DIARIO DE SESIONES · 2019. 11. 5. · don Nester Mauricio Vásquez Pimentel. (Pág. 3) 3. Ingreso...

DIARIO DE SESIONES del Congreso de la República de Guatemala

PERÍODO LEGISLATIVO 2019-2020

TOMO II

CONGRESO DE LA REPÚBLICA Guatemala, miércoles 11 de septiembre de 2019

SESIÓN SOLEMNE NÚMERO 3

SUMARIO:

1. Apertura de la sesión solemne. (Pág. 3) (Las 10:46 horas)

2. Ingreso del señor presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia, don Nester Mauricio Vásquez Pimentel. (Pág. 3)

3. Ingreso del señor vicepresidente de la República, don Jafeth Ernesto Cabrera Franco. (Pág. 4)

4. Ingreso del señor presidente constitucional de la República de Guatemala, don Jimmy Morales Cabrera. (Pág. 4)

5. Himno Nacional de la República de Guatemala, interpretado por la Banda Sinfónica Marcial y entonado por la concurrencia. (Pág. 4)

6. Lectura del acta y declaratoria de independencia. (Pág. 5)

7. Palabras del señor presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia, don Néster Mauricio Vásquez Pimentel. (Págs. 5-7)

8. Palabras del señor presidente del Congreso de la República, don Alvaro Enrique Arzú Escobar. (Págs. 7-11)

9. Palabras del señor presidente constitucional de la República de Guatemala, don Jimmy Morales Cabrera. (Págs. 11-17)

10. Egreso del señor presidente constitucional de la República de Guatemala, don Jimmy Morales Cabrera. (Pág. 17)

11. Egreso del señor vicepresidente de la República, don Jafeth Ernesto Cabrera Franco. (Pág. 17)

12. Egreso del excelentísimo señor presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia, don Néster Mauricio Vásquez Pimentel. (Pág. 18)

13. Cierre de la sesión solemne. (Pág. 18) (Las 12:05 horas)

TAQUÍGRAFAS: Ana, Eunice, Ligia, Lucía, Silvia EDICIÓN: Diana, Paola, Doris, Beatriz IMPRESIÓN: 16 de septiembre de 2019 REPRODUCCIÓN: Víctor

Congreso de la República de Guatemala, Departamento de Información Legislativa

- 2 - DIARIO DE SESIONES

Guatemala, miércoles 11 de septiembre de 2019

CONGRESO DE LA REPÚBLICA PERÍODO ORDINARIO 2019-2020

JUNTA DIRECTIVA

ALVARO ENRIQUE ARZÚ ESCOBAR PRESIDENTE

FELIPE ALEJOS LORENZANA FLOR DE MARÍA CHAJÓN AGUILAR OSCAR ARMANDO ESCRIBÁ MORALES PRIMER VICEPRESIDENTE SEGUNDO VICEPRESIDENTE TERCER VICEPRESIDENTE

ESTUARDO ERNESTO GALDÁMEZ JUÁREZ JUAN MANUEL GIORDANO GRAJEDA JUAN RAMÓN LAU QUAN PRIMER SECRETARIO SEGUNDO SECRETARIO TERCER SECRETARIO

JULIO FRANCISCO LAINFIESTA RÍMOLA ANÍBAL ESTUARDO ROJAS ESPINO CUARTO SECRETARIO

DIPUTADOS

QUINTO SECRETARIO

María Stella Alonzo Bolaños Sandra Ester Cruz Ramírez Erick René Lainfiesta Cáceres Daniel Bernabé Portillo Calderón

Luis Antonio Alonzo Pernilla José de la Cruz Cutzal Mijango Francisco Vitelio Lam Ruano Vivian Beatriz Preciado Navarijo

Erwin Enrique Álvarez Domínguez Elza Leonora Cú Isem Floridalma Leiva Hernández Haroldo Eric Quej Chen

Luis Pedro Álvarez Morales José Alejandro de León Maldonado Marco Antonio Lemus Salguero Oscar Armando Quintanilla Villegas

Ronald Estuardo Arango Ordóñez Mario Fermín de León Ramírez Fernando Linares-Beltranena María Cristina Quinto García

Oswaldo Iván Arévalo Barrios Eduardo Ramiro De Matta Héctor Leonel Lira Montenegro Thelma Elizabeth Ramírez Retana

Jorge Leonel Arévalo Canales Juan Manuel Díaz-Durán Méndez Julio César Longo Maldonado Edgar Raúl Reyes Lee

Oscar Arturo Argueta Mayén Ferdy Ramón Elías Velásquez Carlos Enrique López Maldonado Fidel Reyes Lee

Delia Emilda Bac Alvarado Rubén Misael Escobar Calderón Jaime Octavio Augusto Lucero Vásquez Augusto César Sandino Reyes Rosales

Salvador Francisco Baldizón Méndez Boris Roberto España Cáceres Edwin Lux Carlos Napoleón Rojas Alarcón

Carlos Alberto Barreda Taracena Dunia Marisol Espina Berganza Ervin Adim Maldonado Molina Raúl Romero Segura

Juan Carlos Bautista Mejía Víctor Manuel Estrada Orellana Carlos Alberto Martínez Castellanos Juan Carlos Josué Salanic García

Alicia Dolores Beltrán López Walter Rolando Félix López José Arturo Martínez Dell Nery Orlando Samayoa Barrios

Dalio José Berreondo Zavala Oscar Roberto Fernández Mendoza Karla Andrea Martínez Hernández Lucrecia Carola Samayoa Reyes

Orlando Joaquín Blanco Lapola Mirma Magnolia Figueroa Resén Joél Rubén Martínez Herrera Luis Fernando Sanchinel Palma

Jean Paul Briere Samayoa Carlos Rafael Fión Morales Marleni Lineth Matías Santiago Sandra Patricia Sandoval González

Felipe Jesús Cal Lem Jairo Joaquín Flores Divas Gustavo Arnoldo Medrano Osorio Edgar Armando Sandoval Trigueros

Iliana Guadalupe Calles Domínguez Laura Alicia Franco Aguirre Herber Armando Melgar Padilla Ronald Ramiro Sierra López

