Dibujo del hor.scopo-AG-BH-Hor · que sólo se incluían como imágenes simbólicas las de ... con...

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1 Dibujo del horóscopo Extracto del Astroglosario Bruno Huber Para los astrólogos de hoy, disponer del dibujo del horóscopo para realizar su trabajo no es sólo normal, sino verdaderamente indispensable. Pero esto no fue siempre así. En el transcurso de la historia de la representación gráfica de los «sucesos celestes» pueden diferenciarse cuatro estadios distin- tos. Representaciones alegóricas (desde ca. 2500 a.C.) 1) Reproducción del sello cilíndrico sumerio del escriba Adda (siglo XXIV a.C. Museo Británico, nº 89115) Los famosos bajorrelieves y los sellos cilíndricos de los sumerios representaban escenas mitológicas con dioses y símbolos de estrellas o planetas no relacio- nados con ninguna de las constelaciones conocidas en la época. Son exclusivamente «horóscopos de situación» en los que sólo se incluían como imágenes simbólicas las de aquellos planetas que debían hacer alguna «afirma- ción divina» con respecto a alguna intención humana o sobre alguna actividad humana típica (roles, funcio- nes, profesión). Así, por ejemplo, un conocedor de la escritura podría haber grabado en su sello cilíndrico personal una es- cena con Gu.ud (el toro celeste) y con Sipa.zi.an.na (Gilgamesh o posteriormente Nabu, el dios que inven- tó la escritura), conjuntamente con el planeta Bi.ibbu. Todos estos elementos son representaciones del prin- cipio divino de Mercurio (escritura). De esta manera, el sello cilíndrico identificaba al por- tador como conocedor de la escritura pues, en esa época, los sellos cilíndricos se empleaban para reali- zar marcas (sellos) de identificación o firmas sobre arcilla. Todavía no se realizaban horóscopos indivi- duales.

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Dibujo del horóscopo Extracto del Astroglosario

Bruno Huber Para los astrólogos de hoy, disponer del dibujo del horóscopo para realizar su trabajo no es sólo normal, sino verdaderamente indispensable. Pero esto no fue siempre así. En el transcurso de la historia de la representación gráfica de los «sucesos celestes» pueden diferenciarse cuatro estadios distin-tos. Representaciones alegóricas (desde ca. 2500 a.C.)

1) Reproducción del sello cilíndrico sumerio del escriba

Adda (siglo XXIV a.C. Museo Británico, nº 89115)

Los famosos bajorrelieves y los sellos cilíndricos de los sumerios representaban escenas mitológicas con dioses y símbolos de estrellas o planetas no relacio-nados con ninguna de las constelaciones conocidas en la época. Son exclusivamente «horóscopos de situación» en los que sólo se incluían como imágenes simbólicas las de aquellos planetas que debían hacer alguna «afirma-ción divina» con respecto a alguna intención humana o sobre alguna actividad humana típica (roles, funcio-nes, profesión). Así, por ejemplo, un conocedor de la escritura podría haber grabado en su sello cilíndrico personal una es-cena con Gu.ud (el toro celeste) y con Sipa.zi.an.na (Gilgamesh o posteriormente Nabu, el dios que inven-tó la escritura), conjuntamente con el planeta Bi.ibbu. Todos estos elementos son representaciones del prin-cipio divino de Mercurio (escritura). De esta manera, el sello cilíndrico identificaba al por-tador como conocedor de la escritura pues, en esa época, los sellos cilíndricos se empleaban para reali-zar marcas (sellos) de identificación o firmas sobre arcilla. Todavía no se realizaban horóscopos indivi-duales.

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Horóscopos horarios (desde ca. 1400 a.C.) Los babilonios, continuadores de los sumerios, tam-poco realizaron horóscopos personales. No obstante, con la astrología horaria empezaron a realizar repre-sentaciones de configuraciones celestes para momen-tos del tiempo que eran importantes para el bienestar de la comunidad. Los sacerdotes consultaban a los dioses sobre el momento determinado en que debía iniciarse una de-terminada empresa: la siembra, la cosecha, la toma de posesión de un rey, el inicio de una guerra... Estos horóscopos (tallados en ladrillos de arcilla o piedra) mostraban de manera figurativa, por ejemplo, el animal simbólico de un determinado signo zodiacal, acompañado de signos de planetas y medias lunas que hacían referencia a los planetas que se encontra-ban en el signo en ese momento (véase dibujo 2).

