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Rectángulo
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I.S.B.N.: 84-451-2809-4Deposito legal: M-13005-2006

egh5450
BVCM-derechos protegidos
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1

INTRODUCCIÓN

LOS LICS Y LAS VIASPECUARIAS

Existen en la Comunidad de Madrid

diez espacios naturales con diferentes

grados de protección, que van desde

la categoría de Parque Natural a la de

Monumento Natural o Sitio de Interés

Nacional. A esto hay que añadir las

siete Zonas de Especial Protección

para las Aves (ZEPAS) que han sido

declaradas como tales en la

Comunidad.

Estos espacios y otros circundantes

han sido integrados en siete grandes

Lugares de Interés Comunitario (LICs)

para formar parte de la europea Red

Natura 2000.

Un total del 39,9% del espacio de la

Comunidad de Madrid, que supone

una extensión de 320.000 hectáreas,

presenta algún tipo de protección.

La Red Natura 2000 es una propuesta

europea para conservar una represen-

tación sustancial de los distintos

ecosistemas de la Directiva Hábitat

92/43/CEE en una red ambiental

regional, nacional e internacional.

La Comunidad de Madrid estableció,

con el nombre Plan Vías Natura, un

conjunto de actuaciones sobre las

Vías Pecuarias que discurren por

espacios naturales de la Red Natura

o que sirven de conexión entre

los distintos espacios. Estas vías

pecuarias forman parte del importante

patrimonio que éstas representan en

la Comunidad de Madrid, que

asciende a unos 4200 Km. de

cañadas, cordeles, veredas y coladas,

auténticos corredores ecológicos.

1. Cañada Real Segoviana2. Cañada Real Galiana3. Cañada Real Soriana Oriental4. Cañada Real Leonesa Oriental

Cuenca del río GuadalixCuenca del río GuadarramaCuenca del río Lozoya y Sierra NorteCuenca del río ManzanaresCuenca de los ríos Jarama y HenaresVegas, cuencas y páramos del Sureste de MadridZEPA Encinares de los ríos Alberche y Cofio

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INTRODUCCIÓN

LAS RUTAS DE ESTA GUÍA

Las rutas descritas en esta Guía han

sido configuradas a modo de

conexión entre dos Espacios Naturales

Protegidos (ENPs) incluidos en sendos

LICs. Se trata del ENP “Curso Medio del

Guadarrama”, perteneciente al LIC

Cuenca del Río Guadarrama y del ENP

“Cursos bajos del Manzanares y

Jarama” incluido en el LIC Vegas,

cuestas y páramos del Sureste.

El corredor une las villas de Batres

con San Martín de la Vega. Por consi-

guiente, en esta Guía se describen

rutas cuya orientación principal es

Oeste - Este. Pero se ha buscado que

las rutas sean cerradas, de forma que

el excursionista pueda llegar con su

automóvil al punto de salida y

regresar a él después de haber rea-

lizado el recorrido y para ello se pro-

ponen tramos que discurren en su

inmensa mayor parte por vías

pecuarias, en una franja que se

extiende hacia el Norte y el Sur y cuyo

eje es, más o menos, el corredor prin-

cipal, que es el que enlaza y vertebra

las rutas y que está dividido en cuatro

tramos: Batres - Cubas, Cubas -

Torrejón de Velasco, Torrejón de

Velasco - Valdemoro y Valdemoro -

San Martín de la Vega. Como los

distintos tramos de estas rutas

siempre empiezan y acaban en

núcleos urbanos (exceptuando los de

la Ruta V), se da al excursionista

la posibilidad de no tener que ajustar

su recorrido a cada una de las rutas

propuestas, sino que puede combinar

en una excursión tramos de distintas

rutas o, por supuesto, dar un paseo

por uno sólo de los tramos.

