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Dial€ctica 1 Dial€ctica La dial€ctica (del griego •‚ƒ„…†‡‚†ˆ(dialektik€), ‡‰Š‹Œ(t€chne), literalmente: t€cnica de la conversaci•n; con igual significado, en latn (ars) dialectica) es una rama de la filosofa cuyo Žmbito y alcance ha variado significativamente a lo largo de la historia. Originariamente designaba un m€todo de conversacin o argumentacin anŽlogo a lo que actualmente se llama lgica. En el siglo XVIII el t€rmino adquiri un nuevo significado: la teora de los contrapuestos en las cosas o en los conceptos, as como la deteccin y superacin de estos contrapuestos. De manera mŽs esquemŽtica puede definirse la dial€ctica como el discurso en el que se contrapone una determinada concepcin o tradicin, entendida como tesis, y la muestra de los problemas y contradicciones, entendida como anttesis. De esta confrontacin surge, en un tercer momento llamado sntesis, una resolucin o una nueva comprensin del problema. Este esquema general puede concretarse como la contraposicin entre concepto y cosa en la teora del conocimiento, a la contraposicin entre los diferentes participantes en una discusin y a contraposiciones reales en la naturaleza o en la sociedad, entre otras. El t€rmino adquiere un significado no circunscrito al Žmbito de la retrica gracias, fundamentalmente, a los escritos del filsofo alemŽn G.W.F. Hegel. En la €poca en que escribe una de sus grandes obras (  Fenomenolog‚a del esp‚ritu, 1808) el mundo parece haberse puesto en movimiento, transformando de forma visible lo que haba durado siglos. Se trata de los primeros momentos del modo de produccin capitalista que, a diferencia de los anteriores, se basa primordialmente en la circulacin de las mercancas y del dinero. Entonces el viejo problema filosfico del cambio se agudiza: cmo entender racionalmente que una cosa pueda cambiar de apariencia y seguir siendo la misma cosa? Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposicin siempre con algo. Este esquema es el que permite explicar el cambio manteniendo la identidad de cada elemento, a pesar de que el conjunto haya cambiado. Con el mismo proceder Karl Marx analizarŽ la realidad social y, claramente en sus escritos a partir de 1842, la entenderŽ como una realidad conflictiva debido a la contraposicin de intereses materiales incompatibles. As dirŽ, en el Manifiesto comunista (1848), que "toda la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases"; esto es: la confrontacin entre clases sociales es el motor del cambio histrico. En el siglo XX el filsofo alemŽn Theodor W. Adorno titularŽ Dial€ctica negativa (1966) una de sus obras capitales. Esta obra se inicia con una afirmacin provocativa: "  La formulaci•n dial€ctica negativa atenta contra la tradici•n". Se refiere Adorno a que en la dial€ctica de Platn o en la de Hegel el resultado del movimiento de contraposicin es la afirmacin de algo, mientras que lo que €l pretende es subrayar el carŽcter inconcluso de cualquier momento del movimiento de contraposicin, tanto a nivel social como cultural. Historia Dial€ctica espont•nea en la Antig‚edad Para el hinduismo, la diversidad de cosas y eventos contradictorios que nos rodean, no son sino diferentes manifestaciones del todo, llamado Brahman. As, a los diversos aspectos de lo Divino, dieron en la India antigua distintos nombres de variados dioses que no son mŽs que reflejos de una ‘nica realidad ‘ltima, de manera que, por ejemplo, la fuerza destructora y la fuerza creadora son dos manifestaciones de esa misma realidad. La dial€ctica como m€todo en la filosofƒa griega Uno de los primeros ejemplos de aplicacin del m€todo dial€ctico lo ofrecen los Diƒlogos del filsofo griego Platn, quien ademŽs reflexiona sobre el funcionamiento y el alcance de este procedimiento, notablemente en sus obras Gorgias, Rep„blica VI y Teeteto.

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Dial€ctica 1

Dial€ctica

La dial€ctica (del griego •‚ƒ„…†‡‚†ˆ(dialektik€), ‡‰Š‹Œ(t€chne), literalmente: t€cnica de la conversaci•n; con igual

significado, en latn (ars) dialectica) es una rama de la filosofa cuyo Žmbito y alcance ha variado significativamente

a lo largo de la historia.

Originariamente designaba un m€todo de conversacin o argumentacin anŽlogo a lo que actualmente se llama

lgica. En el siglo XVIII el t€rmino adquiri un nuevo significado: la teora de los contrapuestos en las cosas o en los

conceptos, as como la deteccin y superacin de estos contrapuestos. De manera mŽs esquemŽtica puede definirse la

dial€ctica como el discurso en el que se contrapone una determinada concepcin o tradicin, entendida como tesis, y

la muestra de los problemas y contradicciones, entendida como anttesis. De esta confrontacin surge, en un tercer

momento llamado sntesis, una resolucin o una nueva comprensin del problema. Este esquema general puede

concretarse como la contraposicin entre concepto y cosa en la teora del conocimiento, a la contraposicin entre los

diferentes participantes en una discusin y a contraposiciones reales en la naturaleza o en la sociedad, entre otras.

El t€rmino adquiere un significado no circunscrito al Žmbito de la retrica gracias, fundamentalmente, a los escritos

del filsofo alemŽn G.W.F. Hegel. En la €poca en que escribe una de sus grandes obras ( Fenomenolog‚a del esp‚ritu,1808) el mundo parece haberse puesto en movimiento, transformando de forma visible lo que haba durado siglos. Se

trata de los primeros momentos del modo de produccin capitalista que, a diferencia de los anteriores, se basa

primordialmente en la circulacin de las mercancas y del dinero. Entonces el viejo problema filosfico del cambio

se agudiza: cmo entender racionalmente que una cosa pueda cambiar de apariencia y seguir siendo la misma cosa?

Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos

conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposicin siempre con algo. Este esquema es el que

permite explicar el cambio manteniendo la identidad de cada elemento, a pesar de que el conjunto haya cambiado.

Con el mismo proceder Karl Marx analizarŽ la realidad social y, claramente en sus escritos a partir de 1842, la

entenderŽ como una realidad conflictiva debido a la contraposicin de intereses materiales incompatibles. As dirŽ,

en el Manifiesto comunista (1848), que "toda la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases"; esto es:la confrontacin entre clases sociales es el motor del cambio histrico.

En el siglo XX el filsofo alemŽn Theodor W. Adorno titularŽ Dial€ctica negativa (1966) una de sus obras capitales.

Esta obra se inicia con una afirmacin provocativa: " La formulaci•n dial€ctica negativa atenta contra la tradici•n".

Se refiere Adorno a que en la dial€ctica de Platn o en la de Hegel el resultado del movimiento de contraposicin es

la afirmacin de algo, mientras que lo que €l pretende es subrayar el carŽcter inconcluso de cualquier momento del

movimiento de contraposicin, tanto a nivel social como cultural.

Historia

Dial€ctica espont•nea en la Antig‚edad

Para el hinduismo, la diversidad de cosas y eventos contradictorios que nos rodean, no son sino diferentes

manifestaciones del todo, llamado Brahman. As, a los diversos aspectos de lo Divino, dieron en la India antigua

distintos nombres de variados dioses que no son mŽs que reflejos de una ‘nica realidad ‘ltima, de manera que, por

ejemplo, la fuerza destructora y la fuerza creadora son dos manifestaciones de esa misma realidad.

