DIPLOMADO PARA EL FORTALECIMIENTO DEL LIDERAZGO DE … · internacional e incidencia de las...
Transcript of DIPLOMADO PARA EL FORTALECIMIENTO DEL LIDERAZGO DE … · internacional e incidencia de las...
1
DIPLOMADO PARA EL FORTALECIMIENTO DEL LIDERAZGO DE LAS MUJERES INDÍGENAS
(MODALIDAD MIXTA)
La lucha de las mujeres de la comunidad de Rucapangue por el
acceso a los territorios ancestrales Mapuche en Chile
América Millaray Painemal M. Tutor ancestral: Héctor Maliqueo P. Tutor académico: Alvaro Bello M.
Coordinadora del Diplomado: Mtra. Araceli Burguete Cal y Mayor
CIESAS-Sureste
Del 02 de agosto de 2010 al 20 de mayo de 2011
Cartagena de Indias, Colombia
2
RESUMEN
Esta investigación abordó la participación social de mujeres mapuche en el proceso de
recuperación territorial de la comunidad mapuche de Rucapangue (casa de leonas en
idioma mapuche) de la comuna de Chol- Chol, Novena región del Sur de Chile.
Es a inicios del año 2005 cuando dirigentes de varias comunidades inician el
proceso para recuperar territorios ancestrales que se encontraban en posesión de un
particular. Esta situación llevó a que líderes y lideresas de varias comunidades se
conformaran en una comunidad bajo el alero de la Ley Indígena 19.253 del año 1993. Es
así como, luego de una serie de movilizaciones y de negociaciones, la comunidad José Nino
logro acceder al subsidio de adquisición de tierras por parte de la Corporación Nacional de
Desarrollo Indígena, CONADI. Esta entidad estatal, autorizó su compra y luego traspaso a
la comunidad del fundo denominado Rucapangue que en idioma mapuche significa “Casa
de Leonas”.
Aquí algunas de las lideresas mapuche tendrán una destacada participación en todo
el proceso de negociación con las autoridades estatales y con organizaciones sociales y
políticas. Sin embargo, esta investigación muestra que la inserción de las mujeres Mapuche
en este espacio comunitario no estuvo exenta de tensiones y conflictos con sus pares
masculinos que en algunos casos intentan relegarlas al ámbito doméstico y no se reconoce
su capacidad y actoria política.
En el caso expuesto, sólo algunas de las lideresas logran posicionarse en el ámbito
de toma de decisiones e incidencia y que se vincula con su mayor acceso a educación y por
contar con experiencia previa en partidos políticos de izquierda chilena.
En la actualidad, las mujeres mapuche están asumiendo roles protagónicos de
liderazgo y representación política y que se vincula con su acceso a la tenencia de la tierra y
el control de recursos económicos que les permite estar mejor posicionadas frente a sus
comunidades y al estado.
3
INDICE
RESUMEN .......................................................................................................................................... 2
Introducción ........................................................................................................................................ 4
Planteamiento del problema ................................................................................................................ 5
Pregunta de investigación.................................................................................................................... 6
Metodología de la Investigación ......................................................................................................... 6
Reseña histórica del Pueblo mapuche y su lucha por los territorios ancestrales. ............................. 11
Inicios de la lucha por la recuperación del fundo Rucapangue (Casa de Leonas ) ........................... 18
Proceso de asignación de la tierras del fundo de Rucapangue a la comunidad Jose Nino y Otros ... 23
A modo de conclusión ....................................................................................................................... 26
ANEXO 1 .......................................................................................................................................... 29
ANEXO 2 .......................................................................................................................................... 30
4
Introducción
En la actualidad, los pueblos originarios de América latina se han logrado posicionar como
sujetos y actores sociales que demandan a los estados naciones su reconocimiento a la
autonomía y autodeterminación y que se encuentran consagrados en instrumentos
internacionales como es el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada el año 2007.
Es necesario señalar que Chile logra reconocer y ratificar el Convenio 169 de la OIT
sólo el año 2008 bajo el mandato de la ex presidenta Bachelet, producto de la presión
internacional e incidencia de las organizaciones del mundo indígena. Queda aún pendiente
el reconocimiento de los pueblos originarios en la actual constitución política por parte del
actual gobierno encabezado por el presidente Piñera.
Durante el año 2010 se produjeron diversas movilizaciones en apoyo a 34
comuneros mapuche que se encontraban en una huelga de hambre al interior de las cárceles
del sur del país exigiendo la derogación de la ley antiterrorista y contra la instalación de
empresas forestales en las comunidades que han arrasado con los bosques nativos trayendo
consecuencias como la desaparición de plantas medicinales y de la sequia de pozos, esteros
y ríos.
En esta lucha territorial, las mujeres mapuche han participado de manera constante
ya sea liderando sus comunidades como en las diversas negociaciones con el estado. En
este proceso, los sacrificios son enormes, deben abandonar sus casas, sus hijos, familias y
comunidades. Asimismo, deben sufrir la violencia y discriminación de parte de los estados
neoliberales, patriarcales y dominantes que utilizan en muchos las imágenes de las mujeres
para promover sus programas de desarrollo.
El objetivo de esta investigación es conocer la participación de las mujeres mapuche
en el proceso de recuperación territorial. Para ello, mi trabajo de campo lo realicé en la
comunidad de Rucapangue, “Casa de Leonas” en idioma mapuche de la comuna de Chol-
Chol, Provincia de Cautín, Novena región del Sur de Chile.
5
Planteamiento del problema
La década de los años 90 en Chile se inicia con la recuperación y retorno de la democracia.
Sin embargo, este cambio trae aparejado la implantación de políticas neoliberales como es
la privatización de los recursos naturales que mayoritariamente se encuentran en territorios
Indígenas. En este contexto, el movimiento mapuche exige al gobierno de la época cumplir
con las promesas de reconocimiento de sus demandas como pueblos que apuntan a la
devolución de sus territorios ancestrales.
Esto llevo a que el estado chileno encabezado por el ex presidente de la república
Patricio Aylwin promulgara el año 1993 la ley indígena 19.253 y junto a ello creó un
organismo estatal encargado de coordinar la política indígena, la Corporación Nacional de
Desarrollo Indígena (CONADI).
En tanto, para responder a las demandas de restitución de tierras, esta instancia creo
un Fondo de Tierras y aguas destinado a la adquisición de tierras reclamadas por
comunidades mapuche. No obstante, el proceso de asignación de tierras ha sido en muchos
casos burocrático lo que provoco que el año 1997 se iniciaran una serie de movilizaciones
en contra de la instalación de empresas forestales en la zona de Lumako. Aquí la respuesta
fue la persecución y encarcelamiento de los dirigentes y la aplicación de una ley
antiterrorista que es una herencia de la dictadura militar de Pinochet.
Frente a lo anterior, mi tema de interés apunta a investigar los procesos que viven
las mujeres mapuche al interior de las comunidades y sus demandas de acceso a la tierra.
Me interesa conocer sus roles, experiencias en la lucha por el reclamos de las tierras
ancestrales y como se posicionan al interior de sus comunidades.
En lo específico, esta investigación se basará en un estudio de caso concreto como
es la comunidad de Rucapangue (casa de Leonas) y a partir de aquí hacer algunas
generalizaciones sobre el proceso de participación de las mujeres mapuche en la lucha por
la recuperación de los territorios ancestrales.
6
Pregunta de investigación
¿Cómo se ubican las mujeres Mapuche al interior de la organización tradicional en los
procesos de toma de decisiones frente a las demandas territoriales?
