Dia72 Miro

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DIALÉCTICA Y RECOPLAMIENTO Si se leen con atención los textos de Marx, de Engels y de la mayoría de los marxistas clásicos, se descubre que en ellos se hace un doble uso de la dia- léctica: el primero es un uso objetivo, o que pretende ser objetivo. Se trata de aplicar la dialéctica para describir, explicar y luego predecir la evolu- ción de la sociedad. El segundo es un uso subjetivo: se utiliza la dialéctica para tener la seguridad de que la marcha de la historia culminará de todas maneras en el advenimiento de una sociedad justa, de una sociedad sin clases en que todos los hombres podrán realizarse plenamente. En los textos de Marx se utiliza la dialéctica con prudencia. Pero se habla con entusiasmo de ella.' En los textos de Engels se habla con un entusiasmo aún mayor y se la aplica de manera tan constante como ingenua.s Si se analizan con cui- dado las aplicaciones de la dialéctica que tienen pretensión científica se ve que los resultados de su aplicación son sumamente criticables.s y que tanto Marx como Engels y sus seguidores han procedido con una gran ingenuidad epistemológica. Esto hace pensar que el entusiasmo que sienten por un mé- todo tan endeble, se debe a una serie de factores emotivos, a valoraciones que, de manera consciente o inconsciente, son fundamentales dentro de todo el sistema conceptual que utilizan. Porque la dialéctica permite justificar con facilidad las metas que quieren realizar adquiere para ellos una dimensión tan desmesurada. Esta doble utilización por razones científicas y por moti- vaciones de valor, ha producido una gran confusión y ha llevado al pensa- miento marxista hacia una serie de dificultades que sólo pueden ser anali- zadas y resueltas con métodos lógicos y epistemológicos más rigurosos que los disponibles en la época. Son estas dificultades las que han despertado la conciencia epistemológica de los marxistas, .largamente dormida, y los han 1 Por ejemplo el famoso párrafo del prólogo de la segunda edición de El capital. También el párrafo de la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, en donde dice que lo grande de la fenomenologíade Hegel y de su resultado final, que es la dialéctica de la negatividad como el principio motor y creador, es que concibe como un proceso la auto- creación del hombre, que considera al hombre como el resultado de su propio trabajo. Ver Marx, Zwr Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie, Dietz Verlag, Berlin, 1953,p. 81. 2 En el Anti-Dühring y en la Dialektik der Natur se encuentran párrafos que de- muestran que Engels considerabala dialéctica como el método supremo del conocimiento, tanto científico como filosófico. Por ejemplo, en el Anti-Diihring, en las pp. 166,167,172, Editions Sociales,Paris, 1950;en la Dialektik der Natur, pp. 53, 59, 60, 113, etc., Dietz Verlag, Berlín, 1959. <1 Sobre la crítica de la dialéctica, véasemás adelante. El lector interesadoen mayores detalles, puede encontrar una exposición sistemática de las limitaciones de la dialéctica como método de conocimiento en Humanismo y revolución, de Francisco Miró Quesada, Casa de la Cultura, Lima, 1969.

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Filosofia, Dialectica

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    Si se leen con atencin los textos de Marx, de Engels y de la mayora de losmarxistas clsicos, se descubre que en ellos se hace un doble uso de la dia-lctica: el primero es un uso objetivo, o que pretende ser objetivo. Se tratade aplicar la dialctica para describir, explicar y luego predecir la evolu-cin de la sociedad. El segundo es un uso subjetivo: se utiliza la dialcticapara tener la seguridad de que la marcha de la historia culminar de todasmaneras en el advenimiento de una sociedad justa, de una sociedad sin clasesen que todos los hombres podrn realizarse plenamente. En los textos deMarx se utiliza la dialctica con prudencia. Pero se habla con entusiasmode ella.' En los textos de Engels se habla con un entusiasmo an mayor yse la aplica de manera tan constante como ingenua.s Si se analizan con cui-dado las aplicaciones de la dialctica que tienen pretensin cientfica se veque los resultados de su aplicacin son sumamente criticables.s y que tantoMarx como Engels y sus seguidores han procedido con una gran ingenuidadepistemolgica. Esto hace pensar que el entusiasmo que sienten por un m-todo tan endeble, se debe a una serie de factores emotivos, a valoracionesque, de manera consciente o inconsciente, son fundamentales dentro de todoel sistema conceptual que utilizan. Porque la dialctica permite justificar confacilidad las metas que quieren realizar adquiere para ellos una dimensintan desmesurada. Esta doble utilizacin por razones cientficas y por moti-vaciones de valor, ha producido una gran confusin y ha llevado al pensa-miento marxista hacia una serie de dificultades que slo pueden ser anali-zadas y resueltas con mtodos lgicos y epistemolgicos ms rigurosos que losdisponibles en la poca. Son estas dificultades las que han despertado laconciencia epistemolgica de los marxistas, .largamente dormida, y los han

    1 Por ejemplo el famoso prrafo del prlogo de la segunda edicin de El capital.Tambin el prrafo de la Crtica de la filosofa del derecho de Hegel, en donde dice quelo grande de la fenomenologade Hegel y de su resultado final, que es la dialctica de lanegatividad como el principio motor y creador, es que concibe como un proceso la auto-creacin del hombre, que considera al hombre como el resultado de su propio trabajo.Ver Marx, Zwr Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie, Dietz Verlag, Berlin, 1953,p. 81.

    2 En el Anti-Dhring y en la Dialektik der Natur se encuentran prrafos que de-muestran que Engels consideraba la dialctica como el mtodo supremo del conocimiento,tanto cientfico como filosfico. Por ejemplo, en el Anti-Diihring, en las pp. 166, 167, 172,Editions Sociales,Paris, 1950; en la Dialektik der Natur, pp. 53, 59, 60, 113, etc., DietzVerlag, Berln, 1959.

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    decidido a tratar de reinterpretar el sistema original bajo la luz de un rigorterico que responda a las exigencias de la poca.

    Son los neomarxistas franceses los que tienen el mrito de haber iniciadoestemovimiento de rigorizacn. Hombres como Althusser, Godelier, Balibar,Seve, Sebag y otros, han emprendido la tarea de una reinterpretacin de ladialctica que permita utilizar este mtodo de manera clara y exacta dentrodel esquema conceptual del marxismo. Los esfuerzos de este grupo estn di-rgidos a eliminar toda aplicacin de la dialctica hecha por motivacionessubjetivas, es decir, por el afn de demostrar que el proceso histrico habrde alcanzar de todas maneras ciertas metas. En caso de que efectivamente,fuera as, el mecanismo que conduce del estado actual de la historia al estadoideal, debe ser claramente sealado de acuerdo con los presupuestos tericosde la reinterpretacin.

