Dieta y Desarrollos Prehispanicos en Colombia

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DIETA Y DESARROLLOS PREHISPANICOS EN COLOMBIA 1 DURANTE DIEZ MIL AÑOS EL INDÍGENA PRESENTÓ RESISTENCIA A LA AGRICULTURA La relación entre alimentación y desarrollos sociales es de especial interés para todos aquellos interesados en las ciencias humanas. El análisis de la dieta de pueblos precolombinos ha arrojado valiosa información sobre cómo esos pueblos solucionaban sus necesidades básicas en contextos sociales e históricos diferentes. Alimentarse implica muchas cosas. Ante todo, apropiarse de recursos, lo cual puede tomar la forma de apropiación directa o de explotación sistemática e intensiva. Implica también transformar esos alimentos, lo cual puede ir desde una mínima intervención hasta complejos sistemas de adecuación de recursos para el consumo humano. Alimentarse es también organizar el trabajo de acuerdo con esas formas de apropiación y trasformación. Y la manera como se haga tiene que ver con la forma como se organiza una sociedad, por no mencionar toda una manera de ver el mundo y manipularlo. En estas páginas quiero referirme a los cambios en la dieta de nuestros pueblos precolombinos. Pretendo discutir algunos de los estereotipos mas comunes sobre la relación entre la forma como una sociedad se alimenta y como se organiza y cambia en el tiempo. La arqueología colombiana, que durante los últimos años viene sufriendo una verdadera trasformación a nivel de Conceptos y metodologías, puede aportar mucho para que alguna de las ideas más arraigadas se pongan en duda, o al menos no se acepten como interpretaciones únicas. 1 Por: Carl Henrik Langebaek Rueda Antropólogo y Profesor, Universidad de los Andes. Doctor en Arqueología. Universidad de Pittsburgh.Pennsylvania.

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mirada a la gastronomía colombiana desde el punto de vista socio-cultural

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DIETA Y DESARROLLOS PREHISPANICOS EN COLOMBIA1

DURANTE DIEZ MIL AÑOS EL INDÍGENA PRESENTÓ RESISTENCIA A LA AGRICULTURA

La relación entre alimentación y desarrollos sociales es de especial interés para todos aquellos interesados en las ciencias humanas. El análisis de la dieta de pueblos precolombinos ha arrojado valiosa información sobre cómo esos pueblos solucionaban sus necesidades básicas en contextos sociales e históricos diferentes. Alimentarse implica muchas cosas. Ante todo, apropiarse de recursos,

lo cual puede tomar la forma de apropiación directa o de explotación sistemática e intensiva. Implica también transformar esos alimentos, lo cual puede ir desde una mínima intervención hasta complejos sistemas de adecuación de recursos para el consumo humano. Alimentarse es también organizar el trabajo de acuerdo con esas formas de apropiación y trasformación. Y la manera como se haga tiene que ver con la forma como se organiza una sociedad, por no mencionar toda una manera de ver el mundo y manipularlo. En estas páginas quiero referirme a los cambios en la dieta de nuestros pueblos precolombinos. Pretendo discutir algunos de los estereotipos mas comunes sobre la relación entre la forma como una sociedad se alimenta y como se organiza y cambia en el tiempo. La arqueología colombiana, que durante los últimos años viene sufriendo una verdadera trasformación a nivel de Conceptos y metodologías, puede aportar mucho para que alguna de las ideas más arraigadas se pongan en duda, o al menos no se acepten como interpretaciones únicas.

Los procesos de evolución social han sido planteados frecuentemente en términos de un gradual descubrimiento de nuevos recursos de alimentaci6n. Se asume que durante los períodos más antiguos la población vivía de la cacería. Luego, los indígenas habrían «descubierto» alimentos como el maíz, la yuca y la papa, tras un lento proceso de experimentación y observación de la naturaleza. Este desarrollo se habría dado gracias a un enriquecimiento de tipo intelectual y habría tenido una serie de consecuencias sociales importantes: Primero, las sociedades habrían crecido, no solo en términos de bagaje cultural, sino en tamaño y complejidad social. Segundo, las sociedades humanas van aprendiendo a dominar la naturaleza. En otras palabras, a medida que los cazadores conocieron plantas más productivas y nutritivas, se desarrollaron generaciones cada vez más sanas, las cuales tuvieron la capacidad de disponer cada vez de más tiempo para dedicarse a

1Por: Carl Henrik Langebaek RuedaAntropólogo y Profesor, Universidad de los Andes.Doctor en Arqueología. Universidad de Pittsburgh.Pennsylvania.

actividades distintas a la producción directa de alimentos: entre ellas las artes y la vida espiritual En otras palabras la agricultura se constituyó en la base que dio paso a la «civilización».