Metodología de la Investigación
El año 2010 tuve la responsabilidad de coordinar un proyecto de capacitación sobre el
Convenio 169 de la OIT a mujeres de los Pueblos Originarios, Aymara, Colla y Mapuche
que forman parte de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e indígenas, ANAMURI.
Estos talleres de capacitación se iniciaron en el mes de Abril en la Isla de Chiloé, sur de
Chile y concluyeron en un Encuentro Nacional de Mujeres Indígenas los días 23, 24 y 25
de Noviembre en la ciudad de Santiago. Estas actividades, me impidieron estar de manera
permanente en mi comunidad de origen que se localiza cerca de la comuna de Chol-Chol,
distante a una hora de Temuco, capital regional de la Novena región de la Araucanía.
No obstante, el trabajo de investigación lo comencé el 11 de Octubre del año 2010 y
concluyó el mes de Enero del año 2011. Antes de decidirme por la búsqueda de un guía
cultural conversé con mi madre que es una mujer sabia y conoce a la mayoría de las
familias de las comunidades aledañas a la nuestra. Siguiendo su consejo me contacté con
Héctor Maliqueo, un pariente cercano y quien vive en la comunidad de Picuta de la cual
proviene mi madre. Originalmente esta comunidad se llamaba Lagumpawe que en idioma
mapuche hace referencia al sacrificio de un niño huérfano realizado hace varias décadas
atrás. Este hecho se realizó con la finalidad de aplacar las fuerzas de la naturaleza que
provocaron una gran inundación en las comunidades.
El primer contacto con mi guía fue a través de un celular y a quien invite a la casa
de mi madre. Héctor Maliqueo, es una persona relativamente joven, es hablante del idioma
mapuche desde pequeño y fue trasmitido por sus padres y abuela paterna. Esta condición le
ha permitido dar clases en escuelas donde existe una alta asistencia de niños mapuche.
Durante varios años se desempeñó como profesor de idioma mapuche en una Escuela de
educación intercultural en la comuna de Nueva Imperial.
7
En la actualidad vive con su esposa y una hija en un pequeño pedazo de tierra que compro a
una persona de la comunidad. Aquí tienen graves problemas de acceso al agua para el
consumo familiar y para la sobrevivencia de plantas y animales. Esta situación ha llevado a
que su comunidad deba estar permanentemente exigiendo a la Municipalidad de Chol-Chol
la venida de camiones con agua dos veces a la semana. El no contar con este importante
elemento impide que la comunidad pueda tener huertas y mejorar su calidad de vida.
La escasez de tierras y el empobrecimiento de las comunidades ha llevado a Héctor
a liderar junto a otros comuneros la recuperación de tierras que se encuentran en manos de
una empresa forestal, una de las responsables de la graves sequia y de la desaparición de
esteros y vertientes. Estas tierras pertenecían a la comunidad, pero fueron arrebatadas a
principios de siglo por latifundistas.
La primera conversación se llevo a efecto en casa de mi madre en la comunidad de
Coigue, comuna de Chol- Chol. Luego de los saludos y de las preguntas relacionadas con la
salud de nuestras familias iniciamos nuestra conversación tomando mate, que es una bebida
muy popular en las zonas rurales del sur de Chile. Aquí le converso sobre mi participación
en un diplomado y de la investigación que tendré que realizar en la comunidad de
Rucapangue sobre los liderazgos de las mujeres mapuche.
Asimismo, le solicito su apoyo para visitar a los líderes y lideresas de la comunidad
de Rucapangue que recuperaron las tierras que estaban en manos de un latifundista. Frente
a mi petición, señala estar de acuerdo y de manera conjunta establecimos un calendario de
visitas. De igual forma, le informo que por su apoyo recibirá un aporte de parte de los
organizadores del diplomado.
La primera visita la realizamos el día 11 de Octubre del año 2010. Para esto, tuve
que contratar un vehículo que nos llevara y trajera de regreso. La comunidad de
Rucapangue se encuentra a una distancia de 10 kilómetros del lugar de residencia de mi
familia y cercano a la casa de mi guía. En esta visita también nos acompañó una de las
lideresas de la comunidad de Rucapangue.
La primera entrevistada fue una mujer que participó de todo el proceso de la
recuperación y que obtuvo tierras en el fundo de Rucapangue. Ella es casada, tiene 3 hijos.
Antes de iniciar la entrevista mi guía cultural me presentó a la dirigenta y le explica los
motivos de nuestra visita. Seguidamente le solicito autorización para grabar la entrevista y
8
señala estar de acuerdo. Las preguntas fueron realizadas por mí y otras por el guía cultural
en idioma mapuche. Al termino de esto, la invitamos a participar en un taller sobre el
Convenio 169 de la OIT para el día 25 de Noviembre en la comuna de Chol-Chol. Al
despedirnos le entrego un bolso de la organización y le solicito permiso para sacar algunas
fotografías, a lo cual accede sin problemas.
La segunda entrevista fue realizada el mismo día a un anciano de la comunidad
quien participo de la ocupación y que adquirió tierras en el fundo Rucapangue. La
metodología fue la misma, es decir el guía cultural explicaba los motivos de la visita y de la
investigación. Las preguntas fueron realizadas por mi guía en idioma mapuche debido a que
este anciano entiende y se expresa mejor. Aquí le entrego hierba y azúcar, como una forma
de agradecer su tiempo. Esta, es una costumbre que se usa frecuentemente al llegar a una
casa para compartir con las familias y es una forma de agradecer por el recibimiento y para
fortalecer los lazos de amistad. Antes de regresar a mi casa, realizamos una última
entrevista a una mujer que también accedió a tierras.
Luego de estas tres entrevistas retornamos con mi guía a mi casa y aquí
comentamos nuestro primer día de salida a terreno. En esta oportunidad analizamos la
actividad realizada el día 5 de Octubre sobre el Convenio 169 de la OIT y que me tocó
coordinar y convocar junto a mi guía. El día del taller, mi guía me pasó a buscar a la casa
de mi madre y pide que antes de partir debemos realizar una pequeña rogativa para que nos
vaya bien.
En este primer taller se realizaron gestiones con el municipio para conseguir un
local y materiales como fotocopias para entregar a los asistentes. La convocatoria fue
realizada a través de llamadas telefónicas y de avisos en una radio local y por invitaciones
personales de mi guía a otros dirigentes de la comuna.
La actividad se inicio a las 9 de la mañana con los saludos a los asistentes de parte
mía y de mi guía cultural. El me presentó a los asistentes como hija de un importante líder
de la comunidad de Coihue y dirigenta de una organización de mujeres a nivel nacional.
Además hace referencia a mi postulación en el año 1997 como candidata a diputada. Luego
de esto, presenta a Gustavo Quilaqueo, profesor de Historia y miembro del partido
mapuche Walmapuwen quien realiza el taller sobre el convenio 169 de la OIT.
9
Finalizada esta actividad y de compartir alimentos, los dirigentes y dirigentas de varias
comunidades plantearon realizar un segundo taller de más amplia convocatoria por
considerarlo un tema importante y que aún es desconocido.
El segundo taller sobre el Convenio 169 se realizó el día 25 de Octubre en los
salones de la Municipalidad de Chol-Chol. La convocatoria fue realizada por la
organización nacional y el municipio a través de una carta. Asimismo, fue difundida por
una radio local y por los mismos dirigentes que asistieron al primer taller.
