Dialnet DelPaisajeALaCiudad 4012894 (1)

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44 44 44 44 44 Bitacora 7 enero - diciembre 2003 7(1) 200 (1) 200 (1) 200 (1) 200 (1) 2003: 44-52 44-52 44-52 44-52 44-52 Artículo Orlando Campos Reyes Orlando Campos Reyes Orlando Campos Reyes Orlando Campos Reyes Orlando Campos Reyes 1 Arquitecto paisajista Resumen Resumen Resumen Resumen Resumen: El presente texto está compuesto por dos bloques temáticos, siendo el primero de ellos una disertación en torno al paisaje, a su definición y naturaleza tanto como a su relación con el medio ambiente. Una vez establecida la dimensión del paisaje más reciente y más completa, se abordan, en el segundo bloque, sus nexos específicos con la ciudad, tratando en este caso de trascender, la hasta ahora, habitual forma de tipificar las aplicaciones de paisaje en la urbe. Palabras Claves: Palabras Claves: Palabras Claves: Palabras Claves: Palabras Claves: Paisaje, Ciudad, Medio Ambiente, Naturaleza. Recibido: Febrero 21 / 03 Recibido: Febrero 21 / 03 Recibido: Febrero 21 / 03 Recibido: Febrero 21 / 03 Recibido: Febrero 21 / 03 Abstrac Abstrac Abstrac Abstrac Abstrac: The present text is made up of two thematic blocks, being a first of them the dissertation around the landscape, to its definition and nature as much as to its relation with the enviroment. Once established the dimension of the most recent and more complete landscape, they are approached, in the second block, its specific nexuses with the city, treating in this case of extending, until now, habitual form to tipify the applications of landscape in the city. Key W Key W Key W Key W Key W ords: ords: ords: ords: ords: Landscape, city, enviroment, nature. Aprobado Aprobado Aprobado Aprobado Aprobado: Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 A pesar del reconocimiento del paisaje como un concepto más extenso, en su sentido holístico, todavía la relación entre paisajismo y urbanismo suscita incompatibilidades; su articulación no parece tener un camino fluido, casi siempre se les mira como conceptos que aunque no son del todo antagónicos si parecen aludir a condiciones de espacio diferenciables. Esta situación aún tiene sus asideros en la noción de paisaje acuñada en el siglo XIX y en la producción de ciudad edificada en el XX. Sin embargo, el cisma existente entre estas dos nociones, va camino a desaparecer, primero porque la dimensión del paisajismo ya no pudo seguir siendo confinada por aquella idea bucólica de la naturaleza como estética paradigmática, y segundo, porque las diversas apuestas de la ciudad moderna han dejado vacíos en aspectos que atañen a un concepto de paisaje más amplio. En atención a esta circunstancia, el presente texto es una aproximación al paisaje desde una versión quizá más completa y por ello más vinculada con la mayor producción espacial de nuestros tiempos: la ciudad. El paisaje como definición El evidente crecimiento de la noción de paisaje en las últimas décadas del siglo XX, no es un hecho gratuito o de fugaz moda, es más bien, una cuestión que obedece a las necesidades y expectativas de unas sociedades cada vez más complejas, asentadas en unos territorios en continua transformación, y cuya relación pasa por un proceso de adaptación no siempre consecuente en su interdependencia. Este imperioso proceso en el que se cotejan lugares de habitabilidad y producción con aspiraciones humanas, ha producido diversos escenarios, fundamentados en idearios que las mismas sociedades construyen, que cambian y que se adaptan a las dinámicas de ellas, pero que en ocasiones resultan desfasados. 1 Arquitecto paisajista, profesor de la Escuela de Arquitectura y urbanismo de la Universidad Nacional y miembro de la SAP (Sociedad Colombiana de arquitectos paisajistas). Del paisaje a la ciudad From Landscape to the City From Landscape to the City From Landscape to the City From Landscape to the City From Landscape to the City

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    Orlando Campos ReyesOrlando Campos ReyesOrlando Campos ReyesOrlando Campos ReyesOrlando Campos Reyes1Arquitecto paisajista

    ResumenResumenResumenResumenResumen:El presente texto est compuesto por dos bloques temticos,siendo el primero de ellos una disertacin en torno alpaisaje, a su definicin y naturaleza tanto como a su relacincon el medio ambiente. Una vez establecida la dimensindel paisaje ms reciente y ms completa, se abordan, en elsegundo bloque, sus nexos especficos con la ciudad,tratando en este caso de trascender, la hasta ahora, habitualforma de tipificar las aplicaciones de paisaje en la urbe.

    Palabras Claves: Palabras Claves: Palabras Claves: Palabras Claves: Palabras Claves: Paisaje, Ciudad, Medio Ambiente,Naturaleza.

    Recibido: Febrero 21 / 03Recibido: Febrero 21 / 03Recibido: Febrero 21 / 03Recibido: Febrero 21 / 03Recibido: Febrero 21 / 03

    AbstracAbstracAbstracAbstracAbstrac:The present text is made up of two thematic blocks, being afirst of them the dissertation around the landscape, to itsdefinition and nature as much as to its relation with theenviroment. Once established the dimension of the mostrecent and more complete landscape, they are approached,in the second block, its specific nexuses with the city, treatingin this case of extending, until now, habitual form to tipifythe applications of landscape in the city.

    Key WKey WKey WKey WKey Words:ords:ords:ords:ords: Landscape, city, enviroment, nature.

    AprobadoAprobadoAprobadoAprobadoAprobado: Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03 Mayo 27 / 03

    A pesar del reconocimiento del paisaje como un concepto ms extenso, en susentido holstico, todava la relacin entre paisajismo y urbanismo suscitaincompatibilidades; su articulacin no parece tener un camino fluido, casi siemprese les mira como conceptos que aunque no son del todo antagnicos si parecenaludir a condiciones de espacio diferenciables. Esta situacin an tiene sus asiderosen la nocin de paisaje acuada en el siglo XIX y en la produccin de ciudadedificada en el XX. Sin embargo, el cisma existente entre estas dos nociones, vacamino a desaparecer, primero porque la dimensin del paisajismo ya no pudoseguir siendo confinada por aquella idea buclica de la naturaleza como estticaparadigmtica, y segundo, porque las diversas apuestas de la ciudad moderna handejado vacos en aspectos que ataen a un concepto de paisaje ms amplio.

