas”.

[62]

“La Iglesia, a la luz del Evangelio, ha de asumir todos los valores positivos de la culturay de las culturas, y discernir aquellos elementos que obstaculizan a las personas y a lospueblos el desarrollo de sus auténticas potencialidades”.

[63]

50. Una de las tareas con la cuales nuestro Instituto puede colaborar en estapenetración del Evangelio en las culturas será la traducción, publicación, difusión yenseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica y su Compendio, en especial en los lugares demisión.

[64]

22

5.

Quiénes deben enseñar

51. Conviene recordar que “el verdadero sujeto de la catequesis es la Iglesia que, comocontinuadora de la misión de Jesucristo Maestro y animada por el Espíritu, ha sido enviadapara ser maestra de la fe. Por ello, la Iglesia, imitando a la Madre del Señor, conservafielmente el Evangelio en su corazón, lo anuncia, lo celebra, lo vive y lo transmite en lacatequesis a todos aquellos que han decidido seguir a Jesucristo. Esta transmisión delEvangelio es un acto vivo de tradición eclesial”.

[65]

“Es un deber propio y grave, sobre todo de los pastores de almas, cuidar la catequesisdel pueblo cristiano, para que la fe de los fieles, mediante la enseñanza de la doctrina y lapráctica de la vida cristiana, se haga viva, explícita y operativa”.

[66]

52. En primer lugar la exhortación del Santo Padre en la Catechesi Tradendae se dirige a losObispos cuyo cometido principal debe ser “suscitar y mantener” en las iglesias locales“una verdadera mística de la catequesis, pero una mística que se encarne en unaorganización adecuada y eficaz, haciendo uso de las personas, de los medios einstrumentos, así como de los recursos necesarios”.

[67]

53. Se dirige luego el Santo Padre a los sacerdotes como colaboradores inmediatos delos obispos: “a vosotros, ministros de Jesucristo, os suplico con todas mis fuerzas: nopermitáis que por una cierta falta de celo, como consecuencia de alguna idea inoportuna,preconcebida, los fieles se queden sin catequesis. Que no se pueda decir los pequeñuelos pidenpan y no hay quien se los parta (Lam 4,4)”.

[68]

54. “En virtud de su oficio, el párroco debe cuidar de la formación catequética de losadultos, jóvenes y niños, para lo cual empleará la colaboración de los clérigos adscriptos ala parroquia, de los miembros de institutos de vida consagrada y de las sociedades de vidaapostólica, teniendo en cuenta la naturaleza de cada instituto, y también de los fieles laicos,sobre todo de los catequistas...”.

[69]

55. Así, el Santo Padre encomienda la catequesis a los religiosos y a los fieles laicos yrecuerda luego el lugar por excelencia de la catequesis: la Parroquia. Debemos estarconvencidos de que el gran centro de catequesis es la Parroquia y el párroco debeconsiderarla como una de sus responsabilidades más importantes. “Aunque es verdad quese puede catequizar en todas partes... la comunidad parroquial debe seguir siendo la

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animadora de la catequesis y su lugar privilegiado”.[70]

Una catequesis adecuada en losdiversos niveles y en especial la catequesis de los niños constituye el centro delapostolado en la parroquia. Y precisamente desde la Parroquia se debe promover la granobra de la catequesis en las familias, en los colegios, en los movimientos de fieles, etc. 56. Téngase en cuenta lo que se dice en nuestras Constituciones: “los religiosos queatiendan parroquias, deberán privilegiar, en una pastoral entusiasta... la responsabilidad dela enseñanza catequética de niños y adultos”.

[71]

57. En cuanto a los fieles laicos “si no se encuentran legítimamente impedidos, norehúsen prestar su ayuda de buen grado. Promueva y fomente (el párroco) el deber de lospadres en la catequesis familiar”. A esta catequesis se refiere el can. 774, § 2 del CIC:“Antes que nadie, los padres están obligados a formar a sus hijos en la fe y en la prácticade la vida cristiana, mediante la palabra y el ejemplo; y tienen una obligación semejantequienes hacen las veces de padres, y los padrinos”. Este derecho que poseen los padres no puede entrar en dialéctica con laresponsabilidad conferida por la Iglesia a los Pastores legítimos quienes son losencargados de organizar y velar por la catequesis. “La catequesis familiar precede,acompaña y enriquece las otras formas de enseñanza de la fe... La parroquia es lacomunidad eucarística y el corazón de la vida litúrgica de las familias cristianas; es un lugarprivilegiado para la catequesis de los niños y de los padres”.

[72]

Utilícense los distintos medios de comunicación social: boletines, revistas, programasradiales o televisivos, videocasetes, CD, DVD, etc... por los cuales el catecismo puedellegar a más personas, ambientes, familias…

24

6.

Necesaria preparaciónen los catequistas

58. El gran catequista español Mons. Manuel González resume esta importante cuestiónsobre la necesaria preparación intelectual y espiritual de los catequistas en un principio yen tres refranes. 59. Ante todo un principio: “La catequesis es el catequista”. Y nos explica: “Dadme uncatequista con vocación..., con la preparación intelectual adecuada, que trate primero conel Corazón de Jesús en el Sagrario lo que va tratar después con los niños y que, sobretodo, ame a esos niños con el amor que saca del Sagrario, dadme un catequista así y no medigáis ya que ese catequista no puede enseñar, no puede cumplir su oficio, porque le faltamaterial docente como cuadros murales, proyecciones cinematográficas, valiosos premios,giras atrayentes, etc. Ese catequista que os he descrito ya sabrá arreglárselas para que losademanes de su cara y las figuras y contorsiones de su cuerpo sustituyan con ventaja a loscuadros murales o de proyecciones, y valorará y aún suplirá con creces, con su sonrisa ysu palabra caldeada por el cariño, la bagatela o fruslería de que en su pobreza dispongapara premio. En resumidas cuentas, el problema de la instrucción y educación cristianasdel pueblo, más que problema de leyes, de organismos o de obras, es de hombres”. 60. Y en tres refranes nos deja fundamentales principios pedagógicos en los que resumelas cosas más importantes que se deben tener en cuenta tanto en la catequesis con losniños como en toda catequesis.

[73]

61. a) “Nadie da lo que no tiene”: “Quien no posee a Jesús no puede dar a Jesús”.Quien quiera dar a sus catequizandos el conocimiento claro y cabal de Jesucristo y sudoctrina debe, ante todo, poseer él mismo tal conocimiento por el estudio responsable y laoración. Quien quiera transmitir el gusto y el amor por aquello que enseña debe ante todotener ese gusto y amor en su alma. Quien quiera suscitar la imitación de aquello queenseña debe comenzar por imitarlo él mismo. Y finalmente, si quiere el catequista que losniños vengan con ganas a la doctrina, “le oigan atentos, sin miedo y alegres, sin disipaciónni alboroto y se vayan con ganas de volver”, debe comenzar por enseñar de ese modo. Siel catequista no cumple con estas condiciones ya conoce la causa de sus fracasos. 62. b) “No hay que pedir peras al olmo, o sea que: los niños son niños”. El catequistadebe esforzarse por adaptar su enseñanza a la edad y condición del educando y no puede

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esperar de ellos lo que no pueden dar. Así por ejemplo no se puede pedir la seriedad einmovilidad de una clase de adultos en una clase de niños. 63. c) “Ojos que no ven, corazón que no siente”. “Mientras los niños vean más y mejorlo que se les explica, más y mejor se interesarán sus corazones y más adentro se les meterálo enseñado”. Para ello Mons. Manuel González propone: “Dadles más Historia Sagrada ode Evangelio, que lecciones de texto de catecismo; procurad que conozcan primero quiénfue Jesús, qué hizo, en dónde vivía y en dónde sigue viviendo y después lo que enseñócon su palabra. Las ideas, por muy santas que sean, es menester entenderlas muy a fondopara amarlas; las personas, cuando son buenas, basta conocerlas un poco para quererlas. Seha olvidado desgraciadamente que no son mejores cristianos los que más saben deTeología, sino los que más firmemente creen y más lealmente se unen y aman a Jesús”. 64. Otro gran catequista, el card. Albino Luciani (después Juan Pablo I) considerabanecesarias algunas virtudes y cualidades. “Depende sobre todo del catequista que sumisión tenga fruto o no. San Felipe Neri y San Juan Bosco catequizaban en cualquierángulo de la sacristía, en las calles... Tenían lo que es más necesario: dotes religiosas que loconvierten en cristiano (buena conducta, piedad, convicción profunda); dotes morales queforman al hombre (amar a los niños, un mar de paciencia, sentido de la justicia, respeto porla verdad); dotes profesionales, propias de esta tarea, que lo convierten en maestro (saber muybien la doctrina cristiana, y saber enseñarla adaptándola a los oyentes, con claridad yvivacidad); dotes exteriores, que no son indispensables, pero permiten al catequista brillar conla luz plena de cristiano, de hombre y maestro (expresiones del rostro, miradas, gestos, lavoz, el porte exterior, usando todos los talentos -habilidad para el deporte, canto, etc.- nopara ser visto, sino para hacer el bien)”.[74]

65. Dediquen los Superiores locales y especialmente los párrocos (y quienes con élcooperan), la debida atención a la formación de los catequistas mediante la participaciónfructuosa de la liturgia dominical, cursos, ejercicios espirituales, etc. “La formación de los catequistas comprende varias dimensiones. La más profunda hacereferencia al ser del catequista, a su dimensión humana y cristiana. La formación, en efecto,le ha de ayudar a madurar, ante todo, como persona, como creyente y como apóstol.Después, está lo que el catequista debe saber para desempeñar bien su tarea. Estadimensión, penetrada de la doble fidelidad al mensaje y a la persona humana, requiere queel catequista conozca bien el mensaje que transmite y, al mismo tiempo, al destinatario quelo recibe y al contexto social en que vive. Finalmente, está la dimensión del saber hacer, yaque la catequesis es un acto de comunicación. La formación tiende a hacer del catequistaun educador del hombre y de la vida del hombre”.[75]

66. Póngase especial atención en la promoción, apoyo y colaboración en iniciativas denivel diocesano, sea iniciando una Escuela o Institutos de formación teológica para laicos,buscando que se imparta una catequesis cualificada. Si ya existe un Instituto de estegénero, véase la posibilidad que los miembros de nuestra familia religiosa colaboren en él.

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7.

A quiénes se dirige la catequesis

67. Conviene tener en cuenta que la atmósfera de secularismo y relativismo ético afectatambién a los hijos de la Iglesia. Por ello nos encontramos ante diversos grupos depersonas a los cuales se dirige la catequesis. “- Un primer grupo está constituido por el «gran número de personas que recibieron elbautismo pero viven al margen de toda vida cristiana». Se trata, en efecto, de unamuchedumbre de cristianos «no practicantes», aunque en el fondo del corazón de muchosel sentimiento religioso no haya desaparecido del todo. Despertarles a la fe es unverdadero reto para la Iglesia. - Junto a éstos, están también las «gentes sencillas», que se expresan a menudo consentimientos religiosos muy sinceros y con una «religiosidad popular» muy arraigada.Tienen una cierta fe, «pero conocen poco los fundamentos de la misma». - También existen numerosos cristianos, intelectualmente más cultivados, pero con unaformación religiosa recibida sólo en la infancia, que necesitan replantear y madurar su febajo una luz distinta. - No falta, tampoco, un cierto número de bautizados que, lamentablemente, ocultan suidentidad cristiana sea por una forma de diálogo interreligioso mal entendida, sea por unacierta reticencia a dar testimonio de su fe en Jesucristo en la sociedad contemporánea”.

[76]

68. Una enumeración detallada de los destinatarios de la catequesis la encontramos enel CIC, entre los deberes que corresponden al párroco: “Procure el párrocoespecialmente, teniendo en cuenta las normas dictadas por el Obispo diocesano: 1° que se imparta una catequesis adecuada para la celebración de los sacramentos; 2° que los niños se preparen bien para recibir por primera vez los sacramentos de laPenitencia, de la Santísima Eucaristía y de la Confirmación, mediante una catequesisimpartida durante el tiempo que sea conveniente; 3° que los mismos, después de la primera comunión, sean educados con una formacióncatequética más amplia y profunda; 4° que, en la medida que lo permita su propia condición, se dé formación catequéticatambién a los disminuidos físicos o psíquicos;

27

5° que, por diversas formas y actividades, la fe de los jóvenes y de los adultos sefortalezca, ilustre y desarrolle”.

