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Diagnóstico participativo Comuna Alto Biobío
Octubre 2004
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Introducción.
El presente Diagnóstico se inserta dentro del trabajo del Programa de Desarrollo y Participación
Ciudadana, de Sepade, específicamente, en el proyecto “Todas las manos, todas”, que tiene como
Objetivo General, “…contribuir al mejoramiento de la eficacia de las estrategias de superación de la
pobreza en siete localidades, …mediante el desarrollo de un modelo integral y participativo de
intervención social orientado al fortalecimiento de la sociedad civil, el incremento del capital social de
grupos en situación de pobreza, y la articulación entre actores comunitarios y agentes públicos y
privados”.
Para lograrlo ha definido 7 objetivos específicos, de los cuales el primero y básico consiste en
“Profundizar el conocimiento de cada localidad e identificar áreas prioritarias de intervención en cada una
de ellas, mediante un proceso participativo de diagnóstico comunitario”.
En ese marco surge un diagnóstico que pretende mostrar la realidad de la nueva comuna de Alto
Biobío. La manera de hacerlo será a través de sus propios habitantes, dando a conocer sus anhelos y
esperanzas de un futuro mejor, así como sus debilidades y capacidades para lograrlo.
Para ello, se trabajarán tanto aspectos históricos como actuales, abarcando desde su formación,
historia local, habitantes, cultura, tradiciones, organizaciones y realidad social, hasta aspectos como
actividad económica, infraestructura, servicios y futuro productivo, todo ello con una mirada hacia el
futuro de la comuna y de sus habitantes.
Para tener una visión más completa de la realidad que hoy enfrentan sus habitantes, se trabajará
en un primer momento con información obtenida de fuentes secundarias, proveniente tanto de
organismos estatales como de organizaciones privadas, para luego trabajar directamente con los
habitantes, para conocer de cerca, y desde su mirada, el futuro de la nueva comuna y del trabajo
necesario para llevarla adelante, así como de las potencialidades y debilidades que ellos son capaces de
identificar y de las soluciones necesarias para superarlas.
Este Diagnóstico pretende también servir de insumo para el trabajo que realiza Sepade en la
comuna y para la Fundación para la Superación de la Pobreza, mostrando la pertinencia de profesionales
Servicio País en el lugar.
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Metodología
Para llevar a cabo este diagnóstico se desarrollará en una primera etapa, una revisión de material
bibliográfico y digital, que nos permitirá una primera aproximación a la realidad de la comuna, sobre todo
en relación a información estadística.
En una segunda etapa, se recolectarán datos cualitativos, que permitirán conocer desde la visión
de los mismos involucrados, la realidad de la comuna, sus necesidades y desafíos, para poder desarrollar
de mejor manera un proyecto que busca contribuir con herramientas eficaces a la superación de la
pobreza, para dejar de lado el asistencialismo y hacer de la comunidad un grupo cohesionado de
personas capaces de llevar adelante sus propios proyectos, y de forjarse a sí mismos el futuro que
desean.
El diagnóstico entregará en una primera parte, datos relacionados a la totalidad de la comuna,
para luego desagregarla de acuerdo a los sectores y comunidades indígenas existentes en el lugar, con
el fin de entregar información adecuada para una imagen acabada de las condiciones de la población y
de cómo ellas de diferencian entre un sector y otro.
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Caracterización General
Características Físicas, Humanas y Medioambientales
La comuna de Alto Biobío se encuentra ubicada en la zona sur oriente de la Región del Biobío, en
la precordillera y cordillera de los Andes, a 220 kilómetros aproximadamente de la capital regional, y a 50
kilómetros de la comuna de Santa Bárbara, a la que pertenecía anteriormente.
La zona esta caracterizada por la presencia de bosque nativo y por los ríos Queuco y Biobío, que
se unen para seguir hasta el mar con el nombre de Biobío. La unión de estos dos ríos y el mismo Queuco
por el norte, más el límite con Argentina, y la provincia de Malleco por el sur, dan forma a la nueva
comuna, cuya superficie total alcanza a los 2.098 km2, casi el 13% de la superficie total de la Provincia de
Biobío, a la que pertenece la nueva comuna.
Las vías de acceso son de buena calidad, con una carretera que conecta desde la Ruta 5 Sur,
hacia Santa Bárbara y luego desde allí a Ralco a través de un camino pavimentado que en general se
mantiene en buenas condiciones todo el año; desde Ralco hacia las localidades sólo se puede acceder a
través de caminos de tierra o ripio de regulares condiciones, frágiles a la estación invernal, lo que dificulta
los accesos durante la temporada más dura, pues las nevazones, derrumbes y salida de esteros que
provocan cortes en los caminos, son frecuentes. Si a ello agregamos la escasez de medios de
locomoción, la situación de las comunidades más lejanas es aun peor, pues la micro que recorre el lugar
llega sólo dos veces al día a las zonas más allá de Ralco.
Lo localidad más densamente poblada es Ralco, asentamiento que surgió a raíz de las primeras
empresas que llegaron al lugar(aserraderos) y que contribuyeron a la extinción de las araucarias en los
bosques aledaños; estas mismas empresas fueron las que hicieron que Ralco fuera creciendo y
desarrollándose, con el consecuente aumento del comercio y de la actividades de intercambio de
información y circulación de personas que alrededor de ellas se originó, hasta llegar a ser hoy la localidad
más poblada de la nueva comuna. En ella, lugar habitado principalmente por colonos, se pueden
observar construcciones espontáneas, sin un ordenamiento urbanístico determinado, y en general bajas.
Estas construcciones son similares a las que es posible encontrar en cualquier zona rural del país, en
que las construcciones son autorrealizadas, además de algunas viviendas prefabricadas entregadas por
subsidios estatales, pero que no forman barrios uniformes.
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Las otras localidades, constituidas por comunidades pehuenche, presenta una gran dispersión
geográfica, marcada por asentamientos que se han originado en los valles de los ríos Queuco y Biobío.
Ellas son 12 en total, ubicándose en el valle del río Queuco: Pitril, Cauñicú, Malla- Malla, Trapa- Trapa y
Butalelbún. Por el cajón del Biobío se encuentran: El Avellano, Los Guindos, Quepuca Ralco, Ralco
Lepoy, El Barco y Guallalí, además de la comunidad de Callaqui, que se ubica en la zona en que el río
Queuco desemboca en el Biobío. En ellas las viviendas son más tradicionales, con cocinas construidas
como espacios separados del resto de las viviendas y los dormitorios, con un fogón en el medio, y donde
se desarrolla la mayor parte de las actividades diarias. Si bien originalmente las construcciones eran de
madera, en la actualidad este material ha sido reemplazado por el zinc. Este cambio se debe a lo
económico del nuevo material, pero también a la escasez de madera de calidad en el lugar, que permita
construcciones duraderas, por el excesivo consumo y paulatina deforestación de los bosques.
La zona del Alto Biobío posee un clima frío en invierno, caracterizado por nevadas en las zonas
más altas, y por un verano caluroso y seco, las temperaturas extremas en la temporada de verano
bordean los 25º ó 30ºC, y en el invierno las mínimas llegan a –3ºC. Como describe Villalobos, “el clima
ofrece diferencias notorias entre las diversas estaciones y también en el transcurso del día. La influencia
de las barreras montañosas y el encierro de algunas cuencas, provocan contrastes en unas áreas a
otras. En el verano, el sector occidental, influido por las masas de aire frío del Pacífico, presenta una
temperatura diurna templada y desciende enferma pronunciada en la noche, llegando a algunos grados
bajo cero al amanecer en los lugares interiores de altura cercana o superior a los 1.000 metros. Durante
el otoño y el invierno el frío extrema su rigor, frenando la actividad de todos los seres vivientes. Las
precipitaciones aumentan de norte a sur y se concentran del otoño a la primavera, sin que dejen de
hacerse presente en el verano. Conforme se avanza en altura y latitud las nevazones son más espesas,
cubriendo incluso el fondo estrecho de los valles y cerrando por completo los portezuelos. El calor del
estío no logra fundir el manto blanco de las más altas cumbres" 1. En las zonas más altas, las lluvias
llegan a acumular 2.000 mm.
Este clima condiciona la vida de los habitantes de los valles, debiendo adaptar las viviendas y las
rutinas diarias de acuerdo a las estaciones del año y a las condiciones que el clima presente en cada una
de ellas. La época más dura es el invierno, ya que la nieve alcanza a cubrir gran parte del territorio,
haciendo casi imposible cualquier cultivo, por lo que el alimento y forraje que la familia sea capaz de
producir en la temporada estival, es lo que utilizará durante el resto del año.
“La accidentada geografía de esta zona del Alto Biobío constituye un atractivo sin igual para todo
visitante. No es fácil comprender las razones por las cuales alguna forma de comunidad humana se
1 Villalobos, Sergio: “Los pehuenches en la vida fronteriza”, Ediciones Universidad Católica, cap. 1, pág. 19. Citado en Namuncura, Domingo: “Ralco, ¿Represa o pobreza?”, Editorial Lom.
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asentó en las condiciones de vida de estas localidades, pero lo cierto es que se adaptaron de manera
significativa”.2
El terreno es de difícil acceso, presenta quebradas en los bordes de los ríos, y montañas
pobladas por bosque chileno, las planicies son escasas, por lo que se aprovechan las existentes para
desarrollar los asentamientos y las actividades de la economía familiar, como huertas y crianza de
animales a pequeña escala. Los valles de los ríos Queuco y Biobío, marcan la vida en el Alto Biobío,
porque en torno de ellos se han asentado las comunidades, por las centrales hidroeléctricas que se han
construido y los conflictos que de ello se han derivado.
“La gran característica del río Biobío es que posee una de las cuencas más extensas del país con
24.029 km2; es de régimen mixto con crecidas en invierno-primavera y su longitud alcanza a los 380 km.
Nace en la Cordillera de los Andes en la región de la Araucanía, siendo el desaguadero de dos lagos
cordilleranos: Icalma y Galletué”.3 El nombre Biobío sería onomatopéyico, es decir, imitaría el sonido que
hacen las aguas cuando forman olas, “hui- hui”, o “vyi- vyi”4. Además de él y el Queuco, los dos grandes
recursos hidrográficos, existen una gran cantidad de pequeños y medianos afluentes que desembocan en
ellos y que hacen de esos valles, tierras potencialmente muy buenas para la agricultura. El problema es
que muchas veces se necesitan bombas u otros mecanismos para hacer llegar el agua a las tierras a
regar, implementos muy costosos para la población del lugar, lo que dificulta el regadío de algunos
predios.
El territorio de los pehuenche se divide en dos sub-zonas: las invernadas y las veranadas. Las
primeras son las tierras más bajas, cercanas a los ríos, donde los pehuenche pasan la mayor parte del
año(marzo a diciembre) y donde desarrollan sus huertos y viviendas. En las temporadas de mayor
temperatura, abandonan estos territorios y se trasladan a tierras más altas, donde el pasto se mantiene
verde para los animales, y es posible desarrollar otras actividades, relacionadas también con la
agricultura, por la cercanía de pequeños esteros y también con la recolección. A ellas llegan algunos con
sus familias, animales, y poseen allí también viviendas, pero la mayoría viaja solo o en compañía de
pocas personas, con tareas relacionadas sólo con el cuidado del ganado; durante este tiempo habitan
pequeñas casas llamadas puestos, que poseen las condiciones mínimas para habitarlas durante los
meses de verano, pues no soportan las intensas nevazones de la temporada invernal, por lo que se
reconstruyen o refaccionan cada verano.
2 Namuncura, Domingo: “Ralco, ¿Represa o pobreza?”, Editorial Lom. 3 www.profesorenlinea.cl 4 Ecobiobio en internet: www.mogensgallardo.com/ecobiobio/links.html
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Con el paso de las décadas, los pehuenche han debido irse adentrando cada vez más en la
cordillera, por el relegamiento de que han sido víctima. Ello ha provocado que algunos terrenos que
tradicionalmente fueron veranadas, estén siendo utilizadas como asentamiento permanente, lo que
genera un desgaste excesivo del terreno, que deteriora la calidad y cantidad de productos que de ellos
pueden extraer, lo que incide fuertemente en el uso comercial que pudieran dar a los productos que
cosechan.
La flora originaria del lugar esta caracterizada por araucarias, aunque sólo en las zonas más
altas, por la tala que durante mucho tiempo se hizo de ella en las zonas más bajas y que la relegó a
especie en peligro de extinción; además es posible encontrar avellanos, robles, laurel, lingue, coigüe,
mañío, boldo y quillay, entre otros. La araucaria es el árbol sagrado del pueblo pehuenche, de él extraen
su fruto, el piñón, que es utilizado como alimento (harina, tostado, pan, sopas), por su contenido rico en
aceites y carbohidratos. Este árbol puede llegar a los 1.000 años de vida, con un crecimiento muy lento
de alrededor de 1mm de diámetro al año, y a los 50 metros de altura. Su tala esta prohibida para árboles
menores de 100 años.5
Actualmente, la araucaria es un atractivo turístico importante, por la escasez dentro del territorio
nacional, y por la dificultad de desarrollar plantaciones. En esta zona, como en otras del país, las
araucarias se encuentran en su hábitat natural y sin intervención de la mano humana, excepto en labores
de conservación, como en la Reserva Nacional Ralco, lugar en que es posible recorrer senderos entre
bosques de araucarias, observar los volcanes y la flora y fauna local.
