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NACIONAL 3Diario de Navarra Jueves, 11 de septiembre de 2014

El desafío independentista

Efe. Barcelona

Societat Civil Catalana (SCC), aso-ciación contraria a la independen-cia, reunió ayer a varios descen-dientes de familias protagonistas de la Guerra de Sucesión, en un ac-to de “reconciliación” junto a la tumba del que fuera conseller en cap de Barcelona en 1714, Rafael Casanova. La Iglesia de San Baldi-ri de Sant Boi de Llobregat (Barce-lona), donde se encuentra empla-zada la tumba de Casanova, fue el escenario para una ofrenda floral a la que SCC quiso dotar de un sim-bolismo distinto, como respuesta a los actos del Tricentenario orga-nizados para la Diada de este año.

Societat Civil reunió así a Lluís Maria Gonzaga de Casanova-Cár-denas y Barón, a Monika de Habs-burgo-Lorena (su esposa) y a Car-les de Veciana i Batlle, descendien-tes respectivamente de Rafael Casanova, del archiduque Carlos y de Pere Antoni Veciana, quien fue-ra primer comandante jefe de los Mossos d’Esquadra.

“Esta ofrenda es un pequeño ac-to a favor de la unidad y la concor-dia. Especialmente necesario en un momento en que desde la Ge-neralitat y otras instituciones se

promueve una celebración que alimenta un relato mítico, román-tico, simplificado, que busca exal-tar y excitar, dividir entre buenos y malos catalanes”, ha explicado el vicepresidente primero de SCC, Joaquim Coll.

En una rueda de prensa tras el acto, Coll lamentó que el relato de los hechos de 1714 desde el Govern “no trata de explicar ni ayudar a comprender la complejidad de nuestra historia, sino de levantar un telón de fondo que justifique el proyecto secesionista”.

Para el historiador, la Guerra de Sucesión fue un conflicto “dinásti-co”, que “al principio fue una gue-rra internacional, de ámbito euro-peo, pero después se convirtió en un cruel conflicto que enfrentó a territorios, ciudades y villas de Es-paña”. Contrario así a las “mani-pulaciones y abusos de la historia”, ha criticado que, a su juicio, “se uti-lice el pasado para justificar el pre-sente” y “cultivar el recuerdo de los vencidos frente a vencedores, de los héroes y patriotas frente a los ‘botiflers’ y traidores”.

Ofrenda “desafortunada” Societat Civil ha querido así, en es-te acto, desplegar el discurso de la “concordia y la reconciliación”, contrario al “carácter belicista” del Tricentenario y la, en su opi-nión, “desafortunada” ofrenda flo-ral que el president, Artur Mas, hi-zo por la tarde en el Fossar de les Moreres, lugar simbólico del inde-pendentismo.

Tras recordar la frase expues-ta en el Fossar con la leyenda de que “aquí no se entierra a ningún traidor”, Coll consideró que “ren-dir homenaje a los muertos de aquella guerra no es rechazable, pero sí lo es el tono excluyente del

Societat Civil Catalana lamenta el relato que ha construido el ‘Govern’ para dividir al pueblo

Mensaje de reconciliación por una Diada que deje atrás “horas trágicas y divisiones civiles”

Actos en Barcelona contra la división en Cataluña

discurso y la celebración”. Ante la manifestación de la Diada que or-ganizará hoy SCC en Tarragona, Coll ha “alentado” a los catalanes a participar en el 11 de septiem-bre, pero “no recordando las ho-ras trágicas y divisiones civiles, sino el espíritu de concordia y re-construcción posterior”.

Acto de Societat Civil. EFE

Algunos de los europarlamentarios españoles concentrados ayer frente al Parlamento de Bruselas. CEDIDA

Bruselas. Efe

Una docena de eurodiputados del PP y UPyD, así como Javier Nart (C’s), que se sumó a título personal, se concentraron ayer frente a la Eurocámara para leer el manifiesto “Yo también soy ca-talán” en defensa de la unidad de España y en contra de la consulta en Cataluña.