La dial€ctica como m€todo en la filosofƒa griega

Uno de los primeros ejemplos de aplicacin del m€todo dial€ctico lo ofrecen los  Diƒlogos del filsofo griego Platn,

quien ademŽs reflexiona sobre el funcionamiento y el alcance de este procedimiento, notablemente en sus obras

Gorgias, Rep„blica VI y Teeteto.

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Dial€ctica 2

En los diŽlogos platnicos tempranos, el procedimiento permite someter a examen cierto conjunto de creencias que

mantiene determinado individuo. A partir de los diŽlogos medios, su alcance se ampla, para poner a prueba hiptesis

o teoras con las que no necesariamente alguien estŽ comprometido. El examen usualmente lo lleva a cabo Scrates,

quien dirige a su interlocutor una serie de preguntas para explorar si hay inconsistencias entre sus dichos. Estas

preguntas son, pues, crticas y comprometedoras, y puede considerarse que equivalen a objeciones; pues

naturalmente, una teora que muestra ser contradictoria no podra aceptarse como verdadera (Vg., ha sido refutada).

Por otra parte, en muchos diŽlogos de Platn puede constatarse cmo los interlocutores de Scrates se defienden de

sus objeciones; en ocasiones es el propio Scrates quien responde a sus crticas anteriores. El procedimiento de

preguntas y respuestas da lugar as a una discusin o controversia racional, cuyo resultado es a menudo la refutacin

de las ideas que se examinan. En cualquier caso, mediante la deteccin y eliminacin de errores, el procedimiento

tiende a la identificacin de la verdad -o al menos, de lo que racionalmente puede aceptarse como tal. La refutacin

(en griego: elench…) se convierte en un m€todo de prueba (Vlastos, G. Socratic Studies, Cap. 1)

Casi todos los filsofos presocrŽticos haban escrito como profetas iluminados, sin pensar siquiera en dar alguna

prueba de la validez de sus puntos de vista (M. D€tienne). Una excepcin importante es Zenn de Elea, quien

introduce en la filosofa la idea de refutar racionalmente las teoras de sus adversarios, mostrando que conducen a

paradojas. Este es el antecedente del que parten Scrates y Platn, el ‘ltimo de los cuales lleva la idea un paso mŽslejos. Es notable que en el  Parm€nides Platn haya utilizado el procedimiento de preguntas comprometedoras, para

poner a prueba teoras de su propia factura (concretamente, la teora metafsica de las Formas), convirti€ndose as en

el primer filsofo que practica la autocrtica. Tal vez Platn intenta mostrar as cuŽnto mŽs le interesa la b‘squeda de

la verdad, que la defensa de sus posiciones. En todo caso, la dial€ctica (i.e., la controversia, y mŽs

fundamentalmente, la exposicin a la crtica) queda perfilada por €l como un procedimiento de investigacin. A este

gesto del clŽsico puede atribuirse el que la filosofa sea hoy un campo de investigacin acad€mica, y no una rama de

la mitologa o de la literatura fantŽstica.

Para Aristteles, la b‘squeda de la base filosfica de la ciencia (y de la propia filosofa) requiere un ejercicio

dial€ctico. En la  Metaf‚sica, Libro ’ (o IV), Cap. 4, Aristteles explica por qu€ la b‘squeda de una prueba de los

"principios" debe hacerse mediante una demostracin refutativa, y en cambio sera imposible dar de ellos una"demostracin" (vg., una prueba positiva de ellos). Aristteles tambi€n trata de la dial€ctica en los T•picos.

Esta clase de justificaciones o pruebas, que la actividad dial€ctica permite conseguir seg‘n los clŽsicos, slo pueden

desarrollarse gracias a la confrontacin de puntos de vista opuestos. Sin embargo, a partir de la Ilustracin se

difundi ampliamente, aunque al parecer sin discusin de por medio, un juicio contrario, de David Hume, quien en la

 Investigaci•n sobre el Entendimiento Humano “ 4, afirma sin mŽs que todo razonamiento humano es inductivo (en

sus t€rminos, "probable", o "moral") o deductivo ("demostrativo"); por tanto, no dial€ctico sino monol€ctico. Es

decir que seg‘n Hume, toda prueba cientfica o filosfica debe ser construble en su integridad desde un ‘nico punto

de vista. Esta idea no ha sido suficientemente discutida, y puede considerarse como una hiptesis, tanto como la idea

contraria.

AdemŽs de la propia confrontacin de ideas, un par de conceptos o reglas lgicas distinguen a los argumentos

dial€cticos de los monol€cticos. Son 1) la argumentacin ex concessis, seg‘n la cual es lcito razonar a partir de los

presupuestos o premisas del antagonista, sin que en suma, haga falta justificarlas (al menos, no de cara a ese mismo

contrario). Y por otra parte 2), la nocin de la carga de la prueba, que atribuye a uno de los debatientes en particular,

el deber de iniciar la argumentacin, dando un respaldo prima facie razonable a su tesis. Si el interesado lo consigue,

con ello transfiere a su adversario la obligacin (o carga) de responder, argumentando en contra suya. Cualquiera de

los debatientes que deje de atender satisfactoriamente esta obligacin cuando le corresponde, por ese hecho resulta

derrotado en la pol€mica. En Occidente, la carga de la prueba inicial corresponde al que propone novedades, y desde

luego a quien cuestiona los usos y las creencias tradicionales o generalmente aceptadas. Una mŽxima del derecho

romano prescribe: "el que afirma, prueba".

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Dial€ctica 3

Parece que a los estoicos se debe el uso posterior (concretamente, medieval) del t€rmino, con el que 'Dial€ctica' pasa

a referirse al conjunto de la lgica, que por lo demŽs los estoicos cultivaron como estudio del razonamiento

deductivo (por tanto, monol€ctico). Junto con la GramŽtica y la Retrica, la Dial€ctica constituye el Trivium

medieval.

Dial€ctica de la filosofƒa cl•sica alemanaPara Immanuel Kant la sensibilidad tiene como formas a priori el espacio y el tiempo y la razn humana tiene,

tambi€n anteriores a toda experiencia, un conjunto de categoras para concebir los objetos, siempre que haya

fenmenos sobre los cuales ellas puedan actuar. Cuando tal cosa no ocurre, como en el caso de los objetos

denominados "metafsicos", el entendimiento deriva en las llamadas antinomias, en las cuales puede demostrarse

como verdadera tanto una posicin como la contraria, hay argumentos en favor y en contra de las tesis y de sus

respectivas anttesis. La solucin no puede ser dogmŽtica sino crtica de la razn pura, distinguiendo la "cosa en s"

del mundo fenomenolgico, que no existe independientemente de nuestras representaciones.

Para Johann Gottlieb Fichte del yo, del sujeto se deriva todo y de acuerdo con los principios lgicos de la identidad y

negacin, al afirmarse el yo engendra por oposicin el "no yo" y ambos estŽn subordinados a un principio de unidad

total. As como el yo entra en contradiccin consigo mismo y posiciona el no yo, elimina esta oposicin mediante lalimitacin de ambos y fluye un proceso infinito y que se formula en la tr‚ada dial€ctica: tesis, anttesis y sntesis.