2) El león de Comagena Horóscopo horario monumental típi-

co, aunque temporalmente tardío, de Nimrud Dag (este de Turquía) para la coronación del rey Antíoco I, el 7 de julio del año 62 a.C. Las estrellas del cuerpo del león son las de la constelación de Leo; sobre el cuerpo también se repre-sentan los planetas Júpiter, Mercurio y Marte que entonces se encontraban en el signo de Leo.

Horóscopos verbales (desde ca. 400 a.C.) Hacia el final del imperio babilónico surgieron los pri-meros horóscopos personales. Los horóscopos más antiguos conocidos en la actualidad fueron realizados por sacerdotes caldeos hacia el 410 a.C. y, si bien ya se anotaba en escritura cuneiforme la posición de los planetas y del Ascendente en el momento del naci-miento, todavía no se representaban gráficamente.

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Así pues, los caldeos fueron los que inventaron lo que hoy denominamos horóscopo, pero no la carta natal. Dibujos de horóscopos (desde ca. 100 a.C.) La representación del horóscopo en forma de dibujo se atribuye a los griegos del último siglo antes de Cris-to. El dibujo de horóscopo completo más antiguo que hoy se conoce fue realizado entre los años 15 y 19 a.C. por un astrólogo cuyo nombre se desconoce (véase figura). 3) El horóscopo dibujado más antiguo de Grecia.

Forma circular con dibujo de los ejes principales (kentra); los planetas y los signos están indicados en palabras. Las posiciones de los planetas corresponden al 29 de septiem-bre, a las 04:00 (pero de distintos años entre el 15 y el 19 a.C.)

En esta representación circular, todavía no se repre-sentan los símbolos de los planetas y los signos zo-diacales, sino que están escritos en palabras. Debe destacarse la forma circular orgánica que, no obstan-te, en el siguiente siglo cedió ante la forma cuadrangular (véase figura 4). Las formas cuadrangulares prevalecieron hasta el si-glo XV casi sin excepciones. Sólo se encuentran ex-cepciones en los siglos IV al VI (forma de cruz abierta, véase figura 4).

4) Horóscopo griego para el 28 de octubre del año 497 d.C. Contiene símbolos de planetas y de signos zodiacales. Es-ta forma de cruz abierta es una de las primeras variantes del dibujo circular «bizantino» que tantas veces aparece en este período.

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En el siglo I d.C., en los horóscopos romanos (véase figura 5), aparecen por primera vez los símbolos de signos zodiacales y de planetas que, con pequeñas variantes, todavía utilizamos hoy en día. Hasta el momento se desconoce su autor. 5) Horóscopo romano del césar Publio Elio Adriano (76-

138 d.C.) en la clásica forma cuadrangular. Durante toda la Edad Media y hasta el siglo XVIII pre-valeció la forma cuadrangular con pequeñas variacio-nes (cuadrada o rectangular, véase figura 6). El origen de estas formas cuadrangulares del horós-copo es claramente romano. Tal vez la razón de la

utilización de esta forma, realmente muy distante de la naturaleza, fue la facilidad de realizar el dibujo. El montón de astrólogos de calle y comercialmente sagaces que aparecieron en aquella época acostum-braban a dibujar esta forma en el suelo con un palo y después, sobre esta plantilla, escribían los cálculos realizados rápidamente (a menudo erróneos) delante del cliente, e interpretaban el horóscopo.

6) Típico horóscopo rectangular de los siglos XVI y XVII:

horóscopo de Heinrich Rantzau, (1585) astrólogo de la corte de Holstein (Alemania).

Hacia finales del siglo XVI, la época del primer gran florecimiento de la astrología occidental, aparecieron ocasionalmente algunas variantes de la antigua forma circular bizantina (véase figura 7).

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7) Esquema circular bizantino del siglo XVII. Y en la siguiente época, la era de los reyes-sol fran-ceses, se encuentran abundantes horóscopos con forma de medallón pintados a mano, manifiestamente inspirados en la redondez bizantina (véase figura 8). En el ejemplo adjunto, de la época napoleónica, des-taca el intento de conseguir registrar las cúspides de las casas y las posiciones planetarias realizando una correcta distribución zodiacal en el espacio. Parece ser un intento precursor de la forma de dibujo que no se implantaría hasta el siglo XX.

8) Horóscopo medallón de la corte inglesa (hacia el 1800). Carta natal del rey Luis XVI que acabó en el patíbulo. Esta representación se desarrolló probablemente a partir de la forma circular bizantina y fue utilizada fundamentalmente por los astrólogos de las cortes francesa e inglesa.