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3

INTRODUCCIÓN

LA MESTA

Desde antiguo, dado el clima

extremado de la Península Ibérica, los

pastores trasladaban sus rebaños bus-

cando los mejores pastos en cada

estación del año. Lugares frescos en

verano, en lugares altos, y templados

en invierno, en las dehesas y los

prados de los valles. Esta actividad

entró pronto en conflicto con los agri-

cultores y con una enorme cantidad

de personas poderosas e instituciones

no menos poderosas que tenían la

mala costumbre de cobrar derechos a

todo aquel que atravesase su terri-

torio con cualquier clase de bienes. En

un principio, los concejos de ciudades

importantes buscaron ante el rey, y

consiguieron, privilegios para sus

ganados y luego, poco a poco fueron

asociándose entre ellos y con otros

propietarios, laicos y religiosos, hasta

conseguir que Alfonso X, en 1273,

constituyese el Honrado Concejo de la

Mesta, que con este nombre llegó

hasta el siglo XIX. En 1836 se ordenó

que el Concejo de la Mesta pasase a

denominarse Asociación General de

Ganaderos, que duró hasta 1936.

Aunque a primera vista pueda parecer quelas Rutas que proponemos en esta Guíapara conectar las vegas de los ríosGuadarrama y Jarama, sean solamente elsegundo intento que se ha hecho a lo largode la Historia (el primero sería la carreteraNavalcarnero - Ciempozuelos, la ahora lla-mada M-404), lo cierto es que ha habidootras, reales, sentimentales e imaginarias:

-San Martín de la Vega, durante algunosaños del siglo XX, se abasteció de agua pro-cedente de Batres, pues allí se captaba elagua del río Guadarrama (el agua del Jaramaestaba altamente contaminada, mientrasque la del Guadarrama bajaba en estadoaceptable).

-En el año 1500, la villa de Batres firmó, conpermiso de sus señores, Garcilaso de laVega y doña Sancha de Guzmán, una cartade vecindad con la ciudad de Segovia y nosabemos la razón por la que precisamenteen el archivo municipal de San Martín de laVega, se conserva desde entonces una delas escasísimas copias del documento original.

-En torno a los ríos Guadarrama y Jarama searticularon los territorios pertenencientes aSegovia que recibían el nombre de "sexmos"de Casarrubios (Guadarrama) y Valdemoro(Jarama), separados por lo que entonces eraTierra de Madrid.

-Y, aunque sea un asunto reciente pero quetiene hondas raíces en el pasado, ha surgi-do una polémica entre algunos historiado-res y arqueólogos por la localización de laromana Titulcia. La villa que hoy se conocecon ese topónimo, junto al Jarama, se llamóBayona hasta el siglo XIX, cuando su señorobtuvo permiso real para cambiarle el nom-bre, aduciendo que está edificada sobre lasruinas de la ciudad romana. La mayor partede los estudiosos no están de acuerdo conello y cada uno propone para la ciudadromana una ubicación distinta. Y resultacuando menos curioso, que un prestigiosoarqueólogo haya identificado con Titulciaun yacimiento junto a las ruinas romanasexcavadas en Carranque, junto alGuadarrama, muy cerca de Batres. La mayoríade los estudiosos no está de acuerdo, pero …

EL CORREDOR BATRES - SAN MARTÍN DE LA VEGA

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INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, el pastoreo se ha

desarrollado de tres formas:

n Estante. Los rebaños son pequeños

y suelen estar en terrenos de la casa o

del pueblo. A veces no hay una

persona dedicada en exclusividad al

rebaño, porque se alterna este trabajo

con la agricultura.

n Trashumante de corto o mediano

recorrido. Los rebaños son mayores y

se mueven desde la sierra a los valles

más o menos cercanos.

n Trashumante de largo recorrido.

Los rebaños suelen ser grandes y el

trayecto que recorren puede ser de

varios cientos de kilómetros. El

ganado se desplaza por las Cañadas

Reales, que cruzan el Reino de Castilla

de Norte a Sur.

Durante los siglos en que existió la

Mesta, se desplazaban cada año por

sus cañadas cinco millones de

cabezas de ovejas, principalmente

merinas, fuente de una importan-

tísima industria lanera, sin duda la

más importante del reino de Castilla.

El conjunto formado por el ganado y

los arreos recibía el nombre de

cabaña. Esta solía estar formada por

diez o doce mil cabezas y estaba a

cargo de un mayoral. Cada millar de

ovejas, con 25 mansos y 50 carneros

estaba a cargo de un rabadán, al que

ayudaban dos pastores y dos zagales.