Leonardo Camey Curup Cornelio Gonzalo García García Pedro Méndez Carreto Humberto Leonel Sosa Mendoza

Héctor Melvyn Caná Rivera Hugo Fernando García Gudiel Mike Ottoniel Mérida Reyes Edna Azucely Soto Juárez de Kestler

Mynor Enrique Cappa Rosales José Conrado García Hidalgo Eva Nicolle Monte Bac María Eugenia Tabush Pascual de Sánchez

Johnatan Abel Cardona Arreaga Oliverio García Rodas Nineth Varenca Montenegro Cottom Francisco Tambríz y Tambríz

Mayra Alejandra Carrillo De León Eduardo Cruz Gómez Raymundo Luis Fernando Montenegro Flores Mario Taracena Díaz-Sol

Edin Leonel Casasola Martínez Christian Gabriel González Edgar Eduardo Montepeque González Dorian Delfino Taracena Godínez

Rudy Roberto Castañeda Reyes Eugenio Moisés González Alvarado Emanuel Ranfery Montúfar Fernández Julián Tesucún Tesucún

Rodolfo Moisés Castañón Fuentes Milton Francisco Guerra Calderón Félix Ovidio Monzón Pedroza José Domingo Trejo de la Roca

José Inés Castillo Martínez Mauro Guzmán Mérida Hernán Morán Mejía Pedro Pablo Tzaj Guarchaj

Sergio Leonel Celis Navas Claude Harmelin de León Sandra Nineth Morán Reyes José Armando Ubico Aguilar

Byron Juventino Chacón Ardón Gabriel Heredia Castro Carlos Santiago Nájera Sagastume Lesly Valenzuela de Paz

Aracely Chavarría Cabrera de Recinos Luis Enrique Hernández Azmitia Marvin Orellana López José Rodrigo De Los Santos Valladares Guillén

Carlos Enrique Chavarría Pérez Javier Alfonso Hernández Franco Marco Antonio Orozco Arriola Jorge Estuardo Vargas Morales

Oscar Stuardo Chinchilla Guzmán Sofía Jeanetth Hernández Herrera Juan Adriel Orozco Mejía German Estuardo Velásquez Pérez

Juan Armando Chún Chanchavac Ana Victoria Hernández Pérez de Morales Karina Alexandra Paz Rosales Mario Velásquez Pérez

Manuel Eduardo Conde Orellana Javier Alfonso Hernández Ovalle Rudy Berner Pereira Delgado Andrea Beatriz Villagrán Antón

Edgar Tomás Córdova Molina José Alberto Hernández Salguero Marco Aurelio Pineda Castellanos Roberto Ricardo Villate Villatoro

Oscar Rolando Corleto Rivera Julio Ixcamey Velásquez Amílcar de Jesús Pop Ac Marcos Fernando Yax Guinea

Luis Alberto Contreras Colindres Leocadio Juracán Salomé Juan José Porras Castillo Eduardo Zachrisson Castillo

Víctor Manuel Cruz Clavería




EL R. SECRETARIO LAU QUAN:

CEREMONIAL

Sesión solemne que el soberano Congreso de la República de Guatemala, celebra con motivo de la

conmemoración del CXCVIII de la Emancipación Política de la República de Guatemala, el miércoles 11 de

septiembre de 2019, en el Palacio Legislativo, a partir de las 10:00 horas.

PUNTO PRIMERO: Apertura de la sesión solemne.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Señores representantes, se dará inicio con la sesión programada

para el día de hoy.

Les solicito ponerse de pie.

(LOS REPRESENTANTES SE PONEN DE PIE)

Invocando el nombre de Dios, nosotros, los diputados de este Congreso, nos comprometemos a consolidar la

organización jurídica y política de Guatemala, afirmando la primacía de la persona humana como sujeto y fin del

orden social, reconociendo a la familia como génesis primario y fundamental de los valores espirituales y morales de

la sociedad, responsabilizando al Estado de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de

legalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz.

Que Dios nos dé sabiduría y que la nación nos juzgue.

Se abre la sesión.

(LAS 10:46 HORAS)


- Ingreso del señor presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia, don Nester

Mauricio Vásquez Pimentel.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Se solicita a la comisión de etiqueta que cumpla con su

cometido.




(INGRESO AL HEMICICLO PARLAMENTARIO DEL PRESIDENTE

DEL ORGANISMO JUDICIAL Y DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,

SEÑOR VÁSQUEZ PIMENTEL)

(DIANA)


- Ingreso del señor vicepresidente de la República, don Jafeth Ernesto Cabrera Franco.


cometido.

(INGRESO AL HEMICICLO PARLAMENTARIO DEL VICEPRESIDENTE

DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, SEÑOR CABRERA FRANCO)

(DIANA)


- Ingreso del señor presidente Constitucional de la República de Guatemala, don Jimmy Morales

Cabrera.


cometido.

(INGRESO AL HEMICICLO PARLAMENTARIO DEL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL

DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, SEÑOR MORALES CABRERA)

(GRANADERA)

PUNTO SEGUNDO: Himno Nacional de la República de Guatemala, interpretado por la Banda

Sinfónica Marcial y entonado por la concurrencia.

(INTERPRETACIÓN Y ENTONACIÓN DEL HIMNO NACIONAL

DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA)

(APLAUSOS)




PUNTO TERCERO: Lectura del acta y declaratoria de independencia.

EL R. SECRETARIO GALDÁMEZ JUÁREZ:

(LEE ACTA Y DECLARATORIA DE INDEPENDENCIA)

PUNTO CUARTO: Palabras del señor presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de

Justicia, don Néster Mauricio Vásquez Pimentel.

EL PRESIDENTE DEL ORGANISMO JUDICIAL Y DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,

SEÑOR VÁSQUEZ PIMENTEL: Señor presidente de la República de Guatemala, licenciado Jimmy Morales

Cabrera; señor vicepresidente de la República, doctor Jafeth Ernesto Cabrera Franco; señor presidente del Congreso

de la República, diputado Alvaro Enrique Arzú Escobar; señores diputados integrantes de la Junta Directiva del

Congreso de la República; señoras diputadas y señores diputados al Congreso de la República de Guatemala;

señores ministros, secretarios, viceministros y altos funcionarios de Estado; señor procurador general de la nación;

señor procurador de los derechos humanos; señor gobernador departamental de Guatemala; señoras y señores

magistrados de la Corte Suprema de Justicia; excelentísimos y honorables representantes del cuerpo diplomático y

organismos internacionales acreditados en Guatemala; distinguidos dignatarios de la nación; distinguidos invitados

especiales; damas y caballeros; y honorable pueblo de Guatemala, reciban un fraterno y cordial saludo en

representación del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia.