En ese momento, la mayoría de astrólogos se ceñían a la representación cuadrangular. En 1935, Raphael todavía representaba horóscopos en este formato en sus famosas efemérides (véase figura 9).

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9) Horóscopo de Raphael en su famoso libro «Efemérides de Raphael para 1913».

La diferencia fundamental entre esta forma de repre-sentación de horóscopos y la actual es que, anterior-mente, las casas se utilizaban como un sistema de referencia rígido en cuyos campos se indicaban las referencias al zodíaco (cúspides de casas y grados de planetas) de forma tabular. El zodíaco, como tal, no era visible. Y el tamaño variable de las casas sólo po-día reconocerse por las cifras indicadas. En conse-cuencia, nadie cayó en la cuenta de incorporar al

horóscopo los aspectos entre planetas; se calculaban por comparación de cifras y se anotaban en una tabla. En este sentido, los horóscopos circulares de moda en EUA y en Inglaterra a finales del siglo XIX, no habían cambiado nada. Como antes, las casas eran una plantilla de campos del mismo tamaño con el mismo tipo de inscripciones. La diferencia era senci-llamente que los campos se dibujaban de forma radial desde el centro y que, globalmente, parecía un pastel de manzana esmeradamente cortado (American apple pie, véase figura 11). Probablemente, esta represen-tación se debe a Alan Leo que empleó como uno de los primeros formularios preimpresos lo que él mismo denominó como «Wheel of life» (rueda de la vida) (véase figura 10).

10) «Rueda de la vida», forma de representación inglesa de

Alan Leo (1912). Horóscopo de Eduardo VII de Inglaterra.

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11) Horóscopo «Apple pie» típicamente estadounidense, tal

como hoy se emplea de forma ampliamente extendida. Ciudad de Nueva York (entonces Nueva Amsterdam), cal-culado para el momento en que unos colonos holandeses compraron Manhattan a los indios por 24$.

De esta manera se había dado un impulso que final-mente llevaría a una auténtica revolución en la repre-sentación de los horóscopos. Los primeros horósco-pos «cercanos a la realidad» aparecieron en los años veinte, (casi al mismo tiempo) en Francia y en la zona de habla alemana. La verdadera autoría no se puede establecer de ma-nera inequívoca (tal vez fue Choisnard). En esta nue-va forma de representación se emplea como armazón

base el zodíaco con su división en signos de 30º. De esta manera, las cúspides de las casas y las posicio-nes de los planetas pueden indicarse en el lugar ade-cuado, de modo que exista una coincidencia con la realidad observable en el cielo. Y de esta forma, ade-más, también se podían dibujar los aspectos entre los planetas. Pero para incorporar los aspectos al dibujo, todavía faltaba dar un paso. Este último e importante paso no fue dado por muchos astrólogos hasta décadas des-pués. Tras la Primera Guerra Mundial se produjo el primer «boom» astrológico que ocasionó que, a partir del tirón de las posibilidades de la astrología vulgar, se produjera una agitada actividad en cuanto a desa-rrollo de nuevas técnicas astrológicas. Las formas de representación de los horóscopos son un verdadero espejo de la época y la cultura en la que se realizan. Así como, después de la Primera Guerra Mundial, el mundo se disoció en un cambio radical y se complicó mucho (hasta el punto de que hoy mu-chas personas todavía no consiguen orientarse), lo mismo ocurrió en el pequeño «mundo en el mundo» de la astrología: se dividió en un gran surtido de cam-pos con muchos métodos. Y esto se expresa de forma clara en la multitud de formas (o formularios... ?) de representación de horóscopos.

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Durante el período entre las dos guerras cristalizaron por primera vez (sin que los autores de la época fue-ran demasiado conscientes) dos direcciones espiritua-les fundamentales de la astrología de este siglo. Exponentes de una de las partes empezaron a reivin-dicar la astrología como ciencia (por ejemplo, Choisnard, Krafft, Witte, etc.). Los astrólogos de esta tendencia se basaban en la teoría de la influencia y ponían mucho esfuerzo sobre todo en la demostrabili-dad de la astrología, por ejemplo, mediante la estadís-tica (Krafft) o mediante el desarrollo de métodos de predicción precisos (Witte). Con el tiempo se desarrollaron cada vez más métodos analíticos específicos para preguntas que, sin embar-go, debido a las largas listas de abreviaturas, fórmulas y gráficos de curvas, hacían muy difícil obtener una imagen global de la persona. Como contraste ante este punto de vista, que podría llamarse de ciencias naturales, la otra línea astrológi-ca (Jones, Fankhauser, Ring, Rudhyar, etc.) se movía en la órbita de las ciencias humanistas. Siguieron la tendencia de la psicología profunda, se plantearon cuestiones sobre la esencia del individuo e intentaron averiguar las motivaciones subjetivas e in-conscientes de la personalidad. De esta manera, ya

