DINÁMICAS COMUNITARIAS, EXPERIENCIAS DE ...comunitarias, experiencias de aprendizaje y ejercicios...

PROGRAMA DE EDUCACIÓ

AYUNO DECOMIDA

DINÁMICAS COMUNITARIAS, EXPERIENCIAS DE APRENDIZAJE, E EJERCICIOS DE ORACIÓN

f o o d f a s t . c r s . o r g©2018 Catholic Relief Services. Todos los derechos reservados.

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AYUNO DECOMIDA

DINÁMICA COMUNITARIA

A través de Ayuno de Comida de CRS: Pan de vida, Catholic Relief Services te ayuda a crear una experiencia de concientización sobre el hambre que es única en nuestra fe católica compartida a través de un enfoque en la Eucaristía. Pan de vida explora las relaciones entre el hambre en el mundo y nuestra fe a través de la lente de la doctrina social católica. Se anima a los participantes a reflexionar sobre la invitación de Jesús a la mesa como una oportunidad para lograr un cambio significativo en sus propias vidas y en el mundo.

Elije entre una variedad de dinámicas comunitarias, recursos de oración y experiencias de aprendizaje para integrar en cualquiera de los otros temas de Ayuno de Comida de CRS y crear tu propio evento de Ayuno de Comida de CRS único. Se incluyen plantillas de programación en el Manual del coordinador que ofrecen un marco de referencia para guiar tu planeación. Considera usar los recursos complementarios en el sitio de internet de Ayuno de Comida de CRS, foodfast.crs.org (en inglés), o integra tus propias ideas para mejorar la experiencia general de los participantes. Reconocemos el nivel de compromiso que muchas comunidades de fe y escolares tienen para inspirar a los jóvenes a vivir su fe en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo. Esperamos que los recursos en este tema te ayuden a lograr esa visión.

ÍNDICEEsta colección de recursos ofrece oportunidades que fomentan la reflexión fiel al mismo tiempo que alientan a los miembros de tu comunidad a crecer en solidaridad global a través de la alegría de la Eucaristía. Incluye cualquiera o todas estas dinámicas comunitarias, experiencias de aprendizaje y ejercicios de oración en tu evento de Ayuno de Comida de CRS para ayudar a tus participantes a desarrollar una comprensión más clara de la forma en que el servicio se conecta profunda y directamente con nuestra fe católica.

DINÁMICAS COMUNITARIAS

• Nuestra red . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3• Somos el Cuerpo de Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4• Preparando la mesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

EXPERIENCIAS DE APRENDIZAJE

• Fuente y cumbre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9• La Última Cena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11• ¡Tú eres un sacramento! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

EJERCICIOS DE ORACIÓN

• Alimentando a los 5,000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17• Una comida de acción de gracias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20• Buscando a Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

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OBJETIVOS:• Crear un sentido de comunidad entre los participantes y acompañantes al inicio

del retiro • Demostrar la interconexión de nuestras vidas y decisiones como miembros del

Cuerpo de Cristo

MATERIALES: • Estambre o cuerda, aproximadamente 60 centímetros (24 pulgadas) por participante• Varios pares de tijeras

PROCESO:1. El facilitador comienza pidiendo a todos los participantes y acompañantes que se

reúnan y se pongan de pie en un círculo.

2. El facilitador luego muestra al grupo una bola de estambre y explica:

Vamos a pasar un tiempo para conocernos y compartir lo que esperamos obtener de esta experiencia. Cuando te arrojen la bola de estambre, por favor tómala, envuélvela alrededor de tu muñeca dos o tres vees, y comparte una esperanza que tienes para este Ayuno de Comida. Luego arroja el estambre a otra persona en el círculo. Una vez que todos hayan tenido un turno, devuélvanme la bola de estambre.

3. El facilitador envuelve el extremo libre del estambre alrededor de su muñeca dos o tres veces, comparte una esperanza que él/ella tiene para este experiencia, luego lanza la bola de estambre a otra persona a través del círculo.

4. Cada participante y acompañante toma un turno, envolviendo el estambre alrededor de su muñeca, compartiendo una cosa que espera obtener de esta experiencia, y luego arrojando el estambre a otra persona en el círculo.

5. El último participante debe devolver la bola de estambre al facilitador, quien ahora explica:

Hemos creado una red de esperanzas y sueños que tenemos para esta experiencia. Como pueden ver, estamos conectados por nuestros intereses comunes para aprender sobre nuestra fe y ayudar a nuestros hermanos y hermanas que sufren en la pobreza.

Nuestras decisiones y actitudes también nos mantienen conectados y nos afectan mutuamente. Cuando uno de nosotros se siente bien o toma una buena decisión, puede levantar a toda la comunidad. (El facilitador levanta su muñeca que está envuelta en el estambre y parte de la red para demostrar.) Sin embargo, cuando uno de nosotros se siente mal o toma una mala decisión, puede derrotar a toda la comunidad. (El facilitador baja su muñeca para demostrar.) Cada miembro de esta comunidad es esencial. No podríamos crear esta red sin cada uno de ustedes. Los invito a usar este estambre en su muñeca como un signo de nuestra comunidad a lo largo de esta experiencia.

6. Los acompañantes y los participantes pueden usar sus tijeras para cortar el estambre. Cada miembro del grupo debe encontrar a alguien más que lo ayude a atar el estambre alrededor de su muñeca como un brazalete que se usará durante el resto de la experiencia.