[77]

69. Si consideramos la catequesis como la iniciación a la vida sacramental en la Iglesia,según las distintas condiciones de los catequizandos tenemos que tener en cuenta ennuestras parroquias:

a) La catequesis para preparar a los niñosa la Primera Confesión y Comunióny a la Confirmación

70. A partir de la infancia el niño debe recibir una formación orgánica en la fe. Es la

etapa de la edad escolar, la etapa de cimentación de principios vitales; es la etapa de laorientación por parte de padres, padrinos y catequistas; es la etapa de la siembra de buenassemillas en una tierra fértil. Por lo tanto, la catequesis sistemática o gradual es una fuente de inspiración y formaciónen la fe y religiosidad para el niño. Ella es formadora de personas, orientadora de criteriosmorales y cultivadora de virtudes. En la catequesis de los niños de Primera Comunión enséñeseles los principalesmisterios de la fe y prepáreselos para una fructuosa recepción del sacramento de laPenitencia y de la Eucaristía. Prepárese a los niños y adolescentes que recibirán el sacramento de la Confirmaciónpara que puedan, no sólo fortificar su fe, sino también defenderla y testimoniarla con obrasy palabras. En nuestro tiempo es frecuente que los niños se hallen abandonados, padezcan undesamparo espiritual, incluso de los mismos padres, además de la influencia de la culturade la muerte que busca quitarles lo más valioso que poseen: la gracia de Dios. La tarea de quien se dedique al apostolado con los niños, será la de ayudarlos a crecerespiritualmente para que lleguen a ser santos, es decir que conozcan y amen mucho aJesús. 71. Hay que tener en cuenta algunas características con sus aspectos negativos ypositivos: Aspectos negativos: se debe tener en cuenta el influjo de la televisión que con imágenes,música y palabras impresiona fuertemente sobre la sensibilidad del niño, que aún no tienejuicio crítico. Se aumenta la actividad de sus sentidos, disminuye la actividad intelectual ycondiciona la conducta del niño. La adicción a la TV y a los juegos electrónicos les impidededicarse a una actividad que requiere demasiada atención, como por ejemplo lecturas ocharlas... También hay que tener en cuenta los distintos problemas familiares: familias malconstituidas, ausencia del padre o de la madre, etc. Se les hará más difícil entender la

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paternidad de Dios. Además, hay que tener presente que la autoridad actualmente está en crisis, por ello hayque extremar la paciencia y buscar el mejor modo de hablarles. Aspectos positivos: la generosidad de los niños, ya que son capaces de dar lo que les esmás preciado, son simples, sencillos, sin complicaciones, no padecen las miserias de losmayores, no obran con doblez o hipocresía. Para lograr esto foméntese la predicación de retiros para niños, paraliturgiaspenitenciales, Misa de niños con temas de predicación adaptados a ellos, misionespopulares, etc. Para la perseverancia de los niños y adolescentes, foméntense los oratorios.

b) Catequesis para jóvenes

72. La juventud es una edad muy rica en dinamismos que impulsa fuertemente a laacción. Es necesario descubrir a través de ese dinamismo los valores que mueven a lajuventud, por ejemplo: la búsqueda de seguridad, de autenticidad, de superación personal,de relaciones con los demás, de servicio, etc. Es necesario orientarlos ampliamente en el descubrimiento de su vocación y de sucultivo. Para ello impleméntese una catequesis vocacional presentando los ideales tanto dela vida consagrada como de la vida matrimonial. En esta edad, los jóvenes exigen una fundamentación sólida de la fe, no tanto condemostraciones apologéticas, cuanto por el valor del testimonio de la vida cristiana, que escapaz de amar en la verdad y de irradiar ese mismo amor. En esta edad, la catequesis debe realizarse prevalentemente por medio de la dinámicade grupos, en los que una amistad y una espiritualidad auténticas proporcionen a lajuventud una experiencia real de la unidad cristiana, fundada en la caridad de Cristo. Téngase también en cuenta la formación catequística sistemática en los Colegios denuestro Instituto, en los cuales debe ocupar el primer lugar. La finalidad principal denuestros institutos educativos es la formación de buenos cristianos, de lo contrario carecende sentido. 73. “Lo que confiere a la enseñanza religiosa escolar su característica propia es el hechode estar llamada a penetrar en el ámbito de la cultura y de relacionarse con los demássaberes. Como forma original del ministerio de la Palabra, en efecto, la enseñanza religiosaescolar hace presente el Evangelio en el proceso personal de asimilación, sistemática ycrítica, de la cultura”.

[78]

“En el universo cultural, que interiorizan los alumnos y que está definido por lossaberes y valores que ofrecen las demás disciplinas escolares, la enseñanza religiosaescolar deposita el fermento dinamizador del Evangelio y trata de «alcanzar

29

verdaderamente los demás elementos del saber y de la educación, a fin de que elEvangelio impregne la mente de los alumnos en el terreno de su formación y que laarmonización de su cultura se logre a la luz de la fe». Para ello es necesario que laenseñanza religiosa escolar aparezca como disciplina escolar, con la misma exigencia desistematicidad y rigor que las demás materias. Ha de presentar el mensaje y acontecimientocristiano con la misma seriedad y profundidad con que las demás disciplinas presentan sussaberes” (Directorio General para la Catequesis, 73). “Los alumnos «tienen el derecho de aprender, con verdad y certeza, la religión a la quepertenecen. Este derecho a conocer más a fondo la persona de Cristo y la integridad delanuncio salvífico que Él propone, no puede ser desatendido. El carácter confesional de laenseñanza religiosa escolar, desarrollada por la Iglesia según las modalidades y formasestablecidas en cada país, es –por tanto– una garantía indispensable ofrecida a las familias ya los alumnos que eligen tal enseñanza»”.

[79]

Aprovéchese también las invitaciones que se hacen a los diversos miembros de nuestrafamilia religiosa para dar charlas en los Colegios estatales o aconfesionales.

c) Catequesis para adultos

74. “Desde la infancia hasta el umbral de la madurez, la catequesis se convierte, pues,en una escuela permanente de la fe y sigue de este modo las grandes etapas de la vidacomo faro que ilumina la ruta del niño, del adolescente y del joven”.

[80] También dirigida a

los adultos ya que la catequesis debe ser permanente y “sería ciertamente vana si sedetuviera precisamente en el umbral de la edad madura...”.

[81]

Debe tender a formar cristianos de fe ilustrada, firme y fielmente vivida, es decir,capaces de asumir plenamente la vida en todo su realismo, con sus responsabilidades ytareas, en todos los campos de la actividad humana. Desde ya que tratándose de adultos que no han recibido aún los sacramentos se lespropiciará, por medio de una catequesis prudentemente adaptada, las ayudas necesariaspara que puedan recibirlos. Luego se intentará seguir con su formación. 75. En particular las tareas de la catequesis de adultos son: – Promover la formación y la maduración de la vida en el Espíritu de Cristo, conmedios adecuados como son la pedagogía sacramental, los retiros, la dirección espiritual...Educar para juzgar con objetividad los cambios socio-culturales de nuestra sociedad a laluz de la fe... discernir los valores auténticos, los riesgos de nuestra civilización, y asumirun comportamiento adecuado. – Dar respuesta a los interrogantes religiosos y morales de hoy, como por ejemplo: lamoral pública e individual, o las relacionadas con las cuestiones sociales, o con laeducación de las nuevas generaciones.

30

– Esclarecer las relaciones existentes entre acción temporal y acción eclesial,manifestando las mutuas distinciones, recíprocas implicaciones y, por consiguiente, ladebida interacción. A este fin, la doctrina social de la Iglesia es parte integrante de laformación de los adultos. – Desarrollar los fundamentos racionales de la fe. La catequesis debe demostrar que larecta inteligencia de la fe y de las verdades que hay que creer está en conformidad con lasexigencias de la razón humana y que el Evangelio es siempre actual y oportuno. Es, pues,necesario promover eficazmente una pastoral del pensamiento y de la cultura cristiana. – Se ha de ayudar al adulto a descubrir, valorar y vivir todo lo que ha recibido de lanaturaleza y de la gracia, para asumir responsabilidades en la misión de la Iglesia y parasaber dar testimonio cristiano en la sociedad”.

[82]

d) Catequesis para los enfermos

y minusválidos

76. Procure el párroco y quienes tengan apostolado con enfermos, instruirlos sobre larazón íntima de los males y las pruebas de la vida presente, sobre el valor medicinal yexpiatorio de la cruz. Enséñele también a participar con sus sufrimientos en el granapostolado de la parroquia y de la Iglesia. Anímelo a ejercitarse en la paciencia y aprepararse para la eternidad.

[83]

77. Téngase un especial cuidado con la catequesis de los minusválidos. Se haconseguido que “la familia y otros ámbitos educativos puedan ofrecer hoy a estas personasuna catequesis apropiada, a la que por otra parte tienen derecho como bautizados, y si noestán bautizados, como llamados a la salvación. El amor del Padre hacia sus hijos másdébiles y la continua presencia de Jesús con su Espíritu dan fe de que toda persona, porlimitada que sea, es capaz de crecer en santidad”.

[84]

78. Digamos finalmente que nuestra atención por los enfermos y minusválidos debe serprivilegiada, ya que en ellos descubrimos el rostro sufriente de Jesús.

[85]

31

8.

La catequesis y la vida en Cristo

79. La catequesis se enmarca en todo un proceso vital de fe y de conversión en el cualse pueden “destacar varios momentos importantes: a) El interés por el Evangelio, cuando en el corazón del no creyente, del indiferente o delque pertenece a otra religión, brota, como consecuencia del primer anuncio, un interés porel Evangelio, que sin ser todavía una decisión firme ya es fruto de la gracia, y recibevarios nombres: «atracción a la fe», «preparación evangélica», inclinación a creer,«búsqueda religiosa». b) La conversión. Este primer interés por el Evangelio necesita un tiempo de búsquedapara poder llegar a ser una opción firme. La decisión por la fe debe ser sopesada ymadurada. Esa búsqueda, impulsada por la acción del Espíritu Santo y el anuncio delkerigma, prepara la conversión, que será «inicial», pero que lleva consigo la adhesión aJesucristo y la voluntad de caminar en su seguimiento. c) La profesión de fe. La entrega a Jesucristo genera en los creyentes el deseo de conocerlemás profundamente y de identificarse con Él. La catequesis les inicia en el conocimientode la fe y en el aprendizaje de la vida cristiana, favoreciendo un camino espiritual queprovoca un «cambio progresivo de actitudes y costumbres», hecho de renuncias y deluchas, y también de gozos que Dios concede sin medida. El discípulo de Jesucristo es yaapto, entonces, para realizar una viva, explícita y operante profesión de fe. d) El camino hacia la perfección. Esa madurez básica, de la que brota la profesión de fe, noes el punto final en el proceso permanente de la conversión. La profesión de fe bautismalse sitúa en los cimientos de un edificio espiritual destinado a crecer. El bautizado,impulsado siempre por el Espíritu, alimentado por los sacramentos, la oración y elejercicio de la caridad, y ayudado por las múltiples formas de educación permanente de lafe, busca hacer suyo el deseo de Cristo: Vosotros sed perfectos como vuestro Padre celestial esperfecto. Es la llamada a la plenitud que se dirige a todo bautizado”.

[86]

e) Dimensión eclesial. “La fe cristiana es, ante todo, conversión a Jesucristo, adhesión plenay sincera a su persona y decisión de caminar en su seguimiento. La fe es un encuentropersonal con Jesucristo, es hacerse discípulo suyo. Esto exige el compromiso permanentede pensar como Él, de juzgar como Él y de vivir como Él lo hizo. Así, el creyente se unea la comunidad de los discípulos y hace suya la fe de la Iglesia”.

[87]

32

80. El Catecismo de la Iglesia Católica nos ofrece un magnífico y denso resumen de lo quedebe ser la catequesis para no convertirse en la letra “que mata”, sino que introduzcaverdaderamente en el misterio de la vida divina que el Hijo de Dios ha venido atransmitirnos por su Encarnación. 81. “En la catequesis es importante destacar con toda claridad el gozo y las exigenciasdel camino de Cristo.

[88] La catequesis de la «vida nueva» en Él

[89] será:

82. -una catequesis del Espíritu Santo, Maestro interior de la vida según Cristo, dulcehuésped del alma que inspira, conduce, rectifica y fortalece esta vida; 83. -una catequesis de la gracia, pues por la gracia somos salvados, y también por lagracia nuestras obras pueden dar fruto para la vida eterna; 84. -una catequesis de las Bienaventuranzas, porque el camino de Cristo está resumidoen las Bienaventuranzas, único camino hacia la dicha eterna a la que aspira el corazón delhombre; 85. -una catequesis del pecado y del perdón, porque sin reconocerse pecador, elhombre no puede conocer la verdad sobre sí mismo, condición del obrar justo, y sin elofrecimiento del perdón no podría soportar esta verdad; 86. -una catequesis de las virtudes humanas que haga captar la belleza y el atractivo delas rectas disposiciones para el bien; 87. -una catequesis de las virtudes cristianas de fe, esperanza y caridad que se inspireampliamente en el ejemplo de los santos; 88. -una catequesis del doble mandamiento de la caridad de-sarrollado en el Decálogo”.[90]

“Cristo antes de su pasión, interrogado por un perito de la ley, sobre cuál fuese elmáximo y primer mandamiento, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda tualma y con toda tu mente; éste es el máximo y primer mandamiento (Mt 22,37). Y ciertamente éste esel mayor, más noble y útil entre todos los mandamientos... pues en éste se cumplen todoslos mandamientos”.

[91] “Dos son las raíces de todos los mandamientos a saber: el amor de

Dios y del prójimo”.[92]

89. “-una catequesis eclesial, pues en los múltiples intercambios de los «bienesespirituales» en la «comunión de los santos» es donde la vida cristiana puede crecer,desplegarse y comunicarse”.

[93]

90. “La referencia primera y última de esta catequesis será siempre Jesucristo que es elcamino, la verdad y la vida (Jn 14,6). Contemplándole en la fe, los fieles de Cristo puedenesperar que Él realice en ellos sus promesas, y que amándolo con el Amor con que Él nosha amado realicen las obras que corresponden a su dignidad”.