    Creemos que estos esfuerzos presentan un gran inters epistemolgico yque vale la pena estudiarlos seriamente, pues, cumplan o no su finalidadltima, a saber: justificar epistemologicamente el mtodo dialctico, estnabriendo una serie de nuevas perspectivas que, adecuadamente exploradas,pueden conducir a la creacin de nuevos mtodos para ab,ordar la descrip-cin, la explicacin y la prediccin de los fenmenos sociales. Se trata ande ensayos diversos, que expresan las diferentes tendencias epistemolgicas desus autores, pero que tienen un rasgo comn: consideran que la respuestaal desafo que la moderna epistemologa hace a la dialctica puede hallarsesi se utiliza como medio de reinterpretacn, el concepto de estructura. Peroun concepto de estructura dinmico, que incluya entre sus notas el carcterdinmico de los sistemas sociales, su proceso de cambio y de transformacinde unos en otros, 'puesto que la dialctica consiste, precisamente, en esto: enel paso de unos estados sociales a otros, segn ciertas normas de contrapo-sicin. El problema fundamental, por eso, que tienen que resolver estosneomarxistas es el de las leyesque rigen el dinamismode las estructurasso-ciales. Y aunque muchos de ellos no lo dicen explcitamente, no cabe lamenor duda de que el principio terico utilizado para lograr una compren-sin de este dinamismo es el concepto de [eed back o, COmo comienza a lla-mrselo en. los textos castellanos, recoplamiero+.5

    4 Gode1ier, uno de los neomarxistas que (rata el problema con ms rigor, cuandose refiere a la manera como las estructurastienen que transformarsecuando su evolucinalcanzaestadoslmites, hace referenciaexplicita a la ciberntica que, como todos sabemos,puede definirse como la ciencia generaldel leed back. Ver Godelier, "Systeme,structure etcontradiction dans Le Capital, en Les Temps Modernes, NQ 246,1966,pp. 857,858.

    5 Adems de "recoplamiento" la expresin "[eed back" se traduce como "retroac-cin". La traduccin "anatrofia" sera exacta. Pero en realidad, ni siquiera "leed back"expresaadecuadamentela idea que se est utilizando. La mejor expresin es la. de "reco-plamiento", porque indica la reciprocidad y no limita la accin recproca a la de unareaccindespusde una accin,comosugierela palabra "leed back". Pero tiene el defectode limitar el conceptoa la pareja (couple). La formulacin ms exacta sera tal vez "ac-cin recproca", pero desgraciadamenteno se utiliza en la literatura cientfica.

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    En un artculo de revista es imposible hacer una revisin exhaustiva delos numerosos trabajos que tratan de reinterpretar la dialctica utilizando elconcepto de estructura," Debemos limitarnos por eso a describir y criticarde la manera ms breve posible, las interpretaciones que, segn nuestra opi-nin, son las ms importantes: las de Althusser y de Codelier.t Pero antesde analizar el significado epistemolgico de estas reinterpretaciones y de susconsecuencias para el marxismo, para la sistematizacin de las ciencias socia-les y para las ideologas polticas, es conveniente recordar, aunque sea demodo resumido, las objeciones que, desde el punto de vista de la lgica yde la epistemologa moderna, se pueden' hacer a la dialctica.

    La dialctica es a la vez un mtodo de conocimiento y una concepcindel mundo. La realidad, tanto natural cama humana y social obedece a cier-tos principios, llamados dialcticos, que rigen la totalidad de sus dinamismos.Incluso el pensamiento que es una actividad del hombre, obedece a estosmismos principios. Porque el pensamiento, como todo proceso de la realidad,se desenvuelve dialcticamente, tiene el mtodo' dialctico un valor cognos-citivo. Porque la razn es tambin dialctica, el sujeto cognoscente puededarse cuenta de la estructura dialctica del mundo.

    Veamos rpidamente las dificultades que origina esta concepcin. Enprimer lugar como mtodo. Lo primero que se observa es que en

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    si se aceptaba la existencia de partculas atmicas con cargas elctricas con-trarias a las de las partculas atmicas conocidas. La prediccin de la ant-materia se hizo pues, exactamente de la misma manera como se hacen todaslas predicciones cientficas: utilizando los mtodos de la matemtica y de lalgica formal. Y el valor cognoscitivo de la prediccin se estableci graciasa las verificaciones que permita realizar. La prediccin de Dirac ha sidoverificada varias veces y su grado de confirmacin aumenta cada da.

    Todos recordamos los ingenuos ejemplos que da Engels sobre la aplica-cin del mtodo dialctico a la biologa. Recordamos sus argumentos sobreel grano de cebada y la reproduccin de las mariposas. Todo lo que se hadescubierto en biologa mediante la dialctica se reduce a eso, pues nadieha descubierto nada ms.s

    En el reciente libro de Monod, Le Hasard et la Necessit, se hace un ce-ido anlisis de la manera como funciona el mecanismo del cdigo gen-tico. Y se muestra de manera rigurosa que no puede tratarse de un procesodialctico. Todo el proceso se funda en leyes qumicas expresables medianteproposiciones universales de corte clsico (que en ltimo trmino se redu-cen a proposiciones estocsticas) y utiliza para su determinacin terica losprincipios de la lgica formal. Monod muestra cmo la dialctica no tienenada que ver con estos procesos biolgicos que son el fundamento de to-dos los dems.?

