DIEGO de JESUS - Sobre Las Almas en El Infierno

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  • 7/24/2019 DIEGO de JESUS - Sobre Las Almas en El Infierno

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    Desde el lunes pasado que estoy por hacer un breve comentario al Evangeliode ese da, que no pude concretar hasta ahora. Y porque lo vengo farfullandodesde entonces, de breve no tendr nada. Les recuerdo el texto es de !ateo"#, $%&'(, sobre el )uicio *nal, expresado ba+o la imagen de ove+as y cabritosbuenos y malos-, que ya no seguirn meclados como el trigo y la cia/a-,

    sino que el 0e/or mismo separar, colocando a unos de un lado y del otro ladoa los otros. 1 unos dir 23enid benditos de mi 4adre y recibid en herencia el5eino6 y a los otros 21partaos de !, malditos, al 7uego eterno, preparado parael Diablo y sus ngeles6.

    El acento de la predicaci8n, re9exi8n y meditaci8n que suele hacerse de estetexto tiende a ser sobre los contenidos que determinan el halago o eno+o del0e/or. Y me parece correcto.

    :o obstante, no est de ms alguna ve prescindir de tal asunto y hacer focoen esto otro, tan escalofriantemente ntido en el texto revelado que unos irn

    al ;ielo y otros, al in*erno.

    Y digo que no est de ms, porque el asunto est notablemente desdibu+ado ydiluido entre nosotros. Les hago un breve racconto del con9icto cuando elracionalismo protestante aplic8 sus cidos crticos sobre la 4alabra de Dios, delas primeras cosas que se pulveriaron por el custico desmitologiante fue elgetas cat8licos y

    muchos de estos replanteos empearon a germinar. ;laro el te8logo cat8licotena un escollo que sus hermanos protestantes no el dogma. Esas verdadesinamovibles de nuestra 7e. Entre las cuales ?aunque algo arrumbada yolvidada? estaba esa que dice redondamente que hay in*erno. 4ero no se ibana dar tan fcilmente por vencidos los promotores de una 7e que de+ara deasustar a la gente con esto del in*erno y terminara ya con esa idea pueril deun dios col>rico, susceptible y vengativo que se empecinara en inventarsistemas de tortura eterna para los que no le obedecieran a pies +untillas. Y losmuy vivos, con vo engolada y seriedad cient*ca, mirando por arriba de susanteo+os, avisaron a la grey cat8lica hay in*erno, pero muy probablementeest> vaco. La

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    digo 2hasta6 laicos, pues suele ser el reservorio del sensus *delium, delpiadoso sentido com=n del creyente simple-.

    Babr que explicar que esta a*rmaci8n ?2:o se puede saber si hay almas

    condenadas6? es falsa 0, habr que explicarlo. Y eso pensaba mientrasproclamaba el lunes el Evangelio realmente hace falta explicarlo cuando el0e/or habla tan claramente de unos y otros

    La pregunta tiene sentido, no tanto por cavilar si hay que blandir o no espadasen favor del verdor del folla+e, sino porque el explicar o no, en este caso,parece apuntar ms a explicar 4A5 F@G eso es as. Lo que implica un sutilvira+e de la Fuaestio inicial, que no apunta a los motivos de Dios o a lacon+ugaci8n del in*erno con la Condad y !isericordia divina, sino a si sabemosque hay condenados o no lo sabemos. Y la respuesta es positiva sin muchamayor explicaci8n que el hecho rotundo de que as est revelado. Logremos ono entender la l8gica del asunto.

    2La en elin*erno, con nombre y apellido. De lo cual no puede inferirse tanredondamente que directamente ignora si hay gente o est vaco.

    Dicho del derecho nosotros sabemos, con certea *rme y absoluta, que haycondenados en el in*erno y que potencialmente cualquiera de nosotros puedeterminar all, porque as est revelado en m=ltiples pasa+es de la Escritura.

    Ianto en parbolas como en profecas nuestro mismo 0e/or ha hablado deesto, como es el e+emplo del Evangelio ya citado a qui>n diantres les dice2apartaos de !, malditos6 1 espectros, a fantasmas, a entelequias

    En !ateo %$, en la parbola del 0embrador, hacia el *nal dice de los quefueron cia/a, que los ngeles los tomarn y los arro+arn en el horno de fuego,donde habr llanto y rechinar de dientes v.'"-. 1lg=n vivo dir 2es unaparbola, 4adre6. Y no, parbola tu abuela. Lo anterior a este texto fue unaparbola !t %$, "'&$J-. )ustamente, despedida la multitud, )es=s se toma elpaciente traba+o de explicar la parbola a sus discpulosK y es entonces quedice esto.

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    En la parbola del banquete nupcial !t "", %&%'- vuelve a darse esta abruptay fragosa expulsi8n del comensal mal vestido, echado afuera 2atadlo de pies ymanos y echadle a las tinieblas, donde habr llanto y rechinar de dientes6.1hora s valdra la magra ob+eci8n es una parbolaM Cien. 4ero quien esoretruque se tiene que hacer cargo del asunto y explicar entonces qu> es lo que

    la parbola s est diciendo ya que no estara re*ri>ndose a seres humanosexpulsados del Canquete eterno-. :o es tan fcil tirar las parbolas por laventana que se trate de una analoga, no las habilita a ser entendidas sin mscomo un burdo equvoco.