[94]

91. “«Os ruego que penséis que Jesucristo, Nuestro Señor, es vuestra verdadera Cabeza,y que vosotros sois uno de sus miembros. Él es con relación a vosotros lo que la Cabeza

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es en relación a sus miembros; todo lo que es suyo es vuestro, su espíritu, su Corazón, sucuerpo, su alma, sus facultades, y debéis usar de ellos como de cosas que son vuestras,para servir, alabar, amar y glorificar a Dios. Vosotros sois de Él como los miembros lo sonde su cabeza. Así desea Él ardientemente usar de todo lo que hay en vosotros, para elservicio y la gloria de su Padre, como de cosas que son de Él».

[95] De este modo, cada

cristiano debería decir con San Pablo: Mi vida es Cristo (Flp 1,21)”.[96]

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Conclusión

92. Para concluir es oportuno recordar el principio pastoral que enuncia el CatecismoRomano que consiste en poner, por encima de todo, la caridad: “Toda la finalidad de ladoctrina y de la enseñanza debe ser puesta en el amor que no acaba. Porque se puede muybien exponer lo que es preciso creer, esperar o hacer; pero sobre todo se debe siemprehacer aparecer el Amor de Nuestro Señor a fin de que cada uno comprenda que todo actode virtud perfectamente cristiano no tiene otro origen que el Amor, ni otro término que elAmor”.

[97]

35

Anexo[98]

a) Formando la Familia de Dios

Nota previa. La técnica y la modalidad se originaron en la ciudad de Chicago hace yavarios años, cuando un equipo parroquial trató de despertar la fe de los mejicanos yportorriqueños que vivían en esa ciudad. El contenido no es más que una adaptación de lacatequesis de iniciación. Se realizan discusiones semanales entre grupos pequeños de un barrio. Los grupospueden estar formados por hombres y mujeres, aunque opinamos que al principio, esmejor que estén separados. Es mejor que el barrio tenga una cierta densidad de familias. Silas casas están muy raleadas, se dificulta el trabajo. El P. Lorenzo Bender SSS y un equipo de Seminaristas del Seminario San CarlosBorromeo, de Rosario, adaptaron el material para la tarea de Evangelización de adultos, y laJunta Arquidiocesana de Catequesis de Rosario, lo publicó en forma de folleto. La técnica y la modalidad fueron utilizadas para distintos grupos de hombres, endiversas parroquias, con muchos frutos. P. Buela siendo seminarista, con la ayuda de otrocompañero suyo (actual P. Parodi), lo adaptaron para un barrio pobre de Rosario.Posteriormente se usó el mismo método para pre-evangelizar otras zonas de las parroquiasde Villa Progreso, y para iniciar el grupo de hombres de la parroquia Nuestra Señora delos Dolores, San Rafael, etc. Téngase en cuenta que el estilo de las preguntas y las expresiones utilizadas, son sóloorientativas, para ayudar a tener una idea general del método a utilizar. No se tratapropiamente de una catequesis de adultos, sino de una especie de pre-evangelización.

b) Introducción y Manerade usar este material

El Concilio Vaticano II presenta la Iglesia como el Cuerpo místico de Cristo (cfr. 1Co

10,17; Ro 12,5; Lumen Gentium, 7), y como Pueblo de Dios (cfr. 1Pe 2,9-10; Lumen Gentium,9-17). “Familia de Dios” es una, entre otras muchas, de las imágenes que usa el mismoConcilio Vaticano II para hablar de la Iglesia Católica. La Familia de Dios es la comunidadcristiana formada por cada Parroquia, por cada Diócesis y por toda la Iglesia, peregrinaaquí en la tierra, por los santos de la Iglesia celestial y por quienes se purifican más allá de

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la muerte. Esta comunidad debe ser consciente de que es cristiana y de que ha sido redimida porCristo; debe ser consciente de que Nuestro Señor sigue infundiendo su Espíritu, en ella ypor ella, haciéndose visible nuevamente en el mundo cuando la comunidad cristiana vivesu Vida de fe, esperanza, de amor y de unión, cuando vive de verdad la Vida Cristiana. Vivir plenamente Vida Cristiana significa que los miembros de la comunidad sonconscientes de que forman el Reino de Dios en el mundo; son conscientes de que cadadía lo están realizando más y más, y de que son una comunidad en marcha hasta el día enque su Señor volverá en Gloria (Parusía). Esta comunidad es misionera: consciente de que puede y debe unir a todo el mundo enesta Familia. Es una comunidad abierta, o sea preparada para recibir a los demás.

c) ¿Cómo lo logramos?

Formamos esta comunidad haciendo dos cosas: 1 - Hablando sobre verdades de la fe y sobre las realidades de la vida según el punto devista de la comunidad (sin olvidar los aspectos individuales). 2 - Uniendo a los vecinos en grupos de discusión para que, de este modo, puedanconocerse entre sí dialogando cosas importantes. Por primera vez en la vida podrán llegara ser verdaderos amigos. El método es libre, es decir, sin estructura fija. Normalmente, para que haya más confianza entre los miembros de cada grupo y seconozcan mejor, las reuniones se efectúan rotativamente en las casas de los miembros delgrupo (o muchas veces, al aire libre). Es el método de Nuestro Señor Jesucristo en lascalles de Jerusalén. En las primeras reuniones, la presencia del sacerdote o religioso/a esnecesaria. Progresivamente pueden incorporarse líderes laicos, de modo que se puedacrecer en número y calidad. El director del grupo anima la discusión por medio de preguntas muy bien preparadas,por un equipo parroquial (sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos, etc.). Este equipoconoce bien a la gente y puede decir cuáles son las preguntas aptas para despertar ladiscusión. En el desarrollo de cada capítulo proponemos algunas preguntas, a modo deejemplo. El método es muy práctico ya que cada punto está relacionado con la vida diaria. La fede la gente se aplica a su vida y a la vida de toda la comunidad. Se comienza la discusiónsiempre al nivel intelectual del grupo. Por ejemplo, al tratar sobre el pecado, se comienzacon los pecados y efectos concretos que la gente ve en su barrio. Verán el pecado en surelación con la comunidad, con la familia y con el barrio además de sus efectos personales. Desde ese punto de partida concreto, iluminamos esa situación con la Sagrada Escrituraa fin de que ellos puedan constatar que nuestra fe tiene su base en la Revelación y que se

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aplica a nuestra vida diaria. Ejemplo: después de la discusión sobre el pecado leemos lahistoria de Caín y Abel, y la de Adán y Eva, y tratamos de ver en la Sagrada Escritura a loshombres de hoy y los efectos del pecado que ellos ya han constatado en el barrio.

d) En la Práctica

Primera etapa: visitar y conocer a la gente invitándola a reunirse en grupos. La Familia de Dios no comienza como un movimiento. Las reuniones básicas son unaforma de preevangelización pues, no se trata de hacer obras sociales sino de formar a lagente preparándola para aceptar y vivir el Evangelio. Un “movimiento” empieza conalgunos líderes, gente ya más o menos formada, gente que ya vive la vida cristiana. Lasreuniones básicas de la Familia de Dios son para la gran masa de personas que no tieneinstrucción, que vive la vida cristiana débilmente o simplemente no la vive. No obstante elmétodo de reuniones puede servir para cualquier nivel de formación. El equipo parroquialpuede adaptar las preguntas o elaborar nuevos temas según las circunstancias. Los temas básicos son: 1. Injusticia (pecado). 2. Maldad. 3. El hombre; Cristo. 4. Muerte y Resurrección. 5. La vida (la Gracia de Dios). 6. El padre de familia y sus hijos. 7. Dios nuestro Padre. 8. La Virgen María Nuestra Madre. 9. Sexo. 10. Matrimonio cristiano. 11. La Confesión (reconciliación). 12. Unción de los enfermos. 13. La Eucaristía. 14. Un Sueño (un grupo reunido por un gran ideal). 15. La Iglesia Apostólica. 16. La Iglesia hoy. 17. Nuestro destino final – La Parusía. Terminada la reunión sobre la Eucaristía (unidad número 13), se efectúa lo quellamamos “El encuentro fraternal” (retiro), en el cual se logra un verdadero encuentro con

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Cristo Nuestro Señor, presente sacramentalmente en la Eucaristía, en la Confesión y ennuestros hermanos. Este encuentro que, por razones prácticas, solamente es de dos días (ode un día), hace posible que los miembros de los diferentes grupos se conozcan, se ameny estén dispuestos a ayudarse mutuamente. Los temas que en forma de conferencia,diálogo y Liturgia de la Palabra, se tratan en esos días, pueden ser los siguientes: – El amor que Dios nos tiene (historia de la salvación). – Seguir a Cristo (ejemplos de la Sagrada Escritura). – Sexo y Matrimonio Cristiano. – El Hijo Pródigo (Confesión). – Eucaristía (Santa Misa). – Cristo. – Presencia de Cristo. – Espíritu Santo. – Trabajo, etc. El encuentro fraternal se continúa con tres reuniones (14, 15 y 16) que insisten en elEspíritu Apostólico, finalizando con una última reunión sobre la Parusía, la SegundaVenida de Nuestro Señor Jesucristo. Supuesto que esta primera parte ha formado cristianos conscientes cuya vida cristiana senutre en las Sagradas Escrituras, son invitados a asistir a reuniones de formación continuaen las que se tratan temas de la Sagrada Escritura. Las reuniones se realizan cada 15 días pudiendo concluirse con la Santa Misa, ya que esla “cumbre, a la cual tiende la actividad de la Iglesia, y, al mismo tiempo, la fuente dedonde mana toda su fuerza” (Vaticano II), y es la manera normal de que se santifiquen loshombres en Cristo y Dios sea glorificado. Cuando los miembros están bastante formados,buscamos un grupo apostólico o movimiento que pueda seguir animando su vida cristiana.En la base de su formación continua estará siempre la Misa Dominical, donde se siguerealizando la Comunidad Cristiana. Mientras trabajamos, buscamos líderes dentro de los grupos, estos líderes puedencontinuar la formación básica de los demás en el barrio. Sin duda encontraremos laicosbien formados que saben qué es la Iglesia y son conscientes de su tarea de predicar laPalabra de Dios por medio de su vida y de su palabra. De éstos, normalmente, salenvocaciones sacerdotales. Los miembros de cada grupo, sabiendo qué es la Iglesia y sintiéndose Familia de Dios,participarán de la Santa Misa con alegría y comprensión. Podemos decir, según lamentalidad del Concilio, que el fin es formar grupos que puedan alabar a Diosverdaderamente en la celebración de la Eucaristía.

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Consecuentemente pondrán más interés en la comunidad, más interés en la Parroquia,más interés en la felicidad de los demás, más interés en las necesidades materiales de laComunidad. Y así, sintiéndose comunidad, trabajarán juntos para mejorar la Parroquia pormedio del apostolado y mejorar la comunidad con las obras sociales, cumpliéndose unavez más aquello de busquen primero el Reino de Dios y su Justicia y todo lo demás se os dará porañadidura (Mt 6, 33).

e) Puntualizando

a) Antes de la reunión: Se elige un sector del barrio con cierta densidad de casas. Unas veinte o veinticincofamilias. Se visita a las familias. Se hace una visita rápida dando a conocer nuestro propósito dehacer del barrio una gran Familia Cristiana (habrá que aclarar más de una vez que elcristianismo es toda una vida y no sólo el ir a Misa). Al efectuar la visita, familia por familia, habremos conocido el sector y nos habremosdado a conocer a los demás. Charlamos sobre los problemas que ellos quieren tratar pero, si es necesario, lehacemos notar que no pretendemos solucionarles los problemas matrimoniales, conseguirtrabajo, interceder ante las autoridades para el progreso del barrio: luz, agua, etc. No vamos al barrio para hacer un trabajo social. Nuestro papel es predicar la Palabra deDios, después de un tiempo los laicos realizarán su propia tarea: el trabajo social que elpueblo necesita. Será consecuencia de la formación de la comunidad, al predicar la Palabrade Dios y celebrar la Eucaristía. Estas primeras visitas han de ser cortas, sin cargosear a nadie. Comenzar las reuniones es difícil. Con tiempo hay que pasar por las casas invitandopara la reunión. Minutos antes de la reunión, hay que avisar de nuevo casa por casa.Vamos a descubrir que a último momento algunos tienen algo que hacer y muchos seexcusan, como vemos en el Evangelio. Empezar es un trabajo difícil, puede desanimar, pero vale la pena. b) Durante la reunión misma: Conocer y recordar los nombres de cada uno. El que dirige debe callar lo más posible, para dar lugar a que hablen los demás ypuedan decir lo que piensan. La gente necesita tiempo para responder las preguntas.Nuestra función consiste nada más que en dirigir y animar. El dirigente no debe responderpero sí ha de guiarlos para que lleguen a decir lo que se quiere. Muchas veces habrá quehacer las preguntas de otra manera, compenetrarse muy bien del Mensaje que queremosdejar a través de la reunión.