    En cuanto al aspecto histrico, sociolgico y econmico, basta recordarla imposibilidad de explicar la proliferacin de las clases en la nueva socie-dad capitalista, el incumplimiento de la prediccin de Engels y Marx de queel sistema capitalista terminar debido a la presin de las masas pauperizadashasta lmites insoportables como consecuencia de la propia ley de funciona-miento del sistema, la terminacin de las crisis peridicas, la unin de lospases capitalistas en lugar de enfrentarse en una guerra inevitable, el anta-gonismo de los pases socialistas (que segn Lenin deben concordar entodos sus fines). La respuesta de los tericos de la dialctica a la objecinde que el proletariado de los pases capitalistas, en lugar de empobrecersecada vez ms, est ascendiendo a la condicin de propietario es que ello sedebe al imperialismo que explota a los pases marginales y que el enriqueci-miento del proletariado de los pases industrializados se ha hecho a expensasdel proletariado de los pases coloniales. Pero tericamente se demuestraque, en la actualidad, los pases avanzados pueden pagar precios justos a lospases atrasados sin que el sistema capitalista se derrumbe. Es cierto quedebido a una serie de factores esto an no sucede (aunque tal vez no est

    8 Los pretendidos descubrimientosde Lyssenko nunca han sido tomadosen serio y hoyda no son aceptadosni siquiera por los cientficos soviticos. Sobre Lyssenko ver el mag-nfico libro de Julian Huxley, La Gntique souietique et la Science mondiale, LibrairieSteck, Paris, 1950.

    9 Sobre este punto ver Monod, Le Hasard et la Necessit, Hachette, Pars, 1969.

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    lejano el da en que suceda). Pero lo que interesa es el hecho de que lospases capitalistas avanzados no necesitan explotar a los atrasados para po-der subsistir como tales. En resumen, aunque algunas de las prediccionesmarxistas se han cumplido, por ejemplo, la tendencia a la formacin de cor-poraciones econmicas cada vez.ms grandes, la mayora no se ha cumplido.En consecuencia la teora, cuyo fundamento es la dialctica, no se ha ve-rificado.

    En cuanto a los descubrimientos lgicos o matemticos la situacin esms desastrosa todava. Fuera de asegurar que toda tesis engendra su ant-tesis y que la sntesis es la unin de las primeras, unin que consiste en ar-monizarlas superndolas, o que toda afirmacin engendra su negacin yque esta negacin engendra, a su vez, otra negacin que es una afirma-cin que implica a las anteriores desde un punto de vista ms amplio, o deque la cantidad se transforma en cualidad, no se encuentra nada de elabo-rado ni de preciso con relacin a la dialctica. Los ejemplos que da Engelssobre lgebra y anlisis para mostrar que el razonamiento matemtico esdialctico no slo son falsos sino increbles. Llega hasta a confundir el sm-bolo matemtico con el objeto matemtico y a afirmar que 10 'espar e impar,porque 10 en el lenguaje pentdico, significa 5 y 5 es impar.tv

    Bastan las anteriores consideraciones para mostrar que confrontados conlos aportes de la lgica y la epistemologa modernas, los principios de la filo-sofa dialctica son insostenibles. En forma vaga no cabe duda de que todocambia, todo evoluciona. Incluso hasta los principios de la propia raznhan experimentado cambios en el decurso de la historia. Ya es un lugarcomn en la literatura epistemolgica actual que el principio del terceroexcluido no presenta la misma necesidad y universalidad que el principiode no contradiccin y que hay diversos tipos de lgica que prescinden de ly que, sin embargo, pueden ser utilizados de manera eficaz. Pero esta evo-lucin de la razn no puede describirse dialcticamente, pues no puede serconcebida como mi proceso de sntesis de afirmaciones y negaciones an-teriores.

    Es tambin un lugar comn que en las teoras matemticas ms profun-das, como la teora de los conjuntos, se han producido contradicciones oparadojas. Pero la solucin de estas contradicciones es completamente dis-tinta de lo que podra esperar un dialctico. Por ejemplo: la paradoja delos nmeros cardinales no ha sido resuelta en el sentido de tina sntesis supe-rior de los dos contrarios, sino en favor de uno de ellos. Segn esta paradojadescubierta por Cantor no hay ningn nmero cardinal mayor que todos, yhay un nmero cardinal mayor que todos los dems. La paradoja se resuelveeliminado la segunda alternativa. Se llega as a la conclusin de que no hayningn nmero cardinal mayor que todos los dems. Lo mismo sucede con

    10 EngeIs, Dialektik der Natur, ed. cit., p. 270.

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    la paradoja de Burali Forti y con todas las dems paradojas lgicas, inclusocon las que tienen estructuras diferentes como la de Mirimanoff.

    No hay pues salida. Si se analizan con rigor las diversas versiones de ladialctica hechas por los clsicos e incluso por los modernos (por ejemplo,la versin de Sartre), se llega de manera inevitable a la conclusin de que lafilosofa dialctica es un tipo de filosofa de corte literario totalmente in-compatible con las exigencias de rigor de la moderna filosofa del conoci-miento. ste es un hecho muy grave para los marxistas ortodoxos, que con-sideran que la dialctica es parte esencial, constitutiva del marxismo. Puessi la dialctica es constitutiva del marxismo, quiere decir que si es falsa, elmarxismo se derrumba sobre su propia base. Hay, por eso, que salvar la dia-lctica.:n

    Los neomarxistas franceses son los que estn intentando esta accin desalvataje que permita utilizar la dialctica sin poner en peligro de muerteepistemolgica al marxismo. Pensadores como los ya mencionados estn tra-tanto de "salvar" la dialctica, transformndola de una concepcin vagaen una concepcin precisa, que resista la Crtica lgica y epistemolgica yque pueda aplicarse de manera eficaz para lograr la comprensin profundade los fenmenos histricos y eoonmicos.P

    En lo que sigue, como ya anticipamos, nos limitaremos a las tesis coin-cidentes de Althusser y Godelier. En lo esencial ambos coinciden en hacer unainterpretacin utilizando el concepto de estructura de la dialctica. En estesentido ambos estn de acuerdo en afirmar que la dialctica de Marx nocoincide formalmente con la de Hegel y que no puede, por eso, compren-derse pensando simplemente que se trata de la misma dialctica vuelta delrevs. La dialctica concebida por Marx no es un proceso que se desenvuelva

    II En nuestroconcepto,es falso creer que sin la dialctica el marxismo no puedeman-tenerse.Prueba plena de lo que decimoses que en la segundaetapa de su vida filosfica,cuandoMarx escribela Ideologa alemana, La miseria de la filosofa y La sagrada familia, hadejadola dialctica. No slo no la utiliza, sino que la critica y hasta se burla de ella. Ysin embargo,su pensamientoempalma perfectamentecon lo esencial de su sistema y escompletamenterevolucionario. Otro argumentono menosconvincentees que si se elimi-nan de El capital todoslos argumentosdialcticosno se pierde absolutamentenada. Todaslas tesisde El capital y, en general,de cualquier trabajo de Marx, se pueden desarrollarperfectamente sin utilizar para nada la dialctica, y quedan exactamenteiguales.