La fauna local también es muy rica, según datos de CONAF, de las 243 especies de vertebrados
en peligros de extinción o con problemas de conservación, alrededor de 77 sobreviven en Alto Biobío. En
total, están contabilizadas 37 especies de mamíferos y 157 aves6. La fauna está caracterizada por aves
como la bandurria, el piuquén, el carpintero negro y el cóndor, además de mamíferos como el zorro
culpeo, puma, vizcacha y chilla.7 Ellos contribuyen a la riqueza y diversidad biológica del Alto Biobío y
además son un atractivo turístico importante, en relación a otras zonas del país en que no es posible
apreciar la misma cantidad y diversidad de flora y fauna, así como tampoco los paisajes cordilleranos y el
aire puro que es posible encontrar aquí.
Las zonas urbanas no existen dentro de los límites de la nueva comuna, excepto el poblado de
Ralco, que de acuerdo a las condiciones establecidas por el INE, cumple con la categoría de urbana,
5 www.profesoresenlinea.cl y www.greenpeace.cl 6 Pladeco Santa Bárbara, 2000. 7 www.sernatur.cl y www.profesoresenlinea.cl
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pues posee más de 1.000 habitantes, lo que no implica que posea las características de otras zonas con
esta misma definición.
Antes de la construcción de la represa el suelo era de uso principalmente agropecuario, pues los
pehuenche de la zona no acostumbran a desarrollar solamente la agricultura sino que la combinan con la
ganadería a pequeña escala y la recolección. Algunos de los nuevos terrenos a los que se trasladó a las
familias tienen características diferentes, lo que genera conflictos, pues no pueden seguir desarrollando
sus actividades de la misma manera que lo habían hecho hasta ahora.
En relación a la tenencia de tierra han habido constantes cambios a través de los años. En un
principio las comunidades vivían en estas tierras pues sus familias lo habían hecho por muchos años, y
no poseían Títulos de Propiedad. Con el paso de los años y de los gobiernos, esta situación ha
cambiado; hace algunos siglos se les entregaron Títulos de Merced al cacique de cada comunidad, luego
títulos comunitarios de propiedad, hasta llegar hasta hoy en día en que la mayoría de las tierras han sido
hijueladas y se han entregado títulos individuales de propiedad, lo que ha ocasionado constantes
conflictos dentro de las comunidades.
Uno de los orígenes de estos conflictos en la actualidad, es la construcción de la represa Ralco,
para cuyo llenado Endesa debía poseer la totalidad de las tierras que cubriría el embalse, para lo cual se
desarrollaron negociaciones en las que Endesa sólo conversaba e intentaba llegar a acuerdos
económicos, en forma individual, lo que provocó conflictos dentro de las comunidades afectadas, por los
beneficios diferenciados que cada familia recibiría, de acuerdo a su propia capacidad de negociación. Los
terrenos que Endesa entregó a cambio, son también con títulos de dominio individuales y no en las
mismas circunstancias para todos; a algunos sólo les permutó una parte de las tierras y a otros los
erradicaron y llevaron a terrenos completamente distintos. Estos cambios afectan considerablemente la
vida de las familias y comunidades pehuenche, pues ancestralmente han poseído títulos comunitarios de
propiedad de la tierra. Esta situación se mantiene sólo en algunas de las comunidades hoy en día, que
conservan la manera tradicional de ocupación de la tierra y uso de los bosques.
A ello hay que agregar que en un principio las familias poseían amplios territorios, los que se han
ido estrechado debido a la usurpación de tierras y al crecimiento poblacional, así como a la cultura
patrilocal, que implica que los hijos y sus familias se asientan en los terrenos de su familia de origen, lo
que ha ido provocando un paulatino hacinamiento.
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aracterísticas Socioeconómicas
Según el Censo del 2002, la región del Biobío tiene 1.861.562 habitantes y la Provincia de Biobío,
a la que pertenece la nueva comuna de Alto Biobío, tiene 353.315 habitantes.
La localidad más grande de la comuna es Ralco, en que viven principalmente colonos(personas a
las que se entregaron tierras a cambio de que habitaran el lugar y contra quienes se han desarrollado los
conflictos de recuperación de tierras en el último tiempo) y chilenos que han llegado a trabajar en los
últimos años al lugar, y con quienes no existen conflictos de tierras. Esta es la localidad que posee mejor
acceso a servicios y que se ubica estratégicamente en la confluencia de los caminos que conducen al
cajón del Queuco y al del Biobío, lo que la perfila como el centro comunal.
El resto de las localidades son comunidades principalmente pehuenche, aunque dentro de los
límites que para ellas se han definido, también hay presencia de colonos. Según la CONADI, las
comunidades son las siguientes: Malla- Malla, Trapa- Trapa, Cauñicú, Pitril, Callaqui, Quepuca Ralco,
Ralco Lepoy, Butalelbún, El Avellano, Guallalí, El Barco y Los Guindos; algunas de ellas existen desde
hace muchos años, y otras son más recientes y se han formado a raíz de las permutas de tierras a
Endesa y de los nuevos asentamientos derivados de ello.
Gráfico 1: Población por grupos de edad
La población de la comuna Alto Biobío era de
6.996 personas, variando de 0 a 99 años, de las cuales
poco más de 1.000 viven en Ralco, el centro más poblado
de la comuna, y donde se emplazará la Municipalidad y
los demás servicios. La población masculina alcanzaba a
las 4.320 personas, siendo el 61.7% del total, y las
mujeres el 38.3%, con 2.676 personas.
Fuente: Censo 2002.
La población, tal como lo muestra el gráfico, presenta una gran concentración en el tramo que va
de los 15 hasta los 59 años, alcanzando al 68% del total. Los mayores de 60 años alcanzan sólo a 506
personas, que representan el 7% de la población, más bajo que el total del país en que alcanzan al
11.4%, aunque en general este es un grupo que a tendido a aumentar en los últimos años en el país por
lo que concentra gran atención. Los menores de 14 años, representan el 25% del total y la población de
15 hasta 59 años, grupo que caracteriza a la población económicamente activa, es la mayoritaria.
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Esto implica una fuerte demanda de trabajo, y un ejército de reserva elevado, lo que podría
provocar altas tasas de desocupación, por sobre el resto de las comunas del país, y que conlleva a bajas
en el nivel de los salarios, pues existe una sobredemanda de los puestos. El problema que surge se
deriva de que la mano de obra existente en la comuna no tiene, en general, mucha calificación, por lo que
sólo pueden acceder a los trabajos de menor nivel, que son los que reportan menos ingresos económicos
también, y que no permiten superar los niveles de pobreza.
Gráfico 2:Pirámide poblacional
En esta pirámide poblacional, donde la fracción
amarilla representa las mujeres y la azul a los hombres, es
posible observar grandes diferencias entre ambos grupos,
como que la población masculina esta concentrada en la
edad económicamente activa, las mujeres, por el contrario,
disminuyen notoriamente a medida que avanzan en edad,
para equiparar a los hombres, en cantidad, en la edad
más avanzada.
Fuente: Censo 2002
Se puede observar también el mayor porcentaje de población masculina, debido a una
inmigración masculina en la edad productiva, y una emigración femenina en todas las edades, por la falta
de puestos de trabajo dentro de los límites de la nueva comuna. En general la población del lugar debe
emigrar para encontrar puestos de trabajo, la mayor parte de las veces temporales, pues en el lugar no
existen, excepto Endesa y los trabajos derivados de la construcción de las represas, empresas que
aseguren trabajos permanentes a la mano de obra no calificada.
A partir de la pirámide, es posible apreciar también el alto porcentaje de natalidad, y como esa
población va disminuyendo a medida que pasan los años, probablemente por una también alta
mortalidad, que es posible identificar sobre todo en la porción femenina de la pirámide, que no está
influenciada notoriamente por las inmigraciones. Esta disminución se mantiene a medida que pasan las
edades, concentrando poca población mayor de 60 años. Ello puede deberse a las condiciones climáticas
extremas, pues si bien desarrollan permanentemente actividad física, por las características de la vida del
campo, lo que contribuye a una mejor salud y larga vida, la alimentación y las condiciones de las
viviendas, sumadas a las del clima, deterioran el estado de salud. A ello debemos agregar la lejanía de
los centros de atención médica en caso de urgencias y la escasa prevención o control médico periódico,
pues los pehuenche tradicionalmente recurren en caso de necesidades médicas a machis o ‘meicas’,
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pero que no existen en esta zona, por lo que deben conformarse con acudir a consultorios o medicarse
con hierbas.
Sin embargo también hay que considerar factores como las migraciones en el análisis de la
población, dadas mayormente por inmigración masculina en la edad productiva, principalmente por las
necesidades de la construcción y mantenimiento de las represas y de las vías, así como emigración
femenina, en busca de trabajo, principalmente como asesora del hogar, o en trabajos temporales, como
los derivados del trabajo con la fruta.
En épocas anteriores esta emigración se veía también en toda la edad escolar. Hoy en día esa
situación se ha revertido en parte por el incremento de las matrículas y la creación de internados, pero
sólo en relación a la educación básica. No ocurre lo mismo con la educación media, para lo cual no
existen centros educacionales en la comuna, y los jóvenes deben emigrar a terminar la enseñanza
media, situación que se repite para quienes desean y pueden costear educación superior. En general, la
emigración por estudios es sólo temporal, y ellos vuelven a sus hogares cuando las condiciones lo
permiten.
Actualmente, esta en construcción un liceo bilingüe con internado en Ralco, que contribuirá a
disminuir las migraciones, y pretende entregar una educación de mejor calidad y adecuada a las
necesidades de la población, con una inversión del Estado de M$ 1.202.304 y un aporte de Endesa de
M$ 300.000.
Empleo
La población mayor de 15 años era, según el Censo 2002, de 5.216 personas, 74.5% de la
población. La fuerza de trabajo era de 2.749 personas, que representan el 39.2% de la comuna, sobre los
que recae la carga de mantener al resto de la población, pues son los que están trabajando o en busca
de ello. El resto de la población es menor de 15 años, trabaja en quehaceres del hogar, es jubilado o está
incapacitado para trabajar, por lo que no recibe un ingreso en dinero.
En comunas rurales como Alto Biobío, es necesario también considerar el aporte que viene de las
cosechas y huertas que se cultivan en el propio hogar, así como de los animales que las familias poseen
y que no siempre están consideradas como un aporte monetario al hogar, pero si bien no constituyen
dinero, si ayudan en la medida que aportan víveres y comestibles que de caso contrario sería necesario
comprar y que ayudan a las familias a superar pequeñas dificultades económicas.
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Cuadro Nº 01: Formas de trabajo(%)
Los datos del cuadro
muestran el alto porcentaje de
personas que trabajan solos o con la
familia, lo que confirma la calidad de
economía de subsistencia, que
determina la manera de desarrollar
la actividad y los recursos que de
ella pueden obtener, al limitar la
actividad productiva a la satisfacción
de las necesidades inmediatas de la
familia en cuanto a alimentación u
otras necesidades al recurrir al
trueque.
Fuente: Mideplan, 2000.
La represa y los trabajos derivados de su construcción, han hecho que la población masculina
aumente, por la necesidad de mano de obra calificada, difícil de encontrar en el lugar. Lo mismo ocurre
en la actualidad con la construcción de un liceo en la comuna, que requiere de trabajadores con
calificaciones específicas, que en general no es posible encontrar en la comuna, por lo que las empresas
deben traerlos desde fuera. La fuerza de trabajo de la comuna, se desempeña mayoritariamente en
labores que no requieren calificaciones específicas, por la escasa formación técnico- profesional, e
incluso la falta de educación básica y media completa.
La tasa de desocupación alcanzaba al 8.8% en la comuna de Alto Biobío, según datos del Censo
de 2002, con 8.6% para los hombres y 10% para las mujeres. No es posible obtener datos más recientes,
pues este tipo de indicadores se elabora por comunas y hasta el momento se pueden encontrar sólo para
Santa Bárbara, datos que no reflejan la realidad de la comuna de Alto Biobío, por lo que no serán
considerados. En cualquier caso, es necesario tener en consideración, que en la fecha de realización del
Censo 2002, la represa Ralco estaba en plena construcción, lo que puede entregar indicadores no
representativos de la realidad en otras épocas, por el exceso de mano de obra ocupada, en relación a
otras temporadas.
