DIOS MÍO, QUIERO MIO QUIERO ESTAR...Yo te daré ánimos y nuevas fuerzas. 9 Ven a verme ese día en...

16
0

Transcript of DIOS MÍO, QUIERO MIO QUIERO ESTAR...Yo te daré ánimos y nuevas fuerzas. 9 Ven a verme ese día en...

0

1

DIOS MÍO, QUIERO PERMANECER CONTIGO

www.eresbautizado.com https://www.facebook.com/eresbautizado

Primera Edición

JUNIO 2017

5,000 Ejemplares

2

DIOS MÍO, QUIERO PERMANECER CONTIGO

Dios Padre te pido que estés conmigo y yo

contigo. Mí Dios quiero estar en tus brazos y

no despertar más porque sé que me amas, mí

Dios siento tu amor en mí corazón, quiero

estar contigo, por la razón que, estar contigo

todo es amor y paz, ya que este mundo está

lleno de indiferencia e hipocresía entre las

personas.

3

Mí Dios quiero estar en tus brazos porque eres

un maravilloso Creador creas nuevas cosas

maravillosas como las sonrisas de los niños.

Nadie puede enfrentar la vida solo. Todos

necesitamos ayuda de alguien superior a

nosotros. Podemos ir a Dios y pedirle fortaleza

para enfrentar las luchas que se nos

presentan.

Aunque Dios escucha toda oración, escucha

especialmente la de aquellos que son

miembros de su familia. Llegamos a ser

miembros de su familia por medio de

Jesucristo para estar en su gloria juntos.

Todos los hombres tenemos una necesidad

imperiosa dentro de nuestras almas por

encontrar una relación de amistad pura, de

4

comunión con otra alma, de amor sublime, de

sintonía perfecta con alguien.

Queremos saciar nuestra sed de relación a

todo costo. Anhelamos compañerismo,

lealtad, desesperadamente queremos unirnos

a alguien en este mundo pasajero y terrenal.

¡Oh!, cómo soñamos con poder llevar a cabo

una vida con alguien que, de una manera tan

bella, pudiéramos vivir con ella, por toda la

eternidad.

5

Es que todos en nuestra necedad (generada

por el pecado original) buscamos encontrar

esta relación en la pareja, con los hijos, con los

hermanos de la Iglesia, con el vecino. Quizás

en el grupo familiar, con el amigo, o incluso

caemos en la trampa crucial de buscar esa

alma gemela en el dirigente de nuestra Iglesia

local, o con los hermanos de la Iglesia.

Nuestros momentos con Jesús son efímeros y

fugaces

No tengo la menor duda, de que, si eres del

grupo de personas que visita este portal con

cierta frecuencia, entonces tú eres de aquellos

que somos amigos de Jesús.

Y en algún momento cada uno de nosotros

hemos tenido la maravillosa experiencia de

6

estar por unos

cortos minutos y a

veces sólo

segundos en la

presencia del

Señor.

En ese instante

glorioso no hace

falta nada, ni

comida, ni ropa, ni

dinero, ni diversión, ni amigos, ni esposa, ni

hijos, ni sexo e incluso a veces ni su voz. Nos

basta con su silencio porque es desde ese

mismo silencio que se contacta con Dios y con

el Salvador de nuestras almas.

¡Cuán fácil puede desaparecer este gozo! Un

ruido de un teléfono, una persona que nos

interrumpe, el sonido de la calle, etc. y de

7

pronto toda esa presencia se desvanece y se

va.

¡Ah! Pero un día vamos a gozar por la

eternidad de la presencia perfecta de Cristo.

Allí ya no habremos de necesitar a nadie más,

su presencia lo llenará todo y estaremos en

medio de su perfecta paz. Podremos entonces

soñar con permanecer con Él por la eternidad.

¡Cerca de Jesús, es donde quiero estar!

Señor, estás ahí: Me estás mirando conoces

mi situación interior. Me has acompañado en

el día de hoy, me has acompañado siempre,

desde el primer día que abrí los ojos a este

mundo. Cuando he sido fiel y cuando he sido

infiel.