    En atencin a esta circunstancia, el presente texto es una aproximacin al paisajedesde una versin quiz ms completa y por ello ms vinculada con la mayorproduccin espacial de nuestros tiempos: la ciudad.

    El paisaje como definicin

    El evidente crecimiento de la nocin de paisaje en las ltimas dcadas del siglo XX,no es un hecho gratuito o de fugaz moda, es ms bien, una cuestin que obedece alas necesidades y expectativas de unas sociedades cada vez ms complejas, asentadasen unos territorios en continua transformacin, y cuya relacin pasa por un procesode adaptacin no siempre consecuente en su interdependencia. Este imperioso procesoen el que se cotejan lugares de habitabilidad y produccin con aspiraciones humanas,ha producido diversos escenarios, fundamentados en idearios que las mismassociedades construyen, que cambian y que se adaptan a las dinmicas de ellas, peroque en ocasiones resultan desfasados.

    11111 Arquitecto paisajista, profesor dela Escuela de Arquitectura yurbanismo de la UniversidadNacional y miembro de la SAP(Sociedad Colombiana dearquitectos paisajistas).

    Del paisaje a la ciudadFrom Landscape to the CityFrom Landscape to the CityFrom Landscape to the CityFrom Landscape to the CityFrom Landscape to the City

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    Aunque en el fondo, casi todas las definiciones de paisajecoinciden, en su esencia, se aprecian algunas diferenciasrelacionadas con el rea disciplinar que expone la acepcin oligadas a condiciones particulares de la cultura que las emite.

    Los distintos estudiosos del tema acuden a dos estrategiaspara dimensionar el concepto de paisaje: en primer lugar, irhasta a su origen etimolgico para encontrar pistas que puedanclarificar este panorama; y en segundo, hacer una revisinhistrica de los procesos a travs de los cuales la humanidadha idealizado y formalizado su territorio, haciendo la salvedadde que en dicha revisin interesa el modelo ontolgicosubyacente, los hechos que produjeron este modelo y susimplicaciones.

    En la primera estrategia, paisaje proviene del vocablo pasque en su raz latina pagus,2 significa tierra,3 all se origina laactual nocin de pas como un trozo de territorio que comparteun grupo humano determinado, tambin de all proviene lapalabra paisano-paisanos con la que definimos aquel grupode individuos que comparten un lugar (pas), un lenguaje,una forma de comportamiento y una visin del mundo.4

    Estas primeras definiciones empiezan a delimitar el tema deestudio, pero ellas en si mismas an distan mucho de aclararel trmino paisaje en su versin completa. De todas formas,cabe mencionar la aceptacin de un territorio, como hechofsico, y ahora como hecho virtual, como primera condicina la posterior existencia del paisaje.

    La segunda condicin vendra dada por la presencia de unosseres pensantes -los humanos- capaces no solo de habitar sinode transformar un territorio cargndolo de significados. Estehecho, sugiere una evolucin constante cuya interpretacinest mediada por los referentes culturales de cada sociedad.El paisaje de cada momento, ha ido emergiendo eincorporndose al conocimiento a travs de un proceso gradualque primero lideraron la literatura y la pintura, y que luegovio incorporarse a la arquitectura y al cine. Tomar distanciarespecto del territorio para devolverse en la mirada y entresacarsu esencia, es la estrategia a seguir para construir unainterpretacin de l.5

    Aunque parezca muy abrupto enunciarlo as, es casualmenteesta interpretacin del territorio, la que define con claridad, ypor ahora, el concepto de paisaje.

    Cuando se revisan los acontecimientos histricos que hicieronmanifiesta la existencia del paisaje, se corrobora un procesocreciente por medio del cual la humanidad se apart de laestricta relacin materialista con su territorio para asumirlodesde una dimensin quiz ms espiritual, consecuente conla compleja capacidad humana. Esta nueva forma de relacinsolo fue extensible a la sociedad cuando los artistas idearonmaneras de formalizacin nacidas de cada momento y decada cultura pero inventadas y recreadas para el disfrute social.Las diferentes artes, como ya se mencion, propiciaron esteproceso de emancipacin y de culturizacin.

    Para reconocer el rol mediador que juega el arte en el procesode percepcin, es necesario examinar, aunque sea muybrevemente, el nacimiento, o ms bien la conciencia en laexistencia de una nocin de paisaje. El origen mismo deltrmino paisaje, aporta elementos de juicio para ilustrar y dara conocer la manera travs de la cual un territorio objetivo estransformado, por el arte, hasta producir un sistema devalores que se incorporan y que actan como mecanismos depercepcin que relativisan la valoracin en un espacio.

    La aparicin del trmino paisaje es simultnea a la aparicinde la pintura de paisajes como gnero artstico. En occidente,la pintura de paisajes se empieza a desarrollar a partir delsiglo XIV en Italia y se consolida a lo largo de los siglos XVIy XVII. Respecto del trmino, en s mismo, existe una dudasobre su verdadero origen y, aunque hay una versingeneralizada y aceptada, todava genera desacuerdos. Para lamayora de investigadores del tema, la palabra se origina delvocablo holands lanschap, el que hace alusin a una porcinde pas -territorio- representada en un cuadro. De all la tomarala lengua francesa -la lengua vulgar ms desarrollada en aquellapoca-, la que aportara el vocablo paisaje que posteriormenteva a servir de modelo para las dems lenguas europeas. Es deaclarar que aunque este vocablo francs no es similar, en sucomposicin alfabtica, al holands, si se adopt comoequivalente en su significado.6

    El paisaje pictrico es la representacin civilizada, domes-ticada e idealizada de un pas (territorio)7, es por esto unaversin no real, es una reelaboracin en la que se ponende manifiesto aquellos elementos del territorio que tienenrelaciones de identidad y simbologa con los individuos.Estas primeras representaciones de paisaje tambin son unailustracin de mbitos rurales, -aunque sus versiones sonhechas desde la ciudad-, es decir que hay, la ya mencionadatoma de distancia con el territorio, condicin necesariapara producir una interpretacin del mismo y no unasimple reproduccin objetiva.