El rebaño estaba protegido por varios

mastines equipados con carlancas en

sus cuellos, collares con pinchos para

protegerse de los lobos.

Tuvo la Mesta una forma tradicional

de gobierno, celebrando dos concejos

cada año, en que se juntaban pastores

Rebaño de 400 cabezas de ganado estante de San Martín de la Vega

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5

INTRODUCCIÓN

y ganaderos para tratar de la conser-

vación y fomento de la ganadería,

nombrándose en ellos los oficiales

y los individuos que habían de cons-

tituir el concejo permanente, que era

presidido por un miembros del

Consejo Real y tenía cierto número de

jueces privativos (llamados alcaldes,

que lo eran de cuadrilla, de alzadas,

de apelaciones y entregadores), que

visitaban los partidos y conocían de

todos los negocios relativos a pastos,

ganados y conservación de las vías

pecuarias. Estas se clasifican, tradicio-

nalmente, según su anchura en:

n Cañadas, cuya anchura no excede

de 75 m.

n Cordeles, cuya anchura no excede

de 37,5 m.

n Veredas, cuya anchura no excede

de 20 m.

n Coladas, de anchura variable.

Además, las vías pecuarias tienen

abrevaderos, espacios en los que los

ganados pueden beber agua, descan-

saderos, lugares en los que descansar

y majadas, para que el ganado pueda

pernoctar con seguridad.

Las vías pecuarias forman estructuras

lineales continuas que forman un

entramado de ecosistemas de distri-

bución lineal, garantizan la conexión

entre los distintos espacios naturales

y contribuyen a la diversidad de las

especies.

Documento expedido en el año 1455 por un alcalde entregador de la Mesta

El Honrado Concejo de la Mesta no fueconstituido hasta el año de 1273, entiempos de Alfonso X. En ese momentotodas las cañadas existentes pasaron apertenecer al Concejo. Con anterioridada esto, las cañadas eran "particulares".Conocemos un ejemplo en el que el reyAlfonso VIII, el de las Navas, concede ala ciudad de Segovia cuatro cañadas. El documento es del 12 de diciembre de1208 y lo firmó el rey en Segovia.Concede a la ciudad extensísimos térmi-nos al Sur de la Sierra (lo que posterior-mente sería llamado "sexmo" deValdemoro y más tarde condado deChinchón) y aprovecha para concederademás de los términos, cañadas y descansaderos para el ganado.

En tres casos especifica que las cañadashabían de tener una milla de ancho y eldocumento da a entender que en esemomento habilita como cañadas caminos, estradas o vías preexistentes.

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INTRODUCCIÓN

La interconexión de la Red Natura

2000 mediante estos caminos histó-

ricos permite:

n Garantizar la continuidad de la red

de espacios naturales a través de la

elección de las vías pecuarias y la eje-

cución de actuaciones que permite

dar solución a las discontinuidades

causadas por infraestructuras viarias,

hidráulicas y otras obras públicas y

por invasiones ilegales.

n Integrar la red en la planificación

del territorio, al quedar definidas las

vías pecuarias en los marcos norma-

tivos sectoriales y en la legislación del

suelo como suelo no urbanizable pro-

tegido.

n Fomentar el desarrollo sostenible,

al constituir escenarios idóneos para

el desarrollo de actividades econó-

micas - turismo y recreo - sobre las

que existe una demanda cada vez

mayor y que son compatibles con el

tránsito ganadero, uso prioritario

de las vías pecuarias. Así quedan

integradas las actividades tradicio-

nales agropecuarias con el turismo

y la conservación de la naturaleza.

Usos de las Vías Pecuarias:

Prioritarios: Tránsito de ganado.

Compatibles: Desplazamiento de vehí-

culos y maquinaria agrícola.

Complementarios: Senderismo, paseo,

cabalgada, tránsito con vehículos no

motorizados (bicicletas).