    Lo ms grave del asunto es que la Doctrina a favor del in*erno poblado dehumanos no hace equilibrio sobre la diminuta isla de un oscuro versculo, sinoque son docenas de textos en que se habla expresamente del asunto. :oquiero fatigar con e+emplos, pero abundan, con el ins8lito agravante de que

    muchos de esos pasa+es son famosos, por todos conocidos, escuchados milvecesH @n simple hebreo, al borde del camino, le pregunt8 al 0e/or, asnoms, muy al pasar 0e/or, son pocos los que se salvan Y Gl contest8esfu>rcense por entrar por la puerta estrecha, pues muchos pretendern entrary no podrn. Lc %$, ""-. Fui>nes son esos 2muchos6 Y sobre todo, qui>nesson, sino seres humanos, concretos, los que acto seguido clamarn a la puertagritando 0e/or, brenosM Y escucharn el escalofriante 2:o los conoco6H

    Los e+emplos sobreabundan. 4ero lo ms escandaloso es que este redondo

    2nadie sabe si hay siquiera un solo condenado6 hace a/icos docenas deescenas del 1pocalipsis, la 5evelaci8n por antonomasia. Fui>nes son sinoesos que adoran a la Cestia cuyos nombres no *guran en el Libro de la 3ida1p %$,N- 4odran ser ngeles cados, ingenuar algunoH la pena es que eltexto alude expresamente a 2habitantes de la tierra, cuyos nombres no*guran6 la misma expresi8n se repite en %O,N-.

    El colmo de la necedad s, necedad, disculpen la ta+ancia- es que un simplelector del ;aptulo "J del 1pocalipsis pueda insistir con el eufemismo este del2and a saber si hay gente en el in*erno o no6H El Pngel, llave y cadenas enmano desciende del ;ielo y aprisiona a la Cestia, que es 0atn, la antigua

    0erpiente, liberado por un tiempo para la batalla *nal. Y reagrupar a sushuestes con los que rodear el campamento de los santos. El 0e/or vence, elDiablo es arro+ado ya de*nitivamente al estanque de aufre ardiente, al igualque todos sus seguidores. 2Iodos los que no estaban inscritos en el Libro de la3ida fueron arro+ados al estanque de fuego eterno6 1p "J,%#-. 4uederealmente alguien en su sano +uicio ?y sobre todo en su honesto +uicio?colegir de esta escena ciertamente cargada de un lengua+e simb8lico- que se

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    trata de un in*erno vaco Fu> signi*ca que 2no entrarn a la )erusal>ncelestial- los que hayan practicado la abominaci8n y el enga/o6 1p "%,"O-Fu> ins8lito eufemismo es 2la muerte segunda6 si carece por completo dealg=n su+eto encarnado que la padeca 1caso los ngeles pueden padecerlasin conocer la muerte primera Bay realmente margen para de+ar siquiera un

    resto de duda de que el censo infernal arro+ara un redondo con+unto vacoCa+o qu> curiosa borrachera puede alguien leerQcontemplar estas escenas del1pocalipsis y acto seguido machacar con la !isericordia divina que es in*nita,que no tiene lmites, que lo perdona todo, y que por tanto puedeperfectamente hacer posible que nadie, absolutamente ning=n ser humanosufra la condena eterna del in*erno 1caso no los estamos 2viendo6 ?aunqueignoremos sus nombres? en tantas de estas escalofriantes escenas *nales

    Y con menor valor ?pero inmenso de todos modos? valdr seguir

    preguntndose ese con+unto vaco, implica tcitamente tratar de mentirosaso locas a tantas msticas que han visto el padecer de los condenados Fu>hacer con aquello de la 3irgen de 7tima a los pastorcitos sobre el dolor de sucora8n por las muchas almas que se pierden en el in*erno Y last but notleast esta moda del eufemismo infernal obliga a degradar la Divina ;omediadel Dante al rango de una vulgar y fantasiosa comedia infantilH

    Cueno. 5esoplo agotado, como si hubiera corrido una fatigosa carrera hastaeste punto. :o puedo de+ar de pensar que ms de uno pueda mirarme medio

    torcido y decirme ay padre, mil quinientas palabras para decir algo tan obvio ysabidoH :o quiero seguir abrumando, pero lamentablemente podra al menospor orgullo, para no parecer un chi9ado que en la plaa a los gritos insiste enque el pasto es verde- llenar otras tres carillas con citas de encumbrados ylustrosos te8logos que han insistido en esto que in*erno hay, pero que no haycensos y posiblemente probablemente, apuran otros- careca de habitantes,como 3enus y 0aturno. Y no s8lo ellos, la retorcida casta de los te8logos, sinocientos o miles de pastores que pastorean al reba/o al silbo suave de estagelatinosa cantinela tranquilos, que no pasa nada.

    4ero tal ve la ob+eci8n a lo innecesario de mis tres carillas sea noms vlida yfrancamente alcanara con modular y vocaliar con demorada claridad lo delEvangelio del lunes unos pondr a su derecha y otros a su iquierda, a los quedir aprtense de !, malditos.

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    Est claro y es o*cial Dios quiere que todos los hombres se salven. Iambi>nest claro que ofrece su 0alvaci8n a todos los hombres de la tierra. Y que suin*nita !isericordia est presta a redimirnos. 4ero el indiluible drama consiste

    +ustamente en que esto no ocurre de modo automtico y que el hombre,libremente, puede rechaar esta 0alvaci8n y condenarse.

    Est claro y es o*cial hay in*erno. Y no s8lo eso hay un estridente chirrearque procede de su interior y no es +ustamente el mero 9amear de llamas sonel escalofriante gemido de los condenados, que padecen esta tortura eternapara siempre, siempre, siempre.

    Digamos, como colof8n, que la devaluaci8n de este artculo de 7e genera unarecesi8n en la totalidad del ;orpus 7idei. 4ara qu> va a correr la preocuparse tanto de la propiaconversi8n si s8lo implicara una butaca un poco ms adelante en el an*teatroc>lico Y se cristalia, poco a poco, una conclusi8n, que lamentablemente msque una profeca es en parte ya una realidad bien hara entonces la manle al in*erno.