    A partir del siglo XVI, la palabra paisaje aludir indis-criminadamente tanto a los paisajes pintados como a los

    22222 GIROT, F. Christophe. Hacia una teora general del paisaje. Rehacerpaisajes. Col-legi darquitectes de Catalunya. 2000. Esta relacin entrepaisaje, pas y tierra, tambin, ha sido planteada por muchos otros autoresen Europa y Latinoamrica (ver por ejemplo a Naselli Csar en Argentina,Joan Nogu en Espaa o Alain Roger en Francia; cuyas citas bibliogrficasse consignaran con precisicin ms adelante).33333 ROGER, Alain. Breu tractat del paisatge. Edicions la Campana.Barcelona 1997. Pg. 2044444 NASELLI, Cesar. El Diseo del Paisaje. Revista ESCALA No. 153.Santaf de Bogot, Colombia. 1990.55555 GIROT, F. Christophe. Op. Cit. Pgs. 30,31. Para ilustrar esta idea,Girot menciona la relacin utilitarista -y por eso cotidiana- que tienenlos campesinos con el campo y que les impide ver la belleza que otrosven all.66666 Ver ROGER, Alain. Op. Cit. Pg. 22; y NOGU, Joan. Paisatge,escala i percepci. La creaci didentitats territorials. En revista Debatsdarquitectura i urbanismo, DAU. Pg. 29. No. 12. otoo del 2000.Demarcaci de Lleida del Collegi dArquitectes de Catalunya.77777 NOGU, Joan. Op. Ct. Pg. 29

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    paisajes reales8 y aunque el primero de los casos seala un ideal de configuracin espacial, eldesplazamiento del inters de la representacin al modelo, solo se llevar a cabo con eldesarrollo cultural y tecnolgico de la sociedad.

    Quiz el trabajo ms clarificador y tambin el ms cercanoen el tiempo, del paisaje como interpretacin de un hechofsico y de la percepcin como dependiente de un mediomodelador y regulado por el arte, lo establezca el investigadorfrancs, Alain Roger.

    La teora de Roger se sintetiza en lo que el mismo hadenominado el proceso de artializacin. Segn Roger,artializacin es una forma de interpretar el territorio inducidapor el arte, por esto es una mirada cultural.9 Esta ltimareflexin permite regresar al territorio fsico para considerarlocomo soporte del paisaje pero nunca como el paisaje mismo.Es necesaria esta aclaracin por cuanto all reside una de lasprimeras confusiones, pensar que el hecho fsico ya de pors es el paisaje; el paisaje no es la tierra, es una interpretacincultural de ella, sin el ser humano que hace estainterpretacin, el paisaje no existe.10

    El debate en torno al paisaje sigue estando en el centro de atencin de aquellas disciplinas queatienden al espacio abierto y que ahora se ven avocadas a definir una posicin respecto a dosaspectos que lo cuestionan: el primero se refiere a la insistencia de considerar el lugar11 comoelemento indispensable para la lectura y la proposicin de paisaje; y el segundo, a la dificultadpara clarificar las nociones de paisaje y medioambiente, dificultad que en principio esta muyrelacionada con aquellos elementos provenientes de una condicin bitica -antes natural- delterritorio y con la confusin que ellos suscitan al momento de entenderlos como sustento ycontenedor -a priori- del paisaje.

    Paisaje y medio ambiente

    La aproximacin al paisaje mencionada hasta ahora, tiene sus matices, an incluso si ellafuera producto de la disertacin hecha por una misma disciplina -arquitectura, geografa,...etc.-; pero sin duda, el mayor punto de friccin lo constituye su relacin con el medio ambiente.La confusin de estos dos trminos -paisaje y medio ambiente-, proviene de que, entre ambosformalizan el entorno, el que, por estas circunstancias es subjetivo y objetivo.Habra que empezar admitiendo que cada colectivo de individuos tiene en el medio fsicounas necesidades orgnicas que satisfacer, pero tambin unas necesidades emocionales; queambas se encuentran en un mismo escenario: el entorno; que a pesar de que, de all nace estaconfusin, es justamente el entorno el objeto de actuacin para el medio ambiente y elpaisaje, y que solo de esta conciencia proviene el respeto y la claridad con la que uno y otrocontribuirn a su desarrollo futuro.12

    La necesidad de tratar y aclarar estos dos conceptos se ha hecho evidente en las ltimasdcadas, el trabajo de paisaje producido por los landartistas, primero, y luego por otrosarquitectos y paisajistas, desvel las diferencias de ambos conceptos y la urgencia de iniciarun proceso de investigacin-argumentacin que determine sus lmites, sus puntos de articulaciny sus mbitos de trabajo; mientras tanto, paisajistas y medioambientalistas conservan unmbito confuso -y en permanente friccin- en sus perfiles ocupacionales y trasladan esteestado hacia otros profesionales que observan desde fuera y que tienden a vincular a unosy a otros, y a su perfil laboral en un solo componente y, de cuyas deficiencias, adems puedensacar partido.13

    Desde Francia, y a travs de Alain Roger, llegan por ahora las disertaciones ms claras en tornoa este tema. Roger afirma que el medio ambiente atiende al entorno desde una visin puramentecientfica, su preocupacin y posterior actuacin se fundamenta en la medida de los fenmenos