en los años 20, aparecía la necesidad de una com-prensión gobal y una interpretación sintética del horóscopo. En consecuencia, se trabajó para desarro-llar métodos que permitieran una visión global de la personalidad. Esta tendencia se basaba más en la teoría de la correspondencia. Pocos astrólogos han comprendido que la única forma de utilizar la astrología psicológicamente es acercarse a la persona o al horóscopo desde el punto de vista de su estructura psicológica. La condición previa para este tipo de consideración es realizar una buena representación de todos los ele-mentos del horóscopo en un dibujo. Este desarrollo se inició en el período entre las dos guerras, puesto que al principio de los años 30 se empezó a hacer visible en los horóscopos el cuarto de los elementos que con-forman un horóscopo: los aspectos. El alemán Parm (1931) y el estadounidense Jones (1941) intentaron (aún sin la figura de aspectos) obte-ner una forma a partir de la distribución de los plane-tas en el círculo. Establecieron respectivamente 12 y 8 tipos de horós-copos. En los años 50, Koch realizó los primeros in-tentos de definir de forma más exacta figuras sueltas como el triángulo o el cuadrado.

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Pero fue Thomas Ring quien, con su enfoque de psi-cología profunda, consiguió ver las partes definibles de un horóscopo como componentes de la forma de la carta. Situó lo aspectos en su lugar correspondiente en el horóscopo y ya trabajó con colores. Sus geniales in-terpretaciones de horóscopos parecen indicar que partía intuitivamente de la figura de aspectos, pero en su literatura sólo se encuentran reglas de interpreat-ción para aspectos individuales. Manifiestamente, el acercamiento consecuente a este ámbito había quedado para el autor. En psicología as-trológica damos un gran valor al dibujo del horóscopo y lo trazamos a color y con unos criterios muy exac-tamente establecidos. La figura de aspectos en color, en su lenguaje gráfico, despierta la intuición y da acceso a la cualidad esen-cial del ser humano. Con este objetivo, en la Escuela Huber (API) enseñamos criterios para la interpretación de toda la figura de aspectos como una globalidad y reglas psicológicas para la interpretación de figuras de aspectos individuales (más de treinta triángulos y cuadrángulos). En las dos últimas décadas, el dibujo de la figura de aspectos se ha impuesto en toda Europa. Y ahora, en

los años 90, incluso empieza a extenderse en la con-servadora astrología anglosajona. Desafortunadamente, no es posible dar una visión completa de la evolución de la forma de representar los horóscopos en los últimos cincuenta años. Para ello sería necesario todo un libro. En consecuencia, nos limitaremos a la selección realizada en estas pá-ginas. Se recomienda leer los textos a pie de dibujo.

12) Horóscopo de Karl Brandler-Prachts realizado por él mismo. Manifiestamente, en 1936 todavía empleaba el formulario de Alan Leo.

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13) Sinbad y Weiss, los verdaderos exponentes de la doctrina de Mori-nus en Alemania, redujeron la forma circular inglesa a lo esencial (1927). Estéticamente es similar al estilo francés: Horóscopo de Morin de Villefranche.

14) Representación típica francesa de

Gouchon del horóscopo de Mori-nus (1975). Desde la época de Choisnard (años 20), la mayoría de franceses utilizan un zodíaco fijo preimpreso con 0º Aries a la izquier-da. De este modo, las casas aún se encuentran debajo. Los aspectos se dibujan en el espacio del medio.

15) Horóscopo de día o de aconteci-

miento de Alfred Witte, 1933, en un formulario con 0º Aries a la dere-cha. 13 aspectos distintos, 8 plane-tas hipotéticos adicionales y la inclu-sión de semisumas en un círculo de 90º sobrecargan la imagen y fuerzan a un meticulosos análisis de todos los detalles. Gran representación de datos en tablas adjuntas.