Localidad Trabaja
Solo Familiar Contratado Trabajo Comunitario Otro
Villa Ralco 53.8 26.9 0 15.3 3.8 Pitrilon 33.3 66.6 0 0 0 Queuco 30.6 68 0 0 1.3 El Barco 72.2 27.7 0 0 0 Guallaly 69.2 23.6 0 0 0 Cauñicu 9.5 90.4 0 0 0 Callaqui 0 100 0 0 0 Pitril 40.2 56.7 1.4 1.4 0 Malla-Malla 76.1 23.8 0 0 0 Trapa-Trapa 2.6 93.4 5.2 0 0 Butalelbum 5.3 91.3 0 1.07 1.07El Avellano 0 40 0 0 0 Quepuca Ralco 55.05 45.9 0 0 0 Ralco Lepoy 60.3 37.7 0 0 1.8 Los Guindos 57.8 31.5 5.2 0 5.2 Total 34.3 62.7 1.07 0.9 0.7
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Actividad Económica
Actualmente existen iniciativas de aprovechar el potencial turístico de la zona del Alto Biobío, con
los valles de los ríos Queuco y Biobío, las termas naturales que en ellos es posible encontrar, junto con el
desarrollo de actividades deportivas y turísticas que pretenden dar un impulso a la economía de las
comunidades, no sólo las afectadas por la construcción de la represa, sino también las que se
encuentran en otras zonas y que podrían entregar a los visitantes amantes de la naturaleza, atractivos
difíciles de encontrar en otras partes del mundo.
Pero este proceso se ve dificultado por la falta de planificación turística, así como por la falta de
condiciones materiales de calidad para su desarrollo: cabañas, camping, sistemas de luz y agua potable,
accesos, medios de transporte, etc., aspectos que han permanecido deficientes, a pesar del trabajo en
turismo que han desarrollado algunas comunidades desde hace algún tiempo. En la actualidad existen
algunas instituciones y ong’s que trabajan en ello.
Cuadro Nº 02: Distribución de los hogares según destino de la producción por localidad(%)
Localidad Venta Venta y
consumo familiar Trueque Sólo consumo familiar
No corresponde
Villa Ralco 2.4 13.6 0 37.2 46.5 El Barco 14.2 71.4 0 14.2 0 Guallaly 11.1 61.1 0 47.6 0 Cauñicu 0 61.3 0 36.9 1.6 Callaqui 0 10.3 0 87.3 2.3 Pitril 4.7 74.1 0 17.6 3.5 Malla-Malla 10.5 77.6 0 11.8 0 Trapa-Trapa 1.09 82.4 0 15.3 1.09 Butalelbum 2.8 86.5 0 9.6 0.9 El Avellano 0 100 0 0 0 Quepuca Ralco 9.2 57.4 1.8 25.9 5.5 Ralco Lepoy 1.2 64.1 0 32 2.4 Los Guindos 0 1.74 0 1.09 0 Total 3.2 56.2 0.18 35.7 8.2
Fuente: Mideplan, 2000.
La economía que las familias desarrollan es principalmente de subsistencia. La gran mayoría
poseen pequeños huertos, además de la cría de aves de corral, cerdos, ovejas y cabras que es
generalizada, y cuentan también con algunos animales mayores, como vacunos, además de caballos
utilizados principalmente para el transporte. Existe una pequeña producción artesanal de artículos de
madera para fines domésticos y el trabajo textil que realizan las mujeres para el consumo familiar. La
venta de artesanías, por mejores precios y aceptación, se realizaba principalmente en Argentina, pero
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actualmente estas son actividades que se desarrollan también en Chile y que sirve como complemento
de otras actividades generadoras de ingresos económicos.
Actualmente en casi todas las familias existen algunos integrantes que poseen empleos que no
están ligados a la tierra, sino más vinculadas a las ciudades y su desarrollo, por la falta de terreno para
desarrollar suficientes cultivos para mantener a las familias, por la necesidad de algunas compras con
dinero en efectivo, y por la aculturación, que los ha llevado a adquirir valores típicamente occidentales,
como la educación y trabajo formales.
Los terrenos no presentan grandes planicies posibles de destinar a cultivos, por lo que se deben
aprovechar los que existen, o acondicionar otros que requieren mayor dedicación en la preparación, para
que sean aptos para el trabajo. Por ello es que es difícil la comercialización, pues se generan productos
de regular calidad en comparación con las producidas en otras zonas del país, además de las distancias
y las malas condiciones de los caminos, por lo que en general, las familias sólo destinan esta producción
al autoconsumo, para los propios animales en caso de forraje o la venden a algunos intermediarios que
transitan por el lugar, lo que disminuye el excedente que podrían obtener.
En la actualidad, a los vacunos y ovinos que se trabajaban tradicionalmente, se han agregado los
caprinos y proyectos de apicultura, también a nivel de economía familiar, así como también la acuicultura,
aunque con algunas dificultades en la ejecución y mantenimiento de la infraestructura, por la tradicional
economía, que lleva a los pehuenche a echar mano de los animales e infraestructura de que dispongan
en caso de apuros económicos, sin considerar el potencial a largo plazo.
Servicios
Hasta ahora los servicios son escasos de encontrar en Ralco, existen allí centros donde poder
comprar abarrotes y comestibles en general, además existe un retén de Carabineros y algunos
restaurantes y cabañas que funcionan todo el año, sobre todo en la época estival, en que los turistas
llegan a descansar y disfrutar del paisaje cordillerano. Además, para los días de pago de pensiones,
recorren toda la comuna junto con el encargado de entregar las pensiones, camionetas con las más
diversas especies, pero a precios muy por sobre el que se encuentra en las ciudades más grandes, por lo
que las familias compran algunas cosas solamente y para adquirir las de mayor valor bajan hasta Santa
Bárbara o Los Ángeles.
A pesar de ello, no es posible realizar en la misma comuna trámites que requieren de servicios
públicos, para lo cual es necesario llegar hasta Santa Bárbara o Los Ángeles. La escasa locomoción
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
14
dificulta aún más el acceso a los servicios, pues se necesita de un día completo para realizar algunos
trámites que en una ciudad llevan sólo un par de horas.
Los medios de transporte son escasos, en general dos viajes al día hasta la última comunidad,
por lo que quienes viven en los lugares más alejados deben levantarse muy temprano para alcanzar un
bus que sale de las zonas más altas alrededor de las 5:30 de la mañana y vuelve en la noche. Ello hace
que se requiera de mucho tiempo, en general mínimo un día para cualquier trámite o compra, lo que se
transforma en una dificultad también a la hora de la comercialización de productos.
En relación a servicios de telefonía, es posible encontrar en varias comunidades teléfonos
pertenecientes a la telefonía rural, más cara y de menor calidad, pero que acortan algunos trámites y
permiten comunicarse sin tener que viajar. El problema es que, por ejemplo, en el caso de Ralco Lepoy,
el teléfono está en las instalaciones de la Eca, por lo que si sus dueños salen, la comunidad no puede
acceder a él. Lo mismo ocurre en otras comunidades, en que la existencia de un solo aparato, hace frágil
ese sistema de comunicación.
En los últimos meses, la totalidad de las comunidades han logrado acceder a servicios de luz
eléctrica, lo que no implica que todas las casas la posean. El problema surge a la hora de pagar las
cuentas, pues las familias no están acostumbradas a responder a esas responsabilidades, pues nunca
han debido pagar por los servicios, ya que se alumbraban con combustibles y el agua la sacaban
directamente de vertientes. En relación al agua, sólo un 25% cuenta con agua potable, y el 9% de las
viviendas posee alcantarillado.
En cuanto al correo, en Santa Bárbara existe una casilla para el poblado de Ralco, desde donde
se distribuye la correspondencia tanto a Ralco como a las comunidades, a través de canales informales.
Educación:
Gráfico 3: Escolaridad/Hombres Gráfico 4: Escolaridad/Mujeres
0
50
100
150
200
250
300
350
5-915
-1925
-2935
-3945
-4955
-5965
-6975
-79
Asistieron
No asistieron
050
100150200250300350400450500
5-915
-1925
-2935
-3945
-4955
-5965
-6975
-79
Asistieron
No asistieron
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
15
Fuente : Censo 2002 Fuente: Censo 2002
Según el Censo 2002, los niveles de escolaridad son muy bajos, de los mayores de 5 años, el
15% de los hombres no ha asistido nunca a un centro de educación formal, así como tampoco lo ha
hecho el 25% de las mujeres.
Cuadro Nº 03: Escolaridad
Fuente: Censo 2002
El 8% de las mujeres terminó sólo la enseñanza básica, el 4% la enseñanza media y sólo el 4%
cursó aunque sea un año de estudios superiores. Para el caso de los hombres mayores de 5 años, el
11% terminó hasta octavo básico solamente(o su equivalente para primaria), el 15% hasta cuarto o quinto
medio(comerciales e industriales) y el 9% cursó aunque sea un año de educación superior. Si bien estos
datos son bajos, son muy superiores a los de las mujeres. Esto nos muestra la necesidad prioritaria de
desarrollar capacitaciones o vinculaciones tendientes a superar estos niveles, pues sin las competencias
básicas que se adquieren en materias como matemáticas y lectura en la enseñanza básica y media, a
veces resulta difícil poder desarrollar capacitaciones tendientes a promover otro tipo de capacidades, se
refieran ellas a materias cívicas o productivas.
Edad Nunca asistieron % Básica Completa % Media Completa % 5- 9 164 27 N/c N/c N/c N/c
10- 14 18 3 32 5 N/c N/c 15- 19 17 3 248 48 38 7 20- 24 26 4 354 54 156 24 25- 29 27 4 341 53 183 28 30- 34 51 8 350 52 186 28 35- 39 66 10 329 51 195 30 40- 44 138 23 273 45 148 25 45- 49 91 23 183 47 99 25 50- 54 118 36 92 28 51 15 55- 59 87 35 70 28 50 20 60- 64 86 47 33 18 17 9 65- 69 80 58 16 12 11 8 70- 74 50 69 1 1 0 0 75- 79 39 78 1 2 1 2
80 y más 54 88 1 2 1 2 Total 1.112 17 2.350 37 1.136 18
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
16
Si vemos ahora los niños y adolescentes desde los 5 hasta los 19 años, de un total de 846
hombres y 849 mujeres, podemos darnos cuenta que 97 hombres (11.4) y 96 mujeres (11.3) no han
asistido nunca a un centro de educación formal. Si tomamos los datos más divididos, tratando de evitar
posibles errores producto del tramo muy grande de edad, vemos que del total de niños y niñas ente los 5
y los 9 años, el 27.4% no ha asistido nunca a un centro educacional. Entre los 10 y los 14 años, el 3% no
ha asistido nunca al colegio o sólo a pre- kinder, y de los niños entre 15 y 19 años el 3.2% está en la
misma situación.
Esto es preocupante, pues se esperaría escasa participación en escuelas y liceos, en décadas
anteriores, en que los centros educacionales se encontraban más alejados y no existía una preocupación
como hoy en día acerca de la necesidad de la educación como medio de mejores oportunidades para la
vida. También es importante considerar las habilidades que los niños pueden adquirir asistiendo a
jardines infantiles y que les ayudarán a desarrollarse de mejor manera una vez en la educación formal.
Sin embargo, las estadísticas indican que más que los niños no asistan a escuelas, lo que sucede es que
ingresan tarde a ellas, alargando el período en que permanecen en los hogares.
Las escuelas están presentes en casi todas las comunidades (9 en total, 3 administradas por el
municipio, y 6 particulares subvencionadas), y también en Ralco, pero sólo para educación básica y pre-
básica, la mayoría de ellas posee también internados, por las distancias que los niños deben recorrer y
que muchas veces les dificulta el acceso a la educación formal.
Además, en el último tiempo se han desarrollado algunas iniciativas como más internados, buses
de acercamiento, etc., que pretenden ayudar a los niños y sus familias a acceder de manera más fácil a
las escuelas, pero sigue siendo necesario conocer si ellos han ayudado efectivamente a disminuir el
ausentismo escolar o hacen falta otras medidas. En la actualidad se está comenzando con la
construcción de un liceo en la comuna, específicamente en Ralco, que pretende absorber la necesidad
de la población juvenil, que debe emigrar en busca de centros educacionales que permitan continuar los
estudios.
Es necesario establecer que en la comuna existe la percepción de que estas acciones han
contribuido a que las cifras de niños que no asisten a centros de educación formal disminuyan
notoriamente en los últimos años.
Religión
Gráfico 5: Religión.
Católica
Evangélica
Testigo de Jehová
Judaica
Mormón
Musulmana
Ortodoxa
Otra religión o credo
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
17
Es posible ver claramente que la mayor parte de la población es católica, al igual que en el resto
del país, aunque la religión evangélica se ha ido insertando y fortaleciendo a medida que pasan los años,
creando nuevas iglesias en las comunidades, llegando hoy en día a superar, aparentemente, a la
católica.