    88888 Ibid.99999 ROGER, Alain. Op. Cit. Pgs.13-341010101010 Es en esta sintona, en la querealmente han conciliado lasdistintas tendencias de paisaje.Tambin por esta situacin, elcontexto de lugar y de tiempodebiera considerarse comofundamento del paisaje.1111111111 La nocin de lugar no puedeentenderse aqu como un hechofsico y esttico, es ms bien unadimensin geogrfica como laentiende GREGOTTI, Vittorio enArchitettura e Geografia, de larevista Casabella No. 421. Enero,1977. El lugar es, entonces, unadimensin fsica, dinmica,histrica y cultural.1212121212 pesar de su disertacin entorno a este tema en la que Rogerplantea el subordinamiento delconcepto de paisaje al concepto demedio ambiente, l afirma lanecesidad de articular estas dosnociones siempre y cuandopreviamente se disocien paraaclararlas. ROGER; Alain. Op.Cit. Pgs. 139,1401313131313 Como ejemplo, baste citar en loscasos de contratacin para trabajosde paisaje y medioambiente, lavinculacin -y suplantacin- decualquiera de estos dos profesionaleso de otro que simule estas aptitudes,siempre y cuando su remuneracinse haga por debajo de los estndaresreales a pagar al profesionalrealmente adecuado.1414141414 ROGER; Alain. Op. Cit. Pgs.139 y 143

    Catedral de Salisbury, de John Constable. El paisaje pictrico, siglo XIX.

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    que afectan el estado fsico del entorno, su existencia es independiente del pensamientoy por ello del ser humano; su comportamiento es homogneo, uniforme e invariableante condiciones de afectacin idnticas, es parametrizable y por tanto objetibizable,por el contrario el paisaje es una nocin independiente del medio ambiente perodependiente de la humanidad, su origen es artstico y como tal le compete un anlisisesttico, su comportamiento est unido al estado evolutivo de los seres humanos, a supensamiento, a su subjetividad; sin el ser humano que lo percibe, lo crea y lo recrea elpaisaje sera inexistente, toda historia del paisaje lo muestra con evidencia, el paisajees una determinacin socio cultural producto de una operacin perceptiva.14

    Consideraciones consubstanciales al paisaje

    Diversos fenmenos afectan al paisaje y a los elementos que lo constituyen, fenmenoscuya existencia es necesario considerar en un proceso tanto evaluativo co2mo propositivodel mismo. El primer hecho radica en su dinamismo, en su tnica cambiante para elterritorio y para los individuos. El territorio constituye el lugar de los hechos, all losindividuos se socializan, construyen sus referencias culturales; por esto el territorio lesafecta. Pero el proceso no se queda as, tambin los individuos apropian el lugar y lotransforman adaptndolo a sus valores objetivos y subjetivos.15 Esta condicin cambiantey de mutua afectacin entre territorio e individuos, se asume para escudriar lascircunstancias que la regulan y que podran arrojar claridad entorno a una posible disfuncionalidad en uno, en otros, y quizen el ms lgico de los casos, en ambos. Este proceso mutabley dinmico del paisaje es observable a travs de la historia, lacorrelacin entre individuos, sociedad y territorio subyace comoestructura fundamental en cualquier estudio paisajstico, ensus evaluaciones pero tambin en sus formulaciones.

    Otra cualidad consubstancial al paisaje radica en su dimensinescalar, el paisaje es en esencia un concepto amplio en suargumentacin y amplio en su nocin espacial. El paisaje esten el entorno y el mismo sugiere una espacialidad de cobijo, adiferencia de lo que podra ser una espacialidad de lmite.16 Escobijo aquella espacialidad que protege, que d cabida paraque el ser humano pueda desplegar sus potencialidades ysatisfacer sus necesidades; en esta circunstancia el paisaje aludea una escala que trasciende a la capacidad fisiolgica del ver. En la posibilidad y lanecesidad de desplazarse, para realizar sus labores, el ser humano vivencia una espacialidadcada vez ms amplia. Esta gran magnitud territorial por la que se mueven los individuos,constituye un sinnmero de experiencias que amplan el mundo perceptivo y por tantolas interpretaciones que de l se puedan emitir y, que solamente se explican a partir deun paisaje cuya escala realmente trasciende la nocin fsica visible desde un lugar esttico.Adems, el avance tecnolgico de las comunicaciones ha propiciado que la construccinde registros culturales en el individuo trascienda las reales experiencias que l tiene conun territorio, entonces el individuo tambin se ve afectado por paisajes que vive demanera diferida -el cine, la televisin, la informtica, la fotografa,... etc., le posibilitanesta condicin-. La nocin de lmite sealada, atendera a aquella rea definidaesencialmente por barreras impuestas al territorio por los seres humanos, barreras diversasque suponen un estado esttico en donde la idea escalar desde luego es restringida,acotada por fachadas, por usos, por nombres, por vallas,... etc.

    Para concluir se dir que no se habla del paisaje de una determinada rea de terreno ode una vivienda, a no ser por la traspolacin del termino a esta escala, entonces sereducirn igualmente todos los componentes de los mismos en referencia proporcionalal rea o a la vivienda misma.17 Si una magnitud espacial extensa, constituye unacualidad para la existencia del paisaje, ella variar en consonancia con cadaindividualidad, con cada grupo humano, con cada cultura.18

    1515151515 NASELLI, Cesar. Op. Cit.1616161616 Ibid.1717171717 Ibid.1818181818 Un concepto que puedeilustrar esta idea escalar enel paisaje, lo plantea AlainRoger cuando categoriza eljardn como unprotopaisaje. ROGER,Alain. Op. Cit. Pg. 35.