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No hacer demasiada presión para obtener la respuesta. Hacer un resumen después de cada tema, señalando en lo posible, quién lo dijo. Esteresumen debe recordarse al comenzar la próxima reunión, y lo pueden hacer, muy bien,los mismos laicos ayudados por el dirigente. Preparar muy bien la reunión, sobre todo con muchísima oración, recordando quesomos portadores de la Palabra de Dios.

f) Introducción generala las Unidades (reuniones)

1. Los temas fueron seleccionados por el equipo, teniendo en cuenta las necesidades de

los adultos, pero básicamente son los temas fundamentales de la Catequesis. 2. La presentación es CONCILIAR. Se ve a la Iglesia como comunidad, y con estasreuniones tratamos de formar una comunidad: La Iglesia. 3. No olvidemos el nivel en que se encuentran los participantes del grupo – la realidaddel pueblo. Iluminamos esta realidad con las Escrituras, este proceso les hará tomarconciencia de que la Sagrada Escritura o sea, lo que Dios dice, se aplica a sus vidas. 4. Cada equipo tiene que hacer los cambios necesarios para cada lugar y según lasnecesidades de cada grupo. Pueden hacer otras unidades. 5. El método es el de dinámica de grupo, donde todos los miembros han de participaractivamente, (cosa que debe tratar de lograr el responsable).

g) Notas para cada unidad

(Ideas claves a tener en cuenta por el responsable del grupo, en la preparación de cadareunión). UNIDAD 1 Los objetivos de esta unidad: – ayudar a tomar conciencia de la existencia del pecado; – definir al pecado y sus consecuencias en la comunidad; – hacer ver que la vida de cada persona está afectada por el pecado; – que Dios tiene algo que decir sobre este tema. Usamos el pecado de “injusticia” porque es el más visible. Primera parte: Preguntas 1 al 6: ayudan a darse cuenta de la existencia del pecado y de los efectos delmismo. Esto se hace por medio de ejemplos. Sus ejemplos tocan a toda la comunidad.

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Segunda parte: Preguntas 1 al 3: la injusticia implica a todos los presentes personalmente. Todosnosotros somos injustos y sufrimos injusticias. Tomamos conciencia de la parte que nostoca. Tercera parte: Dios dice algo sobre esta realidad que tenemos dentro del barrio. Todos nosotrossomos Caín y Abel, matamos y nos matan. UNIDAD 2 Se ponen tres ejemplos: Primer ejemplo: Nos hace ver los efectos personales del pecado, (pecados de comisión), después dehaber considerado los efectos en la comunidad. Segundo ejemplo: Muestra que también podemos pecar por no hacer lo que corresponde, (pecados deomisión). Nota: No se trata de casos para resolver, sino de casos que presentan unarealidad de la vida. Tercer ejemplo: La historia de Adán y Eva nos enseña que la maldad entró en el mundo y que sunaturaleza ha sido siempre la misma. (Antes de comenzar esta unidad se puede resumir laprimera. Empezamos con una oración espontánea y terminamos de la misma manera). UNIDAD 3 En esta unidad queremos enseñar que la vida cristiana, honesta y virtuosa, es posible;que un hombre puede vivirla. Vemos que Cristo era hombre y que vivía esa vida. Elhombre tiene un modelo en Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, verdadero Dios yverdadero Hombre. UNIDAD 4 Enseñamos la necesidad que el hombre tiene de Cristo para vivir una vida cristiana,honesta y virtuosa. Podemos vencer con Cristo la muerte física y la muerte espiritual, quees el pecado. - Tomar conciencia de que la muerte física es un problema. - Que el pecado es un tipo de muerte también. - Que estos problemas nos tocan a todos nosotros. - Que Cristo venció la muerte física y espiritual, y que nosotros unidos a Él podemosvencerla también.

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- Vemos que es un problema desde los orígenes de la humanidad. UNIDAD 5 Esta unidad, junto con las dos anteriores (3-4) es clave. En esta unidad loscatequizandos captan dos ideas: - Qué es la Familia de Dios - Que ellos mismos son la Familia de Dios 1. Hacemos a los adultos conscientes de que el hombre naturalmente vive en grupo;que tiene necesidad de vivir en grupo; que vive mejor en grupo. 2. Cristo dio su vida para unirnos con Dios y con nuestro prójimo. La gracia de Dios yvivir juntos en el amor de Dios, son dos aspectos de la misma cosa. 3. La vida de Dios la recibimos en el Bautismo. Allí se nos quita el pecado que es causade separación y muerte, entramos a tomar parte de la vida trinitaria y eclesial. Se estableceuna nueva relación en Familia; en el amor, por medio de la gracia. Finalmenteconsideramos el agua como símbolo de esa vida. 4. El espíritu de nuestra comunidad debe ser el Espíritu de Cristo. 5. La Familia de Dios es la Iglesia. UNIDAD 6 Preparación para la unidad nº 7. Los hijos son de 15 a 18 años. Establecemos la basepara entender mejor el tema de Dios Padre. La idea clave es la mutua confianza y respetoentre padre e hijo. UNIDAD 7 Enseñamos que Dios nos ama. Las ideas sobre el cielo y el infierno ayudan mucho a laintelección del tema. UNIDAD 8 Enseñamos que la Virgen María es nuestra Madre y que nos quiere mucho. Debemoshonrarla y amarla. UNIDAD 9 Enseñamos qué es el amor entre esposo y esposa. El acto propio del matrimonio es unacto de amor, de entrega al otro. El matrimonio es una relación de amor. Es preparaciónpara la unidad nº 10. UNIDAD 10 Queremos enseñar qué significa casarse por la Iglesia; en qué consiste un matrimonio

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cristiano. Se presenta a Cristo como el Esposo de la Iglesia. Cristo se entregó libremente ala Iglesia. Se casó con Ella. Se entregó hasta el extremo, por amor a nosotros. El amor deCristo por su Iglesia es el ejemplo, según San Pablo, para los matrimonios cristianos. Deaquí que debamos imitar a Cristo para darnos cuenta del amor del casamiento por laIglesia. Casarse por la Iglesia es unirse en el amor de Cristo. Es unirse en el Espíritu deCristo. UNIDAD 11 Así como en todas las familias hay divisiones, las hay también en la Iglesia. Por eso Diosnos espera para la reconciliación cuando arrepentidos nos acercamos al Sacramento de laConfesión. UNIDAD 12 La Iglesia se acerca a todos y a todos ayuda en cualquier momento. En la Familiacualquier enfermedad de uno de sus miembros es motivo para unir a los demás. Todos semovilizan para visitarlo y ayudarlo, con lo que demuestran su cariño. UNIDAD 13 En una fiesta compartimos noticias, experiencias, comidas, etc. La Eucaristía (Santa Misa)es la fiesta de la Familia de Dios, es la celebración de su vida con Dios, y de su vida juntoa los hermanos. Compartimos las Buenas Noticias (Epístola, Evangelio, etc.), hacemosofrecimiento de nuestra vida (sacrificio) y vivimos la plenitud de vida en Cristo, con Cristoy por Cristo (la comunión). UNIDAD 14 Examinamos la dinámica de un grupo fuertemente unido por un gran ideal. Analizamossu actitud y actividad, su espíritu y sus vicisitudes, su relación con los demás dentro yfuera del grupo bajo diversas circunstancias. Vemos cuál es su espíritu “apostólico”. UNIDAD 15 Analizamos: 1. Las actitudes de los Apóstoles después de la muerte de Jesús. 2. Los Sacramentos: Vida de la Iglesia y de los primeros cristianos. La Eucaristíaespecialmente, Sacrificio y Banquete que los mantenía unidos, amorosos y con ganas deseguir el trabajo de Jesús. 3. El deseo y los esfuerzos de los Apóstoles para llevar el Mensaje y la vida a losdemás hombres. UNIDAD 16 Enseñamos: 1. Que nuestra vida Cristiana se cultiva con los Sacramentos.

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2. Que los Sacramentos son la vida de la Iglesia, de la Familia de Dios, de la Parroquia yque no hay otra vida. 3. Que tenemos que comunicar el mensaje. UNIDAD 17 Resumen: - En el mundo existe lo bueno y lo malo. - Lo bueno está encabezado por Cristo, que es quien, en definitiva vencerá. - El Padre Nuestro es la oración que el mismo Cristo nos enseñó para que este Reinofuturo “venga a nosotros” y para que nosotros lleguemos a Él. * * * UNIDAD 1

JUSTICIA

I ¿Hay injusticias en el mundo? ¿Qué tipos de injusticia conoce? (Dar ejemplos). ¿Qué consecuencias trae la injusticia? ¿Qué efectos produce? División, separación,odios, etc.). ¿A quiénes afecta la injusticia? (Niños, obreros, ancianos, etc.). ¿Desde cuándo existe la injusticia en el mundo? ¿Cuál es la causa de que haya injusticias? ¿Qué es lo que la produce? (El egoísmo delhombre).

II ¿Somos nosotros, víctimas de la injusticia? ¿Es decir, sufrimos injusticias? ¿Somos causantes de la injusticia? ¿Podemos decir que nunca cometemos injusticias? ¿Podemos decir que la injusticia es una fuerza muy poderosa en todo el mundo? ¿Yo tengo pecado?

III Leer Gen 4,1-12. ¿Cada uno de nosotros tenemos parte de Caín y parte de Abel? ¿Cuál es la causa básica de toda injusticia? (El egoísmo del hombre).

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UNIDAD 2EL MAL

I

Supongamos un hombre, al que llamaremos Jorge, más o menos bueno, casado y conhijos. Los asuntos de su casa van más o menos bien. Pero, poco a poco, como noencuentra en su esposa todo el apoyo necesario, empieza a desanimarse. Día a día aumentael desánimo. Entonces, busca salir de su casa para encontrarse con amigos en el bar. Lascosas empeoran: sigue saliendo de noche. En la cantina se encuentra con otra mujer. Nosólo descuida su familia sino también su trabajo. Analicemos juntos lo que ha ocurrido en esta persona: - ¿Cómo se siente Jorge? (Amargado, con vergüenza por el hecho, etc.). - ¿Qué ha sucedido entre Jorge y su esposa? (Separación). - ¿Qué sucede entre Jorge y sus hijos? (Separación, vergüenza de presentarse ante sushijos). - ¿Qué sucede en la persona de Jorge? (Mala fama. Por un lado es padre de familia, ypor otro lado, no está en familia, falta de serenidad, siente vergüenza, desánimo,desintegración total). - ¿Por qué no quiere enfrentarse con su problema? (Vergüenza, cobardía, etc.). - ¿Por qué no quiere admitir su problema cuando su esposa se lo hecha en cara? (Pororgullo).

II Manuela es una mujer de buena familia, vive contenta con su marido y sus hijos, perotiene una hermana, Elena, a la que le gusta andar con hombres. Manuela le aconseja quedeje su mala vida, pero no le hace caso. Un día, Elena queda encinta y la familia se enojacon ella. Como no la quieren en casa, Elena se va con el hombre. Manuela, su hermana, no la ve más. Aunque recibe, a veces, noticias de ella, no la ayudamás. Las cosas van de mal en peor. Hasta que un día, Manuela recibe la noticia de que asu hermana la han encontrado muerta. Analicemos juntos este ejemplo (Nos limitaremos a la actitud de Manuela). - ¿Cómo se siente ahora, frente a su hermana muerta? (Culpable, por no haberlaayudado). - ¿Por qué no quiere pensar en lo ocurrido? (Miedo de enfrentarse con la realidad, consu pecado). - ¿Qué puede hacer para remediar el mal ocasionado por no ayudar a su hermana? (Ya

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es demasiado tarde). - Se puede pecar por omisión. Leer Gen 2-3. ¿Quiénes actúan ahora como Adán y Eva? (Nosotros). ¿Qué escribe la Biblia? ¿Qué pasó entre Dios, Adán y Eva? ¿Ellos se hicieron responsables del pecado? (No, fueron cobardes y trataron deesconderse). ¿Qué perdieron como pecadores? A manera de resumen: - De acuerdo con estas dos primeras reuniones, ¿cuál es el principal efecto del pecado?(Desintegración personal, separación, división… ruptura con Dios y con los hombres). - La Biblia dice: El pago del pecado es la muerte ¿Qué significa esto? (Somos menoshombres, etc.). - ¿Toda la vida del hombre es separación, división, o hay otro modo de vivir? (Locontestaremos en las próximas reuniones). UNIDAD 3

EL HOMBRE

I ¿El hombre es capaz de hacer el mal? ¿Qué mal puede hacer el hombre? ¿Cuánto mal puede hacer el hombre? Dar ejemplosdel mal que hace el hombre. (Destrucción de las familias, guerras, etc.). Básicamente, ¿cómo obra el hombre malo? (no piensa en los demás, o sólo piensa encómo aprovecharse de los demás, solo piensa en sí mismo = egoísmo).

II - ¿El hombre es capaz de hacer el bien? Citar ejemplos. - ¿Cómo obra el hombre bueno? (Piensa en los demás). - ¿Hay alguno entre nosotros que se crea totalmente bueno? ¿Que se crea perfecto? (No) - Ya que no somos perfectos… ¿podemos mejorar? ¿Cómo? (Pensando más en Dios yen los demás). - ¿Podremos algún día llegar a ser totalmente perfectos? Dar razones por qué sí y porqué no. (En el cielo seremos totalmente perfectos).

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- ¿Existió alguna vez un hombre totalmente perfecto? (Sí, Cristo).