Fuente: Censo 2002
En relación a las iglesias, como edificio, eso es cierto. En una rápida mirada por la comuna, es
fácil notar la supremacía numérica de iglesias evangélicas en las comunidades, en varias de sus
ramificaciones, pues en la gran mayoría de ellas existe una. No ocurre lo mismo con las iglesias
católicas, que se encuentran mucho más dispersas por el territorio.
Cuadro Nº 04: Religión
Si bien los datos indican un alto porcentaje de población católica,
esta no se expresa de la misma forma que en otras comunidades, pues la
práctica religiosa se encuentra atravesada por las creencias pehuenche,
que se han vinculado con la práctica cristiana, como ha pasado en
muchas otras partes, y en particular en América Latina. El principal
problema derivado de ello, es la pérdida de identidad, de tradiciones
religiosas y de la cosmovisión pehuenche, que poco tienen que ver con
las religiones que ahora profesan y que hacen contradictoria la
mantención de las tradiciones religioso-culturales y la adhesión a
religiones cristianas, Fuente: Censo 2002.
En cualquier caso hay que considerar que, según lo plantea la Línea Base del ADI, la población
tiende a definirse como católica, no porque efectivamente profese esa religión, sino simplemente por no
responder ‘ninguna religión’, lo que podría explicar el alto porcentaje de población en esa categoría, y que
podría también no reflejar la realidad. Además la población manifiesta una cercanía con la religión
católica, por las similitudes que identifican entre esta y las creencias tradicionales pehuenche.
Otro aspecto que resulta importante destacar es el rechazo que muchas personas manifiestan
hacia la religión evangélica, por la manera un tanto estricta de comportamiento que se exige a los fieles,
lo que ha contribuido, en mayor medida que la religión católica, a que los pehuenche abandonen sus
tradiciones y las reemplacen por creencias afuerinas, lo que ha derivado en conflictos familiares por el
rechazo de los nuevos evangélicos a costumbres tradicionales de sus familias como las machis o el
guillatún. Es necesario reconocer que muchas personas se han acercado a esta religión con el fin de ver
disminuida la ingesta de alcohol en sus familias, efecto logrado en la mayoría de los casos.
Religión %
Católico 66
Evangélico 22
Testigo de Jehová 0.5
Mormón 0.1
Musulmán 0.05
Otra religión 4
Ninguna 7
Total encuestados 5.216
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
18
Salud
Del total de la población, existe un 1.9% que posee una o más discapacidades. De ellas, 41
personas son lisiadas o paralíticas, lo que implica que tienen dificultad o no pueden movilizarse, 35
personas son deficientes mentales, 14 ciegos, 29 sordos y 4 mudos. Si bien estos números representan
un muy bajo porcentaje de la población, es necesario poner atención a sus necesidades, pues
constituyen problemas que difícilmente se pueden superar por cuenta propia, sino que más bien,
necesitan cuidados y atención especiales.
Uno de los grandes problemas relacionados con la salud en la actualidad, tiene que ver con el
consumo de alcohol, que se ha visto incrementado en los últimos años, por los ingresos económicos que
los pehuenche han recibido a cambio de sus terrenos, así como por el contacto con la cultura chilena.
Ello ha derivado en un problema social y familiar, por la mala distribución de los ingresos, la violencia y
los problemas de salud que afectan a la población pehuenche.
En relación a la infraestructura en salud, existen 8 postas de primeros auxilios(Pitril, Cauñicú,
Malla Malla, Trata Trapa, Callaqui, Palmucho, Ralco Lepoy, Quepuca Ralco), 1 estación médico-
rural(Guallalí), y un consultorio rural en la localidad de Ralco, ellas satisfacen las primeras necesidades,
pero en casos graves, las familias deben hacerles frente solas, pues las distancias impiden una oportuna
atención; además los médicos son escasos y sólo el consultorio posee permanentes, el resto se las
arregla con las visitas cada cierto tiempo, o debe llegar por su propia cuenta hasta Ralco, y para ser
atendido por un especialista hasta Santa Bárbara o Los Ángeles.
En general las familias pehuenche poseen un amplio conocimiento en materia de hierbas y
plantas medicinales, que suelen utilizar en su vida diaria. En casos más graves, no pueden acudir a
machis u otro tipo de curandera tradicional, porque no existen en la zona personas con ese don.
La vida del campo y el tipo de trabajo, hacen que en general las personas gocen de buena salud,
pero hay algunos problemas como la alimentación y el consumo de alcohol entre otras, que la deterioran.
De acuerdo al estudio “Gestión Estratégica de Salud”, en toda la zona Pehuenche existen serios
problemas de desnutrición, principalmente en niños menores de 6 años, ello dadas las características de
la alimentación, así como del medio ambiente(principalmente el frío), que hacen que las calorías
necesarias para un día sean superiores a las de los niños de otras zonas.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
19
Según el mismo estudio las enfermedades más frecuentes son la hidatidosis, epilepsia,
bronquitis, tuberculosis y afecciones a la piel”8.
Viviendas
Antiguamente las construcciones eran de madera, con trozos que los mismos pehuenche y
colonos extraían de los bosques y que elaboraban con forma de canoga, lo que permitía buena
ventilación y la extracción del humo generado por los fogones tradicionales. En la actualidad, si bien aun
es posible encontrar algunas, este material ha sido reemplazado por el zinc, por su economía y
resistencia al agua, además de la paulatina deforestación que se ha ido produciendo por la excesiva
utilización de ese recurso.
Las casas que ha entregado Endesa a los reasentados por la represa, y los subsidios
habitacionales que entrega CONADI, siguen siendo de madera, pero no extraída de los bosques del
lugar, sino que son construcciones prefabricadas.
Tradicionalmente las viviendas mapuche tienen el frontis de las construcciones hacia el oriente,
lugar por donde sale el sol. Las nuevas construcciones realizadas, que tienen un sentido más práctico
respecto de la ubicación hacia caminos y accesos, olvida este componente importante para la comunidad
mapuche y la conservación de sus tradiciones, dando prioridad a lo práctico. Las construcciones
realizadas en los últimos años se orientan en la dirección de los caminos que la misma Endesa ha
construido, adecuándolos a las necesidades de la represa y de las tierras que ella cubre.
Las viviendas tradicionales pehuenche, así como en general las mapuche, poseen una cocina
dividida del resto de la casa y los dormitorios, con un fogón en el medio, en el que se desarrollan la
mayor parte de las actividades diarias. Ese fogón es alimentado con leña que las personas de la vivienda
obtienen desde los bosques, por lo que resulta importante para ellos poseer terrenos que cuenten con
árboles y que les permite obtener leña. De hecho, el 62.5% la recolecta diariamente9.
De la misma forma, el baño se construye lo más alejado posible de la vivienda, sobre un pozo
negro que una vez acabada su vida útil se tapa y cambia la estructura de lugar. Las casas que entregó
Endesa no consideraban estos factores, sino que eran construcciones más parecidas a las de ciudad, por
8 Pladeco Santa Bárbara, 2000. 9 Mideplan, 2000.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
20
lo que debieron modificarse para que cumplieran con las necesidades de las personas a las que serían
entregadas, trasladando las puertas de acceso al baño, desde dentro de la casa, hacia fuera.
Las viviendas son ocupadas, según datos de la Línea Base del ADI, en promedio por 5.28
habitantes por vivienda, cerca del 75% de las viviendas es ocupada por una familia nuclear, es decir por
los padres y sus hijos, y el 25% restante por familias extensas10, es decir, los padres con sus hijos y sus
nuevas familias, lo que se deriva de una tradición que plantea que las nuevas familias deben asentarse
en los terrenos de la familias del marido.
Condiciones de género
Las mujeres en Alto Biobío, eran en 2002 2.676, representando el 38.5% de la población, número
bajo, considerando que en el país, existe una relativa equidad en el número de población masculina y
femenina. Ello puede deberse a una mayor tasa de mortalidad femenina, a una mayor emigración
femenina y a una mayor inmigración masculina.
De las 1.778 mujeres que en 2002 eran mayores de 15 años, sólo 319 formaban parte de la
Fuerza de trabajo, representando el 17.9% de las mujeres. El resto de desarrolla en actividades que no
entregan remuneración, como actividades de la casa (70.9%). Es importante considerar que estas
labores no significan lo mismo que en la zona urbana. En el campo, las labores de la casa incluyen la
huerta, los animales y el resto de las labores de una casa, que si bien pueden no entregar ingresos en
dinero, si contribuyen a la economía familiar con especies. Además las labores de las mujeres se
relacionan con el tejido con lanas elaboradas por ellas mismas a partir de sus animales, y con la
alimentación en general, tanto de los integrantes de la familias, como de los animales menores.
Del total de hogares, 253(19%) tiene a una mujer como jefa de hogar. La situación de ellas y sus
familias es aún peor que la del resto de la población. El 43% de ellas no ha asistido nunca a un centro de
educación formal, lo que dificulta las posibilidades de acceder a un trabajo que entregue reales
posibilidades de desarrollo a ellas y sus familias, de hecho, sólo una de las jefas de hogar que no asistió
nunca a un centro de educación formal, trabajaba por ingresos en la época del Censo 2002.
Si vemos las actividades económicas en que ellas se desempeñan, es posible observar que sólo
38 de ellas, desarrollan alguna actividad económica productiva. Esto significa que 84% de las jefas de
hogar no tiene una actividad remunerada, y la agricultura y ganadería que pudieran desarrollar,
10 Mideplan, 2000.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
21
principalmente de subsistencia, aunque permiten aportar ingresos y víveres al hogar, constituyen
economías muy precarias, y por lo tanto frágiles a múltiples factores, que hacen que los problemas
económicos, de falencias en salud, educación, etc., sean frecuentes, y en general, permanentes, lo que
deteriora la calidad de vida y las oportunidades de salir de la pobreza.
En la actualidad también han surgido entre las mujeres problemas como la violencia doméstica, y
el alcoholismo, no sólo de sus esposos o hijos, sino que el nivel de mujeres que consume alcohol con
frecuencia y en exceso, aumenta cada día. Ello deriva en el deterioro de la calidad de vida no sólo de
ellas y sus familias, sino también de los más pequeños y de la comunidad en general, por los problemas
en la convivencia y relaciones que genera en la comunidad.
En general, la situación de las mujeres es muy difícil en la zona, considerando la falta de
educación formal y la escasa posibilidad de trabajos bien remunerados. Es importante desarrollar
actividades que tiendan a dar a estas mujeres un espacio de desarrollo de sus habilidades y
capacidades, como una forma de ayudar no sólo a ellas sino también a sus familias y comunidades a una
convivencia más sana, que entregue espacios de desarrollo a toda la población.
Infancia
Según el Índice de Infancia elaborado por Mideplan en conjunto con la Unicef, y que utiliza cuatro
dimensiones: Salud, Educación, Habitabilidad e Ingresos, medido a través de un conjunto de variables
cada una, el país presenta un índice de 0.619 puntos(de un máximo de 1), la comuna de Santa Bárbara
presenta el índice más bajo de la Región del Biobío, con 0.23, mucho más bajo que el de la Región en su
conjunto que alcanza a 0.557. Si bien la situación de la Región es bastante peor que el índice nacional, la
situación de la comuna de Santa Bárbara, no alcanza el valor ‘Satisfactorio’ en ninguna de las
dimensiones; sólo en Ingresos, llega al nivel ‘Menos que satisfactorio’, el cuarto de los cinco existentes.
Los datos para la comuna de Alto Biobío no es posible obtenerlos, porque no existía como una
comuna independiente, sino como un sector de Santa Bárbara, pero es posible prever que los resultados
serían peores en la nueva comuna, pues es el acceso es aún más deficiente en los aspectos que
considera.
Los niveles educacionales de los niños también son bajos, muchos de los que deberían asistir a
centros educacionales no lo hacen, más del 11% de los niños entre 5 y 19 años no ha asistido nunca a
un centro educacional, o sólo a pre- kinder. De los 1.303 jóvenes ente 20 y 29 años, sólo 212 terminaron
4 o 5 medio(16.2%) y 215 terminaron sólo 8º básico(16.5%). Estos jóvenes pertenecen a la Fuerza de
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
22
trabajo de la comuna y son los encargados de mantener a sus familias y a ellos mismo, cuestión difícil
considerando los bajos niveles educacionales. Estos datos no sólo se dan en los jóvenes y niños, sino
que son una tónica de toda la comunidad.
En relación a la salud, las condiciones de vida de los niños son deficientes, por el tipo de
vivienda, poco adecuada al intenso clima, además de la alimentación también deficiente, que deteriora
sus condiciones generales, sumado ello a la escasa atención médica, que hacen de la mortalidad infantil
un tema considerable.