2En Colombia se plantea que tras milenios de vida basada en la caza y en la recolección, algunos grupos de la costa atlántica «descubrieron» la agricultura hace unos 5000 años, en el período Formativo. Luego, por las ventajas propias de la agricultura, esta se habría difundido al resto del país e incluso al resto del continente. En las regiones de Colombia distintas a la costa, la idea de cultivar plantas habría sido el resultado de algún tipo de contacto con los pueblos que tuvieron la idea original de vivir del cultivo de plantas.

Un cúmulo de evidencias cada vez más grande, sin embargo, sugiere que

nuestras interpretaciones sobre el pasado basadas en la idea de «progreso» están equivocadas. Numerosos trabajos etnográficos sugieren que los cazadores conocen las plantas de su territorio. Este conocimiento no se limita a cuales plantas se pueden consumir y cuáles no. Se trata de un conocimiento riquísimo sobre sus periodos de crecimiento y maduración, sus patrones reproductivos y sus propiedades alimenticias. Si esto es así, el desarrollo de la agricultura difícilmente podría explicarse por un progreso en el conocimiento sobre el medio ambiente.

Los cazadores conocen mejor que nadie el medio que ocupan y aparentemente no están interesados en dedicarse a la siembra. ¿Por qué? Sin duda, como también lo sugieren estudios recientes, porque la agricultura es una de las vidas más azarosas posibles. Implica más trabajo que la caza, no sólo en términos de cantidad de tiempo invertido para lograr alimentarse, sino porque se trata de un trabajo agobiante. Los Nukak de la Amazonia colombiana son un buen ejemplo. Este grupo, de unos 1000 individuos, conocen las prácticas de agricultura, y sin embargo sólo Ie dan un énfasis muy secundario, viviendo en lo posible de la caza y la recolección. Además, contra el estereotipo vigente, la dieta de la mayor parte de grupos cazadores recolectores es adecuada. Con el inicio de la agricultura se ha documentado un marcado incremento en las enfermedades contagiosas (producto de vivir en sociedades más grandes y sedentarias) e incluso niveles de nutrición que en muchos casos son deficientes.

2 La mesa americana. Grabado de Theodoro de Bry

La pregunta más sensata, entonces, sería: ¿por qué grupos de cazadores recolectores después de miles de años de poblamiento en el territorio se vieron obligados a cambiar radical mente su modo de vida en beneficio de otro, que de ninguna manera resulta tan ideal como se piensa? Para responder a esto debemos reexaminar la información sobre el período Formativo en el país. Se asume que en él se dio inicio a la agricultura que revolucionaria el modo de vida de las comunidades indígenas. De una revall1ación de este período se desprende, sin embargo, que la imposici6n de la agricultura y el proceso de doomesticaci6n de plantas fue un proceso lento, ante el cual hubo mucha resistencia, y que, sólo ocurrió en épocas más tardías de lo que se piensa.

PLANTAS DE LOS ANDES PROCEDENCIAChenopodium quinoa (quinoa) PerúOxalis tuberosa (oca) PerúSolanum tuberosa (papa) Perú y BoliviaUllucus tuberosus (ulluco) Perú y BoliviaAmaranthus caudatus (amaranto) Sur de los AndesArachis hypogaea (maní) Piedemonte andino, Bolivia, Argentina   Erythroxylum coca (coca) PerúPhaseolus vulgaris (frijol) Norte Argentina, Bolivia, Brasil   Psidium guajaba (guayaba) AndesAnnona cherimolia (chirimoya) Perú y EcuadorA. muricata (guanabana) Norte SuraméricaAnnanas comosus (piña) Tierras bajas semiaridasBixa orellana (achiote) Tierras bajasCanna edulis (achira) Piedemonte bolivianoCarica papaya (papaya) Norte de SuraméricaIpomea batata (batata) Norte de SuraméricaPersea americana (aguacate) Colombia y MesoamericaZea mays (maiz) MéxicoLagenaria siceraria (totumo) Introducida desde Africa (?)

Fuente: DEBORAH M. PEARSALL, The origins of Plant Cultivation in South America, 1992.