En la víspera de la celebración de la Diada del 11 de septiembre, y a propuesta de los eurodiputa-dos de UPyD, los parlamentarios leyeron el manifiesto para mos-trar “solidaridad con los ciuda-danos de Cataluña a los que el in-

Eurodiputados españoles contra la consulta

dependentismo quiere conver-tir en extranjeros en su propia tierra”, señaló la eurodiputada Mayte Pagazartundua. “Si en Ca-taluña se celebra una consulta ilegal sobre el futuro de España, excluyendo a los no catalanes y presionando a los catalanes que no quieren la secesión, el separa-tismo habrá ganado al vulnerar el primer principio democrático: que España es de todos los espa-ñoles”, dice el manifiesto. “El se-paratismo reclama un privilegio antidemocrático: decidir a quién convertirán en extranjero en su propio país. Lo de menos es que quieran dibujar un nuevo mapa”.

Estuvieron también pre-sentes , entre otros,Teresa Ji-ménez Becerril (PP), Fernan-do Maura (UPyD), Pablo Zalba (PP), Pilar Ayuso (PP), y Pilar del Castillo (PP).

● Una docena de parlamentarios de PP, UPyD y Ciudadanos leyeron el manifiesto ‘Yo también soy catalán’, contra el referendo

ANDER AZPIROZ Barcelona

HH AY dos tipos de con-memoraciones, las más celebran una victoria y las menos,

una derrota. La Diada pertenece al segun-

do tipo. La fiesta que cada 11 de septiembre revitaliza el nacio-nalismo catalán rememora la toma de Barcelona por las tro-pas borbónicas en 1714 después de trece meses de asedio y miles de muertos.

Tras morir en 1700 sin here-deros Carlos II, el último de los

La guerra que no fue El 11 de septiembre de 1714 no se libró una guerra entre España y Cataluña, fue un conflicto de sucesión entre Austrias y Borbones; los nacionalistas han deformado los hechos a su conveniencia

Austria, Francia presentó la candidatura para la corona es-pañola de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, el todopoderoso ‘rey Sol’; Gran Bretaña, Países Bajos y los estados de Europa central propusieron al archidu-que Carlos de Austria.

España se dividió y a favor de Felipe V se alinearon Castilla, País Vasco y Navarra; Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca apostaron por el pretendiente de la Casa de Austria.

La lucha de los catalanes fue, pues, por sentar a su rey en el trono de España. El archiduque se había comprometido a respe-

tar la secular autonomía de Ca-taluña, con instituciones pro-pias de Gobierno y capacidad de aprobar leyes propias.

El borbón Felipe V, en cam-bio, encarnaba el centralismo absolutista al estilo del instau-rado por su abuelo en Francia.

Renuncia y capitulación Tras doce años de lucha, en 1713 Carlos de Austria renunció a sus pretensiones a cambio de im-portantes beneficios territoria-les a costa de España plasmados en el tratado de Utrecht.

Las instituciones catalanas,

sin embargo, decidieron prose-guir la guerra en solitario, pero lo hicieron en medio de una gran división interna.

Las tropas de Felipe V deja-ron a Barcelona como el último bastión rebelde. A falta de un ejército profesional, la defensa de la ciudad corrió a cargo de sus moradores, la cuarta parte que los soldados del ejército borbón.

Los comandantes de la defen-sa fueron Antonio de Villarroel y Rafael Casanova, hoy conside-rados por algunos como héroes de la causa independentista.

En la madrugada del 11 de

septiembre se inició el asalto fi-nal. Con la ciudad al límite de su resistencia, el duque de Ber-wick, jefe de las tropas de Felipe V, lanzó un ultimátum. O Barce-lona se rendía o pasaría a todos sus defensores a cuchillo.

Las autoridades de la ciudad optaron por la capitulación y evitaron un baño de sangre.

La victoria de Felipe V trajo aparejadas duras represalias personales y políticas para los derrotados.

Se aprobaron los decretos de Nueva Planta para Cataluña, que conllevaron la supresión de la Generalitat, las Cortes y la prohibición de reclutar milicias populares.

El idioma castellano pasó a ser lengua oficial de la adminis-tración en detrimento del cata-lán, aunque no se llegó a prohi-bir su uso. Todas esas medidas se han esgrimido por los nacio-nalistas como afrentas al pueblo catalán.