DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia...

21

Transcript of DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia...

Page 1: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te
Page 2: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

DIOSCUROS

El fenix de hielo

ERYA

´

Page 3: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

© 2017, Erya© Ilustración de cubierta: Ico Lizhen, Pietro Víktor Carracedo AhumadaCorrección: Ana EscuderoPrimera edición: febrero 2018

Derechos de edición en español reservados para todo el mundo.

© 2017, Ayaxia Ediciones www.ayaxiaediciones.com

ISBN: 978-84-947717-4-3

Depósito Legal: M-3298-2018

Impreso en España.

Queda rigurosamente prohibida, sin autorización por escrito del editor, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 7021970 / 93 2720447).

Page 4: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

Querido lector:

Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia a Svilda en la primera entrega. Quiero agradecerte la opor-tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando.Si te gusta, por favor, da tu opinión sobre ella, recomiéndala y compártela, ya que solo si tiene un buen número de lecto-res, ¡podremos vernos en la tercera entrega!

Page 5: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

A Ignacio, que siempre ha confiado en mí.

Page 6: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

6

El sol ya había comenzado su descenso y rozaba el hori-zonte oceánico. Los reflejos marcaban un sendero acuático mientras que el cielo se teñía de rojo y morado. Lentamente el mar empezó a engullir la esfera resplandeciente.

Una joven de pelo dorado contemplaba aquel panora-ma con su mirada rosada. Sus ropas, a juego con sus ojos, ondeaban al viento. Respiró el aire puro que llegaba hasta aquel acantilado. Aquella sería la última noche que verían el océano, pues por la mañana iniciarían el viaje tierra adentro para ahorrarse días de camino. A Oione le había encantado la visión del desierto azul. Podría pasarse horas y horas con los ojos fijos en el oleaje, en su inmensidad.

—A ella le gusta… —musitó en voz baja.Nadie escuchó sus palabras. La brisa se las llevó y las

esparció sobre las aguas. Oione sacó de su bolso un libro con cubierta de tela e imágenes bordadas. Lo acarició con cariño antes de abrirlo y perderse en una de sus fantásticas historias. La que eligió hablaba sobre hadas blancas, y había ilustraciones intercaladas con algunas partes del texto. Le encantaba.

Leía y de vez en cuando miraba al horizonte, saborean-do aquella tranquilidad.

I

Page 7: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

7

´

—Deberíamos encender un fuego antes de que oscu-rezca por completo y no veamos nada. —Estas palabras salieron de boca de un chico joven de pelo castaño y ojos es-meralda, con vestimenta marrón y capa verde, que miraba también la puesta de sol mientras viajaba al pasado.

Habían tenido que huir de su hogar, Arcadia. Aquella ciudad había sido su casa desde que era pequeño. Se había ganado la adoración de todos por haber salvado la vida de la reina… hasta que ella murió y su hijo dejó de pagarle por los servicios prestados a la corona. Entonces, Dedkare tuvo que buscarse la vida como pudo, vagando de trabajo en trabajo por un puñado escaso de monedas.

La ciudad había sido atacada y sometida. Los otros tres supervivientes tenían sus diferencias sobre quién había sido, pero él lo tenía claro: la dioscura había vuelto. Aho-ra que la reina ya no estaba para mantenerla a raya, había regresado más cruel y despiadada. Había arrasado casas, asesinado familias y quemado el medio de vida de los ha-bitantes sin miramientos. Al menos, así era como Dedkare se imaginaba Arcadia tras el ataque. Pudo ver cómo había quedado el orfanato antes de huir, y si alguien era capaz de destruir ese lugar sin piedad, estaba claro que haría lo mis-mo con todo lo que tuviera por delante.

Un ruido cercano le hizo girar la cabeza y mirar hacia abajo. Un joven moreno de ojos celestes se había acomoda-do sobre una fina manta. La ropa blanca y sucia que llevaba reflejaba el cuerpo atlético que poseía.

—Por lo que veo no piensas mover un dedo —comentó Dedk sin dejar de mirarle.

—Un rey tiene cosas más importantes que ir a buscar palos.