El día de la actividad llegaron 30 personas, mujeres y hombres de diversas
localidades rurales. Aquí, junto a mi guía dimos inicio a la actividad con una mística de
bienvenida y en que se colocó en el escenario la bandera mapuche. Además, hicimos
participar a dos mujeres y dos hombres para llevar los símbolos al escenario como la tierra,
el agua, una vela que simbolizaba el sol y las semillas. Aquí asisten dos concejales
mapuche y la alcaldesa de la comuna.
En el mes de Noviembre proseguimos con nuestras visitas a la comunidad de
Rucapangue. Aquí visitamos entrevistamos a dos dirigentes y que son dirigentes de la
comunidad José Nino y que tuvieron un importante rol de liderazgo en el proceso de la
recuperación del fundo. La metodología utilizada fue la misma. Es decir, mi guía realizaba
una introducción respecto a la investigación y luego las preguntas. Aquí no se hablo en
nuestro idioma y la entrevista fue grabada previo consentimiento.
La últimas dos entrevistas fueron realizadas a comienzos del mes de Enero, una de
ellas es la lideresa y su hijo que también participo en la recuperación y que en la actualidad
se encuentra estudiando en la universidad. Es necesario decir que, como organización de
mujeres a nivel nacional apoyamos a este lideresa a través de una beca para un diplomado
sobre derechos sindicales realizado en el mes de agosto en la ciudad de Temuco.
En total realizamos 7 entrevistas, 4 dirigentes hombres y tres mujeres. No pude
acceder a otras mujeres debido a no contar con contactos personales de mi guía. Es
necesario decir, que del total de familias que accedieron a las tierras en la comunidad de
Rucapangue sólo 5 son mujeres. Para realizar las entrevistas me guie por una pauta
consistente en 12 preguntas abiertas las que fueron realizadas por mi guía en idioma
mapuche y que no tuve problemas para su comprensión. Aquí se conversó sobre la historia
10
de la comunidad y de todo el proceso que llevó posteriormente a la adjudicación del Fundo
Rucapangue. Asimismo, del rol que jugaron las mujeres en este proceso
En el mes de febrero de este año, mi guía cultural me invitó a participar en una
movilización tendiente a la recuperación de un predio forestal cercano a su comunidad. Esta
actividad se inicio a partir de las 8 de la mañana y se prolongó por varias horas. Aquí mi
guía cultural fue uno de sus principales líderes. Una primera actividad fue la realización de
una ceremonia espiritual a cargo de los más ancianos.
Una de la lideresas de la comunidad de Rucapangue se encargó de trasmitir la
experiencia vivida que permitió adquirir las tierras. Asimismo, estuvo encargada de dar la
palabra a otros dirigentes. En esta actividad, me toco saludar a nombre de la Asociación
Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI.
Esta movilización se llevó a efecto al lado de la carretera y fueron instalados lienzos
y símbolos como la bandera mapuche. Además se hizo una fogata para calentar agua y
preparar alimentos. Luego de unas horas, llegó un carro policial el que procede a conversar
con sus dirigentes y se retira.
Es necesario señalar que mi guía cultural y una de las dirigentes de la comunidad de
Rucapangue asumieron un rol de liderazgo importante incentivando a los asistentes a seguir
organizados y movilizados para recuperar sus tierras. Personalmente no pude permanecer
todo el tiempo debido a compromisos personales. Sin embargo, al término de la actividad
una dirigenta me invita a la próxima reunión a realizarse en una comunidad cercana.
Un elemento a señalar es que durante el proceso de investigación fui invitada por
una dirigenta a conocer las tierras recuperadas de Rucapangue. En esta oportunidad asisto
acompañada de una hermana y otros familiares. Mi guía no pudo acompañarme debido a
sus compromisos familiares. Aquí pudimos sacar fotos de las siembras de trigo y de papas
y de las maquinarias con las que cuentan.
Considero que se conjugaron diversos aspectos que posibilitaron la realización del
trabajo de campo. Primero, el hecho de pertenecer a una familia conocida, ser hija de un
destacado líder histórico mapuche con un trayectoria política y que es validada por la
mayoría de la comunidad. Sumado a ello, el año 1997 fui candidata a diputada por estas
zonas por el partido comunista y que me conocer la realidad de las comunidades y de la
situación de las mujeres mapuche. Es así, como el año 1998, junto a 53 mujeres campesinas
11
y mujeres indígenas de todo el país conformamos la primera asociación Nacional de
mujeres rurales e indígenas, ANAMURI.
En este espacio conformado por mujeres diversas, he ocupado diversos cargos como la
vicepresidencia, encargada de derechos humanos y durante los años 2008 y 2011 como
secretaria general.
Finalmente, durante el trabajo investigativo conté con la colaboración de mi guía
cultural quien también es un destacado líder comunitario y respetado por la comunidad de
Dollinco y Rucapangue. Esto debido a su apoyo prestado durante el proceso de demandas
de sus tierras. En este proceso se pudieron fortalecer los lazos familiares y de establecer
redes con otras comunidades y organizaciones.
Uno de mis desafíos luego de este diplomado es seguir prestando mi colaboración a
esta comunidad ya sea a través de capacitaciones sobre diversas temáticas relacionadas con
los derechos de los pueblos originarios. Me interesa además apoyar los procesos
organizacionales especialmente de las mujeres que adquirieron tierras y trabajar en el
rescate de las semillas y plantas medicinales.
Reseña histórica del Pueblo Mapuche y su lucha por los territorios ancestrales.
El pueblo Mapuche antes de la invasión de la corona española en el año 1541 ocupaba a
ambos lados de la cordillera un vasto territorio denominado Wallmapu o país mapuche.
Este proceso de conquista fue resistido fuertemente por el pueblo mapuche y que obligo a
la corona española a establecer acuerdos a través de parlamentos. Uno de ellos fue el de
Quilín en el año 1641 que reconoció la frontera del territorio mapuche desde el rio Bio- Bio
al sur. Se calcula que el pueblo Mapuche perdió alrededor de 30 millones de hectáreas en
un período de 300 años (Bengoa, 2000).
Posteriormente, con la invasión del ejército chileno, en 1881 el territorio Mapuche
se ve reducido a 500 mil hectáreas aproximadamente. El proceso asociado a esta reducción
territorial, es la pérdida de la soberanía territorial, configurándose un nuevo ordenamiento
administrativo, sobre los parámetros definidos por el naciente estado chileno (Aylwin,
2002).
12
Esta segunda conquista ha posibilitado un proceso económico y político, que trajo
consecuencias respecto al deterioro del medioambiente debido a su sobreexplotación y la
apropiación de recursos naturales presentes al interior de los territorios tradicionales.
Asimismo, se produce un cambio en la base de producción económica de la población
Mapuche, pasando desde la ganadería intensiva a la actividad agrícola minifundista,
transformando a una población ganadera en campesina, respecto de la cual no poseía una
tradición cultural, ni técnica ni económica.
Entre los años 1884 y 1929 se produce el proceso de radicación, reducción y entrega
de títulos de merced. La radicación, consistía en que la Comisión Radicadora nombraba a
un determinado cacique y le entregaba tierras; junto a éste se ubicaba a otras familias
extensas que tenían sus propios caciques o jefes, transformándolas en dependientes del
cacique nominado con el Título de Merced; cuestión que va a provocar un quiebre crítico
en la sociedad mapuche (Informe Comisión Verdad Histórica, 2009: 321)
Para autores como Bengoa (2000) “la radicación transformó socialmente al Pueblo
Mapuche debido a que se recortó su espacio de producción y reproducción y debieron
cambiar costumbres, hábitos productivos, sistemas alimentarios; todo su mundo cultural se
transformo en una sociedad agrícola de pequeños campesinos pobres, en que los cultivos de
subsistencia y la ganadería en pequeña escala será hasta hoy la base de su mantención”
(Bengoa, 2000:330)
A partir del año 1920, y finalizado el proceso de radicación, el estado chileno
continuo con su política de división de las tierras mapuche en hijuelas individuales, así
como su enajenación a no indígenas que la hicieran producir. Entre los años 1931 y 1971 se
dividieron 832 reducciones o comunidades de las casi 3000 existentes, dando origen al
parcelamiento de las tierras mapuche en hijuelas de propiedad individual (Aylwin,
2002:128).
