Dialnet ElProemioDelDeRerumNaturaDeLucrecio 57716 (1)

7
EL PROEMIO DEL DE RERUM NATURA DE LUCRECIO Bartolomé Segura Ramos El contenido de este proemio (I 1-148) se especifica de la si- guiente manera: 1-43: Invocación a Venus y dedicatoria a Mem- mio; 44-49: El ser de los dioses según la teología epicúrea; 50-61: Resumen del contenido de los dos primeros libros y alusión al quinto (indirectamente, al sexto también); 62-79: Elogio de Epi- curo; 80-102: Crímenes de la religión; 103-126: Miedo al más allá; 127-135: Asunto de los libros tercero y cuarto; 136-145: Dificultad de la empresa; 146-148: Contemplación de la Naturaleza, transición para entrar en materia. La variedad del contenido de este proemio y el orden en que los diferentes temas se suceden han creado múltiples problemas a la Filología. Los principales se pueden sintetizar así: 1) el orden de los temas propiamente dicho; 2) la propiedad o impropiedad del párrafo 44-49, referente al ser de los dioses; 3) la existencia o no de lagunas en determinados lugares. Respecto al primer problema, muchos críticos han creído ver en el proemio un desbarajuste total en la secuencia del contenido y, en consecuencia, buena parte de ellos ha pretendido enmendar- les la plana a los manuscritos, estableciendo el orden que, a su juicio, resulta más razonable y convincente. En teoría, puesto que son nueve los segmentos en que se divide el proemio, las combina- ciones de éstos pueden ser ochenta y una. No todas se han ensa- yado, evidentemente. Una de las combinaciones más antiguas y 43

Transcript of Dialnet ElProemioDelDeRerumNaturaDeLucrecio 57716 (1)

  • EL PROEMIO DEL DE RERUM NATURADE LUCRECIO

    Bartolom Segura Ramos

    El contenido de este proemio (I 1-148) se especifica de la si-guiente manera: 1-43: Invocacin a Venus y dedicatoria a Mem-mio; 44-49: El ser de los dioses segn la teologa epicrea; 50-61:Resumen del contenido de los dos primeros libros y alusin alquinto (indirectamente, al sexto tambin); 62-79: Elogio de Epi-curo; 80-102: Crmenes de la religin; 103-126: Miedo al ms all;127-135: Asunto de los libros tercero y cuarto; 136-145: Dificultadde la empresa; 146-148: Contemplacin de la Naturaleza, transicinpara entrar en materia.

    La variedad del contenido de este proemio y el orden en quelos diferentes

    temas se suceden han creado mltiples problemasa la Filologa. Los principales se pueden sintetizar as: 1) el ordende los temas propiamente dicho; 2) la propiedad o impropiedaddel prrafo 44-49, referente al ser de los dioses; 3) la existencia ono de lagunas en determinados lugares.

    Respecto al primer problema, muchos crticos han credo veren el proemio un desbarajuste total en la secuencia del contenidoy, en consecuencia, buena parte de ellos ha pretendido enmendar-les la plana a los manuscritos, estableciendo el orden que, a sujuicio, resulta ms razonable y convincente. En teora, puesto queson nueve los segmentos en que se divide el proemio, las combina-ciones de stos pueden ser ochenta y una. No todas se han ensa-yado, evidentemente. Una de las combinaciones ms antiguas y

    43

  • BARTOLOME SEGURA RAMOS

    memorables fue la que propuso Brieger (Ph XXXIII, 1866) reco-gida por Giussani, que ofrece el siguiente orden: 1-43, 62-79, 127-145, 50-61, 80-102, 103-126. Como puede observarse, Brieger, siguien-do la tradicin imperante hasta finales del pasado siglo e inclusocomienzos del actual, elimina el controvertido pasaje de los ver-sos 44-49.

    Vahlen en 1877 fue el primero en aceptar el orden de los ma-nuscritos. Este orden se fue imponiendo con las aportaciones deMussehl (1912), Jacoby (1921), Regenbogen (1932), etc.

    Por su parte, la cuestin de los versos 44-49 empez a decan-tarse a favor de su insercin, en primer lugar, con una sugerenciade Giussani (1894), y luego de manera cada vez ms clara con losanlisis de Bignone (1919), Friedlnder (1932), Regenbogen, Mar-tin, etc.