El filsofo alemŽn Georg Wilhelm Friedrich Hegel aplica el t€rmino dial€ctica a su sistema filosfico y a su lgica

centrada en el devenir, la contradiccin y el cambio, que sustituye los principios de identidad y no contradiccin, por

los de la transformacin incesante de las cosas y la unidad de los contrarios. Hegel pensaba que la evolucin de la

Idea se produce a trav€s de un proceso dial€ctico, es decir, un concepto se enfrenta a su opuesto y como resultado de

este conflicto, se alza un tercero, la sntesis. La sntesis se encuentra mŽs cargada de verdad que los dos anteriores

opuestos. La obra de Hegel se basa en la concepcin idealista de una mente universal que, a trav€s de la evolucin,

aspira a llegar al mŽs alto lmite de autoconciencia y de libertad.

El filsofo alemŽn Karl Marx aplicaba el concepto de dial€ctica a los procesos sociales y econmicos. El llamadomaterialismo dial€ctico de Marx es con frecuencia considerado como una revisin del sistema hegeliano. Este

propona una solucin a un problema generalizado de extremos econmicos por medio de los tres conceptos: tesis,

anttesis y sntesis. La primera era la fuente del problema en este la propiedad del capital concentrada en la clase

burguesa. La segunda la clase proletaria creadora del valor con su trabajo y despojada de todo medio de produccin.

Estas dos darŽn como sntesis el comunismo, la propiedad social de los medios de produccin.

La dial€ctica de Hegel

El acto mismo del conocimiento es la introduccin de la contradiccin. El principio del tercero excluido, algo o es A

o no es A, es la proposicin que quiere rechazar la contradiccin y al hacerlo incurre precisamente en contradiccin:

A debe ser +A -A, con lo cual ya queda introducido el tercer t€rmino, A que no es ni + ni - y por lo mismo es +A y-A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra

cosa. Esto significa la superacin de la lgica formal y el establecimiento de la lgica dial€ctica.

Todas las cosas son contradictorias en s mismas y ello es profundo y plenamente esencial. La identidad es la

determinacin de lo simple inmediato y estŽtico, mientras que la contradiccin es la raz de todo movimiento y

vitalidad, el principio de todo automovimiento y solamente aquello que encierra una contradiccin se mueve.

La imaginacin corriente capta la identidad, la diferencia y la contradiccin, pero no la transicin de lo uno a lo otro,

que es lo mŽs importante, cmo lo uno se convierte en lo otro.

Causa y efecto son momentos de la dependencia recproca universal, de la conexin y concatenacin recproca de los

acontecimientos, eslabones en la cadena del desarrollo de la materia y la sociedad: la misma cosa se presenta primero

como causa y luego como efecto. Es necesario hacer conciencia de la intercausalidad, de las leyes de conexin

universal objetiva, de la lucha y la unidad de los contrarios y de las transiciones y las transformaciones de la

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Dial€ctica 4

naturaleza y la sociedad. La totalidad, de todos los aspectos del fenmeno, de la realidad, de los fenmenos y de sus

relaciones recprocas, de eso estŽ compuesta la verdad.

La realidad es la unidad de la esencia y la existencia. La esencia no estŽ detrŽs o mŽs allŽ del fenmeno, sino que por

lo mismo que la esencia existe, la esencia se concreta en el fenmeno. La existencia es la unidad inmediata del ser y

la reflexin. Posibilidad y accidentalidad son momentos de la realidad puestos como formas que constituyen la

exterioridad de lo real y por tanto son cuestin que afecta el contenido, porque en la realidad se re‘ne estaexterioridad con la interioridad en un movimiento ‘nico y se convierte en necesidad y as lo necesario es mediado

por un c‘mulo de circunstancias o condiciones.

La cantidad se transforma en cualidad y los cambios se interconectan y provocan los unos con los otros. Las

matemŽticas no han logrado justificar estas operaciones que se basan en la transicin, porque la transicin no es de

naturaleza matemŽtica o formal, sino dial€ctica.

Las determinaciones lgicas anteriormente expuestas, las determinaciones del ser y la esencia, no son meras

determinaciones del pensamiento. La lgica del concepto se entiende ordinariamente como ciencia solamente formal,

pero si las formas lgicas del concepto fueran recipientes muertos, pasivos, de representaciones y pensamientos, su

conocimiento sera superfluo; pero en realidad son como formas del concepto, el espritu vivo de lo real y por tanto

se requiere indagar la verdad de estas formas y su conexin necesaria.

El m€todo del conocimiento no es una forma meramente exterior, sino que es alma y concepto del contenido. Por lo

que se refiere a la naturaleza del concepto el anŽlisis es lo primero, porque debe elevar la materia dada a la forma de

abstracciones universales, las cuales luego mediante el m€todo sint€tico son puestas como definiciones. El anŽlisis

resuelve el dato concreto, asla sus diferencias y les da forma de universalidad o, deja lo concreto como fundamento

y por medio de la abstraccin de las particularidades que aparentan ser inesenciales, pone de relieve un universal

concreto o la fuerza y la ley general. Esta universalidad tambi€n es determinada mediante la sntesis del concepto en

sus formas, en definiciones.

La actividad humana une lo subjetivo con lo objetivo. El fin subjetivo se vincula con la objetividad exterior a €l, a

trav€s de un medio que es la unidad de ambos, esto es la actividad conforme al fin. As, con sus herramientas elhombre posee poder sobre la naturaleza exterior, aunque en lo que respecta a sus fines se encuentra con frecuencia

sometido a ella. Hegel llev este m€todo de razonamiento hasta sus ‘ltimas consecuencias en la Fenomenologa del

Espritu y en otras obras suyas que influyeron mucho no slo en la filosofa posterior a €l, sino en la concepcin de la

historia y de la poltica. Para dar un ejemplo, en su dial€ctica se basan tanto el marxismo como el fascismo y el

nazismo.

Para Hegel toda la realidad tiene un sentido lgico: lo que existe, no existe caprichosamente, sino que responde a una

necesidad interna de todas las cosas, que las hace ir evolucionando  € cambiando € seg‘n una dial€ctica de oposicin

de los extremos: Una cosa, una idea, una circunstancia histrica cualquiera, pueden ser tomada como una posicin, o

sea como una tesis. Como ninguna cosa ni idea es completa y perfecta, frente a esa posicin surge una que se le

opone, la oposicin, o sea la anttesis. De la confrontacin o el encuentro entre estos dos opuestos surge lacomposicin, o sea la sntesis, que supera ambas posiciones anteriores y alcanza una nueva mŽs completa y perfecta

que las incluye a las dos, pero que estŽ abierta a su vez a una nueva oposicin, con lo que la evolucin de la realidad,

del mundo, de la historia, de lo que sea, nunca se detiene.