Junto a este proceso, surgen en el mundo urbano las primeras organizaciones
mapuche como fue: la Sociedad Caupolicán Defensora de la Araucanía (1910), la Sociedad
Mapuche de Protección Mutua (Federación Araucana, 1916) y la Sociedad Moderna
Araucanía de Cunco (1916), antecesora de la Unión Araucana (1926).
Las dos primeras organizaciones tuvieron como misión luchar por la defensa de la
tierra y la cultura, el derecho a la educación, y la representación cívica y política.
13
Posteriormente en las décadas de 1960 e inicios de 1970 en Chile se producen procesos de
cambio en el campo y donde los intereses de clase fueron más importantes que los de
etnicidad. De este proceso no estuvieron ajenas las comunidades Mapuche.
Según Bengoa (2000) los mapuche entran al proceso en calidad de campesinos
pobres y no en su especificad étnica, lo que impide responder a derechos territoriales
indígenas, solo se apunta a mejorar sus condiciones de vida, otorgándoles apoyo crediticio
y asistencia técnica.
En el año 1970 y antes de la llegada del gobierno del ex presidente Allende, se
produjo el denominado “Cautinazo” en el que las comunidades inician un proceso de
recuperación de tierras que se prolongó hasta el año 1971, acelerando el proceso
expropiatorio. Esto derivó en que el año 1972 se lograran introducir modificaciones a la ley
de Reforma Agraria, pero no se trato de una política específica de las tierras mapuche, sino
únicamente de la incorporación de los indígenas y sus reclamos en el proceso de la reforma
agraria (Toledo, 2005:32). El “Cautinazo” reafirmó la centralidad de la memoria mapuche
como política y agencia.
Sin embargo, con el golpe militar de Pinochet se produjo un retroceso de las
organizaciones sociales, en particular en los años 1973 y 1980. Numerosos dirigentes
provenientes del mundo campesino y del pueblo mapuche fueron detenidos, perseguidos y
encarcelados. Otros se vieron obligados a salir al exilio. Asimismo se produce un proceso
de “contrarreforma agraria”, caracterizado por la reposición de las tierras a los antiguos
propietarios.
Para el caso de las tierras de las comunidades mapuche, la dictadura militar
promulga el año 1978, el Decreto Ley 2568, que inicio el proceso de división de las tierras
comunitarias. El propósito final de esta ley era transformar la tenencia de la tierra
comunitaria por la tenencia individual, y de esta manera promover la propiedad privada de
las tierras, transformándola en un derecho individual y no colectivo.
Para autores como Toledo (2005) “esta división, al someter las normas
consuetudinarias mapuche de asignación y acceso a las tierras a las reglas del derecho civil
chileno, rompió delicados mecanismos e instituciones de integración de la sociedad
mapuche que llevo a situaciones de disputa familiar e intracomunitaria que perduraría por
varias generaciones”. “Aquí las mujeres mapuche fueron las más afectadas por el nuevo
14
sistema de reparto, frente a disposiciones que desconocían completamente sus derechos”
(Toledo, 2005: 72).
Lo anterior llevó a que el movimiento mapuche emerja con fuerza para oponerse a
esta situación. Es así, como se moviliza y se reorganiza al alero de la Iglesia Católica y de
los partidos políticos chilenos. Es así como en el año 1978, surgen los Centros Culturales
Mapuche, organización que posteriormente paso a denominarse, Asociación Gremial de
Pequeños Agricultores y Artesanos Ad- Mapu.
La Ley de división de las tierras comunidades fue resistida por numerosas
comunidades, como fue el caso de Dollinco y Rucapangue y que ha quedado en la memoria
de los más ancianos y que se demuestra en el siguiente testimonio:
“En tiempo de Pinochet, trabajamos harto para echarlo. La lucha no es
sólo de ahora, sino de mucho tiempo. En ese tiempo mucha gente no quería
firmar esa ley. “Algunos me decían comunista de tal por cual, ahora todos
andan pidiendo tierras”( Huenuleo, Blanco,11 octubre 2010).
Es necesario señalar que varios de los comuneros que adquirieron tierras participaron en las
diversas movilizaciones de la organización ADMAPU. Esta organización aún existe aunque
su capacidad de convocatoria ya no es la misma, existiendo en la actualidad diversas
organizaciones territoriales, algunas de ellas proclives al actual gobierno de Piñera y que
representa a la derecha política.
Otro testimonio hace referencia al proceso de organización y de la situación de
escasez de tierras y de la ausencia de un liderazgo a nivel comunitario para enfrentarse a la
división de las comunidades.
“En el tiempo de Pinochet empezamos a organizamos con ADMAPU, no
teníamos tierras, vivíamos estrecho, en media hectárea de tierra, pero en
ese tiempo falto personas que lideraran” (Angelina Cayuqueo, 10 Enero
2011,).
Con el retorno a la democracia en el año 1990 el Decreto 2.568 de Pinochet fue derogado
por el Congreso y da paso a la actual Ley indígena 19.253 del año 1993 que establece entre
sus disposiciones “normas sobre protección, fomento y desarrollo de etnias indígenas,
fundamentándose en el reconocimiento a la diversidad cultural y étnica, reconocimiento
jurídico de las comunidades, fomento a la participación, la discriminación positiva, la
protección y ampliación de las tierras indígenas, la focalización de recursos del estado para
15
el desarrollo, la creación del fondo de tierras y aguas, la conciliación y arbitraje,
reconocimiento, respeto y protección de las culturas indígenas, el desarrollo de un sistema
de educación intercultural bilingüe, mecanismos de autoidentificación de indígenas urbanos
y migrantes “ (Toledo, 2005:99).
En la actualidad, la población indígena en Chile es el 4,6 por ciento de la población
chilena total. Sobre la base de estas cifras, el total nacional de Mapuche es de 604 mil 349
personas, lo que significa el 87,3 por ciento de la población total indígena nacional (INE,
Censo 2002). Sin embargo, esta cifra del Censo podría ser un tanto más elevada debido a la
existencia de población que no se reconoce perteneciente a ninguno de los pueblos
indígenas. Esto como parte de los procesos de discriminación y racismo que aún persiste en
la sociedad Chilena.
La lucha constante llevada a cabo por el movimiento Mapuche ha generado una
presión hacia el Estado para el reconocimiento de los derechos sociales y políticos.
Hoy en día se encuentra en vigencia el Convenio 169 de la OIT. Sin embargo, no se
están cumpliendo sus principales disposiciones como es el derecho a la consulta y
participación y se continúa instalando en los territorios proyectos de inversión que están
causando graves daños ambientales y de la escasez de agua. Esta situación recae
fuertemente en las comunidades y fundamentalmente en las mujeres que deben hacer
sacrificios para contar con este importante elemento y presionar para el municipio de Chol-
Chol les entregue agua todas las semanas.
Para el actual gobierno, la situación de los pueblos originarios es vista solo como un
asunto de pobreza y plantea una mayor inversión de proyectos de desarrollo en los
territorios. Lo anterior, quedó de manifiesto en el denominado “Plan Araucanía” impulsado
el año 2010 por el actual gobierno de Sebastian Piñera.