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ACTIVIDAD OBJETIVOS: • Crear un sentido de comunidad entre los participantes del retiro • Demostrar la necesidad de cada miembro individual en el Cuerpo de Cristo

MATERIALES: • Rompecabezas “Somos el Cuerpo de Cristo”, recortado en piezas• Marcadores, lápices de colores u otros materiales de arte• Un espacio grande y abierto para armar el rompecabezas, como una mesa grande o

espacio en el piso

PROCESO: 1. Preparación: antes de que comience la actividad, haz lo siguiente:

a. Recorta el cartel “Somos el Cuerpo de Cristo” a lo largo de las líneas, de modo que el cartel se descomponga en piezas de rompecabezas.

b. Cuenta una pieza del rompecabezas para cada participante y coloca las piezas a un lado.

c. Usa marcadores, lápices de colores u otros materiales de arte para completar las piezas del rompecabezas con información sobre las personas de nuestra comunidad global de la página de Historias de CRS. Si necesitas más historias, puedes acceder al archivo aquí: crs.org/stories (en inglés). Siéntete libre de usar los ejemplos que se mencionan a continuación...

• María, madre de ocho hijos, que usó vales electrónicos de CRS para comprar gallinas y semillas para su jardín después de que una sequía azotara su ciudad natal en Guatemala;

• Bui Thi Hau, una esposa y madre de Vietnam, que compró el valor de un mes de alimentos para su familia con 33 dólares de CRS después de que un tifón azotara su región;

• Téné Sawadogo, una nueva madre que aprendió sobre la nutrición adecuada para su bebé a través de un grupo de atención patrocinado por CRS en Burkina Faso.

d. Después de completar estas piezas de rompecabezas, asegúrate de ocultarlas de la vista de los participantes.

2. Para comenzar la actividad, entrega a cada participante una pieza del rompecabezas y varios marcadores, lápices de colores u otros materiales de arte.

3. Invita a cada participante a utilizar los materiales de arte para escribir su nombre en la pieza del rompecabezas, junto con tres datos sobre sí mismos. Después de que los participantes hayan terminado esta tarea, pueden dedicar un tiempo a decorar sus piezas del rompecabezas de una manera que refleje su personalidad.

4. Después de que todos los participantes hayan decorado sus piezas del rompecabezas, solicita a todos que se acerquen y trabajen juntos para armar el rompecabezas.

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ACTIVIDAD 5. Los participantes tendrán dificultades con esta tarea porque no saben que faltan varias piezas del rompecabezas. Después de unos minutos, verifique con los participantes. Asegúrate de preguntar: “¿Cómo se sienten? ¿Cuál parece ser el problema? ¿Cuál podría ser una posible solución?”

6. Después de discutir la situación actual con los participantes, entrégales las piezas restantes y dales tiempo suficiente para completar el rompecabezas.

7. Después de completar el rompecabezas, solicita voluntarios para leer las palabras en las piezas del rompecabezas que se proporcionaron a mitad de la actividad. Pregunta a los participantes: “¿Qué tienen en común todas estas piezas del rompecabezas?” (Respuesta: Todas estas piezas del rompecabezas representan a las personas que no están en la sala.)

8. Facilita un diálogo en grupo al final de esta actividad. Asegúrate de preguntar:

• ¿Cómo se sienten ahora?• ¿Cómo puede este rompecabezas ser una metáfora de la Iglesia?• ¿Qué lecciones aprendieron de esta actividad?• ¿Qué acciones pueden tomar para poner estas lecciones en práctica en

el mundo real?

Las posibles respuestas incluyen: La Iglesia es como un cuerpo porque cada parte es necesaria para que el cuerpo funcione adecuadamente, y porque ninguna parte del cuerpo es más importante o mejor que otra. En la Iglesia, cada persona es esencial, incluso las personas que no conocemos personalmente o cuyas experiencias de vida son muy diferentes a las nuestras. Al igual que cada parte del cuerpo necesita ser cuidada y trabajar en conjunto, también es necesario que cada miembro de la Iglesia sea atendido y trabaje con los demás. para traer el reino de Dios a la tierra.)

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OBJETIVOS: • Crear un sentido de comunidad entre los participantes del retiro• Ilustrar el llamado de Jesús a darle a cada miembro de nuestra comunidad global un

“lugar en la mesa”• Crear una oportunidad para que los participantes se comprometan con una acción

que ayudará a hacer su parroquia, escuela o comunidad un lugar más inclusivo• Crear un mantel que se usará en la comida de clausura del retiro

MATERIALES: • Biblia con Lucas 14, 7-14 señalado• Mantel grande, paño u otra pieza de tela en un color sólido• Pintura textil• Platos de papel y toallas de papel• Pinceles de hule espuma• Marcadores permanentes• Opcional: bocinas y un dispositivo que proporciona acceso a Internet

PROCESO: 1. Coloca el mantel/tela en un espacio abierto en el piso para que todos (o la mayoría)

de los participantes puedan acceder a él al mismo tiempo. Proporciona pintura textil, pinceles de hule espuma y marcadores permanentes cerca del mantel.

2. Reunirse en un círculo alrededor del mantel. El facilitador comienza explicando:

Jesús era conocido por invitar a todo tipo de personas a comer con él y alentar a sus discípulos a hacer lo mismo. Algunas personas lo despreciaban por ser hospitalario con las personas que habían sido expulsadas de la sociedad. Sin embargo, Jesús quería enfatizar que todos son bienvenidos en el reino de Dios. Tomemos esta parábola, por ejemplo, que Jesús contó a un grupo de personas que estaban reunidas para una comida.