Un corolario € una consecuencia € de esta evolucin lgica es el famoso enunciado "Todo lo real es racional" (todo

tiene una razn lgica para ser real), "y todo lo racional es real". Esto ‘ltimo es mucho mŽs importante en sus

consecuencias, porque significa que todo lo que el intelecto pueda llegar a concebir  € la utopa marxista, el nazismo,

el estado por encima de las personas € puede tambi€n hacerse real, y en cierto sentido debe hacerse real, de modo que

va a surgir inevitablemente aunque no lo conciba la razn humana, porque por encima de nuestro espritu estŽ el

Espritu Absoluto, que se piensa a s mismo y nos piensa a nosotros y al mundo. Como consecuencia, la historia no

es algo que el hombre pueda modificar, sino que es la manifestacin en el mundo del Espritu Absoluto, que a trav€s

de ella se autoconoce.

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Dial€ctica 5

Como se deduce de esto, el hombre no es un ser libre sino que es una pieza necesaria de la evolucin del Espritu

Absoluto  € que es una especie de Dios lgico, pero no justo ni piadoso, sino solamente todopoderoso € . Otra

consecuencia de esta manera de ver la realidad es que se absolutiza al Estado frente a las personas, por lo que el

hegelianismo estŽ en la base de todos los totalitarismos modernos  € y en todas las seudodemocracias como los

EE.UU. y la Unin Europea € .

Cuando se aplica la dial€ctica a las relaciones sociales y personales, aparece otro famoso enunciado de Hegel: "Ladial€ctica del amo y del esclavo". Este es otro corolario € consecuencia € del planteo de la realidad como un proceso

de tesis-anttesis-sntesis. En este caso  € y aqu aparecen las relaciones de poder que son el tema de su estudio € 

significa que en toda organizacin humana, en toda institucin o a‘n en cada parte de una institucin € por ejemplo,

la enfermera dentro de la estructura de un hospital € aparece la tendencia de algunas personas o grupos a afirmarse

como tesis y ejercer el poder sobre los demŽs, que pasan a ser la anttesis de su posicin. Ya sea a trav€s del diŽlogo

y la colaboracin, o de la resistencia y la lucha mŽs o menos solapadas, con todos sus condimentos de

murmuraciones, mentiras, injurias, calumnias, hostilidades, actitudes deshonestas, etc., lo cierto es que un sector

tiene el lŽtigo en sus manos € el amo € y el otro recibe los latigazos € el esclavo € .

Lo mŽs importante es que el hecho de estar sometido al poder  € de los jefes, autoridades, superiores € no convierte

necesariamente al esclavo en una buena persona que slo sufre y despierta nuestra compasin y simpata, sino que elindividuo o el grupo dominado € la anttesis de la tesis representada por el individuo o el grupo dominante € trata de

encontrar la manera de hacerse a su vez con el poder, con el lŽtigo, no slo por un comprensible deseo de venganza o

revancha, sino por exigirlo  as la dial€ctica de los acontecimientos, que no estŽ en manos de los amos ni de los

esclavos, sino que es una consecuencia inevitable de la dial€ctica del espritu absoluto que se piensa a s mismo a

trav€s de ellos. Esta superposicin del esclavo sobre el amo, se logra debido a que el esclavo trabaja, y al trabajar

logra su realizacin; mientras que el amo cae en una dependencia absoluta de su subyugado. No debe confundirse los

t€rminos amo y esclavo con los t€rminos se†or y siervo, pues al hablar de se†or y siervo se produce una relacin

dil€ctica diferente a la que produce el amo en oposicin al esclavo.

Hasta aqu estamos todava en el plano de los fundamentos tericos, pero con esta herramienta conceptual es posible

analizar las circunstancias concretas que se dan, por ejemplo, en la administracin y la organizacin de un servicio

de enfermera constituido por un grupo € que fatalmente se enfrenta con los otros grupos € o las dificultades que debe

enfrentar una enfermera en su relacin con los m€dicos, o incluso con un solo m€dico € los amos o el ‘nico amo € .

Dial€ctica materialista

La mŽs simple e influyente formulacin del materialismo dial€ctico se halla en Engels, que crey con ello no

desviarse de Marx o, en todo caso, crey completar a Marx. La formulacin de Engels se ha incorporado al

marxismo calificado de ”ortodoxo. Esto no quiere decir que slo los marxistas ”ortodoxos sean materialistas

dial€cticos. Es posible sostener el materialismo dial€ctico dentro de formas de marxismo ”no ortodoxo  € cuando

menos no ortodoxo respecto al marxismo ortodoxo aludido € 

. Ello puede ocurrir de varios modos, entre los cualessobresalen dos: como un intento de suplementar y sistematizar el marxismo en forma distinta del conglomerado hoy

tradicional ”Marx-Engels-Lenin, o ”marxismo-leninismo; o bien como una posibilidad para el futuro, cuando se

haya ”absorbido por completo la razn analtica y positiva que se supone caracteriza a‘n las ciencias y €stas puedan

constituirse dial€cticamente, o materialstica-dial€cticamente.

Engels desarroll el materialismo dial€ctico en la obra " La transformaci•n de las ciencias por el Sr. D‡hring" (Herrn

D–hring Umw—lzung der Wissenschaften, 1878; publicada como una serie de artculos en Vorw—rts, 1877), conocida

con el nombre de Anti-D‡hring, y tambi€n en una serie de 2148 manuscritos procedentes de 1873-1883 y publicados

por vez primera en 1925 con el nombre Dialektik der Natur (hay posteriores ediciones, mŽs fidedignas; trad. esp. con

introduccin por Manuel SacristŽn). Aunque Engels se opuso al idealismo, incluyendo el idealismo de Hegel,

encontr en este autor apoyo para una ”filosofa de la Naturaleza que descartara y superara el materialismomecanicista, caracterstico de gran parte de la fsica (mecŽnica) moderna y en particular de las interpretaciones

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Dial€ctica 6

filosficas de la ciencia moderna que proliferaron en el siglo XIX por obra de Ludwig B–chner y otros autores. Este

materialismo es, seg‘n Engels, superficial y no tiene en cuenta que los modelos mecŽnicos no se aplican a nuevos

desarrollos cientficos, tales como los habidos en qumica y en biologa, y especialmente tal como se manifiestan en

la teora de la evolucin de las especies. El materialismo ”vulgar mecanicista no tiene tampoco en cuenta el carŽcter

prŽctico del conocimiento y el hecho de que las ciencias no son independientes de las condiciones sociales y de las

posibilidades de revolucionar la sociedad.

Mientras el materialismo mecanicista se apoya en la idea de que el mundo estŽ compuesto de cosas y, en ‘ltimo

t€rmino, de partculas materiales que se combinan entre s de un modo ”inerte, el materialismo dial€ctico afirma que

los fenmenos materiales son procesos. Hegel tuvo razn en insistir en el carŽcter global y dial€ctico de los cambios

en los procesos naturales, pero err en hacer de estos cambios manifestaciones del ”Espritu. Hay que ”invertir la

idea hegeliana y colocar en la base la materia en cuanto que se desarrolla dial€cticamente. La dial€ctica de la

Naturaleza procede seg‘n las tres grandes leyes dial€cticas:

˜ ley del paso de la cantidad a la cualidad,

˜ ley de la interpenetracin de los contrarios (u opuestos) y

˜ ley de la negacin de la negacin.