Cudrinn se hizo con su lanza y la acarició, desafiando con la mirada al otro chico. Este contempló el arma. Era bella, el asta azul claro y la hoja de oro. Un arma sin duda codiciada por ladrones y otros de baja calaña.

Page 8: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

Erya

8

Oione posó su mano izquierda sobre el brazo de Dedk con la intención de tranquilizarle, pues sabía que pensaba aceptar el desafío del rey. Siempre estaban igual: se pincha-ban continuamente y solían acabar discutiendo. Todavía no habían llegado a las armas, pero solo era cuestión de tiempo.

—Iré yo a buscar leña —se ofreció una joven de pelo azul marino con algunas mechas de plata por delante y ro-pas que combinaban varios tonos de azul.

Se envolvió bien en su capa blanca y avanzó varios metros hasta penetrar en la frondosidad de una pequeña arboleda.

Cuanto más al norte se dirigían, más frío hacía. Era una suerte que no les hubiera llovido todavía; no estaba muy segura de cómo se las apañarían para protegerse los días de lluvia. Siempre dormían a la intemperie. Apenas pisaban pueblos o aldeas, ya que se servían de sus propias habilida-des para conseguir agua y comida, especialmente de las de Fhirodall, el último miembro que se había unido al grupo.

Todavía no habían salido de la región de Svilda, aunque seguramente no tardarían en hacerlo. Después entrarían en Ahtti, el reino del norte, el más frío del continente.

Erehna llegó hasta un pequeño claro con algunas ramas en sus manos. Se llevó un buen susto cuando un matorral se movió y algo saltó de él, pero se tranquilizó al comprobar que se trataba de Oerara.

—¡Vaya susto me has dado!El lince gris de ojos oscuros se acercó a ella y le hizo

arrumacos frotándose en sus piernas. El color de aquellos ojos siempre había llamado su atención, ya que era poco habitual en los linces, que solían tenerlos amarillentos o ámbar.

El animal se perdió entre la maleza persiguiendo a un pájaro cantor. La chica negó con la cabeza y siguió su camino.

—¿Por qué ocultas una espada?

Page 9: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

9

´

Aquella voz la sobresaltó y la chica dejó caer toda la leña a sus pies. Se giró de golpe y vio a un chico algo mayor que ella con el pelo negro y las puntas blancas, los ojos lilas, como los de ella, y ropajes oscuros. Erehna se sorprendió por no haberle oído llegar, sobre todo si se tenía en cuenta que el joven tenía por pierna izquierda una extremidad or-topédica de madera. Pero él sabía bien ser sigiloso.

—¿Dónde quieres que oculte una espada?La chica se agachó a recoger lo que se le había caído. En

cuanto lo tuvo todo en sus brazos de nuevo, se incorporó y se encaró con él. Dio una vuelta sobre sí misma, haciéndole ver que no había ninguna espada entre sus prendas. Fhiro-dall se acercó más a ella.

—No, no está en tus ropas.Él sonrió con suspicacia y ella frunció el ceño. Apenas

había ya luz, pero pudo ver el brillo curioso en sus ojos.—Deberíamos volver antes de que se haga de noche.Pasó por su lado dispuesta a regresar al campamento

improvisado cuando escuchó unas palabras que hicieron que se detuviera en seco.

—Antes vas a explicarme por qué mataste al esclavo del dioscuro.

El corazón de ella se congeló al verse descubierta. Se giró y le vio apuntándola con su ballesta.

—Eso no te va a servir contra mí —dijo la joven.—Me da igual. Tú decides: o me lo cuentas a mí, o nos

lo cuentas a todos.Erehna resopló.—Está bien —susurró comprendiendo que no tenía

elección—. Pero antes tienes que prometerme que no se lo dirás a nadie.

—Tienes mi palabra.

Page 10: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

10

Una vez más los gritos de Oione les despertaron en mitad de la noche. Dedk y Erehna solían turnarse para atender-la y tranquilizarla hasta que conseguía dormirse de nuevo. Aquella noche fueron ambos a la vez y ninguno quiso dejarla hasta que se calmó del todo y cerró los ojos. Su respiración pausada fue suficiente para saber que estaba profundamen-te dormida. Los ojos lila se encontraron con los esmeralda a la luz de las lunas.