En tanto, desde la mirada del Pueblo Mapuche, la situación pasa por reconocer sus
derechos a decidir su propio concepto de desarrollo que tome un elemento como el “Kume
Mongen” o “Buen Vivir” de las comunidades, en este el ser humano constituye un
elemento más de la naturaleza. Esta situación se contrapone con las actuales políticas
neoliberales del actual gobierno que considera las actuales disposiciones del Convenio 169
de la OIT relacionadas con la consulta y el consentimiento previo, libre e informado.
16
Mujeres Mapuche y su derecho a la tierra ancestral
En la actualidad, un punto central de las demandas de las mujeres mapuche que participan
en las organizaciones es el reconocimiento como pueblo y a sus derechos colectivos a las
tierras y territorios. Asimismo, no dejan de reconocer sus demandas específicas como
mujeres, es decir, temáticas como la violencia intrafamiliar entre otras y de acceder a
recursos del estado de manera equitativa con sus pares masculinos.
Para algunas autoras como Deere y León (2000) han planteado la existencia de
tensiones entre la demanda por el reconocimiento de los derechos colectivos a la tierra y la
demanda de igualdad de género. Siguiendo a estas autoras, “los derechos colectivos a la
tierra no necesariamente garantizan a todos los miembros de una comunidad el acceso a la
misma”. “Por el contrario, la manera en que se distribuye la tierra colectiva, las reglas
mediante las cuales se asigna a las familias y a los hombres y mujeres que las componen y
los individuos que participan en la determinación de estas reglas, se rigen por usos y
costumbres tradicionales que con frecuencia discriminan a la mujer (Deere y León, 2000:
29).
En el caso de las comunidades mapuche, los derechos de acceso a la tierra estaban
dados por la línea paterna y por quienes conservaban el apellido original y no así en las
mujeres que al momento de casarse pasan a formar parte de otra comunidad. Según Deere y
León (2000) la tradición del matrimonio exógamo y la residencia patrilocal favorecen la
herencia patrilineal y la concentración de la tierra por parte de los hombres (Deere y León,
2000: 339).
No obstante, esta realidad ha ido cambiando con el tiempo, pues hoy en día es
posible encontrar a hombres viviendo en las tierras de sus esposas, aunque no son bien
vistos por la comunidad y son objeto de burlas por parte de otros comuneros. Esta situación
ha generado en algunos casos conflictos intrafamiliares.
Hoy en día, las mujeres han accedido a subsidios del estado ya sea a través de la
comunidad o de manera individual. Asimismo, y producto de la migración de sus esposos a
las zonas agrícolas del norte de Chile, les tocara asumir la jefatura de sus hogares y en
algunos casos de las comunidades.
17
Es necesario señalar que a lo largo de la historia, las mujeres mapuche han tenido
participación en los procesos de recuperación territorial. Un ejemplo de esto se produjo
durante el gobierno de Salvador Allende, cuando lideresas mapuche participaron en las
tomas de tierras junto al Movimiento Campesino Revolucionario (MCR), que formaba
parte del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). Esta organización llevó a cabo
un proceso de tomas de fundos en todo el sur de Chile, por medio de una estrategia
conocida como “corridas de cercos”1.
En este proceso, las comunidades Mapuche encontraron en esta estrategia un
argumento para la recuperación de las tierras ancestrales, usurpadas en el proceso de
reducción territorial alentada desde el Estado de Chile. A pesar de la presencia de
miembros pertenecientes a comunidades Mapuche, el MCR no incluyó un argumento étnico
en sus demandas y reivindicaciones, sino se centró en un enfoque de clase. A su vez, las
mujeres Mapuche no levantaron reivindicaciones específicas de género dentro del
movimiento sino que se limitaron a “demostrar” su capacidad de accionar de forma
igualitaria a los hombres.
Es necesario señalar que en el proceso de participación no ha sido fácil y como
señala la autora Bonfil (2003) “los mecanismos tradicionales de control político y social a
nivel de la comunidad se enfocan a cuestionar la viabilidad de un liderazgo femenino por
razones asociadas al papel de género culturalmente sancionado, que las mujeres deben
cumplir”. “Salir de la casa, abandonar a los hijos y al marido, vincularse con otros hombres,
aprender demasiado o controlar recursos son vistos como una transgresión una amenaza,
una ruptura “ ( Bonfil,2003: 174).
Lo anterior queda evidenciado en el testimonio de una lideresa mapuche:
“Las que quedamos fuimos las más valientes, las que pensaban por sus
hijos. Algunos no nos tomaron en serio. Por mis hijos me dio por luchar,
pero una vez estuve a punto de irme pues la familia le decía cosas a mi
marido que yo andaba mucho afuera. Después me apoyó ( Norma Garrido,
11-10-2011).
1 Las “corridas de cercos”, fue una estrategia usada por el MCR para la recuperación de tierras. Consistía en
acciones de tipo relámpago en las cuales se sacaba el cerco de un fundo o hacienda patronal y se lo ubicaba en
la posición que fijaban los antiguos títulos de merced.
18
Para algunos dirigentes hombres la escasa participación de las mujeres en los procesos de
recuperación estaría relacionada con el tema económico y el no contar con el apoyo
familiar.
“Creo que la mujer mapuche tendría más llegada si se mete al tema. Desde
un comienzo jugaron un gran rol, pero después se fueron distanciando, creo
que fue por una pérdida de confianza, a veces una falta de interés de
participación. La parte económica es fundamental. Otras de ellas no
llegaba simplemente, a lo mejor porque no tenían el apoyo de sus maridos
(Luis Blanco, Noviembre 2010)
Para autoras como Bonfil (2003) “además de la lengua y la falta de acceso a la tierra, la
participación de las mujeres tiene que enfrentar la barrera del ámbito privado, el círculo de
reclusión y exclusión que ha definido el lugar social de las mujeres en las culturas
patriarcales indígenas y mestizas”.
Inicios de la lucha por la recuperación del fundo Rucapangue (Casa de Leonas)
Aun se encuentra presente en la memoria de los ancianos y ancianas sobre el uso y posesión
de este terreno y la existencia de abundante bosque nativo y de animales como los leones.
Este espacio ancestralmente era usado colectivamente para sacar la leña para sus casas y
como espacio de recreación.
Todo lo anterior se pierde con la ocupación del ejército chileno en el año 1881.
Luego en el año 1886 se inicio el proceso de radicación en reducciones a través de la
dictación de una ley que indirectamente declaró fiscales las tierras de la Araucanía y se
ordenó el deslinde de los terrenos poseídos por los indígenas debiendo otorgárseles un
titulo de merced sobre ellas. Las tierras restantes fueron vendidas en pública subasta en
lotes de 500 has, y destinadas al establecimiento de colonias de nacionales y extranjeros
(Aylwin, 2002: 127).
El estado chileno por medio de la comisión radicadora entregó en el año 1889 al
longko José Nino una superficie de 132 hectáreas y al longko José Lienqueo 174 hectáreas.
Los descendientes de estas comunidades fueron quienes iniciaron el proceso de
recuperación de este predio que estaba siendo ocupado por un particular.
19
El proceso de recuperación del fundo se inicio en el mes de Octubre del año 2005. Aquí
líderes y lideresas de varias comunidades adyacentes al fundo inician una serie de
reuniones tendientes a su recuperación.