Negar que hay contradicciones en la Naturaleza es, seg‘n Engels, mantener una posicin metafsica; lo cierto es queel movimiento mismo estŽ lleno de contradicciones. Son contradicciones ”objetivas y tambi€n ”subjetivas. Sin la

constante lucha de los opuestos no pueden explicarse los cambios.

El carŽcter de lucha y oposicin de contrarios es, seg‘n Engels, universal. Se manifiesta no slo en la sociedad y en

la Naturaleza, sino tambi€n en la matemŽtica. La negacin de la negacin se manifiesta en que de un germen procede

una planta que florece y muere, produciendo otro germen que vuelve a florecer. Tambi€n se manifiesta en que la

negacin de una cantidad negativa da una positiva. El materialismo dial€ctico no es, seg‘n Engels, contrario a los

resultados de las ciencias; por el contrario, explica, justifica y sintetiza estos resultados.

En la  Dial€ctica de la Naturaleza, Engels se manifest en desacuerdo con considerar la necesidad o lo necesario

como lo ‘nico interesante desde el punto de vista cientfico y el azar o lo casual como indiferente para la ciencia,pues as "cesa toda ciencia, ya que €sta debe precisamente investigar lo que no conocemos". Consider que la

metaf‚sica estƒ cautiva de la contraposici•n que media entre casualidad  y necesidad y no entiende c•mo lo casual es

necesario y lo necesario, al mismo tiempo, casual. "El determinismo, que pasa del materialismo franc€s a las

ciencias naturales, trata de resolver el problema de lo casual pura y simplemente negŽndolo. Seg‘n esta concepcin,

en la naturaleza reina sencillamente la necesidad directa". En cambio, Darwin fundament la necesidad de la

evolucin, sobre "la mŽs amplia base de casualidad". La naturaleza se ha desenvuelto "mŽs o menos

accidentalmente, pero con la necesidad que es tambi€n inherente a la casualidad". Actualmente podra verse en las

matemŽticas de las probabilidades, una confirmacin de esta visin dial€ctica, en sus especificidades para las

ciencias naturales y para las ciencias sociales.

A despecho del ejemplo citado en la matemŽtica se ha preguntado a menudo hasta qu€ punto las ciencias formales, yespecficamente la lgica, son dial€cticas y estŽn sometidas a las leyes enunciadas por el materialismo dial€ctico.

Engels se expres al respecto de un modo un tanto ambivalente, pues mientras las leyes de referencia tienen, a su

entender, un alcance verdaderamente universal, por otro lado las leyes dial€cticas mismas constituyen un elemento

invariable. Puesto que la lgica misma es dial€ctica, parece que no cabe preguntar si la propia lgica dial€ctica es o

no dial€ctica; no parece que se pueda negar la lgica dial€ctica por otra lgica no dial€ctica. Por otro lado, la

negacin de la negacin de esta lgica dial€ctica dara una lgica dial€ctica supuestamente ”superior. Son muchas

las discusiones sobre la autonoma o heteronoma de la lgica formal dentro del materialismo dial€ctico.

Muchos autores despu€s de Engels han seguido a este autor en el camino del materialismo dial€ctico, si bien han

modificado €ste de varios modos. Tal sucede con Lenin, con quien se inicia una tradicin de materialismo dial€ctico

llamada ”marxista-leninista. Para €l la dial€ctica es la doctrina del desarrollo en su forma mƒs completa, profunda

 y libre de unilateralidad, la doctrina acerca de lo relativo del conocimiento humano, que nos da un reflejo de la

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Dial€ctica 7

materia en perpetuo desarrollo.

Lenin insisti inicialmente menos que Engels en la nocin de ”materia como realidad sometida a cambios de

acuerdo con un proceso dial€ctico, porque le interesaba defender el realismo materialista contra el idealismo y el

fenomenismo de los que seguan a autores como Mach y Avenarius. En  Materialismo y empiriocriticismo (1909),

Lenin equipar la realidad material con la realidad del mundo real ”externo, reflejado por la conciencia, la cual

”copia este mundo mediante las percepciones. ™stas no son smbolos o cifras, sino reflejos de ”la realidad (material)misma. Esto no quiere decir que las percepciones, o las sensaciones, describan el mundo real fsico tal como €ste es.

El verdadero conocimiento de este mundo es el conocimiento cientfico, pero la percepcin no es incompatible con

este conocimiento. El materialismo dial€ctico y la epistemologa ”realista y ”cientfica que lo acompaša es, seg‘n

Lenin, la doctrina que debe adoptarse para luchar en favor del comunismo. Esto parece convertir el materialismo

dial€ctico en una ideologa cuya verdad depende de la situacin histrica. El materialismo dial€ctico es, en suma,

”partidista. Sin embargo, este partidismo no puede equipararse al de las ideologas no proletarias y no

revolucionarias; si es una ideologa, es una que contribuye a traer al mundo la ”teora verdadera, que es la que

corresponde a la sociedad sin clases.

En las discusiones entre los materialistas dial€cticos ha surgido con frecuencia el problema de si, y hasta qu€ punto,

hay que destacar el aspecto materialista o el dial€ctico. En escritos posteriores al citado antes, y especialmente en losCuadernos filos•ficos (1915), Lenin subray considerablemente el aspecto dial€ctico y, con ello, lo que interpret

como el verdadero m€todo hegeliano, pero ello no equivale a‘n a dejar de lado el materialismo, sin el cual se

desembocara en un idealismo:

 La dial€ctica como conocimiento vivo, multilateral (con el n„mero de aspectos siempre en aumento), de

innumerables matices en el modo de abordar, de aproximarse a la realidad (con un sistema filos•fico qu€, de

cada matiz, se desarrolla en un todo): he aqu‚ el contenido inconmensurablemente rico, en comparaci•n con

el materialismo 'metaf‚sico', cuya desgracia principal es la de no ser capaz de aplicar la dial€ctica a la

'Teor‚a de Reflejo', al proceso y desarrollo del conocimiento.

As, mientras la dial€ctica en el materialismo dial€ctico pone de relieve aspectos ”idealistas y ”hegelianos, el

materialismo en la misma doctrina pone de relieve, o puede terminar por poner excesivamente de relieve, aspectos

puramente ”mecanicistas o ”superficiales. El equilibrio entre dial€ctica y materialismo en el materialismo

dial€ctico es por ello uno de los desiderata de muchos de los autores adheridos a esta tendencia.