Hoy estamos reunidos con un motivo de especial trascendencia para los guatemaltecos; en este sentido, hago

referencia a la conmemoración del CXCVIII Aniversario de la Emancipación Política e Independencia de nuestra

querida patria, fundamentada en los principios de libertad, igualdad y soberanía, dando como resultado la

construcción de esta gran nación llamada Guatemala.

Dicho proceso emancipador se realizó de manera pacífica mediante la participación de los representantes del

Gobierno, la municipalidad, la iglesia católica, la Universidad de San Carlos, el Consejo de Comercio, entre otros

grupos, quienes declararon la independencia de nuestros pueblos.

Este devenir histórico marcó un importante cambio pues reestructuró la organización política, económica,

social, cultural y militar del país. Por ello, esta ocasión es propicia para exaltar nuestros principios y valores patrios,

así como para recordar el esfuerzo y sacrificio realizado por los próceres de la independencia, quienes tuvieron la

visión y la entereza de luchar por los ideales de libertad y soberanía, aspectos que hoy nos determinan.

Posterior a estos acontecimientos, el transitar del país desde 1821 a la fecha no ha sido fácil, ya que nuestra

historia nos demarca hechos de vital importancia en las principales esferas de la sociedad, tales como: la anexión de




la Capitanía General de Guatemala al imperio mexicano, la conformación de las Provincias Unidas de Centro

América y la proclamación de la República de Guatemala en 1847.

Desde ese año el rumbo del país ha estado inmerso en un proceso de altibajos, siendo determinante resaltar

los más de 30 años de autoritarismo que vivió el país, así como los avances alcanzados en los 10 años de primavera

democrática y los 36 años de conflicto armado interno, el cual dejó como consecuencia grandes secuelas en nuestro

tejido social.

La historia nacional ha sido convulsa en la línea del tiempo, lo cual ha limitado en gran medida nuestro

desarrollo. No obstante, siempre hemos ido avanzando y ahora tenemos grandes retos como sociedad y como

nación que debemos afrontar.

Por tanto, reafirmo que Guatemala es un país por el que vale la pena luchar, ya que somos una nación con

grandes bondades, anhelos y desafíos. En primer lugar, somos un país privilegiado pues estamos conformados por

cuatro pueblos diferentes, pero a la vez unidos por una misma identidad; además contamos con veinticinco idiomas

que se practican a nivel nacional y; en el tema cultural, Guatemala posee diferentes cosmovisiones que nos brindan

una percepción del mundo, a través de las creencias, las cuales definen nuestra forma de ser.

Por ello y tomando como ejemplo a los próceres de la independencia, debemos ejercer el liderazgo para

consolidar la identidad nacional y recuperar el sentido de pertenencia y cohesión entre los connacionales, trabajando

juntos por el alcance de un objetivo que es el bien común, ya que en la actualidad el individualismo, la división y

los conflictos han afectado la construcción de comunidad y hermandad entre los guatemaltecos.

De tal cuenta, esta ocasión no representa únicamente una oportunidad para comunicar un discurso

conmemorativo; por el contrario, es una oportunidad valiosa para hacer un llamado a las autoridades, así como a la

población guatemalteca en general para que recuperemos y revaloricemos nuestros principios, y porque trabajemos

en la recuperación de la dignidad patria.

Hay tanto por hacer y solo lo lograremos mediante la voluntad y el compromiso de emprender desafíos y

retos en pro de la nación, ya que para exaltar a la patria no hacen falta palabras sino acciones. En este sentido,

como organismo de Estado, debemos trabajar incansablemente por establecer un marco de convivencia pacífica y

armónica entre los habitantes, así como garantizar el imperio de la ley y el respeto irrestricto a los derechos

humanos, no permitiendo que se mancillen la dignidad y las oportunidades de desarrollo para los guatemaltecos.

Debemos velar por el respeto a la soberanía nacional, por generar oportunidades de crecimiento y desarrollo para la

población.




A la población guatemalteca quiero hacerles un llamado a que nos apropiemos de nuestros valores y

principios, para que marquemos la diferencia demostrada... demostrando que los guatemaltecos somos personas

solidarias, trabajadoras, con ideales nacionales y de esta cuenta, hagamos de Guatemala el gran país que

merecemos. ¡Qué viva la Independencia y qué viva Guatemala!

(APLAUSOS)

(DIANA)


PUNTO QUINTO: Palabras del señor presidente del Congreso de la República, don Alvaro Enrique

Arzú Escobar.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Señor Jimmy Morales Cabrera, presidente constitucional de la

República de Guatemala; señor Jafeth Cabrera, vicepresidente de la República; señor Nester Velásquez, presidente

de la Corte Suprema de Justicia; señoras y señores diputados del Congreso de la República; señores magistrados de

la Corte Suprema de Justicia; señoras y señores ministros y secretarios; señoras y señores representantes de

misiones diplomáticas acreditados en el país y de organismos internacionales; señor procurador de los derechos

humanos; señor procurador general de la nación; damas y caballeros:

Doy la bienvenida a todos al Congreso de la República de Guatemala y agradezco su presencia en esta sesión

solemne en la que conmemoramos 198 años de nuestra vida independiente. Es un alto honor hablar en este recinto

sobre la independencia de nuestro país, en un momento como en el que vivimos en Guatemala y en el mundo.

Celebrar la independencia de la República es en realidad celebrar la memoria que nuestro pueblo tiene de su

propia historia, hoy los guatemaltecos conmemoramos 198 años de habernos independizado del régimen colonial,

fue el final de una larga etapa de subordinación, pero al mismo tiempo fue el tiempo que nos tomó forjar una nueva

identidad y fue esa nueva conciencia social e histórica la que alcanzó su mayoría de edad en 1821. En ese sentido,

la independencia es un inicio.