8

Estás ahí. ¿Por

qué estás ahí

en el Sagrario?

Te quedaste

por amor,

porque me

quieres

muchísimo.

¡Qué bien que

lo sabes! Me

quedé para

ayudarte sé muy bien que eres débil, que caes

con facilidad. Ven a visitarme: Yo soy tu

fortaleza. Pídeme fuerza.

Ven a verme todos los días, aunque no sientas

nada, los días que estés desanimado del todo;

ven a verme ese día que quieres acabar con

todo. Yo te daré ánimos y nuevas fuerzas.

9

Ven a verme ese día en que has caído

gravemente: no tengas pena, ven; que todo

tiene remedio, si vienes a Mí.

Ven a visitarme cuando hayas tenido un gran

fracaso, cuando un grave problema te robe la

paz.

"Venid a Mí todos los que andáis abrumados y

cargados y Yo os aliviaré." "Mi yugo es suave y

mi carga ligera".

Me quedé para ayudarte todos los días de tu

vida. No porque lo merezcas, sino porque te

amo como nadie te ha amado ni te amará

jamás. Me quedé para amarte. Para amarte

desde aquí con un amor infinito.

10

No te pido que lo

merezcas, sino

que lo aceptes.

Déjate querer por

tu Dios, por tu

Redentor.

Ya sé que te

sientes indigno,

que tus pecados y

tus faltas tratan

de apartarte de

Mí.

Yo te amo con tus pecados, tus faltas,

infidelidades y con tus buenas acciones, con

tus buenos propósitos, aunque algunos de

ellos no los cumplas.

11

El amor hace felices a los hombres. Tú

necesitas sentirte amado. Yo te ofrezco el

amor infinito de todo un Dios; y te lo ofrezco

no sólo hoy, sino todos los días de tu vida...

mañana y dentro de un año.

Siempre que vengas a Mí encontrarás un amor

vigilante, fiel siempre, el mismo amor infinito.

He decidido amarte a pesar de todas tus

faltas, pecados, ingratitudes.

Me quedé para perdonarte. Sabía muy bien

que en tu vida habría muchos pecados,

muchas infidelidades. Me propuse desde un

principio perdonarte todo. Hasta el día de hoy,

todo está perdonado y olvidado. No importe

qué hiciste o dejaste de hacer hasta el día de

hoy; lo que me interesa muchísimo es lo que

vas a hacer de ahora en adelante.

12

No dudes de mi perdón jamás. Puedes dudar

de ti mismo, puedes dudar de tus promesas,

pero jamás dudes de mi perdón. Yo te he

perdonado siempre, te perdono todo, y estoy

dispuesto a perdonarte hasta el último

13

pecado, si vienes a Mí con arrepentimiento.

Estoy aquí para recibir tu amor de cada día.

Dame tu corazón, tu amor, tus delicadezas, tus

detalles de ternura: Una genuflexión hecha

con devoción, me honra mucho. Una señal de

la cruz bien hecha me hace pensar en ti. Unas

posturas correctas en la Iglesia me hacen ver

que me estimas y sabes que estoy allí.

Una misa bien oída me da tanta alegría. Una

visita ferviente, una Hora Eucarística, me

recuerda que me quedé en la Eucaristía para

ayudarte, perdonarte, amarte.

Y me digo: "Valió la pena" Una comunión llena

de amor no sabes cuánto representa para Mí:

"El que come mi carne y bebe de mi sangre

mora en Mí y Yo en él".

14

Eso ocurre en la

comunión. Estoy

aquí en la Iglesia

para ayudarte a

vivir santamente.

Espero tanto de

tu vida....

Desde el Sagrario

te seguiré a lo

largo de cada día.

Tengo a Dios en medio de mi corazón...

¡Todo está arreglado; ¡adiós tristeza, adiós

soledad, adiós lágrimas!

¡Lo tengo todo!

Él está conmigo, Él me consuela, Él me

sanará...

15