    Por ltimo, las lagunas se situaban delante del verso 44 y de-lante del verso 50. La situacin en 1947 (edicin comentada deC. Bailey, T.L.C. de rerum natura libri sex, Oxford, 1947, pp. 583-590, 601-603) era la siguiente: 1) aceptacin del orden de los ma-nuscritos; 2) insercin de los versos 44-49; 3) establecimiento deuna laguna ante el verso 50 nicamente.

    Bailey pensaba que nadie discutira los logros que la Filologahaba alcanzado a esas alturas. No contaba con L. Canfora, quienen un artculo de 1973 (11 proemio del d.r.n., Belfagor XXVIII 161-167) propondra todava un orden personal, como sigue: 1-43, 62-79, 44-61, 136-145, 80-136, 146-148. Su propuesta se basaba en elde ira Dei de Lactancio (VII 15-VIII 1), del ario 313. Segn Can-fora, hasta ese momento la transmisin del texto de Lucrecio ha-ba sido correcta, y la inversin se produjo entonces por una con-fusin de pginas en un ms. en capitales (v, del mismo, 11 proemiodel d.r.n., Siculorum Gymnasium XXXIII 1980, 507-525). Sus argu-mentos fueron rebatidos por F. Giancotti (11 preludio di Lucrezio,ji trasposizionismo e Lattanzio, Orpheus I 1980, 221-250).

    Despus de Bailey, pues, hecha esta excepcin, es aceptado elorden de los mss. As, el citado F. Giancotti en su libro 11 preludiodi Lucrezio, Mesina-Florencia, 2.a ed., 1978, quien ve en el proemioun microcosmos en el que convergen todos los elementos del cos-mos que constituye el poema (ya Bchner en 1936 haba observadoque los segmentos 80-102 (crmenes de la religin), 103-126 (miedoal ms all) y 127-135 (segundo resumen del contenido de la obra)

    44

  • EL PROEMIO DEL DE RERUM NATURA DE LUCRECIO

    son una parte necesaria del poema, pues sin ellos Lucrecio habraomitido su principal propsito al escribir el poema, a saber, libe-rar a la Humanidad de los terrores de la religin (cf. Bailey, o. c.,p. 587). Igualmente, aceptan el orden transmitido: E. Flores (Lacomposizione dell'inno a Venere di Lucrezio e gli inni omerici adAfrodite, Vichiana VIII, 1979, 237-251); R. C. A. Florio (Sobre elproemio del canto primero del d.r.n., Argos IV, 1980, 45-62);R. degl'Innocenti Pierini (La personificazione della religio nel pri-mo proemio lucreziano, SlFC LII, 1980, 251-257); M. Swoboda (DeLucretii hymno Veneris sacro, Eos LXVIII, 1980, 95-102).

    Tanto en los estudiosos antiguos como en los modernos, losargumentos que se esgrimen para aceptar y justificar el orden enque el proemio nos ha sido transmitido son, por lo general, deorden interno: el orden del proemio revelara el estilo de Lucrecio,el cual escribe en pequeos prrafos a los que alude ms adelantepor medio de conexiones explcitas que pueden ser partculas otrminos importantes (por ej.: in his rebus (v. 80) refiere a losversos 62-65; hunc igitur terrorem (v. 146) refiere a 102 ss., etc.).

    Naturalmente, los problemas tradicionales del proemio no sequedan en los que aqu venimos tratando. El carcter de Venusen una obra que descree de los dioses, con la aadidura de des-cribir la vida beata de stos, que no se cuidan de las cosas mor-tales, a rengln seguido de haber cantado a aqulla, constituye unproblema tpico del proemio. Asimismo, la presencia de dos res-menes como hemos indicado en la exposicin inicial, es otro pro-blema harto manido. Todas estas son cuestiones muy debatidasdesde el Renacimiento. Con todo, en el estado actual de los estu-dios lucrecianos todos estos problemas se consideran resueltos,o poco menos.

    Sin embargo, y dado que an se levantan voces en contra, qui-siera hacer una pequea contribucin en defensa del orden esta-blecido al comienzo, recurriendo, de un lado, al anlisis interno;del otro, al externo, comparando el estilo del proemio lucrecianocon el estilo que Virgilio despliega en sus Gergicas.