Tradicionalmente se plantea que en sitios donde aparece cerámica temprana en el litoral se dio inicio al cultivo de la yuca y de una vida sedentaria. También es usual pensar que en aquellos sitios donde se encuentran uno o dos restos de plantas alimenticias se dio la agricultura. Sin embargo, llama la atención de inmediato la poca o escasa evidencia que sugiere que ello fue así. El procesamiento de yuca ha sido inferido a partir de pequeñas piedras que probablemente se insertaron en tablas para rallar la raíz. En segundo lugar se arguye que la presencia de instrumentos de concha interpretados como azadas y de fragmentos de cerámica correspondientes a budares (platos para preparar tortas de cazabe), indican el inicio de la agricultura. Lo

interesante es que este conjunto de evidencias no corresponde a las fases más antiguas de ocupación, que son las que se remontan a hace 5000 años. En un sitio como Monsú, las evidencias de polen sólo indican practicas de desmonte para épocas mas bien tardías, particularmente para el período Barlovento (150001000 antes de Cristo), periodo durante el cual se utilizaron los instrumentos de concha interpretados como azadas. Estas fechas son muy tardías como para hacer que los desarrollos de otras partes del continente, como México y Perú, se puedan explicar por la difusión de la agricultura desde Colombia, porque corresponde a una época durante la cual la vida aldeana basada hasta cierto punto en el procesamiento de alimentos era conocida en esos países. En resumen, aunque es posible que La gente que elaboraba la cerámica más antigua de Colombia incluyera productos vegetales domesticados en la dieta, es muy factible que no practicara agricultura como tal y que alimentos como la yuca fueran un complemento mas a la dieta que incluya el consumo de moluscos, la pesca, la caza y la recolección. A juzgar por el reducido tamaño de los sitios estaríamos hablando de poblaciones muy pequeñas, quizás no mucho más grandes que la de cazadores-recolectores de épocas más tempranas.

3Aguazuque y Chía son dos sitios del altiplano cundiboyacense donde también se puede apreciar un gradual énfasis en el consumo de alimentos de origen vegetal, pero donde difícilmente se puede hablar del inicio de la agricultura o de la vida en aldeas. En Chía (excavado por Gerardo Ardila), entre hace unos 5000 y 3000 años se dio una ocupación a campo abierto asociada a instrumentos quizás reveladores de cierto énfasis en el consumo de frutos, como también lo parece atestiguar el análisis de restos óseos. Sin embargo, no hay nada que indique prácticas de agricultura, ni en la existencia de un grupo humano realmente más grande que los cazadores-recolectores que los precedieron en la Sabana Bogotá.

En Aguazuque las evidencias son diferentes a las de Chía, a pesar de tratarse de épocas contemporáneas. Aguazuque fue, excavado por Gonzalo Correal y sin duda se puede afirmar que se trata del sitio mejor excavado en el país. En los prime ros niveles de ocupación se encontraron óseos sugieren que la gente de Aguazuque consumía maíz. Estas fechas son sorprendentemente similares a las épocas para las cuales se puede hablar de un énfasis en el consumo de vegetales domésticos en la costa, y por cierto ponen en duda que el proceso en el altiplano es una simple consecuencia de los acontecimientos del formativo costeño. Para la quinta zona de ocupación (2725 antes del presente) se encuentra una planta de

3Trapiche de indios. Grabado de Theodora de Bry

vivienda de 6m. de diámetro, con fogones en su interior, lo cual sugiere la existencia de residencias para unidades familiares, más típicas de sociedades - horticultoras. Precediendo estos desarrollos se encuentran evidencias de un marcado ceremonialismo (entierros colectivos, cráneos decorados) que también resultan más típicos de sociedades horticultoras que de cazadores-recolectores.

Ahora bien, parece claro que para el período correspondiente a hace 3000 años, las evidencias sugieren un progresiva dependencia de productos vegetales y quizás el inicio de la domesticación de muchas plantas que hoy en día son la base de la dieta del pueblo colombiano. Pero una cosa es consumir plantas, o incluso domesticarlas, y otra cosa muy distinta es llevar un modo de vida agricultor. La domesticación de plantas constituye un proceso de selección artificial mediante el cual el hombre favorece ciertas características genéticas --como mayor productividad o resistencia o belleza-- sin que eso implique que el hombre dependa de ellas ni de ajustes en su biología u organización social. Agricultura, por el contrario, es un fenómeno social e implica profundos cambios en la manera como la sociedad organiza el trabajo. Implica, en otras palabras, cambios en la forma e intensidad como se trabaja, como se vive y como se piensa.