    12 Adems del grupo francs,debe citarse el grupo polaco, que es muy importanteporque est explorando la posibilidad de formalizar matemticamentela dialctica. Ensa-yos como los de ]askowski,Ssko (lgica diacrnica),Rogowski (aplicacin de lgicas mo-dales a la formalizacindel procesodialctico),Nowinski (aplicacin de la dialctica a labiologa),tratan de rigorizar el concepto de dialctica, explicitando por completo (forma-lizando) las diversasetapasdel procesodialctico. Pero estasteoras se quedan en l planolgicoy formal (menostal vez las de Nownsk que se limitan a la biologa). No son apli-cadas,como las concepcionesde los franceses,al anlisis de los procesoseconmicose his-tricos. Por eso las dejamosde lado en la presenteexposicin, no sin observar que nosparecende gran inters y que en el futuro pueden culminar en desarrollos de gran fe-ru~hl~ .

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    de la manera como lo pens Hegel, cuyo contenido es la materia en lugar deser la idea. Segn Althusser, para Hegel el proceso dialctico tiene un sentidoimpuesto por una finalidad que, aunque es intrnseca al propio proceso, esdiferente y superior a la relacin estructural "de sus elementos. Pero estoes falso, porque el proceso dialctico no es precisamente sino la relacin fun-cional entre todos los elementos de la estructura, sin que haya nada internoo externo que lo oriente fuera de esta relacin. En cuanto a Godelier, elproceso dialctico segn Hegel es simple y se desarrolla de manera intrnse-ca, lo que constituye una visin demasiado simplista. El proceso dialcticotiene dos aspectos: uno intrnseco y otro extrnseco, que se forma por la con-traposicin de dos estructuras dialcticas diferentes. Y es esta contraposicinde dos procesos lo que origina el poder de transformacin del proceso dialc-tico general que culmina con el cambio de todo el sistema.ts

    Tanto Althusser como Godelier abundan en el detalle y hacen brillantesanlisis de la manera como se desarrollan los diversos procesos dialcticos.Pero en esencia proponen una sola tesis: el proceso dialctico es un procesoestructural. O sea, es un dinamismo q'ue se realiza mediante las relacionesreciprocas de todos sus elementos. Estas relaciones se establecen de acuerdoCOn determinadas pautas y son estas mismas pautas las que imponen a lasestructuras direcciones evolutivas de manera que, cumplidas ciertas condicio-nes, llamadas lmites, las estructuras experimentan transformaciones sbitasy profundas. De esta manera se produce una sucesin de estructuras. La his-toria es esta sucesin de estructuras que se determinan unas a otras de acuer-do con las pautas que establecen las relaciones recprocas entre sus elemen-tos. Se trata de un proceso gigantesco, puesto que contiene l>totalidad delas actividades humanas a travs del tiempo.

    Las estructuras que constituyen las diversas etapas de la historia son lasestructuras globales, las que abarcan la totalidad de lo hecho por el hombre.Estas estructuras globales que contienen los fenmenos econmicos, polticos,artsticos, cientficos, religiosos, jurdicos, etc., son los sistemas. Los sistemasestn as formados por las estructuras dentro de las que se organizan las di-versas clases de fenmenos, es decir, por las estructuras socioeoonmicas, po-lticas, institucionales, culturales, etc. Las estructuras son los elementos quese relacionan recprocamente dentro de los sistemas. Las estructuras estnformadas por subestructuras que son sus elementos, que se relacionan red-

    J.3 No debe creerse que Godelier considera que el dinamismo del sistema social esimpuesto por algn factor extrnsecoo "trascendente"al sistema,como sucedeen la dia-lctica hegeliana. Godelier coincideplenamentecon Althusser en la conviccin de que todala dinmica social no es sino el resultadode la accin recproca entre los elementossim-ples y compuestosdel sistema. El hecho de que un procesoincida desde fuera sobre otro,se produce dentro del sistemageneral. En relacin a este sistema todas las influencias einterinfluencias son intrnsecas: Pero dentro de l, pueden haber influencias extrnsecasde un subsistemasobre otro u otros.

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    procamente de acuerdo con ciertas pautas (que son diferentes de las pautasque rigen la relacin recproca de las estructuras). Las subestructuras estnformadas por grupos y subgrupos, que pueden ser clases (o simplemente aso-ciaciones para realizar fines preestablecidos), y los grupos y subgrupos estnintegrados por individuos. Los grupos y subgrupos se relacionan recproca-mente entre s, y asimismo los individuos que los integran. Adems, comosucede en todo dinamismo estructural, las relaciones no son simplementehorizontales, son tambin piramidales. Un elemento de una subestructurapuede relacionarse recprocamente con una o varias estructuras. En general,un elemento cualquiera de un determinado nivel, puede relacionarse conelementos de niveles superiores o inferiores. Es este enjambre pavoroso' derelaciones recprocas, realizadas siempre de acuerdo con pautas .determina-das, lo que hace que los sistemas se vayan transformando dentro de ciertoslmites de recognoscibilidad, hasta que, cuando el proceso de transformacinpasa de estos lmites, se produce el paso de un tipo de sistema a otro tipo.Este paso que, en general, es brusco e inevitable (una vez alcanzados loslmites) es lo que constituye las revoluciones sociales y la sucesin de los sis-temas histricos. La historia se concibe, as, como un proceso racionalmenteanalizable. Su dinamismo se funda en una serie de relaciones recprocas decomplejidad fabulosa, pero, en principio, conceptualmente aprehensibles, Sise logran determinar las pautas que rigen las relaciones recprocas de los ele-mentos de cada estructura en cada nivel correspondiente y de todos loselementos posibles de todos .los niveles entre s, entonces la historia se nosaparece como un movimiento vectorial, como el producto de una gigantescacomposicin de fuerzas, como un proceso descriptible, explicable y prede-'cble.t+

    Marx tuvo el mrito, segn los neomarxistas, de ser el primero en con-cebrTa historia como una dinmica estructural. Sus concepciones fuerontan profundas y avanzadas para la poca que no fueron bien comprendidas.l mismo, debido a la carencia de medios conceptuales, tuvo dificultad paraexpresar adecuadamente sus teoras. Pero ahora, la existencia de condicioneshistricas favorables, la existencia de medios analticos adecuados, permitenalcanzar una formulacin exacta. El problema epistemolgico de la dialc-tica queda as aclarado. La dialctica es no slo una teora aceptable, sino