    Centrndonos en el primer punto de vista, digamos que ha lla-mado poderosamente la atencin,- por ejemplo, la presencia de losversos 44-49 en el proemio, y justo detrs del himno en honor aVenus. Estos versos se repiten ntegros en el II 646-651, donde lacrtica acepta su idoneidad, porque se utilizan para contrarrestar

    45

  • BARTOLOME SEGURA RAMOS

    la descripcin del culto a la Gran Madre, un pasaje de consumadapoesa lucreciana. Los dobletes e incluso repeticiones superiores aldoblete (sin ir ms lejos, los versos del proemio, 146-148, se repi-ten en otros dos pasajes: II 59-61 y VI 39-41) constituyen una prc-tica habitual en Lucrecio y, como tales repeticiones, no debenllamarnos la atencin (despus de Bailey sigue sin aceptar la pre-sencia de dicho pasaje en el proemio U. Pizzani: Il problema deltesto e della composizione del d.r.n. di Lucrezio, Roma, 1959, pp. 70-72. No parece dejar clara la cuestin M. Bollack: La raison deLucrce, Pars, 1978, pp. 32-35).

    En este caso debemos decir, en primer trmino, que la sorpresaque causa a algunos ha de situarse anteriormente, a saber, en lapresencia de un himno a Venus en una obra dedicada a negar alos dioses, puesto precisamente al comienzo mismo de la obra, locual a priori ms que paradoja o irona parece puro sarcasmo. Ysin embargo se han hallado razones para hacer tolerable ese himnoa Venus. Por tanto, el contenido en s del pasaje en cuestin nopuede sorprender. Lo que sin duda choca a los crticos debe serla colocacin. Tambin se han aducido suficientes razones parajustificarla, y no me parece necesario establecer una laguna de-lante del verso 44, aunque, dicho sea de paso, no la excluira inme-diatamente delante del verso 50, que, por lo dems, no afecta a loque ahora tratamos. El poeta viene a decir: te invoco a ti, Venusromana, fuerza natural y diosa del pueblo al que dirijo esta obra,y te pido paz para los romanos, pues en general, los dioses, encuanto son por s mismos (omnis... per se diuum natura) no seocupan para nada de nosotros, nadando en dicha y en paz comoestn. El poeta deja claro cuanto antes (y con valenta, podramosaadir, dicindolo a continuacin del propio himno a Venus) cules su postura (la epicrea) respecto a los dioses. La contraposi-cin entre el himno y la teologa general no sera en todo caso, poras decirlo, entre Venus y todos los dems dioses, sino entre todoslos dems dioses y Venus, lo cual creo que es sensiblemente dife-rente. En segundo trmino, quienes censuran la presencia de esosversos donde estn hablan de transicin abrupta. No menos abrup-to sera desde esa ptica (que se fundamenta en una lgica abso-lutamente ajena a la poesa) el paso de los versos 50-61 (asuntode los dos primeros libros), que concluyen hablando de los cuer-

    46

  • EL PROEMIO DEL DE RERUM NATURA DE LUCRECIO

    pos primeros, origen de todas las cosas, al elogio de Epicuro,inesperado por completo en el lugar que ocupa.

    Desde luego, es increble que un lector asiduo de Lucrecio (yde otros poetas de la Antigedad tambin) se sorprenda de que elpoeta presente un resumen (por lo dems, brevsimo y parcial) dela obra que va a escribir en dos momentos distintos (50-61 y 127-135), que, por otra parte, se hallan conectados convenientementecon sus contextos inmediatos. Nada obliga al autor de un poemaa decir las cosas cuando le parezca lgico al crtico. Y desde luego,los dos resmenes son complementarios.

    Lucrecio ha buscado en su proemio la variedad y el contrasteen la secuencia de temas. Ahora es el momento de recurrir a lacomporacin con Virgilio para ver si el modo de escribir de esteautor arroja luz sobre el proemio de Lucrecio y su estilo. En dosocasiones, aunque para brevsimas notas, hemos recurrido a poneren parangn a ambos. En el primer caso (Lacrimae rerum, Durius,3, 1975, pp. 323-324) utilizando a Lucrecio como fuente de Virgilio;en el segundo (Ad Lucr. d.r.n. II 1173-1174, Faventia, 4/1, 1982,pp. 97-99) tratando de confirmar la lectura en el texto de Lucreciopor referencia a Virgilio. Pues bien, en un nuevo artculo (Compo-sicin del libro II de las Gergicas de Virgilio, Faventia, 5/1, 1983,pp. 79-83) hemos mostrado cmo este autor emplea el procedi-miento de mosaico o puzzle al escribir dicho libro, de modo quelos tres temas que dan contenido a aqul se entremezclan y trabanen forma intrincada, pero calculada y consciente, de manera que,aunque la impresin superficial es de caos y de anarqua, pare-ciendo que el libro es un totum revolutum en que los pasajes sesuceden en forma arbitraria y confusa, la realidad es muy distinta,y tales temas reciben un tratamiento coherente y sistemtico.

