Diálogo 24: Vamos patria a caminar

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No. 24 Tercera época Guatemala, 13 de marzo de 2011 Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Académica Guatemala, reconocida por el Decreto 96-87 del Congreso de la República, ratificado por el Ejecutivo en el instrumento de adhesión de fecha 29 de diciembre de 1987. “Vamos patria a caminar” “Homenaje a Otto René Castillo”, de la serie “Realidades”, autor Ramiro García

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Diálogo 24: vamos patria a caminar / Publicación mensual de FLACSO- Guatemala

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No. 24 Tercera época Guatemala, 13 de marzo de 2011

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Académica Guatemala, reconocida por el Decreto 96-87 del Congreso de la República, ratificado por el Ejecutivo en el instrumento de adhesión de fecha 29 de diciembre de 1987.

“Vamos patriaa caminar”

“Homenaje a Otto René Castillo”, de la serie “Realidades”, autor Ramiro García

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2 No. 22 / marzo 2011

Consejo académico de flacso-guatemalaVirgilio Álvarez Aragón- director/Oscar López / Marcel Arévalo/Claudia Donis /Virgilio Reyes

Simona V. Yagenova /Luis Raúl Salvadó/Edmundo UrrutiaSecretario general de flacso

Francisco Rojas AravenaSan José, Costa Rica

La comprensión de la complejidad de los procesos de cambio culturales, sociopo-líticos y económicos por los que atravesó Guatemala en la segunda mitad del siglo XX, demanda un esfuerzo multidisciplinario y la participación de expertos que o vivieron dichos procesos o se han dedicado a estudiarlos a fondo en cualesquiera de sus manifestaciones.

Existen varios esfuerzos individuales por conocer a los distintos autores y autoras que dentro de este contexto de la violencia de Estado se manifestaron en contra del statu quo y por un cambio revolucionario, haciendo uso de la política como parte central de su obra intelectual e incluso llevando a la praxis revolucionaria sus ideas de cambio.

En el mundo literario guatemalteco son muchos los ejemplos de poetas, novelis-tas y dramaturgos comprometidos con la lucha revolucionaria, cuyas obras artísti-cas y su propia vida son una prueba irrefutable de sus posturas; uno de los mejores ejemplos es, sin duda, el poeta Otto René Castillo.

FLACSO-Guatemala, a 44 años de la desaparición física de Otto René Castillo, decidió rendirle un homenaje, publicando en su suplemento diálogo varios extrac-tos de la tesis de graduación, que sobre el tema de la vida en la poesía de Otto René Castillo, presentara para su graduación como licenciada en Lengua y Literatura española, la guatemalteca Rita Navarro, quien a sus 26 años de edad, fue también víctima del terror, al ser brutalmente asesinada en julio de 1980, cuando gobernaba el general Romeo Lucas García.

Para conocer al poeta Castillo es imprescindible adentrarse en la obra “La ideolo-gía y la lírica de la lucha armada”, escrita por el doctor Mario Roberto Morales, de cuyo texto publicamos algunos extractos del tercer capítulo. Además, se ha unido a este esfuerzo el cineasta Sergio Valdés, quien nos facilitó valiosa información so-bre nuestro homenajeado, entre ella las imágenes de la primera edición del poema “Vamos patria a caminar” y el cuadro original de la serie “Realidades” del también asesinado artista de la plástica Ramiro García, que hemos utilizado para la portada de este suplemento.

Presentación

el tema de la vida en la Poesía

de otto rené castillo

En 1978, Rita Navarro, que contaba entonces con 24 años de edad,

presenta ante la Facultad de Humanidades de la Univer-sidad de San Carlos de Gua-temala y su Departamento de Letras, previo a optar el título de licenciada en Len-gua y Literatura Española, la tesis “El tema de la vida en la poesía de Otto René Castillo (aproximación semántica).

Después de desarrollar los marcos teórico e histórico, Navarro, hace una síntesis biográfica de Otto René, una aproximación valorativa a su obra, un breve recuento de la historia de la literatura guatemalteca, para luego entrar de lleno en el tema de la vida en la poesía del insigne poeta (pág. 31).

Al considerar un valioso aporte teórico para el conocimiento de la obra de Otto René Castillo, reproducimos en forma textual un segmento de este análisis de Rita Navarro, el cual, a la vez, nos permitirá conocer el profundo análisis literario de la autora, sacrificada en el principio de su vida intelectual por el gobierno oscurantista y criminal de Romeo Lucas García.

i. alGUnos concePtos BÁsicos*

a. la oBra literaria

Tal como señala Francoise Perus, la literatura se define a partir del concepto de práctica, “que considera a la actividad de los hombres como un proceso de trans-formación permanente de sus condiciones naturales y sociales de existencia.”1 Tres categorías de práctica diferencia la autora citada: económicas, políticas, teórica y artística. En esta última categoría, caben los procesos dirigidos a trasformar los siste-mas de ideas, imágenes y representaciones, y operan, pues, a nivel de ideología. De suerte que la literatura constituye “una forma específica de práctica en la ideología.”2

Esta práctica se realiza a través del lenguaje, al cual concebimos como un instru-mento socialmente codificado, que sirve para representar y transmitir experiencias sociales, provenientes de la realidad objetiva. Esto no significa considerar al lenguaje como calco o copia de la realidad, por cuento “entré ésta y aquel se establece siem-pre una relación dialéctica plena de tensiones, que revelan justamente la autonomía relativa del lenguaje; autonomía relativa que es una de las instancias en las que la práctica literaria puede ubicarse (piénsese sobre todo en el caso de la poesía), aunque esa misma ubicación, cuando tiende a convertirse en hegemónica dentro del queha-cer literario, es ya un fenómeno social que requiere explicación.”3 Esto conduce a revalidar el estudio retórico-formal de la literatura, siempre que se inserte dentro de la estimación de ésta como una práctica social.

B. PecUliaridad de la Poesía

Con base en lo dicho en el apartado anterior, señalamos –siguiendo de nuevo a Francoise Perus– que “la práctica 1iteraria apunta hacia la configuración de una re-presentación formalizada de la realidad, esto es, a la emisión de un “mensaje” que no

*Rita Olga Navarro Barberena, “El tema de la vida en la poesía de Otto René Castillo (aproxi-mación semántica), Tesis, Universidad de San Carlos de Guatemala, Facultad de Humanida-des, Departamento de Letras, Guatemala, 1978, págs. 31-37.1 Perus, Francoise. Literatura y sociedad en América Latina: el Modernismo (México: Siglo XXI, 1976) p.28.2 Ibid, p. 29.3 Ibid, pp. 30 y 31.