III Cristo Mt 3,13-17. - ¿Cristo es Dios? (Sí). ¿Cómo lo sabemos? (Por los milagros que hizo. Por su doctrina). - ¿Cristo es un hombre de verdad? ¿Cómo lo pruebas? Dar ejemplos. - ¿Es Dios y hombre? (Sí, es el Hijo de Dios hecho hombre). - ¿Por qué insistió en ser bautizado? (Para que lo reconozcamos como verdaderohombre). - ¿Cristo fue un hombre bueno? ¿Cómo lo pruebas? Dar ejemplos de su vida. (Entregósu vida por los demás, vivió pensando en Dios, su Padre, y en los demás). - ¿Es posible para nosotros ser perfectos como Él? ¿Qué quiso significar Cristo cuandodijo: Sed perfectos como mi Padre Celestial es Perfecto? (Debemos actuar como Cristo; hacer loque Él hizo). - ¿Cómo logramos este propósito? (Pensando en los demás). Fue eso lo que Cristoquiso decir cuando nos mandó: Ámense entre ustedes como yo los he amado. UNIDAD 4

MUERTE – RESURRECCIÓN

I - ¿Cuál es el último problema de nuestra vida? (La muerte). - ¿Por qué muchos no quieren hablar ni pensar en la muerte? (Miedo). - ¿Podríamos tratar, los que estamos aquí, este problema? - Supongamos que yo muero y ustedes van a mi velorio. ¿Estoy muerto del todo? ¿Seacabó todo para mí? (No, el alma sigue viviendo). - El alma sigue viviendo, yo mismo sigo viviendo; pero, ¿sigo viviendo de la mismamanera que antes de morir? (No, porque el alma está separada del cuerpo). ¿Estamos deacuerdo que el seguir viviendo es el principal problema del hombre?

II - La gente no desea morir, ¿verdad? - ¿Todo el mundo quiere seguir viviendo? - ¿Por qué entonces hay algunos que se suicidan? (Si la respuesta es: “porque soncobardes”; preguntar ¿los cobardes quieren vivir?).

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- ¿Por qué la gente ya está muerta en la vida? Dar algunos ejemplos: Describir estaspersonas. - ¿Qué nombre le damos a esta muerte en la vida? (Pecado). - ¿Podemos decir entonces que hay dos clases de muerte? ¿Cuáles son? (La muertefísica y la muerte espiritual).

III - ¿Hubo alguna vez algún hombre que venció la muerte en la vida? ¿O sea el pecado?(Sí, Jesucristo Nuestro Señor) ¿Cómo lo hizo? (Haciendo el bien y entregándose a losdemás). - ¿Nosotros podemos vencer la muerte en vida, o sea el pecado? (Sí). ¿Cómo? (Amandoa Dios y entregándonos a los demás, etc.). ¿Solos? (No, con Cristo: Sin mí nada podéis hacer). - ¿Hubo algún hombre que venció la muerte física? ¿Quién fue y como lo hizo? (Cristo,resucitando). - ¿En verdad volvió a la vida? ¿Resucitó? ¿Era el mismo Jesús que antes de su muerte? - ¿Podemos vencer la muerte física? ¿Solos? (Cristo nos resucitará el último día). - Cristo nos dice: Yo soy la resurrección y la vida, quien cree en Mí y por Mí vive, no morirá parasiempre. ¿Creemos esto de verdad? ¿Si no creemos podemos decirnos cristianos? (“si Cristono hubiera resucitado vana sería nuestra fe”). (Si hay tiempo léase 1 Co 15, donde se ve cómo los primeros cristianos experimentaronel mismo problema que nosotros experimentamos ahora, y cómo San Pablo contestó suspreguntas). UNIDAD 5

LA VIDA – GRACIA DE DIOS

I - ¿El que vive solo, vive de verdad? - ¿Qué es necesario para vivir? (Reunirse en familia). - ¿Los hombres viven siempre en familia? (No, dar algunos ejemplos). - ¿Los hombres desean vivir en familia, en grupo? (Sí, porque procuran agruparse dealgún modo en el club, en el bar, etc.). - ¿Para que una familia pueda vivir bien necesita la ayuda del ambiente? (¿En un barriodonde todas las familias estuvieran deshechas y hubiera mucha división, peleas… podríauna sola familia vivir bien?). - ¿Por qué no puede vivir bien una familia sola? (Porque necesita un ambiente que

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pueda favorecer y nutrir su espíritu familiar). - Entonces, ¿qué es necesario para que una familia viva en familia? (Necesita de unafamilia más grande. Necesita que el barrio, la ciudad, el país, el mundo sea una granfamilia). - ¿Creen Uds. que eso ocurrirá alguna vez? (Sí, porque Cristo vino al mundo). - ¿Cristo vino para formar una familia o para librarnos del pecado? (Cristo vino parasalvarnos del pecado. El pecado consiste en la separación de los hombres de Dios y entreellos. Cristo nos libra del pecado para que podamos unirnos con Dios y con ellos; paraque nos reunamos en familia). - ¿Qué significa que Cristo vino para darnos vida y vida en abundancia? (Cristo vinopara unirnos con Dios y con los hombres. Vino, no sólo para unirnos en una pequeñafamilia formada por el padre, la madre y los hermanos, sino para unirnos con Dios y conlos hombres). - ¿Qué nombre damos a esa vida que Cristo nos trajo para unirnos a Dios y a nuestroshermanos? (Gracia). - ¿Qué es vivir en gracia de Dios? (Vivir unidos en el amor de Cristo).

II Leer Jn 4,4-14. - ¿Qué significa el agua en el lenguaje de Cristo? (Significa la gracia, la vida que Él nostrajo). - ¿Qué es vivir en Gracia? (Vivir unidos a Dios y entre nosotros, formando unaverdadera familia,). - ¿Utilizamos actualmente esta imagen? ¿Cuándo? (En el bautismo). - ¿Qué nos da el bautismo? (La Gracia de Dios, limpiándonos del pecado) ¿Qué noshace el bautismo? (Nos hace cristianos, es decir: nos incorpora a la gran familia cristiana). - Si los cristianos formamos una gran familia, ¿cómo debemos vivir? (Unidos en familia,amándonos entre nosotros).

III - ¿Los cristianos somos los únicos que vivimos en familia? (No). - ¿Qué diferencia debe haber entre los no cristianos y nosotros? ¿Entre el espíritufamiliar de ellos y nuestro espíritu familiar? (Nosotros debemos vivir en familia según elEspíritu de Cristo, amándonos en su nombre). - ¿Qué significa esta palabra de Jesús: Ustedes son la luz del mundo y la sal de la tierra?(Nuestras familias deben vivir de tal manera en el Espíritu de Cristo que sirvan de ejemploy testimonio al mundo, procurando formar la gran familia humana).

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- ¿Qué nombre damos a esta gran familia reunida en el Espíritu de Cristo? ¿Cómollamamos a la familia de Dios? (La Iglesia). UNIDAD 6

EL PADRE DE FAMILIA Y SUS HIJOS

I - Un buen padre de familia, ¿qué da a sus hijos? (Vida, techo, comida, amor, educación,etc.). - ¿Qué diferencia hay entre un buen padre y un mal padre? (El mal padre no piensa ensus hijos, es egoísta). - Un buen padre ¿qué desea para su hijo? ¿Qué sueña para él, qué porvenir le desea?(Un buen hombre). - Un buen padre, ¿a quién ve reflejado en su hijo? (A sí mismo). - Imaginemos un padre de familia bueno, lo mejor que podamos imaginar. ¿Cómo actúacon sus hijos? ¿Les quita la libertad? (No). - ¿Los castiga? (No). ¿Los corrige si se comienzan a descarriar? ¿O deja que se pierdan? - ¿Desconfía de sus hijos? (No). - ¿Los aleja de su lado? (No).

II Leer Lc 2,41-51. - ¿María y José desconfiaron del Él? - ¿Jesús tuvo libertad? - ¿Sufrieron sus padres? ¿Se enojaron? - ¿Jesús dio alguna explicación? - ¿Entendieron sus padres a Jesús? - ¿Lo castigaron? - ¿Juzgaron a Jesús sus padres? ¿Lo alejaron de su lado, lo rechazaron? UNIDAD 7

DIOS NUESTRO PADRE

I - ¿Qué es Dios para nosotros? (Nuestro Padre del Cielo). - ¿Qué es lo que desea para nosotros, qué quiere que lleguemos a ser? (Sus hijos y, poreso, buenos hombres).

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- ¿A quién ve reflejado en nosotros? (A Él mismo. Nos hizo a su imagen y semejanza). - ¿Cómo actúa Dios con sus hijos? - ¿Nos quita la libertad? - ¿Nos castiga? ¿Nos corrige? - ¿Nos tiene desconfianza? - ¿Quiere que estemos lejos de Él? ¿Nos rechaza? - ¿Entonces Dios es un buen padre para nosotros?

II - Veamos cómo Cristo describe a su Padre y nuestro Padre: Leer Lc 15,11-25. - ¿Dios quita la libertad a sus hijos? - ¿Nos ama? - ¿Nos recibe una y otra vez? - ¿El hijo, consiguió la libertad que buscaba lejos de su Padre? (No). - ¿Qué halló en cambio? - ¿Cómo se sintió en sus peores momentos? - Supongamos que esa situación se prolonga para siempre. ¿Cómo la llamaríamos? (Seríael Infierno). - ¿El infierno, entonces, puede ser algo real, ya en esta vida? - ¿Es Dios quien castiga a las personas que ya viven un infierno en su vida? (Se castiganellas mismas al alejarse de Dios Padre por el Pecado). - ¿Qué sucede cuando el hijo vuelve a la casa de su Padre? - ¿Cómo se siente en ese momento el muchacho, cuando lo recibe su Padre? - ¿Cómo se llamaría ese momento feliz si se prolongara para siempre? (Cielo). - ¿Dónde comienza, entonces, el cielo? - ¿Por qué nos dice Jesús: El Reino de Dios ya está entre ustedes? UNIDAD 8

LA VIRGEN MARÍA, MADRE NUESTRA

I - ¿Qué nos dio nuestra Madre? (La vida. Nos engendró para la vida humana). - ¿Qué desea una buena Madre para sus hijos? (Que sean buenas personas). - Una buena Madre, ¿da buenos consejos a sus hijos? ¿Cuáles? Dar ejemplos.

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- ¿Los quiere tener lejos de sí? (No). - ¿Si ellos son malos, los rechaza? ¿Los hunde más? - ¿Qué deberes tenemos para con ella? (Honrarla, amarla, respetarla, obedecerla, etc.).

II En la Familia de Dios también tenemos una Madre, la Santísima Virgen, Madre de Diosy Madre nuestra. Leer Jn 19,25-27. - ¿A quiénes representa San Juan? (A nosotros, a todos los hombres). - ¿Qué tarea le encomienda Jesús a la Virgen? (Ser Madre nuestra). - ¿Qué le dice a San Juan, o sea a nosotros? ¿Qué significa esto? - ¿Qué nos da la Virgen María? (La Vida de Gracia, nos engendra para la familia deDios). - ¿Qué desea nuestra Madre del Cielo para nosotros? (Lo mejor). - ¿Nos dio buenos ejemplos? ¿Cuáles? - ¿Nos quiere tener lejos de Ella? (No). ¿Nos ayuda? ¿Nos alienta? ¿Cómo? (Nosconsigue la Gracia de Dios, reza por nosotros, etc.). - ¿Nos protege? ¿De qué? (De los peligros, del pecado, etc.). - ¿Qué deberes tenemos para con Ella? (Honrarla, amarla, obedecerla, darle el cultoque le corresponde, etc.). - ¿Si somos malos, pecadores, nos rechaza? ¿Nos hunde más aún? - Aunque nosotros nos olvidáramos de Ella, ¿haría lo mismo con nosotros? UNIDAD 9

SEXO

I ¿Hay diferencias entre el animal y el hombre? ¿Cuáles? (La razón, la libertad, etc.). ¿Hay diferencias entre el acto sexual animal y el humano? (El animal no usa librementesu sexo, el hombre sí).¿Expresa algún sentimiento el animal por medio del sexo? (Ninguno). ¿Qué expresa el ser humano mediante el sexo? (El amor).El ser humano, cuando usa el sexo, ¿siempre expresa amor hacia otro? (No, solamentecuando usa bien su sexo, o sea, como Dios lo manda). ¿Qué expresa quien usa mal el sexo? (Egoísmo).

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¿Qué expresa el sexo cuando se lo usa como Dios quiere? (Amor). ¿Qué significa para una pareja enamorada el verdadero amor? (Entrega total al otro). Analicemos una pareja que verdaderamente ama. El amor de ellos: a. ¿Puede tener límites? ¿Qué sucedería si tuviera límites? b. ¿Debe ser exclusivo? ¿Qué sucedería si estuviera dividido? ¿Las mujeres puedentener otro hombre? ¿Por qué no? ¿Y los hombres pueden tener otra mujer? ¿Por qué no?(Muere el verdadero amor). c. ¿Debe ser creador? ¿Qué crea el amor? ¿Debe crear el mayor número posible dehijos? ¿Qué podemos decir de una pareja que no puede tener hijos? ¿Es que su amor noes creador? d. ¿Qué crea pues el amor? (Además de hijos, debe crear mayor unión entre loscónyuges y mayor perfección). ¿Una pareja que no está verdaderamente unida, tienederecho a procrear hijos? ¿El excesivo número de hijos puede impedir una verdaderaunión? ¿Cuál es la finalidad del buen matrimonio? (Crear mayor comprensión y amor, estose expresa en los hijos). ¿Pueden ustedes describir un buen matrimonio?