    14 Althusser desarrolla estas tesis en Para lee!' El capital y la revolucin terica deMarx (hay edicin castellanade ambas obras en Siglo XXI); Godelier expone sus puntosde vista en el artculo ya citadode Les Temps Modernes y en Racionalidad e irracionalidaden la economa (edicin castellanaen Siglo XXI). Debido a que cada autor utiliza su pro-pio lenguaje (sobretodo Althusser que emplea giros muy personalesy a veces innecesaria-mente barrocos), las tesis que hemos expuesto adquieren, en las obras citadas, maticesparticulares, cuyo anlisis riguroso exigira un largo espacio. Pero en esencia lo que dicenes lo que acabamosde exponer. Lo que constituye su originalidad y su aporte al sanea-miento epistemolgicodel marxismo es la utilizacin de los conceptosde estructura y derelacin recproca para explicar los dinamismos socialese histricos.

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    la nica concepcin terica que permite describir, explicar y predecir losfenmenos humanos y sociales. La dialctica es lo nico que permite com-prender la historia. La dialctica de Marx es una extraordinaria teora dela historiar

    En principio este planteamiento nos parece correcto. Ms an, consi-deramos que es un gran mrito de los neomarxistas franceses haber hechofrente al desafo de la epistemologa contempornea y haber tratado de ri-gorizar los planteamientos del marxismo clsico. Es indudable que, graciasa esteesfuerzo,el marxismo se est'poniendo al da y se le puede considerar ala altura de los tiempos. Si la dialctica, tal como la entiende Marx, es enrealidad un intento de explicar la marcha de la historia como el resultadode un sistema de acciones recprocas entre individuos, grupos e instituciones,como una dinmica de las estructuras sociales producida por el mero juegode los elementos estructurales simples y compuestos, si, en una palabra, ladialstica no essino el proceso de un gigantescosistema de recoplamiento, en-olances lodos tenemosque ser dialcticos.

    Pero esto nos obliga a preguntarnos si lo que han hecho Althusser, Go-delier y los que coinciden con ellos no significa, en realidad, ms que unapuesta al da de la dialctica, un rechazo llano y simple de esta concepcinde filosofa literaria del siglo XIX, y su remplazo por una categora epistemo-lgica completamente distinta. Porque si meditamos (aunque sea'ligeramen-te) sobre lo que Hegel entiende por dialctica, y sobre los ejemplos que delproceso dialctico dan Engels, Lenin y todos los marxistas clsicos, hastallegar a Mao-Ts tung, tenemos que aceptar la conclusin de que nada tienenque ver con la moderna teora del recoplamiento.

    Es cierto que tanto Hegel como los marxistas clsicos crean que todo esttrabado en el universo, y que todos los elementos se influyen recprocamenteentre s y con el todo. Pero Kant tambin crea lo mismo, y muchos ato-mistas antes que l. Y, como siempre, quien expres con mayor vigor y brilloesta idea de la universal conexin de todos los elementos del universo, fueLeibniz. Es cierto tambin que algunos marxistas han insistido con claridady vigor en el desarrollo objetivo de la dialctica, en el sentido de que elproceso histrico no depende de la realizacin de valores, de metas ideales,de planes trascendentes,sino que es un mer producto de factores reales, elresultado de una inmensa composicin de fuerzas que actan entre s deacuerdo con las leyes de la negacin y de la negacin de la negacin. Perono hay ningn marxista que se haya atrevido a pensar, por ejemplo, queeste dinamismo de fuerzas pueda conducir a la sociedad a una forma dife-rente de la predicha por Marx y Engels. En medio de todo esteproceso obje-tivo ha latido siempre el concepto hegeliano del fin que trasciende y orientatodo el proceso: la sociedad justa, la sociedad sin clases en que los hombres

    15 Tesis central de Althusser.

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    podrn vivir de acuerdo a sus necesidades. Adems, ninguno de ellos se haplanteado lo que significa el desarrollo de un proceso de puro recoplamin-to, cuyos resultados dependen de las leyes puramente intrnsecas de las rela-ciones de accin recproca. Ni siquiera los neomarxistas. Veamos un pococules son las consecuencias de este nuevo planteamiento.

    Lo primero que observamos es que no conviene llamar "proceso dialc-tico" a un proceso de recoplamiento, porque este proceso puede siempre, enprincipio, formalizarse, mientras que los procesos dialcticos, por definicin,son informalizables. Si el proceso de recoplamiento, debido al nmero deelementos que intervienen en el proceso y al nmero de relaciones recprocasque lo integran, es.demasiado complicado, entonces, en la prctica, puedeser difcil o Imposible formalizarlo. Pero se trata slo de limitaciones tcni-cas. Con ua tcnica suficientemente refinada, en teora siempre es posibleformalizar un proceso de recoplamiento, por la sencilla razn de que las rela-ciones de recoplarniento se reducen a conexiones entre elementos cuya in-fluencia recproca se puede sealar relacionando variables. O sea, los ele-mentos en la relacin son cualesquiera, lo nico que interesa es que serelacionen de talo cual manera, como se relacionan las variables matemti-cas dentro de las frmulas. Si no puede hacerse esto, entonces no se tratade recoplamiento. Y es, precisamente, porque se puede hacer, por lo que elrecoplamiento es un concepto til, que se puede aplicar de manera matem-tica a diversos modelos y que se puede manejar corno teora cientfica.