“Homenaje a Otto René Castillo” de la serie “Realidades”, autor Ramiro García

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3No. 24 / marzo 2011

PROFESORES E INVESTIGADORES EMÉRITOSFLACSO-GUATEMALA

Dr. Gabriel Aguilera - Lic. Edgar Balsells Conde - Dr. Santiago Bastos - Dr. Víctor Gálvez Borrell - Dr. Alfredo Guerra Borges - Lic. Mario Aníbal González - Dr. Jorge Solares

deja de atraer la atención sobre sí mismo y sobre las condiciones formales de su emisión.”4 En otras palabras, la elabo-ración formal, el diseño lingüístico, la estructura de palabras que es el texto li-terario, merecen estudio especial, a con-dición de no pensar que la obra 1iteraria sea “un significante que sólo remite a sí mismo, a su propia configuración, y en el cual desaparecería, por lo tanto, el sig-nificado normal de todo mensaje, que es cierto nivel de la realidad.”5

De manera, pues, que el discurso 1ite-rario constituye objeto principal de aná-lisis. Pero este análisis adquiere rasgos propios en los diversos géneros litera-rios. No será lo mismo, por ejemplo, estudiar la lengua del relato que de la poesía. En efecto, en ésta, el manejo de la lengua adquiere características muy específicas, que establecen diferencias radicales con la lengua de otros géneros literarios. Esta situación proviene de la índole de la obra poética, en la cual las interioridades del poeta se vuelcan con fuerza y libertad mayores que en otros tipos de obra. El poeta actúa con menos control racional que el novelista o el dramaturgo, se deja llevar mucho por la emoción, es empujado con fuerza por el inconsciente o de aquí proviene la rique-za de figuras literarias propia de la poe-sía, así como la rica exploración y apro-vechamiento de los niveles fonológico,

semántico y sintáctico. Desde luego, el estudio integral

del texto poético exige analizar es-tos tres niveles. Sin embargo, acer-carse a uno de ellos puede servir para aproximarse, al menos, a la comprensión del texto. En el caso del presente trabajo, me he limi-tado a explorar aspectos del sig-nificado, por medio del análisis de la manera como Otto René conceptúa a la vida. Sé que, al hacerlo, estoy reduciendo la obra poética, que es ante todo emoción y sugestión, a un nivel racional. Pero creo que resulta necesario hacerlo para entender qué dice el texto y, en algunos casos, cómo lo dice.

Creo que este tipo de estudio permite detectar un componente básico en la poesía de Otto

René: el predominio de lo emotivo sobre lo racional, y que, por otra parte, llegamos de esta manera a descubrir la correlación entre la vida y la obra de Otto René. En efecto la vida de éste aparece dominada no por el frío cálculo sino por la generosa entrega, y la poesía viene a descubrir que esa en-trega proviene de dos raíces básicas: el amor a la vida como realidad que deben compartir todos los humanos, y el amor a la mujer, señalada como fuerza motriz y razón de ser.

ii. anÁlisis Uno de los temas que aparecen presen-

tes en la poesía de Otto René es el de la vida. Otto René confía en la vida, sabe que ésta es la única capaz de hace que el hombre y la naturaleza se realicen. Está consciente de ello. Pero, para que las cosas surjan y se desarrollen, es ne-cesario luchar por ellas, para lo cual el poeta concibe la vida (su vida) como un proceso de lucha.

Adentrándonos en el tema de la vida, veremos que el poeta lo relaciona con la poesía, con la amada, con la lucha, con la muerte, con el mañana, lo que patentiza que en el poeta existe un arraigo, una fe ciega en la vida. Trataré de dar una vi-sión del tema de la vida y de lo que con él se relaciona.

a. Fe en la vidaEl poeta cree en la vida. Se afianza a

ella, con tenacidad y sin doblegarse. Nos hablará de ella: de cómo él la siente, de

cómo la está viviendo en su patria, en el exi1io, en su interior.

A Otto René se le ha llamado el poeta de la esperanza y con gran razón, ya que ella está presente en toda su poesía, a tra-vés de la afirmación inclaudicable de la vida. Por eso el poeta se inyecta de gran fortaleza y nos dice categóricamente:

Nada podrá contra la vida. Y nada podrá contra la vida porque nada pudo jamás contra la vida. (pp. 34 Y 35) Sabe que la vida como tal es inevitable.

Advierte el vigor inaplastable del vivir, y lo hace como una formulación que debo

subrayar: el poeta habla desde el presen-te (porque está vivo y cree en la vida), y señala la vigencia de la vida con base en el pasado: “nada pudo jamás/ contra la vida”. Esta afirmación en el pasado es prueba de respaldo, comprobable. Pero se remite también al futuro y asoma así su voto de esperanza: “Nada/podrá/con-tra la vida”. La fuerza de estos versos deriva, entonces, de los tiempos verba-les: un pretérito que es prueba fehaciente y un futuro que es afirmación rotunda. Pero la fuerza poética proviene también del pronombre nada, excluyente de cual-quier obstáculo que pretenda oponerse al proceso vital.

Ahora bien, el poeta sabe que no pue-de negarse la historia, ni ignorarse que quien la hace es el pueblo; sabe que so-mos producto de ambos y por eso no se queda en la sola fe en la vida, sino que mira a ésta con sentido colectivo:

4 Ibid, p.38.5 Ibid.

decidido aPoyo a la ciciG

La instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de la Organización de las Naciones Unidas constituye un hito en la historia de nuestro país. La CICIG ha demostrado que la investigación técnica y científica, junto con la vo-luntad y la clara decisión de aplicar la ley, pueden determinar e identificar a los responsa-bles de los crímenes y juzgarlos, además de tener un efecto disuasivo al asegurar que los crímenes cometidos no quedan impunes.