II Leer Gen 2, 18-24. UNIDAD 10

MATRIMONIO

I ¿Cristo fue un hombre de verdad? (Sí) ¿Por qué no se casó?Aunque no se casó, ¿dejó de expresar su amor a alguno? (Nos amó tanto que dio hasta laúltima gota de Sangre en la Cruz para salvarnos). ¿Cómo expresa su Amor a su pueblo? (Se estregó totalmente, hasta dar su vida). ¿Cuál fue su acto más grande de entrega? (Morir en la Cruz).Su amor a los hombres, ¿tuvo límites? (No). Su amor, ¿fue forzado? (No, Mi vida nadie me la quita, sino que Yo la doy). ¿Fue un amor creador? ¿De qué? (Iglesia, Familia de Dios, Sacramentos, etc.). El amor de Cristo, ¿es luz para el mundo?

II Decimos que casarse es unirse por amor. ¿Qué es casarse por Iglesia? ¿Qué da al matrimonio el Espíritu de Cristo? (Fuerza para perfeccionarse en el amor).

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El matrimonio cristiano, ¿debe ser consciente y libre? ¿Qué sucede si no lo es? El matrimonio cristiano, ¿debe ser creador? ¿De qué? (De la Iglesia). El matrimonio cristiano, ¿debe ser exclusivo? ¿Qué pasa si no lo es? ¿Cuál es el modelo del matrimonio cristiano? (La unión entre Cristo y la Iglesia).

III Enseña el Apóstol San Pablo: Leer Ef 5,22-23. UNIDAD 11

RECONCILIACION – LA CONFESION

I Supongamos una buena familia, unida, con sentimientos del amor cristiano. De prontouno de sus hijos, un joven de 23 años, huye de la familia, se separa de ella. Transcurrentres años. Durante este tiempo el muchacho comete una serie de barbaridades queavergüenzan a la familia. Sin embargo, la familia no olvida a su hijo, le guarda siempre un puesto en la mesa, conla esperanza de que volverá algún día. Un día, reciben un mensaje del hijo: “llegaré miércoles al mediodía. ¿Puedenrecibirme?”. - ¿Qué siente la buena familia al recibir el mensaje? - ¿Qué hacen? ¿Qué preparan? - ¿Quiénes procuran estar para recibir al hijo? - ¿Quién es el indicado para darle la “bienvenida” oficial? (El jefe de la familia, elpadre). Cuando llega el muchacho dice: “lo siento de verdad, perdónenme”. ¿Quésucederá? ¿Qué le contestará su familia? - ¿Cómo simboliza la familia la alegría de la reconciliación?

II ¿Nosotros, los cristianos, que formamos la Iglesia, somos la Familia de Dios? Entonces, ¿es posible que uno de nosotros se separe de la vida de la Familia de Dios? ¿Por qué nos separamos? ¿Qué pecado cometemos? (Pecado mortal). ¿Podemos volver a la Familia de Dios? ¿Cómo? ¿Cuál es el primer paso? (Reconocer lospropios pecados y arrepentirse de los pecados cometidos). ¿Por qué se nos hace difícil volver? (Por la dificultad en reconocer que hemos obradomal, por orgullo, por vergüenza, etc.).

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La Familia de Dios, la Iglesia, ¿está esperándonos siempre? (Sí). ¿Quién es el señalado para darnos la bienvenida? (El sacerdote). ¿En nombre de quién nos da la bienvenida? (El sacerdote nos perdona los pecados enNombre y con el poder de Dios). ¿Nuestros pecados quedan realmente perdonados?

III Leer Lc 15. Hay más alegría en el cielo por un pecador que hace penitencia, que por noventa y nueve justos, que nonecesitan de penitencia. - ¿A quién representa el Padre del Evangelio? - ¿Dios, hiere al pecador? ¿Perdona?... UNIDAD 12

UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

I ¿Qué diferencia hay entre una buena familia y una mala familia? (En la primera hayamor, unión, etc.; en la segunda lo contrario). ¿Es siempre muy visible el espíritu y el amor de una familia? Cuando cada uno está ensu trabajo, ¿aparece el amor de la familia? ¿Hay ocasiones en que el espíritu de la familia es muy visible? ¿Cómo? ¿En quéocasiones? (Comida, fiestas, etc.). ¿Qué hace una buena familia cuando un miembro de la misma sufre una enfermedad ouna crisis? (Se reúne para ayudarlo, se moviliza). En esas ocasiones, ¿cuál es el efecto de la movilización en la familia? (Se hace másfamilia, hay mayor unión por el hecho de querer ayudar).

II ¿Algunos de los que nos encontramos aquí ha estado alguna vez gravemente enfermo?¿Cómo se ha sentido? (Solo, deprimido, etc.). ¿Cuál es la tentación más grave de un enfermo? (Encerrarse en sí mismo, desanimarse,creer que nadie lo ama, etc.). ¿Podremos ayudarlo nosotros, la Comunidad Cristiana? ¿Cómo? (Visitándolo, amándolo,llevándole el Sacramento de los enfermos, etc.). ¿Cómo se llama este Sacramento? (Unción de los Enfermos).

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III Leer Sant 5,14-15. - Vemos que el Sacerdote unge con aceite. ¿Qué significa el aceite? (Da fuerzas, calor,etc.). - ¿Qué realiza esta unción de la Iglesia? (Alivia al enfermo y le perdona los pecados). - ¿Cuál debe ser la respuesta del enfermo? - ¿Solamente es un sacramento para los moribundos? (No, pero es también para ellos). - Si alguno está seriamente enfermo en nuestra Comunidad, pero no moribundo, ¿quédebemos hacer? (Llamar al Sacerdote para administrar el sacramento que da la salud delalma y también la salud del cuerpo si es para bien del alma). UNIDAD 13

LA EUCARISTÍA

I En una buena familia, ¿cómo se demuestran el amor entre los miembros? (Se nutren, sevisitan, se hablan… etc.). ¿Hay ocasiones especiales para reunirse? (Casamientos… etc.).¿Cómo celebra la familia estos días especiales? (Se hace una fiesta). ¿Qué se hace en estas fiestas? (Se comunican las novedades. Se hacen proyectos. Secomparten las alegrías; los sufrimientos; las actividades de la vida… y la comida). ¿Qué expresa la familia con esas reuniones? (Unión, amistad, amor…). Pero si hay unión y amor en la familia, ¿para qué sirve la fiesta? (Para seguir aumentandoel amor y la unión entre todos). ¿Qué efectos se producen? (Se profundiza más y más en el amor mutuo. Se acrecientael ansia de vivir… y de vivir cada vez más unidos). Si ha habido peleas o divisiones entre ellos, ¿qué pasa? (Se trata de perdonar. La fiestasirve para reconciliarse. Si el ofendido está ausente se desea su presencia). En resumen, ¿qué significa la fiesta familiar? (Significa que se comparten noticias, seexpresa el amor, se aumenta la unión, y se encuentran fuerzas para vivir unidos).

II ¿La Iglesia es una Familia? (De Dios). ¿La Iglesia, Familia de Dios, tiene una fiesta familiar? (La Misa). Durante la Misa se comparten noticias como en la fiesta familiar. ¿Cómo? (Escuchamosa Dios, nuestro Padre, en las lecturas de la Sagrada Escritura. Respondemos con alabanzas,peticiones, acciones de gracia; ofrecemos nuestros sufrimientos y buenas obras).

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San Pablo nos dice que celebramos la muerte y el sacrificio de Cristo durante la Misa –1Co 11,26– pero, ¿cómo podemos unirnos a su sacrificio? (Ofreciendo el PAN –símbolo denuestras buenas obras– y el VINO –símbolo de nuestros sufrimientos–). ¿Para qué murió Cristo? (Para salvarnos. Para unirnos con Dios y con nuestroshermanos). ¿Cómo hacemos esto realidad en el mundo? (Viviendo la misma vida de Cristo.Viviendo en gracia de Dios. Entregándonos como Él, –su muerte fue una entrega total–.Viviendo por la fuerza del amor de Cristo). ¿De dónde podemos sacar fuerzas para realizar esto? (En la Eucaristía nos alimentamoscon el Cuerpo y la Sangre de Cristo que nos da fuerzas para realizar nuestra entrega.Además la Comunión –común unión– nos une a todos los demás hermanos cristianos yaque todos comemos el mismo Pan en la mesa familiar de Dios, nuestro Padre).

III Si el Padre hace una fiesta para sus hijos, ¿tienen éstos el deber de asistir? ¿Dios nos invita todos los domingos a esa Fiesta? ¿Debemos ir? ¿Por qué? Si un hijo va a la fiesta y no come nada. ¿Qué piensan sus padres? (Que está enfermo oenojado) ¿Debemos entonces comer el Cuerpo de Cristo en cada Misa en queparticipamos? Si alguien ofende seriamente a su familia, ¿puede venir como si no hubiera pasado naday, sin pedir perdón, sentarse a la mesa?Si ofendimos seriamente a Dios o a nuestros hermanos, ¿debemos acercarnos a la Mesa dela Eucaristía sin antes pedir perdón en la Confesión? ¿Es necesario confesarse antes de comulgar? ¿Cuándo es necesario? Si guardamos rencor u odio contra alguien, ¿podemos participar tranquilos en la Misasin antes reconciliarnos? ¿Por qué?¿Qué hacemos cuando participamos en la Misa? (Celebramos la Fiesta de la Familia deDios).

IV Leemos 1 Co 11, 23-30; Jn 6, 54-59; Mt 5, 23-24. Después de esta reunión, cuando ya se tienen ideas claras sobre la Confesión, la SantaMisa, etc., se debe hacer el “Encuentro” o Retiro Espiritual. Ahora pueden comprenderpor qué hay que confesarse y desearán recibir a Cristo en la Eucaristía. Las reuniones que siguen son para lanzarlos al Apostolado. UNIDAD 14

UN SUEÑO

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Supongamos que somos un grupo de amigos que nos reunimos para considerar losproblemas del mundo, y un día surge, entre nosotros, la idea de cambiarlo. Queremos hacer un mundo ideal, un mundo nuevo. - ¿Cuál es la primera reacción? (Miedo, falta de fe). Dos o tres siguen insistiendo y llegaun momento en que tomamos una decisión. - ¿Qué hacemos entonces? (Vemos quiénes están de acuerdo). - ¿Qué pasa con los que no están de acuerdo? (Se van). - Los que quedamos, ¿qué debemos hacer? (Llegar a un acuerdo. Una vez que estamosde acuerdo en el fin principal… ¿cada uno seguirá el camino que quiere o debemossubordinar la opinión de cada uno al bien de todo el grupo?). - Ya estamos de acuerdo. ¿Cómo lo expresamos? (Un juramento). - ¿Cómo estaríamos en ese momento? (Muy animados. Llenos de alegría. Con muchoespíritu). - ¿Celebraríamos el juramento de algún modo? (Con un brindis, una fiesta). - Ya estamos en camino de cambiar el mundo… ¿Qué hacemos? (Comenzamos aejecutar los planes trazados). - ¿Sería fácil? ¿Qué diría de nosotros la gente? (Que somos locos). - ¿Cómo nos sentiríamos? (Desanimados). - ¿Qué deberíamos hacer? (Unirnos más para animarnos. Reu-nirnos. Buscar gente quepiense como nosotros). - Supongamos que otros “locos” se uniesen a nosotros, ¿qué haríamos? (Losformaríamos. Prestarían el mismo juramento que nosotros y celebraríamos una fiesta. Estafiesta nos uniría más; nos daría fuerzas para seguir adelante). - Supongamos que en un pueblo vecino se interesan por nuestra causa, ¿qué haríamos?(Enviamos 2 o 3 de los nuestros. Se quedarían hasta formar líderes que pudieran seguirallí con nuestro plan. Dejaríamos en ese pueblo gente autorizada por nosotros para quenos represente). Si un miembro de nuestro grupo se vende a otra causa, y a pesar de nuestros consejosno quiere volver, ¿qué pasa? (Es expulsado del grupo). - ¿Lo expulsamos porque no lo queremos? (No, se expulsa solo). - Supongamos que un miembro del grupo se está muriendo, ¿qué hacemos? (Estamoscon él. Lo confortamos. Le decimos que siempre seguiremos unidos en espíritu e ideal). UNIDAD 15

LA IGLESIA APOSTÓLICA

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I En la unidad anterior hemos visto un grupo fuertemente unido por un ideal. Veamos lo que hicieron los discípulos después de la muerte de Jesús. - ¿Cómo se sintieron los discípulos en un primer momento? (Desanimados, derrotados). - ¿Qué hicieron? (se reunieron para considerar la situación). - ¿Qué quisieron hacer algunos? ¿Seguir adelante? (Se fueron a sus casas y se olvidaronde todo). - ¿Todos pensaron lo mismo? (No. Muchos continuaron dialogando para planificar elfuturo). - ¿Qué decidieron hacer? (Continuar el trabajo de Cristo). - ¿En qué consistía? (En formar la Familia de Dios y así salvar al mundo). - ¿Qué pasó con los que no estaban de acuerdo? (Se fueron). - ¿Celebraron fiestas para estar más unidos y animarse? (La Cena Eucarística, la Misa). - ¿Cómo se sentían después de comulgar el Cuerpo de Cristo? (Felices, unidos,contentos, animados). - ¿Cómo se llamó el día que hicieron su juramento de seguir el trabajo de Jesús?(Pentecostés). Leer He 2,1-4.