3. Pide a un voluntario que lea Lucas 14, 7-14 en voz alta.

4. Solicita a los participantes que nombren los personajes en esta historia. ¿A quién alienta Jesús a que el anfitrión invite a su próxima fiesta? El facilitador debe entonces enfatizar:

En esta historia, Jesús les está enseñando a sus discípulos a incluir personas que a menudo quedan fuera, son olvidadas o ignoradas.

5. Continúa pidiendo a los participantes que piensen en las personas de nuestra sociedad moderna que a menudo quedan fuera, olvidadas o ignoradas. Ofrece a los participantes unos momentos de silencio para pensar en personas específicas o grupos de personas que podrían sentirse excluidos de nuestra sociedad hoy.

6. Los participantes deberán entonces dividirse en grupos de dos a tres. Juntos, deben intercambiar ideas sobre una persona o grupo específico que creen que necesita ser invitado a un lugar especial en la mesa. Cuando hayan decidido a quién les gustaría invitar, cada grupo debería trabajar en conjunto para dibujar un contorno de una huella de mano (pueden trazar una de sus propias manos) usando marcadores permanentes en el mantel. Luego, cada grupo debe escribir el nombre de la persona o grupo que desea invitar dentro del contorno de la huella de mano.

Opcional: considera la posibilidad de reproducir “A Place at the Table” (“Un lugar en la mesa”) de Lori True en el fondo mientras los participantes completan esta parte de la actividad (disponible en YouTube: youtube.com/watch?v=KOahyJM7SHk).

7. Después de que cada grupo haya terminado, da la vuelta al círculo e invita a los participantes a compartir sus ideas.



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8. Continúa explicando:

Como discípulos de Cristo, estamos llamados a servir y honrar a quienes se sienten excluidos, ¡pero no podemos olvidar que también somos miembros de la comunidad! Ahora agregaremos nuestras propias huellas de manos al mantel. Mientras reclamas tu “lugar en la mesa”, piensa en una cosa que puedes hacer para asegurarte de que todos los miembros de la comunidad se sientan incluidos y amados como hijas e hijos de Dios.

9. Invita a los participantes a elegir un color de pintura textil y luego usar un pincel de hule espuma para cubrir completamente una de sus manos con pintura. Los participantes deben colocar su huella de mano en el mantel en el lugar que elijan.

10. Los participantes deben usar un marcador permanente para escribir una frase u oración que exprese una cosa que harán para ser más conscientes e inclusivos de aquellos que quedan fuera del perímetro de su huella de mano. Si se sienten cómodos, también deben escribir sus nombres cerca de sus huellas de manos.

11. Después de que todos hayan terminado, da la vuelta al círculo e invita a los participantes a compartir sus ideas. Si alguien no se siente cómodo compartiendo, él/ella puede decir “Paso”.

12. Cuando el mantel esté completo, mueve el mantel a un lugar donde pueda secarse hasta que sea necesario para la comida final del retiro.


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RECURSOS COMUNITARIOS

ACTIVIDAD


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OBJETIVOS: • Ayudar a los participantes a nombrar las cosas que les dan vida y los momentos en

que se sintieron “completamente vivos”• Reflexionar sobre lo que significa que la Eucaristía sea “la fuente y la cumbre de

lavida cristiana” (Lumen Gentium # 11, CCC # 1324)

• Crear un símbolo que ayudará a los participantes a recordar que la Eucaristía es la verdadera presencia de Jesucristo

MATERIALES: • Cartel de “Fuente y cumbre”• Cinta o caballete para mostrar el cartel• Notas Post-it, dos por persona• Bolígrafos y lápices• Tarjetas individuales, una por persona• Marcadores, lápices de colores u otros materiales de arte

PROCESO: 1. Crea un cartel de “Fuente y cumbre” similar al ejemplo dado y muéstrala en una

pared o caballete para que todos los participantes puedan verlo y acceder a él. Cada participante debe recibir dos notas Post-it y un utensilio de escritura para comenzar.

Ejemplo:

2. El facilitador comienza pidiendo a los participantes que nombren un momento en sus vidas en el que se sentían verdaderamente vivos. Se invitará a los participantes a escribir una breve descripción del momento en una de sus notas Post-it, y luego pasar al frente para pegar su nota en la parte superior de la montaña en el cartel “Fuente y cumbre”.

3. Después de que todos hayan regresado a sus asientos, el facilitador les pide a los participantes que mencionen una cosa que los motive o los mantenga en los días difíciles. Una vez más, se invita a los participantes a escribir una breve descripción de su respuesta en su segunda nota Post-it, y luego acercarse a colocar su nota en la parte inferior de la montaña en el cartel “Fuente y cumbre”.

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4. El facilitador luego explica:

El Concilio Vaticano II fue una inmensa reunión de obispos y otros líderes católicos en Roma durante la década de 1960. Después de esas reuniones, los obispos publicaron documentos que resumían sus discusiones sobre diversas creencias católicas. En uno de esos documentos, los obispos dijeron: “La Eucaristía es la fuente y la cumbre de la vida cristiana”.

5. El facilitador escribe esta cita en la parte superior del cartel: “La Eucaristía es la fuente y la cumbre de la vida cristiana”. Continua explicando:

En sus notas Post-it, acaban de identificar experiencias “cumbre” en su vida. Estas son ocasiones en las que se sintieron verdaderamente vivos. También han identificado “fuentes” en su vida. Estas son las cosas que los mantienen en los días difíciles. Para los cristianos, la Eucaristía cae en ambas categorías.