Lo anterior queda reflejado en el siguiente testimonio:
“En la reunión que tuvimos en el cementerio dijeron que el dueño del fundo
tiene usurpada nuestra tierra. Algunos se fueron dijeron que eso no se
puede hacer y tuvieron miedo que los balearan. Mi sobrino juntó gente de
otras comunidades, hicimos reunión para hacer la lucha. Llego gente
nuestra de Temuco, nos abrieron la mente, como a niños chicos. Entramos
con buena fe, nada de cortar alambre. Nadie con groserías. Tocamos kulkul
y trutruca para que escuchara el dueño. Ahí entramos todos juntos.
(Huenuqueo Blanco; 2010).
Es necesario señalar que varios dirigentes de la comunidad de Dollinco estuvieron ligados a
partidos políticos de la izquierda chilena y durante la época de la dictadura militar tuvieron
que vivir la represión y el encarcelamiento.
La primera ocupación se produjo un día antes del 12 de octubre. En este día, son
numerosas las organizaciones que realizan actos de protesta para demostrar que los pueblos
aun se encuentran luchando por sus derechos a sus tierras y territorios. Este día, la
comunidad recibe el apoyo de personalidades políticas y de Luis Huirilef, quien fuera el
primer alcalde mapuche de la comuna de Chol- Chol quien establece contactos a nivel
político en las instancias estatales. Esto queda reflejado en el siguiente testimonio:
“El alcalde mapuche nos apoyó harto, apuró el dialogo y ahí tomamos
fuerza. También vinieron gente de la izquierda a solidarizar y a apoyarnos”
(Alicia Huenuqueo, Dollinco, 11-10-20109)
Otro testimonio de un comunero muestra el apoyo prestado por Isolde Reuque, quien fuera
una destacada lideresa de los Centros Culturales Mapuche antecesora de ADMAPU y quien
fuera nombrada como subdirectora de la Corporación Nacional de desarrollo Indígena,
CONADI. Esto debido a su militancia política en un partido tradicional como es la
democracia cristiana.
“En el tiempo de la recuperación vinieron de la Conadi, una hermana,
Isolde Reuque nos aconsejó y nos dijo: ”trabajen bien, únanse como una
familia, como un hermano” . También vino un abogado de Conadi y dijo lo
mismo, que no haya choque cuando se repartan las tierras. Nos dieron
20
buenos consejos, yo no le olvidado lo tengo en la cabeza y en mi corazón.
(Huenulao Blanco, 2010)
En este relato queda de manifiesto el reconocimiento de Isolde Reuque como una lideresa
que tuvo una destacada participación en los Centros Culturales Mapuche que surge el año
1978 en Temuco, sur de Chile durante la dictadura militar para oponerse a la división de las
comunidades.
Se puede decir entonces que esta comunidad fue una de las pocas que adquirió sus tierras
en un corto periodo de tiempo. Esto pudiera ser explicado por los contactos políticos que
mantuvo durante la época de la dictadura militar de Pinochet en la cual se generaron redes
de solidaridad y alianzas políticas.
Participación de las mujeres Mapuche en el proceso de recuperación territorial
Las mujeres mapuche a través de la historia han luchado junto a la comunidad por la
recuperación de sus tierras y se han enfrentado a las fuerzas policiales. Un ejemplo de ello
se encuentra en un relato de un dirigente mapuche:
“La lucha en Truf- Truf fue grande”. Estaba la familia de los gineo…los
lanzaron a la calle, con un tractor les sacaron la casa. La Bartola, la mama
de los Gineo, esa era la más peleadora, de las grandes. Esta vieja no le
importaba ni una cosa, cárcel, nada. Estuvo presa, bien valiente y le
obedecía toda la juventud. Ella desafiaba a la autoridad. A esos huincas
que les quitaran la tierra, a eso los desafiaba, les gritaba todo: mándense a
cambiar ladrones”, asi los palabriaba ( Foester, 1988: 82).
En el caso de la comunidad de Rucapangue las mujeres participaron en el proceso de toma
del fundo junto a sus hijos e hijas esto se muestra en el siguiente relato:
“Éramos como 40 más o menos, con los niños como 80. Pero, la mitad de la
gente se retiró, porque no creyó. Dijeron que era un sueño, va a costar un
mundo. Ese día salimos a las 3 de la mañana y a las 4 nos juntamos., esa
noche no dormí, llevamos comida. “Yo estaba liderando ya, tenía un
trabajo ahí.”( Angelina Cayuqueo, Enero 2011)
A la vez es interesante notar que durante la ocupación del fundo la espiritualidad se hará
presente que se manifiesta en el testimonio:
“Cuando llegamos al fundo hicimos una oración. Yo les dije hay que hacer
oración antes de entrar. Pero, aparte de ser valiente yo también tenía miedo
21
de que nos llevaran presos, que nos vinieran a reprimir. Hicimos una
oración mirando hacia Puel Mapu, a Chao Dios, le pedimos porque nos
tenemos tierras, estamos haciendo todo este proceso, delante de ti, no
podemos mentir. Tú conoces la necesidad de cada gente. Yo dije no tengo
tierra, tengo 4 hijos y no tengo nada. Algunos se reían de mi después por lo
que había dicho, eso dijo decían, pero si era verdad…..yo no tenía tierra”
( Angelina Cayuqueo, Enero 2011)
En este relato se muestra como la comunidad retoma el tema de la espiritualidad mapuche
para enfrentar el posible desalojo y represión. Es necesario señalar que varios de los
dirigentes que participaron de esta ceremonia son miembros de la iglesia evangélica y
comúnmente rechazan asistir a ceremonias propias del pueblo Mapuche. Sin embargo,
durante la primera ocupación participaran de la ceremonia lo que se refleja en el siguiente
testimonio:
“Antes participaba en el guillatún, pero cuando llego la otra religión ya
no”. Yo soy evangélico desde hace varios años. Yo no digo nada porque
otros hacen el guillatún, cada cual con su creencia. Pero cuando entramos
en el fundo participé en la ceremonia, pero en otra parte no lo hago”
(Huenuleo Blanco, 11, Octubre 2010)
Asimismo, en el momento de las negociaciones con el estado algunas de ellas participaran
de manera activa que se evidencia en lo siguiente:
“Cuando tuvimos que ir a la Conadi, nadie quería ir, pero eran puros
hombres y dije yo también voy. Yo dije que una mujer también tiene que
estar, yo andaba con la vestimenta mapuche. Allá hablamos con el
encargado que era una persona que decidía.” ( Angelina Cayuqueo, enero
2011)
Este testimonio muestra como las mujeres hacen uso de la vestimenta como un elemento de
poder y estrategia política para lograr ser escuchadas y reconocidas. Esta situación ha sido
abordada en un estudio realizado en Ecuador, por Pequeño (2007) quien señala:
[L]as mujeres indígenas aparecen como representantes de las
colectividades y son convocadas como tales en cuantos son por el discurso
dominante concebidas como “más indias” y consideradas desde el propio
sector indígena como guardianas y reproductoras biológicas y culturales de
sus grupos… (Pequeño, 2007:29).
22
Para esta autora, las lideresas indígenas al realizar un despliegue de sus vestimentas
tradicionales serían una apelación consciente a su identidad colectiva. Es decir, en este acto
de vestir sus cuerpos las mujeres indígenas no sólo sería un acto de reproducción mecánica
de las prácticas culturales de sus pueblos, sino que estarían colocando en escena una
conciencia y el orgullo de pertenecer a sus pueblos.
Otra autora como Bonfil (2003) plantea que la visibilizacion y legitimación dentro
del ámbito comunitario ha sido una primera conquista de las lideresas indígenas, lograda en
contextos de profunda desventaja, tanto de cara a sus pares masculinos, como ante la
mayoritaria sociedad indígena.