II ¿Cómo celebraban estas fiestas los primeros cristianos? (A los pies de los Apóstoles). Podemos ver esto leyendo He 2,43-47. ¿Qué pensaba la gente de los Apóstoles? (que eran locos).¿Cómo se mantuvieron unidos para no desanimarse? (celebraban la Eucaristía) Leer Jn 6,53-58.

III ¿Qué hacían los Apóstoles con los que se interesaban por su doctrina? (Primero, losinstruían). Los nuevos miembros, ¿cómo pasaban a formar parte de esa familia? (Por medio delBautismo). ¿Qué hacían los Apóstoles en los lugares donde no conocían a Cristo? (Enviaban gentepreparada para que predicaran y luego bautizaran a los que querían formar parte de laFamilia de Dios, de la Iglesia). Si uno de los primeros cristianos se enfermaba gravemente, ¿qué hacían sus

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compañeros cristianos? (Lo visitaban para animarlo y lo ungían con el aceite para que securara; éste es un sacramento: La Unción de los Enfermos). Leer Sant 5,13-15. UNIDAD 16

LA IGLESIA DE HOY Supongamos que somos los únicos cristianos del mundo. ¿Se-ría fácil nuestro trabajo?(No. Tendríamos el problema del de-saliento). ¿Cómo lo solucionaríamos? (Nos reuniríamos a menudo en la Misa para tomar fuerzas ysentirnos animados y unidos entre nosotros). Si queremos hacer cristianas a otras personas, ¿qué hacemos? (Luego de instruirlos, losintroducimos por medio del bautismo en la Familia de Dios). Si uno de nosotros tiene un hijo, ¿cómo lo introduce en la Familia de Dios? (Por mediodel Bautismo) ¿Qué hacemos con él, cuando llega al uso de razón? (Lo educamos en laDoctrina de Jesús). Si se compromete a seguir las enseñanzas de Jesús, ¿cómo expresa su compromiso?(Recibe el Sacramento de la Confirmación). Si alguno ofende gravemente a Dios y a la Familia de Dios, ¿Qué debe hacer si searrepiente? (Recurrir al jefe de la Familia, al sacerdote, confesarse…). Leer Mt 5,23-24. Supongamos que se enferma uno del grupo, ¿qué hacemos? (Lo visitamos) ¿Quépodemos hacer por él, cosa que no pueden hacer los no-cristianos? (La Iglesia le puedeadministrar la Unción de los Enfermos). ¿Para qué? (Para que Dios con su bendición loconforte, lo anime, lo cure… si es para bien de su alma). Si dos del grupo quieren casarse, ¿qué se proponen hacer cuando se casan? (No sóloformar un hogar, sino también formar la Iglesia). ¿Qué significa: “casarse por la Iglesia”? (Casarse según los ideales de Cristo, y dentro dela Comunidad Cristiana). ¿Por qué el matrimonio celebrado en la Iglesia no puede deshacerse? (El amor deCristo, su modelo, es inquebrantable). ¿Tiene sentido entonces casarse por Iglesia porque es más elegante? Si un miembro de la Familia de Dios muere unido al amor de Cristo y unido a nosotros,¿tiene sentido desesperarse? ¿Por qué? (Murió como cristiano, está junto a Cristo, a quiensiempre buscó. Está junto a nosotros y nos volveremos a reunir en el Cielo). ¿Qué sentido tiene entonces la Misa de Difuntos? (Pedir por un amigo nuestro, si aúnno está en la gloria y celebrar su muerte, triunfo del verdadero cristiano).

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UNIDAD 17DESTINO FINAL LA PARUSÍA

¿Hay injusticias en el mundo? ¿Hay una fuerza del mal en el mundo? ¿Cómo se llama esa fuerza real que siembra el mal en el mundo? (Demonio). ¿Es poderosa esta fuerza? ¿Está profundamente establecida? Dar ejemplos. ¿Hay justicia y bondad también en el mundo? ¿Es algo real? ¿Hay Alguien que sea la misma Bondad? ¿Cómo se llama? (Dios). ¿Dios es una fuerza poderosa hoy, en el mundo? Dar ejemplos. ¿Quién triunfará, Cristo o el Demonio, el bien o el mal? (Preguntar a cada uno y que déla razón de su convicción). Leer Ap 21,1-8 y 19,11-16 (Explicar lo leído).

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[1] Cf. Actas del II Capítulo General Ordinario, El Nihuil 1994, 32.[2] Directorio de Espiritualidad, 109.[3] Cf. Constituciones, 16.[4]

Cf. Directorio de Espiritualidad, 227: “La Iglesia es Jesucristo continuado, difundido y comunicado; es como laprolongación de la Encarnación redentora, al continuar la triple función profética, sacerdotal y real”.

[5] Cf. Juan Pablo II, CT, 65.

[6] CT, 15.

[7] El valor e importancia de estos documentos está claramente señalado en los mismos: a) “El Catecismo de la

Iglesia Católica es un acto del Magisterio del Papa por el que, en nuestro tiempo, sintetiza normativamente, envirtud de la Autoridad apostólica, la totalidad de la fe católica y la ofrece, ante todo a las Iglesias particulares, comopunto de referencia para la exposición auténtica del contenido de la fe. b) El DGC, es un instrumento oficial para latransmisión del mensaje evangélico y para el conjunto del acto de catequizar” (Sag. Cong. del Clero, DGC, 120).Mientras que c) el Compendio: “es una síntesis fiel y segura del Catecismo de la Iglesia Católica. Contiene, de modo conciso,todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia, de manera que constituye, como deseaba mi Predecesor, una especiede vademécum, a través del cual las personas, creyentes o no, pueden abarcar con una sola mirada de conjunto el panorama completo dela fe católica” (Benedicto XVI, Motu Proprio para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica,28 de junio de 2005). Para la historia de la catequesis seguimos, en parte, la conferencia pronunciada por Mons. H.Aguer (18 de marzo de 2006): “De la catequesis al catecismo. Del catecismo a la catequesis”, Revista EclesiásticaPlatense, 109/1 (2006) 83-106.

[8] DGC, 46.[9] DGC, 49.[10] Constituciones, 178.[11] GS, 4.[12] “Se detecta un oscurecimiento de la verdad ontológica de la persona humana. Y esto sucede como si el

rechazo de Dios quisiera significar la ruptura interior de las aspiraciones del ser humano. Se asiste así, en muchaspartes, a un «relativismo ético que quita a la convivencia civil cualquier punto seguro de referencia moral»” (DGC,23).

[13] Constituciones, 168.

[14] DGC, 2.

[15] Cf. Juan Pablo II, Discurso inaugural de la IV conferencia general del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo,

12 de octubre de 1992, nn. 21-22.[16]

[10] Cf. Rom 2,17-21; Gal 6,6; He 18,24-26; Lc 1,1-4; Heb 5,11-14; 6,1-2. En 1 Cor 14,18-19 el Apóstol“se refiere al mensaje articulado de la doctrina de la fe, destinado a instruir a los creyentes, contrapuesto al balbuceocarismático que tanto apreciaban los corintios –con exageración e indebidamente– hasta ofuscar lo principal: lacatequesis, por la cual los fieles debían acceder a la comprensión de la Palabra de Dios” (H. Aguer, “De lacatequesis al catecismo...”, 85).

[17][11] Cf. Rom 10,14. Las palabras castellanas como “catequesis”, “catecismo”, “catecúmeno”, se remontan al

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verbo latino “catechizare”, que, a su vez, se deriva del griego katejéo, que en su sentido primitivo significa: hacerresonar, o como explica Mario Victorino: «resonar al lado de uno, como sucede cuando uno, al principio, quierehacerse cristiano y le suenan a su alrededor los nombres de Dios o de Cristo» (cf. Santo Tomás de Aquino, In Ep.Pauli ad Gal. 2, 6, 6). El verbo se aplica al acto de instruir, de informar, hacer resonar a los oídos, enseñar a vivavoz. Los griegos usaban esa palabra “en el lenguaje referido al teatro, pero a partir del Nuevo Testamento, esa raíz,ese verbo katejéo se ha convertido en un concepto típicamente cristiano... se refiere a la enseñanza del mensaje deCristo, a su transmisión que es desde el principio una enseñanza oral... La catequesis ha de ser entonces como uneco del Evangelio” (H. Aguer, “De la catequesis al catecismo...”, 84).

[18] CT, 1.[19] CT, 1.[20]

CEC, 8. “Desde Clemente Romano hasta Orígenes, en la edad post-apostólica ven la luz obras notables. Mástarde se registra un hecho impresionante: Obispos y Pastores, los de mayor prestigio, sobre todo en los siglos terceroy cuarto, consideran como una parte importante de su ministerio episcopal enseñar de palabra o escribir tratadoscatequéticos. Es la época de Cirilo de Jerusalén y de Juan Crisóstomo, de Ambrosio y de Agustín, en la que brotande la pluma de tantos Padres de la Iglesia obras que siguen siendo modelos para nosotros” (CT, 12). Cf. porejemplo: la carta de Clemente Romano a la Iglesia de Corinto (en Padres Apostólicos, BAC, Madrid 1993, 177-238 y355-372), la Didaché (en Padres Apostólicos, 77-94; CSEL 20 [1890] 201-218), la «Carta de los Apóstoles», los escritosde S. Ireneo de Lyon (Demonstratio Apostolicae praedicationis y Adversus haereses), de Tertuliano (De baptismo, en PL 1,1197-1224B), de Clemente de Alejandría (Paedagogus, en GCS 12, [1936] 87-340), de S. Cipriano (Testimonia adQuirinum, en CSEL 3, 1 [1868] 33-184), de Orígenes (Contra Celsum); de S. Ambrosio (De Mysteriis, en PL 16, 389-410, y De Sacramentis, en PL 16, 409-462); San Agustín explica el Credo, el Padre nuestro y la moral (Enchiridion adLaurentium sive de Fide, Spe et Charitate en PL 40,231-290), o sólo el Credo (De Fide et Symbolo en PL 40,181-196,Sermo ad Catechumenos en PL 40, 627-636), sobre la elocuencia y modo de enseñar (Sermo de disciplina christiana en PL40, 669-678); varias obras sobre catequesis en Obras Completas, BAC vol. 29, Madrid 1988, y F. Restrepo, SanAgustín: sus métodos catequísticos, sus principales catequesis, Madrid 1925; San Juan Crisóstomo (Catequesis bautismales,Madrid 1990, en PG 49, 223-240); y sobre la educación de los hijos, en Obras. Tratados Ascéticos, BAC, Madrid 1958,762-809; etc.

[21] Cf. Alcuino, Disputatio puerorum per interrogationes et responsiones (PL 101, 1097-1144); Hugo de San Víctor, De

cinque septenis (PL 175, 405-414), su comentario a la oración dominical (PL 178, 611-618), al Símbolo de losApóstoles (PL 178, 617-630), al Símbolo atanasiano (PL 178, 629-632); Pedro Lombardo, Sentencias, lb. 4, dist. VI(PL 192, 855); The Lay Folks Catechism, es una adaptación del latín del Conc. Lateranense IV (1215), conocidotambién como: The English and Latin Versions of Archbishop Thoresby's Instruction for the People (Early English TextsSociety, Original Series n. 118, London 1901); Juan Gerson, De Parvulis atrahendis ad Christum (Llevemos los niños aJesucristo, Lumen, Barcelona 1943), y el Opus tripartitum, donde expone: Credo, Mandamientos, Confesión y buenamuerte.

[22] El primer Catecismo impreso en alemán en 1480 fue el del franciscano Theodorico de Münster,Christenspiegel (Espejo del cristiano) del que se hicieron 130 ediciones; Lutero, Der Grosse Catechismus y Der kleineCatechismus.

[23] El Catecismo Romano (Catechismus ex Decreto Concilii Tridentini ad parochos) es el “más importante catecismocatólico [...], publicado durante el pontificado de San Pío V después del Concilio de Trento” (J. Ratzinger, Trasmissionedella fede e fonti della fede, Casale Monferrato 1985, 18); “significó una de las reformas más importantes de la Iglesia entoda su historia. El Catecismo de Trento, fue, en buena medida, inspirador de la obra evangelizadora de la Iglesia enlos siglos siguientes, no sólo en Europa, sino análogamente en América Latina. Es una obra maestra que sirve a lamisión evangelizadora de la Iglesia en los siglos siguientes, hasta las puertas del siglo XX” (H. Aguer, “De lacatequesis al catecismo...”, 1).

[24] S. Carlos Borromeo fue el apóstol del catecismo de niños y adultos y un modelo en la lucha contra laignorancia religiosa y la penetración del protestantismo en Suiza e Italia; S. Pedro Canisio, publica el triple Catecismo(Maior, Minimus y Minor) primero en latín, luego traducido al alemán, en el cual cada tema está iluminado ofundado en textos de la Sagrada Escritura o de los Padres: Catecismo mayor (Summa doctrinae christianae en 1555)para los centros superiores, Catecismo mediano o pequeño (Parvus Catechismus en 1558) destinado a los jóvenes, es elque alcanzó mayor éxito, Catecismo mínimo (Catechismus minimus en 1556) con 59 preguntas para los niños; S.