    El territorio. Grado cero del paisaje

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    Morfologa del paisajeAnte la manifiesta evidencia de su complejidad, unaaproximacin al paisaje, para investigarlo, sugiere un esfuerzode enorme dificultad para encontrar el todo y sus partes. Elprimer camino a seguir estar vinculado al escenario fsico,como soporte de una sociedad. Este escenario se define nosolamente como el territorio geomorfolgico sino tambincomo la produccin material que los individuos hanimplantado all. Tanto el territorio como los elementosaadidos -ya sea por superposicin o por transformacin-constituyen las partes elementales del paisaje. La convergenciade los dos se expone como la morfologa del paisaje, que eneste caso es el todo, y que desde luego constituye el objeto aevaluar en una investigacin global de paisaje.Sin embargo, es difcil afirmar que todo trabajo de investigacinsobre paisaje est condicionado por su morfologa, toda vezque ella, por su misma complejidad, deber acometerse apartir de un proceso de simplificacin que posibilite su estudio.Entonces, es necesario acudir a los procesos de abstraccin,como lgicas que reducen, haciendo comprensibles, aquellosproblemas complejos. Por cuestiones de orden prctico perotambin por cuestiones lgicas, la imagen constituye esteproceso de abstraccin y la herramienta bsica para los diversosanlisis del paisaje. Es prctico por cuanto la imagen ya es unhecho concreto y manipulable de la morfologa del paisaje, yes lgico porque la imagen tambin es un proceso natural yprotagnico, con el que los humanos percibimos y expresamosun paisaje.

    Para los individuos, la percepcin deun determinado paisaje, pasa por losms variados y complejos procesosque no son del todo entendidos porlas disciplinas que abordan suteorizacin y su construccin. A pesarde ello, las escuelas fenomenolgicashan aportado elementos de juicio queposibilitan su utilizacin al momentode acometer crticamente un paisaje.

    Aunque disponemos de todos lossentidos para la percepcin de lospaisajes, todos ellos estnsubordinados al sentido de la vista,demostrada en primer lugar por elhecho de que ante todo somos unasociedad eminentemente visual. Losms grandes desarrollos tecnolgicoshan privilegiado el sentido de la vistasobre los otros sentidos, baste citarcomo ejemplo, el avance informtico,los sistemas de comunicaciones, laproduccin de las artes,... etc.

    Cuando revisamos el proceso por elcual la sociedad va construyendo su

    territorio y posteriormente va haciendo conciencia sobre laexistencia de su paisaje, las imgenes emergen como referenciaconstatable de estos hechos. Cuando la literatura empez aconstruir la nocin de paisaje, siempre la elabor sobre labase de una rememoracin imaginstica; la pintura, quecontribuye a cimentar el paisaje, es en esencia imagen, y laarquitectura, se ha valido del recurso de la imagen para producirformas y edificar paisajes pero tambin para hacer el procesoinverso, de las formas consignar sus imgenes.Para resumir, la imagen constituye el instrumento fundamentalque tiene la arquitectura, el urbanismo y el paisajismo, paraleer un paisaje, pero tambin la herramienta primaria con laque propondr un nuevo modelo paisajstico.

    Las relaciones entre arquitectura,urbanismo y paisajeMucho se ha comentado en relacin a este tema, comentariosque bien pueden mencionarse como divididos en dosapartados: de una parte aquellos que asumen el territorio comoun hecho fsico donde se dispondr la arquitectura como tal,y de otro, la suposicin de que la arquitectura con su presenciatambin va constituyendo su propio paisaje.

    Para el primer caso, el debate se abri hace mucho tiempoatrs y an hoy constituye un punto de discordia insalvable -no obstante las reiteradas propuestas en este sentido-. Elprincipal foco de discrepancia radica en la imposibilidad de

    articular ambos conceptos y en lasumisin del territorio ante laarquitectura. La humanidad encontr enel territorio un lugar para su propiaproduccin, lo transform en con-secuencia con a sus necesidades fsicaso lo predispuso para erigir all susrecintos habitacionales. Es probable quelas civilizaciones ms antiguas hayanasumido su evolucin espacial como untodo integrado -baste citar como un soloy no nico ejemplo, el caso de lasculturas precolombinas- sin separacinentre la arquitectura y el territorio. Estaseparacin entre la construccin delterritorio y de la arquitectura se hizo maspatente con el correr de los tiemposhasta alcanzar su punto lgido con elmovimiento moderno del siglo XX. Lahistoria registra una ruptura nosolamente fsica sino tambinconceptual en ambas nociones, se hablade una historia de la arquitectura porun lado y de otra historia de laevolucin del territorio -siempre ycuando se asuma que realmente estaltima existe-. La vuelta atrs en la visin

    Ciudad Perdida. Territorio y Arquitecturacomo un todo armnico.

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    permite constatar que la historia de los hechos arquitectnicoscasi siempre se miraron como hechos puntuales y que alterritorio se le ha condenado a ser un mero lugar para laarquitectura, que cuando se le ha mencionado solo ha sidopara referirlo como concepto aislado y constreido al lmitede los jardines -visin muy reducida del paisajismo-. En algunaforma, el urbanismo copa de manera parcial, este vaco, porcuanto asume una consideracin espacial un poco ms ampliae integral; an as, quedan extensas reas rurales transformadaspor la voluntad humana en las que no se han investigado losprocesos sociales y culturales que provocaron determinadospaisajes o, que si se han hecho, ha sido sobre la base de sulgica econmica pero muy poco sobre sus subyacentesreferencias simblica y cultural.Una reconsideracin conceptual, en este sentido, se ha puestoen marcha hacia finales del siglo XX, en parte porque elflorecimiento de esta nueva conciencia de paisaje ha sealadosu ausencia y en parte porque tambin la arquitectura y elurbanismo encuentran all una fuente renovada de energapara su futuro.19

    Por otros caminos, se desemboca en el mismo lugar y seentronca con el segundo caso: la idea de que la arquitecturatambin es paisaje. Diferentes autores -entre ellos algunosarquitectos- abordaron los grandes vacos dejados por elmovimiento moderno: la ausencia de una propuesta para elpaisaje y la imposicin de unos modelos ahistricos eindependientes de cada lugar.20 Como reaccin a estasorientaciones, la arquitectura, a travs de sus tericos, havenido examinando y proponiendo nuevos senderos paraconstruir el espacio contemporneo.