    Pero segn las concepciones hegelianas, este tipo de relaciones son super-ficiales y puramente abstractas. Lo que interesa es determinar la maneracomo un elemento influye sobre otro y viceversa, de acuerdo con el conte-nido de sus respectivos conceptos. O sea, se trata de utilizar las significacio-nes para determinar Jos procesos de conexin. Y aqu caemos en un mar dedificultades insuperables producidas por la vaguedad de las significacionesde los trminos utilizados en la teora dialctica. No se trata de ningunalI].anerade determinar la verdad de proposiciones partiendo de las significa-ciones de los trminos, COsa que slo puede hacerse cuando determinadassignificaciones conectivas estn fijadas operativamente, como en el caso de lalgica. Si as fuera, los conceptos no corresponderan a hechos reales y, ade-ms, las verdades obtenidas seran analticas, lo que es 'exactamente contrarioa 10 que pretende Hegel. Se trata de utilizar una significacin, por ejem-plo, la de "bello espritu", para pasar a un nuevo estado que la niega y a lavez la supera y que se expresa en la significacin de la "comprensin huma-na y del perdn". Cuando se entra en este terreno y se pretende que sloas se logra el verdadero conocimiento de la realidad, se cae en el abismo sinfondo de la arbitrariedad interpretativa de la cual no se puede ya salir.16

    1.6 Esto no significa que neguemosel genio de Hegel. Las afirmaciones que hace alanalizar las significaciones de los conceptos que emplea son a veces extraordinarias. Slo

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    Cuando se trata de recoplamento, las derivaciones deben ser formales,pues de otra manera, si son basadas en las significaciones, no hay ya reglasque permitan deducir unos pasos de otros y perdemos todo lo que hemosganado al utilizar la nocin de [eed back. En otras palabras, si la maneracomo influye un elemento en otro y este otro en el primero depende de lasignificacin extralgica de los trminos que expresan dichos elementos, nohay manera de saber cmo se va a pasar del uno al otro y viceversa. Enprimer lugar porque las significaciones, salvo que sean matemticas o lgi-cas, son siempre vagas y no hay manera de ponerse totalmente de acuerdosobre ellas. En segundo lugar porque si se descubren reglas que permitanpasar de unas significaciones a otras, entonces, estas reglas se aplican a di-versos conjuntos de significaciones y son reglas formales. Y si es aS, la deduc-cin no depende ya de las significaciones, sino de "la forma como stas serelacionan dentro de una estructura simblica y nos reinstalamos de nuevoen el campo de la lgica formal.

    Para aplicar, pues, la idea.de recoplamiento a la historia, es necesarioutilizar una teora formal o formalizable. Y para que esta teora pueda exis-tir es necesario que comprenda la lgica formal, pues de otra manera nopuede considerarse como una teora. Es necesario partir de ciertos axiomasextralgicos que enuncien las pautas generales de las maneras cmo se rela-cionan recprocamente los elementos que van a conformar las estructuras,cmo se relacionan las estructuras cuando son elementos de otras estructuras, yde las relaciones entre elementos, estructuras y el sistema final, es decir, laestructura ms amplia, que contiene a todas las dems como sus elemen-tos. Adems de estos axiomas, debe utilizarse una lgica formal suficiente-mente poderosa para poder deducir consecuencias importantes respecto de lastransformaciones de las estructuras parciales y de la estructura total. Estasdeducciones deben ser, adems, verificables de manera directa o indirectaen relacin a fenmenos histricos y deben establecerse claramente las pau-tas y condiciones de esta verificacin. Todo esto es, por cierto, muy inte-resante y, como proyecto, lo aprobamos plenamente. Pero nos parece queno tiene nada que ver con la dialctica.

    Algunos pueden pensar que con la lgica formal moderna es imposiblederivar todas las consecuencias que se necesitan. La nica manera de podersistematizar los complejos fenmenos "dialcticos" (de recoplamiento) esutilizando una lgica ms poderosa, una lgica que vaya cambiando tambin,conforme va cambiando la realidad y que establezca una relacin e influen-cia recproca entre los contenidos y las formas.t" Esto puede ser correcto.Pero presupone de todas maneras una lgica formal fija como fundamento

    que el mtodo que utiliza no es cientfico y no es precisamente lo que modernamenteseconcibe como un anlisis de procesosde recoplamento.

    :17 Algo as como la lgica diacrnica que est intentando hacer Susko.

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    de todo el proceso derivativo. Porque las relaciones entre los contenidos ylas formas deben poderse determinar de manera formal, es decir, mediantereglas fijas, y stas deben poder utilizarse para deducir aquellas relacionesmediante procedimientos lgicOS.l8

    La consecuencia de todo 10 que antecede es clara. Si la historia se ex-plica como un proceso gigantesco de recoplamiento en el que se establecenreglas de influencia recproca entre los elementos dentro de una estructura, yesto para cada una de las estructuras del sistema, y luego reglas de influenciaentre las estructuras que son miembros de un subsistema y esto para cadasubsistema, y por ltimo reglas de influencia recproca entre todos los sub-sistemas que integran el sistema, entonces la lgica que debe utilizarse paraanalizar el funcionamiento total del sistema, para explicar sus manifesta-ciones y predecir sus desarrollos es simple y llanamente la lgica formal. Lalgica formal es la lgica matemtica corriente, digamos la lgica funcionalde primer orden y, tal vez a lo ms, de algunos rdenes superiores. Porqueen el caso en que se logre construir matemticamente un sistema de reoopla-miento tan prodigioso, se tratara de una teora que debera contener detodas maneras una teora de primer orden. Sera cmodo que contuviera,adems, teoras de rdenes superiores. Pero, en principio, bastara una teorade primer orden, puesto que en la teora clsica de 'los conjuntos se puedeutilizar exclusivamente una lgica de primer orden. Y como nuestro sistemade recoplamiento slo contendra conjuntos finitos, la reduccin de rdenes,en su caso, sera ms fcil que en relacin a la teora de los conjuntos trans-finitos. En una palabra se tratara de una teora de recoplamiento que, desdeun punto de vista terico, es una teora matemtica convenientemente inter-pretada. Debe, por eso, tener todos los elementos de este tipo de teora.Debe tener axiomas, trminos primitivos y reglas de formacin. Y natural-mente reglas de derivacin que son las reglas de la lgica de los predicados,lgica que en la prctica es cmodo que contenga varias rdenes, pero que,en principio, puede siempre reducirse a una lgica de primer orden. .

    Veamos ahora las posibilidades de construir tal teora y" en caso de queellas pudieran realizarse, las consecuencias para el marxismo. Basta teneruna informacin elemental en matemticas para saber que hasta el presenteno existe una teora completa del recoplamiento. Hay varios intentos de des-arrollo sistemtico, Apostel ha explorado la posibilidad de utilizar la teorade las relaciones inversas y tambin la teora de las funciones recursivas com-puestas.P Pero, por lo menos hasta donde llega nuestra informacin, sus

    18 La influencia del contenido sobre la forma slo puede establecersede manera for-mal. Es decir, slo una realidad que tenga determinada forma puede influir de maneraprecisasobre las formas lgicas derivativas. Si no es as, caemosnuevamenteen la influen-cia directa de las significacionessobre las formas lgicas, lo que es vago y carecede reglasfijas.