Qué no debes hacer en las Vías

Pecuarias:

n Realizar vertidos.

n Transitar con vehículos no

autorizados.

n Dañar la flora y la fauna asociada.

n Acampar.

n Extraer áridos, rocas u otros

materiales.

n Poner carteles.

Para obtener más información: www.madrid.org/viaspecuarias

(Direcciones Generales - Agricultura - Vías Pecuarias)

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INTRODUCCIÓN

En automóvil:

Desde Madrid, por la Autovía de Andalucía,la A-4, se llega a Pinto y a Valdemoro. DesdePinto, por la M-841, se llega a San Martín dela Vega. También se puede llegar por la M-301, desde Villaverde o desde la misma A4.Esta carretera continúa hasta Ciempozuelos.San Martín de la Vega también está comuni-cada con la Autovía de Valencia, la A-3, pormedio de la M-506, que viene desdeArganda.

Por la Autovía de Toledo, la A-42, se llega aTorrejón de la Calzada y a Torrejón deVelasco.

Por la M-405, desde Leganés y Fuenlabradase llega a Humanes de Madrid, Griñón yCubas de la Sagra y por la M-413, desdeFuenlabrada a Moraleja de Enmedio.

La Autovía M-506 viene desde Móstoles ypasando por Fuenlabrada y Pinto llega alParque Temático de San Martín de la Vega.

La carretera que sigue sensiblemente el trazado de las rutas que seguimos en estaguía es la M-404. Viene desde Navalcarnero,a donde se puede llegar por la Autovía deExtremadura, la A-5, y pasa por Batres,Serranillos del Valle, Griñón, Torrejón de laCalzada, Torrejón de Velasco, Valdemoro yCiempozuelos. Tiene conexiones con lasAutovías de Toledo, la A-42 y de Andalucía,la A-4.

En tren:

Desde la estación de Méndez Alvaro yVillaverde Alto (línea C-5), se llega aHumanes de Madrid y Griñón. La línea siguehacia Talavera.

Desde Atocha y Villaverde Bajo (línea C-3), sellega a Pinto, Valdemoro y Ciempozuelos. Lalínea sigue hacia Cuenca y Toledo. Un ramalde esta línea desde Pinto (C-3a) llega a SanMartín de la Vega con parada intermedia enel Parque Temático.

CÓMO LLEGAR

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RECOMENDACIONES Y CONSEJOSPara disfrutar del recorrido de estas

rutas, gozando del paisaje y teniendo

en cuenta la importancia de la segu-

ridad, resulta conveniente, en primer

lugar, escoger los días apropiados.

Es de todos bien sabido que la mejor

estación para pasear por el campo es

la primavera,

Cuando hace la calor

cuando los trigos encañan

y estén los campos en flor,

cuando canta la calandria

y responde el ruiseñor,

cuando los enamorados

van a servir al amor…

Pero para el más aventurado cami-

nante, cualquier época es buena,

todas tienen sus encantos, y cada una

sus ventajas e inconvenientes, si bien

no está de más recabar anticipada-

mente información sobre el tiempo

previsto en la zona.

Estime bien el tiempo que va a tardar

en recorrer la ruta, procurando que la

noche no le sorprenda de camino. No

es conveniente emprender la ruta en

solitario, porque cualquier pequeño

tropiezo puede convertirse en un

serio problema, pero en caso de deci-

dirse por esta opción, asegúrese de

que alguien sabe perfectamente

cuales son sus previsiones de rutas y

horarios, de forma que pueda alertar a

Protección Civil si Vd. no ha regresado

a la hora prevista. Por supuesto, el

teléfono móvil es, en cualquier caso,

de gran utilidad.

Debemos procurar caminar por las

cañadas, caminos y senderos (para

ello hemos hecho esta Guía). Por

carretera, camine siempre por su

izquierda, porque de esta manera

tendrá visión frontal de los vehículos

que se aproximen y ellos le verán

mejor.

Camine ligero de equipaje, sin cargas

superfluas, con el atuendo adecuado a

la estación y sin olvidar los pertrechos

propios del amante de la Naturaleza

(prismáticos para mejor observar las

aves, cámara fotográfica, guías de

flora y fauna, cuaderno de notas y

lápiz.) El calzado es muy importante

en cualquier época del año, lo mismo

que la gorra para los de frente des-

pejada: incluso un día soleado de

invierno puede provocar una inso-

lación.