6. Luego, el facilitador debe pedir al grupo grande que se asocie libremente con la palabra “Eucaristía”. ¿Qué viene a la mente cuando los participantes escuchan esa palabra? Varios participantes deberán compartir lo que ya piensan o saben acerca de la Eucaristía.

7. El grupo grande se divide en dos grupos más pequeños. A un grupo se le pide que haga una lluvia de ideas sobre cómo la Eucaristía puede considerarse el punto culminante (la cumbre) de nuestra vida cristiana. Al otro grupo se le pide que haga una lluvia de ideas sobre cómo se puede considerar que la Eucaristía es lo que nos motiva en los días difíciles (la fuente) de nuestra vida cristiana.

8. Después de varios minutos de lluvia de ideas, se llama a todos los participantes al grupo grande y cada grupo más pequeño comparte sus ideas. A medida que se comparten las ideas, escríbelas en el cartel “Fuente y cumbre” debajo de la palabra apropiada “Fuente” o “Cumbre”.

9. Una vez que ambos grupos hayan compartido sus ideas, el facilitador debe enfatizar:

La Eucaristía es la fuente de nuestras vidas cristianas porque, como sacramento, nos da la gracia. La gracia es ayuda de Dios que necesitamos y usamos cuando respondemos al llamado de Dios. La Eucaristía es la cumbre de nuestras vidas cristianas porque nos acerca a la comunidad con el resto de la Iglesia en todo el mundo y nos hace lo que realmente somos—amados hermanos y hermanas en Cristo.

Todo esto es posible porque la Eucaristía no es solo un símbolo—es la verdadera presencia de Jesucristo. Cuando recibimos la Eucaristía, nos encontramos con una persona que nos fortalece y nos reúne como una familia de fe.

10. 10. A cada participante se le debe dar una tarjeta individual y varios marcadores, lápices de colores u otros materiales de arte. Se invitará a los participantes a crear un símbolo que les ayude a recordar lo que significa llamar a la Eucaristía “la fuente y cumbre de la vida cristiana”. Pueden trabajar individualmente o en grupos de dos o tres, dependiendo de su nivel de comodidad.

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OBJETIVOS: • Comparar y contrastar los cuatro relatos de la Última Cena en los Evangelios• Reflexionar sobre la relación entre la celebración de la Eucaristía y el servicio a las

personas que viven en la pobreza

MATERIALES: • La hoja “La Última Cena”, una para cada participante• Biblias, dos o tres para cada uno de los cuatro grupos pequeños• Bolígrafos, lápices y/o marcadores fluorescente• Una pizarra blanca, pizarrón o papel prensa y marcadores o tiza

PROCESO: 1. Entrega una hoja de “La Última Cena” y un bolígrafo/lápiz a cada participante.

2. Divide a los participantes en cuatro grupos, uno para cada Evangelio: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Entrega a cada grupo dos o tres Biblias, según el tamaño del grupo.

3. El facilitador comienza explicando:

En la próxima actividad, vamos a examinar la forma en que cada escritor del Evangelio describió la Última Cena. Sabiendo que sería su última comida con sus amigos, Jesús aprovechó esta oportunidad para compartir algunas palabras especiales y acciones con sus apóstoles. Debido a que estas historias contienen algunas de las palabras y obras finales de Jesús, ¡son muy importantes para los cristianos que están tratando de seguir sus pasos hoy!

Cada escritor del Evangelio tuvo su propia opinión sobre lo que sucedió durante la Última Cena. Primero, van a trabajar en grupos para convertirse en expertos en la descripción de un Evangelio de la Última Cena. Luego, reorganizaremos sus grupos para que puedan compartir su experiencia con personas que estudiaron un pasaje diferente al suyo.

4. Primera ronda: solicita a cada grupo que lea el pasaje de su Evangelio que figura en la hoja. Como grupo, deben trabajar para completar los recuadros de “Escenario”, “Personajes” y “Trama” en la tabla del pasaje que acaban de leer. Cada participante debe tomar notas cuidadosas en su hoja, porque él/ella tendrá que enseñar a otros participantes sobre el pasaje del Evangelio en la próxima ronda. Los participantes solo deberán enfocarse en el Evangelio que les asignaron.

5. Después de que cada grupo termine de completar su fila en la tabla, dale a los participantes 30 segundos para formar nuevos grupos. Deben recorrer la sala y encontrar otros tres participantes, todos los cuales leyeron uno de los otros pasajes. Cuando tengan un grupo completo (una persona que leyó a Mateo, una persona que leyó a Marcos, una persona que leyó a Lucas y una que leyó a Juan), deben sentarse.

6. Segunda ronda: en sus nuevos grupos, los participantes deben compartir lo que aprendieron del pasaje que leyeron. Los participantes deben escucharse cuidadosamente entre ellos y tomar notas en los recuadros correspondientes de la tabla sobre lo que dicen los miembros de su nuevo grupo.

7. Mientras los participantes están completando la segunda ronda, el facilitador debe dibujar un diagrama de Venn en blanco en una pizarra blanca, pizarrón o pedazo de papel prensa. Después de completar esta ronda, solicita a los participantes que dirijan su atención al diagrama de Venn al frente de la sala. Facilita una discusión de grupo usando las preguntas que siguen. Toma notas sobre el diagrama de Venn mientras los participantes comparten sus observaciones sobre las similitudes y diferencias entre estos pasajes del Evangelio. Asegúrate de etiquetar un lado del diagrama de Venn “Mateo, Marcos y Lucas”, y etiquetar el otro lado “Juan”. Preguntas para ayudar a guiar el diálogo incluyen:

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¿Qué pasajes fueron más similares entre sí? ¿Cuáles fueron las similitudes entre estos pasajes? ¿Hubo algún pasaje muy diferente de los demás? ¿Cuál? ¿Qué detalles hicieron este pasaje diferente? ¿Qué tenían los cuatro pasajes en común? ¿Por qué creen que una versión de la Última Cena es tan diferente de las otras tres?