Toda sociedad -y la nuestra no es la excepción- pasa por momentos difíciles, momentos en que debemos

preguntarnos si seguimos siendo leales a los motivos que nos mueven, al espíritu que nos dio origen como país

independiente y soberano.

Así fue como decidimos anexarnos al imperio mexicano, unos años después decidimos crear la Federación

Centroamericana y hacia la mitad del siglo XIX el presidente Rafael Carrera fundó la República de Guatemala y nos




legó la nación que hoy tenemos, república que ha pasado por épocas críticas en los que hemos podido encausar de

nuevo nuestra búsqueda, nuestro anhelo original de preservar nuestra independencia, nuestra soberanía, nuestra

autodeterminación.

Pienso por supuesto en la Revolución Liberal de 1871, en los movimientos ciudadanos de 1920, en la

Revolución de 1944 y, por supuesto, en la Firma de la Paz de 1996. Todos estos hitos de nuestra historia tienen en

común el alcance de nuestra libertad, una libertad que es en el fondo la recuperación del ideal original de la

independencia. Esto significa que si algo nos enseña la historia, es que lo que logramos también podemos perderlo,

nada, absolutamente nada podemos darlo por hecho.

Por ello es importante conmemorar año con año la independencia de nuestra República, solo de esta forma es

posible preguntarnos en todo momento si no hemos perdido la libertad que ganamos en un principio. Si hacemos

esta pregunta hoy, en septiembre de 2019, ¿qué respondemos? ¿Hemos perdido nuestra capacidad de

autodeterminación, preservamos la dignidad que concede la soberanía o hemos renunciado a ella y estamos

permitiendo que alguien más nos señale el camino que hemos de tomar?.

Yo me atrevo a decir que enfrentamos el peligro de dejar de ser autónomos, que algunos sectores nacionales

y extranjeros han intentado poner en riesgo nuestra dignidad y que si dejamos de luchar, de dar la cara, estaremos

permitiendo que alguien más se haga cargo del destino que solo a nosotros, los guatemaltecos, nos corresponde.

Me atrevo a decir que esta no es solo mi opinión, sino el sentir de muchos guatemaltecos, de una mayoría

silenciosa y silenciada que ven con preocupación cómo se nos busca imponer una forma de pensar, una forma de

hablar, una forma de actuar y de juzgar; pero también afirmo que esos guatemaltecos, hombres y mujeres

inmortales, cada uno desde su labor cotidiana libran cada día la batalla por no dejarnos arrebatar el país, una batalla

que continúa porque los adversarios son camaleónicos y encuentran subterfugios para volver a atacar.

Pero, ¿cómo llegamos a esta situación? ¿Cómo habiendo partido del consenso emotivo de la necesidad

absoluta de la independencia en 1821, ahora hay sectores que nos quieren hacer creer que la única forma de salir

adelante es permitiendo la intervención y entregando nuestra libertad? ¿Cómo se puede ser tan sumiso para aceptar

la peor versión del malinchismo?, la historia de este enigma es la historia de una derrota política e intelectual.

En los últimos años del siglo XX el proyecto utópico de una sociedad sin clases llegó a su final, sin embargo,

los ideólogos que sobrevivieron a esta experiencia traumática no aprendieron la lección de la historia, de forma

enmascarada reavivaron la guerra en tiempos de paz, lo que había sido una lucha armada se convirtió en una lucha

ideológica que busca minar, disociar, cualquier forma de entendimiento que mantenga unida a la sociedad.




Hoy la divisa de la revolución es la división, hoy la revolución consiste en paralizar al Estado, en cooptar a

las instituciones, en minar la autoridad de los valores y de la historia, así como buscar disolver el núcleo de la

sociedad, que es la familia. Y para lograrlo infiltraron el Estado en sus estamentos profundos, vivieron agazapados

hasta que les llegara el momento, para ello persuadieron a incautos importando e instalando la autoridad de las

organizaciones internacionales, organizaciones muchas de ellas cuestionadas no solo en su efectiva utilidad, sino

sobre todo en su legitimidad y en su ética, organizaciones que donde quiera que van cobran la factura de la miseria

del enfrentamiento mientras se dedican a empujar en nombre de los derechos humanos y la ideología de género la

caduca agenda de una izquierda que se niega a aceptar el colapso de sus ideas.

¿A qué nos ha llevado esa actitud? Nos ha llevado a una Guatemala que nos cuesta reconocer, una

Guatemala llena de contradicciones, una Guatemala en la que los antiguos insurgentes armados enarbolan la

bandera de los derechos humanos y tratan de justificar sus acciones amparados en reivindicaciones como la

supuesta defensa de la tierra…

(APLAUSOS)

…donde algunos comerciantes mercantilistas que por años han fomentado la corrupción en favor de sus

intereses, hoy se rasgan las vestiduras indignados ante la clase política, mientras pactan con el socialismo

internacional para mantener sus privilegios intactos.

(APLAUSOS)

Particularmente este clima de enfrentamiento afectó en nuestro país al corazón de la dinámica social, el

sistema de justicia, un poder del Estado en el que como nunca algunos de sus integrantes se convirtieron en

mercenarios para la persecución política. El abuso de poder y la politización al servicio de intereses externos se ha

convertido en un reflejo fiel del malestar que nos ha robado la paz, que nos ha hecho desconfiar unos de otros y nos

ha sumido en la angustia.

Este cáncer social es el principio de toda confrontación, la peor de todas, la que ocurre en el seno de una

nación; y cuando una nación se divide, no solo nadie puede estar seguro, sino tarde o temprano todos sufrimos

alguna pérdida, pero esas pérdidas en lugar de llenarnos de odio y deseo de venganza deben movernos a reflexionar,

debemos preguntarnos si esto es lo que nuestros padres quisieron para nosotros, si es lo que nosotros como padres

queremos para nuestros hijos.

Solo el bien perdura y el bien se alcanza con la justicia, no con la venganza, cuando confundimos la justicia

con la venganza, nos hundimos en una espiral de violencia que acaba por destruir lo que hemos construido juntos; la

venganza siempre emotiva y solo procura una satisfacción efímera, malsana.