Colombia, sin duda, pudo haber sido el centro de domesticación de numerosas plantas, aunque parece claro que el maíz es originario de México y que la papa lo es de Perú y Bolivia. Por otra parte, el hombre consumió, y probablemente domestico estas y muchas otras plantas mucho antes de cambiar su modo de vida de cazador-recolector. El maíz, en particular, aparece asociado a fechas tan antiguas en algunos estudios de polen en Suramérica que corresponden a sociedades no agricultoras. También es claro que con las plantas que de alguna manera llegaron a Colombia procedentes de otras partes --así como las propias- fueron objeto de manipulación por parte de los indígenas colombianos. Numerosas variedades de maíz son la creación de grupos nativos de este país y algunas plantas inicialmente se domesticaron en Colombia para de aquí ser llevadas a otros lugares. La domesticación, desde luego, no solo incluyo plantas alimenticias. EI mejor ejemplo es la coca, introducida desde el Perú y Bolivia, pero que en Colombia siguió procesos de selección hasta llegar a variedades muy distintas a las de su sitio de origen.

Ahora bien, el gradual proceso de domesticación, énfasis en el consumo de plantas y crecimiento de población Llevaría al establecimiento de sociedades que sin duda eran agricultoras intensivas. Pasemos a examinar un posible escenario en el cual se dio este proceso. Para ello debemos retomar alguna de la información correspondiente a sitios de cazadores-recolectores. En los abrigos rocosos de EI Temendama y EI Abra, localizados en la Sabana de Bogotá y ocupados por cazadores recolectores, varias tendencias son evidentes. Por un lado, se incrementa a través del tiempo la densidad de instrumentos líticos, lo cual sugiere o más gente viviendo en esos lugares (lo

cual es dudoso dado el tamaño de los abrigos) o que la gente se quedaba a más tiempo en ellos. En segundo lugar, aumenta la variedad de instrumentos, lo cual indica cierta diversificación de actividades que se llevaban a cabo en un mismo lugar. Tercero, existe una tendencia hacia una mayor variedad (o equilibrio en términos de frecuencia) de animales cazados. Al principio los cazadores recolectores tenían una alta movilidad y explotaban una gran variedad de recursos (dentro de cierto tipo de prioridades). Pero lo hacían en sitios distintos, de acuerdo con ciclos bien establecidos de escasez y abundancia. En un proceso que quizás tiene que ver con la reducción del territorio que cada grupo explotaba, los campamentos se hicieron más fijos, y por lo tanto la variedad de actividades llevadas a cabo en ellos se incremento. En el registro arqueológico aparece entonces como si se aumentara la variedad de recursos explotados. Sin embargo, es posible que en vez de eso, la gente hubiera llevado a cabo más actividades dadas en menos sitios y no más actividades en general. Finalmente, a medida que la población aumentaba se dio cada vez más énfasis al consumo de alimentos altamente productivos (Ias plantas domesticadas por excelencia), proceso que llevó a la domesticación de plantas y solo mucho mas tarde al establecimiento de la agricultura.

4En todo caso, las consecuencias que ello tendría en la dieta y organización de las sociedades que los españoles encontraron en el siglo XVI serían notables. Después del inicio de la era cristiana, la importancia cada vez mayor de la intensificación agrícola se hace evidente en diversos lugares del país. Para estos grupos hay pocas dudas sobre que el maíz y los tubérculos eran la base de la dieta, aunque siempre complementada con

algunas actividades de caza y recolección. Los cambios en la dieta no constituyen, en síntesis, un proceso de descubrimiento gradual de nuevos y mejores recursos. Más bien, se les puede tomar como reflejo de situaciones económicas y sociales dadas que obligan a soluciones que no siempre son las más fáciles ni optimas. Aun queda mucho para que los arqueólogos entiendan los procesos prehispánicos en detalle. Pero ya son muchos los estereotipos que han logrado desmontar y con ello su contribución ha sido grande. Futuros trabajos llevados a cabo por arqueólogos más interesados en conocer cómo vivían las sociedades del pasado abrirán aun más el campo, quizás no tanto mediante la solución definitiva a los interrogantes que tengan, pero si mediante el planteamiento de preguntas cada vez más sofisticadas.

4 Indias presentan frutos americanos al conquistador. Grabado de Theodoro de Bry.