Al emprender la investigación y resolver casos relevantes de actos ilegales cometidos por exfuncionarios de gobierno, la CICIG ha sometido a la justicia a personajes centrales de estructuras de poderes paralelos, enquistadas o no en el Estado. Los procesos judiciales contra ellos han tocado el sistema nervioso de grupos que venían actuando con total im-punidad desde hace décadas, antes y después de los Acuerdos de Paz. No han tardado, sin embargo, en reaccionar y tratar de desprestigiar, deslegitimar y crear desconfianza hacia la Comisión.

La CICIG ha frenado y puede poner fin, junto con el Ministerio Público, la impunidad de las elites y los grupos del crimen organizado, herederos de las estructuras contrainsur-gentes. Tras años de actuar y resolver conflictos al margen y por encima de la ley, con la complicidad o la omisión de autoridades judiciales, el recurso al sicariato o al uso de la violencia se convirtió en un acto reflejo de los grupos de poder.

Si la instalación de la CICIG fue un acierto, lo es más el nombramiento de las nuevas autoridades del Ministerio Público (MP), en particular el nombramiento de la nueva Fis-cal General, pues hace ya muchas décadas que no era designado en ese puesto una figura independiente de los intereses de los grupos de poder. Es por ello necesario impedir que los cambios derivados de las elecciones vulneren este nombramiento.

Durante el conflicto armado interno, la Fiscalía General fue cómplice activo o pasivo de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas contrainsurgentes y los grupos paralelos. Después de la firma de la paz, se convirtió en un instrumento direc-to de los grupos de poder que hoy se disputan de manera violenta el gobierno del Estado. Sin duda, habrá medidas y acciones dirigidas a neutralizar a un Ministerio Público en cuya cabeza se encuentra ahora una profesional del Derecho con las credenciales éticas y técni-cas para luchar a la par de la CICIG contra ese flagelo que ha azotado a los guatemaltecos desde hace décadas: la impunidad.

Las organizaciones sociales y la sociedad en general tenemos el desafío de apoyar la gestión de la CICIG y a las nuevas autoridades del MP; de ahí las recientes expresiones del movimiento social por la justicia, la seguridad y derechos humanos en apoyo a la CICIG y de rechazo a las campañas de desprestigio en su contra.

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Académica Guate-mala apoya decididamente la lucha contra la impunidad, pues coincide con el movimiento social en que ésta es la llave para la primacía del Estado de Derecho.

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4 No. 22 / marzo 2011

De historia y pueblo estamos hechos. Pueblo e historia conducen al futuro. Nada es más invencible que la vida su viento infla nuestras velas. Así triunfarán pueblo, historia y vida; su viento infla nuestras velas. Es esta una afirmación de la vida como

realidad unida al pueblo y a la historia. Sabe que la vida abrirá los horizontes

la vida de otto rené castillo*

Mario Roberto Morales**

Factores condicionantes en la PrÁctica literaria de

otto rené castillo

Sobre el fenómeno revolucio-nario y la familia Quiñonez Castillo, dice Zoila (hermana

de Otto René):“Nuestra familia, por ambas ramas -materna y paterna-, tuvo siempre mi-litancia política antidictatorial. En la Revolución Democrático-Burguesa de 1,944 –que derrocó una dictadu-ra militar de 14 años– participaron hermanos de nuestra madre y dos de nuestros hermanos que para ese en-tonces eran menores de edad. Otto René era todavía un niño.“Durante los gobiernos de Arévalo y Árbenz -1,945-54- y en los gobiernos posteriores,trabajamos los 4 herma-nos mayores de Otto René. Desempe-ñamos puestos de regular mportancia en la aplicación de las reformas so-ciales –Código de Trabajo y Reforma Agraria–. Teníamos militancia en los partidos revolucionarios. (Entrevista de Zoe Anglesey a Zoila Quiñones Castillo, p.1). De 1,954 a 1,957 Otto per-

manece en El Salvador. Sobre su estadía da cuenta Roque Dalton:

“A los 18 años de edad, junto con un nutrido grupo de revolucionarios guatemaltecos se establece en El

(= nuestras velas) cargadas de una gran esperanza de triunfo (= victoria). Los tres pares de versos organizan todo un esque-ma lógico, asumido en palabra poética y por lo tanto descargado de los rigores racionales. Pero el cabal desarrollo de un postulado dialéctico es evidente: si nues-tra realidad se construye de pueblo e his-toria y, ambos existen en la vida, lógico resulta concluir que el triunfo será de los tres, con lo cual la vida queda despojada de la sola dimensión individualista. Esta

afirmación cobra desarrollo más cabal en uno de los mejores textos de Otto René, el poema “Sólo queremos ser humanos”. Al final de éste, el poeta define, frente a la miseria y la inhumanidad, lo que para él constituye la dimensión humana: “vi-vir la vida y no morirla”. Por su impor-tancia, este poema debe ser citado por entero, porque –para efectos del presente estudio– manifiesta uno de los pilares en el enfoque del tema de la vida:

Aquí no lloró nadie! Aquí sólo queremos ser humanos! darle paisaje al ciego, sonatas a los sordos, corazón al malvado, esqueleto al viento, coágulos al hemofílico y una patada patronal

y un recuerdo que nos llora el pecho.

Salvador, buscando la proximidad a la patria, que haría más eficaz la con-tinuación de la lucha. Ingresa a la Universidad después de un tiempo de dedicarse a diversos oficios para ga-narse la vida: sereno de un parqueo de automóviles, pintor de brocha gorda, vendedor de libros. Simultáneamen-te escribe con gran intensidad poemas revolucionarios que pese a ser obras

de primera juventud, llaman la aten-ción en los círculos culturales de El Salvador y que, paradójicamente, le abren las puertas de la “gran prensa” salvadoreña, sobre todo después de la obtención del Premio Centroameri-cano de Poesía de la Universidad, en 1,955. “Paradójicamente”, por la tra-dicional calidad reaccionaria de aque-lla prensa y por la calidad militante ininterrumpida en la vida del poeta. En efecto, Otto René Castillo pasó de inmediato a militar en las filas del PC Salvadoreño, desarrollando, además de una intensa labor proselitista entre los medios intelectuales, una regular actividad revolucionaria relacionada con la lucha del pueblo guatemalteco que tenía en El Salvador, y desde El Salvador, frentes de trabajo clandesti-no establecidos.