En ocasiones se ha procurado resolver el conflicto entre los dos componentes del materialismo dial€ctico

acentuŽndose los aspectos ”prŽcticos. As sucede, por ejemplo, con el maosmo y con varas tendencias polticas

mŽs interesadas en la realizacin de un programa que en discutir las bases filosficas subyacentes en el mismo. Mao

escribi en 1937 el ensayo Sobre la Contradicci•n [1], que ademŽs de partir de la universalidad de la contradiccin y

las particularidades de cada contradiccin, se centra en determinar la contradiccin principal y el aspecto principal de

una contradiccin, as como el antagonismo, la lucha y la identidad de contrarios, de manera que los militantes

revolucionarios tuvieran un manual de lgica para la solucin de los problemas polticos concretos. El materialismodial€ctico, cuya presentacin como tal se debe mŽs a la actividad de Engels que a la del propio Marx, ha sido

considerado tradicionalmente como la toma de posicin filosfica de Marx y Engels frente al idealismo hegeliano, es

decir, como el resultado de su crtica del idealismo y, como tal, se ha presentado por la mayora de los estudiosos del

marxismo como el marco de referencia conceptual desde el que desarrolla el materialismo histrico, que sera la

expresin propiamente cientfica de su pensamiento. La exposicin del materialismo dial€ctico se encuentra

fundamentalmente en las obras de Engels: "Anti-D–hring", (con contribuciones de Marx, publicado en 1878), y

"Sobre la dial€ctica de la naturaleza", (escrito entre 1873 y 1886), obra, esta ‘ltima, tambi€n conocida por Marx,

cuyos contenidos nunca rechaz y que, dada la estrecha colaboracin entre ambos hasta su muerte, se suele

considerar tambi€n como expresin del pensamiento propio de Marx.

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Dial€ctica 8

Oposici„n al idealismo y al mecanicismo

El materialismo dial€ctico se opone al idealismo, en el sentido en que considera que no existe mŽs realidad

fundamental que la materia; pero la materia no es una realidad inerte, sino dinŽmica, que contiene en s la capacidad

de su propio movimiento, como resultado de la lucha de los elementos contrarios, (siendo la contradiccin la esencia

de la realidad, al igual que para Hegel), que se expresa en el movimiento dial€ctico. As, el movimiento hegeliano de

la idea a la cosa y a su reconciliacin, queda invertido, seg‘n la famosa frase de Marx, pasando a convertirse en unmovimiento que va de la cosa a la idea y a su futura reconciliacin. Todo el bagaje conceptual de la dial€ctica

hegeliana es conservado por el materialismo dial€ctico, pero orientado ahora en la direccin opuesta.

El materialismo dial€ctico no se opone slo al idealismo hegeliano, sino a toda concepcin mecanicista y atomista de

la naturaleza, es decir, no finalista.” "La comprensin del total error por inversin del anterior idealismo alemŽn

llev necesariamente al materialismo, pero, cosa digna de observarse, no al materialismo meramente metafsico y

exclusivamente mecanicista del siglo XVIII" (Engels, Anti-D–hring). Se opone, pues, a la concepcin que haba

predominado en la ciencia en el siglo XVIII y que lo seguira haciendo en los siglos XIX y XX. Es propia del

idealismo hegeliano la afirmacin de un final feliz de la historia, de una reconciliacin de la realidad consigo misma

en el Espritu Absoluto, como resultado mismo del movimiento dial€ctico, una finalidad que no desaparecerŽ del

materialismo dial€ctico, al conservar, como lo hace, la dial€ctica hegeliana para explicar el movimiento en lanaturaleza.

Y as hemos vuelto a la concepcin del mundo que tenan los grandes fundadores de la filosofa griega, a la

concepcin de que toda la naturaleza, desde sus partculas mŽs nfimas hasta sus cuerpos mŽs gigantescos,

desde los granos de arena hasta los soles, desde los protistas hasta el hombre, se halla en un estado perenne de

nacimiento y muerte, en flujo constante, sujeto a incesantes cambios y movimientos. (F.Engels, Dial€ctica de

la naturaleza. Introduccin)

Las propiedades que el materialismo dial€ctico atribuye a la materia derivan de su concepcin de la misma como

‘nica realidad objetiva, que es captada mediante los sentidos, permitiendo as su conocimiento. Del anŽlisis de la

materia se desprende que es infinita en duracin, extensin, profundidad y movimiento. Que la materia es infinita en

duracin quiere decir que es eterna, increada e indestructible, por lo que el tiempo serŽ concebido como una forma

de existencia de la materia, constituyendo la eternidad y la temporalidad dos contrarios dial€cticos de la materia. Que

es infinita en extensin supone afirmar la infinitud del espacio. La afirmacin de que es infinita en profundidad se

refiere a la inagotable variedad de formas materiales, que se encuentran sometidas a un cambio perpetuo, es decir, a

un movimiento infinito: movimiento y materia son inseparables.

Pero el movimiento de la materia no es ‘nicamente tosco movimiento mecŽnico, mero cambio de lugar; es

calor y luz, tensin el€ctrica y magn€tica, combinacin qumica y disociacin, vida y, finalmente, conciencia.

(F.Engels, Dial€ctica de la naturaleza. Introduccin )

Las formas de concienciaEn cuanto a la conciencia, se distinguen cuatro formas o tipos de conciencia: la conciencia de s, por la que

accedemos al conocimiento de nuestro propio ser; la conciencia psicolgica, por la que conocemos nuestra propia

identidad y la diferenciamos de la de los demŽs y de las otras cosas; la conciencia de clase, por la que accedemos al

conocimiento de los intereses del grupo social al que pertenecemos; y la conciencia social, que se forma en las

sociedades humanas como una especie de trasfondo ideolgico, por el que asumimos creencias y costumbres al

margen de toda consideracin crtica.

La relacin de la materia con la conciencia no dejarŽ de plantear problemas, al ser concebida la conciencia como el

resultado de las fuerzas materiales, que la determinan, no quedando, seg‘n la formulacin tradicional del problema,

espacio para la accin de una conciencia libre, de una conciencia que se autodetermina. La conciencia es

necesariamente un producto, una manifestacin, de la materia, inseparable de ella. Como tal, representa la capacidadque tiene el ser humano de comprender, pero tambi€n de amar y de decidir libremente (voluntad). Pero cuŽl puede

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Dial€ctica 9

ser el papel de la voluntad en una conciencia que deriva de una materia que existe independientemente del ser

humano y de su propia conciencia?

"Hegel ha sido el primero en exponer rectamente la relacin entre libertad y necesidad. Para €l, la libertad es la

comprensin de la necesidad. "La necesidad es ciega slo en la medida en que no estŽ sometida al concepto."

La libertad no consiste en una sošada independencia respecto de las leyes naturales, sino en el reconocimiento

de esas leyes y en la posibilidad, as dada, de hacerlas obrar seg‘n un plan para determinados fines. Esto valetanto respecto de las leyes de la naturaleza externa cuanto respecto de aquellas que regulan el ser somŽtico y

espiritual del hombre mismo: dos clases de leyes que podemos separar a lo sumo en la representacin, no en la

realidad. La libertad de la voluntad no significa, pues, mŽs que la capacidad de poder decidir con conocimiento

de causa."

"Cuanto mŽs libre es el juicio de un ser humano respecto de un determinado punto problemŽtico, con tanta

mayor necesidad estarŽ determinado el contenido de ese juicio; mientras que la inseguridad debida a la

ignorancia y que elige con aparente arbitrio entre posibilidades de decisin diversas y contradictorias prueba

con ello su propia ilibertad, su situacin de dominada por el objeto al que precisamente tendra que dominar.