—¿Qué crees que hay en sus pesadillas? —preguntó ella en un susurro.

Dedk se apartó suspirando de la chica que dormía, se encogió de hombros y volvió a su lecho. Podía imaginarlo: la niña que murió por accidente cuando Oione salvó la vida de la reina gracias al chivatazo de él. Sabía mejor que nadie que aquello la había marcado. La gente la había tomado por loca desde entonces, pues a menudo solía hablar sola, como si hubiera alguien más con ella. Pero él tenía la esperanza de que algún día Oione superara aquel trauma.

La joven de pelo azul pareció leerle el pensamiento y se sintió estúpida con la pregunta que acababa de formular.

Colocó sus brazos tras ella y se apoyó en ellos para con-templar las pocas estrellas que las nubes le permitían ver.

II

Page 11: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

11

´

El silencio nocturno se vio interrumpido por los ron-quidos de Cudrinn. Erehna le miró con fastidio. Dormía a pocos metros de donde estaban ellas. No estaba segura de si podría volver a dormirse, pero quería intentarlo y así iba a ser imposible. Se hizo con una pequeña piedra y se la lanzó al rey. Le dio de lleno en la mejilla. Luego se acostó y simuló estar dormida mientras que él se incorporaba sobresaltado con la lanza en su mano. Cudrinn miró a todas partes con los ojos casi cerrados por el sueño. Al comprobar que todo estaba tranquilo, volvió a tumbarse como si nada. Dedk no pudo evitar soltar una risilla y Erehna le miró por encima de la cabeza de Oione, sonriendo satisfecha. Los ronquidos se habían acabado.

Por la mañana Fhiro los despertó a todos. Oerara saltó sobre Oione y le lamió la cara. Fue motivo suficiente para que la joven se despertara ya de buen humor. Cudrinn gru-ñó pidiendo que dejara de reír y la felina le obsequió con un bufido. El rey le sacó la lengua y, entonces, Erehna sintió algo sobre ella, muy breve; Oerara había saltado, se había posado en ella y de nuevo saltó para ir a por el chico more-no. Él empezó a gritar al sentir las uñas del animal atravesar sus ropas.

—¡Quitádmela!Los que todavía estaban tumbados se levantaron depri-

sa, pero al ver la escena no se molestaron en mover un solo dedo por su rey. Estaba bocarriba pataleando y manotean-do. Oerara se mantenía quieta, adherida a su pecho pero sin hacerle nada, simplemente bufando. Cudrinn consiguió quitársela violentamente y el animal cayó sobre sus cuatro patas junto a la joven de pelo azul y mechas plateadas. Bufó una vez más al chico y se fue con la cabeza bien alta. Él se levantó furioso.

—¡Lo mejor sería que la asáramos!Fhiro se puso delante de él.—Atrévete a tocarle un solo bigote y no vivirás para

contarlo.

Page 12: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

Erya

12

—¿Estás amenazando a un rey? —Le miró con pose altiva.

—Para mí no eres más que un chaval quejica. No pare-ces un rey.

Tras esto, el chico de la pierna ortopédica se alejó tras Oerara. Cudrinn resopló, pero no dijo nada más. No quería tener problemas con Fhirodall. Erehna se encogió de hom-bros y, junto con la otra muchacha, se apresuró a seguirlos. Dedk se tomó su tiempo, mirando al rey con una sonrisa di-vertida. Había disfrutado con aquella situación. No tardó en ponerse también en marcha, dejando a Cudrinn solo. Este los siguió, pero algo alejado y a su ritmo.