“Otto René Castillo durante aquel lap-so atravesó la frontera guatemalteco-salvadoreña en varias ocasiones, en la más rigurosa clandestinidad, y co-rriendo riesgos palpables. Desde en-tonces dejó evidenciado su arrojo, su disposición a asumir las tareas desde el punto de vista de la importancia revolucionaria de las mismas y no por el peligro personal que pudieran

entrañar, esa forma joven y a la vez sabia de vivir la militancia comunis-ta como lo que en ningún momento puede dejar de ser: un combate que no se detiene nunca. (...) Su actividad política y literaria en El Salvador fue sumamente importante: desde el seno del Círculo Literario Universitario fue un trabajador inagotable en favor de la unificación de criterios de los artistas y escritores jóvenes de aquella época, sobre los problemas de la responsabi-lidad social-revolucionaria del creador y asimismo un divulgador de los poe-tas revolucionarios que más influyeron en el punto de partida de lo que luego se llamará la “generación comprome-tida” (Nazim Hikmet, Miguel Hernán-dez, César Vallejo –visto como poeta comunista–, Pablo Neruda, etc. ); des-de las organizaciones del PC y otras

entidades democráticas, fue un es-forzado divulgador de las ideas mar-xistas. Tuvo asimismo una influencia importante en numerosas adhesiones de escritores y artistas salvadoreños jóvenes a las ideas revolucionarias y a la militancia comunista. Su labor poética trascendía las fronteras salva-doreñas, volvía a Guatemala (donde obtuvo el Premio Autonomía –de la Universidad– en 1,956 y resonaba en Europa (la FMJD le otorgó, desde Budapest, el Premio Internacional de Poesía en 1,957). (...) En 1,957, Otto René Castillo regresa a Guatemala, poniendo fin a su fructífero exilio sal-vadoreño. Sigue estudios de Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de San Carlos donde recibe el premio “Filadelfo Salazar” al mejor estu-diante y obtiene por su aprovecha-miento una beca para hacer estudios en la RDA”. (Dalton, Informe de una Injusticia. pp. 9-12).El premio Autonomía de la Uni-

versidad, lo gana con su poema cé-lebre “Vámonos patria a caminar”.

Sobre la estadía de Otto René en El Salvador, nos cuenta Manlio Ar-gueta (Entrevista del 13.6.89 en San José, Costa Rica) que él no estuvo en el grupo de salvadoreños que lle-garon a Guatemala en 1,953 y, que conocieron allí a Otto. Manlio, nos informa que él llega a San Salvador, procedente de San Miguel, a estu-diar en la Universidad, en 1,955. Otto ya estaba allí y, era amigo de Roque Dalton. Manlio recuerda que varios militares guatemaltecos ar-bencistas exiliados en El Salvador habían fundado el radioperiódico “Radioprensa”, que llegó a ser el radioperiódico más famoso del país, fundando una tradición de prensa hablada que no existía hasta enton-ces en El Salvador. En ese periódico trabajaban Arqueles Morales –quien había llegado acompañando a su pa-dre al exilio–, Otto René y Roque. Otto René pasa después a ser redac-tor de planta de La Prensa Gráfica, en donde realiza reportajes gráficos

* Estas líneas son extractos de mi libro La ideología y la lírica de la lucha armada (Guatemala: Editorial Universitaria, 1994), cuya primera edición se agotó. La segunda se encuentra en prensas en la Editorial Cul-tura. Los extractos fueron entresacados del tercer capítulo del libro para esta publicación de FLACSO. Las referencias bibliográficas no aparecen consignadas en estos fragmen-tos. MRM.** Guatemalteco, nacido en 1947. Escritor, académico y periodista. Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias”, 2007.

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una hija. Manlio no recuerda nada más acerca de este hecho, a no ser que Carmen fue conocida en El Sal-vador como la esposa de Otto René.

“Éramos cipotes. La amistad que te-níamos era así, y de bohemia cons-tante, de irnos sin pagar de las can-tinas. Otto hablaba del compromiso político. Roque tenía más formación literaria que Otto y eso dio origen a una polémica por carta entre los dos ya cuando Otto estaba en Alemania, sobre cómo debía escribirse una poe-sía para el pueblo: Roque argüía que había que profundizar en el estudio de las literaturas. Otto era más políti-co”. (Argueta).Manlio recuerda que cuando co-

noce Roque a Otto, aquél ya había estado becado por los jesuitas en Chile y allí había entrado en contac-to con el marxismo.

De modo que todo el clima de ter-tulia literaria y de confección del ideario de la Generación se confor-mó en la bohemia salvadoreña. Este hecho estuvo acentuado, recuerda Manlio, por el hecho de que Miguel Ángel Asturias –a quien Otto consi-deraba su maestro– era funcionario de la Embajada de Guatemala en El Salvador y, a la vez, la poetisa Clementina Suárez (cuyas relacio-nes sentimentales con Asturias han hecho época en el pintoresco anec-dotario de los escritores centroame-ricanos, según ella misma las rela-ta), era funcionaria de la Embajada de Honduras en El Salvador. Pues bien, los jóvenes poetas comprome-tidos asistían a tertulias con los dos maestros, y de esa relación fue que Otto y el grupo adoptaron la máxi-ma asturiana de que “el poeta es una conducta moral”.

Roberto Cruz conoció a Otto en El Salvador; luego estuvieron jun-tos en Guatemala, en la Facultad de Derecho, donde fueron compañeros, y posteriormente en Alemania. El testimonio de Cruz sobre Otto René tiene la virtud de ser un testimonio vivo que retrata al poeta en sus ras-gos y contradicciones más huma-nos. Dice:

“Cuando lo conocí trabajaba en un radioperiódico y ya había ganado el Premio Centroamericano de Poesía de la Universidad de El Salvador

firmados con su nombre, los cuales tenían gran proyección social; poco después es despedido debido a la gran popularidad que sus incisivos artículos alcanzaban en los lectores. Por esta época Otto René y Roque ganan el certamen de la Universidad de El Salvador con “Dos puños por la tierra”, en donde exaltan las figu-ras de dos héroes indios: Atanasio Tzul y Anastasio Aquino, de Guate-mala y El Salvador, respectivamen-te. Como estudiantes y periodistas que eran, el premio literario les da gran prestigio local. Las polémi-cas que ambos sostenían en torno al compromiso político del escritor y el artista fueron recogidas en la revista Hoja, dirigida entonces por Italo López Vallecillos, y esos argu-mentos constituyeron el núcleo del ideario de la Generación Compro-metida, grupo que en principio estu-vo formado por Otto René Castillo, Roque Dalton, Roberto Armijo y otros que fueron abandonando el ca-mino trazado; después se habían de integrar Tirso Canales, José Rober-to Cea y el mismo Manlio Argueta. Arqueles Morales, nos sigue rela-tando Manlio, no se integra debido a que era muy joven. El maestro de todos era el poeta salvadoreño Oswaldo Escobar Velado.