La justicia, en cambio, es racional y fortalece el lazo social, hay quienes, sin saber lo que afirman, repiten

que no perdonan y que no olvidan, pero cuando buscamos la justicia, la memoria no significa ser incapaces de

perdonar; por el contrario, el perdón es auténtico solo en la medida en que no olvidamos.

No debemos, no podemos olvidar el sufrimiento, el dolor de nuestras pérdidas, pero para reparar el daño que

la revancha y el odio han hecho, debemos alcanzar justicia; la justicia edifica, marca en el camino de la historia el

lugar de un desvío y la forma en que hemos recuperado el rumbo del destino.

Después de un acto de justicia, no hay vuelta atrás, ya no caminos en círculos, en desencuentro o es

imperativo hacer justicia, pero eso es algo que nadie puede hacer por nosotros, debemos de tener, y si es el caso,

castigar con la ley a los artífices de la división tanto a los externos, como a sus agentes internos, aquellos que se

alimentan del miedo, del odio, que viven del conflicto.

En este punto, soy muy enfático, no quiero que mis palabras se tergiversen o se malinterpreten, estoy

diciendo que habrá justicia y eso solo puede significar una cosa, se identificarán a todos aquellos que han abusado

del poder que se les concedió, que se aprovecharon de la confianza que se depositó en ellos, que corrompieron, por

ambición y sed de venganza, el sueño de justicia que nació en el espíritu de los guatemaltecos, con la ley en la

mano, con la verdad como guía, no con mentiras y amenazas, llegarán ante los tribunales y responderán por haber

cometido la más baja de las acciones, traicionar la esperanza del pueblo.

(APLAUSOS)

Hace unos días leí una manta que decía: “Nos verán volver”, a las personas y grupos que colocaron la manta

les confieso algo, no puedo estar más de acuerdo con ustedes, por supuesto que los veremos volver, los veremos

volver para enfrentar la justicia, para rendir cuentas ante las autoridades nacionales y la sociedad guatemalteca.

(APLAUSOS)

Claro que sí los volveremos volver, los veremos volver, pero volverán para pedir perdón y para reparar los

daños que hicieron a familias guatemaltecas, volverán para responder ante los tribunales sobre los abusos

cometidos, pero no lo haremos por revancha, no lo haremos por venganza, no lo haremos por resentimiento o por

odio, los volveremos a ver en el país porque es justo, es correcto, es debido y porque sin perdón y justicia no

restableceremos nuestra convivencia fraternal.

Sin temor a equivocarme, puedo decir a todos ellos: “Los hemos perdonado, pero queremos justicia, la

independencia es hoy, como hace 198 años, una tarea urgente, una responsabilidad ante la justicia, único medio para

restablecer el vínculo social.




Pero esa independencia debe empezar por nosotros, por un examen de las cadenas que nos mantienen atados

y hacen del futuro un callejón sin salida.

Independencia significa dejar atrás el resentimiento, independencia es abandonar el sentimiento de venganza,

independencia significa en suma, buscar la justicia verdadera, la que abre el camino de un reencuentro; en

consecuencia, el sendero de la paz y el bienestar. ¡Que viva la independencia de Guatemala, que viva la República

libre, soberana, independiente! Muchas gracias.

(DIANA)

(APLAUSOS)


PUNTO SEXTO: Palabras del señor presidente constitucional de la República de Guatemala, don

Jimmy Morales Cabrera.

EL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, SEÑOR

MORALES CABRERA: “Nadie puede dar la libertad, si eres hombre, la tomas”, eso lo dijo Malcolm X. “La

libertad no es dada, se gana, eso lo dijo A. Philip Randolph”.

Ambos pensamientos llevan implícita la idea de que la libertad es un bien adquirido, quizá nosotros no lo

pensemos así, porque hemos nacido libres, en una nación libre, pero gracias a quiénes o a qué, hoy, 11 de

septiembre de 2019, a 4 días de celebrar el 198 Aniversario de nuestra independencia patria, a quién, a quiénes o a

qué les debemos la herencia de la libertad.

Señor vicepresidente de la República de Guatemala, Jafeth Ernesto Cabrera; señor presidente del Congreso

de la República de Guatemala, diputado Alvaro Enrique Arzú Escobar; señor presidente del Organismo Judicial y

de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Nester Mauricio Velásquez… Vásquez; señores diputados integrantes

de la Junta Directiva del Congreso de la República; señores diputados y diputadas al Congreso de la República de

Guatemala; señores ministros, secretarios, viceministros y altos funcionarios de Estado; señor procurador general de

la nación; señor procurador de los derechos humanos; señor gobernador del departamento de Guatemala; señoras y

señores magistrados de la Corte Suprema de Justicia; excelentísimos y honorables representantes del cuerpo

diplomático y organismos internacionales acreditados en Guatemala; distinguidos dignatarios de la nación;

distinguidos invitados especiales; pueblo que nos ve y nos escucha. Muy buenos días.




Hace unas semanas se realizó el desayuno nacional de oración y uno de los invitados especiales, el senador

Mike Lee, habló de nuestro himno nacional y se refirió a él como esa linda y bella canción que se llama Guatemala

feliz.

Efectivamente es el Himno Nacional de Guatemala, pero si alguien quisiera ponerle nombre, como

normalmente se le pone a las piezas musicales, podría llamarse Guatemala feliz o Guatemala inmortal.

Hoy, a dos años y cuatros días de nuestro bicentenario de independencia patria y después de haber escuchado

la lectura de nuestra acta de independencia, quisiera que reflexionáramos un poco sobre la letra de nuestro Himno

Nacional, y, efectivamente como mencionó el senador Mike Lee, empieza con esa bella frase: “¡Guatemala feliz…!

que tus aras no profane jamás el verdugo; ni haya esclavos que laman el yugo ni tiranos que escupan tu faz.” Esta

estrofa no nos habla de una Guatemala sin problemas o sin adversidades. Nos habla de un pueblo feliz a pesar de

todo. La felicidad es una actitud, una actitud positiva frente a la vida que nos permite enfrentar de mejor modo

cualquier adversidad. Y cuando dice que tus aras no profane jamás el verdugo, aras es un altar, es un lugar sagrado

y es que, además de nuestros sitios históricos, nuestros altares como nación son nuestros valores, como la libertad o

como nuestro marco legal. Nadie por lo anteriormente dicho, nadie, nacional o extranjero puede convertirse en

verdugo y profanar nuestra libertad o nuestras leyes y el que quiera hacerlo, será expulsado o castigado como lo

mandan nuestras leyes. Bueno, algunos prefieren huir y se convierten en prófugos, pero cuando vuelvan, serán

juzgados y castigados.