El chico pensó en todo lo que había pasado desde la muerte de su madre. Había intentado seguir su ejemplo y ser un buen rey. Cuando fue coronado todavía no había ter-minado su formación, por lo que se vio obligado a tomar decisiones difíciles, tales como hacer recortes económicos en algunas instituciones para poder mantener el reino. Ha-bían gozado de un periodo de tranquilidad hasta el ataque a Arcadia, en el que no había sido capaz de manejar la si-tuación. Había enviado al ejército a proteger la ciudad, pero no había sido suficiente. Estaban en inferioridad de condi-ciones. Tenía que haberlo previsto, pero había creído que la amenaza de la dioscura había terminado al ver que no daba señales de vida durante aquel año… No había escuchado las advertencias de sus consejeros al respecto, y ahora estaba pagando por ello: su reino había sido invadido y él había huido para salvar la vida. Cobarde. Eso le había dicho De-dkare en una ocasión. No, no había sido por cobardía. Había sido para buscar una forma de recuperar su reino. Miró a aquellas personas que caminaban delante de él. Ellos eran su única esperanza. Un joven con pata de palo y un lince de mascota, una joven bibliotecaria con sed de venganza, una doncella que hablaba sola y un borracho con una historia heroica. Este último había salvado la vida de su madre en una ocasión. Quizás pudiera volver a ser un héroe por su rey.

Page 13: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

13

´

Respiró hondo. Sacó un trozo de pergamino del bolsillo interior de su capa celeste y lo observó. Un pergamino que su madre había confiado a él mismo, a Dedkare y a Oione para proteger la ciudad en caso de ataque. Contenía runas que ninguno comprendía. ¿Por qué su madre no había sido más clara al respecto? ¿Por qué no le había dicho qué hacer o cómo mantener a la dioscura a raya si volvía? ¿Acaso no confiaba en él? ¿No confiaba en su propio hijo?

Guardó el pergamino. Viajaban a Ahtti para ver al dios-curo del norte. Ya habían ido a ver al dioscuro del oeste y ha-bían salido bien parados, por suerte, pero no habían avan-zado gran cosa. ¿Cómo les iría en el norte? ¿Conseguirían que el dioscuro cooperara? Él había estado a favor de llevar a cabo aquella misión, pero empezaba a parecerle de lo más disparatada. ¡Pedir ayuda a los dioscuros! ¿No era eso una locura?

Las tripas empezaron a sonarle a media mañana. No ha-bían desayunado nada. Él no estaba acostumbrado a aquel nuevo modo de vida: comer poco y viajar mucho. Solían mi-rarle con reproche, especialmente Dedk, incluso cuando se guardaba las quejas para sí. No tenía la culpa de que su vida hubiera sido más fácil que la de ellos. ¿Acaso uno elegía su destino?

Rebuscó entre sus bolsillos por si se había dejado algo de comida en ellos. También miró en su bolsa. Nada. Suspiró con pesar. Estuvo tentado de quejarse, pero ni siquiera tenía fuerzas para ello.

Oione había empezado a jugar con el lince. Le tiraba pa-los que ella debía traer. A causa de esto se quedaron todavía más atrás que él. De vez en cuando les echaba un ojo para comprobar que estuviera todo bien. Se llevó un buen susto cuando Oerara pasó rozándole la pierna, incluso se llevó la mano derecha a su lanza, que colgaba de su espalda.

—¡Hola!

Page 14: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

Erya

14

La joven de cabello rubio se había colocado junto a él. Casi le molestaba su radiante sonrisa. ¿Es que a ella no le afectaba la situación en la que se encontraban?

—Ella me dice que no lo haga, pero… —Oione frunció el ceño—. Sí, lo voy a hacer, me da igual lo que digas. Él no está acostumbrado a pasar hambre. Además, es nuestro rey, tenemos que cuidarle. —Cudrinn la miró y puso los ojos en blanco—. Ten, me sobró de anoche.

Le ofreció media manzana verde que habían recogido hacía dos días. Al rey le pareció increíble que todavía guar-dara un poco.

—¿Por qué no te lo has desayunado?La chica se encogió de hombros antes de responder:—Creía que era mejor guardarlo para una emergencia.

Me ha parecido que lo necesitabas.—No, yo… —Casi se avergonzó por demostrar una ne-

cesidad que otros, si la tenían, sabían esconder muy bien.Oione se alejó de él dando alegres saltitos. Cudrinn

miró la media manzana y luego a ella, sin saber muy bien qué hacer. Finalmente optó por guardarla, por si más ade-lante la necesidad era mayor.