Dice Manlio que Otto ejerció un magisterio muy fuerte sobre Roque Dalton, rastros de lo cual pueden hallarse en la novela de este último, Pobrecito poeta que era yo..., en la que las alusiones a un chapín con gran ascendente sobre él se refieren a Otto.

Es pues, dice Manlio, Otto René quien orienta a una generación de poetas que no había alcanzado a ser traumatizada por la matanza de 1,932, grupo éste que adquiere gran vigencia en El Salvador:

“Nos pusimos de moda como quien dice, porque estábamos planteando un problema social y político por pri-mera vez en El Salvador. Sólo Otto militaba en el PC. El fue el que sacó a Roque de su educación jesuita. El grupo exigía a los escritores viejos que tomaran posición”. (Argueta).Otto se casó con una salvadoreña

llamada Carmen, con quien tuvo

Flacso-GUatemala ante la elección de maGistrados a la corte de constitUcionalidad

La elección de magistrados a la Corte de Constitucionali-dad constituye uno de los eventos políticos más trascenden-tales por las altas responsabilidades de esa institución en la defensa de la institucionalidad democrática y el orden cons-titucional.

Por ello, los entes nominadores se verán sometidos a prue-ba respecto de la idoneidad de sus representantes, quienes deben poseer comprobadas capacidades académicas, inde-pendencia y solidez en sus criterios constitucionalistas, en los que cabría destacar los principios de los cuales es porta-dora la Carta Magna, especialmente los que se relacionan con los derechos democráticos, humanos y de bienestar social de todos los ciudadanos. En ese sentido, los candidatos y can-didatas a magistrados serán observados por sus ejecutorias profesionales y de función pública, por su honestidad perso-nal y por su firme criterio, ajeno al tráfico de influencias de grupos de poder y de presión económico, político y/o social.

La nominación de una nueva Corte de Constitucionalidad coincide con las elecciones generales en los organismos Eje-cutivo y Legislativo, así como en el poder municipal, cuya relevancia es innegable en el proceso de consolidación de-mocrática electoral. Es muy probable que entre sus primeras decisiones se someta a su juicio dirimir aspectos fundamen-tales de dicho proceso eleccionario; por ello es necesario no perder de vista que su criterio constitucionalista trasciende la actual coyuntura.

Es en este contexto que nos sumamos a la sana actitud vi-gilante que ha asumido la sociedad civil que coadyuva al desarrollo de la democracia y la vigencia del Estado de Derecho.

(1,955). Otto era entonces un joven delgado, moreno, de mirada profunda, lleno de dinamismo y entusiasmo. La nostalgia por la patria no le había he-cho perder la alegría. Más que su éxi-to como poeta me impresionó su deci-sión de impulsar con toda su pasión el proceso revolucionario del pueblo de Guatemala”. (Cruz, p.3).“(...) Otto René volvió a Guatemala en 1,957, en un período de efervescencia política. Volvía para contribuir a la li-beración de su pueblo, a impulsar el proceso revolucionario. Se incorporó a la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de San Carlos, en la que fuimos compañeros. Desplegaba una intensa actividad de

organización de círculos culturales y artísticos; impulsaba la organización política y escribía poesía.“Con el grupo de estudiantes e inte-lectuales que habían editado anterior-mente el semanario revolucionario El Estudiante, promovió la publicación Lanzas y Letras, que también llegó a jugar un papel importante en la vida política y cultural del país.“La energía y dinamismo de Otto eran sorprendentes. Como éramos amigos y yo tenía un viejo y deteriorado au-tomóvil Volkswagen, frecuentemente me pedía que lo ayudara con trans-porte en sus actividades, a veces con poetas y escritores, otras con militares que habían vuelto también del exilio,

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y todavía nos quedaba tiempo, de vez en cuando, para visitar amigas comu-nes o para tomarnos unos tragos. A pesar de esto logró obtener el premio Filadelfo Salazar al mejor estudian-te...” (Cruz, p.5).“(...) Debe haber sido más o menos a fines de 1,958 que Otto René obtuvo una beca para estudiar en la Repú-blica Democrática Alemana”. (Cruz, p.6). En 1,958, Otto marcha hacia Ale-

mania e inicia un nuevo período de su vida. Había vuelto a Guatemala en diciembre de 1,957, en donde había estudiado Derecho durante un año.

Nos indica Cruz que, luego de es-tudiar alemán por unos meses, Otto René inicia estudios de literatura alemana (Germanística) en la Uni-versidad Karl Marx de Leipzig. En 1,960, nos refiere Cruz, Otto se casa con Bárbara Wenzig, “una linda e inteligente muchacha de Leipzig, con la que tuvo dos hijos: Tecún y Patrice. Vivían con los padres de ella, gente muy trabajadora, cul-ta y cariñosa, que acogió con gran hospitalidad a la media docena de guatemaltecos que estudiábamos en Alemania (RDA). La familia entera quería y admiraba a Otto fuera de todo límite” (Cruz, pp. 6-7).

Este fue el año del levantamiento del 13 de noviembre en Guatemala, y también fue un año crucial para la naciente revolución cubana, que ya inspiraba movimientos revoluciona-rios en toda América Latina.

En 1,962, se constituye en Berlín un grupo de jóvenes alrededor del cineasta holandés Joris Ivens, quien tenía el proyecto de capacitar a jó-venes latinoamericanos en las técni-cas del documental cinematográfico, con el fin de filmar las luchas revo-lucionarias de sus países, pensando obviamente en las guerrillas, que se conceptualizaban como la punta de lanza de los procesos de lucha po-pular.