Comunidades indígenas
La mayoría de los textos plantea que en Alto Biobío, la población pehuenche es mayoritaria,
alcanzando el 70 u 80%, pero el Censo 2002, dato estadístico oficial sobre población en nuestro país,
plantea que del total de 6.996 personas que habitaban en la comuna en esa fecha, solo 1.828 se
declararon pertenecientes a la comunidad mapuche, alcanzando sólo el 26%.
Por el contrario, el estudio realizado por Mideplan, Línea Base del ADI, que encuestó a todas las
personas de la nueva comuna, y que consideró entre las alternativas “pehuenche” y no sólo “mapuche”,
demuestra que la población indígena es mayor que la declarada por el Censo, que sólo considera esta
última alternativa, lo que explicaría el bajo porcentaje de población mapuche encontrado en la comuna de
Alto Biobío por el INE11.
11 Línea Base del Área de Desarrollo Indígena, Mideplan, 2000.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
23
Cuadro Nº 05: Población por etnia declarada Cuadro Nº 06: Población según etnia declarada
Fuente: Mideplan, 2000. Fuente:
Mideplan, 2000.
Las comunidades poseen en
general un alto porcentaje de población pehuenche, excepto Villa Ralco, que se ha convertido en un
centro de colonos y chilenos más que de población indígena, pero que constituye una excepción.
Existen 12 comunidades pehuenche en la zona, reconocidas por la CONADI, ubicándose en el
valle del río Queuco: Pitril, Cauñicú, Malla- Malla, Trapa- Trapa y Butalelbún. Por el cajón del Biobío se
encuentran: El Avellano, Los Guindos, Quepuca Ralco, Ralco Lepoy, El Barco y Guallalí, además de la
comunidad de Callaqui, que se ubica en la zona en que el río Queuco desemboca en el Biobío.
El mapudungun sigue siendo utilizado, según la Línea Base del ADI, el 55% del total de la
población habla mapudungun, el 59.8% lo entiende y el 14.1% lo escribe, siendo los principales
Butalelbún, con 98.4% de personas que hablan mapudungun, además de El Barco(85.1) y Trapa
Trapa(82.3).
Las problemáticas que les atañen son similares, dadas por la falta de terreno, la mala calidad de
él, así como problemas con los colonos que habitan tierras ancestralmente pehuenche y el deseo de
recuperarlas. Además se agregan los conflictos derivados de la ingesta de alcohol, la violencia
doméstica, la falta de trabajo estable que permita un pasar seguro a las familias, y el escaso acceso a
servicios (salud, educación, comercio, etc.) que contribuyen a la pobreza.
Las tradiciones son también similares, como la trashumancia, desde las invernadas a las
veranadas en la temporada estival, con una división de las tareas, donde a las mujeres corresponde las
labores de la casa, las aves y las huertas, en la invernada, además de la recolección en la veranada. A
los hombres corresponde el cuidado de los animales, la siembra, el cuidado de la tierra, la recolección de
leña, y en general las tareas más pesadas. Estas divisiones no son exactamente iguales en todos los
casos pero son una tendencia general, en cualquier caso, el resto de los integrantes de la familia sabe
suplir la falta de uno, y realizar las tareas que le corresponden.
Villa Ralco 16,4 El Barco 99,1 Guallaly 70,8 Cauñicu 87,7 Callaqui 85,6 Pitril 74,7 Malla-Malla 88,9 Trapa- Trapa 85,7 Butalelbum 98,7 El Avellano 67,1 Quepuca Ralco 90,6 Ralco Lepoy 89,9 Los Guindos 88,9
Cantidad de Habitantes
Etnia Nº % Pehuenche 3861 72,0 Mapuche 75 1,40 Otra 92 1,72 No Indígena 1288 24,0 No Responde 46 0,86 Total 5.362 100
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
24
Callaqui
La comunidad de Callaqui marca el inicio del Área de Desarrollo Indígena, comenzando en la
confluencia de los ríos Queuco y Biobío, hasta el río Pangue por el sur y el volcán Callaqui por el norte.
La historia de la comunidad esta marcada por un largo proceso de apropiación, el posterior
traspaso de las tierras entre particulares y la recuperación parcial de éstas por los pehuenche, tal como
en toda la zona. Sin embargo los indígenas siempre mantuvieron la tenencia material de ésta por su
presencia histórica en ese territorio. Con la regularización de tierras, perdieron sectores como la ribera
del río Queuco, y las tierras donde actualmente se localiza la villa Ralco.
La tenencia de la tierra es dividida, un grupo posee títulos individuales, mientras una fracción
mantuvo la tenencia comunitaria, tradicional de la cultura pehuenche, lo que ha derivado en conflictos
entre la comunidad, además de dificultades para las familias con títulos comunitarios, a la hora de
acceder a subsidios de vivienda. Las tierras inscritas por particulares en la actualidad en el área de
ocupación ancestral son 10.764 hectáreas, que representan el 58% del territorio demandado por la
comunidad12, de allí las demandas de la comunidad de recuperar esas tierras, que solucionarían el
problema de escasez de territorio, pudiendo alcanzar cada familia mucho más terreno del que ahora
posee, y en general de mejor calidad, pues los colonos y quienes inscribieron legalmente las tierras
antiguamente indígenas, se aseguraron las de mejor calidad.
Por estar ubicada antes de Ralco, posee mejor acceso a servicios, el camino que conecta hasta
la comunidad está asfaltado, circulan varios servicios de locomoción en una y otra dirección en el día y
posee electricidad en la mayoría de las viviendas. Las vías en el interior de la comunidad son de menor
calidad, pero no presentan grandes dificultades pues las nevazones no alcanzan hasta este sector,
excepto en las zonas más altas, lo que los protege de la crudeza del invierno, el agua se extrae de
vertientes o de los ríos Biobío y Queuco. A pesar de encontrarse en su confluencia, existe dificultad para
extraer el agua por lo costoso de los materiales necesarios. Servicios de recolección de basura no
existen, la es quemada o enterrada por cada familia. Existe en la comunidad una posta, pero el acceso es
más expedito hacia el consultorio de Ralco, por lo que los comuneros prefieren asistir allí, además de las
mejores condiciones de las instalaciones y profesionales, además existe una escuela básica.
La ganadería se presenta como la principal actividad productiva de las comunidades, no por esto
pierde su carácter de ser una economía eminentemente de subsistencia, además de constituir la fuente
12 Datos extraídos de la “Propuesta de gestión territorial en el Área de Desarrollo Indígena Alto Biobío”.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
25
de materia prima para la artesanía. Esta actividad se basa en la crianza de vacunos y ganado menor
como: cabras, corderos y chanchos, siendo su destino principal el autoconsumo, y según las necesidades
del momento son vendidos a vecinos, no existiendo una comercialización más formal. El patrón
tradicional de crianza obedece al uso de dos espacios (veranadas e invernadas). Los animales son
trasladados a las veranadas para su alimentación, basada en el “talaje”; y el resto del año se les
mantiene en la invernada donde consumen el forraje acumulado en verano. La crianza de ganado equino
ha adquirido importancia gradualmente, hoy cumple una función básica como medio de transporte.
La agricultura no es muy desarrollada, principalmente por el desgaste de los suelos y su poca
capacidad productiva; la apicultura surge como una nueva alternativa productiva para las comunidades,
también se han comenzado a desarrollar plantaciones de especies exóticas, con el apoyo y asesoría de
la Fundación Pehuén.
Pitril
Es la primera comunidad desde Ralco hacia Butalelbún, por el cajón del Queuco, lo que la hace
más fácilmente accesible. En la actualidad Pitril se extiende desde el Estero Otué por el norte, Estero
Boquiamargo y Río Turbio por el Sur, el río Queuco por el poniente, y las veranadas de Nepún por el
Oriente, conviviendo colonos y pehuenches en sectores apartes.
Poseen una posta y una escuela básica. La basura se elimina quemándola o reciclándola. Existe
teléfono, además de la radio de la posta, que sirve de medio de comunicación. La electricidad llegó hace
un par de meses, tal como en la gran mayoría de las comunidades, y el agua se extrae de vertientes.
Como el resto de las comunidades, también posee actualmente menos del territorio que
tradicionalmente ocupaba, producto de la usurpación de terrenos. Esto ha provocado una falta de terreno
apto para la producción, pues en muy poco espacio deben asentarse las familias, cultivar pequeñas
huertas, mantener los animales, además de las reparticiones que se van generando cuando los hijos
forman sus propias familias, lo que perjudica considerablemente a la población.
Los terrenos están inscritos bajo títulos individuales, así también las veranadas, aunque se hace
un uso general por familia, pues esa es la manera tradicional de subdivisión. El territorio inscrito por
particulares son 5.324 hectáreas, que representan el 33% del área de ocupación ancestral13.
13 Datos extraídos de la “Propuesta de gestión territorial en el Área de Desarrollo Indígena Alto Biobío”.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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La actividad económica esta dada principalmente por la ganadería y agricultura a pequeña
escala, además de algunas aves destinadas al autoconsumo, el excedente se comercializa
informalmente.
Las vías de acceso son de regular calidad, situación que se repite y agrava cada vez más a
medida que se avanza por el cajón del Queuco. La locomoción circula dos veces al día, una de ida hacia
Santa Bárbara y una de regreso, los caminos interiores son regulares y algunos son sólo para personas y
caballos. El cruce de las pocas personas que viven del otro lado del Queuco, se hace a través de un
balsero, contratado para esos efectos.
Cauñicú
Se ubica en la ribera sur del río Queuco, abarcando desde allí, hasta la laguna Cauñicú, en los
sectores más altos. El acceso a la comunidad es de regular calidad, con curvas y pendientes fuertes, a
través del camino que viene desde Ralco y que atraviesa Pitril. Este camino se corta fácilmente en la
temporada invernal por las nevazones y el agua que corre de los cerros.
Las vías dentro de la comunidad no están todas aptas para vehículos, por lo que las personas se
trasladan a pie o caballo. La locomoción es un poco más expedita, por la cercanía con Ralco, lo que hace
posible también el tránsito en vehículos particulares que circulan por el sector.
Cuentan con electricidad y el agua se extrae de vertientes. La eliminación de excretas se hace a
través de pozos negros, o al aire libre, en las veranadas. Esta comunidad tampoco cuenta con sistema de
recolección de basuras.
Existen también aquí conflictos con los colonos, que han utilizado las tierras que tradicionalmente
pertenecían a la comunidad y que fueron usurpadas por particulares. Ello ha generado conflictos por las
piñalerías ubicadas en esas zonas y de las que no pueden hacer uso, además de la escasez de terreno
que está afectándolos, lo que determina bajas en la producción así como falta de terreno para las nuevas
familias, lo que genera que la tradicional baja densidad demográfica se vaya perdiendo y que las familias
se vayan empobreciendo paulatinamente, como consecuencia de ello.
Esta dificultad se mantiene con las veranadas, por lo que algunas familias han debido arrendar
terrenos y otras simplemente han abandonado esta práctica tradicional por las dificultades en el traslado
de los animales y las familias. Las tierras que pertenecen a la comunidad a través del Título de Merced
son 9.280 hectáreas, que representan el 33% del área de ocupación ancestral, según la “Propuesta de
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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gestión territorial en el Área de Desarrollo Indígena Alto Biobío”, por lo que las tierras inscritas por
particulares, son el 67% del territorio reclamado por los pehuenche de esta comunidad.
Las famitas desarrollan una ganadería de subsistencia, con vacunos, caprinos y porcinos, que se
venden al interior de la comunidad y a muy bajo precio, además de la tenencia de caballos que han ido
adquiriendo una vital importancia como medio de transporte y herramienta de trabajo. La agricultura se
refiere principalmente a pequeños huertos, pues la calidad de las tierras sumada a las condiciones
climáticas no permiten más actividad.
En la actualidad ha comenzado un pequeño desarrollo de la actividad turística, pero en
condiciones precarias y sólo en la temporada de verano, lo que no les permite a las familias asegurar los
recursos para el año. La falta de infraestructura adecuada en camping y hosterías es una condición que
se repite en la zona.
Malla Malla
Ubicada a 35 kilómetros de Ralco, en la ribera del río Queuco, limita con la comunidad de Trapa
Trapa por el oriente y con el Fundo Queuco por el poniente.
Posee también conflictos de tierras, dados porque en el Título de Merced se le entregaron los
terrenos que sobraban, pero mantiene títulos comunitarios de propiedad, lo que contribuye a la
mantención de las tradiciones en relación a la tierra y la comunidad y que se utiliza como herramienta de
negociación en la recuperación de tierras. Esta es una de las comunidades más afectadas, pues las
tierras inscritas por particulares, alcanzan a las 33.278 hectáreas, representando el 88% del territorio de
ocupación ancestral14.