No creemos necesario decir, pero ahí

va, por si acaso, que el respeto a la

Naturaleza debe guiar todas nuestras

acciones. No debemos encender

fuego fuera de los lugares expresa-

mente dispuestos para ello y los fuma-

dores tendrán especial cuidado con

las colillas y cerillas. No dejaremos

basura, incluida la orgánica, guar-

dándola en una bolsa, para ser luego

depositada en un contenedor apro-

piado. Respetaremos todos los cursos

de agua, arroyos, manantiales,

INTRODUCCIÓN

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9

INTRODUCCIÓN

fuentes e incluso charcas y beberemos

solamente en las fuentes que indiquen

expresamente que el agua es potable.

No maltrataremos ni arrancaremos

plantas ni molestaremos ni hostiga-

remos a los animales silvestres, al

ganado ni a los perros (ni por

supuesto a los humanos) y dejaremos

en el campo a los grillos y a las mari-

posas (algunas de éstas, por cierto,

que medran en los campos atrave-

sados por estas rutas, son especies

protegidas por su rareza). El ruido,

aunque a nosotros pueda parecernos

agradable, en forma de música de

nuestro gusto, puede resultar molesto

a otras personas, a los animales e

incluso a las plantas, que parecen

tener predilección por la música

barroca, según eminentes investiga-

dores. Y si Vd., racionalmente observa

estas normas, asegúrese de que su

perro, si es que le acompaña, las

observe también. Manténgalo siempre

controlado y no olvide que está pro-

hibido llevarlo suelto por cotos y

reservas de caza. Por cierto, los días

de caza, jueves y domingos entre

agosto y febrero, tenga cuidado con

los malos tiradores, que abundan (han

llegado a confundir un pato salvaje

con una gallina enfadada). Quédese

en casa o vaya al campo con atuendo

de colores chillones, de forma que los

mentados no puedan confundirle con

una paloma, o lo que sería peor,

con un jabalí -peor, sobre todo,

porque le dispararían con bala-.

También debemos respetar todos los

elementos de nuestro copioso patri-

monio histórico, arqueológico, cul-

tural y etnográfico. No descoloque las

piedras de muros o edificaciones, por

modestos que sean. Armese de cris-

tiana paciencia si su paseo se ve inte-

rrumpido por una procesión o una

romería y anímese a unirse a ella. Y

como lo cortés no quita lo valiente,

denuncie las agresiones al medio

ambiente que observe en su ruta.

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INTRODUCCIÓN

GEOMORFOLOGÍA

El área suroriental de Madrid forma

parte del territorio centrosepten-

trional de la Cuenca del Tajo,

separada del Sistema Central por una

gran zona de fractura que durante

largo tiempo ha condicionado la evo-

lución de ambas unidades. La

estructura geológica de la sierra de

Madrid es escalonada, consecuencia

de movimientos de fallas, que elevan

unos bloques, formando la sierra y

dejando otros más hundidos for-

mando los llamados piedemontes,

que son superficies formadas por

bloques de los mismos materiales que

las sierras y sirven de transición entre

éstas y los llanos de la cuenca del

Tajo. Estos movimientos tuvieron

lugar durante el plegamiento alpino a

lo largo de la gran fractura meridional

del Sistema Central. También durante

el plegamiento alpino la cuenca del

Tajo quedó deprimida y con el tiempo

fue recibiendo sedimentos detríticos

comportándose como una cubeta

molásica. Esta depresión presenta un

relieve poco accidentado: en las zonas

altas aparecen las mesas y los cerros

testigos del terciario y en las zonas

bajas predominan las terrazas flu-

viales con depósitos cuaternarios.