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Francisco Javier, escribió en portugués un breve catecismo: Doctrina cristiana (Goa 1557, en Cartas y Escritos, BAC;Madrid 1979, 81-85) y una Instrucción para los catequistas de la Compañía de Jesús (Malaca 1545, en Cartas yEscritos, 181-183); S. Roberto Belarmino compuso una Dottrina cristiana breve (en 1597), y una exposición del Credo,Mandamientos, Sacramentos, virtudes, pecados y novísimos, Dichiarazione piú copiosa della dottrina cristiana (en 1598);en España y América han sido muy divulgados los Catecismos de Jerónimo di Ripalda (en 1591) y el de GasparAstete (en 1593) con breves formularios que condensan la doctrina que debe exponer el catequista; S. Toribio deMogrovejo, en el III Concilio Provincial de Lima determinó la publicación de un catecismo que compuso encastellano José de Acosta y que fue traducido al quechua y al aymará: Doctrina cristiana y catecismo para instrucción de losindios (en 1585), y un catecismo mínimo para los rudos, que fue el más difundido. S. Antonio María Claret (1807-1870), misionero y catequista, encomendó a los claretianos como medio principal para salvar las almas la enseñanzadel catecismo.

[25] Entre otros se puede mencionar el libro de Sofía Molina Pico, La enseñanza del catecismo (Buenos Aires 1943)y el de André Dossin, Historia de la alianza de Dios con los hombres (Centurión, Buenos Aires 1962), concebido como unatlas que formaba parte de su colección Imitadores de Cristo.

[26] Cf. Benedicto XVI, Discurso a la Curia Romana, 22 de diciembre de 2005.

[27] Cf. Declaración de la Comisión Cardenalicia sobre «El Nuevo Catecismo» del 15 de octubre de 1968 y el Suplementoque contiene las modificaciones redactadas de acuerdo a las indicaciones de dicha comisión, del 31 de mayo de 1969(en AAS 60 [1968] 687-691); C. Pozo, El Credo del Pueblo de Dios. Comentario Teológico, Madrid 1975, 55-64.

[28] La “teología de la liberación” fue censurada en la instrucción Libertatis nuntius, de la Congregación para la

Doctrina de la Fe (en AAS 76 [1984] 890-899); fue precedida por una notificación (en AAS 77 [1985] 756-762)sobre el libro del teólogo Leonardo Boff, Igreja – Carisma e Poder. Ensaios de Eclesiologia Militante (Petrópolis 1981) yseguida por una exposición de los elementos fundamentales de la doctrina cristiana sobre la libertad y la liberaciónen la instrucción Libertatis conscientia (en AAS 79 [1987] 554-591); Sagrada Congregación para la Doctrina de la fe,Notificación sobre las obras de Jon Sobrino, 26 de noviembre de 2006.

[29] Cf. Profesión de fe Sollemni hac Liturgia (en AAS 60 [1968] 433-445); el texto latino se publicó enL’Osservatore Romano, 1y 2 de julio de 1968, 1-2.

[30] Se recogieron 24.000 observaciones o modificaciones al texto que se sometió a la consulta; estos aportescontribuyeron a la composición del texto final que el Santo Padre aprobó el 25 de junio de 1992.

[31] Cf. San Pío X, Enc. Acerbo nimis 15 de abril de 1905 (en Pío X P. M. Acta, v. II, 69-84); Dec. Sacra TridentinaSynodus, 20 de diciembre de 1905 (sobre la comunión frecuente y cotidiana); Dec. Quam Singulari, 8 de agosto de1910 (sobre la edad en que los niños pueden recibir la primera Comunión, en ASS II [1910] 577-583); Pío XI, Crc.La reimplantación, 20 de abril de 1923; Mot. prop. Orbem Catholicum, 29 de abril de 1923 (sobre la enseñanzacatequística); Dec. Provido sane Consilio, 12 de enero de 1935 (enseñanza religiosa); Pablo VI, Directorio General de laCatequesis, 1971 (en AAS 64 [1972] 97-176); Exhort. Apost. Evangelii Nuntiandi, 1975 (en AAS 58 [1976] 5-76);Sínodo de los obispos, Mensaje Cum iam ad exitum sobre la catequesis en nuestro tiempo, 28 de octubre de 1977;Juan Pablo II, Exhort. Apost. Catechesi Tradendae, 1979, (en AAS 71 [1979] 1277-1340); Const. Apost. Fidei depositum(en AAS 86 [1994] 113-118); Catecismo de la Iglesia Católica, 14 de octubre de 1992 (editio typica: Cathechismus EcclesiaeCatholicae, 15 de agosto de 1997); Cong. para el Clero, Directorio General para la Catequesis, 11 de agosto de 1997,aprobada por el Papa el 25 de agosto de 1997; Benedicto XVI, Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 28de junio de 2006.

[32] Juan Pablo II, Const. Apost. Fidei depositum, 4.[33]

Benedicto XVI, Motu Proprio para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 28 dejunio de 2005.

[34] Motu Proprio para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 28 de junio de 2005.[35] CT, 18. “Respecto a la finalidad de la catequesis, que trata de propiciar la comunión con Jesucristo, es

necesaria una presentación más equilibrada de toda la verdad del misterio de Cristo. A veces se insiste sólo en suhumanidad, sin hacer explícita referencia a su divinidad; en otras ocasiones, menos frecuentes en nuestro tiempo, seacentúa tan exclusivamente su divinidad que no se pone de relieve la realidad del misterio de la Encarnación delVerbo. Acerca del contenido de la catequesis, subsisten varios problemas. Existen ciertas lagunas doctrinales sobre la

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verdad de Dios y del hombre, sobre el pecado y la gracia, y sobre los novísimos. Existe la necesidad de una mássólida formación moral; se advierte una inadecuada presentación de la historia de la Iglesia y una escasa relevanciade su doctrina social. En algunas regiones proliferan catecismos y textos de iniciativa particular, con tendenciasselectivas y acentuaciones tan diversas que llegan a dañar la necesaria convergencia en la unidad de la fe” (DGC,30).

[36] CT, 30.[37] DGC, 111-112.[38] Para nuestro Instituto será instrumento valioso el Catecismo de la Iglesia Católica, ya que ha sido concebido

como una “exposición orgánica de toda la fe católica” (CEC, n.18), de acuerdo a los cuatro pilares: profesión de febautismal, sacramentos de la fe, la vida de la fe y la oración del creyente (cf. CEC, n.13). Este catecismo constituyeun servicio que el sucesor de Pedro quiere prestar a la Santa Iglesia Católica, para sostener y confirmar la fe detodos los discípulos del Señor, así como reforzar los vínculos de unidad en la misma fe apostólica (cf. Const. Fideidepositum, 4).

[39] Compendio, Introducción, 3.[40] CIC, c. 779.[41] S. Th. II-II, 152, 5.[42] Cf. Directorio Catequístico General, 105. El Card. Ratzinger indicaba como signos de la crisis en la catequesis, y

por ende, como medios no aptos para la misma: “la hipertrofia del método respecto al contenido”, y la “supremacíade la experiencia como nuevo criterio para la comprensión de la fe tradicional” (Trasmissione della fede e fonti della fede,8-10).

[43] Santo Tomás de Aquino, Super Ep. ad Ephesios, cap. IV, lect. 6, n. 232.[44] CT, 18.[45] CT, 21.[46] CT, 21.[47] CT, 22.[48] CT, 58.[49] En la Carta Circular A due anni emanada por la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación

para el Clero (20 de diciembre de 1994), se precisaba: “Las obras de síntesis del Catecismo de la Iglesia Católica seesfuercen en proponer un lenguaje de fe unitario en la Iglesia, evitando cualquier expresión reductiva y parcial de lamisma” (Enchiridion Vaticanum vol. 14, n. 2075). Se debe evitar el peligro de utilizar frases ambiguas o erróneas,abandonando el lenguaje acuñado por la Iglesia durante siglos. Así por ej. no se debe hablar de “persona divino-humana de Cristo”, sino de “Persona divina” (cf. Pablo VI, Credo, n.11; Juan Pablo II, Audiencia General: “Lasdefiniciones cristológicas de los Concilios y la fe de la Iglesia hoy”, 13 de abril de 1988, en Creo en Jesucristo, Madrid1985, 249-254); no usar neologismos como: “transignificación” o “transfinalización”, sino más bien hablar de“transubstanciación” (Pablo VI, Enc. Mysterium fidei, en AAS 57 [1965] 753-774; Credo, n. 25); cuando se habla delhombre, su composición y su supervivencia más allá de la muerte, emplear las expresiones “alma espiritual einmortal” (cf. Pablo VI, Audiencia General, 3 de mayo de 1974, en Insegnamenti, vol. IV, 67; Credo, nn. 29-30;Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Recentiores Episcoporum Synodi, n. 3, sobre algunas cuestionesconcernientes a la escatología, del 17 de mayo de 1979); etc.

[50] Una de las características del nuevo Compendio consiste en su “forma dialogal, que recupera un antiguo

género catequístico basado en preguntas y respuestas”, el cual posee una doble ventaja: a) “volver a proponer undiálogo ideal entre el maestro y el discípulo, mediante una apremiante secuencia de preguntas, que implican al lector,invitándole a proseguir en el descubrimiento de aspectos siempre nuevos de la verdad de su fe”; b) “ayuda tambiéna abreviar notablemente el texto, reduciéndolo a lo esencial, y favoreciendo de este modo la asimilación y eventualmemorización de los contenidos” (Compendio, Introducción, n. 4).

[51] La via pulchritudinis, el camino de la belleza, es complemento indispensable de la exposición doctrinal de laverdad y del testimonio efectivo del amor; como se ve plasmado en el uso de imágenes que acompañan al texto del

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Compendio y que han sido seleccionadas y extraídas del riquísimo patrimonio de la iconografía cristiana.[52] DGC, 58.[53] DGC, 59-60.[54] Catecismo Romano, Prefacio, n. 6.[55] CT, 51.[56] CT, 31.[57] CT, 52.[58] CT, 52.[59] CT, 53.[60] CT, 53.[61] CT, 53.[62] CT, 53.[63] DGC, 21.[64] En esta tarea de inculturación, puede ser de gran utilidad para los miembros de nuestra Familia Religiosa, la

traducción, publicación, difusión y enseñanza de los escritos catequísticos del Aquinate: Exposición del Símbolo delos Apóstoles (Expositio super Symbolum Apostolorum); Exposición de la Oración Dominical y la Salutación angélica(Expositio orationis dominicae, Expositio super salutationem angelicam); Exposición de los dos mandamientos del amor y delos diez mandamientos de la Ley (De duobus praeceptis caritatis et decem legis praeceptis); Opúsculo sobre los artículos de lafe y sacramentos de la Iglesia (De articulis fidei et Ecclesiae sacramentis), cf. edición castellana: Escritos de Catequesis, Rialp,Madrid 1974.

[65] DGC, 78.

[66] CIC, c. 773.

[67] CT, 63. “El Catecismo de la Iglesia Católica está dirigido a los obispos”. El célebre “catecismo tridentino

llevaba por título Catecismo para los Párrocos, porque los padres de Trento pensaron que eran los párrocos losartífices por excelencia de la predicación y de la catequesis. El texto actual se destina a los obispos como primeroscatequistas y animadores de la difusión de la verdad” (H. Aguer, “De la catequesis al catecismo...”, 1).

[68] CT, 64.[69] CIC, c. 776.[70] CT, 67.[71] Constituciones, 181. En esta tarea el párroco sea ayudado por sus colaboradores.[72] CEC, 2226. Cf. Compendio, 460-461.[73] Cf. “Dichos, Hechos y Lecciones”, en Obras Completas, Madrid 1998, 350-354, 358-360, 382-383.[74] A. Luciani, Catechetica in briciole, Roma 1979, 136-143.[75] DGC, 238.[76] DGC, 25-26.[77] CIC, c. 777.[78] DGC, 73.[79] DGC, 74.[80] CT, 39.

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[81] CT, 43.[82] Cf. DGC, 175.[83] Cf. Directorio de Parroquias, 145; cf. Constituciones, 193; Juan Pablo II, Salvifici doloris, 25-27 (11 de febrero de

1984).[84]

DGC, 189.[85]

Cf. Juan Pablo II, Salvifici doloris, 30.[86]

DGC, 56.[87]

DGC, 53.[88]

Cf. CT, 29.[89]

Cf. Ro 6,4.[90]

CEC, 1697.[91]

Santo Tomás de Aquino, “Duo Praecepta caritatis”, en Opuscula Theologica, vol. II, Torino-Roma 1972, 249,n. 1160.

[92] Duo Praecepta caritatis, 261, n. 1332.

[93] CEC, 1696.

[94] CEC, 1696.

[95] San Juan Eudes, Tratado sobre el admirable Corazón de Jesús, 1,5.

[96] CEC, 1698

[97] Catecismo Romano, prefacio, n. 10.

[98] El presente anexo del Directorio de Catequesis es sólo un ejemplo de cómo se puede catequizar, no forma

parte del mismo Directorio y por tanto no tiene carácter normativo.

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