Al caer la tarde alcanzaron un río. Era caudaloso, aun-que en aquel momento las aguas estaban tranquilas.

—¡Agua!Oione corrió haciendo una carrera con Oerara. Dedk se

apuntó también, ante la sorpresa de Erehna y Fhiro. Este se rio con ganas.

—¿No son como niños?—Sin el «como» —apuntó ella.—No se puede ser más inmaduro —comentó Cudrinn

llegando junto a ellos.—¿Qué río es? —preguntó Erehna obviando las pala-

bras del rey.—El Veriean. Recorre gran parte del continente de

Anbes, desde el noroeste hasta casi el sureste —explicó el moreno de ojos celestes—. Si hubiéramos seguido el

Page 15: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

15

´

camino, habríamos encontrado un puente para cruzarlo. —Esto último fue a modo de reproche hacia Fhiro, el guía.

—Entonces no habríamos acortado tanto la distancia. —El chico de pelo negro y puntas blancas sostuvo la mirada del rey mientras caminaban tranquilos hacia la orilla.

—Ahora perderemos tiempo buscando un modo de cruzar.

—¡Ya vale! —se hartó ella levantando los brazos hacia cada uno de ellos—. ¿Es que no hay día que no haya una discusión? Estamos juntos en esto, lo que debemos hacer es confiar los unos en los otros y cooperar.

Erehna se adelantó dando grandes zancadas para no seguir escuchándolos. Sin embargo, ellos se mantuvieron en silencio hasta alcanzar a los demás, que ya saciaban su sed con ganas.

Page 16: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

16

—¡Está helada! —se quejó Cudrinn.Dedk le iba a contestar, pero se calló al ver la cara de

pocos amigos que le dedicaba Erehna.La bibliotecaria se acercó a Fhiro, que oteaba el río de

un lado a otro, buscando la forma de cruzarlo.—¿Alguna idea?—Voy a tener que darle la razón a Cudrinn, me temo…

—repuso él.Ella chasqueó la lengua y miró también en derredor.

Varios metros los separaban de la orilla opuesta, y por nin-guna parte veía piedras ni un tronco caído que hicieran la vez de puente.

La bibliotecaria y el rey se sentaron mientras Fhiro iba a cazar algo. Varios árboles crecían a orillas del Veriean, por lo que el cazador estaba seguro de que habría animales campando a sus anchas por los alrededores. Oerara fue con él. Mientras, Dedk enseñaba a Oione cómo lanzar piedras y hacer que estas rebotaran sobre el agua varias veces. De vez en cuando la joven chillaba para hacer callar a alguien que parecía reprocharle el hacerlo mal.

Erehna se entretuvo con el libro de cuentos que le había dado a la otra chica. No leyó nada, simplemente pasó hojas

III

Page 17: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

17

´

viendo las imágenes. Le gustaban aquellos dibujos que pa-recían haber sido hechos con magia. El rey giró la cabeza y lo miró con ella.

—Me encantaba ese cuento.Ella detuvo el pasar de páginas y centró su atención en

el cuento en concreto. La imagen representaba a una bella doncella que sostenía una rosa y a una bestia. Erehna aca-rició el dibujo.

—¿La Bella y la Bestia? ¿En serio? —Le miró. No espe-raba que fuera el típico cuento que le pudiera gustar preci-samente a él.

—¿Qué pasa? Un joven y apuesto rey y una preciosa chica.

—Claro, seguro que el cuento te gustaba por la chica guapa —ironizó ella.

El rey se perdió en sus recuerdos: cuando su madre le contaba aquella historia por las noches.

—Siempre fui un niño mimado. Deseaba que alguien viera más allá de eso, que quisiera conocerme tal y como soy… Sé cómo me veis, pero no solo soy esa persona.

Su respuesta dejó a Erehna sin palabras.—Pues no nos lo pongas tan difícil —dijo ella.Cudrinn la miró unos instantes. Luego se aclaró la gar-

ganta y se levantó, fingiendo que aquella conversación no había tenido lugar.

—¡Ladrón!Aquellos gritos llamaron su atención. Erehna se levantó

y Cudrinn, a pocos pasos, empuñó su arma. Dedk, que tam-bién había oído el grito, sacó su espada y se puso delante de la doncella.