José Martí, el nacionalista puro, dijo: “La patria es ara, no pedestal”. Y es que la patria es para levantarla y

exhibirla, respetarla y adorarla, no para pararse en ella y exhibirse uno y buscar beneficios propios.

Continúa nuestro himno, diciendo: “Ni haya esclavos que laman el yugo”. El yugo es ese instrumento que

normalmente es de madera que se usa para unir semovientes, bueyes o mulas. O también se utiliza cuando alguien

quiere utilizar la figura de imponerles la voluntad de alguien que los dirige. También se utilizar para describir el

dominio u opresión que se ejerce despóticamente sobre alguien más.

Quiere entonces con esa estrofa, nuestro himno, implorar a todos que nazcamos y vivamos en libertad, y que

por nada nos dejemos imponer dictaduras o ideologías que se convertirán en los instrumentos de nuestra esclavitud

con tiranos que después escupirán nuestra faz, nuestro rostro, nos querrán avergonzar, nos querrán exhibir, no

importando lo que diga ni siquiera nuestra ley; cuidado, cuidado.

Qué sabias palabras escribió José Joaquín Palma, un cubano, que describía al pueblo de Guatemala, como un

pueblo feliz, pero como un pueblo gallardo, que no iba a permitir que se les impusiera el yugo.




Continúa la letra y dice: “Si mañana tu suelo sagrado lo amenaza invasión extranjera, libre al viento tu

hermosa bandera a vencer o a morir llamará”. Esta estrofa me parece un deja vu siento como que lo he vivido antes.

Recientemente terminó un capítulo en nuestra historia que dejará muchas enseñanzas y tendremos que empezarlas a

contar al mundo entero, porque tenemos que sacar las lecciones aprendidas de lo vivido.

El experimento de sujetar nuestras leyes a un acuerdo internacional al cual no podíamos oponernos ni

siquiera podíamos emitir pensamiento ¿y dónde queda la libre emisión del pensamiento? porque detrás había una

maquinaria perversa que se volcaba en contra de aquel que osara a pensar diferente y peor aún si quería emitir su

pensamiento. Una maquinaria que iba en contra de jueces y magistrados y los declaraba juez o magistrado de la

impunidad. ¿En dónde quedó la independencia judicial? Si desde que se le ocurría pensar diferente, se le declaraba

como corrupto o parte de un pacto de corruptos.

Esta maquinaria perversa incluía medios de comunicación que en otras épocas presumían de su libertad, y

ahora parece ser que se volvieron esclavos que laman el yugo o que lamen el yugo con noticias sensacionalistas o

con la simple invisibilización de los lesivos abusos y atropellos a los derechos humanos de muchos guatemaltecos.

Abusos de esta autoridad impuesta de forma experimental en Guatemala. ¿En dónde está el que debe pelear por los

derechos humanos? ¿En dónde está?.

(APLAUSOS)

Me gustaría ir como Diógenes con una lámpara grada por grada buscando al hombre o a la mujer a la que se

le delegó, sin banderas ideológicas, sin sesgo alguno, defender los derechos humanos de guatemaltecos y de no

guatemaltecos que se cobijaron en el derecho de esta nación.

Es importante que no olvidemos eso, porque el silencio también habla, el que calla, otorga; el que no dice, es

igual de responsable. El que invisibiliza una injusticia, es parte de esa injusticia.

Vuelvo a las palabras de Malcom X: Nadie te puede dar la libertad; si eres hombre, la tomas, y más aún, si

hemos nacido libres, si hemos nacido con ella, tomarla significa hacerla nuestra y ni por asomo, perderla.

Dentro de las funciones del presidente en nuestra Constitución Política de la República, una de las funciones

del presidente, es: mantener la unidad de la nación y la integridad territorial. Lo aplico a lo que es el valor de la

libertad. No podemos perder un ápice, no podemos perder un milímetro, no podemos perder un paso avanzado.

La libertad, no es algo que solamente se hereda y se abandona, sino que es algo que se cultiva, se defiende,

se otorga y se puede heredar pero, como hombre, debemos tomarla; como mujer debemos tomarla.




Por eso, pido a las autoridades nuevas y a las existentes que esto que sucedió no suceda nunca más en

Guatemala.

Nuestro Himno también nos habla de los próceres de la independencia centroamericana, llamándoles padres.

Dice: “Nuestros padres lucharon un día encendidos en patrio ardimiento y lograron sin choque sangriento colocarte

en un trono de amor, que de patria en enérgico acento dieron vida al ideal redentor”.

Al principio de los años 1800, en América se respiran aires de independencia de la corona española y hubo

guerras muy sangrientas y cruentas en distintos lugares de América. Sin embargo, en Centroamérica se logró de la

noche del 14 a la mañana del 15 de septiembre de 1821, la firma del acta de independencia que liberó a las

provincias de Centroamérica de la corona española. Esto se realizó en donde hoy está ubicado el Parque Centenario

acá en la zona 1. Y todo esto se hizo o se cuenta que se hizo en paz y en concordia.

Cuenta la historia también que fue una mujer la que dio el primer grito de independencia, la señora Dolores

Bedoya de Molina. Algunos pensadores reprochan esta estrofa porque dice que solo pelearon un día, y que porque

solo pelearon un día tal vez los guatemaltecos no valoramos la independencia. Esta bien, se puede hablar así, pero

quiero decirles que si bien es cierto en un día se firmó el acta de independencia no significa que no haya habido

intentos de libertad antes del 15 de septiembre de 1821. Podemos mencionar el movimiento de 1811 con José

Matías Delgado, Juan Manuel Rodríguez y José Manuel Arce, que surge desde El Salvador y es sofocado o también

podemos hablar del movimiento en Totonicapán en 1820, liderado por Atanasio Tzul que fue apresado y castigado

con latigazos durante 9 días, y en fin, muchas cosas se vivieron para llegar a ese 15 de septiembre.