Entre ambas zonas se desarrollan

escarpes provocados por los procesos

erosivos sobre las formaciones sedi-

mentarias. Los materiales son calizas

en los páramos, relativamente

permeables, mientras que la vega baja

del Jarama, en líneas generales, está

constituida por depósitos aluviales

cuaternarios que rellenan el espacio

abierto a expensas de los materiales

miocénicos de la cuenca. Este material

miocénico de la cubeta está consti-

tuido por margas, margas yesíferas y

yesos que afloran en ambas márgenes

del valle. En esta zona se distinguen,

por una parte los páramos o super-

ficies planas y altas y, por otra, las

incisiones en los valles. Son

permeables, lo que facilita la aparición

de rezumaderos y manantiales de

agua en las laderas.

Cortados yesíferos sobre el Jarama

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INTRODUCCIÓN

LA FLORA

Cada ecosistema, en su estado actual,

es fruto de la actuación del hombre

sobre el paisaje original. Durante

siglos el hombre ha reducido el

bosque para sembrar, para tener más

pastos y, ya en la Edad Moderna, en

nuestra Comunidad Autónoma, para

obtener leña con la que abastecer a la

siempre creciente población de la Villa

y Corte.

Bosques de encinas sólo quedan en

los terrenos de relieve accidentado,

aunque de un tiempo a esta parte,

algunos han sido aprovechados para

la construcción de urbanizaciones de

chalets. En los bien regados valles, los

bosques se han ido estrechando hasta

quedar reducidos a los bosques-

galería, que casi parecen, vistos de

lejos, filas de soldados que hacen

guardia junto al río, dejando de esta

forma, extensas vegas con espacio

para cultivar. En los arenales, la

tendencia a clarear los bosques,

adehesándolos, fue aumentando

según aumentaban las necesidades

alimentarias de la población, hasta

dejar enormes espacios para el cultivo

de cereales, vides y olivos, en

detrimento de la primigenia encina,

cantada por Antonio Machado:

El campo mismo se hizo

árbol en ti, parda encina.