    En las dcadas de los aos sesenta y setenta se conjuga unprimer momento de esta reaccin, autores como Kevin Lynch,Robert Venturi, Colin Rowe, Amos Rapaport,... etc., sin hacerreferencia explcita al paisaje, teorizan sobre la crisis delespacio colectivo, sobre su ausencia de valores y smbolos, ysobre sus posibles alternativas. Estos derroteros iniciales, lejosde alcanzar un final y perderse en el olvido, constituyeron elprimer paso de un discurso que se ha continuado, que se haenriquecido y que, incluso, se ha multiplicado en aras deequiparar la compleja demanda espacial de lacontemporaneidad.

    La clave de este discurso evaluativo y propositivo, la estableceVittorio Gregotti cuando discrepa del modelo tradicional conel que la arquitectura acomete un proyecto; segn Gregotti,la arquitectura ha escindido las nociones de lugar y proyecto,lo que en parte, explica los fracasos de la temtica urbana. Enoposicin a este modelo, Gregotti promueve una inversinen la que la arquitectura nazca de la experiencia con el lugar,de la historicidad de sus valores y de su imagen colectiva.21

    Esta ltima posicin, pugna por abrirse paso y colocarse hoycomo una metodologa idnea en la formalizacin de nuestrosespacios, quiz se vea limitada por la inmensidad de la empresaa seguir, por la carencia de muchas herramientas delconocimiento para abordar un trabajo desde esta ptica, por

    el individualismo de muchos profesionales que antes de verseembebidos en grupos de trabajo pluridisciplinares prescindende esta tendencia en favor del culto a su egolatra.

    El paisaje hoy

    El momento actual se caracteriza por una creciente actitudhacia el paisaje, por la diversidad de disciplinas, enfoques yescuelas que lo pretenden, por la variedad de proyectos quese construyen; ello complejiza la sistematizacin del mismoy su exposicin, y aunque, en el transcurso de este ensayo yase han adelantado algunas consideraciones, todava esnecesario completar el panorama haciendo nfasis a lasituacin presente.

    Dos escuelas jalonan el espacio en que se desarrolla el paisajede la actualidad: por un lado esta la escuela anglosajona quepretende explicar el paisaje desde la ciencia, utilizandomtodos de trabajo deductivos que lo homogenizan y lo apartande la especificidad cultural del sitio;22 por otro, la latina, queaboga por un paisaje que escudria en el lugar para haceraflorar su historia, sus valores colectivos, sus significaciones,que tambin promueve nuevos escenarios fundamentados enlo encontrado pero acomodados a un nuevo momento culturalcon la esperanza de suscitar emociones, encuentros eidentidades.

    1919191919 Un claro ejemplo lo constituyen estas nuevas publicaciones que ya noproponen el desarrollo de los jardines como equiparable con la evolucindel paisaje sino que mencionan al entorno como un conjunto en el que laarquitectura -asumida como objeto o sumatoria de ellos- coadyuva en ladefinicin de este paisaje. Ver por ejemplo: JELLICOE, Geoffrey y Susan. ElPaisaje del Hombre. La conformacin del entorno desde la prehistoriahasta nuestros das. Editorial Gustavo Gili. Barcelona. 1998.2020202020 Estas nociones estn suficientemente tratadas en los diversos anlisis ala arquitectura del movimiento moderno, por tal razn solo serecuerdan de manera que funcionen como punto de partida para eldesarrollo de esta idea.2121212121 GREGOTTI, Vittorio. Architettura e Geografia. En revista CasabellaNo. 421. Enero, 1977.2222222222 GIROT, F. Christophe. Op. Cit.

    Diagonal Mar en Barcelona, Arqs. E. Miralles y B. Tagliabue Un paisaje para ahora.

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    El mtodo anglosajn atiende a los mecanismos de la naturaleza que hacen paisaje, hamantenido vigencia en las cuatro ltimas dcadas y ha estado particularmente atado tanto alos problemas territoriales de gran escala como a las reas rurales o suburbanas;23 con sustrabajos, Ian McHarg estableci el paradigma a este modelo.

    La propuesta latina es ms reciente, se limita a las dos ltimas dcadas y est ms articuladaa los problemas urbanos o a otros escenarios en donde las actividades humanas hacen muyevidente su impronta -en todo caso suponen escalas de actuacin que en su mayora sonmenores si se comparan con las utilizadas por el primer proceso mencionado-; la escenografa,las referencias simblicas, la experimentacin, la sutileza, el mundo virtual,... etc., son palabrasconsecuentes con esta forma de hacer paisaje.

    Todo lo anterior no impide que en ambos casos aparezcan profesionales interesados en abordartrabajos sincronizados en la escuela opuesta, as, es destacable el trabajo de los norteamericanosMartha Schwartz, Peter Walker -por citar solo dos nombres desde el origen anglosajn- cuyointers corre paralelo al trabajo de paisajistas como Alexander Chemetoff, Jacques Simon,Michel Corajoud, de Francia o de Enric Batlle, Enric Miralles, Elas Torres...etc., de Espaa.

    A manera de conclusin, el paisajismo que encuentra en el arte y en el conocimiento de loscomportamientos naturales un medio importante para enriquecer sus apuestas, para indagar enel pasado como recurso que decanta identidades, no solamente es ms joven sino que est en unproceso emergente y extensivo a una parte significativa del mundo.

    El desafo urbano

    La arquitectura, a travs de la sumatoria de objetos, y el urbanismo, que intenta ordenarlos enescenarios ms o menos coherentes, han construido formas transmisibles en imgenes queposibilitan estudios de paisaje sobre la revisin de los hechos pasados. Esta idea de lainvestigacin en la formalizacin del paisaje urbano, en los procesos que mediaron su aparicin,constituye no solo un ejercicio sobre los acontecimientos pasados, sino el primer desafo anteel que urbanismo y paisaje se articulan para explicar parcialmente algunos de los problemasque afectaron -y afectan- a la ciudad, y que por otras pticas no ha sido posible explicar.