8. Entonces el facilitador continúa explicando:

Mateo, Marcos y Lucas se llaman los “Evangelios sinópticos” porque, en su mayor parte, cuentan las mismas historias sobre Jesús en el mismo orden. (Sinóptico significa “la misma vista”.) El Evangelio de Juan es muy diferente porque fue escrito mucho después que los otros tres, después de que la comunidad cristiana tuvo tiempo para reflexionar en oración sobre la vida de Jesús y lo que significaban sus palabras y acciones.

9. Continúa la discusión preguntando a los participantes:

Si la Eucaristía es la “fuente y cumbre de la vida cristiana”, ¿por qué creen que Juan la deja fuera de su Evangelio?

10. Da a los participantes unos minutos para considerar esta pregunta por sí mismos. Luego, deberán voltear y hablar con un compañero sobre sus ideas. Finalmente, llama la atención de todos de nuevo al grupo grande. Solicita a tres o cuatro voluntarios que compartan sus ideas con el grupo grande.

11. Concluye la actividad enfatizando:

Juan no necesita incluir la historia de la institución de la Eucaristía porque, para cuando él está escribiendo su Evangelio, la comunidad cristiana ya se está reuniendo constantemente para recordar a Jesús en la fracción del pan. En cambio, Juan cuenta la historia del lavado de los pies para enfatizar lo que los cristianos están llamados a hacer con las gracias recibidas en la Eucaristía: ir y servir a nuestros hermanos y hermanas necesitados.


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OBJETIVOS: • Definir la palabra “sacramento”• Identificar similitudes entre los siete sacramentos de la Iglesia Católica y sus

miembros• Nombrar y aceptar un llamado a la acción que ayudará a traer gracia al mundo

MATERIALES: • Pizarra blanca, pizarrón o papel prensa y marcadores o tiza• Hoja “Tú eres un sacramento”, una para cada participante• Bolígrafos, lápices y/o marcadores

PROCESO: 1. Escribe la palabra “sacramento” en medio de la pizarra. Invita a cada participante

a acercarse a la pizarra y escribir de manera anónima algo que sepan sobre los sacramentos o piensen cuando escuchan la palabra “sacramento”.

2. Lee la definición de un sacramento del Catecismo de la Iglesia Católica en voz alta:

“Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, por los cuales nos es dispensada la vida divina.” (CIC #1131)

3. Explica la definición más a fondo:

Los sacramentos son eficaces. Esto significa que tienen un efecto en la persona que los recibe. Cada vez que una persona recibe un sacramento, él o ella cambia.

Los sacramentos son signos de gracia. Esto significa que involucran a nuestros cuerpos además de nuestras almas. En cada sacramento, hay algo físico que podemos experimentar con nuestros ojos, manos, oídos, nariz o boca. Estos signos físicos nos ayudan a comprender el don de la gracia que recibimos en los sacramentos.

Los sacramentos son instituidos por Cristo. Esto significa que fueron idea de Jesús. Podemos encontrar las raíces de los siete sacramentos en la Biblia.

Los sacramentos están confiados a la Iglesia. Esto significa que a la Iglesia Católica—y en particular a los obispos y sacerdotes—se le ha dado la capacidad de usar y celebrar los sacramentos. Hemos estado celebrando los mismos sacramentos durante siglos.

La vida divina nos es dispensada a través de los sacramentos. Esto significa que cuando alguien recibe un sacramento, él/ella recibe un gran don de Dios: ¡reciben una parte de la vida de Dios!

4. Pregunta a los participantes,

“¿Sabían que ustedes son como un sacramento?”

5. Lee en voz alta el siguiente pasaje del Catecismo de la Iglesia Católica:

“La Iglesia es en Cristo como un sacramento o signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano”. (CIC # 775)

6. Divide a los participantes en grupos de tres o cuatro. Entrega una hoja y un instrumento de escritura a cada participante.

7. Los participantes ahora trabajarán juntos para presentar tres formas en que ellos—como individuos o como grupo—son como un sacramento. Cada participante debe tomar notas en su propia hoja.

8. Cuando todos hayan terminado, pida a un representante de cada grupo que informe las ideas que su grupo discutió con el grupo grande.

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9. Después de que cada grupo haya compartido, cada participante debe trabajar de forma independiente para completar el recuadro “¿Y qué?” al final de su hoja. En este recuadro, los participantes deben escribir una manera en que puedan ser un signo eficaz de la gracia de Dios en el mundo de hoy. En otras palabras, deben intentar responder la pregunta “¿Cómo puedo llevar efectivamente la luz y la vida de Dios a un mundo necesitado?”. Otorga unos minutos a los participantes para que piensen en una idea concreta y la anoten. Cuando los participantes terminen, deben ponerse de pie.

10. Cuando todos hayan terminado, los participantes deben pararse en un círculo con sus hojas en la mano. Cada participante debe arrugar su hoja en una bola. Entonces el facilitador debe establecer un cronómetro durante 20 segundos, durante el cual los participantes deben arrojar sus bolas de papel por la sala, como una pelea de bolas de nieve.