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16) Representación según Klöcklers

del horóscopo de Hindenburg (1932). Enfatizó y propagó la «nue-va forma de dibujar» con el zodíaco como círculo de medida y con las casas desiguales. Los aspectos no se dibujaban y debían registrarse en una tabla adjunta.

17) Horóscopo de Goethe en repre-

sentación inglesa (rueda de la vi-da) según O.A.H Schmitz (1922). Intento tradicional de ponderación global mediante el recuento de pla-netas en cruces y temperamentos, así como en casas angulares. Toda-vía sin dibujo de aspectos.

18) G.B. Shaw en un horóscopo «Ap-ple pie» según Marc Edmund Jo-nes (1941). Consideración de la forma a partir de la distribución de planetas en el círculo. Jones distin-gue 8 tipos; aquí se muestra el «tipo cesto». Es destacable la forma de poner de relieve los signos intercep-tados; Jones fue el primero en com-prender el especial significado de los signos sin cúspides de casas y también de los signos con dos cús-pides. Aún sin dibujo de aspectos.

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19) Horóscopo de Koch según él mis-

mo, en la revista «Zenith», 1955. Koch denominó a su intento de aislar e ineterpretar figuras de aspectos individuales «Horoscopía de formas». En parte, hacía referen-cia a figuras ya conocidas como el «gran trígono» o la «cruz cósmica» (cuadrado). La forma de representa-ción del horóscopo sigue todavía el modelo de Klöckler y no contiene di-bujo de aspectos.

20) Franz Schubert en Antropología I

de Thomas Ring, 1956. El primer autor que hizo de la figura de aspec-tos un objeto ópticamente importan-te del dibujo del horóscopo. Empleó colores para indicar el tipo y la cua-lidad de los aspectos y distintos grosores de línea para hacer visi-ble la exactitud del aspecto. Des-afortunadamente, (« ... en aras de la claridad») eliminó el zodíaco y situó las líneas de las casas en medio, lo cual distorsiona la claridad de la fi-gura de aspectos (en especial las oposiciones).

21) Cosmograma de Franz Josef

Strauss según Reinhold Ebertin, 1981. Zodíaco fijo con 0º Aries a la derecha (círculo interior) y círculo de 90º externo. Los verdaderos cosmo-biólogos, en el sentido de Reinhold Ebertin no emplean ningún sistema de casas. En cuanto a los aspectos, sólo se aceptan los denominados «duros». El énfasis reside en las es-tructuras de semisumas de Witte. Debido a su gran número, no se incluyen en el dibujo sino en tablas y listas adjuntas.

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22) Horóscopo del autor en un dibujo por ordenador. Corresponde exacta-mente a los criterios de dibujo a mano y es el formato oficial de la Escuela Huber desde 1968. En los últimos años ha sido imitada en todo el mundo, es-pecialmente en programas de ordena-dor, siempre con pequeñas variaciones.

23) Horóscopo de Suiza según dibujo manual del autor (1968, en un formula-rio que ya no se comercializa). Esta forma de representación está orientada a la lectura óptica del horóscopo. En distintos círculos desde el interior hacia el exterior, asigna un espacio propio a cada uno de los elementos del horós-copo que, al mismo tiempo correspon-den a la constitución humana: círculo interior = centro esencial, figura de aspectos = motivación vital, planetas = instrumentos, signos = comporta-miento heredado, casas = comporta-miento aprendido. Los aspectos se di-bujan en tres colores y los signos en cuatro. Los planetas principales (Sol, Luna y Saturno) se resaltan en rojo. Los distintos grosores de línea muestran la intensidad de los aspectos. Con esta forma de dibujar, puede reconocerse visualmente el peso proporcional de las partes a interpretar.

22) Trabajo de lupa de la cosmobió-

sofa E. Wangemann. Erupción del volcán Santa Helena. Tres repre-sentaciones distintas del mismo horóscopo: a) un horóscopo base normal sin aspectos; b) el círculo de 90º con estructuras de semisumas y c) una reducción de las distancias planetarias a escala de los signos (círculo de 30º) en que los tamaños de los aspectos se diferencian hasta 7,5º.

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23) Horóscopo moderno de los EUA dibujado por ordena-

dor, tal como se emplea hoy en día: un «apple pie» con muchas tablas. La lectura de un horóscopo así presupone un intelecto verbal analítico, puesto que su representación no está demasiado alejada de la forma original griega.

Traducción: Joan Solé, 2000-2007 Imágenes: Astroglosario e Internet