    Pero tambin el desarrollo futuro de la ciudad guarda un reto para el paisajismo: atender -como en el pasado-, aquellos vacos que el urbanismo tradicional no ha podido ocupar. Hoy,ms que siempre, la ciudad se ha diversificado y sus demandas ya no se cien nicamentedentro de una visin sistemtica y funcional sino que se amplan hacia una visin cultural yespecfica ms vinculada al estilo y la calidad de vida de las personas.24

    Temticas y escalas territoriales tan distantes entre s, y tandesatendidas por el urbanismo, son objeto del constanteinters del paisaje: los intersticios y reas abandonadas dela ciudad, los vacos metropolitanos de la ciudad dispersa,las grandes infraestructuras viales,... etc. Por otra parte, nodeja de ser inquietante, que el urbanismo parezca perderfunciones que por su carcter parecan competencia exclusivade l, quiz no se trate de imputar disciplinas a realizacionesespaciales impidiendo mixturas que en muchos casos nosolo son deseables sino necesarias, ms bien, se trata dereconsiderar posiciones y de articular metodologas paraproducir respuestas adecuadas a las nuevas demandasespaciales; el territorio que se ha planificado en funcin dela ciudad, ahora necesita una mirada nueva en la que lasreas suburbanas se despojen de su carcter residual y por el

    2323232323 Ver el caso de los trabajosrealizados y las metodologaspropuestas por Ian Mac Harg,algunos de los cuales fueronexpuestos en su libro Desing withNature.2424242424 GIROT, Christophe. Op. Cit.2525252525 GAUSA, Manuel. Arquitecturaes (ahora) geografa. (Otrasnaturalezas urbanas). En Otrasnaturalezas urbanas.Arquitectura es (ahora) geografa.Generalitat Valenciana. 2001.2626262626 ESPAOL, Joaquim.Arquitectes en el paisatge.Arquitectes en el paisatge. Col-legi dArquitectes de Catalunya,Demarcaci de Girona. 2000.2727272727 Ver CULLEN, Gordon,Townscape. Architectural Press,London 1971. Versin castellana:El paisaje urbano, Tratado deesttica urbanstica.Editorial Blume. 1 edicin 1974.Barcelona, Espaa. El trabajo deCullen alude explcitamente altema del paisaje urbano, a susproblemticas estticas y a susposibles tratamientos.

    El Land Art seal nuevos caminos para el paisaje.

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    contrario se constituyan en factores cohesionadores de losdispersos mbitos urbanos metropolitanos.

    Cuando recalamos en la idea de la gran extensin escalarcomo caracterstica concomitante al paisaje y la articulamosa la nocin de ciudad, encontramos un basto campo de accininvestigativa y proyectual. El espacio colectivo, que es algoms que el espacio pblico, y que quiz solo puede equipararsecon el vaco urbano, determina una accin casi infinita deposibilidades. Con todo, la idea de paisajear la arquitectura oarquitecturizar la geografa -entendida la geografa no comonaturaleza sino como nocin conjunta de tierra y abstraccinde la historia y de la memoria comn, como lo plantea ManuelGauza,-25 es casi el denominador comn que subyace en todaslas propuestas de paisaje actual.Cabe sealar en esta parte final, que el land art ha ocupado,por su propio trabajo, un lugar privilegiado en el quehacerpaisajstico contemporneo, que sus propuestas han abiertolos ojos a una nueva forma de entender y de hacer el paisaje,pero que quiz este sea apenas el primer paso de un trabajoms perdurable, porque como lo seala Joaquim Espaol anosotros los arquitectos no se nos es permitido ni saludabletrabajar con elementos gratuitos como lo hacen los landartstas.26

    El paisaje urbano

    En la mencionada incertidumbre disciplinar entre paisajismoy urbanismo, estudiosos y profesionales de uno y otro, secruzan mbitos de accin, aunque paradjicamente, ambospretenden desconocerse. El paisaje urbano, semeja unacategora que proviene del urbanismo si se le piensa comoobjeto de estudio. Como objeto de diseo sin embargo noesta clara su pertinencia, poco se habla de disear el paisajeurbano y cuando se lo hace, aparece subyacente en otrasintenciones de la arquitectura y el urbanismo.

    Con el desarrollo industrial y el consecuente crecimiento ytransformacin de las ciudades, el paisaje urbano empez aganar atencin. El movimiento moderno supuso un modeloespacial que impuls la transformacin del paisaje urbanosin que los alcances de este hecho se hubieran contempladoen sus implicaciones.

    En Amrica Latina se ha dado un proceso que en cierto modoes dramtico, el atosigamiento producido por unasimultaneidad de hechos, que en el caso europeo supusieronuna evolucin lenta y lineal, la industrializacin -precaria enColombia y en el resto de Amrica Latina-, la ideologa de lamodernidad particularmente la del movimiento moderno y,la debilidad econmica y tecnolgica, produjeron un paisajeurbano extenso en su magnitud y complejo en suscomponentes -visuales, ambientales, funcionales,... etc.-, quean est por estudiarse.

    Como reaccin a una configuracin anmala de la ciudad delsiglo XX -si se la compara con la disposicin de ciudades queantao privilegi la relacin entre individuos y su espaciocolectivo- surgen diversos autores que debaten la ciudadexistente al momento y que proponen derroteros encaminadosa redireccionar el paisaje urbano contemporneo.27

    Como se ha mencionado en este ensayo, cada vez que en elpasado se aludi al paisaje, su connotacin fue rural y casisiempre vinculada a la idea de la naturaleza conformadora dela imagen visual, esto no quiere decir que en el momento sehaya cambiado radicalmente esta posicin pero si que en cadainstante se introduce un componente mayor de artificialidadproveniente de la accin que sobre el territorio ejercemos loshumanos. El caso extremo de esta accin lo constituye elpaisaje de la ciudad, all todo el escenario es artificial,producto de las fuerzas humanas, de su pensamiento; lo naturalson apenas unas presencias espordicas o comportamientospuntuales.En atencin al crecimiento de las ciudades y, como consecuenciaa su paisaje y a su condicin urbana, an es necesario ampliaralgunos referentes que expliquen con claridad de que se estatratando. El primero de ellos alude al lugar: realmente dondepodemos apreciar el paisaje urbano?, la respuesta obvia, peroque es preciso detenerse y analizar, es que el paisaje urbanoest en el espacio libre de la ciudad. All surgen varios elementosde discusin, en primer lugar, asumir que aunque el espaciopblico juega un papel fundamental como escenario del paisajeurbano, y lo llena casi todo, el espacio libre parece trascenderloe ir ms all, en razn a que muchos otros espacios nocatalogados como pblicos tambin hacen parte del paisaje dela ciudad, entonces, el concepto del vaco urbano cobraprotagonismo para definir este lugar buscado.