Apareció Oerara con un pez en la boca. Tras ella, a va-rios metros, apareció una anciana mujer con la respiración entrecortada y agitando una bota de vino. Al verlos se de-tuvo y les observó. Fhiro no tardó en hacer acto de presen-cia y Oerara se colocó tras él, aparentando ser adorable e inocente.

Page 18: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

Erya

18

—¿Es tuyo ese gato? —Apuntó al joven cojo.—Es un lince. Es mi compañera.—¡Me ha robado mi comida!Sus largos cabellos grises ondearon con la brisa fría

que les envolvió a todos. Sus ojos eran amarillos.—Ella sabe pescar, ¿cómo sé que dices la verdad?—Porque ha aprovechado a quitármelo cuando lo aca-

baba de dejar en la orilla y me iba a buscar otro.Fhiro alzó una ceja, un tanto escéptico.—¿Ah, sí? ¿Y cómo pescas, si se puede saber?Todavía estaba formulando su pregunta, cuando ella se

transformó delante de todos en un ave. Era una dyr.—¡Uau! —exclamó Oione—. ¡Es un fénix de hielo!Los demás simplemente miraron a la criatura comple-

tamente pasmados. Ante ellos tenían un ave de mediano tamaño con ojos amarillos que brillaban en su plumaje de hielo. Las plumas estaban congeladas. Casi parecía surrea-lista que pudiera volar.

El ave levantó el vuelo y se dirigió a las aguas. Se lanzó en picado dentro de ellas y al poco emergió con un pez en su pico. Regresó y lo dejó delante del estupefacto grupo.

—¿Te sirve esta demostración? —inquirió recuperan-do su forma humana.

Fhiro asintió sin poder articular palabra. Con un gesto ordenó al lince que dejara el pescado a los pies de la ancia-na. Esta miró al felino con curiosidad y una pícara sonrisa. Después examinó a los chicos.

—¿Y bien? ¿Qué hacen unos jóvenes por estos lares? —Esperó a recibir respuesta, pero no llegó a obtenerla—. Imagino que estáis huyendo… pero he de advertiros de que no lleváis la dirección correcta. —Se miraron entre ellos—. Si lo que buscáis es una vida mejor, el reino de Ahtti es la peor elección, creedme. Ningún dioscuro es peor que Ehrik, el dioscuro del norte.

Page 19: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

19

´

—No vamos para asentarnos en Ahtti —respondió Cu-drinn con desdén—, Arcadia es mil veces mejor lugar para vivir.

—Ya… —La dyr se rascó el mentón, pensativa—. Tengo entendido que ha sido atacada. Supongo que por fin la dios-cura se ha puesto las pilas. Ya estaba tardando.

Recogió sus peces y se dispuso a irse.—¿Podrías ayudarnos a cruzar? —le pidió Oione. Dedk

la miró sorprendido por tan inesperada petición—. Ella dice que los fénix poseen gran fuerza y pueden levantar varias veces su peso.

La anciana miró a todos. Ninguno había abierto la boca. Centró su atención en la joven.

—¿Quién lo dice? —Oione miró al suelo. Nadie res-pondió. Oerara se adelantó varios pasos y clavó sus ojos en la mujer. Esta se quedó un buen rato contemplando al animal—. Bueno, no importa. —Sonrió—. Es cierto. Os ayu-daré a cruzar. A cambio, quiero saber quiénes sois, a dónde os dirigís y por qué. Me gusta conocer a quien presto ayuda.

Tras las presentaciones y la explicación, la mujer fénix se quedó en silencio, recorriéndoles y una y otra vez con la mirada.

—¿Sabéis que entrar en el reino de Ahtti es un viaje sin retorno?

—Yo ya logré escapar una vez. Puedo volver a hacerlo —respondió Dedk con seguridad.

La anciana le miró como si le estudiara.—Ya… Está bien. Iré con vosotros. No me vendrá mal un

poco de emoción. Mi vida se ha vuelto muy aburrida.—¿Perdona? —Dedk no acababa de creérselo.¿Por qué una anciana dyr querría poner su vida en peli-

gro por unos completos desconocidos?—Necesitáis mi ayuda —apuntó ella ladeando la

cabeza.—¿Por qué íbamos a necesitarla? Nos hemos apañado

muy bien hasta ahora —terció Cudrinn.