La libertad consiste, pues, en el dominio sobre nosotros mismos y sobre la naturaleza exterior, basado en el

conocimiento de las necesidades naturales; por eso es necesariamente un producto de la evolucin histrica."(F.Engels, Anti-D–hring, XI, Moral y derecho. Libertad y necesidad )

Las leyes de la dial€ctica

El materialismo dial€ctico nos propone, pues, una interpretacin de la realidad concebida como un proceso material

en el que se suceden una variedad infinita de fenmenos, a partir de otros anteriormente existentes. Esta sucesin, no

obstante, no se produce al azar o arbitrariamente, ni se encamina hacia la nada o el absurdo: todo el proceso estŽ

regulado por leyes que determinan su evolucin desde las formas mŽs simples a las mŽs complejas, y que afectan a

toda la realidad, natural y humana (histrica).

"Este es el ciclo eterno en que se mueve la materia, un ciclo que ‘nicamente cierra su trayectoria en perodos

para los que nuestro ašo terrestre no puede servir de unidad de medida, un ciclo en el cual el tiempo de

mŽximo desarrollo, el tiempo de la vida orgŽnica y, mŽs a‘n, el tiempo de vida de los seres conscientes de s 

mismos y de la naturaleza, es tan parcamente medido como el espacio en que la vida y la autoconciencia

existen; un ciclo en el que cada forma finita de existencia de la materia -lo mismo si es un sol que una

nebulosa, un individuo animal o una especie de animales, la combinacin o la disociacin qumica- es

igualmente pasajera y en el que no hay nada eterno do no ser la materia en eterno movimiento y

transformacin y las leyes seg‘n las cuales se mueve y se transforma." (F.Engels, Dial€ctica de la naturaleza.

Introduccin )

Las leyes seg‘n las cuales la materia se mueve y se transforma son leyes dial€cticas. Al igual que ocurre con la

dial€ctica hegeliana, que es simultŽneamente un m€todo y la expresin misma del dinamismo de la realidad, ladial€ctica de Marx y Engels encerrarŽ ese doble significado. No se puede convertir, sin embargo, la dial€ctica en un

proceso mecŽnico, en el que se suceden los tres momentos del movimiento (tesis, anttesis y sntesis), como se hace a

menudo con Hegel, en un esquema mecŽnico sin contenido alguno. "La dial€ctica no es mŽs que la ciencia de las

leyes generales del movimiento y la evolucin de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento", dice Engels

en el Anti-D–hring.

La dial€ctica nos ofrece, pues, leyes generales, no la particularidad de cada proceso. Que son leyes generales quiere

decir que son el fundamento de toda explicacin de la realidad, pero tambi€n que afectan a toda la realidad

(naturaleza, sociedad, pensamiento) y que son objetivas, independientes de la naturaleza humana. Marx y Engels

enunciarŽn las siguientes tres leyes de la dial€ctica:

Ley de la unidad y lucha de contrarios.

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Dial€ctica 10

"Pero todo cambia completamente en cuanto consideramos las cosas en su movimiento, su transformacin, su

vida, y en sus recprocas interacciones. Entonces tropezamos inmediatamente con contradicciones. El mismo

movimiento es una contradiccin; ya el simple movimiento mecŽnico local no puede realizarse sino porque un

cuerpo, en uno y el mismo momento del tiempo, se encuentra en un lugar y en otro, estŽ y no estŽ en un mismo

lugar. Y la continua posicin y simultŽnea solucin de esta contradiccin es precisamente el movimiento".

"Si ya el simple movimiento mecŽnico local contiene en s una contradiccin, a‘n mŽs puede ello afirmarse delas formas superiores del movimiento de la materia, y muy especialmente de la vida orgŽnica y su evolucin.

Hemos visto antes que la vida consiste precisamente ante todo en que un ser es en cada momento el mismo y

otro diverso. La vida, por tanto, es tambi€n una contradiccin presente en las cosas y los hechos mismos, una

contradiccin que se pone y resuelve constantemente; y en cuanto cesa la contradiccin, cesa tambi€n la vida y

se produce la muerte. Tambi€n vimos que tampoco en el terreno del pensamiento podemos evitar las

contradicciones, y que, por ejemplo, la contradiccin entre la capacidad de conocimiento humana,

internamente ilimitada, y su existencia real en hombres externamente limitados y de conocimiento limitado, se

resuelve en la sucesin, infinita prŽcticamente al menos para nosotros, de las generaciones, en el progreso

indefinido". (Engels, Anti-D–hring, XII. Dial€ctica. cantidad y cualidad.)

Siguiendo los pasos de HerŽclito y Hegel, Marx y Engels consideran que la realidad es esencialmente contradictoria.Todos los fenmenos que ocurren en la Naturaleza son el resultado de la lucha de elementos contrarios, que se hallan

unidos en el mismo ser o fenmeno, siendo la causa de todo movimiento y cambio en la Naturaleza, en la sociedad y

en el pensamiento. Con esta ley se explica, pues, el origen del movimiento.

Entre los argumentos que se aportan para justificar esta explicacin predominan los procedentes de las ciencias

(Fsica, Ciencias naturales, MatemŽticas, Economa), pero tambi€n de la Historia y de la filosofa. Entre las parejas

de contrarios puestas como ejemplos podemos citar: atraccin y repulsin, movimiento y reposo, propiedades

corpusculares y ondulatorias, herencia y adaptacin, excitacin e inhibicin, lucha de clases, materia y forma,

cantidad y cualidad, sustancia y accidentes.

Ley de transicin de la cantidad a la cualidad.

"Hemos visto ya antes, a propsito del esquematismo universal, que con esta lnea nodal hegeliana de

relaciones dimensionales en la que, en un determinado punto de alteraciones cuantitativas, se produce

repentinamente un cambio cualitativo, el sešor D–hring ha tenido la pequeša desgracia de que en un momento

de debilidad la ha reconocido y aplicado €l mismo. Dimos all uno de los ejemplos mŽs conocidos, el de la

transformacin de los estados de agregacin del agua, que a presin normal y hacia los 0› C pasa del fluido al

slido, y hacia los 100› C pasa del lquido al gaseoso, es decir, que en esos dos puntos de flexin la alteracin

meramente cuantitativa de la temperatura produce un estado cualitativamente alterado del agua."

"Habramos podido aducir en apoyo de esa ley cientos mŽs de hechos tomados de la naturaleza y de la

sociedad humana. As por ejemplo, toda la cuarta seccin de El Capital de Marx -produccin de la plusvala

relativa en el terreno de la cooperacin, divisin del trabajo y manufactura, maquinaria y gran industria- tratade innumerables casos en los cuales la alteracin cuantitativa modifica la cualidad de las cosas de que se trata,

con lo que, por usar la expresin tan odiosa para el sešor D–hring, la cantidad se muta en cualidad, y a la

inversa. As, por ejemplo, el hecho de que la cooperacin de muchos, la fusin de muchas fuerzas en una

fuerza total, engendra, para decirlo con las palabras de Marx, una "nueva potencia de fuerza" esencialmente

diversa de la suma de sus fuerzas individuales". (F.Engels, Anti-D–hring , XI, Moral y derecho. Libertad y

necesidad.)

Hablamos de cambio cualitativo cuando una cosa se transforma en otra que es esencialmente distinta. Por qu€ unas

cosas se transforman en otras que tienen propiedades diferentes a las de las cosas de las que proceden? Seg‘n la ley

de transicin de la cantidad a la cualidad, el aumento o disminucin de la cantidad de materia influye en la

transformacin de una cosa en otra distinta. La acumulacin o disminucin de la materia es progresiva, mientras que

el cambio de cualidad supone una modificacin radical de la cosa, una revolucin. Con esta ley se explica el

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Dial€ctica 11

desarrollo de los seres y los fenmenos naturales, sociales, etc.