    19 Apostel, "Logique et cyberntique", en Les Eludes Philosophiques, 2, 1961.

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    resultados son slo parciales, apenas un primer esbozo. La teora de los grafesofrece perspectivas ms amplias. Ya ha sido utilizada para formalizar fenme-nos de recoplamiento en los dinamismos econmicos y lingsticos.20 Muchosdesarrollos de la ciberntica moderna utilizan la teora del recoplamientoreferida a casos particulares y se ha logrado formalizar aspectos interesantesde los fenmenos de aprendizaje, de los dinamismos teleonmicos de los orga-nismos, de la mecnica de los precios y de otros grupos de fenmenos.2122

    Aunque los progresos efectuados son notables, son slo parciales. Y cree-mos que est muy lejos an el da en que la teora del recoplamiento hayaadquirido tal grado de generalidad y de refinamiento que pueda ser aplicadade manera rigurosa a la descripcin, explicacin y prediccin de los fen-menos histricos. La complicacin del sistema que debe ser formalizado estan inmensa que, aunque se trata de un sistema finito, rebasa todo lo con-cebido en relacin a las posibilidades matemticas actuales. Desde luego,tericamente, tamaa 'empresa es concebible. Pero quien quiera emprender-la, o por lo menos quien pronostique su futura realizacin, debe fijar unmnimo de puntos que permitan discutir las posibilidades con sentido.P' Msan si se trata de un marxista. Y decimos esto porque todos los marxistas,incluso los ms entusiastas partidarios de la interpretacin estructural, acep-tan ciertas tesis que han sido establecidas por el marxismo clsico y que,desde luego, no han sido deducidas' del sistema de recoplamiento que permitaexplicar la historia, puesto que dicho sistema an no existe. Entre las prin-cipales, debemos mencionar las siguientes: 1) el modo de produccin es elsubsistema 24 principal dentro del sistema social que constituye un estadodel proceso histrico, todos los dems subsistemas estn influidos por l; 2) losotros subsistemas influyen, a su vez, sobre el modo de produccin (puestoque se trata, no cabe duda, de recoplarniento), pero la interinfluencia no essimtrica; 3) la lucha de clases es, dentro del subsistema llamado modo de

    20 En relacin a los fenmenos econmicos, ver Tustin, The Mecanism 01 EconomicSystems,Henernan, Londres, 1957. Ver tambin Berge, Thorie des graphes et ses opptica-tions, especialmente el cap. VIII, Dunod, Paris, 1958. En relacin a la lingstica, vaseMarcus, Introduction mathmatique a la linguistique structurelle, Dunod, Pars, Ig6,cap. VII.

    21 Sobre la teora general de los grafes, ver el libro de Berger ya citado y, para ente-rarse de los ms modernos desarrollos, "International Conference on Combinatorial Mathe-matics", Annals 01 the New York Academy 01 Sciences, New York, 1970.

    22 Sobre la aplicacin del concepto de "feed back" en ciberntica, vase Greniewski:Cy/Jernetics unthout Mathematics,

    23 Creemos que una va posible para elaborar una teora verdaderamente general delrecoplamiento es la elaboracin de una teora de las caiegorias generalizada, es decir, cuyosmorfismos no sean solamente funciones sino que sean relaciones cuyos dominios coincidansiempre con la totalidad de elementos de la "fuente" inicial. Pero, desde luego, estaintencin debe ser explorada de manera analtica antes de poderse llegar a una conclusinsobre sus posibilidades.

    24 Un subsistema es cualquier integrante del sistema global, como estructura, subs-tructura, grupo, institucin, etc.

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    jJroduccin, la funcin de recoplamiento ms importante, en torno de la cualse organizan todas las dems; 4) existe tambin otra funcin de recoplarnien-to dentro del subsistema llamado modo de produccin, que se establece entrelas fuerzas de produccin, las relaciones de produccin y la creacin tecno-lgica, que influye de manera determinada sobre la totalidad de dicho sub-sistema; 5) hay un umbral de plasticidad de todo el sistema que dependedel estado del subsistema llamado modo de produccin; 6) cuando el modo deproduccin alcanza determinado estado, el sistema llega al umbral y sufreuna transformacin radical, en el sentido de que se transforma en otro sis-tema. Esto quiere decir que la totalidad de las relaciones de recoplamientocambia, que se establecen nuevas relaciones entre los integrantes del sistema;7) dentro de este cambio total, se conservan ciertas invariancias, en el sentidode que el subsistema llamado modo de produccion sigue siendo el principal detodos los que influyen dentro del sistema de manera asimtrica; 8) la historiaconsiderada como un proceso constituido por la sucesin de sistemas que sederivan unos de otros mediante funciones de recoplamiento, tiene un sentidoimpuesto por su propia dinmica interna, que conduce a un sistema finaldentro del cual habr desaparecido la lucha de clases. Es decir, se habranulado un aspecto constitutivo del sistema general del recoplamiento, as-pecto que ha contribuido de manera fundamental a dinamizar dicho sistema.

    Nos parece que, a pesar de las mltiples discrepancias que existen hoyda entre los neomarxistas, todos estn de acuerdo sobre estas tesis generales.Son las tesis clsicas: el modo de produccin es la infraestructura de la cualdepende toda la superestructura, la superestructura influye a su vez sobre lainfraestructura, pero la interinfluencia entre ambas es asimtrica, pues loscaracteres esenciales de todo el sistema son impuestos por las relaciones eco-nmicas; la lucha de clases es el factor dinamizante principal de todo el pro-ceso histrico que consiste en el remplazo de unos sistemas por otros; cuandolas fuerzas de produccin adquieren determinada estructura, las relacionesde produccin tienen que cambiar de manera inevitable y, como consecuen-cia de 'estecambio, se produce una transformacin revolucionaria del sistemasocial; la sucesin de estos cambios revolucionarios conduce hacia una socie-dad sin cIases en donde pueden haber contraposiciones de grupos, pero yano antagonismos de clase. Hemos enunciado estas tesis dentro del nuevomarco conceptual que imponen los conceptos de recoplamiento y de estruc-tura utilizados por los neomarxistas.