Page 20: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

Erya

20

—¿Habéis oído hablar de la guardiana de Ahtti?Los jóvenes negaron con la cabeza, salvo Fhiro.—Es quien custodia los límites del reino de Ahtti —ex-

plicó el cazador cojo.—Exacto. Una nueva medida del dioscuro para que

nadie entre ni salga sin su consentimiento. Dicen que nada puede escapar de la guardiana. Yo puedo ayudaros a entrar sin problemas y a salir sin ser detectados por ella.

Se miraron unos a otros evaluando las palabras de la mujer. Entrar no era un problema para ellos. Si los llevaban presos ante el dioscuro tanto mejor, pues llegar hasta él era su intención. Pero no poder salir sí que podía resultar un contratiempo.

—Antes de cruzar será mejor que os alimentéis bien. No tenéis buena cara. Ah —añadió antes de transformar-se—, me llamo Nuesenya.

Cuando el fénix terminó de pescar, se encontró con una agradable hoguera en la que ya estaban asando algunos pe-ces. Nuesenya llevó el último a Oerara, que la bufó de malos modos y se alejó de ella sin aceptarlo. Cudrinn sonrió com-placido; al menos no era el único que le caía mal al lince.

No tardaron en terminar de comer y agradecer a su nueva compañera el detalle que había tenido con ellos. Ella dijo que no había sido nada y se transformó para llevarlos. Primero cargó con Oione, luego con Erehna, Dedk, Cudrinn y Fhiro y Oerara en último lugar. El animal se resistió al principio, pero su amigo la convenció y le dijo que sería él quien la llevaría en sus brazos.

Una vez en el otro lado, reanudaron la marcha. Oione mostró gran interés por la anciana, y caminaron juntas ha-blando animadamente hasta el anochecer.

Detrás iban los demás, caminando juntos por la pradera.—Hay algo que no me gusta de ella.—¿Desde cuándo Oerara y tú os ponéis de acuerdo?

—bromeó Fhiro mirando divertido al rey.

Page 21: DIOSCUROS - ayaxiaediciones.com · Si estás aquí quiere decir que te gustó el viaje de Arcadia ... tunidad que le has dado a esta historia y espero que sigas disfrutando. Si te

El fenix de hielo

21

´

—A mí me parece muy maja, y ha sido todo un detalle darnos de comer. Seguro que puede sernos de gran ayuda en el viaje —comentó Erehna.

—¿Qué es lo que no te gusta? —se interesó Dedk.—Es una dyr —respondió el rey.—¿Y qué?Erehna resopló al mismo tiempo que Fhiro formulaba

la pregunta.—Miran por sus propios intereses.—¡Eso no son más que prejuicios! —saltó la biblioteca-

ria sorprendiendo a los chicos—. Como algunos dyr no son de fiar, ya generalizamos, ¿verdad? ¡Pues no es así!

—No son prejuicios, son hechos —se defendió el rey—. Podría enumerarte unos cuantos ahora mismo.

—¿Conoces acaso a Nuesenya? ¿Cómo sabes que ella es así?

—No sabría decirlo. —La mirada del rey se dirigió a la anciana.

Erehna cogió aire con lentitud tratando de calmarse. A Dedk le había sorprendido su reacción, nunca la había visto así. Fhiro, por su parte, la miraba con comprensión.

—¿No será que te has dado cuenta de que puede sernos más útil que tú? —le picó el chico castaño con malicia.

—Gracias a mí el pergamino está completo. Gracias a mí tenéis dinero.

—Sí, sí, cosas sin importancia.Dedk agitó la mano. Erehna exclamó:—¡Por favor!—Mejor será que dejemos a la parejita —intervino Fhi-

ro llevándose a Erehna.Cudrinn gruñó, y Dedk entrecerró los ojos mirando

cómo el cazador apoyaba la mano de la bibliotecaria en su brazo y la hacía reír a carcajadas.