Todos los objetos de la Naturaleza poseen caractersticas mensurables, por lo que su esencia, su cualidad, es

inseparable de los aspectos cuantitativos. Cuando una cosa pasa de poseer una cualidad a poseer otra hablamos de

"salto cualitativo". Como todo movimiento es el resultado de la lucha de elementos contrarios, el salto cualitativo

supone la resolucin de una contradiccin, que da lugar a una nueva realidad, que representa un avance en el

desarrollo de la Naturaleza. El salto cualitativo no supone el mero cambio de una cualidad por otra, sino por otra quesupera, de alguna manera, a la anterior.

Ley de negacin de la negacin.

"En la dial€ctica, negar no significa simplemente decir no, o declarar inexistente una cosa, o destruirla de

cualquier modo. Ya Spinoza dice: omnis determinatio est negatio, toda determinacin o delimitacin es

negacin. AdemŽs, la naturaleza de la negacin dial€ctica estŽ determinada por la naturaleza general, primero,

y especial, despu€s, del proceso. No slo tengo que negar, sino que tengo que superar luego la negacin."

"Tengo, pues, que establecer la primera negacin de tal modo que la segunda siga siendo o se haga posible.

Cmo? Seg‘n la naturaleza especial de cada caso particular. Si muelo un grano de cebada o aplasto un

insecto, he realizado ciertamente el primer acto, pero he hecho imposible el segundo. Toda especie de cosas

tiene su modo propio de ser negada de tal modo que se produzca de esa negacin su desarrollo, y as tambi€n

ocurre con cada tipo de representaciones y conceptos". (F.Engels, Anti-D–hring , XIII. Dial€ctica. Negacin

de la negacin.)

La ley de negacin de la negacin completa la anterior, explicando el modo en que se resuelve la contradiccin,

dando paso a una realidad nueva que contiene los aspectos positivos de lo negado. El primer momento del

movimiento dial€ctico, el de la afirmacin, supone la mera existencia de una realidad; el segundo momento, el de la

negacin, supone la accin del elemento contrario que, en oposicin con el primer momento, lo niega. El tercer

momento, negando al segundo, que era ya, a su vez, la negacin del primero, se presenta como el momento de la

reconciliacin, de la sntesis, recogiendo lo positivo de los dos momentos anteriores.

Una vez alcanzado este estadio del movimiento nos encontramos ante una nueva realidad que entrarŽ de nuevo enotro ciclo de transformacin dial€ctica, dando lugar, as, al desarrollo progresivo de la Naturaleza, de la sociedad

humana y del pensamiento. Un desarrollo que se dirige hacia formas mŽs completas, mŽs perfectas, mŽs

integradoras, de la realidad.

La crƒtica de Sartre

La Cr‚tica de la raz•n dial€ctica, del filsofo franc€s Jean-Paul Sartre, fue publicada en 1960 con el ttulo original

de Critique de la raison dialectique (pr€c€d€ de Questions de m€thode). En ella, Sartre se preguntaba cmo

constituir una antropologa estructural e histrica, que no sacrifique la concrecin del objeto estudiado en un sistema

fijo de conceptos. Subrayaba entonces que slo la antropologa marxista puede servir para tal propsito, pero con la

condicin de que €sta se fundamente en la comprensin de lo humano que supone el existencialismo, la dial€ctica

fenomenolgica del Ser y la Nada. No obstante, si el materialismo histrico de Karl Marx es cierto, entonces la

historia es dial€ctica, una totalizacin: pero hay una razn dial€ctica? O bien la racionalidad positivista de las

ciencias es suficiente para estudiar al hombre y a la existencia humana? Estas son las preguntas fundamentales

planteadas por Sartre en Crtica de la razn dial€ctica. Aunque el "ejercicio dial€ctico" entendido a la manera clŽsica,

como aquello que pertenece a un debate o controversia, no fue el objeto de su estudio, Sartre fue ante todo un

polemista y un defensor de la importancia de la confrontacin de opiniones como condicin del conocimiento y de

las transformaciones conscientes de la vida y la sociedad.

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Dial€ctica 12

V€ase tambi€n

˜ Lgica

˜ Materialismo dial€ctico

˜ Anal€ctica

Referencias

˜  Este art‚culo fue creado a partir de la traducci•n del art‚culo Dialektik de la Wikipedia en alemƒn, bajo licencia

Creative Commons Atribuci•n Compartir Igual 3.0 y GFDL.

[1] http:/   /  www. marxists.org/  espanol/  mao/  OC37s. html

Bibliografƒa

˜  Parm€nides, Platn

˜ Teeteto, Platn

˜ Gorgias, Platn

˜ T•picos, Aristteles˜ Cr‚tica de la raz•n pura, Kant

˜  Fundamento de la doctrina de la ciencia, Fichte

˜ Ciencia de la L•gica, G. W. F. Hegel

˜ Cr‚tica de la raz•n dial€ctica, Jean-Paul Sartre

˜ Tratado de la argumentaci•n, Chaœm Perelman y L. Olbrechts-Tyteca

˜  A Systematic Theory of Argumentation, Frans Eemeren y Rob Grootendorst

˜ The New Dialectic, Douglas Walton

˜ D€tienne, Marcel. Los maestros de verdad en la Grecia arcaica. M€xico: Sexto Piso Ediciones. ISBN

968-5679-21-5

˜ D€tienne, M. "From Practices of Assembly to the Forms of Politics. A Comparative Approach", en Arion,Invierno 2000.

˜ Pardo Tovar, Andr€s Historia de la Filosof‚a y Filosof‚a de la Historia. BogotŽ: Ediciones Tercer Mundo, 1970.

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Fuentes y contribuyentes del artculo 13

Fuentes y contribuyentes del artƒculoDial€ctica  Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=49864457 Contribuyentes: Aeveraal, AldanaN, Alexquendi, Andreasmperu, Angel GN, Antur, Bafomet, Banfield, BuenaGente,Camilo, Camisacruz, Cartuchera, Cesarth15, Cgb, Cobalttempest, Corroc, Diegusjaimes, Digigalos, Don cristian, Eduardosalg, Elchsntre, Eldelgas, Erca, Ezarate, Fernando H, Fmariluis,Fmateos, Fonsi80, Greek, Gžtz, Isha, Jcaraballo, JdeTeresa, Jlpadillamartin, Jorge c2010, Jose de Teresa, Ketamino, Lagarto, Lin linao, Lord Arioch, Luis Felipe Schenone, Manuel jose,Manuelt15, Marchiz, Matdrodes, Maxijozami, Mctpyt, Nicop, Nihilo, OboeCrack, Oscar ., Pan con queso, PoLuX124, Retama, Rosarino, Rrmsjp, Salazartatiana, Salvador alc, SebastianRC,Segedano, Siger, Taichi, Valentin estevanez navarr o, Wewe, Wilfredor, Yrithinnd, 223 ediciones annimas

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