    El vaco como contenedor del paisaje urbano es un conceptoque en la ciudad adquiere una naturaleza fluida, imbuida porla caracterstica lineal que prima en la vialidad y movilidadurbanas, inversa a la idea de paisaje como extensin, comoconjunto producto de su primigenia condicin rural. La

    El paisaje de la ciudad, entre el diseo (en positivo) y el residuo (en negativo).

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    arquitectura como concepto opuesto al vaco, es decir lleno,lo manifiesta y lo determina parcialmente con su piel. Esnecesario hacer claridad que este tipo de visin, es en principio,dependiente de una valoracin articulada a la forma generalcomo se percibe la ciudad, es decir desde abajo, desde laptica del peatn.

    Para completar la idea de vaco de la ciudad como el lugardel paisaje urbano, es necesario clasificarlo, su existencia sedebe a condiciones que no son iguales en todos los casos y aque su naturaleza tiene implicaciones diferentes en lapercepcin de los individuos y en la esttica urbana. La revisinde este caso sugiere dos apartados: El vaco en Positivo: Aquel espacio de la ciudad que fue

    producido a partir de formulaciones de uso y de estticaclaramente especificadas.

    El vaco en Negativo: Surge como consecuencia de unproceso residual, no tiene por ello un proyecto de diseoque lo atienda, sus usos y esttica estn al margen de unaformulacin explcita, sin embargo constituyen parte delpaisaje urbano de la ciudad, su imagen est presente paratodos los individuos aunque su apropiacin fsica sealimitada.

    El caso del vaco en positivo es perfectamente articulable a lanocin de espacio pblico que promueven los entesgubernamentales, as, los parques, las plazas, las alamedas,las calles... etc., seran el claro ejemplo de esta clasificacin.El vaco en negativo, por el contrario, aseverara la ideamencionada con anterioridad, ya que no todo vaco tiene uncarcter pblico de apropiacin. Todava podran sugerirsecategoras intermedias a esta propuesta, es el caso de espaciosvacos que han sido formulados desde pticas meramentefuncionales pero cuya esttica esta definitivamentecondicionada por procesos de eficiencia y capacidad -es elcaso de las grandes autopistas que desde mediados del sigloXX se impusieron a las ciudades a modo de emancipacindel atasco vehicular-.

    Como resultado de los planteamientos hechos hasta ahora,una investigacin sobre paisaje urbano estara enfocada aanalizar, por una parte los componentes del vaco propiamentedicho, y por otra, a los elementos llenos -arquitectura- que lodeterminan.

    No cabe duda que por su presencia proporcional, el espaciopblico constituye el ingrediente fundamental del paisajeurbano de la ciudad, que las intervenciones en l, yconsecuentemente en el paisaje urbano, atenan lasinequidades sociales de una sociedad y fomentan una imagende ciudad competitiva en el nuevo mbito mundial, as lohan entendido las administraciones europeas que en losltimos aos han abordado sistemticamente una mejora enla cualidad del mismo. Barcelona es un ejemplo pionero aeste proceso, hace ya dos dcadas que reprogram susestrategias urbanas incluyendo el concepto de la imagen comoinstrumento fundamental de su desarrollo. El programa

    Barcelona posat guapa es un esfuerzo conjunto entreadministracin y ciudadanos, la restauracin de las fachadashace parte de un paquete que contribuye a cualificar el paisajeurbano de la ciudad.28

    El caso bogotano es parcialmente reflejo de esta tnica derecuperacin del espacio pblico iniciada hace ya dos dcadasen Europa. Sin embargo, el espacio pblico en Bogot se haatendido desde la mirada de su deficiencia en trminos decantidad y de sus usos, pero es prcticamente nula su apuestadesde la perspectiva de su paisaje urbano, su imagen actuales por tanto azarosa si se le mira desde la dimensin de suspotencialidades, de su contexto, de su historia y de suproyeccin a futuro.29 No hay claridad respecto al paisajeurbano que se est configurando y de la relacin de este paisajehacia su interior, en sus afinidades simblicas con susciudadanos, desde luego mucho menos en su proyeccinexterna hacia el mbito internacional, lo cual no quiere decirque de todas formas la ciudad sea considerada en el contextointernacional, como ejemplo de cualificacin urbana, la que,estara ms atada a un proceso de valoracin determinado poruna mirada de origen global pero escasamente atenta de lasinsuficiencias locales.

    BIBLIOGRAFABIBLIOGRAFABIBLIOGRAFABIBLIOGRAFABIBLIOGRAFA

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    2828282828 El paisaje urbano no es solamente una cuestin de atencin interna, esdecir pensada nicamente en su articulacin con sus ciudadanos; el paisajeurbano tambin cumple una funcin productiva en su contexto externo. Loque han demostrado las grandes ciudades -Nueva York, Barcelona, Pars,...etc.-, es que su paisaje urbano se constituye en instrumento de promociny por tanto de economa.2929292929 Quede claro, en todo caso, que este proceso de atencin al espacio pblico,accidentalmente, ha significado un paso adelante para el paisaje urbano deBogot, pero que el mismo todava adolece de una atencin especfica.