También debemos recordar que después o posterior a la firma del acta de independencia de Centroamérica

hubo muchas guerras y conflictos en la región, que han formado nuestra idiosincrasia así como nuestro marco ético-

moral, conceptual y legal, que debemos protegerlo a toda costa.

Si recorremos un poco nuestra historia, podemos constatar que nuestras anteriores generaciones tuvieron que

librar muchas batallas para celebrar lo que hoy es Guatemala. Luego de la independencia de las provincias de

Centroamérica, decidieron unirse al imperio mexicano, pero luego, en 1823 viene la desanexión al imperio pero se

perdió la provincia de Chiapas, quienes decidieron seguir independientes del reino de Guatemala, claro está que no

fue la misma historia con Soconusco, otro día podemos hablar de cómo se perdió ese territorio.

Posterior a ello, surgen las guerras de los liberales y de los conservadores, las guerras unionistas y las

separatistas, que provocaron muerte, destierro y sufrimiento en toda la región. Finaliza el Siglo XIX y entramos al

Siglo XX, en donde se viven largas dictaduras, golpes de Estado, magnicidios, dos de presidentes en vigencia y un

expresidente, una guerra fría, que para nosotros significó un conflicto armado interno. Asimismo, hemos vivido




reformas, revoluciones, contrarrevoluciones y duras épocas democráticas, basta con leer los escritos de Juan José

Arévalo y de Arbenz, para darse cuenta que las cosas siguen siendo muy similares a aquellas épocas.

Si bien es cierto que se firmó el acta de independencia entonces, en el término del 14 de septiembre en la

noche al 15 de septiembre en la mañana, sí podemos decir que nuestros próceres firmaron una guerra… sin una

guerra nuestra independencia, pero sí nuestra independencia ha costado muy cara a través de la historia.

Por eso nosotros tenemos que tener una enseña, por eso nosotros tenemos que tener aquella enseña que nos

va guiando, que es la bandera, tu enseña, y dice: “Es tu enseña pedazo de cielo, en que prende una nube su albura, y

¡ay! de aquel que con ciega locura sus colores pretenda manchar. Pues tus hijos valientes y altivos que veneran la

paz cual presea, nunca esquivan la ruda pelea si defienden su tierra y su hogar”. Ese pedazo de cielo es nuestra

bandera, el azul, blanco y azul en que prende su albura. ¿Qué significa que prende su albura? Es decir, la blancura

de una nube en el cielo se refleje en ese pedazo de cielo en donde el blanco se diferencia del azul y nos muestra los

colores que nosotros decimos la azul y blanco guatemalteca.

Y emite nuestro himno la sentencia de un ¡ay! Cuando yo era niño no entendía los “ayes” y el ¡ay! es una

sentencia, es una amenaza “¡ay! de aquel que con ciega locura sus colores pretenda manchar”, que también me

parece ver ejemplificado en los bochinches de hace dos años cuando una horda de supuestos defensores de la patria

impidieron con violencia y provocaciones a nuestras fuerzas de seguridad izar nuestra bandera; y lo más vil,

colocaron un trapo sucio en nuestra asta, en nuestra celebración 196 de independencia patria. Claro que hay libertad

de manifestación, claro que la hay, y hemos sido sumamente tolerantes, hemos sido totalmente respetuosos, hemos

privilegiado el diálogo, pero ¿hasta dónde?

Fíjense ustedes el riesgo que corrimos en esa ocasión que hasta tuvimos que suspender, por seguridad de la

nación, el desfile patrio del siguiente día. Imagínense ustedes lo que se le enseña en cualquier academia militar del

mundo a un soldado, y no proteger la patria, y qué mejor representación de la patria si no la bandera. ¿Qué hubiera

pasado si nuestros cadetes no protegen la bandera y muy sabiamente deciden retirarla? Una tragedia hubiera

pasado.

Gracias a Dios tenemos la bendición de poder decir que volvemos a celebrar nuestra independencia por

segundo año consecutivo, dejando atrás ese tipo de provocaciones, porque ya se enteraron que no lo seguiremos

tolerando.

Lo más triste, quiénes venían atrás de esa horda, venían desfilando algunos representantes de nuestras

instituciones, con una maquinaria de comunicación nacional e internacional, no necesito decir quiénes eran, está

más que grabado en videos, y los hicimos circular por Guatemala y el mundo, y fue allí donde empezaron a sufrir

sus males y sus dolencias, allí fue donde los “ayes”, ¡ay! de aquel que con ciega locura sus colores pretenda




manchar. Allí los hijos valientes y altivos que veneran la paz cual presea empezaron, con esa mayoría silenciosa, a

darse cuenta de quiénes son, de quiénes eran, de qué pretenden, de qué pretendían. No necesito seguirlo narrando

porque la historia ya lo juzgó.

“Es tan solo el honor su alma idea, y el altar de su patria el altar” Vuelo al pensamiento de José Martí

cuando dijo que la patria es ara y no pedestal, y para los guatemaltecos que amamos Guatemala, Guatemala

verdaderamente es un altar por la cual estamos dispuestos a dar vida, familia, honor, y a las pruebas me remito.

(APLAUSOS)

Nuestro himno prosigue inyectando dignidad y orgullo al guatemalteco, hablándonos de nuestra ave indiana,

esa ave que vive en tu escudo, paladión que protege tu cielo, y dice que aún siendo pequeña, con alas que quizá no

sobrepasan los 30 centímetros, que volará más alto que el cóndor del Sur y el águila real del Norte; y no es ni

siquiera una ofensa ni una amenaza, sino que es simplemente un ideal de superación. Y entre lo lindo del himno

dice que el Quetzal no volará solo, porque llevará en sus alas ese nombre de la Guatemala inmortal.