    Nos parece que el hecho de utilizar el recoplarniento para describir, ex-plicar y predecir la dinmica de las estructuras, no permite de ninguna ma-nera mantener algunas de las tesis clsicas. Por ejemplo, no hay ningunarazn para predecir que todo el proceso marcha inexorablemente hacia lasociedad sin clases, o que el sistema capitalista ya est alcanzando el umbralms all del cual habr de transformarse inevitablemente en socialismo. Por

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    otra parte muchas de las formulaciones de 'las tesis clsicas en el modernolenguaje de las estructuras y del recoplamiento, son an muy vagas y requie-ren de todo un andamiaje conceptual previo sin el cual no pueden expre-sarse las tesis con claridad cientfica. La elaboracin de una teora generaldel recoplamiento que permita expresar con rigor la pavorosa complicacinde las relaciones recprocas que engendra la marcha de la historia, exige noslo un esfuerzo matemtico inmenso sino una fundamentacin epistemol-gica adecuada. Mientras no se haga esto no pueden zanjarse aun las discu-siones.

    Un ejemplo interesante es la tesis de Marcuse, segn la cual el sistema'socio-econmico de Estados Unidos y Europa occidental tiene una estabilidadtan grande (leed back negativo producto de homeostasisj que es imposibledestruirlo mediante la lucha de clases. La clase trabajadora ha sido integradaen el sistema de manera tan slida que ha perdido su fuerza revolucionaria.El sistema es capaz de asimilar todas las contraposiciones, todas las tensiones,desde las presiones obreras hasta las asonadas de los grupos marginales y delos hippies. Los fenmenos de recoplamiento, han producido una especiede homeostasis perfecta que mantiene el equilibrio total del sistema. Se tra-ta de una tesis muy interesante, pero que no tiene ninguna base cientfica,puesto que para fundamentarla adecuadamente se requiere un medio de an-lisis (teora general del recoplamiento) mucho ms poderoso que los actual-mente disponibles (que Marcuse, por otra parte, parece ignorar por com-pleto). Empero, desde un punto de vista intuitivo, las tesis de Marcuse sonmuy sugestivas, y las extrapolaciones que hace, aunque algunas son extrava-gantes, se apoyan a veces en datos comprobados. Desde el punto de vistadel rigor cientfico, no hay nadie en estos momentos capaz, de decidir entrelas tesis de Marcuse y las del marxismo clsico, segn las cuales el sistema,de acuerdo con las leyes de la dialctica (es decir, en el lenguaje moderno dela interpretacin neomarxsta, segn las leyes de combinacin de los procesosde recoplamento de todo tipo que constituyen el dinamismo de los sistemassociales), deber llegar a un estado q,ue rebase el umbral de resistencia delcapitalismo y se transformar inevitablemente en un nuevo sistema de ca-rcter socialista. Ms an, de acuerdo con los actuales datos disponibles yla evidente fuerza de los sistemas neocapitalistas de Estados Unidos y Europaoccidental, nada impide suponer que, cuando sea realmente posible hacerprospecciones adecuadas utilizando mtodos ms poderosos que los que posee.mos en los actuales momentos, el resultado d razn a Marcuse. Qu acti-tud asumirn entonces los marxistas? Se resignarn a no hablar ya ms derevolucin, de sociedad sin clases y de sociedad socialista? Seguramente dirnque todo no es sino una patraa dirigida por los agentes del imperialismopara impedir el triunfo final del proletariado.

    Esta reaccin es tpica de los marxistas y en general de todos los que

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    asumen una posicin revolucionaria, por la sencilla razn de que todo revo-lucionario quiere el cambio de la sociedad, no porque haya decidido aceptarun destino impuesto por el juego ciego de las innumerables relaciones defeed-back entre los factores que integran el conglomerado social, sino por-que la sociedad en que vive es injusta y ha decidido luchar para forjar unasociedad ms humana y ms justa. En toda actitud revolucionaria hayuna valoracin tica inevitable, salvo que se quiera hacer la revolucin ni-'ca y exclusivamente para conquistar el poder o porque la actitud revolucio-naria se considere como un resultado de fuerzas ciegas. Pero cuando se hablade sociedad justa es que se tiene hambre y sed de justicia. La ingenuidadepistemolgica de los marxistas clsicos no les permita distinguir entre lospostulados de valor y los postulados puramente cientficos de carcter expli-cativo que contenan las tesis de Marx. Este mismo (y por supuesto Engelsque era mucho ms ingenuo desde el punto de vista epistemolgico) no dis-tingue entre la meta a la que quiere llegar a toda costa (y desde luego conplena justificacin), que es la sociedad sin clases en la que los hombres pue-dan vivir libres de la tirana impuesta por el sistema econmico y poltico, yel dinamismo objetivo de las estructuras. La dialctica ej-erce una fascina-cin irresistible sobre Marx, Engels y sus sucesores, porque da la impresin -de que permite fundamentar objetivamente, sin ninguna postulacin de va-lor, la marcha hacia la sociedad justa. Por cierto, la dialctica tal como laconcibi Hegel y tal como la concibieron Marx y Engels, permite hacer esto,porque permite hacerlo todo. Se trata de una tesis tpica del estilo de filo-sofa literario que predomin durante el primer tercio del siglo XIX. Serademasiado largo explicar por qu existi este predominio, cmo se engendry cmo perdi vigencia. Pero el hecho es que Marx crey que la dialcticapermita lograr esta fundamentacin, que de haber sido efectivamente cien-tfica, habra sido prodigiosa.

    Naturalmente, adems de manejar la dialctica de esta manera ingenua,Marx trata de manejarla de manera cientfica. De all su concepcin de laexistencia de diversos factores de la produccin y de las relaciones humanasdentro de la produccin, que se influyen recprocamente. Creemos que lapretensin de neomarxistas como Althusser, Balibar y Godelier de que Marxes el gran pionero del estructuralismo y de que concibe la dialctica comoun fenmeno muy complejo de internfluencas, es en parte verdadera. Hayen su obra pasajes que no dejan lugar a dudas. Pero tambin hay pasajes(como por ejemplo la famosa aplicacin de la dialctica a la descripcin dela expropiacin capitalista) que son de una ingenuidad completamente he-geliana.

    Las anteriores consideraciones permiten llegar, -as lo creemos, a la con-clusin de que es correcto interpretar la dialctica marxista en el sentido deun intento de explicar la historia y, en general, los fenmenos sociales, utili-

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    zando el concepto de estructura y de rel~cin recproca (recoplamiento).Pero tambin de que esta interpretacin no permite, en todos los casos,man-tener las tesis clsicas del marxismo ni la seguridad de que