Dictamen del doctor Weber de 1989.

El sistema delirante del paciente remata en estar l llamado a redimir el mundo y devolverle su perdida bienaventuranza. Sostiene haber recibido esta misin directamente por inspiraciones divinas, tal como los profetas nos lo ensean en su caso; es que unos nervios ms desequilibrados, como lo han estado los suyos desde hace largo tiempo, tendran la propiedad de ejercer sobre Dios un efecto de atraccin; ahora bien, sostiene tratarse de cosas que no se pueden expresar en lenguaje humano o es muy difcil hacerlo, puesto que se situaran fuera de toda experiencia humana y slo a l le habran sido reveladas. En esta misin suya redentora, lo esencial es que primero tiene que producirse su mudanza en mujer. No es que l quiera mudarse en mujer; ms bien se trata de un "tener que ser" fundado en el orden del universo y al que no puede en absoluto sustraerse, aunque en lo personal habra preferido mucho ms permanecer en su honorable posicin viril en la vida; pero l y el resto de la humanidad no podran reconquistar el ms all de otro modo que por medio de una mudanza en mujer, a travs de un milagro divino que quiz lo aguarde slo despus de trascurridos muchos aos o aun decenios. Tiene por cosa asegurada que l es el objeto exclusivo del milagro divino y, as, el ms maravilloso de los hombres que hayan vivido sobre la Tierra desde hace aos. A cada hora y cada minuto experimenta ese milagro en su cuerpo, y tambin le es corroborado por las voces que -dice- hablan con l. Sostiene haber experimentado en los primeros aos de su enfermedad destrucciones en diversos rganos de su cuerpo, que a cualquier otro hombre le habran provocado indefectiblemente la muerte desde mucho tiempo atrs, pero l ha vivido un largo perodo sin estmago, sin intestinos, sin pulmones casi, con el esfago desgarrado, sin vejiga, con las costillas rotas muchas veces se ha comido parte de su laringe al tragar, etc. Pero los milagros divinos (los "rayos") le habran restablecido cada vez lo destruido, y por eso dice ser inmortal mientras siga siendo varn. Ahora bien, aquellos peligrosos fenmenos le desaparecieron desde hace tiempo; en cambio -afirma-, ha pasado al primer plano su "feminidad", tratndose de un proceso de desarrollo que probablemente requiera todava decenios, si no siglos, para consumarse, y cuyo trmino es difcil que llegue a ser vivenciado por alguno de los seres humanos hoy vivos. Tiene el sentimiento de que ya han pasado a su cuerpo unos masivos, "nervios femeninos", de los cuales, por fecundacin directa de Dios, saldrn hombres nuevos. Slo entonces podr morir de muerte natural y conseguir la bienaventuranza como los dems seres humanos. Entretanto, no slo el Sol, sino los rboles y los pjaros, que son como unos "restos milagrosos de almas de anteriores seres humanos", le hablan con voz humana, y por doquier acontecen cosas milagrosas en su derredor