11. Cuando se llame el tiempo, todos deben agarrar la bola de papel más cercana a él o ella y abrirla.

12. Los participantes deben formar un círculo una vez más. Al dar la vuelta al círculo, cada participante debe tomar un turno y leer en voz alta la idea en el recuadro “¿Y eso qué?”. Si los participantes están de acuerdo en que la idea es algo que podrían comprometerse a hacer, deberían chasquear los dedos. Continúa rodeando el círculo hasta que cada participante haya compartido.

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SACRAMENTOS

1. Los sacramentos son eficaces.

This means that they have an effect on the person who receives them. Every time a person receives a sacrament, she or he is changed.

2. Los sacramentos son signos de gracia.

Esto significa que involucran a nuestros cuerpos además de nuestras almas. En cada sacramento, hay algo físico que podemos experimentar con nuestros ojos, manos, oídos, nariz o boca. Estos signos físicos nos ayudan a comprender el don de la gracia que recibimos en los sacramentos.

3. Los sacramentos son instituidos por Cristo.

Esto significa que fueron idea de Jesús. Podemos encontrar las raíces de los siete sacramentos en la Biblia.

4. Los sacramentos son confiados a la Iglesia.

Esto significa que a la Iglesia Católica—y en particular a los obispos y sacerdotes—se le ha dado la capacidad de usar y celebrar los sacramentos. Hemos estado celebrando los mismos sacramentos durante siglos.

5. La vida divina nos es dispensada por y a través de los sacramentos.

Esto significa que cuando alguien recibe un sacramento, él/ella recibe un gran don de Dios: ¡reciben una parte de la vida de Dios!

YO

¿Y ESO QUÉ?


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ACTIVIDAD


AYUNO DECOMIDA

OBJETIVOS: • Introducir a los participantes un estilo de oración conocido como lectio divina• Crear una oportunidad para que los participantes encuentren y compartan el

significado personal en uno de los milagros de alimentación de Jesús

MATERIALES: • Mesa de oración con una Biblia, vela encendida, crucifijo y otras imágenes sagradas

relevantes para establecer el tono• Copias impresas de la historia de Jesús alimentando a los 5,000 (Mateo 14, 13-21),

una para cada participante• Bolígrafos, lápices y/o marcadores

PROCESO:Nota: Este tipo de oración es más significativo en grupos de seis a ocho personas. Considera dividir tu grupo grande en grupos más pequeños y asignar a cada grupo pequeño una sala separada para esta experiencia de oración.

1. Distribuye la hoja de lectio divina y un instrumento de escritura a cada participante.

2. El facilitador comienza explicando qué es la lectio divina:

Lectio divina es latín para “lectura santa”. Es un estilo de oración que se desarrolló durante la Edad Media, cuando monjes y monjas vivían, trabajaban y oraban juntos en monasterios y conventos. Debido a esto, está diseñado para ser experimentado en comunidad. Específicamente, es una forma de leer y meditar juntos sobre la Sagrada Escritura como una familia de fe.

3. El facilitador continúa explicando el proceso para esta oración:

Para experimentar esta oración, primero vamos a decidir sobre tres personas para servir como lectores. Cada lector tomará su turno para proclamar un pasaje del Evangelio de Mateo. Este pasaje puede serles familiar: es la historia de Jesús alimentando milagrosamente a 5,000 personas.

Esperamos que esta oración les permita experimentar esta historia de una nueva manera. Mientras los lectores proclaman el Evangelio, los invitamos a pedirle al Espíritu Santo que llame su atención sobre una palabra o frase del pasaje. Después de la primera lectura del pasaje, se les invitará a compartir la palabra o frase que destacó para ustedes. Después de la segunda lectura del pasaje, se les invitará a compartir brevemente lo que esa palabra o frase significa para ustedes en su vida el día de hoy. Después de la tercera y última lectura del pasaje, se les invitará a compartir brevemente a que se sienten llamados a hacer como resultado de esta meditación.

Se les ha entregado una copia impresa del pasaje y un instrumento de escritura para que puedan seguirlo mientras se lee el pasaje. Los alentamos a subrayar, hacer un círculo o resaltar su palabra o frase. También pueden usar el espacio en blanco en su hoja para hacer un diario o tomar notas sobre lo que significa esta palabra o frase para ustedes.

¿Alguien tiene alguna pregunta?

4. Una vez que se hayan respondido todas las preguntas del grupo, identifica a tres lectores y decide el orden en el que proclamarán el Evangelio.

5. Comienza la oración invocando al Espíritu Santo:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Dios de sabiduría, que nos inspiras y nos haces conocer tu presencia, te damos gracias por el don de tu Palabra. Envía a tu Espíritu Santo para que esté con nosotros mientras meditamos en tu Palabra y discernimos tu llamado en este tiempo y lugar.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén

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6. El primer lector proclama el Evangelio. Un silencio de oración sigue. Durante este tiempo, los participantes deben subrayar o resaltar la palabra o frase que les ha llamado la atención y en la que desean meditar durante el resto de la oración. Luego, se invita a los participantes a compartir la palabra o frase que les llamó la atención. Recuerda a los participantes que solo deberán compartir la palabra o frase en este punto. Si no se sienten cómodos compartiendo, pueden decir “Paso”.

7. El segundo lector proclama el Evangelio. Después de un breve silencio, se invita a los participantes a compartir una o dos oraciones que expliquen el significado personal que encontraron en la palabra o frase que les llamó la atención. Recuerda a los participantes que mantengan sus reflexiones muy breves, para que todos los que quieran compartir puedan tener la oportunidad de hacerlo. Si un participante no se siente cómodo compartiendo, él/ella puede decir “Paso”.