Ya bajo el sol que calcina,

ya contra el hielo invernizo,

el bochorno y la borrasca,

el agosto y el enero,

los copos de la nevasca,

los hilos del aguacero,

siempre firme, siempre igual,

1. cenizo

2. verdolaga

3. neguilla

4. lechetrezno

5. ojo de perdiz

6. amapola

7. hierba golondrinera

8. fumaria

9. erísimo

10. anteojos de Santa Lucía

12

3 4

5 6 7 8 9

10

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12

INTRODUCCIÓN

impasible, casta y buena,

!oh tú, robusta y serena,

eterna encina rural …

En épocas mucho más recientes, ya en

nuestros días, el abandono de la agri-

cultura consecuencia de su falta de

rentabilidad, ha producido numerosos

eriales, aunque justo es decir que se

ven algunos signos de recuperación,

pero todavía insuficientes. Por consi-

guiente, en nuestro recorrido por las

rutas que discurren por las planicies,

nos encontraremos con un variado

mosaico de plantas cultivadas y de

restos de vegetación natural. De la

familia de las quenopodiáceas, es fre-

cuente el cenizo1 (Chenopodium

album), que recibe tal nombre por el

color ceniciento de sus hojas, aunque

a veces es más verde que grisáceo; de

las portulacáceas, la verdolaga2

(Portulaca oleracea), rastrera y cuyas

flores parecen abrirse sólo al

mediodía; de las cariofiláceas, la

neguilla3 (Agrostemma githago), real-

mente tóxica, a pesar de que el

Diccionario de la Real Academia diga

que no hay fundamento para

afirmarlo; de las euforbiáceas, el

lechetrezno4 (Euphorbia helioscopia),

de ancha umbela con las brácteas

brácteas amarillentas; de las ranuncu-

láceas, el ojo de perdiz5 (Adonis

vernalis), de llamativas flores ama-

rillas; de las papaveráceas, la

amapola6 (Papaver rhoeas), de todos

conocida, y la hierba golondrinera7

(Chelidonium majus) que así se llama

porque florece en febrero, cuando

vuelven las golondrinas; de las fuma-

riáceas, la fumaria8 (Fumaria offici-

nalis), amarguísima, así nombrada por

su olor a humo; de las crucíferas,

11. pan y quesillo

12. trébol rojo

13. retama

17. borraja

18. viborera

19. chupamieles

20. verruguera

12

11

14 19

18

13

1516

20

17

14. malva

15. cardo corredor

16. correhuela

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13

INTRODUCCIÓN

el erísimo9 (Sisymbrium officinale),

también llamado hierba de los can-

tores o de los chantres por haber

sido utilizada para curar las afec-

ciones de garganta, los anteojos de

Santa Lucía10 (Biscutella laevigata),

llamada así por la figura que forman

sus frutos y el pan y quesillo11

llamada en latín Capsella bursa- pas-

toris por la misma razón; de las legu-

minosas, los conocidos tréboles, de

los que podemos destacar el trébol

rojo12 (Trifolium repens) y la retama13

(Retama sphaerocarpa), que es la

planta de porte arbustivo más fre-

cuente y que ha servido para cocer

muchos panes en las tierras escasas

de árboles - llegó a ser cultivada en

muchos pueblos de la zona -; de las

malváceas, la malva14 (Malva sil-

vestris), todavía utilizada como

verdura en algunos sitios, aunque con

algún condimento, porque es bastante

insípida; de las umbelíferas, el cardo

corredor15 (Eryngium campestre), en

cuya raíz, de un metro de largo,

cuando ya está muerta, vive el hongo

saprófilo Pleurotus eryngii, cuyo

carpóforo es la seta de cardo; de

las convolvuláceas, la correhuela16

(Convolvulus arvensis), rastrera o tre-

padora con flores en forma de "cam-

panillas"; de las boragináceas, la

borraja17 (Borago officinalis), todavía

consumida como verdura y cuyas

flores azules dan alegría y sabor a las

ensaladas, la viborera18 (Echium

vulgare), usada antes contra las pica-

duras de víbora, sin bien con poco

éxito, la chupamieles19 (Anchusa

azurea), así llamada porque si se

chupa la parte inferior de la flor, sale

de ella "una lágrima dulce, como la

miel", y la verruguera20 (Heliotropium

21. gordolobo

22. manzanilla bastarda

23. aciano

27. nazareno

28. efedra

29. coscoja

30. mastuerzo

25

21

24

22

26

27

23

2830

29

24. cardo cuco

25. achicoria

26. cardillo

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14

INTRODUCCIÓN

europaeum), muy conocida por los

ramilletes curvos de sus pequeñas

flores blancas o lilas, llamados vulgar-

mente "pendientitos"; de las escrofula-

riáceas, el gordolobo21 (Verbascum

thapsus), con variados usos en

tiempos pasados: medicinal, como

hacha de fuego y como ictiocida; de

las compuestas tubulifloras, la manza-

nilla bastarda22 (Anthemis arvensis),

con las mismas propiedades que la

noble, aunque menos acentuadas, el

aciano23 (Centaurea cyanus), de bellas

flores azules usadas para teñir, y el

cardo cuco24 (Carlina vulgaris), tan

bello como temible por sus pinchos;

de las ligulifloras, la achicoria25

(Cichorium intybus), cuya raíz tostada

se usó como sucedáneo del café y el

cardillo26 (Scolymus hispanicus), muy

apreciado por los buenos gourmets;

de las liliáceas, el nazareno27 (Muscari

comosum), así llamado por color

morado de las flores de su espiguilla.