El camino de acceso, construido por los mismos comuneros durante la dictadura militar, es de
regular calidad, pues hasta el final de la comunidad es donde se mantiene en mejores condiciones
durante todo el año. El recorrido del bus permite el tránsito de los comuneros hacia las comunidades
ubicadas más en la cordillera y hacia Ralco y las ciudades más grandes. Este servicio es un par de veces
al día y muy lento, por las condiciones del camino y del bus, lo que hace el viaje mucho más largo. Al
interior de la comunidad los traslados se realizan a pie o caballo, por los senderos que conectan los
sectores dentro de la comunidad. El río la divide en dos, pues las viviendas se ubican a ambos lados de
él.
14 Datos extraídos de la “Propuesta de gestión territorial en el Área de Desarrollo Indígena Alto Biobío”.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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La comunidad cuenta con luz eléctrica, pero no agua potable, la que extraen de vertientes
cercanas a través de mangueras. Los baños con de pozo negro y no existe recolección de basura. La
comunidad posee teléfono, lo que acorta algunos trámites. Existen además una escuela y una posta.
Las viviendas mantienen la forma tradicional de construcción, con la cocina con un fogón en el
medio y separada del resto de la casa, pero en la actualidad ya no se utiliza la madera en forma de
canoga, sino que se prefiere el zinc, por su resistencia y bajo precio. Por la tenencia comunitaria de la
tierra, las familias se reparten el terreno de acuerdo a límites definidos colectivamente, llamado ‘boce’,
que está cercado y es donde la familias posee la o las viviendas, un huerto y los animales. La forma de
subdivisión es de acuerdo a los terrenos familiares, de los que las nuevas familias heredan una parte.
Al igual que el resto de las comunidades, el crecimiento demográfico, sumado a la escasez de
terreno, ha hecho que algunas familias deban ser trasladadas a terrenos altos, que quedan aislados en la
época más cruda por el poco uso de los caminos y la nieve, que hace difícil también la vida. A ello hay
que sumar la creciente erosión de la tierra producto de la poca experiencia como agricultores y el
consumo excesivo de árboles para leña, lo que va generando deforestación.
Las invernadas son practicadas por algunas familias, pues hay quienes permanecen toco el año
en la invernada y no poseen ‘puesto’, pequeña construcción que sirve de cobijo en la época de veranada;
otras familias encargan su ganado a quienes pasan todo el verano en las tierras altas.
La economía es de subsistencia, con pequeñas plantaciones de hortalizas y animales menores
además del ganado. El dinero de la venta de alguno de ellos se utiliza en la compra de alimentos no
perecibles para la época de invierno.
Trapa Trapa
Se ubica a 45 kilómetros de Ralco, en un camino que a esta altura yo tiene serias deficiencias,
por el escaso tránsito y la poca mantención, si a ello sumamos la nieve y al agua en el invierno, es fácil
prever que se hace intransitable en algunos trechos, por lo que la población debe recurrir en algunas
oportunidades al caballo o al tránsito a pie, lo mismo ocurre dentro de la comunidad, en que las rutas no
siempre están aptas para los vehículos. El bus transita dos veces al día por la localidad, haciéndose muy
largos los viajes en una u otra dirección.
Junto a Butalelbún, conformaban originalmente una sola comunidad, que se dividió debido a
conflictos tanto internos como externos, que dificultaron la convivencia y los llevaron en 1950 a separarse
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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definitivamente. En la actualidad comparten con ellos tierras de veranadas que Butalelbún recuperó por la
fuerza hace poco tiempo, y cuya tenencia legal, no está aún autorizada, lo que en algunas ocasiones
genera conflicto.
La tenencia legal de la tierra se da a través del Título de Merced entregado a la comunidad,
cuando esta constituía solamente una con Butalelbún, situación que se mantiene hasta hoy, en que
todavía no son divididas legalmente las tierras. Además existen conflictos en relación a las veranadas,
cada vez más escasas en el territorio. Las tierras inscritas por particulares en el territorio ancestral son
24.841 hectáreas, que representan el 63% del total exigido por estas comunidades15.
La comunidad cuenta, junto a Malla Malla, con un importante recurso turístico, las termas de
Nitrao, que constituyen un importante atractivo turístico. Existe allí algún tipo de infraestructura, pero
deficiente, lo que hace que no puedan obtener todos los recursos económicos que se podría derivar de
su administración y explotación turística.
En relación a servicios, cuentan con alumbrado público, pero no agua potable, extraída de
vertientes. Tampoco existe sistema de recolección de basura, ni alcantarillado, por lo que las familias
construyen pozos negros cerca de las viviendas.
Butalelbún
Se ubica a 153km. de Los Ángeles y a 65 kilómetros de distancia de la localidad de
Ralco. La avanzada de Carabineros ubicada en el lugar, marca el límite entre la comunidad de Trapa
Trapa y la de Butalelbún. En los inicios, estas dos comunidades eran una sola, pero las divisiones tanto
externas como internas, los llevaron a separarse en 1950, dejando a Butalelbún ubicada sobre un valle
alrededor de los 850 metros sobre el nivel del mar.
El camino que conecta hasta Ralco es de ripio, angosto y de regular estado, con constante
peligro de derrumbe en toda época del año, y muy dificultoso acceso, siendo necesario usar vehículos
doble tracción en épocas de invierno, ya que en varias partes del cajón río Queuco se cortan los caminos
a raíz de erosiones producida por las lluvias y crecida de las aguas afluentes que caen al río Queuco,
dejando en algunas ocasiones el camino intransitable para vehículos, por lo que los lugareños utilizan el
caballo o el tránsito a pie.
15 Datos extraídos de la “Propuesta de gestión territorial en el Área de Desarrollo Indígena Alto Biobío”.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Existe una locomoción diaria en regular estado que comienza su recorrido desde la comunidad a
las 5:30 de la mañana; el valor del pasaje hasta Santa Bárbara es de $2.300; es común que haga su
recorrido repleta de pasajeros, quedando algunos incluso sin locomoción. El regreso de la locomoción es
a las 16:30 desde Villa Ralco, llegando a la comunidad a eso de las 20:30 hrs, es decir, se necesita
mínimo el día completo para realizar actividades en Los Ángeles o Santa Bárbara.
Constituye una de las comunidades más alejadas del Alto Biobío, ubicándose a escasos
kilómetros del límite con Argentina, por lo que los habitantes de estas zonas realizan frecuentemente
viajes a ese país en busca de mercaderías y comercio en general.
El tránsito dentro de la comunidad se realiza fundamentalmente a caballo o a pie, pues no todos
los senderos son aptos para vehículos motorizados, además de la dificultad que origina el invierno por las
nevazones, al igual que en todo el resto de la zona de Alto Biobío, pero que en esta comunidad se
extrema por la altura en la que se encuentra ubicada.
Los servicios son escasos, la distancia que hay que recorrer es extensa y los medios de
comunicación muy pocos. En la actualidad la comunidad cuenta con luz eléctrica, pero no en todas las
casas, situación que se irá revirtiendo en la medida que las familias lo soliciten; el agua se extrae desde
las vertientes a través de largas mangueras; la recolección de basura no existe, y cada familia se
preocupa de la propia, enterrándola o quemándola.
Las tierras han originado graves conflictos en esta zona. La comunidad hace poco tiempo
recuperó parte de las tierras que habían quedado fuera del Título de Merced, y que tradicionalmente la
ocupaban, junto con Trapa Trapa, como tierras de veranadas, por su mejor calidad para los animales y la
agricultura, esas tierras(Cochico), fueron recuperadas por la fuerza y no se ha legalizado, aunque existen
iniciativas tendientes a eso.
Tal como el resto de las comunidades del cajón del Queuco, Butalelbún ha recibido menos apoyo
y contacto en general con la comunidad occidental, debido a las lejanas tierras en las que habitan, por lo
que han podido mantener mejor las tradiciones y costumbres del pueblo pehuenche. Por el contrario, las
comunidades ubicadas por el cajón del Biobío, se han visto fuertemente influenciadas por la construcción
de la represa Ralco, lo que ha generado importantes lazos de cooperación con la Fundación Pehuén,
creada para intentar apalear las consecuencias negativas de esa construcción y los traslados de ello
derivado, pero con un sentido más bien asistencialista.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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El Avellano
Constituye la primera comunidad desde Ralco a Guallalí, por el cajón del Biobío, a 65 kilómetros
de Santa Bárbara, originalmente pertenecía a Quepuca Ralco, en épocas en que las comunidades eran
mucho menos que ahora, en que las divisiones entre las personas han ocasionado cada vez más
separaciones de comunidades. En ese tiempo las comunidades de Quepuca Ralco, Ralco Lepoy, Guallalí
y El Avellano, formaban una sola agrupación indígena, por lo que el Título de Merced esta a nombre de
un solo cacique. Los conflictos internos, así como las represas y las permutas originadas de ello, han
generado las actuales divisiones, que se acrecientan, dividiéndose algunas de estas comunidades
nuevamente. Actualmente estas tierras se encuentran inscritas por distintos dueños, entre los que se
encuentran privados, la comunidad, CONAF, el Estado y algunas adquiridas por Endesa.
Además de las familias de origen Pehuenche que hoy habitan las tierras de El Avellano, también
se encuentran los campamentos de la empresa contratista BESALCO y obras de construcción de la
Central Ralco. La diferencia entre las comunidades de este cajón y las del Queuco, es que la intervención
de Endesa no ha pasado desapercibida, por la ayuda económica y técnica que ha brindado a las
comunidades afectadas por la represa, así como por la mantención de caminos y la contratación de mano
de obra no calificada y la aculturación que se ha ido produciendo.
Existen aquí aguas termales que constituyen un atractivo turístico significativo. Su administración
y usufructo no está en la comunidad sino en la familia que ocupaba tradicionalmente esas tierras. La
infraestructura en ella es deficiente, existiendo un camping, pero que no cumple con requisitos de
manutención.
Las vías de acceso se mantienen en buenas condiciones todo el año, por la proximidad de Ralco,
y la mantención que Endesa hace de los caminos hasta la altura de la nueva represa Ralco, por el
continuo tránsito de camiones. Cuentan con electricidad, pero no agua potable ni alcantarillado, por lo
que se utilizan pozos negros. No cuentan con escuela, ya que por la cercanía con Ralco los niños acuden
a esa escuela- internado, de la misma manera que ocurre con el consultorio.
Estas comunidades han estado mucho más en contacto con la cultura occidental, por lo que
desarrollan actividades más ligadas al comercio y prestan servicios a Endesa, aunque como mano de
obra no calificada. Además, las viviendas son de zinc, en paredes y techos, dejando completamente de
lado los materiales tradicionales, aunque se sigue manteniendo la cocina como sector separado de los
dormitorios.
Uno de los problemas en la actualidad se da porque la comunidad está vendiendo maderas
extraídas por ellos mismo desde sus bosques, ello sin medir las consecuencias negativas que puede
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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traer como la deforestación y la falta de madera para leña, y sólo considerando el dinero. Esta
transacción es de la comunidad y se hace a través de la directiva, lo que ha generado algunos conflictos
internos.
Quepuca Ralco
Se ubica a 35 kilómetros de Villa Ralco, conectada a través de un camino que se mantiene en
buenas condiciones todo el año, no ocurre lo mismo con los caminos interiores, que no son mantenidos.
Tradicionalmente estas tierras formaban una sola comunidad con Ralco Lepoy, llamada Ralco. Debido a
conflictos ocasionados por la amplitud del territorio, es que decidieron dividirse en dos comunidades,
gobernadas cada una por un cacique.
Son ellas las comunidades más afectada por la inundación de tierras; varias familias debieron se
reasentadas, y el sector de Quepuca Estadio, quedó completamente deshabitado. Las tierras inundadas
por la represa son 348.5 hectáreas, más 100 hectáreas que se ocuparán en tendido eléctrico. Las tierras
fueron hijueladas y los Títulos de Propiedad son individuales, por lo que el nombre de ‘comunidad’ se
mantiene sólo de tradición.
Las actividades productivas son principalmente ganadería y agricultura, pero sólo de
subsistencia, vendiendo el excedente o algunos animales en caso de necesidad a bajo precio, y para la
compra de alimento necesario para el invierno o forraje para los animales. Los animales son
principalmente aves de corral y algunos vacunos, caprinos, ovinos y porcinos, pero en número pequeño.
Las plantaciones tienen que ver con hortalizas y alfalfa para los animales, pero ella se desarrolla en
reducidos espacios, sin mucha preparación de la tierra para cultivos, por lo que las cosechas son también
reducidas.
Las nevadas desde aquí en adelante son más intensas, con el consecuente deterioro que
produce en el camino y en las tierras en general, así como en las viviendas. Las casas cuentan con luz
eléctrica y algunas incluso con televisión satelital, pero no poseen agua potable, la que se extrae de
vertientes. Los baños son de pozo negro y tampoco existe recolección de basuras. Cuentan con una
posta rural y una escuela con internado, que cubre las necesidades de algunas de las comunidades
vecinas también.
