DIOS ES SOBERANO EN LA REDENCION DEL PECADOR ELEGIDO EN CRISTO

Juan Captulos 1 al 6.IntroduccinI.- El evangelio de Juan, de forma significativa y sin polemizar afirma desde el primer captulo la obra de Dios en favor del pecador. Por la enseanza general de las escrituras, sabemos que el hombre fue creado bueno, santo, justo y libre. Su libertad consista en abandonarse por siempre en los brazos de su creador o bien decidir el rumbo que quisiera seguir. Fue sometido a una prueba, Dios le dijo de todos los arboles del huerto podrs comer, menos del que est en el centro del huerto. Al seguir la lectura del gnesis encontramos a Satans ejerciendo influencia en Eva y la convence de desobedecer el mandato explcito de su Creador. Ella tomo del rbol, comi y le dio a su marido y comi con ella. Este acto de desobediencia trajo para ellos todos los males que hasta hoy padece el ser humano: Sufrimiento, enfermedad, dolor, muerte fsica y separacin eterna a la que el evangelio califica como un estado de sufrimiento en el lugar de tormento, el infierno. No obstante nuestro Creador no abandono al ser humano en ese estado de condenacin, decide por su gran amor y misericordia como el evangelio de Juan nos ensea iluminar poderosamente a aquellos que el Padre haba decidido que habran de rescatar a travs de Jesucristo. II.- Le dice a Nicodemo si no naces del agua y del espritu, no podrs entrar en el reino de Dios.Este maestro de Israel no entendi esto, hasta que el Seor le explico y le dijo que esta obra la hace el Espritu santo en la vida del ser humano. Le aclara que cuando el hombre nace de nuevo, es puesto en la capacidad de or la voz de Dios y de creer en Jesucristo como el salvador de los pecadores. Al final de los evangelios encontramos a Nicodemo, un hombre nacido de nuevo y un fiel creyente en Jesucristo. Juan escribe: El hijo a los que l quiere les da vida, solo a los que El desea dar vida nueva, a estos se las concede, no por haber algn merecimiento en ellos, sencillamente porque el Seor as lo decide, al darle vida, los pone en la capacidad de creer y seguirlo y vivir una nueva relacin ahora de relacin ntima entre l y los nuevos creyentes. III.- Es en el captulo 6 del evangelio de Juan en donde se seala con claridad todo este desarrollo teolgico.All el Seor afirma con toda claridad y sencillez: Todo lo que el Padre me da, vendr a m y el que a mi viene no le hecho fuera, y esta es la voluntad de mi Padre que a todos los que El me diere, no pierda yo a ninguno sino que lo resucitare en el da postrero. Aade todo aquel que me vea, crea en m, tiene vida eterna y cerrando con broche de oro el Seor dice: Ninguno puede venir a m, si el Padre que me envi no le trajere; y yo le resucitar en el da postrero. Juan 6:37, 39, 40, 44, 47 En todo esto notamos que es la obra del Padre eterno y no la del hombre el llevar, traer, acercar al pecador a los pies de Jesucristo. ConclusinNo es el esfuerzo humano, el mrito humano lo que hace posible este acercamiento del hombre perdido con Jesucristo. El Padre lo lleva a Jesucristo y l lo recibe en sus brazos, le da la vida nueva y eterna y le hace la promesa de levantar su cuerpo del sepulcro en el da final. Al hombre que el Padre quiere salvar del estado de condenacin y muerte eterna en que se encuentra, trabaja en el de una forma particular y soberana. Dios toma al pecador y le da vida, sopla vida nueva y recibida esta vida espiritual, el hombre puede or el evangelio de salvacin, da el paso de fe y de esta manera entra al reino de Dios. Todo esto se infiere con simpleza de todo lo dicho hasta aqu por Juan en su evangelio. Cabe decir que esta apreciacin teolgica de Juan en su evangelio se encuentra tambin en los escritos Paulinos, tales como efesios y romanos.Finalmente, los medios que Dios utiliza para Salvar al pecador elegido en Cristo son la proclamacin del evangelio y la presencia del Espritu Santo en la palabra predicada. A todos hemos de anunciar la Salvacin en Cristo. No sabemos quines son los elegidos del Seor, es por eso que a todos nos es impuesta la necesidad de hablarles, anunciarles el evangelio, entendido este como las buenas nuevas de salvacin por medio de la encarnacin, los sufrimientos, muerte y resurreccin de nuestro Seor Jesucristo. Esta es la razn por la que estamos como Iglesia de Cristo sobre la tierra y habremos de cumplir con esta encomienda hasta que el venga por segunda vez a la tierra para reunirse con su pueblo por siempre. Amen.