    As es como, por ejemplo, el tema de la vid salpica el libro deuna punta a otra, y extrayendo los fragmentos a dicho tema refe-ridos ofrece el siguiente esquema, en el que se advierte de inme-diato los saltos de versos, a la vez que el rigor en la exposiciny tratamiento del tema:

    47

  • BARTOLOME SEGURA RAMOS

    Libro II de las Gergicas de Virgilio:Recomposicin del tema de la vid

    Contenido VersosEl terreno 259-278Disposicin 284-287Hoyos 288-289Orientacin 298-302Epoca de la plantacin 315-322Proteccin, bina, poda, defensa de los animales 346-379Cuidados finales 397-419Peligro del vino 454-457

    Total versos: 105

    Los otros temas son: los rboles (145 versos), la tierra (82 ver-sos), y el que no ha sido considerado tema, por tratarse de digre-siones conectadas en forma comn con cada tema y momento, lasdigresiones que se intercalan a lo largo de todo el libro y queabarcan 184 versos.

    Esta situacin se me antoja similar, a la del proemio de Lucre-cio. Pero es que, adems, para los dos resmenes de contenidohallamos en el mismo libro de las Gergicas que estamos conside-rando la descripcin de los temas de los cuatro libros que com-ponen aqulla, y eso que estamos en el segundo libro, no el pri-mero, como hubiera parecido ms apropiado. De la siguiente ma-nera: versos 179-194 = libro II; versos 195-202 = libro III; versos203-211 = libro I; versos 212-213 = libro IV. Hemos de advertir,asimismo, para aquellos que echan en falta en los resmenes deLucrecio la pormenorizacin del contenido, que de la misma ma-nera Virgilio no da los contenidos completos, y as, del libro IIcita la vid y el olivo (pero ste abarca slo seis versos: 420-425).Por otra parte, como puede comprobarse en las citas de versos,existe una gran disparidad en la extensin consagrada a dar cuentadel tema de cada libro, de modo que emplea, respectivamente,quince, ocho, ocho y dos versos.

    La forma como los mss. nos han transmitido el proemio lucre-ciano es perfectamente vlida, desde el punto de vista de una

    48

  • EL PROEMIO DEL DE RERUM NATURA DE LUCRECIO

    estructuracin potica que apunta a la variedad y el contraste sinmenoscabo de la correcta inteleccin de su contenido. Como vimosal comienzo de este estudio, las posibilidades matemticas de com-binar los nueve pasajes que se consideran en el proemio del d.r.n.llegan a ochenta y una. No sabemos si Lucrecio las baraj todas.Sin embargo, no se trata de esto. Los nueve pasajes se estructurande forma que se establecen entre ellos tres bloques: un bloque alprincipio con dos pasajes, otro bloque al final con otros dos pasa-jes y un bloque en el centro con cinco pasajes. Los pasajes delprimer bloque tienen por objeto los dioses: por un lado, un himnoa la diosa romana del amor y fuerza creacional: Venus; por elotro, no obstante el himno, una afirmacin de la actitud epicreaante los dioses en general (omnis enim per se diuum natura, v. 43).Por su parte, los dos ltimos pasajes que constituyen el ltimobloque preparan al lector antes de entrar en materia: Lucreciodeja constancia, primero, de la dificultad de la tarea que ha em-prendido; luego emplea tres versos de transicin como en otrasdos ocasiones en el poema (v. supra), la cual da paso franco alprimer gran principio de la fsica. En el bloque central, que constade cinco pasajes, los tres del medio son sucesivos y estn ntima-mente ligados: elogio de Epicuro, crmenes de la religin, miedoal ms all, por cuanto Epicuro es el maestro que ense la doc-trina que va a ser expuesta, cuyo objetivo ltimo era negar la reli-gin y erradicar el temor a los dioses y al ms all. Estos pasajesvienen a quedar apresados entre los dos resmenes del contenidode la obra, uno delante, otro detrs, que desde luego son comple-mentarios y estn artstica y deliberadamente colocados en lospuestos que ocupan.

    Resumen esquemtico del proemio:A) B) C)Himno a Venus a) Primer resumen DificultadLos dioses b) Epicuro de la tarea

    b')b")a')

    La religinEl ms allSegundo resumen

    La naturaleza

    49