Posee tierras de veranadas, pero estas pertenecen actualmente a la Reserva Forestal Ralco, por
lo que el uso está mediado por CONAF y con planes de manejo de bosques.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Un recurso importante en el último tiempo, es la extracción de troncos que quedaron flotando en
la represa Ralco luego de la inundación de esas tierras. Ello lo hace Endesa con camiones y maquinaria,
pero también lo hacen los comuneros de manera más artesanal, con botes a los que amarran los troncos
hasta llegar a la orilla, luego los secan y utilizan como leña o los venden.
Ralco Lepoy
Es una de las comunidades más afectadas por la construcción de la represa, debiendo reasentar
a varias familias, y a otras permutar una parte de sus tierras, trasladándolos a sectores más altos, dentro
de la misma comunidad. Las hectáreas que la represa inundará son 289. Las tierras existentes son de
dominio individual tanto en las invernadas como en las veranadas, lo que va contra la tradición
pehuenche de tierras comunitarias. Los conflictos originados por la construcción de la represa tienen que
ver con que las tierras que se les entregaron, si bien son mayores en cantidad, en proporción de 1x3, la
calidad no va en la misma dirección.
En la actualidad posee conflictos debido a la falta de comunicación entre el Presidente de la
comunidad y el autoproclamado Longko, lo que divide a la comunidad. Este es un problema posible de
ver en varias comunidades, en que el Longko no logra conciliar acuerdos con el Presidente, y las tareas
de cada uno, sobrepasan a la fracción del otro. El gran problema que se traduce de ello es que esos
conflictos no quedan en el ámbito personal, sino que se transmiten al trabajo en la comunidad y por
consecuencia, a su bienestar.
Hasta esta comunidad el camino suele mantenerse en buenas condiciones, no existiendo
grandes dificultades en el invierno, pero si se quiere llegar hasta el otro extremo de la comunidad o a las
siguientes, el peligro es inminente, por lo que se debe utilizar vehículos de doble tracción; este camino es
muy utilizado también por los comuneros porque recorre la comunidad de extremo a extremo, lo que
mejora considerablemente las comunicaciones entre los acaserados. La locomoción, al igual que en todo
el sector, recorre la comunidad dos veces al día, cuentan con electricidad y el agua la extraen de esteros
y vertientes, cuentan además con una escuela con internado, un jardín infantil étnico y un gimnasio. Esta
es una de las comunidades que posee mejor infraestructura en relación a servicios que en otros sectores
son muy difíciles de encontrar. Además en el sector de Chenqueco se desarrolla una feria mensual para
el día de pagos de pensiones, donde viajan personas de distintos lugares de la zona para abastecerse.
También existe un establecimiento Emaza, de abastecimiento de zonas aisladas, y un teléfono en
las mismas instalaciones, el problema se deriva de que en caso de que los dueños del negocio salgan,
los comuneros no pueden acceder a ninguno de esos servicios.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Los Guindos
Tradicionalmente fueron tierras de ocupación indígena, pero estaba bajo el título de propiedad de
un particular, que desarrollaba acciones de hostigamiento y acciones legales con el fin de expulsar a las
familias pehuenche que allí habitaban. En ese momento constituían un solo fundo con Guallalí y El Barco.
Finalmente, CONADI compró esas tierras, quedando en manos de los pehuenche y champurrias que
habitaban tradicionalmente allí.
Esta es una de las comunidades más alejadas pues se encuentra en la otra rivera del Biobío, por
lo que para llegar hay que atravesar una pasarela que permite paso de caballos o personas hasta Ralco
Lepoy, o llegar hasta Guallalí y el Barco, y desde allí devolverse, lo cual constituye una vía mucho menos
transitada por la demora. Además, el invierno es muy crudo con temperaturas mínimas bajo cero y
generalmente se encuentra cubierta de nieve, lo que deteriora las viviendas, y la salud de las personas.
Por ello, y por los bajos costos, es que las viviendas suelen ser de zinc, tendencia que se repite en todas
las comunidades, dejando de lado las tradicionales canogas.
Al igual que el resto de las comunidades no posee sistemas de recolección de basuras ni
eliminación de excretas, por lo que suelen utilizarse los pozos negros. Este sector no posee escuela, por
lo que los niños deben atravesar hasta Ralco Lepoy, lo mismo debe hacerse para tomar la micro, lo que
hace más demorosos los viajes, además de la necesidad de caballos para llegar hasta las casas más
alejadas.
Desarrollan las mismas actividades productivas que en el resto de la zona, relacionadas con la
agricultura y ganadería de subsistencia; la diferencia radica en que es una de las comunidades con
mejores suelos para cultivos por el trabajo que los comuneros hacen, que consiste en dejar descansar y
pastorear animales en un determinado suelo en el que luego se planta, lo que permite abonarla antes de
trabajarla.
Como el resto de las comunidades, desarrolla las veranadas e invernadas. En las primeras
desarrollan la recolección de piñones, mosqueta, digüeñes, cerezas, guindas, nalcas y hongos, además
de la caza de liebres, conejos, codornices y otros animales pequeños. Y en las segundas actividades
relacionadas con la agricultura y la vivienda permanente.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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El Barco
Constituye una de las últimas comunidades junto a Guallalí, por el cajón del Biobío, delimitando
con Argentina y la novena región. Su origen es reciente y se dio a raíz de la permuta de tierras que
realizó Endesa para el llenado de la nueva represa. Los Títulos de Propiedad, así como las
negociaciones se realizaron de manera individual, entregándole a cada familia una porción de terreno en
veranadas e invernadas, además de algunos animales.
La imagen al llegar es distinta de la que se tiene de cualquier otra comunidad, por la estructura
idéntica de las casas, el mismo material, el color, la misma distribución interna, galpones, cocinas,
cercados, etc., algo difícil de encontrar en estas apartadas tierras. Ello se debe a que Endesa entregó
casas prefabricadas, iguales para todas las familias. Poseen cocinas separadas, pero no responden a la
estructura típica de las casas de las zonas rurales ni pehuenche. Debido a ello tuvieron que realizarles
modificaciones, trasladando el acceso al baño desde dentro de la casa hacia fuera. Las familias recibirían
una parte de las tierras para invernadas, con dominio individual, y derecho a uso de las tierras de
veranadas que son comunitarias.
Posee un importante atractivo turístico como es la laguna El Barco, pero que posee deficiencias
en el acceso y los servicios que allí es posible encontrar. Endesa, a través de la Fundación Pehuén, está
asesorando continuamente a estas familias, como perjudicadas directamente por la construcción de la
nueva represa y las permutas de tierras que de ello se derivaron con asesoría técnica y capacitaciones.
Posee luz eléctrica y agua directamente en cada vivienda, de lo que Endesa se encarga, además
de ser la única comunidad que cuenta con fosa séptica, también a cargo de Endesa. Existe una micro
que llega dos veces al día saliendo desde acá a las 7 de la mañana y no regresando hasta la noche. El
camino es de regulares condiciones pero transitable. La nieve cubre completamente las tierras por la
altura en la que se encuentra ubicada, lo que hace más crudo el invierno. Las familias que aquí habitan
antes poseían terrenos en tierras más bajas, por lo que si bien también quedaban cubierta de nieve, no
en las mismas condiciones que ocurre acá. Tampoco existen acá ni escuela ni posta, por lo que los niños
deben trasladarse hasta Ralco Lepoy y para llegar a una posta deben ir hasta Guallalí.
En general estas familias poseen mejores condiciones materiales que el resto de la zona por la
asesoría que realiza Endesa, y las condiciones del traslado, pero ellas no constituyen soluciones de
fondo sino más bien asistencialistas.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Guallalí
Es una de las comunidades más alejadas, a 80 kilómetros de la villa Ralco, su existencia es
antigua y concentra un número importante de colonos y champurrias, a diferencia de las otras
comunidades, en que la mayoría de los habitantes son pehuenche. A partir de las disputas de terreno y
de la regularización de ellos, posee títulos individuales de dominio, con sectores de veranadas e
invernadas, aunque no distribuidos equitativamente entre todas las familias. Tradicionalmente se
desempeñaban como peones en el fundo que cubría estas tierras junto con El Barco y Los Guindos,
ahora constituidos en comunidades independientes.
Las condiciones climáticas se extreman aquí porque la comunidad se ubica en las vegas bajo la
cordillera que separan a Chile de Argentina, por lo que la nieve y el frío son la tónica de gran parte del
año, debido a ello, con los caminos disponibles se puede contar sólo si el tiempo lo permite, porque se
pueden cortar fácilmente, haciendo imposible el tránsito de vehículos. La micro que conecta con Ralco,
sale alrededor de las 6:30m de la mañana es un largo recorrido hasta llegar a su destino, por lo que si se
necesita realizar algún trámite en Santa Bárbara o Los Ángeles, hay que contar con un par de días como
mínimo.
La actividad agrícola se desarrolla de la misma manera que en el resto del territorio, con una
actividad más bien de subsistencia, con huertos y animales, como vacunos y caballos, destinados
principalmente al transporte, además de aves de corral, caprinos, ovinos y porcinos.
En la actualidad cuentan con electricidad, el agua la extraen de las vertientes y los baños son de
pozo negro, poseen un teléfono, además de una escuela. También cuentan, al igual que la gran mayoría
de las comunidades, con una sede social, donde se realizan las capacitaciones que diversos organismo e
instituciones, tanto públicas como privados, entregan, además de las reuniones de la propia comunidad.
Tal como en el resto de las comunidades, es posible encontrar tres tipos de manifestaciones
religiosas: católica, evangélica y la tradicional pehuenche. Ellas coexisten de maneras diversas, donde
cada persona decide, mantenido la religión tradicional, sincretizando la tradicional con la adquirida más
recientemente, o definitivamente abandona la primera para dedicarse completamente a la segunda. Esto
provoca un conflicto pues las comunidades van perdiendo la manera tradicional de relacionarse con la
tierra y los espíritus, y dejando de lado las costumbres tradicionales como los guillatún.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Comunicaciones
Medios de Comunicación Local
En la comuna no existen medios de comunicación que sean elaborados y destinados a la
población de la comuna, ni escritos ni radiales. La comunicación es más bien informal, a través de
recados con familiares o vecinos, lo que se ha transformado en el único medio de comunicación
existente.
Lo más cercano a un medio establecido es una radio que funciona en Santa Bárbara, y que la
población de Alto Biobío utiliza para la difusión de algunos mensajes y recados, pues es la más
escuchada en el lugar, lo que asegura la recepción del mensaje, si no por la persona destinataria, por
algún conocido que pueda retransmitir el mensaje.
Espacios de Intercambio de Información.
Los espacios de intercambio de información son todos informales, dados por encuentros casuales
en lugares como la micro o el paradero, principalmente.
Dada las condiciones geográficas del lugar, el traslado constituye una dificultad, con tiempos muy
largos para llegar de un lugar a otro, lo que constituye un incentivo a conversaciones que se pueden
extender porque no hay nada más que hacer en ese tiempo. Además, como la micro hace sólo un viaje
en el día en cada dirección, en ella es posible encontrar a muchas personas, por lo que las
conversaciones pueden ser variadas, generando acuerdos para tiempos futuros, además de fomentar
lazos de amistad y cooperación.
Situación similar ocurre en los paraderos, en los que las personas se reúnen en espera de la
micro, lo que puede ser un tiempo variable, por lo que la conversación se constituye en un pasatiempo
fundamental.
Otro espacio importante es la CONADI; como a ésta recurren la gran mayoría de los pehuenche a
diversos trámites, por su oficina pasan en un día gran cantidad de personas, por lo que se transforma en
un espacio de encuentro. Además se utiliza como lugar para recados en una u otra dirección, para
amenizar la espera de la micro, o para hacer tiempo una vez terminados los trámites, ya que en general
el tiempo que se debe esperar hasta la salida del próximo bus, es extensa.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Provisión de Servicios de Información
En la comuna son escasos los servicios de información, si bien existen teléfonos, ellos no se
encuentran en todas las localidades, sino en un mínimo de ellas, además son de Telefonía Rural, lo que
implica que los costos son mucho más altos y la calidad inferior.
En general todas las instituciones que trabajan en el lugar cuentan con teléfonos, a pesar de los
altos costos que ello implica, pues se hace indispensable por la lejanía y la dificultad en los traslados.
Anecdóticamente, la empresa Endesa, ubicada más arriba de Ralco, cuenta con telefonía urbana, lo que
convierte en un misterio la imposibilidad de acceder a este servicio, que mejoraría el uso también de
internet, y que permitiría superar en alguna medida las dificultades en las comunicaciones hacia otros
lugares, y disminuiría los costos de particulares, instituciones y ong’s que trabajan en el lugar.
Por otra parte, tampoco existen servicios de internet, por lo costoso y la mala calidad del servicio,
dado que al operar con CTR, se vuelve mucho más lento que internet por cable. Tampoco existen
antenas de teléfonos celulares, por lo que no se puede contar con ellos pasado Santa Bárbara.
En relación a los periódicos, ellos no se pueden conseguir en Ralco, ya que no existen kioscos ni
locales que los ofrezcan. Si se les necesita, se los debe traer desde Santa Bárbara.