8. El tercer lector proclama el Evangelio. Después de un breve silencio, se invita a los participantes a que compartan la acción que se sienten llamados a hacer como resultado de este momento de oración. Recuerda a los participantes que mantengan sus reflexiones muy breves, para que todos los que quieran compartir puedan tener la oportunidad de hacerlo. Si un participante no se siente cómodo compartiendo, él/ella puede decir “Paso”.

9. El facilitador debe concluir la oración rezando:

Dios de sabiduría, te agradecemos por este tiempo de oración como una familia de fe. Danos la gracia que necesitamos para vivir el llamado que hemos recibido mientras oramos, Padre nuestro...

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Al conocer esa noticia, Jesús se alejó discretamente de allí en una barca y fue a un lugar

despoblado. Pero la gente lo supo y en seguida lo siguieron por tierra desde sus pueblos.

Al desembarcar Jesús y encontrarse con tan gran gentío, sintió compasión de ellos y

sanó a sus enfermos. Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo:

“Estamos en un lugar despoblado y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que

se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.” Pero Jesús les dijo: “No tienen por

qué irse; denles ustedes de comer.” Ellos respondieron: “Aquí sólo tenemos cinco panes

y dos pescados”. Jesús les dijo: “Tráiganmelos para acá.” Y mandó a la gente que se

sentara en el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo,

pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos. Y los discípulos

los daban a la gente. Todos comieron y se saciaron, y se recogieron los pedazos que

sobraron: ¡doce canastos llenos! Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin

contar mujeres y niños.

—Mateo 14,13-21

Reflexión escrita:

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OBJETIVO:• Crear una oportunidad para que los participantes y los acompañantes expresen por

lo que están agradecidos al final del retiro


relevantes para establecer la pauta• Biblia con Hechos 2, 42-47 señalado• Hogaza pequeña de pan sin cortar, colocada en la mesa de oración en el centro

del círculo• Opcional: velas cónicas pequeñas, una para cada participante y acompañante

PROCESO: 1. Reúne a todos los participantes y acompañantes en un círculo, sentados en sillas

o en el piso.

2. Comienza rezando:


Dios amoroso, nos reunimos para dar gracias por las muchas bendiciones en nuestras vidas. Mientras nos tomamos el tiempo para nombrar estas bendiciones, mantennos conscientes del hecho de que “son las cosas buenas y los dones perfectos los que proceden de lo alto” (Santiago 1,17). Tú eres la fuente de nuestra alegría, felicidad y esperanza. Que aprendamos a usar estas bendiciones para amarte y servirte a ti y a nuestros prójimos.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

3. Un voluntario proclama Hechos 2, 42-47.

4. El facilitador luego explica:

La palabra “Eucaristía” proviene de la palabra griega que significa “acción de gracias”. Cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía, recordamos y damos gracias por el don de la gracia y la salvación de Dios, así como por innumerables bendiciones en nuestras vidas. Al igual que los primeros cristianos en el pasaje que acabamos de escuchar, ahora nos reunimos para partir el pan y dar gracias por las bendiciones que han venido de este retiro.

5. Continúa levantando la hogaza de pan de la mesa de oración y explicando:

Oplatek (pronunciado opwatek) es una tradición navideña polaca que imita las tradiciones de los primeros discípulos. Cada año en la víspera de Navidad, las familias polacas se reúnen para romper y compartir un trozo de pan fino como una oblea y desean bendiciones unos a otros para el próximo año.

Ahora vamos a pasar esta hogaza de pan alrededor del círculo. Cuando sea tu turno, por favor comparte una cosa por la cual estás agradecido por este retiro. Luego, rompe un trozo del pan para ti, cómelo y pásalo a la siguiente persona en el círculo. Después de que cada persona comparta algo que agradece, invita al grupo a responder diciendo: “Te damos gracias, Jesús”.

Variación opcional: si hay participantes o acompañantes con alergias a los alimentos que les impiden tocar o consumir pan, considera la siguiente actividad alternativa para que todos puedan ser incluidos. Entrega a cada participante y acompañante una pequeña vela cónica. El facilitador comienza encendiendo su vela cónica de la vela en la mesa de oración en el centro del círculo. A medida que él/ella comparte por lo que él/ella está agradecido, el facilitador gira y enciende la vela cónica de la siguiente persona en el círculo. El grupo responde con “Te damos gracias, Jesús”.

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7. Cada participante toma un turno compartiendo por lo que está agradecido y ya sea parte un pedazo de pan o enciende la vela de otra persona. Continúa hasta que cada persona en el círculo ha tenido la oportunidad de compartir.

8. Termina el ejercicio de oración rezando:


Dios amoroso, nos has bendecido abundantemente con la familia, amigos, refugio y alimentos. Y, sin embargo, sabemos que hay personas en nuestra comunidad y en el mundo que no tienen compañía, un lugar para llamar hogar o comida en su mesa. A medida que somos enviados desde este lugar, danos la gracia que necesitamos para compartir nuestras bendiciones con los demás. Que nuestro servicio mutuo sea un signo de nuestro amor y gratitud por ti.

Te lo pedimos en el nombre de Jesús mientras rezamos, Padre nuestro...