En la actualidad las mujeres mapuche se han vinculado a los procesos de
recuperación territorial que les ha permitido fortalecer sus liderazgos. Muchas de las
lideresas mapuche provienen de familias reconocidas y validadas en la comunidad. Esta
situación es analizada en el caso del Ecuador por Cervone (1998) quien señala que
elementos como la posición social al interior de la comunidad y el prestigio familiar
determinan con mucha claridad los liderazgos comunitarios, abiertos de forma exclusiva a
los hombres (Cervone, 1998: 171).
Para las lideresas mapuche participantes de los procesos de recuperación territorial
deben enfrentarse por un lado al machismo tanto del estado como de sus comunidades. Lo
anterior es reconocido por algunos hombres que señalan lo siguiente:
“Es natural que se produzcan algunas dificultades, en parte por el
machismo que es transversal a cualquier cultura y está inserta en todo
ámbito y es lógico cuando hay un grupo de hombres dirigentes y una sola
mujer dirigente” “Cuando la mujer hace grandes cosas y sobresale,
entonces llega un momento que genera envidia y celos“ (Gonzalo Catrileo,
Enero 2011).
En el relato de este comunero se reconocen las dificultades y el machismo que deben
enfrentar las lideresas cuando asumen roles de liderazgo en la interacción con sus pares
masculinos. Para algunas personas mapuche, el machismo seria una herencia de la sociedad
mayoritaria y que las mujeres serian respetadas como es el caso de nuestras machi, que es
la encargada de la sanación física como espiritual de las personas.
23
Proceso de asignación de la tierras del fundo de Rucapangue a la comunidad José
Nino y Otros
Para acceder al subsidio de compra del fundo de Rucapangue, los integrantes de la
comunidad de Dollinco y Rucapangue se vieron obligados a constituirse jurídicamente al
alero de la actual ley indígena 19.253. Esto queda de manifiesto en el siguiente testimonio:
“Yo era de la comunidad Pedro Cayuqueo de Dollinco, pero por necesidad
hicimos un grupo, sacamos gente de distintas comunidades para formar
una comunidad indígena con personalidad jurídica como decía la ley.
Queríamos ser una comunidad autónoma, pero la CONADI nos exigió ser
así “ ( Angelina Cayuqueo, enero 2011)
La comunidad se constituye el 28 de Noviembre del año 2005 de conformidad al párrafo 4,
Titulo I de la ley No 19.253 que señala en su Artículo 9° Se entenderá por Comunidad
Indígena, toda agrupación de personas pertenecientes a una misma etnia indígena y que se
encuentren en una o más de las siguientes situaciones: a) Provengan de un mismo tronco
familiar; b) Reconozcan una jefatura tradicional; c) Posean o hayan poseído tierras
indígenas en común, y d) Provengan de un mismo poblado antiguo.
La comunidad José Nino se inscribió el día 21 de Diciembre del año 2005 en el
registro de comunidades indígenas en la Subdirección Nacional de la Corporación Nacional
de Desarrollo Indígena. Esta comunidad se inscribe con un total de 21 familias con un total
de ochenta personas y de estas familias 5 fueron mujeres que adquirieron tierras en el año
2008.
Sin embargo, para cumplir con las disposiciones de la ley la comunidad José Nino
tuvo que elegir una directiva la cual quedó constituida mayoritariamente por hombres y
solo una mujer en el cargo de secretaria. Esta situación es recurrente y que ha llevado a que
lideresas mapuche se rebelen y formen sus propias organizaciones como lo señala Isolde
Reuque en su libro autobiográfico:
"nosotras nacimos porque en ninguna de las organizaciones mapuche, a la
mujer se le daba un papel preponderante." "Siempre estaban en cargos
secundarios, para los cargos de secretaria, tesorera, de encargada de tal o
cual cosa en las comunidades; en la ciudad eran las que preparaban la
mesa, las que servían y las que se sentaban para servir de florero" ( Isolde
Reuque, 2002: 216)
24
Asimismo la CONADI solicitó a la comunidad la entrega de una serie de documentos en las
que se recogió la historia de la comunidad en la cual se constata la escasez de tierras que ha
llevado a su empobrecimiento trayendo consecuencias como la migración a las zonas
urbanas mayoritariamente de jóvenes y mujeres.
Es necesario señalar que la perdida de las tierras tiene sus su orígenes en la
usurpación histórica vivida por el pueblo mapuche y que llevó a la reducción de la
superficie de 132 hectáreas a 113, 37 y que consta en el plano de división de INDAP, del
año 1986.
La comunidad José Nino y otros presentan la demanda la restitución total del
territorio ancestral que ocupaba la antigua reserva Rucapangue que ascendería a 603
hectáreas aproximadamente. En su solicitud plantean que las tierras que reivindican han
sido considerados por sus antepasados lugares de significación cultural. Asimismo, existe
una reducción de terreno provocado por la remensura y división en la década de los ochenta
durante la dictadura militar de Pinochet.
De acuerdo al informe emanado por una asistente social de la CONADI, existe un
promedio de 3, 6 hectáreas por persona lo que queda reflejado en el siguiente testimonio:
“La asistente social vino a entrevistar a la gente y se dio cuenta de la
situación mala. La gente tenía menos de una hectárea, sola una sola
persona tenía ocho hectáreas, los demás con media hectárea. La mayoría
vivía allegada, sin trabajo.”( Luis Blanco, Noviembre 2010)
Sin embargo, y luego de analizar estos antecedentes la solicitud fue rechazada en primera
instancia y que llevo a que los dirigentes de la comunidad presionaran a través de la
ocupación de las oficinas de la Conadi en la ciudad de Temuco y que es recordado por uno
de sus dirigentes:
“Cuando fuimos allá no fuimos violentos como hacen otras comunidades.
Hablamos con las autoridades, pero con argumento, pero con el
subdirector de la Conadi, no tuvimos dialogo, pero sí que el director nos
acogió bien” (Roberto Blanco, 12, Noviembre 2010)
Para las lideresas que participaron en este proceso de recuperación y negociación los
sacrificios fueron enormes y tendrán que enfrentarse a las críticas de su propia familia. Un
ejemplo de ello se refleja en el siguiente testimonio:
25
“En la casa me molestaban, me decían tienes que hacerte una oficina al
lado de la Conadi. Esto, porque andaba todo el día en Temuco, ya no
participaba en reuniones de los niños en el colegio. Andaba buscando
información, participaba en reuniones ( Angelina Cayuqueo, Enero 2011).
Es solo en el 2007 cuando la CONADI luego de intensas negociaciones con el dueño de
fundo y la comunidad José Nino realiza la compra de 198 hectáreas del fundo Rucapangue
el que originalmente constaba de 350 hectáreas.
Las mujeres que participaron de la recuperación y adquirieron tierras fueron sólo
cinco. Varias de ellas la trabajan en mediería con otros comuneros, esto debido a que no
cuentan con las herramientas e insumos para la producción. Asimismo, sus maridos se
encuentran trabajando de manera temporal en la zona norte del país como obreros agrícolas.
Las tierras adquiridas por la comunidad José Nino y de acuerdo a los reglamentos
de la CONADI la comunidad solo podrá dividirse de manera individual pasado 20 años y
ser trabajadas de manera colectiva.
Hoy en día, cada familia cuenta con un espacio asignado de dos o tres hectáreas para
la producción de productos hortícolas de consumo familiar y otro destinado a la venta.