(APLAUSOS)

Aprovecho para mandarle un saludo a todos los guatemaltecos que han puesto en alto el nombre de

Guatemala y a pedirles una disculpa por todas las ofensas que les hacen algunos guatemaltecos. Hay guatemaltecos

que aún hablan mal de Ricardo Arjona cuando en realidad deberíamos pensar que es el Quetzal que ha llegado más

alto, quizá; hay gente que habla mal de nuestros deportistas, de nuestros seleccionados, digo no puede ser que nos

tratemos así, cada uno es un Quetzal y la invitación de nuestro himno es que volemos lo más alto que podamos, más

alto que cualquier otra ave, y que hagamos de nuestro país y de nuestra nación la nación más grande que cualquier

otra nación en el mundo, con todo el respeto que nos merecen nuestros diplomáticos que yo estoy seguro que

ustedes quisieran lo mismo para cada una de sus naciones, y esa competencia limpia, sana y de cooperación incluso,

es válida e importante.

Dije ayer en el Conadur que algunos dicen que hay naciones grandes y naciones chicas, yo no creo que

hayan naciones grandes ni naciones chicas, hay naciones. ¿Cómo medir la grandeza de una nación? No puede ser

por su territorio o extensión territorial, ni por el número de habitantes, ni por su pujanza económica, sino que tiene

que ser por la grandeza del corazón de los ciudadanos que conforman esa nación.

No creo que haya un hombre de cualquier nación o una mujer de cualquier nación que pueda decir que tiene

el corazón más grande que el de un guatemalteco, así es que ojalá y remonte su vuelo cada uno de ustedes,

guatemaltecos, más que el cóndor y el águila real, y en sus alas eleve hasta el cielo ¡Guatemala tu nombre inmortal!




Por ello creo y promulgo que debemos por sobre toda cosa cuidar de nuestra nación pues ella preexiste y

subsiste al individuo. Cuando mis bisabuelos nacieron ya existía mi Guatemala feliz, ya murieron, al igual que mis

abuelos y mi padre. Vi nacer en mi linda Guatemala feliz a mi primera nieta y seguramente morirá mi madre, mi

esposa, mis hermanos y yo, mis hijos, mis nietos y Guatemala seguirá ahí, porque Guatemala preexiste y subsiste al

individuo.

De nosotros depende la inmortalidad de nuestra nación, la grandeza de nuestra nación, la felicidad de nuestra

nación y en esta oportunidad agradezco la invitación que me hicieran por cuarto año consecutivo para poder

celebrar, en una sesión solemne, las fiestas de independencia. Gracias, les deseo las felices celebraciones de las

fiestas de Independencia. Dios los bendiga, muchas gracias.

(APLAUSOS)

(DIANA)


- Egreso del excelentísimo señor presidente constitucional de la República y comandante general del

Ejército de Guatemala.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Se solicita a la comisión de etiqueta cumplir con su cometido.

(EGRESO DEL HEMICICLO PARLAMENTARIO DEL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL

DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, SEÑOR MORALES CABRERA)

(GRANADERA)


- Egreso del señor vicepresidente de la República, don Jafeth Ernesto Cabrera Franco.


cometido.

(EGRESO DEL HEMICICLO PARLAMENTARIO DEL VICEPRESIDENTE

DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA, SEÑOR CABRERA FRANCO)

(DIANA)





- Egreso del excelentísimo señor presidente del Organismo Judicial y de la Corte Suprema de Justicia,

don Néster Mauricio Vásquez Pimentel.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Se solicita a la comisión de etiqueta cumplir con su cometido.

(EGRESO DEL HEMICICLO PARLAMENTARIO DEL PRESIDENTE

DEL ORGANISMO JUDICIAL Y DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,

SEÑOR VÁSQUEZ PIMENTEL)

(DIANA)


- Egreso del hemiciclo de los honorables y distinguidos parlamentarios, distinguidos visitantes, siendo

ellos los honorables magistrados de la Corte Suprema de Justicia, procurador general de la nación.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Se solicita a las comisiones de etiqueta que cumplan con su

cometido.

(EGRESO DEL HEMICICLO PARLAMENTARIO DE LOS SEÑORES PARLAMENTARIOS

Y DISTINGUIDOS VISITANTES)

EL R. SECRETARIO GALDÁMEZ JUÁREZ: Honorable señor presidente del Congreso de la República

de Guatemala, esta Secretaría le informa que se agotó el ceremonial de la sesión solemne del día de hoy.

EL R. PRESIDENTE ARZÚ ESCOBAR: Señores representantes, habiéndose agotado el ceremonial, se

levanta la sesión solemne y se les recuerda la sesión ordinaria convocada para las 14:00 horas.

(LAS 12:05 HORAS)

_____________ * _____________

DIPUTADOS QUE NO ASISTIERON




CON EXCUSA: Erwin Enrique Álvarez Domínguez, Mynor Enrique Cappa Rosales, Oscar Rolando

Corleto Rivera, Rubén Misael Escobar Calderón, Oliverio García Rodas, Javier Alfonso Hernández Franco, José

Alberto Hernández Salguero, Francisco Vitelio Lam Ruano, Marleni Lineth Matías Santiago, Gustavo Arnoldo

Medrano Osorio, Nineth Varenca Montenegro Cottom, Marco Antonio Orozco Arriola, Ronald Ramiro Sierra

López, Mario Taracena Díaz-Sol.

SIN EXCUSA: María Stella Alonzo Bolaños, Jorge Leonel Arévalo Canales, Oscar Arturo Argueta Mayén,

Salvador Francisco Baldizón Méndez, Carlos Alberto Barreda Taracena, Dalio José Berreondo Zavala, Héctor

Melvyn Caná Rivera, José Alejandro de León Maldonado, Carlos Rafael Fión Morales, José Conrado García

Hidalgo, Milton Francisco Guerra Calderón, Gabriel Heredia Castro, Leocadio Juracán Salomé, Héctor Leonel Lira

Montenegro, Eva Nicolle Monte Bac, Hernán Morán Mejía, Sandra Nineth Morán Reyes, Marco Aurelio Pineda

Castellanos, Amílcar de Jesús Pop Ac, María Cristina Quinto García, Thelma Elizabeth Ramírez Retana, Edgar

Raúl Reyes Lee, Carlos Napoleón Rojas Alarcón, Raúl Romero Segura, Sandra Patricia Sandoval González.


DIARIO DE SESIONES · 2019. 11. 5. · don Nester Mauricio Vásquez Pimentel. (Pág. 3) 3. Ingreso...

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