Otto René abandona sus estudios literarios en Leipzig y se integra al grupo de cineastas. Cuando llega a Berlín conoce a una hermosa baila-rina de la que se enamora. Cruz nos lo narra así:

“Otto dejó su hogar en Leipzig, y a su esposa, Bárbara, que trabajaba en Leipzig y cuidaba a sus dos hijos, muy pequeños aún, por diversas ra-zones no lo podía seguir a esa ciudad en la que era muy difícil encontrar

facilidades para establecerse en esas condiciones. Otto y una bailarina de ballet llamada Karin establecieron una relación afectiva muy pasional, que lesionó los vínculos con su familia de Leipzig, con la que sus amigos y compañeros teníamos amistad, y trata-mos de hacerlo recapacitar, ejercien-do presión en ese sentido. Quizá por parte de Otto su resistencia a ello era una forma de romper su vínculo con Bárbara, con la que había formado una relación muy tierna y familiar, que él tal vez sentía que se interponía con su compromiso y objetivo de lucha, que era Guatemala”. (Cruz, p. 8).Los jóvenes de la Brigada de Ivens

–que inicialmente eran de El Salva-dor, Guatemala, Haití y Venezue-la– vivían “en una casa ubicada en la calle Mendelssohn, a la que hace referencia un poema amargo de Otto,

se evidencia que volvía al país para subir a la montaña como cineasta. Cuenta su hermana Zoila que, estan-do a punto de subir, lo capturan junto con Marco Antonio Flores. Otto per-manece 45 días en la cárcel, antes de viajar a México; Flores es liberado a las dos semanas. Sobre este hecho dice Flores:

“Una noche (2 de marzo del 65), lle-gando a la puerta de su casa le pregun-té por un jeep extraño que estaba en-frente, no le hizo ningún caso y cuando entramos nos prensaron. Catearon la casa, después pasaron a catear la mía y nos metieron a la “Academia”. Parece que una noche lo metieron a la sala de torturas, yo me hice el dormido, pero oí cuando le pegaron su par de tranca-zos. Cuando les dio la gana, lo sacaron del país y a mí me dieron libre. Pasó en el exilio hasta finales del 1,966”

del Choco”. Yo ya tenía un pichirilo, un traste viejo que apenas caminaba, y él venía con el gesto duro, con la risa escondida detrás de los lentes ca-fés, con los secretos guardados detrás de la solapa. Tuvimos que empujar el carro porque tenía jodida la batería, una semana después fue la discusión en el Chun Kin y no lo volví a ver. Hasta que llegó Zoila con una lágrima a punto de salir y el periódico en las manos:‘mataron a Otto, usté’” (Flo-res, Impacto, 1,977).Efectivamente, Otto René se fue

a la montaña, esta vez como com-batiente y con tareas políticas asig-nadas, probablemente en enero de 1,967; porque la “discusión en el Chun Kin” de que habla Flores se refiere a lo siguiente:

“... llegó Zoila, su hermana, con un Imparcial en sus manos temblonas, me miró con unos ojos angustiados y me dijo “mataron a Otto, usté”, y me tendió el periódico. Ninguno de los dos parecía creerlo.“Sin embargo, tres meses antes yo se lo había dicho: “Te van a matar, cero-te, no te vayás”. Fue en otro café de chinos (el Chun Kin creo que se lla-ma), que queda en la quince calle ya llegando a la quinta avenida. Estába-mos frente a una botella virga de Ron Botrán y un chao min por cabeza, éra-mos tres, el Choco Rodríguez, Otto y yo. Intentamos toda la noche, durante dos o tres botellas, convencerlo, pero su decisión era irrevocable: tenía que subir a la montaña para ser congruen-te con él mismo”. (Flores, Impacto, 1,977).En otro lugar, Flores cuenta lo

mismo, aunque esta vez sitúa la con-versación a fines de noviembre de 1,966.

“La última vez que lo vi, fue para dis-cutir su decisión irrevocable de irse al monte. Nos fuimos al Chun Kin con el Choco Rodríguez. Fue a finales de noviembre del 66. Tratamos de con-vencerlo de que no se fuera. Le dije que lo iban a matar pronto. Ya lo sé, contestó, pero no podemos seguir ha-blando babosadas sin asumir nosotros el compromiso real (si no fueron esas las palabras textuales la intención es exacta). Cuando nos terminamos la segunda tánica estábamos hablando de poesía. A los cuatro meses estaba muerto. Aparentemente nosotros tu-vimos razón, pero en el fondo él tenía la razón”. (Flores, La Semana, 1,973).Otto René y Nora Paiz caen el 19

de marzo de 1,967 en la aldea Los Achiotes del departamento de Zaca-pa. Cuenta Zoila que en esa fecha, ambos salieron del área de la gue-

que refleja un problema y desgarra-miento de esos a los que alude Roque Dalton al referirse a que su figura no estuvo exenta de los errores y las de-bilidades de los jóvenes revoluciona-rios de su época” (Cruz, pp.7-8).

“Aunque no viví en la calle Mendels-sohn y no fui del grupo de cinemato-grafía, Otto me debe haber incluido entre los “lobos del alma y moralistas viudos de moral profunda” que él dice que lo acosaron. Eso, unido a que a veces tratábamos de calmar nuestra ansiedad y angustia por la lejanía de la patria recurriendo a los tragos, pro-movía conflictos ocasionales entre nosotros, más si había mujeres de por medio, que en mi caso, motivaron que al estar ambos de nuevo en Guatema-la ya no volviéramos a vernos”. (p.9 Cruz). (Ver el poema en el apéndice correspondiente del capítulo IV).En 1,964, cuando termina sus estu-

dios de cine, Otto vuelve a Guatema-la y asume la dirección del Teatro de la Municipalidad capitalina, donde trabaja con Marco Antonio Flores y otros. A la vez, participa en labores clandestinas del PGT. De esta época, su hermana Zoila conserva algunas fotografías interesantes, en las que

(Flores, Diario Impacto, 1,977).Una vez en México, Otto es nom-

brado representante de Guatemala ante el Festival Mundial de la Juven-tud y los Estudiantes, a celebrarse en Argelia. Dice Zoila al respecto que:

“Las organizaciones revolucionarias guatemaltecas lo nombraron repre-sentante de Guatemala ante el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud a celebrarse en Argelia –en donde presenció la caída de Ben-Bella–. Recorrió Alemania, Hungría, Checoeslovaquia, Chipre y algunos países más”. (Anglesey-Quiñonez, p.10. En adelante, este dato aparecerá sólo como Quiñonez).Otto viaja entonces a La Habana y

se entrevista con Luis Turcios Lima, en ocasión de la conferencia de la OLAS en enero de 1,966 (Turcios moriría el 2 de octubre de ese mis-mo año). En Cuba se junta con Nora Paiz, militante revolucionaria, con quien ingresa a Guatemala en no-viembre de 1,966, más o menos un mes después de la muerte de Turcios. Recuerda Flores sobre esto, que:

“En noviembre de ese año me avisaron “hoy viene Otto, andá traélo a la casa

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rrilla en busca de alimentos. Un campesino que les dio de comer los denunció y el ejército empezó a aco-sarlos; ambos huyen, Nora es herida, Otto regresa a ayudarla y es herido también; luego los llevan a la base militar de Zacapa, en donde son tor-turados junto a 13 campesinos más, que habían sido capturados por co-laborar con la guerrilla. El relato de Zoila sobre esto es dramático. Dice:

“La versión de la forma criminal en que Otto René fue torturado y asesi-nado la dio el monstruo que vestido de uniforme y ostentando el grado de capitán del ejército nacional, dirigió la tortura e interrogatorio. Aunque Otto René no portaba su documento de identidad (en la montaña y en la lucha clandestina usaba el seudóni-mo “Miguel”, quizá en memoria de Miguel Hernández, el gran poeta es-pañol, a quien le escribiera unos poe-mas) se identificó como Otto René Castillo.“―¡Ajá!, con que vos sos el poeta que dice que los coroneles se orinan en los muros de la patria... Conque vos sos el que se quedará ciego para que la patria vea... Así que vos te quedarás sin voz para que Guatemala cante... Pues se te hizo cabrón, por-que todo eso es lo que realmente te va a pasar a vos, y no en versitos sino en la pura realidad.“Con una gillette asegurada en una varita de bambú, atado de pies y ma-nos, le cortaban la cara a cada frase que le decían (basándose en el poema “Vamos Patria a caminar”). Le ‘gi-llettearon’ los ojos, la boca, las me-jillas, los brazos y el cuello. Se supo en Guatemala que este ombre -sin h-, se ufanaba contando su hazaña.“A los 13 campesinos colaboradores de la guerrilla que habían capturado días antes, a Otto René y a Nora, les fracturaron las piernas en las tortu-ras, y contaba este chacal-militar que tuvieron que ‘fusilarlos sentados’. (Quiñonez, p. 17).Zoila cuenta que recurrió a nue-

ve abogados que le indicó Huberto Alvarado –Secretario General del PGT– para que la acompañaran a Zacapa y que ninguno de ellos ac-cedió a hacerlo. Se entrevistó con César Montes, –entonces Coman-dante en Jefe de las FAR–, quien estaba en la capital, y él le dio unos 300 quetzales para que fuera a Zaca-pa y le trajera información sobre lo ocurrido. El único amigo que acepta acompañarla es Marco Antonio Flo-res, y viajan a Zacapa. Sin embar-go, no pudieron recobrar el cadáver.

Zoila entonces se puso en contacto con la madre de Nora Paiz, que ha-bía llegado desde México, y juntas van de nuevo a Zacapa, esta vez con mejor suerte, si es que puede llamár-sele así a la horrible experiencia que Zoila relata:

“Yo reclamé la exhumación del ca-dáver, para identificarlo. Después de una riesgosa y amarga situación logré la autorización. Entonces invité a la mamá de Nora Paiz a que fuera tam-bién ella a la montaña a reconocer los restos de Nora. Aceptó y fuimos jun-tas. Cuando íbamos para el lugar, casi 10 kilómetros montaña adentro, nos dijeron los soldados que nos acompa-ñaban que al pie de un Matilisguate (árbol frondoso) los habían fusilado sentados porque no podían mantener-se en pie... luego les echaron gasolina y los quemaron... ‘Abrieron un hoyo y los enterraron a todos juntos y revuel-tos’. ‘¿Quiénes?’, preguntamos. ‘No-sotros no, otros soldados lo hicieron’, respondieron.“Efectivamente, cuando llegamos al lugar –una quebrada seca en verano, río en invierno, con unas grandes pe-ñas que trae la correntada– nos seña-laron el árbol que en su tronco tenía los impactos de las balas y sus ramas quemadas como consecuencia del in-cendio de cuerpos humanos. Cuando se cavó el hoyo, a un escaso metro de profundidad, empezaron a aparecer pedazos de extremidades: piernas, brazos a medio quemar con el unifor-me verde olivo pegado a la piel; esta-ban totalmente irreconocibles.“La madre de Nora recogió unos za-patos que por la forma y el número reconoció que eran de Nora. Pedazos de cuero cabelludo, rubio, como el de ella, con sangre coagulada y restos de masa encefálica aún.“Volvimos a ponerlos a todos en su lugar y emprendimos el regreso con el corazón sangrante, la ira en todo el cuerpo y la conciencia y la moral muy alta, recogiendo el ejemplo de heroís-mo que nos habían dejado nuestros seres queridos”. (Quiñonez, p. 17).Cuenta Zoila que al volver de Za-

capa, vio a César Montes en el Ce-rrito del Carmen de la capital, con su chofer. Poco después le devolvió el dinero que le había facilitado y se dirigió a casa de Marco Antonio Flores, a quien le contó todo lo ocu-rrido. Por todo esto –dice Zoila– no es exacta la aseveración de Flores cuando afirma que:

“Los capturaron (a él y a la Norita Paiz, otra mi gran amiga y otros cua-tes) y los llevaron a la base. Durante cuatro días les llovió verga parejo,

Del 1 al 4 de mayo los doctores Daniel Villafuerte y Jesús Solís, del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, México, realizaron una visita a FLACSO-Guatemala, con el objetivo de estrechar lazos interinstitucionales y conocer la diná-mica de la Encuesta sobre migración en la frontera sur de México (EMIF SUR), así como del programa académico del Área de estudios de pobreza y migración. El Dr. Villafuerte es actualmente coordinador de la red “Migraciones internacionales, frontera y seguridad en el sur de México”. Durante la visita se firmó un convenio de colaboración para viabilizar actividades académicas, entre ellas, apoyo a la investigación, participación en seminarios en las instituciones miembros de la red y organización de un seminario regional en Guatemala, así como posibilidades de realizar seminarios internos en Guatemala, por un monto de 150 mil pesos. Durante su estancia los colegas tuvieron la oportunidad de reunirse con el director de FLACSO-Guatemala, y con miembros del Área. Asimismo, pudieron realizar una gira a las fronteras de La Hachadura, Agua Caliente y La Mesilla, donde conocie-ron la dinámica de la EMIF SUR.