En las rutas que discurren por los aflo-

ramientos margo- yesíferos, bastante

menos modificados por el hombre, si

exceptuamos las actividades extrac-

tivas, veremos que están poblados por

matas y arbustos de poca altura. De la

familia de las efedráceas, la efedra28

(Ephedra major), con hojas tan

pequeñas que parece no tenerlas; de

las fagáceas, destaca la coscoja29

(Quercus coccifera) que solamente

prospera en el caso de que exista un

mantillo orgánico que atenúe los

efectos de los iones del yeso; de las

crucíferas, el mastuerzo30 (Lepidium

sativum), que puede sustituir al berro

en las ensaladas y el pítano (Vella

spinosa), que a primera vista parece

una retama; de las resedáceas, la

reseda31 (Reseda luteola), con una

31. reseda

32. romerillo

33. tomillo morisco

34. espantalobos

35. espino negro

36. jazmín silvestre

37. abrótano hembra

38. ontina

39. alcachofa borriquera

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33

34

35

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INTRODUCCIÓN

enhiesta espiga de flores blancas; de las

cistáceas, el romerillo32 (Helianthemun

lavandulifolium), de cepa tortuosa y

con las ramitas del año blanquecinas y

el tomillo morisco33 (Fumana thymi-

folia), con hojas que recuerdan a las

del tomillo, como indica su nombre

latino; de las leguminosas, el espan-

talobos34 (Colutea arborescens), cuyas

legumbres maduras, al ser movidas

por el viento, hacen tan gran

estruendo que espantan a cualquiera;

de las ramnáceas, el espino negro35

(Rhamnus lycioides), de flores

amarillas y frutos negros; de las ole-

áceas, el jazmín silvestre36 (Jasminum

fruticans), con flores bonitas pero

inodoras; de las compuestas tubuli-

floras, el abrótano hembra37

(Santolina chamaecyparissus), también

llamada hierba piojera, porque consi-

deraban los antiguos que ahuyentar a

estos insectos era una de sus muchas

virtudes, la ontina38 (Artemisia herba-

alba), muy aromática y la alcachofa

borriquera39 (Onopordum acan-

thium), cardo que puede alcanzar los

dos metros de altura; dos gramíneas

adquieren importancia por su fre-

cuencia y porque fueron la base de

una importante industria, el albardín

o esparto basto (Lygeum spartum) y

el esparto o atocha (Stipa tena-

cissima).

Y en cualquier clase de terreno, junto

a los arroyos o al agua estancada o

remansada, veremos juncos (Juncus

effusus), carrizos (Phragmites aus-

tralis) y espadañas (Typha latifolia),

además de otras numerosas especies.

LA FAUNA

Los invertebrados de dieta vegeta-

riana más frecuentes en la zona son el

grillo común1 (Gryllus campestris), la

cigarra2 (Lyristes plebejus), la lan-

gosta migratoria3 (Locusta migra-

toria), el escarabajo pelotero4

(Scarabaeus sacer) y de los omní-

voros, el alacrán cebollero5

1. grillo común

2. cigarra

3. langosta migratoria

4. escarabajo pelotero

5. alacrán cebollero

6. Catocala sponsa 7. Britensia circe Melanargia lachesis Zegris eupheme

1 2 4

3

5

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16

INTRODUCCIÓN

(Gryllotalpa gryllotalpa), llamado

alacrán por su robusto aspecto,

aunque en realidad es un grillo.

Entre los lepidópteros más corrientes

están la Catocala sponsa6, nocturna,

cuya oruga se alimenta de las hojas de

la encina, la Britensia circe7, que se

alimenta principalmente de la gra-

mínea cañuela de oveja, la

Melanargia lachesis y la Zegris

eupheme, cuyas larvas se alimentan

de los anteojos de Santa Lucía.

Y los arácnidos más comunes son el

escorpión o alacrán (Buthus euro-

paeus) y la tarántula (Lycosa narbo-

nensis), útiles en el sentido de que

regulan las poblaciones de insectos.

Sin embargo, sus picaduras, vene-

nosas, producen serias molestias.

Y pasando a los vertebrados, en el

baldío viven numerosas especies de

aves, unas permanentemente y otras,

migratorias, que lo visitan temporal-

mente. Los aláudidos, bastante mimé-

ticos con el medio por su coloración,

anidan en el suelo, de entre ellos los

más comunes son la calandria1

(Melanocorypha calandra) y la

cogujada común2 (Galerida cristata).

En invierno entran bandadas de

alondras europeas3 (Alauda arvensis).

Mucho más raras y, además, por su conduc-

ta reservada, más difíciles de observar

a pesar de su gran tamaño, son la avu-

tarda4 (Otis tarda) y el sisón5 (Otis tetrax).

1. calandria

2. cogujada común

3. alondras europeas

4. avutarda

5. sisón

6. perdiz

7. jilguero

8. gorrión común

9. gorrión molinero

10. abubilla

6

3

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9

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