Es necesario señalar que, durante el proceso de recuperación del Fundo, la
comunidad dejó un espacio físico para la realización de las ceremonias como es el
guillatún. Aquí, se invitó a una machi para liderar la ceremonia y que queda de manifiesto
en el siguiente testimonio:
“Nosotros invitamos a la machi Margarita Alecoy que es de otra
comunidad. Ella llegó para hacer la primera rogativa. Ella fue quien eligió
el lugar para hacer el guillatuwe. Nos dijo, “este lugar no va a ser para
trabajar, sino sólo para la rogativa”. Nosotros como comunidad, no
tenemos machi, creo que es un lugar más de lonko de weupife. (Gonzalo
Catrileo, Enero 2011).
Esta situación muestra el reconocimiento que se hace a la machi, que es la autoridad
espiritual y medicinal, este es un rol fundamentalmente que recae en las mujeres. Aquí, ella
lideró la ceremonia del guillatún y dejó establecido un lugar físico. Según este relato, esta
comunidad no cuenta con una machi debido a que es un territorio donde surgen los lonko,
que son las autoridades políticas.
26
A modo de conclusión
A través de la historia, se muestra que las mujeres mapuche han tenido un rol importante
en los procesos de recuperación territorial y que se hizo más visible durante la época de la
Unidad Popular (1970- 1973) cuando ellas se vincularon al movimiento campesino de
izquierda.
Durante el periodo de la dictadura militar de Pinochet ( 1973- 1989) las mujeres
mapuche participaran junto a sus comunidades en las movilizaciones en contra del decreto
de la dictadura militar que promovió la división de sus tierras en propiedades individuales.
Aquí las mujeres no accederán a estas tierras debido a encontrarse viviendo en zonas
urbanas como Santiago y otras.
Para frenar el proceso de división las comunidades se organizaron en una instancia
jurídica como fue la Asociación Gremial de pequeños agricultores y artesanos, ADMAPU
en el año 1978. Aquí las mujeres mapuche asumieron roles de liderazgo importantes junto a
sus pares masculinos en contra de la dictadura militar de Pinochet y para recuperar la
democracia que se produjo posteriormente en el año 1990.
En el año 1993, el estado promulgó una nueva ley indígena 19.253 como medida
tendiente a resolver sus demandas que emanaron en el denominado “Acuerdo de Nueva
Imperial” en el año 1989 con la Concertación de Partidos por la Democracia liderado por el
entonces candidato a la presidencia Patricio Aylwin.
Bajo la Ley Indígena, las comunidades Mapuche debieron constituirse
jurídicamente para acceder a proyectos de desarrollo y para acceder a los subsidios de
compra de tierras. No obstante, esta ley no logró cumplir las expectativas de las
comunidades y llevaron a que en el año 1997 a las primeras movilizaciones en contra de las
empresas forestales en los territorios en la zona de Lumaco, sur de Chile.
En el caso de la comunidad José Nino debieron movilizarse y posteriormente
constituirse en una organización funcional con la finalidad de postular al subsidio estatal de
compra de tierras. En este proceso, algunas de las mujeres asumieron roles dirigenciales y
de toma de decisiones que las llevó junto a la comunidad a entablar negociaciones políticas
con el estado y con otras organizaciones sociales y políticas.
27
En este proceso debieron enfrentarse al machismo de sus familias y comunidades que no
reconoce su capacidad política y que las intenta marginar sólo al ámbito doméstico.
Asimismo, a las mujeres se las sigue asignando la responsabilidad de ser las encargadas de
ser las trasmisoras de las tradiciones a las nuevas generaciones y cualquier intento de
cambio cultural genera tensiones y conflictos con sus pares masculinos.
Pese a estas dificultades, las mujeres que participaron durante todo el proceso de
recuperación y que accedieron a las tierras han logrado mejorar su situación económica y se
han logrado posicionar de mejor manera al interior de sus familias y de la comunidad. Esta
realidad fue posible debido a que varias de ellas ya contaban con una experiencia previa en
partidos políticos ligados a la izquierda chilena. Incluso, una de ellas, se presentó el año
2008 a candidata a concejala en las elecciones municipales por la comuna de Chol- Chol.
Sin embargo, no logro los votos necesarios para ser elegida.
Finalmente, se puede decir que elementos como la educación, trayectoria política y
una herencia familiar son elementos que les permite ganar espacios de toma de decisiones
al interior de las comunidades y frente al estado chileno.
28
BIBLIOGRAFÍA
Aylwin, José (2002) “Tierra y territorio mapuche: un análisis desde una mirada histórica
jurídica”; en En territorialidad mapuche en el siglo XX. Instituto de estudios indígenas
UFRO. Ediciones Escaparate: Temuco, Chile.
Bengoa, José (2000) Historia del pueblo mapuche: Siglo XIX –XX. Lom ediciones:
Santiago de Chile.
Bonfil Paloma (2003) obedecer callando o mandar obedeciendo. La conquista de la palabra
entre las lideresas indígenas. México indígena. Nueva época
Deere, Carmen Diana y Magdalena León (2002) Género, propiedad y empoderamiento.
Estado, tierra y mercado en América Latina. Editorial Tercer Mundo: Bogota.
Foester, R. y Sonia Montecino (1988) Organizaciones, líderes y contiendas mapuches:
1900-1970. Ediciones CEM: Santiago, Chile.
Garcés, Alicia ( 1998) “Entre la tradición y la modernidad: las líderes indígenas de la
provincia del Napo” en Emma Cervonne et al. Mujeres contracorriente: Voces de líderes
Indígenas CEPLAES: Quito. Pp.91-133
Pequeño, Andrea (2006) Imágenes en disputa. Representaciones de mujeres indígenas de la
Sierra ecuatoriana. FLACSO: Quito, Ecuador.
Reuque, Isolde (2002) Una flor que renace: autobiografía de una dirigente mapuche, ed.
por Florencia Mallon. Lom ediciones: Santiago de Chile.
Toledo, Víctor (2005) Pueblo Mapuche. Derechos colectivos y territorio: Desafíos para la
sustentabilidad democrática. Programa Chile sustentable; Lom ediciones: Santiago de
Chile.
29
ANEXO 1
Entrevistadas, localización y fechas
Nombre de la entrevistada Localización fecha
Norma Garrido Cayuqueo Dollinco 11-10-2010
Huenuleo Blanco Rucapangue 11-10-2010
Alicia Huenuqueo Chihuailaf Dollinco 11-10-2010
Roberto Blanco Rucapangue 12-11-2010
Luis Blanco Rucapangue 12-11-2010
Angelina Cayuqueo Traipi Dollinco 6-I-2011
Gonzalo Catrileo Cayuqueo Dollinco 6-1-2011
30
ANEXO 2
Pauta de entrevista
1¿Cuál es su nombre y a qué comunidad pertenece?
2. ¿Desde cuándo empezó a participar en el proceso de recuperación de las tierras?
3. ¿Cuál fue la motivación para organizarse en la lucha por la recuperación territorial?
4. ¿Ha tenido usted algún cargo en la organización?
5. ¿Cuántas personas iniciaron el proceso de recuperación de las tierras?
6. ¿Cuál es la historia de los territorios donde se encuentran viviendo?
7. ¿Cómo ha sido la relación entre los hombres y las mujeres en la organización?
8. ¿Que papel jugaron las mujeres en este proceso?
9. ¿Cómo fueron las negociaciones y la relación de la organización con el estado
específicamente con la CONADI y otros?
10. ¿Qué apoyo recibieron en el proceso de lucha por la recuperación territorial?
11. ¿En la actualidad con que problemas se enfrentan?