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OBJETIVOS: • Meditar en uno de los relatos de resurrección encontrados en los Evangelios• Crear una oportunidad para que los participantes reflexionen sobre lo que significa

ver a Jesús en la Eucaristía y en los rostros de aquellos que están experimentando pobreza


relevantes para establecer la pauta• Biblia con Lucas 24, 13-35 señalado• Altavoces y un dispositivo que proporciona acceso a Internet

PROCESO: 1. Invita a los participantes a comenzar en una posición de pie. Jugar y cantar con

“Open the Eyes of My Heart” (Abre los ojos de mi corazón) de Paul Baloche (disponible en YouTube: youtube.com/watch?v=if9UbuxDyEg).

2. El facilitador comienza orando:


Dios de la vida, nos has reunido aquí para crecer como tus hijos y discípulos.Mientras meditamos en tu palabra, abre nuestros corazones y mentes para que podamos comprender mejor tu llamado a amarnos unos a otros como tú nos amas.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

3. El grupo se sienta. Un voluntario pasa al frente para proclamar Lucas 24, 13-35.

4. El facilitador continúa leyendo la siguiente reflexión sobre este pasaje:

En este pasaje, dos de los discípulos de Jesús regresan a casa después de tres dramáticos días en Jerusalén. Estuvieron de pie y observaron cómo su líder, maestro y amigo había sido arrestado, torturado y asesinado. Imaginen las emociones que deben haber experimentado. ¿Creen que estaban desconsolados? ¿Confundidos? ¿Asustados?

Pero luego, mientras caminan, sucede algo milagroso. Jesús se une a ellos en su camino, pero al principio no lo reconocen. El reconocimiento viene después, cuando se reúnen en una mesa, y Jesús bendice y parte el pan. Como dice la Sagrada Escritura: “Con eso se abrieron sus ojos y lo reconocieron, pero desapareció de su vista”. ¿Por qué desaparecería el Jesús resucitado tan pronto como sus amigos comenzaran a comprender lo que estaba sucediendo?

El Papa San Juan Pablo II dijo una vez, “Queridos amigos, si aprenden a descubrir a Jesús en la Eucaristía, también sabrán cómo descubrirlo en sus hermanos y hermanas, particularmente los muy pobres”. Quizás Jesús desaparece en el momento del reconocimiento para invitar a sus discípulos a encontrarlo en otro lugar: en la Eucaristía y en los rostros de los que más nos necesitan.

Al hacer este retiro juntos, pidamos a Dios la gracia de verlo tanto en la fracción del pan como en los que sufren de hambre en el mundo. Que él abra los ojos de nuestros corazones para que podamos verlo y servirlo mejor en quienes nos rodean.

5. Después de un breve silencio, el facilitador invita al grupo a ponerse de pie.

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6. Uno o dos voluntarios pasan al frente para dirigir al grupo en las siguientes intenciones:

Nuestra respuesta será: “Ayúdanos a verte, Jesús”.

En el sacramento de la Eucaristía...

Ayúdanos a verte, Jesús.

En aquellos que no tienen comida, refugio o ropa adecuados...


En aquellos que son excluidos, olvidados o ignorados…


En aquellos que son tratados injustamente debido a su raza, género, creencias religiosas o habilidades…


En aquellos que dirigen nuestra Iglesia y nuestro mundo…


En nuestras familias y amigos, cuando hay conflicto y cuando hay alegría…


En nosotros mismos, cuando nos sentimos destrozados y cuando nos sentimos completos…


7. El facilitador concluye rezando:

Dios de la vida, te agradecemos por el don de la Eucaristía, que nos mantiene al servir a nuestros hermanos y hermanas necesitados. Ilumina nuestros corazones para que podamos sentir tu presencia en la Eucaristía y ver tu presencia en nuestras hermanas y hermanos que sufren en la pobreza y desesperación. Ya sea que estemos trabajando o rezando, hagamos todo por tu Gloria. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

8. El facilitador invita a los miembros del grupo a ofrecerse mutuamente un signo de paz.


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LUCAS 24, 13-35Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a unos doce kilómetros de Jerusalén, e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos, pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.

El les dijo: “¿De qué van discutiendo por el camino?” Se detuvieron, y parecían muy desanimados. Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: “¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?” “¿Qué pasó?”, les preguntó. Le contestaron: “¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!” Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. Pero nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz. Nosotros pensábamos que él sería el que debía libertar a Israel. Sea lo que sea, ya van dos días desde que sucedieron estas cosas.

En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado, pues fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.”

Entonces él les dijo: “¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?” Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.

Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir adelante, pero ellos le insistieron diciendo: “Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día.” Entró, pues, para quedarse con ellos.

Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. Entonces se dijeron el uno al otro: “¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”

De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a los de su grupo. Estos les dijeron: “Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.” Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

INTENCIONES:Nuestra respuesta será: “Ayúdanos a verte, Jesús”.

En el sacramento de la Eucaristía...Ayúdanos a verte, Jesús.

En aquellos que no tienen comida, refugio o ropa adecuados... Ayúdanos a verte, Jesús.

En aquellos que son excluidos, olvidados o ignorados…Ayúdanos a verte, Jesús.

En aquellos que son tratados injustamente debido a su raza, género, creencias religiosas o habilidades…Ayúdanos a verte, Jesús.

En aquellos que dirigen nuestra Iglesia y nuestro mundo…Ayúdanos a verte, Jesús.

En nuestras familias y amigos, cuando hay conflicto y cuando hay alegría…Ayúdanos a verte, Jesús.

En nosotros mismos, cuando nos sentimos destrozados y cuando nos sentimos completos…Ayúdanos a verte, Jesús.

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