El único medio formal de comunicación utilizado por la población es la radio, la lejanía del lugar y
las largas distancias entre un y otro lugar, hacen que la radio sea el medio que permite estar al tanto de
lo que ocurre, tanto a nivel nacional como local, pues existe una emisora en Santa Bárbara, que la gran
mayoría de la población escucha, y que transmite recados o avisos en un programa de la tarde, lo que
constituye una especie de correo entre los comuneros.
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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ANEXOS
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
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Cuadro Nº 01: Distribución de la población por localidad
Cantidad de Habitantes
Localidad Nº % Villa Ralco 695 12,96 El Barco 116 2,163 Guallaly 161 3,003 Cauñicu 650 12,12 Callaqui 637 11,88 Pitril 407 7,59 Malla-Malla 378 7,05 Trapa-Trapa 502 9,362 Butalelbum 555 10,35 El Avellano 85 1,585 Quepuca Ralco 254 4,737 Ralco Lepoy 416 7,758 Los Guindos 135 2,518 Total 5.362 100
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
41
Fuente: Línea Base ADI, 2000.
Cuadro Nº 02: Distribución de la población según etnia declarada por localidad
Pehuenche Mapuche Otra No Indígena No Responde Localidad Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %
Villa Ralco 114 16,4 9 1,29 14 2,01 556 80 2 0,29El Barco 115 99,1 0 0 0 0 0 0 1 0,86Guallaly 114 70,8 0 0 4 2,48 43 26,7 0 0Cauñicu 570 87,7 32 4,92 3 0,46 35 5,38 10 1,54Callaqui 545 85,6 14 2,2 31 4,87 37 5,81 10 1,57Pitril 304 74,7 1 0,25 22 5,41 76 18,7 4 0,98Malla-Malla 336 88,9 1 0,26 0 0 40 10,6 1 0,26Trapa- Trapa 430 85,7 1 0,2 2 0,4 69 13,7 0 0Butalelbum 548 98,7 3 0,54 1 0,18 1 0,18 2 0,36El Avellano 57 67,1 0 0 2 2,35 24 28,2 2 2,35Quepuca Ralco 230 90,6 0 0 1 0,39 17 6,69 6 2,36Ralco Lepoy 374 89,9 0 0 0 0 34 8,17 8 1,92Los Guindos 120 88,9 6 4,44 0 0 9 6,67 0 0
Total 3.861 72 75 1,4 92 1,72 1.288 24 46 0,86
Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 03: Distribución de la población mayor de 6 años según sabe leer y escribir por localidad
Sí No S/I
Localidad Nº % Nº % Nº % Villa Ralco 530 88,2 65 10,8 6 1 El Barco 62 61,4 38 37,6 1 0,99 Guallaly 116 78,9 31 21,1 0 0 Cauñicu 427 74,1 146 25,3 3 0,52 Callaqui 348 64,9 177 33 11 2,05 Pitril 268 76,6 82 23,4 0 0 Malla-Malla 236 70,7 87 26 11 3,29 Trapa-Trapa 279 66 144 34 0 0 Butalelbum 367 74,3 125 25,3 2 0,4 El Avellano 51 68,9 21 28,4 2 2,7 Quepuca Ralco 157 69,8 64 28,4 4 1,78 Ralco Lepoy 271 75,3 80 22,2 9 2,5 Los Guindos 91 74 31 25,2 1 0,81
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
42
Total 3.464 74,1 1.160 24,8 50 1,07 Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 04: Promedio de habitantes por vivienda por localidad
Localidad Nº Villa Ralco 4,3 El Barco 5,5 Guallaly 4,5 Cauñicu 5,5 Callaqui 4,9 Pitril 4,8 Malla-Malla 5 Trapa- Trapa 5,5 Butalelbum 5,2 El Avellano 5,7 Quepuca Ralco 4,7 Ralco Lepoy 5,1 Los Guindos 10,8Total 5.28
Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 05: Distribución de las viviendas según dificultad de acceso por localidad
Accesibilidad a la Vivienda Fácil Regular Difícil S/I Localidad Nº % Nº % Nº % Nº % Villa Ralco 115 71.4 36 22.3 4 2.4 6 3.7 El Barco 6 28.5 14 66.6 1 4.7 0 0 Guallaly 4 11.1 10 27.7 21 58.3 1 2.7 Cauñicu 44 36.9 10 8.4 59 49.5 6 5 Callaqui 73 57.9 29 23 20 15.8 4 3.1 Pitril 13 15.2 16 18.8 52 61.1 4 4.7 Malla-Malla 11 14.4 15 19.7 50 65.7 0 0 Trapa-Trapa 29 31.8 13 14.2 49 53.8 0 0 Butalelbum 33 31.7 30 28.8 37 35.5 4 3.8 El Avellano 12 80 2 13.3 0 0 1 6.6 Quepuca Ralco 18 33.3 15 27.7 20 37 1 1.8 Ralco Lepoy 13 16 43 53 25 30.8 0 0 Los Guindos 0 0 1 3.2 30 96.7 0 0 Total 377 30.8 263 24.1 416 38.1 35 3.2 Fuente: Línea Base ADI, 2000
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
43
Cuadro Nº 06: Distribución de las viviendas según acceso a la ribera del río por localidad
Posee ribera de río Si No S/I Localidad Nº % Nº % Nº % Villa Ralco 11 6.8 142 88.1 8 4.9 El Barco 6 28.5 15 71.4 0 0 Guallaly 10 27.7 24 66.6 2 5.5 Cauñicu 65 54.6 41 34.4 13 10.9 Callaqui 39 30.9 79 62.6 8 6.3 Pitril 40 47 41 48.2 4 4.7 Malla-Malla 17 22.3 57 75 2 2.6 Trapa-Trapa 20 21.9 71 78 0 0 Butalelbum 58 55.7 39 37.5 7 6.7 El Avellano 11 73.3 3 20 1 6.6 Quepuca Ralco 10 18.5 42 77.7 2 3.7 Ralco Lepoy 11 13.5 67 82.7 3 3.7 Los Guindos 5 16.1 25 80.6 1 3.2 Total 362 33.2 666 61 63 5.7
Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 07: Principales problemas como productores
Localidad Falta de acceso a Asistencia
Falta de acceso a créditos
No tiene tierras
cultivables
Falta de espacio
de talajeo
Carencia de
galpones
Los precios
de venta son muy
bajos
No tiene como regar
Elevada mortalidad
de animales
Villa Ralco 0,719 1,29 1,007 1,01 0,86 2,16 0,72 1,44 El Barco 2,586 0 0 3,45 0,86 13,8 0 9,48 Guallaly 0,621 1,24 0,621 0,62 3,11 7,45 0 8,7 Cauñicu 6,154 3,08 4,154 3,54 7,85 1,08 8,92 3,23 Callaqui 1,256 0,63 0,314 1,1 1,57 2,04 1,1 1,26 Pitril 2,211 6,14 11,06 3,44 7,37 6,88 2,46 7,13 Malla-Malla 3,175 3,17 1,323 11,6 8,99 15,6 3,44 16,7 Trapa- Trapa 8,964 1,2 0,598 3,39 8,76 1,2 11,6 3,98 Butalelbum 0,901 1,26 6,847 8,65 6,31 1,44 7,93 4,68 El Avellano 8,235 4,71 3,529 5,88 8,24 8,24 1,18 7,06 Quepuca Ralco 1,969 3,54 3,15 5,91 2,36 7,09 1,57 10,6 Ralco Lepoy 2,644 2,88 5,288 5,29 2,4 11,5 2,88 10,1
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
44
Los Guindos 2,222 1,48 8,889 2,22 2,22 11,9 1,48 11,1 Total 15.2 11.09 21.4 20.0 24.9 26.9 21.5 33.1 Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 08: Distribución de los hogares según practican veranadas por localidad
Veranadas Si, Anualmente A veces No Localidad Nº % Nº % Nº % Villa Ralco 5 3.1 3 1.8 153 95 El Barco 14 66.6 3 14.2 4 19 Guallaly 28 77.7 2 5.5 6 16.6 Cauñicu 70 58.8 0 0 49 41.1 Callaqui 44 34.9 24 19 58 46 Pitril 13 15.2 36 42.3 36 42.3 Malla-Malla 55 72.3 1 1.3 20 26.3 Trapa-Trapa 78 85.7 2 2.1 11 12 Butalelbum 91 87.5 1 0.9 12 11.5 El Avellano 3 20 0 0 12 80 Quepuca Ralco 31 57.4 2 3.7 21 38.8 Ralco Lepoy 58 71.6 0 0 23 28.3 Los Guindos 20 64.5 1 3.2 10 32.2 Total 552 50.6 100 9.17 439 40
Fuente: Línea Base ADI, 2000 Cuadro Nº 09: Lugares utilizados como veranadas
Lugar Nº % Cochico 69 10.5 Las Vegas de Ralco 33 5.06 Kuyuco 20 3.06 Laguna Cauñicú 17 2.6 Las Turbinas 15 2.3 Puritad 14 2.1 Puritad 14 2.1 Laguna Negra 14 2.1 Laguna Negra 14 2.1 Huachulauquén 12 1.8 Traulco-Caquillán 12 1.8
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
45
La Mula 11 1.68 Cheptro 10 1.5 Cajón de Otué 9 1.3
Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 10: Usos de la tierra(%)
Localidad Cultivo Pastoreo Huerta Ganadería Arriendo Crianza animales menores Bosques Otro
Villa Ralco 1.58 1.73 7.91 0.58 0.29 8.06 0.29 0.14El Barco 4.7 80.9 14.2 80.9 0 16.0 0 0 Guallaly 52.7 75 80.5 63.8 5.5 75 0 0 Cauñicu 31.9 32.7 90.7 10.9 0 52.1 0 0 Callaqui 11.9 7.9 68.0 1.6 0 30.9 6.3 0.7 Pitril 5.8 21.1 76.4 23.5 0 70.5 3.5 0 Malla-Malla 77.6 81.5 89.4 5.2 0 93.4 1.3 0 Trapa-Trapa 50.1 51.6 62.6 10.9 0 57.1 1.09 0 Butalelbum 52.8 83.6 61.5 20.1 0 87.5 0 0 El Avellano 13.3 13.3 73.3 6.6 0 53.3 0 0 Quepuca Ralco 48.1 83.3 72.2 57.4 1.8 51.8 1.8 0 Ralco Lepoy 44.4 50.6 60.4 3.7 0 87.6 0 0 Los Guindos 58.0 41.9 58.0 4.9 0 37.0 0 0 Total 33,6 43.5 66,1 16.5 0,64 61.8 2.8 0,27
Fuente: Línea Base ADI, 2000 Cuadro Nº 11: Distribución de la población mayor de 6 años según habla, entiende y escribe Mapudungum
Habla Entiende Escribe Localidad Nº % Nº % Nº % Villa Ralco 25 4,16 28 4,66 2 0,33El Barco 86 85,1 85 84,2 5 4,95Guallaly 10 6,8 7 4,76 2 1,36Cauñicu 458 79,5 502 87,2 152 26,4Callaqui 315 58,8 383 71,5 128 23,9Pitril 246 70,3 254 72,6 38 10,9Malla-Malla 255 76,3 276 82,6 14 4,19Trapa- Trapa 348 82,3 354 83,7 51 12,1Butalelbum 486 98,4 487 98,6 212 42,9El Avellano 5 6,76 28 37,8 0 0
Diagnóstico Participativo Alto Biobío.
46
Quepuca Ralco 84 37,3 104 46,2 29 12,9Ralco Lepoy 239 66,4 263 73,1 23 6,39Los Guindos 9 7,32 13 10,6 1 0,81Total 2.572 55 2.793 59,8 659 14,1Fuente: Línea Base ADI, 2000
Cuadro Nº 12: Distribución de la población mayor de 15 años según participación en ceremonias tradicionales por localidad Participación en ceremonias tradicionales Sí No No RespondeLocalidad Nº % Nº % Nº % Villa Ralco 111 24,6 337 74,6 4 0,88 El Barco 68 95,8 3 4,23 0 0 Guallaly 31 26,1 87 73,1 1 0,84 Cauñicu 333 77,3 97 22,5 1 0,23 Callaqui 327 81,8 73 18,3 0 0 Pitril 153 58,2 104 39,5 6 2,28 Malla-Malla 194 80,5 32 13,3 15 6,22 Trapa-Trapa 81 28,1 202 70,1 5 1,74 Butalelbum 307 88,7 35 10,1 4 1,16 El Avellano 34 56,7 25 41,7 1 1,67 Quepuca Ralco 129 71,7 49 27,2 2 1,11 Ralco Lepoy 192 73,3 61 23,3 9 3,44 Los Guindos 18 19,1 72 76,6 4 4,26 Total 2040 58,7 1380 39,7 55 1,58 Fuente: Línea Base ADI, 2000