Impacto económico de las transferencias condicionadas

FLACSO-Guatemala, tras haber ganado el concurso convocado por el PNUD para estudiar el impacto económico local, regional y nacional de las transferencias monetarias condicionadas, impulsadas por el programa Mi familia progresa, dio inicio a la consultoría cuyos resultados se espera obtener en mayo de este año. El estudio se basará en una muestra representativa, mediante un procedimiento de con-glomerados multietápico, sobre la intervención de las transferencias hacia septiembre de 2010, cuando el programa tenía una cobertura de 187 municipios y 571,570 mil familias. La dotación de subsidios a familias en situación de extrema pobreza y pobreza iniciada en 2008 ha generado que las beneficiarias dispongan de dinero el cual, según las primeras apreciaciones, destinan al consumo de alimentos, medicinas y vestuario, entre otros. Según las primeras observaciones, los días de entrega de las trans-ferencias generan dinámicas de compra y venta en las cercanías de los lugares, algunas veces, incluso con días de mercado adicionales a los ya establecidos, y/o con ventas, vendedores y proveedores que llegan de otros lugares. Estas dinámicas impactan directamente las economías locales, pero también trascienden a las economías departamentales, regionales y nacionales, tal y como se podrá conocer tras la investigación en curso.

Taller sobre pobreza organizado por CLACSO-CROP-FLACSO

se celebra en Guatemala

El 7 de marzo dio inicio el Taller de capacitación en estudios sobre pobreza para jóvenes investiga-dores/as de Centroamérica y El Caribe. El taller abrirá el espacio de intercambio, análisis y debate respecto de la investigación y las metodologías de investigación social de la pobreza, la exclusión y la desigualdad, así como de las políticas públicas, los programas sociales, la educación y la salud, refiriendo experiencias y estudios concretos en América Latina. Entre los docentes están Alberto Ci-madamore (Argentina), Mayra Espina Prieto (Cuba), Laura Tavares (Brasil), Paula Boniolo (Argentina) José Miranda, Vicente Quino y Oscar A. López (Guatemala). Entre los estudiantes hay representantes de Guatemala, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras, Panamá, República Dominicana y Nicaragua, los cuales fueron seleccionados en un concurso abierto para el efecto.

Se firma convenio de cooperación en el tema migratorio

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8 No. 22 / marzo 2011

Publicación mensual de flacso-Guatemala Director: Dr. Virgilio Álvarez Aragón/Coordinación y diagramación: Lic. Hugo de León P.

Tel. PBX (502) 24147444 Fax: (502) 24147440 Correo electrónico: [email protected] Página web: http://www.flacso.edu.gtLas ideas expresadas en esta publicación no son necesariamente

compartidas por FLACSO-Guatemala30 mil ejemplares

después los mataron a palos y des-pués los quemaron. Cuando fuimos con Zoila a desenterrar los cadáveres, habían once petates que envolvían sus respectivas cenizas. ¿Cuál de to-dos era Otto? Quien sabe”. (Impacto, 1,977).En ese viaje no iba Flores, quien

acompañó a Zoila sólo la primera vez.

Otto había nacido en Quetzalte-nango en 1,936, aunque algunos afirman que nació en 1,934; y a los 17 años de edad publicó sus prime-

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ros poemas en suplementos y diarios juveniles (Palencia, Alero No.3, p. 32).

La obra poética de Otto René que-dó dispersa, pero hubo intentos de reunirla en libros. En 1,964, la AEU publicó unos sonetos libres con el título Tecún Umán, que no tuvieron mucha fortuna. En 1,965, las Edicio-nes Vanguardia publicaron un volu-men de sus poemas titulado Vámonos Patria a caminar, en el que el poema del mismo nombre y que había ga-nado el premio Autonomía en 1,956,

sirve de eje. (Palencia). Finalmente, en 1,975, la Editorial Universitaria Centroamericana edita con el títu-lo de Informe de una injusticia, una antología extensa que Alfonso Chase preparó gracias a que Zoila le pro-porcionó todo el material poético que había podido reunir de Otto René, sobre todo los poemas que él mismo le había hecho llegar periódicamen-te desde la montaña hasta la capital de Guatemala. Quedan aún poemas dispersos. En la revista Alero No.3, ya citada, hay uno titulado “Mensaje

para Argelia”, escrito originalmente en alemán y traducido por Gabriel Aguilera. En esa misma revista se encuentra el ilustrativo trabajo de Óscar Arturo Palencia, sobre Otto René Castillo y Roberto Obregón, que hemos utilizado nosotros para reconstruir sus trayectorias. La reu-nión poética más orgánica que se tiene es la antología de Chase, cuya segunda edición apareció en San José, Costa Rica en 1,982, y es esa la que utilizamos para este estudio.

De nuevo a la venta el libro cuyo reto principal radica en intentar comprender las violencias desbordadas en este país. Editores Julián López García, Santiago Bastos y Manuela Camus. Una coedición de FLACSO-Guatema-la y la Universidad de Cordoba, España. Q 200.00

¡Muy pronto presentación y venta de un libro cla-ve para entender la situación social del departa-mento más grande de Guatemala: PETÉN. Libro póstumo de la doctora Margarita Hurtado.

Velada en Homenaje a Otto René Castillo

viernes 18 de marzo 2011, 18:00 horas Presentación del cuadro en homenaje a Otto René Castillo, original de Ramiro García Dávila y la participación de Mario Roberto Morales, el cantautor Alejandro Arriaza y la proyección de un video elaborado por copañeros de Otto René

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